Los estudios neurológicos de la religión: un reto a la teología

Anne RunehovUniversidad de Copenhagen

Fig. 3. Effect of religious knowledge (D3): Experiential (Above) vs. Doctrinal (Below).

Lay-out• Introduction• Michael Persinger

– Epelipsy and Religious Experiences– Philosophical problems

• Andrew Newberg and Eugene d’Aquili– Absolute Unitary Being (AUB)– Philosophical problems

• Conclusion

Introducción• Estoy convencida de que estamos viviendo en la era de

la neurociencia. De hecho, las sub-disciplinas de la neurociencia no dejan de crecer. Una de esas disciplinas subalternas que ha conocido un enorme progreso es la neurociencia cognitiva basada en teorías procedentes de la filosofía de la mente y en el desarrollo de la neurociencia experimental y clínica. De hecho, los fenómenos mentales, incluso los fenómenos religiosos, despiertan el interés de los neurocientíficos como no había ocurrido antes. Esto es debido en parte a las tecnologías avanzadas que los neurocientíficos contemporáneos tienen a su disposición.

Living in the Age of Neuroscience• Con todo el respeto para la tarea del neurocientífico,

es crucial hoy profundizar más en estos estudios. Algunos son útiles, porque el objetivo es contribuir a la comprensión de lo que es el ser humano, incluida la identidad personal, insertada en su ambiente biológico, cultural y religioso. A menudo los neurocientíficos emprenden una investigación de carácter interdisciplinar. Pero desgraciadamente, también asistimos a la era del nuevo ateísmo. Esto implica que algunos científicos estudian los fenómenos mentales y religiosos para descalifiarlos.

• En estos casos los métodos no siempre son correctos ni propiamente científicos, sin embargo sus voces son las que más se hacen oir. Algunos de estos nombres son ampliamente conocidos, por ejemplo, Richard Dawkins (biólogo) y Michael Persinger (el neuropsicólogo).

• No obstante, dejando aparte el programa ateísta, cada vez contamos con más evidencia en el sentido de que el ser humano es mucho más de lo que la ciencia puede explicar exclusivamente por sus propios medios. ¿No habrá llegado quizás el tiempo de estudiar no sólo los cerebros de las personas religiosas sino también los de los ateos?

• En esta conferencia me gustaría presentar los estudios neurocientíficos quizás más conocidos de las experiencias religiosas. Eso no significa que no haya otros estudios y no significa ciertamente que no haya estudios disponible más interesantes. La cuestión que quiero plantear es que los investigadores seleccionados llegan a conclusiones completamente opuestas.

Not so helpful

• Otra razón es que hay mucha bibliografía disponible de sus estudios (es decir hay artículos y libros suficientes, por parte de los mismos autores y de otros, incluyendo neurocientíficos, teólogos, así como filósofos)

Helpful

• La neurociencia es, aproximadamente, una rama de las ciencia naturales que trata del sistema nervioso y sus funciones. La neurociencia tiene sus raíces en la antigua medicina griega, y por consiguiente tiene una larga historia. Durante el siglo XIX los neurocientíficos descubrieron que la energía que transmiten los nervios es la energía eléctrica y no, como se creyó hasta entonces, algo espiritual. Durante el mismo período, los neurocientíficos descubrieron también que la

•neurona es el componente básico del cerebro (Ramón y Cajal), una célula biológica adaptada especialmente con los axones y dendritas para transmitir la información neuronal a otras células.

• Además, ellos descubrieron que este sistema neuronal es similar en todas las criaturas, tanto si es una criatura primitiva – como por ejemplo un gusano plano – o un ser humano, el sistema neuronal trabaja a partir de los mismos principios básicos de estímulo químico y de conducción eléctrica. La diferencia entre las especies reside en la complejidad del sistema neuronal en lugar de en su función.

• Hoy sabemos que el cerebro está formado por cien mil millones de células nerviosas o neuronas, que forman las unidades básicas estructurales y funcionales del sistema nervioso. Cada neurona tiene algo así como de mil a diez mil contactos con otras neuronas [llamados sinapsis].

• “Se ha calculado que el número de posibles permutaciones y combinaciones de actividad del cerebro, en otros términos los números de estados del cerebro, excede el número de partículas elementales conocidas en el universo”.

•Los científicos están de acuerdo en que sólo conocemos el cuatro por ciento del universo. Lo desconocido restante, es decir el 96 por ciento, consiste en algún material oscuro o energía desconocidos, algún tipo de partículas subatómicas.

• De forma semejante los neurocientíficos, aunque han hecho progresos notables para comprender mejor el cerebro, todavía les queda mucho en la oscuridad. ¿De entre todos estos miles de millones de células nerviosas, cuáles entre ellas son responsable de nuestras experiencias religiosas?

• ¿En otros términos, cuál es exactamente la capacidad de los neurocientíficos a la hora de explicar los fenómenos religiosos?

• Por otro lado, el estudio neurocientífico de los fenómenos religiosos se limita necesariamente al criterio de investigación científica.

• En otros términos, el fenómeno bajo estudio tiene que ser de un tipo que pueda medirse u observarse, probarse y replicarse.

• Por consiguiente las experiencias religiosas espontáneas no caen dentro del alcance de la investigación del neurocientífico, porque ¿cómo pueden tales experiencias medirse, probarse o ser replicadas?

• Las experiencias religiosas que los neurocientíficos pueden estudiar son por ejemplo las obtenidas por vía de la meditación, oración y rituales, porque estas experiencias pueden recrearse bajo las condiciones del laboratorio y pueden ser probadas y replicadas.

• Creo que podemos estar de acuerdo en que existen relaciones específicas entre los fenómenos religiosos, el comportamiento y el cerebro – como podemos convenir en que hay relaciones específicas entre, digamos, comer o moverse y el cerebro.

• Sin embargo, mi punto es que esto no implica que esa actividad del cerebro es lo único que existe, como algunos (pero ciertamente no todos) neurocientíficos quieren hacernos creer. Permítanme empezar presentando dos declaraciones opuestas de neurocientíficos que han emprendido investigaciones de las experiencias religiosas.

1. No existe ningún Dios – las experiencias religiosas no tienen nada que ver con cualquier Dios o con una Realidad Última – lo único que existe es la actividad cerebral y nada más (defendido por Michael Persinger).

O bien,1. el hecho poder observar actividad del cerebro

específica en correlación con las experiencias religiosas específicas, y que esta actividad cerebral sea idéntica para todos que viven dicha experiencia, indica que Dios tiene que ser real. (defendido por Andrew Newberg y el desaparecido Eugenio d’Aquili).

• En mi opinión, ni lo primero ni lo segundo puede afirmarse meramente a partir de los resultados neurocientíficos.

• Permítanme primero considerar la declaración de Persinger: que las experiencias religiosas (y también de Dios o de la Realidad Última) son ilusorias como sugiere.

La epilepsia y las experiencias religiosas

• En uno de sus muchos estudios, Persinger compara las experiencias religiosas con las experiencias vividas durante los ataques epilépticos. Pueden hacerse dos observaciones inmediatas. En primer lugar, las experiencias religiosas, según Persinger, no son sólo las experiencias descritas por las doctrinas, la semántica o la soteriología de las tradiciones religiosas. Persinger incluye las experiencias psíquicas como: la clarividencia, la telepatía y experiencias como sentirse hechizados por fantasmas, así como las experiencias de rapto por parte de UFOs.

En segundo lugar, él no define realmente el tipo de epilepsia al que se refiriere. Sin embargo, se puede concluir de sus escritos que se refiere a la epilepsia del lóbulo temporal medio, dónde los ataques epilépticos tienen su origen en el sistema límbico, más exactamente en el complejo de la amígdala-hipocampo. Estos ataques se llaman ataques parciales complejos.

Amygdale: The Watchdog

Hippocampus: the diplomat

During an epileptic seizure, the the watchdog takes the diplomat by surprize

Hypothalamus

• La amígdala, que se localiza en la parte media del lóbulo temporal, es una de las estructuras más viejas en el cerebro. Se conviene en que si alguien se da cuenta de un ruido sospechoso en medio de la noche, no es su gato o perro que le han despertado, sino su amígdala. Esto es porque la amígdala es responsable de acelerar su pulso y activar el incremento de temor que hace que sus sus ojos se abran.

• En consecuencia, la amígdala se llama a menudo el perro guardián. La amígdala es importante para nuestra supervivencia y se encuentra en toda criatura. El hipocampo se asocia con la función de procesar y codificar recuerdos y localizar los recuerdos, así como con prevenir extremos emocionales. El hipocampo se llama a menudo el diplomático.

• Normalmente, el perro guardián y el diplomático trabajan juntos y nos alertan, pero al mismo tiempo impiden que seamos víctimas de emociones extremas. De esta forma podemos actuar de forma adecuada a la situación y sobrevivimos a los peligro en los que estamos sumidos. Sin embargo, durante el curso de un ataque epiléptico el perro guardián pilla al diplomático por sorpresa.

• El diplomático es eliminado y las acciones de la persona se paralizan. Además, esto implica que la fenomenología de la experiencia dependerá de la fuerza de los recuerdos conservados. Por tanto, evidentemente, las personas epilépticas religiosas tienen más probabilidad de sufrir una experiencia mística o espiritual de algún tipo que las personas no-religiosas.

• Según Fraser Watts, la idea que relaciona las experiencias religiosas a la epilepsia es la teoría neurológica más ampliamente explorada en relación con dichas experiencias. La relación entre las experiencias religiosas y la epilepsia parece constituir un tema tan insistente que se han consagrado incluso novelas completas al tema, como por ejemplo: Estando despierto de Mark Salzman.

• El protagonista principal de la novela es una monja católica llamada sor Juana de la Cruz, conocida por sus frecuentes experiencias místicas y revelaciones. Sin embargo, sus experiencias se acompañan a menudo de fuertes dolores de cabeza. El diagnóstico inmediato es que padece epilepsia. No obstante, la hermana puede tratarse, pero la operación acabará con sus experiencias religiosas.

• Desgraciadamente, algunos neurocientíficos (y otros) creen en todo esto sin considerar que la persona operada pierde otras experiencias importantes.

• Podemos encontrar una razón histórica de la relación entre las experiencias religiosas y la epilepsia en la literatura médica griega temprana. El término epilepsia en griego significa “apoderarse de, agarrar, atacar”.

• Hipócrates, a quien se considera fundador de la medicina racional, escribió (o era un co-autor de) un estudio médico sobre la epilepsia titulado De la Sagrada Enfermedad. Aunque el author(es) de De la Sagrada Enfermedad trataron de demostrar que la epilepsia no tiene nada que ver con lo sagrado, la epilepsia ha sido desde entonces más bien asociada con la religiosidad.

• Por ejemplo, el término latino sacer morbus (la enfermedad santa) revela cómo fue entendida normalmente la epilepsia. Una de las razones es que durante mucho tiempo la idea común era que sólo Dios podría tirar a una persona a tierra de ese modo y podría devolverla de nuevo a la vida.

• Según Persinger, que se se considera a sí mismo como un investigador ilustrado a la Dawkins, todas las experiencias religiosas son provocadas por la misma actividad cerebral que causa los ataques epilépticos, y afirma que es una ilusión pensar que Dios tenga algo que ver con ello. Una pregunta que surge, sin embargo, es ¿por qué las experiencias religiosas que sufren las personas epilépticas no tienen que ser lo que aparentan ser

• – es decir las experiencias religiosas? Además, las experiencias religiosas ¿pueden explicarse exhaustivamente a partir de la actividad neuronal?

• Permítanme considerar cómo Persinger llega a su conclusión.

• Persinger procede recogiendo una gran cantidad de

datos con encuestas psicológicas. Estas encuestas fueron completadas por estudiantes universitarios de entre 18 y 25 años. Una parte de ellos meditaba de forma regular, y otra parte no meditaba en absoluto. Las preguntas tuvieron que ser contestadas sólamente con un sí o un no. Este tipo de preguntas es la praxis normal dentro de la psicología, no hay nada de equivocado en ello. Lo que no es completamente correcto es lo siguiente.

• Leyendo los informes de la investigación de Persinger, ara obvio que sus preguntas se adaptaban a los informes médicos de personas que padecían epilepsia y respondieron lo que experimentaron durante sus ataques.

• Por ejemplo, algunas personas epilépticas pudieron informar que experimentaron una especie de presencia, oyeron una voz o vieron alguna luz durante un ataque. (Como se ha dicho más arriba, yo no cuestiono las experiencias de los individuos epilépticos, lo que cuestiono aquí es el método de Persinger y su conclusión).

• En consecuencia su cuestionario incluía preguntas como:

• ¿Ha experimentado la escucha de una voz que no era la suya propia y a pesar de que nadie estaba hablando con usted?

• ¿Ha experimentado una presencia a pesar de

que nadie además de usted se encontraba en la habitación?

• ¿Es usted religioso? ¿Usted medita?

• Una cuestión es si la meditación no apunta a las experiencias religiosas y si escuchar una voz, ver una luz o sentir alguna presencia, pertenezca a las características de las experiencias religiosas Por tanto

• ¿es sorprendente que los estudiantes que meditan frecuentemente contesten más a menudo que sí a esas preguntas, mientras estudiantes que no meditan o no son en absoluto religiosos respondan negativamente a las mismas preguntas? En otros términos ¿qué ha demostrado?

• Hay algo más a tener en cuenta, sin embargo, de los ataque epilépticos, a saber, que se activan a partir de una hiperactividad en partes específicas del cerebro.

• Por tanto para asociar todas las experiencias religiosas con los ataques epilépticos, Persinger necesita realizar un experimento en sus estudiantes que implica la ignición cognitiva. Permítanme mostrar cómo procede.

¿Qué es la ignición cognitiva y cuál es el método de Persinger?

• Para aprender más sobre los ataques epilépticos, algunos neurocientíficos provocaron dichos ataques a través de la estimulación eléctrica débil o química de algunas partes específicas del cerebro (el complejo de la amígdala/hipocampo por ejemplo). Después de 5 a 10 minutos de repetición, se requiere una estimulación muy pequeña para iniciar un ataque epiléptico. El método es conocido como la ignición cognitiva. Este procedimiento causa una neuroactividad alterada que povoca un ataque. Consciente de esto, Persinger introduce su casco.

El casco original es aproximadamente un casco de motocicleta modificado, incluyendo cuatro juegos de solenoides colocados a lo largo del plano temporal.El casco modernizado también se llamó Estimulador Magnético Transcraneal (TMS).

Magnetic Stimulation TMS

Persinger’s

Original

Helmet

• El experimento se realizó como sigue. Los estudiantes fueron invitados a sentarse en una silla. Sus ojos se cubrieron con la mitad de un pelota de ping-pong rellena de algodón. El casco modificado se puso alrededor de sus cabezas. Un ordenador generó formas similares a los disparos de ráfagas típicas de la amígdala. Esta pauta magnética se aplicó a esas regiones específicas del cerebro de las personas a intervalos de 5 minutos apagado y 10 minutos encendido durante 35 minutos. Según el informe de su investigación, las experiencias que se informaron eran las vibraciones, experiencias fuera-del-cuerpo, experiencias de girar alrededor, etc., todas ellas pertenencían – según Persinger – al ámbito de las experiencias religiosas. Ante todo cabe puede preguntar si estas experiencias pasarían la prueba de si constituyen elementos centrales a las doctrinas y la soteriología de las tradiciones religiosas, al menos a una o dos de ellas.

• Segundo, el estudio de Persinger se replicó en Uppsala por Pehr Granqvist, Estera Fredrikson, Patrik Unge, Andrea Hagenfeldt, Sven Valind, Dan Larhammar, y Marcus Larsson. El equipo de Uppsala sin embargo, no pudo replicar los resultados de Persinger.

• No lograron provocar ningún tipo de experiencias de esa clase. Una de las razones – según el equipo – era que Persinger no usó un estudio doblemente-ciego. En el estudio doblemente-ciego aplicado por el equipo de Uppsala, ni el experimentador que tenía que asistir a los participantes, ni los propios participantes, sabía cuando el TMS [Estimulador magnético] estaba encedido o apagado

• Éste no era el caso con el equipo de Persinger. Se trata de un problema importante porque, considerando la sugestibilidad general de las personas al efecto placebo, la interacción del experimentador con las condiciones del experimento podría llevar fácilmente a los participantes en la situación de TMS encendido a reportar tales experiencias, mientras que aquéllos del grupo de control (sin ningún campo magnético activo) se sentirían menos inclinados a percibirlas.

• En tercer lugar, según el neurocientífico Scott Atran, los estudios de imágen del cerebro han mostrado un incremento de la actividad neural en el área del lóbulo temporal derecho durante los ataque epilépticos y alucinaciones esquizofrénicas, y experiencias religiosas, como en el caso de “hablar en lenguas”, las experiencias durante un estado de la catalepsia, meditación profunda y oración.

• Sin embargo, considerando que la imagen de escáner mostró actividad reducida en el cortex frontal durante las alucinaciones esquizofrénicas y los ataque epilépticos (como consecuencia de una disminución de la conciencia de realidad), se notó un incremento de la actividad neuronal en el cortex frontal durante la meditación y oración (debido a una conciencia mayor de la realidad).

• Aun cuando el área temporal (el complejo amígdala-hipocampo) es significativo para algunos tipos de experiencias religiosas, las experiencias religiosas y las experiencias de ataque epiléptico corresponden a neuroanatomías diferentes.

• Si Persinger hubiera realizado un estudio de imaging en experiencias religiosas por parte de personas no-epilépticas y hubiera comparado estos resultados con los resultados de estudios de imaging de personas epilépticas que sufren experiencias religiosas, habría notado la diferencia.

• Cuarto, otro comentario importante acerca de la diferencia entre lo religioso y las experiencias de ataque epiléptico es que las experiencias de lo religioso son sentidas por parte de quien las vive como resultado de una comunicación con Dios (o la Realidad Última) mientras las experiencias del ataque podrían sentirse de forma similar por parte de la persona epiléptica, pero normalmente eso no ocurre.

La epilepsia y los Santos. • Muchos de los santos de la historia han sido diagnosticados

hoy como epilépticos, es decir mucho tiempo después de su muerte. Entre otros se encuentran los casos de San Pablo, Juana de Arco, Santa Teresa de Avila, y Santa Brígida de Suecia.

• La neurocientífica Anne-Marie Landtblom, que participó en la discusión acerca de la epilepsia y las revelaciones religiosas en el caso de Santa Brígida de Suecia, apunta a algunas diferencias entre las experiencias religiosas y las experiencias de ataques epilépticos.

TLE and the Saints

• St Birgitta of Sweden

Vadstena nunnery

Reliquary, shrine  

1303-1373

• Se asume que Santa Brígida sufrió epilepsia porque Carl Herman Hjortsjö examinó su cráneo (1952) y planteó la cuestión de si podría haber tenido epilepsia. Sin embargo nunca escribió su declaración.

• Lo cierto es es que Brígida sufrió un tumor en la misma cima de su frente, con crecimiento excesivo del hueso de la tabla interna del hueso fronterizo (hyperostosis frontalis interna), algo que afecta principalmente a las mujeres más ancianas.

• Algunos neurocientíficos sostienen que que esta enfermedad podría haber causado ataques epilépticos, puesto que los tumores pueden crecer considerablemente y se pueden multiplicar.

• Un comentario breve es que Santa Brígida ya recibió las revelaciones cuando era jóven. Además, si, Hjortsjö y sus colegas están en lo cierto acerca de la situación del tumor, y si fuera el caso que Santa Brígida sufría epilepsia, entonces, según el teólogo y doctor médico, Åsa Lowén, ella debió sufrir epilepsia del lóbulo frontal y no epilepsia del lóbulo temporal.

• Los ataques epilépticos del lóbulo frontal tienen, como una de sus marcas distintivas, que dichos ataques se acompañan con calambres o automatismos complejos, y raramente con el aura (a la que se asocian las experiencias religiosas entre otras experiencias). Estos automatismos son muchos y a menudo llamativos, por lo que difícilmente pueden eludir la observación.

• Lo que también hizo sospechar que Santa Brígida sufriera epilepsia era que solía mencionar un globo resplandeciente que ella describió como la Madre de Dios que hablaba con ella desde ese globo. Sin embargo, según Mogens Dalby, el concepto del globo resplandeciente no es una designación internacionalmente reconocida para asociarla a los fenómenos de ataques epilépticos. A veces, las personas epilépticas recuerdan que durante su ataque experimentan haber visto como una luz.

• Según Landtblom hay muchos hechos en contra la tesis de que Santa Brígida sufriera epilepsia. Por ejemplo, las revelaciones de Santa Brígida eran demasiadas, demasiado detalladas y variadas para pertenecer a una persona epiléptica. Las personas epilépticas normalmente experimentan una y otra vez la misma experiencia

• Además, sus experiencias se estereotipan, lo que no era el caso de las de Santa Brígida. Además, sus revelaciones incluían una alta cantidad de información.

• Según el epileptologista Walter van Emde Boas, lo que las personas epilépticas escriben en su diario es meramente lo que han comido y han hecho ese día. Raramente se encuentran, si acaso alguna vez, descripciones espontáneas sobre su vida interna. Usan a menudo frases breves y simples.

• Al contrario, Santa Brígida anotó todas sus experiencias cuidadosamente. Aún más, otro argumento que pone en duda la sugerencia de que que Santa Brígida sufría epilepsia es que no hay ninguna descripción de sus ataques. Esto es extraño, porque hay muchos escritos sobre ella y no se consideraba que la epilepsia era una enfermedad mental como lo es hoy.

Did St. Birgitta have Epilespy?

For Against

Tunor: Hyperostosis frontalis interna

Variation of experiences/ already as young

Frontal-lobe epilespsy not TLE

High amount information

Glowing globe Complex writings

Dostoevsjij (But TLE) No record of St.Birgitta having seizures

• Como dije antes, la epilepsia fue considerada a menudo un don de Dios. Sin embargo, creo que no se puede excluir completamente la idea de que ella podría haber sufrido epilepsia.

• Dostoevskij la padeció también y a pesar de ello su obra literaria se encuentra entre las mejores del mundo. Yo creo que hay no sólo tipos de epilepsia sino también grados diferentes dentro de cada tipo.

• De nuevo ¿por qué las personas epilépticas no tendrían experiencias religiosas reales? Persinger concluye que las creencias religiosas son un virus cognitivo. Con ello no sólo insulta a las personas religiosas, también insulta a las personas que están enfermas.

• Lo que Persinger no parece comprender es que los experimentos con TMS muestran que somos capaces de percibir directamente los campos magnéticos a través de nuestros cerebros, lo que sugiere que nuestro cerebro es un órgano sentiente.

• La investigación de Persinger no es muy útil – desgraciadamente – para comprender los fenómenos y experiencias religiosos. ¿Por qué no integró es su encuesta los informes de las personas que tienen más frecuentemente experiencias religiosas, por ejemplo, monjes y monjas y también personas que vivían una experiencia religiosa espontánea? Entonces podría comparar estos resultados con los resultados de los informes de experiencias de ataques epilépticos. Y habría podido ver si hay una relación entre los dos tipos de experiencias o no.

• Persinger: not very helpful because

(1)Biased questionnaires

(2)No imaging

(3)Biased agenda

La investigación de Newberg y D'Aquili

• Permítanme ahora considerar al otro equipo, Andrew Newberg y Eugene d’Aquili, que creen poder mostrar con los medios de la neurosciencia que Dios o la Realidad Última es real.

• Por medio de las técnicas de neuroimagen (más precisamente SPECT) ellos estudiaron un grupo de meditadores budistas tibetanos y de monjas Fransiscanas en oración. Ambos grupos contaban con muchos años de práctica en meditación avanzada u oración. La tarea de los monjes y monjas era meditar en un ambiente del laboratorio.Fueron invitados a instalarse en su posición de meditación preferida acompañados de lo que necesitaran para entrar en el estado meditativo (por ejemplo, ramitas de incienso de jazmín, una cruz o una vela).

• Se les inyectó en línea de base un trazador radiactivo específico, y se les escaneó el cerebro 20 minutos después durante 45 minutos. (El mismo procedimiento fue aplicado a un grupo de control). Los resultados fueron documentados.

• Los meditadores estaban conectados a los experimentadores por medio de un hilo de algodón que tenían que tirar en cuanto se sintieran cerca del momento más intenso de meditación. Entonces fueron inyectados una segunda vez y 20 minutos después se les escaneó el cerebro durante 30 minutos. También estos resultados se documentaron.

El estudio realizado por Newberg y D’Aquili demostró ser más válido que el de Persinger. En este nuevo caso las investigaciones también tienen más relevancia para la comprensión de las experiencias religiosas, ya que contribuían a un mejor conocimiento de las partes del cerebro implicadas en dicha experiencia y el modo de hacerlo. Además investigaron un tipo de experiencias religiosas que obedecía al criterio de la investigación científica, es decir la meditación es obvservable, repetible y testable. No obstante también se registran en este caso algunas limitaciones.

• Sin entrar en la neurología de las experiencias religiosas, se refieren también a la importancia de la región temporal (el complejo de la amígdala-hipocampo-hipotálamo), pero lo esencial es el énfasis que dan a una región del cerebro llamada lóbulos parietales superiores posteriores (PSPL).

• ¿Por qué esta estructura cerebral es tan importante para las experiencias religiosas? Mientras la tarea neurológica del PSPLs es analizar e integrar información visual, auditiva, olfativa e somatosensitiva (ver, oir, gustar y tocar) su tarea más importante para las experiencias religiosas es la creación de cuadros tridimensionales del cuerpo en el espacio y de su responsabilidad para la distinción entre el yo-otro y entre el yo y el mundo.

Para enmarcar su argumento:

Si hay una experiencia del Ser Unitario Absoluto hay también una deaferenciación total del PSPL izquierdo y derecho.

Dos deaferenciaciones totales diferentes del PSPL no son posibles

Todos los que meditan, sin tener en cuenta la técnica de la meditación usada, alcanzan antes o después la experiencia de AUB

Los que experimentaron AUB pertenecían a religiones diferentes

Por consiguiente no puede haber dos AUB diferentes independientemente de la religión; es decir la experiencia de AUB tiene que ser igual para todos los participantes.

Concluyeron que ese Dios o la Realidad Última es real y AUB se convierte en el elemento invariante en todas las religiones.

Los problemas filosóficos con esta visión

• Un problema es que Newberg y D’Aquili no prestan bastante atención al aspecto cultural-religioso-personal. Tampoco prestan bastante atención a la plasticidad del cerebro: cada cerebro cambia constantemente y de forma única.

• Para clarificar, consideremos el caso de los gemelos idénticos. Aun cuando puede considerarse que sus cerebros son lo más parecido posible cuando nacen, esos mismos cerebros serán muy diferentes si se los compara mucho tiempo después, debido a sus experiencias individuales, creencias, los aspectos medioambientales, etc.

• Esto es lo que los neurocientíficos llaman ‘plasticidad del cerebro’, y significa que las inteligencias son como las caras: no hay dos caras que sean idénticas. Además, no es una deaferenciación total o apropiada de las áreas parietales lo que experimentan los meditadores, porque una deaferenciación propiamente dicha implica que el flujo neuronal en estas partes del cerebro ha cesado completamente. Una de las consecuencias es que la persona experimenta problemas severos para seguir una conversación y no reconoce ya los objetos. Los meditadores sufren más bien una disminución en el flujo neuronal durante un período limitado. Los meditadores están muy concentrados y no tienen ningún problema en absoluto para seguir todo lo que ocurre alrededor o para reconocer los objetos.

• Además, los aspectos culturales tienen gran importancia, no sólo en cómo se interpreta la experiencia de AUB, sino también para la propia experiencia! Esto supone a su vez que los recorridos neuronales de estas experiencias parecen realmente diferentes.

• Por ejemplo, asumamos que Mary y Peter comen un pedazo del mismo pastel al mismo tiempo en el mismo lugar ¿Podemos asumir que su experiencia de comer este pastel de manzana será igual? Permítanme asumir que perciben el mismo sabor exactamente. Sin embargo, Mary tuvo hambre mientras Peter no la sentía ¿No implica que se han activado diferentes estructuras y funciones del cerebro, es decir las que tienen que ver con el hambre no se activarán en el cerebro de Peter porque Peter no tuvo hambre en absoluto?

• De forma similar ocurre respecto de las experiencias religiosas. Algún estado neuronal puede mostrar una correlación, pero ¿puede decirse lo mismo de todos los estados neuronales? De hecho, si la experiencia ha de ser idéntica, entonces TODOS esos estados neurológicos tienen que ser iguales. Por consiguiente, si dos personas, perteneciendo a la misma religión practican intensivamente la misma técnica de meditación durante muchos años, su experiencia de, digamos AUB, será a pesar de todo diferente, incluso desde el punto de vista neurológico. Esto es debido al principio de realización múltiple que implica que aun cuando hagamos las mismas cosas, no obstante registraremos valores neuronales diferentes.

El estudio de la Glossolalia

• No obstante, en un estudio más tardío realizado por Newberg y otros sobre los fenómenos de glossalalia, el autor ha tenido mucho más cuidado. En un estudio de SPECT de la experiencia religiosa o ritual conocida como glossolalia, Newberg y su equipo encontraron algunas cosas de gran interés. Glossolalia es un estado mental religioso en que el individuo parece hablar en un idioma incomprensible, pero al mismo tiempo afirma tener el control de la situación. Además, parece que esta experiencia tiene un sentido personal especial para el sujeto que la vive. La experiencia se describe como una carencia de control voluntario sobre las vocalizaciones.

• Los estudios lingüísticos también han mostrado que el idioma hablado no tiene ninguna estructura lingüística clara.

• No tenemos bastante espacio en esta presentación para profundizar más en los detalles del estudio de Newberg, sin embargo, las hipótesis comparadas con los resultados son dignos de mención.

• (La parte técnica del experimento es similar a la que aplica Newberg en su estudio sobre la meditación, es decir los participantes eran libres realizar el ritual como deseaban, fue inyectado un trazador radiactivo y las medidas se hicieron por la tecnología de imagen SPECT).

• Los actos de meditación provocan un aumento en la actividad neuronal en las áreas frontales.

• Esto es porque las áreas frontales se relacionan con la concentración (como he mencionado antes en el caso del ataque epiléptico y esquizofrénico, en los que se produce una falta de auto-conciencia y disminuye la actividad frontal, en comparación con los estados meditativos).

• Durante la glossolalia se registró una disminución en la actividad frontal, especialmente de la actividad frontal izquierda.

• Porque la parte izquierda del cerebro se relaciona con el lenguaje (entre otras cosas) este resultado sugiere que la parte lingüística –expresiva del cerebro no está directamente afectada. Desde un punto de vista religioso éste es un resultado interesante, que está de acuerdo con las descripciones del sujeto de experiencia, a saber la experiencia de una falta de control voluntario sobre las vocalizaciones. Es más, una disminución en la estructura del tálamo apoya su descripción de que no sienten como si quisieran hacer las vocalizaciones, sino que meramente les ocurren.

• Según Newberg había una disminución en la actividad neuronal en el entero hemisferio izquierdo (aproximadamente, el hemisferio izquierdo está más – aunque no meramente – relacionado con nuestras capacidades racionales, en comparación con el hemisferio derecho que es más – pero no meramente – relacionado con nuestras capacidades emocionales).

• También vimos esto durante la experiencia de AUB: que había una disminución en las áreas superiores del cerebro, aproximadamente, las áreas que se preocupan de la relación entre el yo y el mundo. Este no era el caso durante la glossolalia. Al contrario, Newberg observó un aumento de actividad en estas estructuras cerebrales. Esto indica que el sujeto no experimenta una pérdida del yo. De nuevo, ese resultado está de acuerdo con las descripciones subjetivas, a saber: los sujetos afirman que controlan la situación.

• Por último, los neurocientíficos descubrieron un aumento de la actividad en el área límbica, lo que hace pensar en un estado emocional alterado.

• En este estudio, Newberg y su equipo no sacan alguna conclusión acerca de la realidad de estas experiencias. Más bien invitan a ampliar la investigación, entre otras cosas, sospecho, porque la muestra del experimento comprendía sólo cinco mujeres.

• La conclusión es que, aunque Newberg y D’Aquili han podido mostrar importantes correlaciones neuronales de diferentes tipos de experiencias religiosas, sus conclusiones suelen quedarse en un campo especulativo. Este es el motivo por el que entiendo que el estudio de los fenómenos religiosos debe hacerse sobre

una base interdisciplinar, incluyendo además de los neurocientíficos los expertos del campo de la religión y de la teología.

¡Gracias por su atención!

The whole story• Sacred or Neural? The potential of Neuroscience to

Explain Religious Experience

2007: Vandenhoeck & Ruprecht, Göttingen

ISBN 978-3-525-56980-1