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Historia del alambre de púas

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Reviel Netz es profesor en la Universidad de Stanford, donde ensena Historia y filosoffa de las ciencias. Entre sus publicaciones se encuentran The Shaping of Deduction in Greek Mathematics (1999), The Archimedes Codex (2007, con William Noel), y Ludic Proof (2009).

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lectores

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ALAMBRE DE PUASUNA ECOLOGIA DE LA MODERNIDAD

REVIEL NETZ

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Netz, RevielAlambre de puas : una ecologia de la modernidad . - la ed. - Buenos Aires : Eudeba, 2013- 264 p. ; 23xl6 cm. - (Lectores)

Traducido por: Jaume Sastre i Juan ISBN 978-950-23-2116-5

1. Historia Universal. I. Sastre i Juan, Jaume, trad. II. Titulo CDD 909

EudebaUniversidad de Buenos Aires

l a edicion: abril de 2013

© 2013Editorial Universitaria de Buenos Aires Sociedad de Economia MixtaAv. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires Tel.: 4383-8025 / Fax: 4383-2202 www. eudeba. com. ar

Titulo de la edicion original: Barbed Wire. An Ecolog)> o f Modernity © 2004 by Reviel Netz Traduction: Jaume Sastre i Juan

Diseno de tapa: Lisando Aldegani Correction general: Eudeba

Impreso en la ArgentinaHecho el deposito que establece la ley 11.723

LA FOTOCOPIA MATAAL LIBRO YESUNDELITO

No se permite la reproduction total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un sistema informatico, ni su transmision en cualquier forma o por cualquier medio, electronico, mecanico, fotocopias u otros metodos, sin el permiso previo del editor.

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INDICE

Agradecimientos............................................................................................................ 11

*IntroducciOn .................................................................... 13

I. Expansion. El oeste norteamericano y la inventiondel alambre de p u a s .................................................................................................... 171. Desmenuzando la compra de Louisiana............................................................ 182. Como vallar una vaca................... 323- Como vallar el mundo..........................................................................................55

II. ConfrontaciOn. El alambre de puas en el campo de batalla ..................... 731. Conquista mediante el hierro........................................................................... 772. Crisis del caballo....................................................................................................903. Perfection del obstaculo................................................................................... 1074. El obstaculo triunfante..................................................................................... 121

III. ContenciOn. El alambre de puas en los camposde concentration.................................................................................................. 1431. Control de poblaciones......................................................................................1462. Poblacion enemiga............................................................................................. 1603. Tractores a Ucrania............................................................................................. 1744. Trenes a Auschwitz ........................................................................................... 206

Epilogo......................................................................................................................239

B ibliografia 249

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MAPAS Y FIGURAS

M apas

1. Centros de distribution de alambre de puasen Estados Unidos, 1888.....................................................................................69

2. Centros de production de alambre de puasen Estados Unidos, 1881.....................................................................................70

3- Lineas de alambre de puas en Sudafrica, 1902............................................ 854. Waltham, Lincolnshire, antes del cercamiento........................................... 1005. Waltham, Lincolnshire, despues del cercamiento......................................1026. Campo de internamiento de Castle Mountain........................................... 1717. El campo en la Isla Popov...............................................................................1788. Campo de Belzec, otono-invierno de 1942 .................................................2229. Campo de Sobibor ............................................................................................22310. Campo de Treblinka, primavera de 1943................................................... 224

F iguras

1. Division de un espacio grande en areas cercadas mas pequenas........... 842. Precio del alambre de puas en Estados Unidos,

de julio de 1914 a julio de 1917.....................................................................129

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A Maya y Darya

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AGRADECIMIENTOS

Empece la investigation para este libro cuando me encontraba en el Mas­sachusetts Institute of Technology como miembro del Dibner Institute for the History of Science and Technology. A partir de entonces tuve la suerte de tener acceso a importantes colecciones bibliograficas: en Harvard, la Widener Library y la Baker Business Library (que alberga el archivo de la U.S. Steel and Wire Company), y en Stanford, donde trabajo, la Green Library y la Hoover Institute Library. Durante mi estancia en Moscu (im- partiendo clases para el Stanford Overseas Program), consulte el archivo de la asociacion Memorial, con su coleccion unica de memorias ineditas de la epoca estalinista. Estoy muy agradecido al personal de todas estas bibliotecas, gratitud a la que hay que anadir el asombro y la admiration por la generosidad desinteresada de los miembros de la asociacion Me­morial en Moscu.

Myles Burnyeat, Paul Laity, Richard Milner, Tom Radko y Suzanna Tamminen leyeron el manuscrito original y me convencieron de que siguiera adelante con el, primero en la forma abreviada de un articulo publicado por la London Review o f Books (julio de 2000) y despues en forma de este libro. Muchos amigos y colegas, de los que solo menciono unos pocos, hicieron observaciones y comentarios: Maya Arad, Moritz Epple, Lori Gruen, Arne Hessenbruch, Marie Huong Nguyen, Andrea Nightingale, Leonard S. Reich, Aron Rodrigue, Relli Shechter, Walter Scheidel, Amanda Vinson, Ja­mes R. Voelkel, Kelly DeVries, y Nicolas Wey-Gomez, asi como dos lectores anonimos de Wesleyan University Press. En particular, Maya Arad reviso

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Agradecimientos

en varias ocasiones el manuscrito, guiandolo a medida que su estilo iba tomando cuerpo. La responsabilidad, por supuesto, sigue siendo del autor.

La investigacion y el activismo de Ariel Tsovel inspiran mi trabajo en historia animal. El querfa que mi obra tuviese una dimension tanto intelectual como politica. Espero haberlo conseguido.

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INTRODUCCION

Si en la superficie bidimensional de la Tierra definimos lineas que impidan el movimiento nos encontramos ante una de las cuestiones fundamentales de la historia. Con una linea cerrada -es decir, una curva que encierra una figura— y con el impedimento del movimiento desde el exterior de la linea hacia su interior, obtenemos la idea de propiedad. Con la misma linea, y con el impedimento del movimiento desde el interior hacia el exterior, obtenemos la idea de carcel. Con una linea abierta -es decir, una curva que no encierra una figura- y con el impedimento del movimiento en ambas direcciones, obtenemos la idea de frontera. Propiedades, carceles, fronteras: es mediante el impedimento del movimiento que el espacio entra en la historia.

Estas estructuras topologicas abstractas -lineas abiertas y cerradas- tienen que implementarse. Su implementation fisica (y social) puede variar. Podemos encontrarnos con barreras materiales absolutas, como los muros, cuya funcion -por lo menos esa es su intention- es hacer imposible el movimiento. O puede haber obstaculos mas sutiles, como es en general el caso de las vallas, cuya funcion es hacer molesto, y por tanto desacon- sejable, el movimiento. Finalmente, puede haber definiciones de limites puramente simbolicas, como una linea amarilla pintada en la calzada, respetadas solamente en virtud de los habitos de la practica social. No obstante, como sucede con todas las demas formas de coercion, incluso la definition simbolica del espacio se basa al fin y al cabo en la presencia potencial de la fuerza (cerca de donde hay una linea amarilla suele haber tambien policia).

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IntroducciPn

De hecho, la ubicua presencia potencial de la fuerza es una cons- tante en la historia. La fuerza, bruta o refinada, es de lo que estan hechas sociedades e historias. Notese, de todas formas, que en el caso del im- pedimento del movimiento, la fuerza (en el sentido mas literal de aplicar presion fisica a cuerpos) se vuelve especialmente necesaria. En definitiva, estar en un lugar es algo que hacemos con el cuerpo y nada mas. Por lo tanto, para impedir nuestro movimiento de un lugar a otro, nuestro cuer­po tiene que verse afectado. La historia del impedimento del movimiento es por consiguiente una historia de fuerza sobre cuerpos, una historia de violencia y dolor.

La facilitacion del movimiento es otro tema importante en la histo­ria. En este libro a menudo tendre ocasion de referirme no solo a lineas divisorias, sino tambien a lineas conectivas como rutas maritimas, caminos o ferrocarriles. Hay que reconocer, sin embargo, que el impedimento del movimiento es en cierto modo mas fundamental que su facilitacion. Un tren no es rentable a menos que se pueda impedir que suban los que no hayan comprado los billetes. Como toda propiedad, el tren pasa a ser rentable solo cuando puede controlarse el acceso a el, por lo que el sistema del ferrocarril -lineas que conectan puntos- esta anclado por el sistema de estaciones, edificios cuyas lineas-muros encierran el espacio y controlan el movimiento. Un mundo en el que exista el ferrocarril sin la estacion es impensable, porque sin control sobre el movimiento no puede generarse valor. El valor surge de las lineas divisorias, incluso cuando se da el caso de que encierren lineas de conexion. Para entender la historia y sus movimientos, pues, tenemos que entender primero la historia del impedimento del movimiento.

Este libro sigue uno de los hilos principals de esta historia. En el expongo las condiciones necesarias para la invention y difusion de una tecnologia simple pero altamente significativa: el alambre de puas. Em- piezo por una description de sus origenes en la colonization del oeste norteamericano, luego paso a describir su uso final en la guerra moderna y en las formas modernas de represion humana, y finalmente hago algunas consideraciones en relation con las lecciones generates que pueden sa- carse de su proliferation. A lo largo del libro, voy mas alia del alambre de puas y dirijo la mirada hacia el espacio que este ha encerrado. Alrededor del hilo de la historia hecho de alambre de puas, tejo un capitulo de la modernidad. El alambre de puas nos permite ver una ecuacion ecologica mas fundamental, cuyos protagonistas principales son la carne y el hierro. La modernidad se desplego a medida que el hierro (sobre todo el acero) se volvio cada vez mas barato, estuvo cada vez mas extendido y se uso

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Alambre de puas

para controlar a gran escala el movimiento y el espacio, explotando su capacidad de ser producido en masa y su poder de violencia sobre la came, Este control masivo del espacio fue la caracteristica definitoria de un determinado perfodo de la historia: los ochenta anos desde 1874 hasta 1954, desde la invention del alambre de puas hasta el crepusculo del Gulag. A lo largo de este perfodo, las construcciones de alambre de puas fueron centrales en los principales acontecimientos de la historia mundial. Esto no fue por accidente; el alambre de puas era lo que el perfodo requerfa. Este libro intenta explicar por que. Asi pues, el libro trata sobre lo que puede considerarse la era del alambre de puas: el perfodo de la llegada de la modernidad.

Esta historia tuvo lugar precisamente a nivel de la ca m e, trascendien- do tanto las fronteras geograficas como las biologicas. No fue unicamente la humanidad la que experimento el alambre de puas. La herramienta fue creada para controlar animales infligiendoles dolor. El enorme alcance del alambre de puas a lo largo de la historia (que va de la agricultura a la gue- rra y la represion humana, y de un extremo a otro del mundo) se debe a la simple e inmutable ecuacion entre la carne y el hierro. La primera cede necesariamente ante el segundo y su consecuencia inevitable es el dolor. La historia de la violencia y el dolor trasciende especies, y lo mismo hizo, en consecuencia, la historia de la modernidad.

La historia solo tiene sentido si consideramos la realidad a este nivel y dejamos de centrarnos exclusivamente en los humanos. De hecho, a pesar de que se ha escrito mucho sobre algunos aspectos tecnicos de la invention del alambre de puas, el hilo particular que sigue este libro parece haber pasado desapercibido. Algunos autores han escrito sobre su uso en la agricultura, muchos mas sobre los campos de concentration, pero pocos han mencionado alguna vez ambos temas en el mismo parrafo.1 Esto es

1. Hay una larga tradition de escritos sobre la historia del alambre de puas desde la perspectiva de la historia del oeste norteamericano. Esta mezcla de historia patriotica y guia para el coleccionista llega a su culmination en McCallum (1965). En las historias de este tipo nunca se menciona el uso del alambre de puas para la represion humana. Las historias de la represion humana, por otro lado, nunca mencionan la historia animal como tal, y cuando hablan del alambre de puas ni siquiera registran su nacimiento en el oeste norteamericano. Dos libros recientes -Razac (2000) y Krell (2002)- si hacen referencia a este origen. El primero, sin embargo, lo menciona en el contexto del destino de los nativos norteamericanos, mientras que el segundo (un excelente estudio de la iconografia del alambre de puas) se centra esencialmente en las percepciones culturales humanas de este artefacto. Sorprendentemente, pues, este libro -despues de mi articulo (Netz,

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IntroducciOn

precisamente lo que hay que hacer si deseamos entender tanto los campos de concentracion como la agricultura. Ambos pertenecen al mismo mundo y participan en la misma historia. Este libro versa en gran medida sobre el contexto ecologico que origino los campos de concentracion, como si de una historia ambiental de Auschwitz se tratase. Asi pues, tiene que empezar por donde empieza la historia ambiental, o sea por los encuen- tros entre humanos y otros animales. Los animales siempre forman parte del escenario social, y su carne, que consumimos y que sufre, mueve a la propia historia humana. Cuando nos proponemos ofrecer una historia que tenga en cuenta a los animales, debemos entender que la historia de los animales no es meramente un apendice, ni una nota al pie que debamos anadir porque este ausente en nuestra presente historia tradicional, cen- trada en lo humano. Mas bien, la historia de los animales es parte integral de la historia, esa realidad donde todo esta inextricablemente vinculado: humanos, animales y el mundo material que comparten.

2000)- es de hecho el primer trabajo en reconocer que la historia del alambre de puas trasciende especies -de lo animal a lo humano.

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I. EXPANSION

El oeste norteamericano y la invencion del alambre de puas

La primera pregunta es sencilla: jcuando y donde se invento el alambre de puas? Empecemos por la respuesta sencilla. El alambre de puas se invento en 1874 para su uso en las Grandes Llanuras norteamericanas. Sere mas preciso a fin de que podamos empezar a investigar la esencia de esta herramienta: su objetivo era impedir el movimiento de las vacas, su funcionamiento se basaba en la violencia y su exito dependio de su despliegue a gran escala.

Ahora la pregunta puede reformularse: <;por que en 1874 Estados Unidos necesitaba impedir el movimiento de las vacas en las Grandes Llanuras?1 £Y por que lo hizo mediante violencia desplegada a gran esca­la? Estas ya son preguntas complejas cuyas respuestas podrian revelar la naturaleza del alambre de puas.

El alambre de puas se creo como resultado de un tipo especial de colonization que tuvo lugar en el Oeste norteamericano. Esta tuvo dos

1. El termino “Grandes Llanuras” corresponde al area de los actuates Estados Uni­dos comprendida entre el rio Mississippi y las Montanas Rocosas. Hay una gran continuidad entre las llanuras y su entorno. De hecho, la ausencia de fronteras claras puede verse como el factor principal en la historia de la zona. Es un espacio en gran parte llano, parco en rasgos distintivos, lo que permite la libre circulation a lo largo de miles de kilometros: todo un reto para cualquiera que aspire a obs- taculizar el movimiento.

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I. expansion. El oeste norteamericano y la invention del alambre...

rasgos que, combinados, la diferencian de anteriores episodios coloniza- dores. En primer lugar, represento una novedad en terminos de espacio: ahora era una masa continental entera (y no meramente puntos escogidos en ella) la que tenia que ser explotada. En segundo lugar, tambien fue novedosa en terminos de tiempo: la colonization debia llevarse a cabo muy rapidamente. Las anteriores expansiones humanas a escalas semejan- tes se habian prolongado durante generaciones, pero esta no iba a durar mas que unos pocos anos. Habia precedentes de colonizaciones masivas y de colonizaciones rapidas, pero no habia ningun precedente de una colonization simultaneamente masiva y rapida. Por tanto, se requeria una nueva forma de control sobre el espacio, una que estuviese basada en la violencia desplegada a gran escala.

La primera section de este capitulo, “Desmenuzando la compra de Louisiana”, se ocupa de la proliferation y auge de las vacas en las llanuras, lo cual nos conducira al contexto inmediato de la invention del alambre de puas. La section 2, “Como vallar una vaca”, describe como estos animales fueron controlados por el alambre de puas. Veremos como el espacio y sus animales fueron puestos bajo control tras la introduction del alambre de puas. La section 3, “Como vallar el mundo”, trata sobre la forma que adopto la industria del alambre de puas tras su globalization. El problema del control sobre los animales era universal y dio lugar a un sistema basado en el del noroeste americano que se extendio rapidamente por todo el mundo. Los dos capitulos siguientes esbozaran las consecuencias de esta globalization.

1. Desmenuzando la compra de Louisiana

Nadie sabia muy bien que hacer con Louisiana ni, de hecho, donde situar- la exactamente en el mapa. La colonia francesa con ese nombre, que se remonta a 1699, coincidia mas o menos con los confines de las Grandes Llanuras (aunque entonces no se llamaban asi) y sus fronteras se dejaron intencionadamente imprecisas para dejar abierta la posibilidad de una hipotetica expansion futura. En realidad, el control sobre el espacio era un mero acto de cartografia, y nombrar este espacio particular en honor a Luis XIV fue casi tan practico como el bautizo por parte de Galileo de las lunas de Jupiter en honor a los Medici. El territorio era tan poco conocido que no se podia delimitar con ninguna caracteristica topografica destacada, de modo que los autores tuvieron que limitarse a las imprecisiones del espacio simbolico. Du Pratz, por ejemplo, escribia en 1763 que Louisiana

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A lambre de pCtas

era “esa parte de Norteamerica que al sur limita con el Golfo de Mexico, al este con Carolina [...] y con una parte de Canada, al oeste con Nuevo Mexico y al norte con Canada, y que en parte se extiende sin limites asig- nables por la terra incognita contigua a la Bahia de Hudson” (Du Pratz, 1763: 200). Exactamente la misma ambigiiedad era aplicable a todos los demas parametros: Carolina, Nuevo Mexico, Canada. No se pretendia resolver la ecuacion. En cualquier caso, en 1763 la cuestion no estaba ni mucho menos cerrada. Francia habia sido derrotada y sus posesiones repartidas: el este del Mississippi (Quebec) para Gran Bretana y el oeste del Mississippi (Louisiana) para Espana. Esto definio la frontera oriental e hizo que la frontera occidental se volviese insignificante (ahora Louisiana era simplemente el nombre de una colonia espanola mas, como lo era Texas a su oeste). No es que nada de todo esto importase realmente a los indios o a los bisontes -los verdaderos habitantes de las llanuras-, cuya vida estaba dominada por otra geografia mas real, la de la propagation de los caballos, las armas de fuego y la viruela. Sin embargo, en Europa los espacios del continente americano pronto cobraron una especial rele- vancia. Al volver en 1800 de su fallida expedition egipcia, donde intento desestabilizar el Imperio Britanico por el este, Napoleon decidio atacar por el oeste. La presion napoleonica devolvio Louisiana a los franceses, que la usaron como base desde la cual desbaratar el poder britanico en Canada y el Caribe. Sin embargo, Bonaparte no tuvo aqui mas suerte que en Egipto: una rebelion de esclavos en Haiti debilito la position francesa en el Caribe. Mientras tanto, los diplomaticos estadounidenses, preocupados por la pre- sencia de los belicosos franceses en la boca del Mississippi, se interesaron por la posibilidad de arrendar Nueva Orleans. Napoleon, reconsiderando rapidamente su postura, convirtio retroactivamente la operation entera en - una inversion inmobiliaria. Ofrecio todo el territorio a los norteamericanos por un total de 15 millones de dolares. Estos, en absoluto ingenuos, ob- tuvieron luego excelentes condiciones de pago: la suma total se cobro en deuda publica estadounidense. En 1803, cuando se realizo la transaction, casi nada cambio de manos. Napoleon vendio a los norteamericanos la promesa de espacio y estos le pagaron con la promesa de dinero (Keats, 1973; Houck, 1901; “Sylvestris” [St. George Tucker)]), 1803).

Aunque puedan parecer absurdas, las primeras posesiones coloniales no eran para nada irracionales. En esos territorios fantasmas se protegian intereses reales. Eran los intereses del colonialismo comercial, que no hizo sus grandes beneficios cubriendo areas, sino conectando puntos: una plantation, una mina, un mercado, un puerto. Aqui la mercancia espacial explotada es la distancia. Sumatra esta muy lejos de Italia, Peru muy lejos

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de China y Jamaica muy lejos de Francia. La pimienta, la plata y el azucar, al cruzar estas distancias, multiplican enormemente su valor. Controlando esta red de transporte, desde la obtencion del producto hasta su consumo, se obtiene una tremenda fuente de beneficio y poder.2 En este tipo de colonialismo, pues, los perimetros de influencia no pretendian encerrar un espacio, sino una serie de puntos, de modo que los detalles relativos a las fronteras y al control sobre el espacio eran irrelevantes.

La distancia siguio siendo valiosa en todo momento, y todavia lo es: el valor de la maquila esta en funcion de la distancia respecto de su clientela. La distancia geografica permite una gran separation entre los extremos de la pobreza y la opulencia. Conectar estos dos extremos es crucial para el mundo contemporaneo, del mismo modo que lo ha sido siempre para el colonialismo. De todas formas, en el siglo XIX emergio un nuevo tipo de colonialismo:- no ya el comercial, sino el inversor. Un inversor hace algo mas que conectar puntos: invierte y explota, convirtiendo en recursos utiles la mayor cantidad de tierra posible. Este nuevo colonialismo se basa en los beneficios obtenidos de la production intensiva a gran escala. Para este colonialismo, la mercancia espacial no es unicamente la distancia, sino tambien el area. En consecuencia, ahora era necesario definir las fronteras y controlar a fondo su interior, que es lo que precisamente iba a suceder tras la adquisicion del Oeste por parte de los Estados Unidos. En el siglo XIX Norteamerica encabezo la transition mundial del colonialismo comercial al colonialismo inversor. Al comprar Louisiana, Estados Unidos entro, sin saberlo, no solo en un nuevo espacio, sino, lo que es mas importante, en un nuevo modo de gestionar el espacio, lo cual acabarfa desatando una creciente espiral de violencia.

La violencia estallo en Texas. Territorio espanol en 1803, Texas paso a formar parte del recien independizado Estado Mexicano en 1822. Los numerosos colonos estadounidenses no aprobaban la postura antiescla- vista del gobierno mexicano y lucharon por su derecho a poseer esclavos. Atrajeron hacia si la protection de los Estados Unidos, que se apoderaron del Oeste tras la breve guerra de 1847.

En este punto empezo la cuenta atras para la Guerra Civil Estado- unidense. La cuestion es que la tierra, por si sola, no hace nada para los humanos: hay que darle algun uso en particular, como por ejemplo cul- tivarla, utilizarla de pasto para los animales, excavarla o edificarla. Cada uso de la tierra determina una ecologia distinta y, en consecuencia, una sociedad distinta. Apropiarse de tierra es tratar de extender un orden social

2. Aqui sigo, al igual que todo el mundo, a Braudel (1979).

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Alambre de pUas

determinado excluyendo los demas. Las decisiones son dolorosas, especial- mente cuando ya coexisten distintos ordenes sociales. Abrir nuevas tierras es, por tanto, abrir viejas heridas, y la de Estados Unidos, por supuesto, era la esclavitud. Este uso de la tierra se basaba en una agricultura extensiva en grandes campos, pobre en tecnologia pero rica en trabajo forzado y no cualificado de animales de carga y humanos esclavizados. Era sumamente rentable para los productos globales del colonialismo comercial clasico: azucar, tabaco, algodon. Implicaba poca inversion y mucho transporte. Esto contrasta con el uso que se da a la tierra en la granja, donde un p a ter fa m ilia s gobierna una familia numerosa y su ganado para vivir de una tierra cultivada intensivamente, en parte para el consumo interno y en parte para la venta de productos de calidad a los centros urbanos proximos. Este uso de la tierra se basa en un transporte mas barato pero en una mayor inver­sion. Del censo de I860 podemos fijarnos en las dos cuestiones siguientes: a) el numero de hectareas de tierra mejorada (irrigada, vallada, etc.) en las granjas; y b) el numero de hectareas de tierra no mejorada en las granjas. El voto para Lincoln era directamente proporcional a la proportion de A respecto a B. Connecticut tenia alrededor de tres hectareas mejoradas de tierra por cada hectarea no mejorada; Carolina del Sur tenia alrededor de tres hectareas no mejoradas de tierra por cada hectarea mejorada. Esta fue la division que determino la Guerra Civil.

Podemos trazar la linea divisoria entre un norte donde los campos estaban controlados por el uso intensivo de la valla y un sur donde los campos estaban controlados por el uso intensivo del latigo. En otras pala- bras, lo que estaba en cuestion no era simplemente el sentimiento moral abolicionista (que, justo es decirlo, movio en gran medida a muchos es- tadounidenses), sino las realidades del control. El Norte queria ver unos Estados Unidos en los que cada hectarea de tierra mejorada estuviese al servicio de las familias y de los centros urbanos, tomando como modelo la economia intensiva de las ciudades del norte. Los propietarios de planta- ciones del Sur querian impedir precisamente el escenario de unos Estados Unidos gobernados por las ciudades del norte. El Sur necesitaba crecer demograficamente tanto como el Norte y tener nuevos estados esclavistas, aunque solo fuera para contar con nuevos senadores esclavistas.

Asi pues, cada dia que pasaba, la colonization de las llanuras se volvia mas urgente. Estaba avanzando a pasos agigantados. Los bisontes se estaban retirando y el ferrocarril empezaba a extender sus ramas al oeste de Chicago. El Continental Rail Project -que tenia que conectar California con el Este, pasando por todo el Oeste en su recorrido- exacerbo el conflicto regional y este, a su vez, acabo obstaculizando el proyecto. La decision

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I. expansi6n . El oeste norteamericano y la invention del alambre...

sobre la ruta de este tren era, tanto simbolicamente como en la practica, una decision sobre que parte del pals tenia prioridad sobre el Oeste. De ahl que no se pudiese tomar ninguna. Tampoco podia tomarse ninguna decision polltica expllcita en relation a la colonization de las llanuras. Mien- tras tanto, sin embargo, las practicas agricolas estadounidenses se estaban introduciendo en Kansas y en la totalidad de las llanuras, transformando el territorio y expulsando a los bisontes y a los indios. En Kansas, granjeros surenos y nortenos se enfrentaron en lo que se convirtio, a lo largo de la decada de 1850, en una sangrienta escaramuza que fue un preludio de la Guerra Civil. Simultaneamente el Oeste estaba siendo integrado en el Este y el Sur se estaba separando del Norte, y no se trataba de dos procesos distintos, sino de uno solo.

Repito: habla una asimetrla fundamental entre el Norte y el Sur. Las granjas nortenas eran avanzadillas de production agricola enviadas por una economla industrial urbana, lo cual explica en ultima instancia por que la agricultura intensiva tenia sentido para ellos. Las granjas surenas, en cam- bio, eran todo lo que el Sur posela. Como toda el area del Caribe, el Sur entero no era, en esencia, mas que una avanzadilla de Europa. As! pues, la llnea divisoria regional era una reliquia del colonialismo comercial, de un tiempo en el que Estados Unidos estaba formado por entidades discretas que Servian a distintos intereses europeos. Ahora, con sus ferrocarriles y la explosion de su vida urbana, el Norte estaba preparado para convertirse en su propio centra y en el de todo el continente. Es mas, el Norte estaba preparado para convertirse en el centra del continente en cu a n to conti­nente, con la totalidad de su tierra explotada al servicio de sus ciudades. Es por este motivo por el que los surenos se sintieron amenazados y por el que perdieron. Cuando Lincoln (un presidente que los surenos tomaron erroneamente por un abolicionista partidario de no extender la esclavi- tud al Oeste) asumio su cargo en 1861, y cuando finalmente se produjo la secesion del Sur, la guerra no se libra simplemente para restablecer el sistema estadounidense. La guerra, por el contrario, creo este sistema. Por primera vez iba a haber una unica estructura (explotada intensivamente en su totalidad) con un unico centra situado en la misma Norteamerica, en la costa del Atlantico norte. La guerra empezo porque habla un Oeste a incorporar y termino tanto con el Oeste como con el Sur incorporados en la Norteamerica capitalista.

Durante la legislatura de Lincoln -una vez consumada la secesion de los obstruccionistas surenos- se retomaron todos los asuntos que en la decada de 1850 hablan quedado bloqueados. El objetivo principal era explotar la tierra en el Oeste, y el principal instrumento que el gobierno

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Alambre de pOas

tenia a su disposition era precisamente tierra en el Oeste. De ahi la curiosa naturaleza de la legislation, que ofrecia tierras inexploradas a quien las explorase. La Pacific Railroad Act fijo una ruta septentrional para el ferro- carril y ofrecio como incentivo a sus promotores 4.000 hectareas de tierra en el Oeste (mas adelante se decretarfa una cantidad incluso mayor) por cada kilometro construido. Ademas, la Morrill Act concedio 12.000 hecta­reas de tierra en el Oeste para la creation de universidades estatales por cada senador y congresista que tuviera cada estado. Recordemos que el objetivo principal de estas universidades era producir expertos agricolas, cosa que, en los primeros anos, es lo que fundamentalmente hicieron. Financiados por el cultivo intensivo de la tierra, su production intelectual sirvio para intensificar aun mas la agricultura. Por ultimo, la Homestead Act fue la legislation crucial que establecio la forma basica de colonization del Oeste. La ley promeria 65 hectareas de tierra para cada colono tras cinco anos de residencia y mejora de la tierra, lo cual fomentaba una agricul­tura intensiva familiar a pequena escala. Se esperaba que el ferrocarril, la ciencia agraria y las familias granjeras del Norte reprodujeran pronto, en las Grandes Llanuras, los logros economicos del Norte.

Mientras todas estas leyes se promulgaban en Washington D.C., no muy lejos de alii los estadounidenses estaban muriendo en cantidades -y maneras- entonces inimaginables. La Guerra Civil fue el cuarto circulo de la espiral de violencia desatada por Louisiana, despues de los estallidos de Texas, Mexico y Kansas, pero nadie estaba preparado para lo que su- cedio. Fue tan sobrecogedor para los estadounidenses de la epoca como lo fue posteriormente la Primera Guerra Mundial para los europeos. Era algo desconocido y aterrador. A medida que se libraba esta guerra, el propio concepto de guerra se estaba transformando. Nadie sabia que el hierro podia causar tales estragos. Los acorazados, introducidos en 1861 por el Sur y rapidamente producidos en masa por el Norte, hicieron que los barcos militares de madera quedaran obsoletos de la noche a la ma- riana. Los ferrocarriles permitieron la concentration, antes nunca vista, de cientos de miles de soldados. Los rifles, una invention de la decada de 1850, cambiaron el espacio de batalla. Si se dispara una bala a traves de un canon de anima rayada, o estriada en espiral, gana en precision y, por tanto, en alcance efectivo. El mosquete de anima lisa tenia un alcance de unos cien metros, mientras que el rifle lo tenia de casi seiscientos, cubrien- do asi un espacio 36 veces mayor. A partir de 1862, los cientos de miles de soldados congregados gracias al ferrocarril llevaban con ellos rifles en vez de mosquetes. El hierro hizo que las batallas adquiriesen mayores dimensiones: el rifle amplio el area letal y el ferrocarril hizo aumentar su

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alcance en terminos de poblacion humana. Un soldado podia ser reclutado en Boston, llegar al cabo de pocas semanas a Pennsylvania y alii verse enredado en un area de decenas de kilometros cuadrados de violencia incesante -la peor de todas, el campo de Gettysburg, donde en julio de 1863 murieron mas de 50.000 personas despues de tres dias de combates. La muerte era agonizante: los rifles se encontraban en un estadio tecnologico intermedio, suficientemente potentes como para meter la bala dentro del cuerpo incluso a una gran distancia, pero no lo bastante potentes (como si lo serian las armas de fuego del siglo XX) para que la bala saliese del cuerpo despues del impacto. Habitualmente, las balas de la Guerra Civil permanecian dentro de la carne, asegurando asi la inflamacion y, en la mayoria de los casos, una muerte dolorosa (McPherson, 1988: 486). En resumen, en los cuatro anos que dura la guerra murieron mas de 600.000 personas. La brutalidad de las escaramuzas fronterizas (las guerras indias, Texas, Ciudad de Mexico, Kansas) regresaba, magnificada, a los centros de la civilization estadounidense. Volvere sobre esta dialectica de frontera y centra -la brutalidad de la primera que regresa para perseguir al segundo- en el capitulo siguiente.

Esto no quiere decir que las escaramuzas fronterizas se detuvieran en algun momento. La Guerra Civil tuvo su propia Guerra India incorporada. De hecho, algunas tribus tomaron la decision tactica erronea y se aliaron con el Sur, particularmente en el Territorio Indio. Esto le fue muy bien al Norte, ya que en el fondo permitio al gobierno federal suspender cual- qu ier garantia de un territorio para los indigenas norteamericanos. Pero esta misma continuidad era aplicable en ambas direcciones. Las tecnicas, las actitudes brutales y las tecnologias desarrolladas durante la Guerra Civil tambien estuvieron presentes en el Oeste. Incluso cuando la Guerra Civil aun causaba estragos, los rifles abatian mas bisontes que humanos.

Asi pues, los circulos de la espiral de violencia fueron los siguien- tes: la guerra de los tejanos contra los mexicanos, la Guerra Mexicano- Estadounidense, la escaramuza Norte-Sur, particularmente en Kansas, y finalmente la propia Guerra Civil, que condujo inmediatamente a una nueva espiral de violencia, dirigida ahora contra los indios y los bisontes. En noviembre de 1864 el general Sherman marchaba desde Atlanta hacia el mar, proclamando en todas partes la causa de la libertad. En ese mismo momento, mas al oeste, los colonos estadounidenses invitaban a los indios Cheyenne a instalarse en Sand Creek, Colorado. Les prometieron que ahi podrian cazar, pero el 29 de noviembre ellos fueron los que se convirtie- ron en presas. Las fuerzas de la milicia local de Colorado sorprendieron a los Cheyenne en sus tiendas y los mataron a todos: cientos de hombres,

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mujeres y ninos. En el Oeste, los asesinos sentian una gran fascinacion por la piel arrancada de un cadaver, y las cabelleras de los Cheyenne fueron exhibidas, para regocijo de los presentes, en el teatro publico de Denver (Utley, 1984).

Sin embargo, estos excesos no eran muy habituales y hubo fuertes protestas cuando las noticias llegaron mas al este. Pero en realidad Estados Unidos no tenia una politica india alternativa. Para empezar, el elemento principal de la politica oficial eran los fuertes construidos por todo el Oeste con el objetivo de proteger el ferrocarril en expansion y los asentamien- tos agricolas colindantes. Asi pues, en terminos topologicos las Grandes Llanuras eran una superficie plana en la que los puntos (guarniciones y asentamientos) estaban conectados por lineas (ferrocarriles y caminos), mientras que la superficie como tal todavia pertenecia en cierto sentido a los indios y a los bisontes. Era precisamente esta topologia lo que habia que transformar. Los bisontes, que eran la base del modo de vida de los indios, estaban siendo exterminados, y se apremiaba a los indios a asentarse y quitarse de en medio. En lugar de ser los euro-americanos los confinados en puntos de la superficie, ahora eran los indios los que debian ser aislados en sus puntos (las reservas) para que la superficie entera pudiese pasar a ser europea. Esta era la alternativa ilustrada a Sand Creek. En general, los indios se dieron cuenta de que no tenian alternativa, pero muchos resistieron. Hacia generaciones que se habian trasladado desde el Este a las llanuras porque su agricultura se habia vuelto inviable bajo la presion europea. Se habian puesto a cazar porque, con sus recursos, una agricultura fructifera en las llanuras era imposible. Sospechaban que se les estaba condenando a una vida de indigencia, y tenian razon. Pero a pesar de su coraje y sus habilidades ecuestres, los indios no tenian ninguna posibilidad. Con las tipicas ventajas de los guerrilleros -m ejor movilidad y conocimiento del terreno-, la sorpresa y los exitos puntuales siempre eran posibles, el mas espectacular de todos en Little Bighorn, cuando el 25 de junio de 1876 el Coronel Custer fue capturado y asesinado junto a sus 220 soldados. Pero en realidad estos ya eran los ultimos momentos de la resistencia india. Ya no tenian nada por lo que recorrer las llanuras. Ahora los bisontes estaban muertos y, en su lugar, habia granjeros y ferrocarriles. Mientras los indios se retiraban a sus lastimosas reservas, las vacas empezaron a extenderse desde Texas hacia el norte, donde acabaron introduciendo, con el tiempo, una economia centrada en Chicago. Esta, finalmente, fue la culminacion de la historia estadounidense del siglo XIX. Texas condujo a Mexico, que a su vez condujo a Kansas, que a su vez condujo a la Guerra Civil, tras la cual Estados Unidos pudo seguir adelante y destruir ahora a los indios y

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los bisontes. El acto final de la subyugacion del Oeste estaba en marcha: la transition del bisonte a la vaca.3 La consecuencia inmediata de la Guerra Civil fue que el Oeste se abrio para Estados Unidos... y Estados Unidos lo lleno de vacas.

Nos vamos acercando a la invencion del alambre de puas. Centre- mos pues nuestra atencion en el momento en que las vacas reemplazan a los bisontes en el Oeste. ,;Fue realmente una transformation profunda? La respuesta es complicada. A primera vista podria decirse que el nuevo orden no era nada mas que un cambio de especies y de raza: bisontes sustituidos por vacas, indios reemplazados por euro-americanos. Ninguna de las dos sustituciones comportaba en si misma, a primera vista, ningun cambio significativo.

Fijemonos primero en los animales. En vez de las manadas de bi­sontes salvajes, ahora eran las vacas cornilargas de Texas las que recorrian las llanuras. No debemos confundirnos. Cuando uno piensa en una vaca, lo que quiza le viene a la cabeza son las vacas lecheras que se ven en los campos europeos, bien alimentadas y disciplinadas en vistas a producir una raza tan docil como un spaniel. Pero la vaca cornilarga era diferente; de lo contrario, no podria haber sobrevivido en las llanuras abiertas. Los antepasados de estas vacas se habian asilvestrado despues de que los co- lonizadores espanoles los introdujeran en America. Lo mismo les paso a muchas especies domesticadas que se introdujeron en el Nuevo Mundo. Los animales, liberados en un nuevo continente, pronto dejaron atras su pasado y sus amos europeos. La ecologia local ofrecia poca resistencia a las nuevas especies y con unos pocos fugitivos bastaba para establecer una

3. Ambos terminos, “bisonte” y “vaca”, requieren una explication. “Bisonte” es simple: es el termino que los biologos (y la mayorfa de historiadores contempo- raneos) prefieren cuando habian de la especie Bison bison, tambien llamada fre- cuentemente bufalo. Mi option por el termino “vaca” es mas compleja. Como es evidente, son unicamente las vacas las que pueden ser forzadas a producir leche, o mas vacas, para el consumo humano. De ahi que, en el mundo agricola, los terneros machos tiendan a ser sacrificados mas jovenes, creando una disparidad de genero en la poblacion. Por lo tanto, las vacas son historicamente mas comu- nes que los bueyes (los bueyes son toros castrados; los toros no castrados, por supuesto, son raros en el mundo rural). Ademas, el termino “ganado” facilmente puede sugerir mas una mercanda que un ser viviente. En consecuencia prefiero hablar de “vacas” cuando hago referencia tanto a vacas como a toros, evitando en general el termino “ganado”. El hecho de que la hembra del bisonte tambien es llamada vaca es una complication adicional; quiero dejar claro que uso “vaca” solo para la vaca comun, Bos taurus.

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poblacion inmensa, que paso a paso iba perdiendo sus habitos domesticos (Crosby, 1986). Mas alia de la esfera de influencia de la colonization y la domestication europeas, podia vislumbrarse una penumbra de animales asilvestrados en el continente americano. Habia caballos salvajes (alcan- zaron a ser unos dos millones) que, como es bien conocido, jugaron un importante papel en la ultima etapa de la vida india (Clutton-Brock, 1992: 38). Y en menor grado habla tambien vacas salvajes. En la decada de 1870 justo estaban volviendo al redil, y la ferocidad de la raza tejana todavla era muy notable. Eran casi autosuficientes y, por tanto, no del todo distintas de los bisontes que reemplazaban.

En lo que se refiere a los indios, que durante el ultimo siglo hablan subsistido casi exclusivamente de la caza del bisonte, tambien fueron reemplazados por una raza no muy distinta a ellos. Los euro-americanos, montados en caballos, reunlan las vacas y las agrupaban en rebanos, reco- rriendo las mismas llanuras que los indios, siguiendo las mismas constan- tes de hierba y agua, y viviendo tambien en pequenos grupos con pocos vlnculos con la comunidad asentada. La vida en las llanuras, en definitiva, no cambio mucho.

En cierto sentido, tambien se preservo la estructura ecologica esencial. La energla del sol era acumulada por la hierba, que era consumida por un inmenso numero de grandes bovinos, que, a su vez, eran agrupados en rebanos y sacrificados por pequenos grupos de humanos. Al principio quizas en menor numero que los bisontes (hoy en dia se estima que la poblacion de bisontes llego a su maximo de 30 millones a comienzos del siglo XIX, mientras que el numero de reses ascendia en 1880 a unos 11 millones), pero hay que tener en cuenta que la proliferation de la poblacion vacuna llego tras un largo periodo de degradation, ya que la sobreexplotacion, el impacto humano y las catastrofes ecologicas habian mermado gradualmente la capacidad de las llanuras de sustentar bovinos. Desde una perspectiva mas amplia, podemos decir que la poblacion bovina (es decir, tanto bisontes como vacas) empezo siendo de unos 30 millones a comienzos del siglo XIX, se hundio hasta quiza unos 15 millones en la decada de I860, justo antes de la embestida final contra las manadas de bisontes, y toco fondo en 1880 con 11 millones, antes de recuperarse hasta casi 24 millones en 1900. En cierto sentido, la muerte del bisonte solo fue una crisis de transition de una ecologia bovina a otra (Isenberg, 2000: 23-30; Webb, 1931: 226).

Los bovinos, mucho mas numerosos que cualquier otro mamifero, siguieron dominando la vida en las llanuras. Eran dominantes tambien en el sentido de que eran amos y senores del espacio, por lo menos a nivel

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local. Al igual que los bisontes, las vacas vagaban en libertad la mayor parte del tiempo bajo la vigilancia de pequenos grupos de humanos. Finalmente (y esta es la esencia de la continuidad), las vacas, como antes que ellas los bisontes, eran dominantes en el sentido de que eran el factor que explicaba la presencia all! de los humanos. Desde el inicio de la experiencia india de caza, todo lo relacionado con la vida humana en las llanuras habfa girado alrededor de la protection de los bovinos en vistas a su futura muerte. En cierto modo, el Oeste norteamericano tenia que empezar por algun sitio, as! que decidio empezar por donde los indios lo hablan dejado. No habla nada mejor que hacer con la tierra.

Sin embargo, mas alia de las continuidades ecologicas, habla profun- das diferencias; las mas obvias en la naturaleza de la matanza. La estructura basica que articula la historia de las Grandes Llanuras es la evolution de los metodos de matar bovinos. De hecho, matar un bovino no es cosa facil. Un bisonte, en particular, es un animal agil y veloz. Por descontado, el bisonte no evoluciono para protegerse de los humanos, pero tenia experiencia suficiente con lobos y otros mamlferos depredadores como para tomar precauciones. Los indios prehistoricos a duras penas podlan enfrentarse a un bisonte e intentar matarlo, ya que este, bastante sensatamente, se daba a la fuga. Pero en realidad este fue su error: es evidente que debe- rla haberse volteado para embestir al indio, pero el bisonte nunca se dio cuenta de que los humanos son mucho mas debiles que los lobos. De este modo, los indios pudieron elaborar su metodo de caza, que funcionaba de la siguiente manera. En primer lugar, la caza era a nivel de grupos, un grupo de indios contra un grupo de bisontes (los bisontes solitarios y los grupos pequenos no se ven afectados por el metodo que describo). Los indios asustaban a los bisontes y, azuzandolos, los reunlan gradualmente en un rebano a lo largo de una ruta predeterminada. Entonces llegaban a un precipicio (en efecto, las llanuras tambien tienen sus colinas) y los bisontes, al estar apinados, no podlan cambiar de direction en el ultimo momento. La mayorla, si no todos, calan por el precipicio, que, incluso sin ser muy alto, era suficiente para aturdirlos y permitir que el grupo los matase a todos. Hay que subrayar que todos los miembros de la tribu participaban en este ejercicio, que era casi mas pastoril que de caza (Fri- son, 1991: cap. 3). Posteriormente, en los primeros tiempos historicos, se produjeron cambios significativos y el metodo de caza indio cambio por completo. Con el caballo, que se extendio rapidamente por las llanuras durante el siglo XVIII, los cazadores ecuestres podlan correr mas rapido que los bisontes y matarlos a caballo. Notese la ventaja: la matanza era posible durante todo el ano y no solo durante la epoca de celo, cuando

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los bisontes forman sus grandes manadas. Notese tambien que matar un bisonte, al requerir ahora una mayor inversion de capital, por asi decirlo, se especializo y conllevo una division del trabajo. Las mujeres indias, con una contribution menor en la obtencion de alimento, convirtieron su tradition de hacer mantos con pieles de bisonte en una especie de negocio de production manufacturera. Los comerciantes euro-americanos que remontaban el Mississippi no tardaron en instigar a los indios a matar bisontes con el proposito expreso de comercializar los mantos (Isenberg, 2000: caps. 3-4). Y finalmente llegaron mejores armas de fuego, en particular los rifles, mucho mas precisos, que se inventaron en la decada de 1850 y se usaron tambien con muy buenos resultados, como hemos visto, para matar humanos. Armados con rifles, los euro-americanos aplastaron a los bisontes, diezmados ya por la sobreexplotacion india. Ahora la matanza del bisonte requeria una mayor inversion de capital (era necesario poseer un rifle), pero apenas requeria trabajo. No habia ningun obstaculo que impidiese poner al bisonte al alcance del rifle, de modo que las llanuras se convirtieron en la practica en fabricas de matar bisontes, solo que con rifles en lugar de maquinas. La caza llego a su apogeo en 1872, y en 1883 practicamente ya no quedaban bisontes en las llanuras. Segun una estima­tion, solamente en los anos algidos de comienzos de la decada de 1870 se mataron mas de 5,5 millones de bisontes (White, 1994: 248). Llegados a este punto, la division del trabajo y la inversion de capital fueron un paso mas alia. Los euro-americanos mataban bisontes no para comerse su carne, sino para transportar al este sus pieles sin procesar. Los productos de la maquinaria industrial norteamericana mataban los bisontes, que eran posteriormente procesados por esta misma maquinaria y luego pasaban a formar parte de ella: en particular, la industria norteamericana del cuero procesaba la piel del bisonte para producir las fuertes correas necesarias para el funcionamiento de las maquinas de las fabricas (Isenberg, 2000: 130).

La vaca llevo este proceso a su final logico. Hemos visto como el bisonte, en el ultimo estadio de su existencia, dejo de ser consumido o pro- cesado en las llanuras; pues bien, la vaca ni siquiera se m ataba alii. Ahora las llanuras Servian simplemente para transportar las vacas y proporcionarles el escaso alimento que las sustentaba a lo largo del proceso. Habitualmente, la vida de una vaca empezaba en Texas, luego era trasladada hacia el norte en un rebano, vagaba por las llanuras bajo la guia de humanos y despues era agrupada de nuevo en un rebano que se dirigia hacia el este (a veces en tren), a menudo para recibir alii, aunque por poco tiempo, un trato y alimentation mejores mas cerca de algun centro importante de matanza (el propio Chicago u otro centro urbano aun mas al este). Esta ultima etapa

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era necesaria a causa de las inmensas penalidades que las vacas acababan de sufrir. Cruzar caminando todo el Medio Oeste norteamericano, bajo las inclemencias del tiempo y en terreno inhospito, era una experiencia que se reflejaba en el estado fisico de los animales, y por consiguiente en su valor comercial. Para que fuesen mas rentables, por tanto, se les concedia un breve perfodo de confort antes de morir, a guisa de compensation por los meses y anos de privation. Sin embargo, el animal acababa siendo trasladado a una ciudad y, una vez alii, se le sacrificaba, se procesaba su canal y fmalmente era consumido. En este proceso participaban muchos humanos: por regia general mas de un grupo de vaqueros y granjeros, el personal de los trenes de mercancias, detallistas, granjeros otra vez, luego un carnicero, y fmalmente el consumidor.

Caballos, barcos de vapor, armas de fuego, ferrocarriles: a medida que cada una de estas herramientas de control sobre el espacio llegaba a las llanuras, se daba un paso mas hacia el capitalismo, hasta que fmalmente se alcanzo. La caza prehistorica del bisonte representaba una economia precapitalista, con la matanza limitada por el control precario de los hu­manos sobre su entorno. La caza historica del bisonte por parte de los indios representaba el interfaz inestable entre las economias capitalista y precapitalista. Con relativamente poca division del trabajo y, por tanto, con un enorme margen de beneficio para los comerciantes, la avaricia rompio el saco. En este intercambio, los indios, vulnerables en extremo y cada vez mas dependientes de los comerciantes estadounidenses, fueron con- ducidos a sobreexplotar y arruinar la base de su forma de vida. Llegados a este punto, con el exterminio casi completo de la poblacion de bisontes, aparecieron los cazadores euro-americanos, representantes de un sistema capitalista mas sofisticado, para explotar lo que para ellos no era mas que un valioso, aunque menguante, recurso natural. La ganaderia vacuna, por ultimo, representaba ya una economia totalmente capitalista con una fuerte division del trabajo. Ahora la matanza se habia vuelto una actividad total­mente planificada y puramente economica. Una vaca proporcionaba mas ingresos que un bisonte, pero menos margen de beneficios: por lo tanto se dedico mas esfuerzo e ingenio en maximizar la eficiencia economica de la matanza. La economia vacuna, asi como la ecologia vacuna, no tendria la simplicidad estructural de las llanuras en los tiempos del bisonte.

Esta nueva complejidad tenia dos vertientes. En primer lugar, el do- minio biologico de las vacas respecto de otras especies no humanas pronto iba a ser cuestionado: la tierra no iba a usarse solamente para la alimenta­tion de las vacas, sino directamente para la agricultura. En segundo lugar, y relacionado con lo anterior, la relation entre vacas y humanos iba a ser

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mucho mas unilateral que la relacion bisontes-indios. El dominio de los indios sobre los bisontes era obvio y podian matarlos a cientos con gran facilidad, pero al fin y al cabo el bisonte tambien era el gran imponderable de la vida india en las llanuras, el animal cuyos numeros y apariciones debian ser determinados por fuerzas que escapaban al control humano. Para la Norteamerica capitalista, nada escapaba al control humano.

iQue es el control sobre los animales? Tiene dos facetas: una g a n a n - cia humana y una p riv a tio n animal. En primer lugar, los animales estan bajo control cuando los humanos ganan poder sobre ellos -principalmente cuando son capaces de controlar su ciclo biologico (procreacion, crecimien- to y muerte). Este control transforma las pautas biologicas en mercancias comercializables: esta es la esencia de la domesticacion. En segundo lugar, los animales estan bajo control cuando se les priva de su capacidad de accion. Para sobrevivir, un animal tiene que adquirir un cierto control sobre su entorno, en el que puede moverse, buscar alimento, pastar o matar. Reducirlo a un miembro meramente pasivo en una sociedad fundamental- mente humana es la otra cara del control sobre el animal. Cuando no se pueden domesticar -e s decir, cuando no se les puede reducir a miembros meramente pasivos en una sociedad por lo demas humana-, entonces tie- nen que ser apartados o eliminados. Cuando todos han sido sometidos o eliminados, una parte del territorio queda fibre del dominio animal y queda totalmente bajo control humano. En realidad, el control sobre los animales se parece bastante al control sobre los humanos: puedes obligarles a hacer lo que quieres que hagan o, si no, sacartelos de encima. Asi es como estan hechas tanto las sociedades humanas como las sociedades formadas por distintas especies que los humanos hemos creado.

Ahora bien, los animales grandes que viven en grandes grupos so- ciales, que son los de mayor vafia para la domesticacion, suman en sus rebanos la considerable fuerza de cada miembro para crear un poderoso organismo social. Asi que intentar integrarlos en la sociedad humana su- pone una tarea especialmente dificil. El problema que el bisonte planted a los humanos fue peliagudo, y la solucion que adoptaron los europeos muy simple: el exterminio.

Pero incluso con animales totalmente domesticados, oponer una fuer­za constante capaz de mantenerlos a raya requiere un esfuerzo considerable. Incluso los animales domesticados, a fin de cuentas, siguen estando vivos. Por lo tanto, sin un control expreso, irian donde quisieran y comerian lo que se les antojara. De ahi el problema de dominar las vacas en las llanu­ras. Fue para solucionar este problema que se invento el alambre de puas.

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2. Como vallar una vaca

Todas las concesiones de tierra que hemos visto -para las granjas de los colonos, para las universidades estatales o para el ferrocarril- fueron otras tantas compras de Louisiana. Pero cuando uno llegaba alii, se daba cuenta de que no habia para tanto. Estados Unidos habia evolucionado a traves de la experiencia del Atlantico, el Golfo, los Grandes Lagos y el Mississippi. Los granjeros habian construido su vida sobre la base de expectativas de lluvias copiosas y su correspondiente vegetation. Ahora llegaban a unas llanuras que habian evolucionado a traves de la experiencia de la aridez (generalmente menos de cuarenta centimetros de lluvia por ano, mientras que en Boston se registran unos cien centimetros anuales y en Nueva Or­leans unos ciento cincuenta). <;Quien viviria en un sitio asi? Hierba, bovinos, lobos y otros depredadores, con los humanos al frente de estos ultimos. La hierba podia sobrevivir con pocas e impredecibles precipitaciones, los bovinos podian sobrevivir con la hierba y, finalmente, los lobos y los hu­manos podian sobrevivir con los bovinos (Isenberg, 2000: 16-20).

Desde el punto de vista del vaquero errante, esto ya estaba bien. Puede que el Norte se hubiese aduenado del Oeste, pero el beneficio in- mediato lo obtuvieron, una vez mas, los surenos de Texas. Como hemos visto, la consecuencia inmediata del exterminio del bisonte fue la migra­tion desde Texas hacia el norte de rebanos de vacas cornilargas. En cierto sentido, este sistema ya formaba parte de la Norteamerica capitalista, ya que las vacas tenian que ser sacrificadas en Chicago o mas al este. Pero por otro lado, las practicas del pastoreo a campo abierto simplemente se transmitieron hacia el norte.

Esto explica la continuidad con las practicas de caza del bisonte descritas en la primera section de este capitulo. En otras palabras, en el Oeste no habia una ganaderia de rancho, sino de campo abierto. No hay que confundirse. En la agricultura contemporanea, que tiende a ser una actividad basada en los ranchos, el termino “campo abierto” ha acabado por tener el significado mas restringido de cualquier cria de animates que no implique el encierro estricto dentro de un edificio. En el sentido original, la distincion entre “campo abierto” y “rancho” era diferente. Un rancho era un trozo de tierra cercado, mientras que el campo abierto era el espacio en toda su amplitud, ilimitado. Originalmente, las vacas de Texas se alimentaban de la tierra y se movian por ella a lo largo y ancho de las llanuras, tal como hacia el bisonte. El control sobre unidades parceladas de tierra -la esencia de las concesiones de tierra- al principio no estaba en sintonia con la economia real. El valor economico de las vacas residia

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en su independencia: ellas mismas encontraban su propio alimento y esto significaba, especialmente en las duras condiciones de las Grandes Llanuras, que tenian que operar en el espacio abierto. En este periodo, la rentabilidad de los animales era en parte un resultado de su actuar independiente, del ejercicio de sus capacidades. Un vaquero errante no solo crfa el animal para sacrificarlo mas tarde, sino tambien para que haga el trabajo por el: el vaquero no busca comida ni agua para la vaca, sino que es esta la que se procura estos recursos. El sector del pastoreo a campo abierto obtiene sus beneficios tanto de la matanza de los animales como de su trabajo forzado (hay que subrayar que se trata de un trabajo duro, bajo condiciones muy extremas). Reducir el movimiento de las vacas, pues, significaba reducir su trabajo y, en consecuencia, mermar en parte las fuentes de beneficio del propietario. La verdad es que habia tan pocos recursos en las llanuras que al principio no tenia mucho sentido asentarse en ningun lugar en particular; era mejor moverse con las vacas y encontrar hierba y agua por el camino. Mientras los indios eran encerrados en sus reservas, los tejanos adoptaban una forma de existencia casi nomada. La vida era movimiento sin fin, y la supervivencia humana era imposible sin el caballo.

De hecho, tampoco habia ninguna razon de peso que impulsara a un propietario a vallar sus vacas para controlarlas. Las vacas no solo se las arreglaban para sobrevivir por si mismas, sino que, ademas, cuando llegaba el momento de venderlas, pequenos grupos de humanos a caba­llo podian reunirlas con relativa facilidad. De las aridas llanuras, el unico espacio a tener en cuenta eran los valles de los rios, un siete por ciento del territorio. La promesa de una llanura abierta se reducia en la practica a los rios y riachuelos de los que historicamente dependia la vida. Por supuesto que las vacas podian alejarse, pero no era necesario estar vi- gilandolas constantemente una por una. Podia mantenerse el control de otra forma: el rio determinaba las areas que las vacas podian recorrer, que estaban limitadas por la geografia y el clima de las llanuras. De este modo, se asignaban a los rebanos espacios separados a lo largo de los margenes de los rios. A efectos practicos, el margen de un rio no tiene su espacio abierto en todas direcciones. Tierra adentro, lejos del agua, la sed bloquea el movimiento de las vacas, y el propio rio bloquea el movimiento en la direction opuesta. Por tanto, el rectangulo a lo largo del margen del rio tiene abiertos solamente sus dos lados menores. Todo lo que hay que hacer es patrullar estos dos lados.

Y lo que es mas importante, hay que apoyarse en las practicas de la vaca. Este es el principio de la domestication: estudia los habitos de un animal y usalos en su contra. Las vacas podian liberarse de los humanos,

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pero eran prisioneras de sus habitos. Estaban condicionadas a apinarse en rebanos para protegerse de los depredadores. Son precisamente sus habitos gregarios lo que los humanos explotan. Asi de simple: las vacas nunca se dispersaran. Si algun rebano se hubiese dado cuenta en 1866 de lo que se le avecinaba, habrfa podido tomar la decision mas racional y se habria desbandado en todas direcciones. Ni el cowboy mas habilidoso habria sido capaz de reunir todas las vacas, y aquellas que hubiesen quedado libres en el campo abierto por lo menos habrian tenido alguna posibilidad contra el lobo de turno. Pero las vacas nunca se dieron cuenta de esto y siguieron juntandose en rebanos, asumiendo, como venian haciendo desde hacia miles de anos, que esto jugaba a su favor.

De ahi que trasladar vacas a grandes distancias sea una tarea fran- camente simple. Los humanos a caballo que controlaban los rebanos azuzando las vacas hasta Chicago tenian un ojo puesto en ellas no tanto para impedir que se escapasen como para impedir que otros depredadores se llevasen la presa. El control sobre la vaca en si resultaba facil; al fin y al cabo es por este motivo que fue el primer animal que se domestico. Asi pues, por lo menos en lo que a la vaca concernia, no habia ninguna necesidad de vallado.

Evidentemente, la amenaza de otros humanos constituia un problema, pero, de nuevo, la division de la tierra tampoco era necesaria para este proposito. El objetivo de este tipo de economia era establecer el control no directamente sobre la tierra, sino sobre las vacas que la habitaban. En lugar de demarcar la tierra, era mas racional marcar las vacas. Asi que, para protegerse de los ladrones, los propietarios marcaron a fuego sus vacas -una antigua practica que se aplico de forma sistematica en el Oeste.

Para los humanos, por supuesto, los simbolos son mas que simples herramientas practicas: encarnan la cultura. El marcado a fuego era, y toda- via es, un componente muy importante de la cultura del Oeste. Durante el ultimo siglo, a menudo se ha puesto nombre a los ranchos por sus marcas, y dominar este sistema simbolico que define el control humano sobre el espacio y sobre los animales es motivo de orgullo. A los rancheros les gusta alardear de su capacidad de reconocer los muchos simbolos inventados. El ritual sigue siendo fundamental en la vida ranchera: atar bien juntas las patas del animal, encender un fuego, calentar cuidadosamente el hierro de marcar (grande, para hacer una marca articulada y claramente visible), y luego aplicar el hierro hasta que la carne del animal literalmente arda. Como cuentan los autores del Oeste Arnold y Hale (1940), “desprende un olor acre, fuerte, repulsivo [...] [el animal] grurie, se le desorbitan sobre- manera los ojos, babea y resopla por la nariz” (habitualmente es tambien

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en este momento cuando se castra a los toros y en muchos casos se les hace un corte en la oreja como marca simbolica adicional).

Se trata de un ritual complejo: como senalan los mismos autores, “[el inventor del marcado a fuego] dificilmente podrfa haber sospechado cuanta diversion e interes girarian en un futuro alrededor del marcado a fuego del ganado” (Arnold y Hale, 1940: vii,> 17, 92; cfr. Boorstin, 1973: 19-26). Es util comparar esta practica con su correlato indio. Los indios tenian la cola de los bisontes para marcarlos. Es decir, tenian las colas de los bisontes muertos para reclamar su cuerpo. El punto crucial es que para los indios el bisonte pasaba a ser una propiedad solamente despues de su muerte. Solo entonces el bisonte daba el paso de la naturaleza a la sociedad humana. Las vacas, por el contrario, eran una propiedad -d e hecho, una mercancia- incluso mientras estaban vivas. De ahi que fuesen marcadas al comienzo de sus vidas.

En el caso especial de los terneros que nacian en libertad, el mar­cado a fuego era el momento en que una vaca pasaba de la naturaleza a la cultura. Los terneros salvajes capturados en las llanuras de Texas, no marcados a fuego y tecnicamente denominados “mavericks”, se transfor- maban en una mercancia al ser marcados. Una vez mas, la comparacion es obligada: esto nos recuerda la practica de marcar esclavos fugitivos como castigo y como medida de asegurarse que los esclavos -ese tipo particular de mercancia- no volvieran a su estado natural de libertad. En resumen, a finales de la decada de I860, cuando los tejanos finalmente desistieron del marcado a fuego de esclavos, se aplicaron con renovado entusiasmo al marcado a fuego de vacas. A veces se reunian rebanos enteros mediante el “mavericking” (el termino tecnico para la caza y el marcado a fuego de terneros salvajes). Estos rebanos ganaban su valor comercial al ser condu- cidos hacia el norte, hasta Chicago. Era un negocio que, como inversion, no requeria nada mas que movimiento y violencia.

En el Oeste, la violencia se encontraba en todas partes. El control central no se extendia aun por todo el territorio, sino que todavia se limi- taba a la red de guamiciones militares. Mas alia de esta red, el poder era ejercido por pequenas bandas a caballo de gatillo facil: el mismo tipo de gente que habia luchado por la esclavitud tejana contra Mexico y luego contra los indios, o unos contra otros en la Guerra Civil. La violencia era una costumbre endemica. Al fin y al cabo, es la combinacion de violencia y movimiento lo que hizo al Oeste tan cinematografico.

Pero el Oeste era mucho mas interesante que todo esto. Su mito no se basaba exclusivamente en la violencia y el movimiento a secas, sino en otro encuentro mas sutil: el encuentro entre la violencia y el movimiento,

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por una parte, y la civilization, por otra. Este mito esta basado totalmente en la realidad: el Norte habia ganado una guerra concebida para convertir el Oeste en una extension de su prosperidad basada en la prudencia de sus granjeros. Pero tambien la habla ganado mediante la experiencia de la violencia y la ausencia de ley. De ahl el caracter liminal del Oeste.

Consideremos, por ejemplo, a James Butler Hickok en uno de los momentos de formation del mito del Oeste. Corrfa el ario 1871 y a Bill el Salvaje, nombre por el que Hickok era conocido popularmente, lo contrato la ciudad de Abilene, Kansas, para ocupar el cargo de marshal. Abilene habia sido construida practicamente de la noche a la manana por el comer- cio de ganado de Illinois cuando alii se abrio, en 1867, la estacion terminal de la linea de Chicago. La economia estaba en plena expansion: el ganado necesitaba corrales, lo cual atrajo granjeros asentados, y los ganaderos buscaban juego y sexo, lo cual atrajo un tipo de poblacion totalmente dis- tinta. Esto llevo a la division de la ciudad, que quedo netamente separada por las vias del ferrocarril entre la ley y la ausencia de ley. En un lado, se erguia una pequena ciudad del Medio Oeste trasplantada un poco mas al oeste; en el otro lado, se hallaban los burdeles de una ciudad fronteriza. Bill el Salvaje fue contratado para impedir cualquier desbordamiento de un lado a otro de las vias. Se consideraba que hacia bien su trabajo, pero los vaqueros tejanos estaban profundamente resentidos con el por su pasado (nacido en Illinois, su vida adulta se habia dividido entre luchar contra los indios y luchar contra los surenos). Hacia el final de la temporada de vacas, el 5 de octubre, pasaba por delante del Saloon A lam o cuando le dispararon un tiro que por poco no acerto en su bianco. El tejano Philip Coe, pistola en mano, dijo que “habia disparado a un perro callejero” y luego volvio a disparar a Bill el Salvaje, que al punto desenfundo y al- canzo a Coe dos veces en el estomago, ademas de herir mortalmente a un transeunte que habia acudido en su ayuda. Este resulto ser Michael Williams, amigo de Bill el Salvaje. Destrozado por el dolor, Bill el Salvaje se propuso expulsar los tejanos de la ciudad; ahora era un hombre marcado y vivia temiendo constantemente por su vida. Este es el material del que esta hecho el mito del Oeste, pero veamos el desenlace de la contienda. Abilene decidio que ya habia tenido suficiente y que a partir de entonces podia vivir de la comercializacion de la creciente production agricola del condado. El comercio tejano fue invitado a trasladarse a otras estaciones terminales y el contrato de Bill el Salvaje Ilego a su fin (Rosa, 1982, 1996, en esp.: 130-133).

Aqui se refleja el desarrollo historico. Inicialmente, el valor econo- mico de las llanuras era insignificante. Al principio atrajeron ante todo

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propietarios de vacas. Sin embargo, el mismo acto de introducir las vacas en las llanuras hizo aumentar su valor, aunque solo fuese un poco. Este aumento de valor justified ciertas inversiones nortenas, como la extension del ferrocarril o la fundacion de nuevas ciudades. Estas inversiones, a su vez, provocaron un incremento todavia mayor del valor de la tierra, de modo que una economia puramente basada en las vacas en campo abierto dejo de estar justificada. La ecologia de la vaca iba a tener que amoldarse a un uso de la tierra mucho mas competitivo. Y Texas, al fin y al cabo, habia perdido la guerra. El exter- minio del bisonte transformo las Grandes Llanuras en un vacio que succiono a Texas y que acabo atrapandola en la red economica centrada en Chicago.

El uso competitivo de la tierra no era solo una caracteristica de la confrontacion Norte-Sur en las ciudades de sa loon , sino que tambien se hizo sentir entre los distintos rebanos tejanos. Cada vez habia mas vacas en un area primero devastada por la transicion del bisonte a la vaca y luego reducida por la agricultura, que se quedo con las tierras mas fertiles. Para seguir siendo competitivo, uno tenia que asegurarse la hierba para si mismo, y la industria ganadera empezo a comprar y a apropiarse de tierra mediante la ocupacion fraudulenta de fincas o el arrendamiento de extensas haciendas directamente al Estado (especialmente en Texas, cuyo sistema de propiedad de la tierra no se regia por la Homestead Act) (White, 1994: 263-270). Cuando la decada de I860 dio paso a la de 1870, el control sobre las vacas tenia que ir acompanado del control sobre la tierra. Ahora debia estipularse donde podian ir las vacas y donde no. Tanto los granjeros como el ferrocarril necesitaban asegurarse de que se mantendrian alejadas de sus tierras, y los propietarios de vacas, por su parte, necesitaban asegurarse tierras a las que unicamente sus vacas tuvieran acceso. Habia que limitar de alguna manera todas esas vacas y todo ese movimiento.

En si mismo, esto no era ninguna novedad. Desde que existe la domestication, el control de los animales en terreno agricola ha sido una operation complicada, especialmente si tenemos en cuenta que los animales siempre han sido forzados a suministrar la fuente principal de energia muscular en la granja y, como resultado, a formar parte del propio proceso de production agricola. El capitalismo moderno hizo hincapie en el descubrimiento de que la propiedad privada de la tierra puede conducir a una inversion intensiva y, por consiguiente, a beneficios mucho mayores. El campo cercado, para uso de un unico propietario, fue una de las senas de identidad del capitalismo britanico y, en consecuencia, luego tambien del estadounidense.4 Estos campos podrian haberse delimitado de forma

4. Ver, por ejemplo, Nelson (1993)- Volvere a tratar este desarrollo con mas detalle

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simbolica, pero mas a menudo se vallaron con alguna combination de va- rios materiales faciles de conseguir en el norte de Europa y en el nordeste de Norteamerica: piedra, setos y, especialmente en la lluviosa Norteamerica atlantica, madera (Cronon, 1983: 119-120). Con la expansion del terreno agricola en Estados Unidos, el capital representado por el vallado credo enormemente; a menudo se cita un informe de 1871 del Departamento de Agricultura que situa el valor total de las vallas en unos 1700 millones de dolares y el coste anual en unos 200 millones de dolares, de modo que “por cada dolar invertido en ganado se requiere otro dolar para la cons­truction de defensas que resistan sus ataques a la production agricola” (Webb, 1931: 287-288). El proposito de estos informes era proponer una transformation en el uso de las vallas: en lugar de mantener a los animates alejados de los campos, las vallas deberfan usarse para mantenerlos dentro de unos limites dados, con tal de que los campos agricolas pudiesen pasar con un vallado mas simbolico. He aqui el problema: este tipo de simbolos no funcionaba con los animates, y ninguna fuerza policial iba a velar para hacer efectiva esta definition simbolica del espacio a fin de impedir su movimiento. Habia que detenerles por la fuerza, pero <;de donde saldria el dinero para detener todos esos rebanos de animales en esta nueva y vasta tierra del Oeste?

En el Oeste habia muchos animales, pero no los medios para de- tenerlos. Los materiales tradicionales del vallado escaseaban, y el mas traditional de ellos, la madera, era casi inexistente. Incluso la tierra, un terreno quebradizo y polvoriento, ideal para la hierba, no producia la clase adecuada de piedras. Y aunque podian plantarse setos, como de hecho se hizo, tambien tenian sus limitaciones. Como seriala el historiador de la tecnologia George Basalla (1988: 52), los naranjos de los Osage (los setos mas abundantes en el Oeste norteamericano durante las decadas de I860 y 1870) “crecian lentamente, no se los podia mover con facilidad, daban sombra a los cultivos adyacentes, usurpaban un valioso espacio de creci- miento y proporcionaban refugio a malas hierbas, alimanas e insectos”. En otras palabras, los setos no eran apropiados para el peculiar proceso de colonization que estaba teniendo lugar en el Oeste norteamericano, en el que se estaban poniendo bajo control vastas extensiones de tierra en un espacio de tiempo muy breve, y que tenia que realizarse con el maximo de flexibilidad y beneficios. Esta colonization no la impulsaban los ciclos

en el proximo capitulo. La partition del cam po abierto en Europa tam bien fue, com o veremos, un acontecim iento de gran importancia para la historia militar que cam bio el cam po de batalla europeo.

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de vida de poblaciones en crecimiento, sino las expectativas de inversion capitalista. Los tres o cuatro anos que tardaba en crecer un naranjo de los Osage (sumados al resto de sus desventajas) representaban un inconve- niente muy importante. En la vida de las llanuras, cuatro anos podian ser una eternidad (el tiempo que tardo Abilene, por ejemplo, en convertirse en un centro del sector vacuno y luego abandonar por completo este sec­tor). La geografia se transformaba a diario. Habia que encontrar algo para controlar las vacas, y habia que encontrarlo enseguida.

Los materiales del vallado tenian que importarse, y era la creciente red de trenes (la infraestructura esencial para el crecimiento de la agricul- tura en el Oeste) la que los transportaba. Se enviaba madera al Oeste en grandes cantidades; al fin y al cabo, las casas norteamericanas, en el Oeste igual que en el Este, estaban hechas de madera, y el propio ferrocarril con- sumia madera (Cronon, 1991: cap. 4). Pero la vastedad de los espacios en cuestion hacia que este envio no fuese rentable para las vallas de madera por partida doble: tanto por la inmensidad de los espacios a encerrar con estas vallas como por la inmensidad del espacio que debian atravesar los ferrocarriles fletados para transportarlas.

Asi pues, como subraya la literatura sobre la invencion del alambre de puas, se hizo necesaria una nueva tecnologia para el vallado. Pero notese que la necesidad no vino dada por la naturaleza, sino que la creo la gente. No derivo de la mera geografia (la presencia de este espacio, la ausencia de aquellos bosques), sino que derivo de la manera en que Estados Unidos se expandio rapidamente por el Oeste para incorporarlo en un abrir y cerrar de ojos a su economia.

Pero volvamos al problema tal como lo percibian los norteameri- canos a nivel individual. Elios hacian frente a animales, intentaban con- trolarlos. Una tarea como esta podia concebirse como una especie de educacion: icomo conseguir que un animal haga lo que uno quiere? En esencia, asi es como Henry Rose, un granjero del pueblo de Waterman Station, Illinois, se planted la tarea en 1873. Tratando de controlar una vaca “insumisa”, como se referia a ella, concibio el siguiente plan. Fijo un tablon de madera tachonado con trozos afilados de alambre justo al lado de su cabeza. Asi, razono, la vaca se curaria de su picara tendencia a pasar a traves de las vallas sueltas. Ahora, cuando intentase escurrirse por alguna brecha empujando contra la barrera, se provocaria a si misma un dolor considerable (McCallum y McCallum, 1965: 29-31). La idea de la educacion mediante el dolor era, por descontado, algo familiar. Al fin y al cabo, en esa epoca a los ninos les azotaban regularmente los pies con varas de nogal americano cuando no recordaban las tablas de multiplicar

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(Raichle, 1979).5 Los ninos deblan aprender aritmetica y los animales deblan aprender la lection del vallado. Incluso hay precedentes especificos del experimento de Rose: podemos compararlo, por ejemplo, con los yugos triangulares que se ponian a los cerdos como collar en el Massachusetts del siglo XVII (Crosby, 1986: 184). Esos yugos estaban mas pensados para impedir flsicamente a los cerdos atravesar las vallas que para hacer que el dolor acompanase esos intentos, pero la idea de Rose era en lo esencial una extension de la idea del collar y demas accesorios fijados a los cuerpos de los animales. El tablon de madera actuaba como una herramienta de vigilancia y castigo constante, incluso en ausencia del humano. Al cabo de un tiempo, a Rose se le ocurrio que la valla podia hacerse respetar a si misma: en vez de fijar el alambre afilado en la cabeza de la vaca, po­dia fijarse en tablones de madera en la propia valla. Una vez realizado el experimento, Rose quedo satisfecho: la vaca aprendio a no acercarse a la valla. Otros estadounidenses llevaron a cabo ensayos similares en el mismo perlodo. Adrian Latta, por ejemplo, fijo pinchos afilados en la parte inferior de las vallas de su familia (por ese entonces, en 1861, solo contaba con diez anos) para impedir que los cerdos pasaran por debajo. Vio que “los cerdos pasaron unas cuantas veces despues de haber instalado las puas. De todas formas, las puas tuvieron el efecto deseado cuando el propietario vio que sus cerdos quedaban terriblemente marcados y los encerro en el corral” (McCallum y McCallum, 1965: 48). O sea que el objetivo de Latta no era la education, sino la pura violencia, dirigida directamente contra los cerdos e indirectamente contra los humanos. Y mientras que tal vez a Latta no le inspiraba mas que un sadismo juvenil, William D. Hunt se inspiro en la venerable idea de la espuela. Esta antigua invencion consiste en una pieza de metal toscamente cortada que, al clavarse en la carne del animal, le provoca una reaction brusca. La patente de Hunt, expedida en 1867, colocaba espuelas en el alambre. Cuando el animal empujaba contra el alambre se provocaba una herida, aunque se impedla una lesion real, porque la espuela giraba bajo el empuje del animal. Visto en retrospectiva, esto fue un error: las espuelas de Hunt eran demasiado indulgentes, por decirlo de alguna manera, y no detenlan a los animales por completo. Lo mismo vale para la patente de 1868 de Michael Nelly: clavos partidos enganchados en alambre. Una vez mas, los clavos simplemente rotaban en su alambre cuando los animales empujaban. Y aun asl, Nelly estaba lo bastante preocupado por el dano que podia causarles como para sugerir que

5. Hay que senalar, sin embargo, que el perfodo en su conjunto se caracterizo por un abandono gradual del castigo corporal aplicado a los humanos.

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se tendiera cuerda alquitranada a lo largo de la valla para que los animales la pudieran ver en la oscuridad y no se hiriesen por accidente.6 La peculiar experiencia de Henry Rose fue significativa: al haber empezado con un collar correctivo, estaba preparado para adoptar la idea fundamental de que, causando dolor, la propia valla podia crear en los animales el habito de evitarla. La genialidad de la nueva tecnologia consistia en que, una vez mas, se reclutaban las costumbres y habilidades de la vaca en su contra. La valla de Rose no actuaba exclusivamente sobre la piel de la vaca, sino tambien sobre su memoria y juicio, los cuales se usaban en ultima instancia para controlarla. Asi pues, el granjero no necesitaba reprimir su violencia: haz que la vaca sienta el dolor y ella sola hara el resto. Asi es como en ultima instancia funcionaban tambien los setos; el naranjo de los Osage, en particular, estaba protegido por largas puas fuertes y puntiagudas, en retrospectiva altamente reminiscentes del alambre de puas (Basalla, 1988: 49-55). Rose patento su idea y la exhibio en una feria agricola en De Kalb, Illinois, cerca de su ciudad.

Hay que senalar que, con la invencion de Rose, las puas de hierro no sustituyeron la madera sino que la complementaron. Sin embargo, como hemos visto con algunas invenciones alternativas, ya habia quienes estaban experimentando con otros materiales. A mediados del siglo XIX los componentes organicos dieron rapidamente paso a sus correspondientes homologos metalicos. La produccion de hierro se estaba disparando y el material buscaba aplicaciones. En 1852 Samuel Fox invento el uso de vari- llas de alambre para los armazones de los paraguas (una industria enorme en Gran Bretana), que sustituyeron a las barbas de ballena, al igual que paso en la no muy distinta industria de los corses. Si nos mantenemos en la misma esfera domestica, podemos fijarnos en el caso de la produccion de cuerdas para instrumentos musicales y veremos una vez mas que hacia mediados de siglo el alambre se volvio lo suficientemente barato como para empezar a sustituir las tripas de oveja. Con la produccion en masa de alambre de acero a mediados de siglo, el piano empezo a producirse tambien en masa, lo cual tuvo una gran importancia para la cultura europea. Paraguas, corses y pianos constituian todos ellos industrias importantes, pero era la produccion de cuerda, que experimento un cambio radical en la decada de 1840 cuando el hierro empezo a sustituir al canamo, la que estaba mas proxima a los intereses de los granjeros norteamericanos. Las cuerdas de hierro tenian una gran fuerza y, lo que es mas importante, podian

6. Industrial Museum: American Steel and Wire Company (1929), libro n. 2. Bajo la categorfa “Specimen of Barbed Wire”.

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fabricarse maquinas para trenzarlas automaticamente y producir cuerdas trenzadas.7 Y si las cuerdas pueden entrelazarse para formar cuerdas mas fuertes juntandolas de forma lineal y unidirectional, solo hay que dar un pequeno paso para llegar a la idea de que tambien pueden entramarse en red siguiendo un patron bidimensional: una valla hecha de alambre. Estas vallas hechas de rejillas entrelazadas de alambre son un rasgo fami­liar de nuestro paisaje contemporaneo y, de nuevo, una invention de las decadas de 1840 y 1850. La compania de Boston Butts and Johnson, por ejemplo, anunciaba en 1856 su “vallado de alambre patentado para cercar ferrocarriles, canales, campos, pastizales, cementerios, jardines, gallineros y para trabajos de jardineria ornamental, espalderas para vides y rosales, etc.” (Butts and Johnson, 1856: 1). Sin embargo, fueran cuales fueran las esperanzas reales de Butts and Johnson, las rejillas de alambre no vallaron ganado: estas estructuras son bastante delicadas, y se vuelven aun mas vulnerables por la contraction y dilatation del hierro con los cambios de temperatura. Inciuso los humanos, con paciencia y proponiendoselo, pueden derribar estas vallas, asi que no representan obstaculo alguno para rebanos de vacas (Webb, 1931; 297).

Es en este momento, finalmente, cuando hace su entrada el alambre de puas. Uno de los visitantes de la feria de De Kalb, Joseph F. Glidden, tuvo la siguiente idea: en vez de fijar las puas de Rose a la madera, podrian enroscarse en uno de los hilos de un alambre de doble hilo. La estructura de doble hilo, asi como la propia pua enrollada, las mantendrian en su sitio. En resumen, a diferencia de los inventores anteriores y animado por la idea de Rose, Glidden decidio fijar las puas para resistir el envite de la vaca e infligirle dolor real. Ademas, la principal idea de Glidden a nivel tecnico -trenzar dos alambres con una serie de puas entre ellos- surgio de la experiencia de trenzar alambres para formar cables, y el factor decisivo de su exito fue que ya existian maquinas que realizaban esta operation. No se precisaba ninguna nueva invention: las practicas y tecnicas estandar podian usarse para la production en masa del alambre de puas. Asi es como nacio. En cierto sentido, fue una idea natural en la que confluyo todo lo que estaba sucediendo en el Oeste: la violencia, la necesidad de controlar el espacio, el hierro y la production en masa. En cualquier caso, algunos visitantes de la exposition de Rose en De Kalb se fueron con la idea de fijar puas de alambre a vallas de hierro en lugar de a tablones de madera. A la patente original de Glidden enseguida le siguieron, al parecer de forma

7. Una perspectiva util sobre la adoption del alambre en el siglo XIX es la version entusiasta pero sobria que se da en J. B. Smith (1891), en especial caps. 1 y 5.

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independiente, otras cinco patentes de alambre de puas, la mayorfa de las cuales empezaron la produccion casi de inmediato (James, 1966: 9-13). Ya en 1876, Washburn and Moen, una compania de hierro y acero de Massa­chusetts, compro la mitad de los derechos de una de las patentes principales, y de esta forma el alambre de puas penetro en el corazon de la produccion industrial (McFadden, 1978). Era una extension de tecnologias ya existentes, por lo que, a pesar de que haber sido inventado en las Grandes Llanuras, los fabricantes de hierro y acero pronto empezaron a producirlo en masa.

Washburn and Moen sabia lo que se hacia. El alambre de puas fue un exito inmediato. En la primavera de 1875, el primer folleto comercial editado por la joven compania Glidden aseguraba que mas de mil granjeros ya habian probado la valla. Las estadisticas de que disponemos de unos pocos anos mas tarde nos indican que no se trataba de una exageracion. Algunos de los esloganes comerciales que usaba Glidden son especial- mente interesantes:

“Es la valla m as barata y duradera qu e ex iste .”“N ecesita m enos postes que cualquier otra valla .”“Puede instalarse co n el m ism o trabajo qu e cualquier otra valla.” “Ganado, mulas y caballos no se frotaran contra la valla ni la echaran abajo.” “El viento no la afecta y los incendios de las praderas no la con su m en .” “El ganado no saltara por encim a ni se arrastrara por d eba jo de e lla .”

De estos esloganes se derivan dos tesis importantes. En primer lugar, esta tecnologia tenia la ventaja de la violencia, de modo que protegia mas eficazmente el espacio que encerraba. De hecho, este tipo de valla no solo protegia su espacio interior, sino que tambien se protegia a si misma. En segundo lugar, tenia la ventaja del hierro, que era mas resistente a las fuerzas de la naturaleza. La combinacion del poder de la violencia y el poder del hierro llevo a esta tecnologia a ser la mas ventajosa de ese pe- riodo. Ahora bastaban materiales mas ligeros para construir una valla: de ahi el menor trabajo y de ahi, en ultima instancia, su precio competitivo.8

E n u n o d e sus p rim eros fo lle to s co m e rcia le s , W ash bu rn an d M o en p lan teab a la s igu ien te co m p a ra cio n . T o m an d o co m o u nid ad d e m edid a cu arenta rods (u n o s c ie n m etro s) de vallas d e tres a lam b res, o b te n e m o s las sigu ien tes cifras:

8. Industrial Museum: American Steel and Wire Company (1929), libro n. 2. Bajo la categoria “Specimen of Barbed Wire”.

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VALLA DE TABLONES DE MADERA VALLA DE ALAMBRE DE PUAS300 metros de vallado de pino $ 15.00 16 kilos de alambre de puas $ 14.9680 postes $ 16.00 40 postes $ 8.007 kilos de clavos $ .60 1 kilo de grapas $ .20Mano de obra $ 2.50 Mano de obra $ .50Total $ 34.10 Total $ 23.66

(Washburn and Moen, 1881: 16)

La belleza de esta comparacion de precios salta a la vista: el precio del componente principal de la valla, de donde Wasburn and Moen sacaba el beneficio (esto es, el propio alambre de puas), era artificialmente alto, justo por debajo del precio del principal material alternative, el pino. La valla de alambre de puas en su conjunto se vuelve competitiva solo por- que el alambre de puas, debido a su ligereza, es mas barato de montar: se necesitan menos postes y clavos, y mucha menos mano de obra. Notese, sin embargo, que se siguen necesitando postes, que normalmente estaban hechos de madera. Este es un aspecto importante de la expansion del alambre de puas: no sustituyo la madera. Esto es, el alambre de puas no signified en absoluto una redu ccion de la importation de madera al Oeste. Al fin y al cabo, no sustituyo las vallas de madera ya existentes, sino que las alambradas de puas se levantaron donde todavia no habia vallas (y donde, de lo contrario, probablemente nunca se hubiese levantado nin- guna). Asi pues, el alambre de puas condujo en realidad a un crecim iento de la demanda de madera. A medida que se intensificaba la inversion de capital en el Oeste, el Norte se desforestaba a un ritmo cada vez mayor (Cronon, 1991: cap. 4). Por consiguiente, el alambre de puas no representa el reemplazo de la madera por el hierro, sino una combination mas eficaz de ambos. Utiliza madera por su capacidad de soportar peso y hierro por su capacidad de adoptar formas precisas y resistentes. En esto, el alam­bre de puas se parece a las otras dos tecnologias tipicas del perfodo, el ferrocarril y la linea telegrafica, ambas consistentes en repetidas bases de madera colocadas perpendicularmente para sostener largas lineas hechas de metal (en el caso del telegrafo, otra enorme industria basada tambien en el alambre, se utilizaba mas el cobre que el hierro). Los pequenos postes de madera colocados a intervalos regulares proporcionan a estos sistemas tecnicos una solida sujecion a la superficie de la Tierra, mientras que las lineas de metal les permiten extenderse indefinidamente. Combinados, estos objetos pueden realizar una tarea a lo largo de lineas inmensamente largas, y de este modo remodelar el espacio: los ferrocarriles y las lineas telegraficas conectando puntos distantes y el alambre de puas definiendo

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lineas de limite. Este es el contexto material en el que hay que situar el crecimiento del alambre de puas.

La propagation de estas lineas determino la transformation del es- pacio. El ferrocarril estadounidense paso de 14.500 a 48.000 kilometros de railes durante la decada de 1850, el periodo en que el tren transformo para siempre el nordeste de los Estados Unidos (Cronon, 1991: 68). En 1880, solo seis anos despues de las primeras patentes, se habian vallado con alambre de puas unos 80.000 kilometros.9 Por lo tanto, la comparacion de la revolucion del alambre de puas con la revolucion del ferrocarril esta justificada: ambos transformaron el espacio casi al instante. La diferencia reside en la especie implicada, y es tambien la diferencia entre lineas que conectan y lineas que dividen. Mientras que el proposito de los trenes era posibilitar el movimiento a los hum a n os (y a sus mercancias), el proposito del alambre de puas era im pedir el movimiento a los anim ales.

La clave del exito de esta tecnologia fue, por descontado, su capa- cidad de detener a las vacas. Hemos visto como los fabricantes fijaron al alza (o por lo menos lo intentaron) el precio de su alambre de puas, pero aunque los precios podian fijarse sobre el papel, en el mundo real habia que demostrar que se podia detener a los animales. De hecho, esta fue la estrategia de marketing que usaron los distribuidores de alambre de puas. Fijemonos en un episodio que adquirio una signification emblematica en la literatura sobre el alambre de puas: la exposition de San Antonio en 1876. Tres anos antes, el granjero Henry Rose habia exhibido en De Kalb el fruto del experimento con su vaca. Ahora el vendedor John Gates ofrecia un espectaculo mucho mas impactante. En ese momento, Gates era un simple agente de los fabricantes de alambre de puas, pero estaba destina- do -com o veremos en la siguiente section- a convertirse en un magnate internacional del hierro. Rodeo parte de la plaza central junto a la Catedral de San Fernando con alambradas de puas y amontono docenas de toros cornilargos de aspecto feroz en este espacio. Quien salia de la catedral se encontraba con una escena en la que los animales, asustados y provocados

9. Esto es lo que afirma Washburn and Moen (1881: 27). Se trata por supuesto de una fuente sesgada y en cualquier caso de nada mas que una estimation. Pero asumiendo que la ratio kilo-distancia no este demasiado alejada de la verdad -al fin y al cabo, los clientes estadounidenses se basaban en esta ratio cuando com- praban alambre-, ochenta mil kilometros de alambrada de puas se traducen en algo mas de 45 millones de kilos. Webb (1931: 309) estima que la production total de alambre de puas hasta 1880 alcanzo incluso los 79 millones de kilos, mientras que McFadden (1978: 465), mas conservador, situa la cifra en 57 millones de kilos, corroborando la afirmacion del fabricante.

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a proposito, cargaban contra la alambrada y eran repelidos por el dolor que provoca el metal afilado al desgarrar la carne; vela como los toros se lasti- maban y como sus heridas exacerbaban su furia; luego mas embestidas, mas dolor y retirada instintiva; finalmente resignation. De hecho, el espectaculo era simbolico: mostraba como se podia conseguir sin la menor intervencion humana que los bovinos mas fieros y en ese momento menos domesticados respetaran un limite, que aprendieran a evitar la alambrada. El alambre de puas podia tener exito como herramienta de vigilancia y education.

Quedo claro que existian medios baratos, flexibles y eficaces para controlar el movimiento de las vacas, incluso sin necesidad de intervencion humana. Las ventas se dispararon: de 4,5 toneladas en 1874, el primer ano de production, se paso a 272 toneladas en el ano siguiente, superando las 9-000 toneladas en 1878 y las 90.000 toneladas en 1883.10 Obviamente, los precios artificiales que los fabricantes intentaron mantener no resis- tieron mucho tiempo. Ya en 1880, lo que se pagaba en la practica era mas o menos la mitad de lo estipulado en el anuncio de Washburn and Moen anteriormente citado.11 En 1885 el precio se habia vuelto a reducir a la mitad, y en 1897 se habia reducido de nuevo a menos de la mitad. Por ese entonces, las patentes originales empezaron a expirar, cosa que hizo disminuir aun mas los precios. Esto convirtio el desarrollo de nuevas patentes en un negocio atractivo, y nuevos avances tecnologicos hicieron que el alambre de puas se volviese mas economico y eficaz. Y, lo que es mas importante, se constato que el acero, a pesar de ser mas caro de producir por tonelada que el hierro, podia resistir la fuerza animal con hilos mucho mas ligeros, de modo que el precio total por kilometro era inferior (Smith, 1891: 314-315). El alambre de puas de acero fue cada vez mas frecuente durante los ultimos anos del siglo, y su mayor resistencia iba a ser significativa cuando en el siglo siguiente el alambre de puas tuvo que verselas mas con humanos que con vacas.

Las vallas pasaron de ser un elemento de coste prohibitive a ser un recurso barato que ahorraba mano de obra, de modo que el vallado pudo extenderse no solo en el espacio, sino en sus usos previstos. Probablemente sea cierto que el alambre de puas se invento en Illinois con el granjero en mente, para proteger sus campos de los animales, pero casi inmediatamente

10. Baker MSS 596: DcC 847, Baker Library, Cambridge, Mass.11. Un folleto del mismo tipo, editado por Washburn and Moen en 1883, tres anos despues que el citado en el texto, contiene exactamente la misma comparacion, pero con el precio del alambre reducido en un 20 por ciento (todavia muy por encima del precio real de mercado).

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lo usaron tambien los propietarios de vacas. Justo cuando tenian que hacer frente a la progresiva disminucion de la hierba y el agua en las llanuras, se salvaron gracias al incremento de hierro y capital. Cuando la economia se recupero del panico financiero de 1873, el capital empezo a invertir en el Oeste, conduciendo hasta alii cada vez mas ganado y tratando de adquirir cada vez mas tierras. A partir de 1876, mas de 200.000 reses fueron trans- portadas desde Texas hacia el norte para formar la base de nuevos ranchos (White, 1994: 260). Se crearon cientos de companias, principalmente en la costa atlantica y en Gran Bretana, atraidas por lo que se percibia como una bonanza.12 Tal y como se apunta en un informe gubernamental escrito en el momento algido de este proceso, se aplico la logica habitual de la con­centration de capital: “el coste medio por cabeza del cuidado de grandes rebanos es generalmente mucho menor que el de pequenos rebanos. Por consiguiente, el sector de la ganaderia a campo abierto ha tendido en los ultimos anos a la reduction del numero de rebanos y a la concentration del negocio en manos de individuos, corporaciones y asociaciones” (Nimmo, 1885: 21). Rebanos mas grandes requieren un espacio mayor, y cuanto mas grande es un espacio, mas pequena es la proportion entre unidad de perimetro y unidad de area. Asi pues, este fue otro elemento economico crucial: paradojicamente, el vallado resultaba mas barato en las inmensas unidades de espacio usadas por los grandes rebanos. Tambien se volvio mas necesario a causa de que la propia espiral de sobreexplotacion seguia provocando una competition cada vez mayor por los recursos. El resultado fue que las companias delimitaron con alambradas los territorios en los que llevaban a pastar a sus vacas, tuvieran o no titulo legal de esa tierra. En 1885 un informe establecia que casi 2 millones de hectareas habian sido valladas ilegalmente (Nimmo, 1885: 42-44). Tanto el vallado ilegal como el legal trajeron consigo la aparicion de la practica de cortar el alambre: los propietarios de rebanos mas pequenos entraban en espacios controlados por propietarios de rebanos mas grandes para hacer uso de su hierba y su agua y, a menudo, tambien para robar sus vacas. Fue en este momento que el alambre empezo a verse rodeado por la guerra: de Texas a Montana, grandes empresas capitalistas de la zona del Atlantico lucharon contra los

12. Ver Gressley (1966) para un analisis del papel de los inversores en el sector ganadero. De los 93 inversores que toma como muestra, mas de la mitad residian en Nueva York o Boston (71); segun Nimmo (1885), los propietarios europeos compraron unos 8 millones de hectareas de tierra en el Oeste antes de 1885 (45). Con pocas excepciones, todos estos propietarios eran britanicos. Para la perception de bonanza, ver Gressley (1966: cap. 2).

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aventureros que pensaban que todavia podian hacer fortuna solamente con la violencia. Pero esta ya no era la Texas de la decada de 1830, ni tan siquiera la de I860. Las grandes empresas contrataron grupos de pistoleros a sueldo y les entregaron listas de pequenos vaqueros errantes a los que debian asesinar (Brown, 1994: 401). En resumen, el sector de los grandes ranchos trataba de desplazar el sector de la ganaderfa a campo abierto y el de los pequenos ranchos del mismo modo que la industria vacuna habla desplazado en su momento la industria del bisonte. La comparacion es significativa: en cierto sentido, las vacas fueron desplazadas del territorio igual que los bisontes. La unica diferencia fue que mientras que los bison- tes fueron exterminados, las vacas fueron encerradas en un Archipielago Rancho, por asi decirlo, esparcido a lo largo y ancho de las llanuras.

A los terrenos vallados ilegalmente, hay que anadir varios centenares de miles de hectareas de tierras de pasto legalmente valladas, especialmente en Texas, donde la legislation era mas favorable a las grandes fincas. Un ejemplo notable fue el Rancho XIT, en el corredor de Texas, as! llamado por los diez (X) condados por los que se extendia; en 1885, contaba con 50.000 reses valladas dentro de 190.000 hectareas. Para hacernos una idea de su magnitud podemos compararla con la extension de las concesiones de tierra en el Oeste por medio de la Homestead Act hasta 1884, que fueron solo de unos 6,5 millones de hectareas (Nimmo, 1885: 177). En resumen, una decada despues de la introduction del alambre de puas, este ya se usaba para cercar vacas tanto como -e incluso mas que- para cercar granjas. Hay que subrayar que Rose, que pensaba en terminos de la vieja confrontation entre un solo granjero y un solo animal, no habia previsto nada de todo esto. La escala masiva que acabo tomando el alambre de puas surgio del Oeste mismo que, de este modo, recreo la herramienta mas alia de la imagination de sus inventores. Ahora podia usarse para redefinir el espacio.

Un ejemplo impactante de la nueva forma de gestionar el espacio posibilitada por esta nueva tecnologia fueron las vallas de desvio. Ante un cambio brusco en el clima, las vacas que quedaban en campo abierto se dirigian instintivamente hacia el sur para competir alii por los recursos menguantes. En consecuencia, los tejanos y los oklahomenses buscaron maneras de impedir el movimiento de las vacas de norte a sur, en particular porque el mismo tipo de condiciones climaticas que hacia deseable este impedimento tambien dificultaba a los humanos permanecer en campo abierto y detener ellos mismos los animales. A partir de 1881 o 1882, se fue construyendo gradualmente un nuevo tipo de valla: una larga linea de defensa contra el Norte, por asi decirlo, que muchos propietarios de

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tierra construyeron con poca coordination entre ellos, pero que en la practica levanto una barrera a lo largo de todo el corredor tejano. Estas vallas funcionaban y garantizaban que las vacas, incluso las que aun no estaban encerradas, se quedarlan en el norte y no llegarfan a competir por los pastizales del sur. Ahora todas las vacas tenian limitado su movi- miento por el alambre de puas y se habia redefinido la geografia basica del territorio. El climax de este desarrollo se alcanzo durante los severos inviernos de 1885-1886 y 1886-1887. Fuertes ventiscas condujeron muchas decenas de miles de vacas hacia el sur pero, al igual que los toros de San Antonio, no pudieron cruzar el alambre de puas. Debilitadas por la tormenta, heridas y frustradas, no podian ni cruzar la barrera ni generar ellas mismas el calor necesario para sobrevivir, incluso en concentraciones de cientos y cientos. Atrapadas asi, murieron de hambre y de frfo tal vez hasta dos terceras partes de las vacas que vivfan en campo abierto, Por supuesto, no todas las victimas llegaron tan al sur como para alcanzar las vallas de desvio, pero las que lo hicieron -aquellas que tenian mayores probabilidades de sobrevivir- fueron quiza las que mas sufrieron (McCa- llum y McCallum, 1965: cap. 10). Las imagenes de cadaveres amontonados, aplastados desesperadamente contra las alambradas de puas, recuerdan inquietantemente a ciertas imagenes del siglo XX (mas adelante volvere sobre estas continuidades historicas).

En resumen, el alambre de puas fue un exito. Podia detener a los animales sin importar cuantos ni cuan desesperados. Al principio no estaba claro que la violencia estatica de las puas por si sola fuese suficientemente efectiva, por lo que los productores pecaron de exceso de prudencia y fa- bricaron puas grandes y aftladas. Los animales semisalvajes, acostumbrados a deambular a sus anchas, se encontraron con estas puas. Al chocar contra el alambre -com o sucedio en la exhibition de Gates en San Antonio- el ganado no podia sino cortarse gravemente. El resultado fueron heridas abiertas, que en los veranos calidos y humedos conducen facilmente a plagas de gusanos de la miasis. La mosca del gusano de la miasis era una parte endemica de la economia vacuna de las llanuras surenas. Su vida dependia de las heridas de animales grandes de sangre caliente. La hembra ponia los huevos en estas heridas y los gusanos, cuando salian, podian literalmente comerse vivo al animal. Todo esto era extremadamente desagradable para los propietarios de vacas: “un trabajo particularmente repugnante y nauseabundo era cuando las vacas o los terneros tenian gusanos de la miasis en la boca o las encias [...] [Esto sucedia a veces cuando] la vaca o el ternero, si se llegaba a la herida, intentaba sacarse los gusanos a lametazos [...] No podias usar ninguna medicina, solo sacar

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los gusanos y esperar que no quedara ninguno. No era en absoluto un trabajo para quien tuviera un estomago delicado” (Richardson, 1978). La preocupacion del propietario no era solo estetica. Aparte de la perdida de valor debida a la muerte o a la enfermedad grave de las vacas, los gusanos de la miasis eran un severo lastre para la economia vacuna por dos razones: requerfan trabajo cualificado y, puesto que el parto siempre comportaba heridas, hacian que fuese desaconsejable permitir los partos durante el verano, reduciendo de este modo el crecimiento natural del numero de vacas comercializables (Richardson, 1978).13 Las llanuras se alejaban a toda prisa de la simple naturaleza-hecha-beneficio de los dias del “mavericking”. El alambre de puas habia creado las condiciones para un nuevo tipo de industria ganadera pero, simultaneamente, era una fuente constante de perdidas para esta. Asi que no deberfamos sorprendernos de que el alambre de puas no gozase de mucha popularidad entre algunos granjeros. A finales de la decada de 1870, los granjeros estaban rodeados de puas que no habian pedido y que causaban danos que no podian con-

13- A pesar de que supera los limites cronologicos de este estudio, no esta de mas mencionar la forma exceptional con que el gusano de la miasis fue finalmente erradicado de las llanuras. Los insectos son mucho mas tenaces que los mamife- ros, y su exterminio requiere algo mas de inteligencia. De hecho, el exterminio del gusano de la miasis fue posible gracias a un verdadero despliegue de ingenio cientifico. Este metodo, inventado por los biologos Raymond C. Bushland y Ed­ward F. Knipling, se empleo en la decada de I960 en las llanuras y, con contadas excepciones, la especie nunca ha vuelto a ser vista alii. Funciona del siguiente modo. Se crian grandes cantidades de gusanos de la miasis machos, se esterilizan irradiandolos durante el momento apropiado de su crecimiento y luego se les suel- ta. Entonces las moscas hacen el trabajo por ti. Los machos buscan a las hembras mucho mejor de lo que los humanos podrian hacerlo nunca. Se aparean entre si y cada apareamiento esteril vuelve infertil a una hembra durante un ciclo. A los autenticos machos, por asi decirlo, se los deja en la cuneta mediante un tipo de competencia similar al dumping. Es obvio que con ciclos suficientes y cantidades lo bastante grandes de machos esteriles liberados, la especie desaparecera. De hecho, centenares de millones de moscas esteriles fueron soltadas cada semana durante toda una decada (hay que anadir una complication del proyecto: dado que el exterminio no era global, sino limitado a los Estados Unidos, siempre tenia que defenderse en la frontera mexicana). Hay algo que causa autentico vertigo en esta imagen de humanos produciendo en masa moscas que contribuyen a su propia destruction. De hecho, esta operation fue precursora del moderno control genetico de poblaciones, de modo que la vaca de las llanuras, que fue el detonante de un tipo temprano de modernidad basado en el control mediante el hierro, sirvio tambien de detonante para el tipo contemporaneo de modernidad basado en los controles mas sutiles de la biotecnologia (Knipling, I960).

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trolar. Ademas, un rasgo interesante del alambre de puas es su simetrfa. Aunque en principio es posible colocar las puas de manera que apunten solo en una direction, es mucho mas sencillo que apunten en ambas, para asi poder fabricar el alambre “a ciegas”, sin tener que calcular exactamen- te la position de las puas. En otras palabras, la topologia no distingue el “interior” del “exterior”, la violencia se proyecta en ambas direcciones. El alambre de puas es contagioso de un modo muy real: al encerrar un espacio, esta por ello automaticamente presente en todas las areas que limitan con este espacio. Imagina que eres un granjero acostumbrado a controlar tus animales sin alambre de puas y que ahora te encuentras con que en la parcela colindante hay alambre de puas. Esto podia pasar en todas partes, especialmente porque, casi desde el primer momento, el ferrocarril uso alambre de puas para impedir que los animales fueran a parar a las vias y causaran dano a los trenes (Washburn and Moen, 1881: 21-33). Consideremos por ejemplo el caso de Mr. Palmer, un representante de Jericho en la Asamblea General de Vermont que en 1880 redacto una propuesta de ley para limitar el uso del alambre de puas. Se centraba en las lesiones que las alambradas de puas del ferrocarril causaban a caballos y al ganado y concluia que “el sentimiento colectivo de la comunidad esta en contra de su uso en los siguientes tres casos: a lo largo de las carrete- ras, entre propietarios de terrenos colindantes sin consentimiento mutuo, y entre ferrocarriles y tierras de pasto sin el consentimiento del granjero” (Vermont General Assembly, 1880: 1). Se presentaron proyectos de ley para prohibir el uso del alambre de puas en varios estados; en el Oeste siempre fueron derrotados pero, por breves periodos, en algunos estados del Este se convirtieron en ley. De hecho, Mr. Palmer tuvo exito (al igual que algunos de sus colegas en Connecticut y Maine), pero desde finales de la decada de 1880 ningun estado volvio a ilegalizar el alambre de puas. Las llanuras habian acabado por llegar hasta el Norte.

Tuvo que alcanzarse un compromiso entre los intereses en conflicto. De hecho, tras los primeros anos de encuentros violentos entre animales y hierro, se fue estableciendo gradualmente una nueva relation. Hasta cier- to punto, las puas se volvieron menos afiladas (menos “perversas”, para usar el termino tecnico). Es instructive comparar los objetivos declarados de las patentes de alambre de puas entre su introduction y su posterior adaptation a las necesidades de los granjeros. En 1876, Parker Wineman, de Illinois, se jactaba de que sus puas “penetraran la piel sin dificultades y provocan dolor” (James, 1966: 30-31); cinco anos mas tarde (es decir, inmediatamente despues de que el alambre de puas empezara a ser con- testado politicamente), Joseph H. Connelly, de Pennsylvania, afirmaba que

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su invencion “resiste la fuerza y rechaza el ganado sin que se les enrede o les lastime de otra forma” (James, 1966: 137). Un folleto de Washburn and Moen alaba, como era de esperar, una invencion de este tipo: “Las puas son cortas y en forma de lanceta, de modo que NO HAY PELIGRO DE LESION DEL GANADO [...] pincharan y aranaran pero EN NINGUN CASO DESGARRARAN LA PIEL [...]. Es bien conocido que la sensation de dolor se encuentra en la superficie de la piel, por lo que el escozor o un pinchazo [...] es todo lo que se necesita. NO PROVOCA HERIDAS y por consiguiente SE EVITA LA PERDIDA DE GANADO en el suroeste por culpa de ulceras en putrefaction, en las que las moscas depositan sus huevos”.14

A medida que los humanos aprendian mas sobre el dolor animal, los animales aprendian mas sobre la violencia humana. Los animales aprendieron a evitar el alambre de puas, cosa que a veces se les ensenaba deliberadamente. Un folleto comercial que promovia el uso del alambre de puas aconsejaba al granjero “conducirlos [a los caballos jovenes] hasta la alambrada y dejar que se pinchen el hocico con ella [...] a partir de entonces la dejaran en paz por completo”.15 Esto muestra el especial inte­rns que siempre han tenido los humanos en el buen estado fisico de los caballos, mientras que, por el contrario, en general se esperaba que las vacas adquirieran ese conocimiento exclusivamente por medio de su propia experiencia. Al parecer, este conocimiento se transmitia de generation a generation, por ejemplo mediante la experiencia de los terneros que iban siguiendo a sus madres (hay que recordar que la economia vacuna del siglo XIX todavia permitia a los terneros crecer junto a sus madres). Para cerrar este circulo de conocimiento mutuo, al final se llego al punto de que los fabricantes, aprovechandose del conocimiento que los animales habian adquirido, produjeron puas mas llamativas, que ahora no solo funcionaban como instrumentos de violencia directa, sino tambien como instrumentos de intimidation indirecta (en lenguaje tecnico, las puas se volvieron mas “obvias”). En lo esencial, esta transition ya se habia completado a finales de la decada de 1880, cuando puede considerarse definitivo el exito del alambre de puas como herramienta para la education de las vacas. Simul- taneamente, cada vez se usaban mas las alambradas para encerrar a las vacas en lugar de para mantenerlas fuera de los campos, en parte a causa de la tendencia general a favorecer a los terratenientes, y en parte para “protegerlas”. Ahora la topologia se estaba invirtiendo, tal como ya habia sucedido con los indios. En vez de vallas que impedian el movimiento

14. Impreso por J. W. Gates and Co., 1882, en Baker MSS 596: DcE 1558.15. Impreso por Washburn and Moen, 1883, en Baker MSS 596: DcE 1558.

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de las vacas desde el exterior de una linea cerrada hacia su interior (pro- tegiendo asi la propiedad de los granjeros), ahora las vallas impedian el movimiento de las vacas desde el interior de una linea cerrada hacia su exterior (encerrandolas dentro de los ranchos). Dentro de un cercado se podia cuidar a las vacas en caso de plaga de gusano de la miasis y se im- pedia que se volviesen a repetir catastrofes invernales tan graves, de modo que, hasta cierto punto, se vallo a las vacas para protegerlas de las vallas (McCallum y McCallum, 1965: 135-139)- Tanto las vacas como las llanuras se transformaron, y el alambre de puas paso a ser natural y necesario.

Con la perspectiva de casi una decada de uso del alambre de puas, Washburn and Moen adopto un tono casi historiografico en su folleto co- mercial de 1883, del que ya hemos citado un breve fragmento. El analisis que se ofrece es especialmente inteligente y agudo, y se merece que lo citemos extensamente como resumen del desarrollo inicial del alambre de puas:

La alambrada sin puas estaba lejos de ser satisfactoria [...] no infundia terror en los animales que la cruzaban [...]. Se necesitaba algo mas para alcanzar la alambrada perfecta, que llego a su debido tiempo en forma de Alambrada de Puas.

El alambre de puas fue inventado en 1873 por un granjero para satisfa- cer necesidades de granjero [hay que tener presente que Washburn and Moen, habiendose ganado ya el mercado de los ranchos, se dedicaba ahora a introducir el alambre de puas en areas cultivadas, de ahi el enfasis en las “necesidades de granjero”]; empezo como un desarrollo mdimentario de la idea original de tomar prestado de la naturaleza el principio de la espina afilada y punzante, apelando asi al sentido del dolor y del peligro que reside en la piel de los animales de granja con el objetivo de que la alambrada los repela.

Este principio, que inicialmente fue muy cuestionado por su crueldad, se ha revelado, por el contrario, muy humano, ya que con las viejas alambradas eran habituales los siguientes accidentes [sigue una letania de quejas sobre las alambradas sin puas] [...]. Los accidentes que ha provocado el alambre de puas han sido en su mayor parte de caracter trivial [tras la descripcion de los accidentes con alambradas tradicionales, el autor, en un movimiento retorico brillante, consigue referirse a las heridas infligidas por el alambre de puas como “accidentes”, a pesar de que provocar heridas es obviamente la funcion esencial del alambre

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de puas] y, cuando han ocurrido, no han sido mas que saludables ad-vertencias que han educado a los animales en la nueva ley del respetoa las vallas.16

As! pues, la funcion basica del alambre de puas era educar y mani- pular animales mediante la violencia. Desde una perspectiva mas amplia, podemos concebir esta manipulation, o transformation, de la siguiente manera. Como ya se ha mencionado, las vacas que los espanoles trajeron consigo a America proliferaron en libertad, de modo que se creo una nueva raza de vacas semisalvajes en los margenes de la colonization espanola, especialmente en Texas. Los anglo-americanos redomesticaron poco a poco esta raza hasta que, ante la necesidad de usar estos animales en la conquista del Oeste, el proceso de redomesticacion tuvo que avanzar a un ritmo mucho mas rapido. El alambre de puas sirvio para volver a domes- ticar una raza entera mediante un shock, en parte a traves de su impacto inmediato y en parte a traves de sus efectos biologicos indirectos, ya que las vacas valladas podian criarse de una forma mas controlada. En los ranchos, cuyo numero se reducia cada vez mas, el control sobre el ganado se anadio al control sobre el espacio.17 La cria consistia generalmente en la introduction de toros procedentes de estados del Este, una raza docil y gorda (Nimmo, 1885: 22). Respaldados por inversores tambien del Este, los propietarios del Este pasaron a poseer una parte cada vez mayor de los ranchos, de modo que sus practicas ganaderas se volvieron gradualmente dominantes (Jordan, 1993). Capital, hierro y semen del Este se estaban vertiendo en el Oeste para transformarlo en una tierra nueva y artificial al servicio del primero.

Todo esto, recordemoslo, estaba basado en una simple caracteristi- ca de las vacas tejanas y, de hecho, de la mayorfa de animales. Ahi yace nuestro infortunio: nuestras pieles, justo por debajo de la superficie, estan dotadas de unos nervios especiales que se activan cuando la presion sube por encima de umbrales mas bien bajos. Estos nervios pueden usarse en nuestra contra. Cortar los limites de nuestras pieles puede servir para pro- teger los limites de una propiedad, una carcel o una frontera. El hierro, por ejemplo, es una herramienta util a este respecto. Es mas duro que la carne: si se usa para presionarla, el hieri'o primero la empuja y despues (en particular si su superficie esta afilada, como la de una pua) la corta e impacta en los nervios. Estos envian al cerebro un informe, que alii

16. Impreso por Washburn and Moen, 1883, en Baker MSS 596: DcE 1558.17. Ver, por ejemplo, Frink, Jackson y Spring (1956: 117); White (1994: 267).

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experimenta algun tipo de proceso (no sabemos exactamente cual) que conduce a otra cosa (no podemos explicar exactamente que). Esto ultimo es lo que llamamos dolor, y por lo visto es algo verdaderamente universal, algo que trasciende especies, lugares y epocas. Una util herramienta de globalization, en definitiva.

3. Como vallar el mundo

Joseph Glidden no era tan optimista. Como prudente capitalista que era, le preocupaba que su invention pudiese fracasar por un mal marketing y no dejo de enviar cartas llenas de inquietud a sus agentes comerciales. El 15 de septiembre de 1875 reprendia a uno de ellos por haber dado senales de desviarse de la estrategia de marketing para las llanuras: “No esperamos que haya mucha demanda de alambre alii donde los granjeros pueden construir vallas con postes y con la maleza que crece en su propio terreno, y consideramos casi como perdido el tiempo empleado sondeando este territorio, incluso si se consiguen algunas ventas” (Baker MSS 596: DcC 759). Sanborn, que asi es como se llamaba el agente comercial, no debia salirse de su dominio: las llanuras de Texas. La perspectiva de Glidden, que escribia desde De Kalb, Illinois, se circunscribia a las llanuras, pero tan pronto como la production se traslado a Massachusetts, la perspectiva se amplio de manera espectacular. Nueva Inglaterra ya tenia experiencia en el comercio mundial, al que ahora iba a incorporarse el alambre de puas. En 1877, Ferdinand Louis Sarmiento trabajaba en el continente sudamericano como representante de Washburn and Moen, buscando afanosamente mer- cados para el alambre de puas (Baker MSS 596: DcC 648.). En diciembre de ese ano dio un golpe maestro de relaciones publicas: Carl Glash, director de los Jardines Botanicos Imperiales de Rio de Janeiro, alabo publicamente una valla de alambre de puas que se habia erigido alii, calificandola de “completisima y utilisima”. Esta valla, con toda probabilidad una de las primeras en ser instalada fuera de los Estados Unidos, “Se levanto para encerrar una coleccion de aves acuaticas y silvestres exoticas que Su Ma- jestad Imperial Dom Pedro II trajo de sus ultimos viajes a Norteamerica y Europa”. El alambre de puas no tardo mucho en propagarse mas alia de los jardines botanicos. En un principio se uso fundamentalmente alii donde las condiciones eran parecidas a las del oeste norteamericano. El paralelo mas obvio era Argentina, donde las vastas llanuras de las Pampas estaban habitadas por animales salvajes y semisalvajes, asi como por indios. Para 1879, los indios argentinos ya habian sido exterminados, y a lo largo de

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la decada de 1880 el ganado vallado y los campos de trigo se extendieron por las Pampas.18 Circunstancias historicas paralelas hicieron las Pampas semejantes a las Grandes Llanuras. Los fabricantes estadounidenses podian ahora explotar esta similitud y empezaron a abastecer las Pampas con las tecnologfas de las Grandes Llanuras. Pronto el alambre de puas definio el espacio de las Pampas tal como lo habia hecho con el de las Llanuras. Se estimaba que en 1907 ya habia suficiente alambre de puas en Argentina como para rodear el perfmetro de la republica 140 veces (Sbarra, 1955: 102). En 1880, Washburn and Moen estaba inmerso en una intensa busqueda de praderas por todo el mundo, enviando apoderados a lugares como Tas­mania y las demas provincias australianas, Nueva Zelanda, Cuba, Ceilan o Rusia (Baker MSS 596: DcC 840). En su correspondencia, subrayaban una y otra vez que el crecimiento futuro que podia esperarse estaba en funcion del area global que cubrian las llanuras en los territories en los que habian registrado sus patentes. En 1884, cuando Washburn and Moen estaba tra- bajando en un acuerdo global con la compania de Mulheim (Alemania) Felten und Guilleaume, afirmo que ya habia obtenido patentes “que cubren Australia, Nueva Zelanda, India, Italia, Suecia, Austria y Dinamarca, lo que representa un territorio en estos paises [...] de 14.169-700 de kilometros cuadrados en los que nadie puede vender alambre de puas sin cometer una infraction [...] un territorio que es dos veces el territorio de Estados Unidos, lo cual asegura como minimo unas ventas de 300.000 toneladas por ano en cuanto el alambre de puas se introduzca debidamente en estos paises” (todo parece indicar que Washburn and Moen incluyo fraudulen- tamente en su informe sobre territorios con llanuras fertiles a Siberia, cosa que acabaria revelandose a la larga como una vision casi profetica del fu­turo del alambre de puas) (Baker MSS 596: DcC 844). Al final, Felten und Guilleaume obtuvo el siguiente acuerdo, que expondre detalladamente con objeto de dar una idea de las enormes cantidades de dinero que habia en juego y de como estas tuvieron que calcularse a escala mundial. Felten und Guillaume podia producir en los Estados Unidos hasta 1.000 toneladas por ano para vender fuera de Norteamerica. Tambien podia producir sin limites en cualquier lugar de Europa (o de los otros paises en los que poseian los derechos), pagando a Washburn and Moen dos dolares por cada tonelada vendida en Gran Bretana y un dolar por cada tonelada vendida en cual­quier otro lugar excepto en Alemania y Francia, donde podian producir y vender para consumo interno hasta 250.000 toneladas libres de cargas. Intentemos concentrarnos en esta cifra: un cuarto de millon de toneladas,

18. Ver, por ejemplo, Scobie (1964, en esp.: 44-45).

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q u e e q u iv a le n a casi 4 0 0 m il k ilo m e tro s ... isolo e n F ran cia y A lem ania! En 1899 es te acu erd o seg u ia v ig en te , co n la clau su la d e F ran cia y A lem ania m od ificad a para p erm itir la v en ta d e h asta 1 .0 0 0 to n e lad as lib res d e cargas para co n su m o in tern o e n cu a lq u ier lugar d e E u rop a (B a k e r M SS 596: D cC 8 4 4 ). Sin em b arg o , p o r e se e n to n ce s F e lten u nd G u illeau m e ya era e l so c io g lob al m en o r d e W ashbu rn and M oen. En 1891 , los royalties q u e la em p resa a lem an a p ag ab a a su p ar n o rte a m erica n a a scen d ia n a p o c o m e n o s d e la m itad d e los q u e p ag ab a Jo h n s o n an d N ep h ew e n G ran B re tan a (B a k e r MSS 596 : D cC 8 4 4 ). Las fab ricas d e Jo h n s o n an d N ep h ew e n M an ch ester y A m bergate, co n ce rca d e u n m iliar d e trab a jad o res (Sm ith , 1891 : 9 3 ) , se co n ta b a n en tre lo s m ay o res ce n tro s d e p ro d u ccio n d e a lam b re d e pu as de la e p o c a ; la p ro d u ccio n estad o u n id e n se , co m o p ro n to v erem o s, estab a b astan te m e n o s co n cen tra d a e n e se p erio d o . N o o b stan te , lo s p ro d u cto res b ritan ico s es ta b a n p re o cu p a d o s, y co n razon : e n E u rop a d o m in a b a n los p rod u ctos alem anes, y Estados U nidos se habia convertid o e n u n exp ortad or n e to d e p ro d u cto s de h ierro m as q u e en u n m e rca d o para e llo s. A si p u es, la e n o rm e p ro d u ccio n d e Jo h n s o n and N ep h ew se d estin ab a e n g ran m e- dida a la e x p o rta c io n al Im p erio B ritan ico , co sa q u e, co m o v erem o s e n el cap itu lo sigu ien te , tu vo im p o rtan tes co n se cu e n c ia s para la guerra co lo n ia l.

U na reg io n m uy im p ortan te para la in tro d u ctio n d el a lam b re d e pu as fu e A ustralia y N ueva Z elan d a (Sm ith , 1891 : 1 3 3 -1 3 4 ). C u an d o estas areas co n tin e n ta le s se a b riero n a la c o lo n iz a tio n e x ig ie ro n alg u nas d e las trans- fo rm a cio n e s e c o lo g ica s m as rad ica les q u e los e u ro p e o s llev aro n a ca b o e n cu alq u ier lugar d el m undo. El a lam b re de pu as lleg o a Australia cu an d o esta se en co n tra b a e n u n estad io co m p a ra b le n o al d e la v aca n o rte am erican a s in o al d el b iso n te n o rte am erican o : u n estad io e n el q u e la d o m in a tio n h u m an a so b re otros an im ales p re c isa d e su ex term in io . La v io len c ia d el a lam b re d e pu as p o d ia ap licarse facilm e n te tam b ien al ex term in io : b astab a co n v allar las fu en tes d e agu a (C rosby , 1986 : 187). E n cu an to al co n tro l so b re lo s an im ales d o m esticad o s, al p rin cip io la te n d en cia fu e co n fia r e n el a lam b re n o rm al, sin pu as. La au straliana era u n a e co n o m ia ov in a q u e, co m o es hab itu al en las e co n o m ia s an im ales g eo g ra ficam e n te m arg inales, n o se b a sa b a e n la e x p lo ta c io n d e la ca rn e s in o d e otras p artes m e n o s p e reced era s d el an im al (e n este caso la lan a). Ya e n la d ecad a d e I8 6 0 los g ran jero s se d iero n cu en ta d e q u e el v allad o d e a lam b re p o d ia resu l- tar b ara to y e fec tiv o para co n tro lar esto s an im ales, y e l resu ltad o fu e u na tra n sfo rm a tio n rad ical d e la e c o lo g ia au stra lian a p o r m ed io d el a lam b re sin p u as; el a lam b re d e pu as se in trod u jo g rad u alm en te m as av an zad o el sig lo , so lo cu an d o su p re c io fu e m e n o r q u e el d el a lam b re n o rm al (e n el sig lo X X , p o r su p u esto , to d o e l a lam b re era d e p u as). A hora q u e se p o d ian

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controlar a la perfection sin tener que invertir en el trabajo poco fiable de los pastores, su numero de ovejas se disparo. De 6 millones en 1861, Nueva Gales del Sur paso a tener 57 millones en 1894, pasando a ser la oveja el animal claramente preponderante en el territorio, y el vallado de alambre su rasgo dominante (McMichael, 1984: 216-219; 274-277).

Sudafrica, como de costumbre, fue un caso aun mas especial. A di- ferencia de otras importantes colonias europeas, ya contaba con practicas agricolas consolidadas, todas ellas basadas en los animales. La agricultura negra usaba el buey como principal fuente de fuerza muscular y la vaca como principal fuente de alimento. Los boers, descendientes de los colo- nos holandeses del siglo XVII, habian adaptado la agricultura europea a Sudafrica, regresando gradualmente a una forma de agricultura con poca inversion de capital y con una fuerte dependencia del pastoreo y la caza. A finales de siglo, el pais caia cada vez mas bajo el poder del Imperio Bri- tanico, y la resistencia boer iba a tener consecuencias importantes para la historia del alambre de puas (que veremos en el proximo capitulo), pero incluso antes de la dominacion formal britanica, Johnson and Nephew ya estaba invadiendo el territorio con su alambre de puas. La tierra estaba preparada para el cambio inminente. En 1886 se descubrieron minas de oro en el Witwatersrand, y en un abrir y cerrar de ojos llegaron los ferrocarriles, nuevos inmigrantes y se fundaron nuevas ciudades. En el campo ahora era mas rentable producir trigo para el mercado urbano. Los numerosos gobiernos de Sudafrica apoyaron la nueva agricultura intensiva, como por ejemplo el gobierno boer del Estado Libre de Orange, que en 1890 convirtio el vallado en una obligation legal. Las relaciones entre humanos y animales estaban cambiando a marchas forzadas. En 1892, el F rien d o f the Free State, un periodico de Orange, pintaba una vivida imagen de los nuevos metodos de caza: “El modus operandi consiste en acorralar toda la partida contra la valla de un granjero y entonces abatirlos, haciendo caso omiso, por supuesto, del coste de la valla”. El periodico opinaba que estos cazadores eran muy desconsiderados, pero que habia alguna esperanza para el futuro, ya que “de todas formas, cuando el vallado este mas generalizado [...] [tendran que] abandonar sus pasatiempos favoritos” (cit. por Keegan, 1987: 228). Pronto se fue perfilando un apartheid animal: por un lado las vacas boers y britanicas valladas, y por otro lado los animales salvajes y las vacas de los negros, separados por una valla de las mejores tierras. El alambre de puas fue una herramienta de la politica blanca de apropiacion de tierras y excluyo a los negros relegandoles a las tierras marginales sin vallar. En los arios buenos, toda via era posible alimentar a todos los ani­males, pero cuando escaseaba la lluvia estallaba el desastre. Nadie puede

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d ecir cu a l fu e e l im p acto e x a c to e n los an im ales sa lva jes, p e ro el im p acto e n la e c o n o m ia n eg ra fu e ob v io . A fin ales d e sig lo , cad a v ez m as n eg ro s se v iero n forzad o s a co n v ertirse e n jo rn a lero s e n gran jas b lan cas , u n p aso d ecisiv o h acia la d o m in a tio n b lan ca . U na n u ev a m an era d e co n tro lar la tierra, p en sad a para u n u so m as e fic ie n te d e esta , n o so lo tran sfo rm o las re la c io n e s en tre h u m an o s y an im ales, s in o ta m b ien en tre d istin tos g ru p o s h u m an o s, d iferen ciad o s p o r su d istin to a c c e s o a las n u ev as te cn o lo g ia s de co n tro l so b re el e s p a c io .19

E n todas partes, el sistem a m undial acu m u laba sus reservas d e alam bre d e pu as. El ce n tra ten d ia su red cad a v ez m as le jo s . In c lu so lo s fab rican tes estad o u n id e n ses p a sa ro n a d e p e n d e r cad a v ez m as d e la e x p o rta tio n . El p rin cip a l p ro d u cto r estad o u n id e n se d e 1899 e n ad elan te , A m erican Steel and W ire C om p any, d estin o a la e x p o rta tio n el 34 p o r c ien to d e su p ro ­d u c tio n e n lo s p rim ero s o ch o an o s de activ id ad (1 8 9 9 -1 9 0 6 ) y el 4 4 p o r c ien to e n los sigu ien tes o ch o an os (1 9 0 7 -1 9 1 4 ). T om an d o e n co n s id e ra tio n la p ro d u c tio n ex tran jera , es p ro b a b le q u e a fin ales d el sig lo X IX se h u b iese lleg ad o al p u n to d e q u e se in sta laba m as a lam b re d e p u as fu era d e las fro n teras d e E stad os U nid os q u e d entro . P ero au n asi n o h ay q u e p erd er d e v ista la im p o rtan cia in cu e stio n a b le d el m e rcad o n o rte am erican o : co n m as d e 9 0 .0 0 0 to n e lad as d e co n su m o anual, E stad os U nid os fu e e n tod o m o m e n ta el p ilar d e la d em an d a d e a lam b re de p u a s .20 C on tin u o sien d o e l p rin cip a l ex p o rta d o r n e to hasta b ie n en trad o e l sig lo X X . E n fe ch a tan tardia co m o 1932 , las im p o rtac io n es d e a lam b re d e p u as a lo s E stad os U n i­d os n o su p era b a n las 1 8 .0 0 0 to n elad as, ap ro x im ad am en te la m itad d e las cu a les p ro v e n ian d e A lem an ia (T ariff C om m ission , C om p arative Statistics o f Im p orts b y C ou ntries, 1 9 3 1 -1 9 3 5 , V .8 G rou p 6 (W .P.A. Statistical P ro je ct 6 5 -3 1 -2 0 7 5 ) , 2 3 7 ). Sin em b arg o , la m era e x is te n cia d e la e x p o rta tio n de a lam b re d e pu as d e A lem an ia a E stad os U nid os ya era significativa: e l V ie jo M und o n o estab a d isp u esto a p erm itir q u e el N u evo M und o m o n o p o liz a se e l a lam b re d e p u a s .21

19. Para la transformation agricola en Sudafrica a finales del siglo XIX, ver Keegan (1987).20. Estadisticas basadas en Baker MSS 596: DcC 877, un documento producido en la decada de 1930 con fines historicos por la section de auditoria de la American Steel and Wire Co.

21. Hay que mencionar que en los anos que siguieron a la Segunda Guerra Mun­dial, los productos de acero y hierro perdieron buena parte de su dinamismo en la economia estadounidense y otros paises (Japon, por ejemplo) empezaron a des- tacar. En 1985 el mundo pudo presenciar el asombroso espectaculo de un arancel

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E u rop a, co n u n a p ro d u c tio n cre c ie n te d e a lam b re d e pu as, se estab a con v irtien d o a regan ad ien tes e n con su m id ora para su p rop io u so d o m estico (y n o so lo para las co lo n ia s). E n las d ecad as q u e sig u iero n a la p ru d en te e s tim a tio n orig in al d e G lid d en , el a lam b re d e p u as sa lio d e las llanuras y re co n fig u re la v ie ja agricultura trad icion al. El in g en iero J . B u ck n a ll Sm ith, q u e escrib ia d esd e la p ersp ectiv a d e la p ro d u c tio n b ritan ica d e a lam bre,

d io la v o z d e alarm a e n 1891:

Puede qu e nuestros am igos estadounidenses hagan funcionar locorno- toras y trenes por sus vias publicas [pero ^deberiam os hacerlo tam bien nosotros?] [...]. D el m ism o rnodo, a pesar de que el vallado de alam bre de puas se adapta adm irablem ente b ien a la p ro tectio n de la propiedad agraria y sirve a la p e rfe ctio n para encerrar ganado en una gran parte de los Estados Unidos o de nuestras colonias, no d eberiam os alegrarnos, ni m u cho m enos, de verlo en nuestros parques o prom iscuam ente a lo largo de nuestras vias publicas.

Sm ith h a b ia co m p re n d id o m u y b ie n e l p r o c e s o h is to r ic o e n e l q u e estab a in m erso . El m u n d o estab a d iverg ien d o : p o r u n lad o, cen tro s d e so cie d a d ed u cad a d o n d e se v e ia a la v io len c ia c o n u n a av ersio n sin p re c e d e n te s ,22 y p o r otro , le jo s de esto s, areas d e e x p a n sio n e c o n o m ica d o n d e u na v io len c ia y u n p o d er sin p re ce d e n te s p ro p o rc io n a b a n lo s b e - n e fic io s q u e su sten tab an a esta so c ie d a d ed u cad a .

La re co n fig u ra tio n d el e sp a c io e n la m o d ern id ad en c ie rra u n a pa- rad o ja . El capi'talism o se b a sa e n la d iv ision esp a cia l d el trab a jo , e n la a s ig n a cio n d e re g io n e s en teras a tip o s e sp e c ifico s d e p ro d u c tio n q u e n o p u e d e n sobrev iv ir sin in teractu ar c o n la e co n o m ia m u ndial e n su totalidad . E sto co n d u ce sim u ltan eam en te a d os p ro c e so s o p u esto s : a m ed id a q u e las p artes d el m u n d o se v u e lv e n cad a v ez m as in terd e p en d ien te s , tam b ien d iv ergen en tre si. El a lam b re d e pu as, al co n trib u ir a la in te g ra tio n en tre las ind ustrias an im ales y lo s cen tro s u rb a n o s d el m u n d o, ta m b ien form o parte de la d iv ergen cia c re c ie n te en tre lo u rb an o y lo rural. E ste p ro c e so

estadounidense establecido contra el dumping del alambre de puas argentino. Para ese entonces, Estados Unidos era un importador neto, que importaba unas 150.000 toneladas frente a una misera exportation de 4.500 toneladas (U.S. International Trade Commission 1985, 104, 124). De todas formas, la importancia de Estados Unidos como consumidor de alambre de puas sigue siendo muy destacable.22. Incluyendo, significativamente, una nueva conciencia del dolor animal; ver Turner (1980).

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tuvo dos facetas. En primer lugar, el mundo rural fue unificado, y en todo el mundo las distintas economias rurales pasaron a formar parte del mismo sistema (como ocurrio al mismo tiempo con las ciudades, por supuesto). Y en segundo lugar, el mundo rural en su conjunto fue apartado de la vista del mundo urbano, creando una division cultural de enorme importancia.

Las Grandes Llanuras experimentaron la globalizacion del mundo rural con gran intensidad: ahora formaban parte de un sistema mundial basado en los centros urbanos del Atlantico norte. Este sistema mundial no solo era financiero, sino tambien biologico. Ya he mencionado el dominio creciente de las razas del Este en la industria vacuna del Oeste. Esto suscito ciertas inquietudes, ya que Texas era historicamente muy distinta de las regiones bovinas verdaderamente intensivas del mundo. En lugares como Inglaterra, por ejemplo, las vacas vivian cerca de los centros urbanos para facilitar el transporte de la leche y su consumo por parte de los habitantes de la ciudad. Alii, por lo tanto, una densidad mas elevada de poblacion vacuna era rentable. Pero a causa de su densidad creciente y su mayor movilidad (las vacas como mercancias en un mundo conectado por tren y barco de vapor), este Viejo Mundo de vacas era tambien susceptible de padecer nuevas epidemias. De hecho, en 1865 una gran epidemia de peste bovina conmociono el mundo de la economfa vacuna. Temblando, sacan- do espuma por la boca y rechazando todo alimento, las vacas murieron a millones, a veces hasta la mitad del rebano.23 La epidemia se detecto por primera vez en Gran Bretana, se extendio rapidamente al continente y luego se propago a Nueva Inglaterra (Swabe, 1999: 99-104). Sin embargo, Texas, que en este perfodo era un mundo vacuno casi aislado, se libro gracias a que sus rebanos de vacas se agrupaban de forma mucho menos intensiva. Como ha mostrado Joanna Swabe, la epidemia de peste bovina de 1865 fue un acontecimiento decisivo que condujo al nuevo regimen veterinario de la decada de 1870. En Europa se llevo a cabo un intento de controlar los movimientos de las vacas de forma cientifica, aplicando con gran fuerza la vieja practica de la cuarentena.24 Este es el contexto en que

23. La peste bovina es una enfermedad virica que provoca fiebre alta y el deterioro de varios tejidos, incluyendo las membranas de la boca. El animal deja de comer y muere rapidamente entre fuertes dolores internos. Incluso a dia de hoy no se conoce ningun tratamiento (aunque a partir de la decada de 1920 se desarrollaron vacunas y la enfermedad quiza podra ser erradicada durante el siglo XXI).24. De hecho, merece la pena mencionar de pasada que la misma idea del con- tagio como modelo basico de transmision de enfermedades fue configurada por la experiencia de controlar el movimiento de las vacas. El giro pasteuriano en

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hay que situar la alarma que la Comision Ganadera de la Tesoreria de los Estados Unidos expreso en Chicago el 23 de agosto de 1881:

El que una proportion muy grande de nuestro pals haya permanecido hasta el momento exenta [de la peste bovina] se debe sobre todo al hecho de que hasta este momento el flujo de nuestro trafico de gana- do ha ido principalmente del Oeste hacia la costa; pero el negocio de comprar terneros en los distritos lecheros del Este y diseminarlos por todos los estados y territorios del Oeste, que en los ultimos dos anos ha adquirido enormes proporciones, ha hecho aumentar el peligro [...] diez veces mas (Am erican Veterinary Review, 1881: 321).

Hay que senalar que la comision no tenia poder regulador y que, de todos modos, los comisionados no habian dado en el clavo. Cierto, el aislamiento de las llanuras habia salvado a las vacas de Texas, pero ahora su propio valor economico ponia fin a este aislamiento. Pronto iban a pa- decer (ademas del gusano de la miasis) todo lo que la carne de las vacas es susceptible de padecer: la peste bovina, el antrax, la tuberculosis, la fiebre aftosa y muchas otras enfermedades que durante decadas iban a llenar de tratamientos inutiles las revistas de ciencia veterinaria.

Todo este mundo se estaba expulsando del paisaje urbano. Un desarrollo crucial fue la invention, en la decada de 1870, de los vagones de tren refrigerados. La refrigeration a distancia hizo posible por primera vez establecer una separation espacial entre la muerte de los animales y la vida de los humanos. Hay que darse cuenta de lo sisifica que es la tarea de matar un animal. Haces que su corazon deje de latir, pero todavia contimian floreciendo millones de organismos. Piensas que te has hecho amo y senor del animal degollandolo, pero lo unico que has hecho es empezar una nueva batalla, esta vez por el dominio del cadaver. Una vez muerto el animal, el cadaver tiene que ser hervido, congelado o cubierto de minerales con el objetivo de matar los microorganismos (mas recien- temente se ha anadido a este arsenal la exposition a la radioactividad).25 En ultima instancia, esta es una batalla perdida, y cuanto mas tiempo pase entre la muerte del animal y su consumo, mas probable sera que no quede nada aprovechable para los humanos. Esto es una lastima para los productores, puesto que, como ya he mencionado, los beneficios siempre

medicina empezo tras la devastation de 1865, cuando la ciencia francesa intento impedir nuevos desastres economicos causados por enfermedades animales.25. Ver, por ejemplo, Schlosser (2000).

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so n p ro p o rc io n a le s a la d istancia . H isto ricam en te , la industria an im al so lo p o d ia g en erar esto s b e n e fic io s d erivad os d e la d istancia lim itan d o m u ch o e l n e g o c io . Las p ie les y o tro s te jid o s sem im u ertos d el cu e rp o (c o m o el cu e rn o ) p u e d e n tratarse co m o a lg o p a re c id o a los re cu rso s m in era les. D e ah i la m atanza orig in al d e lo s b iso n tes . P ero esto d e ja d e lad o la m ay or p arte d el cu e rp o d el anim al. Salar e l an im al e n ab u n d an cia es otra so lu ­t io n , p e ro asi se ren u n cia al lu crativ o n e g o c io d e la m as se lec ta carn e cruda. Lo triste e s q u e a la g e n te legusta e l sa b o r d e la san g re , d e m o d o q u e la sa lch ich a n o e s la m e jo r fu en te d e b e n e fic io s . C om o alternativa, se p u e d e d e jar q u e la v aca crez ca e n u n lu g ar le ja n o (p ara b e n e fic ia rse d e tierra, re cu rso s y m an o d e o b ra b a ra to s) y d esp u es transportarla , au n viva, ce rca de u n ce n tro d e co n su m o para sacrificarla . P ero es to im p lica in v ersion e n m atad ero s e n zo n as e n las q u e el p re c io d el su e lo es m u y alto (e n el co n te x to estad o u n id e n se d e la d ecad a d e 1870 , es to sig n ificab a te n e r q u e co m p rar su elo e n N ueva Y o rk ). T a m b ien h ay q u e co n ta r co n la d esp ilfarrad ora n eces id a d ya m e n cio n a d a d e rean im ar u n p o c o a los an im ales d esp u es d el tran sp orte a lim en tan d o lo s m e jo r ce rca d e lo s cen tro s u rb an os. No p o d ia ser, h ab ia q u e en co n tra r a lgu na m an era d e con v ertir la ca rn e m u erta d e lo s an im ales e n u na m e rcan c ia crud a y h a ce rla p articip ar e n la n u ev a red d e transporte.

Esta m ism a red p ro p o rc io n o la s o lu tio n y, u na v ez m as, e l O este n o rte a m erica n o ab rio e l cam in o . C h icag o d ev in o e l p u n to d e e n cu e n tro de d os m ercan cias : las v acas de las llanuras y el h ie lo d e lo s lag o s y rios d el n orte . A h ora las v acas eran sacrificad as e n C h icag o y d esd e alii se trans- p o rtab an al este . Esta in v e n tio n co n te m p o ra n e a d el a lam b re d e pu as, q u e a lca n z o la p e r fe c t io n a fin a les d e la d ecad a d e 1870 , tu vo co m o resu ltad o u n a n u ev a y m acab ra arqu itectu ra d el v ag o n d e ferrocarril. Los p asa jero s eran cu erp o s d e an im ales m u ertos co lg an d o ap in ad o s d el cen tro d el v ag o n co m o e sm o q u in es en u n en o rm e p e rch e ro . Los p re serv ab an ca jas de hielo y salm uera situadas en los extrem os d el v agon y u n aparato de ven tila tio n soplaba aire h elad o al com partim iento. Estos n uevos v agones crearon una zona m uerta entre u n m u ndo u rbano b ien educado, d on d e cad a vez m as se veia a los anim ales co m o m era carne, y u n m u ndo rural v iolento d on d e su sacrificio resultaba cada vez m as rentable.26 A hora qu e el sacrificio d e las vacas norteam ericanas estaba con cen trad o en C hicago casi en su totalidad, el sacri­ficio y el p rocesam iento se p od ian ben eficiar de la co n cen tra tio n d e capital. Se construyeron en orm es fabricas basadas en lo qu e p aso a co n o ce rse co m o

26. La idea del vagon de ferrocarril refrigerado pronto se extendio al trasatlantico refrigerado, que conectaba el Viejo Mundo con el Nuevo (Strickton, 1965: 235).

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la “cad ena d e d esm on ta je”. Los anim ales vivos eran transform ados en multitud de prod uctos distintos, ya qu e a p esar de qu e el h ierro habia sustituido a m u- ch o s recu rsos organicos, estos ultim os n u n ca se aban d on aron p o r com pleto . El anim al qu e n o se com ia tenia q u e usarse d e alguna m anera. Algunas partes iban a parar a prod uctos para u so hum ano, co m o p or e jem p lo los b o to n es h ech os d e hueso , qu e finalm ente fueron reem plazados p or productos sinteticos co m o el plastico. Sin em bargo, a largo p lazo fue m as im portante el recicla je del anim al, p o r decirlo de algun m od o; es decir, el u so de su canal co m o fertilizante y alim ento para otros anim ales (C ronon, 1991: cap . 5).

E n los ex trem o s d e los tren es q u e tran sp o rtab an la ca rn e d e lo s an i­m ales, d os m u n d o s se a le ja b a n en tre si. La agricu ltu ra se in ten sificab a y las vidas d e p lan tas y an im ales tran scu rrian ah o ra e n m u n d o s crea d o s p o r los m an u ales d e los a g ro n o m o s, le jo s d el im agin ario d e lo s h ab itan tes de la ciu d ad . Los an im ales, a su vez , tam b ien se e stab an a le jan d o . La en erg ia m u scu lar vio red u cid o su valor, so b re to d o a m ed id a q u e la m ilenaria u n io n d el ca b a llo al carro d ab a p aso , a fin a les d e sig lo , a las fu erzas d el v a p o r y la e lectricid ad . E n las ca lles cad a v ez se v e ian m e n o s cab a llo s . T a m b ien se v e ian cad a v ez m e n o s an im ales cam in o d el m atad ero , e n su dia u na estam p a tip icam en te u rb an a. El ca rn ice ro d e la ciu d ad se co n v irtio e n u n v e n d e d o r d e ca rn e p ro ce sa d a y en v asad a, y e l sacrific io fu e re leg a d o a los m atad eros ind u striales a le jad o s d e la ciud ad .

T o d o es to sign ifica q u e el co n tro l so b re el e sp a c io era m as p e rfe c to q u e n u n ca . Criar e n T e x a s , m atar e n C h icag o y co m e r e n N ueva Y ork. O criar e n las P am p as, m atar en M o n tev id eo y co m e r e n L ondres. A h ora el A tlantico n o rte d o m in ab a rea lm e n te los e sp a c io s d e las llanuras. N o o lv i- d em o s el v erd ad ero o rd en d e las cau sas. Para em p ezar, lo s h ab itan tes d el A tlan tico n o rte co m p artian una h eren cia d ie te tica q u e ten ia e n gran estim a la ca rn e d e b o v in o (L ev en stein , 19 8 8 ) - e n el p ro x im o cap itu lo e x p lica re p o r q u e. A p rin cip io s d el sig lo X IX , a lo s n o rte a m erica n o s les g u stab a co m e r beef a la mode, q u e era ca rn e p icad a d e v aca re llen a d e m igas d e p an , e sp e c ia s y m an teq u illa (a su v ez u n p ro d u cto d e la le c h e d e las v acas , p o r su p u esto ). M as h ab itu a l era el b is te c a la p lan ch a , a m e n u d o serv id o en las p ro sp eras ciuclades d el n o rte e n cad a com id a, d esay u n o in clu id o (H o o ker, 1981 : 113). E ste b is te c d el d esay u n o fu e la cau sa u ltim a d e to d o lo q u e h e m o s v isto h asta ah o ra . E n E stad os U nid os n o fu e el O e ste e l q u e co n fig u ro la d ieta d el E ste, s in o la d ieta d el E ste la q u e co n fig u ro el O este . Y lo m ism o e n otras partes-, el q u e b u e n a p arte d el g lo b o estu v iera en tre- gad o a la cria d e v acas era u na ex p re s io n d e h asta q u e p u n to el m u n d o estab a g o b e rn a d o d esd e B o sto n , N ueva Y ork , L ondres y B erlin . Y alii la g e n te n o co m ia p re c isa m en te arroz.

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Alambre de ptJas

Tampoco eran muy sentimentales. Los estadounidenses abrazaron la violencia del alambre de puas, asi como la violencia de la competencia que este suscito. En los anos mas dinamicos de la industria norteameri- cana del hierro y el acero, el alambre de puas jugo un papel crucial: fue la espuela que empujo a la industria en su mayor periodo de desarrollo. Hemos visto como ya en 1876 los fabricantes de hierro de Massachusetts Washburn and Moen adquirieron la mitad de los derechos de la patente de Glidden. Pero como la tecnologia era tan simple y lucrativa, fue pirateada con mucha facilidad. En los diez anos posteriores a su invention, se for- maron por lo menos 114 empresas productoras de alambre de puas. Todo lo que tenian que hacer era comprar una maquina trenzadora, comprar alambre a alguna de las grandes companias del Este y esperar un buen marketing en el Oeste. Incapaz de expulsar del mercado a los competi- dores, en 1880 Washburn and Moen consiguio finalmente convertirlos en productores autorizados. Todavia habia muchos fabricantes, pero acorda- ron establecer cuotas de production y pagar royalties a los titulares de la patente en Massachusetts. Durante la decada siguiente, sin embargo, la competencia entre los numerosos productores hizo descender el precio del alambre de puas, con lo que tambien expulso definitivamente del negocio a muchos fabricantes. El precio del alambre normal caia mucho mas despacio, y los margenes de beneficio en la industria del alambre de puas alcanzaron niveles criticos. La patente expiro en 1891. Para se- guir teniendo beneficios, los pocos fabricantes de alambre de puas que quedaban tenian ahora un enorme interes en alcanzar acuerdos con los fabricantes de alambre normal. Ya nos hemos encontrado con John W. Gates en la plaza de San Antonio, un vendedor de alambre de puas que en 1876 espoleaba a los toros contra las alambradas. Las cosas le fueron bien y ahora espoleaba a la industria acerera, creando en 1892 la Consoli­dated Steel and Wire Company, un holding de 4 millones de dolares con dos fabricas de alambre y tres empresas productoras de alambre de puas. Los anos que siguieron a 1893 fueron un periodo de crisis. Ahora eran las propias fabricas de alambre normal las que pasaban apuros. Para sobrevivir, la industria del alambre tuvo que fusionarse para reducir costes. A Gates no le costo demasiado convencer a un numero creciente de productores para que se fusionasen con el. Finalmente, en 1897 abordo a J. P. Morgan en persona, uno de los capitalistas estadounidenses mas ricos, y le pidio que financiara un enorme conglomerado de empresas que iba a incluir la mayor parte de la industria norteamericana del alambre. Al ano siguiente, cuando Morgan estaba a punto de aceptar, estallo la guerra con Espana por la isla de Cuba (mas adelante volvere sobre este conflicto). Morgan considero que no era

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el momento de invertir en alambre. Arriesgandose, Gates siguio adelante por si solo y formo la Steel and Wire Company of Illinois. El rapido exito de la Guerra Hispano-Estadounidense creo una ola de optimismo, la inver­sion fluyo hacia la nueva compania, y Gates pudo comprar cada vez mas companias de acero y alambre, incorporando en 1899 a la U.S. Steel and Wire Company.27 La nueva corporation tenia una capitalization de 90 mi- llones de dolares; el mundo nunca habia visto nada parecido. La compania dominaba la industria entera del acero y el alambre de los Estados Unidos y, por consiguiente, del mundo. Ahora Gates, cuya gigantesca carrera se habia construido sobre la base de las heridas de los toros de San Antonio, era un lider de la industria estadounidense tan poderoso como el propio Morgan (McFadden, 1978, en esp.: 483-485).

En todas partes la industria se estaba concentrando. Cuando no podian formarse trusts segun el modelo estadounidense, las companias se unian para formar agrupaciones que supervisaban la production y los precios. Un ejemplo es Provoloka (palabra rusa que significa “alambre”), que desde su formation en 1908 controlaba la totalidad de la production rusa de alambre desde Polonia hasta los Urales (FTC 1916, 233). Otro ejemplo es la mucho mas importante Deutsche Draht-Verband GMBH, formada en Diisseldorf “como resultado de un contrato registrado el 6 de junio de 1914 [cuyo] objetivo es mejorar la production de alambre y promover su venta en casa y en el extranjero” (FTC 1916, 211) (la politica exterior alemana pronto se cuidaria precisamente de esto). Pero esto no era nada comparado con la U.S. Steel and Wire. La Comision Federal de Comercio se mostraba entusiasta con razon: “En 1913 esta compania disponia de 268 agencias en unos 60 paises. Tambien tenia 40 almacenes en el extranjero situados en Antwerp, Johannesburgo, Sidney, Copenhague, Barcelona, Singapur, Valparaiso, Rio de Janeiro y otras localidades. Su flota regular constaba de entre 35 y 40 barcos de vapor para el transporte de sus productos, que se venden tan al norte como en Islandia y tan al sur como en el Estrecho de Magallanes y las Islas del Mar del Sur” (FTC 1916, 236).

Este tipo de concentraciones fue un rasgo tipico de esta era del ca- pitalismo, al igual que el propio alambre de puas. El afan del periodo era concentrar, es decir, poner el espacio bajo control. El impulso inicial puede situarse en las praderas, en los emprendedores que trataban de controlar

27. Este era el nom bre por el que se conocia a la compania; en su fundacion se llamo American Steel and Wire Company o f New Jersey, y desde entonces cam bio de nombre varias veces.

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tierra y ganado. Este capitalismo del siglo XIX ya giraba alrededor de la necesidad de grandes mercados y production en masa y, en consecuencia, necesitaba ejercer el control a gran escala. De ahf el nuevo tipo de colo- nialismo sobre areas enteras y el vallado de las llanuras. A medida que el siglo terminaba, la mayorfa de emprendedores del vallado tuvieron que retirarse y solo unos pocos trusts llegaron a todas partes, desde Islandia a los Mares del Sur. La estructura de control sobre el espacio, ahora de natu- raleza global, ya estaba firmemente asentada, y el locus ultimo de control se encontraba manifiestamente en el centra del capital, la costa Atlantica.

Los mapas 1 y 2 pueden ser instructivos a este respecto. El mapa 1 indica, de forma aproximada, las areas de Estados Unidos donde se distribuia principalmente el alambre de puas.28 El mapa 2 indica, con mas precision, las areas de Estados Unidos donde principalmente se fa- bricaba el alambre de puas.29 En esta comparacion, podemos observar el

28. El dossier de documentos referentes a la Roberts Wire Company de Pittsburg, Pennsylvania, conservado en los archivos de la American Steel and Wire Company (Baker MSS: 596 D cB 1119), incluye, entre otras cosas, el codigo telegrafico esta- blecido por la compania en 1888. Se trata de una lista de palabras equivalentes a expresiones largas, pensadas para ahorrar gastos en telegrafo. En vez de la frase “entregado en Mobile, Alabama”, por ejem plo, el vendedor de la Roberts telegra- fiaba solo la palabra “defensivo”, y asi sucesivamente. El mapa adjunto se limita a enumerar y situar todos los emplazamientos “entregado e n . . .” especificados en este codigo telegrafico. La inform ation que ofrece este codigo sobre la distribution de alambre de puas es por supuesto muy general. Se trata de una sola compania y en ningun momento aparecen valores cuantitativos. Sin embargo, no hay duda de que la Roberts era un productor importante (con una facturacion en 1889 de mas de dos millones de dolares, las ventas de alambre de puas de la compania probablem ente eran del orden de unas cuantas decenas de miles de toneladas, esto es, quizas una quinta parte del consum o estadounidense; de hecho, es po- sible que fueran los principales productores). Ademas, las areas de distribution concuerdan con lo que se sabe por otras fuentes acerca de la distribution en la epoca, especialm ente con la position predominante de Texas. Salta a la vista que el Oeste propiamente dicho esta infrarepresentado (posiblem ente m ejor servido por fabricantes mas cercanos a Chicago), pero en conjunto, el mapa es verosimil para 1888, cuando el alambre de puas era un rasgo tipico de la agricultura en cualquier parte de los Estados Unidos. Hay que tener presente, al fin y al cabo, que los codigos telegraficos estan pensados para anticipar lo posible, no para expresar lo real: los puntos de entrega aqui esbozados son los centros de distribution cerca de los cuales la experiencia demuestra que es mas probable que haya demanda de alambre de puas.

29. Inmediatamente despues de la resolution de las batallas legales por la patente de alambre de puas, en enero-febrero de 1881, Washburn and Moen llego a una serie

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fenomeno de la concentracion espacial. Debido a que el alambre de puas se caracteriza por su peso relativamente ligero, es rentable concentrar su produccion donde ya se cuenta con los medios de produccion y distribuir luego el producto a otras partes. Las principales zonas de produccion eran las areas acereras de Massachusetts, Pennsylvania e Illinois, mientras que la distribution era mucho mas amplia y cubria la totalidad de Estados Unidos (ademas, la importancia desproporcionada de ciertos puertos maritimos indica que la distribution era global). El peso ligero del alambre de puas lo convierte en una forma barata de controlar el espacio sobre el terreno, pero le permite asimismo ejercer este control desde unos pocos centros, de modo que Chicago y Pittsburg acabaron controlando de forma indirecta

de acuerdos con los distintos fabricantes de alambre de puas y se fijo el peso que a partir de entonces se les permitia producir (as! como la cuota que debian pagar a a la compania). Respecto a los Estados Unidos, la information se encuentra resumi- da en Baker MSS 596: DcC 827, y en cuanto a Canada, el original se encuentra en Baker MSS 596: DcC 839- Las cantidades declaradas no son indicaciones precisas de la produccion real, anterior o posterior a la firma de los acuerdos. Podria ser que las companias demasiado optimistas pidiesen cuotas mayores de lo que realmente produdan, o que en la practica las companias superasen el limite que se les habia impuesto (de hecho, algunas pequenas firmas continuaron operando sin licencia, y los archivos de Washburn and Moen estan repletos de documentos que atestiguan los esfuerzos para combatir estas infracciones). En terminos generales, sin embargo, el mapa resultante representa las cantidades relativas de forma muy plausible, mos- trando una marcada concentracion en los alrededores de Chicago (especialmente en el area de las praderas de Illinois-Iowa, donde nacio el alambre de puas) y, en menor grado, en las areas productoras de acero proximas al Lago Erie. El limite de produc­cion total establecido para 1881 fue de 55.600 toneladas (en los Estados Unidos), cifra que curiosamente concuerda con la produccion real (estimada) de ese ano, 60.000 toneladas. La principal laguna de este documento es precisamente la produccion de Washburn and Moen en Worcester, Massachusetts (las cantidades declaradas para esa ciudad no se refieren a Washburn and Moen, sino a un competidor local): al ser titular de los derechos de patente, la compania no necesitaba ninguna licencia. Washburn and Moen era ciertamente un gran fabricante de alambre de puas, pero su produccion estimada para 1891 (cuando la produccion global ascendia a mas del doble de la de 1881) era de solo 25.000 toneladas (Baker MSS 596: DcC 618), menos de una quinta parte de la produccion global de ese ano. Lo mas probable es que la incorporation al mapa de Washburn and Moen tuviera como resultado que Massachusetts apareciera como una tercera area central de produccion, de igual importancia que las otras dos, pero sin eclipsar ninguna de ellas. En el mapa, cada milimetro cuadrado representa 250 toneladas. Cuando mas de una compania opera en la misma ciudad, la cantidad representada es el total de la ciudad (por ejemplo Joliet, Illinois, hoy un suburbio de Chicago, tenia siete productores de alambre de puas en 1881).

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Alambre de puas

M apa 1. Centros de distribution de alambre de puas en Estados Unidos, 1888. Datos extraidos de la Roberts Wire Company de Pittsburgh, Pennsylvania, en los archivos de la American Steel and Wire Company (Baker MSS: 596 D cB 1119).

En este punto, hay que hacer dos comparaciones mas para completar este mapa de Norteamerica. Desde arriba, hay que anadir a la imagen el control financiero e industrial, primero de Washburn and Moen y luego de la American Steel and Wire Company. Asi podremos ver el control de la production del Medio Oeste por parte del capital del Este, tipico de este perfodo historico (Cronon, 1991: cap. 6). Y, lo que es mas importan- te, desde abajo hay que anadir los animales, rodeados y controlados con una eficacia cada vez mayor por el alambre de puas a lo largo de todo el continente. Ahora ampliemos esta imagen a nivel global, incluyendo acuerdos como los obtenidos con Felten und Guilleaume y con Johnson and Nephew, para asi poder apreciar el sistema apenas esbozado. En la imagen resultante, la vida de los animales se encuentra en todo el planeta bajo una nueva forma de control mediante la violencia y el dolor que los humanos explotan para obtener beneficios; la imagen nos muestra una cadena de control creciente hasta llegar a los centros de control por parte del capital, donde la violencia y el dolor ya no se sufren ni se tienen que

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afrontar, e n lu gares co m o M iilheim , e n A lem ania, M anchester, e n Inglaterra, o so b re to d o e l N ord este d e E stad os U nid os. Es u na lastim a q u e M arx no analizara es te p ro ce so , h e c h o q u e n o o cu rrio tal v ez so lo p o r u n ca p rich o d el d estin o . In v en tad o e n 1874 , el p ap e l e c o n o m ico d el a lam b re d e puas so lo se volverfa ev id en te e n los u ltim os an o s d e v ida d e M arx. El a lam bre d e pu as estab a d estin ad o a ju gar u n p a p e l im p o rtan te no tan to e n la teorfa m arxista co m o e n su p ractica (m as so b re esta cu estio n e n e l cap itu lo 3).

M apa 2. Centros de production de alambre de puas en Estados Unidos, 1881. Datos extraidos de documentos relativos a W ashburn a n d M oen en los archivos de la A m erican Steel a n d Wire Com pany (Baker MSS 596: DcC 827).

La v erd ad era im p o rtan cia e c o n o m ica d el a lam b re d e p u as n o resid io e n la p ro d u c tio n ag rico la d e las G ran d es Llanuras, s in o m as b ie n e n la co n c e n tr a tio n cap italista p ro p ia m en te d icha. La p ro m e sa d e las G ran d es Llanuras d io u n e m p u jo n a la industria d e u na d eterm in ad a h erram ien ta d e v io len cia , y esta industria d io a su v ez u n em p u jo n a la c o n c e n tra tio n d e cap ital. P ero la p ro m esa ag rico la d e las G ran d es L lanuras fu e ilusoria e n to d o m o m en to . Es cierto q u e, co n e l tiem p o , e l cap ita l estad o u n id e n se d esarro llo u na agricultura in ten siv a in c lu so e n esa tierra arida. Los m oli-

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A lambke de pOas

nos de viento sacaron agua de debajo de la superficie y los tractores la labraron. En la Primera Guerra Mundial y su posguerra, la production de Kansas, Oklahoma y las areas vecinas fue crucial para ayudar a Estados Unidos a alimentar el mundo. Pero mientras tanto se estaba destruyendo la vegetation nativa y arruinando la tierra, por la sencilla razon de que esta no estaba preparada para una agricultura intensiva. Anos de buenas precipitaciones ayudaron a que la tierra no se secase y se convirtiese en polvo, pero cuando llego la sequia en la decada de 1930, las llanuras ya se habian erosionado sin remedio. Fuertes vientos las azotaban constantemente y levantaban la tierra creando nubes biblicas de polvo negro. A lo largo de la seca decada de 1930, estas tormentas de polvo nunca cesaron por completo en el llamado Dust Bowl (un area que incluye partes de Kansas, Colorado, Nuevo Mexico, Texas y Oklahoma). Una tormenta podia tener un frente de polvo de hasta dos kilometros de grosor, pesar cientos de toneladas por kilometro cuadrado y recorrer cientos de kilometros en las llanuras abiertas. La visibilidad era nula, era dificil respirar (mucha gente murio de dolencias pulmonares) y todo, tanto plantas como animales, podia quedar sepultado entre los escombros que provocaba. Lo mismo podia ocurrirle a las personas que tenian la mala suerte de encontrarse en el exterior cuando se desataba una tormenta: “El 15 de marzo de 1935, una ventisca negra golpeo Hays, en Kansas, y sorprendio a un nino de siete anos lejos de su casa. La manana siguiente una partida de busqueda lo encontro cubierto de polvo y asfixiado. Ciento cincuenta kilometros mas al oeste, la misma tormenta abandono a su suerte a un nino de nueve anos; otra partida de busqueda lo encontro la manana siguiente vivo pero enredado en alambre de puas” (Hurt, 1981: 51) -acordemonos de Dorothy, la protagonista de El mago de Oz, otra nativa de Kansas que tambien se libro por los pelos. En esta ecologia traumatizada, los conejos proliferaron de golpe y se comieron lo poco que quedaba de la production agricola. Aqui, en la parte centromeridional de las Grandes Llanuras, la colonization estadounidense tuvo como resultado un disparate ecologico que en cierto sentido nunca fue subsanado. Grandes esfuerzos en la conservation del suelo, asi como mejor suerte con la lluvia, ayudaron al Dust Bowl a salir adelante en la decada de 1940, pero el area nunca recupero su lugar en la economia estadounidense.30 Podemos afirmar que Kansas no fue precur- sora del futuro desarrollo, sino del futuro subdesarrollo. En todo el Tercer Mundo, a lo largo del siglo XX, la modernidad trajo consigo la ilusion de un rapido desarrollo. La tentacion fue seguir la via de un monocultivo

30. Para el Dust Bowl, ver Worster (1979) y Hurt (1981).

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ecologicamente irresponsable, pensado para el consumo de tierras ricas y distantes. Los exitos iniciales dieron paso a desastres ecologicos y econo- micos. Sin embargo, a diferencia de otros agricultores en el Tercer Mundo, los granjeros de Kansas podian votar para el Congreso de los Estados Unidos y finalmente consiguieron subvenciones y se las arreglaron como pudieron para salir del legado del Dust Bowl.

Asi que no es en la agricultura donde las Grandes Llanuras repre- sentaron un exito de la modernidad; su relevancia reside mas bien en la concentration, en el control sobre el espacio como tal. De todas formas, se trata de una relevancia muy significativa, que anuncio un nuevo tipo de modernidad. Durante varias decadas las llanuras fueron la nina de los ojos del colonialismo y un motor de cambio historico. El alambre de puas se creo en esta vanguardia de la historia. A finales del siglo XIX, la vanguardia de la historia se estaba alejando de las Grandes Llanuras, y el alambre de puas pronto harfa historia en otros sitios.

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II. CONFRONTACION El alambre de puas en el campo de batalla

Ha pasado a la historia como un periodo de paz y civilization. La guerra estaba en otra parte y uno podia combinar las emociones belicas con las del turismo. Vayamos, por ejemplo, tras los pasos del joven periodista-soldado Winston Churchill. Podemos unirnos a el en 1895 mientras navega hacia Cuba con solo veintiun anos, ejerciendo de corresponsal para el D aily G raphic y escribiendo sobre una insurrection contra los espanoles. En 1896 lo encontramos en la montanosa frontera afgana de la India, ahora como joven oficial que lucha del lado del poder colonial. En 1898 remonta el Nilo y se adentra en el Sudan con el ejercito britanico, que finalmente aplasta la rebelion del Mahdi. El Sudan queda pacificado, pero aun le esperan otras rebeliones y mas viajes. En 1899 se encuentra en Sudafrica, donde los boers luchan por mantener su independencia frente a los bri- tanicos. Y aqui ya podemos dejar de seguirle: los informes de Churchill desde Sudafrica, asi como sus hazanas, catapultaron su carrera politica, y su experiencia de guerra en tres continentes se demostro util cuando -no mucho mas tarde- la guerra regreso a Europa (Woods, 1992).

En esta historia global necesitamos sincronizar nuestros relojes histo- ricos, por asi decirlo. Por lo tanto empezare en 1873, el ano en que Henry Rose experimentaba con alambre fijado al collar de una vaca. En ese mismo ano, uno podia viajar a la Costa de Oro, en Africa, para participar con los britanicos en la Guerra Ashanti, o podia tomar la ruta de la seda con los ejercitos rusos en su avance para subyugar el gran oasis uzbeco de Khiva

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II. confrontaci6 n . El alambre de puas en el campo de batalla

(Asia central estaba siendo colonizada como parte del llamado Gran Jue- go que enfrentaba a Gran Bretana y Rusia). Avancemos ahora hasta 1884, cuando la compania alemana Felten und Guilleaume obtuvo su contrato de distribution mundial de alambre de puas. Si ese ano uno hubiese querido recorrer el mundo, podria haberse sumado a los franceses. Podria haberles acompanado al Oceano Indico occidental, donde tomaron posesion de la inmensa isla de Madagascar, o al Lejano Este, donde lucharon en la Guerra de Tonkin para lograr poner bajo su dominio la frontera entre China y su colonia de Vietnam. Finalmente llegamos a 1899, el ano en que se formo la U.S. Steel and Wire. Ese ano, ademas de unirse a Churchill en Sudafri- ca, uno tambien podria haber acompanado a los estadounidenses (que empezaban a jugar sus propias cartas en el colonialismo transoceanico) en sus victorias contra Espana en Cuba y Filipinas. Y es precisamente en 1899 que hay un punto de inflexion: como veremos, la Guerra de los Boers estaba a punto de encauzar el alambre de puas hacia la historia humana.1

iTiene sentido una sincronizacion de este tipo? Es decir, <;habia real- mente alguna conexion entre el pacifico crecimiento economico del centro (de donde surgian invenciones como el alambre de puas) y las guerras de Ultramar? Sin lugar a dudas, pero no en el sentido superficial de que la prosperidad europea se basaba en los beneficios de la expansion colonial. Hasta cierto punto lo hacia, claro esta, pero esto puede sobredimensionarse con facilidad. La principal fuente de la prosperidad europea se encontraba en la propia Europa. En cualquier caso, al nivel mas profundo del espacio y la movilidad, en este periodo se establecieron relaciones importantes que ayudan a explicar tanto la paz en el centro como la guerra en la periferia. Ambas fueron el resultado del enorme control sobre el espacio de que disfrutaba la gente del centro.

Los europeos y los norteamericanos habian adquirido herramientas de globalization: trenes, barcos de vapor y telegrafos. De ahi se deriva tanto la paz interna como la guerra externa. Los europeos tenian paz a causa de su interdependencia; sabian que su prosperidad se basaba en el comercio transfronterizo y, en estas condiciones, la guerra europea se consideraba tan peligrosa que parecia imposible. El capital estaba inverti- do en todas partes, de modo que la obstruction del flujo de capital entre fronteras -una consecuencia inmediata de toda guerra- habria llevado al colapso financiero universal. Este equilibrio financiero fruto del terror fue la razon principal por la que todo el mundo asumio que la paz en Europa

1. Para un analisis de estas guerras, vease Richardson (I9 6 0 ) y Hoover Institution (1971).

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Alambre de puas

duraria indefinidamente, y por la que de hecho habia durado tanto (Keegan, 1998: 1 0 -1 8 ).2 Las mismas herramientas de interconexion espacial que tanto desaconsejaban la guerra en el seno de Europa, al mismo tiempo hacian en cambio posible y aconsejable la guerra en Ultramar. Posible porque las tropas podian ser concentradas y enviadas a todas partes con gran facilidad. Y aconsejable porque una vez que uno se hacia con recursos y mano de obra distantes, en teorfa (en la practica no siempre) podia generar enormes beneficios basados en la extension del colonialismo inversor a nuevos territorios. Los mismos territorios que se incluian en el acuerdo de Felten und Guilleaume fueron los escenarios de unas guerras concebidas, al igual que en Louisiana, para dejar via libre a la explotacion del espacio.

A un asi, d esd e la p e rsp ectiv a d e la h istoria d el a lam b re d e pu as, in c lu so p od ria d ecirse q u e la guerra co lo n ia l era d em asiad o sen cilla . Era tal la asim etria en tre e u ro p e o s y n o eu ro p e o s - e n p o ca s p a lab ras, la asi- m etria en tre el h ierro y la c a m e - q u e los u so s su tiles d e la v io len c ia n o eran n ecesa rio s . C om o resu m io ce le b re m e n te el escrito r b ritan ico H illaire B e llo c , ‘"Whatever happens we have got/ the Maxim gun and they have n o f [Pase lo q u e p a se n o so tro s te n e m o s / la am etra llad ora M axim y e llo s no], S en cillam en te n o h ab ia n e ce s id a d d el a lam b re d e pu as. Sin em b arg o , e n e l m o m en to e n q u e a m b o s b a n d o s tu v ieron a c c e s o al h ierro p o r igual, la s im p licid ad se d esv an ecio . Los co n flicto s v erd ad eram en te san g rien to s - e n lo q u e se re fiere a lo s e u r o p e o s - n o fu ero n en fren tam ien to s d e “n o so tro s” co n tra “e llo s ”, sino en fren tam ien to s d e “n o so tro s” co n tra “n o so tro s”. A fin a les d e sig lo , a las p o te n cia s co lo n ia le s se les fu e la m an o y ch o ca ro n en tre si, e sp e c ia lm e n te v ie jo s y n u ev o s co lo n izad o res : e n 1898 , E sp an a, la fu n d ad o ra d el co lo n ia lism o am e rican o , se to p o e n C uba c o n su h ered ero , los E stad os U nid os; de 1899 a 1902 , lo s b o ers , d escen d ie n te s d e lo s co lo - n o s h o la n d ese s , ch o c a ro n co n tra los in tereses b ritan ico s; e n 19 0 4 y 1905 , p o r u ltim o, el an tigu o im p erio ru so se en co n tro co n el n a c ie n te im p erio ja p o n e s . Estas tres gu erras co n v irtiero n fin a lm en te la guerra co lo n ia l e n u n serio d esafio q u e su scito la ap aric io n d e n u ev as so lu cio n es . V erem os la s ig n ifica tio n d e la G uerra H isp an o -E stad o u n id en se e n el p ro x im o cap i- tu lo. E n este v erem o s co m o en la G uerra d e lo s B o e rs y la ru so -ja p o n esa e l a lam b re de pu as fu e in tro d u cid o e n la bata lla , a b rien d o el ca m in o a la P rim era G u erra M undial.

2. Keynes fue el arquitecto de la supervivencia financiera britanica durante la guerra, y su famoso tratado The Econom ic C onsequences o f the P eace (Keynes, 1919) continua siendo la mejor description concisa del sistema europeo antes de la guerra y de su fracaso a partir de entonces.

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^Por q u e e l a lam b re d e p u as era im p o rtan te para las a p lica c io n e s m ilitares? P or u n a razo n o b v ia : e n la gu erra, n o m e n o s q u e e n la p az, el a lam b re d e p u as p o d ia in crem en tar el co n tro l h u m a n o so b re e l esp a cio . Mi arg u m en to e n este cap ltu lo es d o b le . La p rim era p arte so stien e q u e el co n te x to e c o lo g ic o q u e v im os e n e l cap ltu lo an terio r e x p lica , e n term in os d e cau sa y e fe c to , los d esarro llo s m ilitares q u e v erem o s e n es te cap ltu lo . A cau sa d e q u e estab a am p liam en te d isp o n ib le c o m o h erram ien ta para co n tro lar el e sp a c io agrico la , tam b ien lo s e je rc ito s em p e z a ro n a u sar el a lam b re d e pu as. La seg u n d a p arte d el arg u m en to es m as sutil: lo s cam b io s e c o lo g ico s y m ilitares n o estan so lo re la c io n a d o s e n term in o s d e cau sa y e fe c to , s in o tam b ien co m o d os asp e cto s d e u n u n ico fe n o m e n o . La tierra se so m etla a u n co n tro l cad a v ez m ay or y es to se re fle ja b a sim ultaneam ente e n la agricu ltu ra y e n la gu erra (a m b a s p u e d e n co n sid erarse , a cierto n iv el d e a b s tra c tio n , co m o e x p re s io n e s d e las m ism as re la c io n e s : e sp a c io q u e se p o n e b a jo co n tro l y ca rn e q u e se p o n e b a jo la v io le n c ia d el h ierro ). Ya lo h e d efen d id o para el ca so d e L ouisiana: la agricu ltu ra y la gu erra so n d os e sp e c ie s q u e p e r te n e ce n al m ism o g en ero . E n es te cap ltu lo v erem o s m as e je m p lo s d e esta re la t io n d e p a re n te sco .

Se lleg o al crec im ien to m ilitar d el a lam b re d e p u as a traves d e tres g ran d es v ias, q u e tratare e n las se c c io n e s 1, 2 y 3. La s e c t io n 4 las re fin e to d as y las re la c io n a en tre si.

La s e c t io n 1, “C o n q u ista m e d ia n te el h ie rro ”, d e s c r ib e c o m o el a lam b re d e p u as ab rio e l cam in o a u n n u e v o tip o d e co n tro l to tal a gran e sca la so b re el e sp a cio co lo n ia l, co m p a ra b le al d e E stad os U nid os so b re las G ran d es Llanuras. E ste co n tro l se lo g ro p o r p rim era v ez c o n el u so d el a lam b re d e p u as e n la G uerra d e lo s B o e rs . P o d e m o s co n sid erarlo co m o la a p lica cion estrategica del alam bre de puas.

La s e c t io n 2, “Crisis d el ca b a llo ”, ex am in a co m o lo s e u ro p e o s m ar- g in aro n a lo s an im ales d e sus bata llas al igu al q u e d e sus v id as co tid ian as e n las c iu d ad es. En la n u ev a e co lo g ia d el ca m p o d e bata lla , caracterizad a p o r tierras fragm en tad as p o r el cu ltivo y la fo rtifica tio n , n o h ab ia lu gar para los ca b a llo s. La guerra eu ro p e a h ab ia sid o trad icio n a lm en te u na activ id ad a ca m p o ab ierto b asad a e n el fibre m o v im ien to d e g ran d es an im ales. C on esta p a rc e la c io n d el territorio , e l ca b a llo fu e ap artad o d el ca m p o d e b ata lla d el m ism o m o d o q u e la v a ca fu e apartad a d e lo s ca m p o s d e pastura. E sto tu vo u na p ro fu n d a s ig n ifica tio n h isto rica ya q u e, m as q u e cu a lq u ier o tro anim al, e l ca b a llo d efin ia las e co lo g ia s e u ro p e a s, las form as d e v ida e u ro ­p eas. La crisis d el ca b a llo co m o in stru m en to d e gu erra fu e u n m o m en to d ecisivo q u e d eterm in o la llegad a d e la m od ern id ad al co n tin en te . P od em o s co n sid erar este h e c h o co m o la con secuen cia ecologica del alam bre de puas.

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La seccion 3, “Perfeccion del obstaculo”, muestra como el espacio militar no solo fue reconfigurado a gran escala, a nivel de territorios enteros, sino tambien a pequena escala, a nivel de los choques entre humanos. El alambre de puas transformo las tacticas militares al posibilitar la produccion rapida y barata de obstaculos sumamente eficaces; las consecuencias de esta transfor- macion se hicieron patentes por primera vez durante la Guerra Ruso-Japonesa. Podemos considerarlo como la aplicacion tactica del alam bre de puas.

Si combinamos las aplicaciones estrategica y tactica del alambre de puas con su consecuencia ecologica, el resultado es la Primera Guerra Mundial. En la seccion 4, “El obstaculo triunfante”, veremos como provoco que la centralidad europea se derrumbara junto con su paz y su prosperi- dad. El colapso de Europa condujo finalmente a las nuevas modalidades de represion humana por las que es famoso el siglo XX, y por las que generalmente es recordado el alambre de puas. Me ocupare de estas con­secuencias del colapso europeo en el capitulo 3; pero dirijamos primero nuestra mirada a Europa en su momento de conquista global.

1. Conquista mediante el hierro

La Guerra de los Boers no se libro simplemente por el espacio abstracto; se libro por el oro. El colonialismo, recordemoslo, era la expresion de la libre circulacion de flujos de capital. Esta, a su vez, se apoyaba en un lo- gro caracterfstico de la epoca: por primera y unica vez en la historia, casi todo el mundo habia adoptado un unico sistema financiero: el britanico. Se fundamentaba en el compromiso de los bancos centrales de convertir a peticion sus respectivas monedas al oro siguiendo el patron britanico. De esta manera se redujo muchisimo el riesgo financiero. Todo el sistema se apoyaba en los bancos de la ciudad de Londres, y de hecho este pro- tagonismo financiero era ahora el principal fundamento de la centralidad de Gran Bretana en el sistema economico mundial. Los Estados Unidos ya habian superado a Gran Bretana en produccion industrial, y pronto lo harian tambien algunas partes de Europa occidental, pero todos miraban hacia Londres y su oro. Si el hierro era el metal que proporcionaba a Europa el poder colonial, el oro era el metal que lo fijaba en Londres.

No sorprende, pues, que los yacimientos de oro de Sudafrica sus- citaran tanta preocupacion en Gran Bretana. A partir de 1886 fueron aflorando muchisimos yacimientos que, con el tiempo, acabaron por constituir mas de la mitad de las reservas de oro del mundo (Davenport, 1987: 470). Por consiguiente, Londres no podia permitir que Sudafrica

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se le escapara de las manos. De ah! la guerra mas dolorosa para Gran Bretana desde Napoleon.

En el capltulo anterior he mencionado la transformation de la agricultura sudafricana, que tuvo su origen en el oro. En el siglo XEX, los boers -descen- dientes de los colonos holandeses del siglo XVII- habian ido construyendo sus propias republicas libres en el interior de la llanura sudafricana (el Veld). Alii se dedicaron a una vida agricola de frontera, que dependia en gran medida de la crfa de ganado y de la caza. Las areas costeras del Cabo y Natal eran posesiones britanicas cruciales (incluso despues de la apertura del Canal de Suez) para el control britanico del Oceano Indico. Entonces se descubrieron las minas. Como hemos visto, la agricultura intensiva transformo la relation entre humanos y animales y, como consecuencia, la relation entre dos grupos de humanos: los blancos (que dominaban la nueva agricultura y excluyeron a los negros de ella) y los negros (que fueron marginados de la tierra y por lo tanto tuvieron que convertirse en mera fuerza de trabajo para los blancos). Ahora debemos fijamos en las fricciones entre los propios blancos. El oro no estaba distribuido por igual: como si se burlase de Londres, se encontraba todo en territorio boer, hecho que no les beneficio en absoluto. Una carac- teristica recurrente de la historia del siglo XIX fueron los rapidos exodos de poblacion debidos a descubrimientos de oro: California, Australia, Alaska y las republicas boers. En todos estos casos, las cifras no fueron muy elevadas en terminos absolutos, pero como los recien llegados irrumpieron de repen- te en un territorio escasamente poblado, lo transformaron radicalmente. De pronto aparecio una numerosa poblacion no boer en las republicas boers, los extranjeros o uitlander. En 1896, su numero alcanzaba los 44.000 solo en el Transvaal, la principal, republica boer, y es probable que el conjunto de estas republicas ya tuviesen mas varones uitlander que boers (que era lo que contaba en aquellas republicas de sufragio masculino). La mayoria de los uitlander eran britanicos, lo cual proporciono a Londres la excusa que necesi- taba. Con argumentos hasta cierto punto plausibles, los diplomaticos britanicos afirmaban estar preocupados por el trato que recibian los uitlander y exigian que no fueran discriminados, que pudieran acceder a la ciudadania, etcetera. Las muestras de preocupacion se convirtieron en ultimatums y finalmente los boers rechazaron otorgar la plena ciudadania a los uitlander, puesto que a efectos practicos habrfa significado renunciar a las republicas boers como tales. Cuando estallo la guerra en octubre de 1899, ambos bandos acudieron con el pecho henchido: luchaban por la causa de la libertad europea.3

3. Para los antecedentes de la Guerra de los Boers, ver, por ejemplo, Davenport (1987: 83-87; 187-191).

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Al principio, todo se desarrollo segun el guion previsto: los boers, como era de esperar, tomaron la iniciativa; entonces los britanicos, como tambien era de esperar, reunieron sus fuerzas e hicieron retroceder a sus enemigos. En junio de 1900 las capitales boers cayeron y la guerra parecfa haber llegado a su fin (Davenport, 1987: 211-212). Parecfa tambien haber sido una guerra ordinaria: fortificaciones asediadas, tropas desplegadas para el combate y victorias en batalla seguidas de audaces marchas. Pero en realidad ni habfa terminado ni iba a ser una guerra ordinaria.

No iba a serlo porque los boers se negaron a ver la cafda de sus capi­tales o su derrota en las batallas como el final de la lucha. Se reagruparon, repensaron su estrategia y se pasaron a la guerra de guerrillas. Pequenos comandos de soldados a caballo empezaron a hostigar la fuerza invaso- ra britanica, cortando rutas de tren y atacando por sorpresa a pequenas unidades. Los boers no concentraron sus fuerzas ni se quedaron estaticos. Estaban bien preparados para un combate de este tipo: conocfan el terreno, disponfan de muchos caballos y, gracias a su experiencia de caza, eran buenos tiradores. Su objetivo era reducir la rentabilidad de la invasion para Gran Bretana y, sobre todo, intentar que las importantes comunidades boers del Cabo y Natal se rebelasen para que, con toda Sudafrica levan- tada en armas, la ocupacion se convirtiera en una tarea que desalentara incluso al Imperio Britanico. El objetivo del Ejercito britanico era ahora una imagen especular del de los boers: contener y someter a las ultimas fuerzas combatientes rebeldes e impedir la importacion de guerrillas en areas que los britanicos controlaban firmemente (Davenport 1987, 212- 216). En la guerra de guerrillas y contraguerrillas, la victoria no consistfa en ser la faccion mas fuerte, capaz de controlar los centros (como en las guerras tradicionales de batallas y asedios), sino en la capacidad de una fuerza ocupante de ejercer un poder total.

Parte del problema tenfa que ver con la infraestructura civil. Para impedir que los comandos recibieran cobijo y vfveres de su propia gen- te, los britanicos desarticularon la vida civil boer. Incendiaron de forma sistematica las granjas y condujeron sus habitantes no combatientes a lo que los britanicos llamaron “campos de refugiados” o simplemente “campos de concentration”. Volvere sobre esta cuestion con mas detalle en el proximo capftulo. En lo que a esto se refiere, asf como en lo es- trictamente militar, la Guerra de los Boers marco un punto y aparte en la historia. Pero concentremonos por ahora en el problema militar. Se trataba en esencia de un problema de movilidad, de facilitation e impe- dimento del movimiento. iQue bando tendrfa la capacidad de concentrar su fuerza en el momento y lugar precisos para lograr sus propositos?

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Los britanicos dependlan en gran medida de los trenes, los boers de los caballos. El tren es mucho mas vulnerable que el caballo, puesto que su movilidad requiere una infraestructura mucho mayor; de hecho, una estrategia habitual de los boers consistla en volar las vlas. Los britanicos tenian que encontrar alguna manera de proteger el ferrocarril y algun modo de atajar el movimiento de los caballos.

Este problema basico del control imperial del territorio no era ninguna novedad para los britanicos, que eran herederos de una larga tradicion que estaban a punto de revolucionar. Hay que darse cuenta lo dificil que es controlar un territorio. ^Hasta donde llega la fuerza bruta? Historicamente llegaba hasta donde llegaban los soldados, pero entonces... ,;como podia mantenerse el control cuando los soldados no estaban? Esta habia sido siempre una tarea complicada, que los imperios exitosos generalmente habian abordado apoyandose en lideres locales con su propia red de auto- ridad local. La topologia siempre se habia basado en la presencia del poder en puntos aislados. La guerra europea estandar consistla en reunir tropas para concentrarlas en un unico campo de batalla o hacerlas marchar hacia ciudades importantes. La topologia de la guerra de guerrillas era diferente y precisaba de un piano abierto, que en la Guerra de los Boers fue el Veld sudafricano. Los boers controlaban el piano y los britanicos controlaban los puntos. El objetivo de estos ultimos era invertir la topologia para poner el piano bajo control y aislar a los boers en puntos inconexos. ,-Pero como llevar a cabo una tarea como esta?

La solucion que encontraron los britanicos fue revolucionaria, aunque llegaron a ella casi por accidente. Fueron las herramientas mismas las que, por asi decir, proporcionaron la solucion. Empecemos por el ferrocarril. En todo el mundo, incluso donde no habia boers en los alrededores intentando volarlo, el ferrocarril se protegia con alambre de puas para impedir que los animales sueltos interfiriesen en el paso de los trenes. Obviamente, pues, tambien en Sudafrica los britanicos decidieron proteger sus ferrocarriles con alambre de puas. Sin embargo, los humanos podian simplemente cortar el alambre (como sucedia tan a menudo en el Oeste norteamericano) y despues volar las vias o cruzar con sus caballos. El alambre de puas por si solo no era suficiente; para poder proteger el ferrocarril se tenia primero que proteger el propio alambre de puas. Asi que surgio otra idea de forma natural: establecer guarniciones a lo largo de los ferrocarriles. Sin embargo, esto no parecia tener mucho sentido para lo que los britanicos todavia esperaban que fuera una guerra corta. Sencillamente se tardaba demasiado tiempo en construir fortificaciones para las guarniciones (en terminos tec- nicos, “blocaos”). Pero pronto se descubrio que en realidad no se tardaba

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tanto: la produccion en masa y el hierro permitian instalar un sistema de alambre de puas y blocaos en un tiempo sorprendentemente corto.

En febrero de 1901, la Vigesimo Tercera Compania de Ingenieros de Campo, comandada por el Mayor S. R. Rice, dio con la solution per- fecta.4 Tomaron laminas de hierro y las fijaron en vertical con la ayuda de postes de madera. Utilizaron dos capas de hierro, separadas entre si por 15 centimetros, y rellenaron el espacio con gravilla (para cada blocao se necesitaban cuatro metros cubicos, una cantidad que en Sudafrica no era dificil de conseguir). Formaron asi un octagono regular con lados de unos dos metros (aproximadamente cuatro metros y medio de diametro), lo cubrieron con algo y obtuvieron como resultado una pequena cabana de hierro que era una protection muy eficaz contra el fuego de rifle. Poco a poco, los ingenieros se dieron cuenta de que el hierro no era un factor restrictivo y empezaron a usar diversas capas de revestimiento sostenidas por terraplenes, que sustituyeron a los ahora innecesarios postes de ma­dera. A medida que pasaba el tiempo, se anadieron cada vez mas lados al octagono original. El poligono se fue aproximando a un circulo, que es la figura mas eficiente para encerrar espacio (los britanicos acabaron por aprender algo de geometria elemental mediante la construction de blocaos). Pero dejando de lado estas modificaciones, la invention de Rice fue en esencia la forma definitiva. Pronto la Vigesimo Tercera Compania se convirtio en una promotora inmobiliaria itinerante.

Sin embargo, los blocaos no eran precisamente acogedores. Por regia general, estaban pensados para seis personas (un suboficial y cinco soldados regulares), que tenian que vivir en un espacio de unos 14 me­tros cuadrados. Los blocaos fueron construidos a un ritmo muy rapido, principalmente (hay que mencionarlo) por parte de mano de obra local africana. Durante la guerra se levantaron ocho mil, lo cual representa de promedio unos 15 blocaos por dia. Ademas eran muy baratos. Construir un blocao costaba solamente 16 libras esterlinas. Si se anaden las cin- cuenta libras esterlinas del coste de un kilometro y medio de maranas de alambre de puas, consistentes en abundante alambre enrollado en espiral, el resultado es un sistema defensivo a un precio muy razonable (por su- puesto, por muy poco dinero extra, cada blocao podia estar rodeado por las capas adicionales de alambre de puas que se considerasen oportunas). La produccion avanzaba a buen ritmo, y a finales de marzo de 1901 casi todos los ferrocarriles estaban protegidos por lineas de este nuevo sistema

4. La discusion tecnica que sigue a continuation esta basada en War Office, Ge­neral Staff (1906: 568-576).

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defensivo. Finalmente, los blocaos se conectaron telegraficamente entre sf. Tenemos ahora las tres tecnologias tipicas de la epoca a lo largo de un sistema de lineas: el ferrocarril cercado por una alambrada de puas que, a su vez, encerraba una linea telegrafica. El sistema de blocaos era moderno de los pies a la cabeza.

Al principio, se establecio que la distancia entre blocaos tenia que oscilar entre mas o menos un kilometro y medio y dos. Este sistema en su conjunto se basaba en una ecuacion que dependia del espacio y el tiempo. El parametro espacial lo aportaba el alcance efectivo de un rifle (en ese momento un poco mas de un kilometro). El parametro temporal lo fijaba el alambre de puas. Cortarlo, especialmente las maranas gruesas y profundas tendidas por los ingenieros militares britanicos, era un trabajo laborioso que llevaba su tiempo. De modo que un intento de cortar la linea a plena luz del dia convertia a los atacantes en blancos estaticos para las balas. La noche planteaba mas problemas, pero al ser el hierro tan barato tambien esto tenia solution: los blocaos se construyeron todavia mas juntos (normalmente separados por no mucho mas de ochocientos metros) y se colocaron rifles en “puntos de mira fijos” para cubrir la linea de alambre de puas. Anadiendo un toque pastoril, los ingenieros colgaron cencerros en el alambre. Como si de vacas alpinas se tratase, en su avance los boers y sus monturas llenaban el Veld con la melodia de los cencerros tintineantes, seguida de inmediato por el sonido de disparos de rifle de una efectividad razonable -aunque a menudo tambien se enredaban en el alambre anima- les salvajes, que hacian saltar falsas alarmas britanicas- (Lee, 1985: 159).

En este momento, los britanicos se dieron cuenta de que habian obtenido algo inesperado. El objetivo del sistema de blocaos era en su origen proteger la red de ferrocarriles, por lo que la topologia se entendia en terminos de conexion entre puntos. Sin embargo, las lineas en un pia­no no solo conectan puntos, sino que tambien dividen areas. De pronto los britanicos se encontraron con que tenian entre manos una red que se extendia por todo el Veld. Era una aplicacion espacial del “divide y venceras”. El territorio quedo dividido en distintas parcelas rodeadas por alambre de puas, y en junio de 1901, cuando los britanicos entendieron las consecuencias de este proceso, el sistema de blocaos extendio sus alas y empezo a expandirse independientemente del ferrocarril. Entonces se convirtio en mucho mas que una tactica de defensa del ferrocarril: era un puro mecanismo de control del espacio.

Consideremos primero la aritmetica. En el espacio del Veld se cons­truyeron ocho mil blocaos y se tendieron 3.700 libras (6.000 kilometros) de alambre (Pakenham, 1979: 569). Esto asciende a unas 300.000 libras

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esterlinas, que para hacernos una idea equivalen al valor de unas nueve toneladas de oro, la production de un solo mes en las minas de oro antes de la guerra.5 El hierro era barato. La siguiente comparacion, sin embargo, es todavia mas asombrosa: el gasto total britanico en la guerra ascendio a unos 200 millones de libras esterlinas. El sistema de alambre en su con- junto costo poco mas de una milesima parte del coste total de la guerra. El alambre de puas y los blocaos eran un metodo belico de una extraordinaria relation coste-efectividad.

Fijemonos ahora en la geometria. Sudafrica es un pais grande que en la actualidad tiene unas 500.000 millas cuadradas (1.300.000 kilometros cuadrados). La mayoria estan ocupadas por terreno desertico o en ese momento se encontraban en las areas costeras britanicas (aunque parte del sistema de alambre y blocaos tambien penetro ahi, ya que era crucial impedir que los boers entraran en las viejas colonias britanicas). Ponga- mos por caso que el area a poner bajo control era de unas 250.000 millas cuadradas (650.000 kilometros cuadrados). En otras palabras, era como un cuadrado con lados de 500 millas (unos 800 kilometros). Esto podria parecer a primera vista una magnitud imponente, pero no lo parece tanto si tenemos en cuenta la capacidad de desplegar rapidamente alambre de puas a gran escala. Tenemos a nuestra disposition 3-700 millas (6.000 kilometros) de alambre, lo cual -siguiendo con la metafora simplificada de un cuadrado dividido en partes iguales- nos permite trazar tres lineas horizontales y tres verticales, y aun nos sobran 700 millas. De este modo podemos dividir el cuadrado grande en 16 cuadrados mas pequenos (vease figura 1). Cada parcela no mide ahora mucho mas de 100 millas por 100 millas (160 kilometros por 160 kilometros) y es mucho mas facil de controlar por separado. Comparemos ahora esta figura con el mapa real de las lineas de alambre de puas sudafricanas (mapa 3). Al adaptar el molde a la geografia real, las parcelas se volvieron mucho mas pequenas. Asi empezo la caza de los boers.

5. Calculado a partir de Davenport (1987: 253) y Pakenham (1979: 588).

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Area anterior a la division

Trazamos las siguientes lineas:

Tamano de la nueva parcela:

Figura 1

Se la conocia como “la batida”. En el capitulo anterior vimos como poco despues de la introduction del alambre de puas en la agricultura sudafricana algunos boers idearon el metodo de caza consistente en conducir los animales hasta las vallas y una vez all! matarlos. Ahora esos cazadores se convirtieron en presas. Grandes columnas de soldados brita- nicos avanzaban por el Veld. Habia miles de soldados concentrados, pero lo mas importante era que tenian una artillena contra la cual los boers no podian competir. Los boers intentaban seguir su elemental estrategia de guerrilla y hostigar a los britanicos evitando la batalla en campo abierto, pero se enfrentaban al siguiente dilema. Por un lado, si intentaban escapar en grupos pequenos, serian bloqueados sin dificultades en las lineas de alambre de puas. Por el otro, si intentaban moverse en grupos grandes (que eran los unicos que tenian alguna posibilidad de cruzar la linea de alambradas), entonces serian incapaces de escabullirse rapidamente y por

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lo tan to se arriesg ab an a en tab lar p e lig ro sas bata llas co n tra las co lu m n as britan icas. E n la m ayorfa d e los caso s , lo s b o e rs o p taro n p o r lo s p e q u e n o s gru p os, q u e fre cu e n te m e n te eran cap tu rad os e n las alam brad as. Los brita- n ico s co n ta b a n las “p ie z a s” q u e se co b ra b a n : 321 b o e rs m u ertos o h e c h o s p risio n ero s e n la p rim era sem an a d e d ic iem b re , 435 e n la seg u nd a, 453 en la te rcera , y as! su ces iv am e n te (P ak en h am , 1979: 570). P o r su p u esto , los b o e rs s ig u ieron in flig ien d o b a jas y h asta el u ltim o m o m en to siem p re se las arreg laro n para so rp re n d er a lo s b ritan ico s. D e v ez e n cu an d o , p o d ian in c lu so v en e er u na co lu m n a m al organizad a. E n la guerra m u rieron e n total u n o s 22 m il so ld ad o s b ritan ico s, m u ch o s m as d e lo s q u e G ran B re ta n a te ­nia in ten c io n d e p e rd er e n su e x p a n s io n co lo n ia l. P ero lo s b o e rs ta m p o co se q u ed aro n co rto s: m u riero n sie te m il co m b a tie n te s (ad em as d e m u ch o s civ iles e n lo s cam p o s d e co n c e n tra tio n , co m o v erem o s e n el p ro x im o cap itu lo ) y m u ch o s m as fu e ro n h e c h o s p ris io n ero s d e guerra (P a k en h a m 1979: 607). Su n u m ero fu e m en g u an d o y su estrateg ia estab a co n d en a d a al fracaso : ah o ra q u e el esp a c io m ism o estab a so m etid o y b a jo co n tro l, n o p o d ian asp irar a ser m u ch o m as q u e u n in co rd io . E n abril d e 1902, los b o e rs se r in d iero n y p ro n to term in o la guerra.

TRANSVAAL

Mapa 3. Lineas de alambre de puas en Sudafrica, 1902. Basado en mapas de War Office 1906 (pagina n. TK1.

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Seria un error concebir el sistema de blocaos como una varita magica que gano la guerra para Gran Bretana. Fue una tactica importante y eficaz a causa de las condiciones especiales de esta guerra, que en algunos aspectos fue unica. Se rompio la tfpica asimetrfa entre colonizador y colonizado. Los boers eran superiores en el manejo del caballo y del rifle. Tornados individualmente, un boer era una fuente de violencia mas efectiva que un soldado britanico, cosa que casi nunca ocurrfa en una guerra colonial. De ah! la necesidad de estas tecnicas de control masivo sobre el espacio. Sin embargo, todavla existla una asimetrfa considerable. Los boers no tenlan una artillerfa digna de mencion, cosa que permitio la existencia de los blocaos, revestidos de hierro pero por lo demas muy vulnerables. Y lo que es mas importante, los boers contaban con unos efectivos muy limitados, lo cual fue la razon principal de su derrota final. Esto no volverfa a repetirse en las futuras guerras entre palses industrializados, de modo que la Guerra de los Boers no proporciono orientacion inmediata ni para las guerras colonia- les ni para las guerras entre metropolis. Pero mostro algo de una enorme significacion historica: ahora las potencias imperiales tenlan via fibre para extender su control sobre el espacio a todo el territorio que gobernaban. La forma moderna de control sobre el espacio, ensayada primero en los cuerpos de las vacas de las Grandes Llanuras, entraba ahora en la historia humana propiamente dicha.

La modernidad hizo que el control ejercido desde un centro fuese por primera vez una posibilidad real, basada en la facilidad de desplegar hierro a gran escala. Hay muchos ejemplos de tentativas de este tipo de colonization centralizada basada en el sistema de blocaos, pero exami- nemos, por ejemplo, el caso del norte de Marruecos, una tierra aspera, montanosa y rebelde. Nunca nadie la habla controlado realmente, pero esto es justo lo que ahora estaban resueltos a hacer los espanoles. Espana, humillada por su derrota en Cuba ante Estados Unidos en 1898, buscaba desesperadamente embarcarse en alguna aventura colonial, y por este motivo en 1904 se unio a Francia en el reparto de Marruecos: la mayor parte del pais era francesa, pero una considerable franja de territorio en el norte paso a manos espanolas. Para empezar, el dominio era puramente nominal. Espana se limitaba a mantener la ciudad de Ceuta en la costa africana, que ya era una antigua posesion espanola, sin tener mas que una tlmida presencia en el interior. Sin embargo, pronto se encontraron minas (en este caso hierro, no oro) y se repitio la secuencia que ya conocemos: primero se construyeron ferrocarriles, luego vinieron los ataques locales al ferrocarril y como reaction llego el comienzo de un genuino colonialismo moderno. En 1921 se opto por construir blocaos a lo largo del territorio,

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lo que por ese entonces ya era la reaccion natural de las potencias colo- niales. En este caso los blocaos estaban hechos con sacos de arena, hierro y estructuras de madera, y habitualmente eran rectangulares (de unos 12 por 18 metros, una geometrfa diferente del blocao circular britanico pero un tamano similar). Obviamente, estaban rodeados por varias maranas de alambre de puas. Se construyeron unos 150 blocaos de este tipo, que en teoria tenian que distribuirse por todo el territorio a la vista unos de otros, pero en la practica no se cumplieron los planes y se dejo a los blocaos sin conexion. Cuando en 1921 estallo la rebelion organizada, en un primer momento muchos de los blocaos fueron tornados por los insurgentes, pero los que resistieron fueron la base desde la cual aislar los rebeldes en un espacio limitado. Con la ayuda francesa desde el otro lado de la frontera, se dio caza a los rebeldes marroquies tal como se habia hecho con los boers.6 Cuando en 1927 se completo la operacion, Espana podia afirmar que tenia el control total sobre algo. Con el tiempo, el heroe de este exito -e l general Franco- iba a extender las formas modernas de control a la propia Espana.

Pongamos otro ejemplo mas. Es especialmente interesante observar como en Palestina la historia militar y la historia agricola van de la mano de* forma natural. Los hechos basicos son bien conocidos: la ideologia sionista no solo aspiraba a reivindicar tierra para los judios, sino, por asi decirlo, a reivindicar los judios para la tierra. Los judios tenian que resarcirse de la afrenta de haber sido excluidos del trabajo agricola (y luego estigmati- zados por sus profesiones mercantiles) aplicandose al cultivo de la tierra con gusto y ganas. Tenian que crear comunidades agricolas perfectas. Asi pues, era crucial ganar el control fisico sobre la tierra. En 1918 el area cayo bajo soberania de Gran Bretana (que en la Declaracion Balfour de 1917 parecia aliarse con el sionismo) y en los anos siguientes se fundaron muchas colonias judias. La inmensa mayoria de la poblacion seguia siendo palestina, pero en las llanuras de Palestina empezo a dibujarse un mapa de pueblos palestinos y judios alternos. El uso de la tierra, sin embargo, diferia radicalmente entre los dos tipos de pueblos. Los palestinos tenian una agricultura de baja intensidad, propia de los pueblos tradicionales con sus extensos campos abiertos, mientras que los judios -limitados, en cualquier caso, por su reducido numero- contaban con asentamientos compactos rodeados por campos claramente demarcados y con una agri-

6. Para la experiencia colonial espanola en Marmecos, ver Alvarez (2001); para las caracteristicas generales del sistema de blocaos, ver Alvarez (2001: 37) y Woolman ( 1968: 100- 101).

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cultura intensiva. De ahi la divergencia de reacciones cuando la guerra empezo a entremezclarse con la agricultura.

Los palestinos nunca aceptaron la Declaration Balfour. A1 principio podian esperar que su clara mayorfa en el territorio obligara a los britanicos a considerarlos su unico socio real en Palestina. Sin embargo, la inmigracion judia se estaba multiplicando: solo entre 1931 y 1935, el numero de judios en Palestina se duplico. Ahora constituian cerca de un 30 por ciento de la poblacion. Como los boers, los palestinos se enfrentaban a la posibilidad de acabar siendo desbordados por sus uitla n d er (con la diferencia que la ola migratoria no la causaba el oro, sino Hitler). En cualquier caso, quedo claro que, a pesar de todas las concesiones que estaba dispuesta a hacer, Gran Bretana mantendrfa su compromiso con el sionismo. En 1936 estallo la Revuelta Arabe. Fue fundamentalmente una guerra de guerrillas, en la que pequenos grupos de combatientes hostigaban los asentamientos judios o atacaban las herramientas del poder central britanico: puentes, ferro- carriles y lineas electricas. La respuesta de los britanicos fue de manual. Construyeron una red de fortines policiales por todo el territorio cuya piedra angular era una alambrada de unos ciento sesenta kilometros de longitud y rodeada por gruesas maranas de alambre de puas, que se tendio a lo largo de toda la frontera norte de Palestina con el Libano y que sirvio para detener la principal fuente de munition y refuerzos para los rebeldes.7 Es significativo que los britanicos subcontrataran esta operation a Solel Bone, la empresa constructora creada por organizaciones sionistas: los britanicos se dieron cuenta de que los judios eran sus aliados a la hora de adoptar las herramientas de la modernidad.

Mientras tanto, los colonos sionistas se afanaban por definir posibles futuras fronteras. Se desarrollo un nuevo sistema de colonization bajo amenaza militar basado en el muro y la torre de vigilancia. Los camiones llegaban al lugar elegido para el asentamiento con las herramientas pre- paradas: tablones de madera, gravilla y alambre de puas. Se instalaba una doble capa de tablones de madera llena de gravilla alrededor de un rectan- gulo de unos 30 por 40 metros (la madera se preferia al hierro porque las estructuras eran relativamente grandes y eran transportadas por camiones). En el interior de este pequeno espacio se construia una torre de vigilancia, tambien con tablones de madera, y se rodeaba todo con diversas capas de alambre de puas. Si alii dentro plantaban unas pocas tiendas, ya tenian un pequeno asentamiento constmido en un solo dia. Al dia siguiente podian empezar a labrar las tierras colindantes y, en caso de que se produjera

7. Para la Revuelta Arabe y las reacciones que provoco, ver Naor (1987).

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un ataque, ya tenian una base desde la que luchar (cfr. Gvati, 1981: 299; Naor, 1987: 35-46). En otras palabras, el blocao fue transformado en nu- cleo de asentamiento agricola. Es significativo que los rebeldes arabes no aspiraran a mucho mas que hostigar estos asentamientos: al fin y al cabo, ellos no disponian de las modernas herramientas necesarias para atacar una position fortificada. Su guerra de guerrillas se fue apagando, en gran medida a causa de que se percataron de su inutilidad.

En 1948 los britanicos se fueron y los israelies (como ahora eran llamados) y los palestinos lucharon por su supervivencia nacional. Ahora podemos entender la ventaja israeli en la guerra. El factor determinante de esta guerra, que puede considerarse el momento definitorio del conflicto arabe-israeli, fue que los judios vivian en asentamientos fortificados y los palestinos no. En consecuencia, los israelies ya tenian a mano una base desde la cual controlar el territorio. Penetraban facilmente en los pueblos palestinos, expulsaban a sus habitantes y mas tarde destruian sus casas. Un modelo que ya conocemos: se conectaron los centros de control y la topologia previa de asentamientos judios esparcidos a lo largo del territorio se transformo en un control total israeli sobre el territorio en su conjunto.

A menudo se senala que el colonialismo tardio e insolito de Israel fue en realidad sorprendentemente exitoso. Justo cuando el mundo entero estaba siendo descolonizado, Israel fue fundado como estado viable reemplazando casi por completo una poblacion que Uevaba mucho tiempo asentada alii, en pleno corazon del mundo musulman. La razon fundamental que lo explica es bastante sencilla. No es que el colonialismo en general fuera un fracaso tecnico a nivel militar, sino que los paises colonizadores decidieron cortar por lo sano. Pero a diferencia de otros aspirantes a colonialista, los sionistas estaban avidos por enviar a Palestina todos los colonos que pudieran. Esta es la explication principal, pero podemos anadir otra consideration mas sutil basada en la perspectiva historica que hemos adquirido hasta el momento. Israel tuvo exito precisamente por ser tan tardio, por estar tan profundamente imbuido de modernidad. La ironia es que los sionistas realmente llegaron a esa tierra con intenciones pacificas, hecho que fue precisamente el que les preparo para la guerra. Esforzandose por convertirse en granjeros modernos, los colonos judios en Palestina se estaban preparando desde el primer dia para convertirse en combatientes modernos. Aspiraban a controlar la tierra y, a principios del siglo XX, esto significaba usar los medios modernos de control sobre el espacio. Y puesto que ellos disponian de esos medios y los palestinos no, el resultado del conflicto estaba cantado.

Los boers, los marroquies o los palestinos: los ejemplos de pueblos desposeidos pueden multiplicarse. En todas partes habia pueblos cuya

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presencia en su propia tierra se volvla precaria con la llegada de los nuevos medios de control. La siguiente section trata sobre otra presencia precaria de enorme signification ecologica: el caballo.

2. Crisis del caballo

Pongamonos por un momento en la piel de un caballo. Lo que mas desea es simplemente comer hierba en paz. Pero esto no es tan sencillo como parece, ya que siempre hay alguien que desea comerselo a el. jQue hacer, entonces? Simplemente estar alerta y, a la primera serial de peligro, correr para salvar el pellejo renunciando a ese rincon verde. Siempre habra otros.

En retrospectiva, podemos decir que esto es un error. Comparemos- lo con el error de los bisontes, que reaccionaban a la amenaza de los depredadores huyendo en masa, en una descomunal estampida de carne de bisonte que los indios aprovechaban para arrojarlos por un precipicio. O consideremos el caso de las vacas, que reaccionaban a la amenaza de los depredadores formando un rebano, lo cual es tambien un error fatal, ya que asi los humanos podian controlarlas con facilidad y manejarlas como rebano. No previeron la humanidad y por esto se convirtieron en sus victimas. El caballo, por ultimo, puede afirmar que es el animal que los hombres han explotado con mayor astucia. Un humano encuentra un caballo, lo contiene como puede, se instala en su lomo, lucha por mantener la position y acaba consiguiendolo. Para los humanos todo esto es dificil, pero no imposible. En este punto, finalmente, el caballo comete su error. Deberfa haberse quedado quieto, deberia haber esperado pacientemente a que el humano se cansara del juego, pero no: en el momento en que el caballo se asusta -y no hay nada mas sencillo que asustar a un caballo- se desboca y huye tan rapido como le es posible. De este modo, los huma­nos ganan una herramienta de movimiento de una enorme potencia, que alcanza velocidades de hasta 55 kilometros por hora.

A partir de ese momento, el caballo siempre se ha visto rodeado de herramientas de violencia, disenadas para causarle el dolor y el miedo que se traducen en su movimiento. La violencia era la chispa que encendla este motor. Un latigo en la mano del jinete, listo para fustigar el lomo del caballo. Una espuela en el talon de su bota, para clavar su punta afilada en el costado del caballo. Y finalmente el bocado del freno en la boca del animal, para danar su carne mas sensible y sobresaltarle con tal de conseguir una reaction mas rapida. Obviamente los detalles son mas com- plejos: hay que domar el caballo, condicionarlo a la violencia de un jinete

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determinado con tal de que reaccione a un tipo particular de dolor con un tipo particular de movimiento. Sin embargo, el principio fundamental es simple y esta directamente relacionado con el funcionamiento basico del alambre de puas (a su vez inspirado en ideas como la espuela y el collar): a menudo la violencia no controla el movimiento volviendo estatico al destinatario, sino moviendolo en la direction deseada. En esencia, la alambrada de puas no funciona deteniendo los animales sino m oviendolos, esto es, alejandolos de la alambrada. El movimiento negativo -movimiento en la direction opuesta a la que desea el animal- equivale al impedimento del movimiento.

La espuela, el bocado, el latigo: mas que ningun otro animal, el ca- ballo se vio rodeado por herramientas humanas. Es mas, fue transformado en un organismo hibrido y artificial: las herraduras de hierro reforzaron su pezuna (especialmente en el humedo norte de Europa, donde de lo contrario las pezunas suelen partirse), las riendas, el collar y las anteojeras sirvieron para encauzar sus reacciones y, por ultimo, como el lomo de un caballo no es un sitio muy practico para que un humano se siente en el, se le anadieron la silla de montar y los estribos para proporcionar mas confort y estabilidad.8

El caballo es un animal intensivo en capital, pero la inversion se recupera en muy poco tiempo. Los indios aprendieron a cazar a caballo y asi iniciaron la extincion de la manada de bisontes. Alii donde el caballo se adaptaba a la caza humana, se repetian escenarios similares. Algunos ani­males han desarrollado la velocidad como estrategia evolutiva para huir de sus depredadores, caracteristica que los humanos explotan beneficiandose de la reaction de uno de ellos en particular -e l caballo- para cazar otros animales. Cuando un hombre cabalga para cazar un zorro, por ejemplo, los animales perseguidos son dos: no solo el propio zorro, sino tambien el caballo. Se persigue a uno de ellos para matarlo de una vez por todas, mientras que el otro, en vez de morir cazado, goza de la dudosa ventaja de tener que vivir una vida en la que es pseudo-perseguido, fustigado y espoleado en una huida constante.

El caballo mejoro la caza humana y en general la violencia humana en dos aspectos. Con la movilidad del caballo, los humanos pudieron escoger el tiempo y el lugar de la action violenta, asi como explotar el envite de la velocidad.9 De una u otra forma, la movilidad siempre prevalecia sobre

8. Para un estudio de las practicas en torno al caballo domesticado, ver Clutton- Brock (1992).9. Ver Ellis (1978: 8-9), para el siguiente analisis del caballo en la guerra.

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lo s en e m ig o s esta tico s , ya sea d esg astan d o lo s m ed ian te u n h o stig am ien to grad ual o b ie n ap lastan d o lo s m ed ian te lo q u e se c o n o c e co m o co m b a te

d e ch o q u e .Alii d o n d e so lo u n b a n d o co n ta b a co n e l ca b a llo , este p o d ia ser d e

u na e fica c ia extraord in aria . E n e l sig lo X V I, lo s p o co s c ien to s d e ca b a llo s q u e lo s e sp a n o le s llev aro n a A m erica fu e ro n su fic ien tes para d estru ir im - p erio s e n te ro s .10 M as d e tresc ien to s an o s d esp u es , el co ro n e l C allw ell au n re co m e n d a b a el u so d el ca b a llo co m o re ce ta fu n d am en ta l para las guerras co lo n ia le s britan icas, ya q u e “los salvajes, lo s asia tico s y los ad v ersaries d e este tip o tie n e n u n e n o rm e p av o r al h o m b re m o n ta d o ” (P o rch , 2000 : 100). D e h e c h o , este fu e e l gran p ro b lem a d e la G u erra d e lo s B o ers : los b o e rs n o co m p artian este pavor, s in o to d o lo co n trario , e llo s u sa b a n los ca b a llo s d e form a m as eficaz q u e lo s britan ico s.

E n to d as p artes la co n q u ista eu ro p e a le d e b io m u ch o al cab a llo , y e n term in os g en era les p u e d e so ste n erse q u e el ex ito d e E u rop a estu v o b a sa d o e n su e sp e c ia l co m b in a tio n d el ca b a llo co n la c iv iliz a tio n . U na co m b in a tio n q u e , d e h e c h o , es m u y d ificil d e lograr.

C om b in ar el ca b a llo co n la c iv iliz a tio n sign ifica co m b in a rlo co n la agricultura. Sin em b argo , h isto ricam en te esto siem p re h a sid o la e x c e p tio n . La cu estio n es q u e p ara co n v ertir el ca b a llo e n u n in stru m en to d e co m b a te v erd ad eram en te e fec tiv o se re q u iere m u ch a p re p a ra tio n , y ca b a llo y jin e te tien e n q u e estar co n d icio n ad o s el u n o al o tro a la p e rfe c tio n . P ero e l m arco m as natu ral para d esarro llar este co n d ic io n a m ien to es la caza , q u e e n u na co m u n id ad ag rico la n o p u ed e ser m as q u e u n p asa tie m p o o casio n a l. D e ah i deriva u na estru ctura b ip o la r fu n d am en ta l para la h istoria eu rasiatica . P o r u n lad o, h ab ia im p erio s ag rico las q u e su sten tab an e je rc ito s p o d e ro so s co n su e x c e d e n te y su o rg a n iz a tio n , y q u e se e x te n d ie ro n p o r las m e jo re s tierras ag rico las d esd e el M ed iterran eo h asta Ja p o n . P o r o tro lad o , h ab ia p asto res n o m ad as e sca sa m e n te o rg an izad o s y re la tiv am en te p o b re s , p e ro ex trem ad am e n te ad ap tad os al co m b a te e cu e stre , ya q u e p o r n eces id a d p a sa b a n u na p arte m u ch o m ay or d e sus vidas ca z a n d o a cab a llo . V ivian al n o rte d e los im p erios, e n la estep a , e l territorio eu rasia tico m as m arginal q u e se e x tie n d e d esd e U cran ia h asta M ongolia . Los n o m ad as a ta ca ro n los im p erio s u n a y otra vez. La lista es larga, y va d esd e lo s h icso s , q u e inva- d iero n E gip to a m ed iad os d el seg u n d o m ilen io a.C ., hasta lo s m agiares, q u e arrasaron las llanuras h u n g aras a fin ales d el p rim er m ilen io d.C. No o lv id em o s q u e la e x p e rie n c ia d e la caza , e n la q u e se aguza la v io len c ia

10. La conquista del imperio inca es especialmente destacable; para el papel del caballo en esta conquista, ver Hemming (1970: 111-113).

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hum ana contra los anim ales, fue hasta h a ce m uy p o co tiem p o el fund am ento d e la v io len c ia h u m ana co n tra h u m an o s m as efectiv a . Los cazad o re s estan e n co n ta cto co n stan te c o n la cara m as v io len ta d e la n atu raleza e n form a d e an im ales sa lv a jes a lo s q u e h ay q u e en co n tra r y m atar. E n el co m b a te singular, los n o m ad as eran m u ch o m e jo re s q u e lo s g ran jero s sed en tario s, cu yas vidas u n ica m e n te e n tra n a b a n la v io len c ia d e b a ja in ten sid ad d el co n tro l so b re an im ales e n su estad o d o m estico .

B u e n a parte d e la historia eu rasiatica tuvo q u e v er c o n gran jeros inten- tan d o b lo q u e a r el m o v im ien to d e n o m ad as m o n tad o s. C on sid erem o s, p o r p o n e r u n u n ico y d ram atico e je m p lo , e l in ten to p re m o d e rn o m as n o tab le d e co n tro lar el m o v im ien to a g ran esca la . E n los sig los X V y X V I, m ientras e u ro p e o s a ca b a llo co n q u ista b a n lo s im p erio s d e A m erica, la d inastia M ing co n stru y o la G ran M uralla C hina (W ald ron, 1990 ). C hina, rep etid am en te invad id a d esd e e l n o rte , n u n ca reso lv io e l p ro b lem a d el ca b a llo , y la G ran M uralla n o p u d o ser m as q u e u n g esto sim b o lico . C u and o e n 1 6 4 4 lleg o la s igu ien te o lead a invasora, los m an ch u es d el n o rte en co n tra ro n a liad os q u e les ab riero n las p u ertas, co n q u is ta ro n C hina rap id am en te e in stitu y eron la q u e fu e la u ltim a d inastia , la d inastia Q ing.

La razo n d el fracaso ch in o es b astan te sim p le . La e c o lo g ia d el arroz d el es te d e A sia cre o en o rm e s co n c e n tra c io n e s d e p o b la c io n q u e, a su vez, m an tu v ieron esa zona e n la vanguard ia d e la c iv iliza tio n . Al m ism o tiem p o, estas en o rm e s co n c e n tra c io n e s e s ta b a n p re ca ria m en te b asad as e n u n u so ex ten siv o de la tierra para el cu ltivo d el arroz q u e requ eria en o rm es cantid a- d es d e m an o d e o b ra h u m an a. A si p u es, e l es te d e A sia p o d ia d estin ar m uy p o ca tierra a lo s an im ales d o m estico s, y au n m e n o s a lo s ca b a llo s. A hora co m p a rem o slo c o n la e c o lo g ia d el trigo, el a lim en to b a s ico m ed iterran eo . U na agricu ltu ra e ficaz d el trigo re q u iere u na ro ta t io n d e cu ltivos e n la q u e los cam p o s se m an tien e n e n b a rb e ch o d u rante u na p arte d el c ic lo m ientras re cu p era n sus m in era les e n p re p a ra tio n d el s igu ien te p e rio d o d e cu ltivo. A p rim era v ista, esto ya n o s in d ica q u e lo s an im ales d o m estico s p o d ian u sar las tierras e n b a rb e c h o y re cu p erarlas c o n su estie rco l. E n particu lar se h izo ab u n d an te u so d el b u ey , u n an im al le n to p e ro m uy p o te n te , para tran sp ortar las co sa s d e u n lad o a otro . C o n cretam en te , el b u e y tiro d el arad o m ed iterran eo , lo cu al su p u so el co m ie n z o d e los b o v in o s co m o b a se d e la form a d e vida o cc id en ta l.

E n la E d ad M edia, la lab ran za a sce n d io d esd e el M ed iterran eo y se e x ten d io p o r las llanuras d el n o ro este d e E u rop a. E ste p aso co m p o rto cam - b io s su tiles p e ro m u y im p ortan tes. U n in term in ab le d eb a te a ca d e m ico se o cu p a d e la s ig n ifica tio n cau sa l relativa d e esto s ca m b io s : ^cual fu e e l q u e d eterm in o al resto? Los a ca d e m ico s h an tratad o d e d eterm in ar la id entid ad

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del clavo de la herradura por la que se que perdio el reino, pero en verdad la pregunta esta mal planteada. En la historia todo sucede a la vez: los cambios ocurren de forma simultanea y son mutuamente explicativos. La transformacion de la agricultura del noroeste europeo esta hecha de una sola pieza: la sintesis de la ecologia medieval europea.11

Ya hemos mencionado la herradura, una novedad medieval. Junto con un nuevo collar (algo mas eficaz generando energia a partir del caba- llo) y un nuevo arado (algo mas eficaz traduciendo esta energia en trabajo agricola), la herradura hizo del caballo un animal agricola viable que podia competir con el buey. Ademas, aunque el buey necesita menos comida que el caballo, en este perfodo aumento mucho la produccion de forraje. En vez de la simple rotacion de dos campos, se instituyo una rotacion de tres campos: cereales de otono (por ejemplo trigo), luego cereales de primavera (por ejemplo avena) y solo entonces dejar la tierra en barbecho. Esto comporto mas comida para todo el mundo, incluidos los animales.

De este modo se creo un nuevo tipo de sociedad agricola basada en el musculo del caballo. Fue en este momento y lugar, pues, que el buey dejo de ser una herramienta de produccion y se convirtio en un objeto de consumo. En otras palabras, el buey mediterraneo fue transformado en la vaca europea.

Los europeos occidentales no vivian en las estepas y, por mucho empeno que sus Caballeros pusieran en consagrarse a la caza o a las justas y torneos, no se convirtieron en feroces centauros al estilo mongol. Por lo menos hasta la aparicion del estribo, un tema que suscita mas debate que ningun otro. Lynn White Jr. defendio en su famoso libro de 1962 que la invencion del estribo permitio a los jinetes mantener el equilibrio encima del caballo y convertirse asi en combatientes de choque verdaderamente efectivos, a lo que sus criticos responden que los experimentados jinetes de las estepas siempre habian conseguido obtener victorias militares sin beneficiarse de los estribos.12 El estribo, de hecho, resume a la perfeccion la sintesis ecologica europea: es una herramienta para adaptar los peato- nes a la guerra ecuestre. Esta tierra agricola sustentaba ahora un ejercito de Caballeros.

Hay que mencionar un ultimo componente de la sintesis medieval europea. El sistema europeo de rotacion de cultivos hacia necesaria la

11. En lo que sigue estoy en deuda con White (1962), una obra maestra que a menudo es criticada en sus detalles pero que sigue vigente en su interpretation de conjunto.12 Ver Clutton-Brock (1992: 73-77), y las referencias que alii se indican.

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division entre un campo donde los animales pastaran y otros dos campos para las siembras de otono y primavera. Es obvio que para que el ganado no paste en los plantios hay que impedirselo con algun tipo de vallado, y en Europa si que habia la madera, los setos y las piedras necesarias para este proposito. Pero la cosa tenia su complejidad. La cantidad de vallado necesario para dividir un campo en distintas partes crece enormemente con el numero de divisiones realizadas. Supongamos que un pueblo tiene sesenta casas. Si cada una de ellas tiene tres pequenas parcelas, entonces hay que vallar cada parcela por separado, de modo que se necesitan un total de 180 divisiones, equivalentes a casi 30 lineas trazadas en el terreno del pueblo en su conjunto (aqui uso el mismo sistema de calculo que hemos utilizado antes para la division britanica del Veld sudafricano). Pero si se usa la tierra cooperativamente, solo se requieren dos lineas para separarla en tres campos colindantes, lo cual representa un ahorro de mas del 90 por ciento. En este caso basta con definiciones simbolicas para distinguir los animales y las franjas de tierra pertenecientes a cada familia. Esta fue la solution que se adopto mas a menudo en los pueblos medievales, de modo que el paisaje de Europa occidental se caracterizo por extensos campos abiertos. Ademas, el aumento de la energia muscular (debido a la presencia de mas animales trabajando en los campos) permitio un gran crecimiento del tamano absoluto de los campos desbrozados, de modo que los bosques desaparecieron en gran medida de las llanuras fertiles de Europa. Con ello se creo una Europa formada por pueblos contiguos con sus campos abiertos.

La signification social y economica de este desarrollo es obvia, pero tambien hay que destacar su significado militar. Los campos abiertos sustentaban al caballo, no solo en el sentido de que le proporcionaban la avena de la triple rotation de cultivos, sino tambien en el sentido de que eran abiertos. Como explicare mas adelante, la premisa de la guerra de caballeria son vastos campos abiertos, de modo que la ecologia y el sistema militar eran directamente interdependientes.

Ahora ya podemos analizar en detalle el sistema ecologico medie­val. La unidad basica era el pueblo, encerrado en si mismo y fuertemente cohesionado. Este mundo de pueblos estaba gobernado por una pequena elite de caballeros que, al fundamentarse la guerra en el uso intensivo en capital del caballo, eran mucho mas poderosos que los campesinos. En la batalla, caballos criados expresamente para este proposito eran obligados a cargar a traves de los campos abiertos que los pueblos habian creado. Los caballos tambien eran los animales que se usaban mas a menudo en los trabajos agricolas, sobre todo en la production de trigo; las vacas,

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en cambio, se volvieron objetos de consumo. Asi pues, la dieta humana consistia principalmente en pan, queso y carne de vacuno. Esta dieta, que podemos llamar “dieta feudal europea”, sobrevivio el paso de los siglos y se volvio fundamental para la cultura occidental. Cuando Occidente paso a dominar el mundo, su dieta se impuso con el, incluso cuando la propia ecologia feudal ya habia desaparecido. Entonces una agricultura indus- trializada se encargo de producir la misma dieta. En terminos dieteticos, pues, el mundo entro en lo que puede llamarse el “regimen del feudalismo industrializado”, bajo el cual todavia vivimos. Esta transformation tuvo lugar en las llanuras de todo el mundo a finales del siglo XIX y es el proceso que subyace a la historia de las Grandes Llanuras tal como se ha descrito en el capitulo anterior. Ahora podemos decir que el alambre de puas se invento como herramienta para esta industrialization de la dieta feudal.

A finales del siglo XIX, hacla mucho tiempo que el feudalismo como sistema social estaba muerto y enterrado, y su ecologia, aunque mucho mas despacio, tambien se estaba erosionando. Ahora la caballeria tenia que actuar en un mundo distinto. Para entender su logica dirijamos la mirada al estante -repleto de libros viejos- de los manuales para la guerra de caballeria. Uno de los mejores libros del genero es el del Mayor-General Von Schmidt (1817-1875), “el comandante de caballeria mas capaz que Prusia ha visto desde los dias de Federico” (Von Schmidt, 1881: iii), cuyas notas postumas fueron compiladas por el Capitan Von Vollard-Bockelberg. “El autentico ambito de action de la caballeria”, afirma Von Schmidt, “su influencia decisiva sobre el enemigo, en pocas palabras, su mismisima alma, es la carga. Este es el punto culminante de toda instruction, y puede considerarse con justicia como la piedra de toque y la vara de medir de nuestro trabajo. En ella la mayor calma, seguridad, cohesion y orden tienen que ir acompanadas de la mayor vehemencia y rapidez”.

La preocupacion por la calma y la cohesion permea las instrucciones de Von Schmidt en todo momento. Se exige a los jinetes un determinado comportamiento social, relacionado en ultima instancia con los habitos sociales de los propios caballos. Estos suelen desplazarse en pequenos grupos, organizados segun un orden jerarquico definido, y seguir a otros caballos a los que consideran sus lideres. Esto es utilisimo para organizar el ataque, pero tambien puede servir para desbaratarlo. Si no se consigue mantener la calma y la cohesion, necesariamente se produciran atascos, algunos caballos se detendran y esto hara que los que vienen detras se detengan en mitad de sus trayectorias, arruinando el ataque por completo.

Asi pues, la disciplina fundamental que se exige a los jinetes es la de la equitation coordinada, comparable a nuestras actuales acrobacias

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aereas y, en cierto sentido, incluso mas dificil. Al fin y al cabo, los caballos no vienen equipados con velocimetros, de modo que hay que mantener en todo momento una comprension intuitiva de las velocidades absolutas y relativas.

Esto significa que la aceleracion no puede ser tan rapida como la de un caballo individual. Como puede comprobarse en las carreras, un caballo individual puede alcanzar su velocidad maxima casi al instante, lo cual le resulta muy util cuando huye de un lobo, por ejemplo. Sin embargo, un grupo muy numeroso de caballos corriendo a toda velocidad -y sin la demarcation de las pistas como en las carreras- se convertiria en una estampida. De ahi la necesidad de pasar a traves de varias fases, que dan lugar a la jerga propia de la caballeria: el caballo empieza con el paso, seguido por el trote un poco mas rapido, seguido a su vez por el m edio galope y el galope, que desembocan finalmente en la carrera velocisima de la carga. He aqui el calculo de Von Schmidt (1881: 74) para una carga contra infanteria:

800 pasos al trote = 2 minutos 40 segundos 800 pasos al galope = 1 minuto 36 segundos 150 pasos a la carga = 0 minutos 9 segundos

Total: 1750 pasos 4 minutos 25 segundos

Sin embargo, puede que con esto no sea suficiente, y Von Schmidt era plenamente consciente de ello. Por definition, los caballos corren a traves de un campo abierto y en todo momento estan a la vista del enemigo, por lo que no pueden ir lentos a menos que esten muy lejos, ya que en caso contrario se convierten en blancos demasiado faciles. En otras palabras, en la practica el galope tiene que empezar incluso desde mas lejos, como minimo a unos 900 metros del enemigo (Von Schmidt, 1881: 10). El resultado es que los caballos tienen que sostener un aumento progresivo de su velocidad a lo largo de una carrera muy larga, de quiza cuatro o cinco kilometros.

El objetivo principal del entrenamiento de la caballeria era adaptar estos principios teoricos elementales del movimiento a los distintos tipos de terreno en los que tarde o temprano tendrfa necesariamente que ac- tuar: las cargas no tenian lugar en estadios ni en pistas despejadas. Asi, Von Schmidt (1881: 74) apunta que “evidentemente los accidentes del terreno y otras circunstancias causaran alguna variation en estas cifras”.

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Consideremos con mas detalle estos accidentes del terreno. Una vez mas, la biologla del caballo es la consideracion vital a tener en cuenta. Pese a lo que parecen indicar las carreras de obstaculos, los caballos son malos saltadores. El delicado mecanismo que soporta la velocidad del caballo puede fracturarse facilmente por una mala cafda y, antes de la domestica- cion, en circunstancias normales los caballos podfan escoger por donde escapar gracias a su gran velocidad. Los caballos adquirieron el habito de tratar de evitar los obstaculos en vez de intentar saltarlos acrobaticamente. De hecho es precisamente esta la razon por la que existen las carreras de obstaculos. Un requisito fundamental del entrenamiento de la caballerfa era adiestrar el caballo, en contra de sus instintos, para salvar obstaculos. Una vez mas, la cuestion principal era mantener el orden (Von Schmidt, 1881: 31-36). Todo lo que no fuese un salto totalmente limpio provocarfa un atasco en la calculada aceleracion de la carga. En este sentido, pues, la caballerfa exigfa al caballo que fuese algo distinto de lo que era. Entonces, icomo podfa funcionar la caballerfa? Las instrucciones de Von Schmidt (1881: 35) a este respecto son sumamente reveladoras:

En general, las barras, barreras, setos y vallas se usan mas que los fosos en la instruccion de equitacion, a pesar de que estos ultimos son mu- cho mas importantes, ya que en campo abierto se encuentran con mas frecuencia que los setos o las barreras. Esto se debe probablemente al hecho de que es diffcil mantener en buen estado los fosos artificiales donde se suele practicar el salto, porque los bordes se desgastan y esto hace que el salto se vuelva peligroso. Pero aun asf hay que practicar mas el salto de fosos que el de barreras; yo recomendarfa revestir los bordes con manojos de maleza y cubrirlos de tierra para que se conser- ven mejor y no se deterioren.

Estas extraordinarias observaciones merecen que les prestemos una cuidadosa atencion. Von Schmidt describe una tendencia artificial a practicar saltos sobre barreras verticales porque estos obstaculos son mas faciles de construir y mantener en el marco artificial de los campos de instruccion. Sin embargo, afirma que estos son poco frecuentes en el campo de batalla, donde los fosos son mas habituales. Esta claro que lo que Von Schmidt tiene en mente son los riachuelos y pequenos canales que surcan las llanuras de Europa, asf como los terraplenes a d hoc que la infanterfa podfa cavar sobre la marcha. Von Schmidt concibe un piano abierto, horizontal, atravesado de vez en cuando por surcos horizontales, pero con pocos obstaculos verticales. Era en este piano que sus caballos

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podian cabalgar durante cuatro minutos y 25 segundos manteniendo su ritmo constante de aceleracion.

No se trataba de una idealization sin fundamento, sino que este era precisamente el tipo de campo en el que se libraban las batallas en Europa. Una batalla tiene lugar en algun sitio donde soldados, caballos y animales de carga puedan alimentarse, de modo que los ejercitos no podian perma- necer mas que por un tiempo muy breve en terreno montanoso, boscoso o demasiado pantanoso. En consecuencia, las batallas tenlan que librarse en una campina fertil, que en la practica fue la que ya hemos visto que rodeaba los pueblos con sus vastos campos sembrados. En pocas palabras, el campo de batalla europeo era literalmente un campo.

Podemos empezar nuestro viaje por los campos de batalla europeos siguiendo, por ejemplo, la Traveller’s G u ide to the Battlefield o f Europe de David Chandler. A medida que conducimos por Europa, Chandler nos invita a desviarnos de las autopistas principales y visitar los pequenos pue­blos que en su dla se hicieron famosos por ser escenario de una batalla. Podemos visitar los campos cerca de Blenheim (hoy en dla en Alemania), donde John Churchill, el primer Duque de Marlborough, detecto en 1704 que “las posiciones enemigas [francesas] presentaban graves defectos” e “ignoraban la necesidad de dominar las huertas” (Chandler, 1966: 51), y donde sus fuerzas rompieron las filas enemigas en el que fue un momento decisivo del ascenso geopolitico de Gran Bretana. O los campos cerca de Austerlitz (hoy en dla en la Republica Checa), donde en 1805 Napoleon ordeno al general Soult avanzar a traves de la meseta de Pratzen, rompiendo as! las filas rusas y austriacas. O finalmente los campos cerca de Waterloo (hoy en dla en Belgica), donde en 1815 Wellington uso de forma eficaz el terreno muerto que quedaba detras de las colinas para proteger a sus fuerzas mientras Napoleon desgastaba su ejercito en ataques que nunca llegaron a romper las llneas britanicas. Un rasgo fundamental de todas estas batallas es que los pocos obstaculos relevantes eran todos naturales, con el posible anadido de algunos terraplenes a d hoc, lo cual justifica la insistencia de Von Schmidt en la irrelevancia del salto de vallas.

En 1745 las Islas Britanicas vivieron su ultima action militar signi- ficativa, la Rebelion Jacobita. Sin duda alguna, el perlodo siguiente fue testigo de una transition economica y ecologica radical a medida que el capitalismo moderno se iba consolidando. El antiguo modelo de propiedad de la tierra fue desmantelado y las tierras comunales de los pueblos fueron parceladas y vendidas a inversores foraneos. Es lo que se conoce como el proceso de cercamiento, y la miseria que provoco entre los campesinos ya fue reconocida en su momento y ha sido bien investigada desde entonces.

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Pero todavia quedan por reconocer e investigar las dificultades que pro- voco en el seno de otra clase social: la de los coroneles de caballerfa. La intensificacion de la agricultura iba a tener consecuencias para el territorio y, en consecuencia, para la guerra que se libraba en el.13

Mapa 4. Waltham, Lincolnshire, antes del cercamiento. Reproducido de Mingay 1977, 273. Reimpreso con permiso, A. & C. Black.

Los cambios en el territorio fueron impresionantes. Gordon Mingay compara en su libro de 1977 dos mapas de Waltham, Lincolnshire, antes y

13. Hay que decir que el desarrollo agricola no siguio una unica llnea. El cerca­miento britanico no fue directamente imitado en Europa, donde siguieron siendo centrales las haciendas de los terratenientes locales. Sin embargo, el modelo euro- peo tambien termino organizandose cada vez mas alrededor de la parcela individual vallada, de modo que el mundo rural europeo, si cabe, estaba mas parcelado que el britanico (en Gran Bretana, los terratenientes capitalistas se beneficiaron mas de las economias de escala, con campos algo mas grandes como consecuencia). La literatura sobre esta cuestion es extensa y hay una variedad regional considerable. Ver, e.g., Grantham y Leonard (1989: pt. 3); Hopcroft (1999).

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despues del cercamiento (reproducidos en los mapas 4 y 5) (Mingay, 1977: 273-274). Imaginemos que cruzamos los campos de norte a sur, pasando justo al este del pueblo: en total unos cuatro kilometros de distancia. Antes del cercamiento cruzarfamos dos obstaculos (mapa 4), mientras que despues del cercamiento cruzarfamos 15 (mapa 5). iAhora intentemos cruzar esos 15 obstaculos y mantener nuestros caballos al galope! Esto es exactamente lo que los soldados de caballerfa intentaron hacer en la Guerra Franco- Prusiana de 1870-1871. Algunas veces les funciono debido a que todavia quedaba algun espacio de maniobra que la caballerfa aprovechaba para cargar y lograr de vez en cuando exitos puntuales, lo cual indujo a error a los pensadores militares posteriores. La transformacion del territorio era aun incompleta. Pero en general la caballerfa fracaso (Howard, 1961: 118- 119; 156-157). Veamos que es lo que paso cuando los terrenos agrfcolas modernos se le cruzaron en el camino:

En Froeschwiller [...] el general Lartigue lanzo la brigada de caballerfa pesada de Michel contra la infanterfa prusiana [...]. Bajaron impetuo- samente la colina, pero pronto se encontraron un terreno cortado por vinedos, setos y arboles. Los prusianos, a pesar de estar cansados por su reciente avance, se parapetaron ahi y dirigieron un fuego mortifero a los jinetes [...]. En total, acabaron con unos nueve escuadrones de caballerfa pesada. Se cree que no murio ni un solo prusiano [...]. Por la tarde otra brigada de caballerfa pesada se lanzo contra los prusianos. En su avance, la infanterfa prusiana se habia desplegado en el mismo tipo de terreno que habia entrampado a los regimientos de Michel [...] y ningun soldado de caballerfa llego a tener un solo adversario al alcance de su sable (Ellis, 1978: 147).

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Mapa 5. Waltham, Lincolnshire, despues del cercamiento. Reproducido de Mingay 1977, 274. Reimpreso con permiso, A. & C. Black.

Los so ld ad os d e cab alleria d e jaro n d e te n er los p ies en la tierra, tanto literal co m o m etaforicam en te . O b serv am o s ahora co m o m u ch o s d e ellos em p ezaro n a vivir e n su m u n d o de fantasias. E n las revistas de cab alleria se abrio p aso el ex tran o d eb ate d el “ch o q u e ” contra el “fu e g o ”, es decir, si h abia q u e dotar a la cab alleria de lanzas o so lam en te de rifles. P or e jem p lo , p o d em o s sacar d el estan te el n u m ero 16 d e abril d e 1902 d e Revue de Cava- lerie, la revista de la caballeria francesa (record em o s qu e e n ese m o m en to los b o ers justo acab an de rendirse, p ero Revue de Cavalerie au n n o se p ercata de las co n se cu en cias m as am plias d e este h e ch o ). Ahi en co n tram o s u n articulo an o n im o titu lado sim p lem en te “Pour la lan ce" [A favor d e la lanza]: “La lanza existe . [Los reg im ientos arm ad os co n lanzas] las u san m uy ad ecu ad am en te, tien en con fian za en sus arm as. Q uitarles sus lanzas es destruir esta co n fian - za, desm oralizarles [...] . Contra infanteriay artilleria, la su periorid ad d e la lanza es tan ev id en te q u e n o p recisa com en tario a lg u n o ”.

T o m em o s otro libro d el estante. En 1912 , el M ayor G en era l R im ington e x p re sa b a co n m as co lo rid o el m ism o sen tim ien to q u e el au to r an o n im o

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de Revue d e Cavalerie. Merece que lo citemos extensamente porque nos permite comprender el punto crucial:

Parece conveniente dar un ejemplo de algun caso en que el combate de choque sea decisivo. Imagmense dos brigadas [...]. Una, la Roja, decide usar solamente el rifle y adopta la formation que cree mas acertada [...]. Desmonta y se prepara para atacar. La otra, la Azul, deja una fraction de sus fuerzas con pistolas y rifles para retener la Roja en su terreno, [...] se mueve velozmente y a una distancia prudential alrededor del flanco de la Roja, y con el resto de su brigada ataca el flanco tras escoger el angulo por el que penetrara. La Roja ha convertido por iniciativa propia su fuerza movil en inmovil. [Por lo que sufre una rotunda derrota, y Ri- mington pasa a explicar el exito de la Azul.] En cuanto a la dificultad de alcanzar a un jinete al galope, el siguiente incidente en Sudafrica puede ser de interes. Un oficial y cuatro buenos tiradores [...] estaban disparando desde lejos a los boers [...]. De pronto unos setenta boers se desviaron sin previo aviso y galoparon directamente hacia ellos. “Disparad sin cesar hasta que os diga que monteis”, fue la orden que dio el oficial, quien luego disparo a un hombre sobre un caballo bianco que cabalgaba por el centra bastante adelantado. No se vio caer a ningun boer [...]. Cuando pudieron comentar lo ocurrido, descubrieron que todos habian disparado al mismo hombre montado en el caballo bianco, sobre quien habian descargado unos cuarenta cartuchos (Rimington, 1912: 53-55).

En realidad esto es perfectamente logico: el hombre sobre el caballo bianco se estaba moviendo a unos nueve metros por segundo, velocidad a la que ciertamente es muy dificil alcanzarle. La information que manejaban los autores de caballerfa en este punto era correcta, por lo menos en lo que se refiere a los rifles (por ese entonces las ametralladoras eran una rareza, pero volvere sobre estos detalles tacticos en la siguiente section). Asi pues, serfa erroneo adscribir la crisis del caballo unicamente a la emergencia del rifle. Los caballos al galope tenian posibilidades de veneer contra soldados armados con rifles. Y de hecho Rimington llego a dos conclusiones correctas tras su ejercicio imaginario: “La caballerfa necesita espacio para maniobrar y luchar”, mientras que, a la inversa, “el terreno intricado siempre favorece el combate con armas de fuego” (Rimington, 1912: 51). Por fin la cuestion estaba clara: la lanza y su traditional guerra ecuestre encajan con el espacio abierto, mientras que el combate con armas de fuego (esto es, el caballo usado meramente como transporte hacia un frente formado por soldados de infanterfa) encaja con el “terreno intricado”.

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iPero que terreno no era ahora “intricado”? Lord Dundonald (1926: 181), que era partidario del “fuego”, lo dejo muy claro: “La subdivision de tierras en distintos campos mediante el alambrado esta aumentando a un ritmo acelerado [...]. Un poco de alambre, o un poco de terreno dificil, demoraran un avance montado el tiempo suficiente para que los rifles hagan su trabajo mortifero”. En cambio, el Capitan Loir, un oficial frances de caballeria que escribe en 1911, era mucho mas realista que Rimington a pesar de seguir siendo partidario de la lanza. Loir describe una batalla imaginaria donde la situacion es mucho mas compleja que la de Rimington:

No es un gran frente de batalla el que ofrecemos a nuestros enemigos, sino la oportunidad de que ellos hagan uno a traves del terreno dificil, los pantanos y las alambradas [...] No tiene demasiada importancia para las distintas unidades de nuestro regimiento que va en cabeza observar si nuestro enemigo se ha movido desplegandose a interva- los regulares a media o a toda distancia. jTodo eso no es mas que un rnito! En realidad el resultado de ignorar los cercados de ovejas y ganado es un gran desorden que echa a perder la buena formation (Loir, 1911: 121).

El oficial de caballeria se sorprende al topar con estas lineas de cercados. <;Pero los humanos tenian derecho a sorprenderse? Fueron ellos quienes levantaron estas lineas divisorias, y las levantaron precisamente para bloquear el movimiento de los animales (ovejas y vacas mas que caba- llos, es cierto). Por lo tanto, lo que en realidad paso fue que los europeos instalaron vallas para encerrar dentro a las vacas, y luego clamaron al cielo hipocritamente cuando los caballos se quedaron fu era .

Pronto veremos lo que paso en 1914, cuando todos estos oficiales -los discipulos de Von Schmidt, Rimington y Loir- finalmente cargaron unos contra otros. Pero veamos antes un ejemplo incluso mas tardio, posterior a la Primera Guerra Mundial, del mismo tipo de fantasias alejadas de la realidad. Este ultimo fragmento fue escrito por uno de esos soldados de caballeria infinitamente optimistas, el Coronel Von Poseck, que examino en retrospectiva la invasion alemana del norte de Francia en agosto de 1914 (es decir, mucho antes que la guerra se instalase en su fase estatica):

El cultivo cada vez mas intensivo del pais y las actividades industriales impidieron el avance de la caballeria. Alambradas, obras de alcantarillado, montones de escombros, minas de carbon, muros de fabricas, canaliza- ciones de agua, canales y otras construcciones artificiales hicieron que

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el avance resultase cada vez mas diffcil e impidieron bastante a menudola entrada en action de grandes masas de caballerfa montada.

Los soldados de caballerfa britanicos estaban igualmente decepcio- nados y uno de ellos describio la campina belga como “pequenos pueblos llenos de humo, minas de carbon, terraplenes para las vfas ferreas y alambre sin fin” (Dallas, 2000: 17). Sin embargo, Von Poseck todavia era optimista respecto al futuro de la caballerfa y de esta experiencia saco la lection de que “es muy importante [...] que se lleve a cabo una cuidadosa explora­tion del terreno” (Von Poseck, 1923: 228). Pero en realidad no habfa nada que explorar. En el noroeste de Europa el paisaje era ahora el mismo en todas partes y estaba vallado por igual. No habfa campos de batalla en el antiguo sentido de la palabra: la vieja tropa de actores de caballerfa se habfa quedado sin teatro.

Recapitulemos y veamos la relation que hemos encontrado entre animales y humanos, entre ecologfa e historia. La ecologfa de Europa, asf como de buena parte del mundo, fue transformada a finales del siglo XIX. El uso de la tierra se volvio mas intensivo y rico en capital, lo cual afecto en gran medida al propio territorio. En lugar del campo abierto de las Grandes Llanuras, o los campos abiertos de Europa, ahora habfa en todas partes campos vallados que encerraban tierra en la que se practi- caba una agricultura intensiva. <;Por que paso esto? Porque el vallado era mas rentable y barato. ^Por que era mas rentable? Porque con el consumo de las ciudades industrializadas, la production agrfcola intensiva podia generar mas beneficios. ^Por que era mas barato? Porque estas mismas ciudades industriales producfan materiales baratos como el alambre de puas. En otras palabras, en el campo se creo una sfntesis ecologica nueva, m oderna. La sfntesis medieval estaba basada en el caballo, mientras que la moderna estaba basada en la production industrial, durante este perfodo sobre todo de hierro.

El caballo y otros equidos siguieron siendo por algun tiempo un importante activo a explotar en el marco de la nueva ecologfa, pero ya no por su velocidad, sino por su resistencia. Enormes columnas de resis- tentes caballos, mulas y burros continuaron acarreando cargas militares incluso en las condiciones mas duras. Lo hicieron hasta mucho despues de la invention y la difusion del motor de combustion interna. Al fin y al cabo, la avena era a menudo mas facil de conseguir que el petroleo, habfa pocas carreteras y, en definitiva, todos esos animales estaban ahf, asf que <;por que no explotarlos? Las cosas no mejoraron mucho para el caballo con esta transformation de la ecologfa. La vida militar ya no era la de ser

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fustigado y amedrentado para ir corriendo al encuentro de las balas, sino el puro trabajo duro que el caballo ya conocfa de la agricultura. En la Primera Guerra Mundial, solo en Francia y Belgica, murieron un cuarto de millon de caballos que acompanaban la Fuerza Expedicionaria Britanica, la mayorla de puro agotamiento (Moore, 1931: 11). La relevancia militar de esta fuerza de trabajo fue enorme, hasta el punto que el forraje -y no la municion- fue el principal item logistico del Ejercito aleman en la Primera Guerra Mundial (Di Nardo, 1991: 5). Incluso 20 anos despues, cuando Alemania emprendio la mayor campana mecanizada de todos los tiempos (el ataque a la Union Sovietica), llevo consigo unos 600.000 vehiculos y tal vez hasta 750.000 caballos (Di Nardo, 1991: 40). Los caballos regresaban a la estepa en una enorme horda invasora, pero esta vez formaban un escuadron de tiradores de carretas enviado por una potencia pobre en gasolina.

iCual fue exactamente la contribution del alambre de puas a las transfor- maciones descritas en esta section? Hay que reconocer que no fue el alambre de puas por si solo el que llevo a la desaparicion de la guerra ecuestre. Las causas de la transformation del territorio fueron mas variadas, y el cambio empezo antes de la introduction del alambre de puas en los campos europeos. Podemos ver el alambre de puas como el golpe de gracia asestado a un viejo ordenamiento del territorio que ya estaba agonizando. Pero esto no lo vuel- ve menos significativo, porque el alambre de puas representa la esencia del cambio. Este periodo exigia modos eficaces de controlar la tierra, y a finales del siglo XEX fue el alambre el que acudio en respuesta a esta exigencia. El alambre llego y el caballo se fue. El hierro reemplazo a la carne.

Antes de que nos despidamos del caballo de guerra, hay que pronun- ciar unas palabras finales, pero no sobre la caballeria como tal, sino sobre sus historiadores. Se ha escrito mucho sobre la desaparicion del combate de choque ecuestre. Casi toda la atencion academica se ha concentrado en el desarrollo de las armas de fuego y casi ninguna en la evolution del territorio, lo cual, de hecho, reproduce al pie de la letra el error de Ri- mington y sus contemporaneos. Como podremos observar de inmediato en otro contexto, hay algo que resulta muy fascinante en los instrumentos violentos como el rifle y la ametralladora. Un trozo de alambre que un ganadero ha instalado en su terreno no produce el mismo tipo de fascina­tion. Los desarrollos de las armas de fuego cambiaron la naturaleza de la batalla, desde luego. Pero no lo hicieron por si solos, sino que las armas de fuego operaron dentro de un determinado espacio, de modo que fue la combination de fuego y campo la que creo el nuevo tipo de guerra que se puso en practica en la Primera Guerra Mundial. Para ilustrar esto en detalle, paso ahora a considerar la historia de las fortificaciones de campo.

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A lambre de puas

3. Perfeccion del obstaculo

A p esar d e q u e el a taq u e y sus te cn o lo g ia s h a n sid o s iem p re el a sp e cto m as ro m an tico d e la vida m ilitar, y p o r co n sig u ie n te e l q u e h a re cib id o m as a te n cio n , h ay au to res q u e ta m b ien h an estu d iad o, au n q u e e n m en o r grad o, la d efen sa y sus fo rtificacio n es. U na v ez m as, sin em b arg o , el tip o d e fo r tif ica tio n m as ro m an tico h a sid o el p e rm a n e n te y d e g ran d es d im en- sion es. Las m u rallas y castillo s d e la an tig iied ad y la E d ad M ed ia siem p re h an estad o a la vista y h an e x c ita d o la im a g in a tio n . Los m e d io s d e forti­f ica c io n m as h u m ild es d e jan m e n o s v estig io s y su scitan m e n o s in teres. A la vu elta d el sig lo X IX , p o c o s au to res fu era d el lim itad o c ircu lo d e tactico s m ilitares p e rc ib ie ro n siq u iera la p ro life ra tio n d e los o b stacu lo s , e in clu so esto s tac tico s p o r lo g en era l n o cap taro n tod a su re lev an cia . E sto p ro n to se iba a rev elar co m o u na grave om ision .

Q u izas e n el m u n d o d e B le n h e im , A u sterlitz y W aterloo el o b sta cu lo era d e m e n o r im p o rta n c ia , p e ro in c lu so alii ex istia , T o d o s e s to s ca m p o s ta m b ie n c o n ta b a n co n sus fo r tif ica c io n e s d e ca m p o ; e n to d o s lo s ca s o s lo s e je rc ito s lle g a b a n a u n ca m p o a b ie rto y e s p e ra b a n la aco m e tid a , asi q u e era lo g ic o in ten tar p re p a ra rse co n a n te la c io n . D e n n is M ahan , p o r e je m p lo , en u m era e n 18 6 2 lo s q u e p u e d e n co n s id e ra rse lo s o b s ta c u lo s c la s ic o s d e lo s ca m p o s d e b a ta lla e u ro p e o s . Los p rim ero s d e la lista, y p ro b a b le m e n te lo s m as im p o rtan tes , e ra n lo s trous-de-loup ( fo sa s estre - ch a s y p ro fu n d as cav ad as e n el su e lo , a m e n u d o c o n es ta ca s p u n tiag u d as e n el fo n d o ); era co n tra es te tip o d e o b s ta c u lo s q u e V on S ch m id t ex ig ia e n tre n a r a sus ca b a llo s . La lista seg u ia c o n m u ch o s m as: abatis (ram as g ru e sas en red a d a s ap u n tan d o al e n e m ig o ), estacadas (h ile ra s d e es ta ca s q u e fu n c io n a b a n e n e s e n c ia c o m o u n a v a lla ), /raises ( lo m ism o q u e las es ta ca d a s p e ro ap u n tan d o al e n e m ig o ), em p a liza d a s ( lo m ism o q u e las es ta ca d a s p e ro co n stru id as co n tro n c o s d e a rb o le s p e q u e n o s e n v ez d e e s ta ca s ) , chevaux-de-frise (co m p le ja s estru ctu ras e n fo rm a d e estre lla co n s is te n te s e n u n cu e rp o p rin cip a l d e l q u e sa le n e s ta ca s e n to d a s d ire c- c io n e s ) , estaquillas (e s ta ca s co rtas d e n o m as d e u n m e tro d e lo n g itu d c o n cu erd a s , zarzas, e tc ., en red a d a s en tre si a m o d o d e m aran a), abrojos (p e q u e n o s te tra e d ro s fo rm a d o s p o r p in c h o s d e h ie rro co n stru id o s d e m o d o q u e u n o d e e llo s s iem p re se p ro y e c te n e c e s a r ia m e n te h a c ia arri- b a ) y p o r u ltim o in u n d a cio n es y diques, es decir, o b s ta c u lo s a cu a tico s (M ah an , 1862 : 4 4 -4 8 ) .u

14. La terminologia francesa (Mahan era estadounidense) es tipica de los escritos militares de este perfodo.

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Uno percibe de inmediato dos caracterfsticas cruciales de estos obsta- culos: requieren mucha mano de obra y no exigen demasiado en lo que se refiere a recursos previamente disponibles. Estamos ante una guerra rica en trabajo pero pobre en capital. Tal como explica Mahan (1862) respecto al funcionamiento de todos estos obstaculos, ninguno es “de mucha utilidad para el defensor si no se encuentra al alcance de sus armas”. En otras pala- bras, los obstaculos siempre estan pensados para funcionar en el marco de un sistema mas grande. Basicamente, la funcion del obstaculo es obligar al atacante a ir mas lento mientras se descargan las armas sobre el. Ya hemos visto esta misma estructura dual en las lineas britanicas en Sudafrica, formadas por alambre de puas jy guarniciones, lo cual revela una diferencia importante entre el impedimento del movimiento humano y el de los grandes animales domesticados. Si cuentan con tiempo suficiente, los humanos siempre aca- ban encontrando maneras de sortear los obstaculos: sencillamente son mas habilidosos y agiles. Al fin y al cabo, el caballo y la vaca nunca treparon por los arboles. Asi pues, los obstaculos, a menos que sean sumamente eficaces, no obstruyen el movimiento humano, sino que lo retrasan.

Pero incluso esto tiene una enorme signification militar. De forma gradual, las unidades de tiempo adquirieron cada vez mas importancia en la guerra moderna, por motivos bien explicados por otro experto en obstaculos en 1888: “Los obstaculos tienen mayor valor hoy en dia que en el pasado porque, dada la rapidez y la precision del fuego moderno, por breve que sea el tiempo durante el que retienen a un asaltante, este sufre un dano mucho mas terrible” (Brackenbury, 1888: 53). Charles Bracken- bury, un autor inteligente y juicioso, prosigue su texto repitiendo la lista de obstaculos de Mahan con absoluta precision (no hay nada mas conservador que los manuales militares), pero anadiendo sin embargo las “maranas de alambre”, acerca de las cuales hace la siguiente notable observation:

El mejor de todos los obstaculos es la marana de alambre, que puede usarse en todas partes si hay alambre disponible. Cuanto mas alta sea y mas alambre tenga, mejor. En los bosques, los arboles y los arbustos pueden constituir el soporte para el alambre, y tiene la ventaja de per- manecer enrollada en espirales a de los pies del enemigo, sin importar cuanto tiempo su artillerfa la haya bombardeado. La unica forma de superar una marana de alambre es echarse al suelo y arrastrarse por debajo de ella o bien pasar por encima (Brackenbury, 1888: 56).

Esta description parece hacerse eco de escritos anteriores, como por ejemplo los del general belga Alexis Brialmont (1879: 324-325): “Las redes

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de alambre constituyen una de las defensas auxiliares mas eficaces. No se ven desde lejos, no obstaculizan el fuego de la defensa y resisten bien los proyectiles de la artillerfa [...]. En ausencia de alambre, uno puede usar tablones, palos o cuerdas”.15

Se nos plantea ahora una cuestion interesante, a saber, <;de que estan hablando exactamente? A finales del siglo XIX, la palabra “alambre” se usa a menudo para referirse, cuando lo pide el contexto, a lo que nosotros llamarfamos “alambre de puas” (el termino todavfa no se habia atrincherado en el lenguaje). En cualquier caso, el alambre mencionado aquf probable- mente no sea de puas. Brackenbury sugiere arrastrarse por debajo de el, y no es que sea imposible, con el alambre de puas, pero es sumamente desagradable y requiere muchisimo tiempo (hecho del cual no se hace mention alguna). Una conclusion similar parece seguirse, por ejemplo, de que Brialmont este dispuesto a intercambiar el alambre por cuerdas, asi como del hecho de que tampoco menciona la action retardadora de las puas (es mas, serfa muy extraordinario que un estudio belga de 1879 registrase la existencia del alambre de puas, y mucho menos su papel militar). Asi pues, el alambre sin puas pasa ahora a formar parte de la lista estandar de obstaculos, como por ejemplo la de Junius Wheeler (1893: 173): “M araria : una marana es un obstaculo excelente que se construye clavando en el suelo estacas resistentes a una distancia recxproca de entre un metro ochenta y dos metros y medio, y conectandolas con alambre resistente enrollado a su alrededor. Se construye rapidamente cuando los materiales estan a mano”. Este texto va acompanado de una figura que muestra de forma inequivoca que el alambre en cuestion era alambre sin puas.

El punto mas importante de las descripciones de Brackenbury y Wheeler es que el uso del alambre como obstaculo depende, una vez mas, del suministro. Todavia se considera como un recurso mas que uno puede conseguir si tiene suerte. Uno llega al lugar donde va a pasar la noche y ique encuentra? Puede que un bosque cercano, y entonces construye empalizadas. Tal vez un dique, y entonces puede inundar los campos. O, como minimo, siempre puede cavar un foso. Ahora pongamos por caso que encuentra un piano en una casa de un pueblo abandonado... jalam- bres para fortification! Dejando de lado estos escenarios, mi conjetura es que lo que Brackenbury y Wheeler tienen en mente es sobre todo el caso de que el cuartel general haya abastecido de cantidades excesivas de alambre telegrafico. Sea como sea, a medida que avanza el siglo XIX, cada vez es mas probable que a uno el alambre le saiga al paso. Podemos

15. La traduction es mia.

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afirmar, pues, que el alambre paso a ser un elemento mas del paisaje y, por lo tanto, que todavia nos encontramos de lleno dentro del perfodo de la fortificacion de campo natural, en la que los obstaculos dependen de los accidentes de la naturaleza (si bien es cierto que, en este caso, se trata de naturaleza manipulada por el hombre). Todavla no hemos llegado al perfodo de la fortificacion de campo artificial, en el que la propia natura­leza es transformada para ajustarse a las necesidades militares.

Parece ser que en la ultima decada del siglo XIX, el alambre de puas se uso alguna que otra vez en la guerra. Se hace mention de su uso en Cuba en 1898, en la Guerra Hispano-Estadounidense (sobre la que volvere en el proximo capitulo). Sin embargo, esa guerra fue muy corta y termino con una victoria contundente de los estadounidenses (Wheeler, 1898: 89), de modo que no dejo una huella muy profunda en el futuro pensamiento militar. No se puede decir lo mismo de la Guerra de los Boers.

En esta guerra, como ya hemos visto, se uso mucho alambre de puas: la naturaleza lo proporcionaba en abundancia, asi que se experimento mucho. Baden Baden-Powell -cuyo hermano mas famoso habia fundado el movimiento Boy Scout- tambien sirvio en Sudafrica como oficial britanico y sus observaciones fueron de una clarividencia notable: “El alambre de puas puede considerarse una importante innovation de la guerra moderna y es probable que se emplee profusamente en guerras futuras” (Baden-Powell, 1903: 193). Su description de la evolution del uso del alambre de puas es instructiva. Al principio, bajo la influencia de los manuales militares, se tendio una sola linea de alambre, o como mucho una red que se extendia en profundidad, mas o menos a 30 centimetros del suelo. De hecho, se preferia el alambre sin puas al alambre de puas. El objetivo era confiar en la casi invisibilidad del alambre desde cierta distancia para que el retraso fisico que provocaba el obstaculo se viese incrementado por la sorpresa. La fuente de inspiration es claramente el obstaculo preferido del perfodo, el trous-de-loup\ zanjas estrechas escondidas y casi invisibles para atrapar a un enemigo desprevenido (en particular un enemigo desprevenido a caballo, por supuesto). En un primer momento, pues, el alambre se uso como una especie de trampa, como un dispositivo de ingenio mas que de pura violencia. Pero este sistema, segun Baden-Powell (1903: 193), no acababa de funcionar porque el alambre era “de poca utilidad excepto como cable trampa para caballos, [o como mucho] puede hacer tropezar a un hombre en una noche muy oscura”.

En general, habia que buscar una solution de compromiso entre sorpresa y efectividad. La cuestion de los postes usados para mantener el alambre en su sitio puede servir como ejemplo: “Si se usan ramas pobladas

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de hojas, pueden aparentar arbustos naturales. Pero los postes deben ser fuertes, de lo contrario es muy facil derribarlos o arrancarlos de cuajo” (Baden-Powell, 1903: 194). Por un instante vislumbramos caminos que la historia militar abrio pero no transito: el alambre de puas como herramien- ta para trincheras camufladas, de modo que incluso las fortificaciones de campo pudiesen fundirse con el mundo natural. Pero no, los postes deben ser fuertes. En vez de fundirse con el entorno natural, se prefirio crear uno artificial totalmente nuevo.

En la opinion de Baden-Powell, el alambre de puas representaba una novedad radical en el uso de obstaculos: ahora se podia desechar la sorpresa y centrar toda la atencion en la efectividad. La razon era que el alambre de puas demostro una eficada sin precedentes. Su capacidad de retrasar el movimiento podia llegar a ser equivalente a un autentico bloqueo: “En funcion de la tecnica, el tiempo y el material, [una valla puede ser] absolu- tamente infranqueable, y solo podria salvarse el obstaculo destruyendola o sorteandola por encima” (Baden-Powell, 1903: 193). Ahora bien, ipor que no se usaban los materiales tradicionales para construir este tipo de vallas? En principio, uno no hubiese tenido ningun problema en construir un muro de madera, o incluso de piedra, que fuese “absolutamente infranqueable”, siempre “en funcion de la tecnica, el tiempo y el material”, claro esta. Pero precisamente esto fue lo novedoso en el alambre de puas: los requisitos de tecnica, tiempo y material disminuyeron de forma drastica. El alambre de puas era rapido de desplegar y barato de conseguir. De modo que, en principio, incluso una marana muy espesa podia tenderse con el tiempo y los medios de que disponian los comandantes de campo.

Esto era verdad a nivel teorico y ya fue advertido por observado- res como Baden-Powell. Pero todavia no era asi en la practica, por una simple razon que Baden-Powell tambien advirtio: “Ha ocurrido a menudo que, pese a que se contaba con alambre en abundancia, no habia postes disponibles porque se necesitaba toda la madera como combustible”. Volvemos a encontrarnos con el factor determinante: incluso en la Guerra de los Boers, en la que se hizo un enorme uso estrategico del alambre de puas, su uso tactico se vio todavia constrenido por las limitaciones de la disponibilidad natural. Como los postes no podian encontrarse en el campo y eran una carga pesada, no tenia sentido abastecer de alambre de puas como herramienta tactica.

El mejor ejemplo lo proporciona A Sum m er N ight’s Dream : The D e­fe n s e o f D u ffer ’s Drift. Este notable libro de 1907 (una pequena joya a nivel literario y tambien como manual de tacticas de campo) no narra un sueno, sino seis. El heroe, el Teniente Backsight Forethought, suena una y otra vez

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que se le ha asignado la defensa de Duffer’s Drift, un paraje desolado del Veld. En los cinco primeros suenos se prepara para la defensa, lo arrollan los atacantes boers y luego, para su gran alivio, se descubre a si mismo de nuevo en el mismo sueno. Entonces corrige sus errores previos, solamente para cometer otros no menos fatales. El ultimo sueno, por supuesto, nos lo presenta emergiendo triunfante, momento en el que se despierta y se da cuenta de que todavia se encuentra en su cuartel (lo conmovedor de la novela es que en realidad el todavia tiene que luchar en el mundo de la vigilia y los suenos no le garantizan el exito). Ernest Swinton, el autor, fue un pensador militar extraordinariamente inteligente y original que volveremos a encontrar mas adelante corno uno de los inventores del tanque. Tanto mas destacable, pues, que en los seis suenos Backsight Forethought no tome ni una sola vez en consideration el uso de alambre de puas. Sin embargo, no se trata de un descuido, sino de una precisa observation por parte de Swinton: Forethought no usa alambre de puas por la buena razon de que no dispone de el. El alambre de puas aun no forma parte del mundo natural a disposition de un comandante militar.

La experiencia de la Guerra de los Boers, sin embargo, ya hizo pensar a algunos oficiales que el alambre de puas podrfa llegar a tener un potencial tactico significativo. Pronto tuvieron la oportunidad de comprobarlo con gran detalle medio mundo mas lejos, en el noreste de China.

A comienzos del siglo XX, la debilidad de la dinastia Qing se hizo patente y las potencias del mundo se apresuraron a imponer sus respecti- vos intereses. Una especial fuente de tension fue el control de Manchuria, la tierra de origen de la dinastia Qing. Su principal atractivo a los ojos de Rusia y Japon era que les quedaba relativamente cerca. Ambos imperios llegaron a la conclusion de que los hipoteticos futuros beneficios derivados de la explotacion de China dependian de ganar el control de esta tierra fria y yerma. Los rusos fueron los mas beneficiados en el reparto de influencias en Manchuria tras el acuerdo posterior a la Rebelion de los Boxers de 1900, Japon se sintio excluido y la guerra estuvo servida.

Los japoneses tomaron la iniciativa en 1904 y en una action sor- presa inutilizaron la flota rusa en Port Arthur, la principal base naval rusa en Manchuria. Acto seguido, los japoneses lanzaron su invasion. Este conflicto fue un experimento importante: despues de un largo periodo de calma en la historia mundial, al fin estallaba una guerra entre dos ejercitos modernos completamente equipados. De hecho, provoco un gran revuelo entre los observadores militares de la epoca. Como si de entrenadores de futbol siguiendo desde las gradas un partido entre dos equipos extranjeros se tratase, los oficiales extranjeros peregrinaban al

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teatro de operaciones de Manchuria. En realidad, siendo este todavia un mundo de gentlem en, eran invitados por Rusia o, mas a menudo, por Japon. Los escritos de estos observadores son instructivos para mostrar el calado de los nuevos desarrollos tacticos, pese a que hay que tener en cuenta que sus descripciones y sus interpretaciones a menudo estaban empanadas por presuposiciones falsas.

Manchuria resulto no ser el lugar mas agradable en el que librar una guerra. Habia que desplazarse por areas vastisimas, entonces la tierra era pobre (como lo es todavia hoy en su mayor parte) y el clima era riguroso. Ademas, ambos bandos tenian que enviar sus soldados a una gran dis- tancia, especialmente los rusos. En otras palabras, la rapidez de las armas modernas coincidio con un despliegue de tropas relativamente lento. De este modo el tempo de la guerra se caracterizo por largos intervalos de preparativos y concentracion de tropas interrumpidos por enfrentamientos relativamente breves. Para dar una idea de las magnitudes en juego, la guerra empezo el 8 de febrero de 1904 y el primer gran combate terrestre se libro el 26 de mayo, duro menos de un dia y se cobro mas de cinco mil vidas (cfr. Walder, 1973: 102-104). Swinton habia concedido a su teniente ficticio Backsight Forethought un dia para prepararse para cada enfren- tamiento, lo cual es una exigencia literaria para mantener la naturaleza sherezadiana del relato, por descontado, pero tambien una description realista de la Guerra de los Boers. En Manchuria, todo el mundo dispuso de mucho tiempo, y por eso la mayoria de enfrentamientos tomaron la forma de un ataque a un ejercito bien atrincherado.

La abundancia de mano de obra barata fue otro factor decisivo. De hecho, esta fue una ventaja de todas las guerras coloniales. Asi como en Sudafrica las lineas britanicas de alambre de puas fueron construidas con mano de obra africana, la mayor parte del trabajo en Manchuria lo realizaron los “coolies” chinos, para usar la expresion que utilizaban los observadores contemporaneos (War Office, General Staff, 1906: 1: 636). Pero a diferencia de la mano de obra, el transporte presentaba mas difi- cultades. Como senalo un observador estadounidense, “las carreteras en Manchuria son abominables [...]. Los nativos no hacen ningun esfuerzo para mejorarlas. En la estacion humeda el barro no tiene fondo, y cuando deja de Hover la sequia y los surcos profundos casi hacen que uno prefiera el barro” (U. S. War Department, 1907: 79). Por consiguiente, la preparation para la batalla tenia que basarse en materiales facilmente transportables. Esto diferia de la situation en Europa, donde dados tres meses de pre­paration, un general de ese tiempo hubiese intentado construir un fu erte con sus muros resistentes, sus torres y todo lo demas. Sin embargo, este

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tipo de construcciones exuberantes eran impensables en Manchuria, y las fortificaciones de campo pasaron a recibir la atencion otrora concedida a las construcciones permanentes.

Por supuesto, al disponer de tanto tiempo, los ingenieros intentaron realizar todos los obstaculos de manual, especialmente el tradicional trous- de-loup cavado en el suelo o, donde disponlan de madera, el abatis. Sin embargo, cabe notar que todos estos obstaculos se complementaban ahora con alambre de puas: los fosos de los trous-de-loup estaban cubiertos de puas y se tendia alambre de puas alrededor de la estructura de madera del abatis (U. S. War Department 1906: 113). Pero por encima de todo, el alambre de puas fue una pieza fundamental de la estructura clave de la guerra: la trinchera.

Los rusos tambien hicieron sus observaciones y el capitan Soloviev (1906: 29) lo resumio con claridad: “Sobre la ultima campana puede des- tacarse que la pala se codea en importancia con el rifle [...]. La pala se ha vuelto un arma de combate en toda regia”. Las palas cavaron mas hondo y mas ancho que nunca. Se cavaron trincheras de entre dos y dos metros y medio de profundidad y tres metros de ancho que proporcionaban una buena protection frente a los proyectiles.16 Eran casi como calles estrechas, con la salvedad de estar cavadas en el suelo, de modo que moverse dentro de la trinchera era bastante facil. Cabe senalar que estas calles subterra- neas variaban mucho en longitud, pero en general eran cortas (entre unas pocas docenas y unos pocos cientos de metros). Es importante subrayar esto porque, influenciados por el imaginario de la Primera Guerra Mundial, tendemos a pensar en las trincheras como un sistema continuo. Pero este fue un desarrollo posterior. Las trincheras de la Guerra Ruso-Japonesa to- davia se concibieron segun el modelo del fuerte. En realidad eran el fuerte de los pobres, hechas nada mas que con abundante mano de obra barata y materiales ligeros. Esto explica la forma basica de la trinchera: una media- luna. Un fuerte autentico es un clrculo, construido de antemano para estar preparados para cualquier emergencia, pero la trinchera, que es un fuerte a d hoc, un sucedaneo, es un segmento de un clrculo preparado para hacer frente a un ataque desde una direction determinada. La preparation basica para la batalla consistia en construir una secuencia de estas medialunas, que formaban una linea de defensa en longitud y tambien en profundidad (habia una primera linea de reconocimiento y contention, una segunda linea para la defensa propiamente dicha y una tercera linea a la que retirarse en caso

16. La mejor description general a nivel tecnico de la construction de trincheras es War Office, General Staff (1906: 2: 633-638).

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de caer la segunda) (Sedgwick, 1908: 140). Cada medialuna proyectaba un espacio de defensa, y combinadas abarcaban un frente entero. En otras pa- labras, el control sobre el espacio se concebia en el sentido tradicional de un control que se proyecta a partir de puntos inconexos.

iComo define un espacio, la trinchera? Entran en juego varios com- ponentes. Antes que nada, hay que comprender la geometria tridimen­sional. Tendemos a pensar que una trinchera no es mas que un hoyo cavado en el suelo, pero si nos paramos un momento a reflexionar nos daremos cuenta de que sacar arena del suelo significa, al mismo tiempo, amontonarla encima de este. Segun este principio, pues, las trincheras acostumbran a tener una estructura ondulada: se elevan un poco por detras, se hunden en la trinchera propiamente dicha y luego se elevan otra vez por delante. Esto crea los parapetos desde los cuales se puede controlar un determinado campo enfrente de la trinchera. Este es el pri­mer componente del control espacial de la trinchera: la delimitation de un espacio que esta justo a sus pies.

Anadamos ahora dos componentes mas. El segundo es una ametralla- dora, emplazada en la trinchera misma o justo detras de ella (mas adelante volvere sobre la particular naturaleza y signification de este instrumento). La ametralladora tambien se proyecta en el mismo espacio dominado por la trinchera, delimitado ahora por su alcance efectivo (del orden de los cientos de metros).

Finalmente, el tercer componente, y el unico situado en el propio campo dominado por la trinchera, es la marana de alambre de puas. Se colocaba a una distancia de unos 55 metros de la trinchera y solia consistir en tres lineas de alambre dispuestas una tras otra (lo cual recordaba la estructura global de las trincheras). Bajo el mismo signo del tres, pode- mos observar que las puas estaban intercaladas de forma muy compacta a tres pulgadas (unos siete centfmetros y medio) una de la otra, y que la altura de la marana era de tres pies (unos noventa centimetros) (War Office, General Staff, 1906: 1:641). Esta vez no se trataba de mero cable trampa. Con la estructura completa en su sitio —trinchera, ametralladoras y alambre de puas- se construia un espacio muy particular. Una trinchera estandar dominaba un area mas o menos rectangular de unos cien metros de profundidad y trescientos de ancho en los que todo era visible, todo se volvia vulnerable y todo quedaba bloqueado. Durante meses y meses, ambos ejercitos se prepararon construyendo y perfeccionando estos nuevos espacios de defensa.

Hasta que finalmente llego el enemigo. Durante unos minutos, el espacio debajo del parapeto se animaba. iQue ocurria entonces? Veamoslo

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a traves de un ejemplo de un acontecimiento inusual, un ataque exitoso (por parte del bando japones) al alambre de puas:

Se pidieron voluntaries [...] para cortar las maranas de alambre. Toda la companla dio un paso adelante, pero solo cincuenta hombres fueron escogidos [...]. Se lanzaron hacia las maranas bajo un terrible fuego de rifles y granadas de mano. Los hombres se tumbaron de espaldas fin- giendo estar muertos o heridos, y de ese modo se abrieron paso hasta el alambre y consiguieron cortarlo.

No todos, sin embargo, tuvieron que fingir: “De los cincuenta que salieron, veintiocho murieron o fueron heridos” (War Office, General Staff, 1906: 2:269). Fijemonos en la accion a camara lenta, en la necesidad de arrastrarse poco a poco: para sobrevivir en este espacio que fue creado para detener todo movimiento, uno tenia que adoptar la inmovilidad de la muerte.

Los observadores pronto llegaron al consenso de que lo mas probable era que los ataques a una trinchera terminasen en fracaso (War Office, General Staff, 1906: 2:301). Sin embargo, a pesar de que entendieron este hecho, se les paso completamente por alto su con- secuencia. Les parecio que el perfeccionamiento de la defensa exigia simplemente un esfuerzo mayor por parte de los atacantes. Incluso el fracaso de la caballeria podia tergiversarse. El Coronel Birckbeck fue caustico: “Es dificil explicar la inactividad de la caballeria rusa [en la guerra] [...] en los valles abiertos [...]. El rio y los arroyos estaban helados y eran todos ellos transitables por cualquier sitio [...]. La region estaba llena de k a o lia n g [sorgo], que es un forraje excelente”. Los oficiales de caballeria siempre tertian que tener un ojo puesto en la naturaleza, pero Birckbeck no se percato de que lo que ahora contaba era la naturaleza artificial: “Sin embargo, no realizaron ningun movimiento ofensivo en absoluto [...] para nosotros esto es incomprensible, a no ser que el dra­gon ruso haya sido castrado por su entrenamiento e instruccion hasta el punto de perder todo el impetu y el vigor del verdadero soldado de caballeria”. Y en este punto llega a la asombrosa conclusion de que “no hay argumento mas concluyente que este a favor del mantenimiento en nuestra instruccion de caballeria de todo lo relacionado con I’a rm e b la n ch e [el combate con arma blanca]” (War Office, General Staff, 1906: 1:233). Volvemos a encontrarnos ante el quijotesco mundo del impetu y el coraje. La alternativa, al fin y al cabo, era emascularse, no ser ya un sujeto de violencia sino su objeto. iComo iba a sobrevivir el orgullo

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m a s c u lin o e n u n m u n d o d o n d e , c o n ta l d e s e g u ir v iv o , u n o te n ia q u e fin g ir e s ta r m u erto?

E n esta gu erra am b o s b a n d o s in sistian u na y otra v ez e n a tacar a u n en e m ig o superior. Si la cab a lle ria rusa fracaso p o rq u e le fa ltab a vigor, e n to n ce s el ex ito d e la in fan teria ja p o n e sa tu vo q u e d e b e rse a q u e si lo ten ia . A m e n u d o se e lo g ia b a el h ero ism o ja p o n e s a la h o ra d e em b estir co n tra lo s o b stacu lo s . El in fo rm e d el T e n ie n te C o ro n e l H u m e d e la R oyal Artillery, b asad o e n fu e n tes ja p o n esa s , es rev elad or:

Una com pania de infanteria (5 a C om pania, 24° Regim iento, 12a D ivision) se acerco a Ha-M a-Tang por el Norte [...]. El capitan qu e com and aba la com pania cayo en com bate y un teniente asum io el m ando. Este tam bien fue abatido y otro subalterno tom o el m ando. A proxim adam ente la mitad de los hom bres de la com pania m urieron o resultaron heridos y se les acab o toda su m unicion, pero ni un solo hom bre vacilo . E ntonces se presentaron el resto de com panias del regim iento y abatieron a unos trescientos rusos que justo habian em pezad o a cargar co n las bayonetas. D esde ese dia, la 5a Com pania del 24° Regim iento es fam osa en todo el e jercito (War O ffice, G eneral Staff, 1906: 2 :39).

E n realid ad este es u n e je m p lo p arad igm atico . M ed iante p u ro e m p e- n o y d eterm in acio n , el E jerc ito ja p o n e s co n sig u io gan ar la m ay oria d e los en fren tam ien to s a co sta de u na p erd id a m asiva d e vidas. T od as las v ic to ­rias fu ero n p irricas. La b ata lla d e M u kd en , u na d e las victorias d ecisivas d e Ja p o n d urante la guerra, te rm in o co n u na cifra de b a ja s ja p o n e sa s q u e qu iza a lca n z o los 7 0 m il h o m b res (W alder, 1973 : 272).

R efle x io n e m o s p o r u n m o m en to so b re la s igu ien te p regu n ta : ,-por q u e la tr in ch era d e a lam b re d e pu as fu e tan eficaz? Esta cu estio n m e re ce ser co n sid erad a cu id ad o sam en te . C om o ya se h a o b serv ad o , es re a lm e n te d ificil im p ed ir el m o v im ien to h u m an o (p o r este m otiv o h ay guerras y n o sim p le m en te vallas a lo largo d e n u estras fro n teras). H em o s co n sta tad o la cap acid ad h u m ana d e trep ar y arrastrarse p o r terren os d ificiles. A dem as, los h u m an o s se m u ev en d e form as im p red e cib les y actu an co n astu cia con tra las e x p e cta tiv as d el ad versario . A esto h ay q u e an ad ir q u e , a u n q u e n o p u ed an co m p ararse a o tro s an im ales co m o lo s cab a llo s , lo s h u m an o s so n u n o s an im ales b astan te v e lo ce s . P o r u ltim o, m u y a m e n u d o lo s h u m an o s estan im b u id os d e u n fan atism o q u e les p erm ite so p o rtar u n o s n iv e les d e v io len c ia q u e d eten d rian a la m ay oria d e los d em as an im ales. D e m o d o q u e p ara im p ed ir el m o v im ien to h u m an o h ay q u e v o lv erlo m as regular, m as p re d e cib le , m as le n to y h ay q u e e je rce r m u ch a v io len c ia . El a lam bre

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II. confrontacion. El alambre de puas en el campo de batalla

d e pu as cu m p le ad m irab lem en te b ie n to d o s esto s req u isito s. C o n scien tes de su p re sen c ia , los a tacan tes tie n e n q u e red u cir su m o v im ien to para lid iar co n la d ificu ltad d el te rren o , d e d o n d e se deriva to d o lo q u e p e d iam o s: p red ictib ilid ad , regu larid ad y lentitud .

P o r e n c im a d e o tras co n sid e ra c io n e s , lo m as d eterm in an te es la p ro p o rc io n d e v io len c ia c o n re sp e c to a m ov im ien to : si a lg u ien es cap az d e e je rce r m as u n id ad es d e v io len c ia e n m e n o s u n id ad es d e e sp a c io atra- v esad o , es m as p ro b a b le q u e frustre e l m o v im ien to p o r e s e esp a cio . Asi p u es, p o d e m o s v er co m o la am etrallad ora y el a lam b re d e p u as se co m - p lem e n tan a la p e r fe c t io n y cu m p len el m ism o co m etid o . El a lam b re de pu as in crem en ta la p ro p o rc io n d e v io len c ia c o n re sp e c to al m o v im ien to , re d u cien d o el e sp a c io a trav esad o p o r u nid ad d e tiem p o , m ien tras q u e la am etrallad ora in crem en ta esta p ro p o rc io n au m en tan d o el n u m ero de u n id ad es d e v io len c ia e je rcid a e n la m ism a u nid ad d e tiem p o. C om p a- re m o slo c o n u n h u m an o q u e co rre sin o b sta cu lo s en fre n tad o a u n arm a no au tom atica . El tirad or so lo p u ed e in ten tar a lcan zarle u n p ar d e v e ce s , no m as. R ed u zcam o s la v e lo c id a d d el h u m an o , au m en te m o s la v elo cid ad d el arm a y el resu ltad o es la guerra d e trin ch eras.

E n e fe c to , este p e rio d o fu e testigo d e u na im p o rtan te in n o v a tio n e n las arm as d e fu ego : la am etrallad ora . Al cargarse d e form a au tom atica , p o d ia d isp arar rap id am en te g ran d es can tid ad es d e m u n itio n .17 E sto n o s lleva in m ed iatam en te a p lan tearn o s u n in terrog an te : ^cual fu e el au tenti- c o ases in o , el a lam b re d e p u as o la am etrallad ora? La cu e stio n se p u ed e terg iversar c o n facilid ad . H ay lib ro s m ilitares so b re la am etrallad ora , u n in stru m en to im p o rtan te p o r d e re ch o p ro p io , p e ro hasta ah o ra n o h ab ia casi nad a p u b lica d o so b re el a lam b re d e pu as. Se trata d e u n a asim etria iron ica , ya q u e la literatura ca e e n la tram pa q u e ella m ism a co n d en a . Los escrito s so b re la em erg en cia d e las am etrallad oras lam en tan sin e x c e p t io n la in cap acid ad d e los g en era les d e d arse cu en ta , e n v isp eras d e la Prim era G u erra M undial, d el au m en to d e im p ortan cia d e la d efen sa p o r en cim a d el a taq u e (c o m o h e m o s v isto , lo s g en era les e stab an o b se s io n a d o s en in crem en tar la p o te n cia d e lo s a tacan tes, sin p erca tarse p re c isa m en te de cu an to se h ab ia in crem en tad o la p o ten cia d e los d efen so re s). P ero a la hora d e dar cu en ta d el au m en to d e la fu erza d e la d efen sa , lo s h istoriad ores m ilitares tien d e n a co n cen tra rse casi ex c lu siv am e n te e n la am etrallad ora e ig n o ran el a lam b re d e pu as, red u p lican d o d e este m o d o e l erro r d e los g en erales: se co n cen tran e n el instru m ento m as fascin ante , la am etralladora, q u e p ro y ecta la v io len c ia o fen siv am en te h a cia d elan te , e ig n o ran e l m u ch o

17. Para el analisis clasico, ver Ellis (1975).

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Alambre de puas

m as m o d esto a lam b re d e pu as, q u e co n d e n sa la v io len c ia esta ticam e n te d e u n m o d o d efen siv o .

E n to n ce s , <;c6mo re p artir la re sp o n sa b ilid a d d e las m u ertes e n tre e l a la m b re d e p u as y la am etrallad o ra? E ste in terro g a n te es d ific il d e d ilu- cid ar p o r la s im p le y sig n ifica tiv a ra z o n d e q u e e n rea lid ad n in g u n o d e lo s d os se u so p o r sep a ra d o . No h a b ia lin ea s d e fe n s iv a s c o n so lo a m e - tra llad o ras, o c o n so lo a la m b re d e p u as. P e ro p o d e m o s to m a r n o ta d e las d o s p ru e b a s s ig u ien tes , q u e qu iza n o s a y u d en a d ilu cid ar la cu e s tio n . E n p rim er lugar, d u ran te la P rim era G u erra M u nd ial s e c o n s id e ra b a q u e e l p re rre q u is ito d e cu a lq u ie r a ta q u e era u n in te n so b o m b a rd e o d estin a d o a co rta r las m aran as d e a lam b re . P o r co n s ig u ie n te , n a d ie p e n s a b a q u e u n a ta q u e co n tra u n a lin ea in tacta d e a la m b re d e p u as tu v ie se la m as m in i­m a p o sib ilid a d d e ex ito . P o r lo g en era l, e s to s b o m b a rd e o s n o d e ja b a n fu era d e co m b a te to d as las p o s ic io n e s d e am e tra llad o ras (n i ta m p o co co n s e g u ia n e lim in ar s ie m p re el a la m b re ), d e m o d o q u e , in c lu so cu a n d o te n ia n e x ito , c r e a b a n e n esa zo n a u n ca m p o c o n am e tra llad o ras y sin a la m b re d e p u as. N o rm alm en te , lo s a sa lto s e n estas c o n d ic io n e s eran te cn ica m e n te e x ito s o s , e n el se n tid o d e q u e ro m p ia n la lin ea d e d efen sa . E sta p rim era p ru e b a sirve p ara m o strar q u e las am e tra llad o ras p o r si so las n o a u m en ta n la p r o p o r t io n d e v io le n c ia c o n re s p e c to a m o v im ien to al n iv e l re q u e rid o para d e te n e r el m o v im ien to p o r c o m p le to . E n seg u n d o lugar, h a y q u e te n e r e n cu e n ta q u e e n la G u erra R u so -Ja p o n e sa - e s p e - c ia lm e n te si la co m p a ra m o s c o n la P rim era G u erra M u n d ia l- ca s i n o se u sa ro n am etra llad o ras. E n M u k d en , q u e fu e la m ay o r b a ta lla d e la gu erra, cad a d iv isio n ja p o n e s a te n ia asig n ad as 14 am etra llad o ras , e s d e c ir q u e e n to ta l h a b ia u n as 2 0 0 (W ar O ffice , G e n e ra l Staff, 1906 : 2 :2 3 3 -2 3 4 ) .18 P o r tan to , m u ch a s p o s ic io n e s n o fu e ro n d efen d id a s c o n am etra llad o ras, s in o so lo c o n rifles. P o d e m o s to m ar co m o e je m p lo e l e n fre n ta m ie n to e n la b a ta lla d e M u k d en q u e a n a lizam o s an tes: “C in cu en ta h o m b re s fu e ro n e s c o g id o s [ .. .] . Se la n z a ro n h a cia las m aran as b a jo u n te rr ib le fu e g o d e riflesygranadas de mano [ .. .] . D e lo s c in cu e n ta q u e sa lie ro n , v e in tio ch o m u rie ro n o q u e d a ro n h e r id o s ” (la s cu rsiv as so n m ias). A q u i la d e fe n sa se b a sa e n la c o m b in a tio n d e a lam b re d e p u as y rifles. D e h e c h o , es m u y p ro b a b le q u e sea p o r esta razo n q u e 22 h o m b re s d e lo s 50 sa lie ro n ileso s. Sin am etra llad oras, la tr in ch era d e a lam b re d e pu as era c iertam en te m e n o s e fe c tiv a , p e ro seg u ia s ie n d o lo b a sta n te e fica z co m o p ara o b sta cu liz a r se r ia m e n te el m o v im ien to .

18. Habia cinco ejercitos japoneses, que comprendian dos o tres divisiones cada uno.

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Pero se trata evidentemente de un ejercicio imaginario y en gran medida sin sentido. El alambre de puas actuo en este caso igual que lo habia hecho siempre, como parte de un sistema. En este nuevo contexto de ametralladoras y violencia global creciente, la violencia implicita en el propio alambre de puas se vio a su vez multiplicada. Combinado con la ametralladora, formaba el obstaculo perfecto.

Si la leccion de la Guerra Ruso-Japonesa y sus obstaculos perfectos hubiese sido bien comprendida, tendria que haber sido la guerra que hubiese puesto fin a todas las guerras. Para desgracia de Europa, no fue bien comprendida. Esto se debio ante todo a que los japoneses ganaron la guerra casi sin merecerlo. Sin embargo, no la ganaron en Manchuria. A pesar de su superioridad en logistica y en moral, las fuerzas de tierra japonesas ganaron batallas, pero no la guerra terrestre. Cuando Rusia se rindio en 1905, Japon ya no tenia mas dinero ni mas soldados para enviar a la guerra (Porch, 2000: 187). Los japoneses lograron la victoria en parte gracias a sus exitos navales, conseguidos en una arena donde el movimiento y su impedimento eran radicalmente diferentes, e incluso en mayor medida gracias al fracaso de Rusia como nacion moderna.19 Ese mismo ano estallaba mas al oeste, lejos de Manchuria, la primera Revolucion Rusa de 1905. A los observadores de la epoca les parecio que este era un signo inequivoco de la obsolescencia de la Rusia tradicional. Por supuesto, en esto tenian razon, como veremos mas adelante. Pero lo que los observadores no vie- ron fue que esa guerra en si misma tambien era un signo inequivoco de la obsolescencia de la guerra tradicional.

Estamos a punto de llegar a 1914, el momento decisivo de la llegada de la modernidad, el momento en que de pronto el alambre de puas paso a ser un rasgo fundamental de la experiencia humana. Lo hemos estado siguiendo durante 40 anos hasta este momento, y su exito llenaria de orgullo a Joseph Glidden. Pero ahora es el momento de explicar este exito. iQue provoco, en ultima instancia, que el alambre de puas se transformase? ,-Por que paso de la historia animal a la humana? Voy a recapitular el orden de las causas.

Vimos como la aplicacion tactica del alambre de puas no fue el fruto de una planificacion explicita, sino de las contingencias de la disponibi- lidad. El hecho de que el alambre de puas se encontrase muy a mano en ciertos entornos hizo que los oficiales se planteasen usarlo. Esto sucedio ante todo en Sudafrica, y luego, tras el ensayo preliminar sudafricano, vino la aplicacion masiva ruso-japonesa.

19. Para panoramicas amenas e interesantes del curso general de la guerra, ver Martin (1967) y Walder (1973).

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Alambre de puas

El siguiente paso es preguntarnos por que el alambre de puas se encon- traba tan a mano para la fortification de campo en Sudafrica. La respuesta es clara: porque se uso en la gran division del Veld para acorralar a los coman- dos boers. por que fue escogida como la hen-amienta mas adecuada para llevar a cabo este proyecto? Aqui podemos identificar tres razones principales.

Primero, habia claros antecedentes de protection de ferrocarriles con alambre de puas en tiempos de paz. Segundo, el objetivo principal de la operation -bloquear el movimiento de los caballos- se habia demostrado factible con esta herramienta disenada para detener animales. Tercero, y lo que es mas importante, era muy barato.

Finalmente, <;por que era tan barato el alambre de puas? He aqui la causa ultima: un cuarto de siglo de production agricola habia provoca- do la caida en picado de su precio. De lo contrario, el alambre de puas nunca hubiese llegado al campo de batalla. En retrospectiva, los ejercitos se dieron cuenta de su gran utilidad, pero en el despliegue historico real primero tuvo que convertirse en una parte natural del entorno, en algo que se podia tomar y usar sin demasiados gastos adicionales. Para entrar en la historia humana, el alambre de puas tuvo primero que volverse ubicuo, cosa que evidentemente hizo al ser una herramienta para el control de los animales. Este control se extendio finalmente por todas partes.

En los anos previos a 1914, los humanos vivian sin saberlo en un entorno peligroso, un mundo donde la violencia se ejercia en todas partes para impedir el movimiento. Solamente unos pocos vigias de la avanza- dilla de la humanidad en Sudafrica o Manchuria estaban advertidos. Pero muy pronto este conocimiento llegaria a la misma Europa: el movimiento humano no deseado estaba a punto de cesar.

4. El obstaculo triunfante

Da la impresion de que hizo falta bien poco para que estallara la guerra. Se intercambiaron unos pocos telegramas con amenazas crecientes entre Viena y Belgrado (su asunto es bien conocido: el 28 de junio, el Archiduque austriaco Francisco Fernando habia sido asesinado, y parecia que los nacionalistas serbios que lo habian asesinado habian recibido ordenes de Belgrado), se intercam­biaron mas telegramas entre Viena y Berlin (Alemania no se opondria a la politica de Austria contra Serbia), y entre Belgrado y San Petersburgo (Rusia acudiria en apoyo de Serbia). La prudencia exigia la movilizacion.

Rusia tenia un problema espacial: tenia que cubrir distancias enor- mes. En consecuencia, tuvo que apresurarse a guarnecer sus fronteras,

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y su sistema de transporte ferroviario (recien construido a gran escala) enseguida empezo a enviar tropas hacia el oeste. Entonces el miedo se desencadeno en un simple efecto domino. Como el ferrocarril posibilitaba la movilizacidn rapida en todas partes, todo el mundo tenia que movilizarse si no queria arriesgarse a que lo cogieran por sorpresa.

Alemania tenia su particular problema espacial: era probable que tu- viese dos frentes de guerra. En estas circunstancias, los estrategas militares alemanes llegaron a la conclusion de que debian neutralizar de inmediato a uno de los oponentes antes de que el otro pudiera intervenir. Esto les puso bajo una presion especial, porque en cuanto todo el mundo se hu- biese movilizado, ya seria demasiado tarde para que Alemania entrara en combate. Debian llevar a cabo una accion preventiva o admitir la derrota. Por lo tanto, con todos los trenes de Europa transportando tropas, Alema­nia no tenia alternativa. El 4 de agosto el Ejercito aleman cruzo la frontera belga (Keegan, 1998: cap. 3).

Visto lo visto, pues, icosto poco empezar la guerra? Quiza la primera impresion fue enganosa. En realidad, empezar la Primera Guerra Mundial costo el telegrafo y el ferrocarril. Las amenazas verbales pudieron resonar instantaneamente y secundarse, con solo un ligero desfase, con la amenaza fisica de la concentracion de tropas. En general, las guerras no empiezan tanto por agravios reales como por miedos potenciales, y a causa de la red de ferrocarriles las amenazas potenciales se multiplicaron por toda Europa. Lo peor era que nadie sabia que vendria a continuacion; Europa nunca habia experimentado un conflicto ferroviario a escala continental. El factor de lo desconocido multiplied aun mas los temores a una moviliza- cion potencial. Es ironico: durante decadas los europeos habian dado por sentado que estaban demasiado interconectados como para enfrentarse, y sin embargo fue esta misma red de conexiones la que provoco la guerra.

Despues del telegrafo y el ferrocarril vino el alambre de puas. Las tres tecnologias trabajaron juntas una vez mas para formar un unico entorno ecologico que aun encerraba otra ironia. Las dos primeras herramientas, el telegrafo y el tren, facilitaban el movimiento con suma eficacia, de modo que imprimieron un ritmo rapido a los acontecimientos y condujeron a Europa a la guerra. La tercera y ultima herramienta, el alambre de puas, impedia el movimiento con suma eficacia, de modo que tras los movi- mientos freneticos de julio y agosto de 1914 se siguio un estancamiento total. Europa descubrio que podia empezar una guerra rapidamente... y que despues no podia terminarla.

Acordemonos de como el Coronel Von Poseck lamentaba el ritmo lento del movimiento a traves de Belgica y Francia en agosto de 1914, por

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Alambre de puas

culpa de las vallas de alambre y las fabricas por todas partes. Un primer descubrimiento importante fue que la caballerfa no iba a gozar de movili- dad en el paisaje moderno. Aun asi, durante algunas semanas los ejercitos hicieron progresos considerables. Los grandes fuertes de Belgica, en los que se habian depositado muchas esperanzas, enseguida sucumbieron a las armas pesadas. Un segundo descubrimiento importante fue que las fortificaciones permanentes ya no podfan impedir el movimiento (mas adelante explicare este fracaso, que pone de relieve la eficacia del alambre de puas). Luego los acontecimientos sucedieron del modo habitual en estos enfrentamientos moviles. Los alemanes, en su desesperada marcha para tomar Paris lo antes posible, dejaron un flanco insuficientemente protegido. La brecha fue aprovechada, los alemanes se vieron obligados a detenerse e incluso dar marcha atras, y termino el avance rapido. Hubo una breve tregua y, puesto que por el momento no habia nada mejor que hacer, los soldados se dedicaron a cavar el suelo para prepararse para futuros com- bates. Todo esto, la historia lo habia visto una y otra vez.

Pero cuando se reanudaron los combates ocurrio algo bastante no- vedoso. El tercer y ultimo descubrimiento fue la eficacia de la fortification de campo. Cuando termino la guerra en noviembre de 1918, el frente occidental todavia ocupaba en gran medida los mismos campos que en septiembre de 1914, sometiendolos al mismo control perfecto.

En la Guerra de los Boers, el alambre de puas jugo un papel estrate- gico al poner espacios inmensos bajo control. En la Guerra Ruso-Japonesa jugo un papel tactico al delimitar areas pequenas que el fuego de las ametralladoras convertia en mataderos. En la Primera Guerra Mundial, los papeles tactico y estrategico convergieron. Se usaron basicamente las mis- mas trincheras que en la Guerra Ruso-Japonesa, solo que muchas mas. Las medialunas individuales se cogieron de las manos para formar una linea continua (esta es la habitual transformation topologica a la que ya estamos acostumbrados: lo que en su origen eran puntos inconexos se convierte, en la modernidad, en una red conectada que domina el espacio). Lo que mas nos interesa desde nuestra perspectiva es que las defensas de alambre de puas alcanzaron una intensidad que supero en mucho la de la Guerra Ruso-Japonesa. De esta forma se cumplio la profecia de Baden-Powell de un obstaculo infranqueable.

Volviendo ahora al genero de los manuales militares, podemos fijarnos en un manual britanico publicado durante la guerra. Aqui la description de los obstaculos se vuelve mucho mas escueta que en los manuales anteriores: “Las trincheras del frente [...] tienen que protegerse con un obstaculo eficaz. Algun tipo de marana de alambre de puas es

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el obstaculo mas eficaz y el que se usa universalmente”. As! es como el autor rinde honores a la tradition de escritos militares sobre fortification de campo, con sus multiples obstaculos... jse acabo el olr hablar del trous-de-loup\-. “Una marana de alambre tiene que ser lo bastante ancha como para que el enemigo no la salve facilmente por encima o se abra paso rapidamente a traves de ella, tiene que estar a tiro de la defensa y lo bastante cerca como para ser vigilada con eficacia durante la noche. El limite mas cercano de la marana tiene que estar a unos 20 metros de la trinchera y debe medir por lo menos diez metros de ancho”. Pero esto es solo el principio: “A veces puede ser util construir un segundo cinturon de alambre de puas mas alia del primero, con su borde exterior a unas cuarenta o cincuenta metros de la trinchera”. Pero ni asi es suficiente: “Deberian instalarse maranas fuertes y resistentes [...] siempre que sea posible. Con la instruction adecuada, la infanterfa deberia ser capaz de construir maranas de este tipo incluso a un centenar de metros del ene­migo en una noche oscura”, donde evidentemente con toda probabilidad se encontraria con las maranas de alambre de puas tendidas por el otro bando (War Office, General Staff, 1917-1918: 32).

Los alemanes apostaron incluso mas decididamente por el alambre de puas. John Ellis (1976: 25) nos informa de que “la profundidad de sus lineas de alambre nunca bajo de los 15 metros, y en muchos sitios alcanzaba los cuarenta y cinco metros. [En algunas lineas alemanas] Cada trinchera tenia delante como minimo diez cinturones de alambre” (un “cinturon” se refiere a una marana entera, formada por muchos hilos de alambre).

Ademas, hay que tener en cuenta que las maranas se acabaron fabricando especificamente para satisfacer las necesidades militares: la separation entre puas disminuyo y estas pasaron a ser mas largas, casi dos veces la longitud de la variedad agricola. Las puas de la Guerra Ruso- Japonesa estaban separadas por intervalos de siete centimetros y medio, pero el alambre de puas de la Primera Guerra Mundial era a menudo una secuencia compacta y casi continua de puas (los soldados mencionan a menudo en sus memorias como se cortaban accidentalmente mientras tendian el alambre, porque habia poco espacio sin puas por donde soste- nerlo). En otras palabras, el alambre de puas involuciono rapidamente de “obvio” a “perverso”, alcanzando una “perversidad” que supero en mucho la sufrida por la vaca (McCallum y McCallum, 1965: 224). Ni que decir tiene que la industria experimento un periodo de crecimiento que superb incluso la expansion inicial en las Grandes Llanuras. Aunque el espacio en cuestion era limitado, la profundidad y el espesor de las maranas multiplied enormemente el kilometraje, hasta el punto que, durante la guerra, U.S.

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A lambre de puas

Stee l p ro d u jo 4 ,5 m illo n es d e k ilo m etro s d e a lam b re d e p u a s.20 N o to d o se d estin o al fren te o cc id en ta l n i to d o fu e d esp leg ad o , p e ro estas cifras d an u na id ea d e la m agnitu d d e la o p e ra tio n . N o n o s eq u iv o carfam o s d e m u ch o si d ijesem o s, co m o ca lcu lo ap ro x im ad o , q u e m ien tras d u ra la guerra cad a d ia se ten d ia u na can tid ad d e a lam b re d e p u as eq u iv a le n te a tod a la lon g itu d d el frente.

D ad a la natu raleza estatica y sim etrica d e esta guerra, n o es p ertin en te p e n sa r e l o b sta cu lo d e a lam b re d e pu as e n term in o s d e las o p e ra c io n e s d e u n so lo b an d o . E n u na p e rsp ectiv a m as am plia, h ay q u e v erlo co m o u n trab a jo co lec tiv o rea lizad o co lab o ra tiv am en te p o r a le m an es, fra n ce se s y b ritan ico s, y q u e d efin ia u n e sp a c io u n ico . M illones d e p e rso n as v iv ian en su in terior y es ta b a n d irectam en te a su serv icio . Estas p erso n as, a su vez , se su sten tab an g racias a in m en sas red es d e su m inistro q u e lleg a b a n d esd e am b o s lad os. La m ayor parte d e la eco n o m ia m u ndial fu e reorgan izad a co n este e sp a c io co m o su ce n tra real. T od as las lin eas co n e ctiv a s (ferro carriles y rutas m aritim as) co n d u cia n al fren te , y to d as co n flu ian ah i e n u na u nica lin ea d e d e sc o n e x io n : e l e sp a cio ab ierto , la tierra d e nad ie.

A si p u es, e l m u n d o ten ia ah o ra co m o ce n tra u n n o ta b le m o n u m en to : u n rio d e a ce ro d e 765 k ilo m etro s d e lon g itu d (a u n q u e n o rm alm en te d e n o m as de u n k ilo m etre d e a n ch o ) (Ellis, 1975: 24), q u e fluia d esd e el Ju ra su izo h asta el M ar d el N orte. La im ag en d el rio es util p ara ay u d arn os a p e n sa r el o b sta cu lo tal co m o lo co n c e b ia n sus co n te m p o ra n e o s , es decir, co m o u n rasg o p e rm a n e n te d el p a isa je . Y a n o era u na h erram ien ta p e n sa d a para una a c t io n esp ecifica , sino la p rem isa de tod a actividad. E stam os fin alm en te an te u n a form a d e v ida organizad a u n icam e n te a lred ed o r d el p ro b lem a de im p ed ir e l m o v im ien to h u m an o , q u e so lv e n tab a a la p e r fe c t io n .

V eam os los m otivos del ex ito d e esta so lu tio n . La co n sid e ra tio n b asica a te n e r e n cu en ta es p u ram en te cu antitativa. C om o ya se h a ap u n tad o , el u so d e las h erram ientas d e la G u erra R u so -Jap o n esa se m ultiplied e x p o n e n - c ia lm en te . El a lam b re d e p u as con stitu ia u n o b sta cu lo cas i in fra n q u ea b le y las am etrallad oras a m e n a z a b a n co n u na m u erte cas i segu ra. A co rd e m o n o s de q u e lo s ja p o n e se s d isp o n ian e n M u kd en d e 14 am etrallad o ras p o r divi­sion . Al final d e la Prim era G u erra M undial, lo s a lem an es co n ta b a n c o n 3 5 0 am etra llad oras p o r d ivision , a las q u e h ab ia q u e an ad ir m u ch as u n id ad es in d e p en d ien te s q u e tam b ien ib an eq u ip ad as c o n ellas (Ellis, 1975 : 116). A d em as, la co n c e n tr a tio n d e d iv isio n es p o r u n id ad d e e sp a c io fu e m u ch o m as alta e n el fren te o cc id en ta l q u e e n la G uerra R u so -Ja p o n e sa , co sa q u e

20. Industrial Museum: American Steel and Wire Company. Photographs of Exhibits 64926?), libro n°2. Bajo la categoria “Military Barb Wire”.

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II. confrontacion. El alambre de puas en el campo de batalla

sig n ificab a q u e la p ro p o rc io n d e am etrallad oras p o r u nid ad d e e sp a cio era tod avia m ayor. D e ah i el ig n o m in io so n u m ero d e v lctim as m orta les d e la guerra. En total, A lem an ia p erd io p o r lo m e n o s 1 .8 0 0 .0 0 0 h o m b res , F ran cia 1 .3 8 4 .0 0 0 y G ran B re ta n a 7 4 3 .0 0 0 . La tasa g lo b a l d e m ortalid ad e n la guerra fu e d e u nas 5 .6 0 0 b a jas diarias, la m ayorfa d e ellas e n e l fren te o cc id en ta l (G ilb ert, 1994: 541 ). P or su p u esto , el p ro m e d io es e n g a n o so , ya q u e la m u erte n o estab a d istribuid a p o r igual. El tip o d e p ro p o rc io n q u e v im os e n la G uerra R u so -Ja p o n e sa (5 0 so ld ad o s co rrien d o p ara cortar el a lam bre, 28 m u ertos o h erid o s) se rep itio a m en u d o a e sca la s m u ch o m ay ores. P o r e jem p lo , los b ritan ico s su frieron 6 0 .0 0 0 b a jas e n u n so lo dia (e l p rim er dia d e la bata lla d el Som m e, el 1° d e ju lio d e 1916), d e las q u e 2 1 .0 0 0 fu ero n m u ertos. Tras dar estas cifras, Jo h n K e eg a n (1 9 7 6 : 2 5 8 ) va m as alia y co m p ara la e x p e rie n c ia d e la guerra d e trin ch eras c o n la de los cam p o s d e c o n c e n tra tio n , au n q u e co m o a ca d e m ico ca u te lo so q u e es, se ap resu ra a sen a lar q u e la co m p a ra c io n d e b e m atizarse.

E n rea lid ad es d ific il e n c o n tra r a n a lo g ia s e x a c ta s d el m u n d o d e las tr in ch eras . E n este m u n d o la v ida te n ia u n a estru ctu ra e sp a c ia l m uy p articu lar, ya q u e la su p erv iv en c ia d e p e n d ia d e lim itar d ra stica m en te la m ovilid ad a u n d esag rad ab le ag u jero e n el su elo , u na e s p e c ie d e ca la b o z o al a ire lib re co n sus e n ja m b re s d e ratas d e lo s q u e se q u e ja n to d o s lo s so ld a d o s e n sus m e m o rias . T a m b ie n te n ia u n a estru ctu ra te m p o ra l m uy p articu lar, ya q u e lo s largos p e r io d o s d e ab u rrim ien to era n d e p ro n to in terru m p id os p o r largo s p e rio d o s d e terro r y m u erte (e n lo s q u e in ten so s b o m 'b ard eo s p ro v o ca b a n d ia y n o c h e u n a c o n m o c io n in c e s a n te ) , a lo s q u e seg u ia la e x p e rie n c ia v ertig in o sa d e la m u erte m asiv a e n co m b a te . La co m p a ra c io n m as e x a c ta seria c o n lo s re g im e n e s te m p o ra le s d e la tortura e n lo s in terro g ato rio s, d o n d e h a b itu a lm en te se so m e te a la v ictim a a largos p e r io d o s d e in activ id ad e in certid u m b re . seg u id o s p o r largo s p e r io d o s d e p r iv a tio n de to d a n o rm alid ad , tras lo s cu a le s se le in flig e u n d o lo r e x tre m o . A u n q u e d e lib e ra d a m e n te n o se e la b o ra ro n estad isticas, to d o el m u n d o re c o n o c ia q u e , c o m o era d e esp erar, m u ch a s d e las b a ja s fu e ro n ca u sa d a s p o r crisis n erv io sas (K e e g a n , 1 976 : 3 3 4 ). La p rin cip a l d ife re n c ia en tre la v id a d el so ld a d o e n el fre n te y la v id a d e la v ictim a d e la re p re s io n era q u e en tre los so ld a d o s se fo m e n ta b a e l sen tim ie n to d e co m p a n e rism o d e gru p o . A u n q u e a co rto p lazo m an tu v o cu erd a s a m u ch a s p e rso n a s , es to tu vo a la larga u n e fe c to p e lig ro so . A m e n u d o la v ida e n las tr in ch e ra s so la m e n te p o d ia so b re lle v a rse cu ltiv an d o u n a d e v o t io n h ister ica a u na u n io n m istica d e cam arad eria m ilitar (E llis, 1976 : cap . 13). Los re sco ld o s d e esta e m o t io n ib a n a ser fu n d a m e n ta le s e n la fu tura fa s c in a t io n p o r el fa scism o .

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Alambre de puas

iComo permitieron los lideres de Europa que se perpetuara esta si­tuation? Lamentablemente, la breve description que acabamos de ofrecer, segun la cual fue solamente gracias a su gran cantidad que el alambre de puas y la ametralladora crearon un obstaculo totalmente inexpugnable, no es del todo precisa. Dejando de lado que esto serfa demasiado simplista, si abrir brecha .en el alambre de puas hubiese sido del todo imposible, incluso los generales de la Primera Guerra Mundial habrian dejado de in- tentarlo en algun momento. Atravesar la linea de alambre de puas parecia factible, y de hecho fue atravesada una y otra vez. La verdadera razon de la carniceria no fue la estricta imposibilidad del movimiento, sino la falsa impresion de que el movimiento era posible. El que esta impresion no fuese mas que una ilusion se debia a una caracteristica mas sutil y cua- litativa de la combination de alambre de puas y ametralladora, que fue comprendida muy lentamente.

La solution ilusoria era muy simple y fue adoptada sin exception por los generales de todos los bandos. Puesto que, salvo intervention divina, una estructura intacta de alambre de puas y ametralladoras era realmente infranqueable, lo que habia que hacer era primero eliminar el obstaculo y despues cruzar el frente. Y eliminar el obstaculo no era una imposibilidad fisica: dada una cantidad suficiente de explosivos, cualquier estructura solida termina a la larga por desintegrarse. Asi que la solution adoptada fue sencilla: bombardear intensamente la tierra de nadie y las trincheras del frente y despues atacar. Al fin y al cabo, habia sido este principio el que habia hecho caer los fuertes en Belgica, donde se recurrio a la artilleria mas pesada jamas empleada para destruir unos fuertes que asi perdieron su inexpugnabilidad. No parecia descabellado aplicar tambien a las forti- ficaciones de campo el mismo principio que habia resultado tan efectivo contra las fortificaciones permanentes.

Sin embargo, esta nueva aplicacion de la artilleria presentaba dos problemas, uno economico y otro militar. Ambos tuvieron graves conse- cuencias. El primer problema es que en terminos economicos el alambre de puas es muy distinto a los fuertes. Construir un fuerte es muy caro, de modo que incluso si el atacante utiliza una gran cantidad de explosivos para destruirlo, es probable que gaste menos que el defensor. Asi pues, en un duelo entre canones y fuertes -un bando construyendo fuertes y el otro echandolos abajo a canonazos-, el artillero puede perseverar mas tiempo que el constructor de fuertes. Pero en el duelo entre el artillero y el fabricante de alambre de puas se invierten los papeles.

Comparemos el precio de un proyectil con el precio del alambre de puas que elimina. iCuanto alambre de puas desaloja un proyectil? Hay

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q u e te n e r p re se n te q u e lo s p ro y ectiles a la larga term in an p o r e lim in arlo to d o , p e ro q u e p ara elim in ar el a lam b re d e p u as se n e ce s ita u na can tid ad re lativ am en te m ay or d e p ro y ectiles q u e p ara o tras estru ctu ras d e p e so sim ilar, p o r tres razo n es. P rim ero , el a lam b re p o s e e u n a gran re sisten cia , esp e c ia lm e n te e l d e acero . Seg u n d o , a cau sa d e su en tram ad o es m u y dificil h a ce r b ia n c o e n el. U n o b sta cu lo d e a lam b re d e p u as esta h e c h o en su m ay or p arte d e aire, y es m as p ro b a b le q u e m u ch as d e las esq u irlas d el p ro y ectil p a se n en tre lo s a lam b res, q u e n o q u e im p a cten e n e llo s. F inal- m en te , in c lu so cu an d o se p ro d u ce n co rtes , esto s tod avia n o e lim in an el a lam b re d e pu as, s in o q u e sim p le m en te re d u ce n su co n e ctiv id ad g lobal.

A si p u es, e n u na e stim a cio n m u y optim ista , u n p ro y ectil m ed io n o d esa lo ja m as q u e u n o s p o c o s m etro s cu ad rad o s d e alam b re. A d em as, para ca lcu larlo co rrecta m en te , d e b e m o s reco rd ar q u e es in ev itab le q u e m u ch o s n o im p acten e n e l b ia n co . Y au n o tro p u n to m as sutil e s q u e tam b ien se p ro d u ce p o r fu erza u n co n sid e ra b le so lap am ien to , ya q u e es im p o sib le te n e r u na cu ad rfcu la o rd en ad a d e p ro y ectiles e n la q u e cad a u n o d e sp e je u n sec to r p reciso . A e fe c to s d e es te ca lcu lo , en to n ce s , p o n g a m o s p o r ca so q u e cad a p ro y ectil d e sp e ja u n m etro cu ad rad o , q u e co n tie n e qu iza d iez m etro s d e lo n g itu d d e a lam b re d e puas.

E n es te p u n to d e b e m o s re co rd ar q u e estam o s h a b la n d o d e a lam b re d e pu as p e sa d o , d e alta calid ad . A d em as, lo s p re c io s au m en taro n co n - sid e rab le m en te m ien tras d uro la gu erra a cau sa d el g ran au m en to d e la d em an d a; d e h e c h o , este fu e el u n ico p erfo d o d e su h istoria e n q u e el a lam b re d e pu as ex p e rim e n to u n au m en to so ste n id o d e p re c io . F ijem o n o s e n las cifras co rresp o n d ie n te s a la ciu d ad d e P ittsburgh. La u nid ad so n 45 k ilos d e a lam b re d e pu as (u n o s 30 0 m etro s d e lon g itu d ), q u e co sta b a n 1 ,62 d o lares e n ju lio d e 1914 . A p rox im ad am en te u n a n o d esp u es , la d e ­m an d a eu ro p e a e m p e z o a d isp arar lo s p recio s , q u e a lcan zaro n u n p ico d e 4 ,1 0 d o lares e n ju lio de 19 1 7 (v er la figura 2, b asad a e n d atos d e Stew art, 1919 ). A un asi, d iez m etro s d e a lam b re d e p u as co s ta b a n en tre c in co y 14 cen tim o s, n o m as. U n p ro y ectil d e o ch o k ilo s (e l p ro y ectil q u e so lia u sarse co n tra e l a lam b re) co sta b a en tre u n a libra esterlin a y u na libra y m ed ia a co m ie n z o s d e la guerra, y 50 ce n tim o s cu a n d o la p ro d u c tio n se rac io n a lizo p o r co m p le to (S to n e , 1975 : 197). E sto eq u iv a le a u n a h orq u illa d e en tre d os y sie te d o lares (e n esa e p o c a e l d o lar se fo rta le cio , a cau sa p re c isa m en te d e q u e lo s b ritan ico s, co m o v erem o s, en carg aro n m u ch o s p ro y ectiles , lo cu al p ro v o co in fla tio n ). E n resu m en , co tta r e l a lam b re d e pu as co sta b a en tre 15 y 140 v e c e s m as q u e v o lv erlo a instalar.

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Alambre de puas

F ig u ra 2. Precio del alambre de puas en Estados Unidos, de julio de 1914 a julio de 1917. Datos extraldos de Stewart 1919-

El duelo era intrinsecamente desigual a causa del mismo principio que se repite a lo largo de toda la historia del alambre de puas. Es una herramienta util precisamente porque es violencia reducida a su minimo exponente. No es mas que un trozo de puntiagudez fijado en el espacio, casi desprovisto de estructura propia. Un proyectil, en cambio, es un me- canismo complejo y articulado que requiere una fabricacion muy precisa con herramientas y recursos especiales. Por esto la guerra provoco una caida del precio de los proyectiles, pero un aumento del precio del alam­bre de puas. Todavia era posible mejorar la eflcada en la produccion de proyectiles, pero no en la produccion de alambre de puas. Este ya era todo lo eficaz que la violencia puede llegar a ser.

Por esta razon economica podemos decir, en retrospectiva, que la eliminacion de alambre de puas mediante bombardeos fue un error de calculo. En realidad, tampoco estaba justificado por razones estrictamen- te militares. Es mas, de haber sido capaces de decidir la guerra, hubiese merecido la pena gastar sumas enormes en proyectiles. Pero el metodo del bombardeo intenso seguido de un ataque no podia ser decisivo en este sentido de ninguna manera, y de hecho no lo fue. Este metodo fra- caso por la sencilla razon de que iba en contra del principio de movilidad mismo. Los intensos bombardeos necesarios para eliminar el alambre se

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prolongaban durante di'as, incluso semanas, y eran los responsables de que la experiencia de las trincheras fuese tan afm a la de la tortura. Esto daba al defensor tiempo para reunir refuerzos y prepararse para el ataque. La estrategia de penetracion y aprovechamiento de la brecha dependia por completo de la sorpresa de la movilidad, pero los preparativos en forma de intensos bombardeos trasladaban la ventaja de la movilidad al bando defensor. Al convertir su destruction en un preambulo necesario para poder abrir una brecha, el alambre de puas convirtio el ataque en una operation fundamentalmente estatica.

En el momento del ataque, los soldados tenian que atravesar un terreno tan removido que cruzarlo seguia siendo un buen problema. Ademas, un numero suficiente de posiciones defensivas permanedan todavia en su sitio. Las trincheras proporcionaban una defensa excelente contra los proyectiles, e incluso tras un bombardeo planeado para borrar todo rastro de vida, los defensores solian sobrevivir. Entonces el cese del bombardeo les anunciaba con precision que el ataque era inminente (una caracteristica del metodo de preparation de la ofensiva mediante intensos bombardeos es que los defensores no solo tienen el aviso general de que se avecina un ataque, sino tambien el aviso especifico del momento exacto en que comienza). Cuando salian de sus trincheras para mantener el control de la tierra de nadie, los defensores infligian numerosas bajas en el gmeso de la infanterfa atacante. Para cuando se rompia la linea defensiva -lo cual sucedia a menudo- el bando defensor ya habia empezado a reestablecer una nueva linea de defensa en las trincheras que tenia preparadas de antemano a dos o tres kilometres de distancia, con lo cual esa distancia era todo lo que el ataque ganaba.

Esto nos recuerda otra propiedad basica del alambre de puas. Eco- nomicamente, el alambre de puas era imbatible porque era muy barato, y militarmente porque era muy facil de desplegar. Bastaban unas pocas horas para instalar un solido obstaculo de alambre de puas. A veces el rio de acero se secaba momentaneamente, como el Mar Rojo, pero cuando amainaba la batalla volvia a llenarse rapidamente y a fluir como siempre. Simplemente serpenteaba un poco y cambiaba su curso de forma insigni- ficante, ahogando al ejercito que se habia adentrado en el.

Aunque se trata de un relato de fiction, Erich Maria Remarque lo describe muy bien en Sin novedad en e l fren te. Cito extensamente un fragmento del capitulo 6, en el que la compania alemana ha sido bombar- deada y espera el ataque:

De repente, dejan de caer obuses a nuestro alrededor [...]. Aquel te­rrible bombardeo ha cesado, pero ahora efectuan, a nuestras espaldas,

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Alambre de pOas

un intenso fuego de bloqueo. Ya esta aqui el ataque. Nadie podria creer que en este desierto removido quedaran hombres; pero ahora emergen de todas las trincheras los cascos de acero [...]. Las defensas de alambre estan destruidas, pero todavia pueden contener un poco. Vemos acercarse a los atacantes. Nuestra artillerfa relampaguea. Ma- traquean las ametralladoras y crepitan los fusiles. Los del otro bando se esfuerzan por avanzar [...]. Los de enfrente no podran hacernos demasiado dano hasta que no esten a menos de treinta metros [...]. Llegan a los restos de las defensas de alambre y tienen ya bajas vi­sibles. La ametralladora que esta cerca de nosotros ha segado toda una fila; despues tenemos muchas dificultades para disparar y pueden acercarse mas. Veo a uno que cae en la trampa de un pozo con el rostro hacia arriba. El cuerpo se hunde como un saco, pero las ma- nos quedan colgadas del alambre como si quisiera orar. Despues el cuerpo se le separa totalmente y cae dentro, solo quedan las manos seccionadas por las balas, colgadas del alambre con colgajos de carne de los brazos (Remarque, 1929: 84-86).

Las imagenes de cuerpos colgados del alambre tuvieron un efecto ne- gativo en los soldados de ambos bandos. Incluso el imperturbable Douglas MacArthur, por ese entonces un comandante de la Fuerza Expedicionaria estadounidense, estaba atormentado por “la vision de esos cuerpos retorcidos colgando del alambre de puas” (Gilbert, 1994: 441).21 Dejando a un lado estas imagenes angustiantes, retomo el libro de Remarque (1929) para subrayar de nuevo la eficacia tecnica del alambre de puas: “Cuando nos disponemos a retroceder [...]. Retrocedemos corriendo mientras lanzamos alambre de puas dentro de las trincheras y disponemos de granadas a punto de estallar que nos guardan las espaldas con sus explosiones [...]. Hemos evacuado las trincheras de primera linea [...]. Pero las bajas de los de delante aumentan. No habian previsto tanta resistencia”. Notese la gran facilidad con que la preparacion de nuevos obstaculos tiene lugar simultaneamente al ataque mismo: aqui vemos en accion la posibilidad de despliegue rapido del alambre de puas.

Por esto fracaso el metodo de bombardeos intensos. La consecuen- cia mas importante de este fracaso fue, por descontado, la muerte a gran

21. Confrontese tam bien “The Old Barbed W ire”, una cancion popular de guerra britanica citada por Krell (2002): “If you want to find the old battalion,/ I know where they are, I know where they a re .../ They’re hanging on the old barbed w ire” (57). [“Si el viejo batallon quieres hallar,/ yo se donde estan, yo se donde estan .../co lgar de la alambrada los veras].

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escala. Pero tuvo tambien otro efecto indirecto de gran signification his- torica, fruto de la combinacion de los factores economico y militar. Como los proyectiles eran mas caros que el alambre de puas que eliminaban, y como fracasaron reiteradamente en su objetivo de decantar la balanza la guerra, Europa se vio inmersa en una espiral incontrolable de production y consumo de proyectiles. El acero para alambre de puas, producido en cantidades sin precedentes, sirvio de catalizador para la production todavia mas masiva de acero para canones y proyectiles. La consecuencia indirecta de esta espiral de production fue una espiral de destruction, puesto que con mas canones en el campo de batalla habia una mayor necesidad de canones para combatir contra estos canones, y luego de mas canones para combatir a su vez contra esos canones, y asi sucesivamente.

EL alambre de puas era instalado, bombardeado hasta la aniquilacion por proyectiles cincuenta veces mas caros y despues recolocado rapida y facilmente, provocando asi un aumento en la production de acero. Las guerras siempre conllevan un gasto importante y son siempre una apuesta arriesgada. En esta ocasion, los gobiernos apostaron una y otra vez a la carta de los proyectiles y, una y otra vez, perdieron ante la combinacion de alambre de puas y ametralladoras; y siguieron apostando hasta que al final todos se arruinaron. Se tuvo que reorganizar la industria, y en todas partes se tuvieron que liquidar las reservas financieras. Esto tuvo dos consecuencias, una local, que afecto a cada pais beligerante, y otra internacional.

A nivel local, que los paises siguiesen gastando por encima de sus reservas signified el fin del sistema financiero del patron oro. Los estados prometieron a los contratistas un dinero que no tenian y esto supuso el fin de la estabilidad financiera y el comienzo de la inflation. Alii donde el regimen ya era debil, esta inflation sirvio para desestabilizarlo aun mas, como es el caso de Rusia, que mas adelante tratare con mas detalle.

A nivel internacional, todos los paises europeos beligerantes, Gran Bretana incluida, pasaron a ser deudores. Esto provoco una simplification considerable del sistema mundial. Antes de la guerra, el centro de la pro­duction industrial se encontraba en el nordeste estadounidense y el centro financiero en Londres; ahora ambos centros se encontraban en Nueva York. Pero la transition fue dificil. Despues de la guerra, los gobiernos europeos intentaron escaquearse de pagar la deuda con Estados Unidos, principalmente intentando obligar a la derrotada Alemania a pagarles la cantidad que debian a Estados Unidos. Tal como Keynes y muchos otros en su linea argumentaron a partir de ese momento, fue esta constelacion de deuda e inflation la que causo la inestabilidad economica de la decada de 1920 y finalmente llevo al

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A lambre de puas

co lap so eco n o m ico en 1929- P od em o s d ecir q u e la P rim era G uerra M undial esp ero a 1929 para co b rarse las d eu d as d e los apostad ores.

U n o n o p u e d e m e n o s q u e p re g u n ta rse p o r q u e lo s g o b ie rn o s co n ti- n u a ro n e c h a n d o a p e rd e r sus so ld a d o s y su d in e ro . P ero e llo s p e n s a b a n q u e e l es fu e rz o n o era e n v an o . Al p rin c ip io m u ch o s te n ia n au n la e s p e - ran za d e ro m p e r las filas e n e m ig a s d e fo rm a d ec is iv a cu a n d o u n a co m - b in a c io n p e rfe c ta d e ta c tica y b u e n a su erte m ilitar p e rm itie se n co n so lid a r la b re c h a d u ran te e l tie m p o s u fic ie n te p ara q u e la ca b a lle r ia p e n e tra se p o r e lla y ro d e a se la p o s ic io n en e m ig a . Y e n u n p rin c ip io iq u ie n p o d ria h a b e r ad iv in ad o lo v an a q u e era es ta esp eran za? E sto fu e e sp e c ia lm e n te c ie r to para fra n ce se s y b rita n ico s , en tre lo s cu a le s esta ilu s io n p e rsistio d u rante b u e n a p arte d e la guerra. O tra estrateg ia era a tacar c o n el o b je tiv o d e p ro v o ca r al e n e m ig o para q u e lan zara su p ro p io a ta q u e , c o n p len a c o n c ie n c ia d e q u e ah o ra la co n tie n d a se h a b ia co n v e rtid o e n u n a g u erra d e d esg a ste . Los a le m a n e s in te n ta ro n p o n e r e n p ra c tica es ta estra teg ia , e sp e c ia lm e n te e n la b a ta lla d e V erd un, p e ro n o tu v ie ro n e x ito : m e d ia n te la lo g ica d e atacar, fracasar, te n tar al e n e m ig o p ara q u e co n tra a ta c a se , y asi su ce s iv a m e n te , lo s a le m a n e s a ca b a ro n su fr ie n d o tan tas b a ja s co m o lo s fra n ce s e s (K e e g a n , 1998 : 2 7 8 -2 8 6 ). P au la tin a m e n te se d esa rro lla ro n otras ta c tica s m as su tiles q u e p a re c ia n p ro m e te d o ra s . E n p articu lar, lo s e je rc ito s se d ie ro n cu e n ta d e q u e p o d ia n o b te n e r u n m e jo r re su lta d o si su stitu ian e l b o m b a rd e o in te n so y p ro lo n g a d o d e u n s e c to r restrin g id o p o r u n b o m b a rd e o a lg o m as d e b il y b re v e a lo largo d e u n fre n te am p lio . D e esta m a n era , el d e fe n so r n o p o d ia reu n ir lo s re fu e rz o s c o n tan ta efi- ca c ia . La b re c h a in ic ia l seg u ia s ie n d o m u y co s to sa , tan to e n p ro y e c tile s c o m o e n v id as h u m an as , p e ro p o r lo m e n o s p o d ia m a n te n e rse p o r m as tiem p o . E ste m e to d o lo in v e n to e l g e n e ra l ru so B ru silo v e n 19 1 6 y lo v o lv ie ro n a u sar lo s a le m a n e s , seg u id o s p o r lo s a liad o s, e n 1918 . P ara lo s es ta n d a re s d e esta g u erra , se tra tab a d e u n m e to d o sa tisfa cto rio , p u es- to q u e p e rm itia m e d ir e l p ro g re so e n d o c e n a s d e k ilo m e tro s y n o so lo e n u n id ad es. Sin e m b a rg o , el fren te s ie m p re a c a b a b a re s ta b le c ie n d o s e , c o m o es p o s ib le q u e ta m b ie n h u b ie s e su ce d id o e n n o v ie m b re d e 1918 . La v e n ta ja fu n d am en ta l d e l a la m b re d e p u as y las am e tra llad o ras s o b re la in fan teria a ta ca n te n o p o d ia se r co n trarrestad a .

C om o el p ro b lem a lo h a b ia n p ro v o ca d o las n u ev as h erram ien tas d e d efen sa , era natural b u scar u na so lu cio n d esarro llan d o nu evas herram ien tas d e ataq u e . D o s d e esto s in ten tos d e so lu cio n fu e ro n e sp e c ia lm e n te rad ica ­l s . H ay q u e ex am in ar esto s d os h ijos d el a lam b re d e pu as p o rq u e p o n e n cla ram en te d e m an ifiesto cu an rad ica lm en te h a b ia cam b iad o el ca m p o d e bata lla y cu an p recario era el lugar q u e el cu e rp o h u m an o o cu p a b a e n el.

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II. confrontacion. El alambre de puas en el campo de batalla

Los d os co m p o n e n te s d e q u e co n sta b a la estru ctu ra form ad a p o r a lam b re d e p u as y am etra llad ora eran u n o b sta cu lo e ficaz y u na v io len c ia eficaz para resp ald ar e l o b stacu lo . La p rim era s o lu tio n al p ro b lem a se c e n tra e n la v io len c ia y la seg u n d a e n e l o b stacu lo .

,;C 6m o elim in ar la v io len c ia q u e resp ald a e l ob stacu lo ? R esu lta o b - v io q u e si u n o lo g rab a n eu tralizar a to d o s lo s d efen so re s , e n to n ce s p od ia pasar, co n a lam b re d e pu as o sin el. A lem ania, e n particular, ten ia a cc e so a m ed io s d e m o rtan d ad m asiva. D o m in a b a la industria m u nd ial d e los co lo ra n te s (su u n ico rival serio e n el ca m p o era la n o b e lig era n te Su iza) (P ren tiss, 1937: 6 3 7 ), y era b ie n co n o c id o q u e m u ch o s d e lo s co m p o n e n te s u sad o s en esta industria eran a ltam en te to x ico s . El c lo ro , p o r e je m p lo , d ana e l rev estim ien to d e los b ro n q u io s y los p u lm o n es, o b stru y e la traq u ea co n flu id o y p u e d e llevar a la m u erte p o r asfix ia (H am m o n d , 1999 : 16). C om o ah o ra A lem ania n o ten ia d o n d e ex p o rtar co lo ran te s , la id ea d e lanzar c lo ro a sus e n e m ig o s se p re se n to co m o u na id ea natural. U n arm a co m o esta p o d ia crear u na b re ch a sin n e ce s id a d a lgu na d e largos p rep arativ os y so lu cio n a r as! el p ro b lem a p rin cip a l d e la guerra. Era u na h erram ien ta q u e p o d ia p ro p ag ar rap id am en te la v io le n c ia p o r u n area co n cre ta , una h erram ien ta e ficaz p ara co n tro lar e l esp a cio .

As! p u es, la id ea d e u sar gas era p ro m eted o ra , y su p rim era ap licacio n efectiv a e n Y p res (B e lg ic a ) e l 22 d e abril d e 1915 n o sa lio d el to d o m al. El clim a fu e p ro p ic io y e l d la fu e tem p lad o , co n u n a brisa q u e so p lab a sin ce sa r d el lad o a le m an al b ritan ico -fran ces . Se lib eraro n 140 to n e lad as de c lo ro a lo largo d e u n frente de 6 4 0 0 m etros d e an ch o . U na n u b e im p onen te , p rim era b lan ca y lu eg o am arillo-verd osa, en g u llo el p a isa je a lcan zan d o una altura d e en tre d iez y 30 m etro s (esta altura, cau sad a p o r las co n d ic io n e s te rm icas, fu e in o p o rtu n a p o rq u e h izo d ism inuir la c o n c e n tr a tio n d el gas a n iv el de su e lo ). La n u b e se m o v la ap ro x im ad am en te a m ed io m etro p o r seg u n d o y los d efen so re s (so ld a d o s co lo n ia le s fra n ce ses d e A rgelia) tu v iero n varios m inu tos para co n tem p la r co m o se les a ce rca b a . El q u e p e rm a n e c ie ra n e n sus tr in ch eras, p etrificad o s, sirve para re co rd a rn o s lo p ro fu n d am en te arraigad o q u e estab a e l in stin to d e q u e la su p erv iv en cia d ep e n d la d e la tr in ch era . P ero esta v ez e l in stin to resu lto ser e rro n e o : cu an d o la n u b e a lcan zo las tr in ch eras, los so ld ad o s em p e z a ro n a n otar u n a irrita tio n ex trem a e n lo s p u lm o n es y al c a b o d e p o c o ya te n la n las caras azu les y se es ta b a n asfix ian d o . A lgu nos ca y e ro n all! m ism o y o tros in ten taro n huir d e la n u b e a m ed id a q u e seg u la av an zan d o , p o c o a p o co , h a cia e l o este . D etras d e la n u b e lleg aro n las trop as a lem an as, q u e e n c o n - traron p o ca resisten cia . Sin em b arg o , c o m o es co m p ren sib le , los a lem an es se m o v ie ro n c o n su m a p re c a u tio n y se m an tu v iero n a cierta d istan cia d el

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gas. Con este avance lento y prudente es obvio que cortar el alambre no provoco ningun retraso adicional.

En este sentido, pues, el gas fue un exito, pero no consiguio cambiar la ecuacion de la guerra. A veces se sugiere que un mejor aprovechamien- to de la brecha en Ypres podrfa haber tenido consecuencias militares de gran alcance, pero el hecho es que el ataque en Ypres acabo en fracaso. Una vez abierta la brecha y ganados un par de kilometros en un avance lento y metodico, los alemanes intentaron atacar de nuevo durante los dias inmediatamente posteriores, pero ahora la linea estaba formada por tropas britanicas y canadienses de reemplazo, que al punto volvieron a crear una linea de defensa. El avance aleman se detuvo el 24 de abril sin ningun progreso significativo (Haber, 1986: 33-34). Uno puede preguntarse por que en la primavera de 1915 los alemanes no siguieron simplemente liberando gas dia tras dia, ataque tras ataque, pero... <;y si el viento soplaba hacia el este? Estas incertidumbres desbarataron los planes mejor trazados, como por ejemplo en Loos (hoy en dia a una hora en coche desde Ypres), donde el 15 de septiembre los britanicos intentaron devolver el golpe me- diante su propio ataque con cloro. En muchas partes del frente, el viento sencillamente se paro cuando la nube engullo la tierra de nadie, formada ahora por alambre de puas debajo y gas de cloro arriba (Haber, 1986: 56).

El gas se uso con frecuencia en la guerra y los medios de emision y protection se fueron desarrollando. En conjunto, el gas fue responsable de unos 500.000 heridos y unos 72.000 muertos en el frente occidental, una parte insignificante del total. El gas fracaso, en ultima instancia, por dos razones. Primero, como se vio en Ypres, no podia quitarle flexibilidad a la fortification de campo. Aun viendose obligado a recular, un ejercito todavia podia reposicionarse rapidamente. Segundo, el gas fracaso porque, pese a su apariencia ultramoderna, era una herramienta premoderna de control del espacio. Dependia por complete del entorno natural y se veia afectado por los pormenores de la orografia local o los cambios de viento. Lo que hacia falta, por el contrario, era una herramienta que pudiese casi ignorar el terreno natural, que pudiese extender el control de un modo definido artificialmente por un espacio definido artificialmente. Algo mas bien como el alambre de puas, solo que tenia que ser ofensivo en lugar de defensivo. Este iba a ser el segundo hijo del alambre de puas: una he­rramienta dirigida no tanto a neutralizar la violencia detras del obstaculo como a neutralizar el obstaculo mismo.

Acordemonos de Ernest Swinton, el autor de The D efense o f D u ffer’s Drift. En julio de 1914 -en el momento preciso- recibio una carta de un amigo que habia conocido en la Guerra de los Boers, el ingeniero de minas Hugh F.

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II. confrontaci6 n . El alambre de puas en el campo de batalla

Mariott. El tal M ariott estaba in teresado en encontrar veh lcu los para em presas m ineras en regiones rem otas. As! es co m o Sw inton recuerda la carta:

Tras h aber barajado ferrocarriles ligeros, el m onorrall, te lefericos, etc., en el curso de su bu squed a habia encontrad o en Antwerp una m aquina agrlcola de fabrication estadounidense conocida com o el tractor de oruga Caterpillar Holt, qu e tenia una capacidad sorprend ente de cruzar cam po a traves. P en so qu e el ejercito podria estar interesado en esta m aquina para tareas de transporte [...]. Podia atravesar trincheras estrechas o agujeros en el suelo y era tan p otente qu e podia arrastrar un arado de c in co surcos clavado al m axim o de profundidad a traves de un terreno p antanoso (Sw inton, 1932: 32).

E n o ctu b re , Sw in to n ya se h ab ia d ad o cu e n ta d e q u e es te tractor p o d ia tran sfo rm ar la guerra d e trin ch eras. Si e n realid ad fu e o n o fu e e l la m e n te q u e estu v o detras d e la n u ev a in v e n tio n (c o m o e l m ism o afirm aba, al igual q u e m u ch o s o tro s b ritan ico s q u e aseg u raro n a p o sterio ri h a b e r sid o e llo s lo s p rim ero s e n co n c e b ir la id ea) e s p o r su p u e sto u na p regu n ta d ificil d e re sp o n d e r (H arris, 1995 : cap . 1). D e b e m o s e ch a rle u n v istazo al tractor, p o rq u e o cu p ara u n lugar d estacad o e n e l p ro x im o cap itu lo y p o rq u e es o tro reco rd ato rio im p o rtan te d e la r e la t io n en tre guerra y agricultura.

Y a lab ren , s iem b re n o c o s e c h e n , lo q u e fu n d am en ta lm en te h a ce n lo s ag ricu lto res es m o v erse p o r u n ca m p o carg an d o p e so . D e m o d o q u e la agricultura es e n e se n c ia u n a cu estio n d e t?-accion. E n e l M ed iterran eo an tigu o , para co n se g u ir esta tr a c t io n se e x p lo ta b a la fu erza m u scu lar de los b u ey es , y e n la E u rop a m ed iev al, la fu erza m u scu lar d e lo s cab a llo s . Se trata d e an im ales fu ertes y resisten tes y, cu a n d o esta h errad o , u n ca b a llo p u ed e cruzar in clu so p or u n terren o m uy dificil. Sin em bargo , e n los Estados U n id os d e fin a les d e sig lo X IX esto ya n o era su ficien te . Las h erram ien tas acarread as p o r e l cam p o , c o m o el arad o, se v o lv ian cad a v ez m as p o te n - tes y p rod u ctivas. U n ca m p o p ro d u ce m as si se u sa u n arad o d e h ierro e n lu gar d e u n o d e m ad era, y tod avia m as si es d e a ce ro . Las m aq u in as e sp e c ia le s , co m o la co se ch a d o ra , q u e p ro p o rc io n a u n in crem en to d e la p rod u ctiv id ad au n m ayor, se v o lv iero n tod avia m as p esad as. Los ca b a llo s ib an ap u rad os para cargar co n es te n u e v o p e so , asi q u e su fu erza d e jo d e ser el so ste n d e la p rod u ctiv id ad ag rico la co m o lo h a b ia sid o e n la E d ad M edia. Se co n v irtio , p o r e l co n trario , en u n fa cto r lim itante. E ste facto r lim itante p u d o al fin ser e lim in ad o c o n e l m o to r d e co m b u stio n in terna, d esarro llad o e n la d eca d a d e 1890 . E n las ca lles b ie n aco n d ic io n a d a s d e las ciu d ad es, lo s v eh icu lo s d e ru ed as fu e ro n u n re ca m b io natu ral p ara el

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caballo y nacieron los automoviles, pero en el campo se necesitaba un sustituto, algo que pudiese llegar donde llegaban unos cascos de caballo (Williams, 1987: caps. 1-2). Benjamin Holt, de Stockton, California, encontro la solution: usar una base giratoria en lugar de ruedas. Lo bautizo como tractor de oruga Caterpillar, lo probo el 24 de noviembre de 1904 y empezo la production poco despues (Naumann, 1977: 8-9).

El tractor permitla poner el espacio bajo un control mucho mas per- fecto: ahora las herramientas pesadas podian llegar a la mayorfa de sitios donde los agricultores querfan que llegasen, de modo que la agricultura totalmente intensiva pudo devenir casi universal. Una vez mas vemos que el problema del control sobre el espacio se resuelve primero como tarea agricola-, la agricultura es el lugar donde el espacio plantea el incentivo economico mas directo. Pero ya desde el principio, las aplicaciones del tractor fueron mas alia de la agricultura. El problema de la traction pesada en terreno accidentado se planteaba en cualquier intento de controlar el espacio, entre ellos el militar. En 1916, por ejemplo, el rebelde mexicano Pancho Villa amenazaba la frontera estadounidense. El Ejercito de Estados Unidos tuvo que operar en esta dificil zona fronteriza y los tractores de- mostraron ser un util complemento a los animales de carga tradicionales.

La autentica irruption del tractor llego con la Primera Guerra Mun- dial. Los ejercitos requerfan cantidades enormes de traction, y pronto se alcanzaron los limites de la energia que podfan proporcionar los animales de carga. Esto beneficio a la industria del tractor de dos maneras. En pri­mer lugar, de manera directa, ya que los aliados encargaron casi 10.000 tractores para usarlos en el frente occidental durante la guerra (en 1915 habia solo 2.000 tractores dedicados a usos agricolas) (Naumann, 1977: 9-10). En segundo lugar, de manera indirecta, porque la enorme demanda militar de animales de carga limito el numero de animales destinados a la agricultura y, con la posterior entrada de Estados Unidos en la guerra, la propia mano de obra humana paso a ser escasa. Por regia general los agricultores -incluso los estadounidenses- solo cambian sus practicas en tiempos de transformaciones radicales. La Primera Guerra Mundial fue un acontecimiento radical de este tipo: al provocar un gran aumento del precio del trabajo (humano y animal), incentivo la acumulacion masiva de tractores, una forma de capital que podia sustituir la mano de obra. Durante la guerra se fabricaron unos 150.000 tractores (Williams, 1987: cap. 3). La intensification de la agricultura estadounidense traspaso un umbral decisivo cuando el hierro y la maquinaria finalmente sustituyeron el papel productivo de los cuerpos de los animales. Los tractores entraron en escena removiendo el suelo de Kansas, y las llanuras estadounidenses

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II. confrontaciOn . El alambre de puas en el campo de batalla

(e n ce rra d o s e n a la m b re d e p u as su s a n im a les y arad a p o r tra cto re s su tierra ) p ro n to a ce p ta r ia n e l re to d e a lim en ta r u n m u n d o e x h a u sto p o r la gu erra.

E l tra cto r fu e u n a in v e n c io n ex trao rd in aria . iP e ro c o m o a p lica rlo al p ro b le m a m ilitar d e l m o m e n to , la o fe n siv a e n e l fre n te o cc id en ta l? E scr ib ie n d o e n d ic ie m b re d e 1 9 1 5 , W in sto n C h u rch ill (cu y o s p o d e re s d e p e rsu a s io n h ic ie ro n m u ch o p ara co n v e rtir e n re a lid a d es ta n u e v a a p lica ­c io n ) p la n te d el p ro b le m a e n te rm in o s m u y cla ro s : “Si se u sa la artilleria p ara co rtar e l a lam b re , se re v e la la d ire c c io n y la in m in e n c ia d e l a ta q u e c o n d ias d e a n te la c io n . P ero c o n e s te m e to d o [la a p lic a c io n m ilitar d e lo s tractores] el a sa lto s ig u e a i co rte d el a la m b re ca s i d e in m e d ia to , e s to es , a n te s d e q u e e l e n e m ig o p u e d a e n v ia r re fu e rz o s ” (cit. p o r H arris, 1995 : 5 2 -5 3 ). El m e to d o c o n c re to q u e e n e s te m o m e n to C h u rch ill te n ia e n m e n te era d e ca ra c te r m a rca d a m e n te a g rico la : u n a flo ta d e m aq u in as o ru g a d o tad as d e in stru m en to s p ara co rta r a la m b re tra b a ja n d o en pa- ralelo a las tr in ch e ra s d el e n e m ig o , c o m o si d e u n a e s p e c ie d e e q u ip o d e co s e c h a d o ra s d e a la m b re a ra n d o lo s ca m p o s d e la tierra d e n ad ie se tra tase . E n rea lid ad e s te m e to d o era c la ra m e n te re d u n d an te , ya q u e lo s tra cto re s a p la sta b a n las a lam b rad as sin ayu d a d e n in g u n a h erra m ie n ta p ara co rtar a lam b re (e l a la m b re d e p u as se in v e n to p ara d e te n e r v acas , n o v e h icu lo s p e sa d o s d e a c e ro ). A d em as, c o n su so lid o b lin d a je , lo s tra cto re s m ilitares p o d ia n resistir las am e tra llad o ras m ien tras a p la sta b a n e l a la m b re d e p u as, so lu c io n a n d o a la p e r fe c t io n e l p ro b le m a d el fren te . E n fe b re ro d e 1916 , se d io lu z v erd e a la fa b r ic a t io n d el tra cto r m ilitar, al q u e se a sig n o e l n o m b re e n c la v e d e “ta n q u e ”.

,;E ntonces co m o se in v en to e l tanque? H ay q u e su brayar q u e cu an - d o Sw in to n y o tros o fic ia les b ritan ico s em p ez a ro n a p lan tearse e l u so d el tractor co m o h erram ien ta o fen siv a , se e n co n tra b a n an te u na h erram ien ta ag rico la b ie n co n o cid a . A un asi, h ab ia m u ch o esce p tic ism o re sp e c to a la sen sa tez d e aven tu rarse e n ex p e rim e n to s rad ica les d e es te tip o . C uand o d ieran frutos, razo n ab a la g e n te e n 1915 , la gu erra p ro b a b le m e n te ya h ab ria term in ad o . Es ev id en te q u e sin la e x is te n cia y u so g en era lizad o d el tractor n u n ca se h ab ria d ed icad o al ta n q u e n in g u n esfu erzo serio . Los h isto riad o res se re fie re n a v e c e s al re la to d e H. G. W ells “Los a co razad o s terre stre s”, escrito e n 1903 , co m o fu e n te d e in sp ira tio n para la in v e n cio n d el tan q u e , p e ro si n o h u b ie se sid o p o r el tractor, h ab ria sido tan p ro b a b le q u e el E jercito b ritan ico se h u b iese d ed icad o a desarrollar los tan q u es co m o q u e se h u b ie se p ro p u esto d esarro llar la m aq u in a d el tiem p o. Al igu al q u e c o n el p ro p io a lam b re d e p u as, la a p lica c io n ag rico la d el tractor tu vo q u e p re ce d e r a su a p lica c io n militar.

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Alambre de pUas

La agricultura e s ta d o u n id e n se h ab ia g e n e ra d o d o s m an eras distintas d e h a ce r q u e el h ierro co n tro la se el e sp a cio : la v io len c ia bru ta d el a lam bre d e p u as y la m ovilid ad p esad a p e ro ten az d el tractor. La a p lica c io n m ilitar d el p rim ero h izo n e ce sa ria la a p lica c io n m ilitar d el seg u n d o . El a lam bre d e pu as vo lv io o b s o le to e l cab a llo , p e ro la te cn o lo g ia ag rico la ya h ab ia e n co n tra d o su sustitu to. A si p u es, en tre 1916 y 1918 se reco n stitu y o la cab a lle ria , b asad a ah o ra e n el h ierro e n lugar d e la carn e.

iLos tan q u e s n eu tra lizaron el a lam b re d e puas? N o. Y n o lo h ic ie ro n a d os n iv eles d istin tos. E n p rim er lugar, a n iv el estrictam en te m ilitar, la Pri- m era G uerra M undial n o la g an aro n lo s tan q u es. U n tractor es u na m aqu ina co m p le ja , y su a d a p ta tio n para fin es m ilitares n o fu e tan sen cilla co m o la d el a lam b re d e pu as. La m e ca n ica d e lo s p rim ero s tan q u e s era fragil y m u ch o s d e e llo s v o lca b a n y a m en u d o q u ed ab an en ca llad o s - c o m o la n u b e d e c lo ro e n L o o s - e n la tierra d e nad ie . E n la bata lla d e Arras e n abril de 1917 , p o r e je m p lo , lo s fra n ce ses en v iaro n u na flo ta d e 128 tan q u es, d e los cu a les ninguno a lca n z o la lin ea d el fren te a lem an . A u n q u e n o era facil d e destruir, lo s ca n o n e s p o d ian inutilizar a u n tan q u e , q u e co sta b a m u ch o m as q u e u n p ro y ectil d e artilleria y era m u ch o m as dificil d e sustituir. Era u na p ieza m dvil d e fo r tif ica tio n p e rm a n en te , c o n to d o s lo s co ste s q u e esto co n llev a . P o r u ltim o, las tacticas d e co m b a te d e tan q u e s au n te n ia n q u e d esarro llarse y la Prim era G uerra M undial fu e e n gran m ed id a u n p e rio d o d e e x p e rim e n ta tio n .

Sin em b arg o , u n o de lo s av an ce s m as im p o rtan tes d e la gu erra tuvo lu gar el 8 d e ag osto d e 1918 , cu a n d o 6 0 0 ta n q u e s ro m p iero n las lineas a lem an as e n A m iens. Los a liad os em p ez a ro n a avanzar y el E jerc ito a lem an se retiro u n b u e n trech o . Las n u ev as tacticas, q u e to m a b a n co m o m o d elo las d el g en era l ru so B ru silov , asi co m o la ap aric io n d e in g en tes tropas estad o u n id e n ses , fu e ro n d e gran ayuda. A u n asi, a n iv el estrictam en te te cn ico , a fin a les d e o ctu b re qu iza se p od ria h a b e r d eten id o el av an ce , o sea q u e la re n d itio n a lem an a n o signified la d errota d e la n u ev a fortifica ­t io n de cam p o . Al igual q u e Rusia e n la G u erra R u so -Jap o n e sa , A lem an ia fu e d errotad a p o r sus fracaso s n av ales y sus te n s io n e s in tern as n o m e n o s q u e p o r sus fracaso s m ilitares. Su cam p an a su b m arin a d e en v iar u-boots para cortar lo s su m in istros a G ran B re ta n a n o co n sig u io m atar d e h am b re a Inglaterra , m ientras q u e e l b lo q u e o b ritan ico si q u e h izo lo p ro p io co n A lem ania, a lo q u e h ay q u e an ad ir q u e e n o c tu b re d e 1918 cu n d io el d esan im o en tre las filas d el E jerc ito a lem an . N u nca sab re m o s q u e h u b ie se p asad o si A lem an ia h u b ie se ten id o la fu erza d e v o lu n tad p ara seg u ir co m - b a tien d o . M u ch os a le m an es te n ia n la c o n v ic t io n d e q u e la gu erra h u b ie se p o d id o p ro lo n g arse y p u ed e q u e estu v iese n e n lo cierto . Lo cu rio so es qu e

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II. confrontacion. El alambre de puas en el campo de batalla

lamentaron d e v erd ad e l fin d e la guerra. La fru stra tio n p ro v o cad a p o r el h e c h o d e a ca b a r rin d ien d o se tras cu atro an o s d e re p e le r al e n e m ig o fue el p rin cip a l m otiv o q u e an im o a H itler y a sus p artid arios m as ce rca n o s. N o tard aron m u ch o e n b u sca r n u ev as b ata llas, p ro p o n ie n d o se esta v ez ro m p e r las lin eas en e m ig as c o n u na m ov ilid ad sin p re ce d e n te s . E n cierto m o d o , lo co n sig u ie ro n d u rante la Segu n d a G uerra M undial m ed ian te el ab u n d an te u so d e tan q u e s y av ion es q u e , a este n iv el te cn ico , co n trarres- taron fin a lm en te e l co n tro l to ta l d el a lam b re d e puas.

P ero aq u i v o y a o cu p a rm e d e la cu e stio n m as fu n d am en ta l, d el tan q u e co m o acto r e n el co n flic to m as g en era l en tre la ca rn e y e l h ierro . E n esta guerra, el a lam b re d e pu as g a n o u na bata lla para el h ierro q u e el tan q u e s im p lem en te ratified. Los ta n q u e s se h ic ie ro n n e ce sa rio s p ara aco - m o d ar e l m o v im ien to h u m an o al n u e v o en to rn o d efin id o p o r el a lam b re d e p u as y la am etrallad ora. N o su b v irtieron el n u e v o en to rn o e c o lo g ico , s in o q u e e v id en c ia ro n su h eg em o m a. D el m ism o m o d o q u e h u b o q u e vallar lo s an im ales p ara q u e so b rev iv ieran e n el n u e v o en to rn o e c o lo g ic o d e la agricu ltu ra d e a lam b re d e p u as, h u b o q u e enjaular litera lm en te a lo s h u m an o s para q u e so b rev iv ieran e n e l n u e v o en to rn o e c o lo g ic o d e la guerra d e a lam b re d e puas. Lo q u e e l fren te o cc id e n ta l e s ta b le c io d e u na ■ vez p o r to d as fu e el co n tro l c o m p le te q u e la v io len c ia ad q u irio so b re el m o v im ien to d e la ca rn e d esp roteg id a .

A si p u es, los d os fru tos q u e d io el fren te o cc id en ta l c o n su a lam b re d e pu as fu e ro n la d o m in a tio n d e la ca rn e p o r p arte d e la v io len c ia y Hitler. A m bos estab an estre ch am en te re lac io n ad o s y e n e l s igu ien te cap itu lo anali- zare su co m b in a tio n . P ero an tes te n e m o s q u e p restar a te n c io n a o tro co n ­flicto c lav e d e la guerra, q u e tu vo sus p ro p ias co n se cu e n c ia s im p ortan tes.

El fren te orien ta l, e n e l q u e R usia co m b a tio co n tra A lem an ia y el Im p erio A u stro-H u ngaro , a b arcab a u n territorio m u ch o m ay or y ex p lo ta d o co n m u ch a m e n o s in ten sid ad q u e e l d el fren te o cc id en ta l. P or tan to , p er- m itia u na m ay or m ovilid ad . Los av an ces , e n a lg u n o s ca so s e sp ecta cu la res , fu e ro n in c lu so d el o rd en d e lo s c ien to s d e k ilo m etro s. P ero es to ca rec ia d e im p o rtan cia , ya q u e eso s e sp a c io s te n ia n p o c o v a lo r estra teg ico , e n p arti­cu lar d esp u es d e q u e lo s ru sos se v ieran o b lig ad o s a re tro ce d e r y a le ja rse d e B erlin . D ab a lo m ism o q u e u n e je rc ito reco n stru y era su lin ea d efen siv a a d os o a 2 0 0 0 k ilo m etro s e n la retaguard ia , o q u e e so s 2 0 0 0 k ilo m etro s co n tu v ieran p u e b lo s g a litz ian os e m p o b re c id o s o tierras p an tan o sas b ie - lorrusas. A si q u e e n lo fu n d am en tal la guerra era p arecid a , y alii d o n d e las lin eas resistian - y n o rm alm en te resistian d urante m u ch o s m e se s an tes d e ro m p e rs e - , estas n o eran m u y distintas d e las d el fren te o cc id en ta l. Los so ld ad o s se a b a la n z a b a n d e form a inutil co n tra e l a lam b re d e puas

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A lambre de puas

muriendo tan masivamente como en el oeste, y los canones y proyectiles se fabricaban en una parecida espiral de produccion creciente.

Sin embargo, la crisis de produccion de municion, sentida de un modo u otro en todas partes durante la guerra, afecto a Rusia con especial dureza tanto a nivel politico como economico. A nivel politico, el regimen estaba particularmente mal situado para capear la crisis. Hacia decadas que los miembros de la elite rusa estaban desencantados con el regimen zarista, que consideraban retrogrado y opresivo. La unica fuente de legitimidad que les quedaba a los zares era ser el nucleo de la lealtad patriotica a la Rusia imperial. Con la crisis de municion se generalizo la idea de que Rusia habia sido traicionada por su propio atraso y que la monarquia dirigia mal la causa imperial, tal vez incluso de forma desleal (en esa epoca la idea de la traicion no parecia tan inverosimil, ya que, al igual que el resto de familias reales europeas, la rusa tambien contaba con mas antepasados extranjeros que locales; en teoria, esta politica matrimonial aseguraba la paz, pero en una autentica crisis servia mas bien para debilitar la monarquia). La elite rusa creyo que podria aumentar la produccion de municion mejor que la monarquia y en el verano de 1915 empezo a organizarse por su cuenta. Las organizaciones locales de industriales y nobles, de orientation politica nacionalista y liberal, se convirtieron en el nucleo real de la vida politica y economica. Gracias a la crisis provocada por la guerra, esta elite rusa ejercia ahora el poder real, y gracias a la perception generalizada del fracaso de la dinastia gobernante, ahora estaba convencida de que solo ella merecia ejercerlo (Figes, 1996). Cuando llego la crisis final del regimen, nadie apoyo a la monarquia, sino todo lo contrario, ya habia otro grupo preparado para asumir el poder.

La crisis del regimen fue el resultado de la solution economica a la crisis de municion rusa. Paradojicamente, fue consecuencia del exito de la sociedad civil a la hora de reestructurar la economia. De hecho, en lo que se refiere estrictamente a la produccion de proyectiles, la crisis de muni­cion rusa se solvento gracias a un enorme aumento de produccion en las ciudades. Esto fue posible porque Rusia contaba ya con una infraestructura industrial significativa, asi como con una eficaz red de ferrocarriles que llevaban al frente (la misma que habia atemorizado y movilizado a toda Europa y que en ultima instancia habia llevado a la guerra). Sin embargo, al igual que el propio sistema de ferrocarril, esta infraestructura industrial no era mas que una delgada patina que escondia tras de si una econo­mia premoderna. Se construyo para respaldar la guerra moderna, no la economia moderna: los ferrocarriles llevaban al frente, no al campo. La agricultura consistia en pueblos encerrados en si mismos, basados todavia

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II. confrontaciPn . El alambre de puas en el campo de batalla

en el si'stema de campos abiertos (en la decada anterior a la guerra el go- bierno habia intentado promover un sistema de granjas con una agricultura mas intensiva, un sistema mas estrechamente integrado con las ciudades, pero estos esfuerzos dieron pocos resultados) (Figes, 1996). Asi pues, el inmenso crecimiento de la produccion urbana en los anos de la guerra no se sustentaba en un crecimiento equivalente de la produccion agricola. Por el contrario, los mundos de la ciudad y del pueblo divergieron aun mas. Con la expansion industrial llego la inflation y un aumento constante de los precios y los salarios urbanos. Los campesinos no tenian la organization economica necesaria para beneficiarse de la demanda creciente, pero si que tenian en cambio la sensation de que no habia muchos motivos para intercambiar un grano valioso por un rublo que no dejaba de devaluarse. Su vida se basaba sobre todo en la agricultura de subsistencia y el comercio con la ciudad era una actividad relativamente marginal. Bajo la presion de profundos cambios estructurales, su reaction instintiva fue retirarse aun mas de la ciudad (Stone, 1975: cap. 13). La razon principal del fracaso ruso fue que la integration de pueblo y ciudad era tan precaria que la crisis la disolvio por completo. Los granjeros estadounidenses reaccionaron ante la guerra comprando tractores, los granjeros rusos dando grano a sus ca- ballos. En 1916 ya empezaba a escasear el pan en las ciudades y en 1917 habia hambre, por no decir hambruna. En febrero, cuando se produjeron las primeras manifestaciones, pronto quedo claro que nadie apoyaria al zar. En cuestion de unos pocos dias, Rusia se convirtio en una democracia dirigida por su elite y la libertad se propago desbordante por todo el pais. Sin embargo, a medida que pasaban los meses, la elite quedaba desacredi- tada por su fracaso en resolver lo imposible de resolver: la hiperinflacion, el hambre y la guerra, junto con la revolution misma, llevaron el pais al caos total. Muy pocos apoyaron a los bolcheviques en octubre de 1917, pero todavia eran menos los que aun tenian fuerza de voluntad para re- sistirseles. Habia empezado el proceso de volver a poner orden en Rusia, pero esta vez iba a ser un nuevo tipo de orden, mucho mas moderno que el del zar. Los bolcheviques iban a aplicar un nuevo metodo de control basado en la violencia centralizada a gran escala.

Asi pues, ni con los horrores de la Primera Guerra Mundial hemos alcanzado todavia la culmination de la historia del alambre de puas. Con los bolcheviques poniendo Rusia bajo control y Hitler planeando su ven- ganza, esta culmination todavia estaba por llegar. Pero antes de que poda- mos empezar a examinarla, debemos desandar nuestros pasos y estudiar primero los origenes del campo de concentration. Esto nos retrotrae en torno al cambio de siglo.

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III. CONTENCIONEl alambre de puas en los campos de concentracion

,jlba a ser util el alambre de puas para el problema del control de los ci- viles? A primera vista, podria parecer desproporcionadamente violento. La esencia de su funcionamiento era infligir dano. Esto era del todo apropiado para los animales, con los que los humanos siempre se habian comunicado mediante el lenguaje del dolor, pero en el caso de los humanos las ame- nazas verbales acostumbran a ser igual de efectivas, por lo que siempre es posible evitar el control mediante violencia real. No hay necesidad de cerrar el paso a los civiles con alambre de puas, con una serial que diga “Prohibido el paso”, 99 de cada 100 se detendran. Pero algunas veces no se detienen, y en ese caso es preciso administrar la violencia. El problema se agudiza cuando se pone en duda la legitimidad fundamental, cuando la gente no acepta ni siquiera los signos de “Prohibido el paso” como tales. Supongamos que alguien conquista un pais extranjero, o que algunos de sus subditos son ciudadanos de un pais con el que esta en guerra: icomo conseguiria hacer respetar sus reglas? En ese caso tendria que utilizar la violencia a gran escala. Un instrumento para el despliegue de la violencia a escala masiva seria de gran utilidad para este proposito, y es por eso que el alambre de puas hace su entrada en la historia politica como una continuation de la historia belica.

Notese que este control sobre el espacio presenta una dualidad muy interesante entre un microcosmos y un macrocosmos, por asi decirlo. Por un lado hay espacios pequenos dentro de los cuales se retiene a los humanos

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III. contenciPn . El alambre de puas en los campos de concentration

y se somete su movimiento a un control implacable, y luego estos espacios pequenos proyectan un espacio mucho mas extenso en el que se ejerce un control mas sutil sobre toda la poblacion subyugada. En otras palabras, por un lado tenemos prisiones y por otro el conjunto de la poblacion, y es la presencia de estas la que pacifica la poblacion. Las prisiones cumplen dos objetivos. En primer lugar, rompen fisicamente contactos y movimientos, llevandose a los lideres y separando a familias. Asi, el pueblo subyugado es atomizado y reducido a menos que la suma de sus partes. En segundo lugar, las prisiones desempenan un importante papel moral. Como muchos otros animales, los humanos encuentran placer en el movimiento y sufren cuando se les impide. Estar confinado en un espacio pequeno donde el movimiento esta limitado al minimo es un castigo que los humanos temen casi tanto como a la misma muerte. Este miedo puede utilizarse a fin de que la a m en a za de impedimento del movimiento baste para controlar el movimiento humano fuera de la prision. El microcosmos se proyecta en el macrocosmos.

Asi pues, la colonization del espacio engendra pequenos enclaves de unos pocos kilometros cuadrados, dentro de los cuales el movimiento humano esta muy restringido. Aunque su extension no es muy conside­rable, estos asentamientos tienen una gran signification historica: son la clave del control sobre todo el espacio que los rodea. Durante el siglo XX, una importante clase de estos asentamientos acabo rodeada de alambre de puas. Es probable que sea por estos asentamientos de alambre de puas por lo que el siglo XX sera recordado.

Con el control de la poblacion civil ocurrio lo mismo que en la his- toria militar: la introduction del alambre de puas fue gradual y no estuvo planificada. Era una herramienta facil de conseguir, y cuando se presento la ocasion se uso para establecer recintos de encarcelamiento, con el re- sultado de que se acabo consolidando una nueva practica. El paralelismo con la historia militar va incluso mas lejos. Al igual que en la historia mi­litar, el alambre de puas hizo su entrada en la historia politica durante la Guerra de los Boers, en la que se invento el campo de concentration, que se generalizo mas tarde durante la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, el alambre de puas siguio evolucionando en una linea de desarrollo ex- clusiva de la historia politica que lo llevo un paso mas alia de la Primera Guerra Mundial.

Cuando se generalizo en la Primera Guerra Mundial, el asentamiento de alambre de puas se limitaba a resolver problemas que en gran parte eran previsibles y que se volvian a presentar en cada nuevo conflicto: la poblacion civil enemiga y los prisioneros de guerra. En ese momento

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todavfa no origino su propia polftica, sino que estuvo al servicio de las polfticas del pasado, pero mas adelante iban a surgir nuevas estructuras polfticas alrededor de esta nueva herramienta, aprovechando las nuevas oportunidades que ofrecfa el campo de concentration. Esto dio lugar a las experiencias sovietica y nazi, con las que la historia del alambre de puas alcanzo su culmination.

La caracterfstica principal del uso politico del alambre de puas era su asimetrfa: por un lado, un gobierno todopoderoso y por el otro, una poblacion derrotada y desarmada. Se entraba en una nueva etapa en la historia humana, pero no de la historia del alambre de puas. En cierto modo, el alambre de puas retomo su funcion original de controlar seres vivos debiles privandoles de sus ultimas capacidades a fin de poder ga- nar un control total sobre ellos. Los humanos desarmados, vencidos y controlados por alambre de puas difieren radicalmente de los soldados. No emiten violencia, sino que la reciben pasivamente. Estan reducidos a carne y en cierto modo pasan a ser un mero receptaculo biologico del dolor y la enfermedad. Hasta cierto punto, pues, el sistema de campos de concentration era una reproduction de la industria animal, solo que ahora como industria hum an a. Lleva a su culmination esta historia y resume a la perfection la ecologia de la carne y el hierro en la era del alambre de puas.

En la primera section de este capitulo, “Control de poblaciones”, veremos como hacia finales del siglo XIX arraigo la practica de concentrar poblaciones enemigas enteras y como el alambre de puas llego a ser una herramienta eficaz a este respecto. La segunda section, “Poblacion enemi- ga”, se ocupa de la estandarizacion de esta practica, especialmente durante la Primera Guerra Mundial, con sus numerosos campos de prisioneros de guerra y de internamiento de extranjeros. La tercera section, “Tractores a Ucrania”, trata sobre el Gulag sovietico, que fue la primera gran aplicacion de esta herramienta (para entonces ya estandarizada) como fundamento de una determinada politica. Este caso es especialmente interesante, puesto que podria afirmarse que el principal motor detras de esta nueva aplica­cion fue el deseo de la Union Sovietica de conseguir el control sobre su mundo rural. En este caso, pues, la historia agricola esta estrechamente ligada con la historia polftica.

La cuarta section, “Irenes a Auschwitz”, llega finalmente al uso mas horrible del alambre de puas en el sistema de campos de exterminio nazis, donde resulta mas obvia la comparacion entre la brutalidad humana para con los humanos y la brutalidad humana para con los animales.

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III. contenciOn. El alambre de puas en los campos de concentracion

1. Control de poblaciones

El cambio de siglo estuvo marcado por tres conflictos coloniales: la Guerra Hispano-Estadounidense de 1898, la Guerra de los Boers de 1899-1902 y la Guerra Ruso-Japonesa de 1904-1905. Ya hemos visto como esta secuencia casi ininterrumpida de guerras coloniales, que van de una punta a otra del mundo, signified la realineacion de las potencias coloniales: Estados Unidos, Gran Bretana y Japon en ascenso; Espana, los boers y Rusia en declive. Esta fue la lectura que se hizo en la epoca. Sin embargo, nadie comprendio que el legado mas importante de este periodo no fue militar, sino politico. En dos de estas guerras (la Guerra Hispano-Estadounidense y la Guerra de los Boers) no se estaba haciendo historia en el campo de batalla, sino lejos de este. Los gobiernos trataron a los civiles con extrema crueldad. En esa epoca este hecho no fue bien comprendido y se con- sidero en el peor de los casos una regresion a un barbarismo de epocas preteritas, cuando en realidad no se trataba de un vestigio del pasado, sino del primer indicio de una importante trayectoria futura.

Todo empezo en 1895 en la isla de Cuba, el ultimo baluarte impor­tante del Imperio Espanol. Los espanoles estaban acostumbrados a librar encarnizadas guerras contra los rebeldes locales, la ultima de las cuales habia sido un largo y confuso conflicto que habia durado diez anos, de 1868 a 1878. Pero la agitacion no habia desaparecido, puesto que la ma- yoria de la poblacion de la isla no solo estaba indignada por la coloniza- cion espanola, sino tambien por los males sociales de una economia de plantacion. El campo estaba decididamente a favor de la revolucion, y las autoridades tuvieron que encontrar maneras de controlarlo. La geografia basica fue de gran ayuda: Cuba es una isla estrecha que no acostumbra a superar de mucho los ochenta kilometros de ancho, de modo que de entrada parece sencillo dividir el territorio mediante lineas trazadas de norte a sur. De hecho, la guerra de 1868-1878 dio lugar precisamente a una linea de este tipo, la Trocha, que iba desde la ciudad de Moron, cerca de la costa norte, hasta Jucaro, en la costa sur. Se trataba basicamente de una zanja muy larga. Estaba flanqueada por un sistema de blocaos y por una linea de ferrocarril que la abastecia en toda su longitud. El resultado fue la division de Cuba en dos partes, mas faciles de controlar por separado. En 1878 parecia que este sistema habia logrado sus objetivos y, de hecho, fue una de las fuentes de inspiration para el sistema de blocaos britanico en la Guerra de los Boers.

Pero en 1895 la rebelion estallo de nuevo en la isla, esta vez con tal apoyo popular que los espanoles no pudieron contenerla. Cuba tiene una

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vegetation tropical y, aunque es liana en su mayor parte, tiene muchas tierras montanosas y algunas pantanosas. La geografia, pues, no jugaba del todo a favor de los espanoles. Las guerrillas cubanas podian aparecer de improviso, infligir bajas entre los soldados espanoles y despues des- aparecer en los montes y pantanos. Con el apoyo de los campesinos, las guerrillas incluso podian esquivar las lineas espanolas, formadas por menos hombres de los necesarios. La rebelion empezo en marzo en el este, y en julio los rebeldes cruzaron la Trocha, que era una fortification maciza e inexpugnable que demostro ser tan inutil como la Gran Muralla China una vez que en ella se abrio una brecha (Cfr. Smith, 1994: cap. 1; Foner, 1972: en esp.: caps. 6 y 9). A finales de 1895, Espana controlaba poco mas que La Habana y unas cuantas capitales de provincia. El comandante de las fuerzas espanolas en Cuba fue destituido y relevado por el General Weyler, famoso por su crueldad en la guerra; en este momento de la crisis, la crueldad parecia estar a la orden del dia.

El problema principal era que los rebeldes tenian un control total de las zonas rurales porque contaban con el apoyo de los campesinos. Era im- posible convertir a los campesinos en pro-espanoles, pero si que era posible deportarlos del campo. Asi pues, la logica de la situation parecia dictar la solution que adopto Weyler, que fue concentrar a la poblacion mral en las ciudades. Podemos interpretar esta inversion topologica a la que ya estamos acostumbrados como el sistema de blocaos vuelto del reves. En vez de que los soldados espanoles salieran a las zonas rurales a imponer el orden mediante el establetimiento de guarniciones, creando asi puntos de control a lo largo de un piano no controlado, ahora se concentraba a los habitantes de las zonas rurales en los puntos donde los espanoles pudiesen controlarlos facilmente, abriendo de este modo el piano a las maniobras militares espanolas.

Esta politica de “reconcentracion” se aplico gradualmente por toda la isla. Los habitantes disponian de ocho dias para recoger sus pertenencias y animales; pasado ese tiempo, era un delito permanecer en las zonas rurales (era esencial que tambien se llevasen consigo a los animales, puesto que el objetivo principal era privar de comida a los rebeldes). Se destinaron areas especiales alrededor de las ciudades para el cultivo de alimentos y se procedio a la destruction sistematica del interior del pais. Mientras tanto, se cobijo a los refugiados en cualquier alojamiento que pudiera encontrarse, desde viejos almacenes a edificios abandonados que rebosaban ahora de personas. Weyler habia barrido literalmente el terreno de debajo de los pies de los rebeldes (Musicant, 1998: 69-70). Ahora confiaba en construir nuevas trochas y aplastar a los rebeldes contra ellas, tal como iban a hacer los britanicos cinco anos mas tarde en Sudafrica.

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III. contenciOn . El alambre de puas en los campos de concentration

Sin embargo, las cosas no salieron segun lo planeado. Weyler no calculo correctamente varias consecuencias no militares, tanto a nivel biologico como a nivel internacional. No se trataba solo de un conflicto entre espanoles y cubanos, sino que tambien participaron otros actores: los germenes, que causaron disenteria y fiebre amarilla, y los Estados Unidos.

El problema biologico basico deberia haberse previsto, ya que en realidad se habia repetido una y otra vez en la historia militar. La guerra siempre trastorna la ordenacion espacial de la vida. Las lineas de comu- nicacion habituales se rompen, otras son anegadas por flujos torrenciales de soldados y refugiados, y todo el mundo va de un lado para otro. La interrupcion de las rutas cotidianas trae consigo la interrupcion del ciclo agricola y la aparicion del hambre, puesto que sencillamente muchos gran- jeros no pueden llegar a su tierra para labrarla. Al mismo tiempo, la gente se congrega en grandes masas. Y lo que es peor, se juntan con gente con la que nunca antes se habian encontrado, portadores de germenes para los que no estan preparados. Cuando entran en contacto con estos germenes, probablemente ya esten hambrientos y debilitados, y por tanto se infec- tan con facilidad. Pronto la enfermedad estalla en forma de epidemias. Y como los campesinos estan demasiado debiles para trabajar, las epidemias se cobran una vez mas su peaje en el ciclo agricola, desencadenando la catastrofe tipicamente humana de la guerra en medio de la hambruna y la peste. En resumen, las personas no son objetos inertes de un inventario a los que se pueda mover y amontonar en cualquier almacen. Son organismos biologicos cuya existencia depende de una determinada interaccion mutua entre ellos y con su entorno. Si se altera esta interaccion, el resultado es una crisis. Todo esto habia sido siempre una consecuencia habitual de la guerra, desde la plaga ateniense descrita por Tucidides en el siglo V a.C. hasta la gripe pandemica del final de la Primera Guerra Mundial.

El metodo de Weyler acentuo esta consecuencia de la guerra. Ahora las ciudades eran lugares de concentration y tenian que sumar medio millon de civiles a sus antiguos habitantes, esto sin mencionar las tropas espanolas, quienes, segun una description contemporanea, “ocupan tantos edificios que ya no hay alojamiento decente para el exceso de gente. Las viviendas de los reconcentrados son poco mas que pocilgas” (cit. por Foner, 1972: 113). Ademas, la production de alimentos fue deliberadamente recortada con el objetivo de matar de hambre a los rebeldes. Esta situation tuvo dos consecuencias perjudiciales para el plan de Weyler. En primer lugar, la orden de reconcentracion fue en la practica una invitation a infectar el ejercito. Puesto que los evacuados eran obligados a permanecer cerca de las guarniciones, era completamente predecible que cuando estallaran

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las epidemias tambien los soldados caerian enfermos. La cifra no bajo en ningun momento de 50.000 de los 200.000 a disposition de Weyler, por lo que el ejercito se vio obligado a limitarse a las tareas defensivas (Smi­th, 1994: 22). En segundo lugar, la reconcentracion causo un sufrimiento terrible, con penosas escenas de opresion, mendicidad, prostitution y, por encima de todo, muerte masiva. En poco mas de un ano murieron decenas de miles de cubanos, quiza hasta 100 mil (Foner, 1972: 115). Y aqui llegamos al segundo error de calculo de Weyler, que fue no haber tornado en cuenta a los Estados Unidos.

Muchos estadounidenses siempre habian mostrado interes por Cuba. De hecho, los mismos surenos que lucharon contra Mexico siempre habian sonado con otras conquistas caribenas, particularmente la de Cuba. En aquel momento, el imperialismo y el humanitarismo iban de la mano. Las realidades de la miseria cubana, que la prensa popular estadounidense se encargo de difundir de forma sensacionalista pero en lo fundamental veraz, despertaron en el conjunto del publico estadounidense el deseo de luchar contra el “Carnicero Weyler”. En lo que iba a convertirse en una pauta recurrente del siglo XX, los Estados Unidos avanzaron paso a paso hacia la intervention militar en una crisis humanitaria extranjera. Primero enviaron el barco de guerra USS M a in e a hacer una “visita” al puerto de La Habana, luego el 15 de febrero de 1898 exploto cuando se encontraba ancorado en el muelle (por causas que nunca seran desveladas), y poco despues empezo la Guerra Hispano-Estadounidense (Smith, 1994: cap. 2).

Esta fue la primera guerra en la que el alambre de puas, aunque por poco tiempo, se uso con fines militares. Fue corta y fulminante, empezo el 11 de abril de 1898 y Espana acepto las condiciones estadounidenses el 11 de agosto del mismo ano. El imperialismo espanol concluyo a todos los efectos cuando Cuba y Filipinas (otro vestigio del Imperio Espanol) pasaron a manos estadounidenses. Este nuevo imperialismo estadouni­dense se disfrazaba con la promesa de la independencia futura y, en ese momento, esto ya le bastaba a la sufrida Cuba, pero Filipinas, en cambio, empezo en 1899 su propia insurrection, esta vez contra Estados Unidos.

En este punto llegamos a una ironia que raya lo grotesco: el Ejercito de Estados Unidos, frustrado por las selvas de Filipinas y por el apoyo generalizado de los campesinos locales a las guerrillas rebeldes, adopto a finales de 1900 una politica de concentration. No es necesario entrar en detalles, ya que esta practica se modelo explicitamente a partir de la de Weyler, como reconoce el siguiente testimonio de un estadounidense contemporaneo: “Hemos llevado a cabo una campana Weyler’, pero lo hemos hecho de acuerdo con la ley militar” (Linn, 2000: 303). De hecho,

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la practica no se adopto a gran escala como en Cuba, sino que se aplico de forma local, lo cual tal vez explica la mortalidad relativamente baja en las zonas de concentration, donde murieron unos 11.000 filipinos. Y lo que es mas importante, los estadounidenses tuvieron exito. La insurrection propiamente dicha estaba mal organizada, comparada con la cubana, y no habia ningun otro pais que pudiese hacer el papel de Estados Unidos e intervenir contra los propios Estados Unidos. En 1902 las Filipinas fueron pacificadas (Linn, 2000: 214-215).

Mientras que el fracaso de Espana en Cuba muestra que el metodo de concentration era defectuoso, su adoption por parte de Estados Unidos muestra que, de alguna forma, era inevitable. En realidad no habia ningun otro metodo para conseguir el control sobre la poblacion rural. De hecho, hay claros precedentes historicos que muestran que el metodo es, por asi decirlo, “natural”, como por ejemplo la rebelion rural del Loto Blanco, que tuvo lugar en China entre 1796 y 1804. Al principio, el gobierno Qing no acerto a dar una respuesta eficaz, lo cual permitio a los rebeldes del Loto Blanco veneer en grandes partes de Sichuan y otras partes del interior de China. Pero finalmente encontro la solution, que consistio en construir fuertes por todo el territorio e internar alii por la fuerza a los campesinos, para luego destruir los cultivos en los campos y de esta forma proceder a la pacification sistematica de toda la provincia (la misma secuencia con la que ya nos hemos familiarizados).1 En todos estos casos, ya sea en Cuba, Filipinas o Sichuan, nos hallamos ante las dificultades de una autoridad central urbana para controlar una poblacion rural rebelde. El problema reside en que los campesinos son muchos y estan dispersos por un area muy extensa. <;C6mo extender el control sobre este vasto territorio que supone un reto a nivel espacial? La solution que hemos visto fue una pseudo-urbanization forzada en la que se ordenaba a los campesinos que se concentrasen de inmediato en grandes asentamientos donde se les podia controlar mejor. El principal defecto de este metodo era que las ciudades no se construyen precisamente en un dia. La construction de las infraestructuras necesarias para sustentar asentamientos humanos a gran escala conlleva un tiempo y unos recursos de los que se carece en tiempos de guerra. Asi que en realidad este metodo no es mas que un asesinato masivo de campesinos.

Este es uno de los defectos del metodo. Otro es que, en ultima instan- cia, no logra una simplification topologica real del control gubernamental.

1. Ver Fairbank (1992: 189-191). El punto de vista sovietico de Tikhvinsky (1983: 103-105) es util por su interes en los detalles de las insurrecciones campesinas.

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Bajo este sistema, los perfmetros de las zonas en las que estaba autorizada la presencia de civiles eran controlados por tropas que teman que patrullar por todo el territorio. En otras palabras, este metodo se aproximaba mas a la idea de toque de qu ed a que a la de prision. Se fundamentaba en la amenaza de violencia contra los civiles que se encontraran fuera de un area delimitada. Sin embargo, para cumplir con esta amenaza, los solda- dos todavia teman que inspeccionar las zonas rurales y castigar (normal- mente con la muerte) a los civiles que encontraran alii. En otras palabras, la violencia tenia que ejercerse en todas partes y no estaba confinada a unos pocos puntos de control. Esto era asi porque los puntos centrales no disponian de ninguna infraestructura de control o, para decirlo de forma sencilla, nada impedia a la gente salir de las ciudades e irse al campo (a exception de los soldados que lo patrullaban, claro esta).

En pocas palabras, una prision es una manera de economizar en carceleros. Si se recluye a los prisioneros en un solo lugar, hacen falta menos personas para hacerse cargo de ellos. Una prision requiere una considerable inversion inicial de capital, de modo que no tenia sentido construir una prision para un problema a d hoc como el control de pobla- ciones en la guerra. Historicamente, pues, el control de poblaciones exigia muchisima mano de obra y nunca se logro por completo, pero una vez que las prisiones pudieron improvisarse con poca inversion de capital, los gobiernos ganaron una nueva herramienta flexible y eficaz. Ahora el control sobre poblaciones enteras podia conseguirse en muy poco tiempo, pero a principios de siglo nadie se dio cuenta y esta nueva aplicacion del alambre de puas, al igual que la militar, llego casi por casualidad.

En la Guerra de los Boers, los britanicos estaban decididos a tratar humanamente a los civiles. Esto dio lugar al campo de concentration. Como hemos observado en el capitulo anterior, someter a las guerrillas boers requirio dos tipos de politica, una civil y otra militar. Ya he analizado el control sobre el espacio del Veld por medio del sistema de blocaos y alambre de puas. El sistema britanico de control militar, con sus lineas de alambre de puas y blocaos prefabricados de hierro, era muy superior a la Trocha espanola en Cuba con su zanja de 80 kilometros. El sistema brita­nico de control sobre los civiles que se implanto gradualmente tambien era superior al de Weyler.

Sin embargo, la distincion basica entre militar y civil era dificil de trazar. Los boers luchaban como pueblo, y cuando la guerra alcanzo su fase de guerrilla dejo de haber frentes claros. Gran parte del problema era una vez mas que se trataba de una comunidad de granjeros, con la dispersion espacial que esto conlleva.

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Examinemos esta comunidad con mayor detalle. Era una sociedad conservadora con claras demarcaciones de raza, etnia y genero. La raza y la etnia definian a los boers de puertas afuera: utilizaban mano de obra negra como mano de obra esclava (y los miembros negros de sus comuni- dades compartieron de lleno los horrores de la guerra cuando esta llego) y rechazaban cualquier intrusion blanca no boer, lo cual, como vimos, fue una de las causas principales de la guerra. El genero definia a los boers de puertas adentro, concretamente en terminos de movimiento. En esencia, era una sociedad donde los hombres se movfan constantemente de un lado a otro. Por regia general, cuando no eran demasiado jovenes o de- masiado viejos, lo hacian a lomos de un caballo. Las mujeres, en cambio, estaban atadas al hogar. Estos roles de genero fueron una precondition de la guerra de guerrillas. Los hombres estaban acostumbrados a vivir lejos de casa en pequenos grupos masculinos y disponer de sus hogares como bases estables para su vida pastoril. Cuando llego la guerra de guerrillas, la sociedad boer se bifurco: por un lado, hombres combatientes y sus caballos, y por el otro, mujeres atadas a la granja junto a los ninos, los ancianos, los sirvientes negros, las vacas y las ovejas.

El problema principal para los britanicos fue que mientras que ellos tenian que abastecerse mediante lineas largas y vulnerables (en este caso el ferrocarril), los comandos boers podian reabastecerse simplemente acudiendo a sus granjas. Las granjas fueron sin lugar a dudas una ventaja militar para los boers. Una publication britanica de la epoca denunciaba que las mujeres no eran en realidad mucho mejores que sus maridos: “Muchas mujeres fueron culpables de actos de traicion. Disparaban cons­tantemente a patrullas aisladas, confiando en la inmunidad que su sexo les conferia incluso a ojos de los peores de nuestros hombres, y en todo momento ayudaron a las fuerzas boers con comida y munition” (Wilson, 1902: 498-499). Logicamente, pues, durante el verano de 1900 los britani­cos decidieron aplicar la politica de destruir las granjas boers que fuesen sospechosas de cooperar con los comandos (Pakenham, 1979: 466-467). En poco tiempo se vio afectada gran parte de la poblacion boer, y al final de la guerra casi todas las granjas habian sido destruidas (y sus techos, por cierto, usados a menudo como cubierta para los blocaos britanicos) (Pakenham, 1979: 608).

En la primavera de 1901, la paulatina y poco sistematica destruction de granjas ya habia dejado de ser util. La destruction punitiva habia ele- vado aun mas el grado de impopularidad de los britanicos, a la vez que no impedia que las granjas restantes apoyasen a las guerrillas. Ademas, el desplazamiento masivo de civiles empezo a crear una crisis.

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La perception britanica de la situation era que por un lado se ha- bian visto forzados, en contra de sus principios, a recurrir a la quema de granjas, y por el otro, esta politica habia comportado un problema masivo de desplazados boers. Habia sido la propia crisis la que habia dictado el establecimiento de campos de refugiados. Asi surgio la fiction, que el gobierno britanico nunca abandono por completo, de que los britanicos estaban comprometidos en la gestion de una crisis humanitaria, como si simplemente estuviesen intentando resolver un problema de refugiados. Consideraban que su politica era la expresion de una benevola, aunque severa, preocupacion por los civiles en tiempos de guerra. Asi pues, a diferencia de las evacuaciones cubana y filipina, en las que los civiles tenian que arreglarselas solos, los britanicos crearon gradualmente todo un sistema para proporcionar a los boers alojamiento, asistencia medica, education, protection y, lo que es mas importante, comida. Los britanicos lo organizaron todo improvisadamente en medio de la crisis. Ya en julio de 1900 se fundo un primer campo cerca de Mafeking, mas entrado el verano se establecieron otros, y en marzo de 1901 la totalidad de la poblacion civil boer estaba reubicada en estos campos (Spies, 1977: 144-151; Pakenham, 1979: 522). Pero a diferencia de las zonas de concentration cubanas y filipinas, el sistema britanico se basaba en pequenos asentamientos tem- porales, originalmente llamados “campos de refugiados” o, mas adelante, “campos de concentration”.2 Asi se invento el campo de concentration.

Las cifras de campos e internos fluctuaban continuamente, pero en total habia unos 50 campos para los boers, mientras que los sirvientes ne- gros fueron encerrados aparte, en sus propios campos. El numero total de internos ascendia a unos 100.000 (Spies, 1977: 363-364), y cada uno tenia unos pocos miles de internos. La mayoria, como hemos visto, eran mujeres y ninos. El campo de Johannesburgo, por ejemplo, aunque probablemente sea un caso extremo, contaba con 382 hombres (con toda probabilidad ancianos), 967 mujeres y 3-740 ninos (Parliamentary Report, 1901a: 23). En otras palabras, la poblacion de los campos, formada en su mayor parte por ninos con sus respectivas madres preocupadas por cuidarles, era muy facil de controlar.

Estas madres pronto tuvieron mucho de que preocuparse y afligirse: se repitio el escenario cubano de concentraciones forzosas en espacios inadecuados y abarrotados, a lo que hay que anadir el shock del des-

2. Ver Davenport (1987: 216). Hay una extensa literatura sobre este tema que, com o es logico, todavia despierta controversia en Sudafrica. Los estudios mas exhaustivos siguen siendo Spies (1977) y Otto (1954).

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plazamiento, las enfermedades y un indice de mortalidad catastrofico. Durante la guerra quiza murieron hasta 30 mil personas en los campos, lo cual representa casi un tercio de los internos (Davenport, 1987: 2178) -e l altisimo numero se explica tal vez por el hecho de que la mayoria de internos eran ninos de corta edad. Esta situation suscito fuertes protestas, como por ejempio las de Lloyd George, entonces un joven parlamentario gales que empezo a ser conocido a nivel nacional por sus criticas abiertas a la Guerra de los Boers, declarando en el Parlamento que “en esta gue­rra hemos seguido paso por paso la politica de Espana en Cuba” (Spies, 1977: 148). Sin embargo, en esto no llevaba del todo razon. En algunos aspectos, los campos de concentracion britanicos eran mas modernos que sus inmediatos predecesores. La red de ferrocarriles sudafricana era mucho mas extensa que la de Cuba o Filipinas, de modo que los campos fueron ubicados en funcion de esta red. Se contabilizaba a los internos y se les proporcionaba comida en raciones. La arquitectura de los campos, si es que podemos llamarla asi, era basicamente una cuadricula formada por tiendas de campana que albergaban una familia numerosa cada una, con algunas tiendas especiales (a veces construcciones mas permanentes) destinadas a servicios basicos como banos, letrinas, cocinas, hospitales, etcetera (cfr. Van Rensburg, 1980: 46-47). En resumen, las herramientas modernas de planificacion y el transporte ferroviario dieron a los campos una apariencia mas de custodia gubernamental que de castigo guberna- mental. Esto no era Cuba.

La violencia tuvo lugar en el Veld: los soldados britanicos llegaban a una granja, ordenaban a las mujeres y ancianos que encontraban que reuniesen a sus ninos y todas las pertenencias que pudiesen cargar y luego los montaban en un carro. Encima del carro, la familia boer veia desde la distancia como desmantelaban e incendiaban su casa. Esta era la violencia estandar que el metodo de concentracion ejercia en las zonas rurales, al igual que hemos visto que paso en Cuba o Filipinas. Pero una vez que la gente llegaba a los campos, se requeria poca violencia. El problema del control era muy simple, porque como los internos estaban muy debiles y dependian por completo de las autoridades, tenian pocas posibilidades de oponer resistencia. Por esto en un principio la practica habitual fue no vallar los campos, alimentando asi todavia mas la fiction de que se trataba de refugiados que disfrutaban de la protection britanica. Se creo una policia local formada por voluntaries de entre los pocos hombres, a los que se ordenaba que arrestaran a los individuos que tratasen de entrar en el campo o de abandonarlo sin autorizacion (Parliamentary Report, 1901b: 13-14). En resumen, la delimitation del espacio era simbolica y se

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sostema gracias a la enorme asimetrfa de fuerzas entre el Ejercito britanico y la poblacion civil boer. Lo unico que era obviamente inadmisible era que en los campos la gente seguia muriendo. Pronto veremos como los britanicos intentaron justificar esta situation embarazosa, pero para los propositos inmediatos de la historia del alambre de puas, es crucial que observemos lo importante que era para los britanicos mantener la ficcion de que los campos eran un regimen de custodia benevolente mediante la inicial ausencia de vallado.

Sin embargo, esta ficcion era dificil de mantener en tiempos de guerra. Acompanemos a Kendal Franks, un oficial britanico encargado de inspeccionar los campos. En su visita al campo de Standerton, en el Transvaal, por ejemplo, nos cuenta que el dia 11 de agosto de 1901 los boers hicieron una incursion en el campo y se llevaron 157 reses (al igual que en Cuba, se concentraba a los granjeros junto con sus animales para privar de comida a las guerrillas) (Parliamentary Report, 1901b: 268). El superintendente del campo, Frank Winfield, reacciono energicamente al desafio y ordeno a los internos levantar una alambrada de puas alrededor del campo. El 29 de agosto, ya contaba con una estructura solida formada por dos hileras de alambradas y maranas de alambre de puas intercala- das. No se nos informa del tamano del campo, pero sabemos que alojaba 3-329 internos en 550 tiendas, o sea que estamos hablando de un recinto bastante grande (Parliamentary Report, 1901b: 300). Hay que analizar con detalle este fenomeno nuevo que aqui empezamos a vislumbrar: un asen- tamiento humano cuyos limites estan definidos por alambre de puas. En este caso, el alambre de puas aparece casi como una ocurrencia tardia y representa tanto la vieja necesidad de impedir el movimiento del ganado como una continuation de su uso mas reciente para repeler a los boers montados a caballo en el Veld. Pero notese la signification revolucionaria de este tipo de asentamiento: aunque la alambrada se levanto para impe­dir el movimiento de los hombres boers del exterior del campo hacia su interior, inmediatamente sirvio tambien para impedir el movimiento de las mujeres boers del interior del campo hacia su exterior. Ya no estaban bajo un toque de queda: ahora estaban encarceladas.

A lo largo de 1901 se levantaron alambradas de puas alrededor de la mayorla de campos. Emergio una nueva geografia. Como vimos en el capitulo anterior, el conjunto del territorio estaba surcado por las lineas de blocaos. Ahora vemos que dentro de las celdas creadas por estas lineas aparecieron celdas mas pequenas, asentamientos delimitados por alambradas de espino puas. En ambas escalas geograficas -e l macrocosmos y el microcosmos— los boers se encontraban ahora rodeados y controlados por alambre de puas.

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Examinemos el microcosmos. Podemos acompanar a Emily Ho- bhouse, una mujer inglesa que se comprometio de lleno con la causa de los internos de los campos, en su visita al campo de Kimberly: “Las tiendas estan demasiado juntas, y todo el campo esta encerrado por una alambrada de puas de dos metros y medio de alto, que se supone que es inexpugnable y que cuesta 500 libras esterlinas. Hay centinelas en la entrada y patrullando el interior [...]. Las tiendas estan abarrotadas, el sarampion y la tos ferina hacen estragos, el campo es sucio y maloliente, y hay un medico militar que, como es natural, poco sabe de las enfermedades de los ninos” (cit. por Raath, 1999: 51). La miseria salta a la vista, pero note- se que la estimation de Hobhouse del precio del vallado es claramente demasiado alta. Ya hemos visto que un kilometro y medio de alambre de puas en la linea de blocaos costaba tan solo 50 libras. Cierto, parece que en el vallado descrito por Hobhouse el alambre de puas estaba desplega- do con mas abundancia que en el vallado militar, dado que su objetivo no era meramente ralentizar el movimiento, sino impedirlo por completo. Pero aun asi la estimation de Hobhouse tiene que haber sido exagerada, especialmente debido a que el espacio a encerrar era muy reducido. Es probable que su deseo fuera convencer al publico britanico de que los campos de concentration eran un despilfarro.

Pero he aqui el quid de la cuestion: los campos de concentration, y en particular el alambre de puas, eran en realidad muy baratos de construir. Esta fue la razon principal por la que se construyeron en todas partes. Ahora podemos volver con Kendal Franks, de visita en el campo de Volksrust (que alberga a mas de cinco mil internos), donde menciona que esta completamente rodeado por una doble alambrada de puas, que el recomienda encarecidamente porque vuelve superflua la politia local (o sea que la alambrada, a pesar de lo que diga Hobhouse, era realmente economica) (Parliamentary Report, 1901b: 304). Es evidente que a estas alturas Kendal Franks se ha vuelto un entusiasta del vallado de alambre de puas, y el 7 de septiembre observa con gran descontento su a u sen cia en el campo de Heidelberg. El peligro, explica, no es solo de naturaleza militar, sino que lo mas importante es evitar que los internos aprovechen sus excursiones fuera del campo para “comprar remedios de curandero que interfieren en gran medida con los esfuerzos de los medicos” (Parlia­mentary Report, 1901b: 299).

El alambre de puas... jcomo instrumento medico! Aqui empezamos a ver la respuesta britanica a la crisis de mortalidad, que consistio esencial- mente en atribuir la culpa a los boers. Los informes de Emily Hobhouse habian creado un enorme problema politico, dentro y fuera del pais, y

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como contramedida el gobierno britanico envio un Comite de Ladies para inspeccionar los campos y ofrecer sugerencias constiuctivas (es fascinante ver como la division de genero permeo toda la Guerra de los Boers, se- parando una confrontacion militar masculina en el Veld de una crisis civil femenina en los campos, de manera que a fin de contrarrestar la sensibilidad de Hobhouse hacia el dolor de las mujeres boers, el gobierno britanico tuvo que recurrir a sus propias reservas de sensibilidad femenina). El Comite de Ladies demostro combinar en un equilibrio perfecto las dosis justas de sensibilidad y realismo. En su informe de febrero de 1902 -para cuando de todas formas ya era irrelevante- el comite apoyo sin fisuras el sistema de campos de concentracion. Una de las recomendaciones mas energicas del informe era asegurarse de que todos los campos estuviesen vallados (o, tal y como se referian delicadamente a esta cuestion, “delimitados”):

La presencia de [...] enfermedades infecciosas, ya sea en una ciudad o en un campo, a menudo hace que una estricta cuarentena sea absoluta- mente necesaria. Tambien es obvio que un area delimitada es deseable desde el punto de vista de la limpieza. Es mucho mas facil asegurar la observancia de las regulaciones sanitarias si el area del campo esta adecuadamente delimitada (Parliamentary Report, 1902: 8).

Para entender todo esto, uno debe tener en mente la insolita in­terpretation britanica segun la cual la medicina tradicional y las practicas sanitarias atrasadas estaban detras de las tasas de mortalidad boers:

A la hora de estimar las causas de la mala salud en los campos hay que hacer constar que cada superintendente tiene que librar una batalla con­tra los habitos insalubres de la gente. Por muy numerosas, adecuadas y bien mantenidas que esten las letrinas, el suelo se ensucia [...] hasta tal extremo que probablemente no lo creeran sino aquellos que lo hayan presenciado. Es necesaria una vigilancia constante, dia y noche, para mantener este habito pernicioso dentro de ciertos limites.

Esa era la razon por la que los boers estaban enfermos, y aun asi habia que imponerles por la fuerza los cuidados adecuados: “Los boers, igual que el mas ignorante de los ingleses pobres, se oponen de piano al tratamiento hospitalario [...] [Tienen] ideas inverosimiles en relation al tratamiento de las enfermedades [...]. [Sigue una description de medicamentos de curandero] Las madres administran literalmente [liberalmente?] excrementos de vaca mezclados con azufre a sus hijos [...]. En un gran numero de casos se usan

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excrementos de vaca, cabra y cerdo [...] a veces en forma de cataplasma y a veces elaborando a partir de ellos una bebida horrible. Hay una gran de- manda de sangre de perro” (Parliamentary Report, 1901b: 15-17). Hay algo que resulta verdaderamente indignante en esta actitud altiva de las ladies britanicas al describir lo que, segun percibimos a traves de su descripcion, tiene que haber sido una escena de un caos y una angustia terribles. Pero hay que mirar la situacion desde su perspectiva, a traves de la cual todo cobra sentido. Los boers no tenian education ni costumbres britanicas. Es significativo que las ladies se refirieran a este problema particular bajo el encabezamiento “Cuestiones de salud y moral”: la salud era una cuestion etica que indicaba el atraso moral de los boers. Habia que imponerles, por su propio bien, la ciencia y el civismo britanicos, superiores a los suyos. A fin de cuentas, el resultado del informe del Comite de Ladies fue ofrecer una nueva justificacion del campo de concentracion. Ahora podia invocarse la practica de la cuarentena como un nuevo argumento que justificaba los asentamientos de alambre de puas, a pesar de que la crisis de salud era precisamente el prod u cto de la concentracion.

Sin embargo, en ningun momento se descarto del todo la justifica­cion original de los campos como campos de refugiados voluntaries, con la obvia tension resultante entre los dos tipos de justificacion. Al mismo tiempo que las ladies hacian publicas sus recomendaciones en febrero de 1902, algunos administradores de campo britanicos sintieron que la campa- na de vallado era contraproducente y solicitaron permiso para no instalar estas alambradas: “Sin una valla la gente se siente indiscutiblemente mas libre y no se ven a si mismos como prisioneros [...]. No hemos tenido ni una sola desercion [...]. La salud es excelente y la gente esta satisfecha” (Parliamentary Report, 1902b: 91; este fragmento, por cierto, muestra que el vallado de alambre de puas ya se habia convertido para ese entonces en una practica rutinaria). De todas formas la guerra termino poco despues, y la cuestion se volvio objeto de controversia. Sin embargo, lo realmente importante no era decidir con exactitud que eran los campos de concen- tracion, si campos de refugiados o bien cuarentenas, lo importante era camuflar su funcion real, que era sencillamente ejercer el control sobre una nation entera.

Pero no deberiamos dejarnos llevar por las criticas a la hipocresia britanica. Probablemente sea justo decir que los planes britanicos eran, hasta cierto punto, bien intencionados. En cualquier caso, no habia ningun plan oculto para matar a 30 mil mujeres y ninos. Fue la logica de la guerra de guerrillas lo que empujo a los britanicos a la solution del campo de concentracion. Incluso la fiction del consentimiento boer no era un mero

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instrumento de propaganda, sino que era necesaria para que los propios britanicos pudieran sentir que hacian lo correcto mientras seguian ade- lante con una guerra cuyos metodos ellos mismos criticaban cuando los empleaban otros paises.

Hay que subrayar este punto. Cuando destacamos el hecho sorpren- dente de que Gran Bretana invento el campo de concentracion en 1900, no estamos lanzando una acusacion contra Gran Bretana, sino contra 1900. El campo de concentracion fue producto de ese perfodo. Como la guerra era total, habia que ocuparse de la poblacion civil enemiga. La planificacion y el transporte propios de un gobierno moderno hicieron que el resultado no fuese un flujo de refugiados sin rumbo, sino asentamientos junto a los ferrocarriles. Entonces, al ser tan barato y facil de desplegar, la construction de un perimetro de alambre de puas se presento como una conclusion natural. iQue otra cosa podia hacerse sino encerrar los civiles en recintos de alambre de puas? En la esfera politica, al igual que en la militar, la sola disponibilidad de esta herramienta barata condujo, casi sin mas reflexion, a su aplicacion generalizada.

Sin embargo, tampoco deberiamos simplemente ignorar la hipocre- sia britanica. La hipocresia misma parece tener signification historica. iHa habido alguna vez un campo de concentracion sin una mentira hipocrita para justificarlo? La hipocresia parece formar parte de su esencia. La funcion principal de un campo de concentracion es controlar a la gente separan- dolos unos de otros y aterrorizandolos, con el objetivo de impedir que se organicen contra la autoridad. El responsable del campo de concentracion camufla y encubre, de modo que la asimetria de poder se ve multiplicada por la asimetria de conocimiento. De esta forma, las victimas no saben exactamente a lo que se enfrentan (tambien los animales son en parte tan impotentes porque no entienden lo que se les esta haciendo).

Esta hipocresia era un presagio de lo que estaba por llegar. Pero fue ante todo a nivel material que los campos de concentracion britanicos marcaron un antes y un despues en la historia. Una pueblo entero fue controlado dentro de estructuras provisionales paracarcelarias mediante obstaculos que delimitaban fisicamente su perimetro. Esta alambrada de puas focalizo el control en un “interior” claramente demarcado. Los britani­cos habian ido mas alia del reino de terror de Weyler, que se extendia por toda la isla de Cuba. Finalmente se habia invertido la topologia. En 1899 los britanicos observaban a sus enemigos desde el interior de campamen- tos militares, mirando afuera hacia un Veld que estaba ocupado por los boers; en 1902, en cambio, los britanicos observaban a los boers desde el exterior al interior: desde las lineas de blocaos al interior de las parcelas

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en las que daban caza a los comandos boers, y desde el perfmetro de los campos de concentracion al interior de los mismos. Y en todas partes miraban a traves del alambre de puas, la herramienta que hizo posible esta inversion topologica.

La Guerra de los Boers fue un experimento que busco a tientas nuevas aplicaciones del alambre de puas, tanto en la esfera militar como en la polftica. Para pasar del experimento a la practica consolidada, para convertir el asentamiento de alambre de puas en un fenomeno rutinario, primero habfa que repetirlo muchas veces. A comienzos del siglo XX, no era todavla mas que una posibilidad sugerida por la Guerra de los Boers. Para que este tipo de asentamiento se estandarizara tenia que producirse una crisis muy importante que requiriera el control a gran escala sobre la poblacion. Entonces llego la Primera Guerra Mundial.

2. Poblacion enemiga

La concentracion de poblaciones en Sudafrica, igual que en los casos cu- bano y filipino, fue producto de la guerra y se justified en terminos de la ley marcial (Spies, 1977: 296). A fin de cuentas, es en la guerra cuando el control violento de los humanos esta legitimado. Cito otra vez al Comite de Ladies: “Bajo la ley marcial se exige a los civiles normales y corrientes que consigan un salvoconducto antes de poder circular libremente por la ciudad en la que puede que hayan vivido toda su vida [...]. jPor que de- beria otorgarse el derecho ilimitado de ir y venir a su antojo a los internos de los campos de concentracion?” (Parliamentary Report, 1902a: 8-9). Eso, ipor que? Las ladies han dado con la esencia de la cuestion. Si lo que se quiere es controlar de verdad a los enemigos, entonces no vale un control a medias. Hay que restringir sus movimientos.

Ya hemos visto como este problema se aplica a la poblacion civil. Cualquier enemigo que este contra ti, armado o no, es peligroso, de ahi la necesidad de controlar las poblaciones enemigas que vimos en la sec- cion anterior. Las tropas enemigas plantean el mismo problema en cuanto deponen sus armas. Pongamos por caso que se tiene exito y se consigue neutralizar al enemigo, pero gy luego que? Ya no esta armado, pero sigue siendo el enemigo. En realidad, el problema de los prisioneros de guerra es incluso mas complicado que el de los civiles enemigos. Los soldados capturados son hombres jovenes y organizados, entrenados para la accion cooperativa. Asf pues, debe establecerse inmediatamente un cuidadoso control. Para empeorar aun mas las cosas, ahora hay que establecer este

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control en medio de la confusion de la guerra. Los prisioneros de guerra son una fuente permanente de crisis militares. La solucion definitiva a este problema fue obtenida durante la Primera Guerra Mundial y hace honor al exito del alambre de puas.

Hay muchos ejemplos historicos de crisis provocadas por los prisio­neros de guerra. Examinemos, por ejemplo, un caso destacado de la guerra civil estadounidense que sucedio un poco antes de la invention del alam­bre de puas, con lo cual nos permite hacer una comparacion significativa. Cuando se avecinaba la derrota, el Sur tuvo que evacuar apresuradamente sus prisioneros de guerra del Norte. Muchos fueron trasladados de sus prisiones en Richmond (Virginia) a una nueva ubicacion cerca del pueblo de Andersonville (Georgia), escogido por su proximidad al ferrocarril. La arquitectura de este campamento de prisioneros de guerra es instructiva. Tratandose de la costa atlantica, la madera (que habria sido usada para encerrar cualquier otro animal) fue el material basico. Se escogio un area liana, se desforesto y se trazo un rectangulo mediante un foso profundo rodeado por una alta estacada (claramente una variation sobre el obstaculo tactico tipico de la epoca, que combinaba foso y estacada). Por ultimo, para mayor seguridad, se marco una “linea de la muerte” mediante una estacada mas baja a cuatro metros y medio de la principal. Los centinelas, apostados en terraplenes a lo largo de la estacada, disparaban inmediata- mente a cualquiera que cruzase la linea de la muerte y se dirigiese hacia la linea principal de la estacada (Marvel, 1994: 38). En total, las dimensiones del rectangulo eran de unos 450 por 215 metros, en los que vivian, por increible que parezca, hasta 41.000 prisioneros.

El problema de Andersonville fue que carecia por completo de recursos. A finales de 1864, incluso la madera era dificil de conseguir y la mano de obra escaseaba (el campo fue construido por esclavos, por descontado, pero ahora incluso ellos eran un recurso caro). De ahi el tamano tan reducido del campo. Y lo que es aun peor, aparte del propio cercado no se pudo constmir nada mas. Los prisioneros se amontonaban dentro de un pequeno rectangulo provisto de tiendas de campana; aunque estaba previsto constmir barracones, nunca se paso de unos pocos edihcios. Ya nos podemos imaginar la situa­tion de esos humanos abandonados a los elementos en tales condiciones: en los poco mas de seis meses que Andersonville estuvo en funcionamiento murieron 13.000 de sus 41.000 internos (Marvel, 1994: 238). Vemos que, en lo fundamental, constmir un campo de prisioneros de guerra en plena zona mral se parecia un poco a constmir fortificaciones de campo, y que era igual de caro y costoso en terminos de mano de obra. Al final, sencillamente no pudo resistir la nueva avalancha de prisioneros.

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En realidad, Andersonville fue considerada una atrocidad unica, resultado de circunstancias militares muy espetificas. Hubo muy pocas instalaciones de su tipo en la historia. Por supuesto que pueden encon- trarse algunos casos mas de campos de prisioneros de guerra basados en el principio de la estacada (como por ejemplo Camp Ford, construido en 1863 en Texas y consistente en barracas de madera situadas en el interior de una estacada cuadrangular de madera), pero la practica mas habitual era diferente, no se inspiraba en la fortification de campo sino en la forti­fication p erm a n en te (Lawrence y Glover, 1964). Esta practica puede verse representada por las prisiones originales en Richmond de donde procedian los internos de Andersonville: almacenes de tabaco y una pequena isla en el rfo (Hesseltine, 1930: 114). La practica estandar durante este perfodo, pues, era usar todos los espacios disponibles, ya fuesen artificiales o naturales.

Construir nuevas infraestructuras era caro, la naturaleza temporal del problema de los prisioneros de guerra desaconsejaba la construction de un campo disenado espetificamente para este proposito y, por ultimo, hasta Guerra Civil Estadounidense las cifras de prisioneros de guerra tradicio- nalmente no justificaban construcciones a gran escala. Incluso las cifras de las guerras napoleonicas fueron manejables; Gran Bretana, por ejemplo, concentro la mayoria de sus prisioneros franceses en una sola prision en Dartmoor, que tenia capacidad para siete mil reclusos (Vance, 2000: 72). La explication es bastante sencilla: antes de la invention del ferrocarril, era imposible organizar grupos realmente grandes de personas. Es por esto que la Guena Civil Estadounidense marco una nueva era. Con sus millones de soldados, fue testigo de nuevos niveles de concentration humana en el campo de batalla, lo cual condujo necesariamente a nuevos niveles de concentration en los campos de prisioneros de guerra. En este conflicto se hicieron casi m edio m illon de prisioneros en cada bando. Poco despues, la espectacular derrota francesa de 1870 en la Guerra Franco-Prusiana dejo la impresionante cifra de 724.000 prisioneros franceses, que todavia fueron alojados en las instalaciones disponibles, sobre todo en barracones militares (como si los soldados alemanes en suelo frances hubieran dejado libre su alojamiento en beneficio de los prisioneros franceses) (Vance, 2000: 103; 299). La guerra fue corta y al final del invierno los prisioneros franceses volvieron a casa, evitando asi una crisis, ipero que pasarfa en una guerra masiva y largo!

La Primera Guerra Mundial, con sus enormes ejercitos y cuatro anos de enfrentamiento, fue justamente eso. En el frente occidental ambos bandos hicieron mas de un millon de prisioneros, y en el frente oriental mas de cinco millones (debido a su mayor movilidad, que posibilitaba mas

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victorias concluyentes). Pero ahora el problema podia abordarse de forma satisfactoria. Alexander Solzenicyn (2007, 495-96) describe con sensibilidad literaria a los prisioneros rusos capturados por los alemanes en agosto de 1914, en la que fue la primera captura masiva de prisioneros de la guerra:

“La colum na de a pie es cond u cid a a un cam po de co n cen tra tion , rodeado de una alam brada provisional, casi convencional, co n estacas tam bien provisionales, en un descam pado. Los prisioneros se esp arcen por el su elo pelad o, se tum ban, se sientan, la cab eza entre las m anos, deam bulan, m altrechos, m olidos, vendados o sin vendas, sangrantes, con las heridas abiertas, algunos, ,-por que?, en ropas m enores; otros, descalzos, y, por supuesto, ham brientos todos. Nos miran, d ecaidos y tristes, desde detras de las alam bradas. iQue novedad! jEncerrar a tanta gente a cam po abierto, de m odo qu e nadie se escape! En verdad, idon- de la ib an a meter? jQ ue novedad! jUn cam po de con-cen-tra-cion! ;El destino de d ecen as de anos! jEl prenuncio del Siglo Veinte!”

Solzenicyn exagera la novedad de la idea, que para entonces ya tenia 40 anos y estaba muy bien probada, pero es verdad que hasta ese momento se habia usado muy pocas veces para custodiar humanos. Ahora el alambre de puas paso a ser el equipamiento estandar de los campos de prisioneros de guerra de todos los beligerantes.

Desde su recinto temporal de alambre de puas, donde podian pasar desde unas cuantas horas hasta unos cuantos dias, los prisioneros eran trasladados enseguida a otros campos mas permanentes, normalmente en tren. Al principio fueron las instalaciones tradicionales usadas en guerras anteriores (los almacenes, castillos e iglesias disponibles), pero ya en 1914 casi todos los prisioneros terminaban en un asentamiento de alambre de puas. El soldado britanico James Farrant relata el periplo tipico de un pri- sionero: primero fue custodiado en una iglesia, despues trasladado a un campo de alambre de puas en Doeberitz, cerca de Berlin, y finalmente a otro campo de alambre de puas en territorio ruso ocupado, cerca de Riga (Moynihan, 1978: cap. 1).

Los campos de alambre de puas se convirtieron rapidamente en la norma. Ahora era habitual que se rodearan con este material incluso las construcciones permanentes, como por ejemplo el campo de Vohrehba- ch, en la Selva Negra, que era “una escuela recien construida, un gran edificio de dos pisos con un desvan muy grande [...] rodeado por una doble alambrada de puas de dos metros y medio de altura” (Jackson, 1989: 38). Basta con rodear una escuela con alambre de puas para tener

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III. contenciOn . El alambre de puas en los campos de concentration

un campo de prisioneros. De hecho, a medida que la arquitectura se iba uniformando, incluso podia especificarse una receta precisa. El formato mas habitual era el siguiente: “recintos rodeados por alambrado de puas de unos tres metros de altura; en algunos campos una sola alambrada, en otros una segunda alambrada ubicada a entre 15 y 25 metros de la primera. Ser sorprendido en el espacio entre las dos alambradas signi- ficaba la muerte” (Dennett, 1919: 48). En el interior de estos recintos habia sencillos barracones, normalmente hechos de madera y dispuestos en forma de cuadricula (a proposito de esto hay que senalar que los campos se emplazaban por regia general en llanuras con una topografia simple, lo cual tenia ventajas obvias a la hora de controlar a los prisione­ros y tambien favorecio la tendencia a basar la arquitectura en modelos geometricos simples).

Antes he descrito la doble estacada de Andersonville, y ahora ve- mos que el principio de una doble capa de alambradas se consolido en la arquitectura estandar de los campos. Este es un nuevo uso del alambre de puas muy interesante, que volveremos a encontrar en todas las futuras estructuras de este tipo. Refleja el hecho de que, en un campo de prisione­ros de guerra, todo el mundo asume que intentaran escapar. Si se permite que los prisioneros lleguen hasta el perimetro, tendran la oportunidad de esforzarse por abrir una brecha en esa barrera. En consecuencia, se amplio el perimetro para delimitar no solo los dos espacios obvios -e l “interior” y el “exterior”- , sino tambien un tercer espacio singular, al que podemos llamar el espacio “intermedio”. Se trataba de una zona prohibida que sepa- raba el interior del exterior. Ahora el control del movimiento en el campo se basaba fundamentalmente en el principio de que quien se encontrase en el area intermedia era hombre muerto. De este modo, la vida de los prisioneros en el interior se sellaba hermeticamente de la vida de la gente libre en el exterior, instaurando una zona de separation inanimada y letal que dividia las dos areas de vida.

Para que esta zona de separation fuese letal se precisaban guardias armados, lo cual dio origen a otro elemento arquitectonico tipico de los campos de concentration. Una vez mas volvemos a encontrar a dos tecno- logias que parecen ir de la mano: el alambre de puas y la ametralladora. Alrededor del perimetro se apostaban guardias armados con ametralladoras en garitas de vigilancia. El objetivo de estas garitas era permitir una visibi- lidad perfecta, no tanto del campo en si como de la zona prohibida entre las alambradas interna y externa. Estamos ante un panoptico, para usar el termino de Foucault: el guardia vigilaba una determinada area donde en principio todo era visible, y en consecuencia conseguia un control total

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(la natu raleza sem itran sp aren te d el a lam b re d e p u as lo co n v ertia e n un m aterial id eal para este p ro p o sito d e v isib ilidad ).

H em o s v isto rep etid as v e c e s u n m o d elo estru ctu ral p arecid o , q u e ah ora p o d em o s d iseccio n ar. H em o s v isto tr in ch eras y a lam b re d e p u as en la G uerra R u so -Ja p o n e sa y e n m u ch as d e las gu erras a partir d e e se m o m en to , b lo c a o s y a lam b re d e p u as e n la G u erra d e los B o e rs , y ah o ra garitas d e vigilancia y a lam bre d e puas. S iem p re tien e q u e h aber: 1) u n lugar cen tra l d o n d e so ld ad o s co n rifles o am etrallad oras cu sto d ian e l e sp a c io a p o n e r b a jo co n tro l; y 2 ) a lam b re d e p u as p ara ra len tizar el m o v im ien to e n ese e sp a cio . La d iferen cia en tre tr in ch eras, b lo c a o s y garitas d e v ig ilan cia resid e e n las distintas e c u a c io n e s d e p o d er q u e m an tien e n lo s d o s b an d o s. A nte u n en e m ig o b ie n p rep arad o , el tirad or tien e q u e a trin ch erarse , lo cu al d io lugar a las tr in ch eras ru so -ja p o n esa s ; an te lo s b o e rs y su p o b re arm am en to , la v isib ilid ad p asa a ser u n p o c o m as im p ortan te , la d e fen sa u n p o c o m e n o s , y el resu ltad o natu ral so n los b lo c a o s (u n a e s p e c ie d e fu ertes p re fab ricad o s y re la tiv am en te ligero s). F in a lm en te , an te p risio n ero s d esarm ad o s p e ro p ro fu n d am en te h o stiles , la v isib ilid ad es im p ortantisim a, p e ro n o se p recisa d efen sa algu na, de m o d o q u e se lev an tan garitas d e v ig ilancia . P ero n o te se la co ntinu id ad : los guard ias d e u n ca m p o d e p ri­sio n e ro s de guerra, al fin y al ca b o , estan e n u n estad o d e guerra c o n sus in tern o s. La garita d e v ig ilan cia es u na trin ch era triunfante.

La arquitectura descrita hasta ahora d efin io la naturaleza d e la ep o p ey a m as im portante d e los cam p o s d e prision eros de guerra, a saber, la fu g a ? D esd e luego, esto p u ed e sobred im ensionarse facilm ente, y hay q u e reco n o cer q u e la m ayorfa d e p rision eros n u n ca in tentaron fugarse. P ero es cierto q u e m u ch o s cautivos y cap tores estab an o b sesio n ad o s p o r esta idea, al igual q u e lo estab a tam b ien la im agen p o p u lar d e la ex p erien cia d el prision ero d e guerra. La m ayor parte d e la literatura so b re lo s cam p o s d e p rision eros de guerra n o se o cu p a d e la vida dentro, sino d e in tentos d e fugarse de ellos, q u e casi sin e x c e p t io n tom aro n la form a del tunel. D esd e a lg u no de los b arraco n es, u n grupo d e prision eros ex cav ab a u n tu n el q u e cru zaba el cam p o p o r d eb a jo de la su p erfic ie y, cu an d o tod o salia segu n lo previsto, co n seg u ia salir m as alia d e la cap a ex tern a d e alam bre de puas (n o so tro s n o sabriam os co m o h acerlo , p ero tam b ien es verd ad q u e n u n ca h em o s cavad o trincheras: durante la Prim era G uerra M undial u na g e n e ra tio n en tera fue adiestrada para cavar). El arraigo d e la id ea de la fuga e n la im agen p op u lar de los cam p os d e prision eros d e guerra es instructiva en si m ism a. C uando

3. La literatura sobre la fuga es extensa: ver, por ejemplo, Moynihan (1978: cap. 3): Dennett (1919: cap. 8).

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esta o cu p ad o e n u n in tento d e fuga, el p rision ero d e guerra recu p era hasta cierto p u n to su au tonom ia. Ya n o es m eram en te o b je to d e n orm as dictadas p o r sus cap tores, sino qu e, p o r el contrario , asu m e el estatus d e su je to al tom ar sus p rop ias d ecisio n es. Es m as p o r esto qu e p o r la c o n s e c u tio n d e la fuga p ro p iam en te d icha p o r lo q u e m u ch o s p rision eros d e guerra in tentaron fugarse: era u na m an era d e recu p erar su hum anidad.

jP e ro eran en teram e n te hum anos? Las p re o cu p a c io n e s d el d ia a dia n o era n las aventuras sem i-m ilitares d e la fuga, in ten tad a o im p ed id a, sino las rea lid ad es b io lo g ica s d e la a lim e n ta tio n y las en ferm ed ad es. Para los cap to res , los p risio n eros eran m ero s re cep ta cu lo s d e m aterial o rg an ico qu e h ab ia q u e p reserv ar d e a lgu n m o d o h asta e l fin al d e la guerra.

La mayoria de los gobiernos hicieron un esfuerzo sincero. La inani­tion era un problema inexistente en los campos de prisioneros de guerra y, a diferencia del caso de los britanicos en Sudafrica, el problema de las enfermedades se abordaba de una manera racional. Para entonces la ciencia medica ya habia comprendido el papel de los piojos en la propagation del tifus, y los administradores de campos establecieron practicas para lidiar con esta particular amenaza. Los recuerdos de los prisioneros vuelven una y otra vez al momento de la entrada en el campo, cuando se les lavaba, se les vacunaba, se les cortaba el pelo y se fumigaban sus ropas con el obje- tivo de matar a los piojos (cfr. Jackson, 1989: 31). Llegados a este punto, debemos detenernos y anticipar el final de este capitulo. Este metodo de control biologico se haria famoso en un momento posterior de la historia de los asentamientos de alambre de puas, cuando se volvio en contra de los propios internos en las camaras de gas nazis.

La co m p a ra cio n p u ed e p a re ce r absu rd a, p e ro tien e u na im p ortan te s ig n ifica tio n h istorica . Las cam aras d e gas n azis es ta b a n b asad as e n la id ea h ered ad a , q u e se d ab a p o r sen tad a, d e q u e el in g reso e n u n cam p o co n lle v a b a u n p ro c e so d e p re p a ra tio n b io lo g ica . N o p o d em o s co m p ren - d er A u schw itz d el to d o si n o e n te n d e m o s esta p rem isa im p licita q u e, para em p ezar, h izo p lau sib le la id ea d e las “d u ch a s ’’: lo s p erp etrad o res d e A us­ch w itz v iv ian e n u n m u n d o e n el q u e la g en te era traslad ad a al in terio r de asen tam ien to s d e a lam b re d e pu as y, a su in g reso , so m etid a a u n co n tro l b io lo g ico . La cu estio n fu n d am en ta l e n to d o s los cam p o s d e es te tip o era q u e, d en tro d el p erim etro d e a lam b re d e pu as, los h u m an o s p a sa b a n a ser m ero s o b je to s b io lo g ico s . D e ja b a n d e ser p e rso n a s en el p le n o sen tid o de la p alab ra , ya n o eran re sp o n sa b le s de su p ro p io d estin o . Se co n v ertian en m era ca rn e q u e sus cap to res ten ian q u e cuidar, ya fu e se b e n e v o la m e n te , co m o e n g en era l su ced io e n los cam p o s d e p ris io n ero s d e guerra d e la P rim era G u erra M undial, o co n el sad ism o d e A uschw itz.

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Sin embargo, a pesar de todas las buenas intenciones, los campos de prisioneros de guerra se convertian a veces en trampas mortales. Estalla- ron muchas epidemias. El peor caso fue probablemente el campo ruso de Totskoye, cerca de Samara, donde murieron mas de 9-000 de sus 17.000 prisioneros en una epidemia de tifus en el invierno de 1916-1917 (Vance, 2000: 322) -m as adelante veremos como Rusia pronto iba a provocar catastrofes similares a su propia gente. Las epidemias eran el peligro mas habitual en los campos, pero una novedad de la Primera Guerra Mundial fue el concepto de m ano d eob ra prisionera de guerra. Con tantos hombres jovenes muertos o en el frente, todos los paises beligerantes experimentaron escasez de mano de obra e inmediatamente surgio la idea de hacer trabajar a los prisioneros y devolver esos hombres jovenes al ciclo de production. En Silesia, por ejemplo, los alemanes mandaron los prisioneros de guerra a trabajar en las minas de sal y carbon. Los internos trabajaban bajo las mismas condiciones que los mineros libres pero, a diferencia de estos, el tratamiento de los que enfermaban era Aspirin u n d Arbeit, “aspirina y trabajo” (Jackson, 1989: 39-40). Otros prisioneros fueron puestos a trabajar en fabricas, y aun otros fueron prestados a granjas rurales 0ackson, 1989: 41-42). En ese momento esto no levanto mucho revuelo, especialmente porque todos los bandos participaban de esta practica, la cual, de hecho, no era de naturaleza letal. Pero aqui vemos emerger un nuevo e impor- tante fenomeno: el trabajo forzado basado en campos de alambre de puas.

Los asentamientos de alambre de puas para prisioneros de guerra se estaban generalizando, y en este contexto de su proliferation tambien se volvio habitual encerrar civiles dentro de alambre de puas. Asi pues, la Primera Guerra Mundial repitio, a una escala global y abrumadora, el experimento de la Guerra de los Boers. Hubo muchos casos de interna- miento de ciudadanos extranjeros por el simple hecho de ser sospechosos de ser potencialmente peligrosos.

Una vez mas, Gran Bretana abrio el camino. La animada ciudad portuaria de Londres rebosaba de gente de todas las nacionalidades, que planteaban muchos problemas complejos. Consideremos el ejemplo de un ciudadano austro-hungaro polaco-hablante (pongamos por caso que de un pueblo galitziano). ,;Supondremos que es leal a su pais de ciudadania? <;C> podemos confiar en su palabra de que, como polaco, no siente ninguna simpatia por los austriacos? Por otra parte, ,mo sera igual de anti-ruso que de anti-austriaco? Los rusos son nuestros alia- d os... ique opinara de nosotros, entonces? Y, por ultimo, ,mo sera acaso judio? jComplicaciones desquiciantes! Se tuvieron que formar comites especiales, que investigaban a los extranjeros uno por uno y tomaban

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en cuenta cada matiz nacional (Bird, 1986: 48-49). Al termino de esta investigation, aun se consideraban peligrosos unos 60.000 extranjeros (unos 50.000 ciudadanos alemanes y 10.000 ciudadanos austriacos) (Bird, 1986: 169). En los informes se senala que se trataba principalmente de “camareros, barberos, cocineros, panaderos, sastres y oficinistas”, es decir que no eran precisamente soldados entrenados. Aun asi, en su mayoria eran hombres jovenes. Mandarlos de vuelta a su pais ayudaria sin lugar a dudas al esfuerzo de guerra aleman, mientras que mantener- los en Gran Bretana sin vigilancia plantearia peligros obvios. Asi pues, ique otra cosa podia hacerse? Se organizo un sistema de campos de concentracion para albergar este ejercito de camareros. Algunos fueron alojados en alguna de las habituales instalaciones en desuso -una pista de patinaje abandonada en Southampton, una antigua fabrica en Lancas­ter-, pero la mayoria fueron alojados en un par de campos de alambre de puas en la Isla de Man, combinando asi la seguridad de una isla interior con la del alambre de puas (Bird, 1986: 134; 141; 159). Al punto se instalaron las alambradas de puas, pero en un principio estas solo encerraban tiendas de campana. Afortunadamente, la guerra empezo en verano y esto no supuso un gran problema, pero de todos modos a finales de otono de 1914, en la Isla de Man y en otras partes ya se podia contemplar la arquitectura de alambre de puas fuera y barracones de madera dentro que iba a caracterizar los campos desarrollados. Al estilo britanico, se creo un comite para redactar un informe, esta vez formado por una delegation de parlamentarios. El 15 de abril fueron enviados a hacer una inspection y concluyeron con satisfaction que el alojamiento de los internados era “infinitamente mas confortable” del que los soldados britanicos habian disfrutado ese invierno en el frente (lo cual es bastante probable). De hecho, uno de los miembros del comite anadio que el trato a los internados era “no solo considerado y benevolo sino generoso hasta el punto de atraer considerables criticas” (Bird, 1986: 153). En cualquier caso, es justo decir que los britanicos se esforzaron por evitar un desastre humanitario imponiendo un estricto regimen biologico. El reglamento merece ser citado con algun detalle:

1. [...] El objetivo de todo prisionero debe ser cooperar en [...] la higiene.2. Los prisioneros deben poner empeno en banarse [...] con la mayor frecuencia posible. 3. Los prisioneros deben mantener su cabello lo mas corto posible [...]. 4. Los prisioneros no deben desaprovechar ninguna oportunidad que se les ofrezca de ser vacunados [...]. 5. Despues de lavada, la ropa debe escurrirse en una solution al cinco por ciento de

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acido borico [...]. 6. Todo prisionero debe hacer lo posible por mantenersu barracon el maximo de limpia y sin basura (Bird, 1986: 155).

La leccion de los campos boers estaba aprendida.El objetivo real de la visita de la delegacion de parlamentarios era

convencer al mundo del contraste entre la conducta civilizada britanica y las presuntas atrocidades alemanas, ya que se habia puesto en circulacion el rumor de que los civiles britanicos en Alemania eran victimas de “ho- rrores y torturas”. En esto no habia ni una pizca de verdad. Sin embargo, como es natural, los civiles britanicos en edad militar fueron internados. Eran alrededor de seis mil, la mayoria de los cuales fueron concentrados cerca de Berlin, en un hipodromo abandonado de la ciudad de Ruhleben (cuyo nombre significa “vida tranquila”). Este ya contaba con una serie de instalaciones como establos, barracas o el propio hipodromo, que pudieron utilizarse como alojamiento una vez que fueron rodeadas por alambre de puas. En este caso, las condiciones dentro del campo eran mucho mejores que en el exterior: aunque Gran Bretana mantenia su bloqueo a Alemania en su conjunto, los internos de Ruhleben recibian alimentos enviados por sus familias a traves de la neutral Holanda (Jackson, 1989: cap. 4). Pero no tendria sentido clasificar los campos segun su grado de clemencia; esto nos haria complices del crimen. Concentremonos en el crimen en si, no en sus benevolentes perpetradores. La cuestion crucial es que ahora encarcelar gente solo por sus presuntas lealtades habia pasado a ser algo habitual. El encarcelamiento preventivo en masa se convirtio en algo rutinario.

Esta practica se globalizo inmediatamente. En Australia, por ejem- plo, habia una importante comunidad alemana. Aunque les separaban de Europa miles de kilometres, los patrioticos australianos estaban ansiosos por contribuir cuanto antes a la causa imperial, de manera que internaron a los alemanes en campos de concentracion. Las autoridades australianas fueron selectivas y se concentraron en los que consideraron tras un pri­mer examen como especialmente “peligrosos” (basicamente los miembros prominentes de la sociedad civil). En total fueron internadas unas siete mil personas en los ya habituales campos de concentracion (Fischer, 1989). Al otro lado del mundo, tambien los canadienses estaban construyendo sus propios campos de concentracion en las Montanas Rocosas. En Cana­da habia en total 22 campos, que albergaban mas de ocho mil civiles (la seleccion de los internos fue particularmente absurda, ya que la mayoria eran ucranianos de ciudadania austro-hungara que dificilmente abrigaban alguna enemistad hacia el Imperio Britanico). Puede tomarse como ejemplo el campo de Castle Mountain, ubicado en un claro en el bosque de un valle

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llan o en tre las m o n tan as, y fo rm ad o p o r u n rectan g u lo d e a lam b re d e pu as y varias filas d e tien d as d e cam p an a e n su in terio r (v er m ap a 6, b asad o e n u n b o s q u e jo d e u n o ficia l ca n a d ie n se e n e l q u e se a p re c ia c laram en te e l co n to rn o rectan g u lar d el ca m p o d e co n c e n tra c io n estan d ar). H ay q u e m e n c io n a r q u e la tala d el b o s q u e la llev aro n a c a b o p rin cip a lm e n te los p ro p io s p risio n eros (K ord an y M elnycky , 1991). C o m p arem o slo co n el caso d el p rin cip a l cam p o d e co n c e n tra c io n au stra lian o , q u e se en co n tra b a en H old sw orthy, n o m u y le jo s d e Sid ney. Se da el ca s o d e q u e d isp o n e m o s de u na d e s c r ip tio n d etallad a d e su co n stru c tio n , q u e sigu io u n m o d elo q u e a estas alturas ya n o s es fam iliar. C u and o los p rim ero s in tern o s fu e ro n co n - d u cid o s al ca m p o n o se les o b lig o a d esb ro zar m as q u e u n area p e q u e n a , q u e se ro d eo co n u na trip le alam brad a d e pu as y se a co n d ic io n o co n u nas cu an tas tien d as d e cam p an a . Los in tern o s tu v ieron q u e o cu p a rse d el resto d e la co n stru c tio n d el cam p o : d esb ro zar lo s a lred ed o res d e m atorrales, cav ar zan jas para e l a lcan tarillad o y co n stru ir b a rra co n e s d e m ad era (F is­cher, 1989 : 1 9 9 -201 ; Sp livalo , 1982 : cap . 13). E ste m e to d o sig n ificab a una im p ortan te re d u c tio n d e co ste s e n los ca m p o s d e co n ce n tra c io n , d o n d e n o so lo se ah o rrab a c o n lo s m ateria les b ara tos d el a lam b re d e p u as y la m ad era , sino ad em as co n el trab a jo b arato d e lo s in tern os.

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M apa 6 . Campo de internamiento de Castie Mountain, Canada, Primera Guerra Mundial. Reproducido de Kordan y Melnycky 1991, 9- Reimpreso con permiso, Canadian Institute o f Ukranian Studies Press.

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Lo q u e q u ie ro d ec ir es q u e ah o ra estas p racticas d e in tern am ien to se d ab an p o r d esco n tad as co m o a lg o ru tinario . La m e jo r ev id en cia d e esta ru tin izacio n n o p ro v ien e d e la P rim era G uerra M undial, s in o d e la Segu n- da G u erra M undial: d e b e m o s an tic ip arn o s cro n o lo g ica m e n te y dirigir una b re v e m irad a h acia d elan te p ara v er co m o e n esta gu erra to d o e l m u n d o ap lico sin d arle m as vu eltas el in tern am ien to d e ex tran jero s en e m ig o s co m o m ed id a o b v ia d e p re ca u tio n . E sto es p articu larm en te so rp ren d en te , ya qu e las d em o cracias o cc id e n ta le s lib raro n esa gu erra e x p lic ita m en te e n co n tra d e lo s re g im en es tiran ico s d el e n ca rce la m ie n to arbitrario . El h e c h o d e q u e p a ises s in cera m en te im b u id os d e esto s e lev ad o s id ea les p u d ieran n o o b s ­tan te em b arcarse e n u na p o litica d e co n c e n tr a tio n m asiva e s u n in d icad o r d e lo natu ral q u e se h ab ia v u elto la id ea d el ca m p o d e c o n c e n tra tio n .

U na v ez m as, G ran B retan a tu vo q u e es ta b le ce r co m ites para d iscern ir las lea ltad es d e los c iu d ad an o s ex tran je ro s d e p a ises en em ig o s. Esta v ez h a b ia tod avia m as ciu d ad an o s a le m an es, e n su m ay or p arte re fu g iad os ju d ios. C om o e l n az ism o era u n fe n o m e n o p o litico , lo s co m ite s se en fren - ta ro n a u na dificil cu e stio n su b jetiva . <;Era u n ind ivid u o v erd ad eram en te an ti-n azi (Clase O ? ^Era tal v ez u n in m igran te n o rm al y co rr ien te q u e, p o r lo tan to , so lo p o d ia ser sospechoso d e n a cio n a lism o a le m an (Clase B)? Fi- n a lm en te , ,-era u n p ro -n az i d ecla rad o (Clase A)? C u an d o e m p e z o la guerra, se co n sid ero q u e n o h ab ia m as q u e u n o s p o co s c ien to s d e p e rso n a s q u e p e rte n e c ie ra n a la C lase A, q u e al p u n to fu e ro n in tern ad as, m ien tras q u e a los p o co s m iles d e la C lase B se les restringio el m o v im ien to p ro h ib ien d o les v ia jar m as d e o c h o k ilo m etro s sin p e rm iso p o lic ia l p rev io . C u and o F ran cia ca y o e n la prim avera d e 19 4 0 y se tem ia u na in v asio n in m in en te d e G ran B retan a , e n u n m o m en to d e p a n ico se to m o la d e c is io n d e in tern ar a tod os lo s ciu d ad an o s a le m an es v aro n es d e la C lase B c o n ed ad es co m p ren d id as en tre los 16 y lo s 6 0 an o s; ad em as, e n areas co steras , d irectam en te se in tern o a to d o s lo s ciu d ad an o s a le m an es, A, B y C. El resu ltad o fu e q u e ah o ra G ran B re tan a g estio n ab a ca m p o s d e c o n c e n tr a tio n q u e e n su m ayor p arte a lb erg a b a n refu g iad os ju d ios. C asi n i h a ce falta rep asar lo s d eta lles d e siem p re : p rim ero cam p o s d e transito e n fab ricas a b an d o n ad as rod ead as p o r a lam b re d e p u as y lu eg o los ca m p o s p e rm a n en tes e n la Isla d e M an (Lafitte, 1988). Era co m o si G ran B retan a estu v iese d estin ad a a rep etir al p ie d e la letra su e x p e rie n c ia d e in tern am ien to d e la P rim era G u erra M undial, so lo q u e ah o ra d e u n a form a m u ch isim o m as absu rd a.

Igual d e absu rd a, y m u ch o m e jo r co n o cid a , fu e la e x p e rie n c ia esta- d o u n id e n se d e in tern am ien to e n esta m ism a guerra. Al igual q u e e n G ran B retan a , tam b ien fu e p ro d u cto d el p a n ico . In m ed ia tam en te d esp u es de P earl H arbor, la id ea d e u n d e se m b a rco ja p o n e s e n la co sta d el P acifico

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no parecia tan descabellada como lo parece hoy en retrospectiva. La cos­ta del Pacifico tenia una importante comunidad japonesa, y el hecho de que estuvieran fuertemente integrados a la vida del pais solo empeoraba las cosas. Algunos oficiales del Ejercito comprobaron con sobresalto que podian encontrar japoneses cerca de todos los lugares estrategicos: “En el condado de San Diego hay 50 kilometros de costa divididos por pequenos cursos de agua con japos [sic] en cada uno de ellos [...]. En el condado de Alameda hay japos en las inmediaciones de la Holt Caterpillar Tractor Co., en San Leandro” (Weglyn, 1976: 37-38). La conclusion natural fue el internamiento, que empezo el 2 de marzo de 1942. Esta politica de concentracion fue extraordinariamente draconiana, hasta el punto que la entera comunidad japonesa estadounidense (110.000 hombres, mujeres y ninos) fue deportada e internada en asentamientos de alambre de puas.

Los asentamientos propiamente dichos no nos son desconocidos: barracones de madera rodeados por alambre de puas y garitas de vigilancia. Es justo anadir que los barracones ofrecian un nivel de vida relativamente alto comparado con otros campos de concentracion. Eran los mismos barracones temporales que se construian en todas partes para albergar a los soldados estadounidenses (con la diferencia de que estos ultimos no traian consigo a toda su familia, naturalmente). Cada una de las habita- ciones, que oscilaban entre los 30 y los 45 metros cuadrados, alojaba a una familia, lo cual provoco una situation de hacinamiento. Pero lo mas duro fue el clima. Como es habitual en este tipo de deportaciones, los ja­poneses estadounidenses fueron enviados a partes remotas del pais. Gran Bretana utilizaba la Isla de Man; Estados Unidos disponia de la totalidad de las Montanas Rocosas y del Medio Oeste, asi que los campos fueron construidos en areas remotas desde Arizona hasta Dakota del Norte.4 Este regreso a casa del alambre de puas, por asi decirlo, es especialmente in- teresante desde el punto de vista de la historia que tenemos entre manos. De repente el Oeste norteamericano se convirtio, aunque por poco tiempo, en un escenario en el que se alternaban los recintos de alambre de puas para encarcelar animales y para encarcelar humanos.

Es util tener presente todo esto, ya que nos recuerda cuan natural se habia vuelto el campo de concentracion en 1942. Pero nos estamos adelantando en nuestra historia, y huelga decir que en 1942 los campos de concentracion podian ser infinitamente peores que los que albergaban a los japoneses estadounidenses. En los campos de prisioneros de guerra,

4. La literatura sobre el internamiento japones es inmensa; Weglyn (1976) es una buena primera aproximacion a ella.

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asi como en los campos de internamiento de civiles, la hipocresia de una custodia gubernamental benevolente no carecia por completo de funda- mento. Ambas partes, concentrados y concentradores, percibian el lugar de concentracion como un mal necesario, cuyas incomodidades tenian que ser mitigadas lo mejor posible. Asi pues, no se trataba todavia mas que de un ensayo, de los preparativos para el principal papel historico futuro del campo de concentracion. Esta herramienta se habia extendido y generalizado, pero solo como respuesta a las condiciones extremas de la guerra. Todavia no habia sido aplicada en tiempos de paz como herramienta preventiva dirigida a asegurar el control por parte de un gobierno sobre su poblacion civil. Para que esto sucediera, los contornos de la guerra y la paz tenian que desdibujarse y confundirse incluso mas que en la Primera Guerra Mundial, lo cual sucederfa primero en Rusia. Debemos examinar este acontecimiento con especial interes, porque sorprendentemente ve- remos que ilumina la relation entre el destino de los humanos y el de los animales. El experimento sovietico pretendia que ambos destinos pueden separarse, y el precio que se pago por ello fue catastrofico.

3. Tractores a Ucrania

El golpe de Estado bolchevique no fue una revolution, sino una con- trarrevolucion. Los bolcheviques se esforzaron al maximo para ocultar este hecho bajo la bandera roja de la revolution, un enmascaramiento que tuvo exito y se convirtio en la mentira fundacional de su regimen. Incluso hoy en dia, lo que viene a la mente al oir la expresion “Revo­lution Rusa” es la imagen de los marineros y los trabajadores tomando San Petersburgo en octubre de 1917 para liberarla de la reaction zarista. En realidad, en octubre de 1917 Rusia era una democracia nacida de la Revolution de Febrero de 1917, en la que la gente de San Petersburgo habia acabado con el regimen zarista y habia creado un pais libre. Tan libre que en octubre nadie ejercia ningun control en ninguna parte. Las tropas se indisciplinaban, las naciones perifericas del imperio planeaban la secesion y el pan dejo de llegar a las ciudades. Correspondio a los bolcheviques reafirmar el poder sobre el Imperio Ruso, recolonizarlo. Lo bautizaron con el nombre de Union Sovietica y dijeron protegerla de una restauracion zarista, pero en realidad los restauradores imperiales eran ellos mismos. Casi todos los “blancos” que lucharon contra los bol­cheviques aspiraban a preservar alguna version de la Rusia libre de la Revolution de Febrero. El objetivo de los bolcheviques era exactamente

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el contrario: imponer un control completo desde Petrogrado (o mas tarde desde Moscu) sobre todo el territorio.

Si no se intento ninguna restauracion monarquica en Rusia fue porque ningun monarquico pudo hacer acopio de la crueldad necesaria para con- trolar un pais anarquico. La gente se movia sin restricciones: los soldados del frente regresaban a sus casas y los trabajadores de las ciudades a sus pueblos natales, donde podian encontrar comida. De ahi que el Ejercito y la economia dejaran de funcionar. Alguien tenia que poner fin a todo ese movimiento, refrenar a la gente, reeducarles de nuevo en la sumision. De todos los rusos, solo los bolcheviques contaban con el fanatismo de la ideologia leninista para justificar ante si mismos el uso del terror para esta reeducation.

Asi pues, hay que subrayar que el terror y los campos de concen­tration ya fueron las herramientas del comunismo sovietico desde sus comienzos. Logicamente, esto no es en absoluto sorprendente: dada la epoca, lo exceptional habria sido que no hubiese habido campos de concentration. Al fin y al cabo, habia una guerra civil en curso, de modo que lo natural era establecer asentamientos de alambre de puas para los enemigos capturados o potenciales. Sin embargo, el caracter exceptional de esta guerra provoco que tambien los campos fueran excepcionales.

In clu so d ejan d o d e lad o su id eo lo g ia , los b o lch ev iq u e s afro n tab an un p ro b lem a esp ecia l: e l d e u na guerra civil. E n p o ca s p alabras, los p artic ip an - tes e n u na guerra civil n o llev an p asap o rte y la d e fin itio n d e “e n e m ig o ” se b asa ex c lu siv am e n te e n las im p resio n es d e cad a b an d o . P o r e so e l terror ib a a te n er q u e ser p articu larm en te arbitrario . Esta s itu a tio n se caracterizo p o r la a p lica c io n d e p o liticas v ag am en te d efin id as m ed ian te p ro clam as co m o la d el 31 d e ag osto d e 1918 : “Q u ie n o se h a ce r cam p an a e n co n tra d e la au torid ad so v ietica sera in m ed iatam en te arrestad o y co n fin a d o e n un ca m p o d e c o n c e n tr a tio n ”. E n la p ractica , es te fu e las m as d e las v e c e s el ca m p o d e K h o lm o go ry , e s ta b le c id o e n 1919 e n e l rio D vina, n o m u y le jo s d e la ciu d ad sep ten trio n al d e A rjangu elsk . Sergei M alsagov d e scrib e a los in tern o s d el ca m p o co m o “o fic ia les b la n co s cap tu rad os [ ...] m arin ero s d e K ronstad t [los m arin ero s d e K ronstad t, q u e se co n ta b a n en tre los p rim eros partid arios d e la re v o lu tio n , se re b e la ro n co n tra esta e n 1921], ca m p esin o s d el g o b ie rn o d e T am b o v q u e h a b ia n p e rte n e c id o a las m ilit ia s d e A n ton o v [una re b e lio n cam p esin a co n tra e l re g im en sov ietico ], m iem b ro s d e la in- te lectu a lid ad d e to d as las n acio n a lid ad e s y re lig io n es, co sa c o s d e K u ban y d el D on , e tc ” (M alsagoff, 1926 : 4 5 ). V em os aq u i u na c o m b in a tio n de p risio n ero s d e guerra (o fic ia le s b la n co s , m arin ero s re b e ld e s , cam p esin o s arm ad o s) y reclu so s e n reg im en d e in tern am ien to p rev en tiv o (in te lectu a l,

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cosaco): la difuminacion de la linea que separa la resistencia real de la potencial iba a ser una caracterfstica constante del terror sovietico.

En cuanto a las condiciones de vida, los internos vivian en barra- cones sin calefaccion, donde las temperaturas podian alcanzar hasta 50 grados bajo cero, y comian “una patata para desayunar, mondas de patata cocidas para comer y una patata para cenar [...]. Movidos por los dolores del hambre a comerse la corteza de los arboles e incapaces de sostenerse en pie de puro agotamiento, los internos se veian obligados bajo amena- za de torturas y fusilamientos a realizar trabajos pesados como arrancar tocones de arbol, trabajar en las canteras o transportar troncos por el rio” (Malsagoff, 1926: 44). Una vez mas, no faltaban precedentes para algu- nas de las practicas de Kholmogory. Ya se habia encerrado en muchas ocasiones a hombres en asentamientos improvisados de alambre de puas con viviendas inadecuadas y tambien habia precedentes en los que se habia obligado a estos hombres a realizar trabajos forzados. Hacer pasar hambre deliberadamente a los internos, sin embargo, fue una novedad que indica una diferencia radical entre este campo y los anteriores: ahora el potencial letal de la politica de concentracion se transformo en un re- sultado intencionado. Kholmogory padecio los brotes habituales de tifus y colera, a los que hay que anadir ademas el hambre, el trabajo excesivo y las ejecuciones masivas (una practica tipica consistia en atar piedras al cuello de los internos y luego lanzarlos al rio Dvina) (Werth, 1999: 114; 118). Aunque no hay estadisticas disponibles, podemos alirmar con toda certeza que ahi murieron por lo menos varias decenas de miles de internos entre 1919 y 1922. Era un autentico campo de exterminio.

Cuando la guerra civil rusa termino definitivamente en 1922, el sis- tema de campos de concentracion sovietico era relativamente pequeno y encerraba a 24.750 detenidos en 66 campos. El ano siguiente solamente quedaban 23 de los 66 (Leggett, 1981: 178-180). Durante un breve periodo disminuyo el numero de campos de concentracion sovieticos y, en general, el control sobre el viejo Imperio Ruso fue restablecido. Todas las fuerzas democraticas fueron destruidas, la mayoria de las naciones no rusas fueron reintegradas al imperio y se empezo a retomar la vida economica normal. Uno podia concebir para Rusia un futuro sin campos de concentracion. Pero aqui se puso de manifiesto el caracter especial del conflicto: una vez terminada la guerra civil, los campos no se desmantelaron, sino que se transformaron. En cierto modo, la guerra civil nunca termino, porque para los comunistas, la existencia era una guerra (una “lucha de clases”) y estaban decididos a tomar la iniciativa y ganar esta guerra contra sus propios ciudadanos.

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Ya en 1922 se tomo la importante decision de cerrar Kholmogory y reconstruir el sistema con su centro en las Islas Solovetsky, no muy lejos de Arjanguelsk. Desde la epoca medieval, estas pequenas islas en medio del inhospito Mar Blanco habfan estado habitadas por monjes ortodoxos, que consiguieron fundar una comunidad autosuficiente lejos de tierra fir- me. Fue probablemente esta autosuficiencia lo que atrajo a las autoridades sovieticas, puesto que incluso al ritmo de un par de patatas por persona y dia, Kholmogory costaba mas dinero que el que se podia ganar explo- tando sus bosques. Ahora se realizo el nuevo experimento de tratar de establecer un campo de concentracion totalmente autoabastecido, incluso rentable. Ademas, las Solovetsky eran prometedoras por razones que a estas alturas ya nos son familiares. Las islas pequenas son faciles de controlar (como ya hemos tenido ocasion de comprobar con el uso britanico de la Isla de Man), y ademas las construcciones monasticas sollan usarse como prisiones en caso de necesidad. As! pues, Solovetsky parecla idoneo como campo de concentracion. En otono de 1922 se expulso a los monjes, se incendiaron los edificios de madera y se rodeo la catedral principal con alambre de puas (Malsagoff, 1926: 55-56). Se colocaron tablones de ma­dera en el suelo de la catedral, que fue reconvertida en los barracones, se pinto encima de los viejos frescos y las paredes se cubrieron con esloganes como “Sin educacion y limpieza no hay camino hacia el Socialismo” o “El trabajo fortalece el alma y el cuerpo del hombre” (Cederholm, 1929: 298). Se construyo un campo de concentracion secundario en la Isla Popov, mas cercana a la costa, con la estructura habitual de un rectangulo de alambre de puas alrededor de los barracones de madera (ver mapa 7) (Malsagoff, 1926: 77-80). Esta dualidad de dos campos de concentracion en dos islas distintas respondia a la finalidad practica de gestionar el constante movi- miento de un lado para otro de los internos, que ingresaban a traves de la Isla Popov o saltan por la misma ruta hacia el continente para trabajar en varios proyectos economicos. La produccion agricola en Solovetsky tenia que conseguir que el campo fuese autosuficiente, mientras que el trabajo en tierra firme tenia que conseguir que fuese rentable. Al parecer el experimento fue un exito, y a partir de 1926 cada vez mas prisioneros fueron encarcelados temporalmente no ya en las islas Solovetsky, sino en el continente, de modo que los dos campos originates suscitaron el sur- gimiento de nuevos campos construidos segun su modelo (Werth, 1999: 138). Tambien el numero de prisioneros iba en aumento, y de tres mil en 1923 se paso a 50 mil en 1930 (Solzenicyn , 1974: 70).

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Mapa 7. El cam po en la isla Popov (parte del com plejo de Solovetsky en el Mar Blanco) en los primeros anos del Gulag. Reproducido de Malsagoff, 1926, 80.

El exito de Solovetsky como sistema autosuficiente de campos de concentracion signified el descubrimiento importante de que el trabajo forzado de los campos de concentracion podia convertirse en un recurso economico a tener en cuenta en la planificacion sovietica. De todas for­mas, las islas Solovetsky eran ante todo un lugar donde se ejercia el terror, donde se asesinaba y torturaba a los enemigos del regimen. Muchos de los internos eran los supervivientes de las represiones de la guerra civil, y el resto eran delincuentes comunes (Werth, 1999: 137). Todavia era una

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epoca en la que, siendo prudente, un ciudadano sovietico podia tener una certeza razonable de que no terminarfa en un campo de concentration.

Llegamos ahora a finales de la decada de 1920. El Partido Comunista habia resuelto la lucha interna que habia seguido a la muerte de Lenin en 1924 y Stalin se habia erigido en lider incontestado. Finalmente habia llegado la hora de abordar de frente el problema esencial del control sobre el Imperio Ruso. Concentremonos en este momento, que es cuando el campo de alambre de puas empieza a usarse como herramienta de terror en masa, y es a la vez un momento en el que la modernization se plani- fica y se aplica deliberadamente sobre un territorio entero. Acordemonos del sistema descrito en el primer capitulo, en el que un centro urbano obtiene beneficios del control sobre la production agricola de todo un territorio. La Union Sovietica iba a seguir la misma formula adoptada en el Oeste norteamericano e iba a ejercer un control total sobre el espacio basado en la violencia desplegada a gran escala. Pero lo que Estados Unidos habia logrado mediante la fibre iniciativa ahora tenia que lograrse por decreto estatal respaldado por la violencia de Estado. Las herramientas eran diferentes, pero el objetivo era parecido. En un sentido muy literal, los bolcheviques se propusieron colonizar las zonas rurales sovieticas, y el alambre de puas iba a ser de nuevo un actor decisivo en este proceso. Esta vez, sin embargo, no se usaria tanto contra los animales como contra los humanos.

Al final del segundo capitulo, mencione el problema principal de Rusia al referirme a su fracaso en la Primera Guerra Mundial. Rusia carecia del control central necesario para estar a la altura del reto de moderniza­tion que suponia la guerra. La red de transportes era precaria, y el campo y la ciudad estaban economicamente mal integrados. Por su formation marxista, los planificadores sovieticos tenian una opinion muy clara sobre el problema. Para modernizarse se necesita inversion para construir minas, ferrocarriles y fabricas. Alguien tiene que financiar esta inversion. En otras palabras -y aqui el marxismo es util- alguien tiene que ser explotado. Esta notion de “explotacion” no es moral, sino economica. Toda acumulacion de capital se basa en ultima instancia en un trabajador que recibe una compensation menor de lo que vale su trabajo, de modo que la diferencia entre el valor del trabajo y la compensation recibida representa una plusvalia o capital. Pongamos por caso que un granjero merece diez rublos por su grano, alguien se lo compra por siete rublos, y luego este alguien lo vuelve a vender por su valor Integra de diez rublos, por ejemplo exportandolo a Europa occidental; el comprador gana tres rublos que ahora puede invertir como capital, por ejemplo comprando maquinas en Europa occidental: un

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pequeno paso adelante en la marcha hacia la modernidad. El gran problema del regimen sovietico era que, bajo los zares, los campesinos rusos habian sido subexplotados. Los campesinos vivian miserablemente, pero en reali­dad nadie vivia de los campesinos. El enorme atraso de los pueblos rusos frustro todos los esfuerzos por convertirlos en una base para la acumulacion de capital. Por el contrario, lo que acumulaba la nobleza rusa eran deudas mientras intentaba vivir de las rentas menguantes de sus haciendas. Los cerezos se fueron vendiendo paulatinamente, como en la obra de Chejov, y los esfuerzos anteriores a la guerra por introducir una agricultura moderni- zada en el campo ruso obtuvieron pocos resultados (cfr. Figes, 1996: cap. 3).

Tras la Revolution de Febrero de 1917, los pueblos se apropiaron de la tierra que aun estaba en manos de los nobles. Este fue el unico fruto de la Revolution de Febrero que los bolcheviques no revocaron de inmediato. De hecho, fue esta politica de la propiedad agraria la que les dio la ventaja decisiva en la guerra civil (los campesinos sospecharon con razon que las distintas facciones blancas respetarfan la titularidad de la tierra de los nobles).

En todas partes, las zonas rurales volvieron a sus practicas mas an- cestrales, a la sintesis ecologica de la Europa medieval tal como ha sido descrita en el capitulo 2, solo que ahora trasladada al siglo XX. Se cultivaba la tierra mediante una agricultura extensiva. Cada cierto tiempo, las parcelas se redistribuian entre las familias (de ahi el poco incentivo a la mejora), y los animales pastaban en comun. Habia poca diferenciacion entre familias, casi ninguna inversion en herramientas agricolas y poco comercio con las ciudades. Los pueblos se encerraron en si mismos. Antes de la guerra, el 50 por ciento del grano lo cultivaban estos campesinos minifundistas tradicionales, quienes consumian despues el 60 por ciento de su propia production; en 1927, cultivaban el 85 por ciento del grano y consumian el 80 por ciento. Ahora el grano que en su dia Rusia habia exporta do ya no salia de los pueblos (Conquest, 1986: 87).

En la practica, el regimen tenia dos objetivos claros: aumentar la production de los campesinos y luego sacar la mayor parte posible de esa production fuera de los pueblos. La crisis se debio a la tension obvia entre estos dos objetivos. Lo que frustro una y otra vez al regimen fue que los campesinos se resisttan a la explotacion.

Durante la guerra civil se habia ensayado una forma de explotacion descarada, y esa experiencia todavia marcaba las actitudes sovieticas. El regimen sovietico, al fin y al cabo, habia nacido de la crisis alimentaria de la Primera Guerra Mundial. Sencillamente, los bolcheviques vivian en ciudades y necesitaban apoderarse- del grano a fin de sobrevivir, por lo que

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en 1920 adoptaron una solution muy simple: las tropas salieron al campo y expropiaron el grano como parte del llamado “comunismo de guerra”. El resultado mas comun fueron rebeliones campesinas (acordemonos de los campesinos que se encontraban entre los internos del campo de exterminio de Kholmogory), pero el mayor peligro para el regimen lo representaban aquellos que ya no veian ninguna razon para ir a cultivar sus campos. iQue sentido tenia, si de todas formas el grano iba a ser expropiado? Durante la Primera Guerra Mundial los campesinos se retiraron de las ciudades, donde cada vez encontraban menos compradores para sus productos, y con la guerra civil se retiraron de los campos y se limitaron a una agricul­ture de subsistencia. Entonces el clima se volvio en su contra y la sequia del ano 1921 trajo una gran hambruna, que fue la peor que Rusia habia sufrido hasta entonces y que solo seria superada por una hambruna peor bajo Stalin. En la region del Volga, que se llevo la peor parte del desastre, los campesinos recurrieron a una harina hecha de bellotas, serrin, arcilla y estiercol de caballo. Se informaba con frecuencia de casos de canibalismo, y en algunos sitios se apostaron soldados para proteger los cementerios de los ladrones de cadaveres. Los pueblos fueron abandonados, y el tifus y el colera diezmaron una poblacion debilitada. En total murieron 5 millones de personas. En estas condiciones, el regimen sovietico accedio a aceptar alimentos de Estados Unidos en 1922. La American Relief Administration, dirigida por Herbert Hoover, que ya habia alimentado a Europa durante la primera posguerra mundial, alimentaria ahora a 10 millones de personas en la Union Sovietica a traves del envio de las herramientas y semillas que finalmente acabaron con la larga crisis de production alimentaria. En 1923 el sistema agricola sovietico ya estaba estabilizado de nuevo tras haber sido apuntalado por el grano de las Grandes Llanuras norteamericanas (cfr. Figes, 1996: 775-780). Esto asesto el golpe de gratia al sueno sovietico de exportar grano como base de la a cumulation de capital. Estaba claro que la expropiacion de grano habia fracasado. Muy a su pesar, Lenin acepto el principio de la NEP, la Nueva Politica Economica, segun la cual se per- mitia que las fuerzas del mercado controlasen en gran medicia el flujo de comestibles. Pero fue solo un entreacto. El regimen comunista inspiro a los campesinos un falso sentimiento de confianza y seguridad mientras estudiaba como recuperar el pleno control sobre su dominio.

Como hemos visto, los pueblos vivian en un mundo aparte, motivo por el cual se puede hablar de una “colonization de las zonas rurales”. La verdad es que las ciudades sovieticas no tenian el control sobre los pueblos sovieticos, por lo que estos tenian que ser conquistados en una especie de colonization interna. Era obvio que la alternativa de ofrecer a los campesi-

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nos incentivos para aumentar la production y esperar a que este proceso trajese mas prosperidad al campo traerfa consigo el capitalismo con todos sus males. La NEP fue un arreglo, una solution de compromiso hasta que se encontrase algo mejor. Lo que hada falta era un cambio fundamental, uno que fuese mas alia de las simples requisas de la guerra civil, uno que modificase la relation estructural misma entre ciudad y campo. Simple y llanamente, habia que encontrar una manera de mantener a los campesinos en los campos trabajando para las ciudades, quisieran o no.

Para empeorar las cosas, no se trataba solo de que los habitantes de la ciudad controlasen a los campesinos, sino que, como es habitual en estos conflictos coloniales, habia que anadir tambien el componente etnico. El area mas fecunda de la Union Sovietica eran las tierras fertiles de los ucranianos y los cosacos del sur, que si ya antes formaban parte del Imperio Ruso a reganadientes, ahora logicamente se mostraban incluso mas hostiles al regimen sovietico. Mas al este, en Asia central, las naciones musulmanas tampoco cesaron en ningun momento en su lucha contra el colonialismo europeo. Aunque se hacia llamar comunista, seguia siendo un imperio ruso, el imperio de San Petersburgo (rebautizada como Lenin- grado) y, por encima de todo, el imperio de Moscu. En una continuation directa de las practicas imperiales rusas, el control moscovita tenia que llegar a todas partes. Asi pues, se puso a estas naciones poco fiables del sur y del este en el punto de mira. En su caso, los peligros de una “clase enemiga” (campesinos, nomadas) se veian multiplicados por los de una “nation enemiga” (ucranianos, cosacos, musulmanes). De modo que esta fue la tonica de la colonization bolchevique. En todas partes los campesi­nos tenian que ser puestos bajo control, y en un amplio arco que va desde Ucrania hasta Kazajstan, fueron directamente elim inados. Veamos como se desarrollaron los acontecimientos.

E n 1929 , Stalin e m p e z o a ap licar la n u eva p o litica d e co lectiv iza - c io n , q u e se ap o y a b a e n d o s p ilares: e l a lam b re d e p u as y lo s tractores. A m bos Servian al m ism o p ro p o sito d e so m eter a los cam p esin o s. V eam os p rim ero el a lam b re de pu as. En cad a p u e b lo se arresto y en v io al ex ilio o a lo s cam p o s d e co n c e n tr a tio n a lo s ca m p esin o s m as fu ertes, asi co m o a m u ch o s o tros esco g id o s casi al azar. La teo ria - q u e n u n ca fu e co m p ar- tida p o r lo s p ro p io s c a m p e s in o s - era q u e el p u e b lo tra d itio n a l ten ia u na estru ctura de c lases en la q u e lo s ca m p esin o s h u m ild es eran e x p lo ta d o s p o r lo s “ku laks" (litera lm en te “p u n o s ”) m as ricos. D e ah i q u e el terro r tu v iese lugar b a jo el n o m b re d e “d e k u la k iz a tio n ”. F u e e n es te m o m en to q u e e l sistem a so v ie tico d e cam p o s d e co n c e n tr a tio n c r e d o rap id am en te h asta a lcan zar la e sca la m asiva q u e iba a m an te n erse d u rante u n cu arto

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de siglo. Los campesinos que se quedaron en sus pueblos fueron obliga- dos a renunciar a sus pertenencias y a convertirse en trabajadores de una empresa estatal (teoricamente “suya”), la granja colectiva o kolkhoz. En 1934, nueve decimas partes de la agricultura rasa estaban concentradas en cerca de 240.000 de estas granjas colectivas a lo largo de toda la Union Sovietica (Conquest, 1986: 182).

En un nivel de analisis superior al pueblo individual, el principal instrumento de control estatal fueron los tractores. Los kolkhozes, por lo menos en teoria, fueron puestos bajo el control de una estacion de ma- quinas y tractores, que era basicamente un parque de tractores. LTn grupo de kolkhozes se subordinaba a una sola estacion central, cuyos vehiculos contribuian ahora a cultivar sus campos. A finales de 1932, se construyeron 2.446 estaciones que contaban con 75.000 tractores segun cifras oficiales (Fitzpatrick, 1994: 137). El Estado suministraba las maquinas y el kolkhoz pagaba por el servicio prestado por los tractores con parte de su produc­tion; y como la production dependia por completo de esta maquinaria, el Estado podia obligarles a pagar un precio desorbitado por su uso. Por lo tanto, los tractores eran las herramientas que Servian para obtener el grano, primero de la tierra y luego de los campesinos.

En resumen, la modernization y el control centralizado debian establecerse simultaneamente, apoyandose en ambos casos en el poder triunfante del hierro. Se daba por supuesto que el cultivo con tractores aumentaria la produccion. Ademas, aterrorizados por la dekulakization, los campesinos se verian forzados a servir a la economia planificada del kolkhoz. Y como dependian de las estaciones de maquinas y tractores, se podria obtener de ellos una parte mayor de su produccion. Esta explota- cion serviria de base para la acumulacion sovietica de capital y permitiria al Estado comprar mas maquinas (como por ejemplo tractores), cerrando de esta forma el circulo.

La modernidad de Occidente llego a las tierras de la Union Sovie­tica y se propago por todas partes el deseo de emular a Estados Unidos, un deseo que solo posteriormente quedaria amortiguado por la paranoia sovietica que ya conocemos. Trotsky podia decide con toda sinceridad a un senador estadounidense de visita en el pais que “las palabras ‘ame- ricanismo’ y ‘americanizacion’ se usan en nuestros periodicos y revistas tecnicas de forma totalmente positiva y sin ningun atisbo de reproche”. La frase “en America han inventado una maquina” (como observa Jeffrey Brooks (2000)) se volvio habitual a la hora de promocionar novedades tec- nologicas. La mas destacada de estas maquinas fue el tractor. Estas nuevas tecnologias asociadas a la imagen de Estados Unidos iban a transformar la

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Union Sovietica. “Nos estamos convirtiendo en un pais de metal, un pais de automoviles, un pais de tractores”, dijo Stalin en 1931 (Brooks, 2000: 80). quien mas apropiado que el para expresar esta nueva poetica de los metales? Al fin y al cabo, el propio nombre “Stalin” (el nombre que el bolchevique Iossif Vissarionovitch Djugashvili habia escogido para si mismo en la clandestinidad) significaba “el hombre de acero”. El estalinismo fue literalmente el culto al acero. Una figura retorica sovietica fundamental, tipica de esa cultura de la frase trillada, era “el caballo de acero”, que na- turalmente hacia referenda al tractor. Y de hecho fue alrededor de estos caballos de acero que, en los anos de la colectivizacion, se sono el sueno sovietico. Era un sueno en el que la estepa europea (Ucrania y Rusia meri­dional) se convertia en un espejo de las Grandes Llanuras norteamericanas y se llenaba de tractores, grandes granjas y una agricultura moderna como sosten de un Estado moderno.

En realidad, Ucrania y Rusia meridional estaban siendo el escenario de un genocidio, en parte planificado y en parte resultado de un error de calculo. Este error de calculo masivo es sumamente interesante porque revela ciertas limitaciones del imaginario de la modernidad. La moderni- dad -d e la cual el marxismo es una especie- imagino un mundo donde la tecnologia gobernaba la naturaleza. El comunismo sovietico intento con- seguir este control mediante f ia t estatal, altero la naturaleza y el resultado fue una catastrofe de la que la Union Sovietica nunca se recupero.

El genocidio se llevo a cabo a traves de dos medios que examinare a continuation: la deportation y el hambre. Cabe preguntarse si la hambruna se planifico al detalle, pero que en lo que se refiere a las deportaciones no hay ninguna duda de que fueron planificadas desde arriba. La Union Sovietica acababa de entrar en su primer Plan Quinquenal, y todo venia impuesto por cuota, incluyendo el exilio masivo y la carcel. La cuota original que tuvo que cumplir la policia fue el arresto de 60.000 familias de kulaks, pero -a l igual que en todas las demas industrias-, las cuotas no hicieron sino aumentar. En 1930 y 1931 esta documentada la deportation de 1.803.392 personas, que fueron transportadas a miles de kilometros de distancia por trenes especiales que constaban por decreto de 44 vagones de ganado que tenian que llevar 40 deportados cada uno (de modo que completar la evacuation costo unos mil viajes de ida y vuelta) (Werth, 1999: 152-153). Una selection a bulto ba- sada en la riqueza previa definia ciertas familias campesinas como kulaks de primera, segunda o tercera categoria. Aquellos que eran clasificados como de segunda o tercera categoria eran enviados a alguna remota estacion ter­minal de trenes, forzados a caminar cientos de kilometros hasta algun lugar desolado y una vez alii obligados a trabajar para el Estado. Estos exiliados

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eran los denominados “colonos especiales”, a los que acompanaba cierta fiction de libertad (aunque en este caso el precario sistema de transportes de la Union Sovietica servia para aislar de un modo igual de efectivo que el estricto encarcelamiento, ya que si alguien es abandonado en la taiga, a 500 kilometres del ferrocarril, no lo va a tener muy facil para volver a Ucrania). A los kulaks de primera categorfa (aquellos que podian haber poseido, ponga- mos por caso, un par de caballos) se les encarcelaba directamente, y cuando no los mataban alii mismo se les enviaba a los campos de concentration. El sistema de campos de concentration initio entonces su expansion numerica y geografica. Entramos ahora en el reino del Gulag (el acronimo ruso de la Direction General de Campos y Colonias de Trabajo Correctivo) en todo su esplendor. En 1929 el sistema de campos de concentration estaba formado principalmente por Solovetsky y sus ramificaciones en las costas del Mar Blanco. En 1932 ya habia 15 complejos distintos, con docenas de campos en cada uno de ellos. Aparte del propio Solovetsky, pueden mencionarse complejos como los del Mar Blanco-Baltico, Ukhto-Pechorsky, Svirsky, Temnikovsky, Vishersky o Kungursky, todos ellos ubicados todavia en la Rusia europea septentrional. El epicentre del Gulag se encontraba todavia aqui, al norte de Moscu y al oeste de los Urales, normalmente no muy lejos del Mar Blanco. Pero ya se habian establecido otros complejos en otros lugares mas lejanos de la Union Sovietica, como Asia central, Siberia o el Lejano Este. En 1929 habia unos 50.000 prisioneros, y en enero de 1932 el Gulag contaba ya con 268.700 internos (lo cual evidentemente significa un numero de nuevos prisioneros mucho mayor que los 220.000 que parecen a primera vista, ya que durante ese intervalo murieron muchisimos de ellos en los campos) (Ivanova, 2000: 73-76).

Este periodo initial de crecimiento tuvo una importancia decisiva. Se puede decir que a medida que la Union Sovietica en su conjunto entraba en un periodo de acumulacion de capital, lo mismo hacia el Gulag. Ha­bia que crear la infraestructura basica. Al fin y al cabo, tener millones de prisioneros alojados en miles de campos, como pronto tendria la Union Sovietica, exigia unas obras de construction de dimensiones asombrosas. ,-De donde provendria toda la mano de obra necesaria? Obviamente, de los propios campos. Las memorias de prisioneros siempre se refieren a la primera tarea que habia que realizar al llegar a un campo nuevo, y que no era otra que construirlo desde cero. Cito al superviviente A. Zurichenko (1950: 12-13):

Despues de una caminata forzada de dos meses por Peniug, Kotlas,Archangel y Narayan-Mar, nos acercamos a nuestro objetivo: el proyecto

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de construccion naval de P echora. [Entonces cond u cen a los prisioneros en una playa desierta y el com andante del cam po se dirige a ellos.] “Os encontrais ahora en el lugar del futuro proyecto de construccion naval en el qu e em pezarem os a trabajar m anana. Los lim ites del cam po estan indicados por senales y puestos de guardia. Esta estrictam ente prohibido ir mas alia de estos llmites. Los qu e v iolen esta regia seran considerados fugitivos y los guardias les dispararan sin previo av iso .” [...]

‘yD onde vam os a dormir?”“Ju sto donde os encontrais!”Solo al cab o de un m es pudim os dorm ir b a jo techo . Hasta ese m om en- to excavam os refugios subterraneos profundos, los cubrim os co n Iona alquitranada y dorm im os en literas de tres cam as h echas con tablones. No teniam os banos, ni lavadero ni cocina. Las m ayores prisas de la ad­m inistration del cam po fueron por construir una celda de castigo para “refractarios” y una casa para los guardias y los agentes de la GPU del cam po.

Z u rich en k o n o m e n c io n a la co n stru ccio n d el p erim etro d el cam p o , p e ro n o h ay duda d e q u e se co n stru y o tan p ro n to co m o lo s m ateria les estu v ieron d isp on ib les.

T. A. P ech en y u k , p o r e je m p lo , d e scrib e la co n stru ccio n d e u n cam p o e n 1937 , re to m an d o el re la to e n e l p u n to e n q u e lo d e ja Z u rich en k o :

C onstru im os el area restringid a [zona] de la sigu ien te m anera: m ar- cam os los em p lazam ien tos para p lantar p o stes , lu eg o clavam os los p o stes y ten d im os alam bre de puas, to d o e llo co n u na ligera in c li­n a tio n h acia el in terior d el cam p o [esta era una p ractica h ab itu al en to d o s los cam p os, p en sad a para d ificultar la esca lad a de la valla], C onstru im os tod os los refu gios su b terran eo s en d o n d e v iv iam os y el resto de co sas n e c e sa r ia s .5

N o tese el o rd en : p rim ero u n p erim etro d e a lam b re d e p u as, lu eg o refu gios para la vida diaria (n i siq u iera b a rra co n e s) y d e sp u es el resto .

P ero es te testim o n io n o s in form a d e las pau tas re la tiv am en te co n so - lid ad as d e 1937 y n o re fle ja el h e c h o d e q u e e n lo s p rim eros an o s p o d ia h a b e r u na g ran e sca se z d e m ateriales . V eam os co m o era e n 1931 V orkuta,

5. Archivo Obshchestvo Memorial-Moscu, F. 2, OP. 1, D. 96, L. 36. Las traducciones del archivo del Obshchestvo Memorial son mias.

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un campo muy importante en los Urales septentrionales: “La palabra ‘cam- po’ evoca una imagen de alambre de puas, pero en Vorkuta era dificil de obtener, y durante sus primeros anos [el campo] estaba en parte rodeado por alambre, en parte por una valla hecha de tablones de madera, y en algunos sitios solamente por estacas alineadas de un metro de altura con senales donde se leia ‘Area restringida’ pintado con pintura roja” (Pavel Negretov, cit. por Ivanova, 2000: 80). A principios de la decada de 1930, la Union Sovietica estaba hambrienta de alambre de puas.

Por supuesto, estaba igualmente hambrienta de pan. Como ya se ha mencionado, la destruccion de las zonas rurales fue en parte consecuen- cia de la deportacion de los campesinos mas prosperos, y en parte del hecho de que los que se quedaron se estaban muriendo en medio de una terrible hambruna.

No es nada descabellado sugerir que en gran medida la hambruna estaba planificada. Hay que recordar. que ademas de la tarea economica de conseguir el control centralizado de la produccion agricola, el regimen sovietico tenia tambien la tarea politica de subyugar a una poblacion des- leal. Este objetivo podia compararse, por ejemplo, al problema que afronto Weyler cuando intento aplastar a los campesinos de Cuba. <;C6mo subyugar a una poblacion entera? Weyler mato de hambre a la poblacion campesina trasladandola a las ciudades. En el caso sovietico, sin embargo, todavia estaba vivo el recuerdo de otro metodo mas directo de matar de hambre a los campesinos: llevarse su comida por la fuerza. En resumen, habia que a repetir la hambruna de 1921, pero esta vez sin que se entrometieran los estadounidenses para salvar a los campesinos.

Asi aprenderian a ser sumisos. Esto es, asi aprenderian que a partir de entonces el grano se consideraba propiedad estatal y que ellos iban a ser alimentados segun la buena voluntad del Estado. De lo contrario, un campesino ingenuo podrfa pensar que si solo producia el minimo para su subsistencia, podrfa quedarselo y por lo menos esto no se lo llevarian. Era imprescindible disipar este tipo de ilusiones que podian desincentivar la produccion. Para dejar claro este punto, el Estado ahora se lo llevaba todo. Esta politica estaba planificada en sus lineas maestras, pero no se supieron prever sus consecuencias reales. Este fue el error de calculo fundamental del regimen sovietico.

La secuencia de los acontecimientos fue la siguiente. Justo despues de la colectivizacion, la produccion cayo en picado (en breve volvere sobre la cuestion y me ocupare del por que). Este hecho se interpreto como una forma de resistencia al regimen, de ahi que la suposicion oficial fuera que los campesinos simplemente habian escondido el grano. Por lo

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tanto, se enviaron representantes del Estado a requisar todo el grano que encontrasen, en particular en las sospechosas tierras del sur. Al cabo de un tiempo no quedaba nada que llevarse: “En 1931 aun se dieron algunos casos en los que se descubrfa grano escondido, normalmente unos 50 kilos, a veces 100. En 1932, sin embargo, no hubo ninguno. Lo maximo que se encontro fueron unos cinco o diez kilos para alimentar las gallinas. Incluso este ‘excedente’ fue requisado” (testimonio de un campesino, cit. por Conquest, 1986: 229).

Detengamonos a considerar este excedente de pienso para las ga­llinas, porque nos aporta la clave de la catastrofe. Despues de todo, ique pasaria con las gallinas ahora que su pienso habia sido expropiado? El problema radicaba en que no se estaba lidiando con fuerzas economicas abstractas, sino con las pautas biologicas muy concretas de las semillas que dan lugar al grano, una generation animal que alumbra a la siguiente o los humanos que nacen y mueren. Un cataclismo sacudio la Union Sovietica a nivel biologico. Fue como si un meteorito hubiese impactado en las zonas rurales trastocando su aspecto ecologico fundamental.

Todo empezo inmediatamente despues de la colectivizacion. Fije- monos en Rusia central, un area que no habia sufrido especialmente la represion. Durante los primeros tres meses de 1930, cuando se introdujo alii la colectivizacion, los campesinos sacrificaron el 25 por ciento de las vacas, el 53 por ciento de los cerdos, el 55 por ciento de las ovejas y el 40 por ciento de las gallinas (Fitzpatrick, 1994: 66). En toda la Union Sovietica, desde 1928 hasta 1933, el sacrificio y la muerte por inanition de animales domesticados hizo pasar de 70,5 millones a 38,4 millones de vacas, de 26 millones a 12 millones de cerdos, y de 146,7 millones a 50,2 millones de ovejas y cabras (siempre segun cifras oficiales, la realidad fue probable- mente peor) (Flosking, 1992: 166). Nada mas sencillo: ahora que ya no eran de su propiedad, para los campesinos no tenia sentido mantener con vida a sus animales. En todas partes estaba ocurriendo el mismo tipo de matanza en la que los kulaks eran deportados y los animales eran sacrifi- cados. En palabras de la persona al cargo de la recaudacion de grano en Ucrania: “Por primera vez en su sordida historia los campesinos rusos se han hartado de carne” (cit. por Conquest, 1986: 159).

La colectivizacion volvio a los campesinos contra sus animales. Despojados de su significado agricola como propiedades, los animales volvieron a su estatus primordial de presas. Otro aspecto mas sutil, y que es indicativo de su nueva relation mutua, fue que se establecio una com­petition por la comida entre humanos y animales. Si te han expropiado un animal, <;por que dejar que se coma la comida que podrias comerte tu

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m ism o? iP o r q u e cu ltivar a lim en to para lo s ca b a llo s cu a n d o n o sa b e s lo q u e tu m ism o pod ras co m e r m anana? Los cab a llo s re c ib ia n cad a v ez m en o s p ien so . Los ca m p esin o s, q u e e n es te m o m en to au n n o es ta b a n d e se sp e - rad os d e h am b re , a m en u d o se ap iad ab an d e esto s ca b a llo s h am b rien tos y los so lta b a n para q u e se b u sca se n la vida. Se cu en ta q u e m an ad as de ca b a llo s h am b rien to s (u n a ex trah a y n u ev a e sp e c ie asilvestrad a) reco rrian lib re m en te U cran ia d e p u nta a pu nta. P ero e n su g ran m ay oria lo s ca b a llo s s im p lem en te m u rieron .

E n u nas m em orias n o p u b licad as, N. A. P an arin h ab la d e la co lectiv i- z a c io n d esd e e l p u n to d e vista d el cam p esin o . E n sus m em orias, p resen ta e l sig u ien te m o m en to co m o la tra n s it io n rad ical d ecisiva:

Ese dia cam inaba junto a los caballos, los guiaba. Era com o si nuestra yegua estuviese toda cubierta de jabon. Vi qu e se tam baleaba y fui tan estupido com o para fustigarla con el latigo, cosa que nunca habia h ech o hasta este m om ento. Cayo alii m ism o. Me acerqu e a ella y ella jadeo. B a jo las ce jas sus o jos negros se fueron enturbiando y se le pusieron en bianco. La espum a bu rbu jeaba en sus labios. Tuvo un espasm o y murid. Cai sob re mis rodillas y em p ece a abrazarla y acariciarle el cuello, llorando com o un nino. Ella era nuestra yegua m as querida, grande, fuerte, buena. Ella y yo eram os carne y una, nos entendiam os el uno al otro [...] y de repente ya no estaba.6

P an arin co n tin u a el re la to e x p re s a n d o sus s o s p e c h a s d e q u e la y e g u a fu e e n v e n e n a d a , y ap u n ta q u e “a s i es c o m o e m p e z a ro n a c re c e r las sem illas e n v e n e n a d a s d e la rap id a c o le c tiv iz a c io n ”. Lo v erd a d e ra - m e n te cru c ia l d e su re la to , p u e s , es e l co n tra ste en tre la re la c io n in tim a e in stin tiva en tre e l h o m b re y e l ca b a llo p rev ia a la c o le c tiv iz a c io n y la ru p tu ra d e to d as las re la c io n e s s o c ia le s e n e l p u e b lo q u e esta tra jo co n - s ig o , y q u e e l au to r co n s id e ra c o m o la cau sa d e la m u erte d el ca b a llo . E n to d o es to n o le fa lta razo n , d esd e lu eg o . C u an d o d e s a p a re c ie ro n los v in cu lo s o rg a n ico s d el cu id ad o , q u e u n ia n h u m a n o s y an im a les , esto s u ltim o s m u riero n .

Segu n estadisticas o ficiales, m ientras q u e e n 1928 h ab ia 32 m illon es de ca b a llo s e n la U n ion So v ietica , e n 1932 h ab ia so lo 17 m illo n es, lo q u e sig- n ifica q u e e n ese lap so d e tiem p o m u riero n m as d e 15 m illo n es (C o n q u est, 1986 : 179). La m ay or p arte d e la m atanza tu vo q u e h a b e r su ced id o d urante lo s p rim ero s dias d e la co lec tiv izac io n , y los an im ales q u e so b rev iv iero n

6. Archivo, Obshchestvo Memorial-Moscu, F. 2, OP. 1, D. 91, lineas 16-17.

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e sta b a n e n m alas co n d ic io n e s . E n otras p a lab ras, la agricultura trad icion al eu ro p e a es ta b a sen ten ciad a , p o rq u e <;quien tiraria ah o ra d el arado?

El p la n era q u e lo s tra cto re s re a liz a se n e s te tra b a jo , p e ro p ro n to se d e sc u b rio q u e , p o r a s i d ecirlo , la U n io n So v ie tica h ab ia a tad o e l carro d e la n te d el ca b a llo . El h ip o te tic o e x c e d e n te d e la p ro d u c c io n ag rico la av an zad a te n ia q u e serv ir p ara co m p ra r m as tra cto re s y e l re s to d e m a- q u in aria q u e E stad o s U n id o s p o se ia , p e ro en tre ta n to n o h a b ia su fic ien te s tracto re s . La U n io n So v ie tica h a b ia p u e s to to d o su e m p e n o e n e l in ten to y e n 1931 e l 5 3 ,9 p o r c ie n to d e to d a la p ro d u c c io n d e a c e ro d e ca lid ad se d e stin o a la m aq u in aria a g rico la (d e ah i la e s c a s e z d e a la m b re d e p u as q u e h e m o s o b se rv a d o e n V orku ta, p o r e je m p lo ). P ero p ara situ ar es to en p e rsp e c tiv a d e b e m o s te n e r p re se n te q u e a f in a les d e 1 9 3 0 las e s ta c io n e s d e m aq u in as y tra cto re s tan so lo d a b a n se rv ic io a u n 1 3 ,6 p o r c ie n to de lo s kolkhozes (C o n q u est, 1986 : 180). El id ea l d e lleg ar ce n tra lizad am e n te a to d o e l territo rio m e d ia n te e l h ie rro n o lle g o a m ateria lizarse . E n tre tan to , s im p le m e n te n o h a b ia la en e rg ia n e c e sa r ia p ara tra b a ja r lo s ca m p o s . Si cre e m o s al reg im en (co sa q u e n o d eb e riam o s), a fin ales d e 1932 so lam en te h a b ia 7 5 .0 0 0 tra cto re s y ya se h a b ia n p e rd id o 15 m illo n e s d e ca b a llo s . E n rea lid ad , e l in cre m e n to d e tra cto re s fu e p ro b a b le m e n te m e n o r y la p erd id a d e ca b a llo s m ayor, e so sin m e n c io n a r su p erd id a e n salud y vigor. A si p u es, ca d a tracto r d e b e ria h a b e r su stitu id o a p ro x im a d a m e n te a u n o s tre sc ie n to s ca b a llo s . A h o ra b ie n , e n 1 9 3 4 lo s fa b rica n te s e s ta d o u n id e n se s e x p o rta b a n , p o r e je m p lo , e l tra cto r S ilv er K ing, q u e v en ia c o n u n im p re- s io n a n te m o to r (p a ra la e p o c a ) d e 1 7 ,3 5 ca b a llo s d e v a p o r.7 E n te rm in o s p u ra m en te e n e rg e tico s , p u es, e n e l m e jo r d e lo s ca s o s lo s tra cto re s n o p o d ia n su stitu ir m as q u e u n m illo n d e ca b a llo s . P e ro e l d e se q u ilib rio era in c lu so p eor. La ag ricu ltu ra so v ie tica n o h a b ia id o tra n sfo rm a n d o se e n d ire cc io n al tractor, co m o si h a b ia h e c h o la e s ta d o u n id e n se p a sa n d o d e p e q u e n a s cu ad rillas d e ca b a llo s a cu ad rillas m as g ran d es. El tracto r se in v en t 6 p ara sa tis fa ce r u n a n e c e s id a d a g rico la n o rte a m e rica n a , e n u n co n te x to d e ca b a llo s caro s, m aq u in aria ag rico la p e sa d a y g ran d es gran jas. P e ro a q u i se in tro d u jero n lo s tra cto re s e n u n a ag ricu ltu ra q u e siem p re h a b ia g irad o a lred ed o r d el u so d e u n arad o tirad o p o r u n o o d o s ca b a llo s . Los ca m p o s eran d em asiad o p e q u e n o s y e s ta b a n d em a sia d o d esp erd ig a - d o s, d e m o d o q u e h u b o u n d e sfa se en tre la p o te n c ia d e lo s tra cto re s y el te rre n o . C read os p ara las llanuras ab iertas d e E stad os U n id os, lo s tractores tu v ie ro n q u e arreg larse las p o r las m arism as y b o s q u e s ru so s; e m p le a b a n

7. De la pagina web de AntiqueTractors, <www.antiquetractors.com> (ultimo acceso en junio de 2001).

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b u e n a p arte d e su tie m p o n o arrastran d o u n arad o , s in o s im p le m e n te p o n ie n d o s e e n p o s it io n p ara arrastrar u n o . R o b e rt C o n q u est (1 9 8 6 : 18 1 ) m e n c io n a u n a e s ta c io n d e m a q u in a s y tra cto re s ce rca d e K h ark o v d o n d e , e n s e p tie m b re d e 1933 , sus 6 8 tra cto re s e m p le a ro n 7 .3 0 0 h o ras so la m e n te p ara lleg ar a lo s ca m p o s, lo cu a l s u p o n e m as d e tres h o ra s d iarias p o r tractor. E n te rm in o s d e p ro d u c c io n rea l, p u es , cad a tra cto r n o eq u iv a lia m as q u e a u n o s cu a n to s ca b a llo s .

D e ah i el d esp lo m e d e la p ro d u ccio n tras la co le c tiv iz a c io n y el co n sig u ie n te c ic lo d e ex p ro p ia c io n e s estata les. E n 1932 , este c ic lo lleg o al p u n to d e q u e, e n U cran ia y R usia m erid io n al, n i siqu iera se d e jo la sem illa para la s iem b ra d el an o sigu ien te. D e la m ism a form a q u e ya se h ab ia in terru m p id o la co n tin u id ad d el c ic lo vital d e los ca b a llo s , ah o ra se in terrum pia la d el trigo en u na r e a c t io n e n cad e n a tan to b io lo g ica co m o p o litica q u e se p ro p ag o d e u na e sp e c ie a la sigu ien te. F in a lm en te , esta r e a c tio n e n cad e n a a lcan zo la h u m anid ad . El an o 1933 fu e testig o d e u na h am bru n a total sin p re ce d e n te s . E n c ierto m o d o , los an im ales d om esti- cad o s lo tu v ieron m as facil, p o r asi d ecirlo , p o rq u e en lo s co m ien z o s de la h am b ru n a tod avia h ab ia g e n te q u e p o d ia m atarles. Para esta p rop ia g en te , la h am b ru n a signified u na h o rrib le ag on ia . Los p u eb lo s q u ed aro n a b a n d o n a d o s cu an d o to d o e l m u n d o m urid o h u y o a im p lorar u n p o c o de pan , y m u ltitu d es p u lu lan tes d e seres e sq u e le tico s in ten tab an lleg ar a las ciu d ad es sem b ran d o las cu n etas d e cad av eres q u e ya n ad ie reco g ia . Vale la p e n a citar co n algu n d eta lle el testim o n io d e u n su p erv iv ien te , ya q u e o fre ce u na b u e n a d escrip cio n clin ica d e lo s e fe c to s d el h am b re :

La p iel adopta una co loracion grisacea y polvorienta, y se pliega for- m ando m uchas arm gas. La persona en v e jece visiblem ente. Incluso los ninos pequ enos y los b eb es tienen aspecto de viejos. Sus o jos se vuelven grandes, saltones e inm oviles [...]. Se pierde la fuerza motriz, y el mas ligero m ovim iento produce una fatiga total. Las funciones esen cia les de la vida (la resp iration y la circu lation ) consu m en el propio tejido del cuerpo [...]. La resp iration y el latido del corazon se aceleran. Las pupilas se dilatan y se sufre una persistente diarrea provocada por el ham bre. Esta co n d itio n ya es muy peligrosa, porqu e el esfuerzo fisico m as ligero induce al fallo cardiaco. A m enudo este tiene lugar m ientras el enferm o esta cam inando, subiendo por las escaleras o intentando correr [...]. El paciente no pu ed e ni levantarse ni m overse en la cam a. En un estado de su eno sem i-consciente pu ed e durar m as o m enos una sem ana, al term ino de la cual su corazon deja de latir (C onquest, 1986: 253).

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D e h ech o , es in n eg ab le q u e e n 1933 m u ch as partes d e U crania y Rusia m erid io n al p re sen ta b a n u n aspect® q u e n o rm alm en te aso cia m o s m as co n lo s cam p o s n azis lib erad o s d e 12 a n o s m as tarde. R o b ert C o n q u est (1 9 8 6 : 3 0 1 ) ca lcu la q u e 11 m illo n es d e ca m p esin o s m u riero n co m o resu ltad o de la co lectiv izacio n .

O tra an alo g ia co n tro v ertid a q u e n o p u e d o d ejar d e h a ce r e s en tre el su frim ien to h u m an o y el su frim ien to anim al. A qu i la tesis p rin cip a l n o es m oral, s in o e co lo g ica . V eam os p rim ero las cifras: e n 1928 , e n las zo n as ru rales so v ie ticas h ab ia u n o s 110 m illo n es d e p e rso n as, 7 0 ,5 m illo n es d e v acas y 32 m illo n es d e cab a llo s . E n 1933 h ab ia u n o s 100 m illo n es d e p e r­so n as, 3 8 ,4 m illo n es d e v acas y 17 m illo n es d e cab a llo s. E n e se m o m en to el territorio e sta b a co m p le ta m e n te p a c ifica d o y so m etid o , y se ib a a p erm itir q u e el g ran o regresara a lo s cam p o s para la s iem bra d el an o sigu ien te; p ero m ien tras q u e e l c ic lo d el trigo p o d ia rean u d arse rap id am en te , re s ta b le ce r las p o b la c io n e s h u m an as y las p o b la c io n e s d e an im ales d o m esticad o s co sto m u ch o m as tiem p o. La co n m o c io n p o r la p erd id a d e an im ales n o fu e s im p lem en te cu antitativa, s in o tam b ien m oral, y los ca m p esin o s se sin- tiero n a lien ad o s y p erd id o s e n u n n u e v o m u n d o q u e d iferia rad ica lm en te e n cu an to a la u n ica re la t io n h u m an o -an im al q u e p o d ia te n e r sen tid o para ellos. P. S. A ltonets, e n u n as m e m orias n o p u b licad as, lo d e scrib e co n e lo cu e n c ia cu an d o ev o ca , b a sa n d o se e n la tra d itio n fam iliar, la vida d e su a b u e lo e n el ex ilio d esp u es d e la co lectiv izacio n :

El abu elo n o encontraba su [...] lugar [...]. Se levantaba por las noches revolviendose y suspirando, rem em orando una y otra vez su vida pasada. R ecordaba com o regreso [al pueblo] y se cu ido de la granja, co m o com - praron cuatro terneros. Los dos terneros crecieron y se convirtieron en bu en os novillos y las dos terneras en bu enas vacas. “Eran unas bu enas v acas”, decia el abu elo [...] en voz alta [...]. El dolor y una inevitable d esesp eracion destrozaron su [ ...] corazon .8

El a b u e lo d e A ltonets, q u e m u rio p o c o d esp u es d e la co lec tiv izac io n , n u n ca vo lv io a vivir ro d ead o d e v acas. Ni ta m p o co lo h izo la U n io n Sov ie- tica , q u e fin a lm en te n o co n sig u io e l esp era d o e x c e d e n te agrico la , d e m o d o q u e el sec to r agrico la sigu io s ien d o u n lastre im p ortante para e l co n ju n to de la e co n o m ia y u n o d e lo s facto re s cru cia les q u e o b stacu lizo e l crec im ien to e c o n o m ic o so v ie tico (H o sk in g , 1992 : 166, 3 5 6 -3 6 0 ). N o h ay d ud a d e q u e p o r lo m e n o s esto lo s p lan ificad o res so v ie tico s n o lo p rev iero n . ^Cual fu e

8. Archivo Obshchestvo Memorial-Moscu, F. 2, OP. 2, D. 4, 1. 6.

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su error? Esta pregunta nos lleva al corazon de la cuestion, central en este libro, de la relacion entre la historia economica y la historia ambiental.

A menudo se sugiere que el comunismo fracaso estrepitosamente en el campo en parte porque Marx, un urbanita libresco, no estaba sensi- bilizado con las necesidades de la agricultura (cfr. Pryor, 1992: 37). No es que esto no sea cierto, pero la cuestion real es mas profunda. El marxismo no solo cojeaba en la comprension de la agricultura, sino tambien en la comprension de la ecologia y, en consecuencia, de la propia historia. El marxismo era ante todo una teorfa de la historia, pero solamente de la historia humana, lo cual provoco en gran medida su fracaso. Fue un caso extremo del fracaso moderno a la hora de entender el lugar de la huma- nidad en la naturaleza.

Dos premisas dominaron el pensamiento de los planificadores sovie- ticos en relacion al mundo rural. En primer lugar, la premisa de que igual que en todas partes los pueblos eran escenario de la lucha de clases, en este caso entre campesinos ricos y pobres. En segundo lugar, la premisa de que la naturaleza y la humanidad eran dos dominios separados cuya relacion podia reducirse al problema tecnico de obtener de la primera productos utiles en beneficio de la segunda. La primera premisa era una observation original del marxismo y la segunda le fue transmitida por la Ilustracion europea.

A partir de la combination de estas dos premisas, se trazo el siguiente proyecto para la politica agricola sovietica: en primer lugar, librarse de los campesinos mas ricos, y en segundo lugar, equipar a los pobres con la tecnologia que les permitiria conquistar la naturaleza. A grandes rasgos, estas fueron las lineas maestras de la colectivizacion.

Ninguna de las dos premisas alcanzo a comprender la compleja sociedad agricola formada por multiples especies. Como nos recuerdan el caballo de Panarin y las vacas de Altonets, los animales domesticados no son exactamente como las maquinas, una simple propiedad que los humanos poseen. Los animales son seres sociales que no se diferencian mucho de los propios trabajadores. La razon que lo explica es que estan vivos, y por tanto tienen su propia voluntad y desean seguir su propio camino. Para conseguir que hagan lo que sus amos quieren, tiene que establecerse algun tipo de relacion social. La sociologia del pueblo no solo incluye a la abuela que cuenta un viejo cuento de hadas a sus nietos, o al padre que entrega a su hija en matrimonio. Cuando un humano da un terron de azucar a una yegua, la acaricia o la golpea estamos tambien ante acciones que forman parte de la red social que aglutina al pueblo, que forman parte del intercambio diario que sustenta la estructura de poder en

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el seno del pueblo y permite su incesante vida economica. En resumen, el pueblo es una sociedad formada por multiples especies y basada en una relation asimetrica: los animales o bien trabajan para los humanos o bien les sirven de alimento. Pero aun siendo asimetrica, la relation no es unilateral: a cambio de su trabajo y su eventual muerte, los animales reciben, mientras viven, algo de comida y cobijo.

Desde esta perspectiva, lo absurdo del concepto de “lucha de clases” referido al mundo rural se vuelve obvio. En los pueblos sovieticos de fina­les de la decada de 1920 no se daba nada por el estilo. Sencillamente, los campesinos no se explotaban unos a otros. Para entenderlo, imaginemos dos campesinos, uno mas prospero y el otro pobre de solemnidad. Segun la teorfa marxista, al campesino prospero le deberfan haber ido mejor las cosas que al pobre gracias a algun tipo de explotacion del trabajo de este, pero en realidad el pobre no trabajaba para el campesino prospero. Lo que en realidad hatia que al campesino prospero le fueran mejor las cosas era que tenia acceso a mas trabajo anim al. Pero el campesino no vivia de una plusvalia producida por los humanos, sino de una plusvalia producida por los caballos. Es tan simple como que a un caballo podia hacersele producir mas grano que el que el mismo comia, y es de ahi de donde procedxa el excedente del campesino. Esta relation entre humanos y caballos estaba basada en la explotacion, pero a su vez era solamente mediante esta relation que el caballo podia cubrir sus necesidades. No tenia cabida en la sociedad humana a menos que fuera socializado en este regimen de explotacion. Esta era la relation social y economica mas significativa en el campo, y no involucraba simplemente a humanos entre ellos, sino a humanos con animales.

Considerado puramente como una sociedad humana, y abstraido de la sociedad formada por multiples especies en la que se inscribia, el pueblo dejaba de tener sentido. Los bolcheviques, quienes en todas sus lecturas de Marx y Engels no habian leido nada acerca de la explotacion de los caballos, vieron en consecuencia un pueblo fantasma. Se proyecto a los pueblos una lucha de clases imaginaria, con algunos campesinos escogidos arbitrariamente para el papel de “kulaks”. <;Y luego que? Con la tipica brutalidad sovietica, los supuestos kulaks fueron enviados al exilio y a los campos de concentration. Ademas imaginaron que los animales, al igual que el resto de mercancias, podian redistribuirse sin mas y arrebata- ron los caballos a sus propietarios. Esto se planted como una politica de nivelacion de la propiedad, pero en realidad fue una politica de destruction de mano de obra, en este caso mano de obra animal. Arrancados de la institution social de la familia campesina y sin ninguna otra posibilidad de

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existencia, los caballos simplemente murieron, precipitando la catastrofe en los pueblos sovieticos.

Para ser justos, hay que reconocer que puede que los planificadores sovieticos no merezcan esta critica. En cierto sentido, la catastrofe en los pueblos no preocupaba demasiado a las autoridades sovieticas. Mientras que el alcance del fracaso economico seguramente no fue intencionado, el genocidio si que fue planificado, o por lo menos tolerado, y de hecho aterrorizo las zonas rurales hasta lograr su sumision. El perfil global de la sociedad sovietica que emergio a mediados de la decada de 1930 fue basicamente el que Stalin deseaba. Ahora pasare a analizar esta sociedad cimentada alrededor del campo de concentration.

La esencia de la sociedad sovietica era el control gubernamental sobre el espacio. Las grandes ciudades, sobre todo Moscu, triunfaron claramente en su conquista de la Union Sovietica. Fue por esta razon que la colectivi- zacion, aun siendo un desastre economico, represento de todos modos un exito politico. Los campesinos pasaron a vivir bajo el control de oficiales del partido en el kolkhoz. Incluso la destruction de los caballos fue util, en tanto redujo la movilidad de los campesinos. Incluso cuando se autorizo suavizar un poco el regimen de colectivizacion para que los campesinos pudieran tener un pequeno huerto (en donde por regia general criaban tambien una vaca, que paso a ser una propiedad muy valiosa), algunas reglas se mantuvieron estrictamente y nunca se permitio a los campesinos recuperar sus caballos. Los campesinos tenian que implorar a los oficiales el acceso a los caballos. Sheila Fitzpatrick (1994: 138) nos informa de que una queja tipica de un campesino podia ser por ejemplo que en tres aftos el presidente del kolkhoz nunca le habia permitido usar ningun caballo para ir al hospital o para traer lena (esto era injusto porque las normas dictaban que los campesinos tenian que pagar por usar un caballo para propositos como ir al mercado o visitar otros pueblos, pero no para llegar al hospital). En resumen, la confiscation de los caballos limito drasticamente los horizontes geograficos de los campesinos, ademas de que hizo depender su movilidad de los representantes del regimen.

La destruction de los caballos fue solo un aspecto del proyecto sovietico de maniatar a los campesinos. La herramienta mas importante a este respecto fue el pasaporte interno. He aqui otro ejemplo del regimen sovietico como contrarrevolucion. Bajo el regimen zarista, para poder empa- dronarse en una ciudad uno tenia que tener un pasaporte interno, que fue cancelado por la revolution democratica de febrero de 1905 y finalmente reinstaurado en diciembre de 1932. Podia conseguir un pasaporte interno todo aquel que demostrase residencia permanente y empleo, a m enos que el o e lla fu er a n cam pesinos. Sin pasaporte era ilegal vivir en una ciudad.

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Las dos consecuencias inmediatas de la politica de pasaportes in- ternos fueron un exodo de los desempleados y los sin techo fuera de las ciudades (300.000 solamente en Moscu) y una prohibition de toda futura movilidad campesina (Fitzpatrick, 1994: 90-96). Esto se volvio especialmente importante cuando la hambruna golpeo las zonas rurales. Se establecieron controles especiales y se bloquearon las carreteras de Ucrania a Rusia para impedir que los campesinos hambrientos emigrasen en busca de comida (Conquest, 1986: 327-328). Sin embargo, el sistema de pasaportes internos no fue solo una respuesta puntual a la crisis provocada por la hambru­na, sino una caracterfstica central del regimen. A partir de ese momento, todo ciudadano sovietico tenia marcada su propia geografia particular, que especificaba los sitios en los que su presencia estaba autorizada. Los campos de concentracion eran los puntos limite de esta nueva topologia: el microcosmos como forma extrema del macrocosmos.

Unos pocos en la cima del regimen disfrutaban de acceso libre a todas partes, pero la mayoria de ciudadanos estaban limitados al pueblo o (cuando eran afortunados) a la ciudad en la que estaban empadronados. Es mas, el permiso para empadronarse como residente en cualquier tipo de localidad iba a convertirse en la mismisima esencia de la vida sovietica, un derecho muy preciado, otorgado y denegado por el regimen a voluntad. El exilio era el castigo basico que muchas veces servia de prolegomeno a otros castigos mas graves y que a menudo se imponia en una escalada topologica. Como ejemplo, podemos seguir a Osip Mandelshtam, conside- rado por algunos el mejor poeta de su tiempo. Mandelshtam habia escrito un poema que atacaba explicitamente a Stalin, y se considero un milagro que no lo ejecutaran inmediatamente. En vez de eso, en 1934 lo exilia- ron al remoto asentamiento septentrional de Cherdyn, pero luego le fue conmutada la pena por la forma menos severa de exilio (conocida como “menos doce”), en la que el exiliado podia escoger una ciudad donde empadronarse a condition de que no fuera una de las doce mas grandes (Mandelshtam escogio Voronezh, una pequena ciudad al sur de Moscu). En 1937 siguio un breve periodo de confusion en el que no quedo claro si se habia anulado la sentencia. Mandelshtam volvio a Moscu y fue inmediata- mente trasladado al “radio de 160 kilometros”, esto es, se le prohibio vivir en cualquier lugar a un radio de 160 kilometros de la ciudad. De hecho, habia toda una comunidad de exiliados formando un anillo concentrico a esa distancia de Moscu. Mandelshtam se instalo en el pequeno pueblo de Savelovo. Esta situation se prolongo durante un ano, hasta 1938, cuando finalmente llego la conclusion logica: el exilio se convirtio en prision y campo de concentracion. Mandelshtam fue deportado al Lejano Este y al

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parecer murio no muy lejos de Vladivostok (Mandelshtam, 1970). Volvemos a ver el patron topologico con el que ya estamos familiarizados: primero los controlados pueden disponer del piano a exception de sus puntos centrales (el estadio “menos doce”), luego estos puntos se expanden (el “radio de 160 kilometros”) hasta que el espacio donde se permite la pre- sencia del controlado finalmente se reduce a un unico punto (el campo de concentration). La mayorfa de las veces, las vlctimas del regimen no pasaban directamente de la libertad al campo de concentration, sino que, como Mandelshtam, pasaban por un regimen de creciente limitation es- pacial. El regimen sovietico estaba barajando la gente de un lado a otro en un “solitario”, como lo llama Solzenicyn (1974: 34-36), que se repitio millones de veces.

Como todo el mundo vivla bajo el sistema de pasaportes, y como el sistema de pasaportes derivaba facilmente en el sistema de limitaciones y exilio, que a su vez derivaba facilmente en la carcel y el campo de con­centration, no habla una clara separation entre el mundo de los “libres” y el mundo de los “encarcelados”. Todo lo contrario: como todo el mundo participaba en este sistema de constricciones topologicas, todo el mundo estaba atrapado en una red cuyo centra eran los campos de concentration. Esta dualidad de microcosmos y macrocosmos se percibla claramente, y los internos de los campos sollan hablar de la “zona” refiriendose al recinto cercado de un campo en concreto, y de la “gran zona” refiriendose a la Union Sovietica en general (Rossi, 1989). Ambas zonas pertenetian a la misma topologla.

Examinemos de nuevo las zonas mas pequenas. Acordemonos de que en enero de 1932 habla 268.700 internos en los campos, quintuplicando la cifra de reclusos de tres anos antes. Estas cifras iban a aumentar mucho mas en el futuro, y no disminuyeron en ningun momento hasta despues de la muerte de Stalin en 1953, ano en el que 2,75 millones de internos se repartlan en aproximadamente 500 colonias de trabajo y 70 grandes redes de campos de trabajo (Werth, 1999: 238). iQue otra cosa podia hacerse? El fracaso de la colectivizacion y su concomitante Plan Quinquenal dejo al regimen con muchos enemigos potenciales y pocas excusas. No le quedaba nada salvo el terror. Los tractores hablan fracasado y ahora el alambre de puas tenia que llenar ese vaclo.

V. E. Sollertinskiy, en unas memorias no publicadas, describe su llegada al campo de Samarlag, que refleja un escenario con el que se en- contraron millones de personas: “una alambrada alta hecha de dos filas de alambre de puas [es decir que hay un area ‘intermedia’ entre el exterior y el interior del campo], torres de vigilancia en los angulos de la alambrada,

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barracones hechos de tablones de madera y techos de Iona alquitranada, literas a lo largo de las paredes de los barracones, tierra compactada entre los barracones: este era el lugar de existencia [mesto sushchestvovaniya]” ,9

Jacques Rossi (1989) nos ofrece la receta general de estos lugares de existencia. En efecto, al igual que en todos los campos de este tipo, los internos vivian en barracones de madera que contenian literas (o bien camastros, o bien a veces simplemente un banco continuo de madera a lo largo de toda la extension de los barracones). Unos barracones tipicos albergaban en estas condiciones entre 120 y 240 prisioneros, que disponian de un metro y medio cuadrado por persona (una caracteristica del Gulag es que el espacio personal es muy reducido, pero a pesar de todo existe). Obviamente, estos barracones estaban rodeados por recintos rectangulares de alambre de puas, aunque hay que mencionar que dentro de los centros urbanos (tambien alii habia campos) se consideraba apropiado disimular un poco la existencia del campo y con este fin se anadian tablones de ma­dera en el exterior para cubrir por fuera el perimetro de alambre de puas.

El propio perimetro de alambre de puas se solia construir con postes de madera clavados bajo tierra un tercio de su longitud (la falta de postes de hierro es tipica de la poca calidad de las instalaciones, incluso en su version final). Los postes median entre 2 y 5,5 metros de altura, en funcion de las circunstancias locales, y estaban separados entre si por unos cinco metros y medio. Habia entre siete y 15 hilos de alambre de puas tendidos horizontalmente entre los postes, a los que hay que anadir dos hilos que unian en diagonal los extremos de los postes adyacentes. Resulta obvio que tambien aqui se opto decididamente por ahorrar en recursos, con distancias considerables entre hilo e hilo de alambre de puas. Con alam- bradas formadas, por ejemplo, por diez hilos tendidos entre postes de tres metros de altura, incluso se puede concebir que un interno muy delgado (y con el tiempo los internos acababan por volverse muy delgados) pudiese fugarse escabullendose por entre los hilos. Pero esto no ocurria nunca, porque como ya hemos visto en los campos de prisioneros de guerra, los internos nunca llegaban hasta la alambrada. Habia una “franja prohibida” de hasta 20 metros en la parte interior de la alambrada, normalmente delimitada tambien con alambre de puas tendido a lo largo de postes de unos 75 centimetros de altura. Como de costumbre, entrar en esta area se castigaba con rafagas de ametralladora. En cada esquina del campo habia una garita de vigilancia que media entre tres y cuatro metros de altura, por lo general hecha de madera, con su techo y sus mirillas que permitian la

9. Archivo Obshchestvo Memorial-Moscu, F. 2, OP. 1, D. 112, 1. 126.

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vision perfecta en todas direcciones. Cuando las esquinas distaban entre si mas de 180 metros, habia garitas de vigilancia adicionales. Los guardias, como de costumbre, llevaban ametralladoras. Para asegurarse de que en la zona prohibida no se mo via nada, su superficie tenia que ser pristina, por lo que de vez en cuando se daba un permiso especial a los internos para que entrasen en esta zona letal y la barriesen. El clima ruso es el que es, y la franja prohibida estaba generalmente cubierta de nieve, cosa que proporcionaba un fondo ideal para la deteccion del movimiento. Fuera del perimetro, finalmente, habia una linea de alambre liso (y puede que esta sea la unica contribution arquitectonica verdaderamente original del Gulag) a lo largo de la cual se deslizaban las cadenas de los perros guar- dianes. Por lo demas, la estructura era en lo fundamental la que se habia estandarizado en la Primera Guerra Mundial (Rossi, 1989).

El tema de los perros requiere un breve comentario. Puede que fue- ran la unica especie domesticada que se beneficio del sistema sovietico. Alexander Solzenicyn (1975: 534) titula el capitulo de Elarchipielago Gulag dedicado a los guardias del campo “El Servicio de los Perros”, apresurandose a anadir que “su servicio es el mismo que el de los perros guardianes y esta intimamente relacionado con los perros [...]. Hay comites enteros de oficiales que supervisan el trabajo de un solo perro, fomentando su buena agresividad”. Durante el dia, los perros guardianes no se separaban de los guardias que acompanaban los prisioneros al trabajo y luego de vuelta al campo. Robert Conquest (1978: 102-103) nos informa de que en Kolyma “los perros loberos eran una presencia constante [...]. Acompanaban to­das las marchas y estaban entrenados para atacar a personas vestidas con uniforme de prisionero cuando se les daba la orden. Hay muchas historias de prisioneros que fueron atacados salvajemente y que a veces incluso mu- rieron. Sus raciones [de los perros] eran extremadamente buenas, mejores que las de los guardias, por no hablar de las de los prisioneros”.

En realidad este no era un nuevo uso de los perros. Examinemos muy brevemente esta practica. Hemos visto como la vaca fue subyugada y como el caballo fue astutamente explotado. Los perros son distintos y, en mayor grado que cualquier otra especie domesticada, participan activamente de las practicas humanas. Esto no dice mucho a favor de los perros ni de los humanos. Los lobos son depredadores con un agudo sentido de la jerarquia social. En otras palabras, son todo lo semejantes a los humanos que un animal puede llegar a ser. La violencia y la sumision a la autoridad son los lazos que unen a lobos y humanos. Asi que es que por este motivo que los hombres domesticaron a los lobos y los transformaron en perros, los complices de la humanidad en el control de las especies. Los perros sirven

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tanto de cazadores (las presas a compartir entre humanos y perros) como de guardianes de otros animales domesticados (un papel mas importante en las sociedades agricolas) (Clutton-Brock, 1999: cap. 4). En lo esencial, pues, en los campos de concentration los perros continuan desempenando este papel, con la unica diferencia de que la identidad del animal que forma el rebano ha sufrido una transformation: ya no son ovejas o vacas, sino personas. El sentido de este excurso sobre los perros es que proporciona otro ejemplo de como con la nueva asimetrfa de poder los prisioneros de los campos de concentration se aproximan a los animales domesticados.

Puede que los perros fuesen la inversion mas costosa en el Gulag. Tambien el alambre de puas era dificil de conseguir en un principio. Pero al fin y al cabo estamos hablando del microcosmos, y en ultima instancia en los pequenos espacios de las pequenas zonas el alambre de puas no era un factor limitante. Pongamos por caso que un campo pequeno mide tan solo 200 metros por 200 metros; en ese caso tendrfa un perimetro de 800 metros y por tanto se podrfa cercar con unos 10.000 metros de alambre de puas (alrededor de 6 toneladas). En la practica, por supuesto, los campos podian ser mucho mas grandes. Tenemos constancia de un pedido de alambre de puas para la construction de 15 campos de regimen especial que a media- dos de 1948 pedia 725 toneladas de alambre de puas (Ivanova, 2000: 108) -probablemente requerian mas alambre de puas de lo habitual por tratarse de campos de regimen especial unicamente para prisioneros politicos. Con sus 500 colonias de trabajo y sus 60 complejos de campos de trabajo (Werth, 1999: 238), por no hablar de los pequenos subcampos y las estructuras de transito, la Union Sovietica tuvo que haber instalado en total decenas de miles de toneladas de alambre de puas en el Gulag. Esta cantidad es comparable a las 45 mil toneladas que se instalaron por todo el oeste norteamericano y que alteraron radicalmente su fisonomia entre 1874 y 1880; en ambos casos, el alambre de puas reorganizo areas continentales enteras.

En este sentido, el alambre de puas fue de nuevo una herramienta de colonization. Se abrieron nuevos espacios para el asentamiento humano basados en el campo de alambre de puas. Hay que subrayar la signification geografica del Gulag. Su trabajo forzado estuvo al servicio del proyecto basico del sistema sovietico: poner el espacio sovietico bajo control. En primer lugar, como ya he mencionado, los prisioneros habian construido las propias instalaciones del Gulag, y ademas fueron puestos ante todo a trabajar en inmensos proyectos de transporte y com unicaciones. He aqui otro sueno de modernization lanzado sobre el paisaje sovietico.

Como hemos visto, en 1929 el Gulag se limitaba en gran medida a un complejo de campos en los alrededores de las islas Solovetsky en el

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Mar Blanco, y en sus primeros anos, esa zona de la Rusia europea septen­trional siguio siendo el centro geografico del Gulag. As! pues, es logico que el primer gran proyecto del Gulag (y tambien el mas famoso) fuera el Canal Mar Blanco-Baltico. De hecho, el canal conectaba directamente las Solovetsky con la ciudad de Leningrado. Se construyo entre 1931 y 1933, y llegaron a trabajar simultaneamente en el proyecto hasta 140.000 prisio- neros, aunque en total participaron muchos mas, ya que la mortandad fue muy elevada. El objetivo del experimento era rentabilizar el trabajo de los prisioneros, por eso se debia gastar lo menos posible. La Union Sovietica debia catapultarse a si misma a la modernidad mediante la explotacion extrema del trabajo forzado como base de la acumulacion de capital. De ahi que los prisioneros sencillamente no dispusieran de herramientas, ni siquiera de carretillas para transportar la tierra excavada. Se cavaron miles de kilometros de tierra helada con el solo trabajo de manos y hombros humanos. Naturalmente, el alojamiento fue completamente improvisado, y no sorprende oir que a veces se obligaba a los prisioneros a dormir en la nieve (Solzenicyn , 1975: 101). Despues de este, vinieron el Canal Moscu- Volga, el canal Volga-Don, el gran canal turcomano, el canal Volga-Urales y otros (Ivanova, 2000: 78). Con algunas excepciones, los canales tuvieron exito solo a nivel cartografico. Es decir, aunque se movio tierra real y una imagen desde el espacio revelaria la existencia de un canal excavado de mar a mar, esta imagen espacial serfa solo una ilusion, como si de una especie de canal de Marte se tratase. El canal Mar Blanco-Baltico, por ejemplo, no solo se hizo chapuceramente, sino que tambien se planifico chapuceramente: tenia cinco metros de profundidad, lo cual sencillamente no es suficiente para la mayoria de embarcaciones (Solzenicyn , 1975: 101). Pero en el mapa, por lo menos, uno podia mostrar una Union Sovietica transformada en un pais conectado a gran escala y avanzando con paso firme hacia una economia moderna.

Para colonizar el espacio, habia que multiplicar las lineas conectivas en todas partes. Esta documentado que Stalin -sin duda contemplando un gran mapa- comento en 1947 que “el Pueblo Ruso siempre ha sonado tener una salida segura al Oceano Artico desde el Rio Ob”. Asi que ahora se trataba precisamente de esto: el sueno tenia que hacerse realidad. Se proyecto la linea de ferrocarril Salekhard-Igarka, y a lo largo de este tramo de 1.300 kilometros se construyeron mas de 80 campos de concentration. En los anos previos a la muerte de Stalin, los internos de estos campos traba- jaron bajo temperaturas de hasta 55 grados bajo cero en invierno, mientras que durante los meses de verano tenian que vivir en un lugar infestado de mosquitos (Conquest, 1990: 332; Ivanova, 2000: 105) -desde los tiempos

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de Solovetsky hasta el final del Gulag, las marismas y los m osquitos en verano p arecen haber angustiado a los prisioneros del Norte incluso mas que el frfo del invierno. Sin em bargo, nunca se llego a com pletar la linea. H oy la taiga cubre las vias de tren y los cam pos de con cen tration (Kizny, 1997: 49-55). El area tiene una densidad de p oblacion de 0,02 habitantes por kilom etro cuadrado (Ivanova, 2000: 105). En resum en, las abstraccio- nes de las lineas conectivas se trazaron en el m apa sin tener en cuenta realidades tangibles com o el clima, la v eg etation o la geografia hum ana. D ecir que la planificacion sovietica fue disparatada es acertado, pero nos im pide entender que, a un nivel mas profundo, la Union Sovietica estaba em barcada en una m o d e r n iz a c io n im itative!. Com o los estadounidenses tenian tractores, la Union Sovietica tam bien tenia que contar con sus propias flotas de tractores cruzando la estepa. Y com o se vio que en todas partes la m odernizacion se basaba en una red de transporte, la im itation de esta red paso a ser un objetivo en si m ism o sin tener en cuenta su utilidad real.

Interconectar los territories de la Union Sovietica era un autentico ciesafio. No fue porque si que el regim en zarista quedo rezagado: Rusia es una tierra rica en recursos, pero estan disem inados en el espacio y ocultos en tierras frias e inhospitas. Era dificil colonizar un esp acio asi. Podem os citar, por ejem plo, un fragmento de un informe britanico publicado en 1934.

En lo que respecta a reservas de oro, el Lejano Este es practicamente una tierra virgen. Se han Uevado a cabo muy pocas prospecciones serias en este territorio vasto, inhospito y escasamente poblado, y todo indica que en el futuro alii se descubriran un gran numero de abundantes campos auriferos y yacimientos de vetas [...]. Es obvio que las abundantes re­servas de oro de Siberia oriental no pueden explotarse a menos que se conecten con los centros industriales y agricolas de la Union Sovietica por medio de ferrocarriles y carreteras. En las circunstancias actuales, el alto coste del transporte de comestibles, maquinaria, equipamiento, etc., solo permite la explotacion de yacimientos aluviales excepcionalm ente ricos (School of Slavonic and East European Studies in the University of London, 1934: 22-23).

El Gulag, cuya existencia los britanicos desconocian , ya estaba abor- dando este m ism o problem a. La principal area m inera se encontraba al n od e de la isla de Sakhalin, una tierra rem ota y perm anentem ente cubierta de hielo a la que no se podia llegar en tren desde ninguna parte. Se en- viaba a los prisioneros hasta Vladivostok, y una vez alii eran transportados por mar, apinados en las bodegas de barcos m ercantes, hasta la nueva

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tierra d e K olym a. Y a m e h e re ferid o a varias m ig racio n es m otivad as p or el o ro : C alifornia, A laska, A ustralia y Sudafrica. K olym a su p ero to d as las m ig racio n es p re ce d e n te s d e es te tipo. T res m illo n es d e p erso n as, qu iza m as, fu e ro n enviad as alii co m o p rision eras. Casi to d as m u riero n alii (M an ­d elsh tam , seg u n p a re ce , m u rio p o r el ca m in o ) (C o n q u est, 1978 : cap . 9). F u n d am en ta lm en te , el trab a jo se p are cia al q u e ya h em o s visto : con stru ir ca m p o s y carreteras, y d esp u es ex ca v a r g ran d es m asas d e tierra h e lad a en b u sca d e o ro (e l estu d io b ritan ico se e q u iv o ca b a e n este p u n to , ya q u e en realid ad se req u eria p o ca m aqu in aria a cau sa d e q u e la m ay or p arte del o ro d e K olym a se e n co n tra b a a p o co s m etro s b a jo la esca rch a , d e m o d o q u e cav ar a m an o era su fic ien te ). B a sta b a n u nas cu an tas sem an as e n las m inas para d estruir la salud d e u n h o m b re fu erte (C o n q u est, 1978 : 162). E n este p a isa je ex tran o se co n stru y ero n p o r lo m e n o s 125 cam p o s co n sus in sta lac io n es h ab itu a les, a v e c e s co n m as d e una se d e cad a u no , d e m o d o q u e K olym a a lb erg ab a e n to ta l c ien to s d e asen tam ien to s d e a lam b re de pu as (C o n q u est, 1978 : 2 1 4 -2 1 5 ). H ay q u e su brayar q u e e n K olym a, co m o e n m u ch as otras p artes d el G ulag, el a lam b re d e p u as n o servia tan to para im p ed ir la fuga co m o para sim p lificar el co n tro l co tid ian o . N o h ab ia d o n d e huir. Esta p arte d el m u n d o tod avia n o estab a p rep arad a para n in g u n tipo d e vida h u m an a q u e n o fu e se la d el ca m p o d e co n c e n tra tio n .

U na co lo n ia d e p risio n ero s e n la Luna n o h ab ria sid o m uy distinta. Era tip ico q u e los p o c o s fugitivos tu v ieran q u e vivir b u sca n d o co m id a en tre la b asu ra e n las afu eras d el G ulag, ro b a n d o e n los a lm a cen e s d e los cam p o s o asa ltan d o ca m io n es d e p aso , h asta q u e, tarde o tem p ran o , to d o s e llo s v o lv ian a ser n atu ra lm en te cap tu rad os (C o n q u est, 1978 : 1 5 1 -1 5 2 ). Se trataba de u n asen tam ie n to h u m an o e n el q u e la vida, q u e era la q u e era, estab a lim itada al e sp a c io en tre alam brad as d e puas.

^Q uienes eran los in ternos d el Gulag? ,-De d o n d e provenian? La estruc- tura fund am ental de reclu tam ien to es b ie n co n o cid a : el terror es con tag ioso . R eco rd em o s e l p rin cip io b a s ico d e q u e el en ca rce la m ie n to era preventive>. Era sim p lem en te u na p ro lo n g a tio n d el m eto d o d e in tern am ien to d e civiles, en el q u e los civ iles e n e m ig o s eran en ca rce la d o s p o r sus p a ises d e aco g id a n o p o rq u e h u b ieran h e c h o n ad a sino p o rq u e , al ser ex tran jero s, p o d ian ser s o sp e ch o so s d e abrigar el deseo d e h a ce r algo. Los civ iles en e m ig o s so n un g ru p o claram en te d efin id o , p e ro cu an d o se ex tie n d e este m ism o m e to d o a la guerra d e clases , ya n o p u ed e ser d elim itad o p o r la realid ad tan g ib le de u n p asap o rte ex tran jero . ^D onde trazar e n to n ce s la lin ea d e la so sp ech a? S o lo u n p u n ad o d e ciu d ad an o s so v ie tico s eran trab a jad o res u rb an o s, h ijos de trabajad ores u rbanos y ellos m ism os activos politicam ente; ad em as, co m o es natural, p re c isam en te esto s era n esp e c ia lm e n te so sp e ch o so s , ya qu e,

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por su activism o politico, a saber que opiniones podian haberse form ado por si m ismos. Por consiguiente, todo el m undo era sosp echoso , lo cual era log ico , ya que. a fin de cuentas, iquien le deseaba lo m ejor al regimen?

Im aginem os, entonces, que alguien trabaja para la policla secreta y recibe una denuncia contra una persona al azar. iRealm ente puede igno- rarla? Esto proyectarfa sobre el m ism o la som bra de la sospecha. Por lo tanto hay que arrestar a esta persona, que por el m ism o hech o de haber sido arrestada ya sabe con certeza que se ha convertido en un enem igo potencial del regim en. D e ahi que el interrogatorio no pueda producir mas que la confesion y el encarcelam iento. La confesion genera un nuevo gru- po de sospechosos, form ado por todas las personas que estan im plicadas en la d eclaration del prisionero (una confesion crelble, que es el objetivo tanto del prisionero com o del interrogador, no puede involucrar solo a una persona, sino que tiene que destapar una c o n s p ir a t io n en toda regia). El encarcelam iento genera a su vez otro nuevo grupo de sospechosos, formado ahora por todos aquellos de quien puede suponerse que sim patizan con el prisionero, es decir, su familia y am igos. D el m ism o m odo que la confis­ca tio n de caballos sirvio para atom izar la sociedad cam pesina, separando a un pueblo de otro, el terror atom izo la sociedad rasa en su conjunto. La m ejor defensa era tener tan p ocos am igos com o fuera posible, y distanciar- se, hasta el extrem o de denunciarlos, de los m iem bros de la propia familia que estuviesen m ancillados por la sospecha. Por ejem plo, se sabfa que si el nom bre de alguien aparetia en la agenda encontrada entre las pertenencias de un prisionero, este alguien era inm ediatam ente encarcelado, asf que la prudencia aconsejaba abstenerse de toda correspondencia. Pero incluso con toda la prudencia del m undo, una epidem ia de este tipo -transm itida por el propio discurso hum ano, por asi d ec irlo - era im posible de contener (cfr. Conquest, 1990: cap. 9). La mas ligera ex p o sitio n im plicaba riesgo de contagio: cualquier contacto con un extranjero, por ejem plo, era una causa inm ediata de sospecha, hasta llegar al extrem o de que, en uno de los episodios mas asom brosos del regim en sovietico, los prisioneros de guerra rasos liberados fueron enviados a su regreso directam ente al Gulag. jHabian visto el m undo exterior! (Solzenicyn , 1974: pt. 1, cap. 6).

Fue durante la crisis militar de la Segunda Guerra Mundial y su pos- guerra que el control sobre las distintas naciones se volvio m as im portante para la represion sovietica. Rusia, por ejem plo, siem pre habla tenido una num erosa com unidad alem ana, en m uchos aspectos m uy integrada en la sociedad rasa. En 1941 fueron deportados 1,209.430 de los 1 .427.000 ciu- dadanos sovieticos de ascendencia alem ana en una o p eratio n que, desde luego, eclipsa el internam iento estadounidense de japoneses. Mas avan-

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zada la guerra, cuando los ejercitos nazis se vieron obligados a retirarse de su territorio, los sovieticos acorralaron a naciones sospechosas enteras: primero fueron los chechenos, los ingushes, los tartaros de Crimea, los karachais, los balkares y los kalmyk, y luego los griegos, los bulgaros, los armenios de Crimea, los turcos meskhetianos, los kurdos y los khemshines del Caucaso (Werth, 1999: 218-219). Los representantes de la sociedad civil fueron arrestados y mandaron a los demas al exilio en los Urales, Siberia o Asia central. Fue en esencia una operation de simplification etnica. El Caucaso y las costas del Mar Negro siempre habian albergado una diver- sa y compleja amalgama de pueblos, cosa que los hatia mas dificiles de controlar, pero en 1943 y 1944 Stalin (el mismo un georgiano y por tanto familiarizado con el area) se propuso solucionar este antiguo problema. Luego los ejercitos sovieticos llegaron a los pafses balticos y al oeste de Ucrania, regiones que previamente solo habian estado bajo control sovietico por muy poco tiempo, tras el pacto entre Stalin y Hitler en 1939- Debido a su peligrosa exposition a la democracia en los anos de entreguerras, se precisaban medidas severas, y cientos de miles de personas fueron en- carceladas en estos territorios recien conquistados (Werth, 1999: 236-238). En resumen, aunque el terror puro y duro contra la poblacion sovietica en su conjunto fue en todo momento central para el sistema estalinista, este nuevo enfasis etnico paso a ser cada vez mas pronunciado. Llevada a cabo la subyugacion del campo como tal, el regimen se expandia para colonizar la periferia, que naturalmente ahora incluia tambien la recien ocupada Europa del Este. La “gran zona” estaba ahora delimitada por el telon de acero, pero seguia controlandose desde las zonas mas pequenas de los campos de concentration.

Este proyecto de control sobre las distintas etnias simplemente por ser diferentes alcanzo su conclusion natural cuando la etnia de la diferencia por excelencia, esto es, los judios, se convirtio en el objetivo principal. En los ultimos anos de su vida, Stalin lanzo una campana antijudia, y a menudo se cree que estaba planeando una deportation masiva de los judios antes de su muerte el 5 de marzo de 1953 (Werth, 1999: 249).

Los lideres sovieticos, plenamente conscientes de la naturaleza con­tagiosa de un terror que tan a menudo habia afectado la propia cupula, se propusieron entonces frenarlo; poco a poco consiguieron apartarse del estalinismo, y a mediados de la decada de 1950 el Gulag habia reducido tanto su tamano que ya no era una presencia clave en el mundo sovietico. El 1° de enero de 1959 habia solamente 11 mil prisioneros politicos, menos que en cualquier otro momento anterior de la historia sovietica (aunque todavia muchos mas que bajo los zares, desde luego) (Werth, 1999: 256).

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D u ran te lo s an o s e n q u e fu n c io n o a p le n o ren d im ien to (1 9 2 9 -1 9 5 3 ) , e l G u lag se c o b ro u n o s 12 m illo n es d e vidas. E n esta s e c t io n ap e n as h e m en - c io n a d o lo s h o rro res q u e p re ce d la n la m u erte a cau sa d el trab a jo d uro, el frfo, la tortura y e l h am bre .

La supervivencia durante casi cuatro decadas mas del regimen sovie- tico, ridiculizado y odiado por sus subditos, sirve para poner de manifiesto la eficacia del Gulag como instrumento de control. La sociedad sovietica habia sido adiestrada mediante un shock, y el solo recuerdo del alambre de puas era suficiente para atemorizarla hasta la sumision. El alambre de puas, pues, podia servir para subyugar personas tan eficazmente como para subyugar animales. Sin embargo, este no serla todavla el exito mas horri­ble del alambre de puas. Aunque a menudo los campos de concentration del Gulag fueron en la practica campos de exterminio, no eran todavla instrumentos concebidos principalmente p a ra el sacrificio. Este uso final del alambre de puas, que representa la aproximacion mas perfecta entre las historias humana y animal, estaba reservado a los nazis.

4. Trenes a Auschwitz

Para los nazis la humanidad estaba dividida en razas que luchaban por el espacio. Esta lucha alcanzaba su climax con la guerra entre dos razas antiteticas: los alemanes y los judlos.

Los alemanes eran el pueblo arraigado a la tierra por excelencia. Lu­chaban por su tierra y la cultivaban. De hecho, la principal inspiration de los nazis fue el hecho historico de que durante la Edad Media los germa- nohablantes fueron expandiendo gradualmente el area de cultivo agricola europeo hacia el este, a menudo luchando para defender las tierras recien conquistadas. El objetivo nazi era repetir en el futuro esta expansion de modo que en las llanuras que se extienden al este de Alemania se crease un espacio vital (Lebensraum ) para los alemanes. Empezare, pues, subra- yando que el nazismo fue en esencia una ideologla colonizadora, cuyo objetivo, tlpico del siglo XX, era poner un determinado espacio bajo un control completo.

Aqul es donde entran los judlos: el control sobre esta tierra no podia ser completo mientras aun albergase judlos. Como este pueblo nunca habia tenido una relation directa con ningun espacio por el cual hubiese lucha- do y que hubiese cultivado, se segula que su existencia tenia que haber sido parasitaria respecto de la de los ocupantes originarios del territorio. Esta metafora biologica del parasito se articulo de infinitas maneras. Los

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ju d ios p o d ian ser co m o b acterias , co m o lo s g u san o s q u e se en cu e n tra n e n el in terior d e las herid as, co m o alim anas, co m o ratas, co m o lo b o s q u e se alim en tan d e o v e jas, co m o v am p iro s q u e se n u tren d e san gre, y asi su cesiv am en te . E n p o ca s p alabras, los ju d io s co n su m ian y d estru lan su org an ism o h u e sp e d (cfr. Hitler, 1939 : cap . 11). C on e l tiem p o, pu.es, u n e sp a cio a lem an acab aria s ien d o ju d lo a m e n o s q u e se im p id iera q u e los ju d ios e je rc ie se n su p o d er d e co n tro l parasitario . E n otras p alabras, o b te n e r u n e sp a c io a lem an n o so lo ex ig la u na p re sio n esp a cia l hacia el exterior, h acia el Lebensraum alem an , s in o tam b ien u na p re sio n esp a cia l ha cia el interior, tran sfo rm an d o d e a lgu n m o d o este e sp a c io e n Judenrein , lim p io de ju d ios. A s! p u es, esto s d os e s lo g a n e s nazis, Lebensraum y Judenrein, re p rese n ta n las d os caras d e la m ism a m an io b ra esp acia l, los en v ites ex - te rn o s e in tern o d e la m ism a o fensiva.

E n segu id a n o s d am os cu en ta d e q u e los co m u n istas y los nazis afron- tab an u n p ro b lem a sim ilar. A m b o s te n la n q u e en fren tarse a e n e m ig o s - e n u n caso , cap ita listas y e n el o tro , ju d io s - q u e , para em p ezar, n o esta b a n circu n scritos a u n u n ico esp acio . F o r eso , la o p e r a tio n d e co n c e n tr a tio n fue de e n o rm e im p o rtan cia para am b o s reg lm en es. P ero n o s estam o s ad e- lan tan d o d em asiad o . A ntes q u e n ad a, ic o m o lleg aro n a situarse lo s nazis en co n d ic io n e s d e llevar a la p ractica su id eologla?

Es una p regu n ta diflcil. Q u e u n a id eo lo g la tan to sca co m o e l n az ism o p u d iese llegar a insp irar u na n a tio n (y el nazism o e n A lem ania, a d iferen cia d el co m u n ism o e n Rusia, si q u e era au ten ticam en te p o p u lar) sirve para m ostrar lo ex ten d id a q u e estab a e n la e p o c a la o b se s io n a lem an a p o r el esp acio . E n e fe c to , la co n c ie n c ia d e las fron teras, d e estar lu ch an d o co n tra re stricc io n es ex tern as, era m uy p a lp a b le en la A lem an ia d e en treg u erras. E n la P rim era G u erra M undial, los so ld ad o s a le m an es h a b la n e x p a n d id o el area d e co n tro l m as alia d e sus fron teras h asta B e lg ica , F ran cia y Rusia. P erm a n e ciero n all! d u rante cu atro an o s d e guerra d e trin ch eras. D esp u es, p o r razo n es e co n o m ica s y estra teg icas inv isib les para el so ld ad o d e a p ie en las trin ch eras, A lem ania se h u n d io . E n lu gar d e u na ex p a n sio n , la g u e­rra a carreo u na c o n tra c tio n . En 1919 , el T ratad o d e V ersalles red efin io las fron teras a co sta d e A lem ania, q u e in clu so p erd io su con tin u id ad territorial: u n co rred o r p o la c o h asta el M ar B a ltico sep aro Prusia orien ta l d el resto d e A lem ania. En u n p rim er m o m en to , lo s n azis sed u jero n p rin cip a lm en te a eso s so ld ad o s raso s d e la g e n e r a tio n d el p ro p io H itler q u e se sen tian d efrau d ad os p o r el fracaso d e A lem an ia a la h o ra d e ex p an d irse m ed ian te su sacrificio .

El Tratad o d e V ersalles, co m p le ta m en te co n sc ie n te d el p o te n tia l a le ­m an para v en g arse , so m etio a A lem ania a u n sistem a de co n tro les ex tern o s:

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la limitation de su ejercito, la ocupacion temporal de parte de su territorio restante y un regimen de indemnizaciones para gravar su economia. En realidad, estas indemnizaciones fueron impuestas para pagar las deudas de guerra francesa y britanica. De ahi la curiosa estructura global de las finanzas durante toda la decada de 1920: Francia y Gran Bretana pagaban a los Estados Unidos sus prestamos de guerra tras recaudar esta suma, en concepto de indemnizaciones, de Alemania, que a su vez financiaba sus pagos pidiendo prestamos a Estados Unidos. Los intercambios financie- ros siempre son cuestion de equilibrismo, pero esta vez todo el mundo estaba especialmente nervioso, porque sabian como actuar en un sistema con un centro estable en Londres, pero ahora las finanzas britanicas eran un desbarajuste. Fue una crisis de transition en un momento en que el sistema centrado en Londres ya no funcionaba y el sistema centrado en Nueva York todavia se estaba constaiyendo. Asi pues, cuando la bolsa de Nueva York se desplomo en 1929, la fe en el sistema se quebranto. Cundio el panico y, empezando en Europa central, los bancos quebraron cuando los inversores reclamaron su dinero. En 1931 la economia mundial estaba colapsada, y las clases dirigentes de todos los paises desacreditadas.

En Alemania esto se tradujo en que los partidos liberal y conservador perdieron todo su apoyo. En la izquierda, el Partido Comunista paso a ser dominante, y un golpe de Estado al estilo bolchevique no parecia incon- cebible. La alternativa no comunista a la clase dirigente eran los nazis. Los votantes de la derecha siempre habian compartido el deseo nazi de revocar la contraction provocada por el Tratado de Versalles, y en este momento, con la amenaza de la Gran Depresion por un lado y del comunismo por el otro, el extremismo de los nazis dejo de percibirse como un inconveniente. Los nazis se convirtieron en el partido natural de la derecha, y en 1932 ya eran el partido dominante de la politica alemana (Hamilton, 1982). El 30 de enero de 1933, Hitler llego al poder.

Los nazis, a diferencia de los bolcheviques, llegaron al poder con autentica legitimidad democratica; y al igual que los bolcheviques, su objetivo principal era establecer un fuerte control centralizado sobre la base de la guerra permanente. En muchos sentidos, el programa nazi fue directamente moldeado por la experiencia de la Primera Guerra Mundial. Desde su punto de vista, ahora se encontraban en la emergencia cuasi militar de un combate contra la izquierda. Durante la Primera Guerra Mundial, en Alemania se sometio a los civiles peligrosos a “detention preventiva” o sch u tzh a ft (como se hizo con los ciudadanos britanicos en Ruhleben). Ahora se adopto una vez mas la misma politica y se aplico sistematicamente contra los enemigos del regimen (Broszat, 1968: 401).

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Alambre de puas

El 20 de marzo de 1933, se construyo cerca de Dachau el primer campo de concentracion del regimen nazi: una fabrica de municiones en desuso como consecuencia del Tratado de Versalles (volvemos a ver que en las fases iniciales de improvisacion se recurre habitualmente a las instalaciones disponibles, como por ejemplo fabricas vacias) (Berben, 1975: 2). Llevo varias semanas encontrar finalmente el alambre de puas para cercar el nuevo campo (Sofsky, 1997: 56). En general hubo mucha improvisacion en la creation por parte de las autoridades locales nazis de sus prisiones y campos de concentracion mas o menos autonomos y descentralizados, cuando arrestaron decenas de miles de enemigos potenciales del regimen en la primavera y el verano de 1933 (un documento ofitial cifra en 26.789 las personas en detention preventiva el 31 de julio) (Broszat, 1968: 410). Los prisioneros eran en su mayorfa activistas de izquierda, pero es dificil generalizar, porque al no haber llegado Alemania a su dictadura mediante una guerra civil, no habia prisioneros de guerra, sino que todos los arrestos eran de tipo preventivo, con el resultado de la habitual arbitrariedad en la definition del “enemigo”, que diferia mucho de un lugar a otro (Broszat, 1968: 407-408). Algunas cuestiones fundamentales quedaron en el aire. Por ejemplo -y esto es caracterfstico del modo en que los nazis tomaron el poder-, habia una confusion fundamental sobre quien tenia control sobre los prisioneros. <;Caian bajo el control de las instituciones estatales, como la Policia, o bajo el control del partido? En 1934, este debate se cerro con la decision de que los campos pertenecian a una institution del partido, las SS de Heinrich Himmler. Sin embargo, en este momento los campos no eran todavia un elemento muy importante en el sistema de poder nazi. Los nazis habian triunfado; es mas, eran incluso populares. El terror era en gran medida redundante. Tras la primera oleada de arrestos, los internos fueron puestos gradualmente en libertad, hasta que a finales de 1936 solo quedaron unos 7.500 prisioneros en todo el sistema aleman de campos de concentracion. En agosto de 1937 solo habia cuatro campos: Buchenwald, Dachau, Lichtenburg y Sachsenhausen (Broszat, 1968: 444-445).

En un primer momento los campos de concentracion consiguieron en gran medida su objetivo de reprimir a los enemigos del regimen. Pa- ralelamente, durante esos mismos anos Alemania estaba perfeccionando otro sistema de control sobre el espacio. Se trataba de impedir que los judios tuviesen la mas minima influencia dentro de Alemania, de negarles el acceso a cualquier tipo de bienes y poder. Era un proyecto a gran escala cuya implementation dependio de nuevo en gran medida de la iniciativa local. Saul Friedlander (1997: 139) cita un informe nazi del verano de 1935, cuando el proceso ya estaba muy avanzado:

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B ergzabern, Ed enkoben, H oeheinoed , B reunigw eiler y otras localidades p rohiben a los judios instalarse alii, asi com o vender o p o seer b ien es inm uebles [estaban en cam ino de convertirse en Judenrein]. B ad Toelz, Bad-R eichenhall, G arm isch-Partenkirchen y las areas m ontanosas de Baviera n o perm iten el acceso de los judios a sus balnearios [...]. En Apolda, Berka, B lankenstein , Suiza, Allstadt y W eim ar esta prohibido qu e los judios asistan al cine.

Los ju d ios e s ta b a n v etad o s e n las b ib lio te ca s e n M agd ebu rg y e n los tranvias e n E rlan g en y, so b re to d o , e n to d as p artes se le s im p ed ia e l a cc e s o a las p iscin as (la v isio n de la ca rn e d esn u d a era d e su m a im p o rtan cia para el im agin ario b io lo g ista n az i) (F ried land er, 1997: 122-123). E stam os aq u i an te la p rim era fase d e la e x c lu s io n to p o lo g ica , e n la q u e las v ictim as so n exclu id as d e d eterm in ad os p u n tos d e u n p ian o , lo cu al re p resen ta e l prim er p a so h a cia la e x c lu s io n fin al e n e l in terio r d e p u n to s lim itad os.

In c lu so d e jan d o d e lad o las p ro h ib ic io n e s ex p lic itas , la p ro p ia e x c lu ­s io n so cia l tu vo c o n se cu e n c ia s g eo g ra ficas. La co m u n id ad ju d ia se estab a traslad an d o y en cerra n d o g rad u alm en te e n si m ism a. Si tus c lie n te s a le - m a n es te b o ic o te a n , lo lo g ico es traslad arse a u n b arrio d o n d e h aya m as ju d ios. La co m u n id ad ju d ia siem p re h a b ia sid o m a rcad am en te u rb an a, y e n e se m o m en to se lim itaba e n gran p arte a u n o s p o c o s ce n tro s u rb an os. E n 1939, cu an d o A ustria ya fo rm ab a p arte d el R eich a lem an , m as d e la m itad d e lo s ju d io s vivia e n d o s u n icas c iu d ad es, V ien a y B e rlin (H ilberg , 1961: 106). D e ah i q u e m u ch as c iu d ad es p e q u e n a s p u d ieran p asar a ser

Judenrein, y q u e a e fe c to s p rac tico s la to p o lo g ia em p ezara a invertirse co n tra lo s ju d ios. Y a n o eran ex c lu id o s de d eterm in ad os sitios, s in o m as b ie n ex c lu id o s en el interior de d eterm in ad os sitios. A d em as, la v io len c ia co n tra lo s ju d io s era en d e m ica , d e m o d o q u e la p ru d en cia a c o n s e ja b a au- to lim itarse a las zo n as co n sid erad as segu ras. La v io le n c ia a in iciativa lo ca l y d escen tra lizad a d e s e m b o co fin a lm en te e n u n a v io len c ia a g ran esca la y p lan ificad a e n la K ristallnacht, la n o c h e d e lo s crista les ro to s d el 9 de n o v ie m b re d e 1938. Se lan zo u n p o g ro m o o rg anizad o d esd e arriba con tra tod as las co m u n id ad es jud ias, y tras esa n o c h e la vida se le s vo lv io m u ch o m as dificil. E l 6 d e d ic iem b re d e 1938, p o r e je m p lo , se p ro h ib io a lo s ju d ios d e B erlin la en trad a a todos lo s teatro s, t in e s , cab arets , sa las d e co n c ie rto s y d e co n fe re n cia s , m u seo s, ferias, sa las d e e x p o s ic io n e s e in sta lac io n es d ep ortivas, asi co m o (o b v ia m e n te ) a las in sta lac io n es d e b a n o p u b licas y privad as; h asta aq u i eran e sp a c io s cerrad o s, d e m o d o q u e el p ia n o co m o tal restab a tod avia ab ierto , p e ro e n to n ce s los ju d io s fu e ro n ex c lu id o s tam - b ie n d el ce n tra d e B erlin , “d e W ilh elm strasse d esd e L ep izigstrasse hasta

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A lambre DE PtJAS

Unter den Linden [...] de Vossstrasse desde Hermann-Goring-Strasse hasta Wilhelmstrasse, del monumento conmemorativo del Reich incluyendo la calle peatonal del norte” (Friedlander 1997: 285).

Casi hubiese parecido mas logico en este momento pasar a la defi- nicion positiva de un espacio limitado en el que todavia se permitiera la presencia de los judios. Sin embargo, como Goring habia lamentado ya en 1935 ante miembros del partido, “no tenemos ninguna isla a la que poda- mos deportarlos. Hay que tomar esto en consideracion” Friedlander 1997: 143). En otras palabras, la escasez espacial alemana era tan severa que no permitia siquiera aislar una reserva para los judios. Asi pues, parecian abrirse dos posibilidades: o bien adquirir mucho mas espacio, donde incluso los judios pudiesen ser alojados en algun tipo de reserva (aparentemente este era aun el objetivo ultimo) o bien, entretanto, deshacerse de los judios. Se fomento la emigracion, que era en realidad uno de los objetivos principa­l s del sistema de exclusion. De los cerca de 750.000 judios que en 1933 vivian en Austria y Alemania, en 1939 quedaban 330.892. Esta emigracion masiva, especialmente en su fase muy acelerada de 1938 y 1939, provoco presiones en otras partes. Una de sus consecuencias es especialmente digna de mencion. La policia suiza, al encontrarse con dificultades para controlar las fronteras del pais ante la llegada masiva de refugiados, pidio a las auto- ridades alemanas que identificasen de algun modo a sus judios, ya que de lo contrario podian pasar por alemanes y fingir ser turistas. En respuesta a la peticion suiza, todos los pasaportes judios fueron marcados en octubre de 1938 con la letra / . Aqui empezo el proceso de marcar a los judios para expulsarlos de la sociedad europea por medio de una definition simbolica.

De hecho, la presion hacia el exterior ya habia empezado y las operaciones alemanas tenian ahora un alcance europeo. La secuencia de los acontecimientos es conocida: el 13 de marzo de 1938, Austria fue anexionada al Reich, el 6 de octubre Alemania tomo posesion de algunas partes de Checoslovaquia con el consentimiento frances y britanico, y el 15 de marzo de 1939 tomo posesion del resto. Entonces Francia y Gran Bretana se comprometieron finalmente a defender Polonia en caso de que fuera el proximo objetivo, como por supuesto sucedio. Hitler exigia la restitution de la contigiiidad entre Alemania y Prusia oriental, Polonia se resistio y Stalin enseguida consintio en participar en el desmembramiento de Polonia. Asi que el 1° de septiembre de 1939 empezo la Segunda Guerra Mundial, y a finales de ese mes la parte occidental de Polonia ya estaba bajo control aleman.

Llegados a este punto, afloro la tension esencial entre los dos objeti­vos nazis, Lebensraum y Judenrein. Entre 1933 y 1939 se habia expulsado

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a 400 mil judios, y ahora, en tres semanas de combates, se habian adqui- rido 2 millones de judios en la parte de Polonia ocupada por Alemania. Puesto que estaban dispersos espacialmente en una red que iba desde la misma Varsovia (con 400.000 judios) hasta muchos pequenos pueblos y ciudades, el problema espacial se planteaba de un modo mas crudo que anteriormente, a lo que habia que anadir que ahora debia abordarse en tiempos de guerra. De modo que se requerian medidas incluso mas dras- ticas de control espacial sobre una poblacion considerada hostil y peligro- sa. A partir de septiembre de 1939 se improvisaron los planes. Una parte de Polonia iba a ser anexionada inmediatamente a Alemania y todos los judios iban a ser expulsados de alii hacia la restante parte occidental de Polonia, llamada Generalgouvernem ent (esta expulsion tambien se aplico a los polacos; los nazis estaban creando un Reich puramente aleman y todos los no alemanes se vieron afectados). Luego los nazis decidieron expulsar tambien a los judios de Alemania, con el objetivo de concentrar la totalidad de la poblacion judia en el Generalgouvernem ent. Por ahora se trataba de una concentration a gran escala: dentro del macrocosmos del territorio controlado por Alemania, solo un pequeno segmento iba a permitir judios. Pero incluso en este segmento, habia que controlarlos de algun modo. En Polonia, a diferencia de Alemania, los judios tenian una presencia significativa en las zonas rurales, lo cual planteaba a los opre- sores la habitual dificultad de controlar una poblacion dispersa por todo un territorio. Asi que se requeria una nueva concentration, pero ahora a pequena escala, a nivel del microcosmos. Dentro del Generalgouvernem ent, todos los judios iban a ser concentrados en guetos o pequenos enclaves dentro de unas pocas areas urbanas. La orden era que estos tenian que estar situados en cruces ferroviarios, cosa que tal vez sugiere la existencia de un plan para una evacuation futura, pero que tambien parece logico para facilitar la concentration en curso (tambien en el pasado la mayoria de campos de internamiento se habian ubicado en funcion del ferroca- rril) (cfr. Hilberg, 1961: 127). De hecho, los nazis justificaron esta politica como una continuation de los internamientos del pasado, y la orden se- creta de crear los guetos afirmaba que “la razon que hay que dar para la concentration de los judios en las ciudades es que los judios han jugado un papel fundamental en las emboscadas y los saqueos [contra el Ejercito aleman]” (Noakes y Pridham, 1988: 1052). Es decir, los guetos debian ser presentados como una politica estandar de control sobre una poblacion enemiga en tiempos de guerra.

Las grandes cifras absolutas que se barajaban hacian imposible una reubicacion en campos de concentration como en la Guerra de los Boers;

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A lambre de puas

d e ah i la co n c e n tra c io n d e lo s ju d ios e n e l interior de areas u rb an as. Esto re cu erd a a la e v a c u a tio n cu b a n a d e la p o b la c io n rural a las ciu d ad es, p e ro aqu i, a d iferen cia d e C uba, la co n c e n tra c io n iba a te n e r u na clara d e lim ita tio n esp acia l. Los g u eto s e s ta b a n fis icam en te d elim itad os d entro d e las c iu d ad es. S im p lem en te se traslad o la p ractica d el cam p o d e c o n ­ce n tra c io n a u n en to rn o u rb an o . P or e je m p lo , e n feb re ro d e 1940 , 1 6 0 .0 0 0 ju d ios fu e ro n traslad ad os al g u eto d e Lodz, c re a d o en b arrio s d eg rad ad os d e la ciud ad , cu ya p o b la c io n n o jud ia fu e a su v ez ev acu ad a ; se levant 6 u na a lam b rad a d e p u as a lred ed o r d el g u eto y a partir d el 1° d e m ayo la p o lic ia re c ib io o rd en e s d e d isp arar a los ju d ios q u e se a ce rca s e n a la a lam brad a (G ilb ert, 1985 : 116). Los m ateria les , y esp e c ia lm e n te la m an o d e ob ra , eran ab u n d an tes, y p o r co n sig u ie n te era hab itu al q u e lo s g u eto s estu v iese n ro d ead o s p o r estru ctu ras m as p erm an en tes , n o rm alm en te u n m u ro de lad rillos co n a lam b re de p u as e n su p arte su p erio r (cfr. Shavit, 1995 : 3 7 -5 0 ). H ay q u e n o tar q u e , c o n m as d e 2 m illo n es d e in tern o s en el co n ju n to d e lo s g u eto s, el sistem a a lcan zo d e in m ed iato la esca la d el G ulag. P ero este sistem a era cu alita tiv am en te d istinto: ah o ra el a lam b re de p u as ce rca b a u n d eterm in ad o g ru p o h u m an o e n su totalidad .

T o d o ib a en cam in ad o a m arcar y aislar a lo s ju d ios. Al m ism o tiem p o q u e se cre a b a n lo s g u eto s, lo s ju d ios tam b ien e sta b a n s ien d o m arcad os d e form a m as exp lic ita : a partir d el 23 d e n o v ie m b re d e 1 9 3 9 se le s o b lig o a llevar u na cinta co n la E strella d e D avid. La absu rd a red u n d an cia de co n cen tra r a to d o s lo s ju d ios e n u n u n ico e sp a c io y d esp u es m arcarlos a to d o s era e n rea lid ad tip ica de lo s n azis, q u e sen c illa m e n te u sab an cu a lq u ier tip o d e v io len c ia y co n tro l q u e se les ocu rria , d e m o d o q u e los ju d io s fu e ro n re iterad am en te p e rseg u id o s d e m u ch as m an eras distintas en rep etid as o ca s io n es .

,;Q ue ocu rria d en tro d e estas n u ev as areas d e co n cen tracio n ? El ries- go d e ep id em ias era o b v io y, d e h e c h o , re p rese n ta b a u na p re o cu p a c io n im p o rtan te para la p la n ifica c io n a lem an a. P o r in cre ib le q u e p arezca , esta fu e u na razo n ad u cid a en pro d e la c r e a tio n d e lo s g u eto s. Al fin y al ca b o , la en tera p e rs e c u tio n de lo s ju d ios se co n sid era b a co m o u na e s p e c ie d e cam p an a d e h ig ie n e p u b lica . Si se en ten d ia a lo s ju d ios seg u n e l m o d elo d el “p arasito ”, era natu ral co n c e b ir le s co m o p o rtad o res d e en ferm ed ad es. A cord o n arlo s n o era u n m ero acto d e co n tro l militar, s in o tam b ien u n acto d e co n tro l biologico. E n este co n te x to , lo s g u eto s se en ten d ian co m o u na e sp e c ie d e cu are n ten a p reven tiva , e s ta b le c id a para ce rc io ra rse d e q u e los ju d ios n o p ro v o caran u n a ep id em ia m ayor. U na v ez m as, v em o s el a lam b re d e pu as co m o in stru m en to m ed ico , au n q u e e n es te caso , a d ife ­ren cia d e la p ractica b ritan ica e n Su d africa, estab a p e n sa d o para p ro teg er

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III. contenci6 n . El alambre de puas en los campos de concentration

el e x terio r d el p erfm etro d e la en ferm ed ad p ro c e d e n te d el in terior, m as q u e para p ro teg er a q u ie n es e s ta b a n e n el in terior d el perfm etro . A si q u e la p o litica fu e arro jar a lo s ju d ios d en tro d e g u eto s e n u nas co n d ic io n e s ex trem as d e h acin am ie n to (7 ,2 p e rso n as p o r h a b ita tio n e n el g u eto d e V arsovia) (H ilberg , 1961: 15 2 ) y sin h ig ie n e algu na. E n V arsovia, p o r e jem - p lo , el a lcan tarillad o co la p so en el in v ierno d e 1 9 4 1 -1 9 4 2 , d e m o d o q u e lo s e x cre m e n to s h u m an o s ten ian q u e tirarse a la ca lle (H ilberg , 1961 : 172). Se h u n d io a lo s ju d ios e n la m iseria y se les h izo d e p e n d e r p o r co m p le to d e m in u scu los sum inistros d e co m id a d el exterior. E n Lodz, p o r e je m p lo , la p rin cip a l fu e n te d e a lim e n ta tio n e n fe b re ro d e 1942 era u n su m inistro d iario d e 150 g ram os d e p atata p o r p e rso n a (H ilberg , 1961 : 169). El tifus, la fie b re tifo id ea , la d isen teria y o tras ep id em ias n o tard aron e n v o lv erse co m u n es, co m o si asi q u isieran justificar los tem o res orig in a les a le m a n e s .10

C o m p arad o s c o n otras estru ctu ras d e in te rn a m ie n to m asiv o , lo s g u e to s p o la c o s p e rs is tie ro n d u ran te u n p e r io d o re la tiv a m e n te largo d e u n o s tres a n o s, e n el cu a l e l sistem a se e x te n d io a ciertas a re as o cu p a - d as d e la U n io n So v ie tica y lle g o a a lb erg a r la m ay oria d e lo s ju d io s d el p ro p io R eich . E n e s te p e r io d o m u riero n a lre d e d o r d e u n a q u in ta p arte d e lo s ju d io s d e lo s g u eto s , a p ro x im a d a m e n te m e d io m illo n d e p e rso n a s (H ilb erg , 1961 : 1 7 3 -1 7 4 ). D a d o q u e las c o n d ic io n e s e ra n m u ch o p e o re s q u e e n cu a lq u ie r in fraestru ctu ra an te rio r d e es te tip o , c a b e p re g u n tarse p o r q u e la m o rtan d ad n o fu e tod avia m ayor. T al v ez la c o n s id e ra t io n m as re le v a n te se a q u e , a d ife re n c ia d e lo s c u b a n o s o lo s b o e rs , lo s in te rn o s era n e n su in m e n sa m ay oria u rb a n o s y, p o r lo tan to , ya h a b ia n esta d o e x p u e sto s a las e n fe rm e d a d e s e n d e m ica s d e P o lo n ia . T a m b ie n h ay q u e r e c o n o c e r lo s e s fu e rz o s d e la p ro p ia co m u n id a d jud ia, q u e co n ta b a co n m u ch o s m e d ico s . E n cu a lq u ie r ca s o , a u n q u e la m o rtan d ad e n lo s g u eto s era m uy e lev a d a , e n si m ism a n o p o d ia sa tis fa ce r la n e c e s id a d nazi d e d e s h a c e rse d e lo s ju d ios.

C o n stan tem en te se d iscu tian las distintas alternativas. La id ea p rin ci­p a l segu ia sien d o la de u n a reserv a jud ia, e in c lu so se p e n so q u e tal v ez ah ora , co n las n u ev as p o se s io n e s p o lacas , se pod ria en co n tra r u n esp a cio e n el q u e aislarlos. Se co n sid ero b re v em e n te u n area al sur d e Lublin para u n a reserv a jud ia, e in c lu so u n o s 9 5 .0 0 0 ju d ios fu e ro n traslad ad os alii en 1940 , p e ro m as ad elan te se a b a n d o n o el p rogram a (a l fin y al ca b o , tod avia era d em asiad o ce rca de A lem an ia) (cfr. D w o rk y Van P elt, 1996 : 1 1 9 -120 ). A d em as, los nazis ya e s ta b a n estu d ian d o fu turos p lan es co n tra la U n ion

10. Sobre las enfermedades en el gueto de Varsovia, vease Roland (1992, en esp. caps. 7-8).

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Sovietica, y concentrar poblaciones enemigas a lo largo de fronteras peli- grosas era inadmisible. iDonde podia deportarse a los judios, pues?

En este punto, hay que aclarar cierto malentendido: a los nazis nunca les gusto la idea de concentrar a los judios en Palestina. Llegaron a la conclusion de que si tantos judios querian ir alii, tenia que haber gato encerrado. En terminos generales, la tipica suposicion antisemita (a partir de Losprotocolos d e los sabios de Sion) era que los judios planeaban tomar Palestina como el centra desde el cual urdir un plan para dominar el mundo (cfr. Hitler, 1939: 294). Asi que ni hablar, habia que enviar a los judios a algun sitio donde no quisieran ir. Acordemonos de Goring, lamentandose en 1935 de la ausencia de una isla a la que poder deportar a los judios; esto fue una consecuencia del Tratado de Versalles, que habia dejado a Alemania sin posesiones coloniales (Goring lo sabia de primera mano, ya que su padre habia sido el administrador de una de las colonias alemanas en Africa, la que corresponderia a la actual Namibia). Uno de los objetivos de guerra nazis era reconstruir este imperio colonial, cosa que tras la derrota francesa en el verano de 1940 parecia estar al alcance, y ademas con una isla adecuada para los judios de propina. Se foqo el plan de deportar a todos los judios europeos a la hasta entonces colonia francesa de Madagascar. Remotisima y rodeada por el oceano, esta isla parecia ofrecer una protection suficiente frente a los judios, incluso para la mentalidad nazi. En este momento, sin embargo, la expansion alemana empezo a chocar con la realidad. La victoria sobre Francia no puso fin a la guerra. Gran Bretana seguia combatiendo y todavia controlaba los mares. La gran evacuation naval a Madagascar era imposible, habia que encontrar otras soluciones (Jansen, 1997).

La expansion exterior que Gran Bretana habia frustrado se retomo por otro lado en el este. El 22 de junio de 1941, el Ejercito aleman inva- dio la Union Sovietica. Muchos historiadores creen que en ese momento los nazis esperaban el colapso de la resistencia sovietica, y que entonces finalmente podrian crear una reserva judia en las vastas areas que se les abrian. Asi pues, la solution del problema judio parecia estar al alcance de la mano. En muchos sentidos, este era el momento culminante para el imaginario nazi: el este se abria en la gran batalla librada contra las fuerzas del bolchevismo, que supuestamente era a la vez la esencia de la amenaza judia. Esta guerra extrema iba a requerir maneras extremas de ocuparse de los enemigos vencidos.

De hecho, en un primer momento se ocuparon vastos territorios y se hicieron millones de prisioneros de guerra. El mando aleman estaba prepa- rado para esta situation y dio las ordenes apropiadas con antelacion: “Hay

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que tratar a los miembros del Ejercito Rojo, prisioneros incluidos, con una cautela extrema y la mayor precaucion, ya que hay que dar por descontado que usaran tacticas de combate arteras. En particular, los soldados asiaticos del Ejercito Rojo son taimados, astutos y no tienen sentimientos” (Noakes y Pridham, 1988: 1090). Por consiguiente, los prisioneros de guerra tenian que ser sometidos a un regimen muy estricto.

La Primera Guerra Mundial habia estandarizado el procedimiento de control de prisioneros de guerra, asi que ahora el primer paso fue tambien reunir a los recien capturados en un cercado temporal, un terreno rodeado por alambre de puas. Sin embargo, en una clara muestra de la novedad que suponia esta guerra, ahora el Ejercito aleman hizo permanente esta estructura. Se abandonaba a los prisioneros de guerra sin cobijo alguno dentro de un simple perfmetro de alambre de puas rodeado por guardias armados con ametralladoras. Era la estructura de alambre de puas mas simple posible. Un testigo presencial describe un campo cerca de Chelm (Polonia) que albergaba unos 150.000 prisioneros: “Los prisioneros tienen que dormir sobre una gmesa capa de lodo sin siquiera un punado de paja. La comida es mas que escasa. Los prisioneros realmente se estan muriendo de hambre y comen hierba, paja y algun que otro desecho de la pila de basura. Se esta propagando una epidemia de disenterfa” (Dwork y Van Pelt, 1996: 261-262) -recordemos, por cierto, que los prisioneros que consiguieron sobrevivir y finalmente volver a la Union Sovietica fueron enviados al Gulag sin exception. Mientras tanto, los judios de las areas recien conquistadas corrieron peor suerte. Una vez mas se difundio la version de que los judios eran los principales instiga- dores de la guerra de guerrillas contra el ejercito de ocupacion, y que por tanto tenian que ser ejecutados en un acto preventive) de contrainsurgencia. Unidades moviles de ejecucion llegaban a las ciudades y pueblos que eran conquistados. Separaban a los judios del resto de la poblacion. Para ser los guerrilleros que se suponia que eran, los judios eran extraordinariamente ingenuos, solo habia que ordenarles que se agrupasen, y ellos lo hacian (la experiencia sovietica habia inculcado la sumision, a la vez que habia conducido a creer que cualquier alternativa, incluso los nazis, no podia ser peor que el pasado). Luego los conducian a algun lugar en las afueras de la ciudad, les obligaban a cavar una fosa, a permanecer de pie junto a ella, y entonces los abatian a tiros. Cuando todos estaban muertos, se cubria la fosa (cfr. Hilberg, 1961: sec. 7). Con toda certeza, mas de un millon de judios fueron asesinados de esta manera.

Hasta ahora hemos visto una escalada gradual de la violencia, ligada a una escalada gradual del esfuerzo de guerra aleman. En este momento llegamos al punto de inflexion que marca el inicio de la Solution Final.

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La se cu e n c ia co n cre ta d e d e c is io n e s y a co n tec im ien to s esta en v u elta en u n h a lo d e m isterio , p e ro el p an o ram a g en era l esta claro . E n p rim er lugar, la e x p a n s io n ex terio r co n tra la U n ion Sov ietica fracaso . Se co n q u istaro n ex ten sa s areas, p e ro el E jerc ito so v ie tico sigu io resistiend o . C om o d e co s- tu m bre, lo s in v asores e n co n tra ro n q u e las llanuras rusas eran d em asiad o v astas y su bd esarro llad as p ara p o d er ser co n tro lad as e ficazm en te . P o r otra parte, au n q u e sus perd id as fu e ro n rea lm en te in m en sas, e n cierto sen tid o el reg im en sov ietico estaba prep arad o para una crisis co m o esta. A p esar d e los d e fec to s en su c o n c e p tio n , h ab ia tratado d e llevar a ca b o la m o d e rn iz a tio n q u e le h ab ia faltad o a R usia e n la P rim era G u erra M undial. P o r lo m en o s, la U n ion So v ietica co n ta b a c o n las fab ricas d e tractores, ah ora d ed icad as a la p ro d u c tio n d e tan q u es. E n o to n o d e 1941 , el av an ce d el E jerc ito ale- m an fu e b lo q u e a d o . iQ u e d eb ia h a ce rse co n los ju d ios, pues? El es te era tod avia u n a zon a d e guerra y n o p o d ia a lo jar u n a reserv a judia. A dem as, c o n u n v ira je tan p e lig ro so de la s itu a tio n en el fren te, h ab ia q u e co n tro lar la retagu ard ia in c lu so co n m ay or severidad . E n p o ca s p alabras, co m o los ju d ios d e E u rop a n o p o d ian ser ex p u lsad o s, ten ian q u e ser ex term in ad o s.

U na o p tio n o b v ia p od ria h a b e r sid o fu silar a to d o s lo s ju d ios. Esto habria sign ificad o u na e x te n sio n a E u rop a C entral d el m e to d o ad o p tad o en las areas con qu istad as a la U n ion Sovietica. Las ven ta jas d e este m e to d o son evid entes. R equ eria m uy p o ca m an o de obra: en total h ab ia cu atro u nidades m ov iles d e e je cu c io n q u e ten ian en tre 6 0 0 y 1000 m iem b ro s cad a u na, es decir, m e n o s de u na m ilesim a p arte d el to tal d el e je rc ito in v asor a lem an estab a ex c lu siv am e n te d ed icad o a la m atanza d e los ju d ios. T a m b ie n se re q u e rian p o co s recu rso s: co m o la v io len c ia era tan bruta, n o h ab ia n e c e - sidad de n in g u n a in fraestru ctu ra e sp ec ia l q u e n o fu eran las h erram ien tas m as b asicas d e la m ovilid ad y la v io len c ia , es d ecir lo s ca m io n e s y las am etrallad oras am p liam en te d isp on ib les. A si p u es, ^por q u e los n azis n o s ig u ieron este m eto d o para la S o lu tio n Final? Esta es u na p regu n ta dificil q u e in ten tare re sp o n d e r m as ad elan te , p e ro la razo n p rincip al p a re ce clara: los n azis n o e s ta b le c ie ro n n in g u n n u ev o ap arato para co n tro lar g ran d es m asas d e p o b la c io n p o rq u e ya ten ian u n o en fu n cio n am ie n to . E n la e p o c a en q u e se d ecid io llev ar a ca b o la S o lu tio n Final, a fin ales d e 1941 , e l sis- tem a de cam p o s d e co n c e n tr a tio n d e las SS ya estab a m u y d esarro llad o y e n co n d ic io n e s d e re iv in d icar su lu gar e n el n u e v o p ro y ecto d e g en o cid io . U na v ez m as se u so el a lam bre de pu as, an te to d o p o r el m ero h e c h o d e estar a m ano.

R etroced am os e n el tiem p o para seguir la h istoria d e los cam p o s d e las SS. Cuando nos referim os a ellos p or ultim a vez estaban en su punto m as bajo: e n 1937 h ab ia cuatro cam p os, co n u na p o b la c io n de so lo 7 .5 0 0 in ternos en

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reg im en d e “d e te n tio n p reventiva” (term in o qu e, d ich o sea d e p aso , n u nca se a b an d o n o ). En ese m o m en ta , el reg im en d e terror d entro d e la A lem ania nazi se habla suavizado relativam ente, y as! ib a a p e rm an ecer casi hasta el final del con flicto (hasta q u e e n el veran o de 1944, cu an d o la guerra estaba claram en te perdida, los nazis p erd ieron su p opu larid ad y e n to n ces si qu e d esataron el au ten tico terror). P ero ya en 1937, H im m ler en co n tro m aneras d e exp lo tar los cam p os de las SS. A finales de 1937 se p u so e n m archa una nueva polltica de u so de los cam p os co m o cen tro s de traba jo forzado. Su fu n cio n principal era la e x tra c tio n de m ateriales de co n stru c tio n para los n u ev os p ro y ecto s de la arquitectura nazi. Se fund aron ladrillares e n Sachs- en h au sen y B u ch en w ald y, co n el tiem p o. se crearo n n u ev o s cam p os en las canteras d e granito de F lossenbu erg , M authausen, G ross-R osen y Natzweiler. El granito fue el o ro de esta p e q u e n a Kolym a. Es facil im aginarse el horror d el trabajo forzad o cortand o y transportand o pied ras pesad as. P u esto q u e la nueva ex p an sio n o b e d e c la a una m o tiv a tio n claram en te eco n o m ica , los cam p os fu ero n reconstru id os y red iseh ad os a m ayor escala , m o m en ta en el q u e em erg io la estructura avanzada de los cam p os de co n c e n tra tio n nazis q u e iba a co n so lid arse en el futuro (volvere inm ed iatam ente so b re este tem a para describ ir la arquitectura de los cam p os de las SS).

La infraestru ctu ra y los recu rso s esta b a n ahl, p e ro ^de d o n d e p ro v en - drlan los internos? E n 1937 esto era p rob lem atico , y en u n princip io H im m ler tu vo q u e enviar a lo s d elin cu e n tes co m u n es a lo s cam p o s. P ero p ro n to en co n tro a los in tern o s q u e b u scab a : la esca lad a d e v io len c ia d esatad a p o r la ex p a n sio n ex terio r d el R eich tra jo n u ev as vlctim as d e la re p resio n p o lltica , q u e so n el m e jo r tip o de p risio n ero para el trab a jo forzad o . El reg im en de terror o rig in a lm en te im p u esto e n A lem an ia e n la p rim avera d e 1933 se re in stau ro la p rim avera de 1938 e n Austria, y lu eg o , e n o to n o d e ese m ism o an o , en los territorios ch e co s re c ie n ad qu irid os; m as tarde, u n o s d iez m il jud los fu ero n arrestad os el 9 d e n o v ie m b re d e 1938 co m o p arte d el p o g ro m o de la K ristallnacht. A co m ien z o s de la guerra, el sistem a d e cam p o s d e las SS ya ten ia 25 m il p risio n eros . C on la guerra, esta cifra au m en to m u ch o m as. E n p rim er lugar p o r el in tern am ien to en cam p o s d e c o n c e n tra tio n los civiles en em ig o s q u e resid lan e n A lem ania (K o g o n , 1950: 1 8 0 -1 8 3 ). Y lu eg o p o rq u e se arresto de n u ev o co m o m ed id a d e p re c a u tio n a los en e m ig o s d el re g im en q u e ya h a b la n sid o arrestad os e n el p asad o (B ro szat, 1968 : 4 6 4 -4 7 1 ). M u chas v e c e s tam b ien los co m b a tie n te s de la R esisten cia de tod a E u rop a eran en v iad o s a los cam p o s d e co n c e n tra tio n a lem an es en v ez d e ser fu silad os e n el acto , al igual q u e los m iem b ro s d estacad o s d e la so c ied a d civil de lo s territorios co n q u istad o s, arrestad os e n b a se a las m ed id as p reven tivas estand ar (B ro szat. 1968 : 4 7 1 -4 7 2 ).

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N aturalm ente, aparte d el sistem a d e las SS, e n A lem ania tam b ien h abia m u ch o s cam p o s de p risio n eros d e guerra. A lgunos eran au ten ticos cam p os, co n stru id os seg u n el m o d elo d e la Prim era G u erra M undial, q u e es d o n d e se en cerrab a a los prision eros d e guerra occid en ta les. O tros eran las tram pas m orta les para p risio n ero s so v ie tico s ya m en cio n ad as. P o c o a p o c o m u ch o s p risio n ero s d e guerra so v ie tico s fu e ro n d erivad os d e esto s cam p o s a los cam p o s d e co n c e n tr a tio n d e las SS, esp e c ia lm e n te b a jo la p re s io n d e la e sca se z d e m an o d e o b ra (p u d ien cio ex p lo tarlo s, n o ten ia sen tid o d ejarlos m orir sin m as e n sus ce rca d o s d e a lam b re d e p u as) (B roszat, 1968 : 472 ). A co m ien z o s d e 1942 ya h ab ia u n o s 100 m il p risio n ero s e n los cam p o s d e las SS y el sistem a h ab ia ex p an d id o su infraestru ctu ra en o rm e m en te . Se crea ro n m u ch o s ca m p o s n u ev o s, cad a v ez m as grand es, d e en tre los cu a les A u schw itz fu e u n ca so ex trem o . E ste n u e v o ca m p o situ ad o e n u n im p ortan te cru ce ferrov iario e n la parte d e P o lo n ia an ex io n a d a al R eich fue d isen ad o a u na esca la m asiva, c o n cap acid ad para a lo jar a 200 m il in ternos, a u n q u e fin a lm en te n o se lleg o a co m p le ta r su co n s tru c tio n (s in em b arg o el co m p le jo d e A u schw itz lleg o a a lb erg ar en su a p o g e o a m as d e 100 m il in tern o s s im u ltan eam en te sin te n er e n cu en ta los q u e so lam e n te p asaro n p o r alii, q u e p o r su p u esto fu e ro n m u ch o s m as) (B ro sza t, 1968: 4 7 3 -4 7 5 ).

U na v ez m as, v em o s co m o la d isp onibilid ad tien e m u ch o q u e v er co n el c rec im ien to y d iv e rs ifica tio n d el u so d el a lam b re d e puas. La S o lu tio n F inal req u eria arrestar y m atar u n n u m ero m u y elev ad o d e p e rso n as e n un tiem p o relativ am ente co rto . Las SS p o d ian afirm ar p lau sib lem en te q u e eran ca p a ce s d e h acerlo . ^Por que? P o rq u e las SS p o d ian p o n e r a d isp o s itio n d e esta finalid ad la in fraestru ctu ra y la e x p e rie n c ia n ecesa ria s q u e h ab ian acu m u lad o para o tros p ro p o sito s co m o e l terror y el trab a jo forzad o . U na fu n c io n llev o a la otra: e l a lam b re d e p u as se h ab ia co n v ertid o ya e n una h erram ien ta estan d ar para e l terror y el trab a jo forzad o , y la n atu raleza del ases in a to m asiv o p a re c ia ser lo b astan te sim ilar co m o para p erm itir una a m p lia tio n d el u so de esta h erram ienta.

P aso ah o ra a o cu p a rm e d el s istem a d e ex term in io , q u e en a lg u nos a sp e cto s n o se d istingue d e los tratad os an terio rm en te e n el libro . U na vez m as, cen tro s d e a lam b re de pu as sirv ieron para co n tro lar el e sp a cio a gran e sca la cu an d o se cre o p o r tod a E u rop a u n sistem a q u e g iraba a lred ed o r d e lo s cam p o s de ex term in io . La caracteristica p rin cip a l d e este e sp a cio era u na asim etria to ta l en tre lo s p o d e ro so s y lo s d esvalid os, p o r lo qu e su rgen m u ch o s p ara lelism o s c o n el co n tro l h u m an o so b re lo s an im ales. Para d ecirlo sin tap u jo s, p e ro c o n p recisio n : los ju d ios fu e ro n co n tro lad o s e n E u rop a co n la m ism a e fica c ia q u e an terio rm en te se reserv ab a para an im ales co m o las v acas d el o e s te n o rteam erican o .

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E stos esp acio s tertian d os caras: la vida y la m u erte. A nibas eran esp e- c ia le s y fu era d e lo co m u n . Las v o y a d escrib ir b re v em e n te p o r este ord en .

La v ida d en tro d e lo s cam p o s d e ex term in io es ta b a co n stren id a p o r lim itacio n es e sp a cia les ex trem as, d efin id as, co m o ya h e m o s v isto , p o r u n sistem a d e cam p o s q u e era re lativ am en te rico e n recu rso s. E n 1937 , B u ch en w a ld p ro p o rc io n o el m o d elo b a s ico q u e im itaron los cam p o s d e ex term in io p ro p iam en te d ichos. El ca m p o estab a ro d ea d o p o r a lam b re d e pu as e lectrificad o (la red u n d an cia de la carga e lectrica ademas d e las pu as es m u y caracterlstica d el re g im en n azi d e v io len c ia e lev ad a al cu ad rad o ), h ab ia garitas de v ig ilan cia cad a 75 m etro s (c o n u na d en sid ad m ay or q u e e n e l G ulag, co n sus 180 m etro s en tre garita y garita), y p o r la n o c h e tod o el re cin to estab a ilum inad o c o n re flecto res. La p rin cip al caracterfstica q u e o b serv am o s es u na relativa ab u n d an cia d e recu rsos. P o r co n sig u ie n te , n o so rp ren d e co n sta tar q u e el re cin to estab a internamente d ivid ido m ed ian - te tineas d e a lam b re d e puas. U n cam p o de las SS era co m o u n cu ad ro d e M ondrian , u n rectan g u lo d ivid ido y subdivid id o e n rectan g u lo s m as p e q u e n o s d e d iversos tam an o s (K o g o n , 1950: 51 -52 ; Sofsky , 1997 : cap . 4 ). El e sp a cio estab a m u y restringid o y d elim itad o, s iem p re p o r m ed io d e ab u n d an te a lam b re d e pu as, n ad a q u e v er co n la e sca se z d e V orkuta.

H ay q u e su brayar q u e para los in tern o s d e los cam p o s d e las SS, el a lam b re d e puas n o era u n d eta lle sin im p ortan cia . Era e l tin ico rasgo d efm itorio d e su p aisa je . W olfgang So fsky e sc o g e la s igu ien te cita d e u n su p erv iv ien te para sintetizar su analisis d el e sp a c io d el cam p o : “E stam os sep arad os u n o s d e otros p o r a lam b re d e pu as. R esu lta o b v io q u e lo s ale- m an es s ien te n u n a fecto m u y e sp ec ia l p o r el a lam b re d e p u a s”. E sta es u na o b se rv a tio n correcta , qu e ya h em o s p o d id o co rro b o rar cu an d o h em o s visto las trin ch eras y los cam p o s d e p risio n ero s de la P rim era G u erra M undial, e n lo s q u e lo s a lem an es n o ten fan rival e n el u so ab u n d an te d e a lam b re d e puas. “V ayas d o n d e vayas, a lam b re d e puas. P ero a cad a cu al seg u n su m erito: a lam bre de calidad, ace ro in ox id ab le , co n u na alta d ensid ad d e puas m u y la rg as.” E stam os p u es an te a lam b re de pu as “p e rv e rso ” e n grand es can tid ad es. “A lam bre d e pu as e n h orizon tal, a lam b re d e p u as e n v ertica l” (Sofsk y , 1997: 4 7 ). A to d o esto h ay q u e an ad ir q u e las vallas eran particu- larm en te altas; e n A uschw itz, p o r e je m p lo , m ed ian cu atro m etro s (G u tm an y B ere n b a u m , 1994 : 14). Los h o rizo n tes es ta b a n litera lm en te lim itad os e in c lu so el c ie lo estab a d o m in ad o p o r u n o m n ip rese n te a lam b re d e puas.

C om o se d esp ren d e d e la cita d e Sofsky , p o r lo g en era l ab u n d ab an las a lam b rad as de pu as q u e co m p artim en tab an el cam p o y se co m b in a b a n para form ar su bestru ctu ras d e cam p o s d en tro d e cam p o s, co m o e n B e lz ec , el p rim er cam p o d e ex term in io d iseh ad o esp e c ifica m e n te para este fin y

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q u e fu e co n stru id o p au la tin am en te a partir d e feb re ro d e 1942. Su p lanta era casi u n cu ad rad o d e 240 p o r 25 0 m etros, q u e c o n e l tiem p o fue dividido co n alam brad as de p u as e n d os rectan g u lo s m as p e q u e n o s para crear areas sep arad as para el a lo jam ien to y el ex term in io (v er m ap a 8, b asad o e n Arad, 1987 : 4 3 7 ). El ca m p o d e ex term in io d e Sob ib or, co n stru id o en tre m arzo y abril de 1942 , ten ia u na estru ctura m as co m p le ja (v er m ap a 9, b asad o e n Arad, 1987 : 35). P artien d o d e u n a figura a p ro x im ad am en te rectan g u lar d efin id a p o r tres alam brad as d e pu as, fu e lu eg o d ivid ido in tern am en te en cu atro cam p o s, d os d e lo s cu a les e s ta b a n ro d ead o s p o r su p ro p io p erim e- tro d e a lam b re de puas. D en tro d e esto s m in icam p os, c ierto s b a rra co n es fu e ro n sep arad os m ed ian te su p ro p io p erim etro d e a lam b re d e pu as para crear e n cad a u n o d e e llo s u n ca m p o d en tro d e u n ca m p o d en tro d e u n cam p o . A un o tro e le m e n to d e a lam b re d e p u as q u e se abria p aso en tre to d o s esto s cam p o s y m in icam p o s era e l “tu b o ”, es decir, d o s alam brad as d e p u as q u e e n ce rra b a n u n es tre ch o ca m in o q u e llev ab a d e la es ta c io n de tren a las cam aras d e gas (Arad, 1987 : 2 2 -2 3 ) -e x a m in a re esta estru ctura c o n m as d eta lle cu an d o d escrib a el p ro c e s o d e ex term in io e n lo s cam p o s. La arq u itectu ra d e S o b ib o r fu e el m o d elo q u e sigu io casi al p ie d e la letra e l s igu ien te ca m p o d e ex term in io d isen ad o co n es te p ro p o sito esp e c ifico , T reb lin k a (v er m ap a 10, b a sa d o e n Arad, 1987 : 39 ). Los cam p o s d e e x ter­m in io ya se h a b ia n estan d arizad o . H ay q u e su brayar q u e el en tero recin to rectan g u lar d e S o b ib o r n o o cu p a b a m as d e u n o s 3 5 0 p o r 550 m etros: en lo s cam p o s d e ex term in io , el e sp a cio era ex trao rd in ariam en te red u cid o y los h o rizo n tes d e vida se lim itab an a lo s p o c o s m etro s en tre u na ca p a de a lam b re d e pu as y la sigu ien te.

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III. contenciPn . El alambre de puas en los campos de concentration

M apa 8. Campo de Belzec, otono-invierno de 1942. Reproducido de Arad 1987, 437. Reproducido con permiso, Indiana University Press.

A u schw itz n o era u n cam p o de ex term in io d isen ad o e sp ec ifica m en te co m o tal, sino sim p lem en te el m ay or d e lo s cam p o s d e las SS, q u e gra- d u alm en te fue tran sform ad o para p artic ip ar e n el g e n o c id io ju d lo . P or co n sig u ien te , este cam p o si q u e era d e e n o rm e s d im en sio n es , c o n sus 180 h ec ta re a s en cerrad as p o r a lam b re de pu as. Sin em b arg o , se m an ten ia el m ism o co n stren im ien to esp acia l q u e e n los cam p o s de ex term in io . El p rin cip al esp a cio de vida e n el su b ca m p o d e B irk en au estab a dividido m ed ian te u na sim p le cu ad ricu la d e seis p o r d os e n 12 su b ca m p o s m as p e q u e n o s , a lo q u e h ay q u e an ad ir m u ch o s b a rra co n es co n fu n c io n es esp e c ifica s d elim itad os p o r sus p ro p io s p erim etro s d e a lam b re, co m o p o r

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e je m p lo los d e la cu aren ten a , ad o n d e se m an d ab a a lo s p ris io n ero s en fer- m os (o tro cam p o d en tro d e u n ca m p o y o tro u so “m e d ico ” d el a lam bre d e p u as) (D w o rk y V an Pelt, 1996: 2 6 3 -2 6 4 y cap . 8).

Mapa 9- Campo de Sobibor. Reproducido de Arad 1987, 35. Reproducido con permiso, Indiana University Press.

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III. contencion. El alambre de puas en los campos de concentracion

M apa 10 . Campo de Treblinka, primavera de 1943. Reproducido de Arad 1987, 39- Reimpreso con permiso, Indiana University Press.

M uchas d e las p racticas d e la vida e n lo s cam p o s d e ex term in io a ce n tu a b a n au n m as el co n stren im ien to esp acia l, co m o p o r e je m p lo la

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habitual zona prohibida junto a la alambrada externa. De todas formas, con el espacio global tan limitado, tambien esta zona de separacion estaba muy constrenida y no era mas que una mera franja de muy pocos metros cerca de la alambrada. En los primeros campos de las SS aun estaba se- nalizada por un obstaculo no muy alto de alambre de puas, pero en los modelos posteriores de campo la zona prohibida se estandarizo como un area delimitada por completo de manera simbolica. Hay que notar que el constrenimiento espacial de la zona prohibida y su ulterior definition sim­bolica sirvieron para intensificar su presencia. Los prisioneros no podian evitar acercarse a esta zona, por lo que vivian con el miedo constante de cruzar la linea y que les disparasen (a veces los guardias jugaban al juego de ordenar a un prisionero que entrara en la zona prohibida y entonces le disparaban). La alambrada externa emanaba un area letal, definida vaga- mente y por tanto de forma todavia mas aterradora (Sofsky, 1997: 56-57).

El espacio reservado a la vida propiamente dicha era tambien extraordinariamente restringido. Acordemonos de los muchos ejemplos de barracones de prisioneros en anteriores campos de internamiento, construidos segun el modelo de los barracones militares. En la principal ampliacion de Auschwitz se siguio el mismo modelo, con la diferencia de que, para ahorrar gastos, el modelo imitado fue el de las cab allerizas m ilitares alemanas. Las caballerizas militares siempre estuvieron pensadas para poder ser construidas de forma rapida y barata (a menudo un ejercito se encontraba con la necesidad urgente de cobijar a muchos caballos en medio del campo), y por este motivo se adaptaban a las necesidades de la ampliacion de Auschwitz. Su capacidad original era de 52 caballos cada una. Los arquitectos alemanes estimaron que teoricamente esto equivalia a una capacidad de 550 hombres, que mas tarde revisaron al alza y fijaron en 744, simplemente para poder alojar mas prisioneros. En la practica, a menudo habia mas de mil prisioneros dentro de un solo barracon (vol- vere sobre la proportion entre el espacio humano y el espacio animal cuando trate de la cuestion de los vagones de ganado que condudan a los campos de concentracion). Los prisioneros se apinaban en sus aba- rrotadas literas (Dwork y Van Pelt, 1996: 263-267). Esta es la conclusion logica del proyecto de concentracion de los judios, a los que cada vez se les permitia usar menos espacio hasta llegar al punto de que, como explica Primo Levi (I960: 65), “tener un companero de cama alto era un infortunio y significaba perder horas de sueno”. Era imposible moverse a ningun sitio sin chocar con otro cuerpo. El unico espacio personal que les quedaba a los prisioneros (mientras aun estaban vivos) era el de su propia carne.

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III. contenciOn . El alambre de puas en los campos de concentration

Pero incluso esta carne ya no era suya. Especialmente en Auschwitz, ahora se marcaba corporalmente a los prisioneros judios. Esta practica tenia precedentes en el marcaje simbolico de la ropa. Los campos de las SS, por ejemplo, habian articulado desde sus initios un complejo sistema simbolico de tiras de ropa cosidas al uniforme. Este sistema heraldico identificaba varios tipos de prisioneros: un triangulo rojo para los prisio­neros politicos, uno rosa para los homosexuales y uno amarillo para los judios, triangulos que luego podian combinarse de dos en dos para formar Estrellas de David: amarillo y rojo para judio y politico, amarillo y rosa para judio y homosexual, etc. (Berben, 1975: 237). A esto hay que anadir que, igual que en el Gulag, a los prisioneros se les cosia su numero en la ropa (Solzenicyn , 1978: 58-59). A exception de los que eran enviados inmediatamente a morir, los internos de Auschwitz vivian bajo un regimen simbolico similar, solo que ahora no se marcaban sus ropas, sino su propia carne. Esto se hacia por medio de una especie de marca hecha con una aguja, que consistia en una combination de caracteres (que representaban el tipo de prisionero) y numeros (que indicaban su numero de serie) que se imprimian en la carne del prisionero. En un primer momento, la heri- da se infligia en el pecho, pero mas tarde se prefirio el brazo izquierdo. Entonces se introducia un tinte en la herida, y el resultado era una serial permanente (cfr. Pawelczynska, 1979: 92). Este marcaje (en sentido estricto, tatuaje) tenia una funcion practica en el sentido de que suponia aun otro obstaculo a cualquier plan de fuga, aun otro medio para seguir la pista al fugitivo. Es por esta razon que los esclavos y los animates siempre habian sido marcados (como hemos visto, por ejemplo, en el sur de Estados Uni- dos). Pero tambien tenia la funcion simbolica de despojar al prisionero de la sensation de control sobre su propio cuerpo.

De todas formas, la fuga era casi imposible. Fundamentalmente por la sencilla razon de que fugarse de un campo requiere tiempo y energia, cosas de las que no disponian los prisioneros. Los prisioneros de guerra britanicos todavia jugaron durante la Segunda Guerra Mundial al juego de la Primera Guerra Mundial de cavar tuneles, ser capturados y a veces incluso salirse con la suya (cfr. Vance, 2000), pero los internos de los campos de exterminio pasaban sus dias en un trabajo interminable, tratando lo mejor que podian de dormir las pocas horas que se les permitia. Este trabajo ilustra mejor que nada la asimetria total de poder entre captores y cautivos. Incluso en el Gulag el trabajo no solo se extraia mediante la violencia, sino tambien mediante incentivos. Habia distintas raciones de comida en funcion del grado de cumplimiento de las cuotas de production, lo cual era una prolongation de las practicas sovieticas fuera del Gulag (Rossi, 1989), de

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modo que por regia general uno trabajaba a causa de la zanahoria, no del palo. De hecho, extraer el trabajo humano mediante la pura violencia es muy poco frecuente, incluso en las sociedades esclavistas. Pero esta era precisamente la practica en Auschwitz. Primo Levi (2003, 73) lo describe con gran elegancia. Levi y su companero de trabajo se afanan por cargar un travesano de madera que pesa 80 kilos, y el hace la siguiente reflexion sobre esta experiencia:

“Me muerdo los labios profundamente: sabemos bien que el ocasionarse un pequeno dolor sirve de estimulante para poner en movimiento las ultimas reservas de energia. Tambien lo saben los Kapos: algunos nos golpean por pura bestialidad y violencia, pero hay otros que nos golpean cuando estamos ya bajo la carga, casi amorosamente, acompanando los golpes con palabras de exhortacion y de animo, como hacen los carre- teros con los buenos caballos”.

Es cierto que, a diferencia del interno de Auschwitz, un caballo puede conseguir por ejemplo un terron de azucar a cambio de su trabajo, pero la comparacion es iluminadora. Un hombre hambriento y condenado no se deja convencer racionalmente por nada en el mundo de que cargar un peso de 80 kilos redundara en su propio bien. La razon fracasa como medio de extraer trabajo y la violencia tiene que ocupar su lugar. Por consiguiente, desaparece la linea divisoria entre el trabajo humano y animal: el trabajo ya no se basa en ningun tipo de intercambio, ni en promesas o amenazas verbales, sino que se extrae de la victima por la fuerza, que es la manera como se extrae de los animales.

Un ejemplo incluso mas extremo de esta asimetria de poder era aun otra forma de control violento: el experimento medico. Ahora bien, cuando decimos, por ejemplo, que los nazis utilizaron a internos como cobayos humanos, parece mas simple de lo que realmente es. Damos por supuesto que un determinado animal se utiliza de forma natural para la experimentation, y que todo lo que los nazis tuvieron que hacer fue romper cierta barrera moral y pasar de los cobayos a los humanos. Sin embargo, ni siquieraTel cobayo es un sujeto experimental por naturaleza. Con esto no me refiero a una cuestion etica, sino historical para crear el animal de laboratorio hay que establecer una determinada estructura de poder. Para empezar, hay que preparar el animal para que alcance cier­ta condition biologica que sirva de background a partir del cual poder calibrar los efectos del experimento; ademas hay que controlar todo lo que le rodea, y no se le puede permitir ninguna action que interfiera con

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el experimento mismo. Sin estas condiciones previas, no podemos tener el control preciso y exhaustivo que requiere un experimento cientifico. Sabemos que en Auschwitz se dedicaron (relativamente) considerables re- cursos a la preparacion biologica de sujetos experimentales. Una pequena seleccion de internos, de entre los cuales el mayor contingente fue el de los gemelos, fue alimentada de forma razonable antes de la experimenta- cion (motivo por el cual sobrevivio un numero relativamente elevado de victimas de la experimentacion). Diariamente se realizaban observaciones detalladas, como analisis de sangre y radiografias, imprescindibles para experimentos como por ejemplo inyectar agentes colorantes en los globos oculares de los internos (el Dr. Mengele, el medico en jefe de Auschwitz, tenia un interes especial en el color de los ojos, pero hay que mencionar que en su mayoria los experimentos iban dirigidos a desarrollar metodos de esterilizacion y eran mucho mas horripilantes) (Gutman y Berenbaum, 1994: cap. 13). Los nuevos sujetos experimentales eran vistos como un activo valioso, como se puede ver en el siguiente ejemplo que relata Raul Hilberg (1961: 601-602): “El Dr. Dohmen, del servicio medico del ejercito, estaba interesado en investigar sobre la ictericia; hasta entonces solo habia inyectado el virus de humanos ictericos a animales sanos, pero ahora queria invertir el proceso e inyectar a humanos el virus de animales enfermos”. Aunque proporcionan un ejemplo del poder extremo que los nazis ejercieron sobre los internos, en general los experimentos medicos no tuvieron una presencia significativa en los campos. Los experimentos cientificos siempre son caros, y los campos, si bien mucho mas ricos en recursos que el Gulag, todavia intentaban recortar gastos; al fin y al cabo, eran tiempos de guerra.

Paradojicamente, el grado de eficacia que alcanzaron los campos como herramientas de control fue con secu en cia de que eran baratos. Ya hemos visto los ahorros en espacio, que tuvieron como resultado que los internos se vieran reducidos a casi nada mas alia de su propia carne. Por supuesto, los campos ahorraban tambien en comida. La radon oficial en Auschwitz consistia teoricamente (en la practica nunca se cumplia) en 350 gramos diarios de pan, un cuenco de sucedaneo de cafe para desayunar y un cuenco de sopa de nabos y patatas para comer (Gutman y Berenbaum, 1994: 24). El hambre, como ya hemos visto en otros casos, contribuia a la reduction biologica de los internos a meros receptaculos organicos, ya que ahora, como es natural, toda la vida del interno giraba alrededor de la necesidad basica de comer. Quiza la preocupacion que podia rivalizar con la de la comida era la de los excrementos. Aqui habia uno de los mayores ahorros en la planificacion del campo. Cada uno de los 12 subcampos de

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Auschwitz-Birkenau tenia 12 barracones de prisioneros, lo cual represen- taba unas diez mil personas por subcampo, que solamente disponian de una unica letrina (Dwork y Van Pelt, 1996: 264-266):

Haciamos cola para acceder a ese diminuto edificio, Ueno de excrementos humanos que nos llegaban hasta las rodillas. Como todas padeciamos de disenteria, raras veces podiamos esperar hasta que llegase nuestro turno y ensuciabamos nuestras ropas andrajosas, que nunca se separa- ban de nuestros cuerpos, anadiendo asi al horror de nuestra existencia el terrible hedor que nos envolvia como una nube. La letrina consistia en un foso profundo con tablones que lo cruzaban a determinados intervalos. Nos agachabamos en estos tablones como pajaros posados en un cable telegrafico, tan apretadas unas con otras que no podiamos evitar ensuciarnos mutuamente (Gisella Perl, cit. por Des Pres, 1976: 54).

Terrence des Pres, en su estudio El superviviente, sugiere que esta “agresion excremental” -com o la denomina- estaba planificada delibera- damente para reducir los prisioneros todavia mas a meros objetos biolo- gicos. Planificada o no, las consecuencias biologicas son obvias. Todos los peligros habituales de la concentracion (inanicion, hacinamiento e inmundicia) se llevaron hasta extremos sin precedentes. La disenteria era casi el pan de cada dia, y eran frecuentes los brotes de epidemias de tifus. Como ya se ha mencionado, habia areas del campo que fueron separadas mediante alambradas para convertirse en “hospitales” (aunque en realidad en estas cuarentenas simplemente se dejaba morir a los internos). De todas formas, en este nuevo tipo de campo, el control de la enfermedad podia ser incluso mas simple: a menudo se asesinaba a los internos enfermos, o incluso a barracones infectados enteros, enviandolos a las camaras de gas (Gutman y Berenbaum, 1994: 328), lo cual nos recuerda la reaccion habitual ante los brotes de epidemias entre animales domesticados, que es la matanza selectiva del rebano, es decir, el sacrificio de los infectados y de todos aquellos que sean sospechosos de estarlo.

Estas camaras de gas eran la caracteristica principal de los campos de exterminio. Del mismo modo que toda la geografia de la Europa judia orbitaba ahora alrededor de los campos de exterminio, cada campo orbi- taba alrededor de su camara de gas, y era la muerte la que definia la vida. Paso ahora a describir esta muerte.

Como instituciones de la muerte, el alcance geografico de los campos de exterminio, en particular el de Auschwitz, fue extraordinario. Los campos de exterminio mataron a personas llegadas de todo el continente, desde

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G recia a N oru ega y d esd e F ran cia a la U n io n Sov ietica . E sto fu e p o sib le gracias a u na g eo g rafia d e c o n c e n tra tio n y tran sp o rte q u e ab a rca b a to d o

el co n tin e n te .A co rd e m o n o s d e q u e e n P o lo n ia lo s ju d los fu e ro n co n cen tra d o s e n

g u eto s y m arcad o s co n la estre lla d e D avid d esd e m u y al p rin cip io d e la o cu p a c io n . L uego, ad ap tan d o se a las co n d ic io n e s p o liticas lo ca le s (e n m u- ch o s sitios lo s nazis e je r t ia n e l co n tro l p o r m ed io d e re g im en es lo ca le s), estas p o liticas se e x te n d ie ro n p o r tod a la E u rop a co n q u istad a e n vistas a

la S o lu tio n Final.A si p u es, d e en trad a las v ictim as ya esta b a n co n cen tra d a s d en tro d e

u n p erim etro d efin id o (u n g u eto p o la co , p o n g a m o s p o r ca so ). C uand o lleg a b a su tu rn o , se les o rd en a b a q u e se re u n iesen e n u n lu gar d eter- m inad o , g en era lm en te a lgu n e sp a cio ab ierto q u e tod avia q u ed a se e n el gu eto . D e p e n d ie n d o d e su r e a c t io n a la o rd en , esta p o d ia ir a co m p an ad a de reg istros rea lizad o s casa p o r casa y d esa lo jo s fo rzo so s d e las v ictim as hasta cu m p lir c o n la cu o ta d e d e p o rta tio n (p o r d esco n tad o , cu an d o el p lan era la liq u id a tio n total de u na localid ad , lo s registros eran m u ch o m as m in u cio so s). Si e l tren ya estab a listo, in m ed iatam en te se co n d u cia alii a las v ictim as, y si tod avia n o e sta b a listo se las en ce rra b a e n a lgu n ed ific io e n d esu so a la esp era d e p o d e r realizar e l traslad o (la p ractica hab itu al d el e n ca rce la m ie n to im p ro v isad o ). A si su ced io , p o r e je m p lo , e n Lublin:

P equ enas unidades de trawnikis [voluntaries ucranianos] com andadas por alem anes despertaron a gritos a los habitantes qu e dorm ian y les ordenaron qu e aband onasen sus viviendas sin dem ora y se congrega- sen en la calle [...]. Los pusieron en fila en colum nas de m archa y los esco ltaron hasta la sinagoga. Alii tuvieron qu e p erm an ecer hasta el am anecer, cuando fueron trasladados a pie hasta la Umschlagplatz [un intercam biador ferroviario] cerca del m atadero, donde em barcaron hacia

B e lz e c .11

C om o ya h em o s v isto , lo s g u eto s es ta b a n u b ica d o s (e n co n so n a n - cia co n las p racticas d e co n c e n tr a tio n an te rio re s) ju n to a e s ta c io n e s d e ferrocarril. Los tren es h a b ia n tran sp o rtad o a los ju d ios hacia los g u eto s y ah o ra lo s tran sp o rtab an desde lo s g u eto s a los ca m p o s d e ex term in io . E stos tren es n o rm alm en te esta b a n form ad o s p o r u n o o d o s v a g o n e s de p asa jero s para lo s gu ard ias y varias d o ce n a s d e v ag o n e s d e g an ad o para

11. De un juicio contra miembros de las SS celebrado en Wiesbaden, cit. por Arad(1987: 57).

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las victimas. Esta practica exige una explication. Habia muchisimos prece- dentes de transporte de humanos en vagones de ganado: lo hemos visto en el transporte de los “kulaks” al Gulag y, para citar un ejemplo menos siniestro, eran frecuentes los comentarios de los soldados aliados sobre una inscription en los vagones que los transportaban al frente occidental que rezaba “40 hom m es ou 8 cheveautf’, esto es, 40 hombres u ocho caballos (cfr. Farwell, 1999: 94) (si hacemos el calculo usando esta proportion, los barracones de Auschwitz, cuyo diseno original estaba pensado para 52 caballos, deberfan haber albergado 260 personas). Un vagon de ganado se adapta mejor al transporte masivo que un vagon de pasajeros porque es mas barato de mantener, ya que en realidad no es mas que una caja sobre ruedas. Esto hace pensar inmediatamente en otra ventaja del vagon de ganado para el transporte de prisioneros: el ganado no necesita ven- tanas, por lo que la caja es facil de vigilar. En la practica, las aperturas en los vagones que Servian para las deportaciones de judios normalmente se cubrian con alambre de puas (cfr. Hilberg, 1981: 17, 188; Arad, 1987: 65, 81; Gilbert, 1985: 408). El tren y el alambre de puas, dos tecnologias que habian ido siempre de la mano, ahora finalmente se fusionaban. En consonancia con el ahorro general de espacio en los campos de concen­tration, los vagones iban abarrotados, muy por encima de la recomenda- cion de “40 hombres” de la Primera Guerra Mundial. Por regia general, un vagon solia contener un centenar o mas de personas, de modo que el tren en su conjunto podia transportar varios miles, que era la remesa habitual de un envio de este tipo. El tren se convertia en una especie de campo de concentration movil, y las victimas veian como se les imponian inmediatamente las caracteristicas tipicas de los campos de exterminio: “Estabamos comprimidos en un tren de ganado cerrado. En el interior de los vagones de mercancias habia tal densidad humana que era imposible moverse [...]. El aire del interior del vagon estaba viciado por el olor de cuerpos y excrementos. Nadie pensaba en comida, solo en agua y aire” (Arad, 1987: 63). De hecho, lo que caracterizaba esta etapa del viaje era una inmensa sed. La mayoria de los judios polacos fueron asesinados du­rante el verano de 1942, pero incluso en invierno el calor era insoportable, porque cuando estan apinados, los cuerpos humanos crean mucho calor (volvere a ocuparme de este efecto biologico mas adelante). Los viajes eran largos por los frecuentes atascos (matar lleva su tiempo, por lo que los trenes de los que todavia vivian tenian que esperar su turno). Ahora bien, incluso en el transporte de vacas, donde se pone el maximo cuidado en el bienestar de los seres transportados, se produce normalmente alguna muerte durante el trayecto. Una publication de 1931 del Departamento de

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Agricultura de los Estados Unidos, por ejemplo, advertia de que “la tasa de muertes durante el trayecto oscila normalmente entre el 1 y el 3 por ciento, pero en algunos casos puede llegar hasta el 10 o el 15 por ciento. Estimaciones conservadoras situan el promedio de perdidas anuales pro- vocadas por muertes debidas a la fiebre del transporte y enfermedades afines en un millon de dolares como rmnimo” (Miller, 1931: 2).12 En los vagones de ganado que llevaban a los campos de exterminio, a menudo la mortandad era incluso mayor, y asimismo tambien era percibida por los gestores como un defecto del proceso.

Tambien esto requiere una explication. Sorprendentemente, la muerte en los vagones de tren no era un resultado deseado por los nazis. Aunque evidentemente el objetivo era matar a todas las victimas, era preferible que muriesen mas tarde: los cadaveres dentro de los vagones complicaban el problema de su elimination, ya que ahora tenian que ser transportados unos cuantos cientos de metros hasta el crematorio o la fosa comun. Todo esto conllevaba tiempo y mano de obra esclava, que los nazis estaban in- tentando economizar. En la practica, lo que querian los nazis era que las victimas llegasen por su propio pie lo mas cerca posible de la zona donde sus cadaveres pudiesen ser eliminados. Si menciono esto no es por la ironia facil, sino por la importancia de lo que nos ensena sobre la practica nazi: todo encaja a partir del momento en que lo consideramos desde el cadaver hacia atras. La caracteristica fundamental de los campos de exterminio es que se veia a los humanos como futures cadaveres, y en consecuencia su estructura venia impuesta por el problema de eliminar estos cadaveres.

Pero voy demasiado deprisa. Volvamos a las victimas en los campos de concentracion moviles de los vagones de ganado. En el caso polaco tipico partian de la estacion de tren que quedaba justo al lado del gueto y llegaban finalmente a otra estacion de tren en la misma entrada del campo de exterminio. Todas las memorias repiten la misma description del momento en que las puertas se abrian a una espeluznante rafaga de impresiones: “Afuera oimos todo tipo de ruidos, percibimos el hedor, pa- labras, ordenes que no entendiamos. Eran en aleman, pero no sabiamos

12. Como senala Tsovel (2004), este ya es el resultado de un largo proceso por el cual el transporte de animales se adapta a los medios de transporte modernos, en un primer m omento con unos espantosos indices de mortandad y, por consi- guiente, de perdidas para los propietarios. El transporte de judios a los campos era com parable no tanto al transporte contem poraneo de animales, sino al de mediados de siglo XIX, cuando era habitual la muerte de alrededor de un 15 por ciento del total durante el trayecto.

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que significaban. Los perros ladraban. Las puertas se abrieron de golpe” (cit. por Dwork y Van Pelt, 1996: 340) (desde el Gulag ya nos es familiar la presencia de perros, tambien omnipresentes en los campos de las SS). Entonces se ordenaba a los prisioneros -agrupados por perros, golpeados, disparados- que formasen en orden. En Auschwitz, este era el momento en que tenian que enfrentarse a la selection, es decir, a un momento de reduction explicita a meros receptaculos de materia organica. Medicos como Mengele, el experimentador antes mencionado, examinaban los pri­sioneros en cuanto organismos y decidian si eran aptos para ser explotados, ya fuese mediante el trabajo forzado o la experimentation medica. Los considerados aptos (habitualmente una pequena minoria) eran enviados a la derecha, tatuados y obligados a formar parte del modo de vida que acabamos de describir. El resto eran enviados a la izquierda. Asi funcio- naba en Auschwitz. En los campos de exterminio propiamente dichos, como Belzec, Sobibor o Treblinka, la inmensa mayoria de las victimas era conducida a traves del “tubo”. Como ya se ha mencionado, este era un pasaje estrecho entre dos altas alambradas de puas que serpenteaba a lo largo de unos cuantos cientos de metros por el campo y desembocaba en una de las areas mas pequenas del recinto (Arad, 1987: 68-89). Muy apropiadamente, el alambre de puas servia para senalar el ultimo camino que recorrian las victimas. No estaban solas, alii. A lo largo de la ruta, la violencia estatica del alambre de puas iba acompanada por una violencia activa que empujaba a las victimas hacia delante:

A ambos lados de la alambrada habia alemanes con perros. [...] Los alemanes golpeaban a la gente con latigos y barras de hierro a fin de que corriesen y se empujasen para entrar rapidamente en las “duchas”. Los chillidos de las mujeres podian oirse a lo lejos desde otras partes del campo. Los alemanes instaban a las victimas a correr con gritos de “jMas rapido, mas rapido, el agua se esta enfriando y hay otros que tambien tienen que usarlas duchas!” (Abraham Goldfarb, cit. por Arad, 1987: 86).

En este punto debemos apartarnos una vez mas de la perspectiva de las victimas y volver, finalmente, a considerar la perspectiva de los asesinos. iComo fueron posibles las camaras de gas?

La respuesta es compleja, porque las camaras de gas estuvieron en evolution constante. En este libro hemos visto muchos ejemplos de la adaptation gradual de la tecnologia, muy poco basada en una planifica- cion explicita. Ciertas herramientas estan a mano y en consecuencia son usadas para resolver algun problema nuevo, dando lugar con el tiempo a

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la co n s o lid a tio n y estan d arizacio n d e n u ev as p racticas. La m ism a form u la se ap lica a la h istoria de las cam aras d e gas.

Para em p ezar, A lem ania ya ten ia e x p e rie n c ia e n el a ses in a to en m asa m ed ian te e l gas: e n 1940 y 1941 , u nas 70 m il p e rso n as fu e ro n asesin ad as e n la p resu n ta eu tan asia d e lo s en ferm o s m en ta les. Esta o p e r a tio n se diri- g io co n tra ind ivid u os ex trem ad am e n te v u ln erab les q u e ya se e n co n tra b a n b a jo el co n tro l d e asilos q u e se su p o n ia q u e lo s cu id ab an . La m atanza d e en ferm o s m en ta les ib a a ex te n d e rse ah o ra a lo s ju d ios (D w o rk y Van Pelt, 1996 : 1 2 4 -1 2 6 ; Arad, 1987 : 9 -1 1 ).

El agente utilizado para m atar a los enferm os m entales fue el m o n oxid o d e carb on o . Este gas p u ed e o b te n erse facilm ente, co m o p o r e je m p lo d e los gases d e e sca p e d e m otores d e co ch e , y en el program a de “eu tan asia”, co n su n u m ero de victim as relativam ente p e q u e n o (hab itu alm en te d e 20 a 30 en cada e je cu cio n ), e l sum inistro de gas n o fue u n factor restrictivo. Esto d e jo d e ser asi cu an d o el gas se u so en la cam p an a d e m u cha m as envergadura contra los judios. E n Treblinka, q u e fue el principal escen ario d el ex term in io e n 1942, los p o co fiables m otores de m o n o xid o de carb o n o n o perm itian qu e la m atanza fu ese continu a, lo cual, co m o ya h em o s m en cio n ad o , p ro v o cab a atascos y b lo q u eo s d e trenes. T reb linka rep resen ta u na fase tem p rana del desarrollo , c iertam en te letal (alii fu ero n asesin ad os u nos 7 5 0 .0 0 0 jud ios), p ero insatisfactoria en term inos d e la p lan ificacion nazi (Arad, 1987: 87).

A hora d e b e m o s ex am in ar otra via d e d esarro llo e n la h istoria d e las cam aras d e gas. C om o ya se h a ex p lica d o , la p re o cu p a c io n fu n d am en tal e n los cam p o s n o era el p ro b lem a de la m atanza, es decir, d e sh a ce rse de lo s seres v ivos, s in o m as b ie n e l p ro b lem a d e d esh a cerse de lo s cad av eres. E n este cap itu lo h em o s v isto m u ch o s cam p o s d e co n c e n tr a tio n y h em o s co m p ro b a d o q u e e n cu alq u iera d e e llo s, in c lu so sin ser u n cam p o de ex term in io , so lla h a b e r u n gran n u m ero d e cad av eres. E n lo s cam p o s de co n ce n tra tio n d e las SS en particular, se hacla cum plir la d iscip lina m ediante torturas y e je cu c io n e s , lo cu al su m ad o al h e c h o d e q u e las co n d ic io n e s g en era les eran esp e c ia lm e n te duras, p ro v o ca b a u na elev ad a m ortand ad . Esto p lan tea u n p ro b lem a d e co n tro l b io lo g ico , co m o ya se m e n c io n o en el p rim er cap itu lo cu an d o ex am in am o s la s itu a tio n q u e ten lan q u e afrontar los m atarifes d e C hicago u n a v ez m u erta la v aca . E n el m o m en to e n q u e, co m o v aca , era p u esta b a jo u n co n tro l total, em p ez a b a u na n u ev a batalla p o r el co n tro l b io lo g ico de ella como cuerpo muerto. U no ten ia q u e lu ch ar co n tra las b acterias e in se cto s q u e q u erian ap ro p iarse d el cu erp o . La s o ­lu tio n d e C h icag o fu e la re fr ig e ra tio n , u na s o lu tio n cara q u e o b v iam e n te so lo fu e p o sib le p o rq u e la p o ste rio r v en ta d e este cad av er fin a n cia b a su p ro p io p ro cesam ien to .

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H abia q u e en co n tra r u n a m an era m as barata d e e lim in ar cad av eres h u m an o s. E n tiem p o s d e paz, lo s en tierro s p u e d e n llev arse a c a b o ad e- cu ad am en te y e l n u m ero d e tu m b as re c ie n te s n o es m u y e lev ad o . P ero cu an d o la m u erte o cu rre a esca la m asiva y ad em as b a jo e l esfu erzo e c o - n o m ico d e la guerra, la e lim in a tio n d e lo s cad av eres se co n v ierte e n u n serio p ro b lem a . A p esar d e n o ser la m e jo r so lu tio n , a m e n u d o se recu rre tod avia al en tierro e n u na fosa co m u n im provisad a. D e h e c h o , esta fu e la s o lu tio n q u e los nazis ad o p taro n e n sus m atanzas m o v iles d e ju d ios e n el area o cu p ad a d e la U n io n Sov ietica (y al p rin cip io se ad o p to tam b ien esta m ism a p ractica e n a lg u n o s ca m p o s d e c o n c e n tra tio n , co m o T re b lin k a) (Arad, 1987 : 167). O tra alternativa era la c rem a cio n , la in c in e ra tio n d e los cad av eres e n h o m o s d isen ad o s e s p e tif ic a m e n te para este fin. Si b ie n es m as cara q u e e l sim p le en tierro , la cre m a c io n o fre ce la u n ica resp u esta real al riesg o b io lo g ico q u e p lan tea e l a m o n to n a m ien to m asivo d e cad av eres. P or co n sig u ien te , cam p o s co m o A u schw itz ya fu e ro n e q u ip ad o s d esd e el p rim er m o m en to c o n crem atorio s, es to es, ed ific io s co n stru id os c o n el o b jetiv o d e co n te n e r lo s h o rn o s q u e d ebfan in cin erar lo s cad av eres (D w o rk y Van Pelt, 1996 : 176 -1 7 7 ).

U na p arte sign ificativa d el trab a jo d e los p ris io n ero s e n to d o s los cam p o s d e las SS ten ia q u e v er co n lo s cad av eres: llevarlos al crem atorio y u na v ez alii in cin erarlos. E ste trab a jo p o d ia v o lv erse m as p ro d u ctiv o (es decir, p o d ia ex p lo tarse m e jo r el trab a jo d e lo s p ris io n e ro s) si la m atanza y la cre m a c io n ten ian lugar e n esp a c io s co n tig u o s. Ya a fin a les d e 1941 , cu an d o A u schw itz n o era tod avia u n ca m p o d e ex term in io , se a lcan zo esta co n c lu s io n lo g ica y lo s p risio n ero s em p ez a ro n a ser e je cu ta d o s den- tro d e lo s p ro p io s crem atorio s. Es decir, se h a cia en trar e n el crem atorio a los p risio n ero s esco g id o s para la e je cu c io n , se le s fu silab a alii m ism o, y e n to n ce s o tros p risio n ero s d ep o sita b a n lo s cad av eres e n lo s h o rn o s para in cin erarlos (D w o rk y V an P elt, 1996 : 1 7 8 -1 7 9 ).

Al m ism o tiem p o q u e A u schw itz ex p e rim e n ta b a co n sus crem atorio s, lo h acia tam b ien co n m e to d o s d e fu m ig a tio n con tra los p io jo s. El ag en te estandar, el Z y k lo n B , h ab ia sid o u tilizad o p o r el E jerc ito a le m an d esd e 1917 , y a estas alturas su u so era rutinario . Se se llab a u na h a b ita tio n va- cia y o p erario s eq u ip a d o s c o n m ascaras d e gas lib era b a n Z y klo n B e n su in terior; los o p erario s re g re sa b a n p asad as 24 h o ras otra v ez eq u ip ad o s co n m ascaras d e gas y ab rian la h a b ita tio n p ara q u e se a irease d urante 20 h o ras m as. El Z y k lon B era u n ag en te e fica z q u e aseg u rab a el ex term in io d e to d o s lo s in secto s , p e ro p o d em o s co n sta tar q u e su a p lica c io n co n su - m ia m u ch o tiem p o. Y lo q u e es m as re lev an te , co n su m ia m u ch o espacio-. d urante casi d o s dias n o se p o d ia a cc e d e r a esa h a b ita tio n . E n los cam p o s

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d e c o n c e n tr a tio n nazis se p o n ia m u ch o cu id ad o e n ah o rrar e sp a c io , p o r lo q u e se in v estigaron m an eras para ace le ra r la a c t io n d el Z y k lo n B . En ju lio d e 1941 , in g en iero s a le m an es en co n tra ro n u n a s o lu tio n : si la h a b i­ta t io n se ca len ta b a a u na tem p eratu ra d e 30 grad os o m as, e l Z yklon B se ev ap o rab a d e m an era m as e ficaz y m atab a lo s in se cto s e n u na hora en v ez d e 24. E n cu an to al su b sig u ien te p e rlo d o n e ce sa rio para a irear la h a b ita tio n , era o b v io q u e p o d ia aco rtarse eq u ip an d o la h a b ita tio n co n v e n tila tio n artificial. A si p u es, u n a h a b ita tio n ca len tad a y v en tilad a p od ia servir p ara d esp io ja r ro p a e n 75 m inu tos. P ro n to se co n stru y ero n cam aras de gas e sp e c ia le s para este p ro p o sito (D w o rk y V an Pelt, 1996 : 2 1 9 -2 2 1 ).

C u and o se m atan h u m an o s e n m asa, la v e lo c id a d es im p ortan te . H ay q u e m atarlos rap id am en te y elim inar sus cad av eres en seg u id a para perm itir u n fu n cio n am ien to co n tin u o a esca la m asiva. A si q u e e n u n p rim er m o m en - to e l Z y k lo n B (q u e co n su m e m u ch o tiem p o , p rim ero para m atar y lu eg o para ser a iread o ) n o se co n sid ero u n b u e n can d id ato p ara ser u tilizad o corn o ag en te co n tra h u m ano s. P ero ah ora la e c u a c io n h ab ia cam b iad o , ya q u e e n u na h a b ita tio n ad ecu a d a m e n te ca le fa cc io n a d a el Z yklon B era u n a ses in o rap id o, y co n la ad ecu ad a v e n tila tio n era p o sib le a ce rca rse rap id am en te a lo s cad av eres y llevarlos al crem atorio . E n se p tiem b re d e 1941 , e n A u schw itz se rea lizaron ex p e rim e n to s e n lo s q u e p ris io n ero s d e gu erra so v ie tico s fu e ro n e je cu ta d o s co n e l n u ev o m e to d o d e la cam ara d e Z y klon B , q u e d em o stro ser ad ecu ad a para las n e ce s id a d e s n azis (D w o rk y Van P elt, 1996 : 2 9 2 -2 9 3 ).

A hora estam o s a p u n to d e v er la form a m as d esarro llad a d e m atanza y e lim in a tio n d e cad av eres, tal co m o se p u so e n p ractica e n A uschw itz y estam o s e n co n d ic io n e s d e re sp o n d e r a la p regu n ta m as im p o rtan te de esta s e c tio n : ip o r q u e el g e n o c id io nazi u tilizo el s istem a d e lo s cam p o s de co n ce n tra tio n ? E n otras p a lab ras, ip o r q u e n o se c in o al m e to d o d e m atan- zas m oviles? P arte de la resp u esta ya h a sid o m e n cio n ad a : s im p lem en te e n tan to q u e in stitu cio n es ex isten tes, los cam p o s d e las SS b u sca ro n m an eras de ex p an d irse , y p o r e so estu v ieron en can tad o s d e co n trib u ir al ex term in io de los judios. Esta es la e x p lic a tio n sencilla e institucional d el fe n o m e n o d el cam p o de ex term in io , q u e p o d em o s in terp retar e n el m arco d e la ten d en cia m as g en era l, q u e h em o s v isto a lo largo d el libro , d e b u sca r a p lica c io n e s para las te cn o lo g ia s d isp on ib les. P ero h ay otra e x p lic a tio n q u e aclara la v en ta ja d e los cam p o s d e ex term in io co m o in stru m en tos d e g en o cid io . Al co n cen tra r la m u erte , los cam p o s p erm itian asim ism o la co n c e n tr a tio n de los cad av eres, y p o r lo tan to u n m e jo r co n tro l d el riesg o b io lo g ico q u e co n lle v a la m atanza e n m asa. P u esto q u e el ex term in io d e lo s ju d ios es- tab a co n c e b id o d esd e el cad av er h acia atras, la co n c e n tr a tio n fu e lo g ica .

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De modo que a nivel arquitectonico se adoptaron las herramientas para concentrar seres vivos (el alambre de puas y los ferrocarriles) y al final del trayecto se anadieron las camaras de gas. En los campos de exterminio, el alambre de puas y las camaras de gas eran una unidad funcional.

Examinemos por ultimo esta unidad funcional en accion. A partir de 1943, la Solucion Final se llevo a cabo principalmente en Auschwitz. Des­pues de mucha experimentacion, el sistema se redujo a sus componentes mas elementales, que eran el uso de Zyklon B accionado por el calor y la combinacion de matanza y cremacion en una sola operacion.

Podemos volver sobre nuestros pasos y rehacer el camino de las victimas hacia las duchas que creian que eran parte del proceso higienico de ingreso en un campo de concentration. El edificio que tienen enfrente tiene varios espacios, cuya existencia todavia ignoran. El primer espacio es un “vestuario”, donde reciben la orden de desnudarse. Despues se les hace pasar a las “duchas”. Estas tienen una apariencia convincente y se encuentran en una habitacion relativamente grande, de entre 40 y 160 metros cuadrados. Se introduce por la fuerza a los prisioneros en medio de la aglomeracion tipica de los campos, en grupos de quiza mil personas. Luego las puertas que conducen de vuelta al “vestuario” se cierran. Se cree que en este momento muchas victimas entendian que estaban a punto de ser asesinadas. Entonces se liberaba Zyklon B en la habitacion por aberturas especiales normalmente ubicadas en el techo. Como ya hemos visto, cuando los humanos estan apinados des- prenden un calor considerable. En definitiva, se obligaba a los cuerpos de las victimas a aportar la energia necesaria para su propia muerte. Activado por el calor, el Zyklon B se evaporaba rapidamente y mataba a todas las victimas.

Entonces se ponia en funcionamiento el sistema de ventilation y se abria otra puerta, esta vez la que se encontraba enfrente de la que daba al “vestuario”. Ahora podemos desvelar que el edificio tenia tres espacios: despues de (1) un espacio para desnudarse y (2) uno para la matanza, venia (3) el crematorio, integrado en la misma estructura que la camara de gas. Entonces hacian pasar a otros judios, forzados a realizar el trabajo particularmente terrible de limpiar las “duchas” y prepararlas para el si- guiente grupo, cortar el pelo de las victimas, extraer los dientes de oro y finalmente colocar los cuerpos en los hornos (cfr. Gutman y Berenbaum, 1994: cap. 7). Podemos ver como encajan todos los elementos del sistema: las propias victimas se quitan su ropa, su propia carne (que es lo unico que les queda) provoca la accion del Zyklon B, y finalmente otros internos trasladan esta carne, ya muerta, a los hornos.

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III. contenciPn . El alambre de puas en los campos de concentration

Lo mas destacable de esta operation es su naturaleza biologica: las victimas son reducidas a organismos biologicos y son consideradas durante todo el proceso como tales. Para repetirlo una vez mas, la caracterfstica principal de los crematorios de Auschwitz es que estaban concebidos en vistas del problema biologico de eliminar los cadaveres. Resulta chocante decir que Auschwitz fue unico, entre otras cosas, por ser una forma de genocidio de inspiration ecologica. Pero por muy chocante que resulte, no es tan absurdo como pudiera parecer, ya que los nazis concibieron desde el primer momento su politica anti judia como una operation de higiene publica. El nazismo fue una ideologia biologicista, asi que su manifestation mas extrema, el Holocausto, tenia que estar inspirada por consideraciones biologicas. Esta podria ser una de las razones fundamen- tales de por que el trato de los nazis a los judios recuerda tanto al trato a los animales sacrificados.

Ya hemos recorrido la historia del alambre de puas, desde su inven­tion a su punto culminante, y ahora llega el momento de detenerse para hacer algunas observaciones sobre la signification de este instrumento.

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EPILOGO

E sta h istoria h a reco rrid o m u ch o s cam in o s, p e ro al fin y al ca b o e l argu- m e n to d el lib ro es s im p le y p u e d e resu m irse e n c in co tesis.

1. La p rim era es sencilla : la h istoria esta en carn ad a. A v e c e s p e n sam o s q u e esta h e ch a d e n o m b res , fe ch a s e id eas q u e in teractu an e n u n e sp a c io ab stracto d e re la c io n e s e in flu en cias. P ero la h istoria n o es e n ab so lu to abstracta , s in o q u e es u n a cu estio n d e ind iv id u os d e ca rn e y h u e so q u e in teractu an e n e l e sp a c io m aterial. No se p a re ce al a jed rez , s in o m as b ie n a la lu ch a libre . O b v iam e n te esto n o es n in g u n a n o v ed ad . M arx ya n o s e n se n o q u e an tes q u e n ad a la g en te tien e q u e com er, b e b e r y v estirse. E n este lib ro h e su b rayad o q u e in c lu so an tes q u e to d o e s o la g en te tie n e q u e m o v erse y o cu p a r e sp a cio . La historia , p u es, n o so lo tien e q u e v er co n la so c io lo g ia o la e co n o m ia . La h istoria tien e lu gar a m ed id a q u e la ca rn e se m u ev e d en tro d el e sp a cio , de m o d o q u e, en tre o tras co sas, tam b ien tien e q u e v er co n la b io lo g ia d e la ca rn e y la to p o lo g ia d el esp acio .

2. La seg u n d a tesis n o es tan a cep tad a co rn o la p rim era , a p esar d e q u e co n sid ero q u e se d esp ren d e d irectam en te d e ella: si la h istoria trata so b re ind ivid u os d e ca rn e y h u e so q u e in teractu an e n el e sp a c io m aterial, e n to n ce s n o se lim ita u n ica m e n te a la h u m anid ad . U na v ez m as, la h istoria n o se p a re ce al a jed rez , d o n d e lo u n ico q u e im p orta so n los m o v im ien to s de las 32 p iezas d el tab lero . A m en u d o p e n sa m o s q u e p o d e m o s sep arar a los h u m an o s d e su m u n d o, p ero e n este tab lero to d o cu en ta , au n q u e so lo sea p o rq u e esta en el mismo tablero, esto es, d en tro d el m ism o esp a cio . O qu izas o tro sim il seria m as p reciso . T en d e m o s a cen trarn os e n los h u m an o s

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porque los consideramos actores de la historia, en tanto que tienen deseos, se mueven de un lado a otro y de esta forma moldean la realidad. Pero todos los seres vivos tienen deseos, se mueven de un lado a otro, y por tanto tambien moldean la realidad; incluso la propia realidad material lo hace a su manera. As! que no hay extras, todos son actores protagonistas: humanos, animales y el terreno que comparten. Y puesto que todos estos actores ocupan el mismo escenario no pueden no interactuar, ninguna especie esta aislada del resto. Por tanto, la historia esta encarnada, y no solo en cuerpos humanos, sino en los cuerpos de todas las especies.

Estos dos primeros principios pueden considerarse una sintesis del enfoque general de la historia ambiental, pero he hecho otras tres afirma- ciones especificas.

3. Una de las caracterfsticas principales de la historia es el impe- dimento del movimiento. Biologicamente, los animales simplemente se mueven de un lado a otro. La historia empieza cuando son confinados en un lugar. Solemos empezar nuestras historias con el cultivo de los campos, la domestication de los animales y el nacimiento de las ciudades, procesos que emanan todos del mismo principio: el espacio deja de ser abierto. Al- gunas partes son separadas de otras, y ciertos humanos y animales se ven confinados fu e r a de un campo, dentro de un cercado, lejos de una ciudad. A lo largo de este libro, hemos visto como el impedimento del movimien­to esta ligado a la propiedad de la tierra y a la explotacion, a la historia militar y a formas de control politico. El impedimento del movimiento se aplica necesariamente a esferas tan variadas por ser tan elemental: para verse afectado, solo hay que ser capaz de moverse. Por lo tanto, aglutina a todos los actores historicos. Reducida a una formula, la historia consiste en humanos que transforman el terreno para impedir el movimiento de los animales y de otros humanos. Y buena parte de lo que importa en.la historia es que los distintos perlodos estan definidos por distintas ecua- ciones entre humanos, terreno y animales, de tal modo que se posibilitan diferentes formas de impedimento del movimiento.

4. En particular, podemos caracterizar una ecuacion moderna entre los actores. Con la production industrial, especialmente de hierro, los humanos pudieron desplegar de forma rapida y barata barreras eficaces que podlan extenderse a lo largo de grandes espacios. El impedimento del movimiento pudo dictarse a gran escala desde un unico centro. Esto represento una novedad. En el mundo premoderno, el control llegaba a ciertos puntos y a las lfneas que los conectaban, sencillamente no habla suficiente impedimento del movimiento como para cubrir un piano en- tero y ponerlo todo bajo control. La modernidad cambio esta situation e

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invirtio la topologia: el control llego a todas partes y solo se permitio el movimiento en puntos aislados, es decir, no controlados desde un centra. La signification historica del alambre de puas consiste en su actuation como agente de esta inversion topologica.

5. A un nivel biologico elemental, que se nos impida el movimiento es desagradable. Queremos movernos de un lado a otro, y que esto se nos niegue es en si mismo doloroso. Es mas, el impedimento del movimiento es normalmente doloroso por la sencilla razon de que la manera habitual de impedir que hagamos lo que deseamos es provocarnos dolor. Asi pues, hay una relation directa entre el impedimento del movimiento y la violen- cia. El alambre de puas fue tan eficaz porque podia ejercer dolor a gran escala de forma rapida y barata, y por eso se uso para conseguir el control a gran escala. En consecuencia, condujo naturalmente a la violencia y al dolor a gran escala, que fueron las caracteristicas principals del periodo que va desde 1874 hasta 1954.

Desde luego, en 1874 nadie pensaba que los siguientes ochenta anos se basarian en el dolor y la violencia. Pero el error de los optimistas se explica facilmente porque no pensaban en terminos de historia am- biental. Creian que los humanos eran esencialmente distintos del resto. Marx, a quien podemos tomar como ejemplo, pensaba que la historia era un proceso de creciente control humano sobre la naturaleza (lo cual era correcto, desde luego), y que cuando este control fuera total, los huma­nos ya no necesitarian explotarse unos a otros: la modernidad anunciaba el reino de la libertad. La promesa del marxismo, que es la esencia de la promesa de la modernidad, era esclavizar la naturaleza con el fin de libe- rar a la humanidad. Pero iy si la humanidad misma formase parte de la naturaleza? De hecho, la modernidad lo puso todo -e l mundo con todas sus especies- bajo control, y los humanos, naturalmente, compartieron el mismo destino. Por lo menos en este caso particular, acabo siendo asi: una especie que esclaviza a otra forja sus propias cadenas.

iEs una simple relation de causa-efecto? <;La esclavizacion de los animales conduce a la esclavizacion de los humanos? En lineas generales, este libro se ha desplegado cronologicamente, desde la invention del alambre de puas en el oeste norteamericano hasta sus usos bien conoci- dos en el Gulag y Auschwitz, pasando por sus aplicaciones militares en las guerras coloniales y en la Primera Guerra Mundial. Seria demasiado simplista sostener que en esta secuencia cada eslabon de la cadena causo el siguiente. Al fin y al cabo, los nazis habrian perseguido a los judios con alambre de puas o sin el. Sin embargo, hay algunos nexos causales importantes.

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El a lam b re d e pu as p ro b a b le m e n te se habrfa in v en tad o c o n o sin los e x p e rim e n to s d e H e n iy R o se co n su v a ca insu m isa. P ero e l o rig en ag rico la d e la in v e n cio n fu e significative) para su d esarro llo posterior. U n p e d azo d e a lam b re d e pu as n o es, litera lm en te , m as q u e u na esp in a , u n trozo in- sign ifican te d e h ierro . P ero el ca so es q u e se p u ed en a lin ear k ilo m etro s y k ilo m etro s de estos trozo s d e h ierro , lo cu al los tran sfo rm a e n u na n u eva herram ienta esp ecia lm en te util para el control. P ero je o m o llegar a d isp on er d e eso s m iles d e k ilom etros? P ro b a b le m e n te n u n ca habrfa su ced id o sin la agricu ltu ra n o rteam erican a .

Los m ism os m ateriales y la m ism a inventiva q u e llevaron a la crea cio n del alam bre d e puas e n 1874 ya existian m en o s de u na d ecad a antes, cu an d o la guerra civil estad o u n id en se en g en d ro to d o tip o d e in n o v acio n es m ilitares co m o la am etrallad ora, el aco razad o o e l su bm arin o . T a m b ien ex istia , en esta m ism a guerra y en sus cam p o s d e p risio n eros , la n eces id a d d e algo p a re c id o al a lam b re d e puas. P ero au n asi, e l a lam b re d e pu as n o se uso. iC o m o es p osib le? Lo q u e h em o s v isto e n este lib ro es q u e para q u e el a lam b re d e pu as fu e se u sad o en la guerra o en el co n tro l p o litico , p rim ero ten ia q u e ser b ara to y estar am p liam en te d isp on ib le . Y el u so re n ta b le d el a lam b re d e pu as, in clu so cu an d o tod avia era re la tiv am en te caro , v ino d e la agricultura, d e la n eces id a d d e ex p lo ta r rap id am en te esp a c io s vastisim os. E sto tuvo lugar en A m erica d el N orte durante la d ecad a d e 1870 . El a lam bre d e p u as en tro e n la h istoria h u m ana (a e fe c to s p ractico s, d urante la G uerra d e los B o e rs ) so lo d esp u es d e q u e su p re c io d ism inuyera tras d os d ecad as d e d esarro llo agricola . E n re tro sp ectiv a , el a lam b re d e p u as pod ria h a b e rse v isto ya en su m o m en to co m o u na h erram ien ta e ficaz para p ro p o sito s m i­litares y p o litico s. P ero es p ro b a b le q u e sin el in cen tiv o e c o n o m ico d irecto d e la agricultura, n o h u b iese su p erad o n u n ca la en o rm e b re ch a q u e sep ara u n p o c o d e a lam b re de pu as (q u e , h isto ricam en te h ab lan d o , n o es n ad a) d e m u ch o a lam b re d e pu as (q u e , h isto ricam en te h ab lan d o , es m u ch o ). A ntes d e u sarse en la guerra y la re p resio n h u m anas, tuvo q u e p asar p o r lo q u e p u ed e co n sid erarse su p e rio d o de fo rm a cio n d e cap ital, cu an d o m o n to n es y m o n to n es de a lam b re d e pu as fu e ro n acu m u lad o s y p u esto s e n stock . So lo e n to n ce s fu e ro n p o sib les las a p lica c io n e s p o steriores.

E n es te sen tid o restringid o, p o d em o s d ecir q u e e n realid ad el a lam ­b re d e p u as em erg io de la h istoria ag rico la n o rte a m erica n a y q u e, d e lo con trario , n u n ca se h u b ie se in v en tad o , de m o d o q u e, sin el o e s te n o rte - a m erican o , es p o sib le q u e la p e rse c u c io n d e los ju d ios h u b ie se ad o p tad o u na form a distinta. A si p u es, p o r ex tran o q u e p u ed a p arecer, p o d ria ser q u e sin lo s ran ch o s d e a lam b re de pu as q u e e n cerra b a n las v acas te jan as ta m p o co h u b ie se ex istid o A uschw itz. Q u iero q u e se m e en tien d a b ien , de

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modo que lo dire de otra manera: no estoy sugiriendo la insensatez de que, sin los ranchos, podrfa no haber existido el Holocausto. Simplemente digo que, sin los ranchos, podrfa no haber existido Auschwitz. El Holocausto fue el producto de un larguisimo y complejo proceso historico que tuvo que ver con ideologias europeas y alemanas y con el fracaso de la sociedad alemana moderna, lo cual es independiente de la historia del alambre de puas como tal. De todos modos, la forma del Holocausto -los campos de exterminio- fue ciertamente un producto de la historia tecnologica y am- biental examinada en este libro. Sin alambre de puas, los campos hubiesen sido demasiado caros de construir en un primer momento, por lo que no se habrian convertido en la tecnica habitual que llegaron a ser a mediados del siglo XX. Los regfmenes se habrian apoyado en otras herramientas de control. Y la persecution nazi de los judios tambien habria tornado formas distintas. Por ejemplo, podrfa haber tornado la forma de pogromos a gran escala, que era lo que temia la mayoria de judios de la epoca. La novedad especifica del Holocausto -los campos de exterminio- representaba un desarrollo tecnico especifico que se initio en 1874. No tiene nada de in- verosimil sugerir que sin este desarrollo tecnico no habria habido campos de exterminio. Y aunque es meramente una cuestion de forma, no es en absoluto una consideration trivial, pues ^no es Auschwitz el simbolo mas poderoso de las catastrofes del siglo XX?

Este ejercicio contrafactual, sin embargo, asume un mundo en el que el alambre de puas no se habria inventado en la agricultura y sin embargo habria sido necesario en la guerra y en la politica. Esta es una premisa fundamentalmente falsa. El alambre de puas se invento porque todo un cumulo de avances tecnologicos condujo en una unica direction y surgio la posibilidad, y con ella el deseo, de controlar el espacio no solo como una secuencia de puntos aislados, sino de un modo total a lo largo de un piano entero. Por consiguiente, en la agricultura, en la guerra y en la politica se necesitaba una herramienta barata de control sobre el espacio que pudiese ser desplegada rapidamente a gran escala. Consi- derado desde esta perspectiva, el orden de los acontecimientos es casi indiferente. En retrospectiva, podemos ver por que la agricultura, con su incentivo economico, era donde era mas facil y natural que la invention tuviese lugar. Pero la necesidad era la misma en todas partes, y por este motivo en todas partes se uso la misma herramienta. Esta idea, antes bien que la de causa-efecto, estructura la argumentation de mi libro. No estoy sugiriendo que la esclavizacion de las vacas en el oeste norteamericano causara la Primera Guerra Mundial, el Gulag o el Holocausto. La cuestion principal, mas bien, es la similitud y la continuidad entre estos aconteci-

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mientos. Todos ellos tuvieron que ver con el control a gran escala sobre el espacio, lo cual equivale al impedimento del movimiento, que a su vez equivale a la violencia.

Hay un error intrfnseco en una afirmacion como “los nazis trataron a los judios como a los animales”. Esto nos hace pensar en terminos de una imagen falsa. Por un lado, los judios europeos, quienes en el curso normal de las cosas se ocupaban tranquilamente de su vida (quiza tomando el tranvla para ir a trabajar, embarcando en barcos o viajando en trenes de pasajeros), y por otro lado ciertos animales como las vacas, que en el curso normal de las cosas viven encerrados en alambre de puas y luego son concentrados para ser sacrificados. Entonces llego la Solution Final, y los judios fueron tratados como lo son normalmente las vacas. Pero esto es falso, porque en el curso normal de las cosas, las vacas buscan comida por un espacio abierto de extensos pastizales, pastan, crlan, forman reba- nos, se desplazan, intentan evitar los depredadores lo mejor que pueden y, si lo consiguen, mueren a una edad avanzada. Esta es la vida natural de la vaca, y el rancho -su opuesto- es en cada detalle tan artificial como el campo de exterminio. Asi pues, los nazis no se basaron en como se trataba tradicionalmente a los animales, sino que tanto lo que hicieron a los judios como lo que los rancheros hicieron a las vacas fue, en cierto sentido, contem poraneo, una expresion del mismo orden de control his- torico. Primo Levi se pregunto, acerca del interno de Auschwitz, “si esto es un hombre”; cabe preguntarse igualmente, acerca del interno de un rancho, “si esto es una vaca”, y la pregunta, en ambos casos, es dificil de responder. Lo que tenemos en ambas situaciones no es un animal natural, sino el producto de un proceso historico especifico, el mismo en los dos casos. La modernidad hizo posible una asimetrfa total entre los poderosos y los desamparados. Con esta asimetrfa de poder pudo controlarse todo lo relacionado con la vida de un organismo y, como resultado, se creo un nuevo tipo de ser vivo. Tanto las vacas como los humanos sufrieron la misma ecuacion moderna del hierro sobre la carne, y asi ambos se transformaron en lo que puede considerarse una especie completamente nueva: la victima del control extremo. Esta victima, animal o humana, es el heroe del siglo XX.

El alambre de puas ya ha perdido la centralidad historica de que disfruto desde 1874 hasta 1954. <;Por que? Una primera respuesta que a alguien podria venirle a la cabeza es que hemos pasado del impedimento del movimiento a su facilitation, que la nuestra es una epoca de globaliza­tion. Ya estamos acostumbrados al apoyo incondicional o a la critica de la globalization. La gente se ha entusiasmado o consternado por igual sobre

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el mismo fenomeno desde el siglo XVI y, desde una perspectiva todavia mas amplia, el mundo ha acumulado lineas de conexion a lo largo de toda su historia. Sin lugar a dudas, distintas epocas tienen niveles de conexion cualitativamente diferentes, pero es simple y llanamente una ilusion pensar que nuestra epoca constituye una transition clave a este respecto. Proba- blemente, la transition mas importante tuvo lugar a mediados del siglo XIX. Buena parte de esta ilusion reciente tiene que ver con la celebration periodistica de Internet como una revolution. Internet es un fenomeno historico interesante, pero tambien es, fundamentalmente, una interfaz facil de usar del telefono, que a su vez es fundamentalmente una interfaz facil de usar del telegrafo. A pesar de que esta creciente facilidad de uso es ciertamente de enorme importancia, no deberiamos perder de vista lo que realmente se ha logrado. La funcion crucial de Internet en terminos de historia mundial -que permite la sincronizacion global del comercio y la politica- es precisamente el logro del telegrafo. Cuando decimos que, en terminos de historia mundial, vivimos en la era de Internet, en realidad queremos decir (y con razon) que vivimos en la era del telegrafo. Hay que subrayar que el nuestro es un mundo que, en muchos aspectos, es con- temporaneo de todo el periodo que va desde mediados del siglo XIX en adelante. Transporte oceanico y continental masivo, control gubernamental que llega a todas partes, interdependencia economica y politica global: esta ha sido la forma del mundo durante los ultimos 150 anos.

Una vez constatado esto, podemos ofrecer una valoracion mas sobria de la conexion global. Centremonos en el ferrocarril, probablemente la tecnologia de conexion mas importante en la historia mundial. El ferrocarril pone vividamente de manifiesto la relation entre conexion y desconexion: mi tesis es que la primera es directamente proportional a la segunda. Las mismas lineas sirven para ambos propositos, solo que la conexion se percibe mas facilmente. Todo el mundo pensaba en los ferrocarriles como grandes conectores, no como desconectores. Pero tambien desconectaron. Poco despues de la puesta en funcionamiento de la red de ferrocarriles, el alam­bre de puas ya la protegia y la convertia en un vehiculo de la parcelacion del espacio en celdas limitadas por alambre de puas. Las mismas lineas de conexion actuaron como lineas de desconexion. Esto puede generalizarse en forma de ley geometrica (de la cual hemos visto muchos ejemplos en el libro) que se puede expresar formalmente asi: toda conexion conlleva una desconexion igual ortogonal a ella.

Un ferrocarril, por ejemplo, conecta Nueva York y Chicago en una linea que conecta el este con el oeste. Poco despues se levanta una linea de alambre de puas que desconecta el norte del sur. Por supuesto, la historia

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n o es geom etrfa , p e ro au n q u e la ley n o p u ed e ap licarse c o n la m ism a n eces id a d m atem atica en to d o s los caso s , e s sin em b arg o am p liam en te ap licab le . El co c h e y e l te le fo n o co n e c ta ro n fam ilias c o n sus p arien tes y am igo s le ja n o s y, e n u ltim a in stan cia , lo s d e sco n e cta ro n d e sus v ec in o s; lu eg o la te lev isio n , sin duda, fu e u n p a so m as alia y d e sc o n e c to lo s m iem - b ro s d e la fam ilia u n o s de otros. E sto n o es u n ju ic io d e valor, p o rq u e el te le fo n o es m e jo r q u e a lg u n o s v ecin d ario s y la te lev is io n es m e jo r qu e a lgu nas fam ilias. P ero v a le la p e n a te n er p re sen te este p rin cip io . A1 fin y al ca b o , so lo te n e m o s u n cu e rp o co n el q u e o cu p a r e sp a c io y co n e l q u e co n e ctar: si n o s m o v em o s aqu i, n o n o s m o v em o s alii, y si e scu ch a m o s o m iram os aqu i, n o escu ch a m o s o m iram os alii. A si d e sim ple. P or tan to , es im p o sib le cam b iar la red d e co n e x io n e s d el m u nd o. Lo q u e h a o cu - rrido co n la em erg en cia d e las te cn o lo g ia s co n e ctiv as n o es u n au m en to d e la co n ectiv id ad total, s in o u n ca m b io e n su naturaleza. H ay la m ism a cantid ad d e c o n e x io n en tre la g en te q u e h a h ab id o siem p re , p e ro ah ora se can aliza u na parte cad a v ez m ay or a traves d e red es artificiales. Estas p u e d e n v o lv e rse fu en tes tan to d e b e n e fic io s co m o d e co n tro l, co sa q u e e n su m o m en to fu e la razo n fu n d am en tal d e su co n stru c tio n . N o v iv im os e n u n m u n d o e n el q u e h a crec id o la co n e x io n , s in o s im p lem en te e n u n m u n d o e n e l q u e ha crec id o co m o cap ita l e c o n o m ico y p o litico . U na v ez m as, n o en tie n d o esto co m o u n a critica a n u estro m u nd o: lo q u e aq u i es im p o rtan te para m i arg u m en to es q u e seria fa lso ad scrib ir e l p a p e l cad a v ez m e n o r d el a lam b re d e pu as a la em erg en cia d e u n a n u ev a e p o c a d e co n ectiv id ad . P o r u na parte, esta e p o c a v ie n e e x istien d o d esd e h a ce u n sig lo y m ed io , y p o r otra, h a sid o e n to d o m o m en to y sim u ltan eam en te u n a e p o c a n o so lo d e co n e x io n , s in o tam b ien d e d e sco n e x io n .

D e to d o s m o d o s, e n este p u n to p od ria su gerirse q u e lo s p a p e le s relativos d e la c o n e x io n y la d e s c o n e x io n h an cam b iad o , y q u e a m ed id a q u e las te cn o lo g ia s d e c o n e x io n se v u elv en fu en tes d e b e n e fic io s m ayores, la d e s c o n e x io n p ierd e im p ortan cia . H ay m e n o s n eces id a d d e im p ed ir el m o v im ien to y el m u n d o se ha v u elto m e n o s v io len to . Y hasta cierto p u nto esto es sin duda v erd ad ero . La seg u n d a m itad d el sig lo X X n o h a p rod u ci- d o nad a eq u iv a le n te a A uschw itz. Y lo q u e tod avia es m as im p ortan te, la v io len c ia p a re ce h a b e r sido h isto ricam en te m arginad a. E n realid ad , e n la seg u n d a m itad d el sig lo X X , tu v iero n lugar trem en d o s esta llid os d e v io le n ­cia. E n C hina, d u rante las d ecad as d e 1950 y I9 6 0 , el esta lin ism o , q u e en si m ism o ya era u n a m o d e rn iz a tio n d esca b e lla d a e im itativa, fu e im itad o inclu so m as d escab ellad am en te p o r el m aoism o. H u b o d ecen as d e m illones d e m u ertos p o r la h am b ru n a p ro v o cad a p o r el g o b ie rn o y la rep resio n , e n la q u e fu e la m ay or ca tastro fe h u m an a d e la h istoria seg u n el n u m ero

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absoluto de victimas. Posteriormente, entre 1975 y 1979, aunque mucho mas pequena en terminos absolutos, la imitation camboyana del maoismo fue incluso peor que este en relation al tamano de la poblacion en su conjunto. Podriamos mencionar muchos mas casos, como el de Rwanda, donde en fecha tan tardia como 1996 morn cada dia de media mas gente que en Auschwitz, usando solamente machetes y palos. Durante todo este tiempo, la violencia fue descendiendo por la escala tecnologica y fue apartandose de los centros de la historia mundial. La violencia dejo de ser tan importante. Los acontecimientos que hemos examinado en este libro (el colonialismo, las dos guerras mundiales, el experimento sovietico y el Holocausto) fueron a su vez los acontecimientos mas importantes de ese perfodo, los que determinaron todo lo demas. Pero Rwanda o Camboya, e incluso muy probablemente el maoismo, no fueron mas que episodios secundarios.

En resumen, la violencia no se ha reducido, sino que se ha concen- trado mas en los margenes y asi se ha vuelto menos visible para la gente del centra. En otras palabras, hemos regresado al mundo de antes de 1914. Sospecho que el final del siglo XX no sera recordado como un perfodo de ruptura con el pasado, sino como exactamente lo opuesto, como el cierre del circulo que empezo a principios de siglo. El comienzo del siglo fue una etapa de transition, el perfodo de la llegada de la modernidad. La revolution tecnologica de la segunda mitad del siglo XIX llevo a una crisis de transition. Las nuevas tecnologias permitieron el control total y lo concentraron en unos pocos centros de poder. El mundo no sabia muy bien que hacer con ello: el miedo al potential del ferrocarril dio lugar a la Primera Guerra Mundial, los suenos del potential del control moderno dieron lugar al experimento sovietico, la transition a un unico centro mundial en Estados Unidos dio lugar a la Gran Depresion, y todo esto dio lugar a la Segunda Guerra Mundial. Pero para entonces el centro ya habia aprendido la lection: Europa fue refundada como una unica entidad, las finanzas mundiales fueron reordenadas con un centro estadounidense y se consiguio evitar la eruption de la Guerra Fria y finalmente acabar con ella. Ya no habia necesidad de la violencia porque se habia logrado esta- blecer un control efectivo. El mundo finalmente se habia transformado en un unico sistema que, aparentemente, era estable. Asi pues, podemos ver con precision que el alambre de puas fue una herramienta de transition en un momento en que la domination del mundo desde un centro tenia que establecerse mediante la violencia. No es que la importancia del alambre de puas disminuyera porque la historia cambiara su curso, sino todo lo contrario: tuvo exito, y por esta razon ya no se tuvo mas necesidad de el.

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Epilogo

Si e l a lam b re d e pu as se retiro d el e sce n a rio p rin cip a l d e la h istoria h u m an a a cau sa d el p ap e l m e n o r q u e ju e g a ah i la v io len c ia , ta m b ien se h a retirad o e n g ran m ed id a d e la h istoria an im al p o rq u e aq u i la v io len c ia y e l co n tro l h an au m en tad o co n sid era b lem e n te . El co n tro l sutil d el a lam ­b re d e pu as d e jo d e ser su fic ien te m en te e fectiv o . E n realidad , e l u so d el a lam b re d e pu as para im p ed ir el m o v im ien to d e lo s an im ales p re su p o n e u n a m ovilid ad co n sid erab le , e n el sen tid o d e q u e los an im ales p o r lo m e- n o s p u e d e n ir h asta la valla. E ste ya n o es el ca s o e n la industria an im al co n tem p o ra n e a . O p eran d o a u na e sca la m u ch o m ay or q u e e n el p asad o , la industria n e ce s ita a lo jar m u ch o s m as an im ales e n u n e sp a c io q u e, co n e l n u m ero c re c ie n te de h u m an o s y co n el tran sp o rte cad a v ez m as barato , se v u elv e cad a v ez m as v a lio so . El resu ltad o es q u e lo s an im ales ya n o so n vallad os, sino d irectam en te en jau lad o s. El e sp a c io co n c e d id o a los an im ales e n las in sta lac io n es co n te m p o ra n e a s d e la industria an im al se ex tie n d e p o r lo g en era l a su p rop ia c a m e y p o c o m as, al igu al q u e e n las literas d e A uschw itz. F ren te a v acas atad as a sus m aq u in as d e ordenar, te rn ero s en cerrad o s e n m azm orras d e inm ovilid ad ab so lu ta o p o lio s api- n ad o s e n in m en sas jau las, el a lam b re d e pu as se h a v u elto red u n d an te . La co m p a ra cio n c o n las literas de A u schw itz es significativa: lo s an im ales co n te m p o ra n e o s , in clu so cu an d o estan vivos, estan s ien d o ex p rim id o s y ex p u lsad o s d el esp acio . E n es te caso , la e x p u lsio n n o esta m otivad a p o r la p o litica , sino p o r la eco n o m ia , ya q u e el esp a c io es u n e le m e n to d el co ste y p o r tan to tie n e q u e ser red u cid o .

A qui p o d em o s v er c laram en te la c o rre la tio n en tre ce n tra y m argen es. La v io len c ia cre c ie n te co n tra los an im ales h a estad o d irectam en te co rre- la c io n a d a co n la paz e n los cen tro s h u m an o s. Los an im ales se p ro d u cen e n m asa a cau sa d el c rec im ien to d el co n su m o e n u n a e co n o m ia p ro sp era , resu ltad o a su v ez d e u n largo p e rio d o d e paz. H a b ien d o se m atad o y tor- tu rad o su fic ien te m en te u n o s a otros. p o r asi d ecirlo , la g en te d el ce n tra ah o ra se tom a u n resp iro m ien tras se co n ce n tra e n m atar y torturar an i­m ales. N u estro ju ic io so b re este p ro ce so es p o r su p u esto u na cu estio n de e tica , n o d e h istoria, asi q u e , lleg ad o s a este p u n to , p o n g o fin a m i libro .

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