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FACULTAD DE FARMACIA
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
NANOPARTÍCULAS POLIMÉRICAS EN EL
TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD DE
PARKINSON
Autor: Nicola Paccione Basmadji
D.N.I.: X8068478D
Tutor: Mª Sofía Elisa Negro Álvarez
Convocatoria: Julio 2016 (primera)
- 2 -
Índice
Resumen ..................................................................................................................................... 3
Abstract ...................................................................................................................................... 3
Introducción y antecedentes ....................................................................................................... 4
Enfermedad de Parkinson ....................................................................................................... 4
Tratamiento de la Enfermedad de Parkinson ......................................................................... 6
Tratamientos sintomáticos .................................................................................................. 6
Tratamiento curativo .......................................................................................................... 8
Sistemas nanoparticulares .................................................................................................... 10
Objetivos .................................................................................................................................. 11
Materiales y métodos ............................................................................................................... 11
Resultados y discusión ............................................................................................................. 12
Conclusiones ............................................................................................................................ 16
Bibliografía ............................................................................................................................... 17
- 3 -
Resumen
Las enfermedades neurodegenerativas son trastornos severos que afectan de manera
profunda la calidad de vida de quienes la padecen. La enfermedad de Parkinson es la segunda
más importante y consiste en una destrucción progresiva de tejido dopaminérgico en la
substantia nigra del sistema nervioso central. Esta destrucción causa una serie de síntomas,
tanto motores como no motores, que requieren tratamiento. Hoy en día existe un amplio
repertorio de fármacos capaces de restaurar la movilidad de los pacientes y reducir el impacto
de la enfermedad en cierta medida, pero su eficacia es limitada y suelen provocar reacciones
adversas. Las nanopartículas poliméricas son sistemas de transporte de fármacos que pueden
ayudar a mejorar las características de estos tratamientos y, por lo tanto, la calidad de vida de
estos pacientes.
Palabras clave: Parkinson, Nanopartículas, Poliméricas, Tratamiento, Transporte.
Abstract
Neurodegenerative disorders are severe illnesses which deeply worsen the quality of life
of those who are affected by them. Parkinson’s disease is the second most important one and
it is based on the progressive destruction of the dopaminergic tissue on the substantia nigra of
the central nervous system. This destruction causes a series of symptoms, both motor and
non-motor, that require treatment. Nowadays there are plenty of different drugs capable of
restoring the patient’s mobility and reduce the impact of the disease to a certain degree, but
their efficacy is limited and usually they have important side effects. Polymeric nanoparticles
are drug delivery systems which can help to improve those treatment’s characteristics and, as
such, the quality of life of these patients.
Keywords: Parkinson, Polymeric, Nanoparticles, Treatment, Delivery.
- 4 -
Introducción y antecedentes
Las enfermedades neurodegenerativas son trastornos que, como su nombre indica,
cursan con un deterioro del tejido neuronal. Cada patología difiere en orígenes,
manifestaciones clínicas y tratamiento, pero todas ellas presentan neurodegeneración. Ésta
puede ser muy variable, pudiendo desarrollarse durante un periodo de tiempo largo o corto, la
zona afectada puede ser más o menos extensa y el daño neuronal leve o letal. Existen un gran
número de patologías agrupadas bajo el nombre de enfermedades neurodegenerativas. En el
año 2011, a nivel mundial, 63.808.000 personas presentaron un trastorno neurodegenerativo,
y se estima que en 2030 este número se duplicará. En este trabajo nos centraremos en una de
enfermedades neurodegenerativas más frecuentes que, en Europa, afecta a 57-230 individuos
por cada 100.000 habitantes, la enfermedad de Parkinson (EP)1.
Enfermedad de Parkinson
La EP se caracteriza por una destrucción progresiva
de las vías dopaminérgicas, principalmente en la
substantia nigra pars compacta (SNpc) y el putamen
(figura 1). Esta destrucción da lugar a la sintomatología de
la enfermedad. Hoy en día, la EP se incluye dentro de las
α-sinucleopatías, ya que suele ir asociada a la formación
de agregados proteicos (cuerpos de Lewy) compuestos
principalmente por α-sinucleína2.
La α-sinucleína es una proteína cuyo papel no está definido del todo, pero que en
condiciones fisiológicas se sabe está relacionado con el transporte de vesículas de
neurotransmisores en las neuronas3, y con la regulación de procesos de endocitosis y
autofagocitosis. Esta proteína
forma oligómeros y fibrillas que
se estabilizan en presencia de
dopamina, pero tiende a plegarse
y acumularse de forma anómala
en la enfermedad de Parkinson
originando los cuerpos de Lewy2
(figura 2).
Sano Parkinson
Caudado
Putamen
Vía nigroestriada
SNpc
Figura 1. Zonas del SNC
afectadas en la EP.
Insoluble Soluble
Tetrámero
Monómero Fibrilla Oligómero
Cuerpo de
Lewy
Figura 2. Proceso de formación de cuerpos de Lewy.
- 5 -
Bradicinesia
Temblor
y rigidez
Falta de
expresividad
Alteración
postural
Figura 3. Síntomas motores de la
enfermedad de Parkinson.
Movimientos
en engranaje
Hipocinesia
Durante décadas se ha intentado determinar la etiología de esta enfermedad y
actualmente se ha establecido una distinción entre los casos de Parkinson familiar y los casos
de Parkinson esporádico. Los primeros están relacionados con alteraciones genéticas y los
segundos son los más frecuentes (casi el 90%)1. Múltiples estudios han confirmado que
mutaciones en determinados genes, como SNCA (gen de la α-sinucleína), PARK2 o PINK1,
entre otros, podrían explicar aproximadamente el 60% de los casos de Parkinson familiar y
una pequeña parte de los casos esporádicos4.
Estudios recientes han puesto de manifiesto que en los pacientes con EP existe un
importante aumento de citoquinas proinflamatorias (Il-1, TNFα, etc.) en la SNpc. También
hay una sobre excitación en el núcleo subtalámico, lo que se traduce en una hiperactivación
de los receptores NMDA (relacionados con procesos de apoptosis) de las neuronas
dopaminérgicas. Asimismo, la función mitocondrial y el metabolismo oxidativo se encuentran
alterados5. Sin embargo, la causa de estas alteraciones no se conoce y en la mayor parte de los
casos se atribuyen a factores externos (pesticidas, metales pesados, disolventes orgánicos,
tabaco, alcohol, dieta, entre otros), aunque no se sabe exactamente qué factores son los más
importantes en el desarrollo de la patología. Es por esto que se piensa que la EP, en la mayor
parte de los casos, puede tener un origen multifactorial4.
Los síntomas motores de la EP son el temblor,
que se da en reposo y es más frecuente en las
extremidades, la rigidez, que da lugar a los
movimientos en “engranaje”, hipocinesia y
bradicinesia, es decir movimientos más cortos y
lentos, debilidad muscular, y los cambios posturales
(Figura 3). Estos síntomas no se hacen patentes hasta
que la enfermedad ha progresado bastante y se ha
producido una destrucción del 60-70% de las
neuronas dopaminérgicas en la SNpc2.
Previa a la aparición de los síntomas motores
se desarrollan otros síntomas, relacionados con la
destrucción del tejido neuronal, y cuya intensidad
varía en función del grado de desarrollo de la
enfermedad. Estos son los síntomas no motores y entre ellos encontramos desórdenes de
sueño, hiposmia, estreñimiento leve y alteraciones del ánimo, como depresión o ansiedad.
- 6 -
En Parkinson más avanzado aparecen, trastornos cognitivos como déficit de atención,
dificultad para hablar y realizar tareas cotidianas, déficit cognitivo o demencia. Surgen
también somnolencia diurna, trastornos compulsivos (apuestas, comprar, comer, etc.) y
trastornos autonómicos como estreñimiento moderado o grave, babeo o urgencias urinarias,
entre otros. La aparición de todos estos síntomas no se explica sólo con la destrucción del
tejido dopaminérgico. Así, estudios recientes han demostrado que también se ven afectadas,
en menor medida, algunas rutas serotoninérgicas, noradrenérgicas y colinérgicas6.
Tratamiento de la Enfermedad de Parkinson
En cuanto al tratamiento de la enfermedad, desafortunadamente, no existe ninguna
terapia capaz de curarla o prevenirla, ni siquiera detener su progresión. Esto se debe en parte a
que, como se ha dicho, no se conocen claramente las causas de la enfermedad, no existen
modelos animales capaces de reflejar con precisión los procesos modificadores de
enfermedad o de neuroprotección, y a la carencia de biomarcadores bien definidos y síntomas
evidentes para un diagnostico precoz de la enfermedad. Por ello, las terapias actuales se
centran en tratar los síntomas y garantizar la mejor calidad de vida del paciente7,8
.
Tratamientos sintomáticos
Sistema dopaminérgico
Se ha visto que el tratamiento de reemplazo dopaminérgico es el más efectivo para
controlar los síntomas de la enfermedad2 y consiste en administrar precursores de la dopamina
(L-DOPA) que serán metabolizados y compensaran el deterioro neuronal. Este tratamiento
con L-DOPA es el más indicado para tratar a pacientes con más de 70 años. Para evitar el
exceso de dopamina a nivel sistémico, causante de un gran número de efectos adversos, la
L-DOPA se asocia a un inhibidor de dopa descarboxilasa periférica (carbidopa o
Benserazida)5. Por otra parte, la L-DOPA presenta una corta semivida (1,5h) por lo que
suelen asociarse inhibidores de COMT (como tolcapona o entacapona) o inhibidores de
MAO-B (como selegilina y rasagilina) que impiden la degradación de la dopamina y
aumentan la eficacia del tratamiento7.
Los tratamientos con L-Dopa, sola o en combinación con inhibidores de la
descarboxilasa periférica, son los más utilizados en el control de los síntomas de la EP, sin
embargo, su uso no está exento de reacciones adversas. Tras 2-5 años de tratamiento, suelen
aparecer fluctuaciones de la motilidad (fenómenos on-off), discinesias y desarrollo de
psicosis. Los mecanismos por los que se desarrollan estos síntomas no están claros, pero se
- 7 -
cree que los motores están relacionados con problemas con el tratamiento y los mentales con
la progresión de la enfermedad5. Existe controversia sobre si un estímulo en la síntesis de
dopamina podría acelerar la progresión de la enfermedad ya que en su metabolismo se forman
agentes oxidantes que podrían provocar una mayor neurotoxicidad5 o si el uso de L-DOPA
conlleva realmente una progresión más acelerada de la EP7.
Otra posibilidad en el reemplazo dopaminérgico consiste en usar agonistas de
receptores D2/D3 (pramipexol, rotigotina y ropinirol) y D2/D1 (bromocriptina, lisurida,
pergolida, etc.) en lugar de precursores de dopamina. Estos agentes terapéuticos permiten
retrasar la aparición de las complicaciones asociadas al uso prolongado de L-DOPA, si bien
sus efectos sobre los síntomas motores son inferiores a los de la L-DOPA. Se utilizan solos o
en combinación con L-DOPA en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson avanzado.
Entre los efectos adversos que presentan destacan: hipotensión, edema, somnolencia, psicosis
y trastornos compulsivos de personalidad2,7
.
En el tratamiento de la demencia asociada al Parkinson (que afecta al 30-40% de los
pacientes de edad avanzada) se utilizan los antipsicóticos atípicos (antagonistas
dopaminérgicos) quetiapina y clozapina porque no empeoran los síntomas motores7.
Sistema colinérgico
Los antagonistas colinérgicos fueron los primeros agentes terapéuticos utilizados en el
tratamiento del Parkinson (desde principios del siglo XIX), y pese a no actuar directamente
sobre las vías más deterioradas, pueden lograr una mejoría en algunos síntomas. Se sabe que
el balance entre los neurotransmisores es la base del funcionamiento del SNC, de manera que
en la EP una disminución de la actividad dopaminérgica supone una hiperactividad en las vías
colinérgicas implicadas. Por ello, los antagonistas colinérgicos (como biperideno, prociclidina
y trihexifenidilo) de acción central pueden ser útiles en el tratamiento de síntomas como el
temblor o la rigidez2,7
(figura 4).
Figura 4. Representación del balance entre la actividad de los neurotransmisores
dopamina (DA) y acetilcolina (ACh) en individuos sanos (A), individuos con EP (B) y los
enfermos con EP que están siendo tratados con antagonistas colinérgicos (C).
DA ACh
A B
DA
Anti
ACh C
- 8 -
El uso de los agentes anticolinérgicos en el tratamiento de Parkinson es limitado ya que
su eficacia es menor a la de otros agentes antiparkinsonianos (agonistas dopaminérgicos).
Además, inducen una gran cantidad de efectos adversos como pérdida de memoria,
confusiones, alucinaciones, estreñimiento, sequedad de boca o visión borrosa2,7
. Por otra
parte, para el tratamiento de algunos síntomas que acompañan al Parkinson como la demencia
o el deterioro cognitivo se pueden usar inhibidores de acetilcolinesterasa como la galantamina
y el donepezilo7.
Otros sistemas
El sistema del glutamato presenta tanto receptores ionotrópicos excitadores neuronales
como metabotrópicos moduladores. Los antagonistas de los receptores inotrópicos pueden
ayudar a combatir los síntomas motores del Parkinson, en especial aquellos derivados de la
toxicidad por L-DOPA. Actualmente sólo hay un fármaco que actúe de esta manera, la
amantadina, que se utiliza para tratar los trastornos compulsivos de personalidad de la EP,
como la ludopatía. Además, se están estudiando algunos compuestos antagonistas de los
receptores metabotrópicos, pero hasta el momento no se han obtenidos resultados definitivos7.
El sistema de la adenosina, es un sistema de receptores acoplados a proteínas G que se
encuentra expresado en múltiples áreas del SNC y que modula diversas rutas neuronales. Los
antagonistas del receptor A2a (como istradefilina o tozedenant, estando el segundo en fase 3)
podrían ayudar a combatir los sistemas motores, sin embargo los resultados de los ensayos
clínicos en fases 2 y 3 realizados hasta el momento son contradictorios7.
Por último, algunos agonistas serotoninérgicos (como piclozotan) podrían aliviar las
discinesias y potenciar los efectos de la L-DOPA, pero son necesarios más estudios.
Asimismo, los inhibidores de la receptación de serotonina se utilizan en el tratamiento de la
depresión, un síntoma no motor frecuente en el Parkinson avanzado7.
Tratamiento curativo
Terapia neuroprotectora
Dentro de las terapias neuroprotectoras se engloban aquellas que son capaces de
prevenir la progresión de la enfermedad y las que restauran la funcionalidad de los tejidos que
presentan actividad reducida (neurorrescate). Buscando un efecto neuroprotector se están
investigando fármacos antioxidantes (coenzima Q10, vitamina E, resveratrol, etc.),
antiinflamatorios (todos los AINEs), antagonistas del calcio e incluso la creatina como
posibles tratamientos5.
- 9 -
La utilización de factores de crecimiento neuronal (como GDNF, NTN, BDNF, etc.)
como tratamiento modificador de la enfermedad hasta la fecha han dado resultados poco
prometedores, probablemente debido a que sus características fisicoquímicas limitan su
acceso al lugar de acción. Para paliar este inconveniente se están realizando estudios en los
que dichos factores se depositan directamente en el SNpc o se incorporan en sistemas de
liberación controlada7.
Cirugía
El tratamiento quirúrgico de elección en la EP es la estimulación cerebral profunda
(ECP) que consiste en la introducción un electrodo en el cerebro con el fin de estimular,
mediante descargar eléctricas, determinadas zonas dentro del mismo (normalmente el núcleo
subtalamico). Este dispositivo puede ser controlado desde el exterior y se ha visto que permite
un mejor control de los síntomas motores de la enfermedad y una reducción de los efectos
adversos asociados al tratamiento con L-Dopa. Sin embargo puede conllevar un deterioro en
la fluencia verbal de los pacientes y un empeoramiento de los síntomas no motores como la
depresión, episodios maniacos, apatía, inestabilidad emocional e incluso las ideas suicidas.
Por todo esto, la ECP se utiliza principalmente en pacientes con Parkinson avanzado que
responden bien a la L-Dopa y que no presentan trastornos psiquiátricos5,7
.
Por otro lado, la estimulación magnética transcraneal (EMT) es una técnica no invasiva
que se ha aplicado en pacientes con depresión refractaria al tratamiento. Su principal ventaja
con respecto a la ECP es que no conlleva los riesgos de una intervención quirúrgica como
pueden ser hemorragias, infecciones, accidentes cerebrovasculares, etc5.
Otras terapias
Existen terapias experimentales como pueden ser trasplantes neuronales, terapias
celulares y terapias génicas, todos ellas son procedimientos que podrían ser de utilidad en
casos de Parkinson refractario, si bien hasta la fecha los resultados controvertidos y escasos.
Además, estas terapias conllevan riesgos como pueden ser los efectos a largo plazo
desconocidos o la formación de tumores, esto pone en tela de juicio su validez5,7
.
Para finalizar, actualmente las investigaciones se orientan al desarrollo de un
tratamiento capaz de detener el deterioro del tejido neuronal, esto convertiría la EP en una
patología manejable y con un efecto modesto en la calidad de vida en lugar de la irrefrenable
y deshabilitante enfermedad que es hoy en día8.
- 10 -
Sistemas nanoparticulares
Los sistemas nanopartículares o nanopartículas (NPs) han sido ampliamente estudiados
durante las últimas décadas y se cree que son el futuro en el desarrollo de nuevos tratamientos
en todos los ámbitos de la medicina. Las NPs son estructuras cuyo tamaño varía entre los 10 y
los 1000 nm y que pueden desempeñar múltiples funciones en el organismo. Pueden ser
utilizados con fines diagnósticos o de tratamiento, para modificar tejidos o para dirigir los
fármacos de forma más efectiva hacia el lugar de acción. Esta última aplicación permite
adaptar las propiedades farmacocinéticas de un medicamento a las necesidades terapéuticas
de una situación fisiopatológica determinada9.
Dentro de las NPs poliméricas distinguimos
entre dos grandes grupos. Por un lado están las
nanoesferas, que están compuestas por una mezcla
de polímero y fármaco. Por otro, las nanocápsulas,
que están formadas por un núcleo (sólido o
líquido) donde se encuentra el fármaco y una
cubierta polimérica que lo recubre10
(figura 5).
Las NPs pueden estar compuestas por polímeros orgánicos (como quitosán o albumina),
polímeros inorgánicos (como polietilenimina o poliamidoaminas) o sustancias minerales y
elementos metálicos (como oro, plata o sílice coloidal), suelen ser esféricas aunque algunas
pueden tener otras formas11,12
.
Existen muchos tipos de NPs y pueden incluir
diversos componentes. Por ejemplo, núcleos
metálicos magnéticos (que permiten dirigir las NPs a
alguna parte del cuerpo usando imanes, calentar las
NPs o realizar técnicas diagnósticas no invasivas),
inmunoglobulinas o haptenos (que pueden reconocer
determinados receptores o sustancias en el organismo
y así dirigir el tratamiento a las células o tejidos
diana del tratamiento), sustancias fluorescentes (que
permiten marcar células o realizar diagnósticos por
técnicas de imagen), etc. (Figura 6). La elección de
los materiales y los componentes depende del uso
final de la NP11
.
Anticuerpos
Fármaco
Núcleo
magnético
Cubierta
polimérica
Molécula
fluorescente
Figura 6. Ejemplo de una nanocápsula
funcionalizada con anticuerpos, marcadores
fluorescentes y núcleos magnéticos.
A
B
Figura 5. Representación de una nanoesfera (A)
y una nanocápsula (B).
- 11 -
El empleo de NPs como medio de transporte de fármacos conlleva bastantes ventajas
con respecto a los tratamientos tradicionales, entre ellas encontramos la protección del
fármaco de su metabolismo, disminución de los efectos adversos, la liberación del mismo de
manera controlada en el tiempo o en lugares determinados, la posibilidad de administrarlos
por distintas vías (nasal, endovenosa, intracerebral, etc), la regulación de la liberación del
fármaco en función de estímulos externos o del organismo y un aumento en la
biodisponibilidad de algunos fármacos. Como principal desventaja está el elevado coste que
puede alcanzar el medicamento si se emplean estas formulaciones y la posible toxicidad de
algunas de ellas11
.
Objetivos
El objetivo principal fue hacer una revisión bibliográfica del material publicado sobre
nanopartículas poliméricas en investigación para la enfermedad de Parkinson.
Por otro lado, se pretende determinar si su instauración en la terapéutica podría suponer
un beneficio significativo con respecto a los tratamientos existentes.
Materiales y métodos
Para realizar esta revisión se hizo una búsqueda en diversas bases de datos como
Pubmed, ClinicalKey y la biblioteca de la UCM y utilizando como palabras clave:
enfermedades neurodegenerativas, Parkinson, tratamiento, sistemas de transporte de
fármacos, nanosistemas y nanopartículas, tanto en español como en inglés. Se utilizaron
preferentemente los artículos más recientes y se descartaron aquellos cuyo rigor no estaba
claro.
- 12 -
Resultados y discusión
Como ya se ha mencionado, el empleo de nanopartículas como medio para transportar
fármacos conlleva una gran cantidad de ventajas en el tratamiento de la EP. Pahuja y cols13
han realizado un estudio sobre un modelo animal de Parkinson (ratones lesionados con 6
hidroxidopamina) en el que se administraban por vía intravenosa NPs de PLGA (poliéster de
ácido láctico y glicólico), de
diámetro 22-30nm, cargadas con
dopamina. Los autores observaron
que las NPs alcanzan el tejido
diana (figura 7) y son capaces de
aliviar los síntomas (tanto motores
como no motores) de los ratones
lesionados, incluso a los 7 días de
haber finalizado el tratamiento. Estos hechos se comprobaron mediante pruebas de rotaciones
inducidas por anfetaminas y actividad locomotora espontanea. Además, se produjo un
aumento significativo de la semivida de la dopamina, y no se alcanzaban niveles de
metabolitos de dopamina superiores a aquellos que se podían observar en el plasma de ratones
control. Por tanto, este sistema podría constituir una alternativa terapéutica a los tratamientos
actuales ya que no conlleva la posible neurotoxicidad asociada a las altas concentraciones de
dopamina en el SNC presentes en la terapia con L-DOPA13
.
Por otra parte, si bien es cierto que NPs de tamaño inferior a 250 nm pueden entrar por
difusión dentro de las células, e incluso atravesar la barrera hematoencefálica (BHE), se han
desarrollado técnicas que facilitan la entrada de las partículas dentro del SNC. Así, existen
NPs que al ser reconocidas por receptores de la BHE, son introducidas en el cerebro por
endocitosis. En este grupo encontramos NPs recubiertas con polisorbato 80, que son
reconocidas por receptores de lipoproteínas; con leptinas, que son reconocidas por el receptor
de leptinas; con transferrina o lactoferrina, que son reconocidas por el receptor de transferrina
(figura 8); y con péptidos como g7 (similar a péptido opiode) o Pep TGN (péptido de
bacteriófago) 14
.
Es interesante resaltar la acción dual de la lactoferrina en el tratamiento de la EP, por un
lado las zonas lesionadas en esta enfermedad presentan una sobreexpresión de receptores para
dicha proteína, esto facilita la entrada de las NPs recubiertas con ella y por tanto aumenta su
Figura 7. Corte histológico del cerebro de un ratón
lesionado y tratado con NPs con dopamina.
- 13 -
concentración en ese tejido. Por otro, se ha visto que la proteína es capaz de quelar el exceso
de hierro (relacionado con la formación de especies oxidantes) que se acumula en las células
dopaminérgicas de un enfermo de Parkinson, esto confiere a las NPs recubiertas una actividad
neuroprotectora añadida12
.
Otra opción consiste en utilizar
polímeros o recubiertas catiónicas, como
poli(β-aminoesteres), polietilen-imina o
quitosán, capaces de adherirse a la
superficie de la BHE cargada
negativamente, mejorando la interacción
de las NPs con las células, esto se
traduce en una mayor penetración en el
SNC14
. Por último, se pueden recubrir las
NPs con surfactantes, capaces de alterar
las uniones estrechas entre las células
endoteliales de la BHE facilitando el
acceso al SNC12
(figura 8).
De acuerdo a lo anteriormente indicado, Di Gioia y cols15
han desarrollado NPs
mucoadhesivas de quitosán cargadas con dopamina de administración intranasal. Estas
demostraron su eficacia en ratas lesionadas con 6-hidroxidopamina para transportar dopamina
hasta el SNC, esto se comprobó mediante microscopia de fluorescencia de cortes histológicos
en el cerebro de los ratones extraídos pasados 60 o 120 minutos de la administración. Sin
embargo en este estudio no se evaluó la eficacia de esta formulación para controlar los
síntomas15
.
Gambaryan y cols16
desarrollaron NPs de PLGA de 250nm cargadas con L-DOPA que
fueron administradas por vía intranasal a ratones tratados previamente con 6-
hidroxidopamina. Estos fueron posteriormente sometidos a pruebas de coordinación,
locomoción y cognitivas para determinar la eficacia frente a los síntomas de la EP. Se observó
que los ratones tratados con NPs obtenían puntuaciones en las pruebas muy similares a los
ratones control y este efecto perduraba hasta una semana tras terminar el tratamiento. Por otro
lado, la administración de L-DOPA (sola o con carbidopa) en solución por vía intranasal
mostro una eficacia menor que las NPs durante los 126 días del estudio (figura 9)16
.
Figura 8. Mecanismos implicados en el paso
de las NPs a través de la BHE.
Por receptor:
Insulina
Leptina
Transferrina
Lactoferrina
Por adhesión:
Polisorbato 80
Quitosán
Albumina
Bombas Surfactantes
Fármaco
Neurona Astrocito
- 14 -
Sin tratar
L-DOPA
L-DOPA + carbidopa
NPs de L-DOPA
Inicio
tratamiento
Fin
tratamiento
Días
Figura 9. Resultados de las pruebas de posicionamiento (placing task) de los ratones
previamente lesionados a los 30 minutos (izquierda) y a las 24 horas (derecha) de la
administración del tratamiento. El 100% es la puntuación obtenida por los ratones control.
Otra estrategia para mejorar los tratamientos de la enfermedad de Parkinson consistió
en la utilización de NPs mucoadhesivas de administración intranasal de quitosano, de 80-130
nm y cargadas con ropinirol. Después de la administración de dichas nanopartículas a ratones
sanos, se observó mediante resonancia magnética que las NPs accedían al SNC aumentando la
cantidad de ropinirol que es capaz de acceder al órgano diana. Asimismo, se vio que las NPs
desarrolladas liberan el fármaco de manera controlada durante 18 horas. Sin embargo, no se
estudió la eficacia del tratamiento frente a los síntomas de la enfermedad17
.
Uno de los fármacos de mayor interés en el tratamiento de la EP es la rasagilina, no solo
como coadyuvante en el tratamiento dopaminérgico (por su actividad IMAO-B), sino también
por su actividad neuroprotectora. Se han desarrollado NPs de quitosán y glutamato de 150 nm
cargadas con este fármaco. Dicho sistema ha sido evaluado en ratones sanos. Se observó que
las concentraciones de rasagilina en el SNC tras la administración de NPs por vía nasal eran
muy superiores a las obtenidas con la administración intranasal de rasagilina en solución o la
administración de NPs por vía intravenosa (figura 10). De nuevo, no se estudió la eficacia
frente a los síntomas de la enfermedad18
.
Concentración rasagilina cerebro
(ng/ml)
Tiempo (min)
Figura 10. Concentración de rasagilina en el cerebro de los ratones en
función del tiempo.
- 15 -
Como ya se ha comentado, el metabolismo oxidativo se encuentra alterado en los
pacientes con EP y esta carencia de actividad antioxidante se traduce en un gran estrés
oxidativo. Por ello se está investigando el uso de antioxidantes como terapia neuroprotectora.
Lindner y cols19
han desarrollado NPs de PLA cargadas con resveratrol y recubiertas con
polisorbato 80. Estas fueron administradas a ratones por vía intraperitoneal diariamente
durante 15 días y posteriormente se les administro 1-metil-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina
(MPTP), neurotoxina que se usa para provocar parkinsonismo en los animales de
experimentación. Se evaluó el efecto del MPTP en los ratones que fueron tratados con NPS
frente a los tratados con resveratrol en solución siguiendo la misma pauta por vía
intraperitonial. Para ello se realizaron pruebas de comportamiento, de discriminación olfativa
y de reconocimiento social, además de pruebas bioquímicas. Se observó que los efectos del
MPTP fueron significativamente menores en aquellos que recibieron el tratamiento con
NPS19
.
En la línea de los tratamientos neuroprotectores, Esteves M y cols20
han desarrollado
NPs de polietilamina de 220 nm cargadas con ácido retinoico, agente terapéutico con
actividad neuroprotectora. Estas fueron administradas por vía intracraneal a ratones que
posteriormente fueron tratados con MPTP. Se realizaron pruebas bioquímicas e
inmunológicas que pusieron de manifiesto que la perdida de neuronas dopaminérgicas en la
substantia nigra de los ratones tratados con la formulación de NPs era significativamente
menor a la observada en los ratones sin tratamiento o tratados con ácido retinoico en solución.
También que esta formulación era capaz de inducir la expresión de los factores de
transcripción Nurr1 y Pitx3, ambos implicados en la supervivencia y desarrollo de las
neuronas dopaminérgicas20
.
Resulta interesante comentar la posible aplicación de NPs en la terapia génica, en este
sentido se han desarrollado NPs de poliamidoamina y polietilenglicol funcionalizadas con
lactoferrina. Estas contenían un plásmido con el gen que codifica para el factor neurotrófico
derivado de la línea celular glial humano (hGDNF), este factor se considera el gold standard
en el tratamiento de la EP con factores neurotróficos. Las NPs desarrolladas se administraron
por vía intraperitoneal a ratones tratados diariamente con rotenona durante 45 días (antiguo
insecticida que se puede usar para producir modelos animales que imitan la sintomatología de
la EP). A un grupo de animales se les administró 3 dosis de NPs los días 39, 41 y 43 y en otro
5 dosis los días 35, 37, 39, 41 y 43. Se realizaron pruebas de comportamiento a lo largo del
estudio y análisis histológicos del SNC y pruebas bioquímicas al final del estudio. Se observó
- 16 -
una recuperación significativa de la actividad locomotora en aquellos ratones tratados con las
NPs que llevaban el plásmido, siendo dicha recuperación más acentuada en los ratones que
recibieron 5 dosis21
(figura 11).
Por último, se estudió una nueva estrategia para el tratamiento de la EP que consiste en
administrar microRNA-124 (MiR-124). Esta molécula (endógena, inestable e incapaz de
acceder al SNC por su cuenta) está implicada en la regulación de la traducción de múltiples
genes y en la diferenciación de células madre neuronales. Se sabe que MiR-124 se encuentra
expresada un 25% menos en los enfermos de Parkinson y que la sobreexpresión de la misma
favorece la supervivencia de neuronas y el desarrollo de nuevas. Saraiva y cols22
diseñaron un
sistema nanoparticular de PLGA cargado con MiR-124 que fue administrado una vez por vía
intracraneal a ratones tratados con 6-hidroxidopamina. Tras dos semanas se realizó un test de
rotación inducido por apomorfina y se vio una recuperación parcial en los ratones tratados con
las NPs frente a los no tratados. Asimismo, ensayos histológicos tras 4 semanas pusieron de
manifiesto que las NPs incrementaron la migración de neuronas nuevas hacia las zonas
lesionadas en el estriado.22
Conclusiones
Las nanopartículas poliméricas han demostrado ser alternativas muy prometedoras en el
tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Ya que abren el camino a nuevos tratamientos
más efectivos y permiten dar una nueva utilidad o reducir los inconvenientes de los fármacos
actuales.
Días
Nú
mer
o d
e lín
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cru
zad
as
B
Días
Tiem
po
(se
gun
do
s)
A Control Rotenona + NPs vacías Rotenona + NPs 3 admin Rotenona + NPs 5 admin
Figura 11. Resultados de los test de comportamiento, (A) tiempo de inactividad y
(B) prueba de locomoción sobre una cuadrícula.
- 17 -
Las nanopartículas aplicables en el tratamiento del Parkinson han sido evaluadas en
animales de experimentación, por lo que no se pueden establecer conclusiones definitivas de
eficacia y seguridad hasta que no se realicen ensayos clínicos.
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