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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
ALDEA: BENITO JUAREZ
FUNDACIÓN: MISIÓN SUCRE
CARRERA: JURÍDICO
MATERIA: POLÍTICA, DERECHOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
PROFESORA: YUDALYS MARCANO
MEDIOS DE DIFUSIÒN MASIVOS DE INFORMACION Y CONFLICTO POLÌTICO VENEZOLANO
Alumnos:
Rhona Davis C.I.N: 13.533.934
Mirla Carrero C.I.N: 9.419.055
America Peña C.I.N: 3.724.788
Lisbeth MárqueC.I.N:19.216.379
Aníbal Gómez C.I.N: 12.850.102
CARACAS, MAYO DEL 2013
Introducción
Aunque la capacidad en el uso de nuestros medios modernos de
comunicación no provoca un profundo respeto, la comunicación de masas es un proceso realmente importante dentro de la sociedad
moderna. Los medios hacen algo más que divertirnos. Nos aportan un
flujo de información que es esencial para nuestro sistema político, para
nuestras instituciones económicas, para los estilos de vida cotidianos en
cada uno de nosotros, e incluso para nuestras formas de expresión
religiosa. Dada la profunda dependencia de las sociedades
contemporáneas frente a los medios de masas, éstos son digno objeto de
un examen intenso y especializado. Puede ser mucho más importante
conocer las influencias de la comunicación de masas en nuestras vidas
individuales y colectivas que desarrollar el conocimiento sobre muchos
otros temas estudiados por diversos hombres de ciencia. A todos
nosotros nos importa mucho que nuestra conducta cotidiana sea
moldeada por lo que leemos o por lo que vemos en la televisión.
Con la aparición y aceptación de los medios de comunicación de masas,
comenzó a aumentar marcadamente el ritmo de la actividad comunicativa
humana. En la primera década del siglo XX, el cine se convirtió en una
forma de diversión familiar. Ello fue seguido en la década de 1920 por el
avance de la radio hogareña y en la de 1940 por los comienzos de la
televisión doméstica. Al comenzar la década de 1950, la radio había
alcanzado el punto de saturación en las casas, con receptores adicionales
en los automóviles. Se llegó a una múltiple penetración, con receptores
radiofónicos para los dormitorios y la cocina. Al finalizar la década de
1950 y comenzar la de 1960, la televisión comenzó a aproximarse a tal
saturación.
MEDIOS DE DIFUSION MASIVOS DE INFORMACION Y CONFLICTO POLITICO VENEZOLANO
Grupos Hegemónicos de los medios de Difusión Masiva en Venezuela De
acuerdo con los datos del ente regulador de La Comisión Nacional de
Telecomunicaciones (Conatel), El 78 por ciento de las estaciones de
televisión en VHF son utilizadas por el sector privado, mientras que sólo
22 por ciento por el sector público; Y en la banda UHF 82 por ciento son
operadas por privados; 7 por ciento por el sector público y 11 por ciento
por operadores de servicios comunitarios. Gustavo Hernández, citado en
ese libro, advierte que no se puede llamar mixto; al sistema de
radiodifusión que impera en el país, cuando hay una coexistencia en
desigualdad; del régimen privado-competitivo y del público
gubernamental. Los dueños reales del espectro radioeléctrico venezolano
son las plantas RCTV y Venevisión que concentran 85 por ciento de la
inversión publicitaria en medios de comunicación en el país, 66 por ciento
del poder de transmisión, dominan las redes transmisoras y de difusión de
la señal y Controlan 80 por ciento de la producción y elaboración de
mensajes y contenidos que se difunden en Venezuela. 1.1 Conflicto entre
los intereses públicos generales e intereses comerciales- religiosos. Es
verdad que a nivel mundial se experimenta una fuerte crisis de valores
sociales, económicos y políticos. Pero también es verdad que personas y
organizaciones muy poderosas se aprovechan de esta crisis para
beneficiarse particularmente, imponer sus criterios y mantener o escalar
lugares privilegiados en la sociedad. Las características negativas recaen
en la manipulación de la información y el uso de la misma para intereses
propios de un grupo específico, ya que los medios de comunicación
masivos están siendo controlados por las ideologías políticas, religiosas y
económicas de éstos que modifican la manera en que los seres humanos
conocen y comprenden la realidad que nos rodea.
Conflicto: transmisiones en competencia
Como el número de emisoras creció muy rápidamente, se produjeron
muchos casos conflictivos, en los que dos estaciones operaban tan cerca
una de la otra en el dial que sus sonidos se interferían. Este tipo de
interferencia no podía ser subsanado con facilidad. Muchas emisoras
llegaron a acuerdos informales para distribuirse el tiempo disponible. No
existía una autoridad legal que pudiera imponer una frecuencia
determinada a cada estación y que hiciera respetar tales disposiciones.
Por tanto, ante la falta de control del problema técnico, aumentó la
confusión.
El problema técnico de la interferencia estaba ya fuera de control, pero
también existía el de pagar por las transmisiones. Aunque los grandes
fabricantes de artículos eléctricos podían financiar sus estaciones con la
venta de receptores, ése era en todo caso un recurso limitado, que no
estaba al alcance de otros propietarios de emisoras que no fueran
fabricantes.
Si no se encontraba una base financiera viable, la radio quedaba
condenada a desaparecer como medio de comunicación.
Con respecto al problema de la radiodifusión, el presidente de los Estados
Unidos pidió al Congreso que legislara debidamente la regulación de las
transmisiones, incluyendo disposiciones que permitieran hacer cumplir lo
legislado. Así ocurrió en 1927. Los legisladores enunciaron ante todo el
importante principio de que las ondas pertenecen al pueblo y de que sólo
podrían ser utilizadas por personas privadas mediante un permiso formal
del gobierno, por un plazo determinado. Las licencias podían ser
otorgadas o canceladas según conviniera al interés, la comodidad o las
necesidades públicas.
Entretanto, la nueva industria continuó buscando un medio adecuado de
apoyo financiero. Se experimentó solicitar directamente los fondos al
público oyente y aunque ingresó una cantidad reducida de fondos, una
mayoría de los oyentes decidió que prefería escuchar gratis lo que
encontrara antes que pagar directamente de su bolsillo por programas de
elevada calidad. Esta respuesta también explica en parte por qué el
público llegó a aceptar después al mensaje publicitario como medio de
financiar las emisiones. Los oyentes prefieren soportar los anuncios en
cierto modo objetables que pagar directamente por su entretenimiento.
En Venezuela, los medios de difusión masiva de información representan
un poder y, lamentablemente, no se han establecido como un poder para
ayudar al ser humano a evolucionar, crecer, aprender, desarrollar sus
capacidades al máximo. Los medios de difusión masivos de la
información se están usando principalmente para vender productos,
ideologías, se usan para justificar cualquier tipo de acción antihumanista y
antihumanitaria apelando al vulnerable juicio de la opinión pública.
El tema de los medios de comunicación tiene que ver con el futuro de
nuestras democracias. Hoy en día, en todo el mundo en desarrollo, la
dictadura mediática quiere suplantar a la dictadura militar. Son los
grandes grupos económicos que usan a los medios y deciden quien tiene
o no la palabra, quien es el protagonista y el antagonista. El que más
vocifera contra los cambios de nuestras sociedades, contra los cambios
de modelo económico, social, político, contra las transformaciones
culturales, es quien logra más pantalla, mientras las grandes mayorías
siguen afónicas, sin voz ni imagen.
Lo cierto es que aún no hemos asumido que el discurso comercial
bombardeado a través de información, publicidad y cultura de masas o
recreación, con un mismo envase, es también un discurso ideológico,
agresivo, limitante de nuestra libertad de ciudadano.
En Venezuela como en casi todos los países latinoamericanos
lamentablemente subdesarrollados e históricamente gobernados por
camarillas oligárquicas, donde las normas jurídicas más que derechos
consagran privilegios y donde históricamente hubo estados débiles el
crecimiento de los servicios de telecomunicaciones, radio y televisión se
ha realizado a criterio de la empresa privada y a veces con pocas o
ningunas reglas, el progreso, la ampliación de los servicios y el desarrollo
de procesos políticos que se proponen devolver a la sociedad sus
prerrogativas, hacen necesario poner orden en el espectro radioeléctrico.
El rol del Estado y su compromiso con la satisfacción del interés público,
no es otra cosa que una organización real y tangible, destinada a
satisfacer el interés público y que el medio más adecuado para hacerlo es
el servicio público, la intervención directa en la economía mediante
empresas públicas comerciales e industriales y la potestad expropiatoria.
Se estima que más de 97% de los hogares urbanos tienen a la televisión
como principal entretenimiento y que ésta se mantiene encendida un
promedio de ochos horas al día. Por ello, el Estado venezolano avanza en
la estrategia de democratizar el acceso a los medios de comunicación y
presta atención al medio televisivo, consciente de su penetración en la
sociedad.
Las herramientas que utiliza el Estado para regular y reglamentar a los
medios de comunicación masiva son:
La Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión es el intento del
Estado venezolano y la sociedad civil de regular la responsabilidad de los
medios de comunicación social. El objetivo de la Ley Resorte es que un
sólo funcionario no sea el que vele por los derechos de televidentes y
radioescuchas. Para ello, se crea el Consejo de Responsabilidad Social
como la instancia de mayor jerarquía, en la cual participan
mayoritariamente representantes de los Comités de Usuarios, de la
sociedad civil y profesionales de la comunicación.
En todas las iniciativas previas, la preocupación principal de la Ley
Resorte es la formación de los niños, niñas y adolescentes, debido a que
son los más afectados por la influencia de los mensajes audiovisuales.
El espectro radioeléctrico es el espacio físico por el que se transmiten las
señales de radio y televisión. El Estado lo administra, y autoriza
concesiones a las televisoras y emisoras de radio a explotarlo
comercialmente. Éstas, que sólo han obtenido un permiso para usar un
bien de dominio público, deben asumir las responsabilidades sociales.
Replanteamiento del Marco Jurídico Nacional
La Responsabilidad Social en Radio y Televisión busca regular, a través
de consenso público y privado, la programación de los medios de
comunicación, mediante bloques de contenido por horario de consumo,
monitoreados por los Comités de Usuarios.
Como lo expresa su artículo 3:
“La difusión de contenidos a través de los servicios de divulgación se
regula por razones de interés público, en virtud de su trascendencia e
impacto en materia social, cultural, política, económica y de seguridad
nacional”.
Esta ley contiene los siguientes principios:
1. Libre expresión de ideas a través del ejercicio democrático de la
opinión y el pensamiento.
2. Comunicación libre y plural.
3. Prohibición de la censura previa.
4. Responsabilidad ulterior.
5. Participación democrática de la información.
6. Responsabilidad social.
7. Soberanía.
8. Seguridad de la Nación.
9. Libre competencia.
10. Dominio Público sobre el espectro radioeléctrico.
Entre otras innovaciones, la ley contempla: la creación del directorio de
Seguridad Social y el Consejo de Seguridad Social, organismo encargado
de sancionar y supervisar el cumplimiento de la ley a través del ejercicio
libre y democrático de la comunicación social.
Desde el año 2002, Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión
se han obtenido grandes logros entre los que destacan:
* La difusión de cinco horas y media de producción nacional
independiente en la radio y la TV venezolanas;
* Registro de 10.778 productores nacionales independientes (PNI);
* Capacitación de 2.200 PNI en 2006;
* Recaudación de 43 millardos de Bolívares para financiar la producción
nacional independiente,
* La producción de programas infantiles,
* Los proyectos de usuarios para la educación crítica de los medios y la
dotación de infraestructura de PNI;
* El uso del lenguaje de señas en la televisión para incorporación de
personas con discapacidad auditiva
* Y el fomento a la difusión de la música venezolana, lo cual ha permitido
que un año después de aprobada la ley, aumentara 50% la difusión de
obras venezolanas.
2 - Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Citando el Preámbulo de la Constitución Bolivariana de Venezuela, los
Derechos Humanos son concebidos como una garantía universal e
indivisible. En tal sentido, la libertad de expresión es un asunto inherente
al hombre y a la mujer expresado en el Capítulo III, artículo 57 de la
Constitución, el cual garantiza una comunicación libre y plural dentro de
los deberes y responsabilidades de ciudadanos y ciudadanas.
2.1 Articulo 19 (Libertad de expresión, opinión, ideas e información)
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este
derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de
investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin
limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”
La libertad de expresión y la libertad de los medios de comunicación
desempeñan una función fundamental en la producción, recopilación y
distribución de contenido diverso que integre a todos los ciudadanos y
que permita la participación activa de éstos, y son la esencia de cualquier
modelo de sociedad de la información y la comunicación.
Derecho a la libertad de opinión: este quiere decir que todos sin
excepción, pueden emitir un juicio de valor, eso sí, hay una delgada línea
entre opinar y difamar. Una opinión debe ir siempre bien argumentada y la
finalidad de está es establecer una posición con respecto a algún hecho o
situación.
Derecho a la libertad de información:
Se busca garantizar el acceso a la información a todos por igual. Este
derecho, consagrado en la declaración Universal de Derechos Humanos,
nos permite decir ante cualquier persona que podemos acceder a la
información que deseemos, la que nos hace falta y hasta la que no.
Las consideraciones o excusas en materia de seguridad no deben
menoscabar la libertad de expresión y de los medios de comunicación
3 - Declaración sobre los derechos de la Comunicación
* Derecho a la libertad de expresión del pensamiento:
* Derecho a la libertad de opinión
* Derecho a la libertad de prensa:
* Derecho a la libertad de información
* Derecho a réplica
* Derecho a rectificación
* Derecho a la autodeterminación informativa
* Derecho de acceso a la información oficial
Este derecho nos dice que toda aquella información de interés para los
habitantes de una nación, debe estar al alcance de todos
3.1 - Principios fundamentales (libertad, inclusión, diversidad y
participación)
Reafirmamos nuestra adhesión a los principios de:
* Libertad de la prensa y libertad de la información,
* La independencia, el pluralismo y la diversidad de los medios de
comunicación, que son esenciales para la Sociedad de la Información.
* También es importante la libertad de buscar, recibir, difundir y utilizar la
información para la creación, recopilación y divulgación del conocimiento.
* Abogamos por que los medios de comunicación utilicen y traten la
información de manera responsable, de acuerdo con los principios éticos
y profesionales más rigurosos.
* Los medios de comunicación tradicionales, en todas sus formas, tienen
un importante papel que desempeñar en la Sociedad de la Información, y
las TIC deben servir de apoyo a este respecto.
* Debe fomentarse la diversidad de regímenes de propiedad de los
medios de comunicación, de acuerdo con la legislación nacional y habida
cuenta de los convenios internacionales pertinentes.
* Reafirmamos la necesidad de reducir los desequilibrios internacionales
que afectan a los medios de comunicación, en particular en lo que
respecta a la infraestructura, los recursos técnicos y el desarrollo de
capacidades humanas.
El pluralismo y la diversidad de los medios deben garantizarse mediante
una legislación adecuada. Los medios comunitarios gestionados por las
comunidades y basados en la sociedad civil, tienen una función especial
que desempeñar a la hora de posibilitar el acceso y la participación de
todos y todas, en particular de las comunidades más pobres y
marginadas, en las sociedades de la información y la comunicación. Es
absolutamente fundamental la existencia de un marco jurídico y
reglamentario que proteja y promueva los medios de comunicación
comunitarios y a su vez garantice el acceso de los grupos más
vulnerables a la información y la comunicación
Grupos hegemónicos de los medios de difusión masiva en Venezuela
Una de las críticas a los grandes medios de comunicación es su
subordinación a poderosos grupos empresarios. De esta forma, según
intereses económicos, políticos y sociales, los multimedios son utilizados
para la consecución de objetivos que trascienden la comunicación
objetiva.
El espectro radioeléctrico es un bien del dominio público, tal y como lo
declara el artículo 7 de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones de
Venezuela. Sin embargo, en la práctica, su uso está concentrado en
pocas manos. Es en esos altos porcentajes de presencia de operadores
de servicio de televisión privados en los cuales se encuentran los grupos
oligopólicos que ostentan el control de los medios radioeléctricos en
Venezuela
Venezuela: el sector privado concentra casi el 80% de las estaciones de
televisión. En el Libro Blanco sobre RCTV publicado por el Minci un grupo
de investigadores demuestran la enorme concentración en manos
privadas de los medios radioeléctricos de Venezuela, como se vio en el
llamado "golpe mediático" (de Estado) el 11 de abril de 2002. Gustavo
Hernández, citado en ese libro, advierte que no se puede llamar "mixto" al
sistema de radiodifusión que impera en el país, cuando hay una
"coexistencia en desigualdad" del régimen privado-competitivo y del
público gubernamental.
Los dueños reales del espectro radioeléctrico venezolano son las plantas
RCTV y Venevisión que "concentran 85 por ciento de la inversión
publicitaria en medios de comunicación en el país, tienen 66 por ciento del
poder de transmisión, dominan las redes transmisoras y de difusión de la
señal y controlan 80 por ciento de la producción y elaboración de
mensajes y contenidos que se difunden en Venezuela", señala
Hernández.
La investigación revela la estructura interna de los principales grupos del
poder mediático encabezados largamente por la Organización Cisneros
(ODC) Venevisión "un holding con tendencia global e inversiones en
distintas áreas económicas". Sólo la industria del espectáculo, le reportó
ganancias de cinco mil millones de dólares anuales. Además es dueño de
80 empresas a nivel nacional e internacional en sectores todos
estratégicos. Conformado por Gustavo, Ricardo y Marion Cisneros la
mayoría de sus empresas "no posee accionistas directos, sino que a
través de razones sociales amplía enormemente el espectro de
compañías que maneja" que van desde productoras de discos, Pepsi
Cola, cosméticos, Pizza Hut, y otra cantidad en todas las cuales posee
más de 50 por ciento de acciones.
El grupo Cisneros controla además 47.5 por ciento del canal de señal
abierta Vale en su relación con capitales extranjeros, participando así en
otras empresas, como FM Center Concesionaria, cuya Junta directiva
forma parte de ODC.
En segundo lugar se ubica 1BC.RCTV que -señala el informe- se conoció
como grupo Phelps en los años 20. En 1929 se constituía como holding
empresarial Sindicato Phelps.
Finalmente se cita al Grupo Camero Televen integrado por Inversiones
Cuatro Treinta CA, registrada en el estado de Guárico con 94.4 por ciento
y asociada a Marbrid empresa con sede en Panamá (3. 5 por ciento).
Tiene relaciones con el periódico Quinto Día, entre otros.
Aunque resumido este es el esquema del poder mediático que impera en
Venezuela, que forman parte del poder económico con multimillonarias
ganancias incrementadas ahora con aportes desde Washington en la
guerra sucia informativa contra el gobierno venezolano. La concentración
que domina el sector de la televisión, el hecho de que de los 99
operadores de televisión que operan en VHF y UHF en Venezuela, sólo
dos: RCTV y Venevisión, se llevan 75% de los ingresos brutos del sector.
Las otras 97 operadoras televisivas se reparten el restante 25%. Es una
altísima concentración de medios radioeléctricos la que existe en
Venezuela. Esta información se deriva de un Informe elaborado por el
Ministerio del Poder Popular para las Telecomunicaciones y el Ministerio
del Poder Popular para la Información y la Comunicación.
Concentración del Poder
La Concentración del Poder significa concentrar o burocratizar y
centralizar los poderes y la administración del estado en un solo lugar o a
una sola persona.
Tradicional e históricamente (concretamente desde los estudios teóricos
desarrollados por Montesquieu , sin olvidar el precedente expuesto por
John Locke), uno de los principios que orientan y guían la actividad del
Estado, como ente superior de la organización social, es el denominado
de la separación de los poderes. Tal principio fue concebido como uno de
los factores esenciales para asegurar la libertad de los ciudadanos y, al
mismo tiempo, factor de especial significación para garantizar el normal y
racional funcionamiento de los órganos que integran y estructuran el
Estado. La naturaleza y esencia de este principio implica que cada una de
las ramas que conforman el Poder Público tiene su campo específico de
atribuciones, sus funciones propias, lo cual a su vez significa que ninguna
rama del Poder puede inmiscuirse en la esfera de actuación que —en
virtud de la Constitución y la Ley— corresponde y compete a las demás
instancias de dicho Poder. Si se constata la intromisión de una rama en el
campo de competencias de cualquiera otra de las ramas del Poder
Público, estaríamos en presencia de la denominada usurpación de
atribuciones; y, también puede darse el caso en que una instancia del
poder se sobrepase en el ejercicio de sus propias atribuciones, en abierta
transgresión de los postulados constitucionales o previsiones legales, lo
cual implica la extralimitación de funciones, otra de las derivaciones o
consecuencias del desvío en el ejercicio del Poder Público.
Uno de los rasgos característicos del actual nivel del modelo populista es
la concentración de poder. Se manifiesta en todas las iniciativas
normativas así como en la praxis del desempeño de la gestión. La
tendencia es acumular en manos del Presidente el mayor número de
atribuciones y en los hechos abusar recurrentemente del ventajismo y la
transgresión sólo porque la máxima cabeza del Estado lo ejecuta.
Ahora bien, el principio de la separación de los poderes es consustancial
con la existencia de la democracia (como sistema de gobierno y como
forma de vida); evidentemente, la naturaleza y finalidad de tal postulado,
en este sentido, también constituye un factor de especial significación
para el perfeccionamiento del sistema democrático. Esa relación estrecha
entre la lógica separación de los poderes y el progreso de la vida en
democracia (elemento determinante para el avance del Estado de
Derecho), surgió desde el momento en que tal principio fue esgrimido
como un factor fundamental para combatir el absolutismo monárquico:
durante el apogeo de éste sistema, el rey detentaba el poder en forma
total y absoluta (sin compartirlo con nadie, sin delegar funciones y sin
repartir atribuciones); el rey era al mismo tiempo legislador, juez y ejecutor
de la ley; su poder lo ejercía bien en virtud del llamado derecho divino o
bien por la fuerza. La égida del absolutismo monárquico permitió nuevas
formas de opresión y conculcación de derechos. Era necesario
transformar el sistema de gobierno y abrir cauce a nuevas formas en las
que se reconociera al pueblo como único titular de la soberanía. Por tanto,
el pensamiento liberal señaló al principio de la separación de los poderes
como uno de los soportes esenciales del Estado de Derecho, tal como fue
consagrado en el texto del artículo 16 de la famosa Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano, sancionada por la Asamblea
Nacional Francesa en 1789; ello sin olvidar su aplicación por parte de los
padres de la nacionalidad estadounidense en 1787.
La evolución que se experimentó al respecto en el campo de los estudios
político-constitucionales, determinó que el principio de la separación de
los poderes no debía ser entendido de modo absoluto: se concibió
entonces que era lógica, conveniente y necesaria la colaboración y
cooperación entre las distintas ramas del Poder Público, para reforzar, por
así decirlo, el logro del fin primordial del Estado, el Bien Común.
En el caso venezolano, el principio de la separación de los poderes fue
consagrado en nuestra primera Carta Fundamental en 1811 y reforzado
con los planteamientos programáticos expuestos por Bolívar en el texto
de la Constitución de Angostura, en 1819. Recordemos que en esos años
estaban frescas las formidables y trascendentales experiencias devenidas
tanto de la emancipación estadounidense como de la Revolución
Francesa de 1789, acontecimientos que de uno u otro modo influyeron en
el proceso independentista hispanoamericano. Desde el comienzo de
nuestra vida independiente quedó consagrada en los textos legales la
necesidad de instaurar y perfeccionar el régimen democrático como
antítesis de cualquier intento despótico o tiránico.
Precisamente contra los enemigos de la democracia y la libertad y para
hacer frente al abuso y la concentración autocrática en el ejercicio del
poder, se alzó la voz de El Libertador. En efecto, el más grande de los
venezolanos, en su actuación como político, legislador y gobernante, dejó
innumerables testimonios de su prédica a favor de la auténtica
democracia y en contra de la concentración del poder en manos de una
sola persona.
Valga recalcar, el postulado de la separación de los poderes siempre fue
esgrimido como instrumento para combatir el absolutismo en el ejercicio
del poder: en no pocas ocasiones, en nuestra accidentada vida política,
estuvo presente el empeño de algún tiranuelo que quiso adueñarse del
poder político, para detentarlo y lucrarse de él (junto con sus adláteres y
adulantes) en detrimento del justo sentimiento de la mayoría de los
ciudadanos. De igual modo, en muchas circunstancias, los dictadores de
turno (en complicidad con fieles “juristas”), utilizaron los textos
constitucionales y los “amoldaron” o “adecuaron” a sus particulares y
egoístas intereses, cercenando y cerrando el paso a la genuina esencia
de la democracia; favoreciendo –con ello- el imperio del atraso, la miseria
y la incultura. Todo ese cuadro, configurador de elementos constitutivos
de la negación de la libertad y del innegable abuso de poder.
De un tiempo a esta parte, el genuino pensamiento democrático del país
ha venido objetando el intento concentrador del poder político en manos
de un solo individuo. En tal sentido, los intentos y maniobras destinadas a
subordinar los poderes Legislativo, Judicial, Electoral y Ciudadano a la
égida del Ejecutivo, han sido objeto de razonables críticas basadas en el
real sentido y proyección de expresas normas constitucionales que
consagran la necesaria separación e independencia de las distintas
ramas del Poder Público, garantía de la vigencia de un auténtico régimen
democrático.
Por otra parte, para nadie es un secreto la estrategia trazada por el sector
oficialista para amenguar y eliminar todo recurso de poder o influencia
que provenga de la oposición o de la disidencia al régimen. De este
modo, por ejemplo, las constantes arremetidas de las bandas armadas
afectas al oficialismo contra manifestaciones populares opositoras
(algunas de ellas con saldo trágico, como es de todos conocido); la
abierta calificación peyorativa de expresiones políticas, gremiales y
sindicales que se han hecho eco del creciente descontento de inmensas
masas de la población ante la caótica situación socio-económica
(desempleo, carestía de la vida, ineficiencia de los más elementales
servicios públicos, etc.) por la que atraviesa el país; el acoso a la
autonomía de las universidades; las acciones de persecución y
hostigamiento contra dirigentes oposicionistas; la violación de elementales
derechos humanos; las acciones concebidas para dividir la sociedad
venezolana; la obsesión por destruir nuestra principal industria; las
acciones orientadas hacia el aniquilamiento de la Fuerza Armada
Nacional; y el empeño para silenciar y someter los medios de
comunicación social (en especial los televisivos), por el solo hecho de
constituir los más influyentes y categóricos instrumentos de oposición al
régimen, son –entre otras- las más fehacientes demostraciones de un
intento orientado hacia la concentración del Poder Político en contra de la
voluntad general que emana de la soberanía popular, la misma fuente de
donde provino el poder asignado (transitoriamente) al presidente de la
República, quien, con su actitud contraria a la real esencia de la
democracia, se ha deslegitimado en el ejercicio de sus funciones. Valga
significar, ese intento antidemocrático tiene su ratio essendi en el falaz
empeño por “resucitar” esquemas políticos comprobadamente desfasados
en el tiempo y que, en todo caso, no son acordes con la esencia socio-
cultural de nuestro pueblo.
La concentración del poder en un solo individuo o en un solo sector
político es, evidentemente, una práctica contraria a la vigencia y
perfeccionamiento de la democracia como sistema de gobierno (y forma
de vida); y, por tanto, fiel reflejo de todo un empeño interesado en
enaltecer el despotismo, la tiranía y el abuso en el ejercicio del poder
político, en todas sus manifestaciones. El poder político concentrado,
negador de la esencia de la democracia, atenta contra la autonomía de
las regiones, las municipalidades, las confesiones religiosas, los gremios,
los sindicatos, las universidades, la libre expresión del pensamiento y, en
general, contra todo elemento o factor social que esté conforme o se
solidarice con la plena vigencia y eficacia del Estado de Derecho y una
sociedad libre.
En el plano jurídico presenciamos cómo se ha desvanecido la autonomía
de organismos y entidades del poder. La ley de los Consejos Comunales
es una muestra evidente de aumento del control por parte de Miraflores.
Una comisión presidencial es la que coordina, supervisa y al final
determina el empleo de los recursos de estos entes. Con esta
competencia se manipula desde Caracas el curso de sus actividades
estimulando su accionar soslayando a las alcaldías y ayuntamientos.
Asimismo, hay un instrumento creado mediante el ejercicio de la Ley
Habilitante. Es la Comisión Central de Planificación, cuya finalidad es
unificar los criterios gerenciales en desmedro de la autonomía funcional y
financiera de los órganos adscritos a los ministerios. Con este paso se
otorga a la administración central la dirección de todos estos cuerpos
descentralizados.
Igualmente la anunciada reforma constitucional contiene aspectos
dirigidos a una mayor densidad de potestades en la figura máxima del
Ejecutivo. Primero, con la permisión de reelección indefinida o continua
del Presidente, movimiento efectuado para legitimar la permanencia del
mismo personaje el mayor tiempo posible, barnizada por la bendición de
la Carta Magna.
Segundo, la reformulación territorial resucitando una vieja idea
guzmancista como es la creación de los denominados territorios federales
socialistas, con los cuales se puede cercenar de población y espacio
físico a los estados regionales con el objeto de mandarlos directamente
con gobernadores designados a dedo y la ejecución presupuestaria sin
intermediarios.
Como se puede apreciar, son movimientos diáfanos para llevar la decisión
a pocas manos o, mejor dicho, a una sola. Es una tendencia del devenir
de la democracia clientelar vigente ahora orientada hacia un autoritarismo
ilimitado sin necesidad de asonada de ningún tipo. No podía ser otro el
desenlace de los desaciertos del puntofijismo visto desde el ángulo del
esquema imperante
. Las anteriores circunstancias se han conjugado para permitir las
tropelías referidas. Sin embargo, cuando la renta petrolera no les alcance
por la hiperbolización de las erogaciones estatales, podrán presentarse
signos de crisis y allí actuarán los agentes del dominio internacional. La
experiencia de C.A. Pérez es un antecedente digno de estudiar para la
comprensión de la misma dialéctica histórica atravesada por Venezuela.
Las bonanzas financieras derivadas del precio del barril han sido
manejadas por igual desde la óptica de la democracia representativa, no
importa quién se encuentre detentando el andamiaje del poder.
GLOBALIZACION
La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural
a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e
interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus
mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de
transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter
global. La globalización es a menudo identificada como un proceso
dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el
capitalismo democrático o la democracia liberal y que han abierto sus
puertas a la revolución informática, plegando a un nivel considerable de
liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento
jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.
Este proceso originado en la Civilización Occidental y que se ha
expandido alrededor del mundo en las últimas décadas de la Edad
Contemporánea (segunda mitad del siglo XX) recibe su mayor impulso
con la caída del comunismo y el fin de la Guerra Fría, y continúa en el
siglo XXI. Se caracteriza en la economía por la integración de las
economías locales a una economía de mercado mundial donde los modos
de producción y los movimientos de capital se configuran a escala
planetaria (Nueva Economía) cobrando mayor importancia el rol de las
empresas multinacionales y la libre circulación de capitales junto con la
implantación definitiva de la sociedad de consumo. El ordenamiento
jurídico también siente los efectos de la globalización y se ve en la
necesidad de uniformizar y simplificar procedimientos y regulaciones
nacionales e internacionales con el fin de mejorar las condiciones de
competitividad y seguridad jurídica, además de universalizar el
reconocimiento de los derechos fundamentales de ciudadanía. En la
cultura se caracteriza por un proceso que interrelaciona las sociedades y
culturas locales en una cultura global (aldea global), al respecto existe
divergencia de criterios sobre si se trata de un fenómeno de asimilación
occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico la globalización
depende de los avances en la conectividad humana (transporte y
telecomunicaciones) facilitando la libre circulación de personas y la
masificación de las TICs y el Internet. En el plano ideológico los credos y
valores colectivistas y tradicionalistas causan desinterés generalizado y
van perdiendo terreno ante el individualismo y el cosmopolitismo de la
sociedad abierta. Mientras tanto en la política los gobiernos van perdiendo
atribuciones ante lo que se ha denominado sociedad red, el activismo
cada vez más gira en torno a las redes sociales, se ha extendido la
transición a la democracia contra los regímenes despóticos, y en políticas
públicas destacan los esfuerzos para la transición al capitalismo en
algunas de las antiguas economías dirigidas y la transición del feudalismo
al capitalismo en economías subdesarrolladas de algunos países aunque
con distintos grados de éxito. Geopolíticamente el mundo se debate entre
la unipolaridad de la superpotencia estadounidense y el surgimiento de
nuevas potencias regionales, y en relaciones internacionales el
multilateralismo y el poder blando se vuelven los mecanismos más
aceptados por la comunidad internacional.
La valoración positiva o negativa de este fenómeno, o la inclusión de
definiciones o características adicionales para resaltar la inclusión de
algún juicio de valor, pueden variar según la ideología del interlocutor.
Esto porque el fenómeno globalizador ha despertado gran entusiasmo en
algunos sectores, mientras en otros ha despertado un profundo rechazo
(antiglobalización), habiendo también posturas eclécticas y moderadas.
La nueva relación socio-económica
La globalización en sí misma es un proceso continuo y dinámico, que
desafía las leyes de los países en su forma de regular el funcionamiento
de empresas y el comportamiento económico de los individuos a nivel
internacional que, si bien pueden dar trabajo a la mano de obra
desocupada o ser los contratados, también pueden beneficiarse de
irregularidades y debilidades subsistentes en un determinado país. Es
fácil para estas empresas simplemente trasladar sus centros de
producción a lugares en los cuales se les del máximo de facilidades. Es
también un desafío a los proyectos de desarrollo de los países,
especialmente para aquellos que están en vías de desarrollo, pues no
sólo considera cualquier intervención estatal como inimica a los intereses
de esas empresas (en la medida que tales planes implican regulaciones y
demandan impuestos y otros recursos) sino que además asevera que la
idea misma del desarrollo social como meta y objetivo gubernamental o
estatal precluye la libertad individual y distorsiona tanto la sociedad como
el mercado.(ver por ejemplo posición paretiana en:
Estas fueron las pautas de un primer momento en esta nueva relación
socio-económica. Se puede observar, como ejemplo, que los altos costes
de producción en los países desarrollados, que confluyendo con una
apertura de los países del este oriental, especialmente China e India, a
los mercados de capitales y su inclusión como miembros de la
Organización Mundial de Comercio (OMC), resultó en el traslado masivo
de la producción industrial desde Europa y EE. UU. a esos u otros países
que ofrecían condiciones más favorables al incremento de las ganancias
de esas empresas internacionales.
A nivel cultural, el incremento de la intercomunicación física y virtual, han
incrementado y facilitado este proceso. La interconexión física se basa en
la masificación del transporte. La interconexión virtual se basa
exclusivamente en la tecnología, por ejemplo, Internet. Esto ha llevado a
dos resultados contradictorios: por un lado la centralización del control
administrativo y político a niveles gubernamentales y corporativos se ha
visto facilitada enormemente. Por otro, se ha facilitado de manera
igualmente enorme la diseminación de ideas críticas y la comunicación a
nivel de ciudadanos comunes y corrientes, que anteriormente estaban
para su información a merced de los medios establecidos o no podían
responder rápida y efectivamente a decisiones que los afectaban.
Un último punto de interés es el crecimiento económico a nivel mundial
desde la introducción del proceso. Según datos del FMI, todos los países
desarrollados y muchos de los que se encuentran en vías de desarrollo,
han experimentado un crecimiento sostenido de sus economías, lo que ha
y está permitiendo la incorporación de cientos de millones de habitantes a
las economías modernas. Esta es generalmente la justificación más
usada en favor de la globalización.
En la cultura
La globalización en la cultura se manifiesta en la integración y el contacto
de prácticas culturales: marcas, consumo de medios, valores, iconos,
personajes, imaginario colectivo, costumbres, relaciones, etc. En un
sentido restrictivo del concepto de cultura, se entiende sobre todo lo
relacionado con la difusión y consumo de los productos culturales a
alcance mundial, fundamentalmente cine, televisión, literatura y música,
en los que el factor tecnológico multiplica su capacidad de difusión a gran
escala.
A esto se suma la existencia de focos de atracción para un intenso
turismo cultural, manifestados en los principales destinos turísticos y en
los grandes eventos expositivos (grandes museos, ferias y convenciones)
que aspiran a hacer accesible una cultura de alcance mundial, en
estrecha relación con la ampliación de las redes de transporte
internacionales, especialmente el aéreo.
El mercado mundial para las industrias del entretenimiento, de las que el
cine estadounidense ha sido el mayor exponente a lo largo de todo el
siglo XX, depende de dos factores técnicos: medios de comunicación e
idioma. La barrera del idioma sigue dependiendo de la realización de
doblajes y traducciones, en las industrias de contenidos narrativos,
creándose mercados sectoriales para las grandes lenguas
multinacionales como el español o el francés, además de la posición
dominante del inglés.
Con la progresiva y rápida digitalización de todos los soportes de
comunicación, se reducen las barreras a la difusión mundial, reservada
durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX a las firmas de
radiodifusión, los circuitos de exhibición y los acontecimientos de
cobertura internacional (especialmente los deportivos). La cultura global
es por lo tanto audiovisual, y de masas. Los argumentos universales
narrativos y simbólicos tienden a fundirse en los nuevos iconos
audiovisuales, renovados en su estética (estilo, actores, efectos
especiales, ambientación, etc.)
Argumentos en favor de la globalización
Es importante anotar que entre los partidarios de la globalización están
corrientes con visiones encontradas y radicalmente diferentes en su
percepción sobre los beneficios de la globalización, es el caso del
liberalismo libertario y el neoconservadurismo en lo político, o la escuela
austríaca y el monetarismo/escuela neoclásica en la doctrina económica.
Los liberales libertarios y otros proponentes del laissez-faire
capitalista dicen que altos niveles de libertades políticas y
económicas, en la forma de democracia y capitalismo, han sido
fines valuables en sí mismo en el mundo desarrollado y han
también producido altos niveles de riqueza material. Ellos ven en la
globalización un proceso benéfico de extensión de la libertad y el
capitalismo.
Aquellos que apoyan el libre comercio proclaman que el aumento
tanto de la prosperidad económica como de oportunidades,
especialmente en los países en desarrollo, incrementara las
libertades civiles y llevara a una alocación de recursos más
eficientes. Las teorías económicas de la ventaja comparativa
sugieren que el mercado libre produce tal alocación efectiva de
recursos, a mayor beneficio de todos los países que estén
envueltos. En general, esto conduce a reducción de precios, más
empleos, incremento en la producción y de niveles de vida
especialmente para los que viven en países en desarrollo.
Hay también los llamados "globalistas" o "mundialistas", que
proponen una "globalización democrática". Ellos creen que la
primera etapa de la globalización, orientada al mercado o a
asuntos económicos, debe ser seguida por una etapa de creación
de instituciones políticas globales que representen las visiones o
aspiraciones del "ciudadano mundial". Su diferencia con otros
"globalistas" es que ellos no definen por adelantado una ideología
para orientar esta voluntad, dejándola a la voluntad de esos
ciudadanos a través de un proceso democrático
Proponentes de la globalización argumentas que el movimiento
anti-globalización es proteccionista y usa evidencia puntual y
anecdotal para apoyar sus visiones, mientras que las fuentes
estadísticas proveen apoyo fuerte a la globalización:
A pesar que algunos lo disputan, la desigualdad del ingreso a nivel
mundial parece estar decreciendo, como el economista Xavier
Sala-i-Martin argumento en 2007. Dejando de lado quien tiene la
razón, se puede alegar que más importante es la medida de
pobreza absoluta: si todos vivieran en la miseria, la desigualdad de
ingresos seria muy baja.
Desde 1981 al 2001, de acuerdo a figuras del Banco Mundial, el
número de personas que viven con un dólar o menos de ingreso al
día ha declinado en términos absolutos de mil quinientos millones
de personas a mil cien millones. Al mismo tiempo, la población del
mundo aumentó. Así pues, en términos porcentuales el número de
tales personas declinó en los países en desarrollo de 40% a 20%.
de la población. con las mayores disminuciones teniendo lugar en
las economías que han reducido mas las barreras al comercio e
inversión. Sin embargo, algunos críticos advierten que seria
conveniente usar medidas más detalladas de la pobreza.13
La esperanza de vida se ha casi doblado en los países en
desarrollo desde la Segunda Guerra Mundial y esta empezando a
cortar la distancia entre ella y la de los países desarrollados, donde
el mejoramiento ha sido menor. Incluso en los países del África
subsahariana , la región menos desarrollada, la esperanza de vida
ha aumentado de menos de 30 años antes de esa guerra a
alrededor de 50 años antes de la pandemia de sida y otras
empezaran a reducirla nuevamente al presente nivel de alrededor
de 47 años. La mortalidad infantil ha decrecido en todas las
regiones del mundo en desarrollo.
La presencia de la democracia ha incrementado dramáticamente:
desde una posición en la cual habían muy pocas naciones con
sufragio universal en 1900 a estar presente en un 62,5% de todos
los países en el 2000.
Los derechos de las mujeres ha avanzado. Incluso en áreas tales
como Bangladesh ellas están logrando acceso a trabajos que
proveen estabilidad e independencia económica.
La proporción de la población mundial que vive en países en los
cuales las provisión de alimentos per capita es menor que 2.200
calorías o 9,200 kilo julios por persona por día disminuyo desde
56% en 1960 a menos de 10% en 1990.
Entre 1950 y 1990. la tasa de alfabetización mundial aumento del
52% al 81%. Las mujeres han representado mucho de ese
crecimiento: la tasa de alfabetización femenina, como porcentaje
de la masculina, aumento de 59% en 1970 a 80% en el 2000.
Hay tendencias similares en lo que respecta a acceso a
electricidad, autos, radios, teléfonos, etc, al mismo tiempo que una
proporción creciente de la población con acceso a agua potable.
El porcentaje de menores en la fuerza de trabajo ha caído desde
un 24% en 1960 al 10% en el 2000.
Indur M. Goklany, en su libro 'The Improving State of the World
también encuentra evidencia que esas, y otras, medidas del
bienestar humano están mejorando y que la globalización es parte
de la explicación. También busca responder al argumento que el
Impacto ambiental limitaría ese progreso.
Otros autores, tales como el senador canadiense Douglas Roche,
simplemente ven la globalización como inevitable y argumentan a
favor de crear instituciones tales como una Asamblea
Parlamentaria de las Naciones Unidas elegida a fin de supervisar y
controlar la acción de cuerpos e instituciones internacionales no
electos.
A pesar que los críticos de la globalización se quejan que esta
implica un predominio de la cultura occidental (u occidentalización)
un informe del año 2005 de la UNESCO muestra que el cambio
cultural se está haciendo en ambas direcciones. En el 2002, China
fue el tercer país en exportaciones de bienes culturales, detrás de
Gran Bretaña y EE. UU. Entre 1994 y el 2002, la proporción de
esas exportaciones de tanto Norteamérica como Europa decayó,
mientras las exportaciones de Asia crecieron hasta sobrepasar a la
estadounidense.
Los proponentes de la globalización critican duramente algunas políticas
corrientes en países desarrollados. En particular, los subsidios a la
agricultura y las tarifas protectivas en esos países. Por ejemplo, casi la
mitad del presupuesto de la Unión Europea se emplea en subsidios
agrícolas, en su mayoría, a las grandes empresas y granjas
industrializadas que constituyen un poderoso lobby. Japón , por su parte,
concedió a su sector agrícola 47 mil millones de dólares en el 2005. casi
cuatro veces la cantidad que dio en Ayuda oficial al desarrollo. Los EE.
UU. dan 3.900 millones de dólares cada año a su sector agrícola
algodonero, que incluye 25 mil granjeros, tres veces superior al
presupuesto completo de USAID para los 500 millones de habitantes de
África `Estas políticas agotan los recursos de los contribuyentes e
incrementa el precio a los consumidores en los países desarrollados,
disminuye la competencia y eficiencia, evita las exportaciones de
agricultores más eficientes y otros sectores en los países en desarrollo y
socaba las industrias en los cuales los países desarrollados tienen
ventajas comparativas. Así, las barreras al comercio dificultan el
crecimiento económico no solo de las naciones en desarrollo, lo que tiene
un efecto negativo en los niveles de vida generales.
La globalización desde un punto de vista crítico
La globalización es un fenómeno complejo, no debería ser sorpresa por lo
tanto que provoque diferentes reacciones entre diferentes individuos o
grupos. Para algunos, como el senador canadiense, amenaza la
estructura misma de la "Nación estado" y el concepto moderno de
democracia, mientras que para otros, tales como los partidarios del
Islamismo político, busca imponer estructuras políticas no islámicas (es
decir, la democracia) sobre países que lo rechazan. Para otros, amenaza
la identidad nacional, mientras que otros -por ejemplo para el escritor
Mario Vargas Llosa- ven esa identidad como una construcción impuesta
que busca obliterar diferencias individuales y culturas locales en aras de
una unidad artificial. Aún otros ven el proceso como simplemente una
continuación o incluso agudización de procesos explotativos, resultado
directo del neocolonialismo capitalista, mientras para otros amenaza el fin
de esa predominancia. Para algunos, promete una nueva era de riquezas
para todos, para otros, tales como el escritor Eduardo Galeano es la
seducción de un consumismo que arruinará económica y moralmente a la
mayoría (comparar también con la posición de la Iglesia católica)
Antes de hacer una crítica es necesario considerar un aspecto
fundamental: la diferencia entre lo que los partidarios del proceso
proponen y la manera que esas propuestas han sido o están siendo
implementada. El libre comercio de la globalización no sólo se refiere al
libre movimiento de capitales sino que también al libre movimiento de
bienes y personas. Por lo tanto los globalistas consideran inaceptable,
como se ha visto, las barreras aduaneras y tratos preferenciales que los
países desarrollados imponen o practican cuando así les conviene. Las
mismas objeciones se aplican a las barreras de todo tipo a la migración y
movimiento de los trabajadores: ¿cómo pueden los recursos ser
distribuidos racionalmente o las sociedades derivar el máximo de
beneficio del sistema cuando se imponen condiciones que son
últimamente irracionales en términos económicos?
Puntos a considerar según los críticos
La apertura generalizada de los mercados de bienes y capitales
que sugiere el fin de los bloques comerciales, tratados regionales e
independencia económica de los países pero al mismo tiempo
facilita la capacidad de resolver necesidades económicas que
actores locales han sido incapaces de satisfacer.
La creciente Privatización de los sectores económicos, junto al
auge de la empresa multinacional y el decaimiento de empresas y
estado nacionales.
El aumento de la competencia que por un lado incrementa la
cantidad y calidad de los productos y por el otro amenaza las
condiciones de trabajo (incluyendo salarios) y la sobrexplotacion
del medio ambiente.
El acceso irregulado de los países a los mercados internacionales,
lo que por un lado facilita la venta de sus productos y la adquisición
de tecnologías y mercancías y promueve empleos y por el otro
desprotege los de menor calibre económico y lleva al abandono de
intentos organizados de promover progreso y justicia social.
El intercambio cultural que amenaza una pérdida en la integridad
de las culturas o identidades nacionales de los países participantes
versus la oportunidad de diversificar y enriquecer las costumbres.
Conflicto entre la concepciones de la cultura como "civilización" o
'Alta Cultura' versus la extensión de la "Cultura del Hombre Común"
o cultura popular.
La posibilidad del reflorecimiento de culturas regionales o
folclóricas y valores individuales versus la homogeneización
producto de la masificación e internacionalización de los medios.
El reforzamiento de una conciencia de "comunidad humana" versus
la adquisición acritica de elementos culturales de sociedades
dominantes.
Posible sobrevaloración de lo material por sobre lo social o moral
versus la satisfacción de necesidades materiales mínimas de
amplios sectores.
El posible decaimiento del nacionalismo y surgimiento del
internacionalismo.
El poder político de empresas sobre los países.
La generalización de la democracia y el estado de derecho como
formas de gobierno predominantes a nivel mundial versus el
resurgimiento de áreas y periodos de profunda inestabilidad política
debido, por un lado, a la pérdida de poder por parte de los
gobiernos (produciendo los llamados estados fallados) y, por el
otro, al rechazo a lo que se ve como concepciones occidentales de
hacer política.
La disminución paulatina en los controles migratorios, que puede
llevar a la perdida de los sectores más innovadores (ver fuga de
cerebros) y la 'invasión' de élites empresariales internacionales en
países pobres.
La búsqueda de un mucho mejor ordenamiento económico y social,
por la vía del uso de monedas nacionales nominativas y con
trazabilidad de cadenas de pago, y por la vía del uso en la
economía mundial de una verdadera moneda internacional no
vinculada en forma rígida con canastas de monedas nacionales
Críticas
Las críticas radicales al proceso globalizador configuran lo que se
denomina movimiento antiglobalización o altermundismo y sus cabezas
mediáticas generalmente están ubicadas en un contexto nacionalista, de
extrema izquierda, de alguno de los nuevos movimientos sociales
progresistas, de la socialdemocracia ortodoxa (aquella que rechaza la
Tercera Vía) o del populismo tercermundista (que puede incluir
componentes antioccidentales o antiestadounidenses), así mismo varios
movimientos religiosos conservadores y la extrema derecha se han
posicionado en contra de la globalización. El punto en común mayoritario
que tienen estas críticas es que equiparan globalización a imperialismo y
neocolonialismo (ver Teoría de la dependencia), todas se oponen a lo que
han denominado fundamentalismo de mercado y acusan a la
globalización de fomentar un estilo de vida consumista y postmaterialista.
Como solución más generalizada todas estos credos ideológicos apuntan
a la necesidad de un Estado fuerte y regulador para la sociedad y
proponen el resurgimiento del desarrollismo, el dirigismo y el
proteccionismo en las políticas económicas de las naciones, a la vez que
reclaman reeducar a la sociedad en torno a valores que contrarresten los
valores y costumbres individualistas.
Una primera crítica utiliza los puntos de vista de los teóricos de la
globalización misma. Como se ha visto, estos se oponen a las
barreras y trabas al movimiento tanto de bienes como de personas
que los gobiernos que dicen seguir las políticas globalización
imponen sobre los productos y personas de otros países.
Igualmente cuestionable son las subvenciones y otras medidas
proteccionistas que esos países utilizan. En ese sentido, se ha
afirmado que las instituciones del "Consenso" están al servicio de
sus accionistas mayores (es decir, EE. UU.) y no al de quienes fue
creado para beneficiar.
Otra crítica que se puede aducir es que si aceptamos la sugerencia
de los proponentes de la globalización que tanto la democracia
como el capitalismo fueron las fuentes de la prosperidad
económica de los países desarrollados, sigue que el rol que el
estado ejerció a nivel nacional en la emergencia de esa
prosperidad necesita ser replicado no sólo al nivel de los países
que se integren al sistema sino también al internacional y Incluso
algunos proponentes de la globalización reconocen esto (a pesar
que se argumenta que la democracia por sí misma no promueve el
crecimiento económico cabe considerar que el origen de los
presentes niveles de Desarrollo económico y Bienestar social en
ciertos países se debe a consideraciones políticas que se hacen
urgentes con la expansión y profundización de la democracia -ver
"Origines y Evolución" en Estado de bienestar- Quizás se puede
sugerir que si bien la mera democracia no produce prosperidad,
una vez que se ambas se hacen presentes crean un sistema de
retroalimentación positiva)
Una tercera crítica, esta vez de oponentes al proceso, sugiere que
sus proponentes se han y están, por un lado, apropiándose de los
resultados de la acciones de terceros y por el otro,
malinterpretando los hechos -incluyendo el distorsionar los datos
estadísticos básicos a fin de propagar sus ideas:
En adición, se puede mencionar que la disminución en las tasas de
pobreza relativa en países que aplican las políticas del FMI no
parece estar lográndose gracias a la disminución de los extremos
en la distribución del ingreso, sino gracias a la pérdida de ingresos
de las clases asalariadas de países industrializados y la
pauperización de las clases medias, especialmente en países
desarrollados y de ingresos medios, tales como los de América
latina. quienes se encuentran ahora desprovistos de los sistemas
de seguridad y apoyo que gozaban, por ejemplo, en educación,
medicina, seguros, pensiones de jubilación y otros servicios
estatales, etc. La concentración de propiedad a nivel mundial
continúa y se acentúa, lo que no debería ser sorpresa, ya que en la
segunda mitad de la década del noventa del siglo pasado algunos
estudiantes de las políticas del desarrollo -por ejemplo, Michael P
Todaro "Economic Development"- advertían que la presencia de
empresas multinacionales en países en desarrollo podría resultar
en el empobrecimiento a largo plazo de esos países debido al
desplazamiento de empresas locales, la desviación de recursos
locales a fin de servir mercados mas lucrativos en otras regiones y
la exportación de ganancias, etc.
Las políticas tanto del Consenso de Washington como del resto de
los proponentes de la globalización sugieren que seria posible
lograr niveles de prosperidad económica a nivel mundial similares a
los que se ven en Europa o EE. UU. Esta presunción es
cuestionable, especialmente desde un punto de vista ecológico.
CONCLUSIÒN
Los medios de comunicación social son instrumentos fundamentales para
la vigencia y el funcionamiento del sistema democrático. De la naturaleza
de los mensajes de los medios depende, en alto grado, la conformación
de la opinión pública. De allí la necesidad de un sistema comunicacional
que garantice un flujo informativo libre, permanente, fidedigno y plural, y
una amplia confrontación de opiniones que proporcionen al ciudadano
suficientes elementos de juicio para permitirle la toma de decisiones
conscientes en su participación en la esfera de lo público.
El cumplimiento de estas premisas requiere de una legislación y de un
sistema político que establezcan plenamente la vigencia de la libertad de
expresión y del derecho a la información. Ambos derechos están
establecidos en la Constitución nacional.
El derecho a la información es de todos los ciudadanos y se verifica
cuando los medios públicos y privados, así como los comunicadores
sociales cumplen con su deber de informar veraz y oportunamente. Este
derecho ciudadano a la información está condicionado por el régimen de
propiedad y del control de los medios de comunicación.
En la sociedad actual los procesos de monopolización corporativa de los
medios se han convertido en una amenaza a la pluralidad, confiabilidad y
oportunidad de la información. Solo el desarrollo de un vigoroso conjunto
de medios de distinta conformación – privados, de servicio público, no
gubernamental, comunitario, alternativo – garantizaría la dimensión ética,
la legitimación de la responsabilidad social y la democratización de la
comunicación social a través de una efectiva participación ciudadana.
La población venezolana se aferra al Principio de la “Expectativa
Esperanzada” el rol más importante a desarrollar por parte de los medios
masivos de comunicación, para sentar las bases de la certidumbre en una
Patria estable y progresista. Contamos para ello con bases significativas,
como la puesta en vigencia de la Ley de Responsabilidad Social en Radio
y Televisión, cuya normativa ha reivindicado el derecho de la información,
y la cual, tiene como uno de sus objetivos, contribuir a la restitución de
ese rol originario de los medios, contribuyendo con la transformación
democrática del país y haciendo realidad los principios establecidos en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en especial los
relacionados con el ejercicio pleno del derecho a la libertad de expresión,
a la información y a la comunicación libre y plural, creando de este modo,
espacios para la participación ciudadana, previendo responsabilidades y
promoviendo la producción nacional independiente. Desde esta
perspectiva y también en correspondencia con nuestra Carta Magna en
su artículo 322, donde se indica que la Seguridad y Defensa integral de la
Nación es competencia tanto del Estado, como de los ciudadanos que en
ella habitan, existiendo de esta manera una corresponsabilidad sobre los
aspectos básicos que atañen a la Nación.