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Lux Iuris Número 1 julio - diciembre 2015 ISNN: En trámite

Lux Iuris - Facultad de Derecho - UNAM€¦ · María del Carmen Montoya ... tres momentos en la vida de Díaz, ... El porfiriato o como muchos de los historiadores lo han llamado

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Lux I u r i s

Número 1 j u l i o - d i c i embre 201 5I SNN : En t rám i te

Lux iuris

UNAM - Facultad de Derecho / Revista Lux iuris - Año 1 - número 1 - 2016

Lux Iuris es una publicación digital semestral, a cargo de la Secretaría Académica, cuyo objetivo es proporcionar un espacio para la publicación de artículos escritos por alumnos de la Facultad de Derecho con el acompañamiento de los profesores.

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Directorio

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José de la Cruz Profirio Díaz Mori

Hombre de luces y sombras

Man of lights and shadows

Israel Sandoval Jiménez

Resumen: En el presente artículo se reflexiona sobre los aspectos generales de la vida del presidente Porfirio Díaz y de las diversas etapas que tuvo su vida personal, militar y política.

A través de un recorrido histórico del régimen del personaje, se pretende resaltar datos biográ-

ficos, así como los diversos cambios institucionales que fue sufriendo el país. El autor plantea

tres momentos en la vida de Díaz, el primero, cuando fue un general que se desarrolló

al lado de Benito Juárez y todo lo que tuvo que hacer para que ocupara la presidencia, la

segunda, se centra en lo que la historiografía ha intitulado como Porfirismo, periodo en

que el presidente se perduraría en la silla presidencial, hasta por 7 ocasiones, trayendo

con ello la estabilidad y progreso que tanto ansiaban tener los habitantes de la nación,

el tercer momento, es cuando se realizó la entrevista Díaz-Creelman, la cual propició la

inestabilidad del gobierno en turno. Finalmente, el artículo aborda el exilio del presidente

Porfirio en París, donde aún descansan sus restos.

Palabras clave: Porfirio Díaz, Vida Personal, Política, Cambios Institucionales, Porfirismo, Díaz-Creel-man.

Abstract: In this article we examine the general aspects of the life of President Porfirio Diaz and the

different stages that had his personnel, military and political life. Through a historical character

of the regime, it is intended to indicate some biographical data as well as the various ins-

titutional changes that the country was suffering. The author proposes three moments in

the life of Diaz, the first, when he was a General, who had developed next to Benito Juárez

and all he had to do to become to ,the presidency, the second focuses on what the histo-

riography has named as Porfirismo, periode of time during the president would last in the

presidential chair, up to 7 times, bringing with it the stability and progress, this situation

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was craved for all people of the nation, the third moment was when the Dìaz-Creelman

interview was done, which it brought instability in the government in turn. Finally, the

article discusses the exile of President Porfirio in Paris, where his remains still.

Keywords: Porfirio Díaz, Personal, Political, Institutional change, Porfirismo, Diaz-Creelman.

Sumario. 1. Introducción; 2. Ganar elecciones; 3. Nacimiento; 4. Las mujeres del general; 5. El Rencor hacía el Benemérito de las Américas; 6. Los beneficios del dictador; 7. Cuatro años no son sufi-cientes; 8. Díaz-Creelman; 9. Despedida.

El poder corrompe:El poder absoluto corrompe absolutamente.

Lord Acton

Introducción

El porfiriato o como muchos de los historiadores lo han llamado la dictadura semidemocrática, llamada así porque Díaz ostentó el poder por un período de treinta y un años, ¿A qué se debió que se rompiera esa dictadura vitalicia? ¿Será a caso que al estratega le llegó primero la vejez que la democracia?

No podemos decir que Porfirio Díaz marcó su inicio y su fin, sería mantener esa “Historia de bronce” en donde se enaltece o perjudica a una sola persona sin ver el entorno social que se vivía en determinado momento, tal vez, podemos considerar que el descontrol surgió de la clase media que logró ocupar escalones, pero jamás los suficientes para pertenecer a las élites porfirianas, o quizás, el problema nació en la clase baja que nunca fue reconocida totalmente, que siempre tuvo preca-riedades en un régimen “moderno” llamado Estado de derecho, muchos historiadores justifican la caída de Díaz afirmando que la sociedad mexicana buscaba igualdad de derechos y mejor nivel de vida, pero la realidad es que buscaban un beneficio, llamado poder.

Una pregunta más que se suma al presente trabajo es ¿Díaz debe ser más odiado que querido? Cuando el dictador tenía un símil al Benemérito de las Américas, es decir, Benito Juárez fue más que su amigo, fue su mentor, fue su colega, me refiero a ello ya que Juárez fue maestro de Díaz en el Instituto de Ciencias y Artes mientras era gobernador de Oaxaca, Díaz cursaba las materias de Derecho de 1849 a 1854.

Ambas personalidades eran de orígenes oaxaqueños, los dos iniciaron su formación religiosa pero al final se dieron cuenta que no era para ellos y terminaron estudiando la licenciatura en De-recho, al principio uno era maestro y el otro alumno, con el tiempo los dos llegaron a ser colegas en el Instituto de Ciencias; Díaz a los 23 años de edad colaboró muy cerca de Juárez, quien era catedrático de derecho civil, por cierto, Díaz terminó los estudios de Derecho y fue profesor del mismo Colegio donde estudió pero jamás se recibió de abogado.1

1 José López Portillo y Rojas, Elevación y caída de Porfirio Díaz, México, Porrúa, 1975, p. 504.

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Podemos decir que ambos eran de tendencia liberal, uno más radical otro más moderado, per-sonajes que se enfrentaran por la silla maldita, buscando perpetuarse en ella ya que los dos eran permanentes electos y determinantes de la única circunscripción electoral, al final los dos serán derrocados por cabecillas en contra de su gobierno, ambos presidentes de México, sólo que uno es reconocido en letras de oro y otro olvidado en el extranjero.

El inicio de Don Porfirio Díaz no se veía con malos ojos, su primer período presidencial lo ocupó a la edad de 47 años que fue de 1877 a 1880,2 -hay que recordar que el “Plan de la Noria” proclamado por Porfirio Díaz el 8 de noviembre de 1871 en contra de Benito Juárez, se resume con la exigencia de dos puntos: primero; la renuncia del presidente Benito Juárez; segundo, la suspensión del orden constitucional para conformar una junta de notables que reorganizará el país.

Para el año de 1872 había fallecido Juárez, ello obligo a que se convocaran a elecciones para elegir presidente nuevo, Sebastián Lerdo de Tejada era el próximo en heredar el mandato, aunque, Porfirio Díaz no veía con buenas intenciones la postulación de Lerdo, ya que continuaría la línea de Juárez y la invención de las elecciones, con esos principios de por medio, Díaz proclamó el “Plan de Tuxtepec” en Oaxaca con el fin de evitar que Lerdo llegará al poder.

En ese dicho plan, Díaz acuñó la famosa frase de “sufragio efectivo, no reelección” que con el paso del tiempo serviría como lema de la Revolución de Francisco Ignacio Madero, esta ocasión con el fin de derrocar a Díaz, es interesante, ver que todos los planes que se crean en el México independiente, tienen dedicatoria y el único objetivo que persiguen es cambiar al representante del gobierno, jamás buscaban un verdadero desarrollo para México.

Ganar elecciones

Siguiendo con la idea de que el general Díaz buscó mantener su honorabilidad y la democracia en México, le sucede su compadre Manuel González que tuvo un período de 1881 a 1884, al final tras malos manejos en el gobierno de Manuel, Díaz tiene que regresar a la presidencia para mantener la calma en el país, desde ese momento, Díaz se quedará en el poder hasta el año de 1911.

Díaz en los primeros mandatos presidenciales gozaba de buena fama, excelente condición física y era considerado como el héroe de la batalla de Puebla, el coronel que había ganado contra los franceses y defendido a México de otra invasión extranjera, pero a su vez era conocido como “El llorón de Icamole”3; el 20 de mayo de 1876 se enfrentaron en Icamole, Nuevo León, el ejército de Díaz con las fuerzas del general Mariano Escobedo, la batalla la perdió Díaz y con grandes perdidas, ante la humillación y el desastre que se vivía, Porfirio rompió en llanto en frente de su ejército, los testigos de la batalla le adjudicaron el sobrenombre antes señalado.

También podemos conocerlo por el nombre del indio francés, por el que impulsó desarrollo del ferrocarril, por el Presidente que se preocupó por la educación ya que durante su presidencia se 2 Ramiro Reyna Hinojosa, Porfirio Díaz, el hombre, el militar, el presidente, México, Universidad Autónoma de Nuevo León, 2009, p. III.3 Ibidem, p. 13.

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cuadruplicó el número de alumnos en las escuelas oficiales, también podemos conocerlo por el Presidente que mandó a construir el Palacio de Bellas, proyecto que fue encargado a un italiano de nombre Adamo Boari, quién implemento las tendencias de Francia, sobre todo la arquitectura basada en el Art Nouveau, ese bello edificio serviría para festejar los cien años de la Independencia de México, aunque, el proyecto no fue terminado hasta el año de 1934 bajo la dirección de Federico Mariscal, prevaleciendo los detalles de Art Nouveau y añadiendo lo que se conoce como Art Decó.

Como lo explica Paul Garner, la historiografía porfiriana se puede ver en tres etapas, la primera que es el porfirismo, es aquella etapa en donde todo está a favor de Porfirio Díaz y su régimen, ubicado a finales de 1910; la segunda etapa llamada antiporfirismo elimina el orden, progreso y desarrollo nacional, colocando a la Revolución Mexicana en el centro del progreso, rompimiento con la época de Díaz, dicha etapa se puede localizar a finales de la era porfiriana; y el neoporfirismo que es la interpretación más positiva del porfirismo y del antiporfirismo, análisis que presenta de manera objetiva los beneficios y males del gobierno de Díaz, ubicada en la década de los 80s.4

Nacimiento

El nacimiento de Porfirio Díaz se desarrolla en Oaxaca el 15 de septiembre de 1830, su acta de nacimiento dice tal fecha pero la costumbre del lugar establecía que se bautizaran uno o dos días después de su nacimiento.5

Oaxaca era una ciudad amplia, con una población de quince mil habitantes, entre esa urbe se ubican los modesto padres de Díaz; su padre se llamaba José Faustino Díaz aunque los historiado-res han encontrado variantes en el nombre de su padre como José de la Cruz o Rafael Díaz de León; su madre Petrona Mori era indígena con leve ascendencia española; de ese matrimonio nacieron siete hijos de los cuales vivieron cinco, Desideria, Manuela, Nicolasa, Porfirio y Félix,6 este último apodado “el chato Díaz”, fue fiel seguidor de los pasos de Porfirio en la carrera militar, desafortuna-damente fue fusilado en sierra Ixtlan, después de que él mandará a cortarle los pies al santo patrono de dicha sierra, castigo que se le aplicó al mismo Félix.7

Tanto José de la Cruz como Petrona Mori eran indios mixtecos con una leve ascendencia españo-la, empero, muchas biografías hacen pasar a Díaz como un hombre ilustrado de familias españolas.8

Las mujeres del General

Se dice que tuvo amores con Juana Catalina y Rafaela Quiñonez, aunque la que más puede llamar la atención es Delfina Ortega, hija de su hermana Manuela con la que contrajo nupcias en 1867 de la 4 Cfr. Paul Garner, Porfirio Díaz: Del héroe al dictador: una biografía política, México, Planeta, 2010, pp. 12-14.5 Reyna Hinojosa, op. cit., nota 2, pp. 14-15.6 Ibidem, p.11.7 François Xavier Guerra, México: del antiguo régimen a la revolución, trad., Sergio Fernández Bravo, México, FCE, tomo I, 1988, p. 77.8 Cfr. Armando Ayala Anguiano, Del porfirismo al maderismo, Contenido S.A., volumen V, 1978, p. 10.

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cual tuvieron 8 hijos; nacidos en el siguiente orden cronológico: Porfirio German Díaz, Camilo Díaz, Laura Delfina de la Luz Díaz, Deodato Lucas Porfirio Díaz (el cual llegó a ser ingeniero civil) y Luz Aurora Victoria Díaz quien se llamó así por haber ganado su padre la batalla de 5 de Mayo de 1862, estos dos últimos fueron los que lograron vivir ya que los otros tuvieron problemas en el parto, des-pués nacen dos niños más, Camilo Díaz y Victoria Francisca Díaz, ambos fallecieron, sin mencionar la niña que murió de asfixia.9

Una de las hijas que gozó del poder y fama de su padre fue la que nació fuera del matrimonio civil, hija de la señora Rafaela Quiñones, residente de Guerrero, dio a luz a una niña que llamó Ama-da Díaz; el general Díaz reconoció su paternidad y la llevó a la casa de la familia para que Delfina la adoptara como su hija, la niña creció y se volvió una señorita de la clase gobernante, título que le conseguiría matrimonio con el famoso empresario Ignacio de la Torre y Mier.

Delfina y Porfirio se casaron a pesar de la prohibición que estaba expresa en el artículo 8 de la ley del registro civil promulgada el 23 de julio de 1859, impedimento que no los frenó para que contra-jeran matrimonio de manera civil, ya que la ley prohibía el matrimonio entre tío-sobrina, empero, el primo de la familia el señor José Valverde, pidió dispensa al gobernador de Oaxaca acorde con el artículo 3 de la ley de 2 de mayo de 1861, dando como resultado la celebración del matrimonio.

El jueves 8 de abril de 1880 falleció Delfina, los funerales que se vivieron fueron muy modestos para ser la esposa del Presidente, los años pasaron y Díaz necesitaba encontrar un amor que se hiciera cargo de los 17 nietos que le dejarían los dos hijos del matrimonio ya que Amada Díaz no tuvo descendencia.

Díaz se percató que necesitaba una esposa y una señorita de la clase alta que lo instruyera en clases de francés e inglés, entre las candidatas aparece Carmelita Romero Rubio, señorita de muy buena posición social y la cual dominaba perfectamente esos idiomas, Díaz vio la manera de que fueran presentados y es así como llega a la casa de la familia Romero para tomar clases, lo impor-tante de éste relato es que con el tiempo Carmelita y Porfirio se convertirían en la pareja presiden-cial, matrimonio que no tendría intimidad en la cama, ya que como lo relata Carlos Tello, “Porfirio Díaz confiesa no haber tenido relaciones con Carmen”.10

Las clases de inglés no sirvieron para aprender el idioma, pero sirvieron para que Díaz se ena-morara de la señorita de apenas 18 años de edad y él de 50 años, es así, como el 28 de septiembre de 1881 (a un año de la muerte de su ex esposa) contraen matrimonio, acudieron a la celebración la clase política y acomodada de la época, teniendo su luna de miel en París11, tal vez, el celibato que tuvo que guardar Porfirio con su segunda esposa se debía a que la bellísima Carmelita ya tenía pretendiente y el matrimonio con el general era un arreglo que beneficiaría a su padre y por ende a ella misma, ya que como lo cuenta Romero Rubio en una carta enviada a su compadre Lerdo de

9 Cfr. Carlos Tello Díaz, El exilio, un relato de familia, México, Cal y Arena, 1994, p. 46.10 Idem.11 Daniel Cosío Villegas, Historia moderna de México, el porfiriato, segunda edición, México, Hermes, volumen IX, 1983, p. 86.

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Tejada fechada el 15 de enero de 1878, la señorita supuestamente detestaba al general, documento que textualmente se cita:

Después de tantas fatigas y sinsabores y quebrantos hállome nuevamente en el seno de mi familia (…) A Carmelita haber padecido un ataque de hipo en días pasados, la encuen-tro bonita y crecida, es toda una señorita y si Ud la viera se la comería con los ojos. Como ella ha sido siempre la favorita de Ud, apenas pasadas las primeras efusiones filiales, me preguntó entre sonrisas y besos por Ud, y quedó encantada con el delicado presente que Ud tuvo la bondad de darme para ella.Es una lerdista consumada y odia con candor de virgen a Porfirio Díaz, que es quien ha causado todas nuestras desaventuras.12

Esas palabras fueron escritas de la mano de Romero Rubio, frases que fueron olvidadas al ver que su querida hijita tenía la oportunidad de llevarlo a la cima del poder, de esa forma su compadre queda en el exilio y Porfirio Díaz pasa a ser el yerno de Romero Rubio.

El matrimonio con Carmen cambió totalmente la apariencia y educación del presidente ya que en su segunda subida al poder se muestra a un Porfirio Díaz de la “aristocracia, de finos modales y educado, se dice que Carmen cambio a Díaz, le aplicaba afeites y polvos faciales para cambiar u ocultar su tez indígena, incluso se cuenta que lo obligaba a usar corsé para darle ese porte erecto, viril y marcial.”13 Como vemos Carmen Romero “fue el alma sorprende de la evolución del general Díaz hacía una existencia refinada y una política de conciliación de tan hondas consecuencias en la vida nacional.”14

El rencor hacia el Benemérito de las Américas

En el inicio de éste trabajo se mencionó que la vida política, militar y académica de Porfirio Díaz nació al lado de su maestro Juárez, pero un día todo cambio, Díaz tenía 36 años de edad y 37 bata-llas ganadas,15 era un joven afortunado en la milicia ya que batalla a la que se presentaba conseguía obtener el control de las mismas, intervención que obtuvo en la batalla por la toma de la ciudad de México, en ese tiempo Juárez tenía 61 años de edad y estaba al mando de la ciudad para el 15 de Julio de 1862, momento en que dejó de correr por el país en su famoso coche negro, hecho que se lo debía a Díaz por haberle entregado la ciudad en paz y a las ordenes del presidente; aunque Juárez únicamente veía Díaz como “—nuestro Porfirio—” o le basta decir “-es un buen chico-”16, palabras que no trascendieron.

12 Sebastián Lerdo de Tejada, Memorias inéditas, Brownsville, Texas, tomo II, 1889, pp. 93-94.13 Ramiro Reyna Hinojosa, op. cit., nota 2, p. 63.14 Carlos Tello Díaz, op. cit., nota 9, p. 401.15 Ramiro Reyna Hinojosa, op. cit., nota 2, p. 245.16 Enrique Krauze, Místico de la autoridad: Porfirio Díaz, México, FCE, 1987, p. 19.

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Díaz se preocupó por mantener la ciudad en paz y arreglada de manera conmemorativa para la toma de la ciudad por parte del presidente Juárez, el coche negro había terminados sus días de huidas, es así como se presentó a la entrada de la ciudad.

La anécdota cuenta que Díaz se apresuró a recibir al Presidente, el general del cinco de mayo pensó que Benito Juárez lo llenaría de elogios por ser él quien le daba el poder y le entregaba la ciudad en paz, Juárez pasó en su famoso coche negro y Díaz pensó que lo invitaría a subir al coche y entrar juntos a la ciudad, pero ¡qué equivocado estaba Díaz!, efectivamente, Juárez se detuvo por unos momentos, pero no lo invitó a subir a su coche, simplemente le dijo: “—¡Hola Porfirio!—”17 y continuó solo en su carro, eso dejó resentido al general, y no lo pudo disimular que hasta Lerdo de Tejada lo notó; Él si se detuvo y bajó de su coche saludando efusivamente a Díaz y lo invitó a ascender al coche, el general aceptó el gesto pero no dejó de estar sentido con Juárez.18

La historia no terminó con ese acontecimiento, si bien la vida de los seres humanos es una ru-leta, y en ocasiones nos toca ver desde arriba pero muchas otras será desde abajo; el segundo y tercer acontecimiento se presentarían en las elecciones de 1867 y 1871, sobre todo en la última elección en la que Juárez obtuvo una minoría de votos sobre el opositor que era Díaz, es ahí donde el poder metaconstitucional se hizo valer, ya que Juárez obligó a la Cámara de senadores a emitir un veredicto de triunfo a favor de sí mismo dimitiendo a Díaz, lo cual demostraba que Juárez ya no era importante para el pueblo y por el contrario, Díaz ganaba popularidad en el mismo, todo lo sumado provocó el gran distanciamiento entre el mentor y el alumno.

Sí Díaz hubiera tenido un oráculo, el cual hubiera consultado, tal vez se hubiera tenido que aho-rrar muchos malestares y una guerrilla que duró alrededor de cinco años, ya que Juárez moriría 7 meses después de haber sido electo presidente y la anábasis de Díaz se hubiera dado de manera sencilla, de tal forma Porfirio hubiera ocupado la silla presidencial en 1872 ya que Lerdo ni Iglesias gozaban de la popularidad que gozaba Díaz, pero el destino quería que el general ocupará la silla hasta el año de 1877, aunque muchos de los círculos selectos de la sociedad política de México ya veían con buenos ojos la ascensión de Díaz a la presidencia.

Anteriormente a estos hechos, exactamente en el Segundo Imperio que vivió México, Díaz ya sobresalía sobre los demás y el propio Maximiliano de Habsburgo ya veía a Díaz como el nuevo monarca de México, Pedro Pérez nos narra:

Maximiliano situado en una situación compleja y el mal entendido que vivía en un país extranjero, le propone a Díaz gobernar conjuntamente, después le ofrece un rango menor como ser el comandante de Puebla y México a cambio de que lo dejará embarcarse en el Navarro, ya que Carlota no conseguía el apoyo militar para mante-ner su imperio en México.19

17 Armando Ayala Anguiano, op. cit., nota 8, p. 32.18 Cfr. Joseph H. L. Sclarman, México tierra de volcanes, de Hernán Cortes a Miguel de la Madrid Hurtado, trad., Carlos de María y Campos, México, Porrúa, 1984, pp. 438-439.19 Cfr. Pedro Pérez Herrero, Porfirio Díaz, Historia 16 quorum, p. 77.

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Afortunadamente o desafortunadamente Díaz no acepta la propuesta y se ve obligado a entre-gar el cuerpo del emperador a manos del presidente Juárez.

La vida de Díaz está llena de muchas historias, unas más encendidas que otras, cierta parte de su vida parece que merece estar en la sombras de los libros, esa parte de la Historia que no merece ser contada por que contradeciría lo que nos ha enseñado la “historia de bronce”, es por eso que

muchos no aceptan que…

…Don Porfirio Díaz era un utópico?

Díaz, tras haber dejado su primer mandato de cuatro años como presidente, le heredó temporal-mente el poder a su compadre Manuel González, quien se dice que era compañero de armas de Porfirio Díaz, además de ser él único al que le tenía confianza dentro de su círculo de “amigos”; en la otra mano tenemos a Manuel, quien logró ser peor presidente de lo que esperaba Díaz y es por eso que decidió regresar a tomar su segundo mandato.

En ese segundo período presidencial, Díaz promovió la imagen de México en el exterior fomen-tando la inmigración de ciudadanos Europeos, con el fin de llenar ciertos territorios que no tenían habitantes y de paso pudiéramos tomar algunos rasgos del mundo occidental, de tal forma, lograr ese mestizaje que tanto se soñaba, dentro de su repertorio de frases, tuvo una muy singular, la cual consistía en “poca política y mucha administración” de tal forma promovió mucho la inversión ex-tranjera en territorio de la República, logrando atraer muchos capitales europeos y algunos colonos a los puertos mexicanos.

Los inmigrantes crearon colonias en el Huatusco, Puebla, Cholula, Sonora, Sinaloa y Chihuahua, dichas colonias no sirvieron de nada para mejorar la mezcla de sangres ya que había un pequeño problema, los colonos no eran tan blancos como Díaz los pensaba, sin embargo, se les dio tierra para que formaran colonias, entre esos colonos apareció un inmigrante llamado Robert Owen quien logró obtener un permiso en el gobierno de Manuel González con el fin de que se instalase una metrópoli socialista que tendría sede en Topolobambo, Sinaloa.20

Los beneficios del dictador

La agricultura creció en gran medida en el territorio mexicano, hubo abundancia sobre todo en temas relacionados con el henequén, tema desafortunado para la Historia mexicana que ya co-mentaba John Kenneth Turner en su obra “México bárbaro” haciendo énfasis en la esclavitud que se generaba por los contratos de enganche elaborados principalmente en Yucatán; por otro lado el café y el chicle habían duplicado sus exportaciones.

20 Ibidem, pp. 117-118.

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En minería el avance tecnológico fue bastante bueno, se introdujo la máquina de vapor en di-chas labores, las inversiones llegaron al país y se creó la Sociedad Mexicana de Minería en el año de 1883 y su respectivo código en el año de 1884.

Se abrió el mercado de metales preciosos, además, las exportaciones de cobre y carbón iban punteándose, pero en el año de 1877 la sociedad capitalista vivió una crisis internacional y por si fuera poco se revivió otra en los años de 1885-1886, años en que México sufrió una transición del patrón plata al patrón oro.

La caída del peso mexicano, no detuvo el avance en el país, sobre todo cuando el progreso se obtuvo en las comunicaciones, principalmente el que se vivió en los años de 1888 con una extensión de 7.709 kilómetros de líneas ferroviarias, sumado a ello se construyeron caminos, puentes, canales y puertos.

Por otro lado, el dictador se encargó de embellecer México, puesto que colocó plazas, jardines, calles, edificios públicos, encargó la construcción del Palacio de Bellas Artes junto a la hermosa plazuela de Santa Isabel para conmemorar el festejo del Centenario de la Independencia, el avance también se observó en el sector salud, donde el empleo de vacunas se extendió por todos los rinco-nes del país al igual que los métodos higiénicos, llegando a ser como los países modernos, y por si fuera poco se preocupó por afianzar el nacionalismo, en un buen sentido.21

Uno de los problemas actuales que aun tuvieron cabida en el 2014 fueron atacados y fijaron una postura recta como por Porfirio Díaz ya que prohibió las corridas de toros y peleas de gallos como lo había realizado anteriormente Benito Juárez con la ley del 18 de noviembre de 1867, interdicción que estaba establecida para todo el Distrito Federal, reglamentó el juego, y se interesó por dismi-nuir el consumo de alcohol.

Porfirio fue de los pocos presidentes que impulsó la cultura a través del circo, el teatro y la opera, tuvo entre sus salas para el centenario de la independencia a la famosa María de los Ángeles Ma-nuela Tranquiliza Cirila Efrena Peralta Castera, quien fuera conocida en Europa como “el ruiseñor mexicano”, siendo la primera mujer que acudió al Vaticano para cantarle al Papa Pío IX, –se cuenta que tras haber cantado ante el papa–, Ángela Peralta exclama “–Santo padre, así se canta en Méxi-co–”, a lo que responde el Papa, sumamente emocionado por los cantos emitidos por dicha mujer y le dice “–¡Así se canta en el cielo!–”.

También se contó con la presencia de Adelina Potti y muchas personalidades más del mundo cultural; hubieron otros entretenimientos deportivos para los menos cultos, como el velocípedo, el patinaje, el fonógrafo que ayudó a popularizar los valses vieneses y las polcas.

Cuando hablamos qué impulsó la nacionalidad, quiero decir que subrayó las raíces prehispánicas y se inventaron conmemoraciones patrióticas que aún conservamos, como el día de la constitu-ción, 5 de febrero, el triunfo contra los franceses, el triunfo del dos abril y la conmemoración de la Independencia que fue cambiada del 16 al 15 de septiembre para que coincidiera con el cumpleaños de Porfirio Díaz”.22 21 Idem.22 Ibidem, pp. 118-120.

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Además con ayuda de los científicos positivistas se reformó la educación de las clases medias urbanas, en 1887 se fundaron las escuelas normales de maestros en Jalapa y México, 1890, se creó la Dirección General de Instrucción Primaria, elevada en 1905 al rango de Secretaria de Instrucción Pública y de Bellas Artes bajo la dirección de Don Justo Sierra y en 1910 se creó la Universidad Na-cional de México, además de que se duplicó el número de escuelas primarias oficiales y las privadas se triplicaron.

Cuatro años no son suficientes

El 11 de julio de 1904 a las 10 am., el pueblo mexicano recibe noticas redundantes, Don Porfirio era reelegido presidente con una edad de 75 años, Ramón Corral, sonorense, sería vicepresidente de Don Porfirio.

La llegada de Ramón al poder se debe a la fallida estrategia de Don Porfirio, en un inicio el estra-tega pensó en Limantour, de descendencia francesa, como esa persona que podría tener las arcas del Estado siempre disponibles para llevar a México al “Estado moderno” y por el otro lado tenía en mente al militar de mano dura como era Bernardo Reyes, quien sería el encargado de salvaguardar esa pax porfiriana, Reyes sería el procurador de mantener a todos los rebeldes a raya, el encuentro entre Reyes y Limantour no fue de lo más amigable; ello provocó una guerra interna de facciones en el gobierno de Díaz.

Reyes levantaría la voz para destruir a Limantour, éste último no soportó los periodicazos y decidió retirarse de la fórmula que había propuesto el general; tiempo después Limantour jugaría su carta de asignación e influyó mucho en la designación del próximo vicepresidente, es decir, Ramón Corral.

La fórmula Díaz-Corral no tuvo mucha vigencia derivado de los diversos mal entendidos que se desprende de la famosa entrevista Díaz-Creelman, que se realizó a finales de 1907 y fue publi-cada en 1908, el malentendido se puede desprender de que el pueblo entendió que Díaz dejaría la presidencia, ¡error!, lo que el señor presidente quería decir es -dejaré a alguien más en la vice-presidencia- (antiguamente se había desaparecido la vicepresidencia en los interinatos de 1833 y 1846 con Valentín Gómez Farías, institución que desaparece por ser una paradoja en la vida de los gobernantes, ya que el vicepresidente siempre era el opositor del presidente electo), las voces corrieron y todos se apuntaron para ocupar la silla presidencial menospreciando la vicepresidencia.

Díaz-Creelman

La entrevista Díaz-Creelman se publicó en la revista estadounidense Pearson’s Magazine, que a su vez fue reproducida en casi todos los diarios de México, lo cual propició una inestabilidad en el ambiente social y político, ya que la entrevista dio origen a nuevos actores que iban representando diversos intereses de grupos. El presidente Díaz pensó que la importancia del entrevistador, de la revista, pues la misma era muy leída por la clase media y alta de las sociedades de Norteamérica y de México, mejoraría la imagen de las relaciones diplomáticas de ambas naciones y la de sus presi-

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dentes, desafortunadamente, la entrevista fue la anunciación de la caída del régimen de Díaz.

En ese mismo año se pasó el período presidencial de 4 años a un período de 6 años, -hay que aclarar que el período presidencial ha sufrido constantes cambios y algunas reformas han tenido dedicatoria la Constitución de 1824 mantenía una presidencia de 4 años (reforma impulsada contra Iturbide); 1830 el senador José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix mejor conocido como Guadalupe Victoria promovió que la presidencia fuera de 6 años.

En el año de 1836 con la Siete Leyes Constitucionales el período presidencial era de 8 años; en la Constitución de 1857 se regresó a la figura presidencial a un periodo de 4 años pero con reelección indefinida; Don Porfirio no conforme con ello se valió del diputado Alonso Rodríguez Miramón, quien presentó la iniciativa el 24 de noviembre de 1903 a la Cámara de Diputados, donde se aclamo por una presidencia para un período de 8 años, pero la comisión sólo lo aprobó por 6 años y con ello la vicepresidencia, reforma que se puede leer en el Diario oficial de 6 de mayo de 1904; posterior-mente Venustiano Carranza presentó una reforma (dedicatoria para Díaz) que buscó regresar a la presidencia de 4 años abrogando la vicepresidencia del texto constitucional; posteriormente el 24 de enero de 1928 se publicó la reforma que establecía el período presidencial; de un sólo período de seis años comenzando a partir de Lázaro Cárdenas, prohibiendo la reelección al presidente mas no para los demás cargos como lo establecía el artículo 83 Constitucional.

Hay muchos sucesos que no ayudaron a Porfirio a mantener su dictadura semidemocrática, tras los siguientes acontecimientos: hubo un cambio en la balanza de precios donde se pasó del valor plata por el valor oro; los metales subían y bajaban, el Partido Liberal Mexicano de los hermanos Flores Magón mantuvieron su eco en los Estados Unidos Mexicanos (denominación del país usada por primera vez en el Acta Constitutiva y de Reformas de 1847); además de sumarle el descontento que se vivió en el año de 1906 tras las huelgas de Cananea y Rio Blanco; sumado a ello la entrevista Díaz-Creelman de 1908 hizo que Francisco I. Madero se pusiera a escribir su libro La sucesión pre-sidencial publicado en el año de 1910, texto que se envía a todos los “buenos mexicanos” como al mismo Díaz.23

En las primeras hojas de la obra antes mencionada encontramos palabras que buscaban un cam-bio, párrafos que son replicados en la obra de Madero que a continuación se citan “mi llamamiento se dirigirá igualmente hacia el hombre que por más de treinta años ha sido el árbitro de los destinos de nuestra patria”.24

Obra que no causaría mucho revuelo en la élite mexicana pero que sería un gran impulsador en los círculos excluidos del porfiriato, el panorama que se veía en el territorio no era el peor, es más, muchos embajadores no veían que los movimientos de los rebeldes pudieran tener éxito, ya que anteriormente se habían presenciado acontecimientos similares, tal como lo relata el embajador de Alemania en México a su gobierno diciendo “considero, al igual que la prensa y la opinión publi-ca, que una revolución general está fuera de toda posibilidad”.25

23 François Xavier Guerra, op. cit., tomo II, pp. 138-139; Cosío Villegas, op. cit., volumen II, p. 881.24 Cfr. François Xavier Guerra, op. cit., tomo II, p. 139, tomado del libro de Madero (1909), p. 21.25 Friedrich Katz, De Porfirio a Madero, orígenes y estallido de la revolución mexicana, México, Era, 2004, p. 7.

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Aun así en el año de 1910 el partido reyista promovía a Bernardo Reyes y Porfirio Díaz para un período presidencial más, venturosamente o no, Reyes no aceptó esa promoción tras ver todas las trifulcas que hay a su alrededor y prefirió mantenerse fiel al general Díaz, fidelidad que no le bastó a Díaz y decidió mandarlo a Alemania a aprender técnicas bélicas alemanas.26

Muchos de los historiadores piensan que si Díaz hubiera optado por Reyes el país se hubiera mantenido fiel a él y se hubiera evitado el destierro, también se cree que Reyes pudo haber sido el próximo monarca de México, aunque por lo que sabemos de él, se puede decir, que no era muy seguro de sus decisiones, estando frente al general.

Corría el año de 1910 se cumplía un centenario de la Independencia de México, la economía in-ternacional se reacomodaba, los empresarios seguían siendo empresarios y los indígenas pasaban a ser campesinos y para sumarle más hechos a la vida complicada de México, aparece el cometa Halley en ese mismo año, suceso que dio ideas excéntricas a los esotéricos para que pensaran que era momento de un cambio importante en la vida del México independiente.

Don Porfirio no le tomó importancia a los acontecimientos y él continuó organizando los fes-tejos de la Independencia, que se iban acompañar con desfiles, bailes, reinauguraciones, vueltas en las calles con la virgen de Guadalupe, invitó a varios embajadores al festín de la Independencia, ese mismo año el General Camilo García de Polavieja como signo de reconciliación de la Madre Patria con su hija, devuelve el uniforme del líder independentista José María Morelos,27 ganado en la batalla de 1814 y que se conservaba en el Museo de la Artillería de Madrid.

El 16 de septiembre la fiesta continúa y así duraría un mes la celebración (anteriormente el Con-greso Constituyente se había reunido en el año de 1824, por decreto del 27 de noviembre, declaró el día 16 de septiembre de fiesta nacional, en conmemoración de haberse oído en la madrugada de ese día, no la noche del 15, la voz primera que proclamó de España.)28

El 16 de septiembre se inauguró el Ángel de la Independencia y se hizo una celebración en el Paseo de Reforma, a su vez se reciben regalos como “El reloj llamado chino de Bucareli, porque, en efecto ese reloj fue obsequio del emperador de China al gobierno de México para las fiestas del centenario de la independencia, 1910; y quedó instalado tan cerca de la Ciudadela, que durante la decena trágica de 1913, los cañonazos no respetaron el reloj…”.29

En toda fiesta siempre aparece el que arruina el festejo y ese papel le tocaría a Francisco I. Made-ro que se encontraba bajo fianza en San Luis Potosí y logró escaparse a San Antonio, Texas, donde preparó el plan revolucionario que dio inicio a la revuelta, el mismo se terminó de redactar el 25 de octubre en San Antonio, aunque está fechado con el 5 de octubre en San Luis Potosí, para que aparezca redactado en México.

26 Pedro Pérez Herrero, op. cit., nota 19, p. 142.27 Carlos Tello Díaz, op. cit., nota 9, p. 33.28 Salvador Novo, Los paseos de la ciudad de México, México, FCE, 2013, p. 19.29 Ibidem, pp. 40-41.

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El plan de San Luis Potosí fue la referencia y el estandarte de la revolución maderista.30 Ese mis-mo plan llevaría la frase “sufragio efectivo no reelección” máxima acuñada por Díaz en contra de Lerdo y que fue tomada por Madero, el 25 de mayo de 1911, es ahí cuando se iniciaba la Katabasis de Don Porfirio.

Despedida

El 26 de mayo de 1911, Díaz salió enfermo de la ciudad rumbo a Veracruz con un servicio de acom-pañantes, una guardia a cargo de Victoriano Huerta para embarcar el vapor de correos alemán, lla-mado Ypiranga, embarcado con 8 baúles llenos de documentos,31 es así como el jerarca de México se iba con una mirada triste con destino a Francia, donde gozaría de un gran prestigio, teniendo una vida de lo más relajada, con viajes al Cairo, con un viaje a Prusia, donde conoció a los compatriotas del segundo emperador mexicano que pinto Manet, entre las amistades prominentes de Porfirio Díaz se encontraban Horatio Kitchener y Alfonso XIII.

Es así como el creador de la frase “Que ningún ciudadano se perpetúe en el poder y esta será la última revolución”32, vive una vida modesta en la ciudad del amor, hasta que falleció el 2 de julio de 1915 en la ciudad de las luces a la edad de 84 años.

Alrededor de las tres de la tarde perdió el conocimiento; Carmelita su esposa le acaricia-ba la cabeza. A las 6:30 expiró y pocos minutos después llegaron a su residencia personas distinguidas de la sociedad francesa, diplomáticos, militares y hombres de letras entre ellos figuro el general Niox, que fue el que colocó en sus manos la espada de Napoleón cuando el general Díaz visitó la tumba de los inválidos. Mexicanos llegaron de Londres, España e Italia para asistir a los funerales. En Saint-Honore d’Eylau se celebraron honras fúnebres, depositándose el cadáver durante un año y medio hasta que se trasladó al ce-menterio de Montparnasse.33

Los restos de Don Porfirio, descansan en la chapelle decorada con el águila liberal residida en Montparnasse, esperando que algún día se le levante el exilio con el que fue castigado, podemos suponer que el militar progresista goza de gran compañía ya que “el lote de Don Porfirio está al lado del poeta del Mal, es decir , Charles Baudelaire”.34

El presente trabajo queda a deber muchos temas sobre lo que se conoce como el “porfiriato” frase acuñada por Daniel Cosío Villegas, que bien está relacionada con hechos de maldad y de esa supuesta Historia oficial de México, se puede decir que el período del dictador, de ese hombre que vio la maldad de Estados Unidos dirigida a México, a ese personaje quien supo cuidar su imagen durante años, a ese liberal que llevó a su patria a ser miembro de la comunidad internacional, es a 30 Cfr. François Xavier Guerra, op. cit., tomo II, p. 270.31 Carlos Tello Díaz, op. cit., nota 9, p. 23.32 Plan de la Noria, 1871.33 Eduardo Feher, Don Porfirio socialista, México, UNAM, 2010, p. 84.34 Carlos Tello Díaz, op. cit., nota 9, p. 270.

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quien deberíamos recordar, no dejarnos llevar por las frases como “mátalos en caliente” o “Perro con hueso en la boca ni muerde ni ladra”.

Mucha de la supuesta Historia oficial se ha encargado de tejer telarañas en la mente de los ciu-dadanos y nos ha ayudado a mantener a uno de los mexicanos más sobresalientes en el destierro, olvidado en el París mojado del siglo XIX, hoy, no encuentra cielo azulado ni tierra morena oaxaque-ña, sus restos sólo reservan un puñado de la tierra que le dio patria y olvido.

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