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2. 2 3. 3 STAFF MODERADORA: Deydra Eaton TRADUCTORAS: Deydra Eaton Mel Cipriano Amy Macasolci Aa.tesares Elle Juli Chachii Marie.Ang Fiioreee MaryJane MarMar Kary_Ksk CrisCras Melusanti Paulette *~ Vero ~* MelCarstairs Monikgv Annabelle Amafle Buty Maddox Mery St. Clair Liz Holland BeaG Mel Demczuk Joha Quinto Becky Leii Majo_Smile Nats CORRECTORAS: Melii Findareasontosmile itxi Mel Cipriano CrisCras Alaska Young Innogen D. Lalu Deydra Ann Zafiro Vanessa Villegas Vericity Marie.Ang ladypandora Violet~ nnancyc Juli Verito mterx Chachii Merryhope JazminC Jezel07 MaryJane Nat_Hollbrook LECTURA FINAL: Maca Delos DISEO: Yessy 4. 4 NDICESinopsis Captulo 1 Captulo 2 Captulo 3 Captulo 4 Captulo 5 Captulo 6 Captulo 7 Captulo 8 Captulo 9 Captulo 10 Captulo 11 Captulo 12 Captulo 13 Captulo 14 Captulo 15 Captulo 16 Captulo 17 Captulo 18 Captulo 19 Captulo 20 Captulo 21 Captulo 22 Captulo 23 Captulo 24 Captulo 25 Captulo 26 Captulo 27 Captulo 28 Captulo 29 Captulo 30 Captulo 31 Captulo 32 Captulo 33 Captulo 34 Captulo 35 Captulo 36 Captulo 37 Captulo 38 Captulo 39 Captulo 40 Captulo 41 Captulo 42 Captulo 43 Captulo 44 Captulo 45 Captulo 46 Captulo 47 Captulo 48 Captulo 49 Captulo 50 Captulo 51 Captulo 52 Captulo 53 Captulo 54 Captulo 55 Captulo 56 Captulo 57 Captulo 58 Captulo 59 Sobre el autor 5. 5 SINOPSISVane Weston, de diecisiete, no tiene idea de cmo sobrevivi al tornado de categora cinco que mat a sus padres. Y no tiene idea de si la hermosa chica de cabello oscuro que se ha deslizado a travs de sus sueos todas las noches desde la tormenta es real. Espera que lo sea. De diecisiete aos, Audra es una sylph, un elemental de aire. Puede caminar por el viento, traducir sus atractivas canciones e incluso convertirlo en un arma con una simple cadena de comandos. Ella tambin es un guardin El guardin de Vane y ha hecho un juramento para proteger a Vane a toda costa. Incluso si eso significa sacrificar su propia vida. Cuando un precipitado error revela su ubicacin al enemigo que asesin a sus dos familias, Audra es forzada a ayudar a Vane a recordar quin es. l tiene un poder que reclamar el lenguaje secreto del Viento del Oeste, que slo l puede entender. Pero liberar su herencia tambin desbloquear el recuerdo que Audra necesita que olvide. Y su mayor peligro no son los guerreros que vienen a destruirlo, sino el romance prohibido que est creciendo entre ellos. Let The Sky Fall #1 6. 6 1 Vane engo suerte de estar vivo. Al menos, eso es lo que todo el mundo sigue dicindome. El reportero del peridico local incluso tuvo el descaro de llamarlo un milagro. Yo era Vane Weston: El Nio Milagro. Como si el hecho de que la polica me encontrara inconsciente en una pila de escombros fuera parte de algn magnfico plan del universo. La familia sobrevive al tornado. Ahora, eso hubiera sido un milagro. Pero creme, no hay nada milagroso en ser hurfano a los siete aos. No es que no est agradecido de estar vivo. Lo estoy. Entiendo que no debera haber sobrevivido. Pero esa es la peor parte de ser El Nio Milagro. La pregunta. La misma ineludible pregunta, atormentndome por los ltimos diez aos de mi vida. Cmo? Cmo pude ser atrapado por un tornado de categora cinco, naturalmente equivalente a una licuadora gigante, ser arrastrado ms de cuatro kilmetros antes de que el enorme embudo me escupiera, y slo tener unos cuantos cortes y moretones para demostrarlo? Cmo era eso posible, cuando los cuerpos de mis padres fueron encontrados casi irreconocibles? La polica no sabe. Los cientficos no saben. As que todos recurren a m por una respuesta. Pero no tengo ni una maldita idea. T 7. 7 No puedo recordarlo. Ese da. Mi pasado. Nada. Bueno, no puedo recordar nada til. Recuerdo el miedo. Recuerdo el viento. Y luego... un enorme espacio en blanco. Como si todos mis recuerdos hubieran sido eliminados de mi cabeza cuando ca al suelo. Excepto uno. Un recuerdo aislado, y ni siquiera estoy seguro de si es un recuerdo, o una alucinacin extraa que mi traumatizado cerebro form. Un rostro, mirndome a travs del caos de la tormenta. Una chica. Cabello oscuro. Ojos oscuros. Una nica lgrima corriendo por su mejilla. Luego, una fra brisa la desaparece de repente. Ella ha perseguido mis sueos desde entonces. 8. 8 2 Audra ue mi culpa. Yo saba las reglas. Saba lo peligroso que era llamar al viento. Pero no poda dejar morir a Gavin. En aquel entonces, cuidar a los Weston consuma cada segundo de la vida de mi familia. Preocupacin constante. Escapes constantes. Mirando constantemente por encima de nuestros hombros hacia la tormenta que se avecinaba. Nos habamos refugiado en dos pequeas casas en medio de la nada. Esperando. Mirando. Conteniendo la respiracin. El miedo se cerna sobre nosotros, ms grueso que las nubes. Sobreviv a los das ms duros, buscando refugio en los rboles de lamo que se expandan al borde de la propiedad. Balancendome alto en sus ramas, con la brisa deslizndose por mi piel, poda dejar que el mundo cayera y abrir mi mente a los susurros del viento. A mi herencia. Nunca hablaba con el viento. Slo escuchaba y aprenda. Pero sus canciones no eran suficientes para cubrir los das de soledad. As que recurr a los pjaros. El nido de Gavin estaba oculto en extremidades delgadas en la parte superior del rbol ms alto, escondido a salvo, fuera del alcance de los depredadores. Pero yo era una cosa rara, y mis piernas giles no tenan ningn problema en escalar el tronco frgil para llegar a l. Dentro haba tres bolas de pelusa. Azores, orgullosos y nobles, incluso con sus plumas suaves y grises, y sus picos abiertos, esperando a que su madre regresara. Nunca antes haba conectado completamente con un pjaro. Siempre necesitaba la orientacin de mi madre para hacer que me F 9. 9 entendieran, respondieran y confiaran en m. Pero ella estaba demasiado ocupada con los Weston. Y Gavin era diferente. l nunca gritaba o se estremeca de la forma en que sus hermanos lo hacan cuando yo vena a inspeccionar el nido. l slo me miraba con los ojos muy abiertos, sin parpadear, y yo saba que estaba desafindome a extender la mano y apoderarme de l. Lo visit todos los das despus de eso, tan pronto como su madre se iba a cazar. Haba estado contando los das que faltaban para su primer vuelo, desgarrada entre la excitacin y el temor. Anhelando ser testigo del momento en que se envolvera en la libertad de viajar en el viento, pero aplastada por la idea de perder a mi nica compaa. Mi nico amigo. El valiente Gavin fue el primero en saltar. Mi corazn se detuvo cuando se impuls fuera del nido, con los ojos rojo-anaranjados fijos en el horizonte. Centrado. Determinado. Por un segundo, sus alas captaron la corriente, y chill en seal de triunfo por la prisa de volar. Luego, una rfaga de viento lo desequilibr y lo envi estrellndose contra el suelo. Me encantara decir que no lo pens. Que ese instinto se hizo cargo, nublndome de toda razn. Pero conoca el riesgo. Nuestros ojos se encontraron mientras caa, y eleg salvarlo. Llam al vientola primera vez que lo hacaenvolviendo una rfaga rpida alrededor del cuerpo diminuto de Gavin, y hacindolo flotar hacia mis manos extendidas. l se acarici contra mis dedos, como si supiera. Saba que lo haba salvado. Lo llev a casa y se lo mostr mi padre, nunca dicindole cmo Gavin haba llegado a ser mo. Tena un montn de posibilidades. Mi madre me hizo un montn de preguntas. Todo lo que tena que hacer era decir la verdad. Si lo hubiera hecho, mi padre an estara vivo. En su lugar, me mantuve en silencio, hasta que uno de los Stormer de Raiden nos encontr la noche siguiente, y arremolin los tres vientos ms potentes en un embudo imparable. Entonces, fue demasiado tarde. 10. 10 3 Vane urante los tres meses del invierno, no apesta totalmente vivir en el Valle de Coachella. Luego viene el calor y la mitad de la poblacin salta en sus coches de lujo o aviones privados y se escapa a sus segundos, terceros o cuartos hogares, dejando atrs un montn de personas viejas, algunos locos, y el resto de nosotros: atrapados fuera del pas de los clubes, en las reas no ricas. La nica casa de mi familia est desgraciadamente atrapada en el medio de un revoltoso bosque en las Dunas de las Bermudas, California, tambin conocido como el lugar ms clido de este maldito planeta. Hoy hace 42.7 C. El tipo de da en donde la gente local se sienta y habla sobre el bonito descanso del calor, porque hace dos das estaba haciendo 52.2 C. No puedo sentir la diferencia. Pero no soy un local. Me mud a California poco despus de mi octavo cumpleaos, cuando mi adopcin fue definitiva. As que para este nativo de Nebraska, incluso despus de nueve aos viviendo aqu, casi cualquier cosa por encima de los 37.7 C se siente como meter mi cuerpo en el interior de un horno. La gente dice que me acostumbrar a ello, pero, lo juro, cada ao se pone peor. Como si el sol me estuviera derritiendo de adentro hacia afuera, y eventualmente no fuera a ser nada ms que un charco de Vane en el suelo. En los calurosos das de verano como el de hoy, hago todo lo posible para evitar dejar la oscura cueva a la que llamo un dormitorio. La cual es la razn principal por la que me niego a dejar que Isaac me saque a rastras esta noche para otro de sus desastrosos enganches. Hay otra razn por la que no me gusta salir, pero estoy tratando de no pensar en ella. Vamos, hombre se queja Isaac. Es la tercera vez que me llama en veinte minutos. Te prometo que no ser como la ltima vez. D 11. 11 Por la ltima vez se refiere a cuando me conect con Stacey Perkins. Al parecer, ella es una estricta vegetariana, lo cual es genial. Su eleccin. Pero nadie me lo haba dicho hasta que la llev al Outback Steakhouse1. Luego ella le pregunt a la camarera si tenan artculos sin crueldad en su men. Las cosas fueron cuesta abajo desde all. Especialmente cuando, an as, ped un bistec. Hay pocas cosas peores que una vegetariana irritada. No me interesa le digo, cerrando mis persianas y dejndome caer en la cama. Extiendo mis brazos para conseguir la exposicin mxima al ventilador. La brisa se siente mejor que un aire acondicionado, mejor que saltar de cabeza en una piscina. Casi como si mi cuerpo ansiara la avalancha de aire. Vamos, Hannah es la prima de Shelby y han estado pegadas desde que lleg a la ciudad. Ya han pasado tres semanas. Me estoy volviendo loco. Empasela a alguien ms. No me quedar atascado en otra cita a ciegas de mierda slo para que puedas besuquearte con tu novia. Sabes que yo hara lo mismo por ti, si alguna vez tuvieras una novia. No vayas all. Pero, quiero decir, amigo, tienes diecisiete aos y nunca has besado a una chica. Qu hay con eso? No digo nada, porque tiene razn. No tengo ningn problema invitando chicas a salir, o incluso consiguiendo que ellas digan que s cuando lo hago. Pero oficialmente tengo la peor suerte con las chicas. Si no arruino las cosas por mi cuenta, algo siempre sucede. Bebidas derramadas en la ropa. Pop de ave en sus cabellos. Lo juro, estoy maldito. Vamos, Vane, no me hagas rogar dice Isaac finalmente. Quiero colgar. Lo ltimo que necesito es otra humillacin. Pero es mi mejor amigo. As que me pongo una camiseta menos arrugada, dejo correr agua por mi corto cabello castao oscuro, y una hora ms tarde estoy atascado con Hannah de Canad, que ni siquiera esboz una sonrisa cuando le 1 Restaurante predominantemente carnvoro. 12. 12 seal la rima2. Ella tambin se quej del calor por lo menos unas diez mil billones de veces. Y slo pasaron quince minutos de la cita. Cheesecake Factory o Yard House? pregunto, sealando los grandes restaurantes con vistas al poco profundo y artificial ro que corre a nuestro lado por donde estamos caminando. Trampas tursticas como esa son casi las nicas cosas que hay en esta poca del ao, aunque nunca voy a entender por qu un turista se emociona por un ro falso y algunos restaurantes de cadena. Sobre todo cuando hace demasiado calor como para que cualquier persona en su sano juicio salga. Mi camiseta est pegada a mi espalda como si el sudor hubiera formado una aspiradora, y lo nico que he hecho es caminar desde el estacionamiento al centro comercial. Ni siquiera hay una mnima brisa para ayudar a enfriarnos. Hannah se limpia una gota de sudor de su frente y se vuelve hacia m. No me gusta mucho el pastel de queso, as que tal vez el otro, eh? Me muerdo el labio. Sirven comida adems de tarta de queso, pero no estoy de humor para discutir. Entonces, Yard House. El aire acondicionado nos golpea al entrar al restaurante lleno de gente, y Hannah lanza un suspiro al mismo tiempo que yo. La tensin entre nosotros se evapora. El que invent el aire acondicionado debera ganar el Premio Nobel. Apuesto a que podra traer la paz al Medio Oriente si le dieran a todos una unidad de aire acondicionado y los dejaran enfriarse hasta enloquecer de vez en cuando. Debera enviar un correo a la ONU con la sugerencia. La mesera nos lleva a una cabina lo suficientemente grande como para acomodar a seis personas. No es que cualquier otra mesa sera ms romntica. Entre la msica a todo volumen, los deportes, y los tipos en el bar bebiendo cerveza de a grandes tragos y animando a sus equipos, no es un gran lugar para una cita. Que es exactamente por lo que lo suger. Tal vez si no trato esta noche como una cita, no tendr ningn problema esta vez. Parece que tienes algunas fanticas dice Hannah, sealando a tres chicas sentadas a unas pocas mesas de distancia. Las tres se sonrojan y empiezan a susurrar cuando miro hacia ellas. Me encojo de hombros. 2 En ingls, Hannah y Canad riman porque las pronunciaciones de ambos terminan en ah, en espaol cambia por la tilde en Canad. 13. 13 Hannah sonre, mostrando sus rectos y blancos dientes. Su dentista debe estar orgulloso. Isaac dijo que eras modesto. Ahora me doy cuenta a qu se refera. A qu se refera? le pregunto, imitando su pronunciacin. Ah, me preguntaba cundo bamos a llegar a las burlas por acento. Oye, creo que he demostrado una tremenda moderacin. Dej pasar por lo menos tres o cuatro eh sin comentarios. Ella lanza un paquete de azcar a mi cabeza. Hago chistes canadienses hasta que el camarero toma nuestras rdenes, y me alivio cuando Hannah ordena una hamburguesa con queso. Odio a las chicas que se niegan a comer en torno a los chicos, como si tuvieran miedo de que vayamos a pensar que estn gordas porque en realidad las vemos poner comida en sus bocas. Hannah no es as. Ella es confiada. No es la chica ms guapa de la habitacin, pero es linda. Piel de durazno, labios color rosa, y una masa de pelo rubio ondulado. Estoy seguro que ms de un par de hombres, con mucho gusto, cambiaran lugares conmigo ahora mismo. El problema es que tengo un tipo. Isaac dice que soy demasiado exigente, pero l no lo entiende. Sinceramente, yo tampoco lo entiendo. Slo comparo de forma automtica a todas las chicas que conozco con alguien ms. Es tonto y loco, pero no puedo evitarlo. Pero mientras comemos nuestras hamburguesas y tomamos nuestros refrescos con ms hielo que sodaestilo desierto, le explico a Hannah, estoy asombrado al darme cuenta de que me estoy divirtiendo. Me gusta la risa de Hannah tanto como su sonrisa, y la manera en que se pone el pelo detrs de las orejas cuando se sonroja. Y entonces, la veo. Cabello oscuro. Ojos oscuros. Chaqueta oscura. Apoyada en la barra en el centro del restaurante, con slo una pequea porcin de su rostro apuntando en mi direccin. Tengo que parpadear para asegurarme de que mis ojos no estn jugndome una mala pasada. No lo estn. Su cabello est atado en una trenza apretada, intrincada, pero definitivamente es ella. 14. 14 Se vuelve un centmetro hacia m y nuestros ojos se encuentran. Mi corazn late tan fuerte que ahoga todo lo dems. Somos slo ella y yo. Encerrados en una mirada. Sus ojos se estrechan, y sacude la cabeza como si estuviera tratando de decirme algo. Pero no tengo ni idea de qu. Vane? pregunta Hannah, y salto con tanta fuerza que casi me caigo de la cabina. Ests bien? Parece que acabas de ver un fantasma. Se re, pero yo no lo hago. No est tan lejos de la realidad. Hannah sigue mi mirada, frunciendo el ceo. T la conoces? As que Hannah puede verla tambin. Ella es real. Disclpame le digo, ponindome de pie antes de que pueda decir nada ms. La mesera est llevando a un gran grupo ms all de nuestra mesa, bloqueando mi camino hacia la barra, y se necesita cada onza de mi autocontrol para no empujarlos fuera de mi camino. Me precipito hacia adelante tan pronto como el pasillo se vaca, pero la chica ya no est. Corro hacia la puerta, sin hacer caso a Hannah llamndome detrs de m, sin hacer caso a las miradas de todo el mundo en mi camino, sin hacer caso a la explosin de calor que estalla a travs de las puertas. Y encuentro nada. No hay rastro de nadie en ninguna parte, y ciertamente no de una hermosa chica morena en una chaqueta. Slo un rostro lleno de ardiente viento del desierto y un patio vaco. Mis manos se enroscan en puos. Ella estaba all. Pero, cmo es eso posible? Y cmo sali tan rpido? Aprieto el puente de mi nariz, tratando de ordenar las diez millones de cosas que corren por mi mente. Todava no les he encontrado ningn sentido cuando oigo pasos silenciosos acercndose detrs de m. Tuve que pagar la cuenta para que no creyeran que estbamos tratando de evitarlo, es por eso que tard tanto. Hannah no me mira a los ojos. Ni siquiera estaba segura de si estaras aqu. El aire espeso de junio se pega en mi garganta, cerrando mi voz. El sol se ha puesto, pero eso slo hace que la temperatura caiga unos pocos 15. 15 grados. Me quedo de pie, escuchando las cigarras en los rboles y buscando alguna manera de explicar, o pedir perdn por mi comportamiento. Te voy a pagar. Es lo mejor que puedo hacer. Ella se vuelve hacia el estacionamiento. Creo que probablemente deberamos irnos, eh? El silencio zumba con las cosas que ninguno de los dos dice. En serio, por qu siempre hay algo que arruina las citas? Todava no he encontrado una forma de salvar la noche cuando llegamos a mi descolorido auto blanco. No es gran cosa, pero tiene aire acondicionado, el cual era ms o menos mi nico requisito. Abro la puerta para Hannah, esperando demostrar que no soy un psicpata total. Ella no parece impresionada. No es que la culpe. El viaje de regreso es una tortura. Nunca me he dado cuenta de cunto ruido hace mi coche, pero nunca he tenido un acompaante tan tranquilo. Tampoco haba notado cuntas luces hay en la Autopista 111. Es la carretera principal que conecta todas las ciudades del desierto, as que hay un semforo en cada maldito bloque. Y, por supuesto, esta noche, todos estn color rojo. Muchas gracias, universo. Estamos a mitad de camino, entrando en la cadena de ciudades econmicas en el valle, cuando Hannah finalmente habla. Vas a decirme qu pas? Arrastro un suspiro, intentando ganar tiempo. Yocre ver a alguien conocido. Suena pattico incluso para m. Solas salir con ella? J. Eso quisiera. Afortunadamente, me detengo antes de decir eso en voz alta. Puedo or el dolor en la voz de Hannah. Pero es bueno saber que ella realmente la haba visto, aunque no tengo ni idea de lo que eso significa. Me quedo mirando el camino oscuro, vaco. No es lo que ests pensando. No es as As cmo? pregunta cuando no termino. Aparto mis ojos de la calle lo suficiente para mirarla. Nunca perseguira a una chica caliente cuando estoy con alguien ms, no es que la chica sea ardiente. Quiero decir, de acuerdo, lo es, pero No es por eso que me import. 16. 16 Por qu te importa? Ojal lo supiera. Ella es slo alguien de mi pasado. No es una mentira; pero no es la verdad, tampoco. Ella no es slo alguien. Es la chica. Con la que he estado soando desde el da en que me despert en ese montn de escombros y encontr todo mi mundo desgarrado. La nica pista sobre mi pasado. Lo nico que veo cuando cierro los ojos. Ha crecido en mis sueos. Crecido conmigo. Esa es la parte ms confusa. Qu clase de sueo hace eso? Y qu clase de chica de tus sueos entra en Yard House? Los sueos son increblemente vvidos, tambin. Cada noche es como si estuviera en mi habitacin, inclinada sobre m, mirndome con ojos tan azules que son casi negros. Su cabello largo y oscuro haciendo cosquillas en mi piel. Sus labios susurrando sonidos que no puedo entender mientras flotan por mi mente. Pero cuando me despierto, estoy solo. Nada ms que silencio y una suave brisa remolineando en el aire, aunque mi ventana est cerrada firmemente. Todo suena tan loco. Pero no estoy loco. No s cmo explicarlo, pero uno de estos das voy a averiguarlo. Doy la vuelta en la calle de Shelby, buscando entre la hilera de casas de un piso, aquella color gris y de estilo pueblo; la de los padres de Shelby. La arquitectura redondeada poda tener un aspecto genial, si no la rodearan casas normales de techo plano. La Quinta es extraa como eso, como si nadie pudiera decidirse qu construir aqu. La destartalada camioneta de Isaac est en el frente, as que apago mi telfono. No estar contento conmigo cuando deje a Hannah tan pronto. Hannah recoge su bolso mientras me detengo hasta parar, pero no desbloqueo la puerta. No puedo dejar que la noche termine as. Lo siento mucho le digo, dndome cuenta de que nunca me disculp. Realmente estaba pasndola bien antes de arruinar todo. Tambin yo. Mete su cabello detrs de las orejas. Se ve tan tmida. Tan vulnerable. Tan diferente a la chica que me persegua. Quiz Hannah la hara desaparecer. Tengo que superar mi obsesin antes de que ella arruine mi vida. 17. 17 Un par de bichos de junio, los ms tontos bichos del planeta, golpean en el parabrisas, rompiendo el silencio entre nosotros. Llego a una decisin. Puedo tal vez, tener la oportunidad de redimirme? pregunto, haciendo caso omiso a la voz en mi cabeza pidindome que lo deje ir. Una media sonrisa se extiende a travs de sus labios. Tal vez, pero slo si me prometes no ms bromas canadienses. Oh, vamos, me tienes que dejar por lo menos hacer una, eh? Ella se re. A pesar de que suena forzado, puedo decir que las cosas estn mejorando. Voy a tener que estar en absoluto y perfecto comportamiento, pero si puedo lograr eso, las cosas podran estar bien. Y me sorprende lo mucho que deseo que estn bien. No quiero ser el chico loco persiguiendo a una chica misteriosa. Quiero ser un chico normal que pasa el tiempo con sus amigos y tiene un romance de verano con la linda chica de Canad. As que salgo del coche y camino hacia la puerta, el aire pegajoso nos sofoca mientras nos paramos bajo la luz del porche. Las polillas vuelan en nuestras cabezas, los grillos hacen chirridos en los arbustos y nuestros ojos se encuentran. No tengo ni idea de lo que dice la expresin en mi rostro, pero la suya parece decir: Por qu no? No puedo estar ms de acuerdo. Es hora de tomar el control de mi vida. Mi estmago hace volteretas mientras doy un paso hacia ella, y trato de decirme que la acidez creciente en mi garganta son los nervios. Me niego a sentirme culpable por engaar a una chica que no conozco. Una chica que todava no estoy seguro de que sea real. Mi mano acuna la mejilla de Hannah, que est un poco fra por el aire acondicionado del coche. Ella cierra los ojos, yo cierro los mos y me acerco, casi sin poder creer que por fin estoy haciendo esto. Sin embargo, en la fraccin de segundo antes de que nuestros labios se toquen, escucho un fuerte siseo, y una rfaga de viento rtico se apresura entre nosotros. Hannah se tambalea cuando la rfaga feroz azota alrededor de su cabello, enredando las ondas rubias. Trato de llegar a ella, pero el viento la empuja y aleja de m con tal fuerza que se siente como si estuviera tratando de empujarme y arrastrarme lejos. Me inclino contra l, luchando por resistir, pero barre contra mis piernas, casi tocando mis pies debajo de m. Es como si el viento hubiera vuelto a vivir, y slo aqu, en torno a Hannah y a m. Las palmeras en el patio de al lado no se mueven. 18. 18 Justo cuando parece que no se puede poner ms raro, una familiar voz se funde directamente en mi cerebro. Vete a casa, Vane. Miro a mi alrededor, tratando de ver a travs de la oscuridad y los remolinos de arena, para encontrar dnde se esconde. Pero la calle est vaca. Slo soy yo y Hannah, que todava est luchando contra el viento loco que la aleja de m. Voy a entrar grita Hannah, limpiando la arena de sus ojos. Est bien le grito, mirando sin poder hacer nada mientras ella se aleja de m. Te llamo. No da marcha atrs. No me responde en absoluto. El viento barre mis palabras antes de que lleguen a ella. Y entonces se ha ido. 19. 19 4 Audra e sacrificado diez aos de mi vida por esta asignacin. He entrenado fsicamente. Mentalmente. Emocionalmente. He dejado de comer y dormir. Sufr hora tras hora bajo el peso implacable del sol del desierto. Viv en aislamiento total. Relegndome a tareas degradantes como acompaante mientras que el chico obstinado e ignorante se rebela en contra de todo lo que importa. Y ahora hace que casi nos maten. Pero es mi culpa, tanto como suya. Una vez ms, he llamado al viento demasiado fuerte. Y una vez ms, nos he delatado. El Viento del Norte estaba demasiado lejos de mi alcance como para ordenarle con un susurro. Tuve que gritar. Lo que significa que ahora mi llamada est marcando la corriente, y tambin lleva el rastro de Vane. No hay forma de que los Stormer no comprueben el viento fro que viene del valle clido. Y cuando investiguen, finalmente tendrn su premio. El mundo empieza a girar y contengo el aliento. No dejar que suceda de nuevo. Puedo detenerlos. Confundir su bsqueda. Y entonces me encargar de Vane. Se aleja en su mquina blanca niebla, y mis piernas tiemblan mientras camino por las sombras, buscando en la calle su forma oscura que s que estar posada en un tejado cercano. Estiro mi brazo izquierdo y l se abalanza, agarrando la manga de mi chaqueta con sus garras. Gavin sabe que no tiene que chillar. Nuestro papel es ser invisibles. H 20. 20 Es culpa de Vane que estemos expuestos. Tiene suerte de que soy amable con l. No tiene idea de con quin se est metiendo. Pero pronto lo averiguar. Acaricio las suaves plumas grises alrededor del cuello de Gavin, tratando de calmar el pnico que est formndose en mi pecho y me hace dao al respirar. Ve a casa, chico susurro. Me reunir contigo tan pronto como pueda. Sus ojos afilados y rojo-naranja bloquean los mos y s que entiende la orden. A continuacin, extiende las alas y, con un fuerte aleteo, se eleva al cielo. Envidio su huida fcil. La ma requiere mucho ms esfuerzo. Me retiro a la sombra, mis dedos buscando una brisa de aire que oculte mi camino. Nada. Tengo que esperar. La quietud espordica de este lugar es como un drenaje, secando mi energa, mis opciones y mi cordura. Si el aire no se hubiera estancado, podra haber puesto freno antes a la cita de Vane. No me habra visto obligada a meterme entre los terrcolas para intentar asustarlo. No tendra que haber dejado que me viera. Y no habra tenido que llamar a las rfagas del Norte para detenerlo de enlazarse a esa chica. Todava estamos a salvo. Por supuesto, si l no insistiera en romper las reglas, tampoco estaramos metidos este desastre. Me abrazo, apretando mis hombros para calmar el temblor. l nunca antes haba llegado tan cerca. Otro segundo ms y Mis ojos se ponen borrosos mientras mi mente muestra un recuerdo de l en el porche. Su mano en la cara de ella. Inclinndose. Sus labios tan cerca. Si no lo hubiera detenido ni siquiera puedo pensar en las consecuencias. Un dolor en la mandbula me advierte que estoy rechinando los dientes. Me obligo a relajarme. Un guardin debe estar tranquilo y lcido en todo momentola Fuerza de la Tempestad me llena. Reprimir las emociones es la clave de nuestro xito. La nica manera de soportar la vida de sacrificio que juramos. Adems tcnicamente no es culpa de Vane. No sabe las ordenanzas que casi hemos violado, o qu tan grande es el compromiso de tan slo un beso, aunque le he dado suficientes advertencias en estos aos. Debera haberlo entendido. 21. 21 Pero no tiene sentido insistir en cosas que no puedo cambiar. S mejor que nadie que el pasado no se puede deshacer. Avanzar es la nica opcin. Un viento tenue me hace cosquillas en los dedos. Una rfaga del Este, finalmente un golpe de suerte. Murmullos suaves e imposibles de rastrear me envuelven. Cuando estoy completamente enredada en la ligera brisa, respiro una orden final en el Lenguaje del Este y me rindo en la fuerza de su poder. Levntate. La palabra suena como un silbido, y el viento se aleja, llevndome con l. Montar una corriente es lo ms cerca que he estado de la libertad. Correr profundamente en el cielo trae claridad a mi vida. Un significado. Nunca pude controlar completamente el viento. Lo puedo convencer, persuadir, pedirle que me obedezca, pero aun as es una fuerza propia, libre de hacer lo que quiera. El truco es escuchar como habla y ajustarlo como sea necesario. La mayora de los Caminantes del Viento me doblan la edad antes de llegar a mi nivel de control. Puedo or incluso el ms suave susurro a la distancia, traducir cualquier turbulencia o malestar y ajustarlo. Fue el regalo de mi padre. Me lo pas el da que regres al cielo. No pasa ni un segundo en que no quisiera poder devolvrselo. Cumbres oscuras aparecen en el horizonte y susurro. Baja. La rfaga baja lo suficiente para que mis dedos del pie rocen el suelo. Mis piernas se mueven rpido, y una vez que tengo la orientacin, libero mi agarre. El viento se desenreda, alejndose mientras chillo que se detenga, mis pies firmemente plantados en el suelo fro y rocoso de las montaas de San Bernardino. El aire es ms puro por la altura y las rfagas son mucho ms fuertes. Me permito un minuto para que los vientos crecientes me restauren. Ondulan a travs de mi piel, llenndome con fuerza y confianza que slo puede venir por estar con mi elemento natural. Una parte de m podra estar as toda la noche, bebindolo. Pero tengo trabajo que hacer. Se siente mal ordenar al viento a pleno volumen, al igual que se senta mal antes. Pero ese es el punto. Un error para ocultar otro. Aun as, mi voz tiembla mientras envo fuertes rfagas del Norte a todos los lados de las montaas y les ordeno que surjan a travs de la cuenca del desierto. Las tormentas de arena arrasan a travs de las dunas 22. 22 vacas, dejando huellas de polvo a su paso. Dispersando mis huellas en todas las direcciones. Los Stormer no sern capaces de determinar nuestra ubicacin, pero sabrn que estamos aqu. Y no se irn hasta que encuentren a Vane, destrozando todo el valle en el proceso. La rfaga informante alcanzar la fortaleza de los Stormer maana por la noche y tomar otro da de vuelo rpido para llegar a la regin. Nos he comprado un da extra con las pistas falsas que tendrn que descartar. Lo que significa que tenemos tres das. Luego la gente empezar a morir. Vane tiene que tener su primer descubrimiento esta noche. Tres das sern suficientes para entrenarlo en lo bsico, y estoy en lo mximo de mi fuerza, gracias a mis aos de sacrificio. Debemos ser capaces de luchar juntos contra ellos. Pero slo hay una manera de asegurarse de que el descubrimiento ocurra. Mi boca se llena con bilis por el pensamiento. Alcanzo otra rfaga del Este, centrndome en la manera en que el borde de mi palma se estremece mientras llamo una rfaga rpida y la envuelvo alrededor de m. Los rizos fros se llevan mis miedos a medida que tocan mi piel. Vuelve digo la palabra en voz baja, el rugido del viento se la lleva. Me arrastra en su fuerza, llevndome suavemente por la montaa, por la arena seca y vaca, a m casa. No hay mucho en la casa, pero no tengo tiempo para quedarme de todos modos. Tengo trabajo que hacer. Esta noche ser muy larga. 23. 23 5 Vane is padres todava estn despiertos cuando llego a casa. Por supuesto que lo estn. Son apenas las diez en punto. Soy probablemente el nico adolescente en el valle que nunca rompe el toque de queda. Por supuesto, apuesto a que otros chicos no tienen corrientes de aire helado que los atacan de la nada, o escuchan su nombre en el viento. Se me pone la piel de gallina de slo pensarlo. Ocpate de ello ms tarde. Encuentro a mi mam en nuestra abarrotada sala de rosa, leyendo en el sof marrn moteado. El olor salado del pan con carne todava est en el aire, y cuando miro por encima del hombro veo platos amontonados en el fregadero de la cocina. Genial, estoy en casa antes de que lave los platos. Error. Mi pap me saluda con la mano desde la sala de estar, pero no se levanta de su silln de cuero gastado. Est demasiado absorto en algn especial del Discovery Channel no tengo idea de cmo ve esas cosas para querer escuchar a su hijo hablar del desastre de su ltima cita. Mi mam, por su parte, cierra su libro grueso, se aparta el pelo largo y rubio de la cara y mueve la mano para que me siente. No estoy de humor para su conversacin, pero s que se dar cuenta si huyo a mi habitacin. Mi mam tiene la medalla de oro en preocupacin. Una parte de ella est probablemente feliz de que en estos momentos no estoy embarazando a una pobre chica adolescente. Pero s que la otra parte siempre se preocupa porque no estoy teniendo una vida normal. No tiene idea de lo anormal que es. M 24. 24 De ninguna manera les he dicho a mis padres sobre la chica que me acosa en mis sueos. Preferira no pasar tardes interminables tumbado en un sof con alguna palabrera intil de psiclogo y gastando los ahorros de mis padres. Tuve bastante de eso cuando era El Nio Milagro. Cmo estuvo la cita? pregunta mientras cruzo la alfombra marrn y peluda y me siento a su lado. Respondo encogindome de hombros, mi mejor arma contra las preguntas interminables de mi madre. Siempre es divertido ver cunto tiempo puedo salirme con la ma. Hannah fue agradable? Me encojo de hombros. Qu hicieron? Otro encogimiento de hombros. Vane! Esa no es una respuesta real. Maldicin, slo tres. Por lo general, me deja unas cuatro o cinco. Debe estar especialmente interesada. O especialmente preocupada. Puede saber cun alterado estoy? Sus plidos ojos azules no parpadean mientras me miran. Son la nica caracterstica que tenemos en comn, la nica cosa que hace que la gente piense que quizs, quizs hay un lazo familiar entre el alto y moreno chico y su pequea y rubia madre. Trato de distraerla. Hannah estuvo bien. De hecho, manejamos a Las Vegas y nos casamos porque necesita un visado americano y pens, por qu no? Es sexy. Est empacando sus cosas ahora. Espero que no te importe compartir techo con una pareja de luna de miel. Mi mam suspira, pero puedo decir, por la forma en que sus labios tiemblan, que quiere sonrer. La libr de la culpa. Hannah era agradable. Fuimos a cenar. La llev a casa. Todo fue muy emocionante. Cmo es que ests en casa tan temprano? pregunta. Nosotros en realidad no nos camos bien. Es un poco cierto. Pero, ests bien? Las lneas se profundizan en su frente. Por supuesto. Sonro para que me crea. Algo cansado. Creo que jugar unos cuantos juegos y me dormir temprano. 25. 25 Mi mam se relaja. Si estoy bien para jugar videojuegos, no hay razn para preocuparse, es su regla nmero cincuenta y tres. Viene justo despus de Si el director no nos llama, no hay razn para preocuparse de sus notas, y antes de Si sus ojos no estn enrojecidos, solamente tiene hambre, no antojo de drogas. Es por eso que la amo. Sabe cundo mantenerme a raya, y cundo dejarme ser libre, ambos lo hacen. Acert completamente en el departamento de familia adoptiva. Incluso aunque no se parezcan a m y vivan en una ciudad donde el clima puede ser considerado un castigo cruel e inusual. Hasta me dejaron conservar mi apellido, lo que es asombroso porque Weston es mucho mejor que Brasier. Rima con Frasier, pero s que habra sido Vane Brassiere3 para todos los chicos en la escuela. Adems, me deja algo de mi otra vida. Mi pasado es un vaco gigante que hace que quiera golpearme la cabeza contra la pared hasta que vuelvan los recuerdos perdidos. No importa cuntos mdicos me digan que es normal que en un trauma se repriman experiencias dolorosas; yo no lo creo. Cmo puede ser normal olvidarse completamente de toda tu niez? Y qu clase de imbcil egosta borra a su familia slo porque le duele pensar en ellos? Siento que mi sonrisa comienza a desvanecerse, as que me encamino por el pasillo antes de que mam pueda darse cuenta. Una vez que cierro la puerta de mi dormitorio, enciendo el televisor viejo que hered cuando mis padres finalmente compraron una pantalla plana, y accedo a internet, encogindome cuando uno de los juegos de guerra de Isaac comienza entonces. No entiende por qu odio jugar a los videojuegos de disparos en primera persona. Tampoco lo entiendo yo. La sangre me revuelve el estmago por alguna razn; no es que le haya dicho eso a l. Como si necesitara darle otro motivo para que me moleste. Pero no voy a jugar de todos modos. Me uno al primer partido que encuentro, agacho a mi tipo en la esquina y subo el volumen para que mi mam pueda or las explosiones en la sala de estar. Esperemos que eso le impida venir a comprobarme. Con el sonido de los disparos, me acuesto en el montn de mantas que pate de mi cama la noche anterior mam est loca? Mantas? En verano? y cierro los ojos. El aire fro del ventilador me da en la cara y 3 Sostn en espaol. 26. 26 mis hombros se relajan. La brisa siempre hace que mi cabeza se aclare. Lo cual es bueno, porque tengo bastante mierda seria que atender. Seguro, antes ya he vislumbrado a la chica algunas veces, pero nunca estuve seguro de realmente haberla visto a ella, y no a alguna chica de pelo oscuro que se pareca a ella. Esas veces no se parecieron en nada a sta con un completo contacto visual y todo. Y he escuchado susurros del viento fuera de mis sueos. Pero nunca han sido palabras que pueda entender, o una voz que reconozca; y nunca han usado mi nombre. Por no mencionar que el viento nunca me ha atacado antes. La brisa repentina estalla en raras ocasiones, seguro. Los vientos parecen atrados a m, a veces. Pero nunca me asustaron. S que suena raro, pero el viento no me asusta. Incluso despus de lo que les ocurri a mis padres. Incluso despus de lo que pas anoche. El viento de alguna manera me tranquiliza. Nunca entend por qu. As que el loco y fro viento no es la razn por la que me tiemblan las manos. Es porque s que la chica llam ese viento hacia m. Lo control de alguna manera. Me atac con l. El silbido extrao que escuch antes de que el aire nos dominara fue su voz. Qu significa eso? Es mgica? Una especie de Diosa del viento? Un ngel? Me ro de m mismo, incluso a pesar de que la ltima palabra hace que mi estmago se retuerza. Ella estuvo all el da que sobreviv al tornado. Una pequea parte de m siempre se ha preguntado si de alguna forma me haba salvado. Cmo podra haber sobrevivido, sino? Es mi ngel de la guarda? Nah. No creo en esa mierda. Adems, anoche no estaba intentando protegerme de nada. Era una maldita primera cita, dnde est el peligro en eso? Entonces, qu? Est celosa? Un ngel guardin celoso, qu suerte la ma. Y oficialmente estoy asustado. No porque crea que algo de esto sea cierto, sino porque mi cerebro incluso pens en esa posibilidad. Definitivamente estoy perdiendo la cabeza. 27. 27 Tengo que dejar atrs esta locura. Mi instinto con Hannah tena razn. No puedo perseguir chicas de sueos o pensar sobre poderes mgicos del viento o ngeles no a menos que quiera acabar como el paciente estrella en el manicomio local. Es hora de dormir y despertar maana como si nada hubiera pasado. Excepto, que ella estar espindome. Metindose en mis sueos. Negndose a ser olvidada. La vida sera mucho ms simple si slo pudiera hundirme en un descanso drogado, sin sueos. Pero los mdicos me dieron pastillas para dormir despus de sobrevivir al tornado, y mi cuerpo estall en sudor y urticaria hasta que las vomit y me desmay. Lo mismo sucede con cualquier medicina que tomo. Lo bueno es que nunca me enfermo. Sin embargo, el gabinete de los remedios me tienta mientras me cepillo los dientes antes de acostarme. Tal vez la mitad de una pastilla pueda noquearme sin desencadenar una reaccin alrgica. No vale la pena el riesgo. Voy a tener que aprender a ignorarla antes de que me deje en paz, sea lo que sea. O quizs simplemente no dormir esta noche No. Djala venir. Para que por fin pueda decirle que me deje en paz. Me meto en la cama y apago la luz, tirando de la estrecha sbana alrededor de m y apretando la almohada tan fuerte como puedo. Adelante, chica de mis sueos. Esta vez estoy listo. 28. 28 6 Audra ens que jams se dormira. Ocultarme en las sombras debajo de la ventana de Vane, esperando a que el sonido de su respiracin se desacelere, siempre me da calambres en las piernas sin importar cuntas noches lo he hecho. Y sta noche tengo el aadido placer de las espinas afiladas de los arbustos Pyracantha a travs de la fina tela, que no cubre casi nada, del vestido que me haba tenido que poner. El dolor no es nada comparado con lo que estoy a punto de soportar. Pero el viento tiene que abrirse camino a travs de la mente de Vane esta noche y hacer una conexin. Esta es la nica manera en la que puedo asegurarme de que eso pase. He intentado despertar su mente todas las noches por los ltimos nueve aos, susurrando en la suave brisa que envo a su cuarto mientras duerme. Es la manera ms natural de comprender el lenguaje del viento, como un nio aprendiendo a hablar al escuchar a sus padres hacerlo. Pero jams he logrado alcanzarlo, y cualquier progreso que hago siempre se desvanece cuando l despierta, como las hebras de un sueo escabullndose con la luz matinal. Tiempo y paciencia, me dijo la Fuerza de la Tempestad. Ya no puedo darme el lujo de ninguna de esas dos. Una monstruosa cucaracha se escabulle por mi pie descalzo y me trago un grito. He sido entrenada para enfrentarme a toda clase de enemigo, pero nada es ms horrible que una alimaa marrn del tamao de un puo que se arremolina alrededor del suelo en este horrible lugar. Son casi imposibles de matar, muchas de ellas se escapaban luego de abofetearlas con mi cuchillo. Y pueden volar. No es justo que algo tan intil y feo tenga ms habilidades que Vane. P 29. 29 La idea sera divertida si no fuera tan terrorfica. Vane puede ser derribado muy fcilmente, y s mejor que nadie a lo que nos enfrentaremos cuando lleguen los Stormer. Una ola de dolor me balancea cuando los recuerdos que intento ignorar con todas mis fuerzas golpean mis barreras mentales. Los padres de Vane. Mis padres. La inconmensurable fuerza del cicln zarandendolos como hojas secas en una tormenta. La vengativa sonrisa en los labios del Stormer. Cierro los ojos, justo como hice ese da, pero no puedo liquidar el rugido de los vientos desgarrndome, o los ecos de los gritos de los Weston. O el sonido de la voz de mi padre antes de entregarse para salvarnos, ordenndome que cuidara de Vane. Sonidos que me seguirn hasta que tome mi ltima respiracin, y probablemente ms all. Cuatro lucharon contra un Stormer, y slo mi madre sobrevivi. Ahora Raiden siempre enva a sus Stormer de a pares. Qu posibilidades tenemos Vane y yo? Mis piernas anhelan correr, agarrar a Vane y huir de este lugar sofocante. Mantenerlo escondido. Protegido. Lucho contra las ansias. Los Stormer destruirn el valle entero buscndonos. Como guardiana, no puedo permitir que eso pase. Adems, seguiran nuestro rastro. Se nos adelantaran eventualmente. Forzar el primer descubrimiento de Vane es la mejor opcin. Nuestra nica opcin. Adems, soy fuerte, y estoy preparada. No me he atado a m misma a la tierra con un pedazo de comida o una gota de lquido desde el da en que mi padre muri hace diez aos. Ninguna de las otras Tempestades ha mantenido un sacrificio durante tanto tiempo. Pero yo aprend del error de mi padre. Est a punto de servirme muy bien. Tengo tiempo para ensearle a Vane a luchar. Tal vez incluso desencadenar sus otros descubrimientos. Y si puede lograr igualar una fraccin de su potencial, seremos ms que suficiente para enfrentarnos a ellos. Asumiendo que yo tenga xito esta noche... Me he unido al viento slo una vez antes, durante mi entrenamiento, y slo pude soportar el dolor unos segundos. Le tomara unos minutos a la mente de Vane tener el descubrimiento. Resistir tanto como se necesite. Es mi nica oportunidad. 30. 30 Me levanto para abrir su ventana. Ya es hora. Usualmente escurro una brisa a travs de la grieta del fondo para dejar que las canciones del viento revuelvan sus sentidos mientras yo escucho afuera. Esta noche har contacto directo con su mente. Si eso no lo despierta, nada lo har. Busco la Rfaga del Norte que puedo sentir hormigueando en mis dedos y la envo debajo de la repisa, forzndola contra la cerradura hasta que se destraba. Un aumento extra de viento empuja la ventana para abrirla silenciosamente. Vane yace estirado en su cama, dormido, pero no tranquilo. Est enredado en las sbanas y estrangulando su almohada. Casi me da pena. No tiene idea de a qu se enfrenta. Por supuesto, yo tampoco. Respira hondo. Estoy atascndome, y no tengo tiempo para debilidades. Cierro los ojos. Unirme al viento requiere de absoluta concentracin. Incluso entonces, ser fcil perderme a m misma. Las Rfagas del Norte que envo desde las montaas llenan el aire, pero para esto necesito Rfagas del Este. Los vientos de mi herencia. Como la sangre en mis venas, sus corrientes fluyen a travs de m. Y si me entrego a ellas, me liberarn de mi forma terrenal. Murmuro el llamado que he memorizado, dominando a cada viento del Este a que me encuentre. Afortunadamente, hay algunos cerca, as que el movimiento no ser detectado. Me paro dentro de la abertura, parpadeando mientras las corrientes me baten el cabello contra mi rostro. Usualmente lo mantengo atado en la trenza regular de las Tempestades, pero las complejas torceduras y pliegues no pueden ser duplicadas en la transformacin. Desplazarse requiere dejarse llevar. Estiro los brazos y dejo que el aire fro corra a travs de mi piel desnuda. La Fuerza de la Tempestad design mi vestido oscuro sin mangas especficamente para esta tarea, acortndolo pequeo y bajo para dejar ms de m al descubierto. La delicada y elegante tela est tejida de fibras minsculas que se aferran unas a otras en una malla, pero que pueden ser rotas rpidamente. Como las pelusas de los Dientes de Len cuando el viento las libera. Se disolver y re-formar cuando se necesite. Si tan slo mi cuerpo pudiera hacer el cambio tan sencillamente. Me pregunto qu diran las Tempestades si pudieran verme ahora. 31. 31 Qu dira mi madre. Estara preocupada? Le importara en absoluto? No. Ella vera esto como el castigo adecuado por el crimen que jams podr redimir. Tal vez lo sea. Me sacudo un escalofro de encima, causado slo parcialmente por dejar que las corrientes heladas se filtren a travs de mi piel. Se hunden dentro de los recovecos ms profundos de mi cuerpo, revolvindose y golpeando para liberarse. Tengo que dejarlos salir. No puedo explicar el momento de entrega. Ocurre a un nivel sin razonamiento, profundo dentro de mi centro. Slo tengo que confiar en mi instinto. Y aguantar el dolor. Con un aliento final, silencio mi resistencia y dejo que los vientos me rasguen. Agujas de hielo y dientes tirantes me desgarran, rompiendo mi cuerpo clula por clula. Slo toma un segundo transformarme, pero cada fibra de mi ser siempre recordar la agona. Mezclada con el dolor, es una libertad inimaginable. No hay fronteras. No hay lmites. Soy el viento. Mis aos de entrenamiento se esfuman mientras una necesidad incontrolable empuja en m. Anso despegar, seguir la cancin provocadora del viento hasta los confines de la tierra y ms all. Cuanto ms lejos, menor ser el dolor, hasta que se haya ido y sea libre. Libre. La idea es tan tentadora... No! Me enfoco en la nica cosa que me mantiene en tierra: el rostro de mi padre. Sus labios estn ampliamente estirados con una sonrisa. Un ligero hoyuelo se asoma en las comisuras. Se ve feliz. Orgulloso. Tengo que creer que lo estara. Ahora, bajo control, vuelo rpidamente a travs de la ventana abierta, emocionada ante el movimiento rpido mientras me arremolino 32. 32 alrededor de Vane. Hora de despertar. Mis pensamientos llenan los susurros en el aire, hablando por el viento en el lenguaje secreto de la Rfaga del Este. Pero las palabras no son suficientes para abrirme paso. l necesita ms que los bucles de mis brisas envolvindose a su alrededor, pastoreando sus mejillas y alborotando su cabello. Me tiene que inhalar. Me muevo en crculos a travs de su rostro, esperando que respire. Cuando lo hace, sigo el jalo en el aire. Una vez que paso por sus labios, me libero del resto de su aliento y empujo profundamente en su conciencia. A su esencia. Est oscuro y limitado dentro de su mente. Doy una paliza para escapar, deseando liberarme cuando exhale. El dolor aumenta cuanto ms apretada estoy contenida, y mis vientos se enfurecen. Soy una tempestad, golpeando sus pensamientos, intentando liberarlos. Des. Pierta. Algo se revuelve a mi alrededor, un hormigueo clido de energa convirtindose en un zumbido, pero ningn descubrimiento. No todava. La necesidad de salir volando me rompe y tira de m como fros dedos en garras. Pero me enfoco en mi padre. Siempre fue calmado, confiado. Tan lleno de vida y amor. Qu hara l? Sera amable. Se preocupara. As que ignoro el dolor y bajo la fuerza de mis corrientes, dejando que slo las suaves brisas en forma de hilo ondulen a travs de las hebras de la conciencia de Vane. Por favor, Vane. Despierta. Su cuerpo se mueve. Estoy alcanzndolo. Tu gente te necesita, Vane. Casi aado que yo lo necesito. Pero no puedo animarme a decir esas palabras. No quiero que sean verdad. l no necesita escucharlas. Se despierta con un jadeo y me retiro de su mente con el resto de su aliento sorprendido en un frentico apuro. Finalmente. 33. 33 Mis corrientes se estiran y giran, disfrutando de la libertad mientras lo veo observar alrededor, sus ojos salvajes. Fieros. Hay slo una manera de saber si las Rfagas del Este realmente se han abierto paso. Reno los vientosmis vientos. A m. Todas las partes de m misma que flotan en la brisa, y las cierno sobre l. Si tuvo el descubrimiento, ser capaz de ver mi verdadera forma. De otra manera, ser tan invisible como el viento. Por favor veme. Sus ojos se agrandan y se pone rpidamente de pie, gritando algo que no puedo entender por encima del ruidoso ajetreo. Pero me ve. Vane Weston est listo. Con lo ltimo de mi fuerza, tiro ms de m misma. Cuando tengo un agarre firme, suelto los vientos. Agujas que queman, embestidas, y un milln de otros dolores que no puedo comenzar a describir. Las partculas de mi vestido me enfran donde se aferran, pero no hay suficientes de ellas para extinguir el fuego en mi piel mientras mi cuerpo se vuelve a formar. Me tambaleo cuando me encuentro con los ojos de Vane. Su boca est abierta de algo que debe haber dicho cuando estaba ciega y sorda por el dolor. Ya era hora murmuro. Luego me desplomo. 34. 34 7 Vane iez millones de preguntas se amontonan y salen de mi boca, junto con una saludable mezcla de palabras que mi madre me matara por usar. Pero no me importan sus conservadoras reglas de lenguaje en ese momento. Tengo una jodida chica fantasma desmayada en mi cuarto. Tomo una enorme bocanada de aire y lo dejo procesar. Ella est aqu. Si quiero, puedo estirar la mano y tocarla. Doy medio paso hacia ella, entonces me estremezco y retrocedo tan lejos como mi pequeo y abarrotado cuarto me lo permite. Puede que ella sea real, pero eso no explica lo que es, o lo que me acababa de pasar. Se sinti como si la chica realmente estuviera estado en mi cabeza, una extraa presencia dentro de m. Sin mencionar la tenue cosa fantasma que vi flotando cerca del techo. Un remolino de nubes de color oscuro y claro, y un viento con rostro. Su rostro. Entonces de alguna manera todo el caos coincidi y bam! La chica fantasma se desmay en el piso de mi cuarto. Si no sintiera el corazn latiendo contra mi pecho, estara convencido de que esto es un horrible sueo. Vane, ests bien? llama mi madre a travs de la puerta. Salto con tanta fuerza que choco con mi escritorio y tiro algunos libros y cajas de videojuegos. Si mam entra y encuentra a esta hermosa chica con ese inadecuado vestido, desmayada sobre mi desgastada alfombra gris, podra quedar castigado por el resto de la eternidad. Especialmente dado que todo lo que estoy usando en estos momentos son mis calzoncillos de Batman. Estoy seguro de que tampoco va a tragarse mis teoras sobre el fantasma/ngel guardin/locura de la naturaleza. D 35. 35 Voy a trompicones hacia la puerta, dispuesto a armar una barricada con mi cmoda si tengo que hacerla. Estoy bien, mam digo mientras agarro la primera camisa que veo en el piso y me la pongo encima, junto con mis pantalones cortos de gimnasia. Entonces qu es todo ese estruendo? Vamos, Vane. Piensa! La inspiracin lleg. Encontr una monstruosa cucaracha en mi cama. La mataste? Mam suena ms alejada, como si hubiera saltado hacia atrs. Lo intent, pero ahora no puedo encontrarla. No necesitaba preocuparme sobre mi mam ofrecindome ayuda. Es una gran creyente en toda esa filosofa de los hombres deberan matar a todos los bichos. Bien, no te distraer entonces dice, y no puedo evitar sonrer. Pero asegrate de matarla antes de volver a dormir. No quiero que quede suelta en la casa. Estoy en eso prometo, y mi cuerpo se relaja mientras sus pasos retroceden en el pasillo. Una crisis resuelta. Ahora slo tengo que lidiar con la desmayada chica con poca ropa en el piso de mi cuarto, quien resulta ser ms como una criatura sobrenatural. Claaaaaaaaaaaaaaro. No tengo pista alguna de qu hacer con eso. Enciendo mi lmpara y la arrastro hacia ella, estirando mi cuello para ver mejor. Sus ojos estn cerrados, pero su pecho sube y baja en respiraciones, lentas y pesadas. Se me ocurre que podra estar herida. No s si los fantasmas se pueden lesionar, o si es un fantasma, siquiera. Se ve bastante real en estos momentos. Aunque algo plida, y su cara luce como si estuviera dolorida. Est enferma? Qu se supone que debo hacer si est enferma? Estoy bastante seguro de que en el hospital no podrn ayudarla. Las criaturas mgicas tienen la misma anatoma que los humanos? Mis ojos escanearon su cuerpo. Guau. Y estoy mirando a una chica que podra algo ms que humana. Por no mencionar que est totalmente inconsciente. 36. 36 Maravilloso momento para mirarla, hombre. Claramente necesita ayuda. Ha estado inconsciente por al menos cinco minutos. Tengo que hacer algo. Pero qu? Agua. En la televisin siempre se la estn dando a la gente como si fuera una cura para todo. No puede hacerle dao. Incluso tengo una botella a medio terminar al lado de mi cama. La agarro, entonces camino de puntillas hacia la chica. Ella no se mueve, ni siquiera cuando me agacho a su lado. Aguanto la respiracin cuando levanto su cabeza, suavemente apoyando su cuello sobre mi rodilla. Su piel es fra y suave, y me preocupa que est temblando, pero entonces me doy cuenta de que soy yo el que lo est haciendo. Ella es real. No lo crea realmente hasta ese momento. Todos los sueos. Todos los atisbos fugaces. Incluso vindola tan claramente esta noche. Todo podra haber sido un error, de alguna manera. Pero ahora la tengo en mi cuarto. En mis brazos. Y a pesar de todo lo que mis ojos acaban de ver, se siente humana. Se siente como yo. Siento una pequea sacudida de emociones mientras mis dedos separan sus labios. Son incluso ms suaves de lo que imaginaba. S, me los he imaginado. Desafo a cualquiera a ser perseguido por una chica sexy durante diez aos y tratar de no pensar en besarla. Pongo la botella contra sus labios. Ser capaz de tragar si la vierto en su boca? O se ahogar? Le doy lo suficiente para mojar su lengua, sin respirar hasta que la veo tragar. Es surrealista ver sus labios cerrados y los msculos de su garganta contraerse. Son como pequeas cosas normales en una situacin imposible. An no puedo creer que est realmente sostenindola. Mis dedos se enredan en su cabello, los mismos mechones oscuros y ondulados que siempre giran alrededor de su rostro en los sueos. Estoy agradecido de que no lleve la trenza apretada que tena antes. Luce ms suave con su cabello suelto. Ms amable. Todava tiene una fuerte mandbula, pero equilibra sus grandes ojos y labios gruesos. De vuelta a sus labios. No puedo dejar de mirarlos. 37. 37 Amigo, ahora no! Vierto ms agua en su boca, y esta vez ella bebe ms rpido. Se toma el resto de la botella, pero todava no ha despertado completamente. Busco agua en mi cuarto con la mirada, congelndome cuando ella gime. Bajo su cabeza y camino de espaldas hasta llegar a la pared ms lejana. No tengo ni idea de lo que va a pasar cuando despierte, pero tener algo de distancia entre nosotros parece una buena idea. Ella puede parecer amable cuando est durmiendo, pero hubo algo en el modo en el que se manej a s misma ms temprano, que me hace no querer meterme con su lado equivocado. Se queja de nuevo y rueda sobre su lado. Echo un vistazo a mi puerta, esperando que mis padres no la hayan escuchado. Pero no tengo tiempo de preocuparme acerca de eso, porque en el siguiente segundo, ella salta hasta ponerse de pie. Se tambalea, tomando respiraciones profundas mientras mira de reojo sus manos. No puedo darme cuenta si nota que estoy aqu. Me aclaro la garganta. Se tensa, luego se vuelve hacia m, su rostro es una mezcla de miedo, dolor e incertidumbre. Qu me hiciste? susurra. Espera, qu? Yo no hice nada. Se mueve hacia adelante, haciendo una mueca con cada paso. Trato de retroceder de su camino, pero ella es rpida, demasiado rpida para alguien que acaba de estar inconsciente. Me acorrala. Qu.Me.Hiciste? Te lo juro, no hice nada. Me agarra por los hombros, increblemente fuerte para una chica de su tamao. Lo puedo sentir, Vane. Qu me diste? Su voz es ms fuerte ahora, lo suficientemente fuerte como para que mis padres puedan escucharla. Pero no estoy tan seguro de que eso sea una mala idea. Estoy casi listo para pedir ayuda. Sus uas se clavan a travs de mi camisa, hundindose en mi piel. Agarro sus muecas y trato de quitar sus manos, pero ella pelea contra m. Reljate, est bien? Te di algo de agua, eso es todo. Agua? Sus brazos se vuelven pesados. 38. 38 S. Sealo la botella vaca cerca de sus pies. Slo agua. Nada ms. Agua repite, hundindose en el piso. Echo un vistazo a la puerta, preguntndome si debo aprovecharla oportunidad y correr, alejarme tanto como pueda de lo que sea que es esta chica. Pero no me puedo ir. No despus de diez aos preguntndome acerca de ella, soando con ella. Baja la cabeza, dejando caer el cabello en su rostro. Tienes alguna idea de lo que acabas de hacer? Eh, s: te ayud. Ayudarme. Una risa extraamente histrica sale de sus labios mientras levanta la mirada, observndome a travs de las hebras salvajes y onduladas de su pelo. La miro directo a los mismos ojos oscuros que he visto cada noche. Cada vez que cierro los ojos. Siempre pens que eran hermosos. Casi hipnticos. Poderosos, incluso. Ahora se ven derrotados. Como si confirmara mis pensamientos, ella acurruca las rodillas contra su pecho, abrazndolas con sus brazos, y balancendose hacia adelante y atrs. No me ayudaste susurra. Slo acabas de matarnos a todos. 39. 39 8 Audra is ojos queman de una manera que no entiendo. Luego algo hmedo cae por mi mejilla. Una lgrima. Todo dentro de m se amarra con una mezcla de miedo e ira. No debera estar llorando. No porque tenga que ser valiente o fuerte o mantener alguno de los otros aspectos de mi juramento. Fsicamente no debera ser capaz de derramar lgrimas. El hecho de que puedo significa que realmente es demasiado tarde. Mi cuerpo ha absorbido el agua. Estar debilitada por meses. Justo como lo estaba mi padre el da en que muri. Mis hombros tiemblan cuando un enorme sollozo se apodera de m. Quiero desgarrar mi piel, rasguarla profundo y fuerte, como si eso de alguna forma pudiera remover el agua dentro de m. Pero no funciona de esa manera. He sufrido demasiado para evitar el error de mi padre, y llegu a extremos para no atarme a la tierra. Pero jams plane esto. Jams consider que unirme al viento hara que me desmaye, o que Vane me dara agua para revivirme. Vane. Mi cabeza se levanta rpidamente, y me seco las traicioneras lgrimas con las manos. l est haciendo equilibrio con las puntas de sus pies, listo para saltar hacia atrs. No puedo culparlo. Mi comportamiento est lejos de ser la presencia serena y dominante que fui entrenada para presentar cuando su mente finalmente tuviera un descubrimiento. Tengo que tranquilizarme. Esta es otra... complicacin. Encontrar la solucin. M 40. 40 Me aclaro la garganta, sacndome el cabello fuera de mi rostro mientras me levanto. Deseara tener tiempo para volver a trenzarlo, y volverme a poner mi uniforme, pero tengo que recurrir a meterlo detrs de mis orejas y alisar la tela de mi vestido. Lo siento digo, orgullosa de sonar fuerte y firme. Necesitamos hablar. T crees? Su tono es ocho veces ms alto del que estoy acostumbrada. Quin eres, y a qu demonios te refieres con que acabo de matarnos a todos? Mantn la voz baja. Doy un paso hacia l, pero se aleja con brusquedad. No te acerques ni un poco ms, y no me digas qu diablos tengo que hacer. Ests en mi casa. Lo s. Y si no quieres que tus padres me encuentren, necesitas permanecer en silencio. l me mira mal, claramente ni un poco feliz de que haya hecho un punto vlido. Quin eres? Mi nombre es Audra. Tengo todas las respuestas que ests buscando, Vane. Pero necesitamos tener esta conversacin en algn lugar privado. Vendras conmigo? La rebelin lucha en sus ojos. Y despus cmo he actuado, no puedo culparlo. Lo cual slo hace que sea ms frustrante. Mi cabeza late de la presin a la que somet a mi cuerpo. Me froto las sienes y respiro profunda y lentamente, mientras estudio las lneas de su rostro, un rostro que conozco tan bien que puedo recordar cada detalle de memoria. El miedo est grabado en cada rasgo, hacindolo lucir ms viejo. Incmodo. Se me ha ordenado hacer que l confe en m, pero en este momento me sorprende darme cuenta que quiero que confe en m. Por favor, Vane. Necesito que vengas conmigo. Mis ojos sostienen los suyos mientras doy un paso cauteloso hacia l. Levanto la mano y dejo que mis dedos rocen su brazo hacia abajo. Se estremece pero no se aleja, ni siquiera cuando tomo su mano. Su piel se siente suave y clida, y mis dedos hormiguean cuando absorben su calor. Extrao. Han pasado aos desde que toqu a alguien. Mi cuerpo no debe saber cmo responder. 41. 41 Vane observa nuestras manos, el miedo en su rostro convirtindose en incertidumbre. Es seguro? Completamente. Es muy lejos? Podemos ir caminando. Y prometes que me explicars todo? Todo. Sus ojos me retan. Me desafan a romper mi promesa. l no entiende que es parte de mi trabajo decirle todo. Pero lo sabr suficientemente pronto. Tiro de l hacia la ventana. Espera vamos a salir por ah? No puedo exactamente salir por la puerta delantera, especialmente con esto. Sealo mi pequeo vestido azul-negro. Pareca revelador ms temprano, cuando estaba sola. Ahora, a la luz de su cuarto, con sus ojos pasando por encima de m me siento casi desnuda. Especialmente cuando sonre y dice: S, mi mam definitivamente no aprobara eso. Suelto su mano y envuelvo mis brazos alrededor de mi pecho. Casi me haba olvidado lo repulsivo que poda ser el chico. Vmonos. Salto a travs de la ventana sin mirar atrs. No es una cada alta, la casa slo tiene un piso, pero hay un dolor poco familiar en mis articulaciones cuando mis pies golpean el suelo. El agua. Me muerdo el labio, respirando hondo para permanecer calmada mientras Vane se lanza por la ventana. Grue cuando su brazo alcanza las espinas del Pyracantha. Ruedo los ojos. Mi casa est por aqu digo, corriendo a travs del csped abierto. Es la nica parte del patio donde la luz de la luna es lo suficientemente brillante como para ser vistos, as que tenemos que movernos rpido hasta llegar a las altas palmeras de frutos dtiles del bosquecillo que bordea la casa por ambos lados. Una suave Rfaga del Sur me revive mientras corro. Acaricia mi rostro. Seca lo ltimo de mis lgrimas. El viento no puede aliviar el peso extra que llevo por el agua, pero s mi dolor de cabeza. Vane empareja mi paso zancada a zancada. No pude diferenciar si eso significa que es ms 42. 42 fuerte de lo que pens o que yo soy ms dbil de lo que tem. Ms y ms profundo nos dirigimos dentro de los rboles. El aire es tan dulce con el aroma de sus frutos pegajosos, y puedo sentir los dtiles cados chapoteando entre mis pies desnudos. Al menos, espero que sean dtiles. La noche es todo menos silenciosa, y toda forma de insectos gigantes pan y se escabullen alrededor nuestro. Este lugar est infectado, no el tipo de lugar que hubiera elegido para un hogar. Pero mis opciones eran limitadas. Unos minutos ms y las paredes plidas de mi refugio aparecen a la vista. Vane resopla. Increble. Qu? Vives ah? Seala a la casa delante, o ms bien, a lo que queda de ella. Un incendio la conden tiempo antes de que me tropezara con ella. Pero las dos paredes y media que quedabanuna de las cuales todava tena una ventana de vidrio roto, junto con las vigas de apoyo chamuscadas del techo anterior, me dan el suficiente espacio para esconderme. Cubr las vigas con hojas de palmera cada para dar sombra contra el calor, y apil ms en el suelo para formar un lugar para dormir. No son tan suaves como me gustara, pero son lo suficientemente buenas para que las aves aniden. No exijo nada mejor. Por qu? Qu hay de malo en ella? pregunto, intentando entender su expresin incrdula. Simplemente debera haberlo imaginado. Vena aqu un par de veces cuando era un nio, pero luego me detena porque tema que... l se interrumpe de golpe. Me doy la vuelta para enfrentarlo, sorprendida de lo plido que luce a la luz de la luna. Tema que estuviera embrujada dice. Escuchaba susurros en el aire, y algunas veces la manera en que los rboles crujan, pareca como si hubiera un fantasma. Duda, como si estuviera intentando encontrar el coraje para hacer su prxima pregunta. Esa eras t, verdad? Asiento. l se aleja de m. Qu eres? Soy lo mismo que t digo, pisando ligeramente. l re y el duro sonido corta el silencio de la noche en pedazos. Por favor. Vi la manera en que flotaste en el aire, y te formaste de la nada y... 43. 43 Entonces realmente me viste? pregunto, con la necesidad de escucharlo decrmelo. He esperado tanto tiempo para que tuviera el descubrimiento, que todava es difcil creer que finalmente ha ocurrido. S. As que no me digas esa mierda de que eres humana, porque s lo que vi, y los humanos no pueden hacer eso. Vane. Espero a que me mire a los ojos. Jams dije nada sobre ser humana. l se traga una respiracin. Entonces... no eres humana. No. Su rostro es un caleidoscopio de emociones. Alivio. Duda. Miedo. Defensa. No digo nada, esperando que haga la ltima y ms importante conexin. Casi puedo escuchar las piezas encajar juntas en su cerebro. Su voz apenas es audible cuando finalmente habla. Pero dijiste que eres lo mismo que yo. Abro la boca para rellenar las palabras que terminarn de darle vueltas a su mundo por completo, pero mi voz se desvanece. Dara lo que sea para olvidar quin y qu soy. Para despertar cada maana no teniendo que enfrentarme a lo que debo hacer. O a lo que he hecho. Vane ha estado viviendo ese tipo de ignorancia dichosa por diez aos. Ajeno a sus responsabilidades. Inconsciente de su rol. Inocente ante los desafos arrolladores a los que se enfrentar. Ahora estoy a punto de sacarle esa libertad. La culpa y el arrepentimiento casi me hacen atragantar. Pero l necesita escuchar la verdad. Y yo hice un juramento de que se la dira. As que cuadro mis hombros y tiro su mundo abajo. Cierto, Vane. No soy humana. Y t tampoco lo eres. 44. 44 9 Vane o puedo dejar de rer. Me ro con tanta fuerza, que asusto a los murcilagos de los rboles. Me duelen los costados y tengo que jadear en busca de aire; las lgrimas se escapan por las esquinas de mis ojos. Pero qu ms se supone que haga? Esto es entrar oficialmente en nuevos reinos de locura y me niego a ser arrastrado hacia ellos. Puede que no comprenda algunas cosas sobre mi vida o mi pasado, pero estoy seguro de que soy un ser humano, quiero decir, luzco como todo el mundo. Me siento como todo el mundo. Y Audra tambin. Claro, porque ella tambin es humana, me digo a m mismo. Loca, pero humana. Debo de haber soado lo que vi en mi habitacin. He tenido un montn de sueos locos sobre ella, por qu no uno ms? Esa es una explicacin lo suficientemente buena para m. Me voy digo mientras me dirijo hacia mi casa. Sal de nuestra propiedad y aljate de m o te voy a poner una orden de alejamiento tan rpido que ni sabrs lo que te golpe. No puedo hacer eso, Vane. Ignoro los escalofros que me recorren cuando dice mi nombre. S puedes. No es la chica de mis sueos. Es un problema del que me estoy deshaciendo. No me sigue. En cambio, la escucho susurrar. N 45. 45 No quiero orla lucho por ignorarla pero siento como si su voz taladrara mi crneo. Los sonidos son sensibles, pero despus de un segundo se hunden en m y se convierten en palabras. Ven a m rpidamente, sin emitir rastro. Elvate suavemente, luego fluye y arrasa. Las palabras me llenan de calidez y dolor, y quiero correr hacia ellas y lejos de ellas, todo al mismo tiempo. Pero no puedo moverme. Estoy congelado, hechizado por los susurros que se arremolinan en mi consciencia. Hechizado. Ests encantndome? le grito, sacudiendo la cabeza, intentando romper cualquier truco que est usando. No responde. En su lugar, un golpe de viento se enreda a mi alrededor, y comprendo lo que siente una mosca cuando una araa la atrapa en su red. Entre el caos y las rachas torrenciales siento sus brazos envolver mis hombros, y una explosin de calor mientras su cuerpo se aprieta contra el mo. Y entonces despegamos. Juro que mi estmago se queda detrs mientras subimos y subimos. Tengo que seguir haciendo estallar mis odos a medida que cambiamos de altitud. Pero no tengo miedo. S que debera. Mi vida est, literalmente, colgando de una racha de viento que Audra controla de algn modo ella claramente es algn tipo de bruja o diosa o cualquier otra criatura imposible. No me importa. Se siente correcto estar en este cielo oscuro. Natural. Como rascarse una picazn que no saba que senta hasta que el alivio ardiente me atraviesa. En lo alto, con los vientos azotando todo a nuestro alrededor, y nuestro calor mezclndose, todo se desvanece. Cierro los ojos y escucho la brisa; no oigo el sonido atronador que espero. Escucho el lenguaje antiguo que pertenece nica y exclusivamente al viento. Susurra sobre los lugares en los que ha estado. De cambio. De poder. De libertad. Quiero escuchar para siempre. Es entonces cuando lo s. 46. 46 No soy humano. No tengo idea de lo que soy, o de lo que se supone que haga con esta revelacin, pero eso no hace que no sea cierto. Una sacudida en el estmago me arrastra de vuelta a la realidad y abro los ojos. Estamos cayendo, rpido y violentamente. No puedo estar seguro, pero tengo la impresin de que el grito de nia sale de m. Cuando caigas, rueda sobre el suelo grita Audra en mi odo mientras la oscura tierra corre hacia nosotros. Claro, porque mover los pies evitar que me convierta en una mancha. Pero mis opciones son limitadas, as que cuando me empuja y susurra Suelta, en el mismo segundo en el que el capullo de viento se desenvuelve, la sigo, empujando las piernas mientras mis dedos rozan la dura superficie. Me ro al tiempo que ambos corremos a travs del suelo rocoso tan rpido como nos llevan nuestros pies. No estoy muerto. De hecho, nunca me he sentido ms vivo. Obligo a mis piernas a que se detengan y observo el paisaje. Estamos en lo alto de las estribaciones, con las luces de las ciudades desiertas brillando a lo lejos y la autopista zigzagueando bajo nosotros. Austeros postes salen del terreno en filas organizadas, y en la cima tienen una trada de cuchillas que giran. Molinos de viento. La Granja de Viento del Paso San Gorgonio. He conducido a travs de ella en mis raras escapadas del sofocante valle, pero nunca he caminado a travs de las turbinas enormes. La noche resuena cuando las cuchillas gigantes cortan el aire mientras el viento choca contra ellas. Las luces rojas en lo alto de cada torre brillan como los ojos de un demonio. Desenfoco la vista a medida que los molinos giran y giran. Unos pasos resuenan detrs de m, recordndome que no estoy solo. Entonces, qu soy? pregunto sin darme la vuelta. Tengo miedo de mirarla cuando diga las palabras que cambiarn mi vida para siempre. Somos sylph. Sylph? Esa ni siquiera es la respuesta que esperaba. Quiero decir, si tengo que ser una criatura mtica, al menos podra ser una de la que haya odo hablar. Qu demonios es un sylph? 47. 47 As es como los humanos llaman a un elemental de aire. Un elemental de aire? Seguirs repitiendo en forma de pregunta todo lo que te digo? Me giro para enfrentarla. Eh me detendr cuando digas algo que tenga sentido. Qu tal esto? Eres un Caminante del Viento. Controlamos el viento. Somos parte de l. Somos parte del viento? Aprieta los dientes y me doy cuenta de que he vuelto a repetir lo que dijo. No me importa. Cmo podemos ser parte del viento? Del mismo modo en que los humanos son parte de la tierra. Cuando mueren, se convierten en polvo. Entonces qu? Cuando morimos, nos convertimos en viento? Una sombra cruza su semblante incluso en la plida luz de la luna. S. Sacudo la cabeza, listo para decirle lo ridculo que suena eso. Entonces me golpea un recuerdo: dos formas enredadas, algo parecido a dos cuerpos, pero la mayor parte slo son formas torcidas y vacas. No recuerdo haberlos visto en persona, pero cuando tena diez aos reun el coraje suficiente para buscar en Google las imgenes granuladas, esperando que avivaran un par de recuerdos reprimidos. Eso fue lo que le sucedi a mis padres? El por qu sus cuerpos estaban irreconocibles cuando los encontraron? susurro. Ella aparta la mirada. S. A veces puede ser un proceso lento, pero eventualmente no queda nada excepto aire. As que mis verdaderos padres tampoco eran humanos. Tiene sentido; si soy un sylph, ellos tambin debieron serlo. No hubiera sido agradable dejarme una pista al respecto? Oye, hijo, eres un Caminante del Viento. Aunque tal vez lo hicieron y simplemente no lo recuerdo. Trago y obligo a mis labios a formular la pregunta que me ha acompaado por los ltimos diez aos. Ahora que la respuesta est a mi alcance finalmente, tengo un poco de miedo de escucharla. Qu le sucedi a mis padres ese da, en la tormenta? Audra inhala despacio antes de hablar. Fueron asesinados. Asesinados. 48. 48 Las palabras se sienten fras y extraas. Siempre pens que sus muertes haban sido un fallo. Mis manos se crispan en puos. Por quin? Su voz se vuelve hielo cuando responde. Su nombre es Raiden. Memorizo el nombre del hombre que mat a mi familia y que casi me mata a m. Por qu lo hizo? Es difcil de explicar. Tiene que ver con cosas que tu mente an no est lista para comprender. Te lo dir cuando sea el momento adecuado. Abro la boca para discutir, pero mi cerebro ya se retuerce en cientos de direcciones distintas. No estoy seguro de poder manejar una larga y complicada explicacin, especialmente sobre un tema tan doloroso. Me hundo en el suelo, recostndome contra la base de uno de los molinos. Las suaves vibraciones atraviesan mi delgada camiseta; no puedo evitar desear rebobinar las ltimas horas y volver a ser el tipo normal con la extraa acosadora de sueos y el pasado en blanco. Cmo se supone que regrese a casa o vea a mis amigos, sabiendo lo que s ahora? Cmo se supone que sea normal otra vez? He cruzado la lnea. Estoy a tope. Sin embargo, hay una cosa que tengo que saber. Por qu an estoy vivo? Qu? El da que muri mi familia. Cmo sobreviv? Mi Se detiene, como si no pudiera sacar las palabras. Mi padre te salv. Tu padre? Pero Qu? Siempre pens que habas sido t. Mira hacia el suelo. Yo estuve ah, pero no era lo suficientemente fuerte. Su voz se apaga y se me ocurre que para ella tambin es un recuerdo doloroso. Me aclaro la garganta, luchando para encontrar un modo ms sensible de formular la siguiente pregunta. Y tu padre. l Est muerto susurra. Se sacrific para salvarte. No s qu decir cuando se gira y me da la espalda, alejndose. Slo un diminuto haz de luna ilumina el cielo y ella se desvanece en la 49. 49 oscuridad. Lucho contra una oleada de pnico. No me dejara aqu, verdad? No; nunca he tenido una razn para creer que quiere daarme. Excepto esta noche. A qu te referas antes? pregunto en voz baja. Antes? Su voz es un sonido sin rostro en la oscuridad, como si realmente fuera un fantasma. Cuando despertaste en mi habitacin. Dijiste que acababa de matarnos a todos. Un largo silencio se escurre antes de que hable. El agua nos debilita. Es lo mismo con la comida. Nos ata al suelo, lo cual limita nuestras capacidades Espera ests diciendo que no puedo comer? Eso definitivamente cae en la categora de para nada genial. Tu cuerpo an no est listo para esa clase de sacrificio. De hecho, el hambre te hara mucho ms dbil ahora, ya que dependes de las comidas terrestres. Pero pronto tendrs que comenzar a trabajar en funcin de alcanzar todo tu potencial. Mientras ms cerca del viento estemos, ms poderosos podemos ser. Me he negado comer por aos para estar en la cima de mi fuerza, ahora el agua me ha debilitado. Eso tiene tanto sentido como las funciones cuadrticas que estudiamos el ao anterior. Fue slo la mitad de una botella de agua. Para maana estar fuera de tu sistema. Nuestros cuerpos no funcionan as. Cualquier cosa fsica de esta tierra no se corresponde con el viento. Incluso la cantidad ms pequea de algo como el agua limita lo que puedo hacer por meses, y no poda haber sucedido en un momento ms crucial. Escucho un sonido rasposo, como si ella estuviera pateando el suelo. Por qu ahora es crucial? Porque Raiden sabe que estamos aqu. Es el Caminante del Viento ms poderoso y ha intentado encontrarte durante aos. Hice todo lo que pude para escudarte, pero ahora sus Stormer, sus guerreros, vienen a capturarte; si huimos, harn trizas todo el valle buscndote. Cientos de personas podran morir. Los Stormer encontrarn nuestro rastro y nos darn caza. Nuestra nica opcin es luchar, y no estoy al mximo de mi fuerza. Las probabilidades no son buenas. 50. 50 De algn modo estoy de pie, aunque no recuerdo haber decidido hacerlo. Todo eso por m? Por qu por qu soy tan importante? No soy nadie. Ah es donde te equivocas, Vane. Eres nuestra nica esperanza. Tengo que rerme. Suena tan parecida a la Princesa Leia. Aydame, Obi-Wan Kenobi4. Pienso que tienes al tipo equivocado. Creme, no es as. Probablemente seas la persona viva ms importante en este momento. Y. mi cerebro prcticamente se apaga. En una noche averiguo que no soy humano, que mis padres fueron asesinados y que el mismo maldito que los mat est enviando guerreros a capturarme porque se supone que soy una persona importante aunque no soy nadie. Oh, y no podemos huir, no podemos escondernos y no puedo ganar en una pelea. Como que me dan ganas de pellizcarme un brazo y esperar que todo sea un sueo. Pero no estoy soando. Puedo sentir la brisa corriendo por mi rostro, y definitivamente no me estoy imaginando las canciones que flotan en el viento. Las melodas satisfacen un deseo que siempre he tenido pero nunca supe cmo entender. Audra se acerca lo suficiente como para que pueda distinguirla en la luz tenue. La tela de su escaso vestido luce como si cobrara vida en el viento, ondeando sobre las curvas de su cuerpo. Tengo que obligarme a enfocar su rostro, que luce justo como en mis sueos, el modo en que me miran sus ojos y su cabello arremolinndose alrededor de sus mejillas. Sus labios se abren y espero que susurre los mismos sonidos flotantes a los que estoy acostumbrado cada noche. A cambio, dice: Nada de esto importa. Ahora mismo necesitas concentrarte en tu entrenamiento. Entrenamiento? Necesitas aprender a pelear, para defenderte cuando los Stormer vengan tras de ti. Para eso estoy aqu, para ensearte lo que necesitas y puedas cumplir tu rol. Mi rol? Y volvemos a la repeticin de todo lo que digo. 4 Personajes pertenecientes a la saga de La Guerra de las Galaxias. 51. 51 Bueno, qu esperas que haga? Nada de lo que dices tiene ningn maldito sentido! Puedo decir, por el modo en que se tensa su mandbula, que quiere gritarme. Tienes razn dice. Pero has tenido ms revelaciones en una hora de lo que alguien pueda manejar, y tengo que averiguar qu hacer sobre los Stormer que vienen. Una pizca de derrota regresa a sus ojos. En serio todas las personas van a morir? pregunto, dndole pie para que me diga que esto es una enorme y bien elaborada broma. Espero que no. No es la seguridad que estoy buscando. Entonces cuadra los hombros. No dejar que pase nada. Soy uno de los luchadores ms fuertes, an con un poco de agua en mi sistema, y conseguir ayuda. Ayuda? Como otros sylph? Qu? Puedes llamarlos y decir: Hola Caminantes del Viento, necesitamos que vengan para pelear contra unos tipos malos, y ellos vuelan hacia la ciudad y salvan el da? Un costado de sus labios se alza en una sonrisa. No es tan simple. La sonrisa se desvanece. Para nada. Pero me har cargo de ello tan pronto te lleve a casa. Abro la boca con una pregunta nueva, pero me congelo cuando pone un dedo en mis labios. S que quieres ms respuestas, pero si voy a llamar a los refuerzos, necesito hacerlo lo ms pronto posible. Por favor, dame un par de horas y te explicar ms por la maana. Quiero discutir hay un montn de mierda que no ha explicado pero estoy muy distrado por la calidez electrizante que irradia la punta de su dedo, cosquilleando por todo mis rostro. Nunca he sentido algo como esto, y supone un tremendo logro el asentir ligeramente. Baja los ojos, concentrndose en su dedo sobre mi boca, y una indescifrable emocin revolotea por su rostro. Gracias. Las palabras suenan casi ahogadas mientras deja caer la mano a un costado y la sacude. Entonces se gira y susurra el mismo encantamiento de antes. Ven a m rpidamente, sin emitir rastro. Elvate suavemente, luego fluye y arrasa. Esta vez s lo que hace; est controlando el viento, y este la obedece, corriendo a nuestro alrededor. 52. 52 Da un paso hacia m, detenindose a escasos centmetros. Lo suficientemente cerca como para sentir el calor de su cuerpo difundindose en el aire. Lo suficientemente cerca como para estar ms consciente de sus labios. El viento se enreda mucho ms fuerte, separndonos del resto del mundo. Un espacio privado para nosotros dos solos. Sujtate a m ordena, y me toma un segundo darme cuenta que no lo imagin. Estaba pensando hacer eso justamente. Mis manos rodean su pequea cintura, tan diminuta, que mis dedos casi se tocan. Todo sobre ella es frgil y delicado, pero rebosa fuerza, calor y poder. Y la deseo. Es todo lo que he querido por aos. No importa lo mucho que he tratado de luchar contra ello o ignorarlo. Me desea ella a m? Estara tan cerca si no lo hiciera? Humedezco mis labios, buscando el coraje para hacer mi movimiento. Me inclino un poquito hacia adelante y Casi vomito sobre ella cuando un viento nos arranca de la montaa. La cada libre hace que cualquier montaa rusa se sienta como un carrusel, y me agarro a ella, odindome por chillar nuevamente. Eres genial, hombre. Seguro que est realmente impresionada. No puedo saber si escuch mi grito. Sus ojos estn cerrados y su mente parece encontrarse a millones de kilmetros de distancia lo cual sera un alivio si no estuviramos a punto de colisionar contra el suelo del valle. Eh Audra grito, mientras los latidos de mi corazn se ahogan en el viento. Ella no parpadea. La sacudo, pero an no se mueve, como si hubiera decidido que caer en picado desde una montaa es el mejor momento para echarse una siesta. En serio Audra, esto no es nada gracioso! Sigue sin responder, as que cierro los ojos mientras nos aproximamos al suelo a toda velocidad, preparndome para experimentar lo que siente un bicho cuando choca con el parabrisas de un coche. En el ltimo segundo ella susurra: Clmate. Y los vientos se levantan, movindose paralelos al suelo. 53. 53 No vuelvas a hacer eso! grito entre jadeos forzados. Te asust? Eh seh. Casi me orino, pero eso no se lo voy a decir. Que sea esa la leccin nmero uno. Las cosas que te voy a ensear parecern imposibles, pero s lo que estoy haciendo. Tienes que confiar en m. Resoplo. Todava estoy tratando de convencerme de que los championes en mi hamburguesa no eran del tipo psicodlico y que me voy a despertar maana descubriendo que todo fue un sueo. No se re. Entrecierra los ojos. De acuerdo, confo en ti. Rayos. Volamos en silencio por unos segundos antes de que susurre Suelta y me aparte de ella bruscamente por segunda vez. Golpeamos el suelo mientras los vientos se desenredan, ponindonos sobre el suave csped de mi jardn. La casa est a oscuras, a excepcin de mi habitacin, en donde brilla la lmpara que encend despus de que ella colapsara en el suelo. Eso parece que pas hace aos, no horas. Mi ventana todava est abierta. Genial, la habitacin debe de estar poblada de polillas. Regresar maana para comenzar tu entrenamiento dice, girndose hacia las palmeras. Eso es todo? Se supone que ahora tengo que irme a dormir? Necesitas descansar. Maana ser un da largo. Qu hay de ti? Me pica la piel pensando en el montn de hojas de palmera sobre las que ha estado durmiendo. Puedes quedarte en mi habitacin si quieres. Enarca una ceja. Siento que mis mejillas arden. No quise decir eso. Yo dormir en el suelo. La mitad de una sonrisa cruza sus labios. Me pregunto si sabe cmo sonrer del todo. No voy a dormir dice. Necesito encargarme de lo de la ayuda. Oh. Cierto. Para luchar contra los psicpatas que vienen a capturarme, por una razn que sigo sin entender. Sip, dormir es una causa perdida. 54. 54 Descansa, Vane susurra y echa a correr hacia las palmeras. Espero hasta que desaparece por el bosquecillo y luego trepo por mi ventana, maldiciendo a mis padres por colocar espinos en el macetero bajo ella. Tiro de la ventana y la cierro. En reloj en la mesita de noche marca la 1:03 de la maana. Contemplo la botella de agua vaca en el suelo; el sitio donde Audra se desmay; las almohadas y sbanas desordenadas de cuando me despert por sorpresa. No s qu hacer con nada de lo que he visto o sentido o con lo que me ha dicho Audra. As que hago lo que me ordena. Me meto en la cama, preguntndome si ser la primera noche que no sueo con ella. La extraar. Una suave brisa atraviesa la habitacin, entonando una especie de nana antigua. Cierro los ojos y dejo que los murmullos me lleven hacia los sueos de mi herencia. Los sueos de Audra. 55. 55 10 Audra e paseo por la longitud de mi diminuto refugio tantas veces que es un milagro que mis pies no hayan hecho una ranura en el suelo. Finalmente, me derrumbo en el suelo duro y sucio. Alargando el asunto, como una cobarde. Mis ojos comienzan a cerrarse y los mantengo abiertos. No he dormido ms de dos horas por noche durante diez aos. La Tempestad me advirti que no me escapara, pero vigilar a Vane es un trabajo de veinticuatro horas al da. No puedo ceder a la autocomplacencia y arriesgarme a decepcionarlos. Decepcionar a mi padre. Al menos Vane consigue descansar. Envi a las Rfagas del Este a que cantaran en su mente abrumada para dormir. Es un truco que mi padre sola hacer, convirtiendo una brisa en un torbellino de canciones de cuna. l me enviaba una a mi habitacin cada noche despus de arroparme, sumando su voz clida y rica a la mezcla. Mi padre no poda hablar con los pjaros como mi madre y yo, pero cantaba como uno. Lo cual no era realmente un don, pero s algo que compartamos, sin embargo. Cada vez que volbamos juntos, solamos cantar a do. Pero no aad mi cancin al viento que envi a Vane. Mis melodas fueron silenciadas el da que mi padre muri. Se senta como si un pedazo de mi corazn se derrumbara con slo entrelazar las canciones de cuna, pero Vane merece una ltima noche de paz. Tiene una pesada carga sobre sus hombros, mucho ms pesada que las tareas que se reclinan sobre los mos. Los prximos das sern los ms difciles de su vida. M 56. 56 Me sorprende lo fcil que es empatizar con l. A travs de los aos me ha costado no resentirlo. Odiar eso de su vida es ms importante que la de mi padre. Ms importante que la ma. Me preocupaba que fuera difcil ser civil una vez que nos vimos obligados a interactuar. Y l es... desafiante, pero no siempre de la manera que esperaba. Algunas de mis reacciones de la noche son un misterio para m. Como mi vacilacin al decirle la verdad, uno de los aspectos ms fundamentales de mi asignacin. O las veces que estuve emocionada por tocarlo. Su brazo. Sus labios. Por qu hice eso? Nunca tuve la intencin de hacerlo. Haba sido lstima? Quiero que esa sea la respuesta, pero no explica por qu mi piel todava hierve a fuego lento en todas las partes en las que nos tocamos. Por qu incluso ahora, slo recordando la forma en que me sostuvo, o la mirada en sus ojos, deja en pecho un vaco extrao. Casi como... Acabo con el pensamiento antes de que pueda terminar. Sean cuales sean esos sentimientos, los voy a aplastar inmediatamente. No necesito que Vane Weston complique las cosas ms de lo que ya lo ha hecho. Gavin pellizca mi mano y sus garras se hunden en mi mueca, una forma no tan amable de recordarme que he dejado de acariciar sus plumas grises de seda a lo largo de su espalda. Puede ser exigente, pero es mi mejor amigo. Y es el nico que no me odia por lo que pas. Tambin ignora su instinto de migrar hacia el norte, slo para quedarse conmigo. As que tolero sus dificultades. Incluso cuando abandona un conejo a medio comer en el suelo. Mi estmago ruge ante la vista, disparando agujas a travs de mi abdomen. Otro efecto secundario del agua. Cuanto ms tiempo pasamos sin comer, nuestros estmagos ms se contraen. Es un proceso doloroso, y la razn por la cual la mayora de los guardianes terminan cayendo en la tentacin por lo menos una vez al ao, para detener los dolores del hambre. Yo no. Y despus de diez aos, mi estmago se haba encogido casi inmediatamente. Ahora el agua revivi el apetito, y el deseo arde tan intensamente, que incl