Los Tejidos Andinos

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  • This article was downloaded by: [Boston University]On: 17 May 2014, At: 08:03Publisher: RoutledgeInforma Ltd Registered in England and Wales Registered Number: 1072954 Registeredoffice: Mortimer House, 37-41 Mortimer Street, London W1T 3JH, UK

    Colonial Latin American ReviewPublication details, including instructions for authors andsubscription information:http://www.tandfonline.com/loi/ccla20

    Los tejidos y la sociedad colonialandinaGabriela Ramos aa University of CambridgePublished online: 05 May 2010.

    To cite this article: Gabriela Ramos (2010) Los tejidos y la sociedad colonial andina, Colonial LatinAmerican Review, 19:1, 115-149, DOI: 10.1080/10609161003643719

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  • Los tejidos y la sociedad colonialandinaGabriela Ramos

    University of Cambridge

    En toda indagacion sobre el vnculo entre el poder y las imagenes en los Andes, la

    consideracion de los tejidos es ineludible. Los tejidos fueron el principal medio en el

    que los habitantes de los Andes plasmaron y comunicaron sus ideas, y a traves del

    cual formalizaron una amplia gama de relaciones sociales, polticas y con el ambito de

    lo sagrado.1 Como lo demuestra una amplia literatura aparecida en las ultimas

    decadas, en los Andes los textiles ofrecen pistas sobre la forma como las poblaciones

    andinas conceptualizaron el universo y organizaron los elementos que lo componen.2

    La capacidad expresiva del tejido no se limita al tiempo prehispanico. En el perodo

    posterior a la conquista, los tejidos y el vestido aparecen de manera recurrente en

    diversas areas, todas relacionadas entre s: ocuparon un lugar central en las

    averiguaciones sobre la poltica economica del estado inca y la manera como este

    conocimiento poda informar y beneficiar la conquista y la colonizacion de los Andes,

    y estan presentes tambien en los debates sobre las estrategias para asegurar la

    conversion religiosa de sus pobladores. Los tejidos fueron tambien fundamentales

    para asegurar la recepcion de nuevos mensajes y afirmar en lo posible los nuevos

    esquemas de autoridad y legitimidad: incas y virreyes los emplearon para propiciar

    negociaciones polticas. Confrontados con las dificultades de comunicar ideas y

    practicas a primera vista inasibles, las ordenes religiosas, los clerigos y las cofradas los

    utilizaron en la ornamentacion de los templos y las imagenes cristianas, en el adorno

    de sus celebrantes, ademas de evocarlas en los sermones religiosos. Poco despues del

    contacto con los europeos y a lo largo del perodo colonial, un numero cada vez

    mayor de hombres y mujeres andinos los llevaron como senales de adaptacion a la

    cultura de los conquistadores o como emblemas de sus antepasados. Por su poder

    comunicativo y ubicuidad, el estudio de los tejidos y del vestido en general ofrece vas

    para la comprension del universo simbolico, de las jerarquas sociales, de la economa

    poltica y de la experiencia de grupos e individuos que vivieron los cambios por los

    que atravesaron los Andes despues de la conquista. Pueden investigarse as espacios,

    dinamicas y actores aun poco explorados de la experiencia colonial.3

    ISSN 1060-9164 (print)/ISSN 1466-1802 (online) # 2010 Taylor & Francis on behalf of CLARDOI: 10.1080/10609161003643719

    Colonial Latin American Review

    Vol. 19, No. 1, April 2010, pp. 115149

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  • Este artculo busca ahondar en la trayectoria historica de los tejidos andinos entre

    fines del siglo XVI y las primeras decadas del siglo XVII, perodo que incluye los anos

    inmediatamente posteriores a la conquista y los del establecimiento del sistema

    colonial. Esta epoca se caracteriza no solo por una grave desintegracion poltica y

    social y la desarticulacion de la economa, sino tambien por los enormes esfuerzos de

    adaptacion cultural en que se enfrascaron las poblaciones andinas, que trataron de

    redefinir los vnculos individuales y colectivos que daban sentido a sus vidas y a las

    nuevas circunstancias que deban encarar en adelante. Cubrimos una epoca signada

    por las guerras de conquista y el establecimiento de las polticas e instituciones que

    buscaron reorientar, cuando no transformar por completo, conceptos tan funda-

    mentales en cualquier sociedad como los de autoridad, parentesco, orden, espacio,

    riqueza, beneficio, poder, belleza, jerarqua, y moral.

    Los especialistas han analizado el posible significado de las prendas andinas y sus

    disenos tal como aparecen en los documentos, en las pinturas coloniales y en las

    piezas que se han conservado. Han buscado desentranar el significado de los tejidos y

    establecer las reglas que gobernaban su diseno y uso para as inferir los principios que

    organizaban el estado inca (Zuidema 1991). El estudio de los smbolos, su

    disposicion, el uso del color y la textura de los tejidos apunta tambien a comprender

    como la elite inca concibio y comunico su concepto del poder entre los grupos que la

    conformaban y a las naciones que dominaron.4 Las investigaciones sobre los tejidos

    andinos en el contexto colonial han examinado como el contacto con las imagenes y

    las ideas europeas contribuyo a transformarlos.5

    Esta investigacion se centra en aspectos dinamicos de la trayectoria de los tejidos

    andinos. Los agentes que intervinieron en su fabricacion, intercambio y uso ocupan

    aqu un lugar protagonico. Para abordar algunos de los cambios por los que

    atravesaron despues de la conquista, busco mostrar el vnculo que guardaban los

    tejidos coloniales con sus precedentes prehispanicos. Para esto, considerare tanto las

    prendas que se aseguraba eran propias de la elite inca del Cuzco como las que

    correspondan a estilos regionales, estas ultimas practicamente desconocidas por la

    historiografa.6 Mi objetivo es comprender en que medida los tejidos, a la par que

    reflejaron cambios sociales significativos, se constituyeron en vehculos de asuntos tan

    vitales como la identidad y la memoria historica, el prestigio social y el poder, cuyas

    formas concretas de expresion busco recuperar a traves del analisis de testimonios

    individuales tomados principalmente de la ciudad del Cuzco y otras partes de los

    Andes.

    Esta investigacion se enfoca principal, aunque no exclusivamente, en un tipo de

    tejido conocido como cumbi, considerado como el mas fino de cuantos se hacan en

    los Andes, y cuyo uso durante tiempos prehispanicos estaba restringido a la elite.7

    Empiezo por un examen de los tejidos de cumbi prehispanicos, vistos por las

    fuentes y la historiografa, a fin de situar su significado social, cultural y poltico.

    Seguidamente, me referire a su produccion y circulacion en el contexto colonial y

    subrayare los cambios que se operaron despues de la conquista. En la tercera parte me

    detengo en los propietarios de los tejidos y analizo sus actitudes frente a ellos,

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  • particularmente en la esfera de los dones e intercambios. Esto permite apreciar la

    interaccion entre el presente y el pasado representados en los tejidos de cumbi

    nuevos (coloniales) y antiguos (prehispanicos), y comprender sus efectos sobre la

    formacion de la memoria historica y las identidades.

    El cumbi prehispanico

    Uno de los enfoques mas fecundos que han guiado el estudio antropologico e

    historico de los tejidos y la indumentaria es que su produccion, distribucion y uso

    tienen un lugar central en el ordenamiento social.8 En los Andes los tejidos

    materializaban los vnculos de caracter familiar, religioso y poltico que unan a

    grupos de diverso rango, y representaban tambien las distinciones que los separaban.

    Los tejidos tenan una parte sustancial en los rituales que marcaban procesos

    diversos: desde las etapas que senalan el ciclo vital humano, pasando por los eventos

    que ordenaban el calendario agrcola y liturgico, hasta los sucesos que aseguraron la

    expansion y consolidacion del Estado.

    La mayora de estudios disponibles sobre los tejidos andinos se concentran en el

    perodo prehispanico. Los investigadores han buscado comprender las correspon-

    dencias entre el tejido y el sistema social y poltico inca,9 y han analizado las

    caractersticas, materiales, tecnicas, colores y motivos empleados en su fabricacion.10

    Las fuentes historicas aseguran que los tejidos de cumbi antes de la conquista

    pertenecan a una esfera bastante estructurada y codificada. Estaba claramente

    establecido quienes los tejan y de que manera: tejedores varones especializados,

    conocidos como cumbicamayocs, y mujeres que se encontraban al servicio exclusivo

    del Inca, y posiblemente tambien de las elites provincianas (Rowe 1979). Algunos

    trabajos sostienen que esta especializacion vinculo ciertos tipos de tejido con el

    genero y el rango social de los productores (Costin 1998).11 Las condiciones en que

    trabajaban las distintas categoras de tejedores variaron segun su genero, nivel de

    especializacion, la demanda local, y las transformaciones introducidas por el estado

    Inca. Es sabido que una categora de tejedores estuvo conformada por mujeres que

    fueron seleccionadas y aisladas en recintos especiales donde estuvieron dedicadas a

    hacer ropa para el Inca y la gente de su entorno. Una cantidad importante de los

    tejidos que producan estas mujeres se destinaba a fines rituales (Murua 2001

    [1613]).12 Los tejedores de cumbi estuvieron distribuidos en regiones especficas a

    traves de los Andes. No hay muchas evidencias documentales que muestren la

    existencia de concentraciones de tejedores especialistas varones comparables a las

    casas-talleres donde trabajaban las aqllas o mujeres escogidas. El caso de la colonia de

    mitimaes establecida en Milliraya, una zona aledana al lago Titicaca, representa una

    excepcion. Los incas trasladaron all a cientos de cumbicamayos y a otros artesanos

    (Espinoza Soriano 1987). El sitio de Huanuco Pampa, en el centro del actual

    territorio del Peru, fue otro importante centro de produccion textil (Morris y

    Thompson 1985). Documentos administrativos aseguran que los cumbicamayos de

    esta provincia enviaban cuotas de lo que producan a Huanuco, a otros centros

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  • administrativos ademas del Cuzco, o donde el Inga mandaba como parte del tributo

    que sus comunidades pagaban a los incas (Ortiz de Zuniga 196772 [1562]). Encomparacion con lo que tejan las aqllas, las piezas que hacan los cumbicamayos

    circulaban mas ampliamente, pues el Inca sola distribuirlas en gran numero en los

    rituales que presida.

    Al tomar como referencia lo que afirman ciertas cronicas y analizar las piezas que

    se conocen hoy en da, algunos investigadores han planteado tambien que los incas

    implementaron normas para regular el tamano y diseno de estos tejidos (Rowe 1979;

    Julien 1999; Phipps 2004).13 La idea de que entre los Incas se siguieron patrones

    claramente establecidos para el tejido se refuerza por diversas versiones que aseguran

    que el Estado, ademas de especificar las cantidades y medidas de las piezas que se

    tejan, proporcionaba los insumos necesarios a los tejedores y controlaba su

    distribucion (Murra 1962).

    La forma como estos tejidos circulaban muestra la estrecha relacion que tenan con

    la vida ritual y poltica, ademas de su papel como senas de diferenciacion social. Es un

    hecho comunmente aceptado que se trataba de objetos suntuarios. Su uso estaba

    reservado a los miembros mas notables de la sociedad, empezando por el soberano.

    Los tejidos de cumbi tenan un lugar prominente en la poltica imperial y domestica

    pues el inca los reparta entre sus aliados y allegados segun su discrecion, a la par que

    un volumen importante se ofreca regularmente a modo de sacrificio (Murra 1962;

    Costin 1998). Llama la atencion la coexistencia de la masiva y constante reparticion

    de estas piezas con las leyes suntuarias que regulaban su uso. Un aspecto crtico de la

    poltica inca habra consistido en mantener un balance entre ambas. Es posible que

    las restricciones se hayan basado en distintas variables, como la relacion que el Inca

    tena con los productores, las caractersticas fsicas de determinadas piezas, si una

    prenda haba formado parte del guardarropa del Inca, y el contexto poltico en que las

    prendas se daban a terceros. En su relato sobre las medidas que Inca Yupangui tomo

    para refundar y ordenar el Estado, Juan de Betanzos sostiene que este gobernante

    ordeno que ningun cacique en toda la tierra, por senor que fuese, no pudiese vestir ni

    traer ropa fina . . . a menos que la hubiese recibido del Inca en compensacion por susservicios (Betanzos 2004 [1551]). Una prenda que haba sido usada por el Inca era

    muy apreciada, sin importar cual fuera su estado, pues constitua una extension de su

    persona (Cabello Valboa 1951 [1586]). Las tradiciones orales aseguran tambien que

    las coyas o mujeres del Inca repartan sus ropas entre sus subordinadas (Murua 2001

    [1613]). Dependiendo de su procedencia, forma y categora, que les otorgaba un

    margen de energa o valor, estos tejidos fortalecan o consagraban el rango social de

    quienes los reciban y usaban.14

    Puesto que existieron tejedores en provincias que entregaban tributo en estos

    textiles, se deduce que la produccion de cumbi no fue prerrogativa de los incas o de la

    region del Cuzco. Los incas debieron recurrir a ideas ampliamente vigentes en los

    Andes, como que cada grupo etnico tena su propia forma de vestido,15 ademas de

    crear y poner en practica medidas para limitar el uso de ciertas variedades de estos

    tejidos. Distintas fuentes sugieren una fuerte asociacion entre el cumbi y los incas.

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  • Estos cultivaron ese vnculo en las tradiciones orales que daban cuenta de su origen, a

    traves del desarrollo y la difusion de ciertos disenos y colores que sirvieron como sus

    emblemas, la sacralizacion del soberano, y la realizacion de rituales impresionantes

    donde se usaban, distribuan y ofrecan estas prendas en sacrificio.

    Los incas solan presentar su historia como una obra civilizadora. Los relatos que

    recogieron los cronistas muestran el exito y la amplitud con que los incas difundieron

    esa idea. En ellos el papel del vestido es significativo. El cronista Pedro de Cieza de

    Leon afirmo por ejemplo que cuando interrogo a los habitantes de las provincias

    sobre como vivan antes que los Incas gobernasen, le respondieron que todos bivan

    desordenadamente y que muchos andavan desnudos . . . (Cieza de Leon 1985). Segunlos relatos que los incas acunaron, el mandato imperial estaba prefigurado tambien

    en su atuendo. Al referir una version del mito de origen de los Incas recogida de los

    orejones o varones nobles de este grupo etnico, Cieza de Leon escribio: dizen que [los

    primeros Incas] salieron [de una cueva] vestidos de unas mantas largas y unas a

    manera de camisas sin collar ni mangas, de lana, riqusimas, con muchas pinturas

    de diferentes maneras, que ellos llaman tocabo,16 que en nuestra lengua quiere

    dezir vestido de reyes . . . y que las mugeres salieron vestidas tan ricamente comoellos . . . (Cieza de Leon 1985, cap. VI, 14). La identificacion de los tejidos de cumbicon los incas se menciona reiteradamente en las cronicas, especialmente que eran de

    uso exclusivo de los gobernantes y sus esposas.17 Cuando se les menciona como

    presentes en los tratos diplomaticos, es claro que los disenos y tecnicas del cumbi eran

    claramente identificables como incas y aceptadas como tales por otros grupos.18

    Las cronicas de Guaman Poma de Ayala y fray Martn de Murua contienen

    ilustraciones de los mas elaborados tejidos de cumbi del Cuzco (Cummins y

    Anderson 2008; Phipps et al. 2008). Sin duda los smbolos mas conspicuos son los

    disenos geometricos conocidos como tocapos que distinguen a los atuendos que

    vestan las personas de mayor rango19 (ver Figura 1). Las tunicas o uncus que

    formaban parte de la indumentaria de ciertos funcionarios y militares, con disenos

    conocidos como caxana20 y ajedrezados, eran tambien distintivamente incas (Rowe

    1979; Zuidema 1991; Rowe and Rowe 1996; Frame et al. 2004; Frame 2007) (ver

    Figura 2). Algunas fuentes sugieren que en el ambito de lo sagrado, la variedad de

    disenos y colores empleados en los tejidos fue aun mas amplia. Los escritos que

    describen la compleja vida ritual de los incas refieren minuciosamente como en las

    diversas festividades los participantes deban vestir atuendos de caractersticas

    especficas. En algunos casos, los reciban durante el transcurso o al termino del

    ritual (Molina 1989 [1575]; Murua 2001 [1613]). No solo las personas vestan estas

    prendas, sino tambien las efigies, objetos y animales que representaban distintas

    manifestaciones de lo sagrado, ademas de recibir ofrendas en textiles, eran

    ataviadas con estos tejidos (Murua 2001 [1613]). En el curso de su expansion

    poltica, los incas distinguieron a algunas guacas por sus atributos, influencia y

    ubicacion, ofreciendoles atuendos que mandaron hacer especialmente. Los muros de

    recintos sagrados fueron tambien decorados con motivos similares a los que se

    encuentran en los textiles e incluso evocaban a las prendas de cumbi (Gisbert 1994;

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  • Figura 1 Uncu o tunica inca con tocapus. # Dumbarton Oaks Research Library andCollection, Image Collections and Fieldwork Archives, Washington, DC.

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  • Figura 2 Uncu o tunica inca caxana. Catalogue No. A307655, Department of Anthropology, Smithsonian Institution.

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  • Sillar y Dean 2002). Los habitantes de las provincias se ocuparon tambien de que los

    objetos y lugares sagrados que los representaban y protegan tuvieran sus propias

    ropas. Si deban trasladarse a otro lugar, hombres y mujeres llevaban consigo una

    piedra vestida a la manera de su guaca originaria (Albornoz 1989 [1583?], 16364,17071). Los trajes de cumbi eran el vehculo que haca tangible lo sagrado en elentorno inmediato de las personas: al vestir con prendas de cumbi las piedras,

    animales, artefactos, edificios y lugares sagrados eran humanizados a la par de hacerse

    claramente identificables con un grupo o un personaje en particular. A su vez, llevar

    estas prendas situaba a los usuarios en una relacion fluida y propicia con lo divino.21

    El cumbi colonial

    Que sucedio al violentarse el andamiaje que sostena la produccion y uso de tejidos

    como el cumbi? Quienes continuaron tejiendolos, bajo que sistemas y con que fines?

    Que ocurrio al desaparecer las restricciones que limitaban su uso, y cuales fueron las

    consecuencias en el ambito social, religioso y poltico de un cambio tan significativo?

    Los mismos tejidos ofrecen pistas importantes. Una creciente y rica literatura estudia

    la forma en que variaron las convenciones que gobernaron el diseno de las prendas de

    cumbi, as como la transformacion de las tecnicas y disenos de las prendas coloniales.

    En las paginas que siguen, busco trazar algunos aspectos de la historia de los tejidos

    andinos basandome en documentos que echan luz sobre los tejedores, los usuarios, y

    la forma como unos y otros operaron en el ambito colonial.

    La conquista afecto gravemente la organizacion sociopoltica sobre la que se

    sustentaba la produccion tanto de tejidos en general como los de alta calidad como el

    cumbi. Sin embargo, como lo demuestra el minucioso examen que Catherine

    Julien (1999) hizo de un conjunto amplio de tunicas masculinas o uncus, las

    caractersticas de esas prendas persistieron luego de la invasion espanola. Julien ha

    propuesto que el sistema de produccion textil prehispanico no fue reemplazado

    completamente por una organizacion creada e impuesta por los espanoles.22 Estos,

    sostiene, adecuaron los patrones de produccion a sus propios fines, lo que favorecio la

    continuidad.

    Lo que Julien propone es acertado y tiene consecuencias importantes para nuestra

    comprension sobre el impacto de la conquista y la colonizacion de los Andes. La

    economa poltica del colonialismo espanol y la actitud de los conquistadores y

    tempranos observadores de la cultura andina explican en parte la continuidad.

    Debido al momento en que se produjo la conquista espanola, a los rasgos de la

    economa domestica peninsular, y al tipo de recursos que se buscaba explotar, el

    comercio y la captura de mercados no fue el objetivo primordial de los

    conquistadores, como s lo fue la extraccion de metales preciosos.23 Una parte

    significativa de la economa colonial andina se organizo alrededor de los asientos

    mineros, especialmente Potos (Assadourian 1980). La movilizacion de mano de obra

    barata fue prioritaria, alentandose todas aquellas medidas que redujeran los costos de

    produccion. En este contexto, la produccion textil domestica continuo, a la par que se

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  • formaron los llamados obrajes o talleres que producan tejidos para el consumo

    masivo (Salas de Coloma 1979; Escandell Tur 1997). No hubo en los Andes una

    crtica colonial a la desnudez, como ocurrio en otras partes del Nuevo Mundo, donde

    conquistadores, colonizadores y misioneros plantearon la urgencia de vestir a los

    pobladores andinos para civilizarlos. Las alusiones a la relacion entre indumentaria y

    decencia que se encuentran en las fuentes son escasas (Cobo 1956 [1653]). Cuando se

    aborda el asunto, se habla de propiedad, en el sentido de si hombres y mujeres se

    vestan segun su condicion social y su pertenencia etnica. Desde la conquista en

    adelante los europeos describieron los tejidos andinos con aprobacion e incluso

    elogios: el escribano que hizo la lista de objetos que se enviaron a Espana

    inmediatamente despues de los sucesos de Cajamarca describio algunos de los

    tejidos como mantos de la mas extrana manera que se puede ver (Porras

    Barrenechea 1937). Anos mas tarde, diversos observadores comentaron favorable-

    mente sobre la dedicacion de la poblacion local al trabajo textil.24 Los cronistas

    apreciaron la calidad y vistosidad de los tejidos de cumbi y comprendieron su

    potencial sociopoltico.25 Si bien algunos de los mas agudos observadores repararon

    en sus connotaciones religiosas y en su capacidad para mantener viva la memoria del

    pasado anterior a la conquista,26 fueron pocos los que recomendaron suprimirlos.

    Por el contrario, las autoridades coloniales los reconocieron y aceptaron y, tomando el

    lugar de los soberanos incas, en las ceremonias de investidura entregaron a los curacas

    ropas de cumbi y demas insignias nativas de poder.27

    Algunos estudios sobre los tejidos andinos coloniales sostienen que con el

    establecimiento del regimen colonial y la desaparicion de las estructuras socio-

    polticas que restringan el uso de las prendas de mayor prestigio, estas pasaron a estar

    al alcance de todos cuantos estuvieran dispuestos a pagar por ellas. Se abrio as un

    espacio en donde las fisuras y rupturas en la trama social fueron utilizadas*amenudo con provecho*por individuos y grupos emergentes que emplearon lostejidos para afirmar su nueva posicion. Si esto fue as, Como ocurrio? Quienes

    fueron los tejedores y sus clientes? Como fue que una sociedad como la andina que

    no estaba familiarizada con la economa monetaria resolvio el problema de ponerle

    un precio a los tejidos? Dado el significado que haban tenido en el pasado, su

    produccion e intercambio se realizo en un ambito sumergido y marginal?

    Conservaron o perdieron los tejidos su simbolismo y capacidad de senalar con

    precision la identidad de quienes los usaban? Utilizando informacion hallada en los

    archivos busco entender las formas y alcance de estos cambios, introducir algunos

    matices en este proceso, y proponer algunas preguntas.

    Las tasas de tributo mas tempranas que determinaron que las poblaciones hicieran

    pagos en especie incluyeron grandes cantidades de tejidos, incluidos los de cumbi28

    alentandose as su produccion bajo el regimen colonial. Si bien la hipotesis de la

    continuidad en la organizacion productiva es convincente, este modelo no se siguio

    de manera uniforme a traves de los Andes, incluso all donde historicamente estos

    tejidos se habran fabricado en grandes cantidades, bajo direccion estatal y siguiendo

    las reglas estipuladas por los incas. Algunos ejemplos sugieren que los sistemas de

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  • produccion inca tuvieron menos posibilidades de sobrevivir bajo el orden colonial.

    Los habitantes de las inmediaciones del lago Titicaca soportaron una demanda

    considerable por tejidos de cumbi y otras calidades, estimulada desde Potos, como se

    deduce de las informaciones recogidas en la provincia de Chucuito en 1567 (Diez de

    San Miguel 1964 [1567]). En esta region, las autoridades etnicas locales aseguraron

    que la poblacion mantuviera la produccion tal como era antes de los incas, pero a

    menudo excedieron considerablemente los lmites y condiciones aceptados hasta

    entonces. En contraste, los numerosos cumbicamayos que los incas establecieron en el

    enclave de Milliraya, hacia el noreste del lago, abandonaron el lugar cuando llegaron

    las noticias de la conquista (Espinoza Soriano 1987). Anos mas tarde, en 1611,

    Capachica, otra localidad al pie del lago, notable porque haba sido habitada por

    tejedores especializados (Acosta 2002 [1590]), estaba practicamente despoblada pues

    la mayora de sus habitantes haba huido (Rostworowski 2005b). En Huanuco, los

    pobladores y autoridades informaron a los administradores coloniales que ya no

    tejan cumbi para pagar el tributo, pues los encomenderos les exigan piezas de

    algodon (Ortiz de Zuniga 196772 [1562]). All, los cumbicamayos tejan para loscaciques, aunque es probable que no lo hicieran de manera exclusiva. A los tejedores

    se les exigio no solamente producir mas sino tambien variar la calidad misma de sus

    productos. La comercializacion de los tejidos de cumbi llevo a que ciertos

    encomenderos trataran de introducir modificaciones en los disenos que se producan

    a nivel local, lo que ademas de perturbar el estilo propio de la region, significaba mas

    trabajo y recursos. Esto es lo que probablemente sucedio en Jauja, cuyos caciques

    denunciaron que los encomenderos se rehusaban a aceptar las piezas de cumbi que no

    eran coloridas o no tuvieran acabados elaborados (Espinoza Soriano 1972). El nivel

    que alcanzo la controversia fue tal que para zanjarla fue necesario que Felipe II

    expidiera una Real Cedula que favoreca a los caciques.29 Hay pues indicios de que el

    tejido de cumbi inca fue severamente afectado en el contexto colonial al caer en grave

    crisis o incluso desaparecer los talleres estatales. Puede creerse que la disgregacion de

    los grupos de tejedores y abandono de los talleres tuvo consecuencias sobre los

    productos textiles que circularon desde entonces en los Andes. Es posible que las

    tensiones que surgieron en Jauja alrededor de los tejidos de cumbi se debieran a que

    los encomenderos exigan a los cumbicamayos locales que imitasen los prestigiosos

    modelos procedentes del sur andino.

    Al reemplazarse gradualmente el tributo en especie por la tasa en dinero en la

    decada de 1570, y establecido un lugar en el comercio para los tejidos de cumbi, la

    produccion local se mantuvo vigente en distintos puntos de los Andes, estimulada

    por la demanda procedente de las principales ciudades y centros mineros. Caciques,

    comerciantes espanoles, curas, comunidades, y artesanos independientes se involu-

    craron en ella. En 1586, el corregidor de Chumbivilcas informaba que en Cotahuasi y

    Alca30 parte de las granjeras o negocios particulares de la poblacion local consista

    en la produccion de tejidos de cumbi. Espanoles e indios llegaban a esos pueblos a

    comprar las piezas para luego venderlas en las ciudades (Jimenez de la Espada 1965,

    31213). La breve descripcion no permite saber como estuvo organizada la

    124 G. Ramos

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  • produccion en este lugar. A fines del siglo XVI, en el curso de un pleito que siguieron

    los comuneros de Chinchaycocha, en la sierra central, contra su gobernador, don

    Cristobal Luna Atoc, los cumbicamayos lo acusaron de no pagarles por su trabajo.31

    Don Cristobal alego que segun la tasa del tributo tena derecho a que los tejedores le

    hicieran ropa de cumbi para su vestir, pero los argumentos intercambiados durante el

    proceso muestran que los artesanos reclamaban porque Luna Atoc se haba excedido

    considerablemente en sus demandas. Ellos aseguraron que haban dejado de trabajar

    en sus tierras para tejer para don Cristobal, pero este ultimo adujo que lo haban

    hecho por propia eleccion. Mientras los tejedores explicaron que laboraron porque

    teman la violencia con que los trataba don Cristobal, la respuesta de este ultimo

    sugiere que al elegir tejer, conmutaban el trabajo agrcola. Seguramente, los tejedores

    resentan que*a diferencia de lo que ocurra en el pasado*no reciban ningunsustento que les permitiera dedicarse al trabajo especializado. El gobernador de

    Chinchaycocha sin duda persegua fines comerciales. De manera similar a sus pares

    de Chucuito, don Cristobal era propietario de grandes cantidades de pastos y ganado,

    lo que le permita controlar una parte significativa de la produccion de lana.

    Aprovechaba la especializacion de la region en la produccion de fibras y tejidos,

    incluyendo el cumbi, y la ubicacion estrategica de la provincia, con acceso a diversas

    zonas productivas y no muy distante de la ciudad de Lima, todo lo cual le permita

    tener suministros de insumos, personal para movilizarlos, y mercados donde

    comercializar los tejidos.32 Por otro lado, en 1648, cuando el obispo del Cuzco llego

    al remoto pueblo de Antabamba33 durante el curso de una visita pastoral, una

    multitud de mujeres se planto en las inmediaciones de la iglesia para mostrarle las

    grandes cantidades de lana que el doctrinero Pedro Gomez de Espinoza haba

    repartido entre la poblacion para que hilasen y tejiesen. El cura era propietario de

    hatos de ganado*tanto de Castilla como de la tierra*y tena instalada una tintoreraen la casa parroquial, por lo que tena bajo su control todas las fases de la produccion

    de tejidos. Las piezas, algunas de cumbi, las enviaba Gomez de Espinoza a vender en

    Potos en una recua de su propiedad.34 Las mujeres denunciaron que Gomez de

    Espinoza las apremiaba con azotes a trabajar y les pagaba con aj, cuando lo haca.

    Entre ellas, quienes reciban la mayor carga de trabajo eran las viudas y solteras.

    Como aprendieron estas mujeres las tecnicas del tejido de cumbi? Fueron estas

    mujeres las que reemplazaron a las dociles y diligentes aqllas?

    En estos ejemplos, los tejidos de cumbi estan en el centro de las disputas. Su imagen

    se vea desfigurada por las presiones comerciales, las llamadas granjeras.35 En vez de

    hacer de la inequidad un hecho que salvaguardaba el orden social por todos aceptado,

    la convertan en una realidad intolerable. Los caciques y otros personajes en posicion

    de autoridad acentuaban con su conducta los rasgos mas rudos de la desigualdad: no

    solicitaban a sus subordinados que trabajaran para ellos, sino que se lo exigan por la

    fuerza; se limitaban a enriquecerse y ya no repartan los beneficios del trabajo. Esta

    situacion condujo eventualmente a erosionar su legitimidad. Los tejidos de cumbi

    llegaron a representar el deterioro cuando no la desaparicion de las practicas que en el

    pasado los hicieron smbolos de autoridad, jerarqua y cohesion social.

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  • Los tejidos de cumbi tenan tambien otra faz. Algunas evidencias sugieren otras

    formas de produccion distintas a la descrita hasta aqu. Mujeres y hombres, la

    mayora de cierta solvencia economica y situacion privilegiada, contrataban los

    servicios de uno o mas tejedores de cumbi, dependiendo de la pieza que encargaban.

    Los cumbicamayoc se instalaban temporalmente en la casa de su cliente, y este

    suministraba las fibras, los alimentaba, y les pagaba una suma previamente

    acordada.36 En un medio donde estos contratos debieron ser verbales, los indicios

    documentales son difciles de hallar. Podemos enterarnos de estos acuerdos, de los

    artesanos, de sus clientes y de los tejidos por referencias indirectas. En 1611, dona

    Ana Quispe Asarpay, descendiente de Atahualpa y residente en un pueblo cercano al

    Cuzco, dejo constancia en su testamento de que haba contratado a dos hombres para

    que le tejieran un acso37 con diseno de tocapos. Ella les entrego la lana*aseguro quetena suficientes ovillos de colores diversos para la obra*y se obligo a pagarlescatorce pesos,38 una suma que representaba un 33% por encima del tributo anual que

    pagaba un hombre del comun.39 Fijar una suma por el trabajo no debio ser sencillo;

    es posible que en casos como este, el valor del tributo que los indios deban entregar a

    la Corona sirviera ahora como referente para establecer la remuneracion. La situacion

    colonial se haca palpable en la relacion contractual y se insertaba as en las fibras de

    este tejido. En este ejemplo no es claro si los tejedores eran forasteros o de Papres, el

    pueblo donde viva dona Ana. Esta anadio que en otro telar tena una camiseta o

    uncu de cumbi a medio hacer para su hermano, don Francisco Hilaquita, un noble

    inca que viva en la ciudad del Cuzco, que se identificaba como descendiente de

    Huayna Capac. Dona Ana dispuso que sus albaceas vieran que se terminara de tejer

    esta pieza. Sin embargo, a diferencia del vestido, no menciono quien haba estado

    tejiendola o quien la terminara. Es posible que el diseno de tocapo, por sus complejas

    caractersticas, requiriese de artesanos especializados como los que haba contratado y

    que acaso ella misma fuera quien teja la tunica para don Francisco.40 El uso del

    tocapo en la prenda que dona Ana comisiono para ella pudo corresponder con los

    patrones prehispanicos que noto Zuidema (1991): ubicuos en las prendas femeninas y

    limitados a los individuos de muy alto rango en las masculinas. El ejemplo citado no

    representa un caso excepcional. Ana Visacarua, una mujer que resida en la ciudad del

    Cuzco y que en 1589 se encontraba en Paucartambo cuando cayo gravemente

    enferma durante una epidemia de viruela, listo entre sus pertenencias dos cumbes

    empezados a tejer. Es posible que uno o mas artesanos trabajaran en su casa bajo una

    modalidad parecida.41 Otras mujeres que vivan en la ciudad del Cuzco tambien

    dejaron constancia de encargos similares.42

    Una caracterstica que parece peculiar a la region del Cuzco es la movilidad de los

    artesanos. Posiblemente esto fue consecuencia de la disolucion de los talleres estatales.

    Dado que en el tejido del cumbi primaban la habilidad de los tejedores y la calidad de

    las fibras antes que los instrumentos, no era indispensable que los cumbicamayocs

    trabajasen en un lugar estable; bastaba con que tuvieran los suministros necesarios.

    Llama la atencion, en una zona donde las redes sociales eran tan importantes para la

    sobrevivencia, la aparente facilidad con que los tejedores podan desplazarse, en

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  • contraste con sus pares de la sierra central o las tejedoras de Antabamba, sometidos a

    las arbitrariedades de caciques y curas. La region del Cuzco era especialmente

    dinamica, conectada como estaba a distintos ambitos productivos y mercados. La

    produccion y comercio de coca destinada a las zonas altas y centros mineros fue un

    rubro fundamental en la economa de la region, que estimulo la movilizacion de

    gente, recursos y otras actividades productivas (Glave 1989). Para cubrir las

    demandas del tributo los caciques de Chucuito desplazaban a sus subordinados

    hacia el Cuzco para acarrear la coca a los mercados del Altiplano y Potos (Diez de

    San Miguel 1964 [1567]). Es probable que entre estos trabajadores se hallasen

    artesanos tejedores que complementaban su labor con los pedidos de particulares.

    Los ingresos adicionales podan colocarlos en mejor posicion para enfrentar los pagos

    que deban entregar a sus caciques. El comercio y las migraciones a las zonas

    productoras de coca propiciaron tambien los intercambios de ropa: algunos

    habitantes del Cuzco llevaban prendas de lana a la region con la finalidad de

    intercambiarlas*en el lenguaje de la epoca, rescatar*por coca.43

    El problema del intercambio mercantil y la apreciacion en dinero en una sociedad

    que no haba tenido estos mecanismos y medios como su fundamento se hace

    aparente al considerar la comercializacion de los tejidos andinos, especialmente los

    que tenan un significado simbolico especial como el cumbi. Se tratase de tejedores

    procedentes de los centros especializados del Altiplano o de artesanos locales, la labor

    del tejido estuvo estrechamente vinculada al comercio de coca. A fines de la decada de

    1560, dona Mara Cusi Rimay, una mujer de la elite inca residente en la antigua

    capital imperial, participaba en el comercio entre la ciudad del Cuzco y las zonas

    productoras de coca al este de la provincia, e intercambiaba distintos productos,

    especialmente tejidos.44 La relacion de bienes que dejo a su muerte muestra que la

    coca se usaba como medio de cambio para diversas transacciones, entre las que se

    inclua la venta de ropa.45 Por ejemplo, al senalar a sus deudores, dona Mara indico

    que haba vendido una lliclla46 de cumbi en dos cestos de coca. Esta aparece tambien

    como medio de pago cuando comisiono a un agente que contratara a tejedores que le

    hicieran unas prendas de cumbi. El encargo es interesante, pues nos informa sobre los

    precios acordados, tipos y calidad de las prendas a confeccionar: dona Mara entrego

    dos cestos de coca para que le tejieran tres llicllas: una de estilo canari,47 otra que

    denomina como de pallas,48 y una lliclla a la que se refiere sencillamente como de

    cumbi. El pedido inclua tambien una camiseta de tipo caxana, diseno que aparece en

    la ropa de un soberano, altos dignatarios incas y soldados lo que sugerira una

    connotacion imperial, puesto que fue replicado en otras partes de los Andes.49 Una

    de las llicllas*lamentablemente no dice cual*deba tejerse usando como modelootra que dona Mara entrego. Se puede apreciar como, a veces por iniciativa de los

    descendientes de la nobleza inca, se continuo tejiendo los disenos prehispanicos

    durante el perodo colonial.50 La calidad de las prendas que se encargan sugiere que

    debieron usarse en ocasiones especiales, posiblemente rituales aunque no necesar-

    iamente paganas, que contribuyeron a mantener, recreandolos, los lazos sociales y la

    identidad de los grupos que reclamaban descender de los Incas. Puesto que el

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  • prestigio de los incas y del Cuzco se acrecento con los anos, la produccion de prendas

    de cumbi con disenos que evocaban su memoria fue apreciada no solamente en esa

    region, sino tambien mas alla de sus confines.51

    Pese a que lneas atras he sugerido que el valor del tributo pudo servir de base para

    los contratos de tejido, no hubo patrones claros sobre precios. La forma como se

    tasaba la ropa de cumbi, en moneda, especie o trabajo, represento un problema mucho

    mas complejo. Tiene que ver con criterios que podemos intuir, como la antiguedad o

    el diseno, pero tambien con actitudes que hoy en da son difciles de recuperar, como la

    biografa de piezas especficas (Kopytoff 1986). El alto precio que alcanzaron algunas

    prendas de cumbi permitio a sus duenos intercambiarlas por bienes cuya produccion

    requera de mucho trabajo. En 1589, Juan Chauahalla dio una camiseta nueva de

    cumbi a un hombre llamado Felipe Inga, a cambio de cincuenta maderos que el

    segundo se comprometio a trasladar desde la localidad de Guayllabamba*en el valledel Urubamba*hasta la ciudad del Cuzco.52 Dona Mara Cusi Rimay, a cuyosnegocios de tejidos y coca me he referido, explico en su testamento que una de sus

    chacras de coca renda en una cosecha cuatro cestos. Si recordamos que ella vendio

    una lliclla en dos cestos de coca y ofrecio pagar igual cantidad por las dos llicllas y

    camiseta que encargo, podemos apreciar que los valores de los tejidos podan ser

    considerables. Pero debemos disuadirnos de que los valores sean siempre altos y que el

    cumbi fue invariable e indistintamente el tejido mas apreciado: en un remate publico

    de bienes que tuvo lugar en la ciudad del Cuzco en 1586 donde los postores eran todos

    indgenas, una manta o yacolla de cumbi poda valorarse en menos dinero que una

    manta de algodon.53 Estos ejemplos indican que nos hallamos ante condiciones que

    impiden que estos tejidos se conviertan en objetos normales de intercambio. La idea

    de que no todas las piezas de cumbi eran iguales encierra, ademas de sus caractersticas

    materiales, un entramado de vnculos y jerarquas sociales expresadas en una historia y

    simbologa que demandan un estudio mas detenido.

    Se ha propuesto que la produccion de piezas de corte europeo representa el cambio

    mas importante por el que atravesaron los tejidos andinos durante la colonia (Niles

    1992, 52). A falta de evidencias que documenten como se contrato su factura, este

    estudio no aborda la produccion de los tejidos hechos para satisfacer la demanda

    de espanoles. Sin embargo, en este ambito habra tambien que diferenciar las piezas

    que se tejan para, una vez terminadas, buscar un comprador, es decir las prendas que

    formaban parte de la tasa del tributo y las que se producan en las empresas

    organizadas por espanoles, caciques y curas, de aquellas que no entraban al mercado,

    pues se hicieron a pedido y llevaban el sello personal del usuario.54 La mayor parte de

    las piezas coloniales de caractersticas europeas que se han conservado muestran

    que fueron hechas atendiendo un encargo particular: los disenos incluyen escudos de

    armas, ademas de escenas e imagenes cuidadosamente seleccionadas (Iriarte 1992;

    Stone-Miller 1992, 186205; Phipps 2004). Estas piezas siguieron una ruta hastacierto punto comparable a las prendas de vestir que encargaron indgenas y mestizos,

    pues ambas llevaban un distintivo que las haca real o potencialmente inalienables

    (Weiner 1985). Si recordamos que antes de la conquista solo el Inca y los curacas

    128 G. Ramos

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  • tenan derecho a llevar ropas tejidas especialmente para ellos, en el contexto colonial

    una transformacion significativa fue la multiplicacion de obras particulares. Esto

    demuestra los profundos cambios por los que atraveso la antigua elite Inca,

    notablemente fragmentada, pero que a la vez tena en estas prendas los emblemas

    que unan a sus miembros con un pasado comun. Como ha sugerido Cummins

    (1998), a esta fragmentacion le acompano un proceso de reconstitucion del pasado.

    Esta actividad discurrio paralelamente a la reproduccion de patrones prehispanicos

    bien establecidos y ampliamente aceptados.55 Otros personajes se incorporaron en

    este proceso de re-creacion social y discursiva: mestizos, espanoles, y los nuevos

    ricos dentro del estrato indgena tambien intervinieron y dejaron su huella. Al

    considerar el uso de los tejidos andinos y la interaccion entre lo tradicional y lo

    nuevo, notamos otros aspectos del lugar y significado que tuvieron en la sociedad

    colonial.

    Memoria, identidad y el tejido de la sociedad colonial

    La manera como coexistieron distintos tipos de tejidos en el ambito colonial ofrece

    algunas pistas sobre los cambios en la memoria, la vida religiosa, y las identidades. La

    diseminacion de los textiles de mayor calidad que se tejan en gran numero como

    pago del tributo y el funcionamiento de las empresas comerciales los puso al alcance

    de muchos. Sin embargo, esta situacion no condujo a su depreciacion general, ni a su

    trivializacion, como tampoco a una existencia indiferenciada, completamente fluida,

    adaptable a una variedad de contextos culturales.56 La oferta de tejidos de cumbi

    debio llevar a que las prendas antiguas cobrasen mas valor. Es posible que este efecto

    alcanzara tambien a las prendas de cumbi nuevas hechas por encargo y que tenan

    disenos tradicionales o personalizados. Cuando sus usuarios decidieron adaptarlas a

    nuevos contextos culturales, podemos tener la seguridad de que nos encontramos

    ante transformaciones profundas e irreversibles.

    Sugiero que en lo que respecta a los tejidos de cumbi, en los Andes pudo ocurrir un

    proceso comparable al que estudio Weiner en el Pacfico Sur (Weiner 1994). Al

    investigar el kula, una forma de intercambio de objetos de adorno personal hechos

    con conchas marinas, Weiner observo que piezas en apariencia similares no tenan el

    mismo valor y significado. Estas cualidades variaban segun su historia, la forma en

    que circulaban y la condicion de sus poseedores. Las piezas mas valiosas eran las mas

    antiguas, pertenecan a los individuos con mas prestigio social, y no circulaban con

    fluidez. Puede pensarse que, en comparacion con las piezas de cumbi que se tejan en

    condiciones que no siempre eran auspiciosas y circulaban como mercancas, los

    tejidos antiguos y de disenos especiales eran objetos simbolicamente densos. Aunque

    intercambiadas, muy excepcionalmente ingresaban al mercado. Pertenecan funda-

    mentalmente a la esfera de los dones, donde se creaban, reinterpretaban y fortalecan

    los vnculos sociales. Aunque por su naturaleza tenda a ser conservador, este ambito

    no era de modo alguno estatico; lo impulsan las respuestas de hombres y mujeres a

    las cambiantes circunstancias propias del perodo colonial temprano.

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  • Para abordar el analisis de los tejidos en el contexto colonial, particularmente su

    papel en la construccion de la memoria y la identidad, considero su incidencia en los

    ambitos de la etnicidad y la jerarqua social.

    Tejidos y etnicidad

    Hasta que punto persistieron los distintivos etnicos en el contexto colonial y cual fue

    su condicion? La ciudad del Cuzco es un lugar privilegiado para observar lo que

    ocurrio. Las insignias que distinguan a los distintos grupos etnicos andinos no

    desaparecieron repentinamente con la conquista. Diez anos despues de la invasion

    espanola, Cieza de Leon reporta haber visto en el Cuzco los distintivos de los

    naturales de las provincias de Canaris, Xauxa o guancas, Chachapoyas, Canas y

    Canchis (Cieza de Leon, 1984 [1553], cap. XLV, 150). Garcilaso de la Vega afirma que

    mientras vivio en el Cuzco, hasta la decada de 1550, la gente todava los usaba

    aunque, decadas mas tarde, cuando escriba sus Comentarios Reales, le llegaron

    noticias de que ya estaba todo confundido (Garcilaso 1945 [1609], 2:cap. IV, 164).

    En el transcurso de cuarenta o cincuenta anos, en que guerras, migraciones y cambios

    en la presencia estatal indujeron transformaciones aceleradas en vastas partes del

    territorio, mucha gente en los Andes haba modificado significativamente sus formas

    de representar sus orgenes. Especialmente en las ciudades pudieron cobrar forma y

    vigor la apariencia y atuendos genericos de indios en detrimento de los antiguos

    distintivos regionales.57

    La informacion documental de la que dispongo data de varias decadas despues. No

    puede asegurarse que todas las prendas con denominaciones regionales que aparecen

    en esta epoca son de cumbi. Tampoco eran todas prehispanicas. Interesa explicar su

    procedencia y el contexto que las rodea. Como es de esperarse, algunas prendas de

    caractersticas provincianas senalaban el origen de su dueno. A traves de estas

    prendas, las nuevas generaciones nacidas o establecidas desde edad temprana en la

    antigua capital inca evocaban el lugar de origen de sus ancestros. Entre las

    disposiciones del testamento fechado en 1571 de un hombre residente en Cuzco

    llamado Martn Canchacuyca, de origen guanca, en la sierra central, leemos que dejo

    a cada uno de sus dos hijos varones un vestido guanca de manta y camiseta. Tal vez

    se trate fundamentalmente de un recuerdo familiar, pero no por esto deja de ser una

    senal de como algunos grupos buscaron preservar los emblemas de su identidad

    etnica varias decadas despues de la conquista. Hombres y mujeres de grupos etnicos

    como los guancas, establecidos en el Cuzco y sus alrededores, ocupaban lugares

    diversos en la jerarqua social dependiendo de las circunstancias de su arribo a la

    capital imperial. Los incas trasladaron a guancas, chachapoyas, canaris y otros grupos

    a la region no muchos anos antes de la conquista espanola (Levillier 1935; Covey

    2006). Una vez all, se integraron a distintos estratos sociales puesto que se

    desempenaron como autoridades, veedores, artesanos o labradores. Otros debieron

    llegar mas tarde, acompanando a los conquistadores (Espinoza Soriano 1972). Para

    estos migrantes conservar, o incluso mostrar las senales de su identidad etnica no

    130 G. Ramos

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  • tuvo un significado unvoco dado lo diverso de su historia. Sin embargo, la

    consideracion de estas prendas se complica porque no solo los migrantes o sus

    descendientes las tenan entre sus bienes. Por esto es posible que el uso de distintivos

    etnicos en los tejidos encerrase otras historias. Entre los propietarios de prendas de

    procedencia provinciana aparecen varios hombres y mujeres de origen posiblemente

    cuzqueno, algunos de ellos de rango social elevado (ver Cuadro 1). Por ejemplo, en

    1590, un noble inca llamado don Joan Pascac Ynga, poseedor de una de las mas ricas

    colecciones de prendas de alto estatus que he identificado, listo entre sus ropas una

    camiseta de cumbi canari. Anteriormente note el caso de dona Mara Cusi Rimay,

    una mujer de la elite inca, quien en 1569 mando tejer una prenda de similares

    caractersticas. Estos y otros casos que citare a continuacion llevan a plantear

    preguntas sobre como se representaban las identidades etnicas en circunstancias en

    que usar los distintivos haba dejado de ser una obligacion.

    No solo los uncus o tunicas masculinas fueron distintivos relevantes. Los cinturones

    tejidos con que las mujeres ajustaban sus vestidos o acsos, conocidos como chumbis y

    mamachumbis, nombres de las piezas angostas y anchas respectivamente, tenan

    tambien disenos que evocaban un origen etnico. El estudio de las prendas femeninas

    ha merecido menor atencion que las ropas masculinas, aunque sabemos que algunas

    de estas fajas fueron tejidas segun un diseno especfico para ser usadas por las mujeres

    de mayor rango durante la fiesta del maz (Murua 1946; Meisch et al. 2005; Phipps

    et al. 2008).58 A partir de un minucioso analisis del texto de Murua en que describe un

    cinturon de ese tipo, Desrosiers ha sugerido que nuestra vision sobre lo que es y

    significa el cumbi debera ampliarse mas alla de las tecnicas de tapiz y de piezas

    bastante conocidas como los uncus (Desrosiers 1986). Sus ideas pueden iluminar la

    lectura de las evidencias que los archivos guardan sobre los tejidos andinos.

    Algunas descripciones de tejidos no encajan dentro de los rgidos criterios con que

    los investigadores nos hemos acostumbrado a clasificarlos o a imaginar quienes los

    llevaban. Ademas de los chumbis claramente identificados como propios del Cuzco, y

    cuyo diseno podra corresponder al que describio Murua, notamos que a fines del

    siglo XVI circulaban tambien en la ciudad chumbis conocidos como chachapoyas59 y

    canar, que algunas mujeres de origen cuzqueno declararon tener entre sus

    pertenencias o que haban encargado tejer (Cuadro 1). Estos indicios sugieren

    cambios socioculturales significativos que pudieron estar operandose entonces.

    Considerando las ideas que segun las cronicas regulaban la relacion entre el vestido

    y la procedencia etnica en los Andes, el hecho aparente que miembros de un grupo

    incorporasen en su vestuario las ropas de otro plantea una interrogante sobre lo que

    ocurra. Nos encontramos ante un cambio radical producto de la conquista? Casos

    como este pueden ocurrir en situaciones de intensa interaccion etnica, pero no son

    inevitables (Bawden 2005; Reycraft 2005).

    El prestigio del grupo mas poderoso parecera razon suficiente como para que los

    que estaban en una posicion de desventaja buscasen adoptar parcial o totalmente sus

    emblemas por considerarlos mas auspiciosos. Al observar las pertenencias de

    hombres y mujeres procedentes de las antiguas provincias del Tahuantinsuyu no

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  • Cuadro 1 Propietarios de prendas de origen o estilo guanca, chachapoya y canari: Cuzco, 15711668

    Nombre Origen Fecha Tipo de prenda Descripcion Destino

    Martn Canchacuyca Guanca 1571 Manta y camiseta n.d. Hijos varonesInes Petrona Cuzco 1586 Acso Dos acsos de cumbe negro de Xauxa Se vendan para hacer bien

    por su almaJoana Mexicana Yanaguara 1589 Lliclla Una lliclla blanca de avasca de los

    guancasSe venda para hacer bien

    por su almaDona Catalina Chapo Cuzco 1612 Lliclla Dos llicllas de avasca parda de los

    guancasHermana

    Isabel Payco Anta, Cuzco 1623 Lliclla, nanaca Una lliclla de natural guanca con sunanacaa hutuscorob

    Hija

    Dona Mara Cissa Huanoquite, Cuzco 1633 Lliclla Una lliclla guanca HermanaCatalina Contreras Cuzco 1637 Lliclla Una lliclla que llaman Guanca, una

    lliclla negra guanca con listaamarilla

    Hermana y prima a quiencrio como hija

    Petrona Sebastiana Ocllo Cuzco 1668 Lliclla una india chichera questa en casade don Diego Pascac me estatejiendo una lliclla guanca concampo morado

    n.d.

    Mara Quipe Cuzco 1589 Mamachumbe Un mamachumbe de losChachapoyas

    Hermana

    Francisca Payco CisaOcllo

    Cuzco 1583 Chumbe Llicllas Un chumbe grande de ChachapoyasLliclla de cumbe de Pilpinto,pacaje y canari

    Se venda para donar amonasterios, hospitalese indios pobres

    Don Joan Pascac Ynga Cuzco 1590 Camiseta Cumbe canari Se venda para misasAngelina Tambo Nusta Cuzco 1586 Chumbe Chumbe canar n.d.

    Fuente: Archivo Historico del Cuzco, Protocolos Notariales, siglo XVI.aUna pieza pequena de tela que las mujeres de alto rango llevaban doblada sobre la cabeza. Inaca: La mantellina de la cabeca; Inaca ynacalla pachallicuni, o palla pallalla.

    Vestirse galanamente la muger muy pintada. Inaca nusta. La senora del ayllo de Incas, o noble (Gonzalez Holgun 1989 [1608], 368).bHutuscoro debe ser una palabra para describir una tonalidad. Su sentido literal es Huttu ccuru, o, huttusccuru. El gusano que nace en la cana y le come la macorca y la pudre

    (Gonzalez Holgun 1989 [1608], 205).

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  • llama demasiado la atencion que entre ellas figuren ropas del Cuzco o que siguieran el

    estilo inca (Bjerregaard 2007; von Hagen 2007). Parece tambien razonable que los

    incas apreciaran y adoptaran desde muy temprano los textiles finos que introdujeron

    los espanoles en los Andes (Cummins 1998; Phipps 2005). Sin embargo, no resultan

    muy obvias las razones por las que hombres y mujeres del Cuzco, algunos

    descendientes de las familias nobles incas, tuviesen entre sus pertenencias ropas

    que identificaban a los grupos etnicos que fueron sus subordinados en el pasado no

    muy lejano, cuya reputacion entre los incas no era siempre estimada o que, en el

    recuerdo mas inmediato, colaboraron con los invasores.60 La presencia de estas

    prendas nos sugiere que debemos considerar con mas cuidado sus posibles vnculos

    con la historia de la region. Tendramos que contemplar los cambios sociales que los

    incas introdujeron sucesivamente en los territorios bajo su control como parte de sus

    campanas de expansion imperial. Las informaciones recogidas por Toledo en los anos

    1570 en la ciudad del Cuzco y sus alrededores muestran que individuos de otros

    grupos etnicos, entre los que se encontraban hombres de origen canari, chachapoya y

    guanca, ocupaban puestos de autoridad en distintas localidades junto a otros de etnia

    inca (Levillier 1935, 2:89). La existencia de objetos que representan estilos

    provincianos en el Cuzco sugiere un escenario caracterizado por complejas jerarquas

    sociales y la coexistencia de grupos etnicos diversos que anos despues de la conquista

    encontraban necesario continuar expresando su historia y singularidad a traves del

    tejido. A la vez, la situacion que se inicia con la llegada de los espanoles pudo llevar a

    nuevos contactos y alianzas entre grupos e individuos de distinta procedencia que se

    sellaron con el intercambio de emblemas plasmados en textiles.

    El destino que sus propietarios les dieron a estas prendas es un indicador adicional de

    la importancia que le atribuan. Notamos dos direcciones diferentes. La primera

    muestra el interes de sus duenos por perennizar las tradiciones y distintivos etnicos

    legandolos a las generaciones siguientes, mientras que la segunda utiliza las prendas

    como una forma aparente de romper con el pasado y los smbolos que lo representan,

    para manifestar su adhesion al cristianismo. Observamos tambien que las descripciones

    de las piezas, pese a ser escuetas, nos permiten percibir que los criterios indispensables

    para reconocer objetos y estilos y, por medio de ellos, a grupos y personas estaban

    suficientemente difundidos. Todos estos elementos tenan una carga poltica, historica.

    La pregunta que nos suscita la existencia de piezas como las que hemos identificado es

    como se reconoca una prenda de origen guanca, canari o chachapoya? La respuesta no

    es sencilla: al menos en lo que toca a los tejidos de los guancas, como lo demuestran los

    ejemplos que hemos recuperado, no hubo un color que las caracterizara. Sus duenos

    mencionan el color negro, pero tambien el morado; la mayora de veces parece ser

    suficiente decir el nombre para saber como es el tejido. Teniendo en cuenta la logica que

    anima a los textiles andinos (Desrosiers 1986; Frame 1994), es posible que su caracter,

    especificidad regional o etnica no sea algo que este solo en su superficie, en la impresion

    visual, sino que estaba presente en la estructura misma del tejido (Cereceda 1986;

    Conklin 1996; Franquemont et al. 1992; Franquemont 1996).

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  • Caxana: Jerarqua e historia inca

    Las prendas que representan la historia, vida ritual e identidad inca destacan con nitidez

    entre las posesiones de los habitantes del Cuzco colonial temprano. Al comparar la

    descripcion de algunas de ellas con los relatos de los cronistas sobre la vida ceremonial,

    podra deducirse que los tejidos de cumbi cuzquenos reflejan la persistencia de las

    practicas, el orden social y las ideas polticas que imperaban antes de la conquista. Pero

    esta aseveracion es insuficiente. La identificacion de sus propietarios sugiere un

    contexto abigarrado y cambiante. Para explicar este punto, considerare la tunica

    masculina llamada caxana que bajo el dominio inca se asocia con administradores,

    especialistas religiosos, militares, y varones de la elite61 (ver Figura 2).

    El clerigo Cristobal de Albornoz observo en los anos 156080 que en las antiguasprovincias del Tahuantinsuyo los pobladores guardaban las vestiduras de sus guacas

    de origen o pacariscas, as como las ropas e insignias del Inca que les servan como

    recordatorio de sus hazanas militares. Denuncio que usaban estas ropas para celebrar

    fiestas paganas que acomodaban al calendario cristiano con la anuencia de sus

    doctrineros. Por ello, recomendo destruir todos los atuendos y accesorios que

    estimularan entre los pobladores andinos la memoria de los tiempos anteriores a la

    conquista (Albornoz 1989, 172). Por su simbolismo, los uncus o tunicas caxana

    debieron pertenecer al tipo de prendas que hombres como Albornoz sospechaban que

    contribuan a fomentar la idolatra. El diseno predominante*cuadrados concen-tricos dispuestos sobre un fondo blanco en la parte inferior de la tunica*sueleidentificarse inequvocamente con los incas y aparece no solo en los tejidos sino

    tambien en otros medios como los queros62 y la ceramica.

    En su analisis de la iconografa del traje inca segun aparece representada en la

    cronica de Guaman Poma, Zuidema (1991) propuso que las tunicas de diseno caxana

    se asociaban principalmente a los ritos agrcolas de siembra y que representaban a

    hurin, una de las parcialidades que conformaban a los grupos de parentesco

    cuzquenos. La idea de jerarqua social es util para plantear otras propuestas de

    interpretacion. El significado de la imagen de la tunica caxana puede ampliarse y

    complicarse si lo comparamos con las informaciones provenientes de los archivos. Es

    posible que este diseno este asociado con uno de los mitos de origen de los incas. Joan

    Santa Cruz Pachacuti incluye en su cronica un dibujo comentado donde indica las

    tres ventanas de donde salieron las parejas de hermanos y esposos que dieron origen a

    la estirpe de los incas (Pachacuti Yamqui Salcamaygua 1993). Cummins ha analizado

    el smbolo mas complejo que representa la ventana central, identificandola como

    tocapo (Cummins 2002). Pachacuti la denomina Tampotocco, mientras que los

    motivos que lo flanquean por su forma, tamano y disposicion parecen ser smbolos

    de menor jerarqua. Pachacuti las llama Maras Tocco y Sutic Tocco, respectivamente

    (Pachacuti Yamqui Salcamaygua 1993, 198). Los smbolos que las representan son

    similares a los de la tunica caxana. Es posible que las piezas con este diseno se

    confirieran a manera de distintivos a hombres que ocuparon un lugar especial, pero

    no la cima de la jerarqua social, sea porque pertenecieron a un linaje en particular o

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  • porque fueron aliados de los incas, segun el complejo entramado de alianzas que estos

    ultimos forjaron.

    Una relacion de propietarios de camisetas caxana que he podido identificar

    contiene un total de doce individuos, diez hombres y dos mujeres (ver Cuadro 2). Se

    trata de un grupo heterogeneo si consideramos sus orgenes geograficos y etnicos.

    Solo dos de ellos tenan un vnculo notorio con el grupo mas elevado de la elite inca,

    y es evidente que para uno de estos la prenda simbolizaba su condicion social.63 Uno

    de los nombrados es un tejedor: Joan Guatoco, un hombre residente en la parroquia

    del hospital de naturales en la ciudad del Cuzco, el cual explico que haba dado un

    uncu caxana al camayo o mayordomo del alguacil mayor de la ciudad.64 Pedro

    Caillagua, un fabricante de sombreros que viva parte del ano en Paucartambo, puede

    ser el comprador de la camiseta caxana que se vendio en la almoneda o remate

    publico de bienes de Francisca Colloc, una de las dos mujeres que figura en la lista,

    fallecida en 1586, tres anos antes que Caillagua.65 Juan Utulu, un hombre sin duda

    acomodado y que declaro estar sujeto al cacique de Lares, listo entre sus posesiones

    una camiseta caxana por la que dijo haber pagado veinte pesos, un precio alto si

    consideramos que en 1601 esta cantidad era casi cuatro veces el valor del tributo que

    anualmente pagaba un hombre del comun.66 Aun si Utulu exagero la cifra, es claro

    que su intencion era enfatizar lo apreciada que era una prenda de ese tipo y el lugar

    preferente que ocupaba entre sus posesiones. Entre los que pertenecan a otros grupos

    etnicos, puede especularse que tal vez tenan estos uncus porque ellos mismos o sus

    antecesores fueron militares. Joan Enrquez Chuircho o Chuicoc, un hombre natural

    de Xauxa, listo entre sus posesiones varios distintivos propios de un guerrero: armas,

    escudo, accesorios tanto protectores como de adorno, y una trompeta. Posiblemente

    razones similares expliquen por que tanto Pedro Cancho Livyac, un hombre natural

    de Yauyos, como Pedro Halanoca, natural del Collao, posean camisetas caxana.

    Ambos procedan de regiones que continuamente suministraron guerreros a los

    incas.67 En cuanto a Utulu, podemos considerar que Laris o Lares, su lugar de origen,

    fue uno de los pueblos que los incas fundaron para consolidar sus conquistas y

    alianzas polticas, por lo que establecieron en ellos orejones o incas de privilegio

    (Garcilaso de la Vega 1945 [1609]).68 Aunque Utulu declaro que compro el uncu o

    camiseta, es posible que su origen e historia fuera una razon adicional para tenerla

    entre sus pertenencias. Al analizar el destino que tuvieron estas prendas, de manera

    similar a los ejemplos que vimos anteriormente, notamos que sus propietarios

    dispusieron que fueran entregadas a sus familiares mas cercanos. Los que no las

    legaron a sus descendientes, posiblemente a instancias de sus confesores, encargaron a

    sus albaceas que las vendieran y con el producto se dijesen misas por la salvacion de

    sus almas. La conversion de los uncus caxana en ofrendas que confirmaban la

    adhesion de su dueno al cristianismo plantea una interrogante: Hasta que punto fue

    posible que estas prendas ingresaran al mercado de manera anonima, liberandose de

    su significado original o, mas precisamente, transformandolo? Creemos que muy

    limitadamente. Como se explica en el Cuadro 2, en un caso parecera que la tunica

    fue efectivamente vendida. Sin embargo, es de interes notar que en el acta de remate

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  • Cuadro 2 Propietarios de uncus de diseno caxana: Cuzco, 15591601

    Nombre F/M Origen Fecha Comentario Destino

    Juan Guaman M Xaquixaguana 1559 n.d. HijoDona Mara Cusi Rimay F Cuzco 1569 Encargo su tejido MaridoDon Cristobal Concha AuquiYnga

    M Cuzco 1569 Pariente de don CarlosInca

    Hijo

    Francisca Colloc F Cuzco? 1586 n.d. Venta para misasAlonso Hanco M S. Tomas de los Hilatas 1586 Declaro tener 3 de estas

    camisetasVenta para cumplirman das de testamento

    Joan Chauahalla M Hacaris 1586 Declaro tener 2 de estascamisetas

    Venta y se reparta pormitad entre su mujery su alma.

    Joan Guatoco M Cuzco? 1586 Tejio camiseta para indiocamayo del alguacil mayordel Cuzco

    n.d.

    Joan Enriquez Chuircho o Chuichoc M Xauxa 1588 Coleccion de objetosantiguos, especialmentede tipo militar

    Venta para misas

    Pedro Caillagua M Cuzco? 1589 Posiblemente compro uncuen almoneda de bienes deFrancisca Colloc (1586)

    Hijo

    Pedro Cancho Liuiyac oLivyac

    M Yauyos 1589 Intercambiaba ropa porcoca

    Hijo

    Pedro Halanoca M Collao 1590 n.d. NietoJuan Utulu o Utullo M Santiago de Cachin, Laris 1601 Dijo haber pagado 20

    pesos por el uncuVenta para cumplirmandas detestamento

    Fuente: Archivo Historico del Cuzco, Protocolos Notariales, siglo XVI.

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  • la camiseta caxana es el unico objeto para el cual no se indica un precio. Notamos

    tambien que el posible comprador pocos anos despues no la vende sino por el

    contrario la inmoviliza legandola a su hijo. Esta resistencia del uncu caxana a tomar

    la forma de mercanca es un indicador adicional de su relevancia, lo que a su vez

    explicara por que inicios del siglo XVII las prendas de este tipo desaparecen de los

    registros. Posiblemente desaparecieron por estas fechas de los espacios publicos y se

    desgajaron de las imagenes que en el contexto colonial simbolizaban lo inca. Por que

    sobrevivieron tocapos como el motivo central en el dibujo de Santa Cruz Pachacuti y

    no las ventanas secundarias representadas en el diseno del uncu caxana es una

    pregunta que nos puede remitir a los cambios en la jerarqua social inca y a la manera

    de registrar y mantener su memoria.

    Visualmente, Guaman Poma (1989, 753, 8045) muestra los grandes cambios porlos que atraveso el diseno caxana. En tiempos prehispanicos poda llevarla un valiente

    guerrero que levanta victorioso la cabeza de su enemigo (ver Figura 3), o un chaman

    que, a pesar de ser representado de manera diabolica, goza plenamente de su poder

    (ver Figura 4). En contraste, el cronista parecera sugerir la domesticacion y declive de

    caxana en el contexto colonial: en su obra muestra a un mandoncillo de diez indios

    vestido en atuendo que parcialmente corresponde a la usanza espanola, siendo su

    componente indgena una tunica de ese tipo (ver Figura 5). En un pasaje posterior, el

    cronista presenta a un anciano pregonero, alcayde y verdugo vestido en traje de

    indio y enfundado en una tunica caxana (ver Figura 6). El contraste con las imagenes

    prehispanicas no puede ser mas marcado.

    Esta investigacion sobre los tejidos andinos, especialmente la variedad conocida

    como cumbi y su relacion con la sociedad nos permite proponer algunas ideas nuevas

    sobre su caracter y significado. Nuestros hallazgos se proyectan tanto sobre el perodo

    colonial temprano como sobre la epoca anterior a la conquista. Un primer punto a

    subrayar es que la evidencia documental demuestra que, como planteo Desrosiers

    (1986), el cumbi no es una categora de tejido andino unica ni uniforme. Su

    diversidad atane a su procedencia, diseno y posiblemente, tecnica. Esta diversidad se

    corresponde con aspectos en los que hemos enfocado nuestra atencion: las jerarquas

    sociales y las identidades etnicas. Los casos de los cumbi provincianos y el diseno

    caxana considerados aqu nos permiten intuir un panorama variado y complejo

    representado en los tejidos. En segundo lugar, al considerar el cumbi no como una

    categora abstracta o inerte sino como la materializacion de relaciones sociales

    podemos comprender estos tejidos como senales de la interaccion entre diversos

    grupos etnicos que buscan cada cual afirmar su identidad, pero que, por razones que

    sera necesario seguir investigando, tambien intercambian las senales que los

    representan. Esta aseveracion no implica que hablemos de grupos organizados y

    solidamente cohesionados alrededor de ideas y practicas que constituyen su

    identidad, concebida como un artefacto predeterminado y estatico. En realidad, los

    grupos suelen estar fragmentados y hay mucho de iniciativas individuales por las

    cuales hombres y mujeres adaptan, innovan o deciden mantener una tradicion. La

    voluntad no es sin embargo suficiente para lograr que las tradiciones subsistan.

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  • Figura 3 Auca camaioc guerrero. Guaman Poma, Nueva coronica y buen gobierno

    (1615), 194 [196]. Biblioteca Real de Dinamarca.

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  • Figura 4 Pontfices (el gran hechicero). Guaman Poma, Nueva coronica y buen

    gobierno (1615), 277 [279]. Biblioteca Real de Dinamarca.

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  • Figura 6 Alcaides pregonero verdugo. Guaman Poma, Nueva coronica y buen

    gobierno (1615), 804 [818]. Biblioteca Real de Dinamarca.

    Figura 5 Mandoncillo de diez indios Chunga Camachicoc, Guaman Poma, Nueva

    coronica y buen gobierno (1615), 753 [767]. Biblioteca Real de Dinamarca.

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  • El celo evangelizador y la necesidad de las elites nativas de participar en la vida

    publica parecen haber favorecido la extincion de ciertos tipos de disenos como el de

    la tunica caxana. Por que sobrevivieron otros motivos como los tocapos que aparecen

    en las tunicas y pinturas coloniales mas tardas para convertirse en emblemas del

    pasado prehispanico son interrogantes que quedan aun por resolver.69

    Agradecimientos

    La investigacion de archivo sobre la que se basa este artculo fue posible gracias a la

    beca 6338 de la Wenner-Gren Foundation for Anthropological Research. Agradezco a

    Natalia Majluf, Susan Deans-Smith, y Sophie Desrosiers por sus comentarios a las

    versiones anteriores de este trabajo, y a los dos lectores anonimos de CLAR por sus

    crticas y sugerencias.

    Notas

    1 Murra (1962); Rowe (1979); Desrosiers (1992); Conklin (1996); Rowe y Rowe (1996); Cummins

    (2007); Stone (2007); y Pillsbury (2002).2 Cereceda (1986); Conklin (1996); Frame (1994); Desrosiers (1992); Franquemont (1996);

    Franquemont et al. (1992); Rodman y Cassman (1995); Zuidema (1991); Pillsbury (2002, 2006);

    Cummins (2007); Stone (2007); Young-Sanchez y Simpson (2006).3 Allman (2004); Comaroff (1994); Comaroff y Comaroff (1991).4 Rowe (1996); Phipps (2008); Stone (2007); Cummins (2007).5 Rowe (1951); Cummins (1993, 2007); Iriarte (1993); Wuffarden (1996); Dean (1999); Phipps

    (2005); Zuidema (1991, 1994); Pillsbury (2002, 2006).6 Contamos con un amplio y creciente repertorio de estudios de tejidos procedentes de sitios que

    anteceden al surgimiento del estado inca. Vease por ejemplo Conklin (1979); Paul (1990, 1996);

    Frame (1994), Rodman y Fernandez Lopez (2005); Rowe (1984).7 Puede encontrarse una descripcion sobre la tecnica empleada para hacer estos tejidos en Rowe

    (1996).8 Murra (1962); Schneider (1987, 1994); Weiner y Schneider (1989); Bowie (1993).9 Murra (1962); Zuidema (1991); Niles (1992); Costin (1998); Stone (2007).

    10 Rowe (1978, 1996); Zuidema (1991, 1994); Rowe (1979); Desrosiers (1992); Phipps (2003,

    2004); Phipps et al. (2008); Frame (2007).11 La informacion que ofrece Acosta (2002 [1590]) contradice este punto de vista. Al referirse a los

    tejidos de cumbi, Acosta sostiene que todos, hombres y mujeres, de distinto rango social, estaban

    capacitados para tejerlos.12 Tomando en cuenta que la movilidad de las tejedoras era tan restringida y que sus mismos

    productos circulaban muy limitadamente, es posible que estas mujeres se dedicaran a hacer el

    tipo de cumbi mas fino que, segun Garcilaso (1945 [1609], 1:lib. V, cap. VI, 23435), estabadestinado a los incas de sangre real.

    13 Vease tambien por ejemplo una referencia del cronista Juan de Betanzos sobre como Ynga

    Yupangue ordeno a los caciques que dispusieran el tejido de ropa para ser puesta en los

    depositos de la ciudad del Cuzco. Estas ropas deban hacerse segun medidas que se les haba

    especificado (Betanzos 2004, 100).14 Tanto Garcilaso como Murua sostienen que haba mas de un tipo de cumbi y artesanos

    especializados en su tejido (Garcilaso 1609 [1945]; Murua (2001 [1613]).15 Vease por ejemplo Molina (1989 [1575?], 51, 56); Cobo 1956 [1653], lib. XIII, cap. II, 151).

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  • 16 Se trata de un diseno geometrico que caracteriza algunos elaborados textiles incas. Vease

    Gonzalez Holgun (1989 [1608], 344). Una detallada discusion y bibliografa puede encontrarse

    en Costin (1998, 12627). Algunos de los estudios mas recientes son Cummins (2007), Frame(2007) y Stone (2007).

    17 Murua (2001 [1613]), Libro Primero, cap. IV, 48; cap. XXII, 74; Libro Segundo, cap. XV, 369.18 Por ejemplo, Huayna Capac entrego a los embajadores de la isla de la Puna ropa de cumbi del

    Cuzco a cambio de los tejidos de algodon y otros regalos que recibio de ellos (Murua 2001

    [1613], Libro Primero, cap. XXXVII, 124). Para otras referencias similares, vease tambien Niles

    (1992, 53). Ella sostiene que el estilo Inca no puede asociarse con un grupo etnico o una epoca

    especficos (1992, 56). Desde este punto de vista, el estilo Inca sera suprarregional.19 Rowe (1979); Zuidema (1991); Cummins (2007); Stone (2007); Frame (2007).20 Segun el diccionario de Gonzalez Holgun, Kassana uncu es una camiseta ajedrezada de cumbi.

    Vease por ejemplo Guaman Poma (1989 [1615] 98, 226, 344).21 Vease a este respecto la interesante discusion de Cummins sobre el concepto incaico del objeto

    (Cummins 2002, 56; 2007).22 Julien basa su argumento principalmente a partir de la comparacion de las caractersticas fsicas

    de los uncus o tunicas masculinas prehispanicas y coloniales, contrastando estos datos con los de

    las tasas de tributo del perodo colonial temprano.23 Pero notense en fecha temprana las quejas de las autoridades etnicas de Chucuito sobre las

    ventas forzadas de panos que hacan algunos mercaderes espanoles en Diez de San Miguel (1964

    [1567]).24 Un analisis crtico de las consecuencias que esto tuvo sobre la division del trabajo segun genero

    puede verse en Graubart (2000).25 Cobo (1956 [1653]); Pizarro (1978 [1572]); Cieza de Leon (1984 [1553], 1985); Zarate (1995

    [1555]); Murua (2001 [1613]); Betanzos (2004 [1551]).26 Molina (1989 [1575]); Albornoz (1989 [1583?]); Murua (2001 [1613]); Betanzos (2004 [1551]).27 Para un ejemplo de como los curacas solicitaron a las autoridades coloniales que tomasen el

    lugar del Inca para nombrarlos en sus cargos, entregandoles las insignias correspondientes, que

    incluan ropa, vease el auto del virrey Conde de Nieva en Levillier (193542, 2). Notese lainterpretacion de Cummins (1998, 2002) sobre esta aparente paradoja.

    28 Aunque por lo general, en las tasas de tributo, los tejidos de cumbi representan la mitad de lo que

    se entrega en los de menor calidad, conocida como avasca.29 La Real Cedula exhortaba a los encomenderos a inhibirse de introducir cambios y admitir los

    tejidos que la poblacion local entregaba como tributo (Espinoza Soriano 1972, 39293).Agradezco a Juan Carlos Estenssoro por llamar mi atencion sobre esta referencia.

    30 Estos pueblos pertenecen el da de hoy al departamento de Arequipa, en el sur del Peru.31 Expediente sobre el pleito seguido entre Cristobal Luna Atoc, gobernador del pueblo de San

    Juan de los Reyes (Junn) y los yndios de dicho pueblo. Santiago de Carhuamayo, agosto 18 de

    1599. Biblioteca Nacional del Peru, BN-A249 1599.32 La tasa del tributo fijada en 1549 estableca que los pobladores de Chinchaycocha deban

    entregar cien vestidos de cumbi al ano (Rostworowski 2005a, 312).33 Este pueblo esta situado en el actual departamento peruano de Apurmac, al oeste del Cuzco.34 Archivo Arzobispal de Lima, Apelaciones del Cuzco, legajo 8. En su obra escrita cincuenta anos

    antes, Guaman Poma (1989 [1615], 563) senalo el arraigo de esta practica entre el clero.35 . . . y esta se llama propiamente grangera, y de all se estendio a qualquier genero de trato, del

    qual se saque alguna ganancia y provecho . . . (Covarrubias 2003 [1611], 656).36 Julien (1999) ha observado en su trabajo de campo la persistencia de este tipo de trabajo.37 Un vestido de mujer a la usanza indgena, consistente en una pieza rectangular con la que se

    envolva el cuerpo. La pieza se sujetaba luego con una faja o chumpi.38 El trabajo fue pactado en 14 pesos. Posiblemente tocaban 7 pesos a cada uno.

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  • 39 Unos cinco pesos con dos reales en 1611, segun la tasa de tributo publicada por Rostworowski

    (2005).40 Garcilaso de la Vega afirma no obstante que los Incas no tejan ni hilaban (1945 [1609], 1:lib, V,

    cap. VI, 235), pero esta afirmacion es tan escueta y posiblemente sesgada que debe tomarse con

    cuidado. El testamento de dona Ana Quispe Asarpay en: Archivo Historico del Cuzco,

    Protocolos Notariales (en adelante AHC-PN) siglo XVII, Francisco de la Fuente, 107, ff. 155162v.

    41 Testamento de Ana Visacarua, AHC-PN, siglo XVI, Pedro de la Carrera Ron, 4, f. 863.42 Por ejemplo, en 1589, Isabel Ullcama, una mujer que viva en la ciudad del Cuzco, noto en su

    testamento que haba dado 3 pesos a un hombre para que buscara quien le tejiera una lliclla de

    cumbi. AHC-PN, siglo XVI, Pedro de la Carrera Ron, 4, f. 846. En 1600, Mara de Contreras, una

    mujer mestiza residente en el Cuzco listo entre sus pertenencias un acso de cumbe que estaban

    terminando de tejer. AHC-PN, siglo XVII, Diego Gaitan, 110, f. 282.43 AHC-PN, siglo XV, Pedro de la Carrera Ron, 4, f. 849.44 El inventario de bienes incluye una cantidad inusual de prendas de cumbi y otras telas, muchas

    nuevas, lo que sugiere que estaban destinadas a la venta.45 AHC-PN, siglo XVI, Antonio Sanchez 18, f. 910.46 Manto que usaban las mujeres sobre los hombros.47 Grupo etnico originario del territorio actualmente perteneciente a la republica del Ecuador. En

    su estudio sobre la religion inca, Cristobal de Molina (1989 [1575?], 56) refiere de manera muy

    escueta un mito de origen de los canaris, mencionando*aunque sin describirlo*el atuendoque les era particular. Con el proposito de proseguir con un tema central de su narrativa, que la

    civilizacion en los Andes se inicio con los Incas, Garcilaso de la Vega escribio que luego de

    conquistar a los canaris, los Incas les dieron de vestir (1945 [1609], 2:lib. VIII, cap. V, 165).48 Posiblemente un tejido vistoso y elaborado. Palla: Muger noble adamada galana. Pallapalla

    llappachallicu