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SUPLEMENTO CULTURAL No. 158 - 21 DE JULIO DE 2014 - AÑO 4 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN Fernando Trejo. Foto: Flor Zambrano Fernando Trejo nace en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en 1985. Es Premio Estatal de Poesía Eliseo Mellanes Castellanos y Mención Honorífica del Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2014. Ha publicado los libros de poesía: Circuito Amor, (Red Utopía Jitanjáfora, 2002), Raíces de un Sueño, (Viento al Hombro, 2002), Por las mujeres, hermanos, escribamos, (Viento al Hombro 2005), ¿A dónde van las palabras?, (UAEM, 2006) y Alba por los caminos (UNACH, 2006). Es compilador y coautor de los volúmenes colectivos Antología Arbitraria de Poetas Jóvenes de Chiapas, (Edysis, 2005) y Porque algún día faltarán cuentos. Antología (otra) del cuento joven en Chiapas, (Ediciones de El Animal y Conaculta/ Chiapas, 2007). Su libro de poemas Solana, está programado para publicarse en enero de 2015, en el Fondo Editorial Tierra Adentro (FETA). [Una entrevista con él realizada por Joel Flores en páginas centrales]

La Gualdra 158

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SUPLEMENTO CULTURAL No. 158 - 21 DE JULIO DE 2014 - AÑO 4 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Fernando Trejo. Foto: Flor Zambrano

Fernando Trejo nace en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en 1985. Es Premio Estatal de Poesía Eliseo Mellanes Castellanos y Mención Honorífica del

Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2014. Ha publicado los libros de poesía: Circuito Amor, (Red Utopía Jitanjáfora, 2002), Raíces

de un Sueño, (Viento al Hombro, 2002), Por las mujeres, hermanos, escribamos, (Viento al Hombro 2005), ¿A dónde van las palabras?, (UAEM,

2006) y Alba por los caminos (UNACH, 2006). Es compilador y coautor de los volúmenes colectivos Antología Arbitraria de Poetas Jóvenes de

Chiapas, (Edysis, 2005) y Porque algún día faltarán cuentos. Antología (otra) del cuento joven en Chiapas, (Ediciones de El Animal y Conaculta/

Chiapas, 2007). Su libro de poemas Solana, está programado para publicarse en enero de 2015, en el Fondo Editorial Tierra Adentro (FETA).

[Una entrevista con él realizada por Joel Flores en páginas centrales]

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LA GUALDRA NO. 158 / 21 DE JULIO DE 2014 / AÑO 4

. 158 Príncipe en la tierra

1. El bebedor (I)Por Gabriel Luévano Gurrola

Emmanuel Carballo (1929-2014)La literatura, forma personalde ver la vidaPor Mauricio Flores

Lo mejor de la poesía esla amistad de los poetas [entrevista a Fernando Trejo]Por Joel Flores

Notas al margen Toque de queda de Bernardo AraujoPor Verónica González Arredondo

¡Feliz Día del Bibliotecario!Por Eduardo Campech Miranda

Diario de MateoPor Mateo Estrada Gaviria

Huerta y el Género NegroPor Carlos Flores

¿Recuerdas?Por Alberto Huerta

La Conversación_ CualseaPor Eric Nava

El PicaportePor Simitrio Quezada

Hipótesis de la despedidaPor Roberto GalavizSergio Por Pilar AlbaDía 7 Por Edgar Khonde

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira SaadeDir. General

Raymundo Cárdenas VargasDir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada LazarínDir. La Gualdra

[email protected]

Roberto Castruita y Enrique MartínezDiseño Editorial

Juan Carlos VillegasIlustraciones

[email protected]

Esta semana le tengo tres invitaciones.

I.La primera es para que participe en la convocatoria recientemente publicada por la casa Municipal de Cultura de la ciudad de Zacatecas. Está orientada a promoto-res culturales, artistas, artesanos, grupos artísticos, patronatos culturales, creadores y a la sociedad civil en general a presen-tar proyectos culturales en los siguientes campos temáticos:

I. Difusión y animación cultural; II. For-mación artística: iniciación y actualización; III. Fomento al libro y a la lectura; IV. Ca-pacitación a promotores e investigadores culturales; V. Preservación, investigación, y difusión del patrimonio cultural; VI. Desa-rrollo, promoción y difusión de las culturas populares indígenas; VII. Fortalecimiento de la infraestructura cultural; VIII. Desarro-llo cultural infantil; IX. Desarrollo cultural de los jóvenes; X. Atención a públicos espe-cíficos, XI. Empresas culturales.

Las bases son las siguientes: 1. Ser mayor de 18 años al cierre de la convocatoria. 2. La propuesta puede ser individual o colec-tiva (nombrando a un representante). 3. Tener una residencia mínima de tres años en el municipio de Zacatecas. 4. Solicitar el formato para la descripción y desarrollo del proyecto, en las instalaciones de Casa Municipal de Cultura de Zacatecas o bien al correo [email protected]; 5. El pro-yecto deberá de desarrollarse en un periodo comprendido entre los meses de septiembre 2014 y agosto 2015; 6. Presentar el proyecto adjunto a los siguientes documentos: cu-rrículum individual y/o grupal; copia de la CURP, credencial de elector, comprobante de domicilio del solicitante y/o represen-tante. Requisito indispensable: los represen-tantes de cada proyecto, están obligados a presentar la comprobación fiscal correspon-diente a la ejecución de sus recursos aproba-dos. No podrán participar quienes no hayan cumplido con los objetivos planteados y la comprobación al 100% en proyectos apro-bados en otros programas. Los postulantes no podrán presentar proyectos en más de un municipio. El plazo para la recepción de los proyectos, será a partir de la publicación de la presente convocatoria y hasta el 8 de agosto de 2014. El Consejo Ciudadano, valorará aquellos proyectos culturales que atiendan a los públicos específicos. Infor-mes, asesoría, y recepción de proyectos en las Dirección de Arte y Cultura de Zacate-

cas. Independencia #100 Centro Histórico de Zacatecas. Tel. 924-88-18.

IILa segunda invitación es para que invite a los niños y jóvenes que conozca a los Talleres de Verano del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, inician hoy lunes 21 de julio y fi-nalizan el 8 de agosto. El horario es de 10:00 a 13:00 horas. Las disciplinas en las que se estará trabajando durante estos días son:

1. Arte-terapia y su vinculación con la psicología positiva: en este taller se brinda al alumno herramientas que le fortalecerán y apoyarán en el desarrollo del proceso crea-tivo, participarán de la lectura y desarrolla-rán trabajos que le aportarán conocimiento y revelación. 2. Dibujo, pintura y grabado al intaglio: técnica de tallado; el alumno adquiere habilidad en el dibujo y aprende a realizar una matriz para el intaglio; se fo-menta la disciplina de la actividad artística basada en la creatividad. 3. Técnicas de encuadernación y Arte objeto: Técnica de encuadernación con material reciclable; se fomenta la creatividad artística basada en el cuidado de nuestro entorno ecológico. La cuota de recuperación es de $350 con material incluido y puede pedir informes a los teléfonos siguientes: 92437 05 y 922 22 55 ext. 18 o 16.

IIIVa la tercera: estas vacaciones, si usted no tiene planeado salir de la ciudad, visite los museos de Zacatecas. Actualmente, además de las colecciones permanentes, puede us-ted visitar las exposiciones temporales que se han programado para esta temporada; nada menos el jueves pasado se inauguraron cuatro. Le recomiendo que visite el Museo Zacatecano, espacio en que podrá ver una colección maravillosa de calendarios anti-guos que perteneció al Mtro. Manuel Pas-trana y que generosamente donó el Mtro. Humberto Carrasco: “Cómo han pasado los años... Almanaques Antiguos”. En el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez se en-cuentran actualmente tres muestras: “La Ruptura y sus antecedentes”, “Lilia Carrillo: abstracción lírica, su legado a 40 años”; y “La Conversación Cualsea”. Opciones las hay, no se quede en casa y lleve a su familia a disfrutar de estas exposiciones.

Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

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“Carmen, rezongo de estrella, bilis de planeta. Veo tu rostro arriba, en el cielo: un cíngulo brillante que se acerca, ba-jando, a mi cuerpo...”.

Jamás devolver el alimento (poco, un pedazo de tortilla, una naranja lan-zada de esquinas amigas, generosas), ni carraspear hecho un faquín en la orilla de las aceras, amenazando con perturbar las vías, el tránsito de la ciu-dad medio a oscuras, medio guiñada como el ojo de un gato, algo prendido, algo cerrado. Jamás un bebedor digno de insulto. Si acaso los mareos que lo hacían caminar apoyado en los muros, sostenerse a los postes y girar sin mo-ver los pies. Si acaso, y unas lágrimas púdicas por silenciosas, abundantes para los mirones que no obstante su buena conducta de adicto ejemplar le espetaban, inmisericordes: “Hombre desagradable, regrese a la cantina”. O los presumidos de creyentes: “Des-graciado, Dios te ayude”. Una mujer agarrada a sus hijos: “Basura por todas partes, ya los hombres le tienen miedo a la vida. Cobarde, dele la cara, no se emborrache”.

Pero esta vez el bebedor oyó una imprecación distinta, original, mien-tras buceaba tratando de salir del paisaje ondular de una recaída en plena calle, a las ocho horas de la noche que se le presentaba como un terreno de otro mundo, con cloacas musicales y bultos bólidos, nada peligrosos, marginales; un orbe donde las malas frases eran incohe-rencias fonológicas de estudiantes mediocres que le pedían explicara nuevamente la lección de feudalismo o la crónica vehemente de la Revolución Rusa. De ahí que entornara los ojos y se imbuyera en una fiebre nostálgica cuando un desconocido pasó diciéndole: “¡Burdo!”. Qué raro, pensó el bebedor, dándose cuenta que estaba en el suelo y que quizá se hallaba así desde hacía mucho, qué raro oír insultos de ese tipo, ¿quién diablos conoce esas palabras?

Sólo que el bebedor no había escuchado “burdo”, sino “burgo”, y eso fue el acicate para que su cerebro destruido recordara que perteneció a un maestro de humanidades, años, muchos, atrás. Se paró de un salto como una flecha disparada desde el vientre de la tierra y tuvo la suficiente manía de esbozar un discurso: “¡Bur-gos serán las piaras que alimentas, con tus impuestos, tus alabanzas, tu corbata! ¡Burgos regios, burgos democráticos,

burgos satinados, burdos los que heredarás a tus hijos! ¡Jamás he sido una carga para ustedes, infamantes, para ustedes, de saco y ropa deportiva! ¡Mi comida la saco de las garras del infierno, del punto sin margen de su centro! ¡Ja-más un bebedor malparido he sido, sino el que canta lo que de los burgos sobrevive!”.

Y luego, ya reanudando las oscilaciones, callando para el gran público encerrado en sus casas, oyendo por entre los postigos, o en la molicie de la cama, diciendo para sí: ¡Carmen, si tuvieras una carreta y un perdón te mandaría a donde no te llegaran sus luces, sus palabras! Tomó aire y em-prendió su rumbo, decidido, en busca del nombre tildado. Casi diríamos, endiosado.

Pero no hubo caminado dos o tres metros cuando, desde un bar minúsculo, más bien tabernario, escondido entre tienduchas extranjeras, percibió la sordina de carca-jadas, extendidas en el silencio herido, exageradas. Se paró en seco porque todos los bebedores al escuchar un conato de alegría creen que se trata de un insulto hacia su per-sona. Escuchó una nueva andanada de risas y al afinar el oído, distinguir el origen de la bulla, distinguió la puerta y su faja de luz amarilla, de pronto vuelta un cuadro enorme

de la que salió una silueta baja. Era un niño. No parecía tener más de diez años, pero su carrera desesperada y los jadeos que emitía demostraban un miedo antiguo, visceral. El cuadro amarillo de la puerta totalmente abierta soltó otro figura, esta vez de un hombre que gritó: “¡A dónde, monstruillo, si a penas empezamos contigo, te conseguiremos una novia que te quiera así, una perra o una cuzca, chiquillo!”.

Al bebedor no le cupo la menor duda. El infeliz había sido la diversión de sus ho-mólogos, otros ebrios más peligrosos, sin corazón. Movió la cabeza cuanto le permitió su lentitud, requisó los rincones oscuros de las viejas casas de piedra opaca y al fin lo encontró repantigado en el quicio de una de ellas. Se acercó con sigilo y extendió la mano hasta tocar el pelo, la cabeza que bruscamente reaccionó espantada. Trató de correr pero el bebedor ya lo tenía sujeto de la playera. “No temas”, le dijo, “yo no estaba con ellos”.

El muchachito vibró todavía segundos en sus manazas de maestro fiero pero justo, humanista curiosamente, no delicado, en-durecido por el conocimiento de tanta atro-cidad, de la línea sin término de la bazuca y la ballesta. Bastó una mirada a los ojos del hombre para tranquilizarlo, cosa ajena al

bondadoso que le pareció ver algo extraño en el pequeño rostro. Lo llevó con suavidad, casi levantándolo, a la luz de uno de los escasos postes de luz de la calle. La luz bañó, con su suciedad incómoda, la cara hinchada. Una enorme bola, como un tumor, estiraba un cachete entero y la mitad del cuello, torcido. Además tenía un ojo com-pletamente cerrado por la presión de la carne y el movi-miento, ahora se percataba el bebedor, que mantenía la cabeza inclinada hacia el lado contrario al moflete dañado. Tuvo que hacer un esfuerzo para entender que no era una anomalía de su imaginación, también inflada pero por el trago. Estrechó con piedad al niño entre sus brazos y así estuvieron mucho rato. Sólo la noche supo si lloraron, si fue el lisiado o el bebedor quien dio la primera explica-ción. Lo que es cierto es que el hombre dijo: “¿Sabías que conozco a una mujer muy buena? Se llama Carmen y es el burgo de la armonía que nos hace falta. Te llevaré con ella. Te curará. Vamos”.

[Continuará]

1 Lo que contempló en nuestro mundo, tras el aviador del desierto.

Príncipe en la tierra1

1. El bebedor (I)

Por Gabriel Luévano GurrolaPara E. A.

Literatura

Paul Cezanne. El bebedor. Óleo sobre lienzo. 1891. The Barnes Foundation.

321 de juLio DE 2014

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Emmanuel Carballo (1929-2014)

La literatura, forma personal de ver la vida

Por Mauricio Flores*Libr

os

Durante muchos años se le consideró como “el niño terrible” de la crítica literaria en México. Y lo fue, a cualquier edad. Como también insobornable y estricto, lo que no excluyó generosidad y pasión, rasgos esenciales de una personalidad única que recordaré de él: Emmanuel Carballo (Guadalajara, 1929-Ciudad de México, 2014).

También sus libros, que varios publicó. Como Prota-gonistas de la literatura mexicana, Protagonistas de la literatura hispanoamericana del siglo XX y Diccionario crítico de las letras mexicanas en el siglo XIX, lecturas obligadas para quienes se muevan en las aguas de las letras contemporáneas. Sin olvidar, y cómo, Párrafos para un libro que no publicaré nunca, bello volumen, como su título, que a unos cuantos días de la muerte de Carballo comenzó a circular en librerías.

¡Ah que el maestro Emmanuel Carballo! (“no me digas maestro, por favor”). Tuvo la gracia de morirse un domingo de abril. No cualquiera —de concierto, toros, lectura, fiesta— sino justo el destinado por la república de las letras a uno de los más grandes nove-listas en lengua española.

Ironía de estos tiempos —cargados de muertes pú-blicas y privadas— donde las celebraciones coinciden con las siempre dolorosas partidas. Juan Gelman, José Emilio Pacheco, Federico Campbell, Helena Garro, Gabriel García Márquez: Carballo. En pleno velorio del gran novelista colombiano llega la noticia: “Murió Carballo”.

Nacido en la provincia conservadora de tierra adentro, Carballo dedicó su vida a la llamada crítica li-teraria. Género, si así se acepta como tal, que empezó a ejercer desde su primera juventud, cuando Guadala-jara, la misma ciudad de Juan José Arreola, Juan Rulfo, José Luis Martínez, Antonio Alatorre, Agustín Yáñez y otros más, “era un proyecto de ciudad”.

“Si de veras quieres interesarte en las letras”, le dijo su madre, “hazlo los sábados y domingos”. Él no le hizo caso, “por supuesto”, y dejó entonces sus estudios de Derecho para dedicarse “de tiempo completo” a la literatura.

Pronto, lo relata en Párrafos para un libro que no publicaré nunca, se volvió el “niño terrible” de la crítica literaria mexicana. Y hasta su muerte, ni duda cabe, “insobornable, espero que convincente, muy estricto con los escritores mayores y generoso (sin ser

complaciente) con los escritores que empiezan su carrera”.Libro de apuntes que apuntan certeros a los temas (diver-

sos) ahí abordados, Párrafos… completa en el momento justo la bibliografía de Carballo. Unos cuantos días después, nueva ironía, de su muerte (y dedicado a Guillermo Tovar de Teresa, fallecido apenas el pasado noviembre).

Esta nueva obra habrá de leerse junto a Ya nada es igual y Diario público 1966-1968, que datan de 1994 y 2005. Libros fundamentalmente sinceros y esclarecedores del mundo de las letras mexicanas.

Gran periodistaHacia el 2011 Carballo escribió: “es mejor que no me cuen-ten cosas significativas porque inmediatamente las divulgo”. Lo que habla del entendimiento del oficio periodístico ejer-cido durante décadas, y de su vínculo con los temas litera-

rios, bien reflejado en sus libros.Si alguien ha ejercido en nuestro país la

crítica literaria —la honrada— es Carballo.Crítica literaria que observaba como “una

utopía”.“La he tratado de practicar en las suce-

sivas etapas de mi trabajo. En cada una de ellas conocí el rechazo, el silencio. Los autores enjuiciados casi siempre creyeron que minimi-zaba su talento por dos razones: la envidia o la ineptitud”.

Así como el celebrado Octavio Paz, que veía “un error” el ignorar la relación entre la vida del escritor y su obra, Carballo entendió la literatura “en un contexto social”. “La lite-ratura no es imitación de la vida”, dijo, “es una forma personal de ver y vivir la vida. Creo en el influjo del autor sobre el lector y viceversa”.

Creencia que cultivó toda su vida. Inte-rrumpida, sólo interrumpida, un domingo de abril.

Emmanuel Carballo (qepd), fragmento, Op. Cit.

Emmanuel Carballo, Párrafos para un libro que no publicaré nunca, Conaculta, México, 2014, 172 pp.

* [email protected]

La crítica honradaCierta vez dije que los amigos son para el crítico enemigos terribles. (La generosidad es enemiga de la ecuanimidad.) Dije también que el crítico debería vivir en algún lugar de difícil acceso, por ejemplo en la montaña. Editores y autores deberían enviarle sus nuevos títulos con un propio incorruptible. Así quizá sus juicios serían dignos de ser tomados en cuenta. Las corruptelas le estarían vedadas.

Esta utopía, la crítica honrada, la he tratado de practicar en las sucesivas etapas de mi trabajo. En cada una de ellas conocí el rechazo, el silencio. Los autores enjuiciados casi siempre creyeron que minimizaba su talento por dos razones: la envidia o la ineptitud.

En mi larga vida como crítico las he visto negras. Un ejemplo, cuando me separé de la Mafia quedé solo. Perdí contactos con las editoriales, la amistad de casi toda la gente “famosa”.

portada.carba

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sentido, ni miedo ni esperanza.Si tan solo se pudiera o no elegir nacer. En El naci-

miento de la tragedia, Friedrich Nietzsche nos recuerda lo preferible: “es totalmente inalcanzable para ti: no ha-ber nacido, no ser, ser nada. Y lo mejor en segundo lugar es para ti –morir pronto”. A pesar de todo, se decide vivir aceptando su condición, el destino trágico. Una luminosidad invade la lectura a la mitad de la obra: en una sala de espera una joven madre alimenta a su hijo en brazos. Sólo entre los “desahuciados” hay empatía, el regocijo en el alma de que al menos alguno ríe. El más fuerte es el inquebrantable, el “menos humano”. Estos “prototipos” de “súper hombres”, asumidos trágicos juegan la partida. “Pasé toda la tarde buscando el anticuado Mazinger Zeta, que además era más cabrón que el Hombre Araña. Al menos aquél no tenía debilida-des humanas”. (Araujo)

El eterno retorno: la condición del hombreSer arrojado al mundo, a la inclemencia de la intempe-rie es la vida. De cara al dolor de la existencia la situa-

ción se impone, apresa. Una repetición infinita de un ciclo es el infierno, dice Nietzsche. La condición de los personajes “podría ser distinta, pero ni siendo así sería de otra manera”. Es un estado de putrefacción perpe-tua, sólo resta huir dentro de sí, aceptar viviendo.

La voz del “mendigo”, es ignorada, se le pide a discreción “guardar silencio”, no lamentarse, ni pedir ayuda, mucho menos piedad. Indiferentes pasamos de largo. El ignorado nos recuerda la condición de la cual es imposible escapar, de nuestro destino trágico –qui-siera pensar que por eso lo pasamos de largo.

El resguardo: la aparente salvaciónEl llanto, el consuelo, el deseo de ser otro, la locura, el sueño, la escritura, el submundo: microcosmos de “asco y lujuria”, la libertad desenfrenada: el vacío, son el salto de la realidad para zambullirse en la tragedia personal. Corremos despavoridos al sabernos libres. El horror es la vida misma. En la lectura de Toque de queda se reproduce el funcionamiento de un parabri-sas: tallar los ojos para mostrarnos el mundo.

Notas al margen Toque de queda de Bernardo AraujoPor Verónica González Arredondo Libros

El lector en estado de sitioEl epígrafe que abre la selección de cuentos de Bernardo Araujo, dicta al lector las instrucciones para abordar la obra y premedita la atmósfera bajo la que será sometido. El toque de queda / es un recordatorio / de que estás preso, Alberto Huerta. La confesión del anhelo por escribir largos textos, advierte la brevedad en ellos y predispone a la imaginación a concluirlos.

Atmósfera: la guerra, la escrituraEn una escena de lo cotidiano sucede la historia, entre la bruma del caos, violencia, ya sea en el barrio, en una casa abandonada, en un cuarto, en un motel, la calle, la escuela, el parque o la ciudad sitiada: el lugar donde se respira un aire que no alcanza. La atmósfera asfixia, es un ente que avanza y se apodera del espacio, la putrefacción: “Abro la boca y salen moscas, orino y salen moscas. Hoy vomité por la mañana y salí volando. Sólo las moscas son para siempre”. (Araujo)

Escribir es la guerra, dicta el epígrafe de Le Clézio. Los escritos de Walter Benjamin acerca de su experiencia en la Gran Guerra evocan los campos de batalla plagados de hombres convertidos en una “nación de mudos”. El principio humano es la comunión a través de la oralidad, es la base de la cultura. Y la preocupación de Benjamin es la pér-dida de esta tradición, por eso es vital para los narradores agudos ponerlo en relieve. La escritura ante y en lo adverso. La escritura, una lucha y a veces un bunker.

El mecanismo: la poética 1. Se crea la imagen que plantea la situación del texto. 2. Sin ponderar al ritmo se prefiere un lenguaje limpio y pulcro. 3. Se cuenta una historia cuyo final aparente es abierto, una puerta a la imaginación que el lector concluye, más delineada, sugerida ¿qué hace la poesía sino sugerir y seducir al lector?

Vagar por el mundo, el flâneurEn su andar el flâneur o caminante caza algo parecido a una epifanía. El camino le con-duce a revelaciones inesperadas. Observa y toma nota. El paseo como una road movie, la caminata nocturna, el microbús o el taxi son escenario de pesquisa. El narrador recrea el acto comunicativo de relatar una experiencia propia o ajena, el arte de contar historias. Tanto Charles Baudelaire como Benjamin encarnan el manual del “perfecto vago”, poseen el don de hincar el ojo en la situación que pasamos de largo. Araujo, se sirve del andar para reflexionar en una crítica social: burocracia, gobierno, economía, sobrevaloración de la cultura, narcotráfico, prostitución, pobreza y miseria humana. Deambula con “el oído presto a las conversaciones del micro, en el bar, la fila del mercado, la banca del jardín, los diálogos de los personajes en los filmes. La mirada bien fija en los callejones desolados, atenta al transitar de los paseantes citadinos y la caída del velo de la noche. Ante las alarmas en todas las arterias de la ciudad y las luces policíacas. La evidencia implacable de aún querer decir”.

Lotería: los olvidadosSon aquellos personajes los marginados, desvalidos. El viejo, el pordiosero, el pensio-nado, los marihuanos, la sexo-servidora, el profesor, el ex convicto, el alcohólico, los amantes, la familia, el esclavo de la rutina, el travesti, el indigente, los niños de la calle, el invidente, el taquero, el inmigrante, el escritor e incluso un perro o un rinoceronte como fábulas humanas, es decir todo aquél determinado por su condición, rasgados por la tragedia de vivir. Lejos del cliché del tratamiento como “desvirtuados”, el giro de tuerca: los personajes no buscan piedad ni empatía, no arrastran la cobija de lo fatídico, sin ser “pasivos plañideros”, deciden, actúan, están vivos.

No hay héroes, hay voluntadAnte la desgracia de saberse humano, surge en la decadencia de los personajes el em-peño por la acción. Podríamos pensar que sucede por instinto de sobrevivencia, por la inercia de vivir o la de respirar. Sucede como en Bartleby, el escribiente, pero en sentido inverso, ellos prefieren hacerlo. No hay ilusiones, tampoco desencanto, cumplen la rutina voluntariosa del tedio y van a contracorriente ante el mar revuelto. Viven sin

Bernardo Araujo y Verónica Arredondo. Foto de Édgar Robledo.

Oswaldo Guayasamín. Madre e hijo. Ecuador. 1971.

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Fernando Trejo nace en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en 1985. Es Premio Estatal de Poe-sía Eliseo Mellanes Castellanos y Mención Honorífica del Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2014. Ha publicado los libros de poesía: Circuito Amor, (Red Utopía Jitanjáfora, 2002), Raíces de un Sueño, (Viento al Hombro, 2002), Por las mujeres, hermanos, escribamos, (Viento al Hombro 2005), ¿A dónde van las palabras?, (UAEM, 2006) y Alba por los caminos (UNACH, 2006). Es compilador y coautor de los volúmenes co-lectivos Antología Arbitraria de Poetas Jóvenes de Chiapas, (Edysis, 2005) y Porque algún día faltarán cuentos. Antología (otra) del cuento joven en Chiapas, (Ediciones de El Animal y Conaculta/Chiapas, 2007). Y en 2008 fue becario del Programa de Estímulos para la Creación y el Desarrollo Artístico (PECDA), en el área de Letras-Poesía.

Uno de los objetivos que me propuse desde que empecé las entrevistas a escritores nacidos durante la década del ochenta era leer exclusivamente a narradores. Ese objetivo, sin embargo, desatendía uno de los géneros más valiosos de la literatura: la poesía; pero sobre todo cómo y desde qué lugares la están creando los jóvenes escritores. En esta entre-vista enmiendo mi falta y extiendo aún más el abanico del proyecto para entrevistar al poeta Fernando Trejo, quien recientemente recibió la mención honorífica en el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino, gracias a su libro de poemas Solana, que está programado para publicarse en enero de 2015, en el Fondo Editorial Tierra Adentro (FETA).

Fernando Trejo ha escrito alrededor de 6 libros de poesía de circulación nacional, pero de notable resonancia poética. Permeada por una voz propia que se despega de cualquier influencia literaria modal, y sobre todo en boga actualmente en el panorama de la poesía joven de México, se centra en convertir a Chiapas y sus rincones en una mina abun-dante de tesoros visuales y de experiencia, sin caer en los regionalismos o el terruño. Su poesía se ciñe a enunciar la amistad, el amor y la muerte, grandes temas que forjan al hombre y se proyectan en el arte, como el mejor vehículo para descubrirnos como seres humanos y comprendernos.

En esta entrevista, el autor nos habla de su formación, cómo y por qué escribió Solana, la organización y propósitos de un gestor cultural, en su tarea como creador y

estratega del “Carruaje de Pájaros”, encuentro internacional de poetas en Chiapas, así como la amistad entre poetas, como una de las me-jores consecuencias del acto de crear poesía, compartirla y dialogarla.

Joel Flores: Me gustaría que nos hablaras de tus dos mamás: la biológica y la poesía. ¿Cómo y por qué empezaste a escribir?Fernando Trejo: Tengo la fortuna de haber nacido en un hogar muy unido, en un lugar en donde siempre hubo libros. Mi madre me acercó a ellos de manera involuntaria: comencé leyéndola a ella, a mi tía, mi abuelo. Poco a poco ese mundo creó en mí cierta conciencia de lo que significaban las palabras y lo que se podía decir con ellas. En la prima-ria dibujaba y escribía historietas que vendía con mis amigos. Era una suerte de libro de acertijos. Pero no fue sino hasta los 14 años que inicié una relación más personal con la literatura. Sobre todo con la poesía. No lo hice por convicción sino por necesidad. Me fue necesario, ante el orgullo, decir lo que no podía a viva voz. Así fue, de pronto, como empecé a escribir.

JF: En correos electrónicos anteriores, me escribías que para muchos poetas cambiarse al bando de la narrativa es un acto de alta traición en el oficio. Si eres poeta, debes se-guir siendo poeta. ¿El género es una jaula para el escritor? FT: No, para nada. Yo siempre he querido escribir narrativa. He hecho el intento. Pero voy a mencionar al autor de dicho comenta-rio: René Morales, gran amigo, hermano al que admiro tanto, una tarde se enteró que yo escribía una novela. Ante todo, siempre nos hemos guardado respeto, pero sí enjuició al decir que cuando un poeta deja de escribir poesía para escribir narrativa, siente que todo está perdido y es como si a él le robaran algo que tanto ama. Yo no lo creo así. El escritor debe asumir una responsabilidad y esta res-ponsabilidad recae en hacer bien las cosas que se quieran hacer. Si por más ese intento de narrar se queda por siempre en el cursor, más vale continuar y reforzar lo que se sepa hacer. En mi caso intenté escribir una novela, ahora, esa “novela”, es un extenso libro de poemas.

JF: “Solana significa sitio donde da el sol ple-namente” (RAE, 2014), pero también es el título de tu poemario que recientemente ganó

mención honorífica en el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino. Si adelanto pormenores de ramaje, escribiría: es la luz de un ser querido que se fugó sin explicación alguna. Es honrar a los muertos con la palabra. Es clavar sus recuerdos en los versos. ¿Cómo nació este libro? FT: Con Solana intenté escribir una novela un tanto biográfica, pero terminó siendo, como te lo menciono, un libro de poemas. Quise reconocer y darle vida a ciertos personajes perdidos en mi adolescencia, sobre todo a Car-los, un primo al que amé como a un hermano. Solana nace a raíz de eso, de la necesidad, del

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tera

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Lo mejor de la poesía es la amistad de los poetas

[entrevista a Fernando Trejo]Por Joel Flores*

Fotos: Flor Zambrano

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querer afrontar la realidad como es, de saber que con este ejercicio, la poesía nos despliega una cantidad de emociones que no sabías que tenías guardadas. Pasamos, Carlos y yo, gran parte de nuestra vida en la azotea del edificio donde vivíamos, nuestros departamentos se conectaban por una terraza, por un pasillo o por la azotea. No había modo de que nuestros padres prohibieran nuestra rutina. Y ahí, justo en la azotea, construimos una casa a la que una tarde de junio el viento y la lluvia terminaron por destruir. Mi padre nos tomó una fotografía (caso único) que aún conservo. Fue así como después de dejar pasar el tiempo comencé a escribir Solana que puede significar también, a manera de sinónimo: azotea, y como bien mencionas: “sitio donde da el sol plenamente”. Es un libro que escribí sin intención alguna más que la de, a manera de homenaje, darle voz a Carlos. Celebré muchísimo la mención honorífica, porque a pesar de que el libro no haya resultado merecedor del premio sé que, quien lo lea, tendrá un poco de nosotros en su corazón.

JF: De un tiempo a la fecha, las nuevas genera-ciones de poetas se apuran más por descubrir el hilo negro en la poesía, que por entender la vida y compartirla en sus versos. Recurren a lo conceptual, al concretismo (queriendo ser novedosos y experimentales, ignorando que esas tendencias las exploraron hace más de un siglo las vanguardias surrealistas y dadaístas), y olvidan la verdadera esencia de la poesía: dejar el músculo del lenguaje a la intemperie; hacer que el corazón de la vida lata en las estrofas. ¿Cuál es o debería ser la verdadera función de la poesía?FT: Estoy de acuerdo en la postura de los jóvenes. Cada quien es libre de intentar hacer lo que desee. Se es uno mismo, pues. Pero yo siempre me quedaré en lo tradicional, en lo romántico, en el fin último de la poesía, que para mí es hacer sentir una emoción, llegar al hilo conductor de la nostalgia, del grito, tocar la fibra del alma. Leo, por ejemplo, a Gonzalo Rojas y me vuelco a recordar y me sorprendo. Leo a Huidobro y estallo en emociones y arrojo el libro. No creo en el sincretismo, sí en lo conceptual cuando se tiene un sustento, un resultado válido. La función de la poesía es tocar, sentir que la palabra es algo sólido y que duele pero que también, y sobre todo, enerva, respira, te observa, tiene vida.

JF: Hagamos un experimento. Te daré una se-rie de palabras y tú te sirves de ellas para escri-bir: México, poesía, madre, literatura, Chiapas, hijo, amigos.FT: México: no era penal. Poesía: llena eres de gracia. Madre, de tu mano, todavía.Literatura: una mirada al sur.“Chiapas es en el cosmos lo que una flor al viento”. Enoch Cancino Casahonda.Hijo, tu corazón me late ya en el pecho.Amigos en contra de su voluntad, los amo.

JF: Si la poesía es un género marginado, las editoriales se centran más en publicar narra-tiva, ¿qué significa escribir poesía desde Chia-

pas, una región alejada del sistema cultural centralista?FT: Creo que de tan alejados que estamos que ni nos percatamos en eso. Existen muchas editoriales independientes, muchas maneras de publicar. No importa el medio, la editorial, la forma. Eso no importa. Una vez escuché que un escritor fotocopió una parte de un libro suyo para llevar de regalo a un encuentro de literatura, “el chiste es que te lean y ya no tengo libros”. Y coincido en eso. No estamos preocu-pados, creo yo, en publicar sino más bien en escribir, en crear y dar a conocer nuestro trabajo y eso nos abre un panorama amplísimo para conocernos a nosotros mismos y ofrecer un pedazo de pan.

JF: Desde el 2008 has organizado, como gestor cultural, El Carruaje de Pájaros, es decir, has llevado la poesía a Chiapas y has llevado Chia-pas a los poetas. ¿Cuál es el objetivo de este encuentro literario?

FT: Vincularnos. No estar peleados. Leernos, dar a conocer lo que hacemos y estar al tanto de la propuesta de los que vienen. En Chiapas no se hacía un encuentro de tal envergadura, un escenario para jóvenes hecho por jóvenes. Hemos dado 7 pasos y hasta hoy me siento sa-tisfecho con los resultados. Parte de la poesía y de la gestión y promoción cultural es eso: abrazarnos unos con otros celebrando a la ma-ravillosa literatura. En Oaxaca, en el año 2000, tuve la fortuna de conocer a Juan Gelman y escucharlo decir, algo que he vuelto un lema para mí y que cada que puedo menciono: “lo mejor de la poesía es la amistad de los poetas”.

JF: Para muchos escritores es importante leer a sus contemporáneos; otros prefieren las vo-ces del pasado para aprender de ellas, ¿sueles leer a escritores de tu generación?FT: José Emilio Pacheco decía que habría que leer a nuestros contemporáneos, saber qué están escribiendo. Yo lo hago, me gusta hacerlo. Qué maravilla poder conocer al autor de una obra literaria y leerlo y reconocerlo y encontrarlo en su obra. Yo sugeriría que nos demos el tiempo de leernos, si no quién, entre nosotros. Es una forma de entablar un diálogo, de agradecerle a la vida estar vivos.

JF: ¿En qué proyecto te encuentras trabajando actualmente?FT: Por ahora estoy trabajando en Secretaría de Educación, en el área de Cultura. Echamos a andar varios programas de literatura, cine, música, pintura, teatro guiñol en las escuelas. Retomamos el Viernes de escritores michoaca-nos y estamos por iniciar aquí el Viernes de escritores chiapanecos. Por ahora, desde hace algunas fechas soy editor de la revista Valores Chiapas y dirijo la revista de arte y cultura Ar-teria, nueva época. Me encuentro escribiendo un par de libros que no me dejan de convencer y que por ende los traigo aquí en la bolsa.

21 de juLio DE 2014 7Literatura

* Zacatecas, 1984. Autor de los libros de re-

lato El amor nos dio cocodrilos (Editorial Vozed)

y Rojo semidesierto (Premio Internacional de Li-

teratura Sor Juan Inés de la Cruz 2012). Selec-

cionado internacional en 2008 por la Fundación

Antonio Gala para escribir durante nueve meses

un proyecto literario en el Convento de Corpus

Christi de Córdoba, España. Actualmente vive

en Tijuana, donde termina la patria y comien-

zan los sueños. http://bunker84.blogspot.mx/

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LA GUALDRA NO. 1588

Lunes[Sala-comedor. Un incienso está encen-dido. Los Ángeles Azules con la sinfónica entran por el patio interior, es obra del tercer piso. La puerta del patio está abierta. Mira Los Cardos. Concluye a las 17:07]

Estoy totalmente instalado. El depa tiene todo: internet, aire limpio…

La señora de la limpieza pone música grupera. Apaga su ruido cuando los veci-nos llegan. El silencio predomina el resto del día, salvo cuando abro la ventana de la sala (da a la alameda), entonces entra la algarabía veraniega. Me gusta escuchar los cien tonos de los jugadores y galanes que transitan.

El depa tiene ocho ventanas: una por habitación; una por baño (dan al traga-luz); en la cocineta; el tragaluz; y, la sala-comedor.

Salvo la de mi recámara, ninguna ventana tiene cortina. Ésta la cubrí con pe-riódicos y cortinas. Las paredes quedaron pelonas. El clóset está vacío. Es mi cuarto oscuro. La puerta estará abierta, salvo…

Desde el viernes bosquejo lo que debo redactar. Voy con calma.

El cel lo tengo sin sonido. No he res-pondido mensajes.

El mercado es una maravilla. Hay de todo. Compré una maceta con malvas. Para atenuar las miradas, platiqué con el vendedor de biznaga. Lo hice mientras nos cercaban decenas de abejas.

He depredado con tiento…

Viernes:[Sala-comedor. Damon Albarn desde Spotify. Ventana abierta, Los Cardos son paisaje. Concluye a las 16:08.]

Leo, escribo, limpio texto… La tesis, me prometo, será como dijo M.: una tesis.

La rutina es ordinaria: despierto entre 8 y 9. Tomó café, leo recortes de perió-dicos [Babelia, Laberinto y Confabulario]. Hago anotaciones en la libreta b. También respondo mensajería de Yahoo, Messen-ger, WhatsApp. Concluyo a las 10 am y sigo con tesis.

Sujetín y Antonio los prefiero nulos…Ayer estuve en la cafetería [9 vidas]

que está frente a los portales del Tizoc. La atiende una chica peliteñida. Bebí un café y un pastel. Los asientos son parisinos: para beber una taza, platicar y seguir.

Con pedantería ojeé La Gualdra y El País. Escribí mis notas en la libreta b. La chica mantuvo a Neil Young. Tarareé Roc-kin’ in the free world: “We got a thousand points of light, for the homeless man, we got a kinder, gentler, machine gun hand, We got department stores, and toilet paper…”. Son-reímos con clic.

Nunca he salido con una chica en plan. Las cuatro veces que cogí fue porque estaba borracho. Ellas hicieron todo, hasta poner y quitar el condón. Nunca he amado a una mujer. En cambio yo me enamoré de callejeros n veces.

Hace días platique con Jánea, lo hice para reír. Todo ocurrió porque hablamos de las votaciones del 2013. Le expliqué por

qué no tengo IFE y cómo conocí un chichifo en el Oxxo de Tránsito. Ya me enredé (no lo tacho).Sábado:[Sala-comedor. Kurt desde Youtube. Ventana cerrada, fuma… Los Cardos son pai-saje. Platica por inbox con MSS. Se quedó dormido…].

Estoy jugando…Domingo:[Sala-comedor. Concierto de la OFUNAM desde canal 22. Ventana abierta. Los Cardos son paisaje. Platica por inbox con Elena, 12:30]

Volví al mercado por menudo. La cebolla la comí en tacos, con limón y sal. Es mi segunda vez. Tomé dos cheves a las diez am. La resaca está fatal.

Ahora bebo café. En el camino vi dos vendedores de flores. Saludaban a diestra, si-niestra. Son parte del paisaje…

Elena “que te lo he dicho” cooperará con 200 euros al mes. Mil en total. Seré un mileurista… La tía se destor-nilla por el procedimiento de envío.

Números[Refiere los ingresos y egresos]Jueves: Otras chelas 180. Cena 160.Viernes: Desayuno mercado 80. La

Soriana 430. El Carta Blanca 120.

Sábado: Tizoc 240. Elite 300.Lunes: Mercadillo 200.Miércoles: Tizoc 100.Jueves: Café 9 vidas 80.Viernes: El Carta Blanca 200.Sábado: La Soriana 560.Domingo: Desayuno mercado 80.Restan: 14270 pesos.

Ayer 20 de julio se celebró el Día del Bibliotecario en nuestro país. Es altamente probable que haya pasado desapercibido para el grueso de la po-blación. No hubo pronunciamientos gubernamentales. No, al menos en el territorio estatal. Tampoco hay felicitaciones en racimo. Ayer fue el Día del Bibliotecario, y peor aún, no todos los bibliotecarios se enteraron.

Lo anterior responde, entre otras causas, a la invisibilidad de la profe-sión. Me refiero, primordialmente, a los bibliotecarios públicos. Ignoro por completo el ámbito de aquellos colegas que se formaron en una universidad.

La mayoría de las veces el personal bibliotecario llega de manera azarosa a su cargo: es premio y castigo de las campañas electorales, com-promiso de familia o amistad, sucursal de Siberia en México. Ciudadanos que, como lo he dicho en otras ocasiones, la primera vez que pisaron una biblioteca fue para solicitar trabajo o asumir un cargo.

Dentro de ese universo se destacan aquéllos que se identifican con su labor. Esos que descubrieron que su materia prima son los libros y la lec-tura, y su razón de ser, la sociedad. Ésos que ante la carencia de material, le brindan opciones al usuario. Porque justo es decir que también hay de ésos.

¿Cómo puede el bibliotecario despojarse de esa invisibilidad? En pri-mer lugar, asumirse como bibliotecario y no como cuidador de libros. No basta con organizar, acomodar, alinear el material bibliográfico. No es sufi-ciente con dar, en mano, el libro a quien lo solicita. Y es lamentable un “no

sé” o “no lo tenemos”. Hay que brindar opciones, hay que sumergirse en los libros. Bibliotecario que se aburre en su trabajo, no sirve.

En segundo lugar debe proyectar su trabajo más allá de los muros de la biblioteca. Estos espacios son concebidos como una extensión de la es-cuela. Debe ser capaz de mostrar por qué es importante su trabajo para el ama de casa, el mecánico, la cocinera, el taxista. Al realizar lo anterior, está diciendo a la sociedad: “cualquiera puede cuidar los libros, pero no cual-quiera puede acercarte a la información.”

Es así, por lo descrito en el párrafo anterior, que el bibliotecario no puede ser inmune a las transformaciones que sacuden a nuestra sociedad. Es decir, debe aprender a manejar las nuevas tecnologías, informarse a través de ellas, desarrollar el criterio de selección de fuentes electrónicas, vincular éstas con los libros, complementarlos.

Existen bibliotecarios que se precian de contar con diez o más años de experiencia, sin embargo, su práctica es la misma desde que iniciaron. Otros, en cambio, se preparan, se forman, indagan, para su crecimiento personal y profesional. Leen, lee tan bien, que su sentido crítico se agudiza y cuestio-nan. Mal asunto, a los señoritingos del poder no les gusta que los sometan a juicios. Todo lo que hacen están bien y es por nuestro bienestar. Entonces el bibliotecario se expresa, propone, y firma su próxima salida de la biblioteca.

Felicidades, pues, a todos aquellos bibliotecarios que se enorgullecen de serlo, y que día a día, lo demuestran con su trabajo.

Por Mateo Estrada GaviriaDi

ario

de M

ateo

Prom

oció

n de

la Le

ctur

a ¡Feliz Día del Bibliotecario!Por Eduardo Campech Miranda

Amedeo Modigliani. Leopold Zborowski with Cane. 1918. Colección privada

Page 9: La Gualdra 158

Los personajes de la novela negra mexicana, bautizada como Neopoliciaco por Víctor Ron-quillo,1 no son detectives privados –a excep-ción del personaje creado por Taibo II–, sino seres que forman parte del folclore: judiciales con manos que apestan a muerto, vendedores ambulantes que tienen que pelear por un lugar en las calles, cholos, batos locos, prostitutas, lu-chadores y gente de no mucho bien que circula por nuestras calles. En vez de ser héroes de novela, son víctimas de un mundo social deca-dente y medio podrido, regido por un sistema que puede hacer –por medio de tehuacanazos, chile piquín en la nariz y golpes en las ingles y el plexo solar– confesar a un conejo que es ele-fante; donde la fuente de todo mal se encuentra, en su mayor parte, dentro de las áreas que nos administran.

En este contexto podemos situar al escritor jerezano Alberto Huerta, quien irrumpe en la li-teratura al expresar en sus páginas la historia de una pobre mujer que es fastidiada día a día por su marido: un tipo gordo, huevón, asqueroso, que le recrimina su propia miseria mediante insultos y humillaciones, hasta que un día, harta de tanto amor a la mexicana, decide asesinarlo con un cuchillo cebollero. Para esconder el

21 de juLio DE 2014 9

Huerta y el Género NegroPor Carlos Flores

LibrosRío de Palabras

cuerpo decide hacer, con su escasa carne y mucha grasa, dos botes de tamales.

La narrativa de Huerta no es la tradicional, donde una voz cuenta una historia, pues muchas veces ni siquiera es tal, es más bien un monólogo, o varios, en un solo cuento. Es una red de reflexiones que

se entrecruzan, una canción en la radio, una red de narradores que en algún momento ceden sus voces a sus colegas para formar lo que se podría llamar una narración muy apegada al minimalismo. Sus cuentos no son imágenes, sino discursos reflexivos que presentan experiencias. Lo que se desarrolla en sus textos no es una evento en sí, sino un cúmulo de experiencias que plastifican una idea, un senti-miento, una sensación o una experiencia; todos estos elementos vistos a través de una subjetividad íntima.

De igual modo, los temas que trata este escritor pertenecen a los hijos del sol, como uno de sus per-sonajes dice que llaman a los mexicanos en París. Habla de una nostalgia que se pierde en las brumas del alcohol y los calores del sexo; de la muerte, un fin que llega como la salida última, anhelada, esperada; de injusticia social, seres que viven impunidad por el solo hecho de querer expresarse, o bien, por los puros huevos de agentes judiciales, como se da a entender en “Sin salida” del libro Ojalá estuvieras aquí, ganador del Premio Nacional de Cuento en la ciudad de San Luis Potosí. Es precisamente por éste que Huerta entra, probablemente sin quererlo, en el mundo negro.

1 TAIBO II, Paco Ignacio y Víctor Ronquillo, Cuentos policiacos mexicanos, p. 14.

¿Recuerdas?“Los recuerdos arrastran recuerdos”

Arturo Pérez-Reverte

Por Alberto Huerta

¿Qué recuerdas? Digo… Pájaros. Dices. Muchísimos. Par-vadas de pájaros. Pájaros negrísimos volando en grandes parvadas. ¿Pájaros? Sí, pájaros dando giros sobre la copa de los árboles al atardecer. Iban y venían. Justo antes del ano-checer. Puntualitos. Era como un abanico negro que se abría y cerraba en el cielo. Luego se internaban en el follaje de los árboles en medio de un griterío. El follaje se movía estreme-ciéndose. Luego, nada. El silencio. Dices y te quedas callado. Volteas la mirada al cielo y sólo ves nubes, gordas, grises, algodonosas, nubes de finales de primavera. Cae la noche. A veces, en los calorones de mayo se puede escuchar el canto de las cigarras. O de los grillos. Y las estrellas fugaces en el cielo oscuro. Y las paletas Mimi. Y unas gorditas de guaca-mole en un puesto en una de las puertas del mercado. Y ha-cer el amor con Martha al mediodía. Y las pastillas Usher de heliotropo, de anís. Y las bolas vaciladoras de caramelo… las excursiones en el cerro de la virgen… Y las Ramonas de Po-lei… Y las gordas de frijol con queso, carne deshebrada, chi-

charrón, picadillo, de don Avelino Salas El Payaso… Y las gorditas de horno de frijoles y picadillo en la puerta del Hotel México… Y… las cachuchas, crujientes, calientitas, rellenas con chiles güeros… o con nata… y los guitarrazos cantando boleros trepados en el monumento a la bandera acompaña-dos con unos tragos de ron Batey… y las partidas de dominó en la administración del Hotel París… los atardeceres trepa-dos en las peñas del observatorio con un cuartito de ron Potrero… las largas horas muertas escuchando discos de Bob Dylan, Procol Harum, los Rolling Stones, Santana y Carol King hasta que nos quedábamos sordos, se acababan las caguamas o se hacía la madrugada en la sala de la casa de los Toficos… y las tardeadas en casa de Silvia, las largas caminatas de madrugada, fumando cigarros Del Prado,

recorriendo a la ciudad de lado a lado… y los ojos azules de Mercedes, y los pacholes que hacía Toñita acompañada con una salsa de chiles serranos y jitomate asado molcajeteada, dices y la mirada brilla de contento.

Fumador. Iván Malyutin. Museo de Arte Moderno de Moscú

Page 10: La Gualdra 158

LA GUALDRA NO. 15810

La proyección de las pelí-

culas se realiza de manera

gratuita con fines culturales

y educativos. Excepto estre-

nos: KLIP. Entrada general

$30.00 Estudiantes con cre-

dencial y personas 3ª edad

$20.00

PROGRAMA DE JULIO

2014

Miércoles 23, 18:00 Hrs.

Entrada libre

Ciclo verano familiar

LOS COCODRILOS:

EL REGRESO

(Vorstadtkrokodile 2)

Dir. Christian Ditter

Alemania / 2010/ 90

min.

Miércoles 23, 20:00 Hrs.

Entrada libre

Ciclo Octavos de final

VITUS

Dir. Fredi M. Murer

Suiza / 2006/ 120 min.

Jueves 24, 18:00 Hrs.

Entrada libre

Ciclo verano familiar

MINOES

Dir. Vincent Bal

Países Bajos / 2001/ 87

min.

Jueves 24, 20:00 Hrs.

Función de estreno. ¡No

niños!

Entrada general $30.00 Es-

tudiantes

con credencial y personas 3ª

edad $20.00

KLIP

Dir. Maja Milos

Serbia/ 2012/ 100 min.

Jasna es una adolescente del

extrarradio de Belgrado. Su

situación en casa no es muy

agradable; su padre está en-

fermo en la cama, siempre

se está peleando con su

hermana, y a su madre no

le hace ni caso. Su tío, que

vive en Qatar, le ha man-

dado un teléfono móvil con

cámara. Jasna grabará en él

su día a día; fiestas con sus

amigas, alcohol, violencia,

drogas, y sexo.

Viernes 25, 18:00 Hrs.

Entrada libre

Ciclo verano familiar

BACH Y BRÓCOLI

Dir. André Melançon

Canadá / 1986/ 95 min.

Viernes 25, 20:00 Hrs.

Entrada libre

Ciclo Octavos de final

DEL AMOR Y OTROS

DEMONIOS

Dir. Hilda Hidalgo

Costa Rica / 2010/ 97 min.

Sábado 26

17:00, 19:00 y 21:00 Hrs.

Función de estreno. ¡No ni-

ños!

Entrada general $30.00 Es-

tudiantes con

credencial y personas 3ª edad

$20.00

KLIP

Dir. Maja Milos

Serbia / 2012/ 100 min.

Domingo 27, 12:00 Hrs.

Entrada libre

Ciclo verano familiar

BONNIE

Dir. Martin Koolhoven

Países Bajos/ 2005/ 83

min.

Domingo 27, 18:00 Hrs.

Función de estreno. ¡No ni-

ños!

Entrada general $30.00 Es-

tudiantes con

credencial y personas 3ª edad

$20.00

KLIP

Dir. Maja Milos

Serbia / 2012/ 100 min.

AGENDA CULTURAL

JULIO 2014

MARTES 22

18:00 horas

Martes de lectura

Lectura en voz alta

Plazuela de la Caja

Coordina: Casa Municipal

de Cultura de Zacate

MIÉRCOLES 23

18:00 horas

Todos al Centro Histórico

Miércoles de Danzón

Plazuela Miguel Auza

Coordina: Casa Municipal

de Cultura de Zacatecas

SÁBADO 26

19:00 horas

Danza, Música y Teatro

Sábados en la Cultura

Escalinatas del Antiguo

Templo de San Agustín

y Plazuela Miguel Auza

Coordina: Instituto Zaca-

tecano de Cultura “Ra-

món López Velarde”

Casa Municipal de Cul-

tura de Zacatecas

VIERNES 25

19:00 horas

Tradicional Concierto

Orquesta Típica de Zaca-

tecas

Mercado J. Jesús González

Ortega

Entrada libre

Coordina: Casa Municipal

de Cultura de Zacatecas

Admisión $80.00

Cupo limitado

DOMINGO 27

13:00 horas

Teatro Dramático

Cenizas a las Cenizas

Concertante – Jalisco

Dir. Jorge Tadeo Gutiérrez

Teatro Fernando Calderón

Entrada libre

MARTES 29

19:00 horas

Bellas Artes a todas partes

Presenta:

“¡Leo… luego existo!”

Actriz invitada: Marianna

Burelli

Leyendo textos de Fede-

rico Cambell

Patio Central del Museo

Zacatecano

Entrada libre

MUNICIPIOS

JEREZ

MARTES 29

12:00 horas

Bellas Artes a todas partes

Presenta:

“¡Leo… luego existo!”

Actriz invitada: Marianna

Burelli

Leyendo textos de Fede-

rico Cambell

Teatro Hinojosa

Entrada libre

VETAGRANDE

LUNES 28

19:00 horas

Teatro Dramático

Cenizas a las Cenizas

Concertante – Jalisco

Dir. Jorge Tadeo Gutié-

rrez

Museo Sala Cultural

TAIBO

Entrada libre

VILLA GARCÍA

MARTES 29

20:00 horas

Teatro Dramático

Cenizas a las Cenizas

Concertante – Jalisco

Dir. Jorge Tadeo Gutié-

rrez

Plaza Principal

MUSEOS Y GALERÍAS

MUSEO ZACATECANO

“Acercamiento Histórico-

Numismático a la Batalla

de Zacatecas”

Colección: Dr. Luis M.

Gómez Wolschner

Permanencia: Enero 2015

“Cómo han pasado los

años... Almanaques An-

tiguos”

Sala de Exposiciones

Temporales del Museo

Zacatecano

FOTOTECA DE ZACA-

TECAS PEDRO VALTIE-

RRA

“A cien años de la Toma

de Zacatecas,

Fotografía y Revolución

1913-1914”

CASA MUNICIPAL DE

CULTURA DE ZACATE-

CAS

“100/100 Toma de Zaca-

tecas”

Gráfica. Coordina: Rayón

5.5.4

CINETECA ZACATECAS

“¿Qué de la Toma?”

Resultados del 1er. Salón

de Arte Contemporáneo.

Participan: participan:

Ana Acevedo, Rogelio

Aguilar Solís,

Rosa Martha Báez, Eli

Cuevas, Susana Díaz Ba-

ñuelos,

Gaspar Flores Zapata,

Omar Lemus, Gabriela

Marcial Reyes,

Juan Abraham Martínez

Barrón, María Guadalupe

Mier,

Ricardo Ortega Román,

Luis Rolando Ortiz,

Perla Pérez Martínez,

Marcela Piña, Fabiola Ri-

vas Serrano,

María Hulvia Rivera, Ro-

cío Rodríguez Montes

y Edgar Ulises Saucedo

Castañeda.

Permanencia: 12 de

agosto de 2014

MUSEO MANUEL FEL-

GUÉREZ

“La Ruptura y sus ante-

cedentes”

Incluye 36 obras de artis-

tas como José Clemente

Orozco, David Alfaro

Siqueiros, Diego Rivera,

entre otros, y sitúa al mo-

vimiento muralista desde

las perspectivas sociales y

culturales de México.

“Lilia Carrillo: abstrac-

ción lírica, su legado a 40

años”

Homenaje póstumo que

reúne obras realizadas por

la pintora en diversas eta-

pas y pertenecen a una

colección particular de

Manuel Felguérez y Mer-

cedes Oteiza de Felguérez.

“La Conversación Cual-

sea”

Es la primera de tres ex-

hibiciones que muestran

los resultados de La Con-

versación, un laboratorio

para el desarrollo de pro-

yectos transdisciplinarios.

Page 11: La Gualdra 158

11Arte contem

poráneo21 de juLio DE 2014

El estorboso “Aunado a ello”Aunar significa armonizar o poner juntos dos o más elementos. El dic-cionario dice que es también “Unir, confederar para algún fin”.

Sin embargo, confederar implica a organismos o estados.Aunar se refiere a conjuntar esfuerzos, voluntades, intereses. Unir

es más general.Expongo esto para reprochar la utilización innecesaria de la expre-

sión “aunado a ello” en lugar de “también” o “además”.Resulta, por tanto, estorboso en estos contextos. Basta decir… “tam-

bién” o “además”.Ejemplos de lo que no debe escribirse:Aunado a ello, invitó a los asistentes a reflexionar en torno a las nuevas

leyes.Lo golpeó y, aunado a ello, lo regañó por su error.Lo recibió en su casa. Aunado a ello, lo invitó a comer.Sí puede escribirse:El partido aunó a sus contrincantes frente a esta iniciativa.Aunado al poder del senado va el voto de confianza por parte de

los jueces.

* Envíe comentarios y demás inquietudes a: [email protected]

El PicaportePor Simitrio Quezada

La Conversación_ CualseaPor Eric Nava

En la primera edición de La Conversación, un laboratorio de producción de arte contemporá-neo, participaron nueve artistas seleccionados mediante convocatoria abierta. Se buscaba que los participantes tuvieran un conocimiento amplio del tema que trataban a través de su proyecto, y que estuvieran abiertos a discutirlo desde perspectivas distintas a la artística.

Durante el periodo de trabajo se realizaron ta-lleres grupales con los artistas José Jiménez Ortiz, Sebastian Romo y los coordinadores del programa, Leo Marz y Eric Nava. También se hicieron tutorías individuales con Erick Beltrán, Emilio Chapela, Jesús Cruzvillegas y Cecilia Garibi.

En Cualsea participan Claudia Córdova, Ma-riana Orozco de la Cruz y Ángeles Perelló Latour-nerie. Los proyectos presentados tienen como punto de contacto el cuestionamiento de los roles asignados a los individuos por su afiliación a un grupo, género, religión o nacionalidad. Giorgio Agamben utiliza el término cualsea para hablar de la singularidad del ser, de cómo la identidad no puede limitarse mediante conceptos, sino que es resultado de todas las posibilidades del individuo.

Mariana Orozco y Ángeles Perelló reflexionan los roles de género. En Lectora Voraz Mariana utilizó como punto de partida el libro Maridos de Ángeles

Mastretta, mientras que Mujer Cuerpo de Ángeles consistió en talleres con grupos de mujeres como un medio para propiciar diálogos. Nos Vamos a Croatán de Claudia Córdova analiza el espacio público y el

lugar que cada persona ocupa desde distintas perspectivas.

Cualsea es la primera de tres ex-posiciones que muestran los resulta-dos del programa. El 15 de agosto y el 12 de septiembre se presentarán Citlali Córdova, Gaspar, Rubén Gil, David Rodríguez y Abraham Soriano.

Además de las exhibiciones, se realizarán diversas actividades pa-ralelas, todas ellas como productos derivados del proceso. El sábado 21 de julio, Ángeles Perelló realizó una sesión de Mujer Cuerpo en la Plazuela 450, frente al museo. Al terminar las mujeres agregaron sus muñecas a la exposición. El próximo viernes 25 de julio, Claudia Córdova presenta al curador Pablo Rico en una conferencia en el Museo Ma-nuel Felguérez sobre arte relacional, subversión en el arte y Hakim Bey.

A finales de agosto, en Radio Zacatecas comenzarán a emitirse una serie de programas sobre el espacio público derivados de Nos Vamos a Croatán, así como cápsulas dedicadas a cada proyecto.

Cualsea

Lectora Voraz. Mariana Orozco de la Cruz

Mujer Cuerpo. Ángeles Perelló Latournerie

Nos vamos a Croatán. Claudia Córdova

Page 12: La Gualdra 158

LA GUALDRA NO. 158 / 21 DE JULIO 201412Rí

o de P

alab

ras

Será de prontoy quizá no habrá acabado siquiera el primer beso

sé que es una descortesía marcharse asísin prevenir la despedida

sin pensar hacía dónde mirarán tus ojoscuando el camino nuestro separta en dos

es incómodo pensar en la palabra justa para decir adiós-se termina siempre diciendo lamenos propia-

nadie hace manuales, guías, instructivoso al menos notas pegadas a los postes de la calle, en las esquinascon algún consejo valioso de cómo de-jarse el uno del otro

al despedirsenadie acude a la forma perfecta, al silencio calculado a la distanciadel olvido entre los que se van / nadie ha encontrado la ecuación.

Al tiempoesas últimas palabrasse convierten en marcas de guerra,en cicatrices,en miradas perdidas,en ruinas de odio,

en una larga espera.

Sucede entonces que muchos días y muchas noches después,el amor se convierte en contemplación, en melancolía, en nostalgia

decimos entonces que extrañamosy eso sólo quiere decir una cosa:fallamos, -como fallan todos-en la despedida.

No hablan. Capturé a uno. Un hombre de unos 30 años. Primero les corté la cabeza a sus dos compinches, deambulaban en un grupo de 3. Derribé al tercero. Lo amordacé. Lo arrastré a través de cuatro calles hasta la torre, no me encontré con ningún otro zombie, ¿dónde se habían metido?, tuve que caminar hasta Calle 8 para encontrar a éstos.

Lo tengo encadenado en un cuarto que era usado como gimnasio. Le quité la mor-daza pero no emitía ningún sonido. Hiede a mierda, a orina y a carne putrefacta, aunque no es que se esté pudriendo. Su cuerpo no

se descompone, no sangra con las heridas, su sangre se coagula instantáneamente. He intentado comunicarme con él, ha sido en vano. Me mira, pero no intenta atacarme. Parece saber que se encuentra preso y que serían inútiles sus esfuerzos. Es inmune al dolor, he puesto fuego bajo su barbilla y no ha protestado. Tampoco percibo que sienta miedo.

A veces un hombre caía preso por haber roto las leyes de la sociedad; unas leyes que le habían sido impuestas, por las que nunca fue consultado. Decían que no robáramos,

pero los grandes dueños del capital no ha-cían otra cosa que robarnos y ninguno de ellos iba a parar a la crujía. La primera vez que se me ocurrió, fue cuando vi a ese su-jeto hablar por la televisión, decir que nos esperaban tiempos de bonanza, que él con su dinero iba a generar cientos de empleos. Lo único que teníamos que hacer era mo-dificar algunas leyes. Y los legisladores los aceptaron. Entonces ni siquiera lo planeé. Era sencillo. Lo vigilé un mes y en cuanto tuve diez minutos sin sus pretorianos cerca, le metí el cuchillo en el estómago. Cualquier

cuchillo, uno de cocina. La segunda vez solo me aposté en una

esquina de una colonia de clase media alta. Esperé, esperé, esperé. Elegí al azar. Cuando vi que aquel hombre aparcó su lujoso auto-móvil frente a mí, esperé a que descendiera. Le pedí fuego, me contestó, no tengo, vago. Entonces saqué la automática que llevaba conmigo y le vacié el contenido del arma. El tipo jadeaba cuando me acerqué a pisarle el cráneo. Su sangre era igual que la mía. Si se hubiera topado con uno de estos zombies, seguramente moriría zampado.

Adiós a la escuela… termina la poesía que la maestra Laura les ensayó para el día de la graduación de sexto. Al decir estas últi-mas palabras Sergio respira aliviado. Por fin. No tendrá que levantarse temprano para ir a la escuela, ni tendrá que cargar la mochila con casi diez kilos de peso por los cuadernos y los libros. No hará tareas ni proyectos de clase. No aguantará más la voz chillona de la maestra Laurita, dicién-dole: Sergio, así no se hacen las cosas, pon más empeño, trata de concentrarte. De las cosas que más gusto le dan es que ya no tendrá que ir a la clase de educación física dos veces a la semana, ya no sufrirá ha-ciendo lagartijas ni sentirá que el corazón le estalla cuando corre y el profesor le dice que tiene que dar el cien y aún no llega ni al cincuenta. Por el micrófono oye que dicen su nombre: Sergio Ramírez Delgado. Pasa por sus papeles, se siente cada vez más ligero, no le importan los abucheos de sus compañeros, tampoco a ellos va a volver a soportarlos, ya no se burlarán ni lo insultarán en el recreo o saliendo de clases, no le esconderán su mochila ni le robarán su dinero. También ellos están contentos porque dejan la escuela, al igual que Sergio están entusiasmados. No saben la que les espera en la secundaria.

Hipótesis de la despedida Por Roberto Galaviz

Día 7 Por Edgar Khonde

SergioPor Pilar Alba

La voz del sueño. Lilia Carrillo. 1965 [Visite su exposición en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez]