La Comunidad Del Dragon

5/26/2018 La Comunidad Del Dragon

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La Comunidad del DragnPatricia A. McKillip

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Librodot La comunidad del dragn Patricia A. McKillip

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Un fuerte grito se alz por todo el pa s: la reina Celido nia hab a

perdido a su arpista. Convoc al norte, al sur, al este y al oeste; cabalgamos

d as enteros entre el barro y la lluvia para encontrarnos las cinco en Trillium,

y desde all seguimos cabalgando hasta Carnelaine. El mundo entero se hab a

presentado ante la gran corte de la reina, pues, aunque viv amos demasiado

leos de ella para haber o do tocar a su legendario arpista, o mos el rumor de

que cada luna llena ella le daba unos guantes de teido de oro y le llenaba la

boca de oyas. Cuando est bamos en el sa l n entre su deslumbrante s quito,

escuchando sus s pli cas de ayuda, !ustin, que es la aficionada a los acertios,

susurr :

"#$u es invisible pero est en todas partes, r pido como el viento pero

no tiene pies, y tiene muchas lenguas pero no tiene cara% "& cil "die por lo

bao". El rumor.

"El rumor, esa bestia t mida, dice que ella apreciaba sus manos mu cho

m s que su arpa, y que le llenaba la boca con algo m s que oyas. 'o me

sorprendi . Celidonia era tan hermosa de cerca como a distancia; hab a

permanecido as durante a os, con la ayuda de una pizca de bruer a que

hab a heredado por raz n de algo misterioso, una his toria vaga de la rama

femenina de su linae, y no era una muer que malgastase sus dones. (e

hab a casado de manera honorable, hab a ama do con fidelidad y hab a

educado bien a sus herederos. Cuando su esposo muri , hace una d cada,

guard luto con la honesta eficiencia que hab a tra do al matrimonio y al

trono. (us cabellos mostraban en qu direcci n soplaba el viento, y hab a

magia en la forma como la plata, la ceniza y el oro recorr an la corte. )ero,

cuando nos acercamos lo suficiente para arrodillarnos ante ella, vi que el

arpista no era un capricho balad , sino que su canci n corr a por las venas

de la reina.

*osotras cinco "dio suavemente" sois aquellas en quienes m s conf o de

toda la corte. Cuento con vosotras. "(us oos, verdes como su nombre, estaban

apagados; y vi las diminutas l neas del miedo y la c lera unto a su boca".

+ay algunos en este sal n que, como no he sido plenamente sabia o

diplom tica, preferir an ver al arpista muer

to antes que rescatarlo."#(ab is d nde est %

a la voz; apenas pod a o rla, aunque los celosos caballeros que

estaban detr s de m deb an de hacer esfuerzos mprobos para cono cer la

respuesta.

"+e mirado en las aguas, en el cristal, en el espeo; todas las im ge nes

son la misma. Est en poder de Tremptor 'egro.

"-h, bien/

(e agach para besarme: somos primas, aunque a veces he sido m s bien

una hia rebelde, y, m s a menudo, ella ha sido una madre rebelde.

"Encu ntralo, 0nne "dio. 'os incorporamos las cinco al un so no y nos

marchamos de la corte.

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"#$u ha dicho% "pregunt 1anica cuando montamos". #1io Tremptor

'egro%

"-Chist/

"Es una monta a "dio &leur.

"Es un maldito drag n "replic 1anica con aspereza.

"#)od is dear de anunciar nuestro destino al resto del mundo% "las

reprend en voz baa.

1anica, enoada, hizo girar su montura; los pavos reales, con m s prisa

que elegancia, apartaron sus preciosas colas. !ustin parec a intri gada por el

problema. Christabel, que estaba incubando un resfriado, coment con

estoicismo:

")odr a ser peor.

'o mencion qu pod a ser peor que ser reducida a cenizas por un

drag n irritado. &leur, que adoraba la buena m sica de arpa, esta ba

conmovida."1ebemos apresurarnos "dio". )obre hombre.

(ubi a su montura y emprendi la marcha despu s de 1anica. Ca

balgando a paso m s lento por el abarrotado patio, las encontramos al

otro lado de las puertas, mirando al este y al oeste a trav s del cielo gris y

cubierto de nubes que parec an surgidas del hocico de un drag n.

"#+acia d nde% "pregunt &leur. !ustin, que conoc a aquellas co sas,

se al en una direcci n. Christabel se son la nariz y partimos. 'aturalmente

rodeamos la ciudad y despistamos a los caballeros que nos hab an estado

siguiendo. 2os observamos a trav s de la ventana de una taberna, mientras ellos galopaban con determinaci n por la calle equivocada. 1anica, cuyo estado

de nimo oscilaba entre el sol y la sombra como un d a de oto o, estaba

encantada con la descripci n de &leur del obeto de nuestra misi n.

"Es un arpista magn fico y no deber amos reparar en nada con tal de

rescatarlo, pues no hay nadie como l en todo el mundo. 2a reina Celidonia

podr a recompensarnos con oro y honores, pero l nos dar un premio eterno

en forma de una canci n.

Christabel agit la mano para apartar los vapores del vino caliente y

picante que le sub an por la nariz."#0lguien sabe c mo se llama ese arpista%

"3estral "repuse". 3estral +unt. *ino a la corte hace un a o, a la muerte

del vieo Thurlo4.

"#5 d nde est Tremptor 'egro% "pregunt Christabel con senti do

pr ctico.

Todas miramos a !ustin, quien por una vez pareci sentirse inc moda.

"0l norte "contest . Era una muer esbelta, de cabellos oscuros y voz

serena, y con oos como la tormenta que restallaba fuera. )od a e6playarse en

un c mulo de detalles o emparedarlos en un muro de lad rillos. 5o no estaba segura de lo que estaba construyendo para nosotras en este momento.

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!ustin...

"Eso, al norte "respondi vagamente, como si eso lo e6plicase todo". Est

m s all de la frontera. 0ll pasan cosas raras. 1ebemos ir con cuidado.

7uardamos silencio. El mesonero vino con la cena. 1anica, que se serv a

vino del mismo color miel claro que sus cabellos, al o r aquella advertencia

adopt una e6presi n pensativa en lugar de enoada. "#$u clase de cosas% "Evidentemente, los dragones raptan a los arpistas "die". 1ragones con

cierta afici n a la m sica.

Tremptor 'egro no es un drag n mel mano "se limit a puntua lizar

!ustin". )ero son cosas as . +ay muchos relatos y #qui n sabe cu les son

ciertos% 0penas conocemos al arpista m s que las tierras del norte.

"(abemos su nombre "se al " y que toca bien.

Toca de forma maravillosa "suspir &leur". Eso dicen.

5 ha seducido a la reina "coment Christabel al tiempo que hincaba el

diente a una pata de pollo". )or tanto, es posible que sea aceptablementeatractivo. 0unque, con los buenos m sicos, eso apenas importa.

5 fue al norte "a adi !ustin". #)ara qu %

")ara encontrar una canci n "sugiri &leur; teniendo en cuenta sus dotes,

ello no era improbable.

" un arpa "supuse". Un arpa m gica. !ustin asinti con la cabeza.

"Custodiada por un poderoso drag n. Es posible. Esa clase de co sas

ocurren en el norte.

&leur apart su plato y hundi la cabeza entre los pu os. Era delga da

como una brizna de paa, pero ten a el apetito de un herrero; adivi n que el amor por esta fantas a la hac a despreciar la ltima de sus chiriv as. Era de

tez p lida, con el cabello ensortiado como una ove a, y una voz maravillosa y

acariciadora; ten a los oos peque os, la nariz grande y los dientes torcidos,

pero su voz musical y apasionada demostr que Christabel ten a raz n m s

veces de las que era conveniente que el marido de &leur supiera. (i la robusta

y pr ctica Chris tabel, que apenas parec a fiarse en los hombres o en la

m sica, enten d a de tales cosas, yo no estaba segura.

"0s pues, al norte "die.

2uego nos adentramos en el pa s del #8ecuerdas cuando...% , pues nos hab amos conocido de ni as en la corte de Carnelaine, y luego como

miembros del s quito de la reina, cabalgando sobre ideales di rectamente hacia

los l os, y ahora como vieas amigas. 'os fuimos a dormir tarde, hechizadas

por nuestros recuerdos, y nos levantamos demasiado pronto, pregunt ndonos

obviamente por qu hab amos dea do nuestros hogares, los maridos, los hios,

los gatos y los lechos de plumones de ganso, para disfrutar de la hosca

compa a de las dem s. Christabel sorb a por la nariz. 1anica replicaba sin

contemplaciones. &leur balbuceaba, y yo estaba tensa. Como siempre, s lo

!ustin estaba soportable.Cabalgamos hacia el norte.

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Cuanto m s nos ale bamos, m s agreste era el terreno. 0vanz ba mos

deprisa, dorm amos bao los rboles o en cantinas l bregas, pues cinco mueres

armadas cabalgando untas son f ciles de recordar, y los caballeros

amenazadores para el arpista y sol citos para con la reina nos habr an

encontrado la pista. )oco a poco, los grandes y oscuros riscos que serv an de

frontera de las marcas de la reina se acercaban cada vez m s, hasta que

alcanzamos su sombra una soleada tarde.

"#5 ahora qu % "pregunt 1anica, impaciente". #Tenemos que so "

brevolar los riscos%

Eran grandes promontorios de roca pelada que sobresal an de los bosques

como huesos de la piel. Ella mir a !ustin; todas lo hicimos.

Ten a una e6presi n peculiar en el rostro, como si hubiese reconocido

algo que s lo hab a visto en sue os.

"+abr un camino "dio en voz baa. Est bamos en un bosque fron doso,

y unos vieos rboles se alzaban enfrente y a los lados. 'i si quiera elloshab an descubierto la manera de escalar aquellos picos.

"#1 nde, !ustin% "inquir .

"1ebemos esperar hasta el anochecer.

Encontramos un claro, donde el camino que hab amos seguido torc a

bruscamente al oeste siguiendo el curso de un riachuelo. Christabel y 1anica

fueron de caza. &leur comprob las provisiones y se co si un desgarr n de la

capa. 5o atend los caballos. !ustin, que hab a ido a e6plorar, regres con

champi ones, nueces y algunas manzanas silvestres. Encontr otro cepillo y me

ayud ."#Est leos%

")regunte, preocupada por encontrar v veres en la tie rra yerma, por los

callos, por el persistente resfriado de Christabel, e incluso, un poco, por el

arpista. !ustin arranc un par sito de la crin de su montura. Una l nea

cruzaba su despeada frente.

"'o mucho m s all de esos picos "respondi ". ( lo que...

"#$u %

Tenemos que ir con cuidado.

"(iempre vamos con cuidado. Christabel es capaz de clavar una flecha encualquier cosa que se mueva, 1anica puede...

"'o me refiero a eso. 2o que quiero decir es que el mundo muestra una

cara distinta m s all de esos picos. "2a mir confusa; ella mene la cabeza,

contemplando las monta as, recelosa y fascinada al mismo tiempo". 0 veces

real, a veces irreal...

"El arpista es real, el drag n es real "la interrump en tono taante", y

nosotras somos reales. (i logro recordar esto, todo nos ir bien.

"Creo que tienes raz n, 0nnie "dio !ustin, apoyando la mano en mi

hombro y sonriendo". Tu mentalidad prosaica nos llevar a todas de vuelta a casa.

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)ero estaba equivocada.

El sol, que se pon a detr s de un manto de nubes plomizas, de un

mensae: un ltimo rayo de luz ilumin lo que parec a piedra ma ciza y la

hendi en dos. *imos un camino blanco apenas distinguible, que pasaba entre

los rboles y se adentraba en la falda de dos grandes riscos; la luz parec a

dear un muro de piedra a un lado, como una gran puerta. 2a luz sedesvaneci al fin y nos quedamos contemplan do la pared, tratando de

memorizar el paisae.

"Es un perfil de muer "coment &leur". El camino corre bao el puente

de su nariz.

"Es un gato con una sola orea "sugiri Christabel.

"El camino corre al oeste de la cima m s alta "dio 1anica con

impaciencia". 'o tenemos m s que cabalgar en esa direcci n.

"2as monta as cambiar n una y otra vez antes de que lleguemos

a ellas "declar ". El camino parte de la arboleda que est en aquella pe a aislada. Es el lugar m s alto del bosque. ( lo tenemos que seguir el

l mite del bosque.

"2a pe a est invertida "murmur 1anica.

"El arpista encontr el camino "repliqu yo". 'o puede ser tan dif cil.

Tal vez sigui un sendero m gico "opin &leur.

")arti las piedras con su arpa "dio Christabel en tono de chanza". (i es

tan listo, puede volver a salir de la boca del drag n y devolvernos a nuestras

camas para que podamos dormir.

"-h, Christabel/ "protest &leur; su voz era como una flauta dulce". (i ntate. Te preparar un t de hierbas con miel salvae y esta noche

dormir s a pierna suelta.

Todas tomamos t de hierbas con co ac y la miel que &leur hab a

encontrado, pero s lo ella durmi durante la tormenta. 9oadas, nos

preparamos para partir al amanecer y nos abrimos paso por el bosque que no

deaba de gotear, hasta que, de improviso, no hubo m s rbo les ni m s lluvia;

s lo un inesperado sol que ilumin el camino de color blanco como el hueso

en la gran masa de piedra que se elevaba frente a nosotras.

Cabalgamos m s all de las tierras que conoc amos. 'o s d nde dormimos aquella noche; donde baamos de los caba llos,

supongo. )or la ma ana vimos la monta a de Tremptor 'egro, un palacio

para un drag n, hecho de acantilados, columnas dentadas y paredes verticales

que ascend an hasta las nubes. 9ientras ba ba mos por la vertiente hacia la

monta a, una nube se enrosc alrededor de ella y la ocult a la vista. El

camino, que no quer a tener nada que ver con dragones, gir en el l mite del

bosque y se desvi . 'os abri mos paso entre los rboles. En aquel lado, el

bosque era muy vieo, los rboles muy altos y sus verdes ramas tan gruesas,

que apenas pod amos ver el cielo, por no hablar de la guarida del drag n. (in embargo, yo tengo un fuerte sentido de la orientaci n, de adivinar por d nde

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sale y se pone el sol, que evit que nos desvi ramos de nuestra ruta. 'o

hab a ruidos en aquel lugar. &leur y Christabel ten an los arcos listos por si

descubr amos un p aro o un ciervo, pero no vimos ning n ser que fuera a

dos o a cuatro patas; s lo ara as, que parec an tan vieas como el bosque y

te an telas tan e6tensas e intrincadas como el tapiz de los rboles.

"-$u silencio/ "murmur &leur". Es como si el bosque aguarda se lam sica.

Christabel la mir con oos lega osos y sorbi por la nariz. )ero &leur

ten a raz n: aquella quietud parec a m gica, el prop sito de una mente.

9ientras escuch bamos, comenz a llover otra vez. amos chapotear las gotas

de rama en rama mucho antes de que nos alcanzaran.

2a noche cay del mismo modo: desliz ndose lentamente desde el

cielo invisible y pill ndonos sin haber cazado nada, bao la lluvia y sin

un fuego para calentarnos. Cabalgamos en silencio hasta que apenas pudimos

ver nada. )or ltimo, nos detuvimos cuando todav a po d amos imaginarnos las caras de las otras.

"El arpista consigui llegar "dio 1anica en voz baa. 2o que ha b a

podido hacer el fastidioso amante sin rostro de Celidoma, tambi n pod amos

hacerlo nosotras.

"+ay hierbas, miel y m s co ac "propuso Christabel.

&leur "que era la m s hambrienta, pues ten a la energ a de un colibr "

no dio nada. !ustin levant bruscamente la cabeza.

"+uelo a humo "declar .

Entonces vi la luz: dos oos cuadrados y uno redondo entre los r bolesleanos. (uspir de alivio y no sent piedad por quien estaba a punto de

encontrarnos a la puerta de su tranquila casa de campo.

)ero la se ora de la casa no pareci inquietarse al ver a cinco viae ras

armadas, empapadas y hambrientas que quer an invadir su hogar. ")asad,

pasad "ofreci .

9ientras cruz bamos la puerta, vi a nuestro alrededor todos los p aros y

animales que hab amos echado de menos en el bosque: vena dos, osos y b hos,

ciervos, liebres y palomas tristes. )arpade y vi que estaban inm viles: cosas

de hilo, pintura y madera, bordadas en las cortinas, labradas en los respaldosde las sillas y pintadas en el techo. 0ntes de que pudiese decir nada, notamos

diversos olores y sent que &leur se tambaleaba y se apoyaba en m .

"-)obres nenas/ "0unque ya ramos mayores, ella era lo bastante viea

para poder llamarnos as ". Est is empapadas, cansadas y ham brientas.

Era una muer con apariencia de ave: ten a una pizca de urraca en su

mirada curiosa y su nariz guardaba cierto parecido con el pico de un halc n.

(us cabellos eran finos y blancos como una telara a y los nudillos, hinchados

como nudos de la corteza de un rbol. (u voz era acogedora, al igual que el

hogar y los olores que proven an de la coci na. ncluso su falda estaba cubiertade p aros.

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"(entaos. +e estado cociendo pan y tengo un pastel de carne casi a

punto en el horno. "(e volvi para remover algo que herv a a fuego lento en

una olla". #1e d nde ven s y ad nde vais%

*enimos de la corte de la reina Celidonia "repuse". +emos venido en

busca de su arpista. #+a pasado por aqu %

"-0h/ "e6clam , y su rostro se ilumin ". #Un hombre alto, de ca bellosdorados y una voz que igualaba el sonido de su arpa%

"Es probable "respondi Christabel.

"nterpret para m unas canciones encantadoras. 1io que ten a que

encontrar cierta arpa. 'o comi nada y se fue antes del amane cer. *olvi a

remover el contenido de la olla". #(e ha perdido%

"Est en poder de Tremptor 'egro.

"-h, es terrible/ "9ene la cabeza y a adi ": Tiene suerte de contar

con unas amigas tan buenas como para venir a rescatarlo. "Es un buen amigo

de la reina "repliqu sin apenas o r mis pala bras, mientras el olor de la ollapenetraba en m ", y nosotras lo so mos de ella. #$u est is cocinando%

"Un poco de comida para mi p aro.

"#+ab is encontrado un p aro% "dio d bilmente &leur, tratando de ser

sociable". 'o hemos visto ninguno... #Con qu lo aliment is% +uele lo

bastante bien para comerlo una persona.

"-h, no/, no deb is tocarlo; s lo es comida para p aros. )ara vo sotras

tengo un plato especial.

"#$u clase de ave es% "pregunt !ustin. 2a muer golpe la cu chara

contra el borde de la olla y la coloc a su trav s. "-h, uno pequenito/ Un paarito hambriento que encontr . Te n is

raz n: en el bosque hay pocos p aros. )or eso coso y pinto mis p aros y

animales, para que me hagan compa a. Tengo vino "agreg ". *oy a buscarlo.

(e fue. 1anica se paseaba por la habitaci n; Christabel se sent un to al

fuego, indiferente al olor del contenido de la olla, que borboteaba bao su

congestionada nariz. !ustin hab a recogido un osito de ma dera y lo e6aminaba

ociosamente. &leur estaba aturdida, p lida como una nube; yo vigilaba que no

se desplomara en el fuego. 0l parecer, la viea ten a problemas para

encontrar copas."-$u raro/ "murmur !ustin". Este oso parece tremendamente real,

hasta la m s peque a cerda.

&leur fue con paso vacilante hasta el hogar y mir la olla. c mo

murmuraba d bilmente. 2anz una mirada suplicante hacia la cocina, pero no

hab a nada que comer salvo promesas. 1e repente tom la cuchara con la

mano, y yo pens que remover a el cocido.

"1ebe de ser un p aro e6tra o, porque come champi ones "coment ". 5

esto parece...

!ustin solt el oso tan bruscamente que me asust , pero &leur se lle v la cuchara a los labios.

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"-Cordero/ "e6clam con alegr a.

5 desapareci ; s lo qued una alondra que revoloteaba fren tica mente

entre las vigas del techo, cantando maravillosas s plicas de li bertad.

2a muer regres .

"-9i p aro/ "e6clam ". -9i peque a/

9e puse en pie empu ando la espada incluso antes de poder cerrar la

boca. 2e asest un mandoble a la viea, pero ella no se qued a pre sentar

batalla. Un halc n atrap la alondra con sus garras, la puerta se abri y

ambas aves se esfumaron en la noche.

(alimos corriendo a la oscuridad de la noche, at nitas y horroriza das. 2a

puerta se cerr a nuestras espaldas como una boca. El fuego

se dividi en dos llamaradas que nos contemplaban como oos desde las

ventanas. )ero no daban luz y no pudimos ver nada.

"-9aldita ara a viea/ "dio 1anica, furiosa". -rua horrorosa y

podrida/ el golpe que asest a un rbol, y luego sus e6clamaciones de do lor.

0lguien martilleaba la puerta y las ventanas con golpes fuertes y met dicos;

supuse que Christabel estaba asediando la casa. )ero sta no cedi , y ella

gru de frustraci n. 'ot que algo me tocaba y le vant el arma.

"(oy yo "dio !ustin secamente, y apoy la mano en mi hombro. 9e

puse a temblar.

"#5 ahora qu % "pregunt , ansiosa. 0penas pod a hablar; s lo que r a

hacer algo, pero est bamos ciegas y farfull bamos en la oscuridad. "Creo que

ella no los mata "repuso !ustin". 2os transforma. -Esc chame/ 0l final traer a &leur de vuelta a su casa. +allaremos a alguien que nos diga c mo librarla

del hechizo. 0lguien tiene que saberlo en esta tierra yerma. 5 no todo el

mundo es cruel.

"'os quedaremos aqu hasta que regrese la brua.

"1udo que vuelva hasta que nos hayamos ido. 5, aunque consigamos

matarla, podr amos encontrarnos con una &leur bordada.

"'os quedaremos.

"0nne... "dio, y me desplom en el suelo. $uer a maldecir, llo rar, o al

menos desgarrar la telara a de tinieblas que me cubr a los oos. "-)obre &leur/ "susurr ". ( lo ten a hambre... 0rpista o no, tene mos que rescatarla en

cuanto sepamos c mo hacerlo. Ella es primero.

"( "asinti !ustin, y a adi en tono pensativo": 0l parecer, el arpista

eludi a la brua, aunque no al drag n.

"#C mo lo averigu % "pregunt amargamente". #Con qu arte m gica%

Tal vez ya hab a conocido a la brua en una canci n.

2a ma ana nos encontr tumbadas entre las ra ces de unos rboles, como

ca dos de una derrota. 0l menos pod amos ver. 2a casa se hab a desvanecido

y s lo quedaban un par de plumas roas. 'os incorpora mos en silencio,sintiendo el vac o deado por &leur, escuchando su ch chara de las ma anas.

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1imos de comer a los caballos, desayunamos un pan duro como la piedra

untado con miel y tomamos cada una un trago de co ac. 1eamos atr s a

&leur y seguimos cabalgando.

)or fin, el bosque comenz a clarear y se convirti en una arboleda de

robles dorados que se abr an aqu y all en amplios claros donde volv amos

a ver el cielo y el pico alto y oscuro. Cruzamos un pueblo, como una coloniade champi ones, donde la gente no era amistosa ni hosca, ni especialmente

curiosa. Encontramos una taberna y algunas tiendas de provisiones, y al otro

lado de la poblaci n descubrimos un camino hacia la monta a del drag n que

se hab a despeado, seg n nos contaron, antes de que el lugar se hubiese

convertido en la guarida del monstruo. 5 tambi n nos dieron que s , un

arpista hab a pasa do por all ... )arec a haber deado una pobre impresi n en

los aldeanos, pero eran gentes rudas que viv an a la sombra de un drag n.

Tambi n hab a pedido que lo orientasen y hab a hecho algunas preguntas

respecto a Tremptor 'egro y unos relatos acerca de oro, arpas m gi cas yotras cuestiones de la regi n. )ero nadie m s hab a tomado aquel camino en

d cadas, puesto que conduc a a la misma boca del drag n.

'osotras lo tomamos. 2a monta a se ve a m s clara, alz ndose muy por

encima de los rboles. uscamos con la mirada alas o fuego de drag n, pero,

si Tremptor 'egro volaba, no lo hac a durante el d a. +ab a deado de

llover, y un olor como de rosas marchitas y madera viea flotaba en nuestro

camino. 0campamos en uno de los amplios claros cubiertos de hierba que

encontramos. 1esde all observamos c mo se elevaba la luna llena, ti endo el

prado de un color lechoso, y recortando la guarida del drag n contra las estrellas.

)ara &leur, aquella noche habr a sido m gica. +ablamos de ella y luego

de nuestros hogares; hablamos de ella, y luego de chismes de la corte;

hablamos de ella, y del arpista, y de lo que pudo apartarlo de Celidonia y

conducirlo a las garras de un drag n. 5, mientras ha bl bamos de l, pareci

que su m sica ca a a nuestro alrededor desde las estrellas, y que el claro de

luna hab a convertido la madera de ro ble en oro.

"-Chist/ "advirti Christabel en tono taante y, adormecidas, nos callamos

para escuchar.1anica bostez .

"( lo es un arpa "dio. 'o ten a o do para la m sica; &leur era m s

persuasiva sobre el arte de tocar el arpa que lo que habr a podido ser la

propia m sica del arpista". 'ada m s que un arpa sonando en el bosque.

"0lguien canta "afirm Christabel.

2evant las ceas y sent que, en aquella noche tranquila y arom ti ca,

cualquier cosa pod a ocurrir.

"#Es nuestro 3estral%

"#Cantando en un rbol% "aventur 1anica. Christabel estaba sen tada,muy erguida.

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"7uardad silencio "orden con aspereza.

!ustin, que yac a tumbada boca abao y arroaba ramitas al fuego, la

mir con e6presi n de sorpresa. 1anica y yo s lo re amos al ver enfurecida a

Christabel.

"'o ten is coraz n "dio, y se son la nariz con fuerza". Es una m sica

preciosa y s lo se os ocurre cotorrear.

"Est bien "concedi !ustin en tono pacificador". Escucharemos. )ero

1anica y yo, hechizadas por la luna, no pod amos guardar si lencio. 'os

contamos historias obscenas de antiguos amores mientras Christabel se

esforzaba por escuchar la m sica y !ustin la observaba

con curiosidad. )arec a e6tra amente conmovida; febril, pens , por la

lluvia.

Un hombre sali cabalgando de entre los rboles a la luz de la luna, y

se detuvo al borde del claro. Ten a el cabello lechoso y los hombros anchos,

y un manto dorado cubr a el lomo de su caballo. 2a corona que luc a sobre su rostro en sombras era e6tra a: un c rculo de espinas de oro, como una

cornamenta. 'o iba armado y tocaba el arpa.

"'o es nuestro arpista "coment 1anica". 0 menos que el dra g n le haya

vuelto blanco el pelo.

"Es un rey "die yo". 'o es el que buscamos.

)or un momento, s lo por un momento, lo o tocar y supe que po d a

dividir las aguas y hacer hablar a los p aros. Contuve el aliento, y las

l grimas asomaron a mis oos. Entonces 1anica dio algo y me ech a re r.

Christabel se puso en pie. (u rostro resultaba e6tra o a la luz de la luna. (e quit las botas y se solt los cabellos, deando que le caye ran libremente

por la espalda. 9ientras tanto, nosotras observ bamos, re amos y lanz bamos

miradas fugaces e indiferentes al arpista de los bosques.

"(ois unas patanes sin remedio "declar Christabel, sorbiendo por la

nariz". *oy a pedirle que se siente con nosotras.

*e, pues "replic 1anica, masticando una brizna de hierba". Tal vez

podamos llev rselo a Celidonia en lugar de su arpista.

8od por el suelo, dominada por una risa incontenible. Cuando me sequ

las l grimas de los oos, vi que Christabel caminaba por el claro con los pies descalzos hacia el arpista.

!ustin se incorpor . Una brisa inc moda sopl entre mis pensamien tos. 9e

puse a su lado, todav a riendo un poco, pero lista para suetar la si sal a del

c rculo de nuestra hoguera. !ustin observaba a Christa bel. 1anica contemplaba

el fuego con e6presi n so adora y sonre a. Christabel se plant ante el

arpista, que apart la mano de las cuerdas de su instrumento y la e6tendi

hacia ella.

En el repentino silencio que se produo, !ustin grit :

"-Christabel/

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Toda la luz dorada del mundo se desvaneci . El ala nebulosa de un

drag n cubri la luna; la noche man sobre Christabel cuando tom la mano

del arpista y mont . *i su adorable melena pelirroa ondean do libremente en

el ltimo haz de luz. 5 entonces la pecosa, imper turbable, valiente y resfriada

Christabel se asi a los hombros del rey arpista y se fueron cabalgando por el

sendero de luz que se apagaba, hacia un mundo que estaba m s all de la noche.

2a buscamos hasta el amanecer.

Cuando sali el sol, nos miramos desoladas y mudas. El gran roble se

hab a tragado a Christabel; hab a desaparecido en la canci n de un arpista.

")odr amos ir a pedir ayuda al pueblo "sugiri 1anica en tono cansino.

"(us oos no son meores que los nuestros "repliqu .

"El arpista de la reina pas por aqu sin sufrir ning n da o "medit

!ustin". Tal vez sabe algo acerca del pa s del rey de los bosques. "Espero que

valga todo eso "musit 1anica, enfurecida. "'ing n hombre lo vale "dio !ustin en tono sentencioso". )ero todo esto no habr servido de nada si

Tremptor 'egro lo mata antes de que lo encontremos. Tal vez pueda sacarnos

de las tierras del norte sin peligro, por lo menos.

"'o voy a dear atr s a &leur y a Christabel "declar taantemente". 'o

lo har . )od is devolver el arpista a Celidonia. 5o me quedar aqu hasta

que las encuentre.

!ustin me mir ; ten a los oos enroecidos por no dormir, pero aun as

ve an con mayor claridad que nunca el embrollo en que nos hab a mos

metido."'o te abandonaremos, 0nne "asegur ". (i l no puede ayudar nos, tendr

que encontrar el camino de regreso solo. )ero, si puede sernos de ayuda,

tenemos que abandonar ahora a Christabel para rescatarlo.

"Entonces vamos "die, y di la espalda al bosque. Una brisa sopl como

una carcaada entre las hoas doradas.

Cabalgamos mucho y deprisa. El camino volv a a sumergirse en el

bosque, sub a por lomas baas y nos acercaba a la falda de la gran mon ta a

oscura. 'os pusimos bao su sombra. El cubil del drag n iba cam biando; unos

pilares de piedra se abr an en unos pasaes, las paredes de granito se divid an y vaciaban como panales de miel, como un palacio de los vientos, abri ndose

hacia todos los ngulos, pero cada paso conduc a a las sombras, al coraz n del

drag n oculto.

"#)or all % "pregunt 1anica. 'o hab a miedo en su voz; nica mente

su habitual impaciencia por hacer las cosas". #Tenemos que llamar, o s lo

entrar%

El viento rugi entre las piedras y dobl los rboles al tiempo que nos

golpeaba. rasgarse las piedras como si fuesen las cuerdas de un arpa;

escuch la voz del drag n. Tumbamos nuestras monturas y nos protegimos detr s de sus cuerpos mientras el viento soplaba.

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Cuando el viento pas , 1anica pregunt con voz m s baa:

"#Entramos todas untas%

"( "repuse, pero cambi de idea". 'o, yo ir primero.

"'o seas boba, 0nne "dio 1anica, irritada". (i vamos untas, al menos

sabremos d nde estamos todas.

"5 tambi n pareceremos est pidas "repliqu malhumorada", si nos atrapan con el arpista y tenemos que esperar a que los caballeros de Celidonia vengan

a rescatarnos. "9e volv hacia !ustin". #+ay al g n secreto o alg n acertio

con el que sobrevivir a un drag n%

!ustin mene la cabeza con e6presi n de impotencia.

"1epende del drag n "e6plic ". 'o s nada sobre Tremptor 'e gro, salvo

que es muy probable que no se haya quedado con el arpista por su m sica.

"r n dos, y la tercera las esperar "resolv .

'o discutieron mi decisi n; no parec a haber ninguna soluci n se gura,

salvo que no fuese ninguna. 2anzamos monedas: dos pavos reales y unaCelidonia. !ustin, que obtuvo la reina, no pareci contenta por el resultado,

pero las monedas no deaban lugar a dudas. 1anica y yo la deamos con los

caballos, protegidos entre unas verdes ramas, contemplando c mo nos

ale bamos. (ubimos la pendiente pelada en silencio, tratando de no despe ar

ninguna piedra. Ten amos que vigi lar d nde pis bamos y elegir cuidadosamente

el camino para no resbalar. 1anica mir al suelo y se detuvo de repente para

recoger algo.

"-9ira/ "murmur . 2o hice, esperando ver una cuerda de arpa rota, o

un bot n de marfil con el perfil de Celidonia labrado en l. Era una esmeralda tan grande como la u a de mi pulgar, tallada en

facetas. 2a contempl por unos instantes.

"Uno de los tesoros del drag n "die". )ero hemos venido en bus ca de un

arpista.

")ero, 0nne..., aqu hay otra... "8ebusc entre las piedras para cogerla".

Un topacio. 5 m s all hay un zafiro...

"1anica, puedes llevarte a casa toda la monta a, pero despu s de haber

matado al drag n "le die suplicante.

5a voy "repuso sin aliento, pero estaba arrastr ndose por la lade ra comoun cangreo en direcci n a otro obeto brillante". ( lo una m s. (on muy

hermosas y est n aqu , como gotas de lluvia, listas para que cualquiera se las

lleve.

"-1anica/ (eguir n ah igualmente cuando regresemos.

"-5a voy/

9e volv , aceptando con resignaci n su repentino ataque de colec cionar

obetos como una urraca.

5o sigo subiendo "anunci .

"Espera un momento, no vayas sola. -h, 0nne, mira, un diamante/'unca hab a visto un fuego tan intenso.

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Contuve el aliento y le conced el momento que me ped a. Tras un

viae tan largo y duro, me resultaba imposible negarle aquel placer inesperado.

1anica se arrodill y alarg la mano sobre una roca en busca de un obeto

tan brillante y puro como agua a la luz del sol. 5a voy "me asegur ,

d ndome la espalda". 5a voy.

Entonces, la roca se alz de la tierra. 0lgo sobresali , como la ra z de un rbol, siseando speramente; la agarr de la mano y de sus cabe llos del

color de la miel y la arrastr hasta su aguero. 2a roca cay pesadamente y

la tierra se cerr a su alrededor como si am s se hu biera movido.

9e qued at nita, mirando. 'o recuerdo haber cruzado la ladera; s lo

haber golpeado la pe a con las manos y con la empu adura de mi espada,

gritando furiosamente, hasta que las piedras que ten a bao los pies se

resquebraaron y me arrastraron en una oleada de golpes y rasgu os hasta los

rboles de abao.

!ustin corri a ayudarme. 5o estaba magullada, sangraba, maldec a y lloraba. )as un rato hasta que comenc a actuar de manera coherente. "

-)icar con ese truco para mentes d biles y est pidas/ -Un rastro de oyas/

)robablemente ni siquiera eran reales, y 1anica ha quedado atrapada bao una

monta a por un pu ado de carb n o de e6cremen tos de drag n...

"'o estar atrapada en silencio "dio !ustin, muy p lida". #$u fue lo

que se la llev %

"Un ser maligno, un diablo o un troll de las monta as... !ustin, est all

abao, sola, en la oscuridad y rodeada de cosas e6tra as... -'o puedo creer

que hayamos sido tan est pidas/"0nne, c lmate, la encontraremos.

"-'o puedo calmarme/ "2a agarr de los hombros y la sacud ". -'o

desaparezcas t tambi n y me dees busc ndote.../

"'o lo har . Te lo prometo, 0nne. Escucha... "9e apart los ca bellos de

la cara con las manos". Esc chame. 2a encontraremos. 5 tambi n a Christabel

y a &leur. 'o dearemos esta tierra hasta que...

"#C mo% "grit ". #C mo% -!ustin, 1anica est bao las rocas/

"1ebe de haber una manera. (iempre la hay. Esta tierra plantea con

tinuos acertios, pero todos los acertios tienen una respuesta. &leur seconvertir de p aro en muer, encontraremos la salida del pa s del rey de los

bosques para Christabel, y rescataremos a 1anica de los diablos de la monta a.

+ay maneras de hacer estas cosas; s lo tenemos que descubrirlas.

"#C mo% "e6clam de nuevo, porque parec a que, cuanto m s nos

adentr bamos en aquella tierra, m s problemas ten amos". -Cada vez que me

vuelvo, ha desaparecido una de nosotras/ T ser s la pr 6ima... "'o lo ser ,

te lo prometo...

" lo ser yo.

"Conozco algunos acertios "dio alguien". Tal vez os pueda ayudar.

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'os separamos, tan asustadas como si hubiese hablado un rbol; quiz s

as era, en aquella tierra e6asperante. )ero era una muer. *est a un manto

negro con ribetes plateados; sus cabellos de marfil, sus irisados oos y su

rostro, grave y sereno dentro de la capucha, eran muy hermosos. Empu aba

un e6tra o bast n de madera negra y nudosa, con una oya inserta del mismo

color violeta p lido de sus oos. (u voz era suave y no parec a sorprendida de vernos; tal vez nada de aquel lugar pod a sorprenderla ya. 0nte nuestro

silencio, a adi :

"9e llamo 0igam. Est is en grave peligro por causa del drag n; deb is

saberlo.

"+emos venido a rescatar a un arpista "repuse con amargura". ramos

cinco cuando penetramos en esta tierra.

"0h...

"#Conoc is a este drag n%

'o contest de inmediato; !ustin, a mi lado, estaba e6tra amente quieta. El bast n oscil y la oya brill de un lado a otro, como un oo. 2a muer

llamada 0igam habl por fin.

")od is preguntarme cualquier cosa. 0cabo de hacerlo "die con

perpleidad.

2a mano de !ustin se asi a mi brazo, y yo la mir . Estaba muy p li da;

en sus oos hab a una luz e6tra a e intensa que reconoc : hab a husmeado

algo intangible e iba a perseguirlo. En aquellas ocasiones se pon a insoportable.

"0igam, yo me llamo 'itsu "declar en voz baa. 2a muer sonri .

"#$u haces% "pregunt entre dientes. "Es un uego "murmur !ustin". )regunta y respuesta. Ella nos dir todo

lo que necesitamos saber.

"#)or qu tiene que ser un uego% "protest . 2a muer y ella se mi "

raban fiamente, como improbables luchadoras a punto de enzarzarse en una

delicada batalla de ingenio. )arec an absortas la una en la otra, curiosas,

sordas. Elev la voz": !ustin/

"(upono que busc is al arpista "dio la muer. 1escifr su nom bre y

cerr los oos.

!ustin asinti con la cabeza.")ara eso hemos venido. #5 si pierdo%

"$uiero que te quedes "respondi llanamente la muer" como mi

disc pula. *olvi a sonre r, sin rastro de maldad o amenaza". 1urante siete

a os.

Contuve el aliento.

"'o... "e6clam , pero apenas pod a hablar. Tom del brazo a !us tin y la

sacud ". !ustin. !ustin, por favor/

)or un momento consegu , si bien no su mirada, al menos su atenci n.

Todo va bien, 0nne "afirm en voz baa". Encontraremos al ar pista sinnecesidad de pelear, y tambi n rescataremos a &leur, Christa bel y 1anica.

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"!ustin/ "grit . (obre nosotras, los pilares y las cornisas de piedra

corearon su nombre, y unos grandes p aros de alas puntiagudas salie ron

volando de los rboles. )ero, a diferencia de las aves y las piedras, !ustin no

me oy .

"Eres una invitada en esta tierra "dio la muer amablemente". )uedes

hacer la primera pregunta."#1 nde est el camino hacia el pa s del rey de los bosques% "El

venado blanco del bosque de robles sigue el camino que conduce al pa s del

rey arpista "respondi 0igam", si lo sigues de la ma ana a la noche, sin armas

y sin descanso. #$u es la Canci n de 1u circ, y con qu instrumento se

toc por primera vez%

"2a Canci n de 1ucirc fue la ltima canci n que un poeta asesina do

dedic a su amada, y fue interpretada para ella en la alta torre don de viv a

con un instrumento de plumas, pues todos los p aros del bos que que la

oyeron le cantaron a la doncella el lamento de su amor "respondi !ustin de inmediato. Entonces respir m s tranquila; toda la vida nos hab a contado

historias como aqu lla". #$u atrapa a la brua del bosque fronterizo en su

verdadera forma, y c mo se la pue de privar de su poder%

"2a brua de la frontera puede ser atrapada en una aula de hierro; su

bast n de poder es la cuchara con que remueve su magia. #$u em pieza con

fuego y termina con fuego, y entretanto es negro y blanco%

"2a noche "respondi !ustin. ncluso yo sab a la respuesta. )or unos

instantes, la muer mantuvo en su rostro su sonrisa de cuarto menguante".

#1 nde est la senda que conduce a las entra as de esta monta a, y qu es lo que m s temen quienes moran all %

"El sendero es fuego, que abre las piedras, y lo que m s temen es la luz.

#$u es lo que siempre viene pero nunca est aqu , tiene nom bre pero no

e6iste, y es m s largo que el d a pero m s corto que el d a% !ustin hizo una

pausa y parpade .

"9a ana "contest , y agreg ": en oto o.

"2a muer mostr su encantadora sonrisa. 5o espir sin hacer ruido".

#$u es lo que nos proteger del drag n%

2a muer escrut a !ustin, como si estuviera contestando una adivi nanzainterior.

"2a cortes a "respondi simplemente". #1 nde est escondido el

verdadero nombre de Tremptor 'egro%

!ustin guard silencio; not c mo sus pensamientos revoloteaban como un

p aro en busca de un lugar donde posarse. El silencio se prolong ; un dedo

helado se desliz por mis huesos.

"'o lo s "reconoci !ustin por fin.

"El nombre del drag n est escondido en un acertio "dio la muer.

!ustin me ley los pensamientos y me agarr la mu eca. "'o luches "me pidi en voz baa.

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"Eso no es...

"2a respuesta es correcta.

2a muer frunci las ceas, pensativa.

"#+ay algo m s que necesites saber% "0poy ligeramente el bast n sobre

el hombro de !ustin y volvi la oya hacia su p lido rostro. 2a oya ardi con

un s bito fogonazo de amatista, como si la hubiese reconocido". 9e llamo

9agia y sa es la senda que sigo. *endr s con

migo durante los pr 6imos siete a os. 1espu s, podr s elegir si te que das

o no.

"1ecidme c mo puedo rescatarla "le rogu ". 9e hab is dicho todo lo

dem s.

2a muer neg con la cabeza, mostrando fugazmente su sonrisa de luna.

!ustin me mir con fatalismo; vi la respuesta en sus oos. 9e qued muda

mientras la ve a alearse. 2as l grimas quer an aso mar a mis oos, pero no

pod a suplicar ni maldecir, porque se hab a ugado un uego dentro de un uego, y yo hab a perdido. !ustin se vol vi hacia m una vez, pero en

realidad no me vio; s lo vio el camino hacia el que hab a andado toda su

vida.

)or ltimo, fui a enfrentarme con el drag n.

*olv a trepar por la ladera sola. 'inguna oya me llam la aten ci n,

ninguna voz susurr mi nombre. 'i siquiera el drag n me salu d . 9ientras

caminaba entre columnas, cavernas y pasadizos de piedra, s lo o el viento

gimiendo entre los grandes huesos de la monta a. 9e adentr a n m s. 2os

pasaes brillaban con los colores de las mariposas a causa de los l quidos del cuerpo del drag n. 0qu y all ve a escamas arrancadas por las piedras.

0lgunas centelleaban con los tonos azul, verde y negro; otras eran de color

del fuego. Una vez vi un fragmento de garra, dura como el cuerno y m s

larga que mi mano. 0 veces ol a a azufre, otras a humo, pero la mayor parte

del tiempo el viento ol a a la piedra que azotaba sin cesar.

el sonido de un arpa.

)or fin, encontr al arpista, sentado sobre los tobillos sobre oyas y oro,

en una sombr a caverna, mientras pulsaba el arpa con una mano con gesto

hastiado. Ten a la otra mano encadenada con oro a un aro clavado en la pared de la cueva. (e qued mir ndome, incapaz de de cir nada. Tal como se

rumoreaba, era alto y de cabellos dorados, y tambi n estaba sucio, descuidado

y amargado por su cautiverio. 0un as , era obvio por qu Celidonia lo quer a

de vuelta.

"#$ui n eres% "resoll , y camin sobre los tesoros para llegar hasta l.

"(oy 0nne, la prima de Celidonia. Ella me ha enviado para rescatarte.

"+as tardado demasiado "gru , y a adi ": Es imposible que ha yas hecho

todo este camino sola.

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T lo hiciste "repliqu irritada, y e6amin la cadena que lo man ten a

prisionero. ncluso &leur la habr a arrancado de la pared en un minuto". Es

de oro, maleable. #)or qu no has...%

"2o intent "dio, y me mostr sus laceradas manos". Es magia de

drag n. "9e arranc la cadena de las manos". 'o te tomes la mo lestia de

intentarlo. 2a llave est unto a aquella pared. "9ir de tr s de m , buscando con asombro a mis compa eros". #Est s sola% #2a reina no ha enviado a sus

caballeros para que luchen contra el monstruo%

"'o confiaba que ellos recordasen a qui n ten an que matar "contest

sucintamente. El arpista guard silencio mientras yo cru zaba la caverna y

buscaba la llave entre aguas, copas y collares". 'o he venido sola desde

Carnelaine. )erd a cuatro compa eras en esta tierra busc ndote.

"#2as perdiste% ")or un momento, hubo en su voz algo m s que su

propia conmiseraci n". #Est n muertas%

"Creo que no."#C mo las perdiste%

"Una, en las garras de la brua del bosque.

"#Era una brua% "pregunt , estupefacto". Toqu para ella, pero no me

ofreci nada que comer, con lo hambriento que estaba. l a a comida, pero

ella s lo dec a que estaba quemada y no pod a com partirla.

5 otra "continu , apartando las monedas y pregunt ndome por los gustos

de la brua", por el rey arpista.

"#2o visteis% "murmur ". Toqu toda la noche, esperando o r su famosa

arpa, pero no respondi ni con una nota.Tal vez no te paraste a escucharlo "respond , cada vez m s desola da por

su ceguera al recorrer aquellas tierras". 2a tercera, a manos de los diablos de

la monta a.

"#$u diablos%

5, por fin "conclu , nerviosa", en un uego de adivinanzas con la

hechicera del bast n enoyado. T ibas a ser el premio.

El arpista se agit inc modo, haciendo resonar la cadena y las monedas.

"Ella s lo me dio d nde pod a encontrar lo que andaba buscando, pero

no me advirti de los peligros. -)odr a haberme ayudado/ En nin g n momento dio que era una hechicera.

"#Te dio su nombre%

"'o lo recuerdo... #pero eso qu importa% -Trae la llave, deprisa, antes

de que el drag n te huela/ +abr a sido todo mucho m s sencillo para m si

tu compa era no hubiese perdido el uego de las adivinanzas. +ice una pausa

para mirarlo.

"( "die al cabo", y habr a sido m s sencillo para todos si no hu bieras

venido aqu . #)or qu lo hiciste%

")or eso "contest , y se al con el dedo.

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Eso era un arpa de hueso. (us cuerdas reluc an con los mismos colores

elusivos y resplandecientes que te an los pasaes. Una llave dorada yac a a

su lado. (oy una persona tan mel mana como cual quier otra, no m s, pero

cuando vi aquellas cuerdas e6tra as y brillan tes, me fascin la idea de saber

qu clase de m sica pod an producir. 5, antes de tocar la llave, me detuve a

pulsar una de las cuerdas.)areci que toda la monta a zumbaba.

"-'o/ "e6clam el arpista, poni ndose en pie sobre un mont n

de oro. El viento sali de la cueva como e6pulsado por un ala

gigantesca". -Est pida, torpe/ #C mo crees que me atrap % -T rame la

llave/ -1eprisa/

(opes la llave en la mano, molesta por su groser a. )ero, al fin y al

cabo, era el hombre que hab a prometido a Celidonia que encon trar a, e

imagin que, una vez lavado, alimentado y en los brazos de la reina, volver a

a ser encantador. 2e arro la llave, que cay muy cerca de su mano e6tendida.

"-diota/ "me espet ". Eres tan torpe como la reina. )aralizada, lo mir

fiamente mientras l pugnaba por alcanzar la llave. 9e volv bruscamente

hacia el arpa y rasgu todas las cuerdas con la mano.

2o que recorri los pasadizos a nuestro encuentro deaba un rastro de

humo, fuego y piedras quebradas. El arpista gimi y ocult la ca beza tras sus

brazos. El humo se dispers , y unos oos grandes como lunas de fuego nos

contemplaron desde muy cerca del alto techo. Una garra tan larga como mi

espinilla cay a pocos cent metros de mi pie. Cortes a , pens desesperadamente. Cortes a, hab a dicho ella. Era como charlar con el sol.

0ntes de que pudiera hablar, el arpista e6clam :

"-+a sido ella/ *ino aqu tambi n en busca del arpa, y aunque in tent

detenerla..

(ent una oleada de calor; not que el oro que llevaba me quemaba el

cuello.

"s ruego que me perdon is si os he ofendido "die, sinti ndome

achicharrada por dentro". +e venido a petici n de mi reina para res catar a su

arpista. 0l parecer, no os complace la m sica de arpa. (i os place, me llevar de vuestra casa lo que debe de ser una molestia para vos. "Call . 2os enormes

oos se movieron un poco hacia m . Considerando que en aquellas tierras era

importante presentarse, a ad ": 9e llamo 0nne.

"0nne "murmur el humo. que el arpista tiraba de su cadena. 2a

garra se apart ligeramente, y la inmensa cabeza de lagarto descen di . Ten a

las escamas quemadas y oscurecidas por el humo, y diminutas chispas de fuego

centelleaban entre sus dientes". #C mo se llama l%

"3estral "se apresur a responder el arpista". 3estral +unt. Tienes raz n

"suspir el aliento ardiente". Es una molestia. #Es t s segura de que quieres llev rtelo%

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"'o "respond , con la mirada borrosa, maravillada y aliviada de haber

encontrado por fin, en aquella tierra peligrosa, algo que no necesitaba temer".

Es e6tremadamente grosero, desagradecido e insensible. (upongo que mi reina

lo ama por sus cabellos y sus manos; no debe de o rle hablar. 0s pues, ser

meor que me lo lleve. 2amento que entrara en vuestro hogar tratando de

robaros."Es un arpa hecha de huesos y tendones de drag n "e6plic el drag n".

)or eso no me gustan los arpistas: porque hacen cosas as y luego cantan su

gran ingenio en sus canciones. Como ste habr a hecho. "ostez , y brot una

lengua de fuego que fundi el oro que hab a unto a la mano del arpista,

quien se acurruc contra la pared. Te ruego que me perdones "se apresur a

decir.

El drag n mostr una sonrisa oscura y curvada entre el humo, y resopl

calor.

Tal vez te guarde conmigo y me haga un arpa con tus huesos. "(onar a terriblemente desafinada "coment ". #+ay algo que pueda hacer por vos, a

cambio de la libertad del arpista%

1escendi un oo, redondo como la luna, con sombras de colores que

cruzaban constantemente sobre l.

"1ime mi nombre "susurr el drag n. 2entamente comprend que no era

un desaf o, sino un ruego". Una muer me quit mi nombre hace mucho

tiempo, en un uego de acertios. +e estado tratando de recordarlo durante

a os.

"#0igam% "resoll . Tambi n lo hizo el drag n, que estuvo a punto de chamuscarme el pelo.

"2a conoces.

"9e quit algo: a mi meor amiga. 1e vos dio: El nombre del drag n

est escondido en un acertio .

"#1 nde est ella%

"8ecorriendo las sendas de la magia en esta tierra.

El drag n fle6ion sus garras entre las piedras, suaves y negras como

escarabaos.

"0ntes sab a un poco de magia. 2a suficiente para caminar como si fuese un hombre. #9e ayudar s a encontrar mi nombre%

"#5 vos me ayudar is a encontrar a mis amigas% "le rogu a cambio".

+e perdido a cuatro, buscando a este insoportable arpista. Tal vez una o dos

no deseen mi ayuda, pero no lo sabr hasta que las haya visto.

"1 ame pensar... "dio el drag n.

1e repente se arremolin humo a mi alrededor; era acre, gris como la

ceniza. Tragu humo y lo e6puls tosiendo. Cuando mis escocidos oos

pudieron ver de nuevo, un arpista de cabellos dorados estaba plantado ante

m . Ten a los mismos oos del drag n.

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*olv a inhalar aire, at nita. Entre mis toses pude o r a 3estral a mis

espaldas, que tiraba de su cadena y daba gritos.

"#5 qu pasa conmigo% "vociferaba furioso". -Te enviaron a resca "

tarme/ #$u le dir s a Celidonia% #$ue encontraste a su arpista y le

llevaste a un drag n en su lugar% "(u propio rostro le devolvi la mi rada y lo

de sin voz por unos instantes. (igui tirando de la cadena de forma fren tica, desesperada". -'o sabes tocar el arpa/ (abr que eres un enga o

por eso y por tus oos de anciano.

Tal vez no le importe "repliqu , encantada por su sugerencia.

"(us caballeros me encontrar n. -1iiste que quer an matarme/ -(e r s

la causante de mi muerte/

"2o m s probable es que quienes quieren verte muerto me sigan "die

con hast o" cuando vean al arpista de cabellos dorados que ca balga conmigo.

Corresponde al drag n liberarte, no a m . (i decide hacerlo, tendras que

encontrar el camino de vuelta a Celidonia por ti mismo; o habr s de prometer que no hablar s, s lo cantar s.

2e di la espalda. El drag n"arpista recogi su arpa de hueso. "9antengo

mis condiciones "declar con su voz ronca, humeante". 2a llave de tu libertad

est en una canci n.

1eamos al artista encadenado a su m sica, buscando confundido "con su

o do sordo a ella y su cerebro desafinado" la nica canci n, de todas las que

hab a cantado u o do alguna vez, que lo llevar a de regreso a Celidonia.

&uera, a la luz del d a, condue al drag n hasta la piedra que se hab a

tragado a 1anica, y as comenc mi viae de regreso a 0igam.

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