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99 Aragón en la Edad Media XXI (2009) pp. ISSN 0213-2486 FERNANDO EL CATÓLICO Y LA CONSTRUCCIÓN HISTORIOGRáFICA DE UN MITO FERNANDO “EL CATóLICO” AND THE HISTORIOGRAPHIC CONSTRUCTION OF A MYTH José Luis Corral Lafuente Universidad de Zaragoza Resumen: A fines del siglo XV el rey Fernando II de Aragón se convirtió en el paradigma personal de los mitos y leyendas del reino de Aragón. Crónicas e historias lo elevaron a la categoría de mito nacional y fue investido de todos los honores y virtudes de los grandes caballeros y los más excelsos conquista- dores: el último gobernante del Medie- vo, pero también el primero de la Edad Moderna. Palabras clave: Fernando II de Aragón, monarquía, mito, leyenda. Abstract: In the last time of the XV Cen- tury, Fernando II, king of Aragon, was signified how the personal paradigm of the myths and legends of this kingdom. Chronicles and stories convert to Fern- ando II in the most great national myth. The king was invested of all honours and glories of the knigts and the conquerors in the Middle Age: he´s recognized how the last sir of the Middle Age, but also the first of the Modern Age. Keywords: Fernando II of Aragon, mon- archy, myth and legend. 1. Mitificación y mito en la monarquía aragonesa Fundado en la primera mitad del siglo XI, el reino de Aragón carecía de signos y símbolos de identidad atávicos y legendarios. Construido a lo largo de la plena Edad Media, entre 1035 y 1236, al pequeño reino pirenaico de Ramiro I no le quedó otro remedio que constituirse en comunidad histórica a partir de un aserto nada legendario, pero enormemente práctico y efectivo: la voluntad política de “querer ser”. Este origen, muy alejado de los tópicos mitos del nacimiento de los grandes Estados (ya sea por fundaciones maravi- llosas, por herencias o designios divinos o por obra de héroes mitológicos),

José Luis Corral Lafuente · José luIs CoRRAl lAfuEntE propició que desde los primeros momentos de la historia del Reino se otorgara una especial incidencia a lo real, es decir,

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Aragón en la Edad MediaXXI (2009)

pp.Issn 0213-2486

fERnAndo El CAtÓlICo y lA ConstRuCCIÓnHIstoRIogRáfICA dE un MIto

FERNANDO “EL CATóLICO” AND THE HISTORIOGRAPHIC CONSTRUCTION OF A MYTH

José Luis Corral Lafuente universidad de Zaragoza

Resumen: A fines del siglo Xv el rey fernando II de Aragón se convirtió en el paradigma personal de los mitos y leyendas del reino de Aragón. Crónicas e historias lo elevaron a la categoría de mito nacional y fue investido de todos los honores y virtudes de los grandes caballeros y los más excelsos conquista-dores: el último gobernante del Medie-vo, pero también el primero de la Edad Moderna.Palabras clave: fernando II de Aragón, monarquía, mito, leyenda.

Abstract: In the last time of the Xv Cen-tury, fernando II, king of Aragon, was signified how the personal paradigm of the myths and legends of this kingdom. Chronicles and stories convert to fern-ando II in the most great national myth. the king was invested of all honours and glories of the knigts and the conquerors in the Middle Age: he´s recognized how the last sir of the Middle Age, but also the first of the Modern Age.Keywords: fernando II of Aragon, mon-archy, myth and legend.

1. Mitificación y mito en la monarquía aragonesa

fundado en la primera mitad del siglo XI, el reino de Aragón carecía de signos y símbolos de identidad atávicos y legendarios. Construido a lo largo de la plena Edad Media, entre 1035 y 1236, al pequeño reino pirenaico de Ramiro I no le quedó otro remedio que constituirse en comunidad histórica a partir de un aserto nada legendario, pero enormemente práctico y efectivo: la voluntad política de “querer ser”. Este origen, muy alejado de los tópicos mitos del nacimiento de los grandes Estados (ya sea por fundaciones maravi-llosas, por herencias o designios divinos o por obra de héroes mitológicos),

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propició que desde los primeros momentos de la historia del Reino se otorgara una especial incidencia a lo real, es decir, a la plasmación política de esa idea de “querer ser” en unas determinadas formas jurídicas.

Así, a falta de héroes, mitos y dioses, se mitificaron los orígenes en el de-recho y en su importancia como crisol del nuevo Estado. En palabras de J. la-linde: “de estos fueros de Aragón empezó a hablarse, sobre todo, en el siglo XIII, y se los elevó a la categoría de las cosas míticas en los siglos siguientes, hasta llorar como tragedia nacional su conculcación a fines del siglo XvI y su casi total desaparición a principios del siglo XvIII, en que la nacionalidad aragonesa cedía paso a la regionalidad”1.

Mitificado el origen a partir de la sublimación de las fuentes jurídicas que lo hicieron posible, el paso siguiente, lógico e inmediato, consistió en la mi-tificación de las instituciones y de cada una de las fases políticas que había atravesado desde los primeros momentos el Estado aragonés. la trayectoria histórica se sublimó en una escalada de lo pequeño a lo grande, como en to-dos los grandes mitos, convirtiendo la trayectoria política aragonesa en una empresa histórica aparentemente predestinada a convertirse desde los tiempos fundacionales en lo que fue a fines del siglo Xv. Es decir, a procurar cumplir una especie de plan divino predeterminado desde los inicios de la llamada Reconquista.

los orígenes de Aragón datan de hacia el año 800, con la fundación en el valle de Hecho de un condado dependiente del imperio Carolingio, pequeño pero suficiente para alcanzar la legitimidad y luego la independencia. fundado por el mismísimo Carlomagno, el condado de Aragón dependió de su imperio hasta que la descomposición de éste posibilitó su independencia práctica.

después, a partir de mediados del siglo IX, el condado se fue acercando al reino de pamplona, hasta quedar dentro de su órbita de influencia cuando en el 924 el rey pamplonés garcía sánchez II se hizo con él mediante su ma-trimonio con Andrégoto galíndez, la hija y heredera de galindo II Aznárez, último conde de la dinastía privativa aragonesa. desde entonces, los reyes de pamplona fueron también condes de Aragón, aunque el pequeño condado logró mantener su propia identidad dentro de la corona real pamplonesa, pues en 1035, y a la muerte de sancho III el Mayor, uno de sus hijos, Ramiro I, al que algunos cronistas consideraron bastardo, se convertirá en el primer rey de Aragón2. Este joven reino, por si no tuviera suficiente legitimidad dinástica o alguien pudiera ponerla en entredicho, será ratificado convenientemente por

1.- Jesús lAlIndE, Los fueros de Aragón, p. 11, Zaragoza 1976.2.- Antonio duRán, Ramiro I de Aragón, Zaragoza, 1978, pp. 20-28. sostiene que la presunta ilegalidad

de Ramiro I es una invención de los cronistas.

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el papado mediante una infeudación en la época del rey sancho Ramírez, en el año 1068, que conllevó la sanción pontificia del reino3.

ya en el siglo XII Aragón se convertirá en cabeza de una Corona, al unir-se dinásticamente el reino de Aragón con el condado de barcelona en 1137, constituyendo una unidad política en la que el principal garante es precisa-mente la monarquía y su forma política una nueva formación que alcanzará un gran éxito, la Corona de Aragón.

por fin, a partir de la unión en 1479, dinástica también, con Castilla y león, Aragón aparece como forjador de un imperio. todos los pasos parecen escri-tos como si tratara del más completo guión historiográfico, del principio al fin, de los comienzos casi anónimos en un pequeño valle pirenaico a la formación de una monarquía universal.

Además de la monarquía, la construcción nacional aragonesa necesitaba de las instituciones que hacen posible un Estado. En Aragón, éstas fueron las Cor-tes, la diputación del general y el Justicia Mayor, todas ellas configuradas en-tre los siglos XIII y Xv4, pero con precedentes legendarios, como no podía ser de otra manera, casi desde el mismo momento de los orígenes, a su vez también míticos, del Reino. gracias a ello, el pequeño y frágil Estado pirenaico pudo conservar durante un milenio su identidad política y su personalidad jurídica.

El reino de Aragón mantuvo todas sus leyes e instituciones privativas des-de su fundación como tal en 1035 hasta 1707, cuando fueron suprimidas, casi todas, por los decretos de nueva planta dictados por el rey felipe v, el primero de la nueva dinastía de los borbones, instaurada tras la guerra de sucesión.

frente a estos hechos, ciertas historiografías nacionalistas han tergiversado los acontecimientos: galicia tan sólo se constituyó como reino independiente entre 1065 y 1071, cuando fernando I de Castilla y león dividió sus dominios entre sus tres hijos, entregándole galicia a garcía, que sólo la retuvo durante seis años, pues muy pronto fue reintegrada de nuevo a Castilla y león por Alfonso vI y sancho II. Andalucía, las ocho provincias que configuran la actual Comunidad Autónoma, jamás ha constituido una entidad histórica in-dependiente; formó parte del emirato y califato de Córdoba hasta 1031, luego se dividió en varios reinos de taifas (Jaén, sevilla, granada, etc.) que fueron conquistados entre 1236 y1492 por los reyes de Castilla e incorporados a su Corona. y el país vasco, pese a lo que inventen tantas burdas falsificaciones sobre su historia, nunca constituyó una unidad territorial independiente; du-rante la Edad Media el reino de pamplona y el de Castilla se disputaron los tres

3.- José luis CoRRAl, Mitos y leyendas de Aragón, Zaragoza, 2002, p. 42.4.- José luis CoRRAl, Historia contada de Aragón, Zaragoza, 2000, pp. 154-157.

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territorios vascos (los señoríos de álava, guipúzcoa y vizcaya, sin ninguna relación de unión política entre ellos) que ahora componen las tres provincias de la Comunidad Autónoma vasca, y algunos más en la Rioja, en el norte de la actual provincia de burgos y en la propia navarra. los actuales tres territo-rios del país vasco pertenecieron al reino de pamplona hasta la segunda mitad del siglo XI, hasta que los tres quedaron incorporados a Castilla en esa época. la manipulación política de la Historia ha hecho posible que los “fabulados mitos nacionales” se hayan convertido en “falsas verdades históricas”5.

Conseguida la identidad histórica, se procuró convertir a Aragón en un territorio mítico y sagrado, en el cual los elementos fabulados y legendarios, necesarios para el mito, superaran a la propia realidad histórica6. Asentado el reino, legitimada su monarquía, Aragón fue convertido en un espacio propicio para la leyenda, solar de la gestación de la España cristiana, de linajes sagrados ungidos por la divinidad y Estado gestor de empresas políticas gigantescas.

la culminación cultista de todo este proceso la realizó el cronista vagad, que en 1499 escribió su Crónica de Aragón; allí se dejaron sentadas las bases de toda una verdadera campaña destinada a convertir la leyenda en norma de fe. Muy conocida entre las clases dirigentes aragonesas gracias a la imprenta, la crónica de vagad “supuso la justificación intelectual de la difusión de Ara-gón como mito pues se unían en un mismo esquema los tres componentes que los dirigentes aragoneses necesitaban en ese preciso momento de fines de la Edad Media: un reino, un rey y un pueblo”7. no en vano, el objetivo confesado por el propio vagad era “conseguir el asombro ante las proezas y la sabiduría política de los aragoneses”8.

Con todo ello, a fines del siglo Xv, justo a comienzos del reinado de fer-nando el Católico, Aragón ya era “tierra de libertad”, de “leyes antes que reyes”, de compromiso político, de lealtad y de unidad, de empuje y de valores cristianos, “reino de dios y tierra de María santísima”9. En suma: una empre-

5.- luis gonZálEZ AntÓn, España y las Españas, Madrid, 1997, pp. 682-687, y J. l. CoRRAl, Mitos y leyendas, pp. 36-37.

6.- José luis CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 36.7.- Ibíd., p. 38.8.- Carmelo lIsÓn, “vagad o la identidad aragonesa en el siglo Xv (Antropología social e Historia)”, Ka-

lathos, 5-6 (1985-1986), p. 275. En 1499 vagad publicó su Crónica de Aragón donde introdujo los prin-cipales mitos que se siguieron repitiendo durante mucho tiempo sobre los orígenes de Aragón; esta obra es sin duda la que más contribuyó a crear un ambiente de nacionalismo entre los ambientes intelectuales del Aragón de fines del siglo Xv (Reinaldo AyERbE-CHAuX, La apología de Aragón en la Crónica de Vagad, fall 1979). Hubo que esperar varias décadas para que Jerónimo Zurita, en sus Anales de Ara-gón, desmontara algunos de sus asertos, si bien otros de ellos han seguido vigentes hasta el siglo XX.

9.- Roque Alberto fACI, Aragón, reino de Cristo y dote de María Santísima, Zaragoza 1979 (facs. de 1739).

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sa histórica sagrada10, tierra sacra al haber sido elegida por dios para recibir la sangre de su Hijo11 y como templo primero y principal de su Madre12. Con semejantes propuestas, a fines del siglo Xv no había en el mundo territorio alguno con más derecho para reclamar la herencia emocional de cuanto se había perdido en tierra santa, ni reino con más virtudes para procurar que fueran sus reyes los que ostentaran el privilegio de principales defensores de la cristiandad y los impulsores de la última cruzada, la que lograría al fin la conquista definitiva de los santos lugares13.

la aparición del mito se produce en el momento en que los ritos, las ce-remonias o determinadas reglas sociales requieren de una justificación de an-tigüedad, de realidad o de santidad14. El reino de Aragón, que se forjó como entidad política y territorial entre 1035 y 1412, necesitó instaurar sus propios mitos una vez alcanzados esos objetivos. “Rodeado de reinos y estados más antiguos (pamplona y Aquitania) y encorsetado en un territorio pequeño (ape-nas cuatro mil kilómetros cuadrados) y agreste (entre las montañas del alto pirineo), el primitivo reino de Aragón fue creando sus propios mitos a lo largo de la baja Edad Media, los que necesitaba para hacer patente la justificación de su legitimidad dinástica, la historicidad de su antigüedad y la identidad de sus instituciones genuinas”15.

la ya vieja monarquía aragonesa a fines del siglo Xv no necesitaba de ninguna nueva ratificación legitimista, pero sí de una mayor hondura en la historia, lo que sólo es posible a través del mito. “Relegados por razones re-ligiosas aquellos principios paganos de las tribus germánicas que hacían des-cender a sus dinastías reinantes de los mismísimos dioses, olvidado por las mismas razones el carácter divino de la monarquía romana que convertía a sus emperadores en dioses mismos, a los reyes cristianos de la Edad Media no les quedaba otra solución que aludir a la gracia divina para justificar su privilegios sobre los demás nobles, que en su deseo de poder pugnaban por ser considerados como iguales a los reyes. se era rey por la gracia de Dios, de manera que la corona se constituía como una institución sagrada, bajo la protección directa de la divinidad. En consecuencia, sólo había dos maneras de conseguir la realeza, bien siendo hijo de rey —no en vano esa gracia divina

10.- “El mito siempre contiene una raíz divina” (Julio AlvAR, “En torno a los mitos y a los ritos (por un atlas de mitos y ritos de Aragón)”, I Congreso de Aragón de Etnología y Antropología, Zaragoza 1979, p. 77).

11.- José luis CoRRAl, “una Jerusalén en el occidente medieval: la ciudad de daroca y el milagro de los Corporales”, Aragón en la Edad Media, XII, 1995, pp. 84-85 y 104.

12.- R. p. fACI, Aragón dote de Cristo, p. 35.13.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 40.14.- J. AlvAR, “En torno a los mitos y a los ritos”, p. 81.15.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 77.

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se transfería mediante la sangre— o recibir la corona de manos del papa, el único y legítimo representante de dios en la tierra”16.

los monarcas aragoneses eran los herederos de Ramiro I, miembro de la casa real de pamplona sobre la que no había ninguna duda acerca de su majes-tad. pese a todo, tanto sancho Ramírez en 1068 como pedro II en 1204 viaja-ron a Roma para ser coronados por los papas. “sancho Ramírez lo hizo cuatro años después de la muerte de su padre Ramiro I, impulsado por la obsesión y la duda de que tal vez su realeza podía ser puesta en cuestión. pedro II lo hizo por razones políticas. Este rey, llamado el Católico pese a que encabezó la defensa de sus vasallos los herejes albigenses contra las tropas papales, viajó a Roma, donde llegó a principios de noviembre de 1204. tras varias semanas de estancia en la capital vaticana recibió la corona y la sagrada unción de manos de Inocencio III en la iglesia de san pancracio, ratificando en ese acto la infeudación que su antecesor sancho Ramírez había hecho a la santa sede a cambio de 500 monedas de oro anuales. Roma otorgaba certificados de rea-leza, pero jamás lo hacía gratis”17. Con la doble sanción papal, la ratificación de la realeza de los soberanos de Aragón era completa, más todavía cuando recibieron el privilegio de ser coronados en la catedral de Zaragoza18.

En algún caso el rito de la coronación se transmitió en forma de leyenda. Así, pedro II, llamado también el Católico pese a que perdió la vida en 1213 en la batalla de Muret defendiendo a sus vasallos cátaros del ataque de las tropas papales de simón de Monfort, acudió a Roma en 1204 para ser coronado por el papa. una tradición apócrifa sostenía que los papas coronaban a los reyes con los pies, en un rito de claras connotaciones feudales con el que se pretendía ma-nifestar ritualmente la sumisión del poder temporal de la monarquía al universal y divino de la Iglesia. para evitar semejante afrenta, la tradición sostiene que pedro II se presentó ante el papa Inocencio III con una corona hecha con masa de harina sin cocer. El papa no pudo coger la corona con los pies y no tuvo otro remedio que coronar al rey de Aragón con las manos19. “Esta leyenda venía a incidir en la astucia de los reyes aragoneses y en su capacidad e inteligencia para solventar situaciones comprometidas para su dignidad como monarcas”20.

por diversos medios, crónicas, anales, poemas, elegías, simbología, herál-dica, etc., se procuró hacer de los reyes aragoneses los más excelsos repre-sentantes de la gloria de la monarquía y de sus virtudes y valores. Así, fueron

16.- Juan fernando utRIllA utRIllA, “pedro II”, p. 78, en Los reyes de Aragón, Zaragoza, 1993, pp. 73-80.

17.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 78.18.- J. f. utRIllA utRIllA, “pedro II”, p. 78.19.- bonifacio pAlACIos, La coronación de los reyes de Aragón (1204-1410), valencia, 1975, pp. 42-52.20.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 79.

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presentados como inteligentes, sagaces, honestos y valerosos, miembros de un linaje que era capaz de engendrar los mejores monarcas de la cristiandad y ser el tronco de diversas casas reinantes; así lo decía a fines del siglo Xv el cronis-ta vagad: “Aragón dio reyes a navarra, valencia, Mallorca, Cataluña, Murcia, Menorca, Ibiza, Córcega, sicilia, nápoles y Castilla, y está en disposición de darlos a áfrica, Constantinopla, babilonia y turquía”21.

“no cabía la menor duda, la casa real de Aragón era la que disponía de los soberanos más preparados de toda la cristiandad, los únicos capaces de regen-tar medio mundo, y no sólo en los reinos cristianos, sino también en tierras de los infieles para cuando se conquistaran. Eran los encargados de una misión reservada sólo a los héroes: unificar a todo el mundo por su iniciativa bajo la bandera de la cristiandad”22. no era por tanto ninguna casualidad que la casa real de Aragón fuera la elegida por dios y por ello la había favorecido “por celestiales socorros”23.

las hazañas, reales o inventadas, de los reyes de la dinastía de Ramiro I se magnificaron: Alfonso I el batallador apareció dispuesto a llegar hasta tierra santa conquistando todas las tierras musulmanas que encontrara en el camino y “alentado sin duda por las profecías y los augurios que corrían en aquellas primeras décadas del siglo XII por Europa, creyó ser el rey destinado a reinar sobre Jerusalén”24 y a instaurar un reino de Cristo que duraría mil años25. pe-dro II el Católico estaba “dotado sobre todos los otros reyes en belleza y proe-zas de caballería”26. Jaime I el Conquistador se describía así: “fue el hombre más hermoso del mundo; era un palmo más alto que los demás y muy bien formado, y perfecto en todos sus miembros; tenía el rostro sonrosado y fres-co, la nariz larga y recta, y la boca grande y bien dibujada, y dientes grandes, bonitos y blancos, que parecían perlas, y bonitos cabellos rubios semejantes al hilo de oro, y anchas espaldas, y cuerpo largo y delgado, y los brazos fornidos y bien contorneados, y bellas manos y largos dedos, y los muslos gruesos, y las piernas largas, rectas, gruesas, de acuerdo con su medida, y los pies largos y bien formados y calzados elegantemente”27. pedro III el grande fue el per-sonaje “que tuvo más gracias que cualquier hombre que haya nacido después

21.- gauberto fabricio de vAgAd, Crónica de Aragón, Zaragoza, 1996, f. 10 (facs. de 1499).22.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 79.23.- g. f. vAgAd, Crónica, f. 25v.24.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 80.25.- José María lACARRA, Alfonso el Batallador, Zaragoza, 1978, p. 106.26.- Así se describe a pedro II en la Crónica de San Juan de la Peña, ed. de Carmen oRCástEguI, p.

83, Zaragoza, 1986.27.- bernat dEsClot, Crónica del rei en Pere e dels seus antecessors passats, ed. de f. soldevila, bar-

celona, 1971.

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de Jesucristo”28. pedro Iv el Ceremonioso, que tenía muy corta estatura y un cuerpo débil, al dirigirse a los diputados reunidos en las Cortes de Monzón en 1363 con motivo de la guerra con Castilla, les dijo: “... a pesar de que dios no nos haya hecho grande de cuerpo, tenemos tanta voluntad y corazón como cualquier caballero de este mundo para vivir o morir y defender nuestra corona y nuestro reino...”29. Alfonso v estaba lleno de virtudes; era “esforzado, justo, moderado, prudente, sabio, gracioso, fuerte, estudioso, paciente, piadoso, mi-sericordioso, humano, liberal, clemente, magnánimo...”, y mucho más30.

Aparece así toda una galería de monarcas extraordinarios, orlados con vir-tudes excelsas, de cualidades maravillosas siempre dispuestos a sacrificarse por sus súbditos y por alcanzar grandes logros para su corona31. su poder era tal que “hasta los peces que nadaban por sus aguas llevaran sobre sus lomos las barras de Aragón”32, forzando así un paralelismo con los emperadores ro-manos, convertidos en los nuevos soberanos capaces de emular a aquel gran imperio convirtiendo al Mediterráneo en el nuevo Mare Nostrum33.

Intitulados como “rey de Jerusalén”, los monarcas aragoneses fueron pre-sentados como los únicos capaces de devolver tierra santa a la cristiandad. A mediados del siglo Xv hacía tiempo que los cruzados no pisaban Jerusalén. la situación del occidente cristiano era complicada, pues los serbios habían sido arrollados por los turcos en 1398 en Kosovo y avanzaban peligrosamente por los balcanes, acababan de conquistar Constantinopla en 1453 y amena-zaban a todo occidente desde sus bases en el Mediterráneo y en el curso del danubio. Ante semejante perspectiva no faltaron los agoreros que profetiza-ron que el anunciado fin del mundo estaba muy cerca, salvo que apareciera en occidente un monarca capaz de frenar el avance turco y detener el triunfo del Maligno. y ése era el papel mesiánico destinado a los reyes aragoneses34; por eso, cuando los turcos ocuparon Constantinopla, Alfonso v de Aragón

28.- luis gonZálEZ AntÓn, “pedro III”, p. 92, en Los reyes de Aragón, Zaragoza, 1993, pp. 91-99.29.- José luis CoRRAl, “pedro Iv”, p. 125, en Los reyes de Aragón, Zaragoza, 1993, pp. 119-128.30.- Antonio bECCAdEllI, llamado el panormita por ser natural de la ciudad siciliana de palermo, escri-

bió en 1469-1470 una obra titulada Libro de los dichos y echos elegantes y graciosos del sabio rey don Alonso de Aragón, ed. de Alberto Montaner, Zaragoza 1997 (facs. de 1552, 1ª ed. 1527), en el cual se recogen numerosas anécdotas y hechos históricos de la vida de Alfonso v. Cada parágrafo va precedido de un adjetivo laudatorio al rey.

31.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 82.32.- las llamadas cuatro grandes crónicas (Jaime I, bernat desclot, Ramón Muntaner y pedro Iv) recogen

y ensalzan las hazañas heroicas de los reyes de Aragón en el Medievo, plasmando en algunas esce-nas una cierta escenografía efectista: “y el primer día de abril, con la gracia de dios la señera salió...” (Ramon MuntAnER, Crónica, p. 851), en f. soldevila (ed.), Les quatre grans cròniques, barcelo-na, 1971.

33.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 82.34.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 83.

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se declaró dispuesto, si le ayudaban los demás reyes cristianos, a defender la cristiandad de la amenaza de los turcos35.

los de Aragón no eran reyes taumaturgos capaces de hacer milagros y de curar enfermos como se atribuía a los reyes de la francia merovingia, ni hubo un solo rey santo ni con méritos suficientes como para ser elevado a los alta-res, algunos incluso fueron excomulgados y muy pocos mantuvieron buenas relaciones con la Iglesia, pero todos ellos se consideraron “cristianísimos”, dos, pedro II y fernando II, llevaron el sobrenombre de “católico” y otros lu-charon codo con codo al lado de santos como san Jorge en las batallas contra los musulmanes36.

El mito, el rito y el símbolo van unidos de manera indisoluble. Aragón, con sus instituciones ya consolidadas a mediados del siglo Xv, necesitaba que sus símbolos de identidad estuvieran en consonancia con sus orígenes míticos y su calidad de tierra cristiana. para ello era necesario incorporar a su escudo los elementos míticos de la configuración originaria del territorio37: el árbol desraizado coronado por una cruz latina en rojo que representa la bata-lla imaginaria del rey garcía Jiménez de sobrarbe en el año 724 contra los musulmanes en Aínsa38; la cruz de Íñigo Arista, quinto rey legendario de un imaginario reino de sobrarbe-Aragón, que contempló al comenzar la batalla de Araguás flotando sobre el campo39; las cuatro cabezas de los reyes moros que fueron derrotados por el rey pedro I de Aragón en la batalla de Alcoraz en la conquista de Huesca en 1096 con la bandera de san Jorge40; y las cuatro ba-rras verticales rojas sobre fondo amarillo, los colores de la casa real de Aragón concedidos por el papado por la infeudación de 106441.

Con todo ello, en la segunda mitad del siglo Xv la historiografía aragonesa había preparado convenientemente el camino para hacer posible la creación

35.- A. bECCAdEllI, Libro de los dichos, f. 114v.36.- san Jorge es el santo nacional y el héroe sagrado de los aragoneses: los reconforta en la batalla y lucha

a su lado como hizo en Alcoraz en 1096, apareciendo al lado de las tropas de pedro I para decantar la victoria de su lado. sobre la figura de este santo vid. francisco MARCo y ángel CAnEllAs, San Jorge de Capadocia, Zaragoza, 1987.

37.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 40.38.- Jerónimo blAnCAs, Comentarios de las cosas de Aragón, Zaragoza 1995, p. 29 (reed. de 1582).39.- Ibíd., p. 41.40.- g. f. vAgAd, Crónica, f. 35v; blAnCAs, Comentarios, p. 110 y Jerónimo ZuRItA, Anales de Ara-

gón, I, Zaragoza, 1977, pp. 132-133.41.- sancho Ramírez, rey de Aragón, viajó hasta Roma en 1068 para lograr que el papa ratificara sus de-

rechos reales a la corona aragonesa, tal vez en duda. la ratificación de sancho Ramírez por la santa sede se logró a cambio de la infeudación de Aragón por 500 mancusos de oro al año. Como nuevo señor feudal del reino aragonés, el papado permitió al rey usar sus colores, el rojo y el amarillo, que se convirtieron en los de la nueva dinastía fundada por Ramiro I (domingo J. buEsA CondE, “sancho Ramírez”, en Los reyes de Aragón, Zaragoza, 1993, p. 26).

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de un héroe que personificara todas las virtudes y encarnara los mitos naciona-les. sólo era necesario que apareciera un personaje como fernando II.

2. La construcción de un estereotipo: Fernando el Católico

Mitos, leyendas, fábulas e historia se mezclaron convenientemente en la se-gunda mitad del siglo Xv para dotar a los aragoneses de sus símbolos de identi-dad y de sus emblemas, el escudo y la bandera, que era cuanto el reino necesita-ba para asentar sus principios y fundamentar su origen, su legitimidad política y su privilegiada protección divina. pero a fines del siglo Xv Aragón había dejado de ser la cabeza de la Corona porque había quedado sumido en las enormes po-sesiones de los Reyes Católicos42, por lo que los aragoneses, perdida buena parte de su protagonismo político, se aferrarán a la grandeza mítica de sus orígenes para contrapesar su conversión en una “provincia” más del Imperio Hispánico43. Ahora bien, el rey que enseñoreaba ese imperio no era otro que fernando II, rey de Aragón, el heredero de la saga que comenzara con Ramiro I.

la construcción del mito historiográfico de fernando El Católico queda perfectamente plasmada en la pintura atribuida a giulio Romano, con marca-das influencias de Miguel ángel, que se conserva en la estancia llamada del Incendio del borgo en los palacios vaticanos en Roma. El rey de Aragón y de Castilla está sentado majestuosamente en una hornacina, con corona real sobre su cabeza, mirando hacia su derecha; una coraza de soldado sin ningún elemento decorativo le protege el tronco, en tanto las caderas y las extremi-dades inferiores las cubre un manto imperial; en su mano derecha sostiene un estandarte similar al que precedía a los emperadores romanos en el que hay colgados una coraza de guerrero, una corona de laurel, dos granadas y un castillo; dos atlantes coronados de laurel lo enmarcan creando con sus brazos un arco de triunfo sobre la cabeza del soberano. una cartela sobre las manos de los atlantes reza: fERdInAndvs REX CAtHolICvs CHRIstIAnI IMpERII pRopAgAtoR (“fernando, rey católico, propagador del imperio Cristiano”), que alude a la conquista del reino musulmán de granada)44. El rey fernando II está situado entre los grandes monarcas de la cristiandad, escoltado por el emperador Carlomagno y por godofredo de bouillon, el con-quistador de Jerusalén en 109945.

42.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, pp. 44-45.43.- C. lIsÓn, “vagad o la identidad aragonesa”, pp. 304-305.44.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 84.45.- guillermo REdondo vEIntEMIllAs, “fernando II”, en Los reyes de Aragón, Zaragoza, 1993,

p. 168.

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fernando II representa la culminación de la mitificación de los monarcas aragoneses. Aparece en las crónicas de su tiempo y ante la mirada de sus súbditos investido de cualidades y virtudes maravillosas, las propias de los monarcas más extraordinarios; es el héroe que necesitaba Aragón y toda la cristiandad a fines del siglo Xv46.

pero el rey Católico no sólo es tan grande como los más afamados caudi-llos de la cristiandad, es comparado también con los legendarios héroes de la Antigüedad, los merecedores de grandes poemas y canciones; es un verdadero Hércules47, pero a escala humana y por tanto creíble, ha realizado hazañas semejantes a Ciro, Julio César y Alejandro Magno, y su fuerza y valor son comparables a héroes como Aquiles y Eneas48. su capacidad para hacer y des-hacer ha sido interpretada como una emulación de Alejandro Magno cortando el nudo gordiano49. su grandeza se ensalzó de tal manera que en 1482 le pro-nosticaron que “su nombre será más crecido que el de Aníbal”50.

pero el rey Católico es sobre todo el gran conquistador. las crónicas, poe-mas y canciones ya anunciaban su triunfo. pedro Marcuello escribió un can-cionero en 1482 de carácter panegírico y profético; este poeta aragonés copió unos versos que oyó en la ciudad de teruel, o al menos eso confiesa, durante una visita de fernando II que tuvo lugar en los primeros días de enero de ese mismo año 1482. dice el poeta51:

“Esta copla se ofreció a su alteza con otras en su ciudat de teruel un día de los Reyes, año mil quatrocientos ochenta y dos años:

fállase por profecíade antiguos libros sacadaque fernando se diríaaquel que conquistaríaIherusalém y granada.El nombre vuestro tal esy el camino; bien demuestraque vos lo conquistarés:carrera vays, no dudés,sirviendo a dios que os adiestra.”

46.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 85.47.- A. bECCAdEllI, Libro de los dichos, ff. 6-6v.48.- g. f. vAgAd, Crónica, ff. 2v y 4.49.- g. REdondo, “fernando II”, p. 164.50.- pedro MARCuEllo, Cancionero, p. 37, ed. de J. M. blecua, Zaragoza 1987 (ed. de 1482).51.- p. MARCuEllo, Cancionero, p. 51.

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El propio Marcuello hace profesión de ello e insiste en la certidumbre de la profecía52:

“ya le dixe ay profecíade antiguo libros sacadaque fernando se diríaaquel que conquistaríaJherusalén y granada.”

“la profecía dice que ganarán granada”, asegura tajante pedro Marcue-llo53, y para ratificarlo aparecen en el Cancionero varios santos y apóstoles que van comunicando a una doncella el mutuo éxito de los Reyes Católicos en la futura conquista de granada54. Así pues, la profecía anunciaba que sería fernando II el que pusiera fin al dominio musulmán en la península, un viejo sueño de las monarquías hispanas desde que en tiempos de Alfonso III de león se inventara el “hecho de la pérdida de España” y se alentara a la recon-quista de las tierras sometidas al Islam.

Hacia 1482 muchos clérigos pedían a sus feligreses que rogaran a dios para que los Reyes Católicos pudieran conquistar granada y después Jerusa-lén, en plena vorágine mesiánica de la época, y así ganar nuevas tierras para la cristiandad55.

Estas profecías eran muy abundantes y conocidas a fines del siglo Xv. fray Hernando del pulgar describe esa situación en su crónica56:

“se decía que el ilustre y muy poderoso gran príncipe rey don fernando, rey y señor de los reinos de Castilla, Aragón y sicilia, había nacido en la más alta y copiosa conjunción de planetas jamás conocida, tanto que nada en este mundo se le podía resistir. dios mismo lo había designado para recibir las mayores y glorias y victorias, y por ello era considerado como el murciélago, es decir, el soberano encubierto, el monarca que conquistaría todos los pue-blos y destruiría a los moros en España, ganándola al fin para la cristiandad. sería quien acabaría con los tornadizos y los herejes que se consideraban un escarnio para la santa fe católica. fernando estaba predestinado a conquis-tar granada, y aún más, a sojuzgar toda áfrica y a todos los reinos de Ma-rruecos y túnez, e incluso más allá del mar. Era el rey designado para salvar a la cristiandad y para conquistar la ciudad santa de Jerusalén. sería el propio rey en persona el elegido para clavar con sus propias manos el pendón de

52.- p. MARCuEllo, Cancionero, p. 29.53.- p. MARCuEllo, Cancionero, p. 45.54.- p. MARCuEllo, Cancionero, pp. 110-147.55.- Hernando del pulgAR, Crónica de los señores Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel de Cas-

tilla y de Aragón, ed. de J. de la Mata Carriazo, Madrid, 1953.56.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, pp. 201-202.

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Aragón en lo más alto del monte Calvario. por todo ello sería coronado em-perador de Roma y no sólo del Imperio, sino de todo el mundo.”

pero granada no iba a ser el final, sino el inicio de unos acontecimientos extraordinarios que también estaban anunciados por las profecías. El rey fer-nando estaba destinado a ser el gran defensor de la cristiandad y quien lograra al fin la conquista de los santos lugares. la idea de que el Católico era el monarca defensor del reino de Cristo en la tierra ya se había gestado antes de la toma de granada, mucho antes incluso, pues el mismísimo san Isidoro ya predijo que “los Reyes Católicos tendrán la victoria si van a conquistar a los moros más allá del mar”. Claro que eso lo afirma el panegirista pedro Marcue-llo57, para quien el designio de la providencia era claro: los Reyes Católicos se habían unido en matrimonio para servicio de dios58, convertir a los moros y ganar granada, y ello lo harían con la ayuda de los santos Jorge y santiago59:

“y ante desto en gran batallaparecerá santiagoy sant gorge en los de Audallay el soldán, y en su fardallaserá fecho un gran destrago.”

y no era una cuestión menor, pues la mismísima virgen María se había aparecido a santiago en Zaragoza para decirle que fernando II recuperaría Constantinopla60:

“...y sy preseveránen la guerra santa mía,vitorias muy más avrán;sy lo azen, bolverányglesia santa sufía.”

Este soberano era el murciélago, es decir, el tapado, el oculto, el monarca que dirigiría a su triunfo definitivo a la fe cristiana; dice Rodrigo ponce de león:

“... el ilustre y muy poderoso gran príncipe rey don fernando, rey e señor de los reynos de Castilla, Aragón y Ceçilia, nasçió en la más copiosa y más alta planeta que rey ni emperador nunca nasció... y no será cosa es este mundo que se le pueda resistir... porque toda esta gloria y victoria tiene dios prometi-

57.- p. MARCuEllo, Cancionero, p. 115.58.- p. MARCuEllo, Cancionero, p. 91.59.- p. MARCuEllo, Cancionero, p. 26.60.- p. MARCuEllo, Cancionero, p. 77.

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da al bastón, conviene a saber, el morciélago, que éste es el encubierto, y éste retará todos los pueblos de mar a mar, e destruirá todos los moros de España, y todos los tornadizos será cruelmente del todo destruidos, por cuanto son escarnidores y menospreciadores de la santa fe Católica. y no solamente su alteza ganará el regno de granada muy presto, mas sojuzgará toda áfrica e los reynos de fez e de túnez e de Marruecos e benamarín ... e ganará fasta la casa santa de Jerusalén ... e porná por sus manos el pendón de Aragón en el monte Calvario ... e será Emperador, más monarca del mundo...”61.

la profecía estaba encauzada, pero cuando comienza a proliferar la idea de que fernando II de Aragón era el verdadero defensor del reino de Cristo en la tierra es a partir de su éxito como conquistador de granada en 149262, pues una parte sustancial de la misma acababa de cumplirse.

fernando II es el colofón de una serie de reyes medievales aragoneses a los que los cronistas elevaron a la categoría de defensores de la cristiandad, miembros de un linaje sagrado de monarcas heroicos preparados para hacer de Aragón el más importante reino de occidente en una misión histórica predesti-nada por la divinidad63. la historiografía del siglo XIX todavía fue más allá y convirtió a los reyes de Aragón en la garantía de la libertada y del derecho de sus súbditos, una especie de campeones de la legalidad y de la defensa de la libertad de los aragoneses frente a los abusos de la nobleza feudal64.

la mitificación de fernando II suponía la mitificación del reino, pues se consideraban que rey y reino estaban indisolublemente unidos para realizar una misma misión65, hasta tal punto que la historiografía romántica y naciona-lista llegó afirmar en la segunda mitad del siglo XIX lo siguiente: “El rey en aquellas edades era el gran innovador. A su brazo había encomendado dios la destrucción del feudalismo y la maravillosa obra de dar cohesión y fuerza a las diversas naciones”66.

El paradigma de todo esto fue sin duda fernando el Católico; modelo de soberano moderno, político sagaz y habilidoso, diplomático brillante y ave-zado, galanteador vital y caballeresco, fue capaz incluso de despertar la loa de sus enemigos. francisco guicciardini, embajador italiano en la corte de fernando II entre 1512 y 1513, escribió del rey fernando lo siguiente67:

61.- Rodrigo ponCE dE lEÓn, Crónica, barcelona (reed, de 1486), pp. 247-248.62.- José ángel sEsMA, Fernando de Aragón. Hispaniarum Rex, p. 215, Zaragoza, 1992.63.- J. l. CoRRAl, Mitos y Leyendas, p. 85.64.- luis gonZálEZ AntÓn, “Jaime II y la afirmación del poder monárquico en Aragón”, Aragón en la

Edad Media, X-XI, 1993, pp. 385-405.65.- J. l. CoRRAl, Mitos y leyendas, p. 84.66.- M. dánvIlA, Las libertades de Aragón, Zaragoza, 1881, p. 306.67.- g. REdondo, “fernando II”, p. 166.

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“Es un rey muy notable y con muchas y grandes prendas; y sólo se le acusa, sea o no cierto, de no ser liberal y buen guardador de su palabra; en todo lo demás brilla su urbanidad y consideración. no es jactancioso ni sus labios pronuncian nunca sino palabras pensadas y propias de hombres prudentes y rectos.”

pero ni tan siquiera todo esto, con ser mucho, era suficiente; hacía falta más. Aragón tenía que ser el primero de los Estados que componían su Coro-na, a la que daba nombre, pero además el “Estado varón que hizo a España”. y fue aquí donde la Historia puso en las manos de fernando II una baza extraor-dinaria. las graves crisis que atravesaba Castilla desde los últimos años del reinado de Alfonso X, acrecentadas en el reinado de Enrique Iv en la segunda mitad del siglo Xv, propiciaron que Isabel I se convirtiera en reina de la coro-na de Castilla. Era una mujer enérgica y serena, pero algunos cronistas escri-bieron que lo que Castilla esperaba era “la llegada de un príncipe soñado”68.

fernando ya era rey de Castilla desde 1474, y además se convirtió en rey de Aragón y en soberano de todos los demás Estados de su Corona en 1479. vagad escribía al respecto lo siguiente69:

“...es cierto que Aragón es la cabeza del reino, que no Cataluña, y en Zaragoza se recibe la corona real que no en barcelona”, y que valencia es hija de Aragón, que él se la ganó de los moros y la fizo cristiana y la pobló de su gente.”

Con fernando II se culminaba un proceso feliz y triunfante que había he-cho de los Estados del rey de Aragón una tierra sin parangón en el mundo, hasta tal punto que a mediados del siglo XIX se llegó a decir que “Era la Co-rona de Aragón en los siglos XIII, XIv y Xv la más hermosa y envidiable de Europa, y quizás de la tierra”70. poco más era lo que había necesitado el rey Católico para aparecer como el componente masculino de la gran unión de las dos coronas más importantes de la península, el gran hacedor y representante del “Estado varón” que unido al “Estado femenino”, Castilla, dio origen a la moderna monarquía española. Aragón aparece así como el reino capaz de aglutinar a todo un país71. En 1968 aún se llegó a escribir lo siguiente: “Ara-gón no se ha singularizado nunca con ideales o actitudes desvinculadas de España. lejos de ello, ha luchado ardorosamente por la patria común y por su

68.- Andrés bERnáldEZ, Historia de los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel, p. 574, ed. de C. RosEll, Madrid, 1953 (reed, de 1513).

69.- g. f. vAgAd, Crónica, f. 136.70.- braulio foZ, Memoria sobre el Parlamento de Caspe, Zaragoza, 1991 (reed. de 1848).71.- J. l. CoRRAl, Mitos y leyendas, p. 39.

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unidad y se ha caracterizado por su amor a las demás regiones”72. Había naci-do el mito de Aragón como gran hacedor de España, y fernando el Católico era su encarnación palpable.

la exaltación mítica del héroe todavía fue más allá. fernando II fue iden-tificado con el pelícano, el ave que es capaz de picarse el pecho para con su propia sangre alimentar a sus polluelos, de la misma manera que el rey de Aragón y Castilla podía incluso ofrecer su vida por el bien de sus súbditos, en un sacrifico carnal propio de los más grandes héroes mitológicos73:

“... y el pellícano es mi Rey,según demuestra en sus echos,que por la ffe y santa leyofrece la vida y greyy la sangre de sus pechos.”

y es que casi todos los acontecimientos de la vida del Rey solían conver-tirse en algo maravilloso. su nacimiento fue anunciado por cometas74, como ocurría con las figuras señaladas por dios para hacer grandes obras. los poe-tas cantaban estos hechos fabulosos en poemas y canciones. Juan barba com-puso los siguientes versos75:

“Algunos leydos del estrologíad’aquella cometa quesieron catary notan la vía del su caminarqu’en los siete días contino hazía.y desd’Aragón mostró que naçíay viene por çima del río Xalóny toma Castilla y tom’Aragóny toma granada del Andalucía(...)que no se mirava que era nacidoallá do venía la çeleste señaaquel don Hernando que nos enseñapor obras divinas quánto a venido...”

Como no podía ser de otro modo, el Rey era invencible y casi invulnerable, pues su persona sagrada estaba protegida por la virgen y por los santos. buen muestra de ello es el resultado del atentado que sufrió fernando II en la ciudad

72.- José CAstán tobEÑAs, Aragón y su derecho, Zaragoza, 1968, p. 11.73.- p. MARCuEllo, Cancionero, p. 157.74.- J. A. sEsMA, Fernando de Aragón, p. 12.75.- pedro M. CátEdRA, La historiografía en verso en la época de los Reyes Católicos, salamanca, 1989,

pp. 182-183 y 191.

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de barcelona a fines de 1492. un perturbado mental lo atacó en la plaza del palacio real con una daga, propiciándole una enorme herida en la parte poste-rior de la cabeza, cuello y hombro76. El monarca estuvo a punto de morir, pero salvó la vida, lo que se atribuyó a una causa divina en la que el resultado del atentado se convirtió en un milagro77. Algunos cronistas no dudaron en señalar que había existido una intervención de la virgen, y que el Rey había salvado su vida gracias al collar que llevaba, que había desviado la puñalada; fue el propio rey quien se mostró interesado en difundir que la virgen del pilar había intervenido milagrosamente78. Esa protección celestial era muy extensa, pues todos los apóstoles se reunían para bendecir sus victorias79.

Con todo ello, el rey apareció a los ojos de sus súbditos como una figura de dimensiones sobrenaturales, por encima de los valores y virtudes de todos los hombres80.

por fin, el rey fernando II es el campeón del catolicismo. A su figura se une la de su primera esposa la reina Isabel de Castilla, a la que se equiparó como una segunda emperatriz Elena, la madre del emperador Constantino, quien lograra rescatar las reliquias de la pasión81. no en vano, la boda de ambos príncipes ya había sido anunciada como un milagro divino82 y que algunos atribuían al mismísimo san Isidoro de sevilla una profecía por la que en 1480 una reina de Castilla y portugal (sic) acabaría con la herejía; esa reina se iden-tificó enseguida con Isabel I de Castilla83. no en vano, la misión de los Reyes Católicos era al fin y al cabo “restituir la fe quitando las mezquitas”84.

76.- sucedió el 7 de diciembre de 1492 y lo cuenta Jerónimo ZuRItA, Historia del rey don Hernando el Católico: de las empresas y ligas de Italia, Zaragoza 1989, vol. I, pp. 45-46 (reed. de 1580), quien indica que hubo tremendas muestras de dolor y rabia por el atentado. un análisis del atentado en José ángel sEsMA, Crónica de un atentado real. Barcelona, 7-XII-1492, Zaragoza, p. 114. la tortura que sufrió el regicida fue terrible; lo cuenta en su crónica A. bernáldez: “El traidor fue condenado por la justicia de la ciudad a muy crudelísma muerte; fue puesto en un carro y traído por toda la ciudad, y primeramente le cortaron la mano con que le dio al Rey, y luego con tenazas de hierro ardiendo le saca-ron una teta y después le sacaron un ojo, y después le cortaron la otra mano, y luego le sacaron el otro ojo, y luego la otra teta, y luego las narices, y todo el cuerpo le abocadaron los herreros con tenazas ardiendo, e fuéronle cortando los pies, y después que todos los miembros le fueron cortados, sacáron-le el corazón por las espaldas y echáronlo fuera de la ciudad, lo apedrearon e lo quemaron en fuego e aventaron la ceniza al viento”.

77.- J. l. CoRRAl, Mitos y leyendas, p. 148.78.- francisco dE AnsÓn, Los milagros de la Virgen del Pilar, Zaragoza, 1995, pp. 127-137.79.- p. MARCuEllo, Cancionero, pp. 221-247.80.- J. A. sEsMA, Fernando de Aragón, p. 109.81.- p. MARCuEllo, Cancionero, p. 184.82.- J. A. sEsMA, Fernando de Aragón, p. 65.83.- p. MARCuEllo, Cancionero, p. 111.84.- Ibíd., p. 18.

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Así, el rey Católico aparece definido como “el monarca del fin del mundo”, dentro de la corriente profética que anunciaba ese final para poco después de 149285. El Rey se convierte en el soberano cristiano que dará inicio a una nue-va época gloriosa para la cristiandad86.

por todo ello, la muerte de fernando II se convirtió en uno de los aconte-cimientos más luctuosos y sentidos de la historia de Aragón. El italiano polo grimaldo escribió una elegía al soberano trufada de aspectos apocalípticos en la que no falta la presencia de los más famosos dioses y héroes, y en sus exequias “hombres vestidos de negro vagaban por calles y plazas y cuando se encontraban se preguntaban unos a otros ¿quién es el rey muerto?, y repetían los demás: nuestro Católico rey fernando. Al oír este nombre se postraban y rendían todos en tierra. toda la ciudad resonaba con tales lamentos y gritos de dolor”87.

3. Una valoración histórica desde la ficción

fernando II, rey de Aragón, de Castilla, de león, de valencia, de Mallorca, de sicilia, de granada y conde de barcelona, entre otros muchos títulos, es una de las figuras más controvertidas de la Historia de España. Heredero de una monarquía de profundas raíces, fue señalado como ejemplo de soberano, capaz de despertar la admiración no sólo de sus adversarios sino también de sus partidarios

francisco guicciardini, embajador italiano en la corte de fernando II en 1512 y 1513, escribió del rey de Aragón: “Es un rey muy notable y con mu-chas y grandes prendas; y sólo se le acusa, sea o no cierto, de no ser liberal y buen guardador de su palabra; en todo lo demás brilla su urbanidad y con-sideración. no es jactancioso ni sus labios pronuncian nunca sino palabras pensadas y propias de hombres prudentes y rectos”88

Casado con la reina Isabel I de Castilla, el rey aragonés culminó la llamada Reconquista con la toma de granada a comienzos de 1492, convirtiéndose así en el rey que hizo posible la vieja idea de la “recuperación de España”.

85.- J. A. sEsMA, Fernando de Aragón, p. 209.86.- Angus MACKAy, “Andalucía y la guerra del fin del mundo”, en V Coloquio Internacional de Historia

Medieval de Andalucía, sevilla, 1990, pp. 329-342.87.- J. blAnCAs, Comentarios, p. 253; polo de gRIMAldo, Elegía sobre la muerte del muy alto et

muy católico príncipe et rey nuestro señor don Fernando, ed. de g. Mazzochi, Zaragoza, 1999 (reed. de 1516).

88.- g. REdondo, “fernando II”, p. 166.

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su vida fue una continua acumulación de triunfos y honores: jurado heredero de la Corona de Aragón en las Cortes de Calatayud el 22 de octu-bre de 1461, cuando contaba diez años de edad y a causa de la muerte dos semanas antes de su hermanastro Carlos, príncipe de viana, rey de sicilia en 1474, esposo de Isabel de Castilla en 1469 y rey de esa Corona en 1474, rey de Aragón en 1479, gran maestre de las Órdenes Militares de España y emperador de las Indias en 1493, título de Católico en 1496, rey de áfrica en 1495, heredero de los derechos al trono de Constantinopla en 1500 y de la soberanía sobre Jerusalén en 1510, y rey de navarra en 1512, murió en una modesta casa de Madrilejo y al parecer pobre el 25 de enero de 151689.

las descripciones que se conservan de su figura suelen ser precisas y no exentas de cierta crítica a sus veleidades amorosas90:

“Home de mediana estatura, bien proporcionado en sus miembros, en las facciones de su rostro bien compuesto, los ojos rientes, los cabellos prie-tos e llanos, e hombre bien complisionado. tenía la fabla igual, ni presurosa ni mucho espaciosa. Era de buen entendimiento e muy templado en su co-mer, beber y en los movimientos de su persona, porque ni la ira ni el placer facían en él alteración. Cabalgaba muy bien a caballo, en silla de la guisa en de la gineta; justaba sueltamente e con tanta destreza que ninguno en todos sus reynos lo facía mejor. Era gran cazador de aves, e home de buen esfuer-zo, e gran trabajador en las guerras. de su natural condición era inclinado a facer justicia, e también era piadoso, e compadecíase de los miserables que veía en alguna angustia. E había una gracia singular, que cualquiera que con él fablase, luego le amaba e le deseaba servir, porque tenía la comunicación amigable... Era, ansimesmo, remitido a consejo, en especial de la reina su muger, porque conocía su gran suficiencia... E comoquiera que amaba mu-cho a la reina su mujer, pero dábase a otras mujeres.”

pero siempre aparece la figura del rey elegante y seductor91:

“El príncipe tenía los ojos a maravilla bellos, grandes, rasgados y re-yentes; las cejas delgadas, la nariz muy afilada, en el tamaño y fechura que en el rostro para mejor parescer es demandada; la boca y los labios un poco creçidos; y como la juventud es muy allegada a la risa, en este

89.- Es ya clásico el libro de Jaume vICEns vIvEs, Historia crítica de la vida y reinado de Fernando II de Aragón, Zaragoza, 1962, que se complementa con fernando solAno CostA, Fernando el Católico y el ocaso del reino Aragonés, Zaragoza, 1979; guillermo REdondo vEIntEMIllAs y luisa oRERA oRERA, Fernando II y el reino de Aragón, Zaragoza 1980, además de J. A. sEsMA, Fernando de Aragón..., y más recientemente una biografía actualizada en Ernest bElEnguER, Fer-nando el Católico, barcelona, 1999.

90.- H. dEl pulgAR, Crónica, p. 256.91.- AnÓnIMo, Crónica incompleta de los Reyes Católicos (J. A. sEsMA, Fernando de Aragón, p. 94).

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príncipe la alegría del coraçón en el rostro la mostrava, y deste rixo, como siempre se haze, la boca da más abiertas señales... rostro todo blanco, la mexillas coloradas, las barbas, por al tierna juventud, pocas y muy bien puestas en los lugares donde mejor convenían; los cabellos tenía casta-ños, llanos y correntíos, cortados al rostro como mejor la usança de aquel tiempo, el talle de los galanes lo pedía; la estatura era mediana, non alta ni pequeña, sino la ideal para lucir galanes trajes y polido vestir mejor se pone... su presencia toda, rostro y cuerpo, era de un dispuesto galán, a quien las ropas reales o las galanas honestas mejor que a ningund ombre de su corte se ponían.”

los historiadores modernos han ofrecido una valoración muy positiva de don fernando, aunque no ha tenido demasiada buena fortuna historiográfica, en buena medida debido a que los historiadores castellanos supeditaron su figura a la de Isabel92. ya en su tiempo fue considerado modelo de gobernante por los tratadistas italianos nicolás de Castiglione y nicolás de Maquiavelo, quien no obstante, en El príncipe lamenta que Italia fuera forzada por fernan-do de Aragón, que el papa Julio II se pusiera por completo en manos de un extranjero como el rey Católico y que ambicionara recuperar todo el reino de nápoles93.

los dos primeros cronistas oficiales de Aragón, lo magnificaron de modo extraordinario. para Jerónimo Zurita fue el autor de la paz general que se introdujo en España a fines del siglo Xv94, en tanto Jerónimo de blancas es mucho más entusiasta, pues según este autor era de “Consumada prudencia, piedad acentuada, escrupulosa religiosidad..., amante de la justicia sobre to-das las cosas sea el espejo de vuestro corazón, faziendola sin excepción de personas”; “Era modelo de prudencia y fortaleza y vivía con mucha modestia. En público dejábase ver rodeado de grandeza. todo en él era gracia y bene-volencia... bondadoso...parecía el padre de cada ciudadano”, y su “cuerpo de belleza extraordinaria”, aunque su mayor valor fue “la paz que ha dejado en España entera”95.

El jesuita baltasar gracián escribió un libro titulado El político don Fer-nando el Católico en el que exalta a fernando II como modelo a seguir, del

92.- Ricardo gARCÍA CáRCEl, “la Corona de Aragón y su proyección exterior”, en Fernando II de Ara-gón, el Rey Católico, Zaragoza, 1995, p. 431.

93.- Escrito en 1513, El príncipe de nicolás Maquiavelo ha sido presentado en alguna ocasión como la guía de actuación de un soberano renacentista, del cual sería el pretendido modelo el rey fernando II de Aragón. En realidad, esa obra fue dedicada en segunda instancia a lorenzo de Médicis (1492-1519), duque de urbino desde 1516 y capitán de la milicia ciudadana de florencia. de la lectura de El prínci-pe se deduce la pretensión de Maquiavelo de defender la idea de la independencia de Italia.

94.- Jerónimo ZuRItA, Historia del rey don Hernando, vol. I, p. 5.95.- J. blAnCAs, Comentarios, pp. 243 y 253-254.

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cual dice que es “perfectísimo dechado de monarcas... gran maestro en el arte de reinar.. y oráculo mayor de la razón de Estado”96. saavedra fajar-do justifica las acciones del monarca basándose en la razón de Estado97, el conde-duque de olivares consideraba al rey Católico como rey de reyes y ejemplo a seguir por el rey felipe Iv y en el siglo XvIII se solía aceptar que la monarquía española nunca fue tan respetada como en la época de los Reyes Católicos.

Como no podía ser de otro modo, la actitud del Rey de acabar con los ju-díos e implantar la Inquisición es considerada una decisión justa. para Zurita, puso orden a las cosas del gobierno y “freno a la soltura y licencia”, y justi-fica que introdujera “la Inquisición para perseguir la herejía y los errores”98, en tanto blancas considera que “su mayor testimonio es haber implantado el tribunal del santo oficio”99.

fernando II precedió a Isabel en el nombre, pero las armas de Castilla lo hicieron sobre las de Aragón por la concordia de segovia firmada en 1475100, sin duda porque don fernando todavía no era rey de Aragón.

él mismo, consciente de su grandeza y de cuanto significaba, hizo grabar en latín y en enormes letras de oro la siguiente inscripción en la sala del trono de su palacio zaragozano de la Aljafería:

“fernando, rey de las Hispanias, sicilia, Córcega y baleares, príncipe óptimo, prudente, valeroso, piadoso, constante, justo, feliz, e Isabel, reina, insigne sobre toda mujer en religión y grandeza de espíritu, esposos vic-toriosísimos con el auxilio de Cristo, después de liberada la bética de los moros, expulsó al antiguo y fiero enemigo, procuraron construir esta obra, en el año de la salvación de MCCCClXXXXII.”

de sus treinta y siete años de reinado, poco más de tres los pasó en Ara-gón101, pero no por eso dejó de ser considerado el monarca más importante de este reino y tal vez el más importante también de Castilla; llegó incluso a re-nunciar a titularse rey de este reino a la muerte de su esposa, “la más excelente y valerosa mujer que hubo no sólo en sus tiempos pero en muchos siglos”, y aceptar su testamento, pese a “las voces que le dicen que tiene derecho a la Corona de Castilla”; en las Cortes de toro de 1505 aceptó ser “curador y

96.- baltasar gRACIán, El político don Fernando el Católico, Huesca, 1640. 97.- diego sAAvEdRA fAJARdo, Política y razón de Estado del rey Católico don Fernando, 1650. 98.- J. ZuRItA, Historia del rey don Hernando, vol. I, pp. 23-24. 99.- J. blAnCAs, Comentarios, p. 243.100.- g. REdondo, “fernando II”, p. 168.101.- C. lIsÓn, Vagad o la identidad aragonesa, p. 290.

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administrador de los reinos de Castilla” ante la incapacidad para reinar de su hija Juana102.

Convertido en un mito en vida, fue el paradigma del soldado invicto y heroico que había llevado por treinta años “con mayor reputación y majestad que ninguno de los reyes sus antecesores”103, en verdad el último gobernante del Medievo, pero también el primero de la Edad Moderna.

102.- J. ZuRItA, Historia del rey don Hernando, vol. III, pp. 329, 333 y 354-355.103.- J. ZuRItA, Historia del rey don Hernando, vol. III, p. 323.