Isti - La Fiesta de Halloween Alternativa

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  • 8/10/2019 Isti - La Fiesta de Halloween Alternativa

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    La fiesta de Halloween alternativa.

    A pesar de que haba empezado a refrescar haca un da estupendo, el sol haca refulgir el color

    dorado de las hojas en los rboles y un grillo entonaba su sonata cerca de nosotros. Rufino y yonos habamos reunido en la plaza para disfrutar la maana, y mientras me contaba su sesin

    de entrenamiento matutina vimos a Canela acercarse al tabln de anuncios. Tan atareada

    como siempre, colg sobre la madera una nota con la ayuda de una chincheta y se volvi

    diligente al ayuntamiento sin percatarse de nuestra presencia.

    Sin pensarlo dos veces nos acercamos hasta el tabln y lemos la noticia:

    SE ACERCA HALLOWEEN, ESTA NOCHE

    CELEBRAREMOS UNA FIESTA

    CON LA COLABORACIN ESPECIAL DE SOPONCIO.

    NO OS LO PERDIS.

    Rufino y yo nos miramos al instante y por nuestras caras de decepcin present que estbamos

    pensando lo mismo. Canela era la persona ms trabajadora, eficiente y hacendosa que yo

    conoca, pero le faltaba creatividad. Cada ao celebrbamos las mismas fiestas, de la misma

    forma aburrida y con las mismas personas, sin ninguna novedad, lo cual haca que los

    habitantes del pueblo empezaran a cansarse. Decid hablar con ella sobre eso, pero no cre quefuera buena idea disgustarla con sus preparativos para esa noche. Lo que yo no saba entonces

    es que si no lo haca en ese momento, despus ya sera demasiado tarde.

    De camino a casa me encontr con Zapirn y sali a relucir su carcter inconformista. Muy

    acalorado me cont que Canela le haba hablado de la fiesta de esa noche y que ya estaba

    harto, que estaba planeando una fiesta alternativa en la que todo el mundo pudiera divertirse

    en vez de ir por ah vestido de Soponcio pidiendo caramelos. Trat de convencerle de que no

    era una buena idea y que Canela se sentira desconsolada, pero el viejo cascarrabias ya no me

    escuchaba, segua su camino espetando improperios y buscando otros vecinos con los que

    desahogarse contando su propuesta. Iba a seguirle cuando me tropec y ca de bruces, desdeque haba visitado a Katrina no dejaban de pasarme esa clase de cosas y mi mala suerte iba en

    aumento.

    Ya no poda alcanzar a Zapirn as que continu mi camino hasta casa. Cruc la puerta y dej

    las llaves sobre la cmoda azul, me apoy sobre el quicio y me percat que el encuentro con

    Zapirn me haba dejado agotada, sent la responsabilidad de arreglar la situacin. Saba que

    no podra convencer al viejo gato en el estado en que se encontraba, pero quiz podra hablar

    con Canela y prevenirla sobre lo que estaba ocurriendo, para as evitar su disgusto e invitarla a

    hacer algo distinto por esta vez. Pero mientras lo pensaba ms me pesaban los prpados, me

    acerqu a los pies de la cama, las piernas comenzaron a fallarme y, de un momento a otro,

    perd el mundo de vista.

  • 8/10/2019 Isti - La Fiesta de Halloween Alternativa

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    Fue el frio lo que me despert horas despus, pero al momento me percat del fuerte

    vendaval que torturaba a las persianas contra mis ventanas. Me sorprendi la negrura de la

    noche y el abrupto cambio de temperatura. Me recost sobre la cama y advert que no llevaba

    los zapatos, y aquel detalle no haca ms que ampliar mi desconcierto ya que no recordaba

    habrmelos quitado.

    Me acerqu hasta la puerta y la abr con cautela al tiempo que un fuerte dolor de cabeza

    comenzaba a despuntar en mis sienes. Las calles estaban desiertas a pesar que el reloj de

    flores indicaba que ya debera haber empezado la fiesta. De repente me sent furiosa con

    Zapirn por haber llevado a cabo su amenaza de hacer una fiesta alternativa, y con el resto de

    vecinos por haberle seguido. Es que nadie pensaba en los sentimientos de Canela? Entonces

    me di cuenta que ella tampoco estaba por ninguna parte, en la plaza no haba ni un alma y el

    Ayuntamiento estaba cerrado a cal y canto. Cruc el rio por el puente de cuento tratando de

    encontrar a alguien, y cuando llegu a la estacin despus de haber recorrido todo el pueblo di

    una vuelta sobre m misma y suspir abatida, no poda ser que se hubieran ido sin m.

    Me dej caer sobre el banco japons dando vueltas a la cabeza, al tiempo que cesaba el

    vendaval y una fuerte neblina se abra paso llenando cada rincn del pueblo. En poco tiempo

    percib que no poda ver casi nada ms all de la punta de mi nariz y un escalofro me recorri

    la espalda. Fue en ese momento cuando comenc a escuchar un lamento lejano, un llanto

    meldico a la vez que desgarrador. Y a medida que el sonido se acercaba ms a m

    amplificando su volumen, comenc a escuchar otros similares que venan de otras partes del

    pueblo, en distintas frecuencias y entonaciones, creando una meloda espantosa de quejas

    desacompasadas. El terror me haba dejado paralizada.

    Cuando pude reaccionar ya era demasiado tarde, a travs de la niebla poda ver las formas

    desdibujadas de mis vecinos avanzando hacia m. Rufino se acercaba por la derecha, aullando y

    arrastrando los pies. Melina, con el rostro desfigurado, se deslizaba hacia m por la izquierda.

    Delante de m me pareci ver el torso de Patri arrastrndose con la ayuda de sus manos. Salt

    por encima del banco tratando de huir, pero dada la mala suerte que me acompaaba,

    trastabill y di de bruces contra el suelo, perdiendo la conciencia justo cuando el cuerpo lacio

    de Munchi me daba alcance con manos huesudas y temblorosas.

    No s cuntas horas o das pas inconsciente, despert magullada y dolorida ante la atenta

    mirada de la compungida Canela y la mayora de mis vecinos, incluidos aquellos a los que vi en

    tal lamentable estado la noche de Halloween. Les cont lo que yo haba vivido, pero ninguno

    de ellos crey mi historia, todos me contaron la misma versin azucarada que consista en la

    misma fiesta de disfraces e intercambio de caramelos de siempre. Resultaba ms amable creer

    en una fiesta pacfica y divertida que en aterradores vecinos convertidos en monstruos pero

    Si su historia era cierta y la ma no

    Cmo explicaba las cicatrices y araazos en mis brazos?

    Isti, 2014