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BLOQUE1. INTRODUCCION A LA ETICA DEPTO. FILOSOFIA IES SANCTI PETRI PROFESOR: ANTONIO TORREJON GARCIA 1

Introduccion a La Etica

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Etica

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BLOQUE1. INTRODUCCION A LA ETICA

DEPTO. FILOSOFIA IES SANCTI PETRI

PROFESOR: ANTONIO TORREJON GARCIA

1

ESQUEMA:

1.DEFINICIÓN DE CONCEPTOS: PRINCIPALES CONCEPTOS ETICOS

1.0. LA ETICA COMO PARTE DE LA FILOSOFIA. DEFINICION Y TIPOS DE ETICA

1.1.DIFERENCIA ENTRE LA CONDUCTA HUMANA Y LA ANIMAL. EL PROBLEMA DE LA LIBERTAD DEL HOMBRE.

1.2.DEFINICIÓN DE MORAL.

A.DIMENSION SOCIAL DE LA MORAL.

B.DIMENSION PERSONAL DE LA MORAL.

1.JUSTIFICACIÓN DE LA DIMENSION PERSONAL DE LA MORAL: DIFERENCIA ENTRE LOS CONCEPTOS DE AUTONOMIA Y HETERONOMIA MORAL

2.ESTRUCTURA SUBJETIVA DE LA MORALIDAD1.2. ACCIONES, ACTITUDES Y CARACTER. 2.2. NORMAS, VALORES Y CONCIENCIA3.2. LA OBLIGATORIEDAD DE LA CONCIENCIA

1.3.LA GENESIS DE LA CONCIENCIA MORAL: LA FORMACIÓN DE LOS VALORES MORALES EN EL INDIVIDUO.1.4.LA CUESTION DEL RELATIVISMO MORAL1.5.EL PROBLEMA FILOSOFICO DE LA LIBERTAD.

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INDICE DE CUADROS EXPLICATIVOS:

I. PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS:

1.0. INTRODUCCIÓN : LA ETICA COMO PARTE DE LA FILOSOFIA.DEFINICION Y TIPOS DE ETICA... 1.1. ÉTICA Y MORAL 1.2. ANIMAL Y PERSONA: CONDUCTA ANIMAL Y CONDUCTA HUMANA 1.3. EL SER MORAL: VOLUNTAD, LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD 1.4. LAS NORMAS MORALES Y LOS ACTOS HUMANOS 1.5. NUESTROS REFERENTES CULTURALES 1.6. EL PROGRESO HISTÓRICO EN EL RECONOCIMIENTO DE LOS VALORES1.7. MORAL Y DERECHO: MORALIDAD Y LEGALIDAD.SUS RELACIONES1.8. AUTONOMIA Y HETERONOMIA MORAL1.9. MORAL RELIGIOSA Y ETICA LAICA.1.10. CONSTITUCIÓN DEL SER MORAL: TALANTE; CARÁCTER Y PERSONALIDAD1.11. DIFERENCIA ENTRE LOS DIVERSOS TIPOS DE NORMAS: CLASES DE NORMAS1.12. DEFINICION Y CARACTERISTICAS DE LOS VALORES1.13. DEFINICION DE LOS VALORES1.14. CARACTERISTICAS DE LOS VALORES: SU REALIDAD; SU POLARIDAD SU JERARQUIA1.15. LA ORDENACIÓN JERÁRQUICA DE LOS VALORES ... 1.16. MANIFESTACIÓN DE LOS VALORES 1.17. LA NUEVA CONCIENCIA HISTÓRICA DE LOS VALORES 1.18. LA CONCIENCIA DE LAS NORMAS MORALES 1.19. NIVELES DE DESARROLLO DE LA CONCIENCIA MORAL1.20. EL RELATIVISMO MORAL.

1.LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ETICOS. DEFINICION DE CONCEPTOS: DIFERENCIA ENTRE MORAL Y ETICA. LA CONDUCTA HUMANA Y LA ANIMAL. EL PROBLEMA DE LA LIBERTAD DEL HOMBRE

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1.ORIGEN ETIMOLÓGICO DE LOS TERMINOS ETICA/MORAL

1º GRECIA: “etica” tiene su origen en la Grecia clásica, y se originó a partir de los siguientes vocablos:

-ethos/ëthos: morada, residencia, lugar donde se habita, carácter, personalidad.-éthos: costumbre, hábito, uso...patrimonio de un grupo (externo, establecido, impuesto e impersonal

Ambos términos están relacionados entre sí, ya que uno es el punto de partida para unas pautas de comportamiento, y el otro es el resultado de que esos comportamientos se hayan convertido en costumbres. Uno genera al otro, y es a su vez fuente del otro.

A partir de este origen etimologico del significado podemos definir la ETICA como : la ciencia que trata de los hábitos éticos que proceden de la propia interioridad del sujeto; o ciencia que trata de los habitos propios en tanto a que perfeccionan la naturaleza. Se entiende a la ética bien como un conocimiento científico de los actos humanos, como una ética individual y creadora que opera frente a lo político (costumbres sociales de los grupos), y que exige esfuerzo de la voluntad y capacidad de cada sujeto. Aristóteles consideraba que la individualidad era básica en la etica, y no resulta válido acatar unas normas porque sí, sino que hay que hacerlo de un modo crítico que nos permita saber si el acatamiento de las mismas nos van a hacer felices.es decir, de forma autonma, reflexiva y crítica.Para adquirir una personalidad el sujeto necesito pasar por unos niveles de apropiación: el sentimiento (nos pertenece pero es pasajero y no depende de nuestra voluntad), la costumbre o actitud (implican un mayor grado de posesión y de esfuerzo voluntario) y finalmente la personalidad/carácter.

2º TERMINOLOGÍA LATINA: no existía ningún término de igual significación a la “ethika” griega, pero los latinos formaron la palabra “mos/moris” para traducirlo (=moral). En un principio se refería a costumbres y hábitos, posteriormente también sería aplicable para referirse a la personalidad.De “mos/moris” surgirá “moralis/moralitas”= moralidad.

Ética y moral confluyen etimológicamente y también en cuanto a su significado. La “ética” griega es lo mismo que la “moral” latina, y pueden por lo tanto usarse como sinónimos. Pero aquí emplearemos “ética” (o filosofía moral) para aludir a

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aquella parte de la filosofía que estudia el ámbito de la moral; y “moral” para referirnos a los diferentes códigos morales concretos.

Por tanto, la etica puede definirse como la “moral pensada” , es decir, aquella parte de la filosofía que reflexiona sobre los problemas de la moral “vivida”. Ahora bien: ¿qué es la moral?. Y ¿qué relación tiene con la ética? En el lenguaje vulgar ambos términos se confunden, pero en lenguaje -mucho más técnico- de la filosofía, es necesario diferenciarlos claramente. Para empezar diremos que ambos saberes se refieren a una misma cosa: la llamada "acción" practica (no productiva, es decir no encaminada a crear o a producir objetos de tipo artístico -poiesis- o industrial -techné-) del hombre. La primera forma de este tipo de acción es la acción moral. Observa las diferencias:

1) La ciencia (y el conocimiento en general nos da cuenta de lo que es). 2) La técnica nos permite hacer lo que se puede hacer: es una aplicación de la

ciencia a la acción productiva 3) La moral nos dice lo que se debe hacer. O, dicho de otro modo: es un tipo

de conocimiento sobre cómo debemos actuar en la prácticaEsta caracterizacion de la etica y la moral como “praxis” proviene de Aristóteles y su clasificación de los saberes

CLASIFICACIÓN DE ARISTÓTELES ACERCA DE LOS SABERES

*Saberes teóricos: se ocupan de averiguar lo que ocurre en el mundo, de qué son las cosas, cúales son sus causas...(ciencias de la naturaleza) Eran saberes que versaban sobre lo que no puede ser de otra manera.

*Saberes productivos: tratan sobre lo que puede ser de otra forma, porque interviene la voluntad del hombre. Sirven de guía para la elaboración de un producto u obra (técnicas, Bellas Artes...) Establecen un conjunto de normas para orientarnos en la forma de actuar para lograr nuestros fines deseados, pero no dan pautas generales para ello. Aun así son normativos.

*Saberes prácticos: son normativos y nos orientan sobre qué dilemas hacer para conducirnos de un modo bueno y justo. Tratan sobre lo que debe ser. Comprende a la Ética, la Política y la Economía. La Ética hace al hombre prudente para encaminarle hacia la vida buena.

Diferencia entre Normas técnicas y normas etico-morales

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Las normas técnicas sirven para orientar nuestras acciones hacia la consecución de determinados fines (actos libres, imputables y responsables).

Diferencias: Aristóteles diferenciaba las normas técnicas de las e-m por la finalidad que persiguen; así, la técnica busca la creación de un bien útil o bello, mientras que la moral tiene su finalidad en las acciones que son buenas por si mismas. La técnica nos ayuda a actuar eficazmente para lograr un fin deseado, y la moral nos dice como hacerlo de un modo correcto, valora la bondad o malicia de los medios empleados para la consecución de dicho fin. -Las normas técnicas apuntan a fines inmediatos a la acción (eficacia); proporcionan habilidad y poseen un carácter hipotético (Kant).-Las normas morales por el contrario apuntan a los fines últimos (bondad); no proporcionan habilidades concretas y tienen un carácter categórico (Kant).La técnica tampoco se preocupa de las consecuencias que se deriven de la consecución de ese fin, mientras que la moral se preocupa por la licitud moral de los fines deseados. Por lo tanto, tan inhumana resulta la técnica que no se ocupa de la moral de sus acciones, como ineficaz resulta la moral para conseguir fines sin el apoyo de la técnica.

Kant: consideraba que las normas técnicas tenían una expresión hipotética y un carácter teórico, mientras que las normas morales se expresan a partir de los imperativos categóricos. La técnica nos dice “si quieres A, debes hacer B”, mientras que la moral no acepta condicionantes de ningún tipo. Ambos tipos de normas comparten el carácter prescriptivo de sus normas, y que orientan actos libres, responsables e imputables.

1.0. LA ETICA COMO PARTE DE LA FILOSOFIA. DEFINICIÓN Y TIPOS DE ETICA

Las ciencias, tanto las naturales como las humanas se ocupan del SER: de lo que ES DE HECHO, es decir, de describir y explicar la realidad. La ETICA, por el contrario, no es un saber sobre EL SER, sino sobre el DEBER SER. Como disciplina o materia de estudio, es una parte de la filosofia: la filosofía práctica (praxis: acción moral), junto con la política y la filosofía del derecho. Su objeto es la ordenación de la conducta individual hacia el BIEN, sea este el que sea. Pero para reflexionar sobre el BIEN y sobre lo que “DEBE SER” (sobre cómo debemos comportarnos) hay que conocer primero COMO NOS COMPORTAMOS DE HECHO, EN REALIDAD. Por eso la etica necesita el auxilio de las ciencias del comportamiento. Estas son, básicamente, tres, aunque se podrían incluir otras materias o disciplinas dentro de ellas:

-LA SOCIOLOGIA (o estudio de la sociedad y de cómo esta nos influye)

-LA ANTROPOLOGIA (o estudio de la cultura y sus “diferencias”)6

-LA PSICOLOGIA (o estudio de las diferencias individuales de comportamiento)

Sin embargo, la ETICA no se confunde con estas ciencias: éstas simplemente suministran los datos acerca de los que debemos reflexionar. En efecto, como veremos más adelante la moral es un hecho social (toda sociedad posee un código de normas) que es vivido colectiva e individualmente (dimensión social y personal de la moral). En este sentido puede ser objeto de estudio de las ciencias empíricas citadas. Pero, precisamente por ser un hecho, requiere una justificación. Y, en la práctica, los códigos morales suelen ir acompañados de su propia justificación: no solo contienen deberes, sino también valores. Las normas, pues, dicen lo que se "debe” hacer, porque eso se considera "bueno" o "valioso" : parece que, en principio, con esto podría bastar. Pero no es así. Porque no toda forma de justificación es una justificación racional. Ni toda acción moral es una acción libre y bien pensada (fundamentada racionalmente). Por ejemplo, si en una sociedad existe la pena de muerte, esta practica puede estar justificada por algo que la sociedad considera un "bien": la defensa de los ciudadanos. Pero, en algún momento, es posible que los mismos ciudadanos empiecen a dudar de tal justificación y se pregunten: ¿se deriva realmente (racionalmente) la pena de muerte de la necesidad de defender a los ciudadanos?, ¿que clase de defensa es era?, etc. Entonces se ha entrado en una discusión ética. La ética no es, pues, patrimonio de los filósofos. Todo ciudadano debe ser capaz de reflexionar éticamente. Los filósofos son, únicamente, los "especialistas".

Es necesario, pues, establecer la siguiente distinción:

1. Moral: Conjunto de normas de aplicación practica inmediata o casi inmediata. Y conjunto de valores que se pretende defender con esas normas. Es la “moral” realmente vivida por los pueblos: y por tanto es un hecho cultural y social, antes que cualquier otra cosa..

2. Etica: Reflexión racional sobre la moral establecida. Es la moral “pensada”, es decir pasada o cribada a través del filtro “crítico” de nuestra propia razón . Es un deber individual el realizar esa “reflexión” si uno es ya un adulto. Pero también es una especialidad “filosófica”. En este último sentido, (como disciplina de estudio) puede ser de tres tipos:

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- Descriptiva: Tiene por objeto la descripción de los fenómenos morales para lo cual puede utilizar las aportaciones de la psicología, la sociología, la antropología, etc.-

- Normativa: Tiene por objeto el establecimiento y justificación de principios o criterios muy generales que puedan ser recomendados como preferibles y que permitan una fundamentación racional de las normas morales concretas.-

- Metaetica: Tiene por objeto el estudio de los métodos y procedimientos de justificación de la ética. También se ocupa del análisis de la significación de los términos y enunciados éticos.

Así, pues, la moral es un hecho. En cambio, la ética es una reflexión crítica acerca de la moral. Teniendo en cuenta que a cada ciencia le corresponde un objeto de estudio particular y reconociendo el posible carácter científico de la Etica, su objeto de estudio particular es la Moral. Pero como la Moral tiene un carácter humano y social, puede ampliarse esta definición. Así tenemos que: La Etica es la disciplina filosófica que estudia el comportamiento moral del hombre en sociedad.

La Etica necesita de la Moral para sacar sus conclusiones, para explicarla, para elaborar sus hipótesis y teorías, pero ello no significa que la tarea de la Etica consista en inventar o crear la Moral.

La metaetica es, finalmente, una nueva reflexión acerca de los métodos y resultados de la reflexión ética.

Algunas aclaraciones:

1. Cuando se dice que la moral es un hecho social, debe entenderse de la siguiente manera: es un hecho constatable que en toda sociedad existen normas sobre lo que se debe hacer. Ahora bien, lo que eras normas prescriben son deberes, los cuales ya no son hechos, sino prescripciones acerca de hechos posibles. Si una norma no es respetada por nadie, no deja de ser un hecho que tal norma existe e incluso que es conocida por todos; sin embargo, en este caso lo que la norma prescribe nunca llega a ser "un hecho", nunca se realiza "de hecho” De ahí que se diga con toda razón que la moral -y la ética- no versan sobre el SER, sino sobre el DEBER SER.

2. No es competencia de la ética normativa decir a los seres humanos qué deben hacer en cada caso: se limita a proponer principios generales muy amplios que sirvan de "fundamentación" de las normas morales. La metaetica, por su parte, solo determina, por ejemplo, cuales son las condiciones para que una argumentación moral sea correcta. Por tanto, es responsabilidad exclusiva de cada individuo qué principios morales elige, que normas de conducta deriva de ellos (si no acepta, sin mas, los principios y normas al uso) y que aplicaciones concretas hace de los mismos. La ética no es, pues, ni una "casuística" ni un recetario.

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3. Tampoco es competencia de la ética dar respuesta concreta a los más graves problemas de la Humanidad: el hambre, las desigualdades sociales, la ecología, etc. Lo único que puede hacer -y no es poco- es determinar a partir de que principios deberían sentarse los seres humanos a discutir racionalmente para encontrar una solución. En efecto: no es tarea de la ética investigar los medios para solucionar problemas prácticos. Pero una discusión acerca de los medios sólo puede emprenderse una vez que se ha aclarado la legitimidad de los fines. Y la discusión sobre los fines sí es estrictamente ética.

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I.LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ETICOS1.1. LOS CONCEPTOS DE ÉTICA Y MORAL* Semejanza * Diferencia * Objetivos de la ÉTICA

Los términos “ética” y “moral” se utilizan indistintamente en la vida cotidiana porque tienen un significado etimológico muy similar: o la palabra “ética” proviene de la voz griega éthos, que significa costumbre, forma de ser o de comportarse, carácter, temperamento... o la palabra “moral” proviene de la voz latina mores (mos - oris), que significa también costumbres, hábitos, creencias, ... En un principio, pues, ambos términos eran semejantes en cuanto al significado: los dos hacían referencia a los usos y costumbres habitualmente aceptados y respetados por un grupo humano... Pero, con el paso del tiempo, los términos “moral” y “ética” han adquirido significados diferentes:

Con el término “moral” hacemos referencia al saber práctico acerca de la bondad o malicia de los actos humanos. Saber que se determina con arreglo a unos valores y normas que solemos aceptar como válidos (“Moral vivida”) ... La Moral ha existido siempre, pues siempre se han calificado los actos humanos como buenos o malos ...

Con el término “ética” hacemos referencia al saber teórico acerca de lo que debe ser considerado como bueno o como malo. Saber que se lleva a cabo reflexionando sobre los valores y normas establecidos y/o comparando dichos valores y normas con los de otras culturas distintas a la nuestra (“Moral pensada”) ... La ética, al contrario que la moral, no ha existido siempre sino que surgió sólo cuando el Hombre sintió la necesidad de comprender y justificar los códigos normativos vigentes ...

La moral es un hecho y, por tanto, como tal hecho no es ciencia, sino objeto de la Ciencia Ética y de otras ciencias facticas (que estudian el “ser” real de las cosas:

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en este caso la sociologia, antropología, psicología)... La Ética es la Ciencia de la Moral, no como ciencia empírica o fáctica sino como “filosofía” práctica (que no estudia el “ser” sino “el deber ser”): dicho de otro modo, es el saber que estudia y fundamenta los comportamientos y las normas morales -tarea que es llevada a cabo por unos especialistas: los filósofos éticos...

La ÉTICA, como filosofía moral, tiene tres objetivos fundamentales:

ACLARAR en qué consiste esa dimensión de las personas a la que llamamos moral: qué es ser moral...cuántos códigos morales existen, en qué se distinguen y en qué se parecen etc

SOMETER A CRITICA RACIONAL las normas y los valores de la moral establecida. Crítica proviene del verbo griego “crinein”, que significa cribar, separar el grano de la paja. Desde este punto vista criticar la moral convencional no es sólo señalar lo negativo de esta, sino saber discriminar los aspectos positivos (buenos, razonables) de los negativos (malos irracionales). En general, en realidad, el BIEN absoluto y el MAL absoluto no existen (los que así lo creen son precisamente los fánaticos que nunca piensan nada ni dudan: en este caso los “maniqueos”) sino sólo en diversos grados

FUNDAMENTAR dicha dimensión moral, o sea, dar razones de por qué hemos de comportarnos moralmente: por qué somos morales y en qué consiste serlo, cuáles deben ser los fines últimos de la vida humana, qué es el bien desde el punto de vista de la razón...

Sin embargo, APLICAR en la práctica a la vida cotidiana lo descubierto mediante la reflexión filosófica: sacar consecuencias prácticas de la reflexión etica es tarea de cada individuo...La ETICA no pretende –ni puede- sustituir o reemplazar a la moral: sólo puede refinarla y criticarla, buscarle una justificación o un fundamento racional.

OTRAS DEFINICIONES DE ETICA:

Márquez:”la filosofía moral es aquella parte de la filosofía que trata de la moralidad de las acciones humanas para encaminarlas al fin úlitmo.”

Vázquez:” ciencia de la conciencia universal bajo la moralidad del obrar humano, basada en un conocimiento científico y organizado de la finalidad de la vida humana y de los medios para alcanzar los fines ideales. Posee 5 funciones:

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moralizadora, personalizadora, de denuncia, utópica y creadora de valores.”

Barroso: “ ciencia filosófico-normativa y teórico-práctica, que estudia los aspectos individuales y sociales de la persona, a tenor de la moralidad de los actos humanos, bajo el prisma de la razón humana y teniendo siempre como fin el bien honesto.”

USOS DE LA PALABRA “MORAL”:

1º) la moral entendida como SUSTANTIVO posee las siguientes acepciones:

*dentro de la moral vivida entendemos la moral como modelo de conducta socialmente establecido (es la “moral vigente”). Y también pertenece a la moral vivida el conjunto de convicciones morales personales (moral regida, principios morales, máximas de comportamiento).

*dentro de la moral pensada (o “etica”) están: los tratados sobre cuestiones morales (doctrinas religiosas concretas y teorías éticas), la disposición anímica (moral alta, baja...), y el entender la moral como la dimensión humana por la cual nos vemos obligados a tomar decisiones y dar razón de ellas (lo moral).

La elaboración personal de la moral se encuentra condicionada por factores como la edad, la familia, el temperamento, la situación socio-económica... la elaboración de la moral generalmente se corresponde con la moral social y es un producto, en parte, del proceso de socialización (educación del individuo) pero si no es así (si tal proceso falla) se producirá una confrontación grave. Por otra parte, recordemos que en realidad la moral no existe como ciencia, sino como “hecho social” que se impone a toda la comunidad.

2º) La moral entendida como ADJETIVO suele quedar en el plano psicológico, en el debate sobre lo moral y lo inmoral. Un determinado comportamiento inmoral lo es siempre en relación con algún código moral concreto. Usamos un código moral para referirnos a las acciones y valorarlas. Así una acción que es moral dentro de un código moral concreto, puede no serlo dentro del contexto de cualquier otro código moral.Lo amoral hace relación al desconocimiento de las normas del código moral propio. Alguién amoral no contradice las normas morales adrede, sino que lo hace por desconocimiento (por ejemplo, los niños o los animales).

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3º) Otros usos del término moral son: entender la moral en el sentido de una concepción moral concreta (moral cristiana, musulmana, budista etc); o bien como sinónimo de “lo moral” en sí (la vida moral tal y como se nos presenta en el hecho de que emitimos juicios morales, nos remite a estructuras antropológicas –propia y exclusivamente humanas y por tanto, universales- más que a ciertas tradiciones) .

En este sentido toda moral implica un juicio moral. Todos los juicios morales, incluso los de diferentes códigos, presentan analogías tanto formales como de contenido; en la forma siempre se refieren a acciones racionales y libres, razonables e imputables (el hombre tiene que ser consciente moralmente para poder actuar de acuerdo con un código moral), y en cuanto al contenido suelen aludir a lo que los hombres valoran, anhelan, desean o encuentran interesante y valioso (el BIEN, cuya concepción puede variar mucho de una cultura a otra, admitámoslo).Existen juicios morales relacionados con lo JUSTO (prescriptivos y de auto-obligación), y otros que versan sobre lo BUENO (suponen una modesta asesoría personal sobre cómo obrar en la vida).

NATURALEZA DE LA ÉTICA.

Existen dos tendencias sobre la naturaleza de la ética: 1º la que entiende que es una filosofía del ámbito de la moral (como tal trata de investigar racional y sistemáticamente las acciones humanas morales); 2º la que considera que es una ciencia de tipo normativo, teórico y práctico. (la ética es una ciencia porque demuestra la verdad en sus afirmaciones)

Todo hombre protagoniza a diario una existencia moral; la ética busca el esclarecimiento filosófico de la esencia de esa vida moral, y dimensionarla. Quiere ser un saber más o menos preciso, en algunos autores incluso quiere ser una ciencia y no sólo opinión o consejo vital. Como parte de la filosofía, la ética emplea el método y el rigor racional de la misma para construir sus argumentos razonadamente. Aunque muchos autores, al contrario que aquellos, no creen que sea una ciencia porque para ellos no tiene sentido hablar de principios comunes universales, ya que los principios, los valores y las normas dependen del tiempo y el espacio (son relativos), e incluso si existen principios universales su aplicación práctica es muy compleja y difícil. El debate sobre si la ética es una disciplina filosófica o bien una ciencia, ha sido realmente amplísimo. Pero lo que está claro

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es que si la etica es una ciencia, no es una ciencia como las demás puesto que no trata del SER sino acerca del DEBER SER.

Otros autores partiendo de que la ética posee unos principios universales, se han planteado si la ética es realmente práctica a la hora de dirigir eficazmente la vida de los hombres en sus situaciones individuales y concretas. Muchos critican su teoreticismo, que según ellos sería estéril para la vida. Pero será el alumno el que deba juzgar si lo aprendido en estas clases le sirve para algo o no.

Quienes consideran que la ética es relativa, creen normal la multiplicidad de valores morales existentes, y entienden que esta naturaleza tan cambiante de los códigos éticos sirve para lograr una mejor adaptación a las necesidades y finalidades humanas.Por el contrario, los filósofos no-relativistas creen que la moral posee unos Principios inmutables, eternos y universalmente válidos; MESSNER, por ejemplo afirma que esos principios no han cambiado en su esencia, y que la existencia de normas realmente contradictorias haría desaparecer a la moral (si bien acepta que el hombre puede equivocarse al apreciar dichos principios universales, o al aplicarlos a sus circunstancias concretas).A pesar de que existan diferentes teorías éticas, éstas están de acuerdo en un punto: la existencia de los diferentes códigos morales no relativiza la ética ni invalida la moral.

La aparición de diferentes códigos morales viene determinada por motivos socioculturales. En efecto, la moral no es relativa porque lo normal es que sufra cambios en el espacio y en el tiempo (para una mejor adaptación a las circunstancias) pero manteniendo unos principios básicos ; y si realmente la moral fuera relativa nadie estaría capacitado para emitir juicios morales absolutos –tal como suele hacerse-. Además debemos diferenciar a los principios generales, de los principios derivados (que son los que realmente cambian).

Los principios éticos no se basan en opiniones ni en el sentir mayoritario; se centran en la naturaleza humana y en la ley natural, puesto que de otro modo sus postulados nunca serían definitivos. Las aspiraciones que el hombre posee como ser humano es lo que la moral trata de fundamentar de un modo universal y general.

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OPINIONES FILOSOFICAS ACERCA DEL ESTATUS EPISTEMOLOGICO DE LA ETICA

a) CONCEPCIONES TEORETICISTAS: ETICA COMO CIENCIA ESTRICTA: Algunos filósofos creen que la etica es un saber teórico exacto. KANT, por ejemplo, era un defensor de la ética como ciencia (filosofía “práctica”). Según la ética de Kant, existe moral porque en el universo existe un tipo de seres (los humanos) que tienen valor absoluto y que no deben ser utilizados como instrumentos para lograr una determinada meta. Todo ser racional es un fin en sí mismo, y no un medio para cualquier otra cosa. Las personas son absolutamente valiosas, y no poseen un precio pero si una dignidad (dignidad por la que velan los Derechos Humanos). Existe la obligación moral de respetar a las personas.

Sólo los seres humanos son libres puesto que poseen la capacidad de elegir, y son ellos mismos los que se dan una serie de principios por los que regirán su conducta. Son seres autónomos = se dan la ley a sí mismos. La autonomía de la persona es la base de la teoría de Kant. Las normas auténticamente morales serán aquellas que las personas consideren válidas para todos. Estas normas se expresan a partir del IMPERATIVO CATEGÓRICO (diferentes de los imperativos hipotéticos, que son expresados como un condicional:” si quieres... entonces...”.)

Imperativos categóricos

Obra de acuerdo con la máxima con la cual puedas querer al mismo tiempo que se convierta en ley universal lo que haces.

Obra de tal modo que uses la humanidad tanto en tu propia persona, como en la persona de cualquier otro, siempre y a la vez como un fin y nunca simplemente como un medio.

Los imperativos categóricos pueden ser perfectos (negativos) o imperfectos (positivos). Los negativos poseen una mayor precisión y contundencia que los positivos. Por su parte, los positivos prescriben comportamientos que pueden realizarse de muchas formas y con diferentes grados de intensidad (por ejemplo: “honrarás a tu padre y a tu madre”)Los mandatos morales por otro lado, apuntan siempre a la defensa de algún aspecto de la dignidad de la persona (ejemplo: la vida, derechos de propiedad, derecho a ser informado con veracidad...). Los mandatos morales se fundamentan en unos valores como por ejemplo: la vida, la igualdad, la libertad, la solidaridad, la tolerancia...

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Como crtica a esta postura hay que decir que los mandatos positivos y negativos son excesivamente formales y abstractos, con lo que la formulación de Kant resulta poco práctica ya que sus postulados son de difícil y confusa aplicación en la realidad. Todavía se vuelve más complicada cuando chocan dos mandatos, en este caso habrá que analizar detalladamente las circunstancias de la situación y ver cuáles son las consecuencias que derivan de ella , para finalmente elegir la opción que suponga “un mal menor”.

En general, aunque pueda haber ciertos principios muy básicos de comportamiento moral universal y racional, el contexto y el entorno son los que finalmente determinan las acciones. Aún reconociendo su valor teórico, el formalismo kantiano se abstrae demasiado de las condiciones morales en las que realmente vivimos. La moral tiene una doble vertiente: es social en el sentido de que los mandatos morales generales se han creado dentro de una vida social, y han sido introyectados por el individuo en su proceso de socialización; es personal porque cada sujeto tiene que responsabilizarse de lo que hace. Si la etica es un saber, como decía Aristóteles, se parece más a la medicina que a las matemáticas: es menos exacto, más orientativo y práctico y sus principios generales deben aplicarse de manera muy flexible, atendiendo a cada caso y situación particulares.

Por último reseñar que Kant vivió en una época histórica muy cuestionada hoy (la Ilustración) en la que el desarrollo de la conciencia moral desembocó en una Moral Universal que compartía unos principios universales de libertad, justicia... que podían defenderse con argumentos intersubjetivamente aceptables. El universalismo de la moral de Kant se basa en el valor absoluto de la persona.

b) CONCEPCIONES PRAGMATICAS: ETICA COMO SABER PRUDENCIAL (ARISTOTELES): Otros filósofos, por el contrario, caen en el pragmatismo: si la etica es un saber, se acerca más a los saberes técnicos que a los teóricos. Hubo autores que se plantearon si un saber tan general como la ética, podría realmente resultar práctico en la vida real, ya que existen situaciones en la vida en la que dos mandatos generales se oponen el uno al otro. Consideran que las circunstancias de cada persona son diferentes, y que actuarán éticamente si siguen los preceptos de la moral, pero existen situaciones realmente complicadas que no son contempladas. Es un hecho que muchas veces la moral “realmente vivida” se contradice o resulta inaplicable (no se puede hacer el bien ni queriendo). No obstante y aunque las normas no sean rígidas, se contradigan o sean de difícil

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aplicación no hay que desesperar de resolver sus problemas, tanto teóricos como prácticos: no debemos aplicar una “ética de situación” (existencialista) sólo porque no seamos capaces de jerarquizar las normas morales. El relativismo cae en el error contrario: el de negar que exista o pueda existir una “moral2 universalizable.

c) ÉTICA COMO SABER CRITICO ( TEÓRICO-PRÁCTICO): Otros autores ven a la ética como un saber de tipo crítico, teórico-práctico (a la vez) cuya finalidad presupone la existencia de un estado teórico en el que se busca el conocimiento de la Naturaleza y del ser humano para determinar el sentido de la moralidad y orientar (más que dirigir) la acción práctica. Quiere conocer la moral real para, reflexionando críticamente sobre ella conocer las formas de poder llevar mejor ese conocimiento a la práctica. Ese el punto de vista que adoptaremos aquí

METODO, OBJETO Y FUNCIONES DE LA ETICA:

EL MÉTODO EN LA ÉTICA : Se aplica a cualquier saber y se refiere al procedimiento que hay que seguir para establecer las proposiciones que dicho saber considera verdaderas. Existen proposiciones que aun siendo consideradas ambas como verdades diferentes, son contradictorias entre sí, y es ahí donde el método cobra importancia.

Los métodos que nos interesan son:

1º el método sintético (de lo particular a lo general): parte de un estudio de las experiencias o manifestaciones morales: naturaleza humana, facultades del hombre, idea de “familia”, de “Estado”...2º el método analítico (de lo general a lo particular): se apoya en los principios universales, y a partir de ellos deduce otros principios que nos ayudan en la resolución racional de los problemas morales.

OBJETO DE LA ÉTICA

El OBJETO MATERIAL es la realidad que constituye el objeto de estudio; en este caso se trata de las acciones llevadas a cabo por parte de las personas, y de la bondad o malicia de las mismas. Debemos diferenciar sin embargo entre:

-actos humanos: se realizan atrás una deliberación racional y son voluntarios. La persona obra al realizar actos humanos, tiene conciencia de lo que hace y es

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responsable de ello.-actos del hombre: no son libres, bien porque son involuntarios, o son fruto del desconocimiento. También pertenecen a esta categoría los actos derivados de la fisiología del hombre, que son procesos sobre los cuales el hombre no tiene ningún control.

El OBJETO FORMAL es el estudiar los actos humanos desde la bondad o malicia que implican, juzgando acerca de su moralidad.

Las FUENTES de la ética son en primer lugar la Razón, ya que trata de fundamentar a la moral con argumentos bien elaborados; en segundo lugar están los Sentimientos (Kant apenas los valora como fuentes, mientras que para Hume parecen ser las únicas fuentes posibles. El punto intermedio parece el más correcto); y en tercer lugar están las Experiencias (los “hechos morales”), que son la base de muchos principios generales. Nos valemos de la experiencia para llegar a conocer los principios morales que rigen la conducta humana “de hecho”. MESSNER distinguirá entre 2 tipos de experiencias:

-externas (hechos morales)-internas (conciencia moral personal)

FUNCIONES DE LA ÉTICA

-aclarar qué es la moral-fundamentar la moralidad en principios racionales universalmente válidos-ajustar la moral a los principios acordados y aplicarlos en los diferentes códigos morales. (Armonización de los dos puntos anteriores).

función moralizadora: la ética pretende moralizar o valorar la vida de los hombres, y darles criterios y valores que les ayuden a elaborar juicios morales.

función personalizadora: la ética nos humaniza en el sentido de que el hombre para llegar a serlo necesita adquirir los valores éticos que le permitan vivir en sociedad. El hombre necesita de un aprendizaje para poder juzgar los hechos desde un punto de vista ético.

función crítica y de denuncia: darle al hombre los principios que le

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permitan juzgar los hechos o los códigos morales. función utópica: la ética le dice al hombre que debe buscar “lo deseable”

como lo mejor; que viva de acuerdo con unos ideales utópicos, a pesar de que su formulación los haga aparecer como utópicos. La ética no quiere engañar al hombre, le dice que se marque metas que parecen irrealizables, para que por lo menos intente aproximarse a ellas lo más posible.

función creadora de valores: propone una serie de valores (entendidos como aquello que la inteligencia juzga como bueno, deseable...) y criterios, que el hombre debe tener en cuenta en su conducta

2. LA MORAL COMO CONDUCTA ESPECIFICAMENTE HUMANA

Es muy importante darse cuenta, para empezar de que en este sentido en que vamos a utilzar aquí los términos, sólo los seres humanos tienen moral, es decir un cierto conocimiento aprendido acerca de cómo deben comportarse en la vida, tanto respecto a los demás como respecto a sí mismos. En efecto, los animales, ni tienen moral, ni la necesitan: en general, su vida esta "programada" por el instinto: nacen sabiendo lo que tienen que hacer y no tienen más remedio que hacerlo, pues -por decirlo así- lo llevan inscrito en los genes. Por eso mismo, la mayoría tienen una corta capacidad de aprendizaje y no son libres de comportarse de otra forma a como de hecho lo hacen, es decir, impulsados por sus tendencias naturales. No tendría sentido decir, por ejemplo, que un lobo actúa moralmente mal por devorar a un pobre corderito, pues el animal no puede evitarlo. En cambio, el ser humano -aunque es un animal y también posee algunos instintos - no se ve constreñido por ellos a la acción, tiene una gran capacidad de aprendizaje y, gracias a su superior inteligencia y conocimiento puede, al menos hasta cierto punto, contener e incluso reprimir sus instintos animales... Dicho de otro modo: puede reflexionar y elegir entre varios posibles comportamientos, entre seguir sus impulsos o contenerlos. Por eso decimos que el hombre, por ser el animal RACIONAL por definición es más libre que los animales. Es libre y tiene que elegir entre una amplia gama de posibilidades, lo

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que va a hacer. Aquí esta la gran diferencia con el animal. Y aquí es donde se encuentran las raíces de la moral: no es solo que el ser humano se vea en la necesidad de elegir, sino que - sobre todo, y, además, en cada caso - sabe que debe hacer la buena elección. Con lo cual ya nos encontramos con los dos términos morales fundamentales: "deber" y "bien"

I- LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS1.2. ANIMAL Y PERSONA: CONDUCTA ANIMAL Y CONDUCTA HUMANA.* Aspecto: Especie e individuo. * Conducta Innata (estable)/Aprendida (variable)* Medio Natural y Medio Social: Naturaleza y Cultura.

* El aspecto de los animales  -y no hay que olvidar que la persona es también un animal-  es uniforme y estable ... es uniforme, ya que,  los rasgos físicos de los individuos de una misma especie son muy parecidos (todo el mundo reconoce a un león, a un gato, a una persona, etc. en cuanto que los ve).  Además dicho aspecto es estable porque no varía durante largos periodos de tiempo ... Los animales -y las personas en cuanto que animales-  son seres naturales, ya que es la propia Naturaleza la que les confiere su aspecto físico característico ... sin embargo, el ser humano parece mostrar mayores rasgos “individualizantes” que el animal: tanto en su aspecto, como en su comportamiento. Somos animales, pero “algo” nos diferencia: ¿qué, concretamente?

* La conducta del animal también es uniforme y estable (fija y estereotipada):  es

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uniforme porque todos los individuos de una misma especie suelen comportarse de forma parecida. Además dicho comportamiento es estable porque ha sido el mismo en todas las épocas de su existencia como especie ...  En cambio la conducta de la persona es diversa y variable: es diversa ya que las personas se comportan de muy diferentes maneras unas de otras. Además, dicho comportamiento es variable porque cambia mucho de unas épocas a otras.

* Esta diferencia entre el comportamiento de los animales y el de las personas se explica porque la conducta animal es dirigida casi totalmente por las tendencias instintivas con que la Naturaleza ha dotado a cada especie para su adaptación al medio natural, su perpetuación y que, precisamente por ser producto de la selección que el medio efectua sobre los genes, son las mismas para todos los individuos de cada especie. En cambio, la conducta de la persona, aun siendo instintiva en muchas ocasiones, es, en su mayor parte, aprendida: obedece más bien a la orientación de los valores y normas propios de cada cultura ...

* La vida del animal se despliega en toda su intensidad en el medio natural: cada animal se realiza plenamente como tal, siguiendo los dictados de su propia naturaleza. Todo animal, en virtud de instintos innatos propios de su especie, se halla establecido definitivamente en un entorno o medio ambiente determinado del que, pese a las capacidades que tenga para aprender, no sale nunca y que, en general no cambia mucho  ...  La vida de una persona, por el contrario, se despliega habitualmente en el medio social (o cultural): la persona sólo se realiza como tal en el contexto de una cultura determinada. Cultura que, a su vez, ha sido forjada con  las aportaciones de los individuos humanos durante el discurrir histórico ... Hay, pues, una relación recíproca entre  persona y cultura: la cultura forma a la persona y, a su vez, la persona contribuye a la formación de la cultura mediante su inteligente creatividad ... Esto explica las variaciones culturales que apreciamos en el comportamiento de los pueblos: en general, no es lo mismo la conducta de un alemán, que la de un español o la de un inglés, incluso ante situaciones parecidas o idénticas…Todos ellos han sido educados de distinta forma. Para empezar, tienen códigos morales diferentes. Sin embargo esto no explica las diferencias de comportamiento individual que se observan en los humanos: para explicarlas tendríamos que recurrir a otras diferencias existentes en el proceso de socialización o educación: varían las clases sociales, varían las regiones, las ciudades y los pueblos, varían incluso las familias y además, a lo largo del tiempo (los padres no educan de igual forma a todos sus hijos). Es un hecho que, pese a recibir una educación más o menos “común”: no hay dos

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indiviuos iguales, ni por razones genéticas ni por razones culturales (piensese en el caso de los gemelos). No: la explicación última de nuestras diferencias de comportamiento sólo puede estar en nuestra racionalidad. Porque somos racionales somos capaces de preveer diferentes “cursos de acción” y elegir libremente el que creamos más conveniente. Por eso una misma persona, ante la misma situación, puede comportarse de dos formas radicalmente dstintas en dos momentos diferentes.

En conclusión: aunque los animales (en mayor o menor medida) son capaces de aprender, en general su conducta está geneticamente determinada por los instintos: de este modo, al animal la Naturaleza le impone de manera absoluta su animalidad y por tanto, no es LIBRE ni RESPONSABLE. Precisamente por ello, tampoco muestra muchos rasgos de carácter individual... El ser humano (el animal con mayor capacidad de aprendizaje, es decir el animal cultural por antonomasia), en cambio, por muy determinado o condicionado que esté tanto por los instintos como por los aprendizajes culturales previos es INTELIGENTE (se define como “animal racional”) y por tanto, puede elegir, hasta cierto punto, su propia personalidad. Los hombres no pueden vivir sin normas y valores. Es por esto que se ha caracterizado al hombre como un "animal ético". Sólo el hombre puede dirigirse hacia el futuro. Sólo él puede formarse una idea de un estado de cosas más deseable y poner luego los medios necesarios para llevarlo a la realidad. El hombre puede protestar, ir al paro, manifestarse o sublevarse, con una visión de un estado de cosas que 'debiera ser'. Los demás animales sólo pueden morder, arañar, golpear o huir <siempre en un eterno presente>. Si se prescinde de este aspecto de la experiencia humana que es lo moral, se tendrá una imagen que es bastante incompleta o fragmentaria del hombre y su cultura. Precisamente por ello la Etica nos ilustra acerca del porqué de la conducta moral. Los problemas que la Etica estudia son aquellos que se suscitan todos los días, en la vida cotidiana, en la vida escolar, en la actividad profesional, etc. Problemas como: ¿qué comportamiento es bueno y cuál malo?, ¿se es libre para realizar tal o cual acción?, ¿quién nos obliga a realizar esta acción?, entre estas dos acciones, ¿cuál se debe elegir?, etc.

En un resumen preliminar, podemos apreciar que la importancia de la Etica nace por su preocupación principal, que nos atañe directamente: la actividad humana, en tanto actividad regida por principios ajenos a la determinación y necesidad que existe en el resto de los seres que pueblan la tierra. Principios que hemos de denominar valores morales.

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I- LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS1.3. EL SER MORAL: VOLUNTAD, LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD.*Deseos, intereses y voluntad. Causas, motivos y fundamentos.*El problema de la Voluntad libre o libre albedrío.* Ser moral/amoral (no “inmoral”)* Ser animal /Ser persona

* No hay que confundir los deseos, los impulsos o los intereses con la VOLUNTAD. Independientemente de la cuestión de en qué consistan aquellos (si son instintos o impulsos biológicos puros o estan condicionados por el ambiente y la educación recibidos), aquí entendemos por tales todos aquellos motivos de actuación no ya inteligentes, sino racionales, es decir, que impulsan a la acción siendo objetos susceptibles de reflexión moral. Verdaderamente voluntarios son sólo aquellos actos que emanan, no de un impulso irracional, sino de una previa reflexión o juicio de la conciencia acerca de si serán moralmente buenos o no. Hay que tener cuidado con esto: para que sea libre y voluntario (moral) un acto no debe ser sólo inteligente (la inteligencia muchas veces sólo sirve para determinar los medios por los que se llevará a cabo un fin marcado o pre-establecido por impulsos o motivos que en sí mismos no son verdaderamente

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racionales, sino que provienen de otras fuentes de motivación). Debe ser, además moralmente CONSCIENTE (o al menos, en teoría ser susceptible de serlo) : es decir, debe incluir una valoración moral de los diferentes cursos de acción posibles. Es decir juzgar previamente si las diferentes posibilidades de acción serán buenas o no EN SENTIDO MORAL (no “porque sí”, porque es “lo normal”, porque “es lo que me ordenan” o “para mí” o para mi familia o mi clase social” o para “mí país” sino EN SI, LO MAS OBJETIVAMENTE POSIBLE). De lo contrario, no puede ser considerado un acto moralmente libre.

* Quizás se entienda esto mejor explicándolo de la siguiente manera: todo hecho (también los comportamientos humanos) es efecto de una causa. Sin embargo, si nos referimos a las acciones humanas, hay que decir que estas siempre están MOTIVADAS por algo: tanto desde atrás (desde el pasado: causas eficientes o agentes como los instintos genéticos, la educación recibida, las costumbres mecánicas, los intereses de clase, las sustancias tóxicas etc) como desde delante (las causas finales: las intenciones, los propósitos, los planes, fines o programas de acción, que, por muy inteligentes y racionales que fuesen a su vez también podrían ser explicadas retrospectiva o retroactivamente). Ahora bien, todo acto es LIBRE y VOLUNTARIO (RESPONSABLE) si además de MOTIVADO está FUNDAMENTADO O JUSTIFICADO por nuestra conciencia moral: es decir si hemos reflexionado conscientemente (o podríamos hacerlo) acerca de si será BUENO o MALO EN SI y POR QUE.

*Partimos, por tanto, del supuersto de que somos LIBRES en un sentido MORAL. Pero esto no es algo automáticamente evidente y en realidad, se trata de un grave problema filosófico : hay escuelas de pensamiento que han negado por completo la libertad humana, basándose en diferentes tipos de argumentos. (religiosos o científicos: fisico-químicos, biológicos o sociológicos) . Estas corrientes se denominan DETERMINISTAS: el determinismo es la NEGACION DE LA LIBERTAD DEL HOMBRE y puede basarse en argumentos o creencias religiosas (la creencia en el DESTINO: FATALISMO) o en pruebas de tipo científico (bien INNATISTAS: estamos determinados por los genes, por nuestros instintos; o AMBIENTALISTAS: estamos determinados por la nuestro medio social, por nuestra educación, por nuestra posición o nuestros intereses de clase). Sin embargo, desde la postura que adoptamos aquí, estar CONDICIONADO por todas ésas causas no es lo mismo que estar absolutamente DETERMINADO por ellas: en condiciones normales, siempre hay un margen, por estrecho que

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sea, para ELEGIR LIBREMENTE entre el BIEN y EL MAL. En condiciones normales, claro está: porque todos sabemos que, aunque el hombre es un animal libre, en ciertas circunstancias carece o puede carecer casi por completo de libertad, de modo que sus actos, en estos casos, tampoco serían RESPONSABLES ni LIBRES. Algunas de estas circunstancias, las más claras y evidentes podrían ser:1) Inmadurez o minoría de edad2) Enfermedades de tipo genético: síndrome de Down, tumores cerebrales.3) Enfermedades psíquicas: esquizofrenia, por ejemplo.4) Uso de sustancias tóxicas: alcohol, drogas etc.5) Falta de libertad de acción: coacción, imposibilidad física de obrar etc.

* Por tanto, el ser moral ha de reunir tres características o condiciones: ser consciente: capaz de apercibirse de la Realidad ... ser inteligente: capaz de comprender la Realidad y conducirse de

acuerdo a esa comprensión ... ser libre: capaz de elegir no sólo entre diferentes alternativas de acción

sino de diferenciar o determinar moralmente si estas serán buenas o malas ...

O dicho de otro modo, los elementos diferenciadores de la acción moral son:

a) Consciencia y Racionalidad. Exclusiva en el ser humano la acción moral es posible desde el ejercicio de aquello que nos diferencia del resto de los animales: la razón. Nuestra convivencia social no está regida por instintos sino que se ve obligada a ser el resultado de una deliberación donde la razón determina qué hacer ante los conflictos que surgen en nuestra convivencia cotidiana.

b) Libertad. De esta manera la ausencia de instintos (o la inferior importancia de éstos en nuestra conducta) hace que nuestra acción moral se caracterice por ser libre, por ser fruto de una elección entre distintas opciones posibles. Por estrechos que puedan ser los límites en ocasiones, la libertad está ahí y no siempre es fácil saber asumirla. Actuar irreflexivamente o por costumbre no es una superación de este "obstáculo" pues significa ya en sí una "elección".

c) Responsabilidad. El que nuestra conducta moral no sea fruto de un mecánico instinto sino de una deliberación más o menos reflexiva en la que elegimos entre distintas opciones posibles, nos convierte en seres responsables de sus actos. Responsabilidad que podemos aceptar más o

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menos pero de la que no nos podemos substraer. Así nos convertimos en personas que han de responder y dar cuenta de sus actos ante la sociedad. Nuestras decisiones definirán nuestra forma de ser y el modelo que proponemos de conducta moral.

La libertad que implica poseer una razón para determinar nuestra conducta social nos hace responsables de nuestros actos. Decir lo contrario supone, como decían los existencialistas, actuar de “mala fe”: es decir, hacer “como si no fuésemos libres” (como si nuestra conducta estuviese siempre “motivada” y no fuéramos capaces de elegir con fundamentos), considerarnos como seres pasivos, determinados por completo por las circunstancias y eludir las consecuencias de nuestras elecciones negando que hayamos elegido nada.

Por tanto, sólo un ser que reúna estas capacidades puede ser responsable único de sus actos ... y la RESPONSABILIDAD es el fundamento último de la MORAL (KANT) ...Ese ser es únicamente el HOMBRE: los animales no tienen MORAL.

* En efecto, el puro animal no ha logrado alcanzar el nivel de conciencia e inteligencia necesario para liberarse de la dictadura de los instintos. Por eso decimos del ser animal que es un ser instintivo y, en cuanto tal, un ser determinado (determinado, tanto en sus percepciones como en sus comportamientos, por los instintos innatos propios de su especie) ... Ahora bien, si esto es así, al animal no se le puede exigir que justifique sus actos, ya que el animal no tiene más remedio que comportarse con arreglo a la programación genética que le ha sido impuesta por la Naturaleza (de ahí que todos los miembros de una misma especie tengan las mismas pautas de comportamiento) ... El animal no es, pues, un ser responsable de sus actos y, por lo tanto, no es un ser moral, sino un ser amoral (En este sentido, ningún acto animal debería ser calificado como bueno o como malo: los animales no son ni morales ni inmorales) ...

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Amoral: aquello que no tiene que ver con lo moral.

Moral: aquello que tiene que ver con lo moral y lo consideramos como moralmente correcto desde un código moral concreto.

Inmoral: aquello que tiene que ver con lo moral y lo consideramos como moralmente incorrecto desde un código moral concreto.

* El ser humano sí ha alcanzado el grado de conciencia e inteligencia adecuados para poder escapar a la dictadura de los instintos. Por eso decimos del ser humano que es el ser inteligente por antonomasia y, en cuanto tal, el ser libre (libre para decidir cómo actuar en cada caso, eligiendo la opción que crea más apropiada entre el abanico de posibilidades existente o, incluso, si es preciso, inventándola) ... Bien es cierto que los instintos (y también el aprendizaje social, la cultura) condicionan, en mayor o en menor medida, su existencia, pero no la determinan totalmente como ocurre en el animal (de ahí que cada individuo humano tenga sus propias pautas de conducta, que no tienen por qué coincidir con las de los otros individuos) ... Pero ser libre no consiste sólo en poder elegir . Ser libre (en el sentido de “poseer libre voluntad o libre albedrío”) consiste en poder dar razón o justificación moral de nuestros comportamientos: ante nosotros mismos y ante los demás. Al individuo humano, entonces, sí se le puede exigir que justifique sus actos, ya que, su conducta no le viene impuesta absolutamente por la Naturaleza, sino que, en última instancia, es el responsable único de su conducta y, por lo tanto, diremos de él, que es el único ser moral que existe ...

Porque somos tan INTELIGENTES somos LIBRES; y porque somos LIBRES somos RESPONSABLES de nuestros actos y, por tanto, MORALES La libertad es, por tanto, el fundamento de la responsabilidad moral, tal como dijo ENMANUEL KANT (siglo XVIII). Aunque la libertad es un problema filosófico a discutir, y aunque es evidente que NO SIEMPRE SOMOS LIBRES, el hecho de que el hombre es el único ANIMAL MORAL prueba, hasta cierto punto, que debemos tener siempre algún margen de libertad, pues de lo contrario no tendría sentido la respònsabilidad moral y la MORAL entera sería una ilusión (KANT). Aquí adoptamos la perspectiva INDETERMINISTA: puede que estemos CONDICIONADOS por diversas CAUSAS Y MOTIVOS, pero eso no significa que estemos DETERMINADOS de modo absoluto : SIEMPRE TENEMOS UN MARGEN PARA INTENTAR ELEGIR CONSCIENTEMENTE Y CON UN FUNDAMENTO

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O JUSTIFICACION MORAL.

I- LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS1.4. LAS  NORMAS  MORALES  Y  LOS  ACTOS  HUMANOS

* Las normas morales * Los actos humanos y las intenciones * Los actos morales

* Las normas morales son necesarias para orientar nuestra conducta, indicándonos qué debemos hacer y qué debemos evitar ... Además, cuando nos detenemos a analizar la Historia, nos apercibimos del carácter universal de las normas morales, pues vemos que el ser humano, en todas las épocas y en todas las sociedades, ha desarrollado principios morales o normas sobre lo justo y lo injusto, de acuerdo con los cuales ha intentado regular su conducta ... El orden y la armonía de cualquier actividad en la que intervengan varias personas sólo resulta posible si se establecen determinadas reglas o normas reguladoras de los diversos comportamientos: digamos, las “normas” del juego social ... de manera análoga, el orden y la armonía social, en teoría, sólo resultan posibles gracias a la existencia de normas morales reguladoras de la conducta humana ...

Entre los actos humanos distinguimos entre aquellos que realizamos inconscientemente  y/o involuntariamente, y aquellos otros que realizamos con plena conciencia y plena libertad (=voluntariamente). Los primeros son actos amorales (es decir, ni buenos ni malos, ya que no somos responsables de ellos), los segundos son actos morales, pues, hablando con propiedad, sólo estos pueden ser imputables a la persona ... Ahora bien, en determinadas circunstancias, aunque carezcamos de pleno conocimiento y ocurran contra nuestra voluntad, también pueden imputársenos ciertos actos y sus consecuencias. Esto ocurre en los casos de ignorancia vencible y en los casos de voluntad perezosa, es decir, cuando ignoramos lo que debemos saber, o cuando por negligencia carecemos de libertad 

... Veamos tres ejemplos:

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Ejemplo 1.  Supongamos que conducimos adecuadamente nuestro automóvil, avanzamos a la velocidad correcta y respetamos todas las señales e indicaciones de la circulación. De improviso, un peatón, despistado, se cruza ante nuestro vehículo, y dicho peatón resulta gravemente herido. ¿Somos moralmente culpables?. La respuesta, evidentemente, ha de ser negativa. El atropello no puede sernos imputado y, por  tanto, no somos responsables de sus consecuencias.

Ejemplo 2. Una persona va conduciendo su automóvil y  “sufre un pinchazo”. Inmediatamente, estaciona su vehículo sin tomar las debidas precauciones y, mientras intenta reparar la avería, otro automóvil choca violentamente contra su coche, y sus ocupantes resultan gravemente heridos. Por supuesto, el primer conductor ni sabía que esto iba a suceder, ni ha tenido la más mínima intención de provocar daño alguno; no obstante, esta conducta sí le es moralmente imputable, puesto que ha debido prever los peligros de su acción  y, en consecuencia, tomar las precauciones necesarias para evitar lo ocurrido.

Ejemplo 3. X es una persona alcoholizada; sabe perfectamente que debe abstenerse de tomar bebidas alcohólicas; mas, una y otra vez, claudica y continúa emborrachándose, pues ante la bebida carece de voluntad y, por consiguiente, no es libre. Sin embargo, en el caso de que atropellase a alguien con su coche, no por eso carece completamente de responsabilidad, ya que, aunque en el momento actual se vea privada de voluntad, en algún tiempo anterior sí fue libre de beber o no beber; por tanto, si entonces se hubiera conducido adecuadamente, no hubiera caído en su vicio actual  ... (Podríamos decir que ha perdido libremente su libertad.) ...

Vemos, pues, que resulta muy difícil establecer en la práctica la frontera entre la responsabilidad plena y la irresponsabilidad total y, con frecuencia, la responsabilidad moral puede extenderse a muchos actos aparentemente involuntarios

* Los actos morales son buenos cuando están de acuerdo con las normas morales

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y malos cuando están en desacuerdo con dichas normas ... De esta manera, en principio, parece claro que las normas morales deben orientar nuestras conductas. Ahora bien, ¿cómo justificar las normas morales?  ¿Podemos encontrar normas morales de valor universal, es decir, válidas para todas las personas, o cada persona puede regirse por sus propias normas particulares? Además, dada la enorme diversidad de los actos humanos, ¿podemos encontrar normas de moralidad  adecuadas para todos ellos? ...

4. EL HOMBRE COMO ANIMAL “NORMATIVO”

Pero este es precisamente nuestro problema: es difícil elegir y, sobre todo, es difícil elegir bien. El individuo se volvería loco si tuviera que estar, a cada paso, "inventando su vida", es decir, haciendo continuamente elecciones. Tampoco le iría bien a la sociedad, dado que posiblemente las elecciones individuales serían muy diversas y aun contrarias, con el consiguiente desorden o confusión social. Puede que reinase la "ley de la selva" como dicen algunos, es decir, la "ley de la naturaleza", los más fuertes aplastarían a los débiles. O puede que no (tal ley es muy discutible): en cualquier caso, es evidente que, como animales sociales superiores somos seres “normativos”. Necesitamos “normas de acción” individuales y colectivas, que armonizan (o pretenden “armonizar”) la convivencia y por eso, desde que el hombre es hombre, se rige por NORMAS. Esto es un hecho, no sólo una necesidad: quizás nada nos diferencie tanto del animal como la “normativización” de nuestra conducta, obvia en cientos de aspectos (el lenguaje, la fabricación de instrumentos etc). Y no puede argumentarse en contra que a veces, nos las saltemos, o que no estemos de acuerdo con algunas, o que sean, a veces, contradictorias y hasta inmorales: las normas existen y nos hacen ser lo que somos. Para mal o para bien.

Posiblemente fue así desde la aparición de los primeros sapiens: no lo sabemos. En cualquier caso, la sociedad en la que vivimos posee normas de conducta; y el niño, desde muy pequeño, aprende qué “debe hacer" y qué es "bueno" (para él y para todos). Ese conjunto de normas es, justamente, lo que llamamos "moral”: Se puede, pues, llamar "moral" al código de normas acerca de lo que se considera "bueno" (y también un "deber")

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No es concebible una sociedad sin la existencia de tal código de normas. Por eso, si el ser humano es un animal "político" (es decir, social) necesariamente es también un animal "moral":

En los apartados siguientes estudiaremos con mayor detalle: 1) la moral como hecho social y personal, y 2) la diferencia entre moral y ética.

2.LA MORAL Y LA ETICA: DEFINICIONES.

Como acabamos de ver, la moral es un conjunto de normas o reglas de acción. Y se puede añadir: y de valores (como "bueno", "justo", "honrado", etc.) ya que las normas señalan que algo se debe hacer porque se considera como "bueno", etc. Todo parece suceder, pues, de esta manera: la sociedad se rige según un código, y el individuo debe acatarlo, si quiere que todo le vaya bien:

2.1. DEFINICION DE MORAL:

Podemos dar la siguiente definición de moral:

La moral es el conjunto de valores y de normas de actuación práctica propios de una sociedad concreta en un determinado momento u epoca de su historia. En este sentido, como moral realmente “vivida” y aprendida es un hecho cultural y social. Debemos explicar ahora qué es un “hecho” social y hablar algo de los resultados obtenidos por las ciencias (antropología, sociologia, psicología) que se ocupan de su estudio.

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A. DIMENSION SOCIAL DE LA MORAL

Conceptos:

“hechos sociales”: lo objetivo, lo subjetivo y lo “intersubjetivo”. moral, moralidad e inmoralidad anomia “social” Análisis del lenguaje moral: Lenguaje imperativo, normativo y

valorativo. Diferencia entre Moralidad y Legalidad: Valores, Normas y Leyes.

Por tanto, es un hecho que toda sociedad cuenta con un código de normas morales –normas sobre el deber y lo bueno-, es decir, con una moral. Que la moral es un hecho social significa, para empezar:

1. Que no la han inventado los individuos, sino que les impone si no objetivamente sí intersubjetivamente. Podría decirse que es el producto de una adaptación colectiva de un grupo humano a las condiciones de vida de su entorno o medio ambiente: si cambia este medio, normalmente cambia también la moral y eso es independiente de nosotros. Aunque por otra parte, también podemos influir subjetivamente de algun modo en esos cambios: desde este punto de vista no sólo es una adaptación, sino que también es o puede ser una creación colectiva (como por ejemplo, el lenguaje mismo). (Como ejemplos de la determinación socioeconómica de la moral podríamos poner los siguientes:-1) El tabú de la vaca sagrada en la India.-2) El tabú de la carne de cerdo en el Islam y el judaísmo-3) La moral pronatalista de las religiones superiores.(tal como los explica Marvin Harris.)

2. Que la aprendemos “culturalmente”: cada sociedad tiene sus normas y valores y se los transmite por medio del lenguaje a las siguientes generaciones.

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3. Que puede variar con el tiempo : como tal adaptación/creación colectiva, puede cambiar, normalmente, de forma muy lenta. Aunque, en algunas ocasiones, los cambios puedan ser muy rápidos y “revolucionarios”.

I.LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ETICOS.1.5. NUESTROS REFERENTES CULTURALES: VALORES, IDEALES Y NORMAS.

Valores Ideales Normas

La auténtica vida moral consiste, como ya hemos dicho, en el esfuerzo continuo por hacer el BIEN y evitar el MAL. El problema está en que muchas veces nos cuesta distinguir claramente entre el bien y el mal, entre lo que es conveniente hacer y lo que es conveniente evitar ... Para facilitar la labor, el ser humano cuenta en su ámbito social con unos “referentes culturales” que le sirven de guía para dirigir su conducta por el camino del bien (o al menos, de lo que el grupo considera que está “bien” en un momento dado) , contribuyendo a la vez a la formación de su personalidad moral ... Estos referentes son los VALORES, los  IDEALES y las NORMAS ...

* Los valores culturales no son ningún tipo de seres, sino cualidades de los seres -así como de sus actividades, realizaciones y aspiraciones- que nos resultan atractivas y que se ponen de manifiesto mediante la actividad cultural ... como veremos más adelante, hay muchas clases de valores: estéticos/vitales/religiosos/económicos, etc. ...(lo bello/feo, lo bueno/malo,lo verdadero falso, etc). Los valores orientan nuestra vida porque tienen dos componentes psicológicos: un componente emotivo (mueven el sentimiento), y otro componente intelectual (son razonables) ...

* Los ideales de vida son modelos humanos que encarnan el conjunto de valores que las personas de una época y sociedad determinadas consideran dignos de

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realización, y que pierden vigencia con los cambios sociales  ... el héroe y el mártir / el  noble y el santo / el caballero  y el pícaro / el burgués y el revolucionario; etc. son algunos de los prototipos más importantes que se han ido sucediendo a lo largo de la historia ... Su importancia para la formación de la personalidad se pone de manifiesto por el afán de imitación que suscitan ...

*Las normas son reglas que rigen la conducta de las personas para facilitar la convivencia ... Hay muchas clases de normas:  religiosas/jurídicas/culturales ... En realidad, las normas no son más que instrumentos o medios para llevar a la práctica los valores y los ideales: siempre imperfectamente, claro está. Aunque las normas, los valores y los ideales, muchas veces cambian y son contradictorios (fuera y dentro de una misma sociedad) no cabe duda de que nuestra tarea es aclararnos lo más que podamos en semejante confusión. Después de todo, nadie dijo que vivir fuera “facil” y el contraste entre los diversos códigos normativos, aunque a veces pueda enloquecernos, también puede resultar enriquecedor para la formación de nuestra personalidad, fortaleciendo nuestro carácter ... Existir es actuar. El hombre es ante todo acción. Esto es algo fundamental en la Etica que estudia precisamente la acción humana en cuanto tal (es decir, libre). En realidad, casi cualquier acción humana libre es, de por sí, moral (catalogable en términos de 'bueno'o 'malo'). Algunas de estas acciones probablemente, la mayoría- parecen fluir de un modo casi espontáneo y natural: estoy trabajando, me relaciono con los demás y los respeto...no hay esfuerzo aparente, ni sensación de lucha o tensión. En cambio, en otros momentos, la acción es dolorosa: hay que vencer contradicciones exteriores y se vive un conflicto interior. Al fin y al cabo una sociedad en guerra tiene que producir individuos en perpetua lucha consigo mismos, en contradicción y conflicto interno. Pero es precisamente en los conflictos cuando se hace más evidente el carácter humano y moral de nuestra acción.

LOS CODIGOS MORALES VARIAN EN EL ESPACIO Y….EN EL TIEMPO

Ya hemos visto algunos ejemplos de cómo los códigos varían con las culturas: veamos ahora cómo varían con las épocas. La discusión aquí no es, principalmente, la de si los códigos normativos tienen un valor relativo u absoluto, sino especialmente, la de si cambian o progresan. Desde el punto de vista occidental hay un gran acuerdo en creer que “hemos progresado”

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moralmente: pero puede ser que esto sólo sea una forma más de “etnocentrismo” o incluso una pura “ilusión” (como se afirma desde otras órbitas culturales o desde ciertas tendencias filósificas: post-modernidad etc).

I- LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS1.6. EL PROGRESO HISTÓRICO EN EL RECONOCIMIENTO DE LOS VALORES MORALES* Edad Antigua         * Edad Media * Edad Moderna * Edad Contemporánea

A lo largo de los tres grandes momentos culturales de la Edad Antigua  se va produciendo el descubrimiento y aceptación generalizada de tres importantísimos sistemas de valores: o el valor de la AUTORIDAD en las civilizaciones del Próximo Oriente; o el valor de la DIGNIDAD personal en el mundo griego y o el valor de la LEY en el imperio romano ...       El valor de la autoridad fue reconocido desde el principio de la civilización por su importancia para el mantenimiento del orden y de la defensa ... pero, como a veces, el poder de la autoridad se ejerce de manera cruel y humillante sobre los individuos, poco a poco irá cobrando cuerpo la idea del valor supremo de la dignidad personal; dignidad que no debe ser violada por nada ni por nadie ... precisamente, para garantizar la dignidad de todas las personas, se elaborarán códigos legales - siendo el más destacado e influyente de estos el llamado Derecho Romano - Desde muy pronto, pues, el valor de la ley será reconocido como fundamental y decisivo para regular las relaciones entre las personas y de éstas con la autoridad ...

* Pero la ley sola no es suficiente para garantizar la dignidad de todas las personas - siempre hay gente astuta y sin escrúpulos, capaz de burlar el control legal y así acaparar riqueza y poder sobre los demás -... Para combatir la miseria y la marginalidad de grandes masas de población es necesario poner, junto al valor de la ley, otros valores. A ello contribuiría de manera decisiva el Cristianismo, cuyos ideales de FRATERNIDAD, COMPASIÓN y CARIDAD entre los hombres se abrirían camino desde principios de la Edad Media ...

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Según el cristianismo, todos los seres humanos somos hermanos, ya que todos somos hijos de Dios; y, como buenos cristianos,  debemos ser compasivos y caritativos con todos los que sufren, de manera semejante a como lo somos con nuestros hermanos de sangre... 

* Ahora bien, aunque el sentimiento de fraternidad fue reconocido como un valor, el orden social siguió apoyándose en el valor de la autoridad y en el de la ley. Y es que, el valor fraternal no será asumido plenamente en la práctica incluso ni por los que se consideran cristianos auténticos -incluso, la propia Iglesia cristiana se estructuraría de forma semejante a la sociedad civil - ... Pero, sucedió en muchas ocasiones, que la autoridad se ejercía en plan déspota y las leyes no eran justas, con lo que muchas personas inocentes eran humilladas, marginadas, torturadas, ejecutadas, etc. sin ninguna consideración ... Los errores y abusos de poder cometidos por las autoridades civiles y religiosas (absolutismo, Inquisición), darán lugar en la Edad Moderna a una serie de movimientos culturales (Humanismo renacentista, Racionalismo / Empirismo, Ilustración) que volverán a poner el acento en la dignidad de la persona y harán aflorar los valores democráticos de LIBERTAD, IGUALDAD y TOLERANCIA, que se irán imponiendo progresivamente en todas las sociedades a partir de la Revolución Francesa (1789) ...

Lo que pasa es que, como siempre, de la teoría a la práctica hay un gran trecho y, aunque lo valores democráticos fueron reconocidos hacia finales del siglo XVIII y extendidos globalmente desde la Revolución Francesa en adelante, la verdad es que estos ideales, con frecuencia, se distorsionaron en beneficio y provecho de determinados grupos (las clases superiores: Burguesía enriquecida y “enonoblecida”). Por ejemplo, durante casi la totalidad del siglo XIX, en nombre de la libertad se produjo una explotación descarada de unos seres humanos por otros ... Menos mal que, frente al desarrollo de una moral individualista, egoísta y privada, propia de la mentalidad liberal-burguesa, comenzarían a aparecer de forma paulatina unos movimientos sociales comprometidos en la lucha por la justicia social (socialismo, anarquismo, marxismo)...Pese a sus errores ( a veces muy graves) e imperfecciones, todo ello ha ido dando lugar, durante la Edad Contemporánea, a nuevas concepciones que han puesto de relieve los valores morales de la JUSTICIA SOCIAL: SOLIDARIDAD, la HONESTIDAD y el ALTRUISMO

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Hoy en día, tras la revolución de mayo del 68 y la caida del comunismo soviético además de los valores de JUSTICIA SOCIAL e IGUALDAD ECONOMICA (manifiestos en la labor de ayuda al desarrollo de las ONGS) se han impuesto los valores del FEMINISMO y de la LUCHA POR LA IGUALDAD SEXUAL (igualdad hombre-mujer, movimientos de liberación gay), del ECOLOGISMO (respeto al medio ambiente) y del PACIFISMO (rechazo del militarismo y del imperialismo)

El modo como los miembros de la sociedad aceptan esas normas/valores/ideales y las practican (es decir la manera y el grado en que las llevan a la práctica) puede ser llamado "moralidad". Así, puede darse el caso de que existiendo una "moral", exista también un grado más o menos alto de "inmoralidad" publica (o corrupción de las costumbres). Por otra parte, la “moralidad”, como veremos, puede ser muy relativa: las normas morales, de hecho, varían mucho de unos pueblos a otros y de unas épocas a otras. Incluso dentro de una misma sociedad pueden existir códigos normativos diferentes, bien porque estos van cambiando, bien por incorporación o conquista de otros pueblos subordinados (que constituirán después “clases sociales” nuevas, pero que al principio conservan su propia moral). También puede darse el caso de que el código mismo pierda vigor y comience a disolverse: entonces la sociedad estaría en una situación de anomia, de la cual puede salir si las normas que han caído en desuso son substituidas lentamente por otras nuevas, reconstruyéndose así el código moral. Sea como sea, nada de esto altera la naturaleza social (intersubjetiva) de los códigos morales.

La moral es, pues, un hecho social: relativo, si se quiere, cambiante, incluso discutible o al menos, no determinante de la conducta de los hombres (podemos libremente, incumplir las normas o rebelarnos contra ellas ). Pero es un hecho que somos “animales morales”, normativos (no se conoce ningún

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caso de una sociedad que carezca de “normas”). Y ello es constatable al menos de dos maneras:

1) por la existencia de un lenguaje especifico, que podemos llamar "lenguaje moral",

y 2) por su institucionalización parcial en el Derecho.

Parece claro que el lenguaje moral es una clase muy particular de lenguaje, que solo se utiliza en determinadas ocasiones. ¿Como distinguirlo? No es suficiente decir que se revela por el uso de ciertos términos como "deber" o "bueno", ya que expresiones como "Debería llover o "Es bueno que llueva" no son expresiones morales. Es mas bien el contexto el que determina cuando una expresión es moral o no. "Esta muy mal" no significa lo mismo cuando se le reprocha a alguien por haber mentido que cuando se evalúa un trabajo escrito

.“El lenguaje moral no es mas que una subclase del lenguaje que usamos para guiar nuestra conducta propia, así como la ajena: esto hay que entenderlo en un sentido amplio, como el conjunto de expresiones que usamos ordinariamente para expresar las normas y principios de comportamiento: para juzgar, criticar o elogiar la conducta desde diversos puntos de vista; para aconsejar, recomendar u ordenar una accion, etc. A este genero podemos llamarlo lenguaje prescriptivo» (J. HIERRO y S. PESCADOR, Problemas de análisis del lenguaje moral. Tecnos, 1970, p. 47).

Se pueden distinguir tres clases de expresiones del lenguaje prescriptivo:

Expresiones imperativas (lenguaje imperativo o jurídico) Como son los mandatos, peticiones, ruegos, instrucciones y permisos.

Expresiones normativas (lenguaje normativo o moral) Son expresiones con palabras como "deber”, "tener que", "no poder", "no estar permitido", "estar obligado a" y otras semejantes. Expresiones de este tipo indican que hay razones para que el sujeto actúe de determinado modo: la existencia, de normas y principios de conducta.

Expresiones valorativas. (lenguaje valorativo o axiológico) Son expresiones con términos como "bueno", "malo", "recto", "justo", "injusto", "bien", "mal", "moral",

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"inmoral", etc. Expresiones de este tipo indican que se han satisfecho -o no- determinadas exigencias, y que se recibirá aprobación o desaprobación.

El interés de estos análisis es que permiten determinar exactamente que están queriendo decir las personas cuando usan este lenguaje. Porque muchas veces, cuando se le dice a un niño: "No seas malo", realmente se le esta diciendo: "Me molestas" : ¡ Hay que tener cuidado con las palabras!

En resumen, tres términos sirven para describir la dimensión social de lo moral:

Moral (código de normas), Moralidad (vida moral del individuo y la comunidad) y Legalidad o Derecho (institucionalización jurídica de una parte del

código moral). La moral y el derecho están muy relacionados (se puede decir que el derecho es la institucionalización de la moral, o al menos de una parte de ella) pero no son lo mismo y conviene delimitarlas claramente.

El derecho positivo es el conjunto de normas destinadas a orientar las acciones de los ciudadanos; emana de las autoridades políticas (del ESTADO, concretamente: las sociedades sin estado –primitivas- tienen moral pero no ley escrita), y tiene poder coercitivo. La moral, por el contrario, no proviene del poder, sino que surge espontáneamente del pueblo (de la sociedad civil o comunidad humana).

Veamos más detalladamente la diferencia entre normas y leyes:

características de las normas jurídicas (LEYES):

-son oficiales y el PODER POLITICO (el Parlamento o el gobierno) las crea bien de modo autoritario o democrático (como resultado del pacto de los representantes políticos con los ciudadanos). Los destinatarios son todos los súbditos o los ciudadanos del Estado.-necesitan de la máxima publicidad para que sean conocidas por el máximo número de ciudadanos posibles (si bien el desconocimiento de las leyes no exime su cumplimiento).

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-son precisas y claras.-tienen carácter imperativo, coercitivo y punitivo.-no dependen de las decisiones personales o de nuestra conciencia, algo externo nos obliga a su cumplimiento.-cumplen (o al menos teoricamente lo pretenden) con el bien social común, tratando de organizar una convivencia social pacífica.-se rigen por el principio de legalidad, que les es concedido por los propios ciudadanos.

El problema del legalismo es que la ley vale por sí misma, con independencia de las personas y del fin al que estén destinadas. Someten al hombre coercitivamente, y por tanto, suprimen la iniciativa personal.

características de las normas ético-morales:

-son normas sociales pero de aplicación individual que ayudan a las personas a vivir y a convivir, o mejor dicho, que ayudan a ser personas.-son internas y autónomas.-no están codificadas por lo que son imprecisas y difusas.-son imperativas, pero no punitivas ni coercitivas.

Diferencias entre las normas jurídicas y las etico-morales

-las éticas no están escritas, mientras que las leyes siempre lo están-las éticas poseen obligatoriedad interna, mientras que las jurídicas poseen obligatoriedad externa.-las éticas son fruto del autoconvencimiento y la persona se auto-obliga a cumplirlas, mientras que las jurídicas obligan a todos los ciudadanos siempre que se hallen dentro de la jurisdicción de la que se ocupa.-las eticas no están sancionadas por la autoridad (sino por toda la comunidad) mientras que las leyes sí lo están

Conflicto: ambas disciplinas comparten contenidos, pero sus prescripciones son diferentes. ¿Qué debe primar entonces, el derecho o por el contrario la conciencia moral?. Este es un problema difícil que habremos de tratar más adelante. Diremos solamente, para empezar que la moral es incondicional por ser la última instancia, pero el derecho si bien no orienta nuestras últimas acciones sí las limita. Por otra parte, la moral es más amplia que el derecho: las normas jurídicas se limitan a un

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territorio concreto (el de la acción pública, con incidencia social) , y las normas etico-morales afectan a todas las personas sólo por el mero hecho de serlo y en todos los campos de su acción (tanto el público como el privado).

DELIMITACIÓN DE LO JURÍDICO Y LO ÉTICO. DIFERENTES POSTURAS.

1.Primacia de la etica/moral sobre el derecho:

KANT estudió por separado el ámbito de lo teórico ( lo que ocurre de hecho en el universo, que se corresponde con su propia dinámica) y el ámbito de lo práctico (lo que puede suceder por obra de la libre voluntad de los hombres). Entendió lo práctico desde dos sentidos diferentes:

-externo: normas que no parten de la propia conciencia y que son impuestas coercitivamente (derecho).-interno: normas que no surgen de la propia conciencia ni se imponen, puesto que el sujeto elige libremente.

El punto de partida del ámbito práctico es un hecho de razón; todos los hombres tienen conciencia de la existencia de los imperativos categóricos, que tienen unos deberes por el simple hecho de ser personas. A la hora de acceder a estos imperativos sólo debe primar la razón, nunca los sentimientos del hombre ya que éstos podrían anular la razón y limitar la libertad (Kant era contrario a considerar los sentimientos como fuentes de la ética). Debemos actuar de acuerdo con los imperativos categóricos, pero no por el miedo a ser castigados en caso contrario, porque entonces estaríamos rebajando la humanidad de nuestra persona. La verdadera motivación supone un respeto a los valores implícitos en la obediencia a los imperativos categóricos. (Los respeto porque los considero apropiados, no por miedo al castigo) Actuar en contra de los imperativos categóricos supone una “inmoralidad” a pesar de que al cometer estos actos podamos sentirnos felices o sentir placer.

* KANT propone un procedimiento de acción planteado a través de los imperativos categóricos, cuyas características son: la universalidad, que se refieren a seres en sí mismos, y que tienen validez para una legislación universal en el reino de los fines. Cuando se establecen estos imperativos, no

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sólo se demuestra lo que deseamos al prójimo, sino también lo que deseamos para nosotros mismos. Y al obedecer los imperativos categóricos lo hacemos como resultado de una convicción propia y asumida libremente.

La libertad es para KANT la cualidad más sorprendente del ser humano. Es una cualidad indemostrable desde la teoría, pero necesaria desde la práctica. Kant nos habla de dos mundos diferentes: el de lo sensible: determinado por una causalidad natural (leyes físicas); y el de la razón: el mundo racional es dirigido por la libertad.

El fin del imperativo categórico es garantizar la libertad interna, y la libertad con respecto a los imperativos externos. El hombre desea alcanzar un determinado grado de felicidad, y si en su búsqueda aplica el bien moral, entonces estará en el camino del Bien Supremo .

2. Equiparación del derecho y la moral:

*el sociólogo EMILE DURKHEIM considera que no existen diferencias de esencia entre ética y derecho. El hombre al vivir en sociedad genera todas las conductas, por lo tanto la ética y el derecho comparten el mismo origen. También entiende la moral en un sentido autoritario: la moral orienta a los niños dentro de las normas sociales. La única diferencia entre ambas disciplinas según Durkheim es el grado: el derecho es más externo que la ética, que es más confusa e interna.

* los NEOTOMISTAS también entienden que las diferencias entre ética y derecho son de grado, más que de esencia. Para ellos todo emana de la Ley Eterna, que Dios impone a los hombres desde sí mismo, y que está formada por el conjunto de normas que rigen el universo (cuyo legislador es Dios).Según STO TOMÁS la Ley Eterna es la razón del gobierno de todas las cosas existentes en Dios, como director de todas ellas. Dios conserva el bien natural y prohibe su perturbación. La Ley Eterna = ley natural, ya que emana de Dios (creador de la Naturaleza). El objeto de la ley natural es mandar o prohibir acciones intrínsecamente malas o buenas, para que el hombre se conduzca a su fin. La ley natural es lo que algunos llaman “Derecho Positivo”.Dentro de la ley natural está la Ley Moral, cuyos principios generales son llamados “Sindéresis” . Posterior es la Ley Positiva, que es la ordenada por los legisladores para lograr el bien común, y cuyos objetivos son: mandar lo prescrito por la ley natural; dedudir consecuencias derivadas de los principios

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que conforman la ley natural; aplicar a los casos particulares los preceptos de la ley natural; sancionar con faltas los incumplimientos de los preceptos de la ley natural.

* PIAGET no está de acuerdo con estas teorías, porque considera que las diferencias entre ética y derecho no son sólo de grado, sino también de esencia. El orden de la ética para él está al mismo vivel que el de la religión, y no en el de la sociología. Si no existiera diferencia de esencia ambas disciplinas se solaparían; comparten una temática común pero la ética propone cosas diferentes al derecho. En relación a los neotomistas, Piaget está en desacuerdo con la existencia de la ley positiva.

3.Primacia del derecho sobre la moral:

Pocos han defendido esta opción teórica, aunque desde el punto de vista del contractualismo liberal (la sociedad y sus leyes son producto de un pacto o contrato social democrático) los acuerdos conscientes (leyes) deberían primar sobre los inconscientes y tácitos (normas morales)

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I. LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ETICOS.

1.7. MORALIDAD Y LEGALIDAD (DERECHO). SUS RELACIONES.

La moral es base de todo derecho, aunque no son lo mismo. Que la moral es la base del derecho significa que las leyes se basan en las normas y los valores de un pueblo y que, en teoría, no pueden contradecirlas (y no al revés). Se podría decir que el Derecho es la parte de la moral que se ha institucionalizado en aquellas sociedades que poseen la forma del ESTADO (sociedades estatales o históricas). Que se ha “institucionalizado” significa: cuyas normas se han convertido en instituciones: se han puesto por ESCRITO (convirtiéndose en LEYES) y son promulgadas y sancionadas por algún tipo de autoridad (poder ejecutivo, legislativo y judicial). Por tanto, la diferencia entre NORMA y LEY es la siguiente:

- -NORMA MORAL : mandato o prohibición no escrita, aceptado tácitamente por los miembros de una comunidad (un pueblo, p.e) y no sancionado por AUTORIDAD alguna. Por tanto: cuyo incumplimiento sólo acarrea el castigo del rechazo social, la vergüenza o la culpa individuales.

- -LEY JURIDICA: mandato o prohibición no escrita, aceptado tácitamente por los miembros de las sociedades civiles (con ESTADO) promulgado y sancionado por algún tipo de AUTORIDAD (poderes públicos: gobierno, parlamento, jueces etc) cuyo incumplimiento está, además, penado como DELITO.

El derecho no puede ir en contra de la moral de un pueblo, pues no sería aceptado por nadie. Pero no siempre “emana” de la voluntad directa del pueblo, sino que suele ser un “instrumento del poder” (quien hace la ley hace la trampa, dice el refrán). En cualquier caso la prueba de que el derecho

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pretende siempre fundamentarse en la moral (o al menos no entrar en contradicción con ella) está en la clásica división establecida por los juristas en las tres “clásicas” fuentes del derecho, que son, por este orden:

-1) La Ley escrita (por ejemplo, la constitución) -2) La Jurisprudencia (la sabiduría práctica de los jueces

expresada en el registro histórico de sus sentencias) -3) La costumbre o derecho consuetudinario (que es lo que

nosotros estamos denominando “moral” y a la que se recurre cuando las otras dos son insuficientes para juzgar un caso).

Se puede decir, en términos generales, que una sociedad es más madura y progresista cuanto más en ella se reduce el ámbito del derecho y se amplía el ámbito de la moral (entendida ésta en términos éticamente fundamentados). De manera inversa la sociedad sería menos madura y progresista cuanto más se amplía la esfera del derecho y más se estrecha la de la moral. (en el mismo sentido, porque si hablamos de lo moral “vivida” realmente por los pueblos, hay legislaciones que son más avanzadas y progresistas que aquellas, o así suele entenderse)

Todas las sociedades cuentan además con otros tipos de códigos (de “cortesía”, de “higiene”, de “buenas maneras”, de etica profesional o deontológica etc) , que ya no son propiamente “morales”: p.e, quien contraviene el código de cortesía no es calificado normalmente como alguien inmoral, sino como “grosero” o “mal educado”. Y siempre es posible que alguien respete un código y no otro: se puede ser moral y grosero, o inmoral y bien educado. Sin embargo, en la practica no es tan fácil que la contravención un código cualquiera no implique ninguna responsabilidad moral. Así, ser grosero puede implicar desprecio a los demás, y saltarse las normas de circulación puede poner en peligro la propia vida o la de otros... Es decir: que el código moral puede exigir que se respeten los otros códigos.

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OTROS CODIGOS MORALES: LA DEONTOLOGÍA o “MORAL PROFESIONAL”

La deontología

La evolución histórica del término “deontología” tiene diferentes fases: es un término que aparece en 1834, pero que ya contaba con antecedentes de 1823 y 1824; sería J.BENTHAM quién hablaría en una de su obra “Deontología y Ciencia de la Moral” (1834) por primera vez de este concepto; posteriormente su uso sería muy frecuente en los idearios político-pedagógicos de principios de siglo; los códigos deontológicos serán aplicados por primera vez en el mundo profesional en los EEUU, y se desarrollarán realmente a partir de la II Guerra Mundial; finalmente, en la década de los ’80 aparecen los códigos éticos tal y como los conocemos actualmente.

La deontología está formada por un conjunto de normas que sirven para guiar la conducta humana individual y social con un carácter pragmático (Pragmática=Grecia=razón). Sería en la Ilustración cuando se desarrolló la Teoría de lo Pragmático: aquella que selecciona entre diversas posibilidades aquella más eficaz para alcanzar el fin propuesto.

También la Teoría Ética es pragmática; el fin primero del hombre es lograr el mayor grado de dicha pública, gratificándose al máximo y esforzándose lo mínimo. Las acciones humanas que amplían el porcentaje de placer/dicha serían acciones pragmáticas.

Deontología profesional

SIMON (1834) es el primero en aplicar el término a una profesión (la médica en este caso). La “deontología” se ocupa de los deberes y obligaciones exigibles a todos los que ejercen una profesión; marcando unos valores y principios comunes a todas las profesiones: honestidad, independencia... En virtud del fin de cada profesión, se establecerá una deontología específica.

La deontología es la aplicación de unos principios generales al ámbito profesional; algunos autores la consideran como una parte de la ética, otros las consideran sinónimas. Pero la deontología se halla entre la ética y el derecho: posee el carácter disciplinario del segundo y el sentido orientador del primero.

Normas deontológicas

Son normas profesionales que han sido elaboradas por el conjunto de los profesionales representados por el Colegio de dicha profesión. Son principios auto-reguladores cuya finalidad es

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que la profesión se lleve a cabo con la mayor honestidad posible, y con el mayor afán de perfeccionamiento. Son normas intrapersonales dirigidas exclusivamente a los profesionales en cuestión, y tienen también facultad sancionadora en 3 sentidos: una Revisión Pública (llamada de atención por parte del Colegio), una multa o sanción económica, o una inhabilitación profesional por parte del Colegio, aunque no siempre es así. Los profesionales de lo medios de comunicación, por ejemplo, rechazan las sanciones en función de la libertad de expresión, y opinan que las normas deontológicas no deben ser sancionadoras, sino que deben ser libremente asumidas por los profesionales.

Figuran en los códigos de forma mínima, para que sea el profesional el encargado de interpretar las normas y aplicarlas a cada caso según su criterio. No son normas rígidas y fijas, y cada cierto tiempo deben ser actualizadas; se hallan a medio camino entre las normas éticas y las jurídicas, pero al ser sancionadoras, estar positivadas, y emanar de un acuerdo entre profesionales (y no de la razón) no pueden encuadrarse dentro de las normas éticas. Y tampoco pueden ser consideradas normas jurídicas puesto que no son promulgadas por un poder civil, ni sancionables por parte del poder ejecutivo.

En caso de conflicto normativo se debe analizar la situación en particular, y optar por aquella que afecte a más gente (primando entonces la norma deontológica sobre una de ética personal). La deontología, en un sentido amplio se entiende como el conjunto de normas que inciden en una determinada profesión; y en un sentido estricto sólo recoge las normas de un menor grado de positivación.

Un ejemplo: la Deontología informativa (mass-media) o etica periodística y publicitaria.

Es el conjunto de normas profesionales que regulan la conciencia profesional del informador. La “veracidad”, la “objetividad”, la “exhaustividad”, “exactitud”... son valores propios del código deontológico del informador. La veracidad es una virtud humana que afecta voluntariamente al hombre.La objetividad se refiere a cómo percibe el hombre la realidad que le rodea. Más que una capacidad humana es la fría realidad de las cosas en sí mismas. (Kant afirma que la condición humana es la de percibir la realidad de modo subjetivo.) Los filósofos distinguen entre:

-objeto material ( realidad en sí, con todas sus propiedades y cualidades).-objeto formal ( aspecto del objeto material conocido por el sujeto en cada caso). Hay tantos objetos formales como personas que perciben esa misma realidad.

En el campo informativo, la objetividad consiste en esforzarse por lograr la imparcialidad, por desapasionarse y desinteresarse del tema para ofrecer una visión más ajustada de la realidad en sí, más que de nuestra percepción propia de la realidad. La verdad es la base de la objetividad, y supone una cierta coincidencia entre diversos aspectos.

Existen 5 tipos de verdad diferentes:

1ºreal-metafísica-trascendental-objetiva: adecuación de la realidad consigo misma. Esa realidad

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tiene esencia y sustancia. Sólo con existir las cosas son verdaderas.2º) subjetiva-crítica-gnoseológica: adecuación entre nuestro conocimiento de una cosa, con la cosa en sí misma.

3º) lógica-semántica: adecuación entre el acto cognoscitivo y la expresión lingüística que lo expresa. (Las palabras nunca podrán describir exactamente la realidad).4º) moral: adecuación voluntaria entre lo que comunico y la realidad que he conocido; entre el pensamiento y lo que digo. Esta es la auténtica veracidad, y es a su vez la base de la credibilidad de una persona.5º) divina-eterna: (teología) es el concepto de Dios tiene de las cosas. Hay principios inmutables, necesarios y eternamente ciertos porque son evidentes en sí mismos, y porque su verdad está garantizada por la fuente de Toda Verdad=Dios.

BEDOYA añade la “verdad comunicativa”: adecuación entre el mensaje emitido y el recibido por el destinatario, lo cual es posible porque ambos comparten las mismas reglas de codificación y descodificación.Hablamos de veracidad informativa porque la verdad es la aspiración suprema del hombre, pero no una capacidad o un hábito. La veracidad es la fiel impresión de unos hechos que yo transmito a los demás.La responsabilidad va unidad a la libertad, y una persona responsable es aquella que cumple libremente las obligaciones que ha decidido asumir. Para Bedoya, la responsabilidad es la obligación moral para con nosotros mismos y con los demás, por el hecho de haber elegido voluntariamente una acción o pensamiento de corresponder ante mi y los demás, o incluso de porqué he elegido pudiendo no hacerlo.

El profesional responsable cuando cumplirá las normas deontológicas libremente; éstas poseen cierto sentido utópico de proponer las formas de actuación, dándoles una actitud humanista frente al legalismo de otras normas. Los códigos deontológicos comenzaron a llamarse “éticos” en la década de los ’80, y recogen sólo los deberes de los profesionales de 3 tipos: individuales, sociales y profesionales.

Profesión: concepto y rasgos esenciales

Profesión: empleo u oficio que una persona tiene y ejerce con retribución. (No es = a trabajo, éste tiene un sentido más amplio, mientras que la profesión se restringe a una modalidad de trabajo). El concepto de “profesión” surge en la industrialización, y su origen era en realidad religioso: la profesión era recibir la llamada interior y hacerse clérigo. Con el protestantismo, continúa la relación religiosa del término, pero empieza a aplicarse también a otras tareas laborales. WEBER adoptará el sentido protestante del término. Etimológicamente tiene su origen en la palabra alemana “beruf” y la inglesa “calling” = profesión es una vocación o llamada.

Conciencia ética individual y profesional ( VÁZQUEZ)

La conciencia profesional es una dimensión esencial de la conciencia personal, que se manifiesta en un comportamiento social responsable. Implica la existencia previa de una conciencia personal,

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y se refiere a normas, principios y valores específicos de una profesión que deben ser asumidos libremente. El profesional debe ser lo suficientemente maduro como para poder traducir su conciencia en actitudes libres y responsables. (Se aunan la esfera vocacional y la profesional)

B. DIMENSION PERSONAL DE LA MORAL

Aunque, como hemos visto, la moral es un hecho social, son las personas individuales las que deben aplicar sus normas en la práctica . Esto puede hacerse de muchas maneras: por eso hemos dicho que cada individuo racional es libre de cumplirlas o no, de aceptarlas, de negarlas o incluso de intentar cambiarlas. Incluso, al decidir aplicarlas esto puede hacerse de muchas maneras (rígidamente, de modo flexible etc). Recordemos que las leyes morales (el DEBER SER) no son como las leyes naturales (EL SER): de lo contrario todos seríamos una especie de robots programados por la cultura o por la educación. Por eso decimos que la moral, aparte de una dimensión social, tiene una dimensión “personal”.

1. JUSTIFICACIÓN DE LA DIMENSION PERSONAL DE LA MORAL: DIFERENCIA ENTRE LOS CONCEPTOS DE AUTONOMIA Y HETERONOMIA MORAL

Como acabamos de explicar la moral se recibe por educación y se cumple, en la mayoría de los casos, por "presión" o "coacción" de la mayoría social. Sin embargo, los códigos sociales carecen de valor si las personas no los aceptan y practican, y las instituciones sociales se encargan de que ello sea así. Los individuos pueden verse, pues, presionados socialmente a actuar de un modo determinado, y tanto más cuanto menos permisiva es una sociedad. Pero las normas morales no funcionan como las leyes de la Naturaleza: los individuos por más que se vean presionados, suelen conservar el poder de no aceptarlas. Por eso hablamos de la existencia de una dimensión personal de la moral: porque el individuo, por muy condicionado que esté por su educación o por muy presionado que se sienta por los demás a actuar de cierto modo, siempre puede rebelarse contra las normas de su sociedad (o sencillamente incumplirlas). Dicho de otro modo: aunque estemos condicionados por nuestra cultura, no estamos totalmente determinados por ella. No somos robots genéticos,

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pero tampoco estamos programados socialmente: de lo contrario, las normas no cambiarían, todo el mundo las cumpliría, no habría desviaciones de la norma ( y de lo “normal”) y nadie podría rebelarse contra ellas ni considerarlas injustas.

En efecto, esto (rebelarse contra las normas establecidas, o al menos criticarlas) no es imposible, pero hay que reconocer que es muy difícil. Y sin embargo a veces es una obligación moral el no aceptar ciertas normas, por muy respaldadas que estén por la comunidad. Es más, desde cierto punto de vista lo deseable sería que nadie aceptase una norma social sin haberla reflexionado conscientemente antes ni haber decidido por sí mismo si es realmente buena independientemente de lo que piensen los demás. Pues, en efecto, tanto la educación como la "coacción social" suelen actuar de modo inconsciente e irracional sobre el individuo. Ya desde muy pequeño, se le educa en un determinado código de normas y valores, al igual que se le enseña a andar, a comer o a hablar un determinado lenguaje. Antes hemos dicho que el hombre es un animal con una gran capacidad de aprendizaje: de hecho, los niños vienen al mundo con una programación instintiva muy básica, es decir, apenas saben hacer nada por sí mismos: todo, absolutamente todo, tienen que aprenderlo de sus padres, hasta el punto de que no serían capaces de sobrevivir sin su educación y cuidados. Pues bien, precisamente por eso, cuando se dice que el hombre es un animal social, se dice una gran verdad: no se trata sólo de que el hombre viva de hecho "en sociedad", sino de que ningún ser humano podría sobrevivir totalmente aislado de ella desde su infancia. E incluso algo más: toda nuestra personalidad esta condicionada por la educación que hemos recibido en ella. En efecto, si al nacer nos hubiesen separado de nuestros padres y nos hubiesen educado en otra sociedad, seríamos personas radicalmente distintas. Es por eso por lo que decimos que nuestra educación moral actúa inconscientemente sobre nosotros: de hecho, llega a confundirse con nuestra propia personalidad y llegamos a considerarla como algo "natural". Es bastante corriente cometer el error de pensar que lo que se acepta habitualmente como “normal” en nuestra sociedad es también lo “natural”: la única forma posible de hacer las cosas bien.

El hecho es que, cada sociedad, por las razones que sea, tiene sus propias costumbres, diferentes unas de otras, y las inculca rígidamente a cada uno de sus miembros. Sin embargo, esas costumbres no han sido "inventadas" por nadie en particular: por ejemplo ni el lenguaje, ni el sentido del humor, ni la gastronomía, ni por supuesto, la "moral" de un pueblo son creaciones individuales de algún individuo genial. Más bien todas esas cosas son creaciones colectivas de todo un pueblo en las que cada individuo aporta su pequeño granito de arena

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inconscientemente, aceptando, mejorando o eliminando ciertos aspectos de la educación recibida o de la información transmitida por otros en función de lo útiles que sean para su vida, de sus gustos o preferencias. Al igual que el lenguaje, la gastronomía o el sentido del humor de un pueblo, la moral es un hecho social: esto significa que toda sociedad posee un código de normas morales que inculca –consciente o inconscientemente- a todos sus miembros y que, por tanto hay tantos códigos como sociedades. Ahora bien, como resulta que en la infancia los niños no han desarrollado lo suficiente su inteligencia como para comprender completamente las cosas, los padres suelen verse obligados a educar a sus hijos como se "amaestra" o se domestica un animal: es decir, a base de un sistema de premios y castigos. Al principio el niño cumple las normas de un modo externo, es decir, simplemente adecuándose a lo que se pide de él, bien por miedo al castigo o por deseo de la recompensa, pero sin estar interiormente convencido de la bondad de las normas que se le imponen (normas que, no lo olvidemos él todavía no entiende y que vive como una agresión a sus deseos más naturales, a sus instintos más profundos). Y muchas veces, si llega a estar convencido de esa bondad es sólo porque, como ha demostrado el psicoanálisis, se identifica irracionalmente con sus padres: al admirarlos, al tratar de imitarlos, asume sus valores sin entenderlos y sin ser capaz de razonarlos y criticarlos. Otras veces, sencillamente ocurre que ni los propios padres entienden porqué cumplen las normas ni porqué obligan a sus hijos a cumplirlas: en efecto, la sociedad actúa muchas veces como un gran supraorganismo que coacciona a todos (a los padres y a los hijos) para actuar de cierta manera simplemente por miedo a la reacción de la mayoría Y aunque es cierto que, a medida que nos vamos haciendo adultos y vamos desarrollando nuestra inteligencia, cada vez comprendemos mejor las razones de algunas de esas normas y las vamos interiorizando (es decir, que las aceptamos, no ya por miedo al castigo, sino porque las hemos reflexionado y estamos interiormente convencidos de que son buenas y útiles) el resultado es que la mayor parte de la moral que nos inculcan por medio de la educación actúa en nosotros de modo inconsciente o nos obliga por un miedo puramente irracional: no hemos reflexionado nunca sobre ella, la aceptamos externa o interiormente -más bien lo primero que lo segundo- pero sin ser conscientes de ello, sin comprender por qué y -lo que es peor- sin haber decidido libremente si estamos de acuerdo o no con ella.

Evidentemente, como hemos dicho al principio, lo ideal sería que todo el mundo fuese consciente de este condicionamiento y llegase a aceptar las normas por propia decisión, después de haberlas reflexionado seriamente: sólo así conseguiríamos que los individuos las cumpliesen sin necesitar un policía detrás

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de cada individuo (que es lo que les ocurre a los que las han aceptado de un modo externo) o de una manera tan estricta, inflexible y puritana que llegue a ser contraproducente –tanto para el que las cumple a rajatabla como para los demás-): en efecto, la mayoría de los seres humanos no llegan nunca a alcanzar ese grado de madurez que llamamos AUTONOMIA MORAL. En lugar de regirse por sus propias normas libremente aceptadas y elegidas, son esclavos o bien de una moral que se les impone desde fuera y que no comparten, esperando siempre el momento propicio para saltársela a la torera, o bien de una moral impuesta desde dentro, pero por motivos puramente emocionales (el amor hacia los padres o el respeto hacia la educación religiosa recibida) y por tanto, igualmente inconscientes, lo que en general conduce a un extremo puritanismo, insoportable para cualquier ser humano.

I. LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ETICOS1.8. AUTONOMIA Y HETERONOMIA MORAL

Podemos dar las siguientes definiciones de estos conceptos:

1. AUTONOMIA MORAL ( NOMOS: norma o ley, en griego; AUTOS: a uno mismo): Se dice que es moralmente autónomo quien es capaz de darse a sí mismo sus propias normas de actuación o al menos, de elegir libremente las que mejor le parezca despues de una previa reflexión crítica (etica) sobre su propia moral recibida por educación. Es sinónimo de “madurez moral”

2. HETERONOMIA MORAL (HETERO: lo otro):Por el contrario se dice que es heterónomo quien recibe las normas desde el exterior, acatándolas sin reflexión ni crítica (cumpliéndolas por miedo al castigo –es decir aceptándolas de un modo externo- o por introyección o interorización de las normas –de un modo interno, pero inconsciente e irracional-) . Es sinónimo de “inmadurez” o infantilismo moral.

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Esta reflexión sobre la AUTONOMIA MORAL nos conduce a una cuestión muy importante: no es sólo que de niños todos nos comportemos siguiendo una moral HETERÓNOMA; es que son muy pocos los adultos que llegan a conseguir una moral realmente AUTONOMA. La mejor prueba de ello es la extensión que alcanza la moralidad de tipo religioso en la sociedad: en efecto, a la pregunta de ¿por qué hemos de hacer el bien (sea el que sea)? la mayoría de los seres humanos contestaría que porque lo ordena Dios, es decir, por un mandato divino. Pero, ¿es esto realmente una razón, un argumento de peso?.¿no es otra variante del famoso “porque lo digo yo” con que nuestros padres solían contestar a nuestras dudas sobre las normas?. La moral religiosa siempre es heterónoma: ordena, manda hacer algo, pero sin explicar porqué y sin esperar que el creyente entienda y se convenza: sólo se espera de él que obedezca.

Debemos dedicar aquí una pequeña reflexión a la moral religiosa y a sus insuficiencias. Mucha gente piensa que “Si Dios no existiera, todo estaría permitido” (Dostoievsky dixit) pero lo cierto es que:

-No todo el mundo está convencido de la existencia de Dios: incluso entre los creyentes hay una gran diversidad de opiniones religiosas y morales. Sin embargo, la moral nos afecta a todos: no puede depender por tanto de una creencia religiosa en particular que no todos comparten; Para que la moral pueda ser válida para todos sólo puede estar justificada en aquello que todos los seres humanos comparten: su racionalidad.

-Puede que Dios no exista: si así fuera, la sociedad todavía tendría que adoptar ciertas normas o principios de conducta generales aceptados por todos y que garantizasen el orden y la convivencia. Esas normas no dependen de la fe: son una necesidad social y más pronto o más tarde se impondrían por la propia lógica de los hechos.

-No es descabellado pensar, que precisamente por esto último, se invierta el orden en el que solemos pensar las cosas: puede que, en vez de recibir las leyes de Dios, la sociedad adopte sus propias normas (las más útiles, las mejor adaptadas a su modo de vida etc) y después se cree la ficción de que provienen de “arriba”convirtiéndolas en "tabús" o en "mandamientos divinos" para

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darles más fuerza, para que parezcan más obligatorias, más inviolables (no es lo mismo romper un acuerdo con los hombres que “pecar contra Dios”). Sin embargo, como decíamos antes, el miedo irracional nunca ha sido un buen método para conseguir que los hombres cumplan sus obligaciones: no por sentirse vigilados por Dios han dejado de pecar. Sólo el profundo convencimiento de que ciertas normas son buenas, útiles y necesarias lleva a su correcto cumplimiento en la práctica.

-Y por último: los mandatos religiosos de tipo irracional pueden ser en el fondo, muy inmorales: ¿Qué ocurre si lo que Dios ordena es no comer ciertos alimentos, quemar viudas matar al infiel, o sacrificar seres humanos?. Si estos mandatos se cumplen sin pensar –como de hecho ha sucedido en la historia- se pueden cometer los mayores crímenes y, lo que es peor, bajo la protección de la autoridad religiosa.

Así pues, la única ética realmente autónoma es la ética laica. Y de ahí su importancia para la dimensión personal de la moral, es decir para madurar moralmente y llegar a ser realmente autónomos en nuestras decisiones. La ética, a diferencia de la moral, no ofrece soluciones fáciles, no proporciona un código simple de reglas de comportamiento, sino que lo critica y plantea problemas. Algunas indicaciones bastaran para describir la situación:

1) El individuo goza -normalmente- de libertad para aceptar o no la norma moral existente que le dicta que debe hacer. La no aceptación de las normas es exclusiva responsabilidad suya. Es decir: debe ser capaz de "responder" acerca de las razones que le han llevado a ello (aunque no sea mas que responderse a sí mismo, si no se da el caso de que deba responder ante la sociedad). Pero incluso la misma aceptación de la norma supone responsabilidad: la madurez moral de un individuo implica que las normas morales de la sociedad sean asumidas de un modo racional y libre.

2) La norma es siempre general. Dice, por ejemplo, que "Hay que ayudar a los padres. La aplicación a cada caso debe ser hecha por el individuo, quien necesita tener en cuenta la situación en que se encuentra y las posibilidades de acción con que cuenta. La norma no le puede ayudar en este caso. Las sociedades primitivas podían tener muy institucionalizado el modo de actuar e

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cada situación; pero en las sociedades modernas suele haber posibilidades y usos muy diferenciados.

3) También en las sociedades modernas, amplios sectores de la vida -especialmente de la vida privada- carecen de regulación social (por ejemplo, los problemas derivados del avance de la ciencia y de la técnica: un buen ejemplo concreto podría ser la ingenería genética, un campo de investigación tan nuevo que crea numerosos interrogantes eticos). A veces, incluso, pueden existir comportamientos sociales que obedecen a normas contrarias respecto a un mismo caso. (ejemplo: la regulación del matrimonio entre homosexuales). Entonces el individuo tiene que decidir como actuar: elegir entre normas contrarias o "crear" su propia norma de conducta (del modo más responsable posible).

4) Por fin, con frecuencia pueden sobrevenir graves conflictos morales. Por desgracia, las leyes, normas, los valores y los deseos o intereses de los individuos no son siempre coincidentes sino que muchas veces son contrarios y entran en conflicto de distintas maneras. Tampoco aquí la moral al uso suele poseer una receta. Veamos un ejemplo citado por Sartre. Se trata de un caso real acontecido durante la ocupación alemana en Francia (Segunda Guerra Mundial):

“Citare el caso de uno de mis alumnos, que vino a verme en las siguientes circunstancias: su padre se había peleado con su madre y tendía al Colaboracionismo; su hermano mayor había muerto en la ofensiva alemana de 1940 y este joven, con sentimientos un poco primitivos, pero generosos, quería vengarlo. Su madre vivía sola con él, muy afligida por la semitraición del padre, por la muerte del hijo mayor, y su único consuelo era él. Este joven tenia. en ese momento, la elección de partir para Inglaterra y entrar en las fuerzas francesas libres – es decir, abandonar a su madre- o bien permanecer al lado de su madre y ayudarla a vivir. Se daba cuenta perfectamente de que esta mujer solo vivía para el y que su desaparición -y tal vez su muerte la hundiría en la desesperación. También se daba cuenta de que en el fondo, concretamente, cada acto que llevaba a cabo

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con respecto a su madre tenia otro correspondiente en el sentido de que la ayudaba a vivir, mientras que cada acto que llevaba a cabo para partir y combatir era un acto ambiguo que podía perderse en la arena, sin servir para nada. Por ejemplo, al partir para Inglaterra podía permanecer indefinidamente, al pasar por España, en un Campo español; podía llegar a Inglaterra o Argelia, y ser puesto en una oficina para redactar documentos.

En consecuencia, se encontraba frente a dos tipos de acción muy diferentes: una concreta, inmediata, pero que se dirigía a un solo individuo; y otra que se dirigía a un conjunto mas vasto, a una colectividad nacional, pero que era por eso mismo ambigua y que podía ser interrumpida en el camino. Al mismo tiempo dudaba entre dos tipos de moral. Por un lado, una moral de simpatía, de devoción familiar; y por otro, una moral mas amplia, pero de eficacia mas discutible. Había que elegir entre las dos: ¿Quien podía ayudarle a elegir? (J. P. SARTRE, El existencialismo es un humanismo. Sur, 1977, pp. 28-30).

Este caso no es tan sencillo de analizar ni de resolver. Porque implica un conflicto múltiple:

1) conflicto entre normas (ayudar a la madre o servir a la patria); 2) conflicto entre norma e interés (o entre deber y querer), y 3) conflicto entre intereses (deseos, emociones, intereses). En efecto, dos normas, aparentemente del mismo rango, están exigiendo conductas distintas; por otro lado, la norma puede oponerse al deseo o interés del individuo; incluso, el individuo puede luchar entre intereses y deseos (que no tienen por que ser egoístas) contrapuestos.

Llegamos, pues, a estas conclusiones:

1. La pregunta moral fundamental es: ¿Qué debo hacer? (O bien: ¿Qué es lo bueno?)

2. La moral colectiva consta únicamente de normas generales. Su aplicación a cada caso particular es tarea del individuo, quien debe asumir su total

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responsabilidad. Si simplemente se limita a seguir los "usos sociales" -si los hay-, su nivel moral solo puede ser calificado como "infantil" (esta cuestión se vera mas adelante). Se supone que el individuo debe poseer su propia moral personal, la cual no tiene por que diferir mucho de la colectiva.

3. Tanto la moral social o colectiva como la personal requieren una jus-tificación racional. Si no, las normas se cumplirían simplemente "porque son las normas" y no podrían ser criticadas ni habría razones para poder cambiarlas. Por ejemplo, si en una sociedad se practica la tortura, nada se podría decir en contra, ya que se contestaría con un escueto: "Es la norma" : Justamente en este momento -el momento de justificar la moral- es cuando interviene la ética.

I.LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ETICOS.

1.9. MORAL RELIGIOSA Y ETICA LAICA.

En general, y sin despreciar aquellos aspectos de la moral religiosa (sea la que sea) con los que racionalmente se puede estar de acuerdo, la moral de las religiones establecidas siempre es HETERONOMA y precisa de una crítica racional (ETICA FILOSOFICA O LAICA, como reflexión de segundo grado sobre los contenidos de la moral). Ello se debe a las siguientes razones:

1) Su forma de “ordenar” los mandatos o prohibiciones es irracional: sólo puede justificarse en la FE, entendida como creencia “ciega” o al menos como “explicación” carente de pruebas. Esto no significa que el contenido de esos mandatos sea siempre irracional (algunas de las cosas que ordenan las religiones, bien pensado, pueden ser buenas y razonables): es sólo la forma de ordenarlo la que es irracional como muy bien vió Kant (que fue el primero en distinguir entre la FORMA y la MATERIA de las normas morales).

2) La moral religiosa es relativa: sólo es válida para los que creen en ella y no para todos los seres humanos. Por eso con frecuencia las normas morales de las distintas religiones se contradicen. Incluso, a veces, hay conflicto entre

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normas y valores dentro de una misma religión.3) Sus normas, incluso si son aceptables, son demasiado “generales”: es el

individuo quien debe reflexionar sobre cómo aplicarlas en cada caso concreto.

4) Incluso si Dios no existiera aún serían necesarias normas de actuación para regir el comportamiento de los individuos en sociedad. Los ateos o agnósticos también tienen ( y necesitan) una moral.

Diferencia entre las normas religiosas (ritos, tabúes etc) y las normas etico-morales

Cualquier credo implica la existencia de un código moral puesto que contiene consideraciones valorativas sobre los diferentes aspectos de la vida, y nos permite establecer normas que orienten la conducta del hombre.Los creyentes reciben la concepción moral del grupo al que pertenecen, y una vez asumida como propia, el sujeto asimila un determinado código normativo que posee una doble condición de auto-obligación (de la que generalmente no es consciente). En primer lugar existe la auto-obligación de la aceptación de las reglas religiosas, que desaparece si el individuo abandona dicha religión; y en segundo lugar existe la Auto-obligación moral basada en la mera racionalidad de las premisas (permanece aun cambiando de credo).

La religión es algo más que un código moral, es una forma de entender la trascendencia y de relacionarse con ella. Depende, por tanto, de la fe, no de la ciencia ni del saber en en general. Además, es posible también que existan normas religiosas que no tengan un contenido moral, como aquellas relacionadas con las diferentes liturgias, ritos o cultos.

A la inversa, no todas las concepciones morales hacen referencia a las creencias religiosas; Por otra parte, los preceptos de una moral religiosa sólo son aplicables a los miembros de dicha religión, y una moral universal debe limitarse a ser laica: independiente de las creencias religiosas, pero no forzosamente contraria. El deber moral en la etica se acepta racional y lógicamente, sin que tenga que existir una divinidad. Así, la religión no ocupa el lugar de la moral, y la moral puede estar abierta a lo que de “racional” haya en la religión. La moral no puede responder a cuestiones trascendentales propias de la religión: ni puede asegurar la salvación, ni la felicidad en esta u otra vida. Sólo orienta nuestra conducta “mundana”. La religión siempre emplea la “revelación” como fuente de conocimiento y la

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“soteriología” (doctrina de la salvación, en esta u otra vida) como método para que el hombre no incurra en el error moral. Recordemos siempre que:

-el código religioso procede presuntamente de la divinidad y nos llega a través de la revelación y de los jerarcas de las diferentes religiones.-el código moral orienta la acción humana y puede considerarse racionalmente como algo exigible a todos los hombres, por el mero hecho de serlo.

2.ESTRUCTURA SUBJETIVA DE LA MORALIDAD.

Desde un punto de vista subjetivo y "personal", hay varios conceptos morales muy relacionados que conviene aclarar: esos conceptos son los siguientes: actos (u "obras"), intenciones, actitudes y carácter. En efecto, no hay duda de que nacemos con un carácter, es decir, con ciertas predisposiciones genéticas a comportarnos de cierto modo; pero si realmente somos libres entonces no estamos totalmente condicionados ni por los genes ni por la educación recibida: podemos elegir intencionadamente nuestros actos, al menos hasta cierto punto. Y, al repetir esos actos, creamos hábitos, costumbres, tendencias a actuar de cierto modo (actitudes): la suma de esas actitudes es nuestro carácter. Es decir, que aunque el carácter tiene componentes genéticos puede ser modelado o modificado por el individuo en el curso de su existencia.

Por otra parte, es frecuente hablar de la "conciencia moral" sin saber muy bien qué significa ese concepto: sin embargo, el concepto de "conciencia moral" resume muy bien todo lo que hemos dicho sobre la autonomía moral,

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pues no es más que el juicio que la razón autónoma, basándose sobre los propios valores de cada individuo, hace sobre sus propios actos y sobre los ajenos.

1.2. ACCIONES, ACTITUDES Y CARÁCTER

1. El acto (o acción) moral es el elemento más visible de la conducta moral: he hecho tal cosa, y considero mi acción como "buena" o "mala" moralmente. Pero si no hubiera mas que eso -actos aislados-, la moralidad quedaría atomizada y se caería fácilmente en la "casuística": reducir toda la moral a una serie de "reglas" o “casos” particulares para saber si lo que se ha hecho esta bien o está mal, y para saber qué es lo que hay que hacer la próxima vez. Esto no solamente es imposible (los casos son infinitos) sino que suele conducir a graves contradicciones. Los actos son muy importantes, pero en sí mismos, de manera aislada, no significan nada (si no conocemos sus causas, sus circunstancias, las intenciones que los motivaron, el grado de libertad del sujeto etc).

Definición del acto o hecho moral..

Habíamos definido el hecho moral de forma muy genérica como un hecho susceptible de ser calificado moralmente, ahora vamos a intentar dar una definición más concreta:

Hecho moral es todo acto calificable moralmente realizado por una persona de forma libre, consciente y voluntaria que tenga una incidencia social.

Si alguna de estas características faltara o no seria un hecho moral o no se podría juzgar moralmente.

1. Calificable moralmente: que adquiere sentido moral desde una norma o valor establecido, es decir, sea susceptible de aprobación o condena moral.

Que sea un acto sujeto a la sanción de los demás (aprobación o condena) de acuerdo con una norma moral existente. Es decir, si existe una norma o un valor moral desde la cual podemos calificarlo positiva o negativamente.

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Se excluyen de entre los posibles aquellos actos que:

a) No pudieron ser evitados. En el ejemplo, que una relación sexual hubiera sido fruto de una violación.

b) Tuvieran consecuencias imprevistas. Por ejemplo, si haciendo el amor con alguien éste fallece de un ataque al corazón.

2. Exige de los individuos que sea realizado:

a) Su decisión sea libre, es decir:

i. Habiendo distintas alternativas. En el ejemplo, existe la alternativa de tener relaciones y la de no tenerlas.

ii. Pudiendo elegir entre ellas, es decir, si puede elegir realizar cualquiera de las alternativas existentes. En el ejemplo, serían las circunstancias concretas de su vida las que determinarían si podría elegir entre tenerlas o no.

b) Su decisión sea consciente.

Se excluyen aquellos casos en los que el hecho se realiza:

i. De forma inconsciente. Por ejemplo revelar un secreto en un lapsus, sin querer.

ii. Habiendo perdido la conciencia. Es el ejemplo de la Marquesa d'O, mientras está desvanecida es violada.

iii. Faltándole la conciencia. Es el caso de los enfermos mentales, no tienen interiorizado - no tienen conciencia de- los códigos morales.

3. Su decisión sea voluntaria: es decir que sea realizado por convicción íntima y no de un modo exterior e impersonal.

Un hecho moral no tiene el mismo valor cuando la persona lo realiza porque quiere y lo desea que cuando lo realiza por miedo a los demás o por moda. En el ejemplo, no se valora igual evidentemente, pero en otros ejemplos el hecho moral pierde todo valor si no está realizado por convicción íntima: por ejemplo encontrarse una saca de dinero y devolverla porque hay gente delante cuando la descubres.

3. Que incida socialmente: ha de afectar a los demás de alguna manera aunque no quiere decir que haya de ser público (por ejemplo, puede que sólo lo conozca el

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que lo ha realizado y sin embargo, tener graves consecuencias para los demás).

Esta última condición es problemática: en principio se excluye todo acto privado que no tenga consecuencia alguna para los demás. Pero esto es en nuestra sociedad (que distingue entre lo público y lo privado) y afecta especialmente a los códigos legales (la ley castiga, fundamentalmente el ACTO DELICTIVO). Desde un punto de vista ético es evidente que un acto es calificable moralmente incluso si no afecta en absoluto a los demás (cosa, por cierto casi imposible): por ejemplo, aunque el suicidio o la drogadicción no tengan consecuencias para otros uno debe formarse una opinión o juicio ético acerca de éstos temas.

Por tanto es una condición con excepciones: aunque no sea así en nuestra sociedad hay códigos morales y también legales que han intentado inmiscuirse en el ámbito privado de las personas y han condenado acciones absolutamente privadas: por ejemplo la masturbación, lo que pensamos, el consumo de droga - en cuanto no afecte a los demás – etc.

Estructura.Para el análisis y la valoración de todo hecho moral hemos de tener en cuenta los siguientes elementos que lo estructuran:

1. El motivo de la acción moral: es aquello que nos impulsa a actuar o perseguir determinado fin.

Intentaría responder al ¿por qué hemos obrado así?.Un mismo acto puede realizarse por distintos motivos1, y a la vez, el mismo motivo puede impulsar a realizar actos distintos con diferentes fines2.

a) El ejemplo: "tener una relación sexual" puede obedecer a distintos motivos: deseo sexual, deseo de conocer la técnica sexual, sentirse solo, una venganza, dar celos...

b) Por ejemplo: "ser mujer y sentirse discriminada" puede generar distintos actos como: asistir a una manifestación, hacer compartir las tareas de la casa, militar en un partido feminista, no hablar con los machistas,...

2. La intención de la acción moral: es la conciencia del fin que se persigue. Toda acción específicamente humana exige cierta conciencia de un fin o anticipación ideal del resultado que se pretende alcanzar.

Intentaría responder al ¿para qué hemos obrado así?

Siguiendo los ejemplos de arriba tendríamos como intenciones posibles: satisfacer el

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deseo, dominar la técnica sexual, sentirse acompañado, provocar dolor en alguien,...

La elección entre distintos posibles fines y la decisión de llevarlos a cabo imprimen el carácter voluntario de la acción moral.Se ve claro en el ejemplo de la mujer discriminada, el motivo puede plantear distintos fines entre los cuales se elige: que el hombre sea corresponsable de la limpieza, o de la educación de los hijos, que las mujeres cobren igual que los hombres, acabar con los hombres, conseguir una educación no sexista, conseguir la igualdad jurídica entre hombres y mujeres,...

3. Los medios para realizar el fin escogido.

Intentaría responder al ¿cómo hemos obrado?

De nuevo la elección entre distintos posibles medios y la decisión de llevarlos a cabo ponen de manifiesto el carácter voluntario de la acción moral.En el ejemplo del sexo, los medios para poder satisfacer (intención) su deseo sexual (motivo) podrían ser: ir a una disco a ligar -conversación-, contratar a una persona -dinero-, llamar a su vecino para que le arregle un grifo -seducción-, violar a alguien -fuerza-, decirle a alguien que le quiere -mentira-,...

4. El resultado de la acción moral es el ACTO MISMO: es la realización o plasmación del fin perseguido. No siempre se corresponde con lo que se pretendía. Es la propia acción moral que después se enjuiciará desde los distintos códigos morales.

5. Las consecuencias de la acción moral: es el modo en cómo este resultado afecta a los demás y a uno mismo. A veces pueden ser previsibles y a veces no, pero siempre se han de intentar prever.

En el ejemplo del sexo podrían ser: provocar una infidelidad del vecino, la tristeza y la decepción ante un engaño, la transmisión de una ETS, un embarazo no deseado,...

Valoración: el juicio moral.Para poder analizar y juzgar una acción moral hemos de tener presentes todos los elementos que hasta ahora hemos descrito: tanto las características como la estructura del hecho moral.

A. Desde las características : son eximentes de responsabilidad moral:

a) La coacción siempre que sea esta razonablemente insuperable. Por ejemplo la delación mediante tortura, la violación, etc.

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b) La ignorancia siempre que ésta no sea negligencia, es decir, ignorancia de lo que se estaba obligado a saber.

B. Desde su estructura : la valoración moral se debe realizar desde la consideración de todos los elementos que constituyen la acción moral sin prevalencia de ninguno de ellos. Así no es suficiente la exclusiva alegación de motivos1 o intenciones2, ni se puede olvidar la necesaria coherencia y adecuación entre fines y medios3. Pues en efecto hay que tener bien claro si el fin justifica los medios o no y no siempre es así. Siempre hay que tener presente el resultado y sus consecuencias4 midiéndolos desde la norma pero considerándolos desde las circunstancias concretas.

C. Singularidad del hecho moral: cada acto moral –en el fondo en contra de lo que pretende la casuística- es singular, concreto, no hay fórmulas mágicas o universales para su valoración: cada caso es único.

La acción voluntaria: concepto y tipos

Sólo los actos libres son humanos, por lo que las acciones voluntarias son humanas. Las acciones voluntarias son aquellas que proceden de un “principio intrínseco” (se actúa por un deseo que parte del interior del sujeto, de un modo no coactivo ni violento) con “conocimiento formal del fin” ( el objeto al que tiende la voluntad).

La acción es producto de una deliberación: se realiza una valoración del fin y la persona es consciente de sus actos.

La diferencia entre acción voluntaria y “acción espontánea” está en que éstas últimas no tienen el conocimiento formal del fin. Toda acción voluntaria implica intencionalidad, y tendrá las siguientes características:

-es consciente porque existe una deliberación previa.-es guiada y ordenada por la razón.-es activa ya que la relación entre y el sujeto y el fin, es deseada por el sujeto-es autorreferencial porque revierte en el sujeto que la realiza.

1 Por buenos motivos que se tengan no todo es justificable.

2 De buenas intenciones "están llenos los cementerios".

3 "Matar moscas a cañonazos".

4 Se deben de prever, no acaba todo en el resultado, no es excusa decir que no se podían prever.

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TIPOS de actos voluntarios:

*por razón del acto: -positivos: tras deliberar, realizar el acto. -negativos: deliberamos, pero no realizamos el acto.

*por razón de su tendencia: -simpliciter: la voluntad tiene dos objetos, y siempre pensamos que debemos optar por la otra opción. Un acto simpliciter es la accción que gana finalmente. -secundum quid: la acción que pierde.

*por razón de su perfección: -perfectamente voluntarias: hay conocimiento y voluntariedad plenas. -imperfecta: falla el conocimiento y/o la voluntariedad. Si falla el conocimiento nos referimos a la ignorancia, o a cualquier situación que impida la adecuada reflexión. Si falla la voluntad será en actos de carácter ambivalente que producirán dudas en el sujeto.

*por su relación con otros actos: -elícitos: actos ejercidos directamente por la voluntad y que quedan en el interior de la persona, sin manifestación externa.-imperados: ejercidos por otras facultades (inteligencia, imaginación...) son actos comunes en nuestras vidas como el andar, el leer... Primero son elícitos, pero posteriormente se exteriorizan.

*por razón de principio: -actual: procede de la voluntad e influye en el momento presente. -virtual: procede de un acto de la voluntad anteriormente efectuado. Ejemplo: coger el coche para viajar es un acto actual, y lo que sucede durante el viaje, es un acto virtual. -habitual: procede de un hábito espontáneo, no directamente de la voluntad. -interpretativo: nos vemos obligados a interpretar la voluntad de otra persona que no es capaz de manifestarla.

*por razón del objeto: -in se: directa a inmediatamente tiende al objeto. -in causa: para su consecución se suceden otra serie de actos que inevitablemente tienen que asumirse.

La acción voluntaria no sólo se aplica al querer y al hacer voluntario, sino también a las OMISIONES; el omitir es también una acción voluntaria, y además resulta éticamente relevante cuando en determinadas situaciones que exigen un comportamiento ético concreto, se omite la acción correcta. (Omitir auxilio es una acción reprobable y penada legalmente).

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2. Por eso, no hay que mirar los actos aislados, sino la conducta global de las personas. Para empezar, es necesario considerar las intenciones: como todo el mundo sabe, no es lo mismo realizar un acto malo con mala intención (mala voluntad) que sin ella. Y lo mismo ocurre con un acto “bueno”: si se realiza sin intención, pierde su valor moral. En general, una cosa con los propósitos y otra los resultados de la acción: por azar o por otras causas, éstos pueden estar muy alejados de aquellas. Por eso la intención (el sentido o la dirección tomado por la voluntad libre) es muy importante para juzgar moralmente un acto, casi tanto como saber si este se ha realizado con libertad o sin ella: no es fácil distinguir a veces, pero todos sabemos que un acto bueno realizado con mala intención sigue siendo “malo”, en tanto que un acto malo realizado con buena voluntad es juzgado compasivamente. Pero hay que tener buen cuidado de no caer en la hipocresía: buenas intenciones tenemos todos. Otra cosa es si hemos pensado a fondo (deliberado) acerca de esas intenciones son verdaderamente buenas y sobre sus previsibles resultados.

3.Mas importantes aún que las intenciones son las actitudes. No somos mentirosos porque se nos escape, de vez en cuando, una mentira, sino por nuestra actitud ante la verdad. Y es que los actos están enraizados en actitudes (o pre-disposiciones a actuar habitualmente en un determinado sentdo)

La palabra "actitud" se utiliza en psicología y en sociología para designar toda predisposición estable y selectiva hacia un modo determinado de percibir, reaccionar y/o actuar. Por ejemplo, los sondeos de opinión estudian las "actitudes" de la gente ante un producto o ante unas elecciones políticas. Nosotros vamos a utilizar aquí este término en el sentido de una predisposición constante y adquirida a reaccionar de un modo determinado en una situación también determinada. Las actitudes no son "causa" de los actos; pero "predisponen" a ellos, por lo cual la conducta de una persona resulta relativamente previsible si se conocen sus actitudes. "Puedo fiarme de ti, porque sabes guardar un secreto"). Las actitudes son, además, realidades muy complejas: incluyen impulsos a la acción, sentimientos, representaciones, etc.

Se comprende muy bien la importancia que tienen las actitudes morales, ya que predisponen a la acción moral, y, por tanto, también la explican. Por eso la valoración moral de una persona no puede detenerse en sus actos aislados: debe

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llegar hasta las actitudes. Y esto es lo que suele hacerse. No decimos al que nos ha engañado: "Has mentido", sino: "Eres un mentiroso". Es decir, el juicio moral deja de lado el acto y pretende llegar -a veces, sin justificación suficiente- hasta la actitud misma.

Evidentemente, el termino "actitud" es el equivalente de los términos clásicos "virtud" (actitud moralmente "buena") y "vicio" (id. "mala"). En el capitulo siguiente se expondrá el concepto aristotélico de virtud. Sin embargo, en la actualidad, los términos clásicos de “virtud” y “vicio” han caido en un cierto desuso (siendo sustituidos por los de “cualidad” o “defecto” o incluso, por los de “salud” o “enfermedad”), lo cual indica un cierto grado de relajación de la voluntad moral y de la importancia concedida a la formación del carácter: un drogadicto, por ejemplo ya no es un “pecador”, pero tampoco un “vicioso” sino más bien un “enfermo” (como si se tratase de un ser totalmente pasivo, cuya voluntad no puede oponer resistencia alguna a la enfermedad).

3. Pero, a su vez, las actitudes morales están arraigadas en el carácter o "modo de ser moral". Y, en definitiva, es este el que importa desde el punto de vista moral: es al ser humano bueno (moral, honesto, o como se quiera decir) al que finalmente apreciamos. En él arraigan las actitudes y él es el origen de sus actos. O como escribió Kant: "Ni en el mundo, ni fuera del mundo, es posible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan solo una buena voluntad" (Fundamentación de la metafisica de las costumbres, Espasa-Calpe, p. 27).

Precisamente, la palabra griega ethos significa "caracter, modo de ser" y también significa "costumbre"; en latin, mos, moris. También la etimología indica, por tanto, que la autoconstrucción del carácter es la tarea principal del quehacer moral (al menos, de la moral individual).

Como ya sabemos, la palabra Etica procede del vocablo ethos que posee algunos significados fundamentales:

El más antiguo de ellos fue 'residencia', 'morada', o 'lugar donde se habita'. Se usó primariamente en poesía, y hacía referencia a los lugares donde viven o crían los animales, a los lugares habituales o propios de ellos, sus madrigueras y sectores de alimentación.

Posteriormente este concepto adquirió otro matiz: mantuvo el sentido de 'lugar', pero esta vez no exterior o físico (tal como 'país en el que se vive'), sino interior, entendiéndose esto como una 'actitud interior', que sería el suelo firme, el fundamento del actuar, la raíz de la que brotan todos los actos humanos. Esta segunda acepción cambia el enfoque desde 'lugar o morada' (carácter geográfico) a una 'disposición' o 'actitud' (carácter psicológico-moral) que estaría en el hombre,

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en su interior, desde donde emergería hacia fuera (sociedad) en forma de conductas o comportamientos morales.

Ahora bien, Aristóteles fue quien impuso la acepción con la que actual y tradicionalmente se ha encarado y comprendido el concepto Etica. Según este autor significa 'modo de ser' o 'carácter'. Conceptos que se apoyan mutuamente para dar origen a un significado mucho más amplio, de mucho más alcance: 'modo de ser' ha de entenderse como 'forma de vida', la cual se verificá en la adquisición de un 'carácter' particular, que se va apropiando, incorporando a lo largo de la vida.

En términos generales, se debe entender la Etica en los términos señalados en el párrafo anterior, pues ese es el modo que ha servido de base para todos los enfoques posteriores.

2.- Así pues, el ethos, el carácter que se va adquiriendo, gestando, madurando y ejercitando desde la infancia, es el resultado de los hábitos, de una repetición sistemática y permanente de actos semejantes (de una misma o parecida calidad moral). El ethos entonces es lo creado, lo configurado en y por el hombre, y constituiría su segunda naturaleza. Al mismo tiempo sería la instancia que facilitaría la gestación de nuevos actos que, realizados y reforzados, constituirían nuevos hábitos que enriquecerían el ethos o carácter.

Una característica del ethos, entendido como conjunto de hábitos y maneras de ser del hombre, es su sentido no natural. En efecto, el ethos, según la tradición griega, implica una serie de costumbres adquiridas por hábito y no innatas; el ethos significa una conquista del hombre a lo largo de su vida. En este sentido, se dice que el ethos constituye una segunda naturaleza; se trata de un conjunto de hábitos de los cuales el hombre se apropia, modificando su naturaleza... Comenta Aristóteles, refiriéndose a las virtudes éticas o morales: las virtudes no nacen en nosotros ni por naturaleza ni contrariamente a la naturaleza, sino que, siendo nosotros naturalmente capaces de recibirlas, las perfeccionamos en nosotros por la costumbre.

La famosa novela de Oscar Wilde El retrato de Dorian Gray viene a decir casi lo mismo mediante una alegoría terrorífica. El carácter se acuña como moneda, y si Dorian Gray parece librarse de las consecuencias de sus actos, por el contrario es el cuadro (su retrato) el que recoge todo el horror de su existencia. Es el “narcisismo” de Dorian (fomentado por sus amigos y cultivado por él mismo con verdadero primor) el que le convierte en un ser monstruoso, incapaz de amar a nadie (salvo a sí mismo) y, a la postre, en un asesino. Pero al final, su belleza exterior (su imagen, lo más querido para él) acaba sufriendo las consecuencias de su maldad interior y se muestra como lo que es: una feísima persona.

La famosa Fábula Del Escorpión y La Rana también viene aquí muy a cuento. Según se cuenta en esta, un día, un escorpión le pidió a una rana que le cruzara el río. "¡Qué ocurrencia! -dijo la rana asustada-. Si te montas sobre mí, jcómo puedo saber que no me matarás!" "Ten un poco de lógica, rana. Si te pico, nos ahogaremos los dos...." le replicó el escorpión. La rana, convencida, llevó al escorpión a través del río. Pero a mitad del trayecto, el escorpión no pudo aguantar mas y picó a la rana. Pero esta, mientras ambos se hundían en el agua, pregunto ya moribunda: "¿Esta es tu 1ógica?" "No -respondió el escorpión-, es mi naturaleza". La fábula expresa la necesidad de atender más al carácter de las personas que a sus palabras. Pero no permite una

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transposición completa: ni el carácter convierte los actos en inevitables, ni consiste en un puro instinto biológico.

Así, pues: actos-intenciones-actitudes-carácter. Entre los tres términos hay una evidente circularidad: en el carácter arraigan las actitudes, y estas predisponen a actos; los actos, por tanto, se explican por las actitudes y por el carácter. A su vez, las actitudes se crean a base de repetición de actos (es decir, se aprenden) y todas ellas constituyen el carácter (las actitudes vienen a ser los "rasgos" del carácter).

Desde el punto de vista subjetivo, el juicio moral propio siempre debe conceder más importancia al último (la construcción del propio carácter) que a los primeros, (sin olvidar que este se construye a partir de aquellos, naturalmente): Arthur Koestler decía que “deberíamos juzgar a los demás siempre como si dispusieran de un grado de libertad mínimo, en tanto que por lo que respecta a nosotros, deberíamos juzgarnos como si siempre dispusiéramos de un grado de libertad máximo” (para evitar ser demasiado puritanos e inflexibles con los otros mientras nos autodisculpamos con más frecuencia de la debida cayendo en el victimismo). Esto refleja muy bien lo que queremos decir. Sin embargo, cuando en lugar de tratar del juicio moral (como estamos haciendo aquí), se trata del juicio legal el orden debería invertirse: los jueces deberían juzgar en primer término los actos, en segundo lugar las intenciones, las actitudes y…sólo en último lugar, el carácter del individuo (del delincuente). El juicio legal pretende ser lo más objetivo posible y sólo el individuo conoce hasta qué punto ha fallado en la construcción de su carácter. Además, si se juzgase en función del “carácter” se podría acusar a las personas incluso antes de haber cometido ningún delito, o sin haberlos cometido en absoluto (por “delincuente”, “drogadicto”, “terrorista” en potencia etc).

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I- LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS1.10. CONSTITUCIÓN DEL SER MORAL* Talante o temperamento * Carácter * Personalidad

* Los seres humanos nacemos con una “primera naturaleza” o temperamento genético al que se añade con el tiempo lo aprendido de modo más o menos mecánico por EDUCACION (cultura, medio social y familiar, experiencias personales diferenciadas etc). A la suma de todo esto se le suele llamar TALANTE o TEMPERAMENTO (=predisposiciones genéticas+educación+aprendizaje en general) que no hemos elegido, sino que nos ha sido dado por la Naturaleza y por nuestro GRUPO SOCIAL ... El talante es el modo de enfrentarse por naturaleza/educación de una persona ya formada con la Realidad; de ahí que constituya el estadio premoral : “se suele decir que, en cualquier caso a partir de los treinta años –al menos en teoría- , una persona es responsable de la cara que tiene”. Mejor sería decir de “su carácter”, pues antes de ser plenamente madura una persona no tiene nada más que talante o temperamento propios..

* Pero los seres humanos, por ser seres libres, podemos ir creándonos una “segunda naturaleza” o CARÁCTER. No estamos determinados por nuestro talante: no estamos programados por los genes. El carácter se forma a partir de nuestro talante, mediante la repetición de ACTOS LIBRES  que engendran HÁBITOS o ACTITUDES. Los actos positivos (los que nos humanizan) engendran hábitos y actitudes positivas (= VIRTUDES); los actos negativos (los

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que nos deshumanizan) engendran hábitos y actitudes negativas (= VICIOS). Ej.: quien estudia mucho se hace sabio (=virtud); quien roba habitualmente se hace ladrón (=vicio) ... El carácter es el modo de enfrentarse por hábito con la Realidad; constituye, pues, el auténtico estadio moral

EL CARÁCTER o PERSONALIDAD Y EL “YO”.

*Una de las maneras de expresar gráficamente la trama de relaciones que se dan entre los ACTOS, LOS HABITOS, EL MODO DE SER, etc. del ser humano, que conforman la estructura de la moralidad, podría ser una figura concéntrica donde, manteniendo un orden 'por capas', los números 1, 2, 3, 4 representen los estratos siguientes, dejando el número 1 al centro, como núcleo generador:

4. Los ACTOS

3. Los HABITOS y las ACTITUDES

2. El MODO DE SER - CARACTER - MORADA - PERSONALIDAD

1. El YO INTIMO, LIBRE y PERSONAL.

4. Los ACTOS son la expresión de los Hábitos, brotan de los Hábitos; a su vez, son los que crean los Hábitos.

3. Los Hábitos son engendrados por la repetición de actos. Los Hábitos cumplen una funsión dual:

Por una parte, crean pautas conductuales que, en el fondo, parecen automatizar al hombre; por ello es inevitable observar un dejo de mecanicismo que condiciona la libertad y puede crear una malla de conductas que se podría caracterizar como 'rutina'.

Por otro lado, si bien es cierto que tienen la tendencia a mecanizar o rutinizar las conductas del hombre, pueden también representar, por lo mismo, una ayuda o apoyo, en el sentido de que al automatizar las acciones más triviales o accesorias, necesarias para la sobrevivencia (a saber: hábitos de responsabilidad en el trabajo, en el estudio, etc.), permiten al hombre quedar más libre para lo que sea importante: pensar, crear, etc.

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2. El MODO DE SER - CARACTER - MORADA - PERSONALIDAD: El carácter es la síntesis de los Hábitos y Actos, que al fraguarse o sedimentarse, forman, a su vez, el carácter o modo de ser. Es decir, nuestra personalidad habitual.

1.Pero hay que diferenciar esa PERSONALIDAD HABITUAL (EL PERSONAJE) de nuestro YO más INTIMO. El Yo Personal, íntimo, es la esfera de la libertad espiritual en donde se gestan aquellas respuestas que pueden, si así se estima, saltarse los hábitos y el modo de ser, para actuar bien o mal. Es el lugar en donde germinan las acciones y actitudes nuevas, según la presión del medio interior (conciencia moral) o medio exterior (sociedad, costumbres, etc.). Y es ese yo el que puede, con esfuerzo y hábito, cambiar de PERSONAJE o a la PERSONALIDAD. En el fondo, aquí es donde se muestra en toda su profundidad la complejidad del ser humano.

Dos perspectivas, por tanto, son posibles sobre nuestro yo. Bajo una perspectiva centrípeta vemos cómo nuestros ACTOS se van sedimentando en HABITOS que, estructurados íntimamente, 'nos hacen llegar a ser aquello que hacemos o hicimos'. Bajo una perspectiva centrífuga, por el contrario, veremos cómo nuestro carácter, nuestra personalidad moral o modo de ser adquirido o segunda naturaleza, intenta manifestarse al exterior por medio de actos libremente elegidos, a espaldas o en contra muchas veces del determinismo o automatismo impuesto o propiciado por los HABITOS. Y para crear nuevos hábitos que sustituyan a los anteriores.

Así pues, para completar el gráfico con que hemos pretendido representar los tres niveles de la vida moral, debemos dibujar un cuarto círculo concéntrico dentro del más pequeño, el del carácter. Sería el círculo del YO, del ESPIRITU LIBRE, capaz en un momento dado de la vida, de remontarse y saltar sobre la barrera del carácter y de los hábitos y alumbrar un acto absolutamente nuevo, original, indeterminado: libre.

La posibilidad de actos como el arrepentimiento y el propósito de cambio no tendrían otra explicación que la posibilidad de escapar al determinismo de la segunda naturaleza.

Como vemos, la personalidad moral tiene dos caras: la una positiva, que viene constituida por nuestras virtudes; y la otra negativa, constituida por nuestros vicios ... Todas las personas tenemos virtudes y vicios. Ahora bien, la auténtica vida moral consiste en el esfuerzo continuo por acceder a niveles superiores de perfección (desterrando vicios e incorporando virtudes), y ello sólo es posible si

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ponemos nuestra inteligencia y nuestra voluntad al servicio del BIEN... El proceso de formación de la personalidad moral no tiene límite, dura toda la vida, por eso existen muchos grados de personalidad moral (de más o menos humanidad) ...

El camino de la virtud es difícil y trabajoso, el camino del vicio es fácil y cómodo.  Por eso decía Aristóteles  que “en el vicio caemos fácilmente, pero en la virtud nunca se cae, sino que a ella solamente se puede arribar tras reiterados esfuerzos”. La virtud sólo se puede conseguir mediante el interés y el esfuerzo, primero de averiguar qué es lo que debemos hacer y, posteriormente, de hacerlo. La apatía y la abulia, por el contrario, nos suelen conducir al vicio ...

2.2. NORMAS, VALORES Y CONCIENCIA

Actos-actitudes-carácter representan el aspecto personal de la estructura moral. Las normas y los valores son, en principio, supra-personales: parecen tener carácter "objetivo", pero -al menos en los sujetos verdaderamente autónomos- se "interiorizan" por medio de la llamada "conciencia moral". Pero, para explicar en qué consiste ésta , debemos revisar la relación existente entre las normas y los valores:

1. Acerca de las normas morales (la "moral" como "código") ya se ha hablado suficientemente. Recordemos, únicamente, que son necesarias no solo para la sociedad, sino también para el individuo, especialmente en sus primeros años: la anomia provoca desconcierto del individuo y desintegración social. Pero si la conducta moral se basa únicamente en su pura y simple aceptación, no se ha conseguido rebasar el estadio de la "heteronomía" (Piaget) o nivel "convencional" (Kohlberg).

- LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS1.11. DIFERENCIA ENTRE LOS DIVERSOS TIPOS DE NORMAS

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Definición Elementos formales diferenciadores Origen de las normas Clases de normas

* Definición.Norma moral es una regla de conducta que determina lo que hay que hacer o no hacer para actuar moralmente - de acuerdo con un código moral concreto -.

Elementos característicos.Podemos señalar los siguientes:

1. Tienen un carácter imperativo: postulan un conducta obligatoria pues entrañan la exigencia de que los individuos se comporten necesariamente de una cierta forma.

2. Regulan las relaciones entre las personas con el fin de asegurar la convivencia social en el marco de un orden social dado.

Estas dos características las comparte la norma moral con las normas del derecho y las del trato social - buena educación o cortesía -. ¿Cuáles son los rasgos específicos que la diferencian de éstas? :

3. Son aceptadas íntimamente y reconocidas como obligatorias por la persona que las usa. Esto implica:

a) Se cumplen por convencimiento interno -algo que no es preceptivo en las otras normas- y no de una manera coercitiva a través de alguna institución del Estado - como ocurre con las normas jurídicas -. Nadie nos puede obligar internamente a cumplir una norma moral.

b) El cumplimiento "exterior" - sin convicción íntima- vacía de contenido todo hecho moral - cosa que no ocurre en las otras normas -.

c) El cumplimiento coercitivo de una norma moral vacía el acto moral de significado y exime al individuo de su responsabilidad moral en él - recordemos el caso de la delación bajo tortura -.

Origen y fundamentación.

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Aquí nos encontramos con una pregunta crucial: ¿Cuál es el origen y la naturaleza de las normas morales?. Depende de cómo respondamos a esta pregunta el significado que le atribuyamos a las normas morales y la moral en su conjunto. A lo largo de la historia encontramos en general tres formas de responder esta pregunta -a veces se han mezclado, pues entre sí no son enteramente incompatibles -:

Origen divino.

1. Tienen su origen y su fundamento en Dios.

2. Son conocidas a través de la revelación - textos escritos por profetas a los que Dios ha comunicado la verdad- o las poseemos de manera innata - desde que nacemos poseemos una clara noción de lo que es el bien y el mal -.

3. Desde esta perspectiva el orden social que preserva la moral es el querido por Dios. El hecho moral es la voluntad de acatar la ley de Dios y nuestros actos se juzgan no sólo aquí en la Tierra sino tras la muerte en un juicio post-morten.

4. Son morales de inspiración religiosa. Según éstas las normas morales son absolutas e inmutables.

Origen natural.

1. Tienen su origen y su fundamento en la Naturaleza. Toman como patrón una concepción de la naturaleza en general o de la naturaleza humana.

2. El modo de conocerlas es investigando y tratando de comprender el funcionamiento de la Naturaleza en general o de la naturaleza humana.

3. El orden social que preserva la moral es un orden natural y el hecho moral no es nada más que una adecuación de la conducta humana a él. En el caso de fundarse en una concepción de la naturaleza humana no es otra cosa la expresión por el hombre de su propia naturaleza.

4. Son morales naturalistas. Hay que distinguir entre las éticas naturalistas de la antigüedad y las que se desarrollan a partir del darvinismo. Las primeras defienden el carácter absoluto e inmutable de las normas. Las segundas admiten un cierto cambio y evolución.

Origen convencional.

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1. Tienen su origen en la convención o el contrato: el mutuo acuerdo entre las personas. Este origen es histórico y social: surgen de las necesidades planteadas por la convivencia en cada sociedad en concreto y cada época. Cambian al cambiar históricamente estas necesidades. Buscan su fundamento en una determinada idea de lo que ha de ser la sociedad.

2. Desde esta perspectiva el hecho moral es la puesta de manifiesto por parte de las personas del acuerdo o desacuerdo con el orden social existente. Así, puede buscar el mantenimiento del orden social existente, su reforma o incluso su destrucción y sustitución por uno nuevo.

3. Son morales convencionalistas de inspiración política y utópica. Sus normas son siempre relativas y no son inmutables.

CLASIFICACION DE LAS NORMAS

Cuando queremos distinguir entre sí los diversos códigos de normas, nos percatamos de que las diferencias no proceden tanto del contenido, que en ocasiones es el mismo, como de su forma; en concreto, de los siguientes tres elementos formales:

- AUTOR ... quien promulga el mandato y exige, por tanto,  su cumplimiento ... (de donde procede la coacción y ante quien se ha de responder) .

- DESTINATARIO ... a quienes van dirigidas ... (de quienes se puede esperar obediencia).

- SANCIÓN ... el tipo de castigo que recibe quien infringe el mandato ...

El cuadro siguiente trata de recoger una clasificación de las normas según estos tres criterios

DENOMINACION HABITUAL

AUTOR DESTINATARIO SANCIÓN

1. RELIGIOSAS

(Tabús)Dios

Todas las personas(en especial las

creyentes)

Conciencia de pecado/culpa-remordimiento

2. JURÍDICAS Poder legislativo Los miembros de la comunidad política

La determinada por las leyes/delito

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O LEGALES

(Leyes)

3. SOCIALES-MORALES

(costumbres, convenciones, normas)

La sociedad(a través de

costumbres, modas, reglamentos...)

Los miembros de la sociedad

Rechazosocial /Vergüenza“qué dirán”Ostracismo (=destierro)

4. ETICO-MORALES

(principios y máximas de actuación individual libremente elegidos)

Cada  persona Cada  persona

Culpa/Remordimiento o reconocimiento del error y propósito de remediarlo.

2. Los valores morales -por ejemplo: justicia, veracidad, altruismo- transcienden las normas. Es decir: nunca una norma puede agotar el contenido de un valor. Y es que los valores son "ideales" (o si se prefiere, "utopias"), que conllevan una exigencia de realización. Representan el deber-ser, no el ser o realidad. La sociedad, por ejemplo, debe ser justa; realmente, nunca lo es del todo, sino únicamente según un más o un menos. Por eso los valores fundan y legitiman las normas; estas no hacen sino formular de modo incompleto o parcial lo que "debe ser", es decir, la exigencia del valor.

I- LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS 1.12. DEFINICION Y CARACTERISTICAS DE LOS VALORES

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1. 13. DEFINICION:

Los valores, en sentido concreto, no son más que formas de calificar (positiva o negativamente), las cosas, los actos, las actitudes o el propio carácter de las personas. Pero en un sentido más general, los valores son "ideales" (o si se prefiere, "utopias"), que conllevan una exigencia de realización. Representan el deber-ser, no el ser o realidad. Los valores fundan y legitiman las normas; estas no son sino “medios” de llevar a la práctica –siempre de modo imperfecto y tentativo- los valores: no hacen sino formular de modo incompleto o parcial lo que "debe ser", es decir, la exigencia del valor.

1.14. CARACTERÍSTICAS DE LOS VALORES* Su realidad ..... * Su polaridad.... * Su jerarquía ...

* Sobre la realidad de los valores existen dos posiciones fundamentales 1. posiciones subjetivistas ... defienden que no existen cosas valiosas por sí mismas, ni tampoco valores en sí; sino que todos los valores son creados o inventados por las personas, es decir, valioso es lo que cada ser humano considera como tal ... 2. posiciones objetivistas ... defienden que los valores poseen una existencia objetiva e independiente de toda consideración de los sujetos (o sea, existen con anterioridad a su descubrimiento por los seres humanos)...Para los defensores de estas posiciones valorar consiste en descubrir valores... Entre los defensores de las posiciones objetivistas podemos encontrar dos concepciones distintas:

(1) Unos (SOCRATES, PLATON, ARISTOTELES, M. SCHELER, N. HARTMANN) consideran que los valores son independientes, tanto de los sujetos que valoran como de las cosas y de los bienes en que se encuentran ... Para estos autores los valores son entidades que poseen una esencia propia y una existencia ideal ...bien de modo OBJETIVO o al menos, INTERSUBJETIVO

(2) Otros (SOFISTAS, FRIEDRICH NIETZSCHE, J. MARITAIN, J. ORTEGA Y GASSET) sostienen que no existen valores independientes de los seres que los sustentan ... Los valores son los propios seres reales e ideales en tanto en cuanto se presentan como bienes subjetivos a las personas tal y como son considerados por cada una de ellas ...

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* La polaridad de los valores es la propiedad que poseen estos en virtud de la cual a todo valor corresponde un disvalor (o antivalor); es decir, a cada valor positivo (bueno, bello, verdadero ...) corresponde un valor negativo (malo, feo, falso ...). Los valores positivos nos atraen, mientras que los negativos nos repelen ... Ahora bien, conviene señalar que la conducta humana puede confundir o hacer variar el sentido propio y positivo de los valores; por ejemplo, la utilidad es el valor propio y positivo de un martillo, mas con la utilidad del martillo puede realizarse un asesinato. En este caso, tenemos un uso moralmente inadecuado del valor útil de un objeto ... Particularmente, esto suele ser muy frecuente en el caso de los valores económicos: se confunde su VALOR DE USO (su valor emocional, estético, saludable, incluso su valor ético o sus valores de “verdad”) con su VALOR DE CAMBIO (es decir, con su valor como mercancia en el mercado, tal como lo expuso MARX). Como decía Don Antonio Machado “Sólo el necio confunde VALOR y PRECIO”.

* Entendemos por jerarquía de los valores la ordenación de los mismos según su importancia relativa ... Es decir, es un hecho que existen valores superiores y valores inferiores; pero, cuando se trata de establecer su ordenación jerárquica, no todas las personas coinciden, ya que no todas poseen análoga cultura ni idéntica mentalidad y, por lo tanto, tampoco serán capaces de descubrir en la realidad idénticos valores ... Por ejemplo... nunca podrán poseer la misma valoración de la Realidad quien defienda una ideología materialista y atea y quien manifieste un pensamiento espiritualista y teísta ... ni la persona sensible y cultivada que la alejada de toda preocupación científica y cultural

I- LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS1.15. LA ORDENACIÓN JERÁRQUICA DE LOS VALORES

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* Jerarquía de MAX SCHELER...* Otra jerarquía ... * Entendemos por jerarquía de valores la ordenación de los mismos por orden de importancia: los valores se subordinan unos a otros y, en último término, todos ellos poseen su fundamento en el valor principal ... Con carácter meramente mostrativo, y siguiendo al filósofo alemán MAX SCHELER, presentamos a continuación los valores ordenados según su importancia en sentido decreciente ...   

   

v. positiv

os(valor)

v. negativos(disvalor)

V. RELIGIOSOS....

........................

..santo profano

       

 INTELECTUALES...

verdadero,

evidente

falso,dudoso

V. ESPIRITUALES...

JURÍDICOS..............

justo, recto

injusto, no-recto

 ESTÉTICOS.............

bello, elegant

efeo, tosco

       

V. VITALES ...........

........................

.............

noble, sano,

vigoroso

vulgar, enfermo, agotado

       V. SENSIBLES........

........................

.............agrada

ble, útil,

desagradable, inútil,

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duro blando

Eso sí, hay que dejar claro que esta jerarquía, como cualquier otra, es susceptible de recibir diversas correcciones. Y es que, toda ordenación jerárquica de valores resulta profundamente condicionada por la mentalidad y por las creencias de cada época (y persona). De hecho, cada persona debe establecer su propia jerarquía de valores de acuerdo con su caráter y su personalidad (jerarquía libremente elegida): esto no tiene porqué significar “crear” nuevos valores o “trasmutar” los anteriores (como promulgaba el subjetivismo de Nietzsche). Uno puede reconocer como “comunes” (intersubjetivos u incluso objetivos) ciertos valores y sin embargo, dar más importancia subjetivamente a unos que otros ... Pero lo que es verdaderamente importante resaltar es que toda ordenación de los valores posee un profundo sentido moral, es decir, que en caso de conflicto entre unos y otros valores, estamos obligados moralmente a elegir los valores superiores y a rechazar los inferiores.  Por ejemplo, no sería lícito poner en peligro vidas humanas para ganar dinero, pues todos estamos de acuerdo en situar los valores vitales en un plano superior a los valores materiales ...

* Otra posible clasificación podría ser la siguiente:

 

 v. positivos

(valor)v. negativos

(disvalor)

V. MORALES...............

Bueno, honesto,

justo, solidario

Malo, deshonesto,

injusto, insolidario

V. JURÍDICOS..............

 Legal, justo, correcto

 Ilegal, delictivo, injusto,

incorrectoV. INTELECTUALES....

 verdadero, evidente

 falso dudoso

V. VITALES...................

sano,  fuerte enfermo,

débil

V. bello,  feo, tosco

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ESTÉTICOS..............

elegante

V. MATERIALES.........

 caro, útil  barato, inútil

I- LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS1.16. MANIFESTACIÓN DE LOS VALORES* Los valores se manifiestan en ... * En los SERES NO HUMANOS... * En los SERES HUMANOS...

* Los valores se manifiestan en los seres y en sus actividades, realizaciones y aspiraciones ... Así, por ejemplo: * en el ser del agua apreciamos un valor vital y material ... * en la actividad de estudiar, un valor intelectual ... * en la realización de una obra de arte, un valor estético ... * en la aspiración a la justicia, un valor jurídico ...

* Los seres no humanos pueden poseer diversos tipos de valores, dependiendo del punto de vista que adoptemos. Así por ejemplo, en una naranja encontraremos valores económicos si la consideramos desde el punto de vista comercial; valores vitales si la relacionamos con nuestra dieta; valores estéticos si atendemos a su forma y colorido ... Ahora bien, todo ser posee un valor primario o principal, con respecto al cual el resto de los valores son secundarios. Por ejemplo, el valor primario o principal de la naranja es el valor vital; todos los demás valores de la naranja son valores secundarios;  el valor primario o principal de la obra de arte es el valor estético; todos los demás valores de la obra de arte son valores secundarios.

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* El valor primario y principal de los seres humanos es el VALOR MORAL. Y ello, porque es el único valor que es realizable por todos las personas (valores morales como la solidaridad, la honradez, la lealtad o la tolerancia activa están al alcance de todo aquel que se lo proponga firmemente) y que, como decía Kant, poseen todas las personas por el mero hecho de serlo (Kant lo llamaba “DIGNIDAD”) ... El resto de los valores (intelectuales, estéticos, vitales, etc.) son secundarios para el ser humano porque no están al alcance de todos: no todas las personas pueden ser inteligentísimas, bellísimas o sanísimas (no todos podemos comprender la teoría de la relatividad, ni pintar como Velázquez, o vivir rebosantes de salud hasta los 100 años) ...

Los valores, al ser exigencias, se convierten en "llamadas" hacia el más y mejor. Cuando se afirma, por ejemplo, que una sociedad no puede subsistir sin un elevado nivel de exigencia moral -lo cual es absolutamente cierto-, hay que entenderlo no tanto de las normas como de los valores compartidos por todos. Por otro lado, los valores son una critica de la realidad: apelando al deber-ser del valor es como se puede denunciar las insuficiencias del presente e intentar transformarlas. Al mismo tiempo, solo por una invocación a los Valores se puede intentar transformar las normas (en la medida en que estas -que no son mas que simples medios- ya no permiten una adecuada realización de los 'valores).

Los valores legitiman las normas, pero la aplicación de estas puede hacerse de dos maneras:

- Rígidamente (PURITANISMO): Las normas permanecen como realidades exteriores, absolutas e intocables. La voluntad del legislador (que puede ser toda la colectividad) se considera indiscutible. En definitiva, las normas parecen estar por encima de los valores, los cuales pueden ser ignorados o incluso silenciados (palabras como "justicia", "libertad", "igualdad" pueden estar prohibidas en nombre de la legalidad o ser "consideradas como "sospechosas"). Es la etapa de la heteronomía o de la moral autoritaria: las sociedades y los individuos que aplican las normas de modo inflexible y sin matices, poniendo por encima de cualquier otro valor el cumplimiento del deber son puritanas, legalistas y, en el fondo "fariseas" pues las normas no están por encima de los valores y no pueden aplicarse estrictamente a una realidad que siempre es demasiado compleja e imposible de someter por completo a los códigos (en efecto, siempre hay excepciones a la norma). Siendo excesivamente

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estrictos en la aplicación de la norma –o de la ley- , se puede caer en la inmoralidad más espantosa, porque en este caso esta se disfraza con el ropaje de la moralidad más recta y puritana (del “fariseísmo”)

- Flexiblemente (lo cual no significa caer en el extremo contrario, la permisividad o relajación moral): Es la conciencia -individual o colectiva- la que las aplica, teniendo en cuenta los valores que dichas normas pretenden realizar o defender, y las circunstancias en que se vive. Es la etapa de la autonomía moral. Las normas no se ven sino como medios para cumplir los valores, y los valores morales son interiorizados y asumidos personalmente como algo propio. En este momento, los valores están claramente por encima de las normas.

3. La conciencia moral representa la personalización e interiorización de las normas y los valores, y la posibilidad de la autonomía moral: como hemos dicho, sólo tienen verdadera conciencia moral aquellos que han llegado a la madurez de tener su propia escala de valores y de aceptar únicamente sus propias normas. Sin embargo, se trata de un concepto que se usa frecuentemente con enorme ambiguedad y que necesita ser aclarado. En principio se puede definir la "conciencia moral" como la racionalidad de la acción moral en particular: tenemos conciencia cuando actuamos siguiendo el dictado de nuestra propia razón (y no por otros motivos como el miedo, la fe, la presión social, la costumbre, los deseos, las emociones etc). Pero hay que distinguir aquí la conciencia moral de la conciencia psicológica. Esta ultima no es más que la capacidad de "darnos cuenta" de nuestros propios actos y de lo que nos pasa. La conciencia moral es otra cosa. Por desgracia, el que solo tengamos en castellano un único termino para designar a ambas crea muchas confusiones. En alemán existen, en cambio, varios términos: Bewusstsein (conciencia psicológica) y Gewissen (conciencia moral) .Y también en ingles: consciousness y conscience, respectivamente. Quizá podríamos nosotros distinguir entre "consciencia" y "conciencia"; pero esta distinción no es usual; ni siquiera en el lenguaje filosófico

Los filósofos griegos emplean muy poco el termino "conciencia" (syneidesis). Pero afirman continuamente que la vida moral o virtuosa es una vida " según la razon": Hay que aprender a hacer en cada caso la "buena elección guiados por la "prudencia", que no es sino la "cordura o sensatez" racional. Quien obra así puede ser llamado "sabio" porque posee la "sabiduría" (sophia) practica de la vida. Aristóteles explico por que debe ser así: las leyes y las normas morales son generales; sobre los casos particulares cada uno debe juzgar con su razón que es

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lo que debe hacer. Si en lo referente a la salud del cuerpo hay que ser prudente y juzgar -racionalmente- qué conviene en cada caso, lo mismo sucede en todos los demás casos particulares.

Tenemos que considerar en lo relativo a las acciones como hay que realizarlas. Y que hemos de actuar según la recta razón es un principio común que damos por supuesto. En lo relativo a las acciones y a lo conveniente hay nada establecido, como tampoco en lo que se refiere a la salud. Lo particular no cae bajo el dominio de ningún arte ni precepto, sino que los mismos que actúan tienen que considerar siempre lo que es oportuno, como ocurre también en el arte de la medicina» (Aristóteles. Etica a Nicómaco, II, 2, 1103b 26ss. Texto condensado).

San Pablo toma el termino "conciencia" de la filosofía helenística y afirma que mediante ella cada uno es "ley para si mismo [...], puesto que la conciencia, con sus juicios, le acusa o absuelve" (Rom 2,14-15). El tema, naturalmente, pasa a la filosofía cristiana medieval. Tomás de Aquino (+ 1274) recurre a la etimología latina (cum-scientia) para afirmar que la conciencia es la aplicación de la ciencia [es decir, del conocimiento de los principios morales] a un acto particular. Y casi a renglón seguido añade: es un dictamen de la razón, es decir, un acto de juzgar, un juicio (I-II, 19, 5). Quien lee haría bien en no saltarse el texto que sigue. Explica en qué sentido debe entenderse la descripción popular de la conciencia:

" Se dice que la conciencia testifica, obliga o incita; también que acusa, remuerde o reprende. Todo ello deriva de la aplicación de nuestro conocimiento, o ciencia, a lo que hacemos. Esta aplicación se hace de un modo triple. En primer lugar, en cuanto que reconocemos lo que hemos hecho o lo que no hemos hecho. En este sentido se dice que la conciencia testifica. En segundo lugar, en cuanto que por medio de la conciencia juzgamos que hay que hacer u omitir algo. Y en este sentido se dice que obliga o incita. En tercer lugar, en cuanto que juzgamos que algo, que ya ha sido hecho, ha sido bien hecho o no. Y entonces se dice que la conciencia excusa, acusa o remuerde. Es claro, pues, que todo esto se sigue de la aplicación actual de la ciencia a lo que hacemos. Por lo que, hablando propiamente, la conciencia es un acto" (I, 79, 13).

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Como se habrá observado, todos los términos utilizados para describir la conciencia están tornados del lenguaje jurídico. Desarrollemos del todo la alegoría:

1) Hay un tribunal/juez: la razón. 2) Hay una ley: las normas o principios morales y, sobre todo, los valores. 3) Hay algo que se juzga: una acción particular. 4) Hay un acusado: una persona particular (a la que se juzga par su

acción): puede ser uno mismo u otra persona diferente 5) Hay una sentencia (un "juicio" o acto de juzgar): la conciencia. 6) Hay unas consecuencias: el acusado se siente condenado, exculpado,

obligado, culpable, arrepentido etc. En conclusión: la conciencia es el juicio de la razón acerca de la moralidad de una acción.

El uso habitual del termino puede llevar a confusiones. Pero no nos dejemos engañar. La conciencia moral no es una "cosa" o una "entidad" misteriosa que habita dentro de nosotros, como parecen sugerir expresiones como "el gusano de la conciencia" -que parece gozar en roernos por dentro- o "la voz de la conciencia" (por cierto, que Nietzsche escribió maliciosamente que esa voz a veces no es sino "la voz de la vecina"). No hay tal. Ni siquiera es una "facultad especial": aquí no hay mas facultad que la propia razón. Y ella no es la conciencia, sino la que emite el juicio en que consiste propiamente la conciencia.

Tampoco es la conciencia un sentimiento; por ejemplo, de culpa. Los sentimientos son solo la consecuencia del juicio moral: uno se siente culpable porque racionalmente se autoinculpa. ¡Esto es muy importante! No es imposible que quien actúe según su conciencia racional pueda sentirse "mal", "culpable" a pesar de todo, etc. Pero entonces esos sentimientos proceden del inconsciente reprimido -como veremos mas abajo- y nada tienen que ver con el valor moral de la acción. Como señala Kant: "El sentimiento moral es el placer o el desagrado que surge simplemente del darse cuenta de la coincidencia o discrepancia entre nuestra acción y la ley del deber. [...) El sentimiento puede ser patológico o bien moral. El primero es aquel que precede a la representación de la ley; el ultimo, el que solo puede seguirla" (Metafisica de las costumbres, ed. cit., p. 254).

Posiblemente, el filósofo que mejor haya definido la conciencia moral sea Kant: "La conciencia de un tribunal interno al ser humano -escribe Kant- es la conciencia moral"* (Metafisica de las costumbres. Tecnos, 1989, p. 303). Pero ese tribunal no es sino la razón. Su juicio es la conciencia. Y ese juicio es la conclusión de lo que se suele llamar razonamiento moral (o argumentación

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moral (silogismo práctico). La conciencia no es, pues, sino el resultado del uso de la razón (o racionalidad) moral. Diremos, por tanto, que uno actúa racionalmente -o en conciencia- desde el punto de vista moral si al menos se cumplen las siguientes condiciones:

1) si lo hace sólo desde los principios y normas morales que considera aceptables

2) si juzga sobre la moralidad de la opción en sí misma que ha realizado o se propone realizar;

3) si, finalmente, lo hace teniendo en cuenta el fin que se propone (la intención), los medios que va a emplear y las circunstancias (momento, lugar, personas afectadas, etc.) y no sólo el acto en sí.

Quizá para que se pueda hablar de "racionalidad moral" las condiciones enumeradas no sean suficientes -estamos dispuestos a reconocerlo-, pero sí parece que son condiciones necesarias: si uno juzga verdaderamente en conciencia sus propios actos -o los ajenos- , da igual lo que piensen los demás. Y con esto nos basta aquí.No obstante conviene advertir que aquí también puede engañarnos el lenguaje. Cuando se habla de las "razones" de un acto puede ser que se esté hablando no de las razones en general (que lo hacen "racional"), ni de las razones morales en particular (que lo justifican moralmente), sino de los motivos o causas psicológicas (que lo explican). No hay acto humano sin motivos; pero si hay actos irracionales, o actos sin justificación moral (en conciencia). No hay que confundir las causas o motivos de la conducta (toda conducta está causada por algo, aunque sea de tipo irracional como los deseos, las emociones etc) con las razones de la conducta (no todo comportamiento ha sido bien pensado o razonado moralmente antes de ser llevado a cabo). El siguiente caso puede servirnos como ejemplo:

"-Esta mañana oí en la radio una noticia que no puedo olvidar. Una chica salió por la noche a la carretera y se sentó de espaldas a la dirección en la que avanzaban los coches. Estaba sentada, con la cabeza apoyada en las rodillas, y esperaba la muerte. El conductor del primer coche giró el volante en el ultimo momento y se mató con su mujer y sus dos hijos. El segundo coche también terminó en la cuneta. Y

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después del segundo, un tercero. A la Chica no le paso nada. Se levantó, se fue y ya nadie pudo nunca averiguar quien era-Y ¿que razón crees puede impulsar a una mujer joven a sentarse de noche en la carretera para que la destrocen los coches? -No sé -dije-. Pero apostaría a que la razón era desproporcionadamente pequeña. Para ser más preciso diría que, vista desde fuera, nos parecería insignificante y completamente irrazonable. [...] No soy capaz de imaginar para un suicidio tan terrible ninguna razón importante, como sería, por ejemplo, una enfermedad incurable o la muerte de la persona más querida. En semejante caso nadie elegiría este final horroroso que lleva a la muerte a otras personas. Solo una razón nada razonable puede conducir a un horror tan irracional. En todos los idiomas que tienen su origen en el latín, la palabra razón (ratio, raison, reason) significa, en primer lugar, la capacidad de razonar. De modo que la razón se entiende siempre como algo racional. Una razón cuya racionalidad no sea evidente parece incapaz de causar un efecto. Pero en alemán "razón" en tanto que causa, se dice Grund, que es una palabra que nada tiene que ver con el latin "ratio" y significa originalmente "terreno" y luego "base" ("fundamento" o "motivo"). Desde el punto de vista del latín "ratio", el comportamiento de la chica sentada en la canetera aparece como absurdo, como desproporcionado, sin razón, y sin embargo tiene su razón, es decir, su base, su motivo, su “Grund”.

(MILAN KUNDERA, La inmortalidad 1990, pp. 283-284.

I- LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS1.17. LA CONCIENCIA DE LAS NORMAS MORALES* La conciencia psíquica * La conciencia moral * El desarrollo de la conciencia moral

* La conciencia en sentido “psicológico” en sentido general (aplicable por tanto a los animales, en mayor o menor grado) no es más que la capacidad de apercibirse de lo que pasa en el medio ambiente y de las propias respuestas a los estímulos de ese medio. En sentido especficamente humano (conciencia psíquica del hombre) es la facultad con la que el ser humano se apercibe de las realidades exteriores y de sus propios actos ... Podemos distinguir, un primer momento de la conciencia

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humana consistente en la capacidad de reflexión inteligente, que nos permite  volver una y otra vez sobre nuestros actos y sobre nuestros contenidos cognoscitivos y, así, poder examinarlos con mayor detenimiento y atención; esta capacidad de reflexión es única y exclusivamente humana y constituye la llamada conciencia psicológica ... Pero hay un segundo momento de la conciencia humana al que denominaremos conciencia moral, el cual no es más que el juicio de la propia razón humana en tanto en cuanto reflexiona sobre nuestros actos y sobre las normas de moralidad; es decir, hablamos de conciencia moral cuando nuestra propia conciencia examina algo desde el punto de vista del deber moral ( las normas morales, los valores, los actos, las intenciones, las actitudes, el carácter), por ejemplo, nuestros propios actos para saber si han sido “buenos” o “malos” y para saber lo que debemos hacer en el futuro ...

Definición.Conciencia moral en sentido social es el conjunto de esquemas y normas que hemos adquirido a través de nuestra educación, familia y medio social, y que mantenemos en el momento de emitir un juicio moral. En el sentido etico personal no es más que el juicio moral de la propia razón.

Elementos característicos.Nuestra forma de entender la conciencia moral la caracteriza de la siguiente manera:

1. No es innata sino aprendida.

2. Es aprendida socialmente, es decir, enmarcada en un horizonte histórico - una época histórica- y social - una sociedad determinada -.

3. Está sometida a cambio y evolución: su desarrollo está condicionado tanto a nivel individual (en función del desarrollo psicológico de la persona y sus experiencias en la práctica social) como social (variaciones en la sociedad en la que vive).

4. Se forja en una dialéctica entre el individuo y la sociedad: esta interacción la determina de la siguiente manera:

a) La persona desde su infancia se encuentra sujeto a una influencia social bajo la cual va forjando sus ideas morales y sus modelos de conducta moral.

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b) Se encuentra con una moral establecida que se le inculca desde tantos ámbitos que, a veces, actúa siguiéndola como si en realidad fuera una conducta instintiva o espontánea.

c) Por muy fuerte que sea el peso de la tradición y las costumbres, de la influencia social, en último término siempre es la persona la que elige - aunque no por ello deje de acusar esa fuerte influencia -.

d) La única defensa frente a la presión social es el ser siempre conscientes de esa influencia y el analizar de manera crítica la moral establecida.

En resumen: ni la conducta más pretendidamente espontánea se puede abstraer de la influencia social y la educación recibida, ni cuando más libres creemos que actuamos podemos evitar esa presión social. Se trata de hacer consciente esa influencia y esa educación para poder actuar de forma más libre y crítica.

Función: el juicio moral.

1. Función de la conciencia moral: La podemos utilizar para la comprensión, valoración y orientación de nuestros actos y los de los demás.

2. Análisis de su funcionamiento: No constituye una facultad aparte sino que es una aplicación concreta de nuestra facultad de razonar y enjuiciar general. Nos encontramos con que las normas morales poseen un carácter general, y los hechos a enjuiciar siempre tienen un carácter singular, particular o concreto ¿Cómo se realiza la valoración? : La conciencia moral se informa de las circunstancias concretas y con ayuda de las normas valora los distintos elementos de la estructura del hecho y emite un juicio.

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CONCIENCIA MORAL

NORMA MORAL

Circunstancias concretas ESTRUCTURA

HECHO MORAL JUICIO MORAL

MotivosIntencionesMediosResultadoConsecuencias

Origen: Toma de conciencia moral.Existen teorías que señalan el origen divino de la conciencia moral. Según éstas Dios al nacer pondría en cada ser humano la facultad natural por la que poder enjuiciar y conocer lo que está bien y lo que está mal. Ese gusanillo de la conciencia sería el causante del remordimiento ante acciones que no son las correctas.Pero nosotros defendemos otra teoría distinta que arriba hemos especificado. En este caso describimos cómo se da la toma de conciencia moral en una persona. Veremos que es de forma similar a cómo se dio en los primeros seres humanos.La conciencia moral (en el plano etico) surge cuando la persona deja de actuar:

1. Sometiéndose pasivamente a las tradiciones y costumbres,

2. Por temor a los dioses,

3. Por ajustarse a la opinión de los demás,

e inicia una reflexión sobre las normas que le llevará la aceptación o el rechazo crítico y consciente de ellas.

Para juzgar sobre la bondad o maldad de las acciones o de las normas, la conciencia moral se sirve de los principios en virtud de los cuales la persona rige su vida. (En ocasiones no nos percatamos muy bien de cuáles son nuestros principios, pero lo cierto es que cualquier persona se atiene a algunos, se dé cuenta o no de ello.) ... Cuando los principios morales le son impuestos a la conciencia, hablamos de heteronomía moral; cuando es la propia conciencia la que, racional y libremente, se crea sus propios principios morales, hablamos de autonomía moral... Así que,* Una conciencia es heterónoma cuando se guía por: * los dictados del instinto o las apetencias; * por la tradición;

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* por la autoridad de otros, sean personas concretas, sea una mayoría ...Si la conciencia acepta los principios emanados de cualquiera de estos tres supuestos sin cuestionárselos, entonces esa conciencia es heterónoma ... (héteros = otro;   nomos =  norma) ...

Desde el punto de vista de la conciencia heterónoma, las normas morales tienen su fundamento en agentes externos a la propia conciencia: Dios, la naturaleza, la historia, la sociedad ...

* Una conciencia es autónoma, por el contrario, cuando es ella la que propone las normas morales que deben regir su acción, habiendo reflexionado y decidido sin coacciones ... ( autos = propio;  nomos =  norma)

Desde el punto de vista de la conciencia autónoma, las normas morales tienen su fundamento en la propia conciencia ...es decir, en el tribunal de la propia razón. Posiblemente, el filósofo que mejor haya definido la conciencia moral sea Kant: "La conciencia de un tribunal interno al ser humano -escribe Kant- es la conciencia moral"* (Metafisica de las costumbres. Tecnos, 1989, p. 303). Pero ese tribunal no es sino la razón. Su juicio es la conciencia. Y ese juicio es la conclusión de lo que se suele llamar razonamiento moral . La conciencia no es, pues, sino el resultado del uso de la razón (o racionalidad) moral. Diremos, por tanto, que uno actúa racionalmente -o en conciencia- desde el punto de vista moral si al menos se cumplen las siguientes condiciones:

si lo hace sólo desde los principios y normas morales que considera aceptables

si juzga sobre la moralidad de la opción en sí misma que ha realizado o se propone realizar;

si, finalmente, lo hace teniendo en cuenta el fin que se propone (la intención), los medios que va a emplear y las circunstancias (momento, lugar, personas afectadas, etc.) y no sólo el acto en sí.

Las condiciones enumeradas quizás no sean suficientes pero sí parece que son condiciones necesarias: si uno juzga verdaderamente en conciencia sus propios actos -o los ajenos- , da igual lo que piensen los demás. La conciencia moral individual no debe confundirse con la conciencia moral de la sociedad: en el primer caso el juicio produce como resultado un sentimiento de culpa y arrepentimiento, pero sobre todo un reconocimiento del error, el análisis de sus causas o motivos y el próposito de evitarlo en lo sucesivo. En el segundo, sólo

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produce un sentimiento de vergüenza (o sentimientos de culpa y arrepentimiento pero puramente “irracionales”, sin análisis alguno y, por tanto, ineficaces, totalmente inútiles: meros “golpes de pecho” de cara a la galería).

* Si repasamos la historia, podremos observar que las conductas heterónomas están siempre relacionadas con situaciones de sumisión en sus distintas formas (esclavitud, vasallaje, servidumbre), mientras que las conductas autónomas están siempre relacionadas con situaciones de libertad (de seres que se comportan como dueños de sus propios actos) ... El término “autonomía” es sinónimo de libertad, de ahí que podamos valorar el tránsito de la conciencia heterónoma a la conciencia autónoma como un progreso, como un ganar en madurez, que puede lograrse individual y socialmente...

o El individuo tiene una conciencia capaz de progresar desde la heteronomía a la autonomía: sin duda las personas empezamos por aprender las normas en la sociedad en la que vivimos (en la familia, en la escuela, en el grupo de amigos ...). Es decir, que en un principio nos vienen de “fuera”, somos heterónomos. Pero en la medida en que reflexionamos sobre esas normas y las aceptamos, si creemos que son válidas para hacernos mejores, nos convertiremos en seres autónomos ...

... Actuamos de forma heterónoma  cuando nos guiamos por las apetencias o por lo que otros nos dictan, sin haber considerado por nuestra parte qué es lo propio de seres verdaderamente humanos ...

... Actuamos de forma autónoma cuando somos nosotros los que decidimos reflexivamente qué normas consideramos buenas y si somos capaces además de elegir las que mejor nos parezcan y aun crear otras nuevas ...

o En teoría, también las sociedades  han ido progresando desde la heteronomía a la autonomía, es decir, han ido aprendiendo moralmente: desde regirse por tradiciones, autoridades y costumbres no asumidas reflexivamente, hasta guiarse por principios asumidos crítica y reflexivamente (teocracias – aristocracias – democracias) ...

3.2. LA OBLIGATORIEDAD DE LA CONCIENCIA

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Tomas de Aquino afirma que el dictamen de la conciencia obliga en cualquier caso a la voluntad. Y añade algo que puede parecer muy chocante : "por tanto hay que decir que, de por sí (simpliciter), la voluntad que no sigue a la razón -ya sea esta recta o equivocada- siempre es mala) (I-II, 19, 5). De modo que la conciencia obliga siempre, prescindiendo de que se equivoque o no: "La conciencia moral es para sí misma un deber. [...] La conciencia de que una acción que yo quiero emprender es justa es un deber incondicionado" (Kant: La religion... Alianza, 1969, pp. 181-182).Y es que la propia conciencia es la ultima instancia de apelación moral. Es el "tribunal supremo", que nos dice si hemos actuado bien o mal, o si debemos actuar o no. Una vez que hemos hecho todo lo posible por aclarar nuestro juicio moral, ya no podemos recurrir a ninguna otra instancia. Cierto: podríamos, por ejemplo, consultar a otros. Pero finalmente tendremos que juzgar si los consejos deben ser seguidos o no. No hay escapatoria: nada puede salvarnos de la responsabilidad de obrar en conciencia.Por tanto, quien actúa según el dictamen de su conciencia, aunque esta se equivoque -supongamos, por ejemplo, que la persona reconoce mas tarde que ha juzgado mal-, actúa moralmente de un modo correcto? Si. Es decir, actúa correctamente (subjetivamente) -puesto que sigue a su conciencia-, pero no hace lo correcto (objetivamente). O dicho de otra manera: manifiesta una verdadera buena voluntad, aunque esta no realice el bien. Esta paradójica situación conduce a esta conclusión: si la conciencia obliga, uno debe sentirse también obligado a hacer todo lo posible para que su conciencia sea "recta":

"Cuando alguien es consciente de haber actuado según la conciencia moral, no se le puede exigir nada más en lo que concierne a la culpa o la inocencia. Solo esta obligado a esclarecer su entendimiento de lo que es o no es un deber. [...] El deber consiste aquí únicamente en cultivar la propia conciencia moral..."(I. KANT, o.c., p. 256).

¿Cómo podemos saber que lo que nos dice nuestra conciencia es "lo correcto" ("lo bueno")? Desde luego hemos de hacer todo lo posible para que nuestra reflexión moral sea amplia, rigurosa, desinteresada, etc. ¿Bastará con esto? Desde luego, nunca podremos llegar quizá a una seguridad absoluta. Pero Kant hace aquí una indicación inapreciable: hemos de intentar que nuestro juicio moral sea universal. Es decir, que cuando nos decimos: "Tu debes hacer tal cosa...", podamos añadir con fundamento: "porque todos deberían hacerlo": Es decir: "porque cualquiera que examinase este caso llegaría a la misma conclusión" : De este modo lo que sucede es que mi conciencia ya no es solo la "mía", sino que coincide con la

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conciencia (humana) en general. Esta cuestión se examinara con mayor detenimiento más adelante.

Esto no quiere decir en absoluto que debamos plegarnos sin más a la "opinión general". Muchas veces esta opinión es muy poco racional, y por tanto escasamente moral: puede obedecer simplemente a una conmoción emocional colectiva. Pero en todo caso, uno conserva siempre su responsabilidad personal y la posibilidad de disentir -racionalmente y en conciencia- del juicio moral de la mayoría o de la legislación vigente democráticamente aceptada. Este es el fundamento de la llamada objeción de conciencia:

"Un individuo nunca podrá legítimamente imponer a una comunidad la adopción de un acuerdo que requiera la decisión colectiva, pero se hallara legitimado para desobedecer cualquier acuerdo o decisión colectiva que atente -según el dictado de su conciencia- contra la condición humana. [...] Pues si la humanidad representa el limite superior de la ética comunicativa, el individuo representa su limite inferior y constituye, como aquella, una frontera irrebasable" (J. MUGUERZA, Desde la perplejidad. FCE, 1990, p. 333)

No obstante, y dado que el hombre es un ser social, se plantea el grave problema de si el individuo, en nombre del derecho a la objeción de conciencia, puede incumplir ciertas normas o leyes impuestas por el grupo cuando estas son aceptadas democráticamente por mayoría: es este un problema de difícil solución pero, en cualquier caso, y sin negar ese derecho, parece obvio que el primer deber moral del individuo que no acepta las normas de su grupo es intentar cambiarlas, (antes incluso que violarlas)

OBLIGATORIEDAD DE LA CONCIENCIA Y OBJECCION DE CONCIENCIA

*Conciencia psicológica: ser consciente de los actos y objetos que nos rodean. Somos agentes y actores, mientras que la conciencia moral hace que seamos autores. VÁZQUEZ:” la conciencia psicológica es la propiedad del espíritu humano de desligarse de sí y ponerse a sí mismo y a las cosas como objetos de observación y de análisis.” Es un tipo de conciencia reflexiva con la función de observar/observarse y de emitir juicios de hechos. Es una conciencia neutral y aséptica, que constata la ocurrencia pero no emite valoraciones sobre ella.

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*Conciencia moral: además de reconocer una acción (al igual que la conciencia psicológica) añade el valor de esos hechos emitiendo juicios de valor. Gracias a este tipo de conciencia sabemos si al actuar hemos hecho bien o no.VÁZQUEZ: “ propiedad del espíritu humano de emitir juicios normativos acerca de nuestros actos individuales.” Sin conciencia no hay vida moral.

Estructuración de la conciencia moral

La estructura de la conciencia moral sigue el modelo de un silogismo, que es una reflexión lógica que nos lleva al precepto que rige nuestra acción. El silogismo está formado por 2 premisas (principio general y situación concreta) y una conclusión derivada de las mismas. Por ejemplo: A desea B, y para obtener B es preciso hacer C; entonces A necesita hacer C para llegar a B.

La PRUDENCIA es un factor que interviene en el segundo estadio, y nos ayuda a aplicar el principio general a la situación concreta. Es la recta razón para juzgar las cosas que deben hacerse; se trata de una virtud intelectual y moral que perfecciona la actividad de la razón práctica.Debemos aplicar el principio genérico a cada caso concreto, y el precepto que se obtiene debe de ajustarse a la verdad. La prudencia nos ayuda en la deliberación racional para llegar a formular el juicio de conciencia. La prudencia es una virtud moral porque no se limita al “cómo debemos actuar” sino que hace que la voluntad realice la acción (actúa sobre la voluntad orientándola).

Al aplicar el principio general emitimos un juicio de valor; y será la VOLUNTAD la que lleve a la práctica los dictados de nuestra razón. Para actuar en conciencia deberemos usar la prudencia. En función del modo de actuar de la conciencia habrá diferentes modalidades de conciencia moral.

Modalidades de la conciencia moral

*En función de su relación con el acto habrá una conciencia “ANTECEDENTE” (que analizará el acto previamente), y una conciencia “CONSIGUIENTE” (que hace una valoración a posteriori, acusando, excusando o aprobando la conducta.).

*Por su relación con el sujeto distinguiremos entre una conciencia “CIERTA” (recta o equivocada), y una conciencia “DUDOSA” (probable o perpleja).

La conciencia cierta recta es un dictamen conforme con los principios morales, mientras que la errónea no lo es, siendo el sujeto desconocedor de que está obrando mal (ignorancia invencible).

La conciencia dudosa probable es la que dictamina sobre la moralidad de un acto pero sólo con probabilidad (considera la probabilidad de errar). En el caso de la conciencia dudosa perpleja el sujeto no sabe qué decisión tomar.

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La objeccion de conciencia contra la moral o el derecho dominantes: consideraciones

La conciencia moral subjetiva es obligatoria para cada cual: por tanto, todo el mundo tiene la obligación de oponerse a las NORMAS MORALES si éstas van contra su conciencia. (OBJECCION DE CONCIENCIA). Ahora bien, cosa muy distinta es que la sociedad y su legislación reconozcan tal derecho: si así fuese en todos los casos, sería imposible organizar la convivencia por medio de NORMAS COMUNES, VALIDAS INTERSUBJETIVAMENTE. Sin embargo, cuanta más importancia se da al individuo en una sociedad más suele reconocerse ese derecho, lo cual no es forzosamente “bueno”. Lo ideal sería que todos actáramos unas NORMAS COMUNES, RACIONALES, ADOPTADAS Y CUMPLIDAS POR CONVICCION INTERNA EN BENEFICIO DE TODOS. Pero como esto no es así y hay diversidad de códigos y de opiniones subjetivas acerca de lo bueno, siendo realistas deberíamos reconocer que es mejor que exista el derecho de objección de conciencia que el que se niegue tal derecho.

3. EL DESARROLLO MORAL: LA FORMACIÓN DE LOS VALORES MORALES EN EL INDIVIDUO

Como acabamos de ver, aunque existan y aceptemos principios -o normas- morales generales como "Hay que decir la verdad", la aplicación de esos principios a los casos particulares es responsabilidad del juicio moral (conciencia) de cada uno. Por eso es tan importante la educación, progreso y "maduración" del juicio moral personal. Precisamente, la pregunta que trataremos de contestar en este apartado es la siguiente: ¿cómo aprendemos las normas morales en la infancia?. Esta pregunta no es fácil de contestar, pero la moderna psicología ha avanzado varias soluciones, no necesariamente incompatibles:

a) La respuesta conductista:

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Como ya dijimos en su momento, el conductismo ha demostrado concluyentemente que, al menos en los primeros años de vida, los niños aprenden las principales normas de conducta como los animales, por medio de condicionamientos: es decir que consciente o inconscientemente (esto ya es otra cuestión) son los padres quienes crean en ellos ciertos hábitos de comportamiento a fuerza de recompensarlos o de castigarlos ( o dicho de un modo un poco más técnico: de reforzarlos positiva o negativamente ). La fuerza de estos condicionamientos es impresionante: de hecho pueden persistir durante toda la vida. Sin embargo, desgraciadamente las normas aprendidas de esta forma lo son de un modo totalmente externo: normalmente el sujeto no es consciente de ellas y las cumple -cuando lo hace- de un modo totalmente irracional, como meras "costumbres" o "hábitos automáticos".

b) La respuesta psicoanalítica:

No obstante, no parece caber duda de que el comportamiento humano parece ser bastante más complejo que el de los animales y por tanto, también lo son nuestras formas de aprendizaje: por ejemplo, según Sigmund Freud cuando los niños alcanzan la edad de seis años atraviesan por una fase conocida como "Complejo de Edipo" caracterizada, entre otras cosas por un fuerte enamoramiento de tipo afectivo-sexual hacia los padres (y más concretamente, hacia la madre). Pues bien, ese enamoramiento y su desarrollo tienen muchas implicaciones en el desarrollo de la personalidad: la admiración que las figuras paternales suscitan, así como la fuerte dependencia que el niño experimenta respecto a ellas determina una total identificación con los padres, a los que se trata de imitar en todo lo posible.En efecto, hasta este momento los niños aceptan las normas paternas de un modo puramente externo, es decir, sin comprenderlas y sin convicción alguna. Sin embargo, a partir del complejo de Edipo, y como resultado de esa identificación con los padres, la moral de estos se va a interiorizar: ya no se va a cumplir sólo por miedo al castigo o por deseo del premio, sino por una convicción íntima de que esas normas son buenas en sí mismas. A este proceso se le denomina "introyección de las normas" y junto con el llamado "ideal del yo" (el deseo de ser como los padres, deseos que se confunden con el deseo de perfección moral) forma el "SUPERYO", esto es la conciencia moral interna -que, sin embargo, suele actuar dentro de nosotros de un modo igualmente irracional e inconsciente, pues nos impide ser críticos con las normas y los valores de nuestros padres- .Del superyo, por ejemplo, provienen numerosos sentimientos de culpa y de inferioridad totalmente incomprensibles desde un punto de vista puramente racional experimentados en la madurez

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c) La respuesta cognitiva:La escuela de psicología cognitiva ha estudiado muy a fondo el modo como los niños desarrollan su inteligencia (es decir, su capacidad de "juzgar"), demostrando que este desarrollo es producto, en parte, de un programa innato de desarrollo del sistema nervioso que atraviesa por varias fases relativamente bien establecidas. Jean Piaget, por ejemplo, habla de la existencia de 4 etapas. Según Piaget5 la moralidad se desarrolla paralelamente a la inteligencia evolucionando de la heteronomía a la autonomía moral. Pero el desarrollo de la moralidad no se realiza de un modo mecánico: depende no sólo del desarrollo de la inteligencia sino también de factores sociales y emocionales.Puesto que en la etapa sensorio-motriz no hay ningún sentimiento propiamente moral establece que este proceso se desarrolla realmente a lo largo de tres etapas aunque puede suceder que se permanezca anclado en manifestaciones de una de ellas.

Estas etapas son:

1. La etapa sensorio-motriz (dos primeros años de vida): en esta etapa el niño piensa, pero no con palabras o conceptos sino, por decirlo así, "con los ojos y con las manos". Hay inteligencia, pues, pero no pensamiento abstracto: el niño es capaz de resolver algunos problemas pero sólo de tipo práctico y con la condición de percibir delante de sí mismo todos los elementos necesarios para su solución.

2. La etapa de las representaciones pre-operativas (2-6 años): en esta etapa el niño aprende el lenguaje, lo cual le permitirá dar un enorme paso adelante(algo que los animales ya no pueden hacer). El lenguaje es una forma de "representación simbólica de la realidad" que le permitirá con el tiempo reproducir el mundo en su interior y manipularlo a su antojo sin necesidad de tener delante de sí mismo los objetos: sin embargo, antes de que pueda desarrollar por completo el pensamiento abstracto el niño tiene que aprender a utilizar otro tipo de representaciones simbólicas de lo real ( el juego, la imitación, el dibujo) etc. Por tanto, en esta etapa, el niño aún no es totalmente capaz de pensar en abstracto: por ejemplo, aunque ya es capaz de dialogar, no suele se capaz de "descentrarse" de sí mismo para ponerse en el lugar de otras personas y tiende a ser egocéntrico en sus relaciones con los demás y con el mundo ( animismo, finalismo etc)

5 El criterio moral en el niño, 1932

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3. La etapa de las operaciones concretas (7-11 años): En este momento el niño se hace capaz de una cierta lógica: es decir, adquiere la capacidad de hacer algunas operaciones mentales, pero siempre de tipo concreto: es decir, sigue necesitando operar con objetos que tienen que estar físicamente presentes, que deben poder ser percibidos y manipulados. Por ejemplo, un niño antes de esta etapa no entiende los conceptos de conservación de la materia, del peso o del volumen hasta que no invierte por sí mismo las operaciones (reversibilidad). No obstante, incluso así, un niño de esta edad es incapaz de resolver un problema del mismo tipo si se le plantea a nivel puramente verbal, sin la presencia del objeto ( por ej.: "María es más rubia que Susana y más morena que Ana: ¿cuál es la más rubia?"). Pero hay que decir, por otra parte, que el esquema de la "reversibilidad" se manifiesta a nivel social como reciprocidad: el niño ya es capaz de ponerse en el lugar de los demás, superando el egocentrismo del periodo anterior.

4. Etapa de las operaciones formales (desde los doce años): a partir de este momento es posible para el adolescente hacer ya operaciones no-concretas, es decir operaciones puramente mentales que ya no requieren el apoyo de la percepción o de la manipulación sino que se realizan a un nivel puramente verbal o conceptual. De este modo el pensamiento se hace puramente lógico y formal, pues el uso del lenguaje permite la formulación de hipótesis que no tienen porque darse en la realidad para que se puedan sacar conclusiones correctas sobre ellas

Jean Piaget, publicó en 1932 un importante libro titulado El criterio moral en el niño. Segun Piaget, la moralidad se desarrolla paralelamente a la inteligencia: progresa de la heteronomía a la autonomía moral. Como hemos dicho só1o considera estas tres etapas de desarrollo, ya que en el período sensorio-motor no hay todavía ningún sentimiento propiamente moral.

1º etapa: MORAL DE OBLIGACION - HETERONOMIA (2-6 años: corresponde al período de representación pre-operativa)

El niño vive una actitud de respeto unilateral absoluto a los mayores: sus ordenes son obligatorias y la obligatoriedad es absoluta. El niño no posee todavía capacidad intelectual suficiente para comprender las razones abstractas de una norma general. Es una "moral de obediencia". Las normas son vistas casi como "cosas" existentes, reales y sagradas, intocables: es lo que Piaget llama el "realismo de las normas". Por otro lado, como estas normas son totalmente exteriores, el niño, en esta etapa se caracteriza por la heteronomía.

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Toda forma de obediencia ciega, -que también puede ser colectiva- pertenece a este tipo de moral infantil, y rudimentaria.

2ª etapa. MORAL DE SOLIDARIDAD ENTRE IGUALES (7-11 años): (corresponde al período de operaciones concretas)

En este momento los niños forman parte de grupos de amigos de la misma edad y participan en "juegos de reglas" colectivos (por ejemplo: canicas, chapas, etc). Entonces el respeto unilateral a los mayores es substituido por el respeto mutuo, que supone la reciprocidad y la noción de igualdad entre todos. Las reglas, de los juegos son concebidas como convenciones, producto de un acuerdo mutuo, y de este modo desaparece el realismo de las normas de la etapa anterior. Surge el sentimiento de la honestidad (necesario para poder jugar) y también el de justicia. Las normas se respetan por solidaridad con el grupo y para poder mantener el orden del grupo. Sin embargo, las reglas se aplican con gran rigidez, y la justicia se entiende de un modo formalista e igualitario .

3º etapa: MORAL DE EQUIDAD -AUTONOMÍA (a partir de los 12 anos: corresponde al periodo de "operaciones formales")

Surgen el altruismo, el interés por el otro y la compasión,_Por ello, los compañeros, ya no son todos iguales, como en la etapa anterior; por ello las normas ya no se aplican rígidamente: se es capaz de considerar las necesidades y la situación de cada uno. La justicia ya no es, por tanto, formalista a igualitaria. La moral se convierte en autónoma (parcialmente lo era en la etapa anterior), ya que el adolescente es capaz de concebir principios morales generales, crear su propio código de conducta ( muy idealista, en general ) y asumir el propio control de su conducta .El respeto a las normas colectivas se hace, por tanto, de un modo personal. Hay que tener en cuenta que este desarrollo de la moralidad no se realiza de modo mecánico: depende no só1o del desarrollo de la inteligencia, sino también de factores sociales y emocionales. Por ello, puede suceder que se permanezca anclado en manifestaciones de etapas anteriores.

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El estudio mas conocido sobre el "desarrollo moral" es el de L. P. Kohlberg y se refiere justamente al desarrollo del juicio moral.Lawrence Kohlberg se baso en los estudios de Piaget y de J. Dewey, Por ello, su interés se centro en los aspectos cognitivos de la moralidad. Kohlberg comenzó a recoger materiales hacia 1960, presentando a la gente "dilemas morales" (casos conflictivos) y clasificando los tipos de respuestas. De este modo llego a determinar hasta seis etapas, que corresponden a tres niveles distintos de moralidad. Según Kohlberg, esta secuencia de etapas es necesaria, y no depende de las diferencias culturales (obtuvo los mismos resultados; en USA, México y Taiwan). Normalmente los niños y las niñas se encuentran en el primer nivel (premoral), pero solo el 25 % de los adultos llegan al tercer nivel (y únicamente un 5 % alcanza el 6.° estadio). El conjunto se puede ver en el cuadro que sigue.

ETAPAS DEL DESARROLLO MORAL SEGUN KOHLBERG

1º nivel: PRECONVENCIONAL (premoral) (Se respetan las normas sociales sobre lo que es bueno o malo, atendiendo únicamente a sus consecuencias -premio o castigo- o al poder físico de los que las establecen.)Enfoca las cuestiones morales desde la perspectiva de los intereses concretos de los individuos implicados. No está interesado en lo que la sociedad define como el modo recto de actuar, sino sólo en las consecuencias concretas a las que se enfrenten los individuos al decidir sobre una situación particular. Al considerar el dilema de Heinz, por ejemplo, la persona se plantearía cuestiones del siguiente tipo:¿se castigará a Heinz por robar?¿Puede Heinz vivir sin su esposa?¿No es normal que cualquier hombre robe por salvar la vida de su esposa si la necesitara?

Estadio 1: Orientación al castigo y la obediencia

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Contenido: Lo correcto es la obediencia literal a las normas. La razón para hacer lo correcto es evitar el castigo. "Si no, me castigan".Perspectiva social: Egocentrismo.

Estadio 2: Orientación pragmática

Contenido: Lo correcto es atender a las necesidades propias y de los demás, en intercambios imparciales. La razón para hacer lo correcto es servir a los propios intereses (reconociendo que los demás también los tienen). "Me va bien así". "Es lo que más me conviene". "Do ut des".Perspectiva social: Individualismo. Intercambio instrumental de servicios.

2.° nivel: CONVENCIONAL(Se vive identificado con un grupo, y se intenta cumplir bien el propio rol: responder a las expectativas de los demás y mantener el orden establecido, es decir, el orden "convencional".)Enfoca el problema moral desde la perspectiva de un miembro de la sociedad, es decir, se toma en consideración el que el grupo o sociedad espera que el individuo actua según las normas colectivas. Desde este punto de vista, la persona no sólo piensa en sus intereses concretos o los de otros, sino que tiene en cuenta al grupo en su totalidad. Es decir, no sólo se esfuerza por evitar el castigo o la censura, sino también por vivir de acuerdo de un modo positivo, con definiciones aceptadas de lo que es ser un buen miembro del grupo u ocupante de un rol. Al considerar el dilema de Heinz, por ejemplo, el individuo se plantearía cuestiones como las siguientes:¿No se esperaría de un buen marido que hiciese todo lo posible por salvar a su esposa?¿No deberían ayudar las autoridades a Heinz a solucionar su problema sin tener que robar?¿Puede una sociedad sobrevivir si se les permite a los individuos que violen la ley en tales situaciones?

Estadio 3: Orientación hacia la concordancia (el "buen chico")

Contenido: Lo correcto es lo que gusta o ayuda a los demás y es aprobado por ellos. Conformidad con los "modelos" colectivos. La conducta se juzga en este

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estadio según la intención. La razón para hacer lo correcto es la necesidad de ser considerado "bueno" por sí mismo y por los otros. "Es lo que esperan de mí". "No quiero defraudarlos":Perspectiva social: La "regla de oro concreta: "haz a los demás lo que quieras que hagan contigo.

Estadio 4: Orientación hacia la ley y el orden

Contenido: Lo correcto consiste en que cada uno cumpla con su deber, respete a la autoridad y mantenga el orden establecido. La razón para hacer lo correcto es mantener el orden social. "Me basta saber que he cumplido con mi deber". "Si no actuamos así, sería una catástrofe": Perspectiva social: Se adopta el punto de vista social colectivo, diferenciándolo de las relaciones e intereses individuales.

3º nivel: POSTCONVENCIONAL (autónomo o de "principios")(Hay un esfuerzo por definir valores y principios de validez universal, es decir, por encima de las convenciones sociales y de las personas que son autoridad en los grupos. El valor moral reside en la conformidad con esos principios, derechos y deberes que pueden ser universales).Se enfocan los problemas morales desde una perspectiva superior a la de la sociedad a la que se pertenece, es decir se mira más allá de las leyes y normas del propio grupo para preguntarse cuales son los principios sobre los que deberá basarse cualquier sociedad para ser buena y justa. Esto implica una nueva descentralización del punto de vista que reconoce el relativismo de las normas ( es decir, la posibilidad de que otros grupos humanos tengan otras normas diferentes de las del nuestro pero igualmente validas) al tiempo que intenta buscar normas o principios morales de aplicación universal. Los reformadores y revolucionarios sociales suelen adoptar este punto de vista para cambiar la sociedad existente por otra mejor. Cuando se descubre que muchos problemas no pueden ser adecuadamente resueltos por las normas existentes en la sociedad, se suele adoptar también este punto de vista más global y universal. En relación al dilema de Heinz, el individuo suele hacerse las siguientes preguntas:¿Qué es más valioso para la sociedad, el valor de la vida o el de la propiedad?¿Es posible modelar las leyes de una sociedad de forma que no se den este tipo de situaciones, es decir de un modo que haga compatibles el derecho a la propiedad y el derecho a la preservación de la vida?¿Puede ser este un ejemplo de cómo lo legal y lo moral entran en conflicto? ¿qué

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es más importante, la ley o la moral?

Estadio 5: Orientación legalística del consenso social

Contenido: Lo correcto se define de acuerdo con los derechos reconocidos a todos después de un exámen critico y una aceptación constitucional y democrática. Por ello, se insiste en el punto de vista de la legalidad. Actitud flexible: se admite un cierto relativismo de las normas, libertad de cada uno en lo no legislado, posibilidad de cambiar las normas. La razón para hacer lo correcto es defender unos derechos y leyes que uno ha asumido libremente. "Hay que respetar los derechos de los demás".Perspectiva social: Se otorga prioridad a la sociedad y a los derechos (entendidos como producto de un contrato o consenso). Se reconoce la dificultad de integrar el punto de vista moral y el punto de vista legal.

Estadio 6: Orientación por principios universales éticos

Contenido: Lo correcto y justo se define por la decisión de la conciencia según principios éticos auto-escogidos (justicia, dignidad de la persona...). La razón para hacer lo correcto es que, en cuanto persona racional, uno ha visto la validez de los principios y se ha comprometido con ellos. "Esto es lo justo". "Lo exige la dignidad del ser humano". Perspectiva social: Perspectiva moral. El orden social se basa sobre principios morales, especialmente el respeto a los demás (a quienes se considera "como fines y no como medios").

El ejemplo mas claro que Kohlberg ofrece para distinguir entre los niveles es el de tres soldados involucrados en la matanza de los civiles en Mylai (Vietnam). Kohlberg analiza el pensamiento moral de Paul Meadlow (soldado), William Calley (oficial) y Michael Bernhardt (soldado).

Meadlow recibió ordenes de su oficial, Calley, para disparar sobre los civiles, y las cumplió. Justificó su comportamiento diciendo que su deber era el de obedecer ordenes, y que si no cumplía con su deber, hubiera sido castigado. Además, mantuvo que era justo matar a los civiles para compensar la muerte de algunos soldados americanos.

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Calley, el oficial encargado, sostuvo que tenia órdenes y que se esperaba de él que las cumpliera. Quería ser un buen oficial. Pertenece al mando superior dictar quien es el enemigo. Su deber se limitaba a cumplir las ordenes de arriba, no discutirlas. Lo bueno y lo justo esta definido por los oficiales superiores, y si él no estuviera de acuerdo, solo protestaría después de haber cumplido ordenes.Bernhardt no cumplió las órdenes de Calley, y disparo al aire. No entendía por que tenia que matar a los civiles, y para él lo importante no era cumplir ordenes, sino que primero tenían que ser justas y razonables. Bernhardt se guiaba por principios morales; comentaba que los civiles tenían derecho a seguir viviendo.Meadlow se encontraba en el nivel preconvencional; Calley, en el convencional, y Bernhardt, en el postconvencional.Kohlberg señala que en este caso el "conflicto moral" no era difícil de resolver: las leyes militares y la ley internacional prohiben maltratar a los civiles, y cualquier individuo que hubiera estado en el estadio 5 del desarrollo moral hubiera considerado la orden como ilegal. Pero los juicios morales tienden a ser un reflejo del modo habitual de pensar y enjuiciar moralmente, y eso es lo que sucedió aquí.Nos queda todavía una cuestión. ¿tiene algún sentido hablar de principios y normas universales de conducta, válidos para todos los pueblos y culturas?

I. LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ÉTICOS1.19. NIVELES  DE  DESARROLLO  DE  LA  CONCIENCIA  MORAL

* NIVEL  PRECONVENCIONAL * NIVEL  CONVENCIONAL * NIVEL  POSTCONVENCIONAL

RESUMIENDO: El norteamericano Lawrence Kohlberg se basa en los estudios de Piaget y John Dewey. Se centra en los aspectos cognitivos de la moralidad, es decir, en la capacidad de juzgar moralmente una situación determinada.Inició sus trabajos hacia 1960 presentando a la gente “dilemas morales”, casos conflictivos, y clasificó las respuestas que, ante ellos, daban las personas. De esta manera llegó a determinar hasta seis etapas que se corresponden a tres niveles distintos de moralidad.Según Kohlberg esta secuencia de etapas es necesaria, y no depende de las diferencias culturales (obtuvo los mismos resultados en EEUU, Méjico y Taiwán) Normalmente los niños se encuentran en el primer nivel (premoral) pero sólo el 25 % de los adultos llegan al tercer nivel (y únicamente un 5% alcanza el sexto estadio)

Una persona se encuentra en el nivel preconvencional cuando enfoca las cuestiones morales desde sus propios intereses ... Tiene por justo lo que le conviene egoístamente ...

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En un principio, tiene por justo o correcto lo que le evita el castigo ... Posteriormente, lo justo es lo que satisface las propias necesidades e intereses  (y las de los demás sólo cuando satisface las propias) ... Representa la forma menos madura de razonamiento moral ... El razonamiento moral preconvencional es característico de la etapa infantil de la vida de una persona, aunque muchos adolescentes y un buen número de adultos persisten en él ...

Una persona se encuentra en el nivel convencional cuando enfoca las cuestiones morales desde las normas socialmente admitidas ... Tiene por justo lo que es conforme con las normas vigentes ...Al principio lo justo es lo que agrada a los demás ... lo que el grupo acepta ... lo que hace la mayoría ... Posteriormente, lo justo es lo que tiende al mantenimiento del orden social “tal cual está” ... que cada uno cumpla con sus obligaciones sociales ... El razonamiento moral convencional surge normalmente durante la adolescencia y es dominante en el pensamiento de la mayoría de los adultos ... Este nivel de conciencia supone un progreso moral sobre el nivel anterior, pues al adoptar el punto de vista colectivo social, se sitúa por encima de los intereses individuales ... Pero quedarse en él conlleva serios peligros, porque los grupos tienden a generar endogamia, prejuicios frente a los diferentes e intolerancia ante los que no se someten al rebaño. La sociedad propia no es la humanidad entera. Por eso es preciso acceder al nivel supremo de madurez: el postconvencional ...

Una persona se encuentra en el nivel postconvencional cuando enfoca las cuestiones morales desde principios morales universales a los cuales es capaz de acceder de forma autónoma mediante su actividad racional ... Tiene por justo lo que es conforme con esos principios morales universales ... En un principio, lo justo es lo que se atiene a la legalidad democrática, es decir, lo que satisface al mayor número posible de personas... Posteriormente, lo justo es lo que la conciencia considera válido para toda la humanidad ... Este nivel representa la forma más madura de razonamiento moral, pero es el menos frecuente. Surge durante la adolescencia, al comienzo de la edad adulta y caracteriza el razonamiento de sólo una minoría de adultos ... La conquista de la autonomía es considerada así como la meta del desarrollo moral de la persona ...

4. EL RELATIVISMO MORAL

El que la moral sea un hecho social plantea serios problemas a la ética Entre ellos, el del relativismo moral no es precisamente el menor. Ahora bien, el relativismo solo es un "problema" o algo discutible cuando se refiere a los principios morales.

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Porque afirmar que la conciencia moral individual -es decir, el juicio moral sobre casos concretos- es "relativa" (a cada individuo) es algo evidente "por definición":El problema se planteó por primera vez en una época, el siglo V a.C., que es conocida como "la Ilustracion griega". En ese momento, los sofistas -que habían comprobado la diversidad de prácticas morales en las diferentes regiones de Grecia y que, gracias al surgimiento de la democracia estaban acostumbrados a considerar las leyes como algo "convencional", es decir fruto de un acuerdo humano siempre revocable- defendieron que no era posible hablar de una moral universal: las normas y principios morales solo tienen valor relativo, y cada pueblo e, incluso, cada individuo considera como "bueno" (en general) lo que le parece. Frente a ellos se alzaron Socrates y Platón, para quienes el bien y las virtudes debían -y podían- recibir una definición universalmente valida.La discusión se reavivó, curiosamente, en el siglo XVIII, poco antes de la revolución francesa que derrocaría el antiguo régimen feudal para sustituirlo por la nueva democracia burguesa. Fue esta una nueva época de Ilustración que criticó de nuevo la idea de que las leyes fueran "mandamientos divinos" señalando su origen humano ( y por tanto, convencional y relativo) Entonces ocurrió "una revolución en la ética":

Esta revolución consistió en el descubrimiento de la historicidad y de la dependencia social de los principios y reglas morales. Fue coetánea de otra revolución paralela en el campo de la filosofía moral que apuntaba en dirección, opuesta: la reorientación kantiana de la ética. Tuvo lugar, por consiguiente, una doble revolución. Apareció, par una parte, una interpretación estrictamente racionalista de la moralidad, y, par otra, una teoría puramente sociológica del mismo fenómeno» (S. GINER, Sociología y filosofía moral. En: V. Camps, Historia de la ética. Critica, 1989, vol. III, pp. 121-122).

El antagonismo no fue entonces realmente total. Pues si Kant -como veremos- proponia la universalidad como característica fundamental de los imperativos éticos, ni Montesquieu ni los moralistas escoceses de la Ilustración fueron enemigos del desarrollo de principios éticos generales y abstractos. El problema, sin embargo, queda permanentemente planteado y se agudiza en nuestra época, como consecuencia del relativismo cultural, defendido por la mayoría de los antropólogos actuales: ni existen practicas culturales universales, ni se puede considerar que unas sean superiores a otras.

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Ahora bien, ¿Qué se entiende por "relativismo moral" y que implicaciones éticas supone?

1.° Si por "relativismo moral" se entiende que las normas morales varían, de hecho, de una sociedad a otra o con el tiempo, todo el mundo esta de acuerdo en ello. Es un hecho incontrovertible.

Las variaciones afectan no sólo a las normas, sino también a los modelos y a los ideales morales, es decir, a los valores. En la Edad Media, por ejemplo, elideal de la nobleza (masculina) fue el "caballero": He aquí como lo describe unautor del siglo XIV (época en que este ideal estaba ya en decadencia):

"Tu, que quieres alcanzar la orden de caballería, debes llevar una nueva vida; debes perseverar devotamente en la oración, huir del pecado, de la soberbia y de la vileza; debes defender a la Iglesia y socorrer a la viuda y al huérfano; debes ser valiente y proteger al pueblo; debes ser leal y animoso y no llevarte nada de nadie: así ha de comportarse un caballero.El caballero debe ser humilde de corazón y empeñarse siempre en hacer acciones caballerescas; leal en la guerra, deberá estar dispuesto a emprender largos viajes; debe asistir a torneos y justas por su bella dama; debe pensar siempre en el honor, de forma que nunca se vea culpado de cosas ignominiosas, ni pueda ser acusado de cobardía; y debe estimarse el ultimo de todos los seres humanos: así ha de comportarse un caballero.Debe amar a su legitimo señor y, sobre todo, proteger sus dominios; debe mostrarse generoso y ser un juez justo; debe buscar la compañía de caballeros valientes para escuchar y aprender todas sus palabras, y entender el arrojo del valeroso, para así ser el también capaz de llevar a cabo grandes gestas, a semejanza de las que antaño realizara el rey Alejandro: así ha de comportarse un caballero)) (E. DESCHAMPS, siglo xiv. Citado por M. OSSOWSKA, Para una sociologia de lo moral. Verbo Divino, 1974, p. 238).

En la nobleza, este ideal seria substituido por el modelo del "cortesano" y, después, del gentleman. Paralelamente, en las clases medias surgiría el modelo del "burgués". Un típico representante de la moral de la burguesía fue Benjamin Franklin, quien se había propuesto progresar metódicamente en trece virtudes: templanza, silencio, orden, decisión, modestia, diligencia, sinceridad, justicia, moderación, aseo, serenidad, castidad y humildad. Un poco anterior a Franklin es Daniel Defoe (+ 1731), quien defendió en sus obras -que tuvieron un notable exito- los principios de la moral de la burguesía: El verdadero ingles, El perfecto comerciante ingles... y Robinson Crusoe, concebida esta ultima también como tratado de moral mediante el ejemplo (o el "modelo").

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El modelo moral del "buen burgues" -que se basa en las virtudes económicas del ahorro y el trabajo (Defoe escribió: "Si el vicio prevalece, ello se debe mas a la falta de dinero que a la inclinación desordenada")- fue muy criticado en el siglo XIX, adquiriendo la palabra "burgués" sentido peyorativo. En la actualidad, amplias zonas de la sociedad valoran virtudes muy distintas: la inmediatez, la originalidad, el riesgo, el cambio... Se diría que, actualmente, los modelos "morales" cambian cada pocos años.

2.° Si por "relativismo moral" se entiende que las normas morales han de ser siempre normas para "el ser humano", este relativismo es aceptado por todos los autores. Ya Aristoteles señaló que la moral es siempre una moral para el ser humano, no para dioses ni para animales, y que el "termino medio" en que consiste toda virtud es el termino medio "humano".

3.° Pero si lo que se entiende es que no es posible que existan principios éticos universales, entonces el relativismo moral parece inaceptable. La razón humana, en efecto, posee una exigencia de universalidad que alcanza también al campo de la ética.

Rechazar la tercera versión del relativismo moral no impide que se puedan aceptar las dos primeras versiones. He aquí por qué: Lo que parece variar de unas culturas a otras es la aplicación de los principios, no necesariamente los principios mismos. Por ejemplo, en algunos pueblos (por ejemplo, en el Japón Feudal) se facilitaba o provocaba la muerte de los ancianos; en nuestra cultura se hace todo lo posible por prolongar su vida; pero, seguramente, en ambos casos se hace de acuerdo con los mismos principios (el amor y el respeto a los ancianos y a la vida en general). Del mismo modo, la práctica de la monogamia o la poligamia parecen responder a un mismo principio moral: todas las personas deben tener oportunidad de elegir pareja o casarse (estando la poliginia justificada por la disminución del numero de varones por causa de las guerras).Por otro lado, si no se admite la posibilidad de llegar a principios morales universales, ¿en virtud de que se pueden condenar los genocidios y la tortura?, ¿Qué razones habría para abolir la esclavitud y las discriminaciones raciales? Es decir: ¿Qué fundamento tendríamos para proclamar una Declaración universal de los derechos del ser humano?

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I.LOS PRINCIPALES CONCEPTOS ETICOS1.20. EL RELATIVISMO MORAL

o Los valores de la modernidad2. Siglo XX: un mundo de civilizaciones  2.1 Reconfiguración del planeta  2.2 Civilizaciones no occidentales3. Actitud posmoderna. El Relativismo cultural.4. Exigencias éticas mínimas compartidas  4.1 Necesidad de una ética mínima  4.2 ¿Qué exigencias mínimas?

1. Los valores de la modernidad

Durante la Revolución Francesa se proclamaron unos ideales o valores universales. La igualdad, la libertad y la fraternidad ya no eran derechos restringidos a un sector poblacional o a una parte de la humanidad, sino derechos universales.

Esta proclamación fue uno de los frutos del prometedor movimiento, encabezado por los filósofos modernos e ilustrados, que se conoce con el nombre de modernidad. La modernidad daba fundamento a los ideales revolucionarios de igualdad, libertad y fraternidad; afirmaba la primacía del individuo, de la democracia, del progreso; enaltecía la razón humana como capaz de resolver todas los problemas y todos los obstáculos. Los hombres modernos consideraban que sus ideales eran universalmente realizables.

Pero el proyecto de la modernidad, diseñado fundamentalmente en los siglos XVII y XVIII, emprendió un equívoco camino a lo largo del siglo XIX y parte del XX. EL hombre moderno, transformado en colonizador, legitimó su expansión en cualquier parte del planeta argumentando que sus valores, valores universales, se habían de imponer como tales, que la civilización occidental, la "civilización", tenía que dominar y devenir realmente universal. Los valores, las instituciones y la cultura de Occidente se exportaron por todas partes; esta era, precisamente, una tarea a la cual el hombre blanco no podía renunciar: era su misión histórica.

El mismo Rudyard Kipling, autor del popular Libro de la selva, transmite esta concepción del típico colonial cuando defiende que el bien de la colonia radica en la aceptación de la avanzada cultura occidental. El libro enseña que en la India sólo hay dos universos aceptables: la civilización de los colonizadores y el virginal orden selvático; la milenaria civilización nativa está básicamente ignorada o menospreciada. Kipling se lamenta de la ingratitud de los indígenas que rechazan o se rebelan contra la civilización superior.

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Simultáneamente, otros hombres modernos denunciaban estos afanes de sus coetáneos. Sospechaban que detrás de los grandes ideales había intereses económicos y tendencias depredadoras. Karl Marx, hombre moderno, fue uno de los críticos de esta situación. Friedrich Nietzsche, mucho más radicalmente, sospechaba del camino que había seguido toda la cultura occidental.

  

2. Siglo XX: un mundo de civilizaciones

2.1 Reconfiguración del planeta

Tras la Primera Guerra Mundial, Europa y EE.UU. gobernaban, en forma de territorios coloniales o con control indirecto, casi la mitad del planeta: la civilización occidental se imponía. Terminada la Segunda Guerra Mundial, el mapa se transformó notablemente. En las primeras décadas se implantó la política de bloques, el bloque occidental encabezado por EE.UU. y el bloque comunista encabezado por la ]URSS. En las décadas posteriores, las de la guerra fría, el planeta incorporó un tercer bloque, el de los estados no alineados. Esta panorámica se descompuso en los lustros finales del siglo XX.

El derribo, en 1989, del muro que dividía en sectores la ciudad de Berlín fue el símbolo más representativo de la reconfiguración del planeta: el derribo daba testimonio del debilitamiento y naufragio del bloque comunista. Estos cambios han comportado un incremento del poder de la potencia que encabezaba el bloque occidental, cosa que ha llevado a hablar, por parte de algunos, de establecimiento de la civilización universal.

Pero, para otros muchos, este dominio de la civilización es sólo aparente y, en todo caso, este dominio no se da en los aspectos más profundamente vitales. La Obra que en 1997 publicó Samuel Huntington, El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, es una de las argumentaciones más decisivas en favor de la tesis del nacimiento y consolidación de un mundo pluricivilizacional.

  

2.2 Civilizaciones no occidentales: LA critica del EUROCENTRISMO (ETNOCENTRISMO EUROPEO).

En pleno siglo XX, los pueblos no occidentales anhelaban el bienestar, la tecnología y la cohesión política de las sociedades occidentales; diseñaban su crecimiento imitando los valores y las instituciones. En las dos décadas finales del siglo XX se ha invertido la situación: los pueblos no occidentales retornan a sus orígenes, ya no pueden esperar que Occidente los otorgue poder y riqueza. Se rechaza una cultura occidental que, en teoría, tiene como punto de referencia una ética universal y incondicional, mientras que, en la práctica, se comporta siguiendo una ética ajustada a los propios intereses. Es un rechazo de la occidentoxicación y una

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declaración de independencia cultural respeto de Occidente que van asociados a un resurgimiento religioso: en las propias y antiguas religiones muchos pueblos han encontrado su más profunda identidad.

No sólo el resurgimiento islámico es un testimonio de la emergencia de un mundo pluricivilitzacional, sino también la afirmación asiática. Tanto en China, sede de la milenaria civilización confuciana, como en Japón o en mismo mundo hindú se dan procesos de indigenización, es decir, de retorno a las más propias raíces culturales.

Para los musulmanes de todos los países, el islam no es sólo una religión, es un modo de vivir, una concepción de la vida que da sentido, estabilidad y esperanzas, que ata con pluralidad de lazos los miembros de la comunidad. En los valores del islam se ve el camino para la solución de los propios problemas, no en las importaciones occidentales. Recordemos que en unos siglos en los cuales las sociedades occidentales desconocían el valor de la tolerancia, el islam daba un elevado testimonio de ella.

El resurgir islámico actual se presenta como un rechazo de la corrupción y falta de valores de Occidente, aspira a una religión pura, auténtica y exigente, predica el trabajo, el orden y el dominio de un mismo. Es una reforma, un despertar que quiere ser global, una "reislamización" de toda la sociedad.

Las civilizaciones asiáticas, con más poder y capacidad económica que el mundo islámico, han experimentado un ritmo creciente de modernización asociado a un ritmo decreciente de occidentalización. El crecimiento y éxito económico asiático ha estimulado la confianza y seguridad en la cultura autóctona, una cultura que tiene como valores el orden, la disciplina, el trabajo, el predominio de la colectividad, la moderación, la frugalidad, el ahorro.

Para los asiáticos, su prosperidad económica es prueba de su superioridad moral y, consecuentemente, sus valores, bien pueden devenir valores universales, no los valores decadentes de Occidente como por ejemplo el individualismo, el consumo desmesurado o la falta de autoridad.

El islam y China encarnan grandes tradiciones culturales y, a sus propios ojos, son infinitamente superiores a la de Occidente. En nombre de estas tradiciones no sólo menosprecian las instituciones democráticas sino que tildan de occidentales los mismos derechos humanos. En sus tradiciones la igualdad o la libertad no son un valor.

  

3. Actitud posmoderna

El reconocimiento de que nuestro planeta es un mundo pluricivilizacional, los estudios de

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diferentes antropólogos sobre los valores propios de otros culturas, los abusos de los occidentales en el dominio de otros pueblos, el hundimiento del optimismo respeto al progreso humano, etc. han llevado a cuestionarse los ideales de la modernidad, especialmente, la confianza en las posibilidades de la razón como herramienta capaz de resolver los conflictos entre los humanos y de establecer aquello que es éticamente válido para todos. Así, en las últimas décadas del siglo XX, ha surgido una nueva sensibilidad o una nueva actitud, la posmoderna, que tiene como característica clave asumir el debilitamiento de la razón frente a los grandes cuestiones: la razón no puede fundamentar unos valores universales.

El francés Jean-François Lyotard es uno de los primeros en argumentar que los ideales de la modernidad, en un mundo más y más plural, no pueden llegar a ser universales; una valoración ética de ninguna manera se puede imponer por encima de otra. El italiano Gianni Vattimo resume la actitud posmoderna defendiendo, en dirección opuesta a la de los pensadores modernos, que el ideal occidental de humanidad se ha mostrado como uno ideal más entre otros, no necesariamente peores, y que se no puede pretender establecer la verdadera esencia del hombre. Desde una cultura determinada, por ejemplo para la Occidental, no hay manera racional de fundamentar unos valores o unos ideales más que no paso otros.

Los pensadores posmodernos, en contra de los modernos, no dan ninguna posibilidad a los intentos de establecer unas mínimas exigencias éticas universales.

Esta sensibilidad posmoderna recoge la posición de muchos antropólogos según la cual las maneras de vivir y los ideales o valores más diversos de la humanidad tienen igual validez. Un relativismo cultural que tiende en remarcar las innegables diferencias debilitando la fuerza de lo mucho que hay en común.

EL RELATIVISMO CULTURAL Y ETNOCENTRISMO.

El relativismo cultural sostiene que todas las culturas son iguales, que valen lo mismo. Cada sociedad, cada cultura es absoluta y no se puede comparar con ninguna otra, porque cada una de ellas tiene sus valores propios, mientras que el pluralismo lo que defiende es que hay una pluralidad de culturas pero que unas son mejores que otras y que dentro de cada cultura puede haber diferencias internas.

La defensa indiscriminada de la diversidad cultural es presentada a menudo como una forma de combatir el imperialismo, promover la tolerancia y propiciar el igualitarismo entre las culturas.

Pero el culto a la diferencia es conservador, de derechas y fomenta la discordia entre los pueblos. Porque aunque aparentemente coloca a todas las culturas en el mismo plano, los valores de cada cultura terminan siendo absolutos y sin posibilidad de ser discutidos desde la racionalidad.

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Están fuera de toda critica.

Por tanto, aunque el relativismo cultural sea una manera científicamente aceptable de referirse a las diferencias culturales, no constituye la única actitud científicamente admisible.

El relativismo pone en cuestión los derechos del hombre y eso nos llevaría a pensar que tradiciones como la ablación del clítoris, el canibalismo, la lapidación o la pobreza son rasgos culturales dignos de ser conservados como logros valiosos.Los nativos de estas culturas pueden considerar que estas practicas son una parte irrenunciable de su identidad cultural y los intentos de combatir estas tradiciones, como actos de imperalismo cultural destinados a destruir su identidad.

Estas practicas y muchas otras atentan contra los derechos más elementales de las personas.

Existen unos derechos éticos universales por encima de las construcciones culturales. Por tanto, todas las culturas que mantienen estas prácticas no son dignas de respeto porque no contienen valores defendibles. El respeto por la integridad humana impide respetar cualquier pauta intercultural.

Es verdad que estos principios chocan con normas morales vigentes en muchas culturas, incluidas la nuestra, pero podríamos considerar que mientras que las normas éticas son consustanciales a todas las personas, las normas morales son solo inherentes a cada cultura.

También la ciencia podría englobarse dentro de este planteamiento, pues el conocimiento también debe adquirir categoría de validez universal. Aunque las bases de la ciencia hayan partido de una cultura concreta, una vez constituida es universal y por tanto no forma parte de una cultura. Y debe ser común a todos los pueblos.

Aquí se plantea un dilema. ¿Deben ser todas las culturas respetadas y dejadas de la mano de la modernidad? ¿Juega siempre la civilización occidental como cultura hegemónica, un papel globalizador perjudicial para las culturas mas 'atrasadas'? ¿Cómo y quién ha de marcar las pautas de validez para los valores culturales? ¿Quién esta legitimado y desde dónde?

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4. Exigencias éticas mínimas compartidas

4.0. Pero ¿existen normas universales de conducta?:

Esta es una cuestión de muy difícil respuesta. Si nos referimos a los VALORES (y no a las NORMAS) sí parecen existir algunos VALORES comunes a todas las culturas (aunque varíe mucho la escala de jerarquía y la manera de llevarlos a la práctica). Si nos referimos a las normas, la diversidad y contradicción resultan abrumadoras. Sin embargo, al menos en las sociedades HISTORICAS (CON ALGUNA FORMA DE ESTADO) sí parecen existir dos normas de tipo casi universal:

a) El tabú del INCESTO (es decir, la prohibición de mantener relaciones sexuales con los familiares más cercanos)

b) El dl PARRICIDIO/FRATRICIDIO: es decir la prohibición de agredir o matar a los familiares más cercanos.

Sin embargo es evidente que esas dos normas son insuficientes para organizar una sociedad tan compleja como la nuestra. ¿

4.1 Necesidad de una ética mínima

En diferentes momentos históricos se ha argumentado en favor y en contra de la necesidad y de la posibilidad de exigencias éticas válidas para todo el mundo. Hoy, la reflexión sobre la necesidad de una ética mínima compartida o universal es consecuencia de la doble tendencia dominante en nuestro mundo pluricultural, la centrípeta hacia la afirmación de aquello que es más propio y la centrífuga hacia el aumento de relaciones multiculturales, es decir, la tendencia a la indigenización o al retorno a aquello que se considera cultura autóctona y la tendencia a la globalización de las comunicaciones.

La búsqueda de aquello que es común a las diferentes sociedades va a hacer más amigables las inevitables relaciones y los intercambios. Sin un consensoético, sin un mínimo de valores y actitudes básicas compartidas, será difícil que funcione el orden económico y jurídico que todos los Estados pretenden establecer.

Pero, ¿es posible una ética mínima? En todas las culturas y en todas las civilizaciones se dan normas éticas y valores asumidos por los sus correspondientes miembros. Ciertamente, los contenidos de estas pautas varían, pero si nos fijamos ya no en la norma moral concreta sino en el principio ético que la inspira, entonces disminuyen las diferencias. Todas las sociedades tienen unas necesidades básicas compartidas y un sistema de valores que satisface estas necesidades.

«-Cada minuto se gasta 1,8 millones de dólares en armamento.

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-Cada hora mueren 1.500 niños de hambre o de enfermedades causadas por el hambre.-Cada día se extingue una especie animal o vegetal.-Cada semana de los años 80, exceptuando el tiempo de la II Guerra Mundial, han sido detenidos, torturados, asesinados, obligados a exiliarse, o bien oprimidos por regímenes represivos, más hombres que en cualquier otro época de la historia.-Cada mes el sistema económico mundial añade 75.000 millones de dólares a la deuda del billón y medio de dólares que ya está pesando, intolerablemente, sobre los pueblos del Tercer Mundo.-Cada año se destruye por siempre una superficie de bosque tropical, equivalente a tres cuartas partos del territorio de Corea.¿No son suficientes estas cifras para ahorrarnos una fundamentación sobre la necesidad de un talante ético global para subsistir?»Hans KÜNG Proyecto de una ética mundial

Desde una perspectiva filosófica podemos argumentar que la razón humana es una capacidad que los humanos tenemos en común y que hace posible, utilizando argumentos, ir más allá del punto de vista particular. Esta razón compartida nos permite hablar de una humanidad compartida: entre los humanos no pueden haber diferencias tan grandes que hagan imposible unas exigencias mínimas compartidas.

Una ética mínima compartida puede ser asumida, pese a las discrepancias dogmáticas, por todas aquellas religiones que se hallan en las raíces de las civilizaciones de nuestro mundo. El Parlamento de las Religiones del Mundo aprobó en Chicago, el 4 de septiembre de 1993, una Declaración hacia una ética mundial que da testimonio de esta posibilidad.

4.2 ¿Qué exigencias mínimas?

Kant, uno de los más eminentes filósofos de la modernidad y, como tal, convencido de las capacidades de la razón humana, formuló de este modo lo más supremo imperativo ético: "Actúa sólo según aquella máxima por la que puedas al mismo tiempo querer que se convierta en ley universal". Una valiosa propuesta para ir más allá del propio punto de vista y acercarse a una visión más universal. Es un imperativo ético formulado en Occidente pero también vivo en las raíces de otros civilizaciones; el chino Confucio, en el siglo VI antes de Cristo, ya decía: "lo que no desees para ti, no lo hagas a los otros hombres". Esta pauta común es conocida como la regla de oro de la ética. ¿No podría constituir esta regla de oro, este principio de universalidad que no exige sino intentar ponerse en el puesto del otro, la primera exigencia ética mínima?

Unida a la regla de oro, una segunda exigencia: considerar al otro, a todo ser humano, un sujeto con dignidad y derechos. Un ser que tiene un valor en sí mismo; que es fin, no un medio o un instrumento a utilizar

Una tercera exigencia: poner en el consenso, no en la lucha, la vía para resolver los problemas y conflictos humanos. Una pauta ética que, de cumplirse, evitaría muchos padecimientos humanos.

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5. EL PROBLEMA DE LA LIBERTAD. INTRODUCCION La libertad: Conceptos. Libertad y determinismo. Dimensiones. Libertad e imputabilidad moral

1º) CONCEPTOS: la libertad es necesaria para la moralidad y la razón. Sin libertad no tiene sentido hablar de exigencias éticas. Sin embargo, aunque existan factores condicionantes de nuestro obrar, esos condicionantes no plantean problemas a la ética.

Existen dos formas diferentes de libertad:

*En sentido negativo: dentro de las libertades en este sentido está la Libertad Natural, que suele entenderse como la posibilidad de sustraerse, al menos parcialmente, a un orden cósmico que puede enfocarse desde dos perspectivas:

-como el modo de operar del destino: libertad vs destino. Para los griegos no ser elegido por el destino era una muestra de indignidad; consideraban que ser libre era reducir al hombre a una insignificancia, ya que los grandes hombres eran los elegidos por el destino. Entendían la libertad como la realización de un sentido superior.-como el orden de la naturaleza: Kant decía que en el mundo de la naturaleza no hay libertad, y el hombre se halla condicionado por leyes psico-físicas. En el mundo de la razón si existe la libertad, por lo que el hombre con razón es libre.

La Libertad social y política se concibe como la autonomía de un Estado o comunidad frente a otros. Se refiere también a los individuos y a la independencia que éstos tienen frente a los otros. En el mundo clásico, sólo era libre aquel que no era esclavo y que se pertenecía exclusivamente a sí mismo.La Libertad interior alude al que no tiene condicionamientos externos y no está completamente a merced de sus deseos o impulsos. Este tipo de libertad lo introdujeron los estoicos, que consideraban que si bien una persona externamente no es libre, si puede serlo en el sentido interior.

*En sentido positivo: es cuando uno se da el contenido de esa acción. Contempla a la Libertad como ejercicio de autodeterminación; ésta consiste no sólo en no estar determinado por otros, sino en determinarse desde lo más íntimo de nuestro ser. La libertad es una autorrealización, y debemos poder ser libres para realizarnos.

ORTEGA Y GASSET, SARTRE y otrosautores afirman que el hombre está condenado a ser libre, lo que implica que el hombre es causa de sí mismo en el sentido más radical: no sólo se elige a sí mismo, sino que elige también qué tipo de persona quiere ser. La libertad debe ser ejercida responsablemente, y no ser entendida como la total ausencia de normas. E.FROMM llega a la conclusión de que al hombre le termina pesando la responsabilidad en el ejercicio de su libertad, y que finalmente le resulta más cómodo que le digan qué es lo que tiene que hacer.

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2º) LIBERTAD Y DETERMINISMO: el determinismo es una doctrina según la cual todos y cada uno de los acontecimientos del universo están sometidos a leyes naturales de tipo causal (en teología podría entenderse como la predeterminación o predestinación que hace que no importe lo que hagamos porque tenemos un destino –fatum, moira- escrito por la providencia sobrenatural sea esta divina o no).

Los deterministas se basan en los grandes avances científicos logrados en el campo de las leyes naturales; creen que se puede predecir la conducta humana al igual que hacemos con las leyes naturales. Si conocemos cómo es una persona, podremos predecir cómo actuará en el futuro; y conociendo el ahora podemos deducir su pasado. En el polo opuesto se hallan los “indeterministas”, que piensan que no se puede deducir del carácter de una persona cómo va a comportarse en otra acción.

También existe un determinismo biológico, psicológico, social, cultural y político. Por ser seres racionales nos auto-determinamos libremente, y la ética considerará nocivo el determinismo porque impide a la persona ser y actuar de otra forma, anulando su libertad, y también la ética.

Debemos hallar una postura intermedia, como la propuesta por EWING: debemos admitir que todas nuestras acciones y estados mentales son el resultado de la suma de nuestro carácter y nuestro ambiente, pero el carácter no está completamente determinado por lo que sucedió anteriormente. Los condicionamientos que posee el hombre no son absolutos, y si son negativos deberemos intentar transformarlos, mientras que si son positivos habría que potenciarlos y asumirlos de modo que también nos realicemos como seres morales.

3º) DIMENSIONES DE LA LIBERTAD: consideramos que existen dos dimensiones en la libertad; una de ellas es la “autodeterminación” que expresa la esencia del acto libre (la persona decide sobre sí misma), y como tal modifica la personalidad moral del sujeto. La otra es la dimensión de “intencionalidad” que es la dirección de la voluntad hacia su objeto, siendo la voluntad la facultad de la que nos servimos para alcanzar nuestros objetivos.

Tanto la autodeterminación como la intencionalidad están marcadas por la propia persona, y será la autodeterminación la dimensión fundamental de la libertad por cuanto que incide sobre la intencionalidad.Considerando la unidad de ambas dimensiones, la persona decide sobre sí misma al orientarse en función de los objetivos. Se orientará en función de la bondad que ve en el objeto, por tanto termina identificándose con esos valores, y se hace lo que se ama.

4º) LIBERTAD E IMPUTABILIDAD MORAL: Imputar es atribuir una acción a alguién como su autor. Si la acción puede ser atribuida como mérito o culpa moral, entones tenemos la imputabilidad moral (que sólo puede sernos exigida en nuestros actos libres). Existen condicionantes que pueden afectar a la libertad de acción y a la imputabilidad, y que actúan sobre el conocimiento y la voluntad.

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Al conocimiento formal del fin se le aplica la “advertencia”, que es un acto mental por e el que nos damos cuenta de lo que hemos hecho, o estamos haciendo, y de la moralidad de dicha acción. La advertencia puede ser plena , semi-plena o nula. La “ignorancia” se produce cuando tanto el conocimiento de la acción como su valoración moral son erróneas, y la persona considera como buena una acción que en realidad es mala. La ignorancia puede afectar al hecho, o bien a la norma.

Existen dos tipos de ignorancia:

-ignorancia invencible (inculpable): domina la conciencia de tal modo que no hay lugar para reconocer el error y superarlo. Suprime la libertad y la imputabilidad en la misma medida en la que se extiende esa ignorancia.

-ignorancia vencible (culpable): aquella que ateniéndose a las circunstancias del sujeto se puede advertir y superar. No suprime la libertad ni la imputabilidad, aunque puede atenuarlas.

Nota: Debemos determinar hasta qué punto una persona sana mentalmente puede ignorar que algo es una falta grave.

En cuanto a la voluntad, se suele restar imputabilidad moral a las acciones realizadas bajo el influjo de las pasiones y los deseos. Debemos valorar en qué medida dicha influencia ha sido deliberadamente aceptada por el sujeto, y cuándo ha sido fruto de una deficiente educación afectiva. También las acciones imperadas fruto de la coacción externa poseen una menor imputabilidad moral, puesto que no son producto de la libertad del sujeto.

   

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