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Capítulo 5 77 PONENCIAS DEL CONGRESO INFRAESTRUCTURA VERDE Y NUESTROS PARQUES AGOSTO DE 2003

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    DE 2003

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    PUERTO RICO Y SU INFRAESTRUCTURA VERDE

    LA INFRAESTRUCTURA VERDE Y LOS PARQUES DE PUERTO RICO

    Ramn L. Nieves*

    La Conferencia que se inicia hoy pretende servir de medio para la discusin, por primera vez en Puerto Rico, de la importancia de la proteccin de las reas verdes y de nuestros parques en un contexto amplio de temas econmicos, sociales y ambientales.

    En Puerto Rico al hablar de infraestructura la discusin gira, tradicionalmente, en torno a las reas de infraestructura gris, como la transportacin, los servicios bsicos y la vivienda. Los parques y dems reas usualmente asociadas a la infraestructura verde no son considerados en los planes de desarrollo o, en el mejor de los casos, se aaden simplemente como una gestin de inters secundario. Esto responde a una visin econmica del desarrollo que enfatiza la creacin de riqueza y que est basada en la premisa de que, a mayor desarrollo econmico, mayor es la calidad de vida de los ciudadanos. Sucede, sin embargo, que dicha premisa ha sido cuestionada por distintos sectores profesionales e individuos, incluyendo a Amartya Sen, premio Nobel de Economa de 1998. Segn esta nueva corriente de pensamiento, impulsar el desarrollo econmico, sin tomar en consideracin su impacto en el ambiente, puede ocasionar un deterioro en la calidad de vida de un pas.

    En Puerto Rico, el inters de la ciudadana por la preservacin y el uso sustentable de los recursos es muy reciente. Como resultado de este nuevo inters, se ha iniciado la discusin sobre la necesidad de incluir las reas verdes y los parques en el anlisis y planificacin de la infraestructura para el desarrollo balanceado del pas. A nivel internacional y de los Estados Unidos existen mltiples modelos de desarrollo econmico en los cuales la proteccin de reas verdes y parques es parte integral de sus estrategias econmicas. En Singapur, por ejemplo, se adopt recientemente The Singapur Green Plan: 2012. Entre las reas cubiertas por este plan se encuentran la disposicin de desperdicios slidos, la calidad del aire y del agua y, en forma destacada, la infraestructura verde y los parques. Lo mismo ocurre en los Estados Unidos donde el movimiento a favor del desarrollo inteligente o Smart Growth, tambin reconoce la importancia de las reas verdes y de los parques en la planificacin del desarrollo econmico y en los esfuerzos por mejorar la calidad de vida de las comunidades.

    Para nosotros, este Congreso tiene gran importancia porque en l se discutirn diversos temas que permitirn obtener una visin integrada de la funcin de nuestros parques y las reas verdes en nuestra sociedad. Adems, la discusin de estos temas nos permitir articular recomendaciones de poltica pblica a largo plazo que trasciendan la visin estrecha de los cuatrienios.

    ALCANCE Y UTILIZACIN DE LA INFRAESTRUCTURA VERDE DE PUERTO RICO

    La infraestructura de parques de nuestra Isla es considerable. Hace alrededor de una dcada (1993), y como parte del State Comprehensive Outdoor Recreation Plan (SCORP 1994-1998), se determin que en la Isla existan unas 9,923 instalaciones recreativas de diversos tipos a nivel comunal, municipal y nacional.

    Cuando se compara la cifra obtenida en 1993 con la cifra parcial de instalaciones similares o idnticas, inventariadas en el SCORP 2003, se observa que hubo un aumento de 165% en el nmero de dichas instalaciones. Aunque el aumento informado de 1993 al 2003 se limita solamente a 25 tipos de instalaciones inventariadas en ambos estudios, el mismo ofrece una idea del crecimiento significativo de la infraestructura de reas verdes y parques en apenas 10 aos.

    A lo anterior se suman 21 Parques Nacionales bajo la Compaa de Parques Nacionales de Puerto Rico (CPNPR), 19 Bosques y Reservas Forestales, bajo la jurisdiccin del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), un Parque Histrico Federal bajo el National Park Service (NPS) y el Bosque Tropical de El Yunque, bajo el USDA Forest Service (USDAFS).

    Por otro lado, el patrn de utilizacin de esa infraestructura verde es igualmente considerable. Por ejemplo, en el ao fiscal 2002-2003, la CPNPR recibi 4,115,383 millones de visitas a sus parques, a las cuales se aaden 1,278,409 al San Juan National Historic Site y 700,000 a El Yunque, para un total de 6,093,792 visitas anuales. Estas cifras parciales no incluyen los visitantes a los bosques, reservas y playas bajo la jurisdiccin del DRNA ni a los parques municipales, que aumentan sustancialmente las cifras informadas. Es obvio entonces, que el uso de nuestros parques e infraestructura verde es intenso y aumentar sustancialmente en el futuro.

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    Estrechamente relacionado con lo anterior, es importante mencionar algunos datos que reflejan la opinin que tiene nuestra ciudadana sobre estas instalacines. El estudio que se llev a cabo para la preparacin del SCORP 2003, encontr que el 84% de los encuestados opinaba que participar en actividades de recreacin al aire libre era muy importante para ellos. Esta cifra representa un aumento de un 7% sobre la misma encuesta de 1993. En trminos de satisfaccin, en el 2003 un 35.5% expres su completa satisfaccin en comparacin con un 17.9% en 1993. Por otra parte, solamente un 3.9% inform que no disfrutaba la recreacin al aire libre, comparado al 22% en el 1993.

    Al preguntar a los encuestados, el tipo de instalacin de infraestructura verde que preferan tener en su municipio, los resultados obtenidos, en orden de prioridad, fueron los presentados en la Tabla 1.

    Al preguntarles qu era lo ms que disfrutaban de la recreacin al aire libre, se obtuvieron los siguientes resultados: el 75.8% inform que disfrutaba compartir con su familia y amigos, el 56.9% el contacto con la naturaleza, el 53.5% la serenidad, tranquilidad y el silencio, el 47.2% la belleza del medio ambiente, el 40.5% mejorar su salud fsica y el 37.9% mejorar su salud emocional. Es evidente que estamos ante un cambio significativo en los valores que los puertorriqueos relacionan con las reas verdes y los parques (vase Tabla 2).

    Por otra parte, en todos los sectores de nuestra sociedad se aprecia un incremento en el nivel de participacin de la comunidad en la toma de decisiones en cuanto a sus parques y reas verdes. El liderato gubernamental, presente y futuro tiene, necesariamente, que tomar en cuenta la opinin de la ciudadana con relacin a estos espacios. Estos cambios recientes no surgen por accidente, sino por decisin de las autoridades y por un deseo de participacin de la propia ciudadana. La sociedad puertorriquea de principios del siglo XXI, posee actitudes y valores favorables a la conservacin y al desarrollo de reas verdes y de parques. El reto que todos los participantes de este Congreso tenemos es articular recomendaciones y alternativas de poltica pblica para lograr lo mencionado.

    Existen diversos temas que se pueden discutir en relacin a la infraestructura verde y nuestros parques. Entre stos, la urbanizacin y el desparrame urbano, el envejecimiento de la poblacin, los valores de la ciudadana en relacin al ambiente y la privatizacin de las playas y de la zona costera.

    Debo mencionar, adems, que existen algunos factores que afectan el mantenimiento y operacin de nuestros parques comunales, municipales y nacionales. En el SCORP 2003 se encuest a 41 lderes del sector pblico y privado responsables de operar el sistema de parques de la Isla, acerca de sus problemas y necesidades. Estos identificaron los siguientes, como los problemas ms crticos:

    TIPO DE INSTALACIN % DE RESPUESTAS

    Parques con rboles y vegetacin 44.6

    Veredas para caminar y trotar 37.7

    Centro vacacional 37.3

    Jardn botnico 34.1

    reas de acampar 33.4

    Zoolgico 33.3

    Piscina 32.5

    Parque de diversiones 31.5

    reas para pasadas 28.4

    Centros de interpretacin ambiental 27.0

    Centro urbano tradicional 25.5

    Playa pblica 8.1

    Rampa de botes 7. 5

    Marina 7. 3

    Ninguna 10.1

    Lago 0.1

    Tabla 1

    COSAS QUE DISFRUTAN % DE RESPUESTAS

    Compartir con familiares y amigos 75.8

    Contacto con la naturaleza 56.9

    Serenidad, tranquilidad, quietud 53.5

    La belleza del medio ambiente 47.2

    Mejorar la salud fsica 40.5

    Mejorar la salud emocional 37.9

    Alejarse de la ciudad 36.5

    Probar las destrezas y aptitudes 23.2

    Estar solo 12.2

    No disfruta este tipo de recreacin 3.9

    Tabla 2

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    1. Limitacin en los fondos para la adquisicin de terrenos y mejoras capitales a parques y reas verdes

    En el estudio antes mencionado, el 73.2 % de los lderes identific ste como el primer problema crtico. La adquisicin en Puerto Rico de reas verdes y la construccin de parques, especialmente en reas urbanas, es extremadamente costosa. Entendemos que las iniciativas para la adquisicin y desarrollo de parques y la conservacin de reas verdes deben partir de iniciativas regionales vinculadas a una planificacin a largo plazo. Iniciativas recientes como la del Corredor Ecolgico de San Juan y la creacin del Parque Nacional del Ro Tanam por la CPNPR, son proyectos que necesitarn apoyo a largo plazo y compromisos presupuestarios multianuales que son la excepcin y no la norma. En este reto las experiencias internacionales de los pases latinoamericanos invitados, unidas a las experiencias ms conocidas de los Estados Unidos, tendrn mucha importancia en nuestro aprendizaje.

    2. Falta de personal profesional en los servicios de parques y el desarrollo de la infraestructura verde

    Este es el segundo problema crtico identificado por el 56.1 % de los lderes encuestados por la CPNPR en el SCORP de 2003. En un sistema de parques, donde los factores sociales, polticos, econmicos y cientficos que inciden en la operacin de un sistema de parques o reas verdes son complejos, la calidad del personal es clave. En el pasado -por diversas razones entre las cuales estaban la falta de programas acadmicos especializados, el padrinazgo poltico y la falta de visin-, el personal que operaba los parques, desde los ejecutivos hasta el nivel operacional, muchas veces careca de la preparacin adecuada para las funciones que deba realizar. Esto, afortunadamente, ha cambiado. A manera de ejemplo, la CPNPR -a partir de 2001- ha logrado que el 70% de sus superintendentes de parques, tenga preparacin acadmica especializada y ha desarrollado un agresivo programa de educacin continua en la Compaa. Todava queda mucho por hacer, pero iniciativas como las desarrolladas por la Escuela de Asuntos Ambientales de la Universidad Metropolitana y el Recinto de Ro Piedras de la Universidad de Puerto Rico, con su Programa de Ciencias Ambientales, el Bachillerato en Recreacin y su Programa de Educacin Continua en Reglamentos y Permisos Ambientales, son clave para atender este problema.

    Ciertamente la sociedad puertorriquea tiene, en los inicios del siglo XXI, un gran reto: elevar la infraestructura verde de la Isla al lugar que le corresponde, reconociendo que para poder subsistir como una sociedad viable debemos atender en forma prioritaria nuestro ambiente natural y nuestros recursos.

    * Ramn L. Nieves -ex Director Ejecutivo de la Compaa de Parques Nacionales de Puerto Rico- es profesor del Programa de Recreacin de la Facultad de Educacin de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ro Piedras.

    EL VALOR ECONMICO DE LA INFRAESTRUCTURA VERDEJos J. Villamil*

    La economa ambiental es un campo relativamente nuevo dentro de la disciplina de la Economa. Su desarrollo ha estado marcado por un inters particular en temas como la necesidad de elaborar nuevos sistemas de contabilidad social, que incorporen, entre otras cosas, el consumo de los recursos naturales y los costos de la contaminacin. Por supuesto, esto ha requerido que se consideren nuevas opciones para medir el progreso econmico; la redefinicin de capital, y el desarrollo de medidas para proveer estimados del valor de los recursos naturales y del medio ambiente. Pero, calcular el valor econmico de la infraestructura verde no es fcil ya que existen problemas de carcter tanto conceptual como emprico que dificultan la medicin del valor del medio natural, en general, y de la infraestructura verde, en particular. Entre stas, pueden mencionarse las siguientes: La irreversibilidad del consumo de recursos naturales no renovables hace difcil calcular

    el costo de oportunidad de una decisin.

    Los sistemas de medicin utilizados por los economistas tpicamente privilegian el clculo del ingreso que genera una actividad porque sta es una variable fcil de medir. Sin embargo, calcular la prdida de riqueza, como consecuencia de una decisin, es mucho ms difcil.

    La capacidad de mitigacin de determinadas acciones tambin es un factor que introduce un elemento de incertidumbre en el proceso, ya que las medidas de mitigacin no son exactamente comparables con el recurso afectado.

    Hay, adems, una dimensin de justicia social que debe ser incorporada en los estimados ya que los impactos positivos (e.g., ganancias) y los negativos (e.g., contaminacin) de una decisin raramente recaen sobre el mismo grupo. De ah que se haya desarrollado el concepto de justicia ambiental.

    El mercado no es una gua adecuada u oportuna para estimar el valor de los recursos naturales o ambientales por varias razones, una de las cuales es la existencia de externalidades y el sesgo del mercado hacia el corto plazo. El mercado no es efectivo en situaciones en que el impacto no es tangible u ocurre a muy largo plazo.

    Tpicamente se utiliza la tasa de descuento para calcular el valor presente del flujo de beneficios y costos de una decisin. Sin embargo, existe un sesgo en dicho enfoque hacia los impactos a ms corto plazo. En situaciones en que los impactos ambientales se sentirn a muy largo plazo, la utilizacin de este enfoque inevitablemente privilegia los impactos (e.g., la creacin de empleos) a corto plazo sobre los costos a largo plazo.

    EL VALOR ECONMICO Y SOCIAL DE NUESTROS PARQUES Y REAS PROTEGIDAS

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    Aun con las dificultades mencionadas, a travs de los aos se han desarrollado distintos mtodos para estimar el valor de los recursos naturales y ambientales. Entre ellos pueden mencionarse los siguientes: El mtodo contingente de valoracin fue desarrollado en los aos sesenta como una

    metodologa para poder valorar bienes que no se intercambian en el mercado. El mtodo consiste en consultas que se hacen a potenciales consumidores en las que stos expresan su disponibilidad para pagar (willingness to pay) o para ser compensados (willingness to accept compensation). El mtodo ha sido aceptado ampliamente y entidades como Resources for the Future lo utilizan frecuentemente. Armando Gonzlez, un planificador del USDA Forest Service, aplic el mtodo para calcular el valor que tiene para los puertorriqueos mantener el nivel actual del Ro Mameyes, ante la posibilidad de que ste se redujera para satisfacer las necesidades de desarrollos en el Noreste. En su trabajo encuest a usuarios del Ro para propsitos recreativos y a la comunidad en general. A travs de sus hallazgos lleg a una cifra del valor que la comunidad le atribuye a mantener la integridad de ese recurso. El mtodo tambin ha sido criticado, pues depende de valores estimados por personas que no necesariamente son expertas en el tema. Sin embargo, el enfoque no es distinto conceptualmente al que surge de la funcin de bienestar social utilizado en economa.

    El mtodo de costo de viaje es un mtodo de valoracin menos comn y se utiliza mayormente cuando se trata de calcular el valor de un espacio que se utiliza para propsitos recreativos como, por ejemplo, un lugar de pesca, de caza o de navegacin. El criterio que define el valor de dicho espacio es la inversin que las personas estn dispuestas a hacer para utilizarlo. Se usa el gasto como un sustituto (i.e., proxy) del valor del recurso de forma que, en cierto sentido, es una manera indirecta de valoracin. El problema con este enfoque de valoracin es que no permite -contrario al mtodo de contingencia- estimar un valor independiente del uso. As, por ejemplo, un recurso que no se utiliza tendra un valor de cero. Por esa razn es que se utiliza para valorar instalaciones en uso.

    El mtodo hednico es el tercer enfoque frecuentemente utilizado para calcular el valor de los recursos de la infraestructura verde y el ambiente. Lo que pretende este enfoque es relacionar el valor de un bien mercadeado (e.g., una residencia) con las condiciones ambientales o del entorno. As, el valor de las unidades residenciales cercanas a un vertedero y expuestas a la contaminacin del aire, podra ser menor que otras residencias -con las mismas caractersticas- ubicadas a una mayor distancia del vertedero. En estas circunstancias se calcula entonces el valor de mantener el ambiente descontaminado en funcin de la diferencia en precios de las residencias.

    Estudios Tcnicos, Inc. estim en cerca de $1,700 millones el costo recurrente del desparrame urbano en el rea Metropolitana de San Juan (UMET & Estudios Tcnicos, 2001).

    Lo que sugiere este clculo es que ese sera el valor aproximado de mantener la ciudad ms compacta. La reduccin del desparrame se reflejara en un menor uso de automviles, menos tiempo en los tapones, menos accidentes, menos costos de infraestructura, menor tendido elctrico, y una mayor conservacin de los terrenos agrcolas y los lugares de valor paisajista. En el estudio, no se contabilizaron los costos de remediacin necesarios por erosin, contaminacin del agua, costos sociales, sedimentacin, impacto en sistemas naturales que seguramente aumentaran el costo significativamente.

    Los principios sobre los cuales se deben estructurar los sistemas de medicin y de contabilidad social deben incluir los siguientes: La justicia generacional est sustentada en el hecho de que las decisiones tienen

    impactos intergeneracionales que prcticamente no se toman en consideracin. As, por ejemplo, la decisin de destinar un terreno a un uso comercial no toma en cuenta, necesariamente, que tal decisin tendr un impacto en la disposicin de espacios verdes para las futuras generaciones.

    El beneficio evitado y el costo evitado son dos conceptos que tambin deben formar parte del marco decisional, pero rara vez son utilizados durante los procesos de planificacin y toma de decisiones en el mercado. Por ejemplo, proteger las cuencas hidrogrficas representa un importante costo evitado por lo que respecta a la erosin de los terrenos y la proteccin de los acuferos. El costo evitado, sin embargo, se sentira en el futuro por lo cual el mercado lo descuenta. No obstante, es un costo que recaer sobre futuras generaciones y que afectar directamente el bienestar de esas generaciones.

    Las nuevas condiciones para la competitividad incluyen la calidad de vida, las amenidades culturales y la buena calidad del medio ambiente. La razn para incorporar estos elementos en el anlisis es que la produccin econmica en la nueva economa de los conocimientos, al ser desmaterializada se hace tambin deslocalizada . Es decir, puede ocurrir en cualquier lugar y, de hecho, se da en aquellos lugares donde se encuentran las condiciones mencionadas.

    En este contexto, la valoracin de recursos de infraestructura verde y el ambiente debe tener una alta prioridad, no tan slo por tratarse de bienes pblicos con un valor intrnseco, sino porque, crecientemente, las decisiones con respecto a la ubicacin de actividades econmicas basadas en el conocimiento requieren que el clculo de fortalezas de un lugar incorpore tambin a los recursos y el ambiente.

    Lo que es evidente es que actualmente las decisiones de poltica pblica se toman en funcin de sistemas de contabilidad y medicin que, por su propia naturaleza, subestiman el impacto negativo sobre los recursos y el medio ambiente. De ah la urgencia de desarrollar una poltica pblica sobre infraestructura verde que incorpore el desarrollo de sistemas de medicin.

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    LA CIUDAD COMO PARQUE URBANONelson Melndez Brau*

    Introduccin

    La gran mayora de nosotros sabe, en mayor o menor grado, lo que es vivir en un gran centro urbano moderno. Nuestras opiniones sobre la calidad de vida en esos centros pueden ser tan diversas y tan vlidas como las de cualquier crtico o estudioso del urbanismo. Podemos afirmar adems, sin temor a equivocarnos, que nuestra valoracin de la calidad de vida en los centros urbanos est estrechamente vinculada a nuestra percepcin del ambiente fsico que los conforma.

    En esta presentacin discutir los principales rasgos de estos centros urbanos, que son los que, a fin de cuentas, condicionan nuestras experiencias y posibilidades para disfrutar el ocio. Debo sealar que el nimo de este trabajo no es ni doctrinario ni correctivo. Es, ms bien, una presentacin encaminada a estimular la reflexin y la bsqueda de soluciones, cultural y geogrficamente adecuadas, al problema del disfrute del ocio en el mbito urbano.

    EL OCIO ACTIVO

    De inicio, para ubicarnos conceptualmente, considero pertinente identificar lo que entendemos por ocio y, en particular, por ocio activo. La amplia literatura que existe sobre este tema parece ofrecer tres tipos de concepciones bsicas: ocio como tiempo, ocio como estado anmico y ocio como actividad. Personalmente, considero el ocio como actividad y sugiero que as lo interpretemos en este trabajo.

    A continuacin ofrezco dos definiciones distintas, pero que coinciden en aspectos esenciales: El ocio es actividad seleccionada en relativa libertad por sus cualidades de satisfaccin (Kelly, 1990); y El ocio es actividad orientada hacia la autorrealizacin o autoexpresin (Dumazedier, 1968). Como vemos, el ocio activo se concibe usualmente como actividad fsica encaminada, por lo general, a los deportes y a otras actividades que requieren algn esfuerzo fsico considerable. No obstante, al profundizar sobre la actividad, en el contexto del ocio, encontramos que existen, por lo menos, tres dimensiones de inters para propsitos de nuestra discusin: Actividad fsica de carcter dinmico, en la cual se incluyen el deporte, el acondicionamiento

    fsico y ciertas labores manuales;

    Actividad emocional de carcter esttico, donde se incluyen la apreciacin sensorial y la inquietud sentimental o emotiva;

    Actividad intelectual de carcter racional, que requiere el ejercicio del entendimiento y la percepcin de la realidad existente a nuestro alrededor.

    En Puerto Rico, por su condicin de isla y por su alta densidad poblacional, estos impactos cobran mayor importancia. En otras palabras, el tema del uso de los recursos naturales y, particularmente, aquellos usos que eliminan toda posibilidad de revertirlos a su estado original -lo que ocurre cuando se construyen instalaciones- adquiere una importancia crtica. En sistemas naturales como el nuestro, el problema se agrava por estar estos sistemas altamente integrados. En otras palabras, no basta con estimar el costo de oportunidad de utilizar un terreno para usos alternos, sino que, adems, es imprescindible calcular el costo de un patrn de utilizacin sobre un sinnmero de otros subsistemas naturales. Un buen ejemplo de esto es la construccin en las cuencas, que incide sobre factores como la erosin, el abasto de agua y la contaminacin de sta, entre muchos otros factores.

    A la vez que la condicin descrita hace ms urgente que se mida correctamente el costo de determinadas decisiones, es tambin necesario reconocer que hace ms difcil la tarea de medicin. A esto se debe la importancia de poner en marcha un proyecto ambicioso de investigacin sobre el tema, como parte de los esfuerzos de elaborar la poltica pblica sobre la infraestructura verde.

    * Jos J. Villamil es Presidente de Estudios Tcnicos, Inc. y profesor de la Escuela Graduada de Planificacin de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ro Piedras.

    ReferenciasHanley, N., & Spash, C. (1993). Cost-benefit analysis and the environment. UK: Edward Elgar Pub. Ltd.,

    Cheltenham. Portney, P., & Weyant, J. (1999). Discounting and intergenerational equity: Resources for the Future. Baltimore,

    MD, : Johns Hopkins University Press.

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    Claro est, en ninguna de estas dimensiones la actividad se manifiesta aisladamente. Ms bien, es la articulacin de las tres dimensiones lo que compone la accin humana. Cabe apuntar, sin embargo, que en algn momento dado una de las dimensiones mencionadas puede estar operando de forma ms intensa que las otras.

    TIEMPO LIBRE

    De acuerdo a informacin recopilada por la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT), el nmero total de horas de trabajo remunerado para la fuerza laboral mundial ha ido en progresiva disminucin, permitiendo as mayor cantidad de tiempo libre a los trabajadores. Por otro lado, se ha creado ms tiempo libre an, debido a las altas tasas de desempleo, tanto circunstancial como estructural, que hay en muchos lugares. Por ltimo, tambin se ha liberado tiempo mediante la nueva tendencia de aceptar empleo de jornada parcial, ya sea voluntaria o involuntariamente, y por las sabticas que muchas empresas ofrecen como parte de sus beneficios a los empleados.

    Todo lo anterior apunta al aumento del tiempo denominado discrecional para los habitantes de la ciudad. Debemos sealar que, adems de este componente cuantitativo del tiempo, tambin existe un elemento cualitativo que condiciona nuestra percepcin del uso del tiempo libre. Esto significa que muchas personas tienen hoy la posibilidad, quizs histrica, de usar su tiempo libre de una manera cualitativamente superior para su satisfaccin personal y su autorrealizacin. En este sentido, el trabajo ha dejado de ser la actividad central de las personas tal como lo fue en otra poca (Kelly, 1992).

    EL FENMENO URBANO

    De acuerdo al historiador urbano L. Mumford (1970), la creacin de los grandes centros urbanos fue el resultado de la centralizacin de los organismos de administracin en las grandes capitales. Esto trajo como consecuencia la dependencia de las empresas, ya fuesen de tipo poltico, educativo o econmico, en los procesos administrativos que se llevaban a cabo en la ciudad. Por otro lado, el mejoramiento de las vas de transportacin y los avances tecnolgicos, que permitieron, entre otras cosas, traer agua potable a la ciudad, facilitaron la aglomeracin de personas en la metrpoli y el flujo constante de materia prima y alimentos hacia y desde la ciudad. Luego, los medios de comunicacin instantnea dieron un mpetu an mayor a la concentracin administrativa en las ciudades, haciendo posible que all se mantuviera el control sobre la mayora de las actividades que ocurran en otros pueblos y ciudades, aun las ms distantes.

    El crecimiento de los grandes centros urbanos no es un fenmeno reciente. Sin embargo, se puede afirmar que las altas concentraciones urbanas son ms caractersticas

    de nuestro tiempo. De acuerdo con datos ofrecidos por la Organizacin de las Naciones Unidas, en 1995 la poblacin mundial era de 5,700 millones de personas y segn sus propias predicciones aumentara en ms de 86 millones de personas por ao. Esto significa que actualmente la poblacin mundial estara cerca de los 6,560 millones de personas. El ritmo de crecimiento poblacional ha sido y contina siendo ms rpido en los pases en vas de desarrollo que en las naciones desarrolladas. Al mismo tiempo, son estos pases los que, lamentablemente, muestran los ndices de pobreza tambin ms altos. Esto, por supuesto, limita las posibilidades de muchos de ellos de brindar los servicios de vivienda, salud, educacin y otros a los sectores ms pobres, crendose as asentamientos de arrabales en la periferia de las grandes ciudades. Para agravar an ms la situacin, la tendencia es hacia un incremento ms rpido de la poblacin urbana que de la rural. De hecho, la propia ONU (2003) estima que para el 2050 el 65% de la poblacin mundial ser urbano.

    Una de las situaciones ms problemticas que usualmente crea el desarrollo urbano es la congestin. Esto no es el resultado exclusivo del tamao poblacional de la ciudad, sino tambin de su extensin territorial. La congestin, en trminos puramente poblacionales, es una paradoja porque es el elemento que hace la vida en las ciudades intolerable y a la vez excitante. Algunos estudiosos del urbanismo sealan que la congestin no es sinnimo de la alta densidad poblacional y apuntan que es precisamente la densidad lo que hace atractiva a la zona urbana. El urbanista W. Whyte (1980) defiende, por ejemplo, la alta densidad a escala humana. En su opinin esto se traduce en altas concentraciones de personas ocupando edificios de poca altura, dotados de amenidades que facilitan la convivencia y comunidad. Adems, se afirma que las ltimas tendencias en la psicologa y en la sociologa urbana consideran la alta densidad como algo positivo que trae a las ciudades energa, ideas, vitalidad, excitacin y poder. El problema estriba en identificar muchas veces el lmite del crecimiento urbano. Se ha discutido por largo tiempo lo que podra ser el tamao ideal de una ciudad pensando que esta variable es la ms importante para asegurar cierto nivel de calidad de vida, sin que hasta ahora se haya logrado un consenso. Una propuesta impulsada por planificadores latinoamericanos sugiere que la ciudad ideal debe limitarse a una poblacin de entre 500,000 y 1,000,000 de habitantes. Una ciudad con esta poblacin y una extensin territorial adecuada, puede ofrecer las posibilidades de disfrutar muchas actividades propias de una gran ciudad y, a la vez, la calidad de vida y el sentido de comunidad de una ciudad pequea.

    EL OCIO EN LA CIUDAD

    La ciudadEl propsito ltimo de la ciudad moderna es proveer un ambiente creativo en el cual

    las personas puedan vivir satisfactoriamente. Un ambiente creativo debe entenderse como uno que ofrezca gran diversidad y alternativas de seleccin, que permita las

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    manifestaciones del pluralismo y que provea oportunidades para la interaccin entre las personas y su entorno urbano.

    L. Taylor (1981), Directora del Museo de Urbanismo Cooper-Hewitt en Nueva York, apunta que la ciudad es un museo con una infinitamente grande y variada coleccin de lugares y personas. Aade que es tambin un laboratorio accesible e ideal en el cual se pueden observar los efectos del diseo en la calidad de vida moderna. Nuestras observaciones nos indican que lo que le brinda el carcter particular a las ciudades son sus espacios urbanos abiertos, que sirven de escenario a la vida y que aumentan o limitan la satisfaccin de vivir en ellas. De acuerdo al arquitecto A. Perpina Serbia (1986) existen dos opciones en relacin a los tipos de espacios abiertos: numerosos espacios para usos especializados, pero limitados en rea; y menor nmero de espacios, pero en tamaos ms grandes y diseados para mltiples actividades. Los dos elementos sealados -ambiente creativo y espacios urbanos abiertos- representan oportunidades para el disfrute del ocio en las ciudades modernas.

    Los parquesEl arquitecto S. Gold (1973) coment en una ocasin que en la medida en que

    sustituimos una tica de trabajo por una tica de ocio, el parque localizado se convierte en un anacronismo; todo nuestro mundo se convertir en un parque. Este comentario quizs nos parezca un tanto precipitado, pero no por esto deja de ser un valioso pensamiento que considero central en nuestra discusin. La ciudad puede ser un parque, quizs no en el sentido tradicional, pero s en un sentido ms moderno y flexible.

    Tradicionalmente, los parques en las zonas urbanas han sido diseados con el ocio pasivo en mente. Esto ha resultado ser uno de sus ms importantes atributos, ya que as proveen un balance a la agitada vida urbana, tan compleja y acelerada. En gran medida, la filosofa que fundamenta la creacin de parques urbanos es mantener o traer la naturaleza a la ciudad. El clebre Frederick Law Olmsted, principal diseador del Parque Central de Nueva York, hizo todo su trabajo basndose en la nocin de que la vida urbana, ya a mediados del siglo XIX, era deshumanizante y que la mejor contribucin que podra hacer un parque urbano era adelantar el progreso del arte y la cultura de la esttica, mediante la contemplacin e interaccin con la naturaleza.

    Para el residente urbano es tan importante disfrutar de sus parques durante el fin de semana, como salir de la ciudad para ir al campo u otro lugar que le ofrezca un cambio significativo en su medio ambiente. Es por esto que muchos de los defensores de los parques urbanos insisten en mantener las reas verdes en la ciudad a cualquier costo.

    Los planos originales de los grandes parques como el Bosque de Bolonia en Pars, el Parque Central de Nueva York, el Santuario de Meiji en Tokio, el Parque Monjuic en Barcelona y el Parque de Chapultepec en Ciudad de Mxico, generalmente no contemplaron la posibilidad de acomodar otras actividades de carcter ms activo como los juegos y los deportes. Sin embargo, en reaccin a la demanda para mayor flexibilidad de uso y con el inters de servir a una creciente sociedad pluralista, se han alterado mucho los diseos originales para incluir campos deportivos y reas de juego especializadas. No obstante, los grandes parques han mantenido su tradicin de ofrecer un oasis de naturaleza dentro de la jungla de concreto y asfalto en que vive la mitad de los habitantes de nuestro planeta.

    Las callesSe ha dicho que el parque es la extensin de la calle y que es all donde la gente se

    siente plenamente urbana. En conjunto, la calle constituye la mayor y quizs, la ms importante parte del espacio abierto de cualquier ciudad. Hoy, sin embargo, es vista por muchos como el peor de los espacios abiertos urbanos y un rea de gran peligro. Esto no fue as siempre; lo que ha sucedido es que, consciente o inconscientemente, se le han asignado a la calle ms funciones de las que originalmente se consideraron adecuadas. Antiguamente las calles tenan solamente una funcin sencilla de permitir a los peatones movilizarse dentro de la ciudad. Con el tiempo esta sencilla funcin se fue haciendo ms compleja cuando se comenz a utilizar para el trfico vehicular, el mercadeo de productos y servicios, la instalacin de utilidades pblicas como luminarias, telfonos y sanitarios, y el abastecimiento de todo tipo de establecimientos desde restaurantes hasta lugares de manufactura. Esta sobrecarga de actividades fue transformando la calle de un elemento de vnculo comunitario y de cierto placer esttico, a uno de tensin.

    Particularmente nocivos, han resultado ser los vehculos motorizados que se han convertido hoy en los dueos de la calle, arrebatando los mejores y ms grandes espacios y atentando en contra de la calidad de vida de los ciudadanos. Conscientes del impacto negativo del automvil, diversos grupos han abogado por la reordenacin de los patrones de circulacin vehicular en ciertas reas residenciales y de mucha actividad pblica. De esta forma se han creado paseos, reas de juego y descanso para distintas edades, y las populares zonas de compra. Estas ltimas se pueden encontrar en casi todas las grandes ciudades modernas y representan en cierto modo un retorno a costumbres de pocas anteriores. Actualmente, estas vas de compra representan uno de los ms vitales espacios abiertos en las reas urbanas ofreciendo no slo una oportunidad econmica, sino tambin una oportunidad de socializacin. En algunos casos se ha logrado flexibilizar y optimizar el uso de elementos existentes en la ciudad; tales como calles y avenidas, cerrndolas en ciertos das al trnsito vehicular y estableciendo en ellas mercados de antigedades o de productos agrcolas o de artesanas. Tambin se ha acostumbrado con mucho xito a cerrar trozos de algunas grandes avenidas para celebrar ferias de todo tipo y para toda

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    Elementos variadosExisten otros elementos fsicos de la ciudad que condicionan las posibilidades para el

    ocio. Estos incluyen los malecones, los jardines, los kioscos, los banquillos, los rtulos y otros muchos. Entre los mencionados podemos destacar los malecones como lugares de especial inters. Esto se debe a que muchas de las grandes ciudades de hoy se edificaron cerca, o al borde, de algn cuerpo de agua, ya que estos constituan las grandes arterias que alimentaban la ciudad y facilitaban los vnculos nacionales e internacionales. Es de todos conocido que el agua, produce un efecto relajante, ya sea cuando uno se sumerge en ella, cuando la oye caer o cuando la contempla. Estas son algunas de las razones que siempre han atrado a las personas a los litorales, adems de las motivaciones comerciales. Algunas ciudades han sabido hacer el mejor uso, para fines estticos y de ocio, de las reas cercanas al agua. Entre ellas se pueden destacar las siguientes por haber creado ambientes de singular belleza en estas zonas urbanas: Estocolmo, Ro de Janeiro, Pars, La Habana, Copenhagen, Venecia y San Francisco.

    La genteUn componente de la ciudad que obviamos con demasiada frecuencia es su gente.

    Como hemos mencionado anteriormente es sta la que, en ltima instancia, hace una ciudad agradable o desagradable. La gente necesita de la gente y este es uno de los atractivos de los centros urbanos. Las personas gustan de presenciar y participar de la efervescencia urbana, y de observar e interactuar con la gran variedad de personas que componen una gran ciudad. El residente urbano suele ser, por lo general, menos rgido

    clase de personas. Esta ltima prctica no se da solamente en las grandes avenidas, sino tambin a nivel comunitario en donde los residentes de algn vecindario convierten su calle en una gran rea de fiesta. Quizs la manifestacin ms grandiosa de la calle como rea de ocio es el famoso carnaval. Algunos de stos, como los de Ro de Janeiro y Nueva Orleans, tienen fama universal y son representativos tanto de la cultura nacional como de la cultura urbana mundial.

    Las calles tambin nos permiten entrar en contacto con aquellos componentes de la ciudad que contribuyen a las experiencias de ocio; y no hablamos ahora de entes inanimados, sino de la gente misma, pues es la calle el lugar en donde se da la interaccin con los otros pobladores urbanos. El contacto social en los espacios urbanos abiertos y en particular la calle, ha sido motivo de inters para muchos estudiosos del urbanismo. En contraste con la creencia popular, existe una gran interaccin espontnea que tiene lugar en la calle. Quizs el ms difundido de todos los estudios del comportamiento social en los espacios urbanos ha sido el del Proyecto de la Vida Callejera, dirigido por W.H. Whyte. Este proyecto fue un estudio longitudinal que abarc nueve aos y que se realiz mayormente en la ciudad de Nueva York, aunque se lograron tambin varios otros estudios de menor escala en Tokio, Copenhagen y Miln. Los hallazgos de estos estudios indican que existen ciertos patrones de aglomeracin; entre ellos la predisposicin de la gente a agruparse en lugares ya congestionados y a caminar rpidamente. Se descubri que existe el fenmeno de la autocongestin, que no es otra cosa que el aparente hecho de que la gente disfruta ms los lugares de alta aglomeracinla gente busca a la gente; no huye de ella. Estos hallazgos parecen contradecir la nocin popular de que los habitantes urbanos son en gran medida antisociales; tal parece que son entonces muy gregarios.

    Las plazasAlgunos urbanistas piensan que hay fundamentalmente dos tipos de plazas: las

    grandes plazas que se convierten muchas veces en smbolos cvicos por su belleza y por la importancia de los eventos que all tienen lugar, y las plazas pequeas que en ocasiones no son ms que la feliz desembocadura de varias calles predominantemente peatonales. Casi todas las grandes ciudades del mundo tienen magnficas plazas; la Plaza de San Pedro en Roma, la Plaza de San Marcos en Venecia, la Plaza del Libertador en Caracas -la lista es interminable. Cada plaza tiene su carcter especial, impartido por su particular diseo y el uso que le da la ciudadana. Algunas, como la de San Pedro, nos comunican un sentido espiritual y otras, como la de la Revolucin en La Habana, nos evocan mensajes poltico-culturales. Todas, como dijramos anteriormente, son altamente simblicas y han sido generalmente el resultado de alguna expresin de carcter oficial. En un sentido muy prctico han salvaguardado valiossimos espacios para el uso popular.

    Los parques y plazas son espacios de movimiento al aire libre, vitales para las experiencias de ocio en la ciudad.

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    y, por lo mismo, ms tolerante con las extravagancias de muchos, y con el incumplimiento de otros con las normas sociales establecidas. Es por esto que muchas personas que se apartan del comportamiento social esperado, encuentran en el relativo anonimato de los grandes centros urbanos un asilo para sus estilos peculiares de vida. Los estudiosos del urbanismo opinan que estas circunstancias son las que fomentan la creatividad y el intercambio de ideas que se da en las grandes ciudades. Todo esto, por supuesto, contribuye positivamente al ocio de los habitantes.

    Conclusin

    La participacin y la actividad son factores esenciales de la vida en una ciudad. En ocasiones las personas se convierten en meros espectadores, pero la caracterstica predominante de la ciudad, vista como una forma de arte, es que exige participacin y movimiento a travs de sus espacios. Una ciudad agradable es una compleja y multidimensional elaboracin de estructuras y espacios organizada en una yuxtaposicin rtmica en donde los eventos suceden. Para que una ciudad tome vida en su sentido ms singular debe ser experimentada a travs del movimiento. En este sentido, la ciudad tiene una coreografa que resulta del particular diseo de sus espacios y de las posibilidades que ofrece al ocio activo.

    Creo que la mayora de la gente estara de acuerdo en que el ambiente urbano exige cierta flexibilidad de criterios y apertura mental para apreciarlo en su totalidad. Quizs debemos extrapolar este sentir al mbito del ocio y decir que, para el residente de la ciudad, las oportunidades tradicionales de esta actividad no son ni interesantes ni posibles dadas las condiciones especiales del ambiente urbano. Si bien es cierto, que los parques y reas verdes son vitales para las experiencias tradicionales de ocio urbano, es igualmente cierto, que el residente urbano busca circunstancias y elementos de la ciudad que le posibiliten tambin el uso de su tiempo libre en experiencias de ocio no tradicionales. Esto supone cambios de actitud y cierta creatividad para encontrar posibilidades de ocio donde, a simple vista, quizs no parezcan muy evidentes.

    Esto no requiere una sensibilidad especial ya que todos los residentes de la ciudad se enfrascan en este proceso. Como evidencia de esto slo tenemos que aludir a los tropeles de trotadores (joggers) corriendo a todas horas y en muy diversas partes de la ciudad, a jvenes que encuentran en las diversas esquinas de la ciudad reas de juego preferidas, y a ancianos que se aduean de banquillos para descansar y observar el drama urbano que se desenvuelve ante sus ojos

    * Nelson Melndez Brau es socilogo y Catedrtico del Programa de Recreacin de la Facultad de Educacin de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ro Piedras.

    ReferenciasDumazedier, J. (1968). Hacia una sociedad del ocio. Barcelona: Estela.Gold, S. (1973). Urban recreation planning. Philadelphia, PA.: Lea & Febiger.Halprin, L. (1972). Cities, Cambridge, Mass.: The M.I.T. Press.Kelly, J. (1990). Leisure. Englewood Cliffs. N.J.: Prentice Hall.Mumford, L. (1970). The culture of cities. New York, N.Y.: Harcourt, Brace, Janovich.Pepina Serbia, A. (1986). Alternative uses of the urban environment. En S. Jaretti. Green and free time in cities.

    Report and documentation for the ELRA Congress. Vienna 16-21/3/86.Taylor, L. (1981). Urban open spaces. Washington D.C.: The Smithsonian Institution.UNFPA, United Nations Population Fund. (2003). Recuperado el 22 de julio de 2004 de http://www.unfpa.org/

    swp/swpmain.htmUnited Nations. (1985). World statistics in brief. New York, N.Y.: ONU.Whyte. W. (1968).The last landscape. New York, N.Y.: Doubleday and Co.Whyte, W. (1980). The social life of small urban places. Washington, D.C.: The Conservation Foundation.

    Los parques en la ciudad proveen un balance a la agitada vida urbana al ofrecer espacios para el esparcimiento, la contemplacin y el descanso.

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    LOGROS Y RETOS PARA LA CONSERVACIN DE LA INFRAESTRUCTURA VERDE: MENSAJE Hon. Anbal Acevedo Vil*

    Quiero aprovechar mis primeras palabras para agradecer la invitacin a este primer Congreso sobre Infraestructura Verde y Nuestros Parques. Me siento realmente complacido de estar aqu y espero que este espacio abra la puerta a la discusin de ideas y alternativas para hacer de la recreacin y la proteccin de nuestros recursos naturales un tema de la ms alta prioridad y significado para nuestra vida futura como pueblo. Gracias a la Compaa de Parques Nacionales de Puerto Rico y a su Director Ejecutivo, el Lcdo. Ramn Nieves Vzquez y a la Universidad Metropolitana y su Rector, el Dr. Federico M. Matheu por esta iniciativa que considero de importancia trascendental para nuestra calidad de vida.

    Introduccin

    Los problemas que enfrenta nuestro medio ambiente son apremiantes. De cara al nuevo siglo, y en respeto al legado natural que le devolveremos a las futuras generaciones, la calidad, conservacin y preservacin del medio ambiente, son temas de vital importancia. Nuestro entorno natural nos ha sido prestado por las futuras generaciones para nuestro uso y disfrute de manera responsable. Por lo tanto, el mejor regalo de vida que podemos legarle a esas futuras generaciones es la devolucin de nuestro patrimonio natural en un estado saludable para que puedan disfrutarlo de la misma manera que nosotros lo estamos haciendo. Por eso tengo un compromiso firme con la conservacin de los recursos naturales de Puerto Rico y con mejorar la calidad de vida de todos los puertorriqueos.

    Todos nosotros, como puertorriqueos, tenemos la obligacin de asegurar que los encantos de nuestro hermoso pas puedan ser utilizados y disfrutados responsablemente. Nuestro pueblo aspira a un desarrollo sustentable que propenda al bienestar integral de todos nuestros ciudadanos, a un desarrollo que tenga un justo balance entre las legtimas actividades econmicas y sociales y la conservacin de nuestro medio ambiente para el disfrute de sta y futuras generaciones. Esa aspiracin se vera tronchada e imposible de lograr si nos faltaran recursos vitales como el agua, la tierra y el aire. As que cuando hablemos de desarrollar nuestra infraestructura, tenemos que actuar tomando en consideracin nuestra infraestructura verde.

    INICIATIVAS PARA LA PROTECCIN DE LA INFRAESTRUCTURA VERDE

    La ms eficaz conservacin de nuestros recursos naturales es la poltica del Estado Libre Asociado y as est plasmado en nuestra Constitucin. En cumplimiento con esta poltica pblica y en el descargo de mis responsabilidades como Comisionado Residente y puertorriqueo, he presentado una serie de proyectos de ley en el Congreso para conservar y proteger nuestro ms valioso patrimonio natural.

    LOGROS EN LA GESTIN EN WASHINGTON

    Quiero compartir con ustedes lo que hemos estado trabajando en Washington para cumplir con ese mandato constitucional.

    El ao pasado (diciembre de 2002) el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush convirti en ley un proyecto de mi autora para darle la mxima proteccin legal posible a los ros Mameyes, La Mina e Icacos que discurren por nuestro centenario bosque tropical y tesoro nacional, El Yunque (Public Law 107-365). Con la aprobacin de esta Ley, estos ros cuentan con la mayor proteccin legal contra todo desarrollo desmedido que los pueda amenazar. Esto permitir conservar y asegurar que nuestras generaciones futuras puedan disfrutar de las bellezas y de los recursos acuticos que proveen estos ros mientras se salvaguardan los derechos del pueblo de Puerto Rico como nico titular de dichos cuerpos de agua.

    Como medida hermana a esta legislacin, present un segundo proyecto de ley para crear una reserva silvestre y zona especial de conservacin en un rea, de 10,000 acres de terreno en El Yunque conocida como El Toro. Contrario a versiones de grupos minoritarios, no se trata de una adicin de terrenos al Bosque, sino de tierras que ya forman parte de El Yunque y para las que he propuesto una mayor proteccin ambiental. Mediante este proyecto de ley aprobado durante el Congreso 107 por la Cmara de Representantes federal y que -por no completar el trmite legislativo- volv a presentar en este Congreso, esta zona sera designada oficialmente como una reserva silvestre y parte del Sistema Nacional de Preservacin, segn establecido en la Ley de Bosques Silvestres (Wilderness Act) de los Estados Unidos. La creacin de la Reserva Silvestre El Toro asegurar la conservacin de ms de 200 especies de rboles y otras 77 especies de aves, entre las que se encuentra nuestra cotorra puertorriquea, as como nuestro coqu y una variedad impresionante de plantas que se encuentran en peligro de extincin. Adems, el Congreso tiene ante su consideracin otro importante proyecto de ley1 de mi autora para proteger la integridad y calidad de los acuferos que se encuentran en la regin crsica de Puerto

    1H.R. 2488, The Puerto Rico Karst Conservation Act of 2003.

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    Rico, rea que comprende desde el Municipio de Loza hasta el de Rincn, en el noroeste de nuestra Isla. Esta zona es de amplia diversidad geolgica y rica en flora y fauna pero, sobre todo, es de vital importancia para la salud y el desarrollo econmico de Puerto Rico, porque de ella se obtiene el 22% de toda el agua que se consume en la Isla. Este proyecto de ley permitir la asistencia y creacin de acuerdos de cooperacin entre el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, el gobierno federal y organizaciones ambientales para el manejo, investigacin cientfica y la implantacin de estrategias de conservacin y proteccin de la tierra que comprende esta regin. Adems, este proyecto crear el Fondo de Conservacin de la Regin Crsica de Puerto Rico y asignara fondos bajo el Forest Legacy Program para que, en coordinacin con el Departamento de Agricultura federal, se adquieran y protejan las tierras en esta zona con el fin primordial de conservar los acuferos. No obstante, debo destacar que, aunque mi proyecto todava no se ha aprobado, el Presidente Bush ya autoriz la asignacin de $1 milln bajo este programa para otras iniciativas de conservacin en la zona del carso.

    Tambin logramos conseguir una asignacin federal de $150,000 para la realizacin de un estudio digital de suelos en las distintas regiones de Puerto Rico para hacer un inventario de los terrenos disponibles y sus caractersticas, de forma tal que las agencias gubernamentales sepan la capacidad y caractersticas de cada uno de esos predios. Adems, a peticin nuestra, el Congreso aprob la asignacin de $500,000 para la construccin de una nueva infraestructura sanitaria para el barrio Ensenada de Gunica que mejorar las condiciones ambientales y sanitarias en esa comunidad. Recientemente logramos tambin una asignacin de $1.7 millones para la construccin de un nuevo aviario en El Yunque para la proteccin de la cotorra puertorriquea que, como les indiqu anteriormente, est incluida en la lista de especies en peligro de extincin.

    NUEVAS INICIATIVAS

    De acuerdo a un estudio de USDA Forest Service (2002), Puerto Rico cuenta con un rea de tierra aproximada de 8,900 kilmetros cuadrados. En 1991-92, Puerto Rico contaba con 364,000 hectreas de zona de bosques cerrados, lo que se traduce en un 41.6% de la totalidad de la tierra en Puerto Rico. Segn este estudio, de toda esta cantidad de rea de bosques, Puerto Rico slo tiene un 5.2% protegido, y esto incluye las tierras pertenecientes al ELA, al gobierno federal y a entidades privadas. Esto, desde mi punto de vista, es alarmante.

    Las 100 millas por 35 de nuestra hermosa Isla no aguantan ms. No podemos quedarnos sin terrenos libres para respirar, para disfrutar, para recrearnos junto a nuestras familias. Tenemos que poner un detente al desparrame urbano. Tenemos que

    ser creativos y evitar que nuestros campos y nuestros bosques continen siendo invadidos por la construccin. Tenemos que revitalizar los centros urbanos de nuestros pueblos para darle aire a las zonas rurales. No podemos permitir que el desarrollo sea desmedido al punto que amenace nuestro patrimonio natural y lo que debe ser nuestro legado a las futuras generaciones.

    Revitalizacin de cascos urbanosCada da que pasa los centros urbanos de Puerto Rico se van sumiendo en un mayor

    deterioro. La cantidad de edificios abandonados es alarmante y la actividad econmica en los mismos es casi inexistente. Esto ha hecho que el desarrollo comience a extenderse a las afueras de los pueblos, afectando reas verdes para destinarlas a grandes centros comerciales y a complejos de vivienda. La revitalizacin de los edificios abandonados en cascos urbanos y su utilizacin como residencias o para el comercio, nos ayudar a conservar tierra que de otra manera hubiese sido destinada a la construccin y desarrollo de estos complejos residenciales o grandes centros comerciales.

    Expansin de reas protegidas en Puerto RicoEn atencin a esto, he estado trabajando desde Washington para conseguir la

    expansin de ese 5.2% de reas protegidas. Tenemos que asegurarnos que estas reas sean protegidas con la mayor proteccin legal posible. Como he estado dando la batalla para proteger El Yunque, y la zona crsica, voy a seguir dando la batalla desde Washington para lograr mayor proteccin para estas reas de importante valor ecolgico.

    Mayor participacin ciudadana en los distintos procesos de toma de decisionesLa proteccin y el manejo del medio ambiente tienen que ir, necesariamente, de la

    mano de una planificacin efectiva. Nuestra tarea de futuro consiste en incorporar la participacin ciudadana a la planificacin; es decir, escuchar al pueblo cuando se gestan los programas de desarrollo y cuando se van a tomar las grandes decisiones. Los procesos de participacin ciudadana tienen diversas ventajas. Entre stas cabe destacar que: Permiten anticiparse a problemas y enriquecer la accin pblica Permiten realizar mejores proyectos Permiten sintonizar el desarrollo con las necesidades de la comunidad y del ambiente

    natural Permiten ahorrar recursos Permiten fortalecer la democracia

    La participacin ciudadana no es una actividad ms dentro de un proyecto, es un proceso interactivo de generacin de confianza, de comunicacin abierta; que empieza durante la definicin conceptual o el diseo de un proyecto y se mantiene durante las etapas de construccin y operacin.

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    Ecoturismo y los corredores ecolgicosUna alternativa que no hemos explorado cabalmente en Puerto Rico es el desarrollo

    de los distintos tipos de ecoturismo y la creacin de corredores ecolgicos. Es importante que nuestras hermanas y hermanos puertorriqueos entren en contacto directo con la naturaleza, y el Gobierno tiene que asegurarse que estos espacios y oportunidades existan.

    Revisin de toda la legislacin ambiental localEl gobierno del Estado Libre Asociado (ELA) tiene que iniciar una revisin exhaustiva de

    la legislacin ambiental en aras de prepararse para enfrentar nuevos retos. Tiene, adems, que revisar y actualizar todos los cdigos de zonificacin para actualizarlos y atemperarlos a nuestra realidad presente y futura. De esta manera nos aseguraremos que nuestra tierra sea utilizada de manera responsable y eficaz.

    Creacin y proteccin de reas verdes en centros urbanosTenemos que asegurarnos, tambin, de proteger las reas verdes existentes dentro de

    nuestros centros urbanos y crearlas donde no las haya, para que existan espacios donde nos podamos reencontrar con la naturaleza y stos sirvan de pulmones ambientales. Para esto tenemos que incentivar y lograr acuerdos de cooperacin y servidumbres de conservacin entre el gobierno del ELA, los municipios y los dueos de terrenos privados, para la construccin de estas reas verdes o jardines botnicos. Se ha comprobado que estas reas ayudan a mantener la temperatura baja en los centros urbanos, lo que resulta, adems, en una mejor utilizacin y ahorro de energa.

    Acceso a las playasLa industria del turismo es importante para el desarrollo econmico de Puerto Rico.

    Las playas constituyen un recurso recreativo de gran importancia econmica para esta industria. Puerto Rico cuenta con 120 kilmetros de playa de los cuales slo 20 kilmetros estn destinados a los 12 balnearios que tiene la Isla. Desde la dcada del 1980 en Puerto Rico no se construye un balneario. De acuerdo a datos obtenidos del Plan Estatal de Recreacin al Aire Libre (2003-2007) en el ao fiscal 2002-2003, casi tres millones de visitantes utilizaron los 12 balnearios de la Compaa de Parques Nacionales situados a travs de toda la Isla. Dichas estadsticas son el mejor indicador de que, en la visin integrada del Puerto Rico del futuro, tenemos que considerar de manera prioritaria el recurso de recreacin natural playa bajos los preceptos de un desarrollo econmico y social balanceado y sustentable. Esto nos lleva, forzosamente, a concluir que debemos incentivar y promover la construccin de ms balnearios para el disfrute de nuestra ciudadana. Estos nuevos balnearios pudieran ser administrados por acuerdos de cooperacin entre los municipios costeros y la Compaa de Parques Nacionales.

    VISIN

    Es nuestra obligacin desarrollar una visin integrada de la funcin que realizan nuestros espacios verdes, el aire, las playas y nuestros recursos naturales en nuestro diario vivir. El siglo XXI trae nuevos retos ambientales para Puerto Rico que se suman a los que ya todos ustedes y yo conocemos. Se ha reconocido la crisis ambiental como un asunto de salud pblica ya que nuestra calidad de vida depende de la disponibilidad de infraestructura natural. Por esto es de vital importancia que todos los puertorriqueos aceptemos la responsabilidad y luchemos por la preservacin y conservacin de nuestro entorno natural.

    La educacin es un instrumento fundamental para hacer a nuestra poblacin consciente de la importancia que tienen los recursos naturales y de su rol como parte del problema o de la solucin. Poco se puede esperar de la poblacin si no est informada y no se le brinda participacin. Si bien parte de esta informacin tiene como fuente la educacin, es preciso reconocerle a la poblacin la participacin y el derecho a tener acceso a la informacin pblica, como son: los planes de desarrollo, los programas de inversin, los proyectos de desarrollo locales y los estudios en los cuales se basan. Slo as estarn en la mejor posicin para aportar, asesorar, fiscalizar o rechazar polticas y decisiones que los afectan.

    Una vez ms, les felicito por crear estos espacios de discusin amplia sobre los problemas y retos futuros que enfrenta nuestro ambiente y agradezco nuevamente la oportunidad

    Balneario Punta Guilarte

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    CREATING GREAT URBAN PARKSFred Kent y Kathy Madden*

    We believe that urban parks can and should evolve from their current, primarily recreational role, into a new role as a catalyst for community development and enhancement. Parks have the potential to be an essential component in transforming and enriching our cities. A park and its surrounding area can be thought of not only as a place to understand and relate to nature, but also as a place for social and cultural exchange. A park can be a place that is live and teeming with entrepreneurial activities such as markets; recreational activities such as children playing or people skating; as a place for walking and jogging; or as a setting for art and community events.

    For many years and in many cities throughout the world parks have played a pivotal role in shaping the success of communities. The first formal parks such as Central Park in New York City, were created in the 19th Century to be passive and beautiful, in contrast with the dense and dirty reality of urban life. The Sailboat Pond in Central Park is a good example of a successful place, because it was designed to be both a destination in the park and a place to enjoy nature.

    More recently, parks were defined as part of an open space system, which also includes town squares, plazas, green ways and a variety of other type of spaces. The term open space system describes everything in a city that is not a building or a road. This suggests that the value of the full range of benefits that parks can provide to cities was understood. However, the quality of public spaces and public life in most cities suggests that we do not fully understand this benefit. In fact, we have not even scratched the surface of the impact parks could have on the revitalization of communities.

    Many of todays urban parks have few activities outside of recreational opportunities, and do not attract people such as seniors and children or people who are just looking for a place to sit or walk on a daily basis. Sometimes there is not even a sidewalk or a place in the shade, or an opportunity to buy a sandwich or a cup of coffee. The danger in all of this is that when there are few reasons for people to go to a park, fewer people use them and they will cease to be valued.

    There are two important factors involved in creating parks that are important community places. First is determining whether a park is a successful place. A good place provides a range of things to do -there are a multitude of activities for different age groups and types of people to use. It should be easy to get to, and connected to the surrounding community -accessibility. It should be safe, clean and attractive and there should be places to sit -comfort and image. Most important is sociability; the park should be a place to meet other people -an integral part of community life.

    Second is the how or what process do we use to create parks that are real community places. The first step is to understand community concerns about a particular park. Next, observe how the park is used and measure peoples perceptions. Lastly, determine how the assets of the community can be used in developing the plan and programming for the park. This will all lead to the development of a communitys vision for the park. The final and essential step is to do something, make changes in the park, experiment and evaluate how the changes affect the use.

    Following are a few examples of parks that have become catalysts for transforming urban areas.

    Union Square Park, New York CityNew York Citys Union Square Park has, at different times in history, been city hub for

    hotels, theaters, fashion, and a gathering place where labor unions, communists, anarchists, and socialists frequently met and debated. By the early 1970s the park and the surrounding area had become run-down and the park was perceived as a place for negative activities. Recently, the park was renovated using its historic design.

    A business improvement district was developed in the area around the park, and a farmers market and seasonal Christmas market were established in the parking lot on the North and West ends of the park. The park, the market and the surrounding area have flourished. The market attracts people, provides entrepreneurial opportunities, and gives the community a valuable connection to the farms and land surrounding the city.

    Laguna Beach, California A linear park and a walkway are located between the Pacific Coast Highway and the

    Pacific Ocean in downtown Laguna Beach, California. It has a range of activities for all

    que me han dado para participar en este Congreso de Infraestructura Verde. Espero que esta serie de conferencias nos brinde esa oportunidad para educar la poblacin y articular recomendaciones.

    * El Hon. Anbal Acevedo Vil es el Gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico y para la fecha de este Congreso era el Comisionado Residente en Washington.

    ReferenciasCaribbean National Forest Wild and Scenic Rivers Act, Public Law 107-365, 2002. 116 Stat. 3027. Compaa de Parques Nacionales de Puerto Rico (2003), State comprehensive outdoor recreation plan, 2003-2007.

    San Juan, P.R: Autor.Helmer, E.H., Ramos, O.M., Lpez, T. M., Quiones, M., & Daz ,W. (2002), Mapping the forest type and land cover of

    Puerto Rico: A component of the Caribbean biodiversity hotspot. Caribbean Journal of Science, 38, 3-4. Colegio de Artes y Ciencias de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagez.

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    ages including small-scale sports such as basketball, climbing structure for children, seating and game areas, a boardwalk for strolling, a cafe, and extensive flower beds and landscape displays. The park is considered a major asset to the community.

    San Bernardino, CaliforniaUntil recently, the heart of San Bernardino, California, was a large parking

    lot in front of City Hall surrounded by streets with fast moving traffic. In an attempt to bring people back to downtown, a central square with a grassy lawn surrounded by a trellis, walkway and seating areas, and a bus stop were built. By the addition of angled parking on the streets around the park, traffic was slowed down and the park was made more accessible to the surrounding area.

    Unique to the creation of this park was the idea that the plan for the site, and the programming activities would come directly from the community. To accomplish this, the city and the downtown business association put out a call asking non-profit associations interested in using the park to contact them. They received many letters and calls of interest and today a performance tent is located at one end of the square in which weddings, holiday performances and fashion shows are held. There are several different types of markets around the parks perimeter, and the park is functioning as a successful central square for the people of San Bernardino.

    Today, some cities are beginning to see that parks can contribute significantly to the quality of urban life. By integrating parks into the cultural lives of neighborhoods, and giving responsibility for maintenance, new programs and in some cases, design, to the communities themselves, we are seeing a renewal of parks in places some may have thought was impossible.

    To create great parks and great cities, we have to be willing to see this vision, and take the next step: to create parks that belong to their communities, and work for their communities - as economic incubators, or as environmental centers, teaching ecology and social interaction. Parks can be cultural institutions where residents can share common heritage or learn about each other or simply places where people can go and take a stroll or a break.

    * Fred Kent y Kathy Madden son Presidente y Vicepresidente respectivamente de Project for Public Spaces, Urban Parks Institute, USA.

    INFRAESTRUCTURA VERDE Y NUESTROS PARQUES:UNA PERSPECTIVA MUNICIPAL Hon. William Miranda Marn*

    Muy buenas tardes a todas las personas que nos hemos convocado en este saln para hablar de la viabilidad de nuestro futuro como pueblo. Saludamos especialmente al Dr. Federico Matheu, Rector de la Universidad Metropolitana, y al Lcdo. Ramn L. Nieves, Director Ejecutivo de la Compaa de Parques Nacionales, quienes son nuestros anfitriones en el da de hoy, al Dasnomo Frank Wadsworth, con quien Puerto Rico tiene una deuda impagable, por ser precursor, padre y tutor de tantos buenos ecologistas del pas. Saludo afectuosamente, adems, al Hon. Anbal Acevedo Vil, Comisionado Residente en Washington, al Alcalde de la ciudad de Bayamn, el amigo y colega Ramn Luis Rivera, a los representantes de la ciudad de Curitiba en Brasil, del hermoso pas de Costa Rica y de nuestra hermana Repblica Dominicana, a todos los asistentes a este Congreso y tantos amigos y amigas conferenciantes, colaboradores y aliados del Municipio Autnomo de Caguas en la inmensa tarea de que nuestra Isla pueda ser disfrutada por los puertorriqueos que an no han nacido.

    Mis palabras introductorias son de agradecimiento y felicitacin a las personas que han sido responsables de esta excelente actividad y sobre todo por la seleccin de los temas de este Congreso desde distintas perspectivas: lo cvico comunitario, lo municipal, lo nacional y lo internacional. De hecho, si no se analizaran todos estos mbitos, no tendramos una visin abarcadora del importante asunto que nos convoca y difcilmente lo podramos entender.

    A nosotros se nos encomend discutir el tema sobre el desarrollo y manejo de nuestros parques y reas protegidas para la conservacin, recreacin y educacin, desde la dimensin municipal. Especficamente, nos solicitan que contestemos la interrogante de, en dnde estamos y hacia dnde vamos? A esta pregunta respondo que, en el desarrollo y manejo de nuestra infraestructura verde, Puerto Rico en general enfrenta un serio dilema que aparentemente es muy difcil de solucionar. Los puertorriqueos sobrepoblamos nuestra Isla. Primero, la agricultura intensiva y luego, los procesos de industrializacin y urbanizacin impactaron seriamente los sistemas ecolgicos. Algunos piensan que en Puerto Rico no es posible plantearse un desarrollo que asegure el crecimiento econmico, la distribucin de la riqueza y que proteja nuestros recursos naturales a la misma vez. Yo no pienso as. Pienso que contamos con los recursos naturales, organizacionales, econmicos, humanos y tecnolgicos para que adoptemos un modelo sustentable para la Isla. Reconozco que este es un verdadero reto de nuestro tiempo,

    DNDE ESTAMOS Y HACIA DNDE VAMOS? DESARROLLO Y MANEJO DE NUESTROS

    PARQUES Y REAS PROTEGIDAS

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    agua y sobre los problemas del trnsito y la transportacin colectiva. Adems, analizamos el cuadro fsico, econmico y social de la Ciudad, para orientar el desarrollo de la infraestructura en el corto, mediano y largo plazo. Este estudio dio lugar al Plan Urbanstico Caguas 2020. Otros estudios se hicieron sobre las condiciones del Centro Urbano Tradicional, as como de los sectores urbanos perifricos que mostraban situaciones de deterioro y marginacin. Finalmente, estudiamos las oportunidades de preservacin de reas que constituyen acervos patrimoniales culturales y naturales.

    La segunda dimensin con la que trabajamos fue nuestro marco institucional. ste se refiere al conjunto de normas, estructuras organizacionales y fuentes de recursos. En este aspecto, llevamos a cabo un proceso de reorganizacin, que incluye la adopcin de avanzadas tecnologas y procesos de reingeniera con el fin de hacer un gobierno ms gil, efectivo y eficiente. De este modo, liberamos recursos econmicos que estamos poniendo en funcin del nuevo paradigma ecolgico.

    Otro paso importante fue lograr la aprobacin del Plan de Ordenamiento de la Ciudad y establecer la estructura organizacional necesaria para recibir las nuevas funciones delegadas por la Junta de Planificacin y la Administracin de Reglamentos y Permisos. Adems, creamos un Departamento de Ornato y la Divisin de Conservacin de Edificios Pblicos, dotndolos con recursos humanos, equipos y el conocimiento tcnico necesario para transformar las reas pblicas en espacios agradables y ordenados; y un Departamento de Desarrollo Social y Auto Gestin Comunitaria para fomentar el apoderamiento comunitario, mediante el establecimiento de organizaciones de residentes en cada comunidad.

    pero si no lo hacemos, nos estaremos jugando la vida misma. Nuestro futuro est sobre el tapete.

    El problema real que padecemos es de voluntad poltica y cuando digo voluntad poltica no me refiero a las decisiones que puede tomar un gobernante de turno. Me refiero a la voluntad que cada ciudadano debe ejercer para cambiar el paradigma que creamos como pueblo y el entendimiento que tenemos sobre lo que significa desarrollo y progreso. Para muchos puertorriqueos bienestar significa tener uno o dos autos, una o dos casas y muchas cosas para guardarlas adentro de stas. Muoz Marn se dio cuenta de este problema y en sus ltimas visiones de hacia dnde debamos dirigir el pas, propuso la Operacin Serenidad. Sin embargo, no profundizamos en su pensamiento y continuamos dilapidando la casa que es de todos.

    Ahora bien, no debemos sentirnos culpables. Probablemente este paradigma que socialmente construimos tiene sus races histricas. Es, de hecho, una reaccin y una respuesta a las realidades de una poca cuando los puertorriqueos ramos el pas ms pobre de Amrica. Cuando los techos que cubran nuestras casas campesinas se construan de yaguas de palma, los pisos del batey eran de barro y nuestras calles eran veredas construidas al paso del ganado y de los pies descalzos.

    Conscientes de las nuevas realidades, en Caguas comenzamos desde 1997 un anlisis estratgico para reformular los paradigmas polticos, econmicos y sociales de nuestra ciudad. Nuestra visin est apoyada en un marco conceptual ecolgico, donde el gobierno es el promotor del desarrollo de las capacidades organizativas e intelectuales del pueblo en su interaccin con el entorno fsico, biolgico y antropolgico, el cual transformamos en muchas ocasiones, para atender sus necesidades. Esto lo hacemos asegurando que podamos atender tambin las necesidades de las generaciones futuras. De este modo, infraestructura, cultura y naturaleza se convierten en patrimonio de la Ciudad.

    Aunque el tema de este Congreso trata sobre infraestructura verde, es importante discutir brevemente el trasfondo terico que hace posible cambiar el antiguo paradigma de lo que es progreso. El cambio sera hacia un nuevo paradigma que conciba el progreso de la Ciudad como una oportunidad para la evolucin, lo cual conlleva la redefinicin de lo que es calidad de vida para los cageos y, en ltima instancia, las razones para sentirnos verdaderamente felices.

    Para hacer realidad la nueva visin, trabajamos en tres dimensiones. La primera dimensin se refiere al marco conceptual o acervo de informacin con que contamos para orientar nuestras decisiones. Para aumentar nuestro marco de conocimientos realizamos varios estudios. Entre stos destaco los que hicimos sobre la capacidad y la calidad de los cuerpos de

    Parte del paseo tablado del proyecto Honor al Ro en Caguas por la comunidad Caguas Norte y a lo largo del Rio Cagitas, el cual integr y respet la infraestructura verde.

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    Fortalecimos nuestra Oficina de Asuntos Ambientales, para llevar a cabo estudios, establecer polticas pblicas, proyectos innovadores que utilicen tecnologas en armona con el ambiente y programas de educacin ambiental. De hecho, nuestro Municipio, que sepamos, es el nico que cuenta con una poltica pblica ambiental municipal y otra para el desarrollo sustentable. Tambin, reorganizamos los servicios de saneamiento, privatizando reas del recogido y disposicin de residuos slidos, liberando recursos para fortalecer las reas de reciclaje, limpieza y el mantenimiento de parques y reas recreativas de la Ciudad.

    La revisin de la estructura organizacional permiti municipalizar funciones del gobierno central como la conservacin de escuelas, parques, residenciales pblicos, centros recreativos y comunales, entre otros. Es importante mencionar que, como parte de esta estrategia, incorporamos a los trabajos de conservacin a grupos cvicos y organizaciones comunitarias. Finalmente, establecimos alianzas estratgicas con los principales sistemas acadmicos del pas con el fin de lograr la transferencia de tecnologas y conocimientos a nuestra gerencia, empleados y comunidades.

    La tercera dimensin con la que trabajamos identifica situaciones crticas, recursos potenciales y estrategias que se convierten en programas y proyectos concretos. Estas estrategias consideran variables sociales y econmicas. As, nos aseguramos que contamos con los consensos necesarios para hacer que cada programa o proyecto sea polticamente viable. De este modo, la Ciudad se mueve de la teora a la prctica demostrando resultados.

    Una de las estrategias ms importantes contempladas en el Plan Urbanstico Caguas 2020, es la remodelacin de los portales de entrada y avenidas principales de la Ciudad. Estas mejoras consideran criterios que ordenan el entorno urbano, destacan nuestro patrimonio histrico y aaden valor arquitectnico. Consideran, adems, las necesidades del Plan de Forestacin y Ornato, el cual propone que las vas pblicas se conviertan en bosques lineales, mediante la siembra de miles de rboles. Estos bosques estn interconectndose con una serie de pequeos bosques urbanos y plazas que hemos creado en reas pblicas como parques, escuelas, edificios pblicos, remanentes de solares y otras reas de uso pblico.

    Los ros que atraviesan la Ciudad, podrn disfrutarse prximamente como reas recreativas y de desarrollo cultural en una estrategia que conocemos como Honor al Ro. A travs de la misma, los ros son convertidos en una red de corredores ecolgicos que darn acceso a bosques urbanos en fincas municipales que estn en transicin hacia las reservas naturales protegidas, dedicadas a la conservacin de la biodiversidad. Estas reservas se ubican al sur y al oeste del Valle del Turabo, especficamente en el Bosque de Carite y en la Reserva Natural del Sistema de Cuevas de Aguas Buenas, respectivamente.

    Nuestra poltica pblica es desalentar el desparrame urbano, concentrando el desarrollo habitacional, comercial e industrial en el centro urbano y reas suburbanas existentes ya desarrolladas, y promover actividades econmicas de bajo impacto ambiental en las comunidades rurales o que sean compatibles con la designacin de reas de reserva natural.

    Como vemos, es un plan ambicioso que slo puede lograrse con la colaboracin de todos los sectores, incluyendo el gobierno central, el municipal, la empresa privada y las instituciones cvicas y comunitarias. Adems, requiere la colaboracin de profesionales, cientficos y otros especialistas que nos dan sabios consejos para que los proyectos sean econmicamente viables tanto en su desarrollo como en su eventual operacin, a la vez que consideran el beneficio directo a las comunidades y la proteccin de los recursos naturales.

    Advertimos que en muchos casos se requiere que asumamos una actitud de desprendimiento, y entender que la naturaleza misma y el modo de funcionar de las entidades pblicas no promueven la eficiencia operacional, toda vez que dan mucho nfasis a los aspectos normativos y reguladores. A esto, se suma el enfoque de corto plazo que suele predominar en la gestin pblica y que normalmente evita plantearse proyectos de envergadura que trascienden por mucho el tradicional cuatrienio. Por eso, en el Municipio Autnomo de Caguas promovemos la creacin de entidades no gubernamentales, cvicas y comunitarias para hacerse cargo de muchas de estas iniciativas.

    Quiero terminar mi exposicin sealando cuales sern dos de nuestros grandes parques urbanos: uno es el que conocemos como Parque Criollo y Jardn Botnico del Turabo en la ribera del Ro Cagitas. El otro ser en el rea recreativa del lado sur en el Ro Turabo. Se est trabajando, adems, en el Proyecto del Corredor Ecolgico Caguas-Aguas Buenas. Estamos convencidos que estos proyectos no slo son importantes para los habitantes de nuestra Ciudad, sino para todos los puertorriqueos.

    * El Hon. William Miranda Marn es Alcalde del Municipio Autnomo de Caguas.

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    LA PLAYA COMO RECURSO DE INFRAESTRUCTURA VERDE:PERSPECTIVA DE LA COMPAA DE PARQUES NACIONALES DE PUERTO RICO

    Ramn L. Nieves*

    Agradezco nuevamente la oportunidad que se nos brinda, en este Congreso, para evaluar, dnde estamos y hacia dnde dirigimos nuestros esfuerzos con respecto al desarrollo y manejo de uno de los ms hermosos recursos naturales que posee Puerto Rico: nuestras playas.

    Para comenzar quisiera indicar que la Compaa de Parques Nacionales de Puerto Rico (CPNPR), fue creada por la Ley Nm.10 de 8 de abril de 2001, como resultado de la fusin de la antigua Compaa de Fomento Recreativo (CFR) y del Fideicomiso de Parques Nacionales. As, la CPNPR hered las funciones de estas dos agencias. Sin embargo, a diferencia de la CFR que se dedicaba solamente a operar instalaciones, hoy la CPNPR administra el recurso recreativo considerando todos los aspectos ambientales y la necesidad de conservacin del mismo. Bajo este postulado, la CPNPR administra actualmente 21 instalaciones o parques, de las cuales 12 son balnearios pblicos.

    Los siguientes principios sirven de marco de referencia para las acciones de la CPNPR. En primer lugar, un parque se define como un pedazo de terreno, ubicado en o cerca de un centro urbano y cuyos propsitos son el ornato y la recreacin. Por su parte, un Parque Nacional es, segn el Diccionario Enciclopdico Webster de 1993, un rea de especial importancia escnica, histrica o cientfica que el Gobierno destina y mantiene especialmente para fines recreativos o de estudio.

    En Puerto Rico, las playas constituyen el recurso natural principal para la recreacin al aire libre y el ms utilizado por los puertorriqueos. Algunas -por su valor especial- estn designadas como Parques Nacionales.

    La CPNPR opera los balnearios designados como Parques Nacionales bajo su jurisdiccin. Las restantes playas son administradas por algunos municipios y por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).

    La planificacin de la recreacin al aire libreRecientemente la CPNPR prepar el Plan Estatal de Recreacin al Aire Libre (SCORP,

    por sus siglas en ingls) que cubre el perodo comprendido entre los aos 2003 y 2007. Las encuestas llevadas a cabo para la preparacin del Plan, revelaron algunos datos muy significativos. Por ejemplo, el 71% de los encuestados indic que su actividad recreativa preferida era visitar la playa, seguida de guiar por placer, y visitar otras reas naturales, con 59.8% y 56.1% respectivamente.

    Visin del futuroEn el ao fiscal 2002-2003 casi tres millones de personas visitaron los 12 balnearios

    administrados por la CPNPR. Este es el mejor indicador de que cualquier visin del Puerto Rico del futuro deber considerar el recurso playa, en forma prioritaria, bajo los preceptos de un desarrollo econmico y social balanceado y sustentable.

    Trasfondo histrico

    Veamos ahora algunos datos histricos que nos permitan ubicar la labor de la CPNPR en una perspectiva ms amplia.

    La CFR, antecesora de la CPNPR, se cre en el 1961, con el objetivo de proveer instalaciones recreativas, balnearios y centros vacacionales, a precios razonables. De esta forma, se cumpla con la poltica pblica de que el puertorriqueo comn disfrutara y tuviera mejor acceso a sus recursos naturales. El desarrollo de este proyecto estuvo subsidiado por un impuesto especial a la ocupacin hotelera.

    Para cumplir con sus objetivos, entre 1961 y 1980, la CFR logr construir 13 balnearios y cinco centros vacacionales en lugares seleccionados por su belleza nica y su ubicacin privilegiada. Entre 1980 y 1990, el proceso de expansin se detuvo temporalmente y la CFR se dedic slo a mantener y hacer algunas mejoras a las instalaciones existentes. Para la dcada de 1990 al 2000, la Agencia comenz un perodo de expansin de las instalaciones, inicindose, adems, una peligrosa tendencia a la privatizacin de predios de playa para el desarrollo de instalaciones hoteleras. Hacia el final de este perodo, en 1999, se enmend el Cdigo de Rentas Internas y se elimin el ingreso que reciba la CFR por concepto del impuesto de ocupacin hotelera para el desarrollo de instalaciones pblicas.

    CREACIN DE LA CPNPR

    En el ao 2001, al crearse la CPNPR, se sustituye el programa de privatizacin por una poltica ms orientada hacia la conservacin de los recursos. As, se estableci como poltica pblica la conservacin a perpetuidad de todas las instalaciones bajo la jurisdiccin de la CPNPR.

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    Retos futurosNo es secreto para nadie, que Puerto Rico necesita fortalecer su capacidad para

    competir en una economa cada vez ms globalizada. Hacia esos fines necesita articular una visin abarcadora de su desarrollo econmico y social, que incluya objetivos concretos y medibles a corto, mediano y largo plazo. En el marco terico del desarrollo sustentable, estos objetivos consisten en satisfacer las necesidades de la presente generacin sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas.

    Situacin actual y necesidadesLa situacin prevaleciente en Puerto Rico, en cuanto al manejo del recurso playa, es de

    una gran complejidad jurisdiccional y administrativa. Existen no menos de 24 agencias estatales y federales que tienen injerencia en la forma en que se administran y manejan las playas de la Isla. Sin embargo, la falta de controles en la zona martimo-terrestre es evidente. Esto ha trado como consecuencia, construcciones ilegales en la zona, problemas de contaminacin de las playas pblicas y en algunos de los balnearios de la CPNPR y, a su vez, numerosos problemas de ndole administrativo a la Agencia.

    Con relacin al problema de la contaminacin de las playas, es preciso tomar en consideracin no slo los usos ilegales en la zona, sino tambin los desarrollos que se autorizan, ya que muchos de ellos suelen tener un gran impacto sobre los ros aguas arriba. La contaminacin que causan estas descargas en el litoral costero y, por consiguiente, en nuestros balnearios, es un problema constante.

    Por otro lado, la construccin de rompeolas, marinas y otros desarrollos en el litoral costero tienen repercusiones negativas en nuestros balnearios causando, entre otras cosas, serios problemas de erosin. De igual manera, la extraccin de arena y otras actividades no compatibles con el litoral costero tienen el efecto de modificar los perfiles de nuestras costas, disminuyendo de esta forma, el potencial recreativo de las mismas.

    Es importante sealar, adems, que al presente, existen marcadas diferencias entre la informacin disponible sobre nuestras playas y el estado real en que stas se encuentran. Esto apunta a la necesidad de desarrollar un sistema de informacin y monitoreo adecuado que permita identificar las condiciones de las playas en cuanto a seguridad, accesibilidad y uso por parte de los ciudadanos.

    Por ltimo, cabe mencionar la situacin relacionada con la seguridad y la vigilancia en nuestras playas. Salvo en aquellas administradas por la CPNPR, entindase por ellas los balnearios pblicos, la seguridad martima constituye un problema que afecta el uso y disfrute de las mismas. De igual forma, la carencia de vigilancia en las playas no administradas por la CPNPR es un factor limitante para los usuarios de stas.

    Recomendaciones Para terminar quisiera compartir con ustedes algunas de las recomendaciones que

    se desprenden del anlisis de la situacin actual de este importante recurso. En primer trmino, es urgente, que se proceda a reorganizar toda la estructura legal que regula los recursos costeros y las playas de la Isla. Muchas de estas disposiciones, como las leyes espaolas del siglo XIX, todava vigentes en Puerto Rico, son un buen punto de partida. Del mismo modo, la reglamentacin relacionada con el uso de los recursos costeros y de las playas debe ser modernizada, para dar especial atencin a los usos recreativos. Es importante, adems, salvaguardar el derecho al acceso y al uso del pblico en general a las playas cuando se vayan a otorgar permisos para la construccin de hoteles e instalaciones tursticas privadas. Finalmente, y no menos importante, hay que destacar la necesidad de establecer organismos coordinadores para atender el desarrollo de las diferentes actividades recreativas en nuestras playas y balnearios, para esta generacin y para las futuras.

    * Ramn L. Nieves -ex D