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Economía Política Internacional Informe de Lectura No. 3 Joseph P. Quinlan – The last economic superpower. The retreat of globalization, the end of American dominance, and what we can do about it. (Págs. 83 – 117) En el capítulo 4 del texto de Quinlan, titulado “Speeding toward a Messy Multipolar World”, se inicia el desarrollo de distintas situaciones en las que se tiene, como conclusión general, el considerable deterioro del poder y la influencia que en el pasado reciente podía ejercer Estados Unidos sobre las otras grandes potencias en el mundo y, por supuesto, sobre los países todavía en vías de desarrollo. Así, el autor inicia este capítulo señalando que la crisis económica mundial que asoló la situación económica y financiera del mundo, especialmente el occidental, supuso un duro golpe para la posición de Estados Unidos y, considerablemente, para las ideas de capitalismo que dicho país promueve alrededor del planeta. Continuando con su análisis, Quinlan señala que, junto con Estados Unidos, tradicionalmente se había estructurado un sistema en el cual seis naciones gobernaban la economía mundial, siendo dichas naciones las siguientes: Japón, Reino Unido, Alemania, Italia, Francia, además de los Estados Unidos. Hay que señalar que a este grupo se le añade Rusia, luego del fin de la Guerra Fría, consolidando su ingreso casi a fines de la década de los 90 el siglo pasado. Sin embargo, tal como refiere el autor, la crisis económica del 2008 supuso una grave situación de deslegitimación de estas grandes potencias, permitiendo que en el mundo se abrieran paso otras naciones que habían sido excluidas de tan selecto grupo, como es el caso de China e India. Así, el autor hace referencia a la constitución del G-20, bloque económico que poco a poco comenzó a tomar mayor relevancia en la economía mundial desde 1999. Señala Quinlan que en dicho grupo se puede encontrar una mayor y mejor representatividad de las economías no solamente más desarrolladas, sino aquellas que resultan ser exitosas en su camino al desarrollo. En dicho grupo se puede encontrar a países tales como Argentina, Brasil, Australia, China, India, Indonesia, México, entre otros. Frente a dicha situación de surgimiento de nuevas economías junto con el deseo de las mismas de participar en la toma de decisiones dentro de las grandes instituciones financieras mundiales, Estados Unidos encontró que la forma para poder relacionarse con estas naciones no es otra que el promover el diálogo y la cooperación entre todos, generando así una muestra de unidad y solidez frente a los capitales internacionales, logrando la consecuencia deseada por todos, es decir, la consolidación de la tranquilidad económica y financiera en el mundo, y el recobrar la confianza de los inversionistas a nivel mundial, a fin de que no se detenga la recuperación de la economía ni la expansión de las economías de los países, especialmente aquellos miembros del G- 20. Quinlan también refiere en su artículo que el llamado Consenso de Washington y las recomendaciones que los Estados debían cumplir para tener una economía abierta, de corte capitalista y atractiva a los mercados internacionales y al capital extranjero, se encuentran siendo cuestionadas debido a las consecuencias de la crisis económica global del 2008. En tal sentido, afirma el autor que, aun cuando Estados Unidos y otros países de orientación económica similar, promovían en el mundo la tendencia hacia la desregulación de los mercados y el retiro del Estado de la mayor actividad económica en cada país, luego de la crisis del 2008, esos mismos países han

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Ciencias Sociales, investigacion academica

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  • Economa Poltica Internacional

    Informe de Lectura No. 3

    Joseph P. Quinlan The last economic superpower. The retreat of globalization, the end of

    American dominance, and what we can do about it. (Pgs. 83 117)

    En el captulo 4 del texto de Quinlan, titulado Speeding toward a Messy Multipolar World, se

    inicia el desarrollo de distintas situaciones en las que se tiene, como conclusin general, el

    considerable deterioro del poder y la influencia que en el pasado reciente poda ejercer Estados

    Unidos sobre las otras grandes potencias en el mundo y, por supuesto, sobre los pases todava en

    vas de desarrollo. As, el autor inicia este captulo sealando que la crisis econmica mundial que

    asol la situacin econmica y financiera del mundo, especialmente el occidental, supuso un duro

    golpe para la posicin de Estados Unidos y, considerablemente, para las ideas de capitalismo que

    dicho pas promueve alrededor del planeta.

    Continuando con su anlisis, Quinlan seala que, junto con Estados Unidos, tradicionalmente se

    haba estructurado un sistema en el cual seis naciones gobernaban la economa mundial, siendo

    dichas naciones las siguientes: Japn, Reino Unido, Alemania, Italia, Francia, adems de los

    Estados Unidos. Hay que sealar que a este grupo se le aade Rusia, luego del fin de la Guerra Fra,

    consolidando su ingreso casi a fines de la dcada de los 90 el siglo pasado. Sin embargo, tal como

    refiere el autor, la crisis econmica del 2008 supuso una grave situacin de deslegitimacin de

    estas grandes potencias, permitiendo que en el mundo se abrieran paso otras naciones que haban

    sido excluidas de tan selecto grupo, como es el caso de China e India.

    As, el autor hace referencia a la constitucin del G-20, bloque econmico que poco a poco

    comenz a tomar mayor relevancia en la economa mundial desde 1999. Seala Quinlan que en

    dicho grupo se puede encontrar una mayor y mejor representatividad de las economas no

    solamente ms desarrolladas, sino aquellas que resultan ser exitosas en su camino al desarrollo.

    En dicho grupo se puede encontrar a pases tales como Argentina, Brasil, Australia, China, India,

    Indonesia, Mxico, entre otros.

    Frente a dicha situacin de surgimiento de nuevas economas junto con el deseo de las mismas de

    participar en la toma de decisiones dentro de las grandes instituciones financieras mundiales,

    Estados Unidos encontr que la forma para poder relacionarse con estas naciones no es otra que

    el promover el dilogo y la cooperacin entre todos, generando as una muestra de unidad y

    solidez frente a los capitales internacionales, logrando la consecuencia deseada por todos, es

    decir, la consolidacin de la tranquilidad econmica y financiera en el mundo, y el recobrar la

    confianza de los inversionistas a nivel mundial, a fin de que no se detenga la recuperacin de la

    economa ni la expansin de las economas de los pases, especialmente aquellos miembros del G-

    20.

    Quinlan tambin refiere en su artculo que el llamado Consenso de Washington y las

    recomendaciones que los Estados deban cumplir para tener una economa abierta, de corte

    capitalista y atractiva a los mercados internacionales y al capital extranjero, se encuentran siendo

    cuestionadas debido a las consecuencias de la crisis econmica global del 2008. En tal sentido,

    afirma el autor que, aun cuando Estados Unidos y otros pases de orientacin econmica similar,

    promovan en el mundo la tendencia hacia la desregulacin de los mercados y el retiro del Estado

    de la mayor actividad econmica en cada pas, luego de la crisis del 2008, esos mismos pases han

  • comenzado a reorientar dichas consideraciones y a pensar en mercados con regulacin estatal,

    con una mayor grado de intervencin del Estado en la economa, llegando a situaciones

    impensadas en el pasado, como que el Estado pudiese contar con empresas de accionariado

    estatal en su mayora, o que el Estado tuviese participacin en el accionariado de distintas

    empresas sumamente grandes de rubros completamente distintos unos de otros.

    En otro punto del captulo, Quinlan tambin seala que los distintos pases del mundo han

    encontrado en los acuerdos regionales, una manera bastante acertada y eficaz de hacer frente a

    las complicaciones que la crisis econmica mundial les present en el ao 2008. As, una economa

    centrada casi mayoritariamente en la actividad y en las relaciones con Estados Unidos se mostraba

    mucho ms frgil y vulnerable frente a los cambios que propona la crisis econmica mundial y las

    dificultades que la misma supuso. As, en el marco de la Organizacin Mundial de Comercio, o a

    veces desde la sola intencin de un grupo de estados interesados, se comenzaron a estructurar

    iniciativas regionales.

    As, el autor hace referencia a que no solamente se tienen distintas unidades o bloques regionales

    en materia de cooperacin poltica o social desde muchos aos atrs, citando como caso relevante

    a la Organizacin de Estados Americanos (OEA), sino que tambin se han venido construyendo

    iniciativas regionales en distintas partes del mundo, las cuales tienen tambin un aspecto

    econmico a considerar, como puede ser el caso de UNASUR, con la creacin del Banco del Sur, y

    como puede ocurrir tambin con el MERCOSUR, el cual se ha convertido en un bloque subregional

    sumamente importante y que ha sido, quizs, una de las mayores trabas que ha tenido que

    enfrentar Estados Unidos para buscar integrarse econmicamente con los estados del sur

    americano.

    Los ltimos puntos sobre los cuales incide Quinlan en este captulo son los referidos a dos pases

    muy grandes y que con el pasar de los aos, han cobrado relevancia en el plano internacional a

    niveles que incluso pueden llegar a desafiar los criterios de influencia que puede tener Estados

    Unidos en la comunidad internacional. El primer de ellos en ser analizado es Brasil. Quinlan seala

    sobre este pas que se ha convertido no solamente en una potencia regional sino que tambin se

    encuentra escalando posiciones relevantes en el mundo actual, a nivel tanto poltico como

    econmico. Con datos muy claros y puntuales, el autor demuestra cmo Brasil ha ido obteniendo

    un papel ms protagnico en el escenario mundial, consiguiendo no solamente posicionarse como

    un actor fundamental en las relaciones econmicas de la regin de Amrica del Sur, sino tambin

    en un rival de Estados Unidos en el lado occidental del planeta.

    El otro caso analizado es el de China, sobre el cual seala Quinlan, afront con la mejor capacidad

    y los mejores resultados la crisis econmica mundial del ao 2008. El autor refiere que China no

    solamente se ha consolidado como un pas en crecimiento, sino que ha comenzado a utilizar su

    influencia en otros pases y sectores de la economa mundial para insertarse a aquellas actividades

    en las cuales pueda tener inters. Sin embargo, seala el autor que, incluso con el desarrollo

    alcanzado por China y la inmensa proyeccin a futuro con la que cuenta, tambin deber

    enfrentarse a problemas de distinta ndole, tales como el aumento considerable de su poblacin

    en cuanto a menores de edad y jubilados, as como la creciente corrupcin que se ha detectado en

    el aparato estatal, el cual se encuentra vinculado estrechamente con los altos puestos de decisin

    de las instituciones financieras del pas.

    Como comentario al texto de Quinlan, podemos sealar que el punto central de este captulo es

    evidenciar, con datos y ejemplos precisos, como el mundo que conocemos hasta la actualidad, es

  • decir, con Estados Unidos como eje articulador de las polticas econmicas y financieras del

    mundo, as como la relevancia que dicho pas mantiene sobre los asuntos de poltica internacional

    y la cooperacin entre Estados, se encuentra en un severo de cambios en las relaciones de poder e

    influencia sobre los otros pases del mundo y los distintos bloques regionales que se han ido

    formando.

    As, consideramos que hoy en da ya no se puede hablar de la hegemona de Estados Unidos en

    temas econmicos y financieros de una forma tan absoluta como quizs se poda hacer aos atrs.

    En ese sentido, es necesario reconocer que alrededor del planeta, pases como los BRICS, o el

    bloque del Asia Pacfico, comienzan a consolidar su posicin expectante frente a la potencia

    mundial por excelencia. As, el intento de estos pases por procurarse no solamente acuerdos

    comerciales entre ellos, sino tambin instituciones financieras regionales, independientes de la

    voluntad de Estados Unidos, supone un claro desafo a la poltica exterior estadounidense, la cual

    deber articular muchos factores a fin de no perder su posicin de lder frente a los otros pases.

    Consideramos que resulta ya irreversible el hecho que vayamos a tener un mundo cada vez ms

    multipolar y con liderazgos nuevos en el mbito econmico y poltico. El crecimiento y la

    consolidacin de naciones como China, Brasil o India, no hacen sino confirmar que el mundo en el

    cual Estados Unidos mandaba sin que nadie hiciera sombra, se encuentra seriamente desafiado. Es

    as como la posicin de hegemona que ha mantenido Estados Unidos en el mundo se encuentra

    cuestionada; no necesariamente quizs por sus relaciones bilaterales o regionales con los dems

    pases, pero s por su deslegitimacin en contextos determinados como la crisis econmica

    mundial del 2008, o la mejor respuesta y avance de otros pases como los sealados lneas arriba.

    De acuerdo con lo anterior, consideramos que las experiencias de integracin regional van a

    continuar en aumento, buscando no slo favorecer la cooperacin y el dilogo poltico entre

    pases miembros de cada bloque, sino tambin el entendimiento con otros bloques regionales

    similares, pero que representen un beneficio si es que se los considera como aliados. Es el caso,

    por ejemplo, de la novsima Alianza del Pacfico, cuyos pases han puesto en marcha como una

    gran alternativa a futuro en materia comercial, como elemento predominante, pero que tampoco

    descarta el avance de la integracin en materia poltica o de cooperacin entre dichos pases. Lo

    mismo se podra decir de distintos intentos de integracin en la regin asitica, bajo los cuales se

    plantea agrupar a economas emergentes y dinmicas que permitan asegurar un crecimiento

    regional importante y, quizs posteriormente, una apertura mucho ms grande hacia los mercados

    mundiales.

    En tal sentido, consideramos que nos encontramos en un momento de desafo a la hegemona

    norteamericana y que, adems, estamos viviendo un proceso en el cual se est desenvolviendo

    una competencia en materia econmica, financiera y comercial entre los nuevos lderes

    mundiales, como India, Brasil y China. Tal situacin supone que no solamente las posiciones de

    liderazgo sufran una reconfiguracin a nivel mundial, sino que tambin las relaciones de los pases

    en vas de desarrollo tengan que reorientarse hacia una menor influencia por parte de Estados

    Unidos, y por el contrario, deban buscar una mayor cooperacin con economas regionales o con

    las grandes potencias en ascenso en la comunidad internacional.