El Manifiesto 2.0 de las Humanidades Digitales

Departamento de Digital Humanities & Media Studies de la Universidad de California (UCLA)

Traducción: Sofía Alamo y Agustina Migliorini

Un manifiesto de manifiestos – definición: este manifiesto es un literal volante de mano. Una “mano” que está llamando y defendiéndose. Una mano que ha comenzado a trabajar duro, ya sea predicando, enseñando, estableciendo o derogando la ley. Ya poco importa si el medio elegido es la voz, el cuerpo, la página impresa o una imagenpixelada. Las cosas que alguna vez nos fueron escondidas, desde el comienzo del mundo o al menos por nuestros antepasados, nos han sido reveladas; cosas que oscilan entre lo obvio y lo escandaloso, lo heroico y lo bobo, lo privado y lo público. Es urgente trazar la línea entre los pecadores y los santos, los tradicionalistas y los futuristas, y a la vez, borrar otras líneas, como las que hay entre los críticos y los hacedores, los que codifican y los que saben, los que enseñan y los que entretienen. Y si se agrega un poco de diversión a este camino, mucho mejor. El tiempo es corto. Este es un género en apuros.

­­entonces: si está buscando linealidad y lógica... o un tratado académico... este género se trata todo de M's: mix (mezclar), match (unir), mash (combinar), manifest (manifestar) ­­y: si está preguntándose quién está de este lado, la respuesta es en plural. El manifiesto 2.0 de las Humanidades digitales fue precedido por uno 1.0, que fue hecho en borrador, comentado, y luego remixado. (¿Saldrá una versión 3.0?) ­­manual de instrucciones: 1) no lloriquee 2) comente, participe, replique, difunda la palabra 3) dé ideas 4) únase 5) continúe

Lo que son y lo que no son las humanidades digitales (y por qué importan)

Las Humanidades Digitales no son un campo unificado pero sí son un conjunto de prácticas convergentes que exploran un universo donde: a) la imprenta no es el medio normativo y exclusivo donde se produce y distribuye conocimiento; en cambio, la imprenta se encuentra absorbida en configuraciones nuevas y multimediales; y b) las herramientas digitales, las técnicas y los medios han alterado la producción y distribución de conocimiento en las artes y las ciencias humanas y sociales. Las Humanidades Digitales buscan jugar un rol inaugural en este mundo donde los productores, administradores y distribuidores de conocimiento y cultura están más allá del mundo académico; las universidades son llamadas a formarse en modelos y discursos digitales a la manera de las

nuevas esferas públicas emergentes de la era actual (la www, la blogósfera, las bibliotecas digitales, etc.), para modelar la excelencia y la innovación en estos dominios y para facilitar la formación de las redes locales y a la vez globales de producción y distribución de conocimiento. Como en todas las revoluciones de los medios, la primera ola de la revolución digital miraba hacia atrás, al mismo tiempo que se movía hacia adelante. Así como los primeros códices reflejaban las prácticas de la oratoria, la imprenta inicialmente reflejaba las prácticas de la cultura de los manuscritos medievales y las películas reflejaban las técnicas del teatro; la primera ola digital replicaba el mundo de la comunicación académica que la imprenta había codificado gradualmente durante cinco siglos: un mundo donde el texto es primario y la visualidad y el sonido, secundarios (y subordinados al texto), incluso hoy cuando se ha acelerado enormemente la búsqueda y recuperación de documentos, se ha mejorado el acceso, y se han alterado los hábitos mentales. Ahora se debe modelar un futuro donde las características específicas de las tecnologías digitales se transformen en su núcleo y donde la imprenta sea absorbida en un nuevo modo híbrido de comunicación. El primer trabajo de la primera ola de las humanidades digitales fue cuantitativo, movilizando el poder de búsqueda y recuperación de bases de datos, automatizando corpus lingüísticos, etc. La segunda ola es cualitativa, interpretativa, experimental, emotiva y generativa. Trae como apoyo un kit de herramientas digitales al servicio de la destreza metodológica central de las humanidades: atención a la complejidad, especificidad del medio, contexto histórico, profundidad analítica, crítica e interpretación. Esta dicotomía toscamente dibujada no excluye la emocional, incluso sublime potencialidad de lo cuantitativo, de igual manera que no excluye la inclusión de análisis cuantitativos con ciertos marcos de calidad. Más bien se imagina nuevos acoplamientos y batiduras que se ven facilitadas tanto por los nuevos modelos de práctica de la investigación como por la disponibilidad de nuevas herramientas y tecnologías. Interdisciplinariedad / transdisciplinariedad / multidisciplinariedad son palabras vacías, a menos que impliquen cambios en lenguaje, prácticas, métodos y salidas.

Vacías o no, estas palabras han pavimentado el camino. Pero ahora es tiempo de modelar el futuro con proyectos más que hablar y hablar.

Lo digital es el reino de lo abierto: fuentes abiertas, recursos abiertos, todo lo que intente cerrar este espacio tiene que ser reconocido como lo que es: el enemigo.

Las Humanidades Digitales tienen un núcleo utópico formado por sus descendientes genealógicos de la contracultura­cibercultura de los 60s y los 70s. Es por eso que se afirma el valor de lo abierto, lo infinito, lo expansivo, la universidad/museo/archivos/bibliotecas sin paredes, la democratización de la cultura y la escolaridad, a la vez que se afirma el valor de los métodos estadísticos de gran escala (como las analíticas culturales) que colapsan los límites entre las humanidades y las ciencias sociales y naturales. Es por esto también que se cree que el copyright y los IP standards deben ser liberados del dominio del capital, incluyendo el capital poseído por

los herederos que viven parasitariamente de los logros de sus predecesores ya difuntos.

(ítems de acción de guerrilla)

débil = ignore las bienintencionadas “voces de la razón” que siempre discutirán por entender el uso artístico y académico justo de la manera más restrictiva (tanto para defender las instituciones que representan con posibles demandas, sin importar cuán infundadas sean); adopte en su lugar, interpretaciones sobre el uso justo, afirmando que en la mayoría de los casos, las prácticas artísticas y académicas: a) son actividades sin fines de lucro y cuyos costos exceden la retribución real o potencial; y b) son actividades que, en lugar de disminuir el valor de IP o copyright, lo enaltecen. Medio = eluda todos los pedidos que se ramifican de los derechos de los creadores a los dueños, los fotógrafos contratados por dueños, los lugares de publicación prioritarios.. fuerte = piratee y pervierta materiales de la talla de Disney, en una escala tan masiva que los jefes de las IP tengan que demandar a todo su vecindario, colegio y país; practique una anarquía digital socavando creativamente el copyright, remixando medios, cortando y pegando imágenes, temas musicales y texto. Los humanistas digitales defienden los derechos de los realizadores de contenidos (autores, músicos, codificadores, diseñadores o artistas) para ejercer control sobre sus creaciones y para evitar la explotación

desautorizada; pero este control no debe comprometer la libertad de reutilización, de la crítica y los usos con propósitos educativos. La propiedad intelectual debe abrir, no cerrar el intelecto, el procomún. Las Humanidades Digitales implican un conocimiento humanístico multi­propósito y a través de muchos canales: ningún canal debe excluir otro canal. Están basados en la economía de la abundancia, no de la escasez. Valoran la COPIA más que la ORIGINALIDAD. Recuperan el original significado de COPIA: abundancia. COPIA = COPIOSIDAD = el desbordante botín de la era de la información, una era donde, a través de la investigación humanística, bajo la presión institucional, hay potencialmente mucho para todos y, además, hay mucho por hacer.

Humanidades Digitales = Grandes humanidades = Humanidades Generativas. Mientras la revolución de la post Segunda Guerra Mundial ha consistido en la proliferación de áreas de conocimiento cada vez más especializadas y más rigurosas y la consiguiente aparición de lenguajes privados y jergas especializadas, las Humanidades Digitales consisten en integración y prácticas generativas: la construcción de grandes fotografías de latesserae del conocimiento experto.No se trata de la aparición de una nueva cultura general, Renacimiento, Humanismo / Humanidades, alfabetización universal. Por el contrario, promueve la colaboración y creación a través de los dominios de la experiencia. Los expertos están para quedarse, pero:

­ no hay ninguna razón para que se su hábitat natural caiga dentro de las paredes de la academia o centros de investigación. ­ la demanda de los crecientes grados de especialización debe ser puesta bajo constante presión por la necesidad de pensamiento transversal, transdisciplinario e innovador. Humanidades Digitales = co­creación. La complejidad de los proyectos de las grandes humanidades, trabajos en equipo, roles especializados hacia dentro de los grupos y producción que implica especialización son características que definen el giro digital de las ciencias humanas. Los modelos de educación distribuidos y a gran escala representan una de las características más transformadoras de las Humanidades Digitales. Pero hay un amplio espacio bajo las Humanidades Digitales para la reinvención del trabajo solitario, excéntrico, incluso hermético llevado a cabo por individuos tanto hacia afuera como hacia adentro de la academia. La colonia de hormigas y la torre de marfil, la red y el monasterio son dos lugares potenciales de placer, conocimiento y recompensa en una economía fundada en la abundancia. Pero no podemos encomendar más la creación de conocimiento y la administración del mismo solamente para este último. Los modernos modelos científico­académicos se han enorgullecido de sí mismos por la fórmula de rigor y la transmisión objetiva. Pero este mito de la ilustración ha dado batalla con una comunicación académica estetizante y de estilo en formas que se volvieron distintivas para las Humanidades y a veces las enfrentó en contra de las prácticas que prevalecen en las ciencias sociales y naturales.Las Humanidades Digitales no se oponen a ninguna de las dos sino que se acomodan a ambas. Enfatizando el diseño, la multimedialidad, y lo experimental, buscan expandir el rango de afectividad al que la academia

puede aspirar. Como tales, coquetean con el escándalo que implica el entretenimiento como academia y la academia como entretenimiento. Se resisten respetuosamente a la idea de que la academia hable fuera del tiempo, del espacio y del cuerpo. Están comprometidas en la tarea de crear una audiencia, incluso una audiencia masiva, para el aprendizaje humanístico. El proceso es el nuevo dios; no el producto. Todo lo que se interpone entre el mash­up y el remix se interpone en el camino de la revolución digital. Las humanidades digitales tienen que ver con colaboración móvil, academia itinerante y redes de investigación. Valoran la calidad de los resultados; pero también valoran el camino que llevó a ellos. Minas de oro no explotadas se pueden encontrar en el reino de los procesos. Hoy, la universitas (el universo del conocimiento) ha devenido un universo demasiado vasto, complejo y con muchas capas de contenidos más allá de las paredes de cada institución, incluso de las universidades. La ficción medieval de las investigaciones universales fue desmentida hace rato por campos del aprendizaje restringidos a unas pocas opciones de áreas y eras. Las Humanidades Digitales abrazan la naturaleza global y expandida de la comunidad de investigación actual como una de las mejores oportunidades disciplinarias y postdisciplinarias de nuestro tiempo. Sueñan con modelos de producción y reproducción de conocimiento que apalanquen la naturaleza cada vez más distribuida de la experiencia y el conocimiento de esta realidad y la transformen en ocasiones para la innovación académica y la democratización del conocimiento.

Lo reto a un duelo I: la creación más significante de la Web 2.0 que aprovecha la audiencia masiva y le encarga la producción y distribución del conocimiento es Wikipedia.Wikipedia no fue inventada por y para la universidad. Pero rápidamente se está convirtiendo en una (la Wikiversidad). Wikipedia es un modelo porque más que un set de contenidos, representa una red global, multilingüe y de múltiple autoría y editorialización colectiva para acopiar, crear y manejar información.

Lo reto a un duelo II: Es Google, le guste o no. Fue originado en Standford pero su territorio es el mundo. Sin embargo, su aspiración a convertirse en la Librería de Alejandría o el Oráculo de Delfos moderno no es nada imposible: “para organizar la información del mundo, hacerlo universalmente accesible y útil” puede leerse en la declaración de su misión. La página de inicio de Google se ha convertido en el portal mundial de la información (digital); Google Earth se ha convertido en el mappa mundi en las manos de la comunidad mundial.

¿Nuestra respuesta?

No solamente tratar de entender e interrogar el impacto social y cultural de las nuevas tecnologías, sino también conducir a la creación de nuevas tecnologías, metodologías y sistemas de información, así como de desviación, reinvención, reutilización, a través de preguntas de investigación basadas en las artes y en las humanidades: preguntar sobre el sentido, la interpretación, la historia, la subjetividad y la cultura. La

revolución no se trata de transformar a los estudiantes en ingenieros o programadores. En realidad, se trata de:

– expandir el compás y la calidad del conocimiento en las ciencias humanas

– expandir el alcance y el impacto del conocimiento en las disciplinas humanísticas. – dirigir el compromiso en el desarrollo y diseño de procesos que eleven más ricos y multidireccionales modelos, géneros e iteraciones de la comunicación y práctica

académica.

¿La respuesta de los tradicionalistas?

– ¿aceptar pasivamente las herramientas heredadas de la Olimpia tecnológica? – ¿lamentarse por la caída del oeste? – ¿continuar haciendo lo que siempre hicimos hasta extinguirnos?

– ¿celebrar la extinción o inutilidad de estar sentado sobre un sillón acolchado? – ¿volver el tiempo atrás?

Wiki­nomía es la nueva realidad social cultural y económica de las Humanidades Digitales.

Tecnología y contenido son producidos, realizados y administrados masivamente, aunque formados por comunidades específicas que generan, además, las normas de calidad y modelos de mejores prácticas. Wiki­academia itinerante, acumulativa y colaborativa. Las redes sociales son los nuevos laboratorios de cultura y conocimiento. En el dominio humanístico, las Wikinomías implican: – una reconfiguración de la relación jerárquica entre maestro y discípulo. – una redefinición de los roles de alumno y profesor, experto y no experto, academia y comunidad. – nuevas triangulaciones de prácticas artísticas, críticas y de distribución, la fusión de la actividad académica, pedagógica, de publicación y práctica.

Haciendo teoría y haciendo práctica Nuestro emblema es la fotografía digital de un martillo (hacer manual), sobre una página doblada (el texto bidimensional ahora se desdobla en tres dimensiones).

Siglos basados en el texto y en la primacía de la imprenta crearon el contexto en el cual la cultura impresa se naturalizó. No es necesario aclarar que nosotros NO estamos discutiendo la abolición de los libros; por el contrario, estamos abogando por un modelo neo­ o post­imprenta donde la imprenta se inserta en una multiplicidad de medios, prácticas y formas de producción; donde la arquitectura y el diseño (nuevamente) son

características centrales del modo en que las preguntas son formuladas, al mismo tiempo que toman forma y adquieren un estilo. Este es un momento increíblemente interesante en el cual determinar y diseñar la interfaz para información, datos y conocimiento, se vuelve tan central como el arte de la escritura, la curaduría y la coordinación. La dicotomía entre el reino del hacer manual y el reino del pensamiento fue siempre un engaño. Hoy, los viejos debates sobre teoría y praxis ya no resuenan. El conocimiento asume múltiples formas; habita los intersticios entre palabras, sonidos, olores, mapas, diagramas, instalaciones, ambientes, reposición de datos, tablas y objetos. La fabricación física, el diseño digital, la prosa efectiva, la yuxtaposición de imágenes, el montaje de movimientos, la orquestación de sonido son todas formas de hacer. No nos olvidemos: si bien su tradición fue basada en la oratoria y en la retórica, las disciplinas humanísticas modernas fueron profundamente remodeladas alrededor de la imprenta, tal como como ahora están siendo remodeladas por las nuevas normas digitales emergentes y sus potencialidades. ¿Qué significa estudiar “literatura” o “historia” cuando la imprenta ya no es el medio en el que los artefactos literarios e históricos son producidos? ¿qué significa pensar cuando el pensar se desvincula de su confianza exclusiva en el lenguaje y la textualidad? ¿qué significa, en términos generales, para el conocimiento humanístico? En los 70s y los 80s, los estudios sobre mujeres, gays, lesbianas, bisexuales y trans, sobre etnias y estudios culturales permitieron que las Humanidades se abrieran hacia ámbitos sociales, políticos y culturales y posibilitaron su emancipación. Las Humanidades ya no eran del dominio del “hombre blanco”. Ahora las Humanidades Digitales deconstruyen la materialidad, los métodos y las prácticas de los medios de comunicación. Pero debemos insistir con la pregunta ¿de dónde vienen las disciplinas humanísticas, en respuesta a qué tipo de necesidades, con qué tipo de poder explicativo? ¿cómo hicieron estas prácticas, estrategias, formas de conocimiento, medios y formas de evaluación para ser naturalizados? Las humanidades tradicionales están fragmentadas por nacionalidad, lengua, método y medios. Las humanidades digitales se tratan de convergencia: no sólo entre disciplinas humanísticas y medios, sino también entre las artes, la ciencia y la tecnología. La teoría después de la Teoría está anclada en el HACER: crear en el sentido poético de la poiesis,

pero también en el sentido del diseño llevado a cabo a través de la acción, el modelaje y la fabricación de cosas inteligentes, los aspectos generativos y regenerativos de la creación y la co­creación. El siglo XX nos dejó un vasto juego de espectáculos organizados para el placer de nuestra vista. Las redes y las interacciones del siglo XXI interpelan y conectan a los espectadores de la cultura habilitándolos para cargar contenido de manera significativa y descargarlo atentamente (upload & download).

La curación como una práctica escolar aumentada Las humanidades digitales reconocen en la curación, la característica central del futuro de tales disciplinas. Mientras que la universidad moderna segregó la investigación de la curación, degradando la segunda hacia un rol auxiliar y secundario y enviando a los curadores al exilio dentro de museos, archivos y bibliotecas, la revolución de las Humanidades Digitales promueve una reforma fundamental del panorama de investigación y enseñanza. Relanza al investigador como curador y al curador como investigador, y,

en el proceso, los dispone para fortalecer la práctica académica a través de una lista expandida de posibilidades y demandas, así como para renovar la misión de museos, bibliotecas y archivos. Una universidad museo merecedora de su nombre debe transformarse tanto en un laboratorio, como en una universidad biblioteca. Un archivo debe convertirse en un lugar para la enseñanza y el aprendizaje práctico. El aula, en un lugar para el compromiso práctico con los restos materiales del pasado, donde las tareas de procesamiento, anotación y

secuencia son integrales en el proceso de aprendizaje. La curación también es saludablemente modesta: no insiste en un aún más imposible dominio del todo; aprovecha la mutabilidad del conocimiento local y evita la Teoría que carece de cuerpo en favor de los pequeños detalles del objetivismo. Curación significa crear argumentos a través de objetos tales como palabras, imágenes y sonidos. Esto implica una toma de conciencia de la clase de tareas críticas y narrativas que, mientras que no son extrañas para los historiadores, resultan fundamentalmente diferentes cuando son realizadas en el espacio (físico, virtual o ambos) más que sólo en el lenguaje. Esto significa dedicarse a recoger, juntar, estructurar e interpretar un corpus. Todo esto para decir que consideramos a la curación a la par de la investigación tradicional y narrativa. Es un medio con su propio lenguaje distintivo, juego de habilidades y complejidades; un medio actualmente en una fase de transformación y expansión como galerías virtuales, ecosistemas de aprendizaje y mundos que se vuelven importantes características del paisaje académico. Curación también implica responsabilidades en cuanto a proteger aquellos restos del pasado así como responsabilidades interpretativas, significativas y creadoras que respeten el presente y el futuro. En un mundo de perpetua sobrecarga de datos, amplía el diseño de la información y la

selectividad: la programación, filtro y organización de información inteligible y útil, la excavación en búsqueda de un corpus nuevo, extenso e ignorado. La mayoría de estos corpus son simplemente ubicados en el depósito: menos del 1% de la colección permanente del Instituto Smithsonian está a la vista para los visitantes; menos del 10% del promedio de los libros de investigación de la biblioteca han sido consultados alguna vez, un vasto corpus de materiales culturales yace fuera de la colección y las misiones de búsqueda de bibliotecas y archivos. Los archivos continuarán padeciendo un aumento explosivo. Las Humanidades Digitales deben estar allí, con bibliotecólogos y archiveros, para pensar críticamente acerca de los desafíos y oportunidades que tal aumento explosivo otorga. Curación es una práctica académica aumentada que también aumenta poderosamente la enseñanza y el aprendizaje. Convoca a las futuras generaciones de humanistas a comenzar a trabajar directo desde el principio con cada formación de la cultura y la historia: para implicarse directamente en la recolección y la producción de conocimiento bajo la guía de expertos investigadores en un entorno muy parecido a un laboratorio. El universo de la investigación en Humanidades está enriquecido por la adición del trabajo de curación al rango de los reconocidos y respaldados “caminos” para la investigación. La curación crea condiciones

previas para los modos de investigación que se abren paso fuera de los límites del propio lenguaje experto de uno solo y hacia un campo público y más fluido, donde las formas tradicionales de investigación pueden ser

multifuncionales para la generación participativa y de gran escala de depósitos bajo la tutela de un erudito.

Para... ­ El movimiento open source o de código abierto, aquellos tras las filas de Wikipedia, bibliotecólogos y archiveros que entendieron el potencial transformador de lo digital mucho antes que la comunidad académica empezara a despertar de su largo sueño. ­ Las prácticas artísticas que se entrecruzan con nuevas pedagogías y formas de búsqueda académica. ­ Prácticas de desentrañamiento (digital) y extrañas atracciones (digitales): el uso de herramientas y arquitecturas de datos que pertenecen ahora al estudio del pasado remoto. ­ La aceptación de dérives creativos: formas académicas de steampunk, extrañas mezclas de macro y micro historia cultural, lo cuantitativo y lo cualitativo. ­ Los archivos de arquitectura abierta que son directamente reunidos por las comunidades profesionales y usuarios. ­ Las licencias Creative Commons. ­ Legisladores y líderes con el coraje y la visión necesaria para revertir el progresivo deslizamiento de los reclamos de los propietarios de copyright. ­ Instituciones como el Museo de Brooklyn, que puso a disponibilidad su colección de API's para que puedas exponer libremente imágenes e información en tus propias aplicaciones.

Para... ­ Los grandes reduccionistas: ellos lo reducirán todo en las humanidades digitales (es sólo una herramienta, es sólo un depósito, es sólo pedagogía). Ellos raramente han construido software, analizado código, creado una base de datos o diseñado una interfaz de usuario (si es que alguna vez lo hicieron). Ellos son investigadores unimedio (fundamentalmente partidarios de la imprenta) que han permanecido adormecidos a lo largo de siglos de somnolencia. ­ Los falsos compañeros de viaje: ellos agitarán las banderas del cambio con continuidad en su agenda. Lo que está en cuestión no es simplemente continuidad vs cambio sino honestidad vs hipocresía. ­ Todos aquellos que equipararían las herramientas del presente rechazando la historia en nombre del presentismo, el vocacionalismo y lo que está en boga. ­ Los traficantes de IP (Propiedad Intelectual). ­ Las oficinas legales de las universidades cuyas definiciones de Uso Razonable significan No Uso. ­ Archivos, museos, bibliotecas y corporaciones que restringen el acceso a través de costosas barreras. ­ Los Stephen James Joyce del mundo que limitan el acceso a los archivos de sus antepasados en el nombre de la «correcta» interpretación. ­ Los legisladores de Estados Unidos y la Unión Europea que, con las arcas llenas de “donaciones” de Disney & Co, continúan extendiendo las protecciones al copyright más allá de su vencimiento natural.

La infinitud disciplinaria ( y el trabajo infinito de las Humanidades) Las disciplinas y las tradiciones disciplinarias pueden ser fuentes de calidad, profundidad y rigor. También pueden ser bastiones del pensamiento a pequeña escala, el privilegio clerical y la policía intelectual. Pero, ¿realmente los departamentos tradicionales proveen efectivas formas de salvaguardar un rol central para las Humanidades en la sociedad contemporánea? ¿Por qué, entonces, no han evolucionado? ¿Por qué defender cada estructura disciplinaria que emergió en el curso de la formación de las universidades modernas del Siglo XIX incluso cuando el campo intelectual ha cambiado bajo sus pies? Aquí hay algunas razones (hay más):

El poder de la tradición El conservadurismo cognitivo

Nostalgia/Confort Inercia institucional La antigüedad y los sistemas de promoción El lobby y las burocracias Los valores de clase

El conocimiento de las Humanidades constituido en la universidad moderna ha moldeado vidas, transmitido habilidades críticas, proveído un compás moral para las experiencias humanas, dado placer y satisfacción, inspirado actos de generosidad y heroísmo. Las Humanidades Digitales representan un esfuerzo no para minimizar o reducir estos méritos tradicionales, sino al contrario, para reafirmar y reinterpretar su valor en una era en la que nuestra relación con la información, el conocimiento y la herencia cultural está cambiando radicalmente, en la que nuestro entero legado cultural como especie está migrando a formatos digitales. El trabajo de las ciencias humanas continúa siendo críticamente necesario en un entorno como tal. PERO no puede llevarse a cabo (exitosamente o, en tal caso, de forma interesante) de la manera en que fue realizado por tantas décadas: aisladamente, en silos disciplinarios, en Torres de Marfil, comunicados a través de juegos lingüísticos cada vez más herméticos, indiferentes a las revoluciones mediáticas en proceso dentro de nuestra cultura como un todo.

Entonces imaginemos una nueva topografía: no sólo disciplinaria, sino una que implique configuraciones alternativas para producir conocimiento ampliable, de alcance global, diseñado para atraer nuevas audiencias y establecer modelos institucionales originales. Quizás las “humanidades digitales” en sí mismas se transformen en un “departamento virtual” repartido, superpuesto sobre los actuales departamentos, oscilando junto a aquellos archipiélagos movedizos de investigadores pertenecientes a disciplinas geográfica e intelectualmente diferentes, sobre la base de redes de

investigación superpuestas. O, simplemente reinventemos el departamento como una problemática de conocimiento finito, que exista por un período limitado, sólo para mutar o cesar mientras las preguntas de investigación sobre las que se funda se vuelvan obsoletas y su poder de explicación decline. Aquí hay algunas topografías, reales o potenciales: Departamento de Estudios sobre la Cultura Impresa: el objetivo de este departamento es estudiar la materialidad de los textos impresos, construcciones y autoría, formas lingüísticas, la historia del libro, la publicación de libros y los sistemas de distribución; antecedentes y descendientes de la imprenta así como las relaciones y las tensiones entre la cultura impresa y la digital. Estas obras maestras ya no podrán ser de autor, pero abarcarán el trabajo de maquetadores y expertos en impresión y tipografía que transformaron los estándares y las prácticas. Instituto de Estudios Vocales: el estudio histórico y crítico de la voz como instrumento comunicacional, desde el punto de vista de la evolución de las técnicas de vocalización, las concepciones cambiantes de lo “natural” y la historia de los efectos vocales. El campo está dividido entre la investigación del desempeño vocal en la retórica premoderna y la canción; y la minería automatizada y a gran escala de archivos de sonido grabado.

Escuela de Estudios Enmendados Centro para la Literatura y los Medios de Comunicación comparados: el objetivo de este centro es estudiar los medios sonoros, visuales, táctiles, textuales e inmersivos en un marco comparativo específico. Aborda la literatura desde el punto de vista de su fenomenología y la historia de los medios, siguiendo su evolución como medio desde los inicios orales hasta la cultura del manuscrito y el mundo de la impresión. Este centro reemplaza la división de los departamentos de humanidades de acuerdo a la forma del medio (historia del arte, literatura, musicología, cine, etc). Disciplina de Mapeo Cultural: el objetivo de esta disciplina es examinar las uniones entre el espacio/tiempo, la información y la cultura. Trae análisis geográficos junto con métodos históricos, análisis visuales y la presentación de complejos conjuntos de datos y visualizaciones. También examina el impacto cultural y social de las tecnologías de mapeo digital y el significado de estas tecnologías para la comprensión de los fenómenos culturales.

Laboratorio para análisis culturales: el objetivo de este laboratorio es traer análisis cuantitativos desde la matemática aplicada, las estadísticas y las ciencias sociales, junto con series de datos sociales y culturales, complejos y de gran escala.

Conseguir hackear los sistemas de la universidad, antiguos y jerárquicos, y enviar

algunos remixados a nuestra manera.

Más allá de las Humanidades Digitales Agitamos la bandera de las “Humanidades Digitales” por razones tácticas (piénselo como “esencialismo estratégico”), no sin la convicción de que la frase describe adecuadamente los movimientos tectónicos abordados en este documento. Pero un dominio emergente y transdisciplinario sin nombre corre el riesgo de encontrarse a sí mismo definido menos por defensores que por sus críticas y oponentes, tanto como el cubismo se transformó en la etiqueta asociada a los experimentos pictóricos de Picasso, Braque y Gris. La frase tiene valor de uso en la medida en que puede servir como un paraguas bajo el cual agrupar

tanto a las personas y los proyectos que buscan reformar y revitalizar las artes contemporáneas y las prácticas en el campo de la humanidades, y expandir sus límites. Esto tiene valor de uso en la medida en que subraya sus bordes semánticos: el borde en el que lo digital permanece contaminado por dedos sucios, es decir, por nociones táctiles, haciendo de este puente una (no) brecha entre lo físico y lo virtual, el borde en el que las humanidades sugieren una multiplicación de lo humano o de la humanidad en sí misma como un valor que puede (re) formar el desarrollo y el uso de las herramientas digitales. Rechazamos la frase en cualquier grado en que implique un giro digital que de alguna manera deje a las humanidades intactas: operando con los mismos límites disciplinarios estables con respecto a la sociedad o a la ciencias sociales y naturales que han prevalecido a lo largo del siglo pasado.

Rechazamos más a fondo la frase en la medida en que sugiera que las humanidades están siendo modificadas por lo digital, como si sucediera “desde afuera”, con las Humanidades siguiendo el liderazgo digital. Por el contrario, nuestra visión es la de un mundo de fusiones y fricciones, en donde el desarrollo y el despliegue de las tecnologías y los tipos de preguntas de investigación, demandas, y trabajo imaginativo que caracterizan las artes y las Humanidades se fusionen.

Encuentre una mejor etiqueta o frase. Renombraremos el manifiesto. Mientras tanto, ensúciese las manos.

Créditos de las imágenes: Página1: Signos de pregunta: http://degreesearch.org/blog/2011/06/online­universities­6­ questions­to­ask/question­mark­2/ Página 2: Puerta: http://mattandjojang.files.wordpress.com/2010/08/open­door1.jpg Página 2: Gorilla http://www.monkey­pictures.net/gorilla_pictures.html Página 3: "Flatulence Study" – image pulled from: http://www.fitbuff.com/fitbuff­morningmix­foiling­farts­creatine­works­1000­helmets/ Página 4: "Mosaic Floor with Head of Dionysus" Página 5: "Map of Online Communities" – XKCD Comics (http://xkcd.com/) Página 7: Ivan Puni, Construction Relief, 1915 Página 11: "Cross on Mount Erebus" Página 12: "Chart Showing Media Life Expectancies" – Michael W. Gilbert. http://www.softpres.org/cache/DigitalMediaLifeExpectancyAndCare.html Página 12: Cavallini Oops eraser Página 13: "Wall to the Abyss" (Hong Kong) ­­ Peter Steinhauer Photograph , 2008 Página 14: John Heartfield, "The Hand has Five Fingers" (poster), 1928.