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HUELLAS REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DEL NORTE réquiem por lillian hellman el neodarwinismo caro y la reforma del 86 federico neitzsche No. 12 BARRANQUILLA AGOSTO 1984 ISSN 0120-2537

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HUELLAS

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DEL NORTE

réquiem por lillian hellman el neodarwinismo caro y la reforma del 86 federico neitzsche

No. 12 BARRANQUILLA AGOSTO 1984 ISSN 0120-2537

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HUELLAS REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DEL NORTE

AGOSTO 1984

CONSEJO DE REDACCIÓN JESÚS FERRO BAYONA – Rector VILMA GUTIÉRREZ DE PIÑERES JAVIER CERRA BETANCOURT CLAUDIA POSADA DE MANCINI

CONTENIDO 3. EDITORIAL 4. FEDERICO NIETZSCHE – CONTRA EL OLVIDO DE LA METÁFORA. Jesús Ferro Bayona 9. RÉQUIEM POR LILLIAM HELLMAN Anne-Marie Mergier 15. EL NEODARWINISMO Y EL IMPACTO DE LA NUEVA GENETICA. Julio Núñez Madachi – Eduardo Bermúdez 20. ABERRACIONES MENTALES EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD. Julio Enrique Blanco 27. RESEÑAS BIBLIOGRAFICAS. Julio Núñez Madachi 29. CARO, EL ARQUITECTO DE LA REFORMA DEL 86 Javier Cerra Betancourt 32. POESIAS DE MIGUEL IRIARTE 34. LA TARDE QUE NOS VISITO SONIA. Estrella de los Ríos HUELLAS es una publicación trimestral auspiciada por laUniversidad del Norte, que pone al alcance de lacomunidad nuevas perspectivas y potencialidades de laCosta Atlántica. Se autoriza la reproducción parcial o totalde su contenido citando la fuente. La Universidad no sehace responsable por los conceptos emitidos por loscolaboradores. Licencia del Ministerio de Gobierno No.001464, ISSN 0120-2537. Apartado Aéreo 1569Barranquilla. Impresión: Gráficas Lourdes Ltda., Barranquilla

Meses de aparición: Abril, Agosto, Diciembre.

Huellas 12 Uninorte. Barranquillapp. 1 - 35 Agosto 1984. ISSN 0120-2537 1

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del editor JESUS FERRO BAYONA Licenciado en Filosofía y Letras, Máster en Filosofía de la Universidad de Lyon, Máster en Teología de laUniversidad de Paris y Docteur en titre en Desarrollo Económico de la Escuela de Altos Estudios de París,ha sido profesor de varias universidad de colombianas e invitado en otras extranjeras. Ensayista, historiadory administrador universitario, es el actual Rector de la Universidad del Norte JULIO ENRIQUE BLANCO El Doctor Julio Enrique Blanco, filósofo, fundador de la Universidad del Atlántico, nos ha enviado concarácter exclusivo el ensayo Aberraciones Mentales en la Historia de la Humanidad , que escribió hacevarios para demostrar que “el vigor dialéctico del cerebro es y vale, incomparablemente, más que la fuerzabruta del pugilato muscular”. JULIO NUÑEZ MADACHI Es licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad Metropolitana. Ha realizado estudios de especializaciónen Filosofía Latinoamericana e Historia de Colombia. Colabora en distintos suplementos literarios de laprensa barranquillera. En la actualidad se encuentra adscrito como profesor al Departamento deHumanidades de la Universidad del Norte. JAVIER CERRA BETANCOURT

Abogado y Economista de la Universidad Javeriana. Fue asistente de la Dirección del diario, columnista delDiario del Caribe y Director de Impuestos de Bogotá. Actualmente ocupa el cargo de Director del programade Derecho de la Universidad del Norte. Colabora en esta edición con el ensayo “Caro, el arquitecto de lareforma del 86”. ANNE MARIE MERGIER Graduada en Literatura de la Sorbona en París, y luego de ejercer esta cátedra en Francia, Colombia yMéxico, Anne-Marie Mergier se dedicó al periodismo. En esta entrega de HUELLAS colabora con el artículoRéquiem para Lillian Hellman. Es además colaboradora de la revista Proceso de la capital Azteca y delDiario del Caribe de Barranquilla. ESTRELLA DE LOS RIOS Escritora cartagenera, ganadora del segundo puesto en el Concurso Latinoamericano de Narrativa Casa delas Américas, de La Habana, Cuba. Incluimos su cuento “La tarde que nos visitó Sonia”.

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Editorial La revista Huellas de la Universidad del Norte ha venido abriéndose paso entre las revistas universitarias delpaís. Ello lo ha logrado gracias a su seriedad, a su alto contenido cultural y al dinamismo de suscolaboradores quienes participan con brío en el desarrollo de nuevas ideas y de nuevos conceptos en laprogramación. La Universidad debe ser un centro difusor de cultura porque en ella la cultura es objeto de transmisión, dedebate, de investigación y, sobre todo, de creación. La cultura no es algo adventicio a la Universidad, no esun elemento marginal que como las estrellas fugaces pasan por el horizonte y se pierden en lontananza. LaUniversidad trabaja la cultura día a día, desde el elemental acto de saber preguntar en una clase hasta elmás complejo quehacer de pensar cuál es el sentido de la sociedad, su ruta, su futuro. La actividad universitaria, concentrada en esa trilogía Que es la docencia, la investigación y la extensión, esun rumor permanente Que fluye como un río que penetra hasta los últimos rincones de la vida social parallevarle, tanto a la colectividad como al individuo, luces de esperanzas, alientos de optimismo, concepcionesinnovadoras, un nuevo sentido del hombre y de su existencia. Hoy, más que nunca, esa actividad es urgenteporque la modernidad ha traído consigo peligrosas esferas de nihilismo, dudosas costumbres, un aire dematerialismo que puede llevar al agotamiento de las fuerzas vitales y creativas del individuo. Si la Universidad se contenta con repetir el proceso de la enseñanza-aprendizaje, sin aportar nada nuevo,sin iluminar los derroteros de la ciencia, sin vivificar la incesante tecnología, se convierte en un ente pobreque le cierra el paso al porvenir de una ilusión. Porque en la idea de la educación universitaria está en plenaefervescencia la ilusión de un futuro cada vez mejor, cada vez más pleno y exuberante. El resto es labor decarpintería que hace innecesaria la tarea que tiene por delante la Universidad. El papel que desempeña una revista, un anuario, una publicación universitaria, es esencial. Se debecomunicar a la sociedad no sólo lo que la Universidad hace, esto es, informar, sino también lo que ellapiensa. En esa transmisión se está dando cauce a la actividad docente e investigativa pero con más razón ala creadora.

En ese empeño de comunicación de su actividad, la Universidad del Norte ha ido diferenciando los diversosestilos y áreas del saber. Por un lado, se están concentrando en el “Anuario Científico” los trabajosinvestigativos y las síntesis de actividades científicas. A través de la revista Huellas se quieren canalizarotros estilos de la labor del espíritu, por eso le hemos dado cabida en sus páginas, con preferencia, alensayo histórico, filosófico, político y económico, al poema y al cuento, al comentario de libros, a la notasobre la música, el arte o la literatura. Con este nuevo estilo, la revista Huellas quiere identificarse como unarevista cultural universitaria para darle cabida en sus páginas a profesores, estudiantes y amigos.Deseamos, con esta orientación, contribuir al florecimiento de la cultura, sea ésta local o universal, sindistingos, es decir, con espíritu universitario.

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1. Introducción. Seguramente Ud. hacómo las semilsuavemente. Se hvuelan así? ¿Cuál

visto, a finales del verano,las del roble caen girandoa preguntado entonces ¿por quéserá la razón para ello?

Esas mismas preguntas son el origen de unanvestigación cuyos resultados inicialesresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosiológicos del roble morado y de los mecanismose dispersión, para luego describir lasaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suuelo característico.

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n la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), sencuentra el de los robles o guyacanesolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,erivado del vocablo con el cual algunos indígenasrasileños designan a estos árboles (6,7).

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o Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

FEDERICO NIETZSCHE contra el olvido de la metáfora

Jesús Ferro Bayona

Publicamos a continuación un aparte del primer capítulo del libro sobre el filósofo alemán escrito por el Rector JESUS FERRO BAYONA, libro que se encuentra actualmente en la imprenta para su publicación.

En el verano de 1873, Federico Nietzsche escribióun texto filosófico, que tituló Introducción teóricasobre la verdad y la mentira en el sentido extra-moral en el cual se lanzaba vivamente contra lalógica conceptual y su pretensión de veracidad. Lamentira y la verdad se entrecruzan en el espacio deeste escrito y se denuncian mutuamente. Pero, loque está en juego en el fondo es el sentido delhombre, el sentido de la existencia, que inspira uninterrogante implacable, que quiere desenmascararla ilusión que se le ha hecho a los hombres “encuanto al valor de la existencia”. El concepto: un olvido El hombre de teorías, el sabio, el filósoforacionalista son como la abeja que construye con lacera que recoge en la naturaleza; construyen con lamuy frágil materia de los conceptos (aus dem weitZarteren Stoffe der Begriffe) que no pueden fabricarmás que a partir de ellos mismos. ¿Dónde se hallael comienzo de esta construcción que culmina en“el edificio de los conceptos”? La formación de los conceptos arrastra en su cursolas palabras que estaban diseminadas en el ámbito

de la realidad, toda palabra se vuelve concepto “porel hecho de que no debe servir precisamente parala experiencia original, única, absolutamenteindividualizada, a la que debe su nacimiento”. Lainjusticia impuesta a las palabras se caracteriza poruna reducción piramidal que separa las castas y lasjerarquías, que universaliza, que arranca de ladiferencia: “Todo concepto nace de la identificacióndel no idéntico (durch Gleichsetzen desNichtgleichen*). Pero lo individual queda “inefable”y la identificación no es más que la muerte quesobreviene arbitrariamente, el olvido de que unahoja, esta hoja precisamente, no es idéntica ennada a otra hoja, aquella hoja; el abandono de ladiferencia debido a un olvido de las características(des Unterscheiden**) para representar la hoja yamuerta dentro del “columbarium”*** rígido, severo yfrío de los conceptos. La propensión lógica tiende a tratar las cosas comosi too das fueran parecidas, a formar los conceptossin mirar las singularidades, sin ver ni sentir aquelloque hay de cambiante en las cosas; creemos en larazón pero esa es la filosofía de los “conceptosgrises”. En la operación de la abstracción lógicahay, pues, una omisión de lo individual y de loreal(1). Se nos da el concepto (den Begriff)**** y laforma (die Form) allí donde la naturaleza noreconoce ni formas ni conceptos, sino solamenteuna “X” que es “para nosotros inaccesible eindefinible”(2). Un uso tal del concepto arranca a las palabras supoder original y las vuelve mentirosas; la mentiracomienza por las palabras(3). En la sociedad, loshombres utilizan el lenguaje: prefieren lassecuencias agradables de la verdad pero no laverdad. Merced a su capacidad de olvido “EI hombre puedellegar a creer que posee una verdad...” Nopodemos, pues, tener confianza en las palabras,porque la sociedad ha construido estructuras queenmascaran la verdad. Nietzsche cree, firmemente,que el lenguaje ha sido inventado por los maestros,pero el tiempo de los maestros fue breve. --------------- *A través de equiparar los no idénticos (N.T.) **De los distingos ***Palomar ****La noción

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectos

iológicos del roble morado y de los mecanismosbde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entre

2,5,6).

rsus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates ( Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

Después, el lenguaje ha sido utilizado para lahabladuría y para el disimulo por un intelecto quese ha enfermado: los más débiles, los menosrobustos, subsisten merced a la disimulación (dieVerstellung)*****. El arte del disimulo alcanza sucima en el hombre; la ilusión, la lisonja, la mentira,las engañifas, el cotilleo, la máscara social, el velode la convención, la comedia, el perpetuo circofrente a los demás y frente a sí mismo, nada de uninstinto honrado de la verdad. Se han olvidado los orígenes mismos del lenguaje;el hombre se ha endurecido y dejado de estar encontacto directo y espontáneo con las cosas que semanifestaban con una lengua rica en sonoridades(tonreich*), en palabras sensitivas. La inclinación utilitarista y optimista del hombre lelleva a creer que vive en la verdad y no en lailusión. Pero, en la génesis del lenguaje, no ha sidola verdad la única determinante. Clasificamos lascosas según los géneros: transponemos. Cuandopensamos la “serpiente” nos referimos a unmovimiento que podría convenir también al gusano.Designamos limitando, al preferir una propiedadmás que otra. La “cosa en sí”, como verdad purasin consecuencia, no la asimos jamás. El hombre posee un poder formidable paraexpresarse con metáforas: “transponer”,(Ubertragen**) en primer lugar, una excitaciónnerviosa en una imagen (ein Bild)! Primerametáfora (Metapher). La imagen es de nuevo transformada (nachgeformt)en un sonido articulado! Segunda metáfora. Lalengua no procede lógicamente, da saltostransponiendo, creando innumerables metáforas.Ahora bien, la formación de los conceptos someteel poder de la actividad metafórica a la abstracciónmás despiadada; el hombre generaliza así todassus impresiones en conceptos descoloridos y fríos. El hombre ha olvidado que ha transpuesto y ahoracree que es lógico, puesto que tiene la verdad. Pero“...Ias verdades son ilusiones en las cuales se haolvidado que lo son, las metáforas (Metapheren)que han sido usadas y que han perdido su fuerzasensitiva, son como monedas que han perdido sugrabado y que comienzan entonces a considerarseno como monedas sino como metal”. El hombre se siente superior al animal porqueposee la capacidad de hacer desaparecer lasmetáforas intuitivas en un esquema, consiguiendoasí disolver una imagen en un concepto. ---------------- *****El disimulo *De tonos ricos **Trasladar

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Acción de injusticia contra las cosas, generalizacióny fijación de una serie de metáforas que excluyen loparticular, la singularidad, la diferencia. Ya nomiramos los detalles originales; se unifica en unametáfora gastada innumerables metáforas y hemosolvidado que esta “lógica” se apoya sobre unaactividad ilógica: “Todo conocimiento que nos hace avanzar es una manera de identificar lo no-idéntico y lo parecido, es decir que ella esesencialmente ilógica (unlogisch)”. El saber funciona sobre hipótesis tempranas, sobreficciones, sobre “creencias”; lo que falta es lapaciencia, la mirada paciente que persigue losdetalles; el oído paciente que discierne lamultiplicidad de los sonidos: buscamos transformarlos sonidos entendidos en palabras, que nosparecen más familiares y más próximos. De estemodo somos “verídicos”, esto es, empleamos lasmetáforas usadas. En términos morales, somos mentirosos, estamostotalmente acostumbrados a mentir; “para decirloen los términos más virtuosos y más hipócritas,luego más placenteros, cada uno es más artista delo que se cree”. El olvido de la metáfora hace que elhombre esté inmerso en la ilusión de una “verdad”de la que ha olvidado el origen utilitario. La disolución de las imágenes dentro de unconcepto responde más profundamente a unaconvención moral. Actúa en seguimiento deabstracciones y huye de las impresiones múltiples.El hombre no hace más que “antropomorfosear” elmundo pero, ¡ay! según esquemas: los conceptosno son más que metáforas metidas en un “palomarromano”, son clasificadas en un orden piramidalque establece las diferencias de castas entre lasabstracciones y las intuiciones. El hombre así no esmás que un genio de la arquitectura que levantauna cúpula conceptual infinitamente complicada,sobre cimientos movedizos, sobre agua corriente.Lo que es genial es encontrar un punto de apoyosobra tales fundamentos. “Es preciso que ello sea una construcción comohecha con hilos de telaraña, tan leve que pueda sertransportada por el oleaje, tan sólida que no seadispersada al menor viento”. La crítica de Nietzsche se endereza hacia esteolvido de las metáforas originales de la intuición.Sublime inclinación que quiere tomar los conceptospor las cosas en sí mismas, olvido de lo real. El caso Sócrates Puesto que el olvido de la metáfora se parece a unamuerte, busquemos la sabiduría que pondera

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,ómo las semillas del roble caen girandouavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quéuelan así? ¿Cuál será la razón para ello?

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Atlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

la muerte: “vivir es una larga enfermedad”.Nietzsche ve en la muerte de Sócrates laenfermedad como tal, la voluntad de muerte.Sócrates no quería más que morir. ¿De dóndeproviene esta enfermedad? Pregunta que conduceal corazón del socratismo. La lógica es el núcleo, lanaturaleza lógica hipertrofiada que no es más queuna monstruosa carencia de sentido místico.Sócrates no puede dominar sus instintos, lo que estambién su enfermedad. Pero es tan profunda comola negación del alma griega; la “superfetación” de lalógica (Superfötation des Logischen). Con Sócratesla gracia griega se altera en favor de la dialéctica,esto es, la gracia griega es asesinada, se razona,no se inspira más. Ahora bien, la dialéctica socrática no es más queuna forma de venganza. Sócrates hace de la razónun tirano; su último remedio fue lanzarse en brazosde la razón: “se prefirió ser absurdamenterazonable en lugar de hundirse hasta el fondo”. Deallí, la razón se vuelve el centro de todo, “Ia razón acualquier precio”, la vida clara, fría, prudente,consciente, desprovista de instintos. Contra lososcuros instintos, que quieren jugar al tirano, seinventa un contratirano que los venza: la razón. Todo esto quiere decir: Sócrates es un anti-poeta.Es el hombre del optimismo teórico, el hombrelógico, pero su optimismo mata, su lógica reseca(4). Esto es lo que ha pasado desde cuando suoptimismo teórico penetró la tragedia griega y eldionisismo.

La casa de Nietzsche en Sils-María(Engadina): “El solitarios de Sils-María” llegóa ser una perífrasis usual para designar aNietzsche (Foto Deutsche Fotothek).

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“Representémonos ahora el gran ojo de cíclope queSócrates ha hecho pesar sobre la tragedia, ese ojodonde la dulce locura del entusiasmo artístico(künstlerischer Begeisterung) jamás ha brillado ...” Ante lo inexplicable que Sócrates ha querido reducira una explicación, ¿qué arte hace falta? ¿El deEurípides? Pero la tragedia muere con Eurípides,se vuelve comedia. Esta muerte es la muerte deDioniso. Eurípides elimina lo donisíaco. Seremosconducidos al “columbarium” si llevamos susmáscaras, porque la máscara de Eurípides oculta aSócrates, El triunfo de Eurípides es el triunfo deSócrates: Dioniso ha quedado descartado, lamúsica se ha eliminado, no queda más que elsocratismo estético: la obra obedece a la razón, loque quiere decir que el subconsciente quedacondenado, (Esquilo sería falso “porque él creabadentro de la inconsciencia) (weil er unbewusstschaffe”), el caos condenado, todos los poetas“ebrios” condenados: “él, el primer poeta “sobrio”. Con Sócrates, el hombre queda reducido a larazón, a la lógica, se protege de la pluralidad, de lafluidez. Construye así la verdad, es un teórico querompe los velos, en oposición al artista que seembelesa con lo que aún queda velado. En suseriedad, Sócrates claudica ante la ilusión. El sujeto de la creación artística Sócrates se convierte en una metáfora, es elprototipo de la lógica contra el arte: Sócrates contrael arte. Nietzsche desea batirse contra esa plazafuerte de la ciencia, muralla a cuya sombraconstruye el erudito su choza para encontrarprotección. El olvido del mundo primitivo de las metáforas no essolamente el olvido de la masa de las imágenes(Bildermasse) que surge, en ardiente oleaje, de laimaginación humana; no es sólo el olvido de estesol, esta ventana, aquélla o la de más allá; estambién y, sobre todo, que el hombre se olvida, entanto que sujeto y “en tanto que sujeto de lacreación artística (als künstlerisch schaffendesSubjekt)”: al costo de un olvido, obtiene sutranquilidad, su seguridad, su abrigo y su calabozo. La relación entre el sujeto y el objeto no es unarelación de causalidad, esto es, que la relaciónentre la excitación nerviosa y la imagen producidano es causal. La relación sujeto-objeto es unarelación estética (ein asthetisches Verhalten):“quiero decir, una trasposición insinuante (eineandeutende Ubertragung), una traducciónbalbuciente en una lengua del todo extraña”.

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), se

ncuentra el de los robles o guyacanesecolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

Criticar la relación de causalidad entre el objeto y elsujeto significa, esencialmente, que el mundoempírico no revela ya la esencia de las cosas (vonWesen der Dinge) sino la imagen (Bild) expresadapor el poeta en su canto (durch Gesang) (5). Esoquiere decir también que la relación causal sevuelve una evidencia por la repetición un millón deveces de una imagen: “lo mismo que un sueñoeternamente repetido será experimentado yjuzgado absolutamente como la realidad”. Se tienela percepción de una imagen gastada por larepetición; endurecimiento y rigidez de unametáfora que no garantiza nada en lo queconcierne a la necesidad de esta metáfora: el olvidodel sentir en provecho de la percepción, un millónde veces repetida, impulsa al desvanecimiento de“la certeza sensible donde yo me encuentro”(6). Elmundo y yo estamos siempre en relación dedescubrimiento, no de repetición. Nuestra sensación (Empfindung) comienza con laformación artística de metáforas; éstas forman elterreno sobre el cual trabajan la ciencia y ellenguaje, como la abeja que trabaja al mismotiempo en construir sus celdas y en llenarlas demiel. Ahora bien, sucede que la ciencia rellena elentramado de los conceptos con el residuo de lasintuiciones (Anschauungen), es el “sepulcro de lasintuiciones”; el erudito ordena ahí el mundoempírico, es decir, el mundo antropomórfico. Sebusca refugio para protegerse de la oleada de“objetos” a los cuales se aproxima por medio de laintuición, se escapa de la presión de las intuicionesbajo la capa de los conceptos. Lo que más importa retener del análisis deNietzsche es la comprobación de que la tramarígida y regular de los conceptos no es más queuna construcción del hombre, su soñar despierto,pero que él edifica los conceptos impelido por elinstinto metafórico. Además, lo dice de otra manera:la lógica nace del ilogismo. La lógica está presa enlas ligaduras del lenguaje: “Este, sin embargo,entraña un elemento ilógico, la metáfora” (dieMetapher). Querer esconder su fundamentometafórico es su ilusión aunque no lo reconozcacomo tal. Por ello el hombre llega a creerjustamente que sueña cuando su tejido deconceptos se encuentra desgarrado por el arte. El fundamento metafórico de la lógica sirve parafundamentar el arte sin las pretensiones de la lógicarigurosamente veraz: vale más reconocer que elhombre es embustero por naturaleza(7), que cadaquien es más artista de lo que se cree. Dejemos,pues, hablar a todo árbol como una ninfa, a losdiosas hablar bajo las máscaras como en un juegode mistificaciones: entonces, en cada instante,como en un sueño, todo será posible.

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Asimismo, como al principio de su Introducciónsobre la verdad y la mentira, Nietzsche repite aquíque el intelecto es un maestro de la simulación.Inmerso en el trabajo de la disimulación conceptual,se convierte en esclavo, pero, dejado a su albedríoen el espacio del arte, se convertirá en maestro;celebra entonces sus saturnales: “Con un placer creador (mit schópferischenBehagen), lanza las metáforas (die Metaphern)mezcladas y desplaza los hitos de lasabstracciones, de suerte que dibuja (bezeichnetl,por ejemplo, la corriente como un camino movedizoque lleva al hombre allá donde va de costumbre”. La armazón de los conceptos, a la cual seengancha el necesitado, está hecha pedazos; elintelecto liberado no necesita de este expediente dela indigencia. Puesto que el andamio de losconceptos no es más que un producto de laindigencia (Bedürftigkeit), idea central para captarmejor el movimiento del pensamiento nietzschiano.Este último quiere sacar del instinto artístico lo quees exuberancia, riqueza, plenitud, la alegría de lavida: Necesitamos de la mentira para triunfar sobreesta realidad (falsa, cruel, contradictoria, absurda,capciosa), de esta “verdad”, es decir, para vivir. Esuna vuelta a los cauces de la vida gozosa, unanegación de la indigencia que es el único curso sinfelicidad del hombre conceptual, de faz inmóvil einanimada, inalterable y severa: “él permaneceahora en la desgracia, la obra maestra de ladisimulación”. Para el hombre intuitivo, lo serio trabaja en elcorazón de las intuiciones metafóricas quefundamentan la vida. De estas intuiciones, “ningúncamino regular conduce al país de los esquemasfantásticos, de las abstracciones”. Se trata de unaruptura; el poder de la intuición surge de unagratitud sin generalización posible, sin el paso de labrillantez intuitiva al concepto sino por la posiciónde la diferencia a través de las metáforas queenfocan el mundo entero, “metáforas prohibidas”(verboten Metaphern). Es la respuesta a laimpresión de la poderosa intuición del presente. Poreste camino, el sentir de mi actitud frente a cadacosa es recuerdo incansable que lucha contra elolvido de la metáfora. (1) “Porque lo real no se presenta en funci6n denuestras fórmulas acabadas o de nuestrasgramáticas conformistas” (M. Jousse,L'anthropologie du geste, Resma, 1969, p. 74) (2) Debemos ver, detrás de estas afirmaciones,la imagen de Kant que ha triunfado deloptimismo escondido en el corazón de la lógica,para quien todos los enigmas del mundo

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados iniciales

resentamos aquí, iniciando con algunos aspectospbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidos

n la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), sencuentra el de los robles o guyacanesolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,

derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7).

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Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

pueden ser conocidos y completamenteelucidados, que ha considerado el espacio, eltiempo y la causalidad como leyes absolutas;“Kant ha revelado que esas leyes no sirven másQue para elevar la apariencia ... al rango deúnica y suprema realidad, a situarla en el lugar yel sitio de la esencia íntima y verdadera de lascosas y hacer imposible el verdaderoconocimiento”. NT, parágrafo 18. (3) Nietzsche denuncia la utilización de laspalabras con un fin mentiroso. Se toman laspalabras, transformadas en conceptos, por lascosas: sustitución de la realidad por el lenguaje;es la denuncia de la sustitución y de la fijaciónque consume la riqueza de las palabras dellenguaje.

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(4) “Eryximaque: La raison, queiquefois, mesemble etre la faculté de notre ame de ne riencomprendre a notre corps” ", Valéry, L’ame et ladanse, parágrafo 132. (5) “Gesan ist Dasein”, dice Rilke (Sonnets áOrphée, 1, 3o.): equivale a decir de otro modo loque Nietzsche quiere comunicarnos. (6) MALDINEY, H., Regard Parole Espace, L’áged’homme, Laussanne, 1973. p. 263. (7) VP, IV. parágrafo 8. “La mentira es la obra de arte de la humanidad”,Jousse, M. Op. c. p. 58.

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1. Introducción. Seguracómo suavemente. Se ha preguntado entoncvuelan así? ¿Cuál será la razón para ello?

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derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,osados y blancos, conocr idos también con los

nombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

RÉQUIEM POR LILLIAN HELLMAN Anne-Marie Mergier

El 30 de junio pasado, un poco después de lamedianoche, una viejita huraña y solitaria murió enel hospital de Martha'S Vineyard, una isla delestado de Massachusetts. Se llamaba LillianHellman, llevaba tres horas en la sala deemergencia luchando contra la muerte y acababade perder la batalla. A los 79 años se tiene menos fuerza, sobre tododespués de varias décadas de agarrones con lavida, de empellones a los principios morales ypolíticos de la sociedad norteamericana, de nochessin sueño frente a páginas demasiado blancas yborradores demasiado tachados. Muy poco se sabe sobre los últimos años de ladramaturga moderna más relevante de los EstadosUnidos. Vivía muy retirada, a veces en Nueva York,la mayor parte del tiempo en su casa discreta deMartha’S Vineyard. No respondía a los saludos desus vecinos, no hablaba con nadie, recibía pocasvisitas. Rehusaba las entrevistas de prensa y dejóde publicar después de la salida de su último libroMay Be (Tal Vez) en 1980. Un libro extraño, por cierto, y distinto a todos susescritos anteriores: ni obra de teatro, ni relatoautobiográfico, May Be cuenta la historia de SarahCameron, una mujer guapa y superficial con la queLillian Hellman se encontró en París, Roma, NuevaYork y Hollywood una decena de veces a lo largode 40 años. Un libro corto y denso en el que la autora intentadescifrar un destino y acaba por reconocer que lees imposible hacerlo. En la vida de Sarah Cameronhay momentos inalcanzables, oscuros, ilógicosfrente a los cuales Lillian Hellman se queda muda,impotente y pensativa: en su propia vida tambiénhay semejantes momentos, en la vida de cadauno... Son abismos con los cuales tropieza elescritor. Sus límites. No se puede entenderlo todo,ni tampoco decirlo todo. Amarga conclusión de un libro nada amargo y deuna obra menos amarga aún. “No sé por qué escogí a Carter Cameron. Pero leenvié ese telegrama a su número de teléfono, era laúnica manera de hacérselo llegar: FALTANPEDAZOS EN TODAS PARTES, EN TODAS PARTES.

Huellas 12 Uninorte. Barranquillapp. 9 - 14 Agosto 1984. ISSN 0120-25379

NO ES MI PROBLEMA, MIENTRAS ESOSPEDAZOS NO ME AFECTAN. PERO ESOS PEDAZOSME AFECTAN. NO QUIERO QUE SEAN OSCUROS. MIINSTINTO, REPITO, INSTINTO, REPITO, INSTINTO,REPITO, INSTINTO ME DICE QUE LOS SUYOS SONOSCUROS. LILLIAN. “Dos días después la Western Union me llamó paradecirme que ningún señor Cameron contestaba alteléfono que figuraba sobre el telegrama. Marqué elnúmero de California y un hombre respondió. Pedíhablar con Carter Cameron. El hombre dijo que noconocía a Carter Cameron, era pintor de interiores ytrabajaba en la casa. Dijo que nunca había oídohablar del señor Cameron. Dijo que la casapertenecía al señor Carter Cameron. Dijo quenunca había oído hablar del señor Cameron.Colgué”. Así termina May Be. Contrasta esa imagen borrosa de la Lillian Hellmande los últimos años con los relatos detallados quehace de su vida en cuatro obras autobiográficas:Una mujer inacabada, publicada en 1969,Pentimento, en 1973, Tiempo de canallas en1976, y Tres en 1979.

Lillian Hellman

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lasaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suc

vuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas dealor ornamental, artesanal y maderero cov

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tuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por el

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En ellas evoca con humor su origen germano-sureño: “nací en Nueva Orleáns; mi madre, JuliaNewhause, de Demopolis, Alabama, se habíaenamorado, y continuó enamorada de MaxHellman, cuyos padres habían llegado a NuevaOrleáns con las emigraciones alemanas de losaños 1845-1848 y allí tuvieron sus hijos: mi padre ysus dos hermanas. Mucho antes de nacer yo, lafamilia de mi madre se había trasladado deDemopolis a Cincinnati y luego a Nueva Orleáns,ambas ciudades deseables, supongo, paramuchachas casaderas”. Con humor también, pero con un puntico desensibilidad y otro de cinismo, recuerda a su madre:“mi madre llevaba ya cinco años de muerta cuandocomprendí que yo la había querido muchísimo. Elparto de mi madre había sido peligrosamente maltratado por un elegante doctor de Nueva Orleáns ya ella le quedó un permanente temor a volver apasar por ese trance, de modo que fui hija única.(Veintiún años Tiempo de canallas en 1976, y Tresen 1979. después, cuando yo estaba casada yencinta, ella sintió el mismo temor por mí y noocultó su satisfacción cuando perdí el niño)”. Desaparece el cinismo y se vuelve desbordante esasensibilidad cuando Lillian Hellman habla de suniñera: “Sophorina fue el primer y más seguro amorde mi vida. Era una mujer alta, atractiva, de tezligeramente morena -todavía conservo muchasfotos del rostro meditabundo- y para mí, como paratantos otros niños blancos del Sur, ella fue la únicay segura ancla, tan necesaria en los años jóvenes ytan olvidada después. (No ocurrió así en nuestrocaso: nos escribimos y nos vimos tan a menudocomo fue posible hasta que ella murió, cuando yotenía veintitantos años y ella me devolvió la primerapaga que gané en mi vida convertida en unacadena de oro)”. Tierna con su niñera, la joven Hellman lo es muchomenos con su propia familia, rica, racista y usurera;“por parte de mi madre, yo pertenecía a una familiade banqueros y tenderos de Alabama y las cenasdel domingo eran numerosas, con cuatro hermanasy tres hermanos de la generación de mi abuelo, sushijos y unos primos de mi edad. Tales cenas eranlargas, con una conversación animada y risas queprovenían de la gente mayor con relación a quiénhabía hecho qué a quién, qué buen negrito habíaaceptado un interés del treinta por ciento sobre sucosecha de algodón y qué negrito perverso habíaproferido una tímida protesta, qué nuevo socioblanco había sido burlado, qué beneficios habíanobtenido los negocios sureños que ellos habíandejado atrás...”

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Muy temprano rechazó ese sofocante mundoblanco, sureño: “cuando yo tenía catorce años, enuno de mis numerosos períodos de ira, grité desdeun extremo de la mesa de la cena del domingo auna tía abuela: -Tienes cara de espátula de esas de cavar en elfango para buscar dinero. Que Dios puedaperdonarte. Mi tía se levantó, dio vuelta a la mesa y meabofeteó con su servilleta. Le dije: -Algún día me resarciré a no ser que Dios bienamado me ayude a dominar el espíritu maligno dela venganza, y salí corriendo del comedor mientrasmi apacible madre empezaba a llorar”. Dios no ayudó a Lillian Hellman pero sí DashiellHammett. Bajo la exigente crítica del famoso autorde novelas policíacas y compañero suyo por treintaaños, escribió Los zorritos, obra que fue puesta enescena en el Teatro Nacional de Nueva York enfebrero de 1939. “Diez de las doce obras de teatro que he escritoestán relacionadas con Hammett (no vio una deellas porque se encontraba en el ejército en lasIslas Aleucianas durante la Segunda GuerraMundial, y ya había muerto cuando escribí laúltima), pero Los zorritos fue la que más dependióde él. Vivíamos juntos y en la misma casa, él nohacía ningún trabajo propio, pero después de sumuerte, cuando vi claras muchas cosas que no lohabían sido antes, supe que había estadotrabajando muy duro para mí, porque el fracaso delos Días por venir me había asustado y lo habíaasustado por mi futuro. Los zorritos, la tercera obra de la dramaturgadespués de La hora de los niños, presentada en1934, y Días por venir, montada en 1936, son unadescripción implacable de los sórdidos negocios yenfrentamientos de una familia nueva rica del surde los Estados Unidos. La obra tuvo un enorme éxito, impuso a LillianHellman como gran autora dramática, y coronómeses de trabajo. “Los zorritos fue la obra másdifícil que haya escrito nunca. Me sentía torpe enlos primeros borradores, metiendo y sacandopersonajes, ornamentándola, decorándola,sintiéndome más y más débil a medida que echabaal cesto escenas y luego actos, y luego la obracompleta”, recuerda. Parte del problema se debía alhecho que la obra tenía una vaga relación con lafamilia de su madre, “y todo cuanto había oído,visto o imaginado había formado una gigantesca yenmarañada jungla de tiempo...”

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectos

iológicos del roble morado y de los mecanismosbde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosn la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), see

encuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metro

e diámetro del tronco, de copa redod ndeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

La otra parte del problema fue obviamente elrotundo fracaso de su obra anterior, Días por venir:“el fracaso de un segundo trabajo es, creo, másperjudicial para un escritor que cualquier fracasopueda volver a ser. Entonces el éxito del primertrabajo parece un accidente y, si los temores queuno siente cuando escribe se disiparon con lasalabanzas, en este momento se recuerda que laalabanza no siempre proviene de las mentes másdotadas”. Al tiempo que escribía para el teatro, Lillian Hellmanempezó a hacerlo para el cine e hizo numerososguiones para Samuel Goldwin, el legendariomagnate del séptimo arte. Según confiesa, aceptóel trabajo más por razones económicas que pormotivos artísticos. Ganó mucho dinero, peroninguno de sus guiones pasó a la posteridad. Más relevante fue otra de sus actividades: la de“corresponsal de guerra”, que desempeñó durantealgunas semanas en 1937, durante la Guerra CivilEspañola. Desde Madrid y Valencia bombardeadas,Lillian Hellman transmitió impresionantesprogramas para emisoras radialesnorteamericanas. No se limitaba a informar sobre lasituación, sino que lanzaba llamados a la opiniónpública y a las fuerzas políticas norteamericanaspara que apoyaran a los republicanos españoles.No lo hacía en representación de algún partido,sino en nombre de la libertad. Una idea la obsesionaba, al igual que a otrosintelectuales europeos y estadounidenses: la suertede Europa estaba en juego en España y había quehacer frente al advenimiento del fascismo. Bellas páginas de Una mujer inacabada se refierena ese período. Son páginas densas en las queLillian Hellman no puede -ni quiere- esconder elmiedo que la invade ante la violencia de fuego yacero de los bombardeos: “cuando me arrastrédebajo del banco, las sirenas habían dejado desonar. Escuché un enorme sonido que ibacreciendo a lo lejos, como si una ola de tormentahubiera concluido su avance contra la costa. Yluego otro sonido, esta vez más distante, o eso mepareció. No sé cuántos minutos permanecí debajodel banco, pero lo que sí sabía era queencontrarme allí me asustaba más de lo que valíala pena soportar. Todas las calles estaban vacíasahora y comprendí que estaba haciendoexactamente lo que me habían advertido que nodebía hacer durante un ataque aéreo, pero teníaunas ansias desesperadas de llegar a esadesvencijada habitación del hotel, pues allí habíaunos cuantos vestidos, un cepillo de dientes, unimpermeable, algunos libros. Esas eran todas mispertenencias en ese país extraño. Esa habitaciónera mi hogar”.

Son páginas tensas también, en las que trasluce suhorror frente a la “locura colectiva”, propia a todasla guerras: “muchísima gente me ha contadomuchísimas cosas, atrocidades de uno y otrobando: monjas y curas descuartizados en lospueblos republicanos; campesinos e intelectualesquemados vivos por el bando franquista ...enfrentamientos entre comunistas y anarquistas ysocialistas”. Son páginas escritas por una intelectual progresistadel “nuevo mundo” sobre las tinieblas en las que sedebate el “viejo mundo”. Pero por muy obvia yprofunda que sea la distancia que separa a ambos,esa no invalida el testimonio. Al contrario. Al estar asu manera al lado de los republicanos españoles,Lillian Hellman se inscribe en la corriente de los“escritores comprometidos” que surge precisamenteen esa época en Europa y un poco en los EstadosUnidos. Artista involucrada en los grandes acontecimientosde su tiempo, Lillian Hellman decide no evadir susresponsabilidades de testigo, pero no puede dejarde interrogarse sobre la fuerza real de la palabradel escritor: “he hecho todas las cosas obligadas,he hablado con un grupo de personas de la BrigadaInternacional, he hecho tres grabaciones que serántraducidas ... he pronunciado un discurso que seráradiado en París, he comido las consabidas cenasde sardinas con gente del gobierno que me hadicho que yo y todas las personas como yotenemos que explicar, escribir, argüir que losEstados Unidos y Francia deben enviar armas deinmediato. Cielo santo ¿quién creen que soy?,¿quiénes creen que somos todos nosotros?” Otro descubrimiento de la guerra de España: elheroísmo anónimo de los combatientes de lasBrigadas Internacionales: “Hombres de lugares muylejanos que han venido a combatir aquí y cuandotermine la guerra, si salen con vida, o consuficientes brazos o piernas u ojos para parecervivos, no habrá ningún lugar para ellos ni ningunarecompensa, Pensé que eran unas gentes nobles.Nunca había usado esa palabra hasta entonces yme fue difícil pronunciarla para mis adentros inclusoen la oscuridad, y, como si acabara de tener unavisión de lo que me había perdido en este mundo,me eché a llorar”. Tema que la ocupa y la preocupa en la vida real, eldel compromiso político surge en varias obras deLillian Hellman. Destacan dos: Vigilia sobre el Rinque ganó el premio del Círculo de los Críticos deNueva York en 1941, y Julia, largo relatoautobiográfico incluido en Pentimento.

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenas

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nombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

Acerca de la primera obra Lillian Hellman recuerda:“quería escribir una obra que tratara denorteamericanos agradables y liberales cuyas vidasse verían sacudidas por los europeos, por unmundo que los nuevos fascistas habían ganadoporque los antiguos valores habían muerto desdehacía mucho tiempo”. La obra logra su cometido. Presentada en elmomento en que se desataba la Segunda GuerraMundial en Europa, provocó polémica, sacudió a laopinión pública norteamericana, e inclusive llamó laatención del entonces presidente de los EstadosUnidos, Franklin Roosevelt: “en aquellos tiemposera costumbre que, una vez al año, se eligiera unaobra para dar una especie de actuación enpresencia del Presidente, a beneficio de laFundación para la Parálisis Infantil. Cuando Vigiliasobre el Rin fue invitada a Washington para unanoche de domingo a principios de 1942, constituyóla primera aparición pública del PresidenteRoosevelt desde la declaración de la guerra”. El advenimiento del fascismo en Alemania estambién el telón de fondo de Julia, sin duda el másbello relato que haya escrito Lillian Hellman. Laobra fue adaptada para la pantalla grande en 1980.Protagonizada por Vanessa Redgrave y JaneFonda, la película ganó varios óscares enHollywood. Historia de una amistad, Julia es al mismo tiempo elinolvidable retrato de una militante antinazi quemuere acuchillada en Alemania, y una gravereflexión sobre la época que precedió a la SegundaGuerra Mundial: “hacia 1935 ó 1936, en los EstadosUnidos, lo que sólo se había comprendido amedias, relatos perturbadores y distantes, seconvirtieron en verdades trágicas, horribles;rápidamente tuvieron que hacerse nuevasvaloraciones sobre lo que uno creía y lo que unoiba a hacer al respecto. Los rebeldes de los añosveinte, la generación anterior a la mía, ahoraparecían rebeldes sólo en el sentido de ScottFitzgerald: habían malgastado su sangre, ciegos alfuturo que podían haber olfateado si el olor delalcohol no hubiera sido tan fuerte”. Tanto como su experiencia en la Guerra CivilEspañola, la muerte de Julia fue un acontecimientocapital en la vida de Lillian Hellman. Prueba de ellosla terrible y sobria evocación de su amiga: “notengo notas de mi diario de aquel viaje sino sólo elrecuerdo de estar viendo una cara reconstruida queno ocultaba la herida de cuchillo que discurría por ellado izquierdo. El hombre de la funeraria me explicóque había estado intentando cubrir la cuchillada dela cara, pero que yo debía ver la heridas del cuerpo

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si quería ver un revoltijo que no se podíadisimular. Abandoné el lugar y me quedé en la calledurante un rato”. Algunos años más tarde Lillian Hellman explicaacerca de todo ese período: “no es posible quedebido a que la guerra cambió de manera tandrástica el mundo, las cosas pequeñas, menosobservadas, cambiaran sin ser reconocidas. Ahora,mirando atrás, creo que después de Vigilia sobre elRin la mayor parte del jolgorio agradable del teatrono volvería a verse porque el teatro, como el restodel país, pasó a ser algo caro, formal yconservador”. Tan “formales y conservadores” se tornan losEstados Unidos que en 1950 puede surgir eimponerse una gigantesca paranoia anticomunistaencabezada por Joe McCarthy. Al igual quecentenares de intelectuales, artistas, actores,novelistas, poetas, guionistas de cine, periodistas,sindicalistas, Lillian Hellman es declarada“sospechosa”. Una comisión de la Cámara deRepresentantes le inicia una investigación en 1952. Con un humor amargo Hellman recuerda “esavergüenza nacional” en un libro corto, Tiempo decanallas. Coma Dashiel1 Hammett, juzgado yencarcelado por negarse a declarar, ella rehúsacontestar el interrogatorio de la Comisión. Para Hammett y para ella es un período oscuro:ambos están en las listas negras, sus obras estánvetadas, no consiguen trabajo y tienen que venderel único bien que tienen: una finca tranquila, oasisde paz que el uno como el otro necesitan parapoder escribir. Años y años más tarde, una noche Lillian Hellmanse encuentra sola en una habitación de hotel enMoscú. Toma vodka. Toma demasiado y surgen losrecuerdos, reaparecen las imágenes de la finca a laorilla del lago de Pleasantville, se reabre la herida:“allí, de pie junto al camino, esa tarde de mayo de1952, finalmente comprendí que nunca volvería aposeer ni un solo pedazo de esa tierra dura yáspera. Y ese día, en la habitación de Moscú,lamenté que los tiempos de Joe McCarthy, lapersecución de Hammett, mi propia comparecenciaante el Comité de Actividades Antiamericanas delCongreso, la lista negra de Hollywood, hubieransido la causa de la desaparición de la granja.Nunca podría volver a existir un lugar como aquélporque nunca podría volver a ser aquella mujer quetrabajaba desde las siete de la mañana hasta lasdos o tres de la madrugada siguiente y medespertaba descansada y ansiosa de comenzarcada nuevo día”.

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,ómo las semillas del roble caen girandouavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quéuelan así? ¿Cuál será la razón para ello?

csv Esas mismas preguntas son el origen de unanvestigación cuyos resultados inicialesresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosiológicos del roble morado y de los mecanismose dispersión, para luego describir lasracterís licar su

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tico. v 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenas

rasileños designan a estos árboles (6,7). b Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,serrado u ondulante, a veces vellosas por el

colores. La fruta es una

aenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos

Lillian Hellman deja de escribir en su granja, masno de escribir. Tras la pesadilla macartista, vuelve alos guiones de cine, pero sobre todo al teatro.Nacen nuevas obras, unas más exitosas que otras.Entre ellas Juguetes en el desván, que le merece,por segunda vez, el premio del Círculo de Críticosde Nueva York, en 1960. La obra, uno de los mayores éxitos de ladramaturga, trata del amor familiar presentadocomo una “neurosis destructiva”, más destructivaque el odio. Profunda y violenta, es también unreflejo, sin piedad, de la sociedad norteamericana.Como todo lo que escribió Lillian Hellman,Juguetes en el desván fue un “parto difícil”. Laobra nació después de una grave crisis creativa quesacudió durante meses a su autora, impidiéndoleescribir una sola línea: “fue una casualidad valiosaque unos días después pasara una noche conElena y Edmund Wilson. Por la noche hablábamosde un hombre que ambos conocíamos y Edmundme preguntó por qué no escribía ya. Musité algoacerca de bloqueos al escribir, que yo mismapasaba por uno de ellos, todos nosotros, y así porel estilo. -Imbecilidades. Un escritor escribe. Eso es todo,dijo Edmund. Al día siguiente me metí a trabajar enJuguetes en el desván. En Pentimento Lillian Hellman habla largamente deJuguetes, de su éxito pero también de surepercusión en su vida privada, de la enfermedadde la que Dashiell Hammett no se va a levantarnunca más. “Juguetes, con un espléndido reparto, fue un éxito.El dinero llegó en el momento adecuado, porquedesde hacía un año sabía que la muerte estaba enla cara de Hammett y me había preocupado por loque creía que serían los largos y últimos días. “Se había convertido en un hábito el que yopusiera el despertador cada dos horas durante la

Lillian Hellman y Dashiell Hammett, Pleansatville, años 40s.

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noche: andaba a tropezones por el vestíbulo parasentarme a su lado unos minutos puesto quejadeaba al respirar. Ahora era posible tener unaenfermera y confié en poder dormir noches enteras.Pero no funcionó este arreglo: no me gustaba unaextraña en su habitación, no quería tener misnoches enteras para dormir”. En esas mismas páginas, con un humor que nointenta disimular la tristeza sin límite que le provocala agonía de Hammett, Lillian Hellman resume loque fue su relación a lo largo de treinta años:“nunca habíamos trazado un plan y, no obstante,nos habíamos trasladado un buen número de vecesde la Costa Oeste a la Costa Este, comprado yvendido tres casas, habíamos tenido dinero yestado en la bancarrota, nos habíamos separado,reunido, y nunca habíamos hablado del futuro. Enmi caso, a mi juicio, la mezcla de obligación con noobligación provenía de una especie de encuentroentre Bohemia y Calvino; el de Hammett proveníade no creer nunca en ningún tipo de permanencia yde tener una mente que rechazaba los absolutos”. La vida con Hammett y su muerte inspiraron aLillian Hellman otros capítulos fuertes, tiernos,irónicos e inolvidables. Con uno de ellos, por cierto,termina La mujer inacabada: “Esa noche yo me sentí más animada, segura deun mejoramiento. Me equivocaba. Antes de las seisde la mañana siguiente me llamaron del hospital.Hammett había entrado en coma. En el momentoen que yo entraba corriendo en la habitación paraacercarme a su cama hubo una última señal devida: el abrió los ojos con estupefacta sorpresa eintentó levantar la cabeza. Ya no volvería a pensary murió al cabo de dos días”.

“NO PUEDO NI QUIEROAMOLDAR MI CONCIENCIA ALAS MODAS QUE IMPONE ELTIEMPO”.

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados iniciales

resentamos aquí, iniciando con algunos aspectospbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas dealor ornamental, artesanal y maderero como el

ombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,

vtotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

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También surge otra, que nace de una conversacióncon un amigo: “-Pero tú, ¿Te ocurre algo? (pregunta el amigo) -Los años, tal vez. -¿El trabajo? -Supongo que sí. -¿La muerte del señor Dashiell? -No, no creo que siga siendo eso. Tal vezsimplemente fastidio conmigo misma. Oconocimientos que han llegado demasiado tarde, osabiduría que ahora no puedo o no quieroaprovechar. Todo tipo de cosas...” Y finalmente destaca una última acerca del teatro.Recuerda una carta que años antes le habíaenviado Dashiell Hammett y que decía: “lo cierto esque no te gusta el teatro, excepto en los momentosen que estás a solas en una habitación poniendo laobra sobre papel”. A partir de esa afirmación LillianHellman escribe: “gustar, no gustar, no eran laspalabras apropiadas, pero lo que había escritoHammett encerraba una parte suficiente de verdadcomo para preocuparse. Aún así, ahora, muchosaños y muchas obras más tarde, entiendo tan pococomo entendía entonces el conflicto que me hacíatrabajar tenazmente en un mundo que no es mimundo pero que ha sido mi vida. El teatro me hadado muchas cosas buenas, he apreciado yestimado a muchas personas dedicadas a. él,algunas de las cuales son mis mejores amigos, hedisfrutado con los éxitos y me he entusiasmado aveces hasta con los fracasos, pero he pasado por élcomo si fuera en cierto modo una extraña ... Tal vezse deba a que empecé con la intención de escribirnovelas y no me interesaba demasiado el teatro niel cine; tal vez se deba a que me gustaba la fama,pero no me gustan sus exigencias o no sirvo paraellas ... Pero más que nada ocurre que el teatro noes un mundo natural para quienes ponen en dudatodo lo que se entiende por “glamour”. Se deberíarendir a la fama los honores que exige, o biendejarla en paz y buscarnos otro lugar donde ir. Yono he podido ni lo uno ni lo otro ...”

“Pero no quiero terminar este libro en un tonoelegíaco. Es cierto que echo de menos a Hammetty así es como debe ser. Era el hombre másinteresante que he conocido en mi vida. Me ríopensando en lo que decía, me divierte pensar en loque podría decir e inclusive después de tantos añossigo hablando con él, con frecuencia enfadada deque todavía se interponga en mi camino, de quesiga dictando normas”. “Después de la muerte de Hammett Lillian Hellmanescribió solamente una obra de teatro, Mi madre,mi padre y yo, que fue en realidad una adaptaciónde una novela de Bert Blechman. La obra fue unfracaso e inspiró las siguientes reflexiones a sudesilusionada creadora: “el autor teatral es casisiempre la persona sobre la que recae el peso delfracaso y esto es casi siempre un veredicto justo.Pero en esta ocasión me dije que la justicia no tienedemasiada relación con el hecho de escribir y queno quería sentirme así de nuevo. Para la mayoría,cualquier cosa que suceda en el teatro vale la penapor la diversión que supone, el entusiasmo, lasposibles recompensas. En cierta ocasión fue asípara mí y quizá vuelva a serlo. Pero no lo creo”. Y no intentó averiguarlo. Lillian Hellman dejó laescritura teatral y se dedicó a sus memorias, areflexionar sobre lo vivido, la gente que habíaconocido, amado u odiado, los acontecimientos quesacudieron su mundo o el mundo o los dos a la vez. Esas reflexiones, escritas en un estilo sencillo, amenudo lapidario, apuntan directamente a loesencial. Entre tantas surge ésta que le inspira suúltimo viaje a la Unión Soviética: “los rusos handecidido imitar y emular los aspectos más vulgaresde la vida norteamericana, y nosotros hemosoptado por decir, como en el caso de lasrevelaciones del soborno de intelectuales einvestigadores por la CIA: “pero si los rusos hacenlo mismo ...”, como si el honor fuera una máscarade quita y pon en un baile de disfraces. Elloscondenan lo de Vietnam, nosotros condenamos lode Hungría. Pero el tono moralizante que empleanestos gigantes con la cabeza hinchada y gordosdedos aferrados a la bomba atómica, mientras selanzan furibundas miradas de un extremo a otro delos bosques del mundo, resulta monstruosamentecómico”.

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales dcómo las semillas del roble caensuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por qué vuelan así? ¿Cuál será la razón para ello?

el verano, girando

Esas mismas preguntas son el origen de una investigación cuyos resultados iniciales presentamos aquí, iniciando con algunos aspectos biológicos del roble morado y de los mecanismos de dispersión, para luego describir las características de la semilla con el fin de explicar su vuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidos en la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), se encuentra el de los robles o guyacanes colombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia, derivado del vocablo con el cual algunos indígenas brasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas de valor ornamental, artesanal y maderero como el totuma, el tango, las jacarandas, el abey y los robles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entre sus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), a los llamados guayacanes o robles morados, rosados y blancos, conocidos también con los nombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos, ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metro de diámetro del tronco, de copa redondeada, medianamente extendida, que pierden sus hojas al finalizar el verano, (Febrero - Abril para la Costa

tlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojas Ason grandes, compuestas, opuestas, de borde liso, aserrado u ondulante, a veces vellosas por el envés, digitado-compuestas con tres a cinco folíolos. Las flores son campanas grandes, crespas, lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

EL NEODARWINISMO Y EL IMPACTO DE LA

NUEVA GENETICAJulio Núñez Madachi – Eduardo Bermúdez

La teoría de la evolución de Darwin ha sido modificada, mejorada y enriquecida enormemente desde los años 30s y 50s, para formar lo que se ha denominado teoría neodarwinista de la evolución. Desde entonces suele admitirse que la teoría neodarwinista ha triunfado sobre todas las teorías anteriores a la de la evolución (neolamarckana, mutacionismo, teorías finalistas). Sin embargo, debido a las contradicciones y dificultades surgidas en los últimos años en el ámbito de la genética, de la paleontología y de la biología de la especiación, y más aún, con la aparición del llamado “sociobiologismo” de Wilson, no ha faltado quien se pregunte si no estamos en presencia de la articulación de una nueva teoría de la evolución. Por ello hemos considerado pertinente dialogar al respecto con el profesor H. F. Hoenigsberg, uno de los más eminentes investigadores con que cuenta el país en este campo de la ciencia. J.N. Profesor Hoenigsberg, en los últimos años hemos podido apreciar toda una pléyade de hallazgos en las ciencias biológicas que no han dejado de poner en entredicho los fundamentos de las teorías neodarwinistas de la evolución, hecho que, además, ha llevado a que se cuestione la necesidad de formular una nueva teoría, tal como lo sugieren algunos trabajos recientes de paleontólogos y biólogos; queremos pues, conocer su opinión al respecto. H.F.H. Bueno, yo creo que es normal que en las ciencias haya replanteamientos nuevos sobre una teoría; inclusive, que se revise una teoría y, que con base a nuevos resultados, como es el caso este a que usted se refiere, se vuelve a ver si las confrontaciones, los nuevos experimentos, aportan o rechazan, aprueban o reprueban la hipótesis en cuestión. En este caso es lo mismo. No ha ocurrido nada de que alarmarse, es un proceso normal de la ciencia.

En el caso del neodarwinismo, en los últimos años, sobre todo en los últimos veinte años, ha habido una serie de modelos matemáticos que presentan como gran hecho saliente el que no se pueda explicar la enorme cantidad de variabilidad genética que existe en todas las especies -variabilidad a veces escondida, otras manifiesta- sin apelar a ciertos recursos de modelos matemáticos. La pretensión de reducir a modelos estocásticos en la matemática ciertos procesos biológicos porque dan lugar a una gran cantidad de variabilidad, fue sugerido desde los años treinta por el profesor Haldane en uno de sus primeros trabajos cuando todavía estaba de asistente en la Universidad de Oxford. Ahora bien, ese trabajo inicial indudablemente llevó a la conclusión de que, efectivamente, alguna parte, y no se sabe cuánto, de la variabilidad, puede explicarse por medio de deriva estadística. Vale decir, que algunas características en las especies de todos los animales, incluyendo los asexuales, pueden resultar de haberse fijado en las especies no porque respondan a una adaptación del momento, sino que han podido resultar debido a deriva estadística. Por ejemplo, no se ha podido todavía saber el porqué los negros tienen ese tipo de pelo que tienen los negros del Africa; tampoco se ha podido saber el porqué de la localización de ciertas cerdas externo-plurales en los ortópteros. De tal manera, que, debido a que no se haya podido encontrar una razón adaptativa a la presencia de estas características en estos animales, se haya apelado, en la esperanza de encontrar una explicación de ello a la deriva estadística. Pero, lo cierto es que todavía queda por demostrar si la teoría neodarwinista sea suficiente para explicar el resto de la variabilidad. De lo que se trata pues, es determinar si la gran cantidad de variabilidad que existe, la gran mayoría de ella, puede ser explicada por una selección selectiva y sólo una parte de ella puede explicarse por medio de otros procesos no determinísticos. J.N. Usted ha tocado el tema de los modelos matemáticos: inmediatamente me ha asaltado una pregunta, a la vez que una inquietud epistemológica, y es: ¿qué grado de poder de

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pp. 15 - 19 Agosto 1984. ISSN 0120-2537

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanesolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,

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sus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

penetración, de objetividad, cree usted quetienen los modelos matemáticos en biología? H.F.H. Fue Haldane -como decía- el promotor delos modelos matemáticos, sobre todo los de álgebralineal, con los que intenta, mediante computadores,poder hacer experimentos sin tener que recurrir a lanaturaleza. Ahora bien, el problema de todo modelomatemático es que tiene limitaciones por laspropias definiciones que se propone. Cuando, unova a la naturaleza y le hace preguntas a través deexperimentos, entonces, se sorprende de encontrarque la naturaleza es mucho más compleja de lo queparece ser. Entonces, allí hay que tener ciertahumildad en reconocer que los modelos a veces, noson suficientes. Sin embargo, esto no quiere decirque no sean importantes y buenos para,precisamente, tener la posibilidad, luego depredecir, ver cómo se puede ensamblar el próximoexperimento. EL PRECIO GENETICO DE LA EVOLUCION J.N. A propósito de Haldane, últimamente seviene hablando mucho acerca del “Dilema deHaldane”, ¿en qué consiste?, ¿quiere ustedilustrarnos? H.F.H. Sí. El dilema de Haldane* centralmente sepuede definir así: él pensaba que el costo de laevolución es muy alto, o sea, que el precio quetenemos que pagar por evolucionar es muy alto.Ese precio, claro está, es un precio genético; noestá en términos de pesos y centavos, pero sí entérminos de la cantidad de idiotas, de la cantidad deparalíticos, de la cantidad de locos que tenemosque producir en cada generación para poderevolucionar. Ahora, yo no sé si ese precio seaineludible, si la carga genética que hay que soportarsea de dimensiones tales que haga,digámoslo así, muy pesada la carga; pero el hechoes que la naturaleza es; la naturaleza no es nibuena ni mala, ni moral ni amoral: la naturaleza es.Si ése es el precio que hay que pagar, pues, ése esel precio. Estamos viendo si ése es el precio quehay que pagar. Ese es el dilema de Haldane. J.N. Retomemos el hilo de la pregunta inicial.Sabemos que existen en el seno delneodarwinismo dos grandes corrientes; una quese puede denominar neodarwinismo clásico quese ampara en Dobzhansky, Mayr y que seampara en Dobzhansky, Mayr y Simpson, la quetiene una visión mecanicista, determinista de laevolución y otra, que denominan “innovadora” ------------------- *HALDANE, H.B.S. The causes of evolution.Loongmans Green, 1932. El dilema o la paradojaaparece en GENETICS, 54, 294, 1957 y 55, 511, 1957.

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de tendencia menos mecanicista y que da pasoal papel del azar en el proceso evolutivo de lasespecies de la que hacen parte biólogos ygenetistas tan ilustres como Lewontin, Carson yotros; ante estas dos grandes corrientes¿dónde se ubica usted? H.F.H. Bueno, ahí hay una pequeña trampa. Y esque Lewontin* no pertenece a esa nueva corriente,digámoslo así. Ahora, no existe ni una nueva ni unavieja corriente, ni por ser vieja ni nueva paranosotros no es que tengan por eso, ni mayor nimenor peso. Carson, ciertamente tampocopertenece, Hampton Carson**, que entre otrascosas estuvo aquí en Barranquilla y vivió aquíconmigo mientras estuvo haciendo colectas enPiojó, Sabanalarga y Baranoa. Hay que puntualizar que en estas cosas no es queuno se matricule en una u otra corriente, sinosimplemente que con los datos que estamosaportando -ahora para el próximo mes saldrá unapublicación mía y de unos colegas de laUniversidad de los Andes y de Alemania- nopodemos, con estos nuevos datos, adherir ni a unani a otra. Creemos que hay mucho de neutralismo,o sea, mucho de teoría que supone que muchosgenes en la realidad son neutros en su acción y quepor tanto, el azar juega un papel muy importante.Queda todavía por considerar cuánto devariabilidad total hay en las especies y cuántopuede ser contestado con la teoría neutralista. No me parece que pueda ser contestado con lateoría neutralista ni tampoco podría URO adherirsea la teoría clásica neodarwinista; aunque, en “sensuestrictu”, las personas que usted ha nombrado,indudablemente pusieron las bases para que elneodarwinismo sentara precedentesexperimentales importantes que nos hagan pensarque probablemente funcionan en buena parte. Elque todas las características puedan resultar deesta teoría neodarwinista, yo lo pongo en dudafrancamente. Yo creo que esta nueva publicaciónnuestra aportará una cuestión importante, sinembargo, no podemos responder a los datos quenos dio la sabana de Bogotá en cuanto drosóphilapseudoobscura, no podemos responderpositivamente, en favor de una o de otra; estamostratando sí de cristalizar una nueva teoría. UNA SOLA PISCINA GENETICA J.N. En lo referente al proceso mismo de laespeciación, ¿cómo podríamos considerarlo?, ---------------- *LEWONTIN, R.C. La base genética de la evolución.Barcelona, 1979. **CARSON, H.L. American Naturalist. 109, 83, 1975.

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,osados y blancos, conocidos también con losr

nombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

¿como resultado de una transformación gradualo de una transformación por saltos? H.F.H. Hay algunas teorías que proponen que lasespecies tienen la posibilidad de saltar y de prontoconstituirse en nuevas especies. Yo diría que nohay necesidad de asumir ni lo uno ni lo otro, porqueambas cosas se dan; o sea, en plantas, si uno estáhablando de especiación en plantas, se sabe, porejemplo, que en helechos, en pasifloras, en otrasespecies de plantas, ha habido saltación; hahabido una discontinuidad; no se ha dado uncontinuar en características que de pronto haganerigir barreras sexuales que impidan el flujogenético entre las agrupaciones, y den lugar anuevas especies. En cambio, si por otra parte,hablamos de organismos bisexuados, como el denosotros, como el de los mamíferos en general,reptiles, aves, etc., lo que hemos notado es que hayun continuo. Evidentemente porque hay muchosgenes que controlan las características. Entonces,aparece todo un continuo en el aspecto de losgenotipos que van a modificarse. Todo un continuo... y a lo largo de ese continuo, por divergenciasgenéticas que van presentándose con el pasar deltiempo y, con el pretender adaptarse a lascircunstancias locales se van acumulandodivergencias genéticas que con el tiempo y enforma -yo diría casual- generan barreras sexualesque eventualmente impiden el flujo genético. Eventualmente una especie nueva no es sino ...eso, el descontinuar genético. Por ejemplo, todaslas razas que pertenecen a nuestra especie homosapiens, desde hace más de un millón de años,vienen cruzándose entre sí y somos una solaespecie; hermanados en una sola especie,precisamente porque tenemos una sola piscinagenética, una sola agrupación genética. El tenerrazas diferentes es solo una necesidad dedescripción, no una realidad genética. Todas lasespecies tienen muchas razas, o sea, divergenciaslocales, pero sin que ello contribuya a que seproduzca un distanciamiento genético. Por ciertoque dentro de cada una de las razas, por ejemplo,dentro de la raza blanca, hay más distanciasgenéticas en algunas características de las quepuede haber, por ejemplo, entre la negra y lablanca, o, entre la amarilla y la blanca. De talmanera que es completamente caprichoso eso deatribuir la existencia de una raza, como si se tratasede una discontinuidad evolutiva real concreta. DETERMINISMO O AZAR J.N. Hace un momento usted tocó el tema delazar, tratemos de conectarlo con el tema queacabamos de abordar. ¿Puede hablarse en laespeciación de determinismo o de azar?

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H.F.H. Bueno, ahí es muy difícil, porque amboscasos contribuyen. Los datos más recientes, los delaño pasado en Harvard, por ejemplo, señalan queva a ser muy difícil roturar, ponerle un rótulo a lacuestión de la especiación; parece ... que laespeciación es en buena parte oportunista. O sea,una especie se convierte en otra, a veces, porrazones cataclísmicas, sistemas de homeóstasisque no son capaces de amortiguar el golpe de uncambio. Entonces, al no poderse amoldar digamos, a uncambio, se agrupan todos los genes de unaagrupación y se constituyen en otra especie. Y estopuede ser completamente casual; otras vecespuede ser por razones bio-geográficas delocalización y distanciamiento geográfico. De tal manera que en este momento, decir cuál delas dos puede llevarse a cabo, con cuántafrecuencia la una sobre la otra, como mecanismopara llevar a la especiación, es, yo diría,prematuro. Porque es muy posible que ambas seden. EL GEN EGOISTA DE DAWKINS J.N. Hablemos ahora un poco de lo que se hadenominado “gen egoísta” y su relación con elanimal humano. H.F.H. Sí. El libro de Richard DAWKINS* al cualusted se está refiriendo, que apareció en Oxfordhace unos años, es muy interesante porque ponede relieve lo que presenté en la conferencia “Elanimal humano”,** o sea que por lo menos paraalgunas características, parece que los genes nosutilizan como una excusa para producirse a símismos, para multiplicarse a sí mismos. En estecaso seríamos una especie de autómatas, y ésta esla posición de DAWKINS. Sin embargo, esto es un poco radical, no por esoque sea falso; sino que puede ser prematuro,porque falta mucha experiencia, particularmente enla sociología del altruismo, por ejemplo, para sabersi hay una selección de grupo en lugar de unaselección individual. Si hubiese una selección degrupo, o sea, de que la coherencia de grupo queforma una población tiene reglas del juego quedeterminan la existencia y el sacrificio inclusive delos individuos que conforman ese grupo.., entonces --------------- *DAWKINS, Richard. El gen egoísta. Barcelona,Labor, 1979. **Conferencia dictada en la Sala de Proyecciones dela Universidad del Norte, en el marco del Encuentrode Epistemología que contó con la presencia de otrosilustres investigadores.

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(Fotos tomadas de la RevistaMundo Científico).

dos. Hay algunos ingredientes en nuestra especie,de lo que está sucediendo en los últimos 50.000años que nos hace pensar que nuestra especiepuede llegar a una crisis poblacional que la obliguea especiarse; que la obligue a bifurcarse.Esperamos que no, naturalmente, porque sitenemos los problemas políticos que tenemos consólo una especie, usted se imaginaría lo que seríasi tuviéramos dos especies, igualmente inteligentes,igualmente conflictivas, igualmente agresivas, conel arsenal atómico que tienen los unos y los otros.Sería catastrófico. Esperamos que no. E.B. Finalmente doctor, ¿cómo establece ustedel entronque entre el plano en el cual es ustedun docto como es el caso de la biología y lagenética, y el plano, que es mucho máscontrovertido, el de la ética, especialmente en lorelacionado con el aborto, tema que en losúltimos tiempos, usted ha venido tratandoinsistentemente? H.F.H. Tradicionalmente la ética ha estado enmanos de la religión y de las institucionesconsagradas en la historia del hombre. Sinembargo, nosotros los naturalistas en general,desde los físicos hasta los biólogos, quizás pornuestra formación, no somos respetuosos de latradición; a nosotros no nos para nada por el hechode que sea consagrado por el hábito y por lahistoria. La tradición ha consagrado ciertos hábitosdel hombre, como por ejemplo, el de que la religión,tradicionalmente, y la filosofía hayan sido losbastiones que hayan decidido sobre la moral, laética normativa del hombre. Nos parece muyimportante que esto haya sido así. Sin embargo, laposición de muchos de nosotros es que,simplemente, no hay una racionalidad detrás de laposición que, por ejemplo, una muchacha deba ono deba abortar porque se lo prohíba su credo, su

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tenemos una nueva visión que no está contempladaen el “gen egoísta”. A mí me parece infortunada laposición de DAWKINS. Porque no me parece queél entienda suficientemente la genética poblacional,como para -y lo advierte en el prólogo- admitir queestá diciendo algunas cosas fuera de lugar. J.N. A pesar de las implicaciones ideológicas ypolíticas que de ello se desprenden, ¿continúanlos evolucionistas modernos reconociendo laselección natural, como supervivencia de losmás aptos en la lucha por la vida, como causade la evolución de las especies? H.F.H. Sí. No obstante a las críticas, ya le digo, dequé procesos estocásticos han presentado a lateoría; sin embargo, la gran mayoría de biólogosreconocen la selección natural al admitir que lascaracterísticas tengan que responder al diferencialde reproducción y (o) de sobrevivencia que tenganlos genes al ser confrontados con la realidadambiental: el proceso que mejormentedetermina y moldea las características de losseres vivientes. J.N. En fin, ¿cuál cree usted que será el futurode las teorías neodarwinistas? ... ¿Vendrá a serel tema de la especiación el centro del debatepara los próximos años? H.F.H. Sí puede ser ... es que siempre, de alguna uotra manera, ha sido el centro de todos los trabajosnuestros. El centro siempre ha sido, sin duda, laespeciación, o sea, siempre todos estamospensando y preocupados por ver -y por esoestamos estudiando los drosóphilapseudoobscura en el altiplano de la sabana deBogotá-, estamos preocupados por ver, le decía,cómo una especie se bifurca, se convierte en

La teoría neodarwinista moderna fue principalmente fundada entre 1937 y1948, sobre todo por tres biólogos que trabajaban en campos distintos. (A) Theodosius Dobzhansky (1900-1975) era un genetista ruso que emigró aEstados Unidos en 1927. Trabajó en el laboratorio de T.H. Margan, dondenació la genética moderna. Gracias al libro de T.H. Dobzhansky, Geneticsand the origin of species (1937), la teoría originaria de Darwin fue por fin unateoría coherente con la herencia, que pasó a apoyarla. (B) Ernst Mayr (nacido an 1904) un naturalista de origen alemán, emigrado aEstados Unidos en 1930. Es ornitólogo, especialista en sistemática(identificación de las especies naturales). Autor de Systematics and theorigin of species (1942) y de Animal species and evolution (1963). Estaúltima obra ha sido proclamada el libro m{as importante después de Elorigen de las especies de Darwin. (C) Georges Gaylord Simpson (nacido en 1902) es un paleontólogonorteamericano que ha reconciliado la paleontología con el darwinismo. Sulibro Tempo and mode in evolution (1944) es uno de los fundamentos delneodarwinismo, al tiempo que muy innovador en paleontología.

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ideología. Nuestra posición es que hay que darles alas gentes la suficiente instrucción en su propiabiosinecis, su propia realidad biológica, biológica ycomo seres pensantes, para que puedan tomarellas sus propias decisiones. La ciencia no estáproponiendo, con esto, de ser ella la que asuma, nilegitimice ella el aborto o cualquier otro acto en laconducta humana. Sino simplemente darle a lagente la posición, la instrucción, para que puedan,por su cuenta, llegar a conclusiones sensatas sobreproseguir con un feto que consideren inconvenienteo defectuoso, etc., etc. Mi juicio y mi posición es bastante clara. Yo soyconsciente de que puede crearme muchosenemigos, pero estoy preparado a sostener queeste papel docente es legítimo. O sea, no tenemospor qué agobiar a una muchacha que quiera abortarcon decirle que la norma le crea el derecho, le dice,

Una nueva corriente del neodarwinismo, la sociobiología, se ha perfilado en los años 1970. Sedistingue del neodarwinismo por el hecho de que contempla “El interés” de los genes por llegara ser mayoritarios en las poblaciones (teoría del gen “egoísta”). Resulta que loscomportamientos entre los individuos, altruismo, egoísmo o agresión traducen, de hecho, elinterés de los propios genes.

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le obliga, le advierte, que va a ser una criminal enciernes, creándole un mundo cultural paratraumatizarla evidentemente, como ha hecho en elpasado, y no solamente con eso: sino con otrascomo la magia y muchas otras cosas -laalquimia no fue otra cosa sino eso. Hasta que vinola química con la prueba experimental de Lavoisierque acabó francamente con la alquimia. ¡Paciencia!¡Paciencia! Si la gente tradicionalista pretendecontinuar con la alquimia... ¡paciencia! Aquítenemos brujos en la Costa Norte de Colombia. Sinembargo eso no me parece que sea suficientecomo para legitimar la abundante criminalidad quehay y que se esconde detrás de esa ignorancia quese pretende. Y todo en aras de una tradición quepor el hecho de haberse estatuido y de estarconsagrada por la historia del hombre pretendetener la verdad. No nos parece que esto seacorrecto. Este es nuestro punto de vista.

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ABERRACIONES MENTALES EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD Julio Enrique Blanco

IDEA DEL ESBOZO En el breve, satírico y gracioso juguete cómico EL GALLO CANTO TRES VECES, su autora, Regina Mejía de Gaviria, hace intervenir unos fanfarrones existencialistas y unas atolondradas ninfómanas, tipos hoy comunes y corrientes en el mundo de la humanidad. Es una presentación con rápidos cambios escenográficos que corresponden al desorden intelectual y a la descomposición moral y sensual que dan rasgos al actual estado de conciencia de hombres y de mujeres. Gentes que no saben qué hacer con su intelecto, si lo tienen, ni con sus sentidos, que no saben administrar. Personas, si aún pueden llamarse tales, en medio de quienes aparece una figura, entre dramática y cómica, de psicopatía por celos. El conflicto mental y moral de esta psicopatía, erótica como es, culmina en un acceso de esquizofrenia libídica que termina en la alucinación de ser, quien la sufre, un gallo, y como un gallo canta. Muy bien. Es el símbolo de algo profundo y universal que el exégeta de la farsa puede tomar justamente para consideraciones también profundas y universales de lo que significa: la exhibición de este mundo de hoy de la humanidad en crisis de intelectualidad, de sensualidad y de moralidad. Puede en efecto tomarlo así para sintetizar momentos de mayor trascendencia en el curso que ha seguido la historia de esta misma humanidad. Tal en efecto el curso que, bajo la determinación de personajes que en él influyeron innegablemente de una manera decisiva, mientras que, inocultablemente tuvieron que mostrarse, desde el fondo de sus mentes, como aberrantes epileptoides, hoy sigue proyectándose sobre el presente y, sin duda, habrá de seguir proyectándose sobre el futuro. En comprobación de esto se pueden señalar, como ejemplos de mucha nota, tres grandes figuras que ejercieron su decisiva influencia determinante: dos ya en la realidad histórica, una en la semi-realidad protohistórica. En retrospecto cronológico, las dos primeras son la de Richelieu y la de Mahoma.

La tercera es la mítica y teológica -teológica por cuanto atinente a una fabulosa diosa- de Isis. Señalando aspectos, como se van a ver, de tanto realismo, que, por crudos que sean, ninguna filosofía de la historia humana puede ya dejar de considerar.

RICHELlEU Este, Armand-Jean du Plessis, proveniente de la clase no hidalga ni noble -la roture- llegó a ser cardenal y el máximo estadista de Francia y de Europa en su época. Padeció sin duda alguna de trastornos nerviosos y cerebrales, luego también perturbaciones mentales, como los que sufren los epileptoides. El natural temperamento de su genio lindó con estados de consciencia como los que producen los fenómenos fisiológicos y psicológicos de la epilepsia llamada larvada o disfrazada: fenómenos de alucinaciones que preludian la esquizofrenia. Toda la vida política del cardenal probó que allí estaba la raigambre de su genialidad. Orador de fuste, perseguidor de nobles y de hugonotes protestantes; condenador y ejecutor de duelistas; guerrero inmisericorde; decapitador cruento, a diestra y siniestra; vino a probar ya con esas acciones los estados histéricos de su alma relacionados con una Libido reprimida. Y ésta entonces tuvo que buscar el descargue de su energía -arcano de la naturaleza- no en la creación de vida, sino en la destrucción de ésta, la muerte.

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Esbozo en tres grandes, grandísimos saltos a través de ocho milenios: Richelieu – Mahoma – Isis.

Huellas 12 Uninorte. Barranquillapp. 20 - 26 Agosto 1984. ISSN 0120-2537

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mon but-; que entonces lo derribaba y lo tronchabatodo -je renverse tout, je fauche tout- y que asífinalmente, lo cubría todo con su propio manto rojo -je couvre tout de ma robe rouge- es decir,simbólicamente, con la sangre que hacía verter. Pues bien: este mismo cardenal y máximo estadistade Francia y de Europa en su época -la de Luis XIII-tenía en el palacio que habitaba un salón de billar.Era para su distracción personal cuando losexcesos aberrantes de las ocupaciones a que sededicaba le obligaban a acudir a ella en busca deexpansión que lo librara acaso de sus tormentos yangustias mentales, sus escrúpulos y contricionesmorales, sus remordimientos también religiosos.Hay que pensar, pues, que impotente entonces, apesar de la expansiva distracción que se procuraba,para librarse de lo que pudiera atormentar sumente, obsesionado y perseguido por los recuerdosde sus hazañas, tenía que hallarse comohipnotizado y fijado por ellos, tales recuerdos. Envaguedad casi onírica, entonces, o como en sueñoso, más bien, pesadillas, entre dormido y despierto,que afectaban su sistema nervioso y cerebral, teníaque dársele también, de pronto como ocurre entales casos, antes de la rigidez, la flexibilidadcorpórea que anunciaba la catalepsia epileptoide,con presentimientos ya de la inminente auraepiléptica. Rara consecuencia de ello era lo queentonces le acontecía. Deteniéndose de pronto enel juego del billar, emprendía una carrera en torno aéste, poseído de la alucinación de ser un caballo,hasta el punto de trotar y relinchar precisamentecomo un caballo. En seguida caía en sopor,desvanecimiento de sus estados de consciencia. Ypara explicarlo es que entonces tiene que intervenirla aclaración psiquiátrica. Las convulsionesepileptiformes tenían que causarse en Richelieupor efectos motores en

Por la versatilidad desus actividadesRichelieu fue tambiénreformador de las leyes, innovador de laeconomía nacional, yllegó hasta ser elfundador de laAcademia Francesa.Así, a un tiempo quedeclaraba que noemprendía nada sinhaberlo pensadomucho -sans y avoirbien pensé-; pero que,una vez tomada suresolución, ibaderechamente a suobjeto –je vais droit

Richelieu

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la corteza cerebral ocasionados por lasalucinaciones psíquicas de tantos recuerdosmacabros como debían atormentar y remorder sualma. Por consiguiente todo el fenómeno de susataques epileptoides era histérico, ocasionado poruna histeria relacionada, como toda histeria, conirregularidades de la genésica Libido, en Richelieuseguramente bastante reprimida. Expresando esto ahora en los términos de laenergética científica más al día, el fenómenoepileptoide en el cardenal como si las cargas de laenergía psíquica, subconsciente, de la genésicaLibido, al no hallar el curso normal de susdescargues, que es el de la procreación, reprimidasen ese sentido se invertían, como alocadas, parabuscar el curso anormal de esos mismosdescargues en los impulsos orgánicos en el sentidoopuesto, contrario. El cual tenía que ser entonces,no aquel de la procreación de la vida, sino este otrode la efectuación de la muerte. Pues ésta es laúnica explicación psiquiátrica, para serpsicopatológica, de la mentalidad mortífera deRicheliu. Y hubo de ser así, además, como tuvoque presentarse en modos de ser como los queCharcot habría llamado actitudes pasionales ydelirios terminales -attitudes pasionelles, déliresterminales- o más apropiadamente como los quedespués Freud había de señalar cuales modosaberrantes del instinto de la proliferación que, al serreprimido, tenía que buscar el descargue inverso dela energía genésica en el instinto de la destrucción-Destruktionstrieb- como algo, en consecuencia,que buscaba el descargue del Eros, su instinto, enel contrario de la muerte, Todestrieb. De ahí elinmenso alivio que en toda Francia se sintió cuandoeste mismo instinto de destrucción y muerte secumplió en el propio Richelieu, que había sidoórgano terrible de él. Pues, como lo escribieraPhilippe Le Bas, su muerte fue celebrada como unbien público: el pueblo respiró, se hicieroncanciones que el mismo rey Luis XIII cantó: Samort fut celebrée comme un bonheur public; lepeuple respira; on fit des chansons; Louis XIIIles chanta lui-mëme. Un ejemplo, pues, de lo que,en general, es este arcano de la naturaleza queobra a través de un organismo humano paradeterminar el curso de la historia humana. Yeso esprecisamente lo que el filósofo de esta mismahistoria no puede dejar de considerar como lo queprofunda y universalmente concierne a ella. Alvolver de sus sopores epileptoides, el gran cardenaly máximo estadista de Francia y de Europa en suépoca, declaraba no saber nada de lo que le habíaocurrido. MAHOMA El profeta Mahoma, Abul Kain ihn Abdallah,descendiente de noble e ilustre familia, hombre

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

práctico primero, de atrayente figura corporal,seductora personalidad, sermoneador elocuente,alucinado de inspiraciones sobrehumanas después,hablador elocuente entonces y dictador infatigablede suras, perseguidor cruento de incrédulos yopositores hasta llegar a hacerse guerreroinmisericorde, se impuso por fin no sólo comoprofeta, sino como estadista, el máximo que habíatenido y había de tener Arabia. Pues fue en cuantollegó a ser éste, y por su correspondiente acción,más aún que por su presentación cual portavoz deDios, o Allah, como pudo imponerse a todos suscorreligionarios, para echar la base del imperio y dela religión que alcanzaron a su mayor extensión enla edad media, presentándose, como sepresentaron, cuales realizaciones de la voluntaddivina. Y eso, a pesar de ser Mahoma unanalfabeta, al mismo tiempo que un alucinado, ypor esto último un paciente de psicopatías, siempremás o menos en trance de auras epilépticas comolos estados que ocurrían en su consciencia paramostrarse cual el órgano escogido de la Divinidadpara sus revelaciones entre los simples mortales.Así, cuando ya en esos trances, entre los primeros,tres veces oyó que Dios, o Allah, le mandaba leer,tres veces replicó que no leía porque no sabía leer.Y así lo declaró a sus oyentes para que eso mismose tuviera como prueba irrecusable de que si élvenía a dar las máximas y óptimas enseñanzasreligiosas, era porque verdaderamente en él Dios oAllah había venido a revelarse. Revelación, orevelaciones que, además, nunca habían venido adársele directamente, sino siempre por medio delarcángel Gabriel. Pues bien: ya cuando, después de los primerostrances, que hubieron de ocurrirle al hallarse solo ycomo recluido en el monte Hara, y al volver de allápara presentarse como órgano de las voces divinasmediadas por las arcangélicas, vino a presentarse,para quien hoy tiene que juzgarlo a la luz de lapatología mental, precisamente como aquel que,sujeto de accesos epileptoides, tenía que pasar porataques de histeria que lo conducían a lasalucinaciones que eran ya las de auras de epilepsiaen donde fácilmente podía llegar a la persuasiónilusoria de ser el escogido de la Divinidad para lafundación de una nueva religión y, con ella, de unnuevo imperio político, una nueva teocracia de laDivina Providencia en el mundo de la historiahumana. Es lo que se prueba por el hecho de que,cuando aquellos accesos se le anunciaban pormedio de los ataques de histeria, arraigada en unaLibido anormalmente excesiva, al encontrarse enlos momentos más exaltados en que dictaba suraspara su Koran, frente a su mujer, a la vista que loexcitaba de ésta, Kadidja, de pronto entraba enestados nerviosos y musculares de flexibilidadmóvil que lo impulsaba, como por medio de

La gran Mezquita De la Meca. (Foto Keystone) convulsiones, a correr en torno a su misma mujer,Kadidja, gritando -no relinchando como un caballoni cantando como un gallo- desaforadamente hastaperder el aliento y quedar inconsciente, estaspalabras que se ahogaban en su colapso:“Cúbreme, Kadidja, cúbreme y tápame la cabeza”.No dice la leyenda del cómico fenómeno a quécabeza se refería Mahoma, el agraciado según elsignificado de su nombre. Pero cuál pudiera ser,por obsesión histérica de su excesiva Libido,parece indicarlo lo que de él mismo, Mahoma, secontó ya cuando hubo muerto. Y fue que Alí, suprimo y discípulo más amado, apasionado, al lavarel cadáver del difunto no pudo menos que exclamarlo que vio y aquí hay que transcribir en el texto de latraducción latina: O propheta! Certe penis tuuscaelum versus erectus est. El hecho es que,viudo ya de Kadidja, había venido a morir en losbrazos amorosos de su favorita Aisca, contándoseentre las cualidades más sobresalientes del profeta,según su biógrafo y comentarista Abul Feda, la desu extraordinario vigor erótico, su resistencia parael uso de las mujeres, uno de los temas principalesen las suras de su Koran. “Podéis acercaros avuestras mujeres: ellas son vuestras vestiduras (lasque cubren), y vosotros las de ellas”, Sura II, 183.“Los hombres piadosos tendrán delante de suSeñor jardines regados por ríos y allí permaneceráneternamente con mujeres purificadas y elbeneplácito de Dios”, Sura III, 15. No puede entonces caber duda en que, siemprebajo esa obsesión libídica que a su propiotemperamento erótico lo dejaba en accesoshistéricos con convulsiones de flexibilidad motora yauras de epilepsia hasta la catalepsia, como al caerrendido ante Kadidja para que le cubriera su cuerpoy le tapara la cabeza, Mahoma se presentaba contoda la sintomatología de su patología mental, lasde sus alucinaciones esquizofrénicas. Y por lodemás el relato de Abul Feda es de un simbolismomuy cercano oriental. Pues se hallaba justamenteen el ambiente propicio para visiones como las quetuvo Alí al lavar el cadáver del profeta. Ya enEgipto, efectivamente, los obeliscos, queabundaban por todas partes, no significaban otra cosa que ser símbolos del erotismo masculino

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describi lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico.

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1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

levantado hacia el Cielo. Representaban,monolíticamente, el itifalo que daba figura al rayosolar que encarnaba en él, el itifalo, para ser en latierra el donante de la vida humana. Y así seexpresaba además por el jeroglífico que se esculpíaal pie de cada obelisco a fin de explicar que eraprecisamente la figura del órgano masculino quedaba la vida. Es lo que aún se puede comprobarpor ejemplo en el obelisco que se halla erecto enmedio de la Plaza de la Concordia en París, dondeestá muy bien, o en medio de la Plaza de SanPedro, en la Roma actual de la dolce vita, dondeestá igualmente, aunque no en el sitio donde sehalla, que parece impropio. Pero, aún en Mahoma, otra vez más lo que losfenómenos personales del hombre, en cuantosujeto paciente de las aberraciones mentales quesufrió, vienen a mostrar es el arcano de lanaturaleza, el enigma de manifestarse como semanifiesta en el ser humano que viene a determinarde manera tan decisiva el curso de la historia.Porque también en Mahoma el instinto de laprocreación buscó el descargue de su energíapsíquica, libídica, por medio del instinto de ladestrucción y de la muerte en que se polariza aquelinstinto de la procreación y de la vida. Bajo elimpulso, en efecto, de las creencias religiosas deMahoma, su islamismo como la fe puesta en éstascomo las de un mandato de la voluntad divina, elprofeta, que había sido siempre, desde joven,hombre práctico, vino a presentarse también comopolítico, en virtud de lo que en él se revelaba y parasu cumplimiento. Y como político, en vía para ser elmáximo estadista de su época y lo que más habíade contar de él, se hizo guerrero; y en cuantoguerrero, inmisericorde y hasta sanguinario,conductor de algazazes en caballerías y desoldados innumerables en infanterías que crecían ycrecían sin cuento para la algiet o guerra santa deconquistas, algacías, saqueos e incendios. Planesde ambiciosas proyecciones que tenían que atraera las multitudes de sus alborotados secuaces,todos sus correligionarios, más y más a medida queiban desarrollándose y cumpliéndose con éxitos yvictorias, presiones de avances primero hacia elnorte, después hacia el este y hacia el oeste, lapromoción del naciente dominio panarábigo enel Asia anterior, el Asia posterior, el Africaseptentrional y la Europa meridional, Grecia, Italia yEspaña. Hecho extraordinario, acontecimientoinnegable que así efectivamente vino a realizarsepor las determinaciones que se desprendían de lapersonalidad de Mahoma mismo, su islamismo, quefue expandiéndose hasta Siria, Irak e Irán, de unlado, como hasta Egipto, Trípoli, Argelia,Marruecos y casi toda España, parte de Italia alsur, de otro lado. Pero hecho que si, como quedadicho y es bien sabido, vino a determinar la

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descubre: el descargue de una energía Iibídicaexcesiva trastrocada por su anomalía de instinto deprocreación y vida, en instinto de destrucción ymuerte. Pues fue lo que efectivamente vino acumplirse entonces, hasta que, por una reacciónque se debió a la retrodeterminación influyente delos pueblos conquistados y saqueados, destruidos,se tendió al aplacamiento del instinto bestial de ladestrucción y muerte, para el resurgimiento normaldel instinto de creación y vida. Con lo cual, enefecto, se logró producir una civilización queencontró su relieve material en una airosaarquitectura de palacios y mezquitas, moradasestéticas de califas y amires, templos paraalmocríes o lectores sagrados y alchatibes parapredicadores también sagrados, finalmente tambiénuna cultura que encontró su manifestaciónintelectual en un Alfarabi en lrak, un Avicena enIrán, un Averroes en España, alfakíes o doctores,alimes o sabios, filósofos.

ISIS En cuanto a esta figura mítica de la protohistoriaegipcia, fabulada primero como brujo y maga, después como reina y finalmente como diosa, en la región nilótica de Menfis (Men-nefer en egipcio,nome de Aneb-het), fue ella la de una mujer bella yvoluptuosa, aberrante en su belleza y voluptuosidadfemeninas. Las imágenes de éstas han quedadoestereotipadas en bajos y altos relieves, también enestatuas que aún pueden ser contempladas yadmiradas en el actual Egipto. Pero también lafábula de ella deja que se le diagnostique cual unapaciente de perturbaciones mentales, trastornosnerviosos y fisiológicos, figura de una mujer quesufrió ataques histéricos y epileptoides rayanos enaccesos de esquizofrenia hasta la necrofilia,cualquiera que hubiera sido la realidadcorrespondiente a su mitología.

historia de toda esainmensa parte de lahumanidad, causán-dose como se ve porel genio de lanaturaleza epileptoideen quien, por ello, sepresentó bajo elnombre que signifi-caba ser el agraciadoo el inspirado de Dioso Allah, tiene quedejar confundido, másque perplejo, al filó-sofo de la historia quedescubre para susconsideraciones loque allí mismo se le

Rostro de Mahoma, profeta y fundador del islamismo, cuya religión profesan hoy

más de cuatrocientos millones de personas

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entreus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), as

los llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

De ahí que se le pueda considerar como sujeta alos rasgos que son sintomáticos de la enfermedaden ella también figurada y que tuvo que ser la deuna epilepsia larvada o disfrazada: la misma que ensus auras hubo de llevarla hasta los extremos de lanecrofilia con intentos de necrogamia. Lo macabro.Caso raro que, entre personajes de la categoría aque Isis se elevó, había sin embargo de repetirsenotablemente, milenios más tarde, en España conJuana la Loca, perdidamente enamorada de Felipeel Hermoso hasta causar en ella el penosofenómeno de la necrofilia alucinada de algunaposible necrogamia. Esposa Isis de su hermanogemelo Osiris, con quien, según los datos másfantásticos de la leyenda, habría tenido contactoscarnalmente amorosos ya desde que ambos fueronembriones; y reina ella y no rey él (reminiscencia dematriarcado), fue ella la que hizo de Osiris tambiénun rey, para desgracia en la suerte de los dos. Puesenvidiado Osiris por sus rivales políticos (ya desdela protohistoria egipcia existían políticos queintrigaban y mataban, asesinaban para detentar elpoder y el mando), fue por éstos asesinado. Elalevoso hecho encendió entonces más al amor deIsis, que había de convertirse en una pasiónpóstuma de ninfómana hasta el extremo indicadode la necrofilia con propósitos de macabranecrogamia. La leyenda se muestra aquí llena de detalles queen este esbozo, por la brevedad que requiere, nose pueden repetir. Se recordará así solamente loque sigue. Informada Isis de que el ataúd con elcadáver de Osiris había sido arrojado al Nilo,averiguó además que la corriente lo había llevadohasta el delta del río, y que allí el oleaje del mar lohabía tomado y empujado a gran distancia hastaByblos, en el norte de Fenicia. Y hacia alláencaminó entonces sus andanzas, para buscarlo,hasta hallarlo por fin, como objeto que era de susangustias y anhelos. Haciendo entonces, al hallarlo,que se destapase aquella caja mortuoria queguardaba el cadáver de su amado esposo y rey,inflamada por los recuerdos de su pasado lleno deamores y ternuras, imaginándolo comooníricamente en voluptuosa pesadilla al ver denuevo el cuerpo tan deseado, convulsa más quetemblorosa se lanzó sobre él, en trance deepileptoide aura, y flexible y conmovida cayó así enlapso de esquizofrenia Iibídica, llorosa yquejumbrosa a la vez, en actitud de conjunciónconnubial que venía a ser ya el intento macabro desu necrogamia. Oscuro en verdad este misterio del instinto eróticoque allí venía a confundirse con su inversión en elinstinto tanático, Isis, o el mito de lsis, vino a dar deesa manera un ejemplo de ello, su enigma, elarcano de las vías de la naturaleza. Pues en su

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acto de enloquecida pasión -una vez más comomilenios después Juana la loca ante el cadáver deFelipe el Hermoso- la misma Isis perdió conscienciade sí y de sus actitudes pasionales. Y cataléptica yapareció disfrutar en última instancia de lasfruiciones del amor. Mas no paró allí su hecho,puesto que según la misma leyenda, al volver a laconsciencia de sí, tras el rapto de suconcupiscencia satisfecha. advirtió Que el hijo delrey de Byblos que la acompañaba en susandanzas, y que se llamaba Maneros, habíaobservado lo que había ocurrido con ella. Vueltaentonces una Furia (ya un principio de Erinnia)como fenómeno psíquico de los procesos mentalesque mueven al castigo y a la venganza, lanzó unamirada de rayos fulminantes sobre el desdichadopríncipe, que hubo de quedar ipso facto, siempresegún la leyenda, pero según hoy se dice,electrocutado. Otra vez, por tanto, la reversión oinversión del descargue de energía psíquica de laLibido impulsora de la creación de la vida, que sedevolvía en el modo del descargue de la energíatambién psíquica de la Thanatos impulsora de ladestrucción, la muerte.

Conclusión De todo lo anterior se sigue ahora lo que hay queconcluir. Concluir con una consideraciónespeculativa del filósofo de la historia, ya comoinvestigador científico que penetra, o trata depenetrar hasta en lo que puede parecerescandaloso, para tratar de dilucidar los arcanos dela naturaleza que rigen los comportamientoshumanos e influyen en los acaecimientos históricos.Por más que se quede perplejo, o confundido, anteel curso que ha podido esbozar de lo que secumplió en el antiguo Egipto, predeterminado porquien lo prefiguró y configuró: personaje entremítico y real, fabulado humana a la vez quedivinamente: sujeto de anormalidades orgánicassexuales y psíquicas morales como causas delproceso histórico más extraordinario y admirable,portentoso de la antigüedad. Precisamente elproceso que hubo de cumplirse en el pueblo, lanación, el conjunto de nomes que llegó aconstituirse en un Estado y un Imperio perdurablecomo ninguno otro en los anales de la humanidad:Egipto a lo largo de más de cuatro milenios. ¿Cómo ha sido posible que de esa manera, o porese medio, se hayan producido efectos como losque el pensamiento puro concibe, al contrario deellos, como los verdaderos del destino del mundo,la existencia que llega hasta la consciencia de lahumanidad? Es la cuestión que ante la realidaddada de los hechos más contunde y deja perplejo aquien especula sobre ella. Porque efectivamente lofue lsis, y lo que con ella llegó a ser Osiris, fue lo

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígen sbrasileños designan a estos árboles (6,7).

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Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), aos llamados guayacanes o robles morados,lrosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

que dio el fondo de todas las determinaciones deaquel curso, aquel proceso histórico del antiguoEgipto. Toda la religión, toda la sabiduría de lossacerdotes; y toda la política, todo el poderío de losfaraones; todo eso se impregnó del culto a Isis y aOsiris para regirse como por mandato de unaDivinidad suprema (acaso Aten-Re, el Dios-Sol) dedestinos teocráticos bajo la acción constante delsacerdocio y de las dinastías faraónicas. Y por esamisma impregnación se produjo entonces lacivilización más portentosa que había de ver laantigüedad clásica del género humano, comoirradiando de Menfis o Men-nefer, el nome deAned-het: la civilización culminante en ereccionesde templos sin número a lo largo de los oasis queregalaba el Nilo; las construcciones religiosas yfunerarias; el levantamiento de pirámides, esfingesy obeliscos; las excavaciones de imponenteshipogeos o cementerios subterráneos; elflorecimiento, por decirlo así, también superterráneode Sakkara, de Giza, de On, de Menfis mismo, deKarnak, ya al Sur, la antigua Tebas egipcíaca- yaquellos conjuntos de templos colosales enderredor de palacios de airosas arquitecturas contodas sus proyecciones monumentales por elllamado valle de los reyes hasta la cadena líbicacavada de las sepulturas más artísticas que havisto el mundo de la humanidad, ya sobre la orillaoccidental del oasis nilótico. ¿Cómo entonces fue posible que todo eso sepredeterminara por las anomalías sin dudaorgánicas, causante de irregularidades sexualesque produjeron trastornos nerviosos y mentales,patológicos y psicopáticos, en un ser epileptoide yesquizofrénico que llegó hasta el espasmonecrofílico de la macabra necrogamia? Porque esoes lo que aún tiene que considerar el filósofo de lahistoria que se halla confundido, más quemeramente perplejo, ante la realidad de los hechosque así se causaron y efectuaron. ¿Cuál es elarcano de la naturaleza o enigma de fondo decausas que se mueven en los abismos orgánico ypsíquico del ser humano? ¿Es el de lo satánico oes el de lo divino? ¿Qué, para la determinación delcurso de la historia en la cual vive el génerohumano? ¿Cómo por su causa fue posible que delculto hecho religioso de una figura femeninaelevada del rango de bruja y maga al de reina de latierra y diosa del cielo; y del culto también hechoreligioso de una figura masculina elevada de lasituación de esposo incestuoso a la de juez en latierra y de Dios en el cielo, surgieran los actos quepredeterminaron, a lo largo de milenios, desde losalbores de la historia egipcia, el curso ulterior deésta? ¿Cómo la formación y establecimiento de lasprimeras dinastías faraónicas en el quinto milenioantes de la era cristiana, la sucesión de ellos hasta

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los tiempos de Cleopatra, repercusión de lsis,espejo también de lo que había de cumplirse enEspaña con Juana la Loca? ¿y cómo entonces,ante la realidad de semejantes cumplimientos,negar las causas originarias de aquellos actospredeterminantes, por anormalidades orgánicas, enlas aberraciones sexuales y en los trastornosmentales de quienes fueron sujetos humanos,como epileptoides, de esas mismas causas?Pues ¿acaso no ocurrieron ellos también,similarmente, en derredor de Cleopatra, en JulioCésar y en Marco Antonio, así como en otros de loscésares que, siguiendo semejante curso,aparecieron para continuar determinando de lamisma manera la historia de la humanidad engeneral? ¿No con Mahoma, como se ha visto, y conRichelieu, en cada uno a su manera? Ahora queda dicho ya que todo el curso de lahistoria egipcia en su máximo auge estuvoimpregnado del culto religioso y político deIsis y de Osiris. Pues bien: todo cuanto así quedacomprendido, queda también entonces, para elfilósofo de la historia por lo menos, como unaenseñanza que se refiere a la clase de lasaberraciones aquí consideradas como fatalmenteinherentes a la naturaleza humana para susdeterminaciones en el pasado. Pero no sólo en elpasado, sino además en el presente y quién sabehasta cuándo en el futuro. Tal la enseñanzapsiquiátrica de que así como se dan los complejosde Edipo, consistentes en afectos eróticosanormales por parte de los hijos con respecto a lasmadres; y así como se dan los complejos deElectra, consistentes en los afectos tambiéneróticos anormales de las hijas con respecto a lospadres; asimismo se dan los complejos que aquí-ahora por primera vez- se vienen a señalar comolos de lsis, consistentes en los afectos igualmenteanormales de las viudas con respecto a losesposos fallecidos; complejos estos últimos queson los que se ponen de manifiesto en las mujeres

Representación de la tapa de un cofre de la tumbade Tutankhamon. (El Cairo, Museo Egipcio)

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,ómo las semillas del roble caen girandouavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quéuelan así? ¿Cuál será la razón para ello?

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encuentra el de los robles o guyacanes

eecolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

que han perdido sus maridos y se muestraninconformes con su situación, se angustian en lanecrofilia del amor póstumo al difunto y, comodesesperadas, cuando la psicopatía se haceinsufrible, se lanzan a andanzas por el mundo-viajes como los de lsis hasta Byblos, los de Juanaa través de toda España- hoy simplemente parapersonas de menor cuantía como de turismo.Aunque tampoco es esto último para reír por lainsignificancia de las personas. Pues aunque esbastante improbable que en los tiempos actuales dela humanidad surja una viuda que cual lsis alcancea intervenir en la determinación del curso de lahistoria humana como aconteció en Egipto, sinembargo siempre es posible que surja una u otraque pueda imponerse a hombres como algunos delos bestiales que en el presente han aparecido yhan mostrado hasta dónde llegan susanormalidades orgánicas determinantes de hechoshistóricos que parecen increíbles. Porque la verdades que la potencialidad del Eros, en susmanifestaciones a través de semejantesanormalidades, es tanta, que se muestra tambiénsiempre, indirectamente, en lo que ella misma hacelatir como una inversión del instinto de laprocreación, la vida, en el instinto de la destrucción,la muerte. La muerte que entonces se propagacomo matanza inmisericorde. El mundo del presente, en efecto, está lleno deejemplos de ello. Al filósofo de la historia lecorresponde por lo pronto señalar lo que así se lepresenta en el curso multimilenario ya de esamisma historia, compendiosísimamente como enlos anteriores tres esbozos, para concluir no menossumarísimamente como aquí concluye.

Isis, la magna, la madre de Dios, el ojo de Ra, señora del cielo y soberana de todos los dioses,

abraza al último soberano de Egipto, Nectanebo II (París, Luvre)

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Referencias M. Michelet, “Précis de L’Histoire de France”, París,1835. Ph. Le Bas, “Annles de L’Histoire de France”, París,MDCCCXL. A. Regnard, “Genie et Folie”, París, 1889. S. Freud, “Gesammelte Werke, XIII, das ich unadas es”, London, 1947. Prof. Charcot, “Lecons du mardi a la Salpetriere”,París, 1889. Especialmente quatorziéme et dix-hutiérne lecons.Mahoma: “El Koran”, versión española en edición.Bergun, Madrid. M.M. Pockthall: “The meaning of the GloriousKoran”, New York, 1953. E. Renan: “Averroes et L’Averroisme”, París, 1925. A. Regnard, “Genie et folie”, París, 1899. J.A. Conde: “Dominación de los árabes en España”,París, ed, Garnie. Prof. Charcot, Op. et Loc. Cit. Plutarchi: “lsls et Osiris”, E.A. Wallis Budge: “Legends of the gods, Egyptiantexts with translations, London, 1912. “The Nile”, London, 1985. J.G. Frazer: “The golden bough: Adonis. AttisOsiris”. London, 1914. J.H. Breasted: “Development of religions andthoyght in ancient Egyppt”. Ed. Holder & Stouhton,London. G. Maspero: “Egypte”. Ed. Hachette, XVIII mille. A. Moret: “Le Nil et la civilisation egyptienne”, París,1926. L. Spellers: “Les textes des pyramidesegyptiennes”, Bruexlles, 1925. L. Borchardt: “Die. pyramide, ihre entstehung undentwicklung”, Sparmesche Buchdruckerei inLeipzig. W. Worringer: “Agyptische kunst, probleme ihrerwertung”, Munchen, 1927.

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nvés, digitado-compuestas con tres a cinco efolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas, lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

RESEÑAS BIBLIOGRAFICAS Julio Núñez Madachi

LAKATOS, IMRE. La Metodología de los programas de investigación científica. Madrid, Alianza, 1983. p. 316. Los textos más fundamentales acero ca de la discusión atinente a la reconstrucción racional del progreso científico los han suministrado Karl Popper y Thomas S. Kuhn. A partir de estas propuestas de Popper y Kuhn se han desencadenado a su vez, toda una serie de importantes puntos de vista acerca de esta problemática, que han venido a enriquecer la escasa literatura de la historia y la filosofía de las ciencias. Entre estos valiosos puntos de vista, se destacan los de algunos reconocidos epistemólogos como Paul Feyeraben, Stephen Toulmin, Larri Laudan; pero, quizás el más importante punto de vista que ha surgido de estas discusiones, hasta el momento, sea el de IMRE LAKATOS. Para este húngaro (recientemente fallecido), profesor de matemáticas y filosofía de la ciencia en Cambridge y de la London School of Economics, hay la necesidad, a partir de un análisis crítico de las propuestas de Popper y Kuhn, de extraer “el núcleo racional” subyacente en ambos puntos de vista, con el fin de lograr una gran síntesis. Para él, entre el “falsacionismo ingenuo” de Popper y “el irracionalismo” de Kuhn existe una tercera posibilidad: la metodología de los programas de investigación científica.

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Lakatos reconoce que Kuhn tiene razón al poner énfasis sobre la continuidad de la ciencia. Pero tras concederle esta buena nota a Kuhn, le critica por tratar los episodios revolucionarios como cosas de “conversión mística”. Para él, Kuhn representa la historia de la ciencia como una sucesión irracional de períodos de racionalidad. A su vez, solidarizándose con Kuhn y criticando a Popper, considera que a la refutación no debería seguirle necesariamente y de manera invariable el rechazo. De tal manera, que le critica a Popper no haber distinguido entre la refutación y el rechazo. Considera que Popper exagera la importancia de los resultados negativos de una contrastaci6n, admitiendo de hecho totalmente la insistencia de Kuhn, de que las teorías surgen en un mar de contraejemplos: que nacen refutadas pero no rechazadas. “Se debe -afirma- permitir a las teorías florecer en un océano de anomalías”. Lakatos intenta, entonces, perfeccionar la reconstrucción racional del cambio teórico propuesta por Popper, en la que el progreso científico es sólo una cadena de conjeturas y de pretendidas refutaciones, proponiendo como unidad básica para la evolución “los programas de investigación” en lugar de teorías individuales: “ya que trabajamos en el marco de una multiplicidad de teorías. No se trata de que propongamos una teoría y la Naturaleza pueda exclamar NO. Más bien proponemos un bloque de teorías, y la naturaleza entonces puede exclamar INCOHERENTE”. Los “programas de investigación” constituyen una serie de reglas metodológicas que nos dicen qué líneas de investigación hemos de evitar (heurística negativa) y otras, qué líneas de investigación hemos de seguir (heurística positiva). Las propuestas de Lakatos han despertado un enorme interés, y alrededor de ellas viene levantándose cada vez más, una creciente atmósfera de opiniones críticas que amenazan con convertir su obra en un “paradigma” más, al lado de las ya de por sí “paradigmáticas” obras de Popper y Kuhn.

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suvuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entreus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), as

los llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

LA NUEVA ENCICLOPEDIA BRITANICAChicago, The University of Chicago, 1982. En un esfuerzo más para servir a la comunidaduniversitaria y a todos los estudiosos de la regiónCosta Norte de Colombia, la biblioteca de laUniversidad del Norte acaba de adquirir la máscélebre de las enciclopedias: la EnciclopediaBritánica. Que, con la más ilustre de la lenguacastellana, la “Enciclopedia Universal Ilustrada-Europea-Americana”, más conocida como laEnciclopedia Espasa-Calpe, viene a ofrecer elmejor de los servicios de Información. En esta suúltima edición, la decimaquinta, la EnciclopediaBritánica trae volúmenes bellamenteencuadernados e ilustrados, discriminados de lasiguiente forma: 19 volúmenes que contienen lainformación macro Macropaedia Knowledge inDepth, es decir, toda aquella información que,detallada en grandes artículos, son verdaderostratados en las más distintas materias; 10volúmenes que contienen la información microMicropaedia Ready Reference and Index, todaaquella información breve y rápida respecto acualquier tema; y por último un volumen guía,Propaedia Outline of Knowledge que orienta allector acerca de los temas que en general trata laEnciclopedia. Desde su primera edición en 1768-1777 enEdimburgo por los escoceses A. Beill y C.Macfarguhar, cuando apareció en tres volúmenesque contenían 2.670 páginas y 160 grabados encobre, se perfiló como una de las más importantesenciclopedias de Europa frente a la EnciclopediaFrancesa -contra quien enfiló para contrarrestar“sus perniciosas tendencias” -, y las más famosasenciclopedias alemanas como la AlIgemeineDewtsche Real Encyclopaedia für die gebildetenStânde y la más voluminosa de las enciclopedias laAlIgemeine Encyclopaedie der Wissens chaftenund Künste. Contando desde sus primerasediciones con la colaboración de hombres taneminentes como Walter Scott, Karl Marx, RobertMalhaus, Robert Stephenson, Kingsley, Herschel, ymás de 2.500 firmas de autoridad.

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ANGULO VALDES, Carlos. Arqueología del Vallede Santiago Norte de Colombia. Bogotá, CanalRamírez-Antares, 1983. “Los seres humanos son los únicos que guíansu conducta por el convencimiento de loocurrido antes de su nacimiento y por laprevisión de lo que pueda ocurrir después de sumuerte. De ese modo, sólo los seres humanosse orientan con una luz que no se limita ailuminar el terreno sobre el que pisan”.

(P. y J. Medawar, 1977). Para llevar a cabo una obra de esta índole hay queposeer virtudes específicas y no muy abundantes yestimadas por cierto. Hay que tener fe en las raícesnuestras, hay que desear el progreso de nuestracultura, hay que querer despertar conscienciaacerca de nuestro pasado, hay que querer sureconocimiento en el interior y su conocimiento enel exterior, hay que trabajar día a día para noignorar ningún trozo de cerámica que nos ilumineaspectos de nuestro más hondo pasado. Así y sóloasí se puede decir a las generaciones presentes loque hemos sido, a las generaciones futuras lo quese ha hecho, y a unos y otros lo que se puedehacer. Pero para todo ello hace falta, en suma, unaclara conciencia de vocación como la del profesorCarlos Angulo Valdés.

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unanvestigación cuyos resultados inicialesipresentamos aquí, iniciando con algunos aspectos

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derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,rosados y blancos, conocidos también con losnombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por elenvés, digitado-compuestas con tres a cincofolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

CARO, EL ARQUITECTO DE LA REFORMA DEL 86

Javier Cerra Betancourt

Cruentas guerras contra España en las que lanación perdió lo mejor de sus energías, fue elprecio doloroso, pero necesario, que habíamos depagar en la penosa lucha por la libertad. En eselapso surgieron hombres cuyas ejecutorias sellaríandefinitivamente la suerte del más vasto imperio quevieron los siglos. Liberado el territorio de cadenas coloniales, losneo-granadinos se lanzan a la maravillosa aventurade darse su propia organización. Sin experiencia deninguna clase; impulsados por el afán de crear unEstado lo suficientemente sólido, capaz de resistirlos fuertes embates que ya se advertían en elhorizonte, improvisaron instituciones, la mayor delas veces sin consultar si respondían o no a laidiosincrasia de un pueblo que, si bien recién habíaproclamado la independencia, tenía una herenciacultural demasiado grande con España. Sepretendió, desconociendo el anterior hecho,implantar una estructura estatal que, resultante delas doctrinas extranjeras entonces en boga, nopodían dar otro resultado distinto que un rotundofracaso. De allí, que la Constitución expedida en laVilla del Rosario de Cúcuta sólo hubiese tenido unavida accidentada y exageradamente corta, cuyoepílogo definitivo sería la disolución de la GranColombia. Largas, habrían de ser, a partir deentonces, las jornadas de nuestros prohombres enla incesante búsqueda de una firme base jurídicaque respondiera al pulso del alma nacional. Unintento tras otro, igualmente frustrado, fue eldenominador común de una historia que también secaracterizó por la explosión interminable deconflictos internos que desangraron la Repúblicasin dejar absolutamente nada en compensación. Cuando en Europa la mayoría de las nacioneshabían necesitado de muchos años y numerososmovimientos para debilitar el temible espectro delabsolutismo, en Colombia don Florentino González,estaba absolutamente convencido, no sólo de susingular genialidad sino de que la fórmula ideal paraconstruir el frágil edificio de la felicidad colectiva seencontraría convirtiendo de un solo golpe la nación

en un retazo de pequeños estados autónomos e independientes. Con el propósito de ver convertidasen realidad sus extravagantes teorías, se dio altrabajo de redactar todo cuanto proyecto de reformaconstitucional se propusiera entonces.Paulatinamente fuimos dando pasos agigantadoshacia el infortunado engendro del federalismo.Primero con el expediente centro-federal de 1853,luego con el de la Confederación Granadina quepropiciaría los aciagos hechos que condujeron alpoder al General don Tomás Cipriano deMosquera y nos llevaría al borde mismo de ladisolución y la anarquía. Vigente la Constitución deRionegro a partir de 1863, los Estados Unidos deColombia soportarían un régimen que estababastante lejos de reflejar fielmente el más íntimoanhelo nacional; un régimen que no respondía a lascircunstancias históricas sobre las cuales se habíaforjado la nueva nación. La excesiva autonomía delas regiones, la multiplicidad de legislaciones, elrosario infinito de constituciones estatales, lasnumerosas guerras por el predominio político en elinterior de cada comarca, fueron motivos más quesuficientes para que surgiera, a la par con elaparente auge del Olimpo Radical, una generaciónconsciente de la necesidad de reformarintegralmente la estructura política de la nación,dotándola de un sistema capaz de consolidar laautoridad central al tiempo que garantizara launidad territorial. Dos colosos, por decir lo menos,habrían de soportar el peso de la granresponsabilidad que significó el movimientoregenerador. Núñez desde su mocedad escribíacombativos artículos para la prensa en los que contono profético anunciaba los grandes males quesobrevendrían como consecuencia del experimentofederal, e insinuaba ya la idea de un granmovimiento reformador que congregara lasenergías nacionales en busca de su propiaidentidad. Por otra parte, don Miguel Antonio Caro,la más gran de inteligencia de la anterior centuria,ponía su pluma al servicio de la noble causa deorganizar una gran cruzada regeneradora quedevolviese a la nación al cauce de la unidadperdida. 29

Miguel Antonio Caro

Huellas 12 Uninorte. Barranquillapp. 29 - 31 Agosto 1984. ISSN 0120-2537

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,ómo las semillas del roble caen girandouavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quéuelan así? ¿Cuál será la razón para ello?

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Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosn la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), sencuentra el de los robles o guyacanesolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,erivado del vocablo con el cual algunos indígenasrasileños designan a estos árboles (6,7).

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El cartagenero encarnaba la voluntad política quecon su audacia hace posible la reforma sin grandestraumatismos. Caro representa el genio de menteluminosa cuyo cerebro concibe y crea lasinstituciones que aún nos rigen después de casicien años de turbulenta historia. Plenamente identificado el país con la imperiosanecesidad de una nueva carta fundamental queacabara con la anarquía desatada, faltaba sólo unhombre de recia personalidad capaz de llevar laempresa a feliz término. Al dar posesión al GeneralJulián Trujillo como presidente de la Unión, Núñezlanza la célebre frase que sintetiza el objetivo vitalde su lucha política: “El país se promete de vos unapolítica diferente, porque hemos llegado a un puntoen que estamos confrontando este preciso dilema:REGENERACION ADMINISTRATIVAFUNDAMENTAL O CATASTROFE”. Empuñadapor Núñez la bandera de la regeneración, era derigurosa lógica concluir que los días estabancontados para la Constitución tan pomposamentepromulgada en Rionegro. Durante su segundaadministración, el reformador quiso buscar losmedios tendientes a propiciar el cambio a través deun proceso gradual. Sin embargo, los radicales se

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sublevaron contra la legitimidad, en un error decálculo sin precedentes, que habría de costarles elderrumbe definitivo de la obra que defendían contanto ahínco. Victorioso el gobierno, supo sacarpartido de semejante circunstancia. Notificado deque los hechos habían dejado sin vigor laconstitución más federalista de todas cuantas sehabían promulgado en Colombia, Núñez expidió undecreto mediante el cual convocaba a los antiguosEstados para que enviaran representantes a unConsejo de Delegatarios cuya función sería la deredactar la nueva carta fundamental... yaprovechando la ocasión, anunció al país:“Señores, la Constitución de 1863 ha dejado deexistir”. Instalada la magna asamblea en Bogotá, el11 de noviembre de 1885. ésta tuvo oportunidad deconocer el pensamiento de su inspirador a travésdel documento que le enviara y en donde insinúa,con juicios de singular profundidad, el marco dentrodel cual se desarrollaría la vasta tarea reformadora.El criterio de Núñez sobre cómo habría deconducirse el Consejo en el ejercicio de su históricamisión, sería el norte del cual no habrían deapartarse los delegatarios. Instruido el cuerpoconstituyente sobre el pensamiento político deldoctor Núñez, designó por unanimidad a donMiguel Antonio Caro para que preparara larespectiva respuesta y con ella plasmara elpensamiento de los delegados en cuanto alprocedimiento que se seguiría para discutir y votarla nueva Constitución. Es a partir de dicho instante que la figura de Caro,ya grande, per se, alcanzó el vértice de sutrayectoria. Inicialmente propuso que se trabajarasobre unas bases previamente redactadas ysometidas a consulta popular. Aprobadas las basespor las municipalidades quedó en evidencia elcarácter eminentemente centralista que tomaría lanación. En dieciocho puntos se resumía todo eledificio jurídico que concebido por Caro habría deconvertirse en la Constitución de 1886. La naciónse reconstruía en forma de República unitaria; losantiguos Estados, que en lo sucesivo adoptarían ladenominación de departamentos, lejos deconservar sus libertades quedaban sometidos a lapotestad del poder central; la nación, y sólo ella,podía organizar su propio ejército y monopolizar laproducción y el porte de elementos bélicos; seproponía la unificación de la legislación civil y penal,por oposición a la multiplicidad existente bajo elrégimen federal; se reconoció a la religión católicacomo la de la inmensa mayoría de los colombianoscon el propósito de proteger la práctica del culto yde reconocerle personería jurídica a fin de celebrarconvenios con la Sede Apostólica y dar porterminadas las viejas rencillas entre la potestadcivil y la eclesiástica; se introdujo la garantía del

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Como el artista que convierte en belleza loselementos dispersos de la naturaleza, Caro leimprime la necesaria armonía al pensamiento deNúñez y convierte en instituciones casi eternas loque en principio parecía sólo el sueño romántico deun hombre nacido junto al mar. Ha sido tal el reconocimiento que la historia habrindado a los esfuerzos y seguros desvelos de donMiguel Antonio que la Academia Colombiana através del señor José Joaquín Guerra publicó uninteresante ensayo sobre la labor de Caro en elConsejo de Delegatarios en el que sostiene que lapaternidad de la Constitución de 1886 esabsolutamente suya. Por todo lo anteriormente dicho no cabe la menorduda que fue inmenso el aporte de Caro a lasinstituciones que empezaron a regir en 1886. Lamagnitud de su obra clama por una reivindicaciónauténtica de su figura frente al proceso de lareforma política. Es posible que de no haber existido Caro, lareforma se hubiera producido de todas maneras,pero en cambio no estaríamos preparándonos paraconmemorar el primer centenario de vigencia de lamás sólida de todas las constituciones que vieron laluz sobre territorio colombiano.

Habeas Corpus por medio de la cual se frenaba ala autoridad de eventuales abusos contra la libertadindividual; se elevaba a principio constitucional lalibertad de prensa con responsabilidad cuandoatentara contra la honra de las personas o contra latranquilidad pública; se introducía la pena capital,pero sólo para el caso de graves delitos atroces;se reglamentó el ejercicio de las ramas del poder público, dando preeminencia al poder ejecutivopara consagrar el régimen presidencial; se creó elcontrol interno para garantizar la constitucionalidadde los proyectos de ley. Todas estas institucioneshubieran sido un imposible sin la decididaintervención de Caro quien puso al servicio de lacausa de la regeneración toda su experiencia comohombre público, todas sus luces como hombreentregado a las más puras disciplinas intelectuales.Sus escritos en el seno del Consejo deDelegatarios fueron, sin excepción, acogidos conreverencia y con el respeto que inspiraba su figuray su brillante trayectoria. Su palabra vehementedefendiendo una idea, un concepto o laconveniencia de un inciso fue determinante en lasolidez que muestra la obra del constituyente de1886. No hay en toda la estructura de la Carta unasola institución que no hubiera sido concebida porsu prodigiosa inteligencia. Conocedor profundo denuestra nacionalidad, tuvo la suficiente sabiduríapara no permitir que introdujeran elementosextraños al sentir del pueblo colombiano.

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1. Introducción. Seguramente Ucómo las sesuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por qué uelan así? ¿Cuál será la razón para ello?

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POESIAS DE MIGUEL IRIARTE TALLER DE AGUA Ven. Te presento la lluvia. Es esta señora torrencial, disciplinada en su oficio de modista que teje de agua la vida en esta hora. Cómo entretiene presenciar la danza cristalina de sus manos aplicadas a la urdimbre cuidadosa de los aguaceros (Casi todos confabulados para condenarnos al pasatiempo -tan de moda, siempre- de la nostalgia). También a los arroyos: Muchachos de adolescencia irresponsable Que asaltan el pueblo en un desfile turbio, robándose los trastos de cocina, los niños de brazos que se alegran ingenuos sin saber hacia qué parques los lleva la mano de la lluvia, y a los abuelos que prefieren ahogarse antes de levantarle la voz a la creciente. Ellos sucumben fáciles a las tentaciones del desastre. Qué dices ... Salimos a jugar con el agua sucia de las calles para matar esta sed de sentenciados al naufragio, o nos quedamos a mirar con tristeza de solos el bordado de agua, el tambor de la tarde.

“Yo que sé. Qué cosa es yo? Yo qué sé. Yo qué sé. Yo qué sé. Yo qué sé”. André Breton No sé si estoy aquí sobre esta zona rocosa de lo cierto o si por el contrario no soy más que este grito asfixiado en el humo de hiel de tu memoria. Y LA GUERRA Amor. Según se dice, hoy estamos aquí. Mañana, ni sabremos ... Todo se diluye en el agua enjabonada de los días y la guerra es tan cierta como estos labios tuyos. Mas si llegaran los tiempos con su trauma de olvido a impedir que los besos conserven la memoria, ata tus ganas al cuello del tobillo y te levantas la falda cuando quieras amarme. Que para recordarte yo me iré a las batallas a contar los aviones que reparten la muerte. Y te enviaré postales de muchos cementerios a tu casa de siempre. Y un grito de auxilio disecado y mi pelvis autografiada por el fuego.

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,

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iEntre los 43 géneros (apox. 140 especies)n la familia Bignoniaceae (Orden Tubifl

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olíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

son grandeaserrado u ondulante, a veces vellosas

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“COSAS DEL AIRE” EI aire anda buscando como que las formas y el sueño de las cosas. La mesa del patio hace un momento no tenía ese contorno de voces que hablan sabias de las raíces de esta casa. El Roble que sostiene con su cuerpo signado de nombres vivos y olvidados las paredes del baño -haciéndole un favor a la familia- tampoco rumoraba ese verde intensísimo que nos colma los ojos con un aliento sano, ahora. Y hace que el sol -amigo de ir directo al grano- nos cuente su bochorno por las ramas. Y nosotros mismos hará un instante apenas decíamos alrededor del corazón deteriorado de papá en la sala: “Este calor acabará con todos”. Pero no: Una brisa distraída que viene de la madre misma de los vientos corrige la catástrofe. Cosas del aire que todo va recreando con su animada plática de duende, y nos lee un alfabeto que sólo descifra la poesía.

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EL FIN DEL FRIO El olor dulce de los rones que flota en la ciudadela de los bares, me viene como un abrigo en esta madrugada. Es mi talla y me acomoda bien. Reposo mi mareo de hombre de cortas y definitivas alegrías, en un pretil, recostado sobre los mismos huesos que viajan presurosos bajo mi propia piel hacia el gran sueño, y oriento mis nostalgias hacia el juego delicioso del amor en la calle que me remite a alcoholes de otro tiempo, vivos aún en la memoria. Las luces de los taxis son miradas demasiado sospechosas como para sacar la mano y regresar a un lecho tal vez solo. Conviene más seguir aquí en medio del trajín de luceros agónicos, la hermosa floración de los cuchillos, oleadas de recuerdos que embriagan más el corazón que un vino primitivo, y viejísimos cantantes que se gritan boleros dolorosos desde todos los rincones de una noche herida ya de muerte. Aquí, esperando en mi trinchera el fin del frío.

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1. Introducción. Seguramente Udcómo las semsuavemente. Se vuelan así? ¿Cuál será la razón p

. ha visto, a finales del verano, illas del roble caen girando ha preguntado entonces ¿por qué

ara ello? Esas mismas preguntas son el origen de una investigación cuyos resultados iniciales presentamos aquí, iniciando con algunos aspectos biológicos del roble morado y de los mecanismos de dispersión, para luego describir las características de la semilla con el fin de explicar su vuelo característico. 1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidos en la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), se encuentra el de los robles o guyacanes colombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia, derivado del vocablo con el cual algunos indígenas brasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas de valor ornamental, artesanal y maderero como el otuma, el tango, las jacarandas, el abey y los

ro Tabebuia incluye entre

s, orumos, gurapos,

trobles, (2,6,7). El génesus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), a los llamados guayacanes o robles morados, rosados y blancos, conocidos también con los

ombres de apamates, coralibenocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metro

e diámetro del tronco, de copa redondeada, dmedianamente extendida, que pierden sus hojas al finalizar el verano, (Febrero - Abril para la Costa Atlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojas son grandes, compuestas, opuestas, de borde liso, aserrado u ondulante, a veces vellosas por el envés, digitado-compuestas con tres a cinco folíolos. Las flores son campanas grandes, crespas, lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

Cuento

LA TARDE QUE NOS VISITO SONIA (Del libro “EI amor sigue de moda”)

Estrella de los Ríos

Desde muy temprano al empezar la mañana el día había permanecido con un cobalto sin nubes en el cielo. Ahora terminaba con una atmósfera increíblemente quieta. El follaje de árboles y enredaderas tenía destellos cristalinos de un verde sintético. Las hojas se movían con la intensidad de un verdadero día de verano. Alguien timbró en la puerta. Era Sonia. Entró de un golpe sin entretenerse en saludos, con una parsimonia poco usada. Llevaba un vestido de gasa blanca que le daba la figura de una redundante mariposa. Se sentó en un lugar de espaldas a una ventana, desde donde podía mirar hacia el exterior. Vigilaba con insistencia. Sonreía, plegaba los labios y trataba de iniciar una charla interrumpida por la atención que prestaba a la ventana. De repente se puso de pie y situándose frente al ventanal de vidrio dijo: -Donde vivo espantan. Callaron. Observaron su rostro para asegurarse de la actitud que debían tomar ante su confesión a boca de jarro. Sonia continuó. -Acabo de sentir que alguien estaba en mi casa mientras sabía que la única viviente del lugar era yo. Sonia calló. Mudó a una sonrisa corta y convulsiva. Parecía no tomar las cosas en serio. En las manos llevaba un tejido de macramé que urdía sin razón ni medida. Oscurecía como se acaban los días del verano. En la calle, bajo la luz equinoccial, una niña saltaba la cuerda. Cuatro jugaban la peregrina. Una mujer regaba un pequeño antejardín con una manguera. Un niño patinaba en el asfalto pulido. Oscurecía con fruición. Lentamente. Sonia pidió algo de beber y colocó el macramé en el suelo. Se sintió más segura, respiró, sonrió y se agarró los cabellos entre los dedos para proseguir: -Yo estaba preparando un café. Se me ocurrió salir a comprar unos huevos. Antes de salir de la cocina escuché que alguien introducía una llave en la puerta de entrada al apartamento. Los ruidos del edificio se reproducen con fidelidad. Juraba que había sido en mi casa. Luego oí que una puerta se cerraba de un golpe. El golpe lo sentí detrás de mí, como si hubiera sido en mi apartamento. Me quedé quieta y agucé el oído. Pudo ser el viento, pensé;

Huellas 12 Uninorte. Barranquillapp. 34 - 35 Agosto 1984. ISSN 0120-2537 34

agarré una canasta y me enrollé un chal en el cuello. Cuando salía, vi la puerta abierta. Aquella que suponía haber dado el portazo. Pudo ser la brisa, seguí pensando mientras bajaba las escaleras. El motor de una licuadora se reproducía en los escalones. El ruido se atrapó dentro de mí. Cuando abordé la calle, un par de niños parados cerca a la verja del edificio miraban hacia los pisos altos. De vuelta de la tienda, con un pie en los escalones de la entrada, los vi aproximarse. La niña mayor que el niño, se dirigió a mí y señalando hacia lo alto interrogó: -¿Usted vive allí, donde están las maticas de fucsias? Le respondí que sí, que vivía allí. El niño me miraba con los ojos empequeñecidos. La niña continuó: -En esa ventana dormíamos nosotros: él y yo. Era la alcoba de mi hermano y yo -señalaba con el dedo. La niña no me dejaba avanzar. Entonces le presté atención. Me enrollé el chal en el cuello, me crucé de brazos y la escuché deliberadamente incrédula, desafiante. -En la otra ventana, la del lado, allí quedaba la alcoba de mi papito. Y en la otra, allí estaba la alcoba de mi mamita -la niña calló esperando mi comentario. Se protegía de la luz del sol colocando la mano sobre la frente. ¡Caray!, pensé: ¿por qué quiere ponerme al tanto de su vida, de sus intimidades? .. Me dieron ganas de decirle que no me interesaban sus historias, que me dejara seguir. Lo que quiso fue insinuar que sus padres, ... no dormían juntos, ... y a mí qué me importaba. Niñita chismosa. Sonia mirando hacia la calle a la espera de alguien, con gran impaciencia toma su café, se agarra el cuello, lanza un suspiro alto y continúa: -Cuando la muchachita vio que por fin la miraba a los ojos sin tanta dureza, retomó la confianza y continuó su interrogatorio. “¿No ha visto el hueco que hay en el techo? ¿en una esquina de ese cuarto?, fue un solo tiro lo que sentimos. Lo hizo en el cuarto de mi mamita. ¿y vio el remiendo de la puerta? el tiro salió por allí, rebotó en la puerta”. Más ira me dio ... ¿qué quería la muchachita, que yo la interrogara también?, pero no le di el placer. Ni le pregunté qué fue, tiro de qué, en el cuarto de

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1. Introducción. Seguramente Ud. ha visto, a finales del verano,cómo las semillas del roble caen girandosuavemente. Se ha preguntado entonces ¿por quévuelan así? ¿Cuál será la razón para ello? Esas mismas preguntas son el origen de unainvestigación cuyos resultados inicialespresentamos aquí, iniciando con algunos aspectosbiológicos del roble morado y de los mecanismosde dispersión, para luego describir lascaracterísticas de la semilla con el fin de explicar suuelo característico. v

1.1. El Roble morado. Entre los 43 géneros (apox. 140 especies) incluidosen la familia Bignoniaceae (Orden Tubiflorae), seencuentra el de los robles o guyacanescolombianos clasificados bajo el nombre Tabebuia,derivado del vocablo con el cual algunos indígenasbrasileños designan a estos árboles (6,7). Agrupa esta familia varias especies arbóreas devalor ornamental, artesanal y maderero como eltotuma, el tango, las jacarandas, el abey y losrobles, (2,6,7). El género Tabebuia incluye entresus 15 especies, (algunas nativas de Colombia), alos llamados guayacanes o robles morados,osados y blancos, conocidos también con losr

nombres de apamates, coralibes, orumos, gurapos,ocobos o cañaguates (2,5,6). Son árboles de hasta 30 metros de altura y 1 metrode diámetro del tronco, de copa redondeada,medianamente extendida, que pierden sus hojas alfinalizar el verano, (Febrero - Abril para la CostaAtlántica colombiana), cuando florecen. Sus hojasson grandes, compuestas, opuestas, de borde liso,aserrado u ondulante, a veces vellosas por el

nvés, digitado-compuestas con tres a cincoefolíolos. Las flores son campanas grandes, crespas,lobuladas y de vivos colores. La fruta es una

quién. Recordé al tipo de la oficina arrendadoracuando le pedí que arreglaran ese remiendo tan feoen la puerta. -Así lo dejaron los antiguos inquilinos-me respondió con desfachatez. -No vemos objetode cambiar una hoja entera por un simple remiendoy que además ya está tapado y pintado del mismocolor de la puerta. Así se quedará. -Horrible, meparece horrible, le protesté al tipo. No habríaremedio, tendría que tomarlo así como estaba. –“Por allí salió y rebotó ... después dio en el techo ...después de que...” -insistía la muchachita. –“Y,¿todavía viene? después ... el seguía visitándonos,venía a verme a mí y a mi hermano”. La cara de la niña tenía preocupación y angustia.Angustia de saber y preocupación porque tal vez nosabía cómo expresarse y obtener la respuesta quedeseaba. Callé y la miré casi a punto de decirle quesi estaba loca. La vi tan pequeña que no fui capazde agredirla. ¿Que si lo había visto? ¿Que si seguíaviniendo? ¿Que si lo había sentido? Bueno en eseedificio se escuchan ruidos a cualquier hora del díay de la noche. Los apartamentos modernos tienenesa desventaja. Las paredes son tan delgadas quese pasan los ruidos de un lugar a otro. Las voces,las toses, los quejidos del viento se confunden conotros sonidos. “¿No lo ha sentido llegar? él venía avernos y nosotros dos lo veíamos entrar”, ¿quésería aquella niña, un engendro maligno o la totalingenuidad? Sonia se debatía entre la inquietud y el sosiego dela tarde que continuaba jugando su papel deverano. El cielo tenía malvas, antimonios y azulvitrificado. Abajo, una ciudad insinuada por unlejano ruido de motores, se veía bordeada demandarinas. Sonia estaba tan decididamentesentada que había subido los pies al sillón. No teníaproyectos de regresar a su casa, pero no loexpresó. Se levantó y desarrugó su traje de gasablanca para continuar su relato: -Me provocaba apartar a la muchachita pero mequedé pegada en la acera. Recorrí mentalmente lassensaciones que había tenido mientras vivía en eselugar. Pensé en el astillado del cemento en el cieloraso. En el casero que no dio explicaciones por elhueco de la puerta. El ruido de la llave en lacerradura de la entrada. ¿El astillado del cielo raso?Sí, no tenía importancia. De lo que no estabasegura ahora era de la ubicación exacta delastillado. ¿Era en mi alcoba?, pero no le preguntéen qué alcoba estaba el astillado. No le quería darlargo a la muchachita. “¿Cierto que él venía?”,preguntó al hermano como si temiera que suspalabras no fueran lo suficientemente convincentespara lograr mi credibilidad. “¿Cierto?”. El niñorespondió con la cabeza sin apartar los ojos de lasventanas de mi apartamento.

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Un día de verano radiante. Terminaba deoscurecer. Los edificios se veían festoneadoscontra el cielo prusia. Sonia pidió café. Secalentaba las manos con la taza. Hundía la cabezaen el pecho, luego levantaba la cara y transformósu rostro para continuar: -¡Tanta ira me dio la niña y los deseos de rompercon ese diálogo insulso que simplemente le dije:¡NO. Tu papá no ha vuelto!. .. , le respondí con laintensidad que requería para que me creyera deltodo. Le repetí que él no había vuelto. Entonces dila espalda, subí con los huevos y los coloqué en lamesa de la cocina. Mi antojo de comer huevosfritos, blanditos y romperles la yema con un pedazode pan francés, desapareció. Luego me vine hastaaquí. Después de un largo silencio se asomaron a laventana. La calle estaba desierta. Uno de lospresentes se acercó a Sonia y le preguntó que sibromeaba. Lo miró, calló, sonrió sin levantar elrostro y prosiguió con un tono quedo. Intimo, casipara ella: -A esta hora mi casa debe estar totalmente aoscuras. No ha regresado nadie todavía y no meatrevo a llegar sola. Sé que cuando regrese lo voy aencontrar porque él todavía continúa viniendo. Lohe sentido. Sonia se asomó nuevamente a la ventana. El cieloestaba completamente despejado con una lunamenguante en la mitad. Por la acera opuesta, laniña caminaba con su hermano de la mano.Caminaba lentamente, sin ninguna prisa, sintemores. Parecía matar el tiempo en la caminataque se detenía en cualquier reflejo de una ventanasemiabierta hacia la calle. Su paso era el precisopara matar el tiempo de la espera de una cita.Sonia miró a la menuda pareja y sin apartar los ojosde los niños dijo: -He debido decirles que su padre sigueapareciendo..., he debido decirles que su padretodavía viene a visitarlos.

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