31
Traducción: Marta García Martínez Honor entre enemigos David Weber

Honor Entre Enemigos David Weber

Embed Size (px)

Citation preview

  • Traduccin:Marta Garca Martnez

    Honor entre enemigos

    David Weber

    Untitled-1 11/12/2008, 10:143

  • Para BomburSi los gatos tuvieran manos, l habra sido Nimitz

    Untitled-1 11/12/2008, 10:145

  • Prlogo

    Tenemos un problema, patrn.Qu pasa, Chris? El capitn Harold Sukowski, capitn del carguero

    Buenaventura de la naviera Hauptman, levant la vista de inmediato al or el tensoanuncio de su primera oficial, los problemas tenan la mala costumbre deconvertirse en asuntos mortales casi sin previo aviso en la Confederacin silesiana.No era nada nuevo, pero la situacin se haba hecho incluso ms peligrosa duranteel ltimo ao y el capitn sinti que el resto del personal del puente del Buenaven-tura se quedaba inmvil a su alrededor al tiempo que su propio corazn comenzabaa palpitar ms rpido. Haberse acercado tanto a su destino final sin incidentes soloempeoraba aquella repentina tensin embargada de amarga adrenalina. El Buena-ventura haba completado su trnsito al espacio-n no haca ni diez minutos y el G0primario del Sistema Telmach se encontraba a solo veintids minutos luz. Pero esotambin significaba veintids minutos para poder comunicarse y el destacamentode Telmach de la Armada silesiana era de chiste. En realidad, la armada entera dela Confederacin era de chiste, e incluso si Sukowksi pudiera ponerse en contactocon el comandante del destacamento a tiempo, era casi seguro que no habra nadaque pudiera intervenir.

    Alguien se nos acerca a toda velocidad por popa, patrn. La comandanteHurlman no apart los ojos de la pantalla. Parece bastante pequeo, unassetenta u ochenta kilotoneladas, pero quienquiera que sea tiene un compensadorde nivel militar. Est a dieciocho punto tres segundos luz, pero tiene unaaceleracin de dos mil KPS con una fuerza de unas cinco-diez ges.

    El capitn asinti con expresin sombra. Harold Sukowski se haba sacado elttulo de capitn ms de treinta aos-T atrs. Tambin era comandante en lareserva de la Real Armada Manticoriana as que no le haca falta que Chris lehiciera ningn esquema. Con seis millones de toneladas, propulsores de nivelcomercial y un compensador inercial, el Buenaventura era un blanco fcil paracualquier nave de guerra. Su aceleracin mxima posible era de apenas doscientasuna ges y su emisor comercial de partculas la mantena a una velocidad mximade solo 0,7 c. Si su perseguidor tena escudos de partculas de nivel militar comocorresponda al resto de su motor, no solo poda superar al Buenaventura en

    Untitled-1 11/12/2008, 10:147

  • DAVID WEBER8

    aceleracin, sino que tambin poda mantener una velocidad sostenida de unochenta por ciento de la velocidad de la luz.

    Lo que significaba, por supuesto, que no haba forma alguna de que Sukowskipudiera dejarlo atrs.

    Cunto tiempo para que nos alcance? pregunt.Calculo que unos veintids minutos y medio para una interceptacin de

    alcance cero aunque vayamos a una aceleracin mxima dijo Hurlman con tononeutro. Alcanzaremos ms o menos los doce mil setecientos KPS, pero ellos vana llegar casi a los diecinueve mil. No s quin es, pero no vamos a quitrnoslo deencima.

    Sukowski asinti con brusquedad. Doblaba en edad a Chris Hurlman, pero, aligual que l, la joven era una de las propietarias de quilla del Buenaventura. Habasido la cuarta oficial original del carguero y si bien l jams lo habra admitido,Sukowski y su mujer la consideraban casi como la hija que nunca haban tenido.En el fondo, siempre haba tenido la esperanza de que ella y su segundo hijoecharan races juntos algn da, pero por muy joven que fuera la chica para elrango que tena, haca muy bien su trabajo y la evaluacin que haba hecho de lasituacin era idntica a la suya.

    Claro que el clculo que haba hecho Chris era el de una interceptacin en elmenor tiempo posible y eso no era lo que iban a hacer aquellos tipos. Era casiseguro que frenaran para amortiguar la velocidad de aceleracin en cuantoestuvieran seguros de que tenan al Buenaventura bien pillado, pero eso no iba asignificar nada en lo que al destino de la nave de Sukowski se refera. Lo nico queiba a hacer era retrasar lo inevitable... un poco.

    Intent desesperadamente pensar en algo, lo que fuera, para salvar su nave.Pero no haba nada. En vista de los acontecimientos, no debera haber existido laposibilidad de que la piratera fuese una ocupacin rentable. Hasta el cargueroms enorme era una simple mota de polvo en el espacio interestelar, pero al igualque los antiguos buques que navegaban por los ocanos de la Antigua Tierra, lasnaves que surcaban las estrellas seguan rutas predecibles. No les quedaba msremedio ya que las olas gravitacionales que se curvaban por el hiperespaciodictaban esas rutas del mismo modo que los vientos predominantes de la AntiguaTierra dictaban las de los veleros. Ningn pirata poda predecir con exactituddnde hara su trnsito alfa una nave estelar dada para regresar al espacio-n, peros que saba el volumen general en el que lo haran todas y cada una de las naves.Si acechaba por all el tiempo suficiente, algn pobre desgraciado terminarametindose directamente entre sus garras y, en ese caso, le haba tocado aSukowski.

    El capitn maldijo en silencio y con autntico veneno. Si la Armada silesianafuera digna de algo ms que un pedo en un traje de vaco, no importara. Dos o trescruceros (coo, un simple destructor!) que se desplegaran para cubrir ese mismovolumen haran que cualquier pirata se largara a buscar pastos ms seguros. Perola Confederacin silesiana ms que una nacin estelar era un cataclismo perpetuo.El dbil gobierno central (el que haba) sufra una plaga de continuos movimien-tos secesionistas. Las pocas naves que tena siempre se necesitaban con desespe-

    Untitled-1 11/12/2008, 10:148

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 9

    racin en alguna parte y los asaltantes que infestaban su espacio siempre sabandnde, as que ponan rumbo a algn otro lugar. Siempre haba sido as, lo quehaba cambiado era que las unidades de la Real Armada Manticoriana que sehaban dedicado por tradicin a proteger el comercio del Reino Estelar en Silesiase haban retirado a causa de la guerra de Mantcora contra la Repblica Popularde Haven, y no haba nadie en absoluto a quien Harold Sukowski pudiera acudiren busca de ayuda.

    Dale el alto, Jack dijo. Pregntale su identidad e intenciones.S, seor. Su oficial de comunicaciones conect el micrfono y habl con

    claridad. Nave desconocida, al habla el navo mercante manticoriano Buena-ventura. Establezca su identidad e intenciones. Pasaron cuarenta segundosinterminables mientras el punto rojo de la pantalla de Hurlman se iba acercandocada vez ms rpido. El oficial de comunicaciones se encogi de hombros. Nohay respuesta, capitn.

    Tampoco me esperaba ninguna. Sukowksi suspir. Se sent y se quedmirando durante un segundo la estrella a la que casi haban llegado, despus seencogi de hombros. Muy bien, chicos. Ya sabis lo que hay que hacer. Gendamir a su ingeniero jefe, supedita tu seccin a mi panel antes de largarte.Chris, te quedas al cargo del desembarco. Quiero que los cuentes a todos y quieroel nmero confirmado antes de que te desacoples.

    Pero, capi... empez a decir Hurlman, Sukowski sacudi la cabeza confiereza.

    He dicho que ya sabis lo que hay que hacer! Y ahora salid todos de aqu,coo, mientras todava estamos fuera del alcance de sus misiles!

    Hurlman dud, con el rostro demudado por la indecisin. Haba servido conSukowski ms de ocho aos-T, casi una cuarta parte de su vida. El Buenaventuraera el nico hogar de verdad que haba conocido durante todos esos aos y leresultaba muy duro abandonar a su capitn y su nave. Sukowski lo saba, y porquelo saba, le lanz una mirada fra, salvaje.

    Ahora tu trabajo son las personas, no la nave, as que mueve el culo, malditasea!

    Con todo, Hurlman dud un instante, despus asinti con brusquedad y giren redondo rumbo al ascensor del puente.

    Ya habis odo al capitn! dijo con voz dura, torturada por el dolor y laculpa. Moveos, maldita sea!

    Sukowski los vio irse, despus se volvi de nuevo hacia su panel. El tenienteKuriko ya haba supeditado la seccin de Ingeniera a su panel, as que Sukowskitecle unas cuantas rdenes ms y asumi tambin el control del timn. Sentaun vaco enfermizo y hueco en el vientre, ansiaba con desesperacin seguir a Chrisy los dems, pero el Buenaventura era su nave, su responsabilidad, al igual queel cargamento que transportaba. La posibilidad de que pudiera hacer algo paraproteger ese cargamento era cada vez ms pequea, pero exista, sobre todo si elasaltante era un corsario y no un autntico pirata. Y si haba alguna posibilidad,por pequea que fuera, era Harold Sukowski el que tena que hacer lo que pudiesepara aprovecharla. Esa era una de las obligaciones que venan con el cargo y...

    Untitled-1 11/12/2008, 10:149

  • DAVID WEBER10

    Se oy un pitido y el capitn apret el intercomunicador.Dime dijo con sequedad.Nmero de los presentes confirmado, patrn respondi la voz de

    Hurlman. Los tengo a todos en la drsena siete.Entonces scalos de aqu, Chris... y buena suerte. La voz de Sukowski era

    mucho ms suave.S, patrn. El capitn oy la vacilacin en la voz de la joven, sabore la

    necesidad de Chris de decir algo ms, pero no haba nada que pudiera decir, y seescuch un chasquido en el circuito cuando Hurlman interrumpi la comunica-cin.

    Sukowski contempl su pantalla y dej que un largo suspiro de aliviorezumara de sus pulmones cuando apareci en ella un punto pequeo y verde.La lanzadera era uno de los grandes transportes de carga primarios del Buena-ventura, con un motor tan poderoso como el de la mayor parte de las naves deataque ligeras. Al contrario que cualquier NAL, esta careca de armamento, perosali disparada a mas de cuatrocientas gravedades; era ms lenta que superseguidor, pero poda alcanzar una velocidad dos veces superior a la de su navenodriza. A los piratas deba de haberlos cabreado bastante ver que se escapabala tripulacin con la que contaban para gobernar su presa, pero el Buenaventuray su lanzadera estaban todava fuera del alcance de sus misiles electrnicos y deninguna de las maneras iban a salir detrs de una simple lanzadera cuandopodan llevarse un carguero de seis millones de toneladas. Adems, pensSukowski con amargura, sin duda ya haban hecho planes para esa contingencia.Tendran a bordo a sus propios ingenieros para manejar los sistemas delBuenaventura.

    Se permiti recostarse en el cmodo silln de mando que continuara siendosuyo durante otra media hora, ms o menos; esperaba que aquella gente estuvieradispuesta a creer la oferta de rescate del seor Hauptman, su jefe tena la intencinde pagar por la liberacin de cualquiera de sus hombres que cayera en manos depiratas. No era mucho y Sukowski saba que a Hauptman no le haba hechoninguna gracia hacerla, pero era todo lo que poda hacer una vez retirada laArmada del espacio silesiano. Y por muy arrogante y duro que fuera aquel viejocabrn, Sukowski saba mejor que la mayora que Klaus Hauptman siempreapoyaba a sus empleados. Era una tradicin Hauptman...

    El hilo de los pensamientos de Sukowski se interrumpi de repente cuando laspuertas del ascensor se abrieron con un siseo. Gir el silln de mando en redondo,sorprendido, y despus se le iluminaron los ojos de rabia cuando Chris Hurlmanentr en el puente.

    Pero qu coo ests haciendo t aqu? ladr. Te di una orden,Hurlman!

    Oh, que te follen a ti y a tus rdenes! La joven le devolvi mirada pormirada, tan furiosa como l, y despus cruz el puente con pasos firmes hasta supropio puesto. Esto no es la puetera Armada y t no eres Edward Saganami!

    Sigo siendo el capitn de esta nave, maldita sea, y quiero que salgas cagandoleches de aqu ahora mismo!

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1410

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 11

    Pues qu pena porque no va a poder ser dijo Hurlman con mucha mssuavidad mientras se hunda en su propio silln y se ajustaba el intercomunicadorsobre el cabello negro. El nico problema con todo eso, patrn, es que yo no meando con chiquitas a la hora de pelear. Intenta echarme de mi nave y puede quese d la casualidad de que seas t el que termine de patitas en el espacio.

    Y qu pasa con nuestra gente? contraatac Sukowski. Estabas a cargode ellos, eran tu responsabilidad.

    Genda y yo lo echamos a cara o cruz y perdi l. Hurlman se encogi dehombros. No te preocupes. Seguro que los lleva a Telchman sanos y salvos.

    Maldita sea, Chris, no te quiero aqu. La voz de Sukowski era mucho msdulce. No hace falta que te arriesgues a que te maten... o algo peor.

    Hurlman baj los ojos para mirar su panel durante un momento, despus sevolvi y lo mir directamente a los ojos.

    Hace falta que me arriesgue yo tanto como t, patrn dijo sin alzar lavoz. Y antes me aso en el infierno que permitir que te enfrentes a esos cabronest solo. Adems sonri con autntico cario, un viejo pelmazo como tnecesita a alguien ms joven y borde para que lo cuide. Jane sera capaz dematarme si me largara y te dejara aqu solo.

    Sukowski abri la boca y luego la cerr. Tena la sensacin de que un puode angustia le estaba apretando el corazn, pero reconoci la intransigencia queocultaba aquella sonrisa. No se iba a ir y adems tena razn, en una peleaaquella chica jugaba mucho ms sucio que l. Una parte de l estaba encantadode verla, de saber que no iba a tener que enfrentarse solo a lo que fuera a pasar,pero era una parte egosta que el capitn odiaba. Quiso discutir, rogar (suplicar,si era necesario) pero saba que la chica no se ira sin l y l no poda darle laespalda a toda una vida de responsabilidades y obligaciones.

    Est bien, maldita sea murmur en su lugar. Eres idiota y encima teamotinas. Si salimos vivos de esta, me ocupar de que nunca ms vuelvas atrabajar en esto. Pero si ests decidida a desafiar a tu superior, no veo cmo voya impedirlo.

    Ahora s que eres razonable dijo Hurlman casi con alegra. Estudi supantalla un momento ms, despus se levant y cruz el espacio que la separabadel dispensador de caf que haba apoyado contra el mamparo de popa. Se sirviuna taza, dej caer los dos azucarillos habituales en ella y, tras levantar una ceja,mir al hombre a quien acababa de hacer caso omiso.

    Una taza, patrn? le pregunt con suavidad.

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1411

  • 1El seor Hauptman, sir Thomas.Sir Thomas Caparelli, primer lord del espacio de la Real Armada Manticoriana,

    se levant haciendo un gran esfuerzo por esbozar una sonrisa de bienvenidacuando su alabardero acompa a su invitado a su enorme oficina. Sospechabaque no le haba salido muy convincente, claro que Klaus Hauptman tampoco erauna de sus personas favoritas.

    Sir Thomas. El hombre moreno con las patillas blanqusimas y la mand-bula de buldog lo salud con un asentimiento brusco. No es que se estuvieramostrando especialmente grosero, saludaba as a casi todo el mundo, y adems letendi la mano como si quisiera mitigar la rudeza. Gracias por recibirme. Noaadi por fin pero sir Thomas lo oy de todos modos y sinti que su sonrisase haca un poco ms rgida.

    Sintese, por favor. El fornido almirante, en quien todava se poda ver aldursimo futbolista que haba llevado a la Academia a tres finales de los campeo-natos del sistema, le indic a su invitado, con un corts ademn, que se sentara enel cmodo silln que tena delante de su escritorio; despus se sent l tambiny despidi al soldado con un gesto.

    Gracias repiti Hauptman. Se sent en el silln indicado (como unemperador ocupando su trono, pens Caparelli) y carraspe. S que esusted un hombre muy ocupado, sir Thomas, as que ir directamente algrano. Y el grano es que las condiciones de la Federacin se estn haciendointolerables.

    Comprendo que la situacin es muy difcil, seor Hauptman empez adecir Caparelli, pero el frente es...

    Disculpe, sir Thomas lo interrumpi Hauptman, pero entiendo lasituacin del frente. De hecho, los almirantes Cortez y Givens, como estoy segurode que les ha ordenado usted, me la han explicado con gran detalle. Me doy cuentade que tanto usted como la Armada se encuentran bajo una presin extraordina-ria, pero las prdidas de Silesia se estn convirtiendo en catastrficas, y no solopara el cartel Hauptman.

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1413

  • DAVID WEBER14

    Caparelli apret la mandbula y se record que deba moverse con cuidado.Klaus Hauptman era arrogante, testarudo, implacable... y el individuo msacaudalado de todo el Reino Estelar de Mantcora. Que no era poco. A pesarde limitarse a un nico sistema estelar, el Reino Estelar era la tercera nacinms rica en una esfera de quinientos aos luz en trminos absolutos. Entrminos per cpita, ni siquiera la Liga Solariana poda compararse conMantcora, buena parte de lo cual era fortuito, el resultado de la Confluenciadel Agujero de Gusano de Mantcora, que converta al Sistema Binario deMantcora en el cruce por el que pasaba el ochenta por ciento del comercio delarga distancia de su sector. Pero, de igual forma, gran parte de esa riquezaproceda de lo que el Reino Estelar haba hecho con lo que esa oportunidadrepresentaba, generaciones enteras de monarcas y parlamentos haban vueltoa invertir la riqueza de la Confluencia con gran cuidado. Aparte de la LigaSolariana, no haba nadie en la galaxia conocida que estuviera a la altura de labase tcnica manticoriana ni de su rendimiento por hora de trabajo humano,y las universidades de Mantcora podan rivalizar con las de la propia AntiguaTierra. Y, como tuvo que admitir Caparelli, Klaus Hauptman, su padre y suabuelo haban tenido mucho que ver con la construccin de la infraestructuraque haba hecho eso posible.

    Por desgracia, Hauptman lo saba y a veces (con demasiada frecuencia, enopinin de Caparelli) actuaba como si el Reino Estelar le perteneciera.

    Seor Hauptman dijo el almirante tras un momento, siento mucho lasprdidas que estn sufriendo su cartel y los dems. Pero en estos momentos esimposible concederle lo que pide, por muy razonable que pueda parecer.

    Con el debido respeto, sir Thomas, ser mejor que la Armada lo haga posible.El tono rotundo de Hauptman no llegaba a ser insultante, pero casi; elempresario se contuvo y respir hondo. Perdone dijo, con el tono de alguienque no estaba acostumbrado a disculparse. Eso ha sido muy grosero y agresivopor mi parte. No obstante, no deja de haber cierta verdad en ello. El esfuerzo blicodepende de la fuerza de nuestra economa. Los derechos de flete, las transferenciasy las tasas de inventario que pagamos mis colegas y yo son ya tres veces menosde lo que eran al comienzo de la guerra y... Caparelli abri la boca, peroHauptman lo detuvo con un gesto de la mano. Por favor. No me estoy quejandode los derechos de pago ni los impuestos. Estamos en guerra con el segundoimperio ms grande del espacio conocido, y alguien tendr que cargar con loscostes. Mis colegas y yo somos conscientes de ello. Pero usted debe ser tambinconsciente de que si continan aumentando las prdidas, no nos quedar msremedio que reducir o incluso eliminar por completo los envos a Silesia. Dejarque sea usted el que calcule lo que puede significar eso para los ingresos de ReinoEstelar y el esfuerzo blico.

    Caparelli entrecerr los ojos y Hauptman sacudi la cabeza.No es una amenaza, es un simple hecho. Los seguros ya han alcanzado el

    precio ms alto de todos los tiempos y siguen subiendo; si suben otro veinte porciento, vamos a perder dinero en los cargamentos que llegan a su destino. Yadems de las prdidas financieras, tambin estn las prdidas de vidas implica-

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1414

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 15

    das. Estn matando a nuestra gente, a mi gente, a personas que llevan dcadastrabajando para m, sir Thomas.

    Caparelli se recost en la silla con la desagradable sensacin de que tena queestar de acuerdo, Hauptman tena razn. El dbil gobierno central de la Confede-racin siempre haba hecho de aquel sitio un lugar arriesgado, pero sus mundoseran unos mercados enormes para los productos industriales del Reino Estelar,para su maquinaria y sus traspasos de tecnologa civil, por no mencionar que eranuna fuente importante de materias primas. Y por mucho que a Caparelli ledesagradara Hauptman personalmente, el magnate tena todo el derecho delmundo a exigir la ayuda de la Armada. Despus de todo, una de las misionesprimarias de la Armada era proteger el comercio manticoriano y a sus ciudadanos,y antes de la guerra eso era lo que la Real Armada Manticoriana haca en Silesia.

    Por desgracia, para eso se haba requerido una importante presencia de la Flota.No de escuadrones de batalla (utilizar naves de guerra contra unos piratas habrasido como matar moscas a caonazos), sino de combatientes ligeros. Y las crticasnecesidades de la guerra de la RAM contra la Repblica Popular de Haven habanhecho que se retiraran esas unidades ligeras. Las necesitaban con desesperacinpara proteger a los escuadrones pesados y para las incontables patrullas ymisiones de exploracin y escolta que requera la Flota para poder sobrevivir.Jams haba suficientes cruceros y destructores para todos y la abrumadoranecesidad de acorazados impeda que los astilleros espaciales construyeran elnmero necesario.

    El almirante suspir y se frot la frente. No era el oficial superior de laMarina ms brillante de la RAM. Conoca sus puntos fuertes: valor, integridady obstinacin suficiente para tres personas; pero tambin era capaz de admitirque tena puntos dbiles. Los oficiales como el conde de Haven Albo o ladySonja Hemphill siempre lo ponan incmodo, porque saba tan bien comoellos que su capacidad intelectual lo superaba con creces. Y Haven Albo, comoCaparelli admita, tena el exasperante descaro de ser no solo mejor estratega,sino mejor tctico tambin. No obstante, era a sir Thomas Caparelli al quehaban nombrado primer lord del espacio justo a tiempo para que la guerra leexplotara en plena cara. Lo que haca que su trabajo fuera ganarla, y eso eralo que estaba decidido a hacer. Con todo, su trabajo tambin era proteger a losciviles manticorianos en el curso de sus actividades comerciales legtimas,pero era muy consciente, hasta la desesperacin, de que estaban forzando a laArmada al lmite.

    Entiendo su preocupacin dijo al fin, y no puedo discutir nada de lo queha dicho. El problema es que nuestros recursos han llegado a su lmite. No puedo,no es que no quiera, es que, literalmente, no puedo, retirar ms naves de guerradel frente para reforzar nuestros convoyes de escolta en Silesia.

    Pues tenemos que hacer algo. Hauptman no alz la voz, pero Caparellipercibi que el arrogante magnate estaba haciendo un autntico esfuerzo porcorresponder a su razonable tono de voz. El sistema de convoyes ayuda duranteel trnsito entre sectores, por supuesto. No hemos perdido ni una sola nave queestuviera bajo escolta y crame, mis colegas y yo se lo agradecemos. Pero los

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1415

  • DAVID WEBER16

    asaltantes saben tan bien como nosotros que no pueden atacar a los convoyes.Tambin saben que la simple astrografa exige que fijemos el itinerario de ms dedos tercios de nuestros navos de forma independiente una vez que alcanzan lossectores de sus destinos... y que las escoltas disponibles ya no pueden cubrirnosa todos en esos momentos.

    Caparelli asinti con gesto sombro. Nadie perda ninguna nave en los convoyesque cubran el trnsito entre los centros de administracin sectoriales nodales deSilesia, pero los piratas compensaban eso con creces llevndose los mercantesdespus de que estos tuvieran que dejar los convoyes para dirigirse a los mundosindividuales de la Confederacin.

    No estoy seguro de qu ms podemos hacer, seor dijo el almirantedespus de un largo y silencioso momento. El almirante Haven Albo regresaa Mantcora la semana que viene. Celebrar una consulta con l cuando vuelvay veremos si hay alguna forma de que podamos reorganizar las cosas y liberarunas cuantas escoltas ms, pero, con franqueza, hasta que consigamos tomar laEstrella de Trevor, no puedo ser muy optimista. Entretanto, voy a poner a mipersonal a trabajar en un estudio inmediato de cualquier cosa, y me refiero acualquier cosa, de verdad, seor Hauptman, que podamos hacer para aliviarla situacin. Le aseguro que este asunto tiene prioridad absoluta, despus de lapropia Estrella de Trevor. Har todo lo posible por reducir sus prdidas. Tienemi palabra.

    Hauptman se recost en el silln y estudi el rostro del almirante, despusgru. El sonido era hastiado, furioso y un poco desesperado, pero asinti de malagana.

    No puedo pedirle ms, sir Thomas dijo con pesadez. No voy ainsultarlo insistiendo en que se haga un milagro, pero la situacin es muy, muygrave. No s si tenemos un mes ms... pero s s que no tenemos ms de cuatro,cinco a lo sumo, antes de que los carteles se vean obligados a suspender lasoperaciones en Silesia.

    Entiendo repiti Caparelli mientras se levantaba para tenderle lamano. Har lo que pueda, y tan rpido como pueda, y le prometo que leinformar en persona de la situacin tan pronto como haya tenido la oportu-nidad de consultar con el almirante Haven Albo. Con su permiso, har que miayudante concierte otra reunin con usted con ese propsito. Quiz se nosocurra algo entonces. Hasta entonces, por favor mantnganse en contacto.Sus colegas y usted quiz perciban mejor la situacin que nosotros en elAlmirantazgo y les agradeceramos mucho cualquier informacin que pudie-ran ofrecerles a mis analistas y al personal que tenemos en planificacin.

    Muy bien. Hauptman suspir y se levant a su vez, despus estrech lamano del almirante con fuerza y sorprendi a Caparelli con una sonrisairnica. S que no soy el hombre ms fcil del universo, sir Thomas, no esnada sencillo tratarme. Estoy haciendo un gran esfuerzo para no ser el tpicoelefante en medio de una cacharrera y comprendo y le agradezco de verdadtanto las dificultades a las que se enfrenta como los esfuerzos que hace ennuestro nombre. Solo espero que podamos hallar una respuesta en alguna parte.

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1416

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 17

    Yo tambin, seor Hauptman dijo Caparelli en voz baja mientras acom-paaba a su invitado hasta la puerta. Yo tambin.

    El almirante de los Verdes Hamish Alexander, decimotercer conde de HavenAlbo, se pregunt si pareca tan cansado como se senta. El conde tena noventaaos-T, aunque en la sociedad preprolongamiento no le habran echado ms allde unos cuarenta aos muy bien llevados, y eso solo por las canas que le salpicabanel cabello negro. Pero haba arrugas nuevas alrededor del color azul plido de susojos y era muy consciente de la fatiga que senta.

    Observaba el color negro bano del espacio que daba paso a un ndigo profundotras el ojo de buey cuando su pinaza comenz a descender hacia la ciudad deAterrizaje, y sinti que el cansancio se le acumulaba en los huesos. El ReinoEstelar, o al menos la parte ms realista del mismo, llevaba ms de cincuenta aostemiendo la inevitable guerra con la Repblica Popular, y la Armada (y HamishAlexander) se haban pasado esos mismos aos preparndose para ella. Y la guerraya casi haba cumplido los tres aos... y estaba resultando ser tan brutal como lhaba temido.

    No era que los repos fuesen mejores, era solo que eran ms grandes, malditafuera. A pesar de las heridas internas que se haba infligido la propia RepblicaPopular desde el magnicidio del presidente heredero Harris, a pesar de unaeconoma destartalada y de las purgas que le haban costado a la Armada Popularsus oficiales ms expertos, a pesar incluso de la indolencia de los dolistas de laRepblica, su Armada segua siendo un autntico monstruo. Si su maquinaraindustrial hubiese sido aunque fuera la mitad de eficiente que la del Reino Estelar,la situacin habra sido desesperada. En cualquier caso, la combinacin dehabilidad, determinacin y ms suerte de lo que cualquier estratega mediana-mente competente se hubiera atrevido a pedir, haba permitido que la RAM pudieradefenderse.

    Pero con defenderse no era suficiente.Haven Albo suspir y se masaje los doloridos ojos. Odiaba dejar el frente, pero

    al menos haba podido dejar a la almirante Theodosia Kuzak al mando. Podacontar con Theodosia para que las cosas siguieran adelante en su ausencia. HavenAlbo buf al pensarlo. Diablos, quiz incluso pudiese tomar la Estrella de Trevor.Dios saba que a l no le haba ido muy bien en ese departamento!

    Apart la mano de los ojos y volvi a mirar por el ojo de buey mientras sereprenda por aquel ltimo pensamiento. Lo cierto era que a l la guerra le habaido muy bien hasta la fecha. Durante el primer ao de operaciones, su SextaFlota se haba adentrado bastante en la Repblica, y en el proceso haba infligidolo que habran sido unos daos fatales para cualquier armada ms pequea. Dehecho, l y los dems almirantes se las haban arreglado para compensar lasabrumadoras desventajas que tenan enfrente y haban tomado no menos deveinticuatro sistemas estelares. Pero el segundo y tercer ao haban sido muydiferentes. Los repos se haban recuperado y el Comit de Seguridad Pblica deRob Pierre haba iniciado un reinado del terror capaz de ponerle las pilas a

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1417

  • DAVID WEBER18

    cualquier almirante repo. Y si bien la destruccin de las dinastas legislaturistasque haban gobernado la antigua Repblica Popular le haba costado a la AP susalmirantes con ms experiencia, tambin haba destruido el sistema de mecenaz-go que haba evitado que otros oficiales ascendieran a los altos cargos quemerecan por su capacidad. Una vez que se haban deshecho de los legislaturistas,algunos de los nuevos almirantes estaban resultando ser unos tipos bastanteduros. Como la almirante Esther McQueen, la oficial repo de ms rango de laEstrella de Trevor.

    Haven Albo hizo una mueca al mirar por el ojo de buey. Segn la OIN, loscomisarios populares que el Comit de Seguridad Pblica haba nombrado paramantener la disciplina dentro de la Armada Popular eran los que en realidadllevaban la voz cantante. Y si ese era el caso, si los comisarios polticos eran deverdad los que estaban mermando el rendimiento de oficiales como McQueen,Haven Albo solo poda dar las gracias. Haba empezado a ver por dnde ibaaquella mujer durante los ltimos meses y sospechaba que l era mejorestratega que ella. Pero el margen que tena l, si es que de hecho tena alguno,era mucho ms escaso de lo que hubiera preferido y a aquella mujer le corrahielo por las venas. La almirante era consciente de los puntos fuertes y dbilesde sus fuerzas, saba que su tecnologa era ms primitiva y que su cuerpo deoficiales tena menos experiencia, pero tambin saba que contar con un nmerosuficiente de efectivos y una negativa impvida a dejarse avasallar para cometererrores poda compensar todo eso. Si a eso se aada la necesidad que tenaMantcora de tomar la Estrella de Trevor, la ecuacin estratgica quedaba muysimplificada y la almirante iba devolviendo golpe por golpe. Las prdidas deambos bandos haban estado muy igualadas desde que ella se haba hecho cargodel mando y eso era algo que Mantcora no poda permitirse. No en una guerraque bien pareca capaz de durar dcadas enteras. Y no, admiti Haven Albo,cuando con cada mes aumentaba el riesgo de que la Repblica comenzara adescifrar el modo de remediar sus desventajas industriales y tecnolgicas. Si losrepos llegaban en algn momento a un punto en el que pudieran enfrentarse ala RAM en pie de igualdad cualitativa, adems de una superioridad cuantitativa,las consecuencias seran desastrosas.

    Oy gemir las turbinas de aire de la pinaza al comenzar el acercamiento finala Aterrizaje y se sacudi un poco. Entre los dos, Kuzak y l, haban desarrolladoal fin un plan que quiz (solo quiz) les permitira tomar la Estrella de Trevor,y eso era algo que tenan que hacer. El sistema contena la nica terminal dela Confluencia del Agujero de Gusano de Mantcora que Mantcora no contro-laba todava, y que lo converta en una amenaza letal en potencia para el ReinoEstelar. Pero era una espada de doble filo para los repos. Su captura no soloeliminara la amenaza de una invasin directa, sino que tambin le proporcio-nara a la RAM una cabeza de puente segura en lo ms profundo de la Repblica.Las naves (las de guerra, adems de los navos de suministros) podran moverseentre las bases navales ms poderosas de la RAM y el frente de batalla de unaforma casi instantnea, sin que existiera la amenaza de una interceptacin. Lacaptura de la Estrella de Trevor, si es que se llegaba a capturar alguna vez,

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1418

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 19

    aliviara muchsimo la logstica de la Armada y adems abrira toda una nuevagama de opciones estratgicas, lo que lo converta en la pieza ms valiosa,aparte del propio sistema de Haven. Pero incluso si el plan de Haven Albofuncionaba, llevara al menos cuatro meses ms, como mnimo, y por losdespachos que le enviaba Caparelli, mantener el impulso tanto tiempo no ibaa ser nada fcil.

    As que as est la situacin dijo Haven Albo en voz baja. Theodosia y yocreemos que podemos hacerlo, pero las operaciones preliminares van a llevar untiempo.

    Hmm. El almirante Caparelli asinti poco a poco, con los ojos todavaclavados en el grfico estelar hologrfico que tena sobre el escritorio. El plande Haven Albo no era ningn golpe relmpago lleno de audacia (salvo, quiz,en la ltima fase), pero los ltimos diez meses haban dado pruebas de sobra deque un golpe relmpago tampoco iba a funcionar. En esencia, el conde sepropona abandonar la lucha complicada y poco concluyente del acercamientodirecto y trabajar el permetro exterior de la Estrella de Trevor. Su plan requerair aplastando uno por uno los sistemas que la apoyaban y al mismo tiempo aislaral autntico objetivo y colocarse en una posicin que les permitiera lanzarataques convergentes contra ella para despus traer la Flota Territorial comoapoyo. Se poda decir que esa parte de la operacin propuesta era algo ms queaudaz... y arriesgada. Tres escuadrones y medio completos de batalla de la FlotaTerritorial de sir James Webster podan partir de Mantcora y alcanzar laEstrella de Trevor casi al instante a travs de la Confluencia, a pesar de laenorme distancia que separaba a los dos sistemas. Pero el paso de semejantetonelaje desestabilizara la Confluencia durante ms de diecisiete horas. Si laFlota Territorial lanzaba un ataque y no lograba una victoria rpida y absoluta,la mitad de su fuerza superacorazada quedara atrapada, sin posibilidad deretirarse por donde haba venido.

    El primer lord del espacio se frot el labio y frunci el ceo. Si el planfuncionaba, la victoria sera decisiva; si fracasaba, la Flota Territorial (quetambin era la reserva estratgica principal de la RAM) quedara inutilizada en unasola tarde. De alguna extraa manera, la posibilidad de que se produjera undesastre era una de las cosas que quiz hiciera funcionar el plan. Ningnalmirante en su sano juicio lo intentara a menos que tuviera la certeza absolutade que iba a ser un xito, o bien no le quedara otro remedio, as que no era muyprobable que los repos se lo esperaran. Oh, no caba duda de que habran elaboradoplanes de emergencia para defenderse de semejante intento, pero Caparelli tenaque admitir lo dicho por Haven Albo y Kuzak: con planes de emergencia o sinellos, la AP jams se esperara un ataque como ese, sobre todo si las operacionespreliminares de Haven Albo eran tales que le daban una probabilidad realista dealcanzar la victoria sin tener que utilizar la Confluencia. Si pudiera sacar de suposicin la flota que les daba cobertura, convencerlos de que la Sexta Flota era laautntica amenaza antes de intentarlo...

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1419

  • DAVID WEBER20

    Coordinacin murmur Caparelli. Ese es el autntico problema. Cmocoordinamos una operacin como esta con semejantes distancias?

    Desde luego asinti Haven Albo. Theodosia y yo nos hemos devanadolos sesos, los nuestros y los de nuestro personal, para solucionar ese tema, y solose nos ha ocurrido una posibilidad. Le mantendremos tan bien informado comopodamos por medio de la nave de despachos, pero el retraso del trnsito va a hacerque la coordinacin real sea imposible. Para que esto funcione, tenemos queacordar por adelantado cundo nos vamos a poner en marcha y luego la FlotaTerritorial va a tener que mandar un equipo de reconocimiento para ver si lohemos logrado.

    Y si no lo han logrado, como usted dice dijo Caparelli con acentoglido, el que salga de Mantcora no lo va a pasar nada bien.

    Cierto. La voz de Haven Albo no se inmut, pero acept con un gesto dela cabeza el argumento de Caparelli. La masa de un simple navo desestabilizarala Confluencia durante solo unos segundos y si, de hecho, se haba podido desviarla atencin de los defensores repos como estaba planeado, un equipo de recono-cimiento podra hacer el trnsito, examinar el terreno, dar la vuelta y atravesarde nuevo la Confluencia a toda prisa antes de que lo atacaran. Pero si no habandesviado la atencin de los repos, la Flota Territorial ni siquiera llegara a saberqu era lo que haba matado a su equipo de reconocimiento.

    Estoy de acuerdo en que es un riesgo dijo el conde. Por desgracia, yo noveo ninguna alternativa. Y si lo miramos con frialdad, arriesgar una nica naveno es nada si lo comparamos con el riesgo de dejar que las operaciones continenalargndose. Si tuviera que hacerlo, enviara un escuadrn entero, aun sabiendoque los perdera a todos, si con eso pudiramos lograrlo. No me gusta, perocomparado con lo que ya hemos perdido, con lo que vamos a seguir perdiendo sicontinuamos machacndolos de frente, creo que es nuestra mejor opcin. Y sifunciona, atraparemos a los defensores entre dos fuegos, y tendremos unaposibilidad real de acabar con todos. No cabe duda de que es arriesgado, pero elpremio potencial es enorme.

    Hmm volvi a gruir Caparelli, e inclin la silla hacia atrs mientrasreflexionaba. Era irnico que fuera Haven Albo el que propona algo as, se parecamucho ms a algo que podra habrsele ocurrido a l... si hubiera tenido el valorde planterselo en primer lugar, tuvo que admitir. Haven Albo era el maestro delacercamiento indirecto, tena un talento especial, casi digno de un genio, paraelegir el momento adecuado para lanzar un asalto inesperado o arrancarle a laflota enemiga unos cuantos escuadrones ms, y era legendario su odio por losplanes de batalla de los llamados del todo o nada. La idea de arriesgar la guerraentera a una sola carta y con toda la sutileza de un martillo piln deba de ser unaabominacin para l.

    Lo cual, admiti Caparelli, era una razn ms para que quiz funcionase.Despus de todo, los repos haban estudiado el cuerpo de oficiales de la RAM contanta atencin como Mantcora haba estudiado el de la AP. Saban que algo as noera en absoluto propio de la forma de pensar habitual de Haven Albo y tambinsaban que haba sido Haven Albo el que haba dado forma a la estrategia global

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1420

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 21

    de la RAM hasta aquel momento. Dicho eso, casi tendran que estar mirando haciaotro lado cuando el almirante lanzase el golpe a traicin... suponiendo que lacoordinacin funcionase.

    De acuerdo, milord dijo el primer lord al fin. Todava hay unas cuantaspreguntas para las que querr una respuesta antes de tomar una decisindefinitiva, pero se lo voy a pasar a Pat Givens, a la Facultad de Guerra y a mipersonal para que lo evalen. No cabe duda de que tiene razn, no podemos seguirdesangrndonos para siempre y no me gusta lo eficaz que est resultando serMcQueen. Si le quitamos la Estrella de Trevor, quiz el Comit de SeguridadPblica la fusile pour encourager les autres.

    Quiz asinti Haven Albo con una mueca que Caparelli entendi dema-siado bien. A l tampoco le haca mucha gracia la idea de que alguien ejecutara abuenos oficiales que haban hecho todo lo que estaba en su mano y solo porquesus mejores esfuerzos no haban logrado detener al enemigo, pero el Reino Estelarestaba luchando por su vida. Si la Repblica Popular era tan amable de eliminarpor l a sus mejores comandantes, Thomas Caparelli no tena ningn problemaen aceptar el favor.

    Lo que ms me incomoda de su plan, aparte, por supuesto no pudo resistirla tentacin de lanzarle la pulla al conde, de la posibilidad de inutilizar la FlotaTerritorial, es el retraso. Para que tenga posibilidades de lograrlo vamos a tenerque reforzar nuestras fuerzas ligeras, no debilitarlas, y tal y como estn las cosasen Silesia... Se encogi de hombros y Haven Albo asinti con gesto compren-sivo.

    Hasta qu punto puede perjudicarnos de verdad? pregunt, y Caparellifrunci el ceo.

    En trminos absolutos, podramos sobrevivir incluso aunque interrumpi-ramos por completo el comercio con Silesia dijo. No sera agradable yHauptman y los dems carteles pondran el grito en el cielo. Y lo que es peor,tendran razn. La interrupcin podra arruinar literalmente a algunos de loscarteles ms pequeos y tampoco les hara ningn bien a los peces gordos comoHauptman y Dempsey. Y no tengo muy claro cules podran ser las ramificacio-nes polticas. Ayer tuve una larga charla con la primera dama y al parecer ya estrecibiendo muchas crticas por este tema. Usted la conoce mejor que yo, pero medio la impresin de que est bajo una gran presin.

    Haven Albo asinti con aire pensativo. Era cierto que conoca a FrancineMaurier, baronesa de Morncreek y primera dama del Almirantazgo, mejor queCaparelli. Y como ministra de la Corona y responsable absoluta de la Armada, nocaba duda de que Morncreek estaba sufriendo tanta presin como sugeraCaparelli. De hecho, si empezaba a notrsele, era muy probable que fuera inclusopeor de lo que Caparelli crea.

    Si a eso aadimos que Hauptman se ha aliado con los liberales y con laAsociacin Conservadora, por no hablar de los progresistas, entonces tenemos unproblema de verdad continu el primer lord del espacio con tono forzado. Sila oposicin decide buscar pelea por el desinters que muestra la Armada anteestos problemas, las cosas podran complicarse bastante. Y eso sin ni siquiera

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1421

  • DAVID WEBER22

    considerar las prdidas directas en derechos de importacin y transferencias... ovidas.

    Y tambin hay otra cosa dijo Haven Albo de mala gana mientras Caparellialzaba las cejas. Es solo cuestin de tiempo que alguien como McQueen vea lasposibilidades explic el conde. Si un puado de piratas puede llegar aperjudicarnos tanto, piense en lo que ocurrira si los repos enviasen unos cuantosescuadrones de cruceros de batalla para ayudarlos. Hasta ahora los hemosmantenido demasiado desequilibrados como para que intentaran nada parecido,pero, con franqueza, son mucho ms capaces que nosotros de liberar a sus fuerzasligeras, dados todos los cruceros de batalla que tienen en reserva. Y Silesia no esel nico lugar en el que podran perjudicarnos si decidieran entrar a gran escalaen una guerra comercial.

    Haven Albo, pens Caparelli con amargura, tena un talento especial paraplantear escenarios desagradables.

    Pero si no podemos disponer de las escoltas que necesitamos empez adecir el primer lord del espacio, entonces cmo...

    De repente se detuvo y entrecerr los ojos. Haven Albo lade la cabeza, peroCaparelli no le hizo caso y tecle una consulta en su terminal. Estudi los datosque aparecieron en la pantalla durante unos segundos y despus se tir del lbulode la oreja.

    Naves-Q dijo, casi para s. Por Dios, quiz esa sea la respuesta.Naves-Q? repiti Haven Albo. Caparelli no pareci orlo por un momen-

    to, pero despus se recobr.Y si enviramos a algunos de los troyanos a Silesia? pregunt, y entonces

    le toc a Haven Albo fruncir el ceo y pensarlo.El proyecto Caballo de Troya haba sido idea de Sonja Hemphill y el conde tena

    que admitir que eso tenda a predisponerlo contra el proyecto. Hemphill y l eranviejos y amargos enemigos filosficos y l no se fiaba de la doctrina estratgicamaterialista que defenda aquella mujer. Pero el Caballo de Troya no habasupuesto ninguna desviacin importante de la lucha y les haba ofrecido bastantesbeneficios en potencia, aunque fracasara en su propsito principal de ganarse sureticente apoyo.

    En esencia, Hemphill propona que convirtieran algunos de los cargueros de laclase Caravana de la RAM en cruceros mercantes armados. Los Caravanas erannaves grandes, de ms de siete millones de toneladas, pero eran lentas, no estabanblindadas y disponan de motores de nivel civil. En circunstancias normales, nopodran hacer nada contra una nave de guerra normal, pero Hemphill queraequiparlas con la mayor potencia de fuego posible y sembrarlas por los convoyesde la cola de la flota que trabajaban para mantener bien pertrechada a la SextaFlota. La idea era que parecieran un carguero normal y corriente hasta que seacercara algn atacante incauto, momento en el que se supona que debanreventarlo.

    En lo que a l se refera, Haven Albo dudaba que el concepto fuera factible alargo plazo. Los repos tambin haban utilizado naves Q con cierta eficacia contraenemigos anteriores, pero la debilidad fundamental de la tctica era que no era

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1422

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 23

    muy probable que funcionase contra una armada propiamente dicha ms de unao dos veces. Una vez que el enemigo comprendiese que se estaban utilizando esetipo de naves, se limitara a cargarse cualquier cosa parecida a una nave Q desdela mayor distancia posible. Adems, los repos haban construido sus naves Q conese propsito concreto. Las haban equipado con motores de nivel militar que lashaban convertido en naves tan rpidas como cualquier nave de guerra de sutamao y sus diseos incorporaban blindaje interno, divisin en compartimentosy factores de redundancia de sistemas de los que los Caravanas carecan porcompleto.

    Claro que Caparelli quiz tuviera parte de razn, los piratas que infestaban elespacio silesiano no tenan autnticas naves de guerra... y tampoco formabanparte de una armada propiamente dicha. La mayor parte eran independientes quese deshacan de su botn con comerciantes (peristas, en realidad) que financia-ban sus operaciones y no hacan preguntas embarazosas. Sus naves tendan allevar armamento ligero y por lo general operaban solos, y desde luego nunca engrupos de ms de dos o tres. Los disturbios habituales de la Confederacin, dondelos sistemas estelares intentaban de forma rutinaria separarse del gobiernocentral, complicaban un poco las cosas ya que a los gobiernos de liberacin lesdaba por emitir patentes de corso y autorizar a los corsarios a atacar el comerciode otros en nombre de la independencia. Algunos de los corsarios disponan dearmamento pesado en sus desplazamientos y unos cuantos estaban al mando depatriotas autnticos dispuestos a trabajar juntos en pequeos escuadrones por lacausa de su sistema natal. Pero incluso ellos, sin embargo, tenderan a huir de unanave Q bien manejada y, al contrario que en las operaciones contra los repos, laestrategia quiz resultara ms eficaz, no menos, una vez que se corriera la voz. Lospiratas, despus de todo, se haban metido en aquello por el dinero y no era muyprobable que se arriesgaran a perder las naves que representaban su capital, ni quese conformaran con destruir a distancia presas en potencia. All donde un atacanterepo quiz estuviera dispuesto a aceptar el riesgo de encontrarse con una nave Qpara poder destruir envos manticorianos, un pirata querra capturar a susvctimas, no destruirlas, y no era muy probable que arriesgara su nave contra uncrucero mercante a menos que esperara una presa especialmente suculenta.

    Podra servir de algo dijo el conde despus de plantearse la idea concuidado. A menos que tengamos una cantidad asombrosa, no podrn destruira muchos asaltantes, por supuesto. Yo dira que el efecto sera ms cosmtico queotra cosa, pero el impacto psicolgico podra merecer la pena, tanto en Silesiacomo en el Parlamento. Pero ya tenemos alguna nave lista para mandarla? Creaque todava faltaban varios meses para que se cumpliera el plazo.

    Y as es asinti Caparelli. Segn esto tecle algo en el terminal lasprimeras cuatro naves podran estar listas a lo largo del mes que viene, pero a lamayor parte todava les faltan al menos cinco meses para que las terminen.Tampoco hemos asignado ninguna tripulacin todava y, con franqueza, ladisponibilidad de personal es tan escasa que eso tambin representa un problema,estamos al lmite. Pero al menos podra ser un comienzo. Como bien dice usted,milord, una gran parte de los beneficios sern el resultado de factores puramente

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1423

  • DAVID WEBER24

    psicolgicos. La situacin es peor en el sector Breslau. Si ponemos las primerascuatro ah y dejamos que se corra la voz, quiz podamos mitigar las prdidas enesa zona hasta que tengamos las dems listas para su despliegue.

    Podra ser. Haven Albo se frot la barbilla, despus se encogi dehombros. No ser ms que un parche, por lo menos hasta que las dems navesestn listas. Y a quienquiera que se lo d va a tener un trabajo endemoniado entremanos con solo cuatro naves. Pero, como bien dice, al menos podremos decirlesa Hauptman y sus amigos que estamos haciendo algo. Y, pens, lo estamoshaciendo sin desviar las naves que necesito yo.

    Cierto. Caparelli tamborile con los dedos sobre el escritorio durante doso tres segundos. De momento no es ms que una idea. Lo consultar con Pat estatarde y ver lo que DepPlan tiene que decir sobre el tema. Lo consider unmomento ms y despus agit la cabeza. Entretanto, echmosle otro vistazo alos engranajes de ese plan suyo. Dice que va a necesitar otros dos escuadrones debatalla en Nightingale? Haven Albo asinti. Bueno, supongamos que lossacamos de...

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1424

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 25

    2

    La suave msica clsica era el acompaamiento perfecto para los eleganteshombres y mujeres que atestaban la inmensa sala. Una suntuosa colacin yacaen ruinas a su espalda y ellos se reunieron en pequeos grupos con las copas enla mano mientras el murmullo de la marea de sus voces competa con la msica.Era una escena en la que se respiraba un ambiente relajado, acaudalado ypoderoso, aunque no era relajacin lo que se perciba en la voz de KlausHauptman.

    El trillonario se encontraba con una mujer que solo era ligeramente inferior al en trminos de riqueza y poder y con un hombre que ni siquiera tenaposibilidades. No era que el clan Houseman fuese pobre, pero su riqueza eradinero de toda la vida y la mayor parte de sus miembros despreciaban algo tanbasto como el comercio. Por supuesto que haba que tener gestores, personascontratadas que se ocuparan de mantener la fortuna de la familia, pero eso no erael tipo de cosas de las que se encargaba un autntico caballero. A su manera,Reginald Houseman comparta esos prejuicios contra el nouveau riche (y para losestndares de los Houseman, hasta la fortuna de los Hauptman era muy nouveau),pero todo el mundo admita que era uno de los seis mejores economistas del ReinoEstelar.

    Reconocimiento que, sin embargo, no comparta Klaus Hauptman, que pensa-ba en l con autntico desdn. A pesar de los innumerables mritos acadmicosde Houseman, Hauptman lo consideraba un diletante que encarnaba aquelantiguo arquetipo que deca que los que saben, lo hacen y los que no, ensean,y la suprema prepotencia de Houseman le resultaba muy irritante a un hombreque haba demostrado su capacidad de la nica manera que nadie poda cuestionar:triunfando. Tampoco se trataba de que Houseman fuera un completo idiota. Apesar de toda su intolerancia intelectual, haba resultado ser un vulgar defensor,con frecuencia eficaz, de la teora que propugnaba la utilizacin de los incentivosdel sector privado para impulsar las estrategias econmicas pblicas. A Hauptmanle pareca lamentable que aquel hombre se aferrara con tanta fuerza a la idea deque los gobiernos estaban equipados (como era manifiesto que no estaban) para

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1425

  • DAVID WEBER26

    decirles a las empresas privadas cmo tenan que hacer su trabajo, pero hasta ltena que admitir que Houseman haba cumplido con su deber como analistapoltico.

    Hasta seis aos antes tambin haba sido una estrella en alza en el serviciodiplomtico y todava acudan a l como asesor externo ocasional. Pero cuando lareina Isabel III le coga mana a alguien, solo el poltico ms empecinadopropondra ponerlo al servicio de la Corona. Y los poderosos contactos de lafamilia Houseman dentro del Partido Liberal tampoco lo haban ayudado muchotras el comienzo de la guerra. La prolongada oposicin de los liberales a los gastosmilitares del Reino Estelar, a los que calificaban de alarmistas y provocadores,le haban asestado a todo su programa un duro revs cuando la Repblica Popularhaba lanzado su ataque furtivo. Y encima, los liberales se haban unido a laAsociacin Conservadora y a los progresistas para oponerse al Gobierno deCromarty tras el chapucero golpe de Estado que haba destruido al antiguoliderato de la Repblica. Haban pretendido bloquear una declaracin formal deguerra en un intento de evitar las operaciones activas porque crean que elrgimen que surgiera del caos del golpe de Estado ofrecera una oportunidad dealcanzar un acuerdo negociado. De hecho, muchos de ellos, incluyendo a ReginaldHouseman, todava tenan la sensacin de que se haba desperdiciado unaoportunidad inestimable.

    Ni su majestad ni el duque de Cromarty, su primer ministro, estaban deacuerdo. Ni, en realidad, lo estaba el electorado. Los liberales haban sufrido unadura derrota en las ltimas elecciones generales, con consecuencias gravsimas enla Cmara de los Comunes. Seguan siendo una fuerza con la que haba que contaren los Lores, pero incluso all haban sufrido deserciones hacia las filas de loscentristas de Cromarty. Los fieles al partido miraban a esos desertores oportunis-tas con todo el desprecio que merecan semejantes traidores a la ideologa, perosu prdida era una realidad incontestable y la erosin de su base de poder habaobligado a los lderes liberales a aliarse todava ms con los conservadores, unestado de cosas profundamente antinatural que solo se haca tolerable porqueambos partidos, cada uno por sus razones, segua oponindose de forma impla-cable y personal al Gobierno actual y todos sus secuaces.

    Una alianza que, sin embargo, haba resultado ser de gran utilidad para KlausHauptman. Eterno inversor astuto, Hauptman se haba pasado aos cimentandovnculos personales y, a travs de sensatas contribuciones a diferentes campaas,tambin vnculos financieros, por todo el espectro poltico. Puesto que losliberales y los conservadores se haban visto obligados a unirse y se considerabanuna minora asediada, el apoyo de Hauptman era incluso ms importante paraambos partidos. Y si bien la oposicin era muy consciente de todo el peso que habaperdido, Hauptman saba que a los partidarios de Cromarty segua inquietndolesla escasa mayora de la que disponan en los Lores y l haba aprendido a utilizarsu influencia con los liberales y los conservadores con grandes resultados.

    Como estaba haciendo esa noche.As que eso es todo lo que van a hacer dijo con tono sombro. Nada de

    fuerzas especiales adicionales. Ni siquiera un simple escuadrn de destructores.

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1426

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 27

    Todo lo que estn dispuestos a ofrecernos son cuatro naves... solo cuatro! Yencima son cruceros mercantes armados!

    Oh, clmate, Klaus! respondi Erika Dempsey con irona. Estoy deacuerdo en que no creo que sirva de mucho, pero lo estn intentando. Dada lapresin que estn sufriendo, me sorprende que se las hayan arreglado paraconseguir eso tan pronto. Y desde luego, tienen razn al concentrarse en Breslau.Bueno, de hecho, solo en los ltimos ocho meses mi cartel ya ha perdido nuevenaves en ese sector. Si pueden hacer algo, por poco que sea, con los piratas de all,tiene que merecer la pena, no?

    Hauptman lanz un bufido. A ttulo personal se inclinaba por admitir que ladama tena razn, aunque no pensaba decir nada parecido hasta haberle puestobien el cebo a Houseman; ojal Erika no se hubiera unido a la conversacin. Elcartel Dempsey era el segundo en importancia, solo por detrs del cartel Hauptman,y Erika, que llevaba dirigindolo sesenta aos-T, era tan perspicaz como atractiva.Hauptman, que respetaba a muy pocas personas, sin ninguna duda la respetabaa ella, pero lo ltimo que le haca falta en aquel momento era or la dulce voz dela razn. Por suerte, Houseman no pareca demasiado sensible a la lgica deDempsey.

    Me temo que Klaus tiene razn, seora Dempsey dijo con pesar. Cuatromercantes armados no lograrn gran cosa, aunque solo sea por el volumeninvolucrado. Solo pueden estar en equis lugares al mismo tiempo y no se puededecir que sean naves de guerra. Cualquier escuadrn asaltante, por poco compe-tente que sea, podra acabar con uno de ellos, y hay al menos tres gobiernossecesionistas en Breslau y Posnan en estos momentos. Y todos ellos estnreclutando corsarios a los que no les van a hacer ninguna gracia las aventurasimperialistas que podamos emprender nosotros.

    Erika Dempsey puso los ojos en blanco. No soportaba a los liberales y la ltimafrase de Houseman estaba sacada directamente de su biblia ideolgica. Y lo queera peor, Houseman, a pesar de toda su oposicin a la actual guerra, se considerabaun experto en temas militares. Pensaba que cualquier uso de la fuerza era pruebade estupidez y del fracaso de la diplomacia, pero eso no evitaba que aquel tema lefascinara (aunque siempre, por supuesto, desde una distancia prudencial). Ense-guida proclamaba que su inters surga solo de un hecho muy sencillo: cualquierdiplomtico amante de la paz, al igual que un mdico, deba estudiar la enferme-dad contra la que luchaba, pero Hauptman dudaba mucho que aquella aseveracinengaara a nadie salvo a los idelogos como l. Lo cierto era que ReginaldHouseman tena la firme conviccin de que si l hubiera sido uno de aquellosperversos conquistadores militaristas como Napolen Bonaparte o GustavAnderman (cosa que, gracias a Dios, l no era, por supuesto), lo habra hechomucho mejor que ellos. En todo caso, su estudio de los temas militares no solo lepermita disfrutar de la emocin indirecta de dejarse llevar por algo perverso ydecadente por los motivos ms elevados, sino que tambin le daba cierto estatuscomo uno de los expertos en temas militares del Partido Liberal, y el hecho deque la mayor parte de los oficiales de la reina, fuera cual fuera su ramo, loconsideraba un cobarde consumado no le perturbaba en absoluto. De hecho, l

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1427

  • DAVID WEBER28

    interpretaba ese desdn como una hostilidad basada en el miedo y engendrada portodas las veces que daban en el blanco sus mordaces crticas contra la clasedirigente militar.

    En estos momentos, seor Houseman dijo Dempsey con voz glida,estoy dispuesta a aceptar cualquier aventura imperialista que me presentensi eso significa que nadie va a matar a los hombres y mujeres que trabajan param.

    Entiendo, desde luego, su punto de vista le asegur Houseman, que alparecer no era consciente del desdn de su interlocutora. El problema es queno va a funcionar. Dudo que ni siquiera Edward Saganami (o cualquier otroalmirante que se me pueda ocurrir de repente, si a eso vamos) pudiera lograrnada con unas fuerzas tan dbiles. De hecho, el resultado ms probable es quequienquiera que el Almirantazgo enve all termine perdiendo todas sus naves.El aristcrata sacudi la cabeza con tristeza. La Armada ha tenido muy pocavisin de futuro en los ltimos tres aos-T y mucho me temo que esto solo seaotro ejemplo ms.

    Dempsey lo mir un instante, despus sorbi por la nariz con gesto desdeosoy se alej con pasos airados. Hauptman la vio irse con cierta sensacin de alivioy volvi a prestar atencin a Houseman.

    Me temo que tienes razn, Reginald dijo. No obstante, eso es todo loque vamos a conseguir. Y en tales circunstancias me gustara aprovechar almximo la escasa oportunidad de xito que haya.

    Si el Almirantazgo insiste en cometer semejante estupidez, no s qupodemos hacer nosotros. Van a meter a una fuerza totalmente inadecuada enplena guarida del len. Cualquier estudiante de historia competente podradecirles que lo nico que van a conseguir es perder esas naves.

    Durante solo un momento, y a pesar de sus propios planes, Hauptman sintiuna necesidad abrumadora de abofetear al joven para meterle un poco de sentidocomn en aquella cabezota. No sera la primera vez que alguien lo intentara, peropor desgracia no pareca haber servido de mucho la ltima vez, y los propsitosde Hauptman no le permitan mostrar su desprecio de una forma tan abierta comolo haba hecho Erika.

    Lo entiendo dijo a su vez, y no cabe duda de que tienes razn. Pero megustara sacarles el mayor provecho posible antes de que los destruyan.

    Despiadado, pero me temo que realista, supongo. Houseman suspir yHauptman ocult una sonrisa mental. A pesar de toda su vana oposicin almilitarismo, y como ocurra con muchos tericos, las posibles bajas conmo-van bastante ms a los militaristas que despreciaba que a Houseman.Despus de todo, todas las personas que moran se haban presentado volunta-rias para convertirse en esbirros del poder y no se poda hacer una tortilla sinromper unos cuantos huevos. Por lo que Hauptman haba observado, tena lasensacin de que las personas que tenan que mandar a la muerte a otros tendana considerar sus opciones con mucho ms cuidado que los expertos de saln.l mismo lamentaba compartir la valoracin que haba hecho Houseman de lasuerte que correran con toda probabilidad las naves Q, pero al menos la

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1428

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 29

    respuesta de Houseman le indic que haba encontrado los botones que queraapretar.

    Desde luego dijo. Pero el problema es que sin un oficial competente almando, la posibilidad de que consigan algo antes de que los perdamos es mnima.Al mismo tiempo, no creo que podamos esperar que el Almirantazgo ponga a unoficial competente al mando de una causa perdida como esta, sobre todo si no esms que un parche para aliviar la presin poltica que se ejerce sobre ellos. Lo msprobable es que los veamos endilgndoselo a algn incompetente del que estarnencantados de deshacerse cuando termine el tiroteo.

    Pues claro que s asinti Houseman al instante, listo, como siempre, paraatribuirle los motivos ms maquiavlicos a los militaristas.

    Bueno, en ese caso, creo que deberamos encargarnos nosotros de ejercertoda la presin posible para impedirles que hagan justo eso dijo Hauptman conacento persuasivo. Si ese es todo el apoyo que van a darnos, tenemos todo elderecho del mundo a exigir que sea una operacin tan eficaz como sea posible.

    Me doy cuenta respondi Houseman con tono pensativo. Era obvio queestaba repasando un archivo mental de posibles comandantes, pero no formabaparte del plan de Hauptman dejar que fuera Houseman el que sugiriera a alguien.Por lo menos no hasta que hubiera metido a su propio candidato en la carrera. Eltruco estaba en hacerlo de tal modo que Houseman no pudiera rechazar deinmediato al candidato de Hauptman.

    El problema dijo el magnate con una delicada mezcla de despreocupaciny sesuda consideracin es encontrar a un oficial capaz de hacer algo que valgala pena y al que ellos tambin estn dispuestos a arriesgar. No servira de muchotampoco proponer a alguien que piense demasiado. Houseman alz una ceja yHauptman se encogi de hombros. Es decir, lo que necesitamos es una personaa la que se le d bien luchar. Necesitamos un tctico, una persona que sepa cmoemplear sus naves de forma eficaz, pero que no vaya a reconocer la futilidadltima de su misin. Cualquiera que tenga el criterio suficiente para plantearselas cosas de forma realista terminar por darse cuenta de que la operacin enterano es ms que un gesto, lo que significa que no se va a poner a actuar con lasuficiente agresividad como para que nos sirva de algo.

    Contuvo mentalmente el aliento mientras Houseman estudiaba el asunto. Loque en realidad acababa de decir es que necesitaban a alguien que se metiera decabeza en la batalla y se suicidara junto con varios miles de personas ms, y eralo bastante honesto (consigo mismo en cualquier caso) como para admitir quedecir algo as era bastante srdido. Con todo, el trabajo de los que llevabanuniforme era luchar y a la gente que haca cosas as tendan a matarla. Si en elproceso ellos conseguan salvar la magullada posicin que conservaban en Silesia,l estaba dispuesto a soportarlo. Houseman, por otro lado, no tena interesesdirectos en Silesia. En su caso, todo aquel asunto era poco ms que una conside-racin intelectual, e incluso en esos instantes Hauptman tampoco estaba muyseguro de que el otro fuera lo bastante despiadado como para sentenciar a unamuerte ms que probable a un millar de hombres y mujeres, sobre todo cuandolas bajas seran reales y no simples nmeros en una simulacin.

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1429

  • DAVID WEBER30

    Ya veo lo que quieres decir murmur Houseman mientras se asomaba asu copa. Se frot una ceja y despus se encogi de hombros. Odiara ver quealguien muere de forma innecesaria, claro est, pero si el Almirantazgo estdecidido a hacerlo, tienes razn en lo que respecta a cul sera el oficial ideal quehabra que mandar. Esboz una sonrisa dbil. Lo que me ests diciendo es quenecesitamos a alguien con ms agallas que cerebro, pero con la habilidad tcticasuficiente como para que semejante estupidez sirva de algo.

    Eso es justo lo que estoy diciendo. A pesar de las cuidadosas maniobrasque estaba haciendo, a Hauptman le repugn el divertido desdn que mostrabaHouseman por alguien dispuesto a morir en el cumplimiento de su deber.Aunque tampoco era que tuviera intencin de decirlo. Y creo tambin quequiz tenga al oficial en cuestin en mente dijo en su lugar, con una sonrisade satisfaccin.

    Ah, s? Hubo algo en su tono que hizo que Houseman levantara la cabeza.Una vaga mirada suspicaz apareci en sus ojos marrones, pero tambin haba undestello de anticipacin. Le encantaba la sensacin de estar en el ajo de unasmaquinaciones a alto nivel, y Hauptman lo saba. Igual que saba que era unasensacin que le haban negado desde aquel lamentable incidente en el planetaGrayson.

    Harrington dijo el magnate sin alzar la voz y vio la furia instantnea quecruzaba el rostro de Houseman ante la simple mencin de aquel nombre.

    Harrington? Tienes que estar de broma! Esa mujer es una autnticaluntica!

    Pues claro que s. Pero no acabamos de decir que una luntica es lo quenecesitamos? contraatac Hauptman. Yo tambin he tenido mis problemascon ella, pero luntica o no, ha recopilado todo un historial en combate. Jams lasugerira para una misin que requiriera a alguien capaz de ver la imagen deconjunto o de pensar, pero sera la persona perfecta para un trabajo como este.

    Las aletas de la nariz de Houseman se dispararon y un rosetn de color rojobrillante resplandeci en las mejillas del aristcrata. De todas las personas deluniverso, a la que ms odiaba era a Harrington... como bien saba Hauptman. Ypor poco que pudiera estar de acuerdo con Houseman sobre cualquier otro tema,Hauptman se encontr pensando lo mismo que el economista en lo que aHarrington se refera.

    Al contrario que Houseman, l se negaba a subestimarla (otra vez), pero esono significaba que le cayera bien. Aquella mujer le haba hecho pasar unaprofunda vergenza y le haba causado no pocas prdidas financieras ocho aosantes, cuando haba descubierto la implicacin de su cartel en una conspiracin delos repos para hacerse con el control del sistema Basilisco. Tampoco era queHauptman hubiera sabido nada de las actividades de sus empleados, cosa que, porsuerte, haba conseguido demostrar en los tribunales, pero su inocencia personalno haba podido salvarle de unas multas inmensas, ni evitar que se manchara elbuen nombre de su cartel y, por extensin, el suyo propio.

    Klaus Hauptman no era un hombre que tolerara bien las interferencias. Losaba, y admita, a nivel intelectual, que era una debilidad. Pero tambin formaba

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1430

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 31

    parte de su fuerza, la energa arrolladora que lo impulsaba a conseguir un triunfotras otro, as que estaba dispuesto a soportar los ocasionales ejemplos en los quesu colrico temperamento lo traicionaba y cometa un error.

    Por lo general. Oh, s, pens. Por lo general. Pero no en el caso de Harrington.No solo lo haba avergonzado, lo haba amenazado tambin.

    Apret la mandbula y revivi el recuerdo del incidente mientras dejaba queHouseman se enfrentara a su propia rabia. Hauptman se haba desplazado a laestacin de Basilisco en persona cuando la oficiosa interferencia de Harrington sehaba hecho intolerable. En aquel momento l no saba nada de ninguna conspi-racin de los repos ni a dnde iba a llevar todo aquello, pero aquella mujer le habaestado costando dinero y el hecho de que confiscara una de sus naves portransportar contrabando era justo la clase de bofetada en plena cara que menos eracapaz de soportar. Y porque as estaban las cosas, haba ido hasta all paraaplastarla. Pero las cosas no haban ido por ah. De hecho, haba sido la oficial laque lo haba desafiado a l, como si no comprendiera (o no le importara) que l eraKlaus Hauptman, ese Klaus Hauptman. La militar haba tenido buen cuidadode expresarse con la jerga burocrtica habitual y de ampararse en su preciosouniforme y en su estatus como comandante interina de la estacin, peroprcticamente lo haba acusado de complicidad directa en la operacin de contra-bando!

    Aquella mujer haba dado justo en el clavo. Hauptman lo admita, igual queadmita que debera haber vigilado mucho mejor las actividades de sus agentes.Pero, maldita fuera, cmo iba a supervisar algo tan inmenso como el cartelHauptman con tanto detalle? Para eso tena agentes, para que se ocuparan de losdetalles que l no poda revisar. E incluso si la actuacin de la comandantehubiera estado justificada por completo (que no lo estaba, pero incluso en esecaso), cmo se le ocurra a la hija de un simple terrateniente rural hablarle al, a l, de ese modo? Era una simple oficial de tres al cuarto, la comandante deun simple crucero ligero que l podra haber comprado con la calderilla quellevaba en el bolsillo, as que, cmo se atreva a utilizar aquel tono fro ycortante con l?

    Pero se haba atrevido y Hauptman, encolerizado, haba terminado por perderlas formas. Harrington no saba que su cartel tena un inters mayoritario en lasociedad mdica que sus padres, mdicos los dos, tenan en Esfinge. No deberahaber hecho falta ms que una mencin casual de las posibles consecuencias quesufrira su familia si lo obligaba a defender su buen nombre a travs de canales nooficiales, pero la comandante no solo se haba negado a dar marcha atrs, sino quehaba superado su amenaza con otra mucho ms letal.

    Nadie ms la haba odo. Era el nico aspecto salvable en todo aquel asunto,porque eso significaba que nadie ms saba que aquella mujer haba amena-zado con matarlo si l se atreva a hacer cualquier movimiento contra suspadres.

    A pesar de la furia ardiente que lo embargaba, Hauptman segua sintiendo unescalofro con solo recordar aquellos ojos almendrados y glidos, porque saba quehablaba muy en serio. El magnate lo haba sabido entonces y tres aos antes

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1431

  • DAVID WEBER32

    Harrington haba demostrado hasta qu punto haba sido real aquella amenazacuando haba matado no a uno sino a dos hombres, uno de ellos un duelistaprofesional, en el campo del honor. Si hubiera necesitado algo que le indicara quesera aconsejable que se moviera con mucha cautela contra aquella mujer, conaquellos dos duelos habra bastado.

    Sin embargo, el odio que senta hacia ella era una de las pocas cosas queHouseman y l tenan realmente en comn, porque ella era tambin la que habaarruinado la carrera diplomtica de Houseman. Haba sido Harrington la que nosolo se haba negado a cumplir su orden de sacar su escuadrn del sistema Yeltsiny abandonar el planeta Grayson para que lo conquistara una marioneta de losrepos, sino que, de hecho, lo haba golpeado cuando el aristcrata haba intentadointimidarla para que la cumpliera. Lo haba derribado al suelo delante de testigosy el acerbo desdn con el que se haba dirigido a l haba sido demasiado como paraque pasara inadvertido. A esas alturas, todos los que contaban saban con todaexactitud lo que haba dicho la comandante, la precisin fra y despiadada con laque haba dejado al descubierto la cobarda de Houseman, y la reprimenda oficialque haba recibido por golpear a un enviado de la Corona haba quedado ms quecompensada por el ttulo de caballero que la acompaaba, por no mencionar todoslos honores con los que el pueblo de Grayson haba colmado a la salvadora de suplaneta.

    No me puedo creer que hables en serio. La voz fra y estirada de Housemandevolvi a Hauptman al presente. Por Dios, hombre! Esa mujer no es ms queuna simple asesina! Ya sabes cmo persigui a Hollow del Norte para celebrar eseduelo. De hecho, tuvo el descaro de desafiarlo en plena Cmara de los Lores, yluego le dispar como a un animal cuando l ya tena la pistola vaca! No puedessugerir en serio que se le d un puesto de mando cuando al fin hemos conseguidoquitarle el uniforme.

    Pues claro que puedo. Hauptman le dedic una sonrisa dbil y fra. Soloporque sea una necia, aunque sea una necia peligrosa, no es razn para noutilizarla en nuestro provecho. Pinsalo, Reginald. Sea lo que sea, es tambin unacomandante muy eficaz en operaciones de combate. Oh, estoy de acuerdo con quehay que mantenerla atada en corto entre batalla y batalla. Es arrogante comonadie y dudo que alguna vez haya intentando controlar su genio. Diablos, vamosa ser honestos y admitir que tiene madera de manaca homicida! Pero si algo sabehacer, es luchar. Puede que sea lo nico para lo que sirva, pero si hay alguien conposibilidades de hacer dao a los piratas de verdad antes de que la maten, esa esella.

    Dej que su voz adquiriera la suavidad de la seda con la ltima frase, que seacentu un poco ms en la palabra maten mientras algo horrendo destellaba enlos ojos de Houseman. Ninguno de los dos pensaba decirlo jams, pero el mensajeya se haba transmitido y el magnate observ que su joven interlocutor respirabahondo.

    Aun suponiendo que ests en lo cierto, y no estoy diciendo que lo suponga,no veo cmo iba a ser posible dijo al fin Houseman. Est a media paga yCromarty jams propondra que se la reclamara para el servicio activo. Despus

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1432

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 33

    del modo en que desafi a Hollow del Norte delante de todos los Lores, la Cmaraentera se sublevara ante la mera sugerencia.

    Quiz respondi Hauptman, aunque l tena sus dudas. Dos aos antesno caba duda de que Houseman habra estado en lo cierto, pero Hauptman yano estaba tan seguro. Harrington se haba retirado a Grayson para asumir supapel como gobernadora Harrington, la gobernante feudal directa del Asenta-miento Harrington que los graysoianos haban creado tras la defensa que habahecho la comandante de su planeta. Dado el vil papel que haba tenido Housemanen esa misma defensa, no resultaba demasiado sorprendente que el aristcratadenigrara la importancia de tales ttulos extranjeros, pero el cartel Hauptmanestaba muy implicado en los ingentes programas industriales y militares que seestaban llevando a cabo en el sistema Yeltsin desde que Grayson se haba unidoa la Alianza Manticoriana. Dada la experiencia que haba tenido con ella,Hauptman haba realizado un cuidadoso estudio de la posicin que ocupabaHarrington en Greyson y saba que ejerca ms poder e influencia all que nadie,aparte del que ejerca el propio duque de Cromarty en el Reino Estelar.

    Solo para empezar, aquella mujer era con toda probabilidad, lo supieran losgraysonianos o no, la persona ms rica de su planeta, sobre todo desde que sucompaa, Cpulas Celestes S. A., haba comenzado a dar beneficios. Y cuandose le aadan los intereses manticorianos que supervisaba para ella WillardNeufsteiler, no caba duda de que ya era billonaria por derecho propio, lo queno estaba nada mal para alguien cuyo capital inicial proceda solo del dinero quele haban concedido por sus capturas. Pero esa riqueza material no les importabademasiado a los graysonianos. Harrington no solo los haba salvado de laconquista extranjera, sino que tambin se haba convertido en una de losochenta y pico grandes que gobernaban su mundo, por no mencionar que era elsegundo oficial de mayor rango de su armada. A pesar de la persistenterepugnancia que pudieran sentir por ella los ms conservadores de la eliteteocrtica de Grayson, la mayor parte de los graysonianos se poda decir que casila idolatraban.

    Y encima, Harrington haba salvado al sistema por segunda vez a principiosdel ao anterior. Pensara lo que pensara la Cmara de los Lores, los relatos quehaban hecho los noticieros de la Cuarta Batalla de Yeltsin la haban convertidoen una herona casi tan popular en el Reino Estelar como lo era en el propioGrayson. Si el Gobierno de Cromarty llegaba a confiar algn da lo suficienteen la mayora que tena en la Cmara de los Lores como para devolverle aHarrington el uniforme manticoriano, Hauptman estaba seguro de que elintento triunfara.

    Por desgracia, ni Cromarty ni el Almirantazgo parecan muy dispuestos aarriesgarse a la inevitable y desagradable pelea en la Cmara. E incluso si hubieranestado dispuestos, era muy poco probable que se plantearan siquiera desperdiciara alguien como ella al mando de cuatro buques mercantes armados tan lejos delfrente. Pero si la propuesta procediera de alguna otra persona...

    Mira, Reginald dijo con tono persuasivo. Estamos de acuerdo en queHarrington es una bomba de relojera sin control, pero creo que tambin estamos

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1433

  • DAVID WEBER34

    de acuerdo en que si pudiramos conseguir que la enviaran a Silesia, quiz pudierahacerles algn dao a los piratas cuando explotase, no?

    Houseman asinti, su obvia reticencia a admitir siquiera eso quedaba clara-mente mitigada por el encanto de enviar a alguien a quien odiaba a una misin quetena una posibilidad excelente de terminar con la muerte de la odiada.

    De acuerdo. As mismo, admitamos que sigue siendo muy popular en laArmada. Al Almirantazgo le encantara que volviera a ponerse el uniformemanticoriano, no?

    Houseman asinti una vez ms y Hauptman se encogi de hombros.Bueno, qu crees que pasara si sugiriramos que la asignaran a Silesia?

    Pinsalo un momento. Si la oposicin apoya la mocin de darle el mando, nocrees que el Almirantazgo no dejara escapar la oportunidad de rehabilitar-la?

    Supongo asinti Houseman con amargura. Pero qu te hace pensarque ella iba a aceptar aunque se lo ofrecieran? Est jugando a los hroes de cartnen Yeltsin. Por qu iba a renunciar a su cargo como nmero dos de su irrisoriay diminuta armada para aceptar algo as?

    Pues porque es una armada diminuta e irrisoria dijo Hauptman. Nolo era, y solo el amargo odio que senta Houseman por cualquier cosa quetuviera que ver con el sistema Yeltsin poda llevarlo a sugerir lo contrario. LaArmada Espacial de Grayson se haba ido convirtiendo en una flota muyrespetable, contaba con un ncleo de diez superacorazados que haban sido delos repos y las tres primeras naves de barrera construidas por ellos mismos.Desde la perspectiva de una persona ambiciosa, Harrington estara loca sirenunciara a su cargo como primer oficial de la AEG, una armada con unasposibilidades de expansin explosivas, para recuperar su rango como simplecapitana de la Armada Manticoriana. Pero a pesar de todo el odio que sentapor ella, Hauptman la entenda mucho mejor que Houseman. Poco importabaen lo que se hubiera convertido, Honor Harrington haba nacido manticorianay se haba pasado tres dcadas cimentando su carrera y su reputacin alservicio de la reina. Tena un gran valor personal y un sentido del deberinnegable, arraigado en lo ms profundo de su ser, admiti el magnate de malagana, y ese sentido del deber solo poda quedar reforzado por su inevitabledeseo de justificarse reclamando un lugar en la Armada de la que la habanexpulsado sus enemigos. Ah, no. Si le ofrecan el trabajo, lo aceptara, aunqueno servira de nada contarle a Houseman las verdaderas razones de esaaceptacin.

    Quiz sea la rana reina en la Armada de Grayson dijo en su lugar, peroese es un charco muy pequeo comparado con nuestra Armada. Con toda su flotano conseguiran formar dos escuadrones completos de naves de barrera, Reginald,y lo sabes incluso mejor que yo. Si quiere ejercer el mando de una flota de verdad,solo hay un sitio en el que pueda hacerlo y es justo aqu.

    Houseman gru y se ech al coleto un largo trago de vino, despus baj la copavaca y se qued mirndola una vez ms. Hauptman perciba las emocionescontradictorias que atravesaban al ms joven y le puso una mano en el hombro.

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1434

  • HONOR ENTRE ENEMIGOS 35

    S que estoy pidiendo mucho, Reginald le dijo con tono compasivo.Hay que ser muy hombre para plantearse siquiera devolverle a alguien que te haatacado el uniforme de la reina. Pero no se me ocurre nadie ms que encaje mejorque ella en el perfil que requiere esta misin. Y si bien sera una gran lstima verque un oficial muere en el cumplimiento de su deber, tienes que admitir quealguien tan inestable como Harrington sera una prdida menor que otraspersonas en las que puedas pensar.

    Con cualquier otra persona, el ltimo dardo habra sido demasiado descara-do, pero el nuevo destello que cruz el rostro de Houseman fue de lo mssatisfactorio.

    Por qu lo ests comentando conmigo? pregunt despus de un momen-to, y Hauptman se encogi de hombros.

    Tu familia tiene mucha influencia en el Partido Liberal. Lo que significaque tiene influencia con la oposicin en general y dado que conoces a fondoel ejrcito y, bueno, la experiencia que has tenido con ella, cualquier recomen-dacin tuya tendra que tener un gran peso en la opinin de otras personas quetienen dudas sobre ella. Si se la sugirieras a la condesa de Nuevo Kiev para estamisin, la direccin del partido casi tendra que tomarse la propuesta en serio.

    Me ests pidiendo mucho, Klaus dijo Houseman con pesar.Lo s repiti Hauptman. Pero si es la oposicin la que la propone,

    Cromarty, Morncreek y Caparelli aprovecharn la oportunidad, sin duda.Y qu pasa con los conservadores y los progresistas? contraatac

    Houseman. A sus pares no les va a gustar la idea ms que a la condesa de NuevoKiev.

    Ya he hablado con el barn de las Altas Cumbres admiti Hauptman.No est muy contento con la idea y se niega a comprometer a los conservadorespara que apoyen de forma oficial a Harrington para esa plaza, pero ha accedido adejarles libertad para que voten en conciencia. Houseman entrecerr los ojosy despus asinti poco a poco, los dos saban que dejarles libertad para que votenen conciencia no era ms que una ficcin diplomtica que le permita a AltasCumbres mantener su posicin oficial mientras en realidad les daba instruccionesa sus seguidores para que apoyaran la jugada. En cuanto a los progresistascontinu Hauptman, el conde de Gray Hill y lady Descroix han accedido aabstenerse en cualquier votacin. Pero ninguno de los dos piensa poner sobre lamesa a Harrington. Por eso es tan importante que tu familia y t hablis conNuevo Kiev.

    Ya veo. Houseman se tir del labio inferior durante un momento inter-minable y despus lanz un profundo suspiro. De acuerdo, Klaus, hablar conella. Va a contrapelo, que conste, pero me voy a deferir a tu criterio y har lo quepueda para apoyarte.

    Gracias, Reginald. Te lo agradezco dijo Hauptman con una sinceridadqueda.

    Le dio al ms joven un apretn en el hombro, asinti y regres despus al barcon el vaso vaco de gisqui. Necesitaba otra copa para quitarse el mal sabor deboca que le haba dejado someterse a los prejuicios de Houseman, de hecho, quiz

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1435

  • DAVID WEBER36

    no fuese mala idea lavarse tambin las manos, pero haba merecido la pena. Noera muy probable que cuatro naves mercantes armadas hicieran mucha mella agran escala, pero siempre exista la posibilidad de que ocurriera y tenan muchasms posibilidades de hacerlo con alguien como Harrington al mando.

    Claro que, como se haba tomado bastantes molestias en sealarle a Houseman,era incluso ms probable que terminaran matndola a ella antes de que pudieralograr nada. Lo que sera una pena, pero al menos exista la posibilidad de quepudiera hacer algo entretanto.

    Y lo fundamental, se dijo mientras le daba la copa al barman con una sonrisa,era que daba igual si la comandante consegua detener a los piratas o si eran lospiratas los que conseguan matarla a ella, l sala ganando en cualquier caso.

    Untitled-1 11/12/2008, 10:1436