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Historia de la anestesiología en la cavidad bucal. SUELMA NAHOMI ARGUELLES FLORES PC 18/08/2015 [Escriba aquí una descripción breve del documento. Una descripción breve es un resumen corto del contenido del documento. Escriba aquí una descripción breve del documento. Una descripción breve es un resumen corto del contenido del documento.]

Historia de La Anestesiología en La Cavidad Bucal

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Historia de la anestesiología en la cavidad bucal.

SUELMA NAHOMI ARGUELLES FLORES

PC

18/08/2015

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INTRODUCCIÓN

A través del tiempo el hombre se ha inquietado y preocupado por mitigar o al menos

controlar el dolor físico. En ocasiones con buenos resultados, en otras con menos

suerte.

A continuación haremos un recorrido a lo largo de la evolución histórica de la

anestesiología. Sin embargo, es imposible mencionar a todas las personas o hechos

desde su origen, por tanto trataremos de consignar los datos y anécdotas más

relevantes y significativos.

DESARROLLO DEL TEMA

Ya desde la antigüedad, en tiempos de Hipócrates y Galeno se dieron los primeros

pasos en la lucha contra el dolor con el uso de las esponjas soporíferas. Este sistema

consistía en la combinación de mandrágora, beleño y opio. La mandrágora fue usada

por muchos pueblos antiguos, incluso se cree que 200 años antes de Cristo era usada

como anodina por los babilonios. El beleño es un narcótico suave, de la familia de la

belladona, su representante actual es la escopolamina, la cual se mezclaba con

morfina para producir el “sueño crepuscular”. El alcohol no se sabe cómo ni cuándo se

descubrió, ni cuándo se comenzó a utilizar como medicamento contra el dolor, al

parecer, según Howard Riley R.: “ La historia de la anestesia exhala un vaho de

alcohol”. El éter y el cloroformo son productos del alcohol. El opio se usó desde la

época anterior a Cristo. Generalmente se mezclaba con vino. De hecho la tintura de

opio (láudano) mezclada con whisky se usó durante mucho tiempo para preparar al

paciente para cirugía. El cáñamo (marihuana), también fue otra arma contra el dolor

desde antes de Cristo, y, al parecer, se le ofreció a Éste en la cruz. Martina J.F. 4

Historia de la anestesia 5 El fraile, médico y cirujano del siglo XIII, Teodorico de Lucca,

empleaba esponjas empapadas en una mezcla de opio, beleño, jugo de mora verde,

jugo de hojas de mandrágora, etc. (esponja quirúrgica, bola o manzana somnífera)

aplicadas a la nariz del paciente para dormirlo antes de iniciar el procedimiento

quirúrgico. Todos estos métodos comenzaron a caer en desuso a partir del siglo XV,

debido a la influencia religiosa de la Inquisición. Se hizo una persecución de todas las

personas que ejercieran la brujería, la magia negra o rindieran culto al diablo. Otros

métodos, menos elegantes, deben también ser mencionados acá, ya que el hombre en

medio de la desesperación por combatir el dolor los usó en más de una ocasión. Uno

era apretarle el cuello al paciente hasta que éste perdiera el sentido, produciendo

anestesia por hipoxia cerebral; método muy usado en Italia hasta el siglo XVII.

También se recurrió a la concusión cerebral, golpeando al paciente en la cabeza con un

trozo de madera. Por último se menciona la compresión o sección de raíces nerviosas,

muy utilizada para amputaciones, método usado por un cirujano inglés (John Hunter)

en el siglo XVIII. Igualmente se ensayó la aplicación del frío como medio de conseguir

anestesia. Realmente la historia de la anestesia como verdadera ciencia en el sentido

estricto de la palabra, se inició con los adelantos de la química, especialmente con el

descubrimiento de algunos gases en estado puro. En Inglaterra el reverendo Josef

Priestley, descubrió el oxígeno en 1771. Un año después, 1772, descubrió el F. 1.

Crawford W. Long óxido nitroso. Previamente había sido identificado el hidrógeno por

Josef Black en 1751. Igualmente interesante fue el descubrimiento del nitrógeno por

Daniel Rutherford y el aislamiento del dióxido de carbono por Joseph Black (1782). A

raíz de estos descubrimientos se fundó en 1789 el Instituto de Medicina Neumática de

Clifton, Inglaterra, dirigido por el doctor Thomas Beddoes. En 1799 se hizo cargo de

éste Humpry Davy, con el propósito de investigar con el dióxido de carbono y el óxido

nitroso. Describió claramente los efectos del óxido nitroso. El, en 1795 con 17 años de

edad lo inhaló, describiendo una sensación de mareo, relajación muscular, audición

más aguda y se sintió tan alegre que rió largamente, por lo cual se le denominó “gas

hilarante”. En 1800 publica un artículo “ Researches, Chemical and Philosophical;

chiefly concerning Nitrous Oxide...” En Martina J.F. 4 Historia de la anestesia 5 F.2 John

Collins Warren este libro describe cómo calma el dolor inducido por la salida de la

“muela del juicio”, igualmente sugiere el uso del óxido nitroso como agente

anestésico. El siguiente evento importante es el aislamiento de la morfina a partir del

opio por F.W. Saturner en 1806. Este fue el primer alcaloide aislado y muy usado por

ser seguro y fácil de manejar. En 1807 aparece la anestesia por refrigeración. Años más

tarde, en 1824, un médico inglés, Henry Hill Hickmann (1800-30), admitido a temprana

edad (20 años) como miembro del Royal College of Surgeons of London, empezó a

experimentar con animales en una campana que contenía gas carbónico y obtuvo

anestesia en micos y perros para procedimientos quirúrgicos. Cuando quiso reproducir

sus resultados en seres humanos fue desautorizado y desanimado por sus colegas,

quienes lo tacharon de loco. Muere en Inglaterra el 5 de abril de 1830. Hacia 1842

surge el nombre de un boticario y médico norteamericano, el doctor Crawford W. Long

(1815-1878), quien era médico rural en Jefferson (Georgia). El doctor Long, haciendo

inhalar éter a un amigo suyo quien sufría de dos tumores en la nuca, lo operó

exitosamente el 30 de marzo de 1842. El hizo su reporte en diciembre de 1849, cuando

ya había sido hecho el reporte de Morton. A continuación aparece otro personaje

quien al igual que el doctor Long estuvo bastante cerca del descubrimiento de la

anestesia; se trata del médico E.R. Smilie quien en la primavera de 1844 utilizó con

éxito la mezcla de opio y éter para el drenaje de un absceso. Por fin aparecen los

nombres de dos grandes hombres que introdujeron un cambio en el rumbo de la

historia de la anestesiología. Son ellos los doctores Horace Wells y William Morton. F.

3. Horace Wells Martina J.F. 6 Historia de la anestesia 7 óxido nitroso, se hace extraer

una pieza dentaria de su colega el doctor Riggs. Wells continuó experimentando con el

óxido nitroso en sus pacientes, hasta que es invitado por un cirujano, el profesor

Warren, para realizar una demostración en el Hospital General de Massachusetts en

Boston. El 15 de enero de 1845 y ante un nutrido público, Horace Wells se dispone a

hacer inhalar óxido nitroso a su paciente. Cuando se preparaba para empezar a extraer

una muela al paciente, éste comienza a dar gritos desesperados. Horace Wells ha

fracasado y es considerado un farsante y mentiroso. Wells se entrega por completo al

alcohol, volviéndose luego adicto al éter y se suicida el 21 de enero de 1848 en una

cárcel de Nueva York. Luego de la derrota de su colega, Morton empieza a investigar

con éter en perros, en sus amigos y en sí mismo. Tuvo la oportunidad de poner a

prueba su método con un paciente que acudió a su consultorio por un terrible dolor de

muelas. Le hizo inhalar éter y cuando estuvo suficientemente profundo le realizó la

extracción sin que esto le produjera dolor. De aquí en adelante se dedicó a diseñar su

pequeño aparato de anestesia que consistía de una esfera de vidrio con fieltro en su

interior y dos orificios: uno superior a través del cual se introducía el éter y uno

inferior del cual salía la boquilla que iba a la boca del paciente. Cuando ya estuvo listo

le solicitó autorización al profesor Warren para realizar una demostración de su

método en el anfiteatro de la escuela de medicina de Harvard. Fijaron la fecha para el

16 de octubre de 1846. El paciente tenía un enorme tumor de la glándula submaxilar

que debía ser extirpado. Una vez dormido F. 4. T.G. William Morton. Horace Wells

nació en Windsor, Connecticut, e inició sus estudios de odontología en 1834, abriendo

dos años más tarde su consultorio en Hartford. Por esta época conoció a su colega el

doctor Morton, quien vivía y trabajaba en Farmington. Se trasladaron a Boston para

trabajar conjuntamente, impulsados por la idea de buscar la manera más eficiente de

eliminar el dolor a sus pacientes. Infortunadamente no se entendieron y debieron

separarse. Horace Wells regresó a su ciudad natal en donde rápidamente se ganó el

aprecio y respeto de la población. En diciembre de 1844 Wells presenció un

espectáculo público, en el cual un químico de apellido Colton demostraba los efectos

hilarantes que producía la inhalación de óxido nitroso. Por esos mismos días y atraído

por la idea de Colton, Wells, bajo el efecto del Martina J.F. 6 Historia de la anestesia 7

el paciente (Gilbert Abbott), procedió el doctor Warren a realizar la incisión, fue

grande la sorpresa de todos al ver que el paciente no se defendió durante la cirugía y

que se pudiera terminar el acto quirúrgico sin que hubiera indicios de dolor. La

felicidad de Morton no fue duradera, ya que cuando quiso registrar su invento, se

encontró que el químico Jackson también reclamaba la patente del descubrimiento.

Jackson alegaba que había sido él quien sugirió a Morton el uso del éter como

anestésico. El mérito fue repartido entre los dos investigadores, considerando a

Jackson como descubridor de la anestesia con éter y a Morton le correspondió el

premio de ser el promotor y haber desarrollado el procedimiento. Morton murió

trágicamente en un lago del Grand Central Park de Nueva York,el 15 de julio de 1.868 a

los 48 años de edad. Como pasaba el tiempo, se veía la necesidad de buscar otros

anestésicos que fueran más seguros y con menos efectos colaterales. El doctor James

Young Simpson, ginecólogo de Edimburgo, supo del descubrimiento de otro

compuesto, conocido con el nombre de cloroformo; había sido sintetizado por Justus

Liebig en Giessen y por el francés Soubeiran en 1831 casi en forma simultánea. Se

dedicó a partir de noviembre de 1847 a realizar anestesias con cloroformo y más tarde

presentó un informe en el cual reportaba éxito obtenido con la administración de éste

en 50 pacientes; pero el encanto no duró mucho tiempo y pronto se dieron cuenta de

la gran cardio y hepatotoxicidad. Sin embargo, la reina Victoria aceptó el uso del

cloroformo de Simpson en abril 7 de 1853 durante el nacimiento de su 8o. hijo, el

príncipe Leopoldo. Fue atendida por James Clark y fue su anestesista John Snow (1813-

1857). A este último también se le atribuye el haber descrito los signos clínicos de la

profundidad anestésica, datos que plasmó en su monografía “ On the inhalation of the

vapour of Ether”, publicada en 1847. A consecuencia de la alta morbimortalidad

observada luego de la administración del cloroformo, se instaló una comisión en 1.864

con el fin de investigar los efectos producidos por el cloroformo. Esto conllevó a que

los médicos se inclinaran nuevamente por el éter, olvidando el cloroformo. No

satisfechos con los anestésicos hasta ese momento disponibles, muchos

investigadores se dieron a la tarea de encontrar nuevos agentes. Fue así como se

introdujo el cloruro de etilo, primero en la práctica odontológica y luego en los

hospitales. Otro gas que se utilizópor poco tiempo fue el acetileno, sustancia

propuesta para su utilización en medicina por los médicos alemanes Kronig y Gauss.

Sin embargo, ninguno de estos gases pudo superar las ventajas del óxido nitroso y F.5.

Aparato utilizado por Morton para del éter. la aplicación de éter a su paciente. Martina

J.F. 8 Historia de la anestesia 9 F.6. Morton induciendo la anestesia con éter. Octubre

16 de 1846. Fue el doctor Arnoluckhardt de Chicago quien, al enterarse del efecto del

etileno sobre los claveles, se interesó en estudiar este gas en animales y más adelante

en humanos con la ayuda de su alumno J. B. Carter. Ya para 1922 habían logrado

emplearlo con éxito en más de 106 casos de cirugía en el “ Presbiterian Hospital”. El

éxito obtenido con el etileno y tal vez movidos por un sentimiento de rivalidad motivó

a los doctores Henderson, Lucas y Brown para encontrar un anestésico superior al

etileno; de esta forma aparece un gas que ya era conocido por los químicos desde el

año 1882 y es el ciclopropano. Transcurrieron muchos años hasta que en 1.930 se

reconoció su eficacia y seguridad en seres humanos. El descubrimiento del éter

divinílico estuvo a cargo del doctor Chncey D. Leake, profesor de farmacología en la

Universidad de California; fue empleado en la práctica de la anestesiología

aproximadamente en el año de 1931. Ocho años más pasaron hasta el descubrimiento

de un nuevo éter, esta vez fue el propiletileno en 1939 por los doctores Krantz, Drake,

Carr y Forman de la Universidad de Maryland. En 1940 se utilizó en 25 pacientes con

buenos resultados. A pesar de los nuevos hallazgos, no fue posible destronar al éter y

al óxido nitroso del sitio que ya con justa razón se habían merecido.

Civilizaciones indígenas americanas Durante los años 400-700 a.C.,

los incas peruanos tenían la creencia de que la hoja de coca representaba un Revista

Rhombus ISSN 1659-1623 Vol. 3, N° 8. Enero – Abril 2007 regalo de Manco Capac, hijo

del dios del Sol, en compensación por todo el sufrimiento humano. Este regalo

producía "satisfacción al hambriento, vigor al cansado y olvido de las miserias al

desdichado". Empaquetaban las hojas en forma de bola y la llamaban "cocada". Las

cocadas eran vertidas sobre la herida quirúrgica, mezcladas con cal o ceniza y saliva del

cirujano, para producir analgesia. Podríamos considerarlo como el principio de la

"anestesia local", y llegaron incluso a realizar trepanaciones con esta primitiva técnica.

Estos primitivos pueblos reconocían el adormecimiento en lengua y labios al masticarla

(de esta forma se liberaba el alcaloide activo), que en quechua significa "kunka

sukunka" (faringe adormecida). Este hecho fue descrito por el cronista español

Bernabé Cobo en su Historia del Nuevo Mundo. J. Hipólito Unanue, en 1794, en Lima,

escribió su primer ensayo químico acerca de la planta de coca: "Sobre el cultivo y

virtudes de la famosa planta del Perú llamada Coca". En toda Sudamérica existían

tribus, en su mayoría nómadas, entre las cuales la coca estaba muy difundida. Las

características fundamentales de su medicina fueron las de todos los pueblos

primitivos, entre mágica y empírica. El hechicero jugaba un papel básico. Los mayas

(México) daban estramonio (que contiene diversos alcaloides del tipo de la atropina y

de la escopolamina) a las mujeres como "anestésico en el acto del parto, para paliar el

dolor". La cultura maya promulgaba el dolor como sinónimo de muerte: "Dicen que el

dolor, es el hijo del aire y de la tierra, que son elementos indispensables para la vida,

dicen que se viste con amplios ropajes blancos y blande un puñal, y que se hermana

con aquella que viste de negro y siempre lleva una guadaña. Parece, pues, que el dolor

es el compañero inseparable de la muerte, la constatación y la prueba del sufrimiento

último, que paradójicamente es el cese de todas las emociones".

Siglo XVIII en adelante.

Debido al gran avance en las ciencias paramédicas como la anatomía, la física o la

química, es en este siglo cuando se pasa de un tratamiento analgésicoanestésico

completamente empírico, a Revista Rhombus ISSN 1659-1623 Vol. 3, N° 8. Enero –

Abril 2007 una época científica que perdura hasta nuestros días. El nacimiento de "la

anestesia moderna" y la "analgesia farmacológica" marcó esta época.

Siglo XIX .

Gay Lussac recibió la aparición de la morfina con entusiasmo, considerándolo "el

medicamento más notable descubierto por el hombre". P. Syng, en Estados Unidos

(1800), describió las dosis tóxicas de alcohol para reducir fracturas que también eran

utilizadas por los dentistas. En 1818, Michael Faraday, gran químico y físico inglés,

alumno de Humphry Davy, publicó: "Si se inhala la mezcla de vapores de éter con aire

común, se producen efectos similares a los observados con el óxido nitroso". Davy y

Faraday estaban abriendo las puertas al futuro de la anestesia, aunque, como ya le

ocurriera a Paracelso, no supieron darse cuenta de la transcendencia del

descubrimiento. Serturner, farmacéutico de Westphalia, se dio cuenta de que al tratar

el opio con amoniaco quedaban unos cristales blancos, que purificó con ácido sulfúrico

y alcohol. Estos "residuos" producían sueño en los animales, por lo que él lo denominó

morfium (1804), en honor al dios del sueño Morfeo. Este científico, al igual que Davy,

probó la morfina durante una afección dental y sintió una considerable disminución

del dolor. Serturner desentrañaría los misterios del beleño, mandrágora y belladona,

que dejarían de ser hierbas “diabólicas” para surtir a la medicina de alcaloides y

analgésicos. En 1827, E. Merck & Company comercializó por primera vez la morfina. En

1842, Crawford Williamson Long, modesto médico y dentista rural de 27 años, un 30

de marzo, en Jefferson, Georgia, EE.UU., le extrajo a un paciente y amigo, llamado

James Venable, un tumor en el cuello después de dormirlo con éter hasta el punto de

no sentir nada. Por primera vez en la historia del hombre pudo decirse: "se acabó el

dolor". Long no había inventado el éter, aunque sí era asiduo a esas reuniones donde

lo inhalaban. Sin embargo, circulaban rumores en la ciudad de que Long estaba

poniendo en peligro la vida de los pacientes y así, amenazado de linchamiento por sus

conciudadanos, Long abandonó la práctica de la "anestesia". Este dentista nunca hizo

público su descubrimiento y 4 años más tarde, otro dentista, en Boston, William

Thomas Green Morton, publicó los mismos hallazgos y le dieron un reconocimiento de

US$100.000. Años después, la comunidad científica reconoció su error y le retiró el

premio. Actualmente, en EE.UU., el 30 de marzo se conmemora como el "Día del

Médico" en honor a Long y a su descubrimiento; no obstante, a nivel mundial se da el

crédito de descubridor de la anestesia a Horacio Wells. Wells, joven dentista de la

ciudad de Hartford (Connecticut), se merece el honor de ser uno de los pilares de la

anestesia moderna. Durante los días 10 Revista Rhombus ISSN 1659-1623 Vol. 3, N° 8.

Enero – Abril 2007 y 11 de diciembre de 1844, mientras presenciaba una exhibición

pública de gas hilarante (óxido nitroso) realizada por Galdiner Quincy Colton, observó

cómo uno de los presentes no padecía dolor alguno después de haber inhalado y

haberse destrozado uno de sus muslos en una caída. Intrigado y buscando paliar el

dolor de sus pacientes, inhaló él mismo el gas y se dejó extraer un diente por otro

dentista llamado John M.Riggs sin dolor alguno. Había nacido la anestesia moderna.

Entusiasmado por el descubrimiento, se dirigió al Hospital de Harvard (Massachussets)

donde consiguió permiso, en enero de 1845, para realizar una demostración. Esta

resultó un rotundo fracaso, pues el paciente, en mitad de la cirugía (extracción

dentaria), empezó a gritar de dolor. El paciente era de constitución alta y robusta, y

posteriormente se comprobó que tenía antecedentes de etilismo. En suma, era un

paciente poco apropiado para ser anestesiado con óxido nitroso como anestésico

único. Wells fue expulsado, y se le tachó de impostor y farsante. Nuevos intentos en su

ciudad le llevaron a administrar excesivas dosis de gas, que provocaron grandes sustos

y fracasos. Wells fue encarcelado en Nueva York y olvidado por todos, posteriormente

obsesionado y desanimado por su fracaso con la anestesia y con el óxido nitroso, se

suicidó el 24 de enero de 1848, a los 33 años de edad, cortándose la arteria radial y

femoral e inhalando cloroformo, no sin antes demandar a Morton de plagio. Un 30 de

septiembre de 1846, William Thomas Green Morton, discípulo de Wells y dentista en

Boston, administró anestesia a su paciente Eben H. Frost y le extrajo exitosamente un

diente y sin dolor. Frost había solicitado a Morton que lo hipnotizara (mesmerismo),

pero Morton, buscando un agente para aliviar el dolor, usó "letheon" (éter sulfúrico),

en vez del ya conocido NO2. La idea de la utilización de este gas probablemente la

obtuvo de un profesor de química de la Facultad de Medicina, Charles T. Jackson que,

sin duda, sabía de los experimentos de Wells desde 1845. Por este entonces, Morton

estudiaba el segundo año de la carrera de medicina y por ello pidió permiso al

profesor de Cirugía de Harvard, Dr. John Collins Waren, para hacer una demostración

pública de los efectos del éter en una operación mayor. Después de obtener el

permiso, se fijo la demostración para el 16 de octubre de 1846, a la 10:00 a.m. El

paciente fue Gilbert Abbout, un joven de 17 años a Revista Rhombus ISSN 1659-1623

Vol. 3, N° 8. Enero – Abril 2007 quien se le extirpó sin dolor un tumor en el cuello. Esta

fecha es considerada históricamente como el día en que se realizó la "primera

anestesia general". Oliver W. Holmes, decano de Harvard, bautizó la técnica como

"anestesia" en 1846 y, ante los signos inequívocos de esta, se volvió hacia los

asistentes en el anfiteatro y les dijo: “Señores, esto no es una farsa”. A partir de esta

fecha se abrieron nuevos caminos en la historia de la anestesia y se ha dicho que es la

mayor contribución que ha hecho Estados Unidos a la Medicina. En los meses y años

siguientes se comenzó la administración del éter como anestesia quirúrgica en la

mayor parte del mundo: -15 de diciembre de 1846, A.J.J. de Lauballe, en el Hospital

Saint Louis, París, Francia, administró la primera anestesia con “Letheon” (bautizado

así por Morton). -19 de diciembre de 1846, J. Robinson, en Londres, extrae una molar

bajo anestesia con éter. -En enero de 1847 se llevó a cabo la primera anestesia con

éter en Alemania, administrada por J.F. Heydelfer. -7 de febrero de 1847, F. I.

Inozenetsev realiza la primera cirugía bajo anestesia con éter en la Universidad de

Moscú. Aunque Wells y Jackson acusaron de plagio a Morton, nadie le puede negar a

William Morton, su mérito y su gran éxito en Europa y Estados Unidos. Morton

empobrecido y desacreditado "por sus amigos", murió en Nueva York, a mediados de

julio de 1868, con 49 años, en un estado de completa confusión. Una vez muerto y

como casi siempre ocurre, los conciudadanos valoraron su hazaña inscribiendo en su

tumba: "Aquí yace W.T.G. Morton, el descubridor e inventor de la anestesia. Antes, la

cirugía era sinónimo de agonía. Por él fueron vencidas y aniquilados los dolores del

bisturí. Reconocimiento de los ciudadanos de Boston". Jackson, al conocer de este

epitafio, se sintió totalmente destrozado y cayó en Revista Rhombus ISSN 1659-1623

Vol. 3, N° 8. Enero – Abril 2007 el alcoholismo. Finalmente, muere en un hospicio a los

75 años. Estos acontecimientos son relevantes, ya que todos estos investigadores

fueron los precursores de la anestesia general inhalatoria y, por tanto, merecen el

reconocimiento de la humanidad. Ellos tienen el mérito de haber descubierto la

anestesia general y de haberla introducida a la medicina. Carl Koller, un médico vienés,

introdujo la cocaína como anestésico, gracias a las recomendaciones dadas por

Sigmund Freud, quien no estaba interesado en la anestesiología ni en la cirugía. En

1984, Hall y Hallstead demostraron el valor quirúrgico de la cocainización neural, por

medio de experimentos realizados en ellos mismos y en otras personas. Hall

anestesiaba el nervio infraorbitario y Halsted el nervio dentario inferior. En 1903,

Braun añadió adrenalina o epinefrina a soluciones de cocaína. De esta manera

prolongaba la duración del anestésico. La adrenalina es la marca registrada de la

epinefrina, la hormona de la médula suprarrenal. En 1905, Alfred Einhorn y colegas

descubrieron la novocaína (clorhidrato de procaína), producto desarrollado

posteriormente en los laboratorios Bayer. Resulta extraño que a pesar de que esta se

convirtió en el anestésico más usado del mundo, su descubrimiento haya sido olvidado

por la comunidad científica. Sigmund Freud Einhorn no es mencionado en las

enciclopedias y es prácticamente desconocido; es una borrosa figura de la que se sabe

solamente por unas pocas líneas en algunos textos sobre anestesia. A partir de este

momento, le siguen en aparición: Benzocaína, Nupercaína, Tetracaína, Lidocaína

(Xilocaína), Cloroprocaína, Bupibicaína y Etidocaína. Anteriormente al descubrimiento

de la anestesia, todo fue oscuridad, ignorancia y sufrimiento durante siglos. Con la

anestesia general y su introducción a la medicina, se logró alcanzar uno de los mayores

acontecimientos en la historia de la humanidad, “la supresión del dolor”.

RESUMEN

El dolor y la enfermedad han sido un binomio desgarrante que ha acompañado al

hombre a lo largo de toda su historia. Desde las épocas más remotas nos han llegado

pruebas de los padecimientos de nuestros antepasados, y es por esto que no se

pueden olvidar los sucesos que directa o indirectamente han contribuido a la lucha

contra el dolor, ni tampoco a los pioneros que de una u otra forma tuvieron una

participación importante en el nacimiento y desarrollo de la anestesia en odontología.

El hombre ha buscado los medios para aliviar el dolor, y vencerlo ha sido el mayor y

más constante esfuerzo en su lucha por sobrevivir. Los primeros intentos por evitar el

dolor humano comenzaron 3000 a.C., en las civilizaciones asentadas a orillas del Tigris

y el Éufrates, los cuales usaban narcóticos vegetales, como la adormidera, la

mandrágora y el cannabis, que se cultivaba en Persia o en la India. Estas plantas

también eran utilizadas en la cultura egipcia. Los asirios conocían un método eficaz,

aunque no exento de peligro, que consistía en comprimir la carótida a nivel del cuello,

con la consiguiente isquemia cerebral y la aparición de un estado comatoso, el cual era

aprovechado para la cirugía. Entre el 460 y el 377 a.C., Hipócrates y Galeno usaron la

“esponja soporífera”, que era una esponja impregnada con una preparación de opio,

beleño y mandrágora, entre otras. Se sabe que los griegos usaban infusiones de

hierbas de varios fármacos para provocar el sueño, según lo descrito por Homero en

La Odisea. Este brebaje incluía el loto (quizás la fruta del azufaifo africano o el almez

del sur de Europa). Hipócrates El mismo Hipócrates describe el uso de la corteza del

sauce blanco, precursor del ácido Revista Rhombus ISSN 1659-1623 Vol. 3, N° 8. Enero

– Abril 2007 acetilsalicílico, y lo recomendaba para aliviar dolencias de parto. Las

bebidas alcohólicas han sido ampliamente utilizadas en la antigüedad como

analgésicos en las intervenciones practicadas. Así, los habitantes de las riberas del

Ganges usaban el vino, el cual los chinos mezclaban con hachís. Estos últimos, además,

avanzaron en el terreno de la acupuntura al aliviar el dolor con agujas. En el mundo

grecorromano, se concebía la cirugía desde un punto de vista práctico. Hipócrates, el

gran físico griego, decía que, una vez reconocida la lesión, el cirujano debía "preparar

adecuadamente el campo, colocarse en un lugar bien iluminado, tener las uñas cortas

y ser hábil en el manejo de los dedos, sobre todo el índice y el pulgar. Celso afirmaba

que el cirujano "debía tener mano firme, no vacilar nunca, siendo tan diestra la

izquierda como la derecha, vista aguda y clara, aspecto tranquilo y compasivo, ya que

desea curar a quienes trata y, a la vez, no permitir que sus gritos le hagan apresurarse

más de lo que requieren las circunstancias, ni cortar menos de lo necesario. No debe

permitir que las muestras de dolor del paciente causen la menor mella en él ni en lo

que hace". En Europa, en la Edad Media, los monjes conservaron los antiguos códices

griegos y romanos, por los que sentían verdadera veneración. Al lado de las abadías

era frecuente el cultivo de plantas curativas. El opio extraído de la adormidera era un

buen remedio analgésico, y era frecuente la utilización de la "esponja somnífera", con

generosas dosis de opio y beleño, aunque su uso posteriormente fue restringido por la

propia Iglesia Católica, ya que se le relacionaba con prácticas ocultistas. Reuniones en

donde se consumía opio El vino suplió y relegó al opio como analgésico en el mundo

cristiano, contrario a lo que sucedió en el mundo islámico, donde se recomendaba de

forma insistente su utilización y se exaltaban sus virtudes. Celso La flor de opio

Avicenna, médico persa, escribió un importante tratado en el siglo XI, El canon de la

medicina, en el que resaltaba la anatomía de los receptores para el dolor en el

ventrículo anterior. Este texto fue utilizado durante más de 600 años y llegó incluso a

ser base esencial de estudio en universidades inglesas. En esta obra, Avicenna describe

unos 15 tipos de dolor e inflamación. El imperio árabe divulga el uso del opio después

de la caída del imperio romano por toda Persia, Malasia e India. Avicenna no sólo lo

recetaba a Galeno Revista Rhombus ISSN 1659-1623 Vol. 3, N° 8. Enero – Abril 2007

Avicena todos sus pacientes, sino que desgraciadamente falleció en 1037 por

intoxicación y consumo desordenado. India El budismo del siglo V a.C. planteaba el

dolor como una frustración de los deseos y, por tanto, lo localizaban en el alma. En su

primer sermón pronunciado en el jardín de las gacelas en Benares (India), Siddharta

Sakia Muni Gautama (Buda), quien nació probablemente en el 556 a.C., en Kapilavtsu,

Himalaya, actual Nepal, anuncio su doctrina, la buena ley para que los hombres

puedan liberarse y alcanzar la salvación: las cuatro nobles verdades y el camino de los

ocho pasos que constituyen la esencia de la doctrina budista. Buda a los 35 años

reconoce en el mal (el dolor) la causa de todos los sufrimientos. La primera de las

cuatro verdades dice: "El dolor es universal. Nadie puede liberarse de él, desde el

nacimiento hasta la muerte". Es importante recalcar que los hindúes y budistas fueron

los primeros en señalar la importancia del componente psicológico del dolor, aunque

de manera sobredimensionada.

Bibliografía

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