3
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedi- mos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú, que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. R/. Amén Escucharemos cuando el pueblo de Israel fue alimentado por Dios con el maná, anticipando el pan eucarístico que nos daría vida. Lectura del libro del Deuteronomio 8, 2-3. 14-16 En aquel tiempo, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Recuerda el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para ponerte a prueba y conocer si ibas a guardar sus mandamientos o no. Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. No sea que te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto y de la esclavitud; que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, lleno de serpientes y alacranes; que en una tierra árida hizo brotar para ti agua de la roca más dura, y que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres”. Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor. R/. Bendito sea el Señor. Glorifica al Señor, Jerusalén a Dios ríndele honores, Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa. R/. Bendito sea el Señor. Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/. Bendito sea el Señor. Le muestra a Jacob sus pensamientos, sus normas y designios a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo ni le ha confiado a otro sus proyectos. R/. Bendito sea el Señor. Hoy celebramos la fiesta del Corpus Christi o del Cuerpo y Sangre de Cristo; una opor- tunidad para reflexionar sobre la Eucaristía como sacrificio y comunión. Eucaristía: Sacrificio En la Antiguo Testamento, el sacerdote presentaba a Dios las ofrendas con el fin de obtener el perdón de los pecados, por esta razón rociaba al pueblo con la sangre de las víctimas (corderos). Jesús se ofrece a sí mismo al Padre como el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. De hecho, en la última cena dice a los discípulos que entregará su cuerpo en la cruz y que su sangre “será derramada para el perdón de los pecados”. El sacrificio o entrega de Cristo al Padre se realiza, de una manera incruenta (sin Semanario Litúrgico Nº 2032 NuestraIglesia Arquidiócesis de Guayaquil EL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO - SOLEMNIDAD • CICLO A • JUNIO 14, 2020 Oración colecta 1 LITURGIA DE LA PALABRA Primera Lectura 2 Salmo responsorial 3 [Salmo 147] Corpus Christi derramamiento de sangre), en las celebraciones eucarísticas, en cumpli- miento de su voluntad: “Hagan esto en conmemoración mía”. Eucaristía: comunión Cristo no solo se ofrece al Padre (sacrifi- cio), sino también a los discípulos y a toda la Iglesia. En la última cena, parte y repar- te el pan diciendo: “tomen y coman, este es mi cuerpo”; y, luego, pasándoles la copa de vino: “tomen y beban, esta es mi sangre”. En San Juan, Jesús afirma: “Mi carne es verdadera comida y mi sangre, verdadera bebida; quien come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna”. (Cfr. Jn, 6, 1ss) La Eucaristía como sacrificio (altar) y comunión (mesa) constituye una unidad inseparable.

HDG 2032 Corpus Christi 14 de junio 2020 online · EL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO - SOLEMNIDAD • CICLO A • JUNIO 14, 2020 1 Oración colecta LITURGIA DE LA PALABRA 2

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3. Para que los fieles que se encuentran a las puertas de la muerte dejen este mundo llenos de paz y fortalecidos con el Cuerpo de Cristo, lleguen al Reino de la felicidad y de la vida. Oremos.

4. Para que el Señor aumente nuestra fe y acreciente nuestro amor, a fin de que adoremos en espíritu y en verdad a Cristo realmente presente en el sacramento de la Eucaristía. Oremos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Dios nuestro, siempre fiel a tus promesas, haz que fortalecidos con el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo, avancemos por la senda del bien, hasta llegar a la asamblea de los santos en el banquete eterno de tus elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

(sólo la reza el sacerdote)

Señor, concede propicio a tu Iglesia los dones de la paz y de la unidad, místicamente representados en los dones que hemos ofrecido. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

Concédenos, Señor, saciarnos del gozo eterno de tu divinidad, que nos anticipa, en el tiempo, la recepción de tu precioso Cuerpo y Sangre. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

R/. Amén

Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedi-mos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú, que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. R/. Amén

Escucharemos cuando el pueblo de Israel fue alimentado por Dios con el maná, anticipando el pan eucarístico que nos daría vida.

Lectura del libro del Deuteronomio 8, 2-3. 14-16

En aquel tiempo, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Recuerda el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para ponerte a prueba y conocer si ibas a guardar sus mandamientos o no.

Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.

No sea que te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto y de la esclavitud; que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, lleno de serpientes y alacranes; que en una tierra árida hizo brotar para ti agua de la roca más dura, y que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres”.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. Bendito sea el Señor.

Glorifica al Señor, Jerusaléna Dios ríndele honores, Israel.Él refuerza el cerrojo de tus puertasy bendice a tus hijos en tu casa.

R/. Bendito sea el Señor.

Él mantiene la paz en tus fronteras,con su trigo mejor sacia tu hambre.Él envía a la tierra su mensajey su palabra corre velozmente.

R/. Bendito sea el Señor.

Le muestra a Jacob sus pensamientos,sus normas y designios a Israel.No ha hecho nada igual con ningún puebloni le ha confiado a otro sus proyectos.

R/. Bendito sea el Señor.

La Iglesia vive por la fuerza del Espíritu Santo con diversos carismas o dones de servicio y de funciones.

Lectura de la Primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 10, 16 - 17

Hermanos: El cáliz de la bendición con el que damos gracias, ¿no nos une a Cristo por medio de su sangre? Y el pan que partimos, ¿no nos une a Cristo por medio de su cuerpo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

Proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Juan 6, 51 - 58

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida”.

Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”.

Jesús les dijo: “Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por Él, así también el que me come vivirá por mí.

Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre”.

Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre. Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautis-mo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro

R/. Amén.

Antes de disponer la mesa santa donde el Señor, hará nuevamente presente su tránsito pascual que salva a todos los hombres, elevemos nuestras súplicas a Dios diciendo: Padre bueno escúchanos.1. Para que los obispos y presbíteros, cuando presiden la celebración eucarística, vivan

plenamente identificados con el Señor y que el pueblo vea en ellos la imagen viva de Cristo. Oremos.

2. Para que pronto llegue el día en que todos los cristianos celebremos la Eucaristía en la unidad de una sola Iglesia y todos los hombres ofrezcan el único sacrificio que nos salva. Oremos.

Hoy celebramos la fiesta del Corpus Christi o del Cuerpo y Sangre de Cristo; una opor-tunidad para reflexionar sobre la Eucaristía como sacrificio y comunión.

Eucaristía: Sacrificio

En la Antiguo Testamento, el sacerdote presentaba a Dios las ofrendas con el fin de obtener el perdón de los pecados, por esta razón rociaba al pueblo con la sangre de las víctimas (corderos).

Jesús se ofrece a sí mismo al Padre como el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. De hecho, en la última cena dice a los discípulos que entregará su cuerpo en la cruz y que su sangre “será derramada para el perdón de los pecados”.

El sacrificio o entrega de Cristo al Padre se realiza, de una manera incruenta (sin

Semanario Litúrgico Nº 2032

NuestraIglesiaArquidiócesis de Guayaquil

E L S A N T Í S I M O C U E R P O Y S A N G R E D E C R I S TO - S O L E M N I DA D • C I C LO A • J U N I O 1 4 , 2 0 2 0

Oración colecta1

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura2

Salmo responsorial3 [Salmo 147]

Corpus Christi

(Jn 6, 51)

R/. Aleluya, aleluya.Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan vivirá para siempre.

R/. Aleluya, aleluya.

En este pasaje se nos asegura que la Eucaristía es garantía de resurrección y de vida eterna para quienes la reciben dignamente.

derramamiento de sangre), en las celebraciones eucarísticas, en cumpli-miento de su voluntad: “Hagan esto en conmemoración mía”. Eucaristía: comunión

Cristo no solo se ofrece al Padre (sacrifi-cio), sino también a los discípulos y a toda la Iglesia. En la última cena, parte y repar-te el pan diciendo: “tomen y coman, este es mi cuerpo”; y, luego, pasándoles la copa de vino: “tomen y beban, esta es mi sangre”.

En San Juan, Jesús afirma: “Mi carne es verdadera comida y mi sangre, verdadera bebida; quien come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna”. (Cfr. Jn, 6, 1ss)

La Eucaristía como sacrificio (altar) y comunión (mesa) constituye una unidad inseparable.

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3. Para que los fieles que se encuentran a las puertas de la muerte dejen este mundo llenos de paz y fortalecidos con el Cuerpo de Cristo, lleguen al Reino de la felicidad y de la vida. Oremos.

4. Para que el Señor aumente nuestra fe y acreciente nuestro amor, a fin de que adoremos en espíritu y en verdad a Cristo realmente presente en el sacramento de la Eucaristía. Oremos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Dios nuestro, siempre fiel a tus promesas, haz que fortalecidos con el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo, avancemos por la senda del bien, hasta llegar a la asamblea de los santos en el banquete eterno de tus elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

(sólo la reza el sacerdote)

Señor, concede propicio a tu Iglesia los dones de la paz y de la unidad, místicamente representados en los dones que hemos ofrecido. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

Concédenos, Señor, saciarnos del gozo eterno de tu divinidad, que nos anticipa, en el tiempo, la recepción de tu precioso Cuerpo y Sangre. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

R/. Amén

Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedi-mos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú, que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. R/. Amén

Escucharemos cuando el pueblo de Israel fue alimentado por Dios con el maná, anticipando el pan eucarístico que nos daría vida.

Lectura del libro del Deuteronomio 8, 2-3. 14-16

En aquel tiempo, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Recuerda el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para ponerte a prueba y conocer si ibas a guardar sus mandamientos o no.

Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.

No sea que te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto y de la esclavitud; que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, lleno de serpientes y alacranes; que en una tierra árida hizo brotar para ti agua de la roca más dura, y que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres”.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. Bendito sea el Señor.

Glorifica al Señor, Jerusaléna Dios ríndele honores, Israel.Él refuerza el cerrojo de tus puertasy bendice a tus hijos en tu casa.

R/. Bendito sea el Señor.

Él mantiene la paz en tus fronteras,con su trigo mejor sacia tu hambre.Él envía a la tierra su mensajey su palabra corre velozmente.

R/. Bendito sea el Señor.

Le muestra a Jacob sus pensamientos,sus normas y designios a Israel.No ha hecho nada igual con ningún puebloni le ha confiado a otro sus proyectos.

R/. Bendito sea el Señor.

La Iglesia vive por la fuerza del Espíritu Santo con diversos carismas o dones de servicio y de funciones.

Lectura de la Primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 10, 16 - 17

Hermanos: El cáliz de la bendición con el que damos gracias, ¿no nos une a Cristo por medio de su sangre? Y el pan que partimos, ¿no nos une a Cristo por medio de su cuerpo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

Proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Juan 6, 51 - 58

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida”.

Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”.

Jesús les dijo: “Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por Él, así también el que me come vivirá por mí.

Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre”.

Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre. Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautis-mo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro

R/. Amén.

Antes de disponer la mesa santa donde el Señor, hará nuevamente presente su tránsito pascual que salva a todos los hombres, elevemos nuestras súplicas a Dios diciendo: Padre bueno escúchanos.1. Para que los obispos y presbíteros, cuando presiden la celebración eucarística, vivan

plenamente identificados con el Señor y que el pueblo vea en ellos la imagen viva de Cristo. Oremos.

2. Para que pronto llegue el día en que todos los cristianos celebremos la Eucaristía en la unidad de una sola Iglesia y todos los hombres ofrezcan el único sacrificio que nos salva. Oremos.

EL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO - SOLEMNIDAD • CICLO A • JUNIO 14, 2020 • Pág. 2Segunda Lectura4

Profesión de fe8

Oración de los fieles9

SANTO EVANGELIO7

Aclamación antes del Evangelio6

Secuencia5

Quien lo come, no lo rompe,no lo parte ni divide;él es el todo y la parte;vivo está en quien lo recibe.

Puede ser tan sólo unoel que se acerca al altar,o pueden ser multitudes:Cristo no se acabará.

Lo comen buenos y malos,con provecho diferente;no es lo mismo tener vidaque ser condenado a muerte. A los malos les da muertey a los buenos les da vida.¡Qué efecto tan diferentetiene la misma comida!

Si lo parten, no te apures;sólo parten lo exterior;en el mínimo fragmentoentero late el Señor.

Cuando parten lo exterior,sólo parten lo que has visto;no es una disminuciónde la persona de Cristo.

*El pan que del cielo bajaes comida de viajeros.Es un pan para los hijos.¡No hay que tirarlo a los perros!

Isaac, el inocente,es figura de este pan,con el cordero de Pascuay el misterioso maná.

Ten compasión de nosotros,buen pastor, pan verdadero.Apaciéntanos y cuídanosy condúcenos al cielo.

Todo lo puedes y sabes,pastor de ovejas, divino.Concédenos en el cielogozar la herencia contigo. Amén

(Jn 6, 51)

R/. Aleluya, aleluya.Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan vivirá para siempre.

R/. Aleluya, aleluya.

En este pasaje se nos asegura que la Eucaristía es garantía de resurrección y de vida eterna para quienes la reciben dignamente.

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3. Para que los fieles que se encuentran a las puertas de la muerte dejen este mundo llenos de paz y fortalecidos con el Cuerpo de Cristo, lleguen al Reino de la felicidad y de la vida. Oremos.

4. Para que el Señor aumente nuestra fe y acreciente nuestro amor, a fin de que adoremos en espíritu y en verdad a Cristo realmente presente en el sacramento de la Eucaristía. Oremos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Dios nuestro, siempre fiel a tus promesas, haz que fortalecidos con el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo, avancemos por la senda del bien, hasta llegar a la asamblea de los santos en el banquete eterno de tus elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

(sólo la reza el sacerdote)

Señor, concede propicio a tu Iglesia los dones de la paz y de la unidad, místicamente representados en los dones que hemos ofrecido. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

Concédenos, Señor, saciarnos del gozo eterno de tu divinidad, que nos anticipa, en el tiempo, la recepción de tu precioso Cuerpo y Sangre. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

R/. Amén

Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedi-mos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú, que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. R/. Amén

Escucharemos cuando el pueblo de Israel fue alimentado por Dios con el maná, anticipando el pan eucarístico que nos daría vida.

Lectura del libro del Deuteronomio 8, 2-3. 14-16

En aquel tiempo, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Recuerda el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para ponerte a prueba y conocer si ibas a guardar sus mandamientos o no.

Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.

No sea que te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto y de la esclavitud; que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, lleno de serpientes y alacranes; que en una tierra árida hizo brotar para ti agua de la roca más dura, y que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres”.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

R/. Bendito sea el Señor.

Glorifica al Señor, Jerusaléna Dios ríndele honores, Israel.Él refuerza el cerrojo de tus puertasy bendice a tus hijos en tu casa.

R/. Bendito sea el Señor.

Él mantiene la paz en tus fronteras,con su trigo mejor sacia tu hambre.Él envía a la tierra su mensajey su palabra corre velozmente.

R/. Bendito sea el Señor.

Le muestra a Jacob sus pensamientos,sus normas y designios a Israel.No ha hecho nada igual con ningún puebloni le ha confiado a otro sus proyectos.

R/. Bendito sea el Señor.

La Iglesia vive por la fuerza del Espíritu Santo con diversos carismas o dones de servicio y de funciones.

Lectura de la Primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 10, 16 - 17

Hermanos: El cáliz de la bendición con el que damos gracias, ¿no nos une a Cristo por medio de su sangre? Y el pan que partimos, ¿no nos une a Cristo por medio de su cuerpo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan.

Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.

Proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Juan 6, 51 - 58

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida”.

Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”.

Jesús les dijo: “Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por Él, así también el que me come vivirá por mí.

Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre”.

Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre. Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautis-mo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro

R/. Amén.

Antes de disponer la mesa santa donde el Señor, hará nuevamente presente su tránsito pascual que salva a todos los hombres, elevemos nuestras súplicas a Dios diciendo: Padre bueno escúchanos.1. Para que los obispos y presbíteros, cuando presiden la celebración eucarística, vivan

plenamente identificados con el Señor y que el pueblo vea en ellos la imagen viva de Cristo. Oremos.

2. Para que pronto llegue el día en que todos los cristianos celebremos la Eucaristía en la unidad de una sola Iglesia y todos los hombres ofrezcan el único sacrificio que nos salva. Oremos.

L 15M 16M 17

J 18V 19S 20D 21

Santoral y Lecturas diarias | 15 - 21 de Junio / 2020S. MARÍA MICAELA, Virgen y mártir • 1 Re 21,1-16/ Sal 5/ Mt 5,38-42S. FRANCISCO DE REGIS, Patrono • 1 Re 21,17-29/ Sal 50/ Mt 5,43-48B. P. JOSÉ CASSANT, Monje • 2 Re 2,1.6-14/ Sal 30/ Mt 6,1-6.16-18S. MARCELINO Y MARCOS, Mártires • Sir 48, 1-15/ Sal 96/ Mt 6,7-15B. NICOLÁS CLARNESLCY, Obispo • Deut 7,6-11/ Sal 102/ 1 Jn 4,7-16/ Mt 11,25-30S. JUAN DE MATERA, Monje • Is 61,9-11/ Sal Resp. 1 Sam 2/ Hech 1,12-14/ Lc 2,41-51S. LUIS GONZAGA, Religioso • Jer 20,10-13/ Sal 68/ Rom 5,12-15/ Mt 10,26-33

Semanario Litúrgico Nº 2032 Tiraje: ON-LINE. Director: P. César PiechesteinImpresión: Editorial Arquidiocesana “Justicia y Paz”, Cdla. Pradera 1, Mz. B-3, solar 7

Teléfono: 2433 075 - Fax. 2498 849 • e-mail: [email protected]

EL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO - SOLEMNIDAD • CICLO A • JUNIO 14, • Pág. 3

(Jn 6, 51)

R/. Aleluya, aleluya.Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan vivirá para siempre.

R/. Aleluya, aleluya.

En este pasaje se nos asegura que la Eucaristía es garantía de resurrección y de vida eterna para quienes la reciben dignamente.

Oración para después de la Comunión11

LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

Oración sobre las ofrendas10