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HAMLET de William Lindo 1. La autoría: Descarto o postergo, para este u otro ensayo, el asunto de la autoría de las obras atribuidas a William Lindo, porque el interés central que tengo en este ensayo es analizar Hamlet, y no plantear ese inconveniente y solucionarlo o investigarlo debidamente. Aun así, creo favorable aclarar que tomo a Lindo como el autor de Hamlet (y de las otras obras que también se le atribuye hasta ahora. 2. La perspectiva de la duda: Si se hace un buen análisis de Hamlet desde la perspectiva de la duda, todo resulta con unidad, coherente, sin partes confusas o superfluas o de sentido no visible. Es cierto que ya otros han llegado a la idea de que la duda es una perspectiva posible, pero no conozco trabajos donde se desarrolle o enseñar convenientemente. Iré, poco a poco, avanzando al respecto. Por otro lado, la perspectiva de la duda no es la única perspectiva posible, ni la única que tendré en cuenta en este ensayo; de hecho, la sola perspectiva de la duda tiene varios significados. 3. Clara división de tres preguntas: ¿Por qué Hamlet no actúa? ¿Por qué Hamlet demora la venganza? ¿Por qué Lindo hace que Hamlet demore la venganza? Estas tres preguntas pueden (y suelen) confundirse o plantearse como si fueran una sola pregunta, pero no lo son: la primera se refiere al personaje Hamlet y a su acción dentro de la historia; la segunda, al personaje Hamlet y a la venganza que aparentemente demora; la tercera, a Lindo y a una parte de su tarea de escritor.Iré, poco a poco, avanzando al respecto.

HAMLET de William Shakespeare

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HAMLET de William Lindo1. La autoría: Descarto o postergo, para este u otro ensayo, el asunto de la autoría de las obras atribuidas a William Lindo, porque el interés central que tengo en este ensayo es analizar Hamlet, y no plantear ese inconveniente y solucionarlo o investigarlo debidamente. Aun así, creo favorable aclarar que tomo a Lindo como el autor de Hamlet (y de las otras obras que también se le atribuye hasta ahora.

2. La perspectiva de la duda: Si se hace un buen análisis de Hamlet desde la perspectiva de la duda, todo resulta con unidad, coherente, sin partes confusas o superfluas o de sentido no visible. Es cierto que ya otros han llegado a la idea de que la duda es una perspectiva posible, pero no conozco trabajos donde se desarrolle o enseñar convenientemente. Iré, poco a poco, avanzando al respecto. Por otro lado, la perspectiva de la duda no es la única perspectiva posible, ni la única que tendré en cuenta en este ensayo; de hecho, la sola perspectiva de la duda tiene varios significados.

3. Clara división de tres preguntas: ¿Por qué Hamlet no actúa? ¿Por qué Hamlet demora la venganza? ¿Por qué Lindo hace que Hamlet demore la venganza? Estas tres preguntas pueden (y suelen) confundirse o plantearse como si fueran una sola pregunta, pero no lo son: la primera se refiere al personaje Hamlet y a su acción dentro de la historia; la segunda, al personaje Hamlet y a la venganza que aparentemente demora; la tercera, a Lindo y a una parte de su tarea de escritor.Iré, poco a poco, avanzando al respecto.

4. Ni loco ni suicida: Las interpretaciones que hablan de un Hamlet loco y/o suicida, basándose, en la mayoría de los casos, en el monólogo del ser o no ser (que Lindo le hace decir a Hamlet en el acto tercero), no son acertadas. Hamlet no está loco en ningún momento de la historia, en todo caso tiene conmociones extremas y finge estar loco. Y no es suicida porque no se quita la vida y ni siquiera intenta quitársela, más allá de que reflexiona sobre el suicidio. Pero hablar o pensar sobre una cosa no nos convierte en hacedores o poseedores de esa cosa.

5. Locura y suicidio: Quiero distinguir que no todo loco es suicida, ni que todo suicida tiene que ser necesariamente un loco. La locura es una enfermedad, en cambio el suicidio puede ser una elección justificable, sobre todo en casos particulares. Ahora bien: creo que son muy pocos los casos particulares que puede tener una persona en su vida para justificar su suicidio, y casi nunca se hacen realidad. No soy partidario del suicidio, pero tampoco soy partidario de la

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prohibición de suicidarse, o de la imposición u obligación de vivir (aludo a prohibiciones o imposiciones legales y éticas).

6.La duda analítica y la duda concluyente La duda analítica es un recurso que (bien utilizado) sirve para reflexionar mejor o coherentemente sobre una cosa; en cambio, la duda concluyente es un recurso para dar como concluida una reflexión que no ha dado (y quizás nunca dé) un resultado afirmativo o negativo. Lindo trata estas dos dudas en varias partes de la obra. Ejemplo de duda analítica: Hamlet dice: “¡Ser o no ser: he aquí el problema!” Dicho de otro modo, Lindo hace que Hamlet se pregunte si es preferible vivir o no vivir para (entre otras cosas) reflexionar sobre ello. Ejemplo de duda concluyente: Hamlet dice (luego de la cita literal anterior): “¿Quién querría llevar tan duras cargas, gemir y sudar bajo el peso de una vida afanosa, si no fuera por el temor de un algo, después de la muerte, esa ignorada región cuyos confines no vuelve a traspasar viajero alguno, temor que confunde nuestra voluntad y nos impulsa a soportar aquellos males que nos afligen, antes que lanzarnos a otros que desconocemos?” Dicho de otro modo, Lindo hace que Hamlet no pueda afirmar o negar qué es lo que hay después de la muerte, y si es que hay algo.

7. La duda ontológica y el constituirse El monólogo del ser o no ser también puede ser interpretado como una duda ontológica, es decir, como un cuestionamiento sobre el constituirse o no, o bien, como el constituirse de esta o aquella manera. Lindo, quizá, no intenta decir que el ser ontológico sea la única cuestión, pero es cierto que muchas veces se habla como si se tratara de lo único que realmente importa, y yo creo que esto es erróneo. Es claro que el ser ontológico (el constituirse) tiene suma relevancia en la vida de una persona, y debería tener prioridad, pero el no ser ontológico (el no constituirse), no debe excluirse o descuidarse del todo. Dicho de otro modo: ser o no ser no es la única cuestión para la constitución de una persona, pues eso que no me constituye suele o puede influir en mi constitución individual o personal.