FREDERICKCOPLESTON 1

Embed Size (px)

DESCRIPTION

historia de la filosofia V1FREDERICK COPLESTON

Citation preview

FREDERICKCOPLESTON, S. l.Profesor Emrito de Filosofade la Universidad de LondresHISTORIA DELA FILOSOFIAVol. IGRECIA y ROMAEDITORIAL ARIEL, S. A.BARCELONATItulo original:A HISTORY OF PHIWSOPHYVol. 1: Greece and RomeBurns and Oates Ltd. - The BeUarmine Series IXTraduccin deJUAN MANUEL GARCA DE lA MORAEdicin castellana dirigida porMANUEL SACRISTN1.a y 6.3 edicin enColeccin Convivium: 1969 y 19811.a edicin enColeccin Ariel Filosofa: mayo 19842.3 edicin: octubre 19863.3 edicin: febrero 19914.3 edicin: julio 1994 Frederick CoplestonDerechos exclusivos de edicin en castellanoreservados para todo el mundoy propiedad de la traduccin: 1969 Y 1994: Editorial Afiel, S. A.Crcega, 270 - 08008 BarcelonaISBN: 84-344-8700-4 (obra completa)84-344-8721-7 (volumen I)Depsito legal: B. 25.077 - 1994Impreso en EspaaNinguna parte de esta publicacin, incluido el diseo de la cubierta, puede ser reproducida,almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningn medio, ya sea elctrico, qumico,mecnico, ptico, de grabacin o de fotocopia, sin permiso previo del editor.PRLOGOExisten ya tantas historias de la filosofa, que parece necesario dar algunaexplicacin de por qu viene a aadirse otra a su nmero. Lo que principalmenteme ha movido a escribir este libro -planeado como primer volunlende una historia completa de la filosofa- ha sido el deseo de proporcionara los seminarios eclesisticos catlicos una obra ms amplia y detallada quelos manuales y libros de texto usados por lo comn en esos centros, unaobra que trate de hacer ver con claridad el desarrollo lgico de los sistemasfilosficos y las conexiones que hay entre ellos. Verdad es que, en ingls,tenemos ya -aparte las monografas cientficas sobre problemas determinados-bastantes obras valiosas que presentan, didctica y filosficamente a lavez, la historia de la filosofa en su conjunto; pero su punto de vista es aveces muy diferente del de quien este libro escribe y del que suele tener eltipo de estudiantes en que ha pensado al escribirlo. Claro que el mero hechode hablar de un "punto de vista" cuando se trata de la historia de la filosofahar quizs a alguien enarcar un tanto las cejas; nlas lo cierto es queningn historiador que se precie de tal puede escribir sin una orientaciny un punto de vista concretos, aunque slo sea porque, si ha de seleccionar yexponer los hechos inteligentemente, ser necesario que se atenga a algnprincipio o norma que le sirva de gua. Todo historiador consciente de sucometido se esforzar, sin duda, por conseguir la mayor objetividad posible,desechando cualquier tentacin que le impulse a deformar los hechos paraadaptarlos a una teora preconcebida o a omitir los que con tal teora no secompaginen; pero si intenta escribir la historia sin atenerse a ningn principioselectivo, el resultado ser, no historia propiamente dicha, sino meracrnica o concatenacin de acontecimientos y opiniones faltos de raznesclarecedora, de motivacin. Qu pensaramos de un autor que, en materiade historia inglesa, pusiese como datos de igual importancia el nmero devestidos que usaba la reina Isabel y la derrota de la Armada espaola, sinpreocuparse por analizar con penetracin las causas de aquella empresa, l~scircunstancias que la ocasionaron, su fin y sus consecuencias? Pues, en el casodel historiador de la filosofa, su punto de vista personal influir ms an,por fuerza, en su modo de seleccionar y presentar los hechos o, al menos,en la insistencia con que ponga de relieve algunos datos o aspectos. Unejemplo sencillo: dos historiadores de la filosofa antigua pueden haber8 PRLOGOestudiado con igual objetividad los hechos, digamos, de la historia del plato-,nismo y del neoplatonismo; pero si uno de ellos est convencido de que todo"trascendentalismo" es pura fantasa, mientras que el otro cree firmementeen la realidad de 10 trascendental, ser difcil que sus maneras de exponer latradicin platnica coincidan por completo. Cabe que ambos den cuenta,concienzuda y objetivamente, de la mentalidad de los platnicos; sin embargo,es probable que el primero insista muy poco, por ejemplo, en la metafsicadel neoplatonismo, y que considere esta filosofa como un triste ocaso delpensamiento griego, como un degenerar en el "misticismo" y en el "orientalismo";en cambio, el segundo tal vez recalque el aspecto sincretista delas doctrinas neoplatnicas y su importancia para el pensamiento cristiano.Ninguno de los dos habr desfigurado los hechos, en el sentido de que nohabr atribuido a los filsofos opiniones que no fueron las suyas, ni sehabrn callado tesis de las que sostuvieron, ni habrn descuidado tampocola cronologa ni los nexos lgicos; y, no obstante, las imgenes que endefinitiva nos brinden, as del platonismo como del neoplatonismo, serninconfundiblemente distintas.Por lo cual yo no abrigo 'duda alguna sobre mi derecho a escribir unahistoria de la filosofa desde el punto de vista del filsofo escolstico. Quepueda haber en ella errores y equivocaciones debidos a falta de informacin,sera presuntuoso y necio negarlo. Pero 10 que s quisiera que se mereconociese es que, al escribirla, he procurado con todas las veras ser objetivoy, adems, que el hecho de haber adoptado un punto de vista definido es,en yez de perjudicial, ventajoso. Capacita, por 10 menos, para exponer conprecisin, coherencia y plenitud de sentido 10 que, de 10 contrario, seramero centn de incoherentes opiniones, no apto ni siquiera para entretenersecomo con un cuento de hadas.Por 10 que hasta aqu llevo dicho se habr entendido ya que esta obra nova dirigida a los especialistas en la materia, sino a un determinado tipo deestudiantes, la gran mayora de los cuales abordan por primera vez la historiade la filosofa y alternan su estudio con el del sistema de la filosofa escolstica,asunto al que han de dedicar la mayor parte de su atencin duranteel tiempo consagrado a su formacin filosfica. A los lectores en que hepensado ante todo (aunque mucho me agradara que mi libro tuviese tambinpara otros alguna utilidad) una serie de monografas originales y eruditasles sera de menor provecho que una obra concebida llanamente como libro detexto, pero que, en el caso de algunos estudiantes, puede servir de incentivopara darse al estudio .de los escritos originales de los filsofos y de loscomentarios y tratados que sobre esos escritos han compuesto renombradosespecialistas. He procurado tener esto bien presente al escribir esta obra,pues qui vult finen".} vult etiam n'ledia. Por consiguiente, si este libro cae enmanos de lectores versados en la literatura referente a la historia d~ lafilosofa antigua y les hace pensar que alguna idea de las que en l aparecense basa en 10 que dicen Btirnet o Taylor, y alguna otra en afirmaciones dePRLOGO 9Rftter, de Jaeger, de Stenzel o de Praechter, permtanme sugerirles quepuede que yo tambin sea consciente de ello y que es probable que no hayaadmitido sin previa crtica o sin pensarlo lo dicho por el especialista encuesti6n. Ciertamente, la originalidad es de desear cuando significa el descubrimientode una verdad no revelada hasta entonces; pero buscar la originalidadpor s misma no es propio del historiador. Reconozco, pues,