Facing Power

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    decimos poco acerca de la forma y direccin de ese juego. El segundo tipo de

    poder puede ser entendido como la habilidad de un ego para imponerse sobre un

    alter, dentro de la accin social o en las relaciones interpersonales. En este

    enfoque se pone atencin a las secuencias de interaccin y transaccin entre la

    gente, pero se deja de lado la naturaleza de la arena en la que se desarrollan las

    interacciones. Esto viene a ser ms problemtico cuando nos enfocamos en un

    tercer modo, el del poder que controla los ambientes, donde las personas

    muestran la potencialidad de su fuerza al interactuar con otras. Se arrib a esta

    expresin de poder en antropologa cuando Richard Adams busc definir el poder,

    no en trminos interpersonales, sino como el control que un actor o unidad

    operante (su trmino) ejerce sobre los flujos de energa que constituyen parte del

    medio de otro actor (Adams, 1966, 1975). Esta definicin pone atencin a lainstrumentalidad del poder y sirve para comprender como las unidades operantes

    circunscriben las acciones de otros dentro de determinados ambientes. Llamo a

    este tercer tipo poder tctico o poder organizacional.

    Pero hay un cuarto modo de poder, que no solamente opera en los escenarios o

    campos sino que adems organiza a los mismos y especifica la distribucin y

    direccin de los flujos de energa. Pienso que este tipo de poder es aquel que

    Marx esboz al hablar del poder del capital para controlar y distribuir la fuerza de

    trabajo; este es un antecedente de la nocin de poder de Michel Foucault, quien lo

    asume como la habilidad para estructurar el posible campo de accin de otros

    (Foucault, 1984:428). Foucault le llam gobernar en el sentido que se le daba en

    el siglo XVI, cuando gobernar era un ejercicio de accin sobre la accin

    (1984:427-428). Foucault se interes sobre todo en el poder para gobernar la

    conciencia, pero yo busco usarlo como poder que estructura la economa poltica.

    Referir a este tipo de poder como poder estructural. Este trmino renombra lavieja nocin de relaciones sociales de produccin e intenta enfatizar el poder

    para desplegar y distribuir la fuerza laboral. Empero, estas relaciones no deben

    ser entendidas en trminos de interaccin. El poder estructural moldea el campo

    social de accin, a la vez que determina algunos tipos de conducta hacindolos

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    posibles o imposibles. Como argumentaba el viejo Georg Friedrich Hegel lo que

    ocurre, en realidad, primero ha sido posible.

    Lo que las relaciones de produccin capitalista logran, por ejemplo, es hacer

    posible la acumulacin de capital gracias a la venta de fuerza de trabajo en ungran nmero de regiones del mundo. Como antroplogos podemos seguir los

    flujos de capital y trabajo, sus altibajos, avances, retrocesos e investigar las

    formas mediante las cuales son estructurados en el espacio y en el tiempo los

    escenarios sociales y culturales para hacer cumplir un objetivo. Esto no es una

    relacin puramente econmica, tambin es poltica: esto significa golpear para

    establecerse, golpear para mantenerse, golpear para defenderse y asegurar que

    golpear es un objetivo para la competicin o la construccin de alianzas,

    resistencia o adaptacin.

    Esta es la dimensin que ha sido remarcada en estudios sobre imperialismo,

    dependencia o sistema-mundo. Sus cuestiones son: por qu y cmo algunos

    sectores, regiones o naciones son capaces de constreir las opciones de otros? y

    qu coaliciones y conflictos ocurren en el curso de este juego? Algunos han

    sealado que estas cuestiones tienen poca relevancia para la antropologa,

    incluso no se detienen para afirmar que la gente real hace cosas reales, comopuntualiz Sherry Ortner (Ortner, 1984:114); pero me parece que no se aproximan

    a una parte de lo que en realidad trata el mundo, ese que constrie, que inhibe o

    que promueve lo que la gente hace o no hace dentro de los escenarios que

    estudiamos. La nocin de poder estructural es utilizada precisamente porque nos

    obliga a observar como las fuerzas del mundo hacen contacto sobre la gente que

    estudiamos, y nos impide caer dentro de un nativismo antropolgico que postula

    sociedades aisladas y culturas no contaminadas, en el presente y el pasado. No

    hay ganancias en el falso romanticismo que pretende decirnos que la gente real

    hace cosas reales dentro de universos cerrados y autosuficientes.

    Me ocupo aqu en remarcar la relacin que existe entre el poder tctico y el poder

    estructural. Lo hago porque creo que estos conceptos pueden ayudarnos a

    explicar el mundo que habitamos. Pienso que la tarea bsica de la antropologa

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    interactivas y sistema-mundo. El funcionalismo dej atrs sus unidades orgnicas,

    pero regreso en la teora de sistemas tanto como en otros modos. Los estudios de

    cultura y personalidad avanzaron sobre nociones de estructura bsica de

    personalidad y carcter nacional sin poner atencin a la historia, a la

    heterogeneidad cultural o al rol de la hegemona dentro de la formacin de

    unidades homogneas; pero sospechosamente caracterizaciones similares en

    naciones modernas y en diversos grupos tnicos continan apareciendo. Las

    variedades de la antropologa ecolgica y los varios marxismos estn siendo

    retomados por amigos y enemigos en aras de un concepto de cultura. Todos

    somos reconocibles. Creo al igual que Robert Lowie en la imagen de que el

    difusionismo es un disminuido recorte del evolucionismo. Como cada

    aproximacin sucesiva conlleva la reduccin de los predecesores la antropologaviene a parecer un proyecto intelectual muy desolador.

    No es que esto sea necesario o deseable. Pienso que la antropologa puede ser

    acumulativa, que podemos utilizar el trabajo de nuestros predecesores para

    formular nuevas cuestiones.

    Tres Proyectos

    Algunas viejas ideas sobre el poder en el campo de la antropologa pueden ser la

    base para nuevas investigaciones. Quiero revisar tres proyectos que intentaron

    comprender lo que suceda con los seres humanos en el mundo moderno y revisar

    el proceso de donde surgieron cuestiones referentes al poder tctico y estructural.

    Estos proyectos proporcionaron un cuerpo slido de datos y teora, abrieron

    perspectivas que se extendieron ms all de su espectro de investigacin; todos

    ellos fueron criticados en su tiempo y posteriormente sujetos a una reevaluacin.

    Los tres fueron esfuerzos por alcanzar una explicacin de corte antropolgica.

    El primero de estos proyectos es el estudio realizado en Puerto Rico durante

    1948-49 y dirigido por Julian Steward; los resultados estn en el trabajo colectivo,

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    The People of Puerto Rico (Steward et. al., 1956). La justificacin original del

    proyecto parta de las inquietudes de Steward en torno a la unidad cultural y el

    carcter nacional que entonces dominaban el campo de cultura y personalidad. En

    s, el proyecto tena por objetivo exhibir la heterogeneidad de una sociedad

    nacional. Adems era un rechazo al modelo explicativo que sostena que la

    comunidad representaba a una nacin entera. Considerar a Puerto Rico como una

    estructura de localidades y regiones que inclua instituciones y actividades de

    una clase alta insular permiti entenderlo como un sistema de partes y niveles

    heterogneos. El proyecto fue especialmente innovador porque intentaba

    responder la cuestin de cmo este complejo entramado se haba desarrollado

    histricamente, a travs de considerar las causas histricas y el curso histrico de

    la produccin de cosecha en la isla y de all rastrear las implicaciones de esedesarrollo en cuatro comunidades representativas. En aquel entonces, esto sugiri

    enfocar la atencin a las instituciones conectadas local, regional y nacionalmente,

    sin embargo, actualmente, la tarea de investigacin se constrie a los efectos

    locales. En ese proyecto se estudi a una clase alta insular la cual fue concebida

    como la punta de concatenaciones o conexiones para el nivel de nacin. La falla

    mayor del proyecto en trminos de su misma comprensin, fue la de no tomar

    apropiadamente la rpida intensificacin de la migracin hacia los Estados Unidos.

    Tambin se restringi a un enfoque sobre ecologa agrcola que buscaba resolver

    la salida de trabajadores ya entonces manifiesto en el nivel local, pero no tom en

    cuenta que ste era impulsado e iniciado sobre una escala mayor.

    Mientras el proyecto Puerto Rico apart la mirada del espectculo de la migracin,

    otra investigacin se esforzaba en mirar la migracin hacia los pueblos y

    florecientes minas de frica Central como el principal punto de referencia. Esta

    investigacin fue llevada a cabo bajo los auspicios del Instituto Rodhes-Livingstone, establecido en 1937 en lo que en ese entonces era Rodhesia del

    Norte y hoy es Zambia. Esta investigacin fue definida por el primer director,

    Godfrey Wilson, quien se haba caracterizado, en forma inconsciente, por

    combinar a Marx y a Malinovski (Brown, 1973:195). Wilson comprendi el proceso

    econmico de frica Central como una revolucin industrial conectada al trabajo

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    en la economa mundial. La penetracin masiva de la industria minera fue vista

    como la causal del origen de muchos conflictos en la escena local y regional.

    Posteriormente Max Gluckman, el director de 1942 a 1947, dise un plan de

    investigacin para el Instituto el cual se enfocaba sobre un nmero especfico de

    problemas y reclut a un selecto grupo de antroplogos para trabajar en temas

    como la interseccin del nativo y el gobierno colonial, el rol de la brujera, los

    efectos del trabajo migratorio en el grupo domstico y los conflictos generados por

    la tensin establecida entre los grupos matrilineales y la residencia patrilocal.

    Movindose dentro de un rea de considerable diversidad lingstica y cultural, los

    investigadores fueron capaces de comparar sus descubrimientos para identificar lo

    que era variable y lo que era comn en la respuesta local al proceso general. Pero

    all, donde el proyecto fue ms innovador fue en mirar las localidades rurales, loscentros mineros y los pueblos no como entidades sociales y culturales separadas,

    sino como elementos insertos en un campo social. As que movido por la

    propuesta original de Wilson, que iba de la destribalizacin hacia escenarios ms

    complejos de respuestas a los nuevos asentamientos poblacionales, mineros y

    pueblos urbanos, el proyecto abri nuevas perspectivas que el proyecto Puerto

    Rico no tom en cuenta. Una falla que tuvo es que no considero crtica y

    sistemticamente la estructura colonial en la cual estuvieron insertos estos

    procesos.

    El tercer proyecto del que quiero hablar, estuvo dirigido por Richard Adams entre

    1963 y 1966 y se enfoc a estudiar la estructura social en Guatemala. Sus

    resultados son descritos en el libro Crucifixion by Poder (1970). El proyecto tom

    en cuenta el intenso crecimiento de la produccin agrcola orientada al mercado

    en relacin a las formas de vida, o lo que entonces se conoca, de las localidades

    involucradas en ese proceso. Esta era una innovacin especfica, sin embargo,circunscribi el estudio de las instituciones nacionales de forma diferente a los dos

    proyectos anteriores que he referido. Adams mostr cmo las elites locales,

    regionales y supranacionales luchaban cada una por el poder, y cmo las elites

    regionales estabilizaban su dominio reforzando la idea de nacin. No obstante en

    el nivel nacional el poder de las elites regionales estaba condicionado por la

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    competencia e interferencia por parte de los grupos de poder que operaban a nivel

    trasnacional e internacional. El estudio de las elites fue seguido por el relato del

    desarrollo de varias instituciones: los militares, el renacimiento de la iglesia en

    Guatemala, la expansin de organizaciones de los sectores altos y el avance del

    sistema y la profesin legal. Posteriormente Adams mostr cmo esas

    instituciones cortaron las demandas laborales y agrarias dentro del pas, y

    produjeron la atomizacin de la relacin patrn-cliente entre los pobres urbanos y

    sus patrocinadores polticos en la capital. Lo que el proyecto no hizo fue reunir ese

    rico material en una sntesis que podra haber proporcionado un modelo teortico

    de la nacin para futuros trabajos

    Ahora parece claro que los tres proyectos partieron de un punto muy prometedor

    para la investigacin antropolgica, pero los tres fallaron al intentarlo. Fueron

    intentos audaces, pero no lo suficiente. En mi opinin, ellos anticipaban un

    movimiento hacia la economa poltica, sin saber lo que sobrevendra despus. El

    proyecto Puerto Rico, concentrado en la agricultura, fall para explicar cmo las

    fuerzas polticas y econmicas establecieron el predominio de la agricultura, y que

    ya dentro de la Operacin Bootstrap transformaron la isla en una estacin de

    servicio industrial. No se comprende la manera en la cual las instituciones,

    pretendidamente nacionales, pero interconectadas con los planos poltico y

    econmico, fueron campo de batalla para los ms diversos intereses. As el

    proyecto adems desperdici una oportunidad para tratar el complejo juego de

    hegemona y la posicin cultural subalterna en la situacin de Puerto Rico. De

    hecho no hay nada hasta la fecha, siendo una tarea pendiente.

    De igual forma el proyecto de frica Central fue constreido por sus propios

    presupuestos. Su atencin al conflicto y las contradicciones son remanentes de un

    funcionalismo cautivo y claro, especialmente cuando interpreta las anomalas

    como fases claras de restauracin de la continuidad. El proyecto manifest la

    tendencia a tomar el sistema colonial como determinado y de esta forma mutar las

    implicaciones histricas de la conquista y la confrontacin progresiva entre

    europeos y africanos. Nuevos sealamientos ahora nos habilitan para cuestionar

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    organizaciones en un primer plano acciones estructuradas de la vida social

    que requieren mirarlas desde la perspectiva del proceso y el cambio. En segundo

    lugar, los tres proyectos conciben el proceso a nivel macro y micro. Puerto Rico

    fue ubicado inicialmente dentro de la rbita espaola, posteriormente dentro de la

    rbita de los Estados Unidos. frica Central fue entendida dentro del amplio

    universo de la industrializacin, as como de las polticas coloniales. Guatemala ha

    sido crucificada simultneamente por las conexiones externas y los efectos

    internos. Este esquema tambin hace referencia a una vieja antropologa que

    habla de reas culturales, mediante la concepcin de esferas interactivas,

    sistemas intertnicos y regiones simbiticas, y que ahora conocemos como

    sistema-mundo. La historia macroscpica y los procesos de organizacin llegan a

    ser elementos importantes de nuevas aproximaciones e involucran cuestionesrelativas al poder tctico y al poder estructural.

    Organizacin.

    La organizacin es clave porque establece relaciones entre los individuos

    mediante el reparto y control de las fuentes y las ganancias. Es el desplazamiento

    hacia el poder tctico para monopolizar o compartir obligaciones y demandas,

    para encauzar la accin dentro de ciertas formas mientras prohbe el flujo de otras

    acciones. Algunas cosas llegan a ser posibles y deseables; otras son puestas

    como indeseables. Empero, la organizacin implica siempre un riesgo. El equilibrio

    del poder siempre cambia, su trabajo nunca est dado, opera contra la entropa

    (Balandier 1970). Incluso la organizacin ms exitosa nunca ser inmutable.

    Ejercer el poder produce friccin disgustos, pataleos, escapismos, sabotajes,

    protestas o franca resistencia, una panoplia de respuestas bien documentadas conmateriales de Melanesia proporcionados por James Scott (1985) en Weapons of

    the Weak.

    Al conceder tanta importancia al sujeto, uno podra preguntarse por qu la

    antropologa ha renunciado al estudio de la organizacin? Excesiva ha sido la

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    tendencia de la antropologa en el camino de la individualidad de forma que hoy en

    da la organizacin solamente aparece ms a menudo en los manuales de

    negocios que en nuestras publicaciones. Estructuramos y somos estructurados,

    negociamos, jugamos con metforas, pero la amplia cuestin en torno a la

    organizacin ha cado en el olvido.

    Muchos de nosotros nos interesamos en la antropologa cuando requerimos

    cursos sobre organizacin social. As fuimos guiados con diversas categoras;

    entre ellas estn las de gnero, generacin, rango y grupos linajes, clanes,

    grupos de edad y asociaciones. Ahora podemos ver en retrospectiva que estas

    categoras fueron muy estticas, porque la organizacin fue entendida

    primariamente como un resultado, un producto final que responde a un guin o

    script cultural, y no fue visualizado como proceso. Es comn que dificultades y

    conflictos acompaen al proceso. Ahora bien, cuando el nfasis fue puesto sobre

    las formas y principios organizacionales comprendimos que la organizacin en

    trminos arquitectnicos era la que proporcionaba los blocks para la estructura;

    tambin concebimos a un edificio confiable de prcticas e ideas regulares y

    recurrentes que volva predecible la vida social. Y as podra ser investigado en el

    campo. En este punto se dio el inters del poder tctico para indagar en el moldeo

    de las organizaciones, su mantenimiento, su desestabilizacin o su desaparicin.

    Si una idea es juzgada por su utilidad, entonces la nocin de estructura social

    viene a ser una buena idea. Produjo un trabajo interesante y una visin productiva.

    Es evidente que lo organizacional es el resultado de la hipstasis de los blocks del

    edificio en la arquitectura social, tal como fue el caso del concepto grupos de

    descendencia unilineal. La idea fue exitosa al guiarnos a pensar sinpticamente

    acerca de los rasgos del miembro del grupo, a partir de la descendencia,

    solidaridad jurdico-poltica, derechos y obligaciones enfocados a un comn

    estado, mandatos de altruismo prescriptivo y normas cargadas de moralidad. Sin

    embargo, una cosa es usar un modelo para pensar las implicaciones del proceso

    organizacional, y otra esperar que los grupos de descendencia unilineal se

    materialicen como ladrillos moldeados en un edificio socio-estructural.

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    Cmo conseguir mirar la organizacin, en tanto producto o resultado, para

    comprenderla como proceso? Para comenzar, podramos proceder, tal como lo

    advierte Conrad Arensberg (1972:10-11), y mirar el flujo de accin para

    preguntar qu hay dentro de l o por qu esto va as, quin participa en esto, con

    quines, cuando y que tan a menudo. Todava podramos agregar a esta posicin

    nuevas cuestiones: Para qu y para quienes es todo esto y contra quin? Sin

    embargo, estas cuestiones no deberan estar establecidas en trminos

    interactivos. Preguntarse por qu algo es as y para quines est dirigido, requiere

    un esfuerzo conceptual, una reflexin acerca de las fuerzas y efectos del poder

    estructural para manejar la organizacin y a qu responde. Cules son las

    relaciones dominantes a travs de las cuales la fuerza laboral es desplegada?

    Cules son las implicaciones de lo organizacional en las alianzas de parentesco,coaliciones, jefaturas o formas estatales? No todas las organizaciones o

    articulaciones de organizacin responden al mismo requisito funcional, o

    responden a la dinmica subyacente.

    Nos corresponde pensar acerca de lo que es requerido en la concepcin de la

    organizacin como proceso. Esta es un rea poco desarrollada en el pensamiento

    antropolgico. Vemos contratos didicos, marcos de varios tamaos y formas,

    sistemas de parentesco, jerarquas polticas, corporaciones y estados que poseen

    diversas potencialidades de lo organizacional. Sin embargo, comprender cmo

    estos grupos de poblacin e instrumentalidades pueden ser agregados,

    enganchados, articulados bajo diferentes tipos de poder estructural permanece

    como tarea para el futuro.

    Para el propsito de este trabajo podemos construir sobre el pasado para usar

    nuestros conceptos y modelos como procedimiento heurstico, no como

    representaciones fijas, universalmente aplicables. Por ejemplo, Michael Verdon

    desarroll una fuerte crtica a la teora del linaje en su libro Abutia (1983). La

    crtica est alimentada por las cuestiones surgidas por esa teora y por las

    demandas de las evidencias requeridas para la corroboracin. Verdon investig

    las caractersticas y distribucin de las unidades domsticas y sus prcticas

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    matrimoniales, tratndolos como requisitos para definir vnculos entre el

    parentesco. Us el modelo de teora del linaje para proponer la relacin del

    parentesco con la sincronizacin poltica, lo que le permiti considerar a estas

    conexiones como problema, ms que como premisas a priori. El modelo serva

    como mtodo de investigacin, ms que un postulado terico.

    Una similar redefinicin del problema ha tomado lugar en el estudio de las

    jefaturas, donde los intereses, como Timothy Earle dice han ido de los esquemas

    para clasificar sociedades como jefaturas o no, hasta la consideracin de las

    causas de las variabilidad observada (Earle 1987:279). La constelacin social que

    puede ser llamada jefatura no aparece nicamente en muchas formas y tamaos

    (Feinman y Neitzel 1984), sino ahora podemos comprenderlo como frgiles

    instituciones negociantes de seguridad dentro de y en competicin con rivales

    forneos. El nfasis en la investigacin ahora recae sobre la mezcla de lo

    econmico, lo poltico y las estrategias ideolgicas que emplean las jefaturas para

    estos fines, as como sobre las variables en la conformacin de sus diferentes

    trayectorias histricas (Earle 1989:87). Similarmente, donde la gente una vez

    habl de Estado, el Estado ahora es visto como un proceso y no como una cosa

    (Gailey 1987). Un nuevo nfasis sobre el proceso de Estado toma en cuenta la

    diversidad y fluidez de formas, funciones, anomalas y los lmites del mismo, y

    sugiere tomar en cuenta que todos los estados estn internamente divididos y

    sujetos a la penetracin de conflictos y usualmente fuerzas contradictorias (Bright

    y Harding 1984:4).

    Significado

    Finalmente, busco remarcar los resultados del poder en el significado. La

    antropologa ha tratado al significado tpicamente en trminos de unidades

    culturales armnicas, tales como patrones, configuraciones, ethos, eidos,

    epistemes, paradigmas, estructuras culturales. Estas unidades, en turno, han sido

    conceptualizadas como el resultado de un proceso de integracin lgico-esttica.

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    modos de categorizacin del actor social implican relaciones diferenciadas con lo

    natural y el cosmos. Cuando un modo entra en conflicto con cualquier otro,

    recusa la categora fundamental que habilita esta dinmica. El poder entonces

    ser invocado para asaltar categoras rivales. El poder nunca es externo a la

    significacin este significado es el que permite la estabilizacin y la defensa.

    Debemos a la antropologa social la claridad del por qu los acuerdos de una

    sociedad llegan a ser ms visibles cuando estn determinados por la crisis. El

    poder llega a ser ms evidente en las instancias donde las transformaciones

    organizacionales cuestionan al significado. Djenme ofrecer otros ejemplos. En su

    estudio de la Plains Vision Experience, Patricia Albers y Seymour Parker (1971)

    contrastan las visiones individualizadas en torno de las barracas igualitarias de la

    periferia y la visin estandarizada de los grupos de parentesco controlado de las

    villas. Tambin establecen un tercer tipo de visin, orientado hacia la guerra y la

    riqueza entre los nmadas cazadores quienes se desarrollaron en respuesta a la

    introduccin del caballo y la pistola. Como el pastoreo a caballo provee de xito

    gradualmente, los horticultores llegan a ser controlados por conflictos entre las

    visiones personales de los hombre jvenes involucrados en la caza del bfalo y las

    visiones controladas por los grupos controlados por el parentesco.

    El desarrollo del Estado Merina en Madagascar nos da otro ejemplo (ver, por

    ejemplo, Berg 1986; Bloch 1986). En l, el Estado gradualmente se vuelve

    poderoso y centralizado gracias a la agricultura intensificada e incluso a una

    jerarqua social ms elaborada; el centro real es el eje de un sistema ideacional.

    Los ritos locales de circuncisin, aspersin, ofrecen honor a los superiores, y los

    rituales que se destinan a grupos iconos y talismanes fueron sincronizados y

    ensamblados con rituales del Estado.

    Los rituales reales de Hawaii proporcionan un tercer caso. Su desarrollo estuvo

    ligado a las grandes transformaciones que afectaron Hawai despus de 1400,

    cuando la agricultura y la acuacultura era extensiva e intensiva (ver, por ejemplo,

    Earle 1978; Kirch 1985; Spriggs 1988). Las comunidades locales fueron

    reorganizadas; los linajes fueron reconstruidos; los plebeyos perdieron el derecho

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    a llevar genealogas y atender templos, y fueron asignados como casi-

    arredendatarios de jefes no locales. Los jefes y los aristcratas fueron elevados,

    divinizados, y ubicados dentro de grupos endgamos. Los conflictos dentro de la

    elite llevaron a la guerra y a intentos de conquista: alimentaron el culto del

    sacrificio humano. Las innovaciones en el mito y el ritual representaron la irrupcin

    de la guerra y la violencia, por parte de los llegados, tiburones sobre la tierra.

    Sahlins (1985) ha ofrecido la nocin de estructura cultural para interpretar cmo

    los hawaianos comprenden los cambios y la subsecuente reformulacin de su

    comprensin en el transcurso del cambio. Pero referir una sola estructura cultural

    aislada o incluso a una dialctica de una estructura de significado con el mundo,

    no ser explicada como formas dadas de significacin, relacionadas a

    transformaciones de la agricultura, asentamientos, organizacin sociopoltica, yrelaciones de guerra y paz. Para explicar que sucedi en Hawaii o en otra parte,

    debemos comprender las consecuencias del ejercicio del poder.

    He puesto el caso de una antropologa que no est contenida claramente para

    trasladar, interpretar o jugar con un caleidoscopio de fragmentos culturales, pero

    que busca explicaciones para el fenmeno cultural. Podemos construir del pasado

    y de las viejas ideas, pero debemos hallar nuestra forma para sugerir nuevas

    cuestiones. Comprendo a la antropologa como una tarea, tanto como una

    pregunta colectiva que se mueve en crculos expansivos, una pregunta que

    depende de las contribuciones de cada uno de nosotros, y para lo cual somos

    todos responsables.

    Referencias citadas.

    Adams, Richard N.1966 Power and Power Domains. America Latina 9:3-5, 8-11.

    1960 Crucifixion by Power: Essays on Guatemala Social Structure, 1944-1966. Austin:University of Texas Press.

    1975 Energy and Structure: A theory of Social Power. Austin: University of TexasPress.

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    Journal of Anthropology 27:203-233.

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    1972 Culture as Behavior: Structure and Emergence. Annual Review of Anthropology1:1-26, Palo Alto, CA: Annual Reviews.

    Balandier, Georges1970 Political Anthropology. New York: Random House.

    Berg, Gerald M.1986 Royal Authority and the Protector System in Nineteenth-Century Imerina. In

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