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ENSAYO SOBRE LA FORMACIÓN DE LA TIERRA
Y DE SU RELIEVE SEGÚN LA BIBLIA
Y
DE CÓMO SE POBLÓ EL MUNDO
según FERNAND CROMBETTE
44.53
Preparado por Yves NOURISSAT
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CESHE-FRANCE B.P. 51
F- 59731 - ST. AMAND CEDEX
No part of this book may be reproduced or translated in any form, by print, photoprint, microfilm
and by others means, without written permission from the publischer.
© by CESHE (Belgium) 1995 que ha dado permiso temporal
a Rosanna Breda en fecha 5 de abril de 1995, para publicar,
bajo esta forma, la presente obra en lengua italiana
**c 12/99** 22 de enero de 2002
Traducción y presentación gráfica para uso privado: P. Pablo Martín
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ENSAYO SOBRE LA FORMACIÓN DE LA TIERRA Y DE SU RELIEVE CONFORME A LA BIBLIA
según FERNAND CROMBETTE
I – INTRODUCCIÓN
El origen del universo, la formación de la Tierra y de su relieve desde siempre, y en particular en nuestra época, han atraído la curiosidad de los estu-diosos. Muchas tesis han sido elaboradas; algunas se parecen, otras divergen. Sin embargo, salvo raras excepciones
1, han descuidado tomar en cuenta las enseñanzas del único documento, de inspiración divina, que refiere los orígenes del universo. Nos referimos a la Sagrada Escritura. Es verdad que en el siglo pasado algunos intentos, llamados concordistas, habían intentado acercar las traducciones del Génesis y las observaciones de los estudiosos. El Papa León XIII había afirmado que no podía haber discordancia entre una física bien comprendida y los textos bien traducidos. Por desgracia, las dos divergían y no había una coincidencia irreprensible. El concordismo se volvió entonces la burla de los ambientes intelectuales, y así se dejó de enseñar en las facultades católicas el valor científico de la Biblia.
Un estudioso francés, que Dios llamó en 1970, tras haber trabajado treinta años en la oscuridad, pidiendo cada día al Espíritu Santo que lo iluminase, ha renovado completamente el problema. Decidido a descubrir el sentido literal de las Escrituras, fue llevado por una vía providencial a poner en discusión los métodos de traducción tradicionales de la Biblia, dandose cuenta de que la verdadera lengua bíblica no era el hebraico, producción tardía, sino el copto, lengua hablada por Moisés y por sus hermanos hebreos. Leyendo la Sagrada Escritura con el copto, encontró una traducción mucho más rica, con detalles que los targumin habían pasado en silencio. En resumen, de una palabra hebraica obtiene numerosas palabras coptas originales y obtiene un texto más largo, en el que aparecen precisaciones científicas sobre el origen del universo que harían palidecer de envidia a muchos estudiosos modernos que se han limitado a hacer hipótesis.
Dada su edad avanzada, F. Crombette limitó su traducción del Génesis a los once primeros capítulos. Nos dan lo esencial de los grandes principios que han presidido la formación de la Tierra como ahora se presenta a nuestros ojos. Basta sólo añadir algunos fenómenos de los que Crombette ha encontrado huellas en las inscripciones egipcias. Para tener una vista de conjunto y más detallada, el lector podrá verla tanto en “La revelación de la Revelación”, traducción científica y comentada de los once primeros capítulos del Génesis, como en su resumen, “El Génesis, ese incompredido”
2. Citamos también el notable resumen del Príncipe Guy de La Tour d’Auvergne, miembro del 1 - Cfr la obra del Prof. Daniel Varnet. 2 - Todas estas son obras publicadas por el CESHE.
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CESHE: “Vista de conjunto de la Geografía Divina, de F. Crombette”, sobre el tema de la deriva de los continentes, que trataremos muy rápidamente.
Nos dirigimos ante todo al hombre de fe y al estudioso que busca establecer una relación entre los datos de la Revelación y las observaciones de los estudiosos modernos, pero también a quien no ha recibido el don de la fe: descubrirá una historia de la Tierra que es el lugar de los favores y de los castigos de un Dios, cuya única preocupación es conducir a El a los hombres que ha creado libres. II – EL ORIGEN DE LA TIERRA, SU FORMA
Y SU ASPECTO INICIAL
El primer versículo de la Biblia responde claramente a la cuestión del origen del universo:
“Habiendo puesto en primer lugar la Forma ejemplar, Aquel que al principio ha imaginado hacer las cosas de lo alto y las cosas de lo bajo, hizo, con la Palabra, el sistema que está suspendido en movimiento circular en torno a los cielos; y luego el sistema que se mantiene debajo, la Tierra, salida del Sol”.
Este versículo del Génesis 1,1, leído con el copto, muestra que el universo es objeto de un proyecto divino por parte de un Ser que es el Amor por excelencia y que no puede concebir más que un universo lleno de belleza, emanación de su Ser. La Creación se lleva a cabo en etapas sucesivas: primero la galaxia, luego el sistema solar, diferente, y en particular la Tierra –expulsada por el Sol según un processo que el estudioso Lenicque ha reproducido en laboratorio (véase anexo 1)– objeto de todos sus cuidados, porque en la Tierra es donde se habría encarnado su Hijo y donde habrían habitado los hombres hechos a su imagen.
En otra de sus obras (“¿Galileo tenía razón o se equivocó?”) F. Crombette muestra como, antes de expulsar a la Tierra, el Sol había expulsado un planeta transplutoniano pesado para que la Tierra se colocara en el centro del sistema solar y del mismo universo, que es cerrado (limitado), como afirma el versículo que sigue.
Así, desde el comienzo de la historia del universo, vemos como la Tierra juega un papel privilegiado, como se deduce de las oraciones cristianas del “Padrenuestro” y del “Credo”. Ahora nos limitamos a ocuparnos de la Tierra.
El segundo versículo indica la forma de la Tierra: “Esta, después de haber sido espulsada por el Sol, estaba hecha en forma genérica de globo”.
La Tierra no es una esfera regular: los agrimensores la han observado, los científicos la han calculado, los satélites la han medido: la Tierra es piriforme y la cumbre de la pera se halla actualmente bajo el Himalaya.
Prosigamos (Gén 1,2): “Essa carecía de límites, de las cosas que estan sobre ella; estaba en un estado de desnudez. Las tinieblas recubrían al principio el gran mar reunido, muy fuertemente agitado en todo sentido por los vientos”.
Eso significa claramente que la Tierra estaba toda ella recubierta por las aguas en su estado inicial.
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III - LA SEPARACIÓN DE LAS AGUAS Y LA EMERSIÓN DEL CONTINENTE PRIMORDIAL
El versículo 6 dice: “Además de las palabras proferidas anteriormente, Ehélohidjm concibió de nuevo lanzar una palabra para hacer girar en lo alto un velo anular como una franja viscosa, haciendo levantarse las aguas profundas come una masa, elevándolas y haciéndolas subir hasta que el movimento las hubiera ensanchado y liberado, proyectándolas; así habrían protegido del calor excesivo y dado un arcoíris multicolor. De ese modo una parte de las aguas habría sido separada de la otra parte de las aguas cuando ellas hubieran cesado su acción”.
Qué maravilloso espectáculo debía ser aquel arcoíris permanente y qué dulce clima Dios, en Su bondad, había preparado para los hombres que más adelante habían de ser los reyes de esta Tierra! Bajo un aspecto más científico, F. Crombette piensa que fueron esos movimientos de agua de lo alto en lo bajo el origen de la formación de los “loess”
3, y en particular del de China, que es tan profundo. Más adelante volveremos a ver estas gotas de agua che debían formar para la Tierra como un velo semejante a los anillos de Saturno. Gotas que, de hecho, en el momento del Diluvio universal, hicieron aumentar las aguas de “abajo” para llevarlas al nivel actual. Esas gotas debían permanecer en la alta atmósfera de la misma forma que los satélites lanzados por los hombres.
Eso es lo que indica el versículo siguente: “Girando sobre sí mismo (el velo anular) quedaba suspendido gracias a la fuerza centrífuga que se ejercía sobre las gotitas”.
El autor sagrado repite lo que hemos leído a la manera semita, dando detalles complementarios (vv. 7 y 8):
“Obrando convenientemente a este fin, Dios hizo girar en derredor el sistema que formaba en lo alto un anillo; sabiamente, El hizo alzarse ese fluido en gotas, lo cual puso en una parte las aguas que estaban acumuladas en el espacio intermedio bajo el cerco universal, extendidas come velo sobre su faz y girando en lo alto, y en otra las aguas que estaban recogidas en el lugar puesto debajo de la faz del velo que giraba en lo alto, lo cual fue hecho muy convenientemente”.
La narración bíblica sigue narrando la emersión del primer continente: “Además de las palabras anteriormente pronunciadas, Dios concibió de nuevo
decir que las aguas que habían quedado en reposo bajo las aguas parciales extendidas en el espacio intermedio del cerco universal, puestas suspendidas en movimiento circular en torno a los cielos, se reunieran en un vasto lugar, extendidas en la región inferior excavada por amontonamientos graduales hasta la superfìcie para hacerla salir, cerrandola sistemáticamente, lo que descubrió la superfìcie, dejando libre una plana cerrada por todos los lados por montañas. Lo 3 - Loess: Depósito eólico de material sedimentario sutil, de 0001 y 0,05 mm, de color blanco-
amarillento, que recubre hoy día cerca del 10% de las tierras. los depósitos de loess presentes en Europa y en América del Norte se remontan a las glaciaciones del Pleistoceno y alcanzan un espesor máximo de unos 30 m. Los vastos depósitos de loess de la China proceden de los desiertos de Asia central y alcanzan, a lo largo del curso del río Huang He, un espesor de más de 100 metros.
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cual fue hecho muy convenientemente. Después de eso, sabiamente, Dios llamó a los distintos espacios: la parte de lo seco emergido por encogimientos que dejan libre en la superfìcie una llanura cerrada por todos los lados por montañas: «adornada con la belleza de la flor abierta»; y la región del sistema de las aguas parciales reunidas silenciosas en la vasta extensión inferior: «el gran mar plácido»” (el océano Pacífico).
Encontramos la misma descripción de la creación de la Tierra en el Salmo 103 (194), 5-9: “Has fundado la tierra sobre sus bases, nunca podrá vacilar. El océano la envolvía como un manto, las aguas cubrían las montañas. A tu amenaza huyeron, al fragor de tu trueno han temblado. Emergen los montes, descienden los valles al lugar que les has asignado. Has puesto un límite a las aguas: no lo superarán, no volverán a cubrir la tierra”.
Estos textos dicen que al comienzo de la historia, como dicen muchas mitologías, la Tierra estaba recubierta parcialmente por un continente único, del que Crombette ha demostrado, después de tres años de pacientes estudios, que tenía la forma de una flor abierta con 8 pétalos, y que su centro geométrico era la futura ubicación de Jerusalén. Así mismo el gran mar plácido ha dado su nombre al océano Pacífico. Por último, se ve que ese gran continente inicial estaba formado por una vasta llanura rodeada por montañas, de las cuales las montañas Rocosas y la cordillera de los Andes constituyen sus vestigios.
Es posible encontrar otra traducción del final de este versículo, que habla de la satelización de la Luna (Un segundo sentido no debe extrañar: es debido a la riqueza de esta lengua. Véase la obra egiptológica del mismo autor):
“La región inferior formada por amontonamientos graduales de la superfìcie en torno a la cavidad excavada por la emisión de la Luna al principio”.
Hemos explicado en otro lugar que mediante el mismo mecanismo –el experimento de Lenicque– la Tierra, girando 17 veces más rápidamente sobre sí misma, pudo expulsar la Luna hasta su órbita por intervención divina.
La continuación inmediata del texto bíblico le interesa menos al geólogo, porque habla de la creación de los animales. Puede servir de medio de control si se conoce el orden en que aparecieron las especies: primero los vegetales, después los animales, por último el hombre.
La descripción del Paraíso terrenal (Gén 2,10-14) le interesa al geólogo y al historiador de la Tierra, porque indica que había en el centro de dicha llanura una gran montaña, el Ararat, de la cual partían en dulce pendencia hacia el mar cuatro ríos:
“A partir de una fosa excavada en el centro de la multitud de alturas, brotaba un potente curso de agua que corría hacia el jardín y llegaba al mar circunstante. Al llegar a una cierta distancia de la salida del desagüe, se separaba dividiendose en cuatro brazos principales. La primera cabeza se llamaba Pidschoum; esa cabeza, que fue destruída, pasaba, envolviendola como un lazo, alrededor de la superficie de la tierra del país de Cólquida, en el que se recoje en abundancia lo que vale más que la moneda de plata, y las joyas procedentes de esa misma tierra son preciosas y puras; en abundancia también las costras de goma y las piedras talladas con muchos distintos colores. La segunda cabeza del río se llamaba Gidjchoun; esa cabeza, que fue destruida, atravesaba, envolviendola
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como una cinta, la superfìcie de la tierra de Etiopia. Y la tercera cabeza que salía del río muy grande se llamaba Chiddègèll; ésta, que fue destruida, llegaba hasta Ausar y giraba hacia el norte. Y la cuarta cabeza que salía del río, cabeza magnífica, que fue destruida, era el Pherat”.
Podemos intentar imaginar aquel continente espléndido, bañado por ríos majestuosos que nacían de una montaña gigantesca, y el Paraíso terrenal bañado por el Gidjchooun en los parajes de la Tierra Santa. Por desgracia, esa armonía maravillosa, concebida con amor por la bondad del Creador, ha desaparecido. El pecado del hombre es la causa.
IV – LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO ORIGINAL
No nos detenemos en la permanencia de nuestros primeros padres en el Paraíso terrenal, sino para recordar que ellos tenían que esperar a que terminara su formación por parte de Dios, para ser marido y mujer. Comer de un fruto les daba la vida, comer del otro podía darles la muerte; y lo comieron por instigación del demonio. Y no sólo perdieron la inmortalidad corporal; toda la creación, que había sido creada para ellos, sufrió violencia y fue objeto de perturbaciones duraderas. Demos la palabra a Moisés (Gén 3,17-19):
“La barra oblicua que pone en movimiento los polos del globo será corrida: la masa reguladora será puestaa en una multitud de posiciones funestas: se quemará en los lugares colocados en las regiones cercanas al cerco universal del sistema; el septentrión, variable, blanqueará de frío muchas regiones. El dijo por adelantado: «La palabra del juício será realizada; potentes levantamientos serán enviados de una parte a otra en el globo terrestre; el curso de los ríos, bajados, será invertido y terminará acá para proseguir allá; la morada de Adán será trastornada por grandes terremotos; terrenos ardientes, que saldrán del globo terrestre, le cambiarán el aspecto; inondaciones extenderán desastres sobre el globo terrestre; la Luna, que era brillante, tendrá periodos alternos de oscuridad”.
Así vemos que, precisamente a causa del pecado original, vivimos en este valle de lágrimas, donde los cataclismos se suceden.
1 - LAS GLACIACIONES
Uno de los principales efectos del cambio de lugar de los polos fueron las glaciaciones en regiones en las que nunca antes habían sido observadas y rupturas de la corteza terrestre por el corrimiento de la punta de la “terrella” (así llama Crombette a la masa de magma interna de la Tierra, en forma de pera).
En vez de contar cuatro periodos glaciales y tres interglaciales, de los que los paleontólogos se esfuerzan por establecer las fechas y los límites de espacio, F. Crombette demuestra que hubieron siete glaciaciones en el continente inicial único, y que tales fenómenos tuvieron que estar relacionados con el corrimiento de los polos. Esas siete posiciones de los polos en la zonas de glaciación pueden verse en la portada y en la página de este cuaderno.
F. Crombette sostiene una cronología corta por razones religiosas, pero también con garantías científicas sólidas que deduce de su obra egiptológica, anterior a su trabajo sobre la Biblia. Para él, la columna vertebral de la historia
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antigua es la genealogía de Nuestro Señor Jesucristo, como nos la da el Evan-gelio y como el Antiguo Testamento permite fecharla. Es imposible situar el pecado original, causa de las glaciaciones, antes del 3903 a.C. (véase el cua-derno 4.02 – “La Cronología Bíblica” en fichas sinópticas).
Por otra parte, il Diluvio Universal sucedió en fecha cierta, en el 2348 a.C.. Hace falta, por lo tanto, contener siete glaciaciones en ese espacio de tiempo. No es imposible: Crombette, estudiando la velocidad actual de desplazamiento de los glaciares de Groenlandia, ha demostrado que la duración de la vida total de un glaciar antidiluviano no podía ser más de 222,22 años. Esa cifra es el décuplo de la onda doble de 11,11 años, frecuencia de las manchas solares, cuya influencia sobre los fenómenos terrestres ha sino mostrada por el padre Moreux.
Crombette obtiene las siguientes fechas de las siete glaciaciones:
Las glaciaciones centradas
N° comienzo / fin
de su formación
comienzo / fin de su
derretimiento 1ª 2ª 3ª 4ª 5ª 6ª 7ª
-3903 -3681 -3459 en la isla de Bennet (océano glacial Artico) -3681 -3459 -3237 en el mare de Weddel (Antártida) -3459 -3237 -3014 en la bahía de Hudson (Terranova, Norte América) -3237 -3014 -2792 en el desierto de Kalahari (Africa austral) y Argentina -3014 -2792 -2570 en el lago Balkach, del Caucaso al Himalaya (Asia) -2792 -2570 -2348 en Australia, Tasmania, Nueva Zelanda y Antártida -2570 -2348 (El Diluvio) en Escandinavia, Islandia, Rusia
222,22 años
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Este periodo de 111,11 años es muy importante y ha continuado después del Diluvio universal. Crombette ha encontrado la confirmación en inscripciones egipcias que cuentan las carestías que se repetían con esa frecuencia.
La primera glaciación (desde el año 3903 al 3459 a.C.) se centró cerca de la isla de Bennet, en el océano Artico (Siberia oriental).
La segunda (del 3681 al 3237 a.C.) tuvo que ser en el sur, en la costa del mar de Weddell, en la Antártida. Le morrenas se ven en las costas de Graham.
La tercera glaciación (del 3459 al 3014 a.C.) tocó a América del Norte. Lase morrenas terminales estan en Terranova, en la Nueva Escocia. Debía de estar centrada en la Bahía de Hudson.
La cuarta glaciación (del 3237 al 2792 a.C.) debió de estar centrada en el Kalahari y afectar el Africa austral y la América del Sur, entonces unidas.
La quinta (del 3014 al 2570 a.C.) afectó el Asia Central, al este del lago Balkach. Nos permite comprender las morrenas del Himalaya, levantado más tarde, como veremos, y las del Irán y del Caucaso.
La sexta glaciación (del 2729 al 2348 a.C.) tocó el sur de Australia y la parte correspondiente de la Antártida. Le morrenas se ven al este de Australia, en Tasmania y en Nueva Zelanda.
La última glaciación (que empezó en el 2570 a.C.) se centró en Escandinavia y se estendió sobre el Norte de Europa, Islandia y Rusia, y forma una cincun-ferencia de unos 2000 Km de radio. El Diluvio puso fin de golpe a esa glaciación en el 2348 a.C.). En el bosque de Fontainebleau hay rocas que debieron ser testigos de esta glaciación.
2 - LOS LEVANTAMIENTOS Y RUPTURAS DE LA CORTEZA
TERRESTRE EN CONCOMITANCIA CON LAS GLACIACIONES
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El periodo antidiluviano no ha conocido sólo las glaciaciones, sino también importantes erupciones volcánicas debidas a levantamientos y rupturas de la corteza terrestre bajo la acción de la “terrella” en movimiento cada vez que cambiaron de lugar los polos.
La prominencia de la “terrella” estaba al principio bajo el Ararat. Se alejó de él para ir a colocarse en el sur de Africa, provocando el hundimiento del macizo del Ararat, importantes coladas de lava en toda Africa, y excavando un surco en el que se colocaron más tarde todos los grandes lagos africanos.
Después la prominencia fue a ponerse, en el -3681, junto al lago Balkach, que está rodeado por grandes extensiones de lava.
De la región del Balkach, en el -3458, la punta se dirigió hacia el Dekkan (en la India), que es también uno de los más grandes campos de lava del mundo.
Desde allí se fue, en el -3237, a la región báltica, dando origen a las rocas ígneas de Ucrania y de Bessarabia y a extensiones de lava, hasta alcanzar Finlandia y Escandinavia.
Luego parece que la punta se haya corrido a Africa occidental en el -3014, a la región de Fouta-Djalon, que entonces estaba unida a la Guayana volcánica. Durante el paso de la prominencia por Francia se debieron formar las lavas del macizo central francés. Ese movimiento tuvo repercusiones en el Camerun, en el Tibesti, en el Hoggar y en Mauritania.
A continuación la prominencia se puso en Asia en el -2792, en el extremo norte de la Manchuria y de Mongolia. Desde ese punto, en efecto, se extienden masas muy considerables de rocas ígneas en dirección de Corea, de Mukden, de Pekin, del desierto de Gobi, del lago Baikal, de los ríos Yenissei y Lena y del mar de Ojotsk: tal vez fue al pasar de Africa occidental a Asia cuando la punta de la “terrella” despertó los volcanes del macizio central francés, como testimonian los restos del hombre de la Denise.
Finalmente, durante la última glaciación, en el -2569, la punta de la “pera” debió ponerse en América del Sur, al sur de Buenos Aires, donde produjo otro inmenso campo volcánico que, desde cerca de Montevideo, sube hasta el 20° paralelo, bien por encima de Rio de Janeiro: son las lavas del Paraná.
Así vemos que en menos de 2000 años y como resultado de siete operacio-nes dobles, glaciaciones y levantamientos, el continente inicial del Eden (el paraíso terrenal) había cambiato completamente aspecto. Fue fracturado por el corrimiento de la prominencia magmática, y entonces Dios pudo provocar, al terminar el Diluvio, el fraccionamiento de aquel continente inicial único.
V - EL DILUVIO UNIVERSAL
Y LA DERIVA DE LOS CONTINENTES
De nuevo por una razón moral, la impiedad y la gran perversión de los hombres, Dios provocó el Diluvio universal, salvando a una sola familia: la de Noé, que es el padre de todos los hombres vivientes después de aquel terrible cataclismo. No sólo las aguas del cielo se precipitaron sobre la tierra haciendo así aumentar el nivel de los océanos del doble respecto a antes, sino que la punta de la “terrella” magmática se corrió a los antípodas del continente único,
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en el océano Pacífico, provocando la sumersión completa de las montañas sobre las cuales quedan todavía huellas visibles.
Al mismo tiempo, Dios dispersó los pedazos del continente inicial. Fue lo
que los estudiosos modernos llaman “la deriva de los continentes”: pero ésta se produjo en un tiempo muy breve.
El cuaderno 4.01 del CESHE describe en cada detalle y con mapas esa deriva. Nos limitamos a citar el testo del Génesis y del libro de Job:
Gén 7,17: “Y después del tiempo conveniente, se derramó entonces el cerco del cielo por cuarenta días sobre la superficie de esta tierra malvada, y así perecieron los seres que había sobre ella. Y también las copiosísimas aguas de lo alto crecieron abundantemente dn tal modo que la gruesa arca flotó sola sobre la superfìcie del globo terrestre, elevada por encima de la superfìcie de la tierra; y así se elevaron los vastos cúmulos de las copiosas aguas derramadas desde lo alto. Sólo aquellos que estaban reunidos, enviados antes, navegaron de verdad, yéndose sobre la superfìcie de la tierra sin una gota de agua siquiera en la gruesa arca; y frente a ellos, las copiosísimas aguas de lo alto se uniron a las copiosísi-mas aguas de abajo, sumergiendo a los abominables en su sobreabundancia, (mientras) la caja llena navegaba de verdad, yéndose sobre la superfìcie de la tierra; y así la corteza terrestre fue abundantemente cubierta; ellas sobrepasaron las cumbres más altas e alcanzaron rápidamente un gran espesor, acumulandose de tal forma que el envoltorio suspendido en movimiento circular en torno a los cielos llegó a agotarse. Superaron de quince grandes codos las cumbres de los lugares extremos, lo cual puso a los abominables en la sobreabundancia de las copiosas aguas de lo alto, y así su abundancia superó también las cimas de la corteza” (lo cual sucede cuando el agua cae más de prisa de lo que puede fluir).
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Gén 8,1-4: “Sabiamente, Dios dijo que cerraran las ventanas para que a Noé y a las numerosas especies que mastican mucho sus alimentos, y a las numerosas especies que son semejantes al gato, cuyas existencias estaban reunidas en los flancos del arca en vistas a la unión en los tiempos establecidos, les fuera concedido quedar en vida gracias al betún. Dios mandó por todas partes vastos cúmulos de aguas sobre la superfìcie de la tierra para que estuvieran sanos entre los hedores de corrupción de los muertos en las copiosísimas aguas de lo alto, (y luego) sabiamente El dijo que interrumpieran la cierre de las ventanas. Los lugares más altos habían sido sacudidos, las tempestades habían soplado, (las aguas) que se movían parecidas a uns serpiente que corre alrededor habían caído; las grandísimas fuerzas que hacían que estuvieran en movimiento circular en lo alto en los cielos habían dejado de actuar, inundando por consiguiente las cumbres, barriendo los montes más elevados; al mismo tiempo en que esas grandísimas fuerzas en movimiento circular en lo alto de los cielos habían cesado de actuar, el hermoso cerco de varios colores había desaparecido. Las copiosísimas aguas de lo alto que habían llenado la tierra hasta las partes más altas, se retiraron, evacuando la tierra seca, dejando ver la gran extensión del desastre destructor; las grandísimas aguas de lo alto abandonaron los montes, al cumplirse los 150 días, y volvieron a caer en masa en el cerco universal 4, y la gruesa arca, en el séptimo mes, se detuvo junto a la cima de la gran montaña caída de la que proceden las cabezas” (de los cuatro ríos principales, o sea, el Ararat).
Gén. 8,5: “Y las copiosísimas aguas de lo alto, reunidas a las de abajo, permanecieron en los márgenes de la superfìcie de la tierra, diseminadas a lo lejos y en calma hasta el décimo mes. Llegado el primer día de ese décimo mes, se produjo una gran agitación; la superfìcie, al principio toda junta, se rompió y se separó violentamente a pedazos que fueron empujados”.
Antes de comentar este texto, veamos un pasaje del libro de Job 38, 13-14, que describe cómo se han puesto los continentes sobre el magma terrestre:
“¿Acaso tú has sostenido en el cielo los extremos del eje en torno al cual va regularmente cada día la Tierra al punto esencial? Trata de saber, además, como, para destruir a los rebeldes, Yo he hecho a pedazos que he hecho caer, sacudiendolos, la corteza de la Tierra, haciendola temblar como un borracho que se pone en marcha y se detiene bruscamente, en la inundación que fue muy grande, con el fin de dar a los lugares una forma distinta de antes, parecido a alguien que, revestido de autoridad, imprime la forma de un sello de madera como signo de propiedad”.
Estos dos textos muestran que el continente inicial fue sumergido no sólo por las aguas de lo alto caídas del cielo, sino también por las aguas de abajo, porque Dios puso la punta de la “terrella” bajo el océano Pacífico. Eso explica el hallazgo de conchas sobre las montañas, lo que indica una sumersión por las 4 - Después de 150 días, el eje terrestre tuvo un nuevo balanceo que levantó la tierra firme, hundió
el fondo del océano, todavía único y hemisférico, en que las aguas se reunieron. El arca, no estando ya sostenida por las aguas, se detuvo sobre el costado del Ararat el día 17°del 7° mes.
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aguas marinas. El Diluvio fue por lo tanto universal, y el arca con Noé, con su familia y con los animales se posó sobre el Ararat, como testimonia el historiador mesopotámico Beróso, y como recientemente algunos exploradores han podido testimoniar viendola bajo un glaciar. (Fernand Navarra y su hijo - cfr. “Les nouvelles du CESHE” n° 6).
Por otra parte, la deriva de los continentes fue después del Diluvio, en muy poco tiempo. Los continentes y las islas se movieron zigzagueando hacia su colocación final como testimonia el libro de Job y los mapas submarinos elaborados por Crombette.
En resumen, estos dos sucesos capitales de la formación de la Tierra, el Diluvio universal y la reciente deriva de los continentes, deben ser tomados en consideración si se quiere comprendere la historia de nuestro planeta y de sus habitantes.
VI - OROGENIA POST-DILUVIANA
La Tierra fue por tanto recubierta por un diluvio que los arqueólogos bien conocen y que resulta evidente en las excavaciones de Ur en Caldea, donde la casa postdiluviana fue construida sobre los restos de una antidiluviana. (Cfr. “La Bible arrachee aux sables”)
Dios había prometido a Noé, haciendole admirar el arcoíris al salir del arca, que nunca más habría habido un cataclismo como el diluvio. Sin embargo, dos fenómenos geológicos importantes tuvieron lugar en el 2° y 3° milenio a.C.
La prominencia magmática se encontraba en el sureste asiático al final del Diluvio. En el -2003 cambiò de repente de posición y fue a ponerse en medio del Atlántico, del cual hizo surgir la Atlántida. La fecha de su emersión fue dada a Crombette por una inscripción jeroglífica egipcia que hablaba de hendiduras profundas en el suelo del delta del Nilo, y por otra inscripción que atribuía al primer faraón de la segunda dinastía egipcia la soberanía sobre ese nuevo continente.
La consecuencia en el sureste asiático fue una serie de inundaciones en la parte continental: los habitantes se embarcaron hacia Oceanía, cuyos vados, que habían dejado pasar los animales, habían desaparecido.
Otra consecuencia fue la creación del océano Escítico, que ocupaba el puesto de la Siberia actual y permitía la relación marítima entre China y Egipto. Las joyas chinas halladas en las tumbas egipcias no dejan lugar a dudas acerca de la importancia de aquella vía comercial.
Atlántida se hundió de nuevo rápidamente, como había surgido, en el 1226 a.C.. Su hundimiento produjo la apertura de “las Columnas de Hércules” (el estrecho de Gibraltar, que separa Europa de Africa), puerta del Mediterraneo, el aislamiento de Inglaterra, un maremoto de enorme potencia que permitió a los hebreos atraversar a pie “el mar de los Juncos”, al norte del mar Rojo.
La punta de la “terrella” fue a ponerse bajo el Himalaya, donde levantó antiguas rocas. Así vació el océano Escítico y aisló por mucho tiempo la China del mundo mediterraneo, como anteriormente lo había sido la América pre-colombina.
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CONCLUSIÓN
Hemos hecho un amplio giro de horizonte para explicar el origen del aspecto actual de la Tierra. Nos hemos dado cuenta de que la formación del relieve no es debida a fuerzas oscuras y anónimas que actúan en la corteza terrestre, sino a una intervención directa de Dios por una razón moral: preparar al hombre hecho a Su imagen un paraíso terrestre digno de él; hacerle comprender que, rom-piendo la alianza, ya no merecía vivir en el paraíso terrenal, sino en una tierra inhóspita.
Así mismo fue por culpa de la maldad del hombre, que Dios “se arrepintió” de Su creación y provocó el Diluvio para evitar que se generalizase la corrupción de los hombres. Para evitar que de nuevo se rebelaran contra El dispersó los continentes y confundió las lenguas. Dios es paciente y apenas puede vuelve a hacer alianza con los hombres de buena voluntad; les dio una tierra prometida, que era la renovación del Edén y que ocupa el mismo lugar.
En conclusión, la orogenia y la geogenia no son ciencias muertas. Son prue-ba de la intervención permanente de Dios en la Tierra en favor de los hombres.
ANEXO N° 1
F. Crombette hace alusión al experimento de Lenicque, un ingeniero minero francés, presentado en “Geología Nueva” (pág. 202 y sig.- Hermann e hijo, París 1910), que dice:
“Para examinar bien la influencia de la fuerza centrífuga sobre una esfera en equilibrio en un medio líquido de igual densidad que la sustraiga a la influencia de la gravedad, he repetido el experimento del físico belga Plateau. He querido ver qué fenómenos de deformación se producían en una esfera que, en vez de girar alrededor de un perno rigorusamente puesto en la prolongación del eje de rotación de la máquina, fuese oblicuo. En una palabra, en estas condiciones, la esfera gira en torno a un eje dotado de un movimiento de libración...”
...“Desde el principio del movi-miento, la esfera toma la forma de un elipsoide irregular, del cual uno de los lados que siguen el plano ecuatorial del globo, se alarga...; en un determinado momento, cuando es suficientemente fuerte la veloci-dad, se produce una ruptura... y se separa un pedazo de la esfera que se aleja un poco del nucleo central y, cosa extraña, el nucleo vuelve a su forma esférica mientras la parte se-
parada toma también la forma de una esfera... Es la fuerza centrífuga que, en mi exsperimento ha actuado por sí sola para crear un satélite a la esfera central... He repetido el experimento con una esfera de aceite en la que he metido algunas partículas de carbón de azucar; en el momento de la separación, la pequeña esfera separada está dotada de un movimiento de rotación sobre sí misma en el
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mismo sentido de la esfera generadora... Este movimiento de rotación del satélite no es visible más que por pocos segundos, porque la esfera pequeña en-seguida es inmovilizada por la resistencia del medio en el que está equilibrada”.
Fernand Crombette, para justificar la rotación del Sol en el espacio y por consiguiente la casi-inmovilidad de la Terra, subraya, completando cuanto ahora hemos dicho, que son numerosas las estrellas que tienen movimientos singulares en el espacio provocados por un satélite, considerado compañero de la estrella, razón por la cual son llamadas estrellas dobles. Fernand Crombette, considerando el Sol como una estrella que no es excepción, admite que pueda tener un compañero muy lejano y oscuro, lo cual justifica el hecho de que no ha sido descubierto todavía y que él llama “el astro negro”, capaz de provocar un movimiento orbital del Sol en el espacio.
CÓMO SE POBLÓ EL MUNDO
“Si no os haceis como niños no entrareis en el reino de los Cielos”
I - INTRODUCCIÓN
Como en la parte anterior, nuestra exposición se apoya en la traducción del Génesis y en otros trabajos de F. Crombette, aunque sin añadir todas las justificaciones que da el estudioso francés. El lector puede siempre de dudas consultando las obras fundamentales y controlando con el diccionario copto-latino de Crombette.
El método que sigue para determiar los lugares en que vivieron los primeros hombres de la humanidad deriva del análisis de sus nombres y del de los luga-res, según su etimología copta o sumeria: de forma más específica, se trata de toponimia y de onomástica en lo que se refiere a la ripartición geográfica.
En cuanto a la cronología, él se atiene a la del Génesis para los patriarcas antidiluvianos y a otros libros de la Biblia para remontarse a la época en que vivieron los hombres citados en la genealogía de Jesucristo, tal y como está en los Evangelios de S. Mateo y de S. Lucas. Somos conscientes del hecho que la enorme duración de vida del periodo antidiluviano supera con mucho su duración actual, pero forman parte integrante de los textos inspirados por el Espíritu Santo al hagiógrafo, en este caso Moisés.
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Para mejor comprender el hilo conductor de este estudio, aconsejamos leer antes “El Génesis, ese incomprendido” y “Ensayo de geogenia y de orogenia bíblicas”. Nuestra intención es ofrecer al lector, presentandole la verdad para meditarla, la ocasión de sacar las lecciones de la historia y ver la intervención permanente de Dios en nuestras vidas y en toda la creación, o sea, constatar la acción de la Divina Providencia.
Nos detenemos en nuestra breve historia en la época de Isaías; fue entonces cuando se produjo, por intervención de Dios y a petición del profeta, el último grande cataclismo de la Antigüedad. II - LA CREACIÓN DEL HOMBRE
El primer hombre, Adán, fue creado a imagen de Dios, y más precisamente de la segunda Persona de la Stma. Trinidad, al final del sexto periodo de la creación, en el 4004 a.C. Esta fecha resulta de las fechas y edades que indica la Biblia, que son, como todo lo demás, caracterizadas por la inerrancia. Esa cifra, que parece tan breve comparada con la duración mucho más larga que dicen los evolucionistas, durante mucho tiempo ha sido admitida por la Iglesia Católica, pues se halla en el “Discurso sobre la Historia Universal” de Bossuet.
F. Crombette la ha examinado sabiamente en “La revelación de la Revela-ción”, situando en el tiempo todos los antepasados de la genealogía de Jesu-cristo. El lector podrá controlarlo en caso de duda.
A este primer hombre, Adán, Dios le dio una esposa, Eva, y los puso en un lugar de delicias: el paraíso terrenal, situado en el lugar de la futura tierra prometida, en torno a donde en el futuro surgió Jerusalén. Pero Adán y Eva desobedecieron a Dios con el pecado original. Así no sólo perdieron la in-mortalidad corporal para ellos y para toda la humanidad, sino que toda la Creación fue profundamente afectada y sometida a cataclismos que trastornaron la faz de la Tierra. Esos cataclismos fueron provocados por un corrimiento de los polos; consistieron esencialmente en glaciaciones sucesivas en distintas regiones de la Tierra y en levantamientos y rupturas de la corteza terrestre, acompañados por desbordamientos de lava. El mismo clima fue trastornado, como se ha explicado en el “Ensayo de geogenia y orogenia bíblica”.
Del pecado original al Diluvio universal hubieron 7 glaciaciones, cada una de las cuales duró 222 años. Los continentes estaban entonces reunidos formando un continente único.
La Biblia presenta dos listas de Patriarcas que vivieron en aquel periodo. La onomástica (el examen etimológico) de sus nombres permite saber,
mediante el copto, cual fue su actividad principal. Los patriarcas descendientes de Set, hasta Noé, fueron todos fieles a Dios, mientras que los de Caín no lo fueron todos.
Crombette ha reconstruido así una parte de la prehistoria, narrando la historia de aquellos que no han dejado huellas escritas de su paso por la Tierra.
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III - LOS PATRIARCAS BÍBLICOS ANTIDILUVIANOS
La descendencia de Adán, por parte de Set, puede establecerse así:
Patriarcas: nació en el padre en el a la edad de murió en el a la edad de1°, Adán 4004 a.C. 3874 a.C. 130 años 3074 a.C. 930 años 2°, Set 3874 a.C. 3769 a.C. 105 2962 a.C. 912 3°, Enos 3769 a.C. 3679 a.C. 90 2864 a.C. 905 4°, Cainan 3679 a.C. 3609 a.C. 70 2769 a.C. 910 5°, Malaléel 3609 a.C. 3544 a.C. 65 2714 a.C. 895 6°, Jared 3544 a.C. 3382 a.C. 162 2582 a.C. 962 7°, Henoc 3382 a.C. 3317 a.C. 65 3317 a.C. 365 8°, Mathusala 3317 a.C. 3130 a.C. 187 2348 a.C. 969 9°, Lamec 3130 a.C. 2948 a.C. 182 2353 a.C. 777 10°, Noé 2948 a.C. 2448 a.C. 500 1998 a.C. 950
El primer hijo de Adán y Eva fue Caín. Su nombre se traduce así: “(lo que) el conocimiento (cioè las relaciones íntimas) ha producido”. El año siguiente Eva concibió Abel, que significa: “un rostro más”, ya que el texto dice que ella “concibió de nuevo sucesivamente al primero”.
Después de la muerte de Abel por manos de Caín, éste se alejó de la familia y se fue hacia el Nedjed: “En el tiempo que siguió, cambió de lugar y vivió en la tierra de Nooud, dirigiendose hacia el sureste del Eden”.
Luego “Dios separó la región de Caín con una región que causa temor, de modo que esa está llena de trampas en que mueren los malvados, porque éstas habrían hecho caer, empujandoles dentro, a cuantos hubieran entrado en lo que era estéril”.
Dios hizo estéril el Nefoud, gran extensión de arenas movedizas, región anterior al Nedjed. Nefoud se traduce, por otra parte: “Hace desaparecer a los que entran en ella”.
Fueron diez los patriarcas antidiluvianos. Esta tradición de “10 reyes” se encuentra en numerosos pueblos: los caldeos, los persas, los fenicios, los egipcios, los chinos, los griegos, los indios, los asirios y los árabes.
A - Significado de los nombres de los patriarcas descendientes de Seth:
1 - Seth se puede comprender como “otro” (en sustitución de Abel) 2 - Enos: “hacer una ceremonia religiosa en ciertas épocas”, y “con grande
gloria, Enos instituye el arte de los días de gran esplendor y la función de poner en acto regularmente las voces para adorar a Dios periódicamente”. Fue el iniciador de la liturgia.
3 - Cainan: “Aquel que ha edificado una casa consagrada”. El sería el primero que levantó un templo a Dios.
4 - Malaléel: “El supera a todo el país en la alabanza al Eterno”. 5 - Jared: “El ha prescrito que hay que adorar”.
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6 - Enoc: “Aquel que ha dejado el tiempo presente malvado por otro”. “Sólo Enoc fue transportado esplendente de potencia ante Elohim. Han sido reve-ladas estas palabras: que él volverá un poco antes de que llegue el día en que Dios purificará con el fuego una generación malvada”. Este texto coincide con el de Apocalipsis 10,3 y 59, y la 2ª Pedro 3,11: “La Tierra y todo lo que contiene será consumada por el fuego”.
7 - Mathusala: “Considerando la creciente corrupción él deseaba ser lleva-do”, o bien “el mortal que ha podido vivir días muy numerosos”.
8 - Lamec: “el hombre pobre”, o “ha hecho la dedicación de un templo esplén-dido”.
9 - Noé: “aquel que ha tenido una vida muy grande”, o bien “que ha tenido una descendencia muy grande”, o incluso “aquel que ha tenido el testimo-nio de la benevolencia (divina)”.
La Biblia dice: “Los cuidados de éste me detendrán; perseveraré todavía para asegurar la protección a esta tierna planta, brote de mi sustancia, que anunciará anticipadamente los sucesos; Yo haré mi parte en el trabajo extenuante de romper el suelo; raza malvada de Adán y de su esposa, que han huído lejos de la faz de Dios, ofendido por su acción súmamente injusta”.
Noé se puede también traducir: “El hará conocer las cosas venidas de lo alto”, y de hecho profetizó el Diluvio. Estos patriarcas han sido llamados “hijos de Dios”, porque cuidaron y se preocuparon de las cosas de Dios.
B - Los patriarcas descendientes de Caín
1 - Caín. El Génesis dice de él: “entonces, por temor, rodeó sus tiendas con un muro divisorio que hizo de ellas una plaza fuerte, de modo que su morada tuviera tranquilidad; él llamó el lugar que había convertido en plaza fuerte, poniendo palos, igual que el ramo que él había producido: Enoch”.
Aquí vemos la primera plaza fuerte y el origen del árbol genealógico. En el Nedjed existe una ciudad que se llama Aneyzeh, que se acerca a Echanouk y que en copto se puede interpretar así: “se ha hecho un límite a las moradas”. Los numerosos pozos que ahí se encuentran, muestran que Caín y Enoch practicaban la irrigación.
2 - Enoch: “que ha puesto un límite en el lugar donde estan las moradas”, o “de debajo de la tierra saca el agua con una cuerda”.
Aneyzeh puede traducirse también: “el agua sacada es conducida en canales de riego”. Enoch dio tal vez su nombre a Schinaheh, en el Bahr-Schinafge.
3 - Irad: “aquel que hace germinar las semillas”. Tal vez habitaba en Darraji, en el Bajo Eufrates, cuyo nombre se interpreta: “que ha tenido espigas nu-merosas”. Se pueden hallar también otras transcripciones: Irad = “ha inspi-rado el navegar”. Darradji = “sus naves hacen transportes”. Irad habría sido por tanto un agricultor, pero también el iniciador de la navigación.
4 - Maviaél: fue un gran navegante, lo veremos después. 5 - Mathusaél: fue el inventor de los métodos de pesca. 6 - Lamech: “potente” = “che ha cometido un gran número de injusticias” =
“el hombre que está cerca de los demonios” = “el hombre por quien ha
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venido la magia” = “por quien ha sido hecho el yunque” = “que ha fabri-cado la espada”. El texto que se aplica a Lamech se traduce con el copto: “Lamech,
habiendo marchado contra algunos enemigos y habiendoles vencido, llamó a sus esclavas Ada (que significa “los malos son derribados”) y Sela (que significa “los perversos son golpeados fuertemente”); eran hijas de la región de Harrán que él había forzado a la unión y que no habían podido resistirle; Lamech se permitió tomar numerosas mujeres al mismo tiempo, además de la mujer con la que estaba regularmente casado. Este hombre formó su dominio apoderandose poco a poco de los terrenos de los demás; lo extendió lejos hasta la región de Chabour, que fue su límite. Marchar en el desierto para acercarse a Caín llevaba ciertamente a ser castigados con la muerte; ser rebelde a Lamech lo era mucho más: 70 veces 7 cabezas”.
Lamech es el Emmenduranki asirio. Se ve por tanto que se trataba de un personaje terrible.
Pero continuemos: “La primera esclava, Ada, quedó encinta de Jabel, que efectuó obras militares en numerosos (lugares) habitados para protegerlos contra los adversarios, los malos pastores invasores, y rechazar sus asaltos”.
7 - Jabel = “de las murallas al externo”. Lamech y Jabel, habiendo invadido los dominios vecinos, se vieron obligados a defenderse. Prosigamos... Jubal: “Poco tiempo después, ella concibió por segunda vez un
hijo, Jubal, el cual fabricó instrumentos musicales de cuerda, hechos de varias formas, para acompañar los cantos con tiempo, acompañar los lutos, tocar con rítmo las distintas danzas rápidas; él añadió a la cítara numerosas cuerdas”.
Se puede también traducir: “Jubal edificó grandes torres para ver al enemigo que se le lanza en contra, y colocó sobre las torres centinelas para anunciar a los habitantes la invasión de las multitudes de ladrones”.
Y también: “Jubal, el intérprete de grandes palabras y visiones; que colocó en numerosas mansiones las figuras que giran en torno a la circunferencia color de la leche; que ha descubierto el influjo de las estrellas sobre la hora de nacimiento de los seres creados y que ha revelado las cosas secretas”.
Por último, el tercer hijo tardío, Tubalcain: “Sela, por largo tiempo puesta a parte por aquel que la había reducido en esclavitud como esposa-esclava, quedó así mismo encinta de Tubalcain, el cual, aunque no tenía más que un ojo, fue hábil para fabricar; él fue capaz de fundir tierras que estaban en las profun-didades, las cuales él sacudía rompiendolas fuertemente, y de hacer obras de hierro y también de bronce. Los tiempos y la morada de Tubalcain fueron hacia la región y el comienzo de Noé”.
Tubalcain es por tanto la figura de Vulcano y de los Cíclopes de la mitología, que forjaban en el Etna los rayos de Júpiter. Juno había sido raptada por fuerza como Sela. La metalurgia es por consiguiente anterior al Diluvio. IV - Los hombres antidiluvianos
El pasaje del Génesis 6,4, sobre los gigantes, se traduce con el copto: “Los primeros que hicieron inventos llegaron en aquellos días; ellos sometieron la
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superfìcie de la Tierra. Por haber sometido sus inclinaciones al ardor vicioso y a las impurezas se volvieron como cerdos: su belleza se acabó, la regularidad del rostro fue destruida, su cabeza y su cara se deformaron. Los ramos engendrados según la palabra de Elohim, habiendose casado con los ramos engendrados por la desgracia de Adán, engendraron aquellos grandes hombres que inventaron prodigios, sabios en lanzar palabras inspiradas, que acumularon imágenes de animales rapaces en las cavernas; maestros que fueron potentes en palabras y jefes proclamados ilustres”.
Aquí tenemos por tanto los jefes y los inventores cuyo aspecto se degradó en la medida que siguieron sus malas inclinaciones. Aquí está precisamente la descripción de aquellos hombres prehistóricos. Moisés dice que sometieron la Tierra, o sea, la ocuparon por completo. Los ramos según la palabra de Dios son los descendientes de Set, los otros son los descendientes de Caín.
Crombete ha mostrado en “La revelación de la Revelación” que el Lamech cainita del Génesis es Emmenduranki, que inventó los métodos mágicos y los diversos modos de interrogar el futuro. Moisés no ignoraba las innumerables pinturas rupestres en las cavernas, pero sabía también que no se trataba de arte en cuanto arte, sino de magia.
Existen representaciones de aquellos hombres antidiluvianos: las estatuas de la isla de Pascua. En la reconstrucción de la Tierra antes del Diluvio, Crombette ha representado la isla de Pascua en la orilla del océano, en el suoeste de Africa. En el momento del Diluvio fue proyectada en el océano Pacífico. Antes de ser una isla, formaba parte de una tierra continua: estaba cerca de altas montañas boscosas y de la desembocadura de un grandísimo río: el Gidjchoun, que se arrojaba al océano Pacífico, el único mar. No es dificil comprender que fuera el centro de un culto al dios de la pesca y de la navegación, al cual hayan sido levantadas cientos de estatuas colosales, que éstas estuvieran colocadas en el extremo de la “espada de fuego” de rocas volcánicas, necesarias para esculpir-las, mientras que en los bosques cercanos había árboles de 40 metros de altura de los cuales sacaban la madera y las cuerdas útiles para ponerlas de pie, lo cual no se podría concebir en una isla minúscula y sin bosques, poblada sólo por pocos centenares de indígenas, aislados a 4500 km. de las tierras más cercanas.
La isla de Pascua no se explica sino como continental y antidiluviana: la mayor parte de las estatuas han quedado incompletas, en todas las etapas de su fabricación y transporte, rodeadas por los instrumentos de piedra que servían para hacerlas, debido a que el Diluvio interrumpió el trabajo de los escultores.
Los dioses que las estatuas representan son son por tanto patriarcas anti-diluviani, y Crombette supone que se trate de tres descendientes de Caín: Irad, Maviael o Mechuódjohel, y su hijo Mathusael o más bien Methuoshóhel, porque hay dos tipos de estatuas. Semejanza onomástica y filiación unen a los dos tipos de estatuas de la isla de Pascua.
Por comparación con los patriarcas descendientes de Seth, Maviael debió nacer hacia el -3671 y murió hacia el -2800, y Mathusael debió nacer alrededor del -3555 y murió hacia el -2700. Fue después de su muerte cuando habrían sido divinizados. Ahora bien, el Gidjchoun fue afectado por dos glaciaciones: la
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2ª y la 4ª. Pero esta última había terminado de derretirse en el -2792. Por tanto el territorio de la isla de Pascua estaba libre de los hielos mucho tiempo antes de la muerte de Maviael y de Mathusael. Más tarde pudieron ser objeto de culto por parte de los habitantes de toda la región.
Ahora bien, Mechuódjóhel se puede traducir con el copto: “el que conduce a los que van por el mar grande que rodea” = es el patrono de los navegantes;
y Methuoshóhel se traduce: “el que obtiene a los pescadores capturar abundante pesca”, o bien “el que ha fabricado las redes de pesca”.
Las estatuas de Pascua son por lo tanto testimonio de aquellos hombres antidiluvianos, a mayor motivo que tienen inscripciones de instrumentos o de animales que servían para pescar, y han sido halladas tablillas mágicas que representaban diferentes métodos de pesca. En esa isla se han encontrado anzuelos de piedra o de conchas trabajadas. Pues bien, para trabajar la piedra hace falta el polvo de un material más duro, como el diamante: la isla de Pascua antes del Diluvio se encontraba cerca de los terrenos diamantíferos de Africa del sur. Por otra parte, el nombre de los patriarcas cainitas puede traducirse en copto: “reducir la piedra preciosa a polvo”, y el jeroglífico que representa dos anzuelos contrapuestos se traduce: “los dioses del mar han hecho el anzuelo reduciendo la piedra precziosa a polvo”.
El culto del hombre-pájaro, observado en la isla de Pascua, se explica igualmente con el copto: “el hombre que se ha puesto una cabeza de pájaro pescador” se dice Mischuohedjohel, que es el nombre de uno de estos dos patriarcas. Las inscripciones de la isla
de Pasqua son también los primeros jeroglíficos de tipo mágico, que fueron posteriores a su creación, hecha por Lamech, padre de la magia, pues su lectura supone un juego de palabras ocultas como en los jeroglíficos postdiluvianos.
Se pueden explicar las parentelas antidiluvianas por los parecidos, ya que el aspecto de los hombres se modifica según el lugar en que habitan, sus costum-bres y las personas con quienes viven. Así los europeos que emigran a América, a partir de la 2ª generación, se vuelven de un tipo diferente: tienen proporciones diferentes de sus antepasados, tanto que las camisas y guantes no son de las mismas tallas en América y en Europa. Todos los hombres actuales descienden de tres parejas, y sin embargo ya entre los hijos de Misraim estaba el gigante Chasluim de 2,44 m. (Héphaistos) y el enano Osiris. Los razonamientos de los estudiosos de prehistoria por lo tanto no valen. Es mejor tratar de comprender el significado de los nombres de los patriarcas bíblicos para saber mejor lo que hacían nuestros antepasados antidiluvianos.
V - Los hombres de las cavernas
Los paleontólogos modernos pretenden que los hombres simiescos, encon-trados un poco en todas partes, hayan sido los antepasados de la humanidad. Nosotros vamos a demostrar con el Autor Sagrado que se trataba de hombres degenerados, que perecieron todos en el Diluvio. Y la causa principal de su degeneración fue la idolatría. Leemos en el Génesis 6,1-3:
“Después, los primeros engendraron otros a partir de Adán, y también bellas hijas: algunas contrajeron matrimonio con los ramos producidos a partir de la
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palabra de seducción de la esposa de Adán. Esos hijos malvados, casandose, engendraron hombres viciosos, cada vez más disolutos, que se multiplicaron. Ramos engendrados (hijos) según la palabra de Dios se casaron con ramos engendrados producidos a partir del pecado de Adán porque ellas (hijas) eran provocativas, y ellos se alejaron por eso de las regulares prácticas de adoración; no teniendo en cuenta la superioridad de los hombres de la heredad de Set respecto a la generación de los hijos venidos del adulterio, hicieron sacrificios a las imágenes erigidas por sus secuaces”...
“Los primeros que hicieron inventos llegaron en equellos días; ellos sometieron la faz de la Tierra. Por haber sujetado sus tendencias al ardor vicioso y a la impureza, se volvieron como puercos; su belleza y la regularidad de su rostro fue destruida, sus cabezas y sus caras se deformaron”.
Este pasaje luminoso del Génesis permite comprender el error de la teoría de la evolución, que ha querido ignorar que el primer hombre había sido creado a imagen de Dios con una belleza perfecta, pero que sus descendientes, por sus vicios y pecados, se habían degenerado hasta el punto de vivir fuera de toda civilización, refugiandose en las cavernas y practicando la magia y la caza para sobrevivir.
VI - El mapa de los primeros reinos del mundo
F. Crombette ha tratado de reconstruir el mapa de los primeros reinos del mundo, basandose en la toponimia interpretada con el copto y las indicaciones que dan las listas de los reyes antidiluvianos con la ubicación de su capital.
Cuando Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso terrestre, huyeron hacia el este y se establecieron, según Crombette, cerca de Ur, la más antigua ciudad del mundo, en Muradjib, que se puede interpretar con el copto: “El agua (o sea, el Eufrates) ha formado el límite de aquellos que habían sido expulsados”. Eso lo confirma el hecho de estar al lado de otra ciudad llamada Tuwaijvil, que se puede traducir: “Donde Abel ha sido matado”, y Abu-Rashin, che significa “la voz contra la acción de Caín”.
El significado mismo de Ur, en sumero, indica que se trata precisamente de la ciudad de Adán: “Punto de detención, Rojo (como Adán), muy antiguo, fundación, cabaña, cultivador, regar”, etc...
Crombette piensa que, a causa de inundaciones, Adán tuvo que refugiarse en Eridu. Caín, después de su crimen, huyó al desierto del Nedjed, donde fundó la ciudad de Aneyzeeh o Echanoouk. Hemos visto que Henoch se había separado de su padre. Debió de fundar la ciudad de Bat-ha, cuyo nombre puede significar “El ha cancelado la abominación del jefe”. Pero con la 2ª glaciación del -3681 Bat-ha debió ser abandonada como Ur, y Henoch llevó su capital a El-Obéid.
Irad, hijo de Henoch, se estableció al norte de su padre y construyó Taradji, y luego Uruk.
Según las listas babilónicas, la capital de Maviaèl era Larsa, pero debió de fundar también Nippur, que se traduce: “El que ha hecho un navío de madera”.
Mathusaél fundó Kish o El-Oheimir, la ciudad del anzuelo, y Jemdet-Nasr,
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que significa: “El ha inventado lo que serve para capturar los dis-tintos tipos de peces”.
Lamech (cainita), con sus con-quistas, extendió su imperio hasta Harran. El cedió su primer reino a Jabel y conquistò otro para Jubal. Ya sabemos que el territo-rio de Tubalcain estaba cerca del de Noé.
Seth fue sin duda colocado por su padre en la otra orilla del Tigris, para evitar conflictos con la gente de Caín. En efecto, se encuentran nombres de ciudades que recuerdan el suyo: Susa, Schuster. Por otra parte han sido halladas en Susa cerámicas de Ur.
Enos se estableció en el sur, donde hay nombres de localida-des que evocan el suyo: Agims, Nasirie.
Jared debió fundar Djaroun y Schiraz, donde se ha descubierto también cerámica de El-Obeid.
Para Enoch, existe un nombre de ciudad muy significativo: Nackilon, que puede interpretarse: “Enoch ha sido elevado en este lugar”.
Para Malaléel, hace falta buscar al este del territorio de Seth las ciudades de Maladjer y Mahallet.
Crombette sitúa Mathusala de fronte a su omónimo camita Mathusaél, y Lamech (sethita) al este del mismo.
Por último Noé, de quien sabemos, por la lista de los reyes babiloneses, que su capital era Shuruppak, que estaba en la región del monte Ararat.
VII - Cómo se pobló la tierra después del Diluvio
Cuando después del Diluvio, Noé y sus hijos salieron del arca, la faz del mundo había cambiado: los continentes se habían dividido y separado, la tierra estaba recubierta de fango. No quedaban ya casi trazas de los habitantes de la tierra antidiluviana. El arca se había posado sobre el monte Ararat, donde está todavía, como la ha visto el francés Fernand Navarra, ayudado por su hijo.
No estudiamos ahora cómo se pobló la tierra en sus detalles, pero indicamos sus grandes líneas y las novedades que aporta la obra de F. Crombette sobre el Génesis y otros manuscritos.
Parece sin embargo necesario hablar del drama que tuvo lugar al comienzo de esta nueva etapa de la familia humana y que es un poco análogo al pecado
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original, en el sentido que ha marcado a los pueblos de toda la Tierra, excep-tuando la descendencia de Abrahám. Su narración la hallamos traduciendo el Génesis mediante el copto: la mujer de Noé hizo beber a su marido más de lo necesario para abusar de él. Noé, embriagado, se encontró desnudo en su tienda. Lo vieron y se rieron de él Cam y Canaan y, por el contrario, fue cubierto con pudor por Sem y Jafet. Cuando se despertó y supo lo que había pasado, Noé repudió a su mujer y maldijo a Cam y a su descendencia y en particular a Canaan. Pero para huir al menos en el plano terrestre a las consecuencias de este castigo, ellos se lanzaron a la idolatría y restablecieron el culto a Satanás con el que hicieron alianza. Sólo así se puede comprender el paganismo y los sacrifìcios humanos que fueron la tara de la antigüedad. La prueba se ve en la segunda tentación de Jesús después de su ayuno en el desierto (Lc 4,5-7). Parece que los descendientes de Jafet fueron menos marcados en los cultos paganos y que praticasen la religión natural de Noé. Pero los únicos que evitaron el paganismo, aun con conatos de contagio, fueron los descendientes de Abrahám.
Veamos ahora como se dispersaron los distintos ramos de la descendencia de Noé. El texto hebraico del Génesis, traducido a su vez con el copto, y la toponimia nos ayudan a ver claro.
Empezamos con los semitas, entre los que estan los antepasados de Nuestro Señor. Parece que, a excepción de Lud, que llegó hasta la lejana China por un itinerario reconstruido por Crombette, permanecieron en la región comprendida entre el mar Negro y el mar Caspio.
Uno de ellos, Aram, fundó la ciudad de Haràn que vemos en la historia de Abrahám y es el padre de los armenios, que jugaron más tarde un gran papel, en cuanto su lengua fue adoptada por los judíos (el arameo). Aram fue el antepasado de Abrahám, que según Crombette no nació en Ur de Caldea, sino en Béhur o Bidor, en el Jaldi-Dagh. Aqí parece más lógico.
A partir de Abrahám, la historia de su descendencia es bien conocida, por-que está contada en la Biblia. Menos se sabe de la amplitud de los cataclismos provocados por Dioe en favor de su pueblo: el hundimiento de Atlántida en el momento del Exodo, el milagro lunisolar de Josué en la conquista de la Tierra prometida y el milagro retrosolar de Isaías en la curación del rey Ezequías.
Igualmente poco conocida es la suerte de las diez tribus de Israel, que habían dejado la Tierra Santa después de su deportación a Babilonia.
Los hijos de Jafet poblaron primero el Asia Menor, después Europa, Rusia, y más tarde el norte de la India: son los indoeuropeos, sobre los cuales Crombette no se ha detenido mucho.
Sobre todo, de los descendientes de Cam (que tuvo cuatro hijos: Cus, Misraím, Phuth y Canaan) tenemos noticias precisas en el importante trabajo de Crombette sobre los egipcios, los hittitas, los cretenses y los habitantes de la Mesopotamia. El demuestra que la familia de Cam se instaló primero en la región que la Biblia llama Senaar y allí formaron los sumerios o choumeriens. Con ese pueblo empieza la historia, o más bien al principio de la historia fue cuando prosperó ese pueblo. Así el origen de los egipcios es mesopotámica y no africana, como sostienen ciertas tesis oficiales.
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Pero estos reinos fueron efímeros, pues Cam tenía la idea de instaurar el culto solar con la torre de Babel, una torre que debía ser de siete estadios. Dios la destruyó con un rayo y sus constructores perdieron parte de la inteligencia que les permitía conservar la lengua primordial enseñada por el mismo Dios a Adán y Eva y hablada por todos los hombres de la época. Fue la confusión de las lenguas con la consiguiente dispersión de los pueblos que ya no podían entenderse.
Misraim partió por tanto con su familia, seis hijos y seis hijas, y se estable-ció a orillas del Nilo; Canaan se instaló en la futura Tierra prometida y el Líbano, Cus ocupó Arabia y Etiopia y Phuth pobló Libia y una parte de Africa.
Osiris, hijo de Misraim, remontó los tres Nilos de quel tiempo, incluso el Nilo Negro, que seguía el curso del Niger hasta el Senegal, y fundò colonias hasta la costa del Atlántico. Resulta muy interessante que en el -2004 Atlántida surgió en medio del Atlántico y enseguida fue poblada por colonias egipcias, de las que hablaremos, y cuyo gusto por la aventura las movió a cruzar el otro brazo del Atlántico para así poblar la América precolombina. No es por tanto extraño que se puedan hacer comparaciones fructuosas entre las civilizaciones egipcia y americanas precolombinas. Crombette ha podido traducir también su lengua con el copto. El enigma del origen de los indios de América desaparece así, o mejor dicho, se resuelve.
El hundimiento de Atlántida en el -1224 aisló completamente esa civiliza-ción de los demás hombres, a excepción que de los audaces vikingos.
Otro hijo de Misraim, Luhabim, se instaló en Libia, y otros descendientes de Misraim en Africa del norte, dan origen a los cabileños y a los berberes. Por último los cretenses, llamados caftorim, que significa “ramo regular de Horus”, se establecieron en Creta donde fundaron un reino vinculado a Egipto, pues los reyes se daban el nombre de Minosse en recuerdo de Menés, su antepasado, antes de pasar bajo influencia griega.
Canaan, otro hijo de Cam, pobló los países comprendidos entre los actuales Egipto y Siria. Su hijo más ilustre, Heth, fue el antepasado de los hittitas, que más adelante desempeñaron un papel importante como reyes pastores, en el apogeo de Egipto. Sólo recientemente han sido descubiertos por los arqueó-logos. Crombette ha escrito un libro con la historia completa del pueblo hittita.
Phuth y Cuch (Cus) poblaron en parte Arabia y el Africa Oriental, y después la India. Nimrod, hijo natural de Cus, fundó el primer imperio y la ciudad de Nínive, además de la que lleva su nombre. Su historia permite com-prender la de Mesopotamia donde los Sumerios (o choumériens). Descendien-tes de Cam (Cham o Choum), al parecer fundaron la civilización más antigua antes de ser sustituidos por los akkadios.
Todo esto no fue más que un comienzo de dispersión: hubieron muchos otros cambios posteriores, tanto por descubrimientos como por conquistas.
Creemos haber dado así lo esencial de la luz que la obra de Crombette aporta para comprender cómo se pobló la Tierra y las relaciones entre los primeros reinos, y no es poco en una época en la que el mundo científico ya no cree en el Diluvio y no sabe establecer el puente entre la prehistoria y la historia.
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Terminamos indicando que el punto de separación de los confines de los tres pueblos de la Tierra se encuentra en Karkémisch, sobre el Eufrates, y que no lejos de allí existe un pequeño pueblecito que se llama Europa, que ha dado el nombre a nuestro continente. Podríamos entrar aún más en detalles, pero tal vez sería fastidioso para el lector que busca sólo una visión da conjunto. De todas formas garantizamos que podrá encontrar en las obras completas de Crombette todas las justificaciones científicas de cuanto aquí hemos dicho.
¡Qué lección podemos sacar de esta vasta exposición, si no que esta historia es aquella en la cual va incluída la de la Salvación! Dios, que había hecho alianza con Noé para salvar a la humanidad, volvió a hacerla con Abrahám y su descendencia para protegerla del mundo pagano, incluso con prodigios estrepitosos, como el paso del Mar Rojo, que, además del hundimiento de Atlántida, provocó la desaparición del océano Escítico.
Todo ésto nos debe dar confianza también en esta hora actual en que la Iglesia es tan amenazada. Creemos que Dios tendrá de nuevo cuidado de los suyos en el momento en que tengan necesidad. ORIGEN DE LAS DINASTÍAS EGIPCIAS según la obra histórica de Fernand Crombette:
.NOÈ. ∞Astartè (repudiada)
.CAM. (Amon) ∞ Nidaba .
.SEM.
.JAFET.
.CUS. .MISRAIM. (Rê) ∞ Meuhè (Rhêa)
.PUT. .CANAAN.
6ª dinastía
.LUDIM. (Thoth) ∞ Hera
1ª dinastía
.ANAMIM (Hôr)
∞ Athyris
3° faraón .LUHABIM.
(Keb) ∞ Antiope
5ª dinastía
2° faraón .NEPHTUIM.
(Seth) ∞ Nephtis (sin hijos)
1° faraón .PHATRUSIM.
(Osiris) ∞ Isis
(sin hijos)
3ª dinastía
.CASLUIM. (Shou)
∞ Typhois
hijo deMeuhè
sigue la
.PHIOS. (Pépi I)
.HORUS. “el jóven” (Usercheres)
4° faraón .SIOPHES.
(“Horus el jóven”)
5° faraón .CHERES.
4ª dinastía .SNEFRU.
3ª dinastía.STOICOS.
Horus el jóven, hijo de Misraim y de su nuera Isis Misraim obligó a su hijo Ludim a incluir a Horus en su familia
2ª dinastía .BOCHOS.
Independiente de la 1ª dinastía y de Misraim
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NOÉ
SEM– 5
CAM–6
JAFET–
Elam Assur ARPAXAD Lud (Ludim)7
Aram8––––
Cus 9––––– (Etiopia) Misraim 10– (Egipto)
Put 11
Canaan 12–– Gomer––––
Magog Madai
Iavan–––––
Tubal Mesech Tiras
SELACH Uz Cul Gheter Mas
Seba Avilá Sabta Raama Sabteca Nimrod
Ludim Anamim Luhabim Neptuim Phatrusim Casluim Caftorim Sidon Chet (Het)Gebusei Amorrei GhergheseiEvei Architi Sinei Arvaditi Semariti Amatiti
Askenaz Rifat Togarma Elisa Tarsis Chipre Rodas
EBER13
Saba Dedan (Osiris) (filisteos) (hittitas)
PELEG
Joktan–
REU SERUG NACOR TERACH
Almodad Selef Asarmavet Ierach Adoram Uzal Dikla Obal Abimael Saba Ofir Avilà Jobab
LOS DESCENDIENTES
DE NOÉ (GÉNESIS, 10)
ABRAMNacor Aran
5- Su descendencia se estableció entreel mar Negro y el mar Caspio. 6- La descendencia de Cam se instaló primero en la región de Senaar (Mesopotamia) ( los Sumerios). 7- Se fue hasta la China. 8- Fundó la ciudad de Harrán (Aram). De él descienden los armenos, cuya lengua fue la de los hebreos. 9- Cus pobló Arabia y Etiopía. 10- Después de la dispersión de Babel, Misraim se instaló en la región del Nilo (Egipto). Un hijo suyo, Osiris, remontó el Nilo Negro, que entonces proseguía en el curso del Niger, hasta el Senegal, fundando colonias en la costa del Atlántico. De allí pasaron al nuevo continente emergido (Atlántida) y de ahí a América, poblando el continente.
11- Put pobló la Libia y una parte de Africa. 12- Canaan se instaló en la Tierra prometida y en el Líbano. 13- De Eber reciben el nombre los hebreos.
