13
Wolfgang van den Daele EL DILEMA ARGUMENTATIVO DE LA RESISTENCIA A LAS PERSPECTIVAS TECNICAS DE LA BIOLOGIA MODERNA Summary: Modern biotechnology makes human nature increasingly susceptible to technical analy- sis and reconstruction. The paper discusses social responses to this perspective with particular refer- ence to debates in the Federal Republic of Ger- many. It gives reasons why efforts to abandon the application of the new technologies to humans are doomed to fail. Modern societies lack effective 'ta- boos' which exclude intervention into the human nature, individual rights imply access to modern technologies, and the legitimacy of public policies to prevent dangers does not include the option to halt processes of scientific and technological inno- vation. Resumen: La biotecnología moderna hace a la naturaleza humana cada vez más susceptible al aná- lisis y reconstrucción técnicos. El artículo discute las respuestas sociales a esta perspectiva con refe- rencia particular a los debates en la República Fe- deral de Alemania. Suministra razones de por qué están condenados a fallar los esfuerzos por abando- nar la aplicación a los humanos de las nuevas tec- nologías. Las sociedades modernas carecen de "ta- bús" efectivos que excluyan la intervención en la naturaleza humana. Los derechos individuales im- plican el acceso a las tecnologías modernas y la legitimidad de las políticas públicas para prevenir peligros no incluye la opción de parar los procesos de innovación científica y tecnológica. 1. Reacciones a la tecnificación de la vida: control o renuncia Según Francis Bacon, la ciencia moderna con- vierte a toda la naturaleza en un mero "storehouse of matter", un almacén de cosas que podamos cambiar y utilizar para nuestros propósitos (1). Ac- tualmente nos ocupamos de llenar de nuevo los estantes de ese almacén. La ciencia penetra en los procesos vitales de células y organismos y los torna predecibles y construibles. Esto también vale para la vida humana. La fecundación in vitro ya forma parte de la práctica de muchas clínicas. Nacen ni- ños que como embriones estuvieron congelados a temperaturas bajísimas. Se negocian las primeras maternidades sustitutas. Los análisis genéticos se vuelven rutina en las consultas de embarazo y en los diagnósticos prenatales. Podemos contar a cor- to plazo con la transferencia de genes a personas, en el marco de una terapia genética somática. La tecnificación de la naturaleza humana que se perfila ha desatado una actividad vertiginosa de reglamentación. Han deliberado comisiones de en- cuesta, jornadas médicas y jurídicas; se dan los pri- meros bosquejos de leyes. Pero este procedimiento evidentemente no puede garantizar sin más la acep- tación de la biotecnología nueva. Amplios sectores del movimiento feminista se han decidido entre tanto contra toda utilización de las nuevas técnicas de fecundación (2). El partido de los "Verdes" (ecologista) rechaza la tecnología genética en con- junto (3). Hay indicios de oposición por principio, que no se conforma con correcciones menores y controles del mal uso manifiesto, sino que reclama el abandono, obligatorio para toda la sociedad, de las nuevas opciones técnicas. La vida humana no es solamente un asunto na- tural sino. a la vez, también un asunto moral. La intangibilidad normativa del ser humano como persona implica la intangibilidad normativa de las cualidades de la naturaleza humana, que son la ba- Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXVI (63,64),19-31,1988

ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

  • Upload
    others

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

Wolfgang van den Daele

EL DILEMA ARGUMENTATIVO DE LA RESISTENCIA A LASPERSPECTIVAS TECNICAS DE LA BIOLOGIA MODERNA

Summary: Modern biotechnology makes humannature increasingly susceptible to technical analy-sis and reconstruction. The paper discusses socialresponses to this perspective with particular refer-ence to debates in the Federal Republic of Ger-many. It gives reasons why efforts to abandon theapplication of the new technologies to humans aredoomed to fail. Modern societies lack effective 'ta-boos' which exclude intervention into the humannature, individual rights imply access to moderntechnologies, and the legitimacy of public policiesto prevent dangers does not include the option tohalt processes of scientific and technological inno-vation.

Resumen: La biotecnología moderna hace a lanaturaleza humana cada vez más susceptible al aná-lisis y reconstrucción técnicos. El artículo discutelas respuestas sociales a esta perspectiva con refe-rencia particular a los debates en la República Fe-deral de Alemania. Suministra razones de por quéestán condenados a fallar los esfuerzos por abando-nar la aplicación a los humanos de las nuevas tec-nologías. Las sociedades modernas carecen de "ta-bús" efectivos que excluyan la intervención en lanaturaleza humana. Los derechos individuales im-plican el acceso a las tecnologías modernas y lalegitimidad de las políticas públicas para prevenirpeligros no incluye la opción de parar los procesosde innovación científica y tecnológica.

1. Reacciones a la tecnificación de la vida: controlo renuncia

Según Francis Bacon, la ciencia moderna con-vierte a toda la naturaleza en un mero "storehouse

of matter", un almacén de cosas que podamoscambiar y utilizar para nuestros propósitos (1). Ac-tualmente nos ocupamos de llenar de nuevo losestantes de ese almacén. La ciencia penetra en losprocesos vitales de células y organismos y los tornapredecibles y construibles. Esto también vale parala vida humana. La fecundación in vitro ya formaparte de la práctica de muchas clínicas. Nacen ni-ños que como embriones estuvieron congelados atemperaturas bajísimas. Se negocian las primerasmaternidades sustitutas. Los análisis genéticos sevuelven rutina en las consultas de embarazo y enlos diagnósticos prenatales. Podemos contar a cor-to plazo con la transferencia de genes a personas,en el marco de una terapia genética somática.

La tecnificación de la naturaleza humana que seperfila ha desatado una actividad vertiginosa dereglamentación. Han deliberado comisiones de en-cuesta, jornadas médicas y jurídicas; se dan los pri-meros bosquejos de leyes. Pero este procedimientoevidentemente no puede garantizar sin más la acep-tación de la biotecnología nueva. Amplios sectoresdel movimiento feminista se han decidido entretanto contra toda utilización de las nuevas técnicasde fecundación (2). El partido de los "Verdes"(ecologista) rechaza la tecnología genética en con-junto (3). Hay indicios de oposición por principio,que no se conforma con correcciones menores ycontroles del mal uso manifiesto, sino que reclamael abandono, obligatorio para toda la sociedad, delas nuevas opciones técnicas.

La vida humana no es solamente un asunto na-tural sino. a la vez, también un asunto moral. Laintangibilidad normativa del ser humano comopersona implica la intangibilidad normativa de lascualidades de la naturaleza humana, que son la ba-

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXVI (63,64),19-31,1988

Page 2: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

20 WOLFGANG VAN DER DAELE

se empírica de la persona. De ahí que la valoraciónmoral del ser humano trace límites intrasgrediblesa su análisis y reconstrucción técnicos. Es evidentepara nosotros que son moralmente inaceptables elcultivo o la reproducción (clones) de personas, lamodificación voluntaria de la conformación de sucuerpo, las uniones entre humanos y animales oentre humanos y máquinas, o consumar la gesta-

. ción de fetos hasta el nacimiento en retortas o enúteros animales. Un proyecto de ley del Ministrode Justicia de la República Federal de Alemaniaque castigue las intervenciones en el embrión deniños futuros, el cloneo de humanos y la forma-ción de quimeras de humano y animal, tendría to-da probabilidad de ser aceptada por unanimidad.

En el ser humano, por ejemplo, se tornan incal-culables las fronteras fundamentales del accesocientífico-tecnológico a la naturaleza. No sólo elobjetivo: ya el recurso de un trato puramente téc-nico puede maltratar los derechos del individuo encuestión. Uno puede hacer, después de todo, estaobjeción contra la relación con la naturaleza pre-dominante en nuestra sociedad. Es irrefutable almenos para la relación con la naturaleza humana.La tecnificación arbitraria del ser humano contra-dice su humanidad. Todo avance de esta tecnifica-ción provoca por eso la pregunta de si no llevará yaa "terreno prohibido".

En el campo de la biotecnología tenemos moti-vo especial para oponernos a la propagación defantasías factibles y a la marcha social del desarro-llo técnico. El ser humano, como ingeniero de suspropios fundamentos vitales, resulta un modelopoco convincente. Los problemas ecológicos a losque nos ha conducido la civilización técnica mues-tran cómo fracasamos en la tarea de controlar elconjunto de las condiciones de nuestra existencianatural. Después de todo, tenemos que insertarnuestro quehacer técnico en procesos naturalesque se mantienen y se regulan por sí solos. Por esoresulta oportuno el escepticismo por principio anteel intento de emancipar la biología humana de laevolución natural, para tomarla en las propias ma-nos.

Aún a pesar de estos motivos, la oposición fun-damental a la introducción de la nueva biotecno-logía está obviamente condenada al fracaso. La re-nuncia a la técnica no se puede imponer política-mente. La explicación de esto no se encuentra sim-plemente en la compulsión para la innovación téc-nica incorporada a nuestra estructura social, espe-cialmen te al sistema económico, ni tampoco en laposición de ma yor poder de los "impulsores" de

esa técnica. La renuncia a la biotecnología moder-na no se puede defender más bien en el marco delsistema de valores de nuestra cultura. En cuanto alos usos de la biología reproductiva y de la genéti-ea, actualmente en debate, no son eficaces las obje-ciones morales contra la tecnificación de la vidahumana, ni implican tampoco peligros para cuyorechazo reste solamente la renuncia a las técnicas .

2. La falta de tabús pertinentes

La oposición a la tecnificación de la vida huma-na no presentaría problema si uno pudiera invocarvaloraciones de nuestra cultura que fijaran norma-tivamente la inviolabilidad de la biología del serhumano, que la hicieran como quien dice "sagra-da" o "tabú". La existencia de tales tabús libera demás argumentación, pues su violación se considera,en todo caso, moralmente prohibida, sin que de-penda especialmente en detalle de las metas o con-secuencias de la transgresión y, especialmente, delconsentimiento del afectado. Tenemos ejemplos devaloraciones de tal validez, sin excepciones y abso-luta. Conciernen a los derechos del ser humanocomo persona, como, por ejemplo, la protecciónde la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi-ción de torturar. Valoraciones así se dan cultural-mente por supuestas. Constituyen el contenido delo que en Derecho se tematiza como "Ley Moral"o como Principio de la "Dignidad Humana". Nonecesitan fundamentación especial ni se pueden re-lativizar en el marco de la cesión de bienes en al-gún caso particular.

Parece sin embargo cuestionable si se puedeintroducir valoraciones morales de status compara-ble también en el caso de la defensa de la "natura-lidad" del ser humano contra las intervencionestécnicas en su biología. Aún cuando nuestro recha-zo estricto, por ejemplo, del cultivo de seres huma-nos, del cloneo o de la mezcla con la vida animal,no prueba incondicionalmente la existencia de ta-bús efectivos. Característicamente, nuestra con-dena a tales intervenciones es por lo general másinequívoca e irrestringida cuanto menos realizablesea técnicamente. Pero si una técnica está real-mente a disposición, el absolutismo moral de lavaloración retrocede por lo general hasta una con-sideración diferenciad ora de finalidades y conse-cuencias.

Sobre todo los propósitos médicos han abiertohasta ahora campos aun legítimos de utilizaciónpara nuevas posibilidades de tecnificar al ser hu-mano. La salvación de la vida humana y la cura-

Page 3: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

RESISTENCIAS A LA BIOTECNOLOGIA

ción o el alivio de la enfermedad parecen justifi-car moralmente en nuestra cultura toda "innatura-lidad" o artificio de la naturaleza humana, talvezinclusive mandarla; incubadoras, lavados regu-lares de la sangre, transplante de órganos ajenos,articulaciones artificiales, corazones artificiales,talvez inclusive e! transplante de órganos animales.Es bien posible que al fin la técnica médica topecon tabús infranqueables de la naturaleza humana.Así cabe preguntar, por ejemplo, si una cirugíaque ampute a un ser humano bajo la caja toráxicay lo deje atado a cureñas, no abandona e! marcode las curaciones legítimas y, aún a pesar del con-sentimiento de! interesado, no debería ser recha-zada como un experimento desautorizado moral-·mente en el ser humano. Esta valoración deberíaser válida solamente para las intervenciones técni-cas extremas. Por lo demás puede haber obje-ciones múltiples en contra de una técnica mé-dica, como que su utilidad sea discutible y altoel riesgo para la persona, que amenace con e!mal uso incontrolado para fines no medicinales o,simplemente, que los costos sean desproporciona-dos. Normalmente, la simple referencia a la faltade naturalidad de la técnica no constituye un argu-mento.

Nuestra opinión moral se refiere al propósito yno al carácter técnico del ser humano que de-sencadena mucho más temprano los veredictos mo-rales si no sirve a la corrección de lo enfermo sinoa la modificación de lo sano. Tanto ahora comoantes, un médico que participe en mutilaciones de-be contar con la sanción por lesiones corporales.Las intervenciones corporales extensas arbitrarias,para las que no existe indicación médica ofendenla moral vigente. El consentimiento de la personaestá contra las costumbres. En cierta manera deci-de pues e! alcance del concepto de enfermedadsobre nuestras reacciones morales a la tecnificacióndel ser humano. En eso hay un reconocimiento dela naturaleza de! ser humano como pauta del valor,en tanto que se defina "enfermedad" como la des-viación del estado biológico normal del cuerpo,que ha sido normado en la evolución natural como"valor nominal" para la especie humana. Pero estamedida no lleva implícito ningún tabú para el al-cance de las manipulaciones químicas, fisiológicas,mecánicas o genéticas que se emprenden en el serhumano dentro de! esquema de la enfermedad.

Además se empieza a imponer una diferencia-ción de la valoración moral también para la mani-pulación de lo sano, según el propósito de la inter-vención. La esterilización para la planificación fa-

21

miliar, al fin y al cabo un cambio irreversible enuna función esencial del cuerpo, es una prácticaaceptada en la mayor parte de los países. La inte-rrupción de! embarazo por indicación no médica, osea, por necesidad social o tras la regulación deplazos, en todo caso no se evalúa moralmente des-de el punto de vista de si constituye o no unaintervención inadmisible en e! cuerpo de la mujer.

Evidentemente, los tabús que deben hacer res-petar la inviolabilidad absoluta de la naturaleza hu-mana tienen un status precario en nuestra cultura.Parece ser su destino disolverse justamente en lamedida en que se producen las posibilidades técni-cas de intervenir en tal naturaleza. Como inque-brantables y evidentes valen en todo caso en tantoque las barreras morales que erigen sean tambiénfrontera de nuestro saber técnico. Entre tanto son,en cierto sentido, gratuitos y no implican ningunarenuncia real a la técnica.

Con esto tampoco se torna moralmente admisi-ble todo lo que se vuelve técnicamente posible.Pero el veredicto sobre la admisibilidad no puedeser apoyado simplemente en el caracter técnico oen la innaturalidad de disponer sobre la vida huma-na. Cada individuo puede reconocer para sí mismonormas estrictas del respeto a la naturalidad del serhumano. Puede inclusive, como los Testigos de Je-hová, definir ya una transfusión sanguínea comoinjerencia absolutamente inadmisible. Normas asíconstituyen una moral privada o "especial". En elplano de la valoración social no son compartidassino toleradas en e! marco del pluralismo de lasconvicciones personales. Uno puede pedir respetoen tanto sólo conciernan a la propia persona. Perono se puede pedir que otros las adopten o que seles impongan por medio de prohibiciones legales.

Esta apreciación vale también para las objecio-nes a la fecundación in vitro o el diagnóstico yterapia genéticos en tanto se dirigan a la tecnifica-ción de la reproducción o a la penetración del ge-noma humano. Sobre estas técnicas no hay un ve-redicto compartido socialmente.

Con seguridad todos verían como inmoral y to-talmente inadmisible la producción puramente téc-nica de niños. Algo parecido vale talvez para laidea de una génesis completa in vitro del embrión,donde los padres suministren los genes y reciban,tras nueve meses, al niño ya terminado. Sin embar-go, ambos casos no constituyen posibilidades téc-nicas realistas. Por e! contrario, en relación con lastécnicas a disposición divergen los juicios moralesde la sociedad. Algunos consideran ya a la insemi-nación artificial e, inclusive, al control de la natali-

Page 4: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

22 WOLFGANG VAN DER DAELE

dad como relación impropia con el mno. Otros,entre ellos las dos grandes iglesias, consideran a lafecundación in vitro, en la que se transfieren a laretorta la fusión de óvulo y espermatozoide y lasprimeras divisiones celulares, como procedimientoaún permisible en principio.

De vez en cuando se trata de derivar de las va-riaciones propias de la fecundación in vitro, a par-tir de la artificialidad y la arbitrariedad de la fecun-dación técnica, una falta contra la dignidad huma-na del niño "fabricado". De esta manera argumen-ta, por ejemplo, Ernst Benda, expresidente del Tri-bunal Federal de Garantías Constitucionales: "Larelación madre-hijo constituye la relación más na-tural posible entre seres humanos. Impedirla o sus-tituirla por una manifestación técnica es inhuma-no" (4). La afirmación es sugerente. Pero en reali-dad evidentemente no se considera la maternidadsustituta tan inhumana como, por ejemplo, el ho-micidio de un recién nacido o la tortura. Ya elhecho de que pueda discutirse en la sociedad si sepuede permitir el procedimiento bajo determina-das condiciones excluye por sí mismo la apelacióna falta contra la dignidad humana o contra las bue-nas costumbres. Puesto bajo presión argumentati-va, no puede uno apoyar sencillamente el rechazode la maternidad sustituta en un tabú moral cimen-tado en la sociedad. Uno debe justificarla en quepeligra el bienestar del niño y en el posible mal usodel procedimiento (5).

Algo parecido debería ser válido para la valora-ción de la terapia gen ética en la gestación embrio-naria del ser humano. Una terapia aSÍ, que cambiatambién el genoma de generaciones futuras, se re-chaza actualmente por unanimidad. Pero seríaequivocado ver en este rechazo la expresión de untabú eficaz por medio del que la cultura impidatoda intervención técnica en el ámbito nuclear dela vida humana. Tras el consenso en el rechazo dela terapia embrionaria se esconde una "gran coali-ción" de convicciones morales completamente di-ferentes. Mientras que unos rechazan efectiva-mente en forma categórica toda intervención en lagénesis embrionaria, o sea, que lo consideran sim-plemente prohibido sin consideración a las metas ya las demás circunstancias acompañantes, tienenlos otros razones más bien pragmáticas: encuen-tran que los riesgos para los involucrados son injus-tificadamente altos, rechazan los medios necesariospara una intervención de tal naturaleza (la experi-mentación en embriones humanos) o quieren re-chzar los peligros del paso al cultivo de seres huma-nos (6). Obviamente son los motivos pragmáticos

los que constituyen el mínimo común denomina-dor que mantiene junto al frente de rechazo. Se-rían también los motivos en los que al fm tendríaque ampararse constitucionalmente la prohibiciónde la terapia durante la génesis embrionaria.

En nuestra sociedad hacen falta los tabús co-rrespondientes que coloquen límites morales irre-futables a la tecnificación ulterior del ser humano.Por eso, la resistencia contra las biotécnicas moder-nas debe fundamentarse en una valoración funda-mentada de los objetivos y las consecuencias decada intervención, en la ponderación de la utilidady los daños, pero sobre todo en el rechazo de lospeligros para los derechos de otras personas y paralos bienes sociales importantes. De esta argumenta-ción no puede uno apartarse si mantiene la exigen-cia de la renuncia a estas técnicas obligatoria paratodos.

3. Derechos individuales no burlables

La renuncia a la técnica debería llevarse a cabocontra intereses, esperanzas y necesidades que ennuestra cultura también son considerados como le-gítimos, mientras no se demuestre lo contrario, yque inclusive están cubiertos por derechos consti-tucionales individuales. De la protección garantiza-da de la salud, de la libertad de fundar una familia0, simplemente, del postulado fundamental de laautodeterminación, según el cual cada uno debepoder decidir sobre la configuración de su propiavida y sobre el trato a su propio cuerpo sin inter-vención ajena, se derivan las pretensiones de poderutilizar también las posibilidades técnicas existen-tes. Las pretensiones de este tipo se refieren a lautilización y no a la producción de opciones técni-cas. De la garantía de salud o de autodetermina-ción se sigue por lo general solamente que puederechazarse intervenciones, pero no que los límitesexistentes del tratamiento tengan que hacerse a unlado por medio de un esfuerzo social determinadocomo, por ejemplo, la investigación o que hayaque ampliar las posibilidades de estructuración dela vida. Pero en cuanto existen posibilidades detratamiento, las pretensiones de su utilización seconvierten en consecuencia social inevitable. y laprohibición de su utilización se vuelve una inter-vención en los derechos garantizados que necesitajustificación. El reconocimiento de tales derechosle coloca a la exigencia de renunciar socialmente ala técnica cargas adicionales de argumentación y dedemostración.

Page 5: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

RESISTENCIA A LA BIOTECNOLOGIA 23

Lo más dificil de fundamentar sería sin lugar aduda una prohibición global de utilizar técnicasapropiadas para curar o evitar enfermedades. Peroes aquí donde están muchos de los usos y, aúnmás, las perspectivas posibles de la técnica genéti-ea. Muchas sustancias biológicas de valor terapéuti-co demostrado o supuesto pueden producirse tec-nicogenéticamente por primera vez o por primeravez en cantidades suficientes y sin impurezas peli-grosas: factores de coagulación de la sangre, hor-mona del crecimiento, vacuna para la hepatitis, in-terferón y otras sustancias reguladoras del sistemainmunológico. Con la ayuda de la técnica gen éticapuede esclarecerse los mecanismos de enfermeda-des congénitas e incapacidades hasta ahora incura-bles y, probablemente, desarrollarse nuevas formasde terapia, talvez por medio del traslado de losgenes intactos, capaces de funcionar (terapia gené-tica sornática), en otros casos talvez por medio de ladeterminación y corrección del efecto del metabo-lismo del defecto básico (sustitución del productogenético faltante). Las posibilidades preventivasabren también la ecogenética y la farmacogenética,que identifican la propensión a ciertas influenciasambientales, alimentos y medicamentos. El diag-nóstico de esas propensiones le permite a la perso-na en cuestión controlar mejor determinados ries-gos de enfermedades laborales, tolerancia de medi-camentos, incidentes con narcóticos, etc.

Mientras están en discusión los usos no médicosde las biotécnicas modernas, la renuncia socialmen-te impuesta puede conducir a limitaciones conside-rables de la autodeterminación individual. Así, porejemplo, el descendiente de una familia en la quese ha dado enfermedades hereditarias de aparicióntardía, puede tener un fuerte interés en lograr cla-ridad, por medio de un análisis de genoma, de si élmismo porta la propensión a la enfermedad. Estaclaridad también puede ser significativa para élcuando la enfermedad misma no es ni evitable nicurable. El individuo en cuestión puede desear de-cidir sobre los proyectos de su vida, o sea, la elec-ción de una carrera, el matrimonio y los hijos, co-nociendo sus perspectivas de salud. Actualmenteestá siendo probada clínicamente una prueba gené-tica para el caso del mal de Huntington. La enfer-medad es incurable, revienta por lo general en laquinta década y lleva, con pérdidas mentales y cor-porales progresivas, en alrededor de 10 años a lamuerte. Los hijos de los enfermos tienen un riesgodel 50% de heredar la propensión a la enfermedad.La introducción de la prueba genética es discutidapor las personas en riesgo. En primer término está

la pregunta de cómo evitar efectivamente todotipo de coacción para hacerse examinar. Pero tam-bién se está de acuerdo en que a cada afectadodebería estarle abierta la opción de poderse decidirpor un examen de este tipo (7).

Por medio del análisis de genomas se ven radi-calmente aumentadas las posibilidades de los pa-dres de controlar su reproducción considerando lasalud hereditaria de los hijos futuros, ya sea renun-ciando a tener hijos a causa de algún riesgo heredi-tario existente o utilizando las posibilidades deldiagnóstico prenatal e impidiendo selectivamentepor medio del aborto el nacimiento de los fetosafectados. El deseo de tener en lo posible sólo unhijo sano y que se desarrolle normalmente es natu-ral e indiscutiblemente legítimo. El nacimiento deun niño impedido lo siente la mayor parte de lospadres como un golpe duro del destino, como unainvasión profunda e inesperada en sus perspectivasde vida y como pérdida de muchas ilusiones. Lacomprensión para la situación de los padres nocambia el que el derecho de vivir de de un niñonacido impedido es inviolable y se mantiene suderecho al cuidado de los padres. Pero el ordenjurídico tampoco obliga a una mujer a consumar lagestación del niño si se diagnostica un daño grave,no tratable, del feto (Artículo 218a, Código Pe-nal). Esta opción de derecho no deja de tener arn-bivalencia moral. Pero con seguridad es menos arn-bivalente que la opción, también admitida, delaborto por indicación social o por la regulación deplazos, que permite a la mujer liberarse de un em-barazo no deseado. A esto se agrega que el abortopor daños del feto es muy escogido por padres queya están gravemente afectados. Los padres debenhaberse dado cuenta del riesgo existente. Esto su-cede sin embargo, si la edad de la mujer no consti-tuye un factor decisivo de riesgo, hasta que ya hanacido un niño impedido.

En el campo de las técnicas de fecundación, eldeseo de tener hijos de aquellas mujeres estériles acausa de que no funcionan las trompas uterinas,constituye el bastión individual decisivo que seopone contra la exigencia de la renuncia general aestas técnicas. La pregunta de si la esterilidad cons-tituye una enfermedad y la fecundación in vitrouna terapia, no es decisiva. La intervención no esde tanto peso como para que tuviera que conside-rarse injustificable si se niega la indicación médica.Las mujeres en cuestión tornan vehementementeválido su interés en la fecundación in vitro. Por laoportunidad de obtener un hijo propio, están dis-puestas por lo general, a pesar de que las oportuni-

Page 6: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

24 WOLFGANG VAN DER DAELE

dades de éxito son relativamente bajas, a sobrelle-var repetidas veces los procedimientos de esta téc-nica, incluyendo la operación de extracción deóvulos por reflección estomacal. Desde el punto devista de estas mujeres y como se trata del naci-miento de un hijo deseado, el hecho de que ellasmismas deseen la técnica con todas las circunstan-cias concomitantes constituye una justificación su-ficiente para su uso. Exigen libertad de albedrío.

Concentrarse en las necesidades e intereses indi-viduales parece apropiado para acabar con la discu-sión sobre la renuncia general a las técnicas genéti-cas y de reproducción. Uno simplemente no puedeestar en contra de que se cure o impida enferme-dades o de que los padres puedan decidir autóno-mamente sobre la pregunta de si traen al mundo aun niño impedido o a un hijo propio. Desde estepunto de vista, las técnicas que abren tales opcio-nes adquieren legitimidad de principio. Esto valeinclusive cuando uno puede demostrar que aque-llos que desarrollan las técnicas tienen como moti-vo impulsor el seguimiento de intereses propios,sea profesionales o económicos. Por eso tratan loscríticos de relativizar la legitimidad de este puntode vista. De hecho es cuestionable la concentraciónen las pretensiones de aprovechamiento individual.Con eso, la introducción de las técnicas se lleva acabo según el modelo del consumidor. Se sitúa enprimer plano productos aislados de utilidad noto-ria, pero el proceso problemático dé la tecnifica-ción, o sea, por así decir, la estructura' social deproducción establecida por las nuevas técnicas sesale del campo visual. Las opciones alternativas a la"satisfacción de necesidades" no se toman en con-sideración. Y finalmente se trabaja con la imputa-ción de la "soberanía del consumidor": las necesi-dades del individuo valen como auténticas, noconstituyen datos ni criticables ni burlables. Lapregunta es si tales objeciones bastan para acabarcon el efecto de legitimación de los derechos indi-viduales.

Tiene que fracasar el intento de neutralizar elproblema con el argumento de que las nuevas téc-nicas en realidad no ofrecen opciones reales, yaque su utilidad no es más que pura promc:sa,o sea,cambio sin cobertura en el futuro. Efectivamenteya existen hoy en muchos casos las opciones y, enotros, son al menos imaginables o probables. Mien-tras se trate de la curación de enfermedades, cortarel posible desarrollo técnico necesita apenas menosjustificación que la exclusión de la utilización delas opciones existentes. Las perspectivas de éxitopobres pueden, en casos particulares, conducir a

que las intervenciones en el cuerpo humano nosean tomadas en consideración o a que sean consi-deradas injwtificables. Pero esto vale generalmentesólo cuando la intervención conduce a cambiosirreversibles o si está asociada a riesgos despropor-cionados (por ejemplo, la donación de un órgano).Precisamente esto no cuenta por ejemplo en el ca-so de la fecundación in vitro. Para la mujer la inter-vención no es ni especialmente peligrosa ni irrever-sible. Las pocas probabilidades de éxito justifica-rían en todo caso el que se niegue el financia-miento por medio de la caja del seguro de enferme-dad, pero de ningún modo la exclusión de la utili-zación de la técnica.

Solamente se puede remitir a alguien a las alter-nativas de la utilización de una técnica si estas al-ternativas existen efectivamente y no cuando sóloson pensables en principio o apenas deseables.Además, el individuo debe ser capaz de enfrentarestas alternativas. Siguiendo estos criterios, son su-perfluas las objeciones que resaltan o hacen valerun desarrollo erróneo fundamental de la medicinatecnificada en el sentido de que no se sigue estrate-gias preventivas y de que no se investiga suficiente-mente las causas de las enfermedades ni de la infer-tilidad como para contestar a la pregunta de si enun caso concreto debe aplicarse una nueva técnicao no.

Las objeciones no ofrecen, aún cuando concier-nan a todos, ninguna alternativa al afectado. Sinduda debe procurarse desarrollar alternativas a lamedicina predominante, orientada técnicamente.Esta medicina establece al servicio de la humani-dad precisamente aquel punto de vista reduccionis-ta del ser humano como máquina que sentimosculturalmente como amenaza a la humanidad. Pero¿ puede pedírsele realmente al individuo que re-nuncie a las ventajas de la medicina por rechazarque continúe el apoyo a la imagen reduccionistadel ser humano? Las alternativas en la medicinahan sido hasta ahora fomentadas insuficientementeo no han tenido ningún chance a causa del arraigoeconómico de la medicina de los aparatos. Perodifícilmente se puede objetar esto a alguien queactualmente calcule tener una oportunidad de sal-var la vida o de sanar de una enfermedad precisa-mente a causa de que se continúe tecnificando alser humano. Y con seguridad sería injustificable-mente cínico el argumento de que solamente larenuncia obligatoria a esta tecnificación podríaproducir la presión política necesaria que permiti-ría el desarrollo de alternativas.

Page 7: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

RESISTENCIA A LA BIOTECNOLOGIA 25

Naturalmente, teóricamente hay también siem- La "piedra de escándalo" para cada argumenta-pre la alternativa de resignarse a las enfermedades ción de una renuncia total a la técnica de fecunda-o a los impedimentos propios o de los hijos futu- ción in vitro la constituye el deseo manifiesto deros, en vez de buscar ayuda con técnicas siempre hijos de las mujeres que desean emplear esta técni-nuevas.En muchos casos no le queda más remedio ea. La prohibición de la fecundación in vitro cons-al afectado. Ninguna medicina, por más tecnificada tituiría inevitablemente a la vez la opresión socialque sea, puede vencer definitivamente a la enfer- de estas mujeres, consecuencia difícilmente sobre-medad, ningún diagnóstico prenatal, por extenso llevable para el movimiento feminista que reclamaque sea, ni ningún aborto selectivo garantizar el tal prohibición precisamente en interés de la mu-nacimiento de un niño sano. La posibilidad de en- jer. Como salida se trata por tanto de derribarferrnedad e impedimento está ligada indivisible- ideológicamente la importancia del deseo de hijosmente a la naturaleza humana. Este hecho es indis- expresado. El deseo de las mujeres afectadas, decutible. Y la consciencia de eso debería servir de tener en todo caso un hijo propio y su disposiciónbase a toda política de salud o social para excluir a someterse por ello a las molestias de la técnica defantasíasde soluciones presuntamente definitivas y reproducción no se tomarán en cuenta como ex-asegurar la solidaridad necesaria con el afectado. presión de necesidades auténticas e incluso natura-Perono puede servir para imponerle al afectado en les. Más bien se considerarán como consecuenciaun caso concreto la renuncia a una técnica a dispo- de la situación social de la mujer, de su posiciónsicióncon la que se le podría ayudar. El individuo estructural perjudicada en el mercado de trabajo ypuededecidirse a sobrellevar una enfermedad antes en la vida pública, que promueve el retiro a lade intentar su tratamiento. Puede rechazar el diag- familia, de la presión de las expectativas del hom-nóstico prenatal y, en vez de eso, conformarse con bre en cuanto al papel de la mujer en la pareja y,el riesgodel nacimiento de un niño impedido. Pue- finalmente, también de la coacción psíquica prove-de inclusiveescoger mejor una muerte digna en vez niente de los estereotipos sociales interiorizadosde aceptar para sí determinadas medidas prolonga- que determinan lo que en realidad debe ser y debedoras de la vida de la medicina intensiva. Pero en desear una mujer.todos estos casos se trata de opciones entre las que Debe reconocerse que las necesidades de la per-él debe poder escoger libremente y no de medidas sona no están simplemente dadas sino que son in-que, llegado el caso, también le podrían ser im- terpretadas o construídas socialmente. Ciertamen-puestaspor la sociedad. te es esto válido para todas las necesidades, o sea,

También en el campo de la fecundación in vitro no sólo para el deseo de tener un hijo propio, sinoresulta difícil llamar la atención de las mujeres también para el deseo de no tener hijos, de ejercerafectadas hacia las alternativas. La adopción no una profesión, de hacer carrera, de casarse o de noconstituye una alternativa. Por un lado, no cumple casarse. Vale también para la necesidad de partici-el deseo de un hijo genéticamente propio. Por pación política, de libertad y de desarrollo propio.otro, es prácticamente imposible adoptar niños de Si el deseo de tener hijos está determinadopecho. La adopción de niños mayores, por lo gene- "apenas" socialmente, parece altamente discutible,ral con un recorrido largo por hospicios constituye ya por motivos de la teoría de la evolución. Peroapenas un equivalente. Esto puede ser criticado so- talvez no sea implausible que la intensidad especialciopolíticamente, lo' mismo que la poca disposi- con la que persiguen las mujeres estériles su deseoción de adoptar niños enfermos, impedidos o de de tener niños deba ser explicada socialmente. Laotras razas. Pero una crítica política así no puede pregunta es, sin embargo, qué se sigue de ésto, deconfrontarse con la legitimidad de los deseos indi- ser cierto. ¿Quiere decir que en consecuencia no seviduales de convertirse en padre o madre. Proba- debe respetar ya las necesidades de estas mujeres?blemente la psicoterapia constituya una alternativa Fundamentalmente, la demostración de la con-a la fecundación in vitro cuando la infertilidad de dicionalidad social de necesidades, puntos de vistala mujer sea por causas poco claras. En vista de la y normas no puede revocar su validez. Cualquierduración y de los costos de un tratamiento tal cabe otra cosa revocaría al fin hasta la posibilidad de lapreguntarse si esta alternativa es viable. En caso de crítica ideológica, pues sus normas naturalmenteduda, la mujer afectada debería poder decidir si se también están condicionadas socialmente. La vali-quiere dirigir a la mesa de operaciones del ginecó- dez normativa de las necesidades, esto es, la pre-1 1 u 1 " 1 1 __ ~ ~_ •

Page 8: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

26 WOLFGANG VAN DER DAELE

puede ser decidida por medio de la investigaciónsociológica de las causas. En nuestra sociedad cons-tituyen pautas centrales la libertad y la autodeter-minación, no en el sentido de una autorregulaciónautónoma de la razón práctica que solamente con-cede la libertad de hacer lo que se debe, sino en elsentido de la libertad empírica de la persona con-creta en las situaciones históricas de hacer funda-mentalmente aquello que se quiere. La autodeter-minación como principio normativo exige que lasnecesidades dadas del ser humano se respeten pri-meramente como tales y que toda censura social sesujete a su autenticidad o su propiedad.

Con esto no se sostiene en modo alguno que seailegítimo el intento de influir en las necesidadespor medio de la crítica o de la ilustración o pormedio del cambio de las estructuras sociales en lasque se producen. Pero una influencia tal puedeinsistir solamente en que los destinatarios dejen alfin de tener las necesidades en cuestión y no enque se repriman las necesidades existentes o que,en nombre de discernimientos razonados, al afec-tado se le recomiende, en la condicionalidad social,aquellas necesidades que en realidad debería tenero que probablemente tendría en mejores circuns-tancias sociales. Si se desea debilitar, como argu-mento a favor de la fecundación in vitro, el deseode tener hijos, debe ponerse en movimiento proce-sos de ilustración que conduzcan a que estas muje-res abandonen el deseo de tener niños. Si se en-cuentra las condiciones socioestructurales insufi-cientes para tales procesos de ilustración, se debeprocurar alterar estas condiciones. Pero sería in-conciliable con el derecho de autodeterminaciónde estas mujeres, pretender de ellas, anticipando eléxito de estos esfuerzos, una moratoria a la satis-facción de sus necesidades.

Toda demanda de una renuncia general a lasbiotécnicas modernas debe enfrentarse a las pre-tensiones individuales de utilización de las mismas.La "salud" se coloca en nuestra sociedad a la cabe-za de las jerarquías individuales de valores. Consti-tuye a la vez un bien público central, con el em-pleo del 10% del producto social bruto y alrededorde 1 millón de empleados en la República Federal.Bajo estas condiciones tiene que ser muy angostoel margen de movimiento para una política quequiere evitar el desarrollo y la utilización de técni-cas que en principio pueden disminuir o evitar elsufrimiento. Las decisiones sobre los hijos, o sea, lapregunta de si se desea un niño y si se desea correrel riesgo de traer al mundo a un niño impedido,pertenecen al núcleo de la configuración de la vida

privada y a la autodeterminación protegida cons-titucionalmente. Ninguno de estos derechos es ab-soluto ni puede, por así decir, imponerse sin consi-deración a los costos sociales. Pero cada uno cons-tituye un factor no burlable de la ponderación debienes y puede pasársele por encima solamente sila utilización de la técnica conlleva peligros inevita-bles y predominantes para otros derechos tambiénprotegidos en nuestro orden de valores.

4. La defensa de los peligros amenazantes.

En 10 que sigue no debe tomarse en considera-ción los peligros que pudieran ser inmediatos al serhumano por la realización de intervenciones médi-cas genotécnicas y de fecundación. Se supone queo bien estos peligros no existen, que, por ejemplo,la fecundación in vitro no significa en sí un riesgopara la salud del niño engendrado, o bien que sepueden enfrentar con medidas de seguridad como,por ejemplo, excluyendo la posibilidad de que elpersonal clínico sea infectado por los virus utiliza-dos durante la terapia genética. Entonces, comopeligros que se puede atribuir a estas técnicas, seconsideran, en primera fila, las consecuencias so-ciales de su utilización.

Ahora bien, las consecuencias sociales de unatécnica dependen de las regulaciones normativas desu utilización. La pregunta misma de si existe unpeligro, presupone un juicio de 10 que es permitidocomo utilización de la técnica y si pueden ser ga-rantizados los límites de su utilización legítima.Las normas sociales no constituyen, desde luego,leyes naturales y en esa medida se puede pensarsiempre en aquello técnicamente posible como sifuera una acción social. Sea también como conduc-ta irregular, como delito o como mal uso. Cadaampliación de nuestras posibilidades técnicas am-plía por tanto a su vez las opciones de conductairregular. El mal uso posible constituye por así de-cir el riesgo social restante insuprimible de cadatécnica. Pero uno debe distinguir el peligro de quecon la utilización de una técnica se cometa delitosdel peligro de que tales delitos se conviertan enpráctica social normal, o sea, como quien dice, quese vuelvan legítimos. Lo último presupondría unasubversión de la sociedad, otro orden cultural ymoral o un régimen terrorista coercitivo. En unasociedad embanderada de la producción rigurosade seres humanos o que (de nuevo) siguiera unapolítica de "supresión de la vida indigna de vivir",se podría emplear con seguridad de manera devas-tadora las técnicas genética y de reproducción. Pe-

Page 9: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

RESISTENCIA A LA BIOTECNOLOGIA 27

ro el peligro de que se llegue a una sociedad tal nopuede añadírsele a la cuenta a estas técnicas comoriesgo de mal uso. Y, por el contrario, sería unailusión creer que la prohibición de estas técnicas yaconstituiría un medio apropiado para ofrecer opo-sición al surgimiento de una sociedad así.

Tras estas reflexiones para fundamentar la exi-gencia de una renuncia a la técnica, parecen pocoadecuados los escenarios de peligros especialmentedramáticos, porque los peligros proyectados, bajola condición de que la sociedad actual sea duraderaen sus rasgos fundamentales, no son realistas. Estovale por ejemplo para la suposición de que el aseso-ramiento genético de los padres y el aborto selecti-vo de fetos dañados conduciría al fin a la políticacoercitiva del estado de la exterminación sistemáti-ca de los impedidos según el ejemplo del régimennacionalsocialista. Esto vale para la presunción deque la autorización de la terapia genética iniciaríala producción de seres humanos, con la construc-ción de soldados preparados para determinadasacciones de combate como campo de aprovecha-miento previsible. Y vale también para el temor deque la práctica de la fecundación in vitro termineen una aún más extensa privación de derechos parala mujer y en su reducción a una "máquina mater-na" (8) o que conduzca a que los investigadores seabastezcan a voluntad de embriones humanos quecríen en el laboratorio y utilicen como materialexperimental. Todas estas posibilidades se encuen-tran en clara contradicción con valoraciones fuer-temente arraigadas en nuestra cultura. Están enparte prohibidas por el derecho penal vigente y enparte se puede contar con tales prohibiciones. Unapolítica estatal en esa dirección sería inconstitu-cional. Pero si uno está convencido de que aún unaproscripción así no puede evitar que surja la prácti-ca social correspondiente, entonces, consecuen-temente, debería darse por terminada la discusiónde la posible renuncia social a la técnica. Ya que¿por qué razón tendría más posibilidad de ser aca-tada la prohibición penal de la utilización de lastécnicas o, inclusive, de la investigación, que laprohibición de malos usos patentes?

Se necesita discutir menos aquellos peligros quesiguen del mal uso dramático de las nuevas biotéc-nicas que más bien aquellos que van unidos a suutilización legítima y a otras utilizaciones para lasque el límite del mal uso no esté ya claramentedefinido por la moral vigente, sino que aún debenser negociadas políticamente. En la utilización dela técnica genética en el ser humano puede consi-derarse más o menos las posibilidades a continua-ción:

la acep tacion de la investigación genética deriesgos de enfermedades se torna condición con-tractual en los procedimientos judiciales priva-dos, por ejemplo entre patrones y aseguradorasla selección genética de los llamados trabajado-res "sobre propensos" a las enfermedades reem-plaza en la seguridad laboral a los peligros obje-tivos para la salud en el lugar de trabajoel monitoreo de los recién nacidos se extiende aun registro de todos los hallazgos genéticos quepudieran tener alguna vez valor preventivo parael niño y los padres: predisposición a enferme-dades incurables, propensiones congénitas a lasinfluencias del ambiente, factores hereditariosque constituyan riesgos para los hijos del afecta-dose origina una presión social para que se utilicelas opciones de la consulta genética con diag-nóstico prenatal y aborto selectivo de los fetosdañadosla seleccon genética, por debajo del plano de lacoerción jurística directa, se convierte en ins-trumento de la política de salud pública, des-ciende la solidaridad social con los impedidosvivientesla terapia genética conduce paso a paso a lamanipulación de características divergentes sinvalor claro de enfermedad.

Tomadas en conjunto, estas características pro-ducen el escenario de una sociedad en la cual losdatos de hallazgos gen éticos altamente personalespertenecen a la infraestructura de información nor-mal y son, por tanto, socialmente esperados y úti-les y en la que los genes se convierten en un crite-rio relevante de diferenciación y selección social,las opciones técnicas que de primera intención sejustifican con que le permiten al individuo decisio-nes autónomas sobre su salud y el planteamientode su vida se vuelven en su contra en forma deviolencia social. La racionalidad incontrovertiblede la prevención y de la necesidad de la economíadel servicio de salud traduce todas las posibilidadespreventivas a coacciones preventivas. En vez de re-solver los problemas de los seres humanos, se eti-queta a seres humanos como problemáticos y seimpide su nacimiento.

Para justificar la exigencia de una prohibiciónglobal de la técnica no es suficiente esbozar la posi-bilidad de tales desarrollos erróneos. Se debe mos-trar además:1. que estos desarrollos probablemente se den de

no actuarse contra ellos y2. que la renuncia a la utilización de la técnica ge-

Page 10: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

WOLFGANG VAN DER DAELE28

nética es la contramedida apropiada y, por tan-to, necesaria y suficiente.En 10 que sigue se supone el primer punto como

:lemostrado en 10 esencial. Se hace una restricciónm 10 que se refiere a que la introducción del diag-nóstico prenatal conducirá a una desvalorizaciónde los derechos de vida de los impedidos. El desa-rrollo de los últimos decenios muestra más bien latendencia contraria del reconocimiento crecientede los derechos y las demandas de las personasimpedidas. Si bien la realización de estos derechosy demandas en muchos casos aún tiene que serlograda o defendida contra la política social delápiz rojo, la inversión fundamental de esta tenden-cia no es probable. La idea de que uno puede "so-lucionar" la tarea social del cuidado e integraciónde las personas impedidas impidiendo por mediode la selección genérica su nacimiento es empírica-mente absurda. La mayor parte de los impedimen-tos no son ni ocasionados genéticamente ni congé-nitos. Aún cuando el diagnóstico prenatal se con-virtiera en rutina para todos los nacimientos, pormedio del aborto selectivo se "evitaría" en todocaso entre el 5 y el 10% de los impedimentos (9).Uno debe hacer ciertamente todo lo posible paraevitar que las estrategias absurdas se extiendanideológicamente, pero no se debe contar con quese puedan imponer como política.

La expansión de la consulta genérica y del diag-nóstico prenatal conducirá de hecho a que no naz-can más personas con determinados impedimentos.En esto se presupone que los padres harán uso dela posibilidad del aborto selectivo en caso de impe-dimentos graves. No hay sin embargo bases parasuponer que esta circunstancia socave la solidari-dad social con los impedidos ya nacidos. En todocaso, esto no ha sucedido en casos comparables, enlos que se pudo evitar más afectados por medio deldiagnóstico prenatal, de la vacunación o un mejorcontrol de los medicamentos, como, por ejemplo,niños con el síndrome de Down, víctimas de lapoliomielitis o afectados por Contergan. Finalmen-te, también parece infundada la advertencia de queel acabar con los fetos impedidos antes del naci-miento tenga que conducir al fin a que se permitatambién acabar con los impedidos ya nacidos (10).Por lo menos hasta el momento queda fuera dediscusión la protección absoluta de la vida ya naci-da. Probablemente tampoco se presumiría que elderecho de la mujer de liberarse, en casos determi-nados, por motivos de autodeterminación, de unembarazo no deseado, conduzca al fin al derechocorrespondiente de liberarse también después del

nacimiento matando a los niños no deseados.Para los demás desarrollos erróneos puestos en

escena más arriba, se puede inferir plausiblementelas tendencias en la sociedad por medio de indica-dores empíricos -intereses y orientaciones econó-micos y profesionales, diferencias de poder socialyracionalidades políticas. La pregunta es sin embar-go si se debe y puede contrarrestar estas tendenciaspor medio de la renuncia general a la técnica.

En muchos casos existe la posibilidad de reac-cionar contra las consecuencias indeseables pormedio de la prohibición específica de determina-das aplicaciones en vez de por la renuncia categóri-ca a la técnica. Se puede excluir la investigacióngenérica de la libertad de los contratos privadoscomo violación a los derechos personales absoluta-mente protegidos. Puede prohibirse la prevenciónde enfermedades laborales por medio de la selec-ción de trabajadores de especial propensión genéti-ea o reducirla a excepciones muy bien delimitadasy atarla a derechos más amplios de codetermina-ción. Puede reducirse el monitoreo de recién naci-dos, legalmente o por medio de regulaciones profe-sionales y del derecho de la seguridad social, a lascaracterísticas clínicas que necesariamente debanser tratadas. Puede excluirse legalmente las inter-venciones en el período de la gestación humana.

Por el contrario, en otros casos, las posibilida-des de una protección dirigida contra los peligrosson exiguas. Para evitar la presión social de abortospor motivos eugenésicos, puede controlarse laorientación de la política de salud. Para las ins-tituciones de orientación genérica puede pres-cribirse orientación no directiva que subraye laautonomía de la decisión de los padres. y puedeexcluirse las formas de presión legal indirecta aabortar como, por ejemplo, demandas de indemni-zación por daños contra los médicos e, inclusive,los padres, por un niño nacido impedido a causa deun aborto que no se llevó a cabo (11). Pero ¿cómoproteger a las mujeres afectadas de la presión desus cónyuges, las expectativas de los vecinos o co-nocidos y el eventual trabajo "eugenésico" de con-vencimiento del doctor? Sería sin embargo unaequivocación creer que la prohibición de la técnicagenética o cerrar los consultorios genéticos consti-tuya una solución. Conocer las taras hereditariasdel feto no depende de la utilización de métodosgenotécnicos, puede también lograrse por mediode un examen de ultrasonido. y cerrar los consul-torios sólo forzaría a incluir el problema en losconsultorios aún menos claros de los pediatras, gi-necólogos y neurólogos.

Page 11: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

RESISTENCIA A LA BIOTECNOLOGIA 29

En general se puede comprobar que los desarro-llossocialeserróneos en los que la utilización de latécnicagenética se muestra problemática, en la ma-yoría de los casos no están supeditados por esatécnica ni pueden ser controlados efectivamentepor medio de la prohibición de la técnica. La de-fensade la autonomía individual contra las tenden-cias de la coerción preventiva será un problemacentral del desarrollo social futuro. La soluciónadecuadano es la prohibición de una técnica aisla-da capaz de utilizarse preventivamente, sino la for-mulaciónde principios de compromiso entre losinteresesde libertad y la racionalización de la saludpública. La solidaridad con los impedidos presu-pone un compromiso social y gastos económicospara los vivientes. Pero estos no se satisfacen deningún modo prohibiendo, por ejemplo, el diag-nóstico prenatal. El gobierno de los Estados Uni-dos ofrece un ejemplo de que el rechazo estrictode todo aborto y, por tanto, el reconocimiento delderechoaún de la vida impedida por nacer, va uni-do a un corte drástico de los beneficios socialesque son los que en primer lugar permiten una vidaadecuadaa los nacidos. No solamente por la utili-zaciónde la técnica genética constituye una tareaimportante asegurar el respeto de la multiplicidady las particularidades de los individuos humanos,rechazar toda política biologista y negociar unadefiniciónapropiada del concepto de enfermedady conello de los límites de la manipulación técnicalegítimadel ser humano, La solución de esta tareano dependerá de manera decisiva de si se prohibe onola técnica genética.

De estas reflexiones debe concluirse que tam-bién desde el punto de vista de la protección con-tra el peligro no puede fundamentarse la prohibi-ción global de toda utilización de la técnica gené-tica en el ser humano. Mientras sea posible la pro-tección contra el peligro por medio de restriccio-nesdirigidas de tales utilizaciones, no es necesariala renuncia general a la técnica. Sería también des-proporcionada, ya que frustraría sin motivos irre-futableslas aspiraciones individuales de utilizaciónde la técnica. En tanto que la protección contra elpeligropresuponga el control de desarrollos erró-neos sociales generales, no es necesaria la renunciaa la técnica genética. Tendría más bien el carácterde acción sustituta que aparta de las dificultadesdelas tareas que en realidad se debe resolver.

Esta valoración vale también para la fecunda-ción in vitro, que no puede exponerse aquí detalla-damente. Una serie de los peligros que surgen porsu utilización, como la comercialización de óvulos

y espermatozoides y embriones o la explotaciónsociopolítica de las mujeres como madres sustitu-tas, deben y serán previsiblemente combatidos porlas prohibiciones legales correspondientes. Por otraparte, los problemas del papel social y la posiciónde la mujer. en general, de cuyo trasfondo se tor-nan plausibles ciertos peligros de las técnicas dereproducción, tienen que ser abordados y solucio-nados de otra manera que por medio de la prohibi-ción de la fecundación in vitro. Es cierto que ya ladisposición de la fecundación in vitro puede cons-tituir una carga para la mujer. En tanto que laesterilidad constituya una reacción a las espectati-vas, que ella siente como irrazonables, de tenerniños, pierde la protección de que la infertilidadno sea intratable y que, por lo tanto, tenga que seraceptada. No ha sido aclarado cuán a menudo, em-píricamente, aparece esta situación en la esterili-dad debida a las trompas uterinas -que es la únicaque puede considerarse para la fecundación in vi-tro. Además se debe preguntar si constituye unpeligro que las mujeres afectadas tengan en adelan-te que defender abiertamente, en contra de sucompañero y del medio, su deseo de no tener hi-jos, rechazando el tratamiento de la infertilidad.

Resta la pregunta de cómo se elude el riesgo deequivocarse al evaluar las consecuencias de una téc-nica y con ella también de los posibles peligros queconlleva. En la discusión de la utilización pacíficade la energía nuclear no se consideró sino hast••después el problema del almacenamiento final conla necesidad de almacenar y proteger desperdiciospor diezmiles de años (12). ¿No podría ser que enla discusión actual se pase por alto problemas equi-valentes de la utilización de la técnica genética yde reproducción que del todo no pudieran regular-se o que se pudieran regular solamente con costossociales irrazonablemente altos? La respuesta aesta pregunta debe ser probablemente que se debetratar por todos los medios de descubrir peligrostales tan pr!Jnto como sea posible y reservarse paraeste caso la "retirada" de la utilización de estatécnica. Esto implica el riesgo de que para enton-ces ya se puedan mostrar irreversibles ciertas con-secuencias de la tecnología y que esta sea muydifícilmente retirable por su arraigo en la sociedad.Pero la única forma alternativa sería terminar contoda evolución técnica. Esto parece no ser ni realiza-ble ni defendible. Con esto no estaría la sociedad, enla mayoría de los campos, no solo en ningún "estadonatural" digno de confianza sino fija en el escalónrecién alcanzado de desarrollo técnico histórico,del que no se puede. dilucidar si no tiene también

Page 12: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

30 WOLFGANG VAN DER DAELE

efectos a largo plazo imprevistos y asoladores. Lainstitucionalización de los derechos individuales ennuestro orden de valores requiere también unmínimo de fuerza probatoria para toda políticaque restrinja, amparándose en la protección de pe-ligros, la utilización de las opciones técnicas detales derechos. Esta fuerza probatoria no puedesignificar que no se debe reaccionar también a peli-gros puramente hipotéticos, pero se debe podercircunscribirlos aproximadamente. Un ejemplo se-ría la prohibición de la liberación en el ambientede microorganismo s alterados genéticamente. Elpeligro de un posible intercambio de genes conorganismos existentes y su transformación fenotí-pica imprevisible, así como los peligros de unatransformación revolucionaria de la ecodinámica,son también hipotéticos. Pero están suficientemen-te circunscritos como para justificar un controlpreventivo de las aplicaciones de la técnica. Sinembargo, la sola sospecha de que en cualquier cam-po pueda aparecer algún daño dramático a largoplazo no es suficiente para justificar la renuncia ala técnica que a la vez le resta opciones al indivi-duo, ya sea de ser curado de sus sufrimientos o seatan sólo de poder determinar por sí mismo, de unaforma esencial, sobre su vida.

5. Renuncia a la técnica: política reguladora ocambio cultural.

La exigencia de una renuncia general obligatoriaa toda aplicación en los humanos de las técnicasreproductiva y genética no es defendible presupo-niendo los principios de valoración vigentes en lacultura actual. El reconocimiento de derechos indi-viduales absolutos obliga a una ponderación de bie-nes en la que tal renuncia a la técnica es justifica-ble solamente desde la perspectiva de la protecciónde peligros. La renuncia debe constituir el medionecesario y proporcionado para la protección deotros bienes de derecho. Con esto se torna tangrande la fuerza probatoria que, predeciblemente,el resultado de las reacciones legales a las nuevasbiotécnicas no puede ser más que la diferenciaciónde los usos permitidos del abuso ilícito, pero nomás la prohibición global de las técnicas.

Este resultado no satisfará a aquel que vea sola-mente en la renuncia a estas técnicas la protecciónde las tendencias de modernización técnica y deracionalización de la naturaleza humana y paraquien tan sólo la renuncia constituiría la demostra-ción de que la sociedad realmente es capaz de ac-tuar frente a la dinámica técnica. En todo caso se

sentirá momentáneamente acorralado por la argu-mentación, luego atacará las premisas de la argu-mentación o sea, los principios de valoración quese presupuso válidos. Efectivamente podrá ahogar-se por una relativación de la primacía de los dere-chos individuales frente a los intereses colectivosde orientación. ¿Por qué tendría que ser el cambiosocial en tan alto grado nada más el resultado deacciones individuales liberadas, a las que cada unose puede adherir y a las que cada uno se tiene queajustar? Además podría exigirse una versión me-nos restrictiva de los "peligros" con los que se pue-da justificar la restricción de los ámbitos de acción.¿Por qué no podría ya valer como peligro la des-viación de la "naturalidad" de la procreación hu-mana o el hecho de que una técnica nueva propi-ciará cambios en nuestro comportamiento y estilode vida que aún no podemos abarcar con la vistaen su detalle?

Una reacción así hace patente que la exigenciade renuncia a más técnica tiene una meta doble. Sedirige por un lado al legislador y espera una prohi-bición legal. Pero por otro lado se dirige a la cons-ciencia pública y exige una conversión del pensa-miento y una reorientación de valores. En el pri-mer sentido es una tentativa de política regulativay tiene sus fronteras en el límite de la posibilidadestatal de actuación, por tanto, entre otros, en losprincipios de la moral vigente y en los principiosde derecho fijados por la constitución. En el segun-do sentido es una reflexión cultural y puede, por-que sólo es reflexión, alcanzar más allá de esoslímites.

Ninguna cultura puede inmunizarse contra elcambio de sus fundamentos. Ni siquiera la consti-tución protege contra la pérdida del consenso quegarantiza en primer lugar su validez. Si se impusie-ra pues en la sociedad la convicción de que la su-pervivencia digna del ser humano sólo puede asegu-rarse si paramos el proceso de las innovacionescientífico-técnicas, entonces no tendría más objetola invocación del derecho a la salud o de la libertadconstitucional de la investigación. Valdría natural-mente lo correspondiente si se impusieran convic-ciones que hicieran parecer ineludible la vuelta auna disposición religiosa de la vida social. La pre-gunta es, sin embargo, con qué medios se cuentapara originar un cambio en las convicciones. Cons-tituye una particularidad de las culturas occiden-tales modernas, que renuncian ampliamente al in-tento de controlar legalmente el pensamiento quese aparta de la cultura o sea, "herético", por elcontrario, ese pensamiento se pone bajo protec-

Page 13: ELDILEMAARGUMENTATIVO DELARESISTENCIA ALAS … de Filosofía... · 2018-12-05 · de la vida, el rechazo de la esclavitud, la prohibi- ... transplante de órganos ajenos, articulaciones

RESISTENCIA A LA BIOTECNOLOGIA

ción de la constitución, por ejemplo, en el marcode la libertad de opinión y de investigación (13).Abogar por una revolución de la cultura es portanto un tema legítimo dentro de la cultura. Elprecio de esa legitimidad es que la herej ía cultural-en tanto no desaparezca ya de por sí en la varie-dad de la libertad individual- se limite al mediodel esclarecimiento público.

Lo que valga como medio del esclarecimientodepende de definiciones culturales ambientales.Con seguridad, el "razonad, pero obedeced" kan-tiano (14) ya no es obligatorio; se permite demos-traciones, provocaciones y, según las circunstan-cias, hasta infracciones limitadas de las reglas. Peropor amplios que se consideren los medios posiblespara el esclarecimiento, éstos no permiten saltarpor encima de la validez fundamental de la culturasubsistente para los procedimientos sociales y parala regulación de las instituciones sociales. Por defi-nición, la política regulativa en forma de leyes nopuede por tanto constituir un medio apropiadopara ejecutar las correcciones necesarias en la cul-tura imperan te, como, por "ejemplo, en la raciona-lidad de la manera de vivir, en el individualismo yel hedonismo de los valores y en el utilitarismo dela moral.

La exigencia de cambio cultural que haría facti-ble la renuncia a la técnica es legítima. Pero de laexigencia a un cambio tal, antes de que entre envigencia, no conduce ningún sendero aprohibiciones legales en nombre de la cultura aspi-rada -sean prohibiciones a la técnica o la vuelta aponer en práctica de la oración escolar obligatoria.El derecho vigente no puede rechazar el cambio desus fundamentos culturales, pero igualmente tam-poco lo puede iniciar. No hay nada en contra dearrojar hoy en día a la arena política la exigenciade una prohibición legal a la continuación de latecnificación de la naturaleza humana. Pero se de-be calcular al efectuarlo, en cuanto a las reaccionesregulativas posibles previsibles del legislador, lafrustración inevitable de esta exigencia. Y seríaequivocado atribuir esta frustración únicamente alas constelaciones prepotentes de intereses que de-seen imponer la explotación de las nuevas técnicas.

Trad. Silvia Kruse

NOTAS

(1) Francis Bacon: Novum Organum. The Works (ed.Spedding, Ellis y Heat). Tomo 4. Londres 1860, p.255.

(2) Partido Ecologista Alemán (ed.): Las mujeres con-

31

tra la tecnología genética. Colonia: Volksblatt 1986.(3) Voto extraordinario del Partido Ecologista Alemán

en: Comisión de Encuesta del Parlamento Federal Ale-mán: Oportunidades y riesgos de la tecnología gen étic a.Munich: Schweitzer 1987, p. 315 Y sigo

(4) Ernest Benda: Ensayo sobre la dignidad humana enel ejemplo de la genérica humana. En: De política e histo-ria actual. Suplemento del periódico semanal Das Parla-ment, 19 de enero de 1985, pp. 18-36.

(5) Alto Tribunal Regional de Hamm, Nuevo Semana-rio Jurídico, Jornada Médica Alemana N. 781: Directricespara la realización de la fecundación in vitro (FIV) y latransferencia de embriones como método de tratamientode la esterilidad humana. En: Hoja Médica Alemana 82(1985), pp. 1690-1698. Report of the Commitee ofIn-quiry into Human Fertilization and Embryology.(Chairperson: Mary Warnock). Londres 1984, p.46 y sigo

(6) Comisión de Encuesta (Nota 3) p. 187 Y sig.; com-párese también: President's Commission for the Study ofEthical Problems of Biomedical and Behavioral Research:Splicing Life. The Social and Ethical Issues of GeneticEngeneering with Human Beings. Washington: GPO 1982,p. 47 Y sigo

(7) Compárese Nancy WexIer: Genetic JeopardyandClairvoy ance. En: Progress in Medical Genetics 6 (1985)pp. 277-304.

(8) Compárese Gena Corea: The Mother-Machine. NewYork: Harper 1985.

(9) En la República Federal había en 1981 alrededorde 1 millón de personas que estaban impedidas con 100 %de reducción en la capacidad de trabajo. Tres cuartas par-tes de estos incapacitados lo son a consecuencia de laedad, el 5% está en el grupo de edad hasta 15 años, cercadel 10% vale como congénitos, por herencia o por causasprena tales.

(10) Paul Ramsey: Genetic Therapy. En: Michael Ha-milton (ed.): The New Genetics and the Future of Man.Grand Rapids: Eardmans 1972, pp. 157-174 (p. 161 Ysig.).

(11) El máximo tribunal civil alemán ha excluido losreclamos de indemnización por daños y perjuicios del pro-pio niño impedido. ¡Nacer no constituye un perjuicios!Tribunal Supremo Federal, Nuevo Semanario JurísticoNo.1883, pp. 1371-1373. En algunos estados de los Esta-dos Unidos se ha otorgado reclamaciones contra los médi-cos de las llamadas wrongful life por abortos no efectua-dos, pero no contra los padres. Compárese Alexander Ca-pron: The Continuing Wrong of 'Wrongful Life'. En: Au-brey Milunski y George Annas (ee!.): Genetics and theLaw. Tomo II, New York: Plenum 1980, pp. 81-93.

(12) Alwin Weinberg: Social Institutions and NuclearEnergy. En: Science 177 (1972), pp. 27-34.

(13) Constitución de la República Federal de Alema-nia, Artículo 5, Párrafo 3: "La investigación y la instruc-ción son libres".

(14) Immanuel Kant : Respuesta a la pregunta: ¿Quées Ilustración? 1783.

Dr. Wolfgang van der DaeleUniversitát BielefeldPostfach 8640D--4800 Bielefeld 1Alemania Federal