El Misterio de Chimney Rock.viryRo (1)

5/11/2018 El Misterio de Chimney Rock.viryRo (1) - slidepdf.com

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ELIGE TU PROPIA AVENTURA - 16

TiTULOS PUBLICADOS

1. LACUEVA DEL TIEMPO Edward Packard

2. LAS JOYAS PERDIDAS DE NABOOTIR. A. Montgomery

3. TU CLAVE ES JONAS Edward Packard

4. EL ABOMINABLE HOMBRE DE LAS NIEVESR. A. Montgomery .

5. iQUIEN MATO A H. THROMBEY? Edward Packard

6. OVNI 54-40 Edward Packard

7. EL GRAN HALLYE R. A . Montgomery

8. EL REINO SUBTERRANEO Edward Packard

9. MAs ALLA DEL ESPACIO R. A . Montgomery

10. EL CASTILLO PROHIBIDO Edward Packard

11. iNAUFHAGIOl Edward Packard

EL MISTERIO

DE CHIMNEY ROCK

EDWARD PACKARD

12. EL SECRETO DE LAS PIRAMIDESRichard BrightfieJd

13. EVASION R. A . Montgomery

14. PERDIDO EN EL AMAZONAS R. A . Montgomery

15. PRISIONERO DE LAS HORMIGASR. A . Montgomery

l1ustraciones: PAUL GRANGER

16. EL MISTERIO DE CHIMNEY ROCKEdward Packard

TIMUN MAS

;.



1

ADVERTENCIA

EL MISTERIO DE CHIMNEY ROCK

[No leas todo ellibro seguido, del principio alfin! En sus paginas hallaras muchas y variadasaventuras. A medida que 1 0 vayas leyendo, teveras obligado a elegir. De tu decisi6n dependeque la aventura constituya un exito 0 un fra-caso.

TOseras el responsable del resultado final. Tecorresponde a ti tomar las decisiones. Una vezque hayas elegido, sigue las instrucciones para

averiguar que sucede a continuaci6n.Recuerda que no puedes volverte atras. Re-

capacita antes de decidirte por una opci6n. Tuelecci6n puede conducirte al desastre 0... ja unmagnifico final!

Traducci6n autorizada de la obre:

The Mistery of Chimney Rock

Editada en lengua inglesa par:

BANTAM BOOKS INC. New York. 1980

© Edward Packard© I1ustraciones: Bantam Books Inc.I.s.B.N. 0-553-14001-9

«CHOOSE YOUR OWN ADVENTURE»es marca registrada par Bantam Books Inc.

«ELIGE TU PRO PIA AVENTURA»es rriarca registrada par Editorial Timum Mas, S. A

© EDITORIAL TIMUM MAS. S. A. Barcelona. Espana. 1984

Para Ia presente versi6n y edici6n en lengua castel lanaPrimera edici6n: octubre 1984

ISB.N. 84-7176-675-2

Traducci6n al cestelleno: Carles Alier i Aixala

Editorial Timun Mas. S. A. Castillejos, 294 . 08025 Barcelona

Impreso en Espana - Printed in Spain

EDUNISA. Almirante Oquendo, 19. San Adrian de Besos (Barcelona)

D.L.B. 42.062 . 1984



2 3

Han llegado las vacaciones y estas pasandounos dias en la nueva casa de tus primos Mi-chael y Jane, en Connecticut. Poco despues detu llegada, te llevan a dar una vuelta por la ve-cindad, por calles sombreadas, con casas deagradable aspecto a ambos lados. Frente a cadacasa hay un rectangulo de cesped bien cortado.Desde la cima de un montfculo adviertes unagran casa de piedra, distinta de todas las quejamas hayas visto. Tiene torrecillas, terrazas conparedes y una torre cuadrada que parece unachimenea gigante. Algunas ventanas estan ta-piadas con tab las y otras se hallan ocultas por

enredaderas y arbustos. Hay un perro, de con-siderable tamafi.o, encadenado ante una casu-cha cercana. Preguntas a tus primos si vive al-guien en la casa principal.

-iEn Chimney Rock? La gente de por aquino vivirfa en esa casa ni por un mill6n de dola-res -te contesta Michael.

-Se la considera u n a casa maldita -afi.adeJane-. Se dice que quienes han entrado enella nunca han vuelto a salir. Lo que les ha ocu-rrido continua siendo un misterio.

-Veras -dice Michael-, la senora Bigleyvivi6 en Chimney Rock sola con su gato, duran-te much os afios, Cuando muri6, orden6 en sutestamento que el gato podia vivir allf por elresto de su vida. La gente dice que la mujerech6 una maldici6n a la casa para que nadiemolestara al gato.-iNo ha investigado el lugar la policfa?

-preguntas.-La policia jamas ha encontrado a nadie:

5610 al gato -responde Michael-, pero hayquien .afirma que la senora Bigley nuncamuri6 ... i Y que todavfa vive allil-iQue dice el vigilante? -inquieres.-No dice nada -te contesta tu primo-. Al-

gunos dicen que esta loco, otros que 5610es unpobre diablo, pero apostarfa a que el tambientiene miedo a la maldici6n, porque he ofdo queno pone los pies en Chimney Rock.-iNo estareis bromeando? -preguntas.-Si crees que estamos bromeando -dice

Michael-, iPor que no entras en la casa?

S i co ntestas: -L o h are» , p asa a J ap ag ina 4 .

Pasa a Japeqin» siguiente. S i d ic es « No , g ra cia s» , p asa a Japagina 6.



4

-Lo hare -contestas.

-Muy bien -exclama tu primo-. GCuando1 0 haras? Jane y yo te observaremos.

-Nos gustarfa despedirnos de ti -dice Jane.Te tomas tiempo para coger una linterna de

casa de tus primos, y luego los tres os dirigfshacia Chimney Rock. Estas un poco nervioso,

pero hace un dia esplendido y te dices a ti

mismo que, en realidad, no hay nada quetemer.

A medida que os aproximais a la casa, parececada vez mas inh6spita y siniestra, como si fuerauna fortaleza medieval. Una nube negra pasafrente al sol. EI viento te arroja polvo en los

ojos. Desearfas no haber accedido a entrar.Pero ahora es demasiado tarde para renunciar,de modo que, mientras Michael y Jane te obser-

5

van a distancia, das la vuelta a la mansion y

pruebas las puertas. Todas estan cerradas ex-cepto una situada en la parte posterior del edifi-cio. Haces un adernan con el brazo a tus primosy te adentras por un pasillo que lleva a una grancocina, con hileras de estanterfas llenas de ca-charros y un enorme homo negro. EIsuelo estapavimentado con baldosas de un rojo oscuro,muchas de ellas rotas 0 faltan. Las ventanas sehallan cubiertas con cortinillas; levantas unapara que entre mas luz.

A tu derecha hay un tramo de escalera queconduce arriba; a tu izquierda, una puerta de

doble sentido, que supones lleva al comedor.

--------------------

Si subes por la escalera, pasa ala pagina 8.

Si a traviesas la puerta de doble sentido para it alcomedor, pasa a la pagina 10.



6

-No, gracias -Ie dices a Michael.

-Bueno, no te critico por tu decision -tecontesta.

-Pues yo entrare en la casa -declaraJane-, aunque los dos tcngais miedo, jperocon una condicionl Que entreis a buscarme sino salgo al cabo de cinco minutos.

.. .

TO.y Michael diffcilmente podeis negaros, as!que los tres ernprerideis el camino que lleva a

Chimney Rock. No hay sefiales del vigilante nide nadie mas. Dais la vuelta a la tetrica man-sion, probais todas las puertas. Tu prima en-

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cuentra una que no esta cerrada. Mientras to.y

Michael mirais, la joven la abre y entra en lacasa.

Apenas Jane ha traspasado la puerta, sospe-chas que saldra en cuanto hayan transcurrido

los cinco minutos. Sin embargo, pasan seis mi-nutos, incluso siete. Intercambias miradas deprcocupacion con Michael.

-Creo que sera mejor que entremos a bus-carla -dices.

-Voy por ayuda -contesta tu primo-.

Quedate aquf y vigila.Antes de que puedas contestar, Michael se

marcha corriendo por el camino.

Si entras en seguida a buscar a Jane,pasa a la,pagina 12.

Si esperas a que Michael traigaayuda,pasa a la pagina 11.



8

Empiezas a subir por la escalera, tratas de

hacer el menor ruido posible. La baranda secsta cayendo a pedazos, y el polvo y las telara-fias aumentan a cada escalon hasta que llegas aldescansillo, escasamente iluminado por una luz

amarillenta que entra por una sucia ventana cir-cular. En el descansillo, la escalera se bifurca,pero al mismo nivel del primero hay un vestibu-1 0 que conduce a una puerta ligeramente en-treabierta, que terminas de abrir ernpujandolasuavemente.

Da paso a un cuarto oscuro lleno de mueblesviejos, baulcs, una radio antigua, un gran reloj

de pendulo, un caballo de juguete, algunos ro-Ilos de cuerda, montones de libros y, tendido en

el polvoriento suelo, un raton muerto; al fondode la habitacion, un gran armario.

Si abresla puerta del armario,pasa a la pagina 14.

,Si vuelves al descansillo,

pasa a lapagina 15.

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10

Empujas la puerta de doble sentido y entras

en un elegante comedor. Una magnffica arafiade luces de cristal cuelga del techo sobre unalarga mesa de roble. Ventanas salientes doblesestan parcialmente cubiertas por cortinas deraso de un verde oscuro. En el aparador, unabotella de vino puesta encima de una bandejade plata, junto a ella, un gato de brillante porce-lana verde.

Te sientas ante la mesa y examinas la situa-cion. Tienes a tu aleance una campanilla debronce y, en un impulso, la agitas.

Al cabo de unos momentos se abre una puer-

ta, que no habias visto antes, y una mujer joveny delgada entra en el comedor. Lleva un vestidonegro y una pequefia cofia blanca al modo deuna criada.

-Oh -dice, y te mira sorprendida-, nosabra que hoy la senora Bigley tuviera un invita-do. Soy Lena. iPuedo servirle algo? Quizaqueso y galletas ... debe de estar hambriento.

S i a ce pta s e J o fr ec im ie nto ,pasa a Ja p agina 16.

. S i d ec id es in ter ro ga r a J a m u je r p rim e ro ,pasa a Japagina 17 .

11

Mientras aguardas a que regrese Michael, das

la vuelta a la casa, compruebas puertas y venta-nas. Todas estan cerradas... incluso la puertatrasera por la que entre Jane. La muchachadebe de haber quedado encerrada dentro.

Jervis, el guardian, se dirige a su casucha. Talvez te ayudara.

Pero hay otra posibilidad: una gruesa enreda-dera enroscada alrededor de un pilar que sos-tiene un baleen situado encima de un porchelateral. Te parece que puedes subir por ella yquiza entrar en la mansion por una de las venta-nas del baleen.

Si vas a J a c asu ch a d eJ vig ila ntepara pedirJe que te ayude,

pasa a Ja p eqin« 22.

S i subes por Ja e nredadera hasta eJ belcon

pasa a Ja p ag in a 21 :



12

Casi en cuanto entras en la casa, oyes un

apagado grito de socorro. [Es Jane! Siguiendoel sonido de su voz, cruzas corriendo la cocina,empujas rapidamente la puerta de doble senti-do que lieva al corned or, atraviesas la oscura ymohosa biblioteca y llegas jadeante al vestibulefrontal. Encuentras a tu prima alli, acurrucadadetras de la gran escalera.-iQue ha pasado? iEstas bien? -Ie pre-

guntas.-jOjala puedas ayudarme! -se queja la

muchacha-. Estoy atrapada.

-iAtrapada?

-jS!! Miraba por la casa y halle un gato senta-do exactamente d6nde estamos ahora -debfaser «Melissae=-. Intcnte acariciarlo, pero elanimalme lanz6 una mirada terrible. Parecfa burlarse demi. Luego empez6 a andar adelante y atras ...como si nos separaran unas barras. Finalmente,se march6, pero siento como si las barras aun es-tuvieran alliy que siintento traspasarlas succderaalgo terrible.

No logras convencer a Jane de que no tieneque temer nada.

Si tratas de obligar a Jane a cruzar las barraspara probar que no son reales,

pasa a la pagina 19.

Si le dices que iras en busca de ayuda,pasa a lapagina 20.

13

;.



14

Pasas por entre el mobiliario disperso por el

cuarto y abres la puerta del armario. Huele abolas de naftalina y esta repleto de trajes, algu-nos muy viejos, otros mas nuevos. Hay un uni-forme de policia y un gran llavero con tres llavesque cuelgan de un clave.

De repente, oyes como un chirrido que teasusta. S610 se trata de un rat6n que se escurrepor la habitaci6n. Vuelves hacia la puerta. EI

rat6n corre directamente hacia ti . Das un pasoatras, preparado para darle un puntapie, perode improviso el animal rueda sobre un costado,muerto.

Sales precipitadamente del cuarto para la es-

calera. Luego, mientras recuerdas 10 que hasvisto, piensas en las llaves y te preguntas si pue-den serte utiles,

Si regresas a buscar las llaves,pasa a lapagina 24.

Si bajas por la escalera hasta lacocine,pasa a lapagina 25.

EI cuarto trastero infunde pavor. Te aliviapensar que no estas alli, Cuando alcanzas eldescansillo, reparas en una anilla de bronce queasoma del suelo. Tiras de ella y se levanta unaporci6n cuadrada del piso. Abres bien la trampi-lla y queda a la vista una estrecha escalera decaracol que conduce a una habitaci6n inferior.

Hay suficiente luz: comienzas a bajar por laescalera. Subitamente, oyes un estrcpito sobretu cabeza. La trampilla se ha cerrado de golpe.

Si vuelves etres para asegurarte de que puedesabrir la trampilla, pasa a lapagina 26.

Si continues bajando por la escalera,pasa a lapagina 28.



16

Tienes realmente apetito y das las gracias a

Lena por su ofrecimiento, pero Ie preguntas sitiene algo mas, aparte queso y galletas. Lamujer se va con una sonrisa y vuelve un mo-mento despues con algunos pastelillos de man-zana de aspecto delicioso. Tomas uno y 10 prue-bas. Sabe mejor de 10 que aparenta, y no pue-des resistir comertelo todo.

Al cabo de un instante se te nubIa la vista. Tesientes como si te hubieran drogado. Agitas lacampanilla, pero Lena no aparece. Te levantasy te diriges a la puerta, pero notas que te caes.

AlgDn tiempo mas tarde vuelves en ti, te sien-

tes debil y aturdido. Todo esta oscuro comoboca de lobo.

Si tratas de dormir hasta fa manana ,pasa a fa pagina 27.

Si intentas buscar fa salida a tientas

pasa a fa pagina 3/

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-No, gracias -contestas-. He oido decir

que esta casa solo esta ocupada por el gato de12'1enora Bigley. Pero adivino que la senora Bi-gley todavfa vive aquf. Si 10 hubiera sabido, nohabrfa penetrado en la casa.

-Oh, a la senora Bigley no Ie importa. Estoysegura de que Ie esperaba, Ie encanta tener visi-tas -dice Lena.

-Eso me satisface --declaras-. Pero, 2,don-de esta la senora?

-5e halla arriba, en la sala de musica tocan-do el piano -contesta Lena. '

Si decides abandonar Chimney Rock,

pasa a Japagina 32.

Si iesuelves ir a fa safade miisica ,pasa a fapagina 34.



18

;.

19

Tiras de Jane a traves de las barras imagina-

rias.-«Melissa» me ha hechizado -dice.

-Un poquito -Ie respondes--. Busquemosa ese gato. Terminaremos con la maldici6n queejerce sobre Chimney Rock.

En ese momento, suena un maullido desde laparte superior de la escalera. Los dos corrcis porella hacia el descansillo mas alto.

- Tu busca por la derecha y yo 1 0 hare por laizquierda --propone Jane.

En el vestibulo no hay sefiales de gato alguno,de modo que curioseas en un dormitorio con la

puerta abierta. Mala suerte. Corres hasta el otrovestfbulo para ver c6mo Ie va a Jane, pero no laencuentras por ninguna parte. La llamas. Abrestodas las puertas que no estan cerradas y echasun vistazo a su interior, pero Jane no aparece nicontesta a tus llamadas. Regresas a la escalera ydas un saito instintivo al pasar corriendo unrat6n. Andas apresuradamente unos pasos ...

De pronto, de pie, ante ti, hay una mujer alta y

entrada en afios vestida de negro, con los cabe-lIosrecogidos en un mono. Sus chispeantes ojos

verdes parecen atravesarte.

jAsfque esta es la senora Bigley! 0 sea que, alfinal, no habia muerto. [Tiene aspecto de bruja!Pero, naturalmente, las brujas no existen real-

mente. GOtal vez sf?

S i h ab la s c on la s en ora B ig le y,pasa a la p ag in a 3 5.

S i te le nze s es ca ler a a ba jo , p asa a la p ag in a 3 6.



20

Corres de vuelta a la puerta de la cocina.

Cuando cruzas la biblioteca, das con una ancia-na vestida completamente de negro. Tiene lacara palida y el pelo -blanco, con hebras roji-zas-- recogido en un mono. [De modo que estaes la senora Bigley!Su aspecto es tan inquietanteque pensarfas que es una bruja, si las brujas exis-tieran de verdad.

-Que agradable resulta tener visitas -dice lamujer con voz aspera-. Llevas un buen rato enla casa, 2,noes asi? No sabia d6nde encontrarte.Has estado corriendo tan silenciosamente comoun rat6n. Bueno, ahora que estas aquf, ven con-

migo a la despensa. [T engo un poco de queso ygalletas que se que te gustaran!

-Gracias, pero estoy muy ocupado tratandode ayudar a mi prima Jane -manifiestas--. S:halla en el vestlbulo delantero. Me temo que esta

perdiendo eljuicio. Cree que se encuentra ence-rrada por unas barras. Pero en realidad no 1 0

esta. \-Oh, puedo ocuparme de ella. No te preocu-

pes -responde la senora Bigley-. Sientate ydisfruta del queso y las ga11etas.Te prometo que

hallare a Jane.

Si decides complacer ala ancianay tomar un poco de queso y galletas,

pasa a lapagina 37.

Si intentas marcharte,pasa a lapagina 38.

21

Reunes todas tus fuerzas y asciendes por la en-

redadera, peqandote fuertemente a ella. Te lasarreglas para alcanzar el balcon del segundopiso. Pasas por encima de la baranda y pones pieen un porche pequefio.

Al mirar por una ventana, observas un rat6nescabullendose por el gastado suelo de madera.

Compruebas que la ventana no esta cerrada.Se abre facilmcnte y ya puedes introducirte en lahabitaci6n. Sin embargo, te notas las manos pe-gajosas, el coraz6n te late con fuerza. En cuantohas abierto la ventana, has sentido una presenciamaligna en el cuarto. 2,Tedecides a entrar?

Si entras, pasa a lapagina 42.

Si llamas a Jane por laventana abierta,pasa a fapagina 41.

;.



22

Atraviesas el prado en direcci6n a la casucha yllamas con fuerza a la puerta.

Al cabo de un momento, un hombre robusto,vestido con una sucia camisa de cuadros, abre.

Tiene la cara palida y obesa. Sus ojos son decolor de rosa, como los de un cerdo. A su espal-da hay un enorme mastin encadenado a un ra-diador. EI animal grufie amenazadoramente,pero no se mueve.

-2,Que quieres? -te pregunta Jervis con as-pereza.

23

-Mi prima Jane esta atrapada en la casa yestoy preocupado por ella. 2,Quisiera usted abrirla puerta de la casa y ayudarme a encontrar a miprima?

- Tu prima no deberfa haberse metido alli. In-cluso yo no pongo los pies en esa casa -con fie-sa Jervis.

-2,Por que no? -preguntas.-La duefia me despedirfa.-2,0 sea que usted unicarnente trabaja las tie-

rras?

-Asf es, y les llevo comida y otras cosas.-Pero, 2,quien se ocupa de la casa?

=-Esta bien cuidada, y tam bien se ocupan dequien entra en ella. Por eso te dejare entrar, siquieres.

S i p id e s a J ervis q ue te p erm ita e ntra r e n 1a cese,pasa a 1a p ag in a 3 9.

S i no se 10 p id es , p a sa a 1a p ag in a 4 0.



24

Con precaucron, vuelves sobre tus pasoshasta el armario del cuarto trastero, coges eilla-vero y regresas al descansillo. Al final de uno delos dos tramos de escalera que llevan arriba, per-cibes la silueta de un gran gato negro, de brillan-tes ojos verdes que se destacan en las tinieblasdel vestibule.

Con ellomo arqueado, al aire los afilados dien-

tes, el felino bufa amenazadoramente cuando teIe acercas.

Si 10 llamas para demostrarie que eres amigo,pasa a Iapagina 44.

Si retrocedes por Ia escaiera hasta Ia cocina,pasa a Iapagina 46.

25

Continues bajando por la escalera. Cuando

das el primer paso por la cocina, un hombreesta curioseando por la ventana. Se trata de unindividuo grande y pesado, de mandibula cua-drada y ojos bizcos que Ie confieren un aSI_zctosiniestro. Pasea la mirada por la habitaci6n y

acaba por fijarla en ti. Es Jervis, el vigilante.Aunque permaneces inm6vil en la sombra,

estas seguro de que te ha visto. En un momen-to, desaparece de la ventana. Debe de dar lavuelta para alcanzar la puerta trasera.

Si tratas de, eIudirio escondiendote en aigunIugar de Iacasa, pasa a Iapagina 48.

Si decides que sera mejor ir a Iapuerta parapiantarie cara, pasa a Iapagina 49.



26

Retrocedes escalera arriba y empujas la tram-

pilla. No se mueve. Empujas de nuevo, contodas tus fuerzas. De repente, la trampilla seabre de un tir6n. Sales en seguida y topas conlos verdes ojos de un gato negro ... j«Melissa»!

Asustado por tu subita aparici6n, el animal ar-quea ellomo y bufa, luego salta hacia ti con lasgarras extendidas. Reculas vacilando y el felino

se escabulle.Lo sigues con presteza por la cocina hasta el

comedor, donde 1 0 pierdes de vista. Entonces

se oye la voz de una vieja que dice con un can-

turreo:

-«Melissa», 2,d6nde estes?

Si exc1amas: «Hole!»,pasa a lapagina 54.

Si intentas averiguar de donde viene la voz,pasa a lapagina 50.

27

Vuelves a caer dormido. Cuando te despier-tas, la casa esta mas oscura que el dia anterior.Fuera llue~e. Tienes prisa por salir al exterior, ycorres hacia la puerta de la cocina. La abres de

~n tir6n y la hallas bloqueada por la enormefiqura de Jervis, el vigilante.

-Eres valiente, por haber entrado aqui.-M~ parece que alguien me ha drogado.Jervis lanza una risotada amenazadora.

-Drogado, dices -murmura-. Tendrfassuerte si eso fuera todo.

-2,Que quiere decir? -Ie preguntas.-No te han drogado. Estas posefdo ... posef-

do P?r el gate demonio. Tu unica oportunidades m:rar al gato de hito en hito hasta que ceda atu ml.rada, 09uedaras maldito para siempre.

-C,Por que he de creerme esa historia?. -2,Acaso no te das cuenta? -te espeta Jer-

VIS,_ y se aproxi?;a tanto que das un pasoatras-. Yc : tarnbien estoy maldito -Iuego, enun tono mas calmado, prosigue-. La criada ala que viste. .. jtambien esta maldita!

EI.hombrcton habla con tanta seriedad queernpiezas a pensar que tal vez haya algo de cier-

to en 1 0 que dice.

Si aseguras a Jervis que iras a buscar el gato, para dominarlo con la mirada

pasa a lapagina 56:

Si determinas tratar de eludir a Jervis y huir,pasa a lapagina 57.



28

Supones que mas tarde podras abrir facil-mente la trampilla, por 1 0 cual sigues descen-diendo al s6tano de la mansi6n. La escalera decaracol esta desvencijada; tiene los soportes demadera podridos. Andas con cuidado hasta lle-gar al sucio suelo del s6tano. Uega un poco deluz a traves de varias ventanas situadas muyarriba. Mas que ventanas son ranuras, demasia-do estrechas para pasar por ellas, aun en el casode que pudieras alcanzarlas. Excepto por unaspocas piezas de mobiliario viejo, una caldera yvarios cables y tuberfas tendidos a buena altura,el s6tano parece vacfo. De improviso, proce-

dente de alqun sitio de las tinieblas, oyes elmaullido de un gato.

Si tratas de hallaral gato,pasa a lapagina 52.

Si subes de vuelta por la escalera,pasa a lapagina 55.

29



3031

Andas a tientas por la oscuridad, procurando

encontrar la puerta de doble sentido de la coci-na. Una mana te agarra por el brazo, y te da unsusto de muerte.

-jSocorro! -profiere una voz casi en un su-surro.

-2,Quien eres? -preguntas entre espantadoy sorprendido.

-Soy Lena, la criada de la senora Bigley.Antes tenia miedo de hablar. No puedo escaparsin tu ayuda.

-Sal de la casa y ya esta -dices mas cal-mado.

=-Oiala pudiera hacerlo, pero me resulta im-posiblc. Estoy bajo la maldici6n ...

-Pero, 2,no puede ayudarte la senora Bi-gley?

-2,La senora Bigley? 2,No entiendes 10 queocurre?

Lena rompe a llorar. Intentas consolarla. Porfin se serena y vuelve a cogerte de la manga.

-Por favor -insiste-. Si te llevaras al gatofuera de la casa, yo estaria salvada. 2,Lo haras,me ayudaras?

Si contestas «5[» a Lena,pasa a lapagina 58.

Si tratas de razonar con ella,pasa a lapagina 59.

c·



32

-Gracias otra vez -dices--, pero creo que

es mejor que me vaya.Te levantas y te marchas hacia la cocina.-Oh, yo no ida por ahf -te ~dvierte Lena-.

Jervis, el guardian, estara esperandote.-2,Por que he de tenerie miedo? -Ie prequn-

tas--. No tiene ningun derecho a retenerme aqui.

-Baja la voz. No debes hablar tan alto -dice

Lena-. La senora Bigley se enfadara mucho si

sabe que tratas de marcharte.No dices nada mas, pero te diriges a la coci-

na. Por primera vez, ves un retrato, colgado .enla pared, de una mujer alta y delgada, vestida

de negro y gris, que sostiene un gran gato negroen la falda. Mientras caminas hacia la cocina, no

puedes apartar los ojos del cuadro, yestos o)?sparecen seguirte. Eso te produce una ser:saCiontan inquietante y desagradable que ernpiezas a

sentirte mal.

Pasa a fa p ag in a s ig uie nte .

33

Con los ojos fijos en el retrato, topas con el

aparador. Alargas una mane para mantener elequilibrio y derribas el gate de porcelana verde,que cae al suelo y se rompe en mil pedazos.Lena te mira inm6vil, perdida el habla, con lacara blanca de terror.

S i comienza s a r ec og er lo s p ed az os.pasa a la pagina 60.

S i d ecid es in ten ta r s alir

t an depr is a como puedas .

pasa a la p agina 61.



34

-Pues entonces Ie presentare mis respetos

-dices.Sientes curiosidad por conocer a la misteriosa

senora Bigley y disipar la leyenda de la maldi-ci6n. Lena te da instrucciones para llegar a lasala de musica, pasando por el vestibulo delan-tero y la ancha escalera de roble que lleva alsegundo piso. Desde el zaguan de la segundaplanta escuchas los suaves y cristalinos sonidos

de un piano antiguo.

Pasa a la pagina 69.

c-

35

-Lamento esta intrusi6n -te sinceras-,

pero tengo que encontrar a mi prima Jane. Es-taba aquf hace un momento y ahora ha desapa-recido.

-Oh, no debes preocuparte por tu jovenamiga -te contesta la senora Bigley-. Habracorrido escalera abajo. Iremos a buscarla.

Aliviado por las palabras de la anciana, co-mienzas a bajar por la escalera, en la creenciade que ella te seguira. Al cabo de unos pasosmiras atras. La senora Bigley se ha esfumado.Confundido, continues descendiendo hasta elprimer piso y te encaminas a la biblioteca. Pare-

ce que habras de registrar la casa por tus pro-pios medios.




36

Bajas corriendo la escalera y entras en la bi-

blioteca, donde casi chocas con una mujerjoven y delgada, vestida de negro. En la cabezalleva una cofia blanca con una cinta del mismocolor.

-jQue susto me has dado! -exclama lamujer.

-Lo siento -te excusas-, pero estoy inten-tando hallar a mi prima Jane. 2,Quien es usted?

-Me llamo Lena. Soy la criada de la senoraBigley. 2,Sabes que afuera hay un policfa?Acabo de verla por la ventana. Un chico estacon el. Entrara por la puerta trasera. Debo

dejarle pasar.-Sf, me ayudara a encontrar a Jane -dices.-Jamas podra ayudarte. Tienes que evitar

que te vea. Esa es tu unica posibilidad.Lo que Lena ha dicho carece de sentido. Sin

embargo, notas que en sus palabras hay algocierto.

Si decides habfar con el policie,

pasa a fa pagina 66.

Si resuefves ir a otra parte de fa casa

para buscar a Jane,pasa a fapagina 67.

37

Uegas a la despensa con la senora Bigley.

Encima de la mesa hay algunas galletas y unpoco de queso. Apenas has dado el primermordisco a una galleta, sientes vertigos.

Se te nubIa la vista, todo 1 0 que te rodea pa-rece aumentar de tarnafio. La borrosa silueta dela vieja se eleva. Te preguntas si te han envene-nado, pero no puedes pensar con coherencia.

Saltas de la silla en que te habias sentado ycorres hacia la biblioteca. Oyes ruidos a tu es-palda. La senora Bigley debe de estar persi-gUiendote. No te atreves a mirar atras, Por uninstante, te percatas de que no tendrfas que

tener miedo a una anciana.Ante ti hay un estrecho pasillo en que antesno habias reparado. Casi semeja un tunel: esuna via de escape. Gateas por el, pero pareceque se ensancha paulatinamente, hasta que casite permite avanzar erguido. Subitarnente, te dascuenta de que nada se ha ensanchado a tu alre-dedor: [te has encogido! jCada vez eres mas pe-quenol Tratas de incorporarte, pero no puedesmantener el equilibrio con 5610tus patas trase-ras. Intentas gritar; no obstante, tu cerebro uni-camente piensa -correr, comer, esconderte-como el rat6n en que te has convertido.

Fin

,.



38

Das media vuelta para marcharte.

-Cierrale el paso, Lena -chilla la senora Bi-gley.

Una mujer joven y delgada, vestida con uncorto uniforme negro, surge ante ti. A pesar deque sostiene un gran cuchillo de trinchar carne,te mira con ojos lIenos de miedo.

-No puedo hacerlo, no puedo, senora Bi-gley -grita la joven-. Ya no puedo mas ...jBruja!

Ahora esta gritando a la vieja. Te giras y ob-servas a esta ultima, quien todavfa pone unacara mas palida y maligna. Por un instante, adi-

vinas la imagen de un gato negro en sus ojosantes de que se cicrren, cuando la hechiceracae al suelo como un mufieco. Tu y Lena osinclinais para examinarla. Le coges la mufiecapara tomarle el pulse, pero parece muerta.

-jMe has salvado! -exclama Lena-. Sinembargo, tenemos que salir de aquf. jSfgueme!

Quisieras irte corriendo con ella, pero teacuerdas de que Jane ha desaparecido.

Si sales corriendo de 1 a c as a con Lena,pasa a 1 a peqine: 72.

Si regresas al vestibule de1antero.donde dejaste a Jane,pasa a 1 a pagina 73.

39

Jervis te lIeva a la puerta de la siniestra casa,

pero sin dejar de mascullar y menear la cabeza.Abre con la lIave y empuja la puerta. Cuandoentras, retrocede temblando, como si tuvieramiedo de seguirte. Si bien estas asustado porhallarte solo en la mansi6n, tambicn estas satis-fecho de que Jervis no te acompafie.

Cruzas la enorme cocina, apartando a unlado los fragmentos de baldosas rotas del suelo.Luego pasas por el comedor, con su larga mesade roble y sus sillas de alto respaldo. Llamas aJane cuando entras en la elegantemente amue-blada biblioteca, donde frente a ti ves -en

medio de un felpudo oriental- un gran gatonegro que te mira fijamente con intensos ojosverdes. Debe ser «Melissa».

EI felino empieza a andar hacia adelante yatras. Corre al vestfbulo delantero y seguida-mente regresa al vano de la puerta; te observacomo si quisiera que 1 0 siguieras.

Caminas detras del animal, por el zaguan an-terior hasta mas alia de la escalera principal. Derepente, ves a alguien 0 algo en la sombra.Sientes tentaciones de investigar, pero no de-seas perder la pista de «Melissa».

Quiza solamente has imaginado ver a al-guien.

Si sigues a 1 gato,pasa a 1 a pagina 76.

Si te paras a investigar que fue 1 0 que viste,pasa a 1 a peqitu: 74.



40

-Gracias por ofrecerse -dices-, pero no

entrare en la casa.-A la duefia no Ie importarfa que entrases,

pero no Ie gustaria que rondases por aquf-afirma el vigilante-. Lo entiendes, iverdad?Asf que rnarchate ahora mismo... jO hare quelamentes haber venido!

Te vas precipitadamente. Jervis te observahasta que alcanzas el camino; luego se meteotra vez en la casucha.

Si corres camino abajo para buscar ayuda

y encontrar a Michael,pasa a la pagina 77.

Si corres camino abajo 5610hasta que no se tevea desde la casucha, y luego vuelves a

hurtadillas para tratar de meterte en la casa,

pasa a la paginjl78.

c-

41

Abres la ventana y gritas a pleno pulm6n:

-jJane!La (mica respuesta es un chillido del rat6n.A continuaci6n, una voz aspcra te dice:-iQuien eres? iQue significa esta intrusi6n

en mi casa?Entras en la habitaci6n de un saIto, abres la

puerta y llegas corriendo al vestibulo. Alli te en-cuentras con una mujer alta y vieja, que te mirafijamente con ojos verdes de brasa ... [l.a senoraBigley! No obstante, un momenta despues pa-rece desvanecerse ante ti. Confundido y trastor-nado, pero decidido a hallar a Jane, continues

avanzando por el oscuro zaquan. Mientras tedetienes para acostumbrar los ojos a las tinie-bIas, oyes una voz debil y trernula que repite:

-Auxilio. Liberame.Escuchas inm6vil, como congelado, pero la

voz continua:-Avanza. T6came la mano. [Liberame!Mientras caminas hacia la voz, sientes como

si avanzaras por la niebla. 5610 ves a unospocos pasos de distancia. De improviso, frente ati aparece una mana extendida, blanca de tanpalida y con largos dedos huesudos, tendidos.

Vacilas, pero la tetrica mana se lanza adelante yte agarra la tuya. Su tacto es frio y viscoso.

Si das un tir6n y te escapas,pasa a la pagina 82.

Si dices: «Bien, la maldici6n ha tetminedo»,




42

Levantas por completo el cristal de la ventana

y entras en el cuarto. EI raton se estremece enun rincon. Mientras miras al animal, notas quealgo se mueve a tu izquierda. Es un gran gatenegro, que dobla el espinazo, baja la cabeza yse prepara para saltar sobre el raton. Luego,enojado por tu intrusion, brinca a un lado, ar-quea el lomo y bufa.

EI felino da la vuelta. Tratas de cogerlo y 10 -gr.as agarrarlo por la cola, pero solo por un mo-mento, porque se escurre y se introduce co-mendo en un aparador abierto. Miras pordonde ha huido, y adviertes que, en realidad, es

un pasadizo pequefio.Pasas por delante del rincon y sales corriendo

al vestibule. La puerta del dormitorio esta abler-ta, entras y, tumbada en una alfombra, hay unamujer anciana, delgada yalta, vestida con largasropas negras. Tiene el pelo blanco, con hebrasrojizas, y la cara muy palida. Se aprieta el pechocon sus flacas y huesudas manos. Te mira inten-samente con ardientes ojos verdes mientras te leaproximas.

-Me muero -grita-. Es demasiado parami corazon. Demasiado ... pero til seras el si-

guiente. [Me cuidare de que sea asf

Si dices: «Voy par un medico»,


Si preguntas: «iD6nde este mi prima Jene?»,


c·

"

43



44

Llamas al gato, pero permanece inm6vil, con

los ojos clavados en ti. Replicas clavandole lostuyos. EI animal te devuelve la mirada sin par-padear, arquea ellomo, bufa y se va corriendo.

Lo sigues a 1 0 largo de un estrecho corredor,pero 1 0 pierdes de vista cuando dobla una es-quina. Pronto lIegas frente a una maciza puertade roble. Esta cerrada.

Pruebas con las lIaves deillavero que cogiste.jUna de elias abre! Tiras de la puerta e iluminasel interior de la estancia con tu linterna. Pero nose trata de una estancia sino de una escaleraque desciende; bajas con precauci6n por ella.

Cuando lIegas al final, te encuentras en untunel subterraneo, de suelo pavimentado conguijarros y las paredes y e1 techo sujetos porvigas. EI aire es humedo y frio. Sigues el tunelunos treinta metros antes de que se abra en unancho espacio, lIeno de barriles e hileras de bo-tellas. Debe ser una cava especial, donde el

senor Bigley guardaba sus vinos.En el extremo de la cueva hay una c6moda

con tres cajones. EI primero esta cerrado. Prue-bas con otra de las llaves. [Abre! Tiras del caj6ny coges algunos papeles amarillentos y raidos

que alii encuentras. Entre ellos, una carta, escri-ta con mana trernula, que dice 1 0 siguiente:

A quien corresponda:

Yo, Horace A . Bigley, soy un prisionero en mipropia casa, rete-

nido por el fantasma de mi esposa, MelissaBigley,quien muri6

hoy hace un mes y que ahora tiene el poder de transformar las

personas en...

Pasa a fa pagina siguiente.

;.

45

Antes de que puedas terminar de leer la

carta, notas una presencia. Describes un cfrculocon la linterna, pero ya no esta. Al final de lavacilante luz, ves una figura y, aun ahora en laoscuridad, sientes sus ojos fijos en ti. Te acercasa la hilera de botellas de vino y tomas una.Puede que no sirva de nada contra un fantas-rna, pero es tu (mica arma.

Si arrojas fa boteJJacontra fa figura,pasa a la pagina 84.

Si preguntas: «~Quit3nva?» ,

pasa a fapagina 89.



46

Retrocedes escalera abajo hacia la cocina, sin

qui tar ojo al gato. Uegas a un descansillo yavanzas por un pasillo que nace alli ,

Piensas acerca de la conveniencia de conti-nuar adelante, cuando se oye una voz apagadaque pregunta:

-«Melissa», 2,d6nde estas? «Melissa», 2,d6ndeestes?

2,Se tratara de la senora Bigley?Mientras andas con cautela a 1 0 largo del pa-

sillo, vuelves a ofr la voz que dice:-Es hora de que me reuna contigo, «Me-

lissa».

DobIas la esquina y topas con una mujer deedad avanzada, del gada, alta y vestida denegro. Tiene la cara arrugada, pero sus verdesojos son penetrantes. La nariz parece mas oscu-ra que el resto de la cara. Inclina la cabeza paraatras, y observas que lleva el pelo -blanco conhebras rojizas----recogido en un mono. Te mira

con odio y tu Ie devuelves la mirada, resuelto ano apartarla. De improviso, la anciana da unchillido y se lanza escalera abajo.

La sigues por la escalera, entras corriendo enla cocina, la atraviesas y sales precipitadamenteal patio de entrada. Te sientas al pie de un granarbol, e intentas ordenar tus pensamientos.

Al cabo de unos minutos, Michael y Jane sereunen contigo. Te cuentan que han recorridotoda la casa pero que no han hallado a la seno-ra Bigley ni a su gato.

A la manana siguiente, tu estancia con tus pri-mos toea a su fin. Dispones de casi una horaantes de que salga tu autobus. Marchas de

47

nuevo por el camino que conduce a Chimney

Rock y contemplas la mansi6n un buen rato.Entonces se te ace rca el corpulento y carigordovigilante, acompafiado de su enorme perro,que tira de la correa.

Se aproxima tanto que te dispones a salir co-rriendo, pero Jervis te grita:

-No temas. Vengo en son de paz. [Me haslibrado de la maldici6n de la bruja!

-2,Que quiere decir? 2,D6nde esta la senoraBigley? -preguntas con asombro.

-Muri6 ayer -contesta el guardian-, porultima vez.

Fin



48

Corres a todo correr a 1 0 largo del comedor,

de la mohosa y gran biblioteca y llegas al enor-me vestibulo de la sala. De pronto, oyes unruido procedente del comedor. Subes de dosen dos los peldafios de la escalera principal, teparas en el zaguan del primer piso y escuchas.

Clap, clap, clap. Oyes pasos que se aproxi-man por la escalera. No obstante, cuando mirasen direcci6n a ella, no ves a nadie subiendo.

Adviertes que el coraz6n te late de prisa. Talvez fue esto 1 0 que ofste. GOquiza otra cosa? EI

espiritu del senor Bigley... Pero, [no existen losfantasmas! Luego oyes otra vez el ruido de

pasos, que ahora viene del vestibulo.Al otro lado, hay un gran armario de cedro.

Mas lejos, una puerta que se ?bre poco a poco.

S i te a cu rr uc as d en tro d el a rm aria de cedroy m ir as d es de e lli,

pasa a la p ag in a 90.

S i te llegas ala puerta que se abre,pasa a la p ag in a 9 1.

;.

49

Si tratas de esconderte, no te quepa duda de

que Jervis te hallara con gran facilidad. Parecemas acertado ir a su encuentro y admitir queestabas explorando la casa sin permiso.

Te apresuras a alcanzar la puerta trasera ygiras el pomo a uno y otro lado. Empujas lapuerta y tiras de ella, pero no se abre. EI vigilan-te te ha encerrado. Debes encontrar otra salida.

Pasa a la peqin» 50.



50

Avanzas por un corredor que conduce a un

gran vestibule. EI suelo esta cubierto con alfom-brillas orientales, y en las paredes cuelgan hile-ras de cuadros al 6leo antiguos. Un reloj de

pendulo marca lentamente el paso de los minu-tos; su pendulo de bronce oscila a derecha eizquierda.

De improviso, una voz que viene del piso de

arriba quiebra el silencio:-j«Melissa»!, j«Melissa»!Te precipitas escalera arriba, decidido a des-

cubrir de quien se trata. Cuando llegas al pisosuperior, todo esta silencioso. Entonces escu-

chas una tos procedente de uno de los dormito-rios. La puerta se halla entornada. Curioseas:hay una mujer muy vieja, sentada en una mece-dora y haciendo calceta.

-Pasa, pasa -te dice con voz alegre.-iEs usted la senora Bigley? -Ie preguntas.La anciana sonrfe y suelta una risita.-No, no -dice-. Soy su hermana, la seno-

ra Krim, La senora Bigley es mi gato.

S i te va s, p asa a fa p ag in a 9 9.

S i te qu ed as y h ac es m a s p re gu nta s,pasa a fa p ag in a 1 00.

51

. .



52

Mientras exploras el s6tano, distingues una

puerta con un agujero en la base, 1 0 bastantegrande como para que pase un gato. Giras elporno, abres con cautela la puerta y la empujas.Paseas la luz de tu linterna por todo el lugar yquedas petrificado de asombro al comprobarque te hallas en una caverna repleta de momiasy esqueletos, adornados con brillantes joyas.Empiezas a comprender to do el horror de la

53

maldici6n de la bruja. ~Podras escapar antes de

convertirte en su pr6xima vfctima?Te giras para volver por donde has venido,

pero te obstruye el camino una mujer alta debrazos largos y huesudos, que te alarga susmanos. Sientes un estremecimiento de terrorcuando observas que sus dedos son largas y aft-

ladas garras.

S i co rres a l i nterio r d e la cu eva -tu mba p ara h uir,pasa a l a pag ina 117.

Si gritas en d em an da de so co rro ,pasa a la p ag in a 1 18.



54

Nadie responde a tu llamada. Subes por la

escalera. De alguna manera percibes que la per-sona a quien ofste esta muy cerca de ti.

A media escalera, comienzas a notarte aturdi-do. Bajas de nuevo y penetras en el estudio,pero de improviso la habitaci6n entera te davueltas. En un momento sientes que pierdes elconocimiento.

Cuando alqun tiempo despues recobras laconciencia, adviertes que el sol se ha puesto yque empieza a oscurecer.

Pasa a Ja pagina 7 1.

;.

t

55

Te lanzas escalera arriba, deseoso de salir del

s6tano. Escuchas como maulla el gato mientrassubes por la escalera de caracol, la cual empiezaa ladearse violentamente. De subito, te sientescaer al vacio. Te agarras desesperadamente,pero la escalera entera se estrella contra elsuelo.

Conmocionado y magullado, permanecestendido y quieto un momenta para recobrar elaliento. Tienes la vista borrosa, pero, cuandovuelves a distinguir bien 1 0 que te rodea, te en-

cuentras mirando las mandibulas abiertas delfelino. De alguna manera te has convertido en

su minuscula presa.

Fin



56

-2,Tiene alguna idea de donde esta el gato?

-preguntas.-EI gato vive en el ala norte de la casa -res-

ponde Jervis, el vigilante-. Ve a la cocina ysigue el pasillo que encontraras a tu derecha;

siguelo hasta el final y llcgaras a una habitaci6n.Alii es donde suele estar.

Cumples las instrucciones del guardian, pero,cuando avanzas por el pasillo, pisas una tabladel suelo que cede. Tratas de agarrarte a algo,pero notas que caes en el vacio. Un segundodespues, das, con un golpe seco, contra una su-perficie dura y combada. Te has lastimado y

estas magullado, y cubierto de hollin. [Hascaido en una carbonera! Oyes c6mo a 1 0 lejosJervis se rfe a carcajadas.

Pasa a la p ag in a 1 05.

57

Te agachas e intentas pasar por debajo del

brazo del vigilante, pero este te propina un fuer-te empuj6n y cierra de golpe la puerta en tusnarices. Escuchas un die: Jervis cierra con llave.

-No trates de salir por una ventana -te

grita el gigante-. iTe echarfa los perros!-jObrar asf Ie va a causar muchos proble-

mas! -vociferas.-iLo estoy haciendo por tu propio bien!

--contesta a gritos.Te preguntas que puedes hacer a continua-

ci6n. Te parece que sera mejor esperar un pocoantes de intentar tomar las de Villadiego. Mien-

tras tanto, podrfas explorar un poco mas la casacomenzando por la escalera trasera.

Pasa a la pag ina 8.



58

-La ayudare -afirmas--. tSabe donde po-

demos encontrar al gato?-Esta arriba. Sfgueme -dice Lena-, pero

pegado a mis talones. Cuando demos con elanimal, agarralo: tienes poder para hacerlo.

Sigues a la mujer escalera arriba y por el ves-tibulo superior hasta un cuarto situado en laparte trasera. La estancia contiene una maquinade coser, un telar, una mesa, un sillon, con unafunda floreada, en el cual duerme profunda-

mente un gran gato negro.Coges al felino y bajas con celeridad la esca-

lera, pasas por las habitaeiones interiores y sales

por la puerta de la coeina. EI animal trata dearafiarte y de saltar de tus brazos, pero 1 0 suje-tas fuertemente. Lena abre la puerta de par enpar, y sales fuera. EI gato empieza a ronronear.

-jSe ha roto el hechizo! -grita la criada-.

[Me has salvado!Michael y Jane llegan corriendo. Se sorpren-

den de verte con Lena y el felino. Nadie se dacuenta del hombre corpulento que avanzahasta alcanzaros. Es Jervis, el vigilante, que es-

boza una ancha sonrisa.-Siempre supe que alguien levantarfa la

maldicion, y tl11 0

has hecho -te dice-. Te1 0

agradezco desde el fondo del corazon.-tHe levantado la maldicion? tComo?

tDonde esta la senora Bigley? -preguntas.-d,No 1 0 entiendes? -contesta-. La sostie-

nes en tus brazos. Se ha convertido en un

gato ... jesa vez para siempre!

Fin

,.

59

-No tiene motivo para tener miedo a la se-

nora Bigley -Ie dices--. Es usted prisionera desus propios temores. Si toma la firme decisionde salir de aquf, puede liberarse a sf misma.

Pero Lena se lleva las manos a la cara y sollo-za. Cuando intentas consolarla, pega un saito ycorre hacia la puerta delantera. La sigues.

De improviso, la criada parece helarse pormomentos. Su cara adquiere la palidez de lamuerte y se desploma. Te apresuras a socorrer-la, pero es demasiado tarde. Ha muerto.

Todavfa aturdido, abres la puerta delantera.La brillante luz del sol y la fresca brisa te devuel-

ven rapidamente las energfas. Lo sientes porLena, pero te alegras de haber escapado de lamaldicion de Chimney Rock.

Fin



60

Te inclinas y recoges los pedazos tan deprisa

como puedes. Los depositas en la mesa del co-medor. Cuando te agachas de nuevo paracoger los fragmentos restantes, te parece vertantos como habfa antes. Te preguntas queocurre, te paras y miras por la habitaci6n. A 5610unos metros de distancia hay una figura alta yde formas angulosas, que te observa con ojos

penetrantes. La reconoces: es Ia mujer del cua-dro que cuelga de la pared ... jla senora Bigley!

-Siento haberle roto el gato de porcelana-te justificas-. Se 10pagare.

-Sf, 10 pagaras -contesta con suavidad la

anciana.Continuas recogiendo los pedazos de loza

fina, pero cada vez que te encorvas ves tantoscomo habfa antes. No importa la rapidez conque los coges, porque no consigues tomarlostodos de una vez. Gradualmente, te percatas deque estes bajo el hechizo de la bruja y de quedebes seguir recogiendo ... y recogiendo ...

No hay fin

61

Tienes que marcharte de Chimney Rock. Co-

rres a la cocina, pero su puerta esta cerrada. Porla ventana ves la amenazadora cara de Jervis.Aparece Lena y Ie muestra algunos pedazos delgato de porcelana roto. EI rostro de Jervis en-rojece de c6lera. [Te has metido en un !fo!

I:" ,t'. " " I, , HI IW : . ., " ! [,%!II '

Si intentas ocultarte en el piso de arriba,pasa a la pagina 48.

Si tratas de huir, sin que te vean, par una de lasventanas delanteras, pasa a la peqitu: 92.



62

Entras en la habitaci6n y vas hacia «Melissa»,

que continua mirandote con fijeza, como si pu-diera leer tus pensamientos. Es evidente que nose trata de una gata corriente: semeja una cria-

tura de pesadilla.Cuando la alcanzas, la bestia abre la boca

como si fuera a refrse. Subitamente, salta delpiano y se dirige a la puerta por la que acabasde entrar. EI animal se detiene y vuelve a cla-varte los ojos, como desafiandote a que 1 0

cojas.

Si pillas a «Melissa»,pasa a la pagina 110.

Si la sigues fuera de la hebitecion,pasa a la pagina 85.

,.

63

Regresas a la escalera y doblas hacia otrovestfbulo, que conduce a unos dormitories:cabe que el mas alejado com unique con la salade musica. Al final del zaguan, un gran espejo,~n un adornado marco dorado, te devuelve tuImagen, pero detras de ti percibes la silueta deuna mujer entrada en afios, alta y vestida denegro. Incluso en la penumbra, adviertes que te~~avasus encendidos ojos verdes, que parecenfijarte en el sitio que ocupas, con un poder tanfuerte que no te puedes mover. Permaneces in-m6vil e impotente mientras la vieja se te aproxi-rna. [Ticnes que actuar y pronto!

Si rompes el silencio para hablar con la mujer,pasa a la pagina 86.

Si tratas de buir de ella y correr escalera abajo,pasa a lapagina 88.



64

EIpolicia se detiene en la entrada, cerca de la

puerta trasera, y1 0

observa todo. Abre.la puer-tecilla de un aparador para registrarlo. Se quedapetrificado, con la vista fija en el interior delmueble. Por un instante abre la boca como sifuera a gritar, pero no emite ningun sonido.Luego retrocede titubeando, da media vuelta yse marcha corriendo de la casa.

Si sigues buscando a Jane, pasa a la pagina 93.

Si miras den tro del aparador,pasa a la pagina 94.

65

Te lanzas escalera arriba, resuelto a encontrar

a tu prima.-Ven conmigo -ordenas a Michael-. [Te-

nemos que hallar a Jane!

~:~s dos escudrifiais toda la casa, subis ybaiais escaleras, llamais sin cesar a Jane.

Hay dos sitios que no habcis registrado· eldesvan y la torre. .

Si subes al desven,pasa a la pagina 96.

Si asciendes por la escalera de caracol

que lleva a la torre,pasa a la pagina 95.

. . .



66

Cuando te diriges al comedor, escuchas un

fuerte golpe dado contra la puerta trasera. Co-rres a la cocina a tiempo para ver a un policiacorpulento y congestionado que entra a paso

de carga. Michael 1 0 sigue de cerca.-Me alegro de que esteis aqui -dices-.

Necesitamos ayuda. jJane ha desaparecido!EI policia parece mirar por encima de tu

hom bro. Te giras, la senora Bigley te observa

con ojos penetrantes.-jCU2mto me place tener tantos invitados!

-dice, con voz falsamente amable y suave.-Sf, 2,pero donde esta Jane? -Ie pregun-

tas-. He mirado por todo el piso de arriba y noconsigo encontrarla.

-Debe haber salido fuera a tomar un pocode aire fresco -sugiere la senora Bigley.

No te Has de la vieja y pides al policia queregistre el piso superior. EIhombre te complace:va por toda la casa, llamando a Jane a voz engrito, pero sin exito. Cuando se reune contigo,

esta enfadado.-Estoy seguro de que tu prima se ha ido, y

yo tarnbien me voy -dice, mientras se precipita

hacia la puerta.

2,Se marcha tan apresuradamente porquetiene miedo a la maldicion?

Si decides seguir aJpolicfa aiuera,

pasa a la peqitu: 64.

Si corres escaJera arriba para buscar a Jane,


,.

67

Por alguna razon piensas que el policia no

sera un adversario para la senora Bigley. Asf,pues, subes la escalera, decidido a escudrifiartodas las habitaciones y todos los armarios de lacasa, si fuera preciso, para hallar a Jane.

Al final de la escalera, oyes un repiquetear denotas musicales procedente de un cuarto situa-do en el extremo del vestfbulo. Te aproximasmuy silenciosamente a la puerta, que esta lige-ramente entreabierta, a tiempo para ver a ungran gato negro brincar desde las teclas de unpiano. [De modo que se trata de «Melissa»! EIanimal corre hacia ti. Cuando pasa por la puerta

1 0 agarras y 1 0 sostienes con fuerza.-Se que puedes ayudarme a encontrar a

Jane -Ie dices en un impulso.No sabes con certeza por que has dicho estas

palabras, pero de alguna manera crees que elgato las ha entendido. Te quitas el cinturon y

haces una correa con el. «Melissa» se retuercerebelde. Te mira con odio. Sujetando energica~mente el cinturon que hace de correa, dejascaer al felino.

-Llevame adonde esta Jane -Ie dices.EIanimal camina rapidamente vestibulo abajo

y luego tuerce hacia un largo pasillo que conducea otra ala de la casa, como sisupiera exactamentedon de va.

Por ultimo, se detiene ante una puerta cerra-da. Giras el pomo: no esta cerrada con llave.Abres la puerta poco a poco y fisgas en el inte-rior. Es un pequefio dormitorio. Es evidente

que no se ha utilizado en mucho tiempo. Lascortinillas han caido de la ventana y la pintura



68

de las paredes esta desconchada. La habitacion

se halla vacfa excepto por un antiguo armazonde cama, de bronce. Agazapado en un rincon,temblando, sin lugar al que correr 0 dondeocultarse, hay un raton, que te mira desvalido.

EI gato no demuestra ninqun intercs por elraton. En vez de eso, te observa ... como echan-do fuego por sus verdes ojos. Tienes la sensa-cion de que debes alejarte de «Melissa», asf quesueltas la correa y sales corriendo del cuarto.Cierras la puerta de golpe detras de ti. Te lanzasescalera abajo, donde encuentras a Lena, quese estremece de miedo.

-2,D6m 3 estan Michael y el policfa? -pre··guntas.

-No. .. no 1 0 s e -responde con un hilo devoz-. Han desparecido. No puedo decir en

que sitio, porque seria el fin para mi.Lena se derrumba en una silla y empieza allorar sin freno. Quisieras confortarla, pero estasenojado por haber soltado el gato. Entonces, depronto, vuelves a verlo, que avanza lentamentehacia ti...


69

Al acercarte a la puerta de la sala de musica

cambia el sonido que antes escuchaste. Oyesahora un repiqueteo de notas, como si un ninopcquefio estuviera aporreando el tedado.

Te paras un momento. La puerta esta ligera-mente entornada. En lugar de llamar, miras porla rendija con un ojo.

En medio de la estancia hay un piano decola, de madera de ebano y con incrustacionesde oro. Un gato negro y grande avanza y retro-cede por las teclas. Tiene que ser «Melissa».

Presintiendo tu presencia, el animal se detie-ne y mira fijamente hacia la rendija de la puerta.

No estas seguro de si sa be 0 no que 1 0 estesobservando.

En la habitaci6n no hay rastro de ningunapersona. Quienquiera que estuviera tocando elpiano ha debido marcharse.

Si entras en la salay te aproximas algato,pasa a lapagina 62.

Si regresas a la escalera,pasa a la pagina 63.



70 71

Cierras y abres los ojos. No podrfas decir si

estas dormido 0 despierto. Te hallas sentado enuna enorme alfombra oriental. Ante ti se levan-tan acantilados de madera, que presentan hile-ras de libros gigantescos. Por encima de tu ca-beza ves mesas y sillas, altas como torres. 2,Esta-ras sofiando? Quiza sf, ya que te sientes muy,muy pequefio,

A 1 0 lejos, atisbas un gran gato negro que sete aproxima, con pasos lentos pero inexorables.

Si procuras huir corriendo de fa habitaci6n,pasa a fa pagina 97.

Si pruebas a despertar de fapesadilla

y fanzarte contra el monstruoso gato,

pasa a fapagina 98.



72

Tu y Lena atravesais corriendo e1 comedor,

luego la cocina, ansiosos por salir de la tetricamansi6n. Sin embargo, cuando llegais a lapuerta trasera, encontrais el paso cerrado porun policia robusto y rubicundo. Michael esta depie detras de el.

-jLa maldici6n ha terminado! -chilla lacriada.

-jAyudame a rescatar a Jane! -gritas a tuprimo.

-Jane esta a salvo y viene hacia aqui -tedice Michael-. [La hallamos en el piso de

arriba!

Les cuentas a todos 10 de la senora Bigley, yel policfa parte a buscarla. Al cabo de unos mi-nutos, el agente vuelve.

-La he encontrado -declara-. Pero ya novive: un ataque al coraz6n, me parece. Lapobre vieja ha caido vfctima de la maldici6n de

Chimney Rock. .-No, agente, no 10 comprende -exclama

Lena-. La senora Bigley era una bruja. jHasido su muerte 10 que ha puesto fin a la maldi-ci6n!

Fin

, .

73

-Aguarde un minuto -dices a Lena.

Corres de regreso al vestfbulo delantero.Jane esta alli ,

-jEstoy libre! -grita con alivio.Corre hacia ti y te abraza emocionada.Un instante despues Lena se reune con voso-

tros.

-Se d6nde la senora Bigley guarda la llavede la puerta principal -confiesa.

La mujer abre un armario pcquefio, coge lallave, abre con ella la gran puerta de roble y tirade esta. Los tres salfs corriendo por el ccsped dela entrada, sin notar que os sigue un gato negro,

que, si os volvierais a mirarlo, os parecerfa quetiene veinte veces vuestro tarnafio. Afortunada-mente, no os volveis.

Fin



74

Das la vuelta y te diriges a la parte oscura del

vestibule, cerca de la escalera. Una mujer joveny delgada, que lleva un corto vestido negro, tellama con sefias.

- Tienes que ayudarme -cuchichea-. SoyLena, la criada de la senora Bigley. Ahorapuedo hablarte porque la senora no me vigila.Estoy bajo una maldici6n. Puedes salvarme,pero 5610si... -de repente, la mujer da un ala-rido.

Miras a tu alrededor yves a una ancianaapoyada en un bast6n, pr6xima a vosotros. Esdelgada, como Lena, aunque de edad y estatu-

ra mucho mayores. Va algo encorvada y balan-cea la cabeza como las serpientes. Sus agudosojos verdes se clavan en ti y luego en la criada,la cual parece temblar bajo la fuerza de la mira-da de su ama. [De modo que esta es la senoraBigley!

-Mira al fondo de mis ojos -te ordena lavieja.

Si hablas con severidad a la senora Bigley,pasa a lapagina 81.

Si te vas corriendo,pasa a la pagina 92.

75



76

Sigues al gato por una gran sala y un zaguan,

luego por una escalera de caracol hasta un ga-blete muy puntiagudo dellado oeste de la lugu-bre mansi6n.

Cerca del final de la escalera hay una puerta.EI animalla atraviesa corriendo y 10sigues. Gra-cias a la luz procedente de una ventana alta ytriangular situada bajo la cusp ide del gablete,distingues una forma humana acurrucada en unrinc6n. jEs Jane! Cuando corres hacia ella lapuerta se cierra detras de ti y oyes el elie de' unpestillo de golpe. Intentas abrirla tirando con

energfa, jpero ha quedado firmemente cerrada!

Miras a tu alrededor en busca del gato. Se haesfumado. Te inelinas hacia Jane, que llora.

GHabran adiestrado al felino para este truco?Tienes la certeza de que tanto tu como Jane es-tais en peligro. Das voces de auxilio, pero nadiete responde.

Pasan las horas. Cada pocos minutos gritaispidiendo socorro y golpeais la puerta. Cuandooscurece, aun os hallais sentados sin poderhacer nada y os prcquntais si lleqareis a ser libe-rados.

Finalrncnte, te duermes. Al despertarte, el

cuartc te parece enorme. Esta completamentevacfo, excepto por un rat6n que duerme tran-quilamente a unos metros de ti y... de tu mismotamafio.

Fin

77

Regresas corriendo a casa de tus primos.

Como alli no hay nadie, llamas por telefono a lapolicia.

EI agente de servicio te comunica que Mi-chael fue al puesto de policfa en bicieleta, parapedir socorro, y que uno de los hombres de lapatrulla parti6 con el a Chimney Rock.

-S610 hace un os minutos que se fueron-dice el agente, pero te precipitas hacia la

<puerta.

Te apropias de la bicieleta de Jane y pedaleasde retorno a la lugubre casa a toda velocidad.Hay un coche de la policia aparcado en la calza-

da para autom6viles. Corres hacia la puerta tra-sera, que esperas este abierta, pero la encuen-tras cerrada con llave. Pronto descubres que lasdemas puertas tam bien 10 estan, Las golpeascnergicamente y das voces a traves de las ven-tanas, pero no se ven sefiales de vida.

Te dispones a ir a la casa mas cercana, paraHamar de nuevo a la policia desde alli cuando,de improviso, [Michael y Jane vienen corriendo!

-GD6nde esta el policfa? -pregunta Mi-chael, jadeando.

-·jEso es 10 que querfa preguntarte! -Ie

contestas.No tardais en comprender que, si bien Mi-chael y Jane han logrado escapar por una ven-tana rota, el agente ha desaparecido ... convir-tiendose asf en otra vfctima de la maldici6n dela bruja de Chimney Rock.

Fin



78

Tras asegurarte de que ya no puedes ser visto

desde la casucha del guardian, retornas a lamansi6n y miras por sus ventanas, con la espe-ranza de ver a alguien en el interior.

Mientras permaneces alli, escuchas los grufii-dos de un perro pr6ximo. Te giras y contemplascon inquietud al mastfn de Jervis, que esta apoca distancia, y te mira fijamente. EI animalavanza con lentitud, grufie y ensefia los dientes.Se halla ya 1 0 bastante cerca como para saltarteencima.

En ese momento, un coche de la policfa frenaruidosamente frente a la casa. Saltan Michael y

un agente. EI perro da la vuelta y empieza aladrar al policia, el cual desenfunda el arma ydispara un tiro al aire. Jervis, el vigilante, seacerca corriendo. Cuando distingue al agente,llama a su perro.

Inopinadamente, oyes algo que se quiebra.Jane ha roto una ventana de la sala, salta porella y cae en un enebro.

EI policia se aproxima y mira a tu prima unbuen rato.

-Si esta fuera una casa corriente -dice alfin-, la arrestarfa por allanamiento de moradacon violencia. Pero se trata de Chimney Rock.Me alegro de que haya salido de ella con vida.

Fin

79



80

Abandonas la habitaci6n y te lanzas escalera

abajo. En el estudio encuentras a Michaelacompafiado de un pollcia. Justo han comcnza-do a registrar la casa.

-Me alegro de que estes aquf -Ie confie-sas-. Venid arriba los dos. Debe tratarse de lasenora Bigley. jOice que se esta muriendo!

Los tres correis escalera arriba, y conduces atus compafieros al dormitorio donde acabas dedejar a la vieja.

EI agente es el primero en entrar.

-iQue clase de broma es esta? -exclamacon malhumor.

Miras el suelo y te frotas los ojos, incrcdulo.No se ve a la senora Bigley por ninguna parte.En su lugar, ten dido en una alfombrilla -exac-tamente don de estaba la anciana-, hay ungato, el mismo que persegufas unos minutosantes.

EI policia se enfada. Te acusa de tomarle elpelo. Te dice que aguardes en el vestfbulo conMichael mientras busca por el piso superior.Poco despues, regresa el agente sin haber halla-do ninguna pista de la senora Bigley ni de Jane.

Despues os conduce, a ti y a tu primo, al

puesto de policfa, donde os acusan de falsa de-nuncia. Con el tiempo este cargo queda archi-vado, porque la policia tiene entre manos uncaso mucho mas importante: Jane ha desapare-cido sin dejar rastro alguno.

Fin

81

-No tiene ningun poder sobre mf. Mfreme a

los ojos y dfgame: id6nde esta Jane?-jLo has echado todo a perder! -chilla ella.-jSuelte a Jane! -insistes con enojo.-No puedo tener a tu prima. Ya no me

queda vida. Pero, jto.puedes tener a Jane!La vieja cierra con fuerza sus verdes ojos. Su

cara se enrojece y luego se vuelve muy palida,

Oyes una voz de muchacha que grita:-Auxilio ... idonde estoy?Corres hacia el vestfbulo y casi chocas con tu

prima. Los dos os precipitais escalera abajo,don de hallais a Michael y a un policia.

Tras escuchar tu historia, el agente sube co-rriendo la escalera. Vuelve momentos mastarde, nervioso; habla con voz tremula:

-La senora Bigley ha muerto. Vosotros tresjamas tenfais que haber venido a esta casa. Pro-bablemente la asustasteis tanto que a la senoraIe dio un ataque al corazon. Os podrfa denun-ciar, pero creo que habeis aprendido la leccion.

Jane dice que no se encuentra bien, y el poli-cfa la lleva a casa en su coche. La joven se recu-pera en pocos dias; a pesar de ella no logra re-cordar 1 0 que succdio en Chimney Rock.

En la proxima visita a tus primos, observasque han derribado aquella mansion. Los nue

vos propietarios proyectan construir un edificiode apartamentos en su lugar, y Jervis, el guar-dian, se ha mudado.

-Es curiosa -comenta Michael-. Nunca seha encontrado al gato de la senora Bigley.

Fin



82

Vuelas hacia la escalera y bajas a toda veloci-

dad, 1 0 que hace que tropieces y te caigas. Dascon la cabeza contra el pilar de la baranda. Porun momento, quedas aturdido, luego te frotasla hinchaz6n que te crece en la frente.

Relines tus fuerzas y logras salir de la casamaldita. Afuera te recibe un sol esplcndido.Cuando llegas a tu casa, el chich6n ha desapa-recido, pero en su sitio tienes una marca rojizadel tamafio aproximado de medio dolar. iEs lasefial de la maldici6n de la bruja!

Fin

;.

83

En cuanto terminas de decir esta frase, el fan-

tasma desaparece, se diria que a causa de losintensos rayos de sol que repentinamente en-tran por las ventanas. ~Han sido tus palabras lasque han disipado la aparici6n, 0 el astro rey

asomando de improviso por detras de unanube? Sea como fuere, abandonas ChimneyRock con gran alivio; piensas que la mejor rna-nera de huir de una maldici6n es librar a alguien

mas de ella ... incluso a un fantasma.

Fin



84

Te lanzas adelante y tiras la botella de vino,

que se estrella contra algo. Los cristales saltanen mil direcciones y el liquido te salpica de piesa cabeza. Alguien grita... es Michael. Se lamenta

a voces.-jSoy yo! -chillas-. Lo siento. Crefa que

ibas por mf.Enfocas la linterna a la cabeza de tu primo.

Por fortuna, no parece estar herido.-Sfgueme de cerca -Ie dices-. Vamos a

salir de aquf.De repente, ofs un estruendo terrorffico.

Nubes de polvo se levantan a vuestro alrede-

dor. Caen partfculas de mugre por todas partes.Diriges la luz de tu linterna hacia el tunel: establoqueado por cascotes, pero por encima deellos asoma una luz. De improviso se hunde eltecho del paso subtcrraneo. [Quedais enterra-

dos en vida!-No os preocupeis -grita una voz-. [Soy

un policfa! He pedido ayuda por radio. Prontoos sacaremos de ahi.

Mas, aunque oyes perfectamente esas pala-bras, ya estas expirando. Te has convertido enotravfctima de la maldici6n de Chimney Rock

Fin

;.

85

Sigues a «Melissa» vcstibulo abajo, doblais

una esquina y continuais por un estrecho pasi-llo. Las sucias paredes blancas de yeso estandesconchadas, y el suelo se halla sembrado detrocitos de yeso y de otros escombros. Al finaldel vestibule hay una escalera que conduce aldesvan. La gata sube y la sigues. Cuando lleqaisarriba, eJ animal pasa por entre tus piernas y searroja escalera abajo. Antes de que puedas darmedia vuelta, la puerta del desvan se cierra degolpe. Has quedado encerrado alli.

Pasa a la p ag in a 1 07 .



86

Te das la vuelta y te enfrentas con la repulsiva

anciana.=-Sefiore Bigley -dices con firmeza.=-Oue agradable es tener visitas -declara

con voz aspera=. Llevas en la casa un buenrato, 2,no es asi? Pero has corrido de un ladopara otro tan silenciosamente como un raton.Me resultaba diffcil saber donde encontrarte.Bien, ahora que estas aquf, ven conmigo a ladespensa. Tengo un poco de excelente queso ygalletas, que se que te gusLuan.

Pasa a fa pagina 37.

87



88

Te giras e intentas pasar corriendo por ellado

de la senora Bigley. Pero notas que te caes.Miras a la anciana mientras procuras recobrar elequilibrio. No puedes quitarle el ojo de encima.Tu cabeza da contra la madera del suelo, nocon mucha fuerza, pero con la suficiente paraque dar aturdido. Apenas puedes ponerte enpie; sin embargo, empiezas a correr hacia abajopor la escalera, en direcci6n a la puerta prin-cipal.

Pasa a fa pagina 48.

89

-Soy yo ... Michael -te contesta la voz.

Ambos os sentfs aliviados de que el otro nosea un fantasma. Tu linterna parpadea, pierdeintensidad.

-Se estan terminando las pilas de mi linter-na, que ya estaban un poco gastadas -comen-tas-. [Salgamos de aquf

Sacudes la linterna y su luz aumenta. Mien-tras abres camino por el pasadizo, oyes un es-trepito terrible. EI tunel se esta hundiendo de-tras de vosotros. Pronto os hallais cubiertos depolvo. Tosiendo y carraspeando, volveis contrabajo a la casa y, por fin, salts al aire libre.

Una vez fuera, casi tropiezas con Jane, que,tendida cerca de la puerta, se aprieta el tobillo yhace muecas de dolor.

-Me cai al tratar de bajar por la enredadera-dice tu prima-. Me he torcido el tobillo.

Hasta ese momento no adviertes que ha 11e-gada un policia.

-jQue cuadro tan deplorable formals lostres! -observa el agente-. No 1 0 sabers, perotuvisteis suerte de salir de ahf con vida. Ahoramarchaos de aqui, .v no regreseis nunca mas aChimney Rock!

Fin



90

Te metes en el armario de cedro y cierras la

puerta a medias, de modo que puedas ver atraves de la rendija entre sus goznes. La puertade la habitaci6n se abre despacio, como si al-guien saliera por ella. No ves a nadie, peronotas una fuerte corriente de aire. La puerta delarmario se cierra de golpe. Te esfuerzas porabrirla· no 10 consigues: has quedado encerra-do. Gritas pidiendo auxilio, pero dctras de lasgruesas paredes del mueble de cedro, tu vozsuena como el gemido del viento.

Es un armario grande... con aire suficientepara durar dos 0 tres horas.

Fin

91

Avanzas hacia la puerta que se abre poco a

poco. Cuando esta abierta de par en par, perci-bes una rafaga de aire. Miras dentro de la estan-cia. La ventana esta rota. Una fuerte brisa soplapor ella.

Al caer en la cuenta que 5610ha sido el vientoquien ha abierto la puerta, te rfes a mandibulabatiente, pero cesas bruscamente de hace_rlocuando escuchas un grito que viene del zaguan.Sales del cuarto. Allf, ante ti, tumbado en elsuelo y con las manos contra el pecho, [hay unpolicfa!

-Mi coraz6n -grita y hace una mueca de

dolor.Un momenta despues, ha muerto. A pocos

metros de distancia, al principio de las escaleras,Michael mira la escena boquiabierto.

-Ah, eras to. -dice el joven-. [Pense quese trataba de un fantasma! Y me parece que elpolicia tarnbien 10pensaba.

Fin



9 2

Pasas por ellado de Lena como una exhala-

ci6n y corres hacia la parte del comedor que daa la fachada principal. Descorres el pestillo deuna ventana y procuras levantar el cristal, peroesta irremediablemente atrancado. Pruebas conotra ventana. La sacudes con todas tus fuerzasse te escapa la mana y rompes el cristal. Te hascortado. Ya desesperas. Agarras una si!lita y laempleas para golpear la ventana, decidido ahundir las tablas cruzadas que la cierran, paraescaparte. La violencia de tus movimientos teaumenta la sangrfa, y comienzas a sentirte des-

fallecer.

Das voces de auxilio por la ventana rota. Conun esfuerzo final, destrozas las tablas cruzadas,te encaramas a la repisa de la ventana y saltassobre los enebros que hay debajo.

Michael y Jane vienen corriendo hacia ti. EImuchacho rompe en tiras su camisa y te vendael brazo. Ambos te ayudan a volver a su casa ydesde allf llaman una ambulancia para llevarte

al hospital.Mas tarde, de pie junto a tu cama, el medico

te dice:-Siempre tcndras una cicatriz que te hara

pensar en la maldici6n de Chimney Rock.

Fin

93

Cuando cruzas la biblioteca en tu busqueda

de Jane, te sorprende notar una corriente deaire frfo procedente del gran hogar de piedra,que con su boca enmarcada por enormes pie-dras toscas, semeja la entrada de una caverna.Te acercas y miras hacia las frfas y negras altu-ras de la gran chimenea. Te dispones a alejartede ella cuando quedas sobrecogido por unlargo gemido sonoro. ~Se trata 5610 del vientoo de un grito humano? ~Acaso sera Jane, atra-pada de alqun modo dentro del hogar? Te aga-chas y estiras el cuello para ver mejor. EI aire esglac~aly humcdo. Tiemblas un momento, y en

ese mstante una mano se posa en tu hombro.Te vuelves para enfrentarte con tu atacanteJ , '

pero ... jes ane.-No podia encontrarte -dice la mucha-

cha-. Pero, jsi estas temblando! Hace tantofrfo aquf. Salgamos fuera.

Al cabo de un rato estais a salvo en el exteriory disfrutando de la calida luz del sol. Michael osestaba esperando. Tu visita dura mas de 10quepensaste, ya que tienes que pasar la semana si-guiente en cama con neumonfa.

-Si no fuera por los antibi6ticos -te dice elmedico=-, serfas recordado en esta ciudadcomo otra vfctima de la maldici6n de ChimneyRock.

Fin



94

Abres el aparador de un tiron. En el estante

hay un raton disecado, rodeado de ramitas yhojas, como si estuviera en su medio natural.Esta erguido, con una de sus diminutas garrasdescansando en un trozo de corteza. Abres laboca, en un gesto de incredulidad, cuando leesla placa de laton colocada al lado del raton.Dice: «HORACE I. BIGLEY (1921-1979)>>.

Perplejo y confundido, sales de ChimneyRock tambaleandote. Algunos minutos des-pues, llegan dos policfas mas. Registran la man-sion, pero no pueden dar con Jane. Tienes ladescorazonadora scnsacion de que jarnas vol-

veras a verla.

Fin

95

Subes por la escalera principal. Tras explorarlos corredores, encuentras la escalera de caracolque lleva a la torre. La emprendes, dando tan-tas vueltas y tan deprisa que casi estas atontadoaillegar a la parte superior de la torre, que cons-ta de una habitacion cuadrada y pequefia congrandes ventanas a cada lado. Desde ella gozasde una buena vista de las tierras, el camino y lacarnpifia de los alrededores.

No hay sefiales de Jane, pero miras con inte-res como un coche de la policfa se acerca a otroque ya esta alli , Un momento despues, ves a

Jane, a Michael y al primer agente corriendo.Incluso desde la torre, te percatas de que estan

muy excitados. Jane tropieza y el policia laayuda a entrar en el coche. Michael siguedonde esta, la mirada levantada hacia la casa·una mirada vacfa. Luego el segundo policiagufa al muchacho hasta el autornovil, y se mar-chan.

Te alegra que tus primos esten a salvo, perotienes miedo. Quieres salir de Chimney Rock 1 0

mas deprisa posible. Al empezar a descenderpor la escalera de caracol, escuchas el maullidode un gato; primero, lejano, luego mas cercano,que asciende por las escaleras.

Si decides continuar bajando,pasa a 1a pagina 106.

Si resue1ves salirpor 1a ventana, sa1tara1 tejadoy 1uego hallar e 1 modo de bajar desde alli,

pasa a 1a pagina 108.



96

Subes apresuradamente los dos tramos deescalera hacia el desvan. Esta vacfo exceptouna gran caja de carton, que contiene algunoslibros viejos y cartas. Un libro llama tu atencion.Se titula: La meldicion de Chimney Rock.

Empiezas a leerlo; comienza explicando quea la primera propietaria de la mansion, Eliza-beth Bigley, la mato un rayo. Su hijo, CharlesBigley, murio al caer del tejado. La hija de este,Melissa, «desaparccio misteriosarnente».

Levantas la mirada del libro, y te prcquntas

que les ocurrira a las personas que «desapare-cen misteriosamente». De subito, notas que eldesvan entero y todo 10 que contiene esta cre-ciendo. Al cabo de un instante te das cuenta deque eres tu quien se encoge. Tienes la sensa-cion de que nadie volvera a verte jamas.

Fin

97

Sales corriendo de la habitacion y te paras en

el vestibulo. [Todo parece tener otra vez su ta-mario normal! Has despertado de un suefioaunque no recuerdas haberte dormido. Ticnesque descubrir 10 que sucede en esta casa extra-fia y tenebrosa.

Pasa a fa pegine 10.



98

Corres hacia el gato. Es tan g~'ande como un

tigre.Cuando el animal salta hacia ti, te das cuenta

de que no se trata en absoluto de un sue no.

Para ti, se trata deL..

Fin

;.

99

Te preguntas si la vieja sera la senora Bigley.

Si 1 0 es, debe estar loca. Sales al zaguan, dondete sorprende el sonido de alguien que toea elpiano en una habitaci6n del final del vestfbulo.Te diriges alli a investigarlo.

Pasa a la p ag in a 69.



100

-Pero yo crefa que la senora Bigley era una

persona, no un gate -exclamas asombrado.-Sf, es una persona -dice alegremente la

senora Krim-, cuando no es un gato.-jNo quem) decir que puede transformarse

en un gato!-Digamos simplemente que la senora Bigley

lleva una doble vida. Veras ... es una bruja -teconfiesa la anciana.

-jUna bruja! -contestas con incredulidad.La senora Krim te indica por s e f i a s que te

acerques.-Eres joven, y yo, una vieja. Debes enten-

der que hay cosas de las que la gente nuncahabla, de manera que jarnas las aprendes si noes por la experiencia... a veces, por una expe-riencia horrible.-iQue quiere decir? -Ie preguntas.La mujer fija sus ojos de un gris acero en ti y

aguarda a que se los mires antes de proseguir.-Cuando mi hermana era una nina peque-

fia, querfa ser un gato. Tenfa uno de su propie-dad, al que llamaba «Melissa»... jSUpropio nom-bre de pila! Tras la muerte del animal, 1 0 ech6tan de menos que a menudo pretendfa ser ella

misma el gato. Paulatinamente, la personalidadde mi hermana cambi6. Cada vez actuaba mascomo un felino... e incluso empez6 a parecersea uno. Entonces, un dia ...

Pasa a lapagina siguiente.

101

Subitarnente, la senora Krim levanta la vista,

con la cara rfgida por el miedo.-jCorre hacia la ventana y salta! -grita-.

iSalta nor tu vida!No tienes tiempo para pensar. Abres la venta-

na de par en par y saltas. Das contra el suelocon un choque terrible. Un dolor punzantecomo una pufialada te recorre el brazo izquier-do. Michael y un policfa vienen corriendo.

- Te has rota el brazo -te dice el agente delorden un momenta despues=-. Eso te marcacomo otra vfctima de la maldici6n de ChimneyRock.

Fin



102

Sientes un estremecimiento de terror. Tienes

la impresi6n de que hay barras a tu alrededor,que te impiden escapar. EI gato se aproxima y

sube de un bote a una mesa. Te mira con ojos

llameantes.

S! cierras /05 perpedos para concentrarpensamiento y fuerzas,

pasa a /a pagina 71.

Si gritas y amenazas con go/pear a/ gato,pasa a /a peqiru: 103.

,.

103

Cuando gritas, el felino bufa siniestramente,

salta al suelo y se escabulle de la habitaci6n.Das un suspiro de alivio.

Corres fuera del cuarto y vagas por un corre-

dor sinuoso que conduce a un estrecho tramo

de escalera. Empiezas a bajar; imaginas que se-

guramente se trata de la escalera trasera que

conduce a la cocina, y que este es el mejor ca-

mino para salir de la tenebrosa casa.

Pasa a /a pagina 25.



104 105

Permaneces quieto en la carbonera; tratas de

pensar en alqun modo de salir de ella. De vezen cuando, das gritos de socorro. Finalmente,escuchas una voz de respuesta que casi suenajunto a ti, y al mismo tiempo, muy distante.Andas a tientas y tocas una superficie metalica:es el extremo de un conducto para el carbon.

-jSocorro! -gritas por el conducto.Al momento, te contesta una voz. jEs tu

primo Michael! Te agarras bien al tubo para elcarbon y te introduces en e l: puedes subir. Alfinal de este hay una delgada puerta de madera.La abres de un empujon y sales a un camino

fuera de la mansion.-jMe alegro de que no seas un fantasma!

-exclama Michael cuando te ve aparecer.-Yo tambien me alegro -replicas-. Aparte

eso, no tengo la intencion de volver a ChimneyRock. .. [nunca jamas'

Fin



106

Aprietas los dientes y vue las escalera abajo.

El gato te mira fijamente con odio. Te sientesazorado y te flaquean las piernas, pem pasaspor ellado del felino en un santiamen. Cruzas elvestibulo, la escalera principal y la cocina. Vasdirecto a la puerta trasera.

Te dispones a abrirla para salir huyendo,cuando algo tira lentamente de ti hacia atras.2,Que poder puede haberte detenido? Te vuel-

ves yves un par de ojos fantasmales rodeadosde una redonda fosforescencia gris. De suforma sin boca oyes esta orden: «Vcte en segui-

da. Si regresas de nuevo a Chimney Rock a fis-gar, mi destino sera tu destine».Sales a toda velocidad, libre.

Fin

o

Si echas una ultima ojeada a pesar del aviso,pasa a la pagina 119.

107

Das gritos de socorro, pero sin obtener res-

puesta. Las horas transcurren, interminables.Cada pocos minutos das voces y aporreas lapuerta del desvan. Se hace de noche, y te sien-tas con una sensaci6n de impotencia. Te pre-guntas si alguien llegara a rescatarte nunca. Porfin, caes dormido.

Cuando te despiertas, si aun no estas sofiandoel cuarto parece haberse dilatado cien veces. Estacompletamente vacfo, excepto por un rat6n queduerme placidarncnta a poca distancia y de igua-ies dimensiones que las tuyas.

Fin



108

Procuras levantar el cristal de la ventana. Esta

atascado, y no consigues moverlo. EI maullidose acerca. Pruebas con la ventana siguiente y,tras grandes esfuerzos, logras levantarla. Hayun buen saito hasta la azotea, pero estas segurode alcanzarla sin lastimarte. Subes a la repisa yte preparas para saltar. Tomas cuidadosamente

la distancia y piensas c6mo caeras.Echas un vistazo atras. EI gato negro esta po-

sado en la barandilla de 1 0 alto de la escalera, temira con sus ojos verdes y con una intensidadque nunca antes habias percibido. A traves desus globos oculares, te parece ver la revelaci6n

de una gran fuerza maligna.Te lanzas al vacio y caes mal. EI grado de

inclinaci6n del tejado es mayor de 1 0 que supo-nfas. No puedes evitar desplomarte contra elsuelo.

Unas horas despues, dos policias encuentrantu cadaver. Se miran y menean la cabeza. Ha-blando ambos a la vez, dicen 1 0 mismo:

-Es la maldici6n de Chimney Rock.

Fin

109



110

Tomas a «Melissa», desciendes con celeridad

por la escalera y sales del edificio. Michael yJane te estan aguardando en el patio trasero.En cuanto te ven, acuden corriendo. Pegado asu espalda acude Jervis, el guardian.

-Siempre supe que alguien levantarfa lamaldici6n -dice el vigilante-. Tu 10has hechopero sere yo quien obtenga la recompensa.

Jervis intenta quitarte el gato, pero este erizael pelo y bufa con enfado. Cuando el hombre-t6n retrocede, el felino vuelve a acomodarse entus brazos.

-«Melissa» te ha elegido como a su nuevo

duerio, Puedes quedartela si 10deseas -refun-fufia el guardian, mientras da bruscamente lavuelta y se encamina a su casucha.

-iCreeis que realmente existe una recom-pensa? -pregunta Jane.

-De ser cierto, ipor que Jervis deberfa que-darse con ella? -anade Michael.

Te estabas preguntando 10 mismo.

Si vas a la casucha del vigilante a preguntarleque quiso decir con 10 de la recompensa,

pasa a lapagina 111.

Si decides volvet con Michael y Jane a su casa ydejar a «Melissa»en Chimney Rock,


Si determinas regresar con tus primos a su casay llevar a «Melissa»contigo,


111

-Voy a averiguar de que estaba hablando

-conffas a tus primos.Dejas a «Melissa» en el suelo y te diriges a la

casucha. Michael y Jane te siguen.Al principio no atiende tus Ilamadas, pero fi-

nalmente Jervis abre la puerta. De entrada, noparece deseoso de hablar contigo, mas, cuandoinsistes en preguntarle, te cuenta que se Ie pro-meti6 una recompensa si segufa viviendo en lacasucha y cuidaba del gate hasta que este esco-giera nuevo duefio,

- Tu has acabado con la maldici6n. Pero no

creas que vas a conseguir una parte de la re-

compensa -te amenaza el guardian, y te dacon la puerta en las narices.

Tu y tus primos buscais a «Melissa»; sin em-bargo, no se la ve por ninguna parte. Se hacetarde, de manera que los tres os disponeis a re-gresar a casa. Antes os parais 10suficiente paradar una ultima ojeada a Chimney Rock. Sin

embargo, cuando 10 haceis, s610 veis un pradolieno de flores silvestres. [l.a propia maldici6nde la casa era solamente un suefio!

Pero 10 que no es un suefio es el gran gatonegro que avanza hacia ti desde el prado. EI

animal se restrega contra tus piernas, comopara decir que eres su nuevo duefio ... para bieno para mal.

Fin



112 113

Pones a «Melissa» en el suelo y la ahuyentas.

EI animal te mira con reproche y se mete agil-mente en el bosque. TOy tus primos retomais asu casa.

Esa noche preguntas a tu tio y a tu tfa si hanoido algo acerca de una recompensa por terrni-nar con la maldici6n de Chimney Rock. Tu tiose rle ante la idea, pero dice que de saberlo al-guien, sera Gilliam Prem, el abogado de la fami-lia Bigley.

«Melissa» parece agradecida cuando te la lle-

vas a casa de tus parientes y Ie das un cuencode leche caliente.

Manana terrninara tu estancia con Michael yJane, y debes decidir si la gata te acompafiara atu casa.

Si decides consultar can Gilliam Prem

antes de concluir tu estancia,

pasa a fa pagina 114. Si dejas a «Melissa»can Michael y Jane,


Si te indinas par finafizar tu visita

y desentenderte de Chimney Rock,


Si te fa llevas a tu casa,




114

A la manana siguiente, despues de una larga

espera, entras en la anticuada oficina de mfsterGilliam PremoLe cuentas todo 1 0 ocurrido y, wando has

acabado, Ie preguntas si hay una recompensapor levantar la maldici6n de Chimney Rock.

El senor Prem se apoya en el respaldo de susilla de cuero negro y, antes de contestarte,echa bocanadas de humo de su pipa.

-Bien -dice al fin-, es cierto que Ie dije aJervis que se ganarfa una recompensa de mildolares si se quedaba en la casucha y alimenta-ba al gato hasta que este muriera 0 eligieranuevo duefio. He seguido las instrucciones deltestamento de la senora Bigley. Pero existe otrarecompensa que Jervis ignora: las ultimas vo-luntades de la difunta senora tambicn estipulanque si el gato elige nuevo amo y este desea que-darse con el animal, entonces esa persona seconvertira en el duefio del gato ... y de ChimneyRock. De paso Ie dire -continua el senorPrem- que si bien quiza no 10 sepa usted,ahora que la maldici6n ha terminado, ChimneyRock vale ... [un cuarto de mill6n de d61ares!

De improviso, te das cuenta de que, si no tehubieras librado de «Melissa», iesa cantidad hu-

biera sido para til

Fin

;.

115



116

A la manana siguiente te despides de tus pri-

mos y les das las gracias por su hospitalidad.Al cabo de algunas semanas, recibes una

carta de Jane, en la cual te cuenta que «Melissa»ha desaparecido por completo. Jervis se ha rnu-dado y Chimney Rock sera convertida en uncdificio de apartamentos.

Te preguntas si la gente que vivira en estesscntira el poder de la maldici6n de la antiguamansi6n siniestra.

Fin

117

Te vuelves y corres hacia el interior de la

tumba, saltando entre los quebradizos huesos.La bruja te persigue. Te a1canza, pero pasasvertiginosamente por su lado, atrancas la puertay vuelas por la destartalada escalera. A pesar

del susto, sientes alivio por haber escapado dela maldici6n de Chimney Rock.

Fin

;.



118

Das voces de auxilio. Cuando la bruja levanta

sus horribles brazos, rqtrocedes, perc te aban-donan todas las fuerzas. Pierdes el equilibrio,caes de espaldas y ocupas tu espantoso lugarentre las vfctimas de la maldici6n de ChimneyRock.

Fin

;.

a

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h

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c

h

119

t

iPLAF!



120

A la manana del dia siguiente expresas tu

gratitud a Michael y Jane y les dices adi6s.Un par de semanas despues recibes una carta

en extremo asombrosa de tu prima. En ella tecuenta que el testamento de la senora Bigley

:stipulaba que, si el gato escogfa nuevo amo yeste deseaba quedarse con el, dicha persona seconvertirfa en duefia del animal. .. y de Chim-ney Rock. Como se quedaron con «Melissa»ahora Michael y Jane son propietarios de lacasa, y, dado que la maldici6n de la bruja haterminado, ila finca vale un cuarto de mill6n ded6lares!

Fin

121

A la manana siguiente, con la maleta en una

rnano y una jaula de viaje para gatos en la otra,agradeces a tus primos su hospitalidad y te des-pides de ellos.

Dos semanas mas tarde recibes una cartamuy sorprendente de Gilliam Premo En ella tecomunica que las ultimas voluntades de la se-nora Bigley estipulaban que, si el gato elegfa unnuevo duefio que deseara quedarse con el, esapersona se convertirfa en propietaria del feli-no... iYde Chimney Rock! Como te quedastecon «Melissa», ahora eres el nuevo senor de la

mansi6n. Y, gracias a que la maldici6n ha finali-zado, la propiedad vale aproximadamente un

cuarto de mill6n de d6lares. [Te ha tocado el«gordo»!

Fin



;.

Documents

El Misterio de Chimney Rock.viryRo (1)