Eduard Vives

LA INDEPENDENCIA DE GRECIA

Eugène DELACROIX. Grecia expirando sobre las ruinas de Missolonghi (1826). Óleo sobre tabla. 209 x 147 cm. Museo de

Bellas Artes, Burdeos (Francia)

La independencia de Grecia

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La independencia de Grecia

Desde la caida de Bizancio en 1453, los territorios de la actual Grecia formaron parte del Imperio Otomano hasta el siglo XIX. En todo ese período hubo algunos intentos de levantamiento contra el poder turco. Pero los primeros pasos hacia la indepencia no fueron evidentes hasta fin a l e s d e l s i g l o X V I I I , c u a n d o paralelamente a la decadencia del Imperio Otomano comenzó a for jarse una conciencia nacional griega.

I. ANTECEDENTES DEL PROCESO DE INDEPENDENCIA

A pesar de formar parte del Imperio Otomano Grecia conservaba, gracias a su lengua y al papel del clero ortodoxo, una fuerte personalidad y un espíritu de resistencia ante el dominio turco.

A principios del siglo XIX, la élites griegas habían conseguido una posición de privilegio en el imperio, especialmente los llamados fanariotas (famílias que vivían en

“Se abren ante Maratón las montañas

y Maratón se abre ante el mar.Y meditando allí una hora entera,soñé que Grecia podía ser libre aun”

– Fragmento de Don Juan, de Lord BYRON (1819-1824)

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Vista panonrámica de Cabo Sunion © Maquesta 2008

el barrio de Fanar en Estambul). Los mercaderes del Egeo también disfrutaban de una buena posición. En cambio, los habitantes de las zonas montañosas griegas eran víctimas de los abusos, fuertes tributos y de la arbitrariedad con la que actuaban las autoridades otomanas. No resulta extraño que este colectivo fuese especialmente receptivo a las l lamadas del c lero ortodoxo, que aprovechándose de su descontento apelaba a la identidad nacional griega frente a los musulmanes turcos.

No fué hasta los años en los que se evidenció la influencia de la Revolución Francesa y de las Guerras Napoleónicas, que no se empezó a fraguar la idea de un alzamiento contra las autor idades

otomanas. En 1814, comerciantes griegos de la ciudad de Odesa fundaron la Philikí Etaireíai (Sociedad de Amigos) una sociedad secreta de aspiraciones nacionalistas que fué una de las primeras en plantear una insurrección armada contra los turcos.

I I . E L C A M I N O H A C I A L A INDEPENDENCIA

En 1821 Dimitrios Ypsilantis, un fanariota al servicio del zar ruso, protagonizó una primera insurrección fallida. A pesar de este fracaso, su alzamiento distrajo a las autoridades otomanas, que dejaron desguarnecido el Peloponeso para hacer frente a Ypsilantis. Esto fue aprovechado por el arzobispo de Patras, Germanos, que

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PROCLAMACIÓN DE INDEPENDENCIA EN LA ASAMBLEA NACIONAL GRIEGA REUNIDA EN LA CIUDAD DE EPIDAURO EL 27 DE ENERO DE 1825

Nosotros, descendientes de los sabios y nobles pueblos de la Hélade, que somos contemporáneos de la civilizadas naciones de Europa, que contemplan las ventajas de que disfrutan protegidas por el impenetrable escudo de la ley, no podemos sufrir sin cobardía y autodesprecio el yugo cruel del poder otomano que nos ha sometido por más de cuatro siglos; un poder que no escucha razones y no concede otra ley que su propia voluntad, que lo ordena y lo dispone todo despóticamente y de acuerdo con su capricho. Después de esta prolongada esclavitud hemos decidido recurrir a las armas para liberar a nuestra patria de una terrible tiranía cuya esencia misma es inicua, un despotismo sin paralelo con el que ningún otro puede compararse [...] La guerra contra los turcos [...] no está destinada a la obtención de ventajas para una parte aislada del puebloe griego; es una guerra nacional, una guerra sagrada, una guerra cuyo objeto es la reconquista los derechos de la libertad individual, de la propiedad y del honor [...] derechos de que nos priva la tiranía cruel e inaudita de los otomanos. [...] No debe, por tanto, sorprender que no pudiéramos proclamar desde un principio la independencia y colocarnos entre los pueblos civilizados del mundo para marchar hacia adelante junto con ellos [...]

el 25 de marzo de 1821 (dia en el que actualmente se celebra la independencia de Grecia) desde el monasterio de Agia Lavra, en el Peloponeso, hizo un llamamiento a la guerra contra los turcos. Miles de campesinos tomaron las armas. La respuesta otomana a la revolución fué brutal y sangrienta, como se evidencia en episodios como el sucedido en Quíos.

Los griegos, por su parte, también protagonizaron matanzas, como la que se produjo cuando las fuerzas helenas conquistaron el principal baluarte turco en el Peloponeso: Trípoli.

La conquista del Peloponeso, permitió a los griegos de disfrutar

de una base territorial desde la que cimentar su proyecto. En 1822 delegados de toda Grecia se reunieron en el Congreso de Epidauro para proclamar la independencia griega, en medio de una polémica sobre el régimen que debía adoptar el nuevo estado.

Entre 1822 y 1825 los griegos disfrutaron de diversos éxitos militares, pero a partir de este año se produjo un cambio en la situación. El sultán otomano Mahmut II convenció al pachá de Egipto para que enviara un ejército a Grecia. Este no tardó en conquistar las principales fortalezas griegas como Navarino, Trípoli, Missolonghi o Atenas, entre otras. Hacia 1827 la insurrección griega había sido notablemente reducida.

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III. LA INTERVENCIÓN EUROPEA

La situación griega llamó la atención de la sociedad europea de la época. Muchos simpatizaban con la causa griega ya que veían esa tierra como la cuna de la antigüedad clásica y, por tanto, de la civilización occidental. Los liberales conectaron con el programa de la Philikí Etaireíai e incluso los más conservadores destacaron la lucha griega contra el Islam.

Diversos artistas e intelectuales, sobretodo románticos, como el pintor Eugène Delacroix o el poeta Lord Byron, se implicaron en la defensa de la causa griega, llegando éste último a morir por ella.

Si bien es cierto que las represiones su f r idas por l a pob lac ión g r iega despertaron las simpatías de la opinión pública europea, fueron cuestiones más bien de índole geopolítica las que motivaron la intervención europea. Inglaterra deseaba controlar la zona mediterránea oriental antes de que cayera bajo la órbita rusa y de paso frenar a Francia, que había mostrado interés en los asuntos griegos. Por su parte, a Rusia siempre le venía bien debilitar a su principal rival en la zona. Únicamente el Imperio Austro-Húngaro percibía el peligro

de la cuestión griega y el triunfo del nacionalismo y del liberalismo que amenazaba al sistema político derivado del Congreso de Viena.

Todas las potencias europeas, excepto el Imperio Austro-Húngaro, enviaron flotas para apoyar a los griegos, y así presionar al sultán para firma un armisticio. El conflicto experimentó un nuevo giro favorable a los griegos con la derrota turca en Navarion en 1827, y la invasión anglofrancesa del Peloponeso en 1828 que forzaron la capitulación el sultán turco. En 1829 se vió obligado a firmar el Tratado de Adrianópolis, que concedía a Grecia un alto grado de autonomia así como también establecía el libre tránsito por el Bósforo y los Dardanelos de barcos comerciales de cua lqu ie r nac iona l idad . La p lena independencia no se conseguiría hasta 1832 cuando el príncipe alemán Otón de Wittelsbach fué proclamado monarca del nuevo Reino de Grecia.

IV. C O N S E C U E N C I A S D E L A INDEPENDENCIA DE GRECIA

La consecuencias de la independencia de Grecia fueron dversas:

• Sirvió de estímulo a otros movimientos nacionalistas, especialmente en los

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Balcanes, inaugurándose un período de inestabilidad en la zona.

• La disgregación del Imperio Otomano no pasó inadvertida a las potencias occidentales, las cuales rivalizaron por sacar partido de la situación. Así, la Europa del Congreso de Viena se desdibujaba, ya que las potencias antepusieron sus intereses particulares a los de la Santa y la Cuádruple Alianza.

• Rusia aprovechó para extender su influencia hacia los Balcanes para poder tener acceso al Mediterráneo. Esto provocó las iras de Austria, ya que consideraba que Bosnia era su zona natural de expansión.

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