14
CESEDEN DIMENSION ECONOMICA DE LA DEFENSA por Aloin GAVET. Inspector de Finanzas (Revue de Dfense Nationale, nvbre. 69) Traducido por el Cap. de Navfo don Enrique RotandiGaite. Enero, 1970 BOLETIN DE INFORMACION NUM. 42 - VII

DIMENSION ECONOMICA DE LA DEFENSA GAVET.Sin duda, la correlacin entre las presones exteriores y tal acci6n interior es excepcional, pero su gravedad es ms que evidente. En un país

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • CESEDEN

    DIMENSION ECONOMICA DE LA DEFENSA

    — por Aloin GAVET. Inspector de Finanzas —(Revue de Dfense Nationale, nvbre. 69)

    Traducido por el Cap. de Navfo don Enrique Rotandi Gaite.

    Enero, 1970 BOLETIN DE INFORMACION NUM. 42 - VII

  • La expres6n udefensa econSmica” figura en la “Directiva General para la —conduccin de los esfuerzos do defensa” establecida por ci Primer ¡v’inistro el 29 de —septiembre de 1 959 y que trata de poner en acckn las disposicones de la ordenanzadci 7 de enero de 1 959 sobre orgcnizcici6n enerai de la defensa.

    Sus aspectos variados hacen dii-ictl la eleccion de una derinicion breve y completa. —

    Toda defincin debería insistir sobre la dimensin econ6mica de la defensaconcebida desde la ordenanza de 1 959 en su permanencia y su universalidad: por unaparte el potencial econ6mico esta al servicio de la política general y por otra ost alservicio de las necesidades excepcionales resultantes de amenazas contra la vida do Lanacion.

    La componente econ6mica de la defensa ha sido vista desde hace tiempo, yfue tratada por Do Gaulle en sus ;:rimoros escritos. Ha tomado importancia particular desde la ordenanza de 1 959 que no opone como en el pasado, el tiempo de paz yel de guerra, y admite que la amenaza puede ser multiforme. La defensa debe ser pormanente, única y universal y tender a “asegurar la libertad de acciSn del Gobierno,disminuir la vulnerabilidad de las poblaciones y de los equipos principales, etc. . “(artículo 3 de la ordenanza de 1 959), expresiones que tienen una resonancia econmica.

    Concretamente, en todos los pases que tienen concepciones parecidas de amenazas y de su prevencin, la defensa ecnmica tiende sin embargo a no ser m& que —un aspecto do la “defensa civil”. Todos las países redactan un mismo catalogo de medidas entre las cuales algunas interesan espacíficamentc a la activdpd ocon6rnica. Sise trata de los EE.UU., Reino Unido, Repi5blica Federal alemana e Italia, este cótlogo lleva consigo los conceptos siguientes: supervivencia del Gobierno, alerta, proteccionos (censo y construcci6n), ¡nforrnaci6n piblica, grupos do defensa, equipos saninos, planes de transportes, programas do telecomunicaciones, abastecimiento, disper—si& do habitantes o de almacenamientos y diversas medidas para tratar de preservar unpotencial: humano,, industrial, agrrcola, de transporte, etc..

    Esta concepci6n es tambin la de los 6rganos de Ici Alianza Atlntica, El “Alto Comit de Planes de Urgencia en el dominio civil”, coordino la actividad de variocomit& especializados que preparan la puesta en marcha de Agencias especializadasencargadas de coordinar los cambios de recursos de los países aliados en la hip6tesis deque fuera necesario hacer frente a las consecuencias do una agrcsin Francia no hacesado de participar en estos trabajos.

  • —2—

    Desde el punto de vista de la organizaci6n interior de los poderes p&blicos,Ici defonso econ6mica es una responsabilidad gubernamental y cada Ministro participaen su elaboracin, sogin las directivas del primer Ministros El Ministro do la Econo—mra y de las Finanzas juega un papel eminente como Ministro coordinador y Presidentede la Comisitn Permanente de Asuntos Econ6micos de la Defensa.

    Pero la poiflica de defensa en el dominio econmico no se resume, por las autoridodes francesas, en un catalogo de medidas parciales. Tiende a formar un con jun,integrando las diversas formas do amenazas y las medidas que responden a ellas. Adern& de las consecuencias de una agresicSn global, por supuesto, se interesa en otras dosrormas do agros ion:

    “la agresi6nindirecta que aviva las contradicciones o las debilidades del mundo occidental, agravando las competiciones de interés entre naciones o colcc

    • ,. • — — • II —

    tividades, fuera de sus preicren cias polificas ideologicas o economicas ;

    — “la agresi&isubversiva que tiende a romper el orden establecido, asegurandola influencia sobre tas masas populares de una minorfa agitadora. Esta agro—sin desarrolla los efectos de la precedente, pues destruye la voluntad mismado resistencia de los hombres y la eficacia de las estructuras.

    A la vista de estas amenazas, la defensa os inica y debe ser preventiva. Poruna parte, los esfuerzos civiles y militares no pueden estar separados, ellos se complemontan y se prolongan. Por otra parte, la prevencin es un elemento de la disuasnun pais preparado esta en una postura de menor vulnerabilidad. No hay nada nuevo —en este respecto ya que es una generalizacin del viejo precepto “Si vis pacem”.

    Esta concepci6n no permite ms que limitar la defensa econmica a algunasmedidas de almacenamiento o de distribuci6n. Ello implica un programa diverso segúnlas situaciones que se traten. Todas las formas de cicci6n preventiva o curativa debentener por objeto coman el evitar la parlisis de la economra. Y para evitar la par6li—sis os preciso dcirse una cierta autonomfa de decisi6n y de maniobra.

    La defensa econcriica trata pus de organizar las actividades ccon6micas en5tUci6n de crisis y de mantener la autonom(a de decsin de las autoridades responsabies.

    1. UNAORGANIZACIONPARALASSITUACIONESENCRISIS

    Se trata de una preocupaci6n ms general que la moviiizacicn industrial —aunque ella la implica— como es la organizacin de la industria con vistas a respon—c1or: los necesidades parflculc:ros en tiempo de crisis o do un conflicto armado.

  • -3-

    1) LA .MOVILIZACION INDUSTRIAI lleva consigo dos objetivos:

    a) Aumentar la produccin de material de guerra (a reserva de una alerta provia que se supone bastante larga). Esto implica una planificaci& rigurosa, almacenamiento de materias primas y componentes estratgicos, crditos para aumentar las cadencias y efectuar ciertas reconversiones.

    b) Mantener la actividad econ6mica a un nivel tan elevado como sea posible,teniendo en cuenta otros elementos de la situaci6n: rnovilizacin eventual,atribuci&i de efectivos a producciones de armamento, existencias de oscasecos, destrucciones...

    Incumbe al Comisariado de la Movilizacin Industrial, ligado al Ministerio del Desarrollo Industrial y Cient(fico, el organizar esta coordinackSn. Eldispone con este fin del poder autoritario de reparto de las materias primas yde productos, y de posibiUdades en cuanto a la atribuci6n de medios, talescomo la reserva de ciertas mcquinas—herramienta para trabajos prioritarios.

    En principio, el esfuerzo industrial en perrodo de crisis, podrra estar facilitado por la cooperacin entre aliados por intermedio de las Agencias de laOrganizacicSn Átlcntica que tienen la misiSn de coordinar.

    La movilizaci&i industrial es una preocupacin que responde esencialmente a una hiptesis de conflicto armado de larga duracin, que no es la mcsactual. Ademas, sin ser desdeñada, no es concebida sino como un aspectode la defensa ecÓnmica, mcs permanente, basndose la preparaci&1 del parsen las hipotesis do crisis sin conflicto armado4

    2) LA CONTINUIDAD DE ACTIViDADES ‘ENCIALES

    El objetó a alcanzar, de evitar la patlisis del pa para asegurar la libertad de acciñ del Gobiemoi, puedo hacer frente a una u otra de las hiptesis siguientes, por otra parte no exclusivas la una de la otrat

    — En la prtmera deben sor mitigadas las consecuencias de una tensi6n internacional que traiga un deterioro de las relaciónes econmicas (recordemos la escasez do gasolina cuando el problema do Suez, en 1 956).

    — eh la segúrida deben sor mitigadas las consecuencias de una acci6n subversiva.

    Pilmerahiptesis

    Un estado de tcnsi6ri internacional, trae consigo el tener que tomar diversas y necesarias medidas de orden econmicot control y distribucin de recur

  • sc’ de almacenamientos, bloqueo de precios y salarks, puesta en marcha o reforzamiento a la vez de los organismos de repcracin, de in mimode medios de transporte y de medios de reparto de las instalaciones energ&i—

    cas, ctc4.

    Para que llegúen ciser operativas estas medidas exigen una organizacinsobre los planos: territorial, administrativo y profesional Mientas so estaen el plano de medidas te6ricas, todo es posible, pero cuando se abordan losproblemas prcticos,so apercibe toda sucomplejidad. Serían 5tiles “ejerci —cias , pero es impostble hacerlos en dimension real , de forma que no se piiode apreciar exactamente si las ruedas colocadas giran correctamente, cualesson aqullas que seagarrotah, y cutos son las que faItan Pues los problemastecnicos y prófesioales no faltan Iamas

    Por ejemplo, la distribucin de los productos industriales supone que se doterminen prioridades, que so definan los derechos de las empresas, que se localicen los almacenamientos, etc... Uno organizaci6n semejante exige primeramente una colaboracicn estrecha de la profosin. Pero hay m&: en el —contexto actual de la CE.E. no es cierto que las mediclbs preparadas se armoficen a priori” con las obligaciones nuevas que impone la libertad de circu—laci6n de productos, de manera que los modos de acci6n, de los que se tieneya una cierta experiencia, son necesarios volverlos a pensar.

    Pongamos otro ejemplo, el del abastecimiento de la poblacin con productos alimenticios: dos formas son concebibles, la de una crisis larga o la de unacrisis corta. La primera implica la preparacinde medidas de avituallamiento,eventualmente de racionamiento, y exige la constituci6n de “stocks de “tic—kets” en las prefecturas, así como su adaptacin ci los mo’imientos de la po —blacin que revelan los censos. La segunda forma de crisis que provoca movimientos de pibUco y la avalancha sobre los almacenes de alirnentaciSn, desorganiza los circuitos comerciales y afecta la moral de la poblacn, debería =tener como prevencicSn la sola disciplina de las provisionesfamiliares: perouna prevencli5n tal, exige una educacliSn.de la poblaci6n que no ha sido acometida en Francia.

    Segundahip6tesis: La acciSn subversiva.

    La par6lisis de la economía puede tener causas exteriores, pero es raro queellas solas sean suficientes. Para que haya parUsis real de los centros de actividades, es preciso que las presiones exteriores encuentren en el país unasituaci6n favorable do descontento; es decir, al menos una minoría agitadoracapaz de suscitar perturbaciones diversas y especialmente un estado de huelgageneral. En semejante caso el Gobierno se arriesga a perder libertad de maniobra indispensable.

  • Sin duda, la correlacin entre las presones exteriores y tal acci6n interior

    es excepcional, pero su gravedad es ms que evidente.

    En un país democrcítico, que admite el derecho de huelga y prótege su ejercicio, es cierto que toda, huelga grave, extendida a varios sectores, no rele —va necesariamente una teraputica apropiada a la Defensa del país y a su independencia. Pertenece al Gobierno el apreciar la naturaleza de la situaci6n.Los textos de 1 959 exigen una decisi6ri gubernamental para que puedan ser decdidas medidas particulares. El artículo. 6 de la disposci6n del 7 de enerode 1 959 precisa, en caso de amenaza dirigida especklmente sobre una partedel territorio, sobre un sectordelavidanacional, o sobre una parte de la poblacin, decretos tomados en Consejo de Ministros pueden abrir al Gobemtodo o parte de los derechos definidos en el artículo precedente’t. Ahora bien,el articulo 5 dice: ... el derecho de requerir personas, bienes y servicios;el derecho de someter a control y distribucin los recursos de energía, mate —rias primas, productos industriales y productos necesarios al abastecimiento...derechos que estcn normalmente en vigor, a partir del momento que el Gobierno ha decrofcdo la rnovflizacn general o ci servicio de vigilancia.

    La ¡ntervencin de talos decretos prueba que los elementos de apreciaci6nque dispone el Gobierno le conducen a estimar necesaria una actitud de_rpli—ca. Se entra entonces en el campo de aplicacin de medidas para la defensadel país contra la paralizacn, es decir, que tratan de impedir todo atentadocontra la integridad de los ¿rganos de Gobierno, el funcionamiento de los servisios ptblicos esencices para la satisfacckn de las necesidades vitales de la

    poblacTn y a la ejocucin de las obligaciones internacionales de Francia(oleoductos internacionales, navegacin del Rin, etc...)

    Estas medidas no exigen el recurrir a textos de excepcin tales como los delestado de sitio, La disposici6n de 1 959 y los decretos previstos en su artrculo6 son suficientes.

    II. PRESERVACIONDELAAUTONOMIADEDECISION

    Este primer aspecto de la defensa econrnica: organizacin adecuada y medidas de salvaguardia de las actividades esenciales en situackn de crisis, respondeya a la idea sobre la cual conviene insistir ahora en segundo lugar, la de la preservacinde la autonomía de deciskSn de las autoridades responsables. La rcflexi6nde los organos encargados de la defensa esta necesariamente dirigida a recordar todas ias vulnerabilidades que ponen a la economía, y por lo tanto, al país y a su —Gobierno, en estado de menor resistencia frente a las presiones exteriores y Umi —tan su libertad de decsn. Resultan dos orientaciones de investigacn: la primera concierne a las dependencias científicas, tecnolgicas, industriales, econ&ni—cas o financieras con respecto al extranjero, tocando la concepcin y 1a realiza

  • -6-

    cian de los medios de nuestra polflica militar, fundada en la disucisin; la otra dL

    recci&i de ¡nvestigaci6n interesa el desarrollo de los sectores claves de la econmía, necesarios a la defensa en el sentido mcs amplio del tcrmino, y especalm&te los ms susceptibles de contribucin a la promoci& y al potencial econmico

    La primera orientaci&i merece una aten cian especial, pues es un programa —original. La segunda interesa ms bien a la polflica econmica general. La primera por el contrario introduce una nocin nueva, la do la dependencias”. Lapreocupacfn de “no—dependencia” que es la contrapartida, merece examinarso.Conviene definir la amenaza que comporta y ver lo que puede ser hecho o lo quedebería hacerse para apartar o mitigar esta amenaza.

    1) LAAMENAZA

    La amenaza es la que hace apreciar la existencia de dependencias con ciextranjero en el aprovisionamiento, los transportes, los medios de finan cia —ci6n, etc.... La Dependencia favorece las maniobras para crear situacionesde escasez, o el bloqueo de ciertas actividades con objeto de hacer presiones,

    II • Ufuera de todo conflicto armado, sobre el Gobierno del pais dependienteEn tiempos de conflicto armado lleva consigo el riesgo de sufrir tales presiones y mas graves consecuencias.

    De hecho, los ejemplos de dependencia abundan en el mundo actual. Noexiste país que no los conozca. At5n las muy grandes potencias, como los —EE.UU., se abastecen ampliamente del exterior de su territorio de un ciertontmero de materias primas: este país, que tiene inmensas riquezas naturales,tiene también inmensas necesidades puesto que consurc cada año l sSlo cerca de la mitad de las materias primas extraídas del Globo. Tambin tiene —censados 77 productos con los que asegura almacenamientos estratégicos encantidad adecuada para todas las hipStesis de guerra limitada o general, convencional o nuclear, y que sea cubierto el riesgo de dfidtmximo que llvan consigo estas hipotesis para cada materia.

    Bien entendido que tal examen no podría ser hecho de una vez para siempre, sería preciso adaptar continuamente sus resultados con la evoluci6n tecnologica y las necesidades de la defensa.

    Ello trae consigo que la dependencia es mucho ms grande para un país —como Francia, cuyas necesidades son, ciertamente, menores, pero cuyos recursos son tambin limitados en proporcin.

    Las dependencias do Francia se siti5an esencicimante en el nivel de los —aprovisionamientos y de los transportes.

  • -7-

    a) Lasituaci&ide. nuestroaprOvisionamiento en los metales comunes no —rroos que son la base de la industria, nos suministro ejemplos concrefos dodependen ia en diversos grados.

    Un solo metal, el aluminio, estc abastecido por el territorio nacionaly cubre la totalidad de las necesidades. Dos: el piorio y el zinc, aunque no son extraídos del suelo francés, provienen do fuentes suficentemonte dversifi cadas para que no se pueda hablar de una dependencia realOtros dos, el cobre y el estaño provienen, en m& de un 90%, de fuentesa lecitorias y constituyen verdaderas dependen cias.

    Consideraciones an6logas podrían ser desarrolladas en lo que.concier—ne a los metales especiales que exige la tecnología moderna, molibdeno,cromo, platino, titan lo1 magnesio, por no citar mcís que los principa les.

    b) Los transportes marítimos.

    Francia efccta alrededor de las tres cuartas partes de sus ¡mportacio-nes por vía marítima. El volumen de sus cambios por vra marítima progrese regularmente. En el aprovisionamiento de productos petrolíferos es trbutano por lo general.

    Ahora bien, la Flota comercial francesa no asegura ms que una parte

    del tnSfico marílimo concerniente a la economía nacional. En otros paísesmarítimos el porcentaje transportado bajo pabelln nacional es generalmenfe del mismo orden, pero sus flotas parflcpan frecuentemente mucho msen los transportes por cuenta de terceros.

    El saldo de la balanza de fletes franceses es negativo, y e1 comercioexterior franc& es sensible a una presin econSmica extranjera. El gradode cobertura de las necesidades en transportes marítimos por pabellSn Francs os todavía insuficiente, principalmente para los transportes a granel

    En tiempo de crisis, las necesidades globales en transportes marítimostienen “a priori” tendencia a aumentar yei rendimiento de los barcos no—puede ms que disminuir. Las necesidades traen consigo el riesgo de sobro

    pasar las posibilidades de los barcos existentes. Los EE.UU. son el tnicopaís que posee una flota de reserva, aunque insuficiente por otra parte.

    c) Los transportes a&eos.

    La industria francesa no es aut6noma y la flota francesa de aeronavesnecesita mucho del extranjero.

    La S.N.E.C.M.A. cst sobre todo consagradahasta el presente a losmotores militares y las industrias de equipos civiles jam& alcanzaron una

  • —8

    concentracin suRciontopcra responder a las variadas demandas de! sectorcivil, esto hace que adn para los programas do aviones—correos medianoso de tamaño ms pequeño, la industriçi aeronutica francesa es grandemonte tributaria del extranjero.’

    La mayor parte de la flota.de las tres compañras Air France, U.T.’A.y Air Inter es do construccin americana. Luego el papel del construct&despus do la venta viene a ser muy importante para el aprovisionamientode piezas de recambio. Ciertos trabajos de gran ontrete’ñimiento son con—fkdos por el explotador francas a sociedades brifnicas.

    2) APRECIACICN DE LA AMENAZA

    Sin embargo, e1 enunciado de estas depedencia no os suficiente para determinar su poso Las amenazas pofenciales que ellas hacen reinar on de calidades muy diversas, variables por otra parte, segn el origen y Iaduracide la presi6n extranjera. Las presiones oconrnicas llevan éllas solas raramenfe a la decisin.

    Lo anterior no impide que sean utilizadas corrientemente. La historia re/ • rciente abunda en elemplos de paises que han sufrido o surren sanciones o pro

    sienes oconmicas: Cuba, Rodesia, Africa del Sur, Israel, Yugoslavia, Rumania y Albania.

    Ninguno de estos países ha cedido bajo la sola prcsin de embargos o derepresalias econrnicas, pero la perturbaci& aportada a sueconomía, y la

    amenaza que pesa sobre su potencial de defensa, no deja de ser cierto.. Aparte de un conflicto, la perturbaci6n no puede ser rncs que parcial, pues un —pars no esta ¡amas solo y encuentra Siempre alkdos de circunstancias que conmuchfsirno gusto le ayudan para de ese modo entorpecer la poUtica de un adversario.

    Porelcontrario,enunasituaci&internacionalgraveimplicandoespecialmenteunésfurzodearmamento, la amenaza que hace pesar la dependenciaaumenta. Es de temer entonces que todos los grandes parses que controlan losrecursos dediquen la casi totalidad de ellos a la cobertura de sus necesidadesen expansin, y que ninguno esta dispuesto a tomar la carga de las necesidades de otro paÍ.

    En tales circunstancias se asiste adem& auno subida de precios en los mercados internacionales cuya repercuskSn sobre la economra es desastrosa. Elejemplo de las consecuencias de la guerra de Corea es bien conocido4

    Precisamente, ciertos parses miembros de la Alianza Atlntica desearranen la actualidad poner bajo control una organizaci6n comin de aprovisionamiento y de transportes durante los perrodos de tensn ¡ntemadonal. Tal

  • -9-

    coordinaci&, de la movilizacin econmica, si llegase a realizarse, ccentuaría el riesgo de escasez en las naciones medias, las cuales dependerían desus solas posibilidades de aprovisionamiento.

    Esta sensibiRdad do las economías modernas ci la abundancia o a la escasezde un producto puede dar a veces ci un simple organismo privado o a una so —ciedad comercial un poder extraordinario anclogo al de un Estado. Dos ejempios se pueden dar: el primero concierne cii molibdeno, el segundo al platino.Así, hasta 1 964 dos sociedades americanas, UAmerican Metal Climax y —“Kennecott Cooper”, han controlado prcticamente ci mercado mundial delmolibdeno. Ha sido suficiente una huelga de personal de la Sociedad Climax,en 1 962, para provocar en Francia serias dificultades de aprovisionamiento.Entre 1 962 y 1 966 la misma sociedad ha intentado asfixiar la industria euro —pca de produccin do forro—aleaciones a base de molibdeno (reduciendo a lamitad sus ventas) para favorecer ¿ci puesta en marcha de una fabrica por ellacreada en Rotterdam. En el período de puesta en marcha de esta fabrica, estas ferro—aleaciones han tenido que ser sometidas en Francia a un verdaderosistema de distribución.

    El segundo ejemplo nos lo da el mercado del platino. La producci6n mundial de este metal prcticamento se encuentra en las manos de tres países: —Africa del Sur, Cancid y la URSS. Las sociedades inglesas Johnson Matthoycind C9. y Engolhard industries tienen la exclusiva de las producciones canadienses y sudaFrkanas,, y controlan de hecho el conjunto del mercado occidental. Ellas pueden tener tendencia a restringir sus entregas del metal bruto.Estas empresas son ellas mismas transformadoras de metales preciosos y suministran en partkular catalizadores listos para su empleo. De ello resulta una situaci6n de preocupaclin para Francia. Debe aprovisionarse de platino bruten ci mercado paralelo, o recurrir a la URSS, que pone precios Superiores a

    los de ios productores occidentales y puede reducir sus exportaciones.

    3) LA DEFENSA

    Mirando los riesgos que comportan las dependencias y la imposibilidad prctica de soslayarlos todos, una política econmica inquietante en los problemasde defensa debe ser juiciosa. Es preciso escoger sus puntos de apUcackn. Eslo que Francia ha hecho hasta ahora investigando las dependencias críticas —para evitarias en todo lo posible y distinguendo las dependencias difusas pa—rci las cuales es adoptada una política flexible.

    a) Las aependcncias criticas.

    Las consideraciones, de doctrina y mctodo, así como de eficacia prcctica, han conducido a las autoridades responsables de ia defensa econmicaa distinguir las dependencias críticas que exigen una accin del Estado, y

  • -10-

    las que no revisten un ccrcter tan urgente. Ase, no puede ser consideradarealmente crflica una dependencia que incida sobre el aprovisionamientoexterior de materias primas esenciales, porque los riesgos eventuales de lasituackn del mercado pueden ser paliados en un grado satisfactorio por —la dversificoci& de fuentes, la presencia de intereses franceses s6Udos, —la constitucin de almacenamientos de seguridad. Por Consiguiente, des —pus de este criterio, las dependencias examinadas anteriormente no son —crit cas.

    En cambio tienen un valor apremiante ms grande ics dependencias —.dirigidas sobre medios que no se sabrran encontrar, aun rebuscando en elextranjero por motivos permanentes de polrtica o motivos momentáneos deestrategia econ6mica, o medios cuya realizockn supone un tecnicismo fundamental donde ios retrasos nacionales son acumulativos (átomo, ¡nfomtf.ca),

    Esta distinción es realista, invita a llevar el esfuerzo sobre lo que osrealmente prioritario. Las dependencias siendo muy numerosas, no es preciso estimarlas ms graves que lo que puedan llegar a ser. El primer trabo¡o al que se llega es un trabajo de cnlisis, muy profundo de radioscopiade la economia.

    b) Soluciones a tas dependencias crflicas.

    Los trabajos emprendidos han atrardo la aten ci6n sobre ciertos puntos —sensibles de la economrci. De hecho este trabajo no es ms que la continuaci& sistem6tica del que ha sido hecho siempre en materia de productos petrolrferos y m& recientemente en relaci6n con el uranio. —

    En el dominio de los productos petrolrferos la primera solucin aplicadaha sido el almacenamiento. La segunda; la diversificacin de las fuentesde aprovisionamiento. En fin, el desarrollo de una flota de petroleros quetienda a cubrir el 1 00% de nuestras necesidades en capacidad de transporte.

    En materia del uranio la diversificaci6n de fuentes, después el interrogante sobre la oportunidad de escoger una filial francesa, tienen un ciertotiempo de proceder con las mismas preocupaciones. Pero parece que las —preocupaciones del precio de coste del KWH han subido respecto a las precedentes. Esto, por otra parte, es una ¡lustracn interesante de Pos con —flictos entre orientaciones igualmente legflimas, que el Gobierno debe cortar.

    En el dominio de las industrias punta, el Plan Calcul, da el ejemplo deuna solucin que consiste en crear, al precio de un esfuerzo presupuestarioy de una protecci6n del Estado, una industria que responda a las necesidades nacionales prioritarias. En estos dominios Frondia, ademas, habra sufrido ciertas presiones de tal naturaleza que asentaban la convccin de queuna polrtica de relativa autonomrc se imponra.

  • —•l1 —

    Las soluciones posibles son por otra parte variadas: La primera soluckna considerar es la ¡nvesflgacin de una diversificacin de aprovisionamientos. La diversificacin es la base de nuestra política petrolífera, de nuestro aprovisionamiento de uranio, bauxita y cobre. Una segunda soluciúnconsiste, por escasez de producckn nacional, en asegurarse una posicindominante en una fuente extranjera (partcipacin en las industrias de ex—tracciún o inversi6n directa). El inconveniente es que el poder francas deintervencin sobre el mar no permite la proteccin de estas fuentes o la seguridad del transporte.

    Una tercera solucin consiste en crear filiales francesas. Se compronde por la utilizaci6n de las posibilidades de sustitucin entre los suministrosneCesarios, para retener como preferentes los que eViten el aprovsioncmienfo en el extranjero. Ello lleva consigo que en esta tesitura la dificultad —es de orden tcnico y financiero.

    Una cuarta soluci6n consiste en practicar una políticd industrial concerfado, el Estado sosteniendo la ¡nvestigaciSn aplicada y esforzndose aún —en provocar la croaciSn de las unidades industriales necesarias, para paliaruna falta en la estructura industrial del paí. Ejemplo ya citado: e1 del —Plan Calcul. Otros sectores podrían seguir la misma política, la microme-canica por ejemplo. La dificultad, en esta tesitura, puede situarse al nivelde ventas. El mercado militar no es siempre suficiente para rentabilizar lainversi&,. Por ello, s s6lo la exporfacin permite ronfabilizarlo, es proalso encontrar los mercados de exportacicSn necesarios. Este problema no osfe&ico. La estrechez del mercado francús es obstculo para ciertas inver —siones. Los ptductores deben, o deberían tender a cubrir las necesidades superiores a las solas necesidades interiores.

    Uno última soluci6n, simple, pero que puedo llegar aser costosa, si sele da una cierta amplitud, consiste en constituir almacenamientos estratúgicos. Ciertas sociedades pueden estar apremiadas o incitadas a constituir ymantener almacenamientos superiores a sus necesidades propiamente industriales. Evidentemente en una economía, que debe ser competitiva, tal —obligacicSn pesa sobre su tesorería y gravo sus cargas de explotaci&,. Sepuede entonces estimar que incumbo al Estado el financiar tal obligaci6n —ya que el impuesto permite repartir la carga entro todas las empresas. Elproblema es de orden presupuestario.

    Para ciertos metales sería preciso un almacenamiento muy importante —con un precio medio por tonelada (cobre) o al contrario, un almacenamiento mínimo pero con un precio por tonelada muy elevado (platino). Es preciso convenir que el conjunto sería una pesada carga. Los EE.UU. practican sistem&icamente esta política. Ella permite en caso de crisis evitar eltenér que provoerse a precios especulativos (como sucedi debido a las altas cotizaciones con motivo de la guerra de Corea). Los EE.UU. cdomcs

  • añaden una limitaci6n voluntaria de la producci&i nacional para conservar un almacenamiento estratégico natural. Ásrsuccde en el dominio delpetrleo. Es en oste iItimo caso una polrtica dTfrl, pues choca con prosiones diversas, Los productores nacionales hacen prosion para que se limiten las ¡mporfaéiones mientras que el Gobierno quarrra aumentarlas. Pcro como el crudo do Oriente Medio es mas barato, los refinadores querrianiriiportarto. El Estado, que pretende un objetivo estratgico, provoca dehecho querellas do intereses y se impone un arbitraje difícil.

    En materia de transporte, por defecto de autosuficiencia, se puedepensar en llegar a acuerdos con los grandes parses marrtirnos. Hay ya dehecho, en el sector rnar1imo, un verdadero mercado cornn mundial, loque explica que el Tratado do Roma haya exceptuado al caso de los transportes marftimos.

    c) La vigilancia de las dependencias difusas.

    Al lado de las dependencias crrticas, existo en las economras moder —nos, fenmenos de dependencia difusa que resultan de la internetracincreciente de las economras por los movimientos de capitales, por la ¡nter—venci6n de firmas r&ajltinacionales, y por simples fon6menos de mercado —que crean una cierta dependencia do proveedores con respecto a sus clientos.

    En primer lugar lasinversionesextranjeras deben tener un control delEstado. Las demandas de inversiones directas o de Participacin que intoreson a los sectores llamados prioritarios, os decir, las industrias punta,merecen ser vigiladas. Existe un problema en la medida en que las inversones extranjeras tienen tendencia a concentrcirse en algunos sectores pror . — . —rorontemento, la quimicci, la electronica, la mocan ica.

    L6s inversiones extranjeras en Fran1a no son considerab les, su ritmoha tendido a decrecer en estos 5ltimos años. Ellas no representan en totalmcís que un dbU porcentaje de la formaci6n del capital en Francia, y —son i5tilos,pues contribuyen a financiar el refuerzo de nuestro capacidad —industrial y pueden beneficiamos adoms de los progresos técnicos obtenidos en otra parte. Pero su concentracin, o su tendencia a buscar con profemen cia lcis industrias punta, exigen san tomadas ya sean ciertas precauciones, o una polflica apropiada. Se tomaran ciertcis precauciones si, porejemplo, una empresa titular de patentes secretas y trabajando para la Defensa nacional es absorbida por una firma extranjera. Se adoptar una po—litica apropiada cuando un sector entero es dominado o en vras do serlo —por firmas extranjeras.

  • En segundo lugar, el coste del “desarrollo” en el mejor de tos casos estal, uo sorra deseable una cooperaci&i entre varios parses Asres que seve el dra eh que tendern a mu!tipticarse los acuerdos do cooperacin para realizaciones que interesen a la Defensa.

    El ¡nters es doble, pues no hay solamente rcparficin de gastos al prindpio, sino tambi&, cxpansin del mercado parci el producto terminado, lque permite una mejór amortizaci6n de lós gastos fiios y tambin una limi—facin de concurrencias estriles Pero es cierto que ello constituye un problema dode el punto do vista de Jci autonomrci da docin e pudo discutir a este respecto si os deseable que los programas militares principdles seefoctten encooperacin. Puesto qúe la cooperacin permite ampliar e! —mercado1 esta cuoSti&,suscita al fin otra, que es la de laexporfcicin.Una econonira no os. solamente depehdiene de sus aproviiohamientos, esfambjndc hecho de sus morcados porque cuando una indústria trabaja para un mercódo interior reducido, tiene probabilidades de no ser compotitiva. El inters de esta industria y de la econornra en general es alcanzaruna mejor rentabilidad abrindose sobre los morcados exteriores.,

    A5Ç la industria aoronutica francesa depende en muy gran parte de losmercados exteriores. C uando éstos se cierran por razones econmicas o poIrticas, las consecuencias son graves para sus planes. Esto explica la parficular atencitn que el Gobierno pone en las preocupaciones de exportcici,y de la balanza comercial. Aproximadamente las exportaciones de materiales aeronuticos representan el 20% de las exportaciones de equipos. Ahora bien, estas exportaciones est6n constantemente amenazadas a la vez poruna concurrencia muy viva y por consideraciones polrticas.

    Se busca ase, ampliando progresivamente el campo de las investigaciones, la segunda de las orientaciones dadas por Id ComisicSn Permanente deAsuntos Econ6micos de la Defensa, y que ha sido momentneamenfe descartada anteriormente: “desarrollar los sectores cerrados de la oconomra necesarios a, la defensa en el sentido mcis amplio de la palabra, y principal —mente los ms susceptibles de contribuir a la promocin y al poderro econmico”. En dicho caso, al nivel del Plan y con motivo de su preparacin,deben ofectuarse las preferencias y encontrar los equilibrios entre las diversas nocesidades o preocupaciones expresadas,

    Pues si el papel del Estado es encontrar la mcís justa aproximacin en —la con ciliacin de intereses o de Imperativos mcís o menos contradictorios,tiene una buena oéasin de ejercer sus facultades de arbitraje en tal dominio: ante el anlisis hay pocos sectores que no tengan un valor particularen la 6ptica de la defensa, y pocas promociones que no lleven consigo, encontrapartida, una vulnerabilidad o una dependencia grande del extranjero. A este nivel lapolftica de defensa en el dominio econmico se fundaen la polutica OConornica general y las preocupaciones que ella inspira deben llegar a ser un estado de esprritu.

    Sumario de la RevistaMenú de las RevistasSalir