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VENEZUELA
Taller Regional Preparatorio sobre Educación Inclusiva
América Latina, Regiones Andina y Cono Sur
Buenos Aires, Argentina, 12 – 14 de septiembre 2007
UNESCO International Bureau of Education
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
CURRICULO E INCLUSIÓN EN EDUCACIÓN INICIAL Y PRIMER CICLO DE EDUCACIÓN PRIMARIA: Visiones, estrategias, experiencias y buenas prácticas en la región andina. El Caso de Venezuela
Carlota Terán,
Caracas, Octubre 2007
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
INDICE I EL CONTEXTO
I.1 Breve reseña de la situación económica y social
I.1.1 Población venezolana por edades
I.1.2 Niveles de Pobreza I.1.3 ¿A quiénes afecta más la pobreza? I.1.4 Situación de empleo y desempleo I.1.5 Condición sanitaria de la población en general y de la en edad
escolar I.1.6 Condiciones nutricionales de la población infantil
I. 2 Breve reseña de la situación educativa
De la situación de la Educación Inicial
De la situación de la Educación Básica
I. 3 Estado Actual de la Reforma Educativa I.3.1 Reformas de la década de los 90 I. 3.2 Política educativa de la actual gestión de Gobierno
II CURRÍCULO E INCLUSIÓN EN EL NIVEL INICIAL Y LOS PRIMEROS GRADOS DE LA PRIMARIA. VISIONES, ESTRATEGIAS, EXPERIENCIAS Y BUENAS PRÁCTICAS
II.1 Visiones educativas, sociales y políticas con respecto a la inclusión educativa
Visión de la Educación Inicial Visión de la Educación Básica
II. 2 Estrategias educativas para el logro de la inclusión educativa II. 2.1 Nivel de Educación Inicial
II. 2. 2 Nivel de Educación Básica
II. 3 Experiencias y buenas prácticas en educación inclusiva
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II. 4 Perspectivas de la educación inclusiva en las políticas y agenda pública
III CONCLUSIONES: LECCIONES Y DESAFIOS PENDIENTES PARA EL
LOGRO DE UNA EDUCACIÓN INCLUSIVA Conclusiones
Lecciones Desafíos
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I EL CONTEXTO
I.1 Breve reseña de la situación económica y social
La población venezolana, desde mediados del siglo pasado ha experimentado un
intenso proceso de urbanización y concentración territorial, a la vez de un drástico
crecimiento poblacional. Entre 1950 y 2001, Venezuela aumentó 4,6 veces su
población al pasar de 5 millones de habitantes a 23 millones (UNICEF 2005), la
cual más del 85% se encuentra viviendo en el sector urbano. Para el año 2007 se
estima una población de 27.483.208, 13.792.761 hombres y 13.690.447 mujeres1.
Este rápido crecimiento, causado por los movimientos migratorios de países
vecinos hacia Venezuela, atraídos por la bonanza económico petrolera, así como
por la disminución de la tasa de mortalidad de la población a consecuencia de los
programas de salud pública desarrollados durante esos años2; y el aumento de la
natalidad observada durante algunas décadas del siglo pasado3, trastocó la
dinámica económica y social de la Venezuela de principios del siglo pasado,
trayendo como consecuencia el colapso de los servicios públicos que no pudieron
dar abasto al incremento de la demanda, particularmente en lo referente a los
servicios de salud, educación y vivienda y el reto de diseñar nuevas políticas más
acordes a las necesidades de los grupos en crecimiento.
A partir de los años 60, la población venezolana ha venido presentando cambios
significativos en la estructura de los grupos etáreos. Debido a diversos factores,
tales como la disminución en la tasa de natalidad, que desde la década de los 60
se ha ido reduciendo a la mitad (de 43 por mil a 21,7 por mil en la presente
década) y en la tasa de fecundidad que bajó de 6,8 en los 60 a 2,6 para 2001
(UNICEF 2005), el porcentaje del grupo menor de 15 años ha ido decreciendo para
representar hoy en día un 33% (7,6 millones) del total de la población, en contraste
a lo que se observaba en 1950 cuando representaba casi un 46%. En cambio, la
proporción de población de 15 a 64 años, o en edad activa, incrementó su
1 Proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas, basado en el XIII Censo General de Población y Vivienda realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas del 2001 2 Entre los años 1950 y 2000 la mortalidad general disminuyó un 60%, al variar la tasa bruta de mortalidad de 11,0 a 4,3 por mil (UNICEF 2005) 3 Es importante destacar que la tasa media anual de crecimiento poblacional ha venido disminuyendo durante las últimas décadas: de 4% en 1950 a 2,2% para el período 1990 – 2001.
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participación, de 58,7 en 1990 a 62,0 por ciento en el 2001 (ver Cuadro Nº 1). Por
otra parte, el aumento de la esperanza de vida (en la actualidad para las mujeres
76,6 años y para los hombres 70,8 años) ha traído como consecuencia un
incremento del grupo poblacional de mayores de 65 años, el cual para los años 50
representaba un 2,6% de la población total y para el 2001 significa 4,9%. Todo
esto ha implicado cambios en la demanda de los servicios médicos asistenciales
propios de estos grupos de edad y el establecimiento de políticas agresivas de
generación de empleo, entre otros - (INE Primeros Resultados XIII Censo General
de Población y Vivienda. 2001).
Concepto Denominación del Indicador 1990 2001
Población
Características Estructurales
Población de 0 a 14 años (%) 37.3 33.1
Población de 15 a 64 años (%) 58.7 62.0
Población de 65 años y más (%) 4.0 4.9
Índice de masculinidad 99.3 97.9
Población declarada indígena (%) ... 1.5
Población nacida en otras entidades federales del país (%) 22.6 23.3
Población nacida en otros países (%) 5.7 4.4
Tasa de actividad (%) (Población de 15 años y más) 55.4 55.1
Cuadro Nº 1 Características Estructurales Indicadores Socio-Demográficos, Censos 1990 y 2001 INE
Sin embargo, la reducción de la tasa de fecundidad no ocurre de manera homogénea
en el todo el país, por el contrario está mediada por variables tales como urbanización,
disponibilidad de servicios de salud reproductiva, educación, salud, entre otros.
Todavía se llega a observar una gran diferencia al comparar las tasas de fertilidad en
algunos estados, por ejemplo en Apure (estado rural con altos niveles de pobreza) la
tasa es de 5 hijos por mujer, mientras que en el Distrito Capital es de 1,9.
Es importante resaltar que el 21,7% de nacimientos vivos registrados en el país en el
2004 corresponden a madres adolescentes, es decir, de los 500 mil partos ocurridos
en el país aproximadamente 108 mil 500 fueron de niñas, adolescentes y jóvenes en
edades comprendidas entre 10 y 19 años (Dirección de Epidemiología y Análisis
Estratégico del Ministerio de Salud de Venezuela, citado por Agencia Pana, 2001).
Aunque esta cifra, en términos generales, ha tendido a disminuir en los últimos años
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(89 por cada 1000) no ocurre así en los estados cuyo índice de bienestar es muy bajo:
en el estado Apure es de 143, en la población indígena de 151 y en cambio en el
Distrito Capital es de 63 (UNICEF, 2005). Estos elevados índices de embarazo en
adolescentes están exigiendo una urgente atención por parte de las entidades públicas
con competencia en la materia, ya que en dicha problemática inciden factores tales
como niveles de escolaridad, deserción escolar, falta de claridad en los proyectos de
vida y, en especial en lo que se refiere a la población de niñas indígenas, exclusión de
los beneficios de la modernización. I.1.1 Población venezolana por edades La población venezolana, como todo país en vías de desarrollo, es básicamente una
población joven, aunque como se ha mencionado anteriormente ha tendido a sufrir
modificaciones en los últimos 50 años. De sus 27.483.208 de habitantes, más del 10%
se encuentra entre los 0 y 4 años (de acuerdo a proyecciones para el 2005 se calculan
en el país 1.453.604 niños y 1.389.494 niñas de esta edad); una tercera parte (30,3%)
es menor de 15 años y casi el 20% tiene entre 15 y 24 años (ver Cuadro N°2). En este
mismo cuadro se puede apreciar cómo, durante los últimos años, la población
venezolana ha tendido a decrecer en términos de grupos de edad, es decir hacerse
ligeramente menos joven.
Grupos de
edad 2001 % 2007 %
0-4 2.470.081 10,7% 2,870,240 10,44% 5-9 2.651.257 11,4% 2,775,764 10%
10-14 2.513.224 10,9% 2,726,474 9,9% 15-19 2.300.721 9,97% 2,701,083 9,8% 20-24 2.170.254 9,4% 2,547,058 9,26% 25-29 1.876.568 8,1% 2,313,175 8,41% 30-34 1.752.525 7,6% 2,034,328 7,4% 35-39 1.584.465 6,8% 1,851,279 6,7% 40-44 1.421.374 6,1% 1,722,873 6,2% 45-49 1.154.097 5% 1,481,674 5,3% 50-54 920.953 3,99% 1,237,577 4,5% 55-59 615.953 2,6% 1,009,532 3,6% 60-64 500.525 2,17% 760,306 2,7% 65-70 381.497 1,65% 545,760 1,9% 70-74 302.777 1,31% 399,375 1,4% 75-79 205.844 0,89% 288,949 1% 80 y + 232.094 1% 217,761 0,79% TOTAL 23.056.210 100% 27,483,208 100%
Cuadro Nº 2 Población total según grupos de edad INE Proyecciones XIII Censo General de Población y Vivienda 2001
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I.1.2 Niveles de Pobreza En Venezuela, para determinar los niveles de pobreza se emplea diferentes tipos de
metodología para medirla. Una de ellas, la Línea de Pobreza, considera la estimación
de una Canasta integrada por un conjunto de alimentos suficientes para cubrir las
necesidades nutricionales de la población, estimadas por el Instituto Nacional de
Nutrición en 2.200 Calorías diarias por persona. Se distinguen dos valores de la
Canasta: el valor de la Canasta de Alimentos (Canasta Alimentaria) y un múltiplo de
esta Canasta, que se denomina Canasta Básica que incorpora, además del costo de
los nutrientes, el costo de productos y servicios que cubren un conjunto de
necesidades básicas no alimentarias (Instituto Nacional de Estadísticas, Medición de
Pobreza, abril 2003). Para medir el Ingreso del Hogar se contabilizan los ingresos
provenientes del trabajo principal y los originados por trabajos secundarios y de otras
fuentes. En la Encuesta de Hogares, los ingresos provenientes de otras fuentes, se
refieren a:
• Pensión de Superviviente, Orfandad y otros tipos • Ayuda Familiar o de otra persona • Subsidio Familiar (Beca alimentaria) • Beca o Ayuda Escolar. • Pensión o Jubilación por Seguro Social • Jubilación por Trabajo • Rentas de Propiedades • Intereses o Dividendos • Otros
Los hogares cuyo ingreso per capita es menor a la Canasta Básica per capita, se
denominan Pobres. Los hogares cuyo ingreso per capita es menor a la Canasta
Alimentaria per cápita, se denominan Pobres Extremos
De acuerdo a la metodología de Línea de Pobreza, para el 2004, más de la mitad de
los hogares venezolanos (53,1%) vive en pobreza (ver Cuadro N°2), y de estos casi la
mitad (23,5%) vive en pobreza extrema, es decir sin los ingresos necesarios para tener
acceso a la canasta alimentaria (UNICEF, 2005). Es decir, 2.788.281 hogares
venezolanos viven en pobreza y 655.246 no disponen de los recursos con los cuales
comprar los alimentos básicos necesarios para cubrir los requerimientos nutricionales
de sus integrantes. Tomando en consideración que los hogares en situación de
pobreza suelen ser más numerosos que los hogares no pobres, esta cifra crece
significativamente si la traducimos a personas. En este caso las cifras suben 7 puntos
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porcentuales, de tal modo que la pobreza extrema llega a un 30,5% de la población, es
decir a 7.968.842 personas.
El índice de pobreza, sin embargo, no ha sido estable en los últimos años. Si se
observa su distribución en los últimos siete años se encuentra que entre 1998 y 2002,
hubo una tendencia a la baja (de 49% a 41,5%), para luego sufrir un importante
incremento entre 2003 y 2004, y a partir de esta fecha presenta una ligera mejoría
(ver Cuadro N°2). En la actualidad, según estimaciones de los centros de análisis
estadístico esta tendencia al decrecimiento se mantiene, es más de acuerdo a
estimaciones del sector gubernamental para el 2005 el porcentaje de pobreza se
redujo a un 38,5% (Eljuri. E, INE, 2005).
Cuadro Nº 3 Número de hogares pobres y no pobres (República Bolivariana en Cifras, INE, 2004 Por Línea de Pobreza)
Cuando se emplea la metodología de las Necesidades Básicas Insatisfechas
(condiciones de vivienda, hacinamiento, inasistencia a la escuela de niños entre 7 y 12
años, acceso a servicios básicos y alta dependencia económica entre los miembros
del hogar), el nivel de pobreza, para la misma fecha (2004), se reduce a 29,6% y la
pobreza extrema a 12,2% (ver Cuadro N°4). Es más, de acuerdo a estimaciones del
Centro de Información y Documentación de la Fundación Escuela de Gerencia Social
(CIDEGS) la cifra de hogares en pobreza (aplicando esta metodología) para el año
2006 se ha reducido a un 23,4% de hogares pobres y 9% en pobreza extrema (Base
de Datos Social, CIDEGS, 2006).
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Es importante destacar que estas dos metodologías enfocan variables diferentes, uno
focaliza solamente el factor económico mientras que el otro toma en cuenta
condiciones de vida, razón por la cual sus resultados varían y no siempre son
coincidentes.
INDICADOR 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Hogares en pobreza
28,2 28,9 29,3 30,1 27,8 31,2 33,9 29,6
Hogares en pobreza extrema
9,7 10,8 9,9 10,5 9,3 13 12,7 12,2
Cuadro Nº 4 Porcentaje de Hogares en Pobreza de acuerdo a NBI. Fuente INE Encuesta de Hogares por Muestreo
Actualmente en Venezuela el sector gubernamental ha planteado un cuestionamiento
entorno al tema de los indicadores empleados para medir la pobreza. Han sido
cuestionados tanto el método coyuntural, que mide la pobreza de acuerdo al ingreso
(Línea de Pobreza), como el estructural, que lo mide de acuerdo a necesidades
básicas insatisfechas (NBI). Se propone una nueva metodología para la evaluación y
medición de la pobreza, bajo la argumentación que se debe diseñar un nuevo modelo
de indicadores sociales para construir un índice de bienestar social a partir de una
Encuesta del Nivel de Vida, asociado a variables relacionadas con temas de salud,
educación, dotación del hogar y servicios públicos y que abarque la incidencia de los
programas sociales, tales como las “misiones”4 (Eljuri , Elías XIX Reunión Comité
Andino de Estadística, Caracas, 2005).
I.1.3 ¿A quiénes afecta más la pobreza? Dado que las familias que viven en situación de pobreza y pobreza extrema presentan
tasas de fecundidad y natalidad más altas, el grupo etáreo con mayor número de
pobres y de pobreza extrema es precisamente el de 0 a 5 años. Es por ello que más
de la mitad (55%) de este grupo vive en pobreza y casi una cuarta parte (25%) en
pobreza extrema, lo cual está por encima de los promedios nacionales. Este cuadro es
bastante grave tomando en consideración los cambios significativos de desarrollo
general que ocurren durante esta etapa. Por otra parte, es de destacar que un poco
más de la mitad de la población pobre tiene menos de 15 años. (UNICEF, 2005). Le
4 15 programas sociales desarrollados por el Gobierno nacional, en los últimos tres años al margen de la estructura tradicional del Estado, y que reciben todo el apoyo político y presupuestario. Entre estas "misiones" están la de alfabetización, atención primaria de salud con personal médico cubano, distribución de alimentos subsidiados, entrega de almuerzos y meriendas a mujeres y niños muy pobres, operaciones oftalmológicas y pagos a desempleados que acudan a cursos de capacitación para el trabajo.
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sigue en orden de importancia el grupo de 6 a 11 años, en el cual la pobreza se ubica
en un 48% y la pobreza crítica en 20%.
Otro grupo poblacional altamente afectado por la pobreza es la población rural, y
particularmente, dentro de esta, la población infantil. De acuerdo a la metodología de
las Necesidades Básica Insatisfechas, un 60,8% de la población rural vive en
condiciones de pobreza, y de esta más de la mitad (52,6%) se encuentra en pobreza
extrema (UNICEF, 2005). Y, al igual que en el ámbito nacional, es la población de
niños menores de 5 años la que más está sufriendo de las carencias de la pobreza,
pero con diferencias muy alarmantes: casi las tres cuartas partes (72%) de los niños
menores de 5 años, que vive en el área rural, son pobres y de estos más de la mitad
vive en pobreza extrema (Ídem.)
Todo este cuadro descrito con anterioridad, cobra más gravedad cuando se toma en
cuenta la magnitud de la riqueza venezolana que en los últimos años se ha
incrementado significativamente por el aumento vertiginoso de los precios del petróleo.
Es de señalar que los ingresos fiscales del país, provenientes del petróleo, durante
1999 y 2006, superan en 8 millardos de dólares los recibidos durante los últimos 20
años.
I.1.4 Situación de empleo y desempleo La población activa venezolana, es decir aquella que se encuentra entre los 18 y 65
años, es de 11.386.066 personas, es decir el 41% de la población total (INE,
Proyecciones del Censo 2001).
De acuerdo a estadísticas oficiales (Instituto Nacional de Estadísticas INE), el
porcentaje de personas ocupadas se ubicó en 91,2 en abril del presente año, lo cual
significa un incremento de 469.675 persona para el período comprendido entre abril
2006 y abril de este año.
El mismo INE señala que la tasa de desocupación, para el mes de mayo 2007, es de
8%, una disminución de 2,2 puntos porcentuales en la tasa de desempleo con
respecto a mayo del año 2006 (INE, junio 2007). La población desocupada equivale a
973.375 personas (8,0%), que en comparación con el mes anterior (1.101.078
desocupados: 8,8%), refleja una reducción en términos absolutos de 127.703
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personas (Ídem.). De esta tasa de desocupados 8,9% son mujeres y 7,5% son
hombres. Por sexo, la reducción de la población desocupada quedó distribuida en
60.965 hombres y 66.738 mujeres.
La informalidad, aunque se redujo, sigue siendo alta. Al culminar el mes de abril de
2007 la cantidad de personas en esta actividad se situó en 44,6%, es decir, 5.078.489
personas. Mientras que la población ocupada en el sector formal sumó 6.307.881
personas, lo que representa 55,4% de la población activa, con un incremento en
términos absolutos de 239.428 personas en comparación con el mismo mes del año
pasado.
Esta cifras son cuestionadas por organizaciones sindicales quienes destacan que para
el año 2007 la tasa de desempleo es en realidad de un 14,5% (Weekly Report
Venamcham, mayo 2007). Por otra parte, para la consultora Datanálisis, prestigiosa
empresa privada de encuestas nacionales, la tasa de desempleo para el año 2007 es
de un 11%, siendo el de las mujeres un 12,4% mientras que en el mercado de hombre
el indicador se sitúa en un 9,6%, incluso por debajo del promedio nacional del 11%,
calculado por esta empresa.
Tomando esta última cifra como promedio, se puede señalar que en el país existe un
millón doscientos veintinueve mil quinientos ochenta (1.229.580) desocupados.
I.1.5 Condición sanitaria de la población en general y de la en edad escolar
Al nacer los venezolanos y venezolanas tienen una esperanza de vida de 73,18 años,
para las mujeres de 76,6 años y para los hombres 70,8 años. Como se dijo
anteriormente, esto ha significado un reto importante para las políticas públicas ya que
implica la demanda de servicios no previstos para este grupo poblacional.
La tasa bruta de mortalidad es de 4,3 (INE 2005), con una disminución de un 60% con
respecto a las cifras encontradas en 1950 cuando eran un 11,0 por mil.
La tasa bruta de natalidad en la actualidad es de 22,04. Sin embargo, es importante
destacar que hay variaciones significativas con respecto a las diferentes poblaciones
estadales, por ejemplo en el estado Amazonas, de población indígena pobre, la tasa
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Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
es de 43, el del estado Delta Amacuro 47,5 y Apure 35, mientras que en el Distrito
Capital es de 19,2 (Ídem.).
Con respecto a la tasa de mortalidad infantil, los índices muestran también una leve
mejoría con relación a las décadas anteriores. Para inicios de los años 90 la tasa de
mortalidad infantil era de un 23 por cada 1000 nacidos vivos. Esta cifra, luego de
mantenerse más o menos estable por varios años, comienza a disminuir a partir de los
años 95–97, para presentar en el trienio 98-2000 una tasa de 19,4 por cada 1000
nacidos vivos, lo cual significa una caída del 16% con respecto al trienio anterior
(UNICEF, 2005). La tasa actual (2004) de mortalidad infantil es de 16,8 por cada 1000 nacidos vivos, según el INE y según cifras del Ministerio de Planificación y
Desarrollo de la República Bolivariana de Venezuela es de 15,5 para el 2005 (ver
Cuadro N° 5). Esta cifra, es inferior a la de algunos países de la región andina tales
como Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia e igual a la de Argentina. No obstante, es
todavía superior a las presentadas por otros países latinoamericanos como Chile,
Costa Rica, Cuba y Uruguay (Ídem.). Analizando esta cifra al interior del país el
progreso no es tan evidente, ya que en estados rurales, de mayor pobreza y de
población indígena, las cifras suben de manera significativa: Estado Amazonas 35,2,
Apure 27,5 y Delta Amacuro 31,28; en cambio en el Distrito Capital es de 14,17.
Años Tasa por cada 1000 nacidos vivos
1996 23,9 1997 21,4 1998 21,4 1999 19,0 2000 17,7 2001 17,7 2002 18,2 2003 18,5 2004 17,5 2005 15,5
Cuadro N° 5 Tasas de mortalidad infantil en los últimos 9 años Sistema Integrado de Indicadores Sociales de Venezuela/ Ministerio de Planificación y Desarrollo 2007
La tasa de mortalidad neonatal también ha descendido, de 13,8 en el año 1996 a
10,08 para el 2005, (ver Cuadro N°6), aunque sigue el mismo patrón de desigualdad
con respecto al nivel de pobreza o ubicación geográfica en que se encuentre la familia;
es así como en los estados más pobres las cifras son de 15,17 en Amazonas, 19,50
en Apure, y 12,24 en Delta Amacuro, mientras que para el Distrito Capital es de 9,27.
Es de hacer notar que las cifras de mortalidad perinatal y neonatal no han disminuido
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Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
tan notablemente con respecto a la mortalidad infantil, entre los años 89 y 2003 la
mortalidad neonatal se redujo en un 17%, mientras que la tasa de mortalidad durante
el primer año, entre el 90 al 2003, se redujo un 32% (UNICEF, 2005). Esto pareciera
indicar que el niño venezolano tiene en la actualidad más probabilidades de morir
durante su formación intrauterina o durante el primer mes de nacido, que en el resto
de su primer año, lo cual apunta hacia la necesidad de incrementar el control prenatal
por parte de las embarazadas y los cuidados del recién nacido como estrategia básica
para prevenir estas muertes.
Años Tasa por cada 1000 nacidos vivos
1996 13,8 1997 13,0 1998 12,4 1999 11,8 2000 11,5 2001 11,0 2002 11,9 2003 11,2 2004 11,6 2005 10,8
Cuadro N° 6 Tasas de mortalidad neonatal en los últimos 10 años (Sistema Integrado de Indicadores Sociales de Venezuela/ Ministerio de Planificación y Desarrollo, 2007)
Las principales causas de mortalidad infantil (primer año de vida) son enfermedades
congénitas, que no han variado sustancialmente en los últimos años, e infecciones
respiratorias e intestinales (38% para el 2003) Los decesos por enfermedades
relacionadas con la desnutrición, que se vinculan a las condiciones de vida y a la
pobreza, han tendido a subir: para el último trienio (2004-2006) es un 47% superior a
la tasa presentado a principios de los años 90 (UNICEF, 2005). El riesgo de morir por
afecciones perinatales, neumonía, desnutrición y causas externas por parte de los
niños es de un 23 % y un 25% mayor que en el de las niñas; y se incrementa a un
31% en el caso de infecciones intestinales.
La mortalidad de los niños de 1 a 4 años es de 1,1 por cada 1000 niños en este grupo de edad, lo cual ha significado una disminución. Las principales causas de
muerte son5:
Accidentes de todo tipo
5 MSDS: Anuario de Mortalidad 2003. Pág. 262. Referencia tomada de
www.msds.gov.ve/msds/direcciones_msds/Epidemiologia/Estadistica/Anuarios/Anuario03.pdf / Evaluación de la Estrategia No Convencional Maestro en Casa, AFIN, 2005
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Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
Enfermedades infecciosas intestinales Influenza y neumonía Deficiencias de nutrición Anomalías congénitas
Una de las principales causas son los accidentes, los cuales, sin embargo, han tendido
a disminuir, pero los niños varones tienen un riesgo superior (26%) de morir por esta
causa que las niñas. Las infecciones intestinales y la neumonía son segunda y tercera
causa de mortalidad.
La mortalidad de niños menores de 5 años también ha tendido a disminuir en 10 años
(ver Cuadro N°7). Se puede apreciar una disminución de un 38%, es decir del 29,7
para 1996 a 18,4 para el 2005.
Años Tasa por cada 1000 nacidos vivos
1996 29,7 1997 26,1 1998 26,5 1999 23,3 2000 21,9 2001 22,1 2002 22,5 2003 23,4 2004 21,4 2005 18,4
Cuadro N°7 Tasa de mortalidad de menores de 5 años (Sistema Integrado de Indicadores Sociales de Venezuela/ Ministerio de Planificación y Desarrollo, 2007)
Analizando la mortalidad infantil por entidad federal se encuentra que las tasas de
mortalidad de los niños a toda edad son más altas en aquellas entidades federales con
más alto porcentaje de hogares en situación de pobreza, con mayor proporción de
población residente en área rural y con presencia importante de población indígena.
Esta diferencia está entre un 62% y un 86% con respecto al Distrito Capital. Y en los
estados indígenas llega a un 111% y 137%.
De acuerdo a un estudio realizado por la Encuesta Nacional de Población y Familia
(ENPOFAM, 98) “el riesgo de morir que tiene un niño en el primer año de vida es
mayor si la madre es adolescente o de edad avanzada (41% y 46%) y si ese niño
presenta bajo peso al nacer su probabilidad de morir es 5 veces mayor. Si la vivienda
no dispone de agua servida el riesgo a morir es 16% mayor de si dicho servicio está
presente. Y, el nivel educativo de la madre es la variable socio económica con más
incidencia diferencial en el cuadro de la mortalidad infantil: las madres con 7 años de
14
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
educación formal tienen 3 veces más riesgo de perder a su hijo durante los primeros
años de vida, que aquellas que han alcanzado 13 años o más” (UNICEF, 2005, Cap. 2
p.36). En relación a las tasas de morbilidad, las enfermedades infecciosas y respiratorias
siguen teniendo prevalencia. En el transcurso de 10 años (1994-2003) las
enfermedades por diarrea fluctuaron entre 41.000 y 49.000 niños menores de un año
por 100.000 n.v.r y -aunque para el año 2004 bajó a 38.000- la disminución es muy
poco significativa si tomamos en cuenta que hace 10 años (1997 y 1998) las cifras
estaban en 41.000 casos. La tasa de morbilidad por diarrea de los niños entre 1 y 4
años presenta el mismo cuadro, si bien para el año 2004 bajó (11.000 por 100.000
n.v.r), su tendencia en los últimos diez años ha sido a subir (hasta 15.000 por
1000.000 n.v.r. en el 2003) y es incluso superior a la tasa del año 1994 (10.000 por
1000.000 n.v.r.).
En cuanto a los casos de neumonía en los niños menores de 1 año, aunque en los
últimos años ha habido una tendencia a la baja (de 4.100 a 2.300 por 100.000 n.v.r
entre el 98 y el 2002), entre los años 2003 y 2004 ha subido de nuevo: en el año 2003
a 4.500 por 100.000 n.v.r para bajar levemente en el año 2004 a 3.800. La misma
tendencia sucede con respecto a los niños entre 1 y 4 años, de 733 por 100.000 n.v.r.
en 1994 a 1.540 por 100.000 n.v.r. en el año 2004.
La mortalidad materna, si bien no es un indicador directo de la salud infantil, significa
un serio problema social tanto por la situación de orfandad en que quedan los hijos ya
nacidos, como porque implica una falla en los programas de protección y cuidados que
rodea el embarazo y el parto y que pudieran ser causas prevenibles en un alto
porcentaje. En tal sentido, el comportamiento de este indicador en los últimos años es
alarmante, se ha mantenido elevada desde hace más de 10 años, y aunque el último
año reseñado presenta una disminución (57,8) el año anterior es apenas un punto
menor a la del año 1994 (ver Cuadro Nº 8)
15
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
AÑOS
TASA POR CADA 100.000 NACIDOS VIVOS
1994 69,7
1995 66,7
1996 60,4
1997 59,6
1998 51,0
1999 59,3
2000 60,1
2001 67,2
2002 68,0
2003 57,8 Cuadro 8: Tasa de mortalidad materna Fuente: Sistema Integrado de Indicadores Sociales de
Venezuela/ Ministerio de Planificación y Desarrollo (SISOV) 2007
I.1.6 Condiciones nutricionales de la población infantil El promedio de recién nacidos con bajo peso al nacer en Venezuela ha variado en los
últimos cinco años entre 8,51% y 8,86%, apreciándose una tendencia a subir en los
últimos dos años con respecto a la cifra observada en el año 2002 (ver Cuadro N°9).
Estas mediciones se realizan en Hospitales Centinelas adscritos al Ministerio de Salud
y Desarrollo Social ubicados en las ciudades capitales de veintidós de las veinticuatro
entidades federales del país.
Cuadro N° 9 Promedio de Recién Nacidos con Peso Bajo
al Nacer en Hospitales Centinelas. Venezuela 2000- 2004 Fuente: INN – SISVAN
16
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
Para el año 2005, de los niños evaluados por el SISVAN en los Hospitales
Centinelas6, el 12,03% en niños menores de 2 años, el 24,19% de niños entre 2 y 6
años y el 25,14% de niños entre 7 y 14 años presentan déficit antropométrico
nutricional. Estas cifras descendieron a su punto más bajo en el año 2000, (11,71% en
los menores de 2 años, 22,41% para niños entre 2 y 6 años y 24,35% para niños entre
7 y 14 años) a partir del cual se incrementaron entre 2 y 3 puntos porcentuales, para
luego bajar entre el 2004 y 2005, más no al nivel en que se encontraban en el año
2000 (ver Cuadro N° 10).
Años
Menores de 2 años Entre 2 y 6 años Entre 7 y 14 años
1996 14,35 24,01 27,45
6 La evaluación nutricional antropométrica se realiza mediante la recopilación de las variables básicas: fecha de consulta, fecha de nacimiento, sexo, peso y talla de los niños menores de quince años que acuden por primera vez en el año calendario a la consulta de los ambulatorios adscritos al Ministerio de Salud. Tiene cobertura nacional que se calcula en función del total de organismos de salud informantes con respecto a los existentes por entidad federal (INN Anuario del Sistema Integrado de Vigilancia Alimentaria Nutricional –SISVAN- del Año 2003, Agosto 2006)
17
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
1997 14,06 24,36 26,71 1998 14,51 24,69 26,11 1999 12,99 23,39 25,62 2000 11,71 22,41 24,35 2001 12,52 23,51 25,10 2002 13,03 24,39 25,27 2003 13,40 25,30 26,60 2004 13,00 25,80 26,80 2005 12,03 24,19 25,14
Cuadro N° 10 Porcentaje de niños menores de 15 años con Déficit Antropométrico Nutricional En el Anuario de SISVAN del año 2006, se reportan los siguientes datos
correspondientes al año 2003:
Estado Nutricional según indicador peso - talla
Clasificación antropométrica según indicador talla - edad
Clasificación antropométrica según indicador peso- edad
Edades % Déficit Edades % Déficit Edades % Déficit Menores de 2 años
14,71 Menores de 2 años
26,09 Menores de 2 años
13,51
Niños de 2 a 6 años
14,78 Niños de 2 a 6 años
26,86 Niños de 2 a 6 años
23,68
Niños de 7 a 14 años
10,87 Niños de 7 a 14 años
32,61 Niños de 7 a 14 años
24,04
Niños menores de 15 años
13,62 Niños menores de 15 años
28,28 Niños menores de 15 años
19,95
Cuadro N° 11 Estado Nutricional y Clasificación Antropométrica de población infantil evaluada Anuario del SISVAN sobre datos del 2003, publicados en el 2006
El indicador peso – talla revela el estado de desnutrición global del niño. Al analizar el
comportamiento de estas cifras por entidad federal, se puede observar diferencias
negativas importantes, hasta de 6 puntos porcentuales, en aquellos estados donde el
índice de pobreza es más alto y hay mayor presencia de población rural e indígena.
También se observa que en la población de niñas los porcentajes de déficit tienden a
ser levemente más altos, por ejemplo en cuanto a la situación nutricional según
combinación de indicadores en los grupos de edad de 2 a 14 años la diferencia es de
1,03% y en el grupo de 7 a 14 años la diferencia es de 3,08%.
A continuación se presenta un cuadro publicado en el Informe de UNICEF 2005 en el
que se puede apreciar una cierta tendencia a la disminución de la desnutrición crónica
(relación talla – edad) a partir del año 2003 alcanzando los niveles existentes en el año
1994. Tanto la desnutrición aguda (relación talla – peso) como la global (relación peso
– edad) muestran una ligera tendencia a subir a partir del año 2001.
18
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
Cuadro Nº 12 Venezuela. Déficit nutricional entre niños y niñas menores de 5 años
1994-2004 I.1.7 Breve reseña de la situación educativa De la situación de la Educación Inicial En Venezuela, la educación inicial se concibe como una “etapa de atención integral al
niño y la niña desde su gestación hasta cumplir los 6 años, o cuando ingresen al
primer grado de Educación Básica, a través de la atención convencional (formal) y no
convencional con la participación de la familia y la comunidad. Comprende dos niveles:
maternal y preescolar” (Ministerio de Educación y Deportes, Educación Inicial Bases
Curriculares, p.17, 2005). El nivel maternal “corresponde a la educación de niños y
niñas desde la gestación hasta cumplir los 3 años de edad, en la cual la familia y
especialmente la madre cumplen un papel fundamental…” (Ídem., p.18) y el nivel
preescolar se refiere a la atención educativa de niños y niñas desde los 3 años hasta
los 6 años o hasta su ingreso al primer grado de Educación Básica.
La atención se brinda a través de dos modalidades, la convencional, referida a la
educación institucionalizada, prestada por maestras especializadas en educación
inicial, en edificaciones adecuadas para tal fin y de acuerdo a un programa educativo
formulado por el Ministerio de Educación. Y la no convencional, consistente en la
atención de niños en ambientes comunitarios o en su propio hogar, con la activa
participación de miembros de la comunidad como agentes educativos y con el apoyo
19
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
de maestras especializadas. Esta modalidad teniendo objetivos educativos, siguen un
programa más flexible desde el punto de vista curricular.
Según las proyecciones realizadas por el INE, basadas en los resultados del Censo
2001, la población de niños y niñas de 0 a 6 años de edad en el país para el 2005 es
de 3.966.620
Para el año lectivo 2005-2006, un millón diez mil novecientos cuarenta y seis
(1.010.946) niños y niñas de 0 a 6 años de edad reciben educación preescolar formal,
es decir el 27,6%. Si se focaliza solamente en la población entre 4 y 6 años de edad la
cobertura sube a un 76,7%: de 1.669.394 niños en ese rango de edad son atendidos
1.281.754 niños y niñas, quienes están inscritos tanto en instituciones de educación
inicial como en el primer nivel de educación básica, en donde están matriculados
477.636 niños entre 5 y 6 años. Y si se focaliza sólo en los niños de 5 y 6 años, la
cobertura llega a la universalización: 91.9%. Si se incluyen los niños atendidos por los
programas no convencionales (86.165) y los 289.900 niños y niñas de 0 a 6 años
atendidos por el Servicio Nacional Autónomo de Atención Integral a la Infancia y a la
Familia (SENIFA), a través del programa Programa de Hogares Integrales – HOGAIN
(antiguos Hogares y Multihogares de Cuidado Diario), el porcentaje de niños de 0 a 6
años atendidos aumenta a 1.355.373, es decir de un 27,6% sube un 32,7%. Quedando
aún en el país 2.665.774 niños y niñas excluidos de la educación inicial, lo cual
obviamente dificulta su inclusión en el sistema educativo a mediano plazo.
Haciendo un análisis del comportamiento de la matrícula en este nivel a lo largo de los
últimos diez años, se encuentra que el aumento de la matrícula total para el año 2005-
2006 es 1,4 veces la matrícula de educación inicial que había hace diez años (1995-
1996) (ver Tabla Nº 13) Año
lectivo 1995-1996
1996-1997
1997-1998
1998-1999
1999-2000
2000-2001
2001 2002
2002-2003
2003-2004
2004-2005
2005-2006
TOTAL 696.362 738.845 759.372 737.967 800.885 835.074 863.364 882.095 914.920 974.958 1.010.946
Menos de 3
6.647 6.849 7.936 8.088 11.078 12.324 14.047 20.876 22.022 27.187 40.590
3 85.866 96.848 11.940 89.515 102.377 106.005 115.931 130.053 147.156 151.401 177.459 4 226.249 254.288 263.868 246.931 275.704 267.603 289.868 295.660 311.222 322.407 347.932 5 301.981 323.557 335.109 329.972 350.012 357.071 362.678 361.788 361.894 386.282 385.388 6 72.955 55.610 50.011 61.158 58.463 87.160 76.236 70.423 68.931 82.787 56.401
Más de 6 2.662 1.693 1.508 2.303 3.251 4.911 4.604 3.295 3.695 4.894 2.976 Matrícula nivel preescolar años 1995-1996 a 2005-2006 por edad / Fuente: SISOV
Tabla Nº 13
20
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
Durante esta década, de año a año, la matrícula ha venido aumentando pero con una
variación interanual porcentual muy cambiante: entre 8,5 y 2,1 -con excepción del año
98-99 cuando hubo un decrecimiento- (ver Tabla Nº 14 y 15). Ello evidencia una falta
de sostenibilidad en los esfuerzos desde el punto de vista político e institucional que se
le brinda al nivel, sobre todo si se le compara con el crecimiento que ha tenido el nivel
de educación básica.
Matrícula nivel Preescolar de 0 a 6 años por año lectivo
0
200000
400000
600000
800000
1000000
1200000
1995-1996 1996-1997 1997-1998 1998-1999 1999-2000 2000-2001 2001 2002-2003 2003-2004 2004-2005 2005-2006
Año lectivo
Alu
mno
s at
endi
dos
TOTAL
Gráfico N°14 Crecimiento de la matrícula preescolar años 1995-1996 a 2005-2006 / Fuente: SISOV
Elaboración propia
Año lectivo
95-96 96-97 97-98 98-99 99-00 00-01 01-02 02-03 03-04 04-05 05-06
Matrícula total
696.362 738.845 759.372 737.967 800.885 835.074 863.364 882.095 914.920 974.958 1.010.946
Variación 6,1 2,8 (2,8) 8,5 4,3 3,4 2,2 3,7 6,6 3,7 Tabla N°15 Variación Interanual Porcentual de la Matrícula Total de EI (Memoria y Cuenta 2006
MPPE) Sin embargo, el gobierno venezolano, en los últimos años, ha realizado esfuerzos por
incrementar la cobertura en este nivel y así lo demuestra el hecho de que en
comparación con el número de niños atendidos en el año anterior (04-05) se han
incorporado 25.474 niños, es decir ha habido un aumento del 58% de la matrícula de
niños entre 0 a 6 años de edad.
21
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
De allí, como se mencionó anteriormente, los niveles de universalización de la
cobertura de la educación inicial alcanzados para los niños de 5 y 6 años (91.9%) y el
aumento logrado para los de 4 años (25%), es decir uno de cada 4 niños (ver Gráfico
N° 16).
En cambio, en el rango de edad de 0 a 3 años se aprecia una muy baja cobertura. De
2.297.226 de niños en esta edad (menores de cuatro años) apenas son atendidos 290.014, es decir solamente el 12%, habiendo un déficit de atención de más del 80%.
Debe tenerse en cuenta que en la matrícula y en la cobertura del preescolar
convencional confluyen varios aspectos a tener en cuenta, no siempre derivados de la
ausencia de planteles. Hay variables familiares, además de la disponibilidad
institucional, que condicionan la decisión de la familia al inscribir o no a su hijo en un
centro de de educación inicial (CEI), por una parte hay creencias culturales
relacionadas con la idea de que el niño pequeño (menor de 4 años) donde mejor está
es en el contexto familiar más que en una institución de EI y por otra, no percibe los
beneficios que recibe su hijo de esta, tanto educativos como de desarrollo, más allá de
los servicios de salud, cuido y alimentación. En otras palabras, la matrícula y la
cobertura del nivel son la consecuencia de la combinación de variables institucionales
y familiares que condicionan la decisión familiar de asistencia del niño al Preescolar
(Blas Regnault, Análisis de la Gestión Administrativa de la Inversión Social y de los
Costos de la Atención para el Nivel de Educación Inicial en Venezuela, Ministerio de
Educación, Cultura y Deportes / Banco Mundial / Fundación Escuela de Gerencia
Social, 2003).
22
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
6,3%
33,6%
76,4%
91,9%
0,0%
10,0%
20,0%
30,0%
40,0%
50,0%
60,0%
70,0%
80,0%
90,0%
100,0%
0 -2 3 4 5-6
años de edad
Porcentaje de cobertura estimada por edades y grupos de edades seleccionadas (Año 2003)
Gráfico N° 16 Porcentaje de cobertura por edades
(Tomado del Proyecto Ampliación y Mejoramiento de la Educación Inicial y Básica de Jornada Completa y Atención Integral, Estudio I, Caraballo, D. et al., Ministerio de Educación / BID, 2004)
Este gráfico de la distribución de la cobertura por edades, está en concordancia con la
política establecida de progresivamente lograr en el corto plazo la universalización de
la atención de los niños entre 4 y 6 años, e ir progresivamente dando cobertura
primero al 50% de los grupos de 3 años, para luego llegar al grupo de 0 a 2 años.
Vale la pena destacar el análisis realizado por Darwin Caraballo, Ramón Casanova,
et.al, (citado anteriormente) en relación a la población que asiste y no asiste a los
centros de educación inicial. Los autores concluyen que los niños pertenecientes a los
quintiles de ingreso más altos (quintiles 4 y 5) son los que más asisten un centro
preescolar (ver Gráfico N° 17). Incluso plantean la hipótesis de que “a mayor nivel de
ingresos mayor probabilidad de asistencia al preescolar y que a menores ingresos del
hogar mayor probabilidad de que sus niños en edad preescolar estén fuera de la
cobertura del nivel” (Darwin Caraballo, Ramón Casanova, et. al, Proyecto Ampliación y
Mejoramiento de la Educación Inicial y Básica de Jornada Completa y Atención
Integral, Estudio I, 2004, p.46).
23
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
Fuente: Elaboraciones conjuntas Darwin Caraballo - Placido Herrera con datos suministrados por INE - EH
56,9%
40,2%
63,4%
34,1%
68,4%
29,0%
74,3%
23,1%
80,3%
16,8%
0,0%10,0%20,0%30,0%40,0%50,0%60,0%70,0%80,0%90,0%
QUINTIL 1 QUINTIL 2 QUINTIL 3 QUINTIL 4 QUINTIL 5
Asistencia a un centro de enseñanza de niños de tres a seis años por quintiles de ingreso
ASISTEN NO ASISTEN
Gráfico N° 17 Tomado del Proyecto Ampliación y Mejoramiento de la Educación Inicial y Básica de Jornada Completa y
Atención Integral, Estudio I, Darwin Caraballo, Ramón Casanova, et. al 2004 Elaborado por Darwin Caraballo y Plácido Herrera con datos suministrado por INE - EH
Por otra parte, es válido decir que la educación inicial es más un servicio urbano que
rural e indígena, dado que los centros de educación inicial tienen mayor presencia en
las zonas urbanas. En el estudio Apoyo a la Universalización de la Educación
Preescolar en Venezuela, realizado por Mariela Buonomo, Ramón Casanova y
Meryana Dáger, (2005) se destaca que “estados con alta concentración de población
rural o indígena, como Apure y Zulia, presentan un déficit de cobertura que alcanza a
uno de cada cuatro niños de 4 a 6 años”. A su vez, mencionan que el Censo de
Población Indígena del año 2001 revelaba que un 57,5% de los niños de pueblos
indígenas en edad preescolar no se encontraba escolarizado (Obra citada, p. 20).
Esta conclusión, sin duda, evidencia la necesidad de orientar las políticas de inclusión
educativa, ejecutadas por parte del Estado, hacia los niños provenientes de las
familias de más bajos ingresos, habitantes de zonas rurales y grupos indígenas, ya
que como se ha visto son los grupos más excluidos del sistema educativo y quiénes
en el futuro carecerán por tanto de las destrezas y conocimientos necesarios para
tener éxito escolar. Además, como ya se ha mencionado en párrafos anteriores (I.1.3
¿A quiénes afecta más la pobreza?) este grupo de familias son justamente las más
numerosas, por las altas tasas de fecundidad, y se ven sometidas a factores socio-
económicos que impactan negativamente el desarrollo integral de sus niños.
24
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
La mayoría (81%) de los niños atendidos lo son por instituciones de dependencia
pública y el resto (18,9% por instituciones privadas. De las públicas el 67,2% son
nacionales, 26,3% estadales, 1,5% municipales y el 4,8% autónomas (Ver Tabla Nº
18). Es el sector público quien atiende más del 80% de la población matriculada y el
privado menos del 20%. Llama la atención que el sector público ha crecido en una
escala mayor que la privada, es así como en diez años esta aumentó un 25,9 % su
matrícula, mientras que el sector público lo hizo en un 38,5%. Esta diferencia surge a
partir de la década de los setenta, cuando hubo un fuerte incremento de la educación
preescolar pública; hasta entonces la relación era 79% la privada y 21% la pública.
MATRÍCULA DE EDUCACIÓN INICIAL POR DEPENDENCIA
AÑOS ESCOLARES: 1996-97 AL 2005-06 Años escolares
Total Total Pública
Nacional Estadal Municipal Autónoma Privada
1996-97
738.845 599.106 397.445 158.622 8.229 34.810 139.739
1997-98
759.372 613.765 400.688 170.194 8.124 34.759 145.607
1998-99
737.967 591.224 382.098 169.064 9.067 30.995 146.743
1999-00
800.885 654.844 431.128 183.144 9.253 31.319 146.041
2000-01
835.074 678.985 444.690 188.540 11.556 34.199 156.089
2001-02
863.364 704.202 462.725 193.708 11.886 35.883 159.162
2002-03
882.095 730.183 490.601 192.791 11.149 35.642 151.912
2003-04
914.920 756.187 509.925 200.111 13.013 33.138 158.733
2004-05
974.958 799.378 534.027 215.440 13.000 36.911 175.580
2005-06
1.010.946 819.255 550.831 215.637 12.658 40.129 191.691
Tabla N° 18 Matrícula Educación Inicial por Dependencia Años Escolares 1996-97 al 2005-06 Memoria y Cuenta Ministerio del Poder Popular para la Educación 2006
El nivel educativo preescolar atiende por igual a niños y niñas, no habiendo diferencias
entre ambos grupos.
El número de secciones de educación inicial en el país para el año 2005-2006 es de
42.551, lo cual revela que hay aproximadamente 24 niños por sección. A lo largo de
los últimos diez años el número de niños por sección se ha mantenido estable y está
25
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
acorde a los lineamientos establecidos por el Ministerio de Educación. Por otra parte la
variación interanual porcentual del número de secciones abiertas no se corresponde
con la observada en cuanto al crecimiento de la matrícula total (ver Tabla N° 19), es
así como se observa que en los años donde hubo mayor incremento de la matrícula
(99-00 y 04-05), no son los años en que se crearon más secciones, que fueron los
años 00-01 y 03-04 (13% y 7,4% respectivamente). Pareciera que los esfuerzos para
incrementar la cobertura no siempre han estado orientados a abrir nuevas secciones
sino llevar el número de niños por sección a la normativa.
Año Lectivo
1996-97
1997-98
1998-99
1999-00
2000-01
2001-02
2002-03
2003-04
2004-05
2005-06
Matrícula total
738.845
759.372
737.967
800.885
835.074
863.364
882.095
914.920
974.958
1.010.946
N° Seccion
27.268 28.606 29.181 30.814 34.771 36.543 35.724 38.386 40.359 42.551
Niños por sección
27 27 25 26 24 24 25 24 24 24
Varia-ción interanu % de seccion
5 2 5,5 13 5 (2,2) 7,4 5 5,4
Tabla N°19 Número de Secciones de Preescolar Variación Interanual Porcentual de las secciones de EI (Fuente Memoria y Cuenta del ME 2005)
La matrícula de niños atendidos por la modalidad no convencional ha venido
disminuyendo desde hace varios años, considerando que para los años lectivo 1997-
1998 y 1998-1999 llegó a significar un 16% de la atención total (ver Cuadro N°20).
Esta disminución pudiera deberse a cambios en la política educativa del Gobierno, que
centra más sus esfuerzos en incrementar la modalidad convencional en menoscabo de
la no convencional, la cual es una estrategia costo/efectiva para lograr incrementar la
cobertura de la educación inicial.
26
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Año Escolar
Preescolar formal No convencional
1996-97 87 13 1997-98 84 16 1998-99 84 16 1999-00 89 11 2000-01 91 9 2001-02 91 9 2002-03 93 7 2003-04 93 7 2004-05 93 7 2005-06 92 8
Cuadro N°20 Matrícula de educación preescolar por modalidad
Dentro de la modalidad de educación inicial no convencional opera el programa
Programa de Hogares Integrales – HOGAIN (anteriormente denominados Hogares y
Multihogares de Cuidado Diario) consistente en la atención integral a niños entre 0 y 6
años por parte de madres de la comunidad, ya sea en su propia vivienda (Hogares de
Cuidado Diario), en cuyo caso atienden alrededor de 8 niños, o en edificaciones
27
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especiales dentro la propia comunidad que en ese caso son grupos de 30 niños
atendidos por tres madres cuidadoras (Multihogares de Cuidado Diario). Este
programa, creado en los años 70 con el fin de contribuir a incrementar la atención
integral de niños menores de 6 años, hijos de madres trabajadoras de las
comunidades pobres del país, ha tenido a lo largo de los años una alta receptividad
por parte de las familias de escasos recursos. Para el año 2005-2006 tiene una
cobertura de 289.900 niños de 0 a 6 años en 23.071 hogares y multihogares de
cuidado diario. De estos, 15.167 (65,7%) están ubicados en zona urbana y 7.904
(34,2%) en zonas rurales. Sin embargo, el programa en los últimos años no ha
continuado el crecimiento que venía presentando en la década de los 90 cuando tuvo
este oscilaba entre un 27% y un 78%. El número de hogares actual es casi igual al de
hace 10 años.
En esta misma línea, es importante destacar que, además de las aulas de educación
inicial a medio tiempo que son 2.707 en todo el país, funciona también el programa Simoncito (ver Estrategias), hoy en día parte de la política educativa del Estado
venezolano. En su totalidad son 309, dando atención integral a 49.118 niños y niñas
en jornada completa de ocho horas (Memoria y Cuenta, Ministerio de Educación,
Introducción, 2006-2006); y los Preescolares Bolivarianos, que para la fecha son
1.007 a nivel nacional.
El total de alumnos de educación inicial promovidos al primer grado de educación
básica en el año 2004-2005 fue de 422.081, 215.472 niños y 206.609 niñas. De estos
362.358 (86%) de instituciones de dependencia oficial y 59.723 (14%) de dependencia
privada. Si comparamos esta cifra con la matrícula de niños entre 5 y 6 años de edad
inscritos en el año anterior (2003-2004) se encuentra una diferencia de 12.439 niños
que no ingresaron a la educación básica.
De la situación de la Educación Básica La Educación Básica en Venezuela consta de 9 años, dividida en ciclos. El primer ciclo
corresponde a los primeros tres años (1°, 2° y 3°); el segundo corresponde a los tres
siguientes (4°, 5° y 6°). En estos niveles los niños tienen entre 6 y 12 años de edad. Y
el tercer y último ciclo consta de otros tres años (7°, 8° y 9°), cuya población tiene
entre 13 y 15 años de edad.
28
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El nivel de educación básica es, como dice UNICEF “…el nivel donde se encuentra la
fortaleza del sistema escolar venezolano…se trata de la red educativa mas importante
del país, la cual cuenta con aproximadamente 25.000 escuelas” (UNICEF 2005, Cap.
3, p.11).
En efecto, para el año lectivo 2004-2005, los alumnos matriculados en educación
básica (niveles I, II y III) son 4.985.779 niños y niñas, 4.042.142 alumnos inscritos en
instituciones de dependencia oficial y 843.637 en instituciones de dependencia privada
(Blas Regnault, Indicadores de Educación 2007). Calculando la población de 6 a 15
años en 5.454.7497, la tasa neta, es de 91,4%. La gran mayoría está matriculada en
escuelas de dependencia nacional y un pequeño porcentaje (17,3%) en instituciones
privadas (ver Tabla Nº 21 y Gráfico 22). De las oficiales, el 57,4% son de dependencia
nacional (Ministerio de Educación), el 1% de dependencia municipal, 0,9% autónoma y
23% estadal. La mayoría (79%) de estas escuelas están ubicadas en zonas urbanas y
atienden por igual a niños y niñas.
Dependencia oficial Años escolares
TOTAL Total Nacional Estadal Municipal Autónoma
Dependencia privada
1996-97 4.262.221 3.513.379 2.267.313 1.102.195 53.531 90.340 748.842 1997-98 4.367.857 3.597.282 2.310.516 1.155.198 50.280 81.288 770.575 1998-99 4.299.671 3.518.783 2.249.050 1.141.806 59.273 68.654 780.888 1999-00 4.448.422 3.690.482 2.403.869 1.168.992 57.919 59.702 757.940 2000-01 4.645.209 3.854.423 2.541.507 1.190.282 63.153 59.481 790.786 2001-02 4.818.201 3.995.982 2.678.223 1.202.831 61.577 53.351 822.219 2002-03 4.786.445 3.979.879 2.722.585 1.148.440 58.680 50.174 806566 2003-04 4.833.470 4.037.555 2.783.227 1.146.958 66.377 40.993 795.915 2004-05 4.857.780 4.044.371 2.795.042 1.145.105 60.207 44.017 813.409 2005-06 4.885.779 4.042.142 2.805.986 1.140.684 50.217 45.255 843.637 Tabla N° 21 Matrícula de Educación Básica por dependencia. Años escolares 1996-97 al
2005-06 Memoria y Cuenta Ministerio de Educación 2006
7 Estimación basada en proyecciones estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas sobre la base del Censo 2001
29
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Matrícula escolar por años lectivo
3.900.000
4.000.000
4.100.000
4.200.000
4.300.000
4.400.000
4.500.000
4.600.000
4.700.000
4.800.000
4.900.000
5.000.000
1996-97 1997-98 1998-99 1999-00 2000-01 2001-02 2002-03 2003-04 2004-05 2005-06
Años lectivos
Alu
mno
s m
atric
ulad
os
Serie1
Gráfico N° 22 Matrícula escolar por años lectivo 1996-97 al 2005-06
La matrícula en Educación Básica, en los últimos años, ha tenido una evolución
interesante. Durante la década de los 80 tuvo un crecimiento sostenido, pero a partir
de la década de los 90 sufre un decrecimiento importante. En el año lectivo 90-91
crece un 4,7%, en el 91-92 un 3,4%, menos de 1 en el 92-93 y luego a partir del
período 95-96 presenta tasas de crecimiento interanual negativas. En el transcurso de
los diez años siguientes, es decir de 1996-97 al 2005-2006, retoma el curso del
crecimiento aunque un tanto errático (ver Gráfico N°23). Con un crecimiento inicial de
2,5 entre el año 96-97 al 97-98, decrece al siguiente año 1998-99 (-1,6% es decir el
sistema pierde alumnos matriculados), para luego subir en los dos siguientes años
(3,4% y 4,4% respectivamente), pero vuelve a disminuir su crecimiento (3,7%) en el
año 2001-02 e incluso al año siguiente (2002-03) de nuevo se torna negativo (-0,6%).
A partir del 2003-04 al año escolar reportado (2005-06) se ha reactivado el crecimiento de la matrícula, aunque muy levemente: 1%, 0,5% y 0,6% respectivamente.
Estas variaciones de la matrícula tienen su origen en los problemas de tipo económico
y políticos que han afectado al país, particularmente en los años 1998-99 y 2002-03, a
los cuales lamentablemente los sistemas educativos no son invulnerables. Las crisis
30
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económicas y políticas por las cuales atravesó el país a finales de los años 90 y
durante los años 2002-03 tuvieron su impacto también en otros sectores de la
sociedad (niveles de pobreza y empleo) e incluso afectó también el crecimiento de la
educación inicial (ver Tabla N°14).
Los altos y bajos de la matricula escolar se observan por igual tanto en el sector oficial
como privado, aunque los problemas que han afectado el crecimiento de las
matrículas parecen haber tenido mayor impacto en el sector privado, por su menor
capacidad de recuperación. Para el año 1998-99 las escuelas privadas bajan el
crecimiento (de 2.9% del año anterior a 1,3%) e incluso al año siguiente, cuando el
sector oficial pareciera haberse recuperado, se observa un crecimiento negativo (-2,9).
Lo mismo ocurre durante los años 2002-03 cuando hay un decrecimiento con respecto
al año anterior (-1,9%), tal como sucede en el sector oficial, pero en el caso de las
escuelas privadas este decrecimiento se mantiene para el año siguiente (-1,3%), y en
cambio en las públicas ya las cifras no están en negativo.
A pesar de todas estas variaciones, el país -a lo largo de esto diez años- se ha ido
acercando a la cobertura total de la población en edad escolar, alcanzando niveles
importantes de inclusión educativa.
Variación porcentual de matrícula escolar Años Escolares 1995-96 al 2005-06
-2
-1
0
1
2
3
4
5
1
Años Escolares
Alu
mno
s m
atric
ulad
os
1996-971997-981998-991999-002000-012001-022002-032003-042004-052005-06
Cuadro N°23 Variación porcentual de la matrícula escolar
Fuente Memoria y Cuenta del Ministerio de Educación 2006
31
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
Otro investigador, experto en el área educativa, (Luis Bravo Jáuregui, Memoria
Educativa Venezolana www.memoriaeducativav.blogspot.com ) al hacer un balance
de los principales indicadores educacionales destaca que las cifras no son tan
optimistas. Señala que al comparar el número de niños entre 6 y 7 años en el país
para el año 2006 (1.106.000) con los inscritos en el primer grado (623.351) se
encuentra una diferencia importante de 482.649, es decir un 43% que aparentemente
está fuera del sistema escolar.
La matrícula de niñas y niños en la Escuela Básica es bastante similar, aunque el
número de niñas inscritas tiende a ser levemente superior a lo largo de toda la década
A pesar de los esfuerzos hechos durante los últimos años en relación al aumento de la
matrícula escolar y en general al tema de la educación, los resultados tienen ciertas
deficiencias. Una de ellas es todavía su poca capacidad para lograr la permanencia de
los alumnos en el sistema educativo y la culminación de los ciclos que
Constitucionalmente les son obligatorios: la Escuela Básica y la Media. Comparando
el número de alumnos matriculados en el primer grado de Escuela Básica con el
número que se matriculan a los 6 años siguientes, o sea los que se inscriben en el
sexto grado, se encuentra una diferencia porcentual entre 24% y 17% entre las dos
matrículas a lo largo de las últimos cinco promociones que ingresan a 6° grado (ver
Tabla N°24). Aunque, en los últimos años, se aprecia una leve tendencia a la baja,
todavía es significativo, ya que de 100 alumnos que ingresan a 1° grado se quedan 20,
y tal vez la cifra es aún más alta ya que en la matrícula de 6° están incluidos los
repitientes. Pero si seguimos el curso de los matriculados en el 1er grado hasta el 9°
grado, la diferencia porcentual llega a un 40%, es decir de 100 niños que ingresan al
1er grado se quedan 40 alumnos cuando llegan al 9°.
Año Escolar
Alumnos inscritos en 1er Grado
Alumnos inscritos 6° a los 5 años siguiente
Diferencia Porcentual
1996-97 670.701
510.443 24
1997-98 657.448
498.222 24
1998-1999 602.315 500.169 17
1999-00 625.354 509.352 19
2000-01 666.205 529.927 20
Tabla N°24 Diferencia Porcentual de matriculados entre Primero y Sexto Grado en diferentes años escolares
32
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Otro dato que viene a corroborar y resaltar este problema, es el porcentaje mayor de
alumnos inscritos en los tres primeros grados (entre 12,8% y 12,0%) en comparación
con los matriculados en el último nivel de la escuela básica (7°, 8° y 9°) en los cuales
el porcentaje de la matrícula baja de 11,6% a 9,5% del 7° al 8° y a un 8,2% del 8° al 9°
(Memoria y Cuenta del MPPE 2006). Esta tendencia no ha variado a lo largo de toda la
década. Es más, es lamentable observar cómo baja el número de niños y jóvenes
matriculados en la escuela básica a partir de los 13 años; en el último año reportado
por el Ministerio de Educación se observa que la escuela básica pierde un 18% de los
niños cuando llegan a los 13 y 14 años y un 52% de los niños cuando llegan a los 14 y
15 años de edad, tiempos todos en que todavía se espera que los jóvenes estén aún
inscritos en el nivel de educación básica.
El sistema educativo venezolano, a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos
años, no ha logrado desarrollar los mecanismos para contrarrestar las circunstancias
que llevan al niño, y tal vez a su familia, a desistir de la culminación del ciclo escolar y
finalmente ser excluido del sistema, y pareciera no tener todavía instauradas las
estrategias adecuadas para propiciar una transición efectiva y exitosa entre los dos
niveles, es decir el paso del segundo al tercer ciclo de educación básica y de este a la
media. Las políticas implementadas en los últimos años para dar atención a esta
población de niños y jóvenes fuera del sistema escolar están orientadas a alcanzar
este fin, y serán descritas en capítulo posterior.
Otro factor contribuyente a esta problemática de exclusión es la menor presencia de
escuelas prestadoras del servicio educativo para el tercer nivel de Educación Básica
(7° a 9° grado) que existe en el país. En este sentido es interesante conocer los
resultados del estudio realizado por Blas Regnault (Análisis de la Gestión
Administrativa de la Inversión Social y de los Costos de la Atención para el Nivel de
Educación Inicial en Venezuela, ME / Banco Mundial / FEGS, 2003):
33
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
…Desde hace algún tiempo, en Venezuela se viene discutiendo sobre el déficit de planteles según los grados de estudio. Efectivamente, pareciera que el sistema escolar venezolano no ofrece de manera uniforme todos los niveles en todos los municipios del país. Hecho que obliga a las familias a hacer que los niños vayan a otros municipios o a dejarlos de enviar a la escuela. Es clásico el dato del déficit secular de secciones y planteles de séptimo grado. Sin embargo no sólo la tercera etapa de Educación Básica presenta déficit, de la misma manera pero con menor magnitud se presenta en el cuarto grado y en el Preescolar.
Es por ello que hemos realizado un simple “ratio” entre la cantidad de planteles de primer grado y la cantidad de planteles de preescolar, cuarto grado y séptimo grado con el fin de aproximarnos al déficit real por municipios (*).
La evidencia empírica nos muestra que el promedio nacional de planteles de primer grado es mayor que el promedio nacional de planteles de los niveles nombrados. En efecto por cada plantel que presta el servicio de preescolar encontramos 1.3 planteles con primer grado. Mientras que por cada plantel con cuarto grado existen casi 2 con primer grado. Por otra parte se puede corroborar el drama que viven los niños que salen de sexto grado, ya que la oferta de planteles en séptimo grado es casi 9 veces menor que la oferta de planteles con primer grado.
Las tasas de repitencia son también elevadas, especialmente a nivel del primer grado,
que llegan en el presente año escolar reportado a un 9,9%, y es precisamente el más
alto de todo el sistema de básica con excepción del 7° grado, que es de 11,1. Esta alta
tasa de repitientes en Primer grado es un fenómeno observado a lo largo de toda la
década, y aunque en los últimos 5 años ha tendido a disminuir, no supera la tasa
alcanzada en el año 1999-00 cuando estuvo en 9,2%. Debe señalarse que la
tendencia a la baja de las cifras de repitientes en los últimos cinco años ha sido
general a todos los grados de la Escuela Básica.
Por otra parte, es evidente que el sistema educativo venezolano no logra brindar a una
parte importante de los niños que ingresan al Primer Grado la oportunidad para
desarrollar las habilidades y conocimientos requeridos para su prosecución escolar;
sobre todo a aquellos pertenecientes a los niveles socioeconómicos más pobres.
Estos niños, que provienen de familias con menores recursos y niveles educativos
requieren de un mayor apoyo por parte del docente y de la escuela en general y sobre
todo de estrategias apropiadas a sus estilos de aprendizajes. La escuela parece no
estar preparada para evitar este proceso excluyente. Otro aspecto sería revisar los
34
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
programas y estrategias aplicadas en el nivel de educación inicial, que tal vez no están
propiciando el desarrollo de destrezas necesarias para la construcción de nuevos
aprendizajes.
Aunque en los últimos años el Sistema Nacional de Evaluación de los Aprendizajes
(SINEA) no ha realizado evaluaciones, la última llevada a cabo en 1998 reveló bajos
niveles en las áreas de comprensión de la lectura y de las matemáticas, más
particularmente en aquellos alumnos que asisten a la escuela pública. Los resultados
de la prueba aplicada a alumnos de tercer, sexto y noveno grado evidenciaron
puntajes muy bajos en las áreas de lengua y matemáticas en los alumnos de las
escuelas oficiales en comparación con los de las escuelas privadas y
significativamente más bajos aún fueron los resultados de los alumnos pertenecientes
a escuelas rurales. Esta menor preparación de los alumnos de escuelas oficiales -y
sobre todo del sector rural- con respecto a los que acuden a escuelas urbanas y
privadas puso en evidencia, no sólo una baja calidad del sistema escolar de aquellos
años, sino que contribuye aún más a ahondar la brecha social entre diversos estratos
de la sociedad y a crear condiciones que incrementan la exclusión de estos grupos de
niños y jóvenes. I. 3 Estado Actual de la Reforma Educativa I. 3 .1 Reformas de la década de los 90
A partir del compromiso adquirido por Venezuela en la Conferencia Mundial de
Jomtien en 1990, de llegar a la universalización de la Educación Básica, ratificado y
confirmado en las subsiguientes conferencias y reuniones llevada a cabo en la década
de los 908, se dio inicio a una serie de reformas en el sistema educativo venezolano,
particularmente en las áreas curriculares, orientadas a la búsqueda de la calidad
educativa, bajo la premisa de que era la carencia de la calidad en los procesos educativos la base de los problemas y deficiencias hallados en el sistema, y muy
especialmente de los escasos resultados que los escolares mostraron en el manejo de
conocimientos y competencias del currículum. Es así como el Ministerio de Educación,
la década de los 90, da inicio al Fortalecimiento de la Gestión de Escuelas
8 Foro Mundial sobre la Educación, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Dakar 2000 y Encuentro Regional de Educación para América Latina y el Caribe, UNESCO, La Habana, Cuba 2002.
35
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
Venezolanas en el cual la calidad será el núcleo fuerte de la reforma, considerando
que superados los problemas de cobertura, el problema estriba en “organizaciones
escolares burocráticas, obsoletas en el currículum, desentendidas de los cambios en
la cultura del trabajo de la sociedad del conocimiento” (Casanova, R. Baja Calidad de
la Educación, Problemas Sociales www.msinfo.info/fesgs) .
El Plan de Acción del Ministerio de Educación promoverá la descentralización y
desconcentración de funciones hacia los Estados y Municipios y apoyará la gestión
autónoma de los planteles. Para ello, se considerará indispensable fomentar las
acciones colectivas, el trabajo en grupos y la interacción entre todos los actores, a fin
de “transformar progresivamente a la institución escolar en una verdadera comunidad,
es decir, en un grupo de ciudadanos con metas comunes en relación a la enseñanza,
al aprendizaje, la escuela, la comunidad y la sociedad” (Ministerio de Educación,
Currículo Básico Nacional 1998).
Este Plan tuvo como acción concreta la formulación y puesta en marcha de los
Proyectos Pedagógicos de Plantel (PPP), orientados hacia un procedimiento
innovador de gestión escolar para elevar la calidad de la educación y transformar las
prácticas pedagógicas. Es un cambio organizativo basado en la democratización de la
toma de decisiones y la aceptación de la diversidad y la particularidad de las
condiciones internas y externas de cada escuela (Idem.) Son “acciones planificadas
colectivamente por docentes, directivos y miembros de la comunidad educativa,
orientados a fortalecer los aciertos de la escuela y a resolver los principales
problemas pedagógicos de la misma” (Cárdenas, ex ministro de Educación, 1995).
El concepto de calidad fue así vinculado a la efectividad en el desempeño educativo
de los sistemas de enseñanza, evaluados preferentemente a través de instrumentos
desarrollados para medir los resultados de los escolares en el dominio de los
contenidos curriculares. Para ello se consideró “prioritario mejorar la gestión escolar,
rediseñando el funcionamiento de los servicios, disminuyendo la intervención pública
en su manejo y promoviendo una cultura basada en los nuevos enfoques
organizacionales” (Casanova, R. Baja Calidad de la Educación, Problemas Sociales
www.msinfo.info/fesgs).
En el ámbito de la educación inicial, las orientaciones durante la década mencionada
no se centraron tanto en los aspectos organizacionales de gestión educativa, tal como
36
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
se hizo en los PPP, sino estuvieron orientadas hacia el alcance de una educación de
calidad entendida como un proceso participativo de familia, comunidad y centro; en la
búsqueda, no sólo de aprendizajes concretos, sino en propiciar en el niño procesos de
desarrollo, que implicasen la construcción de estructuras mentales y psico-afectivas
necesarias para su participación efectiva presente y futura en la sociedad; y por otra
parte propiciar el fortalecimiento de la familia y la comunidad como responsables
primarios del desarrollo y cuidado del niño.
Según especialistas en el área de la Escuela Básica, la experiencia venezolana, que
copará todos los años 90, exacerbarán las lógicas sociales (familiares, culturales y
económicas) y educativas (organizativas, pedagógicas) que producen la exclusión, el
fracaso escolar temprano y la promoción precaria, incidiendo en la acentuación de las
disparidades que diferencian socialmente el umbral educativo promedio de la
población (Idem.).
I. 3.2 Política educativa de la actual gestión de Gobierno
En la Constitución venezolana (1999) la educación es uno de los procesos
fundamentales para asegurar el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el
ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y
amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo (Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, 1999, Artículo 3).
En ella la educación está concebida como un “derecho humano y un deber social
fundamental, democrática, gratuita y obligatoria” que el Estado asumirá como función
indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades” (Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, 1999, Artículo 102)-
Asimismo establece que “toda persona tiene derecho a una educación integral, de
calidad permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones
que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones...obligatoria en todos sus
niveles desde el maternal hasta el nivel medio diversificado” (Idem. Artículo 103).
Bajo estos lineamientos, el Gobierno venezolano ejecuta el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2001-20079 con el cual aspira a dar cumplimiento a
9 Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2001-2007 www.pdesn.gov.ve
37
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
los principios y mandatos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
En este Plan destacan los lineamientos para el alcance del Equilibrio Social, los cuales
están orientados a la búsqueda de la equidad y la justicia, fundamento de la nueva
Constitución, y a la preeminencia de los derechos humanos para lograr una vida en
libertad, igualdad, solidaridad, y democracia con responsabilidad social.
Mediante la puesta en marcha de este Plan se aspira alcanzar la equidad como nuevo
orden de justicia social. Los principios orientadores del Equilibrio Social son la
universalidad, participación, la equidad y la corresponsabilidad. La universalidad se
orienta a garantizar a todos y todas los derechos sociales establecidos en la
Constitución. En este sentido, contempla como eje fundamental para el logro del
equilibrio social, la educación de calidad para todos materializado en el acceso,
permanencia y prosecución en el sistema educativo. La educación de calidad es
entendida en dos sentidos, la formal, como el desarrollo de las capacidades de
aprendizaje de contenidos y métodos de relevancia académica; y la política se refiere
al desarrollo y empoderamiento de los valores de democracia solidaria, participativa y
protagónica que conllevan a la construcción de una ciudadanía. Dentro de este marco
las siguientes directrices estratégicas orientan la acción:
Garantizar el acceso y permanencia al sistema educativo
Extender la cobertura de la matrícula en los niveles y
modalidades del sistema educativo, especialmente de la
educación preescolar, educación básica, diversificada y
profesional priorizando la población rural e indígenas y de
fronteras consideradas como territorios con necesidades
sociales. Y articular los programas y proyectos de atención al
niño en edad preescolar contribuyendo a la atención integral de
calidad de vida infantil.
Articular el sistema educativo y el sistema de producción de
bienes
Desarrollar la planta física y la dotación educativa en los
diferentes niveles y modalidades del sistema educativo
Atención integral de niños y jóvenes no escolarizados, dirigido a
contribuir a la superación de la situación de inequidad social al
no estar incluidos al sistema escolar
38
Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
Erradicar el analfabetismo
Dentro del marco de este Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, y también
para dar cumplimiento a la meta de asegurar la Educación para Todos para el año
2015 acorde con los compromisos adquiridos en la Conferencia Mundial de Jomtien y
bajo los principios de justicia social de la nueva carta constitucional, la administración
gubernamental ha formulado una nueva política educativa denominada Educación
Bolivariana, que será descrita más adelante.
II CURRÍCULO E INCLUSIÓN EN EL NIVEL INICIAL Y LOS PRIMEROS GRADOS DE LA PRIMARIA. VISIONES, ESTRATEGIAS, EXPERIENCIAS Y BUENAS PRÁCTICAS II.1 Visiones educativas, sociales y políticas con respecto a la inclusión educativa La inclusión social y educativa es el centro de la política general del Estado
venezolano. La Constitución de la República Bolivariana (CRBV) de 1999, desde sus
principios fundamentales, establece como fines primordiales del Estado asegurar la
igualdad y equidad entre sus ciudadanos y garantiza a toda persona, conforme al
principio de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable,
indivisible e interdependiente de los derechos humanos (CRBV Artículo19).
En ella la educación se considera como un derecho fundamental, y la establece como
“democrática, gratuita y obligatoria” a lo largo de los 11 años de Escuela Básica. El
Estado la asume “como función indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles
y modalidades, y como instrumento del conocimiento científico, humanístico y
tecnológico al servicio de la sociedad. La educación es un servicio público y está
fundamentado en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad
de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su
personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y
en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación
social consustanciados con los valores de la identidad nacional, y con una visión
latinoamericana y universal. El Estado, con la participación de las familias y la
sociedad, promoverá el proceso de educación ciudadana de acuerdo con los
principios contenidos de esta Constitución y en la ley” (CRBV Artículo 103).
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Por otra parte, establece que toda persona tiene derecho a una educación integral, de
calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más
limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones (Idem.
Artículo 103). Asimismo instaura como obligatoria la educación en todos sus niveles,
desde el maternal hasta el nivel medio diversificado.
La esencia del nuevo pacto social está en la igualdad y la corresponsabilidad como
fórmulas para asegurar la inclusión en el ejercicio de los derechos políticos, sociales y
educacionales de los ciudadanos.
En el marco de estos lineamientos, el Ministerio de Educación10, como órgano del
Estado venezolano responsable de dirigir la política educativa del país, ha desarrollado
dos líneas estratégicas:
La primera, vinculada a la educación formal, intentando “compensar las
desigualdades y den respuestas acordes a las necesidades de los
alumnos, alumnas, maestro y comunidad educativa en general”
(Ministerio de Educación, Memoria y Cuenta 2005-06, Introducción, p.
1), para ello pone en marcha la Educación Bolivariana.
Y la segunda línea orientada a la educación no formal con la intención
de crear contextos educativos de calidad que permita la incorporación
de grupos que han sido excluidos del sistema formal y que están
concretados a través de las Misiones, que serán descritas más
adelante.
Es preciso destacar el incremento que ha tenido durante los últimos años la asignación
presupuestaria al sistema educativo, que expresa la prioridad asignada por parte del
gobierno nacional al sector educativo. Incluyendo los Ministerios de Educación,
Educación Superior y las Misiones, la asignación actual al sector educativo es más del
7% del PIB, constituyendo un incremento de más del 100% respecto a 1997 (Darwin
Caraballo, Ramón Casanova, et. al, Proyecto Ampliación y Mejoramiento de la
Educación Inicial y Básica de Jornada Completa y Atención Integral, Estudio I, 2004).
10 Denominado a partir de enero de 2007 Ministerio del Poder Popular para la Educación.
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¿En quiénes está focalizada? La política central está focalizada a los sectores más vulnerables de la población
venezolana, haciendo esfuerzos por brindar mejores condiciones socio-educativa y
económicas que contribuyan a garantizar e incrementar tanto el acceso como la
permanencia en el sistema educativo de dichos sectores, propiciándoles una igualdad
de oportunidades en cuanto al aprendizaje integral y de calidad. Son los niños entre 0
y 6 años de edad, la población rural e indígenas y de fronteras y los niños y jóvenes
excluidos del sistema educativo formal -en sus diferentes niveles- la población en la
cual están focalizadas las políticas de inclusión educativa y social. El objetivo central de sus políticas es superar la situación de exclusión que durante
años han sufrido aquellos que no han podido continuar en el sistema educativo formal,
específicamente los jóvenes que, como se ha destacado anteriormente, al llegar a los
14 o 15 años no pasan del 7° grado de educación básica, ya sea por carencias
económicas de la familia que se ve imposibilitada a propiciarles los recursos
necesarios, tales como libros, uniforme, transporte, etc., o por la necesidad de
contribuir con la manutención de la familia. A esta problemática, como ya se ha
mencionado anteriormente, se agrega el hecho de que el sistema escolar no ofrece de
manera uniforme todos los niveles en todos los municipios del país, particularmente a
partir del 7° grado, lo cual obliga a las familias a mandar a sus hijos a otros municipios
o a retirarse de la escuela. Otros elementos de inclusión han sido la prohibición del pago de matrícula en las
escuelas oficiales, la incorporación de la alimentación a los servicios escolares, el
fortalecimiento de la capacidad organizativa, de reflexión y de acción de las
comunidades y el fomento de la participación comunitaria en las decisiones escolares.
Las escuelas tienen el mandato de abrirse hacia la comunidad, de propiciar el
acercamiento a y el conocimiento de sus necesidades, convirtiendo sus espacios en
áreas donde se llevan a cabo, no sólo actividades educativas para los niños y jóvenes,
sino también para toda la comunidad en general. De hecho muchas Misiones
funcionan allí. Esta concepción tiene gran relevancia dado que orienta a la escuela
hacia el fortalecimiento del vínculo escuela – familia – comunidad.
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Educación Bolivariana Enmarcada en una concepción holística del ser humano en desarrollo que exige la
articulación y continuidad curricular y pedagógica entre cada uno de los niveles del
Sistema Educativo, la Educación Bolivariana se inicia desde la gestación, dando una
relevancia a la educación inicial tanto al período maternal (cero a tres años) como al
preescolar (cuatro a seis años), continuando con la Escuela Bolivariana (educación
entre seis o siete años hasta los once o doce años) y el Liceo Bolivariano (entre doce
y tres años hasta los dieciocho o diecinueve años). Plantea también la Escuela
Técnica Robinsoniana (educación media profesional al joven) y la Universidad
Bolivariana (educación profesional al joven y adulto). Todo ello concebido en el marco
de una educación integral de calidad (La Educación Bolivariana, Ministerio de
Educación y Deportes, 2004).
Basados en esta concepción holística, los diferentes niveles (maternal, preescolar,
educación básica - etapas I,II,III - y educación diversificada) son organizados “dentro
de una perspectiva de desarrollo no fragmentada, contemplando factores de vida,
afectividad, relación y capacidades…(educación inicial, del niño(a), adolescente, joven
y adulto)… articulados coherentemente por ejes que se profundizan y derivan en otros
que abarcan la complejidad del proceso educativo avenido a estos períodos de vida”
(Idem., p 40).
Esta integralidad y progresividad permite la articulación de manera coherente y
continua de los ejes del aprender a ser con el aprender a convivir, saber y hacer que
se da a través de los niveles educativos correspondientes a cada período de vida
(Idem., p.40).
La Educación Bolivariana, para cumplir los mandatos constitucionales de propiciar a
todos el derecho a la educación, a la participación y a su desarrollo progresivo e
integral y aspirando a neutralizar la baja en la tasa de matrícula escolar de los últimos
años, se propone como metas (La Educación Bolivariana, Ministerio de Educación y
Deportes, p.17. 2004) las siguientes:
• La universalización de la educación básica; • La puesta en marcha de un programa de jornada completa para las escuelas
públicas (Escuelas Bolivarianas); • La continuación de la reforma curricular;
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• La implementación de una política de universalización de la educación inicial para la población de 0 a 6 años, con una orientación de justicia y equidad social para que todos los niños puedan ingresar a la educación preescolar y disminuir los riesgos de repitencia y deserción escolar.
• Entre los programas propuestos está la incorporación tanto modalidades convencionales (Preescolares tradicionales), el Proyecto Simoncito y la modalidad no convencional (Simoncito Comunitario) con enfoques de atención integral;
• Intensificación de programas de suplementación alimentaria orientados a contrarrestar las variables que influyen en la deserción, repitencia y baja prosecución de la Educación Básica, tales el Programa de Alimentación Escolar destinado a mejorar el nivel nutricional de niños, jóvenes y adolescentes mediante el suministro de una alimentación diaria y adecuada a los requerimientos nutricionales y patrones culturales.
• La atención decidida de minorías nacionales autóctonas excluidas de las políticas públicas, respetando su idiosincrasia cultura.
Otro grupo al cual se focalizan los esfuerzos por lograr la inclusión educativa son los
grupos indígenas, marginados por muchos años, de las políticas educativas del Estado
y hacia quienes se dirigen acciones de reconocimiento y fortalecimiento de su cultura,
incorporando su lengua y sus costumbres a las acciones educativas de la escuela.
Es importante destacar, que a través del Servicio Nacional Autónomo de Atención
Integral a la Infancia y a la Familia (SENIFA), fueron atendidos 1.883 niños y niñas con
necesidades especiales y 24.500 niños y niñas pertenecientes a las etnias indígenas
del país: Jivi, Piaroa, Pipoco, Baniva, Pijiguos, Pemones, Panares, Waraos, Japreria,
Yucpa, Wayuú y Añu, en 407 Hogain Familiares y 576 Hogain Comunitarios, en los
estados Amazonas, Apure, Bolívar, Delta Amacuro, Monagas y Zulia (Ministerio de
Educación, Memoria y Cuenta 2005-06).
Misiones Como política orientada fundamentalmente a compensar las deficiencias existentes en
la cobertura de la educación básica, a nivel de los niños y jóvenes mayores a partir de
los 15 años, el Estado venezolano viene desarrollando un conjunto de programas,
enmarcados en la nueva política social del Estado, denominadas Misiones. Su
finalidad es lograr la inclusión de aquellos niños y jóvenes que han estado fuera del
sistema de educación formal, tanto en la básica como en la media y superior,
ofreciéndole vías alternativas no formales, de un régimen menor de duración y
pudiendo optar a una beca durante los años de estudio. Consta de cuatro Misiones: Robinson I para la alfabetización;
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Robinson II para la formación de 1° a 6° grado de educación
básica con un régimen de estudio de dos años y medio;
Ribas que proporciona formación del 7°, 8°, 9° grado y de 1° al
2° año de educación diversificada también durante dos años y
medio; y
Sucre que proporciona educación superior a través de núcleos
de extensión de la Universidad Bolivariana de Venezuela. En la
misión Sucre la duración de las carreras es similar a la
modalidad convencional del sistema educativo. Estas misiones reportan logros importantes. La Misión Robinson I ha atendido 1 millón
534. 267 mil personas, otorgándosele becas a casi el 80% de los inscritos. La Misión
Robinson II reporta 1 millón 542.931 inscritos y en aula 1.215.541, habiendo egresado
hasta la fecha 327.390. Misión Ribas (Idem.), reporta un total de 1.041.114
incorporados, 340.961 graduados y actualmente inscritos 512 mil 473 personas,
becados 108.641 y benefició con incentivos socio económicos a 31.697 facilitadores
(Memoria y Cuenta 2006 Ministerio de PP para la Educación). En cuanto a la Misión
Sucre, “ligada a la creación de la Universidad Bolivariana, se delineó con el objetivo de
incorporar a la educación superior a todos los bachilleres excluidos del sistema. Ha
beneficiado en una primera etapa a más de 70 mil bachilleres y ha otorgado 100 mil
becas estudiantiles” (Mariela Buonomo, Ramón Casanova y Meryana Dáger, Estudio
Apoyo a la Universalización de la Educación Preescolar en Venezuela, Ministerio de
Educación / Corporación Andina de Fomento, p.5. 2005).
La Misión Robinson I, ha logrado erradicar el analfabetismo (al 1%) lo cual supera la
meta exigida por UNESCO y “realiza esfuerzos por ubicar y censar aquellas personas
que por causa de la pobreza abandonó los estudios” (Memoria y Cuenta 2005-2006
Ministerio del PP para la Educación).
Algo importante de destacar en este proceso de inclusión es que “sordomudos,
invidentes e indígenas también fueron incorporados al sistema de misiones y hoy
cuentan con planes pilotos para lo cual se elaboraron 20.000 cartillas del método “Yo
sí puedo”, adaptadas a sus necesidades particulares y que facilitan a todos los adultos
sin distingos un acceso equitativo a la educación básica y a la educación permanente”
(Memoria y Cuenta 2006 Introducción, Ministerio del PP para la Educación).
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Visión de la Educación Inicial Considerando el importante impacto que tiene sobre el futuro éxito escolar en la
educación Básica, se le otorga máxima prioridad en la política educativa venezolana.
La Educación Inicial en Venezuela, respondiendo a los contenidos de la Constitución
Bolivariana de Venezuela (1999), la Ley de Educación (1960) y los compromisos
internacionales asumidos por el Estado venezolano en la Conferencia Mundial
Educación para Todos en Jomtien (1990), se concibe como un proceso continuo que
comienza desde el nacimiento y está dirigida a propiciar su desarrollo integral con la
participación, no sólo de la escuela, sino también de la familia y la comunidad.
Desde hace varios años la educación inicial, antes denominada preescolar, ha ido
teniendo cada vez mayor relevancia en el marco de las políticas públicas,
concibiéndosela hoy en día como un proceso fundamental para el desarrollo de un
ciudadano responsable, productivo y solidario. Ya no se le concibe como una etapa de
preparación para la escuela, sino que es parte de un proceso educativo que comienza
desde la concepción y se extiende a lo largo de toda la vida.
En Educación Inicial se han dado también transformaciones importantes. A nivel curricular, ya en los años 80, en vista de la pérdida de vigencia del programa
de educación preescolar y de las experiencias innovadoras que ocurrían en el país en
el ámbito de la educación preescolar, se comenzó a trabajar en la elaboración de un
nuevo currículo, de enfoque constructivista, de desarrollo integral, centrado en los
intereses del niño e incorporando elementos de su contexto familiar y socio cultural,
más en consonancia con las nuevas concepciones pedagógicas y psicológicas del
niño y de su proceso de aprendizaje. De esta manera se elaboraron, en primer lugar,
una serie de manuales de orientación sensibilización de carácter pedagógico llamados
“Hacia el Nuevo Currículum” (1984) y luego la Guía Práctica de Actividades para Niños
Preescolares (1986). Todos ellos formando parte de un proceso de transición hacia el
nuevo Currículo de Educación Inicial que fue finalmente promulgado y oficializado en
el 27 de julio de 2005.
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Este currículo se realizó con una metodología de construcción colectiva, en la cual
participaron tanto supervisores, directores como docentes de todo el territorio nacional.
Como elementos innovadores del Currículo se debe mencionar el hecho de que
contiene lineamientos tanto para la modalidad convencional como para la no
convencional; que plantea como eje fundamental de su puesta en práctica el rol del
docente como mediador del proceso de aprendizaje del niño y del alcance de su etapa
de desarrollo próximo. Y que para su diseño se realizó un proceso de
contextualización del currículo a fin de incorporar aquellos aspectos que se
consideraban pertinentes para cada una de las regiones y tipos de población que allí
habitan.
A nivel programático, la política educativa actual del Estado venezolano está orientada
a la universalización de la educación inicial para la población de 0 a 6 años, a fin de
hacer posible el acceso de todos los niños a la educación y disminuir los riesgos de
repitencia y deserción escolar. Como se mencionó anteriormente, la meta en el corto
plazo es dar cobertura completa a la población de 4 y 6, e ir progresivamente dando
cobertura primero al 50% de los grupos de 3 años, para luego llegar al grupo de 0 a 2
años principalmente mediante estrategias no convencionales que contemplen
programas de apoyo y formación de la familia.
Visión de la Educación Básica
El proceso de reforma educativa en Venezuela, nivel de la educación básica, comenzó
antes de la década de los 90. Ya en los años 80 se dio inicio a un proceso de
transformación enfocado fundamentalmente a la integración la Escuela Básica con el
Bachillerato, pasando los tres primeros años de este a los tres últimos, o sea 7°, 8° y
9°, grados de la Primaria. También se introdujeron cambios en los programas y en el
sistema de evaluación.
Estos cambios, desarrollados primero como experiencia piloto en algunas escuelas, se
formalizaron a partir de la década de los años 90: quedando instaurados oficialmente
el sistema de evaluación cualitativa, más centrado en las competencia de los niños; un
nuevo diseño curricular, de enfoque constructivista, incorporando como estrategia
didáctica los Proyectos Pedagógicos de Aula, centrados en los intereses de los niños,
y los Ejes Transversales, que incluyen la educación en valores y educación para el
trabajo.
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En la actualidad (septiembre 2007) el Ministerio del Poder Popular de Educación está
diseñando un nuevo currículo para la Escuela Básica, sobre el cual nada se ha
informado oficialmente.
II. 2 Estrategias educativas para el logro de la inclusión educativa II. 2.1 Nivel de Educación Inicial Para la ejecución de la política educativa del Estado venezolano, en el nivel de
Educación Inicial, se tiene como base los Preescolares tradicionales que brindan
atención educativa durante una media jornada y las Aulas de Preescolar que
funcionan en las Escuelas Básicas, tanto tradicionales como en las Escuelas
Bolivarianas.
También, dentro de la actual política educativa, está el proceso de transformación
progresiva de los centros de Educación Preescolares oficiales (convencionales), que
hoy en día operan a medio tiempo, en Preescolares Bolivarianos, para la atención
de niños entre 3 y 6 años a tiempo completo, brindando atención educativa y
alimentaria. Actualmente existen 1.007 a nivel nacional.
Así mismo se han incorporado dos programas bandera, el Simoncito y Simoncito Comunitario.
El Simoncito es un centro educativo orientado a promover el desarrollo integral del
niño desde la gestación hasta los 6 años de edad, con la participación activa de la
familia y la comunidad.
En él se atienden a los niños en la etapa maternal (0 a 3 años) y en la preescolar (3 a
6 años o hasta su ingreso al primer grado) brindándoles a tiempo completo atención
integral (educación, alimentación, recreación y protección legal).
La unidad de “intervención” no sólo es el niño sino también su familia, particularmente
el adulto significativo, que por lo general es la madre. Es así que ofrece también
atención a las madres embarazadas a través de orientaciones en salud, alimentación y
en estrategias para favorecer el desarrollo de sus hijos antes de nacer. Propicia el
fortalecimiento de la familia “como escenario fundamental de la formación y educación
de sus hijos e hijas”. Promueve una interrelación familia, escuela comunidad y se
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integra en una red solidaria para la atención integral infantil (Ministerio de Educación y
Deportes, Proyecto Simoncito, 2006). Como se destacó anteriormente, en la
actualidad están en operación 309 a nivel nacional, prestando atención integral a
49.118 niños y niñas en jornada completa de ocho horas.
Desde el Centro “Simoncito” se desarrollan dos estrategias para la atención de los
niños y sus familias: la convencional, con la asistencia de los niños al Centro, y la no
convencional (Simoncito Comunitario), con la salida del docente a la comunidad o al
hogar de los niños no incluidos en la atención formal, desarrollando con ellos
actividades formativas y de orientación. La meta es hacer del Simoncito, no sólo un
centro de enseñanza, sino también un canal de llegada de las políticas sociales
compensatorias.
De acuerdo a Caraballo, Casanova, et al., (Proyecto Ampliación y Mejoramiento de la
Educación Inicial y Básica de Jornada Completa y Atención Integral, Estudio I,
Ministerio de Educación / BID, 2004) el modelo Simoncito se perfila como una
estrategia efectiva para asegurar el acceso a la educación básica de todos los niños
en igualdad de condiciones, asegurándoles la alimentación, la salud y, lo que resulta
más destacable, la compensación a “los déficits entorno al capital cultural para niños
cuyas madres carecen de la suficiente formación e intentan constituirse en un
referente para la comunidad que oficie como canal o nexo entre la institucionalidad y
los grupos vulnerables…propiciando además una educación en valores” (Ídem. p.32).
El modelo Simoncito (incluida la estrategia convencional y la no convencional),
proponiéndose como un modelo válido para asegurar la inclusión educativa y social de
los sectores más desfavorecidos del país, conlleva sin embargo algunas debilidades
que deben ser tomadas en cuenta a fin de asegurar su valor institucional y político.
En primer lugar, tener en cuenta que su alto costo (por la diversidad de servicios
ofrecidos, el alto número de recursos humanos necesarios para su implementación,
así como la especial estructura requerida para atender niños preescolares y
maternales) demanda un seguimiento y una evaluación permanente de su efectividad
y eficiencia en el logro de sus objetivos, particularmente en cuanto al éxito en los
procesos formativos y compensatorios que aseguren la no repitencia en el primer
grado y la esperada prosecución escolar de los niños atendidos; así como la
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Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
integración de los niños excluidos del sistema preescolar y de aquellos menores de 3
años y sus familias en mayores riesgos sociales y económicos.
En segundo lugar, tener en cuenta que la formación del docente actual está orientada
básicamente para la atención de niños entre 4 y 6 años en aulas de enseñanza
preescolar, y no tienen la capacitación específica para una adecuada atención de
niños de 0 a 3 años y sobre todo para trabajar con adultos, que demanda la aplicación
de estrategias especiales y diferentes a las aplicadas en el trabajo con niños.
Por último, resultan interesantes las recomendaciones dadas por el equipo consultor
Caraballo, Casanova, et. al (Proyecto Ampliación y Mejoramiento de la Educación
Inicial y Básica de Jornada Completa y Atención Integral, Estudio I, Ministerio de
Educación / BID, 2004). Ellos recomiendan que debe operar de manera focalizada ya
que “dado sus elevados costos el modelo no es el más costo-efectivo para el conjunto
de la población objetivo… y por las características de integralidad del modelo, éste
debiera concentrase en la cobertura de las poblaciones de menores recursos”. Así
mismo recomiendan revisar su aplicabilidad para la atención de la población rural e
indígena.
Simoncito Comunitario
Desde los años 80 diferentes organizaciones no gubernamentales en Venezuela
vienen desarrollando diferentes modalidades no convencionales de atención al niño
menor de 6 años que han resultado una estrategia efectiva para llegar hasta aquellas
familias y sus hijos con necesidades de diverso orden y que están fuera del alcance
del sistema educativo preescolar. Los resultados positivos alcanzados contribuyeron a
que, a partir del año 1985, llevó al Ministerio de Educación a incorporar dentro de sus
planes operativos estas estrategias para dar atención y educación a niños menores de
4 años y de niños entre 4 y 6 años fuera del sistema educativo, con la participación de
la familia y la comunidad. Entre estos programa se encuentran los Centros del Niño y
la Familia, El Maestro en Casa y el Programa Familia.
En la actualidad, con el fin de mantener el componente no convencional de estos
programas, básicamente en lo relativo a la participación familiar y comunitaria como
estrategia básica, y en la búsqueda de alcanzar las metas de universalización de la
educación inicial, se propone el programa Simoncitos Comunitarios en noviembre de
2005. Este integra y sistematiza las diversas experiencias de los programas no
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Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
convencionales, mencionados anteriormente. Tiene como objetivos los siguientes
(Entrevista con Carlos Toro, Planificador Responsable del programa, Ministerio del
Poder Popular para la Educación):
Potenciar a la familia como primera institución educativa para que participe conscientemente en el proceso de aprendizaje y desarrollo de sus hijos;
Organizar y articular la acción y gestión sistemática de los actores comunitarios, desde un enfoque interinstitucional e intersectorial, para la conformación y formación de una estructura comunitaria dirigida a la atención integral a la primer infancia;
Incluir a la comunidad como contexto referencial para el desarrollo social, cultural e histórico del proceso educativo y de socialización de las niñas y los niños menores de 6 años de edad.
La acción educativa se realiza con la participación de diferentes sectores,
organizaciones comunitarias, familias y en particular de voluntarios de la comunidad,
quienes son responsables de brindar orientación y formación a las familias usuarias
del programa, constituidas en grupos de a 10 por voluntaria, con el apoyo de una
maestra por cada grupo. La atención se lleva a cabo mediante la atención grupal en
ambientes familiares, espacios comunitarios, ludotecas u Hogares de Atención Integral
para la formación y orientación de los diversos actores educativos que rodean al niño.
También se brinda atención individual en el hogar a aquellas familias que tienen
necesidades especiales y atención a las embarazadas en temas de salud, desarrollo,
nutrición y cuidados del recién nacido.
La implementación del Simoncito Comunitario tiene como punto de partida el
diagnóstico social, cultural, geográfico e histórico de la comunidad, cuyos resultados
sirven para contextualizar el proceso del diseño y ejecución de las acciones del
programa. Su implementación contempla el desarrollo de procesos de divulgación,
promoción y sensibilización de la comunidad hacia la importancia de la atención
integral de los niños de 0 a 6 años; y la conformación del Consejo de Atención Integral
a la Primera Infancia (CAIPI) que luego es el recurso fundamental para el desarrollo y
orientación del Simoncito. Conlleva diversas etapas: una primera etapa de
sensibilización, diagnóstico participativo y elaboración del plan de acción; una segunda
etapa de diseño de estrategias metodológicas para el desarrollo de la atención a las
familias; y una tercera etapa de seguimiento y evaluación.
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Tipo de Centro N° de Centros Total Matrícula
atendida 0 a 6 años Matrícula atendida 0 a 3 años
Centros EI Simoncito 278 46.294 16.619 Preescolares Bolivarianos
1007 118.946 29.736
Preescolares tradicionales de media jornada
2.707 256.031 38.717
Aulas de EI en Escuelas Básicas
2.131 92.878 13.931
Centros de EI en zonas indígenas y frontera
695 36.682
TOTAL CENTROS CONVENCIONALES
6.818 550.831 99.003
Atención Educativa No Cnvencional
1.145 86.165 71.968
Simoncito Comunitario 313 comunidades en 8 entidades federales
13.885 5.128
TOTAL 7.963 636.996 176.018 Cuadro N° 25 Total de Centros de EI de dependencia nacional convencional y no convencional con
matrícula de 0 a 6 años
II. 2. 2 Nivel de Educación Básica A partir de la promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela en 1999, y en el marco de las transformaciones sociales, políticas y
educativas que se llevan a cabo en el país, y en particular en el marco de los
lineamientos de la Educación Bolivariana, se propone el proyecto de las Escuelas
Bolivarianas. Estas constituyen la concreción de la política del Estado venezolano
“orientada a subsanar las limitaciones de la educación preescolar y de la primera y
segunda etapa de educación básica” (La Educación Bolivariana, MPPE 2004, p.47).
Aspira a garantizar los derechos a todos los niños, niños y adolescentes a una
educación integral; a contribuir a su permanencia, prosecución y culminación en los
períodos escolares establecidos; y satisfacer las necesidades de alimentación y de
atención preventiva en salud. Para ello se desarrollan acciones intersectoriales con la
familia e instituciones del área de las ciencias, las artes y el deporte (Idem.).
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Una Escuela Bolivariana es: Transformadora de la sociedad en el cual se concrete e
identifique con la identidad nacional. Participativa, y democrática De la comunidad. Es una escuela en, con y para la comunidad.
Es la cima y fuente de la participación comunitaria. Modelo de atención educativa integral que promueven la justicia
social. Para consolidar el derecho de todos a la educación, no basta con garantizar el ingreso a los centros educativos. Es necesario proporcionar una atención integral que permita la permanencia, prosecución y culminación del alumno en la escuela. En este sentido, se concibe al alumno desde una visión holística, en las esferas del comportamiento mental, aprenden a ser, a hacer y a convivir.
Ejemplo de renovación pedagógica permanente. La transformación pedagógica implica entender al niño(a) como sujeto de su propio aprendizaje, a partir de su experiencia y de su acervo.
Una escuela que lucha contra la exclusión educativa. Para ello, se asume el turno integral y el enfrentamiento a algunos factores extra escolares que generan la exclusión, como es el caso de la desnutrición, la repitencia y la pobreza extrema. En consecuencia, mejora la protección social para los estudiantes: transporte, comedor, asistencia médica, uniformes, becas, calzados, orientación pedagógica y vocacional. (La Escuela Bolivariana, Ministerio del Poder Popular para la Educación, 2005).
Las Escuelas Bolivarianas brindan educación y alimentación durante una jornada
escolar completa, mediante el desarrollo de experiencias pedagógicas innovadoras,
atención alimentaria, realización de actividades del área cultural y deportiva. Todos los
miembros de la comunidad educativa, incluyendo los alumnos elaboran el Proyecto
Pedagógico de Aula, a partir del conocer, saber, hacer y convivir.
El programa se inicia con 559 escuelas con una matrícula de 136.293 alumnos y hoy
en día (Memoria y Cuenta, Ministerio de Educación 2005-06) hay 3.596 en todo el país
(ver Cuadro N° 26). La meta planteada es la universalización de la educación
bolivariana en el país para antes del año 2006.
Número de Escuelas Bolivarianas por Entidad Federal
99 AMAZONAS 67 ANZOÁTEGUI 234 APURE
ARAGUA 109 184 BARINAS 234 BOLÍVAR 125 CARABOBO 91 COJEDES 124 DELTA AMACURO
DISTRITO CAPITAL 63 FALCÓN 227
116 GUÁRICO LARA 255
192 MÉRIDA 84 MIRANDA
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MONAGAS 102 A 37 NUEVA ESPART
PORTUGUESA 162 146 SUCRE 246 TÁCHIRA
TRUJILLO 229 36 VARGAS
YARACUY 183 ZULIA 251 TOTALES 3.596
Cuadro N° 26 Escuelas Bolivarianas por entidad federal
elas Bolivarianas
(Memoria y Cuenta 2006, Ministerio del PP para la Educación).
De acuerdo a informes del Ministro del Poder Popular de Educación, desde el inicio de
las Escuelas Bolivarianas se ha desarrollado un programa de formación y
sensibilización del docente con el objeto de promover la práctica pedagógica “abierta,
reflexiva y constructiva a través de la creación de 315 Centros Municipales de Apoyo
al Docente”, dotados de recursos didácticos (textos, computadoras e impresoras)
beneficiando para el 2006 a 20.052 docentes de aula que atienden a 601.500 niños,
niñas y adolescentes que estudian de 1ero a 6to grado en Escu
Es necesario destacar que la meta de convertir todas las escuelas básicas del país en
Bolivarianas no ha sido lograda. La transformación de las escuelas regulares en
Bolivarianas, así como la construcción de nuevas escuelas ha encontrado dificultades
administrativas y básicamente problemas de gestión y gerencia. Convertir el medio
turno escolar en turno completo conlleva una serie de negociaciones importantes a
tener en cuenta con los gremios docentes y la aplicación de una logística
administrativa que en muchos casos no se ha dado. Por otra parte, el cumplimiento del
servicio de alimentación requiere también de eficientes mecanismos de coordinación
cional difíciles de lograr, sobre todo si la gestión tiene un sesgo centralizado. interinstitu
3 Experiencias y buenas prácticas en educación inclusiva II
II.3.1 El Maestro en Casa en la comunidad de Los Rosales, estado Falcón
El Maestro en Casa (PEMEC), es una estrategia no convencional de atención a niños
menores de 6 años y sus familias pertenecientes a estratos de bajo nivel socio-
económico, que se crea en la comunidad de Los Rosales en el año 1998, por iniciativa
ducación. de la Dirección de Educación Preescolar del Ministerio de E
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Considera a los padres como los primeros maestros del niño y como tal se les brinda
orientación y apoyo en el proceso de crianza de sus hijos, particularmente aquellas
familias que viven en situación de pobreza y por tanto de mayor vulnerabilidad. Tiene como objetivo general fortalecer a familias y adultos significativos con niños
pequeños que habitan en comunidades de escasos recursos, en la práctica de
estrategias que favorezcan la salud, la situación nutricional y el desarrollo de sus
hijos.
Los responsables de brindar este apoyo son docentes no convencionales, y en
algunos casos mujeres voluntarias de la comunidad, quienes –respetando patrones
culturales e insertándose en la realidad socio-cultural de la familia- propician la
instauración de condiciones apropiadas para el desarrollo integral y armónico del niño. La población objetivo del PEMEC, es de niños de 0 a 3 años de edad, perteneciente a
familias de escasos recursos, y niños entre 4 y 6 años excluidos del sistema educativo
convencional. El programa tiene tres ejes fundamentales de acción, alrededor de los cuales se
enmarcan las estrategias y se dirigen los esfuerzos de apoyo, orientación y
fortalecimiento de los adultos significativos:
• Jugar con los niños: que los adultos entiendan que el juego es la
manera de aprender del niño, que es a través de este que
construye su conocimiento y le da sentido al mundo que le
rodea. Por lo tanto, es fundamental que el adulto significativo le
proporcione materiales, promueva, se involucre activa y
respetuosamente en el juego del niño, le observe y siga el
sentido de su juego.
• Hablar y escuchar a los niños: que el adulto significativo
comprenda que los niños aprenden el lenguaje oyendo a otros
hablar, participando en intercambios verbales y no verbales con
otros, sintiendo que son escuchados y escuchando y contando
cuentos y cantando canciones.
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• Expresar afecto a los niños: que los adultos entiendan la
importancia de hacer sentir a los niños que son queridos,
protegidos y atendidos en sus necesidades a través de palabras
y gestos cariñosos, respuestas oportunas a sus solicitudes,
reconocimiento a sus esfuerzos y estableciendo límites dentro
de un ámbito de flexibilidad y respeto al niño.
Para brindar apoyo a las familias y a la comunidad en general se desarrollan tres
estrategias principales:
Capacitación
A madres o adultos significativos a través de tres vías:
• Visitas al Hogar: encuentros de orientación periódicos y sistemáticos con las
familias, durante los cuales un docente de atención no convencional, un adulto
facilitador o una pasante visita el hogar, juega con los niños, modela al padre,
la madre o el adulto significativo modos de interacción con los hijos, conversa
sobre patrones de crianza de la familia, pautas de interacción con los hijos,
creencias y conocimientos. A partir de dichos intercambios, el docente o
promotor introduce la discusión de los componentes principales del proceso de
capacitación, que son: juego con los niños, hablar y escuchar a los niños y dar
afecto a los mismos. La comunidad se ha dividido en 5 sectores, cada docente
no convencional es responsable de un sector y en él es responsable de visitar
y trabajar con 50 familias. A las pasantes les son asignadas 10 familias.
• Actividad grupal con familias: encuentros quincenales o mensuales con el fin
de mejorar la calidad de la atención de sus hijos y propiciar la interrelación
entre las familias.
• Círculos de estudio: reunión de grupos pequeños (6 a 10) de las madres,
adultos significativos y otras personas de la comunidad con alguna
problemática o interés común, con el fin de propiciar la lectura de materiales y
discutir y reflexionar sobre temas sugeridos por los participantes de acuerdo a
sus necesidades e intereses.
• Construcción de Proyectos de Vida: reuniones de familias con el objetivo de
favorecer el crecimiento y consolidación del grupo familiar y su relación con la
comunidad a través de la definición de proyectos futuros y de acciones
necesarias para el alcance de dichos “sueños”.
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Movilización y Participación Comunitaria
• Acciones orientadas a lograr una mayor conciencia por parte de la comunidad
en relación a las necesidades y derechos de los niños, mayor participación en
los esfuerzos por lograr un incremento de sus niveles de bienestar y ofrecerles
mejores oportunidades para su desarrollo integral.
Redes de Trabajo y Desarrollo Comunitario: Esfuerzos por articular de manera eficiente las acciones de las diferentes
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que operan en la comunidad y
en el municipio en general, a fin de contribuir a la estructuración oportuna y accesible
de los servicios de atención integral a la infancia y trabajar en alianza para promover el
bienestar integral de las comunidades
En esta área se han dado 2 procesos:
• Comité de Seguimiento de la Red (COSER): grupo de la comunidad, integrado
por líderes comunitarios y partícipes de organizaciones de la comunidad,
responsable de coordinar el seguimiento de todo el plan de desarrollo
comunitario, definido por ellos mismos.
• Ludotecas: grupo de madres voluntarias de la comunidad que realizan
actividades de juego con niños del programa y en general de la comunidad,
brindando la oportunidad de jugar con materiales a los cuales pocas veces
tienen acceso. Transforman espacios comunitarios (la calle, las veredas o las
propias casas de los vecinos) pocas veces vistos como áreas con potencialidad
educativo, en zonas privilegiadas en donde se llevan a cabo experiencias
lúdicas de gran contribución para la población infantil, transmitiendo a toda la
comunidad un mensaje de solidaridad, importancia y respeto hacia el derecho
de los niños a jugar. Es relevante también la participación activa de la
comunidad, particularmente de las madres ludotecarias, en la puesta en
marcha de este proyecto y el entusiasmo que han mostrado en su desarrollo,
hasta convertirlo hoy en día en una de las estrategias del Maestro en Casa
más apreciada por la comunidad.
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Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
Logros alcanzados por el Maestro en Casa11
Niños más sociables, más independientes y más autónomos. Las visitas
semanales o quincenales al hogar por parte de las maestras no
convencionales y de las pasantes, sus encuentros en grupo y la
actividad de las ludotecas, son oportunidades únicas para los niños
manipular juguetes que no tienen en su hogar, tener experiencias
significativas para su desarrollo, interactuar y socializar con otros
grupos de pares y con otros adultos, y especialmente para vivir la
experiencia de saberse importante, valorizado y tomado en cuenta.
Mejor interacción madre-niño en términos de sensibilidad, cercanía,
respeto, aceptación, cooperación y disponibilidad. Esta relación, basada
en la mutua observación y actividad compartida, es propicia para que el
niño vaya ganando de manera progresiva más poder, y desarrolle
mayor autonomía, independencia y autoestima.
Mecanismos eficientes que contribuyen a asegurar a los niños del
PEMEC el control de su salud, estado nutricional y desarrollo.
Ludotecas como oportunidades de aprendizaje para la población
infantil, evidenciando lo significativo para el bienestar del niño del
trabajo concertado entre la red educativa (escuela - equipo docente) y
los miembros de la comunidad. Las docentes trabajando
conjuntamente con las ludotecarias han logrado organizar las
actividades, elaborar los juguetes, llevar registros y evaluar a los niños,
y, sobre todo, han contribuido a movilizar y transmitir a toda la
comunidad un mensaje de solidaridad, importancia y respeto hacia el
derecho de los niños a jugar.
Fortalecimiento de los factores de protección a la influencia negativa de
las condiciones de pobreza y escasa salubridad en que viven los niños.
Entre estos factores, resaltan los valores de solidaridad existentes en la
comunidad, la movilización a favor del bienestar infantil, la red social
11 El programa fue evaluado en el 2006 a través de un estudio descriptivo, evaluativo y en profundidad de los procesos, cambios y aprendizajes relevantes generados a nivel de los actores claves involucrados. Se emplearon técnicas de entrevista, observación etnográfica, grupos focales y análisis comparativo entre la comunidad intervenida y otra no intervenida (Ruesta, M. C., Berti, Z., Sánchez, Y. y Tovar, A., Evaluación de la Estrategia No Convencional El Maestro en Casa, Gerencia Social Consultores Asociados / AFIN, 2006):
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COSER y la toma de conciencia a nivel de las familias y de los vecinos
acerca de los derechos y necesidades de los niños, impulsados y
articulados todos por el PEMEC.
Ser reconocido y valorado altamente por las madres de los niños
menores de 6 años de la comunidad de Los Rosales por la multiplicidad
de servicios básicos que brinda, por su capacidad para movilizar las
iniciativas y capacidades de las familias como cogestores y facilitadores
del bienestar y desarrollo de sus hijos y, muy especialmente porque
significa un factor protector y de amortiguamiento a los riesgos y
obstáculos que amenazan la función formativa de la familia.
Mayor eficacia de los AS participantes en el programa, en comparación
con las madres de la comunidad control, al brindar a sus hijos un
ambiente de mayor calidad en cuanto a la facilitación de su desarrollo:
mayor comprensión del desarrollo infantil; han asimilado los principios
del programa sobre lenguaje, afecto y juego; son sensibles y
respondientes a las necesidades de sus hijos durante la rutina diaria;
comunican sentimientos positivos hacia ellos; responden a sus
vocalizaciones; están disponibles para sus hijos, juegan con ellos; le
hablan al niño mientras realiza las labores del hogar; son permisivas en
cuanto a las iniciativas de independencia de sus hijos; y tratan de
enseñarles conductas sociales y adaptativas.
Avance en materia de organización comunitaria. La red COSER
constituye un fortalecimiento de capital social, ampliación de la
capacidad relacional de la comunidad y potenciamiento de
oportunidades para la solución de problemas.
Claves del éxito:
La visión sistémica del Maestro en Casa -principio orientador
promovido por AFIN como instancia coordinadora del programa- en
términos de orientar su acción estratégica hacia los diversos sistemas
en los cuales crece y se desarrolla el niño: el hogar, la escuela, la
interacción hogar - escuela, y la comunidad. Este entramado de
intereses y acciones, que tiene como norte el bienestar del niño, la
familia y la comunidad, ha contribuido en forma determinante al
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Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
fortalecimiento de las familias y de los adultos significativos en la
práctica de estrategias que favorecen el desarrollo infantil y a la
construcción y/o fortalecimiento de un contexto ecológico humano de
desarrollo y bienestar infantil, tan necesario para contrarrestar los
efectos nocivos de la pobreza.
La convergencia y articulación estratégica de un equipo integrado por
profesionales abocado al trabajo comunitario y familiar (equipo docente
local), apoyando a las familias en el proceso de crianza de sus hijos
(AS); grupos de madres ejerciendo un rol protagónico en la cimentación
de este tejido sistémico (Ludotecarias); un conjunto de líderes
comunitarios organizados y orientados a gestionar una red para la
solución y tramitación de los problemas de la comunidad (COSER); y
una organización especializada (AFIN), de apoyo y acompañamiento
técnico y financiero.
II. 3. 2 Centro de Educación Inicial Simoncito “Samuel Robinson”
Este Centro de educación inicial convencional está ubicado en la parroquia La
Pastora, en el centro norte de la ciudad de Caracas, en una zona habitada por familias
pertenecientes a los sectores que viven en pobreza y en extrema pobreza.
Atiende una población de 160 niños, entre 1 año y 6 meses y 6 años de edad. Los
atiende a tiempo completo, brindando servicio integral de educación, salud, y
alimentación. La sección maternal atiende 40 niños, divididos en dos secciones una
para los niños entre año y medio y 2 años 3 meses y otra para los de 2 años 4 meses
a los 3 años. Son atendidos por 4 docentes, es decir un adulto por cada 10 niños. En
la sección preescolar se atienden 140 niños entre los 3 años 1 mes y 6 años de edad,
aunque según informa la directora a veces los niños permanecen hasta más edad,
debido a que no encuentran cupo en la escuela básica.
Las actividades que se llevan a cabo en el centro son muy diversas: además de la
educativa, que se realiza siguiendo las pautas de la Guía de Educación Inicial, se lleva
a cabo el servicio de alimentación, la cual consiste en brindar desayuno, almuerzo y
merienda a los niños -con lo cual se satisface el 75% de sus requerimientos
nutricionales- y en dar educación alimentaria. La alimentación forma parte del
Programa de Alimentación Escolar (PAE) del Ministerio de Educación a través del
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cual se provee semanalmente de los alimentos para ser preparados por tres madres
de la comunidad a quienes se paga la cantidad de quince mil bolívares (Bs. 15.000)
diarios.
Se ofrece también servicio de salud, es decir control de niño sano, vacunación y
odontología, con la participación de los médicos cubanos de Barrio Adentro y del
Ambulatorio cercano al Centro y con pasantes de la Facultad de Odontología de la
Universidad Santa Rosa de Lima, ubicada igualmente en la zona.
Son concientes de la importancia de asegurar una armónica transición del niño del
hogar al maternal y de este al preescolar, para lo cual adoptan al inicio del año un
horario especial para los niños recién inscritos y brindan un conjunto de orientaciones
y charlas para las madres a fin de hacerlas conciente de las dificultades que podrían
presentar los niños durantes estas transiciones.
Se realizan también actividades culturales, de recreación y deportivas con la
participación de Barrio Adentro Deportivo (entrenadores cubanos) y facilitadores
culturales de la Mesa Técnica Cultural, conformada recientemente en la Parroquia. Es
interesante resaltar que en esta área se incluye juegos de ajedrez con los niños.
Integrado al Centro Simoncito convencional, funciona el Simoncito Comunitario que
atiende una población de niños 110 niños entre 0 y 3 años y sus madres, no
incorporados a la atención del centro convencional, con quienes se realizan acciones
de formación para el fortalecimiento del ambiente del hogar como núcleo primario de
desarrollo infantil. Las actividades se centran básicamente en las madres,
realizándose semanalmente charlas y talleres con grupos de 12 madres cada una. Así
mismo se lleva a cabo visitas periódicas al hogar, sobre todo a aquellos detectados
con mayores necesidades y vulnerabilidad. Como paso inicial se procedió a la
conformación del Consejo de Atención Integral de la Primer Infancia (CAIPI) con quien
se llevó a cabo el diagnóstico de la comunidad a fin de detectar a la población de niños
no atendidos.
Se desarrollan también actividades de formación con las familias para lo cual se ha
vinculado al Centro Municipal de Atención Integral (CEMAI) y a la vez presta atención
a los hijos de las madres desempleadas, detectadas por este centro. Otra de las
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relaciones institucionales que tiene el Centro es con los Bomberos Municipales,
quienes han realizado simulacros de accidentes con los niños, con los Consejos
Comunales, Mesas de Agua, Asociación de Vecinos, entre muchos otros.
Lo más interesante de este Centro, además de la calidad de su atención y la
motivación y entusiasmo de todo el equipo docente que la integra, es la modalidad que
ha adoptado para asegurar la variedad de los servicios que presta y la efectiva
inserción en la comunidad, ensayando mecanismos de articulación con las redes
sociales emergentes, y desarrollando una permanente proyección, integrándose en
red, no sólo con los servicios básicos que funcionan en la comunidad (salud y
nutrición), sino vinculándose también las políticas públicas compensatorias
actualmente en ejecución por parte del Estado (Misiones) y con una variedad de
instituciones públicas y privadas que le han permitido ampliar sus servicios, lograr una
activa participación y apoyo de la comunidad y sobre todo movilizarla en beneficio de
la infancia y promover la toma de conciencia acerca de las necesidades de este sector
de la población.
Es importante resaltar que además de la atención integral a los niños inscritos en el
Centro, durante las horas de la tarde sirve como centro de formación de los jóvenes
inscritos en la Misión Ribas (cursantes de secundaria), transformándose así en un
recurso vital no sólo para la atención de niños pequeños sino proyectándose a la
comunidad como centro de formación de jóvenes excluidos del sistema educativo.
“Muchas madres vienen en la mañana a dejar a sus hijos y luego es bonito verlas
regresar en la tarde con su cuaderno y su lápiz en calidad de estudiantes” (Directora
del Centro, Vilma Ramírez).
También se ha vinculado a la Misión Sucre, que como se mencionó anteriormente son
acciones de formación a nivel de educación superior para jóvenes que han sido
excluidos de las universidades del país. El Centro está funcionando como “Aldea
Universitaria” y sirve como “vinculación profesional” (pasantía) a los estudiantes, que
este caso son cursantes de la carrera de Educación, y las maestras son sus “tutores”.
Demás está decir que estas jóvenes estudiantes son un recurso vital para el Centro y
les permite así mismo asegurar un nivel de calidad y actualización de sus recursos
humanos.
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El Centro Simoncito Samuel Robinson hace realidad la propuesta de lograr una
efectiva interrelación familia, escuela comunidad y de integrarse en una red solidaria
para la atención integral infantil.
II. 4 Perspectivas de la educación inclusiva en las políticas y agenda pública Como una vía para enriquecer los aportes del presente trabajo, se ha considerado útil
recoger la perspectiva de diferentes especialistas en el tema de educación sobre la
significación, importancia y prioridad que tiene la inclusión educativa en la agenda
política nacional y en particular en la agenda educativa.
Para ello se han entrevistado seis expertos en el área educativa12. A cada uno se les
ha presentado diversas preguntas que ayudarán a obtener una visión de las
perspectivas que tiene en la actualidad la inclusión educativa y la inclusión social en la
agenda política. ¿Cuál es el rol asignado a la educación inclusiva en la agenda educativa y en el marco de un currículum pensado para afrontar esos desafíos? Para la ex Directora de Educación Inicial del Ministerio de Educación, la inclusión
educativa es dar oportunidades educativas, crear condiciones para que estas se
aprovechen y realicen efectivamente; es crear condiciones ambientales, políticas,
económicas y sociales para que los individuos puedan desarrollar al máximo su
potencial humano. Destaca que la inclusión educativa es mucho más amplia que la
propia escuela. El lema actualmente muy divulgado de “Toda la patria es una escuela”
resume lo que para la gestión actual de gobierno sería la verdadera inclusión
educativa. Educar al individuo en todos los espacios. Se relaciona directamente con la
inclusión social. Para que haya inclusión educativa tiene que haber una política pública
que toque todos los sectores, tiene que haber una política de Estado que propicie la
inclusión de todos los individuos de la sociedad, brindándole oportunidad para
satisfacer sus derechos a una vivienda, a un trabajo, a la salud, entre otros.
Considera que tiene asignado un rol importante en la agenda educativa venezolana,
expresada a través de las acciones emprendidas por el Estado para abrirle vías de
salida a la población que ha quedado excluida del sistema educativo (ver Misiones).
Por otra parte, la Educación Bolivariana se organiza en función del desarrollo humano, 12 La lista de los especialistas entrevistados y su especialidad se anexan al final.
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aspirando a la integración de los diferentes niveles y propiciando una articulación
armónica curricular y metodológicamente, por ejemplo entre los Centros de Educación
Inicial Simoncito y la Escuela Bolivariana.
Para otra experta en educación y gerencia de programas comunitarios la inclusión
educativa implica brindar oportunidades de desarrollo humano, oportunidades
integrales de educación, salud, calidad de vida y desarrollo personal. Valorando todos
los ambientes donde se desarrolla el ser humano desde su gestación hasta su pleno
desarrollo como adulto. Considera que actualmente se están haciendo esfuerzos por
lograr una efectiva inclusión de sectores, sobre todo de jóvenes, que han sido
excluidos por el sistema educativo. Está presente en la agenda pública, hay esfuerzos
por comunicar un mensaje de inclusión; “…son palabras que están incorporadas a las
grandes temas de democracia…la inclusión se ha vuelto una tema visible”.
Para el director de un centro de investigaciones educativa la inclusión educativa es
que haya igualdad de oportunidades en el ingreso y egreso al sistema educativo. La
nueva Constitución señala como obligatoria el bachillerato o sea 12 años obligatorios.
La Misión Robinson y la Ribas son propuestas interesantes pero están montadas
sobre un problema fundamental que es el fracaso escolar, lo cual, para este
especialista, no es suficiente: Es necesario ir a la base del problema. Propiciar las
condiciones que erradiquen la deserción y aseguren la inclusión y la permanencia en
el sistema escolar. El factor más asociado a la pobreza es el bajo número de años
escolares. Un alto número de grados es un factor preventivo de exclusión. Los años de
estudio hacen un individuo menos agresivo, más colaborador, más protector del
ambiente. La inclusión educativa debe estar orientada a asegurar el cumplimiento de
los años de obligación escolar.
Para el Planificador Jefe del Ministerio de Educación, la inclusión educativa es
garantizar el acceso a todos los niños de 0 a 6 años, especialmente de 3 a 6, a una
educación de calidad. Destaca que para el año 1999, inicio del actual gobierno, no se
tenía previsto atender a la población de 0 a 3 años en materia educativa, “a partir de
este año, con la nueva Constitución, le da un marco legal, la hace obligatoria…es
obligación del Estado propiciar servicios para la atención del niño, aunque ello no
implica la escolarización del niño. Es fortalecer a la familia, especialmente la madre,
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partiendo de la premisa que el niño a esta edad debe estar con la madre.” Señala que
la prioridad que se le asigna en la agenda educativa a la educación inclusiva está
expresada en las tres líneas de acción del Ministerio:
a. Universalización de 4 a 6 años del 2002, b. Transformación de los centros convencionales en centros de atención integral a tiempo completo. c. Fortalecimiento de la atención educativa no convencional
En cuanto a los logros alcanzados por las políticas públicas en el tema de la inclusión
educativa, las respuestas fueron bastante coincidentes. Todos apuntaron hacia logros
importantes como el aumento de la matrícula de todos los niveles, el aumento del
presupuesto del sector educativo, la formulación de planes especiales para la
población indígenas y los menos favorecidos. En términos generales señalaron que se
ha visibilizado al hacerlo una bandera política, considerando que vino a llenar una
necesidad colectiva y social. Respondió al reclamo de la colectividad.
¿Hacia quiénes está focalizada la educación inclusiva? Para la ex - Directora de EI se privilegia a los niños de 0 a 6 años, la mujer, y a los
más pobres. La falta de oportunidad, la ausencia de mecanismos de participación, la
manera cómo estaba concebida la sociedad, las diferencias sociales, el desempleo, la
falta de educación formal, las condiciones de vida, todas son fuente de exclusión.
Para la experta en educación y gerencia de programas comunitarios la educación
inclusiva está focalizada a los más excluidos, los más jóvenes, a los sectores de
menores recursos y al sector rural. Considera que ha habido un deterioro de la calidad
educativa y sobre todo problemas de prosecución escolar por motivos económicos.
Los niños y jóvenes tienen que dejar de estudiar por falta de calzado, vestidos, etc. Si
bien el acceso estaba garantizado no había suficientes centros educativos para
facilitar el acceso. Cita como ejemplo el caso del embarazo precoz en niñas y jóvenes
que dejan los estudios para mantener sus hijos, por ello en las Misiones está
básicamente gente joven con hijos. Destaca que aunque hubo iniciativas muy buenas
en años anteriores, estas no tuvieron suficiente apoyo por problemas económicos.
Menciona como ejemplo el programa de Hogares de Cuidado Diario, orientado a incluir
a niños de madres trabajadoras y a niños necesitados de atención en comunidades
pobres, pero considera que se focalizó básicamente a la cobertura y no
suficientemente a la calidad, “tenían una plataforma extensa, llegaron a lugares de
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verdadera necesidad, pero debían haber tenido estrategias para propiciar la
permanencia en el sistema escolar, prever la consecución de los niños en el sistema
escolar”.
Es más, para esta entrevistada hoy en día todavía las políticas están orientadas a
depender sólo del Estado, por ejemplo se está enfocando sólo a terminar el
bachillerato, es necesario desarrollar con más fuerza iniciativas para que siga
trabajando, “faltan los medios para insertarse, tener fuentes de empleo, les falta
acompañamiento. Las misiones por ejemplo no prevén cómo se van a insertar social y
económicamente. El nivel de formación es bajo. No tiene calidad, así que su
capacitación para insertarse en el trabajo está limitada”.
Para el director del Centro de Investigaciones las fuentes de exclusión son
básicamente dos:
a. Situación socio económica de la familia, puesto que a medida que crecen
los hijos es mayor el costo de oportunidad. La asistencia a la escuela se hace
más costosa, sobre todo a partir del 7° grado de la escuela primaria, en
donde las escuelas están más lejanas del hogar por su dispersión geográfica
haciendo más costoso el traslado. Por otra parte, se requieren más útiles ya
que es mayor el número de maestros (más cuadernos, más libros). Más el
hecho de que si no trabajan es una pérdida de ingreso para la familia.
b. Incapacidad de la escuela, sobre todo la pública, para retener a los niños
por su debilidad institucional (no hay director, no hay recursos) y por su
debilidad pedagógica (requieren de mayores conocimientos y estrategias
para hacer que sus alumnos aprendan). Los colegios privados son mas
fuertes institucionalmente porque seleccionan los mejores maestros, les
evalúan, hacen seguimiento y acompañamiento. Una buena escuela hace
que los niños no fracasen, que a la larga trae exclusión. Combatir la
exclusión es fortalecer la escuela. Todas las escuelas deberían tener como
lineamientos del Ministerio que el mejor maestro vaya a 1er grado.
¿En qué medida es una prioridad del gobierno? Para responder a esta interrogante se realizaron dos preguntas relacionadas a cómo
se posiciona y jerarquiza la inclusión en las estructuras curriculares nacionales y qué
niveles de acuerdo o consenso hay en el país con relación a este tema.
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La ex - Directora de Educación Inicial, considera que en la política del actual gobierno
venezolano la inclusión -tanto educativa como social- tiene una prioridad fundamental.
Considera clave la participación de la gente para que se haga efectiva y se
materialicen las políticas de inclusión. Destaca como elemento de inclusión la
prohibición del pago de matrícula. Otra estrategia importante fue hacer único los
horarios, es decir hacerlos tiempo completo e incluir la alimentación. Otro elemento
han sido los cambios en los métodos de evaluación (2005), antes se evaluaba y si no
aprobaba repetía, ahora se evalúa y si no aprueba que la escuela se le prepare y
luego vuelva a presentar. Para esta entrevistada para lograr una verdadera inclusión,
tanto educativa como social, es necesario, no sólo que sea una prioridad para el
gobierno, sino que sea necesario que muchos sectores, que todos estén dispuestos a
ceder ciertos privilegios y que haya un verdadero cambio de cultura.
La especialista en educación y gerencia de programas comunitarios considera la
inclusión educativa como una prioridad del gobierno. A nivel del ciudadano común está
presente, aunque haya contradicciones, el tema está visible. “Está presente en el
paisaje urbano, el hecho de ver el camión de la Negra Hipólita parándose en sitios
estratégicos para dar de comer a los mendigos, es una prueba de lo visible que está el
tema de la inclusión. Las Asambleas de Ciudadano son otro ejemplo. En términos de
inclusión educativa los avances son altos, en término de número de niños y jóvenes
que han tenido acceso a la educación, de ingreso al sistema, de las misiones. Pero en
términos de la toma de decisiones se ha avanzado poco, considera que este proceso
todavía está muy centralizado. Las directrices y decisiones del ME son muy
centralizadas. La formulación de la nueva ley de educación se está elaborando muy
centralizadamente. Se han movilizado las comunidades, con los consejos comunales,
con las mesas de agua, de tierra, pero las decisiones de fondo no les pertenecen,
especialmente en lo educativo, están totalmente centralizadas
¿Cómo se posiciona y se le jerarquiza en las estructuras curriculares nacionales de la educación básica? Para el director del Centro de Investigaciones Educativas y Sociales, las estructuras
curriculares formales de las escuelas bolivarianas se orientan hacia la inclusión por ser
a tiempo completo y con servicio alimentario. Las misiones también son -sin duda- una
política que apunta a la inclusión y en algunos casos eficaces. Sin embargo destaca
que ninguna de las dos está atacando los factores que causan la exclusión: formación
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de docentes, etc. “Lo que reciben en las misiones es de baja calidad y hay un
espejismo de que pueden salir adelante pero ¿quién los va a emplear? La equidad
está relacionada a la calidad. Los egresados de las Misiones pueden solamente entrar
en Universidades Bolivarianas y a la Misión Sucre”.
Para la especialista en programas comunitarios, el tema de la inclusión está presente
en el nivel de educación inicial. Los centros de EI tienen el mandato de abrirse y
proyectar su acción educativa y social hacia familia y la comunidad. Es incluyente
puesto que se considera la educación desde la gestación y en la concepción de
comunidad como un espacio educativo.
Considera que los procesos de cambio curricular propician ambientes de aprendizaje
que facilitan la inclusión educativa en las escuelas y aulas. “Propician la mediación, los
adultos sirven de mediadores, usan diferentes recursos, fomentan valores,
aprendizajes significativos. A nivel curricular se dan oportunidades de explorar,
conocer la comunidad. Sin embargo considera que todavía está en el papel, en la
práctica no es totalmente inclusiva, sobre todo en lo que se refiere a la participación
del niño. “A los niños no se les da la oportunidad de permanecer en el sistema, de
desarrollarse. Los recursos, la mediación del docente, la oportunidad de investigar por
parte del niño, de tomar decisiones, eso aún no está presente en la práctica. Las
actividades siguen siendo muy rutinarias. Los niños no tienen oportunidades de tomar
decisiones, de investigar, etc. Se logra a nivel de lenguaje, pero no en la práctica”.
Por otra parte, destaca que hay mecanismos de inclusión que están politizados y ello
impide una verdadera integración de todos los sectores para lograr erradicar la
exclusión a todos los niveles. Lo mismo opina el director del Centro de Investigaciones
Educativas y Sociales, para quien los niveles de consenso son bajos. “La polarización
política del país afecta la educación...en términos de políticas públicas, acciones
especiales que mejoren la inclusión no hay acuerdos. Cuando se habla de reformas a
la Ley de Educación, etc., se crean muchas fricciones.
En este punto es importante destacar que, como se mencionó anteriormente, en la
actualidad el Ministerio del PP de Educación está diseñando un nuevo currículo de
Escuela Básica sin la necesaria y conveniente participación de los equipos de
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docentes, directores y supervisores, representaciones sindicales, asociaciones de
padres, etc.
¿Cómo y hasta qué punto los docentes están equipados y capacitados en términos de competencias necesarias para atender la creciente diversidad de expectativas y necesidades de los estudiantes? Todos los entrevistados señalan que los docentes no están equipados y preparados
en términos de competencias necesarias para atender la creciente diversidad de
expectativas y necesidades de los estudiantes. Mencionan limitaciones para
acompañar este cambio cultural, “hay un divorcio entre la formación académica y la
realidad. Es muy academicista. No hay herramientas”.
La ex Directora de EI, recalca que cuando se puso en vigencia el nuevo diseño
curricular de EI se hizo un gran esfuerzo de formación a los docentes “…en psicología
del desarrollo, en el área reinvestigación, características del niño, de su ambiente y
eso requiere unos conocimientos que le permitan hacerlo y eso no lo tienen...el
currículo de EI incorpora la educación maternal y eso es un elemento de inclusión y
para eso no se tienen docentes preparados para atender esta población”.
Lo mismo opinan la Psicólogo Jefe del Ministerio de PP para la Educación, “no están
preparados... sobre todo para la inclusión de niños con necesidades especiales”; y la
especialista en programas comunitarios “están preparadas
insuficientemente…deberían preparase mejor, que conozcan las condiciones en que
viven los niños. La preparación del docente está desvinculada de lo que ocurre
realmente. Se preparan para atender niños que no son los que les llegan a la escuela”.
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III CONCLUSIONES: LECCIONES Y DESAFIOS PENDIENTES PARA EL LOGRO DE UNA EDUCACIÓN INCLUSIVA CONCLUSIONES Del análisis realizado se concluye lo siguiente: Contexto:
• Más de la mitad de los niños entre 0 y 5 años vive en pobreza y casi una
cuarta parte en pobreza extrema. • Casi las tres cuartas partes de los niños menores de 5 años, que vive en el
área rural, son pobres y de estos más de la mitad vive en pobreza extrema. • La tasa de mortalidad infantil se ha reducido, llegando a 15,5 para el 2005.
Pero si se analiza esta cifra en los estados rurales, de mayor pobreza y de
población indígena, la cifra sube de manera significativa. • De acuerdo a estudios realizados (EPOFAM y UNICEF) el riesgo de morir que
tiene un niño en el primer año de vida es mayor si la madre es adolescente o
de edad avanzada. Si ese niño presenta bajo peso al nacer su probabilidad de
morir es 5 veces mayor. El nivel educativo de la madre es la variable socio
económica con más incidencia diferencial en el cuadro de la mortalidad infantil:
las madres con 7 años de educación formal tienen 3 veces más riesgo de
perder a su hijo durante los primeros años de vida, que aquellas que han
alcanzado 13 años o más. • Uno de cada cinco niños nacidos vivos registrados en el país en el 2004
corresponden a madres adolescentes, es decir, de los 500 mil partos ocurridos
en el país aproximadamente 108 mil 500 fueron de niñas, adolescentes y
jóvenes con edades comprendidas entre 10 y 19 años. Aunque esta cifra, en
términos generales ha tendido a disminuir, en los estados cuyo índice de
bienestar es muy bajo el porcentaje de embarazos adolescentes llega a 143 y
151, en comparación con la del Distrito Capital que está en 63.
• De acuerdo a la metodología de Línea de Pobreza, para el 2004, más de la
mitad de los hogares venezolanos (53,1%) vive en pobreza y de estos casi la
mitad vive en pobreza extrema, es decir sin los ingresos necesarios para tener
acceso a la canasta alimentaria. En términos de hogares, son 2.788.281 que
viven en pobreza y 655.246 que no disponen de los recursos con los cuales
comprar los alimentos básicos necesarios para cubrir los requerimientos
nutricionales de sus integrantes. Esta cifra crece significativamente si los
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traducimos a personas, tomando en consideración que los hogares en
situación de pobreza suelen ser más numerosos que los hogares no pobres.
En este caso las cifras suben 7 puntos porcentuales, de tal modo que la
pobreza extrema llega a un 30,5% de la población, es decir a 7.968.842
personas.
• Cuando se emplea la metodología de las Necesidades Básicas Insatisfechas
(condiciones de vivienda, hacinamiento, inasistencia a la escuela de niños
entre 7 y 12 años, acceso a servicios básicos y alta dependencia económica
entre los miembros del hogar), el nivel de pobreza, para la misma fecha, se
reduce a 29,6% y la pobreza extrema a 12,2%. De acuerdo a otras
estimaciones la cifra de hogares en pobreza (aplicando esta metodología) para
el año 2006 se ha reducido a un 23,4% de hogares pobres y 9% en pobreza
extrema.
• En el sector educacional, se ha alcanzado niveles de universalización en
relación a la educación de los niños de 5 y 6 años y 1 de cada 4 niños en edad
de 4 años asiste hoy a un centro de educación inicial. En cambio, en el rango
de edad de 0 a 3 años se aprecia una muy baja cobertura. Un poco más de
uno por cada diez niños son atendidos, habiendo un déficit de mas del 80%.
• La baja cobertura en estas edades no se explica sólo por la rigidez de la oferta.
Para edades menores a 3 años hace falta generar una política que tenga en
cuenta los aspectos relacionados con las características culturales de las
familias.
• La educación inicial en el país todavía tiende a ser un servicio urbano y de
familias con mayores ingresos. Estados con alta concentración de población
rural o indígena presentan un déficit de cobertura que alcanza a uno de cada
cuatro niños de 4 a 6 años.
• Esta conclusión, sin duda, evidencia la necesidad de orientar las políticas de
inclusión educativa, ejecutadas por parte del Estado, hacia los niños
provenientes de las familias de más bajos ingresos, habitantes de zonas
rurales y grupos indígenas, ya que como se ha visto son los grupos más
excluidos del sistema educativo y quiénes en el futuro carecerán por tanto de
las destrezas y conocimientos necesarios para tener éxito escolar.
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Política y Estrategias de Inclusión Educativa:
• Se está trabajando por cumplir con los principios de equidad y de justicia, que
constituyen mandatos constitucionales, garantizando a niños y niñas su acceso
y permanencia en el sub-sistema educativo básico. En este sentido se ha
logrado aumentar la matrícula escolar en los últimos cuatro años, brindando
educación gratuita para todos.
• La matrícula de Educación Básica, luego de un decrecimiento en la década de
los 90 y primero años del 2000, ha comenzado a crecer, reportando para la
fecha una tasa neta de 91,4%.
• Es de gran relevancia el esfuerzo que se está realizando por convertir todas las
escuelas venezolanas en bolivarianas, “ideadas dentro de un esquema
filosófico de educación para el cambio, en la cual el niño y el adolescente se
reconozcan como parte de su comunidad, de su región y de su nación”. En el
año 2006 se atendieron de manera integral a 1.098.489 niños, niñas,
adolescentes y jóvenes en las 5.504 Escuelas Bolivarianas a nivel nacional.
• Los esfuerzos por incrementar la matrícula de la Educación Básica ha
redundado en un mayor número de niños inscritos, particularmente en el 7°.
Sin embargo, aunque en los últimos años se aprecia una leve tendencia a la
baja, las cifras de deserción todavía siguen siendo significativas, de 100
alumnos que ingresan a 6° grado se quedan 20, y tal vez la cifra es aún más
alta ya que en la matrícula de 6° están incluidos los repitientes. Pero si
seguimos el curso de los matriculados en el 1er grado hasta el 9° grado, la
diferencia porcentual es mayor, de 10 niños que ingresan al 1er grado sólo 6
alumnos llegan al 9°.
• Hay una cifra importante de niños y jóvenes que abandonan la escuela a partir
de los 13 años. En el último año reportado por el Ministerio de Educación se
observa que de los niños entre 13 y 14 años de edad la escuela básica pierde
un 18% y entre 14 y 15 años de edad un 52%, edades todas en que todavía se
espera que los jóvenes estén aún inscritos en el nivel de educación básica.
• En este punto, es necesario tener en cuenta la desproporción que existe entre
el número de escuelas con primer grado en relación a aquellas que ofrecen el
cuarto grado (la mitad), que se torna más grave aún si se compara con
aquellas que tienen séptimo grado (9 veces menor). En efecto por cada plantel
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que presta el servicio de preescolar encontramos 1.3 planteles con primer
grado. Mientras que por cada plantel con cuarto grado existen casi 2 con
primer grado. Por otra parte se puede corroborar el drama que viven los niños
que salen de sexto grado, ya que la oferta de planteles en séptimo grado es
casi 9 veces menor que la oferta de planteles con primer grado.
• Las tasas de repitencia, en los últimos 5 años, ha tendido a disminuir en todos
los grados de la Escuela Básica. Las más altas son en el 1er grado, que no
supera la tasa alcanzada en el año 1999-00, y en el 7° grado de Escuela
Básica.
• Es preciso destacar el incremento que ha tenido durante los últimos años la
asignación presupuestaria al sistema educativo, que expresa la prioridad
asignada por parte del gobierno nacional al sector educativo. Incluyendo los
Ministerios de Educación, Educación Superior y las Misiones, la asignación
actual al sector educativo es más del 7% del PIB, constituyendo un incremento
de más del 100% respecto a 1997. • La inclusión social y educativa es el centro de la política general del Estado
venezolano. La Constitución de la República Bolivariana (CRBV) de 1999,
desde sus principios fundamentales, establece como fines primordiales del
Estado asegurar la igualdad y equidad entre sus ciudadanos y garantiza a toda
persona, conforme al principio de progresividad y sin discriminación alguna, el
goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los derechos
humanos.
• Por mandato Constitucional, la educación es obligatoria desde el maternal
hasta el nivel medio diversificado, es decir durante doce años. Toda persona
tiene derecho a una educación integral, de calidad permanente, en igualdad de
condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus
aptitudes, vocación y aspiraciones.
• Son los niños entre 0 y 6 años de edad pertenecientes a los grupos más
vulnerables desde el punto de vista socio – economico; la población infantil y
juvenil de zonas rurales e indígena y de fronteras; y los niños y jóvenes
excluidos del sistema educativo formal -en sus diferentes niveles- la población
en la cual están focalizadas las políticas de inclusión educativa y social.
• Como estrategia clave para lograr estos objetivos, a nivel de la educación
formal se ha establecido prohibición del pago de matrícula en las escuelas
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oficiales, la incorporación a los servicios escolares de la alimentación y el
fomento de la participación comunitaria en las decisiones escolares. Las
escuelas tienen el mandato de abrirse hacia la comunidad, de conocer y
acercarse sus necesidades, convirtiendo sus espacios en áreas donde se
llevan a cabo, no sólo actividades educativas para los niños y jóvenes, sino
también para toda la comunidad en general, logrando así elevar el valor social
de la escuela.
• Enmarcada en una concepción holística del ser humano en desarrollo, que
exige la articulación y continuidad curricular y pedagógica entre cada uno de
los niveles del sistema educativo, así como una visión integral del educando,
se ha introducido una nueva concepción de la educación denominada
Educación Bolivariana. Se propone convertir el medio turno escolar en turno
completo, incluyendo el servicio alimentario e incluyendo, además de las
propiamente educativas, actividades deportivas y culturales.
• Se da una importante relevancia a la educación inicial a través del Simoncito y
Simoncito Comunitario, que brinda atención integral a niños tanto del período
maternal (cero a tres años) como del preescolar (cuatro a seis años);
continuando con la Escuela Bolivariana (educación entre seis o siete años
hasta los once o doce años), también a tiempo completo y el Liceo Bolivariano
(entre doce y tres años hasta los dieciocho o diecinueve años). Plantea
también la Escuela Técnica Robinsoniana (educación media profesional al
joven) y la Universidad Bolivariana (educación profesional al joven y adulto).
Todo ello concebido en el marco de una educación integral de calidad.
• La calidad es entendida, no sólo como el desarrollo de las capacidades de
aprendizaje de contenidos sino también al desarrollo y empoderamiento de los
valores de democracia solidaria, participativa y protagónica que conllevan a la
construcción de una ciudadanía.
• Como respuesta a la situación de niños y jóvenes que se han visto excluidos
del sistema formal, se ha puesto en práctica un programa no formal
denominado Misiones. Su finalidad es lograr la inclusión de aquellos niños y
jóvenes que han estado fuera del sistema de educación formal, tanto en la
básica como en la media y superior, ofreciéndole vías alternativas no formales,
de un régimen menor de duración y pudiendo optar a una beca durante los
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años de estudio. Consta de cuatro Misiones: Robinson I, Robinson II, Ribas y
Sucre.
• A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, aún falta por
desarrollar los mecanismos y estrategias que permita contrarrestar las
circunstancias que llevan al niño, y tal vez a su familia, a desistir de la
culminación del ciclo escolar y finalmente ser excluido del sistema. También se
requiere instaurar estrategias adecuadas para propiciar una transición efectiva
y exitosa entre los dos niveles, es decir el paso del segundo al tercer ciclo de
educación básica y de este al ciclo diversificado.
• Es evidente que el sistema educativo venezolano necesita realizar esfuerzos
aún mayores para lograr brindar a una parte importante de los niños que
ingresan al Primer Grado la oportunidad para desarrollar las habilidades y
conocimientos requeridos para su prosecución escolar; sobre todo a aquellos
pertenecientes a los niveles socioeconómicos más pobres.
• El modelo Simoncito se propone como uno modelo válido para asegurar la
inclusión educativa y social de los sectores más desfavorecidos del país.
• La transformación de las escuelas regulares en Bolivarianas, así como la
construcción de nuevas escuelas ha encontrado dificultades administrativas y
básicamente problemas de gestión y gerencia. Convertir el medio turno escolar
en turno completo conlleva una serie de negociaciones importantes a tener en
cuenta con los gremios docentes y la aplicación de una logística administrativa
que en muchos casos no se ha dado. Por otra parte, el cumplimiento del
servicio de alimentación requiere también de eficientes mecanismos de
coordinación interinstitucional difíciles de lograr, sobre todo si la gestión tiene
un sesgo centralizado.
LECCIONES
• El marco legal, político y social es fundamental para lograr una inclusión
educativa eficiente y sostenible. Los avances alcanzados guardan
correspondencia con los procesos iniciados a partir de la instauración de una
nueva Carta Constitucional y la movilización social que se ha generado. La
participación y el protagonismo de las comunidades auspiciados como políticas
de Estado, ha contribuido a los cambios educativos alcanzados. Es
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fundamental articular los procesos de inclusión educativa con los procesos de
inclusión social.
• La ampliación de la visión del valor social de la escuela y de la educación ha
contribuido a garantizar la articulación Escuela – Familia – Comunidad.
• Las políticas y estrategias dirigidas a incluir a los sectores más vulnerables y
excluidos de la sociedad tienen que ser diferenciados y flexibles, a fin de
garantizar el respeto a la diversidad, a los valores, creencias, patrones de
crianza y costumbres de las familias y comunidades participantes.
• El aumento del presupuesto del sector educativo y la puesta en la agenda
pública -como tema prioritario- a la educación han sido claves para la
universalización de educación inicial para los grupos de 5 y 6 años y el
incremento en los últimos años de la matrícula de la educación básica.
• La gratuidad del servicio más el programa alimentario han sido también
contribuyentes importantes en el logro del aumento de la matrícula escolar.
• La movilización de las comunidades y la apertura de vías de participación en el
proceso educativo ha comenzado a abrir las escuelas a las comunidades y a
comunicar, a nivel nacional, la noción de que la educación es una tarea de
todos: familia, comunidad y estado.
• Es fundamental establecer vías alternativas de educación no formal y no
convencional para la inserción en el sistema de aquellos grupos de niños y
jóvenes y sus familias que se excluyen o han sido excluidos por falta de
estrategias adecuadas orientadas a impedir su salida o propiciar su
prosecución.
• Prueba de ello son los resultados efectivos de programas como la Misión
Robinson I y II, la Misión Ribas y la Misión Sucre13 cuyas cifras evidencian
logros importantes en esta área.
• Son muy necesarias las estrategias no convencionales, para la atención de
niños menores de 6 años y sus familias, no incluidos en el sistema de
educación formal, pero con necesidades básicas insatisfechas y con alta
probabilidad de que sus hijos en el futuro sean los excluidos de la escuela.
• De igual manera, y teniendo en cuenta las características particulares de los
estados particularmente en relación a la dispersión de su población, ruralidad
13 Estrategias no formales dirigidas a la alfabetización y a inclusión de jóvenes excluidos de la educación básica y de los estudios universitarios, descritas en el punto ….
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Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
y presencia de grupos indígenas, - las estrategias no convencionales se
presentan como un instrumento efectivo para su atención.
• Reconociendo la rectoría del Ministerio de Educación en la formulación de la
política educativa, es necesario elevar los niveles de participación de los
gobiernos locales y estadales, a fin de garantizar la inclusión en esas políticas,
de las necesidades y características específicas de cada uno de los Estados.
• Es necesario mantener una gran flexibilidad en la oferta de modalidades en
educación inicial a fin de responder a las especiales y variadas condiciones y
necesidades de los niños en esta edad y las diversas necesidades de las
familias. La cobertura debe ser flexible, la tendencia de ampliar la cobertura
para todos los niños basándose sólo en un modelo entra en tensión con las
características culturales, geográficas y sociales de las diversas familias.
• La expansión de la educación inicial a la población menor de 3 años, debe
tomar en cuenta las variables socioculturales de las familias, y no solamente
delinear la política en una oferta institucional, dado que en esta etapa existe la
creencia por parte de la familias que donde mejor puede estar el niño a esa
edad es en un ambiente familiar. Por lo que dentro del conjunto de ofertas de
servicio, debe incluirse la modalidad no convencional, de tipo familiar.
• Dado que las familias desean postergar el contacto de sus niños con formas
educativas institucionalizadas, es necesario sensibilizarlas y hacer tomar
conciencia de lo estratégico que es el desarrollo a esta temprana edad, y el
aporte que significa para su crecimiento y desarrollo, participar en programas
educativos (no convencionales) y no puramente asistenciales.
• Como se mencionó en párrafos anteriores, la inclusión no es sólo cobertura, es
también calidad, y que sólo así se logrará cumplir con la misión de luchar por
alcanzar la igualdad y la justicia social entre los ciudadanos. Es necesario
medir no sólo la inclusión y la prosecución, sino también tener en cuenta la
calidad del egreso y para ello la calidad de los docentes es fundamental.
• El alto costo de los modelos aplicados (Simoncito y Escuela Bolivariana)
evidencian la necesidad de evaluar su eficiencia y efectividad en lograr
contrarrestar las variables que inciden en el fracaso escolar.
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• Es indispensable para lograr la universalización de la educación mantener una
política educativa con visión multisectorial. Es necesario entender que las
variables que inciden en la problemática escolar, no se explican ni se resuelven
exclusivamente desde lo educativo, sino desde una política económica y social
responsable del bienestar de las mayorías. Es necesario una visión de sistema,
superando la visión fragmentada y parcelada por edades, niveles,
componentes o modalidades, y una visión de largo plazo (Rivero, F.)
• El modelo Simoncito, propuesto para expandir la educación inicial, demanda un
seguimiento y una evaluación permanente de su efectividad y eficiencia en el
logro de sus objetivos planteados, particularmente en cuanto al éxito en los
procesos formativos y compensatorios que aseguren la no repitencia en el
primer grado y la esperada prosecución escolar de los niños atendidos; así
como la esperada integración de los niños excluidos del sistema preescolar y
de aquellos menores de 3 años y sus familias en mayores riesgos sociales y
económicos. Por otra parte, debe tenerse en cuenta la necesidad de formar a
los docentes, actualmente formados para la atención de niños entre 4 y 6 años
en aulas de enseñanza preescolar, para una adecuada atención de niños de 0
a 3 años y sobre todo para trabajar con adultos, que demanda poner en
práctica estrategias especiales, diferentes a las aplicadas en el trabajo con
niños.
DESAFIOS • Dado el reto que implica el cumplimiento de la meta de universalización de la
educación básica, es necesario hacer esfuerzos de gran magnitud, con la
participación de todos los sectores del país y la concurrencia de diversas
estrategias de expansión: incrementar las aulas, llevar el cupo por aula a lo
establecido en la norma y construir nuevas escuelas.
• Alcanzar una educación de calidad que permita de manera efectiva lograr
romper las barreras sociales, educativas e institucionales que condicionan la
exclusión escolar, el fracaso educativo temprano, la repitencia y sobre todo
superar los desequilibrios presentes en la población venezolana en cuanto a
los años de educación que poseen los grupos sociales, y que a la larga son
determinantes para su inserción social y económica así como para asegurar
en el futuro el óptimo desempeño escolar de sus hijos.
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• Continuar aumentando la cobertura de la educación inicial y básica haciendo
énfasis en los estratos más pobres, excluidos y apartados, tales como los
poblados rurales, de frontera e indígena, a través de modelos con visión
integral. Es con estos grupos en donde se plantean los mayores retos, ya que
los indicadores revelan mayores índices de desnutrición, mayor el riesgo a
morir durante el primer año de vida, sobre todo si la madre es adolescente y su
nivel educativo no paso de los siete años de educación formal.
• Enfrentar el dilema Cobertura vs. Calidad buscando estrategias que permitan
lograr un equilibrio entre los altos niveles de cobertura y aceptables niveles de
calidad.
• Logra brindar a una parte importante de los niños que ingresan al Primer Grado
la oportunidad para desarrollar las habilidades y conocimientos requeridos para
su prosecución escolar; sobre todo a aquellos pertenecientes a los niveles
socioeconómicos más pobres. Estos niños, que provienen de familias con
menores recursos y niveles educativos necesitan de mayor apoyo por parte del
docente y de la escuela en general y sobre todo de estrategias apropiadas a
sus estilos de aprendizajes. Por otra parte, la escuela debe prepararse más
para evitar este proceso excluyente. Otro aspecto sería revisar los programas y
estrategias aplicadas en el nivel de educación inicial, que tal vez no están
propiciando el desarrollo de destrezas necesarias para la construcción de
nuevos aprendizajes.
• Superar los desequilibrios territoriales en la distribución de las escuelas que
ofrecen el segundo y tercer nivel de educación básica y el bajo ratio entre las
que ofrecen primer, cuarto y sétimo grado.
• Hacer un seguimiento y evaluación de los modelos propuestos para los niveles
de educación inicial y básica, a fin de comprobar su eficiencia y eficacia en el
alcance de los objetivos, básicamente evaluar su contribución a disminuir la
repitencia, deserción y exclusión.
• Hacer un análisis del costo-efectividad de los Simoncito, considerando la
posibilidad de focalizar sus niveles de inserción a los grupos más deprivados
desde el punto de vista económico y revisar su aplicabilidad para la atención de
la población rural e indígena.
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• Abrirse a la creación de diversas opciones que atiendan la diversidad
sociocultural y económica de la población venezolana. El éxito de este desafío
dependerá de una concepción flexible de las prácticas educativas que permita
atender a la población según sus características culturales, geográficas,
sociales y de edad.
• Descentralizar la gestión hacia las regiones (zonas educativas), municipios,
reforzando la autonomía de los planteles; venciendo la separación entre
planificación y ejecución de las políticas con la idea de conectar aún más la
planificación estratégica a la cotidianidad del programa, dando así un rango
mayor de decisión pedagógica tanto a los directores de los planteles como a
los docentes del nivel. En ese sentido se debe dejar de entender al plantel del
preescolar como el último eslabón de una cadena de decisiones, para pasar a
integrarlo como el principal productor de datos y de eventos pedagógicos
estratégicos que garantizan equidad. La Escuela debe entenderse entonces
como el punto de inicio de la política educativa, como el lugar donde se hace
probable la justicia social y la igualdad de oportunidades. La Escuela debe
dejar de ser una simple unidad ejecutora de las políticas planificadas desde el
centro . (Blas Regnault,FEGS 2004)
• El problema a resolver en los próximos años es la baja cobertura en edades
menores de 3 años. Una política específica para esas edades tal vez resolverá
la baja cobertura, estableciendo políticas menos rígidas y ofreciendo una
variedad de modelo acordes a las necesidades y características de las familias
• Capacitar a los docentes participantes de los nuevos modelos educativos
(Simoncitos y Escuelas Bolivarianas) propiciando el aprendizaje de estrategias
apropiadas para llevar a cabo las nuevas funciones implicadas en la propuesta
educativa, la cual exige capacitación y formación de población adulta y
gestiones de organización y promoción social comunitaria. .
• Crear las redes de docentes para incentivar el diálogo de saberes entre los
pares, auspiciando el apoyo interactivo y la solución compartida de los
problemas enfrentados. .
• Trabajar en forma coordinada con las universidades formadoras de docentes
para asegurar la formación de los docentes con los conocimientos y destrezas
requeridos para las nuevas estrategias y modelo educativos. Formar docentes
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más críticos, reflexivos y dotados de una pedagogía basada en la acción y la
construcción de los conocimientos; capaces de aplicar nuevas tecnologías en
el proceso de enseñanza aprendizaje; y conocimiento para la investigación –
acción.
• Lograr una óptima articulación y transición entre los niveles, procurando la
inserción exitosa del niño a través de los diferentes niveles por los cuales
atraviesa durante su vida escolar: del hogar al maternal, al preescolar y a la
escuela básica en sus diferentes niveles.
• Hacer de la universalización de la Educación Básica y de la Educación Inicial
una realidad requiere de un esfuerzo mancomunado de todos los sectores
sociales, económicos y políticos, públicos y privados, incorporando a todo el
país. Comunicando la noción de que sólo así podrá el país alcanzar las
ansiadas metas de desarrollo, convirtiéndola en una visión compartida de país,
y visualizándola como un programa no de gobierno sino como una Política del
Estado venezolano.
• Sólo con la incorporación plena de todos los sectores en esta lucha podremos
asegurar a nuestros niños la calidad de la educación y de vida a la que tienen
derecho.
• Esto es posible, tomando en cuenta la coyuntura económica que vive el país,
representada por la magnitud de la riqueza venezolana que en los últimos años
se ha incrementado exponencialmente por el aumento vertiginoso de los
precios del petróleo.
• Por último, debo señalar que la inclusión educativa no será posible mientras
persista en el país la exclusión política que se ha desatado en los últimos años
y la polarización que se ha apoderado de la sociedad venezolana, lo cual
impide el diálogo y la necesaria apertura para rasgar las compuertas políticas,
sociales y económicas que separan a los venezolanos y que sólo así permitirá
la inclusión y la participación de millones de niños que esperan la oportunidad
para desarrollarse plenamente.
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BIBLIOGRAFÍA Base de Datos Social, CIDEGS, Fundación Escuela de Gerencia Social, 2006 Buonomo, M., Casanova R. y Dáger, M. Estudio Apoyo a la Universalización de la Educación Preescolar en Venezuela, Ministerio de Educación / Corporación Andina de Fomento, 2005 Casanova, R. Baja Calidad de la Educación, Problemas Sociales www.msinfo.info/fesgs Caraballo, D., Ramón Casanova, et. al, Proyecto Ampliación y Mejoramiento de la Educación Inicial y Básica de Jornada Completa y Atención Integral, Estudio I, 2004 Eljuri, Elías XIX Reunión Comité Andino de Estadística, Caracas, 2000 Encuesta Nacional de Población y Familia (ENPOFAM, 98) Instituto Nacional de Estadísticas (INE), República Bolivariana en Cifras, 2004 Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Medición de Pobreza, abril 2003 Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Encuesta de Hogares por Muestreo Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Primeros Resultados XIII Censo General de Población y Vivienda. 2001 Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Proyecciones XIII Censo General de Población y Vivienda 2001 Ministerio de Educación, Currículo Básico Nacional 1998 Ministerio de Educación y Deportes, La Educación Bolivariana, 2004 Ministerio de Educación y Deportes, Educación Inicial Bases Curriculares, 2005 Ministerio del Poder Popular para la Educación, Memoria y Cuenta 2006 Ministerio de Salud de Venezuela, Dirección de Epidemiología y Análisis Estratégico, citado por Agencia Pana, 2001 Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, Ministerio de Planificación y Desarrollo, República Bolivariana de Venezuela 2001-2007 www.pdesn.gov.ve Regnault, Blas Análisis de la Gestión Administrativa de la Inversión Social y de los
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Comunidad de Practica en Desarrollo Curricular Región Andina / OIE-UNESCO
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Rivero Mendoza, F., Las reformas educativas en América Latina dentro del marco de la globalización: Un análisis de la situación actual en el caso de Venezuela Ministerio de Planificación y Desarrollo, Sistema Integrado de Indicadores Sociales de Venezuela/ (SISOV) 2007 Sistema Integrado de Vigilancia Alimentaria y Nutricional – SISVAN Terán de Ruesta, M.C, Casanova, R., Sánchez, Y., Camargo, M., Regnault, B., Villasmil, R., Tovar, A., Dáger M., y Camilli, C. Análisis de la Gestión Administrativa de la Inversión Social y de los Costos de la Atención para el Nivel de Educación Inicial en Venezuela, Ministerio de Educación, Cultura y Deportes / Banco Mundial / Fundación Escuela de Gerencia Social, 2003 Terán de Ruesta, M. C., Berti, Z., Sánchez, Y. y Tovar, A., Evaluación de la Estrategia No Convencional El Maestro en Casa, Gerencia Social Consultores Asociados / AFIN, 2006 UNICEF, Análisis de Situación de la Niñez y la Mujer en Venezuela 2005", Carcas, Venezuela
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ANEXO 1 Lista de entrevistados María Auxiliadora González, Licenciada en Educación, con 30 años de servicio en el Ministerio de Educación, especialista en Educación Inicial, Estudios en el área de familia y comunidad, Directora de Educación Inicial del Ministerio hasta mayo 2007 Marielba Gil, Licenciada en Psicología con Máster en Psicología, Psicólogo Jefe de la Dirección de Educación Inicial, Ministerio de Educación con 31 años de servicio Héctor Llovera, Licenciado en Educación, Planificador Jefe, Ministerio de Educación, con 24 años de servicio Carlos Toro, Planificador, Ministerio de Educación con 18 años de servicio Lilian Leiva, Licenciada en Filosofía, Coordinadora del Programa Maestro en Casa durante tres años en el Ministerio de Educación y actualmente Coordinadora del mismo con la Fundación Bernard van Leer en Caracas, Venezuela. Mariana Herrera, doctor en Educación, Director del Centro de Investigaciones Culturales y Educativas (CICE), Vilma Ramírez, Licenciada en Educación, Directora del Centro de Educación Inicial Samuel Robinson, Ministerio de Educación
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