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Cuentos de otros mundosAuthored by Israel Diarte

6.0" x 9.0" (15.24 x 22.86 cm)Black & White on White paper42 pages

ISBN-13: 9781507885758ISBN-10: 150788575X

Cuentos de otros Mundos

By Israel Diarte.Copyright 2013 Israel Diarte.

Published by Israel Diarte at Smashwords, iTunes and Amazon, as an eBook.

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Por Israel Diarte.Derechos de autor 2013 Israel Diarte.

Publicado por Israel Diarte en Smashwords, iTunes y Amazon, como eBook.

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Tabla de Contenidos

Título, y agradecimientos.Capítulo 1. Creo en Otros Mundos.Capítulo 2. Sobre Vai Valé y su gran aventura.Capítulo 3. La segunda parte de la aventura de Vai Valé.Capítulo 4. El final como lo vieron los ejércitos oscuros.Anexo 1: Ashlut, el héroe, el villano.Anexo 2: Nuestro vecindario celeste.Anexo 3: Mapa del mundo conocido.

Cuentos de Otros Mundos.A los guerreros del Hobbit.Alejandro, donde quiera que estés, lee el libro.Gracias Valeria, Celina y Lupita por darme lo que se necesita

para escribir un libro, estímulo, buenas ideas y algo de comer.

Capítulo 1. Creo en Otros Mundos.Trata de imaginar un mundo diferente. Bueno, sabemos de

manera científica, hasta hoy, que no hay otro mundo donde los seres humanos puedan vivir, pero trata por esta vez, de imaginar que existe la posibilidad de que en otros mundos se desarrolle una aventura.

Sección 1. De visita en otro mundo.La historia de este planeta no es como la historia de la Tierra.

¡No, para nada! El sol que tú ves en el cielo todos los días en la mañana que calienta el aire y te hace sudar, aquí en este otro mundo no existe.

¡Aunque no me creas es cierto! Bueno, por lo menos en parte, pues el planeta orbita una estrella -de hecho es un sistema binario, es decir con dos estrellas-, y esa estrella es un sol, como el sol que tú conoces, solo que a aquel planeta le tocaron dos -con los que no completas uno-, y si pudieras pararte en la superficie del planeta y buscar al sol, solo verías una estrella brillante, pero aún molestaría un poco al verlo directamente. Una vela daría más luz en una noche sin luna en la Tierra. Se trata de un planeta sin sol, sin un amanecer y un atardecer. No habría manera de medir el tiempo como lo haces aquí; nada de que en la mañana, a levantarse que hay que ir a la escuela, o en la noche, se hace tarde para ir a la cama. Y aunque eso fue en el principio, las cosas cambiaron con el tiempo.

Ahora imagina que sin un sol resplandeciente todos los días, que frío haría; nada más imagina vivir como en el Ártico en pleno Trópico de Cáncer, y de vecino nada más y nada menos que la abuelita de Santa Claus.

Y aun así el planeta es cálido, pero no lo que tu llamarías cálido en un día verano en la playa, pero si lo suficiente para que crecieran -un día más adelante-, hermosos bosques de árboles de hojas de colores marrón y verde en todas las tonalidades.

Pero, ¿cómo es esto posible? -te estarás preguntando- ¿qué explicación puede haber para que un mundo que debería ser tan helado como un sorbete de limón, fuera de un clima como otoño en California?

Pues resulta que como dije antes nuestro sistema solar es uno de tipo binario, es decir, de dos estrellas o soles; o sea que además del sol -que por cierto es un sol enano rojo-, nuestro mágico planeta gira muy cerca de una estrella fría, apenas de mayor diámetro que Júpiter y Saturno. Y cuando volteas al cielo es como ver una luna llena, ¡pero de colores!, porqué estas estrellas enanas marrón de clase “Y”, están compuestas de gas y son coloridos como Júpiter o Saturno; y no suelen brillar mucho, y mucho menos para iluminar la superficie del planeta. Una estrella enana marrón clase “Y”, es una fallida estrella o una que no pudo encenderse, si encenderse es un

término correcto, pero con una masa y gravedad que pone los pelos de punta, sobre todo cuando ser vecino de un sistema binario se trata.

Solo por hacer más grande tu información, ésta casi estrella, la que llamo enana marrón clase “Y”, suele ser un cuerpo frío, es decir, que casi no emite calor y es tan cálida como una mañana en Marruecos.

Ahora, la cercanía de estos dos mundos genera una inmensa interacción de su fuerza de gravedad -la fuerza que te jala hacia el centro de la Tierra y permite que no salgas volando cuando saltas-. Y a nuestro pobre planetita de cuentos, le toca como ir en un transporte colectivo en hora pico, con empujones y jalones gravitacionales, se le mueve hasta la última placa tectónica, generando mucha fricción entre ellas.

Y, ¿a qué viene tanto jaloneo y eso de la fricción? Pues solo frota tus manos un poco..., un poco más..., un poquitito más..., ¡y ahí está! Que tus manos se ponen calientes, y esa es la fuente de calor del planeta: manteniendo el magma interior líquido, y los volcanes en erupción constante, con un poco de luz generada por el fuego de cientos de volcanes y lagos de magma ardiente.

Toda una belleza. Siempre parece fiesta nacional con fuegos artificiales y mucho, pero muchísimo humo; uno denso y muy gris. Y cenizas que lo cubren todo. Si fueras con tus amigos a una fiesta de disfraces en algún parque por ahí cerca, luego de un rato, todos se verían iguales, de color gris... y oliendo a azufre -a huevo podrido, para que sea más fácil de entender-; pero no pienses que esto sería así por todos y cada uno de los casi 30 mil millones de años que durará la vida del planeta, ¡eso no! Un día las cosas serían distintas.

Hablando de diferencias, resulta que la estrella enana marrón clase “Y” gira también en torno al sol y el planeta gira en su órbita, y cada uno completa una vuelta al sol enano rojo en tiempos distintos -obviamente-. El planeta, lo hace en unos 100 años de los de la Tierra y la enana marrón, en unos 150 años terrestres más o menos. Y un tiempo los vecinos galácticos están cerca dándose jalones y empujones y otro tiempo están cada uno separados, y los jalones son menos. De esta forma en el planeta hay una época de mucha fricción, más cálida, y una época un poco más fría. Estas estaciones durarían años en la Tierra. Por lo que muchas personas -porqué más adelante habrá personas-, les tocó solo vivir en invierno y a otras solo en verano.

Nuestro planeta es un planeta chiquito, unos 2650 kilómetros de circunferencia en su ecuador, y si quisieras dar la vuelta al mundo a través de los polos, recorrerías una distancia de unos 1900 km. Así como el planeta Ceres de tu sistema solar. Y me querrás hacer la vida de cuadritos con otra pregunta, ¿qué no se supone que el planeta por estar distante del sol ha debido ser un gigante de gas como Neptuno o Urano? Algo acertada la observación. Y para eso, he de darte la explicación corta ¡agárrate bien!

Cualesquiera que sean tus argumentos, este mundo no tenía la suficiente gravedad como para mantener su primera atmósfera, a más que la enana marrón con su inmensa gravedad, se robó gran parte de la atmósfera de nuestro amiguito planetario. Así que pasó de ser un gigante de gas, a ser esta pequeña roca.

Continuando con la explicación, pues nuestro planeta en cuestión, desnudo de su ropa de gas, fue víctima de bullying galáctico, entre las dos estrellas y la fuerza centrífuga de su propia órbita.

Como cuando tu hermano(a) mayor aparece de pronto en tu habitación y te arrebata las tiras cómicas o las muñecas, según sea el caso, con el derecho que solo a los hermanos mayores se les ha otorgado por el CIHMPFHM (Consejo Internacional de Hermanos Mayores y de Padres que Fueron Hermanos Mayores).

De tal forma que con más o menos algunas erupciones de volcanes, se ha hecho de una poco respirable, pesada y sulfurosa atmósfera, que por suerte de la poca gravedad, escapa de a poco, permitiendo que una vez que llegaron las hadas al bosque e hicieran la luz, ocurriera la fotosíntesis y con ella saliera al aire esa molécula inodora que tanto necesitan los seres humanos -y otras especies-, haciendo apto el lugar para nuestras aventuras.

Si no, ¡de que otra forma crees que me sacaría de debajo de las mangas este mundito de aventuras! Si lo que cuento pasó, y es verdad absoluta. De lo contrario puedes estar seguro que de confirmarse que esto es una gran mentira, me servirán de comer colecitas de Bruselas tres veces al día por una semana, y a tal castigo no me arriesgo. Y dicho eso, pasaremos a otros temas.

Ahora trata de imaginar que criaturas podrían haberse desarrollado en un mundo con poca luz. En la Tierra existen criaturas que se han adaptado a vivir en ambientes sin luz y “ven”

con sistemas especiales de ondas ultrasónicas, como si tuvieran radares -los murciélagos, por ejemplo.

Y ya deberías saber que las más extrañas criaturas que se pueden ver en la Tierra, no caminan en la superficie, o vuelan por los aires. ¡No señor! Para ver esos seres, que parecen sacados de un cuento de ciencia ficción con algunas hadas -se me olvida que este es un cuento de hadas-, tienes que ir a lo profundo del mar, y ahí sí que verás criaturas sorprendentes. Hermosos cefalópodos de cuerpos transparentes que producen una bella y tranquilizadora luz azulada; camarones que para huir de su atacante, arrojan una tinta que brilla en la oscuridad, creando una nube, si el termino es correcto, con la que confunde al pez agresor.

Transporta esa belleza al nuevo mundo, en el que estas criaturas se desarrollan sobre la tierra y en el aire, Todo un gran espectáculo de luz y sonido.

Recuerda que los humanos adaptaron sus ojos a la luz, porqué de siempre ha existido mucha luz en la Tierra, pero en otros mundos, con poca luz, los ojos como los tuyos son de poca utilidad. Por eso algunas criaturas fueron evolucionando con ojos enormes, para captar la poca luz y otras iban por el mundo chillando con sus “radares” para poder ver, como si fueran murciélagos.

Algunas, las más misteriosas criaturas, se adaptaron a vivir dentro de los mismos volcanes, alimentándose de ellos; fueron criaturas terribles que gran daño causaron a los desvalidos habitantes del mundo... Creerás que miento, pero en la Tierra, existe el llamado oso de agua o tardígrado, animalejo este que es capaz de soportar fríos de 270 grados centígrados bajo cero, y calores extremos hasta de 150 grados centígrados, e incluso se rumora que se han encontrado algunos, entre las láminas de las capsulas de cosmonautas que han reingresado a la Tierra, y lograron sobrevivir en el espacio sin aire.

Pero es momento de mostrarte que este no es un libro de astronomía o astrobiología, ¡que es un cuento! y uno de hadas, por cierto.

Sección 2. Sobre las hadas.Las hadas son esos seres que en la Tierra forman parte de

cuentos y de historias de maravillas sin fin. No es tan diferente en el mundo que te describo. Solo que debo empezar por decir, que esta historia no empieza con un clásico en un principio, pues en ese principio no había ni hadas ni mundo, ni nada; las hadas llegaron un poquito después. Y fue hasta que las hadas aparecieron en el mundo que nuestra historia toma ritmo.

Por el momento solo puedo decirte que las hadas lograron llegar desde algún lugar del mundo a un bosque primitivo, de árboles sin hojas, pues, ¿para qué quiere las hojas un árbol, si no existe un sol que les ayude en la fotosíntesis?

Y, ¿de dónde salieron las hadas? Espero que no estés leyendo este libro saltando hojas; pues las hadas son esos bellos seres que logrando volar, con sus cuerpos transparentes y bella luz azulada cambiaron de una vez por todas, el destino del mundo.

Y al llegar a ese único bosque existente en el mundo, amaron a los árboles, y se quedaron allí. Y de ese amor, nació una danza, en donde las hadas sincronizaron su vuelo alrededor de los árboles, como las manecillas de un gran reloj, revoloteando alrededor de los troncos de los árboles, un hada por árbol. Y cuando todas las hadas se encontraban de un lado de los troncos, había luz en ese lado del mundo y del otro lado era como de noche; pero la luz de las hadas solo iluminaba una pequeña parte de ese mundo, una cuarta parte tal vez, dejando por decirlo de alguna forma, un valle de luz que se extendía por el Oeste, hasta una cordillera de montañas, detrás de las cuales había oscuridad total, las montañas oscuras les llamaron. Al Norte y al Sur, se extendía esta cordillera hacia los polos congelados. Los polos siempre permanecieron en la oscuridad total, y tenían por guardianes a dos cordilleras siempre heladas, con glaciares permanentes y bosquecillos nevados, ambas cordilleras fueron las montañas nevadas, una al Norte y otra al Sur. Y por último hacia el Este, y antes de llegar al bosque luminoso, una serie de bajas colinas como dunas de arena, siempre cubiertas de verdes pastos; ese fue el límite de las tierras de cultivo y pastoreo, ya que detrás estaba el bosque luminoso, y aunque la luz salía al Este más allá del bosque, no había sino un valle de roca volcánica sin que ninguna vegetación creciera allí, y donde la luz no llegaba, solo oscuridad, un mar de oscuridad.

Si has estado algún día en Inglaterra, bueno, pues imagina que el mundo iluminado de Norte a Sur, era como ir a pie desde Inverness en el Norte a Brighton en el Sur; más o menos 583 millas o 939 km, y el trayecto podías hacerlo en unos 8 días de caminata continua. Con los consabidos retrasos por comer y dormir, dos semanas a pie serían suficientes. Y de Oeste a Este, unas 400 millas en la parte más ancha o 640 km, un recorrido de 6 días sin descanso, que igual podrían recorrerse en unos 12 días, desde las montañas oscuras hasta las colinas bajas, casi como ir de Penzance en el Oeste a Lowestoft en el Este.

Pero los seres que existían antes de la luz de las hadas temieron a la luz, y se ocultaron en la parte más oscura del mundo y su temor se transformó en odio. Los clanes se agruparon en torno al clan más fuerte y a su jefe; pero para liderar ejércitos no bastaba la fuerza bruta. Buscaron un líder entre todos ellos, no al guerrero, no al más bravo, sino al más sabio de todos, versado en la ciencia oculta del mundo primitivo; y el temor transformado en odio, solo trae destrucción como veras más adelante. Si el estómago te lo permite, continua leyendo; si no, es momento de cerrar el libro.

¡Animo!, que faltan solo las partes más interesantes.Y en esa parte del mundo con día y noche, otra forma de

evolución ocurrió, formas que se parecen más a aquellas que tú conoces; a los arboles les salieron hojas y los ojos de las criaturas sirvieron para ver en la luz, y se adaptaron a ciclos de noche y día, durmiendo de noche y cazando en el día.

Pero luego de algunos años, unos seres con capacidad de caminar erguidos en dos piernas, y que podían pensar llegaron al mundo, conocieron a las hadas y aprendieron lo que en la luz se podía hacer y que en la noche había maldad. Y existió una unión entre estos seres y las hadas, a un nivel desconocido en la Tierra entre las criaturas, y con esa unión las hadas fueron más fuertes y se nutrieron de la energía de la humanidad, y eso también es importante en esta historia, pues a los hombres pronto se les olvidan las cosas que importan.

He aquí, que el olvido en que cayeron las hadas por los hombres, las debilitó, y un hada débil no produce la misma cantidad de luz. Y los hombres olvidaron la fuente de la luz y temieron al bosque que se apagaba.

Las hadas pasaban la peor parte. En el olvido en que se encontraban, dejaron de ser conscientes de sí mismas y solo volaban de manera monótona alrededor de los árboles, como partículas sin vida. Ellas olvidaron quienes eran, su pasado, su misión en el mundo. ¿Has visto un diente de león a la deriva en el viento? Pues más parecían dientes de león, que hadas. Cosas terribles ocurrirán antes de que nuestras hadas vuelvan a ser lo que fueron, con toda su gloria y majestad.

Pero los milagros ocurren, de vez en cuando.

Capítulo 2. Sobre Vai Valé y su gran aventura.Vai Valé era una niña como otras niñas que tú conoces de 8

años de edad, ni más alta o baja, o más gorda o flaca; pero algo en ella era diferente.

Sección 1. Vai Valé.Te he dicho antes que Vai Valé era una niña de 8 años de edad,

ni más, ni menos, pero que gustaba de la lectura, como a ti te gusta la lectura, solo que a ella le gustaba una lectura un tanto pesada, para el gusto que esperaría encontrar en una niña de 8 años. Los Cronicones, eran su volumen preferido. Textos de días antiguos, donde se narraban historias verdaderas mezcladas con la fantasía de ancianos, las leyendas de los hombres y los miedos de los niños.

Vai Valé hacia preguntas sobre todo, y ahí es donde entro yo en esta historia, pues ya por entonces me hacía cargo de la biblioteca de Ram. Ya te contaré sobre las lenguas y los alfabetos en mi mundo. Pero por ahora concentrémonos en Vai Valé.

Vai Valé en su corta vida de 8 años, había tenido numerosas aventuras; se había caído de varios techos de numerosas casas y de diferentes alturas. Se había quemado con agua caliente, aceite caliente y cualquier otra cosa caliente y líquida que te imagines. No es que fuera lo que se dice traviesa, sino más bien curiosa. Y la curiosidad, no es buena compañera de juegos de un niño, y menos de la hija del jefe de la aldea. Todo un guerrero ese SkyRam, barbas largas, ni negras ni rubias, aunque ya blanqueaban algunas canas -una por cada accidente de Vai Valé-. Y, ¿por qué era el jefe? Pues se lo había ganado a pulso, defendiendo aquí, negociando con otras aldeas sobre los límites de los territorios, creando la Primer Asamblea de Todas las Aldeas del Mundo de la Luz -yo tuve que ver algo en eso, no por nada doy consejo al rey... pero creo que me adelanté demasiado-, y bueno, pues por eso y algunas cosas más, SkyRam, era jefe electo de la aldea de Ram.

Y su hija tenía que pagar las consecuencias de tener un padre muy ocupado y la ausencia de una madre, que por desgracia había muerto tratando de dar a luz a un pequeño hermano -el cual también había muerto durante el parto-, para Vai Valé.

Ella se interesaba en todo como te he dicho, pero si algo le fascinaba más que todas las cosas, era lo relacionado con las hadas de la luz, que por entonces eran mito y leyenda.

Pues contaba dicha leyenda, que un día lejano antes de la llegada de los hombres al mundo, llegaron las hadas y vieron al mundo sumido en la esclavitud de la oscuridad. Fue entonces que encontraron el gran bosque del mundo, y lo amaron. Su líder, un hada llamada Mai, les pidió que cada una tomara a su cuidado un

árbol. Cada uno de ellos tendría una conexión única con su hada, y, de esa forma, ambos seres se volverían uno solo.

La misma leyenda aseguraba que en el centro del bosque, en el árbol más alto, podrías encontrar a Mai. Para Vai Valé era ciencia, historia real, para otros era un mito, y los mitos se basan en historias y a veces tienen un fondo de realidad.

Vai Valé huía frecuentemente de su casa rumbo al bosque, con la intención de encontrar un hada, tal vez al hada Mai, y preguntarle por los primeros hombres, ¿de dónde venían?, ¿qué lengua hablaban? Y sobre todo, por el mundo antes de ellas, porqué sobre los seres oscuros no se sabía mucho por aquella época.

Los seres oscuros se suponía eran descendientes de los antiguos habitantes del mundo, antes de la llegada de las hadas; que repudiaron la luz y nunca unieron su energía a la energía de las hadas. Y ahora atacaban el mundo de los hombres, debido a la envidia que sentían por el bienestar que la luz daba a los hombres y a sus hijos.

Ahora, le tocaba a su padre defender al mundo de la luz de los ataques de seres oscuros, en parte por la localización estratégica de la aldea de Ram, pero por otra parte, por las medidas que tomó como jefe electo de la aldea, al crear el ejército regular y el servicio militar a jóvenes de los 12 años a los 16 años de edad -de lo cual me siento muy orgulloso, al haber aconsejado a SkyRam sobre este tema-. 4 años obligatorios para lograr dominar el arte en el combate con lanza y espada.

Recuerdo el día en que Vai Valé me preguntó por el color del cielo, porqué sabrás que no era azul como en la Tierra, sino de gris a negro, y los días parecían más atardeceres que verdaderos días; recuerda que la luz, era la luz que venía únicamente del bosque luminoso y es como encender una lámpara en el buró en un cuarto oscuro, y pasearla de un lado al otro de la habitación; mira la diferencia cuando enciendes la luz de la lámpara arriba, en el techo de la habitación.

Otro día preguntó, ¿cómo sería vivir en el lado oscuro del mundo, donde la luz provenía de las profundidades y de los volcanes? Y preguntaba por todas esas cosas para las que no hay una respuesta; ¡ni aún yo las sabía!, pues no estaban escritas en ningún libro, ni se narraban en canciones o en cuentos de cuna.

El mundo para Vai Valé era asombroso, como asombrosa es la Tierra para ti. Era una niña curiosa, asertiva e inteligente, y por sobre todas las cosas era valiente, y un día tuvo la oportunidad de probarlo.

Sección 2. Porqué Vai Valé se montó en una aventura.Como he dicho antes, el mundo de Vai Valé tenía estaciones

como la primavera y el invierno, pero estas no duraban unos meses, en ocasiones podían durar lo que dura una infancia, y muchos niños solo conocían el verano. A Vai Valé le toco conocer una época de cambios entre la era cálida y la era fría.

El invierno estaba por llegar, habían anunciado los sabios de las diferentes aldeas. A Vai Valé le llamaba la atención eso del invierno, pues en sus 8 años de vida no había visto nada que se le pareciera.

Mi niña, le decía por entonces, el invierno es frío y cae nieve del cielo. ¡No te gustará! Pero le hacía gran emoción en el corazón, poder ver caer los copos de nieve y se imaginaba la totalidad de la tierra vestida de color blanco, como las cumbres de las montañas distantes.

Pero había motivos para estar preocupados. Con la disminución de la luz de las hadas, los ataques de los seres oscuros habían aumentado en frecuencia, pero también las hordas eran más numerosas. El padre de Vai Valé, había citado a los demás jefes de aldea a una reunión urgente, pues avistamientos sobre las montañas oscuras presagiaban lo peor. La más grande fuerza de seres oscuros que se recordaba estaba reunida a menos de dos días de camino de las montañas; la aldea podría caer y las puertas del mundo conocido se abrirían a la oscuridad.

La luz nos está abandonando, decían algunos; son las malas acciones de los hombres y los demonios antiguos vienen a cobrar las deudas, decían otros. Los más atrevidos renegaban de la luz, diciendo que debieron los hombres abandonar estas tierras malditas por la luz, años atrás.

Pero SkyRam se levantó delante de todos y habló serenamente a los representantes de las aldeas. Les explicó porqué la aldea de Ram era fuerte entre las aldeas de los hombres. Sus edictos.

El primer edicto, mantener un ejército regular, pagado, por ende profesional, de 1000 hombres de a pie y 500 a caballo; armadura que cubre el pecho, abdomen y espalda, casco de metal con corteza de árbol en el interior para amortiguar los golpes; escudo redondo con el tamaño suficiente para cubrir de los ojos a las rodillas en posición de combate; y como armas, lanza y espada.

El segundo de los edictos, más terrible aún. Todo hombre al haber cumplido los 12 años de edad, deberá servir en el ejército, por 4 años, formando parte de una retaguardia en caso de guerra y una vez concluido el servicio, deberán de mantener el atavío de guerra completo ya que hasta el fin de los días, servirían en las reservas.

-Cierto es -coreaban los jefes de las aldeas.Uno de ellos, el más anciano de todos, de la aldea de Snake,

intervino.-Pero lo que nos pides es demasiado. Todo el poder sobre el

ejército combinado de las aldeas, ¿qué te impedirá después, si sales vencedor, convertirte en tirano?

A lo que mi señor replicó.-¡Hoy no soy tirano, ni de mi propio pueblo!Los jefes regresaron a las aldeas con obligación de consultar a

los aldeanos, y si los aldeanos decidían ir a la guerra, hacer leva de tropas.

Vai Valé estaba enterada de todo y su más grande temor era que verdaderamente la luz del bosque se apagara, y sabía que podía cambiar las cosas si podía ver al hada Mai; ella podría resolver ese asunto. Y decidió huir una vez más. Con toda la experiencia de sus anteriores huidas, logró salir de la aldea, de noche, cuando su padre estaba en preparativos de defensa con los destacamentos del ejército. Me tocó la penosa tarea de importunar con un mensaje a mi señor, con la noticia, y avisarle que ya una partida de búsqueda había sido enviada. Solo que en esta ocasión, Vai Valé evadía a las patrullas de búsqueda. Por una semana vagó mi señora Vai Valé, escapando de quienes querían devolverla a la aldea.

Mi señora pasaba un día a pie, otro robando el caballo de tiro de un granjero; otras más parecía retroceder al tratar de forzar a una mula a dar paso adelante y salir luego corriendo al primer chillido del animal. Al fin llegó a las colinas bajas, límite de las tierras de cultivo y pastoreo para los aldeanos, y un día más adelante vio el bosque iluminado, y por vez primera logró tocar uno de los árboles de luz. Según recordaba, unas historias decían que los hombres no debían entrar en el bosque, que este era el límite del mundo para la raza humana, y que el contacto con las hadas significaría la muerte inmediata. Pero ella no creía en lo que un guardián de biblioteca tenía que decir en contra de sus amadas hadas, ellas la esperarían de

brazos abiertos, como un padre espera a un hijo que ha salido de viaje por largo tiempo.

Vai Valé quedo horrorizada con la escena que vio al entrar en el bosque. Hadas que parecían sin vida, girando, flotando alrededor de los arboles; su luz tintineaba, como las velas antes de apagarse. Tocó a una de ellas y esta cayó al suelo. Boca y ojos abiertos, sin luz, sin vida; mi señora corrió de desesperación, huyendo del lugar y dejando al hada ahí en el suelo cubierto de hojas color marrón.

Siguió su camino, buscando el centro del bosque y al hada Mai; ella no podía ser como esa hada, tendría que ser majestuosa, llena de luz y poder.

Musitaba para sí misma que no era su intención lastimar a las hadas.

-¡Oh, haditas, no me vean con esos ojos serios, que no he querido hacer ningún mal a su hermana!

Pero los ojos de las hadas estaban en blanco sin el parpadeo de los hombres, que es expresión de estar vivo. Si hubieras podido verlos dirías que eran como los ojos de un tiburón antes de morder, fríos e inexpresivos.

Su respiración podía escucharla ella misma, su corazón producía un ruido ensordecedor, solo sabía que avanzaba por el crujir de las hojas bajo sus pies. Con una geometría fractal, el bosque parecía obligado a repetirse a cada paso que daba, sin saber si se dirigía al Norte o al Sur, perdiendo toda capacidad de orientación. Con el pesar de su alma, la zozobra de no saber si su padre vivía o yacía muerto en el campo de batalla, su desesperación paso a ser terror.

-No puedo darme por vencida, no ahora, ni en estas horas en la que nuevos males aquejan la aldea y a mi padre. Me necesitan. Los necesito.

Sección 3. El encuentro.Mai era sobre todo un hada, nada diferente del resto. Vai Valé

lo descubriría pronto. Pero aún entre las hadas, Mai era verdaderamente poderosa, ¡eso no lo dudes nunca!

Vai Valé llegó al centro del bosque, después de un día más de camino; nada cambió conforme continuó en su avance. Cada árbol su hada y cada hada, igual, muertas en vida. Llegó a pensar que era mala idea haber venido, y que hubiera sido mejor hacer caso al viejo de la biblioteca; pero temía el destino de su padre, tanto como al destino que enfrente, envuelto en densa niebla se presentaba ante ella; por ningún lado se veía el hada que esperaba encontrar, bella, de gran luz y calor.

En vez de ello, un árbol alto y de gran follaje, tal vez el más alto del bosque, rodeado en redondel por otros árboles y sus hadas. Pero el árbol tenía el mismo tipo de hada visto anteriormente. Aun así, le llamó.

-¡Mai!Pero no obtuvo respuesta, y otra vez, la llamó con más fuerza

en la voz.-¡Mai!Y una tercera vez con un grito desesperado.-¡Mai!Sin respuesta, pero decidida a todo, pensó que la única

solución sería tocarla; ya había visto los resultados antes, pero que hacer cuando la angustia nos quiere matar.

Entonces recordó las palabras escritas en un libro…“para que viendo las cosas que hice antes, se atrevan” -aquí el autor realiza una paráfrasis de la Facultad Orgánica, prólogo al Tiento No 19 de Francisco Correa de Arauxo.

Así que habiendo tocado al hada, ésta cayó al suelo como la primera, pero Vai Valé corrió a levantarla y entre sollozos decía.

-Mi hada, mi querida hada. Tanto tiempo esperando por verte y hablarte y ahora que la oportunidad se me presenta, te hago daño mortal. Merecer el castigo destinado al hombre por interferir con la vida de las hadas es poco.

-He oído todo mi señora –dije-. La he seguido desde que salió usted de la aldea en esta aventura de final incierto. Nunca deje que mal alguno se acercara, ni tampoco que su padre supiera donde sus pasos andaban. Culpa no tienes pequeña Vai Valé, pues tú has creído

en tu ignorancia de las cosas; la culpa es de quien aun sabiendo la verdad, no ha tenido el valor para enfrentar a los hombres y los ojos abrirles.

Poniéndome de rodillas en el suelo comencé a decir. -Son Trece Mil las Hadas del Bosque y Trece Mil sus Rayos

Poderosos, Trece Mil veces me arrepiento. ¡Oh! Hadas del Bosque.Y repetía una y otra vez la formula anterior mientras un circulo

trazaba alrededor del hada caída y ponía mis manos juntas a las de mi señora sobre el hada -el porqué de mi disculpa con todas las hadas, tiene que ver con un hecho que hoy no es prudente mencionar, amigo lector, ya que pertenece a otra época y a otra historia.

Y he dicho que los milagros pueden pasar. Y pasó que nuestra hada inició un batir de alitas, no como un colibrí o moscardón, sino más bien como un ondulante movimiento semejante a una bandera al aire.

¡Mai! - gritó mi señora con lágrimas en los ojos-. ¿Eres tu verdad?

Con débil voz, el hada respondió que su nombre no recordaba, ni tampoco el nombre de sus hermanas, pero que la gran hada Mai, poderosa entre las hadas, vivía en algún lugar dentro de la profunda oscuridad, más allá del bosque, en el mar oscuro. Y nos dijo que aquellas hadas que habían podido ver la luz de Mai, decían que era como la luz de miles de millones de estrellas, todas juntas, con la fuerza de mil volcanes.

Vai Valé preguntó al hada si podrían hacer el viaje juntas hasta encontrar a la poderosa Mai, a lo cual el hada accedió, no sin solicitar que yo no cruce los lindes del bosque.

Y mi señora, la pequeña Vai Valé, con lo poco que había vivido hasta entonces, emprendía un nuevo viaje hacia lo desconocido, y ni aún yo podía vislumbrar lo que el destino les tenía preparado a este par de heroínas.

-Regresaré donde tu padre, y más remedio no habrá que esperar que crea cada palabra -dije a las hermosas criaturas que mis ojos veían desaparecer en la oscuridad-. Que el Padre de Todo las acompañe.

Capítulo 3. La segunda parte de la aventura de Vai Valé.El mundo más allá de la luz era completamente oscuro, a no

ser por la luz de las estrellas y la propia luz del hada. En un mundo así, los días no se pueden contar, y es fácil perder el rumbo.

Sección 1. El viaje por el Mar Oscuro.Nunca te has preguntado por el nombre de algunos lugares. El

de la Torre del diablo -Devil's Tower- en Wyoming, Estados Unidos, por ejemplo. Pues bien, el Mar Oscuro, no era un mar de agua sino un terreno, una llanura formada por lava de volcán que se volvió solida hacía cientos, tal vez miles de años y además de ser un terreno plano, sin colinas, depresiones o grietas, era un lugar donde la luz de las hadas nunca había estado presente. Bien podrían haberlo llamado Llanura Oscura. ¿Qué misterio encierra este Mar Oscuro? ¿Por qué el hada Mai se ha refugiado ahí sola?

Aunque el hada no recordaba su nombre, se presentó a Vai Valé de una forma muy cortés, como corresponde a un hada. Muy pronto el hielo se rompió entre ellas y Vai Valé puso al tanto al hada de lo que sabía y entendía, con su mente de niña de 8 años. El hada comentó que la cuenta de los años empezó cuando los hombres tuvieron la necesidad, pero que para las hadas el tiempo no existía, que era como una mañana eterna.

-Para nosotras, hablar de día y noche es lo mismo, para ustedes entiendo es diferente pues tienen necesidad de dormir; pero si deseas saber mi edad, tendrás que esperar a que Mai nos lo diga, pues ella nos dio vida a todas y cada una de nosotras hace muchos, pero muchos de tus años.

-Nosotras - agregó- nos hemos unido a los arboles del bosque como un solo ser, y ahora que me separo de mi árbol, es como si cortaras una parte de mí. Me debilito a cada momento que avanzamos; solo Mai es capaz de estar separada de los árboles y no perder poder.

Y después de un tiempo, no sabría decir cuánto, pues como he dicho, al perderse la noción de día y noche no es fácil llevar la cuenta de los días, avistaron una pequeña luz.

-Mira que hay una luz enfrente -dijo mi señora, agregando después-, vamos por buen camino.

-Si amiguita -le respondió el hada- lo difícil es saber que tan lejos está.

Y siguieron su camino, ahora con una dirección precisa, viendo que la luz crecía y tintineaba como la luz de una estrella. Vai Valé no soportó la angustia por ver a Mai, y emprendió la carrera hacia la luz, y nuestra pequeña hada se quedó un poco rezagada, tal

vez por el agotamiento del viaje o por la lejanía del bosque, o peor aún, por la falta de energía de los hombres.

Mi señora grito y sollozó muy alto, tanto que el hada aceleró la marcha.

-¿Por qué, hada Mai, de mis ojos te ocultas? -preguntaba Vai Valé, pues al llegar a la fuente de la luz, lo que ambas vieron fue un espejo, un gran espejo, mayor en altura que la propia Vai Valé.

Nuestra hada sin nombre, se acercó al espejo viendo fijamente su reflejo en él. Algo ocurría dentro de ella, su brillo aumentaba, y Vai Valé pudo percibirlo, y dejó de sollozar.

-¿Qué pasa? -preguntó.-Yo recuerdo -musitó el hada-. ¡Yo recuerdo! -dijo por

segunda vez, con voz profunda que inundó la llanura-. Hadas del bosque -gritó-, Soy Mai, ¡despierten!

Y su voz retumbo en todos los confines del mundo. Las hadas en el bosque luminoso recobraron su conciencia y aumentaron gradualmente su luz, formando con cada haz un rayo cada vez mayor que se elevó en intensidad hasta chocar con la atmósfera del planeta, pintando el cielo de un hermoso azul, y la intensidad de la luz recorrió la totalidad del mundo siendo una maravilla en el sitio donde Vai Valé y Mai se encontraban.

Poco a poco la luz del hada Mai fue volviendo a su natural fulgor y una asustada Vai Valé -susto de alegría claro está-, reía, brincaba, pataleaba en el suelo, mientras ahora todas las luces se apagaban tomando su resplandor natural.

¿Qué había pasado? Pues en palabras de la propia Mai, lo que ocurrió fue así. Mientras se acercaban al espejo, Mai empezó a tener recuerdos, cada vez más vívidos, sobre su pasado y el pasado de sus hermanas; se vio cruzando junto con ellas las montañas oscuras y llegando al centro del bosque mientras cada una de las hadas tomaba su árbol.

Pero con los sollozos de Vai Valé estos recuerdos desaparecieron un instante, hasta que viéndose al espejo, estos recuerdos fueron más fuertes; ahora podía ver a todas las hadas, mientras una de ellas pedía a las demás en voz que solo la autoridad puede dar.

-Hermanas encendamos una luz, ¡para siempre!

Pero estas últimas palabras resonaban en su cabeza, mientras no se veía recibiendo la orden sino dándola a todas las hadas. Ella era Mai.

-Pequeña Vai Valé -dijo- ahora emprendamos el camino de regreso, que mucho nos espera por hacer.

Sección 2. Sobre el viaje de retorno.El hada Mai y Vai Valé emprendieron su viaje de retorno sin

saber lo que encontrarían al regresar. El padre de Vai Valé podría haber muerto en la guerra o peor aún, la guerra haberse perdido y el bosque estar destruido. ¿Acaso serían nuestras amigas los últimos seres vivos del mundo iluminado?

Hasta donde podían ver, la luz se había extinguido, y la maravillosa llamarada de unos momentos antes ya no existía. El cielo estaba de un color aún más negro, pues costaba acostumbrarse a la falta de luz. Mai trataba de consolar a Vai Valé, diciendo que de haber salido mal las cosas, seguro que el viejo guardián de la biblioteca se las habría arreglado para comunicar las malas noticias y dar protección. Al final, ella y el viejo, eran amigos desde hacía mucho tiempo.

Por momentos, la inquietud aterradora de Vai Valé estaba presente quitando algo de su curiosidad innata. No podía imaginar su bosque destruido, la luz extinguida y a su padre muerto. Sin una forma de contar las horas o los días, no les sería fácil saber cuánto tiempo hacía falta para llegar al mundo conocido. Solo la intuición de Mai, las llevaba por un camino a casa. Mai no necesitaba una comida o agua para sobrevivir, pero en los últimos tramos del camino, las reservas de alimento que Vai Valé preparó para el viaje, se agotaron y empezaba a sentir hambre y sed, pues no se puede sobrevivir sin comida y agua por mucho tiempo. Vai Valé recordaba solo haber bebido algo, algún tiempo después de iniciado el camino de retorno.

Mai era poderosa, pero no con esa clase de poder para hacer aparecer el agua de la nada o cargar en peso a Vai Valé. Sabía que para situaciones difíciles, como esta, hay decisiones difíciles que tomar. Entre hacer caminar a Vai Valé hasta el agotamiento sin saber cuánto tiempo más, o correr por ayuda al bosque, Mai opto por lo segundo, solo que aquí, nuestra hada nos muestra una vez más su poder.

Una parte del hada, su parte inteligente y no material se separó del cuerpo luminoso y transparente, y por un instante se volvieron dos. La primera viajó sin retraso al bosque a buscar ayuda. La otra parte, desprovista del verdadero ser, se quedó como un farol protegiendo a Vai Valé de la oscuridad y marcando el lugar para el retorno. Duerme pequeña, sueña con los verdes pastos que tu padre

pisa al volver contigo, fueron las últimas palabras que Vai Valé escuchó del hada antes de que esta partiera.

Cuando Vai Valé logro despertar, estaba rodeada por un lado, de hadas del bosque luminoso, y por el otro, de los bellos árboles, que no mostraban daño alguno. Ahí estaba Mai, a su lado, señalando al horizonte hacia el Oeste.

El padre de Vai Valé venía a su encuentro, lágrimas en los ojos; los caballeros de Ram le seguían con estandartes al aire. Bajó del caballo, con ayuda del viejo guardián de la biblioteca; y tomando la mano de su hija pronuncio palabras como antes no fueron pronunciadas en el bosque de la luz:

-La Gracia de las Hadas, su regalo al mundo nos ha devuelto la vida y esperanza, donde antes los hombres la habían perdido, el reino esta salvo. Gracias Vai Valé, gracias hada Mai.

-Pero, ¿has dicho reino? -pensaba la pequeña Vai Valé. ¿Cuál era el significado de las palabras de su padre?

Necesitaba respuestas, pero estaba muy débil siquiera para formular las preguntas. Así fue llevada a la tienda de su padre donde pasaron dos días antes de que pudiera salir de la cama, y viendo que era de día, me pidió que buscara a su señor padre, pues de no ser por otro motivo, jamás hubiera abandonado a mi querida señora. Su padre acudió junto con el hada Mai, pues mucho ambos habían de explicar.

Su padre dio comienzo a un relato, el cual ya por entonces, yo había escuchado unas 13 veces, y hubiera podido relatarlo por mí mismo, como si hubiera estado presente. La batalla por el mundo de la luz.

Los días que siguieron a la salida de Vai Valé de la aldea, fueron los más duros en la vida de SkyRam. Decidir entre ir en la búsqueda de su hija o comandar a los ejércitos del mundo libre, y salvar al mundo de la luz de la ruina total, no era una decisión simple. Al final tuvo que suponer que un guardián de biblioteca, antiguo guerrero y azote de la oscuridad, podría cuidar bien de su hija unos días. Y se concentró en la batalla por venir.

El hechicero negro avanzó sobre las montañas oscuras con una fuerza que sobrepasaba los 100,000 seres sin luz; pronto vimos que les disgustaba estar en presencia de la luz de las hadas, por tenue que esta fuera, así que encendíamos antorchas enormes para que siempre hubiera luz intensa en el campamento. Aun así los 10,000 hombres en el ejército no parecían suficientes para el combate. El destino de

la humanidad, el pueblo de las hadas y de la Luz estaría en juego en los próximos días.

Sección 3. La batalla por el mundo de la luz.Esta batalla fue inscrita en los anales de los reyes como la

batalla de por el mundo de la luz. Los hechos aquí narrados fueron escuchados de la boca misma del comandante del ejército de las aldeas SkyRam, rey, a quien el hada Mai, poderosa entre las hadas, coronó en el bosque de la luz. Rey por derecho propio y que fue el primero en llevar el título de Rey, Comandante y Protector de los Hombres y Escudo de la Luz.

Vai Valé había llegado ya al linde Oeste del bosque de la luz, cuando las primeras escaramuzas entre los ejércitos de la oscuridad y de la luz iniciaban. Por tres días y sus noches, los enviados del hechicero negro bajaban desde el campamento sobre las montañas, en pocos números, solo a probar las defensas y la templanza de los hombres. Si bien las bajas no eran muchas, la intranquilidad y el mal sueño entre las tropas, estaban haciendo estragos en la moral de los soldados que no pertenecían al ejército de Ram. Pensaba SkyRam, que si estos ataques de baja escala continuaban, habría deserciones.

Al fin, al cuarto día de combates, una fuerza considerable de seres oscuros se presentó en formación de batalla, rozaba ya el atardecer en el mundo, y los ejércitos de los hombres libres se formaron para la batalla. En el centro, las tropas de Ram, un frente de 100 hombres y sus escudos por un fondo de 10 hombres, formando una formidable pared de lanzas, detrás de ellos, la caballería, dividida en dos secciones de 500 caballeros cada una; la primera compañía, para ejecutar un movimiento envolvente a la izquierda, hacia el Sur y la segunda compañía, para ejecutar un movimiento en espejo hacia el Norte.

Las alas del ejército, estaban formadas principalmente por tropas no regulares que habían venido de otras aldeas, la mayor parte sin armadura, escudo o verdaderas armas de combate. Estas habían traído todo tipo de herramientas de trabajo al campo de batalla. Detrás de todos a una distancia segura, la retaguardia y reserva del ejército, los muchachos de menor edad, jóvenes de 12 a 14 años, dispuestos a todo, pero con un miedo que igual los hubiera matado antes de empezar el combate.

La idea era simple; simular una resistencia en el centro del ejercito por unos pocos minutos, y ordenar un retroceso lento, mientras las alas se extendían hacia el Norte y el Sur y un poco al Oeste, empujados por la caballería desde el fondo, haciendo parecer

que el ejército estaba confundido y en franca deserción. A una orden de SkyRam, la caballería ejecutaría el movimiento envolvente cerrando un círculo alrededor de los enemigos, que serían masacrados.

Todo parecía ir bien en los primeros minutos de la batalla, conforme al plan trazado por SkyRam, pero el hechicero tenía más tropas de las que había comprometido en el ataque inicial, y las mostró al poco tiempo de iniciar la batalla.

El pánico se apoderaba de las tropas menos experimentadas. El movimiento para encerrar a los enemigos no funcionaría sin los elementos completos del ejército, ya que las alas eran el soporte del batallón central. Si las condiciones persistían, el centro del ejército verdaderamente tendría que retirarse y tratar de apoyarse en las reservas.

Pidió la retirada de la caballería para moverla fuera del tráfico de tropas y que un caballo no fuera a aplastar a un aliado, y de esa forma tener tiempo para su reorganización.

La segunda ola del ataque enemigo estaba enfrente, y cuando todo parecía perdido, SkyRam voltea a ver a los hombres en la retaguardia y mientras iniciaba la señal acordada para indicar al comandante que retrocediera -e iniciara preparativos para la resistencia dentro de la misma aldea de Ram-, una luz intensa y cálida invadió sus ojos, pero más aún, cegó y lastimó a las tropas oscuras poco habituadas a tal luminosidad, y, aprovechando el momento, ordenó a sus hombres poner pie firme y avanzar. La caballería hace el movimiento planeado, mientras llama a su segundo comandante y a las reservas. Sería el todo o nada.

Con nuevos bríos el movimiento envolvente fue desarrollado sin tropiezos y debido a que se comprometió la mayor parte de las tropas enemigas en la primera y segunda olas del ataque, los de la avanzada al intentar retroceder, se vieron detenidos por el avance de la segunda ola. Esta confusión fue lo que permitió acabar al enemigo.

La batalla duro algún tiempo más ya en la noche, pero sin contratiempos para el ejército de la luz. ¡Habían vencido! SkyRam ordenó no perseguir a los enemigos en retirada. Primero, ya era de noche y sería difícil seguirlos; y segundo, estarían en terreno alto y los caballos no servirían de mucho ahí.

Podía estar tranquilo, más no feliz. Aun debía saber la naturaleza de la luz, pero por sobre todo, encontrar a Vai Valé.

Todas estas dudas en la cabeza de SkyRam y la localización de su hija, le fueron reveladas por el hada Mai, que en etérea forma, visitó a SkyRam y así fue como supo del viaje de Vai Valé y de donde se encontraba ahora al cuidado de las hadas.

Sección 4. Escudo de la Luz.Hadas y hombres se dieron cuenta de lo importantes que eran

los unos para los otros.Luego de la batalla y debido al mensaje del hada Mai, partió

SkyRam con una gran comitiva al lugar señalado por el hada. Luego ocurrió el que sin duda sería el evento, que marcaría el destino de hadas y hombres por siempre.

Estando reunidas las hadas y los hombres, el hada Mai pronunció el siguiente discurso.

-Nos hemos servido los unos a los otros por generaciones de hombres; nosotras proveyendo de luz al mundo y ustedes defendiendo al bosque iluminado. Nunca hasta ahora ha quedado más claro que se requiere de un hombre capaz para comandar la defensa. Por ese motivo, las hadas damos el título de rey a SkyRam, aclamado por los hombres como su Comandante y Protector, y por las hadas como Escudo de la Luz. Nadie podrá llamarse rey sin la aprobación de las Hadas y del Consejo de los Hombres. ¡Que viva SkyRam!, Rey, Comandante, Protector de los Hombres y Escudo de la Luz.

Y así, se inicia la era de los reyes, y este fue el primer año del rey SkyRam, y muchos fueron los años que gobernó, y eso no se cuenta aquí.

Capítulo 4. El final como lo vieron los ejércitos oscuros.There's so many different worlds,So many different suns,And we have just one world,But we live in different ones.Mark Knopfler, Brothers in arms.

A ningún escritor le gusta terminar una historia dejando inconclusos algunos pasajes, y tengo una necesidad, una obligación, por contarte que paso durante la batalla, pero en el lado de los seres oscuros.

Se bien que nunca escuchaste antes a un ser oscuro platicando en el parque frente a tu casa, por eso debo decirte que solo una persona que ha estado entre ellos es capaz de entender una palabra, o dos, en una conversación como esa. Suenan chillidos y alguno de ellos es un bienvenido; con un castañeo de los dientes dicen, pase al salón; pero hacen cosas más curiosas que solo ellos escuchan, pues se han habituado a esos sonidos. Tal vez un poco como murciélagos en una cueva, sería la descripción más adecuada. Y, ¿por qué tengo la facultad de conocer este lenguaje? Pues porque he tenido que vérmelas con ellos antes; a veces de captor, a veces capturado.

Y entonces aquí está el desarrollo de la batalla visto desde las montañas oscuras.

El hechicero negro había trazado un plan para el combate. Sabiendo que los seres de la luz requerían del sueño tanto como del aire que respiran, imagino que si no los dejaba dormir los debilitaría.

Entonces ordenó a sus comandantes que hostigaran con pequeños grupos de tropas, día y noche por tres días, antes de lanzar un ataque con la mitad de las fuerzas. Había visto las espadas y las lanzas, pero más le preocupaba las vestiduras brillantes que el ejército de la luz usaba y sus escudos. ¿Cuántos seres oscuros necesitaría para arrancar una armadura y quebrar un escudo?

Su ejército venia armado con diferentes clases de hachas de piedra y grandes masas de piedra también. Siempre cargaban rocas afiladas a manera de cuchillos y en su caso podrían lanzarlas en la distancia. Pero no llevaban ningún escudo o armadura; supuso que una vida entre el fuego de volcanes, habría endurecido la piel de sus soldados y podría combatir de igual a igual con las bien entrenadas tropas de Ram.

Al prepararse para el asalto final, ordenó al comandante de mayor jerarquía, hijo del jefe de todos los clanes, que permaneciera a su lado con la mitad de las tropas, mientras la otra mitad desarrollaban el ataque.

Nunca pensó que la disciplina fuera un arma poderosa.Al ver la retirada desorganizada de las tropas comandadas por

SkyRam, el hechicero no sintió que tuviera aun la victoria, pues las bajas no habían sido muchas entre los hombres. Pero el comandante de las tropas de reserva se río de la cobardía del hechicero negro y se lanzó al ataque, desobedeciendo toda orden dada; buscaba la gloria y la cabeza de SkyRam.

No obstante que cada uno de los seres oscuros tenía un peso de más del doble del de un soldado de Ram con todo y armadura, y que eran de mayor talla, las tropas de SkyRam se reorganizan, y devuelven el ataque; la segunda ola del ejercito oscuro, en su inercia, formó un tapón impidiendo el retroceso de la primera ola de atacantes oscuros, y permitió el movimiento envolvente planeado por SkyRam. Fue entonces cuando el comandante se dio cuenta del error.

El comandante de las reservas oscuras no conocía el miedo, pero morir ahí le arrebataba la futura venganza. Así que arrancó a un caballero de su montura con todo y la pesada armadura, y lo lanzó al suelo, montó al caballo y huyó tan de prisa como pudo. No se detuvo hasta llegar al palacio de fuego.

En la gran sala del trono del jefe de todos los clanes, en el palacio de fuego, el hechicero esperaba sentencia. De rodillas dio explicación, que de ninguna manera dejaron satisfecho al jefe.

-Se te trajo aquí por conocer las artes oscuras de antes del nacimiento de la luz -dijo el jefe.

-Tal vez -contestó el hechicero-, si me hubieras dejado seleccionar a mis comandantes, mi señor, el resultado hubiera sido distinto.

El jefe de todos los clanes se acercó a su hijo y lo tomo por el cabello, su grueso cabello. Su hijo agacho la mirada, con una sonrisa de satisfacción. Seguro el comandaría al nuevo ejército oscuro.

El jefe con un rápido movimiento saco la gran masa que llevaba en el cinturón y de un solo golpe hizo desaparecer la mitad de la cabeza de su hijo.

-A este puedo reemplazarlo -gruñó el jefe- hechicero solo tengo uno. Levántate y acompáñame. ¿Me pediste un mejor comandante?

Y mostrándole un enorme patio desde el balcón, agregó.-Escoge a uno de entre todos ellos.Eran miles, cientos de miles.

Anexo 1: Ashlut, el héroe, el villano.La historia de un servidor es una historia que pertenece a otra

época; muchos años antes de la era de los reyes. Mi edad ni siquiera yo la sé. Cuando nací los días no se contaban.

Lo que puedo agregar es que tus padres deben leer estas notas primero y luego debes leer estas notas junto a tus padres, ya que lo que aquí está escrito no es cosa que puede tomarse a la ligera, y en cada línea hay tragedia.

Aunque puede ser narrada en primera persona, no lo haré así.Ashlut era un chico en el joven valle de la luz, curioso de todas

las cosas y conocía de las leyendas del mundo nuevo y el mundo antiguo. Así que en lugar de sembrar la tierra o pastorear ovejas, recorrió el mundo. Y visitó las montañas oscuras, y vio como se cubrían de hielo en el Norte y en el Sur, y recorrió las colinas que separaban su mundo del de las hadas. Y creyendo saber que las hadas eran eternas, imaginó que dentro de ellas yacía la clave para una vida de eternidad.

No pudo soportar la tentación, y sucumbiendo a ella, se acercó demasiado al bosque y logró ver a una de las hadas; la tocó con sus manos y esta solo le recordó de la prohibición que tenían los hombres de entrar al bosque.

Ashlut toco al hada, suave, cálida y luminosa. Sintió la eternidad en su mano y su deseo se acrecentó. La colocó en el suelo, y, sacando un cuchillo intentó cortar una parte de sus alas, un poco seria suficiente. Al final, era solo un poco de la esencia lo que requería para una vida inmortal. El hada entendiendo lo que ocurriría solo se limitó a mirar a Ashlut y a derramar una lágrima. Un crimen se cometería en ese momento y dejaría huella indeleble en la vida de hombres y hadas. El más grave crimen en el mundo.

Ashlut cortó un pequeño fragmento del ala del hada. Ella chilló.

El chillido lastimó los oídos de Ashlut, pero ya no podía dar marcha atrás; comió el pedazo del ala. Vio que todas las hermosas y luminosas hadas estaban detenidas en el tiempo y en el espacio, sabían lo que estaba haciendo, habría muchos testigos de su crimen y el temor lo recorría de adentro hacia afuera, echando fuera su vida.

Sin saber porqué, toma otro pedazo del ala y lo come, y otro más; las hadas no se mueven. Los chillidos de la víctima continúan en aumento. Decidido a continuar, la hace desaparecer tras sus

dientes. Los ojos del hada clavados en él, lo siguieron mientras la metía en su boca. ¡Estaba hecho!, había devorado a un hada de la luz. Todas las hadas lo miraban, sin horror, sin temor, sin una expresión de realidad.

En ese instante sin tiempo, algo se movía dentro del bosque. El hada Mai se acercó y viendo fijamente a Ashlut, con voz severa pero tranquila dijo:

“Ashlut, traicionaste el código de los hombres al venir aquí. Llegaste con codicia en tu cabeza y lujuria en el corazón.

Siendo hombre como eres, no respetaste nuestros acuerdos y deseaste para ti algo que jamás tendrías de forma natural. Aunque no defiendo con armas a mi pueblo, ni tampoco imparto justicia, debes saber que al haber encontrado lo que anhelabas, encontraste tu único castigo. Nosotros somos seres de luz: no podemos morir, ni envejecer. Pero tu acto vil, fundió un hada y un hombre en un solo cuerpo. ¡Mira! Aquí está tu árbol. Sigue vivo y unido a ti. Puedo sentir la vida inmortal en tu ser; así busques la muerte en el hielo de la montaña o en el fuego del volcán, no perecerás. Debo recordarte que la naturaleza de tu ser no es de luz sino el de la carne cuyo destino es el de alcanzar la vejez y la muerte en la cama del anciano; conocerás la primera y desearás la segunda.

No tengo nada de que perdonarte, no has matado a nadie, la esencia del hada sigue viva y así seguirá por siempre.

No traiciones nuevamente el acuerdo entre hombres y hadas; Este acuerdo fue aceptado para defender a los tuyos de esta clase de situaciones, y preservar la luz en el mundo. Guarda el secreto de tu longevidad, nadie debe saberlo, pues la luz del mundo estaría en riesgo, Ashlut.”

Y mientras estas palabras resonaban, las lágrimas recorrían el rostro de Ashlut.

Con el paso del tiempo Ashlut se volvió un guerrero; buscando la muerte se arrojó en el frente de cada batalla posible. Ninguna herida le causó la muerte. Su fama recorrió las aldeas de Norte a Sur, y de Este a Oeste. Los seres oscuros le temían.

Un día sepultó a su padre; luego a su hermano mayor. Su madre murió después. Comprendió que no debía tener esposa ni hijos. No soportaría verlos morir.

Una mañana despertó temprano antes del alba. Algunos cabellos blancos tenía ya en las sienes. Su casa si se le podía llamar

así, un solo cuarto y en el centro el hogar, olía a leña húmeda en el fuego. Tosió. Tomó su espada y sintió dolor en la muñeca; desde hacía varios días la fuerza escapaba de sus manos.

Se ausentó de algunas batallas, y SkyRam lo visitó.-La historia del guerrero invencible termina, pero la leyenda

continua -dijo SkyRam-. Por el amor que mi padre te tuvo, por el bien que le hiciste a mi pueblo, quiero pedirte algo; no hay historia de lo que somos. Solo lo que los ancianos cuentan ha sido y será hasta hoy. Tu tarea es, hasta el fin de las hadas, salvaguardar los actos y la ciencia del Pueblo de la Luz.

Un día conoció a Vai Valé.

Anexo 2: Nuestro vecindario celeste.Nuestro sistema solar es muy diferente al tuyo, lleno de

cuerpos celestes y de un imponente sol brillante. Este en cambio solo consta de tres pequeños cuerpos. Y ninguno brilla mucho.

En la imagen, trato de mostrar cómo se ven las órbitas de ese tan peculiar sistema estelar binario. Es lo mejor que pude lograr (gracias a PhET), así que no espero buenos comentarios al respecto.

Debido a diferentes situaciones celestiales, el sistema solar donde se desarrolla nuestra aventura, esta solamente compuesto por tres cuerpos celestes, un sol pequeño, de más o menos la mitad de la masa de nuestro sol, al que describiremos como una estrella enana roja, poco luminosa y relativamente fría. Luego tenemos a una segunda estrella -por solo un poco no fue un planeta gigante-, una estrella enana marrón, que si bien no brilla, es casi tan caliente como un templado día en el desierto de Arizona. Y entre las dos, estrujan, jalan, comprimen, empujan, atraen, estiran y aflojan, a un pequeño planeta que debería estar tan helado como cualquiera de los polos de la tierra, pero que debido a la fricción que genera su corteza al moverse, logra producir enormes cantidades de calor, como para mantener fundida buena parte de su centro y crear actividad volcánica importante.

Muchos se estarán preguntando, y, ¿cómo hace este pequeño mundo para mantener una precaria gravedad y para permitir una atmósfera algo decente y que una persona pueda respirar?

Y pues a mí me gustaría poder decir que es algo que solo le interesa a algún astrofísico en alguna universidad, sin más que hacer que formular preguntas, para que los autores de libros como este no podamos progresar…

Perdón, quiero decir que, algunos años atrás, tantos como 4,000,000,000 -4 mil millones- de años atrás, en la infancia del sistema solar, un planetita de hierro, se estrelló con nuestro mundo de hadas, cuando aún nuestro mundo era suave y líquido, como la lava volcánica, y así aquel planetita de hierro, se hundió profundo hasta situarse en el núcleo de nuestro mundo, y eso le dio al planeta la posibilidad de contar con un campo magnético, que lo protege de la radiación de la enana marrón, y así mismo una masa y densidad mayores, por lo que la fuerza de gravedad tuvo la posibilidad de mantener una precaria atmósfera.

Más aún, si bien la atmósfera escapa -no muy rápido- del planeta, las erupciones volcánicas y la creciente actividad de la vegetación, logran que la atmósfera se esté renovando constantemente.

Así pues y sin mucho detalle, te he dado los datos principales de como luce desde fuera el sistema solar que ha permitido -y continua permitiendo- que sobrevivan nuestras hadas, y seres de fantasía, aunque no está por demás decirlo, que solo para el lector del libro son fantasía, porqué si pudieras preguntarle al hada Mai, seguramente reiría a carcajadas diciendo que nada es más real que el bosque de las hadas y el anciano de la biblioteca. Sé que muchos esperaban una disertación sobre astropaleontología para postgraduados en astrofísica, pero no, hasta aquí he de dejar las explicaciones por ahora, lo cual no quiere decir que voy a escribir un segundo libro, o un tercero...

Anexo 3: Mapa del mundo conocido.El siguiente es un mapa del mundo que conoció Vai Valé, pero

que sin duda fue cartografiado en tiempos posteriores, tal vez durante el reinado de StoneRam, el cual con su máquina voladora se permitió conocer mejor el mundo y trazar mapas precisos.

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