Critonis: Placer y Culpa

8/19/2019 Critonis: Placer y Culpa

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Críto

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Dirección GeneralMarissa Yazmín Mata Mejía

Dirección EditorialTeresa Geraldine Cruz Jiménez

Dirección de Publicación Jahaziel Esteanía Cervantes López

Dirección de Relaciones PúblicasLaura Montserrat Macías Torres

Diseño GráficoCésar Jaime Maza González

León Robles

Karina Solórzano

Daniel Aguirre Herrera (Daniel A.)

Francisco Javier Ramírez Miranda

Luis Arturo Sosa Barrón

Jorge Daniel Cabrera (eL eNe)

Christian Daniel Sánchez Morales

Raael Alejandro Leyva RodríguezWalkiria Torres Soto

Heriberto Bernal A.

César Elizarraras Valencia

José Sebastián Montiel Rodríguez

Jorge Alonso Chávez Gallo

Cano de Luna

Jesús Alredo Valenzuela Chávez

Jaime Muñoz

Fernando Lara

Enrique Serrano Salinas

Alonso Pedraza Pérez

César Darío Vázquez Palomino

Mr. pulp

Juan Trejo

Jonás

Modelo de portada: Alexandro R. Serrano S.

Nuestro contacto:

[email protected]/revistacritonisrevistacritonis.blogspot.mx

Colaboradores



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La cultura puede maniestarse en cualquier expresión hu-mana creando un universo de representaciones tan ricascomo diversas. Bajo éste pensamiento nace Crítonis, unarevista que busca ser un puente entre ese universo repre-

sentado y los sujetos que las crean.

El equipo que conorma Crítonis tiene una clara convic-ción: la cultura no debe ser diícil de comprender y muchomenos aburrida; por ello, hemos creado seis secciones enlas que nuestros lectores encontrarán novedades ocultasentre sus líneas.

En esta ocasión el lector será testigo de la realización de unode los objetivos de Crítonis: crear un espacio para las vocesque hasta entonces habían permanecido ocultas. Nuestralabor se concreta hasta que con la lectura se da vida a lasletras que nuestros colaboradores nos han dado.

Es por ello que en la presente edición abordamos el tema‘Placer y Culpa’ como una reflexión sobre la existencia go-zosa del ser humano y sus consecuencias. Cuatro ensayos yalgunas de nuestras secciones, giran en torno a la temática,conrontando al lector con sus posibilidades de experimen-tación.

Agradecemos a los que respondieron a nuestra convocato-ria confiándonos su trabajo, y a quienes nos han regaladomomentos de lectura. Sin más, los invitamos a disrutar delcontenido de nuestra edición número dos.

Nota editorial



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Horizontes

Giroscopio

Ánfora de Crítonis

Sín título

Poder morir

Día

Canela mujer

Callejeros

Descenso/Lienzo

Sin título/Final

El perro entre letras

Amor en C mayor

Cocinando con…los narco-satánicos

El postre

A propósito de la nieve y algunas prácticas sexuales

El origen de la culpa

Amor y objetividad

Confesiones de una ciclofílica

La represión del placer

Placer y culpa

Ecos en la piel

La niña que se come todo

365 días en pijama

Mini cuentos eróticos sin rodeos

Eu sei que vou te amar

Las tareas del nombre

Máquina y culpa

Todos lloran

El Dorado

Expulsión de la memoria

Roscharch, el Yo negado

Locus urbano

Oráculo de Crítonis

Referencias

Sobre los colaboradores

Convocatoria No. 3



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Imagina… son vacaciones y teencuentras en esa etapa de tuvida en la que eras tan joven queel cuerpo no dolía, te levantabascasi de madrugada, te prepa-rabas un cereal con leche y loúnico que te disponías a hacer,durante gran parte de la maña-na, era ver televisión, para sermás exactos, siempre termina-bas sintonizando el canal de lascaricaturas ¿recuerdas aún esaetapa? ¿Recuerdas que tan abu-losa era? Mejor aún, ¿recuerdascuál de esos personajes anima-dos era tu avorito?

Así como tú, esas series televisi-vas, al igual que los personajesde los que posiblemente uiste

an acérrimo, han cumplido susaños. Así que te invitamos a queeches un vistazo a la historia dela televisión y veas qué anima-ciones salieron a la luz en el tri-mestre Crítonis.

Fue un 9 de agosto de 1926 que lascaderas de la amosa Betty Boopaparecieron por primera vezen televisión en la serie Talkar-

toons producida por Fleisherstudios . Así pues, Boop ha sidoconsiderada como el personajeanimado más sensual, e inclusoerótico, en la historia de las ani-maciones, además, el personajese creó a partir de la fisonomíade la actriz Estadounidense He-len Kane –quien cumpliría añosun 4 de agosto, pero de 1904.

Aunque si de petacas hablamosqué tal hacer mención de los tanamosos pantalones cuadradosde Bob Esponja quién comenzósu transmisión a través de Nickelodeon el 19 de julio de 1999Aunque si queremos saber laverdadera edad de Bob Esponjauno de los capítulos de la seriemuestra la licencia de conducirdel personaje que tiene 14 de ju-lio de 1986 como la echa de sunacimiento.

Y para cerrar con broche de ororecordemos a uno de los orta-chones más apreciados por elpúblico, sobre todo por las ma-más, ya que él enseñó a comer

vegetales a los niños, con susclásicas espinacas. Popeye ( pop -saltón, eye -ojo), el eterno noviode Oliva, nació el 1 de julio de1929, echa en la que ue creadopor Elzie Crisler Segar.¿Qué personaje de las seriesanimadas ue tu avorito en lainancia?

Por Geraldine Cruz Jiménez



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Somos seres de naturaleza sen-sible, es así que, para satisacercada una de las escalas de placer

y culpa que se procrean direc-tamente en ello, contamos conuna infinidad de medios a nues-tra disposición, desde biológi-cos hasta culturales, como lo esel arte; éste puede ungir dentrode la vida del hombre como labala contra la cotidianidad o elgoce que nos redime.A continuación hablaré breve-mente de las obras destacadasde seis artistas visuales que re-tan lo cotidiano sin culpa desdeel placer estético.

Diane Arbus (Nueva York, 1923- Nueva York, 1971)¿Qué hacemos cuando nos senti-mos extraños, ajenos, monstruo-sos? Diane Arbus, otógraa esta-dounidense, sintiéndose de estamanera, dedicó gran parte de susotograías a aquellos que, en su

tiempo, se consideraban enóme-nos: gente deorme y enermosmentales. Con un estilo ácido, en-ocaba directamente a la persona

y la exponía a carne viva. Una desus obras más conocidas es Niñocon granada de mano de jugueteen Central Park (1962).

Arturo Rivera (Ciudad de México, 1945)Se dice de Rivera que ha pinta-do La belleza de lo terrible . Estepintor mexicano se distingue porobras magistrales, perturbado-ras, de irrealidades y realidadesviscerales. En la exposición His- toria del ojo (1990) Arturo Rivera

coloca al ojo como protagonistade enlaces narrativos, órganoprincipal que atisba en lo claro

y lo oscuro. La pintura Tiresias ,perteneciente a esta serie, es unamuestra ideal del mundo pictó-rico de Rivera, donde conjugaelementos mitológicos con el ojocomo centro de la acción.

Por Montserrat Macías Torres

Seis artistas visuales para disfrutar sin culpa

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Marina Abramovic(Belgrado, Yugoslavia, 1946)

El arte poco a poco ha roto lasbarreras de intimidad con elhombre, tal es el caso de MarinaAbramovic en sus performan- ces , quien hace partícipe al es-

pectador del acto, haciendo deella misma su obra. En el per- formance Ritmo 0 (1974) colocó72 objetos en una mesa a dispo-sición del público, materialesplacenteros y dañinos. Mientrasella permanecía pasiva, el públi-co podía manipular y usar cual-quiera de los objetos en ella.

Ritmo 0 :http://www.vimeo.com/71952791

Andrés Vázquez Gloria (Aguascalientes, México, 1971)

Artista que se distingue por su amplia trayectoria y el dominio dediversas técnicas para sus obras. Es un reconocido grabador y pin-tor, que ha desarrollado el tema de la condición humana y la decadencia, desde pintar prostitutas para su serie Musas enfermas ,hasta plasmar la deormación de la figura humana en Minotauros/siameses (2011), como el crear un libro para su hijo Bestiario paraMateo , lo que expone su versatilidad y experiencia artística. En este2014 presentó Autorretrato 50 días , una obra inquietante que nosredime.

Sophie Calle (París, 1953)

Esta artista conceptual es una mujer controversial, su obra se hadestacado por la revelación de su intimidad al espectador. Del 11de abril al 31 de agosto de 2014 en el MARCO (Museo de Arte Con-temporáneo) de Monterrey se exhibió la instalación Prenez soin devous (2007) de Sophie Calle, la cual emerge cuando la artista recibeun email de su pareja donde termina su amorío, concluyendo elcorreo con un ‘Cuídate mucho’, que da nombre a la instalación. Enella podemos apreciar cómo 107 mujeres de diversas proesionesdiseccionan la carta electrónica a través de textos, videos y otos.

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Jake & Dinos Chapman (Reino Unido, 1966, 1962)

Las dantescas esculturas de los hermanos Chapman se yerguen antelos ojos del espectador para sacudirlo con su contenido grotesco ymonstruoso; abarcan temáticas como el nazismo, la muerte, el sexo,el horror, entre otros, que nos inquietan y nos hacen reflexionar entorno a la obra. Muestra de ello son las que conorman la serie ZygoticAcceleration (1995), las cuales representan a mujeres unidas corporal-mente de la manera más inverosímil, con genitales masculinos en el

rostro y cuerpos deormes.

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Críton

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Este es un documental que pretende esclarecerlos hechos en Noruega en los años 90’s, los ase-sinatos, la destrucción de iglesias y supuestosrituales satánicos ligados a un grupo autodeno-minado Inner circle . Se intenta dar una vista unpoco más prounda a estos hechos, yendo tras las

figuras emblemáticas que undaron el Black Me- tal , mostrando aquellos aspectos cotidianos delos principales involucrados, con crímenes rela-cionados con el Inner circle que, a su vez, reper-cutió en la orma de hacer música y en la ormade pensar de algunos, creando un movimientocultural en Noruega, por otra parte, un repudiohacia estas expresiones artísticas e ideas.

El Inner circle ormado principalmente por lasbandas musicales Mayhem , Burzum , Darktrho- ne y Emperor tenían dos objetivos: uno de ellosera crear música que retaba la orma de hacerlahasta ese momento. Utilizaron el peor equipopara grabar, creando sonido crudo y distorsio-nado, que, a la vez, debía sonar como una narra-ción, como las sagas escandinavas, nombrandoeste sonido Necro-sound .

Por otra parte, estaba la ideología política que si-guieron algunos, encabezados por Var Vikernes,acerca de la mala influencia de Norteamérica so-bre Europa, siendo la religión cristiana el mayorde estos males, provocando que los noruegos ne-garan su cultura y tradiciones, por medio de la

adopción de una religión extranjera.

Por esta razón Varg, y otros miembros del Innercircle , decidieron quemar varias iglesias, puestoque esta religión no respetaba sus costumbres ycreencias, por lo tanto, ellos tampoco lo haríanUn ejemplo claro de esta invasión, relata Varg, esla quema de la biblioteca de Alejandría y la des-trucción de un sitio sagrado donde se celebrabaal Sol, donde actualmente se ubica la iglesia deFantof, construida en el año 1150 y reconstrui-da después del incendio, en la ciudad de Bergensound. El objetivo no sólo era la destrucción delo que contaminaba su cultura, también era ha-cer que la gente se diera cuenta de todos aque-llos problemas culturales, de identidad nacional

y problemas políticos que son provocados por laalianza transatlántica.

Until the light the take us (2009),directores Aaron Aites y Audrey Ewell.

Reseña de documental ‘Until the light the take us’

Por Christian Daniel Sánchez Morales



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Después de varios incendios a iglesias, dos asesi-natos y un suicidio, Vikernes decidió hablar conun reportero y contar que ellos habían sido losresponsables de quemar iglesias, dando una jus-tificación para ello. Sin embargo, el reportero nopublicó esa inormación, sino que acudió a la po-licía lo que provocó el arresto de los responsables,mientras que en los medios cambiaron toda la jus-

tificación de la quema de iglesias, presentándoloscomo un movimiento satanista, que posterior-mente sirvió para justificar otros altercados.

Cuando Varg asesina a Østein Aarseth ‘Eurony-mous’, supuesto líder y undador de Inner circle ,por desacuerdos de ideas, aquellos que tenían re-lación con el Inner circle empezaron a cortar esoslazos para no verse envueltos en las acusaciones,como lo ue Bård G. Eithun ‘Faust’, acusado de ase-

sinar a un supuesto pedófilo. Todo empezó a salira la luz, lo cual trajo arrestos a varios miembros yla distorsión de sus intenciones e ideologías que sereflejaban en sus actos y música.

Aunque no todo se perdió, se undó un sub-géne-ro que aportaba una nueva orma de crear e in-terpretar un tipo de música que, en principio, noquerían que uera comercial ni se deormara elsentido original, aunque ahora se conciba comoun género más.

En la actualidad este movimiento aún sigue te-niendo gran influencia en Noruega, ya sea posi-tiva o negativa. Una de ellas es del artista visualBjarne Melgaard, que ha dedicado la exposiciónLos hijos de Odín de pinturas, otograías y escul-turas a este género e ideas que conlleva. Melgaardconsidera que hay pocas expresiones culturales,que bien son mediocres o son ignoradas como lepasa al Black Metal y su ideología.

Haciendo un contraste con la propia realidad sepueden ver semejanzas, mencionadas en el docu-mental, como la destrucción de las culturas nativasa la que ha llegado la religión cristiana. En Méxicoparece que sucedió lo mismo y en la actualidad po-cos son los que reconocen su mestizaje, al no ha-cerlo repudian a aquellos con tradiciones, lenguaso vestimenta de origen indígena. Eso no es justifi-cación para empezar a quemar iglesias, sino paracambiar la propia manera de pensar reconociendo

y apreciando lo propio para poder tener un inter-cambio cultural y entender otras culturas.



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Obra Sin títuloAutor: Karenzia



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Podré derretirmea la mirada del sol castigante

sintiendo el peso del cielo más vivo

y el alma secabuscando que la muertereresque el mundo con su abrazo río.

Podré hundirmea la orilla de una lágrima

en la que rezaría para perderme;sentirme vivo para morirme

sentirme muerto para encontrarmeencontrarme y sentirme incompleto

girar la vista y sentirme hundido.

Podré arrancarme la piel a gritosdevorar la noche y sus complementos

y de esa manera sentirme unidoa la luz de la vela y a sus mil secretos.

Podré escribir mis últimas palabrasirmar mi testamento con la sangre de mi memoria

y hallar la tinta con la que escribí mi nombreen aquel papel en el que mi madre

escribió mi vida.

Podré dejar de reírarrastrarme en un camino que no es mío

que la sal me disuelva los dedos y respirar proundamente

para seguir los pasos que soñé desde niño.

Podré cerrar los ojos, despertar y vertesentir que muero y llorar de ríopero por cada pedazo de tiempo

pero por cada héroe caídodejo de morir y me aerro a tenerte,

que tu piel me proteja del mundo lúgubresólo en tu mirada siento que no muero

sólo en tu mirada siento que vivo.

Por Darío Vázquez Palomino

Poder morir



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Para usted debe ser sencillo,despierta cada mañana

y lo primero que observa es su lindo rostro,de a poco se va quitando el sueño,después de la ducha matutinaresca su cara,se mira en el espejo a los ojoshermosa usted,sonríe

y se ilumina el día.

¿Cuántas miradas colecciona de su casa al trabajo?

¿Cuántos sueños?¿Cuántas antasías?

Ya de tarde vuelve su presencia a la calle,más de uno ha aprendido su horariopara verla cuando vuelve a casa después de su jornadadiaria,¿Es consciente de que una mirada suya bastapara que uno termine enamorado?

Para usted debe ser sencillo,antes de dormirlimpia el maquillaje de su hermoso rostro,de a poco se va instalando en el sueñoolvida la jornadalinda su cara tranquilaque el sueño va venciendo,cierra usted sus ojos,

y entonces acaba el día.

Antes de dormir pienso en usted,cuando sus ojos duermen acaba también mi día,entonces yo duermo con la esperanza,(siempre)de que mañanacoincidan mi mirada con su sonrisa.

Por Heriberto Bernal A.

Día



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Obra: Sin títuloAutor: Karenzia

Canela Mujer

Tierra értil donde atestan mis pecados,déjame tocar tu ombligo desde adentro, acariciarte las entrañascon mi punta más certera.

Patria mía tan llena de caminos,madre sierrame pierdo acorralado entre tus montes;cansado valle,en ti me acierto y reposo en tus besanas.

Señuelo entre dos piernas,dame a beber de tu volcán

y explótame en los labiosel aguamiel de tu hondonada.

Mujer canela, canela mujer,te regalo mi pene cargado de amor;tómame, soy tuyo.Erosióname entre besos la vida;

a tormentas, caricias,temblores,

deslaves, chupetones;que si he de volver al principio,que sea penetrando en ti.

Por eL eNe



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En la tarde lluviosa dos estrellas se extinguen,

como un eímero destello,

pobres criaturas sin permiso para seguir con vida;

el asesino por excelencia ha cobrado la deuda,sí, una penitencia por el simple hecho de ser dierentes...

se han ido... ¡Pobres e indeensos!

Dos seres que existir no pidieron

purgan sus vidas en la selva de asalto bajo la lluvia,

bajo la indierente mirada del lobo del hombre...

¡En paz descansen nobles criaturas!

Por Luis Arturo Sosa

Callejeros



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Nada es sombra bajo el caudal de incertidumbre.Todo se vuelve vacío mientras avanza la luz sobre lapiedra herida que acaricia las palabras y las edades impacientes.Mi corazón se torna la voz muda de la culpadonde la muerte permanece clara,tal vez sea mi voz una caja de cenizas

donde comienzami

descenso.Soy inoensivo.Acércate:aun no tengo nada que decir.

Me grabaré en un lienzo blancopara que la muerte no me arranque la esencia.Me convertiré en un ídolo inmortalpara que los críticos del arte hablen de mí y me observencon la infinita devoción de un niño hambriento.Preguntarán sobre mi autor,

y yo seré un anónimo sobre un lienzo blanco y esperaré en la eternidad inmóvilel calor de unas manos que me estudien.

Por Rafael Alejandro Leyva Rodríg

Descenso

Lienzo



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En su piadosa eternidadella me sueña, me moldea, me da orma,ella me da la noche como aguame cruza la mañana como un pájaro de uego por el cielo.Existo:soy verdadero porque ella así lo quiere.

En este momento,rente al umbral del infinito,usted lee este poema

y yo me burlo de su error.

Fotografía: Cristian Ubaldo Castro.Serie: ‘Roscharch, el Yo negado’

FinalSin titulo



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Un perro vagabundo paseaentre los balcones de mi casaentra por la puerta del tendederoque comunica a mi cuarto,sube hacia mi cama con edredónde hojas otoñales,donde los libros de poesíapermanecen abiertos. Al acostarse sobre ellos,un zumbidovibra en los azulejos,

un meneo de serpentinas letrassalen de las hojascomo un trémulo que naceen las laderas de los montes. Mientras duerme se sumergen las palabrasen la mente del perro inocente,transorman sueños en prosas sonámbulasal ritmo de ecos musicales. Sonetos en vagones

siguen su órbitaen dirección al instante,campos infinitos, desconocidos,donde interponen las palabras,insumergiblesen el espacio de mi cuarto.

Espléndidos vocablosen el albergue de la lírica,como las olas espumosas

que remojan los arreciesen el mar abiertosin censura. Mientras duermeel perro vive oculto entre las letras,las compone con honradezen cada rincón del hogar,que a los ojos humanos son invisiblescomo el viento que pasaentre los ventanales.

El perro entre letras

Por José Sebastián Montiel Rodríg



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Se oyen en lo proundo del espaciogemidos,de la mano de una cálida luz

y el soleo de un aire rojo vivo.

A medio tiempo el aire se condensa y si más avanzo, más armónico:delicado movimiento entre violas blancas,una caricia entre metales y cuerdas un pizzicato .

Un allegro asciende, desciende, vibra,tan entendido en este dúo…arpegio de nuestros labios.

Por D. Aguirre

Amor en C mayor



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Para cocinar esta receta necesitamos: un cal-dero de hierro con hedor pestilente, sangreseca, un cerebro humano, colillas de cigarro,aguardiente, machetes, velas… y algunosrestos de cuerpos humanos. Todo esto, máslas artes mágicas y el carisma de Adolo de

Jesús Constanzo, harán de nuestra receta undelicioso manjar.

Adolo de Jesús Constanzo, mejor conocidocomo El Narcosatánico, ue un iniciado en laSantería y Palo Mayombe por sus padres des-de que era muy joven. Constanzo se trasladaa México desde Miami, en donde adquiereama por los supuestos atributos esotéricos

que le permitían codearse con una pobla-ción de alcance económico signiicativo, asícomo con algunas iguras públicas de la tele-visión mexicana. Constanzo junto con algu-nos de sus adeptos, llevaban a cabo ritualesde magia negra en donde a las personas seles otorgaba protección y puriicación, eec-tuando sacriicios que, se dice, comprendíanvíctimas humanas.

En estos rituales, no sólo eran los inortuna-dos los que se llenaban de poder, sino queexistían, así mismo, rituales en los que ElNarcosatánico hacía inmunes a sus adeptos.Con el in de hacer una mezcla comestible,

y con ésta otorgar la inmunidad, Constanzose servía de algunos ingredientes ‘secretos’como la sangre, miembros humanos mutila-dos, cerebros de criminales o locos, etc.

Por Jahaziel Cervantes López

Bolitas de Carne

En nuestro caldero pues, verterelos siguientes ingredientes para comenzar con el ritual:

250 g de carne molida de res

1 manojo chico de espinacas lavad

desinectadas y finamente picadas

4 cucharadas de hojuelas de avena

1 huevo

50 g de queso Chihuahua rallado

1/4 de cebolla picada

1 1/2 litros de caldo o agua

Sal y pimienta al gusto

Aceite vegetal

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Con la recolección de los ingredientes procedemos a pre-parar nuestra receta de poder. Primero, en un recipien-te mezclaremos la carne con las espinacas, la avena,el huevo, el queso y la cebolla. Sazonamos con la sal

y la pimienta. Luego, tomamos porciones de carnepara ormar bolitas y las sellamos en una cacero-la con un poco de aceite hasta que se doren. Fi-nalmente, en nuestro gran caldero, vertemos

las bolitas de carne y el caldo; paladeamos lasazón y dejamos cocinar a uego medio has-ta que hierva y las bolitas estén cocidas

El poder por el que rogaban los adeptos y demás seguidores de Constanzo, in-cluía el quedar exento a la potencia deun revolver, ¿por qué al poder de unabala? Porque Constanzo y sus secuacesno sólo gozaban del dinero y la posi-

ción que su publicidad esotérica lesbrindaba, sino que conormaban unared delictuosa que traficaba droga. Elmantenimiento de esta gran red sedebió a que en ella participaban algu-nos policías y demás personalidadespúblicas; tan evidente ue la protec-ción de dicho grupo, que cuando ueperseguida la cabecilla, Constanzo,encontraron reugio en una mansióndel Obispado de Monterrey.

Así pues, dadas las múltiples masacreshechas por el grupo y las negociacio-nes ilícitas, ueron capturados y apresa-dos los miembros de la red delictuosa,no así Adolo de Jesús Constanzo quienue baleado por uno de sus adeptos encumplimiento de un acuerdo hecho conanterioridad.

De este modo, habiendo deglutido nuestrasopa, a la manera de los Narcosatánicos, he-mos concluido el ritual. Además de saborear eldelicioso sabor de la carne de res en armoníacon la avena y el queso, nuestro cuerpo experi-mentará una recarga que potenciará el poder…un poder, claro, que servirá sólo para llevar a cabonuestras actividades, dado que, como se constatócon la muerte de Constanzo, la sopa del caldero nonos exentará de los accidentes de la vida.

© Under the Andalusian Sun



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De adolescente mis antasías sexuales siempre llegaban a una importante encrucijada en el momento deimaginarme el glorioso clímax: por un lado estaban los testimonios de mis amigas, para quienes, que su chi-co eyaculara dentro de ellas, era un sinónimo de su propio placer realizado; por el otro, tenía las descripcio-nes eróticas de las novelas que leía en esa época. En una de ellas la protagonista, adolescente también, perocon intereses en la bolsa de valores y vestida con trajes tweed , solía tener sexo con su primo y nunca dejabaque él terminara dentro de ella, no le agradaba la sensación cálida y pegajosa descrita por la autora del libro

Con el paso del tiempo, explorando el inmenso terreno del porno en internet, me encontré con algo llamadocreampie . El creampie está inmiscuido en las anécdotas anteriores de mi vieja encrucijada. El hombre eya-

cula dentro de su pareja y la mujer tiene esa sensación cálida y pegajosa que describía la autora de la novelapropósito de la chica del traje tweed . Cuando descubrí esta afición –más bien cuando descubrí que tenía unnombre- me pregunté por la existencia de alguna especie de línea divisoria entre el creampie del porno y lasantasías de mis amigas que identificaban la eyaculación masculina o, de manera más general, tener semena la vista, con su propia satisacción. Creo que no hay tal línea, el porno refleja nuestras antasías y éstasson, muchas veces, producto de la influencia del mismo.

La anterior aseveración puede ser un tanto obvia, pero de ella se des-prenden más interrogantes -que pueden ser sólo chaquetas mentales;como por ejemplo, por qué una adolescente está más amiliarizadacon el creampie que con el sexo anal cuando los riesgos de embarazoen el primero son incuestionablemente más altos que en el segundo,esto último por mencionar un punto de interés general en educaciónsexual que todo adolescente debería tener en cuenta. El sexo es pro-ducto de una construcción cultural, ésta también puede parecer unasentencia obvia, pero de ahí que, socialmente, se suela identificarcomo un síntoma de ‘liberación sexual’, por así decirlo, el hecho deque una mujer practique sexo oral por placer, y este prejuicio no im-plica que aquella que se excite con sentir el semen de un hombre seamenos abierta sexualmente. Este juicio, como muchos otros, se basa,de nuevo, en premisas poco sólidas: por atributos sociales y culturales(entre ellos los instituidos por el porno) y no por el placer mismo.

Porque ambas prácticas pueden ser muy placenteras, pero, en defini-tiva, no es una respuesta sencilla saber qué es lo que se prefiere. No sepuede decir con la misma soltura ‘me gusta el creampie o el sexo analde la misma orma como si se dijera “yo prefiero la nieve de piñón”,como con todo, es cuestión de práctica: prueba y error, prueba y error,

y es muy estimulante tener en cuenta que así como llegamos a emitirun juicio acerca de la nieve de piñón como resultado de haber pasadoantes por la de vainilla, así las prácticas sexuales se extienden antenosotros como el menú de las amosas nieves de Dolores Hidalgo, nose juzga por lo que del menú se escoja. Aortunadamente el sexo esuno de esos pequeños terrenos en los que aún se puede practicar la

desobediencia civil.

Por Karina Solórzano

A propósito de la nieve y algunasprácticas sexuales

Obra: Sin títuloAutor: Karenzia



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uando se hace la pregunta abierta sobre el propósito de la existencia, de orma automática, la ma yoría de las personas concluye que es la elicidad. Como consecuencia, inmediatamente generamosuna nueva interrogativa: ¿qué es la elicidad? De ahí que nos demos cuenta de lo diícil que es tratar deencontrar un concepto de carácter universal que satisaga todos los criterios.

De todos aquellos dispares y dierencias que hacen imposible coincidir plenamente cuando se trata dedescribir qué es la elicidad, podemos atar algunos cabos para ormar un hilo conductor que nos guíehacia un punto en que la diversidad converge. La pretendida elicidad universal tiene una conexiónintrínseca con el placer, el cual, es un estímulo que se manifiesta con reacciones bioquímicas en elcuerpo o en la mente: es la síntesis de un conjunto de sensaciones.

De ahí que la existencia sea una cuerda que ha sido tomada por sus dos extremos, es decir, entre el pla-cer y el dolor, por todas aquellas cosas que nos producen satisacción y aversión. Consecuentemente

y para nuestro propósito, la elicidad se inclina hacia el placer, mientras que el dolor es la ausencia deplacer. Así mismo, Epicuro veía en el placer la uente de la elicidad:

Algunos de los placeres denominados congénitos son: comer, beber, dormir y la excreción, los cualesrecubren las acciones necesarias para que los organismos puedan mantenerse con vida. Sería interesante preguntarse, ¿qué pasaría con los seres humanos si estas necesidades no orecieran placer des-

pués de saciarse? También cabe señalar que los seres humanos dimensionan los placeres en ormasinfinitas en relación con su singularidad.

De acuerdo con lo anterior, llegamos a la conclusión de que los placeres son propios y necesarios parala vida, porque representan la catarsis capaz de despejar toda ouscación tanto del cuerpo, como de lamente. Sin embargo cuando su uso es precario o por el contrario, excesivo, cambia el sentido original yse cruza la puerta hacia el dolor. De ahí que se procure, en la mayoría de los individuos, por tradición,un acercamiento moderado a ellos.

El origen de la culpa

Por César Elizarraras Valencia

“el placer es el principio y el fin de una vida eliz, porque lo hemos reconocido comoun bien primero y congénito, a partir del cual iniciamos cualquier elección o aversión y a él

nos reerimos al juzgar los bienes según la norma del placer y del dolor” (1994:61-62).



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La extrema relación que existe entre el santo y el demonio; el asceta que se aleja de toda pasión y elque hurga incesantemente en las parafilias, es el grado de moderación. Por un lado, existe el escépticoque niega la realidad tangible y la reemplaza por otra suprasensible y ultraterrena; por el otro, la ex-tensión, el cuerpo y la exploración hacia otros campos prohibidos, incluyendo el mismo dolor comouente de placer, dan como resultado una orma distinta de satisacer aquellas turbaciones del cuerpo

y la mente, que postran al humano en dos campos: o deja de involucrarse en el mundo, o se extiendehasta ocupar y dañar a otros seres vivos, incluso a él mismo.

Dado que los placeres, en la orma convencional, se satisacen en una relación política, los individuosse han visto en la necesidad de englobar sus actos y pensamientos dentro de dos categorías: el bien yel mal, dando al mismo tiempo origen a la moral. Bajo este esquema, cada acto humano pasa por un

juicio moral determinando si corresponde a la bondad o la maldad. Se ha insistido tanto en esta duali-dad a través de los tiempos, que cada vez que un individuo incurre en una alta de manera automáticaen su mente se produce la idea de culpa, también conocido como arrepentimiento por haber actuadode la manera inapropiada.

La base de este conjunto de actos estandarizados guarda una conexión con algún aspecto religioso, yaque esto le permite imponerse libremente sobre los hombres. Esto es lo que da pie a la estructura de

nuestros prejuicios morales tradicionales. Los individuos al organizarse y vivir en sociedad, tienen lanecesidad de cumplir con normas de conducta para poder preservarse y no violentarse. Por todo loanterior, llegamos al punto en que reconocemos la culpa como una reacción de advertencia sobre unaacción o pensamiento inapropiado que resultará molesto, en primera instancia para Dios y, en consecuencia, será juzgado por la sociedad.

Si algo resulta desagradable a Dios, entonces existe un castigo, por ello, la culpa incita al arrepentimiento y a tratar de dejar las cosas como era antes del acto. El ser humano se auto-condena y pide ser castigadoantes de recibir la ira del creador. No puede haber castigo más terrible que se extienda hasta genera-ciones venideras que la cólera de Dios. En consecuencia, de todos los miedos y dolores presentes en laTierra, el que no existe y no se conoce, es el más aterrador para el hombre, es decir, el castigo divino.

Para finalizar, el ser humano experimenta la culpa todo el tiempo, desde que nace, ya tiene culpa, es justificación de toda su vida estar arrepentido, por lo que no hadecidido, como su nacimiento, y por lo que resuelve en su vida cotidiana. Ser hijodel pecado, es lo que le engendra arrepentimiento. Sin embargo, a pesar de todaesta terrible carga moral, el ser humano, es traicionado por aquellos anhelos ocultosdentro de los lugares más oscuros de su consciencia, liberando así a los demoniosmás desconocidos, capaces de echar abajo, toda esta tradición culposa.

No obstante debemos preguntarnos: ¿hasta qué punto, los humanos son capaces dehabitar el nihilismo y, hasta qué punto la culpa es necesaria? Considero que los pla-ceres deben ejercerse con libertad, pero en unción de una relación política, dondeel límite existente entre el placer y la culpa, debe ser el bienestar del prójimo. Nin-gún placer, debe ser uente de displacer de un tercero.

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Críto

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I

Usualmente se ha pensado que el amor es un estado mental o un sentimiento subjetivo, es decir, quelo experimentamos a nuestra manera, bajo criterios arbitrarios y que, en nuestro uero interno, comprendemos y podemos asegurar con absoluta determinación que lo sentimos. No obstante, si sometemos a revisión el uso cotidiano del término «amor» observaríamos que el subjetivismo que suponemos posee es una arsa, una apariencia resultado de la desatención y poca reflexión. Descubriríamosque el uso del mismo es a partir de la evaluación que realizamos sobre la conducta humana y el ísico

de cada individuo. Sabríamos que consideramos criterios objetivos para alioadscribir1

«amor».

Esta idea se la debemos a la filosoía experimental, que es un movimiento resultado del análisis con-ceptual, el cual se desprende de los textos wittgensteinianos2; es la iniciativa de pensar que “las lec-ciones filosóficas pueden ser aprendidas consultando cuidadosamente las intuiciones ordinarias de lagente sobre determinados temas” (Knobe, Nichols, 2008: 4). Es por eso que los filósoos experimentales trabajan en base a investigaciones de tipo experimental que enatizan las intuiciones de la genteacerca de ciertas cuestiones filosóficas (Knobe, Nichols, 2008: 3), tales como el concepto de elicidad,la intencionalidad, la libertad de la voluntad, el concepto de amor, entre otros . Se elaboran encues-tas sobre un tema en particular, en las cuales dierentes participantes aportan su punto de vista. Losresultados que se obtienen se utilizan para analizar la manera en que usamos cotidianamente ciertos

conceptos, o bien, simplemente para discernir acerca del comportamiento humano.

A la filosoía experimental se le ha criticado su aparente alta de reflexión, argumentando que pretende opacar la manera tradicional de filosoar dando todo el peso a los datos otorgados por la ex-perimentación (Knobe & Nichols, 2008: 10). Nada más also que afirmar lo anterior. Pues la únicadierencia que posee la filosoía experimental de la filosoía teórica (filosoía tradicional) es que, laprimera aporta datos a partir de la experimentación y, la segunda suele prescindir de estos, no obstante, siendo ambas reflexivas.

Amor y Objetividad

Por Francisco Javier Ramírez Miranda

Para vos la operación del amor es tan sencilla...[Julio Cortázar; Rayuela]



Críton

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En esta ocasión revisaremos el experimento que realizaron los filósoos Jonathan Phillips, Luke Mis-enheimer y Joshua Knobe, acerca de los conceptos de «amor» y «lujuria». Se mostrará de esta maneraque: 1) el concepto de «amor» es normativo (evaluativo) mientras que el concepto de «lujuria» sola-mente es utilizado para alioadscribir un estado mental determinado, es decir, carece de carácter eva-luativo, y 2) la importancia moral y conductual de los resultados. En consecuencia, se podrá vislum-brar los eectos del estudio: el concepto de «amor» no es subjetivo, ya que se toman en cuenta ciertoscriterios de normatividad para afirmar que alguien se encuentra enamorado, mostrando, por tanto,su objetividad, mientras que el concepto de «lujuria» posee ambigüedad por su uso indiscriminado.

II

La hipótesis de los filósoos experimentales consta en mostrar que “las atribuciones del conceptode «amor» envuelven un tipo de evaluación, mientras que las atribuciones del concepto de «lujuria»(atracción ísica) sirven simplemente para discernir un particular estado mental” (Philips, Misenhe-imer & Knobe, 2011: 3). Para probar la veracidad de esta tesis se realizó un estudio en el que se mos-traba a las personas entrevistadas dos casos, en ellos se presentan dos sencillas descripciones de unhombre al que se le achacan, por un lado, características morales loables y deseadas, y característicasísicas que suelen considerarse atractivas; por otro lado, características morales implausibles o inde-

seadas y características ísicas consideradas nada atractivas. Enseguida se transcriben ambos casos:Chico bueno : Susan tiene un novio que parece digno de amor, atento y amable, y también ísicamenteatractivo [worthy of lust] .

Chico malo : Susan tiene un novio que parece indigno de amor, cruel e irresponsable, y nada atractivo[unworthy of lust] (con sobrepeso y sin algunos dientes).

1Atribuir cierto estado mental a un tercero.2De Ludwig Wittgenstein, filósoo austriaco del siglo XIX.Podemos encontrar variantes de filosoía experimental. Por un lado tenemos a la filosoía epistemológica experimental ypor otro lado, a la filosoía moral experimental. La primera de ellas se centra en las uentes y justificación de las creenciasque obtiene la gente. Así como podemos averiguar que la uente externa de creencias de cierto grupo es poco fiable y, portanto injustificada, también podemos descubrir que una creencia es el resultado de una irreal o distorsionada uente in-terna (e.g., un proceso cognitivo poco confiable). Por su parte, la filosoía moral experimental no sólo trata de averiguarlos juicios morales de un grupo delimitado de individuos sino también la percepción moral de un caso, el comportamientode ciertos individuos, los sentimientos, etc. (Ver: Stanord Encyclopedia o Philosophy, Experimental Moral Philosophy,

recuperado de: http://plato.stanord.edu/entries/experimental-moral/; y también: Knobe, Nichols, 2008)

A las descripciones se les agregaba que Su-san no imaginaba pasar su vida con alguienmás. A lo que las personas entrevistas tenía

que responder: a) si están de acuerdo queSusan está experimentando amor, y b) si es-tán de acuerdo en que Susan experimentalujuria (o atracción física ).

Los resultados muestran la dierencia prevista entre ambos conceptos («amor» y «lujuria»). Los parti-cipantes estuvieron significativamente más propensos a decir que Susan estaba experimentando amorpor el chico bueno que por el chico malo, mientras que no hubo dierencia significativa entre amboscasos en las atribuciones del concepto de «lujuria» (Phillips, Misenheimer & Knobe, 2011: 4).



Críto

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Los resultados muestran que el concepto de«amor» es utilizado objetivamente, dado queconsideramos las características tanto mo-

rales como ísicas del individuo que es ama-do, como se muestra en la gráica anterior–donde hay una signiicativa dierencia delos resultados entre el primer y segundo caso(chico bueno y chico malo)–. En cuyo casoes muy probable que nos sorprenda que al-guien, al haber asimilado las característicasdel chico bueno, crea que Susan no lo ama,mucho más si responde que lo ama consi-derando las características del chico malo. .

Hemos de agregar aquí, que de la objetividaddel concepto de «amor» no se sigue necesa-riamente que releje la realidad con absolutainalibilidad, porque el primer acercamientoque tenemos a una persona no describe en sutotalidad la situación entera que puede vivircon su determinada pareja. No obstante, elobjetivo al que se llega cuando se descubre lacondición evaluativa del concepto sirve paradelinear el signiicado que otorgamos inter-subjetivamente al sentimiento como tal.

También, en base a los resultados, deducimos lasubjetividad del concepto de «lujuria», pues pa-rece ser que lo utilizamos sin considerar criterio

alguno de evaluación, como se muestra en la grá-fica –donde existe una pequeña dierencia entreel primer y segundo caso (chico bueno y chicomalo)–. Señalando así que no nos sorprenderíaque una persona entrevistada, al asimilar el casodel chico bueno, creyera que Susan experimenta«lujuria»; mucho menos en el caso del chico malo.Asimismo, de esta subjetividad se desprende unaimportancia moral y conductual interesante. Y esque se vislumbra que la gente entrevistada podría

evaluar también la intención que cada cual –tantoSusan como el chico bueno o malo– tiene con elotro, pues se podrían hacer prejuicios indiscrimi-nadamente tanto del chico como de Susan, dadoque no importó su descripción del chico para queésta uera etiquetada como alguien que sólo ex-perimenta «lujuria», y también no bastaría máspara afirmar que el chico –independientementede su descripción– podría ser evaluado como unindividuo que tenía la intención de experimentarlujuria. Esto muestra la arbitrariedad con la que

suele utilizarse el concepto de «lujuria» y, de igualmanera, la arbitrariedad con la que damos cuentade su presencia en el otro.

III



Críton

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Ella reapareció en esos momentos en que el cora-zón estaba triste, perdido. En aquellos tiempos sólohabitaba la desilusión, pero un día decidí montar-la. Mientras yo andaba encima de ella se agolpa-ban los malos recuerdos, la rabia iba y venía, eseconstante buscar un porqué me hostigaba hastaal cansancio. El dolor se mezclaba con cierto goceque me provocaba su compañía. Mantuvimos lar-

gas charlas, más bien monólogos donde grité, can-té, lloré, sudé y gemí hasta que me quedé vacía.Ahora sé que es simple: hay cosas que no tienenexplicación o su razón de ser nos están veladas. Nosé si me alivié, pero las cosas ueron hacia mejor.

Hay hábitos que curan el corazón, el mío es ella. Nopuedo resistir la tentación de verla y agitar mi sexoal tenerla entre las piernas. El ritmo corre por micuenta, en ocasiones el placer se alcanza a una ve-locidad acelerada, en otras, lentamente vamos ju-

gando, así unas veces floto y otras vuelo en el aire.Nos miramos tan vulnerables al salir a las calles,sin embargo, andamos por ahí copulando rente atodos. Se apodera de mí una uerza que no puedodescribir y mi corazón se eleva como si estuvieraen coito con el mundo.

Todo está en movimiento, la vida se mueve, lasiento, la pienso, me asimila, entra por todos la

dos y voy con ella. Escucho, respiro las sensacio-nes de la tierra; percibo colores, ormas. Yo estoyen movimiento: mis piernas se mueven, se can-san, las tenso, las caderas marcan el ritmo; mi co-razón late y los pechos se estremecen; mis labiosse entreabren para probar a qué sabe todo lo queestá existiendo. Andamos juntas, me sostiene yvamos haciéndonos con la vida:

Deviene erótico ese constante latir que me provo-ca al estar con ella.

Somos seres de la tierra aunque vivimos volando,en ocasiones la lluvia nos moja paulatinamente,la piel se eriza. Hay días en que la tormenta lle-ga de golpe y hace vibrar todo el cuerpo. El soltambién tiene lo suyo, es cálido y cuando es abru-mador, el aire está ahí para mitigar el impacto.

Cuando llega la noche, la luna nos corteja, nos vaenredando un poco en su sortilegio.

Los caminos nos narran sus propias historias,manifiesto presente que contiene diversos mo-mentos. En ocasiones huele a vegetación, tierraque florece; otras a cadáver, un ave o un perromuerto que a nadie interesa.

Confesiones de una ciclofílica

Por Walkiria Torres Soto

A Ireni Karani y Kaltziltik

Fotograía: Francisco Villalobos Peñaloza



Críto

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Somos seres de la tierra aunque vivimos volando,en ocasiones la lluvia nos moja paulatinamente, lapiel se eriza. Hay días en que la tormenta llega degolpe y hace vibrar todo el cuerpo. El sol tambiéntiene lo suyo, es cálido y cuando es abrumador, elaire está ahí para mitigar el impacto. Cuando llegala noche, la luna nos corteja, nos va enredando unpoco en su sortilegio.

Los caminos nos narran sus propias historias, ma-nifiesto presente que contiene diversos momen-tos. En ocasiones huele a vegetación, tierra queflorece; otras a cadáver, un ave o un perro muertoque a nadie interesa. Se pueden encontrar vesti-gios de fiestas, de amores urtivos o rastros de lagente en su cotidianidad. Al andar en las callespuedo conversar, sonreír o pelear con las perso-nas; a veces desnudo a uno que otro transeúnte,

si acepta ser mi cómplice podemos hacer el amorcon sólo mirarnos. Hay momentos en que bus-co desentrañar el misterio de los rostros ajenos,puedo conmoverme, raternizar o sentirme ena-morada, aunque también algunos encuentros sonrancamente lascivos y desagradables.

Amo su ser insolente con finta de inocencia. Ellatransgrede todo orden sin proponérselo; recon-figura mi orma de pensar, entender y sentir emundo. No hay doble intensión, no es altruismo,montar en ella es placer, estremecer mi cuerpo,apretarme en medio de las piernas, dejar que elpasmo pase. Así, sin querer, la vida se manifiestacompleja y me sacude.

Ella trastoca la realidad, le da miles de vueltas yla diversifica en múltiples sensaciones que entranpor todo mi cuerpo. Nuestro andar juntas es unir y venir hacia adentro, hacia auera. Fuente deenergía subversiva que me libera, que empode-ra mi cuerpo que dinamiza el corazón que es lauente de la vida. No pretendemos cambiar nada,sin embargo, después de pasear juntas ya nada esigual.



Críton

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Cabe mencionar que el placer es una orma de libera-ción de la tensión humana, el placer se debe a que lahormona de dopamina es segregada por el hipotálamodentro de nuestro sistema nervioso central, causandouna sensación de excitación y bienestar donde hay uncierto nivel de goce. Las señales eléctricas cerebra-les son activadas en nuestro cuerpo por el exterior ycaptadas por cualquier sentido que esté en contactocon cierta señal. Estas señales derivan de actores am-bientales o vinculares como la convivencia con la so-

ciedad, los amiliares y amigos; el clima, la geograíao cualquier situación que genere una necesidad en elhumano, tendrá como fin último lograr placer. Se po-dría decir que gran parte de nuestras actividades, o sa-tisacción de nuestras necesidades, están regidas paraeste fin, más claramente lo vemos al momento de laalimentación, es decir, cuando estamos por escoger unalimento nutritivo y entre uno chatarra, regularmenteescogemos el que produzca mayor placer; esto conlle-va a que la mayoría de las personas, estarán a expensasde optar por la comida que contenga registros de bien-estar, aunque no sea la de mayor valor nutricional.

Estos registros se van creando por múltiples actores,los cuales abarcan tres eseras de nuestra vida comolo son la genética, sistema límbico-somático y laspropias experiencias. Cuando nacemos tenemos unapredisposición hacia placeres específicos y una cargagenética hacia circunstancias o potencias. Es posibleque un niño de escasos tres años, tenga mayor gustopor la música clásica que por el blues o el bozza nova ,esto se debe a que por bastante tiempo los padres te-nían una afinidad por dicha música y les producía mo-

lestia los subgéneros de jazz , concluyendo que el niñotendrá mayor placer al reconocer ‘genéticamente’ estetipo de música, e igual que los padres heredará estaafinidad. La segunda es el sistema límbico – somáti-co, dentro de ésta los instintos y necesidades humanascomo la reproducción sexual son sumamente intere-santes, el cuerpo está diseñado para sentir placer, estonos ayuda a sobrevivir y mantener a la especie, si notuviéramos la capacidad de sentir placer al tener coi-tos, al comer o deecar o al simple contacto con otrapersona, moriríamos.

De aquí que, por más perverso que resulte cualquier filia o acto que esté vinculado a satisacernos instintiva-mente, siempre tendrá una parte natural y placenterade solución. Cuando el humano se implementó en unasociedad tapó con un manto de hipocresía social todossus placeres instintivos, transormando así la visión quese tiene de diversas cuestiones de naturaleza humana, justificándose con normas pragmáticas; por ejemplo,en el Mediterráneo los griegos satisacían estos place-res instintivos, como el sexo con hombres y mujeres,esto no recibía ningún nombre. En la actualidad tenemos casos extremos de homoobia y se generaron eti-quetas para determinarlos como homosexuales (distin-tos), tomados como perversión humana.

Las experiencias o vivencias son el tercer punto de satisacción del placer. Podemos tener la carga heredita-ria o la natural instintiva para recurrir al placer, perolas vivencias resaltan nuestra mayor orma de dirigir-nos a la satisacción, aprendemos y jugamos con nues-tras sensaciones, tocamos, vemos y experimentamosnuestro mundo, descubrimos que un beso, una caricia

y abrazo hace sernos susceptibles al placer o que quizátengamos un éxtasis al escuchar la lluvia, escuchar lasnotas de una guitarra o simplemente disrutar de nuestro mundo; éste es el mayor aporte que podemos obte-ner de nuestro sistema cerebral para saber y estar seguros que siempre estaremos dispuestos a existir tambiénpor esto.

Por tal motivo, nuestra vida está en búsqueda de pla-cer, de eso que nos hace brillar en un momento obscuro, que podemos utilizarlo a nuestro avor, que somoslibres para ejercerlo y cualquier represión no es sufi-

ciente para renar algo por lo cual uimos diseñados yabstraídos de un mundo natural hacia un mundo recon-figurado por dierentes perspectivas sujetas a un juiciode escaso patrón de comportamiento. No ejercer libremente nuestros placeres o conocer-los y no evidenciarlos en nuestra vida, hace precaria ygrisácea la mente y cuerpo, no se disfruta de la mismamanera. Cuando éramos niños el disrutar y ser elicesnos permitía estar sanos. Por último, me gustaría y disrutaría agregar que puedes escoger, coger o tomar lo que necesitas de tu circunstancia por el simple hecho de sentir placer .

La represión del placer

Por Jesús Alfredo Valenzuela Chávez



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Por Jonathan Pedroza



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Ambos llegan puntuales a la cita, no puedenocultar el rubor en su rostro, los colores de lapiel revelan la emoción de haber llegado a talpunto. Los hoteles son el lugar de la ciudad mástranquilos y dados al romance, sus ojos brillanpor el liquido que los inunda; no hay placer másgrande que la constelación de caricias que en-garzan cuerpo a cuerpo, un timbre teleónico seescucha, al otro lado de la línea la voz ría de unconyugue espera.

Pensémoslo así, ésta es sólo una pequeña des-cripción que converge con la antasía de la infi-delidad; sin embargo, la realidad siempre asoma

y nos hace darnos cuenta de que las imágenesficticias pueden cobrar lugar en ella. ¿De cuántoscasos de infidelidad te has enterado durante esteaño? ¿Quiénes de tus amigos han sido infieles?¿Te han sido infiel? ¿Lo has sido tú?

Cuando amamos entregamos una parte de nues-tra confianza y de nosotros, en las caricias no solamente conocemos a los otros, tomamos concien-cia de la existencia de un cuerpo ante nuestro ser,pero también en la ausencia de éste, mantenemossu recuerdo presente como pacto imprescindible,lo que supone que no hay cabida para la idea deconocer de manera amorosa a alguien más.

Pero las caricias no sirven únicamente para des-cubrir el mundo de la piel que nos abraza en unhúmedo beso, también nosotros nos reconoce-

mos en las manos de aquel al que nos entrega-mos, nunca tenemos tan presente nuestro cuerpocomo en aquel momento en el que manos die-rentes a las nuestras recorren nuestra piel, es unasimbiosis masturbatoria donde nos reconocemosen el cuerpo del otro; sin embargo, en ocasionesuna de las partes deja de verse a sí mismo comocomplementario, la simbiosis alla, todo se vieneabajo

Por Geraldine Cruz Jiménez y Yazmín Mata Mejía

Ecos en la pielInfidelidad: entre el sexo, placer y el otro



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Ya no es tu pareja, si no otro el que se convierte en reflejo de tudeseo, rente a él puedes desnudarte, desnudar tus pensamientos

y sentimientos, sentirte completo y sin ataduras, dar rienda sueltaa tus antasías, aunque la misma infidelidad lo sea. Pero llega unmomento en el que vemos detrás del espejo, vemos que no todoes el brillo que refleja nuestra sexualidad descubierta por segundavez, vemos el gris que ha generado nuestro placer, nuestra parejaignorada emana ante nuestra conciencia, convirtiendo así, el pac-to roto en culpa.

El placer que antes era liberador se convierte en atadura, huimosdel amante que fielmente besaba nuestro sexo, pero tampoco so-portamos la amable mirada del que amábamos por recordarnosnuestro eterno error. Debemos tomar decisiones, hemos de jus-tificar nuestros actos en el abandono, en la tristeza, en la alta deatención o de confianza, o arontar el hecho simple de que, ab-

sortos en nuestro cuerpo, hemos utilizado una lengua ajena paraaliviar el egoísmo de las ansias naturales.

Todos somos infieles, todos buscamos nuestro reflejo en los ojosde los desconocidos en la calle, ante nuestra conducta debemosaceptar nuestra infidelidad con sus tres posibilidades; conesarnuestra culpa a nuestra pareja y remediar el lazo roto reconocien-do aquellas cosas que en la relación ueron a mal; terminar la rela-ción para continuar acudiendo a los brazos del amante de maneralibre; o bien, reafirmarnos en el espacio de la soledad.



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La niña que se come todo empezó comiendo viento a pedacitos como algodón de azúcar.Su voraz apetito le mantenía ocupada todo el tiempo pues nunca le altaba el aire conque alimentar su estomago. Luego le encontró sabor a los sonidos ligeros y sencillos,como el pío de las aves. ¡Qué alimento tan sabroso era el maullido ácido de los gatos!

No mucho después encontró en la música todo un nuevo repertorio culinario: agridulcecountry ; saladito el danzón; dulces las melodías y jugoso el pop . El rock le caía de sobre-peso y nada más lo probaba en raciones pequeñas. Llegó a interesarse por los alimentossólidos una vez que estuvo aburrida de cagar puro aire. Comenzó degustando tierra paraluego probar el sabroso lodo, de ahí paso al adobe, y del tabique a bloques de concreto.Su vasta e insaciable gula le empujaba a probar nuevas ormas alimenticias.

En la escuela se interesó por los libros tan sanamente editados, mas no le entraban lasletras si no era por la boca; se comió el libro para recortar, el de ciencias naturales y elde los ejercicios. También devoró los lápices y cuadernos que gustosos le entregaban suscompañeros. Animada y uera de control, engullía sillas y salones. Empezó a desecharsus alimentos habituales para tragar cuanta cosa encontrara en su camino.

El extraño talento de la niña no era nada nuevo en la amilia. Su bisabuelo que era car-pintero, devoraba madera, a veces sin masticar. Su tío abuelo era un respetado hojala-tero que comía objetos metálicos. Su hermano mayor degustaba todo tipo de tornillos,tuercas, clavos y clavijas. Su prima se comía el brócoli y todas la verduras que mamaítale servía en el plato.

En ocasiones, cuando toda la amilia estaba reunida, acostumbraban competir acercade cuál sería capaz de terminar su platillo avorito en el menor tiempo posible.

Los doctores no objetaban nada al encontrarse con tan peculiar apetito. Por el contrario,aconsejaron una saludable dieta basada en arte: esculturas por la mañana, cuadros de

óleo al mediodía e instrumentos de jazz para la cena. Claro está que la niña, que mane- jaba su estómago al antojo, nunca haría caso de las recomendaciones de los médicos, ynada más por llevar la contra, descubrió en el deshuesadero de autos de su tío, la per-ecta comida chatarra.

La niña que se come todo

Por Cano de Luna



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Pero llegó el día en que al terminar la primavera, la niña se encontró rente a la imagengorda que anunciaba el espejo. “Estoy gorda, gorda y ea”, se recriminaba, haciendo bro-tar lágrimas de sus tristes ojos. Le cambió la sonrisa de dientes alegres por una muecasombría. Día tras día desechaba las oertas alimenticias que le entregaban aquellos queconocían su portentoso aparato digestivo. Sus amigos, los mismos que se divertían vién-dola comer las boletas de calificaciones, comenzaron a despreciarla. Ahora no comía nilos exámenes de diez que gustosos le robaban a Paquito para complacer el paladar de lachiquilla.

La niña que ahora no comía nada, comenzó a bajar de peso en una orma drástica yalarmante. De manera que llegó a pesar… lo que pesara ¡lo sorprendente es que ahorano se comía la báscula! Su madre, al encontrar la cada vez más pálida y escasa silueta desu hija, comenzó a preocuparse.

–Hija, chiquita, aquí te traigo las colchas de tu cama recién lavadas, con su chilito y li-món, tal como a ti te gustan mija.–Ponlas en el reri, no tengo hambre.–Enséñame las uñas.–Pero mamá.

–¡Enséñame las uñas!..

Al borde del llanto, la madre descubrió el grado de complejidad de aquel asunto.–Hija, de una echa para acá he sido muy tolerante contigo, pero creo que has llegado allímite. Necesitas ayuda. En un principio supuse que estabas a dieta, pero esto es dema-siado, mírate, estás tan desmejorada y me duele hasta el alma ver que no te has comidolas uñas.

La chiquilla ue internada en un centro de rehabilitación para anoréxicas. Sin embargo,la pobre economía de aquella amilia no ue capaz de solventar los gastos de interven-ción necesarios, y poco tiempo después la internada abandonó el lugar para continuar

su guerra en contra del alimento.

La trataron de sanar a través de la religión pero era inútil, las estatuillas de aquellos san-tos no le entraban ni a mentadas de madre.

La amilia se desintegraba entre culpas que mutuamente eran atribuidas, mientras ella,recostada boca abajo, parecía ajena a su entorno.

Un día en un exceso de ira, la madre le obligaba a probar alimento con una cucharillallena hasta el tope de puré de papas.

–Traga, traga, ineliz, que por tu culpa nuestra amilia se está desmoronando. Abre laboca, contéstame, siquiera di algo. Me haces sentir tan miserable ¡contéstame algo!

La niña que no comía nada empezó a ver algo en esas lágrimas que resbalan por las me- jillas de su madre. Como mantequilla en el pan caliente. Pan caliente que le abrió el ape-tito. ¡La solución ue siempre tan sencilla! Aquella chiquilla abrió la boca para engulliraquel apetitoso bocado. La ahora adolescente que volvía a comerse todo, pasó a eructarviolentamente y decir “perdón”.



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Cuando desperté me encontra-ba bajo la cama, realmente nosabía el porqué del asunto. Giréel cuerpo hasta quedar recosta-do de lado y comencé a hacermemoria para tratar de enten-der lo que sucedía.

Fuertes pasos sonaron en la vieja escalera de madera que seencontraban justo al lado de mihabitación. ¡Pas, pas, pas! Cadavez se escuchaban más y máscerca, cada vez más uerte. Porun momento todo quedó en si-lencio;

aproveché para ponerme en pie y abrir la puerta, me asomé si-giloso. Nada, no había señal hu-mana ni en la escalera ni en elpasillo. Rápido cerré la puerta

y me recargué en ella. El sudorde mi rente me hizo sentir unterrible aire helado en el am-

biente. Volví a echar un vistazo,cuando la puerta del baño seabrió, era Leonor que salía delbaño. — ¿Qué te pasa?— pre-guntó con un gesto de extrañe-za—. —Nada— respondí jadean-te y desconcertado. — ¡Pincheloco!— exclamó.

—Voy a hacer de comer. Te avi-so cuando esté lista la comida—Y bajó la escalera como si nadapasara, mientras, yo la veía conhorror.—¡Servín, carajo! Te estoy ha-blando.—¿Eh?

—¿Tú qué traes? Andas más pen-dejo que de costumbre.—No estés jodiendo— le respon-dí muy molesto. — ¿Qué quieres?—Ya nada. Sólo quería sabercómo te estaba yendo. Hace mu-cho no me platicas lo que pasaen tu vida. Vas a hacer que estose vaya al carajo. Cuando termi-nes lavas los trastes.

365 días en pijama

Por León Robles

Fotografía: Cristian Ubaldo Castro Serie: ‘Roscharch, el Yo negado’



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Era cierto, hacía tiempo queno platicábamos, pero yo habíaestado presenciando actos queconsideraba paranormales. Esamisma noche, al estar acostadoen la cama, listo para dormir,comencé a sentir de nuevo su-dor en la rente que volvió aprovocar que me percatara deun aire tremendamente heladoen el ambiente, lo curioso esque Leonor estaba descobija-da y se llegaba a notar su pielun poco sudada. ¿Qué pasaba?En ese momento escuché de lamanera más clara ruidos en lacocina, sin duda estaban escul-cando el cajón de los cubiertos.

No lo pensé ni un minuto, saquédel cajón de los calcetines unanavaja militar para aprehenderal pillo que se encontraba en lacocina. Al estar totalmente ue-ra de la cama y de pie, se per-cibió un escaloriante silencioque, por alguna razón ajena amí, me dejó inmóvil.

— ¡Ya acuéstate y duerme!— dijoLeonor en tono de molestia. Yono podía responder ni me podíamover. Por más que intenté co-municarme de alguna manera,mis intentos racasaron. Dejéde escuchar aquellos ruidos ex-traños y en ese momento recu-peré el poder sobre mi cuerpo.Bajé las escaleras, inspeccionéla cocina y toda la planta baja,

pero no encontré rastro algu-no de alguien hurtando en lacocina. Intrigado y perturbadoregresé a la cama para dormirun rato pero no lo logré. Paséla noche en vela hasta que ama-neció y el despertador hizo queLeonor produjera sonidos raroscon la boca, como si mugieracual vaca.

Después del ritual de estiramien-to matutino, que realizaba al le-vantarse, me preguntó con vozadormilada sobre lo de anoche.

— ¿Qué hacías anoche paradoallí?—Si te contara, no me lo cree-

rías… Está bien, debo contarte.Escuché ruidos en la cocina, melevanté para echar un vistazopero me quedé paralizado, no te-nía el control de mi cuerpo.

En ese preciso momento escu-ché como se rompía un vidrio.Bajé tan rápido como pude, ins-peccioné todos los rincones de la

casa, todas las ventanas y objetosde cristal. Nada…

Cuando regresé a la habitación,Leonor seguía en el mismo lugarque cuando salí. Se veía hermo-sa con su ropa de dormir. Me en-cantaba verla así, me encantabaa todo momento.

—¿No te vas a meter a bañar?

¡Apúrate! Tienes que hacer el de-sayuno. — me dijo.Al termina de bañarme la vi salirdel cuarto y dijo que me espera-ba abajo.

Después de arreglarme me dirigía la cocina y me pare justo en elumbral. Ella estaba de espaldasa mí, rente al regadero, comosi lavara trastes. Al estar contem-plando su silueta alcancé a escu-char pequeños lloriqueos. Meacerqué a ella para tratar de con-solar su llanto. Le intenté tocar elhombro pero rápido volteo y memiró fijamente a los ojos, su mi-rada me dejó río y sin poder mo-verme. Ella tenía el control de micuerpo ahora. Sólo podía hablar.

Me acerqué a ella para tratarde consolar su llanto. Le inten-té tocar el hombro pero rápidovolteo y me miró fijamente a losojos, su mirada me dejó río ysin poder moverme. Ella teníael control de mi cuerpo ahoraSólo podía hablar. Pregunté e

porqué de su llanto. Le orecími hombro para llorar, que con-fiara en mí como antes lo habíahecho. Ella accedió con un ges-to noble y se acercó, pero en elinstante que se encontraba a es-casos milímetros para tocarme,desperté. Estiré el brazo haciasu lado de la cama para tocarla,ella no estaba. Su lado estaba va-

cío. Suspiré y recordé que hoyera su aniversario luctuoso.

Un año del maldito momento enque dos sujetos en la madrugadaentraron a la casa rompiendo elvidrio de la sala. Este ruido nosdespertó y bajamos para saberqué pasaba. Uno de los indivi-duos estaba en la cocina hur-tando los cajones. Uno de esos

cajones contenía el arma homi-cida. El individuo al notar nues-tra presencia tomó un cuchillo,corrió hacia nosotros clavandoel arma a mi mujer, mientras eotro sujeto me amagaba por laespalda. Salieron huyendo porel mismo lugar del que llegaron

Hoy se cumple un año de noplaticar con ella, un año de nopelear con ella. Es el mismotiempo que no amanece junto amí en la misma cama. El tiempoque llevo imaginándola con laropa de cama.



Críton

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Mini cuentos eróticos sin rodeos

Por Enrique Serrano Salinas

Teniendo la mano allí no podía echarsepara atrás, hundió su dedo y se aventó el

volado. Le plantó un beso, y el organismocomenzó a uncionar.

Ambos estaban uriosos. A la chingada coneso, pensaban. Pero el sentirlo dentro y sen-

tirla tan húmeda los hacía uertes.

¡Qué buen humor! Qué buenas viejas, quégüeyes tan locos. Sacaron las chelas, sacaronlas rayas, se armaron la alberca y nadie seagüitó. Vida mía, me has perdido. Lo mío-lo

mío, es el reggaetón.



Críto

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Eu sei que vou te amar

Ella partió del hogar la tarde en que la jacarandadel patio trasero se negó a florecer y hasta el o-llaje perdió. Nunca, en treinta años había sucedi-do. Se llevó los gatos y mis chancletas que tanto legustaban. Enrolló mis dibujos al carbón. Los echóa la basura. Salió de casa, no sin antes dejarmeuna pequeña flor al pie del enorme árbol corito.

Justo donde sus raíces ciñen mis huesos.

Sexo sentido

Supe que estabas allí. Ningún ruido, destello omovimiento me guiaron. Aún en la obscuridadseguí el camino correcto y te hice mía, rágil ma-riposilla. Benditas sean las eromonas.

Para amar en el páramo

Es excitante hacer el amor en el desierto: en lacima solitaria de un médano donde la arena esmás blanda y el viento más resco, o bajo la tibiasombra de un garambullo donde la menuda hoja-rasca se acumula, pero el mejor lugar de todos essobre el lomo de un camello, ahí, sólo es cosa deayuntarse y dejar que el ritmo de su paso cansinohaga el resto.

Día de asueto

No supo si ue a causa del majestuoso sol caribe-ño brillando en lo alto, el voznar de las garcetasa su derredor, o la resca corriente del río dondese bañaba; el caso es que por fin le ueron indie-rentes: sus odios y temores, el desencanto de unamor perdido, las algas que le enredaban los pies

y la salobre agua que inundaba sus pulmones.Obra: Sin título

Autor: Karenzia

Por Alfonso Pedraza



Críton

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-Ven Fidel, abrázame con la mirada, olatea el temblor de mis manos, gusta de

este anhelo, vela con tu piel mi desvelo. Te grito desde lo más delgado detrás demis orejas.

Fidel fijó la mirada en sus ojos, la deseaba, el corazón alocado golpeteaba suscostillas.

-Si tu alma habla con los ojos y besas con la mirada, restriega tus labios en miconciencia y mátame con tu vida.

Dio nueve seguros pasos.

-Si has de venir hacia mí, camina bajo mi piel.

De un tirón le quitó la túnica quedando amenazantes los pechos puntiagudos.

-Óyeme con los ojos que me quedo muda.

Entonces la besó con toda la fidelidad de que ue capaz, hasta atravesarla con susexo, cual mariposa. El beso se retiró sólo para dar oportunidad a que explotaranlos gemidos del orgasmo. Tranquilamente volvió Fidel a posar la mirada en susojos, ni interrogativo ni dominante. Su mirada era una ventana ranca. Sineste-

sia ya no supo qué decir.

Las tareas del nombre

Por Jaime Muñoz



Críto

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Fotograía: Cristian Ubaldo Castro Serie: ‘Roscharch, el Yo negado’

Maquina y Culpa

Por Fernando Lara

Ese bebé existe porque lo engendré yo, en la ofi-cina donde abandoné mis sueños, no ue comocuando jugué a ser dios, para nada; ue más bien

en ese instante, cuando sentí amor en mi corazón,que nos quitamos el disraz y pudimos ponernosla piel para por fin poder vernos. Qué triste uecuando importó más la puntualidad que algunascaricias salvajes, ésas que todos esperamos ilusa-mente nos sucedan.

Cuando das algo, esperas todo, esperas que to-men tu alma, y hagan el amor contigo en un viajeque, para ellos sólo está reservado a aquellos quecompren boletos, ¡esos amantes son los que hacen

alta! De esos que se arriesgan, que sienten, quecompran y dan boletos, el de la mentira y el delo absoluto, entonces se tendrán confianza y des-cubrirán que amaron realmente al hacer el amor.Porque el amor lo puede todo, aún más de lo quepuede el placer.

No tuve miedo cuando mi amor se ue a la maña-na siguiente, porque en un trabajo como el suyo lapuntualidad es importante.

Mi amor quedó archivado en el escritorio, y lo quemás me emputa es que eso ui para ti: y lo quemás me emputa es que eso ui para ti: un archi-

vo, uno más en tu archivero de prejuicios, ol-vidaste dejar de pensar en ti y pensar un pocomás en mí; no debiste dudar y arriesgarte otravez para que no uera sólo sexo y nos uniéra-mos en el amor.

Tú también estabas cansada, pero hacerle casoal despertador es más importante y menos di-ícil que seguir haciendo el amor solo, sólopara despertar abrazando a tu almohada llenade plumas que prometen vuelo ante una luz demedianoche.

Siempre serás la mejor, cuando quieras volvera intentarlo, que sea por la razón correcta, yno porque te quedes sin opciones, y tus instin-tos sexuales salgan de tu disraz. Te amo. Llá-mame, siempre estoy disponible. Olvídate delbebé, el bebé no existe, nosotros lo matamos,recuerda eso.



Críton

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oy estaba callada, más seria de lo normal. Cual-quiera que viera sus ojos notaría un vacío más gran-de del acostumbrado. Estaba como pensativa. Parecíadarse cuenta de lo mecánicos que se habían vuelto susmovimientos en los últimos años, que los ejecutabamás despacio, interrogando con una boca seca a unaconciencia sorda. Estaba vertiendo sobre una taza, sutaza avorita, la misma cantidad de leche que la maña-na anterior. Tomaba del mismo rasco de hacía años enla alacena las siete galletas que solía comerse todas lasmañanas.

—El humano que ideó comer leche con galletas ueun genio —dijo después de terminar, sólo que esta vezcon más calma que en otras ocasiones. Hoy le parecióincreíble la perecta usión entre cantidades de leche y de galletas; quien no piensa en lo no importante nopuede darse cuenta de la importancia que ejerce sobreel universo—. Qué interesante —aunque en verdad nole parecía tan interesante.

Le sorprendió y hasta cierto punto lo consideró dignode pensarse, pero apenas miró el reloj aquello se habíaesumado. Era como si aquel reloj, el mismo reloj anti-

guo con números romanos, el mismo reloj que parecíaestar en su casa desde el principio de los tiempos, leobligase a detener cualquier acción que realizara parapoder pasar a la siguiente. De haber sido posible, qui-zás habría cerrado los ojos y acariciado su pelo. Poder ,una palabra que le causaba escaloríos, la pensase en laconnotación que la pensase. Quiso llorar, pero no pudo,no tenía tiempo. Pensó en que el uniorme del trabajono le calmaba el río, que le hacía tiritar sin remedioalguno, que le parecía incluso exótico. Ella preeriríairse en su piyama a trabajar, pero le estaba prohibido.

Le dieron ganas de maldecir al que imaginó que seríaun buen atuendo para el tipo de trabajo que ella reali-zaba, pero ya no maldecía porque ese no era su trabajo.

Su trabajo comenzaba incluso antes de salir de casa, justo cuando sacaba de su cómoda una libreta con un

montón de tareas realizadas y por realizar. Cada que sedirigía a la cómoda abría el cajón rápidamente, perohoy se detuvo a mirar las baratijas que tenía sobre elmueble. Una otograía en sepia de dos mujeres ancia-nas; un tintero y una pluma, probablemente de cuervo;un joyero con unos pendientes que ya no le gustaban;una botella de vino que le había regalado algún antiguocliente; y un gran sombrero con plumas y flores queutilizaba en su empleo. Suspiró al pensar en el día quecomenzó a trabajar ahí, y recordó cómo reutaba al noquerer portar el ridículo sombrero que, una vez pues-to, parecía incluso parte de su propio cuerpo. Las ma-

nos le sudaban. Tomó el sombrero y la libreta, los llevóa la mesa y se sentó para comenzar a revisar sus anota-ciones, no sin antes quejarse del dolor en su columna.

Después de revisar su libreta, y realizar algunas ano-taciones sobre antiguas anotaciones, se llevó la manoa la rente. No por haber observado algún error en suagenda, sino porque había olvidado de nuevo plancharsu arrugado vestido. No le hacía alta lavarlo, pues raravez lo ensuciaba y casi nunca sudaba, por lo que ni conojos ni nariz parecía sucio. Pero siempre se olvida deplancharlo, y eso sí que le molestaba bastante porque,

a pesar de no amar su uniorme ni su trabajo, debía yquería dar una buena imagen, justo como siempre lohabía hecho. Pensó que eran sólo problemas de mujer, pero de una mujer ya de avanzada edad y con muchísimo camino todavía por recorrer. Dejó de quejarsepor lo de siempre y se apuró a prepararlo todo. La ru-tina era algo que nunca le había molestado, porque noadvertía que le acompañaba siempre, pero hoy que lopensaba mejor, la rutina le daba muchísimo miedo. Tener que ver a tantos hombres, después de todo, no eramuy saludable. Mientras planchaba con gran apuro su

vestido, le pareció que su vida estaba llena de un pro-undo vacío, más grande que el de sus ojos. Se vistió ve-lozmente, tomó su bolso, no sin antes revisar que traíatodo lo necesario y salió de su casa. Justo cuando cerrólas dos puertas de su entrada, dijo:

—¡Qué difícil es ser la Muerte! — y se puso a llorar,pues había olvidado de nuevo sus llaves.

Todos lloran

Por Juan Trejo



Críto

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Farquad tiene sangre árabe, aunque es mexicano. Trabaja en una ve-terinaria. Lo conocí por mi madre que tiene debilidad por las aves yla veterinaria El Dorado es su centro de recreación; ahí compra todolo necesario para su pasatiempo.

Desde la inancia aprendí el amor a los animales, quizá por eso in-tento llevarme a Farquad a casa.

Yo le agrado, me vende el alpiste con descuento. Acudo todas las ma-ñanas por una bolsita, desayunamos juntos. Su alpiste es saludable,mantiene grande y uerte a mi pajarito, por eso le tengo tanto cariño

Con los ojos negros, la espalda ancha y el rostro casi lleno de barba,es un imán para las fisgonas. De todas partes acuden a El Doradopara verlo; él gusta de acariciar a las perritas en sus jaulas; no puedoevitarlo, son ligeras, rescas y busconas. Todo lo contrario a mí, quedecorosamente siempre despierto con el sueño de encontrar a Far-quad a mi lado; montar con él un arca de Noé personal. Lo visualizosudando por el esuerzo de cuidar y alimentar tantas aves.

Pero él es ácil también; exclusividad no tengo, aunque, eso sí, tam-poco me queda mal; en la trastienda a diario me toca mi dotaciónde alpiste, que con mucho gusto guardo en mi recámara, como untesoro.

Ya cuando estoy a solas, abro las bolsas y huelo, él dice que por serde importación su alpiste es de suprema calidad; una vez lo probé, loconfieso, y le creo.

Gozo con verlo bajar la cortina del local, ver asomar los pelos bajosu playera, luego, con paciencia palpar los bultos hasta encontrar elalpiste conveniente. Es lo más excitante de mis días.

A mi mamá le cae bien Farquad, cree que comparten el gusto por lasperiquitas, pero yo sé que a él, le hace más gracia mi pajarito.

El Dorado

Por Jonás



Críton

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Tú y tus hijos y los hijos de tus hijos y mil generaciones más vivirán y morirán sin dejar huella enmemoria de los hombres ni sobre la az de la vasta tierra, sino que será como si vanos espejismcreyeran vivir y prolongarse hasta ser disueltos por la noche: ecos de voces ajenas, reflejos vagosotros rostros, miradas que se encuentran sólo en ojos extraños.

La noche y el día se alternarán innumerables veces y este grano de polvo habrá ocupacada lugar de la tierra y ni tu nombre ni el de alguno de tus hijos ni el de hijo ningude tus hijos ni el de uno de entre mil generaciones más que los sigan habrá resonado

quedará grabado en sitio alguno.

La arena engullirá cada paso que dejes sobre ella; el uego hará cenizas cletra que escribas; el viento separará cada palabra que juntes a otra; lo tus manos levanten se sostendrá apenas o será ignorado. Apenas te cula tierra todo rastro de ti se borrará y ni la hierba crecerá sobre tu tumNo habrá orma de saber si tú o alguno de tu estirpe estuvo alguna vez a

Expulsión de la memoria

Por Jorge Alfonso Chávez Gallo



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Fotograía: Cristian Ubaldo CastroSerie: Roscharch, el Yo negado



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Las consolas, y otros sistemas de entre-tenimiento, están enocados principal-mente en satisacer el ocio de los adul-tos, aquellos que dejaron de ser niñoshace bastante tiempo, pero que de vezen cuando llenan sus conversacionescon entusiastas recuerdos de la inan-cia, en especial cuando se trata de aque-llos juguetes con los que pasábamos ho-ras inventando historias y jugando en lacalle.

Con eso en mente, y en compañía de unpequeñito colaborador, nos aventura-mos a conocer el Museo del Juguete Tra-dicional Mexicano, ubicado en la calleEduardo J. Correa #246, a tan sólo una

cuadra de la Plaza de Toros San Marcos.Ya de inicio nos encontramos rente auna típica achada de ‘casa antigua’, quele dan un hermoso toque colonial alCentro de nuestra Ciudad, una vez den-tro pudimos dar rienda suelta a nuestraimaginación y nuestros recuerdos.

Desde las tradicionales muñecas de tela,pasando por su versión encapuchada enalusión a las mujeres zapatistas, hasta

canicas de todos los colores y un reper-torio de juegos pirotécnicos, la colec-ción es impresionante y nos transportaa través de todo el País a pesar de contarcon apenas dos pequeñas habitacionesen exposición. En las paredes breves le-

yendas explican la riqueza de los juguetestradicionales y nos acompañan en nues-tro recorrido.

Por Yazmín Mata Mejía

Locus Urbano



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Ya entrados en materia, si nos quedára-mos con las ganas de volver a jugar conel clásico balero, boxeadores de ma-dera, damas chinas y demás, el Museocuenta con una tienda donde podremosadquirir algunos de estos preciosos ju-

guetes. Por nuestra parte, ya tenemosvarios días jugando con nuestro maro-mero nuevo y no pensamos aburrirnosen mucho tiempo.

El acceso al Museo tiene un costo míni-mo, apenas diez pesos por persona y losniños entran gratis, una completa gangaconsiderando la experiencia. Abierto demartes a sábado de 9 a 18 hrs, es una ex-celente opción para seguir conociendoAguascalientes.



Críton

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Aries (21 de Marzo – 19 de Abril)

Eres una persona directa queprefiere no andarse con rodeos;persistente e impaciente. Te ca-racterizas por invertir tu energíaen objetivos prometedores. Por

ello, ¿qué tal si tu lengua se des-plaza por la línea del cuello de tupareja para degustar un bálsa-mo picante y agridulce? Disrutaintentándolo.

Tauro (20 de Abril – 20 de Mayo)

Eres confiable, paciente y conser-vador, sin embargo, tu conduc-ta posesiva te vuelve inflexible.Siendo un signo de tierra gozasde un sentido práctico que te per-mite que tus acciones perduren através del tiempo. De tal maneraque podrías devorar unos labiospringados de chocolate.

Géminis (21 de Mayo – 21 de Junio)

Sueles interesarte en una granvariedad de cosas a la vez. Tegusta conocer a muchas perso-nas, así como lugares nuevos. Noobstante, tu energía se dispersa

en la amplitud de cuestiones quete interesan y el conocimiento deéstas suele ser de un nivel muysuperficial. Te sugerimos probarla mermelada de resa dispuestasobre el hombro de tu pareja conun lengüetazo sutil.

Leo (23 de Julio – 23 de Agosto)

Eres un signo de naturaleza ami-gable, extrovertido y simpático,tus impulsos te llevan a degustarsabores uertes, es por eso que ellicor de caé vertido en el ombli-

go y dispuesto para tu lengua tehará protagonista del encuentro

Virgo (24 de Agosto – 23 de Septiembre

Siendo una persona detallista,que se apasiona y se entrega, lacrema batida es nuestra reco-mendación. Consiente a tu pare-

ja retirándola de su espalda bajacon el toque posesivo de tus la-bios y engulle el manjar.

Cáncer (22 de Junio – 22 de Julio)

Debido a tu prudencia, a tu tran-quilidad y carácter deensivo, el

yogurt natural derramado en-tre la costilla y la cadera de tuamante, es una deliciosa opciónpara maniestar tu autenticidad,así que haz que cierre los ojos ycomienza a disrutar.

Oráculo de Crítonis

Por Jahaziel Cervantes López y Montserrat Macías

Bálsamos que se untan en el cuerpo y se limpian con la lengua



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Libra (24 de Sept. – 23 de Octubre)

Tu pereccionismo te arroja abuscar esencias armónicas, sinembargo, tu pasividad te impul-

sa hacia los sabores que hacenmella en el paladar. Así que elrústico sabor del vino tinto ad-herido a las corvas de tu perso-na ideal es un buen motivo parausar la lengua.

Escorpio (24 de Octubre – 22 de Nov.)

Eres el signo con mayor carga desensualidad en el zodiaco, lo quete distingue de los demás signoses tu alto sentido de competen-cia. Debido a esa irradiación se-xual ¿por qué no lamer la inglede tu amante apreciando los sa-bores de un buen whiski?

Sagitario (23 de Nov. – 21 de Dic.)

Tu ambivalencia emocional y tuorgullo te hacen una persona so-ciable. Tu sencillez te hace bus-

car deleites poco extravagantes,como la miel, ese bálsamo pe-gajoso y dorado que puedes ma-nipular y ajustar con los dedos,atrévete a lamerla desde el me-ñique de tu acompañante.

Acuario (21 de Ene. – 19 de Feb.)

Tu ingenio te lleva a delinearnuevas ormas que aecten tuentorno. Fiel a tus intereses te

adaptas a encontrar caminosque satisagan tu curiosidad, porende, la fina estructura del oídode tu otra mitad es el recovecoideal para albergar el almíbarrecogido por tu lengua.

Piscis (20 de Febrero – 20 de Marzo)

Prestas tu cariño a cuanta per-sona conoces, de ese modo ex-ternas tu sensibilidad. La cajeta,así, te envuelve con la otredadpor medio del vientre de modoque te vincula a ese complemen-to amoroso que aguarda devoresel bálsamo.

Capricornio (22 de Dic. – 20 de Ene.)

Tu disciplina te hace ajustarcada parte de tu vida, del mismomodo tu inteligencia te permitealcanzar un alto grado de exi-gencia. Paladea el queso cottagedel pecho de tu pareja siguien-do los ejes representados. Buenprovecho.



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Amor y Objetividad, p.

–Jonathan Phillips, Luke Misenheimer & Joshua Knobe. (2011), The ordinary concepto happiness (and other like this), version electronica, recuperado de:http://pantheon.yale.edu/~jp677/LoveandHappiness.pd

–Joshua Knobe & Shaun Nichols. (2008), Experimental Philosophy, OxordUniversity Press, New York.

–Stanord Encyclopedia o Philosophy, Experimental Moral Philosophy,recuperado de: http://plato.stanord.edu/entries/experimental-moral/

El origen de la culpa, p.

Juresa M. (1994) Epicuro. Obras. España: Tecnos

Referencias de ensayos



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Sobre nuestros colaboradores...

Mr.Pulp:

Ilustrador y monero na-cido en el D.F.; residentede Aguascalientes desdehace años, con un comicpublicado por el IMAC yvarios en la red. Mi sitioweb: http://mrpulp-roya-lwithcheese.blogspot.mx

chequen trabajos.

Karenzia:

Ana Karen Rivera Quirozde 24 años de edad, pasan-te de la lic. en Artes Visua-les con especialidad enpintura. Temas de interés:género, mujer y su sexo,

cuerpos y ormas.

Jonathan Pedroza:

Estudiante en la carrerade Diseño Gráfico, aná-tico del arte. Dedicado alámbito publicitario, peroademás realiza proyectosde ilustración, un ámbitoen el que se busca desa-rrollar y prosperar.

Karina Solórzano(octubre de 1990, Ciudad de México):

Estudió Letras Españolas en la Universidad de Guanajuato, actualmente desarrolla una investigación sobre cinedocumental para obtener la licenciatura. Desde la adolescencia se ha interesado por la literatura y el cine eróticoen especial el japonés. Ama los locos años veinte.

Enrique Serrano:

Proeta/Charlatán/Tam-borilero/Danzarín/Usadorde la pluma y el teclado/Aficionado a las artísticas.

Jonás:

Enero de 1985Ciudad Valles, San LuisPotosí.

Darío VázquezPalomino:

Estudiante de la Licencia-tura en Filosoía. Amantede la música, y por tanto,del mundo. Guitarrista deDidgeways. Fumador decaé y bebedor de tabaco.

Alfonso Pedraza Pérez:

Médico Cirujano, por la UNAM. Fundador del Taller deMinificciones de Ficticia. Ha publicado en: El Búho,La risa de la hiena, La Jornada Semanal, ”Cien ficti-mínimos”, “Libro de los seres no imaginarios” y “Ale-brije de palabras” y en páginas electrónicas. Artículossobre minificción en: Hostos Community College deCUNY, Pleisosaurio, y Revista Cultura de Veracruz. Ju-rado del Premio de Cuento corto “Agustín Monsreal”

2011. Compilador de “Cien Fictimínimos. Microrrela-tario de Ficticia” 2012. “Cuentistas brevísimos de ELCUENTO, revista de imaginación”2014. Crea los blogs“Arca Ficticia” (www.arcaficticia.com); “Minificcionesde “El cuento, revista de imaginación” (www.minisdelcuento.wordpress.com); y “Plasticidades” (www.plasti-cidades.wordpress.com) contiene sus textos.

José Sebastián Montiel Rodríguez:

Nací un 21 de julio de 1989, en Pachuca de Soto HidalgoA los quinces días de nacido se presento un problemacerebral provocado por un virus, en el cual ue comidoa las neuronas que originaran el movimiento adecuadoEn agosto del 2011 cumplió 2 años en escribir.En marzo del 2012, dijo que se planea sacar un posi-ble libro de poema (primer libro de poemas), comoobjetivo de sorprender y dar a conocerse ante la gen-te; según asegura que su libro contendrá 40 poemasaproximadamente (aunque se piensa publicase a fi-nales de este año).



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Daniel Aguirre:

Poeta, escritor y músico de tiempo libre. Cursa el 5° semestre del bachillerato de la UAA. Director y coordinadorde sección en Laberinto de Quimeras (revista del bachillerato de la UAA). Fundador de Generación del 13, so-ciedad literaria, misma que unge como sección en Laberinto de Quimeras. Ha participado anteriormente conpoemas en Tierra Baldía (revista literaria de la UAA).

Luis Arturo Sosa Barrón:

Luis Arturo Sosa Barrón es estudiante del 5° semestrede la licenciatura en Historia en la Universidad Autó-noma de Aguascalientes. Ha participado en coloquiosestudiantiles con las ponencias “La Revolución Ar-tística del Siglo XX: La Vanguardias” en las JornadasAcadémicas por los 25 años de la licenciatura en His-toria de la UAA y “La Revolución Cultural China: unaaproximación a la realidad del movimiento político-cultural” en la V Semana de Historia de la UAA. Sustemáticas de interés son: Historia Colonial, Cultural,de las Ideas y Siglo XX.

Francisco Javier Ramírez Miranda:

Estudiante del séptimo semestre de la licenciatura en filosoía de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.Ha publicado en la Revista Luxiérnaga con temas ree-rentes a la filosoía de la religión y filosoía del lenguaje,e impartido conerencias sobre teoría de la argumen-tación. Es instructor beca del proyeto de investigacióndel Dr. Mario Gensollen titulado Epistemología social,argumentación y teoría de las virtudes.Actualmente se encuentra trabajando temas respecto ala filosoía de la mente y argumentación.

Jaime Adolfo Muñoz Torres:

Nace en Aguascalientes, Ags., un 28 de septiembre de 1958. La carrera de Técnico en ventas, ue su grado máxi-mo de estudios (1979-1981). Publicó algunos cuentos en distintas revistas (1988-1992) El Cuento, Cd. México. LaTarántula, Jalapa Veracruz. Talleres, Aguascalientes. En 2009 unda el Centro cultural Tercera Llamada, unacasa independiente en Aguascalientes, la cual aún dirige.



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Critonis: Placer y Culpa