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1 CONSULTA PARTICIPATIVA SOBRE LA RENTA BÁSICA DE LAS IGUALES Curso 2011-12 TRABAJO FIN DE GRADO Profesora tutora: Mª Pilar Cañas Belmar Autora: Virginia Baranda Panadero Fecha de presentación: 14/11/11.

CONSULTA PARTICIPATIVA SOBRE LA RENTA BÁSICA DE … BARANDA... · useful tool to prevent and avoid poverty and social exclusion as well as ... de Luchas contra el Paro, la Pobreza

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CONSULTA PARTICIPATIVA SOBRE LA RENTA BÁSICA

DE LAS IGUALES

Curso 2011-12

TRABAJO FIN DE GRADO

Profesora tutora: Mª Pilar Cañas Belmar

Autora: Virginia Baranda Panadero

Fecha de presentación: 14/11/11.

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Título: Consulta Participativa sobre la Renta Básica de las Iguales

Virginia Baranda Panadero

Universidad de Castilla La Mancha

Resumen: El presente trabajo tiene como objetivo mostrar los resultados de la prueba

piloto de la consulta participativa sobre la Renta Básica de las Iguales (RBis) que

desde la Asociación Zambra se está realizando en Cuenca. Aclaremos que el

concepto de RBis, es un instrumento de acción comunitaria, que están empleando

diversos movimientos, para luchar contra la pobreza y la excusión social. Además,

esta herramienta contempla que los sectores de la sociedad involucrados en esas

situaciones vitales lleguen a ser los protagonistas de los procesos de transformaciones

para determinar y satisfacer sus necesidades como individuos y, al mismo tiempo,

como comunidades autorganizadas.

El estudio de campo se realiza mediante un enfoque cualitativo, siguiendo la

metodología de la IAP, a través de entrevistas semiestructuradas. Sus resultados

muestran que la RBis podría ser una herramienta útil para prevenir y evitar la pobreza

y la exclusión social, además de posibilitar un cambio de valores sociales hacia la

libertad, la dignidad, el empoderamiento y la participación de las personas y la

comunidad.

Palabras Clave: Consulta participativa, precariedad, paro, exclusión social,

Renta Básica de las Iguales.

Abstrac: The present study aims to show the results of pilot testing participatory

consultation on the Same Basic Income (RBI) that since the Association Zambra is

taking place in Cuenca. Clarify that the concept of RBis, is an instrument of community

action, they are using various movements to fight poverty and social excursion. In

addition, this tool includes the sectors of society involved in these life situations

become the protagonists of the transformation process to determine and meet their

individual needs and at the same time as self-organized communities.

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The field study was performed using a qualitative approach, following the methodology

of IAP through semi-structured interviews. Their results show that the RBis could be a

useful tool to prevent and avoid poverty and social exclusion as well as enabling a

change in social values toward freedom, dignity, empowerment and participation of

individuals and the community.

Keywords: participatory consultation, job insecurity, unemployment, social exclusion,

Basic Income for Equal.

ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………. 4

1.1 La globalización capitalista y neoliberalismo…………………………… 4

1.2 El trabajo excluyente…………………………………………………………. 7

1.3 Crisis de la centralidad del empleo como forma de

inclusión social………………………………………………………………….8

1.4 Crisis de las políticas sociales y del Estado de Bienestar………………9

1.5 El concepto central del estudio: La Renta Básica………………….……11

1.5.1 Modelos Débiles y Modelo Fuerte.……………………………………11

2. MÉTODO……………………………………………………………………...………13

3. RESULTADOS……………………………………………………………………… 17

4. DISCUSIÓN……………………………………………………………………….… 26

5. REFERENCIAS………………………………………………………………………28

6. ANEXO 1………………………………………………………………………...……31

7. ANEXO 2………………………………………………………………………...……32

8. INDICE DE ILUSTRACIONES……………………………………………………. 33

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1. INTRODUCCIÓN

El propósito de este trabajo es presentar los resultados de la prueba piloto de la

consulta participativa sobre la percepción social de la Renta básica de las iguales que

la Asociación de Zambra está realizando en Cuenca.

Zambra es un colectivo de ámbito estatal que surge con el objetivo de dar

apoyo a iniciativas sociales y comunitarias, a través de la práctica de acción social

desprofesionalizada y el trabajo social comunitario. Este colectivo es uno más de los

que forman parte de Baladre; el nombre con el que se conoce la Coordinadora Estatal

de Luchas contra el Paro, la Pobreza y la Exclusión social, y que ha asumido la

defensa del derecho ciudadano a la RB, en su versión de Renta Básica de las Iguales

(RBis, en adelante), (Iglesias,2008). La definen como una medida para el reparto de la

riqueza que puede servir como herramienta para que los mismos sectores de la

sociedad que sufren estas situaciones puedan ser los protagonistas de los procesos

de transformación social y de su propia emancipación (García et all., 2011).

1.1 LA GLOBALIZACIÓN CAPITALISTA Y NEOLIBERALISMO

En la actualidad el proceso de globalización capitalista conlleva graves

consecuencias que afectan política, social y económicamente a la mayoría de la

población. Aparece un nuevo contexto de flexibilidad, precariedad y marginalidad,

donde el mercado se ha convertido en el eje organizador de nuestra vida y el trabajo

asalariado se convierte en determinante de la inserción social, generando procesos de

dualización y por tanto de exclusión de la misma sociedad (Junyent y Etxezarreta,

2009). Este proceso de globalización capitalista se ha llevado a cabo a través de

políticas neoliberales cuyo objetivo prioritario ha sido facilitar la acumulación de capital

(Iglesias et all., 2001; Idoate, 2006; Mateo, 2008). Las políticas neoliberales gestionan

la economía desde principios de los años 80 y son fruto del proceso de

reestructuración del sector productivo que se llevó a cabo después de la crisis de los

60 y 70 (Berbis et all., 2010).

El proyecto neoliberal se llevó a cabo en torno a tres grandes y

complementarias estrategias (Torres, 2008). La primera fue cambiar la estructura de la

producción mediante la descentralización y la externalización, subcontratando obras y

servicios (Pinto, 2006) y simultáneamente, desarrollando tecnologías de información y

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comunicación que permitieran comunicar fácilmente el mundo entero y, en particular,

controlar los sistemas de producción (Idoate, 2006), con el objetivo de expandir el

capital a nivel mundial. Esta expansión se llevó a cabo buscando mercados en los

países centrales y la reducción de costes de los países periféricos: bajos salarios,

recursos naturales baratos, legislaciones laborales muy precarias y legislaciones

medioambientales favorables prácticamente inexistentes. (Iglesias et all., 2001). La

segunda estrategia consistió en un cambio radical de la regulación de la actividad

económica, configurándose un sistema jurídico para proteger y garantizar la propiedad

y los beneficios de las empresas, con cargas fiscales escasas y un papel secundario

del Estado en la economía y subordinado a los intereses del mercado (Berbis et all.,

2010). Estas políticas, orientadas al aumento de beneficios empresariales y más

especialmente los capitales financieros, desplazan a un segundo plano el bienestar de

las personas (Iglesias et all., 2001).

Finalmente el neoliberalismo se basó en una potente estrategia de modificación

de los valores sociales, de las fuentes de legitimación social, de las formas de

socialización y de los impulsos éticos de la vida social y económica (Torres, 2008).

En este contexto y entre los cambios más relevantes de la política económica

hay que destacar uno principal para poder explicar lo que viene pasando en las

relaciones laborales de los últimos años y por qué los mercados de trabajo se han

convertido en fuentes de empobrecimiento, precariedad e incluso exclusión social.

Este factor principal es que objetivo prioritario del neoliberalismo se centró en corregir

la inflación, por tanto la política económica debía centrarse en conseguir la estabilidad

de precios y no en combatir el paro (Berbis et all., 2010; Torres, 2008).

En la actualidad las políticas de lucha contra la crisis siguen obedeciendo a la

misma receta neoliberal (desregulación del mercado laboral, privatizaciones…) y

nuevos recortes sociales (sanidad, educación, servicios sociales...) dejando a gran

parte de la población en una grave situación de desprotección y vulnerabilidad. Todo

ello ha estimulado la flexibilización laboral en lugar de contrato estable; ante la

necesidad empresarial de disponer de trabajadores que se adapten a las fluctuaciones

de la demanda y contratando sólo el mínimo de tiempo de trabajo necesario, se

consolida así la temporalidad o el empleo parcial, el aumento del trabajo informal y la

reducción del salario real de los trabajadores como estrategia empresarial (Pinto,

2010).

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Cuadro 1.1: Evolución de los tipos de contrato, Castilla La- Mancha (2008-2010)

Castilla

La-Mancha

2008 2009 2010

Contratos

indefinidos

60.954 43.743 41.423

Contratos

temporales

535.053 538.697 554.074

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servicio de Estadística de Castilla-La Mancha.

En el cuadro anterior se aprecia como la evolución de los contratos temporales

ha ido aumentando a un ritmo constante, mientras los de larga duración están en

franco retroceso con un punto de partida de por sí muy bajo.

Esta tendencia de precarización de trabajo, y la consecuente precariedad

laboral sufrida por los trabajadores configura una nueva norma social donde el

individuo, ni como trabajador, ni como miembro de una clase, ni como generación y

menos aún como género, puede prever de modo alguno cómo evolucionará su empleo

y sus condiciones de trabajo y de vida (Carter, 2004). La precariedad laboral aumenta

la vulnerabilidad, la inseguridad social y económica, de quienes la padecen, son

conocidas ya sus consecuencias: aumento del sufrimiento, deterioro de la salud y de la

calidad de vida (Pinto, 2010).

Cuadro 1.2: Ocupados que buscan otro empleo, por razón de búsqueda del

nuevo empleo. España. Año 2010.

Buscan otro empleo Valores absolutos: Miles de personas

Desear un empleo más adaptado a su

formación

127,1

Inseguridad en su empleo actual 240,0

Considerar provisional su empleo actual …

Complementar su empleo actual …

7

Desear un empleo con mayor horario 93,1

Desear un empleo mejor remunerado 347,9

Mejorar las condiciones de su empleo

actual

257,6

TOTAL 1.156,3

Fuente: Explotación de Encuesta de Población Activa del INE.

En este cuadro se aprecia como los motivos que impulsan a la búsqueda de

otras alternativas de empleo a las personas que tienen un puesto de trabajo son

fundamentalmente los ingresos, la mejora de las condiciones de trabajo y la

inseguridad en el empleo que se ocupa, quedando otras variables como la adaptación

a su formación o la complementación de varios trabajos a la vez en un segundo plano.

Además en estas condiciones de inseguridad, de desempleo generalizado, de

dificultad creciente para encontrar medios de subsistencia, y de endeudamiento que

obliga a pensar solamente en salir adelante o el temor a perder el puesto de trabajo,

se ha debilitado extraordinariamente el poder de las clases trabajadoras a la hora de

negociar sus condiciones laborales y gracias a ello se ha podido ir poniendo sucesivas

reformas en el marco institucional y normativo orientadas a facilitar la obtención del

beneficio empresarial y a seguir debilitando la capacidad de respuesta de los

trabajadores (Carter, 2004), mitigando cualquier intento de generar un nuevo colectivo

obrero con conciencia de clase ( González Rodríguez,2003 ).

En este nuevo contexto flexible, donde prima lo individual sobre lo colectivo y

basado en criterios de competitividad e individualidad, en pos del crecimiento

económico, se hace creciente la inestabilidad de vínculos sociales y se produce lo que

Subirats (2010) llama la ruptura de las coordenadas más básicas de integración:

producción (participación en el mercado), poderes públicos (reconocimiento y

participación política) y familia y redes sociales (adscripción cultural y pertenencia

comunitaria).

1.2. EL TRABAJO EXCLUYENTE

La dependencia en nuestras sociedades del factor monetario, del hecho de

tener o no un empleo y del tipo de empleo que se tiene, constituye un importante factor

de riesgo de exclusión social (Arteaga, 2008), por tanto el empleo, lejos de convertirse

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en un mecanismo eficaz contra la exclusión social como en épocas anteriores, ha

pasado a convertirse en una de sus fuentes más directas (Torres, 2008).

Los cambios en las condiciones del empleo de los trabajadores y el desarrollo

de desigualdades en los salarios, los salarios bajos y las condiciones de vida de los

asalariados dieron pie a nueva clase de trabajadores denominados “trabajadores y

pobres” (los «working poors») que nos muestra como la participación en los mercados

de trabajo no garantiza la plena inclusión de los trabajadores en la vida social, sino

que contribuye a su empobrecimiento, y en muchas ocasiones, a su exclusión de

relaciones sociales cuando se producen en determinadas circunstancias coadyuvantes

(Ponthieuxi y Concialdi, 2001). En este sentido Bustillo (2002: 106) afirma que “cuando

se estudian las estadísticas de pobreza, probablemente uno de los datos más

sorprendentes es el alto volumen de los trabajadores ocupados que forman parte del

colectivo de población pobre”.

Paralelamente, y como efecto también del empobrecimiento de los países de la

periferia, se expande la utilización de trabajadores inmigrantes en condiciones

jurídicas precarias, lo que permite su contratación en injustas condiciones de trabajo y

bajos niveles de salario ( Berbis et all., 2010),convirtiendo así al colectivo de los

inmigrantes en uno de los más desfavorecidos por la crisis junto con el de las mujeres

y los jóvenes, que cada vez más, ven más difícil su incorporación al mercado laboral o

mejorar sus condiciones laborales.

Con el panorama actual, al que se enfrentan la mayoría de las sociedades

postindustriales: la flexibilización de las relaciones laborales, la competitividad

empresarial y el darwinismo social, prescindiendo de la población que no resulta

rentable a las necesidades empresariales (Raya, 2004), y siendo compatible el

crecimiento económico con el desempleo estructural, lo que está actualmente en juego

como han señalado Beck (2002) y Bauman (2003), es la propia concepción del trabajo

como elemento estructurante de la vida, de la inserción social y como elemento de

cohesión social.

1.3. CRISIS DE LA CENTRALIDAD DEL EMPLEO COMO FORMA DE

INSERCIÓN SOCIAL

El empleo, en las formas que ha adquirido en las últimas décadas en las

sociedades desarrolladas, es la principal vía de inserción social y a través de éste

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como las personas pueden acceder a los recursos para satisfacer sus necesidades y

realizar sus proyectos de vida. Es por tanto esta relación con el empleo la puerta de

entrada también a los derechos del Estado de bienestar, tales como vivienda (créditos

hipotecarios) o prestaciones sociales de tipo contributivo (subsidio por desempleo,

bajas por enfermedad o pensiones de jubilación) que dependen de haber sido

asalariados durante un tiempo determinado. Este vínculo entre el empleo y los

derechos sociales explica que desde la perspectiva de muchos agentes sociales la

lucha contra la exclusión y la pobreza, se planteara el empleo como un derecho de

todos y, por tanto el pleno empleo como un objetivo a conseguir (Iglesias et all., 2010).

Sin embargo, con el desarrollo de la globalización el pleno empleo dejó de ser

deseable para el sistema capitalista, puesto que para generar más beneficios ya no se

precisan empleos, sólo se precisan consumidores (Fernández Durán, 1996). Así, en la

actualidad, llegamos a la contradicción en que a la vez que el trabajo asalariado sigue

considerándose una de las vías principales de inserción, se demuestra la disminución

del empleo disponible, y por consiguiente desaparece también la participación de la

red de seguridad y protección asociada al empleo, lo cual determina que franjas cada

vez más crecientes de la población se consideren “excluidas de la sociedad” (Cantoro,

2003).

Desde esta perspectiva consideramos que el desempleo es una de las causas

determinantes de la exclusión social y éste no surge por una cuestión de

incapacidades personales sino como una condición misma del desarrollo capitalista.

Es por esto que debemos considerar alternativas para el diseño de políticas públicas

que signifiquen un verdadero cambio de paradigma en la resolución de los problemas

generados por la propia dinámica del sistema capitalista.

1.4. CRISIS DE LAS POLÍTICAS SOCIALES Y DEL ESTADO DE BIENESTAR

La nueva coyuntura económica tras la crisis establece un nuevo escenario

caracterizado por un importante sector de la sociedad en paro y con un importante

aumento de los índices de marginalidad y pobreza, desconocidas desde el nacimiento

del modelo productivo a mediados de los años treinta (González Rodríguez, 2003).

Esta nueva realidad pone en evidencia al sistema de protección social en su conjunto,

ya que hasta la fecha, había estado cimentado en el pleno empleo y en este momento

se ve obligado a dar cobertura a un amplio colectivo de desempleados (Subirats

,2010).

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Frente a esta situación los mecanismos del Estado de Bienestar han perdido

paulatinamente su capacidad operativa, ya que se han ido construyendo sobre ellos

aparatos burocráticos y procedimientos estandarizados para responder ante

determinadas situaciones sociales. Subirats (2010), hace referencia a los déficits de

inclusividad que presenta en la actualidad el sistema de bienestar: insuficiencia del

trabajo como base única para el acceso a prestaciones, fracaso en la implementación

de algunas políticas (algunas de las políticas de bienestar, han fracasado en su

objetivo de incluir a los sectores más vulnerables), presencia débil del Estado en

mercados con dinámicas segregadoras (vivienda), insuficiente cobertura de las nuevas

necesidades sociales, carácter restrictivo y excesivamente focalizado de los servicios

sociales.

Estas deficiencias vienen originadas con la instalación del mercado como

variable que determina si las acciones de los Estados y los modelos de organización

social son válidos o no (González Rodríguez, 2003). Todo este proceso incide en el

plano social, con el cambio del sistema de valores, pasándose de la sociedad “estable”

a la “sociedad de riesgo”, donde todo queda subordinado a los principios del mercado

y donde los derechos de la sociedad desplazan a los de ciudadanía, que se

transforman pasando de una sociedad de ciudadanos en el siglo XIX a otra de

consumidores en el siglo XXI (Fernández Durán, 1996).

Esto ha puesto de manifiesto la preferencia por la consolidación de derechos

selectivistas, basados en la individualización de las necesidades “lo que debe manejar

son más individuos particulares y cada vez menos poblaciones” (Cantoro, 2003) y

orientado hacia el sector privado (altruista y lucrativo) para aquellos que no cumplen

los requisitos de acceso establecidos en la normativa correspondiente (Raya, 2004).

Como conclusión podríamos decir, que los cambios de las políticas sociales

(post Estado de Bienestar) responden a las presiones del sistema económico y los del

mercado de trabajo y no a la gravedad de los problemas sociales en este periodo.

Estas presiones hacen que las decisiones respecto a las políticas sociales se

expresen en términos de “gasto social” y debido a ello se caractericen por la

focalización, la asistencialización, la descentralización y la privatización (Contreras,

2009).En este sentido el objetivo de las políticas sociales no consiste en combatir la

desigualdad, sino en paliar sus consecuencias.

11

1.5. EL CONCEPTO CENTRAL DEL ESTUDIO: LA RENTA BÁSICA

Frente al evidente fracaso de la propuesta neoliberal, que ha llevado a cabo la

desregulación total del mercado de trabajo y la liberalización total del mercado de

capitales; la disminución del gasto en pensiones, en el subsidio de desempleo y en el

resto de las prestaciones del Estado de Bienestar, y que hace del mercado el eje

organizador no ya sólo de las relaciones económicas, sino también de las relaciones

sociales en todas sus dimensiones (Iglesias et all. 2001), ha llegado el momento de

reflexionar sobre un nuevo sistema de protección social, uno en el que se garantice el

derecho de todos los ciudadanos a percibir regular y permanentemente unos ingresos

básicos que les permitan sobrevivir con dignidad, independientemente de cuál sea su

situación respeto al empleo o a los ingresos. En este sentido, una propuesta como la

Renta Básica de las iguales (Rbis) podría suponer un punto de partida para

enfrentarse al poder del capitalismo que se expresa en la actualidad, en forma de

globalización.

Puesto que son muchas las propuestas que desde gobiernos estatales y

autonómicos y otros agentes sociales se están haciendo bajo la denominación de la

Renta Básica, debemos aclarar y diferenciar los modelos de Renta Básica que existen.

1.5.1. MODELOS DÉBILES Y MODELOS FUERTES

Actualmente bajo el concepto de Renta Básica nos encontramos numerosas

propuestas de subsidios púbicos con diversos desarrollos, por una parte los impuestos

negativos y políticas de exención fiscal, la renta mínima de inserción o el salario

social, impulsados por las comunidades autónomas a veces utilizando el propio

nombre de renta básica cuando se trata de prestaciones sociales condicionadas e

insuficientes como la Renta básica de Emancipación (Reventós, 2007; Arcarons et all.

2005; Pinilla 2004), que vienen a ser una de las claves del Estado de Bienestar

(Pinilla, 2006), manteniendo el sistema en su conjunto y basadas en la explotación y la

dependencia del Estado.

Una de las características estructurales de estas rentas es que, de una u otra

manera, están destinadas al retorno de los individuos al empleo asalariado, y se

conceden para mantener un determinado orden de relación social: la familia patriarcal,

basada en la preponderancia del trabajo masculino y el cuidado femenino (Iglesias, et

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all., 2005). Así mismo otras de las peculiaridades de las rentas mínimas de las

comunidades autónomas (o sus equivalentes) es que se tratan de importes mínimos

de subsistencia, con carácter periódicamente revisable de la concesión, sometimiento

del derecho a “la prueba de necesidad” de acuerdo a los ingresos de la unidad

convivencial, sujetas a todo tipo de condiciones disuasorias y de las que tan sólo

llegan a una proporción extremadamente reducida de los hogares que la necesitan

(Laparra, 2004). A pesar de ello, debemos tener en cuenta que los modelos débiles

pueden tener su utilidad y construir un avance, siempre que se admitan sus

limitaciones y se consideren como metas parciales en la evolución hacia la

implantación de una propuesta completa y genuina de la RBis (Iglesias et all., 2004).

Tras describir estas ayudas conocidas popularmente con el nombre de Renta

Básica, pasamos a definir el modelo fuerte de Renta Básica o RBis. Consiste en el

derecho que tiene cada ciudadano y ciudadana de percibir una cantidad periódica para

cubrir sus necesidades materiales, sin ninguna contrapartida a cambio (Iglesias et all.,

2001). Esta característica tan distintiva, la de no estar condicionada a requisito alguno

la distingue de los modelos débiles. Además, la RBis a diferencia de las anteriores,

lleva implícito un cuestionamiento del sistema de dominación capitalista patriarcal e

implica su uso como herramienta de transformación social y, por último, se opone a

que los perceptores de las ayudas queden bajo control del Estado y con rentas

insuficientes para salir de la situación de empobrecimiento y de exclusión, a la que se

han visto abocados por la propia dinámica del sistema capitalista (Iglesias et all. 2001).

Las características estructurales y de opción política, que la convierten en un

instrumento de acción política y social, así como en un mecanismo que garantiza la

redistribución de la renta consisten en: que ha de ser individual (no familiar); universal

(no contributiva y para todos); incondicional (independiente del nivel de ingresos y del

mercado de trabajo); la cuantía ha de ser por lo menos igual al umbral de pobreza y

recibir cada persona la misma cantidad; una parte de la RBis se percibirá en mano y la

otra en forma de bienes de uso colectivo; la mayoría de las prestaciones sociales

actuales sujetas a control y gasto burocrático quedarán refundidas en la RBis (Iglesias,

2008).

Esta propuesta es asumida como una herramienta de transformación social,

desde un punto de vista anticapitalista y antipatriarcal para dar respuesta a las

situaciones que provoca esta sociedad caracterizada, sobre todo, por dejar sin

recursos para vivir con dignidad, a grandes sectores de la población (García et all.

2011).

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La inviabilidad ecológica del sistema capitalista (Fernández Durán, 2011) y las

crecientes desigualdades e injusticias sociales que conlleva (Iglesias et all., 2001)

muestran la necesidad de plantar alternativas de acción social y política como la Renta

Básica de las Iguales que contribuyan desplazar al mercado como eje organizador de

la vida y la centralidad del trabajo asalariado como determinante de la inserción social,

tomando la centralidad de la acción social y política los intereses de las personas y no

los del mercado.

Es por ello que este estudio se propone por un lado evaluar una herramienta

que se ha diseñado para la elaboración de una consulta participativa que permita

conocer la percepción que tienen las personas que sufren situaciones de precariedad,

desempleo y exclusión social en Cuenca sobre la Renta Básica de las Iguales,

dándola así a conocer y difundiendo esta propuesta, al tiempo que exploramos la

situación real que viven estas personas a través de sus propias narraciones.

Debemos aclarar que planteamos la RBis no sólo como una herramienta para

combatir la pobreza, sino también como un medio para posibilitar la toma de

conciencia, el debate sobre las verdaderas causas que generan estas crecientes

desigualdades y la movilización social desde abajo. Es por ello que optamos por

plantear este estudio con y para las gentes precarias y empobrecidas de nuestra

ciudad.

2. MÉTODO

Dada la complejidad de los objetivos planteados en este estudio, la

Investigación – Acción- Participativa es el marco metodológico de las ciencias sociales

que mejor se adapta para la realización de este estudio, en concreto la Consulta o

Encuesta participativa es la herramienta que mejor se ajusta a los objetivos de esta

investigación.

La IAP es un enfoque investigativo y una metodología de investigación aplicada

a estudios sobre realidades humanas, que busca mayor participación y apropiación del

proceso de los resultados por parte de la comunidad involucrada (Roca, 1987). La

finalidad de la investigación es la transformación social a través del conocimiento de la

realidad. Este se construye en un proceso participativo en el que los actores

implicados “tienen la palabra”, y de este modo se crean las condiciones que facilitan

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espacios de reflexión, programación y acción social relacionados con los problemas

que plantea el objeto de estudio.

En cuanto al origen y evolución, la IAP surge en los años 70, en un clima de

auge de las luchas populares y ante el fracaso de los métodos clásicos de

investigación en el campo de la intervención social (Álvarez, 2007). Sin embargo sus

precedentes de hallan en el concepto de “ investigación-acción” acuñado por Kurt

Lewin en 1944, entendido como un proceso participativo y democrático llevado a cabo

con la propia población local de recogida de información, análisis, conceptualización,

planificación y evaluación. Se trataba de una propuesta que rompía con el mito de la

investigación estática y defendía que el conocimiento se podía llevar a la esfera de la

práctica, que se podían lograr de forma simultánea avances teóricos, concienciación y

cambios sociales.

Estas formulaciones fueron retomadas a finales de los 60 en Latinoamérica, por

diversos movimientos sociales comprometidos en la lucha contra la pobreza y la

desigualdad social. Estos movimientos tenían como meta principal concienciar al

pueblo de la situación en la que viven para que pueda a partir de ahí, transformarlo

tanto individual como colectivamente. Fue clave para ello el brasileño Paulo Freire y su

obra La pedagogía de los oprimidos, de 1968, en la que argumenta que los pobres

están capacitados para analizar su propia realidad. En consecuencia, se asume que la

identificación y consolidación de los conocimientos y capacidades que poseen los

pobres pueden utilizarse como herramientas para su propio empoderamiento. Esta

perspectiva contribuyó a una reconceptualización del trabajo social con los sectores

vulnerables, así como a una expansión de la educación de adultos y la educación

popular (Álvarez, 2007).

Desde la óptica de la IAP, la población es el agente principal de cualquier

transformación social y de su activa colaboración dependerá el cambio efectivo de la

situación que vive. Esta postura rechaza pues, el asistencialismo que impera en la

mayor parte de los programas gestionados “desde arriba” por un Estado benefactor,

una institución social o un equipo técnico de profesionales. Por tanto, el objeto de

estudio o problema a investigar parte del interés de la propia población, colectivo o

grupo de personas y no del mero interés personal del investigador (IOÉ, 2003).

En consecuencia, se partirá de la propia experiencia de los participantes, de las

necesidades o problemas vividos o sentidos. Con esta metodología se trata de

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explicar, es decir, de entender más y mejor la realidad, de aplicar, o sea de investigar

para mejorar la acción y de implicar, esto es, de utilizar la investigación como medio de

movilización social. La IAP como herramienta o instrumento para generar tejido social

ha sido ampliamente desarrollada por T. Rodríguez-Villasante y colaboradores, a

través del “método de análisis de redes y conjuntos de acción”.

El Colectivo IOÉ (2003) plantea la IAP como un proceso donde se une la

reflexión y la acción, comprendiendo la realidad social como una totalidad, concreta y

compleja a la vez y como una vía de movilización y emancipación de los grupos

sociales en situación de dependencia. Aunque esta última línea de la IAP admite

muchos matices y ha sido olvidada en la práctica frecuentemente, la mayoría de los

autores especializados en el tema considera que se trata de una característica central

en el contexto de una sociedad marcada por la desigualdad y la dependencia de las

clases populares. Fals Borda y Rodríguez Brandao (1987) definen el "poder popular"

que se pone en marcha en la IAP como "la capacidad de los grupos de base,

explotados por sistemas socioeconómicos, de actuar políticamente tanto como de

articular y sistematizar conocimientos, de tal manera que puedan asumir un papel

protagonista en el avance de la sociedad y en la defensa de sus propios intereses de

clase y de grupo" (IOÉ, 2003).

La Encuesta o Consulta participativa consiste en aplicar un cuestionario a una

muestra determinada, pero en este caso la muestra no es representativa, a pesar de

ello resulta interesante para la realización de una investigación o intervención social de

escasos recursos, tanto económicos como humanos y se aborda más por su utilidad

social, como elemento de autoconocimiento, de reflexión grupal y como dinámica de

participación de los ciudadanos, proporcionando un censo clasificatorio y de opinión de

la población estudiada (Lascorz et all. 2010; Gil, 2003).

Entre las experiencias en España que han utilizado la encuesta participativa

como base podemos citar la Consulta Social Europea (2003-2004) o el programa

Ciudades Amigas de los Niños, del Centro de Investigaciones Innocenti de UNICEF.

PARTICIPANTES

En esta prueba piloto han participado 15 personas (P.1 – P.15) en situación de

paro, precariedad, empobrecimiento o riesgo de exclusión social. El criterio de la

muestra ha sido múltiple: estar en situación de desempleo o bien no disponer de un

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empleo estable, o en su defecto disponer de una renta inferior a la mitad de la renta

per cápita mensual (según los datos del INE la renta per cápita de 2010 en Castilla La

–Mancha es de 17.621 €, con lo que la mitad de la renta per cápita mensual serían

735 € aproximadamente). Los participantes fueron contactados a partir de

informadores clave. La media de edad es de 37,6.

INSTRUMENTO

Se han empleado entrevistas abiertas semiestructuradas para las que se ha

elaborado un guión previo con el que ha sido diseñada una ficha de entrevista que

permitiera la recogida de la información narrada por los entrevistados. El guión de la

entrevista fue confeccionado mediante la realización de un grupo de discusión

compuesto por 5 personas que participan en Zambra, que ya han participado en la

realización de otros estudios sobre la Renta Básica y han realizado consultas

participativas en Cuenca como la realizada en el Barrio de San Antón (Lascorz et all.,

2010).

PROCEDIMIENTO

Antes de comenzar la consulta participativa sobre la renta básica, se elaboró

previamente un guión de entrevista con diferentes apartados que nos permitían

obtener una información más amplia sobre la percepción social de temas más

concretos de nuestra realidad social y que recogía información sobre aspectos

relacionados con los sindicatos, las ONGs, los movimientos sociales o la situación del

mercado laboral en Cuenca (Anexo1). Posteriormente este guión fue modificado con la

finalidad de adaptarlo a las necesidades y objetivos del estudio, y que a su vez nos

permitiera ajustar el tiempo de la entrevista considerando los aspectos de mayor

relevancia quedando articulada en dos bloques de información; uno referente a los

datos personales y situación socioeconómica y otro a la percepción social de la RBis

(Anexo 2).

Las entrevistas tuvieron una duración aproximada de una hora y media, y cada

una de ellas fue realizada por una misma entrevistadora. Se efectuaron en la ciudad

de Cuenca entre los meses de septiembre y octubre de 2011.

ANÁLISIS DE DATOS

La información obtenida de las entrevistas realizadas fue analizada

basándonos en un tipo específico de análisis de contenido cualitativo identificado por

Bardín (2002), denominado análisis categorial temática, que consiste en la

17

categorización de los significados para luego realizar inferencias e interpretaciones,

pero siguiendo a Minayo (1997), consideramos que el objetivo de las inferencias e

interpretaciones realizadas por el investigador también debe adecuarse al marco

teórico adoptado y a los objetivos perseguidos por la investigación empírica.

3. RESULTADOS

A continuación se exponen los principales resultados de esta prueba piloto de

la primera fase de la Consulta Participativa sobre la RBis, en primer lugar se

expondrán los datos correspondientes a la exploración de la situaciones

socioeconómica y laboral de los participantes y en segundo lugar se expondrán los

datos sobre la encuesta participativa sobre la RBis tal y como se infieren de las

narraciones de los participantes.

1. Vivienda y unidad de convivencia

Muchas de las personas que participaron en la encuesta se encuentran en

situación de alquiler, fundamentalmente compartido. Algunas de ellas expresan que lo

hacen por motivos económicos como única forma de costearse los gastos derivados

de la vivienda. (6 unidades textuales). P.4.- “estoy compartiendo piso con tres chicas

más, dos de ellas están trabajando y la otra estudiando. Pagamos 600 € de alquiler

más gastos, se nos queda en 150€ por persona, si no estuviera compartiendo sería

inviable, los alquileres por norma general son muy caros”. Otro caso extendido es el de

la propiedad de la vivienda, aunque en ningún caso han terminado de pagar la

hipoteca (6 unidades textuales), unos pocos entrevistados afirman vivir en casas

cedidas, o bien de familiares o de personas conocidas o amigas (3 unidades

textuales). P.2.- “vivo en un apartamento en el que me hospeda una amiga

gratuitamente”.

La mayoría de las personas participantes afirman que su vivienda habitual se

encuentra en buenas condiciones (10 unidades textuales), siendo unas pocas las que

consideran que necesitan algunas reformas, pero que no pueden cubrir esos gastos (5

unidades textuales). P.6._ “mi casa tiene problemas importantes de humedades y

habría que arreglarla, pero estoy en ese alquiler porque era muy económico”.

Algunas de las personas entrevistadas han formado pareja y tienen varios hijos

no emancipados (4 unidades textuales), otras conviven también en pareja, pero sin

hijos a su cargo (5 unidades textuales), unas pocas comparten su vivienda con

18

personas conocidas o amigas (3 unidades textuales) y también han participado en la

encuesta varias mujeres que viven sólo con sus hijos (3 unidades textuales).P. 13.-

“vivo con mis dos hijos, el pequeño de 6 años y la mayor de 9”.

2. Situación económica y laboral actual

La mayoría de los participantes definen su situación actual como precaria o

inestable. Siendo las personas desempleadas las más preocupadas por su futuro (9

unidades textuales).P.3.- “me quedan dos meses para que se me termine el paro y

pasaré a cobrar el subsidio. Mi pareja también está en paro y no sé cómo vamos a

hacer frente a todos los gastos que tenemos, pagamos hipoteca más los gastos de la

casa y los dos niños. Tenemos más gastos que ingresos y aunque no estamos

tranquilos, intentamos no desesperar”.

También hay participantes que a pesar de tener empleo muestran su situación

de inseguridad e inestabilidad en el mismo (3 unidades textuales). P.1.-“estoy

contratado en una empresa por obra y servicio, pero llevamos unos meses sin cobrar

porque los que contratan las obras no pagan a la empresa. Hasta ahora esto no era

habitual, pero desde hace un tiempo lo normal es que no sepamos cuando vamos a

cobrar y esta situación nos genera bastante inseguridad porque la hipoteca y los

demás gastos hay que cubrirlos cobres o no.” Además de esta incertidumbre generada

por la situación precaria del empleo, se manifiesta una dificultad importante para llegar

a fin de mes o la necesidad de restringir gastos y llevar una vida más austera (6

unidades textuales). P.6.- “cosas que antes podían ser normales, ahora parecen todo

un lujo, ya no me acuerdo de la última vez que fui al cine… salir de compras o

tomarme algo con las amigas no es algo que ahora me pueda permitir a menudo”.

3. Formación estudios/ historial laboral

3.1. Formación/ estudios: Muchas de las personas entrevistadas tienen un

bajo nivel de estudios, manifestando que abandonaron los estudios entre los 14 y 17

años para trabajar (7 unidades textuales).P.12- “a los 14 terminé la EGB y empecé a

trabajar limpiando una casa y cuidando de dos niños”. La otra gran parte de los

participantes tiene estudios universitarios (6 unidades textuales) o de formación

profesional (2 unidades textuales). La mayoría de estas personas con estudios

superiores se encuentra trabajando en un empleo que no se corresponde con su

cualificación personal (3 unidades textuales) o desempleada (3 unidades textuales).

19

Al menos una persona cambiado de profesión libremente. P.2.- “estudié medicina y

técnico transfusionista, pero dejé mi empleo en el hospital para dedicarme a lo que

realmente me gustaba, el arte”.

3.2. Historial laboral: En cuanto al historial laboral, ninguna de las personas

entrevistadas ha permanecido siempre en el mismo empleo, siendo para la mayoría un

historial que ha oscilado entre el paro, la ocupación y la inactividad (11 unidades

textuales). ”P.5.- En lo que más he trabajado ha sido en el sector de limpieza,

generalmente en casas donde no me hacían contrato, también he estado en las

escuelas taller del Ayuntamiento durante tres años allí hacíamos de todo, restauración,

limpieza de obras, pintar… y he pasado muchas rachas en las que trabajaba tres

meses y pasaba a cobrar el subsidio y así entre las casas y el subsidio me iba

apañando.”

La mayoría de los participantes han tenido contratos temporales (12 unidades

textuales), y unos pocos mantienen un contrato indefinido (2 unidades textuales).

También hay personas que reconocen haber trabajado varias veces a lo largo de su

vida en empleos informales sin contratación (15 unidades textuales). P.12.- “casi

siempre he trabajado en casas, limpiando y cuidando niños y sólo en una ocasión me

hicieron contrato, pero de todos modos eso no me sirve para el paro…”, y algunas de

ellas han pasado por situaciones de desempleo sin recibir ninguna prestación (4

unidades textuales). P.6.- “estuve trabajando en una peluquería sin contrato y más

tarde fui contratada, a través de la Junta, en el servicio de limpieza de parques y

jardines… después de esto estuve un año entero sin trabajo ni prestación, eso fue lo

peor que me pudo pasar, sobre todo con los dos críos bien pequeños”.

3.3. Cursos de formación: La mayoría de las personas entrevistadas ha

realizado cursos de formación para el empleo (9 unidades textuales), pero en ningún

caso les ha servido para encontrar trabajo. A este respecto la mayoría de los

participantes considera que pueden ser valiosos para la formación o capacitación

personal, pero no útiles para salir de la situación de desempleo (11 unidades

textuales). P.10.-“he hecho varios cursos de formación, a mi en concreto me parecen

útiles pero creo que tienen una base reactiva que no es la adecuada, es decir crean

un curso para una determinada necesidad y para cuando lo terminas se te queda

obsoleto.” P.15. “he realizado varios cursos de formación para el empleo, uno de ellos

sí que me pareció interesante para mi formación, pero por norma general creo que no

están adaptados a las necesidades y aspiraciones reales de las personas. No los

20

considero útiles para la inserción laboral y no conozco a nadie que haya conseguido

un trabajo por realizar estos cursos.”

4. Otros datos: salud, familia y red de apoyo

Algunos participantes tienen algún problema de salud importante que le

dificulta encontrar o permanecer durante mucho tiempo en un empleo (2 unidades

textuales). P.10.-“Tengo una enfermedad degenerativa hereditaria que se llama EA y

en cierta medida si me dificulta encontrar o permanecer durante mucho tiempo en un

trabajo. En alguna ocasión he tenido que dejar empleos que suponían cargar peso o

hacer esfuerzos físicos excesivos, aparte de eso puedo llevar una vida más o menos

normal, al menos de momento”. En cambio la gran mayoría de los participantes no

presenta ningún problema relevante de salud (13 unidades textuales).

Las relaciones familiares son, para la mayoría de las personas entrevistadas,

una importante red de apoyo, manteniendo vínculos familiares fuertes y estables (11

unidades textuales). P.8.- “cuando voy a ver a mi madre me llena el carro de comida y

de tapes y cuando me ven los vecinos dicen: mira, ya viene de la compra…, si no

fuera por ella no tendría apenas nada que llevarme a la boca”. Otros en cambio no

consideran que su familia constituya una importante red de apoyo, bien porque se

encuentran lejos de su lugar de residencia (3 unidades textuales).P.2.- “Mi familia está

en Uruguay, y ahora no es una red importante de apoyo, aunque tampoco dependía

mucho de ellos cuando estaba allí. He vivido mucho en comunidad y siempre he

tenido gente cerca que me ha ayudado”, o bien porque carecen de ella (1 unidad

textual).

Al margen de las relaciones familiares, son muchas las personas participantes

las que consideran que su entorno más inmediato, amigos, vecinos, compañeros de

trabajo, etc., son una red importante, que se crea a través de los afectos y el apoyo

mutuo. (8 unidades textuales). P.9.-“mi familia vive en Asturias y llevo mucho tiempo

sin verlos y , la verdad es que la que considero que es mi familia es la gente que

tengo cerca, y con mis vecinos tengo muy buena relación y siempre nos ayudamos

mucho…, si a mí me pasa cualquier cosa, cualquiera del vecindario está ahí.”

21

5. Prestaciones sociales

Se plantea que prácticamente no existen ayudas y las pocas que hay no se

dan, además de ser insuficientes económicamente (12 unidades textuales). P.9.- “Creo

que debería haber más ayudas sociales porque cada vez hay más gente que las

necesita, los datos de la pobreza son cada vez más altos”. Los participantes también

insisten en que la excesiva burocracia acaba cansando a la gente (4 unidades

textuales). P.1.-“Me parece que están excesivamente burocratizadas, tienes que

presentar una infinidad de papeles, que tienes que recoger en sitios distintos, cumplir

los requisitos que establecen y esperar un montón de tiempo para que te hagan un

descuento de un 50% en la compra de unas gafas. Esto es más o menos lo que le

pasó a mi madre en su día. A veces no te merece la pena gastar tanto tiempo y

energías para conseguir estas “microayudas”. Por eso no me parece que existan

suficientes y sobre todo que estén bien gestionadas”.

Además, las personas entrevistadas consideran que no acceden a la

información y desconocen qué tipos de ayudas existen, por lo que ni siquiera intentan

acceder a ellas (10 unidades textuales). P.5.- “Reconozco que no tengo información ni

sobre mis derechos sociales, ni sobre las prestaciones, pero aunque la tuviera no creo

ni que se respetasen mis derechos, ni que me dieran las prestaciones.”

La mayoría de los entrevistados considera que están focalizadas dirigidas a los

colectivos llamados “de riesgo” o en exclusión (8 unidades textuales). P.14.-“están

enfocadas a colectivos más vulnerables como madres solteras, personas en paro de

larga duración, inmigrantes, gente joven sin empleo… porque son vulnerables y está

complicada la inserción laboral”. Además de insuficientes numerosos participantes

afirman que son desigualitarias en cuanto al reparto en los distintos territorios,

población y problemática (9 unidades textuales). P.4.- No creo que haya suficientes

ayudas sociales, porque hay mucha gente que las necesita, pero además, creo que

deberían gestionarlas y distribuirlas mejor”.

6. Renta Básica de las Iguales

6.1. Conocimiento previo de la propuesta: La mayoría de las personas

entrevistadas no conocían la RBis (12 unidades textuales) siendo muy inferior el

número de personas que tenían algún conocimiento sobre esta propuesta y sus

características, debiéndose fundamentalmente a material divulgativo de Baladre (3

22

unidades textuales). P.15.- “Sé que hacen charlas y seminarios informativos sobre la

RBis, aunque no he tenido la oportunidad de ir nunca, pero conocía esta propuesta a

través de Baladre, con el que tengo contacto y me dieron información”.

6.2. Valoración inicial de la RBis: La opinión general de los participantes

sobre la RBis es muy positiva. Consideran que es una buena medida para luchar

contra la pobreza y la precariedad, mejorando las condiciones de vida de los colectivos

más desfavorecidos (13 unidades textuales), y funcionando de forma preventiva en los

colectivos que están en riesgo de exclusión (3 unidades textuales). P.5.- “Me parece

una propuesta bastante útil que evitaría la precariedad,… mejorando la calidad de vida

de quienes no llegamos a fin de mes y evitando sobre todo la situación de indigencia

que parece aumentar cada vez más”.

6.3. Percepción sobre la viabilidad de la RBis y de su implementación:

Aunque en algunos participantes despierta ciertas contradicciones e incertidumbres

relacionadas con los aspectos de financiación y universalidad. Muestran cierto

escepticismo y reticencias respecto a la propuesta de la RBis, sobre todo muestran

dudas sobre si la gente dejaría de trabajar o no (7 unidades textuales). P.12.- “… hay

muchos gandules que no quieren trabajar y si les das la renta ya no tendrían ni que

buscarse escusas”.

A la vez se generan dudas sobre el proceso de financiación y el hecho de que

lo cobren todas las personas independientemente de su situación económica. Las

principales reticencias derivan del hecho de que no todas las personas tienen las

mismas necesidades y el sector de la población con más recursos no estaría de

acuerdo (6 unidades textuales). P.10.- “Sería necesaria una contraprestación a cambio

o simplemente proporcionar esta renta a la gente que más lo necesitara, si no mucha

gente dejaría de participar en el mercado laboral y no creo que empresarios, políticos y

demás permitieran que esta propuesta se llevara a cabo, y más siendo ellos lo que

manejan los hilos”.

Se transmite también sensación de lejanía en su implantación, al considerar

que sería bastante difícil de conseguir (8 unidades textuales), otros participantes lo ven

algo utópico, imposible de llevar a cabo en una sociedad como la nuestra, y

consideran que debería haber un verdadero cambio de valores. P.14.- “me parece una

propuesta muy bonita, pero dudo que se fuese a llevar a cabo, creo que es una utopía

y más en esta sociedad basada en valores de competitividad e individualidad”.

23

6.4. Cambios originados por la implementación de la RBis

Cambios a nivel individual: Se plantea por la mayoría de los participantes

que significaría la solución a muchos de sus problemas, pues las necesidades básicas

estarían cubiertas y por tanto mejoraría su calidad de vida (23 unidades textuales).

P.8.- “Me parece una propuesta maravillosa, no sé cómo sería vivir sin contar los días

para que empiece otro mes”.

En relación al trabajo, casi la totalidad de los participantes comenta que

seguiría trabajando, pero en otras condiciones, unas condiciones de igualdad y no de

sometimiento (14 unidades textuales). P.5.- “Si la percibiera creo que no dejaría de

trabajar, aunque depende de cual fuera mi estado de salud. Aún así no creo que lo

hiciera porque me gustaría ganar más de lo que he podido ganar con los trabajos que

he tenido y poder hacer cosas que nunca he podido hacer como ¡irme de vacaciones.”

También nos hablan sobre la libertad personal, la dignidad y la posibilidad de

ocupar el tiempo en la formación y capacitación o el ocio (11 unidades textuales). P.3.-

“Nos daría no sólo más libertad de elegir, sino de tener algo de dignidad y la

posibilidad de disfrutar un poco de la vida… podría llevar a mis hijos a la piscina, al

cine o irnos de vacaciones, algo impensable con mi situación hoy en día”.

Cambios a nivel grupal y comunitario: Se refleja una perspectiva que

vincula la Renta Básica con una concepción más amplia del trabajo. Trabajar por

dedicación, recuperando el sentido mismo de la ocupación, de las actividades que

realizan las personas que tienen una utilidad social y que no siempre son valoradas en

el mercado de trabajo (7 unidades textuales). P.14-“La gente se podría dedicar a lo

que le interesa o le motiva. Teniendo la seguridad económica de esta renta, las

personas podrían elegir su ocupación con menos restricciones. Al no estar sometida al

mercado laboral y a la necesidad de un trabajo remunerado aumentaría la creatividad

en su trabajo y la gente podría dedicarse por dedicación y no para subsistir.”

Uno de los cambios colectivos más mencionados por los participantes es el

aumento de la capacidad de negociación de mejores condiciones labores ya que si

existe un ingreso básico garantizado, las personas pueden optar por no aceptar

empleos cuya remuneración se considera insuficiente para el trabajo exigido. Además

los trabajadores y trabajadoras estarían en una situación de mayor fortaleza para

negociar las condiciones laborales y no se aceptarían trabajos mal pagados o en

negro. (11 unidades textuales). P.10- “… el colectivo del trabajador podría mejorar y

24

negociar mejores condiciones de trabajo, creo que éste sería el cambio social más

importante, poner en valor su fuerza de trabajo.” P.9- “Creo que se ganaría en

condiciones laborales y el empresario se vería forzado a mejorar las condiciones de

los trabajadores puesto que muchos no aceptarían trabajar en condiciones precarias,

mal pagadas, etc.”

Grandes cambios sociales: En general los participantes sentían esta

propuesta como una oportunidad muy favorable en cuanto a lo que supondría

satisfacer las necesidades humanas fundamentales, la libertad y el empoderamiento

de las personas, ayudando a mejorar las condiciones de vida y sentido de esta. (8

unidades textuales) P.4- “En cuanto a los cambios sociales que se producirían creo

que habría más igualdad y se nos concedería la capacidad de elección y la gente sería

más feliz y más autónoma. En situaciones de precariedad no dependeríamos ni del

Estado, ni de la caridad… seríamos más libres y se ganaría en calidad de vida y en

salud”.

El hecho de tener unos ingresos asegurados, lleva a los participantes a

reflexionar sobre la salud, y los problemas relacionados con la pérdida o ausencia del

empleo o las condiciones de éste (9 unidades textuales). P.15- “Creo que el hecho de

tener tus necesidades básicas cubiertas y no angustiarse por la falta de empleo o las

condiciones laborales, evitarían muchos de los problemas de este mundo, porque

existen muchas enfermedades “inventadas” por este sistema capitalista que derivan de

la competitividad, la individualidad y de nuestra relación con el mercado laboral que

pueden llegar a provocar estrés, ansiedad, depresión…”.

También hablan de la igualdad y de cambios en valores sociales, además de

eliminar los estigmas relacionados con la pobreza y de los sentimientos de

culpabilidad y de fracaso (5 unidades textuales). P.9- “También habría menos envidias

y recelos y dejaríamos de hablar de a quien dan y a quién no”. P.10. “Si la gente

tuviera esta renta y fuera percibida como un derecho más, se eliminarían muchos

estigmas sociales relacionados con la pobreza. Nosotros ahora por ejemplo no

podemos permitirnos pagar los libros de mi hija para el colegio, tenemos que andar

buscando ayudas, haciendo malabarismos y todo sin que sea demasiado evidente

hacia el resto y disimulando con nuestros hijos para que no sientan ninguna diferencia

con sus compañeros “.

25

Se plantean otras formas posibles de organización del trabajo (5 unidades

textuales), atendiendo a la necesidad de ser consciente del sistema productivo actual,

considerando qué producimos, cómo producimos y para qué producimos. P.15-“Creo

que sería posible hablar de otro tipo de organización comunitaria, porque si hay gente

que decide no aceptar determinados empleos y realizar otras actividades más útiles

para él y la comunidad, podríamos hablar de un intercambio de saberes, de apoyo

mutuo, de organizar bancos de tiempo para dar y cubrir nuestras necesidades y

motivaciones reales sin la necesidad de pasar por el mercado laboral”.

Desde la perspectiva de género se sugiere que la RBis funcionaría como una

“fuente de emancipación” para las mujeres, eliminando el sometimiento y la opresión

(4 unidades textuales). P.9- “Habría muchos cambios a nivel global sobre todo en las

mujeres que siempre hemos sufrido mucho la precariedad, además seríamos más

independientes y muchas dejarían de depender de sus parejas y tendrían más libertad

para elegir qué hacer con su vida”. También añaden que para que esta liberación sea

posible, es necesaria una educación y formación previa a las mujeres (1 unidad

textual), y que a través de los Estados no se podría cambiar (2 unidades textuales).

Algunas personas participantes consideran la RBis como una medida buena,

pero insuficiente para lograr grandes cambios sociales, es una herramienta más que

debería ir acompañada de medidas enfocadas a la formación en torno a la salud y la

educación, prestando especial atención a la perspectiva de género. (4 unidades

textuales). P.2.- “La Rbis tendría que ir de la mano con otros muchos temas para que

suponga un verdadero cambio. Esos temas deberían girar en torno a la formación, el

apoyo mutuo y el servicio en torno a la salud pasando de instancias hospitalarias a la

salud como profilaxis, evitando el negocio de los laboratorios y las medicinas y

enseñando buscar y utilizar los recursos del ser humano para sanar. Eliminando los

sistemas educativos caducos (que están lejos de ser universales y llegar a todo el

mundo) y que se gesten otros niveles de educación a través de aspectos no

desarrollados como las artes, la creatividad, la imaginación y formar de acuerdo a las

necesidades reales. La educación y el trabajo social deberían estar enfocados a hacer

posible una convivencia real de las personas donde todos pudiéramos colaborar en los

proyectos colectivos.”

26

4. DISCUSIÓN

En relación a los resultados obtenidos de esta prueba piloto, en primer lugar se

ha de considerar que el instrumento utilizado (la entrevista, el guión) ha resultado de

utilidad para la obtención de datos suficientes para por un lado la realización de un

estudio exploratorio sobre la realidad vivencial de las situaciones sociales y

económicas de las personas precarias y empobrecidas que han participado en el

estudio, tanto como para explorar su percepción sobre la Renta Básica de las Iguales.

No obstante se ha observado que aunque la entrevista puede llegar a ser más

valiosa si se añaden otros apartados que nos permitan obtener más información, es

preferible concretar y reducir dichos apartados para dedicarle más tiempo a la

información más relevante.

Sobre los datos obtenidos a través de las entrevistas realizadas sobre la

situación socioeconómica de las personas se desprende que la mayoría comparte la

unidad convivencial y muchas lo hacen como un medio para hacer frente a los altos

costes relacionados con la vivienda y la manutención personal.

En cuanto a la relación con empleo, los participantes manifiestan que nunca ha

sido estable y que han permanecido o permanecen en empleos soportando

condiciones laborales precarias e inestables (bajos niveles de salario,..), llevándoles a

situaciones cada vez más precarias, de inseguridad y marginalidad.

De acuerdo con las opiniones vertidas los cursos de formación para el empleo

pueden llegar a ser útiles para la capacitación personal, pero en ningún caso ayudan a

salir de la situación de desempleo.

La queja más extendida en cuanto a las prestaciones sociales es la falta de

información sobre ellas. Por otra parte, las personas participantes entienden que estas

prestaciones son soluciones coyunturales y mecanismos de contención, pues no dan

una respuesta estructural a la multitud de problemáticas que abordan estas ayudas.

Denuncian que son insuficientes y desigualitarias. Esta situación de desigualdad en el

reparto de las prestaciones provoca sentimientos de competitividad y xenofobia entre

las personas perceptoras de estas ayudas, llevando a algunos participantes a hacer

afirmaciones como “siempre se las dan a los mismos, si no eres gitano o inmigrante no

vas a ningún sitio”.

27

El contenido de las entrevistas en cuanto a la Renta Básica de las Iguales ha

estado regido por dos cuestiones fundamentales: la contradicción y la incertidumbre

que produce esta propuesta, y la visión positivista que genera.

Las contradicciones e incertidumbres se despiertan cuando las personas

entrevistadas comienzan a plantearse el empleo como única posibilidad de trabajo, es

decir el aprendizaje de que las personas tienen que producir para el mercado,

“empleándose”, y no desarrollando trabajos de autogestión y comunidad. Esto da lugar

a argumentos tales como “hay muchos gandules que no quieren trabajar y si les das la

renta ya no tendrían ni que buscarse escusas”.

La visión positiva se enmarca en un pensamiento de estabilidad económica y

satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, que posibilitarían la libertad

de elección para la realización de actividades sociales, el empoderamiento y

participación de la persona y la comunidad, produciéndose un cambio muy importante

hacia mejoras sociales, a nivel de transformación de valores y de mejoras laborales.

En conclusión, unas formas de vida más humanas.

Finalmente, respecto a la metodología podemos decir que resultaría

interesante que en las siguientes fases de esta consulta se desarrollen grupos de

discusión que permitan diálogos abiertos y colectivos donde las personas puedan

reflexionar sobre sus opiniones de la RBis y el porqué de estas. Considerando

fundamental que se creen estos espacios de debate y reflexión donde se puedan

resolver dudas o aspectos más concretos sobre el concepto y el planteamiento de la

RBis y propiciando también el debate sobre otras iniciativas de transformación social.

En conclusión para valorar positivamente este trabajo es importante recordar

que no hemos pretendido tanto obtener datos cuantitativos, generalidades o

aproximaciones, sino dar a conocer y difundir la RBis, además de remover el

pensamiento y agitar el debate sobre el mundo que se nos impone.

Es por ello, que lo más importante de un estudio de estas características no es

la conclusión de que la RBis sea viable y posible aplicar. Lo fundamental es el

proceso. Si durante las sucesivas fases de este estudio nos acercamos a cientos de

personas de la localidad conquense y otros lugares de la provincia, no siendo una

cuestión de cantidad, sino que además se incluyan diferentes grupos y colectivos de

personas implicadas en la búsqueda de la mejora de las condiciones de vida en su

pueblo, ciudad o país. Actores sociales como sindicalistas, trabajadores y trabajadoras

sociales, docentes y el resto de personas de esta ciudad. Trasladando así la propuesta

28

de la RBis y la necesidad de discutir sobre ella a sus grupos, a su entorno, provocando

un efecto multiplicador en la difusión de la propuesta y amplificando el debate sobre la

misma.

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30

Torres, J. (2008). Trabajadores pobres en España: los nuevos excluidos del siglo XXI. Extraído el 12 de Septiembre, 2011 en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=70689

Sáez, M. (2002). Renta Básica y mucho más. Revista Internacional de Filosofía Política, 19, 45-68.

Sáez, M. et all. (2010). Oliendo nuestra Realidad. Málaga: Zambra.

Subirats, J. - Dir- (2010). Los Servicios Sociales de Atención Primaria ante el cambio social. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Zapata, I. (2003). Exclusión Social en el Cinturón Suburbano del Área Metropolitana del Gran Santiago. Revista urbana, 8, 32.

31

ANEXO 1

NOMBRE: EDAD:

APELLIDOS: ESTADO CIVIL:

DIRECCIÓN: CONTACTO:

1.-VIVIENDA Y UNIDAD DE CONVIVENCIA:

2.-SITUACIÓN ECONÓMICA Y LABORAL PERSONAL:

3.- HISTORIAL LABORAL

4. OTROS DATOS: SALUD, FAMILIA Y RED DE APOYO.

5. RELACIÓN CON LOS SERVICIOS SOCIALES.

6. SITUACIÓN DEL MERCADO LABORAL EN CUENCA.

7. SINDICATOS:

8. ONGS.

9. MOVIMIENTOS SOCIALES Y ASOCIATIVOS DE CUENCA:

10. RENTA BÁSICA DE LAS IGUALES:

Consulta Participativa sobre la Renta Básica de las Iguales Cuenca 2010-11.

32

ANEXO 2

NOMBRE: EDAD:

APELLIDOS: ESTADO CIVIL:

DIRECCIÓN: CONTACTO:

1.-VIVIENDA Y UNIDAD DE CONVIVENCIA (personas que conviven en la vivienda,

régimen de tenencia y estado de la vivienda):

2.-SITUACIÓN ECONÓMICA Y LABORAL PERSONAL

3.- HISTORIAL LABORAL Trabajos realizados, estudios, formación, temporadas de Paro,

prestación por desempleo, realización de contrapretaciones, opinión de cursos de

formación para el empleo:

4. OTROS DATOS: SALUD, FAMILIA Y RED DE APOYO

5. PRESTACIONES SOCIALES. Percepción de las prestaciones y ayudas sociales:

10. RENTA BÁSICA DE LAS IGUALES. ¿Qué cambios sociales crees que se producirían si

la gente tuviera este derecho?

Consulta Participativa sobre la Renta Básica de las Iguales Cuenca 2010-11.

33

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES

Cuadro 1.1: Evolución de los tipos de contrato, Castilla La- Mancha

(2008-2010)…………………………………………………………………….……………… 6

Castilla

La-Mancha

2008 2009 2010

Contratos

indefinidos

60.954 43.743 41.423

Contratos

temporales

535.053 538.697 554.074

Cuadro 1.2: Ocupados que buscan otro empleo, por razón de búsqueda del

nuevo empleo. España. Año 2010……………………………………………………...… 6

Buscan otro empleo Valores absolutos: Miles de personas

Desear un empleo más adaptado a su

formación

127,1

Inseguridad en su empleo actual 240,0

Considerar provisional su empleo actual …

Complementar su empleo actual …

Desear un empleo con mayor horario 93,1

Desear un empleo mejor remunerado 347,9

Mejorar las condiciones de su empleo

actual

257,6

34

TOTAL 1.156,3