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Capitulo II
Comision de Paleontologia .• .• .,! ' ",:. -~ . ·~, ' -,. '' 0 0 ' L 0 .-, 0 0 '• .. , '• • ._. · ' '
Algunos resultados del estudio de los depositos continentales del Cuaternaric de Cuba Oriental, por Ismail P. Kartashov y Nestor A. Mayo
E ste articulo presenta un resumen de los trabajos de campo e fec· tuados para estudiar las estructuras de los deo 6slfos cuat~rnario~ contine ntales en el Este de Cuba, con vistas a Ia confecci6n de 1.:
carfa geologica a escala 1:250 000.
Los sedimentos estudiados funda mentalmente estan integ rados po r aluviones, proluviones y coluviones. be ellos se ofrece Ia gen~sis , .edad proc bable, potencia y descripci6n litologica de campo. Ademas se reportan aluviones antiguos pre-miocenicos.
Los autores concluyen que en el Pleistocene de Cuba existieron oscilaciones climaticas de fases aridas y pluviales .
Los aluviones de las cue ncas neotect6nicas intramontanas de Ia Sierra Maestra (Palma , Vic an a Arriba, Contramaestre y otras) · y las partes periEerie as de los aluviones del Rio Cauto, se d atan, a base de consideraciones geomorfologicas, como d el Pleistocene me dia-superior. Es poco probable que en ellos existan capas del Pleistoce ne Inferior. En estos aluviones se enccintraron fragmentos de madera hum ificados, pero no faun a f6.sil.
Las depresiones inlramo ntanas no se conside ran "grabens", sino resultados de Ia erosion diferencial, e n cuyo proceso . han intervenido los movi~ mientos neotect6n icos.
En Ia zona de Baitiquirl-lmias se diferencian Ires tipos . de reg io nes de desarrollo del re lieve, 1-Zona de "diques". 2-Zona de cimas plan,'IS desprovistas de aluvi6n . 3-Zonas cubie rtas por aluvi6n. El aluv i6n se d ife re ncia en dos variedades litologicas distintas. ..,
Los a luviones del Oeste del Rio Cauto se consideran del Pleisjoceno supe rior-Holoceno. Lo s aluvio nes de las te rrazas de inundaci6n acfua les y los que rellenan los antiguos golfos y bahfas de ingresion se datan co mo del Holocene. Es prob ab le que las estrucfuras de los aluviones descritos reflejen las pulsaciones de los movimientos neotectonicos.
Los de positos carsicos residuales e n superficies p lanas y en embudos carsicos, de espesor variable, se datan como del Cuaternar io e n las te rrazas
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ll8e abrasion, pero del Neogeno-Cuaternario en las llanuras de acumulacion marinas elevadas de Alegria de Pio-Esperanza. Los depositos en embudos carsicos en pendientes de interfluvios se consideran como del Cuaternario.
La edad inferior de las cortezas de intemperismo sobre las serpentinifas, c:uya formacion continua en e l presente, se vincula con Ia edad de Ia superficie de nivelacion que los autores entienden se formo en el Miocene; por consiguiente, su edad es Mioceno-Cuaternaria. Las cortezas de intemperismo desarrolladas en las pendientes se c:onsideran que tienen genesis coluvio-eluvial y se datan como del Pleistocene superior-Holocene.
Los autores estiman que las superficies de nivelacion desarrolladas en una misma edad (sincronicamente), no pueden elevarse en todas partes de Cuba a una misma altura, por lo intense y diferenciado de los movimienfos neotectonicos, posf-miocenicos.
Muchos de los re lictos de las superficies de nivelacion a diferente altura constituyen restos de una unica superficie de nivelacion formada en el Miocene, ahora elevada a d iferentes alturas. Las superficies de nivelaci6n reportadas por Taber {1934), segun las observaciones de los autores, constituyen superficies estructurales.
Algunas particularidades de las estructuras de los depositos del cuaternario continental de Cuba Central y Occidental, por Ismail P. Kartashov, y Nestor A. Mayo
Este articulo recoge algunas o bservaciones realizadas dllrante un itinerario de reconocimiento emprendido para estudiar Ia esfructura de los depositos cuaternarios continentales, en las regiones central y occidental de Cuba, con vistas a Ia confecci6n de Ia Carta Geologica a escala 1 :250 000.
Es destacado e l carcicter marino de los sedimentos de Ia llanura costera acumulativa de Trinidad-Sancti Spiritus, de buena parte de Ia Jlanura acumulativa meridional de Pinar del Rio y de Ia llanura ac:umulativa situada al Sur de Guane.
En lo llamJra . .acun:wlati:Va meridiona l de Pinar del Rio se evidencia Ia sucesi6n alternante de regresiones y transgresi o nes. Los sedimentos marino~ se hall an c:ortados por antiguos ri os que depositaron aluviones.
Se discute someramente Ia probable edad de los depositos continentales y marines observados. La edad de los sedimentos puede oscilar desde el Pliocene o Pleistocene Inferior hasta el Holocene. Se des taca Ia complejidad de los movimientos ne otectonicos y su influencia en Ia dislocacion de Ia cobertura blanda.
Algunas de las superficies de nivelacion senaladas por Ducloz (1963) corresponden, en el criterio de los autores, a superficies estructurales o a depresiones carsicas (poljas).
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Anfiguedad de Ia fauna ver1ebrada fosil de Cuba, par Antonio Nunez Jimenez y Nestor A. Mayo
El complejo faunal de mamiferos, aves, reptiles y moluscos terrestres, hallado hasta el presente en depositos de cavernas y casimbas carsicas, y en sedimentos fluviales y lacustres, se destaca por presenfar elementos y caracterisficas filogeneticas que sugieren una edad geologica muy joven para todo el complejo. Sabre Ia base de cor.~sideraciones biol6gicas, interpretaciones geomorfologicas y por Ia correlaci6n de los ~ep6sitos fosillferos continentales con los depositos marinas de edad conocida, se considera que Ia edad del compl~jo faunal es Pleistocene Superior.
Se revisan las lineas filogeneticas de los desdentados antillanos y se concluye que Ia . necesidad tie Ia existencia de formas transicionales desconocidas anteriores a las especies conocidas de Megalocnus, es uno de los criterios paleontologicos mas solidos que sugieren Ia e scasa antiguedad de los restos de desdentados hasta ahara descubiertos.
Se reconoce que en Cuba existieron aislamientos geograficos debidos a transgresiones desde el Plioceno superior hasta ef Pleistocene media, los cuales constituyeron ambientes favorables para Ia especiacion de los generos.
Se considera como muy probable que los generos conocidos de . Hep· taxodontidae de Puerto Rico sean los descendiente s evolucionados del grupo inva.sor, del cual en La Espanola y Cuba, evolucionaron los grupos Capromyidae, a traves de formas se mej antes a Quemisia. Se estima que Ia llegada de los roedores a las Antillas fue post-Santacrucense.
Se estima que los insectivores arribaron a las Anlillas antes del Neogeno y que aqui pe rmanecieron e n un largo aislamienlo.
En depositos que se datan como Pleistocene med ia han sido reportados restos de Geochelone cubensis.
Tomando a G. cubensis como indice paleoclimatico se e stima que las oscilaciones cli maticas del Pleistocene (periodos aridos y pluviales) no se manifestaron igualmente e n todo el territorio del Arc hipielago Cubano.
Los ancestros menos e speci a li zados de las aves gigantes O rnimegalonn. ()JE:![Oi y Baeop,terys cubensis no han sido encontrados en los depositos hal .. lados hasta el presente . Ella se toma como prueba de Ia escasa antiguedad de los depositos estudiados.
Aunque el gigantismo d e la s especies cubana s debe es tar relacionado con las variaciones climaticas provocadas por las influencias de Ia glaciacion de Wisconsin, aigunas caracteri sticas observadas e n B. cubensis no parece que puedan relacionarse con las reglas ecogeograficas de Bergman y Allen.
Se ofrecen perfiles e stratig rafico s e irderpretaciones paleoclimaticas de las capas en vari as cavernas con depositos fosiliferos que se datan como del Pleistoceno superior. En algun c1s se hacen correlaciones con los de -
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positos marinos de edad conocida y en casi todas se tiene en cuenta su localizacion e interpretacion en Ia estratigraHa geomorfologica de Cuba.
Los depos'itos de asfalto de Hato Nuevo (ahora Marti) se consideran de edad Pleistocene medio.
Los depositos de fisuras rellenas de Ia Mesa de Anafe (La Habana) y de Ia Sierra de Colombo, (Isla de Pinos) los autores estiman pueden llegar a ser de edad Pliocene o Pleistocene temprano.
Depositos pleistocenicos de los cauces subferraneos abandonados de Ia Sierra de los Organos: evidencia de peri'odos pluviales, por Nestor A. Mayo
Hasta hace pocos anos se consideraba que el clima de Cuba nabla permanecido invariable desde el Neogeno hasta el Reciente. Algunos comentarios opuestos recogidos en Ia li teratura fueron o lvidados por estar sustentados sobre una base poco s61ida.
Blume (1966) y Ducloz (1953) consideraron Ia posibilidad de que coincidiendo con las glaciaciones del Pleistocene ocurrieron en Cuba aumentos en las precipitaciones. Posferiormente Mayo (1967, 1969) presento algunas pruebas de esos periodos pjuviales, los cuales correlaciono con los avances de las glaciaciones. Nunez Jimenez et al. (1968), Nemec et al. (1967), Panos y Stele! (1968 a,b), Kartashov y Mayo (en prensa) reconocieron evidencias de oscilaciones climaticas de fases aridas y pluviales durante el Ple istocene de Cuba.
La presencia de conglomerados cubiertos por sfnter de aragonito en cauces subterraneos abandonados de Ia Sierra de los Organos, los cuales posteriormente fue ron a rrasados por Ia erosion, se interpreta como evidencia de las oscilaciones climaticas del Pleistocene. .Los cantos rodados se toman como prueba de un periodo ·pluvial, el sinter de aragonito se interprefa como depositado en una epoca calida, menos ht~Jmeda, durante Ia cual Ia corriente fluvial ces6 de correr; el arrasamiento como un nuevo periodo pluvial. Estos episodios fueron reportados por Nunez Jimenez (1967) y Nemec et al. (1967), en Ia Gran Caverna de Santo Tomek Ademas, el autor los ha observado e n los cauces denominados Cue va Superior de Las Majaguas, Cueva C lara y Amistad .
En Ia Sierra de los v rganos han sido reportados cauces subferraneos abandonados a diferentes alturas. Esos cauces indican ant iguos niveles de erosion. En algunos de ellos aparecen depositos fosiliferos con fauna vertebrada del Pleistocene superior. Esos abandonos de. cauce, el autor considera que estan vinculados con el descenso mundial del ni vel del mar durante el Pleistocene, pero controlados por los descensos del nivel del mar del~>:.: :Js al control glacial. El autor ofrece distintas evidencias ·de que esos ,e riodos de encajamiento coincidieron con periodos de pluviosidad cume ntada. La presencia de cuatro a cinco niveles de cauces abandonados principales sugiere corre!acion con las glaciaciones del Pleistocene.
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En Ia zona del caserio de El Mulo, cerca de Cabezas, se observan· terrazas fluviales del Pleistoceno superior, Ia mas antigua de las cuales pre· senta deformaci6n tect6nica. Los estratos marinos de aleurolitas y arcillas del Plio·Pieistoceno y los aluviones antiguos del Pleistoceno, erf Ia llanura de acumulacion meridional de Pinar del Rio, se encuentran deformad05 por Ia acfividad tect6nica. Otras evidencias de movimientos ascensionales de Ia corteza en esta region permiten suponer que durante el Pleistoceno Ia neoted6nica coadyuvo a los abandonos de cauce. La diferente resistencia a Ia erosion de las rocas debe haber jugado tambien un papel importante.
Se hace un resumen de Ia geologia de Ia Sierra. de los Organos y sobre esta base se realiza una interpretacion de Ia historia de Ia evoluci6n geomorfol6gica. Los relictos de Ia superficie de nivelacion mas alta, que se observan en las cimas de los mogotes de Ia Sierra de los Organos, hacen considerar que esta no puede ser mas antigua que el Mioceno superior en oposicion a Lehmann (1954, 1956) y Panos y Stelcl (1968 a,b)
Hlstoria de IClls hallazgos paleontol6gicos de Ia Sociedad Espeleol6gica de Cuba, por Nestor A. Mayo
Se hace un recuento hist6rico de los hallazgos paleontol6gicos rE!alizados por Ia SEC, los cuales comenzaron en 1944. Especial atend6n se presta a los hallazgos del aiio 1946, en Ia Cueva de los Niiios, en Cayo Salinas, y a los de 1948, en Ia Cueva de Bellamar. No menos importantes son los hallazgos de 1960, en Ia Gruta de Lamas; de 1953, en las abras de Ia Sierra de Anafe; y de 1954, en Ia Cueva de Paredones.
Se realiza una descripci6n comentada de Ia fauna colectada por localidades y se acompana listas de las pieza-s colectadas en cada localidad por Ia Sociedad Espeleol6gica· de Cuba; ~~ '' · ' ' •r
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