Upload
others
View
4
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
¿cómo aprendemos a ca-
minar? ¿Nos enseñan
nuestras madres? En ab-
soluto. Todos nacemos
con una capacidad innata
y natural de aprendizaje.
Nos parecemos más a la
semilla de un árbol, una
bellota, por ejemplo, en el
sentido de que esconde-
mos en nuestro interior el
potencial necesario para
¿Qué es el coaching?
Cuando era pequeño, mis
padres me decían qué de-
bía hacer y me reñían
cuando no les hacía caso.
Cuando fui a la escuela, los
profesores me decían qué
debía hacer y me daban
con la regla si no les hacía
caso. Cuando me alisté en
el ejército, el sargento me
decía qué debía hacer ¡y
que Dios me ayudara si no
le hacía caso! Cuando en-
tré en mi primer trabajo, mi
jefe también me decía qué
debía hacer. Por lo tanto,
cuando alcancé un puesto
de cierta autoridad, ¿qué
hice? Decirles a mis subor-
dinados lo que debían ha-
cer. Y esto ha sido así para
la mayoría de nosotros: nos
han criado diciéndonos qué
hacer, y la verdad es que
se nos da muy bien. El
atractivo del “ordeno y man-
do” reside, además de en
su rapidez y sencillez, en
que otorga al que da la
orden la sensación de te-
ner el control. Sin embargo
es una falacia, porque lo
que consigue es desalen-
tar a los subordinados,
que no se atreven ni a
ofrecer ni a mostrar su
opinión, que de todas ma-
neras tampoco sería escu-
chada. El resultado es que
se muestran obedientes
ante la presencia del jefe,
pero cuando desaparece
se comportan de manera
distinta, con un bajo rendi-
miento en el mejor de los
casos, o con franco sabo-
taje en el peor. Frente a
esta forma de pensar está
el coaching, que busca
liberar el potencial de las
personas para que puedan
llevar su rendimiento al
máximo. El coaching ayu-
da a los demás a apren-
der, en lugar de simple-
mente enseñar o dar órde-
nes. Al fin y al cabo,
AUTORES
John Whitmore es considerado el padre del coaching moderno desde que en
1992 publicó el libro Coaching for Performance, todo un bestseller traducido a 23
idiomas. Este trabajo supuso el nacimiento y desarrollo de la industria del coaching
en todo el mundo, por lo que ha sido reconocido y premiado por diversas institucio-
nes.
Whitmore es el fundador de Performance Consultants, una empresa de consul-
toría especializada en cuestiones de liderazgo y desarrollo de las organizaciones con
base en el Reino Unido.
Coaching
INFORMACION
SOBRE EL LIBRO
Título original del
libro: Coaching
Autor: John Whitmore
Editorial:
Paidós
Fecha de Publicación:
08/03/2016
ISBN:
9788449331978
15 de diciembre, 2017
Volumen 12-17
Contenido:
¿Qué es el
coaching?
1
Los dos pilares del
coaching
3
Marcarse objetivos 5
La realidad 8
¿Cuáles son las
opciones?
10
¿Qué hacer? 11
Este es un resumen del
libro indicado. Estos
resúmenes, son enviados
sin costo, a las personas
inscritas a TenStep
CostaRica
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
convertirnos en un roble
magnífico. Necesitamos
alimento, aliento y luz para
crecer, pero el roble se
encuentra en nuestro inte-
rior desde el principio. El
coaching es un método
pensado para mejorar el
rendimiento en cualquier
ámbito (en el deporte, en
el trabajo, en la escuela,
en lo personal, etc.) y se
basa en la relación que se
establece entre un coach y
un discípulo (o “coachee”).
El coaching se puede utili-
zar de una forma muy es-
tructurada (estableciendo
un calendario de sesiones)
o de manera informal (por
ejemplo, durante las bre-
ves interacciones cotidia-
nas que se dan entre un
gerente y sus empleados).
En cualquiera de los ca-
sos, siempre se basa en el
diálogo y en las preguntas
que plantea el coach a su
discípulo. ¿Cuándo, dónde
y para qué empleamos el
coaching en el lugar de
trabajo? Algunas de las
oportunidades más eviden-
tes son las siguientes:
Motivar al personal.
Delegar.
Resolver problemas.
Relacionarse de
manera interperso-
nal.
Reforzar equipos.
Valorar y evaluar el
rendimiento.
Desarrollar planes de ca-
rrera.
Veamos a continuación un
ejemplo de coaching muy
sencillo, no estructurado y
que tiene lugar en el desa-
rrollo normal de un día de
trabajo. Una empleada,
Sue, está trabajando en
una tarea que había acor-
dado con su jefe la sema-
na anterior. Se encuentra
con un problema y se diri-
ge a él:
Sue: He hecho lo
que acordamos, pe-
ro no va bien.
Jefe: ¡Pues seguro
que te has equivo-
cado! Hazlo así...
Aquí no hay
coaching alguno,
sino el “ordeno y
mando” de siempre.
Pero observemos
esta alternativa:
Sue: He hecho lo
que acordamos, pe-
ro no va bien.
Jefe: Tengo que
salir un momento
para hablar con
George. Intenta ave-
riguar exactamente
en qué consiste el
problema y, cuando
vuelva, te ayudaré a
encontrar una solu-
ción. Diez minutos
más tarde, el jefe
regresa:
Sue: Ya lo tengo,
ahora va bien.
Jefe: Fantástico.
¿Qué has hecho?
¿Has alterado algu-
na otra cosa?
Sue: No, el proble-
ma estaba aquí y lo
he resuelto de esta
manera...
Jefe: Pues me pare-
ce muy bien. Ya veo
de lo que eres ca-
paz cuando te lo
propones. La frase
del jefe, que ni si-
quiera es una pre-
gunta aunque la lle-
ve implícita, aplica
los dos principios
clave del coaching,
conciencia y respon-
sabilidad persona.
En esta breve interacción,
el jefe no culpa a Sue ni se
enfada con ella, sino que
se presenta como un com-
pañero y, al final, recuerda
a Sue que ha resuelto el
problema por sí misma y
que es más capaz de lo
que cree. El objetivo sub-
yacente y omnipresente
del coaching es potenciar
la seguridad de los demás
en sí mismos, indepen-
dientemente del contenido
de la tarea o de su dificul-
tad. Si los directivos lo tu-
vieran en cuenta y lo pu-
sieran en práctica con sin-
ceridad y constancia, se
quedarían asombrados
con la mejoría en las rela-
ciones y en el rendimiento.
Cuando responde a las
preguntas del coach/jefe,
el subordinado toma con-
Página 2
Volumen 12-17
“El coaching
es un méto-
do pensado
para mejo-
rar el rendi-
miento en
cualquier
ámbito”
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
nas se sienten valoradas.
El coaching no es una me-
ra técnica que hay que
desempolvar y aplicar rígi-
damente en circunstancias
concretas. Es una manera
de gestionar, de tratar a
las personas, de pensar,
de ser y estar. Ojalá llegue
el día en que el término
coaching desaparezca del
vocabulario y se convierta
en la manera en que nos
relacionamos con los de-
más tanto en el trabajo
como en otros contextos.
Los dos pilares del
coaching.
Todas las actividades hu-
manas pueden reducirse a
este esquema: input > pro-
cesamiento de la informa-
ción > output. Por ejemplo,
cuando conduce hacia el
trabajo, recibe información
sobre el movimiento del
tráfico, las condiciones
meteorológicas, el estado
de la carretera, etc. Todo
ello es información entran-
te (input), que puede acep-
tarse, rechazarse, analizar-
se en gran detalle o pasar-
se por alto. Los mejores
conductores reciben más y
mejor información, que les
proporciona detalles más
precisos que pueden pro-
cesar y utilizar para gene-
rar un output adecuado,
como la velocidad y la ubi-
cación del vehículo en la
carretera. Por buenos que
sean el procesamiento de
la información y la res-
puesta, la calidad de esta
ciencia de todas las face-
tas de la tarea y de las ac-
ciones que ha de empren-
der. Esta claridad le permi-
te imaginar un éxito casi
seguro y, por tanto, asumir
la responsabilidad. Al es-
cuchar las respuestas, el
jefe no solo llega a cono-
cer el plan de acción, sino
también el razonamiento
que lo ha llevado a él. Sa-
be mucho más de lo que
sabría si se hubiera limita-
do a dar órdenes y, por
tanto, controla más lo que
sucede. Como el diálogo y
la relación que se estable-
ce en el coaching no son
amenazantes y ofrecen
apoyo, la conducta no
cambia en ausencia del
jefe. En conclusión, el
coaching otorga al jefe un
control real, no ilusorio, y
al subordinado una res-
ponsabilidad real, no im-
puesta. Obviamente, dar
órdenes siempre es mucho
más rápido. La respuesta,
paradójicamente, es que,
si se aplica el coaching, el
personal crece y puede
asumir mucha más respon-
sabilidad, lo que libera al
gerente de la función de
“apagafuegos”, no solo
para practicar más
coaching, sino también
para atender las cuestio-
nes importantes que solo
él puede abordar. Lógica-
mente, habrá momentos
en que todos tendrán que
achicar el agua y olvidarse
de las sutilezas, pero eso
es algo aceptable en una
cultura en la que las perso-
dependerá de la cantidad y
de la calidad del input.
Fomentar la conciencia, el
primer elemento clave del
coaching, consiste en agu-
dizar los receptores de
información. No es tarea
sencilla porque todos tene-
mos un mecanismo interno
que busca continuamente
reducir la conciencia al
nivel de “la justa y necesa-
ria”. Aunque parezca una
desventaja, de hecho, es
imprescindible para evitar
la sobrecarga de informa-
ción. El inconveniente es
que, si no elevamos nues-
tra conciencia y la de quie-
nes trabajan con nosotros,
el output que produciremos
será mínimo. La tarea del
coach consiste en elevar y
en mantener la conciencia
al nivel adecuado en las
áreas necesarias.
En nuestros cursos, defini-
mos conciencia como input
relevante y de alta calidad.
Piense en la pobreza de la
imagen que recibiría si le
dijera: “Las flores de ahí
fuera son rojas”, en com-
paración con la que obten-
dría si le preguntara: “¿De
qué color son las flores de
ahí fuera?”, y tuviera que ir
a verlo usted mismo. Y aún
sería mejor si le pregunta-
ra por la tonalidad de rojo
de las flores. En un caso,
obtiene la imagen de una
flor estándar; en el otro,
recibe una explosión de
vida detallada, en una mi-
ríada de matices de rojo en
ese preciso momento. Es
Volumen 12-17
Página 3
“..definimos
conciencia
como input re-
levante y de
alta calidad.”
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
¿Quién va a buscarla?”.
Fred responde que irá él,
pero cuando llega al cober-
tizo no ve escalera alguna.
¿Qué hará esta vez? Bus-
cará en otro sitio. ¿Por
qué? Porque se siente res-
ponsable. Quiere encontrar
la escalera, por sí mismo,
por su autoestima. La dife-
rencia radica en que se le
ha dado a elegir y ha res-
pondido. Hace aproxima-
damente una década, los
coaches deportivos se
centraban en la habilidad
técnica y en la forma física
que exigía cada disciplina
deportiva.
En general, no se creía
que la mente fuera tan im-
portante, porque, se decía,
cada deportista había naci-
do con la mente que tenía
y no se podía hacer mucho
al respecto. ¡Error! Los
coaches podían alterar, y
alteraban, el estado mental
de sus atletas, pero en
general lo hacían de ma-
nera inconsciente y con
frecuencia negativa, debi-
do a su metodología auto-
crática y a su obsesión por
la técnica. Estos coaches
negaban a sus pupilos la
responsabilidad personal,
porque les decían qué ha-
cer; les negaban la con-
ciencia, porque les decían
qué debían ver. Limitaban
la responsabilidad y mata-
ban la conciencia. En la
actualidad, algunos que se
hacen llamar coaches si-
guen trabajando así, al
igual que muchos directi-
único. En quince minutos
habrá cambiado, porque el
sol se habrá movido. Por lo
tanto, el input autogenera-
do, inducido por el
coaching, es infinitamente
más rico, más inmediato y
más real. La responsabili-
dad es el otro gran con-
cepto u objetivo fundamen-
tal del coaching. Es crucial
para el alto rendimiento.
Cuando aceptamos, esco-
gemos o asumimos verda-
deramente la responsabili-
dad sobre lo que pensa-
mos y lo que hacemos, el
compromiso que adquiri-
mos aumenta y lo mismo
sucede con el rendimiento.
Cuando nos ordenan o nos
dicen que seamos respon-
sables sin que lo acepte-
mos plenamente, el rendi-
miento no aumenta. Cierta-
mente, es probable que
hagamos lo que se nos
pide, porque hay una ame-
naza implícita en caso con-
trario, pero hacer algo para
evitar una amenaza no
optimiza el rendimiento.
Para sentirse plenamente
responsable, es imprescin-
dible poder escoger. Imagi-
nemos un grupo de obre-
ros de la construcción a los
que se les da instruccio-
nes: “Fred, ve a buscar
una escalera. Hay una en
el cobertizo”. ¿Qué hará
Fred si no la encuentra
allí? Volverá y dirá: “Allí no
hay ninguna escalera”.
Imaginemos que lo que se
dice es lo siguiente:
“Necesitamos una escale-
ra, hay una en el cobertizo.
vos. Contribuyen a las limi-
taciones de los atletas o de
los empleados tanto como
a sus éxitos. El problema
es que, como es posible
que logren resultados ra-
zonables de aquellos a los
que dirigen, no se sienten
motivados a intentar nada
distinto y nunca sabrán ni
creerán que podrían obte-
ner resultados muy supe-
riores con otra metodolo-
gía. La tarea del coach no
es resolver problemas,
enseñar, asesorar, ins-
truir... ni siquiera transmitir
conocimientos; consiste en
ser una caja de resonan-
cia, un facilitador, un con-
sejero y un catalizador de
la conciencia.
Un buen coach debe ser
consciente de sí mismo
para que sus reacciones
no distorsionen su objetivi-
dad y su imparcialidad.
Debe evitar la proyección,
que consiste en percibir en
otros rasgos propios, y la
transferencia, que se mani-
fiesta cuando desplazamos
experiencias del pasado a
personas con las que nos
relacionamos en el presen-
te. ¿Es necesario que el
coach disponga de expe-
riencia o de conocimientos
técnicos sobre el área en
la que trabaja? Podría
parecer que lo ideal sería
un coach experto que tam-
bién contara con gran can-
tidad de conocimiento téc-
nico. Sin embargo, es muy
difícil que los expertos
prescindan lo suficiente de
Volumen 12-17
Página 4
“Un buen coach
debe ser cons-
ciente de sí
mismo...”
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
nocimientos técnicos.
La estructura del
coaching
El coaching puede ser un
proceso tan relajado e in-
formal que los discípulos ni
siquiera se den cuenta de
que están inmersos en él.
En el otro extremo del es-
pectro, la sesión de
coaching puede ser algo
programado y estructurado
de manera que los objeti-
vos y las funciones queden
totalmente claros. La ma-
yor parte del coaching es
del primer tipo, pero anali-
zaremos el segundo con
mayor detalle, porque,
aunque el proceso sea el
mismo, las fases están
más definidas. Por razones
de simplicidad y claridad,
analizaremos el coaching
“uno a uno” aunque su for-
mato en grupo o incluso
del autocoaching es exac-
tamente el mismo. El
coaching “uno a uno” pue-
de darse entre iguales,
entre un jefe y un subordi-
nado, entre un profesor y
un estudiante, o entre un
coach y su cliente. El mo-
delo GROW. La secuencia
de un proyecto de
coaching distribuido en
varias sesiones seguiría
cuatro etapas diferencia-
das:
Marcar el Objetivo
(goal) del coaching,
su experiencia como para
ejercer bien de coaches.
Permítame ilustrarlo con
un ejemplo procedente del
tenis. Hace ya varios años,
muchos de nuestros cur-
sos de tenis interior esta-
ban tan saturados que nos
quedamos sin coaches.
Trajimos a dos coaches de
esquí interior, los vestimos
con el uniforme de coach
de tenis, les dimos una
raqueta y los dejamos
sueltos, después de hacer-
les prometer que no utiliza-
rían la raqueta bajo ningu-
na circunstancia. Tampoco
es que nos sorprendiera
demasiado, pero el
coaching que desarrollaron
no se diferenció mucho del
de sus colegas expertos
en tenis. De hecho, en un
par de ocasiones notables
fue incluso mejor. Al refle-
xionar sobre ello, la res-
puesta se hizo evidente.
Los coaches de tenis veían
los errores técnicos que
cometían los participantes;
los coaches de esquí, que
no podían percibir esos
errores, veían la eficiencia
con que utilizaban el cuer-
po. La ineficiencia corporal
procede de la inseguridad
y de una conciencia corpo-
ral insuficiente. Los coa-
ches de esquí se dirigían a
la raíz de los problemas,
mientras que los de tenis
se dirigían al síntoma, el
error técnico. Esto nos
obligó a ampliar la forma-
ción de los coaches de
tenis, para ayudarlos a
separarse más de sus co-
a corto y a largo pla-
zo.
Comprobar la Reali-
dad (reality) para
estudiar la situación
actual.
Valorar las Opcio-
nes (options) y las
estrategias o actua-
ciones alternativas.
Determinar Qué
(what) se va a ha-
cer, Cuándo (when)
va a hacerse y
Quién (whom) lo
hará.
Esta secuencia, en inglés
(goal-reality-options-what)
forma el acrónimo mnemo-
técnico GROW (desarrollo
o crecimiento). Sin embar-
go, debo destacar que, en
ausencia de la conciencia,
de la responsabilidad per-
sonal y de la habilidad de
formular preguntas que las
generen, la secuencia
GROW carece de valor.
Un jefe autocrático podría
actuar así con sus emplea-
dos: “Mi objetivo (goal) es
vender mil unidades este
mes. La realidad (reality)
es que el mes pasado solo
se vendieron cuatrocien-
tas. El producto de nuestro
competidor principal es
mejor que el nuestro, así
que han de esforzarse
más. He valorado todas las
opciones (options) y, ni
aumentaremos la publici-
dad ni presentaremos el
producto de una manera
más atractiva. Lo que uste-
Volumen 12-17
Página 5
des (what) harán es lo siguien-
te...”. Ha seguido el modelo
GROW al pie de la letra, pero
no ha formulado ni una sola
pregunta. No ha generado con-
ciencia alguna y, a pesar de que
cree que con sus amenazas ha
logrado que sus subordinados
asuman responsabilidad perso-
nal, no es así, porque no les ha
dado ninguna opción. A conti-
nuación, haremos un análisis
más profundo de cada una de
estas fases y de las preguntas
que más fomentan la conciencia
y la responsabilidad personal en
cada uno de los pasos.
Marcarse objetivos
La sesión de coaching comien-
za, invariablemente, estable-
ciendo cuál es su objetivo. Si el
cliente ha solicitado la sesión,
resulta obvio que es él quien
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
do la solución ideal a largo
plazo y fijando luego pasos
realistas hacia ese ideal
suelen ser mucho más ins-
piradores, creativos y moti-
vadores. Ilustraré esta
cuestión fundamental con
un ejemplo. Si intentamos
resolver un problema de
tráfico explorando la reali-
dad, es probable que los
objetivos tengan que ver
con descongestionar el
flujo de vehículos actual,
por ejemplo añadiendo un
carril a la calzada. Es posi-
ble que esto fuera contra-
producente para un objeti-
vo a largo plazo más visio-
nario, que podría estable-
cerse pensando en identifi-
car la pauta de tráfico ideal
para la región en un mo-
mento concreto del futuro,
y luego definir los pasos
necesarios para avanzar
en esa dirección. Debemos
distinguir entre los objeti-
vos asociados a un fin y
los objetivos ligados al ren-
dimiento.
El objetivo final proporcio-
na inspiración, pero el ob-
jetivo de rendimiento defi-
ne qué hay que hacer. No
es lo mismo proponerse
como objetivo “convertirse
en líder del mercado” que
decir “tenemos que vender
cien unidades el mes que
viene”. Es mucho más fácil
comprometerse con objeti-
vos ligados al rendimiento
y hacerse responsable de
ellos, porque están bajo
nuestro control, que con
objetivos asociados al fin,
debe definir lo que quiere
lograr. Y si ha sido el
coach o el gerente quien
ha pedido la sesión para
resolver un problema es-
pecífico que haya surgido,
el cliente o el subordinado
pueden aportar sus pro-
pios objetivos. Preguntas
como las siguientes:
• ¿Qué desearía obtener
de esta sesión? • Tenemos
media hora, ¿qué le gusta-
ría lograr en este tiem-
po? • ¿Qué sería lo más
útil que podría lograr de la
sesión? ... pueden suscitar
respuestas como estas:
• Un plan general para el
mes, que pueda desarro-
llar. • Una idea clara de los
dos próximos pasos que
he de emprender y com-
prometerme con ellos.
• Tener una idea clara de
cuáles son los problemas
fundamentales. • Acordar
un presupuesto para la
tarea. Quizá parezca extra-
ño lo de marcarse objeti-
vos antes de estudiar la
realidad. La lógica superfi-
cial sugeriría lo contrario,
ya que parece obvio que
antes de marcarnos una
meta deberíamos conocer
la realidad. Según mi ex-
periencia no es así. Mu-
chas personas (o equipos)
se marcan invariablemente
las metas en función de lo
que se ha logrado antes,
no de lo que se podría lo-
grar en el futuro. En mu-
chos casos, ni siquiera
intentan valorar lo que se-
ría posible. Los objetivos
que se establecen valoran-
porque no lo están. En la
medida de lo posible, los
objetivos asociados a un
fin deberían respaldarse
con objetivos ligados al
rendimiento. “¿Cuánto está
dispuesto a invertir en el
proceso?” es una de las
preguntas que suelo plan-
tear en la fase de estable-
cimiento de objetivos, sea
cual sea la actividad que
tenga entre manos. Es lo
que denominamos meta de
proceso o, incluso, meta
de trabajo.
Los objetivos,
¿responsabilidad de
quién? Los directivos tie-
nen la mala costumbre de
fijar las metas de sus
subordinados como si fue-
ran obligaciones incuestio-
nables. Esto impide que
las personas que se supo-
ne que han de alcanzar
dichos objetivos se sientan
responsables de ellos, algo
que probablemente se re-
flejará en el rendimiento.
Por ejemplo, si los miem-
bros de un equipo de co-
merciales presentan un
objetivo inferior a los de-
seos de su jefe, este debe-
ría valorar muy seriamente
las consecuencias antes
de descartarlo e imponer el
suyo propio. Quizá le iría
mejor tragarse el orgullo y
aceptar la cifra de su equi-
po. Insistir podría resultar
contraproducente y acabar
reduciendo el rendimiento
del equipo, a pesar de que
su objetivo fuera más ele-
vado que el que habían
Volumen 12-17
Página 6
“Quizá parezca
extraño lo de
marcarse objeti-
vos antes de
estudiar la
realidad.”
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
hora?
Joe: Haberme fijado un
plan para ponerme en for-
ma.
Mike: Vamos a pensar a
largo plazo. ¿Por qué quie-
res ponerte en forma?
Joe: Me siento muy mal
conmigo mismo y el traba-
jo se está resintiendo.
Mike: De acuerdo. ¿Qué
cambio quieres lograr y en
cuánto tiempo?
Joe: Me gustaría perder
unos siete kilos y, en unos
meses, ser capaz no solo
de subir las escaleras o
correr hacia el tren sin
ahogarme, sino de disfru-
tar de salir a correr.
Mike: ¿Qué peso quieres
alcanzar y para cuándo?
Joe: Quiero pesar 95 kilos
a finales del verano; eso
supone adelgazar unos
siete kilos.
Mike: Podrías lograrlo de-
jando de comer, pero no
estarías más en forma.
¿Cómo mediremos la for-
ma física?
Joe: Correré 32 kilómetros
a la semana desde co-
mienzos de septiembre.
Mike: ¿A alguna velocidad
concreta?
Joe: No, me basta con ser
capaz de hacerlo; sabré
que lo estoy haciendo
bien.
presentado ellos. Puede
que algunos consideren
que la meta planteada por
su jefe es realista, pero lo
cierto es que no poder ele-
gir los desmotivará. Obvia-
mente, el jefe tiene varias
opciones si está seguro de
su postura, y una de ellas
consiste en empezar con
la cifra planteada por el
equipo e irla aumentando
mediante el coaching, ex-
plorando las barreras que
impiden al equipo conse-
guir más y ayudándolo a
desmontarlas. De este mo-
do, mantienen la responsa-
bilidad sobre el objetivo
que se acabe acordando.
Ejemplo 1 de una sesión
de coaching. Joe es direc-
tor de cuentas en una
agencia de publicidad. Su
ascenso, al principio me-
teórico, se ha ido frenando
en los últimos dos años,
coincidiendo con el inicio
de la mediana edad, con el
aumento de la ingesta de
comida y bebida, y con la
consiguiente expansión de
su cintura. Hace poco in-
tentó adelgazar y empezó
a hacer ejercicio, pero se
vio abrumado por el aburri-
miento, por el fracaso, por
las excusas, por la culpa y
por la falta de compromiso.
Comparte su preocupación
con un colega,
Mike, que se le ofrece co-
mo coach. Veamos la fase
de establecimiento de ob-
jetivos:
Mike: Muy bien, Joe, ¿qué
esperas de esta media
Mike: Me da igual la veloci-
dad que te marques, pero
has de fijarte una.
Joe: De acuerdo, pues 6
minutos por kilómetro.
Ahora Joe dispone de un
objetivo para la sesión, de
un objetivo a largo plazo y
de un objetivo intermedio.
Sus objetivos son específi-
cos, medibles y tiene res-
ponsabilidad total y absolu-
ta sobre sus metas. Ejem-
plo 2 de coaching. La
cuestión del significado y
del propósito cada vez
aparece con mayor fre-
cuencia en los programas
de formación de coaching,
como muestra del deseo
de escapar de lo que mu-
chos ven como un mundo
corporativo carente de
sentido y el deseo de vol-
verse independientes. El
coaching es una herra-
mienta de valor incalcula-
ble en este entorno, por-
que ayuda a los emplea-
dos a aclarar sus propias
ideas, y, mientras sigan
confundidos y frustrados,
es difícil que puedan dar lo
mejor de sí mismos. A con-
tinuación, encontrará una
lista del tipo de preguntas
que suelo formular acerca
de estas cuestiones. Hay
que tener siempre presen-
te que, en la práctica, mi
siguiente pregunta depen-
de invariablemente de la
respuesta que haya obteni-
do antes. Siempre intento
empezar de una manera
positiva y con el objetivo
del cliente, lo que para él
Volumen 12-17
Página 7
“El coaching es
una herramienta
de valor incalcu-
lable en este
entorno..”
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
mismo, en particular, con-
siste en conocer los facto-
res internos que distorsio-
nan la propia percepción
de la realidad. La mayoría
de las personas cree que
son objetivas, pero la obje-
tividad absoluta no existe.
Lo máximo a lo que pode-
mos aspirar es a cierto
grado de objetividad; si
bien cuanto mayor sea,
mejor. Para acercarse a la
realidad, tanto el coach
como el discípulo han de
evitar las distorsiones. Es-
to exige que el primero se
muestre muy imparcial y
pueda formular las pregun-
tas, de manera que el dis-
cípulo se vea obligado a
dar respuestas basadas en
hechos. “¿Qué factores
influyeron en tu decisión?”
evocará una respuesta
más precisa que “¿Por qué
hiciste eso?”, que tiende a
contestarse con lo que el
discípulo cree que el coach
quiere escuchar o con una
justificación defensiva. Si
el coach se limita a formu-
lar preguntas y a recibir
respuestas procedentes
del nivel de conciencia ha-
bitual, quizá ayude al discí-
pulo a estructurar sus pen-
samientos, pero no acce-
derá a niveles de concien-
cia más profundos o nue-
vos. Cuando el discípulo
ha de detenerse a pensar
antes de responder, está
profundizando en la con-
ciencia. Es como si se in-
trodujera en el fondo de su
archivador interno para
encontrar la respuesta.
sea el ideal. Preguntas en
la primera fase (objetivos):
• ¿Qué le gustaría haber
logrado cuando finalice
esta sesión? • Piense en el
futuro, en cuál será su si-
tuación laboral ideal dentro
de un año. • Descríbame
detalladamente cómo sería
una jornada laboral normal
(puede ser en su trabajo
actual o no, sin que yo
emita juicio alguno al res-
pecto). • En estos momen-
tos, ¿qué elementos de lo
que acaba de describir
anhela más (en una escala
del uno al diez)? • Enton-
ces, ¿cuál sería su objetivo
en el ámbito laboral? •
¿Cuándo querría haberlo
logrado? • En el fondo,
¿qué quiere verdadera-
mente de su trabajo? • Si
le parece que está muy
lejos de la situación actual,
proponga un par de hitos a
medio plazo. • Desde su
posición actual, ¿cuál sería
un primer paso con el que
se sentiría bien?
La realidad
El criterio más importante
a la hora de analizar la
realidad es la objetividad,
que está sujeta a grandes
distorsiones causadas por
las opiniones, los juicios,
las expectativas, los prejui-
cios, las preocupaciones,
las esperanzas y los temo-
res del observador. La
conciencia, en general,
consiste en ser capaz de
percibir las cosas como
son; la conciencia de uno
Cuando se localiza, esta
nueva conciencia se hace
consciente y el discípulo
se siente más capacitado.
Seguir al discípulo. El buen
coach tiende a seguir el
interés o la línea de pensa-
miento del discípulo, al
tiempo que evalúa cómo
se relaciona con el tema
en su conjunto. Si parece
que se ha desviado mu-
cho, una pregunta del tipo
“¿Cómo se relaciona esto
con el problema?” puede
reorientarlo o, por el con-
trario, aportar un razona-
miento válido. De un modo
u otro, así se le permite
seguir dirigiendo el proce-
so. La cultura de la culpa
que aún prevalece en la
mayoría de las empresas
es contraproducente, por-
que causa un “síndrome
de falsa realidad”, o “te
diré lo que creo que quie-
res escuchar o lo que me
mantenga al margen de los
problemas”.
Cualquier corrección que
se aplique a partir de ahí,
se fundamentará en una
realidad falsa. El buen ge-
rente empieza con una
conversación más general
y va siguiendo el ritmo del
subordinado. Quizá lo ayu-
de con un problema menor
para presentarse como un
apoyo en lugar de como
una amenaza. Esta estra-
tegia tiene muchas más
probabilidades de llevar a
la causa del problema, en
lugar de quedarse en el
síntoma, que es lo primero
Volumen 12-17
Página 8
El criterio más
importante a la
hora de analizar
la realidad es la
objetividad...
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
la escala Richter del temor.
El entrenador le señala un
refugio apenas a cien me-
tros por debajo de ellos.
“¿Cuánto miedo te daría
llegar allí?”, le pregunta, y
el esquiador le responde:
“Eso es más fácil. Solo 2
sobre 10”. Llegan al refu-
gio y el entrenador repite el
proceso hasta el siguiente
punto cercano, y así hasta
descender toda la monta-
ña. El problema no era la
montaña, sino la reacción
del esquiador ante esta.
Se había cargado todo el
miedo a la espalda y pre-
tendía bajar la ladera con
él. La tensión en los hom-
bros y en el resto del cuer-
po probablemente habría
provocado que se rompie-
ra una pierna. El entrena-
dor lo ayudó a ir desmenu-
zando el miedo en peque-
ños bocados, para poder
digerirlo poco a poco. En el
ámbito laboral sucede lo
mismo. En general, los
grandes miedos no son
más que un cúmulo de
miedos pequeños. Si nos
vamos centrando exclusi-
vamente en una dificultad
cada vez, al final descubri-
mos que las hemos resuel-
to todas. En la fase de
realidad del coaching, los
hechos son fundamentales
y, como en las investiga-
ciones policiales, empezar
a analizar antes de haber
recopilado todos los he-
chos puede llevar a formu-
lar una teoría prematura
que podría sesgar la reco-
lección de datos posterior.
que se ve. Identificar las
emociones. Las emociones
constituyen una de las fa-
cetas de la conciencia de
uno mismo y son de espe-
cial importancia en los pro-
blemas interpersonales, ya
sean laborales o de otra
índole. Para conocer las
emociones, en el coaching
se formulan preguntas de
este tipo:
¿Qué sientes cuan-
do tu jefe te llama
inesperadamente a
su despacho?
¿Cómo te has senti-
do tras los últimos
despidos?
¿De qué crees que
tienes miedo?
¿Cómo crees que
inhibes tu potencial?
¿Cuál es la emoción
predominante cuan-
do sabes que has
hecho un buen tra-
bajo?
¿Podrías puntuar
del 1 al 10 lo seguro
que estás de poder
ofrecer una buena
exposición esta tar-
de?
Liberarse del miedo. Un
esquiador novato se en-
cuentra en plena montaña.
Mira abajo, hacia el valle, y
ve el hotel, muy lejos. “No
conseguiré llegar sin rom-
perme una pierna”. Su
miedo es de 9 sobre 10 en
El coach ha de estar espe-
cialmente alerta, y escu-
char y observar para poder
recopilar todos los indicios
que apuntan a la dirección
que han de tomar las pre-
guntas. El coach no tiene
por qué conocer todos los
datos de una situación,
sino asegurarse de que el
discípulo la entiende con
claridad. Una pregunta de
realidad que casi invaria-
blemente resulta enrique-
cedora es “¿Qué has he-
cho al respecto hasta aho-
ra?”, seguida de “¿Cuáles
han sido los resultados de
dicha acción?”. Así se in-
siste en el valor de la ac-
ción y en la diferencia en-
tre actuar y reflexionar so-
bre el problema. Es muy
habitual que se piense lar-
gamente sobre un proble-
ma, pero solo cuando se
pregunta qué se ha hecho
al respecto, uno se da
cuenta de que, en realidad,
no se ha hecho nada.
Unas palabras de adver-
tencia. Es posible que el
coach se dé cuenta de que
ha profundizado en los
impulsos y motivos ocultos
del discípulo más de lo
previsto.
Si sospecha que los pro-
blemas en las relaciones
laborales tienen raíces psí-
quicas profundas, lo mejor
es consultar a un profesio-
nal que cuente con las ha-
bilidades necesarias.
Ejemplo 1 de coaching.
Volvamos a la sesión de
coaching entre Mike y Joe,
Volumen 12-17
Página 9
“En la fase de
realidad del
coaching, los he-
chos son funda-
mentales.”
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
cuál es el punto de partida.
Ejemplo 2 de coaching.
Las preguntas de la fase
de realidad podrían discu-
rrir así en el ejemplo de
coaching para encontrar
significado y propósito:
¿En qué medida
cree que la situación
está en sus manos?
Dejando a un lado
las frustraciones
cotidianas, ¿qué
aspecto de su traba-
jo le causa la mayor
insatisfacción?
¿Qué inquietud
subyace a esa insa-
tisfacción?
¿Cómo podría aliviar
la inquietud?
¿Qué tipo de perso-
nas y qué tipo de
tareas le desagra-
dan en el trabajo?
En el trabajo,
¿durante cuánto
tiempo se muestra
positivo y durante
cuánto tiempo nega-
tivo? Analicemos lo
positivo.
¿Con qué tipo de
personas y con qué
tareas disfruta más
en su profesión?
¿Qué cualidades
representan? ¿En
qué otros lugares
encuentra esas cua-
lidades?
y analicemos la fase de
realidad:
Mike: Muy bien, esos son
tus objetivos. Ahora vea-
mos cómo están las cosas.
¿Cuánto pesas ahora?
Joe: La última vez, pesaba
102 kilos, con ropa.
Mike: ¿Has comido mucho
recientemente?
Joe: Más de lo habitual.
Me pasa cuando estoy ner-
vioso.
Mike: Y ¿qué te pone ner-
vioso ahora?
Joe: Mi salud, mi edad... y
ahora mismo me siento un
tanto inseguro en el traba-
jo.
Mike: Y ¿qué es lo que te
preocupa más?
Joe: Mi salud, supongo,
porque estoy seguro de
que, si pudiera controlarla,
mi estado de ánimo y, por
tanto, mi trabajo mejora-
rían.
Mike: Muy bien. Hoy habla-
remos de la salud, pero en
otra sesión podemos tratar
específicamente del esta-
do de ánimo o del trabajo.
¿Qué alimentos tomas en
exceso?...
Ahora Joe es más sincero
consigo mismo acerca de
la realidad de sus excesos
y del poco ejercicio físico
que hace. Ya no se hace
ilusiones ni se engaña a sí
mismo. Sabe exactamente
¿Qué actividades
tienen sentido para
usted, tanto en el
trabajo como fuera
de él?
Si tuviera que mar-
carse un propósito
en la vida, dígame
cuál sería.
¿Cuáles son las op-
ciones?
El objetivo de la fase de
las opciones no es encon-
trar la respuesta “correcta”,
sino generar una lista con
tantas estrategias distintas
como sea posible. En este
punto, la cantidad de op-
ciones es más importante
que su calidad o la factibili-
dad. El proceso de ir pen-
sando en todas las opcio-
nes estimula el cerebro y
es tan valioso como la lista
de opciones en sí misma,
porque activa el flujo crea-
tivo. Las acciones específi-
cas que se emprendan
partirán de esta amplia
base de posibilidades
creativas. Si las preferen-
cias, la censura, el sentido
del ridículo, los obstáculos
o la necesidad de acabar
interfieren en este proceso
de lluvia de ideas, pueden
pasarse por alto contribu-
ciones valiosas y las opcio-
nes se verán limitadas.
Las suposiciones implíci-
tas, de las que con fre-
cuencia no somos cons-
cientes, son uno de los
factores que suelen restrin-
gir más la generación de
Volumen 12-17
Página 10
¿Con qué tipo de
personas y con
qué tareas
disfruta más en
su profesión?
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
coaching y es aquí donde,
a partir de combinar dos o
más ideas distintas, puede
aparecer la óptima. La
contribución del coach.
¿Qué hace el coach si
cuenta con un conocimien-
to, una habilidad o una
experiencia aplicables es-
pecíficamente a la cuestión
que tienen entre manos y
el discípulo no aporta lo
que, en opinión del coach,
es la respuesta obvia? ¿En
qué momento ha de expre-
sar sus conocimientos?
Obviamente, cuando perci-
ba que el discípulo ha ago-
tado sus posibilidades. Sin
embargo ¿cómo hacerlo
sin minar la sensación de
autonomía del discípulo?
Sencillamente, diciendo:
“Se me ocurren un par de
opciones más. ¿Te gusta-
ría oírlas?”. Muy pocos
dirán que no, pero las su-
gerencias del coach no
deben considerarse más
importantes que cualquier
otra opción. Ejemplo 1 de
coaching. Veamos cómo
aborda Mike, muy aficiona-
do al deporte, la cuestión
de las opciones con Joe,
quien obviamente espera
cierta orientación para me-
jorar su deficiente forma
física: Mike: Entonces
¿qué crees que podrías
hacer para adelgazar y
ponerte más en forma?
Joe: Podría salir a correr
más, o más lejos, o más
rápido. Mike: Y ¿qué más?
Joe: Podría comer y beber
menos. Mike: Y si tuvieras
una bicicleta, ¿qué harías?
soluciones creativas a pro-
blemas empresariales o de
otro tipo. Por ejemplo: • No
se puede hacer. • No se
puede hacer así. • Nunca
lo aceptarán. • Será dema-
siado caro. • No dispone-
mos del tiempo necesario.
• Seguro que a la compe-
tencia ya se le ha ocurrido.
Y hay muchas más. Fíjese
en que todas ellas contie-
nen una negación o un
rechazo. Un buen coach
invitaría a sus discípulos a
que se preguntasen “¿Y
si...?”. Por ejemplo: • ¿Y si
tuviéramos suficiente pre-
supuesto? • ¿Y si tuviéra-
mos más personal? • ¿Y si
supiera la respuesta?
¿Cuál sería? • ¿Y si ese
obstáculo no existiera?
¿Qué haría entonces? Es-
te proceso permite sortear
temporalmente la censura
de la mente racional y libe-
ra un pensamiento más
creativo, por lo que el obs-
táculo puede llegar a pare-
cer menos insuperable de
lo que se suponía. Costes
y beneficios. Una vez que
se ha generado una lista
completa de opciones pue-
de ser cuestión, sencilla-
mente, de seleccionar la
mejor del conjunto. Sin
embargo, en problemas
más complejos, como sue-
le ser el caso en tantas
empresas, puede resultar
necesario volver a estudiar
la lista y anotar los benefi-
cios y los costes de cada
una de las acciones posi-
bles. De nuevo, esto debe-
ría hacerse aplicando el
Joe: Bueno, podría ir al
trabajo en ella. De hecho,
supongo que podría ir al
trabajo andando y subir
por las escaleras, en lugar
de coger el ascensor al
cuarto piso.
Ejemplo 2 de coaching.
Veamos las preguntas que
se podrían realizar en la
fase de opciones en nues-
tro ejemplo de coaching de
búsqueda de sentido y pro-
pósito: • ¿De qué opciones
dispone para cambiar las
cosas? • Piense en qué lo
beneficiaría eso y qué es
lo que perdería. • ¿Cómo
se aseguraría de no tener
los mismos problemas en
el nuevo trabajo? • ¿Qué
tipo de trabajo? ¿Cómo lo
encontraría? • Por lo tanto,
cambiar de empleo o ha-
cerse autónomo son dos
opciones. Ahora veamos
cómo podría introducir al-
gunas de esas cualidades
que busca en su trabajo
actual. • Si pudiera cam-
biar todas esas cuestiones,
¿en qué medida habría
satisfecho sus necesida-
des?
¿Qué hacer?
El objetivo de la fase final
de la secuencia de
coaching es transformar la
conversación en una deci-
sión. Consiste en construir
un plan de acción para
satisfacer una necesidad
que se ha definido con cla-
ridad, apoyándose en un
análisis exhaustivo de la
realidad y con el mayor
Volumen 12-17
Página 11
“La secuencia
de coaching es
transformar la
conversación en
una decisión...”
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
marcamos en una escala
temporal. Y, a veces, con
decir “El año que viene” no
basta. Si algo ha de pasar
se tiene que concretar
cuándo. ¿Esta acción te
llevará a tu objetivo? Ahora
que sabemos qué haremos
y cuándo vamos a hacerlo,
es importante comprobar
que, efectivamente, nos
acercará tanto al objetivo
de la sesión como al objeti-
vo a largo plazo antes de
seguir avanzando.
Si no se comprueba, el
discípulo puede encontrar-
se con que se ha desviado
mucho del camino adecua-
do. Si sucede, es impor-
tante no apresurarse a
cambiar la acción, sino
asegurarse de que no sea
el objetivo lo que ha de
modificarse a raíz de lo
que ha ido surgiendo des-
de que se definió. ¿Qué
obstáculos pueden entor-
pecer el camino? Es posi-
ble que haya condiciones
externas que puedan es-
torbar en la tarea, pero
también se han de tener
en cuenta las condiciones
internas, como por ejemplo
el temor del discípulo. Hay
personas a quienes les
cuesta comprometerse y
están deseando que apa-
rezca el primer obstáculo
para encontrar una excusa
y no finalizar la tarea. El
proceso de coaching pue-
de evitar que esto suceda.
¿Quién ha de saberlo?
Con demasiada frecuen-
cia, en las empresas se
abanico posible de mate-
riales de construcción. El
coach puede mostrarse
firme en esta fase sin ge-
nerar reacciones negati-
vas, porque no se está
imponiendo, sino que está
activando la voluntad del
discípulo, que siempre
conserva la posibilidad de
elegir y la autonomía, in-
cluso si la decisión a la
que llega es la de no hacer
nada. Si se siente presio-
nado, esto indica que el
coach está revelando in-
conscientemente que cree
que el discípulo debería
emprender una acción
concreta. A continuación,
encontrará una serie de
preguntas que aluden a la
voluntad de emprender
una acción en el futuro y
que son aplicables a la
mayoría de las situaciones
de coaching. ¿Qué vas a
hacer? Este interrogante
es muy diferente a “¿Qué
podrías hacer?”, “¿Qué
piensas hacer?” o “¿Qué
opción prefieres?”. Nin-
guno de los tres implica
tomar una decisión en fir-
me.
Cuando el coach plantea
esta pregunta con voz cla-
ra y firme, da a entender
que ha llegado el momento
de decidir. ¿Cuándo lo ha-
rás? Esta es la cuestión
más difícil. Todos tenemos
grandes ideas sobre lo que
nos gustaría hacer o sobre
lo que pensamos hacer,
pero solo adquieren tintes
de realidad cuando las en-
cambia de planes, y las
personas que deberían
saberlo inmediatamente se
enteran muy tarde y de
manera indirecta, lo que es
muy perjudicial para las
relaciones laborales. El
coach ha de asegurarse de
que se elabore una lista
con todas las personas
relevantes, así como un
plan para informarlos.
¿Qué ayuda necesitas?
Podría ser traer a gente,
habilidades o recursos de
fuera; o algo tan sencillo
como informar a un colega
de lo que se piensa hacer
y pedirle que se lo recuer-
de o que lo mantenga cen-
trado en el objetivo. Con
frecuencia, el mero hecho
de compartir el plan con un
tercero garantiza que se
lleve a cabo. Valora en una
escala del 1 al 10 tu com-
promiso. No se trata de
valorar la certeza de que
se logrará el objetivo, sino
de la intención del discípu-
lo de llevar a cabo su parte
del trabajo.
Alcanzar el objetivo puede
depender del consenso o
del compromiso de otros,
por lo que no puede eva-
luarse. Este punto comple-
ta el ciclo del coaching;
ahora le corresponde al
coach ofrecer al discípulo
un registro escrito, claro y
preciso, de las acciones
que se han acordado y de
las respuestas que el discí-
pulo ha dado. Se lo ha de
dar a leer para que le con-
firme que es un registro
Volumen 12-17
Página 12
El coach puede
mostrarse firme
en esta fase sin
generar reaccio-
nes negativas.
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
preciso, que ese es el plan
de acción, que lo entiende
plenamente y que lo va a
llevar a cabo. En este mo-
mento, como coach, suelo
ofrecerme como apoyo y le
aseguro que estaré dispo-
nible si me necesita. A ve-
ces me ofrezco a ser yo el
que se ponga en contacto
con él tras un período ade-
cuado, para ver cómo van
las cosas. Esto sirve para
ayudar al discípulo a darse
cuenta de lo importante
que es. Quiero que vaya
sintiéndose bien consigo
mismo y con las probabili-
dades de lograr lo que se
ha propuesto. De ese mo-
do, lo hará. En la empresa
no hay soluciones inmedia-
tas y el buen coaching es
una habilidad, quizá inclu-
so un arte, que requiere un
gran conocimiento y mu-
cha práctica para poder
desplegar todo su poten-
cial. Leer un libro como
este no le convertirá en un
experto en coaching, pero
le ayudará a reconocer su
extraordinario valor y su
potencial, y quizá le llevará
a emprender un viaje de
autodescubrimiento que
ejercerá un gran impacto
sobre su éxito en el mundo
empresarial y sobre la cali-
dad de sus relaciones per-
sonales en el trabajo y en
el hogar. Si es así, misión
cumplida.
Volumen 12-17
Página 13
TENSTEP COSTA RICA: http://www.tenstep.cr, Email. [email protected],
Edificio Meridiano, Escazú, de Multiplaza 100mts sur. Tel. (506) 2505-5005. San José, Costa Rica,
Edificio Meridiano, Escazú.
De la Rotonda de Multiplaza
100 mts al sur.
San José, Costa Rica
Teléfono: 506.2505-5005
Website: www.tenstep.cr
Correo: [email protected]
Making Strategy Work
¡ Suscríbase !
Y siga recibiendo estos resúmenes de libros,
sin costo, directamente en su correo electrónico:
www.intesysconsulting.com
TENSTEP COSTA RICA. Integramos nuevos conoci-
mientos y experiencias para el logro de los objetivos de
negocio.
Somos una firma global con una completa gama
de servicios de consultoría y formación, respalda-
dos por un conjunto de buenas prácticas en ges-
tión de proyectos. Esto nos permite trabajar en
aquellos proyectos que les generen valor a nues-
tros clientes; a las organizaciones, a establecer e
implementar sus objetivos estratégicos de negocio
y a las personas, en el desarrollo de sus habilida-
des y conocimientos interpersonales y de negocio.