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Chile: Evaluacion del programa de reforma agraria de la Unidad Popular Author(s): Cristobal Kay and Sibila Seibert Source: Desarrollo Económico, Vol. 15, No. 57 (Apr. - Jun., 1975), pp. 85-110 Published by: Instituto de Desarrollo Económico y Social Stable URL: http://www.jstor.org/stable/3466211 Accessed: 02/03/2010 13:54 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of JSTOR's Terms and Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp. JSTOR's Terms and Conditions of Use provides, in part, that unless you have obtained prior permission, you may not download an entire issue of a journal or multiple copies of articles, and you may use content in the JSTOR archive only for your personal, non-commercial use. Please contact the publisher regarding any further use of this work. Publisher contact information may be obtained at http://www.jstor.org/action/showPublisher?publisherCode=ides. Each copy of any part of a JSTOR transmission must contain the same copyright notice that appears on the screen or printed page of such transmission. JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. Instituto de Desarrollo Económico y Social is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Desarrollo Económico. http://www.jstor.org

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Chile: Evaluacion del programa de reforma agraria de la Unidad PopularAuthor(s): Cristobal Kay and Sibila SeibertSource: Desarrollo Económico, Vol. 15, No. 57 (Apr. - Jun., 1975), pp. 85-110Published by: Instituto de Desarrollo Económico y SocialStable URL: http://www.jstor.org/stable/3466211Accessed: 02/03/2010 13:54

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CHILE: EVALUACION DEL PROGRAMA DE REFORMA AGRARIA DE LA UNIDAD POPULAR

CRISTOBAL KAY *

I. INTRODUCCI6N: OBJETIVOS DE LOS PROGRAMAS DE REFORMA AGRARIA DE FREI Y DE ALLENDE

El prop6sito de este trabajo es examinar la politica agraria de la Unidad Popular a la luz del fracaso sufrido por las fuerzas revolucionarias en conquistar el poder e iniciar la transicion al socialismo en Chile. Lo que intentaremos contestar es hasta que punto una politica agraria diferente podria haber evitado la con- trarrevoluci6n o al menos dejado a las fuerzas revolucionarias del sector rural con una organizacion mas fuerte y poderosa para ha- cer frente a la lucha contra las fuerzas contrarrevolucionarias.

En la primera parte examinaremos brevemente el proposito y el legado dejado por el gobierno dem6crata cristiano de Frei a la Unidad Popular y luego el programa agrario concreto del go- bierno de Allende. En la segunda parte de la exposici6n procede- remos a un analisis de la movilizaci6n y organizacion campesinas, concentrandonos en las tomas de tierra y en los consejos campe- sinos. En la tercera parte dirigiremos nuestra atenci6n a la orga- nizaci6n y funcionamiento de los latifundios expropiados que constituyeron el sector reformado y analizaremos hasta que punto constituia la vanguardia de la lucha revolucionaria en el campo. Finalmente, en la cuarta y ultima parte, trataremos de evaluar la politica agraria de la Unidad Popular desde el punto de vista de la acumulaci6n de fuerzas revolucionarias en el sector rural.

1. La reforma agraria de Frei: objetivos y legado

En 1967, el gobierno de la democracia cristiana introdujo una reforma agraria y una legislaci6n sindical a fin de modernizar y

* Ex miembro del CESO, Universidad de Chile. Investigador del Institute of Latin American Studies, University of Glasgow.

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consolidar el modo de producci6n capitalista y obtener asi una base solida de apoyo politico por parte del campesinado. El obje- tivo de la democracia cristiana era aumentar la produccion y la productividad agricolas, crear 100.000 nuevos propietarios rura- les, incorporar al campesinado a los procesos econ6micos, sociales y politicos de toma de decisiones del pais y aumentar su nivel de vida. La politica agraria de Frei constituia una estrategia refor- mista que descansaba en cuatro pilares: la expropiaci6n de gran- des fundos deficientemente explotados, incentivos para los produc- tores eficientes, organizaci6n campesina fomentada por el gobierno y un aumento de los salarios rurales, asi como tambien mayor seguridad en el trabajo .

Si bien la ley de reforma agraria de 1967 permitia la expro- piaci6n de todos los grandes fundos, menos de un tercio de los latifundios chilenos fueron expropiados entre 1965 y 1970 y s61o 21.000 de las 100.000 familias campesinas prometidas recibieron tierras 2. Ademas, la ley no contemplaba la expropiaci6n de gana- do y maquinarias y los dem6cratas cristianos permitian al pro- pietario elegir una gran reserva de 80 hectareas de buena tierra irrigada. La nueva estructura organizativa que emergi6 de los latifundios expropiados fue el asentamiento, especie de cooperativa rural de familias campesinas. Se concibi6 al asentamiento como una organizaci6n de transici6n por la cual despues de un periodo de prueba de tres a cinco afios, los asentados podian libremente decidir si querian continuar como cooperativa o si preferian divi- dir la tierra en lotes familiares individuales o aun formar empresa mixta. El asentamiento era un sistema que mantenia e incluso aumentaba la desigualdad econ6mica y social entre los peones ru- rales. Al final del gobierno dem6crata cristiano solo el 6 por ciento de los obreros rurales logr6 controlar aproximadamente el 20 por ciento del total de tierras irrigadas, con un promedio de 10 hecta- reas irrigadas por asentado 3. De esta manera, poseian en prome- dio diez veces mas tierras que un minifundista, pero mas de un tercio de la mano de obra rural no tenia tierra alguna. El asenta- miento tambien mantenia las diferencias entre los distintos tipos de peones del ex latifundio. Los inquilinos guardaban sus derechos

1 EDUARDO FREI: "Proyecto de ley de la reforma agraria propuesto por S. E. el Presidente de la Republica al H. Congreso Nacional", Santiago, 22 de noviem- bre de 1965.

2 CORA, Corporaci6n de la Reforma Agraria: "Expropiaciones desde 1965 al 31-IX-70", mimeografiado, CORA, Santiago, 1970.

8 ICIRA (Instituto de Capacitaci6n e Investigacion en Reforma Agraria): Diagndstica de la Reforma Agraria Chilena, Noviembre 1970 - Junio 1972, Infor- me de ICIRA al ministro de Agricultura, Santiago, 1972.

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al usufructo de un lote de tierra y pastura mientras que los vo- luntarios tenian poco o ningun acceso a la producci6n de beneficios marginales. Mas aun: los inquilinos, ahora asentados, gozaban de derechos plenos en el consejo administrativo del asentamiento, mientras que los voluntarios (ahora socios) tenian voz pero no voto. Una tercera categoria de peones, los afuerinos, quienes co- mo trabajadores golondrina proporcionaban la mitad de la mano de obra en epoca de cosecha, eran excluidos completamente del asentamiento. En ciertos casos los asentados seguian usando a los afuerinos con los sueldos tradicionales, transformandose ellos mismos en "nuevos patrones" .

Pareceria que los dem6cratas cristianos tuvieron intenciones evidentes de formar un grupo privilegiado de campesinos, los asen- tados, quienes por medio de la subdivisi6n de los asentamientos podian llegar a convertirse en propietarios pequefio-burgueses que difundieran el modo de producci6n campesina en el campo, ac- tuando como reguladores de las tensiones sociales que resultaran de los conflictos entre la burguesia rural y el proletariado, opo- niendose ademas a una reforma agraria mas radical 5.

Los esfuerzos de la democracia cristiana por organizar al campesinado tuvieron mejor exito. Antes de Frei, la legislaci6n prohibia virtualmente las organizaciones campesinas, por lo cual no es de extraiar que s61o 2.000 trabajadores rurales pertenecie- ran a un sindicato (principalmente en los vifiedos). En el ultimo ano de la gestion de Frei, es decir en 1970, los sindicatos rurales contaban con mas de 140.000 miembros y otros 100.000 campesi- nos se habian incorporado a los comitAs precooperativos o coope- rativos 6. Sin embargo, s61o un escaso porcentaje de campesinos agremiados eran afuerinos, en tanto que la proliferaci6n de orga- nizaciones campesinas creaba divisiones entre el campesinado en lugar de promover su unidad 7.

Hacia el final del regimen de Frei la producci6n agricola ha- bia aumentado de manera significativa; los salarios reales se ha-

4 JORGE ECHENIQUE: "Las expropiaciones y la organizaci6n de asentamientos en el periodo 1965-70", en DAVID ALALUF et. al.: Reforma agraria chilena: seis ensayos de interpretacion, ICIRA, 1970.

5 SOLON BARRACLOUGH: "Reforma agraria: historia y perspectivas", Cua- dermos de la Realidad Nacional, 7, marzo de 1971, CEREN, Santiago, pag. 57. V6ase tambien SILVIA HERNAtNDEZ: "El desarrollo capitalista del campo chileno", Sociedad y Desarrollo, 3, julio-septiembre de 1972, CESO, Santiago.

6 FEES (Fondo de Extensi6n y Educaci6n Sindical): "Afiliaci6n sindical por federaciones y provincias", mimeografiado, 1973, Santiago.

7 ALMINo AFFONSO et. al.: Movimiento campesino chileno, ICIRA, Santiago, 1970.

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bian duplicado, pero a costa de un creciente desempleo. Los credi- tos baratos del gobieno, las facilidades otorgadas a propietarios grandes y medianos para la importaci6n de maquinaria agricola y una politica favorable de precios agricolas, unido a la amena- za de expropiaci6n, estimul6 a los latifundistas a subdividir sus fundos y convertirse en productores comerciales mas eficientes 8. Haciendo el balance, podria decirse que la reforma agraria de los dem6cratas cristianos mejor6 la situaci6n de los capitalistas ru- rales y de los campesinos mas ricos, pero dej6 de lado a los es- tratos mas pobres -afuerinos, minifundistas y comunidades indi- genas-- que siguieron sin organizaci6n, sin asistencia, sin em- pleo y, sobre todo, con poca o ninguna tierra. Winn y Kay conclu- yen que "los democratas cristianos dejaron por lo tanto un le- gado rural mixto a Allende en 1970. Habian legitimado e iniciado la redistribuci6n de tierras y la organizaci6n campesina, pero el alcance de estos cambios era limitado. La ley de reforma agraria era deficiente, pero podia proporcionar una base legal para eli- minar al latifundio en manos de un gobierno decidido a aplicar sus disposiciones. El asentamiento tenia serios defectos, pero fue un antecedente para la transformaci6n de fundos privados en cooperativas campesinas y estatales. Los dem6cratas cristianos de- jaron una burocracia agraria ineficiente y excesiva, pero al mis- mo tiempo crearon organismos y funcionarios con cierta expe- riencia en la implementaci6n de una reforma agraria." 9

2. El programa de reforma agraria de Allende

La principal herramienta para implementar el programa de reforma agraria de la Unidad Popular era la legislaci6n existen- te sobre reforma agraria de los dem6cratas cristianos, dejando de lado sus aspectos negativos. Este marco legal heredado adqui- riria un prop6sito politico y un enfoque diferente con la Unidad Popular, a saber, la iniciaci6n y avance en la transici6n al socia- lismo 10. El anilisis de clase del campo realizado por la Unidad

8 WAYNE RINGLIEN: "Economic Effects of Chilean National Expropiation Po-

licy on the Private Commercial Farm Sector, 1964-69", tesis de doctorado, Uni- versidad de Maryland, 1971.

9 P. WINN y C. KAY: "Agrarian Reform and Rural Revolution in Allende's Chile", Journal of Latin American Studies, vol. 6, parte 1, mayo de 1974.

10 "The Popular Unity Programme", en Salvador Allende: Chile's Road to Socialism, Penguin, 1974, y especialmente "The Twenty Basic Points of the Po- pular Unity Goverment's Agrarian Reform", en ANN ZAMMIT, ed.: The Chilean Road to Socialism, Institute of Development Studies at Sussex University, 1973, pigs. 281-284.

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Popular llevo a esta a considerar a los latifundistas como el ma- yor enemigo para una futura transformaci6n soeialista. Por ello, uno de los maximos objetivos de la politica de reforma agraria era el de expropiar todos los latifundios, definidos como cualquier fundo con mas de 80 HRB (hectareas de riego basico), sin im- portar su grado de eficiencia. Se creyo posible convencer o neu- tralizar a los "productores medianos" (definidos como propieta- rios de tierras entre 20 y 80 HRB), quienes por lo tanto recibi- rian apoyo econ6mico.l

El programa de la Unidad Popular se referia poco a la orga- nizacion del sector reformado. Se senialaba que a fin de acelerar el proceso de expropiaci6n y facilitar el planeamiento, la expro- piacion se haria por regiones, siendo la nueva unidad reformada una cooperativa regional que incorporase varios fundos adyacen- tes y a los campesinos desempleados. Otro objetivo de la politica agraria de la Unidad Popular era el de trastrocar la tradicional salida de recursos economicos del sector rural al urbano, para aumentar asi la inversion en el campo y aumentar el nivel de vi- da del campesino. La Unidad Popular no concebia a la reforma agraria como hecho aislado y su programa estipulaba que el ob- jetivo de aumentar el nivel de vida del campesino y desarrollar un sector reformado de gran fuerza economica podia lograrse con la nacionalizacion del sistema bancario, a fin de controlar la ad- judicacion del credito y expropiando a los intermediarios mono- polistas para impedirles que se apropiaran del excedente rural 2. La Unidad Popular comprendio que para conseguir estos objeti- vos necesitaba el firme apoyo del campesinado. A tal fin, empren- dio la creaci6n de consejos campesinos que fomentarian la unidad del campesinado, reuniendo a los representantes de distintas or- ganizaciones campesinas.

Asi result6 que parte de la reforma agraria propuesta por la Unidad Popular estuviese dirigida a explotar al maximo la le- gislacion sobre reforma agraria impuesta por la democracia cris- tiana, expropiando todos los latifundios y ampliando la sindicali- zaci6n. Otros objetivos apuntaban hacia una direccion nueva, co-

11 JACQUES CHONCHOL: "La politica agricola en una economia de transicion al socialismo. El caso chileno", en GONZAO MARTNER, ed.: El pensamiento eco- n6mico del gobiemo de Allende, Editorial Universitaria, Santiago, 1971. pags. 217- 44. RENts BnmLAZ y EUGENIO MAFFEI, "La reforma agraria chilena y el camino al socialismo: algunas consideraciones", Cuadernos de la Realidad Nacionzl, 11, enero de 1972, CEREN, Santiago.

12 Para una buena exposicion de los objetivos agrarios de la Unidad Popu- lar, vease CHONOHOL, ob. cit.

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mo lo era la creaci6n de consejos campesinos, de cooperativas re- gionales y la nacionalizacion del sistema bancario y de interme- diarios mayoristas. Si bien la Unidad Popular trat6 de poner en marcha la transici6n al socialismo, su programa no puede consi- derarse estrictamente socialista y sus medidas son compatibles con un capitalismo campesino o de estado, como lo han demostrado otras vastas reformas agrarias en America Latina: los casos de Mexico, Bolivia y Peru 13. Antes de caracterizar la indole socialista o capitalista de la reforma agraria de la Unidad Popular, anali- zaremos algunos aspectos del proceso mismo, tal como se desa- rroll6 en la realidad.

II. CONFLICTOS Y PODER CAMPESINO: NUEVO GIRO DE LA LUCHA DE CLASES EN EL CAMPO

1. Sindicalismo y huelgas

Uno de los principales legados de la reforma agraria impul- sada por la democracia cristiana fue la organizacion sindical del campesinado. Por medio de ella los democratas cristianos pensa- ban ganar una base solida de apoyo politico entre el campesina- do, creando una alianza entre este y la burguesia urbana. Para hacer factible tal alianza, la acci6n sindical se delimit6 al papel tradicional que desempenian los sindicatos en una sociedad capi- talista, es decir, representar los intereses corporativos de sus miembros, valiendose de los mecanismos legales de negociacion de que disponen. Las exigencias sindicales se confinaron a deman- das salariales, mejores condiciones de trabajo, cumplimiento de leyes sociales y pago de sueldos minimos, defensa contra el abuso de los terratenientes sobre beneficios marginales de la produc- cion, etcetera14. ICuando fracasaban las negociaciones los sindi- catos recurrian a las huelgas: la toma de fundos casi nunca fue contemplada, ya que era ilegal y hubiese sido violentamente re- primida por el gobierno o por los mismos terratenientes. Bajo el

13 Para un buen analisis acerca de la indole capitalista de las reformas agrarias en America Latina vease MICHEL GUTELMAN: "Reforma agraria y desa- rrollo del capitalismo", y RUY MAUIRO MARINI: "La reforma agraria en America Latina", ambos articulos en Transicion al socialismo y experiencia chilena, CESO- CEREN, PLA, Santiago, 1972.

14 El mejor anAlisis del movimiento campesino en Chile durante el gobier- no de Frei es el de AFFONSO et. al., ob. cit.

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r6gimen dem6crata cristiano los sindicatos limitaron su rol a es- tas demandas sindicalistas (corporativas) y rara vez constituye- ron un factor de movilizaci6n en el proceso de expropiacion 15

Las expectativas politicas de la democracia cristiana se cum- plieron en cierta medida, ya que cerca de dos tercios de los tra- bajadores rurales agremiados pertenecian a sindicatos controla- dos por el Partido Democrata Cristiano o bien simpatizantes del mismo. Los demas eran adherentes de la federacion de sindicatos rurales de tendencia izquierdista, controlada conjuntamente por el Partido Socialista y el Partido Comunista. La Unidad Popular continu6 esta labor sindical y en 1973 habia doblado el numero de miembros (comparado con 1970), ganindose el apoyo de casi los dos tercios,6.

Con el advenimiento del gobierno de coalici6n de la Unidad Popular, las huelgas siguieron en escalada, como lo demuestran las siguientes cifras: en 1967, 693 huelgas; en 1968, 648 huelgas; en 1969, 1.127 huelgas; en 1970, 1.580 huelgas y en 1971, 1.758 huelgas 17. Si bien los objetivos de estas huelgas todavia se cen- traban en la soluci6n de problemas laborales y econ6micos, cada vez mas llegaron a ser expresiones de solidaridad campesina. Las huelgas de solidaridad, que suman un tercio de las huelgas de 1970 y 1971, son aquellas en las que los campesinos agremiados apoyan las quejas y la huelga de otro fundo en la cual no estan directamente implicados.

2. Las tomas de tierras

Las promesas de la Unidad Popular de radicalizar la refor- ma agraria y su renuencia a usar el aparato represivo contra sus simpatizantes, desencaden6 una serie de "tomas" de tierras y fa- bricas. Muchas decadas de frustraciones y resentimientos acu- mulados por los campesinos contra la explotaci6n de los terra- tenientes se expresaron de una manera violenta en las tomas de tierra. Esto no era la regla durante el gobierno democrata cris- tiano, ya que los campesinos eran desalojados por la fuerza. La politica de la democracia cristiana era "predio torado no sera ex- propiado". Aunque la Unidad Popular no foment6 las tomas, no

165 JUAN CARLOS MARN: "Las tomas", 1970-72, Marxismo y Revolucion, 1, julio-septiembre de 1973, Santiago, pags. 49-78.

16 FEES, ob. cit. 17 EMLIO KLEIN: "Antecedentes para el estudio de conflictos colectivos

en el campo, 1967-1971", mimeografiado, ICIRA, 1972.

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las contrarrest6 con el desalojo, sino acelerando las expropia- ciones 8

Bajo el regimen de la Unidad Popular las tomas aumentaron de un modo dramitico, como lo atestiguan los siguientes datos: en 1967, 9 tomas; en 1968, 26 tomas; en 1969, 148' tomas; en 1970, 456 tomas, y en 1971, 1.278 tomas. Ademas se produjo un cambio cualitativo" . En primer lugar, se produjeron tomas co- lectivas, en las cuales varios fundos llevaron a cabo una acci6n conjunta. Estas tomas colectivas revelaron una mayor organiza- cion, coordinacion y solidaridad entre los campesinos. En segun- do lugar, las tomas ya no se organizaron tanto por medio de agen- tes externos, sino que los mismos campesinos tomaban los fun- dos sin esperar la organizacion de afuera. Revelaban asi una ma- yor independencia politica y capacidad de actuar solos. En tercer lugar, el objetivo principal de las tomas paso a ser la expropia- cion del fundo y solo se ocupo en segundo lugar de los problemas econ6micos y laborales, a pesar de lo cual siguieron siendo im- portantes. Otro rasgo interesante de las tomas es que involucra- ron un mas amplio espectro social de participantes que las huel- gas, es decir que en la mitad de las tomas hubo otros grupos so- ciales, tales como obreros desempleados, minifundistas y peones estacionales que no habian tenido relaciones de producci6n pre- vias con el fundo tomado 20.

Las tomas de tierra comenzaron en gran escala en las regio- nes mapuches, donde los campesinos han sostenido tradicionalmente que la tierra de los latifundios les pertenecia, con un historial de "corridas de cercos". Rapidamente se difundi6 a otras regiones, especialmente a las provincias del sur, como por ejemplo, Valdi- via, Osorno y Llanquihue, donde casi no hubo expropiaciones du- rante el regimen de Frei. En general, puede observarse que al principio las tomas predominaron en aquellas regiones donde se habian producido pocas expropiaciones con anterioridad 21. Tam- bien se vio que nuevos grupos campesinos mas proletarizados (exceptuando a los campesinos mapuches), que antes habian es- tado excluidos del proceso de expropiacion, se constituyeron en activos participantes 22

Seria err6neo pensar que las tomas, expresi6n mas radicali-

,18 JACQUES CIONCHOL: "The Agrarian Policy of the Popular Unity Govern- ment", en A. ZAMMIrr , ed., ob. cit., pag. 108.

19 KLEIN, ob. cit., para datos y pruebas del cambio cualitativo en las tomas. 20 MARIN, ob. cit., y KLEIN, ob. cit. 21 KLEiN, ob. cit. 22 MABIN, ob. cit.

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zada del conflicto de clases en el campo chileno, se redujeron a los latifundios. La mitad de las tomas se realizaron en fundos menores de 80 HRB 23, limite legal por debajo del cual el gobier- no de la Unidad Popular no queria expropiar para no contrariar la alianza que estaba tratando de establecer (o mantener) entre el proletariado y las clases medias. De cualquier modo, solo en circunstancias especiales podia el gobierno expropiar legalmente fundos de menos de 80 HRB. Esto indica que el conflicto de cla- se era intenso tanto en los fundos modernizados de la nueva bur- guesia rural de entre 40 y 80 HRB como en los latifundios 24. S6lo despues de que casi todos los latifundios fueron expropiados (es decir, hacia fines de 1972), la Unidad Popular comenzo una expro- piacion selectiva de fundos de entre 40 y 80 HRB, pero fueron pocos y ise redujeron a aquellos casos en que los peones rurales estaban decididos a lograr su expropiacion.

Mas aun, recien al finalizar el proceso de expropiaci6n, cuan- do las grandes movilizaciones campesinas iban menguando, dos partidos de la coalicion de la Unidad Popular comenzaron a apo- yar y dirigir algunas tomas de fundos. En la provincia de Suble, una federacion campesina liderada por los socialistas organiz6 una movilizaci6n para las tomas. En el area de Melipilla (provincia de Santiago) el MAPU, que pertenecia a la Unidad Popular, diri- gio y moviliz6 una toma a travis de la federaci6n campesina "Campesinos al Poder" que respondia a ellos25. La novedad in- troducida en las exigencias campesinas del caso de Melipilla fue que ademas de expropiar los fundos tomados, incluian demandas politicas. Por ejemplo, en el programa de lucha pedia que el go- bierno tomara medidas contra aquellos terratenientes de quienes era sabido que se preparaban para derrocar al gobierno. La mo- vilizacion tambien estaba dirigida contra el sistema judicial bur- gu6s y en especial contra el tribunal local, donde el juez habia or- denado a la policia desalojar y detener a 41 campesinos respon- sables de la toma del fundo de Millahuin. Tambien exigian que todos los fundos con mis de 80 HRB debian expropiarse sin de- moras, que los terratenientes no tuviesen derecho a una reserva y que la expropiaci6n incluyese todo el ganado y la maquinaria agricola. Esta movilizacion campesina, que abarco a toda la re- gi6n de la provincia de Santiago, concebia a la lucha de clases

23 ZAMIT, ed., ob. cit., pag. 129-30. 24 SOLON BARRACLOUGH: '"The Structure and Problems of the Chilean Agra-

rian Sector", en ZAMMT, ob. cit., pigs. 115-122. 25 Josi BENGOA: "Movilizacion campesina: analisis y perspectivas", Socie-

dad y Desarrollo, 3, julio-septiembre de 1972, pags. 57-76, CESO, Santiago.

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no s6lo en terminos de expropiacion, sino en el marco mAs am- plio de la lucha politica contra la burguesia y los tribunales que estaban tratando de derrocar al gobierno. Desafortunadamente, el MAPU y el Partido Socialista apoyaron las tomas hacia el final del proceso de expropiacion, cuando ya las luchas campesinas se habian apaciguado y preponderaban los problemas de producci6n agricola y organizacion del sector reformado. Por estas y otras razones politicas, las experiencias de Suble y Melipilla fueron he- chos aislados y no inauguraron una nueva fase en la lucha cam- pesina, como lo esperara la tendencia "revolucionaria" dentro de la Unidad Popular.

3. ,Era posible que el poder campesino se expresase a traves de los consejos?

Pocos meses despues de ascender al gobierno, la Unidad Po- pular emiti6 un decreto creando los consejos campesinos. El go- bierno los concebia como una organizaci6n que pudiese constituir un canal de comunicaci6n entre el mismo gobierno y las distintas organizaciones campesinas, sobre temas tales como las expropia- ciones, los creditos, precios, comercializaci6n, impuestos, etcetera, y no como una expresi6n independiente del poder campesino. El rol de los consejos se restringi6 a dar consejos y a recibir infor- maci6n e instrucciones del gobierno. Los consejos campesinos de- bian formarse a nivel local, regional y nacional, agrupando en una organizaci6n a los representantes de distintas organizaciones cam- pesinas, tales como los asentados y su Federaci6n de Asentamien- tos, los minifundistas y el Comite de Minifundistas y los inqui- linos, voluntarios y demas peones con sus sindicatos rurales 26. Asi quedaban representados grupos campesinos que no compartian exactamente los mismos intereses. Estaban los pequenio-burgueses como, por ejemplo, los asentados, arrendatarios y pequefios pro- pietarios, que querian expandir la economia del campesinado; es- taban tambien aquellos con mas conciencia proletaria, como los voluntarios, afuerinos y peones agricolas, que mas bien estaban interesados en obtener un empleo seguro, buenas condiciones de trabajo y un sueldo justo.

La idea primitiva del gobierno sobre los consejos campesi- nos era la de excluir a todos aquellos que no pertenecieran a una

26 CRIST6BAL KAY: "La participacion campesina en el gobierno de la Uni- dad Popular", mimeografiado, CESO, Santiago, 1972, y REPUBLICA DE CHILE: "Decreto 481 que crea Consejos Campesinos", mimeografiado, CORA, 1971.

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organizaci6n, lo cual constituia la mitad del campesinado a prin- cipios del regimen de la Unidad Popular. Ademas, la mayoria de los campesinos agremiados estaban controlados por organizacio- nes de la democracia cristiana, de modo que los consejos campe- sinos fueron dominados por estas y pasaron a ser una fuerza de oposici6n a la politica agraria del gobierno. Esto explica por que algunos grupos campesinos exigian un enfoque distinto a los con- sejos campesinos. En iCautin, una provincia mapuche, predomi- nantemente rural, los campesinos apoyados por el Partido So- cialista y el MCR (Movimiento Campesino Revolucionario, orga- nizaci6n asociada al MIR) pedian la creacion de consejos campe- sinos de base para dar representaci6n al campesinado organizado y tambien al que no la tenia. Los consejos que se formaron ampa- rados en el decreto original se llamaron "consejos creados por de- creto", mientras que aquellos modificados por presi6n de los cam- pesinos para incorporar a los no agremiados se llamaron "consejos ampliados por la base". El gobierno aprobo este tipo de conse- jo despues de que los campesinos de Cautin se movilizaron para apoyarlo 27. Mas tarde, en algunos pueblos, se formaron consejos donde participaba el campesinado no organizado, y a estos se los llam6 "consejos creados por la base". En estos dos ulti- mos tipos de consejos, algunos o todos los representantes eran elegidos directamente en varias asambleas locales, especifica- mente convocadas a tal efecto, en las que todos los campe- sinos tenian derecho a participar. Esta manera adicional o al- ternativa de constituir los consejos no solo era mas democratica, sino tambien mas favorable a la Unidad Popular, ya que muchos de los campesinos no agremiados tendian a apoyar al gobierno. Sin embargo, las organizaciones dem6crata cristianas se retiraron de aquellos consejos en los que habian perdido el control gracias a la movilizacion de base, sosteniendo que ya no eran "democra- ticos". Otros consejos pasaron a representar a los campesinos de uno de los partidos integrantes de la Unidad Popular, a medida que los demas partidos adoptaron actitudes sectarias y el consejo se convirti6 en una organizaci6n partidaria en lugar de repre- sentar a los distintos grupos campesinos.

A principios de 1972, en casi todas las 200 comunas rurales, se habian formado los consejos campesinos, pero solo funcionaba un tercio de ellos y muchos irregularmente. Dos tercios de estos consejos habian sido establecidos por el decreto original y los

27 DAVI LEHMANN, "Agrarian Reform in Chile: 1965-1972, An Essay in Contradictions", en D. LEHMANN, ed.: Agrarian Reform and Agrarian Reformism, Faber, 1974.

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restantes eran "ampliados" o "por la base", de modo que predo- minaba la idea primitiva del gobierno, y, desafortunadamente, como los consejos formados "por la base" funcionaban mas acti- vamente y con mas regularidad, parecian representar mejor los intereses de los campesinos. La composicion social del liderazgo de los consejos era mixto en un 42 por ciento, 27 por ciento era de indole proletaria, 16 por ciento eran pequefios propietarios y 15 por ciento eran asentados. Si se compara esta composici6n del liderazgo con la estructura de clase, se vera que hay una sub- representacion de los elementos proletarios y minifundistas, a la vez que los asentados estan sobrerrepresentados 28

Los consejos campesinos no tuvieron exito por diversos mo- tivos. En primer lugar, tendrian que haberse establecido los consejos despues de movilizar a todos los campesinos en cada re- gion. Los agremiados junto con los no agremiados tendrian que haberse incorporado desde el principio a traves de las elecciones en asambleas, lo cual hubiese representado una diferencia en el funcionamiento de los consejos. Algunos estudios sefialan el hecho de que aquellos consejos donde participaban elementos proletarios y campesinos no agremiados y que se ocupaban mas activamen- te del proceso de expropiaci6n, habian tratado de incorporar mas peones a los fundos expropiados y habian fomentado las formas mas avanzadas de organizacion cooperativa agraria 29. En segun- do lugar, los consejos no recibian el apoyo politico total del go- bierno ni de todos los partidos que constituian la Unidad Popu- lar. Consideramos que este fue un factor crucial que determino el poco exito de los consejos, ya que los campesinos dependian pre- dominantemente del apoyo politico externo. Este se limit6 al MA- PU y al Partido Socialista, los que realizaron las campafias mas activas en favor de la creacion de consejos campesinos. Comenza- ron a emerger actitudes sectarias entre los partidos de la Uni- dad iPopular, dado que cada uno de ellos trataba de mantener el control sobre la organizacion campesina que le "pertenecia", de- bilitando aun mis la accion concertada de los consejos 30. En ter- cer lugar, como consecuencia del factor previo, los consejos no tuvieron exito porque el gobierno no les adjudic6 tareas concre-

28 SERGIO G6MEZ y EMILIO KLEIN: "Informe sobre el estado actual de los

consejos comunales campesinos", mimeografiado, ICIRA, abril de 1972. 29 EUGENIO MAFFEI y EMIUO MARCHETTI: "Estructura agraria y consejos co-

munales campesinos: situacion actual, analisis y estrategia", Cuaderos de la Rea- lidad Nacional, 14, octubre de 1972, CEREN, Santiago.

30 SERGcO GOMEz: "El rol del sector agricola y la estructura de clases en Chile", Soctedad y Desarrollo, 3, julio-septiembre de 1972, CESO, Santiago, pigs. 80-89.

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tas y tampoco les dio el poder politico o los recursos econ6micos necesarios para llevarlas a cabo. Los consejos debieron haber sido mucho mas que cuerpos consultivos y canales de transmisi6n de politicas del gobierno para convertirse en verdadera expresion del poder campesino 31.

Dado que los consejos nunca funcionaron adecuadamente, los sindicatos siguieron siendo la organizaci6n mas importante del campesinado. Estos aconsejaron a menudo y en algunos casos apo- yaron las tomas; con frecuencia, los sindicatos eran los que mas activamente fomentaban a los consejos, en particular aquellos con- trolados por el Partido Socialista 32. Tal vez haya que admitir que s6lo un proceso de reforma agraria que elimine las diferencias entre campesinos pequefio-burgueses y proletarios, transforman- do a todos en trabajadores agricolas colectivizados, pueda lograr una organizaci6n campesina unificada33. Sin embargo, no esta- mos convencidos que el poder campesino sea un concepto signifi- cativo, ya que la evidencia hist6rica pareceria indicar que el cam- pesinado mismo es incapaz de alcanzar sus metas y depende to- talmente de otras clases sociales para efectivizar sus aspiracio- nes 34

III. EL SECTOR REFORMADO: UNA VANGUARDIA SOCIALISTA?

1. Distintos tipos de unidades reformadas

El gobierno de la Unidad Popular conocia perfectamente las limitaciones y desigualdades del asentamiento, pero asumi6 el po- der medio afio antes de que se llegara a un acuerdo sobre alguna organizaci6n alternativa. Fue esta el CERA (Centro de Reforma Agraria), que debia reunir varios fundos adyacentes para racio- nalizar el uso de la infraestructura y de los bienes de capital para

a1 WILSON CANTONI: "Poder campesino", mimeografiado, FEES, 1971, y W. CANTONI: "Poder popular en el agro chileno", Cuadernos de la Realidad Na- cional, 11, enero de 1972, CEREN, Santiago.

2 MAFFEI y MARCHETTr, ob. cit. 33 Sobre el problema que debieron enfrentar los consejos campesinos vcase

CHONCHOL: "La reforma agraria y la experiencia chilena", en Transicion al so- cialismo y experiencia chilena, CESO-CEREN editores, PLA, Santiago, 1972, pags. 158-9.

34 Para im analisis del rol dependiente del campesinado en la transforma- ci6n de la sociedad v6ase BARRING-ION MOORE: Social Origins of Dictatorship and Democracy: Lord and Peasant in the Making of the Modern World, Penguin, 1967; ERIC WOLF: Peasant Wars of the Twentieth Century, Faber and Faber, 1971; V. I. LENIN, The Development of Capitalism in Russia, Mosci, 1964; y KARL MARx, Eighteenth Brumaire of Louis Bonaparte, Moscu, 1967.

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incorporar a los trabajadores estacionales sin tierra, que tradi- cionalmente habian trabajado en dichos fundos. (En ciertas areas hasta los minifundistas se integrarian al CERA). La caracteris- tica del CERA tambien planteaba una mayor igualdad interna, ya que todos sus miembros tendrian iguales derechos en el consejo administrativo y derechos iguales pero restringidos en los bene- ficios marginales de la producci6n, porque la intenci6n del CERA era desarrollar la economia colectiva. Se pretendia reducir las di- ferencias economicas surgidas de diferente capacidad productiva, por medio de la socializaci6n del excedente de cada CERA, que debia contribuir con un porcentaje de los beneficios a un fondo de desarrollo regional 35. Sin embargo, el campesinado no vio con buenos ojos al CERA. En teoria era econ6micamente racional y politicamente correcto, pero tropezaba con la realidad social y el grado de conciencia politica del campesinado de los latifundios. Los trabajadores permanentes del latifundio expropiado, en par- ticular los inquilinos, se habian acostumbrado a la idea de su po- sici6n privilegiada en el asentamiento y no se resignaban a acep- tar a los peones de afuera con los mismos derechos sobre el fundo, ya que ello reducia los beneficios marginales de la producci6n y la cuota de beneficios para cada miembro.

Por lo tanto, el gobierno acept6 una soluci6n de compromiso con la creaci6n del "comite campesino", que se convirti6 en la unidad reformada mas difundida. El comite era similar al asen- tamiento, pero eliminaba las diferencias entre miembros que te- nian los mismos derechos en el manejo del fundo y la distribuci6n de beneficios marginales de la producci6n. Seguia excluyendo a los trabajadores estacionales y a los minifundistas, que s61o po- dian ser incorporados como miembros plenarios si la mayoria de los permanentes asi lo deseaba. A menudo las unidades reforma- das de mas exito econ6mico fueron los CEPRO (Centros de Pro- ducci6n) y los fundos "intervenidos". Los CEPRO eran fundos es- tatales que se establecieron en latifundios expropiados de caracter agro-industrial (por ejemplo, un complejo maderero) o que de- bian afrontar procesos tecnicos complejos (por ejemplo, la cria de ganado). Los CEPRO eran financiados por el estado y mane- jados por expertos tecnicos. Los obreros agricolas recibian un jornal fijo 36.

35 Sobre CERA v6ase CORA (Corporaci6n de la Reforma Agraria): "Orga- nizaci6n transitoria de la nueva area de reforma agraria: los centros de reforma agraria", mimeografiado, CORA, Santiago, 1971.

36 EUGENIO MAFFEI: "Los centros de producci6n y la burocracia del agro: problemas y analisis", mimeografiado, ICIRA, febrero de 1973.

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En aquellos fundos donde se producian conflictos laborales graves o que habian sido tomados por los campesinos sin que el gobierno pudiera expropiarlos, eran intervenidos inmediatamente por el estado, quien nombraba un interventor responsable del ma- nejo del fundo en nombre de su propietario hasta que el conflicto se hubiese resuelto. La intervencion era un mecanismo convenien- te porque el gobierno podia hacerse cargo de la administracion de un fundo con mayor rapidez que a la espera del largo proceso de expropiacion; ademas el propietario no podia sacar su equipo de capital de esta manera. Estos fundos llegaron a ser casi un nuevo tipo de unidad reformada, ya que a menudo la intervencion duro largos periodos, mientras eran lentamente expropiados 87

2. Conflicto entre la economia colectiva y la economic campesina

Con los asentamientos, el gobierno dem6crata cristiano in- tent6 reemplazar al terrateniente por una burocracia agraria es- tatal. El CORA -el organismo de la reforma agraria- era el duenio de la tierra y del equipo de capital: pagaba un anticipo a los miembros del asentamiento por los dias que hubiesen traba- jado en las tierras colectivas. El anticipo era un pago mensual adelantado sobre ganancias futuras, pero como la mayoria de los asentamientos arrojaron perdidas durante los primeros afnos, el anticipo se convirti6 en un sueldo. El asentamiento era manejado conjuntamente por funcionarios del gobierno y el consejo admi- nistrativo campesino. Si bien la Unidad Popular sustituyo al asen- tamiento por el CERA y el comite campesino, estos operaban de un modo similar. El estado era propietario de la tierra, del equi- po de capital y pagaba un anticipo, es decir, un sueldo. El estado tambien proporcionaba la mayoria de los insumos, como fertili- zantes, semillas, tractores, repuestos, etc6tera.

La Unidad Popular esperaba que el control campesino sobre el sector reformado llevaria al desarrollo de relaciones coopera- tivas de indole socialista y asi poder disminuir los controles ad- ministrativos. A fin de fomentar lo anterior se realizaron campa- iias de concientizaci6n y capacitaci6n para elevar el nivel de con- ciencia politica y capacitaci6n tecnica del campesinado. Sin em- bargo, ocurri6 exactamente lo contrario. La economia campesina usurp6 la colectiva, canalizando los recursos colectivos para la

87 E. MAFFEI y E. MARCHETTI: "Pre-informe sobre intervenciones en el sec- tor agrario", ICIRA, junio de 1972. "Intervenciones y conflictos en el sector rural", ICIRA, 1972.

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apropiacion privada de la empresa familiar campesina 3. Una vez mas, pasaba a primer piano el conflicto tradicional sobre los re- cursos del sistema de hacienda entre el terrateniente (que ahora era colectiva del estado) y la economia campesina. Sin embargo, cabe sefialar que este deterioro de la economia colectiva en rela- ci6n a la campesina no sucedi6 en los CEPRO, donde el control del estado sobre la administracion y los recursos colectivos era casi absoluto. Tambien hay que recordar que los CEPRO eran empre- sas fuertemente capitalistas, que pagaban salarios altos a sus miembros y por ello restringia los beneficios marginales de pro- ducci6n. Si bien el gobierno podria haber establecido mas Centros de Producci6n, esto era limitado por el hecho de que los latifun- dios intensivos de capital no eran frecuentes y porque los tecni- cos del gobierno que podian manejar los fundos estatales eran escasos '3.

,iComo pudo producirse este proceso que contradecia la me- ta ideol6gica de socialismo de la Unidad Popular? La economia campesina se apropiaba de los recursos colectivos en las unidades reformadas por alguno de los siguientes mecanismos: uno era ex- pandiendo los beneficios marginales de la producci6n; aumentaba la cantidad de tierra cultivada privadamente y el numero de de- rechos de pastoreo para el ganado en los campos comunales. Esta expansion se produjo no solo porque cada miembro se apropiaba de mas tierra y mas derechos de pastoreo, sino tambien porque aumentaba el numero de trabajadores en las unidades reforma- das. Siendo que la politica de la Unidad Popular era respetar el principio de igualdad, resultaba que los trabajadores que antes no recibian beneficios marginales de produccion (como los volunta- rios y los miembros nuevos) ahora tenian derecho a la misma suma que los inquilinos, reduciendo de esta manera las tierras colectivas y las pasturas. Este principio de igualdad no resulto ser completamente efectivo, ya que las familias campesinas con gran numero de hombres adultos se beneficiaban mas que otras (la mayoria de los voluntarios eran hijos o parientes que vivian y pertenecian a una familia campesina inquilina) 40. El aumento de consumo de los beneficios marginales (tales como las cuotas de cosecha, de leche, de madera para combustible, etcetera) reducian

38 ICIRA, Diagn6stico..., ob. cit., y MICHEL LANGAND: "El sector refor- mado: darea social de la agricultura?", Revista Agraria, '2, enero de 1973, suple- mento de la revista semanal Chile Hoy, CEA (Centro de Estudios Agrarios), Santiago.

39 MAFFEI: "Los centros...", ob. cit. 40 LEHMANN: "Agrarian Reform in Chile..." ob. cit.

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la producci6n colectiva que era destinada al mercado. A medida que se fueron expandiendo los lotes campesinos en numero y en tamaiio, se necesitaron mas horas-obrero para la economia cam- pesina, especialmente durante epocas de cosecha. Asi la economia colectiva se deterioro porque los campesinos trabajaban menos dias por ano y menos horas por dia para la colectiva. Las tierras colectivas no eran cultivadas o descuidadas, reduciendo la produc- tividad por hectarea. Los campesinos reformados se negaban a contratar peones estacionales para remediar esta situaci6n por miedo a que se los incorporase como miembros plenarios. Por ultimo, la capacidad productiva de la colectiva se reducia en al- gunos casos, cuando los recursos que le pertenecian, como maqui- naria, semillas y fertilizantes, eran adjudicados y utilizados pri- vadamente por las familias campesinas sin pago a la colectiva41

3. 4Por que se deterior6 la economia colectiva?

Analizaremos los tres factores siguientes, por considerarlos los mas importantes para explicar la expansi6n de la economia campesina a costa de la economia colectiva en el sector reforma- do. Primero, la falta de incentivos econ6micos para trabajar en la colectiva; segundo: la carencia de capital para explotar inte- gralmente la colectiva, y tercero, la falta de suficiente asistencia y control administrativo y tecnico por parte de la burocracia estatal.

La falta de incentivos econ6micos para trabajar en la colec- tiva se derivaba principalmente de la indole del anticipo por el cual cada miembro recibia por mes el mismo salario, cualquiera fuese el numero de dias que trabajase en la colectiva. El anticipo no contemplaba diferencias entre la distinta capacitaci6n y es- fuerzo necesario para cualquier tarea42. Ademas, como durante los primeros afnos las unidades reformadas no obtuvieron ninguna ganancia, el incentivo de la distribuci6n de beneficios segun los dias trabajados por cada miembro en la colectiva era inexistente. Las unidades reformadas acumulaban deudas que nunca se reinte- graron totalmente debido a la incapacidad o renuncia del gobierno de imponer una politica mas estricta de amortizaci6n para no

41 OMAR BREVIS, coordinador del proyecto: "Analisis de las Unidades Re- formadas en la IV Zona de Reforma Agraria (Estudio de Casos)", mimeografiado, ICIRA, 1972. Vease tambien MICHEL LANGAND y ALBERTO PEIA: "Relaciones de producci6n en un sector de comuna", ICIRA, junio de 1973 (mimeografiado).

42 LEHMANN: "La agricultura chilena y el periodo de transicion", Sociedad y Desarrollo, 3, julio-septiembre de 1972, CESO, Santiago, pags. 133-4.

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perder el apoyo politico del campesinado. Tanto es asi, que los campesinos reformados comenzaron a considerar al anticipo co- mo un derecho politico y no como un incentivo para trabajar en la colectiva, como fuera la idea originaria.

La falta de maquinaria, equipo y herramientas, junto con in- suficiente cantidad de semillas y fertilizantes, signific6 que la tie- rra se dejaba sin cultivar o bien no recibia el tratamiento inten- sivo que debio darsele. Muchas tierras quedaron como pasturas naturales, continuando asi el modelo de explotaci6n extensiva de la tierra que habia sido la caracteristica predominante y negati- va del latifundio privado. Esta falta de capital era impuesta a menudo por las limitaciones de la legislaci6n sobre reforma agra- ria, por la cual los terratenientes expropiados quedaban en poder de sus maquinarias y ganado. El gobierno trat6 de afrontar esta descapitalizaci6n de los fundos expropiados, comprando la maqui- naria y ganado de los propietarios cuanta vez fuese posible. Con frecuencia, estos preferian venderlas a mayor precio en el mer- cado o guardarlas para trabajar la reserva. Si bien el gobierno import6 grandes cantidades de tractores y otra maquinaria agri- cola para las unidades reformadas, la escala masiva en que se dieron las expropiaciones en un periodo de s61o dos anos se tradujo en una inevitable descapitalizaci6n parcial de las colectivas 43.

Un tercer factor que perjudic6 la producci6n en las tierras colectivas fue que la burocracia agraria no proporcionaba suficien- te asistencia tecnica, capacitacion ni supervisi6n. Esto afecto par- ticularmente la cria del ganado y el mantenimiento de equipo y maquinarias. Las tasas de mortalidad del ganado comenzaron a aumentar y la calidad a decaer. Las maquinas se descomponian y a menudo quedaban asi durante largos periodos, hasta que eran reparadas. Esta situaci6n era reforzada por el hecho de que los campesinos reformados no pagaban las deudas incurridas por compra de maquinaria y ganado o bien las pagaban a precios sub- sidiados. Asi, pues, no tomaron conciencia de los costos y con gran facilidad derrocharon recursos caros 44.

Un factor adicional que conspiro contra el desarrollo de una economia colectiva y proporcion6 incentivos adicionales para am- pliar la economia campesina, fue el surgimiento y aumento del mercado negro de alimentos desde mediados de 1972 45. El campe-

48 LANGAND y PENA, ob. cit. 44 ICIRA: Diagn6stico..., ob. cit. 45 Sobre la discusi6n acerca de precios y racionamiento, vease LEHMANN: "La

agricultura..." ob. cit,

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sino podia vender independientemente el producto de su cosecha familiar, en tanto que la colectiva debia vender sus productos a las agencias de comercializacion estatales y a precios oficiales, que eran mucho menores que los del mercado negro. Este sistema diferencial de preicos actu6 precisamente como un fuerte incen- tivo para ampliar la produccion de la economia campesina privada.

A pesar de todos los factores mencionados en los parrafos anteriores, que fomentaron la expansion de la economia campe- sina, los integrantes del sector reformado no quisieron en gene- ral dividir a la cooperativa en lotes privados, ya que de esa ma- nera debian pagar las deudas acumuladas y la tierra, no recibian mas anticipo y, fundamentalmente, no recibian los creditos, ma- quinarias e insumos subsidiados por el estado 4.

Se desprende de' la descripci6n del sector reformado que el sistema de hacienda, definido como la relacion conflictiva entre el terrateniente (en este caso el estado) y los intereses campesi- nos, no habia desaparecido en Chile 47. Antes de comenzar el pro- ceso de reforma agraria, la economia campesina dentro del lati- fundio se hallaba en la ultima etapa de su proletarizacion, ya que el inquilino y el arrendatario habian perdido gran parte de su caracter campesino. Bajo el regimen de reforma agraria de los gobiernos democrata cristiano y de la Unidad Popular, se invir- ti6 este proceso de proletarizaci6n dentro del latifundio, surgien- do una economia campesina ampliada y fortificada a expensas de la economia colectiva. En la secci6n siguiente examinaremos las implicancias de este sistema de hacienda reformado para el pro- ceso revolucionario planteado por la Unidad Popular.

4. El sector reformado, era una vanguardia socialista?

Es necesario recordar que la naturaleza socialista del sector reformado dependera primordialmente de la indole socialista de todo el proceso revolucionario. Por ello, es imposible tener un sec- tor socialista reformado dentro de una economia capitalista. Sin embargo, es posible, aunque con distorsiones, tener dentro de una sociedad socialista un sector rural no socializado, como en el caso de Polonia, donde la economia campesina es la unidad agraria

46 LEHMANN: Agrarian Reform in Chile.... ob. cit. 47 Para una periodizaci6n hist6rica del sistema de hacienda chileno, vease

CRISTOBAL KAY: "The Development of the Chilean Hacienda System 1850's- 1972", en Landlord and Peasant in Latin America and the Caribbean, K. DUN- CAN et. al. eds., C.U.P. (en prensa).

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predominante. Por otra parte, es necesario avanzar todo lo posi- ble para establecer relaciones econ6micas y sociales de tipo so- cialista en el sector reformado, ya que de otro modo podria con- vertirse mas adelante en un obstAculo politico o no desempefiar su rol de vanguardia revolucionaria. Esto se aplica particular- mente a una situaci6n como la chilena, donde las fuerzas socialis- tas todavia no habian conquistado el poder. Examinemos pues las implicancias politicas inherentes a la existencia de un sistema de hacienda dentro del sector reformado, desde la perspectiva de un proceso revolucionario encaminado a iniciar la transici6n al so- cialismo.

La difusi6n de la economia campesina en el sector reformado multiplic6 el modo de producci6n individualista en el campo y con ello foment6 el desarrollo de una conciencia pequeiio-burguesa que crearia obstaculos politicos para una ulterior socializaci6n de los medios de producci6n en el sector rural. En los asentamientos formados durante el periodo dem6crata cristiano ya existia una muy difundida oposici6n a las politicas del gobierno de la Unidad Popular. Estos asentamientos, reunidos en la Federaci6n de Asen- tamientos que controlaba el Partido Dem6crata Cristiano, ha- bian conducido campanias contra los CERA, denunciando que era una hacienda estatal en la cual los campesinos no tendrian ningun derecho y menos ain un lote de tierra. Esta federaci6n incluso trat6 de aunar fuerzas con organizaciones de terratenientes como la SNA (Sociedad Nacional de Agricultura), CAS (Confedera- ci6n de Agricultores del Sur) y CONSEMACH (Confederaci6n de Empleadores Agricolas) 48 para solidarizarse con la huelga de camioneros, grupo que ayud6 a instrumentar el golpe de estado. Si bien s6lo unos pocos asentamientos se unieron a la huelga y lo hicieron nada mas que por un dia, se habian unido a la cam- pania ideol6gica de la oposici6n contra el gobierno: no habia ga- rantias de que en el futuro otras unidades reformadas no se unie- ran tambien a la oposici6n.

Un caso interesante para analizar lo que puede suceder en una unidad reformada si no se controlan las tendencias pequeiio- burguesas es el de la ex hacienda Culipran, en Melipilla. Culipran fue uno de los primeros fundos que los campesinos tomaron por la fuerza durante el regimen de Frei. Algunos campesinos apoya- ban a la democracia cristiana, otros al Partido Socialista, y du- rante el planeamiento de la toma habian tenido contactos con los

48 Para un estudio de las organizaciones de terratenientes durante el regi- men de Frei vease SERGTO G6oMEZ: Los empresarios agricolas, ICIRA, 1972.

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dirigentes socialistas. El fundo fue expropiado y funcion6 durante tres afios como cooperativa. Luego se parcel6 accediendo a las demandas de los campesinos y siguiendo la linea de la democracia cristiana de fomentar la propiedad privada entre los campesinos. Poco a poco los problemas de propiedad y de precios agricolas fue- ron conformando las actitudes de los campesinos. Si bien el sin- dicato seguia en manos de algunos miembros del Partido Socia- lista, los campesinos de Culipran s61o pensaban en enriquecerse trabajando en sus pequefas haciendas y utilizando sus contactos con la burocracia agraria para conseguir creditos y provisiones subsidiarias. Ya no les interesaba expresar su solidaridad con los campesinos de Melipilla, que seguian luchando para obtener la expropiaci6n de los latifundios, como en el ejemplo ya citado de Millahuin. El libro de Petras y Zemelman sobre Culipran llega a la siguiente conclusi6n, que podria servir de advertencia: "El re- sultado final de la invasion de tierras en el caso que hemos estu- diado, ilustra un proceso de aburguesamiento: los campesinos que alguna vez fueron insurgentes se convirtieron en empresarios que explotaban a la mano de obra y acumulaban propiedad y ca- pital a expensas de sus ex compaineros." 49 Otros casos en que se estudiaron tomas de fundos durante el gobierno de la Unidad Po- pular revelan que durante la fase mas intensa de movilizaci6n campesina, es decir entre la organizacion de la toma hasta que el fundo es finalmente expropiado, los campesinos son mas sus- ceptibles de ser presionados por el gobierno y por los sindicatos para incorporar el mayor numero posible de campesinos con de- rechos totales, formando un CERA en lugar de unidades reforma- das menos colectivizadas 50. De aqui se desprende que la Unidad Popular debia haber apoyado y dirigido totalmente las tomas, ya que asi hubiese creado una mayor aceptaci6n de los CERA por parte de los campesinos. Poco despues de la expropiacion parecio producirse una fase de desmovilizaci6n, contingente con los pro- blemas de producci6n y organizaci6n, que crearon divisiones y tensiones en la solidaridad entre los campesinos.

Este comportamiento pequeno-burgues de los campesinos del sector reformado fue fomentado por la existencia de una burgue-

49 JAMES PETRAS y HUGO ZEMELMAN: Peasants in Revolt, A Chileant Case Study, 1965-1971, University of Texas Press, 1972, pag. xii.

50 Entrevistas de campo realizadas por CRISTOBAL KAY y PETER WINN en el area de El Monte y Melipilla durante el periodo del conflicto en Millahuin en 1972. Ademas, comunicaci6n privada de IAN ROXBOROUGH, quien realiz6 una ex- tensa investigaci6n de campo en el area durante el periodo del conflicto en Millahuin.

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sia rural capitalista 5 y el surgimiento del mercado negro. Gracias al proceso de la reforma agraria, la burguesia rural (definida provisionalmente como hacendados de entre 40 y 80 HRB) habia doblado su nuimero y su tamaiio. Ademas, proveia mas de la mi- tad del excedente agricola comerciable 52. Un hecho que no puede olvidarse es que la legislacion sindical de Frei tambien creo una confederacion de empleadores, CONSEMACH 3. Esta organiza- cion rapidamente supero el numero de miembros del sindicato tradicional de los terratenientes (SNA) y se dispuso a enfrentar activamente la politica agraria de la Unidad Popular, asi como a controlar el extremismo de los campesinos rebeldes. Esta nueva burguesia rural que emergio parcialmente a partir de aquellos la- tifundistas que habia subdividido sus fundos para impedir la ex- propiacion o que habia retenido una reserva, pronto logro es- tablecer una serie de vinculos con algunas haciendas del sector reformado. El control que tenia sobre el capital le permitia al- quilar maquinaria y equipo de capital a las haciendas reformadas e inclusive hasta proveer servicios tecnicos y de reparaciones. No se trato aqui tampoco de un proceso unidireccional. Algunas uni- dades reformadas arrendaron sus tierras y derechos de pastura a la burguesia rural que tenia ganado pero insuficiente cantidad de tierra54. La burguesia rural, junto a los intermediarios, con quienes se mantenia en contacto, a menudo compro las cosechas del campesinado reformado, para luego venderlas en el mercado negro, obteniendo enormes beneficios.

Esta tendencia burguesa del campesinado reformado y el he- cho de que constituyera un sector privilegiado, hacia necesaria una reforma agraria socialista que fuese mas alla de la legisla- cion democrata cristiana. En 1973, el sector reformado habia in- corporado al 20 por ciento de la mano de obra rural total, con- trolaba la mitad de las tierras irrigadas del pais (40 por ciento, en terminos de HRB) y producia un tercio del producto agricola. Cerca de un tercio de la mano de obra todavia obtenia un ingre- so de subsistencia en el minifundio, siendo el resto los peones asa-

51 Sobre el surgimiento de una nueva burguesia rural y sus implicancias po- liticas v6ase GONZALO ARROYO: "Despues del latifundio, 6que?", Mensaje, 113, octubre de 1972, Santiago.

52 SOLON BARRACLOUGH y ALMINO AFFONSO: "Diagn6stico de la reforma agraria chilena", Cuadernos de la Realidad Nacional, 16, abril de 1973, CEREN, Santiago.

53 G6MEZ, Los empresarios..., ob. cit. 54 LANGAND y PENA: "Relaciones. .", ob. cit., y BREVIS. "Proyecto...", ob. cit,

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lariados y los desempleados 55. Desafortunadamente el camino chi- leno hacia el socialismo nunca emprendio una segunda reforma agraria y el golpe de estado nos recuerda cuan importante es la cuesti6n del poder si ha de iniciarse un proceso de transicion al socialismo.

IV. CONCLUSIONES: EVALUACI6N DE LA REFORMA AGRARIA DE

ALLENDE

Debemos mirar ahora la reforma agraria de Allende desde el punto de vista del fracaso de la Unidad Popular de conquistar el poder en la lucha revolucionaria. En esta parte final del trabajo no nos detendremos a analizar los importantes resultados que ob- tuvo la Unidad Popular en el sector agrario, tales como el aumen- to del nivel de vida de los campesinos, el surgimiento del poder campesino y de su participacion en la sociedad, la expropiacion de todos los latifundios y el desarrollo imponente de la conciencia de clase del campesinado. Nos dedicaremos, en cambio, a senalar las limitaciones de su politica agraria en relacion con la lucha po- litica que se estaba librando en el campo. Estamos convencidos, y creemos haberlo demostrado en este trabajo, de que la Unidad Po- pular podria haber aumentado la movilizaci6n revolucionaria del campesinado a la vez que debilitado el poder contrarrevoluciona- rio de la burguesia rural mas de lo que lo hizo. Sin embargo, pensamos que aunque se hubiese creado un baluarte revoluciona- rio mas fuerte en el campo, esto aisladamente no hubiese bastado para modificar el equilibrio de fuerzas hacia el lado revoluciona- rio en la conquista del poder dentro de la sociedad global. No obstante, se podria haber logrado que la actual lucha de clases se llevase a cabo sobre una base mas favorable para las fuerzas re- volucionarias.

Hemos mencionado en la segunda parte de este analisis que a poco de elegida la Unidad Popular se produjo una nueva fase de movilizaci6n y concientizacion campesina. La elevada toma de fundos muestra el fervor revolucionario del campesinado. La pro- liferaci6n de huelgas de solidaridad tambien son prueba de su radicalizaci6n. Si bien el gobierno no apoyo ni foment6 la toma de tierras, se debi6 al movimiento campesino y a su presi6n que el gobierno estuviese dispuesto en esa etapa a acelerar el proce- so de expropiaci6n, poniendole la lapida al latifundio tradicional.

65 BARRACLOUGH y AFFONSO: "Diagn6stico de la reforma.. ", ob. cit., pigs. 77-81.

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Una situaci6n similar se produjo con respecto a la formaci6n de los consejos campesinos. Las bases exigian una formaci6n menos burocratica, presionando para incorporar al campesinado no or- ganizado. El gobierno accedi6 a esa demanda porque ayudaba a disminuir la influencia de los democratas cristianos en los conse- jos campesinos que estos controlaban, pero no hizo caso al pedido de mayor poder economico y sobre todo politico. El gobierno te- mia que dichos consejos campesinos pudiesen adquirir una inde- pendencia revolucionaria con respecto al gobierno y radicalizasen excesivamente y con demasiada rapidez la lucha en el campo. Conviene destacar tambi,en que la mitad de las tomas se produ- jeron en fundos menores de 80 HRB, limite por debajo del cual el gobierno no estaba dispuesto a expropiar. Aqui, otra vez, la presi6n campesina logr6 imponer un cambio parcial en la politica agraria de la Unidad Popular sobre este punto. A mediados de 1972 comenzaron a expropiarse fundos de entre 40 y 80 HRB, pero s6lo en aquellos casos donde eran mal explotados o tenian conflictos laborales extremadamente graves.

Si analizamos la composici6n de clase del campesinado que se constituy6 en vanguardia de la lucha de clases revolucionaria, veremos que tendia m,s hacia los elementos proletarios del cam- pesinado (en oposici6n a la burguesia agraria), tales como volun- tarios, peones rurales y afuerinos estacionales. Sin embargo, la Unidad Popular no logr6 incorporar estos sectores proletarios a los sindicatos, consejos y al sector reformado en la medida de lo deseable, ya que los datos indican que los peones rurales y afue- rinos tenian muy poca representaci6n en dichas organizaciones, impidiendo de este modo una mayor radicalizaci6n del proceso. Es cierto que existian algunas restricciones objetivas que no pudie- ron eliminarse y que empujaron al sector reformado a adoptar una actitud pequeino-burguesa. No obstante, algunas de estas ten- dencias pequefio-burguesas (que describiamos en la tercera parte de este trabajo) no necesariamente hubiesen surgido si la Unidad Popular hubiera implementado una politica diferente.

Solo las politicas macroecon6micas de tipo socialista unidas a una movilizaci6n y organizaci6n constante del campesinado, es- pecialmente de sus elementos proletarios, podria haber invertido esta tendencia del campesinado reformado hacia un comporta- miento pequenio-burgues y debilitado aun mas a la burguesia ru- ral 50. Estas medidas hubiesen reemplazado el sistema privado de

56 Para sugerencias de lo que podria haber sido la nueva politica econ6- mica agraria de la Unidad Popular, vease JAIME CnISPI y VICENTE GARCES: "Con- sideraciones acerca de una nueva politica econ6mica agraria para la fase actual

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comercializaci6n, para los productos agricolas mas importantes, por uno estatal, limitando asi el mercado negro, con lo cual se hubiese quitado uno de los incentivos a la economia campesina en el sector reformado e impedido a la burguesia rural apoderarse de parte del excedente del sector reformado. Se podria haber in- troducido un sistema impositivo por el cual se equilibrase la renta diferencial producida por distintas capacidades productivas. El impuesto a los reditos adicional que pudiese obtenerse se podria haber usado para financiar las inversiones en las areas rurales deprimidas. En cuanto a la politica microeconomica, se podria ha- ber encarado un incentivo para trabajar en las tierras colectivas y ello comenz6 a hacerse a mediados de 1973 en algunas unida- des reformadas.

En lo que respecta a la movilizacion, el gobierno de la Uni- dad Popular tendria que haber cambiado su actitud frente a las tomas, es decir que tendria que haber organizado y dirigido la toma de fundos. De ese modo hubiese incorporado en mucho ma- yor medida a los grupos proletarios dentro del proceso de expro- piaci6n y fortalecido a las fuerzas favorables a la colectivizaci6n. Esta politica de movilizacion hubiese llevado inevitablemente a un sector socializado reformado, ya que la tierra no era suficien- te para dividirla en unidades agrarias viables y los campesinos tendrian que haber trabajado exclusivamente en la empresa co- lectiva, cosa que los elementos proletarios hubiesen favorecido. Si bien un sector reformado de este tipo sin su caracter pequeno- burgues no hubiese llegado a convertirse en una vanguardia so- cialista, por lo menos no se hubiera convertido en un sector capi- talista rural, proporcionando en el futuro una buena base a las fuerzas antisocialistas.

Asi podriamos concluir que a traves de la movilizacion poli- tica de grupos proletarios dentro del campesinado, la Unidad Po- pular podria haber llegado a la siguiente situaci6n que hubiese fortalecido significativamente a las fuerzas revolucionarias. Pri- mero, podria haber debilitado aun mas a la burguesia rural ex- propiando no s61o a los latifundistas sino tambien a la nueva bur- guesia rural que, como vimos, habia aumentado de tamano y poder debido al tipo de reforma agraria que se estaba llevando a cabo, especialmente durante el regimen democrata cristiano. Segundo, hubiese surgido un tipo de sector reformado mas colectivizado

del proceso revolucionario chileno", Cuadernos de la Realidad Nacional, 17, ju- nio de 1973, CEREN, Santiago, y para asesoramiento al ministro de Agricultura; vease ICIRA: Diagnostico..., ob. cit.

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y asi eliminado el peligro potencial de que el sector reformado pasase a la oposici6n, de la mano de la burguesia. Por ultimo, los consejos campesinos se podrian haber convertido en una organi- zacion revolucionaria efectiva del campesinado en la lucha contra la nueva burguesia rural y a favor de un sector reformado mas colectivizado.

Como ya se dijera, el proposito de este trabajo no es conde- nar a la Unidad Popular, sino sacar conclusiones validas sobre las causas del fracaso del proceso revolucionario. Nuestra intencion ha sido explicar que las condiciones objetivas prevalecientes en el sector rural chileno tenian en su seno un potencial revoluciona- rio mayor que el que la Unidad Popular fue capaz de hacer emer- ger. El hecho de que la Unidad Popular no lo pudiese aprovechar es un elemento mas que se agrega a la actual tragedia chilena.

Traducido por Sibila Seibert