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sindicatos en la argentina preperonista
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SINDICATOS Y FUERZAS POLITICAS EN LA ARGENTINA PREPERONISTA (1930 - 1943)Author(s): Isidoro ChereskySource: Boletn de Estudios Latinoamericanos y del Caribe, No. 31, ESTADO Y CLASE OBRERAEN ARGENTINA Y CHILE PERSPECTIVAS HISTORICAS (Diciembre de 1981), pp. 5-42Published by: Centrum voor Studie en Documentatie van Latijns Amerika (CEDLA)Stable URL: http://www.jstor.org/stable/25675110 .Accessed: 09/02/2015 17:35
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SINDICATOS Y FUERZAS POLITICAS EN LA ARGENTINA
PREPERONISTA (1930 - 1943)*
Isidoro Cheresky
Introduccion
Hacia 1945 se constituye en Argentina el Peronismo. Este es un movimiento
social y politico popular cuyo sustento principal son los asalariados urbanos; pero la
estructura del movimiento esta integrada en sus origenes por una coalicion entre militares, funcionarios de Estado, sindicalistas, y en menor medida algunos politicos tradicionales.
El por entonces coronel Peron encarna un liderazgo conquistado a partir del intento
de dotar de una politica social al gobierno de facto emergido del golpe de Estado del
4 de junio de 1943. El aho 45 marca el fin de la guerra y el fracaso del regimen militar que debe
apresurarse a prometer elecciones a corto plazo. La oposicion democratica, constituida
por los partidos tradicionales y la izquierda, una parte del sindicalismo y los estudiantes, sale de casi dos anos de letargo para desplegar una oposicion febril cuyo 'crescendo' es paralelo a la ofensiva de los aliados contra las fuerzas del 3er. Reich. La constitucion de una unidad democratica, respaldada por las principales corporaciones empresarias, encuentra eco en las fuerzas armadas y un sector de estas logra en octubre de 1945 destituir el gabinete remplazandolo por un gobierno reducido en que escoltan al pre sidente E. Farrell dos militares partidarios de la coalicion democratica. Mientras una
salida constitucional a la crisis esta en estudio, Peron es confinado en una isla cercana a la ciudad de Buenos Aires.*
El movimiento obrero habia atravesado dificultosamente los dos anos de re
gimen militar. Inicialmente, entre junio y diciembre de 1943, numerosos activistas socia listas y comunistas fueron encarcelados y las sedes de algunos sindicatos allanadas por la
policia. Pero a fines de ese ano, con la transformacion de la Direccion Nacional de Trabajo en Secretaria de Trabajo y Prevision y el nombramiento de J. D. Peron al frente de este
organjsmo, se perfila una politica hacia la clase obrera que no se limitara a la mera re
presion. Es cierto que a lo largo del ano 1944 la politica de la Secretaria consiste en aus
piciar mejoras a la condicion obrera a la vez que intenta transformar al activismo sin dical en el conducto para dotar al regimen de una clase apoyo. Es cierto, tambien, que en este periodo la accion gubernamental tiene consecuencias esencialmente desmobili zadoras. A mediados de 1945 el sindicalismo estaba profundamente dividido. El vasto sector de dirigentes sensibilizados por la politica social de Peron y que habian encontrado en la alianza con la Secretaria de Trabajo y Prevision una perspectiva que conduciria
* La investigacion que permitio completar este articulo se realizo en el Centro de Estudios y Documentacion Latinoamericanos (CEDLA) en Amsterdam. Agradezco a la institucion que me albergo, al profesor Jean Carriere que tuvo la gentileza de proponer mi invitacion y a la Stichting voor Zuiver Wetenschappelijk Onderzoek que atribuyo los fondos necesarios durante mi estadia en Holanda.
1 Hasta el 8 de octubre Peron ocupo los cargos de Vicepresidente de la Nacion y de Ministro de Guerra del gobierno de facto. Peron era considerado candidato potencial para las elec ciones presidenciales que se esperaba fuesen inminentemente convocadas. La oposicion denunciaba esta candidatura como una maniobra continuista del gobierno militar.
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a los patrones al reconocimiento de los sindicatos y a la negotiation, no era insensible a la campana contra el gobierno militar y contra Peron en nombre de la reconquista de la democracia.
En ese mes de octubre, cuando el curso de los acontecimientos politicos parecia
definido, un elemento inhabitual lo alterar? substancialmente. En efecto, el 17 de octubre
de 1945 simboliza el 'ingreso de las masas populares' en la escena politica. En esa fecha una huelga general, no programada por las organizaciones sindicales, y las manifestaciones
callejeras que desembocan en una gran concentracion en la Plaza Mayo, unidas a la accion
de sectores del aparato de Estado, logran desbaratar el contragolpe de Estado y de ese
modo liberar a Peron. Pocos dias despues un conjunto de lideres sindicales, muchos de
ellos activistas de los anos 30, fundan el partido laborista tomando como modelo su
homologo britanico; este partido sera la vertebra de la alianza politica que permitira el
triunfo de Per6n y sus partidarios en las elecciones generates del 23 de febrero de 1946.
En este proceso la escena social, es decir los reclamos de los trabajadores frente a la
intransigencia patronal, habia predominado por sobre la polarization puramente poli tica que invocaba la democracia frente al fascismo, el pais habia percibido que tras la
invocation del primer termino se habia refugiado durante mas de una decada el ejercicio
excluyente de un poder conservador favorable a los intereses de la burguesia agraria
y de marginalizacion de las clases populares. La movilizacion social que se expandio con
la campana electoral continuo en los primeros anos de peronismo en el poder; hasta
1948-49 se registran indices de huelgas y huelguistas de los mas elevados en la historia
del movimiento obrero. Pero paralelamente el movimiento fue perdiendo autonomia; lo que en sus inicios podia ser considerado como un movimiento policentrico fue rapida
mente subordinado a la direccion unica de Peron. El Partido Laborista fue disuelto
y los viejos lideres sindicales mas proclives a la autodetermination, desplazados.
Aunque el Estado peronista man tuvo, hasta su fin en 1955, como referente
de legitimidad a los trabajadores y los incito periodicamente a salir a la calle para ratificar
su apoyo al regimen, desde inicios de los 50 la movilizacion por objetivos gremiales fue
casi nula. La propia movilizacion politica fue crecientemente ritualizada, salvo en el
ultimo ano cuando el regimen estaba amenazado. La pasividad de la clase obrera en este
periodo, que coincide con un deterioro de los salarios, fue resultado del efecto des
activador de un sindicalismo subordinado al Estado. Los movimientos extrainstitucionales
que se produjeron fueron severamente reprimidos. Con posterioridad a 1955 el movimiento peronista continuo y probablemente
contimia a encarnar las aspiraciones de la clase obrera, y a encuadrar a esta mayoritaria mente. Este movimiento se ha transformado a lo largo del tiempo, pero sus origenes
plantean interrogaciones que trascienden el mero interes de esclarecer una coyuntura historica.
Como fue posible que Peron y su grupo suscitaran y hegemonizaran un movi
miento de base obrera? Este interrogante puede ser precisado en relacion al movimiento
obrero organizado, preguntandonos sobre las condiciones que posibilitaron el abandono
o el rebasamiento por parte de la clase obrera del encuadramiento en los sindicatos
influenciados por socialistas y comunistas, originando un movimiento populista - es
decir distinto en sus referentes ideologicos y en sus objetivos politicos de los tradicionales
al movimiento obrero, en particular el reemplazo de una identidad obrera clasica por una
rectification en terminos de privation y desposesion - y admitiendo un liderazgo poli
tico explicitamente ajeno a la propia organizacion obrera.
Una interpretation sobre los origenes del peronismo, que fuera predominante durante el periodo, enfatiza las consecuencias del rapido proceso migratorio que desde la
segunda mitad de la decada del 30 multiplica las filas de los asalariados urbanos; los mig rantes de reciente data, mayoritarios hacia mediados de la decada del 40 habrian sido una
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masa poh'ticamente inexperta y aun proclive - por transmutacion de las relaciones vividas
previamente en el medio rural - a aceptar liderazgos personalistas y autoritarios. El ap
proach liberal, como el nacionalista y el de la izquierda opuesta al peronismo, tienen
en comun el enfatizar el rol del grupo dirigente del peronismo y el del propio Peron
y el de convalidar - dandole signo positivo o negativo segun los casos
- la afirmacion
de una relacion de subordinacion entre la masa y el lider como caracteristica constitutiva
del peronismo. La investigacion de la que este articulo forma parte se propone interpretar la
formacion del peronismo como resultante de un proceso particular de lucha social esta
blecido en torno de la propia constitucion de las clases sociales caracteristicas del sistema
capitalista, la burguesia y la clase obrera. Atribuimos una significacion causal a la crisis
de Estado y a las transformaciones estructurales inherentes al desarrollo del capitalismo industrial, como alternativa a un enfoque que conceptualiza los procesos ocurridos en terminos de pasaje de la sociedad tradicional a la sociedad moderna. Asimismo el
rol de los dirigentes primigenios del peronismo, aunque no debe ser minimizado, debe
si ser reubicado en el contexto de una sociedad compleja que cuenta con una diversidad de grupos politicos intervinientes, y en que la accion de las cuspides politicas esta posibi litada, pero tambien condicionada, por la relacion entre las fuerzas sociales en presencia.
El inicio de la fase que culmina con la constitucion del peronismo y su acceso
al poder, se situa en 1929-1930, los anos de la gran crisis economica mundial. Desde
entonces el lugar de la Argentina en la division internacional del trabajo aparece cues
tionado. El capitalismo agrario, generador de las mercancias colocadas en el mercado
mundial, detiene su crecimiento y va a ser desplazado de su rol central en la economia del pais, sin dejar de ser un sector indispensable a la reproduccion del conjunto de la economia. La expansion de una industria esencialmente de bienes de consumo final substitutiva de la oferta que en la fase de maxima abertura al mercado mundial era
suministrada por las importaciones, culmina en el transcurso de la segunda guerra mundial en un desplazamiento de la estructura productiva : el valor agregado por la industria
supera a partir de ese entonces a su equivalente agropecuario. En el interim, entre 1935
y 1945 el numero de obreros manufactureros se duplica, del mismo modo que el numero de establecimientos industriales.^
La clase obrera, cuyo peso numerico es significativo desde antes de la primera guerra, se transforma en una clase principal a consecuencia, en primer lugar, de los men cionados cambios en la estructura productiva. Por su centralidad productiva los com
portamientos sociales de la clase obrera tienen consecuencias nacionales. Sin embargo la nacionalizacion de la clase obrera tiene a la vez una dimension
ideologico-poh'tica. Los obreros que hasta la gran crisis eran mayoritariamente extran
jeros, seran paulatinamente substituidos, por nuevas generaciones nativas. Ello tiene vastas consecuencias. Por un lado se supera la disociacion entre el universo de los ciuda danos y el de los productores, con lo que se anula el mecanismo que permitio durante un largo periodo el funcionamiento de la democracia parlamentaria con exclusion 'na tural' de buena parte de las clases populares.3 La represion al activismo gremial y poli tico deberia recurrir a nuevos procedimientos; la ley 4144, llamada de Residencia, por
2 Ano 1935 1946 establecimientos industriales 37.362 84.892 obreros 396.303 899.032
3 Los inscriptos en el padron electoral nacional pasan de ser el 15.8 por ciento de la pob lacion total en 1928, a ser el 22.5 por ciento en 1946. En terminos absolutos 1.461.581 votantes en 1928, 2.871.000 en 1946.
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la cual los extranjeros que incurrieran en delitos de naturaleza criminal o social eran
igualmente pasibles de expulsion inmediata del pais, fue aun frecuentemente empleada en
los anos 30, pero la mayoria de los trabajadores ya escapaban por entonces a sus dispo siciones. Por otro lado esta nationalization jun'dico-politica junto a la centralidad en la estructura productiva contribuia a redefinir el horizonte de la clase obrera condicionan
dola para pensar su identidad social en relacion a la Nacion y posibilitando la emergencia desde su perspectiva de estrategias politicas para el pais.
La constitucion de la clase obrera - proceso del cual la nationalization es una
dimension - estaba obstaculizada, a nivel de su conformation categorial, por la resistencia de la burguesia industrial a socializar las relaciones productivas y reconocer un caracter
colectivo a la contratacion de la fuerza de trabajo. Tomando en cuenta el conjunto de los asalariados, la situacion era sumamente
variable segun los sectores de actividad. En un extremo los sindicatos de transporte eran
enteramente representativos de una franja de asalariados cuyo estatuto social era reco
nocido por el Estado y las empresas. La practica de negociaciones en este sector estaba,
ya en los anos 20, bien establecida.
En la manufactura, en cambio, pese a los progresos de la sindicalizacion regis trados en la decada del 30, el indice de asociatividad era bajo. La repentina duplication de la actividad industrial en el lapso de pocos anos, en un contexto de oferta abundante de trabajo, favorecio el desarrollo de un capitalismo en muchos casos precario y general mente marcado por el comportamiento atomizado de la burguesia. Los obreros de este
sector fueron los que mas frecuentemente realizaron huelgas y sin embargo son los que mas sufrieron de la negativa de la burguesia a introducir mejoras. Sin embargo hacia inicios de la decada del 40 la practica de las convenciones colectivas comienza a extender se en el ambito de la Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires. Aunque por entonces no se producen mejoras materiales significativas para los asalariados, si se tiende a cons
tituir un mercado de fuerza de trabajo generalizado y a homogeneizar salarios y condi
ciones de trabajo.
Expansion de su rol productivo, nationalization politico-ideologica y con
formation como fuerza colectiva son las principales dimensiones conflictivas de la cons titucion de los obreros como clase social. Este proceso no esta resuelto cuando se pro duce el golpe de Estado del 4 de junio de 1943 y se abre en consecuencia la posibilidad que la elite peronista se haga cargo de las demandas generadas por los asalariados en el transcurso de esta lucha.
El exito de los iniciadores del peronismo se explica solo en parte por su duc tilidad politica y su disposicion a adaptarse a un curso no previsto originalmente.
Entre los protagonistas politico-sociales del periodo, los militares y los fun
cionarios beneficiaban, a condicion de poder gestar un proyecto que superara sus bases
categoriales, de una posicion ventajosa para ejercer el liderazgo politico dada su perte nencia al aparato estatal. El Estado capitalista se estructura en la Argentina
- aunque
limitado en su eficacia al espacio urbano - en la fase del capitalismo agrario. Esta preco
cidad del Estado capitalista, en relacion a la aparicion de la burguesia industrial y la clase
obrera como clases principales de la sociedad, explica el importante rol que jugara el per sonal del Estado y la relativa autonomia con la que dara lugar a la constitucion de elites
politicas. A lo largo de la decada del 30 la crisis del liberalismo se presenta como crisis
de la dominacion tradicional y de la representation politica. La crisis del Estado se con
centra en una practica ficticia de la democracia que bloquea los canales parlamentarios y el sistema partidario, tradicionales soportes del orden establecido; simultaneamente, las instituciones demuestran su incapacidad para reorganizar la sociedad a fin de tomar en cuenta la nueva realidad social de un pais en industrializacion. Los comportamientos privatistas de los dirigentes politicos, que con frecuencia aparecian comprometidos en
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negociados y especulaciones y las propias divisiones entre los conservadores forman parte del panorama de desagregacion de las fuerzas politicas dominantes.
De un modo mas general la burguesia agraria, siendo la clase dominante pierde
capacidad dirigente porque la reproduccion de sus intereses de clase se hace incompatible con la formulacion de un proyecto de superacion de la crisis y de reinsercion en el sistema
mundial.
Las FF. AA. aparecen asi como la categoria llamada a hacer frente a la reproduc cion social y politica. Por cierto, la institucion militar era igualmente victima de la
aludida crisis; la politizacion habia ganado sus cuadros superiores y en su seno se habian
constituido facciones que procuraban engarzar una salida politica nacional con estrate
gia de uno u otro de los bloques en que se polarizaba el mundo desarrollado y mas tarde
con las opciones representadas en el conflicto belico internacional. Sin embargo, podia
aspirar, por sobre las divisiones, a actuar como cuerpo, manteniendo al hacerse cargo del
orden publico los principios cohesivos y la ideologia de la institucion.
Peron y su grupo emergen de una situacion en que las FF. A A. se han apoderado del gobierno desplazando a los dirigentes respaldados por las clases dominantes. Asi se
estructurara una nueva voluntad politica que procura preparar una salida a la crisis
nacional reorganizando el Estado y modificando las relaciones de fuerza entre las clases.
Pero el proceso que se desencadena desde la cuspide del Estado reconoce en su trans
curso multiples intervenientes.
Para convenir que entre el proyecto de Peron en 1943 y el movimiento que
emerge el 17 de octubre de 1945 existe solo un lejano parentesco, seria necesario recordar
las alternativas de la lucha social en ese lapso. Senalemos que en un primer tiempo, cuando Peron procura conquistar los lideres tradicionales del movimiento obrero y en
alianza con algunos de ellos promueve una politica de intervencion del Estado en las re
laciones obrero-patronales al crear la secretaria de Trabajo y Prevision, predomina el
proyecto de dotar al regimen militar de una clase apoyo. Pero si en este primer tiempo lo
dominante es el control desde arriba, parece indudable que en un segundo tiempo, cuando
la ofensiva de las fuerzas democraticas y conservadoras pondran en peligro la hegemonia del grupo peronista sobre el aparato de Estado, la movilizacion independiente de los asalariados y el rol de los activistas sindicales en la estructuracion de la nueva fuerza seran
los factores decisivos. Es claro por entonces, que el equipo dirigente se modifica jugando en su seno un rol mayor los sindicalistas, y que el discurso politico se radicaliza. Esta es la caracteristica de las relaciones entre masas y dirigentes peronistas en 1945. Aunque posteriormente los sectores mas autonomos del sindicalismo peronista seran radiados, el movimiento tendra la impronta de una relacion lider-masa mas fluida y bidireccional de la que en general se le atribuye.
En este articulo nos proponemos contribuir a la comprension de la mutacion
que experimenta el movimiento obrero en los origenes del peronismo. Los elementos
cuyo conocimiento queremos profundizar son el movimiento obrero, las fuerzas sin dicales y politicas, y la tension entre estos factores superestructurales y la clase obrera como fuerza potencial. Analizaremos la evolucion de las fuerzas organizadas, su influencia
y sus cambios. La perspectiva en que nos situamos da un lugar preciso al presente trabajo: la aparicion del peronismo conlleva una ruptura efectiva en el curso del movimiento
obrero; en cambio la conformacion de la nueva fuerza es aqui concebida como una ar ticulacion inedita e imprevisible entre elementos y relaciones en parte preexistentes.
La estructura sindical que se expande y consolida entre 1930 y 1943 sera un
objetivo a conquistar para las fuerzas politicas antagonistas y, a la vez, un protagonista del proceso de formacion del peronismo.
Las caracteristicas del periodo que nos proponemos analizar son aparentemente contradictorias. Por una parte, se consolida una concepcion gremial de la organizacion sindical, es decir la asociacion de los trabajores en funcion de la defensa de sus salarios
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y condiciones de trabajo. Ello fortalecera la tendencia a la formacion de organismos rep resentativos unicos. Por otra parte, la relacion del sindicalismo con el Estado y con el
sistema politico adquiere un peso decisivo; se pueden delimitar dos periodos, anterior
y posterior a 1935, en funcion del clivaje que se produce en las referidas dimensiones.
La concepcion gremial del sindicalismo se corporiza en la constitucion de la
C. G. T. (Confederacion General de Trabajadores) por fusion de la C. O. A. (Confedera cion Obrera Argentina) y la U. S. A. (Union Sindical Argentina), poco tiempo despues del golpe de estado que lleva al gobierno al general Uriburu. Existiran otros nucleamentos
menores a lo largo de la decada : F. O. R. A. (Federation Obrera Regional Argentina),
anarquista; U. S. A. (Union Sindical Argentina), sindicalista; sindicatos autonomos.
Pese a la extension del sindicalismo a nuevas actividades y a la generalization del sindicato de industria lo predominante sera el sector de transportes; por la senalada
integration social de este ultimo sector y la cristalizacion de organizaciones sindicales
bastante autonomas, su peso aseguro la continuidad gremialista, en especial de las posi ciones de la Confederacion General de Trabajo.
En la primera fase (1930-1935) una mayoria de 'sindicalistas' promueve el
apoliticismo de los sindicatos y la neutralidad frente al gobierno. La oposicion socialista,
que finalmente los desalojara de la direccion, les reprocha la connivencia y los elogios a
las administraciones de Uriburu y Justo, y la indiferencia frente a los intentos de los par tidos de izquierda y democraticos de concertar un frente antifascista.
En la segunda fase (1936-1943) hay una hegemonia, al menos formal, de ad
herentes y simpatizantes del Partido Socialista. En realidad esta predominancia poli tica se debe a la persistencia del control de la Union Ferroviaria. El conflicto entre lealtad
partidaria y lealtad sindical entre los socialistas estallara finalmente en el II Congreso de la C. G. T., en octubre de 1942, y en el ulterior Comite Confederal de marzo de 1943.
En este periodo la minoria constitui'da por los militantes comunistas organizadores de
los sindicatos de industria desafia el control tradicional en la C. G. T.
La importancia de la C. G. T. es creciente a lo largo del periodo en la medida en
que se incrementa el numero de asalariados urbanos y en que se acentua la crisis politica. Al inicio de los 40 la C. G. T. se postula como una fuerza politica nacional, justificando este rol por los objetivos de movilizacion antifascista y de unidad nacional democratica, definidos como desbordando los limites del sistema politico.
Pero las organizaciones sindicales no escapan a un crisis de hegemonia caracteri
zada por la no correspondencia entre el desarrollo de nuevas relaciones sociales y su in
stitutionalization.
El area sindicalizada se corresponde solo parcialmente con sectores movilizados
y con la estructura objetiva de la clase obrera.
Entre la C. G. T. con epicentro en los gremios de transporte y en los asalariados
con estatuto social, y el movimiento obrero movilizado (especialmente los que hacen
huelgas) hay un desfasaje creciente.
De un modo mas general la implantation sindical es debil en los sectores que crecen mas rapidamente : la manufactura industrial.
PERIODO 1930 - 1935
La Confederacion General de Trabajo se constituye formalmente el 27 de sep tiembre de 1930, luego de meses de consulta en los debilitados nucleos sindicales que le
dieron nacimiento. Desde el inicio el objetivo exph'cito era lograr la unification de fuerzas
sobre una base estrictamente gremial, 'Con el fin de mantener permanentemente su unidad organica y la armonia
entre sus miembros, la central obrera que resulte del acuerdo entre la C. O. A.
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ciones ideologicas. En tal virtud no se inmiscuira en la forma de encarar los
problemas que en sus respectivas esferas agiten a estos, y en reciprocidad reclamara para la organizacion y accion sindical la observancia de una con
ducta igualmente respetuosa.'^
El golpe de Estado y la subsiguiente represion colocaron a los dirigentes sin
dicales procegetistas frente a una situacion nueva y dificil; en vistas de ello aceleraron las
gestiones unitarias, culminandolas tres semanas despues del golpe. Algunos dirigentes
participaron de reuniones en que se considero la posibilidad de una resistencia popular a la dictadura del general Uriburu, pero pronto se impusieron las posiciones prescindentes. En realidad, para salvar una incomoda legalidad en medio de la persecucion cuyas vic
timas privilegiadas eran los anarquistas y tambien los comunistas, se adoptaron actitudes
conciliatorias hacia los nuevos gobernantes. En el mes de diciembre, pretextando una
gestion ante el presidente para solicitar que se conmute la condena de muerte de tres
militantes anarquistas, la Mesa Directiva de la C. G. T. emite una declaracion publica en
que califica la actividad gubernamental de accion de justicia institucional y social que merece su apoyo y se refiere a la ley marcial sin condenar su empleo.^
Esta actitud inicial de los dirigentes arrojara dudas sobre los objetivos del apoli ticismo sindical predicado. En todo caso revelaba la incapacidad de una reaccion adecuada frente a la intensa represion de los 14 meses de dictadura militar. En este periodo impera la ley marcial y el Estado de Sitio. Miles de trabajadores son detenidos, algunos de ellos confinados y decenas de los mismos son expulsados del pais en aplicacion de la ley 4144. El Comite Pro Presos que crea la C. G. T. y la inclusion de reivindicaciones antirepresivas en los programas sindicales no alcanzan a contrarrestar la imagen de pasividad que se des
prende de sus primeros anos de existencia.
En la actividad especificamente sindical la accion de la C. G. T. no fue mas exi
tosa, y tal vez en ello resida el aspecto esencial que explica el fracaso de la estrategia trazada por el grupo sindicalista^ que la hegemonizaba. El nuevo rol de la central sin dical era definido como el de un grupo de presion que busca participar en los organismos
4 En Sebastian Marotta, El movimiento sindical argentino, Tomo III, Editorial Colomino, Buenos Aires, 1970.
5 La declaracion de la C. G. T. es la siguiente : 'La Confederacion General del Trabajo, organo representative de las fuerzas sanas del pais, conocedora de la obra de renovacion administrativa del gobierno provisional y dispuesta a
apoyarla como esta en su accion de justicia institucional y social, en nombre de los afiliados de los gremios que la componen, y ejerciendo el derecho de peticion, se presenta ante V. S. para pedir, como acto de clemencia, que la pena de muerte impuesta por el tribunal militar a los choferes Florindo Gayoso, Jose Montero y Jose Santos Are, sea conmutada por la pena que V. S. determine. Convencida esta Confederacion de que el gobierno provisional no mantiene en vigencia la ley marcial sino para asegurar la tranquilidad publica y para hacer respetar el prestigio y la autoridad del gobierno; aun mas, entendiendo que los reglamentos militares han ajustado en absoluto los procedimientos y sentencias, promueve esta gestion invocando como unica razon del hecho que los condenados no registran antecedentes policiales'. La Nation, 10 de diciembre de 1930, citado por S.Marotta, op. cit.
6 La mayoria de la C. G. T. estaba en realidad compuesta por un nucleo sindicalista, que habia revisado las posiciones revolucionarias que la corriente sostenia aun en la decada del 20, y sindicalistas apoh'ticos o bien contrarios a la propuesta socialista de la articulation entre sindicalismo y politica. Al primer grupo, en si mismo heterogeneo, pertenecian Sebastian Marotta, Carbona y posteriormente Luis Gay. El segundo grupo era el de los tramontistas, asi llamado pues su lider era A.Tramonti, dirigente tradicional de la Union Ferroviaria.
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estatales y contrarrestar en su seno la influencia de las organizaciones patronales. Esta
participacion que tenia antecedentes en la experiencia del gremio ferroviario, se obtiene en la Junta contra la desocupacion y en la comision que estudia el establecimiento de las
cuarenta horas semanales; tambien se realizan gestiones parlamentarias destinadas a pro mover una legislacion que haga eco a los reclamos obreros.^
Dos obstaculos mayores se oponen al exito de esta linea, en primer lugar la
coyuntura de crisis con los consiguientes efectos desmovilizadores sobre los trabajadores y el aliento a la intransigencia patronal. En segundo lugar la ausencia de una disposicion
gubernamental a realizar una politica social sobre la base de la cual negociar con los
sindicatos. Pese a que el inicio de los treinta marca en Argentina como en el resto del
mundo una extension del area estatal, expresion de lo cual son las juntas y comisiones de
las que participa la C. G. T., se mantiene a la vez una politica liberal y autoritaria hacia
el movimiento obrero.
Sin embargo en lo esencial la nueva linea de incorporacion a los mecanismos
estatales y de presion sobre el gobierno es compartida por las diversas corrientes, al punto
que la expresion mas acabada sera su inclusion en el Pre-ambulo a los Estatutos que la
C. G. T. se dara en su Congreso constituyente, una vez que la corriente sindicalista ha sido
desalojada y substituida por una mayoria socialista : 'Que la evolucion de la sociedad
capitalista puede ser acelerada por la clase trabajadora por medio de su organizacion teniendo en esta un modo de evidenciar su importancia social, tecnica y economica,
y de acentuar su influencia en el gobierno de los intereses colectivos'.
Pese a la represion y la indiferencia ante la cuestion social, el funcionamiento
liberal del Estado en ciertas areas parece aceptar la inclusion delos sindicatos y alienta la creencia en su eventual permeabilidad a las presiones sociales : sai por ejemplo la
C. G. T. y la Union Ferroviaria disponen de espacios radiofonicos por los que se dirigen a
sus adherntes.
La incipiente institutionalization no aparejo mejoras generales, por el contrario
la situacion de la clase obrera empeoro considerablemente en los primeros anos de la
decada. La consecuencia de la recesion economica fue un elevado indice de desocupa cion en la industria y en las otras actividades. De los 333.99 7 desocupados que se re
gistran en 1932, corresponden 23,28 por ciento a peones, braceros y jornales varios,
21,20 por ciento a agricultura, ganaderia y mineria y 11,82 por ciento a construction.** Recien en 1934 el indice de ocupacion superara el nivel previo a la crisis, persistiendo a
lo largo de la decada un cierto nivel de desempleo; el incremento considerable de ocupa cion en la industria era superado por la demanda de empleo de los expulsados del agro.^
7 La Junta Nacional para la desocupacion creada por disposition del Poder Ejecutivo en no viembre de 1933, estaba integrada por diez miembros entre los cuales habia representantes de entidades empresarias : Camara de la Bolsa de Comercio, Union Industrial Argentina, Asociacion del Trabajo, cuatro miembros designados directamente por el poder ejecutivo y un representante de la C. G. T. La Comision que estudio la posibilidad de implantar la semana de cuarenta horas estaba
integrada por representantes de la C. G. T., de la Union Industrial Argentina, Union del
Comercio, la Industria y la Produccion y la Sociedad Rural Argentina. Una conquista formalmente importante, es la sancion en 1932 por el Parlamento de la ley de Sabado ingles, esta ley sin embargo queda subordinada a la ley que fija la semana laboral en 48 horas, con lo cual las horas no trabajadas en sabado se recuperan en el resto de la semana. Mas importante aun es la sancion de la ley 11.729 que asegura esencialmente la indemnizacion por despido, vacaciones pagas y garantias en caso de accidente.
8 Informe de la Direccion Nacional de Trabajo publicado en C. G. T., Boletin de noviembre de 1932.
9 Sobre una base 100 para 1929, el indice de ocupacion pasa a 104,4 en 1934. El 1940 habia, sin embargo, 108.700 desocupados en todo el pais. En los primeros anos posteriores a la
crisis, la desocupacion representa el 7 por ciento de la fuerza del trabajo.
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Esta presion de la oferta en el mercado de trabajo y el debilitamiento de los
sindicatos fue aprovechado por la burguesia para rebajar los salarios y, con ayuda del
gobierno, para ignorar las leyes ya existentes.10
El letargo de la clase obrera solo comenzara a despejarse en 1934. Las luchas de
ese entonces, sobre todo en madera y calzado se centran en objetivos de garantia de
ocupacion y de salarios e indican por su caracter colectivo y solidario un grado de ma
durez del movimiento obrero. Pese a que la C. G. T. habia enunciado las principales rei
vindicaciones del periodo en su Programa minimo de abril de 1931 que sera reformulado como Plan de Emergencia en 1934,11 y que en este ultimo ano la central sindical lanza una campana de movilizacion mencionando la posibilidad de una huelga general, los sec
tores obreros que se movilizan lo hacen al margen de ella; esta separation entre movili
zados y federados se produce tambien en los anos subsiguientes. La frustration del activismo obrero incidira en el cambio de orientation y di
rection en el movimiento obrero, que se producira a mediados de la decada. El momento
culminante de la crisis de la corriente sindicalista se produce cuando la critica de la mi noria socialista alcanza a su bastion de entonces, la Union Ferroviaria.
Cuando este sindicato fracaso en sus propositos de suprimir los descuentos sobre los salarios, y el prorrateo
- procedimientos que el mismo habia auspiciado en los
anos mas algidos de la crisis con el proposito, sino de evitar, por lo menos de reducir los despidos
- debio aceptar el arbitraje presidential. El laudo del Presidente Justo, sin
embargo, fue considerado como desfavorable para los trabajadores del riel, sin que este
fracaso hubiera dado lugar a movimientos de fuerza. La negotiation y la conciliation en condiciones tan desventajosas como las de la epoca habian inducido a que el sindicato fuera un instrumento de implantation de la politica empresaria. Este rol del sindicato que con las medidas de salvaguardia corporativa, tales como el prorrateo, se habia transfor mado inevitablemente en un socializador de la derrota del movimiento obrero, fue final mente resistido por los trabajadores. Despues de anos de liderazgo, la direccion de A.Tra monti fue desplazada y de ese modo la direccion cegetista estaba, a termino, condenada.
Los socialistas beneficiaban de su situacion de minon'a critica. Sin embargo, su politica sindical era tambien reacia al enfrentamiento directo y proclive a la parti cipacion en el Estado, aunque preferentemente por los canales parlamentarios.
* ^
10 Por disposition del gobierno de Uriburu, las empresas del Gran Buenos Aires no fueron mas asimiladas al area metropolitana para cierta legislacion del trabajo solo vigente en la Capital Federal. Sobre este y otros aspectos del periodo, se puede consultar Tamarin, David, The Argentine Labor Movement in an age of transition 1930-1945, University of Washing ton, Ph.D., 1977.
11 A mediados de 1934, con el proposito de retomar la iniciativa y aventar las cnticas de pasividad, la C. G. T. formula el siguiente programa reivindicativo: *1. Instauracion de la semana laboral de cuarenta horas; 2. Vacaciones anuales pagas para todos los trabajadores; 3. Constitucion de comisiones mixtas en cada industria para la fijacion periodica de salarios minimos; 4. Distribucion del trabajo equitativamente; 5. Salario minimo, estabilidad y escalafon para los trabajadores del Estado y entidades de craacter publico; 6. Cumplimiento de la legislacion social; 7. Implantation del seguro na cional para la desocupacion, invalidez y ancianidad; 8. Mantenimiento de las reformas introducidas al Codigo de Comercio por la ley 11.729'. Citado en Marotta, S., op. cit. El programa mi'nimo de la C. G. T. fue aprobado el 26 de abril de 1931 y publicado recien en el Boletin de la C. G. T. del 20 de abril de 1932.
12 Por ejemplo F. Alo, socialista y dirigente de La Fraternidad, participa, en nombre de la C. G. T., en la Junta contra la desocupacion. En 1934 el balance de la gestion de la Junta es negativo, lo que no le impide apoyar la continuidad de la presencia sindical. Por esa epoca La Fraternidad adquiere bonos de un emprestito patriotico lanzado por el gobierno.
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Influye tambien en el descredito de las posiciones apoliticistas el giro de la
situacion internacional. El tema del antifascismo vehiculizado desde el inicio por los
militantes socialistas que enfatizan el peligro de los proyectos autoritarios nativos y el
accionar de los grupos de ultraderecha, se refuerza con la aparicion de los frentes popu lares y los ecos de una tal estrategia en la escena politica nacional. La exigencia de un rol
politico de la C. G. T. en alianza con los partidos democraticos, aparece justificada y
promisoria. Los enfrentamientos entre socialistas y sindicalistas se extienden a lo largo de
los anos 1934 y 1935 y culminan el 12 de diciembre de este ultimo ano con la ocupacion
por la fuerza del local Confederal y la destitucion de la Comision Directiva por parte de
los sindicatos mas importantes. Es necesario entender los factores que juegan tras la nueva presencia socialista
en el escenario gremial. En los anos 30 se reactiva la Comision Socialista de Informacion Gremial
(C. S. I. G.) y de este modo la accion de los socialistas en el medio gremial. Se impulsa una participacion especificamente partidaria al promoverse la constitucion de subcomi
siones gremiales en los centros socialistas barriales. Se comienza a reunir regularmente a
los socialistas miembros de la Comision Administrativa (C. A.) de los sindicatos, para coordinar su accion. Se publican asimismo periodicos especificos en algunos gremios
(sobre todo en graficos y empleados de comercio). Con esta politica partidaria se define un viejo debate sobre intervencionismo
o prescindencia de los sindicatos.
La tradicion partidaria dominante desaconsejaba la intromision en la organiza cion gremial, asi como la vigencia de una disciplina partidaria en este terreno,
'no exigimos de nadie, disciplinariamente, como Partido, una actitud determi
nada en cuestiones y asuntos de gremio, de cuyas circunstancias de detalle
el Partido no puede juzgar. De otra manera nos expondnamos a perder para la accion politica el concurso de ciudadanos a quienes nuestra imposition oficiosa no los haria mejores para la accion gremial'.1
3
Tambien los criterios de organizacion parecian estar claramente establecidos, 'la division de los ciudadanos segun su residencia y su section electoral tiene
que ser la base de nuestra organizacion de partido'.1^
El Partido Socialista, debilitado por la escision 'de derecha' de 1928, beneficia
despues del golpe, de la persecution, vetos electorales y finalmente abstencionismo de
los radicaies.*^ En las elecciones legislativas de 1931 los socialistas ganan la mayoria en la Capital Federal y la minoria en la Pcia. de Buenos Aires, transformandose, con 43
escanos en el parlamento, en los lideres de la oposicion. En el interim, la masa de ad
herentes se duplica. Pero luego, la expansion partidaria se detiene y una politica sindical coherente
13 Juan B.Justo en Revista Nuevos Tiempos, 17 de febrero de 1917, reproducido en Revista
Socialista, no. 86, julio 1937. 14 La posicion del mismo Justo es fluctuante sobre este punto, porque anos mas tarde re
comienda la formacion de agrupaciones gremiales socialistas en la perspectiva de constituir un organismo sindical centralizado a nivel nacional. En La Vanguardia del 22 de junio de
1922, reproducido en Revista Socialista, enero de 1939, no. 104.
15 Se trata de la Union Civica Radical (U. C. R.), partido gobernante hasta el golpe de Estado del general Uriburu, el 6 de septiembre de 1930.
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aparece como una oportunidad de dotarse de una base social solida.1 ^
Esta ultima alternativa satisface a la presion de la minoria clasista que critica
el parlamentarismo y aspira a transformar la organizacion en un partido obrero y ofen
sivo.1 ^
Los desacuerdos entre el Partido Socialista y los lideres sindicalistas comienzan
a tomar estado publico en 1932. Por entonces el malentendido parece sutil. El Partido
Socialista propone a la C. G. T. una coordination de actividades 'en pro de las libertades
y derechos populares', de denuncia de las organizaciones civiles armadas y de contra
ofensiva ante la regresion en la legislacion del trabajo. La C. G. T. aparentemente acepta la propuesta partidaria, pero en realidad la revierte, considerandola como la adhesion de
una fuerza politica al movimiento obrero por sus objetivos gremiales.1 ^
A mediados de 1933, La Fraternidad ingresa a la C. G. T. reforzandose asi las
posiciones socialistas.1^ A inicios de noviembre, aquella cuestiona publicamente la in
definicion de la central sindical sobre el tema del fascismo proponiendo al respecto la
convocatoria de una reunion del Comite Confederal. En respuesta a las criticas, la Junta
Ejecutiva de la C. G. T. publica una declaration sosteniendo que su actividad se desarro
llaba normalmente sin que los sindicatos hayan sido trabados en su funcionamiento; el
documento tambien hacia referencia a la entrevista que dos dirigentes de la C. G. T., A.Tramonti y L.Cerruti, habian tenido con el presidente de la Nacion en la que este
'habia confirmado la orientation democratica del gobierno, lo que indicaria
la necesidad de estimularlo en su decidido proposito de mantenerse dentro
de la ley, luchando para bien general contra todo intento de substituir el
16 La evolucion de los adherentes socialiastas en esos anos es la siguiente: 1929: 9.601 1932: 23.030 1930: 12.011 1933: 23.657 1931: 17.624 1933: 23.729
Fuente: Partido Socialista, XXI Congreso Ordinario, 1932, Talleres Graficos La Vanguardia; Partido Socialista, XXII Congreso Ordinario, 1934, Talleres Graficos La Vanguardia.
17 La minoria de oposicion en el Congreso Socialista de 1934 sostiene en su plataforma:
Partido de clase e internacionalista. -
'Que el Partido no podra celebrar pacto politico alguno con ninguna de las fracciones en que se divide la burguesia argentina'. Efectuar gestiones para 'realizar una accion proletaria e internacional contra la guerra y el fascismo'.
Organizar la defensa del Partido. Utilizar 'las bancas como medio de agitacion y propaganda socialista'.
- 'Que los afiliados socialistas que actuen en el terreno gremial, universitario, etc., como en fabricas, talleres y lugares de trabajo en general, se constituyan en grupo de agitacion, responsables ante sus respectivos centros'.
- 'Orientation doctrinaria francamente marxista'. Esta corriente reune en el Congreso partidario alrededor del 30 por ciento de los votos, y finalmente escinde el Partido en 1937, en vi'speras de la election presidential.
18 La carta del Comite Ejecutivo del Partido Socialista del 10 de octubre de 1932 y la respuesta de Luis Cerruti, secretario de la C. G. T., del 4 de noviembre fueron publicadas en el Bole tin C. G. T. del 25 de noviembre de 1932.
19 La Fraternidad habia permanecido al margen de la C. G. T. desde que esta se constituyo, debido a un litigio de jurisdicciones que desde 1929 la mantenia enemistada con la Union Ferroviaria. Este hecho es revelador de la identification entre este ultimo Sindicato y la Central obrera; los ferroviarios suministraban sus instalaciones a la Confederacion, el se cretario y buena parte de sus directivos eran ferroviarios. La Fraternidad era un sindicato que agrupaba un sector muy calificado de obreros, los maquinistas ferroviarios; su direccion era pluralista con importante influencia socialista.
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orden, sea oriundo de la demagogia o venga de la reaction'.
La Federation de Empleados de Comercio interviene entonces denunciando la
intention de ciertos sindicalistas de colaborar en la creation de camaras cooperativas. El secretario de la Federation Grafica Bonaerense - otro sindicato de direccion socialista -
denuncia la existencia de proyectos fascistas en la propia Confederacion, aludiendo a
las manifestaciones privadas de un miembro de la Mesa de la C. G. T.
Finalmente, en un clima exasperado, se reune, a fines de noviembre el Comite
Confederal; se efectuaran varias sesiones a lo largo de un mes para tratar los temas en
litigio. La urticante declaration de la Junta Ejecutiva es rectificada por iniciativa de los
propios dirigentes sindicalistas; el debate de fondo se entabla, en cambio, sobre la posi cion definitiva de la C. G. T. ante el insistente reclamo de los socialistas de participa tion en la movilizacion antifascista. La mayoria argumenta que siendo la actividad poli tica nacional el dominio de la burguesia, cualquier colaboracion con iniciativas adoptadas por partidos politicos comportaria el abandono de la independencia de clase y seria
en consecuencia perjudicial. Doctrinariamente, las posiciones antiliberales y mas especi ficamente antiparlamentarias de los sindicalistas, que postulan en cambio un socialismo
economico o productivo, los situan 'a la izquierda' del democratismo liberal de los socia
listas. Pero el revolucionarismo verbal de los sindicalistas, en las condiciones de crisis
economica y de intervencionismo estatal larvado, se troca en un reformismo estrecho en la practica sindical cotidiana.^1 Las sucesivas declaraciones publicas de tono colabora
cionista, sin que los resultados propiamente gremiales lo justifiquen aun desde una optica
oportunista, habian contribuido al descredito de la mayoria sindicalista.
20 En S.Marotta, op. cit. La posicion expresada en el documento es partieularrnente chocante
porque, amen de la continua degradation de la situacion social de los trabajadores, sobre todo el primer periodo de la presidencia del general Justo transcurrio en un clima suma
mente represivo : restablecimiento del Estado de Sitio, atentados y cn'menes perpetrados por grupos de accion derechistas, centenares de activistas sindicales detenidos y decenas de
deportados. 21 Las actas del Comite Confederal rinden cuenta de la intervencion de Carbona, un promi
nente sindicalista :
'Expone su concepto respecto a la prescindencia del movimiento obrero, que no significa desentenderse de los problemas que interesan a los obreros, sino que significa resolverlos
independientemente de los partidos politicos, mediante la aplicacion de una politica propia de clase, a la que no se avienen algunos elementos politicos. No cree que el mejor lema ni la mejor arma para combatir el fascismo sea la defensa de la democracia. Eso indujo a los socialistas alemanes a votar la candidatura de Hinden
burg, con el resultado de que este entregara el poder a Hitler. Al fascismo no se lo con
tiene con la defensa de un regimen decrepito cuyo simbolo lo constituye un Parlamento donde unos cuantos hombres emiten ideas generales acerca de hechos concretos que reclaman cierta competencia, sino con medios de caracter socialista.
Expresa a continuacion que la mejor manera de combatir el fascismo no consiste tanto en hablar y escribir de el como en combatir la miseria mediante una distribucion mas
equitativa de la riqueza social, para lo cual debe comenzarse por la reduction de la
jornada de trabajo y una mejor retribution del mismo, sin excluir otras medidas de caracter economico destinadas al mismo objetivo'.
Reunion del 30 de noviembre de 1933, reproducida en El obrero ferroviario del 16 de marzo de 1934. En cuanto a S.Marotta, declara en una sesion posterior:
'Considero peligroso que un movimiento de clase como el de la C. G. T., con propositos distintos a los de la democracia politica, confunda y obscurezca sus aspiraciones con
preocupaciones que, aun cuando constituyen los fundamentos de la accion de partidos politicos presuntamente revolucionarios, son de origen y esencia burguesa. La demo cracia es la expresion de un regimen que radica su existencia en las diferencias de clase,
jun'dicamente consagradas por ella cuando defiende la invulnerabilidad de la propiedad privada.
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El debate sobre el fascismo concluye, en el Comite Federal, con una declara
tion en que se ratifican las posiciones mayoritarias : autonomia de la organizacion sin
dical, rechazo de las alianzas politicas, definicion de la C. G. T. como institution de
'indole esencialmente economica', y coincidentemente con esta definicion, aconseja evitar el fascismo (que es designado alusivamente como una de las formas de la reaction
capitalista) atacando sus causas, que en esta perspectiva no pueden ser otras que econo
micas, es decir, suscitando un vasto movimiento para superar la desocupacion. El radicalismo verbal de los sindicalistas continuo en los meses siguientes, ref
lejando la vocation de presentarse como una alternativa mas revolucionaria y mas eficaz
frente al fascismo.22 Durante el ano 1934 los dirigentes confederates procuran retomar
la iniciativa. Para descalificar la acusacion de pasividad y canalizar la reactivation del
movimiento obrero que se produce ese ano, lanzan el Plan de Emergencia, acompanado de un programa de actos publicos y giras al interior del pais.
Pero la disputa por el poder, desencadenada en la central sindical, transita en
parte por vias burocraticas. Dos sindicatos, la Federation Grafica Bonaerense, cuyo di
rigente S.Gomez es el principal portavoz de la comision Socialista de Informacion Gre
mial en el Comite Confederal, y la Federation de Empleados de Comercio, ya por en
tonces dirigida por el militante socialista y futuro ministro de Peron, A. Borlenghi, son
interpelados en el Comite Confederal por haber difamado a algunos de sus miembros con
la acusacion de simpatias fascistas. Finalmente, una comision investigadora propone la
expulsion de la F. G. B. por inconducta sindical y el Comite Confederal aprueba esta
disposicion en su reunion de abril de 1934. La Comision Socialista de Informacion
Gremial es acusada de inmiscuirse en los sindicatos y de realizar un trabajo fractional en su seno; luego de pedir infructuosamente al Partido Socialista que disuelva la C. S. I. G., se establece la incompatibilidad entre la pertenencia a esta y el ser miembro del Comite
Confederal.
A lo largo de este enfrentamiento, las posiciones antagonicas cristalizan en el
Comite Confederal en beneficio de la corriente sindicalista que cuenta con una amplia mayoria. Varios afiliados socialistas reniegan de su identidad politica para apoyar las
posiciones mayoritarias.23 En cambio, las posiciones sindicalistas se debilitan globalmente debido a la
oposicion creciente entre la orientation de la cuspide cegetista y la de los principales sindicatos. El desplazamiento de A.Tramonti de la direccion de la Union Ferroviaria
'Pero se tiene la conviction de que la burguesia, no obstante ser generadora de ese re
gimen, esta dispuesta a abandonarlo y a salirse de la legalidad, porque ya no satisface sus necesidades de clase directora. eDebe por esto la clase obrera olvidar su finalidad historica y constituirse en defensora de las actuales instituciones porque ellas han con
sagrado la fiction de la igualdad politica y la soberania del ciudadano? No se concibe
que la clase obrera se constituya en defensora de un regimen llegado al ocaso de su existencia y contra el cual esta en rebelion al organizarse independientemente.'
Reproducido en C. G. T. del primero de abril de 1934. 22 En el acto que la C. G. T. realizo para conmemorar el lo de mayo del 1934, Luis Gay,
dirigente telefonico que estaria una decada mas tarde entre los promotores del peronismo, fue uno de los oradores.
'Analizando la naturaleza de los ataques de la reaction, expreso Gay que ellos deben ser rechazados en el mismo terreno en que se coloca el adversario. Cito como caso alec cionador el de los trabajadores austriacos, quienes quizas demasiado fieles a la legalidad, perdieron la oportunidad de derrotar al enemigo. La legalidad no debe ser considerada como el unico medio, ni como el mejor, para defenderse de la reaction.'
En C. G. T. periodico, del 4 de mayo de 1934. 23 En algunos casos se trataba de afiliados socialistas nominales que se habian plegado a posi
ciones sindicalistas desde varios anos atras.
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y su reemplazo por el simpatizante socialista J.Domenech, a mediados de 1934, invierte
la relacion de fuerzas en el sindicalismo argentino. Los ferroviarios socialistas, bajo la
egida de la C. S. I. G., capitalizaban el descontento de los activistas sindicales con una
direccion que no habia sabido salvaguardar las conquistas gremiales. El enfrentamiento se cristaliza finalmente en la preparation del Congreso con
stituyente y en los proyectos alternatives de estatutos confederales sometidos a las
bases. ^ Las asambleas sindicales son invitadas a pronunciarse sobre dos temas : la rela
cion entre sindicalismo y sistema politico, la definicion de Ja base social de la C. G. T.
Sobre el primer punto, los socialistas se proponian producir un cambio explicito que
permitiera a los sindicatos integrarse junto a los partidos politicos en la movilizacion
antifascista. La proposition de Alo, de la Fraternidad, para el art. 5 de los Estatutos
era :
Tntervenir constantemente en todos los problemas nacionales que afecten a los
trabajadores; defender las libertades individuales; recabar de quienes corresponda
leyes que favorezcan a la clase trabajadora para el acceso a la direccion de la
produccion'. En la alternativa entre esta proposition que sanciona una relacion especifica con el
sistema politico, privilegiando al parlamento como interlocutor, y la alternativa sindica
lista de prescindencia^ se juegan dos caminos alternatives para el movimiento obrero.
Pese a la fiction de democracia formal de la 'decada infame', los socialistas habian log
rado, entre 1932 y 1936, sancionar por via legislativa o municipal disposiciones juri dicas favorables a algunos sindicatos, los logros de los empleados de comercio habian
sido particularmente resonantes.^ La necesidad de las fuerzas conservadoras de man
tener un minimo consenso de las fuerzas legales, en el periodo en que el abstencionismo
radical debilitaba las bases del regimen, habia permitido satisfacer parcialmente la voca
tion legiferante de los diputados socialistas sobre las cuestiones sociales; mas aun, esta
accion tuvo eficacia, variable, para los asalariados del Estado y para los terciarios pub licos y privados. A mediados de la decada, al menos antes del regreso de los radicales a la arena electoral, con la perspectiva de alianzas sociales amplias que abna el clima de
frente popular, la estrategia socialista parecia consistente y promisoria. La ideologia sindicalista, sin embargo, no era una mera mascarada de compor
tamientos reformistas y apoliticos. La propension a negociar directamente con la ad
24 La Confederacion general del Trabajo se habia fundado por simple pronunciamiento de las
organizaciones promotoras. Inicialmente, la instancia dirigente fue el Comite Nacional
Sindical, compuesta en partes iguales por miembros originarios de la U. S. A. y de la C. O. A., que se transformo en Comite Confederal a medida que se integraban represen tantes de los sindicatos autonomos afiliados ulteriormente a la C. G. T. El Congreso con
stituyente, que debia normalizar una situacion concebida como provisoria, recien fue con
vocado en principio a inicios de 1934; la Comision Preparatoria de los Estatutos se pro nuncio en abril, produciendo un proyecto mayoritario y otro minoritario. Los gremios tardaban en pronunciarse por uno u otro, por lo que la realization del Congreso fue poster gada varias veces a lo largo del ano y medio siguiente. Estas sucesivas postergaciones susci taron las protestas de los socialistas, que percibian hacia el final del proceso la resistencia de los dirigentes cegetistas a la realization efectiva de un Congreso que les seria desfavorable.
25 La version sindicalista del art. 5 decia :
'La C. G. T. no se inmiscuye en la forma que tengan de encarar los problemas sociales los partidos politicos o agrupaciones ideologicas, ni pretende fijarles normas de organi zation en reciprocidad, exige de estos la observancia de una conducta igualmente respetuosa'.
S.Marotta, op. cit. 26 Ver Horowitz, Joel, Adaptation and change in the Argentine labor movement : a study of
five unions, Ph.D. dissertation, University of California, Berkeley, 1979.
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ministration se ajusta a la idea de preservar la unidad corporativa de la clase trabajadora,
que no seria afectada por los contactos de institution a institution - los sindicatos y los
organismos estatales. Los partidos politicos que aspiran a encarar los intereses politicos o estrategicos de la clase obrera, o a diluir a esta en la indiferenciada masa de la ciuda
dania popular, constituyen una amenaza por la relacion de subordination en que pro curan colocar a la accion sindical. El parlamentarismo privilegia justamente la represen tation politica y coloca a los sindicalistas en una situacion dependiente, si se constituye en el canal privilegiado, como pretendian los socialistas.
Otro aspecto de la autonomia obrera era encarado en el articulo referido a la
incompatibilidad entre cargos politicos y cargos sindicales, propuesto por la mayoria del Comite Confederal. Se sospechaba que los socialistas quisieron aprovechar la popu laridad derivada de las funciones sindicales para mejorar los resultados electorales; se
temia por otra parte la perdida de identidad proveniente de liderazgos de profesionales de la politica que habian abandonado la condicion obrera.^7
El otro punto polemico se referia a los miembros de la C. G. T. El proyecto socialista proponia que se pudiesen sindicalizar todos los 'explotados', incluyendo en esa
categoria a las profesiones liberales, en cambio los sindicalistas limitaban la incorpora tion a los asalariados - lo que incluia eventualmente a profesionales
- privilegiando asi
un criterio de venta de fuerza de trabajo como base de la unidad corporativa. Los socia
listas, que finalmente abandonaran su proposition para el Congreso constituyente de marzo de 1936, se proponian diluir el movimiento obrero en un gremialismo aclasista
capaz de ser estructurado a imagen y semejanza del aparato partidario. En 1935, a medida que los socialistas se consolidan en los sindicatos, la posi
tion sindicalista se hace mas rigida. Por dos veces consecutivas en abril y en septiembre se rechaza el reingreso de la Federation Grafica Bonaerense.
La crisis se precipitara cuando el Comite Confederal rechaza el cambio de los
representantes en su seno de la Asociacion de Trabajadores del Estado y de la Union
Ferroviaria, arguyendo que los miembros del Confederal no representan a sus respectivos sindicatos, sino que una vez electos son responsables ante el Congreso. Con esta argucia, los sindicalistas intentaban mantener su control en la cuspide, pero poco despues fueron
desalojados por la fuerza, acusados de procedimientos antidemocraticos contra los sin dicatos mayoritarios y sospechosos de querer postergar indefinidamente la realizacion del Congreso constituyente.
Los cambios que se producen revisten, sin embargo, un caracter mas ambiguo que lo aparente. En particular, la Union Ferroviaria, que se habia dotado de una direc tion a mayoria socialista y habia patrocinado el cuestionamiento de la Junta Ejecutiva sindicalista, no habia evolucionado tan nitidamente en la ideologia de sus activistas. En mayo de 1935, la asamblea de delegados de la Union Ferroviaria preferira, por poco margen, las posiciones sindicalistas referentes a los Estatutos; el peso de esta corriente influira decididamente en la evolucion del sindicalismo en el quinquenio siguiente.
El desplazamiento de los antiguos directivos, por decision de una delegation sindical que se apodera asimismo de los locales y bienes confederales, el 12 de diciembre de 1935, reviste un caracter espectacular que tiende a disimular los aspectos contradic tories y en parte circunstacionales del evento.
La reaction que conduce a cinco gremios - Union Ferroviaria, Fraternidad,
Confederacion General de Empleados de Comercio, Union Tranviarios y Union Obreros
Municipales -
que congregan la mayoria absoluta de los adherentes de la C. G. T., a hacerse cargo de la central obrera puede aducir legftimamente argumentos democraticos.
27 Un caso ejemplar y largamente debatido durante dos decadas, era el de F.Perez Leiros, diputado socialista y dirigente de la Union Obreros Municipales, que pretendio integrarse en el Comite Confederal en numerosas ocasiones, y recien lo lograra en 1936.
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Pero lo que en unos se justifica por la voluntad de hacer jugar un rol politico a la organi zacion de los trabajadores, en otros es mas limitadamente una respuesta necesaria a la
violation de las reglas de funcionamiento democratico, pero tambien expresion de crite
rios organizacionales discutibles.^**
La direccion sindicalista de la C. G. T., desprestigiada en razon de las orienta
ciones por momentos obsecuentes frente a los gobiernos de Uriburu y Justo, se habia
aislado de los soportes mas amplios a los que su posicion doctrinaria podia aspirar. Por
ello, las posiciones sindicalistas persistiran y reapareceran mas alia de la derrota de su
expresion circunstancial.
El apoyo con que cuentan los socialistas proviene solo en parte de nuevas ad
hesiones a la ideologia partidaria, lo decisivo a mediados de la decada es el exito relativo
de la tactica parlamentaria. Pero la influencia parlamentaria de los socialistas y por con
siguiente la posibilidad de vehiculizar los proyectos de ley, disminuiran brutalmente en
el quinquenio a venir.
Entretanto la escision organizativa parece corresponder a las dos alternativas en
pugna. A fines de 1935 hay formalmente dos C. G. T., pero la sindicalista, decididamente
minoritaria, retomara en ocasion de su congreso de 1937 la denomination U. S. A.
PERIODO 1936 - 1943
A lo largo de este periodo, el rol politico de la C. G. T. y del sindicalismo en
general, se acrecienta. El nuevo lugar que ocupa en la escena politica esta posibilitado por la crisis del sistema politico, lo que invita a la construccion de alternativas en las que un movimiento obrero en proceso de institutionalization podria jugar un rol. Las gue rras - de Espana primero y mundial despues
- polarizan la escena politica directa en el
activismo sindical.
Sin embargo, los factores de debilidad estan presentes y hacia el final, en 1943, se manifiestan espectacularmente al precipitar la escision de la C. G. T.
Por una parte, hay un crecimiento del sindicalismo y una extension relativa
hacia los asalariados de manufactura industrial, que son, junto a los de la construccion, los mas movilizados. Pero el reclutamiento de nuevos adherentes no sigue el ritmo del
vertiginoso crecimiento industrial. El desfasaje entre sindicalizados y no sindicalizados se acentua.
Por otra parte, la tonica de la actividad sindical esta marcada por la incidencia
de los partidos politicos de izquierda, al punto que las inflexiones principales del periodo resultan de los cambios de estrategia, esencialmente por parte de los comunistas, y por la
reaparicion hacia fines del periodo de una corriente sindicalista. De estos elementos, sobre todo dos : la relativa marginacion de los sindicatos mas dinamicos hasta el congreso de 1939, y posteriormente las crecientes discrepancias entre socialistas, comunistas y
gremialistas, explican porque la C. G. T. no cumple un rol de centralization y coordina
tion de la actividad reivindicativa.
28 La Union Ferroviaria en una nota dirigida por ese entonces a la C. G. T. sostenia que la entidad ferroviaria
'estaba inspirada por el legitimo deseo de que la central obrera aprovechara de la expe riencia adquirida y orientara su labor por un camino firme y paralelo al seguido por la Union Ferroviaria en su trayectoria sindical. En terminos generales, ese proposito de nuestra entidad se ha ido cumpliendo, pero de un tiempo a esta parte se ha ido creando una situacion que lo contraria y que da lugar a que los representantes de los sindicatos mas pequenos sean quienes en realidad dirigen a la C. G. T., debiendo ir a la zaga de estos los camaradas que representan a la Union Ferroviaria'
in Jacinto Oddone, Gremialismo proletario argentino, op. cit.
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No obstante, hay un conjunto de reivindicaciones comunes a la irregular movi
lizacion del periodo. Como las consecuencias de la crisis de 1929/30 han sido superadas, dos reclamos son fundamentales, el de la generalization de la jornada de 44 horas y la
conquista de las 40 horas, y relacionado a ello el cumplimiento de la reciente conquista del 'sabado ingles', y el de salarios minimos por rama y su extension a todas las regiones
y categorias profesionales equivalentes (reclamo de la 'paridad de salarios'). La con
quista mas importante de la decada es la promulgation de la ley 11.729, entre cuyas
disposiciones se establece la indemnizacion por despido y las vacaciones pagas; esta ley,
que en su texto beneficiaba a los empleados de comercio, fue objeto de numerosas
batallas judiciales emprendidas por otros gremios para obtener la extension de su aplica cion. Tambien la ley que reglementa el trabajo a domicilio (Ley no. 12.713) fue objeto de reclamos relacionados con su aplicacion, por parte de los gremios concernidos. El
ultimo capitulo de reivindicaciones del periodo es el relacionado con la represion : la
ley de residencia fue aplicada en numerosas ocasiones contra los trabajadores, los arrestos
de militantes sindicales eran frecuentes, y el derecho de huelga no era reconocido, por lo que la intervention de la policia era, en estos casos, frecuente.
EL ROL POLITICO DE LA C. G. T.
1. La constitucion de la C. G. T. en el Congreso realizado en marzo de 1936 se
hace sobre bases que atribuyen un rol politico al sindicalismo. Los articulos controver
tidos del Estatuto (sobre intervention en los asuntos politicos nacionales, acumulacion
de cargos politicos y sindicales y adhesion de los profesionales) son aprobados en la
version propuesta por los socialistas.
El acto de celeb ration del lo de mayo de ese ano es ilustrativo de la nueva
fase. Es la primera vez en la decada que la fecha se celebra con un acto de masas^
y es la primera vez en la historia del sindicalismo argentino que se asocian en la convo
catoria junto a la C. G. T., los gremios autonomos, los partidos politicos democraticos,
y las asociaciones estudiantiles.
Los objetivos de alianza politica son explicitos, en la circular no. 11 de la C. G. T.:
'... la Junta Ejecutiva declara que el orden del dia para ese acto estara basado en puntos concretos : por nuestro programa minimo de mejoras inmediatas; por el plan de emergencia de la C. G. T.; por todos los presos por cuestiones sindicales o ideologicas; contra la perenne amenaza de guerra que se cierne cada vez mas sombria sobre el mundo; por el mantenimiento de las libertades
indispensables para el desenvolvimiento del movimiento obrero; por la dig nificacion de la vida de los trabajadores; contra la reaction y el egoismo del capital'.
Pese a su caracter comprometido, esta declaration se diferencia de los objetivos for mulados por la Comision plurisectorial organizadora del acto que lo define como 'con
juncion democratica y popular para poner un dique contra el fascismo, contra la dic
tadura, contra la oligarquia'.^0 En nombre de la C. G. T., el flamante secretario, Jose Domenech, expresa la
nueva orientation sindical que asocia el futuro del movimiento obrero a las eventuales transformaciones politicas nacionales, pero que es sumamente prudente respecto al
29 Entre 1932 y 1935, los actos celebrados por la C. G. T. tuvieron un caracter muy limitado, realizandose en salones cerrados. Pese a la presidencia usual, en 1934 y 1935 los eventos adquirieron contornos de pronunciamiento antifascists Sobre los actos del lo de mayo, consultar Iscaro, Ruben, Breve Historia del lo de Mayo, Anteo, 1961.
30 Iscaro, R., op. cit.
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gobierno y a la concertacion de alianzas durables :
'Los trabajadores hemos comprendido por fin que la contemplation exclusiva
de nuestros propios problemas sindicales de orden economico, cultural y
moral, limita el horizonte de las conquistas sociales de nuestra clase, nos op rime en un circulo de egofsmo . y que no seria nunca el que arrancara
de la miseria a miles de hogares proletaries'.31 Durante estos anos la movilizacion por la Espana republicana y contra el fas
cismo es intensa y se extiende a otros sectores sindicales.3 ^ La propia U. S. A. abando
nando las posiciones de prescindencia politica, en su ler. congreso realizado los dias
18, 19 y 20 de junio, resuelve 'apoyar moral y materialmente todo movimiento social o democratico que tenga por objetivo luchar contra el fascismo'.33
El compromiso con la movilizacion antifascista alcanza hasta postular moda
lidades de accion, dirigidas al pueblo, mas generales que las tradicionales en el movi
miento obrero. En 1938 el Comite Central Confederal de laC. G. T. promueve un boicot
al consumo de productos provenientes de paises totalitarios.3^ Si bien la eficacia de tal
medida debe haber sido limitada, su adoption indica una fuerte identification con las
democracias occidentales.
La celebration del lo de Mayo de 1938 con un gran acto de masas se hace con
el mismo espiritu internacionalista combinado con una reorientation de los objetivos
politicos nacionales, se trata ahora de alentar la democratization, objetivo que se atri
buye al gobierno de R.Ortiz triunfante en las elecciones presidenciales de 1937, quien
por entonces parece dispuesto a romper con el continuismo fraudulento.35
31 En El obrero ferroviario del 16 de mayo de 1936. En este acto que congrego a cien mil
personas, segun la C. G. T. y los partidos de izquierda, hablaron E.Ravignani, A. Frondizi,
E.Araujo por la Union Ci'vica Radical; P.Gonzalez Alberdi por el Partido Comunista; N.Re
petto, E.Dickman y M.Bravo por el Partido Socialista; L.de la Torre por el Partido Demo crata Progresista; F.A16 y F.Perez Leiros por la C. G. T. El acto fue precedido por diez
concentraciones barriales de las que partieron otras tantas columnas que recorrieron el centro de la ciudad cantando la Marsellesa y la Internacional hasta la calle Carlos Pelle
grini, donde hablaron los oradores. 32 La Memoria y Balance de la C. G. T. para el periodo 1936-38 da cuenta de una acto reali
zado en la C. G. T. el 13 de septimebre de 1936, y de numerosos actos realizados en los
sindicatos en sus locales, asi como de una colecta nacional de fondos. El tema de la guerra de Espana es objeto de tratamiento frecuente en los periodicos sindicales.
33 La U.S.A. se habia constituido el 15 de mayo de 1937 con los gremios de la C. G. T. Catamarca - los mas importantes eran telefonicos y portuarios
- y sobre la base de la rati
fication de principios sindicalistas tradicionales, en particular cierto enfasis en la con
veniencia de recurrir a la accion directa.
34 La resolution del C. C. indica:
'Aconsejar a todos los sindicatos y federaciones, a la clase trabajadora y a la opinion
publica, que se abstengan rigurosamente de consumir o propagar el consumo de pro ductos manufacturados provenientes de Alemania y Japon, a fin de demostrar a sus
gobiernos desorbitados el repudio unanime que merece al libre pueblo argentino su
politica destructora de los lazos morales de convivencia entre naciones civilizadas1.
Posteriormente, la Comision Administrativa acordo extender el boicot a los productos de procedencia italiana. En C. G. T., Memoria y Balance 1937-39. La U. S. A. en su ler.
Congreso adopta una resolution analoga. 35 La Comision organizadora del acto del lo de Mayo de 1938, formula 'un ardiente llamado a
todas las fuerzas obreras y democraticas, para que se unifiquen en una accion comun que im
ponga o que reestablezca en la Nacion la fe que se pierde en sus instituciones fundamentales, y el respeto del derecho, de la ley, de la carta fundamental.', Iscaro, R.,op. cit. El acto se realizo en diagonal Norte y Cangallo, hablaron 3 oradores por la C. G. T., 3 por el
P. S. y uno por el P. C. Segun R. Iscaro, hubo 100.000 concurrentes, la Memoria y Balance de la C. G. T. pretende que habia 250.000.
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El espiritu de colaboracion politica con el gobierno, al tiempo que este con
tinua la represion al movimiento obrero y se desentiende de la cuestion social, lleva a la
central obrera a reacciones ambiguas y en algunos casos de subordination. En abril de
1939, cuando el presidente de la Nacion decide hacer investigar la infiltration nazi en el
pais, la G. A. reacciona expresando publicamente 'su simpatia y solidaridad al Senor
Presidente, Dr. Ortiz, por su actuation' y propone al C. C. C. la realizacion de una
gran manifestation de argentinidad para una fecha proxima, y la realizacion de un paro
general para esa ocasion. El P. E. prohibio el acto y considero que en esas circunstancias
el paro se hacia innecesario; la C. G. T. por su parte se limito a acatar la decision guber namental.^
El ler. Congreso de la C. G. T. es el ultimo acontecimiento significativo del
periodo de armonia 'frente popular'. Realizado el 14, 15 y 16 de julio de 1939 - precede
de poco mas de un mes la firma del pacto Ribentropp-Molotov - ratifica en la 'declara
tion de defensa de la paz' su disposicion a promover la reduccion de armamentos pero subordinando este proposito al objetivo de triunfo sobre los paises totalitarios.
Se aprueba tambien la linea de defensa del Estado, al 'Reafirmar su mas ab solute adhesion a las instituciones democraticas y expresar el proposito de defenderlas en todos los terrenos'.^ 7
Durante los tres anos transcurridos, la izquierda y la central obrera habian ac
tuado de concierto. Los socialistas siendo en general partidarios de una accion legal y ordenada, habian adoptado desde el inicio de la decada una posicion de colaboracion
y en logica continuation apoyaron las iniciativas antifascistas y democratizantes de Ortiz.
Los comunistas, en cambio habian llegado a posiciones democratizantes luego de haber sufrido un cambio esencial de su linea en Argentina, como en todo el mundo,
inspirado por las resoluciones del VII Congreso de la Tercera Internacional.
Aunque el VIII Congreso del Partido Comunista Argentino, realizado en 1928, se habia trazado una estrategia antiimperialista, en la practica, constrenido por la con ferencia internacional de ese mismo ano, se dispuso a aplicar una politica de 'clase contra
clase'; asi, el 'Comite de unidad sindical clasista', creado en 1929, nucleara a 'sindicatos autonomos y minorias revolucionarias que actuaban en los sindicatos reformistas'. Los militantes del partido van a las fabricas con el objetivo de levantar las reivindicaciones inmediatas de las masas e impulsar su conquista con tacticas de accion directa; se trata de
impbantar nucleos totalmente diferenciados (Comites de fabrica) que impulsen esa poli tica.
Los resultados mas salientes de la politica clasista practicada en esos anos son la
huelga frigonfica de 1932 contra la implantation de nuevos metodos de incentivacion del trabajo y, en junio de 1934, la participacion en la huelga maderera de 46 dias de duration, la mas importante del quinquenio. En pocos anos esta linea dio lugar a una
implantation incipiente, pero suficiente para constituir una amenaza contra las corrientes institucionalizadas del sindicalismo. Sobre todo el sindicato ferroviario considera la fuerza
36 C. G. T. Memoria y Balance. 37 Oddone, J., Gremialismo proletario argentino, Ed. Liberia, 1975, Buenos Aires. 38 En el Comite Central ampliado de noviembre de 1929, Victorio Codovilla explicita la
hnea :
*. lo que hay que hacer en el periodo actual es auscultar la voluntad de lucha de las masas, ponerse al frente de las mismas en defensa de sus reivindicaciones inmediatas y romper un poco con el "legalismo sindical", creando comites de fabrica y comites de lucha, independientemente de los sindicatos, si es que estos no se preocupan de la defensa de los intereses de las masas', citado en Esbozo de historia del Partido Comu nista Argentino, Editorial Anteo, Buenos Aires, 1947.
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naciente como una amenaza a su hegemonia y a la practica de metodos moderados.3^
Pero la mayor expansion del sindicalismo promovido por los militantes comu
nistas se produce desde mediados de la decada con la serie de grandes huelgas en la
construccion y la constitucion del sindicato de esta rama.
Esta dinamica coincide con el cambio de linea politica. Desde la III conferencia
nacional realizada el 20 de octubre de 1935, se adopta la consigna 'Frente nacional anti
imperialista de defensa de las mas amplias libertades democraticas' en reemplazo de
'Gobierno de los obreros y de los campesinos, basado en los Soviets' que presidio al
periodo que se extinguia. Se propone ahora un espectro de alianzas amplio que incluye la U. C. R., P. S., P. D. P. y la C. G. T.
En los anos que transcurren hasta la firma del pacto germano-sovietico, ocasion
de un nuevo viraje espectacular, se producira una progresion en las posiciones del P. C. A.
Habiendo partido de una linea frente popular, promotora de movilizaciones populares en la base como las que se practicaron en ocasion de la primera huelga de la construccion
y del paro de solidaridad del 6 de enero de 1936, se evoluciona hacia posiciones demo
cratico-liberales. En la politica interna todo era funcion del progreso institucional, aun
a precio de una marginalizacion partidaria, y la propia posicion ante el gobierno se trans
formaba en un apoyo critico;
'apoyar a Ortiz en todas aquellas medidas tendientes a devolverle al pais la
normalidad institucional y criticarle aquellas que signifiquen conciliation
con la oligarquia y el imperialismo'.4^ La adoption de la estrategia antifascista tendra vastas consecuencias en la definicion
de los enemigos y de los objetivos, la interpretacion nacional que recomandaba atemperar el enfrentamiento antiimperialista con Inglaterra y EE. UU., con las consiguientes reper cusiones moderadores sobre los conflictos sociales internos, anticipaba una orientation
que se realizara plenamente hacia fines de la guerra, cuando el peronismo ya esta en
gestation.41 El acercamiento de los comunistas al P. S., al sistema politico y finalmente al
gobierno, tiene su correlato en el movimiento obrero. A initios de 1936 se disuelve el
Comite de unidad sindical clasista y los sindicatos que lo integran adhieren a la C. G. T.
Los comunistas son una fuerza institucional en ascenso. *****
39 En El obrero ferroviario del 1 de diciembre de 1934, un arti'culo de primera pagina intitu
lado 'La dura experiencia de los metalurgicos' enfatiza la agitacion comunista en los sindi
catos, incluso entre los ferroviarios. Se critica la accion directa comparando sus resultados,
bajo nivel de salarios y reconocimiento del sindicato, en los gremios bajo direccion comu
nista, industriales, con los obtenidos en la Union Ferroviaria por via de la negotiation. Otros articulos sobre los sindicatos bajo direccion comunista aparecen en otros numeros
de la misma publication. Pero la acusacion mayor lanzada contra los comunistas es la de
fraccionar y en consecuencia debilitar el movimiento obrero. 40 Esbozo de la historia del Partido Comunista.
41 'La fuerza de choque mas empenada hoy en destruir nuestra libertad poh'tica y nacional, nuestro sistema republicano y representative de gobierno, lo constituyen los imperia listas italianos y alemanes. De ahi' que en nuestra brega por la salvation de la democracia
argentina y por el reforzamiento de nuestra soberania nacional, debemos luchar contra
el imperialismo en general, a la vez que concentramos el fuego de nuestra lucha contra
el imperialismo fascista. Cuando el mundo se divide cada vez mas en dos grandes bloques de paises, unos que quieren la guerra y otros que quieren la paz, nosotros no podemos poner a todos los paises imperialistas en la misma bolsa y luchar, a la vez, y de la misma
manera contra todos los imperialistas : eso seria un error'.
Sommi, Luis V., La union del pueblo contra el fascismo, informe al IX Congreso, enero
1938. Citado en Ramos, Jorge A., Historia del Stalinismo en Argentina, Ed. del Mar Dulce, Buenos Aires, 1962.
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2. La firma del pacto entre la U. R. S. S. y Alemania, en agosto de 1939 com
mueve las bases de la unidad sindical y politica en el pais. Abandonando repentinamente sus posiciones democratico-liberales, el P. C. caracteriza la guerra, que se inicia pocas semanas despues, de interimperialista y propicia en consecuencia actitudes neutralistas en
el movimiento obrero y en el pais. Para fundamentar este viraje los comunistas acuden a la tradicion leninista que
rechazaba la aceptacion de compromisos nacionalistas por la clase obrera, en la guerra entre paises capitalistas, y a la tradicion yrigoyenista que condujo a la Argentina al
neutralismo en la primera Guerra mundial invocando los intereses estrictamente na
cionales.
La nueva optica que privilegia la contradiction entre socialismo y capitalismo, pero reubicandola en una perspectiva antiimperialista en la Argentina, es indiferente a
las formas politicas : democracia y fascismo.42 La estrategia antiimperialista es concebida en sus aspectos nacionales y sociales. Se propone una movilizacion obrera contra los
intereses britanicos y americanos, lo que es incompatible con la toma de posicion por uno
de los bandos en guerra, 'Si en las presentes circunstancias un partido obrero levanta un programa de
lucha contra