8
 1 Chr. Nicolas, «La néologie technique par traduction chez Cicéron et la notion de “verbumexverbalité”», en La création lexicale en latin , volumen colecticio editado por M. Fruyt y el propio Chr. Nicolas, París, 2000, pp. 109-146. Lo entrecomillado, en p. 109. 2 J. André, «Sur la constitution des langues techniques en latin»,  Études de Lettres, 1986, pp. 5-18. Lo entrecomillado, en p. 11. EMERITA. Revista de Lingüí stica y F ilo logía Csica (EM) –– LXX 2, 2002 pp. 205-212 ACERCA DE LAS TERMINOLOGÍAS CICERONIANAS: PRÉSTAMOS, CALCOS Y CORRESPONDENCIAS LOIS C. PÉREZ CASTRO Todas las correspondencias entre términos cientí- ficos o técnicos latinos y griegos son, de hecho, etiquetadas casi automáticamente como “calcos”. Pero ya de un primer examen de las terminologías de Cicerón se desprende que los vocablos latinos que usa en lugar de los tecnicismos griegos no son calcos, sino traducciones fieles, aunque no si empre exactísimas, y a menudo explicaciones. All coincidences between Greek and Latin termi- nologies are, as a matter of fact, mechanically labe- led as “calques”. But close examination of Cicero- nian rhetorical and philosophical vocabularies shows, at first glance, that the Latin substitutes for Greek termini technici are more or less accurate translations, and often explanations, of their Greek counterparts.  Palabras clave: Cicerón; terminologías científicas y técnicas; calco semántico.  Keywords: Cicero; scientifical and technical termi- nologies; semantic calque. Hay quien ha dicho que Cicerón, cuya preocupación por la terminología es bien notoria, pretendía o esperaba «affranchir les idiolectes latins de leurs modèles grecs», para luego señalar que fracasó en tal empresa, por cuanto «qu'il le veuille ou non, le latin des rhéteurs, des philosophes, des critiques littéraires, des astronomes, etc., est une langue sous influence et les termes qui composent ces idiomes de spécialité doivent en général tout ou partie de leur forme aux hellénismes correspondants» 1 . Es decir, que en las lenguas científicas y técnicas latinas lo que no sea préstamo será calco. Y del calco se ha dicho 2  que «peut être considéré comme un effort intellectuel pour 

calcostermiologia ciceroniana

Embed Size (px)

DESCRIPTION

d

Citation preview

  • 1 Chr. Nicolas, La nologie technique par traduction chez Cicron et la notion deverbumexverbalit, en La cration lexicale en latin, volumen colecticio editado por M.Fruyt y el propio Chr. Nicolas, Pars, 2000, pp. 109-146. Lo entrecomillado, en p. 109.

    2 J. Andr, Sur la constitution des langues techniques en latin, tudes de Lettres,1986, pp. 5-18. Lo entrecomillado, en p. 11.

    EMERITA. Revista de Lingstica y Filologa Clsica (EM) LXX 2, 2002 pp. 205-212

    ACERCA DE LAS TERMINOLOGAS CICERONIANAS:PRSTAMOS, CALCOS Y CORRESPONDENCIAS

    LOIS C. PREZ CASTRO

    Todas las correspondencias entre trminos cient-ficos o tcnicos latinos y griegos son, de hecho,etiquetadas casi automticamente como calcos.Pero ya de un primer examen de las terminologasde Cicern se desprende que los vocablos latinosque usa en lugar de los tecnicismos griegos no soncalcos, sino traducciones fieles, aunque no siempreexactsimas, y a menudo explicaciones.

    All coincidences between Greek and Latin termi-nologies are, as a matter of fact, mechanically labe-led as calques. But close examination of Cicero-nian rhetorical and philosophical vocabulariesshows, at first glance, that the Latin substitutes forGreek termini technici are more or less accuratetranslations, and often explanations, of their Greekcounterparts.

    Palabras clave: Cicern; terminologas cientficasy tcnicas; calco semntico.

    Keywords: Cicero; scientifical and technical termi-nologies; semantic calque.

    Hay quien ha dicho que Cicern, cuya preocupacin por la terminologaes bien notoria, pretenda o esperaba affranchir les idiolectes latins de leursmodles grecs, para luego sealar que fracas en tal empresa, por cuantoqu'il le veuille ou non, le latin des rhteurs, des philosophes, des critiqueslittraires, des astronomes, etc., est une langue sous influence et les termesqui composent ces idiomes de spcialit doivent en gnral tout ou partie deleur forme aux hellnismes correspondants1. Es decir, que en las lenguascientficas y tcnicas latinas lo que no sea prstamo ser calco. Y del calcose ha dicho2 que peut tre considr comme un effort intellectuel pour

  • 206 LOIS C. PREZ CASTRO EM LXX 2, 2002

    3 Cf., p.e., Diu. II 11: quo modo autem mentientem, quem yeudmenon uocant, dissol-uas aut quem ad modum soriti resistas (quem, si necesse sit, Latino uerbo liceat acerualemappellare; sed nihil opus est; ut enim ipsa philosophia et multa uerba Graecorum, sic soritessatis Latino sermone tritus est).

    4 Como, p. e., en el caso de pqoj (v. Tusc. III 7).5 As, p. e., en Acad. I 25, donde tico autoriza a Varrn a servirse del griego cum uo-

    les, si te Latina forte deficient. A lo que Varrn contesta: Bene sane facis; sed enitar ut Latineloquar, nisi in huiusce modi verbis ut philosophiam aut rhetoricam aut physicam aut dialec-ticam appellem, quibus ut aliis multis consuetudo iam utitur pro Latinis.

    chapper l'emprunt. Lo que, desde luego, casa muy bien con las supuestaspretensiones emancipadoras que pueden atribuirse a Cicern, con bastantefundamento aparente, si se considera solamente la relativa escasez de prsta-mos en la terminologa de sus ensayos y tratados, y el hecho de que en stosproclam ms de una vez que el latn, en tanto que lengua de ciencia, poseacapacidades equiparables, o incluso superiores, a las del griego.

    Es evidente, en efecto, que Cicern prefera el latn al griego, y que pro-curaba dar a su lengua dimensin cientfica, evitando, en la medida de lo po-sible, usar tecnicismos griegos. Pero es tambin patente, por otra parte, queno se propona latinizar las terminologas a golpe de calcos, o de traduccio-nes que podran en justicia ser catalogadas como calcos. Pues, para empezar,tena y dej bien claro que los prstamos ya consolidados eran inamovibles,incluso cuando no eran estrictamente necesarios3, y que el prstamo no eraen absoluto indeseable cuando no se encontraba una locucin latina que ex-presara con justeza4, o con comodidad5, un concepto tomado de los griegos.

    Partiendo de esa base, no cabe suponer ni por un momento que puedapresentarse el calco como si fuera un esfuerzo intelectual para evitar el prs-tamo en el caso de Cicern, sobre todo a la vista del siguiente pasaje:

    qualitates igitur appellaui quas poithtaj Graeci uocant, quod ipsum apud Graecosnon est uulgi uerbum sed philosophorum, atque id in multis; dialecticorum uero uerbanulla sunt publica, suis utuntur. et id quidem commune omnium fere est artium; autenim noua sunt rerum nouarum facienda nomina aut ex aliis transferenda. quod siGraeci faciunt qui in his rebus tot iam saecla uersantur, quanto id nobis magis conce-dendum est, qui haec nunc primum tractare conamur. (Acad. I 25).

    A tenor de la definicin corriente de calco, es indiscutible que qualitas escalco de poithj, pero la exquisita sutileza forense de Cicern pone el casobajo otra luz, haciendo ver que ah no hay plagio, o copia ms o menosfraudulenta, sino emulacin absolutamente lcita y sumamente equitativa: yaque los griegos se sirven eventualmente de un lxico que no es el natural, al

  • EM LXX 2, 2002 PRSTAMOS, CALCOS Y CORRESPONDENCIAS 207

    6 F. Rodrguez Adrados, Los orgenes del lenguaje cientfico, en RSEL 27, 1997, pp.299-315. Lo entrecomillado, en p. 302.

    7 Cf. Cic., Acad. I 41.8 Cf. Cic., Fin. III 39-40.9 Tusc. IV 34.10 Usa appetitio en Fin. III 23, IV 39 y Off. II 18, y appetitus en Fin. V 17 y Off. I 101;

    coniunctio naturae en Diu. II 34, 124, 142, y conuenientia naturae en Nat. deor. III 28.

    latino se le pueden agregar legtimamente neologismos, formales o semnti-cos, privativos, en principio, de los crculos especializados. Pero slo excep-cionalmente, puesto que, como ha sealado F. R. Adrados, los creadores dela ciencia griega la expresaron con su lengua, especializndola cuando ha-ca falta con las caractersticas propias de la lengua cientfica6.

    Imitando, o emulando, a los griegos, Cicern, sin ocultar jams de dndeproceda su ciencia, procuraba expresarla con su lengua, buscando corres-pondencias entre el lxico griego y el latino, lo que ocasionalmente daba lu-gar a calcos, como el casi malsonante comprehendibile, que se justifica porla correspondencia entre katalyij y comprehensio7.

    Pero no sera discreto decir que tal empeo tena por fin, o tuvo por re-sultado, la latinizacin forzada y emancipadora de las terminologas abase de calcos semnticos, o sea de prstamos encubiertos consistentes en laadicin de acepciones tomadas del griego a voces propiamente latinas. Pueshay constancia de que Cicern desaprobaba ese socorrido expediente, comose aprecia al considerar el caso de kaka, cuyo correlato latino dado que esmalum el de kakn tendra que ser, obviamente, malitia, que, al tomarse, aimagen y semejanza de kaka, como nombre genrico de todos los vicios, seopondra a uirtus, correlato de ret, usurpando el lugar de uitium, trminocon el que Cicern, por lo que parece contra la opinin de otros8, traduce, yno calca, kaka.

    En otro lugar9, para traducir kaka usa uitiositas y no uitium, lo que bienpodra entenderse como falta involuntaria de rigor terminolgico si ste fue-ra un hecho aislado. No lo es, ya que tambin tradujo rm mediante appe-titio y appetitus, y sumpqeia como coniunctio naturae y como conuenientianaturae10, y a menudo propuso ms de una traduccin para un trmino grie-go, ocasionalmente sin descartar la conveniencia de recurrir al prstamo o deacuar un neologismo. Vanse dos muy buenos ejemplos:

    cognitiones, quas uel comprehensiones uel perceptiones uel, si haec uerba aut mi-nus placent aut minus intelleguntur, katalyeij appellemus licet (Fin. III 17).

  • 208 LOIS C. PREZ CASTRO EM LXX 2, 2002

    11 Fin. III 52.12 Top. 35.

    propterea quod nihil esset clarius nargea7 ut Graeci, perspicuitatem aut euiden-tiam nos si placet nominemus fabricemurque si opus erit uerba (Luc. 17).

    Ciertamente, todas esas traducciones alternativas podran ser tenidas porcalcos frustrados, o por reflejo de una actitud que, con arreglo a los criterioshoy vigentes, tendramos que calificar de anticientfica, porque en nuestrotiempo parece ser verdad axiomtica que sin formalizacin no hay precisin,y sin sta es evidente que no hay ciencia: si dice re enim intellecta in uerbo-rum usu faciles esse debemus en un lugar11, y en otro12 cum intellegitur quidsignificetur, minus laborandum est de nomine, es indiscutible que est rela-tivizando la importancia de la terminologa. Pero al enjuiciar esa actitud hayque tener en cuenta que para Cicern era propio de los interpretes indisertitraducir palabra por palabra:

    nec tamen exprimi uerbum e uerbo necesse erit, ut interpretes indiserti solent, cum situerbum, quod idem declaret, magis usitatum. equidem soleo etiam quod uno Graeci,si aliter non possum, idem pluribus uerbis exponere. et tamen puto concedi nobisoportere ut Graeco uerbo utamur, si quando minus occurret Latinum, ne hoc ephippiiset acratophoris potius quam proegmenis et apoproegmenis concedatur; quamquamhaec quidem praeposita recte et reiecta dicere licebit. (Fin. III 15).

    Y es que l, que ciertamente no era en absoluto indisertus, no se conside-raba interpres, por cuanto preservar los contenidos al ponerlos en buen latnera lo nico que de verdad le preocupaba:

    si nos non interpretum fungimur munere, sed tuemur ea, quae dicta sunt ab iis, quosprobamus, eisque nostrum iudicium et nostrum scribendi ordinem adiungimus, quidhabent, cur Graeca anteponant iis, quae et splendide dicta sint neque sint conuersa deGraecis? (Fin. I 6).

    No desaprovechaba, sin embargo, la oportunidad de poner uerbum prouerbo siempre que sta se presentaba, lo que aconteca muy a menudo, dadoque no escasean precisamente los tecnicismos griegos que no son, en rigor ypuridad, nada ms que vocablos comunes que tienen correlatos exactsimosen el lxico latino comn. Por ejemplo, el trmino epicreo don, cuyo sig-nificado es justamente el que el vocablo comn uoluptas tiene en latn:

    etsi satis clemens sum in disputando, tamen interdum soleo subirasci. egone nonintellego, quid sit don Graece, Latine uoluptas? utram tandem linguam nescio?deinde qui fit, ut ego nesciam, sciant omnes, quicumque Epicurei esse uoluerunt? || ut scias me intellegere, primum idem esse dico uoluptatem, quod ille donn. et

  • EM LXX 2, 2002 PRSTAMOS, CALCOS Y CORRESPONDENCIAS 209

    13 Aqu tomo en consideracin slo el vocabulario de los ensayos filosficos y los trata-dos retricos de Cicern, prescindiendo, por el momento, del que se encuentra en lo que de suTimeo nos ha llegado.

    quidem saepe quaerimus uerbum Latinum par Graeco et quod idem ualeat; hic nihilfuit, quod quaereremus. nullum inueniri uerbum potest quod magis idem declaretLatine, quod Graece, quam declarat uoluptas. huic uerbo omnes, qui ubique sunt, quiLatine sciunt, duas res subiciunt, laetitiam in animo, commotionem suauem iucundi-tatis in corpore. (Fin. II 12-13).

    As refutaba Cicern el parecer de los que pretendan ver en don algnrasgo semntico que, para ellos, no se hallara en uoluptas. stos vendran aser los antecesores de los latinistas modernos que, sabiendo lo que debe laerudicin romana a la ciencia griega, creen firmemente que todos los trmi-nos cientficos latinos tienen que ser, por principio, calcos del griego.

    En parte tienen razn, porque es indudable que los vocablos comunes, alser empleados como trminos cientficos, adquieren un rasgo distintivo nue-vo: se especializan. As, por ejemplo, al emplear uoluptas en un ensayo filo-sfico no se le transfiere ningn rasgo semntico, ninguna acepcin adicio-nal, pero s la calidad de trmino cientfico, especializado, que su correlatogriego don tena ya en tanto que elemento de la terminologa epicrea.

    En este sentido, y slo en este sentido, podr decirse que son calcos todaslas correspondencias entre el griego y el latn que Cicern supo encontrar, yaprovechar, para poner en latn las doctrinas de los griegos minimizando losprstamos y, lo que es ms importante, rehuyendo los calcos formales y anms los semnticos: ya he sealado que qualitas y comprehendibile, sus doscalcos formales declarados13, son casos excepcionales y justificados, y queno se avena a darle a malitia una acepcin nueva, que constituira calco se-mntico. No se avino tampoco a drsela a morbus, correlato de pqoj, parano agregar al vocablo latino una acepcin calcada del griego en virtud de lacual se presentaran como enfermedades mentales, o sea como motus animirationi non obtemperantis, las pasiones, que para los romanos no pasaban deser motus concitati animi, esto es, perturbaciones, desrdenes pasajeros:

    Num reliquae quoque perturbationes animi, formidines libidines iracundiae? haecenim fere sunt eius modi, quae Graeci pqh appellant; ego poteram morbos, et id uer-bum esset e uerbo, sed in consuetudinem nostram non caderet. nam misereri, inuidere,gestire, laetari, haec omnia morbos Graeci appellant, motus animi rationi non obtem-perantis, nos autem hos eosdem motus concitati animi recte, ut opinor, perturbationesdixerimus (Tusc. III 7).

  • 210 LOIS C. PREZ CASTRO EM LXX 2, 2002

    14 Lo us Varrn Reatino en el prlogo del quinto de sus libros de lingua latina, dedi-cado a la etimologa y a su amigo Cicern.

    He ah una muestra de cmo se guardaba de traducir mecnicamente lostrminos griegos es decir, de calcarlos buenamente y de cmo al buscarcorrespondencias entre el lxico griego y el latino no perda ocasin de com-pararlos, por lo menos cuando la comparacin beneficiaba al latn. Como,por ejemplo, en el caso de ueriloquium, calco disparatado que, a mi enten-der, propuso con la sola intencin de poner de manifiesto que era un uerbumnon satis aptum el griego tumologa, prstamo incorporado ya en tiempo deCicern al vocabulario de los eruditos romanos14:

    multa etiam ex notatione sumuntur. ea est autem, cum ex ui nominis argumentum eli-citur; quam Graeci tumologan appellant, id est uerbum ex uerbo ueriloquium; nosautem nouitatem uerbi non satis apti fugientes genus hoc notationem appellamus,quia sunt verba rerum notae. itaque hoc quidem Aristoteles smbolon appellat, quodLatine est nota. sed cum intellegitur quid significetur, minus laborandum est denomine. (Top. 35).

    Por lo dems, vuelvo a recordar que, por regla general, evitaba establecercorrespondencias fijas entre los trminos griegos y los latinos: a los casos dekaka, rm y sumpqeia antes mencionados adanse, a ttulo de ejemplos,los de prohgmnon (productum, praepositum, praecipuum, promotum), po-prohgmnon (reiectum, remotum) y perodoj (ambitus, circumitus, compre-hensio, continuatio, circumscriptio), que certifican que al rigor formal de laterminologa cientfica antepona absolutamente Cicern la claridad en laexpresin del significado de los trminos cientficos. A mi juicio, esto, y nola imposibilidad de dar con un correlato latino de ste o aqul trmino grie-go, es lo que motiv, por ejemplo, que usara ratio disserendi y philosophiaepars, quae est quaerendi ac disserendi, expresiones que no son ni traduccinni calco, sino explicacin en lenguaje llano de lo que se ha de entender porlogik.

    Dejando para otro momento y lugar el escrutinio exhaustivo de las termi-nologas ciceronianas, y su comparacin con las griegas es materia larga,que no cabe en un artculo y menos an en una nota de lectura como la pre-sente , creo que con lo expuesto se pone ya de manifiesto que carece defundamento la opinin segn la cual Cicern vendra a ser un redentor ratde la lengua cientfica latina; y, por otra parte, que la consideracin del calcocomo esfuerzo encaminado a disfrazar el prstamo es discutible cuando el

  • EM LXX 2, 2002 PRSTAMOS, CALCOS Y CORRESPONDENCIAS 211

    15 A saber, Cic., Verr. II 1.63 y Tim. 46; Verg., Georg. II 455 y Quint., Inst. VII 3.33.16 Adu. Marc. 1.29: multum differt inter causam et culpam

    nmero de calcos indiscutibles es realmente exiguo. Pero a este respecto, yantes de terminar, quiero volver sobre la propensin de los latinistas a vercalcos por todas partes en el latn cientfico, ilustrndola con un ejemplo no-tablisimo, el del tratamiento que dan los lexicgrafos a la correspondenciaentre los tecnicismos jurdicos causa y ata.

    Para empezar, en el diccionario etimolgico de Ernout y Meillet se diceque el sentido especial de proceso lo tom causa sur le modle du gr. a-ta, qu'il recouvre exactement. Pero he aqu que el Diccionario Griego Es-paol del CSIC (DGE) no registra esa acepcin de ata: si no la tuvo yome fo del DGE mal podra haberla traspasado, va calco, a causa.

    Lo que s es seguro es que ata signific responsabilidad, culpa, tacha,acepcin que algunos diccionarios latinos, el Thesaurus Linguae Latinae en-tre ellos, atribuyen a causa, que, por supuesto, la habra tomado de ata, dednde si no. Pero se da el caso de que los redactores de esos diccionarios noparecen haber podido encontrar y aducir testimonios de esa acepcin extra-dos de fuentes de reconocida autoridad en lo tocante a la doctrina y la termi-nologa del Derecho. As, en el Thesaurus, en el que se indica que esa acep-cin es francamente rara, se dan cuatro ejemplos15 de la hendadis causa cul-paque en la que, obviamente, el significado de responsabilidad, culpa,tacha no es expresado por causa, sino por culpa y uno, slo uno, del em-pleo de causa con ese aparente sentido:

    Q. Lollius, eius filius, qui Calidium accusauit, cum his iniuriis contumeliisquecommotus in Siciliam esset profectus, in itinere occisus est. cuius mortis causamfugitiui sustinent, re quidem vera nemo in Sicilia dubitat quin eo sit occisus quodhabere clausa non potuerit sua consilia de Verre. (Cic., Verr. II 3.63).

    A causa, y por culpa, del papeleteo, la cita, con grave menoscabo de sucontenido, puede quedarse reducida a la porcin que he puesto en cursiva, yentonces causa parece revestir, es verdad, la acepcin supuestamente calcadade ata. Pero si se mantiene el contexto, est meridianamente claro quecausa significa ah acusacin, concepto que es, ya lo dijo Tertuliano16, di-ferente del de culpa, y que es expresado por causa en virtud de su propia,originaria y puramente latina uis semntica. Que se hace patente cuando seconsidera su relacin etimolgica con accuso acusar, inculpar, incusoincriminar, inculpar, excuso excusar, exculpar: cabe la posibilidad de que

  • 212 LOIS C. PREZ CASTRO EM LXX 2, 2002

    el significado de acusacin sea anterior al de causa, motivo, pero esto esahora irrelevante, porque lo que aqu me importa y me interesa es dejar cla-ro, primero, que no consta que causa se tomara, en tanto que trmino jurdi-co y como calco de ata, en el sentido de culpa; segundo, que la antige-dad de la acepcin de causa como acusacin, inculpacin es difcilmentediscutible, siendo por tanto improbable que se trate de un calco; tercero, quea pesar de ser esos hechos evidentes el tecnicismo jurdico causa ha sido y escatalogado como calco de ata; cuarto y ltimo, que deja todava muchoque desear nuestro conocimiento de las relaciones e interacciones entre lasdos lenguas que, especializndose cuando haca falta y slo cuando hacafalta con las caractersticas propias de la lengua cientfica, sirvieron paraexpresar la ciencia de la Antigedad Clsica con precisin ms que suficien-te y admirable claridad.