194

C. J. Daugherty - Persecucion

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Novela

Citation preview

C.J. Daugherty Night School III :Persecucin Table of Contents Una y otra vez nos vemos obligados a saltar desde lo alto de precipicios. Y a inventarnos unas alas mientras caemos. Kurt Vonnegut Uno Dos Tres Cuatro Cinco Seis Siete Ocho Nueve Diez Once Doce Trece Catorce Quince Diecisis Diecisiete Dieciocho Diecinueve Veinte Veintiuno Ventids Veintitrs Veinticuatro Veinticinco Veintisis Veintisiete Veintiocho Veintinueve Treinta Treinta y uno Treinta y dos Treinta y tres Treinta y cuatro Treinta y cinco Eplogo Agradecimientos Sobre la autora Alfaguara Juvenil es un sello editorial del Grupo Santillana Para Jack Una y otra vez nos vemos obligados a saltardesde lo alto de precipicios. Y a inventarnos unas alas mientras caemos. Kurt Vonnegut Uno Cuando el fro seco de febrero la azot, Allie se estremeci y se peg un poco ms al viejo pino que leserva de refugio a la vez que se guardaba el telfono en el bolsillo. Llevaba casi veinte minutos esperando. Si aquello se alargaba mucho ms tiempo Trag saliva con fuerza. La verja se ergua ante ella, alta e imponente, coronada por puntas de lanza de hierro negro. Por lo queellasaba,nohabaotravadeaccesoalosterrenosdela AcademiaCimmeria.Situadaamsdeunkilmetrodeledificioprincipal,alfinaldeunlargocamino,laverjaseabraysecerrabaporcontrolremoto. Solo la directora y unos pocos vigilantes de mucha confianza estaban autorizados a manipularla.Circulabanpocoscochesporlosterrenosdelcolegio;casitodoslosprofesoresybuenapartedelpersonal vivan en el interior de las instalaciones. Por otro lado, los camiones de reparto y los furgonesdecorreoentrabanysalanadiario,aligualqueelequipodeguardiasquetrabajabaparaRajPatel.Allie llevaba varias semanas llevando registro del escaso trfico y saba que cada da, justo antes de lascuatro,llegabaunacamionetadereparto.Lahoraseaproximaba.Conunpocodesuerte,lacamionetacruzara la verja antes de que la descubrieran. El escondite que haba escogido estaba muy cerca del sitio donde haban asesinado a Jo. El recuerdode aquella noche la atormentaba. Haban transcurrido ya ocho semanas, pero si cerraba los ojos volva averlaescenaaldetalle:elblancomantodenieve,lalunaazul,elfrgilcuerpodesmadejadoenlacarretera,comounamuecadetrapoLasangrequesedesplegabaalrededordesuamigacomolosptalos de una flor mortfera. Allie abri los ojos. Solo vio un camino desierto. Solt un suspiro entrecortado. Ser capaz de hacerlo?Sehabaformuladolamismapreguntaunayotravezdesdesullegadaalapuerta.Unapartedeellasoloqueraecharseallorar.Unapartedeellaqueracorrerdevueltaasucuarto.Peronohizoniunacosa ni la otra. No; se arm de valor. Tena que salir de all. Si quera averiguar lo que estaba pasando, deba escapar del colegio y buscarrespuestas por su cuenta. Una brisa helada agit los rboles, provocando una lluvia de gotas glidas. Tiritando, Allie se ci labufandaalcuello.Duranteunosinstantes,elmurmullodelasramasahogelrumordelmotor.CuandoAllie repar en el sonido, los faros del coche ya se divisaban a lo lejos. Acuclillada para evitar que los haces de luz delatasen su presencia, adopt la pose de una atleta (comoella antes del ataque) que se prepara para echar a correr y esper. En esa postura, le dola todo el cuerpo-sobretodolarodilla-,peroignorelmalestar.Noeraelmomentodeescucharlasprotestasdesucuerpo, sino de volar como una flecha.Comounasombrams,invisibleconsuabrigoysusvaquerosnegros, Allieobservabasinalientolacarretera que se extenda ms all de la verja. Esperaba ver llegar una furgoneta blanca, pero apareci undeportivo oscuro y achatado. Le dio un vuelco el corazn. Muchos de los hombres de Raj conducan vehculos como aquel. Deba deser el coche de un guardia. El flamante automvil negro se acerc muy despacio a los barrotes de hierro y, por fin, se detuvo. Allie tom una decisin al vuelo: lo hara de todos modos. Le daba igual quin condujera aquel coche.Saldra corriendo. Se prepar. Era la ocasin que estaba esperando. Quiz su nica oportunidad.Allnopasabanada.Larodillaledolahorrores.Aquellainmovilidadlaestabamatando.Noaguantara en aquella postura mucho ms tiempo. Cerrando los ojos, rog a la puerta que se abriese de una vez, pero la verja sigui como estaba. Algoiba mal.Ysisehanenterado?Ysiesunatrampa?YsiRajyahaordenadoasushombresquemecapturen? Y si ahora mismo estn viniendo a por m? Se le sec la boca y not una sensacin de ahogo. Por fin, la gran verja se estremeci y, con un chirrido metlico, empez a desplazarse. Moviendo los labios en silencio, Allie cont ocho respiraciones antes de que la reja se abriera de paren par. A la luz del ocaso, apenas lograba distinguir nada ms all de la entrada, como si el mundo delotro lado se hubiera esfumado.Sacelmvildelbolsilloylodejcaeralsuelo.Nolehacaningunagraciaquedarsesintelfono,pero los hombres de Raj podan localizar la seal; el aparato solo sera un estorbo. Deba confiar en queMark cumplira su promesa. Solo tena que esperar a que el coche se internara en los terrenos del colegio. Entonces podra salir sinque el conductor la viera. Pero el tiempo se alargaba horriblemente y el coche segua sin arrancar. El motor ronroneaba como ungato que juega con su presa. Desde donde estaba, Allie no vea al conductor. Qu demonios pasa? Le entraron ganas de gritar de frustracin. Por qu no te pones en marcha deuna vez? Justo cuando empezaba a temerse que la hubieran descubierto, los neumticos del Audi negro araaronla gravilla del camino. Despacio, el coche avanzaba hacia las dependencias del colegio. Casi al momento, la verja comenz a cerrarse otra vez, pero Allie no se atrevi a moverse. El cocheestaba demasiado cerca; el conductor la vera por el espejo retrovisor. Sigui aguardando, frentica, con la mirada clavada en la entrada, rogando al coche que se perdiera devista. Pero el vehculo se mova con lentitud deliberada. Casi como si el conductor estuviera buscando aalguien. Allie se mare solo de pensarlo e inspir a fondo para tranquilizarse.Noesmomentodeperderlacabeza,Allie,sereprendi. Concntrate.Sisupieranqueestsaqu,saldran del coche. Mirando el lento avance de la puerta, cont tres respiraciones. Cuatro. Cinco. Apenasquedabaespacioparasalir.Elcocheannosehabaperdidodevista,pero Allienotenaeleccin. Si no echaba a correr ahora mismo, se quedara dentro. Y no se lo poda permitir.Abandonsuescondrijodeunsaltoysalidisparadadeentrelosrboles,forzandolaspiernas,ignorandoeldolorderodilla,conlospulmonesardiendo.Casinoquedabaespacioentrelaverjaylavalla. Y el hueco se reduca por momentos. Haba calculado mal? Era demasiado tarde? Y de repente all estaba, empujando los fros barrotes como para impedir que siguieran avanzando. Nole sirvi de nada. La puerta era automtica y se mova a velocidad constante. Indiferente a todo. Allienotitube.Secolenelhueco,perolosbarrotesleestirarondelachaquetacomounosdedoshuesudos y le estrujaron los hombros con tanta fuerza que sise del dolor. Con un grito ahogado, se retorci para liberarse y, finalmente, lleg a trompicones al camino del otrolado. Tras ella, las puertas se cerraron con un golpe metlico. Era libre. Dos Aquella maana, Allie no se haba despertado con la intencin de escapar. Solo tena pensado saltarselas clases. Lo haca muy a menudo ltimamente. Ya no consideraba que los estudios fueran una prioridad en su vida, as que, para qu molestarse?Msdeunavezlahabanarrastradodevueltaaclase,enfadadaycontrasuvoluntad,demodoqueahoraAlliesehabaaficionadoabuscarescondrijosparaevitarqueladesagradablesituacinserepitiese. El laberntico casern victoriano estaba lleno de recovecos y nichos ideales para atrincherarse.Los escondites favoritos de Allie eran las habitaciones vacas y las escaleras de servicio, que nadie solafrecuentar. La cripta, la capilla Realmente, opciones no faltaban.Hoy,despusdetragarseunascuantaslecciones,habasaltadoporlaventanadesucuartoyhabarecorridodepuntillaselestrechoalfizarhastaalcanzarlazonamsbajadeltechado.Desdeall,sehaba encaramado a aquella parte del tejado en la que, haca un tiempo, Jo se puso a bailar como una locacon una botella de vodka en la mano. Aquel da, Carter y Allie le salvaron la vida. Allie se qued varias horas sentada a la intemperie, a solas con sus recuerdos, observando las idas yvenidas de sus compaeros y del personal del colegio por los jardines. Era increble que nunca mirasenhacia arriba. En el tejado abundaban las chimeneas y los adornos de hierro forjado, as que lo tena fcilpara observar sin ser vista, como una grgola viviente. De esa guisa, perdi todo el da, como tantos otros recientemente, hasta que de repente oy unas vocesall cerca. Al principio, Allie se asust, pensando que la haban pillado, pero enseguida comprendi quela charla proceda de su propio dormitorio; las palabras se colaban por la ventana abierta. Sujetndose a un desage en forma de dragn, Allie se inclin hacia el borde del tejado para or mejor. - La has encontrado? -la voz de Isabelle reflejaba preocupacin. - No -Raj hablaba en un tono tan quedo que Allie tuvo que aguzar el odo para distinguir las palabras-.Mis hombres la estn buscando por los jardines.Nolaencontraran.Nuncalohacan.Laidealeprodujounalevesatisfaccin.Puedequeseledierafatal salvar vidas, pero an era capaz de burlar a un equipo de seguridad de lite. En aquel momento, Isabelle volvi a hablar. Ahora, su voz sonaba ms cerca. Allie dedujo que debade estar plantada ante la ventana, mirando hacia fuera. - Est? Qu crees t? -titube la directora-. Rachel te ha dicho algo? Un suspiro. - Mejor? -dijo Raj-. Peor? Vete a saber. Seguramente igual. Rachel est preocupada por ella. Sigueviendo al doctor Cartwright? Allie frunci el ceo. El doctor Cartwright era el comecocos que Isabelle la haba obligado a visitardespus de la tragedia. - Ya no -repuso la mujer-. Acudi a unas cuantas sesiones, pero el psiclogo dijo que no cooperaba. Ladescribi como aptica.No deberan estar hablando de m en ese tono,pens Allie,molesta. Sesuponequeesascosassonprivadas. Pens en las pesadillas y en los horribles pensamientos que la atormentaban a menudo; en todo aquelloque le haba confesado al doctor Cartwright antes de cerrarse en banda. No quera que Isabelle y Raj supieran cmo se senta.Cmovasareanudarlasclasescomositalcosadespusdevermoriratuamiga?-lehabapreguntadoAlliealpsiclogounadelaspocasvecesquehabaaccedidoahablarconl-.Quteimportan los verbos franceses despus de algo as? O la Armada Espaola?.Lohacesyyaest-lehabadichoelpsiclogo-.Ponesunpiedelantedelotro,cadada.Hacesunesfuerzo. Sigues adelante. Y una mierda, haba respondido Allie como si escupiera veneno. l no saba lo que era tener miedo de quedarte dormida por culpa de las pesadillas. Era imposible quelo supiese. Nadie lo saba. Raj se rio sin ganas, como si l tambin opinara que Allie estaba aptica perdida.-EldoctorCartwrightpiensaquenohaaceptadolamuertedeJo;buscaaalguienaquienculpar-prosigui Isabelle. Allie se asom un poco ms para no perderse ni una palabra de aquella informacinprivilegiada-.Dicequebuscarculpablesesunmecanismodedefensa;hacequelafasedenegacinseprolongueindefinidamente.Hastaquenohayasuperadoesafase,nopodraceptarloquepasniaprender a vivir con ello. Lo que t digas, pens Allie exasperada. Tengo motivos para estar enfadada. T eres el motivo. Sin embargo, muy en el fondo, saba que Isabelle tena parte de razn y eso le daba an ms rabia. La directora sigui hablando.-PeroAlliehadecididoqueelpsiclogonolecaebien.Tenasesinestatardey-Allieselaimaginencogindosedehombrosconairefatigado-comoeradeesperar,nolaencuentroporningunaparte. Raj alz la voz. Aunque no le vea la cara, Allie se dio cuenta de que estaba enfadado. - Esto no puede seguir as, Izzi. Tienes que tomar medidas. Ahora mismo, todos mis hombres la estnbuscando, cuando deberan estar patrullando por el colegio. An no sabemos qu se propone Nathaniel.Podraatacarencualquiermomento. Allienosesthaciendoperderuntiempoprecioso.Nopodemosseguir as. Se est comportando como-Comosolacomportarse-lointerrumpiIsabelle-.Hacaestetipodecosascuandosuhermanodesapareci. Est enfadada y no la culpo. Yo tambin estoy enfadada. Pero no tengo diecisis aos, asque he aprendido a canalizar la ira. Ella no. Los interrumpieron unos golpes en la puerta. Quin ser? Allie escuch atentamente y se asom un poco ms, dejando que la cabeza y los hombros le colgaranpor el borde del tejado. Por desgracia, Raj e Isabelle se haban retirado hacia la puerta. Oy un murmullode voces, pero estaban demasiado lejos como para distinguir lo que decan. Al cabo de un momento, la puerta se cerr de un portazo. Luego silencio. Se haban ido.Decepcionada, Allieseechhaciaatrsparaafianzarseeneltejado;alhacerlo,desplazlamiradahacia abajo. Haba dos guardias de seguridad plantados en el jardn. Y la estaban mirando. A Allie le dio un vuelco el corazn. Mierda.Espantada,sealejatrompicones,resbalandosobrelastejashmedas.Cuandosecreyasalvo,seinclin hacia delante para echar un vistazo. Debajo, los guardias llamaban por gestos a alguien que Allieno alcanzaba a ver. Al cabo de un momento, Raj se reuni con los guardias, que sealaban a Allie, all enel tejado. Cruzndose de brazos, el jefe de seguridad la mir con expresin sombra. Allie trag saliva. Tengo que buscar otro lugar donde esconderme, pens. Se puso en pie y ech a correr por el tejado hacia el lugar donde la pendiente alcanzaba la cornisa y,apoyada sobre el trasero, se dej caer como si resbalara por un tobogn. La falda del uniforme era cortay plisada, nada apropiada para andar por ah de escalada. Cuando la prenda se le arrug a la altura de lacintura,elagualeempaplosleotardososcuros. Aferradaalcanalnconlapuntadelosdedos, Allierecorri el alfizar de piedra. Al llegar a la ventana de su cuarto, salt al escritorio.Unavezdentro,seirguivictoriosa,peroIsabelleyaestabaall,plantadaanteellaconlosbrazoscruzados. La directora no quiso escuchar sus excusas. - Esto ya pasa de castao oscuro -lo dijo en tono de reprimenda, pero Allie advirti una nota de tristezaen su voz-. No puedes seguir haciendo esto, Allie. Una parte de ella se sinti culpable por estar lastimando a Isabelle, pero enseguida mand a paseo susremordimientos y se encogi de hombros con desdn. - Ya. Lo que t digas. Estoy muy arrepentida. No volver a hacerlo y tal. Isabelle suspir con impaciencia. Pareca tan triste que Allie casi se deja conmover. Se dirigi hacia lapuerta para perder de vista el semblante apenado de la mujer. La directora recuper la compostura. - Estoy de tu lado, Allie. - Ah, s? De pie junto a la puerta, Allie miraba a Isabelle como si fuera un bicho raro.- Allie-Isabelleintentcogerleelbrazo,peroluegoselopensmejorydejcaerlamano-.Metienes muy preocupada. Y quiero ayudarte. Pero no puedo hacerlo si t no me dejas. Haca unos meses, Allie habra acudido a Isabelle en busca de ayuda y consuelo. Cuando an estabanunidas. Cuando an confiaba en ella. Aquellos tiempos haban quedado atrs. Mir a la directora con desapego. - Por desgracia, Isabelle, la gente que acepta tu ayuda acaba muerta. As que no, gracias. Isabelle se qued como si hubiera recibido un bofetn. Cuando hizo una mueca dolor, Allie sali a todaprisa. Aguantndose las lgrimas, baj cojeando por la escalinata principal. Le dola la rodilla, y el sonidode sus pasos desacompasados (tu-tum, tu-tum) reson en el silencio como una carcajada cruel.Conlacabezagacha,ignorporcompletoelrevestimientodemaderaquecubralasparedesdelaAcademiaCimmeria.Nosevolviamirarlosmagnficosleos,algunosdeloscualesladoblabanenaltura, con sus imgenes de hombres y mujeres de antao ataviados con suntuosas sedas y joyas. No hizonicasodelaslmparasdearaa,cuyoscristalesdestellabanconlosltimosrayosdesol,nidelosaltsimoscandelabros,nisiquieradelostapicesdeplidasdoncellasycaballosenplenacaceradelzorro. No vio nada de todo aquello cuando entr en el saln de actos y cerr la puerta a su espalda. La enormesalaestabadesierta,iluminadatansoloporlatenueluzdelatardequesefiltrabaporlosventanalesalineadosaunladodelaestanciaalargada.Lospasosde Allieresonaronhuecoscuandoechaandarporelgransaln,lacabezaechandohumodetantodarvueltasalasendemoniadasideasquenoladejaban vivir.Treintaytrespasosenunadireccin.Cambiodesentido.Treintaytrespasosenlaotra. Yvueltaaempezar. Por qu iba a compadecerla?, pensaba furiosa. Isabelle es la responsable de todo lo que ha pasado.Jo confi en ella. Y ahora est muerta. Girando sobre sus talones, ech a andar en sentido contrario.Comosiemprelesuceda,sumentevolalosbosquesnevados,alaleteodelaurraca,alafiguritaacurrucada en la nieve Se senta como cuando te hurgas una costra aun sabiendo que, si lo haces, la herida nunca se va a curar.Segua arrancando los bordes, por ms que le doliese. A lo mejor no quera que se curase la herida.Jo ha muerto. Todo el mundo le fall.Y ahora Isabelle quiere que vuelva a la normalidad? Y uncuerno. Allie dio media vuelta y sigui andando. Jams volvera a confiar en Isabelle. Ella tena la culpa de todo, ella y sus absurdas rencillas con suhermano, que Allie ni siquiera entenda. Los haban atrapado a todos en el centro de su disputa y Jo habapagado el pato.AllietampococonfiabaenRaj,eljefedeseguridaddelcolegio.Lagenteloconsiderabaungranexperto, pero l se haba marchado y los haba dejado solos, aunque Allie le haba suplicado que no sefuera. Se lo haba suplicado, literalmente. Y estaba ausente cuando un miembro de la escuela -alguien aquien Allie conoca y en quien confiaba- haba abierto la verja para que Gabe pudiera matar a Jo. Envarada del dolor, dio media vuelta otra vez; la rabia le daba alas. En las ocho semanas que haban transcurrido desde el asesinato, Raj e Isabelle no haban sido capacesdeaveriguarquinhabaabiertolaverjaaquellanoche.QuinhabaestadoayudandoaNathanieltodoaquel tiempo. Un profesor, un instructor de la Night School, un alumno; alguien con quien se cruzaba porlos pasillos a diario quera liquidar a Allie. Y nadie haba hecho nada al respecto. Todos me han fallado. Todos nos han traicionado. Y ni en sueos permitir que vuelva a pasar. Se detuvo en seco. De repente, comprendi lo que tena que hacer. Abri la pesada puerta y se dirigi directamente a la oficina de Isabelle, corriendo, por miedo a que lefallaseelvalorantesdellegar.Lediraquequeradejarelcolegio.Nopodaseguiras.Encualquierrincndelplanetaestaramejorqueall.Enelmundoreal,tendraposibilidadesdeaveriguarloqueestaba pasando. Hablara con su abuela y, juntas, encontraran a los asesinos de Jo. Y los castigaran.Encajadabajolaescalinataprincipal,queascendadesdeelvestbulocentralcomounaempinadaladera de roble tallado, se ocultaba la puerta de Isabelle, tan disimulada entre las tallas del revestimientoque a Allie, a su llegada a Cimmeria, le haba costado mucho localizarla. Ya no tena ese problema. Apret los dientes y empuj la puerta sin llamar. - Isabelle, tienes que Obviamente, la directora haba salido a toda prisa. Sobre el respaldo de la butaca descansaba olvidadala chaqueta de cachemira negra que le haba visto puesta haca un rato. Sobre el protector del escritorio,junto a las gafas de Isabelle, humeaba an una taza de t Earl Grey Y all estaba tambin su mvil. Con la boca entreabierta, Allie se qued mirando el telfono. No se poda creer lo que estaba viendo.LosartilugioselectrnicosestabanterminantementeprohibidosenCimmeria.Detodaslasreglas,aquellaeralamsestricta.Nadadeordenadores,nidetelevisores,ynadademviles,bajoningnconcepto.Silosalumnosquerantelefonear,debanpedirpermisoaladirectora.Soloselespermitallamarasus padres, y siempre por un motivo de peso. Pero all haba un telfono, a su alcance.Mientrasloobservaba,Allierepasabamentalmentelalistadeconsecuencias.Isabellejamslaperdonara.Laexpulsaran.Perderaasusamigos.Perotambintendralaposibilidaddeaveriguarloque estaba pasando en realidad. Y Raj e Isabelle se veran obligados a actuar. De modo que cogi el telfono, se lo meti en el bolsillo y se march. Tres El bosque del otro lado de la verja, ms frondoso all que dentro de Cimmeria, impeda el paso a latenueluzdelocaso.EstabaapuntodeanocheceryAllie,intranquila,mirporencimadelhombromientras se apresuraba entre la penumbra. Con cada paso que daba se aseguraba a s misma que estaba haciendo lo correcto. Nathaniel estaba allfuera,enalgunaparte.Laestababuscando,peroaAllieyanoleimportaba.Estabatancansada,tanenfadada y hundida Quedarse en el colegio no era una opcin. Tena que marcharse.Porotraparte,jamsensuvidasehabasentidotanvulnerable.Estabacompletamentesola. Ylosasesinos de Jo podan estar en cualquier parte. El silencio era aterrador. Allie solo oa el crujido de las ramas secas bajo sus pies. El sol ya casi sehabahundidoenelhorizonteyelfroaumentabapormomentos;elvientosecolabaporlateladesuabrigo enfriando el sudor que le baaba la piel. Cerr los puos en el interior de los bolsillos; tena lasmanos heladas. Al menos, ahora s adnde me dirijo, pens. Haba hecho tantos viajes al hospital ltimamente que se conoca de memoria las carreteras de la zonay,mientrascaminaba,setranquilizasmismarepasandomentalmentelarutaquedebaseguir;visualizandounmapa.Sisusclculoserancorrectos,prontollegaraalacarreteraprincipal.Unavezall,solotendraquegiraraladerechayseguirlasindicaciones.Habramenosrbolesporallymsluz. El ambiente no sera tan siniestro. En cuanto dejara el bosque atrs, estara a salvo. Era sencillo. Y todo discurri a la perfeccin. De hecho, Allie casi haba llegado al cruce cuando oy un sonido, tanleve como un suspiro, que le puso los pelos de punta. Ahogando un grito, gir a la derecha y se agach detrs del grueso tronco de un viejo pino. Acurrucada,apoy las manos en la rugosa corteza del rbol y escudri la penumbra. Fuera cual fuese el origen de aquel ruido, estaba segura de que no era el viento entre los rboles.Noparecaquehubiesenadieporall;almenos,desdesuesconditenoseveanadararo.Pordesgracia, el bosque estaba muy oscuro, y abundaban las sombras que se estremecan y bailoteaban conla brisa. Y si alguna de aquellas sombras perteneca a una persona? A un asesino? Allie empez a notar una sensacin de ahogo. Podra haber alguien aqu cerca y no lo vera. Gabe podra estar a pocos metros de m, mirndome,ahora mismo.Laidealeprovocescalofrosysediounosgolpesenlafrenteconelpuo.Quinmemandara escaparme? Soy una idiota. Me he metido en la boca del loboAgarradaaltronco,hizoesfuerzosportranquilizarse.Sideverdadhabaalguienporall,debamantener la cabeza fra.Sequedunosinstantesmuyquieta,escuchando;preparadaparaecharacorreralmenorruido.Sinembargo, solo oy silencio, y el susurro de los rboles que se mecan al viento. Alcabodeunrato, Allierazonconsigomisma.Noveaanadieynooanada.Solosusagitadosinstintos la advertan de una posible presencia. Se forz a recordar los entrenamientos. Qu le dira Rajsi estuviera all?Confaentusinstintosperonodejesquetedominen,pens. Nodejesqueelmiedodictetusreacciones. Atente a las pruebas. Casi poda or la tranquilizadora voz del instructor. Qu te dicen las pruebas, Allie?.Noveoanadie,nooigonada.Heseguidoelprotocoloynoheencontradoningunasealdeamenaza. - Las pruebas me dicen que aqu no hay nadie -susurr, tratando de convencerse. Se mirase por donde se mirase -tanto si la estaban acechando como si no- solo tena dos alternativas:esperaraqueelintrusodierasealesdevidaoseguiravanzandoconlaesperanzadehaberseconfundido. Escogi la segunda.Muertadedolor,cojeatodaprisaporelbosquecaminodelacarretera.Elgorrodelanaseledescoloc; se lo quit rpidamente y lo sostuvo con fuerza hasta llegar al cruce. Solo entonces se detuvoy mir atrs. No vio nada salvo un bosque desierto. Resollando, se dobl sobre s misma con las manos apoyadas en las rodillas. Le ardan los pulmonesdel esfuerzo y el fro. Y an tena un largo camino por delante. La localizaran en cualquier momento; deba seguir avanzando.Girsiguiendolarutaqueleindicabasumapamentalyenfilporunacarreteradesentidonico,flanqueadadealtossetos,rgidosypeladosdurantelaestacininvernal.Trasestos,losembarradosprados se difuminaban a la luz menguante. Por suerte, la carretera discurra con suavidad ante ella y, si Allie estaba en lo cierto, el pueblo solodistaba tres kilmetros de all. Volvi a ponerse el gorro. Lo nico que tengo que hacer es seguir andando y no sufrir un ataque de nervios por el camino. Para entretenerse, repas mentalmente los acontecimientos que haban precedido a su fuga. Despus de robar el telfono de Isabelle, haba subido las escaleras a toda prisa. El pequeo aparato lepesaba tanto como si llevara un bloque de cemento en el bolsillo; le quemaba como si estuviera al rojovivo. Habra jurado que todo el mundo poda verlo a travs del pao de su falda. Al llegar al rellano, se abri paso entre alumnos que parloteaban y se rean hasta alcanzar la angostaescaleraqueconducaalosdormitoriosdelaschicas.Seasegurdeagacharlacabeza,porsisuexpresin de culpabilidad la traicionaba. - Eh, psicpata -dijo alguien a su espalda en tono quedo y burln. Para su desgracia, conoca de sobraaquel acento exquisito. Allie no alz la vista. No le haca falta; habra reconocido la voz de Katie Gilmore en cualquier parte. - Mantente alejada de ella o sers la prxima en morir -se mof otra voz, y todo el mundo se ech arer. Bregando contra el impulso de atizarle a Katie un buen puetazo, Allie clav la mirada en el suelo yempezacontarsuspropiospasosporlobajo.Sefuetranquilizandoamedidaquelosnmerosascendan. cincuenta y cinco, cincuenta y seis, cincuenta y siete, cincuenta y ocho, cincuenta y - Allie. Se detuvo en seco, mirando fijamente las botas color crema forradas de borreguito que se interponanen su camino. Despacio, alz la vista.VioaJules,laprefectadelaschicas,plantadadelantedeella,consuimpecablemelenarubiarozndole apenas los hombros y los brazos cruzados con ademn de reproche. - Isabelle quiere que vayas a verla. A Allie le dio un vuelco el corazn. Instintivamente, se llev la mano al bolsillo de la falda y apretcon fuerza el telfono robado. Cmo se haba dado cuenta tan deprisa? Consigui que no le temblara la voz a pesar del subidn de adrenalina. - Qu quiere? Jules la mir extraada, como si la pregunta la pillara por sorpresa.-Nolos.Solomehadichoqueteestababuscando,yque,sitevea,tedijeraquefuerasasudespacho.UnasensacindealivioinundaAlliecomoaguafra. Isabellenosehadadocuentadelrobo.Todava. Al saberse a salvo de momento, Allie se envalenton. - Muy bien. Ya me has dado el mensaje, Jules, as que, misin cumplida -dio un paso hacia la prefecta-.No te est esperando tu novio o algo? No deberas estar con l? Jules no se movi, pero un rubor intenso le subi por el cuello. Jules y Carter, el ex novio de Allie, estaban juntos desde el baile de invierno: se haban convertido enlaparejadeCimmeriaporexcelencia.Alliesehabaacostumbradoaverlosjuntosporlospasillos;Carter rodeando los hombros de Jules con aire relajado, el pelo negro de l contra la cabeza rubia de lachica. Como dos piezas de ajedrez, el rey negro con la reina blanca. An se le revolvan las tripas cada vez que los vea. - No pienso discutir contigo, Allie -repuso Jules sin inmutarse. - Pues muy bien. Mira, tengo que pasar un momento por mi cuarto y luego bajar a hablar con Isabelle,como una buena nia. Allie saba que estaba mal hablarle a Jules en ese tono, pero no poda evitarlo. Quera sacarla de suscasillas; discutir a gritos con ella. O a puetazos. Jules, sin embargo, no mordi el anzuelo y Allie, apartndola de un empujn, corri a su habitacin ycerrdeunportazo.Notenamuchotiempo.Encualquiermomento,Isabellesedaracuentadequesutelfono haba desaparecido y no tardara en deducir quin lo tena. El cuarto de Allie era un caos. Haba ropa sucia tirada por doquier, mezclada con papeles, sbanas ytoda clase de basura. Al abandonar la enfermera, Allie le haba dicho a Isabelle que no quera asistentasrondandoporsuhabitacinyladirectora,demalagana,habaaccedido.Eldormitorioparecaunvertedero. Tal como Allie quera. A toda prisa, se quit la falda y los recios zapatos escolares para enfundarse unos vaqueros ajustadosde color negro. Haba adelgazado tras la muerte de Jo y le quedaban un poco grandes, pero serviran. SeabrochrpidamentelasDocMartensdecaaalta,cogiunabrigodelarmarioyrebuscentreelmontn de ropa hasta encontrar el gorro y la bufanda. Mientras se abrochaba el abrigo, marc un nmero,de memoria. - Qu? Le respondieron en tono agresivo pero, a Allie, el fuerte acento londinense le son a gloria. - Mark -Allie habl en voz baja pero apremiante-. Soy yo. - Allie? -el tono cambi-. Maldita sea Dnde diablos ests? - Estoy en apuros. Todo rastro de entusiasmo desapareci de la voz de su amigo. - Dnde ests? En casa? Les ha pasado algo a tus padres? - No -repuso ella-. Estoy en el colegio. Pero ha pasado algo. Algo malo. El otro no titube. - Qu necesitas? Allie mir por la ventana. Al otro lado, la luz del da empezaba a declinar. - Te quieres escapar conmigo? A aquellas horas de la noche, no circulaba ni un alma por la carretera. Allie cogi un palo y lo lanzcontodassusfuerzasalososcurosprados,dondeaterrizcasisinruidoenlatierrablanda,fueradelalcance de su vista.Nohabafarolasenaqueltramoysolounascuantascasasalolejos; Allienicamenteatisbabalasluces titilando entre los campos. Pese a todo, se senta mejor all, sin rboles que tapasen la escasa luz.De hecho, cuanto ms se alejaba del colegio, mejor se senta.Tenalarodillaizquierdaalgoentumecida,peropodaapoyarla.Resistira,almenoshastallegaralpueblo. Absortaensuspensamientos, Allietropezconunapiedraalbordedelcaminoyestuvoapuntodeperder el equilibrio.Concntrate,Allie,sereprendi. Siterompesunapierna,acabarsotravezenesaestpidaenfermera.Alolejos,elmurmullodeunmotorquebrlapazdeaquellacarreteraperdida.Alliecorretebuscando un escondite pero el seto creca tupido a ambos lados del camino. Cuando el vehculo tom unacurva, los faros brillaron a lo lejos.Aterrada,Allieseinternenelseto,sinhacercasodelasagudasramasqueseleclavabanenelcuerpo. Se hundi entre la vegetacin hasta que no pudo avanzar ms y luego se qued esperando. Podra ser algn vecino, se dijo. A lo mejor no es un guardia de Cimmeria. Pese a todo, contuvo el aliento cuando el coche pas gruendo por su lado y solo volvi a respirar alcomprobar que el vehculo se perda en la noche. No la haban visto. Reanud la marcha arrancndose al mismo tiempo las ramillas secas del pelo. De repente, la oscuridadle pareca ms densa.Ledolatodoelcuerpoyestabaateridadefrohastaloshuesos.Paradistraerse,sepreguntenquandara Rachel ahora mismo en el colegio. Rachel era su mejor amiga y un verdadero ratn de biblioteca, as que Allie no dud ni por un instanteloqueestarahaciendo:losdeberesdeQumicaavanzada.Casipodaverla,sentadaenunabutacadepieldelabiblioteca,conloslibrosescampadosbajolalamparillaverde.Lasgafasselehabrandeslizadoalapuntadelanarizyellaestarafelizmenteabsortaencomplejasfrmulasycomplicadosdiagramas. Allie sonri al evocar la imagen. Sin embargo, su sonrisa se desvaneci al momento. Me perdonar por haberme escapado sin decirle nada? Sacudi la cabeza para ahuyentar el pensamiento. Daba igual lo que pensaran todos; incluida Rachel.Tena que hacerlo. Los asesinos de Jo deban ser castigados. Y puesto que nadie estaba haciendo nada al respecto, Allieiba a tomar cartas en el asunto. Cuatro Alfinal,resultquehabaacertadoconelrumboperohabacalculadomalladistancia.Elpueblodistaba mucho ms de tres kilmetros. Para cuando lleg, dos horas despus, apenas si notaba los pies. Tras la larga caminata por la carretera a oscuras, la luz de las farolas la ceg y el ruido del trfico lasobresalt,peroelpueblonoeramuygrandey Alliesabaque,siseguaandandocaminodelcentro,acabara por encontrar lo que buscaba. Tal como esperaba, pocos minutos despus una anticuada seal de hierro forjado le indic la direccinalaestacindelferrocarril.Habapocosviajeros;elprximotrenantardaraenllegar.Lasaladeesperaestabacerrada,aligualquelataquilla,demodoqueseapoltronenunfrobancometlicodelandn y aguard. Soplaba un viento glido; su aliento se condensaba ante ella en pequeas nubes blancasy Allie se entretuvo un rato soplando anillos de vapor. Por desgracia, no tard en hartarse de la diversin y pronto, temblando, se dio por vencida. Se arrebujcon el abrigo y se subi el cuello hasta la orejas.Debidedormirse,porquedespertdandounrespingocuandoeltrenentrrugiendoenlaestacin.Loslargosvagonesrojosdescargaronunenjambredeelegantesviajerosquevolvanacasatraslajornadadetrabajo.Alliemirconexpresinausentecmoseapresurabanporelandnsinprestarleatencin. Corran hacia sus coches, hacia sus hogares clidos y sus familias felices. Estaba tan absorta en la escena, preguntndose qu sentira si fuera uno de ellos, que no oy al chicoque se acercaba en silencio por detrs. - Tiene permiso para estar aqu, seorita? Incorporndose de un salto, Allie se abalanz sobre l con tanto mpetu que estuvo a punto de tirarlo alsuelo. Su gorro de lana sali volando y aterriz en el andn, a medio metro de distancia. - Mark! Allie lo abraz con fuerza, aspirando el suave tufillo a tabaco que siempre desprenda su ropa. Mark se haba teido las puntas del pelo de azul oscuro y llevaba el cabello revuelto, una maraa negray azulada; entre el enredo asomaba el minsculo aro de oro de su oreja, a juego con el que llevaba en laceja. En el tiempo transcurrido desde su ltimo encuentro, se haba librado de los granos; pareca mayor.Sin embargo, vesta igual que siempre: unos vaqueros gastados y una camiseta negra y desteida con ellema Revolucin escrito al revs, como en un espejo. Sorprendido por aquel recibimiento tan efusivo, Mark titube un momento antes de abrazar a Allie a suvez.-Peroqudiablos, Allie?Questoyhaciendoaquen?-seinterrumpiparamiraralosltimosviajeros que, de traje ellos, con tacones altos ellas, abandonaban la estacin-. El culo del mundo? En aquel momento, una luz de emergencia debi de iluminar a Allie, porque Mark advirti la cicatrizque le surcaba el nacimiento del pelo. Los mdicos le haban afeitado la sien para limpiar la herida. Hoypor hoy, el pelo le haba vuelto a crecer, pero la desigual lnea roja an se le marcaba contra la piel. El chico lanz un silbido de admiracin. - Bonita cicatriz. Quin te ha abierto la cabeza? Allie lo mir muy seria. - Es una larga historia, pero precisamente por eso te he llamado. Necesito tu ayuda. - Ya lo veo. Tienes una pinta horrible, Al -preocupado, su amigo se fijaba en las ojeras de Allie, en sudelgadez y en la palidez de su piel-. Qu te han hecho? La estacin se haba quedado vaca. Tras ellos, el tren se puso en marcha con un gemido; luego chirri.Allie baj la voz de todos modos. - Han intentado asesinarme. Y ahora no puedo Se mordi la lengua. Cmo explicarle la situacin? Mark no estaba al corriente de todo lo que Alliehaba vivido desde su partida. No saba nada de Cimmeria ni de la Night School. Nada de Nathaniel nide los asesinatos. Perteneca a otro mundo.-Mira,cojamosuntrenysalgamosdeaqu,Mark-decidi Alliemientraslotomabadelbrazoconademnurgenteyloarrastrabahaciaelpaneldehorariosdelaestacin-.Telocontarporelcamino.Cundo sale el prximo tren en direccin a Londres? Aquel sbito cambio de humor lo pill por sorpresa. Mark levant las manos.-Eh,paraelcarro.Miraeltabln-sealelhorarioiluminadoquecolgabajuntoalapuerta-.Elprximo tren no pasa hasta dentro de dos horas. Estamos en mitad de la nada, te acuerdas? Mark debi de verla agobiada, porque busc una alternativa a toda prisa. - Por qu no vamos a tomar algo y me lo cuentas todo? Tenemos mucho tiempo.Trasmirarcondesalientolossilenciososralesquetenandetrs,Alliecediysedejllevaralexterior de la estacin. Qu remedio. - Vale -dijo-. Pero tenemos que coger el prximo tren.-Adndevamos?-preguntMarkmientrasseinternabanenunacalleoscura.Algomsadelante,brillaban las luces de la calle mayor-. Y qu pueblo es este, por cierto? Mark haba sido el mejor amigo de Allie antes de que ella partiera a Cimmeria. Los haban arrestadovariasvecesalosdosporhacergrafitisenpuentesyescuelas.MarklehabamostradounafacetadeLondres que las chicas como ella rara vez llegaban a conocer: un mundo de rebelin y anarqua. En aquella poca, lo que les una, por encima de todo, era la rabia. - No s -reconoci Allie-. Nunca he ido a ninguna parte salvo al hospital. El piercing de Mark destell cuando l enarc las cejas. - Bueno, vamos -la arrastr hacia las luces-. Compraremos una bebidas y buscaremos un sitio tranquilopara que me cuentes tus penas. Quiero saber ms sobre esas heridas de guerra. Allie asinti y lo sigui calle abajo. - Sper. - Sper? -pasmado, Mark imit su acento-. Sper? - Ay, calla -se rio Allie, dndole un empujn. No se haba dado cuenta de que su forma de expresarsehubiera cambiado tanto durante su estancia en el colegio. Despus de aquello, procur no volver a hablar como una pija.Unaseriedetiendassumamenteelegantessealineabanaambosladosdelacallemayor.Marklanzmiradasincendiariasalasprendasdesedaycachemiraqueexhibanlosescaparatesysededicadespotricar de los malditos esnobs hasta que encontraron un bar en una calle adyacente.-Entraraverqutienendeoferta-escudriunmomentolosaniadosrasgosdesuamiga-.Sermejor que te quedes aqu. Si entramos juntos, podran hacer preguntas. Allie esper muerta de fro, dando patadas al suelo para calentarse los pies, hasta que Mark reaparecia los pocos minutos cargado con una bolsa de plstico. Oy un tintineo de latas. - Bien -dijo l, mirando a su alrededor-. Ahora busquemos un escondite.Sepasaroncasidiezminutosrecorriendolassilenciosascalles,enbuscadeunlugarsegurodondeechar unos tragos. Por fin, Allie divis un callejn adoquinado que daba a una iglesia apartada.Laantiguaparroquiaestabarodeadadefarolasqueiluminabanelalmenadocampanario,perolaoscuridadreinabaenelcamposantodeallado.Encontraronunhmedobancoalabrigodelasramasbajas de un roble y se sentaron. Mark sac dos latas de sidra barata y le tendi una a Allie. Luego abri la suya y ech un buen trago.Por fin, suspir satisfecho. - Esto est mejor. Allie lo imit. Con su sabor a manzana, la espumosa bebida entraba con facilidad y enseguida not uncalorcillopordentro.Alcabodeunrato,dejdetemblar.Puedequepasarunratosentadosalaintemperie no fuera tan mala idea despus de todo. Estuvieron bebiendo en silencio. Por fin, Mark se volvi a mirarla. - Y qu? Qu te ha pasado en la cabeza?Elpobrenopodaniimaginarlamagnituddelapreguntaqueacababadeformular.Nilolargaquesera la respuesta. Allie bebi un largo trago y dej que el fuego del alcohol le calentara las venas. - Hay un grupo -se explic-, en mi colegio. Y yo pertenezco a l. Es supersecreto. Nos entrenan parahacer un montn de cosas raras - Qu clase de cosas? Mark aplast la lata y la tir a la hierba. Allie puso mala cara sin poder evitarlo. Luego lo dej correr.l era as. Necesitaba tiempo para pensar. As que apur la bebida en unos cuantos sorbos y eruct a lo bruto. - Bravo -coment Mark mientras abra otra lata. - Gracias -repuso Allie en tono repipi-. Cosas como autodefensa. Artes marciales. A cargarte a alguiencon tus propias manos. Mark dej la lata a medio abrir y se volvi a mirarla. - Qu? En serio?-Enserio-Alliedepositelrecipientevacoenelbancocontiguoytendilamanoparapedirotrasidra.Conelceofruncido,suamigoselatendi-.Losmiembrosdeesaagrupacinprocedendefamilias ricas y poderosas. Y hay un hombre que quiere apoderarse del grupo, del colegio y de m. Ahora Mark la miraba asustado, como si Allie fuera un animal salvaje. - Todo esto es alguna clase de broma, Allie? Porque si lo es-Noesningunabroma,Mark-leespetAllieenuntonobruscoquenovenaalcaso.Intenttranquilizarse-. Va en serio. Te lo prometo. l no acababa de fiarse. - As que ese hombre quiere echarte el guante. Y por qu, si se puede saber?Allieabrilaboca,peroenseguidavolviacerrarla.Markacababademetereldedoenlallaga.Porque, a da de hoy, Allie segua sin saber qu quera Nathaniel de ella exactamente. - Es por algo relacionado con mi familia y con la suya. Una especie de guerra, y yo solo soy un pen Todo aquello no sonaba nada convincente y Allie lo saba. Su amigo la miraba perplejo. Pero tena quecreerla, costara lo que costase. Necesitaba que la entendiera. Si Mark no la ayudaba, estaba perdida. Lo mir a los ojos. - S que parece una locura, Mark, pero es real. Ese hombre es peligroso. En Navidad, mat a mi mejoramiga. Mark estaba estupefacto. - Espera un momento. Me ests diciendo que en tu cole se han cargado a una ta? Allie trat de olvidar el aspecto que tena Jo mientras la vida se le escurra, pero la imagen persisti. - Yo la encontr. Fue horrible, Mark. Haba tanta sangre -le fall la voz. Mark sigui mirndola fijamente durante unos instantes, como si buscase en sus rasgos alguna seal deque deca la verdad; por lo visto, no la encontr. - Pero Al, por qu no ha salido en la prensa? Nia bien asesinada en un prestigioso internado; sera untitular brutal. Su voz delataba tanta incredulidad que a Allie se le parti el corazn. No la crea. - Lo ocultaron -repuso, aun sabiendo que sus palabras sonaban absurdas-. Siempre lo hacen. Mark segua mirndola con escepticismo. Allie abri la nueva lata y dio un largo trago. Si al menos elalcohol la ayudara a olvidar Su amigo hizo un nuevo intento de darle un sentido a todo aquello. - Ya. Y cmo lo hacen? -pregunt-. O sea, cmo es posible ocultar el asesinato de una nia bien?-Nolos-reconociellaconimpotencia-.Sencillamentelohacen.Losalumnosdemicolegioproceden de familias muy poderosas. Esa gente hace cosas as. - Fue entonces cuando te hirieron? -seal con un gesto la cicatriz de Allie-. Estabas con ella? - Fue Gabe el chico que mat a mi amiga. Antes ya haba ido a por m, pero aquella vez mis amigosme protegieron. Al llegar a esa parte del relato, Allie tuvo la sensacin de que algo no encajaba -algo importante- perola sidra empezaba a hacerle efecto y el pensamiento se esfum en cuanto intent atraparlo. Mir la latafrunciendo el ceo. - Y entonces qu pas? -la azuz Mark. - Gabe volvi -prosigui Allie con voz queda-. Otro tipo y l apualaron a Jo y me secuestraron. Mepusieron una bolsa en la cabeza, me metieron en un coche y me llevaron con ellos. Mark se qued de piedra. - Pero como te deca he aprendido autodefensa. Saba lo que tena que hacer para machacarlos. Y lohice -asinti para s-. Los machaqu. Nervioso, Mark trag saliva. La nuez se le desplaz en el cuello. - Qu les hiciste? Allie sigui hablando en tono maquinal. - Salt por encima del asiento y le clav las uas en los ojos al conductor, para cegarlo. l grit, peroyo segu apretando, y luego Gabe me golpe, pero no lo solt. Entonces el coche volc y yo me lastim elbrazo, la rodilla, la cabeza y todo eso -cogi una lata-. Pero consegu escapar. - Maldita sea, Allie -Mark estaba pasmado; quiz incluso un poco asustado-. O sea Qu? - Pero no sirvi de nada, te das cuenta? -Allie se inclin hacia l, mirndolo intensamente-. Me hicedao intentando ayudar a Jo pero no sirvi de nada porque la mataron de todos modos. La mataron, y yolaquera.Ahoraestmuertaytodohasidopormiculpa-seinterrumpiderepente-.Pormiculpa-repiti, y decidi que estaba en lo cierto-. Por mi culpa. Todo por mi culpa. Una lgrima fra surc su mejilla. Allie se la enjug con un gesto de impaciencia.LehabragustadocontarleaMarkmuchsimascosas,peronopoda.HabraqueridodecirlequelaNightSchoollaanimacorrerriesgos.Laindujoaponerenpeligrosupropiavidayladeotraspersonas. Por culpa del grupo, se volvi arrogante y estpida. La Night School haba levantado un muroentre su amiga y ella, que hizo que Jo le ocultara cosas. No le dijo que se estaba escribiendo con Gabe.Ni que su ex novio le pidi que se vieran. Y como no lo saba, Allie no pudo impedirle que se reunieracon l aquella noche. La noche que Gabe la asesin.Nosabacmoexplicarletodoaquelloaunforastero.Adems,habaotracosaquequerahacerleentender.-Tenaquesalirdelcolegioporquenohanhechonadaalrespecto;poresotellam.UnodeellosayudaGabe. Alguienleabrilaverja,entiendes?Unodenosotros.Perocadavezquelomencionoinsistenenquenecesitoayudaparaaceptarloquepas-trazunasirnicascomillasenelaireparademostrarloquepensabadeeso-.Medijeronqueellosseocuparandetodo. Yesper.Peronadiehamovido ni un dedo. Dio otro trago a la lata de sidra y clav en Mark una mirada implacable.- Asquetengoquehacerloyomisma.PorJo.TengoqueencontraraGabeyaquienquieraqueloayud. Y castigarlos. Siguieroncharlandoenelbancohastaqueselesacablasidra. AllieleestabaexplicandoaMarkcmosehabaescapadodelcolegiocuandoelchicoechunvistazoasurelojdepulseraylanzunamaldicin. - Qu pasa? Allie trat de enfocarlo con la mirada. - El maldito tren -Mark se sac el telfono del bolsillo de la chaqueta-. Lo hemos perdido.-Mierda-Alliehababebidodemasiadasidracomoparahacernada,perotratdeconcentrarsemientras l tecleaba rpidamente en el telfono-. A qu hora pasa el siguiente? El chico se qued mirando la pantalla. Luego lanz otra maldicin, an ms malsonante. - Maana -pareca enfadado-. Hemos perdido el ltimo tren. Allie lo mir boquiabierta. - Maana? Y qu vamos a hacer? -empezaba a dolerle la cabeza y, ahora que el porcentaje de alcoholdisminua en sus venas, el fro le penetraba por las diversas capas de tela hasta helarle los huesos-. A lomejor hay un autobs Mark tecle un poco ms y luego neg con la cabeza.-No-semetielmvilenelbolsilloconrabia,comosielpobreaparatolohubieratraicionado-.Pueblucho de mala muerte. Estamos atrapados. - Pero -Allie mir las tumbas, como si de repente se hubiera dado cuenta de que estaban rodeados depersonas muertas-. No podemos quedarnos aqu toda la noche. Mark se levant como pudo. La ltima lata se le cay del regazo y rebot en el suelo con un tintineohueco.-Elprimertrensalemaanaalasseisymedia.Locogeremos.Sermejorquebusquemosunlugardonde refugiarnos unas horas.Esoerafcildedecir,perodifcildehacer.Notenandineroparaunapensinydespusdepasarveinteminutosbuscandounapuertaabiertaounedificiovaco,volvieronalcementerio,cadavezmsdesesperados. La jaqueca de Allie haba empeorado y ahora tiritaba sin control. Fue entonces cuando se les ocurricomprobar la puerta de la iglesia. Para su sorpresa, cedi en silencio. - Hogar, dulce hogar -susurr Mark mientras miraban la oscura nave desde el umbral.Latemperaturanoeramuchomsaltadentrodelviejoedificiodepiedraqueenelexterior,peroalmenos all no soplaba el viento. Despus de buscar a tientas el interruptor, Mark encendi las luces, solo lo justo para retirar los tapetesdelaltaryreunirtodaslasvelasquepudoencontrar.Entretanto,Allieesperabajuntoalapuerta,abrazadaasmisma.Cuandotermin,elchicovolviaapagarlaslucesyutilizeltelfonoparamoverse en la oscuridad. - No nos conviene que venga algn cura cotilla a averiguar a quin le ha dado por rezar a estas horas dela noche -explic.Setendieronjuntosenunaesquinaysetaparonconlospaosdesedadoradayvioletaaguisadeextraasmantasdegala.Markdispusolasvelasenelsuelo,cercadeellos,ylasencendiconelmechero. Los dientes de Allie castaeteaban mientras miraba las parpadeantes sombras que los rodeaban.Marknoeramuyaficionadoalcontactofsico,perocuando Allieseacurruccontraelhuecodesubrazo no protest. - Y maana qu? -pregunt ella.-MaanatevienesaLondresconmigoybuscamosunsitioparaquetequedesunosdas.Conozcoaunos chicos que viven solos; seguro que te dejan dormir en el sof. Luego ya pensaremos algo.Parecairritadoy Allieadvirti,porsutonodevoz,queMarknolastenatodasconsigo. Aquellahistoria no le haca ninguna gracia.Sabaquenosehabacredodeltodosuhistoria;seguramentepensabaqueestababorrachayqueexageraba. O que le faltaba un tornillo. Pero, por lo menos, se haba ofrecido a ayudarla. Mirando el titilar de las llamas, Allie intent imaginar cmo sera eso de vivir con los amigos de Mark.Estar sola en el mundo. Dormir en sofs mugrientos rodeada de extraos. Investigar por s misma. Haba cometido un terrible error? Cinco - Estn all.Elsonidodeunasvocesextraasyelecodeunosfuertespasoscontralapiedradesperta Allieenmitad de un sueo horrible, en el que Jo la llamaba una y otra vez pero ella no consegua encontrarla. Se le haban pegado los prpados y la cabeza le dola horrores. Se frot los ojos y, cuando por fin losabri,larecibiunaimagenextraordinaria:unacegadoraluzdecoloresinundabalaestancia;amarillobrillante, azul intenso, verde, rojo Fue como despertarse dentro de un arcoris. - Pero qu? Bizqueando, us la mano como visera. Mark gru en sueos cuando Allie le hundi el codo en las costillas.-Perdn-Alliesedisculpautomticamentealreconocerlasvidrieras,elplpito,lasvelasmoribundas en sus charcos de cera y la multitud que la rodeaba. - Oh, mierda, Mark -le sacudi el hombro con fuerza-. Despierta. Sin abrir los ojos, el chico le apart la mano. - No. Sigue durmiendo.Plantadodelantedeellos,unagentedepolicalosmirabaconlosbrazosenjarrasycaradepocosamigos. - Ya os estis levantando. Los dos. Venga. Tenemos cosas que hacer. Lacomisaradelpuebloeraunedificiodeunaplantasituadoalasafueras,juntoaunrodeaguastranquilas.AllieyMarkhicieronelbreveviajeenelasientotraserodeuncochepatrulla,casiencompleto silencio. Al llegar a su destino, los hicieron pasar por una entrada de servicio.Enelcaminodela iglesiaal coche, Alliehaba odoquealguiensequejaba convoz chillonade losgamberros y el vandalismo. Haca un tiempo, se habra sentido orgullosa.Unavezenlacomisara,losllevaronadossalasdistintas.AlverquelacabezaazuldeMarkdesapareca por el pasillo, Allie not una sbita angustia en el pecho. Se dio media vuelta para echar acorrer tras l, pero el polica le cerr la puerta en las narices.AAllielehabatocadounasalapequea,atestadadeescritorios,archivadoresyestanteras.Undesagradabletufoamohoimpregnabaelambiente,peroalmenosalldentroseestabacalentitoynotunaagradablereaccinenlasextremidades.Porlasventanas,demasiadoaltascomoparaatisbarelexterior, se colaba la brillante luz del sol. La acompaaban dos policas. Uno era joven, de mirada penetrante. El otro era mayor y luca una barbadescuidada. A primera vista, no parecan malas personas. Allie se sent en una descalabrada silla de metal, de cara a los agentes. El ms joven escriba con dosdedosenunordenador.Elmayortomabanotasenuncuaderno.Esteltimolepreguntelnombreylaedad.MientrasAlliecontestabamaquinalmente,elpolicajovenintroducalainformacinenelordenador a una velocidad sorprendente. Cuando el mayor le pregunt el nombre y la direccin de sus padres, Allie se apret las sienes con losdedos. Aquello iba de mal en peor.-Porfavor,podranllamaraIsabelleleFanultdela AcademiaCimmeria?-pregunttrasunlargosilencio-. Ella me conoce. Me pueden dar un vaso de agua? Allie tena la boca tan seca que la lengua se le iba a pegar al paladar en cualquier momento. A or el nombre del colegio, los dos policas intercambiaron una mirada. - Eres alumna de Cimmeria? -pregunt el agente mayor. Con aquella expresin paternal y tantas canas en el pelo, no pareca amenazador. Allie asinti. - Qu interesante -se volvi a mirar a su compaero, que tecleaba a toda prisa-. Habamos arrestadoantes a un alumno de Cimmeria? Sin despegar la vista de la pantalla, el otro neg con la cabeza. - Me parece que no.ElpolipaternalsegirdenuevohaciaAllieparacontemplarlaconfrancacuriosidad.Unapizcaavergonzada, Allie se imagin lo que estaba viendo: a una pobre adolescente con la cara sucia, el peloenredado y una buena resaca encima. - Y por qu querra una nia bien como t allanar una iglesia? Seguro que tus padres te compraran unasi se la pidieras. El ms joven solt una carcajada. Mirndolos a ambos alternativamente, Allie se sonroj. Detestaba que se burlaran de ella. Levant la barbilla y clav en el agente unos ojos glidos. - Usted no tiene ni idea de cmo es mi vida.Sinembargo,elpolinosedejintimidarlomsmnimo.Dehecho,laobservcomosiestuvieraencantado con su reaccin. - Ah, s? -se reclin tanto hacia atrs que las patas delanteras de su silla abandonaron el suelo-. Ypor qu no nos lo cuentas? Enfurruada, Allie neg con la cabeza. - No quiero hablar de ello. - Qu lstima -repuso el agente, que de repente haba perdido la sonrisa-. Porque si quieres salir prontode aqu, tendrs que hacerlo. Allie experiment una sbita sensacin de desconfianza que le puso la piel de gallina. Algo iba mal. Lahabanarrestadovariasvecesanteriormenteylospolicasjamssehabancomportadoas.Lesdabaigual a qu colegio iba. Siempre le hacan preguntas directas, sin andarse con rodeos: Cmo te llamas?Cuntos aos tienes? Nombre de los padres o tutor. Sostenindole la mirada, Allie respondi con aplomo:-Tengodiecisisaos.Nopuedohablarconustedsinoestpresenteunadultoquesehagaresponsable de m. Llame a la directora de mi colegio, Isabelle le Fanult. Ella le dir todo lo que quierasaber. - Oh, ya lo creo que lo har -le asegur el polica. Haba perdido su expresin paternal-. Pero primeroquiero hacerte unas cuantas preguntas. Duranteloquelepareciunaeternidad,losdospolicaslehicieronpreguntasque Alliesenegacontestar.Cuntosalumnoshabaenelcolegio?Cuntosprofesores?Cmosellamaban?Qusecoca en el cole? Alguna asignatura extraa? Algn comportamiento singular? Algo ilegal? Drogas? Enfadada y agotada, Allie miraba el suelo. Despus de cada pregunta se limitaba a decir: - Llamen a Isabelle le Fanult. Ella les contestar.CuandooylavozdeRajeneldespachocontiguo,lainundelaliviocomounabocanadadeairefresco. Respir para tranquilizarse; iba a salir de all.Losdosagentesladejaronsola.Lasparedeserandelgadas,yoycmoRajlespresentabaladocumentacinquedemostrabasucondicindealumnadelcolegioylesexplicaba-aunquenoeraverdad- que Mark tambin estudiaba en Cimmeria y que todo aquello solo haba sido una travesura. Deser necesario, la escuela correra con los gastos de cualquier desperfecto que hubieran ocasionado. Raj se comport de un modo impecable, aunque Allie advirti que, bajo sus modales exquisitos, hervade rabia. Ahora bien, no tena claro si aquella ira iba dirigida contra ella o contra el polica. Cuando el agente le pregunt por el protocolo de seguridad del colegio, no lleg a alzar la voz, perorespondi en tono glido.-Contestarasuspreguntas,porsupuesto-dijo-.Peroantes,porqunomedicencuntoratohantenido retenidos a estos nios antes de notificar al colegio que estaban bajo su custodia? Se hizo un silencio.-Leshabramosllamadoantes-repusoelpolicaalcabodeunmomento-,perosehannegadoarevelarnos su identidad. Nos ha costado horrores averiguar quines eran. Por lo que parece, los alumnosde su colegio son bastante problemticos. Allie mir la puerta con incredulidad. Menudo embustero.Noobstante,laamenazaimplcitadelapreguntadeRajsurtiefecto.Lospolicasdejarondeinterrogarlo.Pocosminutosdespus,hicieronpasara Alliealdespacho.Rajlamiratentamente,buscandoensucara signos de maltrato. - Ests bien? -le pregunt. - No gracias a ellos. Mir a los policas con desdn. El rostro de Raj se ensombreci. - No les eches la culpa a ellos. Has sido t la que se ha metido en este lo. Aloraquello,lasensacindealiviolaabandon;puedequeRajlahubierarescatadodelospolis,pero estaba furioso. Mientras se alejaban andando de la comisara, Allie, agotada, entrecerr los ojos para protegerlos delsol. El cielo era de un azul intenso; el aire invernal, fro y cristalino. Qu irona que hiciera una maanatan preciosa. En aquel momento, los guardias de seguridad de Raj, vestidos con su uniforme negro, aparecieron de lanadaparaescoltaraAlliealpequeoaparcamiento.Leescocanlosojosdepuroagotamientoyleretumbabalacabezacomosileestuvierangolpeandoelcrneopordentro.Justocuandolaayudabanasubir a un todoterreno negro, vio que Mark montaba en un coche conducido por otro guardia. - Mark! -grit Allie. Su amigo no se volvi a mirarla. La rabia -que ltimamente aprovechaba la menor excusa para apoderarse de ella- hirvi en su interior. - Adnde lo llevan? Sentada en el asiento trasero, se ech hacia delante para acercarse a Raj, que haba ocupado el sitio delconductor. Como el hombre no responda, Allie volvi a preguntar con voz gritona: - Adnde? Eh? Adnde? - A Cimmeria -replic Raj mientras pona en marcha el motor y guiaba el coche hacia el centro de lacalzada-. Al mismo sitio que a ti. Ahora calla.-Nopuedenhacereso!-Allieclavlamiradaenelcogotedeljefedeseguridad.Noselopodacreer-. l no es alumno del colegio. Es un secuestro. Tienen que dejarlo marchar. - Lo han dejado legalmente bajo nuestra custodia -repuso l sin inmutarse.-Legalmente?-Alliealzlavoz-.Ustedlehamentidoalpolica.LehadichoqueesalumnodeCimmeria y no es verdad. Cmo va a ser eso legal? Presa de la rabia y la impotencia, la chica se ech a temblar.Comoelotronocontestaba,lofulminconlamiradadesdeatrsycogilamanetaparaabrirlaportezuela. El coche avanzaba ahora a buena velocidad, pero le daba igual. - Ser mejor que vuelva a la comisara y les diga la verdad. Sin previo aviso, Raj fren en seco. El coche se detuvo derrapando con un chirrido. Allie se estamp contra el cinturn de seguridad y luego retrocedi con fuerza. Raj se dio media vuelta en el asiento para encararse con ella. En aquel momento, la chica advirti lasojeras que le rodeaban los ojos inyectados en sangre.- Yahascausadobastantesproblemasporunda.Isabelleestmuertadeangustia. Yollevotodalanoche levantado, buscndote. Mi equipo ha trabajado catorce horas sin descanso, revisando los jardinesde arriba abajo por si apareca tu cuerpo. Allie se qued muda al or aquella ltima palabra. Apenas poda sostener la acusadora mirada del Raj.- Ahora,amenosquequierasacabarencerradaportupropiaseguridad-dijoelhombreesgrimiendocada palabra como si fuera un cuchillo-, sintate y cierra la boca. Raj tena razn. Allie se haba portado como una cra. Sin embargo, no quera dar su brazo a torcer; lno era el nico que estaba agotado y enfadado. Con aire dramtico, solt la maneta y pos la mano en suregazo, pero sigui mirndolo con expresin desafiante. Al cabo de un momento, el jefe de seguridad devolvi los ojos al frente y el coche se puso en marchaotra vez. Allie se pas el resto del viaje mirando por la ventanilla. No me queda nadie, pens, pugnando por contener las lgrimas. Incluso Raj me odia. Cuando llegaron al colegio, los jardines bullan de actividad. Al principio, a Allie le sorprendi ver atanta gente por all, pero luego se dio cuenta de que deba de ser la hora de comer. Brillaba un sol pocofrecuente en el mes de febrero y todo el mundo haba aprovechado el rato libre para salir.Losalumnosmiraronconcuriosidadlafiladecochesquerecorraellargocaminodegravaparadetenersejuntoalapuertaprincipal.Rajseapedelvehculoydejquesusguardiasabrieranlaportezuela de Allie. La chica sali del coche escoltada por dos guardias, como una prisionera. Vio queMark, all cerca, reciba aquel mismo trato.Cuandolosalumnosacudieronentropelparacurioseareintercambiarsusurros,Allieseescondidetrsdelosguardias.Dentrodemediahora,todoelcolegioestaraalcorrientedelosucedido.Losrumores corran como la plvora.Laidealerevolvilastripas.Lonicoqueleapetecaeraacurrucarseenlacama,asalvodeojoscuriosos. Sin embargo, no pensaba dejarse humillar.Levantlabarbillaypasentrelamultitudconexpresinarrogante,comosiestuvieraencantadadeque la escoltaran. Como si aquellos guardias trabajaran para ella.Derepente,sumiradasetopconunosojosespectaculares,exactamentedelmismocolorqueeldespejado cielo invernal. Allie se qued helada. Plantado en lo alto de la escalinata de entrada, Sylvain la contemplaba con incredulidad. No saba quhacer; Allie lo notaba en la tensin de sus hombros y de su mandbula cuadrada. Por unos amargos instantes, se dio el gusto de imaginar que Sylvain la coga en brazos y la sacaba deaquel aprieto. Por desgracia, nadie iba a hacerlo. Sosteniendo la mirada de Allie, Sylvain le ense las palmas de las manos como preguntndole a quvena todo aquello. Allie se ruboriz y baj la vista. Qu poda decirle? Cuando volvi a mirar, l se haba ido.DentrolaesperabaIsabelle,tanfuriosaquenisiquieralasalud.Mientraslaseguaasudespacho,Allienopodaapartarlosojosdelacrispadaespaldadeladirectora.Concadapasoquedaba,elcorazn se le encoga un poco ms.Sinpronunciarpalabra,ladirectoraladejensudespacho,acompaadatansoloporunodelosguardias de Raj, que se qued plantado ante de la puerta, con los brazos cruzados. Allie no saba adnde haban llevado a Mark. Con los nervios de punta, esper el regreso de Isabelle. Entretanto, se dedic a observar aquella salitaqueconocatanbien.Variosarchivadoresdemaderasealineabancontraunapared,mientrasqueelenorme escritorio de la directora ocupaba casi todo el espacio restante. Los ojos de Allie se posaron eneleleganteprotectordecuerosobreelcualhabaencontradoeltelfonoeldaanterior. Ahoraestabavaco. Isabelle nunca volvera a cometer ese error.Antesdequesiguierameditandoalrespecto,ladirectoraregresacompaadadeunodelosinstructores de la Night School, Jerry Cole. Con expresin funesta, le pidieron al guardia que los dejara asolas.Isabellesesentasuescritorio;Jerryseapoycontraunarchivador.Ladirectoraestabablancadeindignacin. En tono severo, Jerry tom la palabra.- Allie,tehasmetidoenunlodecampeonato.Queremossaberquhapasadoexactamente,ysermejor para ti que no te calles nada. Allie, que tena las tripas revueltas, asinti para indicar que le haba entendido. - Es que podra beber algo? Tengo muchsima sed. En silencio, Isabelle abri la pequea nevera que haba en un rincn y le tendi una botella de agua. Allie nunca se haba dado cuenta de que el agua supiera tan bien.Laspreguntasfueronmuyconcretas.DedndehabacogidoeltelfonodeIsabelle?Cmohabaescapado? Cmo haba llegado al pueblo? La haba ayudado alguien?Ellaprocurresponderconlamximaclaridad-conlaesperanzadequeladejaranmarcharcuandoantes- pero las preguntas no se acababan nunca.Cuandolescontloquehabapasadoenlacomisara,IsabelleyJerryintercambiaronunamiradasombra. - Yo me ocupo, Isabelle -dijo Jerry en tono apaciguador, pero Isabelle no se aplac. - Averigua quines son -orden-. Quiero ocuparme de esto personalmente.Reanudaronlaspreguntas.LajaquecadeAlliehabaempeorado,tenahambreyestabacansada.Empez a ponerse de mal humor. - Ojal os hubierais esforzado tanto en averiguar quin est ayudando a Nathaniel -les espet. Jerry la fulmin con la mirada. - Cmo sabes que Mark no trabaja para Nathaniel? - No hablars en serio -buf Allie. La mera posibilidad le daba risa. Su reaccin no fue bien recibida. - Te parece divertido? -le pregunt Jerry, casi gritando. Antes de que la chica pudiera contestar, Isabelle levant una mano. - Ya basta. Callaos los dos. Allie se rindi. Estaba agotada. El dolor de cabeza se haba convertido en una migraa en toda regla.Ya no poda pensar a derechas. Isabelle se volvi a mirarla. Por primera vez aquel da, no pareca enfadada, sino triste. - Respndeme a una ltima pregunta, Allie. Qu le contaste a Mark de Cimmeria?Lamentede AlliebuceentreetlicosrecuerdosdefrasesaisladassobrelaNightSchoolyCarter.Nathaniel e Isabelle. Seguridad y amenazas. Jo. Pero ni siquiera parpade. - Nada.-Esperasquecreamosqueteescapastedelcolegio,pasastelanocheconesechicoynoledijistenada? -estaba claro que Jerry no se lo haba tragado. Allie se volvi a mirarlo, rabiosa a ms no poder.-NomeescapconMarkparahablarledevuestrosalucinantessecretos.Meescapporqueyanoqueraestaraqu.PorqueunodevosotrosayudaNathanielamataraJoynohabishechonadapordesenmascararlo. No me siento segura aqu dentro. Nadie lo est. Y yo -se apret los prpados con losdedos-. Yo quera estar con mi amigo. - A lo mejor te dejamos estar con l a todas horas-musit Jerry. Allie le lanz una mirada incendiaria por debajo de las manos.-Sitantasganastenisdeexpulsarme,porquoshabismolestadoentraermeotravez?Deberaisdarme las malditas gracias por - Habla bien -Isabelle la cort en tono brusco-. No te permito que le hables a un profesor en ese tono.No puedes saltarte las normas de educacin cada vez que tengas un mal da, Allie -volvindose hacia elinstructor,dijo-:Jerry,sinoteimporta,megustarapasarunosminutosasolasconAllie.Podrasretirarte, por favor? Cuando el profesor sali, la directora se apoy contra la puerta con aire derrotado y clav la mirada enel suelo. Pareca tan vulnerable y era tan raro verla as que un desagradable sentimiento de culpa inundel corazn de Allie. - Mira, Isabelle -dijo con inseguridad-. Quiz sera mejor que me fuera Isabelle levant la cabeza y la hizo callar con una mirada cortante.-Tuopininnocuentaapartirdeahora,Allie.TehassaltadotodasycadaunadelasnormasdeCimmeria. Has traicionado mi confianza. Me has robado.Eldolorylarabiasobrepasaronlasdebilitadasdefensasde Allie;letemblabaellabioinferior.Ladirectoratenarazn.Isabellesehabapreocupadoporella,habacuidadodeella;alomejorhastalehaba cogido cario. Y Allie la haba traicionado. Lo hice por una buena causa, se dijo por ensima vez. A esas alturas, la excusa ya no la consolaba. Como si le leyera la mente, Isabelle la habl con voz queda.-Noscmonoslasarreglaremospararestablecernuestraconfianzamutua.PuedequeJerrytengarazn. Es posible que las cosas hayan ido demasiado lejos y este ya no sea tu sitio. Quiz debera darte loque me pides -se meti la mano en el bolsillo y sac el mvil. Alguien debe de haberlo encontrado en elbosque, pens Allie. Isabelle busc entre sus contactos. Apretando el botn de marcado, dijo-: Pero nome corresponde a m tomar la decisin. Alguien respondi al otro lado. - Quieres hablar con ella ahora? -pregunt Isabelle. Alcabodeunmomento,ladirectoracruzlasalitayletendieltelfonoa Allie.Ellalomirconrecelo, sin cogerlo, pero la otra insisti. - Contesta -orden en tono glido.Allietragsalivaconfuerzaytomelaparato,queanconservabaelcalorcillodelamanodeIsabelle. - Hola? -dijo con inseguridad. - Allie -respondi una voz enrgica-. Soy tu abuela. Me parece que tenemos que hablar. Seis - Comprendo que ya no te sientas segura en Cimmeria, pero ten en cuenta que, si te marchas, tampocovas a estar a salvo -Lucinda hablaba en un tono profesional, como si expusiera los pros y los contras deun proyecto en una reunin de trabajo-. S, en Cimmeria hay alguien que trabaja para Nathaniel y s, esapersonaespeligrosayno,nosquines.Ahorabien,siempreycuandosigasenlaescuela,comomnimo estars rodeada de gente que hace lo posible por protegerte.Allieresoplconimpaciencia;todoesoyalosaba.Lucindaguardsilenciounmomento.Cuandovolvi a hablar, lo hizo en un tono ms insistente.-Allie,esverdadquehastaahoranohemossidocapacesdecuidardeti.Sobretodo,nosupimoscuidar de tu amiga Jo. Y lo siento muchsimo. Pero si te prometiera que nadie ms va a resultar herido, teestara mintiendo. Esta situacin es muy peligrosa. Lucinda hablaba con sinceridad. El corazn de Allie se aceler, y apret el telfono con fuerza, comosi temiera que se escapase. - S muy bien lo que os hicieron a ti y a Jo los esbirros de Nathaniel. Si estuviera en tu lugar, querrahuircomoalmaquellevaeldiabloparaalejarmelomsposibledetodoesto.Desgraciadamente,pormuchoquecorras,Nathanielacabarporencontrarte-Lucindaadoptuntonomsvehemente-.Noteconviene huir, Allie. Qudate. Y aydame a plantarle cara. Allie estaba estupefacta. Su abuela le estaba pidiendo ayuda? - Plantarle cara? -pregunt-. Y cmo? - Nathaniel ha perdido el norte, Allie, y quiero verlo sufrir. Quiero desbaratar sus planes. Quiero verencarceladosasusesbirros.Deseoaveriguarculdetusamigosloestayudando,yestoydecididaaocuparme de l en persona -la voz de Lucinda sonaba tan afilada y precisa como un punzn-. Quiero verdestruidotodoloqueNathanielrepresenta.Pero,paraconseguirlo,necesitotuayuda.SitequedasenCimmeria, te prometo que Gabe pagar lo que hizo. Al igual que la persona que abri las puertas aquellanoche y lo dej entrar. La voz de su abuela destilaba tanto veneno que Allie tuvo que aceptar que hablaba en serio.Venganza.Laideacreciensumentehastaanularcualquierotropensamiento.Sevengaradelamuerte de Jo. Sus asesinos pagaran lo que haban hecho.Paraeso,sinembargo,tendraqueconfiarenLucinda.Seracapaz?Enqupremisasbasaraesaconfianza?Enunapalabra.Enunsentimiento.EnlosdelicadoseintrincadoslazosdeADNquelasconectaban. No era suficiente. Tena que estar segura de que Lucinda era de fiar. Necesitaba saber ms.-Yporqunoacudimosalapolica?-pregunt-.SilescontamosloquehahechoNathaniel,loarrestarn. No? El titubeo de Lucinda fue mnimo, pero Allie lo not.-Metemoque,enestosmomentos,elministroquecontrolalasfuerzasdelordenconsideramuyconvincentes los argumentos de Nathaniel. Desconcertada, Allie frunci el ceo en direccin al telfono. Por qu iba un ministro gubernamental acreerse lo que deca alguien como Nathaniel? Estaba completamente loco. Luego, sin embargo record laextraa conducta de los policas que la haban arrestado por la maana y se le hel el corazn. En tono quejumbroso, Allie protest: - Cmo es posible? La polica debera detenerlo. - Detrs de todo esto se esconde una tremenda lucha de poder -repuso Lucinda-. Y de control. Hoy porhoy, soy yo la que ostenta ese poder, pero Nathaniel me lo quiere arrebatar. Es as de sencillo. - No, no es tan sencillo -replic Allie-, porque yo no entiendo nada. - Claro que lo entiendes. Pinsalo Allie -la respuesta de Lucinda son queda y peligrosa-. Despus detodos estos meses, an no conoces el alcance de la organizacin? Acaso no lo intuyes ya en el fondo detu corazn?EltelfonolequemabaenlamanomientrasAllierepasabalosucedidoalolargodelosmesespasados:lascosasquelehabandicho.Fragmentosdeinformacinqueseibancolocandoensulugarcomo las piezas de un puzle.LaNightSchoolformapartedeunaorganizacinmuchomsimportanteCimmeriaposeemspoderdelqueimaginasLajuntadelaNightSchoolestambinlajuntadelaOrganizacinLajunta lo controla todo El primer ministro Varios ministros acudirn al baile Lucinda dirige lajunta El Gobierno Lucinda Cmo es posible que no lo sepas? - La Night School controla el Gobierno. Allie lo dijo en susurros, pero en cuanto pronunci las palabras supo que haba dado en el clavo. - La Night School, no -la corrigi Lucinda-, pero s la organizacin. Alliesequedcalladaunosinstantes,tratandodeasimilartodaaquellainformacin.Erademasiadofuerte para digerirla toda de golpe. Demasiado horrible para aceptarla. - Yo no -dijo-. O sea cmo es posible? Lucinda replic en tono enrgico:-Daigualcmo;loqueimportaesquelohace.YsiNathanielmederrota,seharconunpoderinmenso. No habr modo de detenerlo. Al imaginar un mundo dominado por Nathaniel, Allie se mordi el labio con tanta fuerza que se hizosangre; el sabor metlico tom un regusto amargo en contacto con su lengua. - No puedes permitirlo. Era la respuesta que Lucinda esperaba. La anciana aprovech la ocasin al vuelo. - Quiero detenerle, pero no puedo hacerlo sin ti. Entonces te quedars y luchars a mi lado? Allieyanoalbergabadudaalguna.Todoaquelloeramuchopeordeloquehabaimaginado.Muchoms peligroso y aterrador. En realidad no tena eleccin verdad? - S -dijo en tono derrotado-. Me quedar.-Bien-Lucindaparecasatisfechaasupesar-. Ahoraquesabesloquehayenjuego,esperoquetecomprometas a una serie de cosas. Corres peligro, ests donde ests; incluso en Cimmeria. No sabemosquin es el espa, as que no debes bajar la guardia. - No la bajar -repuso Allie en tono apagado. Lucinda prosigui. - Haz cuanto te diga Isabelle sin cuestionar sus rdenes; confo en ella plenamente y t deberas hacerlotambin. Allie volvi la mirada hacia el lugar donde la directora aguardaba sosteniendo una pluma olvidada enla mano. Puede que oyera la voz de Lucinda desde all; miraba a su alumna con una expresin severa yalerta. - Vale. - No ser fcil -le advirti Lucinda-. Vas a tener que afrontar las consecuencias de lo que hiciste ayerpor la noche. Isabelle tomar medidas y el castigo no te va a gustar; est muy enfadada contigo. Esperoqueloacatessinrechistar,porserviles,agotadorasoabsurdasqueteparezcanlastareas.Ydebesprometerquenovolversafugarte;nopuedoprotegertesinosdndeests.Dehecho,tendrsquecumplir el Reglamento a rajatabla; el propsito de esas normas no es otro que el de mantenerte con vida.Porltimo,peseatodoloqueestpasando,siguesmatriculadaenelcolegio,asquedebesponertealda con las clases y aplicarte a fondo. Prometido? Absorta en la lista de requisitos, Allie asinti en silencio antes de darse cuenta de que su abuela no lavea. - S -dijo por fin-. Prometido. No obstante, Lucinda no haba terminado. - Bien. Quiero que entiendas una cosa, Allie: si rompes un solo acuerdo, el trato quedar cancelado. Noquiero hacerlo, pero te dejar a tu suerte si me veo obligada. Y yo, en tu lugar, no querra estar ah fuerasin proteccin, te lo garantizo. Ahora bien, si haces cuanto te he pedido, te juro que vers cumplida tu venganza. Cuando Allie abandon el despacho de Isabelle, el da empezaba a declinar. Allie se sinti observada cuando recorri los pasillos vestida de calle. Por todas partes haba alumnosquellevabanlaamericanaazulmarinodeluniforme,conelescudoblancodeCimmeriabordadoenelpecho. Aunque miraba al suelo, notaba un montn de ojos puestos en ella, oa los cuchicheos, las risitas.En cambio, cuando alz la vista, nadie le devolvi la mirada. Era invisible. Apurandoelpaso,subilasescalerascaminodeldormitoriodelaschicasyrecorrielsilenciosopasillo que conduca a su cuarto. Una vez dentro, se apoy contra la puerta un momento, aliviada de estarsola. Luego encendi la luz. Y se qued de una pieza. El cuarto estaba impecable.Laropasuciahabadesaparecido.Lospapelesestabanordenados.Loslibros,colocadosenlasestanteras,ahoradesempolvadas.Habanbarridoyfregadolostablonesdelsuelo,yunainmaculadasbana cubra la cama, a cuyos pies le haban dejado una manta azul, bien doblada. Era un mensaje de Isabelle, y Allie lo capt, alto y claro: las concesiones se haban terminado. En el espejo de la puerta, ech un vistazo a su cabello alborotado y a los borrones de maquillaje que leensuciaban la cara. Saba que apestaba a sidra y a sudor. Allie desentonaba horrores en la aseada habitacin.Sequitlosroososvaquerosyelmugrientojersey.Luegoseenvolvienunclidoalbornoz,cogiuna esponjosa toalla blanca y se dirigi a la puerta.Enelltimosegundo,sinembargo,diomediavuelta,recogilasprendasdelsueloylasmetienlacesta de la ropa sucia que haba en un rincn. Un trato es un trato. - Contenta? -le pregunt a la habitacin vaca.Mientrasrecorraelpasillo,seesforzporahuyentardesumenteelrecuerdodelacaraquehabapuestoMarkcuando AllieledijoquehabadecididoquedarseenCimmeria.Isabelleloshabadejadounos minutos a solas antes de meterlo en el primer tren con destino a Londres. Debes de estar de coa -la mir como si no diera crdito-. Acabo de estar prisionero. Durante horas.Tienescicatricesportodaspartesytusprofessonunosfascistas,peroderepentetodovacomolaseda?. Allie no haba sabido qu responder. Cmo explicarle a un forastero lo que acababa de descubrir? Mira -le haba dicho-. Hay muchas cosas que no sabes. Mark la interrumpi con un gesto de impaciencia. Venga, Allie. Ya he visto el colegio. Parece un castillo de mierda. Y te he odo hablar; siempre hassido un poco pija, pero ahora hablas como la maldita reina. Aquellas palabras dolan. Allie not un hormigueo en las mejillas. Eso no es justo, Mark. Sigo siendo la misma. No, no es verdad -con las manos apoyadas en sus estrechas caderas, la escudriaba como si la vierapor primera vez-. Puede que t no te des cuenta, pero para m salta a la vista. Ya no eres una de nosotros.Eres una de ellos. Recordando cmo la miraba su amigo al decir aquello, Allie se estremeci y se ci el albornoz. Con un suspiro, abri la puerta del bao de las chicas. Por suerte, sola estar vaco a ltima hora de latarde.Enunaduchadeunblancoinmaculado,abrielgrifodelaguacalientehastaqueelchorrosalicasi ardiendo y se dej empapar a fondo para quitarse toda la porquera de las ltimas veinticuatro horas. Cuando se pas el jabn por la piel, palp las cicatrices que el accidente haba dejado en su cuerpo,unas marcas abultadas y suaves al tacto. Cada una de aquellas cicatrices la ayudara a recordar las cuentas que tena pendientes. Le vino a la mente algo que el doctor Cartwright le haba dicho durante una sesin. No debes sentirte culpable de seguir viva -haba sealado- aunque Jo haya muerto. En aquel entonces no le haba credo.Peropuedequetuvierarazn,pensabaahora. PorquetendrqueseguirvivaparapodermataraGabe. De vuelta en su cuarto, se cepill la enmaraada melena y se dio un toque de maquillaje. Ni siquiera asconsigui ocultar las ojeras que le rodeaban los ojos grises ni la piel flccida del rostro. Abri el armario para revisar la coleccin de prendas azul oscuro que guardaba dentro. En Cimmeria,nuncatecostabamuchoelegirlaropa.Escogiunosleotardososcurosyunafaldaplisada.Luegounablusa blanca, almidonada, y una chaqueta azul marino. Para completar el disfraz de alumna obediente, secalz unos cmodos zapatos de estilo escolar. Ech un vistazo al reloj; era casi la hora de cenar. Vamos all, pens con amarga determinacin. A demostrar lo arrepentida que estoy.Conformebajabalasescaleras,elrumordelaconversacinylasrisasprocedentesdelconcurridocomedor aumentaba de intensidad. El alegre murmullo le son irreal y se qued un buen rato delante de lapuerta, sin atreverse a entrar. Llevaba semanas saltndose las cenas. Sin embargo, Isabelle le haba dejado muy claro durante la conversacin en su despacho que aquello sehaba acabado. De ahora en adelante, tendra que acudir puntualmente a las comidas, tal como exiga elReglamento. Aqueleraunomsdelosmuchoscompromisosquehabaadquirido.Porquecuando Allielehabacomunicado su decisin de quedarse, Isabelle le haba cantado las cuarenta. Tendra que asistir a todas las clases y ponerse al da en los estudios. Sacara unas notas excelentes. Y volvera a asistir a la Night School. El ltimo requisito era el que ms la asustaba; el que le encoga las entraas.Sabaquenegarseseraunalocura;tenaqueperteneceralaNightSchoolparaentrenarse,paraaprender, para averiguar qu estaba pasando en realidad. La Night School era el corazn de Cimmeria, ydeba formar parte de ella. Sin embargo, la idea de regresar le pona los pelos de punta. Pero, claro, qu sentido tena decrselo a Isabelle? Ella ya lo saba. Y le daba igual. Al ver que Allie se lo estaba pensando, la directora le haba traspasado con la mirada.TupertenenciaalaNightSchoolesunrequisitoindispensableparapoderseguirmatriculadaenCimmeria.Tienesquetomarunadecisinahoramismo,Allie.QuieresquedarteenlaAcademiaCimmeria? O no? Derrotada, Allie acab por asentir. Quera quedarse. Quera vengarse. Hara lo que hiciera falta. YsieracapazdevolveraunirsealaNightSchool,tambinpodacruzarlapuertadelcomedor. Ycenar.Apretandolosdientes,cruzelumbralmuydecididajustocuandoZelaznysedisponaacerrarlapuerta.Allieviodereojoqueelprofesorlamirabaextraadopero,sindarseporaludida,siguicaminando con bro hasta un asiento vaci de su vieja mesa y se sent. En la mesa, todas las conversaciones cesaron. Acobardada por el silencio, Allie se forz a mirar a su alrededor; all estaban las personas a las quellevaba semanas evitando o ignorando; la gente que amaba. Isabelle le haba echado la bronca por haberlos tratado tan mal. Ahora, al mirarlos, las palabras de ladirectora resonaron en sus odos. Ya s que has sufrido mucho durante estos ltimos meses, pero estabas tan ocupada llorando a Jo quehas dejado de lado a la gente que ms quieres -le haba dicho-. Tus amigos lo han pasado muy mal. Y noparecesdartecuentadeunacosa:ellostambinhansufridounaprdida.LlevassemanastratandoaRachel con frialdad y la pobre ha tenido que pasar el duelo a solas. Y no le has hecho ni caso a Zoe. Paraella,erescomounahermanamayor.Tenecesitaba,perotestabasdemasiadopendientedetimismacomo para ayudarla. AlotroladodelamesaestabaCarter,sentadojuntoaJules.Cadavezque Allielosveajuntos,uncristalillo de hielo se alojaba en su pecho, pero Carter siempre haba sido su amigo y no quera perderlo. Y si para eso tena que tratar bien a Jules lo hara. Alladodelapareja,Zoe,queparecamsjovenquenunca,mirabaasuscompaerosdemesaconvistazosrpidosydesconcertados.Rachelagachlosojos,comosinosoportaraverenqusehabaconvertido su amiga. A su lado, Lucas le estrechaba la mano con fuerza. Allietuvolasensacindequetodosestabanesperandoalgo.Quizsquehicieraalgunalocura.Quesaliera corriendo. O que les gritara. Carraspe. - Odme Quera decir una cosa. S que he estado muy rara ltimamente y quiero deciros a todos quelosiento.Necesitaba tiempoparanos desconectarmeunosdas.Supongoqueoshabisenteradodequeayermeescap,peroquieroquesepisquenohuadevosotros-guardsilencio.Estabadiciendo la verdad? Ya no lo saba-. Pero ahora estoy intentando rehacerme. Hasta hoy, no haba hechoningnesfuerzo-echandounvistazoasualrededor,poslamiradaenCarterunmomento.Losojososcuros del chico evitaron los suyos-. Ya s que he sido egosta y que os daba miedo y espero -mir aRachel con impotencia- que podis perdonarme. Y ayudarme a ponerme bien. Se hizo un silencio de estupefaccin, seguido de una explosin de voces cuando todo el mundo habl almismo tiempo. - Por supuesto que lo haremos - No pienses ni por un momento - Todos habramosSusamigosfueronmuyamables,perocuandodejarondehablardelaincmodarealidad(que Alliehaba sufrido una crisis nerviosa) y la charla avanz por derroteros ms firmes (los de su fuga) respiraliviada. - Cmo lo hiciste? -pregunt Lucas, con genuino inters-. Dicen que saltaste la verja. - Qu va -se rio Allie-. Eso es imposible. Al menos para m. Es altsima. - Te ayud alguien? -pregunt Jules con cautela. Pensando en Mark, Allie guard silencio un instante. - No exactamente - Y qu te han dicho? -la voz de Carter amortigu cualquier otro ruido de ambiente cuando sus ojosbuscaron los de Allie-. Qu castigo te han puesto? - Muchsimos deberes. Y trabajar en el huerto durante el resto de mi vida -fingi encogerse de hombroscon indiferencia-. Lo tpico. Allie supo, por cmo la miraba Carter, que este intua que haba algo ms. Pero Allie no poda contarlotodo. No poda explicarles lo que le haba prometido Lucinda. Cuando menos, an no. En aquel momento, las puertas de la cocina se abrieron y el personal de cocina, formado en filas de ados,entrenelcomedorcargadoconhumeantesbandejas.MientrasAllieobservabaaaquelloscamareros vestidos con impecables uniformes negros, sus ojos se posaron en Sylvain, que la observabafijamente, con perspicacia. Sus ojos eran tan fros y brillantes como cristales de un glaciar. Siete Al da siguiente, Allie asisti a todas las clases por primera vez desde haca semanas. Los profesores deban de estar avisados porque ninguno coment nada de su sbita reaparicin, aunqueZelazny la mir con odio cuando Allie ocup su sitio en clase de Historia Antigua.Suscompaeros,encambio,nofuerontandiscretos.Podasoportarlasmiradas,pormsquelepusieranlapieldegallina.Sinembargo,losinsultosqueintercambiabanensusurroslobastantealtoscomoparaquesoloellapudieraorloseranmsdifcilesdesobrellevar.Consiguiignorarloscasitodos. Hasta que, en clase de Matemticas, oy a alguien cuchichear: - Crees que ella mat a Jo?Demomento,Alliesequedsinaliento.Luego,cegadaporeldolorylarabia,olvidtodassuspromesas. Esgrimiendo el boli como un cuchillo, se dio media vuelta y amenaz a las dos chicas que se sentabandetrs:AmbereIsmay,aclitasdeKatieGilmore.LasgemelasmalficaslasllamabaAllieasusespaldas cuando an tena sentido del humor. El chiste ya no le haca gracia. - Yo, en vuestro lugar -dijo en voz baja y sorprendentemente firme-, me callara.Ellassequedaronmuyquietas,soltandorisitastontas. Alliesediocuentadequenosabansiseguirburlndose de ella o salir corriendo. Por fin, Amber se ech la rubia melena hacia atrs con calculada indiferencia. - Me produce escalofros -dijo-. Tiene ojos de psicpata. No entiendo por qu no la encierran. Al or el comentario, Ismay, siempre la segundona, se anim a mostrarse odiosa tambin. - Es como un monstruo -curv los labios con una mueca de desdn-. Por qu no nos haces un favor atodos y te vuelves a escapar? La apostilla fue tan penosa que le quit hierro a la situacin. La ira de Allie retrocedi como una olaquesealejadelaarena.CuandonohablabandeJo-cuandoselimitabanainsultaraAllie-,podasoportarlo.Esos,semoradeganasdeaplastarlessusimpertinentesnaricillas,averqudecanentonces. Sin embargo, le haba prometido a Lucinda portarse bien. No quebrantar ninguna norma en absoluto. Acambio, su abuela se encargara de los verdaderos malvados. Relaj la mano y le dio la vuelta al bolgrafo para seguir escribiendo. - Vaya par de gilipollas -dijo en tono normal, para que todo el mundo la oyera. Luego les dio la espalday,presadeunarabiamsfra,hizoloposibleporignorarsusestpidasrisillas.Encuantoempezlaclase, ya no tuvo tiempo de preocuparse por los insultos de nadie. Iba tan atrasada en los estudios que nisiquiera estaba segura de entender de qu estaban hablando los profesores. La Qumica fue an peor. Tom muchsimos apuntes pero el pnico ascenda como bilis por su gargantaa medida que las complicadas frmulas y los intrincados diagramas se multiplicaban incomprensibles ensu cuaderno. Voy demasiado retrasada para ponerme al da? Haca un par de das, le habra dado igual, pero ahora le haba prometido a Lucinda que lo aprobaratodo y, sabiendo lo que se jugaba, estaba preocupadsima. Desgraciadamente, el profesor era Jerry Cole y, aunque Allie haca verdaderos esfuerzos por seguir laleccin, tambin estaba pendiente de evitar su mirada.lhabarecuperadoelbuenhumoryhacachistesmalossobrelostomosylaestructuramolecular.SonreaconfrecuenciayAllieadvirtiquehabaintentado,sinxito,peinarselapelambrera.Noquedaba ni rastro del tipo furioso con el que haba discutido la tarde anterior.Cuandolaclasetermin,corriaunirsealosalumnosquehacancolaparasalirdelaula;queraperdersecuantoantesenlamultitud. YaseestabafelicitandoporhaberloconseguidocuandoJerrylallam. - Allie, podras quedarte un momento? Se le cay el alma a los pies. Durante unos instantes, dud si salir corriendo; poda fingir que no le haba odo. Por fin, se volvi amirar al profesor de mala gana. Un destello en los cristales de sus gafas de montura metlica le impidiverle los ojos. Jerry le indic por seas que se sentara en un pupitre de la primera fila. Allie titube un momento, pero acab por sentarse en el borde de una silla, abrazando su cartera. l se apoy contra el escritorio. Allie pens que pareca incmodo; mova el pie con ademn nervioso. - Allie, quera despejar un poco el ambiente. El da de ayer fue difcil para ambos y me gustara que loolvidramos-optandoporlacautela,AllieobservensilenciocmoJerrysequitabalasgafas.Elprofesor tena los ojos cansados-. Sabes? Las cosas que han pasado ltimamente la muerte de Jo, tuslesiones no solo han afectado a los alumnos. Los profesores tambin tienen sentimientos. Este semestrehemos estado sometidos a mucha presin. Pero si vas a venir a mi clase, necesito que te sientas cmodaen mi presencia. Y que sepas que no te juzgo. As que espero que podamos volver a trabajar juntos, comosiempre. Eres una buena estudiante y una buena persona. Y me alegro de tenerte en mi clase. Pareca sincero, y Allie deseaba con todas sus fuerzas que las cosas volvieran a la normalidad. Jerry leestaba ofreciendo algo que de verdad necesitaba. - Yo tambin lo siento -se disculp con timidez-. Lamento bueno, todo lo que he hecho. El profesor se relaj, como si tambin l se hubiera quitado un peso de encima. Comprender aquellodesarm a Allie, que empez a sentirse mejor.-Bien,puesmealegro-leasegurJerry-.Bueno,yahoraquehemosarregladolascosasquierohablarcontigodealgomuchomstrivial:laQumica-soltunarisillayAllieesbozunasonrisaeducada mientras l se sacaba una gamuza del bolsillo para limpiarse las gafas-. Vas muy atrasada y soyconsciente de que esta asignatura es complicada. Si te quedas atrs, te costar mucho seguir las clases y,antes de que te des cuenta -le tendi una mano vaca- habrs perdido el curso. Aunque lo miraba impertrrita, Allie agarr la cartera con ms fuerza.Me va a cambiar de clase? Sera una humillacin orle siquiera plantear la posibilidad en voz alta.Not un hormigueo en las mejillas. - No me gustara que tuvieras que repetir -prosigui Jerry, sin darse cuenta de lo agobiada que estabaAllie-, pero creo que necesitars algo de ayuda para ponerte al da. He hablado con Rachel Patel, y se haofrecidoadarteclasesduranteelrestodelsemestre.Comoyasabes,esunadelasalumnasestrellaenciencias,asqueloconsiderounaideaexcelente. Ycomosiemprehassacadomuybuenasnotas,estoyseguro de que, si trabajas duro, alcanzars al resto de la clase. Te gustara intentarlo? La inund una sbita esperanza, clida como los rayos del sol. Jerry an confiaba en ella. Crea en suscapacidades.Ylomejordetodo:Rachelledaraclases.Alomejor,entrefrmulayfrmula,Allieencontraba el modo de reparar su deteriorada amistad. - Claro que s -dijo de corazn. - Bien.Elprofesorselevanty Alliesupoquelacharlahabaterminado.Sinembargo,mientrassedirigahacialapuerta,elprofesorlallam.Cuandosediomediavuelta,Jerrylamirabaconunaexpresinextraa. - Volvers a sentirte bien, sabes? -dijo. El comentario la pill tan desprevenida que Allie respondi con absoluta sinceridad: - Eso espero. Aquellaconversacinfuelanicaluzdeundabastantesombroporlodems.Finalizadalaltimaclase, Allie, con paso cansino, cargaba la pesada cartera escaleras arriba, camino del dormitorio de laschicas. Cuando vio una figurilla que se abra paso entre los estudiantes, unos peldaos ms arriba, trag saliva. Para Zoe, eres como una hermana mayor -le haba dicho Isabelle-. Te necesitaba. - Eh, Zoe -la llam-. Espera. La otra se detuvo con un pie en el aire. Cuando se dio la vuelta, mir a Allie con recelo.Zoeerasuperdotada.Consolotreceaos,habaadelantadoa Allieenlosestudios.Sehabanhechomuy amigas el semestre anterior, pero, cuando Jo haba muerto, Zoe se haba quedado tan fresca. Como sino le importara. Allie no la haba visto llorar ni una sola vez. Haba seguido adelante con su vida comosi Jo nunca hubiera existido. Haca un tiempo, el doctor Cartwright haba intentado explicarle a Allie cmo funcionaba el sndromede Asperger pero ella no haba querido escucharle. La actitud de Zoe le dola demasiado. Ahora, en cambio, tena la sensacin de que haba sido injusta con su amiga. Cuando lleg a la altura de Zoe, Allie se disculp a toda prisa. - Solo quera decirte otra vez que siento mucho haberme portado mal contigo. No estuvo bien. Estabamuytriste,peronodeberahaberlopagadocontigo.ZoefruncielceoyAlliesupoqueestabareflexionando; estudiando sus palabras como si fueran nmeros. Sumndolas. Para obtener una solucin. - Te perdono -dijo por fin-. Pero no lo vuelvas a hacer o no ser tu amiga. Nunca ms. A Allie le dio un brinco el corazn. No poda perder a Zoe. La necesitaba. Contest con una intensidadque ni ella misma se esperaba. - No volver a hacerlo, Zoe. Lo juro. Y espero que volvamos a ser amigas. Por favor. Quiero querecuperemos lo que tenamos. Zoe asinti satisfecha y su coleta rebot con el movimiento. - Bien. Lo mismo digo. Recorrieron juntas el estrecho pasillo. A ambos lados se alineaban pequeas puertas blancas, cada unasealizada con un nmero pintado en negro. Ladeando la cabeza, Zoe le pregunt con su franqueza habitual: - Por qu te escapaste? Porque estabas triste? Allie titube. - S -dijo al fin-. Porque estaba triste. Eso Zoe poda entenderlo. - Y adnde fuiste? Allie no poda responder a esa pregunta con facilidad.- Alfinal,aunaiglesia-repuso Allieentonocompungido-. Aunqueesenoeraelplan.Oseanimucho menos. - Y cul era el plan?-IraLondresyaveriguarquinmataJo-seencogidehombros;dichodeesemodo,sonabaestpido-. Algo as. - T no eres de Londres? -Zoe entorn los ojos. - S? - Nathaniel no habra tardado ni un segundo en encontrarte. Habra deducido al instante dnde estabas.Era un plan malsimo. Allie abri la boca para replicar, pero volvi a cerrarla. Zoe tena razn. La nia se detuvo al llegar a su cuarto. - Si alguna vez quieres volver a escaparte, dmelo. Te ayudar a escoger el lugar ms seguro. Desde unpunto de vista estadstico