Aurora Boreal 23

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  • 8/15/2019 Aurora Boreal 23

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    Aurora Boreal de Chile

    N°23

    Revista Literaria“Aurora Boreal”Año 9 N° 23 Agosto 2015 

    Fonos: 2 - 692 08 28   2 - 449 67 55 Cel: 09 - 265 06 61

    Directora y Representante Legal:

    Nelly Salas Vargas 

    Comisión revisión:Mirella NeiraNelly Salas María Beatriz Ortiz 

    E-mail:ateneosanbernardo @ gmail.com [email protected] 

    Portada pinturas CeciliaCortínez Interior: Diferentes auto- 

    res/as.

    Fotografías: AlexandreGorelov 

    Diseño, Diagramación e Impresión: IGD Ltda.Diseño y Diagramación:Marcela Morgado 

    Editor C.L. ATENEO De San Bernardo 

    Se autoriza su reproduc- ción parcial o total de los

    artículos de “Aurora Bo- real”, siempre y cuandose cite su fuente.www.facebook.com/au- roraborealchile 

    Registro propiedad inte- lectual: 147.282 

    LA EDITORIAL

    Los acontecimientos en nuestro diario vivir no dejan de fluir vertiginosamente. Aniversarios,partidas, encuentros y reencuentros, reinauguraciones.

    El gran filósofo francés Voltaire decía en su oportunidad : “Cada hombre es una criatura deltiempo en que vive y pocos son capaces de elevarse sobre esas ideas”.

    Elevarse sobre el tiempo sería lo más acertado, quedarse suspendido en él y no involucrar-se, quizás, qué quiso decir Voltaire, Pienso que quiso decir que realicemos nuestro trabajoaquí en la tierra, sin que el tiempo haga mella en nuestras actividades? Si le vemos pasar ycada uno se sitúa en él, en aquel momento en que desea hacerlo, en el trozo de la cinta endonde quiere actuar y cumplir con su rol. Sí. Es más cercano a la realidad. No hablemos delenvejecimiento, no, porque lo que nos interesa es envejecer con actitud digna, activos, conaltura de miras. Pero nos estamos introduciendo en las preguntas eternas de la filosofía.Nosotros, por nuestra parte, hacemos lo que está al alcance.

    Hemos sentido mucho la partida de la gran folklorista Margot Loyola, pero su legado tras-ciende cualquier acontecimiento que pueda empañar esa fuerza, pasión, entusiasmo quetuvo la Maestra y dejó en nuestro país, como tesoro imborrable.

    Es loable la actitud que ha tenido nuestra Alcaldesa, Sra. Nora Cuevas y su equipo de laCultura, al rendir personalmente homenaje a la Maestra Margot Loyola, durante su despe-dida en el Centro Cultural La Moneda.

    También seguimos los pasos de los acontecimientos que se han desarrollado en nuestroChena y Pucará, con la celebración de dos grandes fiestas culturales a nivel nacional: el Díadel Patrimonio y el Día de los pueblos Originarios.

    Agradecemos también a todos los que aportaron a la revista Aurora con su trabajo li terario.Adelante, Aurora Boreal, la que camina por los rincones de la capital santiaguina.

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    Chenitas en- La revista de Aurora Boreal Nº21,dependiente del Centro literario Ateneo SanBernardo,  quien dirige nuestra ex-apoderada NellySalas, quien dedicó la edición entera para celebrarnuestros 50 años, ha sido un trampolín para recordar latrayectoria histórica de los Chenitas.

    Desde Enero de este 2015 que hemos estado en elFestival Nacional de Folclore en un homenaje aClarita Solovera.- “Cuecas Mil”  siempre presente junto a lacueca sin claudicar. Los Chenitas recordaron juntos alos descendientes de Bernardo O’Higgins y tambiénse hicieron presentes en la Plaza de Armas.

    - El 12 de Julio  dedicaron su programa aenaltecer a los profesores normalistas valdivianos juntoal notable músico, poeta y profesor Adrián “Chirigua”González.

    - Alzaron el vuelo Nelson y Nicolás Muñoz donde en el mes de Junio dictaron su taller en el marcodel aniversario de “Abriendo Surcos”  junto a losgrupos regionales de toda Argentina en la cuidad de RioCuarto, Córdoba, Argentina. Ex alumnos quienesademás, tuvieron un gran desempeño en la gala delBallet “Atumapu” denominado “Pica flor deldesierto”, donde se destacaron músicos y bailarinessalidos de la Academia “Los Chenitas”.- El día sábado 25 de julio del presente, junto aotros grupos culturales. Los Chenitas participarán enun reportaje de televisión dedicado a San Bernardo.

    - El 1 de Agosto estarán presente en un homenajemuy sentido pues no solo se reinaugura La Casa de laCultura sino que el salón cultural que llevará el nombrede Arturo Garcia Araneda, insigne e inolvidablemaestro y gestor cultural de San Bernardo.

    - Una pareja de niños acompañados de sumaestra Elena Valdivia estará presente en la ciudad

    Acción

    51 años de Arte - Vida.

    de Rio Cuarto, Córdoba, Argentina, en el encuentro“Los niños del mundo danzan por la paz delmundo” entre el 10 y 17 de Septiembre.

    - Arturo Garcia Yañez, ex Chenita junto ala distinguida bailarina del grupo “Danzares”  nosrepresentará en el baile folclórico por pareja que serealizará en la ciudad de Lima desde 26 de Octubre al3 de Noviembre.Chenitas siempre en el estudio, práctica y difusión de lacultura identitaria.

    Agradecimientos a:- A la revista Aurora Boreal, siempre presenteen la difusión del Arte y la Cultura de nuestro queridoSan Bernardo.

    P.D.: Joyce Valle y “los Chenitas históricos” esel nuevo canal de comunicación (WatsApp) que tiene a

    todos los ex alumnos en comunicación con su maestraElena Valdivia.

    Señora Elena Valdivia junto a ex chenitas en lanzamientonueva obra del Ballet Folclórico Antumapu (julio 2015)

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    Fernando

    Castil lo FercasPoemas

    RUEGO FINAL

    El lacerante hilo no se corta Señor.El grito estrangulado se cansó de llorar.

    ¿Dónde están?¿Dónde les llevaron las oscuras manos del terror?

    El silencio les ocultó,las diligencias humanas nunca les hallaron.Sólo queremos rescatarlos de aquellos yermos donde

    duermenpara rezarles y que unas manos dulces

    sepan donde depositar sus flores.Por eso recurro a TI.

    MOMENTOS

    Mi pensamiento rueda por la calley busca con afán tu cuerpo imaginario

    bajo esos ropajes que te conviertenen quien no eres.

    Mis manos desean acariciartey que mi risa se quede en tu sueño.

    Tu estrellado cielo tan cerca de mí.Inclinas la cabeza al mirarme,

    pronuncias palabras de cercaníay a veces sonríes.

    Rodeado por el candor de tu decir,tu letra ensancha mi pecho

    que delibera en un glaciar de frases.

    LA LLUVIA DE LINARES 

    cae con fuerza, acompasada.La escucho gloriosa sobre el tejado.Quiero confidenciarlemi secreto amor lejano.Su precipitar armónico se quiebra,

    el sonido se vuelve torrencial.Me duermo.

    Ha nacido el día, llueve aún.Corro a tu encuentro.Me subo al trapecio de la tormentacon los ojos abiertos y los ojos durmientes.Soy el hombre del cielo,El último huenu.

    DUDA Un soplo de viento anochecido

    vino a desordenar mi alma.Le di a conocer mis heridas,

    le mostré mi carne enamorada.

    El lenguaje suaveenvuelve al cuerpo amortajado,

    sin saber si lo protegeo lo asesina.

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    CarmencitaValenzuela

    Poemas

    ENTRE CUERDAS Y GUITARRRA 

    Entre cuerdas y guitarraLa melodía ubica sus notasTiene aire de fiestaPero sienteQue le falta amor.La alegría no puedeLeer el pentagramaVital,No tiene la frescuraDe las risas cotidianasQue invadían el espacioCuando, por mucho tiempo,Juntos entonabanEl tema de la vida,Sin mayor preocupación.-

    CAR/2010.-

    EVENTOS

    El eje que divide la parte imaginariaDel juego virtual, se ha roto.,Caen pedazos del tiempo futuro

     Y no encuentran el sentidoDe palabras susurrantes,Malamente hilvanadasPor seres alucinados,Espaldas encorvadas,Que cedieron su capital al juego.Miran asombrados las ruinasQue van dejando aquellos pedazos.Se detiene el parloteo,Dando pasoA lamentos incoherentesPues el juego termino

     Y la pérdida es total.-

    CAR/2013.-

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    MI VIAJE EN METRO

    Miro disimuladamente;una actitud preocupada en los rostros,lectura de pequeños y graves problemas,lugar elegido al azahar,para llorar en silencio, o reír.Rostros melancólicos, máscaraspara el disfraz de viajar en Metro.Suben o bajan mecánicas escaleras,cual autómatas. ¡¡Son mis hermanos terrícolas!!.Tristes, indiferentes, preocupados.Así viajo yo, pendiente de todos,

    pensando en la nada para sobrevivirel día a día de un caluroso veranoque se aproxima, cargado de promesas,viajes, encuentros felicesdifícilmente cumplidos, calendario inútilde actividades colgado de una puertadel refrigerador medio vacío,preocupación real del viaje diarioen el Metro Capitalino.-

    CAR/2009.

    QUE ME BUSQUE

    Que me busque el solDe la mañana

     Y el aire tibioPor la tarde.Que me busque la vida

     Y me conviertaEn mujer enamorada.Que me encuentresDispuesta y solitaria,Para despertarEntre suspiros y labios.Que me busque

    Tu devaneo amoroso,Para encenderMi fogata hogareña.-

    CAR/2008.-

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    M irella NeiraRodriguezPoemas

     AL CALOR DE LA VIDA 

    La vida es urgenteGuarnecida de sorpresas.

    Es odio y es amor,es pena y alegría.

    Es esto de andar solo

    y tocar fondo,con el equipaje

    repleto de poesía.

    Es renacer y morir,caer y levantarse cada día.

    Son las vocesdel silencio que regresan.Son sensaciones sin rostro

    Que te espantan.

    Es la opulencia

    de los ricos que deslumbra,es la pobreza de los muchos,

    que te duele.

    Es esperar al filo de las horas,y despertar en brazos

    Del que amas.Es libertad en cárcel fragmentada.

    Es el puñal artero,que te hiere solapado,

    al que un díala mano amiga diste.

    Es el último suspiroque te aguarda.

    Es tu tiempo de viviren este ahora.

    Para siempre recomenzaren un mañana.

     A SOLAS

    Déjame quedarme a solascon mis sentimientos,

    en este encuentro íntimo,que nace desde adentro.En este frágil equilibrio,

    que en crepitar de fuegose alimenta.

    Estás tú,en la cuenta regresiva,en mi rebelión apagada

    te contemplo.En el caminar

    lavado de cicatrices.Tu sonrisa de siempre

    viene hacia mi encuentro.

    NAUFRAGIO

    Tormenta lenta arrió tus velasdesplegadas, en ofendida mar,

    después de la batalla.

    Espacio de inmensidad, alma en pena.Bruma de poesía.

     Y en el nicho solo de húmedas arenas,yace el hombre y el amor.

    Piedra y lluvia,enigma y dolor.

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    ORDER NOM

    La razón empeñala historia dañael amor nubla

     Yorezo

    El rasgo enfermala fe ciegael demonio hurga

    la poesía crujela poesía ruge

    Tiemblo

    (Inédito)

    NATIVO II

    La historiano querráacercartea este cuerporodeado de navajas

    (Epistolaríca)

    LA FORMA 

    La chica de lentes pop artdesafiando el malse refiere a mí y al actode mi enferma poesíacomo un ejercicio aburridocasi plano religiosamente

    Poemas

    MarceloSepúlveda

    Que en el afán de un versopálido de viernes y de vinono persista ninguna emociónni atisbo sorprendente

    La chica de lentes pop art ironizano enmudece frente al actode mi arrebatamiento

    Libro VERTICCE 2006

    Pequeña reflexión para desanimar la pseudoinspiración

    Tal vezno soy digno, heme aquí trasfigurado en estas circunstanciasluminoso y pasivo  replico

    En está la ocasión, la hora justa del edificiopero algo inútil dirijo la miradaestúpidamente incréduloa diestra y siniestra  sentados

    el destino, la balanza y yoquietos sin respiro

    observándonos

    Ensambleentonces vi una sombraalta, anchaen el monte de verticcehe aquí que acercosela imagen estropeadade quien soy yoy alejose

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    María BuenoVenegas

    Poemas

    RETRATO {DE SERGIO BUENO V.}

    Rostro delgado, de piel blanca, sin arrugas a pesar de suedad de adulto mayor.Canoso escaso cabello. Orejas grandes, ojos claros, serenos,melancólicos. Generalmente mirando hacia abajo, leyendo oescribiendo. Un tanto ceñudo, cejas oscuras y espesas.Acostumbraba apoyar su rostro en la palma de su mano,cuyo brazo afirmaba en la superficie de una mesa.Nariz larga y recta. Labios delgados. Mentón, en proporciónal rostro.Serio de actitud pasiva, pensativo y reservado.Alto delgado, de pausado andar. Vestido de oscuro, en formatradicional.Usaba corbata y generalmente joke. Llevaba siempre unbolso con libros y cuadernos...de expresión concentrada y serena.De trato afable y cordial con las personas.

    MOVIMIENTO

    DEDICADO A SERGIO BUENO V.

    AÑO 2014

    Muévanse las hojasel sol y las nubes multiformes .Muévase el calendarioy las horas se persiguensin alcanzarse.

    Todo giraen torno al eje de mi persona.Voy mas allácada vez masy luego vuelvocomo las olas en el mar.

    Las cosas se estiran y encogenpara pronto enderezarse

    y continúa la corriente incansabledel ir y venir.Circula en la atmósferainquietos pájarosaviones y helicópterosy otros poderosos,mas una multiplicada gamade opuestas direcciones.

     Ya llegará...en la brisa o en el vientoviaja la lluvia intermitente.Todo es movimiento.La roca se hundey luego asoma su concentrada estructura.Las espigas en los cerroslanzan sus alfileresen su carrera vertiginosa.Me muevocon todo y en todo.Espero...

    Mis pasos esperanformando un elipse transitante.Vendrá…Llegará en el movimiento,bajandosubiendocaminando...

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    MAUSOLEO

    (Fragmento)

    Me había disipado por averiguar e investigar aquel desiertopasaje de su vida. ¡Lo juro! Más Puedo aseverar con certezay por todos los poderes de esta tierra que mi intensión antesde tocar de su rostro y dejar en ella las mismas sombras de la

    noche en sus ojos No eran más que una formula del pasadoa un tiempo que se iniciaba. Mi entrañable vida no era taninconmensurablemente distinta a la desquiciada devocióndel placer; que ante las mismas formas del crepúsculohasta la plena perpetuidad de la oscuridad; rondaba sobremi; esa inigualable forma de self que se confinaba a modode reclusión en un rincón de mi inconsciente como unmecanismos de ansiedad proyectándose hacia un atisbode pasión y holocausto que me encadenaba a los oficiosnocturnos de la noche.

    Las luces eran intensas y el cuidado por injerir algún

    alucinógeno; comida o fármaco por las eternas veladas;eran para mi, mi más obstinado rechazo y precaución; noobstante; una extraña atmosfera me atraía y se apoderabade mis deseos de libertad como fuente de necesidad ajenaa mis pensamientos habituales y costumbres libertinas deobservación hacia la vida.

    La Calle desierta, abrumadora, distante; lejana en el horizontecomo un caleidoscopio frío y desolador hasta donde alcanzabael sentido de la reflexión. Sobre la superficie; esos aclaradosespacios uniformes en disconformidad con el sonido delviento y el movimiento perturbador de los azabaches y

    ámbares árboles; se despojaban de manera abrupta y casicomo embrujo de sus decrepitas hojas.El umbral se presentaba como una geografía extraña. Ellímite entre la vida y la muerte se dividía como un velo deconfusión que atraía sobre su más cálido manto; el total delsentido humano… ¿Qué podía hacer? ¿Describir la espesurade la Muerte? ¿Abandonar la vida?¡No!...El umbral aun en su más insípida decadencia debíaseñalarme la vida…

    ¡No! ¡Por todos los poderes del cielo! ¿Alucinaba sobre lassombras de mis deleites?¡Oh Claudia! ¿Cómo podía olvidar su voz?...Aquella noche…¡su cuerpo! ¡La desnudez!

    Ahora la oscuridad de las luces. Las figuras nocturnasanimadas con sus deseos más ocultos en la profundidad delcielo y sobre el éter de la abismante salvación de las sombras

    hacia el alba. Esa percepción de sueños sobre los cuerpos;devorando el hálito de las propensiones y perversionesmás delirantes del cuerpo; sus contorsiones; la carne enel seno de las quiméricas devociones de estrellas de fuegoque enloquecían de pasión; enajenadas hacia la virtud deluniverso. Eran las siluetas de la vida; oscuras, con suscolores marrones; con su perfección asqueada en la lenguay en las formas más delirantes y decadentes por el éxtasisy el deleite de los sabores y las concupiscencias humanasdel cuerpo….El jadeo de la desnudez mezclándose con susformas más excitante; sublime y con una enajenación eterna;desprendiendo de sus ardores de piel y alientos de fuego

    toda la vida y la muerte del placer en la carne.-¿Qué miras y que haces?-La Voz era como un canto quese diluía no más que al sentido claro y directo de mi oído;sin más que el silencio de las sombras y la Ciegues de suorigen…

    Los cuerpos consumidos en su Avatar y en la agonía de susintrínsecos deleites de seducciones y goces; solo advertíanentre sí; sus diálogos; sus formas y sus caricias…más; antemis ojos una sombra tendida en una extraña oscuridad…..Era extravagante divisar esa posición tan placentera dentrode esa perfección tan absorbente a la lobreguez de esos

    quiméricos reflejos. A instantes como un pensamiento delpasado podía inducir de manera fugaz mi observación asu esbelta figura… ¿Cómo pude olvidar su foránea avidezhacia lo oculto de las blanquecinas penumbras? ¿Dóndeestaba Sofía?-Mi cabeza parecía disfariar en un sentido deenajenación que me atormentaba. Las puertas herméticas.Los cuerpos tendidos y mezclados como una emocióndecapitada en su pecho.

    DarruychGuerrero

    Cuento

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    Eugenia Poemas

    OJOS DE GATA EN LA LLUVIA 

    Adormiladasorprendida y ausentemirando el recovecohosco y rectode un rendija abolladaobserva la lluvia.

    Olfato atentoal menor ruidooído presto al proyectilde un salto.

    Huye del aguay se cobija en el boquerónde una buhardillaallí observa

    como si cavilaraen el intenso goteardel chaparrón.

    Magno espectáculo aquelparsimoniosamente se estiraabre desmesuradamente sus ojosbosteza mostrandosus amenazantes colmillosvolviendo a su estado original.

    INCONGRUENCIAS

    Oasis de vida no entendiday en obcecación cegadanos envolvemosconstruimos..construimoscárceles y escondrijosdonde puedan liberarselos demonios internosde avaricia de codiciade más y más...

    Estás ahí monstruo del infiernoaguardando al acechoal más débil y poderosoque entrega sus dádivasal mejor postor.

    Eres un portentode inteligencia mal habidatu manifiesto está latenteen todos tus sentidosdeclaras tu sabiduríaante iconos lisonjeroscuyo intelecto sólo llegaa los interdictosperdónalos Señorno saben lo que hacen!

    María Leyton

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    SEÑALES

    Como no entender

    las señales recónditasque en su inmadureztrafican perlas para cerdos.como no entenderla sabiduría diáfanade los que sienten rechazopor los venenos arcaicos.como no entenderla textura inmaculaday facturada por el Hacedorcontrastes inherentes al hombre.

    Como no entenderque prescindir de aquellovulneramos nuestra vidaante la metamorfosis del cosmos.Como no entenderrazón de muerte e incongruenciala futilidad que nos envuelveindiferencia y hastío de no entender nada...

    Pre-Kínder 

    Llegabas curiosoaferrada a la manoque nunca soltastemirando a mamá.Veíais un mundode gentes distintasque te acariciabaninstándote a entrar.Entrar a esa casaque todos decíanque tu aprenderías

    muy pronto a leer.Sólo tu queríasque no te soltaray entrar de la manocon Ella no más.

    MIJAIL DUDIN (1916 - 1993)(POETA LEN INGRADENSE, Veterano, de l a Gran

    Guerra Patria, Héroe del trabajo socialista)

    EN VIAZOSKOE

    La prosaica corriente diariaNos lleva como barco por mares.

    ...Pastan las tristes lilasSobre la tumba seca de mi madre.

    Sobre la sepultura pisoteadaSólo la muerte sobrevive.¿Qué busco en la maleza?

    Qué pretendo de lo que ya no existe?

    Estoy aquí. Vengo de la lejanía.Todo se hundió en esta tierra.

    Mientras del invierno veníaDe dos sangrientas guerras.

    Entre fuego y destinosGasté el alma de mi madre.

    Por los ensangrentados caminosEsparcí su recuerdo insalvable.

    Salgo a caminar al lánguido caminocon mis sienes otoñales, desfallecido.

    Descargo mi llanto al vientoQue mantiene mi corazón henchido.

    Tal vez mis versos sean cautiveriode aves en sus propias redes.

     Y se desaten ya emancipadosDe mi madre sus ojos verdes.

    *Versión en español de Nelly Salas

    Poemas

    Ne l ly Salas

    A 70 años del términode la 2a Guerra Mundial

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    MAIZÚ

    María Beatriz Ortiz Zúñiga

    Poemas

     VAIVÉN INCIERTO

    Bebedores desencarnados, belicosos,callejean hasta asomar a las cantinas

    bajo la luz agónica.No olvidan como llegar al bullicio de hombres,

    a los espejos rotos.El tugurio, un grifo de ángel líquido.

    MENU DEL DÍA  - el tablero del crucigrama  - el desplumadero  - el zigzag

    Barriga, orejas rodantes, ojos boquiabiertos, vómitos,llantos, escupitajos, el diente cruje, el aliento de rata que

    apesta.Los baños públicos con avisos y letreros de orinales,

    un revueldo nauseabundo.

    Sangre de labios y cuerpos alcoholizadosen los tragantes obsesivos que beben miedos turbios

    y comen negro.Sus campanas roncas, las aspas de sus muletas

    en la remolienda de la pobreza.

    Con la aureola del vino tintomueren sentimientos, se ocultan las tristezas.

     ARQUEOLOGÍA URBANA 

    Humedad, olvido e inframundo. Yuxtaposiciones, mixturas y falseamientos de fachadas:rastros de la memoria que toda ruina

    carga consigo.

    Pilas de hojas secas barridas por añossepultan esculturas subterráneas,cimientos, tuberías, andamiajes

    y residuos.

    Removiendo escombros, desenterrando cosasse reabren al mundo otras circulaciones,surgen vestigios de historias familiares.

    Pura huella, sudor y desgaste.

    Me alucina el abandono de una casay su transformación en el invierno,

    el color de los musgos, las plantas y la maleza,mientras hongos y bichos siguen dando vida.

    Entre amputaciones y trasplantesaparecen grabados, dibujos, libros,

    una mano de mármol,un muro de adobe en sus últimos latidos.

     ALIENADO

    El trabajo es un objeto ajeno,cuanto más se gasta el operario

    en su labor,más poderoso se vuelve el mundo de los objetos.El hacer y el consumir idénticos.

    El hombre-máquina fuera y dentrode su faena.

    a veces exhausto, otras mentalmente abatidono se realiza,solo se niega.

    Como ficha puesta al azaracepta la insignificancia y la mezquindad acomodada

    de los otrossin un atisbo de rebeldía.

    Solo el artista logra un genuino placeren su tarea

    sin ser dependiente del dinero ni tasadopor el número de artículos,

    en que la medida remplaza al significado esencial.

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    DECIBELES NOCTURNOS

      La piel me arde en los silencios, el enfoque escaso

    de mi linterna no alcanza aentrever del todo los rumores, solo mis pies iluminan lasombra y palpan el momentoen que mis cabellos buscan guiños eróticos.  Los ojos de encrucijada beben ruidos, incertidum-bres, cuerpos vacíos y lacarrera entrecortada de los hombres oscuros tras los gemi-dos del camión gigante.  Creo escuchar a un pájaro que busca el viento, nosé si escapa o una ventana segolpea contra él. Embrollos y arañazos felinos acallan losaleteos y dan volumen al

    al diálogo de los perros.  En la pared intermitente percibo tu silueta, abro lapuerta, no hay nadie.  Afuera, están desperdigados los sonidos de aden-tro.

    Poemas

    ¿Dónde está el AMOR sin futuro ?Las promesas de eternidad incumplidas.

    ¿Dónde se entierran olvidadas ideologías?¿La ternura de dos, la pasión, que vibró

    con el dios genocida ?(El odio de una humanidad tan suya)

    ¿Es el alma de la vida? ¿Forma la roca nueva?¿?

    Caminamos enEras de emociones quebradasEntre destrucción y unidad

     Amor/ horrorLuz o ausencia.No hay lenguaje.

    entre separación y unidad,entre fraternidad y odio,entre amistad y horror

    luz o ausencia.No hay lenguajes.

    (21 de Julio de 2015, después del Canto.)

     José

     Pedro

    Reyes Franzani

    Dedicada a los Creyentes

    MAIZÚ PRESENTACION DE SU SEGUNDO LIBRO EN LACOMUNA DE LA CISTERNA JUNTO A JULIO

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    Carol WuayCuento

    Mención Honrosa Concurso Cuentos 2014 I. Municipal idad La Pintana

      No puedo describir la situación bochornosa en laque me encuentro. Mi mujer toca con dos golpes rápidos ami puerta, y yo no me atrevo a salir.  Es cierto que me veo ridículo. Trato de acomodarmefrente a la máquina de escribir, y pienso en cómo debo con-testarle.--Amor, te dije que la comida está lista—insiste.  Y yo aclaro la garganta, carraspeo y le digo:

    --Ya voy.  Pero no quiero comer. Más encima que la voz mesalió bien chillona. Con cinco tonos de altura, mejorando acualquier soprano. Y mi esposa se queda callada detrás de lapuerta, sin entender lo que me ocurre.--¿Te pasa algo?—inquiere, con más sospecha aún. Y mue-vo las piernas, harto nervioso de que traiga la llave y decidaabrir la puerta.--No es nada--le digo; mientras mis pálidas manos me pre-sionan la cabeza.--Entonces te espero—responde ella, bajando por fin la es-calera. Y me levanto con pesadez del asiento para luego ver-me en el espejo.  De la boca escapa un gemido. Soy más rubia delo que había pensado y tengo los ojos tontos. Como de vacaabandonada en el campo. Mis pechos, redondos y suaves,parecen dos pequeños globos. Los toco y me da la impresiónde que no son míos. Pero lo son. O mejor dicho: lo son de mipersonaje la “Flaca”.  Me separo del espejo y trato de convencerme deque todo es mentira. Que aún soy el escritor famoso que seencierra en su cuarto, rodeado de fotos y cuadros invertidosporque le gusta ver el mundo de otro modo. Pero mis pechosson blancos y blandos; y tengo el cuerpo y la voz de la Flaca.  Así que la visión es cierta, y estoy otra vez transfor-mado en mi personaje. Situación que, sin querer, ya me pasóantes; aunque no supe cómo explicárselo a mi esposa.“A ver, Luis..., respira hondo y piensa en lo que eres: un hom-bre”, me digo, cerrando los ojos para atraer mejor la imagende mi verdadero sexo.  Pero el cuerpo de la Flaca no desaparece. Está afe-rrado a mí desde que dejé la última línea de la historia.

      “Me introduje mucho en el personaje”, suspiré;pensando que ser un escritor tan sumergido en sus propioscuentos me estaba hartando; porque salir de ellos era encon-trarme con la sorpresa de que algo me había llevado hacia elmundo real. Bueno, esta vez sí me sobrepasé, ya que es muydifícil esconder un cuerpo tan femenino. Tendré que usar unchaquetón grande para bajar a comer, antes que Gabrielame descubra.

    --¿Acaso tienes frío?—me pregunta, cuando corro a la coci-na y le doy la espalda para servirme un plato de sopa.--Estoy resfriado—-le respondo, aún con esa vocesita chillo-na; evitando a toda costa que mi mujer me vea.--Espera, yo te sirvo—me dice, acercándoseme por la es-palda. Y estoy aterrado a que descubra mi cara de la Flaca;cuando de pronto, para mi suerte, suena el teléfono.--Debe ser la Margot—agrega, yendo hacia el living. Y doyun suspiro, agradecido a la vecina que ahora quiere conver-sar.  Subo a mi cuarto con las manos temblorosas porlos nervios; y noto que, sobre ellas, los vellos oscuros de va-rón comienzan a reaparecer. El cambio es inminente. La Fla-ca me abandona, y justo a tiempo porque Gabriela descuelgael teléfono y, mirándome de arriba hacia abajo, me dice:--No era la Margot. Y quítate esa lesera.--Claro--le contesto, y la voz me sale de hombre. Bien machocomo todo lo que llevo puesto y que Dios me ha dado.--Y deja de lado tus tontos cuentos. Pasas encerrado alláarriba-—replica; pero no le respondo. Quiero terminar luegocon mi historia. Sin embargo, trataré de no entrar mucho enel personaje. No vaya a ser cosa que de nuevo el problemitareaparezca.

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      Me deslizo por la copa de un árbol. Lo hago lento,porque las patas prensiles de reptil están demasiado agarra-das en las ramas. Luego, de mi boca escapa la lengua. Esenorme, curva, traviesa; y atrapa al insecto blando que semece en una hoja. Lo trago, y lo aplasto entre las mandíbulashasta que se convierte en una masa caliente, dulzona. Enton-ces mis ojos raros de camaleón observan la nueva escena:la Flaca escapando por la jungla, mientras es perseguida porun león.

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      Bien, la historia me gusta. La escribo entusiasmadoporque quiero vengarme del personaje que me ha hecho tanmalas pasadas. (Flaquita linda, espera..., que más allá relatocómo te come el león). De verdad que voy a disfrutarlo. Des-

    de mi rama, seguro y con la boca llena del insecto, veré lamanera en que te devora como quién se entretiene comiendopalomitas frente al televisor.  En fin, soy un escritor un poco perverso. Y esto dehacer y deshacer; de jugármelas a ser Dios, es algo que meencanta.  Un pájaro aletea sobre mi cabeza, y agacho el es-camado cuerpo. La espesura tiene vida propia. Mi mente haconvertido la página en un mundo real. Sigo tecleando lasletras. La máquina suena y el carro vertiginoso se desplazasin parar. Las líneas brotan de todos lados. Las oigo en micabeza; en la página; en la jungla, y sobre mi cuerpo de rep-

    til torpe, que no sabe hacer otra cosa que remover los ojosen sus ridículas cuencas. Son mis manos las causantes detodo ese movimiento. Bueno, paren un poco que voy a bajar.Entonces caigo al suelo, y me deslizo entre las hojas. Quierocambiar y hacerme humano. Puedo lograrlo, porque por algosoy el escritor. No vaya a ser cosa que en mi personaje decamaleón se me ocurra salir de la página; y así me encuentreGabriela, y me mate de un sólo golpe.  Porque también me pasó eso antes. Pero yo erauna rata de campo. Y me escurrí en la cocina, detrás del re-frigerador. Allí, casi me come el gato. Y mi mujer, dale con losgritos, llamándome para que la ayudara; mientras que a mí

    me tiritaban los bigotes porque a cada rato el felino metía lasgarras y trataba de atraparme. Cómo sufrí ese día prefiero norecordarlo. Me costó bastante volver a mi estado de hombre;y más encima, que el olor a rata me impregnó por bastantetiempo. ¡Y qué hedor! Nunca más escribí cuentos sobre rato-nes.  Ahora camino con lentitud. Mis patas se pegan enlas húmedas hojas, y las alas del insecto aún se me incrustandentro de la boca. Las escupo para deshacerme de ellas, yal suelo cae lo que queda del caparazón de mi víctima. Esuna masa negra y apretujada. Me da asco mirarla, y volteolos ojos redondos hacia el exterior de la página. Allí me des-

    cubro, inclinado como siempre sobre la máquina de escribir.En fin, casi estoy listo para salir de aquí. Los rugidos del leónrepercuten dentro de la jungla porque ya atrapó a la mujer.Ella grita desesperadamente, mientras las garras destrozansu piel. Cierro los ojos y me deleito con la escena. Quiero versangre, mucha sangre..., y más gritos..., y más dolor. Queno quede parte sana en su cuerpo. Así la historia de verdadconmoverá. Y le ordeno a mi cerebro exterior:

    “Sigue, que la Flaca tiene que morir. El final será sorpren-dente”

    Entonces quiero ver la escena. Los gritos recrude-cen y se oyen suplicantes. Toda la jungla tiembla. Los pája-

    ros vuelan sobre los árboles, y los monos se agitan apretán-dose entre sí porque tienen miedo de que el mal destino vayadespués contra ellos. Los miro, y envidio el sitio generoso enque pueden ver mejor. También lo hace mi parte externa. Ladel escritor, cuya lengua se pasea entre los labios en cadafrase, excitado de su creativa ejecución.  Doy un salto para escapar de la página; y está vistoque todavía no puedo hacerlo. Me maravilla que haya logradoel llegar tan lejos: vivir dentro de mis propios cuentos. El verdesde otras perspectivas es el sueño de todo escritor. Yo loalcancé, pero creo que es demasiado. Tendré que sal ir luego,si no quiero perderme el final. Cierro los ojos, y me concen-

    tro. Algo tira fuertemente de mí. Saldré de la página porqueestoy creciendo. Transformándome en ser humano ya quelos miembros se me estiran y cobran su antigua apariencia.Los gritos de la Flaca repercuten en mis oídos. Me deleitocon sus lamentos; con los rugidos; con el olor a sangre. Lafrase está por terminar, lo noto en la cara ansiosa del escritor,o sea de mi yo exterior. Entonces algo me sucede. Siento unextraño dolor, y es que mi cuerpo está siendo terriblementedestrozado bajo las garras del león. No sé cómo, pero me re-tuerzo horrorizado; porque al mirar hacia fuera de la página,descubro que la cara impasible de la Flaca me observa sobrelas teclas de la máquina. Y sonríe..., ya que me ha atrapado

    en mi historia; y, porque sus dedos comienzan a escribir lapalabra: fin.--¡No dejaré que lo hagas!—vociferé, furioso; y me concen-tré más que nunca en el último personaje. No quería desa-parecer como un guiñapo sanguinolento en las garras de micreación.

    Un grito repercutió por todo el cuarto. Era la Flacaque volvía nuevamente al interior de la página. Yo salí expul-sado de ella, convertido en el camaleón; que, prendido en elrespaldo de la silla, podía leer la muerte de aquella fastidiosamujer.--¡Te gané! ¡Te gané!—exclamé, feliz de mi logro; pero la

    puerta de la pieza lentamente se abrió; y un par de ojos bri-llantes y diabólicos se fijaron hambrientos sobre mí. Entoncescomprendí el destino que me esperaba:--¡Oh, Dios! Es el gato...¡el gato!

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    Bustos

    Poemas

    OrfelinaGOTITAS DE INFANCIA 

    Hilvano recuerdos, ¿Qué más puedo hacer?Mi cabello rubio, ahora plateadoBrota, cristalina vertiente, el pasadoAfloran recuerdos, clavando espinas.

    MI MADRE EN EL HUERTODE ENCINAS

    Primavera, verano, puras aguas cristalinasLuz, calor, sol radiante, abrazadorVerde campo, todo verde, valles y colinasNoches, velo azul, estrellas y fulgor.

    MI MADRE EN SU LABOR  

    Río terroso, torrente en invierno fríoChorros crujientes, ondulando serpentinasAguas sonoras por pliegues del montePiedras que lloran, hojas secas arrastrando.

    MI MADRE LLORANDO 

    Lluvia copiosa, relámpagos ardientesDolores muchos, llevados con fortalezaComo aleteos de avecillas que han perdidoSus nidos, plumas de realeza.

    MI MADRE EN SILENCIO

    Así viví de niña, tímida y valienteSoñando con ser útil, soñando sociedadAcaricio lo mío, acaricio lo nuestroAsí y todo, soñare hasta la saciedad.

    A veces sonrío y no estoy sonriendoA veces muero y no estoy muriendoA veces llueve y sigue lloviendoA veces sufro y sigo sufriendo.

    A veces quiero y no estoy queriendoTambién a veces amo y no estoyNi queriendo, ni menos amando¡Qué cabeza!, que delirio sin fin.

    Mi madre, en paz en florido jardín

    Concejala de San Bernardo.

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    CastroSESGOS  Se fijó en la peca que tanto le caracterizaba, no sabíaen dónde concentrar la vista, eran demasiados los estímulosen su línea melódica como para llevarla a un paisaje bajo lamelatonina. Con el dedo anular le pellizcó y salió corriendo,atravesando el estanque de juncos, hasta que llegando a un

    lugar donde nadie se siente seguro, se dejó aplastar por elviento que a esas horas de la tarde disminuía su tensión. Lashojas caducas le embarraron el rostro traviesamente, se dejóquerer en el baño de limbos húmedos para volver a tenercinco, ella tenía vergüenza y estaba consciente de ese hecho.El otro la estuvo buscando cerca de las ocho, preguntó porla rubia de botines country con la que se encontró cerca delcafé “Sesgos”.

    Nadie le abrió por más que preguntaba usando los mismoadjetivos.

    Tocó cada marco, cada polvo una vez que lo echa-ban, casa 124, 135, 170, ¿en qué número la iba a encontrar?221, casa rota, casa hedionda, casa fea, mediagua, casachubi, pilas de cartón de leche. Tuvo esperanza de hallarla ennúmeros primos, por muy mágicos que fueron en la media,quedan descontinuados frente a los problemas de la rutina.El ocaso consiguió asomarse por el borde del llano, cuando elprado se fue a negro observaron todos juntos al hombre queterminó por quedarse parado y las cimas se quejaron, de esechinche que en sus faldas como que las acosaba.

    Fuera que la pisara, o la tuviera tomada de los

     hombros, por qué tan cerca la siento si de lejos

     ni su ausencia brilla.

     Es miércoles. Pegado al muro mi karma, cual cicuta en pun-ta, viéndolo pasar de adrede por la vereda, se asomó sinsiquiera dibujarle la sombra, la fedora grisácea, los botonesdesteñidos, el calzado de 44 que su amante pule impacien-temente.

    El de la peca que tanto le caracterizaba.

    CuentoFrancya  Culpable me sigo sintiendo. Él la está amando, él laestá amando a cada rato. No soy como ella, yo. Ella, sombrade niño, nuez moscada, agua de cerezo, firmamento de pra-dera a medio desfallecer. Yo, agua de pozo, suela de árbol,grito de piedra atolondrada, boca de afasia de cuadro surrea-lista.

    Solos, solos nos estamos quedando y cuenta medoy, sí. Pero yo soy y en blanco y negro, su memoria. Él y ellaa todo color y él la está amando a cada rato.Resulta un estímulo específico, el pellizco. En esto cuaja eselujo que no puedo darme siempre y que no me tendrá enprimerísimo primer plano. Hice de nosotros, sin embargo,parte de materia, de este malentendido rissotto, por lo tanto,contento.  Los fresnos. Los pinos. Los alerces animando ar-tificialmente una avenida mojada y francesa, de etiquetasel sólo gentilicio, registraron el metraje donde se tapaba lacara y se encorvaba con tal de que nadie recuerde que in-cluso después de los veinticinco, se puede volver a jugar alcine italiano. Las ciclovías realizan una aparición estelar yen technicolor mientras le embarran su broderie. Surgen lossubtítulos a modo de prólogo, luego de quince minutos conpantallas y bicicletas en resaltos, brotan ni más ni menos quedesde el final de la escenografía/calle, el pedregal:

      Por siempre me escuchará la ronda helada, la niebla muda, por siempre me iré tras

    el dorso cortado cual hijo de Braille. Por siempre

     me importará el que dirán, me importará el qué

    dirán.

    En los spin-offs uno acostumbra ver reencuentros yun poco más de la mitad de estética de las primeras produc-

    ciones. Que la crítica no le diga que se volvieron a ver, sinoque él la pilló y que ella se rehusó, porque a fin de cuentas,era puro teatro y así suelen ser las cintas.

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    Royo L iraCuento

    CITA EN EL MUSEO

    Sucedió un lunes de lluvia y mucho frío. Las salas del Museode Bellas Artes estaban vacías. Todo era silencio y quietud.Ella, abandonando la incómoda posición, quiso recorrerlo y

    conocer las novedades que el día anterior llenó las salas degente que elogiaba al pintor chileno radicado en el extranjero.

    Mientras caminaba, tuvo la sensación de no hacerlosola. Inquieta, miró a su alrededor y cuando descubrió alinofensivo muchacho sonrió con alivio. Su expresión tristela conmovió. Él, absorto en los cuadros expuestos en lasparedes no dio señales de verla. De vez en cuando, sedetenía largo rato en una pintura, se acercaba, retrocedía, lomiraba desde distintos ángulos.

      Subieron y bajaron el segundo piso, entraron

    y salieron de las diferentes salas, incluso visitaron elsubterráneo. Sin hablarse.

      Horas después, ella se dirigió al Parque Forestal.Quería sentir la lluvia en su cuerpo. Él caminó hacia el ríoMapocho. Un grupo de estudiantes se cruzó con la mujer.Asombrados del aspecto rígido y su blancura se quedaronmirándola perderse bajo los árboles. Luego, se alejaronriendo en dirección a la Plaza Baquedano.

      Al siguiente lunes se encontraron otra vez enel hall de entrada. Y volvieron a recorrer juntos las salas.

    Durante casi un mes se dieron cita. Sin hablarse y en lashoras en que no había público.

      Un día el joven no se presentó. En vano ella lo esperódetrás de la puerta principal. Decidió caminar sola. Habíaoído de las novedades de otro chileno en el subterráneo.“Son pinturas difíciles de entender para la mayoría”, escuchódecir. Subió al segundo piso, en la esperanza de verlo.

      Un grito rompió el silencio.

    El muchacho, su compañero de aventura, se hallaba en unode los cuadros de Claudio Bravo. Era “El Sirviente”. Con laexpresión de congoja que tanto conmueve.

      Apesadumbrada, arrastrando los pies, regresó a suestática posición.

      Era el “Eco”, de Rebeca Matte.

    Marcela

    INVITADA Comuna Maipú

    En primer plano Marcela Royo junto a María León Bascur ySergio Gutierrez

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    Ruby SaavedraEnsayo

    USAR EL CEREBROCONOCER NUESTRA MENTE PARA

     VIVIR MEJOR 

      El cerebro ha sido un enigma durante muchos si-glos, pero ahora último ( 30 o 40 años), nacieron las neuro-ciencias y lo están estudiando intensamente. Está comproba-do que la música produce un gran placer, porque segrega la

    molécula DOPAMINA que regula todos los órganos.  El cerebro es muy plástico, especialmente cuandorepetimos varias veces una acción: las neuronas crean variasconexiones.  Con respecto a la religión, existe evidencia que laspersonas creyentes viven más y mejor. Con respecto a gru-pos, la inteligencia de la totalidad es más que la suma unapor una. La inteligencia colectiva ha creado grandes cosas através de la Historia; por ejemplo, la Biblioteca de Alejandría,la Enciclopedia de Diderot, las conexiones por internet y…..los Estados Nacionales que hacen alianzas.  Las personas que viven aisladas, duran menos, se

    enferman más. El cerebro regula los impulsos, las emociones(amígdalas).  La violencia premeditada, puede ser producto dela serotonina, aunque también influye la corteza cerebral ysistema hormonal.  LAS NEUROCIENCIAS SUGIEREN RAZONAMIENTO YEMOCION GUIADOS EQUILIBRADAMENTE.

      Siempre la corteza frontal desempeña un papel cla-ve en la toma de decisiones. Esta corteza termina demadurar entre los 20 y 30 años.

      El desarrollo del cerebro es lo más fascinante delser humano. Un recién nacido tiene un cuarto del ser adulto;

    por lo tanto durante la infancia, aumentarán las neuronasen forma constante, condicionado por la alimentación y elentorno, calidad de vida y motivación.  El conocimiento emocional depende del HIPOCAM-PO y la memoria emocional de la AMIGDALA.

    Profesora, Escritora y Ecologista

    LA EDAD

      En la Tercera Edad, la capacidad de aprendizaje esmás lenta (depende de cada historia), pero el procesamientoemocional, se mantiene o mejora. Se resiente la memoriareciente, pero no la remota. Pero, hay otra memoria comola “PROCEDURAL”, que es la de los actos motores aprendi-dos y automatizados, como también la de los conocimientosgenerales. En todo caso, no todas las personas pierden la

    memoria (será un 40%).

    EL AMOR 

      El corazón, más que sentirlo, es la víctima. La cor-teza frontal (juicio) se apaga cuando nos enamoramos: laDOPAMINA se encuentra en niveles altos y tiene relación conel placer, el dolor y el deseo: por eso el amor provoca mayorbienestar.  Ya vimos que la regulación de los impulsos es vitalpara la convivencia; la racionalidad, es guiada por las emo-ciones, pero también por la experiencia porque nuestro ce-

    rebro aprende de los errores antiguos y tiende a anticiparsituaciones nuevas.  Ante situaciones límites, el cerebro actúa con hipe-ractivación, que contiene químicos y hormonas, con el fin deresponder bien.  Se ha demostrado que las ancianas sin problemas,pueden tomar decisiones tan correctas como adultos jóve-nes.  Vivimos siempre en un estado emocional, clavespara nuestra memoria y lo que resulta importante.  Hoy uno de cada cuatro sufre problemas de saludmental siendo la DEPRESION la principal causa de discapaci-

    dad de personas de 30 y 50 años.  Los trastornos bipolares, depresión, autismo, esqui-zofrenia, aparecen entre los 8 y 15 años (13%) y solo la mi-tad recibe tratamiento. La detección temprana es importante.  Las crisis de pánico, tienen un factor hereditario,combinado con diversas situaciones estresantes a lo largode la vida. También los que sufren de estrés post traumático.

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    DEPRESION

    La depresión afecta el normal funcionamiento delcerebro. Tiene tratamiento, pero muchos no lo reciben.

    TRASTORNO BIPOLAR 

      Los bipolares, tres clases de trastornos: a) episodiosmaníacos (grandiosidad exagerada); b) episodios depresivosy c) mixtos.

     AUTISMO

      El 2 de Abril las Naciones Unidas lo declararon Díadel Autismo, que tiene problemas en la comunicación, sa-cralización y conducta; ejemplo un niño que no le gusta quelo abracen, ni acaricien, ni responde a su nombre, solitarios,poco sensible al dolor: HAY QUE ALARMARSE.  LAS CIUDADES (vida) influyen negativamente en lasalud mental.

    RESILIENCIA 

      Capacidad para adaptarse al estrés, trauma o ad-

    versidad.  Traumas y graves problemas en la infancia y adoles-cencia, pueden causar trastornos síquicos en la edad adulta.La cooperación mutua reactiva circuitos de recompensa delcerebro. El optimismo y reacciones positivas producen reac-ciones cognitivas positivas.  La depresión y ansiedad, aumentan el riesgo de losenfermos cardiovasculares.

    EJERCICIO FISICO

      Es tan notable, que depuran los tóxicos que pue-den haber en el cerebro; además reactivan a otros órganoscomo el cardiovascular y el digestivo. En el cerebro el ejer-cicio influye además en la mayor formación de conexionesneuronales. El ejercicio es vital para la salud mental; y si nose hizo cuando joven o adulto, nunca es tarde para hacerloen la tercera edad.

     ALIMENTACION

    1) Cereales y legumbres (vitamina B).2) Fruta y hortalizas, gran contenido de oxidantes.

    3) Carnes: A) rojas, contienen hierro, mineral que ayu-da a llevar el oxígeno al cerebro. B) Pescados: omega 3, fun-damental para todo el sistema nervioso, así como el fósforo,fundamental para las células. C) Frutos secos; vitamina F,potente antioxidante (que ataca los radicales libres); ademáscontienen Omega 3, 6 y 9 que mejoran la comunicación neu-ronal.

    ESTIMULACION COGNITIVA 

      Corteza cerebral y concentración se ayudan mucho

    con el ajedrez; también la meditación y la espiritualidad;ayudan también a las defensas de varias enfermedades.  Sueño reparador y mucha vida social en la 3ª edadasí como vida intelectual; leer, oír buena música, aprendermanualidades, etc., etc.

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    PRIMER LUGAR 2013Concurso Literario de la I. Municipalidad de San Bernardo

    V íctor SaavedraCuento

    Cuento del libro “La última veranada”

    EL PORTEZUELO DE MAL PASO

      Los amigos de Genaro se juntaron más tempranoque de costumbre después de una jornada larga y pesada.  -On Genaro, ¿cómo estamos p´a hoy día?.., pregun-tó el chato Gumercindo…

      - Bueno, prepárense, porque hoy el cuento va a serun poco más largo…

      Cuando falleció su padre, Genaro se compró uncampito en Los Perales, donde se llevó las cabras que yahabía multiplicado hasta completar trescientas.  Pero, a Genaro le rondaban las ideas de su proge-nitor que siempre tuvo el sueño de comprar novillos porquepodría con ellos hacerse de una mejor situación.

      Un día tomó la determinación de terminar con el re-dil de cabras y se las ofreció a un amigo que quería aumentar

    el plantel que ya tenía, en San Gabriel.  Don Manuel se levantó temprano para salir al en-cuentro de los animales que Genaro venía arreando desdeLos Perales distante unos veinte kilómetros.  -Buenos días on Manuel…aquí le traigo mis ani-males que con harta pena se las vendo, ya que mi padre conellas me inició en esto de los animales…pero, ahora quierodedicarme a los novillos…¿qué le parece?...  -Muy bien pué on Genaro…yo creo que le va a irbien en sus nuevos negocios…y a mi también con estas ca-britas tan bonitas que usté me trae…

      Hecho el negocio con

    don Manuel, Genaro se encaminó a la semana siguiente aSan José de Maipo para hablar con don Pablo, al que conocióen el rodeo de Los Maitenes y que se dedica a criar novillos,por si le vendía unos cuantos, antes de que se arrepintiera ymalgastara la plata, que le hacía cominillo en los bolsillos.  Don Pablo, un huaso arriero, que nació en la cor-dillera, era un hombre campechano, de manos gruesas, detanto manejar el lazo y cuando se subía a un caballo, nohabía quien le hiciera collera por la habilidad para manejarlo

    en todas las circunstancias, ya sea arreando las reses, o enla medialuna del lugar que se la conocía como la palma desu mano.  Cuando llegó Genaro, se bajó de su alazán para es-trecharle las manos y con parquedad lo invitó a pasar a lacasa a tomarse un mate. Conversaron sobre la venta de losanimales y don Pablo, le manifestó que se los iría a dejar aLos Perales en el camión que le prestaba un amigo de San

    José de Maipo.A Genaro, que hasta el momento vivía solo, le en-cantó la familia de su nuevo amigo, más aún cuando le pre-sentó a una vecina a la cual quedó mirando sin pronunciarpalabra.  Finiquitando el negocio Genaro se fue a preparar uncorral con las varas de eucaliptus que se había conseguido.En esos días se dedicó a pensar qué negocio haría con susnuevos animales.  No pasaron muchos días cuando se encontró conun arriero amigo, que permanentemente recorría los sende-ros que llevaban hasta el otro lado de la cordillera de Los

    Andes siguiendo el curso del río Maipo.  -Venga a tomarse unos mates conmigo, mientrasme cuenta sus aventuras por esos pagos…  -Qué le voy a decir…no sé qué quiere saber de es-tos lados, porque hay re muchas cosas que se pueden hacer,pero hay que hincarle diente no más.  -Sabe que yo tengo unos animales y me gustaríavenderlos por allá, porque he sabido que pagan bien esosgauchos.  -Tiene razón don Genaro, pero de repente es mediopeligroso, porque a veces merodean bandas de cuatreros,sobre todo en el lado argentino, donde es más fácil perderse

    en las pampas…  -Pero, para qué vamos a ir tan re lejos, a lo mejorse podría hacer negocios más cerca y no con tanto peligro.

    -Sabe on Genaro, que yo tengo un amigo gauchoque siempre compra ganado chileno, porque dice que essano y güeno…lo podría encontrar cerca de Mal Paso, por-que allí le gusta tener veranadas y de ahí el conoce gente enlas estancias de la pampa argentina…deme un tiempecito ylo contacto con él…

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    CalderónCuento

    QUERIDA PILARÍN

      Es un verdadero placer, después de tanto tiemposin vernos, ponerme a redactar esta carta para ti. Te habíaperdido el rastro pero, mira por dónde, cuando menos loesperas el destino te devuelve al pasado. Hace unos díascoincidí en Madrid, donde vivo desde que me marchédel pueblo hace tantos años, con una persona a la queconocemos los dos, aunque él no me reconociese a mí; algonormal teniendo en cuenta que por entonces todos éramosunos adolescentes y ya pasamos con creces la cuarentena¡Cómo corre el tiempo! Enrique no se conserva mal, su caraes la de siempre, la que tanto os gustaba a las chicas. Nopodría decir que haya cambiado mucho, yo, sin embargo,parezco otro, y nadie podría reconocerme en aquel chavalcanijillo que fui. El gimnasio me ha ido modelando y ahorasoy una compacta mole que suele llamar la atención por lacalle; ya sabes... se han puesto de moda los musculitos. Ypor si eso fuese poco, mi rostro se esconde tras una pobladabarba que, según dicen, no me sienta nada mal.

    Tú, seguramente, recordarás muchas de nuestrasanécdotas con la pandilla, o quizás no, probablemente tengasmejores cosas que hacer que volver la vista a aquel tiempo.

     Ya me ha contado Enrique que tenéis la parejita, nena y nene,me enseñó fotografías; preciosos, de verdad; no podría serde otra manera con unos padres como los que tienen. Eraisla envidia del pueblo. Hay que reconocer que a guapos no osganaba nadie. Te estarás preguntando cómo es que Enrique,si no me reconoció, tuvo tantas familiaridades conmigo.

     Ya ves, cariño, los hombres somos así de impredecibles. Aveces nos pasamos la vida tratando de ser lo más discretosposible ante nuestro entorno más cercano y, sin embargo,nos confesamos con el primer desconocido que se cruza ennuestro camino dispuesto a escucharnos sin juzgar nuestraconducta. Pero volvamos a las fotografías. Lástima que hayasengordado. Tendrías que perder unos kilitos para volver a serla que fuiste. No te enfades, mujer, te lo digo de buen rollito.Desde luego ya no podrías ser la Virgen María como lo fuiste

    entonces, pero aún sigues estando muy guapa, las cosascomo son, ajamonada pero guapa. 

    ¿Te acuerdas? Nos habían elegido a los dos parahacer de papás del Niño Jesús en el Belén viviente. Yo seríaSan José y tú la Virgen, claro, no iba a ser al revés, aunque,

    vista tu actitud, ¿quién sabe? Igual con la túnica blanca yel manto azul sobre la cabeza hubiese dado el pego; micara, por entonces, también era bonita y angelical cual lade una virgen, y mis ademanes debían ser tan suaves comolos de una mujer, ¿verdad, Pilarín? Tú entendías mucho deesas cosas, ¿no es cierto? El caso es que, al final, no fui ni laVirgen ni San José, me tuve que conformar con un modestopastorcillo, sin frase y lo más escondido posible, no fuera aser que se me cayera alguna pluma, (de la gallina que llevabaen brazos), ya me entiendes, y se armara el cachondeo. Ycachondeo se armó, ya lo creo que se armó, desde el mismomomento en que dijiste que tú no serías la Virgen si el marica

    de Fernando era San José. Así que el marica de Fernando,que era yo, se quedó sin esposa, hijo, mulilla y buey, muertode vergüenza y rechazado por todos los componentesdel elenco. El nuevo San José, como no podía ser de otramanera, fue el propuesto por ti: Enrique, el guapo, el machito,tras el que andabas como una perra en celo. Lo conseguiste,enhorabuena, fue tu esposo en el Belén viviente y tambiénen la vida real. Felicidades. Nada te importó ver cómo miexistencia se convertía en un sequedal, un lugar inhóspitoque desde entonces no volvió a recibir la lluvia de la amistad,por el que campeaba libremente el hazmerreír de todo unpueblo, en el que nunca más germinó una satisfacción,

    una alegría, hasta que mis padres, avergonzados de mí,decidieron mandarme a estudiar bien lejos del pueblo.

    ¿Te suena de algo lo que te cuento? Si no lorecuerdas no importa. Lo que si vas a recordar toda la vidaes lo que viene a continuación. Te estarás preguntando quedónde coincidí con Enrique, pues te voy a sacar de dudas,pero comencemos por el principio.

     Juan

    ESPAÑA,INVITADOS ESPECIALES DE GUARDAMAR

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      Charito, la Pluscuamperfecta, resultó ganadora enel certamen de Miss Travesti Internacional, lo que no nos pillópor sorpresa a ninguno de sus amigos. Charito es guapa desolemnidad. Su público, cuando la ve actuar en los tugurios

    nocturnos, trata de averiguar dónde están sus trampas, peronunca nadie consiguió ponerle un pero. Bajo sus ropas nohay rellenos ni artificios. Las curvas son suyas, los senostambién, los muslos torneados, la cinturita de avispa, loslabios carnosos, los ojos enormes, los pies pequeños... Es latravesti más perfecta que jamás se vio, de ahí el sobrenombrede Pluscuamperfecta.

    Bella como una Diosa, con su banda de miss cruzadasobre el pecho desnudo y la corona de reina del travestismoen la cabeza, me recibió en una fiesta multitudinaria queorganizó para celebrar el éxito en el concurso. Pero el éxito

    no solo fue para ella, también a mí me salpicó de algunaforma. ¿Recuerdas que te he hablado unas líneas antes quehace años, en el pueblo, me sentía como una tierra yerma?Pues he de confesarte que esta vez llovieron flores en elsequedal y me sentí reconfortado, como si me brotara un

     jardín en las entrañas. Entre la multitud percibí un rostroconocido ¿Adivinas de quién? ¡Enrique! No podía creerlo.¿Qué hacía aquel paleto homófono en la fiesta de Charito?Él pareció no reconocerme, y no me extrañó. Ya te he dichoque con mi envergadura, la cabeza afeitada y una abundantebarba, nada tengo que ver con el chaval atildado y flaquitoque era. No me resultó difícil atraer su atención, tan solo tuve

    que pasar a su lado y ofrecerle un sorbito de mi cubalibrepara que se pegara a mí. Naturalmente no le descubrí miidentidad; dejé que hablase él, ya muy suelto de lengua porlas copas, y no tardó en contarme lo difícil que lo tiene, porculpa de su mujer y sus hijos, para fingir viajes de trabajoen los que dar rienda suelta a sus instintos. Si quieres sabera qué instintos me refiero sólo tienes que entrar en YouTubey buscar un video titulado: Hombre musculoso se folla a unpueblerino. Ya verás qué éxito tiene tu San José particular enel papel de pueblerino. Lo reconocerás perfectamente poresa fresita tan preciosa que tiene en la nalga derecha, esepequeño antojo de su madre, que tantas veces habrás visto.Espero que te guste, cariño.

      Ha sido una auténtica hemorragia de satisfacciónhaber podido contactar nuevamente con vosotros. Hasta esposible que, sin tardar mucho, me decida a volver al pueblopara haceros una visita, y charlar con todos los que formasteisparte de mi infancia. Un besito muy grande, querida Pilarín, yhasta pronto.

    Fernando

    EN EL METRO DE MADRID

    Hola , buenos días,soy un joven de cuarenta y tantos añosmas treinta de adversidad, diría yo,que no tiene dónde dormiry padece neumonía,

    El suelo del vagónes un gran hormigueroen el que se refugian las miradasde la indiferencia.

    Hola, buenos días.Había una vez un lobito bueno,una bruja guapay un pirata… sin pata de palo,que les pide una ayuda, por favor.

    Los pasos se retiran y el mendigose va quedando solo,

    cercado de exclusión,y en las pantallas del andénla futura alcaldesa pavoneasu propósito firme de limpiarde indigentes las calles de Madrid.

    Les acepto una fruta, cualquier cosa.Quizás tengan trabajo para mí.

    Que pasen un buen día.

    Poemas JavierBueno

    MONÓLOGO DEL MENDIGO

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    Galina Á lvarez

    Relato

    LOS MUNDOS PARALELOS

    Cuando era pequeña me apasionaban las historias fantásti-cas. Leía mucho sobre estrellas, galaxias y años luz. Y tam-bién pensaba en los mundos paralelos. Creía sinceramenteen las historias sobre platillos volantes y en los testimoniosde la gente que afirmaba que los había visto.

    Han pasado muchos años y ya no creo en esos cuentos. Perosí creo en los mundosparalelos; porque los he visto con mispropios ojos.

    Viví mis primeros años en Suecia en un barrio de extranjeros.Hay muchos suburbios de ese tipo en todas las ciudades deeste país nórdico. Hay que decir que todos los barrios resi-denciales suecos son bonitos, incluso los destinados a losinmigrantes, con edificios pintados, árboles frondosos y flo-res por doquier. Lo único que los diferencia es el contenido.En los barrios de los nativos viven muchas personas rubias yexisten normas para casi cualquier actividad humana. Y, por

    encima de todo, hay silencio. Se reglamenta a qué hora po-ner la lavadora, escuchar música o descargar el baño. Por elcontrario, en los barrios de inmigrantes el baño se descargaa todas horas y la basura se amontona al lado de los depó-sitos. Las motos, conducidas por adolescentes, circulan porlas aceras a gran velocidad y hacen un estruendo espantoso.Las antenas parabólicas llenan las fachadas como las hojasa los árboles. Y los idiomas que más se oyen son el árabe, elturco o el suajili. La piel morena y el velo en la cabeza feme-nina son un cuadro muy típico. La gente en los guetos hablaun sueco pobre o no lo habla en absoluto. Así que miran lasnoticias y las telenovelas de su tierra y en su propio idioma.

    Los habitantes de estos guetos apenas salen de ellos. Y locomún es independientemente del país de origen, que todoscritiquen a los suecos.

    La gente de los barrios privilegiados vive ajena a todo eso ysólo se preocupa de los impuestos, porque más refugiadossignifican más impuestos. Esa es la matemática.

    ¿Acaso estos mundos no son paralelos?

    Al mudarme al Levante español, me di cuenta de que tam-bién aquí existen esos mundos. Solo que al revés. He vis-to barrios enormes llenos de ingleses, noruegos, suecos yhasta rusos. Claro, se trata de gente solvente. No necesitansubsidios, sino todo lo contrario, pues pagan impuestos enEspaña. Sin embargo, también viven en guetos. La mayoríano habla el castellano o lo habla muy mal. No quieren saber

    nada de las normas españolas, ya que les parecen incómo-das. Tienen reglas propias, porque están seguros de saberlotodo mejor. No tienen en cuenta ni siquiera las condicionesclimáticas. Por ejemplo, critican la siesta. Para demostrar lainutilidad de esta “tonta” costumbre (pura pérdida de tiem-po) salen de paseo con el sol rajando las piedras y cenan alas seis. Como lo hacían en el norte, donde a las tres de latarde, en invierno, ya es noche profunda. La televisión queven es la de su tierra y en su propio idioma. Y lo comúnes, independientemente del país de origen, que todos criti-quen a los españoles. Por otro lado, los españoles viven ensu propio mundo, el mundo de la crisis, el desempleo y las

    fiestas populares. Ajenos al descontento que provocan en losbarrios vecinos, siguen permitiendo bicicletas en las aceras yocupando la vía pública con las mesas de los restaurantes. Ypara colmo, no se esfuerzan en mantener la ciudad limpia deexcrementos de perros ni prohibir a sus hijos jugar a la pelotahasta las tantas de la noche en los patios de las viviendas.Infringen, de esa manera, todas las leyes escritas. Y a pesarde todo, viven muy felices.

    Son también dos mundos paralelos, ¿no es cierto?

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    Nocturna

      Sin un final jamás existirá un principio. Nadieha querido entender que la muerte es un proceso in-herente a la vida; infinidad de excusas abundan en lamemoria de quienes pretenden olvidarlo, sin embargo,la vida que me detuvo, hoy, viene a buscarme.

      Puede ser que la sabiduría no tenga relaciónalguna con el vivir, no tengo mayor conocimiento de laexperiencia por mis propios medios. Fueron otros ojos,otros oídos, otras voces, otras conciencias las que mehan permitido conocer el mundo. Hablar nunca fue unafortaleza que poseyera. Jamás pude decirle a mamácuán ridículo era ver que adornara con flores mi cabello.Por más que me esforzara, las palabras no conseguíansalir. Mi boca se enmudeció y el paso del aire comen-zó a transitar desde mi garganta. Incluso antes de latraqueotomía no alcancé a decir mi primera palabra,

    porque la piedra incontenible y voraz que rondaba micerebro no lo permitió.En incontables oportunidades escuché a mamá

    comenzar la historia. Un comportamiento errático le hizosospechar que algo no iba bien, como si el hecho de nohablar a los dos años nunca fuese un motivo de alarma,pero no la culpo, ella no lo sabía.  Desconocía por completo los detalles quehacían gracioso mi andar; salir en dirección contrariacuando papá llegaba a casa; caer y antes de volver alevantarme, otra vez, caer; dar de manotazos al aire

    para no equivocarme y abrazar al doble que poseía mihermano, ahora sé del perdón a mi equivocación por laqueja silenciosa y el beso que venía después enseñán-dome la ventaja de ser menor.

    No tengo certeza de cuán afectada está mivisión, pero a través de la ventana he observado a lamuerte en un vaivén, la veo indecisa. La he esperadocon resignación. A veces, la veo avanzar por el hori-zonte. Nunca traspasa los barrotes que desconectan

    mi mundo con la realidad. En primavera, largas nochesronda el árbol de cerezas atrás de la casa, lo observa: vay vuelve, como si en las flores encontrara una fortalezaque impide su paso libre, sin demora por mi habitación.En invierno, aparece con mayor frecuencia cuando laluna no interfiere con su luz, aunque se queda menos,pero siempre es solo por las noches.  Creo entender porque le gusta el silencio y la

    oscuridad. Nadie que disfrute del bullicio lo haría, peroyo si puedo. Al igual que ella tejo historias al amane-cer.&&& 

     Jennifer Lazcano

    Poemas

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    G iorgio PoemasMobili

    INVITADO DESDE ITALIA

    RENACIMIENTO VIÑAMARINO

    Un paseo por poniente, y nuestros pesaresencallan en concretoy queda algo de tierra bajo los piespor si amainase la briza.

    La alegría que resiste, es sin sedimentode ensueño o sentimiento(que el cielo nos devuelva a Colónpara que invierta su rumbo...)

     Y de pronto, nuestros balcones de la juventudsuntuosos – se derrumban –vuelan los falsos Modigliani y tú...

    Te equivocas, una vez másal placer de un dios ausente –

    en querer rescatar su secreto.

    LOS JARDINES DE QUINTA VERGARA 

    Ahora que el día prefiere alzarsepor la otra esquina del cuartoy los jardines perdidosvuelven a florecer en sueños...

     Y aquella torre gris, usurpadora(nuestro disgusto diario)¿no era acaso el guardián de un semblante de mí?

    Entiéndeme si por allíno volveré a pasaraunque la muralla ya no estéporque esta nada misma – es la última defensa.

    Es la gracia que insiste en lo que no fue.

    DONDESTAN

    Todo es clamor, destello, salto en alturaa cada instante una canción para ti:desierto y mar se reproducen intactosserenos bajo el canto del dónde –dónde – dónde están.

    La cancillera delanterasuelta un “arigató”pactando un préstamo con Kazastán:luego corremos a observar las estrellascustodios de la incógnita de dónde –dónde – dónde están. Aguijoneado por picores secretosse reblandece el ganador moderno:otros en cambio pasan horas del día

    rascando en el ladrillo del dónde –dónde - dónde están.

    Biografía: Giorgio Mobili nació en Milan, Italia, en 1973.Llegó a EEUU en 1999 y en 2005 obtuvo su doctorado en

    literatura comparada de Washington University, St. Louis. Ac-tualmente enseña en California State University, Fresno. Esautor del libro Irritable Bodies and Postmodern Subjects inPynchon, Puig, and Volponi (Peter Lang, 2008), y de variosensayos académicos sobre la literatura y el cine contemporá-neos. Su poesía en italiano ha sido publicada en numerosasrevistas, y en tres colecciones. Su primer poemario en lenguaespañola, Última salida a Ventura, salió en 2013 (Santiago deChile, Mago Editores).

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    M irza LemusCuento

    Funcionaria MOP recibe premioEn Primer Concurso Literario en el Día la Madre

    (Poema a la Madre, premiado en Primer Con-curso de Poesía a la Madre, Dirección Regional

    Vialidad Metropolitana, Santiago, Chile)

     A MARGARITA 

    Cuánta pasión en tu vida;

    Cuánto calor en tus brazos.Cuántas auroras prendidas;

    Cuánto dulzor en tu remanso.

    Diste cobijo a mi vida;Con néctar de miel y arroz.

     Abrázame Madre mía;Sólo quiero sentir tu voz.

    Acurrúcame Madre mía;Para dejar mi dolor y mí llanto.Quiero refugiarme como niña;

    Con la dulzura de tu canto.

    No me abandones Madre mía;Quiero vivir con tu abrazo.

    Envuélveme día a día;Con el abrigo de tu manto.

    Protégeme Madre mía;Con tu ímpetu y tú garbo.

    Ilumina mis días;Con tu calor y tú encanto.

    Hay estrellitas encendidas; Y Margaritas de jardines soleados.

     Yo tengo una flor en mi vida; Y mi corazón atrapado.

    Admiro Madre mía;El verdor de tus ojos mansos.

    Mujer, Madre y Amiga;Océano de tulipanes altos.

    Entrégame tu sabiduría;Como en esos años de antaño.

    Refúgiame Madre Mía;Con auroras de soleados campos.

    ABRIL 2015

    CARLITOS HIJITO DE AMOR, ESTÁSEN NOSOTROS POR SIEMPRE

      Hoy es 30 de Diciembre, el calor se hace insoporta-ble, es el cumpleaños de papá, su primer cumpleaños sin tupresencia, sin tu abrazo, sin él te quiero que se hacía cons-tante en vuestras vidas. Pero aquí estamos hoy, como siem-pre en domingo, con la proximidad del término de año y elcomienzo de otro, con el dolor permanente de no abrazarte,besarte y planificar como familia.

      Mañana, si DIOS lo permite, estaremos compartien-do contigo durante la jornada de la tarde para despedir elaño, y llorar tu ausencia, donde el dolor se hace más fuerte,más latente y más mortal.

      Pasada algunas horas, comenzará un Nuevo Año,y ahí estaremos como familia unidos férreamente con papáquizás el abrazo más doloroso de nuestras vidas, pero dealguna manera estarás en esa caricia profunda larga, per-manente como el amor que compartíamos los tres.

      Quizás en ese abrazo eterno, las palpitaciones denuestros corazones estarán como siempre comprimidos dedolor. Porque en esos palpitares cortos y dolidos; atiborrandemasiados recuerdos, que nos hacen llorar tu ausencia.Nunca has partido, ni partirás, estás con nosotros en cadacosa, en cada aliento, en cada lágrima, en cada dolor, por-que nada es maravilloso ni eterno, la vida es fugaz. Amornuestro, eres tan nuestro; quizás algún tiempo le pregun-tamos a DIOS, porque nos permitió tener un solo hijo, pero

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    tu llenaste todas esas ausencias, esos hijos que no llegarona ser, y entonces comprendimos que fuiste el mejor regalode nuestras vidas, grande y bendito. Llenaste todas esasausencias, y diste valor a nuestras vidas, si a aquellos lo-

    cos jóvenes enamorados, que no tenían nada, pero tenían eltesoro más grande que persona alguna pudo tener un HIJOmaravilloso, cariñoso, a veces mal genio, pero, con un senti-miento de amor muy grande a sus padres, su Tita, su tío Rigo,sus primos, sus mascotas y su profesión.

    Fuiste especial, amante de las ciencias, los anima-les, los autos, Cancún. Lugar donde nos imaginamos estásrecorriendo ávido de encontrar lugares hermosos, parajesinmensos, el mar turquesa, que te encantaba, si hijito ahíestás, y nos da un poco de conformidad.

    Hijito querido “los seres especiales partenprimero”, y así eras tú, por eso la cruel realidad nos hacecaminar lentamente al borde de nuestra pena, con la férreaesperanza del re encuentro. Yo, tu mamita, me fundo en unférreo abrazo a mi esposo, tu papito, fuiste un agraciado hijo,porque el te amó y te ama demasiado, perdió al amigo, alyunta, al compañero de los triunfos de la U. Ahora, te daráscuenta que no ve los partidos, no siente la compañía y laalegría de la complicidad de su hijo, su tesoro.

      Carlitos; “Cuando la tristeza funde a dos corazones,ni la gloria ni la felicidad serán capaz de destruir esa unión.

    Las lágrimas son un fuego que purifica el amor, haciéndolonítido y hermoso por una eternidad” (Kahlil Gilbrán). Así esnuestro vivir, con papá somos dos almas, que vagan y ca-minan por un sendero en búsqueda del tesoro perdido, nonecesitamos luz, brújula, GPS, nada solo el sentir de nuestroscorazones los que te encuentran en cada rincón, por muypequeño que sea, y sentimos esa brisa de amor infinito, yla palpamos y la abrazamos, para que no escape, para quepermanezca por siempre junto a nosotros.

    Carlos, hijito querido; descansa en paz, y en-víanos el hermoso regalo de amor que a diario nos

    dabas

     Tus papitos Carlos y Mirza, Diciembre 2012

    Mirza Lemuz Lee su trabajo ante funcionarios del MOP, RM.

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    NOS VISITAN DESDE BUIN LOS POETAS

    V icente CuentoCastroINOCENCIA 

    “SIELCORAZONSUPIERACUANDOENAMORARSE,SIELCORAZON,CEREBRO

    TUVIERA;NOEXISTIRÍANROMEOSNIJULIETAS”

      La veía pasar siempre en la mañana, regresar deltrabajo por la tarde; ¡Era linda!... ¡Es linda!, se decía para sí.Como le gusto aquel día en que la vio sonreír, cuando paso

     junto a ella.¿Qué forma más extraña de sentir?... Algo, no andaba bien. Los chicos del colegio no parecían sentir así; ellos hablabande sus pololas con una frialdad que asustaba: a personas que, como él, nunca habían pololeado, que nun-ca le habían besado; como ellos decían que los besaban.  El abuelo se enoja cuando le pregunto a qué edadpololeó por primera vez; se queda mirando un punto invisi-ble, aclara la voz, y comienza entre reto y consejo a repetir

    lo mismo... “! Que a tu edad...! ¡Qué queda de mundo!... Yno para hasta que le sobreviene la tos. Con mi papa, no meatrevo a conversar de estas cosas.¿Algo estaba pasando?... Deseaba pololear como lo hacíansus compañeros de curso, pero no se atrevía a decirle a ellatodas las cosas que sentía cuando la miraba y para que decir,cuando la veía sonreír. Debía de juntar todas sus fuerzas, servaliente y decírselo, ¡Si, debería hacerlo!... ¿Pero cuándo?...Tal vez ocurriese un milagro y fuese ella la que acercándosele dijese que deseaba pololear con él. Pero eso, sólo ocurríaen las telenovelas, qué su madre y la empleada veían tardea tarde.

      Aquel día, la tarde calurosa se fue despidiendopor los cerros de Maipo, en la plaza frente al municipio, yoesperaba sentado la hora de entrar a la iglesia, corría unafresca brisa que daba la bienvenida al veraniego atardecer.De pronto vi venir por Carlos Condell, a Manuel y a Julio,reían, con unas varillas trataban de salpicarse el agua de laacequia, que aún corre pueblerina por esa calle; al verme,lanzaron las ramas al suelo, cruzando hacia la plaza, se acer-caron saludándome alegremente.

    La conversación entre risas y tallas se fue tornando amena;hasta llegar siempre a lo mismo; todas nuestras conversa-ciones terminaban en esas palabras de las cuales había quearrepentirse frente al cura en la confesión. Nos levantamos ycaminamos por el sendero que converge hacia el centro dela plaza.

    El viejo y añoso encino, la espigada araucaria, las flores azu-ladas del Jacaranda, saludaron nuestro paso;La redonda pileta nos recibió cálida, las plantas y nenúfaresque flotaban en el centro de la pila, le daban al entorno, undejo antiguo de casona de campo. Nos entretuvimos viendocomo jugaban los peces de colores en el fondo del agua; Ma-nuel vio a la rana. “Cuentan que canta en las noches de estíollamando al amor, y los enamorados atraídos por el canto,buscan las sombras de los árboles, únicos cómplices de susrequiebros”… Cuentan tantas cosas en el pueblo.  ¡Allá va la rana! Grito Manuel sacándome de mi ensueño.¿Por qué todo se transformaba ante mis ojos?...

    a esa hora la plaza semejaba al Paraíso o una parte de él.“Ese Edén, que triste y sin saberlo los tres iríamos perdiendolentamente”.Nos sentamos al borde de la redonda pila; en medio de nues-tra enredada conversación; los interrumpí; caprichoso… yaudaz me atreví a preguntarles; ¿Yo nunca he visto a suspololas, por qué no me las presentan?... o tráiganlas a la igle-sia para verlas... ¿Y por qué no traes la tuya?... me increpoJulio;...Yo...yo, no tengo polola; respondí temeroso y asusta-do. ¡No tiene polola... no tiene polola!... Dijeron mis amigosburlándose, y echaron a correr hacia la iglesia.La plaza se hizo pequeña y a pesar de lo agradable de la tar-

    de, sentí un escalofrió. Me levanté, comencé a caminar bajolos árboles, que indiferentes ignoraron mi dolor.

      Qué linda estaba la iglesia esa mañana, si hastalos ángeles del sagrario se veían más hermosos y menoscansados de sostener las largas lámparas. Todo era blanco ypuro, mi mamá se veía bellísima, mis hermanos bien vestidosy ordenados, mi padre debía de estar de fiesta, pues ese díausaba corbata. Sólo mi abuelo se veía cansado, triste... ¿O

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    qué se yo?... Pero para mí era un día maravilloso;al darme vuelta, la vi, me miraba ¡Si, me miraba! más aún,¡sonreía!... De pronto, se me perdió de vista entre tanta gen-te; justo en el momento en qué todos ¿Sin saber por qué?...

    comenzaron a abrazarme; ¡Qué lata!

     Yo quería qué ella me abrasara, para poder decirle todo loque por ella sentía; me escabullí, ante el asombro de mis pa-dres, la busqué por entre la gente con desesperación; y allí,

     junto al ostión de mármol del agua bendita estaba ella, comoesperándome. Yo corrí hacia ella riendo; fue entonces en queme di cuenta de qué ella me quería. Agachándose me apre-tó fuertemente entre sus brazos, yo también hice lo mismo;apartando me un poco, me miro sonriendo, y besándomedijo: “Estas hermoso Rodrigo, feliz día, feliz primera comu-nión...” se levantó y despidiéndose, tomo de la mano a Julio

    y salió de la iglesia acompañada de su esposo y sus amigas.

    CUÍDATE

    Nos dijimos adiós con un beso.  Después escuché claramente un ¡Cuídate!

    ¿Qué me quisiste decir? ¿Acaso me caracterizo pormi descuido, acaso estoy siempre pidiendo más y más? ¿Oes que las palabras se han desgastado tanto que ya no sig-nifican nada? O sea la palabra se te cayó de la boca sin que

    te dieras cuenta, por decir algo, antes de quedarte solo y sinmi apoyo.  No, claro, creo entender que deseas señalar que noestamos en los tiempos en que otros cuiden de los demás,esa virtud ya no corre en estos tiempos.

    Ubícate, es el postmodernismo, ahora sí que elsegundo es oro y nadie tendrá tiempo. Ni siquiera para símismos. Y por extraña coincidencia, se puso de moda an-dar predicando el cuídate. Por si alguien no se hubiera dadocuenta de la triste realidad  Te advierto, cúidate. Es decir, hazte cargo de tucuidado ,  Cumplo con advertir que los peligros te asechan.

    Arréglatelas sola ,defiéndete como gato de espaldas de losladrones ,el mal tiempo, la insolación, la tristeza, la deses-peranza o las enfermedades mortales… eso no es asuntomío.! Por favor! No cuentes conmigo.

    Cómo me habría gustado escuchar :  ¡ Que lo pases bien, amiga! ¡Hasta la vista!

    (Ampliación del relato del mismo nombre que aparece en ellibro “Cinco Estrellas”, Registrado en 2014 en Stgo de Chile)

    CuentoLeonardaCaroca

    Dedicada a los CreyentesATENEO

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    Manzor-Cabezas

    Periodista, escritora de Maipo

    No sé contar historias, nunca lo he hecho, pero esta vez mevi en la necesidad de narrar la historia de este hombre des-orientado y misántropo que quería gobernar su vida.

    No se trata de una biografía, sino más bien de un pasaje desu vida, que de repente se tornó gris y confuso. El resto de

    su vida es normal, común, vana, por no seguir condenandosu existencia.

    Él quería un poco de tranquilidad, quería alcanzar esa pasivacalma que tranquiliza los sueños y adormece los días. Estabainmerso en un universo rutinario y grotesco que perturbabasus gestos. Se pasaba las horas tratando de controlar los im-pulsivos tics, que a causa de un colapso nervioso en la ado-lescencia, le había estigmatizado de retrasado. En el trabajolo calificaron de raro y lo aislaron, se sentaba solo a la horade comer, mientras el resto de los colegas carcajeaban loschistes del más afamado y discursivo de los empleados. Más

    de alguno de esos chistes se referían a su precaria condición,él lo sabía pero ignoraba los comentarios y se hacía el des-entendido. No alcanzaba a cruzar más de tres palabras consu compañera de puesto, quien le informaba sobre la agendadel director de la compañía y cuando intentaba preguntarleacerca de su salud, o de cómo se encontraba ese día, ellasimplemente giraba su silla rodante y continuaba con su te-cleo infernal, que le aniquilaba cualquier intención de seguirescarbando en su vida.

    Su vida giraba en torno al trabajo, era su única preocupaciónmental. No tenía pasatiempos ni amigos y para matar el tiem-

    po los fines de semanas, se quedaba colgando de su camamirando al techo, tratando de no pensar. En su casa, la cosano distaba de la solitaria vida que llevaba en el trabajo, te-nía un gato llamado Belcebú al que alimentaba y acurrucabapara acariciarlo, pero el felino escapaba de su lado apenastenía la oportunidad de hacerlo. El piso que arrendaba enlas afueras de la ciudad, en el sector rural de la región, erauna pocilga inservible corroída por ratas, que Belcebú atra-paba y olvidaba entre las sábanas de su dueño, por eso más

    de alguna vez se encontró con una cabeza de ratón bajo sualmohada o a los pies de la cama. Una noche despertó so-focado por un extraño sueño que lo dejó pensando hasta elamanecer y cuando quiso levantarse para beber algo que leespantara la impresión del sueño, encontró entre el colchóny la frazada una fina y peluda cola de ratón, que al tocar le

    produjo una sensación de repugnancia y asco que rozó sumás íntima fibra visceral. –Maldito gato-.

    Ese día era sábado, la noche anterior había hecho lo de siem-pre, al salir del trabajo esperó que el tráfico carretero sedescongestionara. Reparó en que la carretera estaría máscolapsada que nunca a raíz de los viajeros del fin de semana,así que decidió esperar a lo menos una hora para emprenderel camino a casa. No se atrevió a invitar a Mirta, su compa-ñera de oficina, para que juntos pasaran el rato y sus colegasseguramente se reirían ante su oferta. Así es que se fue soloa recorrer las pobladas calles del centro justo cuando los

    oficinistas salen de sus trabajos. Chocó varias veces con lagente que transitaba distraída, pero el iba muy conciente decada uno de los rostros que cruzaba sus pasos, quería en-contrar un pretexto para hablar con alguien, pero nadie ledio el pie para hacerlo. No era la timidez lo que le impedía lacomunicación, ni el sabía muy bien por qué la gente lo eva-día, intuía que su tic era la causa de su desolación. No se diocuenta de como había pasado el tiempo, ya no alcanzaba atomar su vagón que lo llevara a casa, así que se quedó pen-sando un rato que haría esa noche. Por suerte andada conuna gruesa chaqueta que lo protegió del viento, que le dabacortes en la cara. Aparte de eso, disponía de todo su sueldo

    del mes, puesto que ese día era de pago. Pensó en arrendaralguna habitación de hotel y quedarse allí hasta después deldesayuno para volver a eso del medio día a su casa.

    Recorrió las principales calles del centro, mientras seguíaregistrando rostros inconscientemente en su memoria, hastaque chocó con un enorme letrero rojo iluminado de neón queofrecía habitaciones con desayuno a un precio razonable.Entró al edificio, de aspecto corriente, pero fragantemen-

    Bárbara

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    Aurora Boreal

    | 35• Aurora Boreal N°23 |

    De pronto ella notó algo raro en él, le preguntó si se encon-traba bien, y el como recién volviendo a la Tierra, descon-certado y tambaleando le dijo que sí, que estaba bien -Estoymuy bien, disculpe si le incomodé, es que quería ayudarle-, y

    sin dejarle terminar la frase ella le interrumpió y se fijó en suojo izquierdo, para luego expresarle casi con curiosidad quesu ojo ya no temblaba. Él adquirió una posición defensiva ycomenzó a taparse el ojo con una de las toallas, pero ella conuna mano inquieta trató de arrebatársela para comprobar loque había visto. Le entró nuevamente el pánico y lanzandolas toallas con un movimiento violento salió corriendo por elpasillo, en medio de las disculpas y dudas de la mujer. Bajólas escaleras apresuradamente hasta que llegó al primerpiso y como la primera vez, no había nadie en recepción.Así es que no dudó en cruzar la puerta de cristal y recibir elfrío viento en la cara. Cruzó la calle un poco más tranquilo,

    pero aun así, casi fue arrollado por un auto. El bocinazo leretumbó en la cabeza, al igual que las conversaciones de lasmujeres que paseaban por la calle, el pito de un policía quedirigía el tránsito y un hombre que lo invitaba a entrar a unbar nudista. Comenzó a correr algo mareado y completamen-te confundido, no sabía dónde estaba, ni dónde ir. Los rostrosde la gente comenzaron a desfigurarse y nublarse, las muje-res se tornaron horribles monstruos y los hombres borrabanlos ojos de sus caras. Entró en un estado de shok que le hizogemir de adrenalina, hasta caer desmayado en la vereda.Cuando despertó del desmayo, lo hizo de manera aceleraday sudaba a mares. Estaba acostado en su cama, y Belcebú lo

    miraba desde la ventana.

    No recordaba muy bien el sueño, pero sabía que había sidouna pesadilla, trató de recordar algo, pero sus esfuerzos fue-ron en vano. Se quedó un rato sentado en la cama y cuandoquiso ir a buscar algo para tomar, sintió algo entre la ropa desu cama, tiro las sábanas hacia atrás y vio una delgada colade ratón hundida en el colchón. Miró a su gato con enfadoy se levantó para ir a la cocina a tomar algún trago. Su ojoizquierdo temblaba al son del reiterativo tic.

    PoemasRodrigoCarrasco

    Pertenece a las poesías de trasnoche

    EL VIAJE DE LA POESÍA 

    “La poesía dejó su huella en el devenir,se arrimó a los arboles sin hojas,y desde allí sacudió en el horizonte,el futuro ambiguo de las enseñanzas,trasladó los significados de las letras,de un hombre a otro, a todos los hom