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75 De Re Metallica 4 mayo 2005 2» poca INTRODUCCIN El inters por el patrimonio cultural y, en particular, por el industrial ha experimentado un desarrollo y amplitud hasta entonces desconocidas en la segunda mitad del siglo XX en Europa, y Espaa se ha sumado a la tendencia especialmente desde la recuperacin de la democracia. A la pasividad anterior ha sucedido una corriente de actividad que demuestra la creciente sen- sibilidad social, el posicionamiento de las administracio- De Re Metallica, 4, 2005 pp. 75-86 'Sociedad Espaola para la Defensa del Patrimonio Geolgico y Minero ISSN: 1577-9033 AULA DE INTERPRETACIN DEL FERROCARRIL MINERO DE LOREDO Y SENDA VERDE DE LA PEREDA A PEAMIEL. RECUPERACIN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL EN EL MUNICIPIO DE MIERES, ASTURIAS Learning centre for the Loredo Mining Railway and its trackbed between La Pereda and Peamiel. Recovering the industrial heritage in Mieres council, Asturias M». F. Fernndez Gutirrez y R. lvarez Espinedo Pozu Espinos. Consultora y Gestin Cultural C/ Ramn Prez de Ayala, 54. 33600 — Mieres, Asturias [email protected] RESUMEN El creciente inters por el patrimonio industrial adquiere en Asturias cotas llamativas en lo relativo al legado minero, avanzndose en la recuperacin y difusin de sus testimonios ms importantes en la ltima dcada. Se expone una iniciativa interesante del Ilmo. Ayuntamiento de Mieres de investigacin y divulgacin, que ha llevado a cabo nuestra empresa Pozu Espinos. Consultora y Gestin Cultural en los ltimos tres aos, centrada en la caja del ferrocarril de va estrecha y una estacin de servicio del sistema de transporte de las conocidas como Minas de Riosa. Esta explotacin hullera arranca de la dcada de 1840 y llega hasta nuestros das, habiendo pasado por dis- tintos propietarios, y comprende terrenos de los concejos de Riosa (el principal, que le da nombre), Morcn y Mie- res, donde se concentraron los servicios auxiliares y se ha llevado a cabo la recuperacin de los vestigios patrimo- niales. Se expone el mtodo de trabajo empleado, las sucesivas fases de ejecucin y la concrecin en los recursos expositivos, por el valor que nuestro sistema pueda revestir para otros profesionales del sector. Se pretende dar a conocer esta iniciativa y atraer, en suma, eventuales visitantes a una zona de notables valores geolgicos, natura- les, mineros y culturales. PALABRAS CLAVE: Senda verde. Centro de interpretacin. Patrimonio industrial, minero y ferroviario. Riosa. La Pereda. Loredo. ABSTRACT The growing interest on industrial heritage has been focused in Asturias on mining legacy, going forward on reco- vering and pointing out important items over the last decade. We are going to show a research and educational initiative of Mieres Council made by our company Pozu Espinos. Consultora y Gestin Cultural over the last three years on the narrow gauge trackbed and station belonging to the system of the Riosa mines. The origin of these collieries goes back to the 1840s until the present day, through different hands, and the mines comprise part of Riosa (the main, which has given the name), Morcn and Mieres councils, where auxiliary equipments were esta- blished and were heritage has been recovered. We will show the working method, the successive phases of work and the exposition resources in order to share them with other professionals. Our aim is to publish this work and attract visitors to a zone plenty of geological, environmental, mining and cultural values. KEYWORDS: Greenway. Learning centre. Industrial, mining and railway heritage. Riosa. La Pereda. Loredo.

AULA DE INTERPRETACIîN DEL FERROCARRIL MINERO DE LOREDO Y SENDA VERDE DE … · 2014-05-27 · ... eventuales visitantes a una zona de notables valores geolŠgicos, natura-les

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75De Re Metallica 4 mayo 2005 2» �poca

INTRODUCCIîN

El inter�s por el patrimonio cultural y, en particular,por el industrial ha experimentado un desarrollo yamplitud hasta entonces desconocidas en la segunda

mitad del siglo XX en Europa, y Espa�a se ha sumado ala tendencia especialmente desde la recuperaci�n de lademocracia. A la pasividad anterior ha sucedido unacorriente de actividad que demuestra la creciente sen-sibilidad social, el posicionamiento de las administracio-

De Re Metallica, 4, 2005 pp. 75-86©Sociedad Espa�ola para la Defensa del Patrimonio Geol�gico y MineroISSN: 1577-9033

AULA DE INTERPRETACIîN DEL FERROCARRIL MINERO DE LOREDO Y SENDA VERDEDE LA PEREDA A PE�AMIEL. RECUPERACIîN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL EN EL

MUNICIPIO DE MIERES, ASTURIAS

Learning centre for the Loredo Mining Railway and its trackbed between LaPereda and Pe�amiel. Recovering the industrial heritage in Mieres council,

Asturias

M». F. Fern�ndez Guti�rrez y R. çlvarez Espinedo

Pozu Espinos. Consultor�a y Gesti�n CulturalC/ Ram�n P�rez de Ayala, 54. 33600 Ð Mieres, Asturias

[email protected]

RESUMEN

El creciente inter�s por el patrimonio industrial adquiere en Asturias cotas llamativas en lo relativo al legadominero, avanz�ndose en la recuperaci�n y difusi�n de sus testimonios m�s importantes en la �ltima d�cada. Seexpone una iniciativa interesante del Ilmo. Ayuntamiento de Mieres de investigaci�n y divulgaci�n, que ha llevadoa cabo nuestra empresa Pozu Espinos. Consultor�a y Gesti�n Cultural en los �ltimos tres a�os, centrada en la cajadel ferrocarril de v�a estrecha y una estaci�n de servicio del sistema de transporte de las conocidas como Minas deRiosa. Esta explotaci�n hullera arranca de la d�cada de 1840 y llega hasta nuestros d�as, habiendo pasado por dis-tintos propietarios, y comprende terrenos de los concejos de Riosa (el principal, que le da nombre), Morc�n y Mie-res, donde se concentraron los servicios auxiliares y se ha llevado a cabo la recuperaci�n de los vestigios patrimo-niales. Se expone el m�todo de trabajo empleado, las sucesivas fases de ejecuci�n y la concreci�n en los recursosexpositivos, por el valor que nuestro sistema pueda revestir para otros profesionales del sector. Se pretende dar aconocer esta iniciativa y atraer, en suma, eventuales visitantes a una zona de notables valores geol�gicos, natura-les, mineros y culturales.

PALABRAS CLAVE: Senda verde. Centro de interpretaci�n. Patrimonio industrial, minero y ferroviario. Riosa. LaPereda. Loredo.

ABSTRACT

The growing interest on industrial heritage has been focused in Asturias on mining legacy, going forward on reco-vering and pointing out important items over the last decade. We are going to show a research and educationalinitiative of Mieres Council made by our company Pozu Espinos. Consultor�a y Gesti�n Cultural over the last threeyears on the narrow gauge trackbed and station belonging to the system of the Riosa mines. The origin of thesecollieries goes back to the 1840Õs until the present day, through different hands, and the mines comprise part ofRiosa (the main, which has given the name), Morc�n and Mieres councils, where auxiliary equipments were esta-blished and were heritage has been recovered. We will show the working method, the successive phases of workand the exposition resources in order to share them with other professionals. Our aim is to publish this work andattract visitors to a zone plenty of geological, environmental, mining and cultural values.

KEYWORDS: Greenway. Learning centre. Industrial, mining and railway heritage. Riosa. La Pereda. Loredo.

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nes, la renovada protecci�n jur�dica y la canalizaci�n derecursos econ�micos, que permiten conocer, revalorizar,preservar o rehabilitar estos bienes.

Esto supone la cristalizaci�n, tambi�n, de m�todosrigurosos de investigaci�n y actuaci�n que superan loscen�culos acad�micos y los organismos oficiales, con lavoluntad firme de acercar ese legado tangible e inma-terial al com�n de la poblaci�n, intentando y lograndocon frecuencia restituir ese patrimonio a su justa pro-pietaria, la sociedad que lo alumbr�.

Esta caracter�stica ÒpopularÓ es propia del patrimo-nio industrial (si no �nica, pues la comparte por ejem-plo con los bienes etnogr�ficos) y de ella derivan varioshechos: la posibilidad, y casi deber, de incorporar lostestimonios orales en su estudio, el impulso que con fre-cuencia surge de los colectivos vecinales, demandandoel estudio y protecci�n de los bienes, a los que siguen laadministraci�n y los profesionales; por �ltimo, la nece-sidad incuestionable de articular medidas de divulga-ci�n y modelos did�cticos accesibles a todos para dar aconocer ese legado.

Esta exposici�n te�rica se ajusta, como anillo aldedo, al caso que nos ocupa: no es un discurso manido,sino la descripci�n literal del proceso por el cual se est�trabajando. En breve se apreciar�n todos los resultadosde la actividad desarrollada en el municipio de Mieressobre parte de su patrimonio minero.

El asociacionismo vecinal, secundado por una firmeiniciativa del consistorio mierense, ha propiciado el des-arrollo de un proyecto de investigaci�n hist�rica y unplan de recuperaci�n patrimonial volcado en el antiguoferrocarril minero de v�a estrecha que un�a las explota-ciones de Riosa y Morc�n con el �rea de servicios de LaPereda, transformado hoy en una senda verde e imple-mentado con la rehabilitada estaci�n de Loredo, del quese ha ocupado nuestra firma, Pozu Espinos. Consultor�ay Gesti�n Cultural. La direcci�n estuvo en manos deMar�a Fernanda Fern�ndez Guti�rrez y Roberto çlvarezEspinedo asumi� el resto de las responsabilidades, apo-yando la investigaci�n y ocup�ndose de la producci�n;ambos son historiadores y miembros de la empresa. Secont� con la valiosa colaboraci�n de Guillermo BasOrd��ez en la compilaci�n documental, compitiendo a�ste el an�lisis del material ferroviario como especialis-ta; el dise�o gr�fico (imagen corporativa, composici�n ydise�o de los recursos expositivos) fue responsabilidadde Pablo Fern�ndez Arg�elles y, por �ltimo, FranciscoFern�ndez Ð Lav�n Su�rez se hizo cargo de las maquetasdel interior del aula.

Abordaremos el desarrollo del trabajo, con el fin deexponer la metodolog�a, los principales resultados delmismo y expondremos la realidad del conjunto patrimo-nial que esta primavera se abrir� al p�blico para dar aconocer este interesante legado del pasado hullero de lacuenca central asturiana.

ANTECEDENTES Y DEFINICIîN DEL ENCARGO

El encargo del proyecto para dotar de contenidos elCentro de Interpretaci�n del Ferrocarril de las Minas deRiosa, sito en la antigua estaci�n de Loredo, e imple-mentar la senda verde, realizado a Pozu Espinos Ðnues-tra empresaÐ, es consecuencia de varias iniciativas ante-riores que hab�an sentado las bases necesarias, mate-riales y sociales, para considerar esta posibilidad ydotarla de recursos econ�micos.

En primer lugar, cabe mencionar que entre 1993 y1995 se rehabilit� dicha estaci�n y su espacio inmedia-to, obra llevada a efecto por la Escuela Taller ÒH�bitatÓdel Ayuntamiento de Mieres y dependiente del INEM. Eseinmueble fue ocupado por la Asociaci�n de Vecinos ÒLaG�ertiquinaÓ, algo que se mantiene hasta la actualidad.

En segundo lugar, la llamada Senda Verde (o recupe-raci�n como v�a peatonal de la caja de v�a del antiguotendido f�rreo1), data de esa misma �poca; la primerafase de los trabajos fue inaugurada en noviembre de1995 y la segunda se llev� a t�rmino en el a�o 2000,cubri�ndose as� el itinerario entre La Pereda y el t�nelde Pe�amiel, pasando por Loredo, Vega de San Pedro yFrechura, punto en que se interrumpe el recorrido porla actividad extractiva de la cantera que opera ya en elconcejo de Morc�n.

Adem�s, esta senda verde, accesible para cualquiera,de suaves pendientes y f�cil recorrido, coincide enparte con una ruta de senderismo perfectamente bali-zada e identificada como P.R. As Ð 36, ÒSenda valle Llo-reoÓ; �sta comienza y finaliza en Loredo y aprovecha,en parte de su trazado, la caja de la v�a recuperada delantiguo ferrocarril minero y otros sectores abandonadosde las l�neas de monta�a m�s antiguas. La ruta formaparte del conjunto de los senderos se�alizados y peato-nalizados que se ofertan para las actividades al airelibre del concejo, junto con las de B.T.T2.

En tercer lugar, se hab�a acondicionado una peque�a�rea recreativa en La Pereda, junto al arranque de lasenda verde, en una parcela que anta�o estaba ocupa-da por instalaciones industriales y ahora est� ajardina-da, dotada de bancos y papeleras, como lugar de ociopara los vecinos y visitantes.

En cuarto lugar y en otro orden de cosas, se hab�andado pasos tambi�n en el �mbito de la investigaci�nsobre esta zona y, en particular, sobre este antiguoferrocarril al servicio de la actividad minera secular.Citaremos como art�culo clave el que el profesor Jos�Antonio G�mez le dedic� en el a�o 1990, que apareci�en una revista especializada catalana (v�ase apartadofinal de referencias). Intervenciones de mayor calado enla opini�n p�blica y en el consistorio mierense fueron elcompendio de materiales varios que bajo el t�tulo dePlan de conversi�n del antiguo ferrocarril minero deENSIDESA (tramo FrechuraÐLa Pereda) en ruta tur�sti-

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ca/�rea recreativa orden� la propia asociaci�n de veci-nos, y tambi�n el trabajo que Secundino Estrada, CelsoSu�rez y el director del Museo del Ferrocarril de Astu-rias, Javier Fern�ndez L�pez, redactaron hace unos a�osy que titularon Ferrocarril a vapor de Loredo. Estudiopreliminar, de gran inter�s y con una llamativa intuici�nde lo que deparar�a el futuro.

En ambos documentos se avanzaba el inter�s patri-monial (natural y cultural) de este recorrido y el poten-cial tur�stico que se advert�a, de llevarse a cabo la recu-peraci�n del tendido de ra�les y la revitalizaci�n comotren de uso recreativo.

Estas s�lidas bases explican que, finalmente, enfebrero de 2003 se nos exponga por parte del Ayunta-miento de Mieres3, a trav�s de la figura de su vicealcal-de, Luis Manuel çlvarez Payo, la voluntad de actuar eneste sentido y que, tras recoger sus inquietudes, PozuEspinos elabore un proyecto a desarrollar en variasfases, ajust�ndose a partidas presupuestarias anualessucesivas, basado en los aspectos patrimoniales vincula-dos a este antiguo ferrocarril minero y que tomase como

eje la senda y como hito, la estaci�n de Loredo. A par-tir de ese momento, la supervisi�n e interlocuci�n en elconsistorio recaer�a en la concejala de Cultura, BeatrizGonz�lez Prieto, quien traslad� en todo momento suapoyo al proyecto y el inter�s del conjunto del Ayunta-miento en su desarrollo satisfactorio.

PLANTEAMIENTO DEL PROYECTO: CENTRO DEÒINTERPRETACIîNÓ

El proyecto se orient� a la reactivaci�n de esta zonadel concejo de Mieres, tomando como recurso b�sico supatrimonio y como gu�a, su atractivo tur�stico tantodesde una perspectiva natural como cultural, aunadasambas bajo la huella de la industria minera y el trans-porte ferroviario. Los testimonios materiales sobre losque actuar quedaron definidos desde el inicio: la anti-gua estaci�n de Loredo y la caja del ferrocarril en susector recuperado como senda verde, de La Pereda aPe�amiel, todo ello en los l�mites del concejo de Mieres,

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Fig. 1. Mapa de situación de la senda verde y estación, en términos del municipio de Mieres, Asturias

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aprovechando as� los esfuerzos que anteriormente ya sehab�an efectuado por la administraci�n; esta coherenciaes fundamental, puesto que con frecuencia las iniciati-vas resultan deslavazadas y no se pueden rentabilizaractuaciones pasadas, algo que resulta clave para lograrresultados positivos a medio plazo. Se comprendi� tam-bi�n la importancia de implicar a los vecinos en la acti-vidad y, por supuesto, de atender a la voluntad delAyuntamiento y al sentido de su compromiso con lazona.

Desde el inicio, el modelo por el que se opt� fue elcentro o aula de Òinterpretaci�nÓ, puesto que la v�a dela musealizaci�n convencional no es posible en ausenciade colecci�n museogr�fica de bienes muebles. �ste es elprimer punto que merece un comentario, puesto quesiendo un fen�meno reciente en nuestro pa�s, su expan-si�n es amplia y est� pr�cticamente indefinido desde unpunto de vista legal, lo que resulta en ocasiones untanto delicado. La interpretaci�n del patrimonio, comodefine la AIP en su primer bolet�n y reitera en lossiguientes, Òes el arte de revelar in situ el significadodel legado natural, cultural o hist�rico al p�blico quevisita esos lugares en su tiempo de ocioÓ. Es una formade difusi�n que se ha desarrollado en las �ltimas d�ca-das, como se ha estudiado la accesibilidad del mismo,

los lugares o espacios para presentar dicho patrimonioal p�blico y el modo de establecer la comunicaci�n4. Loscentros o aulas se han articulado para difundir el patri-monio, tanto cultural como natural, al p�blico de formadirecta, clara, usando como base ya no la colecci�n debienes, sino el propio legado en su propio medio oentorno, vincul�ndolo al territorio, algo que en partepuede relacionarse con el concepto franc�s de ecomu-seo5 y que corre parejo al creciente inter�s por los pai-sajes culturales o espacios naturales, incluso por los pai-sajes industriales6, como escalas adecuadas para lacomprensi�n de determinados fen�menos.

Ahora bien, estos centros o aulas radicados en elmedio patrimonial a explicar, no siempre asumen unplanteamiento riguroso, ni se adaptan a ese fin de divul-gaci�n, ni producen el efecto perseguido. Tal vez laausencia de una legislaci�n clara sobre el particular (enEspa�a s�lo las Islas Baleares han recogido esta figura ensu r�gimen jur�dico de museos7), que recoja los plante-amientos que ya ha difundido la historiograf�a y sobrelos que trabajan expertos del pa�s (bas�ndose en expe-riencias propias y el conocimiento de trayectorias for�-neas), es la que justifica esta neblina e indefinici�n,alentando algunos proyectos de escaso fundamento ya�n menos proyecci�n de futuro.

DESARROLLO DE LA ACTUACIîN: FASES YM�TODO

Se plantearon unas fases sucesivas de proyecto y eje-cuci�n, a grandes rasgos y con modestos presupuestos(cada fase asignada a una partida presupuestaria delejercicio anual) que generar�an finalmente una pro-puesta de calidad, muy completa, ambiciosa pero asu-mible al desarrollarse de forma progresiva en un per�o-do m�ximo de 4 a�os.

La primera de ellas, y fundamental, ha sido la elabo-raci�n de una sistematizaci�n documental y la redacci�nde la memoria hist�rica, iniciada en 2002 y completadael pasado a�o 2003; sin ella no puede acometerse unproyecto de esta �ndole, aunque con frecuencia se mini-mice o se solvente como un pre�mbulo burocr�tico,impidiendo llevar a t�rmino como se debieran las con-secutivas fases. Este trabajo de investigaci�n, riguroso,ajustado al m�todo del historiador, indaga en distintosfondos de archivo y bibliotecas, rescatando la documen-taci�n (textual y gr�fica: fuentes y bibliograf�a, que pro-curan datos relevantes), desarrolla el trabajo de campo(ha sido fundamental, para reconocer el terreno y exa-minar los vestigios materiales, situ�ndolos con precisi�nal emplear un GPS, obtener material fotogr�fico y con-trastar la informaci�n de las fuentes), finalmente, estu-dia y extrae un discurso que cronol�gicamente exponelos aspectos de orden geol�gico, econ�mico, empresa-

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Fig. 2. Este panel recuerda la obra llevada a cabo para recuperar la trinchera del ferro-carril al servicio de las minas de Riosa, en términos del municipio de Mieres

rial, t�cnico y social m�s relevantes que forman la his-toria propia de este �rea minera, de este ferrocarril yjustifican su inter�s patrimonial. Los archivos consulta-dos no pueden ser s�lo locales, as� que siguiendo estapremisa se ha obtenido informaci�n de centros extran-jeros, caso de los Archivos del Mundo del Trabajo sitosen Roubaix, Francia; se han analizado legajos de otrosde �mbito nacional, como los del antiguo INI deposita-dos hoy en la SEPI, Madrid, o fuentes impresas de laBiblioteca Nacional o la Escuela de Minas (ETSIM) deMadrid y, por supuesto, se han examinado referencias decar�cter regional (fondos del Centro de Documentaci�ndel Museo del Ferrocarril de Asturias, Gij�n), local(Archivo Municipal de Mieres, en especial) y particular,como los interesantes documentos conservados por elque fuera ingeniero director de las minas durante tresd�cadas, D. Luis çlvarez Fueyo. Finalmente, para el cor-pus gr�fico, se han localizado y obtenido copias foto-gr�ficas de colecciones privadas de amantes del ferro-carril, como Ferr�n Llaurad� (Catalu�a), John Morley(Inglaterra), Jeremy J. Wiseman (Francia) y otros.

Desde el primer momento y en esta fase se intent�lograr la implicaci�n vecinal con el fin de hacer suyo elproyecto, de ah� que se informase en todo momento ala asociaci�n de vecinos de la marcha y objetivos deltrabajo para recabar su apoyo. Quiz�s el punto demayor inter�s fue la consecuci�n de testimonios oralesy compilaci�n de material fotogr�fico de varias personasde la parroquia, desarrollado tanto en estancias depuertas abiertas de la estaci�n como en visitas a domi-cilios particulares, campa�a que se publicit� mediantecarteles y noticias en la prensa.

La compilaci�n no tiene otro sentido, en este caso,m�s que permitir un an�lisis completo de esa industria

hist�rica y ofrecer las claves para su interpretaci�n y losdocumentos m�s oportunos para su ilustraci�n. Hay queleer, conocer a fondo y sintetizar la informaci�n, porqueno se trata de extractar de una bibliograf�a el conoci-miento historiogr�fico ya asentado para divulgar lo m�srelevante, sino de crear ese argumento hist�rico eindustrial, que nace de las fuentes y del fundamentaltrabajo de campo, y del que luego se extractar� unaparte con ese fin de difusi�n pedag�gica.

En 2004 se desarroll� la segunda fase, de an�lisis ys�ntesis, de resultas de la cual se elabor� el discursoexpositivo para el aula y para la senda. Comprend�atambi�n la dotaci�n de una imagen para el proyecto,que si bien no llega a imagen corporativa en su desarro-llo completo, si incluye al menos la definici�n de unlogotipo y de unos colores caracter�sticos que definen laactuaci�n.

Tambi�n se incluy� en esta segunda fase la ejecuci�nde los paneles que se dispondr�an en el interior del aula.De forma complementaria, al margen de esta partidapresupuestaria, se desarrollaron trabajos de adecuaci�ndel interior por personal del Plan Local de Empleo, cen-trados en obra de alba�iler�a y pintura, que transforma-ron el espacio interior de la estaci�n posibilitando ladisposici�n de los paneles y la circulaci�n de personas.

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Fig. 3. Una breve noticia en el periódico de mayor tirada en la zona minera central, LaNueva España, edición de las Cuencas, recogía nuestro propósito de acercarnos a losvecinos. Era el 10 de septiembre de 2003 y nos encontrábamos en el comienzo del pro-yecto

Fig. 4. Logotipos del Aula de Interpretación del Ferrocarril Minero de Loredo, diseñode Pablo Argüelles García. Se buscaba una imagen clara, que sintetizara el carácterferroviario del proyecto y fuera identificable por niños y mayores. El rojo oscuro por elque optamos, que por desgracia no se aprecia en esta ilustración en blanco y negro, querecuerda el del hierro oxidado, pareció apropiado para el logo, combinándose en elinterior con el gris que recuerda las calizas de montaña en la decoración y pintura depared

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Dicho discurso se articula en dos niveles: uno m�sligero, que acompa�a el recorrido por la senda y desta-ca los aspectos propios del tendido ferroviario a trav�sdel territorio, y otro m�s denso, para el interior delaula, que se estructura en dos fases: hist�rica y patri-monial.

En cuanto al nivel 1, senda, se ha optado por dise�arcuatro paneles de gran tama�o, con el texto biling�e(por el compromiso de gobierno del Ayuntamiento depotenciar el uso del asturiano) y varias ilustraciones,tanto planos como fotograf�as, que ofrecen una infor-maci�n somera �til tanto para quienes s�lo desean reco-rrer este itinerario al aire libre, leyendo y observandoestas se�alizaciones sin demasiado tiempo o atenci�n,como para aquellos que hacen el camino pensando enllegar al aula; es m�s, realmente, se trata de un est�-mulo, una invitaci�n a realizar el camino desde el inicioen La Pereda hasta Loredo, para all� detenerse y entraren la antigua estaci�n. El camino y sus paneles sirvencomo pre�mbulo o espacio de transici�n al interior delAula de Interpretaci�n.

Los aspectos que recogen son: aspectos generales delferrocarril, de orden hist�rico y patrimonial, as� como

de su conversi�n en v�a verde, al inicio de �sta en LaPereda; memoria hist�rica de La Pereda, en otro panelsito en el �rea recreativa de esta localidad; usos y ocu-pantes de la antigua estaci�n, con la invitaci�n a visitareste Aula y, finalmente, en la segunda mitad del reco-rrido, se exponen los aspectos de la dif�cil obra de ten-dido del ferrocarril y su uso como medio de transportepara los vecinos.

En cuanto al nivel 2, aula, se ha asignado el desarro-llo hist�rico de la explotaci�n vinculado a las diferentescompa��as (aspectos de empresa, profesionales y tecno-log�a) a la planta baja Ðde mayores dimensionesÐ y se hareservado para el altillo la aportaci�n sobre el patrimo-nio ferroviario, en concreto el material motor y tambi�nremolcado, por ser �ste el punto destacado por el Ayun-tamiento en su encargo y por ser tambi�n, sin duda, elaspecto m�s relevante de esta historia.

La tercera fase se desarrolla en el presente a�o 2005y permite financiar la ejecuci�n de los elementos m�scostosos, tales como los cuatro paneles exteriores y lasdos maquetas del interior que se contratan a profesio-nales externos a Pozu Espinos. Se complementa con laelaboraci�n de una banderola o dispositivo que sirve

Fig. 5. Vista de Loredo con la estación al fondo. Fotografía: Roberto Álvarez Espinedo (en adelante, RAE). La disposición de la aldea al pie de la estribación montañosa y la posi-ción dominante de la estación, hoy centro, bien visible pero dando la espalda a la población nos llevó a plantear ese telón que se colgará en la trasera y será la referencia visual quesitúe este espacio para la interpretación del ferrocarril en su entorno

como se�alizaci�n de la estaci�n en el entorno: unagran lona impresa con el logo y el nombre del aula, quepende en su parte posterior y resulta visible desde lacarretera de acceso a Loredo.

Se pretende implementar el trabajo de este a�o conla elaboraci�n de tarjetones y folletos, los primeros conlos datos b�sicos del Aula y orientados a su localizaci�n(sirve como presentaci�n) y los segundos, con un car�c-ter divulgativo y similar contenido al del propio centro,compilando los aspectos m�s interesantes tanto entexto como en fotograf�a.

Aunque existe la posibilidad de desarrollar alg�n tra-bajo posterior y complementario con cargo al presu-puesto del pr�ximo a�o, probablemente en el �rearecreativa de La Pereda, ser� en el presente cuando elcentro abra sus puertas al p�blico, probablemente en elmes de junio. El coste total de la operaci�n, distribuidoen varias anualidades, ronda los 36.000 euros proceden-tes de las partidas de la concejal�a de Cultura del Ayun-tamiento: una suma m�s que razonable si se comparacon otras manejadas en el mismo concejo o en el Prin-cipado para otras iniciativas.

En la actualidad se decide cu�l ser� el modelo de ges-ti�n a aplicar, que se presume pueda ser compartido conlos otros centros de interpretaci�n del municipio, con elfin de dotar de cierta unidad de acci�n a estas iniciati-vas tan vinculadas no s�lo con la cultura, sino tambi�ncon el turismo e incluso el medio ambiente, para queresulten coherentes y viables. La propuesta ser� com�npara nuestro Aula de Loredo, el centro radicado en elpoblado de Bustiello (Santa Cruz de Mieres) y el que seest� dise�ando para el Pozu Espinos de Tur�n, todosellos de titularidad municipal. Sin duda la gesti�n sueleser el tal�n de Aquiles de muchas iniciativas similares a�stas, de modo que confiamos en una soluci�n realista

que permita la apertura y la actividad de los centros amedio plazo.

RETAZOS DE UN RECORRIDO Y UNA VISITA: UNAINVITACIîN

A. LA SENDA VERDE Y EL ANTIGUO FERROCARRILMINERO

La idea que se debe trasladar al caminante es que,siguiendo la senda verde, est� cubriendo el trayecto quea�os atr�s hac�an locomotoras a vapor y vagones carga-dos de carb�n, infatigablemente, sirviendo al desarrollode la miner�a y la siderurgia con sus viajes desde La Fozde Morc�n hasta aqu�. Puesto que tal vez pase desaper-cibido que este recorrido forma parte del patrimonioferroviario y del legado de la industrializaci�n hist�ricaen Asturias, que es un vestigio importante de nuestropasado, los paneles que acompa�an su andadura permi-ten refrescar la memoria o descubrir algo nuevo. As�proponemos acercarnos tanto a los propios vecinos deesta parroquia u otros puntos del concejo, que ya cono-cen algo o mucho de esta historia, como a los eventua-les visitantes: la combinaci�n de niveles de informaci�nposibilita esto, pudiendo ejemplificarlo con lo quesigue.

Existe una l�nea de argumentaci�n que expone aspec-tos considerados b�sicos, de orden general, as� comootra que incluye datos particulares que pueden serconocidos y que se completan con una interpretaci�n.Veamos el ejemplo del primer panel, con el que arran-car� la senda; la idea b�sica es que el propio itinerarioforma parte del patrimonio industrial, se define y mues-tra el inter�s de la v�a estrecha y los datos son algunos

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Fig. 6. Una vista actual de la senda verde, serpenteando a media ladera, cerca de Peñamiel donde termina por haberse cegado el túnel. Fotografía RAE

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de aquellos ÒobjetivosÓ que hemos podido compilarrelativos al tendido f�rreo, que completamos con unareflexi�n sobre el valor de la trinchera. Este ser� eltexto que lo explique, acompa�ado de ilustracionescomo la que reproducimos a continuaci�n.

Texto del primer panel, exterior, La Pereda: El ferrocarril de v�a estrecha (ancho inferior a

1435 mm, que es el de referencia internacional)se us� con frecuencia en el norte de Espa�a, porlo que implicaba de reducci�n de costes de cons-trucci�n y de mantenimiento, pero tambi�n por sumejor adaptaci�n a la orograf�a que impone lacordillera Cant�brica.

Este sendero se corresponde con el tendido deun antiguo ferrocarril de v�a estrecha que estabaal servicio de la explotaci�n minera, algo queconstituye una se�a de identidad de la Asturiascontempor�nea. En su tiempo, un�a esta localidadcon La Foz, avanzando por un estrecho ca��ndonde recog�a la hulla que all� se concentraba yproced�a de los distintos grupos mineros que per-tenec�an a la empresa.

La dif�cil obra del ferrocarril fue emprendidapor la S. A. Hulleras de Riosa, que en 1914comienza la explotaci�n del coto minero, animadapor la creciente demanda de combustible querequer�a mejoras en el transporte. El proyecto sedebe al ingeniero Jos� Vigil Ð Escalera que dirigi�las obras junto a Jos� Garc�a Lago; los trabajos seextendieron hasta la inauguraci�n en 1921, legali-zando y regularizando el funcionamiento un a�o

despu�s. El coste fue elevado: rond� los 4 millo-nes de las antiguas pesetas para una l�nea de 750mm. de ancho y unos 8 kil�metros de longitud,que recibe el carb�n de Riosa, atraviesa Morc�n yllega hasta este concejo.

Tras casi medio siglo de incesante actividad,este tren dej� el servicio en noviembre de 1969 yfue desmantelado, desguaz�ndose la mayor�a desus piezas.

La trinchera es la m�s profunda huella en elpaisaje y su trazado se adaptaba al paso de unalocomotora, con pendientes poco pronunciadas ycurvas poco cerradas, as� que hoy es id�neo parael recorrido a pie. Pero adem�s veremos integra-das en un hermoso paisaje con evidentes valoresnaturales las obras de contenci�n y explanaci�n,los fuertes muros de buena piedra, los pasos infe-riores, los t�neles de esta formidable obra huma-na y la estaci�n en el antiguo apartadero de Lore-do, convertida hoy en Aula de Interpretaci�n.

B. LA ESTACIîN DE LOREDO, AULA ÒDEINTERPRETACIîNÓ

En el exterior de la antigua estaci�n de Loredo elobjetivo es destacar el inmueble, convirti�ndolo en unhito en el camino, cometido que cumple la banderolacolgada en la parte posterior, pero tambi�n el panel dis-puesto junto a la puerta. Estos reclamos deben atraer laatenci�n del visitante a la localidad, detener al cami-nante que viene desde La Pereda por la senda y conse-

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Fig. 7. Un detalle de la obra del ferrocarril: el túnel nº 2, entre La Pereda y Loredo, y los muros de contención entre los que pasaba la vía y hoy los peatones. Fotografía RAE

guir que entren con cierta curiosidad en el aula, tantolos que la conocen desde tiempo atr�s y se preguntanqu� encierra ahora en su interior, como aquellos quenunca han pasado por all�. Las reducidas dimensionesdel inmueble pueden jugar, incluso, a nuestro favor:nadie se desanima ante la visita de un centro tan peque-�o, cuya visita puede rondar la media hora aproximada-mente.

En este punto, adem�s, se aprecia claramente lamagnitud de la obra ferroviaria, algo que se pone de

manifiesto en los textos donde se subraya la explanaci�ndel terreno, la construcci�n de potentes muros de con-tenci�n para la trinchera con bloques de sillar y la orga-nizaci�n de un ÒapartaderoÓ que permit�a el cruce delos trenes que circulaban entre La Pereda y La Foz poruna �nica v�a.

En cuanto a la estaci�n, se trata de subrayar lo sin-gular de su existencia, puesto que no es com�n que untren minero cuente con este tipo de construcci�n. As�que se destaca su funci�n, como despacho y vivienda del

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Fig. 8. Plano del tendido férreo. De la rica documentación planimétrica manejada reproducimos este interesante “plano general” procedente del archivo de topografía del PozoMontsacro, Riosa, de la época de Hulleras de Riosa y sin datar, en que se identifican las concesiones mineras, el trazado de la línea férrea y otras instalaciones

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jefe de caminer�a, explicandoque �ste era un servicio funda-mental que se ocupaba de laslabores de mantenimiento dela red. Tambi�n se rese�an losaspectos materiales y forma-les de la pieza, comentandoque para edificarla se extrajola piedra caliza rosada (griot-te) de una cantera pr�xima(sita en Funtilix�n, justo antesdel ya citado t�nel n¼ 2); semenciona el empleo de la teja�rabe y el empleo de madera origi-nalmente en el forjado del piso y laarmadura de cubierta, siguiendo un sis-tema de construcci�n tradicional. Puestoque llama la atenci�n la cuidada apertura de loshuecos en arco rebajado y eltrabajo de carpinter�a delalero, con la llamada Òguar-damalletaÓ cuidadosamenterehecha, se comenta queson aspectos �stos formalesy decorativos que excedenel funcionalismo tantasveces imperante en la arqui-tectura al servicio de laindustria, lo que acrecientasu valor.

Respecto a los datos con-cretos que conectan con losrecuerdos de vecinos y lamemoria del lugar, se resca-ta la figura de Eleuterio Qui-roga, vigilante durante lasobras del tren en la segundad�cada del siglo XX, quien fue el primero en ocupar estacasa y se recuerda tambi�n a quienes le sustituyeron,a�os despu�s, con las mismas funciones.

Una vez en el interior, se sigue un orden establecidode paneles y lonas impresas dispuestos en las paredes ycomplementados por dos maquetas, primero con un dis-curso hist�rico en la planta baja y reservando el aparta-do de las locomotoras y el material rodante para el alti-llo, al que se accede por una escalera interior.

A la hora de establecer el discurso, nos pareci� quedentro de los dos apartados establecidos y diferenciadospor su posici�n en el aula, los hilos conductores deb�anser distintos. En la planta baja existe un panel de intro-ducci�n y presentaci�n, cuyo fin es dejar claro que estahistoria se sustenta en la riqueza geol�gica en hulla id�-nea para la cokizaci�n, que �sta es la clave de la renta-ble producci�n en funci�n de la necesidad de la siderur-gia asturiana, as� que se acompa�a de dos cestos en que

se muestra hulla de la cuen-ca del Caudal y cok, �steobtenido en los hornos deVeri�a, Gij�n, de Arcelor(antigua ENSIDESA). A partirde ah�, hallamos varios pane-les de grandes dimensionesque se corresponden cadauno de ellos con una fase his-t�rica y unas ideas genera-

les:Origen de la actividad: el

siglo XIX. La F�brica de Trubia yel coto minero de Riosa.Industrializaci�n capitalista y

modernizaci�n econ�mica. De Minasde Riosa a Hulleras de Riosa y el par�n-

tesis franc�s, 1899 a 1952De nuevo en manos del

estado: desde 1952 a nues-tros d�as. La participaci�ndel INI: las minas explota-das por ENSIDESA y HUNO-SA

No se trata aqu� de reco-ger todo su desarrollo, peros� merece la pena explicaral menos uno de ellos (el�ltimo) para exponer nues-tro m�todo de trabajo.

Se exponen unas carac-ter�sticas hist�ricas genera-les, como es la situaci�n deEspa�a en la posguerra y lavoluntad de relanzamientoindustrial articulada por elINI, para ofrecer a conti-

nuaci�n datos b�sicos sobre las dos empresas estatalesque se sucedieron en la zona, ENSIDESA (entre 1952 y1969) y HUNOSA, que mantiene la explotaci�n hasta laactualidad en la zona.

Como aspectos destacados, que responden al modeloilustraciones Ð texto, se recoge en primer lugar la pro-fundizaci�n y puesta en marcha del Pozo Montsacro,aspectos del trabajo en interior como el uso de nuevasl�mparas el�ctricas de casco, el desmantelamiento pro-gresivo de las instalaciones auxiliares en La Pereda, enparalelo a la dotaci�n de la planta de ENSIDESA en Avi-l�s, y la dotaci�n de viviendas y equipamientos socialespor las empresas.

Como transici�n al bajocubierta, existe un panel quese refiere al transporte ferroviario como delicada correade transmisi�n entre la oferta y la demanda, en que sealude al importante papel del tren como sistema deabastecimiento regular y econ�mico del mercado y se

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Fig. 9. La estación de Loredo antes y ahora. La vista antigua data de 1927 y procedede la colección de Alberto Álvarez González, presidente de la asociación de vecinos.La actual ha sido realizada por Roberto Álvarez

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mencionan las diferentes soluciones que dieron estascompa��as al problema en la zona.

Por �ltimo, en este reducido espacio del altillo, lainformaci�n relativa al material motor se agrupa enpaneles en funci�n de los anchos de v�a y se completacon otro que recoge los modelos de vagones tolva, detransporte de viajeros y otros elementos remolcados.Aqu� el discurso se asienta en una ficha que reitera unosdatos b�sicos (n�mero o nombre, fabricante, fecha,n�mero de construcci�n, rodaje y noticia hist�rica) yuna elevada aportaci�n gr�fica, que en ocasiones inclu-ye planos pero, fundamentalmente, se corresponde confotograf�a hist�rica mayoritariamente en blanco ynegro. En esta zona el dise�o opta por un fondo delmismo rojo oscuro para los paneles, que se recortansobre paredes pintadas de blanco (no existe la decora-ci�n de la planta baja) y resultan m�s atractivos a lavista, compensando la falta de colorido del corpus gr�-fico.

CONCLUSIONES

Un proyecto de recuperaci�n de patrimonio industrialpuede llevarse a efecto con unos recursos econ�micosajustados, si resulta de la coherencia, la reflexi�n, la

actividad profesional y la sinton�a de las diferentesadministraciones implicadas. El mantenimiento de unavoluntad pol�tica durante unos a�os, a salvo de veleida-des tales como posturas encontradas o alteraci�n deprop�sitos por la sucesi�n de distintos partidos en elgobierno, facilita el desarrollo de un plan de trabajoque a�o tras a�o consuma una partida presupuestariaasumible y est� en manos de un �nico equipo compro-metido en las distintas fases y en su definici�n global,desde el inicio hasta el final del proceso. El resultadopuede ser mejorable, por supuesto, pero est� al menosbien fundamentado, surge de la investigaci�n y se orga-niza con un criterio de divulgaci�n, interpreta el entor-no y se halla en sinton�a con los intereses de vecinos yadministraci�n.

REFERENCIAS

No exist�an hasta ahora trabajos que analizaran ordenada-mente los aspectos de historia y patrimonio de inter�s paraesta zona minera y las empresas que en ella actuaron, es decir,no hab�a bibliograf�a de la que partir para elaborar el estudiohist�rico ni las bases para una sistematizaci�n documental. Lamuy digna excepci�n la constitu�a el art�culo que Jos� AntonioG�mez dedic� a las diferentes l�neas f�rreas al servicio de laexplotaci�n minera, que ofrec�a los principales hitos hist�ricosy perge�aba las etapas de los siglos XIX y XX como contexto a

Fig. 10. Como ejemplo del material gráfico que incluyen los paneles del altillo, baste esta fotografía de la locomotora llamada Riosa de la que se mencionan allí sus característicasbásicas, en la correspondiente ficha elaborada por Guillermo Bas. Fue fabricada por Haine St. Pierre, en Bélgica, en 1924. Fotografía cedida por Alberto Álvarez, sin fechar

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su estudio monogr�fico del ferrocarril8. Exist�an tambi�n refe-rencias dispersas en obras de orden general, dedicadas a histo-ria econ�mica regional, por ejemplo, o historia de la miner�a,o que lo mencionan en relaci�n a otros temas, como ser�an (porcitar un par de ejemplos) la F�brica de Trubia (de inter�s paraanalizar el origen de la actividad en la zona) o los Figaredocomo empresarios del sector minero (por ser los socios mayori-tarios en esta explotaci�n durante d�cadas).

Esto explica que m�s all� de las referencias puntuales ennota a pie, la base sea el documento elaborado por nuestraempresa para el Ayuntamiento de Mieres, de car�cter cient�fi-co Ð t�cnico e in�dito, que compendia toda la informaci�n tex-tual y gr�fica. Como texto de consulta, por su f�cil acceso,puede remitirse a la comunicaci�n firmada por Mar�a FernandaFern�ndez, ÒMinas de Riosa, Asturias: un persistente �xitoempresarial (siglos XIX y XX)Ó, que se present� a la presesi�nde la secci�n B 16 del VIII Congreso de la Asociaci�n Espa�olade Historia Econ�mica, Jornadas Cient�ficas ÒMiner�a y des-arrollo empresarial en Espa�aÓ celebradas en Almad�n enfebrero de 2005, a la que se acceder� desde la primavera de2005 en internet (a trav�s de la p�gina web de la AEHE) y delque existen tambi�n las actas en CD Ð Rom.

NOTAS

1 Las v�as verdes (greenway) se corresponden con itinerariosferroviarios abandonados y desmantelados para el transpor-te por tren, recuperados para el recorrido a pie, en bicicle-ta o incluso a caballo, en operaciones de inter�s tantodeportivo, como natural y cultural. Existe una p�gina webde referencia, aunque incompleta en sus registros: Funda-ci�n de Ferrocarriles Espa�oles Ð Depto. de V�as Verdes,Espa�a, 11/04/05, http://www.viasverdes.com eÐmail:[email protected]. En Asturias existen, adem�s de la quenos ocupa ahora, otra en el municipio de Mieres que est�complet�ndose en el valle de Tur�n (Mieres), y las de LaCamocha en Gij�n (lugar en el que en octubre de 2000 secelebr� el II Congreso Internacional de V�as Verdes, organi-zado por el Ayuntamiento y el Gobierno del Principado deAsturias), Fuso la Reina (de Tu��n a Fuso, en las cercan�asde Oviedo y concejos lim�trofes) y la llamada Senda del Oso(�rea de Teverga); tambi�n pasa por el extremo occidental

parte de la senda verde del Eo, que se corresponde con elferrocarril de Villaodrid a Ribadeo. Existen asimismo dosvol�menes de la Gu�a de v�as verdes, editados por Anaya encolaboraci�n con Fundaci�n de Ferrocarriles Espa�oles.

2 Este recorrido tiene una duraci�n estimada de 5 horas ycubre 9Õ5 km. de longitud, en parte por la pista cementadade la senda, el resto por pista de tierra y caminos vecinales.Fern�ndez Ortega, A. et al. 2003. Rutas de B.T.T. y sende-rismo en el concejo de Mieres. Concejal�a de Turismo delAyuntamiento de Mieres, Mieres, 37 pp. Pueden consultarsesus datos b�sicos en Sociedad Regional de Turismo delGobierno del Principado de Asturias, 10/04/05, http://www.infoasturias.com, en el apartado de rutas y turismoactivo, senderos se�alizados.

3 Para conocer otras iniciativas municipales, recomendamosla visita a su p�gina web: http://zorba.ayto-mieres.esaccediendo a las �reas de Cultura, Medio Ambiente y Turis-mo. [email protected]

4 Sobre interpretaci�n del patrimonio, varias referencias pororden cronol�gico: Padr� Werner, J. 1996. La interpreta-ci�n: un m�todo din�mico para promover el uso social delPatrimonio Cultural y Natural. En: Mart�n, M. y Rodr�guezBarber�n, J. (coord. ed.) Difusi�n del Patrimonio Hist�rico,Instituto Andaluz del Patrimonio Hist�rico Ð Junta de Anda-luc�a, Sevilla, 8 Ð 13. Morales Miranda, J. 1998. Gu�a pr�cti-ca para la Interpretaci�n del Patrimonio. Consejer�a de Cul-tura de la Junta de Andaluc�a, Sevilla, 313 pp. Ballart Her-n�ndez, J. y Juan i Tresguerres, J. 2001. Gesti�n del patri-monio cultural. Ariel Patrimonio, Barcelona, 238 pp.

5 Este concepto fue preconizado y divulgado por el profesorRivi�re, cuyas ense�anzas se han recogido por sus alumnosen: 1989. La mus�ologie selon GeorgesÐHenri Rivi�re.Dunod, Paris

6 Fern�ndez Guti�rrez, M» F. 2002. El paisaje de la industria:un nuevo horizonte del patrimonio cultural. çbaco, 34 (2»�poca), 79 Ð 92

7 Ley 4/2003, de 26 de marzo, del Parlamento de las IllesBalears: Ley de Museos de las Illes Balears, en su t�tulo II(r�gimen com�n de reconocimiento de los museos y de lascolecciones), art�culo 11, recoge la creaci�n de centros deinterpretaci�n de las administraciones p�blicas.

8 G�mez [Mart�nez], J. A., septiembre Ð diciembre 1990. Losferrocarriles de las Minas de Riosa. Carril. 31, 35 Ð 53.