Aspectos éticos y legales

Aspectos éticos y legales de la implementación de la psicoterapia a través de Internet

AUTOR: LIC. MARIELA VERÓNICA GILES

TÍTULO: ASPECTOS ÉTICOS Y LEGALES DE LA IMPLEMENTACIÓN DE LA

PSICOTERAPIA A TRAVÉS DE INTERNET


Resumen

En el presente trabajo se señalan algunos de los temas de interés que han surgido

acerca de relación de la psicología con la red de Internet. Se desarrollan las cuestiones

éticas y legales del uso de Internet como vehículo para la psicoterapia. Se presenta el

eHealth, un código de ética que han desarrollado algunas instituciones de Telesalud de los

EE.UU, incluida la salud mental, en el cual se han asentado ciertas reglas voluntarias que

instan a quienes trabajan en este campo a mantener ciertos estándares de ética. Se describen

y analizan las principales reglas de este código, donde se destacan cuestiones tales como: la

necesidad de reglamentaciones y leyes que regulen el ejercicio de esta práctica, la

privacidad y confidencialidad de los datos del paciente, la información que debe estar

disponible con respecto al costo, duración y modalidad de las sesiones, el cuidado del

acceso a este servicio de menores, las acciones que deben realizarse para proteger al

paciente en situaciones de crisis, la advertencia de problemas técnicos que puedan surgir,

así como también la mención de aquellos problemas o trastornos que se consideran

inapropiados para realizar psicoterapia a través de Internet.

Palabras clave: Psicoterapia- Internet- Códigos de Ética- Aspectos Legales.

Introducción

Hasta hace seis años y medio atrás había solo cincuenta sitios web alrededor del

mundo, hoy, hay mas de seis millones. La más avanzada tecnología computarizada, más

una cantidad de sitios web relacionados con la salud, e-mail y grupos de chat se están

convirtiendo en un importante y necesario ítem en la vida de consumidores, pacientes y

profesionales de la salud. Los rápidos y de amplio alcance avances tecnológicos están

revolucionando las formas en que la gente se relaciona, comunica y vive sus vidas diarias.

Las tecnologías que eran difícilmente usadas unos pocos años atrás como la Internet, e-mail

y videoconferencia, se están haciendo métodos familiares para las comunicaciones


modernas. Las telecomunicaciones continuarán desarrollándose rápidamente y su impacto

en la psicología será significante.

Los cambios en la forma en que se intercambia la información también cambiarán la

forma en que se relacionen los profesionales de la salud mental con sus pacientes. Pierce

(2000) refiere, que como dijo un autor desconocido, “el crecimiento implica cambios y el

cambio implica riesgos” y nos plantea interesantes preguntas: ¿estaremos dispuestos a

correr el riesgo que implica el uso de la tecnología vía computadora para los asuntos

relacionados con la salud?, ¿cómo afectará la comunicación con computadoras la habilidad

de las personas para expresar sus sentimientos positivos o negativos acerca de los

problemas de la salud?.

No cabe duda que son muchos los interrogantes que nos genera la relación de la

psicología con la red de Internet. Nunca antes la información acerca de las enfermedades

mentales ha estado tan abundantemente disponible y nunca las incertidumbres éticas han

sido tan amplias con respecto a las aplicaciones de la psicología en el campo de la web.

Desarrollo del tema

I. Consideraciones sobre las aplicaciones clínicas de la psicología en Internet

Son muchas las aplicaciones clínicas de la psicología que han ido abarcando el

ámbito de la red de Internet. Dentro de los servicios clínicos ofrecidos por los psicólogos en

Internet se incluyen la evaluación, la psicoterapia, las intervenciones psicoeducacionales, la

atención en crisis, la planificación de tratamientos y el manejo de casos, entre otros

(Jerome, y cols.; 2000).

Hasta ahora, los profesionales de la salud estábamos familiarizados con el término

“Telesalud”, pero ha surgido un nuevo término, el “eSalud” (eHealth), el cual se prefiere

para referirse a los servicios de cuidado de la salud disponibles a través de Internet, que van

desde los productos informacionales, educacionales y comerciales a los servicios directos


ofrecidos por profesionales y no profesionales. El eSalud incluye una amplia variedad de

actividades clínicas que han sido caracterizadas tradicionalmente como Telesalud, pero

anexando la red de Internet como medio para las comunicaciones (Maheu, 2000).

Otros términos se han ido definiendo a partir del surgimiento de la red de Internet

como un nuevo campo de aplicación clínica de la psicología. Según el National Board for

Certified Counselors, (1998) la práctica del web-counseling, como se denomina en EE.UU.

al asesoramiento psicológico a través de Internet, ha definido como: “la práctica de

asesoramiento profesional y entrega de información que ocurre cuando cliente(s) y asesor

se encuentran en lugares separados o remotos y utilizan medios electrónicos para

comunicarse a través de Internet”. En Argentina en el sitio http://www.eutimia.com, la

psicoterapia online se define como un sistema de atención psicoterapéutica online que se

realiza a través de Internet, ya sea por comunicación escrita (Chat mediante ICQ), verbal

(Netmeeting) o ambas, en tiempo real (fecha de acceso: abril de 2000).

Son muchos los sitios web que ofrecen asesoramiento en salud mental o

psicoterapia que se están desarrollando en Internet. Algunos sitios web son bien respetadas

y establecidas organizaciones que ofrecen servicios gratis y confidenciales; otros son más

bien menos conocidos, pequeños y con demanda de altos aranceles. La Asociación

Nacional de Salud Mental de EE.UU. por ejemplo, ofrece tests para detectar la depresión

clínica online de manera gratuita, anónima y confidencial, en tanto que otros sitios no tan

conocidos ofrecen asesoramiento psicológico a través de e-mail por aranceles de hasta 70

dólares por cincuenta minutos a pagar con tarjeta de crédito (Charatan, 2000a).

Varias ventajas se le asignan a la psicoterapia online, con respecto a la psicoterapia

convencional. Algunos profesionales afirman que esta nueva modalidad brinda una mayor

comodidad, dado que la persona se puede conectar desde donde lo desee, su hogar, oficina,

etc., no teniendo que recurrir a un consultorio particular perdiendo tiempo en viajes y

movilidad; privacidad, dado que la misma supera a la relación cara a cara con el terapeuta,

permitiendo a muchos pacientes una mayor libertad de expresión de sus sentimientos,


problemas o conflictos; y flexibilidad, por la amplia disponibilidad de horarios para la

psicoterapia online (Mariani, 2000).

Sin embargo, el campo de la psicoterapia online no está exento de cuestiones

controversiales. Con respecto a las críticas a este campo, Burke (2000) nos presenta algunas

de las posiciones de los expertos. En primer lugar, las críticas apuntan a advertir que la

psicoterapia online sería peligrosa, en tanto charlatanes o personas inescrupulosas podrían

hacer de ésta simplemente un negocio y así perjudicar a los usuarios. Algunos críticos son

cautelosos acerca de cómo este campo está abarcando la red de Internet como medio

clínico, dado que no habría formación o investigación en psicoterapia a través de Internet

que sea suficiente, ni siquiera una definición clara de lo que realmente esto sea. Otros

expertos afirman que aunque la industria se está moviendo más rápido de lo que debería y

el desarrollo de la tecnología iría más avanzado que la infraestructura y las guías que se

tienen, no hay duda de que éste va a ser uno de los principales formatos de la salud mental.

Por otro lado, se afirma que este medio podría beneficiar a la población potencial de

pacientes que no lo harían de forma convencional, dado que estudios recientes estiman que

uno de cada cinco adultos y niños tienen un trastorno mental o emocional diagnosticable y

que menos de un tercio realiza algún tratamiento. El estigma adherido a la enfermedad

mental es una de las razones más poderosas para que la gente no busque tratamiento y

según los expertos la red de Internet podría ayudar a la gente a sentirse menos vulnerable al

estigma asociado a ver a un terapeuta.

Vedantam, (2000) afirma que si bien los pacientes pueden realmente estar más

dispuestos a abrirse con respecto a sus problemas mientras escriben en la privacidad de sus

casas, los profesionales están solo entrenados para hacer diagnósticos basados en apuntes

visuales y hablados, en el contexto de las relaciones cara a cara, por lo que el riesgo real

sería que las personas fueran sub-diagnosticadas por un terapeuta que trabaja con materia

prima online, por ejemplo para determinar la profundidad de la depresión o el potencial

suicida de una persona. Es decir, que la limitación de la psicoterapia vía e-mail sería la

limitada franja de tonos emocionales disponibles. Otro de los problemas mencionados por

este autor se refiere a que existen sitios que ofrecen psicoterapia o asesoramiento


psicológico que no tienen medidas de verificación de la edad, lo cual podría ser peligroso

en tanto nos podría estar haciendo preguntas sobre sexo un chico de 14 años que fingiera

ser una persona de 25 años y que le brindáramos información inapropiada para alguien de

esa edad.

Cada vez más psicólogos utilizan la Telesalud para proveer sus servicios. Los

psicólogos por supuesto utilizan el teléfono para sesiones a larga distancia y consultas con

sus colegas, pero proveer psicoterapia a través de audio y video o aún tener pacientes vía e-

mail continúa siendo raro. La tecnología actual no es capaz de soportar discusiones cara a

cara con alta calidad de imagen, lo que es esencial para proveer una buena psicoterapia.

Pero tal vez lo más importante es que los psicólogos son aprehensivos acerca de adoptar

una modalidad de terapia que ha sido tan poco estudiada. Desafortunadamente, aún se

carecen de datos empíricos que afirmen la eficacia y factibilidad de las capacidades de la

Telesalud para aplicaciones clínicas. No obstante, tecnología de alta calidad va a estar

disponible de dos a cinco años más y habrá que estar preparados para ese día (Rabasca,

2000).

Hasta la fecha la mayoría de las investigaciones en Telesalud se han focalizado en la

satisfacción del paciente o del terapeuta con la tecnología, más que con la efectividad de la

tecnología en los servicios que se brindan. Esas investigaciones usualmente tienen

pequeñas muestras, raramente incluyen selección al azar de muestras clínicas y la

información acerca del costo-efectividad de los servicios de Telesalud que brindan, también

es limitada. Aún así, son varios los estudios que han investigado distintas cuestiones

referentes a la Telesalud. May y cols. (1999) realizaron un estudio acerca del uso de la

videoconferencia como vínculo, para tratar a individuos con trastornos relacionados con

depresión y ansiedad. Estos autores encontraron que los pacientes serían altamente críticos

de los servicios de telemedicina, no solo simplemente por las cuestiones técnicas de la

calidad de los vínculos de video, sino también porque los vínculos remotos incrementarían

la dificultad de que la cara del paciente pueda expresar la profundidad de sus problemas

emocionales y existenciales. Callahan y cols. (1998) evaluaron el nivel de satisfacción de

los pacientes con la telemedicina como vehículo para ofrecer consultas de salud mental a


pacientes en atención primaria. En los resultados no encontraron diferencias significativas

en la satisfacción con la telemedicina en comparación con la modalidad tradicional. Mair y

Whitten (2000) en su revisión sistemática de la literatura acerca de la satisfacción del

paciente con la telemedicina, reportaron que la mayoría de los estudios mostraban buenos

niveles de satisfacción en los pacientes. Sin embargo, destacaron que aún existe falta de

datos que examinen las percepciones de los pacientes o los efectos de este modo de servicio

de cuidado de la salud en la interacción entre proveedores y clientes.

II. Aspectos legales y éticos de la psicoterapia en Internet: antecedentes

La legislación con respecto a la práctica de la psicoterapia a través de Internet, es

una cuestión importante a tener en cuenta, ya que muchas de las personas que ofrecen

asesoramiento o psicoterapia a través de Internet desconocen si existen regulaciones con

respecto a esa práctica. Hasta el presente, no existen regulaciones de tipo legal en nuestro

país y son pocos los estados en EE.UU. que han comenzado a pronunciarse en este aspecto.

Ante la ausencia de legislación gubernamental, muchos códigos o estándares de

ética para la práctica de la psicoterapia online han surgido, sin embargo algunos

especialistas afirman que para que cualquier código pueda hacer de la psicoterapia online

una opción ética de tratamiento, los profesionales deberán preguntarse a sí mismos si no

estarían perjudicando a los pacientes no tratándolos cara a cara, como por ejemplo en los

casos de personas que manifiestan que desean suicidarse. Estos estándares o códigos de

ética, podrían no ser suficientes y el hecho de mezclar el asesoramiento profesional con la

red de Internet es una situación potencialmente peligrosa que el gobierno no podrá ignorar

(Burke, op.cit.).

En 1995 el National Board for Certified Counselors (NBCC) -Consejo Nacional

para Consejeros Certificados- creó un grupo de trabajo para examinar la práctica del web-

counseling y para asesorar acerca de la posible existencia de cualquier asunto regulatorio

que la NBCC debiera tener en cuenta. Así, este grupo de trabajo, comenzó a desarrollar una

guía para la práctica del web-counseling que pudiera dar al novato consejero o terapeuta


online una visión de algunos de los peligros potenciales profesionales, éticos y legales que

pudieran existir. Estas guías fueron incluidas dentro de los estándares de ética para la

práctica del web-counseling, esperando que esos estándares voluntarios, formalmente

adoptados el 9 de septiembre de 1997, dieran a los consejeros o terapeutas y otros

profesionales de la salud la dirección necesaria para minimizar los riesgos y el peligro tanto

para los terapeutas como para los pacientes (Bloom, 1997).

La American Psychological Association (APA) con respecto a este tema, estableció

una declaración (APA, Ethics Comité, 1997) en tono cauteloso, conviniendo que en

ausencia de estándares específicos para la telesalud, los psicólogos deberían tomar pasos

razonables para asegurarse la competencia en la provisión de servicios y la protección de

cualquier daño a pacientes, clientes, estudiantes, investigadores participantes y otros. Esta

declaración afirma que solo pueden dar cuenta de la relevancia de, y hacer cumplir, el

“Código de Conducta y Principios Éticos de los Psicólogos” y que si bien el mismo no es

específico con referencia a la terapia vía telefónica o teleconferencia o ningún otro servicio

proveído electrónicamente, tampoco tiene reglas que prohíban tales servicios.

Un grupo de servicios líderes de salud en Internet, se unieron para producir juntos

una lista de principios éticos diseñados para asegurar una información confiable acerca de

la salud y sus servicios a por lo menos 11.5 millones de consumidores. Así, crearon los

componentes de los principios del Hi-Ethics que incluyen la identificación de anuncios y

declaración de sponsors, información a los consumidores y control acerca de cómo sus

datos personales van a ser usados y verificación de que el asesoramiento acerca de la salud

en Internet sea seguro y actualizado, esperando que las compañías que adhieran a estos

principios lo identifiquen en sus páginas con el logo de Hi-Ethics. Aunque estos principios

aún no pueden ser obligados a cumplirse por ley, si se podrían tomar acciones contra

aquellas compañías que declaren que siguen esos principios y no los cumplan (Charatan,

2000 b).

La Coalición para el Cuidado de la Salud en Internet en octubre de 1999, lanzó su

“Iniciativa de Ética de e-Salud” formando un foro para el desarrollo de una serie de


principios éticos universales para los sitios web relacionados con la salud. Esta

organización, sin fines de lucro, no partidaria, se dedica desde 1997 a la identificación y

promoción de recursos de calidad en el cuidado de la salud en Internet y su meta principal

es educar a los consumidores y profesionales del cuidado de la salud acerca de los asuntos

relacionados con la calidad de los recursos e información acerca de la salud disponibles en

Internet. Esta coalición, presentó en mayo de 2000 su primera propuesta llamada

“International eHealth Code of Ethics” la cual fue creada con el aporte de todas las

instituciones claves de salud en Internet, incluidos los consumidores y pacientes,

profesionales del cuidado de la salud, expertos en ética, entidades médicas punto com,

académicos, agencias del gobierno y representantes internacionales. (Internet Healthcare

Coalition, 2000a).

También la Sociedad Internacional de Salud Mental Online, (International Society

for Mental Health Online, 2000) ha elaborado una guía de sugerencias a seguir para la

provisión de servicios de salud mental a través de Internet muy similar a los códigos

anteriormente mencionados, evidenciando los potenciales riesgos y beneficios de la

psicoterapia online.

III. El código de ética eHealth: sus principios

En su declaración de principios la Internet Healthcare Coalition (Internet Healthcare

Coalition, 2000b) refiere que el objetivo del Código de Ética de eSalud (eHealth) es

asegurar que la gente de todo el mundo pueda comprender, con confianza y con completo

entendimiento de los riesgos conocidos, el potencial de Internet para el manejo la salud.

Esta institución afirma que la red de Internet está cambiando la forma de dar y recibir

información sobre la salud y su cuidado, y que por lo tanto, los usuarios de Internet con

propósitos relacionados con la salud (pacientes, profesionales de la salud, administradores,

investigadores, aquellos que crean o venden productos o servicios para la salud y otros

grupos de interés), deben unirse para crear un ambiente seguro y reforzar el valor de

Internet para satisfacer las necesidades de atención de la salud. Los usuarios de los sitios de

salud en Internet comparten la responsabilidad de ayudar a garantizar el valor e integridad


de la información sobre salud en Internet; ejerciendo el juicio al usar los sitios, sus

productos y servicios online, y proporcionando retroalimentación sobre la información

ofrecida en los mismos.

Los principios básicos del mencionado Código de Ética de eSalud (eHealth Code of

Ethics), los cuales las organizaciones e individuos que proporcionan información sobre la

salud, productos o servicios online deberán seguir, se dividen en ocho:

1. Candor: este principio se refiere al deber de hacer pública cualquier información

a los consumidores que fuera necesaria para la correcta comprensión del uso de los

servicios del sitio, la compra o uso de productos, así como también para poder juzgar si los

sitios que visitan y servicios que usan son creíbles y fidedignos. Por lo tanto, los sitios

deben indicar claramente quienes tienen un interés financiero significativo en el sitio; cuál

es el propósito del sitio o servicio (educativo, comercial, atención médico personalizado,

asesoramiento); así como también hacer pública cualquier relación (financiera, profesional,

personal, u otra) que pudiera influir sobre la percepción de la información, los productos, o

servicios ofrecidos por el sitio (patrocinadores comerciales o socios, sponsors).

2. Honestidad: aquí se insta a presentar la verdad sin engaños, lo cual se refiere al

hecho de que los sitios deben ser francos con relación al contenido usado para promover la

venta de productos y/o servicios de salud, es decir, sobre cualquier afirmación con respecto

a la eficacia, efectos, impactos, o beneficios de productos o servicios ofrecidos. Los

usuarios deberán poder distinguir claramente el contenido elaborado para promover o

vender un producto o servicio y también cuál es la organización de donde proviene el

contenido educativo o científico.

El NBCC (National Board for Certified Counselors, op.cit.) también insta a que el

usuario sea informado a través de la página web de aquellos problemas que se consideran

inapropiados para la psicoterapia a través de Internet, declarando que aún no existen

investigaciones concluyentes hasta la fecha y que algunos de los problemas no apropiados

para este tipo de psicoterapia serían por ejemplo: el abuso sexual como tema primario, las


relaciones violentas, los trastornos de la alimentación y otros trastornos psiquiátricos que

puedan incluir distorsiones de la realidad.

3. Calidad: se pretende que los sitios proporcionen información acerca de la salud

que sea exacta, fácil de entender y actualizada. Para esto, los sitios deberán evaluar la

información provista en forma rigurosa y justa, incluyendo la información usada para

describir productos o servicios; proporcionar información que sea consistente con la mejor

evidencia disponible (indicando claramente si la información está basada en estudios

científicos, en un consenso general de especialistas, o en la experiencia o en la opinión de

un profesional); y asegurar que cuando se ofrece atención médica personalizada o

asesoramiento sea a través profesionales calificados. La información y los servicios que se

ofrecen deben ser fáciles de entender y usar, los sitios deben presentar la información y

describir los productos o servicios en un idioma claro, fácil de leer, y apropiado para los

usuarios a los cuales se dirige e incluso de manera tal que se acomode a usuarios con

necesidades especiales, por ejemplo, con estilos de letra grandes o a través de canales de

audio para usuarios con deficiencias visuales.

Los usuarios tienen el derecho a esperar que la información que reciben se

encuentre actualizada, para lo cual los sitios deben indicar claramente la fecha en la que el

sitio publicó la información que proporciona (y la versión de la información que los

usuarios están viendo y sí se ha revisado desde su publicación inicial) y si el sitio ha hecho

los cambios sustantivos en la información y cuándo fueron realizados. Es decir, que se debe

proporcionar toda información que los usuarios puedan necesitar para hacer sus propios

juicios, los sitios deben describir claramente y con precisión el proceso por el cual se

elabora el contenido para el sitio, indicando las fuentes que ha usado y las referencias o

enlaces (links) a esas fuentes; así como también la forma en que el sitio evalúa su contenido

y los criterios utilizados para seleccionarlos.

4. Consentimiento Informado: este principio menciona el hecho de que los sitios

no deben recolectar, usar, o compartir los datos personales sin el consentimiento explícito

del usuario. Se insta a respetar sus derechos a determinar si sus datos personales pueden ser


recolectados, archivados, usados y compartidos. Los usuarios tienen el derecho a ser

informados sobre cómo van a ser usados sus datos personales y a elegir si otorgan o no

autorización para que los mismos sean usados o compartidos con otras organizaciones o

individuos, en ese caso, se deberá informar qué datos se comparten y con qué propósitos

serán usados. Los usuarios, también tienen el derecho a escoger, consentir y controlar

cuándo y cómo comprometerse activamente en una relación comercial. Cuando el sitio web

de salud es también un sitio de comercio electrónico, tiene la obligación de aclarar en que

momento el usuario se está por comprometer en una transacción comercial y obtener el

consentimiento específico para su participación en esa transacción.

Además, se deben presentar claramente al público cuáles son los riesgos potenciales

a la privacidad de la información de los usuarios en Internet (por ejemplo, que otra

organización o individuos pueden recolectar los datos personales, sin el conocimiento del

sitio). Para asegurar que los usuarios entienden y toman decisiones informadas sobre

proporcionar o no sus datos personales, los sitios deben indicar claramente y con precisión

qué datos están siendo recogidos cuando los usuarios visitan el sitio (nombre y dirección de

correo electrónico, o datos específicos sobre la salud); quién está recolectando esos datos

(el sitio mismo o terceros); y cómo serán usados los datos por el sitio (si los datos ayudarán

a proveer un mejor servicio a los usuarios; o serán usados como parte de un estudio

científico).

5. Privacidad: este principio se refiere la necesidad de respetar la obligación de

proteger la privacidad de los usuarios. Los usuarios tienen el derecho a esperar que los

datos personales que ellos proporcionan se archiven y guarden en forma confidencial. Los

datos personales en salud son especialmente sensibles, y las consecuencias del uso

impropio de estos datos pueden ser graves. Para proteger a los usuarios, los sitios que

recolectan los datos personales deberán tomar las debidas precauciones para prevenir el

acceso y el uso no autorizado de datos personales (por ejemplo, codificar –encripted– los

datos, proteger los archivos con contraseñas, usar software de seguridad).


Varios sitios web han comenzado a implementar tecnología de avanzada para

proteger la privacidad de sus usuarios. Por ejemplo, Here2listen.com

(www.here2listen.com) un sitio web líder de terapia online, y Bowne Internet Solutions,

una empresa consultora que desarrolla sitios web, anunciaron un acuerdo de $1,4 millones

para presentar una nueva generación de recursos para la psicoterapia online.

Here2listen.com eligió a Bowne Internet Solutions por su éxito registrado para trabajar con

sitios web con complejos requerimientos de seguridad, confidencialidad y confiabilidad.

(Bowne Internet Solutions, Inc.; 2000).

6. Profesionalismo en la atención de salud en línea (online): este principio se

refiere a las obligaciones éticas fundamentales para con los pacientes y/o clientes que deben

respetar los profesionales de las ciencias de la salud.

Dentro de estas obligaciones se incluyen: cumplir con los mismos códigos éticos

que gobiernan las profesiones en las consultas cara a cara; no causar daño; dar prioridad a

los intereses de los pacientes y/o clientes; proteger la confidencialidad; revelar claramente

cualquier patrocinio, incentivos financieros, u otra información que pueda influenciar y/o

afectar la percepción del paciente, del rol del profesional o de los servicios ofrecidos;

revelar claramente, si es el caso, qué monto se cobrará por la consulta en línea y cómo

serán hechos los pagos por los servicios obtenidos; obedecer las leyes y regulaciones de

la(s) jurisdicción(es) pertinentes, incluyendo las leyes aplicables a la licencia profesional y

a las prescripciones de medicamentos.

Es obligación informar y educar a los pacientes y/o clientes sobre las limitaciones

de la atención de la salud en línea, ya que si bien la red de Internet puede ser una

herramienta muy útil para ayudar a los pacientes a encontrar una respuesta a sus

necesidades de cuidado de la salud, los usuarios deben entender que los servicios en línea

(online) tienen sus limitaciones. Los sitios web de salud deben describir los términos y

condiciones de cada interacción en línea, especificando si se proporciona un consejo

general sobre una enfermedad o un tratamiento para la misma. Se considera de importancia

tratar de hacer esfuerzos de buena fe para entender al paciente y a sus circunstancias


particulares, ayudándolo a reconocer los recursos locales de atención que se encuentran

disponibles. Además, los profesionales, deberán describir claramente y con precisión los

límites del diagnóstico, de las recomendaciones y del tratamiento en línea, enfatizando que

dado que el profesional no puede examinar al paciente, es importante y necesario que los

pacientes describan sus necesidades de la forma más clara y detallada posible, dejando en

claro cuando la consulta en línea puede o no, tomar el lugar de una consulta en persona con

un profesional de la salud.

Con respecto a los profesionales, si bien deben considerar cuidadosamente las auto-

revelaciones presentadas al paciente y proveerle un nivel racional de revelación, es decir

asegurarse de que mínimamente el paciente acceda a los mismos datos que tendría en una

sesión cara a cara (por ejemplo, edad, sexo, raza, etc.), éstos deben claramente identificarse

a sí mismos e indicar dónde realizan sus prácticas y cuáles son sus credenciales

profesionales.

Son también obligaciones éticas según el NBCC (National Board for Certified

Counselors, op.cit.) por ejemplo, el solicitar el consentimiento de padres o guardianes para

el trato con menores, verificando la identidad de la persona que presta el consentimiento;

asegurarse de que el paciente online disponga de números locales de intervención en crisis,

o de un terapeuta local que pudiera atenderlo en ese caso; especificar los procedimientos

para contactarse cuando el psicoterapeuta no está en línea, dando instrucciones al paciente

acerca de llamar si surgen problemas; y por último, explicar a los pacientes como superar

potenciales malentendidos en la comunicación surgidos de la falta de contacto visual o

auditivo.

7. Asociación responsable: este principio se refiere a la necesidad de garantizar

que la organización y los sitios afiliados son fidedignos. Los usuarios necesitan estar

seguros de que las organizaciones e individuos que operan en Internet se asocian con

individuos u organizaciones fidedignos. Igualmente se deberá explicar si el sitio tiene o no

propósitos lucrativos. Se deben hacer esfuerzos razonables para asegurar que los


patrocinadores, socios u otros afiliados cumplen la ley aplicable y sostienen las mismas

normas éticas.

8. Responsabilidad: se insta aquí a ofrecer a los usuarios de forma permanente la

oportunidad de dar retroalimentación al sitio. Los sitios de eSalud (eHealth) deberán indicar

claramente a los usuarios cómo pueden contactar al propietario o gerente en caso de

problemas, mantener herramientas fáciles de usar para que los visitantes puedan opinar

sobre el sitio y la calidad de su información (productos y/o servicios) y revisar

constantemente los reclamos y/o quejas de los usuarios dando respuesta en forma rápida y

apropiada. Se debe instar a los usuarios para que notifiquen al gerente o al representante de

atención al cliente, cuando consideren que un socio o afiliado comercial (incluyendo a los

sitios que se proporcionan como enlaces) pueda estar violando la ley o los principios éticos.

Conclusiones

A esta altura no cabe duda de que el impacto de las tecnologías ha sido de gran

importancia para la psicología. Mientras que la disponibilidad de nuevas tecnologías

expande la forma en que las comunicaciones acontecen y en que los tratamientos pueden

ser provistos, los psicólogos incorporarán estas innovaciones en su práctica e investigación.

Las oportunidades de psicoterapia online y web-counseling están siendo cada vez

más comunes. La disponibilidad y el bajo costo de los sistemas basados en computadoras

para la provisión de servicios de salud mental permitirá la expansión del uso de la telesalud

directamente en aplicaciones clínicas, emergiendo como una opción importante y

financialmente viable para los psicólogos. Sin embargo por el momento, este tipo de

servicios es todavía algo controversial a causa de los riesgos y asuntos éticos descriptos que

aún no han sido resueltos.

Muchos de esos asuntos cruciales están siendo considerados por los especialistas,

incluidos la privacidad del paciente, confidencialidad de la historia clínica, el reembolso de


honorarios, la evaluación de calidad, la necesidad de establecer guías y estándares

comunes, la licencia para ejercer, y los tradicionales asuntos concernientes a la mala praxis.

Los principios éticos de la provisión de servicios de eSalud aún no han sido

sistemáticamente consignados por las instituciones gubernamentales, sin embargo este tema

habrá de ser tratado en un futuro no muy lejano.

Psicólogos, investigadores, consumidores, organizaciones del cuidado de la salud,

compañías y legislaturas tendrán que tener voz en determinar cómo estos asuntos se

resolverán. Todas las soluciones requerirán flexibilidad para acomodarse a los continuos

avances de la ciencia y la tecnología, así como también nuevos desarrollos, innovaciones,

legislaciones y políticas traerán con ellos complejos dilemas éticos.

Los psicólogos deberán mantenerse vigilantes y continuamente explorando los

asuntos éticos emergentes relacionados con el desarrollo tecnológico y de la telesalud,

deberán acomodarse rápidamente a los cambios tecnológicos, asegurándose de que la

psicología continúe siendo relevante en la provisión de servicios clínicos, educación, etc.,

revisando su rol en ese contexto.

Se espera que en el futuro los psicólogos y los pacientes sean capaces de interactuar

a través de Internet en un ambiente seguro tan pronto se realicen las adaptaciones éticas y

legales pertinentes.

En conclusión, la eSalud está cambiando la realidad del cuidado de la salud para

pacientes y profesionales y es por el bien de la psicología que debemos ser partícipes

activos en este escalón formativo. La psicología tiene la posibilidad de prosperar en esta

nueva arena pero solo si psicólogos visionarios ponen manos a la obra y asisten al

desarrollo de la eSalud. Realmente, si los psicólogos no llenan esos roles, otros lo harán.

Con visión y liderazgo, nosotros como psicólogos podemos asegurar el futuro de nuestra

profesión adoptando y tomando pasos activos para promover el crecimiento de la

psicología.


Referencias Bibliográficas

1. American Psychological Association (1997). Services by telephone, teleconferencing,

and Internet. [A statement by the ethics committee of the American Psychological

Association]. Fecha de acceso: 7 de Abril de 2000. <http://www.apa.org/ethics/stmnt

01.html >

2. Bloom, J. (1997). NBCC WebCounseling Standars. Counseling Today Online, Nov.

<http://www.counseling.org/ctonline/sr598/nbcc_standars.htm>

3. Bowne Internet Solutions, Inc. (2000). Here2listen.com and Bowne Internet Solutions

Team To Deliver Robust Services To Mental Health Industry. Press Release. Fecha de

acceso: 2 de Mayo. <http://www.bowne.com/pressReleases/pr_detail.asp?pressRelease

Id=121>

4. Burke, L. (2000). Online Therapy is Shrinking, Wired News , 30 de Mayo,

<http://www.wired.com/news/culture/0,1284,36584,00.html >.

5. Callahan E.J.; Hilty, D.M.; Nesbitt, T.S. (1998) Patient satisfaction with telemedicine

consultation in primary care: comparison of ratings of medical and mental health

applications. Telemed J, Winter; Vol.4 (4). Págs:.363-9.

6. Charatan, F. (2000a). Health web sites in US propose new ethics code. BMJ; 20 de

Mayo. Vol.320. Pág.:1359.

7. Charatan, F. (2000b). American psychotherapy goes on the internet. BMJ; 13 de Mayo.

Vol.320. Pág.:1296.

8. eutimia.com. Fecha de acceso: 18 de abril de 2000. <http://www.eutimia.com>


9. International Society for Mental Health Online (2000). ISMHO/PSI Suggested

Principles for the Online Provision of Mental Health Services. [versión 3.11]. 9 de

Enero de 2000. <http://www.ismho.org/suggestions.html>

10. Internet Healthcare Coalition (2000a). e-Health Ethics Summit Offers World

International Code of Ethics For The Health Internet. Press Release, 18 de Febrero.

<http://www.ihealthcoalition.org/about/ihc_pr5.html>

11. Internet Healthcare Coalition (2000b). Código de Ética de e-Salud. Junio de 2000.

<http://www.ihc.net/ethics/spanish-code>

12. Jerome, L.W.; de Leon, P.H.; James, L.C.; Folen, R.; Earles, J.; Gedney, J.J. (2000) The

coming of age of telecommunications in psychological research and practice. Am

Psychol, Abril; Vol.55, Nº4. Págs.:407-21.

13. Maheu, M. (2000). Delivering Telehealth via the Internet: eHealth. Telehealth.net, 1 de

Febrero. <http://telehealth.net/articles/deliver.html>

14. Mariani, L. (2000) <[email protected]> RE: pregunta (en comunicación vía e-mail),

3 de Julio, 23:53:21 hs.

15. May, C.R. ; Ellis, N.T. ; Atkinson, T. ; Gask, L. ; Mair, F. y Smith, C. (1999)

Psychiatry by videophone: a trial service in north west England. Stud Health Technol

Inform. Vol.68. Págs.: 207-10.

16. Mair, F. y Whitten, P. (2000) Systematic review of studies of patient satisfaction with telemedicine. BMJ; 3 de Junio. Vol. 320. Págs.: 1517-20.

17. National Board for Certified Counselors. (1998). Standards for the Ethical Practice of

WebCounseling. <http://www.nbcc.org/ethics/westandards.htm> Fecha de acceso:

Abril de 2000.


18. Pierce, C. (1999) The Pro´s & Con´s of Behavior an Cyber-Communications: E-mail an

Internet Technology Use In Today´s Health Community. <[email protected]> del

foro de discusión Netpsy <[email protected]>, fecha: Dom.,

4 Junio de 2000, 19:39:12 hs.

19. Rabasca, L. (2000). Taking telehealth to the next step. APA Monitor. Vol.31(4), Abr.

<http://www.apa.org/monitor/apr00/telehealth.html>

20. Vedantam, S. (2000) Can mental illness be treated via computer? The Philadelphia

Inquirer, 24 de Abril. <http://www.phillynews.com/inquirrer/2000/Apr/24/magazine/

WEB-MENTAL24.htm>

Documents

Aspectos éticos y legales