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Actualizar y diferenciar el enfoque marxista del Estado Extrait du Viento Sur http://www.vientosur.info/spip.php?article10263 Marxismo Actualizar y diferenciar el enfoque marxista del Estado - solo en la web - Date de mise en ligne : Lunes 6 de julio de 2015 Viento Sur Copyright © Viento Sur Page 1/11

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  • Actualizar y diferenciar el enfoque marxista del Estado

    Extrait du Viento Sur

    http://www.vientosur.info/spip.php?article10263

    Marxismo

    Actualizar y diferenciar elenfoque marxista del Estado

    - solo en la web -

    Date de mise en ligne : Lunes 6 de julio de 2015

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  • Actualizar y diferenciar el enfoque marxista del Estado

    En su obra ms destacada, El capitalismo tardo, cuya edicin original data de 1972/1, Ernest Mandel desarrolla unanlisis magistral de la fase de desarrollo del capitalismo que sigui a la gran crisis estructural de los aos treinta delsiglo pasado. En su conjunto, la obra muestra la riqueza de la tradicin marxista clsica en la que se sita, perotambin algunas de sus limitaciones. Estas aparecen en particular en el captulo XV del libro, titulado El Estado en laera del capitalismo tardo/2. En l se plantea, en efecto, un anlisis del Estado de carcter bsicamente funcionalistaen su enfoque tanto del Estado capitalista en general como de las diferentes formas que adopta en el curso de lassucesivas fases de desarrollo del modo de produccin capitalista.

    Introduccin

    Mi intervencin en este foro, organizado con motivo del vigsimo aniversario de la muerte de Ernest Mandel, tienepor objeto poner de manifiesto tanto las limitaciones generales de dicho anlisis funcionalista como las omisiones aque conduce en la presentacin de El Estado en la era del capitalismo tardo y ms all, en la fase actual de sudesarrollo. Las restricciones impuestas a esta intervencin, sin embargo, me obligan a formular unas tesis cuyodesarrollo argumentativo nicamente podr esbozar en esta ocasin.

    1. Un anlisis bsicamente funcionalista del Estado capitalista

    El captulo que dedica Mandel a El Estado en la era del capitalismo tardo, relativamente corto (de tan solo unaveintena de pginas), se estructura del modo siguiente. Tras un breve anlisis de lo que es el Estado en general, laexposicin avanza de manera cronolgica, pasando revista a las caractersticas del Estado capitalista durante lasfases sucesivas de desarrollo del capitalismo: el periodo de nacimiento del capitalismo (el Estado absolutista), elperiodo del capitalismo de la competencia (el Estado liberal), el periodo del llamado capitalismo monopolista, antesde detenerse ms en las especificidades del Estado del capitalismo tardo.

    1.1. Lo que me llam la atencin de inmediato al leer este captulo es el carcter estricta, exclusiva y casiobsesivamente funcionalista del mismo. Este aparece en primer lugar en el breve anlisis que desarrolla Mandel delEstado en general. En las dos pginas que ocupa (375 a 377), el trmino "funcin" se repite veinte veces. Este tic deescritura no se debe en absoluto al azar, sino que obedece a la definicin que propone Mandel del Estado engeneral con que comienza el captulo: "El Estado es un producto de la divisin social del trabajo. Surgi como unresultado de la creciente autonoma de ciertas actividades superestructurales, mediadas con la produccin material,cuyo papel era sostener una estructura de clases y unas relaciones de produccin" (pgina 461).

    As, para Mandel, el Estado se define en su conjunto por su funcin en el seno de una sociedad dividida en clases(mantener las condiciones de dominacin), funcin que determina la autonomizacin de determinadas estructurassuperestructurales y su mediacin con la produccin material. Es ms, la especificidad de la teora marxista delEstado consiste para Mandel en su comprensin especfica de las funciones del Estado en general, y msconcretamente en el hecho de que explica por qu estas funciones se ejercen en forma de separacin entresociedad y Estado: "El punto de partida de la teora del Estado de Marx es su distincin fundamental entre el Estadoy la sociedad; en otras palabras, el discernimiento de que las funciones realizadas por el Estado no tienen que sernecesariamente transferidas a un aparato separado de la masa de los miembros de la sociedad, salvo encondiciones histricamente determinadas y especficas. Es esta tesis la que la separa de todas las dems teorassobre el origen, la funcin y el futuro del Estado" (pgina 461). Estas lneas indican hasta qu punto el Estado sereduce para Mandel a sus funciones y la originalidad de la teora marxista del Estado consiste, para l, en susfunciones en las condiciones de una sociedad dividida en clases.

    Para completar su anlisis del Estado en general, Mandel no tiene ms que detallar sus principales funciones

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    constitutivas, que segn l son las tres siguientes:

    "Proveer aquellas condiciones generales de produccin que no pueden asegurarse por medio de las actividadesprivadas de los miembros de la clase dominante" (pgina 461);

    "Reprimir cualquier amenaza al modo de produccin prevaleciente por parte de las clases dominadas y de algunossectores particulares de las clases dominantes [...]" (pgina 462);

    "Integrar a las clases dominadas para asegurar que la ideologa dominante de la sociedad siga siendo la de laclase gobernante y que en consecuencia las clases explotadas acepten su propia explotacin sin el ejercicioinmediato de la represin contra ellas [...]" (pgina 462).

    De este modo, Mandel relaciona toda la actividad del Estado y todo su aparato con sus funciones principales.

    1.2. En segundo lugar, el carcter funcionalista del anlisis del Estado propuesto por Mandel se pone de manifiestoasimismo en el resto del captulo. No solo consiste bsicamente en mostrar cmo se han presentado las funcionesgenerales del Estado (transformadas, modificadas) en las distintas pocas o fases del devenir histrico delcapitalismo; o cmo se han complementado con funciones especficas, propias del Estado capitalista o de una fasehistrica de su desarrollo. No obstante, el funcionalismo se traduce tambin y sobre todo en el hecho de que Mandelpasa del anlisis de las funciones del Estado en general a las del Estado capitalista en particular, a las diferentesfases de su desarrollo, sin ninguna solucin de continuidad.

    En efecto, segn Mandel, para definir y analizar el Estado capitalista es condicin necesaria y suficiente demostrarcmo declina ste, de alguna manera, las funciones del Estado en general antes sealadas; y esto es lo que hace lpor su parte. Con ello pasa por alto completamente las marcadas peculiaridades que imprimen las relaciones deproduccin capitalistas en la forma del Estado (como Estado de derecho) y en su estructura (como sistema deEstados rivales y desiguales), que constituyen factores de discontinuidad entre los distintos Estados precapitalistas yel Estado capitalista. En suma, debido a su enfoque funcionalista, Mandel explica de hecho por qu existe un Estadoen el capitalismo: por las funciones que desempea en el mismo y por ser el nico que puede cumplirlas. Sinembargo, no nos explica para nada cmo existe un Estado en el capitalismo: los rasgos especficos del Estado bajoel capitalismo o los rasgos especficamente capitalistas del Estado, presentes como veremos tanto en su formacomo en su estructura.

    1.3. Antes de esto, preguntmonos por las razones fundamentales de este enfoque estrechamente funcionalista delEstado que caracteriza este captulo de El capitalismo tardo. Me contentar con dos observaciones al respecto. Porun lado, este funcionalismo no es exclusivo de Mandel, sino que impregna la mayor parte de la tradicin marxista(aunque con algunas felices excepciones, como veremos) y, ms en general, por cierto, todas las ciencias sociales,empezando por la sociologa y las ciencias polticas (pagando estas ltimas tambin un oneroso tributo aljuridicismo). El hecho de que el marxismo no haya logrado romper con este modelo dominante nos conduce a unade sus lagunas fundamentales: precisamente la ausencia de una teora del Estado. No encontramos tal teora ni enMarx ni en ninguno de sus principales epgonos, pese a que la tradicin marxista ha hecho muchas aportaciones enla materia. Por otro lado, sin duda como causa secundaria, es preciso mencionar el tributo que rinde Mandel a unatradicin anglosajona de la que el funcionalismo es la matriz exclusiva. En efecto, cuando a partir de la pgina 469emprende el anlisis del Estado en la era del capitalismo tardo, las referencias a esta tradicin adquieren unapresencia aplastante.

    2. Primera omisin: la forma general del Estado capitalista

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    Por su enfoque funcionalista del Estado en general y del Estado capitalista en particular, Mandel deja totalmente delado la cuestin de la forma especfica de este ltimo. Es a otro marxista, desgraciadamente menos conocido queMandel, a quien debemos el mrito de haber delineado la forma general especfica del Estado capitalista. Me refieroa Evgueny Bronislavovic Pashukanis, autor de La teora general del derecho y el marxismo/3.

    2.1. La cuestin general que se plantea Pashukanis en este libro es la siguiente: qu forma general adoptan lasrelaciones entre las personas en una sociedad como la capitalista, en cuyo seno las relaciones entre las cosas, queson producto del trabajo de aquellas, adoptan la forma general del intercambio mercantil? O dicho de otra manera:qu forma general adoptan las relaciones entre las personas en una sociedad en que las cosas que producen y porlas cuales aseguran su existencia material y social adoptan la forma general de mercanca? Es una pregunta a todasluces inspirada por una lectura atenta y reflexiva del Capital y, en particular, de los pasajes que Marx consagra a lapreeminencia y la imposicin de la forma de mercanca y de su naturaleza de fetiche en el capitalismo.

    As, partiendo de algunas indicaciones formuladas por Marx, Pashukanis elabora el contenido de su respuesta a ladoble pregunta anterior: en una sociedad en que las relaciones entre las cosas suelen ser relaciones mercantiles,las relaciones entre las personas suelen ser relaciones contractuales, es decir, relaciones regidas por la reciprocidadde las obligaciones y el respeto de la subjetividad jurdica de los individuos. O dicho de otro modo: en una sociedaden la que la mercanca es la forma general de las cosas, las personas adoptan la forma general de sujetos dederecho (personas consideradas provistas de una autonoma de su voluntad y de un conjunto de derechosinalienables: seguridad de su persona, propiedad y seguridad de sus bienes, etc.) Y Pashukanis demuestra quecomo forma general de las personas, la subjetividad jurdica no se fetichiza menos que la mercanca: de formasocial, es decir, de forma otorgada a las personas por unas relaciones sociales (y por tanto histricas) determinadas,se percibe comnmente como una determinacin humana universal, natural en definitiva, por ejemplo con laatribucin de derechos naturales inalienables de la persona humana, que se considera que existen y operan a todotiempo y lugar.

    Sobre esta base, Pashukanis se pregunta qu forma puede y debe adoptar el poder poltico (el Estado) en este tipode sociedad para seguir conformndose a las determinaciones y exigencias del orden civil (el tejido de relacionescontractuales) y de la subjetividad jurdica (la condicin de sujeto de derechos de los individuos). Y demuestra que elEstado no puede revestir en estas circunstancias ms que la forma de un poder pblico impersonal, es decir:

    un poder que no pertenece a nadie, ni siquiera a quienes se encargan de ejercerlo, cualquiera que sea el nivel enque lo haga;

    un poder que por tanto se distingue formalmente de los mltiples poderes privados que siguen ejercindose, almargen de aquel y bajo su control, en el marco de la sociedad civil: poderes asociados al nacimiento, al dinero y alcapital, a la competencia, etc.;

    un poder cuyos actos no deben ser la expresin de intereses particulares, sino exclusivamente la del intersgeneral, en este caso asimilable al mantenimiento del orden civil (el orden contractual), garantizando a cada uno elrespeto de su subjetividad jurdica y la posibilidad de contratar libremente;

    un poder que respeta por consiguiente todas las prerrogativas de los individuos como sujetos de derecho (de ah lanecesidad de limitar estrictamente el mbito de actuacin del Estado y de separar sus poderes legislativo, ejecutivoy judicial);

    un poder que se dirige a todos en pie de igualdad, sometiendo a todos a las mismas obligaciones y garantizando atodos los mismos derechos; en definitiva, un poder que no aparece como el poder de un hombre o de un grupo de

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    hombres sobre otros hombres, sino el poder de una norma impersonal e imparcial que se aplica a todas laspersonas y que debe ser respetada por todo el mundo: la ley.

    En el seno de la sociedad civil, el poder poltico, por tanto, no puede ni debe presentarse de otra forma que la deuna autoridad pblica impersonal: la de la ley, supuesta expresin del inters general de los sujetos de derecho(confundido con el mantenimiento del orden civil y la garanta de la posibilidad de los individuos de contratar) y de lavoluntad general (la voluntad comn de todos los sujetos de derecho). Y lo que suele denominarse Estado dederecho no es ms que la organizacin institucional (el aparato) de ese poder pblico impersonal, de ese poder dela ley, de la norma abstracta a impersonal garante de la existencia y del mantenimiento del orden civil.

    2.2. Mandel no ignora la existencia de esta importante obra de Pashukanis, pues la menciona en una nota de estecaptulo (pgina 463, nota 8), aunque por lo poco que dice no parece haber comprendido ni el sentido ni laimportancia de aquella. Juzgue el lector: "[Pashukanis] desarrolla la tesis de que el derecho es meramente la formamistificada de los conflictos entre los propietarios privados de mercancas y que, por tanto, sin la propiedad privada ysus contratos, en otras palabras, sin la simple produccin de mercancas, no hay derecho." Llama la atencin que unconocedor tan agudo de la estructura del capital como Mandel no comprenda que la divisin mercantil del trabajo, esdecir, el estallido del trabajo social en una mirada de trabajos privados y la consiguiente necesidad de losproductores de proceder al intercambio mercantil de sus productos a fin de confirmar su carcter social, todo ellosobre la base de la propiedad privada de los medios de produccin sociales, no es una caracterstica de laproduccin mercantil simple (que solo la realiza muy imperfectamente, tanto intensiva como extensivamente), sino,por el contrario, un importante rasgo distintivo del modo de produccin capitalista, el nico que la realiza porcompleto.

    Por consiguiente, Mandel pasa por alto asimismo todos los planteamientos que dedica Pashukanis a la formageneral del Estado capitalista como poder pblico impersonal. Es una lstima desde su propio punto de vista, ya queeste desconocimiento debilita, por ejemplo, su anlisis de la autonoma (relativa) del Estado, que no deja de ser elinstrumento de dominacin de la clase capitalista, con respecto a esta ltima. Para explicar esta autonoma, de laque destaca con razn que es la caracterstica especfica del Estado capitalista, Mandel moviliza la nocin de"capitalista total ideal", refirindose a un pasaje del Anti-Dhring de Engels que habla del "capitalista total ideal": "Lacompetencia capitalista determina as, inevitablemente, una tendencia a la autonomizacin del aparato estatal, desuerte que este pueda funcionar como un 'capitalista total ideal' que sirva a los intereses del modo de produccincapitalista en su conjunto, protegindolo, consolidndolo y sentando las bases de su expansin por encima y contralos intereses en conflicto del 'capitalista total real' que en el mundo concreto se compone de 'muchos capitales'."(pginas 465-466)

    Me parece que las tesis de Pashukanis proporcionan una explicacin ms completa de la autonoma relativa delEstado capitalista. Sin excluir para nada esta funcin de sntesis institucional de los intereses colectivos de la clasecapitalista como tal, ms all de las divergencias entre sus miembros en la competencia que les enfrenta, estas tesismuestran en efecto que dicha autonoma se basa ms fundamentalmente en la relacin social (el capital) a travs dela que esta clase logra apropiarse de la fuerza de trabajo social, de los medios de produccin y, por tanto, de lariqueza social, que supone una serie de actos de intercambio mercantil y de relaciones contractuales, mediatizandotanto las relaciones entre sus propios miembros como las relaciones entre estos ltimos y los miembros de lasclases dominadas (trabajadores).

    Sobre todo, contrariamente a la oposicin un tanto escolstica entre "capitalista total ideal" y "capitalista total real",las tesis desarrolladas por Pashukanis permiten comprender qu forma adopta esta autonoma (relativa) del Estadocapitalista con respecto a la clase capitalista: precisamente la de un poder pblico impersonal, formalmente distintono solo de la clase capitalista, sino de todas las clases sociales y ms en general de todos los sujetos privados,individuales o colectivos. Pashukanis aclara de este modo una paradoja sorprendente de la sociedad capitalista: elEstado adopta en ella una forma -la de poder pblico impersonal- que contradice directamente su contenido de

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    clase, es decir, su funcin general de aparato al servicio de la clase dominante, encargada siempre y en todaspartes de asegurar la perennidad de las condiciones generales (materiales, institucionales, ideolgicas) de sudominacin. Paradoja que a su vez el anlisis de Mandel no explica y ni siquiera menciona.

    3. Segunda omisin: la estructura general del Estado capitalista

    El enfoque funcionalista del Estado adoptado por Mandel le lleva asimismo, en segundo lugar, a pasar por alto otraespecificidad fundamental de este Estado: su estructura general. Son los trabajos de Henri Lefebvre e ImmanuelWallerstein los que han dado pistas para el estudio de esta estructura general al aportar uno y otro los primeroselementos de anlisis, aunque no los desarrollaran completamente.

    3.1. Observando el capital desde sus orgenes hasta nuestros das se constata que nunca ha prosperado en unnico y en el mismo Estado, englobando en l todo el espacio de su reproduccin; al contrario, siempre y en todaspartes se ha desarrollado en el marco de una pluralidad de Estados ms o menos abiertos a su circulacin. Unasegunda constatacin es que estos Estados mltiples han sido siempre y fundamentalmente Estados rivales,Estados que cuando menos competan entre s y que a menudo se confrontaban (en correlaciones de fuerzas) eincluso se enfrentaban (en conflictos armados), dando lugar as a la eventual formacin de alianzas ms o menosduraderas entre ellos. El motor y al mismo tiempo el motivo de esta rivalidad no era otro, en definitiva, que lainversin de capital en su territorio, garantizado por sus recursos.

    La ltima constatacin es que de estas relaciones de rivalidad entre estos Estados se deriva permanentemente unajerarqua (de riqueza, de poder y de influencia) entre ellos, jerarqua que sin embargo vara continuamente. Launiversalidad de esta triple constatacin indica que la estructura especficamente capitalista del Estado es la de unsistema de Estados, en la que el Estado solo se realiza en cierto modo fragmentndose y oponindose a s mismo.El trmino sistema debe entenderse en este contexto en el sentido que le da la teora de sistemas. Designa unaunidad resultante de la organizacin de las interacciones entre un conjunto de elementos que presentacaractersticas y cualidades irreductibles a las de estos ltimos, que no pueden explicarse ms que por susinteracciones, su regulacin y la retroaccin de la unidad global sobre los elementos que la componen.

    El sistema de Estados que constituye la estructura propia del Estado capitalista reviste sin duda alguna estascaractersticas. Por conflictivas que sean en lo fundamental, las relaciones entre los mltiples Estados que locomponen no dejan de responder a unas normas reguladoras, que incluyen, entre otras, el reconocimiento recprocode su soberana, es decir, de la legitimidad del ejercicio de su poder en su territorio y su poblacin respectiva; elprincipio de equilibrio de poder, que prohbe al ms poderoso ser suficientemente poderoso para poder dominar atodos los dems al mismo tiempo (en otras palabras, la coalicin de los ms dbiles sigue siendo siempresuficientemente fuerte para vencer eventualmente al ms fuerte); esto hace que el predominio de un Estado dentrode este sistema adopte una forma caracterstica, la de la hegemona: la constitucin bajo su liderazgo de unaalianza o coalicin de los principales Estados, lo que le permite sin duda realizar sus propios intereses al tiempo quetiene que gestionar ms o menos los de los dems miembros de la coalicin.

    En cuanto a las razones fundamentales de esta singular estructura, hace falta de nuevo analizar las caractersticasdel capital como relacin de produccin y de su proceso global de reproduccin, anlisis que aqu solamente puedoesbozar. La frmula que he utilizado antes -el Estado capitalista se realiza fragmentndose y oponindose a smismo en un sistema de Estados- sugiere por s misma una profunda analoga entre el espacio geopoltico delcapitalismo (el espacio conformado por este sistema, que le sirve de marco y de soporte) y el mercado capitalista.En este ltimo, mltiples capitales se atraen (se entrelazan mediante intercambios en el curso de sus respectivosprocesos reproductivos, se fusionan y se absorben) y a la vez se repelen (debido a la competencia) hasta laaniquilacin. A travs de esta atraccin y repulsin recproca de los distintos capitales, que determinan suconcentracin y centralizacin (y por tanto la eventual formacin de oligopolios e incluso monopolios), se constituye

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    una jerarqua entre ellos, y los ms poderosos (en virtud de la superior productividad del trabajo que utilizan, de lascuotas de mercado que se aseguran, de sus apoyos polticos, etc.) acaban imponindose sobre los menospoderosos e incluso viviendo a sus expensas (mediante la perecuacin de la plusvala que se realiza en forma detasa media de beneficio). En suma, el mercado capitalista es un espacio tanto fragmentado (por la accin demltiples capitales singulares, que constituyen otros tantos fragmentos privados del trabajo social) comohomogeneizado (unificado y uniformizado por las interacciones entre estos mltiples capitales) y jerarquizado (poresas mismas interacciones, como por las retroacciones de los resultantes globales sobre los diferentes capitales). Yes esta estructura misma, hecha de fragmentacin, homogeneizacin y jerarquizacin al mismo tiempo, la que lareproduccin global del capital imprime al espacio geopoltico en el que se despliega.

    3.2. En el curso de la historia del capitalismo, esta estructura especfica del espacio geopoltico solidario del sistemacapitalista de Estados no ha dejado de extenderse (a medida que el capitalismo se expanda territorialmente) ysobre todo de transformarse. La forma clsica que ha acabado adoptando en Europa occidental al trmino de sularga gestacin durante la era moderna (del siglo xvi al siglo xviii) y que posteriormente se consolidar y seuniversalizar (globalizar) en el curso de la poca contempornea, es la de un espacio internacional. En otraspalabras, durante un largo periodo de la historia del capitalismo, el sistema de Estados ha adoptado la forma de unsistema de Estados-nacin, su unidad bsica, siendo el componente elemental, en suma, la forma nacional delEstado. Esta permanencia durante mucho tiempo del sistema de Estados-nacin y de la formacin nacional de losEstados ha podido dar a entender que era en resumidas cuentas la forma natural y por consiguiente inalterable de laestructura general del Estado capitalista. De este modo habr contribuido al desconocimiento de esta ltima comotal, al igual que la de sus formas prenacional y posnacional. Prenacional: el sistema de ciudades-Estado de Italia delnorte y central, de Alemania meridional, de los antiguos Pases Bajos, que fueron le cuna histrica del capitalismoeuropeo. Posnacional: el surgimiento actual de un sistema de Estados continentales, por la va de la asociacin(confederacin o federacin) y tal vez, en el futuro, de la fusin de Estados nacionales a escala continental, fruto dela transnacionalizacin del proceso global de reproduccin del capital en curso desde la segunda mitad del siglo xx.

    El propio Mandel ofrece un ejemplo de esta reduccin de la estructura general del Estado capitalista al sistema deEstados-nacin, que ha constituido su forma clsica en Europa durante un largo periodo histrico, en el siguientepasaje del captulo que comentamos: "Las funciones econmicas aseguradas por esta 'preservacin de la existenciasocial del capital' incluyen el mantenimiento de relaciones legales de validez universal, la emisin de monedafiduciaria, la expansin de un mercado de magnitud superior a la local o regional y la creacin de un instrumento dedefensa de los intereses competitivos especficos del capital autctono contra los capitalistas extranjeros; en otraspalabras, el establecimiento de un orden jurdico nacional, de un sistema monetario y aduanal, de un mercado y deun ejrcito." (pgina 466)

    Es curioso constatar que Mandel introduce aqu de pasada, sin ninguna explicacin, examen ni argumentacin,como si fueran "naturales", las divisiones y rivalidades constitutivas del espacio geopoltico generado por elcapitalismo en forma de sistema de Estados-nacin. Se echa de menos por tanto no solo la comprensin de laestructura general del Estado capitalista, sino tambin de su forma histrica singular que ha constituido el sistemade Estados-nacin. Debido a ello, por cierto, Mandel tambin ha empobrecido su anlisis del Estado en la era delcapitalismo tardo, ya que le ha impedido comprender que esta era tarda se ha caracterizado precisamente por elapogeo del sistema de Estados-nacin. En efecto, en el transcurso de esta fase del devenir-mundo del capitalismo,este no solo se habr globalizado, en particular al amparo de la descomposicin de los imperios colonialesconstituidos por las principales potencias centrales a finales del siglo xix y comienzos del siglo xx; sin embargo, almenos en los Estados centrales habremos asistido a la culminacin de la "nacionalizacin" de las formacionessociales, es decir, de su encierro en el Estado-nacin y su valimiento por parte de este, que se ha convertido en elpiloto del proceso global de reproduccin del capital y al mismo tiempo en maestro de obras de algunos de susmomentos fundamentales, como veremos de inmediato. Pese a su importancia, este doble aspecto del Estado en laera del capitalismo tardono se menciona para nada en el libro de Mandel.

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    4. Por un enfoque alternativo de las funciones del Estado capitalista

    Por todas estas razones sealadas, no ha lugar a reprochar a Mandel haber dejado de lado el anlisis de lasfunciones del Estado capitalista. En cambio, s cabe discutir el marco en el que lleva a cabo este anlisis, que meparece en parte inadecuado y que le lleva a empobrecer su enfoque del Estado en la era del capitalismo tardo.

    4.1. Como hemos visto, en este captulo Mandel aade su anlisis de las funciones del Estado capitalista a las quedesempea el Estado en general en toda sociedad dividida en clases, divisin de la que siempre es a su vezproducto e "instrumento". Simplemente se contenta con sealar las inflexiones (de intensidad o de forma) de esasfunciones generales del Estado en el caso particular del Estado capitalista o en la situacin especfica de lasdistintas pocas o fases de su evolucin histrica. Considero que, sin ignorar en absoluto las que necesariamenteson las funciones del Estado en cualquier modo de produccin caracterizado por la divisin, la jerarquizacin y lalucha de clases, es ms idneo desarrollar el anlisis de las funciones del Estado capitalista partiendo -como hemoshecho con respecto a su forma y su estructura generales- de la relacin de produccin capitalista. O msexactamente, de lo que ya he llamado en repetidas ocasiones su proceso de reproduccin global.

    La reproduccin de esta relacin de produccin social que constituye el capital es un proceso complejo, quecomprende mltiples momentos (elementos constitutivos) diferentes. Por mi parte, distingo bsicamente tresmomentos fundamentales, evidentemente articulados entre s, pero dotados cada uno de una autonoma relativa conrespecto a los otros dos. Algunas de las condiciones de reproduccin del capital vienen aseguradas por su propiomovimiento cclico de valor en proceso, de valor que se conserva y aumenta en un incesante proceso cclico querene procesos de produccin y procesos de circulacin. Esto se produce a condicin de que los resultados de esteproceso reproduzcan (repitan) los supuestos del mismo. En la medida en que esto suceda, califico este movimientode proceso de reproduccin inmediata del capital: el capital produce en l determinadas condiciones de sureproduccin por s mismo, sin ms mediacin que l mismo. Esto es lo que demostr Marx en El Capital, sealandoal mismo tiempo que esta reproduccin inmediata no ocurre ni sin desequilibrios ni sin contradicciones, que hacenque peridicamente entre en crisis.

    Sin embargo, a estas condiciones inmediatas de la reproduccin del capital, que se deriva de su propio movimientode valor en proceso, se aaden otras que el movimiento del capital como valor en proceso no puede precisamenteengendrar por s mismo. Para diferenciarlas de las anteriores, las denomino "condiciones generales exteriores de laproduccin capitalista". Estas condiciones son generales en un doble sentido: por un lado, afectan bsicamente a lareproduccin del capital social en su conjunto, tal como se forma mediante el entrelazamiento de los movimientos delos mltiples capitales singulares, y no la reproduccin inmediata de estos ltimos: son los presupuestos generalesde la valorizacin de los capitales singulares los que deben estar garantizados en el nivel del conjunto del capitalsocial. Por otro lado y sobre todo, estas condiciones contemplan la totalidad de los aspectos y elementos de larealidad social y no ya solamente aquellos de los que se apropia el capital inmediatamente en y a travs de sumovimiento de valor en proceso.

    En cuanto a su exterioridad con respecto a este ltimo, no significa que este movimiento no pueda participardirectamente en su produccin, sino que ninguna de estas condiciones generales es ni un dato inmediato ni elresultado global del movimiento del capital como valor en proceso. Dicho de otro modo, su produccin recurrenecesariamente a otras mediaciones que las implicadas en y por el proceso de reproduccin inmediata del capital. Yson estas mediaciones las que aseguran la apropiacin y la integracin de los elementos de la realidad social amodo de condiciones de la reproduccin del conjunto del capital social. Por ejemplo, el capital no consigue asegurar,nicamente con su movimiento de valor en proceso, la (re)produccin de determinadas condiciones de su procesode produccin inmediato, tanto si se trata de los medios de produccin socializados (infraestructuras colectivas,produccin y difusin de los resultados de la investigacin cientfica, etc.) como de los aspectos de la reproduccinde la fuerza de trabajo no asegurados directamente por la circulacin mercantil de esta (las relaciones familiares, laproduccin y la gestin del espacio-tiempo domstico, las prcticas educativas, el sistema de enseanza, etc.).

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    Asimismo, el movimiento del capital como valor en proceso no es capaz de producir y reproducir por s solo elespacio social que requiere la circulacin del capital: las redes de transporte y de comunicacin, las concentracionesurbanas, la ordenacin del territorio, etc.

    La produccin y reproduccin de las condiciones generales exteriores de la produccin capitalista constituyen portanto momentos especficos del proceso global de reproduccin del capital, distintos de su proceso de reproduccininmediata. Y a estos dos primeros momentos conviene aadir finalmente un tercero, el proceso de produccin yreproduccin de las relaciones de clase. Porque la reproduccin del capital como relacin social se efecta todavadentro de y por medio de la divisin de la sociedad en clases, de las luchas entre ellas en sus mltiples formas y susconstantes peripecias, y finalmente de las propias clases como sujetos colectivos que se afirman tratando de influiren los dos momentos precedentes del proceso global de reproduccin. Y este tercer proceso tambin tiene suespecificidad, en la medida en que hace que intervengan elementos, factores y procesos desconocidos en los dosmomentos precedentes. As, para ceirnos a un ejemplo, nicamente el anlisis de las luchas de clases permitecomprender las relaciones de fuerzas, los compromisos, los fenmenos de composicin y descomposicin de lasclases sociales en el plano social y poltico, que dan lugar en particular a la formacin de los bloques sociales(sistemas complejos de alianzas entre clases, fracciones, capas y categoras) que se encarnan y se representan enlas organizaciones asociativas, sindicales, partidarias, como tambin en los aparatos de Estado.

    En cuanto al Estado, para volver a nuestro tema, no constituye un cuarto momento del proceso global dereproduccin del capital, complementario a los tres procesos parciales que acabamos de diferenciar. Con respecto aestos tres procesos, el Estado se sita de hecho transversalmente, atravesando los tres y enlazndolos entre s, conlo que contribuye a su articulacin y su unidad. Este es el marco en que conviene proceder al anlisis de lasfunciones del Estado, es decir, mostrar que el Estado es necesario (presupuesto o producido) como una mediacinnecesaria en la produccin y la reproduccin del capital como relacin de produccin social dentro de los distintosmomentos particulares que componen este proceso global, y determinar las funciones concretas que cumple cadavez, particularmente desde el punto de vista del dominio (regulacin) de las contradicciones internas del proceso.

    4.2. De esta manera no solo es posible enriquecer el anlisis de las funciones del Estado, ampliando el terreno yhacindolo ms complejo. Tambin permite periodificarlo de manera ms precisa, pues las funciones del Estado enlos distintos momentos del proceso global de reproduccin no pueden dejar de cambiar en funcin de los periodos yfases del desarrollo histrico mundial del proceso global de reproduccin del capital. Desde este punto de vista, lacomparacin con el anlisis de las funciones delEstado en la era del capitalismo tardo desarrollado por Mandelresulta instructiva. Este ltimo peca, en efecto, por la omisin o subestimacin de los distintos aspectos de lasfunciones del Estado en dicha poca, que sin embargo son importantes y que el esquema de anlisis que acabo deproponer lleva por el contrario a destacar con fuerza. Retomo en este punto dicho esquema en el orden inverso desu presentacin anterior.

    Desde el punto de vista del proceso de reproduccin de las relaciones de clase, el "capitalismo tardo" se caracterizaen particular por el establecimiento y el mantenimiento de un compromiso entre el capital y el trabajo asalariado, elfamoso "compromiso fordista", basado en definitiva en un reparto de las ganancias de productividad entre aumentode los salarios reales (directos e indirectos) y aumento de los beneficios, que permite la generalizacin de lataylorizacin y de la mecanizacin del proceso de trabajo. En este plano, la principal funcin del Estado consiste enencuadrar y garantizar este compromiso mediante la institucionalizacin y la animacin de un dilogo permanenteentre las diferentes clases sociales (o ms exactamente, entre sus organizacin representativas: profesionales,sindicales, partidarias, etc.) y desarrollar con este fin estructuras de negociacin entre los distintos "interlocutoressociales" (expresin que nace entonces para designar la pacificacin de la lucha de clases gracias al compromisofordista), desde los comits de administracin o los comits de empresa hasta el parlamento, pasando por lasnegociaciones en los distintos sectores profesionales, los rganos de gestin paritaria de la seguridad social, loseventuales organismos de planificacin. etc.

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    Sin embargo, Mandel no menciona nada de esto en todo el captulo, sino que se contenta con explayarse sobre lasrelaciones entre el Estado y la burguesa en la era del capitalismo tardo, sobre la articulacin entre grupos depresin, asociaciones profesionales, monopolios y altos funcionarios. Apenas menciona de pasada la crecienteintegracin de los sindicatos y partidos "obreros" en el aparato de Estado, que para l es un indicio del potencial dela ideologa burguesa, pero no un elemento clave de la configuracin de las relaciones de clase propia de esta "eratarda" ni una funcin esencial del Estado en esta era. Asimismo, llama la atencin que en este captulo Mandel casini mencione la importancia adquirida por el Estado, durante esta poca, en el proceso de produccin-reproduccinde las condiciones generales exteriores de la produccin capitalista. Sin embargo, a una escala variable y deacuerdo con modalidades diferentes de un Estado-nacin a otro, hemos asistido a la transformacin del Estado enun verdadero maestro de obra de algunas de esas condiciones, y no de las menores.

    Por un lado, y llegando incluso a convertirse en empresario (lo que comporta la acumulacin de un capital deEstado, procedente o no de la nacionalizacin de empresas privadas), el Estado se habr hecho cargo de laproduccin de materiales de trabajo industriales de suma importancia (carbn, petrleo, gas, electricidad, etc.) y demedios de produccin socializados (carreteras, autopistas, puertos, aeropuertos, medios de transporte, medios decomunicacin, etc.). Por otro lado, el Estado se habr convertido en el gestor global de la reproduccin de la fuerzasocial de trabajo en virtud de su poltica salarial, de la institucin del salario indirecto (la institucin de un sistema decotizaciones obligatorias que se redistribuyen en forma de prestaciones sociales) y de la creacin de un conjunto deequipamientos colectivos y de servicios pblicos (construccin de viviendas sociales, desarrollo de la medicinahospitalaria, democratizacin de la enseanza secundaria y superior, construccin de equipamientos culturales ydeportivos de masas, etc.). Nada de esto se menciona en la obra de Mandel, cosa que resulta tano mssorprendente cuanto que seala explcitamente, al comienzo de su captulo, entre las tres funciones principales delEstado en toda sociedad dividida en clases sociales, la creacin de "aquellas condiciones generales de produccinque no pueden asegurarse por medio de las actividades privadas de los miembros de la clase dominante"(pgina461).

    En fin, y esto es todava ms sorprendente tratndose del proceso inmediato de reproduccin del capital, no seencuentra ninguna mencin de la funcin reguladora de este proceso que el Estado ha desempeado en la era delcapitalismo tardo y que sin embargo ha constituido uno de sus rasgos ms caractersticos. Esta regulacin consisteen sobredeterminar el reparto entre salarios y beneficios con vistas a equilibrar la oferta y la demanda en el mercadonacional, tanto velando por la dinmica de la negociacin colectiva entre "interlocutores sociales" como aplicando unconjunto de polticas econmicas especficas (poltica salarial, poltica presupuestaria, poltica monetaria) queconstituyen los distintos instrumentos del keynesianismo ordinario. Mandel pasa totalmente por alto estadeterminacin keyneso-fordista del Estado en la era del capitalismo tardo en el captulo que tratamos, si bien escierto que s se plantea y en parte se comenta en los dos captulos precedentes de su obra.

    Conclusin

    Quisiera terminar atenuando un poco la severidad de mi juicio sobre esta obra de Mandel y relativizando su alcance.Por un lado, Mandel me ha servido de ejemplo de toda una tradicin marxista caracterizada por un enfoquefuncionalista del Estado claramente insuficiente y empobrecedora: mis crticas se dirigen por tanto ms a estatradicin que l representa que a su persona. Y aadir que estas crticas se formulan desde un punto de vistamarxista, es decir, a partir de las aportaciones de otros autores marxistas y dentro del marco general de unaconceptualidad que no deja de ser marxista. Qui bene amat bene castigat: mi severidad est a la altura de miquerencia con respecto a un autor que sigue siendo de la familia.

    Por otro lado, mi apreciacin severa es sobre todo parcialmente injusta, a contrapelo de la frmula consagrada("severa pero justa"). Ocurre que algunas de mis crticas se benefician de mi posicin cronolgica: el mochuelo deMinerva no emprende el vuelo hasta que oscurece y es hacia el final de un periodo histrico o, mejor todava,cuando el mismo ha concluido y ha quedado atrs, cuando se vislumbra la verdad sobre el mismo. Tanto si se trata

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    de las funciones del Estado en la era del capitalismo tardo, de su estructura y (aunque en menor medida) de suforma, hoy podemos juzgarlas mejor, al haber abandonado ya aquel periodo, que cuando nos hallbamos en supleno apogeo, como era el caso de Mandel cuando escribi El capitalismo tardo. En este sentido, mis crticas aMandel pecan, al menos en parte, de ese anacronismo del que Lucien Febvre dijo que constituye, en materiahistrica, "el pecado de los pecados, el pecado entre todos irremisible/4". Mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa!

    [Alain Bihr es profesor honorario de sociologa de la Universidad de Franche-Comt. Conferencia pronunciada en elForo Internacional El capitalismo tardo, su fisionoma sociopoltica en los albores del siglo xxi, 20-22 de mayo de2015, Lausana (Suiza)].

    Notas:

    1/ Der Sptkapitalismus, Suhrkamp Verlag, Frncfort, 1972. Me referir a la traduccin francesa efectuada porBernard Keiser y reeditada y corregida en 1997 en Paris por ditions de la Passion. [Las citas en la traduccincastellana estn tomadas de El capitalismo tardo, Ediciones Era, Mxico, 1979, traduccin de Miguel Aguilar Mora.]

    2/ El captulo ocupa las pginas 461 a 484 de la traduccin castellana.

    3/ La edicin original rusa de la obra data de 1924. En 1926 apareci una segunda edicin y en 1929 una traduccinal alemn. La traduccin al castellano de la obra fue publicada por Labor y Grijalbo en 1976.

    4/ Lucien Febvre, Le problme de l'incroyance au XVIe sicle. La religion de Rabelais, Paris, Albin Michel, 1947,pgina 6.

    Traduccin: VIENTO SUR

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