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7/29/2019 Arnaldo Cordova Cap2 http://slidepdf.com/reader/full/arnaldo-cordova-cap2 1/29  Capítulo II. Del liberalismo al populismo.  Córdova, Arnaldo. Ideología de la revolución mexicana. Ed. Era. México, 1973. Págs. 87 -- 141.

Arnaldo Cordova Cap2

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7/29/2019 Arnaldo Cordova Cap2

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 Capítulo II. Del liberalismo al populismo.

 

Córdova, Arnaldo.

Ideología de la revolución mexicana.

Ed. Era.

México, 1973. Págs. 87 -- 141.

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Ir . DEL LIBERALISMO AL POPULISMO

l. E l r et or no lib er al

Q uienes hacen una revolución generalmente com ienzan por negat" el pa-sado, proyectando su acción, su mente y sus ideas hacia el futuro. Todaidentificación con el pasado parece correr el riesgo de fundirse con la con-servación de! estado de cosas que se pretende destruir. Y entre más claray evidente es la negación del pasado, tanto más radical resulta el cambiorevolucionario. A sí sucede con las dos m ás im portantes revoluciones de ]aEra Moderna, ]a francesa de 1789 y ]a rusa de 1917.fuLM6>kQ, l~IT"'!uciQ!l.Il~~Q ID p.;U laillLde una candente defensa

deLp~dv. Desde Juego, el pasado no es el porfirismo, -'sIno la tradición.t ib .e J" ta ri a. .q \, le s ed ~- -' Lp a. r: ti rHd e. .. la . R evQ ]u ci ón d e I nd ep em -k !1 .f '@ , s e d es -envuelve en e! largo periodo de la lucha de los liberales contra los con-servadores y culmina con el triunfo de la República en las guerras de Re-

form a y c ontra la in tervenc ión franc esa. E Lgr.? ni< k1!Q 9-_dL e.S a tra dic.ións e. .Ó fr ae l} .. l~CQDS Jj .! !l ~i 9.D. Ji be ra ] d e 1 85 7, . .. cu yo s p il ar es f un damen ta le s..son : .el..E lli\do dem ocrático , Jep r.es J:nt< !tiv .Q .- y _~ ra.l;. la . prim acía de ja ik )r sQ !l li ir n. ci on al s ob re .! ,! _ ~.r b! t.I :1 !r ~. <i <i ll .. . e l d es po ti sm () g~ lo s g ob er n:m tf "'I j \, .. !9Ld t .r .ec lLOL.dJ:Lh .Q!! Ib re Que consagZ:' !. I1. ..1asl iber tades de ~nsamiento ,. ..de /

"resi9_n, . .d e t ra ba jo , < ! e_ -- !f á~ i to , - 2! :_ ~ !eS f~<2.~_g e. J.QS~E&en tan te s del i

p-illiliIQ; !iL gara ntía c le .e sto s_ derec .h QL g~ h ac e e fe ctiv a e ] ju ic io d ,. am - \"--a~o, L el sufragio !!bre y universal de los ciílcfaaanos rnpvir"nm , El ver.'

d ad er o p as ad o d e -Méx ico e s su '- -i ra di ción 'l ib er al .'

,Escribía Jesús Urueta: "Cuando los recuerdos de los días gloriosos viven y palo

pitan intensamente en la conciencia de un pueblo, la esperanza sonríe en medio delos dolores. No olvidar significa no desm ayar. El porvenir no puede ser lapidado

con pedazos de ruinas y de tumbas. La tradición es glori2 . y la gloria es estímulo.Volver la vista al pasado, es, a veces, m irar de lleno al porvenir: nuestros muertossiguen siendo creadores de energías. No están dormidos en el corazón del pueblo:in fatig ab le s, e te rn os s em bra do res , to do lo re mu ev en y todo lo vivifican. No los con-sum ió la hoguera de las revoluciones, ni los arrastró a la leyenda la cauda de orodel carro de los triunfos. Son la médula de nues~ra historia, la vida de nuestra vida,y nos acompañarán --legión sagrada- a la gran conquista, a la conquista de laley. Ellos hicieron la ley, la ley de libertad que los hadas crueles encerraron enla prisión dorada de nuestro progreso material. De su c;;utiverio sólo sale para de-cor;;r las pomposas escenas de la política oficial y oficiosa o para ser mutilada im-placablemente en beneficio de los poderosos (reelección, am pliación del periodopresidencial, restricción del am paro, cte., etc., etc.)", y agregaha el célebre orador:"E s preciso, urgente, que todos los m exicanos com prendan que 'la Constituci6n, IlÓlola Constitución, puede salvar a la Patria. El pueblo que pone sus destinos en manos

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,'< : El ~rfiri.smo no es el pasado, ese pasado glorioso de . México, sino su

negaclOn, .e~actamente su. °I?uesto: no lo c.o?tinúa ni lo enriquece, sino

. que lo tral~ lO na y lo desvlrtua. ~ on eL porfm sm o, eI.E stadodem oc.r~ á.ti& 9

J

represcntat!y~ y -1ederal..d~r .~1}stituidopor élpOdé¡-abso1u~

!to , .p er S9 naHsBl-y _d ic ta t? ria J; la s li~ de $_ y d ere ch os d el h ombr e,J nu er to s

¡ en_el P ~~ J, .!Q I). e fe ctIv os . s ólo .p ara , e l re du ~id o n úm ero d e-lo s" a lle ga -

Id~ .al dl~ !ador~ y el su fragIo ~ mversal ha. cedIdo, ~ l p aso a la d es po litiz a-~l(¡n del pu e!> lo, a su segregaC 16n d e la vIda pohtlca y a la im plantaci6 ne au~on tansm o m ás desenfrenado. L a reiv indicaci6n del pasado ponía aldesc::ublerto las falacias del porfirism o, so bre todo aquella que lo había~ em do presentand o com o el régim en del prog reso. Para los prim eros opo -sItores al g obierno del general D íaz, el verdadero p rogreso había co men-zado con las gestas liberales de m ediados del siglo pasado y había sidot runcado por l a. d ic tadu ra . L a vue lt a. < J el li be ra li smo , . qu eJ ~Lp lant eaba -CO-~l.RgreSO a la legalidad y a la dem ocracia, Jignifi~ba _la correcciónd~_v re sent .e , d el f al so p rogr es o o st en tado pQLeL .pn rf iQS JI lO -y q l,l e q ¡. da v~z.DlMJe .. .J t. ~R sLCQmo. .p_r og re so de un peque iiQ. g@p~Lde. .J a poh la ci án . En,efecto, la dIctadura no sólo chocaba vio lentam ente con las institucionesd em <> <;rá tic :up ro ye cta da s e n la C on stitu ci6 n d e 1 85 7, sin o q ue a pa re cía ,po r ello m ism o, com o un régim en cuya ú nica m isi6n consistía en proteger

, y p romo ver lo s p riv ile gio s d e la s c la se s ric as .

~'

Es verdad qut' ~ste modo de considerar el presente y el pasado es tan

l' solo el ~unto de VISta que los sectores medios urbanos expresaban a travésdel pensam iento y la acción de sus intelectuales, que comienzan a rebelar-se.contra la ~ictad~~a al alh?rear el siglo xx; pero constituye, además, la

pnmera mamfestaclOn organIZada de una oposición consciente en el nivel,:; de ,la lucha ~lítica. Las reV 1.IPlt~!tr~m Pf:§in.as. eran to~avía lpeales y no

t~ !lIa IL pe rs per..tl'v .as de co nvertu"S e en un m ov mu ento nac IO nal; la o pos iciónd-Uos...Qbrero5,.encerrada pn los moldes deLJDutu@ -W lO .es aún más débil

~'y de~a.rticulada. L os .únicos, IN I- tanto, ~e desde ento'nces. estm deron en\ ~ . on dlc lo ne s d e o rg am za ~ .u na i de olo gía d e o pQ si ci ÓD , . ..r eq uis it o._ in di sp en sa -b lep ara un ;). luch a pn htlca d e c ará cter na.cÍQ !!~ lY em nJ.os..jntelectuales

pleQ!()s de las ciud~ y entre ellos, de :m anera particular, 1 .9S.periodistas.~on ~llos comienza la prehistoria de b R<evolución Mexicana, la que has~do J':lstam ente denom mada su e ta pa p re cu rs or a. E l pensam iento revolu-CIO narIO llegaría a recorrer m ucho cam ino en esta m ism a dirección.

. .A I co ~e.!1za r el2 igl~ -;e l por!irism o s e. e ncue ntra. ya e n franca ._de cade n-.!!.1..a.~l regIm e':1 de pn.vIl~gIo Iba afectando cada vez. a un núnIerQ .ngY 9rd e sC< :!Q re s_ !. oc la l! :S ,p rm c lp alme nt e e n l as ~( )n .§ ,s ur ba na s, f on {Q rm~_~~ ,! ~a

d~ u~ hombre, por grande que éste sea, e~ un pueblo insensato que por la leyh is tóric a,. p~ ga .c on la esc la v!tud s u am or a la s efím eras gloria s im pe riales. M ie n-tra s la s Instltuc lon es no funcIO nen norm alm ente no s e pue de hab la r de paz '~ ni def¡roR'reso, ni de libertad" ("La conquista de la' !ey", en Obr as c om pl et as d ~ Jesús

rueta, C om pa ñía N acio nal E ditora Á guilas, S . A . M éxico, 1 930: pp. 2 41-2 42).

el tieJUPOy. la IJlá,qyjna...g\!bern~.!1..!~1de Dí<1Lse.-ha!;;¡iUJlá~.J~nY1.~nca~

p'az_Rar.a.J:pñirolarJ< >s.fectos..que 1.0$carnhiO !i..j,Qfi.alesstab~JL.p~ .La rápida diferenciación de las fortunas que d ~rrono. de la econ01m an ac io nal tra ía c on sig o, a fe ctó y fru stro co n .la J "!llsm ara P.Id ez a to da s la sc la se s s oc ia le s: c amp es in os , p eq ue ño s p ro pr et an os , t ra ba Ja d~ re s u rb an o~ ,m in ero s p eq ueñ os em pre sa rio s h as ta in clu ir, d ura nte el d ec lIv e e co n6ml-co de 1907-19H , exponentes d~ to das las cl~, con !ad~ ~os indu striales y

lo s g ra nd !$ h ac en da do s.2 E n e ste c on te xto , I~ Ideo log í: ,-nu l, lt an t e de los s ec- ,tores m edios no podía ser m ás clara: la pnm era exIgenCIa e ra el retorno. \)d e la d emo cra da y , c on e lla , d e la le ga li da d. .E Lh .@o ..d e...q ~e . J .m~ ~~n -l ~tns Sf' hjs;jerap ra.ga vp.z más~q.qe el P.d,.d~,. su !telV )r,,. ...rl~r.a'~~ autoritario f..d~taJ2rial; el estar e~tos a ,I?'"'rder::

1,. I-a\ :~Q, . !Q . J D á W r o P . Q . r t a n t .e , l< !. .P fQP. ia f or tu na ; u na ~ .. .r id a. d: -p ol i. tI ca .. de .J a

qu e"."

n~~_~~fjpaba.I~!.t.1QJbs91uto_.¡xu:queJJ~ dPVP.Dldo l lna .J axs a -que r"';:

~:~ s ól o ~~ timar la di=,~;~~e~:;:tr=r= ,.~~:\

lO!{trit::les ¡:;;;;r:::d: e~ ~~f~ra típica e lp t..n si ón e in rn nf or- F',

..J 1 l. La

, .t 'n1a

mielad social que antPl'Me a tOCl"C: as !"eVOUCIOnes.. meXlS..nr,a

d bTdad de los mov im ien tospQ~ular es ~am~inns 11 ohrel"O!tdpjñ pj cam-

~:~iertf'

:1 : '~ ~¡;;t:;ip s ~ ;~ ;..:;:::- d ; lo s -- tO rP !lm . .d in s p ar a d es -

- ar ro ll ar un movimi en to i deol ó~CO-y - P9J jt ic o aut ónomo de ? imens i. o? es n a-cionales, .únic.o.que_¡x>Qía°p(.m.~ISe..-Con,y ito a la a uto cr ac ia p nr f,n c:ta

C olo ca do s a ig ua l d is ta nc ia d e to da s las c la se s so cia les , .l~ s ec to re s me .

d io s y su s in te le ctu ale s e sta ba n tamb ié n" e n m ejo re s c on ~lc lo ne s pm:a e x-plicar coherentem ente las causas de los m ales que aqueJ~ban al palS. Sup ro pia situ ac ió n y la s itu ac ió n d es es pe ra da d e la s c la ses b aJ ~

demostraban,

desde su punto de vista, no la incapacidad del pueblo m exicano para pro-gresar, sino la incapacidad del m ism o régim en par~ h.acer que tod os pro-

---,<:.

g re sa ra n. S u c on ce pc ió n in div ~d u: ,- !is ta d e c la se :m ed ia m clu ía c omo u n v a-lo r e se nc ia l la libertad, que slgmflc~~. un dejar hacer a, cada uno en, lam edida en que no m ennara las poslblhdades de los dem as. Todo s debw nser l ib res : para ello se hacía preciso un go bierno que los respetara a. t~os

por ig ual, observando la ley y la opin ión de todos po r. so bre cualqU ier 1J~-t er és p ar ti cu la r. L a l ;f aD p ropi ee la cl ' {.l a g ran .e~pr P_c: aI han. a s er combat l-~ ~ cU $lllta fueran ~L fruJ:Q .A .~_u Q.

rPrOnOl':lmlento es~laL..de ..pa~p de

10sgQ.~r~, p s d ecir, e I..l privile gio , g e la inius ticia, ~ l m on? poho ...de l

despojo el.. otrO !): de la opresión. E n adelante, la pe< p1eña propledad,_~pros pera ron h::¡.c:ppn pl propio .!ra bajo_y~ LBmWQ esf,!e rz o. serí,a { 'on ver-llila en el idpal dp 1Ina socieda<Lgemocrátka.; al Robm so?- ca,m balesco ysanguinario del porfirism o se iba a oponer el pequeño propietarIO , e!:!p~n-dedor libre, que no necesitaría para hacer la grandeza de la patna smoque se le dejara en paz y se le respetase. Probándose en la lucha contra

~ J. D . Cockcro ff ,In te l lec tua l Precursors 01 : he M e xi ca n R ev ol ut io n. 1 90 0- 19 13 ,University of Texas Press, Austin.London, 1968, p. 35.

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':' (111 11 11 11 '1 1y t ri un fa nd o e ~ el la , la ideo IQg .ia .J iQeIa l .dc-1as_c lases .- I lredias,,,. PU50,ill_- 'Qrrr.L(k..l~JU10..s_!9mQ Ja.ideología . dominante' la t

Id IIIv , 10Ji cX I 'ol1cnt~'.S de-1as-.ela¡--' d " . .al

.., ."

..acep a.ron

.. ~ rn lClon e.5, terratenientes... .

al;',""1(;, q ue romp ie ro n e ? .d ife re nte s mom~ !lto sc on e l orfir' .

. .prmCJ.p -

¡/, ( 'U s us 1 )( lS tu ló .!d os b as lc os d f'm ~n da s .

..

;- -Pd

lSDlo..entremcz-,¡

1..

1,' ",

, 'Y -exlgen~e las cJases ba j as

,.,.~, a_ sQ JJ .-< ;i9fl?~ Dcditas e n la his to ria' de J.1é xic o ~ ~..cob r

.. , .Y

,'. Ja..-CQn~tltuclon de 1917 v en el ré'"""'''''' ;"'d.m~~'¡~q aI:9.1L.cw:.r:po

ttnt<:;es. '

_~'''~-'LPa¡jJLde.-.en-

Ya antes de 1900 los intelectuales medios h b' ."¡("rentes form as de oposici6n entre las ' d

a lanbvemdo desarro ll ando

:"'r~~ido encam izadam ente por los e~.ue eJtac

Ja a el periodism o Jibre,

,

.'A c~tudiantes de la ca p ital de la Rep s' b

lrl~os e a. dictadura. a En 1892,

u lca oraamzaron un ..Ar. ti rr ee le cc ion is ta con tr a don Por f

. f do . mOVImIento

A incidir en los hechos po sterio~r¡o Dpero ue

le corto respiro y 110 llegó

. . urante os ocho años" l'1JüS lci6n se m anifestó en hechos ai l d

s igUIe nte s, a

i~ológico y lo político diera a o f~os, buscando un asidero que en lo

tit, La actividad de los perioo!: . Iy ne Yd~e gu ro a la lu ch a a ntip or fir is -

(iada, era tam bién m inúscula r \t&pen I~ nte s, a un 9u e v alie nte y p or-

tla de s q ue lo s fu ncio na rio s d ~ ~In ose ,a a denuncIa de las arbitrarie-

m ás desvalida y carente de recla z c o!" etla n, g en era lm en te , c on la g en te

IT (¡p ro vis oe n 1 90 0 c on al u~shSm emb a.rg ;o , la s itu ac ió n c am bió d e

," n o h ab rí an s ig ~i fi ca do ~~~ c~~.

os q ue qU lza en otro co ntexto histó ri-

El 7 de agosto de aquel año el.,d'

, .

tI: public6 el texto de la aloe' ., peno ICOcato l .l co po tos ino El Es ta ndor -

P ' l '

uClon que pronunció el ob' d S L.

.otosl, gnacio Montes de Oca Obre'ISpo e an UlS

1 1( '.{ )e le br ad o e n P ar ís . E n s u l Io cu cilo n'l e nb ~1 s e~ o d el C on gr es o C ató -

xico la Iglesia había r dn, e o ISpo eclaraba que en Mé-

las Leyes de R eform aP ~~ e~a I?e~ar d e l as re st ric cio ne s imp ue sta s p or

Y-<¡tado,com o "u n est~ a: violen ~~ c~ a ~la. sepa~ ación entre la Ig lesia y el

alma y el cuerpo ue a su,on rano a a naturaleza, como la del

agonía".5 El 3 0 de q ago sto a~,se sefar<~,n después de lar~a y dolorosa

In vit ac ió n a l P ar tid o L ib er ar f. la

den a cIUdad de San LUIS Potosí una

ad '

Irma a por un gru po de po t .b

z. os por el ingeniero Camilo Arria

O S10 0S enca e-

(:lO nes del obispo M ontes de O c ga ' h e n, la l cu~l ~ a ta ca ba n la s d ec la ra -a y se aC la a sigU Iente adverten cia:

3 L uis G on zá le z, E milio O rd óñ ez J e<ús 01 CM ata, Ricardo y Jesús Flores M ag6n "Inoce

m? s~

.oft regs , . José Ferrel , Fi lomeno

Fa<;ha, Joaquin Clauscll, Santia o denclO rn~ a, ame,l Cabrera, .José Ma,

Sahnas, Francisco Noble Libralo R 'la

~oz" ~auhno M artmez, Adolfo Dudós

G uz~ án, .M ~nuel S arabi~ , L ázaro G ultié~ :~ zds e

La lle ~l~ o V ala ,?é s. D ie go .A re na s

cepclón Jlmenez y Mur;> fueron sólo ale ara. lsa Acuna y Rossetl, Con-

1.. colum nas de los p . ~d' I

g~n?,s de los valientes que lucharon desde

. 4 . F. B a r, re ra F u en te ~~IH~~s ri =n dea l~posIclOn ~ ?ntra I~ autocracia de D iaz.

~ ~h ?te .::a d e'l In stitu to N ac io na l d e E stu ~f~ :IH -'~ ~.M exda~a . L a etap a precursora ,

r,XICO,~~55. p p. 27-28.IS o ncos e a Revolu,ción M exi~aIla"

Maru¡ 'e st os PC I/ ít ic os (1 892 -19 12), cit., p p. 10 7-1 11.

E l país es libre, grande y próspero, gracias al Partido Liberal, pero 001-mimos demasiado sobre nuestros laureles. La Obra de ta Reforma estám inada por trabajos subterráneos. No v.ayamos a despertar bajo susruinas.

E l c le ro y su s a lia do s so n d en un cia do s c om o lo s e te rn os p ertu rb ad oresdel orden y com o lo s traidores a M éxico que fueron siem pre; en presencia

d el rie sg o p os ib le d e p erd er la s c on qu is ta s d e n ue str aS re vo lu cio ne s, s e p ro -p on e a lo s lib erales la o rg an iza ?ó n y s os te nim ien to d e c lu be s lib era le s e nconsta,nte re1aci6n entre sí y que cada uno de éstos nom bre uno o variosdelegados a un Congreso que se reúna en aquella ciudad. El Con~ de-b ía d is cu tir y re so lv er "lo s m ed io s p ara lle va r a la p rá ctic a la u nifica ci6 n,solidaridad y fu erza del Partido L iberal, a fin de contener los avances delclericalism o y conseguir den tro del orden y la ley la vigencia efectiva d ela s L ey es d e R ef orm a" .-E l 7 d e a go sto d e 1 90 0, c oin cid ie nd o ('1 )n la p ub lica ci6 n d e la a lo cu ció n

del ob~ M ontes de O ea, B.icardo...v J ~( ts F1n f'f 'SM3gÓn . n at iv osñ ,. ~ n.

A nto nio E lo xo clU t1 án . T eo titlá n d el C am in o. 9 ax ac a. in ic ia n la p ub lic a-ción de Rer:eneración c on e l p ro pÓ sito d e c olI\9 ati r y ..d f'mmcia r lo s m a Jo sm an ~o s d e la a dm in is tra rin n. d e ju stic ia , lo s ju ec es v en ale s, lo s Jjtjg ¡m te sjpm ora1es y las autoridades arbitrarias. En un artículo escribían al res-pecto: -

El juez y el m agistrado tienen que ser individuos dotados de un sen tidocom ún práctico , arm ados d e vastos conocim ientos en la ciencia del D e-recho, provistos de un espíritu de observación fino y sagaz y de unare fle xió n o rd en ad a y ló gic a. L as p ers on as q ue re ún an e sta s c irc un sta n-cias, sum adas a un buen criterio jurídico , son las ú nicas qu e pu ed en des-emp eñ ar ca rg os ta n d elic ad os. P ero e n n ue stro p aís n o s e. a co stumb ra e saclase de m agistrados, porque para llegar a tener un em pleo de esa na-turaleza basta con aplaudir, hasta rom perse las m anos, los aciertos od es ac ie rto s d el p od er; fe lic ita r a l p od ero so e n to da o ca sió n, im pro vis ar

festivales en m em oria de n uestros grandes hom bres, para que, desde lo6 El texto de la Invitaci6n e n F . B ar re ra F ue nte s, o p. c it., p p. 2 9-~ 3. C am ilo

Arriaga, sobrino nieto del gran constituyente don Ponciano Arriaga, era originariode San Luis Potosi

y habia tenido sus prim eras actuaciones en la. poU tica oficial,

en un principio , como diputado local.y desde 1890 hasta 1898, como dipu~do

federal. En unión de don Francisco Bu!nes, Felipe Berriozábal, h ijo, y otros dIpu-tados, consignó al G ran Jurado a don Próspero Cahuatzin, gobernador de Tlaxcala,por haber permitido la inhumación en el atrio de la catedral de la capital delEstado de los restos mortuorios de un jerarca de la Iglesia. Este hecho costó aCamilo Arriaga la diputación (sobre Arriaga. véase, F. Barrera Fuentes, op. cit.,pp . 3 3-34 pas sim ; J. D . Cockcroft, op. cit"

pp. 64 V s s.; N . B as so ls , LA i nq ui et lf d

lib er al d e C aT llilo A rr ia ga , SEP, México, 1968, Y M. Ramirez Arriaga. "Camilo.A rriag a", en R epertono de la R evolu ció n, México, 18 de mayo de 1960, núm. 4,p p. 7 -2 8) .

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al trbdde la tribu

ln a, s e e st ab le zc an

paralelos, por oradores to rp e s Y d esa a os entre as gr a ndes .

rtud d 1 h " -t l' V I es e croe que Sllye de pretexto a la

f~e:c';ó~.7as que, según los oradores, adornan al personaje que preside la

El 31 de diciemBre de 1900 1 r . ,ción cambiaba su lema ypasa': a c~e~~/ r s .~ . veJ l~ te

dnume~, R~genera-

bate": ya no se ocu" . pen ICO In ependJente ae COm-

DÍs tr ac ión de jus ti ci :~~~solo de los problem as relativos a la m ala adm i.

l a a dm in is tr ac ió n d e j us ti ci a no'er, de los otros dos' l' . e s m as q u.e u I?-c om pleme nto , c om o p o-

a tri bu cio ne s, l os t re s ~ eJec~bvo y el le~ sl~ hv o. .A un que con distin ta sque, si uno de ellos c . er es t Ie nen 9ue ~xlstlr conjuntam ente. D e m odolos otros debe n te l

am~naIm aI y tIen e Inmen sa s y d ep lo ra ble s la gu na s

n er a s 1 9u am e nte po r ser rt d l . . .'r ac ión genera l. 8 , pa e e a mIsma admInJs-

El Co~o Liberali"irió CIIC I:.boreL S J' ,r o 1 '1 .. Jq Qj. Ricardo I ,. eD- 3n .IIIS PotoSI el '\ "¡p febre-

m itL Lib .e.raL d ..& tu ~o.re5-M~, d~leg;¡do por Re.genera;ió~ ~~-a.Ld e. dlante5-_de.-San Luis Potosí bril!'l' ".

su s -p~nici.pan.t.es.9 El 28 d ~ b ' o. ~omo e m::1Sra 1-las Resoluciones del C~n ~ e rero ,. Regeneraczon daba a conocerdidas ro amáticas d greso! e~, as que, Junto a toda una serie de me-ob je ti~ ~ndamenta le~ :o rgamzaC lon y de propaganda, se establecen com o

l. El respeto y exacta observancia de las Le II L d. , .al y cívica de la Nación III El . ~es. . a e lIcaClOn hbe-

ric a e n lo s fu nc io na rio s p ú'b lic ~ IVre~:bl~cIl~~~ntoddeodIa h on rad e~ p o1 í-

sonalista en los ob' '. a o IClOn e t a tendencIa per-ción de 1857 Y L

g lerndosRq~e pueda juzgarse preferente a la C onstitu-

eyes e el0nna.

La r es ol uc ió n vigesimooctav .d 1ación y fomento de SOCOd da reconue.n a a os clubes liberales la organi-

!lativac¡ Y derecho s dele ~ eS

b

m utuahstas para la defensa de las prerro-

".

.

sus mlem ros pero s,in ' q ue se re llnentación clasista Los 11am d "h h conozca en e o unado s l os mexi cano s. . a o s estan ec o s al pueblo y en él entran to-

Lo notable, sin em bar go, d ' 1n esos las, es a postura de franca yabierta; "Los empleos públicos" R

"

I J; R y J FI M .' egeneraclOn, 7 .de n oviem bre de 1900Ed "

. ores agonBatalla a la di t d .

( T.Itoriales, S. A ., M éx ico , 1'948, p

17c a ur a e xt os p ol ít ic os ), Empresaséase F. B arrera Fuentes op' cit.' 43defensa d e Juan Sarabia" en'M;' ,¡p. y ss.; S. R. de la Vega,

"Elogio yurner, R ica rd o F lo res M . eXICO ue.vo, 2~ de noviembre de 1932: E. Duff~lorelia, 1960"' p

'

p ?9 Y ssa~on

E "Me l l !a rtl do L ib er al M e xi ca no , Edi to ri al E ra nd r

i 1 R,. - ., . artln ez N ú ñez J S b '.

, .e a evoluciónMexicana BINEHR M M .. '

uan ara l.:l, apostol

"mártir' . . eX lcO , 1965. pp. 30-32.

92

I

I~

Ir!I

o po sic ió n q ue lo s lib era les a do pta n fre nte a la d ic ta du ra . L a c ua dra gé sim ares olu ció n d el C on gres o llama a lo s c lu be s a in ic ia r, a tra vé s d e 5 11p re ns a,una cam paña vigorosa contra la arbitrariedad y el despotism o. El 31 demarzo, Regeneración publica un m anifiesto del Club Liberal PoncianoA rriaga, centro director de lo s dem ás clubes de la R epública, en el cual sea fi rma :

La fe en la justicia, el respeto al derecho ajeno y el culto a la dem acra-. cia, nos harán fuertes y heroico s, independien tes y digno s, y sabrem osa he rro ja r a l o sc ura ntis mo , e nc ad en ar a l c le ro amb ic io so y tra id or, y d es -telT ar p ara siem pre del g obierno de la R epública tanto indigno funcio-c io na ri o, ta nt o s er vil a du la do r y ta nt o in su fr ib le d és po ta .1O

L a re pre sió n, se d es ató im pla ca ble d e a llí a p oco c on tra lo s lib era le s; v a-rio s c lu be s fu ero n d isu elto s y s us m iemb ro s en ca rc ela do s o p ers eg uid os e ndiversos lugares del país. El 21 de m ayo, Ricardo y Jesús Flores M agónfu ero n a pre he nd id os y m ese s d esp ué s c orrió la m is ma s ue rte A nto nio D ía zSoto y G am a.E n m ed io d e la s p ers ec uc io ne s, e l 4 -d e n ov iemb re d e 1 90 1, C am ilo A rria -

ga y José M aría Facha enviaron un temario a todos los clubes liberales

que debía ser discutido para su resolución en el Segundo Congreso, a ce-lebrarse el 5 de febrero de 1902 en San Luis Potosí. En él se especifica-b an s eis tem as :

1..

10 . 'M anera d e com plem entai. las leyes de Refonna y de hacer m ás exac-ta y eficaz su observancia. 20. M edidas en cam inadas a hacer m ás eficazla libertad de im prenta. 30. M anera de im plantar prácticam ente y deg arantizar la libertad de sufragio. 40 . O rganización y libertad m unici-pales y supresión de los jefes po líticos. 50. M edios prácticos y legalespara favorecer y m ejorar la condición de los trabajadores en las fm casdel cam po y para resolver el problema agrario y del agio. 60. ~ediosd e a fin na r la s olid arid ad , d efe ns a y p ro gre so d e lo s c lu be s lib era le s.u

C om o recuerda Florencio Barrera Fuentes, antes de esta ocasión el pro-blem a agrario había sido tratado únicam ente por W istano Luis O rozco,con la publicación de su m onum ental L eg is la ció n y ju ris pr ud en cia s ob ret errenos ba ld ío s , en el año de 1895; ahora, por prim era vez, los liberalesse asom aban a los problem as que confrontaban las clases trabajadoras,inaugurando una dirección política que con el tiem po llegaría a ocuparpor co.np~eto la actividad de algunos de ellos, en particular de RicardoF lo res M ag ón . E l C on gre so , emp ero , n o p ud o re aliz ars e; la p olic ía

Y.variosa ge nte s p ro vo ca do re s a rreme tie to n c on tra e l C lu b P on cia no A rria ga m ie n-

tII

10 La s Resoluciones y e LM an ifi es to d el C lu b L ib era l P on cia no A rr ia ga e n, F . B a.rre ra F uentes , op. cit., p p. 53 -64 1y 65-69.1 S. R. de la V ega, op. cit.; F. Barrera Fuentes, op. cit., p. 97.

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tras celebraba una de sus reuniones públicas y varios de sus dirigentes f ue-ron aprehendidos, entre ellos el ingeniero Camilo Arriaga, el 24 de enerode 1902. En la ciudad de México, Flores Magán sufrió un nuevo encar-celam ie nto: ahora p ublica ba El Hijo del Ahuizote, que había tomado enarrendamiento poco antes. En enero de 1903, Arriaga obtuvo su libertad~r se radicó en México, reorganizando desde luego el Club Ponciano Arria-ga e instalándolo en esta ciudad.El 27 de febrero de 1903, el Club Liberal Ponciano Arriaga lanzó su

últim o M anifiesto. El docum ento es, sin duda alguna, el m ás significativode estos años en que la Revolución da sus primeros pasos, y constitu~ uníndice del grado en que nuevos problemas habían venido a sumarse 'a laideología que se comenzaba a construir. El M anifiesto evoca los nombresde Cuauhtémoc, Juárez, Ramírez, Arriaga, Lerdo de Tejada, Ocampo,Prieto, Gómez Farías, A ltam irano, y llama a los mexicanos a luchar por laresurrección de las instituciones liberales que aquéllos les habían legado:"No os llamamos a la Revolución -dice-; os llamamos a salvar a la Pa-tria y a discutir y poner en práctica inmediatamente los medios de esapreciosa salvación".12 Contra aqut:llos que consideraban que la Constitu-ción de 57 era utópica, pues había dado al pueblo demasiadas libertadesque no sabía usar, el manifiesto declara que sin la dictadura y el clero elpueblo habría tenido educación cívica, habría ejercido sus deberes y de-rechos y la Constitución se habría ido formando a su favor: "M uerto nues-tro Código Fundamental --estima-, murieron con él en nuestro país elimperio de la ley, el orden y la libertad, y nuestro pueblo es desgraciado".En nuestro país no hay igualdad, puesto que el capitalista, el fraile y elalto funcionario, civil o m ilitar, no son tratados igual que un obrero uotro m iembro del pueblo; "los privilegios y los fueros en vigor nos han pla-gado de una clase de inútiles y viciosos, que podemos llamar los zánganosdel conjunto social"; en nuestro país no hay libertad para los infelices quedesfaIlecen en las haciendas bajo el látigo del mayoral y explotados en lastiendas de raya; para los deportados al VaIle Nacional, a Yucatán y otrospuntos; para los que sufren en las prisiones la consecuencia de inspirartemor a los poderOsos. En México prosperan dos o tres acaudalados, el

encomendero, el agiotista, el alto concesionario, pero no el obrero, que vemal retribuido su trabajo, o el comerciante en pequeño, con el alto flete

12 La elección de una transfonnación pacífica había sido hasta entonces muyclara en los liberales. El 23 de !narzo de 1901, R icardo Flores Magón sosteníaque "los mexicar.os ya no queremos revoluclón; por eso es que queremos que hayalibertad, que se acabe el personalism o, que surja a practicar sus sublim es funcionesel p oder po pular" (B atalla a la d icta dura , cit., pp. 47-48); y

el 15 de abril delm ism o año escribía: "No som os revolucionarios, y por esa razón querem os qut' hayalibertad, que se acabe el personalism o, que surja a practicar sus sublim es funciones.Nosotros queremos que ya no se persiga a los ciudadanos y que con honradez ma-nifiesten sus ideas; que terminen por com pleto las vejaciones y

la s a rbi tra ri edadesrepu~antes, porque lo hemos dicho y lo repetimos: la represión es un peligro parala tranquilidad del país" (op. cit., p. 70).

94

I,I.

que le causan sus mercancías. Tampoco prospera la a~cultura, que sehalla en m anos de unos cuantos dueños de m mensas extensiones de terreno,en su m ayor parte sin cultivar, mientras los indios m ueren miserables, ex-trayendo el jugo de unos cuantos magueyes cercanos a sus cho~, o van aconsumir sus energías en algún campo explotado por el yanquI o en lamodorra embrutecedora de los cuarteles. La justicia es para el pode~,para el extranjero, para el clero, y para ellos son también la libre m~m-

festaci6n del pensamiento y la inviolabilidad de la. vida humana. La 111S-trucci6n pública se halla abandonada porque se dIce que las ar:c~s ?e lanaci6n están vacías para ese objeto, pero no lo están para el. m l~ta~~01el clero, el poderoso. Se cierra el Manifiesto con esta frase lapldana: Su-ceda a la paz de la abyección la paz del derecho" .13

La crítica del orden sin embargo, estaba acompañada de la fe en elorden: los liberales, ~grupados en el Club Redención, que después tom6el nombre de Club A ntirreeleccionista Redención, se aprestaron a com ba-tir la nueva reelección de Díaz en los comicios que debían celebrarse en.1904 lanzando un manifiesto en contra de la candidatura del presidentey lla:nando al pueblo a combatirla también, pues si el dictador seguía go-bernando el país, lo precipitaría en los horrores de la guerra civil.H An~es

de term inar el año de 1903 los liberales pasaron de las cárceles al destie-rro y desde el extranjero siguieron dando una lucha ~esigual, tan perse-guidos com o antes, preparando.con ella el desencadenam iento de la torm en-ta de 1910.Durante 1904 los liberales se instalaron en San Antonio, Texas, en don-

de a fines de afio Flores Magón volvió a publicar Regeneración y San-tiago R. de la Vega un semanario llamado Humanidad, ambos con la ge-nerosa ayuda de Camilo Arriaga. A principios de 1905, después de. ~nintento de asesinar a Flores M agón, llevado a cabo por un agente porftn~~ta los emigrados se radicaron en San Luis M issouri, y allí reaparecIOR;generación. El 28 de septiembre de! m i~m~ a.ño de 19O~, se instal6 enSan Luis la Junta Organizadora del PartIdo LIberal Mexicano, que conRicardo a la cabeza fue el verdadero centro director de la lucha revolu-

cionaria en México. La huelga de Cananea~ que se desarro1l6. de~, 10. al3 de junio de 1906, fue preparada y conducIda por un~ orgamzacJOn. quese inspiraba en e! ideario de los liberales, la Unión Liberal Humamdad,entre cuyos m iembros se contaban Manuel M . Diéguez, Esteban B. Cal-derón, Francisco M . Ibarra, P lácido Ríos y el abogado neoleonés LázaroGutiérrez de Lara.'5 Un m~s después del estallido de la huelga, la Junta

13 E l H ijo d el A hu izote , lo. de marzo de 1903. ,4 Véase F. Barrera Fuentes, op. cit., pp. 138-142. Esa fe se mantuvo toda:VI~por algunos años, a pesar de las persecuciones y de la proscripción de toda activI-dad política de que la dictadura hizo víctima a todos sus oponentes.15 El artículo"c60.,de los estatutos de la Unión decía: "Es~ Uni6n se

pr°1;'°neunificar los con ocim ientos de to dos los afiliados co n at"reglo a lo s 'preceptos subh mesde la Constituci6n Política de los Estados Unidos M exicanos, y d esd e lu eg o, da la

¡

I

I

t

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Organizadora del Partido Liberal Mexicano publicaba en San Luis M is-souri, f~Ll!-r:~gr:4m!l~4rlidiLLiberal., llamado con justa razón el docu-mento mas Importante de la etapa precursora de la Revolución.

E!1mgramn, ~n-.ef~cto. m a~a -U n -punto. de,-solución . en .eL cu:J I se en-Cu~m ran y. ~espues del

cU~P<m!!!A~J.eJ!g~m:jé}$_ideológicas: una,Ja.yra~ente lIberal, queluegoJJ~!)J::á.J:I<:.-encama.r_c:o,nJ,~_J!1ayor nitid.ez-don.rancls~o l. M ad ero; gtra, !J!1e rec~e las dem andas de 1m nh ros yJos..

carn~mos V que,

P2l:Jo...m en.Q LeJljo que tarA a .e¡t()s últim os. había y~anu ncIado W lS tano LUIs O roz(:o "'U.U obra dta.da. Am bas tendencias vuel-en a I7unirse, predominando el interés político sobre la justicia social, endon LUIs Cabrera y en don Venustiano Carranza pero sobre todo en laC onstitución de 1917.

' .

2. E l d esa rr ollo en la lib er ta d

D on Fr;¡nri!:l'o J M adero, ''jJ.ornhl''P nI '

~niente.-li'-""l" 'leuy? p?-pel e!l la Rpvoluci6n y en la formación d;-Iaidenlo.gía ~;~l~:'"an~ SI~I" siendo ;¡sunto po.lé~ y contl'Q .v:ertido,'17 repregnta, .quizá, la

cQ nrl~ nC la rná~ clara de l¡i Idf:Q logía lihP ral en el siglo X J¡;-m ~.xica.nQ .. E nlos a~os antenores a su aparición como figura nacional se había ligado

~r ~lve~S conductos c~m Camilo Arriaga y los liberales. Aquella expe-~encla, sm ~u~~, detern,tm ó en m ucho sus posiciones ideológicas. Como loslIbe rales de InIC IO S de l sIglo, M adero l"P ivindirn lo s prin r.ipirn: n,.1

lihPr:ili!-

preferencia a los ~ue~ refie ren a la .~ oberanía pop ula r y a la libre aso cia ci6n"Fuentes p 'a ra la h ls to Tl a d e l a R ev ol uc lo n Me xi ca na , t. m, L a hue lg a de C anan ea,

F CE , M éX Jco , 196 5, pp. 3 -4).:le J. D . Cockcroft, op. cit., p . 5..17 c;f., J. C . V alad~ s, I ma gin ac ió n" re alid ad d e F ra nc isc o l. M ad er o, Antigua

L lbrena R o~ redo, ~éxico, 1960, 2 t.; S. R . R oss, F ra nc isc o l. M ad er o. A pó sto l d el ,! d emocr ac Ia ~exl cana, Ed . , Gr i ja lbo ,

M ~xic o! 195 9; J . S ánch ez A zcona , " Fra n-ISCO. Madero. en J. Melendez, Ed. H lS to Tla d e la R ev olu ció n M ex ic an a t 1T ~llere$ G ráficos de la N aci6n, M éxico, 1936, pp. 43-85; A . T aracena, M~d~ro:V Id a d ~l, h om b r~ )' del p 'o l ít ico ,. E d: B ota s, M éxico. 1937 ; F . G onz ález G arz a, La

R e, v~ lu cl on M e xI ca na . M I c °n .t Tl bUC IÓ n P ol !n co -l it er ar ia , A . del Bosque, Im presor,'

M ~~co, 1936; F. V ázquez G om ez, Memonas Po lí ti ca s. 1 909 -1913 , Im p. M un di alM ~co, 1933! J. R. del Castillo,

H is to .~ ia d e la r ~v ol uc ió n s oc ia l d e M ix ic o, s.p.i.:M é xICO , 1 9 15 , R . E st ra da , La Revo lu c lo n:YFrancIsco 1. Madero. P rimer a, s egunda

"t erc~ra etapas, I mp : A !D eri ca ~a , G ua da la ja ra , 1 91 2; M . B on il la , J r., E l r ig im en

mad~Tlsta, Tal!e r ,es LmotJp:Jgráflco~ de E l U ni ve rs al, M éxico, 192 2; M . M ál'qu ezS~erbng, L os ult~ mo s días d el preSIdente M adero (M i gtstión diplo mática e n M i-,,!co) , Im p.. El SIglo X X, La H a~ana! 1917; C. C. Cum berIand, M exi ca n R ev ol u-t'o n. G e, !e ns u n~ er M ad ero , .U Dlve rslty of T exas P res s, A us tin, 1952 ; G . F errerd e Men~ I? le a, V Ida de F ~anclsc o l. M adero, SE P, M éxico, 1945; L . L ara Pardo,,D e I: °rtlr UJ D ía z a F ra nc !S co l. J .fa de ro . L a s uc es ió n d ic ta to ria l d e 1 91 I, Polyglot'Pubhshmg an? .(Jom mer~ lal C o., N ueva Y or~ , 1912,. y

Made ro . E sb oz o p olí ti co ,rafid. B otas

t"M eX J< ;O . 1 9 37 , A . M an er o, E l an tIg uo riglm en

)' l a R e vo lu ci ón Tipo-la y Itografla "La Europea", M éxico, 1911.'

96

.

P1Qd~!", IJ ;! on{mi~ ,s in e l j acob in ismo de aqué llos : ~ -~~tQ~~a ..d en1< )( :r .u :i ¡L }Üa .J eg al id aduna JQh lj :j ón_ad~<@. a l os ma le s d e MeXIco .ydesechóJa_v ía -- leVDluc ionar ia { 'nmo c .amin2-que considc: rab .a .~ l m᧠~li-gmso -y.. .elque menos ..pQ9ía garant izar_Ull .. .ca.mhio cfec1ivo~en l a r ea li dad. ...nacional. Pero fue por ello, tam bién, q ue M ad ero trató d e no com prol1 !e-te r e l id ea l lib era l co n la ad op ció n e xc lu siv a d e e xig en cia s d e e l.a se s SOCIa -les p articulares, así fuesen las m ás desv alidas, pu es la d em ocracIa y la le-

g al id ad s ól o pod rí an con segu ir se r es pe tando e l o rd en f "S tabI ec idoy hab landoa to do s lo s m e xic an os , s in d is tin ci on es d e n in gu na e sp ec ie .Madero, en ef~, al igual que muchos o~ mexicarlO$,,9eseaba un..

. .c amb io en e l p :; ,í s.~bio s e l o l 'P .p re sf '. J) ~a s ol ament e m inO !m. tam.bio pol ít ico, ~.QnyeJ l ,~igC1._wIno_es tabae. que. todas J~$ t~n§fn, :", ,. rln-oa-q.u.e eL.paí$ QM'. .. ,i t ,.h;¡v end rí an como una con .Y ! cI lP .J ){ 'j am elu~ ble deu na tr aq sf ormg iÓ JL .e n e l te rre no .J >,D l.í.ticD. in emb ar go , d eb e d ec u5 e q uela tesis sostenida desde los años m ism os d e la R evolución, de que M ad erono llegÓ nun ca a ocuparse de o tros problem as sociales que

';'0 fuc : sen loses tric tame nte p olític os, n o tie ne s os té n n i a yu da a a cla ra r la o ne ntac ió n q ueel apóstol dio a su pensam iento. M ás justo es afinnar que M adero creíaencontrar en las posiciones políticas el m ás sólido punto de apoyo

~.la

so lu ció n d e to do s lo s p ro blem as e co nómic os y so cia les d el p aís. L a p os IC Ió ncrítica de M adero frente al porfirism o com ienza justam ente por ver en lata n p ro clama da e fe ctiv id ad p olític a d el ré gim en d el g en era l D ía z la c au sadel verdadero atraso del país. En 1909 llega a la convicción de que M 6-xico sólo tenía un grand e y únic'::>proble~ a: exigir a sus gob ernantes quep us ie ra n e n v ig or y o bs erv an cia la C on stitu ció n d e 1 85 7,1 8y e llo . d e e nerode ese año escribía: "Todo hace creer que se prepara una lucha form ida-ble, entre el pueblo ansioso de recobrar sus derechos y la A dm inistracióndel G eneral D íaz, que celosa cuid a todas sus conqu istas".l' La situaciónnacional parece, pues, ser bien clara: ni era verdad que el porfirism o hu-biese regenerado p olíticam ente al país durante los m uchos años de paz oc-taviana, ni esto había im pedido que los m exicanos llegasen a cobrar con-ciencia de su papel en los as;Jntos nac;;ionales. La actitud polém ica de

M adero era ya todo un program a.En diciem bre de 1908 M adero publicó su gran libro L a s uc esió n p re si-

d 6f tc ia l e n 19 JO ,) a obra m ás im portante en lo que a su cU lTÍculum inte-lectual se refiere y, q uizá, la que m ay ores efectos p rácticos ha tenid o en lahistoria de M éxico en lo que va del siglo. D iplom ática y tem erosa a veces,c rítica y , a gre siv a o tra s, h as ta lo s p orfirista s e stu vie ro n d e a cu erd o e n q uese trataba <le una de las causas principales que desencadenaron la Revo-

I~ ]. C. V aladés, op. cit., t. 1, p. 151.l' F. 1. Madew. Mis m emo ri as , en P ro-M adero. R eseña de las m em orias con-

rMmorativas que tU llie~on lugar en la República el día 22 de febrero de 1920; ,

Agr up ac i6 n P ro -M ad er o, M éx ic o, 1 92 0, p . 1 31 .

9i

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lución de 191O.2A Por sus fuentes,21 por su estilo inseguro y errático, sepuede muy bien estar de acuerdo en que hay en el libro falta de. sistemaen cuanto al contenido d~ !as ideas que sustenta y a la forma en que éstasse expresan.22 Empero, 10 más importante de la obra de Madero no es sucontenido ni su forma, sino su significado político y social.

23 Es algo que-"lJcede con la entera personalidad de Madero: en abstracto, puede ser elhombre más insignificante, cuando no el más extravagante; pero no es po-sible juzgar a Madero al margen del huracán que se formó en torno suyo:

representa a todo un m ovimiento social, con sus grandezas y sus lim itacio-nes. y es que en aquel gran ciudadano se conjugaban exactamente todolo que había sido negado por el sistema político y por la ideología del por-firismo. Basta señalar tan sólo lo que entraña su toma de posición por elcredo espiritista,24 del que se ha hecho más escarnio inútil y sin sentidoque esfuerzo serio por comprenderlo, y que lo llevó a adoptar una posiciónpolítica de verdadero mesianismo, sin que faltara la ocasión en que él mis-

m o viera su co nvicción d e predestinad o com o la posición m ás honesta,:!o es qu e la m ás realista, de cuantas un hom bre estaba llam ado a ton,tar.

L ib era lis mo , e sp iriti smo y e sp iritu al ismo s e c ombi na ba n c omo lo s r ad ic ale so pu es to s a . u na id eo lo gía d om in an te q ue p'~naba la du~ ?e los I ~h,os~l a a ce pta c.tó n d e lo s m ás fu er te s y la POS IUV ld add el c onOC llm en to C le ntí! ico con el único fin de justifIcar la dictadura m ás brutal de

c~~~ Vle-

~los ciudadanos com unes en la historia de M éxico.26 U n JU IC IOque

define perfectam ente el papel político de M adero nos parece ser el queexp re sa Ro ss en l os s igui en te s t érm inos :

Fra{)d~n 1 M ad ero no fuI' el r.reador de la revolución. ~a revolu r-ión!J ]1 ex ic an a h ac ía y a tiemp (L qu JL re llÍ a s us c im ie ntO !: y h ub ie ra e sta lla d~.c on o s in su p rQ grIDTIa .En r ea li dad, s u cor up l~ to Y" ..Ye rd ader opnwam .a '

i'.

I~ n 1-volucionó gradual y pr~aucamente. M adero. ~dó ~ pre~ la ~-ió n púb lica y a ob ten er e l ap oyo para ellD OY JJ :Il1C n1 Q,"'p rove ~~I piI I .

llegó r el ! lIm n eolución de una bandera y. de un cau o, y ~ se . ios df'!U "'nntpntos y a sim bolizar el deseo profundo ~.. IIn C 'J'lm blO tanto:.§Qtial Y económir.o como político. Que no haya ~do comprender en-teram ente la profundidad, lo abrum ador y, lo m ás Im portante, la urgen-

cia del-problema, puede explicarse en parte por el hecho de que e! deseode cambios fundamentales estaba mal definido y a veces era mcons-ciente.27

20 Véase, por ejem plo, E . Rabasa, La evolución histórica de M éxico, cit., pp.206-207: "La conferencia Creelman se había publicado en marzo de 1908; el librode Madero apareció firmado en San Pedro, Coahuila, en octubre del m ismo año.Las repetidas alusiones a la conferencia que se encuentran en el libro , y

l as o ca si o-es en que viene citada, hacen entender sin duda alguna, que la conferencia fue la

generadora del libro , y que ella produjo en Madero la excitación nerviosa y laesolución de agitar al país.. . La conferencia sugirió el libro; el libro sugirió la re-vuelta".21 Cf., J. C . Valadés, op. cit., t. r, pp.

175-176; S. R. Ross, op. cit., p. 57;cartas de M adero a Baldomero de la Prida, de fechas 23 de agosto de 1907 y16 de septiembre de 1908 (Archivo de Francisco I. M adero). Por los libros queMadero encargó a fines de 1908 se colige que su interés se dirigía a autorestan disím bolos com o H enry George, Gorki, Kropotkin, Proudhon, Spencer. Salustio ,Tácito , Tertuliano, Suetonio , Lord Macaulay. No puede hablarse por tanto en sucaso, d e u na form ació n sistem ática.22 Sólo de!de este punto de vista resultan exactas, aunque severas, las siguientes

observaciones de Rabasa: "E l libro. por su forma, revela una escasa instrucción.E l lenguaje es m alo, la fraseología vulgar, los recursos literarios pedestres y

a v ecesueriles, la ostentación de conocim ip.ntos históricos yde ciencia política revela supoquedad; su aplicación al caso de M éxico, demuestra cortedad de recursos... Fue-

ra de sus pujos de erudición en historia de griegos y

romanos, el libro estaba alalcance de todos, porque era esencialmente sencillo y f ác il " C op o c it .. p p. 2 01 -2 02 ).3 Como ha observado' Gabriel Ferrer de M endiolea, "el libro ... no es de cien-cia sino de oportunidad política" (V ida de Francisco l. M adero, cit., p. 41). y elm ismo Rabasa admite que en él "lo que había de nuevo. de inesperado, era 'elvalor de decirlo en letras de molde y de excitar a la nación para que obrara enel recobro de sus derechos; y ju~tamente lo que ganaba a la R"ener;oJid~d d~ lo.lectores ern encontrar en el libro lo Que ellos mismos pensaban y

querian sin elaIo~ de proclamado o de hacerlo" CE. Rabasa, loco cit.), cosa que con tolta evi-dencIa no era poco.24 cr. M is m em oria s, cit., p. 132: "C reo... que nosotros representamos el

esfuerzo que bemos hecho anteriorm ente, ya sea en esta existencia o en nuestrasexistencias pasadas, pues estoy firm em ente convencido de que nuestro espíritu evo-luciona, pasando a través de innum erables envolturas carnales. Por estos m otivos noestá en nuestro poder improvisar grandes hombres, pero si queremos lIegar a serIo

98

M adero en su libro no escatim ó elogios al dictador y a s~ régim ~, .perotam poco las críticas valientes y certeras en m ás de un sentido. ~l . reg¡menp orfiris ta s e ju stific ab a P orq ue , e n u na é po ca d e d es ord en co ng em to c om o

alguna vez en el transcurso de nuestras encarnaciones, necesitam os de.sde ahoraabrazar co~ entusiasm o alguna causa noble, identifie3:~o.s con ella, cOn51dedr quehemos venido al mundo para trabajar por ella, y dmglr todos nuestros e uerzosh ac ia e l t ri un fo d ef in it iv o" .

. ,d f5 Poco antes de la publicación de su libro, M adero escnbla a su pa re ~na a-

mosa carta en la que afirmaba, entre otras cosas, que "a este mundo verumos acumplir una misión relacionada con nuestra vida etef!1a" y "y<?.. debo repn;-sentar un papel de importancia. en esa lucha, pues he sIdo el elegIdo por la Pro~-dencia para cumplir la noble m isió~ de escribir ese libro" (Crater. El dolor meXI-cano O ficin a E ditorial A zteca, M éxIco , 191 4, p p. 18 7-188).

. ".6' Eduardo Blanquel ha visto muy bien el problema cuando escnbe que la m-clinación e5piritis~ de Madero, que más de un crítico s~ ha esforzado ~r presen-tar como la suma de su chabacanería' personal. obedece sm duda a las m1Sl~as con-.Jicio nantes his tóricas que lIevaron a la g en eraC ión ~ el A ten eo .P?r los cammos d~1in tu icio nis mo y del vitalismo. La necesidad de una hbertad espmtual, por el hastíode contar siempre con la materia, lIegó al intento de negarla, o por .10 ~enos, deim buirla de libertad, de m utabilidad, y a e!1frentar P!levam ent~ los m utenos de lasprimeras causas" (E. Blanquel, "E l pensam iento poh~co de RIcardo Flore~ M a~ón,precursor de la Revolución M exicana", Tesis Profe~lOnal, Facultad de Frlosofla yLetras, U NA M, M éxico, 1963, pp. 61-62).27 F ra nc is co l. M ad er o.. c it., p p. 1 16 -1 17 .

99

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.r evol uc ione s no ha! >í an dej ado ~I

la que le h ab ía preced ido, . I~scont(l~ua:as que la última era la del propioas qu e dictaduras m ilitares e

.

palS mDia, ). SeJ(Ún~adero ,

. .c..o

desJeJ.:V~a la Patn~:~~

L eneral D íaz ha presta<!~d?s ...g~ru;

s u. .b ri 1l <Len ga ñ; ut J> r y ! In p re st ~-

.e gT' que ha perdido-..todo

...1:.dí .la gmn fam l-

.« >0 e l m ut a" ,," o.. c 1",

. .< ><1 1'"q "" -> u" , o n.A

T' .

.30 a6°s de paz; -Y~--;.-

. ":Á' ;r <ann Ií ti ca d e concl 1~ lOn ,

glO en .d háhll Y pa""""'~.r""'",_,,-

el

.~

po, m <d>o e 'o "ta lltka par.. com erv",. P? -ues aunque él se. h aya apoy~~~

e~ino q~ al contrario, da testim omopo r eso pIerde su men o,r, no .d 28e él el éxito obtem o;

,

.'

"',.., "~_o y át. pa ~

. M de ro re con OC la otro men~1 rP g;m p" h ar,;¡n

ademasal ' ue e aqnp

.~ " p ue s c oin cid ía c on .J a a pQ ~~ a...

d.ql

al Día? tip"p 401mén-"" ""'i::'

"'pO""o",, "la adm ini"~a'''oo e

, ; : : : : '" la via d<lP""8'"

:s l~ ~bP.r a yu da do p ar a q l1 e...e Lp aIS ~l1 t~ !:L .-JDa.teria.e.;..de e\\fI.x:nanera,0 .

abono el grao d""""llo de laod absoluto nos presenta

~n su

ha dado a las vías ferro-

uezae;~bl ica , la ""e ., ;60

ro~d:~~e la ro o" n= 16 0 d e ,,~ I~ .arriléras, l? - ap elrtura

bedl~cr:~r;:t~C~e n ue str ~ g ra nd es

ciudades'I!~~~~d' d palacIos e em e

,.bre todo eso, co mo ,

:'ore de I~ capital de la Ropubh",,;;;'::., 1><""" di,lrotado po ' m '"

i"'h<ch,"" de tanta ~ara",lIa, la paz<ehaao hooda. ,..¡"" eo nuestroe 30 años y que segun parece, ha

suelo.29

, .rf. .

t no son si-. .

t al reg¡men po IrIS au, " "b "'1 (O , to d" , 1 ",.reco°';1":::'=lo y la ,rluca del ap&to1.

;0no el puoto eo que com"",, :

1", que", ,;gnificaba la cm de ltaz "';¡,;:.efecto la paz y el progreso po

a la nación cansada e revu. '

bían hecho otadra

cosa'd~u~ea1~:-7:r~~Carriles, de I~ in

ldustriasis~:

~a~~~-

"ante el atron or rUI,

hab ' a comenzado el ma : esa m I b . de ''aI"

.8 0

Y por aquI ,. f d en la pa a ra

vidad CdomercI com P leto en su desarrollo econom I~ o

b'l 'I

a~' ~ D ía z a pro ve ch ó

"ocupa a por

de la cosa pu IC .,

su Caudillo, no vOlvbióanado~:p p:: promover el in~erés qU

de 10

ar rma~~:r: ~~

fanza y ese a. .,

d I poder' esp¡ a j ~ ; ' : politko, "to :;'.~co':~~d:j~ de' hace<

~1¡U~a.~ dcdi:;:iqueza "a m anos lIena~

't o m,

n el terrible círculo VICIOSO e a\.

'3 enriq uecerse. MéxIco se movla et-

4t . Sanp,.valo~...

'. lO El Partido Nacional Democr I~O,encla n'-fsión presIdencial

eOal9i40

24 Cf . M. diciembre de 19 ,p. .esfuerzo qu e Ilt..226 y 230-231.e xi st en ci as p as ad as ,.

lucion a. pasando a tr....está en nuestru poder m .,

rlquezama"" pode<ab.oluto,a

- de vOIapoIltkam""" en

rrupción de badm in is tr ac ión y mayo r

d egr ad ac ión de l os c iudadano s.So -

b re e sto ú ltim o. n os d i~Madero:

ia juventud que se ha educado en lo s planteles

oficiales ha salido de" , co icg ;o , ¡>eñCctamente apta para la lucha pot la vóda, 1odoo

-..g",odc. COOOcim icnt '" qu e l o, ¡ >oncn encnnd icion." delab""" muy

p ro nto u na fo rtu na ,p ue sto q ue p os ee n e l p rin cip al

fa cto r: l a m ale ab ili-ad para am oldarse a todas las

circunstancias, para representar todos1 ", ¡ >apel a; con la m im na

iml"'huf>able ~ lo, vemo,p""",,,,,

solemnemente el cumplimiento de la ley, que son lo s p rim er os e n v uln e.ar, com o losencontramos declamando contra el gobierno que son losrimeros en apoyar. En

c ambi o. e sa j uv en tu ddOra da , e stá p ose íd a d el

á> ¡!-lador COcept ici .mo y 1 ", g ra nd io "., p aIa bn sde Patria y

U berta d, q ueconmueven tan prolundamcnle a lo, ho m;"", de C tH azón,

", dejan a ell", .odil , [no.,

imJ>CntubabJc" El que tiene le, elue ama a la patria y

está resuelto a sacrificarse por eIl~ pasa a susj", po, u o loro, o cuando

-l o t ra tan amablemente,

de dc .cqui li .

brado.'2

Eo la riq ue za , q ue

""el eI,, -to

anune"" luc ionano pot excelencia",se d is ol ví a l a v id a p olític a d el p aís y é ste s e d es comp on ía

Como nac ión:l a ctu al ~ de gobi er non" , J >" "en ta u o p a.;v o aterrador -<Xm.

eJuye Madero-,p"" ha acabado con 1", l iber tad", pábli"", ha hollado

la C o" 'u tu ci6 n, h a d"prc.ugiado la ley que ya nadiep ro c" ", cumpU"

sino evadir o atorm entar a sus fines

particulares, y por últim o, ha ter-inado con el civ is mo d e lo sciudadanos. &4Po, lo dem ,¡" ,;

b i", M ad ero"'taba de acuerdo en con,;derar que 1,ictad"", P<>d iaofre cer a", lavo, el gran

d"" "n> llo a lc anzado po , e l p ar .,ensaba t amb ié n q ue e rh u n e rr or a tr ib ui r

" to do e l p ro gr es o d e q ue h emo sw ro tad o a ! g en era ¡ Di""', 1"'''' o,,", oacio"" eo igual uem po h abianlcanzado un desarro l lo mucho mayor.Si'" v ez d e u n g ob ier no

ab.oJuto -dccia-, lo hubiénun",''''id o de.

' moct'áuco, quizá O""t ro p rog rc ro ma'erla! h ub i"" "d o ,u pe no ,.,pu "

no hubiera h ab id o ta nto despilfarro en lo s E stad os, y si bien e s c ie rt oue lo s gobernadores n o e sta ría n ta n ricos, e n c am bio la s o bra s m ate ria .1" hub""", recibido m ayor im pol,o y

"'bre todo la U,'trucci6n p~bl¡",hubiera sido más a tendi da . &5

32 Op . cit., p. 210.3 Op . cit., p. 138.4 Op . cit., p. 231.5O l'. cit., pp.

222 y 223.98

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,

1En ífecto, M adero veí~ en In corrupción administrativa el conducto POI

e cua se escapaban a la n¡& cibn 1<4frutos del progreso m aterial3ItI mien-

dtras que ~a.l corrupción tenía 11\1 aíz en la ausencia de una verdadera vidacmocráuca:

es indisputable que bajo el actual régimen de gobierno se Pueden co-

m eter los m ás gr and b. .

el 1 des a usos, sin que sea fácil com pro barlos, pues falta

contro e las cámaras Y de l a p rens a i nd ependi en te .81

Madero además no pe b alf"

, nsa a, aJIIlO era usu entre los defensores delpor msmo, que la observancia formal de la legalidad ayudase a evitar elm al.; por el contrario, lo agravaba, haciendo m ás corrompidos a lo<; funcio-nanos y al pueblo más acobardado para exigir el respeto a sus derechos:

Para poder ~parentar que se rapeta la Constitución -nos dice-, sead~tan ofiCIalm ente todas las f6rm ulas republicanas; todos los funcio-nanos protestan solemnemente cumplir la ley; todos sus actos recorrent~os ~os trám ites legales, resultando de esto, un lenguaje convencional,hlp6cnta, que .falsea todo y en el cual nadie cree, aunque todos aparen-

tan 10 cont~3;no por el temor que infunde el poder absoluto, y porquetoda la Naclon se ha acostumbrado al disimulo. Los periodistas que 11a-

~a~ ~ la s ~por su nombre y que intentan quitar la máscara a los

hl~ntas tlran<'5, se les persigue encarnizadamente; pero eso sí, se lescastiga conf?rme a la ley, aunque para esto sea necesario darles tormen-to a los códlgos.M

Se comprende, por lo dich?, que las soluciones que Madero podía ro-pone~ pard efect~ar un C~blO en la realidad nacional no podían ser ~inosoluC Iones de caracter pohtlC O. L a m áxim a P°rfirist a " poca l ' t '

h ad., .

ó "

po 1 Ica y mu-

c a m lmstracl ,n , se le había revelado a Madero como una falacia trasla que se escondla el verdadero atraso de México; él estaba firmemente

m i :i s~ ; iv ~ it .p ~~s 2 ;~~q"E n

1las eS~

D 'del gobierno, ~redomina la corrupción ad-

de n ' . 1 b odue e gener laz y sus consejeros son honrados no P ue -

por SI so os sa er t o lo q ue n" e 1 R ' bl '..,

'

pues e b' b'd..- n a epu Ica

y ni siqUiera cerca de ellos

b.s len sa I o que entre las personas que los rodean se cometen rande~

:e::¡~ ::a~ae~~~~ando con los secretos de estado, ya por m edio de con~esiones

8f O .es !

p . .l:.lt., p. 229. En otro lugar, M adero afirma que "la corrupción en las

se:u~o~lcl~les

dadme~tará a medida que aumente el servilismo del pueblo'

y de

utaIrAa:".

sm u a. guna que vamos rápidamente a la decadencia o a la' anar-

~i1ap' d dn la C o~ q~ .llS ta d .e que tanto nos ufanamo~; nuestra riqueza pública será

tea :aeaa po~ a !tun ,~ oblerno p .o co escru puloso si n o existen cám aras indepe~ dien-

S ~ se lo Im pidan (~ l Parhd(iAntirr. :e lecc ionista 'Y la próxim a lucha electo ral

~~ir;:.ai9io:u~. ~5f~JO~,tendencias )' c ls pi ra ci on e< , E l D emó crat a, San Pedro:

.. LD I 1l C1 1s ió np re ;i de nc ia l e n ; 91 0, cit., p. 151.

102

...*" .". N.

convencido, sobre las hormas UCl utJ<; ,..w -_ o - o ..

co n v erd ad era v id a p olítica e ra u n p aís q ue p ro gre sa ba . E l p ro gres o, c om oprogreso sólo m aterial, podía m uy bien ser considerado com o un hechofo rtuito; lo que no había aquí era pro greso político, único que distingue,a sus ojos, a las grandes naciones del m undo m oderno .3D D e esa suerte, ala co rrup ción de los ciudadanos y del E stado en el binario form ado por lariq ue za m ateria l y el p od er p erso nal, M ad ero o po nía

la r ea liz ac ió n d el g ra nd io so id ea l d emoc rá tic o, c on sis te nte e n la re iv in di.c ac ió n d e n ues tro s d ere ch os, a fin d e d ig nific ar a l m ex ica no , d e e le va rlode nivel, de hacerle ascend er de la categoría de sú bdito, a que práctica-mente está reducido, a la de hombre libre; a fin de transfonnar a losm erc ad ere s y v ile s a du la do re s, e n h om bre s ú tile s a la p atria , y e n c elo so sd ef en so re s d e s u in te gr id ad y d e s us in stitu cio ne s.4 °

N atu ra lm en te , "la re iv in dica ció n d e n ue stro s d ere ch os " s ig nific ab a d em od o e sen cial y p rim ario e l ejerc ic io d el d ere ch o elec to ra l, q ue lle gó a re -sumirs e en la fó rm ula Suf ra gi o e fe ct iv o. No ree le cc ió n. n No se trataba deu na m era p etic ió n d e p rin cip io s a bs tra cto s; s e d em an dab a e l s uf ra gi o e je c-tivo

para salvar a la República de las garras del absolutismo, volver a losE stados su soberanía, a los m unicipios su libertad, a los ciudadanos susprerrogativas, a la nación su grandeza [y la no reelección], p ara e vitarq ue e n lo su ce siv o se a du eñ en d el p od er n ue stro s g ob ern an te s y es ta ble z-can nuevas dictaduras; y por lo pronto, para ob tener una ren ovaci6n enel personal del go bierno, llevando por m iras que quienes rijan los desti-

.1

3 9 V éa se E l P artido A ntir ueleccio nista 'Y la p róxim a lucha electora l, cit., p . 52:

"Las mejoras materiales, por sí solas no son un factor suficiente para asegurar elengrandecim iento de la Patria, pues mientras no se cultiven en el pueblo mexicanolas nobles virtudes, m ientras tenga constantemente a su vista el ejemplo que nosdan nuestros hombres públicos que sólo procuran enriquecerse a toda costa, paralo cual no vacilan en adular, corromper

y hasta cometer cnmenes, los cuales casi

siempre quedan impunes; m ientras no se permita al pueblo ejercitar sus derechosde ciudadano. único ínedio de que se desarrolle en él el sentim iento de confrater-nidad y la costumbre de unirse con sus conciudadanos

por form ar agrupaciones

poderosas en las cuales s e dis cutey se trabaja por el bien común,

y mientras no se

permita la práctica del civism o, será imposible que en el pueblo se desarrollen esasnobles virtudes que en un momento dado, son las únicas que salvan a las nacionesd e lo s g ran de s p elig ro s" .

40 La sucesión presidencial en 1910. cit., p. 3.n En La sucesió.. presidencial en 1910 Madero aún ma la expresión Libertad

d e s uf ra gi o- No r ee le cc ió n(p. 349); don José Vasconcelos nos dice al respecto: "El

lema que tantos años fue oficial: Sllfragio Efectivoy no Reelección, lo redacté

y o, en opos ición .. al an tig uo S ufragio lib re,y para indicar que debía consumarse la

función ciudadana del voto. Alegaba M adero,y con justicia, que no podía hacerse

responsable al dictador de. la retención del man.do si antes la ciudadanía no mani-f es tab a s u v olu nta d d e re tirá rs elo " (U li se s c ri ol lo , ~d. Botas, M éxico, 1935, p . 370).

103

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nos de la Patria en el proxim o periodo constitucional, sean los m ás ap-tos y dig nos y puedan dar satisfacció n a las ardientes asp iraciones d e losm exicanos, que quieren estar go bernados por la ley y n o por un ho mbre.42

Estar gobernados por la leyera también, para Madero, algo m ás queuna fórm ula vacía. Sign ificaba la obligación del pueblo de ejercer sus de-rechos, pero sobre todo, significaba el conducto práctico, cuya eficacia no

ponía en duda, para hacer que los gobernantes se debieran a la propia leyy no a la fuerza!' Ahora bien, ubicado entre la idealización de los pro-cedim ientos dem ocráticos y el reconocim iento del carácter fu nesto de ladictadura, para M adero la ley sin el pueblo, sin la opinión pública, no esm ás que una farsa; el gobierno del general D íaz, c uid ad os o d e la s fo rm as ,era la m ejor prueba de ello;f4 las leyes, incluida la m ism a Constitución,valen sólo cuando encuentran su m ejor aplicación en el ejercicio que elpueblo hace de sus derechos. "La ley suprem a de un pueblo dem ocráticoes la v oluntad n acion al" :4 5 p arecería que la división entre las ley es positi-vas y la voluntad nacional colocara a las unas y a la otra en mundos dife-rentes; m as no hay sem ejantes com plicaciones en el pensam iento de M a-dero; para él se trata de un mism o problema, sencillo com o nin~n otro:el establecimiento de un régimen político en el que coinciden la ley, su

aplicación, el ejercicio de sus derechos por parte de los ciudadanos y elre sp eto d e .to do s e llo s p ór p arte d e lo s g ob ern an tes .Es difícil establecer con precisión hasta qué pu nto el apóstol, al encar-

nar con la plum a y con la acción un m ovimiento de renovación nacionalcomo el que se gestó y se desarrolló, antes de él y con él, no resultaba, ala postre, m ás que un apo logista del régim en establecido . E l fenóm eno delre yis mo , e s. c on oc id o d e s ob ra, ,h ab ía d em os tra do q ue s e p od ía s er p orfiris tas in d on P orfirio , e s d ec ir, q ue la s re la cio ne s s oc ia le s im pe ran te s d es pu és d e1876 no sólo no necesitaban ya del dictador ni de la dictadura, sino queincluso, para m antenerse, les era precisa una reform a en el Estado y, esen-

42 El Part ido .A .n ti rreel ecc ion i sta

'Y

l a p ró xi ma l uc ha e le ct or al, cit., p. 21.

43 Madero llegó incluso a estimar la mentalidad del gobierno por el origen desu encum bramiento en el poder: "... un hombre que debe su fortuna a la fuerzabruta, debe tener un singular concepto de ella y le ha de conservar un respetosupersticioso" (La sucesión p resid en cia l en 1 910 , cit., p. 216); por otra parte, "paraque en un país, en estado normal, pueda haber un cambio pacifico de las supremasautoridades, se necesita qUE el que lleva las riendas del gobierno tenga un granpatrio tismo, que esté acostumbrado a respetar la ley. y que a ésta deba el poderque tiene" (op. cit., p. 125)... Op. cit., p . 307: ".,. n ingún partido rechaza la Constitución; todos preten-

den apoyarse en ella; lo que sucede es que un grupo determ inado quiere respe-tarla solamente en la forma y en el fondo continuar con el poder absoluto , m ien-tras que el otro grupo quiere que se aplique en la forma y en el fondo, por mediod e la s p rác tic as d em oc rá tica s" .45 E l Pa rt id o An ti rr ee le cc io n is ta

'Y la p róxim a lucha electoral, cit., p . 69.

10 4

.1

c ia lm en te , e n la e sfe ra d e la a dm in is tra ció n.41 E l g en eral R ey es ~ !tóp eq ue ño p ara a ba nd er ar u n movim ie nto q ue , d es ea nd o u n~ ~ ra ns fo rm a cl o? ,n o s e atre vía . a s aiir d e lo s m arco s in stitu cio na le s d el p orÍin sm o; s e q ue nauna dictadura sin el dictador y sus Secuaces. E1 m otivo recóndito de laC on fe re nc ia C re elm an ,4 7 n o p ue de s er o tro q ue la p re sió n q ue g ra nd es .ca -p as d e la s oc ie da d p orfirista e je rc ía n, a tra vés d el re yis mo , so bre e l g ob Ie r-no del dictador. y el cam bio de acritud del general D íaz, que "no, CIJm -

p li ó s us p romes as ", p robabl ement e obedeció a qu ,e la luch~ que se b~r:'-b,aentre rey istas. y lim antouristas y en la q ue el m ism o preS idente ~ Clpo,favoreciendo a los últim os se d ecid ió a favo r de éstos para desgraC Ia delp ro pio p orfirism o. L o q ue ' in te res a, p ara lo s fin es d e e ste e stu d!~ , e s s ab erqu é papel ju eg a don Francisco I. M adero en este contexto poh tlco.T al y c om o s e d es arro lla e l p en samie nto d e M ad ero , d os c on sid era cio ne s

se o frecen de inm ediato: una, que el apóstol no buscaba una tran~orm a-c ió n ra dic al. sin o u na corrección de las fallas a que daba lugar el Sistemap olític o d e la d ictad ura , y d e in ju stic ia s p ro vo ca da s p or e l a sce ns o d el p ro -pio sistem a y que no habían sido solucionadas cuando éste llegó a su m a-d urez; otra, que M adero aceptaba com o dadas definitivam e~te las basesm ate ria le s d el d esa rro llo d el p aís , p ero q ue ta l d esa rro llo d eb l~ c oro narse

c on u n v erd ad ero ré gim en d em oc rá tico . ú nic o ca p.a z d e cOTre¡;zrl os ma le scausados por la dictadura y único tam bién susc:eptlble de contm uar lo q:epudiese constituir la lab or m eritoria del porfinsm o. ~ adero no pe~:~nuevas relacio nes sociales, lo que deseaba era que .la lu~ha por la V Ida"en la q ue los id eólogos porfiristas veían sin rem edIo el tnun ío de los..~asfuertes, de la "gente superio r", se desarro llara com o u n derecho leg¡tlm ode todos los ciu dadan os sin excepción. Por o tra p arte, M adero no deseaba

-+.. En 1903 M anuel Calero luego connotado reyista, escribía:

". . .l a p ro sp er i-

dad del país ~ la com plicació~ co nsigu ien te de su s fenó men !> s sociales. d em and anlA na más am plia participación de los ciudadanos en el m anejO de lo que se llam aco sa p ública . E l pro ble ma prác tico a es te prop6s ito, ra dic a e~ la m ane ra de ha c«:rs entir en el go bie rno la ac ció n de los e lem en tos p opulare s, s m m enos cab ar la efi-ciencia dd prim ero ni prostituir la influencia de los últim os"; esos "elf'm entos

p op ul ar es " f orma ba ~ p ar te d el l lam ad o " pu eb lo . c on sc ie nt e" ( El p r, !b lema a ctu al. L av ic e- pr es id enc ia d e l a Repúbl ica . En sa 'Yo pol in co , Im p. de IgnacIo E scalante, M é-x ico , 1903 , p . 35). C f. el m anifiesto " A la N ac ión ", d el c lu b "S oberan~ a P op ula .r",en Manif iestos pol ít icos ( 18 92-1912 ), c it ., e spe c ia lmente, p p. 6 5 -6 6; J . Lo J?CzPo rt il loy R oja s, Elevación

'Y c aid a d e P or firia D ia z, c it., p p. 4 06 -4 10 ;. R .. P nd a, D e .lad ictad.ra a la a narq ~ia, cit., t. 1, pp. 170-171; R . R eyes, D e m , rnd ll. M em oT laspolfticas, B ibliotec a N ueva, t. 1, M adrid, 1929 , p . 115 j F . Y ázq uez G ?m ez , ~emo-r ias po lí ti c:u (1909-1913) , cit., p. 12; M . C alero, Un .decen lo dI! poU~I,came~cana ,M iddleditch , ~ ~uev a Y o rk, 1920, p. 16; J. V era E span ol, La R ev olu clo n Me xI ca na .Orígenes 'Y resultados, Ed. Poma, México, 1957, , ?p. 96-97. , .4 1M u ch cs p or fi ri st as p en sa ro n q ue la c on fe re nc Ia c on st !t ul a u n 8 ra ~ ~ es ac le rto ,

de cuya eficacia política dudaron siem pre y a la que atnbuyeron, C asI sm excep-gpn"el.desenlace dram ático de la política m exicana en el estallido de la R evolu--d 6n : 1 .& c on fe re nc ia f ue p ub lic ad a e n e l rarson!sMagazine, año xxx, ~ .' 3 :, marzode 1908. pp. 231-277, con el título "Presidente D íaz, H ero of the A mencas .

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una nueva forma de Estado, sipo únicamente UII "cambio de personal"4sque, en su concepto, haría todo lo demás, es decir, un México igualitarioy próspero, con sus ciudad;m os libres}' felices y su Estado regulado por elderecho y mediado por la voluntad de todos. Pero lo que es más sorpren-dente aún, es que Madero ni tan siquiera exigía un cambio de leyes, puesen su concepto bastaba que las antiguas tuviesen aplicación para que unnuevo orden jurídico pudiera ser creado.49 ¿Acaso fue M adero. nada másque un continuador de la línea política que nació con el reyismo? De nin-

guna manera. Madero estaba haciéndose eco y deviniendo portavoz degrupos sociales que el reyismo evitó y de los que en última instancia que-ría salvaguardar al orden establecido.M adero no fue revolucionario, ni siquiera cuando él y sus colaboradores

decidieron tomar las armas contra Díaz; pero eso no fue obstáculo paraque a su sombra creciera y se desarrollara el pensam iento revolucionario.y es que, en el fondo, jamás alguien fue tan coherente como Madero conlos principios que hizo suyos desde que decidió participar en la política: larealidad y el orden jurídico se le dividieron. Buscó la permanencia e hizola apología de un sistema jurídico del que no sólo la Constitución y lasleyes derivadas formaban parte, sino además, y sobre todo, la voluntad dela nación, del pueblo, que él creía representar; pero preconizó la transfor-mación de una realidad que representaban el dictador y los CÍrculos que

le rodeaban. Nunca se preguntó si el orden jurídico no era más que unade tantas formas de procurar el desanollo de un mundo que ya había co-menzado a nacer con el ~rfirismo; la concepción que tenía de ese ord('njurídico coincidía con el espectáculo lleno de majestad que le ofreCÍa elm undo m oderno capitalista, en las cO :J.quistas que habían logrado nacionescomo Estados Unidos, Francia o el Japón. A estas naciones había que im i-tarlas; también lo habían dicho los porfiristas. Empero, Madero no veía enel ejemplo de aquellas naciones las ruindades que les había procurado supoderío, sino sus bondades, resum idas todas en su respeto por el derechoy en el cultivo de sus instituciones dem ocráticas.

50

Los pocfiristas practicaban un liberalism o. a la m anera de K ant y deC onstant, en el q ue s6io la élite de los escogido s cuenta, porque ellos .sonlos poseedores de la riqueza. M adero era liberal. a la. m anera d~ los, h be-raJes de la segunda m itad del siglo XIX,de un h~ral~ que dlsolvl~ .1?Sú lt imo s ves ti gi os d e p ri vi le gi os medi ev al es , q ue umve rs al iz ab a l a condiCl onde ciudadano y el derecho de nom brar a los representantes de un puebloh ec ho d e m as as y n o d e " esc og id os" , m ultitu din ari? , v e~ ad erame .n t~ n a-

c~ on al. M ad ero , p or e llo m is mo , sin s er u n re vo lu caOD an o, d ete rmmo q utuna revolución que podía ser una revolución social se d~lIara com oun a revolución pol ít ica . F ue u n a nti gu o r ey is ta , d on Ven us tla no C :,r ra nz a,quien culm inó la obra, decidiéndose a llevar al cabo una ~voluclón queM adero no pensó jam ás en hacer, o que por l~ m enos no hizo, com o se lore pro ch aro n, e ntre o tro s, L uis C ab rera , A nto n~ o M an ero y R oq ue, E stra-d a;5 'I.u na rev olu ció n p olítica q ue s e d io s u p ro piO c au ce y q u~ ,u ev an a m uylejos el m ism o ideal porfirista: hacer de M éxico una n~clO n. m oderna,c ap ita lis ta , s i b ie n c on s ol uc io ne s in éd ita s e n la te orí a p olític a e mv~nta da sen el terreno com o lo dem uestran todos los regím enes que sucedieron aC arr an za . T od o c omen zó , e n e fe cto , c ua nd o lo s r ev olu cio na rio s, a do pta ro ?el p ensam iento de M adero y lo convirtieron, m ??ificándolo segun las eX I-g en cia s d el m om en to , e n b an dera d e la R ev olu clo n.

48 En esta exigencia, que se formula con frecuencia en toda la obra de Maderohasta el Plan de San Luis, estuvieron de acuerdo casi todos los revolucionarios !I1a-deristas. Esquivel Obregón afirma que quien la expuso por primera vez fue elDr. Vázquez Gómez (cf. T. Esquive! Obregón, Dem ocracia y

p er so n al ism o. R e la to sc om en t.a rio s s ub re p olític a a ctu al, Imp. de A . Carranza e Hijos, México, 1911,p. 42). En realidad, Madero la había planteado desde la publicación de su libro.49 A l efecto, escribía: "El pueblo no quiere leyes nuevas; quiere que se cum pla

con las antiguas, porque sabe que de ese modo recobrará la libertad necesaria parad2rse las nuevas que él quiera. pero ya serán a su gusto y

sobre todo, serán efec-tivas'" (La sucesión presidencial en 1910, cit., p. 266); pensamiento que tambiénhicieron sayo los revolucion arios m ad eristas. L uis C ab rera, por ejem plo , escribía: "L oque necesitamos no son leyes nuevas, ~ ino hombres nuevos y

sistem as n uev os q uestén de acuerdo con las tendencias nuevas" (Obras políticas del Lic. Blas Urrea,Im prenta N acional, M éxico, 1921, p. 181).

,;..,..'

0 Véase, F. 1 . Madero, op. cit., p. 50: "La grandeza creciente' de los EstadosUnidos nos es delIlasiado conocida y debemos de im itarlos en sus prácticas, sobre

3. E l re descu brim iento del pueb lo

A costumbrados com o estamos a considerar la Revolución M exicana a tra-vés de sus grandes figuras.

~ ?e los m ovim i~ ntos .que en torno ,de ellas. seorganizaron aún resulta dlflctl cuando no Imposible, saber que papel jU .garon las ~ntes y los hechos r'nenudos en los principa!es. ~omentos de laRevolución M exicana; sobre todo, cóm o obraron al pnnClplO de est~. pro-ceso sobre la conciencia y la práctica revolucionaria de los grand~s dmgen-teso No parece haber otro medio de llegar a saberlo que examl.~ando endetalle las referencias que los grandes exponentes de !a Revol~clon hace?a las masas populares, a sus. problem as, a sus exploslO r,tes de m conforml-dad y sus luchas en todas las formas y en todos los mveles. La obra de

los grandes pensadores de esta época revela cu~ndo menos un dato funda-mental: ninguno inventó, como por ensalmo, la Idea o el proyecto de la R~-volución; casi sin excepción reconocen de alguna I?anera 9ue ~,n cambio

/"n el país debía venir, por principio, para remediar l~ sltuaCI?n de lascapas m ás bajas y sufridas de la nación. N o podían dejar. de .ejercer un.ainfluencia profunda en los ánimos y en las mentes las hlstonas, que hl-

10 6

todo ese apego a la ley de que dan ejemplo ~us mandatarios, a fin de poderlleg~ a ser tan grandes como elIos".

.1. Cf. de Cabrera, "Carta abierta a don Fi-ancisco 1. M adero con motivo de. lostratado s 'de..C . Juárez", en Ob ra s p ol ít ic as , c it., p p. 2 03 -2 13 ; A . M an er o,..E l antiguorégimen y l a Re vo lu ci ó' l, cit., pp. 278 y ss.; R . Estrada, La RevoluClon y F1"fí.fI,-'c is co l. M ad er o, c it ., p as sim .

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" 'dl"l/l1I leye nda d e cam pesinos tran sfo r

mados en b d I h beI ". '. an o eros por a r su-. lle 1 1 una InjUstIcIa del gobierno o de los hacendados' l t 'bl "-...

,1<" f'ucrra del Yaqui' la reber' d T . 'a em e y ('n mi

H íl. Ü lanco. '100 e omoch,c; las huelg-as de Cananea y

~... J M aJero

Lejos de lo que algunos piensan M adero no . .jn ~n te y sile nc io sa rea lid ad f2 Su libro d d'

era cIego nI sordo a estaI d p bl 'aJ ' e Ica p artes enteras al tratam iend~d:ra~

em as SO CI e s,5 3y en una carta a do n T oribio E squ ivel O breg 6~

ta dirigid a al director de E l ImparcÜzl , Made ro a fi -ma :

Siem pre h e ab ogado por crear la peq ueña pro piedad; pero eso no qu ie-re d ec ir q ue s e v ay a a d es po ja r d e s us p ro pied ad es a n in gú n te rra te nie n-te. ,. una cosa es crear la pequeña propiedad por m edio de un esfuerzoconstante y otra es repartir las grandes propiedades, lo cual nunca hep en sa do n i o fre cid o e n n in gu no d e m is d isc urs os n i p ro clama s. 58

dstoy m uy de acuerdo en que la fracci6n de la propiedad influirá grane~ente en que se des~rroUe la agricultura y la riqueza nacional C~~as. Creo que la fraccl6n de la propiedad será una de las b' ,fIrmes de la Democracia.54 ' ases m as

M as la inconsecuencia de M adero en este aspecto se disuelve en la co-herencia de su concepción po lítica, q ue ya hem os apuntado y q ue encuen-tra su m ás co mpleto desplieg ue y su m ás cabal explicación en la concep-ci6 n m aderista del pueblo, diferente de la que. privaba en la ideologíaporfirista, y en el fondo, fruto de las condiciones mismas en que se es-taba dando la movilización ciega pero arrolladora de las m asas popu-l ar es p ri nc ip alment e l os c ampes ino s s in t ie rr as .

E s. e vidente que el concepto que M adero tenía del p ueblo había dejad od e ser el con cep to elitario qu e del m ism o tenían los porflristas. Y a no eranlas "clases superiores", el "pueblo consciente", quienes daban vida a lan aci6 n, s in o la s "ma sa s p ro fu nd as ", " ~a do nd e n o h a lle ga do la c orru pto ra

influencia de la riqueza y el sel".'ilism o",á. en las qu e vo lvían a incluirselo s o bre ro s, lo s c amp es in os , lo s i nte le ctu ale s, e tc .; p er o e s u na c ate go ría q uese v ue lv e a c arg ar d el ig ua lita rism o a bs tra cto d e la s c on ce pc io ne s lib era le sdel siglo p asado, un igualitarism o en el qu e las clases pietden su signifi-cado com o grup os m aterialm ente desiguales dentro del o¡g anism o so cialo grupos cu ya condición econ óm ica n o tiene relevancia en el conjunto delpaís.

'.

Tam bién aquí la solución es política: para M adero sólo hay' opositores M

L os m ism os problem as de los trabajadoresh b' 'd

~\~asucesión pTe~iJencial. ~ n 19 10, Como p rc l~ :r J~ aa

I~ :~ ~~ ~I t~::~la p~star especIal atenclO D, M adero demostraba conocerlo s .

trofundIdad: con cler a

Haré que se 'presente I .-" df d' d

n, ~ lluClatrvas e ley convenientes --decía en su~oso ISCUr;;o el .TlVoh- para asegurar pensiones a los obreros mu-tdados en la Industna, en las minas o en la a icultura o bien .nando a sus fam ilias, cu;mdo éstos pierden la ~da en ~I servici~ PJ:s~~=

~na ~~presa."

Ademas de estas leyes, haré lo posible r dictar lasdIsposIcIO nes que sean convenientes y

favoreceré la promu1ación d ly~ q

lu e te n~ a

ln . por O

.

b je to m ejo ra r la s itu ac ió n d el o bre ro~ elevarl~ J~v e mate na, In te lec tu al y mora l.M

tibfin em bar~~ M addero no era ni fue nunca consecuente con su indiscu-

e reconO CIm Iento e lo s problem as de las m asaspo p ula res En

'

un a car-~: , En ,cierta ocasión decía: "V o wngo de l' .

reclb l m i p rim era e du ca ci ón ' c onOZ lCOp oa tierra v!len y. en, e.1 s eno de ella

dolorosa verdad de los que ;ufr8l1 en r eso sus necesl ades mgemtas ytoda la

de la justicia. Hay que traer a la ci~d~~noia fUbra de l l a ! ns tr udcción, del amor y

por G. Ferrer de Mendiolea o .9,'

s ene\:~ enclas el campo", (citadoen San Pedro pp 17 ')

p. C It., p . ,veanse tam blen, sobre la vida de M adero, ,. yss.63 Vease La sucesión presidenci.l 19'

0 '4 En A. Tar2cena . en 1, C it., e sp ec ia lm en te p p.195-20865

"M d D ', Mad6TQ. !',4c del hombre y d el p o lí ti co cit P 20 5

.a ero, ISCUrso pronunciado por Franc' 1 l ' .,. .

~t~ l os d el eg adbo s a l a c on ve nc ió n a nt ir re el ec ci ~~ is ta '; 1

2~ ~~e~~ri l s dec~~1ig ,~ tura(O ero " su o ra Documentos inietos Abl' d '

ensa rio d e la g ra nd i~ sa R evo lu ció n .yU Ica os con motivo del XXIV Aniver-ción, M éxico, 1934, pp. 15-16.

Muu: an a. 1 91 0- 19 34 , Talleres Gráficos de la Na-

56 E l Impar ci al , 28 de junio de 1912; véase, también El Im,. ,c i cl , 25 de juniode 1912: "... el grito de tierras... significa rapiña y robo, puesto que la únicam anera como pueden conquistarse tierras con las armas en la m ano, no ha desper-tado en el pueblo m exicano sino desprecio para los que lo h.ut lanzado, El proble-ma agrario lo resolveremos en México con el arado y no con el fusil",

57 La su cesión p'6 sidencial en 191 0, cit;, p. 23; la expresión "m asas profundas"del pueblo reaparece en El P artid o Antir,eellccion ista y la p,óK i",. l"da 6lectoral,cit., p. 67.58 Entre los opositores se cuentan los intelectuales pobres, la clase m edia y los

obreros: ".. ,los únicos que no es tá n c ontentos . s on los intelec tu ale s pobres , que nohan sufrido la corruptora influencia de la riqueza, y en tre lo s cuales se encuentranlo s pensad ores, los filóso fos, lo s escrito res, los am an tes de la Patria y d e la Lib ertad;la clase m edia, que no tiene grandes distracciones, que se dedica al estudh, que norecibe ningún beneficio con el actual régim en de gobierno y que, en el taller, 'm ien-tras pone en juego su fuerza física para el desempeño de su tarea diaria, deja vagarsu inquieta imaginación por el espacioso campo del pensam iento. concibiendo bri-llantes ensueños de redención, de progreso de igualdad; por últim o, entre las clasesobreras.c;l.elernento seleccionado que aspira a mejorar y que ha Uegado a form arligas poderosas, para obtener por medio de la unión la fUf:IU necesaria para lareivind icación de sus d erech os, p ara la realización de sus ideales" (La sucesión p re-

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o par ti da ri os 59 del, régime~ pol/ir.ista y, en ,?encral, nada más que ci~-dadanos, q~ ~ consCiente o .mcow;qcntclIlcnte juegan un p;lpel en un palsque, es naezon en la me<hda l'" que es una sociedad J lo lític am en te o r-ganIzada y cuyo, atraso lo de~\II'Mra su poca o ninguna vida política. Enel concepto de cIudadano !'!0 solo se pierde toda determ inación social o eco-nó~ica, sino ,que es la base primar~a para que una persona pueda desem-penar cualquIer otro p~pel en la VIda ~ial. En efecto, el que no es ciu-dano es porque no es lIbre y al que le VIene a faltar la libertad no puedeser contado entre los hombres; antes que ser hombre de negocios, obrero,campesino, intelectual, es preciso que al individuo se le reconozca comociudadano, es decir, como hombre libre, cuya libertad cobra realidad enel ejercicio de derechos y en el cumplim iento de deberes previamente es-tablecidos y garantizados por los poderes públicos. Siendo candidato, el 2 '2de mayo de 1910, en la ciudad de Orizaba, Madero pronunció un discur-so que a este respecto es revelador:

Del gobierno no depende aumentaros el salario ni dism inuir las horasde trabajo -afirm ó--, y nosotros, que encarnam os vuestras aspiraciones,no venimos a ofrece ros tal cosa, porque no es eso lo que vosotros deseáis;

v os otr os d es eá is li be rt ad , deseáis que se os respeten vuestros derechos,que se os permita agruparas en sociedades poderosas, a fin de que unidospod áis defend er vue stros d ere cho s; vosotros deseáis que haya libertad deem itir vuestro pensan'¡jento, a fin de que todos los que aman al pueblo,todos los que se com padecen de vuestros sufrim ientos, puedan ilustraros,puedan enseñaros cuál es el cam ino que os llevará a vuestra felicidad. , .vosotros, no queréis pan, queréis únicamente libertad, porque la libertados servirá para conquistar el pan,.

sid en cia l en 19 10, cit., pp. 220-241). Véase también, p. 208: ".. ,el obrero, al ele-varse, constituye un factor importante en la dem ocracia, el capitalista siempre espartidario del gobierno constituido. sobre todo cuando es un gobierno autocrático ymoderado". Para Madero la palabra pueblo se identifica en especial con la "clasehumilde" (op. cit., p. 240), de cuya inconsciencia se lamenta, pero en la cual nollega a perder su fe: "El pueblo, por más ignorante que se le pueda considerar,tiene un profundo conocimiento de lo justo V tiene un instinto admirable que loguía para calificar sus hom bres públicos. Por este motivo los romanos, admirablesen todo, y profundos conocedores del pueblo han dicho que 'La voz del pueblo esla voz de Dios'" (E l P artid o A n tirre ele cc io nista y la p ró xim a lu ch a e le cto ra l, c it., p .68)..~ 9 En los partidarios del gobierno Madero reconoce a "la clase privilegiada, la

gente rica que goza de toda clase de garantías, siem pre que emplee sus actividadesen los negocios, cosa que no le cuesta ningún trabajo, pues siempre la riqueza hafom entado d egoísmo. Parte de esta clase es constantemente beneficiada por el go-bierno, y la irunen~~}nayoría que no lo CS, e stá también contenta con la situaci6nactual, pues le permite 'dédicarse al lujo, al placer, a todas las voluptuosidades quele proporciona el dinero y no solamente tiene una libertad absoluta para ello, sinoque también goza de una impunidad relativa" (La sucesión presidencial en 1910.cit., p. 2 39). .

11 0

i

t~

y hasta dónde el ciu dadano idílico de M adero, com o herencia incurabled el R ob in so n p orf ir is ta , e l bu.rgués de don Justo Sierra, se ~arga de. ~ncon teni do de c Ia .. cel o d emues tr a nue st ro aut or d ic iendo en l a IDl sma oc :t .s lo n,que "los que pide'n pan. .. son hom bres que no saben luchar ~r la vida,que no tienen energías suficientes para ganarlo, que están atem dos a unm en dru go q ue le s d é e l g ob ie rn o" .4 0

D esde luego; para "los hom bres que saben luchar por la vida", aparteun ~gim en político que les garantice sus derechos y en el cu?1 puedand es ig na r lib reme nte a s us m an data rio s, p ara q ue se an p erfe ct~ c IU da da no s,no hace falta la riqu eza, ni siq uiera com o paso inicial. L a ~ queza puc:rlevenir después y no es preciso que se la tom e en cuenta com o fm de la vidae n s oc ie dad (e s e sto lo q ue e l p en samie nto m ad eris ta s:, e sfu e~ ~ p or n eg ar ein cluso por desprestig iar para los fin es de su co ncepclon pohtlca). L o quee l h om bre n ec es ita , lo q ue e s n ec es ario y u rg en te p ara to do s lo s c lU dad a~ ?s ,s ob re to do p ara a qu ello s q ue m ás o prin iid os se e nc ue ntr? n,. e ~ la educac~n,pu es ella es, n o sólo la que puede proporci?nar ~ lo s md l~ ld uo s, l ~ mejorarm a para abrirse paso en la lucha p or la V Id a, sm o, adem as, el U QIC Om e-dio para Q ue un ciud ad ano pueda co nocer sus derechos.

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El único medio de hacer a un pueblo fuerte -escribe al efecto-, es ins-truirlo y elevarlo de niv el m aterial, intelectual y m oral, para que, cono-cedor de sus derechos y am ante de su libertad, se acostum bre a conm o-verse p or los atentados que se co meten contra sus herm anos. Esto sólo seconsigue por m edio de la uni6n y ayudados de la prensa, pues la lecturade la prensa diaria pone a las m asas hum ildes en contacto con los pen-

II

I!

r¡i

60 El texto del discurso en F. G onzález G arza, La Revolución Mexicana. Mi con-t ribuc ión po lí ti co - li te rar ia , c it., p p. 4 17 -4 22 ; lo~. pasaj~s citad o~ e?- p. 420. Véas;,

La su cesió n presidencial en 191 0, p. 318: Las grandIosas a~oclaclones de obrerosya son vistas com o aquellas "cuyo fin ostensible es el m l!tualIsm o, pero cuyas sec~-tas tend en cias son la reivind icación d e sus d erech os de cIU dad an o"; y E l Impa rc Ia l,

25 de junio de 1912 que reproduce un discurso de Madero a los ciudadanos de

Huichapan, Hidalgo, ~n el que afirmó: "La principal necesidad que el pueblo m ,:-xicano sentía, era de conquistar su libertad, porque ella es la base del engrandecI-m iento de los pueblos, puesto que perm ite que tod!,~ los ciud~danos puedan cooperaral engrandecim iento de la patria. A nte esa grandlslm a necesIdad que fue re~m enteel grito que conm ovi6 al pueblo m exicano, eran pálidas todas las dem ás necesIdades,com o el problem a agrario, y todos los dem ás problem as, que act~a]m ente llevan co~obandera algunos m alos m exicanos. Se ha pf'!!tendido que el objeto de la. ,revolucl6nde San Luis fue resolver el problema agrarIo; no es exacto: la revoluclOn de SanLuis fue para reconquista.J nuestra libertad, porque la libertad sola resol,:erá depor sí todos los problem as." únicam ente con haber conquistado vuestra lIbertad,con haber logrado que sea la ley la que norme los actos de los gobernantes y que

los ciudadanos puedan ejercer libremente sus derechos, con eso hem os dado un granpaso, eso nos facilitará m ucho para resolver todos los problemas, puesto que de~d.eel m om ento que el puebio pu~da,;m andar sus representantes al Congreso, esos legltl-mos representantes suyos dictarán todas las leyes que sean necesarias para el en-grandecimiento de la República y su prosper idad".

11 1

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sadores, I?S. i~telectuales y los de voluntad firme y poderosa, únicos que'pueden dirigir al pueblo con acierto.el

. Probablemente ~fadero imaginó un futuro para el país en el que todos loscIudadanos, capacitados por medio de la instrucción para el ejercicio desus ~ erechos, f.ueran. individuos perfectam ente enterados de los asuntos de lanacIón y al m ism o t~em po. hom bres responsables que sabrían abrirse cam ino

en la l,!cha ~r la vld~. S10 duda, el apóstol tomaba el asunto en polém icacon la ld~logla porfinana y oombatía de esta manera la concepción elitariade ~os mas fuertes, que excluía a la mayoría de los mexicanos del concieitonaclona!; pero en Madero la polém ica es profundamente sentida y no sólopor razon de un elevado concepto del hombre y de sus posibilidades sinosobre t~o, por su con~pción política, tan coherente como grande' es elde~paIY aJo de su lengua}c:. M adero no ~~ tablecía com o necesaria, com o lo ha-,?na sido para los porfmstas, la relaclOn entre la riqueza y la educación 'este era un vínculo puram ente circunstancial; en adelante, el Estado m ism ~se haría cargo de la instrucción, procurando que ésta llegase a todas lascapas de la población, y sobre todo, a las más pobres. La misma figuradel gobernan.te dejaba de ser la del hombre fuerte, para ocupar su lugar la

d~l. ~~mbre 1O~truido.: "en M~ico. .. no sería la masa analfabeta la que

dmgt?a al palS -aflr:ma-, SInO el elemento intelectual".62 Quizá es esterenglon de su pensamiento lo que en mayor medida sitúa a Madero en elcampo de las soluciones m íticas: su percepción de los problemas naciona-les, no es en. ~odo alguno ';Itópi.ca o. irreal; desde luego, predominan en élm as los sentll:l1lentos que la ~ ntehgencla, pe.ro no se puede negar que M aderofue en sus tIempos el mexicano que mejor comprendió el espíritu de la

.11 E~ Par ti do A nti rr ee le cc io ni st a y l a p yó xi ma lu ch a e le cto ra l cit. pp 52-53'las págmas 54 y 55 la instrucción pública es identificada com o' "la base' del ve~d:~dero progreso" y el "progreso intelectual como el único y verdadero que puedeengrand~~er al pais". C~a~do. trata del problem a indigena, Madero considera quela ~luclO~ no puede resld!r Sl~ en la .educaci6n de los indios. En el caso de losyaqu !s, estim a q ue c?n paCienCia se hubiera logrado introducir en ellos la luz de laensenanza, las ven~Jas de nuestra civilizaci6n, en mucho menor tiempo del que se

emp le 6 p ar a e xt ermmar lo s (La S 8cesión presid encial en 1 910 cit P 196) En PPalabra P M d"1 . .1 .

6 ' ',' . ocas~, ara a efO a CIVI¡zaCI n.!l° se lleva en la punta de las bayonetas, sino

en los hbr~s de en.senanza; no es el militar que ha de ser su heraldo, sino el m aestrode escu~la (op. Cit., p. 198). Como parte esencial de su programa politico esbozadoen su dlSC:urso del Tivoli, M a~e~ afirm a: "En vez de seguir construyendo' espléndi-

d~ pal,acl.os, teatro s, etc., dedlC U'e los sob rantes del E rario al fo mento d e la instruc-CI n publlc~, creando el mayor número de escuelas primarias, tanto urbanas como

~b~!es, a fm de que la~ luces ~e la enseñanza lleguen al último rinc6n de la re-pu Ica: E:1 c~anto a la m strucclon secundaria, haré que se introduzcan las reform asnecesanas, a fm de que sea I!'ás eficaz y efectiva, creando, a la vez, m ayor núm ero

fbescue}~s dcundanas }' qultand? las traba~ que actualm ente tiene la instrucci6n

I ~,a m e -qu~;puedacQmpetlr en el m ismo terrenO con las escuelas ofic~aleslo cual

bserá. un estim ulo para ambas, con 'beneficio del p:tis en g eneral" (Mader~

)' su o ra , C it., p. 15).fI: La sucesió n presider.cial en 1 910 , cit., p. 296.

11 2

m odem idad y que sus intuiciones del futuro no tenían par en todo el pensa-miento de su época. El carácter mítico de las conrepriones de Madero secifra ante todo en dar por un hecho lo que aún debía realizarse: la tdu-cación política del pueblo que no iba a preceder a la lucha por sus proble-mas, sino que iba a venir con la forma en que tales problemas se solucio.narían; que no iba a darse, t"n suma, antes de que el m ismo Estado se

rw rga nizara y se reform ara.

1

b] Orozco

El pueblo, en efecto, se estaba m ovilizando, desde los com ienzos del por-firism o, por razones que no eran sim plem ente políticas. L a prim era de todas,tratándose de un país con una economía em inentemente agraria, era lacuestión de la tierra. Y a desde 1878, dos años después de la ascensión al po-der del general D íaz, las luchas populares en el cam po adquieren el carácterde luchas por la tierra.el Desde luego, el problema de la tierra es tan viejocomo la historia del país, pero es justamente con el porfirismo que llega acobrar sus aspectos más graves y agudos, pues es entonces cuando se dacom o un doble y acelerado proceso de concentración de la tierra en enorm es

propiedades particulares, por un lado, y de expropiación de pequeñas pro-piedades y de propiedades comunales, por el otro. Este proceso se habíahecho evidente a partir de la promulgación de las Leyes de Reforma (LeyLerdo y Ley Juárez) y de la Constitución de 1857, que afectaron la propie-dad de las com unidades y corporaciones eclesiásticas y civiles,64 y adquirióproporciones inauditas durante la vigencia de las leyes de colonización de1875 y 1883, que dieron lugar a la acci6n rapaz de las tristemente célebrescom pañías deslindadoras de terrenos baldíos enajenables. Los resultadosfundam entales fueron el m albaratam iento de terrenos nacionales, el despojode antiguos pequeños propietarios y de com uneros y la formación de gigan-tescos latifundios, im productivos en su m ayor parte.6s L a m agnitud del pro-

~

63 C onsú ltese, a este respecto, D . C osio V illegas. ed ., H istoria m oderna de M éxico.

E l porfiriato. La vida social, cit., pp. 242 y ss.64 Cf. L. M endieta y Núñez, E l Jlro ble m4 a gr ario d e M éx ico , Ed . Po rroa, M éxico,1964, pp. 109-121; J. Silva Herzog, E l a gr4 rUmo m exic an o }' la refo rm u agraria,FC E, M éxico, 1964, pp. 91-92,6~ Véase J. Silva Henog, op. cit., pp. 116-117: "De 1881 a 1889 las compa-

ñias deslindaron 32200000 hectáreas. De esta cantidad se les adjudicaron de con-form idad COI] la ley, es decir sin pago alguno, 12 700 000 hectáreas o sea algo másdel 13% de la superlicie total de la República. Por lo tanto, solamente quedaron4 700000 hectáreas a favor de la naci6n. Em pero, lo ,':T1ásim presionante- estriba enseñalar el hecho de que esas com pañías hasta el año de 1889 estaban formadas úni-cam ente po r veintinu eve p erson as. to das en as acau dalad as y de gran valim iento enlas altas esferas oficiales. Todavia en 1890 a 1906, año este último en que fuerondisu eltas las com pañias, deslind aron ..168 00 000 hectáreas, quedánd ose co n la m ayorparte de las tierras los socios de .ta:h lucrativo negodo, cuyo núm ero habla a~cendidoa cincuenta en los comienzos dc este siglo", Véase también F. González Roa, Ela specto ag rario d e la Revolución M exica na, Poder E jecu tivo Federal, D irecci6n de

11 3

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blem a agrario, el descontento que J,rodujo en las m asas cam pesinas durantem~s de treinta, años y la atrofia evidente del organismo productivo, debensenalarse (y aSl lo han hecho todos los estudiosos) com o las prim eras causasy como el verdadero motor de la Revolución Mexicana. Fueron además, lapiedra de toque de las prim er.as oposiciones al régim en porfirista registradasentre los intelectuales, constituyendo el núcleo esencial de la ideología quc-adoptaron en su mayoría los precursores de la propia Revolución y la pro-blemática que, de una o de otra manera, a la postre tuvieron que afrontartodos los revolucionarios, incluidos los propios sucesores de M adero.Para los ideólogos del porfirismo, como hemos visto, el problema de la

tierra simplemente no existía. Veían la gran propiedad agraria y la con-centración de la propiedad como el mejor medio para explotar la tierra ysus recursos, sin que llegara a constituir un ideal de organización económ i-ca y sin que, por lo demás, dejara de ser una secreta preocupación por lasconsecuencias que pudiera acarrear. Les parecía, también, que el que unindividuo llegara a poseer una gran riqueza, sobre todo si ésta consistíaen tierras, era un hecho que se justificaba por sí solo, como la prueba másevidente del éxito de los más aptos. La oposición de los intelectuales inde-pendientes, precursores de la Revolución, correspondió en el terreno de lasideas a esos puntos principales de la ideología porfirista: en primer lugar,

opusieron a la gran propiedad la pequeña propiedad, precisamente comoun ideal de organización económica; en segundo lugar, combatieron laconcepción que atribuía a los grandes latifundios el carácter de organizaciónóptima de la producción agrícola, concediendo, en cambio, a la pequeiíapropiedad condiciones óptimas para la producción; en tercer lugar, y es lomás importante para explicamos el carácter de la nueva ideología, desen-m ascararon a la gran propiedad, señalando con la m ayor claridad la secuelade rapiñas y crímenes de toda suerte que habían dejado su formación yconsolidación y los cuales habían sido com etidos en detrim ento de los indí-genas y los pobres del campo. La lucha en el terreno de las ideas comenzó

A provisio nam ientos, D irección d e T alleres G ráfico s, M éxico, 191 9, p . 8 2: "L as adju.dicaciones se hicieron por millones de hectáreas. En la Baja California se dieron

más de once millones y m edio de hectáreas a siete concesionarios. En Chihuahuamás de catorce m illones y m edio de hectáreas a siete concesionarios. Solamente auno se adjudicó casi la mitad, es decir, alrededor de 7 000 000. En Chiapas se ad-judicaron a un concesionario poco menos de 300 000 hectáreas. En Puebla se entre-garon a otro concesionario más de 76 000 hectáreas. En Oaxaca se adjudicaron acuatro concesionarios más de 3200000 hectáreas. A uno solo se adjudicaron másde 2000000. En Tabasco se adjudicaron más de 7~O 000 a una sola persona. Aun solo adjudicatario se entregaron poco menos de 5 000 000 de hectáreas en losEstados de Coahuila, Nuevo León. Tamaulipas y

Chihuahua. En Durango se entre.garon a dos adjudicatarios casi 2000000 de hectáreas". En general, sobre el núm ero,el tamaño y la distribución de las propiedades rur:lles, véase F. Tannenbaum , Lar ev ol uc ió n a gr ar ia m ex ic an a, en P robl~m as A .g rlcolas e Indu striales de M éxico, vol.IV . n. 2, pp, 3 4-4 4; S . A sk in asi, Mé xi co i nd lg en a, Im prenta Cosm os. M éxico, 1939,p.5.

11 4

siendo, de ese modo, una lucha contra la gran propiedad agraria y UIl res-cate de sus principales víctim as, los cam pesinos y los indígenas, los peones,el /Jueblo.E l prim ero de estos intelectuales oposicionistas que adoptó tales puntos

de vista e hizo de ellos todo un sistem a filosófico-social, fue W istano LuisÓrozco, abogado jalisciense, que con las armas de la erudición jurídica yde la observación directa expuso la primera crítica a fondo de la gran pro-p ie ua d a gr ar ia .e s

.Para Orozco los males de México no derivan de su insuficiencia de re-

cursos ni de su escasa población, tanto menos de la ineptitud de sus habi.tantes. El problema fundamental de México estriba en el modo como seha lla o rga niz ada la propieda d:

Si pudiera lograrse un censo exacto de nuestra población ---escribe-,hallaríamos seguramente que ésta asciende a diez y seis m illones de al-mas, o muy poco menos. Esta población sería bastante para constituiruna potencia de prim er orden, si la riqueza del país estuviera bien distri-buida, y si de esos diez y seis m illones pudieran hacerse otros tantos in-d iv idu oS s anos , culto s y fue rtes, pos eídos to dos de un e nérgico s entim iento

de nac iona lidad .67E n realidad, el gran jurista jalisciense .estim a el proceso de la propiedad

de la tierra como el primero de los problemas para cualquier país en cual-quier m om ento; de esa m anera, afirm a com o dos principios esenciales, pri-mero que la proPiedad agraria bien repartida contribuye eficazm ente a laprospe ridad y biene star de las sociedad es, y segundo, que las grandes acu-mulaciones de tierra bajo una sola mano causan la ruina y la degradaciónd e lo s p ue blo s.6 8 La existencia m ism a de los Estados tiene su fundam entoen la propiedad territorial: "La propiedad territorial -nos dice al efecto--es una necesidad de orden público y es la base primordial en que descansala soberanía nacional, y seguram ente no puede concebirse la autonomía deun Estado, cuyos ciudadanos y sÚ bditos no sean dueños del territorio en que

viven" .69

O rozco, desde luego, afirm a "categórica y term inantem ente, el derecho

66 Sobre O rozC 'o, v éase, J. Silva H erzo g, E l p en sam iento eco nóm ico, s ocial )1 po -litic o d e M éxic o. 1 81 0-1 96 4, Instituto M ex icano de Inv estigacio nes E ccnó micas, M é-xico, 1967, pp. 342-350; del m ism o autor, E l p t?nsa miento eco nóm ico de M éxico,FC E, M éxico, 1947, pp. 121-124;

Y E . O rozco, W istano Luis Orozco. Un precur-so r de la revo lución ag raria , SEP, M éxico, 196 8.6, W . L. Orozco, Legislación )1 ju ris pr ud en cia s ob re te rr en os b ald ío s, Imp. de

E l T ie rn po , M éxico. 1895, t. 11, p . 830.68 Op. cit., t. 11, p. 952; W . L. Orozco, L a c ue stio n a gr ar ia , en Colección de fo-

lletos para la historia de la R evolucicJn M exicana dirigida por Jesús Silva Herzog.La cuestión de la tierra, t. 1, 1 910 ~19 11, Instituto M exicano de Inv estigacio nes E co-nóm icas, M éxico, 1960. p, 213.69 L eg is la ció n y j ur is pr ud en cia s .o br e t er re no s b ald ío s, cit., t. n, p. 895.

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Empero" Orozco es un hombre con los pies en la tierra y su concepciónde la prople< ;lad no ~ ~edu~e a consi~~ raciones de t~ po religioso: ".E I dere-cho de propiedad, ongmana y metaflslcamente, radica en la esencia racio-nal del hombre, que, aun presci~diendo de tod~ idea religiosa, es propia y

ve~daderament~ el soberano dueno del mundo, sm que haya, fuera de Dios,qU ien pue da d,ls putar~ e su dom inio " ;1 2 pero en las aplicaciones de esta ideaa~soluta, , la v~d?- soc la~ y el ?rden y, la q,ui~tud pública han exigido unongen m as proxlm o, m ~s tangible y m as practico del derecho de propiedad,encontrando, que eS ;,on.gen se d~ en la soberanía ?acio~al y en la m ajestad

del poder pubb<;o,. ,a fm de eVitar la perpetua discordia y las eternas vio-lencias a <Jue vlvuan e~1tregado~ I~ hombres, entre sí, disputándose una

p re s~ COI; lU~ , qU t; v en ~n a" a. : ser mutil en mediO de confusiones y desórde-nes sm term1?o m I?edlda ..3. De ;s~ suerte, mientras que en todos los pro-

ductos de la m ~ustna se C?nClbe facll~ente que el fundam ento de la propie-dad ~,s el trabaJo, la propiedad de la tierra tiene su origen en el Estado. LafunciO n de un~'y d~ otra no ,podían st;r más diferentes; por ello, paraOrozco es tamblen diferente la ImportanCla que reviste cada una de ellas

a

Ahora bien, ¿ qué sucede, según <?rozco,. cuando a la propiedad agrariase la trata como a los frutos de la mdustna y el Estado se desentiende deella? Que como en ningún otro caso se producen y se multiplican las injus-

ticias y las ruindades entre los hom bres, 10<cuales, sin freno alguno que iossujete, se lanzan los un03 contra los otros, despojándose de lo que tieneny acaparando lo que pueden. El resultado no puede ser otro que la granconcentración de la propiedad en unas pocas manos y la m iseria de la ma-yoría, La tierra no se crea con el trabajo, si bien es el trabajo del hombreel que la fecunda; por e!lo m ismo no es el trabajo la fuente del derechode propiedad que recae sobre ella; la apropiación de la tierra n?

puede

venir sino del Estado o del robo y el despojo.y

cuando la propleda;d l~otorga el Estado tiene siempre un lím ite, lo que no sucede cuando los indi-viduos se apropian la tierra a través del despojo de otros. Desde luego, eltrabajo también juega un papel importante en la concepci6n de Orozcosobre la propiedad territorial. tanto que a la postre la crítica más certera ala gran propiedad se centra en la ociosidad de las tierras y de los recursoshumanos que aquélla siempre presenta; sin embargo, todo ello es paraOrozco un resultado y no una causa de la gran propiedad. El papel queconcede al Estado fundamenta la crítica orozquiana a la forma en que seconstituye la gran propiedad,! la exigencia, que hace suya por principio,de que el Estado intervenga en una nueva distribución de la propiedad ene l c am po .

Según Orozco, el atraso de la agricultura que caracterizaba al régim~nde la Colonia, v que cobraba realidad en la existencia de enormes poseSIO-nes incultas o 'cultivadas bajo los métodos m ás rutinarios e inadecuados,en el estancam iento inevitable de la riqueza pública y en la voracidad delagio, cayendo como una maldición sobre las mal explotadas

haciendas,75

ese mismo atraso seguía definiendo a la agriculturam ex ic an a.1 6 O ro zc o

veía en México un "feudalismo rural", "sin brillo y sin blasones, que hasta

de propiedad privativo, inviolable y absoluto sobre la tierra" y acepta elprincipio de la propiedad privada "según lo entiende e! artí~ulo 27 de laC onstitución ~ e la República {1857J, y. ~egún lo entie~de el último pre-cept~ de! D ,:calogo, que manda no co dic ia r las cosas a ]ena s",1O Para él lapropiedad V 1en~ a. ~r algo como la plenitud exterior de la personalidadhumana, un pnnclpiO que acompaña al mundo desde su creación y en elque se basa, no la propiedad de unos pocos, sino la propiedad de los más:

De .aquí que, repartir la posesión legítima de la tierra al mayor númeroposible de hom bres: es, c um plir. con el pe~sam iento divino, es cooperar ene.l m undo a los de,slgm os de D Ios, que qUiere el bienestar de los hom bres,SI e llos han conqU istado ese bienestar por m edio de la prueba del trabajoy el sa crificio de l a horro.7 1

10 L a cu ~s tió n a ~r a.r ia , cit., p. 1~9. Sin duda, estas palabras escritas en 1911 tie-nen un sentIdo pole~ruco contra qUienes, com o don A ndrés M olina Endquez com en-zaban en aquellos tIempos a plantear la ~vpropiación de las grandes propiedades'pero, c?mo puede. verse en los párrafos que siguen, corresponden exactamente aipe !? :amle ':1 to 9~e sle.m ~re tuv o S>rozco so bre los pro blem as d e la pro piedad.

:0 LegtSl'!clOn y J UT ls pr Ud en cl a - ,o br e t er re nO j b al dí os , cit.. t. 11, p . 928.. - Op. Cit., t. 11, p. 895.13 Op. cit., t. 11, pp. 896-897.14 Para una comparación de la idea de propiedad de Orozco siem pre interesante

véa~~ n ue str o .e nsa yo ':D ~ G rocio a. K ant: génesis del concepto' m oderno de prapie:dad, en R ev is ta Me xi ca na d e S oc IO lo gí a añó xxx n.4 octubre-diciem bre de 1968

pp. 959-998. "

,

'

05 Véase, W . L. Orozco, op. cit., t. 11, p. 109~ :, ' :' >a joe l ~ gim e~ ,~ olo nia l pro-

pietario fue sinónim o de vencedor,y propiedad smommo de violencia.

06 Op. cit., t. 11. pp. 1096-1097: "Para afrenta de la.civ iliz ac ió n. en M éx ic o,

casi no han cam biado un ápice las condiciones de la propiedad agrana

y las rela-

c io ne s e nt re h ac en da do sy operarios en nuestro país. En ninguna parte como en las

grandes p osesion es territoriales, se conservan las o mino sas trad icio nes de l~abyecta

servid um bre de ab ajoy la insolente tiranía de arriba. El peón de las haciendas es

todavía hoy el continuador predestinado de la esclavitud del indio; es todavía algocomo una pobre bestia de carga, destituida de toda ilusión

y de toda esperanza. El

hijo recibe en edad tem prana las cadenas que llevó su padre, para .legarlas <1;su veza sus hijos. Las tienda s d e raya; son aún como en la época ~olomal, agencias. per-m anentes de robo y factorías de esclavos, Allí se com pra la hbertad del trabajador

con sal, jabón y m antas inservibles, que se le cargan a precios fabulosos. El pobreoperario no ve casi nunca en su mano una moneda de plata. La tienda de rayapaga siem pre los salarios en despreciables m ercan cias;

y 10~ cuatro pesos Y ración,

salario mensual de los trabajadores, se convierten en una serk de apuntes que elpeón no entiende ni procura entender. El propietario,

y sobre todo el administrador

de la hacienda. son todavía los déspotas señores que, látigo en m aD:>, pueden per-mitirse toda clase de infamias contra los operarios, st.;s hijos y sus mujeres.

y el

m ism o secular sistem a de robarse m utuam ente e!clavos Yseño r~ s, hace qu e nu estra

agricultura sea de las más atrasadas del mundo,y q ue 1 05 g ra vá ,m en es h ip ote ca rio s

pesen de un modo terrible sobre casi todas las fincas rústicas del país".

lli

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hoy con~tit\lY t' una Vt'rdadera oligarquía en casi t<,1os los puehlos de laR ep{.blica";77 las haciendas m rxÍ< ';,nas se le ofrecían com o im nensidadcsd t;-o lad as y árid as, don de "al"''1.lfIos c uantos se ñores d e ho rea y cuc hillo do-II II II .a n s o bre a l~ un os ( '( 'I 1tt 'll an 's d e in ft 'l in 's t's d: wo s q ue s e l1 am an fieones",'sh an,e ndas que 'por. su ~t'slllesurad:1 ('xtt'nsión y por la falta de capitales nopo(J¡:m ~r culu\'aaa~ SIllO en un diez por ciento,'" impidiendo de ese modoq~e se dIera una ag~lc.ultura prospera y una participaci6n am plia de los m e-

xIcanos en los beneficIos de la m isma. No es que Orozco se manifestase, enabstracto. contra la gran propiedad; tener vastas posesioneay grandes rique-zas era algo honesto y bueno pues de ellas se podía usar para bien de mu-

c~~ y cooperar a la civilización de las sociedades; pero era. contra los prin-C IpIO Seter~ os de la justicia servirse de las m ism as para oprim ir y corrom pera los d em as: .

el funciondrio ~o es corrom pido, lo corrompen. Si por rara vutud el w n-cionario no se deja corromper, 10 quitan en el acto... La corrupciónde las autoridades se hace, pues, inevitable, bajo el yugo de los grandesseñores de los pueblos. E l espíritu pÚ blico nunca se desarrolla en los can-tones dom inados por los grandes propietarios. & tos no necesitan d~ la sm olestias de una elección para convertir en lacayos suyos a los funciona-

rios de su D istrito. .. L a dem ocracia es, pues, im posible en una poblaci6nconstituida feudalm ente. A quí y no en otra parte debe buscarse la causaeficiente de esta im posibilidad dolorosa de que sean un hecho entre nos-otros las instituciones republicanas y dem ocráticas. D e aquí que los pue-blos libres no se encuentran sino en naciones dotadas de una gran potenciamereantil e industrial como Inglaterra, o de una vastísima clase mediacom o los E stados U nid os.8 2

&te era un reconocim iento claro de la responsabilidad que tocaba a losgobernantes en la form ación y en el increm ento de la gran propiedad agra-ria que, como en ningún otro caso, se había demostrado en la institucióny en el solapam iento de las com pañías deslindadoras, cuya crítica sin cuar-tel dio fama a Orozco,83 y los turbios negocios de baldíos, en los que "la

m oral pierde sus fueros y... el honor pierde su nom bre";48 en e sp ec ia l,

O rozco veía en el papel jugado por el gobierno el elem ento prom otor delo s despojos de que fueron víctim as las com unidad es d e indios85 y los p e-queños prop ie ta r ios indefensos .ss Y, a cónt rar io , e sta cla ra a cu sa ció n a l g o-b ie rn o mex ic an o e s tamb ié n l a b as e d e n ue va s re sp on sa bili da de s q ue O ro zc o

el_derecho de no cultivar la propia heredad: el derecho de no dar ni unleno seco al que muere de frío: el derecho de no dar ni un vaso de aguaal que !.luere de séd; esta facultad de hacer de lo nuestro lo que nosplazca, perten ece a la esencia m ism a del derecho de propiedad. P ero éstaes la faz egoísta y cruel de ese derecho. Es el u te nd i e t a bu te nd i de laj~ rg a!e ga l. E s la fó rm ula q ue c on de ns a las rela cio ne s e xc lu siv as q el p ro -

p~etaflo con las cosas de su dominio; pero de ninguna manera es ]aform .ula de ese derecho con la m isión em inentem ente hum ana y provi-dencial con que fue puesto en el m undo.8O ~.

;1L os resultad os de este abuso, inh erente a la gran proP idad, se perfilan,

p or. u na p arte, e !1 1 '1 cará cte r d e lo s h ac en da do s, ig no ra n~ , in civ ile s, d es -p ótlC OS ,c or~ ol!1 pld os, q ue ~ xp lo ta n y tira niza n a lo s d e!jra cia do s q ue lo srodean y m Iden a .sus sem ejantes por lo que tienen, dea

l ,

..

'ando la virtud~ la buen~ educ~clón; por otra parte, en la .debilidad,y' . , la degradaciónSID rem edio, en .a servidum bre y la corrupcIón de los

11 '.. IO n d om in ad os

p or lo s h ac en da do s.8 1 L as re la cio ne s s oc ia le s d el p ab h a.

~ti n...pues com en-

zado a descomponerse a partir de la gran propiedad;-, ~',

Pero lo .que resultaba aún m ás grave, en opini6n de . ,, era que ]a

gran. propIedad no 1610 corrompla a los que en ella" contraban o serelaaonaban de algún modo con ella, lino que el m ismo ¡erno al tomarc on tac to co n e lla , le d eJC om po nla , d ev in ie nd o IU J ac a)!

,

C uando tres o cuatro gran des aeño res dom inan todiJdo ,

"poco lnenoe que im posible tener buenu au-

co rro mpido ea un fu ncionario, m ú . p rop6sito eatl,'.'

" Op. dt.. .. a. pp. !a71 ., 1080.

:: ~ da., .. a. p. " 7: l8mbWr.p p. 8 )0 .8 '1 .~ de.. .. 8, ,.,. "5 .t,.,=:Q P. c k.. .. .. p. "S .o¡.. ... .. .. .. "7""': lA nI" ,;h .".n. ,

82 L 6g is la ció n y ju ris pr ud en cia s ob r6 te rr en os b ald ío s, cit., t. n, pp. 959.961; t".m .bién en L a cu es tió n a gr ar ia , c it., p p. 2 18 -2 19 .8 3 V éa se L eg islación y ju rispru dencia sobre terr6no s baldío s, cit., t. 11, p. 914:

".. .cuando se nos ha dicho que el M inisterio de Fomento ha deslindado 30000000de h ectáreas de tierras nacionales, debem os ten er presentes dos co sas im portan tes:la primera, que esos deslindes no han servido para desmoronar ni en pequeña partelas grandes acumulaciones de propiedad territorial existentes en nuestro país: lahidra infernal d e ese feudalism o o scu ro y soberbio, permanece en pie con sus sietecabezas incólumes. La segunda cosa que debemos tener presente, es, que tras esostr ein ta m illo ne s d e h ec tá re as han corrido muchos más millones de lágrimas: puesno son los poderosos, no son los grandes hacendados quienes han visto caer de susm anos esos m illon es de hectáreas, sino los m iserab les, los ig norantes, lo s d éb iles...los que no pueden llamar compadre a un Juez de Distrito. a un Gobernador ni aun Ministro de Estado. De aquí un trastorno completo en el propósito de las leyesy en los ideales de la democracia: pues mif'ntras el fin suprem o de las leyes de bal.días y colonización es alargar el beneficio de la propiedad agraria a los que carecende ella, en nombre de esas mismas leyes se arroja de sus posesiones a los pobresc am pe sin os, o se le s o blig a a re sc ata rlas m ed ian te d olo ro so s sa crif ic IO s".84 Op. cit., t. n, p. 924.85 Cf. op. cit., t. 1, pp. 441-443, Y W. L. Orozco, La organización de la Repú-

blica. Tratado primero de los eJidos de los pueblos, Im p. de José Cabrera, Guada-lajara, 1914, pp. 49-50.86 Cf . L eg is la ció n y ju ris pr ud én cia s ob re ter ren ~s b ald íl> S, cit. t. n, pp. 915-919.

..la,,a.""""'k'...&"_~'<': . ..~.,'"';'".,..m",.,

119

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atribuía al E stado y <)lIe s e explicaban por la nccesidad de una intervencióndd mislllll p;lra /"('formar la propied;ld en el campo. Convencido de que" to do cO lIsistir;í en < )lIt' nos otros teng am os buc nas ley es, y s obre todo , bu enosgobenHIIIII's",'7 O roz{"o pl;m lca";., de hccho, una reform a del gobierno parallegar a IllIa reforma de la propiedad territorial. En la base estaba suco ncep ciÓ n d(. la pequeña propiedad, fundam ento del verdadero progresoy. de la verdade ra d('mocracia y opuesta en todo y por todo a la gran pro-piedad.

Cuand~ ~a propiedad cae en m uchas m anos, considera al respecto O roz-co, se ~,nflca el cultivo de todas las heredades, porque sin trabajarlas noproducl~an a sus du~ños los elem entos necesarios para vivir; de esa m anera,la necesidad se ~onvlerte en un acicate del propio trabajo para el cultivo

Y e l apr ov ech amien to de una propiedad bien repartida. L a m ism a necesidad,pero,. sobre todo, el deseo de satisfacerla, engendra en el dueño de m edianasp os es IO ne s a sp ir ac io ne s y

exigencias de la clase media como educar a sus hi-jos o tener un~ casa bien amueblada; y aun en el ~queño cultivador, con-tando con el ejem plo del m ediano propietario, nace el aliciente perseverante

Y h one~ to, adem ás de la ~ ece~idad de vivir.'" Por otra parte, si bien hay com -etencia ~ntre los propletanos, cuando la propiedad está bien repartida,

e~pero, nge entre. ,ellos ~na ley .<}ue es constante y que Orozco precisaaSI: La concen~ ra c lon

!'d lsgre c,ac lO n de la pro pie dad agra ria tie nde cons-

ta nte m~ nte h ac ia .u n n zu el c om un .a 9 En virtud de esta ley, las grandes con-centracIO nes se e~ ltan y se prom ueve la riqueza, aunque hay desafortunadosque ~ ve_n obhga?os, por ineptitud o por falta de medios, a vendersu s p eq ~~na s p ro p~ ed ad e: . 90 Una propiedad de la de! tipo que Orozcopropon:,

. asegurana, segun el autor, el progreso y la Vida democrática dela Repubhca, pues tanto el uno como la otra se fundarían en interesesbien equilibrados y protegidos.S in duda, éste era un ideal para cuya realización se hacía precisa la in-

te rve nción del ~st~do. M as O ro~ c.o jam ás pensó que el principal obstáculopa ra el estab lec l~ 11le~ to de~n reg¡men de pequeña propiedad, que lo eranl os g r~ nd es p ro pl et an ~s ,

d eb le ~e s er re mO \'i do p or e l E st ad o, e xp ro pi án do lo s.Polem izando con .M olm a ~~1rJquez, en 1911, el gran jurista afirma decidi-damente que la m teI'\;enclOn del gobierno en el fraccionamiento de las

~ aciendas ~,ignifi~ aría una odiosa, estéril y com plicada tutela sobre los par-tlculares: El DIOs Estado, el Estado Tutor el Estado Administrador

Do-éstico, es un delirio condenado por la cien~ia y relegado a los m anicomiosde la historia"; y agrega:

L a fundación de ciudades, la form ación de cam inos, fortale7.as. arscm a-les , dique s, m uelles , ed ific ios pa ra E scuelas , para O ficina s P Úb licas y otr~ s<'.osas sem ejantes, son las que am eritan la ex~ rop~ación por c~usa ,de uti-lidad pÚ blica. autorizada por ~ I tex t? co nstJtu~ lO ?a l. ~ e,ro J~ ~J as dl"bedespojarse al hombre de su cam isa a titulo de publica utlhdad. -

Si debía aceptarse que el Estado repartiera tie~ras a los que no las tenían,

ello no debía recaer m ás que sobre terrenos nacIO nales:

uno de los medios más apropiados que poseemos para redim ir y mejorarn Ul"S tras clas es de shereda das , l" S repa rtir juiciosa mente entre e~ l~ s lo s te-rrenos públicos que poseem os y procurar eficazm ente que s,e divIda t~m -bién entre ellas, el excedente inútil y enorme de las propiedades pnva-das93

87 Op. cit., t. n, p. 831.88 Op . cit., t. n, p. 957.8~ L a cuestión a grar ia, cit.,

P. 205 nota.:~Legislac~ón .Y ju ris pr ud ~n cia s ob r; te rr en os b ald ío s, c it . t . . 11 , pp .

937-939.. Qu e se.na~ po r regla sIem pre rectificable, de "dos caballerías de tierra com om lmmo a seiS SitIOS de ganado mayor como máximum" (op. cit., t. n, p. 953).

(la última frase no puede mover a error, ya que no se trataría de uria ex-propiación, sino quizá de un sim ple usufructo tem po~),

"rozco, en este punto, evidentemente entra en cnsls de conc~en~!a, no

sabiendo o no queriendo prever las consecuencias de una exproplaclon ge-neralizada de los grandes propietarios, Después de haber demostrado el

derecho y el deber del Estado para intervenir en la constit~ción y en la re-gulación de la propiedad, se para de golpe ante

~l ~n dilema de aceptarla expropi..ción o dar una vuelta en redondo y dejar sm efecto su p:ofundoanálisis. Y prefiere esto últim o. O rozco proclam a entonces la necesl~a~ delo que él llama "una revolución económica", que en el fondo no slgmficamás que un retorno a la concepción del Estado n:utral, que .asegura yprom ueve los intereses particulares, a través de medidas le.g1slatJvas y ad-m in is tr at iv as o p ol ít ic as fi sc ale s e sp ec íf ic as :

La transformación del estado morboso que guarda hoy la propiedadagraria en otro estado saludable y próspero, debe venir. ., no tanto

?ea acción directa de la ley, como de las fuerzas productoras. ,del pals,

de una revolución económ ica, que presupone una transforrnaclO ? m oralde la población. La m ultiplicación de centros industriales, la efIcaz .res-ponsabilidad de las empresas de transportes, la apertura de cammospúblicos en todos los municipios, concesiones liberales en fa~or de ,l~spequeñas empresas, en favor de los pequeños capitales: la mstrucc~onprimaria y los conocim ientos útiles derramados en el pueblo... senan

12 0

92 L a cu es tió n a gr ar ia , cit., pp. 223-224; véase, adem ás, L egisla ció n yiurisp~u-á en cia s ob re te rr en os b ald ío s, cit., t. ¡¡, p. 964: ".. .es evidente que no de~ dl~'

tarse una ley agraria que form ule y rlisponga una división acompasa.da yf1r.bltr~~lae la tierra. Esto es una utopía a la vez que una ffionstruo~ y

s angr Ie nt a I nJ uS tiCI a,juzgada ya por las ciencias, y que no puede encontrar cabIda en el cerebro de unverdadero h om bre de E stado".93 Op. cit., t. 11, pp.

827-828.

1 2 1

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utros tantos m edios de cooperar a la transform ación indicada.~ '

SegÚn Orozco, los males causados por un orden de cosas cuatro vecesSt'cuIar eran tan profundos, que desarraigarlos no podía ser obra de un día,y sólo la acción lenta de la civilización y los progresos de la justicia eternaell d lI1 undo tran sform arían tal orden de cosas.u:; .

Sin embargo, lo más valioso de la obra de Wistano Luis Orozco no esun programa social que nunca form uló, sino su crítica al sistem a económ ico,

social y político del porfirismo. En 1895, es decir, quince años antes de que~ derrumbara el régimen de Díaz, Orozco desenmascaraba los vicios y lameficacia de la gran propiedad territorial, le oponía el ideal de la pequeñapropiedad y volvía a señalar en los mexicanos más pobres, en las masas dedesheredados, a los verdaderos sujetos de una justicia social que por pri-mera vez se proclamaba contra un régimen de privilegio. S in ser un iguali-tario, abrió una brecha que muchos otros iban a recorrer y a superar. Unrasgo característico de la obra de Orozco, en especial, debía abrirse caminoen .el pensam iento político de oposición de los primeros diez años del siglo:la Idea de que las grandes fortunas sobre las que se cimentaba el sistemasocial porfirista y a cuyos intereses respondía el régim en político instauradopor el general D íaz, lejos de ser obra del esfuerzo y del espíritu de empresade sus poseedores, de .los que éstos se ufanaban, en realidad eran fruto dela I~liseria y del sufrim iento de las masas populares; el rico, el "hombre su-lX 'flor", el Robinson que pretendía emular al "yankee", fue denunciado('1\ años subsiguientes como un granuja o com o un parásito, que ni formabauna especie superior, porque esa fem entida superioridad no correspondía aU I\ progreso real de los renglones económ icos en que se situaba su actividad,ni procuraba al país el orden y la paz de que tanto alardeaba la dictadura,pues ya su misma existencia, basada en la opresión y en la explotación de¡os débiles, constituía un continuo m anantial de injusticias y desórdenes.

dcsprestigiaron los portlnslas. LO . llUU u '. 'L "'- J~~ .

1" ; -.'"

son las relaciones entre los hom bres, que U enen una detel:m mada sltu~C lO nsocial, y el E stado, así com o la re¡,ponsabilidad que se atribuye al g~ ~le~ orespecto de ¡os problemas de los sectores mas pobres de la poblaclon, elnuevo igualitarismo no es de palabra, sino que se reclama de los h~hos:puesto que todos los ciudadanos son. iguales ante la ley, debe!, ~r

Iguales

o por lo menos t"ner iguales oportumdades en el terren? econo'!uco.. .L os autores del Program'l com baten con perfecta c:I~ dad la Idea. ~ htafla

del desarrollo que era propia de los ideólogos porftnstas, proporcIonandouna concepción novedosa que habría de conocer un gran futuro:

.

Es axiomático que los puebb no son pr6speros ~riben- .siB?cuando

la generalidad de los ciudadanos disfru~an de partIcular y slqule~ rela-ti va p ro sp eri da d. U no s c ua nt os m i1 1o na ~io s, a ca pa ra nd o to da s .la s ri qu ez asy siendo los únicos satisfechos entre m Illones, no hacen el blenesta~ ge-neral sino la m iseria pública, como lo vemos en México. En cambIo ~lpaís donde todos o los más pueden satisfacer cómodamente sus necesI-dades será próspero con m illonarios o sin ellos.

Las razones no son de tipo moral, sino ;an prácticas .que en ellas m ismasse funda la culpa que en el atraso del pals toca a los riCOS:

E l m ejoram iento de las condiciones del trabajo, por .~ na parte, y po~ otra,la equitativa distribución de las tierras, con las faC lhdades de cu~ tlvarlasy aprovecharIas sin restricciones, p~ od~cirán inapre;iabl~ s ventajas .a

la

Nación. N() sólo salvarán de la m Iseria y procuraran cierta comodIdada las clases que directam ente reciben el beneficio, sino que. im pul.saránnotablem ente el desarrollo de nuestra agricultura, de nuestra m d';lstr~ a, detodas las fuentes de la pública riqueza, hoy estancadas por la m Iseria ge-neral. En efecto; cuando el pueblo es dem asiado pobre, ~uando sus r:ecur-sos apenas le alcanzan para m al com er, consum e sólo ~rtrculos de p~m eranecesidad, y aun éstos en pequeña escal~ Pero SI ~stos hambnent~sdejan de serio; si llegan a estar ~n c on dl cl ~m es d e s ~t rs fa ce .r s ~s n ec es I-

dades normales; en una palabra, SI s u trabajo les es bIen o sIqUIera re~-

larmente pagado, consumirán infinidad de ~~ículos de q~e hoy estanprivados, y ~arán neces~ria una gran producclon de esos artlculos. Cuan-do los m illones de parias que hoy vegetan en el hambre y la desnudezcoman menos mal, usen ropa y calzado y dejen de tener pe~at~ ~~

todo

ajuar, la demanda de mil géneros y objet~s que .hoy es m~IRmf¡canteaumentará en proporciones colosales, y la mdustna, la agrIcultura, elcom ercio, todo será m aterialm ente em pujado a desarrollarse en ~~ a escala

que jamás alcanzaría m ientras subsistieran las actuales condIcIones dem is er ia g en er al . 96

(.] El Program a del Partido Liberal M exicano

Esa veta del pensam iento oposicionista se fue haciendo cada vez másdara en los años que siguieron a la publicación de la monumental obra

de Orozco, y aunque en ese pensam iento no existe una relación directa('on esta última, la encontramos plenamente identificada en el Programadel P artido L ibe ral de primero de julio de 1906, en el que el tratam ientode' los problem as específicos de las m asas populares, del proletariado, estáya. asocrado con los prim itivos planteam ientos liberales y jacobinos del sigloXIX, en una crítica frontal del sistema político y social del porfirismo. Yano se habla solam ente de relaciones poH ticas abstractas ni de la dem ocracia(''11 abstracto; el igualitarism o que se proclam a no sólo es el igualitarismoante la ley o de ciudadanos ideales, que tan eficazmente combatieron y

,1; Op. cit., t. 11, p . 965; véase también, pp. 965-967 y 1099.., La c ue st ió n a gr ar ia , cit., p. 2 39.

.9 6 F u~ nte s p ara la h is to ria d e la R ev ulu ció n M ex ic an a. l. P la ne s p o/ltic os"otro;

docllmentos, F CE , M ';xico. 1 954, p p. 1 3-1 4.

1 2 2 1 2 3

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El trabajador asalariado industri'¡J ,Isiervo de los m ode rno s s eíi(;res .c.' d '1

,,? Jornla ero ~eI ca 1 11o, "verdadero

" '

u:u a (S exp otado StO d'd I 'allsla )' som etido brutalm ent..1 '" i'

, . me. I a por e capl-('01110 individuo con

I)roble lc. por ,IS Ja)'O IJI'tas de la dictadura, n'sur~e

nas que no solo son' ,' Io son suyos sino de la socid d

"

SU }O S, que esenCia m ente

o bl ig ac ió n d e lo s g -o be rn an t~ ~adee~:era, y" ante ,los cuales se proclama la

solución:.

"

y propia sociedad de darles adecuada

El traba~ador no es -afinnan los autores- n ' d

'na bestia m acilenta condenada t b' 1 ebr ser en las sociedadescompensa alguna" el 'traba

Jad or fab,ra ajar hasta el agotam iento sin re-

b f ,.' a nca con sus manos cu t .ene, ICIO de todos, es el productor de todas las ri an o eX iste p~ra

medIOs para disfrutar de todo aquelIo rle que los duez~s J.1ebe tener losle faltan los elementos necesarios' t' d" em as IS .rutan. Ahora

:io~"á~elos, aunque sea en peque~a I:~:~ay y~ nero, Y , es J u.sto pro¡;> or-

Justicia tocan el corazón encallecido di' qu r nI la piedad nI la

denán?olo a. extenuarse en el trabajoesi: s;y~ e;~ ~an .

al pue~lo, con-

una distracción n' " m lsena, SIn tener

med' d dI ~n goce, se hace necesano que el pueblo m ismo

Por0 e man atanos demócratas re r .b. 'capital inconm ovible a obrar con'

a Ice sI;' ,propIO len obligando al. menos avanC Ia Y c on may or e qu id ad .u ,

,P~ra edlIo se demanda una jornada máxima de ocho hora sm lnImo e un peso, Y un salarioPor otra parte, el mexicano del camp

"desi~ar al rico hacendado al aca arao es una, expreslOn que deja de

en la infinidad de honrad~s c' d ~do r Y a'~l

a gio ti st a, p ara r ee nc arn ar

pérd ida de sus pro pie dade s" ~u a .an~ q~e amen tan en la miseria la

"

n CO lnn cnCla con Orozco, se afirma que:

El acaparador es un todopoderoso" ,h or ri bl em en te a l j or na le ro

Y eld9ue Im po ne la es clavitud

Y exp lo tatodo el terreno que posee ni d

me rro; no se preocupa ni de cultivar

sabe que esto no le hace fa ltae e:::~ear .buenos m ét~os de cultivo, pues

natural m ulti p 'icación dp

dennquecerse: tiene bastante con la

d. e S!JS gana os

Y con lo "ue le d 1~ sus tierras que cultivan sus' 'ornaleros"

~ro uce. a parte

SI esto se perpetÚa' cuá"}du se Jme'

,

I

y ~ ed l~ ro s, c as I g ra tU it am e nt e.

d ' é" . Jorara a situaCión de la gente do y se esarrollará nuestra ag-ricultura ?9' . e cam -

~I Prol{ramfl propone la aplica(:i6n de la le del' I ,. .

baJo máximo, así conlo la obl' " I JY, ' Jom a IIIln lm O Y el tra-

todo~ sus terrenos so pe nad:aClo

rndcel

t e~ ~a te nIe nte d e h ac er p ro du cti vo s

t d '. pe e r os: o el po seed o d "rrenos se t'cidt' a cultivarlos o . '1 "d " r e Inmensos

podt'rosalllcntc a la producción ~ a~up~mi es e. trabajador~s Y contr ibuye

qut' ,,1 Estado las adjudique a ~tros qan fna h ms tlerra~

do I?arte de elIas para

ue as ag-an pro I.IClr y se aprovechen91 Op, dI.,

1'1" 10.11.u> Op. ril.. p. 14.

d e s us p ro do ct os "; los poseedores de tierras pueden hasta seguir enrique-ciéndose, únicamente se le quitarán las tierras improductivas, que 10 sonsólo .en sus manos. Con esta demanda general los autores del Programaplantean la restitución de los ejidos a los pueblos que han sido despojadosde ellos. Al m ism o tiempo, proclaman la prohibición de vender las tierrasque reciban los nuevos beneficiarios, para "conservar la división de la pro-piedad" y "evitar que los capitalistas puedan de nuevo acaparar terrenos".

fijando un máXimo de tierras que se puedan ceder a cada persona y propo-niendo la creación de un banco agrícola que facilite a los agricultorespobres los elementos que necesitan para desarrollar el cultivo de sus te-rrenos. tI9

d] Moli na En rí qu e .: :

Hasta los prim eros siete u ocho años del siglo, la crítica de la oposiciónintelectual al porfirismo se había llevado a cabo sobre bases puramenteideológicas, de valor, sin que dejaran de menudear a~das referencias a larealidad; los porfiristas se habían hecho fuertes contra sus críticos, aducien-do los datos "incontrovertibles" de la ciencia, una ciencia que sólo ellospretendían conocer y que, por ello m ismo, sancionaba su también preten-

dida superioridad. L a sociología, la econom ía, la ciencia política, la cienciade las finanzas, etc., se habían convertido en las manos de los ideólogos delporfirismo en verdaderas reproducciones de una realidad falseada en laque, pensaban, se imponía la ley de la jungla, el triunfo de los mejores yla sujeción forzada de los débiles. Los débiles eran tan sólo algo más queanim ales salvajes, atrabiliarios y anárquicos contra los cuales no había m ásrecurso que la fuerza y la violencia. La diferencia entre los fuertes y losdébiles no era, sin em bargo, m ás que una cuestión de educación, de aptitudy de energía en acción. En el pensamiento de la oposición pronto se aprendea hacer uso de los datos "incontrovertibles" de la ciencia, para afirmarexactamente lo contrario que los porfiristas y para justificar la necesidadde una transfonnación nacional; desde luego, se trata de "datos" tan fala-ces como los de la "ciencia" de los porfiristas, pero esto es justamente loque menos importa, como podrá verse en se~ida,Es un juez de pueblo quien recorre esta ruta del modo más consecuente:

don Andrés Molina Enríquez, qúe gustaba de definirse a sí mismo comoun sociólogo y cuya obra se enlaza, también, y en más de un sentido, a lade Wistano Luis Orozco. Molina es un positivista, mas no un porfirista,si bien, com o él m ism o llegaría a estimar, sus posiciones políticas se fueronradicaliz ando c onfo nne se fueron su cediendo lo s ac ontecim ientos re volucio-narios. De una gran intelig~ncia, analítica hasta la saciedad, es el pnmeroque intenta un estudio global de la sociedad mexicana y de él desprendecqnclusiones que demuestran la necesidad de un cambio en la m isma. Su

IU9U Op. cit.. pp. 14.15,

1 2 5

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f"5tilo, "profuso y aven '" de difícil ~, tcdiosa lec tura

"luu fl ' ' to dáJ'.'

, .l"" re eJa su mc ot:'.a n,. IS IS , nunuClOSo y Im rd am cn te emp íric o, q ue n o s iemp re e sca pa a id en -

IlflcaClon('s hechas a hilito o a exct'nlricidadesincom prensibles Su obraundarnt'ntal, Los g ra "d rJ I IT ob lema s n ac io 1/a le s, publicada e n' I 909 ~ onstitu-

re uno de los estudios m ás illlportantt>s de nuestra literatura po 'l ' t ' ' '. 1t b' ' d '

I Ica y SOCia. am . I cn ~~ o e I?s qlK~ m as amplia influencia han cobrado en los añospostenores. Con~htuye el resultado de muchos años de estudio. y como!o ~emuestran las Ideas .~presadas en .un discurso que pronunció el 26 de

JU nto de 1902, al ser recIbIdo com o SO CIOhonorario de la Sociedad M exica-na de l Geograf ía ~,E stadístic~,ln2 M olina E nríquez ya desde entonces teníauna cara conceJ?< :lO n naturahsta de la historia de M éxico, aun cuando alg-u-n~s conceptos baslcos de su sistem a de ideas fueron precisados v afirmadosmas adelante. .

. , ~n fluid o por la sociología de Spencer, M olina E nríq uez concebía la so-Cle ad .,?exlcana com o

.~n organismo cuyo problema esencial era su ali-l~ntaclOn y s~ adaptacl~n, para ello, al suelo donde se localizaba. Como

~?Sllos °Jgam sm os se ahm entan de carbono, im aginaba que el organism o

s~la :e a ~pta~ al suelo y trabajaba, de esta forma, para extraer de lana u.ra eza e c~r no que,le era necesario . La im portancia

fundam ental queolma co?cedm a ,I~ agncultura se ~uestra aquí con toda nitidez. México

I componla geograflcamente de vanas zonas de las cuales la principal erad:~=~~al, !~a~ada por él cere.alera, que sostenía al país y en la que se fun-um a pohtn:a del mIsmo y la permanencia de todo poder político

o mi li ta r, ln ;. , Empero, el of",'allism o social m exicano no era un or~an¡sm odesaIT OlIauo, sino de aquellos que, seg{m una conocida ley spence~ la~, nohan sufrido una diferenciación interna de sus elenlentos que slgmfiqueun paso activo de lo homogéneo a lo heterogéneo y una mayor y mejoragregación y cohesión, por lo m ism o, de esos elem entos.lu. L a sociedad m e-xicana se encontraba di,'idida en diversas clases sociales que eran, :l)a vez,diferentes razas en pugna continua a través de su historia. La división de

la sociedad en tales razas daba la tónica característica a la historia delorganism o y a su relación con el territorio de que vivía. La "cue~tión de lasrazas", com o la l1am a el m ism o M oliD a E nríquez en su discurso cItado, sur~con la Revolución de Independencia, oponiendo a tres elem entos: los CTlO-l/os, lo s mestizos y los indígenas:L os criollos estaban divididos en "criollos civiles o laicos", o "señores", y

en "criollos clero". E n parte, los "criollos señores" habían sucedido a losespañoles en la propiedad de las m inas y de la tierra y se div;dían, a su vez,en "conservadores" y "políticos" o "moderados". Los "criollos clero" com -prendían, además de los dignatarios y m inistros, a m iemb~ como mayor-dom os, adm inistradores, abogados, sirvientes, etc,; el

~onJ~n~? de ~st~sp erso na s fo rm ó lo q ue m ás ta rd e s e U am ó "p artid o re acc lo na no . Los md l-genas se dividían en cuatro grupos: el del clero, el de los soldados, el delos propietarios com unales y el de los jornaleros. L os m estizos com prendíana los em pleados, a los profesionistas y al grupo de los revolucionari~ ,10áDespués de la Independencia, inmigrantes extranjeros que no

~e fund lero?con los criolloS de origen español form aron otro grupo que !v{ohna' denom I-na "c riollos n uevos " o "crio llos liberales" :I06De todos esos elem entos, según el autor de L os gran des p robl~m as nacio-

nales, el único que, siguiendo la citada ley de Spencer, jugaba un papel alm ismo tiempo diferenciador e inte~~or era el de los mestizos:

, . . de los tres elem entos de raza d~ 'procedencia colonial -escribe-, sóloel de los mestizos estaba en aptitud de integrarse y se iba integrando enrealidad. El de los criollos reducido al grupo de los señores y al gtupode l clero, se debilitaba por la gueI!a sin cuartel que esos dos grupos sehacían, El de los indígenas... e~ indiferente a todo, siendo por unaparte como era, incapaz de acci6n social en conjunto por la falta deunión de sus grupos y por la falta d~ cohesión en cada grupo de las unida-des que lo componían y estando por la otra, ocupado preferentementeen atender su subsistencia, .. El nuevo elemento de raza que se incorpo-raba a los precedentes en la población, era todavía poco numeroso y nosu fi ci entemente r ico .

'ilt.103 Cf . Los grandes prob lemas nacion il les , Im prenta de A . C arranza e H ijos, M é-

X;TI~i~r~T j . : i L o . 112 7

1 "" J . S ilv a H erz og El P. ,. .1964, cit" p . 472.'

e ns am le nto e co no mlc o, s oc ia l ypolítico de M éxico. 18JO -1(11Con cierta exagerac" . ." de vin o p ara la R ev olu ciÓ on n, M ~~ c~ ~:I t¡r a n or tea me nc an a ~a ~firm ado que la obrap ar a la F ra nce sa . y

aún más" (A B o que el , Co nt ra t ~ oC la l de ~ousseau fuetor)' 0 1 the M exica n

R evo lu tio n 'J 97 0n ~~ i2 T UWmd t~ at S wep t M exlco.The H ij'.

York-London 1943 23) El' -..' arper an Brothers, Publishers, New"El libro de M olin~ ~'nr¡qu~z es3s~~a~~~mbre dJ 191 2: do,?, L uis C abrera afirm ó:por la cuestión agraria ese entusiasmo e le pesa o, segun ,dicen los que no sientenmás. tiene, para ser leído el inconv ' . s~ amor que sentimos algunos; pero ade.

franceses, o in gles es o ale~ efmen e de q~e c~i no trae citas de autoreslos hechos tal com¿ ocurre~n:~para

tund a! ~ u tes Is, slm plem enle la ob servació n de

seudosociólogos no es c 'b lnues ro palS; y naluralm ente, com o para m uchos

que estudien estas mate~ ~n qu e le ng am ?, n i f iló so fo s,.n i sociólo gos, ni ho mbres

ci-. o d,,1 in glés algu nos de sus ~ á~ ~~ lo P~IS. y c°!d° no vienen traducidos del fran-E se libro , s in em bargo

contribu ós, os cO,nsl eram os po~o .dignos de atención.

nue5Jras cuestiones económi :. engd~~ m ed id a a l e sc la re cim ie nto

de muchas deque un;, p il on is a p ud ie ra rev~la;'npeo

'~qu e

dCon lenga .

'. todas las verdadesh d I ', ro s: oue esde que

'e P ubr" .yen o a esclareCim ientode las l" '"

- ICO, v ie ne co ntn -ejidol de los pueblos Com o m edio d m a . en as a gr ar la ,s( "L a . r ec :>m ti tu ci 6n de los-4 cuntión de la tierra,

1911-191~~~C; 3Im lr .l :! e sc la v l

Mtud . de l J o rn al er o

m ex ic an o" , enn: Cl"M r 1.' ¡ - . C It., l. 11, éX IC O, 961 p 284)l

."

O I Ra ..nr quez La cuertión del di L

'

,. ,fO, l.

"~ro publicado el mismo año de 1902,

a, a a gn cu lt ur anacional, Mexi.

1 2 6

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.Sin l'lJIuar1?o, debido al ~got.'m i~ nto casi com pleto que en SlIS l uchas su-fneron los cnollos, los m estizos tuvIeron la oportunidad de

sol> rt~ponerse a todos los ~'11Jpos de acción social y a todos los ('Iem entosde raza con el Plan de Ayuda. Pero hasta la presidencia de Cornonfortcorno no eran clase social de grandes intereses, su acción estaba reducid~a I.a. fu:rza. Eran los due~ de la ~ituación, pero su poder no teníasuflClen.t~ ba..se de sustentaClO n. El pnm er gobierno que fonnaron, bajola ,pr~sldencl~ de Alvarez y la dirección de Ocampo, era un gobiernom as bien de Ideas que de intereses sociales.to.

H as ta e ~t on ce s~~ p ~~ s se mueve e,n el period? que M olina Enríquez lla-

ma de de~zntegTaClon. Con el gobIerno de ]uarez, los m estizos, ayudadospor los CTlol los nuevos , consolidan su poder y preparan el llamado periodoIntegral, en el cual el general D íaz inauguró

la IJ<?lítica inte.gral que en realidad no es sino la virreinal adaptada alas C lr c~ n.s ta nc la s, t al .c ~a l A Ia !l lá n

~a soñó sin haber podido realizar/a.sa ~htlca ha consistidopnmorchalmente, en rehacer la autoridadnecesana para la, ~rgani.zación coercitiva, de C ooperación obligatoria,

verdaderamente m lbtar, m regral como la hemos llamado nosotros. Elfundamento

de, esa política, ha sido sin duda alguna, la personalidaddel Sr. G ral. D laz, pero su secreto fundam ental, ha sido la concentraciónd el p od er. 109

. S in em~argo, aun con el. ~rno del general D íaz los mestizos se~íansm tener ,b~e de susten~clOn para su poder, visto que esa base era sobretodo economl(;a! como, diría más tarde M olina Enríquez;el principal pro-blema que Mexlco tema que resolver para constituirse en nacionalidad erael de "~ar .asiento económico a los mestizos, y el de ensanchar un poco elque los m dlos .Iograron conservar en sus pueblos",lIo pues la existencia delelen:;nt? m estIzo com o eleI?ento

di~~tor contrastaba con el predominioeconom lC O de los grup?s~no~ nubflcando su eficacia. mientras qu~ lapo~:eza de los grupos mdlgenas Iba a procurar su aniquilam iento y no su

fuslOn en un elemento común; en todo caso, semejante situación no podía

10. Op. cit., p. 1-1-.10 ~ O p. c~t..

P: 61-: A ! .disolvene la autoridad virreinal."se desataron los iazose la o rgam zaclO n C Oer Cltlv a" d e ~ pe rac ió n o blig ato ria ,verdaderamente militar,ntegral en suma, que. manteman unidos a todos los elementos de la población' mal

qu e .la forma de ~oblerno a~optada po r el n uevo régim en,aumentó de un :nodoonsIderable. Tal cI.rcU nstancla produJO la anarquía, pues el poder federal, creado

en la form a repubhcaI?a, paraman~ner el, ~rden en 1;1 interior. y

para hacer laefellsa co~tra el extenor. era demasIado debd... caía o se levantaba. y

cambiabaIn cesar, SIn punto de reposo"..109 Op. cit., pp. 61--65.110 Lf l r eu?luc~ón

a l!: ar ia d e M im o, Talleres G ráficos del M useo N acional de Ar-queologla, H lstona y t;tnografía, t. m, M éxico, 1933. p. 81-.

128

asegu rar la integració n de la nacionalidad, po r lo m enos, no sin reaocio-nes violentas : l11.B ajo la influencia de O rozco, M olina En ríquez denu ncia el feuáfllismo

rural, en el que ve un acaparamiento de la tierra que equivale a unaverdadera amortización:

L a observación d irecta de los hechos, que p uede hacerse con sólo reco-

rrer la zona fundam ental de los cereales, en ferrocarril, m uestra a )avista m enos perspicaz, que los pequeños centros de p oblación, dond ela producción de los cereales se hace por cu ltivo casi intensivo, se en-cuentran en las m ontañas, d onde ese cultivo se hace a fu erza de trabajoy de energía, en tanto qu e se atraviesan planicies tras planicies y llanu-ras tras llan uras, tod as bien regadas y acond icionadas p ara el cultivo ,a ba nd on ad as y d es ie rt as . 111

En realidad las haciendas no son negocio; lo que las m antiene en el esta-do actu al es la renta fija, pennanente y perpetua qu e prod ucen . A l h acen-dado inteligente lo único qu e le preocupa es que los prod uctos y gastos desu hacienda tengan la m ayor norm alidad posible; un hacendado, con talde no verse en el extrem o de enajenar o de gravar su hacienda, se confor-ma con la renta que ella le produce; su trabajo no va encaminado a au-m entar la producción sino a asegurar/a. Por lo dem ás, la producci6n de

-'

11 1 Véase L os g ra ile s ,r ob lem as ftC Cio ll4 l.s , cit., p. 222: Todo el capital .,todaa propiedad im portantes están en m anos de los criollos s.;¡ores, d e lo s cr io llo s d.ro,

d e l os c ri ol lo s nuevos y d e l os e xt ra nj er os , " qu e 1 01 1l os p re fe re nt em en te p ri vil eg ia do s,que están unidos por una estrecha solidaridad de origen, y que son tan poco nu.merosos, que en conjunto apenas vienen a ser el quince por ciento de la poblacióntotal. D e ello resulta, que los grandes intereses nacionales están concentrados en lasmanos de una m inoría privilegiada que merced a su situación, chupa con progre-siva avidez, toda la riqueza del país, em pobreciendo con rapidez correlativa, la vidanacio nal"; estos grupos "ningú n negocio em prend en , nin gun a exp lotaci6 n com ienzan,ninguna em presa fundan, ninguna especulación arriesgan, que no tenga por base

ypor objeto, exprim ir a los grupos inferiores, para insultarlos después, con su fausto,

con su soberbia, con su de!precio. Nosotros somos los primeros en desear que lariqueza nacional se reparta mejor, en plena paz, porque com prendemos lo que po-drían ser en determ inadas circunstancias, las iras de los grupos inferiores, el dia dela s re iv in dic ac io nes y d e l os c as tig os ".112 O p. cit., pp.

80-81; la gran propiedad "tiene en mucho el carácter de la im-posición por vanidad y orgullo de que habla Jovellanos, es decir, de la que se hace,mis por espíritu de dominación que por prop6sito de cultivo, puesto que en ella seinvierte un capital que en condiciones normales no puede producir sino un ré~:toinferior al de las demás imposiciones, si bien es que bajo la forma de una rentasegura, perpetua y firm e. Que no es una im posición de verdadero interés, lo dem ues-tra el hecho de que no atrae al capital extranjero: las inversiones de capital ameri.cano en haciendas de cereales, son casi nulas. El verdadero espíritu de ellas lo for-ntallelseñorio )- la renta... dentro de los limites territoriales de una hacier,da. elpropietário ej~rce la dominación absoluta de un señor feudaJ. Manda, grita, pega,castig a, encarcela, viola m ujeres y h asta m ata" (pp. 85-86).

12 9

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la s h ac ie nd as es ca si s iemp re se gu ra , p ero tamb ié n e s e xtrao rd in ariame nteraquítica y rutinaria, en relación con la producción de la propiedad indi-vidual pequeña, de la ranchería y hasta de la propiedad co munal in dígena.E ntre noso tros, el hacen dad o, com o buen criollo, no es agricultor, sino se-ñ or f eu da l y re nti sta .u sJustam ente es en este punto que confluyen la concepción cientificista de

M olina y su crítica social y política, su concepción de la historia y la in-confonnidad con el sistem a establecido que él m anifiesta a través de sus

obras. En efecto, la. crítica está desprovista, o por lo m enos es lo que pre-tende, de to do juicio valorativo y se presen ta com o el resultado fiel de ne-cesidades que se im ponen ciegam ente en la naturaleza y en la sociedad; elpueblo (una expresión que por cierto es rara en M olina Enríquez) no esuna masa inm ensa de desgraciados que la ambición y la rapacidad de lospoderosos condena a una m iseria hum illante, sino una verdadera fuerzanatural que se abre camino por un designio de la misma naturaleza y quese rep resenta en el concepto seud obiológico de la raza. L a s oc ie da d m ex i-can a es un organism o que se está integrando y que recono ce, com o entidadnatural, el elemento que le sirve como integrador y los elem entos que alcontrario tienden a desintegrarla; ni el uno ni los otros elem entos obranpor designio preconcebido , por eso se les ve co mo razas y no com o agrupa-ciones de hombres que a su gusto pueden hacer o deshacer. Los mestizos

son aquel elem ento integrador, ante todo, porque form an m ás de la m itadde la población, p ero adem ás, porqu e reún en condiciones que los criollos olos indígenas no tienen o que unos tienen y los otros no; son los únicos queofrecen la posibilid ad de absorber a los otros elem entos, sobre lo s que, portanto, se podrá fundar la nacionalidad m exicana y con los que, en defini-tiva, se im pon drá un n uevo concepto d e patria.U 4 Q ue el organism o socialse funde en la raza de los m estizos y que ese organism o se disponga a pro-curar por principio la satisfacción d e las necesidades de éstos, son exigen-cias co ncom itantes q ue se derivan de la naturaleza m ism a de d icho organis-

113 Op. cit., pp. 90-92.11 4 La patria para Molina es la "unidad del ideal común"; supone la unidad de

origen, de lengua. de fo:m as y cond icio nes de vida, de estad o evolu tivo.. de relig ión,de costum bres y la unidad de deseos: "la palabra patria no es s inónimo de raza, depueblo, de sociedad, ni de estado. L a p alab ra patria. . .responde a la idea de agru-pación fam iliar; la palabra raza, en su sentido am plio responde a la idea de agrupa-ción de unidades humanas de idénticos caracteres morfológicos derivados de laigualdad y de la continuidad de condiciones generales de la vida; la palabra pueblo,responde a 1.. idea de individualidad colectiva suficientemente diferenciada delas dem ás colectividades constitu idas por unidades hum anas; la palabra sociedad,responde al concepto orgánico que la biú~vgra ha dado a toda agrupación humanaen que existe una mutua dependencia de vida y de fun cion am ien to en las unid ad esco mp on en tes ; la p alab ra estado, responde a la idea de organización política en quepara la existencia social interior y para la acción exterior, las relaciones liOCialeshan cristalizado en ley e.s._e~ fit~ . U na patria, puede ser una raza, un pue'Jlo, un asociedad, un estado; p er o " un e.itado, un a sociedad, un pueblo, un a raza, no son siem -pre una patria" (op. cit., p. 284).

rn o. M as este proceso se reco noce, com o es táa1 m tenr, en dos m vciC $: :ln iv el d e la s e xig en ci as re ale s d el O rg anW .1Oy el n iv el d e lo s i de al es .p ol ítl-c os y s oc ia le s. Ambo s n iv ele s c on flu ye n y s e id en tific an c on la s n ec cs ld ad esy los ideales de los m estizos. Y esta síntesis la logra M olina Enríquez cone l co nce pto d e patria.Si la patria es unidad de ideal,

. . .en nuestro país la u nidad de ideal no existe:N o hay, en efecto, entre

todas las unidades que com po nen la pob1acl6n qu e ocupa nuestro terri-torio, l~ unidad de origen, la unidad de religi6n, la unidad de tipo, laun idaa de costum bres, la unidad de lengu a, la unidad de desarrollo evo-lu tiv o, n i la u nid ad d e d ese os , d e p ro p6 sito s y d e a sp irac io ne s q ue d eter-m inan en conjunto la unidad del ideal,1 'u

Sin em bargo, ello no quiere decir que esa unidad de ideal no exista o nopueda existir en alguno de los elem entos que form an la pobladón m exicana: desde luego, M olina la ve únicamente en:los m estizos y no en losc ri ollo s o lo s i nd íg en as ,u . p ue s s olame nte e n lo s m és tiz os " ex is te n la u ni da dde origen, la unidad de religión, la unidad de tipo, la unidad de lengua yla u nid ad d e d es eo s, d e p ro pó sito s y a sp ira cio nes "~ 11 1A ho ra b ie n, la e xis -

.#

130

115 O p. cit., p. 292 .';.1 '1AS ños más tarde, el autor de L os g ra nd es p ro il er tU lS n ac io na le s, in flu id o, s in

d ud a, p or la s co rr ien tes in dig en is ta s d e la a ntro po lo gia m ex ica na p os t-r ev olu cio nar iay por su propio trabajo como jefe del I>epartamen~ de Etnologia del Museo Na-cional, herm anó a mestizos e indigenas en un 8010 binomio que readoptó las fun-ciones integradoras de la nacionalidad: "...la verdadera soluci6n de nuestro pro-blema racial ~scn'be- que ya nos cuesta un aiglo dc ;trastomos, de lágrim as y desangre, no consiste en incorporar al puñado de crioU os.dc sangre española, las enor-m es muchedumbres de mestizos y de indios; sino al rcvá, en incorporar, por disolu-ción, el puñado de crionos de sangre española, a las enormes muchedumbres de losm es tiz os y de los indios, porque es en la planta madre dc la tierra, donde la yemahabrá de distenderse, hasta el agotam iento , en la ela60ración dc las unidades denueva raza, de nuevo corazón y d e n ue va c ultu ra , quc,¡habrán de fonnar la nacio.nalidad m exican a en lo porvenir" (L a revolu ción agra ri4 de M IJtico , cit.. t. 11, M é.xico, 1 93 2, p . 1 54 )., ;¡ .c

111 O p. cit., p. 306; al respecto , M olina explica quc~ 'i"no es rigurosam ente abso-luta la unidad de origen pero la ::ircunstancia de ser todos productos híbridos, pro-cedentes en lo general dI'! un mismo periodo hist6ricoJy sin filiación definida, loshace considerarse como de un m ismo nacim iento. La unidad de religión tampocoes rigurosamente absoluta, pero es tan propia y tan ~ristica en ellos la fonnade cristianismo que observan en lo general.., que esa.;'torma es uno de los rasgo!más salientes de unidad que presentan. La unidad detJPo, como la de origen y lad e religió n. no es en ellos rigu ro sam ente absolu ta, porque, las :;azas d c que pro ceden,presentan numerosas diferencias; pero es sin embargo, ~te péU 'a que puedan serreconocidos a prim era vista po!' sus caracteres m orfolóli(:OS. L a unidad de lengua,es mayor que las anteriores aunque tampoco es absolu~spues se notan algunas dife-rencias anacrónicas en la forma del lenguaje español- g~e les es propio, y algunasdiferencias de pronunciación. L as unidades que si son verdaderam ente absolutas, son...

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tencia de un agregado patria ea tanto mAs filme y segur~ c~anto más di:latadas y p rofundas son las núcea que hll rchado en el ternt~ no q ue ?C upa,la f on na ta ng ib le d e e sa s I" iÚ ce a~ s la d e 1 (1 8d er ec ho s d e p ro pl;d ad .. m ie ntra sque las raíces de los derechos de prol'it'dad son tanto m as dllatada~, yprofundas cuanto m ás p erf~ tos son eaos derechos en su g rado de e~ 'olu clO nJurídica.u8 La verdadera raíz de la patria es; por tanto, la 1!Topzcdad: yel ~cter precario q ue el agreg ad o patria tiene ep n uestro p~ l.1 s, e explica

precuam ente por el he ho de q,ue el elelnento raCIal que contiene una m a-y or c arg a in te gra do ra e stá d esp ro vis to ; en lo s h ec ho s, d e e sa s ra íc es d ila ta -das y profundas que da la propiedad. Ciertamente, se trata de un nuevot ipo de p ropi ed ad .u . ,

C om o O rozco, M olina es p artidario de la pequeña pro piedad~ 2O y v e enella el tipo de propiedad n~io para los mestizos y para la integración

d e la p atria . E l tip o d e p ro pie da d rep re sen ta da e n la s h ac ie nd as c on fo rm au n c ue rp o s oc ia l a tro fia do , d es pr op or ci on ad o y c on tr ah ec ho :

, . . del tórax hacia arriba es un gigante, del tórax hacia abaj~, es unniño. El peso de la parte de arriba es tal, que el cuerpo en ~nJU nto ~s os tie ne d ifíc ilm en te . M ás a ún , e stá e n p elig ro d e ca er. S us p ie s s e d eb i-litan día por día. En efecto, las clases bajas día por día empeo~ decondici6n, y en la últim a, en la de los indígenas jornaleros, la dISper-sió n h a c om en za do y a.ID

Si se es fieles a la im a.gen de M olina Enríquez, una sociedad sana de-bería crecer en m edio y no por arriba o por abajo, ~ d ec ir , .s erí ~ u na s o-ciedad con una num erosa y potente clase de pequenos propietarios; peroe st o, c omo d emos tró l a R ev olu ció n F ra nc es a, n o e ra p os ib le s in o h as ta c ua n-d o la s h ac ie nd as h ub ie se n s id o d iv id id as .mSin em bargo, ¿ quién y cómo iba a realizar esta transformación de la

cual dependían la cohesión y la integ ración d el o rganism o social? E n Lo sg randes p robl ema s nac iona le s, Molin a E nríq ue z o frec e u na d ob le p ers pe c-tiva: o la hace el gobiernoU ' o se hace a través de una revolución. .M uy por encima de las dudas que angustiaban a Orozco, para M ollOa

E nríq uez la intervención del gobierno en la regulación de la prop iedad sejustifica plenam en te. P ara él la inviolabilidad de la propiedad p rivada nodebe ser absoluta, sino que ha de depender de la relación que se dé entreel interés privado y el interés social, y en la que debe prevalecer esteúltimo:

en nuestro país, toda restricción de la propiedad privada que ayude ala form ación, a la constitu ción y a la co nso lidación de nuestra nacion a-

ciones. El nacim iento de tod08 108 m estizoa dentro del territorio nacional, su igualz!gimen de vida en el miuno medio y en la miama condici6n de desheredados an-SIOSO' del modesto biene.tar que hall podido tener a la vista., la reducción de suactividad a los horizonte. de .u propio país, y el deseo com6.n de ascender a lascapas sociale. auperiores, le. han dado una unidad com pleta de vida, de desarrollo,de ~eseos de satisfacción, de propó.itos de conducta y de aspiraciones de perfeccio-nanuento. Todas las circun.tancias de unidad antes expresadas, se componen y tra-ducen en un finne, ardiente y resuelto amor patrio. Entre todas las unidadesorgánicas del elemento mestizo, existe de hecho la comunidad de sentim ientos, deactos y de ideas. pmpia de los miembros de una familia. Los m estizos todo lo hacenpor .i solos y todo lo esperan de .u propio esfuerzo. Ni Marelos. ni Guerrero, niG 6m ez Farías, ni O cam PQ. desesperaron jam áa de la patria, Y pensaron en som etedaa una nación extranjera. Juárez, que representó al elemento mestizo, no lo hizotampoco. Tampoco lo ha hecho el Sr. Gral. Diaz. En este punto los mestizos seidentifican co n lo s ind ig enas, y unos y o tr os c on st it uy en l a p ob la ci ón v er da de rame nt enacional" (op. cit., pp. 306-307).J :18 Op, cit.. p. 291. .11 8 Véase op cit., p. 309: "Desde luego se comprende, que la creación de una

sola nacionalidad con todos los elem entos de la pob1aci6n, tiene que ser obra de launificaci6n de la patria, y ésta tiene que ser obra, a au vez, de la unificación de lasc<;>~diciones d el h~ar p?r un lado, y de la unificaci6n del ideal, por otro. Las con-diciones de la umficaCl6n del 'hogar tendrán que resultar nece.ariamente de lasm edidas de resolución del p ro ble ma d e la p ro pie da d, de l Foblema del crédito terri-

tor~l, de l problem~ ~e la irrig(U;ión ~ del problem a, de la poblaci6n, supuesto queumlIcadas las condiciones de la propiedad y rep artida conv enientem en te la tierratodos I~ habitante~ de la Rep6blica vendrán!" quedar en condiciones poco más ~m enos IgU ale. de vida fundam ental. Cuando asa todos los habitantes de la Repúblicatengan. hogar, nec~nte ~ch;án. ese hogar que defender en caso de una guerraextranjera. La um ~lcacJ6n d~l Idea! tiene que hacerse por la unificación esp~cial decada una de las CircUnstanCIas que en conjunto lo forman. es dedr por la unifica-ci6n especial del.origl"n, de la religi6n, del tipo, de Iaa ~tumbre~; de la lengua,de~~s~do ev!,l~tivo. v d~ 108 d eseo., de los propósitos y d e l as a sp ir ac io n es ".

-El objetivo de qw enes éram os los agrarístas de aquel tiem po -escribió treinta

anos despu& -, era el de. abatir a las haciendas disolviéndolaa en la pequeña propie-dad. y en. ~Ievar la propledad'.comunal de los pueblos, hasta que por su parte sepu~~ eran dlso.lver en !~ p equ el ia p ro pi ed ad mi~" ("La ¡loriosa cruzada del Ma-yab , en Vano., El ejIdo en Yucntán, Ed. México Nuevo, .México, 1937, p. 8).

13 2

121 L os g ra nd es p ro ble ma s n acio na le s, cit.. p. 221.122 Loc. cit.; véase, tam bién, pp. 123-124. Para M olina, la redistribución de la

propiedad habria tenido el efecto necesario de aumentar la capacidad de consumode las clases medias y bajas, con lo que se habria fortalecido el mercado interior .yse habria desarrollado la industria, que entonces no se podia sostener sin recurriral mercado exterior; en ello se recuerdan las posiciones adoptadas por los autoresde l P ro gram a del P artid o L ib era l ( vé as e, p p. 2 27 -2 37 ).12 8 El pennanente elogio de Diaz concluye en esta obra con la aceptación de la

tesis porfiriana en el sentido de que el gobierno dictatorial es necesario para un or-ganism o social disperso y anárquico: "D esde el m om ento que nuestra población estácompllesta. .. de unidades, tribus, pueblos y grupos, que... presentan todos losestados evolutivos que la humanidad ha presentado en su desarrollo en el curso detodas las edades en que ha vivido, es imposible que todos ellos sean regidos poruna sola ley y que sean gobernados por un magistrado civil, simple dispensadorde justicia... Nuestros gobernantes, pues, hasta tanto no se constituya definitiva-m ente nuestra patria, deberán tener facultades dictatoriales, ~on tanta m ayor razón,cuanto que todos los trabajos de constituir a nuestra patria definitivam ente, puedenp ro du cir tr as to rn os in te rn os q ue ser á in disp en ,sa ble & af oc ar . y ac aso ta mb ién p elig ro smás o menos grandes para la seguridad común que habrá que conjugar o que afron-tar" (Op. cit., p. 347),

133

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l¡d ad ! e n ta nto . n o a ho gu e la p ro pie da d p riv ad a, s erá c on stitu cio na l y p orlo m ism o legítim a. La Constitución de ningún m odo puede haber sidohecha para estorbar, y m enos para detener el desarrollo orgánico de la, -ida nacionaJ :1u

Moli .n! l propone d~ .tipo s específi~o s de m ed idas: por un a parte, en lastra ns mIsIo ne s d e d ?m ID lO p or h ere nc Ia , e l E sta do d eb e im po ne r la d iv is ió nfo rz osa d e la p ro plc da d, a se gu rán do la m ed ia nte g ra váme ne s altís im os ; p or

otra parte, el E stad o debe ~ i ns ti tu ci on es d e c rédi to d ed ic ad as e sp ec ia l-m ente a la com pra de haciendas que deberán ser vendidas, C on facilidadesde pago a largos plazos o en abonos a los m estizos.126 En am bos casos elbeneficiar io directo ~e~ía a ser el m ;s~izo y, en el fondo, la nación, que' dee sa m an era s e c on stltu la y s e fo rta le cla .P ero M olina n o excluía la rev olución. D espués de la caída del go bierno

de do~ ~orfirio Díaz, no vio más solución que la revolucionaria para elc umplI I~ Ie !l to d e a qu ello s p ro ye cto s. E nto nc es le p ar ec ió q ue n o p od ía h ab el 'paz organlca en un país en el que la propiedad se encontraba desigual-~ente repartida."2 6 La g ran p ropied ad , estim a, en polém ica con O rozco ennm gún pueblo de la tierra y en ningú n estac10 e volu tivo de la hu manidadh a d es ap are cid o p or v irtu d d e u na p ro gre siv a m od ific ac ió n, p ue s s iemp re ,a bs olu tamen te , h a d es ap are cid o p or la a cc ió n v io len ta < le u na re vo lu ció ns ang ri en ta e imp la cabl e: 127

. : .la naturaleza de la propiedad, im pone para la destrucción de la pro-p Iedad grande, una b rusca dislocación, una violenta fractura de ella enfra gm en to s 'p eq ue ño s; d esp ué s, e lla so la s e rec on stru irá c on a rre glo a lo sprincipios económ icos indeclinables. Pero es un error el creer que alre ~o ns titu irs e, v olv er á a s u e sta do a nte ri or.

"Es cla~o que l~ fuerzasmlsm~ q~~ dete~ inan la fragm ~ntac~ón d~ la pro piedad, i!llpiden laeconstItuclO n de esta. Cuando SI es m declInable la reconstitución es

c ua nd o la fra gm en ta ció n s e h ac e p arc ia lm en te , p orq ue C om o es n at~ ra lla p arte re sta nte ,

\'O r s u p ro pio in te ré s d e c on se lV ac ió n tra ba ja a ctiv a~m ente por vo lver cuanto antes las cosas a su anterior estado.'l2 8

1:' Op. cit., P. 106.126 Op. cit., pp.

108-111.12 6 V éase, A . M olina Enríquez, "Filosofía de m is ideas sobre reform as agrarias"en La cU~ón: de la tierra, cit., t. l. p. 257: "... el hombre verdadero se compon~del hombre ammal y del suelo que protege' su vida com o el molusco se 'com pone delmolusco animal.y del suelo que su vida protege, Por eso precisamente no puedehabt!r paz orgámca en un país, donde sólo un diez por ciento de los hombres cuen-tan ~on la concha protectora y el noventa por ciento restante no cuenta con ella'

yreCISamente porque tan completamente se identifican el hombre yl a p ropi ed~ d,~ando ésta a¿~ulere un desarro!lo anormal, sólo puede ser reducida a sus conve.

ment es p roPOrcI on es , rompiéndoJa".:, Op. cit., p. 255.m Op. cit., pp.

257-258.

13 4

De esta m anera, don Andrés M olina Enriquez cerraba su sistem a dei de as , d ando a l p en sam iC l1 to revo lu ci on ar io , no s ól o l a s egur id ad que o to~ae l a rg um en to c ie ntífic o, o q ue d ic e s er tal, s in o la c on vic ció n, m uy p ro pIadel antiguo juez de pueblo, de que "hechas las reformas que el país re-q uie n; y m uy e sp ecia lm en te la g ran re fo rm a a gra ria , c en tro d e to da s e I~ as ,ei prim er resultado que se obtendrá, será el de la paz perm an en te. O >nsu-m ad a e sa re fo rm a, la s cris is p erió dic as, o rig en v erd ad ero d e to da s n ue stra s

e vo lu cio ne s, n o v olv erá n" .1 2I D el c ie lo d e la u to pía p olític a se h ab ía d es .cend ido al infierno de lo s problem as y de las necesidades de las m asas po -p ula re s. S in d es en te nd ers e d e lo s p ro blema s p olí tic os , lo s r ev olu cio na rio siban a aprend er a plantearlos com o resultado necesario de los problem asq ue c on fro nta ba n la s m asa s p op ula re s. H as ta e sto s m om en to s, lo s ~ ble-m as p olític os y so cia le s s e h ab ía n v en id o p la nte an do p or s ep ara do , c as I . enm und os diferentes, si se exceptú a a los autores del P ro gr ama d el P ar ta doLiberal, q ue p re cis am en te e n és te in te nta n u na c om bin ac i6 n d e amb os, d an -do a los problem as sociales no s610 la prim era im portancia, sino la cali-d ad d e v erd ad era fu en te d e to do s lo s d em ás , p olític os o ju ríd ico s.

e] Cabrera

E l m ad eris mo p asó como u na m areja da , in co nte nib le y a rro lla do ra , p erode breve duraci6n, y en él priv6 de m anera absoluta el m odo de pensar .deM ad ero , c on s us s olu cio ne s típ ic as , fu nd ad as e n u na c on sid era ci6 n p olítIc atamb ié n típ ic a d e lo s p ro blema s y e stim a nd o lo s p ro blema s p olít ic os c omolo s es en cia le s. P or fu era d el m ad eris mo , F lo re s M ag 6n y s us a gu errid os s e-g uid ores fo rm ab an u na c orrie nte rev olu cio naria s ec ta ria c on u n lim ita doa sc en die nte s ob re la p ob lac ió n. Z ap ata y s us g ue rrille ro s p ro nto ~ an do na -ron el m aderism o, acuciados por problem as m uy diferentes y obbgados aello por los mismos errores de Madero; de hecho, Zapata jam ás habíaestado en po siciones m ad eristas. C on la caída de M adero, las solu cionessólo políticas son definitivam ente abandonadas; no es que se renuncie aeUa s: s im pleme nte s e la s e nv ue lv e e n d em an da s s oc ia le s. E l le ng ua je c am -bia, cam bian los planteam ientos y el pensam iento se w elve extrem ada-m en te confuso e im preciso en el m anejo de los prob lem as sociales. E l idea-lismo de M adero m uere con él; le sucede una concepci6n pragmática yruda de los problem as. Y sin em bargo, muchas de las soluciones de M a-dero, las principales, las que m iraban a institucionalizar y a hacer perm a-nente el nuevo régimen social y político, son precisam ente las que a lalarga se im pondrán. Mientras tanto, la lucha se entabla en torno de unpunto central: ¿ quiénes, entre todos los que com baten, son los que m ejorrepresentan a las m asas y íos que m ejores soluciones plantean a sus pro-blemas? Los hay que surgieron del seno m ismo de las masas: Zapata yV illa, com o los m ás connotados. Los hilrque van a eU as: Flores M agón,

12 0 Op. cit., p. 261.

13 5

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por un lado, y los sucesores de M adero, con Carranza a la cabeza, por elotro. H abrían de triunfar estos últim os, dem ostrando con la fuena de lasarm as que eU os habían logrado atraer m ejor la victoria, com binando losmejores elementos, entre éstos un modo m ás decidido de plantear y deresolver los pro bl~m as populares. S obre todo, C arranza y los suyos, con sulucha y con su tnunfo, dem ostraron que el m undo ya no estaba dispuestoa a lb erg ar id ea le s lib t:ra le s d e c orte d ecim on ón ic o s in q ue o tro tip o d e p ro -b lem as fu era n e xp ue sto s y re su elto s. L os flo re sm ag on ista s e stu viero n c asisiem pre aislados d e las gran des m asas; el zapatism o nunca pudo tener unap ro ye cc ió n n ac io na l, s ie nd o c omo e ra n s us in te re se s e se nc ia lm en te lo ca le s;V illa tuvo un ejército nacional antes que un program a nacional y previa-m ente a su enfrentam iento con el carrancism o careció en lo absoluto de talp ro gram a; su s in tere se s fu ero n s iemp re tamb ién es en cia lm en te lo ca le s. C a-rranza era sin duda el mejor dispuesto para hacer triunfar su línea polí.tica. P or lo dem ás, no s 61 0 l as lim ita cio ne s d e s us e nemig os le fa vo re cía n,sino tam bién el hecho de que pensadores excelentes le siguieran desde unprincipio. Puede decirse que la capacidad de esos hom bres, muchos dee llo s co nv ertid os e n m ilita re s, p ara e nte nd er la p ro blemá tic a s oc ia l y p araa<:ercarse a las masas fue la mejor y más potente arma que desde el co-

m ienzo se puso en m anos del carrancism o.El carrancismo entra en la lucha haciendo lo que podría llamarse laaut ~c rí ti ca . d el made ri :mo : la ingenuidad y los errores de Madero; quehablan able~o el ~am mo a una verdad~ra restauración del viejo régim eny que todavla en V Ida de M adero se llego a reprochar a éste habían tenidouna fundamental implicación en el hecho de no haber ~tendido a losproblem as de las m asas, haciendo las reform as necesarias para satisfacersus dem andas. Los ~cu~ces de Carr~n~a, sobre todo los m ás jóvenes, co-m enzaron la lucha Im buidos del sentIm Iento y de la convicción de que elmomento de dar satisfacción a aquellas demandas había llegado; era elm om ento de las re formas social es , bajo cuya bandera las filas del canan-cism o. habrían de agigantarse hasta destrozar a sus enem igos y conquistarel país entero. Em pero, si bien es cierto que así pensaron los carrancistas,no era ese el m odo de pensar del propio Carranza. Carranza siguió siendo" ;1 ad eris ta y la s re fo rm as s oc ia les la s fu e a cep tan do , d e m uy m al g ra do , p orcierto, com o otras tantas m edidas políticas que debía oponer a sus enem i.gos y que abandonaría cuando éstos fuesen destruidos. Por lo demás no!ue ~l el inve~tor de ese m ~do de hacer I?olítica, sino un joven intelec,tual, ,m telIgente, bnllante y despierto com o quIZá no hubo otro en las filas delm aderism o, y que ya desde antes de que M adero ascendiera al poder veíaen Carranza al hom bre que necesitaba la Revolución: don Luis Cabrerae l b at al la do r L ic . B Ia s U rre a, el de ingenioso y

e le ga nte es tilo "L uc as R i~era, c :omo g us ta ba d e f irm ar s us e sc rito s p olític os y s us e zc rito s lit er ario s,respectIvamente.D on L uis C ab re ra c om en zó su v id a p olítica a tra íd o d ura nt~ I;> re vetiem po

13 6

4- - - -L

por el reyism o, com o él m ism o 10 reconocería m ás tarde. UD Pas ó des puésa l m ad erism o, ad op ta nd o la s m ism ~ .p os i< ;io ne s

.que M adero, sobre todoa qu ellas q ue e nc errab an m ed id as p olítIc as mm ed Ja ~: c om o. M ad ero , C a-brera estim aba, en abril de 1911, que lo que el pa1S n ecesitaba no eranle yes n ue va s, s in o h om bre s n uev os y s is tema s n ue vo s, a co rd es c on las te~ -

dencias nuevas' el cam bio de sistem as no era otra cosa que el restableci-miento de la i~dependencia de los poderes por mc:dio ~ la. ele~ ci6n deln iv el m ora l d e é sto s Y d e la a bs te nc ió n d e lo s fUDClo na no s e je cu tiv os . Unav ez re sta ble cid o e l e qu ilib rio d e p od ere s, d ec ía , s e c on tro !a rin ~ utu amen tey la reforma se efectuará por sí sola pero "un cambIo de sistemas enpolítica nunca se ha logrado más qu~ por medio de

~n ~mbio ~e~1de personas".lU Sin em bargo, Cabrera con ello no hac~a m as que ~Cl-dir de m om ento con el apóstol. A pesar de ser m adensta, su concepaónd e lo s p ro blema s q ue a fro nta ba la R ev olu ció n e ra h arto d ife re nte .P ara C ab re ra , la s lu ch as q ue s e d es arr olla n e n e l. se no d e to do s lo s. pu eb lo s

en cualquier momento de la historia y en cualquier punto de la tIe~ sedan siem pre entre dos partidos, u no conservado r y otro reform ador. esteh echo con st it uy e una ver dade ra l ey s oc io lóg ic a.m E n Méx ic o, lo s c on se rv a-dores se proponen m antener el estado de cosas instaurado des?e ~~ 76; ~ nn eo co nse rv ad ore s, in teg ra do s ~ r la g ra n p ro pi~ da d ~ ra l, o c le ~tIflc os , 1 0-tegrados por la gran propiedad industrial o fm anC lera; los 'pnm eros sonp atrio ta s' y a ntin or te am eric an os , lo s s eg un do s ~ od o lo c on tra rio : L os ~ or-m adores q uieren un cam bio de ese sistem a y tienen com o propios los lO te:-re se s d e lo s d es he re da do s.1 3s C ab rera , n o o bs ta nte , m uy p ro nto

~ e maD l-fiesta contra la tendencia de los reform adores a esperar un cam bIo dem o-crático en la vida nacional, con D Íaz en el poder, y las razones las encuen-tra ju stame nte e n su co nce pc ió n d e la s lu ch as s oc ia le s:

. . .el partido reform ador -escribe en julio de .1909- está equi~ocadoal creee que las libertades que pretende conqulsbr han de veD 1~le.de

arriba com o una m erced; está equivocado al suponer que las practIcasdem ocráticas han de iniciarse con un ejem plo del G eneral D íaz en vezde levantarse lentam ente sobre los cim iento s m unicipales; no ha com -p re nd id o e ste p artid o q ue la s fu erz as e xp an siv as d e l .a s cla se s in fe ~i ore s s onlas que han hecho en todos los tiem pos las conquistas de las hbertades.

13 0 Véase V ein te a ño s d es ptú s, Ed. ~ tas. México, 1937.. p . 42. , .,lS l L ic. B ias U rrea, Ob ra s p o lí ti ca s, Cit., pp. 181 Y 180. Poco despu~~, volv!~ a

e sc rib ir : " só lo e xis te u na f orm a d e g ar allti:> ,.ar ef ica ~m en te I ,!- r e gen e,ra cw n p .o ht~ cadel G obierno, y ésta es el cambio de hombres, es decIr, la retirada del G~n.era¡ D¡azy el nom bram iento de un Vicepre~idente renovador y honradam ente decidido a lle-var a c:> .bo las concesiones hechas a la revolución" (p. 209); a este respecto, "Ca-rranza es el hombre más a propósito para la V icepresidencia en los momentOsactuales" (P. 196).1& 2O». cit., pp. 16 y

18 .133 O p. cit.. PP. 19-23.

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Los reConnadores no han compw.ndido sobre todo que la solidaridadentre las necesidades económ icas de las clases trabajadoras y la refonnapolítica que se inicia, constituyen W la fuerza social incom parablem entesuperior a la que pudiera desarrollar en los últimos años de su vida elhom bre cuya alianza bu~ .:an a su vez con tanto ahínco los refonnadores.184

Para Cabrera, las reformas políticas son de primera importancia, desde

luego, pero tales reform as deben ser "en el fondo m ás que m anifestacionesde las necesidaqes económ icas", y

. . l d l nieto qu e c ad a in div id uo , se gú nan vanada naturaleza as causas e con, ." mod . para," "'

.al las Juzga de dlstm to o"u ocupaclon su raza. su poslclon SOCt , . ó 'co'd a gric ulto r' e l p ro blem3 ; e s a gra rio ; p ara d e l co:ne~~~e~ ~~~co:para el " obrero, es indu stn al; para el aboga o, es J~ fI t,

Cab ene s d emoc rá tic o' p ara e l p ro le ta rio , lo e s to dO .1 I8Sm .emb ar go ,1

r:ra,dd lución ideoló01ca entre os anos eeste sentido, sufrió una marca a evo <:>= .

rtan-1911 Y 1912 negando a conceder al problema agrano la mayor un~os decia' "M uch~ de las cuestiones cuya solución DO entendemos y

de nmu . .

d este momento depen pnnCt-os problemas que"? ~mpren e~os end raI' "

160 Ya d es de lo salm ente de la condlCton económ tca de las ases ru ~: barcabad ía s d e s u c am pa ña p ara o cu pa r la t!ip uta ció n p orl e l~~to~u~ l:tura seSan.Angel Covoacán Tlalpan y Mtlpa Alta en a g¡ s - 'h ab' a ~unc i~o ~ sólo por la creación y protección de la p eq u~na pro-.da d agrana, sino además y yendo m ás allá de cuantos le habtan pre-ie ,

1 1 constitución de losedido en el tratamiento de estos prob em as, por a retejidos de los pueblos y por la expropiación de tierras p ara ese efec o:

d 1 udP rocurandoes necesario pensar en la reconstrucción e os eJt ~,

q~~ éstos sean inalienables, tom ando las tierTaS que nec~ten para e~~,de las grandes propiedades circunvecinas, ya sea ~.r medl? ~e comp

in~ya por m edio de expropiaciones por causa de utthdad p~bhf co n141

demnización, ya por medio de arrendam ientos o de aparcenas orzosos.

.d' d I contingente de las prisiones ar-roletarias, y la cual se h ace se ntir po~ I!le llOfe

d h tilidad y d e e nt or pe ci -bitrarias. de la ley fuga, y de otras m ul~ p es orm asl

~~vitud de hecho o servi-ie nto a l a li be rta d d el tr ab ajo . E l p eo ru smo :. o sea asob todo el enganchado oumbre feudal en que ee encuentra el ~n JO~a1eroi r:.I.

econ6micos, po -d ep ort ad o d el s ure ste d el p aís y q ue s ub si st e d eb id o a . os . pnv.IeglOs 1.dumbre

".d. . I d I hacendado El fc6n91 llSmo, o sea a seml 1c os y JU IClaes. e que goza e

'd' d hecho el obrero fabril., a causa deerson al y eco nóm ica a que s e h aija som etll o e

ó.

n lo político el patron,a situación privilegiada de que goza en o econ ID lCO y e , . .artircom o consecuencia de la protección sistem áti? que ~ ~ a c re ld o n ec es a~ o v::r;:~.osa

e n la in du str ia . E l h ac en d ismo. : o sea la presión ~mica ybom'detebCldesigual~ad

que la gran propiedad rural eJ~rce sobre .Ia. ~uena, a a som ra lléUa en lo econó-n el impuesto, y de una multitud de pnvtlegtos de bque .~ozad alp eq ue ña p ro pi e-mico y en lo político y que producen la constante a SOrcl n e ~ 'al Yad agraria por la grande. El c i en t if ic i smo: o sea el acaparam iento, com e

brcl

1 S. ..,rcen los grandes negoCIos so re omanclero y la com petencia ventajosa qu~ eJe. .

I di' fl 'a política queequeños, com o consecuencia de la p~tecclón oflcta y e a I~ ~en<7o sea el pre-us directores pueden p o~ er al sc:rvIC IO d e ~ qu éllo s. E l e xt ra éJ ed 'activ id ad loso minio y la com peten(,la ventajosa qu e ejerce!! en 'ótod o .g'ln e~ da

~ue les resultaxtranjeros sobre los nacionales, a causa de la sltuac,1 n pnvI eglav i ' Ia nc iade la desm edida protección que reciben de las a~tonda.des y del apoyo y gt

d e s us r ep re se nt an te s d ip lomz .t ic os " (O br a s p o lf tl ct lS , Clt.~ p. 177).. 13 9 Loc. cit. ,

14 0 La reconstitución de los ejidos de los pueblos, C it., p . 2 83 .d. d I 3 d'1 C itado en V ein te a ño s d es pu és , pp. 55-56. En su famoso ISCUrse;>e ., e

dic ie mb re d e 191 2, C a~ rera afirm a~ a q ue el .verdade ro Plro~le~a . a~~~: :, ~ :C ~~I :~~

en dar la tierra a los cIentos de mtles de panas que no a eman.

desde el punto de vista económ ico la necesidad m ás urgente del paí~. . .e s e l re sta ble cim ie nt o d el e qu ilib rio e nt re lo s múltip le s p eq ue ño s in te re se s(a gríc ola s, in du stria le s y m erc an tile s) q ue s e h allan d es ven ta jo sam en teo prim id os, y lo s p oc os g ra nd es in te re ses (a gríc ola s, in du stria le s y m er-can ti le s) que se encuent ran s ing tt la rmen te p r iv il eg iados .M

De e sa m an era , la s re fo rm as leg islativ as q ue d eb ían lle va rs e a e fe cto te n-d ría n q ue c ub rir lo s s ig uien te s re ng lo ne s: n o-re elec ció n, e fe ctiv id ad d el s u-fra gio , re ha bilitac ió n d el p od er m un icip al, s up re sió n d e las je fa tu ra s p olí-tic as , su pre sió n d el c on tin ge nte c om o m ed io d e re clu tamien to m ilita r, d e-

fensa d e la pequeña prop iedad ag raria, y revisión de las leyes d e enjuicia-m iento civ il y penal.l36 En estas cuestiones, q ue los m aderistas no solíantratar en m odo alguno y que M adero m ism o veía exactam ente en sentidoinverso, Cabrera se guiaba por las enseñanzas que a través de la am istady de la lectura de sus obras le había transm itido M olina Enríquez.u7Según C abrera, las causas de la R evolución se ubicaban en el desconten-

to de las diferentes clases sociales; ellas eran: el caciquismo, el peonismo,elfabriquismo, el hacendismo, el cientificismo y el extranjerismo.U8 Son de

1M Op. cit., p. 47.135 Op. cit., pp . 207 y 208.136 Op. cit.. p . 182.13 ; En su famosa conferencia "E l balance de la Revolución", pronunciada el 30 de

enero de 1931, dice de sí m ismo y sus relaciones con M olina: "Cabrera había leído

el libro de Molina Enríquez y como amigo personal del autor, había tenido fre-cuentes y largas conversaciones con él sobre la materi... agraria. Cabrera tom ó susideas agrarias de M olina Enríquez, pero dándoles una aplicación de acuerdo con sue xp er ie nc ia p er so n al " ( Ve in te a ño s d es lr ús , cit., p. 55); desde luego, ésa no era laúnica enseñanza de Molina Enríquez: también se manifestaba en la adopción delesquema étnico de aquel sociólogo (Véase Ob ra s p o lf ti ca s , cit., p. 22: el partidor,"form ador "está casi enteram ente fcrm ado por elem entos m estizos e indígenas";también, L os p roblem as tras cendenta les d e M éxico, Ed. Cultura, M éxico, 1934, p.48: la homogeneización de la población de México debe hacene "aobre la bue delmestizo, procurando aumentar la proporción de este último como procedim ientopara hacer desaparecer la población indígena y absorber la población blanca"; asi-mWno. V ein te a ños d~spu és , cit., pp. 72-75), Y en la defensa que Cabrera hacíade la pequ~ña propiedad rural, sin que se quedata, por supuesto, sólo en ella.13t' Las que explica en los siguientes térm inos: " E l c ac iq ui smo : o sea la presión

desp6tica ejercida por las autoridades locales que están en contacto con las clases

13 813 9

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La población rural, dice Cabrera ante la X XV I Legislatura, necesitacom plem entar su salario; si tuviese ejidos, la m itad del año trabajaríacom o jornalera, y la otra m itad del año aplicaría sus energías a esquilm arlos ejidos por su cuenta, N o teniéndolos, se ve obligada a vivir seis m esesdel jornal, y los otros seis m eses tom a el rifle y es zapatista:

M ien tras n o sea po sib le crear un sistem a de explo tación agrícola en pe-queño, que sustituya a las grandes explotaciones de los latifundios, el

prob lem a agrario deb e resolverse por la ex plotación de los ejido s C om omed io d e c omp lement ar e l s ala rio d el joma Je ro ,J .4 2

Cabrera habría de ser fiel a este punto de vista por toda su vida: for-m ación y fom en to de la p eq ueÍ1a propiedad, que IJegaría un día a sustituira las grandes haciendas, y dotación de ejidos a los pueblos, para com ple-tar el salario, A quí, com o en m uchos otros puntos, habría tam bién de sers up era do p or o tro s re vo lu cio na rio s: se ría s u p ro pia le cc ió n la q ue o fre cie ra.e leme nto s p ara ir m ás a de la nte , E n ta nto , la po lítica se h abía vuelto en su,;m an os e sti lo p ar a trata r" hacer propios los problem as de las m asas,C ab re ra h ab ía d ic ho , c om batie nd o y rid ic uliz an do el es píritu p rete nd i-

d am en te c ie ntífic o y c ulte ran o d e lo s p orfiris ta s:

. . . yo no estud io po lítica en los libros, sino que p rocuro aplicar con todah on ra de z, u n es fu erz o in te ns o d e re fle xió n a lo s h ec ho s o bse rv ad os .

"lalítica es la ciencia concreta por excelencia, cuyo estudio debe hacerse

sIem pre sobre los hechos, y en la cual es necesario no dejarse engaÍlarni por las ideas de otros hom bres, ni por los hechos de otros países, ni si.quiera por los acontecim ientos de otras épocas, Profeso la idea de queen política debe partirse, para escribir y para obrar, de los hechos m is-m os, tales com o se presentan en el m om ento en que se estudian.H 3

Los"hh ." 'd ' d

, , ec os mIsmos, eVI entemente, no teman na a que ver con laduslOn y la utopía de los grandes sistemas políticos, sino con lo que se ve

dar t.i.erra, no a los indivi~uos, sino a los grupossociales" (L a

r ec on stitu ció n d e

os eJIdo! de los pueblos, Cit., p. 286) . Véase, también, pp,

292-293: "Cuando osreg';1ntélS .el po r qué, de todas las esclavitud es rurales existen tes en el pais, investi-ga d inm edIatam ente SI cerca de las fincas de donde salen los clam ores de esclavitudhay un a po~ !aci6 n con ejido s. y

si no hay una poblaci6n con ejidos a la redonda,. .'comprenderels que la e:;chlvitud en las haciendas está en raz6n inversa de laexistencia de ejid os en los p ueblos".14 2 Op. cit., p. 299.14:)

Obras p , °l ít ic a s, cit.,,,p.24~ .. Véase ~bién La reconstitución de los ejidos de~ s p ue bl os , Cit., p. 287: la pohtica la entiendo como la más concreta de las cien-

-C las, com o la m ás c,on creta d e las 8;1 "tes, yexige, por lo mismo, gran cuidado parao caer en. razonam Ientos de an~logla, tanto respecto de otros países com o respecto

de otros tiempos. N ,;,estra polítIca necesita ante todo el conocimiento personal yI~al.d~ nuestra patria y de nuestras necesidades, m ás bien que

e' conocim iento deprinCipIOS generales sacados del estudio de otros pueblos".

140

i

"

'.

I

id d' a. con las gen~ de carne y hueso y sus vicisitudes cotidianas, cona a l.

problemas. L os s is tema s la s id eas , lo s p ro grama s,u s n ec es Id ad es , c on s usch J d'a de qu e s e j us tifi-os discursoS nada valían o valían mu o: eso epen 1

l '

,ll "hech m ismos" La propia idea de la Revo UClon,aran ante aque os os, , ,

t de armas oadero había confundido con un simple mOVlmlen o ,~r aún, com o el sim P.1ederrocam iento del dictador, en Cabrera cam -b ia ba p or c om ple to d e S Ig IlO :

l ' d ec ir e sta do s p ato ló -a s re vo lu cio ne s - -e sc rib e- , s on re vo UC ?o ne s,e ;..' al .1"c os c rític os d e la s s oc ie da de s y co nstitu ye n S ltu aC lo ne s~ es

'.I y

I.

sacudimientos PO lític os q ue u na c la se s oc ia l In fe no ra s r ev o uClo ne s s on'vil

.ada Su modofectúa para librarse de la JftSi?n de ot~ ~ase pn eg¡.' leadoe e fe ctu ars e e s u n b ru sco y rá pid o sa cu dtm 1e nte ;> ,

rel med~ em p .

d da fuerza. Las revolu ciones im plican el desco!'oc1ID lento d t; a~ton ay del poder de las clases privilegiadas, y ttenen por. objeto dIreCto y

Princi pa l la destrucci6n de una fuerza social y la creaaón de otra nueva-,--- revoI '

. 145uer za s ur gi da d e la s ~ UClORar1as,

Si se tiene resente la determ inación con que Carranza y los su~os ,lle-varon a cabo ~u lucha, quU á aparezcan m ás reveladoras aún las siguien-t es pa labras :

E l proceso natural de toda revolución indica la necesid~ d que haYJ d~ -ués de haber destruido el po der, de crear un nu evo gob ierno q'!e enve;u po der no de la fuerza destruida [com o pretendió M adero], Sino de lafuerza d; st ruc tora; ...Ia re vo lu ció n n o p ue de n i. d eb e lim ita rse a .lo s m e -d io s e xc lu siv am en te c on stitu ci on ale s p ara c umplI r c on s us fi ne s, S In o lue-com o revolu ción que es, tiene que seguir apeland~

daadla f~erza

re:~tiI~=rmas en todos aquellos casos en que alguna auton qUiera,de l

." n ' la s r ev oluClo ne s s onara sostener las formas anttguo ~gIme , ,.,

, .I alatales, no transigen, ni se someten, nI mucho menos al regunen eg

q ue han derro cado ,lH

La Revolución Constitucionalista iba a ser así, precis:unentei así la h!-c ie ro n t ri un fa r lo s C IlI Ta nc is ta s..

..

IH Ob ra s p o lE ti ca s, cit., p. 239.145 Op. cit., p. 275.l~ OP. cit., pp. 278, 233 y 276.

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