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Areíto www.hoy.com.do Editor: Nelson Marrero Diseño: Carla González SÁBADO 23.07.2011 Zona de la Cultura y de las ideas CRITICA Albert Camus y sus metáforas sobre la pena de muerte en la novela La Peste pág 5 A propósito de las células madre Tempranos éxitos médicos en San Pedro de Macorís (1930-40) con terapias fundadas en tejidos sanguíneos bajo los mismos principios con que hoy se experimenta con células madre. Pá g i n a 4 Volver a Whitman siempre se puede Volver a Whitman en estos tiempos sirve para desintoxicarse, pues el autor del “Canto a mí mismo” tiene la rara virtud de los abrazos y el frescor del agua en busca de lo simple y lo tierno. Pá g i n a 2 Así nació en RD industria azúcar El director auxiliar del Instituto de Estudios Dominicanos de la Universidad de Nueva York, Anthony Stevens-Acevedo, revela nuevos documentos sobre comienzos de industria del azúcar. Pá g i n a 8 La primera batalla por la autonomía universitaria (1961) y nacimiento de la FED Páginas 6 y 7 50 AÑOS DESPUÉS JONÁS DE LA ROSA

Areíto 20110723

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Como referencia nacional en el área, Areíto es el suplemento cultural por excelencia. Cada sábado, Areíto circula como un regalo del periódico HOY.

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A re í t o w w w. h oy.co m .d oEditor: Nelson MarreroDiseño: Carla GonzálezS Á BA D O 2 3.0 7.2 01 1

Zona de laCultura y de

las ideas

C R I T I CA

Albert Camus y sus metáforas sobre la penade muerte en la novela La Peste pág 5

A propósito de lascélulas madreTempranos éxitosmédicos en San Pedrode Macorís (1930-40)con terapias fundadasen tejidos sanguíneosbajo los mismosprincipios con que hoyse experimenta concélulas madre.Pá g i n a 4

Volver a Whitmansiempre se puedeVolver a Whitman enestos tiempos sirvepara desintoxicarse,pues el autor del“Canto a mí mismo”tiene la rara virtud delos abrazos y el frescordel agua en busca delo simple y lo tierno.Pá g i n a 2

Así nació en RDindustria azúcarEl director auxiliar delInstituto de EstudiosDominicanos de laUniversidad de NuevaYork, AnthonyStevens-Acevedo, revelanuevos documentossobre comienzos deindustria del azúcar.Pá g i n a 8

La primera batalla por laautonomía universitaria (1961)y nacimiento de la FED Páginas 6 y 7

50AÑOS DESPUÉS

JONÁS DE LA ROSA

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2 Sábado 23 de juliode 2 01 1H OY A RE Í TO

Zona

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Edwin Disla (narrador y ensayista)Con su novela Dioses de cuello blanco protende desnudar ala sociedad contemporánea dominicana en la que a su juiciocampean por su respeto señores de doble moral

LI B RO S

LA GUIA

Caamaño en Europa( 19 6 6 -19 67 )La figura del coronelFrancisco Alberto CaamañoDeñó es paradigmática en lasociedad dominicana. De unmilitar al servicio delestablishment se convirtió en1965 en un héroe dedimensiones internacionalesy se casó con la gloria alenfrentar con gallardía a lastropas norteamericanas.La obra del ingeniero HamletHermann, compañero deCaamaño en la guerra civilde 1965 y en la guerillaCaracoles de 1973, analiza elperíodo en que Caamañoestuvo en Europa, sobre todoen Londres.Caamaño enfrentó crisis alllegar a Londres, entre lasfiguraron el cambio dehorario, el idioma y estilo dela sociedad, profundizándosecon la victoria de Balagueren las elecciones de 1966,pese a que pensaba queJuan Bosch ganaría.Caamaño rehusó haceramistades en Londres porqueestaba convencido en un"volver a Santo Domingo",pero sobre la base de queno era por las vías fáciles,sino a defender a su pueblocon las armas.El libro analiza los efectosdel exilio obligado impuestopor Estados Unidos a losmilitares constitucionalistasque defendieron en 1965 lasoberanía nacional.Hermann es la persona quemás ha hurgado y escritosobre Caamaño, quien fueatrapado vivo y fusilado el 16de febrero de 1973, doce díasdespués desembarcar enCaracoles. A RD$850 en LaTrinitaria y Cuesta.

Ruidos de las cosas al caerLa obra del colombiano JuanGabriel Vásquez, ganadora delPremio Alfaguara 2011, sefundamenta en los recuerdos yperipecias de Antonio Yammara.La novela empieza así: “Elprimero de los hipopótamos, unmacho del color de las perlasnegras y tonelada y media depeso, cayó muerto a mediados

de 2009. Había escapado dosaños atrás del antiguo zoológicode Pablo Escobar en el valle delMagdalena, y en ese tiempo delibertad había destruido cultivos,invadido abrevaderos,atemorizado a los pescadores yllegado a atacar a lossementales de una haciendag a n a d e ra”.Al dubitativo Yammara se sumala figura de Ricardo Laverde, unantiguo aviador de tintesfaulknerianos que ha pasado 20años en la cárcel y querepresenta a la generación de lospadres del protagonista. Estemuere en 1996.En la contraportada del libro seseñala que es la historia de unaamistad frustrada. “Pero estambién una doble historia deamor en tiempos pocopropicios, y también unaradiografía de una generaciónatrapada en el miedo”. ARD$750 en Cuesta, Avante,Amengual y MulticentroCh u rch i l l ._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Morirás mañanaEl peruano Jaime Bayly narra lahistoria del escritor Javier Garcés,a quien le han dado seis mesesde vida por un cáncer cerebral yantes de morir decide asesinar asus peores enemigos.Se trata de Hipólito Luna, uncrítico despiadado; el ancianoAristóbulo Pérez, quien nopremió una novela de Garcés; eldirector del diario El Faro deLima, Profeto Serpa, por sacarlela columna de la publicación;Alma Rossi, mujer que loengañó, y a Jorge Echeverría,editor ladrón.Para cometer los asesinatos, elescritor usa una pistola consilenciador heredada de supadre. Luna, Pérez y Serpa soneliminados con frialdad y lapolicía no tiene pista alguna quelo incriminen. Para matar aEcheverría usa como carnada aAlma, quien es amante dele ditor.Editada por Alfaguara, la obraestá escrita en una prosadescarnada con cierta dosis dehumor negro. La novela formaparte de una trilogía titulada Elescritor sale a matar. A RD$595en Cuesta, Avante, MulticentroChurchill, Plaza Lama yCa rre fo u r._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Memorias de una viudaEn una mañana de febrero,Joyce Carol Oates trasladó a sumarido Raymond Smith aurgencias aquejado de unaneumonía; una semanadespués, ciertas complicacionesterminaban con su vida.Estas deslumbrantes páginascapturan el estado emocional deOates tras la repentina muertede su marido. La obra estáLlenas de agudas reflexiones. EnCuesta a RD$1,400.

CIELO NARANJA POR MIGUEL D. MENA

Leer a Whitman entre elPolígono y el MonumentoSiempre que puedo vuelvo a Whit-man. Es como desintoxicarte. Entiempos en que lo menos que qui-sieras sería enfrentarte a las pala-bras, el autor del “Canto a mí mis-m o” tiene esa rara virtud de losabrazos o el vaso de agua fresca.

Hay autores que te acompañanen todos los recovecos de los hue-sos, pero un día sientes que Rim-baud, Vallejo, Pizarnik, están tandentro que ya no puedes más. Conel autor de “Una temporada en elinfier no” advertirás que el paisajees muy intenso y tu levedad no serásuficiente. Con César Vallejo todostus dolores siempre estarán juntos.La esquina próxima será como lan-zar dados, cualquier noticia del te-rruño podrá ser una pared descam-panándose en medio de todos losrelojes oxidados. Para quedarse enlas esferas de “Poemas humanos”, o“Tr ilce” atravesarás por más cami-no que Kavafis y su Ithaka, dejarásmontones de pañuelos en los mue-lles y quién sabe si al final serás re-dimido. Si la opción es AlexandraPizarnik, que le pregunten a losfantasmas que no atravesaron no-ches de luna nueva porque de re-pente todos los cafés del mundo sehabrán congelado ante unas pala-bras finales que nunca decidieronel juego.

La lista de poetas podrán subir ybajar como la marea. Pero conWhitman están todos. Están sus in-troductores, como Rubén Darío yJosé Martí. Vendrán luego sus tra-ductores y estudiosos, como LeónFelipe, Neruda o Borges. Al fin, ten-dremos a sus grandes lectores, co-mo Pedro Mir y Juan Sánchez La-mouth, para sólo mencionar a losl o c a l e s.

Walt Whitman es una constela-ción. Descubrió, construyó y man-tuvo lo más valioso: su yo nutricio.Mientras los clásicos del misticis-mo y del romanticismo inglés mi-

raban lo inefable o al pasado, él sedecidió por esos largos inventariosde gestos, siluetas e imaginarios dela nueva vida urbana, esa que seacompasaba por la fuerza del va-por y que pocos años antes habíallegado a ser considerada comouna especie de “cultura de las hor-m i g a s” por el genio de DomingoFaustino Sarmiento.

Tensando esa línea entre la pla-cidez rural de New Jersey y la mar-cha incesante del Bowery, el autorde “Hojas de hierba” cultivó un úni-co tronco con miles de imágenes ypliegues donde hombre y paisajecongeniaban en esa búsqueda dearmonía en el crecimiento. Sin al-haracas confesionales, Whitmanrecuperaba tanto al “Wa l d e n” desus días como a lecturas que tal vezno hizo con la dedicación suficien-te y que con seguridad que ni tantafalta le hicieron. Pienso en el “Ta oTe King” o en los textos de Confu-cio, como también podrían ser al-gunos pasajes de Meister Erckhardo los hai kais del clasicismo nipón.

Desarropado, ligero, la atenciónde Whitman recupera la silueta delo más simple, tierno y anónimo. Esla emoción ante acciones nimias,detalles poco aclarados por lasgrandes fotos, gestos no encajablesdentro de las telarañas de un pen-samiento que al final tendrá queaterrizar donde todos aterrizan,porque la poesía que vale seráaquella que eleva, dignifica, con-grega, la que te tira el ancla cuandopensabas que todos se habían lar-gado. Walt estará contigo.

--h t t p : / / w w w. c i e l o n a ra n j a . c o mEspacio ::: Pensamiento ::: Ca-

ribe ::: Dominicano

1830 EXPULSIÓN. Abandona el paisexpulsado por gobierno haitiano y

con destino a La Habana, el arzobispometropolitano Pedro de Valera, opositor a laocupación haitiana._0000Ar_La HistoriaC orifices telephoned very spe edy mats, five sheep almost drun towed botulism silly trailers orifices tele phoned very speedy mats.188

1880 PROCLAMADO. Es declaradoPre sidente

de la República elsacerdote FernandoArturo de Meriño, electocon el apoyo del prestigiodel general GregorioLup erón.

LA HISTORIA

1844 (DÍA 24) CON DUARTE Y CONTRADUARTE. Llega a Santo Domingo

una comisión de los pueblos del Cibao portadorade un documento dirigido a la Junta CentralGubernativa donde se proclamaba a Juan PabloDuarte presidente de la República. En respuestaal pronunciamiento el grupo conservadorencabezado por Santana y Bobadilla suscribió untexto con firmas de personas de la ciudadsolicitando al gobierno declarar a Duarte y a suscompañeros “traidores a la patria”. En efecto, seemitió el decreto contra Duarte, Sánchez, Pina yotros considerándolos indignos y desterrándolos._

1844 (DÍA 25) ¿CASTIGO? El arzobispoTomás de Portes e Infante dirige a la

nación una pastoral señalando que la ocupaciónhaitiana obedecía a un “castigo de Dios”.Reclamó obediencia de todo el pueblo para conla Junta Central Gubernativa y el general PedroSantana, amenazando con excomunión a quienes

hicieren lo contrario._

1899 (DÍA 26.LI L Í S .

Muere víctima deconspiración en Moca eldictador Ulises Hereaux.

Ubaldo Guzmán Molina

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A RE Í TO 3Sábado 23 de juliode 2 01 1 H OY

Horrores sin huellasde la Era de Trujillo

“Fuimos sí trasladados todos a LaVictoria la noche tenebrosa del30 al 31 de enero de 1960, des-pués de que se produjera el ase-sinato de la mayoría de "los pan-fleteros" a algunos de los cuales

dejamos vivos en el patio de aquel recintocuando éramos empujados al hacinamientodentro de las "perreras" de la policía, espo-sados de dos en dos.

“Al llegar a La Victoria nos llevaron a laszonas de sus "solitarias", mucho más am-plias que las de La 40, pero mucho más su-cias y repugnantes que aquellas por su tiem-po de uso. Mientras las de la casa de torturastenían un pequeño baño en cada uno, re-lativamente nuevo, las de La Victoria care-cían de tal exquisitez, lo que obligaba a losprisioneros a hacer las necesidades fisioló-gicas en una lata vacía de aceite de maní queno se diferenciaba en nada de otra destinadaal agua "potable” para beber y a una terceracontentiva de un menjurje que en la mañanay noche consistía en harina de trigo herviday sin condimentos y a mediodía de un sopóndonde era frecuente un condimento aterra-dor en la penumbra de aquel recinto: los ojosde las vacas.

“En primera instancia nos colocaron engrupos de seis a ocho en cada celda, muyholgados, pero esa misma noche nos con-solidaron en paquetes de treinta o más, demanera que en muchos casos hubo que al-ternarse para dormir acostados.

“En esa celda de consolidados conocí, en-tre otros, a don Eugenio, cuando procedi-mos a identificarnos dentro de la más ab-soluta y tenebrosa oscuridad, y no sólo por elnombre sino por las ocupaciones así comopor los vínculos familiares.

“No fue esa misma noche que se los lle-varon, a Papilín y a él, decía, porque la pri-mera dosis de latas que recibimos merecie-ron la bendición de Papilín, que era semi-narista, y no podía ser esa noche primeraporque fue muy hondo en su espesura quese produjo el traslado.

Cuando llegaron las latas, una con agua,otra con la harina y la tercera evidentementeempleada antes en heces fecales, todo elmundo las miró con cierta indiferencia. ¡Na-die las tocó! hasta que Papilín tomó la deharina, la bendijo diciendo que: “esa era lacomida y que no debíamos debilitarnos”, to-mando de inmediato un trago de aquello sinocultar la repugnancia.

“En esa celda estaban los que luego cons-tituyeron en gran medida el primer grupo deprisioneros llevados al Palacio de Justicia pa-ra la farsa de un juicio en que se nos condenóa todos a 30 años de prisión y a 600 mil pesosde multa pagaderos a peso por día.

“Unas horas después, tu papá y Papilínfueron sacados juntos de la celda y llevados,es de suponer, a La 40, donde no tengo ideade si alguien les vio y presumiblemente allímur ieron".

En el intercambio de recuerdos, José con-tinúa relatando: "El de Freddy se comple-menta con el mío en el detalle referente a losdos días que estuvimos juntos, que yo nopude precisar antes pero que, al leer el suyo,pude recordar. O sea, no fueron devueltos aLa 40 la misma noche de la llegada, y la fechade Freddy es también más precisa, fue del 29al 30 el traslado tenebroso. Los detalles deLeandro sobre su muerte son espeluznantesy la pieza utilizada para la ejecución apareceen los catálogos universales de la infamia co-mo "el garrote vil" muy empleado en la Gue-rra Civil española".

Freddy Bonnelly, revolviendo susvivencias, nos facilita datos deigual valor, al comentar: " Com-parto casi todo lo dicho tantopor Leandro como por José, ex-cepto con la fecha. Como te dije,

donde por primera y única vez que vi a Eu-genio fue cuando nos llevaron desde "La 40"a "La Victoria" el día 29 de enero, en la medianoche, amaneciendo el 30; lo que no puedoprecisar es si transcurrieron uno o dos días,es por eso que digo que pudo ser el 31 deenero o el 1ro. de febrero del 1960.

“Ya en la ¨La Victoria¨, nos introdujeron ala solitaria de más o menos 6 pies de anchopor algunos 12 de largo. Nos metieron a 18totalmente desnudos, en algunas otras cel-das metieron hasta 22. Como no podíamosacostarnos todos, ya que el espacio no daba,Eugenio y yo nos quedamos parados ha-blando casi toda la noche, en espera de quealgunos se despertaran y nos dieran el es-pacio. Hablamos mucho pero no puedo re-cordar lo que dijimos. Si sé que me dijo queera de Santiago y que tenía familia. Lo que nopuedo precisar es si fueron uno o dos días,por eso digo que pudo ser el 31 de enero o el1ro. de febrero del 1960, porque vinieron abuscar a Eugenio, en la tardecita, para lle-varlo a La 40, antes de la hora de cenar en lareferida área. Al poco tiempo, cuando nosdieron visita, Leandro me contó cómo su-c e d i ó .”

“Entre los que ocupábamos esa celda—si -gue contándome Freddy Bonnelly-- estabanCayeyo Grisanti, Luis Ramón Peña Gonzá-lez, (a) Papilín, mi hermano Carlos Sully, JoséCuello, Feliz Germán, Manolito Baquero, Vi-llamán Olsen, Sully Martínez Bonnelly,Moncho Imbert, Alfredo Bergés, René DelRisco Bermúdez, Paquitín Noriega, yo y seismás cuyos nombres no recuerdo. No recuer-do que a Papilín se lo llevaran ese día. Él fuequien inició rezar el rosario y a lo que yo

recuerde, se lo llevaron varios días despuésde esto y lo trajeron de nuevo a la celda. Élnos dijo que querían obligarlo a declarar queMons. Pepén estaba involucrado pero queno lo hizo. Según recuerdo fue el 30 o 31 co-mo a las 6 de la tarde que lo vinieron a bus-car. ¡No volvimos a verles!”

Sin mayor trascendencia en precisar lasfechas, a finales de enero o principios de fe-brero del 1960, lo que sí importa registrar esque Eugenio Perdomo Ramírez y el semina-rista Luis Ramón Peña González, (a) Papilín,de manera vil y cobarde fueron salvajemente“a j u s t i c i a d o s” en la abominable cárcel “La40”.

Para concluir, los museos memo-riales recogen las historias de lasnaciones, escritas en las páginasdel sacrificio de sus hijos. Conestas notas, pretendo aportarparte de las experiencias que fa-

miliarmente y sin mejores opciones, debi-mos asimilar durante la ¨Era Gloriosa¨ del¨Benefactor de la Patria¨, justo durante elmes de junio, cuando la patria se viste degala homenajeando a los hombres que con-forman la Raza Inmortal y a todos aquellosque nos legaron el privilegio de sus luchas,además de reconocerles como miembrosinolvidables del heroico Movimiento Clan-destino 14 de Junio. ¡Que no se pierda nuncanuestra memoria histórica!. ¡Loor a los Már-tires y Héroes de Junio!

g i a n n e l l a p e rd o m o @ h o t m a i l . c o m

Re su me n

La autora puso de relieve, enel primero de las dosartículos que componen este trabajo, la importanciaque revisten los museos para la preservación de lahistoria de los pueblos y de las hondas heridas quecausan las tiranías El caso de su padre, EugenioPerdomo Ramírez, desaparecido sin vestigios bajo ladictadura de Trujillo , inspiró a Giannella PerdomoPérez a escribir el texto. En la presente entrega, quecierra el tema, figuran testimonios de compañerosde celda de Eugenio Perdomo, únicos testigos de sutrágico final. Lo que se lee a continuación completalos recuerdos del ingeniero José Israel Cuello sobreaquellos episodios.

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4 Sábado 23 de juliode 2 01 1H OY A RE Í TO

Médicos SPMa d e l a nta do sa los tiempos

CARL

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JUAN

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teCÁPSUL ASG E N E A L Ó G I CAS

w w w. i d g.o rg.d o / Julio González

I n m ig ra ntesd i sp e n s a do s

(1 de 6)

Los extranjeros solteros que decidíanemigrar a República Dominicana y que yaaquí, optaban por casarse por la IglesiaCatólica, debían obtener una dispensapara la celebración de dicho sacramento.El referido protocolo se realizaba paraasegurarse que el inmigrante no estabacasado en su país y que por tanto, no co-metería un acto de bigamia. Para tal fin,este debía presentar la documentaciónpertinente, tal como un certificado de sol-tería de su parroquia nativa, u obtenertestificaciones de otros nacionales de supaís, que también hubiesen emigrado yconociesen su estado civil.

Estos documentos nos arrojan intere-santes informaciones genealógicas talescomo su lugar de procedencia, edad,nombre de los padres y fecha para la cualllegaron al país, ocupación, así como sufutura esposa. A continuación, transcri-bimos la información clave de algunos deestos documentos conservados en los ar-chivos del Arzobispado de Santo Domin-g o.

El 1 de diciembre de 1804 en Santiago aJuan Manuel Villamiral, de Pamplona, Es-paña, hijo de Juan José Villamiral y Maríade Ayala, quien casaría con María Díaz deLeón, hija de Manuel Díaz y Rosa de León.El 7 de octubre de 1806 en Santiago a An-tonio González, del regimiento de La Ha-bana, del Puerto de la Orotava, Santa Cruzde Tenerife, hijo de Gerónimo González yCatarina Homes, quien casaría con Maríade Vargas, hija legítima de José Pallero yLucía de Vargas.

El 7 de noviembre de 1806 en Santiagoa Vizente Rodríguez, de Valladolid, Espa-ña, perteneciente al Regimiento de Can-tabria, quien casaría con María Martín, de21 años, hija de Gabriel Martín y MaríaCo l l a d o.

El 31 de marzo de 1808 en Santiago aJosé Raimbaud, de Martinica, de la arma-da de Leclerc, hijo de Esteban Raimbaud yRosa Piexeta, quien casaría con Úrsula Al-monte hija de Blas de Almonte y Juana delos Ángeles.

El 22 de marzo de 1811 en Santiago aJosé de Sierra, de 35 años, de Cádiz, Reinode España, hijo de Sebastián de Sierra yRosalía del Pino, piloto del buque PaloHincado, quien casaría con Isabel Rodrí-guez, hija de José Rodríguez y PetronilaRo d r í g u ez .

El 26 de octubre de 1813 en Santiago aManuel Aponte, de Mayagüez, Puerto Ri-co, hijo de José Aponte y Simona Rodrí-guez de Andrada (difunta), quien casaríacon María Infante, hija de José Infante yMauricia Villalba (difunta).

El 5 de septiembre de 1814 en Santiagoa Juan Curiel, natural de Curazao, emigróen 1809, hijo de Juan Valentín Curiel y AnaLuisa Curiel, quien casaría con RamonaCampos, hija natural de Antonia Campos.El 9 de mayo de 1825 en Santiago a Felipede Flores, de La Habana, Cuba, residenteen Montecristi, quien casaría con Leoca-dia de León.

El 26 de enero de 1827 en Santiago aJosé Saleta, de 26 años, de Arenys del Mar,Cataluña, España, hijo de Andrés Saleta yJosefa Torres, quien casaría con María An-tonia Pichardo, hija de Domingo Pichardoy María Dolores Pro.

El 16 de enero de 1849 en Santiago aJules Marius Philippe André, doctor enmedicina, nacido en Rians, departamen-to Du Lac, Francia, hijo de Vincent BrunsAndré y Madelaine André, quien casaríacon Rita Solano Brito.

El 16 de junio de 1854 en Puerto Plata aLorenzo de las Casas, de Génova, Italia,hijo de Pepín de las Casas y Cecilia Pepín,quien casaría con Honoria Imbert, hija deJosé María Imbert y María Francisca Del-m o n t e.

El 8 de julio de 1856 en Santiago a Anas-tacio Viñals Bruch, de Cordera, España,del Regimiento de Barcelona, quien ca-saría con María del Carmen Martínez, hijade Alejo Martínez y Josefa Julia.

Instituto Dominicano de Genealogía

Las células madres dan origen acélulas especializadas de los te-jidos, órganos y sistemas delcuerpo humano. Existen variostipos de Células Madres, pero notodas son equivalentes.

Hoy día, se está investigando la aplicaciónde células pluripotenciales inducidas a par-tir de células no pluripotenciales cultivadasen el laboratorio, mediante transferencia deuna carga genética a partir de una célula ma-dre usando como mensajero a vectores vi-rales. La importancia de las células pluripo-tenciales radica en que parecen ser iguales alas células pluripotenciales naturales y que,al igual que éstas, tienen la factualidad dediferenciarse en cualesquiera de los tres te-jidos germinales y, lo más importantes, sin lanecesidad del uso de embriones, que ha sidoel epicentro de profundas y enconadas dis-c u s i o n e s.

Para algunos académicos, el tratamientocon células madres pasa aún por el procesode investigación previo a un tratamiento se-guro, especialmente en el área cardiovascu-lar. En esta materia, los investigadores estántodavía, como se dice en el argot populardominicano “c h i vo s”, porque no quieren lle-gar a conclusiones acerca de su eficacia. Endiferentes centros académicos de los Esta-dos Unidos, Europa, Asia y América Latina seestán desarrollando programas a partir decélulas de bovinos y peces zebra; también seestá implementando el uso de células ma-dres en traumas de la médula espinal. Poco apoco, las autoridades sanitarias de diversospaíses están comenzando a dar autorizaciónpara estudios en seres humanos.

En la actualidad existe un tratamiento re-generativo, muy bien establecido, para eltrasplante de médula ósea, pero estos estu-dios se venían llevando a cabo desde el 1951en ratones. Hasta marzo del 2011, ya se ha-bían hecho 400.000 trasplantes.

Lo que sucede es que algunos investiga-dores dicen sentirse inclinados a sobreven-der los logros, pero que tienen que ser pru-dentes para no cometer errores.

Todas estas notaciones vienen a cuentoporque en el decenio de 1930-40, en el hos-pital Dr. Carl Th. Georg, de San Pedro de Ma-corís, República Dominicana, para las en-fermedades de la piel, tales como pioder-mitis, se utilizaba un tratamiento denomi-nado hemoterapia o autohemoterapia, queconsistía en sacarle sangre al paciente víavenosa, para inyectarla vía intramuscular.Desde luego, eso tenía su técnica de can-tidad sangre, días, músculo etc., y los resul-tados eran excelentes. Por herencia y cono-cimientos médicos transmitidos por mi pa-

dre, doctor Antonio Musa Dip, al día de hoy,aun seguimos utilizando el sistema obte-niendo los mismos resultados.

En mi humilde parecer, lo que acabamosde describir coincide en sus fundamentacio-nes, aunque no necesariamente en sus esen-cialidades, con muchos de los trabajos queen la actualidad se vienen realizando en elcampo de la investigación con células ma-dres. La diferencia es que antes era con tejidosanguíneo y ahora la célula madre se obtienede grasa que se le extrae al mismo paciente odel cordón umbilical del recién nacido.

En los últimos años, en medicina se estáutilizando el sistema de guardar y mantenercongeladas las células madres del cordónumbilical de los niños recién nacidos porqueestá comprobado que son únicas para todala familia y ofrecen muchos más beneficiosen comparación con otros tipos de célulasmadres, ya que son inmunológicamente in-maduras y tienen mayor probabilidad de sercompatibles con otros miembros del clan fa-m i l i a r.

Las células madres del cordón presentanmenor rechazo al trasplantarse, comparadascon los trasplantes de otros tipos de célulasmadres, y tienen la ventaja de estar dispo-nibles inmediatamente cuando se necesi-ten.

Asumimos la responsabilidad de preser-var los tejidos del cordón umbilical de todosmis nietos. El procedimiento es un poco cos-toso pero, quien pueda hacerlo que lo haga,porque el futuro de la medicina descansa enlas investigaciones que se están haciendo enesa dirección.

Estamos seguros que, en un futuro nomuy lejano, pacientes que tengan enferme-dades degenerativas como: retinitis pigmen-tosa, enfermedad de azoor, esclerosis múl-tiple, lesión de la médula espinal, etc., seránsometidos a puntual terapia con células ma-dres con resultados muy favorables.

Nuestra recomendación va dirigida aaquellos pacientes con enfermedades, aúnsin tratamiento etiológico o con enfermeda-des de tipo degenerativo, que acepten el im-plante de células madres porque puede ga-narse más de lo que se pierde.

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A RE Í TO 5Sábado 23 de juliode 2 01 1 H OY

Desde la época de las apaciblescolonias griegas en el norte deAfrica hasta la destruccióncon sal del Cartago de AníbalBarca por el naciente imperioromano, sin contar los mito-

lógicos amores de Dido y Eneas, la costa no-rafricana ha sido siempre un botín de los im-perios europeos.

Sin ir más lejos, las Católicas Majestadesde España, a partir de Carlos Quinto, se apo-deraron de casi todo el norte de África, ex-cepto de Egipto, y hasta entrado el siglo XXconservaron la pequeña porción del Rif, elRío de Oro y la Guinea Ecuatorial. Los poetasespañoles estaban felices con estas guerrasde conquista. Góngora celebró la toma deLarache y en otro poema quedó la marca dela poesía imperial: “Servía en Orán al rey/unespañol con dos lanzas,/ y con el alma y lavida/a una gallarda africana.

Los franceses se apoderaron de esa partenorafricana cuando Napoleón invadió Egip-to y los sucesivos gobiernos se alzaron de lacasi totalidad de la costa –Argelia, Túnez yMarruecos- y le dejaron, en el siglo XIX Egip-to a los ingleses. La Alemania nazi, con elgeneral Rommel a la cabeza, se apoderó departe de África del Norte después de la de-claración de la Segunda Guerra Mundialhasta que sus soldados fueron desalojadospoco a poco a partir de la irrupción de losaliados en 1942. El reparto de la otra parte deÁfrica hasta llegar al cabo de la Buena Es-peranza es historia conocida de todos.

En este contexto se desarrolla la vida deAlbert Camus, hijo de Lucien, colono pobre,encargado de un pequeño viñedo. El niñoAlbert nació en Mondovi, Argelia, en 1913 ysus estudios los termina en 1936 al obtener eldiploma de estudios superiores (equivalentea la maestría de hoy). Su madre CatherineSintès, era de origen español. Debido a suintermitente tuberculosis, Albert no pudoalistarse para combatir en la Segunda GuerraMundial ni pudo presentarse a los exámenespara obtener lo que en Francia llaman laagregación, diploma equivalente al docto-rado y que habilita a su dueño a trabajar co-mo profesor de enseñanza secundaria, y lue-go, con otros estudios, en la universitaria. Pe-ro la obra filosófica y de ficción que nos legóCamus le coloca por encima de cualquieragregación o doctorado en filosofía.

He escrito el nombre de la madre no porsu importancia biográfica, sino porque suapellido y el tema español serán un proce-dimiento escritural constante en casi todaslas obras de ficción de Camus. Inaugura talprocedimiento en “El extranjero” con lacreación del personaje de Raymond Sintès(París: Gallimard, Folio, 1980, p. 47), amigode Mersó, y con cuyo revólver matará al ára-be, delito por el que será condenado a muer-t e.

En “La peste” (París: Gallimard, Le Livrede Poche, 1969), en cambio, Raymond Ram-bert (p. 12) es periodista, al igual que Camusen la vida real, y desempeña un papel im-portante en la obra, pues sobrevive hasta elfinal de la enfermedad simbólica que abate ala ciudad de Orán.

La figura del quiasmo es pertinente en es-ta construcción de la ficción. Si la peste esmetáfora de la pena de muerte en Francia,de la guerra mundial y de cualquier guerra,como la que estallará en Argelia en 1954, loes también de la tuberculosis que aquejó aCamus en la vida real, así como de la pestebubónica o el tifo, enfermedades documen-tadas desde la Grecia clásica y el Medioevohasta la época contemporánea, no es menoscierto que durante el período de estas ca-lamidades ficticias el periodista Rambert es-tá en Orán y su novia, a quien desea com-pulsivamente encontrar, se encuentra en Pa-rís. En sentido inverso, Camus se encuentraen París a fin de enrolarse en el ejército, peroes rechazado debido a su estado de salud. Leacompaña en estas vicisitudes su segundaesposa, Francine Faure, con quien se casó en1940. Cuando los aliados desembarcan enÁfrica del Norte el 8 de noviembre de 1942,Camus y Francine quedan separados por unbuen tiempo y con los mismos deseos dereunirse, pues ella había regresado a Argelia,pero la peste como figura de la muerte y laenfermedad de su marido se lo impiden. Im-

posible entrar a Orán mientras dure la pes-t e.

La redacción de “La peste” co -mienza en 1941, en plena guerra,pero su publicación ocurre en1947 y se convierte en un éxito.En ese mismo año de 1942 ven laluz pública “El extranjero” y “El

mito de Sísifo”. La novela “La peste” posee unsistema de escritura más complejo que “Ele x t ra n j e ro”. La multiplicidad de narradores yel recurso al buceo de la historia de las gran-des pestes de la humanidad, obligan al or-ganizador de la escritura a estructurar un na-rrador principal, el Dr. Rieux, y una multitudde narradores subalternos que cuentan suexperiencia de la enfermedad que abate a laciudad de Orán.

Casi al final de la novela, a través del dis-curso que Tarou le dirige al narrador Rieux,sabe el lector que la peste a que el personajese refiere, y en torno a la cual ha discurridotoda la escritura hasta ese momento, es lapena de muerte. Tarou descubrió que su pa-dre, un eminente abogado, lograba conde-nas de muerte para los procesados y asistía alas ejecuciones sin el menor remordimientoy volvía a su casa como el mejor padre y ma-rido del mundo y su hijo comenzó a refle-xionar un día sobre esa conducta y descu-brió que a su progenitor matar gente no leproducía ningún remordimiento porqueasesinaba en nombre de la ley.

De ahí en adelante, Tarou se convirtió enel enemigo número uno de la pena de muer-te, la cual equivalía para él a la peor peste dela historia, pues la peste misma como en-fermedad mataba inocentes, sin distingo deraza, clase, ideología, sexo y religión. Leídade esta manera (pp. 197-205), la novela en-tonces entrega los sentidos profundos de esametaforización de la peste de Orán, la cual seextenderá a toda Argelia cuando estalle for-malmente en 1954 el verdadero rostro de laguerra anticolonial en contra de Francia,conflicto que cobrará cientos de miles devíctimas por fusilamientos, tortura, condena

a muerte y terrorismo hasta desembocar enla independencia, cuyo origen comenzó conlos levantamientos que motivaron los pro-cesos políticos de 1937 y luego en 1945 conlos grandes motines que estallaron en Sétif.

Camus, sujeto múltiple y contradictorio,con sangre alsaciana y española, no estaráajeno a esos acontecimientos de guerra an-ticolonial en Argelia, como tampoco lo es-tuvo en los casos de la guerra civil españolani en el de la Segunda Guerra Mundial. Com-batió en contra de estos hechos guerreristascon el mismo ardor con que se opuso a lasdictaduras de partido único de Europa delEste, las cuales, en nombre de la misma ra-zón de Estado de las dictaduras de derecha ylas democracias occidentales, enviaban alpatíbulo a los disidentes políticos apegadosal criterio expuesto por el personaje Tarou enel sentido de que no hay asesinato más nor-mal y común que el que autoriza la ley de lapena de muerte: “Por supuesto –le dice Ta-rou al Dr. Rieux- yo sabía que, también no-sotros, pronunciábamos, a veces, condenas.Pero se me decía que esas muertes eran ne-cesarias para construir un mundo donde nose mataría a nadie más.” (p. 200)

Albert Camus

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c a “La peste”,de Albert Camus

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Rebeldía estudiantiltras ajusticiamiento

Las manifestaciones de estudian-tes universitarios pidiendo la au-tonomía y el fuero de la Univer-sidad de Santo Domingo, y la for-mación de la Federación de Es-tudiantes Dominicanos, FED,

fueron las noticias de mayor impacto en lasemana del 10 al 16 de julio, a pesar de losprimeros mítines de campaña del PRD y delPartido Dominicano y de los reiterados ata-ques al Movimiento Popular Dominicano y asu dirigente, Máximo López Molina.

Era la primera vez, después del ajusticia-miento, que los estudiantes de la casa de es-tudios tenían presencia pública para expo-ner sus demandas en una concentraciónque fue dispersada por la policía pese a ha-ber sido celebrada en su Alma Mater, con elpretexto de que no tenían autorización.

Con esa misma excusa fueron apresados ycondenados a 20 pesos de multa GustavoAlberto Vincent Cepeda, Tulio de Jesús Ce-peda Ureña, Víctor Aquiles Bisonó Cepín,Héctor Francisco Gutiérrez Mendoza, LuisAlberto Perozo Valverde y Rafael Furcy Fon-deur Madera, por haberse reunido en el par-que “Co l ó n”, de Santiago.

El día diez, 300 estudiantes de la Univer-sidad se agruparon para adelantar los planesde su petición pero su intención fue frus-trada cuando hablaba Manuel de Jesús Ro-jas, estudiante de Derecho. A partir de en-tonces las comisiones que formaron para re-presentar a su comunidad en sus reclamosestuvieron activas. Entregaron una carta aldirector de El Caribe, telegramas al Presiden-te Balaguer y a Hipólito Herrera Billini, se-cretario de Interior y Cultos, para externarsus solicitudes y asegurar que sus concen-traciones no serían interrumpidas.

Rojas Fernández, José Eugenio VillanuevaAre, José Antonio Rodríguez Conde, OscarLama Habib, Rafael Pichardo, Amadeo Con-de Sturla y Uraldo Francisco Roa firmaronun telegrama a Balaguer denunciando que“fuerzas policiales armadas de ametrallado-ra invadieron” el recinto, disolviendo “demanera arbitraria e injustificada” la pacíficareunión, “violando flagrantemente la auto-n o m í a”. Exigieron garantías inmediatas paradicha autonomía y responsabilizaron al Go-bierno de las consecuencias, en caso con-trar io.

Es probable que sus determinacionesmotivaran al rector, José Antonio Caro Ál-varez, y al propio Balaguer, a celebrar en-cuentros con ellos. Balaguer ordenó la liber-tad de Rojas Fernández, acusado de parti-cipar en el incendio a Radio Caribe, y se loentregó a su padre, Manuel de Jesús RojasDelgado, en presencia de José Manuel Ma-chado, procurador general de la República, yde Gustavo Adolfo Latour Batlle, juez de ins-tr ucción.

Los universitarios siguieron en el cande-lero refutando unas declaraciones de Máxi-mo López Molina quien aseguró el 11 de ju-lio que el MPD controlaba “el abruptamentedespertado cuerpo estudiantil de la Univer-sidad de Santo Domingo”. Afirmó que los jó-venes hacían lo que él dijera porque los ha-bía organizado, lo que fue rechazado por Jo-sé Eugenio Villanueva, portavoz de sus com-p a ñ e ro s.

Asdrúbal Domínguez, Víctor Manuel D’Camps, Eduardo Houellemont Roque, Ra-fael F. Alburquerque de Castro, Iván TavaresCastellanos y los demás estudiantes citados,se reunieron con Herrera Billini y con CaroÁlvarez para anunciarles lo que en principiose anunció como la reorganización de laAsociación Nacional de Estudiantes Univer-sitarios, ANEU, que había existido hacía 30años. Se rechazó el nombre de FederaciónEstudiantil Universitaria, FEU, “para evitarc o n f u s i o n e s”. Finalmente se adoptó el de Fe-deración de Estudiantes Dominicanos, FED,pues propugnaban por una agrupación ge-neral de estudiantes, no sólo de universita-r ios.

Parece que este sonado despertar de losestudiantes motivó la suspensión, el 13, de laGuardia Universitaria, que se había dado aconocer por sus adhesiones y lealtad al ré-gimen decapitado y a su “Je f e”.

El 13 de julio quedó creada la FED en unacto en el edificio de ciencias médicas “Doc -

tor Defilló” que congregó más de tres milestudiantes pidiendo a Balaguer la autono-mía, el fuero, derecho a representación en elConsejo Universitario, garantías para los quepor motivo de encarcelamiento político in-terrumpieron sus estudios, entre otras con-quistas. También esbozaron programas. Losoradores fueron Armando Hoepelman,Eduardo Delgado y José Antonio Villanueva.Víctor D’ Camps fue maestro de ceremonia yRafael Alburquerque, actual vicepresidentede la República, leyó la carta al mandatario.

Un comité provisional quedóformado por los estudiantesya mencionados más Leopol-do Grullón, Miguel Genao,Daniel Céspedes, Alfredo Loi-naz, Antonio Isa, Zaidita Lo-

vatón, Mariano Fiallo, Rubén Álvarez Rodrí-guez, Antonio Cuello H. y Ubaldo FranciscoRo a .

El 31 de diciembre de 1961 el PresidenteBalaguer concedió la autonomía y el fuerouniversitarios mediante la ley 5778. El 12 dejunio de 1964 el Triunvirato suspendió elf u e ro.

En campaña. Esa semana, Balaguer reba-jó el precio del pan de agua a tres centavos ydos y tres por cinco centavos, en tres nuevost a m a ñ o s.

El PRD recibió fuertes acusaciones delPartido Socialista Popular en el exilio quedesde La Habana describió a Miolán, Silfa yCastillo como “repudiables agentes del im-perialismo yanqui enviados por el Departa-mento de Estado para negociar con el go-bierno trujillista su participación en un si-mulacro electoral” y Ángel Miolán, que ha-bía celebrado muy publicitados encuentroscon Ramfis y Balaguer replicó que demasia-do habían tardado los comunistas en co-menzar sus ataques y que para el PSP nocontaba el pueblo sino las órdenes del co-munismo mundial que se encontraba enMo s c ú .

El PRD celebró el 16 su primer mitin ofi-cial de campaña para las elecciones de 1962,en el parque Colón. Hablaron a las masasIgnacio Agramonte, Ramón A. Castillo, Juliode Peña Santos, César A. Roque, ThelmaFrías Montalvo, Pedro Martínez Ajesta, Car-los Manuel Céspedes, José del Carmen Ro-dríguez, Octavio Cabrera, José Francisco Pe-ña Gómez, José Francisco Peynado Velás-

quez, Francisco Gómez Estrella, Agustín Es-tévez y Ángel Miolán quien antes había “re -flejado con franqueza la fe que le inspiraba elGeneral Trujillo hijo”, y quien volvió a reiteraren la tribuna las garantías que éste le ofre-ció.

En otro orden se evidenciaba el terror alcomunismo no sólo con la prohibición porley de esa práctica que se publicó el 15 dejulio sino con los ataques que desde diversosfrentes se hacían a López Molina. En la pri-mera página del 12 La Nación le llamó tráns-fuga, sin moral, perturbador de la paz y delprogreso, agitador sin programa y reiteró suacusación de que el MPD era responsabledel incendio de Radio Caribe.

Por su lado, el Partido Dominicano tam-bién celebró en el parque Colón su primermitin de campaña en el que dijeron discur-sos José Enrique Aybar, Osvaldo Báez Soler,Ramón Pina Acevedo, Carmen Mendoza deCornielle, José Manuel Bello Cámpora, Al-fredo Mere Márquez, Salvador Aybar Mella yErnesto Sánchez Rubirosa, con nostálgicoselogios a Trujillo y a la “dolorosa circunstan-cia de haberlo perdido”, como expresó BáezSo l e r.

Carmen Mendoza abogó porque tuvieranvigencia los postulados del Generalísimo yPina Acevedo expresó: “La mano traidora decriminales empedernidos, con el 30 de mayodejó sin vida al egregio héroe mas, el PartidoDominicano, el más alto símbolo político,tiene esa vida latente y habrá de tenerlamientras en el corazón de cada uno de susmiembros esté viva la consigna de Rectitud,Libertad, Trabajo y Moralidad”.

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Ramfis y Miolán Carmen Mendoza de Cornielle

Manuel de Jesús Rojas conversacon un oficial. Víctor Manuel D’Ca m p s Rafael Alburquerque

Ramón Pina Acevedo Armando Hoepelman

REPRODUCIDA POR RAFAEL SEGURA

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Génesis en RD de laindustria azucarera

Hasta el día de hoy es muy es-casa la información disponi-ble sobre los primeros inten-tos de producción de azúcarde cañas, en lo que hoy son laRepública Dominicana y Hai-

tí, tras la siembra por Cristóbal Colón en1493 de algunos pies o esquejes de la plantadespués de llevarla a La Española ese añodesde las Islas Canarias. Los estudios publi-cados han aportado informaciones puntua-les sobre algunos de sus primeros promo-tores en los años subsiguientes, ubicandohacia 1503, o sea, una década después, losesfuerzos iniciales de molienda de cañas pa-ra la confección de melazas. Nombres de co-lonizadores como Pedro de Atienza, MiguelBallester, y Alonso Gutiérrez de Aguilón seasocian a esos intentos precursores.

La historiografía sobre los primeros azú-cares coloniales dominicanos también hadescrito ya como, transcurrida otra década,hacia 1514, aquellos intentos hasta ahoraconsiderados primerizos dieron paso en LaEspañola a las primeras instalaciones e ini-ciativas de manufactura capaces de producirlo que en el ‘Viejo Mundo’ se entendía comoazúcar. Esa primera producción de azúcar,digamos, exportable, a mediados de la se-gunda década del siglo dieciséis se le ha re-conocido desde antaño a un pionero comoGonzalo de Vellosa, y más recientemente,también a sus coetáneos Alonso GutiérrezAguilón y Hernando Gorjón.

Desde hace más de un cuarto de siglo, sinembargo, ha estado disponible una informa-ción que, pasada por alto –o en todo casodifundida muy poco-- en las publicacionessobre los comienzos del azúcar dominicano,arroja cierta luz sobre los afanes de los pio-neros de la colonización de La Española pordedicarse a producir el edulcorante en la dé-cada que sigue a la primera siembra de cañashecha por Colón. El dato se refiere a que, yaantes de julio de 1497, cuando todavía nohabían pasado cinco años desde el “Descu -br imiento”, algunos pobladores de La Espa-ñola ya estaban considerando seriamente elcultivo de cañas de azúcar y la fundación deingenios. Tan seriamente al menos como pa-ra comunicarle su inquietud a la máxima au-toridad del imperio que ellos mismos esta-ban ayudando a construir en el “Nu e voMu n d o” en calidad de súbditos suyos: losReyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernan-do de Aragón.

El dato aparece en una fuente que, comoparte de investigaciones en curso en el Ins-tituto de Estudios Dominicanos de la Uni-versidad de la Ciudad de Nueva York (CUNYDSI, por sus siglas en inglés), hemos con-sultado por primera vez recientemente, y so-bre la cual, hasta donde sabemos, no se hadialogado ni escrito públicamente ni entre

los estudiosos de los comienzos de la his-toria dominicana. Es una comunicación delos Reyes Católicos dirigida a Cristóbal Co-lón como “nuestro almirante del Mar Ocea-no e nuestro visorrey e governador en la di-cha ysla” (La Española) el 22 de julio de 1497,cuando Colón estaba todavía ocupado enlos aprestos para su tercer viaje a las Indias.Publicado ya en 1984 y 1991 en una trans-cripción modernizada y simplificada (Fran-cisco Solano: Cedulario de Tierras. Compi-lación de legislación agraria colonial(1497-1820). México: UNAM), una copia di-gital del original manuscrito, conservado enel Archivo General de Indias de Sevilla, estádisponible también en el riquísimo portaldigital PARES del Ministerio de Cultura deEspaña. (Una transcripción paleográfica deldocumento será publicada en breve en elportal del CUNY DSI.)

En su mensaje, que en esencia es una di-rectriz fundacional sobre el tema del accesoa las tierras y su explotación económica en lajoven colonia, y en particular sobre su usoagrícola, los reyes dan carta franca a Colónpara que reparta tierras como propiedad pri-vada a todo el que parezca en condiciones deponerlas a producir y cumpla el requisito deconstruir casa y residir en La Española al me-nos durante cuatro años, con las salvedadesde que se marquen físicamente los límites delas propiedades concedidas y que el palobrasil y los yacimientos metálicos (incluyen-do, como era de esperar, los de oro y plata) semantengan como propiedad exclusiva de laCorona. Al referirse a las formas propuestaspara el uso de la tierra, los reyes mencionanexplícitamente haber recibido con anterio-ridad solicitudes de los colonos de la isla,remotos precursores de los dominicanos dehoy, para que se les concedieran y asignarantierras donde pudieran sembrar “cañavera -les de açucar e otras plantas e haser e he-dificar casas e molinos e engenios para eldicho açucar e otros hedificios provechosose neçesarios para su bevir”.

Como ocurre con frecuencia en el mundode las investigaciones históricas, son estosunos datos breves pero que aportan una in-formación que nos ayuda a visualizar la re-lación de los primeros colonos de La Espa-ñola con el tema del azúcar de una maneramás concreta, menos nebulosa que hastaahora. El documento, sin mencionar nom-bres de pioneros individuales, deja claro queya en 1497 había colonos en La Españolapensando en producir azúcar, y con ideasconcretas de cómo lograrlo: con la adqui-sición oficial de tierras donde producir lamateria prima (la caña) bajo un esquema depropiedad privada y mediante la edificaciónde los ingenios o unidades de manufactura.Y por eso mismo resulta ser el documentomás antiguo publicado hasta ahora donde se

mencionan las palabras ‘a z ú c a r’ e ‘i n g e n i o’en relación al Nuevo Mundo.

Los brevísimos comentarios de 1497plantean el interesante escenario de unoscolonos que, aparte del afán económico pre-dominante de la época –la búsqueda y ex-plotación del oro, la riqueza más simple—yaestaban imaginando la opción manufactu-rera, la concepción económica más moder-nizadora: la de producción de bienes con va-lor añadido. Indican también una mentali-dad cívica o política de colonos que, ademásde haberse arriesgado a cruzar el Atlánticoen busca de ciertos logros, querían obtenerel respaldo institucional de su gobierno paraenfrascarse en lo que en Europa era ya unnegocio lucrativo, pero que en La Españolarepresentaba un empezar el negocio desdecero en una sociedad colonial que empeza-ba igualmente desde cero.

En vista de estos datos, hay que concluirentonces que en La Española, la antepasadade la República Dominicana de hoy, se hablóde –y se pensó en-- azúcar e ingenios azu-careros prácticamente desde que se fundó.Que la minería del oro aluvial, mucho menoscostosa, fuera la que se impusiera en la co-lonia durante sus dos primeras décadas, enuna sociedad de emigrantes en su mayoríapobres y en situación de colonización inicial,es otra historia, más que entendible.

Con estos datos de 1497, los esfuerzos delos pioneros azucareros de La Española de1514 se pueden ver bajo una nueva luz, co-mo continuadores de una inquietud que yahabía empezado antes de que Colón regre-sara a las Indias en su tercer viaje. Lo cual noes una gran sorpresa cuando pensamos quelo de producir azúcar debió ser, en la mentede muchos de esos colonos, una industria yun negocio que habían visto funcionar co-mo algo viable, y de hecho pujante, al otrolado del Atlántico, en las sociedades de ori-gen de donde procedían. ?

(*) Director Auxiliar del Instituto de Es-tudios Dominicanos de la Universidad de laCiudad de Nueva York.

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