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Aquiles Tacio - Libro de Horas

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"El idealismo político es, como la automedicación doméstica, una de las más espantosas formas de solipsismo. Cree uno estar pensando en comunidad invisible, tensando hilos de una red que se extiende desde el pasado con exigencias y hacia la utopía con esperanzas: dura los primeros veinte o treinta libros, menos si son buenos, o si uno se emborracha de entusiasmo con manifas o fanzines. Al final, el griterío ensordecedor del bar de copas del piso de abajo estalla en tus neuronas, se echa de menos la vida, aunque sea injusta, aunque sea una mierda, a los amigos, aunque le apuñalaran a uno veinte veces -traicionaban cosas que, a fin de cuentas, tampoco han demostrado plenamente su existencia.Pero todo eso sucede sólo aquí, y fuera el mundo siempre ha sido el mismo -mientras nacíamos, era cavada una fosa."

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    nota del editorQuien redact estas pginas hace ms de diez

    aos me leg sus libros, sus deudas y sunombre, pero en modo alguno puede decirseque se trate de m. Las deposito en la red del

    mismo modo en que se lanzan flores al mar, enrecuerdo a los marinos extraviados: para

    poner en materia las ausencias, y para suscitarla piedad de los desconocidos.

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    ENERO, 2000

    Lunes 9. 20:00. Arvo PrtPrimera tirada de este diario que se ejecuta en ordenador. Son de esperar cambios notablesen la redaccin. No sern los nicos... El sujeto retratado ha cambiado. Su mundo se hadisuelto -el poder perforador y destructivo del tiempo, del que un impulso mtico noshaba preservado, a unos mejor que a otros. Se busc, en el origen, un desorden total. Hoyansiamos con vehemencia su contrario -sigo usando un plural mayesttico, que alude auna colectividad vaca, una trinchera abandonada, herrumbre espiritual; de tales parajesbusco la huida.

    El recurso a la escritura. El cerco del mundo no deja otros muchos. Es el nico segmentode la vida que parece mantener la plasticidad, dentro del conjunto. El nico campo deaccin concebible. En l, que reside sobre una bien visible nada, todo resulta sin embargoposible. De ah la creciente amargura que, por contraste, ha de enseorersele...

    La escritura, que no la literatura. Ejercicio vital anexo a aquella, angustioso, lacerante yridculo. Simple anorexia de la vida -quizs no fuera as en otro tiempo, quizs el deTucdides, o antes.

    Hubo un tiempo, sin embargo, en que no fue as -es menester recordarlo, para no calificarprontamente el estado de nimo de uno como categora existencial. Fue cuandocomulgbamos con una ideologa que ensalzaba a la vez los excesos erticos y la prcticapoltica; claro que era una ideologa de base muy endeble, pero era optimista, y tales sonlas exigencias de la juventud. Aquellos que no canjearon rpidamente su optimismo poruna plaza en el liceo, corrieron la suerte que ya sabemos... -la ma. El idealismo polticoes, como la automedicacin domstica, una de las ms espantosas formas de solipsismo.Cree uno estar pensando en comunidad invisible, tensando hilos de una red que seextiende desde el pasado con exigencias y hacia la utopa con esperanzas: dura losprimeros veinte o treinta libros, menos si son buenos, o si uno se emborracha deentusiasmo con manifas o fanzines. Al final, el gritero ensordecedor del bar de copas delpiso de abajo estalla en tus neuronas, se echa de menos la vida, aunque sea injusta, aunquesea una mierda, a los amigos, aunque le apualaran a uno veinte veces -traicionaban cosasque, a fin de cuentas, tampoco han demostrado plenamente su existencia.

    Pero todo eso sucede slo aqu, y fuera el mundo siempre ha sido el mismo -mientrasnacamos, era cavada una fosa.

    Jueves 12. 23:00. Gavin BryarsAl sacudir de s el influjo de ciertas formas de gravedad, el sujeto sale de su posicininicial: vrtice de un haz de crculos significativos concntricos -identidad. Al final de esedescentramiento, no se pertenece a Dios ni a la materia, a la noche ni al da, a la verdad oa sus mltiples contrarias. Pero entonces se posee, intacta, la llave maestra de la casa enruinas.

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    Cartas a amigos -tiempos mejores. Amigos ya del todo fuera del decurso prctico yemocional de las cosas. Pero con ello, se permite uno conversar directamente con elpasado: a l pertenecen los destinatarios, aunque subsumidos en una materia nica -cenizas. Tales misivas pertenecen a la particular clase lgica del reproche.

    * * *

    Conversacin con la madre -como ninguna otra cosa, la idea que otras personas sehicieron de uno, aquella en la que volcaron sus expectativas, descarga su peso inhumanosobre nosotros.

    Lunes 17. 00:30. Eric TruffazTriste cumpleaos en la ciudad en ruinas. Algn da, en un sueo, percib el latido de laHistoria en nuestras sienes. Hoy, entre los aperitivos y el gisqui, tenues charlas sobretelecomunicaciones domsticas, cortometrajes, videojuegos y manga -los fugitivos de laintentona se refugian en los materiales de derribo de nuestra cultura. Tambin un beatnikimberbe, drogas de diseo, corridas las persianas del pasado y ni una palabra en recuerdode los ausentes: quizs slo eso sirva hoy como blsamo, como pharmakon precioso -perosi pensamos que, al menos en esta ciudad, fue la nuestra la ltima generacin de la viejacultura, la ltima que aferr los libros con un afn moral, podemos fcilmente entrever loque de trgico se oculta en ocasiones tan amables.

    Hace apenas un par de das: una antigua compaera de trabajo, plida como un susurro ycon ojos de fiebre, reparta panfletos anarquistas en una calle del centro, una maana defro atroz. Yo corra hacia una biblioteca, a extinguir un expediente acadmico en llamas,a hacerme merecedor de algunas alabanzas de mis preceptores -en un punto, se igualan lasindignidades de la traicin y de la resistencia; ante tal antinomia, uno slo puedelamentarse por haberse hecho todas aquellas malditas preguntas...

    Y as, tras los propios pasos, se extingue la estela muda de aos medidos en noches, enlibros. De ah nacen las cartas a los que se marchan, el violento palpitar del vaco alabrirse paso en los intersticios de las horas: la actitud del que abraza la huida. Aqunacieron y naufragaron los sueos: eso es, con justicia, una patria -pero una patria en laque slo pagando el ms alto precio se puede permanecer. En el ter preado de signos deestas calles, de sus aulas, permanecer para siempre la razn de los que la perdieron, laesperanza de cuantos, tras su paso por este lugar, ya no aguardaron nada. Al lugar delcrimen no habrn de volver los asesinos: slo los supervivientes.

    Martes 18. 00:00. EndraumEl prncipe, desheredado de sus esperanzas con la llegada de la juventud, padeci el duroexilio en una isla remota -lejos de sus sbditos, sus dominios, la cultura de su pueblo...Alcanzada la edad viril, atraves a nado la senda invisible sobre las aguas, holl senderosdesaparecidos de los mapas, tuvo noticia de razas desaparecidas. Cuando logr llegar a supatria, y mediante la ms sangrienta de las guerras civiles, fue repuesto en aquel trono quepor derecho le perteneca.

    En ni una sola de las glorias de su largo y prspero reinado pudo encontrar ni un pice dela alegra, oscura e ntima, que le permitiera sobrevivir y escapar de su cautiverio.

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    Viernes 21. 05:15. GoldieA partir de una conversacin con Bernardo y Sonia -emerge, al fin, el concepto buscado:la modificacin.

    - Los hechos y las ideas -el hecho es suceso, evento, acaece; la idea es lo que loexplica, lo hace memorizable, comunicable. Tambin, cuanto del hecho sobrevive, aunquenada sobrevive de suyo, slo en nosotros: el mundo slo existe en puro presente, y nadams que nosotros estamos hechos de la materia adecuada para impregnarnos, para retenerel residuo, confuso, de lo que una vez fue, y ya no es.

    - Los hechos y las ideas -en ninguno de ellos radica por separado el sentido. Ambassustancias slo pueden darse juntas, en continuidad alterna e indisoluble. No se puedealzar un hiato: la unidad de vivencia -lo que podemos llamar lo real- las presentareabsorbidas una sobre otra.

    - Los hechos y las ideas: la cadena causal se ha roto. La idea no ha alumbrado nuevosactos. La idea ha vaciado, agotado, imposibilitado, la accin. El mecanismo interpretativose ha bloqueado: lo sucedido ha quedado desnudo, es sin palabras -la razn ha quedadoboquiabierta. O acaso este sea un rito, parejo del enterramiento: impedir al actodescargarse, escapar del pasado, participar en la experiencia del presente: esto para nadainterrumpe el emerger de los sucesos, pero les resta una fundamental dimensin de suexistencia -justamente aquella por la cual podemos asirlos.

    - El enigma -por qu no restaurar la obra, crear en el presente una grafa hbil parauna gran traduccin? Porque, comprendida o no, la estructura se descargar sobrenosotros: ser un violento silencio que habr de ser soportado siempre. Quin componeese nosotros del que insistentemente hablo? Quienes compartimos un mundo. Qumundo? Aquel que, con su destruccin, nos ha hecho ser abruptamente desplazados.

    ***

    Pero toda esta trama conceptual ser engaosa si no afirmo mi posicin en ella. Lamodificacin se ha manifestado en m -slo eso me consta. La idea que tengo del eventoes slo evento para otros -l piensa eso. Creo en la posibilidad de una revolucin -tanto enel mbito de los sucesos, como en el de la lgica de que nos valemos para explicarlos.Creo en la posibilidad de establecer un sentido -este permanece, es siempre presente, senutre del pasado slo como sustrato parcial, y en cualquier caso ya no llega a nosotroscomo pasado: la vida slo sucede en el presente. Ser pasado si no traducimos, si novolcamos constantemente lo ocurrido hacia su direccin de esclarecer lo que ahora sucede:entonces, y slo entonces, aligerar verdaderamente la vida. Dotarlo de sentido har detodo ello un presente ampliado, una vivencia grande, capaz de absorber tonalidadesprovenientes de las diferentes esferas.

    La revolucin es entonces, sin ms, una aplicacin constante del sentido -esta tarea, quelibera del dolor grave de haber vivido hechos incomprensibles, y de vivir hoy animpregnado de ellos, queda inapelablemente impedida cuando se elude la impresinoriginal de incomprensin, cuando se prefiere el vaco al enigma.

    ***

    Ms datos sobre la posicin del observador: est escribiendo. Esto es, est ocupando unaposicin particular en un esquema de cosas -poner uno su voz al servicio de laimpregnacin, vocalizar, como en la tcnica del mantra, hasta localizar la pauta, deshacerexperimentalmente el aqu para acercarse al entretanto, que raramente se percibe en elpresente, vivencialmente: sin embargo, aunque permanezca oculta, de esa materia oscura

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    est hecho el gozne, la hilazn entre los instantes -es por tanto, la materia del sentido. Lamente no siempre se fortalece con el manejo de tales sustancias, como el arma no siemprese brue correctamente en su uso -a veces, simplemente se quiebra: hablo de la locura, dela alucinacin, de la desesperanza, del silencio ms pesaroso que existe en el mundo; talessucesos se advierten a menudo formando una sombra compacta en derredor de labsqueda. Emergen a menudo de una interrupcin brusca del sentido. Son a la vez causa yrespuesta del miedo -son manifestaciones de la perplejidad, antnima del sentido. Cabeapuntar: espera la misma suerte al que es arrojado de la bsqueda, que a quien por supropio pie la abandona. Tal argumento, para nada reconfortante, no puede orientar, si sevalora con justicia, ms que hacia la perseverancia.

    ***

    Pero todas estas aproximaciones estn hechas desde la bsqueda. Desde el miedo, portanto, que la circunda. Su intencin contamina su sustancia. No debe olvidarse, an en esasituacin, la realidad del sinsentido -la forma sin determinaciones de los hechos guiadospor la perplejidad, opaca, ilegible sin la necesaria parte del cdigo que se aloja en aquellaimpregnacin a la que se ha dado la espalda. Que el sinsentido sea, sobre la accin dotadade sentido, una variante mayor en el mundo, es algo que queda fuera de nuestra capacidadde experiencia y juicio. Sentido y perplejidad se enfrentan plenamente -esto es, ocupancada uno el total del horizonte visual del otro. Nuestra propia sombra, que identificamos yque nos pertenece por su figura, es plenamente de una sustancia distinta: a la vez, desdeejes opuestos, son reforzadas la identidad y la diferencia entre ambas. Otorgamos nuestrafigura a la luz, y surge un nexo entre esencias dispares: tal es la forma de donacin que elsentido nos permite hacer desde el pasado hacia la vida: un trnsito soportable en laexistencia unificada del ser y el haber sido, esa prodigiosa y constante modificacin quecontiene, en germen impreciso, todas las fuerzas necesarias para navegar en la mscompleta nada, o en la ms plena totalidad.

    Martes 25. 21:00. Chet BakerMientras me revuelvo entre las abruptas telaraas de algunos pensadores del XVIII, unabreve visita me informa de altercados en el centro de la ciudad: una gran concentracincivil y militar, el presidente del gobierno, mucha polica, una gran manifa, algunaikurria... -los viejos enemigos, los viejos compaeros, los viejos errores. Hubo un tiempoen que particip con gusto en tales algaradas: hoy slo veo, en una muy grfica expresinde Heidegger, a unos hablando bizcos de aquello para lo que los otros son ciegos. Horasms tarde, los informativos radiofnicos eluden con firmeza la cuestin: la cumbre sedesarrolla satisfactoriamente, se firmarn los acuerdos previstos... -ms de una vez, heparticipado de pequeas revueltas que fueron igualmente silenciadas; el poder siempreest ms lejos, a nadie apelan las voces, la Historia se muestra indiferente al reproche, lamecnica del mundo prosigue maana su rutina imperturbable.

    Si uno desea vivir en paz con su razn, en fin, que se aparte de la ciudad y sus asuntos, ypermita al desastre discurrir en la lejana.

    Sbado 30. 00:30. Zoltan KodalyHa pasado mucho tiempo: ya sera justo el olvido. Expulsar a los viejos habitantes de lossueos, renovar el paisaje y los retratos, redescubrir, como un desmemoriado, el tacto delas cosas -pero ese mundo de imgenes y sensaciones no es sensible a la justicia; se

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    acumula sin ms, sedimenta como la arena que estrangula el ro, crece a nuestro lado,monstruoso: al final, toda la tarea de la fantasa es el reproche, como trillar, una y otra vez,la tierra seca de un jardn sin frutos.

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    FEBRERO, 2000

    Lunes 2. 14:00. BjorkAyer, M.H. reabre la temida/ansiada posibilidad de escribir en un peridico, sobrepoltica. Puedo volver a utilizar ese lenguaje? Es posible tratar en provecho propio lasquerellas de un mundo que se desprecia, en su conjunto, radical, visceralmente? Siglas departidos, alianzas, encuestas... -ya viv en ese mundo; no s entonces, hoy refleja slo laestupidez, la traicin, la desesperanza. Millones y millones de almas que desconocen sinms los hilos que las atan, la esclavitud creciente del trabajo o de su ausencia, laimpotencia total ante los actos abominables del poder...

    Las noches en vela ante los textos, las asambleas y disputas de entonces, me parecenincrebles, alucinadas, incomprensibles -no menos que mi imperturbable fe en ciertasideologas ingenuas, la condescendiente y maligna benevolencia que mis desvaroshumanistas provocaban, en los lugares en que estas ideologas son el caparazn protectorde la tirana.

    Puede acusrseme de tremendista. Bien, acepto que este discurso lo firman de grado lospeores reaccionarios. Que tiene la inactividad como consecuencia necesaria, que le apartaa uno del campo de posibilidad que pueda abrirse con el tiempo -el optimismo del espritu,an infundado, es la fuente de toda posibilidad material de xito. Pero la experiencia delos ltimos aos, tan amargamente adquirida, parece mostrar que los valores que guannuestra prctica poltica emanan como una excrescencia de nuestro carcter, de losresultados del reparto de la Fortuna. El espacio, deca Heidegger, se hace astillas en lossitios. La concrecin de los caracteres personales, la percepcin de las llagas y losestigmas que el destino ha reservado para nuestra mente o nuestro cuerpo, ponen freno atoda teora, a todo deber que, en el entusiasmo de la formacin, de la juventud, uno sehubiera marcado -aado que los que parecamos ms predispuestos a la accin polticahemos acabado poniendo copas, desaparecidos en el nicho acadmico o mendigandosubempleo: sabamos bastante del contenido lxico de lo poltico, nada del contenido vitalde la responsabilidad, del poder, de la experiencia.

    En fin, el artculo. En ese peridico M.H. publica unas simpticas caricaturas de pequeos,mnimos polticos locales y regionales. Le pagan ms generosamente por ello que por loque en general se le ofrece por sus trabajos ms refinados y personales -ah empieza lacorrosin del carcter por el trabajo de la que habla el socilogo Sennett. Yo, igualmente,tengo que decidir si mi situacin personal es lo suficientemente desesperada como paravolver a pensar en el lenguaje de los seores, ocultar cuanto creo, despertar esperanzas, aldictado de otros, en quienes no saben qu lejos est realmente el poder de sus votos, desus ideas, de su influencia. Entregar materiales para edificar los intereses de algunosintermediarios, otorgar argumentos a la actividad de alguna esfera de poder -la que acta,en el mejor de los casos, bajo la excusa formal de lo que uno cree.

    "Tambin es verdad que otros mueren/ y mientras hablamos/ tambin es verdad que otrosmueren", dice una cancin de Landing Sky. La gran fosa comn del capitalismo, consucursales en Kosovo, Euskadi, Chechenia, sigue engrosando sus haberes. Por medio deesa operacin financiera misteriosa de las stock options, un centenar de hombres sern estasemana inmensamente ricos y adquirirn, con ello, un considerable poder sobre otros.Quin se acuerda de Rousseau? Entretanto, las muchedumbres amansadas por el miedo

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    se embarcan, pesarosas, en el barco negrero del trabajo temporal. En medio de estepanorama, escribir es inmoral, es inmoral no echarse al monte, es inmoral colaborar enesas libertades espectrales con las que endulza el sistema nuestra condicin histrica ycolectiva de capataces de la globalizacin. Es inmoral no poner de inmediato la propiavida al servicio de las revueltas -es inmoral, empero, aunque esas revueltas sean inviables,de hecho no existan, no puedan de ningn modo construirse a partir de esta realidad.

    Sin embargo lo moral y lo inmoral son posibilidades del que opta por prevalecer. Cuandose habla de sobrevivir... hasta qu punto puede excusarse su ausencia? Tmese tambinen cuenta, al decidir finalmente sobre la cuestin.

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    MARZO, 2000

    Domingo 5. 22:30. PendereckiLargo paseo silencioso por la ciudad. Calles, plazas, edificios, supuran recuerdos comouna herida infectada. Mi ciudad, la que me late con fuerza en las sienes, ya desapareci.Hundida en el ocano de rostros. Ninguna casa ajena a la que huir. Ninguna amanteocasional y discreta. Ningn amigo con que ir a rendir sentido tributo a las barras de losbares. Slo fantasmas, imgenes voltiles y falsas sobre el paisaje inmvil.

    Guiado por el tedio, vuelvo a la vieja plazuela. All sigue nuestro piso -en alquiler, indicaamablemente la pegatina de una inmobiliaria. Ansia de escalar como un ladrn, entrar deimproviso y reanudar sin ms la charla -como si an estuviramos all, como si allhubisemos habitado siempre, antes de estar locos, o tristes, o lejos, como si all dentro,tras las persianas corridas, viviese lo que nace muerto a mis cartas, a mis recuerdos. Comosi all estuviesen nuestros libros -podra enumerarlos uno a uno, todava-, un artculo amedias en la vapuleada mquina de escribir elctrica, restos de canutos en la mesa demrmol del saln, los vdeos de Pink Floyd... Como si tan slo hubiese pasado un da,como si todo hubiera sido un mal sueo...

    How, how I wish you were here... -pero todos, todos los que quedan, aborreceran congesto trmulo y extraado ser como yo les recuerdo, comportarse como se comportan enmis sueos; por qu habran de ser sus vidas equivocadas, y mi esperanza correcta? Porqu habran de ver en mi fracaso su fracaso, o el fracaso de un mundo?

    Qu habrn encontrado, me pregunto, mejor que el futuro que so para nosotros... Seacomo sea, en ello estn. Cada uno en un mundo distinto -slo en mi cabeza en uno y elmismo, llamado lejosdem. Algunos en esta misma ciudad, haciendo trazados paralelospor calles contiguas a horas siempre distintas -vidas que ya no se tocan en ningn punto,tras los das que se compartieron y hoy no cuentan. A esa plaza, cuando voy, voy siempresolo, nunca los encuentro all, meditabundos, preguntndose qu ha fallado, qu ha salidomal. Quizs esta es slo mi trama, mi comps, mi revs o mi desgracia. Quizs slo yopercibo la tonalidad grave y dolorosa del silencio que brota de los muros de esa que fue unda nuestra casa, y permanece hoy deshabitada.

    ***Unas palabras sobre estas pginas. De ellas, desconozco su trascendencia, su gnero, sisern acaso publicadas o siquiera ledas en el futuro. Pertenecen, y algo dice eso de ellas, aun perodo de exilio, de denso silencio exterior. De completa marginacin de la vidaacadmica o intelectual, de fuerte incomunicacin emocional. Puede que sean, sin ms,terapia, aliviadero de las palabras que ms duelen, o bases documentales para unaposterior historiografa personal. O un estpido monlogo onanista y gimoteante. Laexclusa que desagua los humores que a nadie interesan, o que yo ya rehso compartir.

    O, en cualquier caso: en un mundo que ni el trato con la gente ni con los libros me hanhecho ver siquiera como soportable, sea lo que sea este yo frgil y amedentrado que ahoraescribe, este es el lugar que una vez habit.

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    Jueves 9. 03:00. W. A. MozartCuando uno no sabe ver ms que malos presagios, escribir es como caminar sobrecristales. Como dibujar uno mismo su peor rostro ante un espejo innecesario. Recitarepitafios, enumerar vctimas, evocar pleitos. Querellas que el tiempo ha desestimado -ni afavor, ni en contra. El peso brusco de lo que tantas veces fue inconsciente, el arrastrar lospasos -porque ya se sabe que a cada escaln, se abre grado a grado el abanico de loabandonado a su suerte, del esfuerzo vano, la cicatriz sin venganza; de cuntas personas,una vez amadas, no s ahora si estn vivas o muertas...

    Una larga conversacin con P. -el azar ms irracional nos lleva a una de esas casas deestudiantes en las que sucedieron, una vez, eventos importantes: a esa casa acud una tardeacre y como de incendio de septiembre, a forcejear con el sinsentido, a ver a un amigosucumbir a la locura, consumirse en desvaros; pero ya he escrito demasiado sobreaquello... P. propone irrumpir contra la duda, preguntar, esclarecer el pasado -muchasveces he pensado en ese reportaje; nadie asumir esta tarea entre nosotros, si no lo hagoyo. El riesgo... Hay que explicarlo? Convertirse uno en sepultura, cultivar la plantavenenosa de una ecuacin incierta -veneno, antdoto, slo se sabr tras abrirse paso,mordisqueando, hasta la savia amarga...

    Existen, nos consta, vidas terribles. Qu sabe, en el fondo, quien decide, si con ello seacerca o se aleja de hacer de la suya una de ellas. Ya una vez, cuanto sabamos, cuantocreamos saber, se hizo aicos sobre el pavimento cruel y hermoso que fuimos. Loperfecto, la traza continua de los efectos y las causas, ya ha sido descartado. Bsquese unnuevo plan, dese de lado la tarea, olvdese para siempre, o quibrese la losa y remuvasela tierra -la vida que an habite los cuerpos, gozosa o miserable, sea as puesta sinmisericordia ante la luz. Y pueda ser nuestro juicio de entonces, por fin, meramente eljuicio que una vez dictasen los muertos.

    Viernes 10. 19:30. Ftima MirandaCaso Pinochet, lectura de algunas crnicas de la vieja diplomacia de entreguerras...Existe, desde el principio de los tiempos, una casta de hombres destinados al culto delpoder. Por encima de las ideas, de la realidad misma, impulsan la guerra, cometen elcrimen, lo santifican -pequeos, desnudos y ridculos como luego los ve la Historia,parece inevitable pensar que la fuerza volcnica de algo mucho peor que ellos mismos lesrespalda. Quiz se trate de un monstruoso, inicial pacto de obediencias que el ser humanoestableciera una vez -de ese, el Pecado original cristiano es una caricatura, una farsa.Pienso en acontecimientos sobre los que he ledo por extenso ltimamente: los treinta milprisioneros polacos exterminados en las fosas de Katyn, los infernales frentes estticos dela I Guerra Mundial, las sacas y pasellos de la Guerra Civil espaola... Cmo es posibleque de pronto aquellos hombres no arrojaran las armas, arrancaran las insignias de susropas, hicieran una eleccin ltima, previa y sencilla, entre la vida misma, y la mismamuerte, entre proseguir la locura o descabalgarse de aquellos errores inmensos...

    Esa es la Historia. Esto la mueve, esta es la realidad de los tratados, de la teora. Es unacuestin antropolgica, no poltica. La casta dominante sigue existiendo. El pasadoverano, informaban da a da de los aconteceres de una guerra espantosa, pulcros, amables,cercanos... Pedan humildes disculpas por sus errores, por las mutilaciones de miembros,por la prdida de lo reunido en una vida de trabajo, por el cadver del padre y el hijojuntos en la misma fosa... Algunos peridicos expresaron ciertas cuestiones de mtodo,ciertas discretas reservas... -el hilo tenso desde el principio de obediencia sigue claro;

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    nadie parece plantearse, simplemente, apartar la vista de esos hombres incomprensibles,expulsarlos a los desiertos, dejar de or sus desvaros, desembarazarse, sin ms, de laHistoria, all donde esta se ha desembarazado de la vida.

    Qu difcil se hace observar el mundo a quien piensa que tales cosas son, simplemente,concebibles.

    Martes 14. 17:45. Kurt WeillMs sobre lo anterior. Churchill y Stalin se reunieron a finales de la II Guerra Mundialpara solventar el problema de las reas de influencia. El primero anot unos porcentajes -Grecia, 90% y 10%, Yugoslavia, 50% y 50%... Stalin aadi otros... As se decidi lasuerte y la libertad de cientos de millones de personas. Esos fueron los hombres queliberaron Europa... El mal? Lo defini Rimbaud: una locura espantosa que hace de cienmil hombres una pila humeante. Es, sin duda, ese mal, ese mismo mal...Hoy todo esto se ha olvidado. Gobierna, por espeluznante mayora, el hombre corrienteque nada sabe, que nada quiere saber de estas cosas. Pertenecen de veras a una mismaespecie ese hombre corriente y aquellos otros, los que deciden sin ms sobre la vida y lamuerte, el derecho y el hambre de los pueblos, y comparecen con sus rostros fros ante losobjetivos de los camargrafos, tras sus cumbres y encuentros? A cul pertenece quien,impotente, incrdulo, observa sin entender nada a unos y otros, a los reducidos a cenizas ya los que les enviaron a ellas? Qu es ms increble, el clculo mortal de los verdugos ola mansa aquiescencia de las vctimas, el paso cansino y mecnico con el que penetraron amillones en los mataderos? En calculada convergencia, ambos movimientos afluyen a laHistoria; a esa Historia inexplicable, irremisiblemente, se pertenece tambin -a quinpodra declarrsele nuestro rechazo...

    Viernes 17. 01:00. J. S. BachSerias reticencias a incluir aqu resea alguna de acontecimientos erticos. Pero... cundose tornan estos en importantes eventos del espritu? No es en el sexo, donde con sumafineza podemos leer el discurrir de nuestro tiempo, la temperatura de nuestro nimo? Deser as, qu significar, en secreto, el fin de la prisa... Quiz mi espritu y mi osamenta sedisolviesen en poco tiempo ante la velocidad feroz de los encuentros de entonces, aqueldeslizarse azorado de cuerpo en cuerpo, como coger olas, de un mar inmortal einagotable... Me achicharraran ahora sus almas en las manos; antes, cuando, como en unacoreografa de musical, nadie poda permanecer ms de un segundo en el mismo sitio... -cunto se han dilatado los instantes, desde entonces. Posedo por la inercia del velocista, elseductor sufre la friccin mnima que puede producir el goce, transcribe sin miramientosla vida en aventura, combina con tenacidad de bopper las palabras hasta dar con lafrmula que abre lecho tras lecho a sus manejos, teje vidas y vidas que no le pesan... -sercuando se recuerde cuando duela...

    Las horas, en fin, pasaron casi en vano sobre las sbanas. Una partida blanca, sin apuestade carne... -moneda que da a da, pasada aquella euforia, se encarece, se precipita a losrecuerdos, se llena de irisaciones tristes e inquietantes...

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    Lunes 20. 22:30. OrbitalJunto a mi enemigo, junto al ms preciado objeto de mi rencor, yace en el lecho una mujerque le ama -pero, sencillamente, yo no estoy ah para verlo.

    Martes 21. 16:30. P. O. Avion TravelAnoche, larga visita de E. Con l compart casa okupada -o casi-, juventud calaveresca,cucarachas mutantes en cocina radioactiva, poliadicciones y otros hobbies de tiemposmejores. Conclusiones? Las de siempre: no echamos en falta nada de lo que hacamos -que a fin de cuentas podramos seguir hacindolo sin grandes esfuerzos-, sino quienesramos entonces, cuando lo hacamos, la fuerza que nos impulsaba a hacerlo... -y eso ya sque no es recuperable... Una truncada vida de crpula siempre es melanclica: uno se re,imaginndose yonqui y desesperanzado, carcomido por las drogas y la mugre, aliviado dehaber puesto un poco de orden... -pero subyace siempre el temor, la tristeza, de haberquiz arrojado las cartas antes de tiempo, antes de lo mejor, de lo ms divertido... Y esasombra le acompaar a uno hasta la tumba. Ciertas cosas, tocar el piano, espero queescribir, las hago mejor ahora, con ms facilidad encuentro en ellas el placer refinado quetantas veces frustraba la impericia de entonces. Sobre si estas cosas son un consueloeficaz... -huelga decir que no.

    Mircoles 22. 01:45. Shorty RogersPlcida sobremesa nocturna. A veces, en el centellear de la conversacin, se produce elmilagro -y olvidamos por un instante qu lejos estamos realmente de esos recuerdos quecontamos, o que nos cuentan los otros.

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    Escribe Vzquez Montalbn: "Hemos de juramentarnos para no ser nunca ms cmplicesde Calgula cuando quiera nombrar procnsul a su caballo". Ciertas palabras -juramentarnos- brillan con fuerza en el texto, y ms luminoso que su msica es el vacoque reflejan en la construccin del mundo, la forma indecorosa en que delatan la ausenciade un comportamiento imprescindible, de una determinacin ya olvidada del espritu. Y esas como las palabras preservan e invocan lo extinguido -pues... a quin vemos hoy alzarsu juramento con la nobleza de los Horacios?

    Martes 28. 01:00. Nittin ShawneyIntentado, durante estos das, arrancar un texto unitario y coherente del papel en blanco,sobre temas y personas habituales en este diario. Pero desde el mismo ttulo -Tratadosobre la amistad-, el esfuerzo camina con firmeza hacia la ruina... Las pocas pginasterminadas, aparte de ser un penoso callejn sin salida narrativo, se embarrancan contra ellenguaje, como si este, a veces, en lugar de ser el pasaporte para reunirse con el propiopasado, fuese la celosa que nos lo oculta. Recordar e imaginar, nos explic el despiadadodoctor Hobbes, no son sino una y la misma cosa... Las tcnicas y materiales, en el estudiode revelado fotogrfico, darn forma nueva a aquellos instantes vividos, ahora imgenesdesnudas, emulsin, luz y papel, y nada ms. Tambin el estilo literario selecciona,transforma, expresa los recuerdos. Este mismo verano, tambin sobre los viejos tiempos,escrib:

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    Supongo ahora, al cabo de tantas lneas, que no he atendido allector, ni a los imperativos de la literatura de mi tiempo. Aquelhubiera preferido un detallado sumario de nuestra efmeraaventura, un puado de adolescentes drogndose con moderacinbien disimulada, follndose con esmero, jugando al gato y al ratncon profesores tan prestigiosos como reaccionarios, la euforia denuestras asambleas y el furor de nuestras consignas... Aquellaotra, la voz de mis contemporneos, me hubiera sealado looportuno de una trama precisa, de unos personajes bienperfilados, quizs algn episodio vigoroso de sexo y rock and roll.Pero todo eso lo he olvidado, o carece de importancia.

    Carece de veras de importancia? O acaso, mi ansiosa bsqueda de una hermenutica,digamos que filosfica, tica al menos, de lo sucedido, es slo una cortina de humo paraevadir lo esencial. Lo que de verdad ocurri, aquellos sucesos que L. tantas veces meinvit a poner por escrito, aquellos niatos acelerados que jams he reconocido en pblicoque ramos, aquellas experiencias que quizs he contribuido a enterrar an ms profundo,a fuerza de pretender construir dudosos universales con ellas...

    La segunda llamada de Nochevieja de 1997, la ltima vez que habl con F.: Os echo demenos a todos, y tengo muchas ganas de veros. Con aquellas palabras se disolva en lanada mi enemigo, se impona por la fuerza el estilo a la realidad, el personaje a la persona,y F. desapareca para siempre de la escena. A dnde puedo llamarle yo a l, ahora que slovive en mis palabras. A dnde puedo visitarle, si da a da de estos aos he dialogado conl, le he exigido respuestas, le he suplicado el regreso, y con todo ello he dado vida a unglem, a un monstruo hecho de pequeos retazos, los brevsimos momentos que realmentecompartimos, quizs slo unas docenas de horas, todo ello, sin su consentimiento,supongo que sin ni siquiera poder imaginrselo. Qu tiene l que ver con todo esto, cmopodra explicrselo yo ahora? De la misma manera que a veces debemos sentimientos,encuentros prodigiosos, a incidentes mnimos y olvidados de aquel yo que fuimos,tambin el pasado es un vaco inmenso y total, una fuerza imbatible que maldice anuestros ojos como apestados a otros, que, por cierto, tampoco son ya los que eran...

    Y quizs nunca, nunca, nunca, pueda resolverse del todo el misterio de los recuerdos.

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    Recuerdo haber ledo que el viejo Heidegger, intuyndose cercano al ocaso, calificaba deentretenimientos de escritorio los numerosos textos sobre la muerte que haba redactado,ya desde la juventud -supongo que eso inclua ese artefacto maligno y angustioso llamadoSer y tiempo. Como siempre, al final, est la duda de si todo esto, escribir, recordar,remover la ponzoa, poner en claro, no es sino rehusar vivir, morirse a medias y adestiempo porque de la puerta del cuaderno para afuera todo da miedo, o no interesa. Oporque aqu, slo aqu, en estos trazos inertes, lo que una vez fue posible reserva para sialguna importancia.

    De por qu, finalmente, se escribe, de por qu nos quedamos a veces absortos, mirando lamuerte y el olvido de las cosas en el horizonte, ese punto que, advertan Epicuro y luegoWittgenstein, siempre est de verdad fuera de nuestra vista... Parece que eso no se decide,a eso se pertenece... La palabra vocacin pierde aqu todo su contenido simptico...

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    Y pienso ahora en una noche de septiembre, septiembre siempre es horroroso, en que fuigimoteante a buscar al superviviente ms cercano, a contarle que, poco menos que ante

  • Flix Tacio | Libro de horas

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    mis ojos, uno de nuestros mejores amigos acababa de ser sometido a ingreso psiquitrico,el tercero en un ao, y aguardaban otros; en el fragor de la borrachera, interrumpi miselegas para espetarme un brutal y t eres escritor, y estas aqu lamentndote porque notienes cojones de escribir una novela; cmo poda yo decirle que la novela que no queraescribir era precisamente esa, la que tampoco quera vivir, la que tanto tena que ver contodo lo que hasta entonces habamos escrito, cartas, manifiestos, panfletos, anatemas, laque ahora estoy esquivando todos los das gracias a estas pginas, la que me mira siempredesde el fondo de cualquier hoja en blanco, la que nosotros vivimos y, por alguna causasecreta y poderosa, redactar parece ser el motivo ltimo de mi vida.

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    Y, en fin, aqu estamos. Como si al final de este texto, de algn texto, se materializasealguna vez una frmula, una percepcin, y luego uno pudiera salir en paz al universo.Como si de verdad sirviera para algo.

    Y me pregunto, sin ms, cmo se llamar esta enfermedad, cmo se sale de este error,cmo puede apartarse uno de esta maldicin.

    Ciudad Abierta, enero-marzo de 2000