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Perry Anderson – Modernidad y revolución Página 1 de 16 Perry Anderson MODERNIDAD Y REVOLUCION , en Nicolás Casullo, El debate modernidad–posmodernidad, Bs. As., El cielo por Asalto, 1993 El tema de nuestra sesión de hoy ha sido un foco de debate intelectual y pasión política durante, al menos, las seis o siete últimas décadas. ** En otras palabras, tiene ya una larga historia. Sin embargo, en el último año ha aparecido un libro que reabre el debate con una pasión tan renovada y una fuerza tan innegable que ninguna reflexión contemporánea sobre estas dos ideas, “modernidad” y “revolución”, podría dejar de ocuparse de él. El libro al que me refiero es All that is Solid Melts into Air (Todo la que es sólido se evapora en el aire), de Marshall Berman. Mis observaciones hoy tratarán –muy brevemente– de analizar la estructura del argumento de Berman y considerar hasta qué punto nos ofrece una teoría convincente capaz de conjugar las nociones de modernidad y revolución. Empezaré reconstruyendo, de forma resumida, las líneas generales del libro, y luego procederé a hacer algunos comentarios sobre su validez. Una reconstrucción como ésta debe sacrificar el vuelo de la imaginación, la amplitud de la resonancia cultural, la fuerza de la inteligencia textual que dan su esplendor a All that is Solid Melts into Air. Estas cualidades harán sin duda de él, con el tiempo, un clásico en su género. Una correcta valoración de las mismas está hoy fuera de nuestras posibilidades, pero hay que decir desde un principio que un análisis sucinto del argumento general del libro no es en modo alguno el equivalente de una correcta evaluación de la importancia y el atractivo de la obra en su conjunto. MODERNISMO, MODERNIDAD, MODERNIZACION El argumento esencial de Berman empieza así: “Existe un modo de experiencia vital –la experiencia del tiempo y el espacio, de uno mismo y de los demás, de las posibilidades y peligros de la vida– que es compartido hoy por hombres y mujeres de todo el mundo. Llamaré a este conjunto de experiencias ‘modernidad’. Ser moderno es encontrarse en un ambiente que promete aventuras, poder, alegría, desarrollo, transformación de uno mismo y del mundo, y que, al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo que tenemos, todo lo que conocemos, todo lo que somos. Los ambientes y las experiencias modernas traspasan todas las fronteras de la geografía y las etnias, de las clases y las nacionalidades, de las religiones y las ideologías: en este sentido se puede decir que la modernidad une a toda la humanidad. Pero se trata de una unidad paradójica, una unidad de desunión; nos introduce a todos en un remolino de desintegración y renovación, de lucha y contradicción, de ambigüedad y angustia perpetuas. Ser moderno es formar parte de un universo en el que, como dijo Marx ‘todo lo que es sólido se evapora en el aire’”. 1 Publicado en la revista española Leviatán núm. 16, verano de 1984. ** Contribución a la Conferencia sobre Marxismo e Interpretación de la Cultura, celebrada en la Universidad de Illinois en julio de 1983, en la sesión que llevaba por título “Modernidad y revolución”. 1 Marshall Berman, All that is Solid MeIts into Air, p. 1 S Perry Anderson – Modernidad y revolución Página 2 de 16 ¿Qué es lo que genera ese remolino? Para Berman, es una multitud de procesos sociales – enumera los descubrimientos científicos, los conflictos laborales, las transformaciones demográficas, la expansión urbana, los estadios nacionales, los movimientos de masas –, impulsados todos ellos, en última instancia, por el mercado mundial capitalista “siempre en expansión y sujeto a drásticas fluctuaciones”. A esos procesos los llama, para abreviar, modernización socioeconómica. De la experiencia nacida de la modernización surge a su vez lo que Berman describe como “la asombrosa variedad de visiones e ideas que se proponen hacer de los hombres y las mujeres –tanto los sujetos como los objetos de la modernización, darles la capacidad de cambiar el mundo que los está cambiando, salir del remolino y apropiarse de él” son “unas visiones y unos valores que han pasado a ser agrupados bajo el nombre de “modernismo”. La ambición de su libro es, pues, revelar la “dialéctica de la modernización y del modernismo”. 2 Entre una y otro se encuentra, como hemos visto, el término medio de la propia modernidad, que no es ni un proceso económico ni una visión cultural sino la experiencia histórica que media entre uno y otra. ¿Qué es lo que constituye la naturaleza del vínculo entre ambos? Para Berman es esencialmente el desarrollo. Este es realmente el concepto central de su libro y la fuente de la mayoría de sus paradojas, algunas de ellas lúcidas y convincentemente explotadas en sus páginas, otras menos. En All that is Solid Melts into Air “desarrollo” significa dos cosas al mismo tiempo. Por una parte, se refiere a las gigantescas transformaciones objetivas de la sociedad desencadenadas por el advenimiento del mercado mundial capitalista: es decir, esencial aunque no exclusivamente, el desarrollo económico. Por otra parte, se refiere a las enormes transformaciones subjetivas de la vida y la personalidad individuales que se producen bajo el impacto: todo lo que encierra la noción de autodesarrollo como reforzamiento de la capacidad humana y ampliación de la experiencia humana. Para Berman la combinación de ambos, bajo la presión del mercado mundial, provoca necesariamente una tensión dramática dentro de los individuos que sufren el desarrollo en ambos sentidos. Por un lado el capitalismo –en la inolvidable frase de Marx en el Manifiesto, que constituye el leitmotiv del libro de Berman– hace trizas toda limitación ancestral y toda restricción feudal, toda inmovilidad social y toda tradición claustral, en una inmensa operación de limpieza de los escombros culturales y consuetudinarios en todo el mundo. A este proceso corresponde una tremenda emancipación de las posibilidades y la sensibilidad del individuo, ahora cada vez más liberado del estatus social fijo y de la rígida jerarquía de papeles del pasado precapitalista, con su moral estrecha y su imaginación limitada. Por otro lado, como subrayaba Marx, la misma embestida del desarrollo económico capitalista genera también una sociedad brutalmente alienada y atomizada, desgarrada por una insensible explotación económica y una fría indiferencia social, que destruye todos los valores culturales o políticos que ella misma ha hecho posible. De igual modo, en el plano psicológico, el autodesarrollo en estas condiciones sólo podría significar una profunda desorientación e inseguridad, frustración y desesperación, que son concomitantes –y en realidad inseparables – de la sensación de ensanchamiento y alborozo, de las nuevas capacidades y sentimientos liberados al mismo tiempo. “Esta atmósfera –escribe Berman– de agitación y turbulencia, de vértigo y embriaguez psíquica, de expansión de las posibilidades experimentales y de destrucción de las fronteras 2 Berman, Op.Cit., p. 16

Anderson P. Modernidad y Revolucion

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Page 1: Anderson P. Modernidad y Revolucion

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ient

o de

l pr

opio

m

erca

do m

undi

al h

acia

el

año

1500

. Per

o en

su

prim

era

fase

, que

par

a B

erm

an d

ura

hast

a 17

90, c

arec

e aú

n de

un

voca

bula

rio c

omún

. Una

seg

unda

fase

se

extie

nde

a lo

larg

o de

l sig

lo

XIX

y e

s aq

uí d

onde

la

expe

rienc

ia d

e la

mod

erni

dad

se t

radu

ce e

n la

s di

vers

as v

isio

nes

clás

icas

del

mod

erni

smo,

que

Ber

man

def

ine

esen

cial

men

te p

or s

u gr

an c

apac

idad

de

capt

ar

las

dos

cara

s de

las

con

tradi

ccio

nes

sin

prec

eden

tes

del

mun

do m

ater

ial

y es

pirit

ual

sin

conv

ertir

jam

ás e

stas

act

itude

s en

ant

ítesi

s es

tátic

as o

inm

utab

les.

Goe

the

es e

l pro

totip

o de

es

ta n

ueva

vis

ión

en s

u Fa

usto

, qu

e B

erm

an a

naliz

a en

un

mag

nífic

o ca

pítu

lo c

omo

una

trage

dia

del

indi

vidu

o qu

e se

des

arro

lla e

n es

te d

oble

sen

tido.

Mar

x en

el

Man

ifies

to y

B

aude

laire

en

sus

poem

as e

n pr

osa

sobr

e Pa

rís s

on p

rese

ntad

os c

omo

empa

rent

ados

por

el

mis

mo

desc

ubrim

ient

o de

la

mod

erni

dad,

una

mod

erni

dad

prol

onga

da,

en l

as p

ecul

iare

s co

ndic

ione

s de

una

mod

erni

zaci

ón im

pues

ta d

esde

arr

iba

a un

a so

cied

ad a

trasa

da, e

n la

larg

a tra

dici

ón l

itera

ria d

e Sa

n Pe

ters

burg

o qu

e va

des

de P

ushk

in y

Gog

ol h

asta

Dos

toie

vski

y

Man

dels

tam

. Una

con

dici

ón d

e la

sen

sibi

lidad

así

cre

ada,

afir

ma

Ber

man

, era

la e

xist

enci

a de

un

púb

lico

más

o m

enos

uni

ficad

o qu

e co

nser

vara

toda

vía

el re

cuer

do d

e lo

que

era

viv

ir en

un

mun

do p

rem

oder

no.

En e

l si

glo

XX

, si

n em

barg

o, e

ste

públ

ico

se a

mpl

ió a

l tie

mpo

que

se

frag

men

taba

en

segm

ento

s in

conm

ensu

rabl

es.

Con

ello

la

tens

ión

dial

éctic

a de

la

expe

rienc

ia c

lási

ca d

e la

m

oder

nida

d su

frió

una

tran

sfor

mac

ión

críti

ca. A

unqu

e el

art

e m

oder

nist

a co

sech

ó m

ás tr

iunf

os

que

ning

uno

ante

s –

el s

iglo

XX

, dic

e B

erm

an e

n un

a fr

ase

impr

uden

te, “

pued

e m

uy b

ien

ser

el m

ás b

rilla

nte

y cr

eativ

o de

la h

isto

ria d

el m

undo

”–,4 e

ste

arte

ha

deja

do d

e in

fluir

en la

vid

a de

l ho

mbr

e de

la

calle

o d

e co

nect

ar c

on e

lla:

com

o di

ce B

erm

an, “

no s

abem

os c

ómo

usar

nu

estro

mod

erni

smo”

.5 El

resu

ltado

ha

sido

una

drá

stic

a po

lariz

ació

n de

l pe

nsam

ient

om

oder

no a

cerc

a de

la

prop

ia e

xper

ienc

ia d

e la

mod

erni

dad

que

ha h

echo

des

apar

ecer

su

cará

cter

ese

ncia

lmen

te a

mbi

guo

o di

aléc

tico.

Por

una

par

te, l

a m

oder

nida

d de

l sig

lo X

X, d

esde

W

eber

a O

rtega

, de

sde

Elio

t a

Tate

, de

sde

Leav

is a

Mar

cuse

, ha

sid

o im

plac

able

men

te

cond

enad

a co

mo

jaul

a de

hie

rro

de c

onfo

rmis

mo

y m

edio

crid

ad,

com

o er

ial

espi

ritua

l de

po

blac

ione

s pr

ivad

as d

e to

da c

omun

idad

org

ánic

a o

auto

nom

ía v

ital.

Por

otra

par

te, f

rent

e a

esta

s vi

sion

es d

e de

sesp

erac

ión

cultu

ral,

en o

tra t

radi

ción

que

va

desd

e M

arin

etti

a Le

C

orbu

sier

, des

de B

uckm

inst

er F

ulle

r a

Mar

shal

l McL

uhan

, por

no

habl

ar d

e lo

s ap

olog

ista

s in

cond

icio

nale

s de

la

“teo

ría d

e la

mod

erni

zaci

ón c

apita

lista

”, l

a m

oder

nida

d ha

sid

o ob

sequ

iosa

men

te d

escr

ita c

omo

la ú

ltim

a pa

labr

a en

exc

itaci

ón s

enso

rial

y sa

tisfa

cció

n un

iver

sal,

en la

que

una

civ

iliza

ción

mec

aniz

ada

gara

ntiz

a em

ocio

nes

esté

ticas

y f

elic

idad

es

soci

ales

. Lo

que

est

os d

os e

nfoq

ues

tiene

n en

com

ún e

s un

a id

entif

icac

ión

sim

plis

ta d

e la

m

oder

nida

d co

n la

pro

pia

tecn

olog

ía, q

ue e

xclu

ye r

adic

alm

ente

a la

gen

te q

ue p

rodu

ce y

es

prod

ucid

a po

r el

la. C

omo

dice

Ber

man

: “N

uest

ros

pens

ador

es d

el s

iglo

XIX

fue

ron

a la

vez

en

tusi

asta

s y

enem

igos

de

la v

ida

mod

erna

y lu

char

on in

cans

able

men

te c

on s

us a

mbi

güed

ades

y

cont

radi

ccio

nes;

sus

iro

nías

y s

us t

ensi

ones

int

erna

s fu

eron

una

fue

nte

esen

cial

de

fuer

za

crea

dora

. Sus

suc

esor

es d

el s

iglo

XX

se

han

incl

inad

o m

ucho

más

por

una

rígi

da p

olar

izac

ión

y un

a si

mpl

ista

tot

aliz

ació

n. L

a m

oder

nida

d o

bien

es

acep

tada

con

un

entu

sias

mo

cieg

o y

3 Ber

man

, Op.

Cit.

, p. 1

8 4 B

erm

an, O

p.C

it., p

. 24

5 Ber

man

, Op.

Cit.

., p.

24

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 4

de

16

acrít

ico

o bi

en e

s co

nden

ada

con

un d

espr

ecio

y u

n di

stan

ciam

ient

o ol

ímpi

cos:

en

cual

quie

r ca

so e

s co

nceb

ida

com

o un

mon

olito

cer

rado

, inc

apaz

de

ser

mod

elad

o o

cam

biad

o po

r lo

s ho

mbr

es m

oder

nos.

Las

visi

ones

abi

erta

s de

la

vida

han

sid

o re

mpl

azad

as p

or v

isio

nes

cerr

adas

, el

‘y’

ha

sido

ree

mpl

azad

o po

r el

‘o’

”.6 E

l pr

opós

ito d

el l

ibro

de

Ber

man

es

cont

ribui

r a

rest

able

cer

nues

tro s

entid

o de

la

mod

erni

dad

reap

ropi

ándo

se d

e la

s vi

sion

es

clás

icas

de

aqué

lla.

“Pue

de p

ues

resu

ltar

que

retro

cede

r se

a un

a fo

rma

de a

vanz

ar,

que

reco

rdar

los m

oder

nism

os d

el si

glo

XIX

pue

da d

arno

s la

visi

ón y

el v

alor

nec

esar

ios p

ara

crea

r lo

s mod

erni

smos

del

sigl

o X

XI.

Este

act

o de

reco

rdar

pue

de a

yuda

rnos

a ll

evar

al m

oder

nism

o de

nue

vo a

sus

raíc

es a

fin

de q

ue p

ueda

nut

rirse

y re

nova

rse,

enf

rent

arse

a la

s av

entu

ras

y lo

s pe

ligro

s que

tien

e po

r del

ante

”.7

Esta

es l

a te

sis g

ener

al d

e Al

l tha

t is S

olid

Mel

ts in

to A

ir. E

l lib

ro c

ontie

ne, s

in e

mba

rgo,

un

subt

exto

muy

im

porta

nte

que

hay

que

seña

lar.

Tant

o el

títu

lo d

e B

erm

an c

omo

el t

ema

orga

niza

dor

proc

eden

del

Man

ifies

to c

omun

ista

, y s

u ca

pítu

lo s

obre

Mar

x es

uno

de

los

más

in

tere

sant

es d

el li

bro.

Sin

em

barg

o, te

rmin

a su

girie

ndo

que

el a

nális

is m

arxi

sta

de la

din

ámic

a de

la m

oder

nida

d m

ina

la p

ersp

ectiv

a m

ism

a de

l fut

uro

com

unis

ta a

l que

Mar

x pe

nsab

a qu

e lle

varía

. Pu

es s

í la

ese

ncia

de

la l

iber

ació

n co

n re

spec

to a

la

soci

edad

bur

gues

a fu

era

por

prim

era

vez

un d

esar

rollo

ver

dade

ram

ente

lim

itado

del

indi

vidu

o –

al se

r aho

ra tr

aspa

sado

s los

lím

ites

del

capi

tal,

con

toda

s su

s de

form

idad

es –

, ¿q

ué g

aran

tizar

la l

a ar

mon

ía d

e lo

s in

divi

duos

así

em

anci

pado

s o

la e

stab

ilida

d de

cua

lqui

er s

ocie

dad

form

ada

por

ello

s? “

Aun

cu

ando

los

tra

baja

dore

s co

nstru

yera

n re

alm

ente

un

mov

imie

nto

com

unis

ta t

riunf

ante

y a

un

cuan

do e

ste

mov

imie

nto

gene

rara

una

revo

luci

ón tr

iunf

ante

”, se

pre

gunt

a B

erm

an, “

¿cóm

o, e

n m

edio

de

la m

arca

de

la v

ida

mod

erna

, se

las

arre

glar

ían

para

con

stru

ir un

a só

lida

soci

edad

co

mun

ista

? ¿Q

ue p

uede

impe

dir a

las

fuer

zas

soci

ales

que

han

dis

uelto

el c

apita

lism

o di

solv

er

tam

bién

el c

omun

ism

o? S

i tod

as la

s nu

evas

rela

cion

es s

e ha

cen

añej

as a

ntes

de

habe

r pod

ido

osifi

cars

e, ¿

cóm

o es

pos

ible

man

tene

r vi

vas

la s

olid

arid

ad, l

a fr

ater

nida

d y

la a

yuda

mut

ua?

Un

gobi

erno

com

unis

ta p

odría

trat

ar d

e co

nten

er la

mar

ca im

poni

endo

rest

ricci

ones

radi

cale

s no

sol

amen

te a

la

activ

idad

y a

la

inic

iativ

a ec

onóm

ica

(cos

a qu

e ha

n he

cho

tant

o lo

s go

bier

nos

soci

alis

tas

com

o to

dos

los

esta

dos

del

bien

esta

r ca

pita

lista

), si

no t

ambi

én a

la

expr

esió

n pe

rson

al, c

ultu

ral y

pol

ítica

. Per

o en

la m

edid

a en

que

triu

nfar

a ta

l pol

ítica

, ¿no

sería

un

a tra

ició

n al

obj

etiv

o m

arxi

sta

del l

ibre

des

arro

llo d

e to

dos y

cad

a un

o?”.

8 No

obst

ante

–ci

to

de n

uevo

– “s

i un

com

unis

mo

triun

fant

e af

luye

ra a

lgún

día

por

las c

ompu

erta

s que

abr

e el

libr

e ca

mbi

o, ¿

quié

n sa

be q

ué h

orrib

les

impu

lsos

pod

rían

aflu

ir co

n él

, si

guie

ndo

su e

stel

a o

inm

erso

s de

ntro

de

él?

Es f

ácil

imag

inar

cóm

o po

dría

des

arro

llar

una

soci

edad

par

tidar

ia d

el

libre

des

arro

llo d

e to

dos

y ca

da u

no d

e su

s pr

opia

s va

rieda

des

dist

intiv

as d

e ni

hilis

mo.

De

hech

o, u

n ni

hilis

mo

com

unis

ta p

odría

res

ulta

r m

ucho

más

exp

losiv

o y

desi

nteg

rado

r qu

e su

pr

ecur

sor,

el n

ihili

smo

burg

ués

–aun

que

tam

bién

más

atre

vido

y o

rigin

al –

, por

que

mie

ntra

s qu

e el

cap

italis

mo

enci

erra

las

inf

inita

s po

sibi

lidad

es d

e la

vid

a m

oder

na d

entro

de

unos

lím

ites,

el c

omun

ism

o de

Mar

x po

dría

lan

zar

al i

ndiv

iduo

lib

erad

o a

espa

cios

hum

anos

in

men

sos

y de

scon

ocid

os s

in l

ímite

alg

uno”

. B

erm

an c

oncl

uye:

“A

sí p

ues,

iróni

cam

ente

, po

dem

os v

er c

ómo

la d

ialé

ctic

a de

la

mod

erni

dad

de M

arx

reco

nstru

ye e

l de

stin

o de

la

soci

edad

que

des

crib

e, g

ener

ando

ene

rgía

s e id

eas q

ue lu

ego

se e

sfum

an”.

9

6 Ber

man

, Op.

Cit.

, p. 2

4 7 B

erm

an, O

p.C

it., p

. 36

8 Ber

man

, Op.

Cit.

, p. 1

04

9 Ber

man

, Op.

Cit.

, p. 1

14

Page 3: Anderson P. Modernidad y Revolucion

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 5

de

16

NEC

ESID

AD

DE

UN

A P

ERIO

DIZ

AC

ION

El a

rgum

ento

de

Ber

man

, com

o ya

he

dich

o, e

s or

igin

al y

llam

ativ

o. E

stá

pres

enta

do c

on

gran

hab

ilida

d lit

erar

ia y

rig

or.

A u

na g

ener

osa

post

ura

polít

ica

une

un c

álid

o en

tusi

asm

o in

tele

ctua

l po

r su

tem

a: s

e po

dría

dec

ir qu

e ta

nto

la n

oció

n de

mod

erno

com

o la

de

revo

luci

onar

io s

alen

mor

alm

ente

red

imid

as d

e su

s pá

gina

s. D

e he

cho

el m

oder

nism

o es

par

a B

erm

an, p

or d

efin

ició

n, p

rofu

ndam

ente

rev

oluc

iona

rio. E

n la

cub

ierta

de

su li

bro

proc

lam

a:

“Con

traria

men

te a

la c

reen

cia

conv

enci

onal

, la

revo

luci

ón m

oder

nist

a no

ha

acab

ado”

.

El l

ibro

, es

crito

des

de l

a iz

quie

rda,

mer

ece

la m

ás a

mpl

ia d

iscu

sión

por

par

te d

e la

iz

quie

rda.

Est

a di

scus

ión

debe

ría i

nici

arse

por

el

anál

isis

de

los

térm

inos

cla

ve d

e B

erm

an,

“mod

erni

zaci

ón”

y “m

oder

nism

o”,

y lu

ego

por

el v

íncu

lo e

ntre

am

bos

med

iant

e la

noc

ión

biva

lent

e de

“de

sarr

ollo

”. S

i hac

emos

est

o, lo

prim

ero

que

llam

a la

ate

nció

n es

que

, si b

ien

Ber

man

ha

capt

ado

con

inig

uala

ble

fuer

za d

e im

agin

ació

n un

a di

men

sión

crít

ica

de la

vis

ión

de la

his

toria

de

Mar

x en

el M

anifi

esto

com

unis

ta, o

mite

o p

asa

por

alto

otra

dim

ensi

ón n

o m

enos

crít

ica

para

Mar

x y

com

plem

enta

ria d

e aq

uélla

. La

acum

ulac

ión

de c

apita

l – e

s pa

ra

Mar

x, j

unto

con

la

ince

sant

e ex

pans

ión

de l

a fo

rma

de m

erca

ncía

a t

ravé

s de

l m

erca

do, u

n di

solv

ente

uni

vers

al d

el v

iejo

mun

do s

ocia

l, y

pued

e se

r le

gítim

amen

te p

rese

ntad

a co

mo

un

proc

eso

en e

l que

se

da .u

na re

volu

ción

con

tinua

de

la p

rodu

cció

n, u

na in

cesa

nte

conm

oció

n de

toda

s la

s co

ndic

ione

s so

cial

es y

una

inqu

ietu

d y

un m

ovim

ient

o co

nsta

ntes

', en

pal

abra

s de

M

arx.

Obs

érve

nse

los

tres

adje

tivos

: co

ntin

uo,

ince

sant

e y

cons

tant

e. D

enot

an u

n tie

mpo

hi

stór

ico

hom

ogén

eo, e

n el

que

cad

a m

omen

to e

s pe

rpet

uam

ente

dife

rent

e de

los

dem

ás p

or e

l he

cho

de e

star

pró

xim

o, p

ero

–por

la

mis

ma

razó

n –

es e

tern

amen

te i

gual

cor

no u

nida

d in

terc

ambi

able

en

un p

roce

so q

ue s

e re

pite

has

ta e

l inf

inito

. Est

e hi

ncap

ié, e

xtra

pola

do d

e la

to

talid

ad d

e la

teo

ría m

arxi

sta

del

desa

rrol

lo c

apita

lista

, da

lug

ar r

ápid

a y

fáci

lmen

te a

l pa

radi

gma

de la

mod

erni

zaci

ón p

ropi

amen

te d

icho

, teo

ría p

or s

upue

sto

antim

arxi

sta

desd

e el

pu

nto

de v

ista

pol

ítico

. Sin

em

barg

o, p

ara

nues

tros

prop

ósito

s lo

impo

rtant

e es

que

la id

ea d

e m

oder

niza

ción

impl

ica

una

conc

epci

ón d

e de

sarr

ollo

fund

amen

talm

ente

rect

ilíne

o, u

n pr

oces

o de

fluj

o co

ntin

uo e

n el

que

no

hay

una

auté

ntic

a di

fere

ncia

ción

ent

re u

na c

oyun

tura

o é

poca

y

otra

, a n

o se

r en

térm

inos

de

una

mer

a su

cesi

ón c

rono

lógi

ca d

e lo

vie

jo y

lo n

uevo

, lo

ante

rior

y lo

pos

terio

r, ca

tego

rías s

ujet

as a

una

ince

sant

e pe

rmut

ació

n de

pos

icio

nes e

n un

a di

recc

ión,

a

med

ida

que

pasa

el t

iem

po y

lo p

oste

rior

se c

onvi

erte

en

lo a

nter

ior

y lo

nue

vo e

n lo

vie

jo.

Esta

es,

por

supu

esto

, un

a de

scrip

ción

cor

rect

a de

la

tem

pora

lidad

del

mer

cado

y d

e la

s m

erca

ncía

s que

circ

ulan

por

él.

Pero

la c

once

pció

n qu

e te

nla

Mar

x de

l tie

mpo

his

tóric

o de

l mod

o de

pro

ducc

ión

capi

talis

ta,

en su

con

junt

o er

a m

uy d

istin

ta d

e és

ta: s

e tra

taba

de

una

tem

pora

lidad

com

plej

a y

dife

renc

ial,

en la

que

los

epis

odio

s o

époc

as e

ran

disc

ontin

uos e

ntre

sí y

het

erog

éneo

s en

si. L

a fo

rma

más

ob

via

en la

que

est

a te

mpo

ralid

ad d

ifere

ncia

l ent

ra e

n la

con

stru

cció

n m

ism

a de

l mod

elo

de

capi

talis

mo

de M

arx

es, p

or su

pues

to, e

l niv

el d

el o

rden

cla

sist

a ge

nera

do p

or e

lla. E

n ge

nera

l, se

pue

de d

ecir

que

las

clas

es c

omo

tale

s ap

enas

figu

ran

en la

exp

licac

ión

de B

erm

an. L

a ún

ica

exce

pció

n si

gnifi

cativ

a es

un

exce

lent

e an

ális

is d

el g

rado

en

que

la b

urgu

esía

no

se h

a aj

usta

do

nunc

a al

abs

olut

ism

o lib

reca

mbi

sta

post

ulad

o po

r Mar

x en

el M

anifi

esto

, per

o es

to ti

ene

poca

s re

perc

usio

nes

en la

arq

uite

ctur

a de

su

libro

, en

el q

ue h

ay p

oco

espa

cio

entre

la e

cono

mía

, por

un

lado

, y la

psi

colo

gía

por

otro

, sal

vo p

ara

la c

ultu

ra d

el m

oder

nism

o qu

e un

e a

amba

s. En

ef

ecto

, se

echa

de

men

os a

la s

ocie

dad

com

o ta

l. Pe

ro s

i con

side

ram

os la

des

crip

ción

que

hac

e de

est

a so

cied

ad,

lo q

ue e

ncon

tram

os e

s al

go m

uy d

ifere

nte

de u

n pr

oces

o de

des

arro

llo

rect

ilíne

o. M

ás b

ien

la tr

ayec

toria

del

ord

en b

urgu

és e

s cu

rvilí

nea.

No

sigu

e un

a lín

ea r

ecta

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 6

de

16

que

avan

ce i

nces

ante

men

te,

ni u

n ci

rcul

o qu

e se

exp

anda

inf

inita

men

te,

sino

una

acu

sada

pa

rábo

la. L

a so

cied

ad b

urgu

esa

cono

ce u

n as

cens

o, u

na e

stab

iliza

ción

y u

n de

scen

so. E

n lo

s pa

saje

s de

los

Gru

ndri

sse

que

cont

iene

n la

s af

irmac

ione

s m

ás lí

ricas

e in

cond

icio

nale

s ac

erca

de

la u

nida

d de

l des

arro

llo e

conó

mic

o y

el d

esar

rollo

indi

vidu

al q

ue s

irve

de e

je a

l arg

umen

to

de B

erm

an, c

uand

o M

arx

defin

e la

“flo

raci

ón”

de la

bas

e de

l mod

o de

pro

ducc

ión

capi

talis

ta

com

o “e

l pun

to e

n el

cua

l es

com

patib

le c

on e

l más

alto

des

arro

llo d

e la

s fu

erza

s pr

oduc

tivas

, y

por

tant

o, t

ambi

én c

on e

l m

ás a

lto d

esar

rollo

de

los

indi

vidu

os”,

afir

ma

tam

bién

ex

pres

amen

te: “

Pero

sie

mpr

e es

, no

obst

ante

, est

a ba

se, e

sta

plan

ta c

omo

flora

ción

; de

ahí e

l m

arch

itam

ient

o tra

s la

flo

raci

ón y

com

o co

nsec

uenc

ia d

e la

flo

raci

ón”.

“U

na v

ez a

lcan

zado

es

te p

unto

”, p

rosi

gue

Mar

x, “

el d

esar

rollo

pos

terio

r se

pres

enta

com

o de

cade

ncia

”.10

En

otra

s pa

labr

as, l

a hi

stor

ia d

el c

apita

lism

o de

be s

er p

erio

diza

da y

su

tray

ecto

ria

reco

nstru

ida

si s

e qu

iere

ten

er u

na i

dea

exac

ta d

e lo

que

sig

nific

a re

alm

ente

el

“des

arro

llo”

capi

talis

ta.

El

conc

epto

de

mod

erni

zaci

ón im

pide

que

exi

sta

siqu

iera

tal p

osib

ilida

d.

MU

LTIP

LIC

IDA

D D

E M

OD

ERN

ISM

OS

Vol

vam

os a

l tér

min

o co

mpl

emen

tarlo

de

Ber

man

, “m

oder

nism

o”. A

unqu

e es

pos

terio

r a la

m

oder

niza

ción

, en

el s

entid

o de

que

mar

ca la

lleg

ada

de u

n vo

cabu

lario

coh

eren

te p

ara

una

expe

rienc

ia d

e m

oder

nida

d an

terio

r a é

l, un

a ve

z in

stal

ado

el m

oder

nism

o no

con

oce

tam

poco

ni

ngún

pr

inci

pio

inte

rno

de

varia

ción

. Si

mpl

emen

te

sigu

e re

prod

ucié

ndos

e.

Es

muy

si

gnifi

cativ

o qu

e B

erm

an t

enga

que

afir

mar

que

el

arte

del

mod

erni

smo

ha f

lore

cido

, es

flore

cien

do c

omo

nunc

a en

el

sigl

o X

X,

al t

iem

po q

ue p

rote

sta

de l

as t

ende

ncia

s de

l pe

nsam

ient

o qu

e no

s im

pide

n in

corp

orar

deb

idam

ente

est

e ar

te a

nue

stra

vid

a. E

sta

post

ura

pres

enta

una

ser

ie d

e di

ficul

tade

s ob

vias

. La

prim

era

es q

ue e

l mod

erni

smo,

com

o co

njun

to

espe

cífic

o de

form

as e

stét

icas

, es

por l

o ge

nera

l fec

hado

pre

cisa

men

te a

par

tir d

el s

iglo

XX

: de

hec

ho e

s ha

bitu

alm

ente

con

cebi

do p

or c

ontra

ste

con

las

form

as r

ealis

tas

y cl

ásic

as d

e lo

s si

glos

XIX

, XV

III

y an

terio

res.

Prác

ticam

ente

todo

s lo

s te

xtos

lite

rario

s ta

n bi

en a

naliz

ados

po

r B

erm

an –

ya s

ea d

e G

oeth

e, B

aude

laire

, Pu

shki

n o

Dos

toie

vski

– s

on a

nter

iore

s al

m

oder

nism

o pr

opia

men

te d

icho

, en

el s

entid

o us

ual d

e la

pal

abra

: las

úni

cas

exce

pcio

nes

son

las

ficci

ones

de

Bel

y y

Man

dels

tam

, que

son

pre

cisa

men

te p

rodu

ctos

del

sig

lo X

X. E

n ot

ras

pala

bras

, por

crit

erio

s m

ás c

onve

ncio

nale

s el

mod

erni

smo

tam

bién

nec

esita

ser

col

ocad

o en

el

mar

co d

e un

a co

ncep

ción

más

dife

renc

ial d

el ti

empo

his

tóric

o. U

n se

gund

o pu

nto,

rela

cion

ado

con

el a

nter

ior,

es q

ue u

na v

ez c

onsi

dera

do e

n es

ta p

ersp

ectiv

a es

aso

mbr

oso

com

prob

ar lo

de

sigu

al q

ue e

s su

dis

tribu

ción

geo

gráf

ica.

Aun

den

tro d

el m

undo

eur

opeo

o d

el m

undo

oc

cide

ntal

en

ge

nera

l ha

y im

porta

ntes

re

gion

es

que

apen

as

han

gene

rado

im

puls

os

mod

erni

stas

. Mi p

ropi

o pa

ís, I

ngla

terr

a, p

ione

ra d

e la

indu

stria

lizac

ión

capi

talis

ta y

due

ña d

el

mer

cado

mun

dial

dur

ante

un

sigl

o, e

s un

cas

o si

gnifi

cativ

o: c

abez

a de

pla

ya p

ara

Elio

t o

Poun

d, o

rilla

opu

esta

par

a Jo

yce,

no

prod

ujo

prác

ticam

ente

nin

gún

mov

imie

nto

nativ

o de

tipo

m

oder

nist

a en

las

prim

eras

déc

adas

de

este

sig

lo, a

dife

renc

ia d

e A

lem

ania

o It

alia

, Fra

ncia

o

Rus

ia,

Hol

anda

o N

orte

amér

ica.

No

es c

asua

l qu

e se

a la

gra

n au

sent

e de

l pa

nora

ma

que

pres

enta

Ber

man

en

All t

hat i

s So

lid M

elts

into

Air

. Ese

esp

acio

del

mod

erni

smo

es ta

mbi

én,

pues

, dife

renc

ial.

10 K

arl M

arx,

Gru

ndris

se d

er K

ritik

der

pol

itisc

hen

Oko

nom

ie, F

rank

furt,

196

7. p

. 439

. (El

emen

tos

fund

amen

tale

s par

a la

crit

ica

de la

eco

nom

ía p

olíti

ca, M

adrid

, Sig

lo X

XI 1

976,

Vol

. 2, p

. 32.

)

Page 4: Anderson P. Modernidad y Revolucion

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 7

de

16

Una

ter

cera

obj

eció

n a

la l

ectu

ra q

ue h

ace

Ber

man

del

mod

erni

smo

es q

ue n

o es

tabl

ece

dist

inci

ones

ent

re te

nden

cias

est

étic

as m

uy c

ontra

stad

as o

den

tro d

el c

ampo

de

las

prác

ticas

es

tétic

as q

ue in

cluy

en a

las

prop

ias

arte

s. Pe

ro d

e he

cho

lo m

ás n

otab

le e

n el

am

plio

gru

po d

e m

ovim

ient

os h

abitu

alm

ente

reu

nido

s ba

jo l

a rú

bric

a co

mún

del

mod

erni

smo

es l

a va

rieda

d pr

otei

ca d

e la

s re

laci

ones

con

la m

oder

nida

d ca

pita

lista

. El s

imbo

lism

o, e

l exp

resi

onis

mo,

el

futu

rism

o, e

l con

stru

ctiv

ism

o, e

l sur

real

ism

o: h

ubo

quiz

á ci

nco

o se

is c

orrie

ntes

dec

isiv

as d

e “m

oder

nism

o” e

n la

s pr

imer

as d

écad

as d

el s

iglo

, de

las

cual

es p

ráct

icam

ente

todo

lo q

ue v

ino

desp

ués

fue

una

deriv

ació

n o

mut

ació

n. L

a na

tura

leza

ant

itétic

a de

las

doct

rinas

y p

ráct

icas

pe

culia

res

de é

stas

ser

ia p

or s

i mis

ma

sufic

ient

e, p

odría

pen

sars

e, p

ara

impe

dir l

a po

sibi

lidad

de

que

pud

iera

hab

er u

na S

timm

ung

cara

cter

ístic

a qu

e de

finie

ra la

act

itud

mod

erni

sta

clás

ica

haci

a la

mod

erni

dad.

Bue

na p

arte

del

arte

pro

duci

do d

entro

de

esta

gam

a de

pos

icio

nes

cont

enía

ya

las

cual

idad

es d

e es

as m

ism

as p

olar

idad

es c

ritic

adas

por

Ber

man

en

teor

izac

ione

s co

ntem

porá

neas

o p

oste

riore

s de

la c

ultu

ra m

oder

na e

n ge

nera

l. El

exp

resi

onis

mo

alem

án y

el

futu

rism

o ita

liano

, con

sus

tona

lidad

es r

espe

ctiv

amen

te c

ontra

stad

as, c

onst

ituye

n un

eje

mpl

o no

tabl

e.

Una

últi

ma

dific

ulta

d de

la a

rgum

enta

ción

de

Ber

man

es

que

es In

capa

z de

pro

porc

iona

r, a

parti

r de

sus

pro

pios

tér

min

os d

e re

fere

ncia

, una

exp

licac

ión

de l

a di

verg

enci

a qu

e de

plor

a en

tre e

l arte

y e

l pen

sam

ient

o, e

ntre

la p

ráct

ica

y la

teor

ía d

e la

mod

erni

dad

en e

l sig

lo X

X. D

e he

cho,

el t

iem

po s

e di

vide

en

su a

rgum

enta

ción

de

form

a si

gnifi

cativ

a: s

e ha

pro

duci

do u

na

espe

cie

de d

ecliv

e in

tele

ctua

l qu

e su

lib

ro t

rata

de

inve

rtir

med

iant

e un

ret

orno

al

espí

ritu

clás

ico

del m

oder

nism

o en

su

conj

unto

que

insp

ire, p

or ig

ual,

al a

rte y

al p

ensa

mie

nto.

Per

o es

te d

ecliv

e si

gue

sien

do i

nint

elig

ible

den

tro d

e su

esq

uem

a, t

oda

vez

que

la p

ropi

a m

oder

niza

ción

es

conc

ebid

a co

mo

un p

roce

so l

inea

l de

pro

long

ació

n y

expa

nsió

n qu

e ne

cesa

riam

ente

llev

a co

nsig

o un

a co

nsta

nte

reno

vaci

ón d

e la

s fue

ntes

de

arte

mod

erni

sta.

LA C

OY

UN

TUR

A S

OC

IOPO

LITI

CA

Una

for

ma

alte

rnat

iva

de c

ompr

ende

r lo

s or

ígen

es y

ave

ntur

as d

el m

oder

nism

o es

co

nsid

erar

más

det

enid

amen

te la

tem

pora

lidad

his

tóric

a di

fere

ncia

l en

la q

ue s

e in

scrib

e. H

ay

una

fam

osa

form

a de

hac

erlo

den

tro d

e la

trad

ició

n m

arxi

sta.

Es l

a es

cogi

da p

or L

ukác

s, qu

ien

enco

ntró

una

rel

ació

n di

rect

a en

tre e

l cam

bio

de p

ostu

ra p

olíti

ca d

el c

apita

l eur

opeo

tras

las

revo

luci

ones

de

1848

y e

l des

tino

de la

s fo

rmas

cul

tura

les

prod

ucid

as p

or la

bur

gues

ía c

omo

clas

e so

cial

o d

entro

del

ám

bito

de

ésta

. A p

artir

de

med

iado

s de

l sig

lo X

IX p

ara

Luká

cs la

bu

rgue

sía

se v

uelv

e ab

ierta

men

te re

acci

onar

ia, a

band

onan

do s

u en

fren

tam

ient

o co

n la

nob

leza

pa

ra e

ntab

lar

una

luch

a a

mue

rte c

ontra

el

prol

etar

iado

. C

on e

llo e

ntra

en

una

fase

de

deca

denc

ia id

eoló

gica

, cuy

a ex

pres

ión

esté

tica

inic

ial e

s pr

edom

inan

tem

ente

nat

ural

ista

, per

o te

rmin

a de

sem

boca

ndo

en e

l m

oder

nism

o de

com

ienz

os d

el s

iglo

XX

. Es

te e

sque

ma

es

gene

ralm

ente

crit

icad

o po

r la

izqu

ierd

a ho

y en

día

. De

hech

o, la

obr

a de

Luk

ács

dio

luga

r a

men

udo

a an

ális

is p

arci

ales

bas

tant

e ag

udos

en

el c

ampo

de

la fi

loso

fía p

ropi

amen

te d

icha

: El

asal

to a

la r

azón

est

á le

jos

de s

er u

na o

bra

desp

reci

able

, por

des

figur

ada

que

qued

e tra

s su

ad

verte

ncia

fin

al. P

or e

l con

trario

, en

el c

ampo

de

la li

tera

tura

–la

otra

áre

a ge

nera

l a q

ue lo

ap

licó

Luká

cs–

el e

sque

ma

resu

ltó r

elat

ivam

ente

est

éril.

Es

curio

so q

ue n

o ha

ya n

ingu

na

expl

orac

ión

luká

csia

na

de

ning

una

obra

de

ar

te

mod

erni

sta

com

para

ble

en

deta

lle

o pr

ofun

dida

d a

su t

rata

mie

nto

de l

a es

truct

ura

de l

as i

deas

de

Sche

lling

o S

chop

enha

uer,

Kie

rkeg

aard

o N

ietz

sche

; en

cam

bio

Joyc

e o

Kaf

ka –

por

tom

ar a

dos

de

sus

bête

s no

ires

liter

aria

s– a

pena

s son

evo

cado

s y ja

más

son

estu

diad

os p

or d

erec

ho p

ropi

o.

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 8

de

16

El e

rror

bás

ico

de la

ópt

ica

de L

ukác

s aq

uí e

s su

evo

luci

onis

mo:

el t

iem

po d

ifier

e de

una

ép

oca

a ot

ra, p

ero

dent

ro d

e ca

da é

poca

todo

s lo

s se

ctor

es d

e la

real

idad

soc

ial s

e m

ueve

n de

fo

rma

sinc

róni

ca, d

e m

odo

que

el d

ecliv

e a

un n

ivel

deb

e re

fleja

rse

en u

n de

scen

so a

todo

s los

de

más

niv

eles

. El r

esul

tado

es u

na n

oció

n de

“de

cade

ncia

” ge

nera

lizad

a en

exc

eso,

noc

ión

por

supu

esto

eno

rmem

ente

inf

luen

ciad

a, p

odría

dec

irse

com

o at

enua

nte,

por

el

espe

ctác

ulo

del

hund

imie

nto

de l

a so

cied

ad a

lem

ana

y de

la

may

or p

arte

de

su c

ultu

ra o

ficia

l en

la

que

el

prop

io L

ukác

s se

habí

a fo

rmad

o, e

n el

naz

ism

o.

Pero

si

ni e

l pe

renn

ism

o de

, B

erm

an n

i el

evo

luci

onis

mo

de L

ukác

s pr

opor

cion

an u

na

desc

ripci

ón s

atis

fact

oria

del

mod

erni

smo,

¿cu

ál e

s la

alte

rnat

iva?

La

hipó

tesi

s qu

e es

boza

brev

emen

te a

quí e

s qu

e m

ás b

ien

debe

ríam

os b

usca

r una

exp

licac

ión

coyu

ntur

al d

el c

onju

nto

de

prác

ticas

y

doct

rinas

es

tétic

as

post

erio

rmen

te

agru

pada

s co

mo

“mod

erni

stas

”.

Esta

ex

plic

ació

n im

plic

aría

la in

ters

ecci

ón d

e di

fere

ntes

tem

pora

lidad

es h

istó

ricas

par

a co

mpo

ner

una

conf

igur

ació

n típ

icam

ente

sob

rede

term

inad

a. ¿

Cuá

les

fuer

on e

sas

tem

pora

lidad

es?

En m

i op

inió

n, e

l “m

oder

nism

o” h

a de

ser

ent

endi

do a

nte

todo

com

o un

cam

po c

ultu

ral d

e fu

erza

s tr

iang

ulad

o po

r tre

s co

orde

nada

s de

cisi

vas.

La p

rimer

a de

ést

as e

stá

quiz

ás i

nsin

uada

por

B

erm

an e

n un

pas

aje

de s

u lib

ro, p

ero

la s

itúa

dem

asia

do le

jos

en e

l tie

mpo

, por

lo q

ue n

o la

ca

pta

con

la s

ufic

ient

e pr

ecis

ión.

Se

trata

de

la c

odifi

caci

ón d

e un

aca

dem

icis

mo,

sum

amen

te

form

aliz

ado

en l

as a

rtes

visu

ales

y d

e ot

ro t

ipo,

a s

u ve

z in

stitu

cion

aliz

ado

dent

ro d

e lo

s re

gím

enes

ofic

iale

s de

uno

s es

tado

s y

una

soci

edad

tod

avía

mas

ivam

ente

inf

luid

os,

y a

men

udo

dom

inad

os, p

or u

nas

clas

es a

risto

crát

icas

o te

rrat

enie

ntes

: una

s cl

ases

que

en

cier

to

sent

ido

esta

ban

econ

ómic

amen

te “

supe

rada

s”, s

in d

uda,

per

o qu

e en

otro

seg

uían

mar

cand

o la

pa

uta

polít

ica

y cu

ltura

l en

todo

s lo

s pa

íses

de

la E

urop

a an

terio

r a la

prim

era

guer

ra m

undi

al.

Las

cone

xion

es e

ntre

est

os d

os f

enóm

enos

son

grá

ficam

ente

des

crita

s en

la

reci

ente

y

fund

amen

tal o

bra

de A

rno

May

er, T

he P

ersi

sten

ce o

f the

Old

Reg

ime,

11 c

uyo

tem

a ce

ntra

l es

la m

edid

a en

que

la s

ocie

dad

euro

pea

estu

vo d

omin

ada

hast

a 19

14 p

or u

nas c

lase

s dom

inan

tes

agra

rias

o ar

isto

crát

icas

(no

nec

esar

iam

ente

idé

ntic

as,

com

o de

ja b

ien

clar

o el

cas

o de

Fr

anci

a),

en u

nas

econ

omía

s en

las

que

la

indu

stria

pes

ada

mod

erna

con

stitu

ía t

odav

ía u

n se

ctor

sorp

rend

ente

men

te re

duci

do d

e la

man

o de

obr

a o

del m

odel

o de

pro

ducc

ión.

La s

egun

da c

oord

enad

a es

pue

s un

com

plem

ento

lógi

co d

e la

prim

era:

la a

paric

ión

toda

vía

inci

pien

te, y

por

tant

o es

enci

alm

ente

nov

edos

a de

ntro

de

esas

soc

ieda

des,

de la

s te

cnol

ogía

s o

inve

ncio

nes

clav

es d

e la

seg

unda

revo

luci

ón in

dust

rial:

el te

léfo

no, l

a ra

dio,

el a

utom

óvil.

La

avia

ción

, etc

. Las

indu

stria

s de

con

sum

o de

mas

as b

asad

as e

n la

s nu

evas

tecn

olog

ías

toda

vía

no s

e ha

bían

im

plan

tado

en

Euro

pa,

dond

e el

sec

tor

text

il, e

l de

la

alim

enta

ción

y e

l de

l m

uebl

e se

guía

n si

endo

con

muc

ho lo

s pr

inci

pale

s en

cua

nto

a em

pleo

y v

olum

en d

e ve

ntas

en

1914

.

La te

rcer

a co

orde

nada

de

la c

oyun

tura

mod

erni

sta,

dirí

a yo

, fue

la p

roxi

mid

ad im

agin

ativ

a de

la re

volu

ción

soc

ial.

El g

rado

de

espe

ranz

a o

apre

nsió

n su

scita

dos

por l

a pe

rspe

ctiv

a de

tal

revo

luci

ón fu

e m

uy v

aria

ble,

per

o en

la m

ayor

par

te d

e Eu

ropa

est

uvo

“en

el a

ire”

dura

nte

la

Belle

Epo

que.

La

razó

n, u

na v

ez m

ás, e

s ba

stan

te s

enci

lla: p

ersi

stía

n la

s fo

rmas

del

Anc

ien

Régi

me

diná

stic

o co

mo

las l

lam

a M

ayer

: mon

arqu

ías i

mpe

riale

s en

Rus

ia, A

lem

ania

y A

ustri

a,

un p

reca

rio o

rden

rea

l en

Italia

; inc

luso

en

Gra

n B

reta

ña, e

l Rei

no U

nido

se

vio

amen

azad

o co

n la

des

inte

grac

ión

regi

onal

y l

a gu

erra

civ

il en

los

año

s an

terio

res

a la

prim

era

guer

ra

mun

dial

. En

nin

gún

Esta

do e

urop

eo e

ra l

a de

moc

raci

a bu

rgue

sa u

na f

orm

a ac

abad

a o

el

11 A

rno

May

er. T

he P

ersi

stan

ce o

f the

Old

Reg

ime,

Nue

va Y

ork,

198

1, p

p.18

9–27

3

Page 5: Anderson P. Modernidad y Revolucion

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 9

de

16

mov

imie

nto

obre

ro u

na f

uerz

a in

tegr

ada

o co

opta

da. L

os p

osib

les

resu

ltado

s re

volu

cion

ario

s de

un

derr

umba

mie

nto

del v

iejo

ord

en e

ran

pues

toda

vía

prof

unda

men

te a

mbi

guos

. ¿Se

ría e

l nu

evo

orde

n m

ás p

ura

y ra

dica

lmen

te c

apita

lista

, o b

ien

sería

soci

alis

ta?

La re

volu

ción

rusa

de

1905

-190

7, q

ue c

entró

la a

tenc

ión

de to

da E

urop

a, fu

e em

blem

átic

a de

est

a am

bigü

edad

: una

re

vuel

ta, a

la v

ez e

inse

para

blem

ente

, bur

gues

a y

prol

etar

ia.

¿Cuá

l fue

la c

ontri

buci

ón d

e ca

da u

na d

e es

tas

coor

dena

das

a la

apa

rició

n de

l cam

po d

e fu

erza

s qu

e de

fine

el m

oder

nism

o? E

n po

cas

pala

bras

, cre

o qu

e la

sig

uien

te: l

a pe

rsis

tenc

ia d

e lo

sAn

cien

s Ré

gim

es,

y el

aca

dem

icis

mo

conc

omita

nte,

pro

porc

ionó

una

ser

ie c

rític

a de

va

lore

s cu

ltura

les

con

los

cual

es p

odía

n m

edirs

e la

s fo

rmas

de

arte

insu

rgen

tes,

pero

tam

bién

en

rmin

o de

lo

s cu

ales

po

dían

en

pa

rte

artic

ular

se.

Sin

el

com

ún

adve

rsar

io

del

acad

emic

ism

o of

icia

l, el

am

plio

aba

nico

de

las

nuev

as p

ráct

icas

est

étic

as ti

ene

esca

sa o

nul

a un

idad

: es

su

tens

ión

con

los

cáno

nes

esta

blec

idos

o c

onsa

grad

os f

rent

e a

ella

s lo

que

co

nstit

uye

su d

efin

ició

n co

mo

tale

s. A

l m

ism

o tie

mpo

, si

n em

barg

o, e

l vi

ejo

orde

n,

prec

isam

ente

por

su

cará

cter

toda

vía

parc

ialm

ente

aris

tocr

átic

o, p

erm

itía

una

serie

de

códi

gos

y re

curs

os c

on l

os c

uale

s se

pod

ía h

acer

fre

nte

a lo

s es

trago

s de

l m

erca

do c

omo

prin

cipi

o or

gani

zado

r de

la

cultu

ra y

la

soci

edad

, un

iform

emen

te d

etes

tado

por

tod

os l

os t

ipos

de

mod

erni

smo.

Los

eje

mpl

os c

lási

cos

de a

lta c

ultu

ra q

ue t

odav

ía p

erdu

raba

n –

aunq

ue

defo

rmad

os y

des

virtu

ados

– e

n el

aca

dem

icis

mo

de f

inal

es d

el s

iglo

XIX

, po

dían

ser

re

dim

idos

y u

tiliz

ados

con

tra é

l y ta

mbi

én c

ontra

el e

spíri

tu c

omer

cial

de

la é

poca

tal c

omo

lo

veía

n m

ucho

s de

est

os m

ovim

ient

os.

La r

elac

ión

de i

mag

inis

tas,

com

o Po

und

con

las

conv

enci

ones

edu

ardi

anas

y la

poe

sía

líric

a ro

man

a, o

la d

el E

liot d

e lo

s úl

timos

tiem

pos

con

Dan

te y

la m

etaf

ísic

a, e

s típ

ica

de u

na d

e la

s ca

ras

de e

sta

situ

ació

n; la

pro

xim

idad

irón

ica

de

Prou

st o

Mus

il a

las

aris

tocr

acia

s fr

ance

sa o

aus

tríac

a es

típi

ca d

e la

otra

. Al m

ism

o tie

mpo

, pa

ra u

n tip

o di

fere

nte

de s

ensi

bilid

ad “

mod

erni

sta”

, las

ene

rgía

s y

los

atra

ctiv

os d

e un

a nu

eva

era

de la

máq

uina

era

n un

pod

eros

o es

tímul

o a

la im

agin

ació

n, r

efle

jado

, de

form

a ba

stan

te

pate

nte,

en

el c

ubis

mo

paris

ino,

el f

utur

ism

o ita

liano

o e

l con

stru

ctiv

ism

o ru

so. L

a co

ndic

ión

de e

ste

inte

rés,

sin

emba

rgo,

era

la a

bstra

cció

n de

las

técn

icas

y a

rtefa

ctos

con

resp

ecto

a la

s re

laci

ones

soc

iale

s de

pro

ducc

ión

que

los

gene

raba

n. E

n ni

ngún

cas

o fu

e el

cap

italis

mo

com

o ta

l exa

ltado

por

cua

lqui

era

de la

s ra

mas

del

“m

oder

nism

o”. P

ero

esta

ext

rapo

laci

ón fu

e he

cha

posi

ble

prec

isam

ente

por

el c

arác

ter

inci

pien

te d

el m

odel

o so

cioe

conó

mic

o aú

n Im

prev

isib

le

que

más

tard

e se

con

solid

aría

en

torn

o a

aqué

llas.

No

se v

eía

muy

cla

ro a

dón

de c

ondu

ciría

n lo

s nu

evos

inge

nios

e in

vent

os. D

e aq

uí la

cel

ebra

ción

am

bide

xtra

–po

r así

dec

irlo

– de

tale

s in

vent

os d

esde

la d

erec

ha y

des

de la

izqu

ierd

a: M

arin

etti

o M

aiak

ovsk

i. Fi

nalm

ente

, la

brum

a qu

e se

cer

nía

sobr

e el

hor

izon

te d

e es

ta é

poca

dio

muc

ha d

e su

luz

apoc

alíp

tica

a aq

uella

s co

rrie

ntes

del

mod

erni

smo

más

dec

idid

a y

viol

enta

men

te r

adic

ales

en

su r

echa

zo d

el o

rden

so

cial

, la

más

sign

ifica

tiva

de la

s cua

les f

ue si

n du

da e

l exp

resi

onis

mo

alem

án. E

l mod

erni

smo

euro

peo

de lo

s pr

imer

os a

ños

de e

ste

sigl

o flo

reci

ó pu

es e

n el

esp

acio

com

pren

dido

ent

re u

n pa

sado

clá

sico

toda

vía

usab

le, u

n pr

esen

te té

cnic

o to

daví

a in

dete

rmin

ado

y un

futu

ro p

olíti

co

toda

vía

impr

evis

ible

. 0,

dic

ho d

e ot

ra m

aner

a, s

urgi

ó en

la

Inte

rsec

ción

ent

re u

n or

den

dom

inan

te s

emia

risto

crát

ico,

una

eco

nom

ía c

apita

lista

sem

i-ind

ustri

aliz

ada

y un

mov

imie

nto

obre

ro se

mie

mer

gent

e o

sem

iinsu

rgen

te.

La l

lega

da d

e la

prim

era

guer

ra m

undi

al a

lteró

tod

as e

stas

coo

rden

adas

per

o no

elim

inó

ning

una

de e

llas.

Dur

ante

otro

s ve

inte

año

s vi

vier

on u

na e

spec

ie d

e po

ster

idad

enf

erm

iza.

D

esde

un

punt

o de

vis

ta p

olíti

co,

los

esta

dos

diná

stic

os d

e Eu

ropa

orie

ntal

y c

entra

l de

sapa

reci

eron

. Pe

ro l

a cl

ase

de l

os J

unke

r co

nser

vó u

n gr

an p

oder

en

la A

lem

ania

de

la

posg

uerr

a; e

l Par

tido

Rad

ical

, de

base

agr

aria

, con

tinuó

dom

inan

do la

III R

epúb

lica

en F

ranc

ia

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 1

0 de

16

sin

gran

des r

uptu

ras;

en

Gra

n B

reta

ña, e

l más

aris

tocr

átic

o de

los d

os p

artid

os tr

adic

iona

les,

el

cons

erva

dor,

barr

ió p

ráct

icam

ente

a s

us ri

vale

s m

ás b

urgu

eses

, los

libe

rale

s, y

pasó

a d

omin

ar

todo

el p

erío

do d

e en

tregu

erra

s. D

esde

un

punt

o de

vis

ta s

ocia

l, ha

sta

el fi

nal d

e lo

s añ

os '3

0 pe

rsis

tió u

n m

odo

de v

ida

típic

o de

la c

lase

alta

, cuy

o se

llo d

istin

tivo

–que

lo d

ifere

ncia

por

co

mpl

eto

de la

exi

sten

cia

de lo

s ric

os tr

as la

seg

unda

gue

rra

mun

dial

– e

ra e

l nor

mal

em

pleo

de

sirv

ient

es.

Fue

la ú

ltim

a cl

ase

verd

ader

amen

te o

cios

a de

la h

isto

ria m

etro

polit

ana.

Ing

late

rra,

don

de

esta

con

tinui

dad

fue

más

fuer

te, i

ba a

pro

duci

r la

más

impo

rtant

e fic

ción

sob

re e

ste

mun

do e

n D

ance

to th

e M

usic

of T

ime,

de

Ant

hony

Pow

ell,

rem

emor

ació

n no

mod

erni

sta

de la

épo

ca

post

erio

r. D

esde

el p

unto

de

vist

a ec

onóm

ico,

las

indu

stria

s de

pro

ducc

ión

en s

erie

bas

adas

en

los

nuev

os i

nven

tos

tecn

ológ

icos

de

com

ienz

os d

el s

iglo

XX

sol

o co

nsig

uier

on u

n ci

erto

ar

raig

o en

dos

paí

ses:

Ale

man

ia e

n el

per

íodo

de

Wei

mar

e In

glat

erra

a fi

nale

s de

la d

écad

a de

19

30. P

ero

en n

ingú

n ca

so h

ubo

una

impl

anta

ción

gen

eral

o m

uy a

mpl

ia d

e lo

que

Gra

msc

i lla

mar

ía e

l “fo

rdis

mo”

, a e

jem

plo

de lo

que

por

aqu

el e

nton

ces

hací

a do

s dé

cada

s qu

e ex

istía

en

los E

stad

os U

nido

s. Eu

ropa

est

aba

toda

vía

una

gene

raci

ón p

or d

etrá

s de

Nor

team

éric

a en

la

estru

ctur

a de

su

indu

stria

civ

il y

de s

u m

odel

o de

con

sum

o en

vís

pera

s de

la s

egun

da g

uerr

a m

undi

al. P

or ú

ltim

o, la

per

spec

tiva

de u

na re

volu

ción

era

aho

ra m

ás c

erca

na y

tang

ible

de

lo

que

habí

a si

do n

unca

, per

spec

tiva

que

se h

abía

mat

eria

lizad

o de

form

a tri

unfa

l en

Rus

ia, h

abía

ro

zado

con

sus a

las a

Hun

gría

, Ita

lia y

Ale

man

ia ju

sto

desp

ués d

e la

prim

era

guer

ra m

undi

al, y

as

umirí

a un

a nu

eva

y dr

amát

ica

urge

ncia

en

Espa

ña a

l fin

al d

e es

te p

erío

do.

Fue

en e

ste

espa

cio,

pro

long

ando

a s

u m

odo

una

base

ant

erio

r, do

nde

las

form

as d

e ar

te g

enér

icam

ente

“m

oder

nist

as”

cont

inua

ron

mos

trand

o un

a gr

an v

italid

ad. A

dem

ás d

e la

s ob

ras

mae

stra

s de

la

liter

atur

a pu

blic

adas

en

esto

s añ

os p

ero

esen

cial

men

te c

once

bida

s en

año

s an

terio

res,

el te

atro

br

echt

iano

fue

un

prod

ucto

mem

orab

le d

e la

coy

untu

ra d

e en

tregu

erra

s en

Ale

man

ia.

Otro

pr

oduc

to f

ue la

prim

era

apar

ició

n re

al d

el m

oder

nism

o ar

quite

ctón

ico

com

o m

ovim

ient

o co

n el

Bauh

aus.

Un

terc

ero

fue

la a

paric

ión

de l

o qu

e se

ria d

e he

cho

la ú

ltim

a de

las

gra

ndes

do

ctrin

as d

e la

van

guar

dia

euro

pea,

el s

urre

alis

mo,

en

Fran

cia.

FIN

DE

TEM

POR

AD

A E

N O

CC

IDEN

TE

Fue

la s

egun

da g

uerr

a m

undi

al –

y no

la p

rimer

a– la

que

des

truyó

est

as tr

es c

oord

enad

as

hist

óric

as q

ue h

e an

aliz

ado,

y c

on e

lla c

oncl

uyó

la v

italid

ad d

el m

oder

nism

o. A

par

tir d

e 19

45

el a

ntig

uo o

rden

sem

iaris

tocr

átic

o o

agra

rio, c

on to

do lo

que

le ro

deab

a, ll

egó

a su

térm

ino

en

todo

s lo

s pa

íses

. Al f

in s

e un

iver

saliz

ó la

dem

ocra

cia

burg

uesa

. Con

ella

se

rom

pier

on c

ierto

s la

zos

críti

cos

con

un p

asad

o pr

ecap

italis

ta. A

l mis

mo

tiem

po, e

l “fo

rdis

mo”

hiz

o su

irru

pció

n.

La p

rodu

cció

n y

el c

onsu

mo

de m

asas

tran

sfor

mar

on la

s ec

onom

ías

de E

urop

a oc

cide

ntal

a

sem

ejan

za d

e la

am

eric

ana.

Ya

no p

odía

hab

er la

men

or d

uda

acer

ca d

el ti

po d

e so

cied

ad q

ue

cons

olid

arla

es

ta

tecn

olog

ía:

ahor

a se

ha

bía

inst

alad

o un

a ci

viliz

ació

n ca

pita

lista

op

resi

vam

ente

est

able

y m

onol

ítica

men

te i

ndus

trial

. En

un

mag

nífic

o pa

saje

de

su l

ibro

M

arxi

sm a

nd F

orm

, Fre

dric

Jam

eson

ha

capt

ado

adm

irabl

emen

te lo

que

est

o si

gnifi

có p

ara

las

tradi

cion

es d

e va

ngua

rdia

que

en

otro

s tie

mpo

s hab

ían

apre

ciad

o la

s nov

edad

es d

e lo

s año

s ‘20

y

‘30

por

su p

oten

cial

oní

rico

y de

sest

abili

zado

r: “L

a im

agen

sur

real

ista

”, o

bser

va, “

fue

un

esfu

erzo

co

nvul

sivo

po

r ro

mpe

r co

n la

s fo

rmas

de

m

erca

ncía

de

l un

iver

so

obje

tivo

golp

eánd

olas

una

s co

ntra

otra

s co

n fu

erza

”.12

Per

o la

con

dici

ón d

e su

éxi

to f

ue q

ue .

esto

s

12 F

redr

ic Ja

mes

on, M

arxi

sm a

nd F

orm

, Prin

ceto

n. 1

971,

p. 9

6

Page 6: Anderson P. Modernidad y Revolucion

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 1

1 de

16

obje

tos

–esc

enar

ios

de u

na o

portu

nida

d ob

jetiv

a o

de u

na r

evel

ació

n pr

eter

natu

ral–

son

in

med

iata

men

te

iden

tific

able

s co

mo

prod

ucto

s de

un

a ec

onom

ía

aún

no

plen

amen

te

indu

stria

lizad

a y

sist

emat

izad

a. E

s de

cir,

que

los

oríg

enes

hum

anos

de

los

prod

ucto

s de

est

e pe

ríodo

–su

rel

ació

n co

n el

tra

bajo

del

que

pro

cedí

an–

no h

abía

n si

do t

odav

ía p

lena

men

te

ocul

tado

s; e

n su

pro

ducc

ión

aún

mos

traba

n la

s hu

ella

s de

una

org

aniz

ació

n ar

tesa

nal

del

traba

jo,

mie

ntra

s qu

e su

dis

tribu

ción

est

aba

toda

vía

aseg

urad

a po

r un

a re

d de

peq

ueño

s te

nder

os...

Lo

que

prep

ara

a es

tos

prod

ucto

s pa

ra r

ecib

ir la

car

ga d

e en

ergí

a ps

íqui

ca

cara

cter

ístic

a de

su u

so p

or e

l sur

real

ism

o es

pre

cisa

men

te la

mar

ca se

mie

sboz

ada,

no

borr

ada,

de

l tra

bajo

hum

ano;

son

aún

un

gest

o co

ngel

ado,

tod

avía

no

desp

ojad

o po

r co

mpl

eto

de l

a su

bjet

ivid

ad,

y so

n po

r co

nsig

uien

te t

an m

iste

rioso

s y

expr

esiv

os p

oten

cial

men

te c

omo

el

prop

io c

uerp

o hu

man

o”.13

Jam

eson

pro

sigu

e: “

No

tene

mos

más

que

cam

biar

est

e am

bien

te d

e pe

queñ

os t

alle

res

y m

ostra

dore

s de

tie

ndas

de

mer

cado

s y

pues

tos

calle

jero

s po

r la

s ga

solin

eras

de

las a

utop

ista

s, la

s bril

lant

es fo

togr

afía

s de

las r

evis

tas o

el p

araí

so d

e ce

lofá

n de

un

drug

stor

e am

eric

ano,

pa

ra

darn

os

cuen

ta

de q

ue l

os o

bjet

os d

el s

urre

alis

mo

han

desa

pare

cido

sin

dej

ar h

uella

. Aho

ra, e

n lo

que

pod

emos

llam

ar e

l cap

italis

mo

posi

ndus

trial

, lo

s pr

oduc

tos

que

se n

os s

umin

istra

n ca

rece

n de

toda

pro

fund

idad

: su

cont

enid

o de

plá

stic

o es

to

talm

ente

inca

paz

de s

ervi

r de

con

duct

or d

e la

ene

rgía

psí

quic

a. T

oda

inve

rsió

n lib

idin

al e

n ta

les

obje

tos

está

exc

luid

a de

sde

el p

rinci

pio,

y p

odem

os m

uy b

ien

preg

unta

rnos

, si e

s ci

erto

qu

e nu

estro

uni

vers

o ob

jetiv

o es

des

de a

hora

inc

apaz

de

prod

ucir

cual

quie

r 'sí

mbo

lo

susc

eptib

le

de

exci

tar

la

sens

ibili

dad

hum

ana”

, si

no

es

tam

os

en

pres

enci

a de

un

a tra

nsfo

rmac

ión

cultu

ral

de p

ropo

rcio

nes

giga

ntes

cas,

de u

na r

uptu

ra h

istó

rica

de u

n tip

o in

sosp

echa

dam

ente

radi

cal”

.14

Fina

lmen

te, l

a im

agen

o l

a es

pera

nza

de u

na r

evol

ució

n se

des

vane

ció

en O

ccid

ente

. El

com

ienz

o de

la g

uerr

a fr

ía y

la so

viet

izac

ión

de E

urop

a or

ient

al a

nula

ron

cual

quie

r per

spec

tiva

real

ista

de

un d

erro

cam

ient

o so

cial

ista

del

cap

italis

mo

avan

zado

dur

ante

tod

o un

per

íodo

hi

stór

ico.

La

ambi

güed

ad d

e la

aris

tocr

acia

, el

absu

rdo

del

acad

emic

ism

o, l

a al

egría

de

los

prim

eros

coc

hes

o pe

lícul

as, l

a ta

ngib

ilida

d de

una

alte

rnat

iva

soci

alis

ta h

abla

n de

sapa

reci

do.

En s

u lu

gar r

eina

ba a

hora

una

eco

nom

ía ru

tinar

ia y

bur

ocra

tizad

a de

pro

ducc

ión

univ

ersa

l de

mer

canc

ías,

en l

a qu

e co

nsum

o y

cultu

ra d

e m

asas

se

habí

an c

onve

rtido

en

térm

inos

pr

áctic

amen

te in

terc

ambi

able

s. La

s va

ngua

rdia

s de

pos

guer

ra s

ería

n es

enci

alm

ente

def

inid

as

por

este

tel

ón d

e fo

ndo

tota

lmen

te n

uevo

. N

o es

nec

esar

io j

uzga

rlas

por

un t

ribun

al

luck

acsi

ano

para

adv

ertir

lo

evid

ente

: po

ca d

e la

lite

ratu

ra,

la p

intu

ra,

la m

úsic

a o

la

arqu

itect

ura

de e

ste

perio

do p

uede

res

istir

una

com

para

ción

con

las

de

la é

poca

ant

erio

r. R

efle

xion

ando

sob

re l

o qu

e él

lla

ma

“la

extra

ordi

naria

con

cent

raci

ón d

e ob

ras

mae

stra

s en

to

rno

a la

prim

era

guer

ra m

undi

al”,

Fra

nco

Mor

etti

en s

u re

cien

te l

ibro

Sig

ns T

aken

for

W

onde

rs, e

scrib

e: “

Extra

ordi

naria

s po

r su

cant

idad

, com

o m

uest

ra la

list

a m

ás s

omer

a Jo

yce

y V

alér

y, R

ilke

y K

afka

, Sve

vo y

Pro

ust.

Hof

man

nsth

al y

Mus

il, A

polli

naire

, Mai

akov

ski),

per

o to

daví

a m

ás p

or s

u ab

unda

ncia

(co

mo

está

aho

ra c

laro

, tra

s m

ás d

e m

edio

sig

lo),

esta

s ob

ras

cons

tituy

eron

la

últim

a te

mpo

rada

lite

raria

de

la c

ultu

ra o

ccid

enta

l. En

uno

s po

cos

años

la

liter

atur

a eu

rope

a di

o to

do l

o qu

e pu

do, y

par

ecía

est

ar a

pun

to d

e ab

rir n

uevo

s e

infin

itos

horiz

onte

s: e

n lu

gar d

e es

to, m

urió

. Uno

s cu

anto

s ice

berg

s ais

lado

s y m

ucho

s im

itado

res,

pero

na

da c

ompa

rabl

e al

pas

ado”

15.

Sería

un

tant

o ex

ager

ado,

per

o –d

esgr

acia

dam

ente

– no

ex

cesi

vo,

gene

raliz

ar e

ste

juic

io a

las

otra

s ar

tes.

Hub

o po

r su

pues

to e

scrit

ores

o p

into

res,

13 B

erm

an, O

p.C

it., p

p. 1

03–1

04

14 B

erm

an, O

p.C

it., p

. 105

15

Fra

nco

Mor

etti,

Sig

ns T

aken

for W

onde

rs. L

ondr

es19

83, p

. 209

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 1

2 de

16

arqu

itect

os o

mús

icos

, qu

e re

aliz

aron

una

obr

a si

gnifi

cativ

a de

spué

s de

la

segu

nda

guer

ra

mun

dial

. Per

o no

sól

o, n

unca

(o

rara

vez

) se

alc

anza

ron

las

cim

as d

e la

s do

s o

tres

prim

eras

cada

s de

l sig

lo, s

ino

que

tam

poco

sur

gier

on n

uevo

s m

ovim

ient

os e

stét

icos

de

impo

rtanc

ia

cole

ctiv

a, a

plic

able

s a

más

de

una

form

a de

arte

, des

pués

del

sur

real

ism

o. S

ólo

en la

pin

tura

y

en l

a es

cultu

ra s

e su

cedi

eron

una

s a

otra

s ca

da v

ez c

on m

ayor

rap

idez

las

esc

uela

s es

peci

aliz

adas

y la

s co

nsig

nas:

per

o tra

s el

mom

ento

del

exp

resi

onis

mo

abst

ract

o –l

a úl

tima

vang

uard

ia g

enui

na d

e O

ccid

ente

– fu

eron

en

buen

a m

edid

a el

pro

duct

o de

un

sist

ema

de

gale

rías

que

prec

isab

an l

a ap

aric

ión

regu

lar

de n

uevo

s es

tilos

com

o m

ater

iale

s pa

ra u

na

exhi

bici

ón c

omer

cial

de

tem

pora

da,

al e

stilo

de

la a

lta c

ostu

ra:

un m

odel

o ec

onóm

ico

que

corr

espo

ndía

al c

arác

ter n

o re

prod

ucib

le d

e la

s obr

as “

orig

inal

es”

en e

stos

cam

pos c

oncr

etos

.

Sin

emba

rgo

fue

ento

nces

, cua

ndo

todo

lo q

ue h

abía

cre

ado

el a

rte c

lási

co d

e co

mie

nzos

del

si

glo

XX

hab

ía m

uerto

, cua

ndo

naci

eron

la id

eolo

gía

y el

cul

to d

el m

oder

nism

o. E

l mis

mo

conc

epto

no

es m

uy a

nter

ior a

la d

écad

a de

195

0 co

mo

mon

eda

corr

ient

e. L

o qu

e de

nota

ba e

ra

el f

in g

ener

aliz

ado

de l

a te

nsió

n en

tre l

as i

nstit

ucio

nes

y m

ecan

ism

os d

el c

apita

lism

o av

anza

do, p

or u

na p

arte

, y la

s pr

áctic

as y

pro

gram

as d

el a

rte a

vanz

ado

por o

tra, e

n la

med

ida

en q

ue l

os p

rimer

os s

e ha

bían

ane

xion

ado

a lo

s se

gund

os c

omo

deco

raci

ón o

div

ersi

ón

ocas

iona

les,

o co

mo

poin

t d’h

onne

ur fi

lant

rópi

co. L

as p

ocas

exc

epci

ones

del

per

iodo

sug

iere

n la

fuer

za d

e la

regl

a. E

l cin

e de

Jea

n-Lu

c G

odar

d, e

n la

déc

ada

de 1

960,

es

quiz

á el

cas

o m

ás

dest

acad

o. A

med

ida

que

la I

V R

epúb

lica

se c

onve

rtía

tard

íam

ente

en

la V

Rep

úblic

a y

que

una

Fran

cia

rura

l y

prov

inci

ana

se

trans

form

aba

repe

ntin

amen

te

por

obra

de

un

a in

dust

rializ

ació

n ga

ullis

ta q

ue s

e ap

ropi

aba

de l

as ú

ltim

as t

ecno

logí

as i

nter

naci

onal

es,

se

ence

ndía

de

nuev

o un

a es

peci

e de

bre

ve l

lam

arad

a de

la

coyu

ntur

a an

terio

r qu

e ha

bía

prod

ucid

o el

inn

ovad

or a

rte c

lási

co d

el s

iglo

. El

cine

de

God

ard

se c

arac

teriz

ó po

r la

s tre

s co

orde

nada

s an

tes

desc

ritas

. Rep

leto

de

cita

s y

alus

ione

s a

un ri

co p

asad

o cu

ltura

l, al

est

ilo d

e El

iot:

cele

bran

te e

quív

oco

del a

utom

óvil

y el

aer

opue

rto, l

a cá

mar

a y

la c

arab

ina,

al e

stilo

de

Lége

r, ex

pect

ante

ant

e te

mpe

stad

es r

evol

ucio

naria

s pr

oced

ente

s de

l Est

e, a

l est

ilo d

e N

izan

. La

rev

uelta

de

may

o-ju

nio

de 1

968

en F

ranc

ia f

ue e

l té

rmin

o hi

stór

ico

que

conv

alid

ó es

ta

form

a de

arte

. Rég

is D

ebra

y de

scrib

iría

sarc

ástic

amen

te la

exp

erie

ncia

de

este

año

, des

pués

de

los

suce

sos,

com

o un

via

je a

Chi

na q

ue –

al ig

ual q

ue e

l de

Col

ón–

sólo

des

cubr

ió A

mér

ica,

y

más

con

cret

amen

te C

alifo

rnia

.16 E

s de

cir,

una

turb

ulen

cia

soci

al y

cul

tura

l que

cre

yó s

er u

na

vers

ión

fran

cesa

de

la R

evol

ució

n C

ultu

ral c

uand

o de

hec

ho n

o si

gnifi

có m

ás q

ue la

lleg

ada

de

un c

onsu

mis

mo

perm

isiv

o es

pera

do d

esde

hac

ía ti

empo

en

Fran

cia.

Per

o er

a pr

ecis

amen

te e

sta

ambi

güed

ad –

una

aper

tura

de

horiz

onte

s do

nde

las

figur

as d

el fu

turo

pod

ían

alte

rnat

ivam

ente

as

umir

las

form

as c

ambi

ante

s de

un

nuev

o tip

o de

cap

italis

mo

o de

una

eru

pció

n de

so

cial

ism

o– la

que

con

stitu

ía e

n gr

an m

edid

a la

sen

sibi

lidad

orig

inal

de

lo q

ue s

e ha

bía

dado

en

llam

ar m

oder

nism

o. N

o es

de

extra

ñar q

ue n

o so

brev

ivie

ra a

la c

onso

lidac

ión

post

erio

r de

Pom

pido

u ni

en

el c

ine

de G

odar

d ni

en

ning

una

otra

par

te. L

o qu

e ca

ract

eriz

a a

la s

ituac

ión

típic

a de

l arti

sta

cont

empo

ráne

o en

Occ

iden

te e

s, po

r el c

ontra

rio, e

l cie

rre

de lo

s ho

rizon

tes:

si

n un

pas

ado

apro

piab

le, o

un

futu

ro im

agin

able

, en

un p

rese

nte

inte

rmin

able

men

te re

petid

o.

Esto

no

es a

plic

able

, evi

dent

emen

te, a

l Ter

cer M

undo

. Es

sign

ifica

tivo

que

muc

hos

de lo

s ej

empl

os d

e B

erm

an s

obre

lo

que

él c

onsi

dera

los

may

ores

log

ros

mod

erni

stas

de

nues

tro

tiem

po h

ayan

de

ser

tom

ados

de

la l

itera

tura

lat

inoa

mer

ican

a. P

ues

en e

l Te

rcer

Mun

do e

n ge

nera

l exi

ste

hoy

una

espe

cie

de c

onfig

urac

ión

sim

ilar

a la

que

en

otro

s tie

mpo

s pr

eval

eció

16 R

égis

Deb

ray,

“A

mod

est c

ontri

butio

n to

the

rides

and

cer

emon

ies o

f the

tent

h an

nive

rsar

y”, N

ew L

eft R

evie

w,

núm

. 115

, may

o-ju

nio

de 1

979.

Page 7: Anderson P. Modernidad y Revolucion

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 1

3 de

16

en e

l Prim

er M

undo

. Abu

ndan

las

olig

arqu

ías

prec

apita

lista

s de

div

erso

s tip

os, p

rinci

palm

ente

de

car

ácte

r te

rrat

enie

nte;

el

desa

rrol

lo c

apita

lista

es

norm

alm

ente

muc

ho m

ás r

ápid

o y

diná

mic

o, a

llí d

onde

se

da, e

n es

tas

regi

ones

que

en

las

zona

s m

etro

polit

anas

, per

o po

r ot

ra

parte

est

á in

finita

men

te m

enos

est

abili

zado

o c

onso

lidad

o, la

rev

oluc

ión

soci

alis

ta s

e ci

erne

so

bre

esta

s so

cied

ades

com

o un

a po

sibi

lidad

per

man

ente

, pos

ibili

dad

de h

echo

real

izad

a ya

en

país

es c

erca

nos:

Cub

a o

Nic

arag

ua,

Ang

ola

o V

ietn

am.

Esta

s so

n la

s co

ndic

ione

s qu

e ha

n pr

oduc

ido

las

auté

ntic

as o

bras

mae

stra

s de

los

últim

os a

ños

que

se a

just

an a

las

cate

goría

s de

B

erm

an:

nove

las

com

o C

ien

años

de

Sole

dad,

del

col

ombi

ano

Gab

riel

Gar

cía

Már

quez

, o

Hijo

s de

la

med

iano

che,

del

ind

io S

alm

an R

ushd

ie, o

pel

ícul

as c

omo

Yol

del

turc

o Y

ilmiz

G

uney

. Si

n em

barg

o, o

bras

com

o és

tas

no s

on e

xpre

sion

es i

ntem

pora

les

de u

n pr

oces

o de

m

oder

niza

ción

sie

mpr

e en

exp

ansi

ón, .

sino

que

sur

gen

en c

onst

elac

ione

s m

uy d

elim

itada

s, en

so

cied

ades

que

se

encu

entra

n to

daví

a en

una

det

erm

inad

a en

cruc

ijada

his

tóric

a. E

l Te

rcer

M

undo

no

ofre

ce a

l mod

erni

smo

la fu

ente

de

la e

tern

a ju

vent

ud.

LOS

LIM

ES D

EL A

UTO

DES

AR

RO

LLO

Has

ta a

hora

hem

os c

onsi

dera

do d

os d

e lo

s co

ncep

tos

fund

amen

tale

s de

Ber

man

: el

de

mod

erni

zaci

ón y

el d

e m

oder

nism

o. C

onsi

dere

mos

aho

ra e

l tér

min

o m

edia

dor q

ue lo

s un

e, la

m

oder

nida

d. L

a m

oder

nida

d, c

omo

reco

rdar

emos

, se

def

ine

com

o la

exp

erie

ncia

suf

rida

dent

ro d

e la

mod

erni

zaci

ón q

ue d

a lu

gar

al m

oder

nism

o. ¿

En q

ué c

onsi

ste

esta

exp

erie

ncia

? Pa

ra B

erm

an e

s es

enci

alm

ente

un

proc

eso

subj

etiv

o de

aut

odes

arro

llo il

imita

do, a

med

ida

que

se d

esin

tegr

an la

s bar

rera

s tra

dici

onal

es d

e la

cos

tum

bre

o ro

l: un

a ex

perie

ncia

nec

esar

iam

ente

vi

vida

a la

vez

com

o em

anci

paci

ón y

ord

alía

s, jú

bilo

y d

eses

pera

ción

, tem

or y

rego

cijo

. Es

el

impu

lso

de e

sa m

arch

a si

empr

e ad

elan

te h

acia

las

fron

tera

s in

expl

orad

as d

e la

psi

que

el q

ue

aseg

ura

la c

ontin

uida

d hi

stór

ica

del

mod

erni

smo

a es

cala

mun

dial

, pe

ro e

s ta

mbi

én e

ste

impu

lso

el q

ue p

arec

e ob

stac

uliz

ar d

e an

tem

ano

cual

quie

r per

spec

tiva

de e

stab

iliza

ción

mor

al

o in

stitu

cion

al b

ajo

el c

omun

ism

o, y

qui

zá in

clus

o de

impe

dir

la c

ohes

ión

cultu

ral n

eces

aria

pa

ra q

ue e

xist

a el

com

unis

mo,

hac

iend

o de

él u

na e

spec

ie d

e co

ntra

dicc

ión

en lo

s té

rmin

os.

¿Qué

deb

emos

pen

sar d

e es

te a

rgum

ento

?

Para

com

pren

derlo

, ten

emos

que

pre

gunt

arno

s: ¿

de d

ónde

vie

ne la

vis

ión

de B

erm

an d

e un

a di

nám

ica

de a

utod

esar

rollo

tota

lmen

te il

imita

da?

Su p

rimer

libr

o, T

he P

oliti

cs o

f Aut

hent

icity

–que

con

tiene

dos

est

udio

s, un

o so

bre

Mon

tesq

uieu

y o

tro s

obre

Rou

ssea

u–,

ofre

ce l

a re

spue

sta.

Su

idea

pro

cede

de

lo q

ue e

l su

btítu

lo d

el l

ibro

des

igna

cor

rect

amen

te c

omo

el

“ind

ivid

ualis

mo

radi

cal”

del

con

cept

o de

hum

anid

ad d

e R

ouss

eau.

El

anál

isis

que

hac

e B

erm

an d

e la

tray

ecto

ria ló

gica

del

pen

sam

ient

o de

Rou

ssea

u, c

omo

si tr

atar

a de

luch

ar c

on

las

cons

ecue

ncia

s co

ntra

dict

oria

s de

est

a co

ncep

ción

en

obra

s su

cesi

vas,

es u

n to

ur d

e fo

rce.

Pero

par

a nu

estro

s pr

opós

itos

el p

unto

cru

cial

es

el s

igui

ente

. Ber

man

dem

uest

ra la

pre

senc

ia

en R

ouss

eau

de l

a m

ism

a pa

rado

ja q

ue a

tribu

ye a

Mar

x: s

i el

obj

etiv

o de

tod

os e

s el

au

tode

sarr

ollo

ilim

itado

, ¿có

mo

pued

e se

r pos

ible

la c

omun

idad

? Pa

ra R

ouss

eau

la re

spue

sta,

en

pal

abra

s qu

e ci

ta B

erm

an,

es q

ue “

el a

mor

al

hom

bre

deriv

a de

l am

or a

uno

mis

mo”

. “E

xten

ded

a lo

s de

más

el

amor

a v

osot

ros

mis

mos

y s

e tra

nsfo

rmar

á en

virt

ud”.

17 B

erm

an

com

enta

: “E

ra l

a ví

a de

la

auto

expa

nsió

n, y

no

la d

e la

aut

orre

pres

ión,

la

que

cond

ucía

al

pala

cio

de l

a vi

rtud.

.. A

med

ida

que

el h

ombr

e ap

rend

ía a

exp

resa

rse

y de

senv

olve

rse,

su

capa

cida

d pa

ra id

entif

icar

se c

on lo

s ot

ros

hom

bres

aum

enta

ba, y

su

sim

patía

y e

mpa

tía h

acia

17 M

arsh

all B

erm

an, T

he P

oliti

cs o

f Aut

hent

icity

Nue

va Y

ork

1970

. p. 1

81

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 1

4 de

16

ello

s se

pro

fund

izab

a”.18

El e

sque

ma

está

aqu

í bas

tant

e cl

aro:

pri

mer

o, e

l ind

ivid

uo d

esar

rolla

su

yo,

y l

uego

su

yo p

uede

ent

rar

en r

elac

ione

s m

utua

men

te s

atis

fact

oria

s co

n lo

s ot

ros,

rela

cion

es b

asad

as e

n la

ide

ntifi

caci

ón c

on e

l yo

. La

s di

ficul

tade

s co

n qu

e tro

piez

a es

te

pres

upue

sto

una

vez

que

Rou

ssea

u tra

ta d

e pa

sar

–en

su l

engu

aje–

del

“ho

mbr

e” a

l “c

iuda

dano

”, c

on v

ista

s a

la c

onst

rucc

ión

de u

na c

omun

idad

lib

re,

son

brill

ante

men

te

expl

otad

as p

or B

erm

an. L

o qu

e lla

ma

la a

tenc

ión,

sin

em

barg

o, e

s qu

e B

erm

an n

o de

saut

oriz

a en

nin

gún

luga

r el

pun

to d

e pa

rtida

de

los

dile

mas

que

dem

uest

ra.

Por

el c

ontra

rio,

acab

a af

irman

do:

“Los

pro

gram

as d

el s

ocia

lism

o y

el a

narq

uism

o de

l si

glo

XIX

, de

l Es

tado

de

bien

esta

r y d

e la

Nue

va Iz

quie

rda

cont

empo

ráne

a de

l sig

lo X

X p

uede

n se

r con

side

rado

s to

dos

ello

s co

mo

un

desa

rrol

lo

post

erio

r de

la

es

truct

ura

men

tal

cuyo

s ci

mie

ntos

se

ntar

on

Mon

tesq

uieu

y R

ouss

eau.

Lo

que

tiene

n en

com

ún e

stos

mov

imie

ntos

tan

dife

rent

es e

s su

fo

rma

de d

efin

ir la

tare

a po

lític

a es

enci

al: h

acer

que

la s

ocie

dad

liber

al m

oder

na c

umpl

a la

s pr

omes

as q

ue h

a he

cho,

refo

rmar

la –

o re

volu

cion

arla

– pa

ra re

aliz

ar lo

s id

eale

s de

l lib

eral

ism

o m

oder

no. E

l or

den

del

día

del

liber

alis

mo

radi

cal

que

Mon

tesq

uieu

y R

ouss

eau

elab

orar

on

hace

dos

sig

los

está

aún

pen

dien

te”.

19 A

l igu

al q

ue e

n Al

l tha

t is

Solid

Mel

ts in

to A

ir, B

erm

an

pued

e re

ferir

se a

“la

pro

fund

idad

del

indi

vidu

alis

mo

que

suby

ace

al c

omun

ism

o de

Mar

x”,20

prof

undi

dad

que,

sig

ue s

eñal

ando

con

secu

ente

men

te, d

ebe

incl

uir f

orm

alm

ente

la p

osib

ilida

d de

un

nihi

lism

o ra

dica

l.

Sin

emba

rgo,

si v

olve

mos

la v

ista

atrá

s, a

los

prop

ios

text

os d

e M

arx,

enc

ontra

mos

en

ello

s un

a co

ncep

ción

muy

dife

rent

e de

la r

ealid

ad h

uman

a. P

ara

Mar

x el

Ind

ivid

uo n

o es

pre

vio

a la

s re

laci

ones

con

los

otro

s, si

no q

ue e

stá

cons

titui

do p

or e

llas

desd

e el

prin

cipi

o: h

ombr

es y

m

ujer

es s

on i

ndiv

iduo

s so

cial

es,

cuya

soc

ialid

ad n

o es

pos

terio

r si

no c

onte

mpo

ráne

a a

su

indi

vidu

alid

ad. D

espu

és d

e to

do, M

arx

escr

ibió

que

“só

lo d

entro

de

la c

omun

idad

con

otro

s tie

ne to

do in

divi

duo

los

med

ios

nece

sario

s pa

ra d

esar

rolla

r su

s do

tes

en to

dos

los;

sen

tidos

: so

lam

ente

den

tro d

e la

com

unid

ad e

s po

sibl

e, p

or ta

nto,

la li

berta

d pe

rson

al”.

21 B

erm

an c

ita la

fr

ase,

per

o si

n co

mpr

ende

r ap

aren

tem

ente

sus

con

secu

enci

as. S

i el

des

arro

llo d

el i

ndiv

iduo

es

tá in

here

ntem

ente

imbr

icad

o en

las

rela

cion

es c

on lo

s ot

ros,

su d

esar

rollo

no

pued

e ja

más

se

r una

din

ámic

a ili

mita

da e

n el

sen

tido

mon

adol

ógic

o ev

ocad

o po

r Ber

man

: la

exis

tenc

ia d

e lo

s ot

ros

seri

a si

empr

e es

e lím

ite s

in e

l cu

al n

o po

dría

pro

duci

rse

el p

ropi

o de

sarr

ollo

. El

desa

rrol

lo d

e B

erm

an e

s pue

s, pa

ra M

arx

una

cont

radi

cció

n en

los t

érm

inos

.

Otra

form

a de

dec

ir es

to e

s af

irmar

que

Ber

man

no

ha c

ompr

endi

do –

com

o m

ucho

s ot

ros,

por

supu

esto

– qu

e M

arx

pose

e un

a co

ncep

ción

de

la n

atur

alez

a hu

man

a qu

e de

scar

ta e

l tip

o de

pl

astic

idad

on

toló

gica

in

finita

qu

e él

su

pone

. Es

to

pued

e pa

rece

r un

a af

irmac

ión

esca

ndal

osa

dado

el

cará

cter

rea

ccio

nario

de

tant

as i

deas

hab

itual

es s

obre

lo

que

es l

a na

tura

leza

hum

ana.

Per

o es

la p

ura

verd

ad fi

loló

gica

, com

o po

ne d

e m

anifi

esto

la in

spec

ción

m

ás s

omer

a de

la

obra

de

Mar

x y

com

o m

uest

ra, d

e fo

rma

irref

utab

le, e

l re

cien

te l

ibro

de

Nor

man

Ger

as,

Mar

x an

d H

uman

Nat

ure.

Ref

utat

ion

of a

Leg

end.

22 E

sta

natu

rale

za,

para

M

arx,

incl

uye

un c

onju

nto

de n

eces

idad

es p

rimar

ias,

capa

cida

des

y di

spos

icio

nes

–lo

que

en

los

Gru

ndri

sse,

en

los

fam

osos

pas

ajes

sob

re la

s po

sibi

lidad

es h

uman

as b

ajo

el fe

udal

ism

o, e

l ca

pita

lism

o y

el c

omun

ism

o, l

lam

a Be

dürf

niss

e,Fa

higk

eite

n,K

räfte

,An

lage

n–,

toda

s el

las

18 B

erm

an, T

he P

oliti

cs o

f Aut

hent

icity

, p. 1

81

19 B

erm

an, T

he P

oliti

cs o

f Aut

hent

icity

, p. 3

17

20 M

arsh

all B

erm

an, A

ll th

at is

Sol

id M

eIts

into

Air

p. 1

28

21 K

arl M

arx

y Fr

edric

h En

gels

, Die

Ger

man

Ideo

logy

Lon

dres

, 197

0, p

. 83.

(La

ideo

logí

a al

eman

a, B

arce

lona

, G

rijal

bo, 1

974,

pp.

86–

87):

cita

do p

or B

erm

an, A

ll th

at is

Sol

id M

eIts

into

Air.

, p. 9

7 22

Nor

man

Ger

as, M

arx

and

Hum

an N

atur

e R

efut

atio

n of

a L

egen

d, L

ondr

es, 1

983

Page 8: Anderson P. Modernidad y Revolucion

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 1

5 de

16

susc

eptib

les

de a

mpl

iaci

ón y

des

arro

llo p

ero

no d

e su

pres

ión

o su

stitu

ción

. La

visi

ón d

e un

a te

nden

cia

nihi

lista

y d

esor

dena

da h

acia

un

desa

rrol

lo c

ompl

etam

ente

ilim

itado

es p

or ta

nto

una

quim

era.

Más

bie

n, e

l aut

éntic

o, “

libre

des

arro

llo d

e ca

da u

no”

sólo

pue

de re

aliz

arse

si re

spet

a el

“lib

re d

esar

rollo

de

todo

s”, d

ada

la n

atur

alez

a co

mún

de

lo q

ue c

onst

ituye

el s

er h

uman

o. E

n la

s pr

imer

as p

ágin

as d

e lo

s G

rund

riss

e en

las

que

se a

poya

Ber

man

, Mar

x ha

bla

sin

la m

enor

am

bigü

edad

del

des

arro

llo p

leno

del

dom

inio

hum

ano

sobr

e la

s fu

erza

s na

tura

les,

tant

o so

bre

las

de la

así

llam

ada

com

o so

bre

su p

ropi

a na

tura

leza

”, d

e la

“el

abor

ació

n (H

erau

sarb

eite

n)ab

solu

ta d

e su

s di

spos

icio

nes

crea

dora

s”, e

n la

s qu

e “l

a un

iver

salid

ad d

el in

divi

duo.

.. (e

s la

) un

iver

salid

ad d

e su

s re

laci

ones

rea

les

e id

eale

s”.23

La

cohe

sión

y e

stab

ilida

d qu

e B

erm

an s

e pr

egun

ta s

i po

dría

des

pleg

ar a

lgun

a ve

z el

com

unis

mo

estri

ban

para

Mar

x en

la

natu

rale

za

hum

ana

a la

que

fina

lmen

te e

man

cipa

ría, n

atur

alez

a m

uy le

jos

de u

na m

era

cata

rata

de

dese

os

info

rmes

. A p

esar

de

su e

xube

ranc

ia, l

a ve

rsió

n de

Mar

x qu

e of

rece

Ber

man

, con

su

énfa

sis

prác

ticam

ente

exc

lusi

vo e

n la

lib

erac

ión

del

indi

vidu

o, e

stá

inqu

ieta

ntem

ente

pró

xim

a –p

or

radi

cal y

razo

nabl

e qu

e se

a su

ace

nto–

a lo

s sup

uest

os d

e la

cul

tura

del

nar

cisi

smo.

EL A

CTU

AL

CA

LLEJ

ON

SIN

SA

LID

A

Para

con

clui

r: ¿a

dón

de ll

eva

pues

est

a re

volu

ción

? B

erm

an e

s m

uy c

onse

cuen

te e

n es

te

punt

o. P

ara

él,

com

o pa

ra m

ucho

s ot

ros

soci

alis

tas

hoy,

la

noci

ón d

e re

volu

ción

tie

ne u

na

dura

ción

dila

tada

. En

efe

cto,

el

capi

talis

mo

prod

uce

cons

tant

es t

rast

orno

s en

nue

stra

s co

ndic

ione

s de

vid

a y

en e

ste

sent

ido

está

inm

erso

–co

mo

él d

ice–

en

una

“rev

oluc

ión

perm

anen

te”

que

oblig

a a

los “

hom

bres

y m

ujer

es m

oder

nos”

a “

apre

nder

a a

nhel

ar e

l cam

bio:

no

sól

o a

esta

r ab

ierto

s a

los

cam

bios

en

su v

ida

pers

onal

y s

ocia

l, si

no a

exi

girlo

s po

sitiv

amen

te,

a bu

scar

los

activ

amen

te y

a p

rovo

carlo

s. D

eben

apr

ende

r a

no a

ñora

r no

stál

gica

men

te a

las

‘rel

acio

nes

fijas

y c

onge

lada

s’ d

e un

pas

ado

real

o im

agin

ado,

sin

o a

dele

itars

e co

n la

mov

ilida

d, a

esf

orza

rse

por l

a re

nova

ción

, a b

usca

r fut

uros

des

arro

llos

en s

us

cond

icio

nes d

e vi

da y

en

sus r

elac

ione

s con

sus s

emej

ante

s”.24

El a

dven

imie

nto

del s

ocia

lism

o no

det

endr

ía n

i fre

naría

est

e pr

oces

o, s

ino

que

por

el c

ontra

rio lo

ace

lera

rla y

gen

eral

izar

ía

inm

ensa

men

te. L

os e

cos

del r

adic

alis

mo

de lo

s ‘6

0 se

dej

an o

ír aq

uí d

e fo

rma

inco

nfun

dibl

e.

El a

tract

ivo

de t

ales

noc

ione

s ha

dem

ostra

do s

er m

uy a

mpl

io.

Pero

, de

hec

ho,

no s

on

com

patib

les

ni c

on la

teor

ía d

el m

ater

ialis

mo

hist

óric

o es

trict

amen

te c

ompr

endi

da n

i con

lo

que

dice

la h

isto

ria, c

ualq

uier

a qu

e se

a su

teor

izac

ión.

La r

evol

ució

n es

un

térm

ino

con

un s

igni

ficad

o pr

ecis

o: e

l de

rroc

amie

nto

polít

ico

desd

e ab

ajo

de u

n or

den

esta

tal y

su

sust

ituci

ón p

or o

tro. N

o ha

y na

da q

ue g

anar

con

dilu

irla

en e

l tie

mpo

o c

on e

xten

derla

a c

ada

porc

ión

del e

spac

io so

cial

. En

el p

rimer

cas

o, re

sulta

impo

sibl

e de

dis

tingu

ir de

las

mer

as re

form

as, e

s un

sim

ple

cam

bio,

por

gra

dual

o fr

agm

enta

rio q

ue s

ea,

com

o en

la

id

eolo

gía

del

euro

com

unis

mo

mod

erno

o

en

las

vers

ione

s af

ines

de

la

so

cial

dem

ocra

cia

en e

l seg

undo

, se

qued

a en

una

sim

ple

met

áfor

a qu

e pu

ede

ser

redu

cida

a

supu

esta

s co

nver

sion

es p

sico

lógi

cas

o m

oral

es,

com

o en

la

ideo

logí

a de

l m

aoís

mo

con

su

proc

lam

ació

n de

una

“R

evol

ució

n C

ultu

ral”

. Fre

nte

a es

tas

deva

luac

ione

s de

l té

rmin

o, c

on

toda

s su

s co

nsec

uenc

ias

polít

icas

, es

nec

esar

io i

nsis

tir e

n qu

e la

rev

oluc

ión

es u

n pr

oces

o pu

ntua

l y

no

un

proc

eso

perm

anen

te.

Es

deci

r: un

a re

volu

ción

es

un

ep

isod

io

de

trans

form

ació

n po

lític

a co

nvul

siva

, com

prim

ida

en e

l tie

mpo

y c

once

ntra

da e

n su

s ob

jetiv

os,

23 K

arl M

arx,

Gru

ndris

se, p

p. 3

87, 4

40 (o

p. c

it. v

ol. 1

. pp.

447

–448

: vol

.2.p

.33)

24

Mar

asha

l Ber

man

All

that

is S

olid

Mel

ts in

to A

ir, p

p. 9

5–96

Perry

And

erso

n –

Mod

erni

dad

y re

volu

ción

Pági

na 1

6 de

16

que

tiene

un

com

ienz

o de

term

inad

o (c

uand

o el

vie

jo a

para

to d

el E

stad

o es

tá to

daví

a in

tact

o) y

un

tér

min

o pr

ecis

o (c

uand

o es

te a

para

to e

s ro

to d

efin

itiva

men

te y

en

su l

ugar

se

erig

e un

o nu

evo)

. Lo

dis

tintiv

o de

una

rev

oluc

ión

soci

alis

ta q

ue c

rear

a un

a au

tént

ica

dem

ocra

cia

posc

apita

lista

ser

ía q

ue e

l nue

vo E

stad

o te

ndría

un

cará

cter

de

auté

ntic

a tra

nsic

ión

haci

a lo

s lím

ites p

ract

icab

les d

e su

pro

pia

auto

diso

luci

ón e

n la

vid

a de

la so

cied

ad e

n ge

nera

l.

En e

l mun

do c

apita

lista

ava

nzad

o de

hoy

. es

la a

pare

nte

ause

ncia

de

cual

quie

r per

spec

tiva

de e

ste

tipo

en u

n ho

rizon

te p

róxi

mo

o in

clus

o le

jano

–la

fal

ta,

al p

arec

er,

de c

ualq

uier

al

tera

tiva

conc

ebib

le a

l sta

tu q

uo im

peria

l de

un c

apita

lism

o de

con

sum

o– lo

que

obs

tacu

liza

la p

osib

ilida

d de

cua

lqui

er r

enov

ació

n cu

ltura

¡ pr

ofun

da c

ompa

rabl

e a

la g

ran

Era

de l

os

Des

cubr

imie

ntos

Est

étic

os d

el p

rimer

ter

cio

de e

ste

sigl

o, L

as p

alab

ras

de G

ram

sci

sigu

en

sien

do v

álid

as: “

La c

risis

con

sist

e”, e

scrib

ía, “

prec

isam

ente

en

el h

echo

de

que

lo v

iejo

est

á m

urie

ndo

y lo

nue

vo n

o pu

ede

nace

r; en

est

e in

terr

egno

apa

rece

n un

a gr

an v

arie

dad

de

sínt

omas

de

enfe

rmed

ad”.

25 E

s lic

ito p

regu

ntar

se, s

in e

mba

rgo:

¿Se

pue

de d

ecir

de a

ntem

ano

algo

sob

re c

ómo

podr

ía s

er lo

nue

vo?

Cre

o qu

e sí

se p

uede

pre

deci

r una

cos

a. E

l mod

erni

smo,

co

mo

noci

ón, e

s la

más

am

plia

de

toda

s la

s ca

tego

rías

cultu

rale

s. A

dife

renc

ia d

e lo

s té

rmin

os

gótic

o, r

enac

imie

nto,

bar

roco

, m

anie

rism

o, r

oman

ticis

mo

o ne

ocla

sici

smo,

no

desi

gna

en

mod

o al

guno

un

obje

to d

escr

iptib

le:

care

ce p

or c

ompl

eto

de c

onte

nido

pos

itivo

. De

hech

o,

com

o he

mos

vis

to, l

o qu

e se

ocu

lta tr

as e

sa e

tique

ta e

s un

a am

plia

var

ieda

d de

muy

div

ersa

s –

y de

he

cho

inco

mpa

tible

s–

prác

ticas

es

tétic

as:

el

sim

bolis

mo,

el

co

nstru

ctiv

ism

o,

el

expr

esio

nism

o, e

l su

rrea

lism

o. T

odas

est

as p

ráct

icas

, qu

e po

seen

pro

gram

as e

spec

ífico

s, fu

eron

uni

ficad

as p

ost h

oc e

n un

con

cept

o gl

obal

, cuy

o ún

ico

refe

rent

e es

el m

ero

paso

del

tie

mpo

. No

hay

ning

ún o

tro c

once

pto

esté

tico

tan

vací

o o

tan

vici

ado.

Por

que

lo q

ue e

n un

tie

mpo

fu

e m

oder

no

pron

to

se

vuel

ve

obso

leto

. La

fu

tilid

ad

del

térm

ino

y de

su

co

rres

pond

ient

e id

eolo

gía

pued

e ve

rse

con

toda

cla

ridad

en

los a

ctua

les I

nten

tos d

e af

erra

rse

a lo

s re

stos

de

su n

aufr

agio

y s

in e

mba

rgo

nada

r con

la m

arca

más

lejo

s aú

n de

él,

med

iant

e la

ac

uñac

ión

del t

érm

ino

“pos

mod

erni

smo”

: un

vací

o qu

e es

cond

e ot

ro v

acío

que

esc

onde

otro

va

cío,

en

una

regr

esió

n se

rial d

e cr

onol

ogía

aut

ocon

grat

ulat

oria

. Si n

os p

regu

ntam

os q

ué h

aría

la

rev

oluc

ión

(ent

endi

da c

omo

rupt

ura

punt

ual e

irre

para

ble

con

el o

rden

del

cap

ital)

con

el

mod

erni

smo

(ent

endi

do c

omo

este

flu

jo d

e va

nida

des

tem

pora

les)

, la

resp

uest

a es

, sin

dud

a,

que

le p

ondr

ía t

érm

ino.

Por

que

una

auté

ntic

a cu

ltura

soc

ialis

ta s

ería

una

cul

tura

que

no

busc

aría

ins

acia

blem

ente

lo

nuev

o, d

efin

ido

sim

plem

ente

com

o lo

que

vie

ne d

espu

és,

dest

inad

o a

ser r

ápid

amen

te a

rrin

cona

do c

on e

l det

ritu

s de

lo v

iejo

, sin

o m

ás b

ien

una

cultu

ra

que

mul

tiplic

aría

lo

dife

rent

e, e

n un

a va

ried

ad d

e es

tilos

y p

ráct

icas

con

curr

ente

s m

ucho

m

ayor

de

la q

ue j

amás

ha

exis

tido

ante

s: u

na d

iver

sida

d ba

sada

en

una

plur

alid

ad y

co

mpl

ejid

ad d

e po

sibl

es fo

rmas

de

vida

muc

ho m

ayor

es q

ue la

s de

cua

lqui

er li

bre

com

unid

ad

de ig

uale

s, qu

e no

est

aría

div

idid

a ya

por

cla

ses,

raza

s o

géne

ros.

Los

ejes

de

la v

ida

esté

tica

sería

n, e

n ot

ras

pala

bras

, ho

rizon

tale

s y

no v

ertic

ales

. El

cal

enda

rio d

ejar

ía d

e tir

aniz

ar u

or

gani

zar l

a co

ncie

ncia

del

arte

. La

voca

ción

de

una

revo

luci

ón s

ocia

lista

, en

este

sen

tido,

no

sería

pro

long

ar n

i ser

vir a

la m

oder

nida

d, si

no a

bolir

la.

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