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Análisis: Literario de la Novela: “Las minas del rey salomón” Autor: Henry Rider Haggard 1.2 OBRA 1.2.1 GÉNERO NARRATIVO. Subgénero: Novela. Fue uno de los libros que dio a conocer los grandes depósitos descubiertos en África, y las ruinas de las viejas civilizaciones en África. 1.2.2 Época Escrito en 1881y publicado en 1885. 2. INFORMACIÓN SOBRE LOS ELEMENTOS INTERIORES DE LA OBRA. 2.1 Argumento Comienza con la introducción de Allan Quatermain sobre lo que están a punto de leer sobre el viaje que hicieron a kukuanalandia, los peligros por los que pasaron, etc. CAPITULOS DEL 1 AL 5 Allan Qiatermain comienza a contar que empezó a vivir su vida muy joven porque a la edad en que la mayoría va a la escuela el se ganaba la vida como vendedor. Desde entonces se había dedicado a vender, a cazar y a trabajar en las minas. Explica que en su historia nada más aparecen 2 mujeres una joven y una anciana con más de 100 años. Da a conocer que es tímido, enemigo a la violencia, y también dice que escribió el libro porque sir Henry y el capitán Good se lo pidieron. Conoció a sir Henry hace 18 meses en una embarcación que iba hacia Natal, en esa embarcación habían 2 hombres que llamaron su atención uno era un hombre como de unos 30 años de edad, con las espaldas anchas y los brazos más fuertes que había visto en su vida. Era rubio, con barba, bien marcadas sus facciones y unos ojos grises, sir Henry le recordaba a los antiguos daneses. El otro hombre estaba de pie hablando con sir Henry, era de baja estatura y moreno y totalmente distinto. Enseguida se dio cuenta de que se trataba de un oficial de la marina, era un teniente de 31 años que fue apartado de su cargo después de 17 años de servicio, su nombre era John Good. Era de mediana estatura, moreno, grueso y con aspecto pulcro. Vestía impecable, iba bien afeitado y llevaba un monóculo en el ojo derecho que parecía que

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Anlisis: Literario de la Novela: Las minas del rey salomn

Autor: Henry Rider Haggard

1.2 OBRA

1.2.1 GNERO

NARRATIVO. Subgnero: Novela. Fue uno de los libros que dio a conocer los grandes depsitos descubiertos en frica, y las ruinas de las viejas civilizaciones en frica.

1.2.2 poca

Escrito en 1881y publicado en 1885.

2. INFORMACIN SOBRE LOS ELEMENTOS INTERIORES DE LA OBRA.

2.1 Argumento

Comienza con la introduccin de Allan Quatermain sobre lo que estn a punto de leer sobre el viaje que hicieron a kukuanalandia, los peligros por los que pasaron, etc.

CAPITULOS DEL 1 AL 5

Allan Qiatermain comienza a contar que empez a vivir su vida muy joven porque a la edad en que la mayora va a la escuela el se ganaba la vida como vendedor. Desde entonces se haba dedicado a vender, a cazar y a trabajar en las minas. Explica que en su historia nada ms aparecen 2 mujeres una joven y una anciana con ms de 100 aos.

Da a conocer que es tmido, enemigo a la violencia, y tambin dice que escribi el libro porque sir Henry y el capitn Good se lo pidieron.

Conoci a sir Henry hace 18 meses en una embarcacin que iba hacia Natal, en esa embarcacin haban 2 hombres que llamaron su atencin uno era un hombre como de unos 30 aos de edad, con las espaldas anchas y los brazos ms fuertes que haba visto en su vida. Era rubio, con barba, bien marcadas sus facciones y unos ojos grises, sir Henry le recordaba a los antiguos daneses.

El otro hombre estaba de pie hablando con sir Henry, era de baja estatura y moreno y totalmente distinto. Enseguida se dio cuenta de que se trataba de un oficial de la marina, era un teniente de 31 aos que fue apartado de su cargo despus de 17 aos de servicio, su nombre era John Good. Era de mediana estatura, moreno, grueso y con aspecto pulcro. Vesta impecable, iba bien afeitado y llevaba un monculo en el ojo derecho que pareca que le perteneca al su cuerpo, pues no lo sujetaba con ningn cordn y solo se lo quitaba para limpiarlo. El capitn Good y Allan bajaron juntos a cenar y encontraron sentado a sir Henry, se sentaron con el y empezaron a platicar, sir Henry le pregunta a Allan que si el es Allan Quatermain, luego le pregunta sir Henry a Allan que si conoci a un hombre llamado Neville y Allan le contest que s lo conoci cuando le daba un descanso a sus bueyes, despus le pregunt que si no saba el paradero del seor Neville y Allan le contest que haba odo algo, entonces sir Henry dijo que el seor Neville era su hermano y que haba tenido una pelea con el porque su padre muri sin dejar testamento y cuando pasa eso todas sus propiedades se las deja a su hijo mayor y por eso fue la pelea.

Sir Henry le pregunta a Allan que si supo algo del viaje de su hermano a Bamanguato y Allan le contesta que se enter de que se diriga a las minas del rey Salomn, entonces ambos exclamaron las minas del rey Salomn! y le preguntan donde estn y Allan contesta que no lo sabe pero sabe donde han dicho que estn. Lo ms que puede hacer Allan es contar la leyenda de las minas del rey Salomn, dice que el que le cont la leyenda de las minas del rey Salomn fue alguien llamado Evans que cazaba elefantes y le cont la leyenda hace 30 aos. Le cont que haba encontrado una ciudad abandonada y en ruinas, Evans le pregunt que sin nunca haba odo hablar sobre las montaas de Sulimn y contest que no, entonces le cuenta que ah era donde el rey Salomn tena sus minas de diamantes. Despus de 20 aos no volvi a pensar en nada de eso, pero supo algo ms concreta sobre esas montaas y la zona que lo circundaba despus de 20 aos. En Kraal conoci a un portugus delgado y alto, con ojos grandes y castaos y un poblado bigote entrecano. Dijo llamarse Jos Silvestre y tena un campamento cerca de la Baha de Delagoa. Al da siguiente dijo si volvemos a encontrarnos ser el hombre mas rico del mundo y se despidi. Lo vio partiendo hacia el oeste para adentrarse al desierto, una semana despus estaba sentado mirando hacia el desierto y vi la figura de un hombre europeo que arrastraba manos y rodillas, era Jos Silvestre dijo el capitn Good. Al da siguiente Jos Silvestre sac de su bolsillo de su camisa una especie de petaca con piel de antlope que la llevaba sujeta con un cordel anudado. En el interior encontr un pedazo de tela arrugada en la que haba algo escrito. Entonces el infortunado sigui hablando con la voz cada vez ms dbil. Dijo en el papel est todo, uno de mis antepasados escribi esto poco antes de morir en esas montaas, se llamaba Jos da Silvestra, hace de esto unos 300 aos. Nadie de mi familia lo ley antas hasta que lo hice yo. El papel dice: Soy Jos da Silvestra, escribo esto en el ao 1590 con la punta de un hueso sobre un pedazo de mis ropas y con mi sangre. Si mi esclavo lo encuentra que tome la primera nave hacia Portugal y que se la entregue al rey para que enve a un grupo armado capaz de cruzar el desierto e imponerse a los valientes kukuanas. Yo he visto la cmara del tesoro de Salomn llena de diamantes, pero a causa de la traicin de la hechicera Gagool no pude llevarme nada, apenas mi vida. Que maten a Gagool. Rogad por mi alma. Adis.

JOS DA SILVESTRA.

El barco se tard 4 o 5 das en llegar a Durban, en ese tiempo Allan se puso a pensar sobre la oferta que le hizo sir Henry de pagar todo lo que necesitaran y en cambio el los acompaara en busca de las minas del rey Salomn. Cuando lleg el barco a Durban los tres caballeros se sentaron a cenar y sir Henry le pregunta a Allan que si haba pensado en su proposicin y le contest que si pero le impuso condiciones, la primer condicin fue que sir Henry correra con todos los gastos y lo que consiguieran lo iban a dividir. La segunda condicin fue que le pagara quinientas libras anuales durante 5 aos a su hijo que estaba estudiando medicina en caso de que el muriera. Sir Henry acept con gusto las condiciones de Allan. Al da siguiente Allan los llev a una cabaa que estaba en la Berea que tiene una sola habitacin y una cocina, est construida con ladrillo verde y el tejado es de hierro galvanizado. Una vez decidido a partir Allan se puso a preparar lo necesario, primero el documento que cubra a su hijo en caso de que muriera. Allan compr un carromato y un tiro de bueyes a cuenta de sir Henry, bueyes estupendos el carromato tena ms de 7 metros de largo con ejes de hierro, no era un carromato nuevo, tena una cama, soportes para los rifles y otras cosas. Luego compr 20 bueyes zules, los bueyes zules son pequeos y ligeros. Despus hubo que pensar en las provisiones y en los medicamentos, por suerte el capitn Good tena un poco de mdico porque haba seguido en curso de instruccin mdica y quirrgica. Llevaron las armas que sir Henry y Allan tenan, eran 3 rifles especiales para cazar elefantes con un peso de ms de 7 kilos que cargaba 1 onza de plvora negra. Llevaban tambin 3 Expresses 500 una carga de plvora de casi una onza, armas excelentes para piezas de tamao medio. Una escopeta Keepers N 12 de can doble que fue muy til para cazar piezas para comer. Y, por ltimo, 3 rifles de repeticin marca Winchester y 3 Colt. Despus decidieron limitar el nmero de acompaantes a 5: un conductor, un gua y 3 esclavos, de conductor escogieron a Goza y de conductor a Tom, eran dos zules. Tuvieron problemas con los esclavos porque tenan que ser valientes y de absoluta confianza. Primero contrat a un hotelero llamado Ventvgel, luego contrat a un pequeo zul llamado Khiva que hablaba perfectamente el ingls. Despus de encontrara estos dos criados busc en vano al tercero pero decidi partir con uno menos. Pero la noche anterior Kniva le anunci a Allan que un hombre lo quera ver. Por un rato no le hizo caso y despus le pregunt como se llamaba, el hombre contest Umbopa seor, despus le pregunto que quieres y Umbopa contest que saba que iban a emprender una expedicin hacia el norte con los jefes blancos y pregunta es cierto?, le contesta s. Allan le pregunta por qu preguntas a donde vamos?, Umbopa le contest que quera explorar nuevos mundos y que ya estaba cansado de andar vagando por todas partes y les pregunto que si los poda acompaar. Entonces Allan le tradujo a sir Henry y el le pidi que le dijera que se levantara, Umbopa se levant y dejo deslizar por su cuerpo el capote de corte militar, sir Henry lo miro de pies a cabeza y le dijo: me gusta su aspecto seor Umbopa, se puede unir a nuestra expedicin y Umbopa en zul le dio las gracias.

Salieron de Durban a finales de enero y hasta la segunda semana de mayo no acamparon junto a las tierras. A los 15 das de salir a Inyati llegaron a una zona hermosa y con bastante agua. Los picos de las montaas cercanas estaban cubiertos de vegetacin, haba todo tipo de rboles y tambin haba huellas, rboles rotos o incluso arrancados de raz, es significaba que haban elefantes. Por la senda que formaba el lecho del ro seco haba una manada de jirafas galopando, estaban como a unos 300 metros que se hace casi imposible poder darle pero el capitn Good dispar al animal y sorprendentemente la dio en el cuello quebrandole la columna vertebral. Indicaron a sus sirvientes que cortaran las mejores partes de la jirafa, se dispusieron a construir un sherm que consiste en cortar gran cantidad de arbustos espinosos y amontonndolos en forma de crculo. Al da siguiente cuando estaban preparados para dormir escucharon un sonido, Allan exclam es un len, de repente vieron unas series de formas sombras y enormes que se desplazaban desde la poza hacia la selva. El capitn Good estaba a punto de disparar pero Allan le detuvo el brazo para que se estuviera quieto. De pronto llego desde la poza el ruido de un violento forcejeo. Se levantaron de un salto miraron en direccin del agua, tomaron los rifles y calzaron rpidamente, para cuando llegaron ya haba estado revolcndose y cuando estuvieron junto a el ya estaba muerto, se trataba de un antlope de las arenas y ensartado en sus cuernos, un esplndido len. En la maana emprendieron la salida, de pronto vieron una manada de elefantes formada de 20 o 30 de ellos, estaban a 200 metros pero pudieron acercarse a unos 40 metros, enfrente haban 3 enormes paquidermos, Allan apuntara al del centro, sir Henry al de la izquierda y el capitn Good al de los colmillos grandes. Cuando Allan dijo ahora se oyeron 3 descargas al unsono, el elefante que le perteneca a sir Henry cay muerto, el de Allan dobl sus rodillas pero al instante se levant y le tuvo que volver a disparar, el elefante del capitn Good despus de recibir el balazo se volvi y lo atac y estuvo a punto de aplastarlo y se fue corriendo con toda la manada, despus de encontrar a la manada le dieron otros 3 disparos a el mismo elefante y cay muerto. Los dems elefantes salieron corriendo pero quedaron acorralados, era su oportunidad, disparando tan deprisa como pudieran cargar mataron a 5 elefantes y los que sobrevivieron terminaron por abandonar sus intentos de trepar por la otra orilla. El sol estaba a punto de ponerse con un esplendor rojizo, de pronto oyeron el barrito de un elefante frente al sol. Un instante despus Good y Khiva iban corriendo hacia ellos con el paquidermo herido detrs de ellos, de repente el capitn Good tropez quedando enfrente de el elefante, cuado el elefante lo iba a pisar Khiva le clavo la azagaya en su trompa, el animal lo agarr, lo zarande en el aire, lo tiro al suelo y lo aplast con una de sus patas y lo jalo con la trompa partindolo en 2.

Haban matado nueve elefantes y necesitaban 2 das para arrancar los colmillos y llevarlos al campamento para enterrarlos en la arena junto a un gran rbol. Era un extraordinario lote de marfil, con un peso que oscilaba entre los veinte y veinticinco kilos por colmillo. Los colmillos del elefante que mat a Khiva pesaran entre los dos 60 kilos. A Khiva lo enterraron en el agujero de un oso hormiguero junto a su azagaya para que le protegiese. Atardeca ya cuando levantaron el campamento: el sol pareca sumergirse en el desierto. Dejando a Good cuidando el campamento sir Henry y Allan subieron a la cumbre del montculo y se adentraron en el desierto, el aire estaba muy limpio y a lo lejos podan distinguirse las manchas blancas de la gran montaa de Sulimn. Cuando regresaron al campamento Umbopa le pregunt a sir Henry si quera ir a esas tierras y sealo a las montaas, sir Henry le cotest que si que quiere ir a buscar s u hermano, Umbopa le dice que va a ser un largo viaje, sir Henry contesta que si y que no hay viaje en el mundo que un hombre no pueda realizar si se lo propone. Allan le pregunta a Umbopa que sabe sobre las montaas, contesta que sabe un poquito, que ah hay una tierra extraa, una tierra de brujos y de cosas hermosas; una tierra de hombres valientes y rboles y ros y montaas blancas y de una gran carretera blanca. Al da siguiente se dispusieron para partir. Dejaron las armas pesadas para cazar elefantes encargadas con un viejo ladrn y le dijeron que si las tocaba se dispararan. Llevaron: 3 rifles Express y 200 cargas de municin; 2 Winchester de repeticin con 200 cargas de municin; 3 revlveres y 60 cargas de municin; 5 cantimploras de 2 litros de agua cada una; 5 mantas; 10 kilos de carne cruda; 4 kilos de baratija. Allan consigui que los acompaaran con la primera etapa para que transportaran 3 cntaros de agua. Como puntos de referencia no contaban ms que con las distantes montaas y el mapa de Jos Da Silvestra que, teniendo en cuenta que fue trazado por un hombre moribundo en un trozo de tela haca 300 aos, no era como para darle mucha confianza.

Avanzaban silenciosos como las sombras a travs de la noche sobre la pesada arena. Los espinosos arbustos enanos del desierto heran sus tobillos obstaculizando su marcha, pero la noche era relativamente fresca y a pesar de que la atmsfera era densa y daba al aire una sensacin de pesadez, consiguieron avanzar bastante. Pero an no se detuvieron, aunque para entonces sus cuerpos no lo haban agradecido, ya que saban que una vez que el sol estuviera en alto, era prcticamente imposible seguir avanzando.

En una ocasin no tuvieron la suerte de encontrar una roca que los protegiese del calor del sol y a causa de ello, se despertaron con la desagradable sensacin de que se encontraban literalmente asados.

CAPITULOS DEL 6 AL 10

Al cabo de dos horas, hacia las cuatro de la maana Allan se despert. En cuanto qued satisfecha la primera necesidad de su cuerpo fatigado, la sed padecida empez a dejar sentir sus efectos torturadores. Haba estado soando que se baaba en una corriente de agua cristalina franqueado por rboles.

En cuanto estuvieron todos bien despiertos, empezaron a considerar la gravedad de su situacin, no les quedaba ni gota de agua, volvieron las cantimploras boca abajo y chuparon sus bordes, pero fue intil porque estaban tan secas como huesos. En aquel momento sala el sol y el panorama que iluminaba era tan impresionante que durante un momento se olvidaron de la sed. Porque frente a ellos no ms de 80 Km., resplandeciendo como plata bajo los rayos del sol, estaban los pechos de Saba y extendindose a uno y a otro lado de la gran montaa de Sulimn.

Estas montaas, colocadas de modo que semejaban columnas de semejante fachada tienen la forma exacta de los pechos de una mujer.

Luego observaban que las montaas se desvanecan entre las nubes y que padecan de sed de nuevo por su mente.

Caminaron al rededor de montculos examinando e lado a lado, pero no encontraban ni una gota de agua, hasta que encontraron en un montculo una profunda grieta que se abra en la cumbre de la duna y que tena forma de pozo, observaron y haba agua o por lo menos una buena imitacin. Dieron un salto, salieron corriendo un segundo ms tarde estaban echado todos sobre el suelo, con todos sus estmagos llenndose de aquello como si fuera nctar de dioses.

Despus de haber saciado su sed y de llenado sus cantimploras, reemprendieron la marcha a la salida de la luna, mucho ms animados. Caminaron mucho durante esa noche pero, como era de esperar no encontraron ms agua, aunque al da siguiente tuvieron la fortuna de poderse resguardar a la sombra de algunos termiteros.

Hacia las once de la maana estaban exhaustos; se sentan realmente mal. Siguieron caminando y encontraron un llano sembrado, aquella tierra se haba formado con lava descompuesta en la que germinaron semillas depositadas por los pjaros y en ella se encontraban melones.

Los melones les saciaban el hambre y cuando satisficieron su sed con el jugo de la pulpa y dejando unos cuantos a enfriar por el simple procedimiento de partirlos y ponerlos boca arriba para que se enfren por evaporacin del jugo, que era autntico caldo, empezaron a sentir un hambre terrible. Precisamente en aquel momento la suertes les sonri a lo lejos haba una bandada de 10 pjaros grandes que volaban hacia ellos. Tomaron una de sus armas les dispararon. En media hora prepararon un fuego con las matas secas de los melones y se comieron aquel pjaro que mataron. Aquella noche reemprendieron la marcha al salir la luna y se llevaron todos los melones que pudieron.

Aquel da apenas avanzaron 12 Km., pero poco antes de la puesta del sol se encontraban bajo el pezn del pecho izquierdo de Saba. Durante los 10 minutos siguientes avanzaron muy decididos hacia el lugar

y comprobaron que el agujero era la entrada de una cueva.; y sin duda la misma a la que se refera la Silvestra. En cuanto llegaron se refugiaron del sol y dejaron todo el lugar prcticamente a obscuras, durmieron mucho rato y a caso eso lo salv, pues dudo que hubieran despertado lo que los mantuvo vivos fue su fuerza de voluntad.

Poco antes de que amaneciera el hotelero Ventvgel segua castaeando los dientes hasta que de repente muri.

Una vez fuera se la cueva se detuvieron con la sensacin de haber perdido el juicio. Sir Henry quiso regresar porque pensaba que el hombre muerto en la cueva era su hermano, regresaron y verificaron que no fuera su hermano, observaron que era un hombre alto, de mediana edad, sus facciones aguileas, pelo rizado y un largo bigote negro. Se preguntaron quien era y el capitn Good inquiri y dijo que era Jos da Silvestra. Ya no haban dudas, all tenan muerto al hombre cuyas orientaciones, escritas hace 10 generaciones atrs, los haban conducido hasta all. Cuando avanzaron cerca de un kilmetro, llegaron al borde de la base del pezn de la montaa, de pronto las cortinas de niebla se descorrieron un poco y nos permitieron ver, a unos 500 metros, al final de una larga pendiente cubierta de nieve, un prado de verde hierva por el que discurra una corriente de agua. Tambin pudimos ver un grupo de unos 10 antlopes. Consideramos rpidamente la cuestin de avanzar sobre la manada y de desistieron. En primer lugar el viento no era favorable y adems era seguro que los animales no veran en cuanto sus figuras se recortasen casi escandalosamente sobre la nieve, la nica posibilidad era disparar desde donde estaban. Dispararon casi al unsono. Sali humo que flot durante unos instantes frente a ellos un eco casi interminable pareca deslizarse por la nieve. Cuando se aclar la vista vieron un gran macho cado en el suelo coceando su agona. Encontraron un ro, despus de lavarse en el ro emprendieron la marcha. Durante poco ms de un kilmetro se abrieron paso entre arbustos y montaas hasta que al cabo de un rato y al remontar una loma vieron la calzada a sus pies. Era una esplndida carretera abierta en la roca viva, de unos 17 metros de anchura y aparentemente en buen estado. Hacia el medioda haban avanzado lo suficiente, montaa abajo, como para llegar a la zona en la que abundaban los bosques y, por lo tanto, la madera. Al principio solo encontraron arbustos que se hacan cada vez ms frecuentes y numerosos hasta que, paulatinamente la carretera fue discurriendo entre rboles de corteza plateada como los que encuentran en las estribaciones de la mesta de Ciudad de El Cabo. Cuando llegaron a la orilla preparamos el fuego y asamos la carne al estilo de los cafres, una vez saciados encendimos las pipas. Allan se recost y se durmi un rato, cuando despert abri los ojos y observo que Good estaba sentado sobre la orilla del ro en el que evidentemente haba estado bandose. De pronto Allan vio un resplandor sobre su cabeza. Good solt una palabrota y dio un brinco, la impresin fue tremenda: all, enfrente, a menos de 20 pasos haba un grupo de hombres altos y piel oscura, lucan en sus cabezas penachos y pieles de leopardo. Frente de ellos un joven de 17 aos con la mano alzada como estatua griega lanzando jabalinas, Umbopa se pareca mucho a aquellos hombres. Los kukuanas les dijeron que ningn viajero poda estar ah y los iban a matar, pero en eso el capitn Good se quit la dentadura y todos los nativos se sorprendieron y el ms joven que haba lanzado la jabalina se tir al suelo y solt un interminable alarido de terror, y les dijo que eran espritus. Les dijo Allan que venan de otro mundo pero que eran hombres como ellos, dijeron que por el mal recibimiento iban a matar al que haba lanzado la jabalina, pero el ms viejo de los nativo implor que no lo mataran porque era el hijo del rey y que el era su to. Le dijo a Umbopa que le pasara un tubo mgico que habla, Umbopa obedeci y le pas un rifle, antes de que Allan pidiera el rifle vio un pequeo antlope a 60 metros, les dijo ven aquel animal y pregunt que si era posible matarlo desde ah con un solo ruido, le contestaron que no. Allan alz el rifle y apunt al animal, apret el gatillo y mat al animal. Despus de ver eso los nativos se presentaron el ms viejo era Infados y el hijo del rey era Scragga y les dijeron que lo iban a llevar con el rey Twala.

Durante toda aquella tarde avanzaron por la esplndida calzada que los llevaba hacia el noroeste, Infados y Scragga marchaban junto a ellos pero su grupo de seguidores caminaban rezagados. Entonces Infados dijo que el rey era su hermanastro, que tena un hermano nacido el mismo da y de la misma mujer, pero que sus costumbres no permitan vivir a los gemelos y que uno deba morir pero la madre ocult al ms dbil, y aquel nio era el rey Twala. Cuando su padre muri, su hermano Imotu fue coronado rey para sucederle y rein algn tiempo y tuvo un hijo. Cuando el nio cumpli los tres aos, despus de que termin la guerra, durante la cual nadie pudo sembrar, el hambre asol estas tierras. Entonces fue cuando Gagool, la sabia y terrible mujer que es inmortal le dijo al pueblo que el rey Imotu no era rey, Imotu estaba entonces en su tienda enfermo a causa de una herida que no le permita moverse. Entonces Gagool entr en una cabaa sali Twala, al que haban mantenido oculto desde su nacimiento, arrancndole la camisa mostr al pueblo de los Kukuanas la marca de la serpiente sagrada arrollada a su cintura y el pueblo enloqueci y aclam al rey. En medio del tumulto Imotu sali de su cabaa y apareci llevando de la mano a su esposa y a su hijo Ignosi. Entonces Twala, su propio hermano, corri hacia l y agarrndole el pelo le clav el cuchillo en el corazn. La esposa cuando vio que su esposo estaba muerto, cogi al nio y corri desesperadamente. Dos das despus lleg a un poblado muy hambriento, pero por la noche una nia sali a escondidas y le dio de comer. Ella bendijo a la nia y sigui su camino hacia las montaas con su hijo y ah debi morir.

Durante un buen rato avanzaron a buena marcha hacia la ondulada llanura que se extenda ladera abajo. Las montaas que ya haban cruzado ya muy por encima de ellos y los pechos de Saba semivelados por los traslcidos sendales de la niebla.

A u kilmetro de las puertas del poblado haba un largo trecho de sembrados que parta el camino inclinndose ligeramente y junto a aquel sembrado se detuvo el regimiento. Era todo un espectculo ver a aquellos guerreros en formaciones y con lanzas coronados con sus penachos de hermosas plumas.

Las formaciones kukuanas permaneca frente a ellos como estatuas de bronce hasta que a una seal dada por su comandante de campo que llevaba como distintivo una piel de leopardo, dieron un paso al frente y proyectaron sus lanzas al aire a la vez que gritaban el saludo real de Koom.

Todos fijaban sus ojos de un intenso color castao en la elevada maravilla de las piernas de Koom.

Cuando llegaron al centro del poblado Infados se detuvo frente a la entrada de una gran cabaa rodeada de otras menores.

Durante la comida Henry sugiri que convena procurar enterarse de si saba algo de su hermano, pero en aquellos momentos no convena hablar del asunto.

Preguntaron a Infados cuando poda proseguir el viaje y contest que podan salir a la maana siguiente dejando mensajes para advertir al rey Twala de su llegada.

En Kukuanalandia, todo hombre til es un soldado, de manera que toda la naci pueda movilizarse en una guerra ofensiva o defensiva, con forme avanzaba pasaban delante de verdaderas oleadas de guerreros que se dirigan apresuradamente hacia Loo para tomar parte en la gran fiesta anual.

Lleg Infados preguntando que si estaban dispuesto a proseguir su viaje hacia Loo, ellos asintieron y al cabo de una hora estaban a las afueras de la ciudad.

Llegaron frente a la puerta franqueada por un puente elevadizo y al transponerlo lo saludaron con sus armas y el ronco grito de la centinela. Tras media hora de pasar frente a innumerables hileras de cabalas, Infados se detuvo frente a un grupo de cabaas rodeadas por un patio de solo de tierra apisonada y les inform que ese sera su cuartel general.

Una vez que desayunaron fumaron una pipa y les hicieron llegar un mensaje trado por el propio Infados en el que se comunicaba que el rey Twala, estaba dispuesto a recibirlos.

Despus de caminar unos centenares de metros, llegaron a un cercado similar al de las cabaas que se haban asignado, pero unas cincuenta veces mayor. Cerca haba una hilera de cabaas en las que vivan las esposas del rey, enfrente de la entrada y en el extremo ms alejado del espacio abierto, haba una cabaa muy grande en la que resida el rey. Por fin la puerta de la choza se abri y apareci una gigantesca figura con una esplndida piel de tigre sobre los hombros seguida de una Scragga y de lo que pareca slo un mono envuelto en una capa de piel. El rey se sent en un taburete, Scragga le sigui y el extrao mono fue a echarse a la sombra de la cabaa.

Tena los labios gruesos como los de un negro; era chato y tuerto. La cuenca vaca del otro ojo era estremecedora. Llevaba en su cabeza un penacho de plumas blancas de avestruz y el cuerpo cubierto de una cota de malla brillante y al rededor de la cintura la parte inferior de la rodilla derecha llevaba las usuales tiras blancas de cola de buey. Con la mano derecha sostena una gran lanza. Al rededor del cuello llevaba una gruesa gargantilla de oro y sujeta a la frente un enorme diamante sin tallar.

Despus se hizo el silencio, pero no tard en romperse pues a un soldado se le cay su escudo y crepit por el suelo. El rey dijo acrcate y un joven esbelto sali de la fila y se plant ante l. El rey llam a su hijo Scragga y le dijo que matara a ese perro cobarde, Scragga dio unos pasos hacia el frente, alz su azagaya y la solt con tan desgraciado tino que atraves de parte en parte al joven guerrero.

La simiesca figura que haba estado en la sombra se acerc hacia ellos en cuatro patas, pero cuando lleg junto al rey se alz retirando la piel y cubri su rostro dej ver algunas facciones que produjo en ellos una fuerte impresin, era el rostro de una mujer anciana, tan encogido como del tamao de la cabeza de un nio de pocos aos. Despus de hablar mucho la figura de aquel extrao ser empez a agitarse con terribles convulsiones y cay al suelo echando espuma por la boca en un evidente ataque de epilepsia. Cuando acab todo, Infados los llev de regreso a su alojamiento.

Al llegar a su cabaa invitaron a Infados a que entrase. Infados dijo que esa noche iba a ser la gran caza de brujo y muchos hombres iban a morir. Entonces Umbopa le empez a contar que hace ao el rey Imotu fue asesinado en esas tierras y que su esposo huy con su hijo Ignosi, viajaron muchos meses hasta llegar a unas tierras donde el pueblo Amazulu, emparentado con las Kukuanas, vive la guerra y con l permaneci muchos aos hasta que la madre muri. Durante muchos aos Ignosi aguard pacientemente hasta que lleg su momento en que encontr a hombres blancos que deseaban llegar a esas tierras desconocidas y se les uni a ellos. Umbopa le dijo a Infados que l era Ignosi, que era el legtimo rey del pueblo de los Kukuanas, y le mostr el tatuaje en forma de serpiente azul que rodeaba en su cintura.

La boca abierta del animal presentando se vea en pleno centro del abdomen. Entonces el anciano se hinc de rodillas y exclam Koom y dijo que l era el hijo de su hermano, que era el rey. Ignosi dijo que todava no era el rey pero que con la ayuda de su to y la ayuda de los valientes hombres blancos que le acompaaban lo sera.

Ignosi dijo su to, esta noche es la gran danza y caza de brujos. Son muchos los que morirn y sentirn clera contra el rey Twala. Cuando la danza halla terminado dijo que hablara con algunos de los ms importantes jefes guerreros, que a su vez si se les quiere unir hablarn con sus soldados.

En aquel momento llegaron los mensajeros que venan de parte del rey, les dejasen pasar y al instante entraron tres hombres portando unas relucientes armaduras y cotas de malla y unas esplndidas hachas guerreras, dijeron que eran regalos del rey para los hombres blancos de las estrellas y en seguida salieron.

Pasaron el resto del da descansando y hablando de la situacin. A la puesta del sol miles de hogueras se encendieron y en la oscuridad les lleg el sonido de los pasos marciales y el vibrar de las lanzas conforme los regimientos avanzaban hacia el lugar de la reunin para participar en la gran danza. Lleg Infados con todos sus atuendos de guerra acompaado de 20 hombres y siguiendo su consejo llevaban puestos los petos que el rey les haba enviado, los llevaban debajo de sus ropas con la agradable sorpresa de comprobar que no eran pesados ni incmodos.

Al llegar al gran poblado vieron que estaba rodeado por unos veinte mil guerreros dispuestos en regimientos. Avanzaron hacia el centro del espacio abierto en la que se haban colocado varios taburetes, percibieron que un pequeo grupo llegaba desde la choza real.

El rey se sent en el centro y Gagool se acurruc en sus pies, los dems se situaron detrs de ellos.

Grit Gagool empezad, tambin dijo: cul es la suerte de hombre nacido de mujer? La respuesta surgi de la multitud diciendo: la muerte.

Al instante se produjo otra vez un ruido y de la gran masa de guerreros unas extraas y horribles figuras humanas se acercaron corriendo hacia ellos, era mujeres adornadas, con extraos adornos, casi todas de cierta edad como revelaba su tobillo blanco.

Comenz la danza de la Isanusi y cada vez era ms vertiginosa hasta llegar a tal grado de frentica excitacin que empez a echar espuma por la boca.

Por fin Isanusi empez a moverse de u lado a otro hasta que toc con su orquilla a un guerrero de enorme estatura e inmediatamente dos de sus camaradas sujetaron al condenado cada uno de un brazo y avanzaron el con l hacia el rey.

Con forme el condenado avanzaba, los verdugos salieron a su encuentro dirigiendo la mirada hacia el rey en busca de instrucciones, el rey, Gagool y Scragga gritaron matad y el verdugo le clav el cuchillo a la vctima.

Hacia media noche las cazadoras de brujos se agruparon aparentemente agotadas de su sangriento trabajo y creyeron que el espectculo ya haba acabado. No era as, Gagool corri de un lado a otro hasta llegar a uno de los hombres formados y le toc. Al hacer esto un murmullo brot del regimiento y evidentemente estaba bajo el mando de aquel hombre.

Peor a pesar de ello dos de sus miembros lo sujetaron y lo llevaron al lugar de la ejecucin, ms tarde se enteraron que era un primo del rey.

Cada vez Gagool se acercaba an ms y ms hacia ellos, su creciente proximidad era una pesadilla vertiginosa y los ojos de todos seguan congregados por sus movimientos, hasta que Gagool par y toc a Ignosi en el hombro la bestia exclam que lo mataran y les dijo que estaba lleno de maldad.

Allan se levant de su asiento y dijo que no lo mataran pero el rey dijo que deba morir y Allan replic que no morira, los verdugos de Twala lo apresaron, Allan les dijo que se estuvieran quietos o no veran la luz del sol maana y sac su revolver apuntndolo hacia el rey. Sir Henry y el capitn Good tambin sacaron sus pistolas, Sir Henry apunt al que pareca ser jefe de los verdugos que se dispona a ejecutar su sentencia y el capitn Good apunt hacia Gagool.

Twala se estremeci al ver el can del revolver a la altura de su pecho y les dijo que quitaran sus tubos mgicos y los dej ir en paz.

CAPTULOS DEL 11 AL 15

Durante cerca de 2 horas, estuvieron sentados en silencio porque vieron demasiado esa noche. Poco despus Infados entro en la cabaa con 6 jefes de regimientos. Infados les dijo que Ignosi era el rey de los Kukuanas, Ignosi se descubri y les mostr la serpiente tatuada. Cada uno de las jefes se acerc y examino el tatuaje.

Allan dijo que ya haban visto la serpiente tatuada y les contestaron que no bastaba y que tenan que darles otra prueba.

Entonces Allan les dijo a los jefes que los dejaran reflexionar y los jefes salieron. En cuanto se fueron sac un cuadernillo de el botiqun y les dijo que el 4 de junio haba eclipse total de sol al las 11:15 segn la hora de Greenwich y que se poda ver en las islas de frica.

Enviaron a Umbopa a que convocara a los jefes de nuevo. Poco despus estuvieron de nuevo los jefes y les dijo que iba a hacer que se oscureciera el sol despus de medio da con una duracin de una hora.

Infados dijo que Twala los vendra a buscar para que presenciaran la danza de las muchachas.

A tres kilmetros de Loo prosigui Infados hay una pequea colina curvada como la luna creciente, una fortaleza donde mi regimiento y otros tres regimientos que est al mando de estos hombres se han acuartelado.

Como estaban muy agotados se quedaron dormidos enseguida y no se enteraron de nada hasta que Ignosi los despert a las once de la maana. Se levantaron y desayunaron con avidez.

Cuando regresaron a la cabaa se arreglaron con las cotas de malla. Casi inmediatamente lleg un mensajero de Twala para conducirlos hacia el lugar donde todos los aos se celebra la danza de las muchachas. Cogieron los rifles y municiones para tenerlas en la mano en caso de necesidad como sugiri Infados.

Cuando llegaron Twala exclam que empiece la danza y al instante aquellas vrgenes de bano coronadas de flores empezaron a cantar y a mover virtualmente las palmas y las liras.

Al cabo de un rato el rey levant la mano y pregunt que cual muchacha era la ms hermosa y Allan contest que la primera. Gagool dijo que esa deba morir, aquella tenebrosa anciana dirigi la incitada viveza de sus ojos a la muchacha, ignorante an del terrible destino que le estaba reservado.

Llevaron a la muchacha frente a Scragga dio un paso, levant su enorme lanza y al hacerlo la mano del capitn Good, buscaba su revolver.

Allan se interpuso entre la muchacha y la azagaya de Scragga.

Rey dijo Allan esto no suceder no lo toleraremos. Deja a la muchacha sana y salva.

Scragga dijo, voy a matarla, grit guardia apresad a estos hombres.

Sir Henry, el capitn Good y un Umbopa se dispusieron a su lado y alzaron sus rifles, quietos dijo Allan, haciendo acopio de valor a pesar de tener el corazn en el puo. Odle dijo, Gagool od al mentiroso que dice poder apagar el sol como una lmpara. Que lo haga, que lo haga y dejaremos viva a la muchacha y si no que l muera con ella.

Allan alz la vista hacia el sol y comprob que por un lado de la brillante esfera asomaba una dbil sombra.

Levant su mano en actitud solemne hacia el cielo, Sir Henry y el capitn Good le secundaron y recit un par de versos, Sir Henry sigui con un versculo del antiguo testamento mientras el capitn Good se diriga al reyezuelo.

Lentamente la sombra fue cubriendo al sol y un murmullo autntico de pnico empez a brotar de la multitud que lo rodeaba.

El sol est muriendo; los brujos blancos lo han matado grit Scragga, todos moriremos en la oscuridad.

Animado por el temor, por la furia o por ambas cosas a la vez, levant su azagaya y la asest con toda su fuerza contra el pecho de Sir Henry, pero se haba olvidado de los petos y la azagaya rebot sin producir dao alguno, Sir Henry le rebot la lanza y lo atraves con ella y cay muerto.

Durante un poco ms de una hora siguieron avanzando hasta que el eclipse comenz su fase final y el sector del crculo solar que haba desaparecido antes se izaba de nuevo visible.

Sin poder evitar una mirada melanclica a los pantalones de Good, Infados nos inform que haba reunido los regimientos para explicarle con detalle la sublevacin que los jefes decidieron y para presentarle al heredero legtimo del trono, Ignosi.

Una vez que se hizo el silencio, Infados se dispuso a hablar y les explic con un lenguaje vigoroso y florido. La historia del padre de Ignosi y su muerte a manos de Twala y cmo expuls y conden a morir a su esposa. Despus dijo que los hombres blancos de las estrellas, mirando la tierra haban advertido su dolor y haban decidido, corriendo graves riesgos, aliviar su suerte.

Media hora despus se reunieron en consejo al que asistieron todos los comandantes de los regimientos. Tenan toda la ventaja de que desde la colona podan ver la movilizacin de las tropas y los mensajeros que salan de Loo en todas direcciones para convocar regimientos a favor de Twala. Tenan de su parte unos veinte mil hombres, integrados por siete de los mejores regimientos del pas.

Muy poco antes de la puesta del sol, cuando descansaban de sus trabajos, divisaron una pequea compaa que avanzaba hacia ellos, uno de ellos llevaba una hoja de palma en la mano como seal de que vena como heraldo.

Aquella noche trabajaron intensamente y mientras tuvieron la luz de la luna prosiguieron con todos los preparativos del da siguiente.

Por la noche aquellos miles de hombres dorman tranquilamente, muchos de ellos veran sus miembros embarados y fros. Sus esposas seran viudas y sus hijos hurfanos.

En cuanto se equiparon comieron un poco .

Ah encontraron a Infados rodeados de dos hombres con su regimiento que era sin duda lo mejor del ejrcito Kukuana.

Cuando estuvieron a unos quinientos metros, el grueso del ejrcito se detuvo al pie de la colina para permitir que las dos alas rodeasen su posicin que tena aproximadamente la forma de herradura.

Los regimientos que haban presenciado la escena contemplaron entusiasmados aquellas demostraciones de magia del hombre blanco, mientras las fuerzas que mandaba el general al que l apunt empezaron a retirarse en confusin.

Siguieron avanzando y atronando el are con su entre-chocar de sus lanzas. Se dirigan a los puestos avanzados que haban situado entre las rocas del pi de la colina.

El forcejeo de los guerreros fue terrible y hombres como castillo caan con la misma facilidad que las hojas de los rboles bajo el tiempo de otoo. Para la superioridad numrica de las fuerzas atacantes no tard en hacerse notar y su primera lnea fue descendiendo hasta confundirse con la segunda. En esta posicin de la lucha fue ms dura, pero los nuestros se vieron igualmente empujados hacia atrs hasta que al cabo de unos veinte minutos de que hubiera empezado la batalla. Su tercera lnea tuvo que entrar en accin.

Los atacantes estaba ya muy cansado y haban perdido muchos hombres, entre muertos y heridos, abrirse paso a travs del inmenso bosques de las agallas que constitua nuestra tercera lnea era superior a sus fuerzas.

Los soldados advirtieron la enorme humanidad de Sir Henry al lanzarse al combate y se levant un grito.

A partir de aquel momento el resultado de la lucha que ruidoso como luchando con desesperado arrojo, las fuerzas atacantes se vieron rechazadas ladera abajo, hasta que tuvieron que emprender retirada.

En la mayora de los casos, los pobres heridos estaban inconscientes y en otros el corte fatal de la arteria se haca con tanta rapidez y sin dolos que pareca no alterarse.

Los preparativos para el plan de ataque tan sucintamente expuesto se realizaron con una rapidez que habla muy bien del sistema militar de los Kukuanas. En poco ms de una hora se repartieron raciones de comida que los hombres devoraron, una vez formada las tres divisiones y explicando el plan de ataque a los oficiales, todas las fuerzas, a excepcin de la guardia que se dej con los heridos, que ascenda entonces a unos 18 000 hombres.

Minutos ms tarde, los regimientos destinados al ataque por los flancos partieron en silencio procurando cuidadosamente mantenerse al abrigo del terreno a fin de evitar se vistos por los de Twala, Infados demostraba ser un viejo general muy experto y que conoca la importancia de mantener elevada la moral de sus hombres en la vspera de tan desesperada batalla, utiliz parte de su tiempo en dirigirse a su regimiento.

Entonces los bfalos, descendieron hasta el extremo de la lengua y tomaron posiciones de reserva unos cien metros de la ltima lnea de la columna de los Grises, sobre un terreno ligeramente elevado, en relacin al plano en que se encontraban estos.

Estrechando filas hombro con hombro, redispusieron su formacin en silencio y aguardaron un nuevo ataque.

Ahora un segundo regimiento, cuyos distintivos eran plumas, falditas y escudos blancos, se disponan a atacar a los dos mil Grises supervivientes.

El regimiento atacante, formado por hombres jvenes luch terriblemente enfurecido y al principios creamos que los veteranos iban a ceder.

Peor la perfecta disciplina y el valor constante e inconmovible hacen maravillas y un soldado veterano vale por dos jvenes, como se demostr en aquel caso cuando creamos que los grises estaban perdidos y se dispona a tomar su lugar, en cuanto despejaron el campo al ser aniquilados.

Era hermoso ver aquellos aguerridos batallones, llegar una y otra vez junto a la muerte, levantando incluso cadveres delatante de ellos, para no recibir los golpes de las azagayas.

De pronto se oy un grito de Twala y vieron aparecer la gigantesca figura del rey tuerto, armado tambin con escudo y hachas de guerra. Y vistiendo una armadura metlica. En seguida fue a buscar a Sir Henry y le dijo que hacer si lo mataba y al mismo tiempo lanz un cuchillo que afortunadamente lo vio y lo cas con el escudo

Despus de 5 minutos, la batalla se decidi desmoralizados por la carnicera que les haban inflingido los grises y los bfalos, los regimientos de Twala emprendieron la desbandada por la llanura de Loo.

Twala le invoc a Ignosi que le diera el derecho real Kukuana de morir luchando e Ignosi se lo concedi y le dijo que contra quin quera luchar.

El ojo sombro de Twala recorri las filas y dijo que escogera a Incubu y le dijo Sir Henry que aceptaba pelear con l.

Empezaron a moverse en crculo con el hacha levantada, Sir Henry se lanz hacia adelante y descarg un terrible golpe, que Twala esquiv echndose a un lado. La acometida haba sido tan fuerte que Curtis casi perdi el equilibrio, lo que su antagonista aprovech y blandiendo su pesada hacha por encima de la cabeza la descarg con tremenda fuerza, pero un rpido movimiento del brazo izquierdo de Sir Henry interpuso su escudo, la rplica de Sir Henry fue un hachazo que Twala detuvo con su escudo. Luego sigui un intercambio de acometidas esquivadas o detenidas con el escudo. De pronto Sir Henry tras detener con su escudo un hachazo, descarg su arma con todas sus fuerzas. El golpe parti el escudo de Twala y la armadura devolvi el golpe, con tal fuerza que el mango del hacha se parti hirindole la cara a Curtis. Twala alzando de nuevo su arma se abalanz contra l y el escudo de Sir Henry estaba en el suelo y que ste rodeaba la cintura de Twala con sus enormes brazos. Forcejearon durante un rato y Sir Henry dejando caer el cuchillo lanz su mano hacia el hacha sujeta a la mueca de Twala por las tiras de piel de bfalo, de pronto la tira de cuero se parti y tras un forcejeo Sir Henry consigui liberarse y hacerse con el arma. Se levant rpidamente. Tambin del de Twala, que sacando una pesada tolla del cinto le asest un golpe a Curtis en el pleno pecho. Pero la armadura lo soport perfectamente. Sir Henry agachndose y a la vez que levantaba su hacha por encima de su cabeza la descarg con todas sus fuerzas y el cuerpo de Twala qued despojado de su cabeza.

Cuando termin la lucha. Sir Henry y el capitn Good fueron llevados a la cabaa de Twala. Ambos estaban agotados por el esfuerzo y la prdida de sangre. Con la ayuda de la hermosa Foulata que desde que constituimos en sus salvadores se convirti en su doncella, en especial en la de Good, consigui quitarse las cotas de malla que salvaron sus vidas y hubieron que tenan el cuerpo terriblemente tumefacto.

Mientras tanto Foulata les prepar un caldo bastante fuerte porque estaban demasiado dbiles para comer y mejor lo sorbieron.

Despus consiguieron dormirse pero de vez en cuando Allan se despertaba sobresaltado creyendo que todava estaban en la guerra.

Haca las ocho los visti Infados que no pareca estar mal de los esfuerzos del da anterior a pesar de ya ser bastante viejo, aunque les dijo, que haba pasado toda la noche en vela.

Durante cuatro o cinco das al estado de Good fue sumamente crtico. Y de no ser por los cuidados de Foulata habra muerto.

Allan entr cuidadosamente en la cabaa, la luz de la lmpara mostraba la figura enorme del capitn Good.

Tras la superacin de la crisis y la recuperacin de Good fue rpida y completa. Pero hasta que no estuvo casi restablecido Sir Henry no le cont todo lo que Foulata haba hecho por l.

Pocos das despus Ignosi celebr una gran indaba y fue formalmente reconocido como ley por los induanas de Kukuanalanda.

Ignosi le dijo a Gagool que le iba a matar pero Gagool lleno de clera y terror dijo que no se atreviera a tocarlo y le dijo que conoci a los padres de sus padres y a muchas generaciones de l.

Pero Ignosi la amenaza de que si no lo llevaba hacia donde estaban las piedras le iba a matar y Gagool accedi.

CAPTULO DEL 16 AL 20

Al anochecer del tercer da despus de la escena descrita en una de las cabaas al pie de las tres brujas, como se llamaba aquel tringulo montaoso al que se diriga la carretera de salomn. El grupo lo formaban tres: Foulata que nos serva especialmente a Good, Infados, Gagool, transportada en una especie de parihuelas donde se poda murmurar y maldecir todo el da.

Durante ms de hora y media ascendimos por aquel tramo de carretera tan de prisa a causa de la excitacin.

En el borde de aquella gran hondonada, que no era otra cosa mas que la cima sealada en el mapa del viejo portugus, la gran ruta se bifurca circunvalndola. En muchos puntos, aquella gran carretera de circunvalacin, estaba totalmente construida a base de grandes bloques de piedra.

Sobre enormes pedestales de roca obscura, con inscripciones en caracteres desconocidos separados por unos 10 metros y mirando hacia la carretera que cruzaba la llanura hacia Loo, a lo largo de unos cien kilmetros.

Quiz sea cierto dijo Sir Henry, que haba terminado estudios de literatura clsica.

Antes de que terminaran de examinar aquellas extraordinarias reliquias de la remota antigedad lleg Infados y tras saludar a los silenciosos les pregunt que si queran entrar en seguida en lugar de la muerte. Si estaban dispuestos a entrar inmediatamente, Gagool estaba dispuesta a conducirlos. Como era un poco ms tarde de las once, acusados de seguir inmediatamente y Allan sugiri que para el caso de tener algn percance en la cueva llevaran con ellos un poco de comida.

Para las grandes dimensiones no eran mucho menos lo ms maravilloso del mundo porque la nave estaba atravesada por hileras de gigantescos pilares que daban la impresin de estar formados de hielo, pero en realidad eran enormes estalactitas. Algunos de aquellos pilares se encontraban an en perodo de informacin.

Este tipo de procesos, es por lo que creen saber, un incalculablemente lento como puede deducirse por el siguiente ejemplo, sobre uno de esos pilares descubrieron una figura con aspecto de momia cuya cabeza semejaba la de los dioses egipcios, esculpido sin duda por algn minero de la antigedad.

Pregunt Gagool si estaban listo para entrar en el lugar de la muerte. Sigue bruja dijo Good intentando dar la impresin de que no tenan temor alguno como tambin lo intentaban todos menos Foulata, que se congele el brazo del capitn Good buscando proteccin.

Era en verdad una visin fantasmagrica. Ah, sobre la enorme mesa de piedra, sosteniendo con sus esquelticos dedos una gran danza blanca, estaba sentada la misma muerte en forma de esqueleto humano de ms de 5 metros de altura.

Mientras se hallaban ocupados en sacudirse el pnico del cuerpo en examinar la belleza del lugar, Gagool estuvo ocupndose de cosas bien distintas. De uno u otro modo hacia donde nuestro viejo amigo Twala estaba bajo el goteo para ver como sugiri Good.

Mientras Gagool les adverta levantando la lmpara, que era una masa de piedra se estaba elevando lentamente desapareca por la roca del techo.

Aquella mole de piedra tena la anchura de un portaln, unos cuatro metros de altura ms de medio metro de espesor.

Su excitacin era tan grande al ver el camino que los conduca a la cmara del tesoro del rey Salomn. Gagool dijo entrar, hombres blancos de las estrellas y se adentr por el pasadizo. Pero antes de escuchar que vuestra servidora, la vieja Gagool. Las piedras brillantes que veis fueron extradas de la cima junto a la que se alzan los silenciosos.

Cuando Gagool termin de hablar sus ojos se encontraron y se asustaron.

Gagool les volvi a decir que entraran y que la muerte los aguardaba ah y se ech a rer tras descender unos metros por el pasadizo estrecho y abierto en la roca viva, Gagool se detuvo y los esper.

A lo largo del pasadizo haba bloques dispuestos para ser utilizado y eso era lo ms revelador, un mortero y unas paletas muy semejantes a las que actuales.

Al principio todo lo que la dbil luz de la lmpara les permiti ver, fue una estancia cavada en la roca viva que no tendra ms que tres metros de lado. Despus vieron una esplndida coleccin de colmillos de elefante. En el lado opuesto de la cmara haba una serie de arcanos de madera similares a las de las cajas de municin.

Ah estn los diamantes exclam Allan. Sir Henry acerc la lmpara mantenindola junto a la tapa del arcn cuya cerradura oxidada con el tiempo a pesar de la serenidad del lugar, apareca destrozada. Seguramente por el propio Da Silvestra.

Se lanzaron hacia el lugar y efectivamente haba tres arcones de piedra donde de unos sesenta centmetros de lado. Dos llevaban una especie de cerrojo de pasada y el otro estaba abierto.

Sir Henry dijo que primero haba que sacarlos de ah permanecieron ah unos instantes con las caras plidas por la luz de las lmparas y el resplandor de las gemas.

Abrir los arcones hombres blancos dijo Gagool, seguramente encontraris ms. Las palabras de Gagool hicieron efecto y se dispusieron a llevar las tapas despus de romper una especie de lacre que sellaban los arcones, pero lo que no vimos fue la maligna mirada de Gagool mientras se deslizaba como una serpiente fuera de la cmara del tesoro.

La confusin que sentan era enorme. Se volvieron hacia Foulata. La pobre muchacha estaba mal herida en el cuerpo y advirtieron que no iba a vivir mucho tiempo.

Durante unos minutos permanecieron paralizados por el espanto junto al cadver de Foulata.

No se senta incapaz de describir todo el horror de aquella noche. Pero ya no pudo dormir mucho dejando a un lado la terrible idea del destino que les aguardaba. Sir Henry le pregunt al capitn Good cuntos fsforos le quedaban y contest que le quedaban ocho, le pidi que encendiera uno y que viera que hora era y se dispusieron a comer algo.

De repente Allan sinti que estaba llegando aire limpio, encendieron otros tres fsforos y empezaron a buscar la abertura, de pronto Sir Henry sinti por donde estaba entrando el aire y con la navaja del capitn Good trataba de quitar la piedra.

Despus de un rato lograron quitar la piedra y pasaron por ah llegaron, hasta un tnel ms abierto.

Por donde vieron que pasaba un ro y aprovecharon para lavarse y beber agua, despus fueron buscando la direccin hacia donde iba el ro pero cada vez la abertura se iba haciendo ms estrecha.

Por fin llegaron hasta donde se vea la luz y fueron lo ms rpido posible y salieron, ah afuera vieron a Infados que cuando vio que salieron corri hacia ellos y mirndolos atnitos y temblando de miedo.

Aquel viejo guerrero se arrodill ante ellos se abraz de las rodillas de Sir Henry y se ech a llorar.

Diez das despus de salir de las minas del rey Salomn, se encontraban otra vez en Loo. Despus de haberse recuperado del agotamiento, volvieron a ver si encontraban el agujero por el que haban salido de las minas, pero fue imposible, ya que haba llovido y haban muchos huecos de osos hormigueros. Good ya no era el mismo de antes, estaba muy triste por la muerte de Foulata, pero fue mejor as, ya que no hubiera sido peor el despedirse. Entraron otra vez por el pasillo de las estalactitas y a la habitacin de la muerte, pero no pudieron encontrar el mecanismo que abra la puerta, as que marcharon otra vez a Loo. Cuando llegaron a Loo, fueron recibidos por Ignosi, que, al escuchar la historia y la horrible muerte de Gagool le pregunt a un hombre viejo si l de pequeo conoca a Gagool y el hombre dijo que s, y que era tan vieja como era ahora.

Quatermain aprovech para despedirse de Ignosi. Ignosi se enfad porque pensaba que se iban porque solo queran las piedras y no le queran a l, pero despus entendi que ellos aoraban su tierra igual que l haba aorado la suya, entonces les dej marchar pero les dijo que ningn hombre blanco entrara jams a las minas, porque l le hara volverse y si fuera necesario haran una guerra, pero que para ellos las puertas de Loo siempre estaran abiertas.

Al da siguiente marcharon temprano de Loo. Iban con Infados y tres guas ms, que les haba dado el rey. Toda la gente estaba despidindose de ellos y las mujeres tiraban flores por donde ellos pasaban. Una mujer le dijo a Good que haba venido desde muy lejos para ver sus piernas. Y Good despus de refunfuar un rato se las ense y todas las damas dejaron ir un grito de admiracin, y Good tuvo que ir con las piernas descubiertas hasta que salieron de Loo.

Infados les explic que haba un camino para salir de la tierra de los kukuanas que estaba lleno de oasis y que por ah sera ms fcil ir. Cuando llegaron al primer oasis, Infados se despidi de ellos y Good le regal un monculo. Entonces se fueron por el camino de los oasis con los tres guas.

Hacia el medioda del tercer da encontraron un oasis de los que les haban hablado los guas y pisaron la hierba mientras escuchaban el murmullo del agua.

Cuando estaban caminando por las riberas del arroyo, Quatermain vio una cabaa hecha de paja y barro. De pronto se abri la puerta de la choza y sali un hombre blanco cojo de la pierna derecha y con una gran barba negra. Se quedaron mirando y el hombre blanco sali corriendo para ellos y cay a los pies de Henry. Era George, el hermano de Henry!

Despus sali un zul vestido con pieles y le dijo a Quatermain, que era Jim y que haba perdido el mapa que le haba dado para que se lo entregara a George. Cuando George se levant le dio un fuerte abrazo a su hermano y despus les explic su historia que ms o menos deca que haban estado preguntando a los zules sobre las minas y por lo que les contestaban haban encontrado este camino. Pero un da acamparon aqu y Jim estaba cogiendo miel, y movi una piedra que cay encima de la pierna derecha de George y a causa de su invalidez no podan ni avanzar ni retroceder y se quedaron all.

Quatermain y Good acordaron que le daran la tercera parte a Henry y que si l no la quera se la daran a George, pero Henry acept quedrselas.

Y as fue como acab la historia. Cuando Quatermain estaba terminndola de escribir recibi una carta de sir Henry que le invitaba a irse para Inglaterra a vivir o al menos a pasar las Navidades con ellos. Tambin explic que Good no se haba mejorado todava de la muerte de Foulata y que se haban hecho ricos porque estaban vendiendo las piedras. Y que tenia los colmillos del elefante que mat a Khiva en el saln junto con los colmillos de bfalo que l le regal. El hacha con la que haba matado a Twala estaba en su escritora y que le hubiera gustado haberse trado tambin las cotas de maya.

Despus de leer esta carta, Quatermain decidi irse para all aunque solo fuera para ver a su hijo y para imprimir el libro.

2.2 Idea central

La bsqueda del hermano de sir Henry y la bsqueda de las minas del rey Salomn

Temas

La aventura Las muertes

El suspenso La amistad

El drama La enfermedad

La violencia La magia

El miedo La estrategia

Personajes y narrador

PERSONAJES:

Principales: Allan Quatermain, sir Henry, el capitn Good e Ignosi o Umbopa

Secundarios: El rey Twala, Scragga y Gagool

Terciarios: Los sirvientes, Foulata.

NARRADOR: Es protagonista porque cuenta los hechos en primera persona porque el es el personaje principal de la narracin.

Accin

Planteamiento: Es cuando se inicia de la historia

Allan Quatermain va en camino a Durban y en eso ve a 2 caballeros que llaman su atencin y se entera de que uno se llama Henry Curtis y el otro era un marineros que se llamaba John Good y comienzan a platicar sobre el hermano de sir Henry y tambin Allan le cont todas la historia de las minas del rey Salomn. y cuando llegan a la ciudad se dispusieron ir hacia las minas.

Desarrollo: corresponde a la segunda parte.

Empiezan su viaje por el desierto pero despus casi se mueren de insolacin o de hambre, despus llegan a la montaa donde el portugus Da Silvestra muri. Siguieron avanzando hasta llegar a un lago y fue ah donde se estaban aseando y en eso lleg un grupo de personas y les preguntaron que quienes eran, les contestaron que hombres blancos y que venan de las estrellas. Pero no les crean hasta que seal a un buey y lo mat entonces los llevaron a la ciudad, en las cabaas Umbopa le cont a Infados que el era el rey legtimo porque a su padre lo mataron cuando el estaba chico y le ense el tatuaje en forma de serpiente y le dijo que si lo ayudaba a recuperar su trono e Infados acept sin problema, y en una de esas cabaas se quedaron a descansar para que estuvieran listos para la gran celebracin de la caza de brujos. En la caza de brujos murieron muchos y muy violentamente as que tenan coraje hacia Twala, pero la serpiente en la cintura no les signific mucho y pidieron otra prueba de que lo eres. As que les dijeron a los jefes que iban a hacer que el sol no alumbrara durante una hora ms o menos, que lo iban a hacer en la danza de las muchachas. Cuando acabaron de bailar las muchachas iban a matar a la ms bonita, pero justo cuando la iban a matar Allan se atraves entre la muchacha y el hijo del rey, todos los dems sacaron sus rifles y les apuntaron, Allan no dejo de ver el cielo a ver si se oscureca y si tena una mancha negra. Entonces empez a hacer movimientos con la las manos, le secundaron sir Henry y el capitn y empezaron a decir versos, cuando el sol se ocultaba el hijo del rey de desesperacin le clavo la lanza a sir Henry pero se olvido de las mayas y la lanza rebot, entonces sir Henry agarr la lanza y se la clav.

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