A los creyentes desconcertados HANS URS v BALTHASAR

8/20/2019 A los creyentes desconcertados HANS URS v BALTHASAR

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(Contraportada)

Hans Urs von Balthasar concibe estelibro como un pequeño manual para los

creyentes que se encuentran confusos odesorientados ante los cambios rápidos queha habido en algunos campos de la teologíay la praxis eclesial. or esta ra!"n# estas páginas abarcan varios temasfundamentales para la vida del creyente y#además# se tratan de una forma sencilla# pues no pretende el autor $desconcertar%

sino afian!ar y aclarar lo que pudiera parecer# o incluso fuera confuso.

&n el fondo de todos sus capítulos sede'a entrever el profundo conocimientoteol"gico del autor y un fuerte cuidado pastoral especialmente dirigido hacia losfieles corrientes que intentan vivir conintensidad el mensa'e evang(lico.

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Hans Urs von Balthasar

A los creyentesdesconcertados

MADRID

1980

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+ítulo original,

Kleine fiebel für verunsicherte laien.

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/ 1 2 &

r"logo.........................................................................................................-

3obre la situaci"n.........................................................................................4

5o incomparable.........................................................................................)0

or qu( todavía cristianismo......................................................................)-

3olamente el todo.......................................................................................)4

+ren!ado con tres cabos.............................................................................)65a 1lustraci"n..............................................................................................)7

rogresismo................................................................................................**

5iberalismo.................................................................................................*8

luralismo...................................................................................................*9

&x(gesis......................................................................................................*7

5a libertad de la teología............................................................................--ogma y vida.............................................................................................-6

:einterpretar...............................................................................................80

+ra!ado de una frontera..............................................................................88

1dentificaci"n parcial..................................................................................89

5a 2ru! para nosotros................................................................................40

;aría < 1glesia < ;inisterio........................................................................481ntercomuni"n............................................................................................47

;inisterio de la unidad...............................................................................9*

=utoridad....................................................................................................94

>bediencia crítica.......................................................................................96

&l tradicionalismo......................................................................................60

&cumenismo...............................................................................................6-+eología política.........................................................................................69

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&l =pocalipsis.............................................................................................6?

&pílogo.......................................................................................................?)

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r"logo

&l 3eñor ha recomendado a los cristianos que permane!can en el

amor# sencillos como niños# pues s"lo a los sencillos les ha revelado iossu misterio# mientras que los sabios y entendidos @y Aess da gracias por elloC no entienden nada de (l. 5os niños creen las historias que se lescuentan. 3e quedarían sorprendidos# y ni siquiera lo entenderían# si se lesdi'era que lo que escuchan y repiten no es más que una $lecci"n%# que loque se ha contado no es necesariamente verdadero. &l analfabeto en la feestá a menudo más seguro y más liberado que el alfabeti!ador# siempreexpuesto a la tentaci"n de tomar a los otros por la letra y de de'arles

fi'ados en ese clavo. $&l conocimiento engríe# lo constructivo es el amor%@) 2or ?#)C. 5o que está inflado está hueco# lo edificado se mantiene.

ero ahora viene la fatalidad de que los sabios y entendidos @muy amenudo los te"logosC con su pretendida ciencia# traen la inquietud a lossencillos. 2on su recto sentido de la fe estos sienten que hay en ello algomalsano# pero no dan con la respuesta 'usta. = esto apuntan las terribles palabras de Aess sobre la rueda de molino que habría que colgar al cuellode quien seduce a uno de estos pequeños# su amena!a a los $guías ciegos%

que cierran la puerta del reino de los cielos y ni entran ellos ni de'an entrar a los que quieren @;t *-# )-C. iensan que están por encima de los simplescristianos pero ya ni siquiera son capaces de distinguir entre el e'erciciodel poder segn el mundo (kyrieuein 5c **# *4C y el pleno $poder%(exousia ;e -#)4C espiritual que 2risto ha transmitido a sus discípulos y asus representantes sobre el espíritu enemigo de ios. oder de atar ydesatar en la tierra con efectos en el cielo. = fuer!a de tanta ciencia se hanhecho incapaces de creer en la +rinidad# en la divinidad de 2risto o en su

presencia real en la eucaristía. +odo esto les parecen $extravagancias de partido% y a vuestros hi'os# padres cristianos# se lo enseñan así hoy en laescuela.

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or esta ra!"n es conveniente poner un pequeño manual en las manosde los que# pese a su sana intuici"n# se encuentran confusos. &n (lencontrarán al menos esbo!ados unos cuantos esquemas que puedenmostrar a sus guías seductores. or otra parte# aquellos cuyo $o'o está

sano% y por eso están totalmente en la $lu!% @;t 9# **C no debenintranquili!arse ni creer $que el te"logo científico sabe más de lasverdades de fe que un cristiano sincero que intenta vivir esas verdades díaa día o que un especialista de la Biblia las entiende me'or que un sencillomon'e que las medita desde hace años%). /adie piense que se tiene quelan!ar a complicados estudios# que difícilmente podrá llevar a t(rmino# para que al final del oscuro tnel llegue de nuevo a la lu! de la fe sencilla#a menos que Del peligro es grandeD no quede atascado en un pretenciososaber a medias. 2omo primera orientaci"n este pequeño manual puede ser suficiente.

/o se trata aquí de todo lo que preocupa a los que están insegurossino s"lo las cuestiones más esenciales que atañen a la fe y a su situaci"n.5as cuestiones de moral cristiana no se pueden aclarar en tan breve espacio porque el discernimiento del carácter obligatorio de una norma moraldepende en gran medida de lo profundamente que un cristiano se hayaadentrado en la comprensi"n de su fe. e lo que se trata hoy es de vivir de

nuevo en su unidad la plenitud de la fe.&ste librito se dirige sobre todo a los creyentes inseguros. E3erámucho esperar que tambi(n algunos de las filas de los seguros lo tomen ensus manos y se de'en aquí y allá cuestionar en su seguridadF

) H&/:121# ., Die Aufgabe kirchlicher Wissenschaft heute @ a tarea de la cienciaeclesial hoyC en# $hilosophie und +heologie%# 48# )767# pág. -*9#

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3obre la situaci"n

+odos los cat"licos sinceros sufren hoy por la confusi"n que se da en

el seno de su 1glesia. 3e puede decir sin temor que la intranquilidaddesatada a raí! del 2oncilio ha partido sobre todo del clero y de losreligiosos. 5a salida masiva de su estado y la seculari!aci"n de su teología#catequesis y predicaci"n mostraron bien a las claras que habíanmalentendido por completo la $apertura de la 1glesia al mundo% de quehablaba el 2oncilio. 5os laicos que vivían en el mundo y tenían en (l sucompromiso se sintieron mucho menos interpelados por esta f"rmula. 5allamada a una participaci"n mayor incluso en los campos político#

econ"mico o social no era para ellos nada fundamentalmente nuevo. erola profunda conmoci"n del mundo clerical no podía de'ar de influir en elmundo laico. 5a confusi"n se aument" cuando reformas conciliarestotalmente normales# como# por e'emplo# la de la liturgia# seentreme!claron enseguida con otra serie de innovaciones ininteligibles para los laicos. +ales novedades se revelaron pronto como contrarias a la1glesia al llevarse a las expresiones de fe# al catecismo# a la predicaci"n y ala praxis eclesial. 5os fundadores de tales des"rdenes los cimentaron por

todos los lados# presentándoles como legítimamente 'ustificados# en lateoría y en la práctica. e esta suerte# las llamadas al orden de lasautoridades superiores# allí donde se dieron# fueron totalmente inoperantes.

5a situaci"n se hi!o más grave por la aparici"n masiva de una especiede $estado eclesiástico intermedio%# el de los te!logos laicos @masculinosC.&ntre ellos había sin duda aut(nticos laicos# que deseaban fundamentar me'or su servicio a la 1glesia. ero había tambi(n muchos que en otrotiempo se hubieran decidido por el sacerdocio y que por ello muchas veces

no habían superado un resentimiento contra el clero# de modo queintentaron su seculari!aci"n sociol"gica y a poder ser tambi(n teol"gica.or este grupo# que sin duda s"lo representa un poder en algunos países y

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en otros apenas existe# pasa una línea de ruptura. &n cualquier caso# elnuevo fen"meno representa un fuerte punto de apoyo para quien tiende adesdibu'ar o a eliminar totalmente las fronteras entre el clero y el laicado$mundano%. or otras ra!ones los sacerdotes obreros habían impulsado ya

una síntesis# al menos temporal# de ambas formas de vida. =hora muchoscl(rigos piensan que sufren una crisis de identidad y ya no puedenencontrar su lugar dentro de la sociedad moderna. &l matrimonio pareci"ofrecer un refugio# tanto más cuanto que parecía que la creciente carenciade sacerdotes podría remontarse por casados $acreditados%. G tambi(n lasmu'eres# sobre la base de su igualaci"n con el hombre# comen!aron aaspirar al sacerdocio. E/o hacía tiempo ya que esto se practicaba con (xitoen las confesiones cristianas separadas de la cat"licaF Ga se ve, problemasclericales. /o se puede decir que el creciente nmero de te"logos laicos sehaya convertido en portavo! de los aut(nticos anhelos del laicado que yaexistían desde siempre en la 1glesia.

5as reformas conciliares tra'eron ciertas mitigaciones# como# por e'emplo# la abolici"n de la abstinencia del viernes y en gran parte delayuno# y tambi(n determinadas simplificaciones en la liturgia. ero elclero seculari!ante @incluido un buen nmero de religiososC introdu'o otras$mitigaciones% absolutamente distintas en la práctica Dpor e'emplo# el

abandono casi total del sacramento de la confesi"nD y especialmente enla doctrina de la fe# en la que casi a cada artículo del credo se le coloc" un pequeño o gran signo de interrogaci"n. &sta amalgama condu'o a doshechos de gran peso en la sociolog"a eclesi#stica.

or un lado# el abandono silencioso de un gran nmero de cat"licosde la misa dominical. ;uchas veces desde los plpitos se predicaba unadoctrina extraña# inaguantable para oídos cat"licos# de manera que eseale'amiento termin" muy a menudo en un apartamiento total de la 1glesia.

= continuaci"n fue la separaci"n espectacular de distintos grupos detradicionalistas# más o menos radicales# que o bien contestabanabiertamente la legitimidad del ltimo 2oncilio o lamentaban algunas desus determinaciones o bien protestaban ruidosamente contra susconsecuencias. =poyados por algunos obispos# se orientaban totalmentehacia el preconcilio. 3e querían mantener en el credo íntegro# peroenclaustrándolo en una forma litrgica que ya no es reconocida.

=mbas tendencias hicieron que muchos laicos# extrañados por la

espectacular crisis de identidad de cl(rigos y religiosos# de la que a veces#sin ra!"n alguna# se les hablaba desde el plpito# se distanciaran de la vidade la 1glesia. &stas actitudes tan teatrales no se correspondían en modo

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alguno con la clara imagen de un $hombre espiritual%# es decir# de unhombre tomado y esclarecido por el espíritu de ios# al que el hombre puede dirigirse y en el que puede apoyarse para tener un guía en el caminohacia ios. ara (l DtodavíaD el sacerdote es el hombre que da forma

palpable a la esencia escondida de la 1glesia y a las exigencias de 2risto enel evangelio# que segn ablo es un $typos%# un modelo por el queorientarse. or eso para el laico siempre será fácil clasificar a los cl(rigosque conoce en aquellos que merecen su nombre y aquellos cuya renunciaconoce# soporta qui!á paciente o escandali!ado en el peor de los casos.esde la "ptica del seglar no es posible un cambio en la identidad delcl(rigo. or esta ra!"n la crisis de identidad le da pie para buscar su guíaespiritual en otra parte# por e'emplo# entre los maestros de la meditaci"noriental# o para quedarse con el vino preconciliar bien curado y abandonar el mosto que se agita tan bi!arramente# esperando que se clarifique dealgn modo.

5o dicho hasta aquí# parece que carga toda la culpa de la crisis actualnicamente en un nivel de la 1glesia y que absuelve a todos los demás. &s 'usto añadir an una observaci"n. &l mundo ha entrado en una aceleraci"ntan rápida que el cambio se ha convertido para los hombres de hoy en unaespecie de pie!a integrante de su experiencia y de su visi"n del mundo. 5o

que por principio se niega a cambiar# se hace sospechoso. Una religi"n quedesde hace dos mil años presenta el mismo credo sin cambiarlo y loimpone como tal a sus seguidores Dun credo en cuyo centro se hallanhechos hist"ricosD Epuede ser hoy todavía creíbleF &sta fe es tan antiguaque parece que $pronto no será ya verdadera%. or muchos sectores de lacristiandad @no por todosC circula un fastidio secreto por unas expresionesde fe y formas de adoraci"n siempre iguales. Habría que encontrar algomás actual y si es preciso inventarlo. euerbach y /iet!sche @el hi'o de un

pastorC fueron laicos. +ambi(n los laicos en la 1glesia están tocados por este anhelo de un cambio totalmente nuevo hacia el absoluto# de unatravesía hacia nuevas orillas# tal como lo esperaba /iet!sche.

ero es posible que todo esto nos lleve de nuevo a nuestra visi"n primera. 3i en los primeros siglos del cristianismo la novedad del mensa'ede 2risto fue algo fascinante# si en la historia de la 1glesia esta novedadinterior# esencial y no superable fue# sobre todo por los santos# retomadasiempre y vivida frente al mundo Dpensemos en 3an rancisco de =sísD

la ra!"n de que esta fe pare!ca superada# Edepende qui!á de la forma comose predic" en la edad moderna la revelaci"n cristiana @sobre la base de unaescolástica anquilosada# racionalistaC o acaso de la falta de grandes figuras

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de santos en muchos paísesF Eueron muchos de los intentos deactuali!aci"n de la vida cristiana demasiado artificiales# demasiadoexteriores# por e'emplo# en la =cci"n 2at"licaF &n la educaci"n en losseminarios# noviciados# escolasticados# estricta y ligada a la tradici"n# Eel

anhelo que se iba incubando de algo totalmente distinto# más aut(ntico# fuequi!á ya tan fuerte que las fructíferas propuestas de reforma del 2onciliono se tomaron en serio# fueron inmediatamente rebasadas y se las tom"como pretexto para pisotear todo aquello ba'o lo que# en secreto# se habíasufrido tanto tiempoF

3ea lo que sea# la situaci"n actual se caracteri!a por una fuerte polari$aci!n en la 1glesia# de modo que un diálogo entre $progresistas% y$tradicionalistas% aportaría pocos resultados. &l campo de los progresistas

intenta conquistar el centro# el de los tradicionalistas mantiene la fortale!atena!mente# como si defendiera este centro. Unos y otros se distancian delos hombres del magisterio y del pequeño nmero de te"logos que intentanmantener el aut(ntico centro.

E&n qu( direcci"n habría que mirar para ver el resplandor de unaauroraF =llí sin duda# donde en la tradici"n de la 1glesia se hace visiblealgo verdaderamente espiritual. =llí donde lo cristiano apare!ca no comouna doctrina expuesta cansinamente sino como una aventura estimulante.

Eor qu( de repente todo el mundo se fi'a en el rostro arrugado peroradiante de la albanesa de 2alcutaF 5o que hace no es nuevo para loscristianos, 5as 2asas# edro 2laver han hecho cosas seme'antes. ero deun golpe el volcán que se creía extinguido ha comen!ado de nuevo adespedir fuego. G nada en esta mu'er anciana es progresista# nadatradicionalista. &lla encarna sin cansarse al centro# al +odo.

&s comprensible que la generaci"n que viene desconfíe grandementede la imagen que la 1glesia ofrece comnmente. or ello sucumbe el

encanto de religiones para '"venes# que exigen cualquier compromisoestupendo# a menudo incluso absurdo. = pesar de todo hay algunos que buscan# a trav(s de la male!a# penetrar en las aut(nticas fuentes de locristiano. &stos esperan una ayuda. a tarea %ayor y %#s dif"cil de la &glesia actual consiste en esto. Una mayoría de las figuras que brillabanantes del 2oncilio en teología# espiritualidad# pastoral# han desaparecido.5a generaci"n media# marcada por las tormentas y la confusi"n del postconcilio# domina ampliamente el panorama teol"gico, cátedras#

pulpitos# puestos directivos. 5os '"venes que buscan lo aut(ntico# Eseránintroducidos por esta generaci"n que hoy domina en lo que bulle en suinteriorF Eo tendrán que prescindir de ellaF e que esto se logre depende

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en gran medida el que mañana los cristianos recuperen aquellos guías$espirituales% de los que saben cuál debería ser el talante para que sedevuelva# a ellos mismos y a toda la 1glesia# su autenticidad. 5o que serequiere es la vigilancia de todos pero más todavía la oraci"n de todos.

&l pequeño manual que aquí se ofrece no puede anticipar nada de loque vaya a venir. 3"lo quiere ofrecer un par de líneas directrices para el presente. /o un catecismo que fundamente los diversos aspectos de la fecristiana# los explique y los muestre en su concordancia. ;enos an unateología construida y ni siquiera su esbo!o. Unicamente algunosindicadores en puntos cruciales# allí donde uno podría tomar un senderoequivocado. Unicamente un compás que muestre en cada momento dondeestá el norte. 5a br'ula tiene la venta'a de que le basta con mostrar y no

nace falta que demuestre. &l manual tiene la desventa'a de que muchas delas cosas que muestra no puede demostrarlas por extenso. 2onfía# sinembargo# en que la lu! de 2risto a la que remite se probará a sí mismareprobando lo falso. &lla es index sui et falsi. e tal modo que todoconcurra a que la lu! de 2risto# en su incomparable unidad# hagamanifiesta su propia evidencia.

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5o incomparable

&l que conoce al hombre se da cuenta de que la religi!n pertenece a

su esencia. 2omprende tambi(n c"mo las diferentes refracciones de lanica religi"n universal han podido nacer de su anhelo de absoluto. &lhombre es concebido# no se trae a sí mismo. or fuerte que sea susentimiento de pertenencia a una genealogía# sabe que debe agradecimien<to no s"lo a sus padres sino con (stos y todos sus antecesores a un fun<damento original generador. =unque por su finitud y por la labilidad delmundo puede estar muy le'os de esa fuente# tiene que llevar sin duda en síla marca de este parentesco. e esta suerte puede representarse al =bsoluto

como una esencia personal# como un con'unto de ellas o# por su grande!a#como suprapersonal o impersonal. = partir de las imágenes y símbolos quele son familiares puede o incluso debe formar mitos sobre el origen# laconservaci"n# el fin del mundo. G pensarse a sí mismo# mortal# en elencuentro con lo imperecedero# en un 'uicio de los muertos con premio ycastigo. =caso DEqui(n puede saberloFD cuando transcurra y termine unaño c"smico# todo comience de nuevo por el principio. ero acaso puedatambi(n el hombre# si alguien especialmente esclarecido le muestra el

camino y el m(todo apropiado# escaparse del fluir permanente de lasreencarnaciones perecederas y volverse a encontrar en el fundamentooriginal del cual# alienado en lo finito# había salido. =l mismo tiempoexiste tambi(n Dpuesto que el hombre es un ser socialD una religi"n pblica y social del &stado# en la que un dominador representa el ordenc"smico# el principio divino que inhabita el mundo. :eligi"n del templo yreligi"n de la corte se entrela!an# pues# orgánicamente. 2omo funcionariosde la colectividad# $sabios% y $profetas% pueden interpretar las leyes y

mandamientos de la naturale!a general aplicándolas a la práctica moral y política.

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2on los hebreos irrumpe en ese mundo religioso algofundamentalmente nuevo# inverso# an cuando aqu(llos habían integrado#transformándolos# muchos elementos de aquel mundo. &l ahora# laconclusi"n de una alian!a entre un hombre @=brahamC# un pueblo @en el

3inaíC y la divinidad es para ellos la constataci"n de una pro%esa queanticipa el futuro y el fin de la historia de la humanidad. =hora n"mada#ahora marchando por el desierto# ahora postrado en un exilio temporal odefinitivo# cada ve! es más ardiente en el pueblo el anhelo de un reinomesiánico prometido. ara marchar a trav(s de los tiempos anclados en lafidelidad a la alian!a ios provee $sabiduría% @la leyC. Una sabiduría que amenudo actuali!an los profetas pero que# en tanto su cumplimiento se haceesperar# todavía no está $escrita en el cora!"n% y posee por eso una ciertaexterioridad @$tablas de piedra%C. 2uando se absoluti!a $en religi"n%# puede conducir a una p(sima confusi"n entre la 5ey y el ios de la=lian!a que la ha firmado libremente @$fariseísmo%C. &n la medida en queel ios que elige y que promete irrumpe en soberana libertad en la historia#el mundo y el hombre# su libre creaci"n# aparecen radicalmentedesmitificados. or eso un 'udaismo tardío# cansado de la espera# puede perder la paciencia y pretende traer el reino mesiánico con sus propiasfuer!as y encontrar su camino a trav(s de la historia @racionalismodial(ctico o esperan!a ut"picaC.

3obre el fundamento del 'udaismo se levanta# otra ve!# como algototalmente nuevo# como la novedad absoluta pero recogiendo a la ve! loválido del paganismo y del 'udaismo# la 'tercera generaci!n la de loscristianos. 5o nuevo descansa sobre la inaudita pretensi"n del hombreAess de /a!aret de poder hablar y actuar con la autoridad del ios de1srael y del 2reador del universo. ;ás an# de ser como hombre Dnocomo h(roe o semidi"s# a la manera de las religiones paganasD la palabra

definitiva de ios a 1srael y a todo el mundo. &sta pretensi"n insuperable#que exige tambi(n un $seguimiento% sin condiciones# se presenta con unahumildad incomparable# con naturalidad# con cercanía a los pobres ydespreciados# como el cumplimiento de las profecías del =ntiguo+estamento y a la ve! su superaci"n inesperada. uesto que estecumplimiento no correspondía a las aspiraciones mundanas y escatol"gicasde los 'udíos# Aess se vio recha!ado como un falso ;esías y crucificado por el poder estatal romano. or su resurrecci"n de entre los muertos# ios

le confirm"# sin embargo# como el verdadero ob'eto de la promesa y# por encima de ello# como la ltima noticia de sí mismo y el ltimo don de quesí mismo hace ios al mundo. 5o que en la persona del resucitado es

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or qu( todavía cristianismo

3e habla hoy mucho de la necesidad de abrir nuevos accesos para la

comprensi"n del cristianismo. 5a apolog(tica# en otros tiempos tanoperativa# parece estar anticuada sin remedio. G# sin embargo# a menudo lomás antiguo# lo que está más cerca del fen"meno original de Aesucristo# estambi(n lo más nuevo y lo más efica!. 5a actualidad del cristianismo parael mundo de hoy# Eno debería apoyarse en el hecho elemental de que en lahistoria del mundo es el *nico que presenta# antes y ahora# la unidadsuperior del paganismo y del 'udaismoF

&n otros tiempos la gran dificultad de la 1glesia de 2risto consistía en

compaginar la tradici"n religiosa del 'udaismo y su espera del ;esías conlas formas paganas de piedad que Dsin esperan!a religiosa para el futuro D buscaban por diversos caminos un contacto en el presente con ladivinidad. Hoy se trata de lograr la misma síntesis# que se ha vuelto másacuciante por los efectos de un 'udaismo seculari!ado @hablamos s"lo de(ste pero el otro# el creyente# existe tambi(nC. 5o que hay que compaginar hoy es la 'usta preocupaci"n por el futuro de la humanidad# que más quenunca dependen del poder y de la responsabilidad de los hombres# y la

exigencia absoluta para cada individuo de pensar# aquí y ahora# en su#relaci"n con ios# en su salvaci"n eterna. a hori$ontal hacia adelante yla vertical hacia arriba+ en esas dos direcciones debe implicarse el hombretotalmente. G debe hacerlo de tal manera que cada direcci"n no interfiera ala otra sino que por el contrario la potencie.

E2"mo será esto posibleF &l que# como el marxista# se entrega por completo al servicio del bien de la humanidad# Ec"mo tendrá tiempo yganas de re!ar y de recogerse en iosF Iuien# por el contrario# se dedica a

la meditaci"n oriental y se sumerge en el absoluto# Ec"mo podrá dedicarseenteramente a su tarea en el mundoF

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Unicamente en la cru! de 2risto se cru!an la hori!ontal y la vertical#s"lo en ella la entrega por la humanidad se hace una con el contactoinmediato con la voluntad del adre. Eor qu(F orque la voluntad de iosque 2risto escucha en la oraci"n le remite siempre al mundo y a su

miseria# no con un programa puramente humano sino con un plan desalvaci"n como solamente ios puede idearlo y llevarlo a cabo. 5a acci"nsola no basta# incluso en la vida terrestre de Aess no llega a su ob'etivo.5a oraci"n sola no basta# sin cesar nos está remitiendo# en primer lugar a laacci"n# pero finalmente al tercer elemento# el nico que conduce a laapertura, el gran sufrimiento que es como la síntesis de acci"n ycontemplaci"n# que consiste en soportar el pecado insoportable del mundo#que ha cerrado Hacía adelante y hacia arriba el acceso a ios. &s la puertaque se abre en ambas direcciones.

Hacia adelante, Equ( podrán hacer los planes marxistas del futuro siel hombre no es esencialmente transformable y si las incontablesgeneraciones pasadas permanecen sin redenci"nF &l cristianismo traba'aen la transformaci"n del mundo en la esperan!a Danclada en la vuelta de2risto y en la llegada del reino de ios que todo lo ha de transformarD deque toda aportaci"n al bien llegará a lugar seguro.

Hacia arriba, Equ( podrán conseguir todos los (xtasis e inmersiones

de las t(cnicas orientales si no alcan!an el cora!"n vivo de ios# ese amor absoluto que se ha manifestado en la cru! de 2risto# con el que nunca nos podremos identificar pero que nos hace participar en sí mismo a trav(s del&spíritu 3antoF

&l hombre sigue estando en tensi"n entre el cielo y la tierra# sin poder armoni!ar nunca por sus propias fuer!as las dos direcciones de suexistencia. E/o es esto una muestra de que ya desde la creaci"n estádelineado segn el crucificado y resucitado en el que encuentra descanso

su inquieto cora!"nF5o mismo se puede expresar de un modo más simple con el

evangelio, los dos mandamientos supremos del amor de ios y del pr"'imo se hacen uno solamente en =quel que es a la ve! ios y hombre.&n este incomparable se hallará siempre el centro de la apolog(ticacristiana.

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3olamente el todo

&n cualquier caso# sin embargo# es incomparable s"lo si no se trocea

la figura de Aesucristo. &l hombre inventa sutiles pretextos para arrancar aquí# allá# por todas partes# tro!os de esta figura. ero cuanto másfragmentaria apare!ca Dy así supuestamente más plausibleD tanto másindescifrable se hace en realidad.

2ada aspecto remite siempre a los restantes# al modo como en unaorquesta lo que toca un instrumento nicamente se llena de sentido por suacuerdo con todos los restantes. Un par de e'emplos, si Aess es la palabrade ios hecha hombre# no s"lo habla cosas maravillosas sino que las hace.

G entre esas acciones las espirituales son mayores y más admirables quelas materiales, el perd"n de los pecados# dice (l mismo# tiene una preeminencia sobre la curaci"n de los cuerpos. ero a la ve! esos signosque obra en los ciegos# en los paralíticos# en los posesos# son revelacionesen forma humana de la clemencia divina. Iuien los niega# sustrae a laencarnaci"n uno de sus aspectos. >tro e'emplo, Ec"mo podría Aess exigir de sus discípulos un seguimiento sin condiciones si no supiera que (l ha derecorrer ese camino el primero y como modelo para todos los demásF 3u

exigencia sería incomprensible si se le discute esta consciencia. Untercero, en su comportamiento se encuentran rasgos en muchos sentidoscontradictorios# una dul!ura extrema puede aliarse con un extremo rigor.ero si se considera que (l es verdaderamente la palabra de Dios en formahumana y en ios es id(ntico lo aparentemente más opuesto Domnipo<tencia y extrema longanimidad# 'uicio y misericordiaD no vale igualar yallanar la conducta aparentemente inconciliable de Aess con los criteriosde la psicología convencional. &l fuego que $ha venido a traer a la tierra%

puede muy bien ser a la ve! fuego de ira y fuego de amor.&stos son solamente algunos e'emplos de la coherencia interna de

esta figura. 3e podría y se debería continuar mostrando largamente las)?


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proporciones de la figura del 3alvador Aess# comparable al aplomo bienequilibrado de una catedral g"tica. &sta estática s"lo permanece inc"lumecuando se mantiene en los escritos del /uevo +estamento. &s muy naturalque# por los infinitos aspectos significativos de esta figura# esta fe s"lo

puede acercarse a ella desde muchos lugares# incluso opuestos# que secompletan en sus formas de expresi"n. /o es menos natural que no hayas"lo un evangelio sino cuatro# cada uno de los cuales tiene su propio puntode vista. E2"mo la palabra de ios Dan la palabra de ios hecha carne D que vive y sufre# muere y resucita# podría encerrarse en la cárcel dealgunas palabras humanasF $;e parece que los libros del mundo entero no podrían contenerla% @An *)# *4C. 3in embargo# los relatos diversoscircunscriben el misterio central de tal manera que convencen al que quierever lo que se muestra y aparece llena de sentido la fe que (l mismo suscita.&sta fe se relaciona siempre# como la de# los primeros discípulos# con la palabra de ios.

5a fe que se expresa en el /uevo +estamento no es la fe deindividuos aislados sino la de una comunidad. Aess mismo había elegidosu ncleo# los doce ap"stoles# y les había enseñado y enviado# de modoque esta comunidad se remite a su fundador y sabe que se le haencomendado llevar adelante sus deseos e incluso su presencia. &llo hace

que esta fe de la comunidad siga siendo normativa para todos los quequieren adscribirse a ella. G puesto que encierra en sí el seguimiento# la feno se reduce nunca a $tener por verdadero% algo te"ricamente @dogmáticaCsino que encierra directamente una regla práctica de vida @(ticaC que# comoexpresi"n de una fe comunitaria vivida# es tambi(n normativa para cadaindividuo @la antigua 1glesia llamaba a esto disciplinaC.

;uy pronto diversas gentes de fuera @gn"sticos# ebionitasC comien!ana atacar la figura de Aess. ero la fe de la comunidad vela por su

integridad y la de cada uno sigue siendo salvífica por su conexi"n con lade todos# que toma forma en los escritos neotestamentarios y se mantieneviva en el cumplimiento comunitario de memorial del 3eñor# de laeucaristía.

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+ren!ado con tres cabos

ero 'unto a la palabra que se anuncia y al sacramento que se celebra#

un tercer elemento# ya apuntado# es necesario para ligar a la 1glesia a suorigen con una cuerda de tres hilos, el pleno poder que desde el principioconfiri" Aess a los doce elegidos como participaci"n en su autoridad @;e-# )8sC. &n el contexto de la pasi"n Den la instituci"n de la eucaristía@$haced lo mismo en memoria mía%# 5c **#)7C# en la resurrecci"n...@$recibid el &spíritu 3antoJ a quienes les perdon(is los pecados...% An *0#** ssC D se profundi!a hasta convertirse en poder propiamente sacerdotal.esde la primera intervenci"n de edro en los $Hechos de los =p"stoles%#

pasando por el estricto gobierno eclesial en las comunidades de ablohasta la doctrina de la primera carta de edro sobre la tarea y la postura delos $pastores%# la estructura 'erárquica de la 1glesia es evidente# ancuando# ba'o la vigilancia de los ap"stoles# las estructuras se vayan precisando s"lo lentamente.

ara ver claramente la interpretaci!n de los tres ele%entos es precisoreparar en el hecho de que el magisterio es consciente de existir estrictamente por encargo y al servicio de 2ristoJ de que este encargo está

atestiguado en la &scritura de acuerdo con la actitud de servicio del mismo2ristoJ y de que los sacramentos centrales Deucaristía y perd"n de los pecados que separan de la 1glesiaD se presentan confiados al magisterio.3"lo por encargo de 2risto puede un hombre pronunciar con pleno sentidoJ$esto es %i cuerpo%# $yo te perdono%. or esto el ministerio mismo puedeser un sacramento recibido de 2risto o de los que (l ha comisionado. /adie puede atribuirse a sí mismo ese pleno poderJ ni siquiera la comunidadcomo tal 2omo lo testimonia la &scritura# s"lo puado poseerse#

administrarse# transmitirse sobre la base de una delegaci"n. ,scritura%inisterio sacra%ento. ;ás allá de sí mismos todos remiten a lainstituci"n transmitida desde el dispensador original y permanente

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Aesucristo# quien ha e'ercido su autoridad y pleno poder s"lo en el serviciohumilde a la voluntad del adre.

5os tres elementos están al servicio de la animaci"n espiritual de lacomunidad &n olla ha de vivirse y encontrar una respuesta la palabra de la

&scritura @y la &scritura contiene ya en sí la actuaci"n creyente de 1srael yde la 1glesiaC. &n ella además la actuaci"n del ministerio ha de engendrar la actuaci"n responsable de todos los creyentes y el sacramento y laliturgia deben ser levadura de toda la vida cotidiana de 1on cristianos. 5a santidad ob-etiva que mora orí la &scritura# orí el sacramento y elministerio tiene por misi"n fertili!ar la santidad sub-etiva a%orosa de losmiembros de la 1glesia orque (sta# por voluntad de Aess# debo convencer al mundo de la verdad que (l ha aportado. +extos# instituciones#

celebraciones litrgicas# quedan est(riles si las semillas que hay en ellos nogerminan# fructificadas por la gracia# en el campo de los cora!ones

&scritura# ministerio# sacramentos son interiores a la 1glesia# pero hansido instituidos por el 3eñor. 3u transmisi"n por la historia# no exenta detensiones y# sin embargo# mantenida en la unidad# garanti!a a la 1glesia suidentidad. 5a vivacidad de la tradici"n se muestra en esto, por un ladoengendra un seguimiento creíble de 2risto @$santidad%C a trav(s de lossiglos =demás de ello# apoyado por la teología que investiga y reflexiona#

el ministerio salvaguarda el contenido central de la fe cristiana# en tiemposde turbaciones espirituales# contra mutilaciones heterodoxas# trayendo a lalu! en su plenitud la figura de la revelaci"n = la ve! y en concordancia corilas indicaciones de la &scritura y de la tradici"n litrgica# pueden aclararsemás aspectos del misterio hasta ahora orí las sombras# siempre que rio secambien las proporciones básicas de la esencia y del obrar de Aess.

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5a 1lustraci"n

&sta unidad de revelaci"n y tradici"n hist"rica# y por tanto# la

comprensi"n de todo el con'unto# se pone en cuesti"n por primera ve! enla &dad ;oderna. 5a :eforma es la primera que saca el principio delmagisterio de la conexi"n que se ha descrito# lo hace derivar de lacomunidad en ve! de hacerlo de 2risto y con ello pone tambi(n en peligrola plenitud de lo sacramental. or lo menos se imposibilita el $ego teabsolvo% pronunciado el nombre de 2risto# aunque tambi(n el $hoc estenim corpus %eu%% se hace problemático.

3in embargo# la agresi"n definitiva acontece con la 1lustraci"n. &n

gran parte es la divisi"n de los cristianos quien la provoca. or detrás delas $confesiones% se busca una posici"n que neutralice lo confesional# a lave! que se intenta reducirla al nivel de los criterios válidos ante la ra!"nhumana. 5a polaridad que se da entre la figura de 2risto y la fe eclesial@apoyada en la &scritura# el ministerio# el sacramentoC se rompe. 5a figurade Aess se derrumba por un cuestiona< miento $desmitologi!ador% de la&scritura. 1ncoherencias @por e'emplo# en los relatos de la resurrecci"nChacen dudar de los hechos testificados @qui!á de la misma resurrecci"nC#

los milagros podrían haber sido poemati!ados o al menos fuertementehinchados# los discursos de Aess elevados a una autoridad mayor de la queellos mismos pretendían# los relatos de la infancia compuestos a partir deleyendas. 3obre el sentido de la muerte en la cru!# sobre su valoraci"n por Aess mismo no hay seguridad y lo mismo ocurre con la significaci"n precisa de sus palabras y gestos en la ltima cena. 1nterrogando así a lostextos @por completo en contra de lo que ellos quieren decirJ pero el textoestá $condicionado por el tiempo%# el ilustrado lo sabe me'orC la figura de

Aess empalidece hasta parecerse a la de cualquier otro fundador dereligiones# desaparece su carácter incomparable# inasimilable por la ra!"n

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y se convierte en un modelo moral# acaso importante en una $religi"ndentro de los límites de la ra!"n pura%.

/aturalmente# al disolverse la figura de 2risto reconocida en laantigua fe se suprime tambi(n la conexi"n entre &scritura# ministerio y

sacramento. uesto que la &scritura se convierte en un texto de historia delas religiones que puede ser interrogado $críticamente% de una formaneutral y científica# el ministerio testimoniado en ella pierde su autoridadfundada en 2risto. 3ociol"gicamente aparece como una funci"n dentro deuna determinada comunidad religiosa# homologable por completo confunciones análogas de otras comunidades religiosas# puesto que la mayoría poseen tambi(n sus magisterios y $sacerdocios%. 5o mismo se puede decir de las liturgias sacramentales# con las que igualmente se pueden comparar

realidades de otras partes.&l espacio neutral que se abre cuando ante el tribunal de la $ra!"n pura% Daunque s"lo sea como ensayoD se cita la mutua relaci"n entre la pretensi"n de 2risto y la fe de la 1glesia# cuando se pone la fe en el par(ntesis de una duda# aunque sea $met"dica%# se ocupa inmediatamente por la reclamaci"n de una $libre discusi"n% sobre el sentido y el alcance delas verdades de fe*. or este camino# por e'emplo# la divinidad de 2risto#aunque definida solemnemente por concilios generales de la 1glesia# puede

ponerse a discusi"n. = continuaci"n# como es obvio# el misterio del iostrino# el de la iglesia y los sacramentos y muchos otros quedan sometidos adiscusi"n igualmente.

5a teología eclesial ha mantenido hasta ahora firmemente que elartículo de la fe creído vivamente debe ser la base y el punto de partida deuna reflexi"n racional profundi!adora# del mismo modo que el intento decomprender me'or una obra de arte ha de partir siempre de su totalidad.ero este enunciado fundamental ya no vale. 3e estima más bien que hay

* 3"lo con que se d( la apariencia de que ya no se puede hablar libremente sobre verdades de fe# se ponen en cuesti"n supuestosfundamentales de la reali!aci"n de la fe... &n su permanencia o en sucalda# la fe depende del derecho de cada cristiano de comunicara los otrossu comprensi"n personal del mensa'e predicado por la 1glesia y de hablar con ellos abiertamente... 2omo comunidad de fe y de amor# la 1glesia s"lo

puede estar viva si cada uno puede manifestar sus opiniones# problemas ycuestiones sin que tenga que temer sospechas# llamadas de atenci"n# prohibiciones o incluso la imputaci"n de oscuras motivaciones.

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que colocarse por detr#s de la fe Dtanto de su ob'eto como de su actoD para desde all" aduirir una lu$ decisiva sobre ella.

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rogresismo

2on todo ello se hace clara la parado'a de lo que# en la línea de una

ilustraci"n prolongada# se llama $progresismo%. &n realidad consiste enuna regresi!n por detrás de la mutua pertenencia entre contenido de la fe yacto de fe. =sí# por e'emplo# el ex(geta ilustrado buscará detrás de losrelatos de los milagros en los evangelios para mostrar# segn una esferamás amplia de historias de milagros de aquel tiempo# que los milagros deAess no son $nada especial% o más bien# son parte de ese $fondo general%que la ra!"n puede explicar de esta o de otra manera. > bien# por detrás dela redacci"n de los evangelios# preguntará por sus fuentes# en las que la fe

de la primera 1glesia @qui!áC se expresa de una forma más primitiva másindiferenciada o en las que se hace visible el contexto de una concepci"ndel mundo que los cristianos posteriores no podían ya aceptar# de modoque hubieron de disfra!arlo. 3i se trata de un te"logo llamará $teologíastardías% a las formas plenamente desarrolladas del /uevo +estamento que parecer hinchar determinadas realidades sencillas. 3e preguntará# pues# por las huellas de estratos anteriores que se encuentren más cerca de la simplera!"n humana y que no exi'an el $sacrificium intellectus% que pide# por

e'emplo# la fe paulina en la esencia y los efectos de la cru! de 2risto.Una ve! que los enunciados principales de la 3agrada &scritura se

han llevado ante el tribunal de la ra!"n pura# sus interpretaciones por la1glesia deberán someterse al mismo procedimiento# sea cual sea laautoridad solemne de que est(n revestidos. &s que no han cumplido eldecisivo traspaso por detrás de los artículos de la fe y por consiguiente para el espíritu ilustrado siguen siendo acríticas e ingenuas.

=lgunos han intentado una mediaci"n entre el punto de vista de la fe

cristiana y el de la 1lustraci"n haciendo una proposici"n básica, cadaenunciado teol"gico @es decir# que afecta a iosC debe ser tambi(nantropol"gico# esto es# concerniendo al hombre no por casualidad sino

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esencialmente. &n un sentido# naturalmente# esto es 'usto# puesto que iosno se revela solamente para darse al hombre# librarle de sus servidumbresy elevarle a la participaci"n de la vida divina. &l hombre debe ser tambi(ncapa! de comprender de algn modo Den la entrega de la feD aquello

que se le propone y sacar las consecuencias (ticas. ero no es menos ciertoque se trata de una frase tremendamente ambigua y esta ambigKedad norefle'a# es una señal de la situaci"n de'ada por la 1lustraci"n en la 1glesia.5a ra!"n es que se puede interpretar tambi(n en el sentido de que todoenunciado sobre ios debe ser examinado y aprobado por el tribunal de lara!"n humana. 5a forma más extrema de esta exigencia se encuentra enHegel para quien no queda en ios# puesto que se ha abierto plenamente#ningn misterio incomprensible para el hombre. ocos llegan hasta ese punto si quieren llamarse an te"logos cat"licos# pero muchos acentan detal manera el segundo miembro de la frase que# frente a la verdad revelada#se pondrá como principio interpretativo el que pueda ser entendida por elmayor nmero posible. &ste intento de pasar más allá del misterio no puede ser sino la dislocaci"n de algo que es impenetrable en su unidad# por e'emplo# la unidad de la divinidad y la humanidad en 2risto. &l camino del progresista se presenta siempre como el intento de disolver una $amalgamahist"rica% para que todo sea más inteligible. ero ya Auan nos advierte,$+odo progresista @el que va demasiado le'osC y no se mantiene en laenseñan!a del ;esías# no tiene a ios% @* An )# 7C# porque $es lo propio delanticristo% (lyei Christon) @) An 8# -C.

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5iberalismo

5a situaci"n que se ha creado con la penetraci"n de la 1lustraci"n en

la teología es algo completamente nuevo para la 1glesia cat"lica. 5asveleidades de la 1lustraci"n cat"lica en el siglo LM111 se disolvieronrápidamente# mientras que la 1glesia protestante y cada ve! más tambi(n laanglicana se vieron afectadas por ello como por una extraña enfermedad.Go recuerdo conversaciones con Narl Barth ya en los años cuarenta# en lascuales decía suspirando, $Mosotros los cat"licos ten(is la venta'a de que almenos sab(is lo que ten(is que mantener en cuestiones de fe. /osotrostenemos que acomodarnos a gentes cuya supuesta fe se encuentra a mil

leguas de lo que tenemos por verdad evang(lica%. /aturalmente# Barthveía con claridad ue esta tr#gica situaci!n proven"a de la falta de un%agisterio doctrinal unificante. or eso buscaba mantenerse unido lo másestrechamente a la palabra de la &scritura y solía comentar que todo el quese extravía por detrás de esta palabra penetra necesariamente en la tinieblay tanto más cuanto más le'os vaya. artiendo de este supuesto podía dar enel seno de su 1glesia fragmentada al infinito un testimonio viviente# perosin tener los medios de oponerse efica!mente a la dispersi"n.

>lvidaba o acaso no quería reconocer que la síntesis original en laque el creyente conoce y confiesa la plenitud de la verdad encierra en sí D y lo segrega a lo largo de los tiemposD un magisterio doctrinal con pleno poder. Un magisterio encargado nicamente de anunciar la verdadindivisible# trabada orgánicamente# y de salvaguardarla para este fin. +odote"logo int(rprete de la revelaci"n tiene# pues# que orientarse siempre por esta norma# a la que el magisterio vivo nos remite 'untamente con la&scritura y con los o'os fi'os en ella.

esde aquellas conversaciones con Barth# el liberalismo teol"gico seha introducido profundamente en la 1glesia cat"lica. 3e le puede reconocer sobre todo en la contestaci"n abierta y cada ve! más decidida de las

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competencias del magisterio que se refieren a la doctrina# mientras que lacontestaci"n de las verdades reveladas como tales# la mayor parte de lasveces se camufla diplomáticamente. +ambi(n este 'uego de escondite conf"rmulas aparentemente $ortodoxas% en las que se oculta un sentido

liberal# es decir# racionalista ilustrado# es un fen"meno nuevo muydesorientador para los laicos. Miendo las afirmaciones aisladas de unte"logo es casi imposible decidir si se trata de un enunciadoverdaderamente creyente o liberal. =unque la cosa es distinta si seconsidera la totalidad de sus declaraciones y su posici"n respecto de la1glesia. ero incluso en este caso# sobre todo fuera del ámbito cat"lico#decidir sobre el carácter cristiano puede ser difícil. i(nsese# por e'emplo#en :udolf Bultmann# sin duda alguna de una piedad profunda y tanestrechamente ligado a su origen cristiano. &ntre cat"licos este diagn"sticoes más fácil por causa del la!o interno entre 2risto y su 1glesia# entre su palabra y sacramento y su custodio# el ministerio eclesiástico. erotambi(n aquí# por la inflaci"n entre las ciencias teol"gicas de materias$neutrales% que se pueden tratar tanto siendo creyente como increyente D ciencia comparada de las religiones# estudio de lenguas y culturasorientales con sus respectivas ciencias auxiliares# etc. D el despiste nohace sino aumentar. +ras el antropocentrismo de estas materias encuentrala teología liberal me'ores medios d( esconderse.

>tro escondite muy efica! es exigir una nueva interpretaci"n deantiguas formulaciones de la fe que supuesta o realmente ya no son@fácilmenteC inteligibles, las de los concilios o incluso de la misma&scritura. e ello hablaremos en seguida.

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luralismo

=penas habrá un slogan que# partiendo de los círculos de los te"logos

y extendi(ndose por la 1glesia# haya tenido más (xito que el del pluralismo.ara la 1glesia fue siempre algo obvio que el misterio cristiano no podíaser reducido a una nica f"rmula conceptual y por tanto# siempre conoci"y acept" una pluralidad de expresiones teol"gicas. = pesar de ello# hablar de pluralismo es un fen"meno tan nuevo en la historia de la 1glesia comoel establecimiento de una teología liberal en el seno de la una cat!lica.

Ga la Biblia es plural en su construcci"n interna y externa. =llí seencuentran todos los g(neros literarios unos al lado de otros, relatos# leyes#

poemas y cartas rodean el misterio del ios que se da a conocer al mundo.5os cuatro evangelios# tan distintos# cada uno con su punto de vista y suteología propia# muestran claramente que la palabra de ios hecha carneno se de'a encerrar en ninguna letra humana. = lo largo de la historia de la1glesia las diferentes escuelas estaban unas frente a otras# con sus perspectivas peculiares en el acercamiento al misterio. E2"mo podría ser de otra maneraF 5a nica lu!# deslumbrante# se refracta en el prisma de milcolores que forman un círculo a su alrededor y pueden así formar una

oposici"n contrastada.Contrastada pero no adversaria. lural# pero no pluralista. ues la

palabra pluralismo está inventada expresamente para legitimar lacontradicci"n entre las opiniones teol"gicas. ara unas 2risto es el Hi'o deios consustancial al adre# para otras no lo es. 3ean las que fueren las palabras y conceptos con los que los evangelios se aproximan al misteriode 2risto# cualquiera puede entender que el pensamiento del /uevo+estamento sobre 2risto no puede ser en sí contradictorio. odemos ir más

le'os y decir, sea la que fuere la organi!aci"n estructural en las primerascomunidades Dunas así# las otras de otro modoD no pudo entrar en laintenci"n de los ap"stoles promover o ni siquiera tolerar estructuras en sí

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contradictorias. or e'emplo# 'unto a una comunidad $'erárquica%# en laque dirigieran la comunidad superiores elegidos y aprobados por losap"stoles# otra puramente $democrática% en que la comunidad# por su pro< pio poder# eligiese a sus superiores y les facultase para los actos

sacramentales. or el contrario# se puede decir con seguridad, aunque no podemos reconstruir todas las etapas por las que los discípulos# desde laintuici"n del origen supraterreno de Aess# llegaron a comprender suverdadera divinidad y menos an cada fase de la organi!aci"n de lascomunidades ba'o la supervisi"n de los ap"stoles hasta su articulaci"n propia con un obispo y su presbiterio# sabemos# sin embargo# suficientecomo para podernos representar ese camino sin contradicciones desde loimplícito a lo explícito. or ello no hay ninguna posibilidad de retroceder hoy# por e'emplo# a un estadio $ebionítico% del desarrollo cristol"gico del /uevo +estamento @en que 2risto era# como en el 2orán# prácticamentes"lo un superprofetaC ni de delinear a partir de ahí una cristología posible ylegítima para el catolicismo actual. /o es posible tampoco remontarse auna hipot(tica estructura comunitaria sin $superiores @como en 2onotoC-

para legitimar hoy# 'unto a la 'erárquica# una estructura v $democrática% dela 1glesia.

&l que las ciencias avancen de tal modo que nadie pueda ya l dominar

el con'unto no es motivo válido para hablar de un $nuevo% pluralismo. 3ilas ciencias auxiliares teol"gicas se extienden de la misma manera#ninguna puede sin embargo# sacar a lu! hechos que transformenesencialmente el ncleo de la revelaci"n del =ntiguo y del /uevo+estamento. &ste ncleo es y seguirá siendo el mismo, por una parteanclado en los acontecimientos y documentos hist"ricos# pero por otra parte# interiormente tan rico en contenido y a la ve! un escándalo tan

- $3uperiores% de algn tipo debi" haber allí sin duda, en la carta a

los filipenses se les nombra expresamente 'unto a los diáconos y sinduda alguna ablo no fund" dos comunidades de estructuras tanradicalmente distintas a distancia tan escasa. &stos $superiores% pudieron haber sido elegidos durante la redacci"n de la carta por ablo#quien además envi" a 2orinto a su colaborador en el ministerio en$visita apost"lica% M si en la Didaché. redactada ya qui!ás a mediados delsiglo 1# aparecen $profetas% al lado de responsables permanentes como presidentes de la eucaristía# esto debe haber sido con aprobaci"n de los

ap"stoles. 5as estructuras se consolidan lentamente# ba'o sus o'os. &n lacarta de 2lemente @h. 79C Dno por primera ve! en 1gnacio @h. ))4CD yaestán plenamente consolidadas.

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estimulante para la $ra!"n pura% que todas las generaciones hasta el fin delmundo estarán suficientemente ocupadas con (l.

&ste ncleo está preservado de relativi!arse en teologíascontradictorias entre sí. rimero# porque lo que se ha expresado en figura

humana y en discursos inteligibles no es una palabra cualquiera sino laalabra de ios. 3egundo# porque esta alabra hecha carne se ha insertadoen la palabra escrita no por escritores arbitrarios sino por unos inspirados por el &spíritu divino. +ercero# porque un magisterio instituido por 2risto yconducido por su &spíritu# vela por la pure!a de la doctrina esencial. &starealidad tres veces sellada constituye una instancia suprateol!gica por laque debe orientarse toda teología de la 1glesia y por la cual puedecompulsar su contenido de verdad. 5a pluralidad 'ustificada y necesaria

tiene siempre sobre sí un punto de convergencia al que tiene que a'ustarse.&llo garanti!a la unidad de las reflexiones teol"gicas entre sí e impide sudisgregaci"n en pluralismo.

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&x(gesis

5a pluralidad de los accesos bíblicos al misterio de la revelaci"n se

halla estrechamente conexionada con lo que la ex(gesis aporta para sucomprensi"n. uesto que# tomada en abstracto# es una ciencia filol"gicaneutral# puede ser cultivada por especialistas tanto creyentes comoincreyentes# aunque naturalmente en un espíritu distinto. rente a su persona y lo que reivindica# Aess exige un sí o un no radicales. &l que noes $ni frío ni caliente% es vomitado. Iuien quisiera poner a esta pretensi"nun $par(ntesis met"dico% Daun s"lo provisionalmenteD para comprobar primero si es real y segundo si está 'ustificada se expone al peligro de una

neutralidad recha!ada por el mismo ob'eto y que le falsea. 2iertamente enel evangelio hay diferentes estadios de adhesi"n a Aess# como pone derelieve la pregunta, $EIui(n dice la gente que soy yoF Equi(n decísvosotrosF% ero esto vale para la etapa de su vida terrena# cuando an nohabía perspectiva para ver su figura total. =cabada por la cru!# laresurrecci"n y la vuelta al adre# puede y quiere ser vista y reconocida deahora en adelante en su unidad indisoluble. Iuien no pueda o no quieraverla# intentará una y otra ve! descomponerla en partes despare'adas de

modo que pierda fuer!a su pretensi"n.=unque no pueda sumarse a tales intentos de descomposici"n# la

ex(gesis cat"lica tiene reservado un amplio campo de investigaci"n. 5afigura de Aess llega a su plenitud a trav(s de su vida# su muerte y suresurrecci"n# puesto que s"lo al final de su $historia esencial%@Oesensgeschichte, 3chlierC el Merbo de ios ha llegado a ser hombre perfecto. el mismo modo los variados arranques van convergiendo s"lo poco a poco# a partir de perspectivas muy distintas# para llegar a su visi"n

y a su comprensi"n. =l modo en que muchos arroyos se unen para formar la corriente por la que pueden navegar barcos. ero mientras en el río no se puede distinguir ya el origen de las aguas# la comparaci"n de las diversas

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redacciones de los textos evang(licos dan lugar a menudo a un retroceso aestadios previos en que la visi"n de la totalidad de la figura eranecesariamente imperfecta y parcial. 3e puede mostrar tambi(n c"mo cadaevangelista utili!a sus fuentes de manera distinta en beneficio de una

visi"n global. 5a síntesis no está en los textos de los evangelios. ;ás biencada uno nos remite# por encima de sí mismo# a la nica palabra de ioshecha hombre# Aesucristo# en quien se halla la plenitud de toda verdad.

/o es de extrañar# pues# que al investigar estratos previos del texto seencuentre a menudo una fe an no configurada# implícita# apegada a laespera. 5os mismos evangelistas lo confirman al poner de relieve que losdiscípulos antes de la resurrecci"n an no habían entendido en absoluto loesencial.

2uesti"n totalmente distinta es si la autoconciencia de Aess sobre su propio ser y sobre su misi"n ha sido progresiva y si podemos# por e'emplo#descubrir un estadio de esta autoconciencia en que no habría anunciadosino el reino de ios# sin conexi"n todavía con su persona y su destino. 3ieste es el caso# los evangelistas# partiendo de la comprensi"n pascual#habrían proyectado la conciencia definitiva de Aess sobre el tiempo primero de su predicaci"n. ero si se piensa un poco tales afirmacionesaparecen como muy improbables. esde el principio# la aparici"n de Aess

se diferencia plenamente de la de un mero profeta, con su llegada viene elreinoJ dichoso quien no se escandalice de (l.

&n el con'unto del edificio Dlo hemos puesto de relieve al comen!ar D cada piedra soporta todo el muro de manera tan clara que todas lasinterrogaciones aisladas que pueda aportar la ex(gesis no pueden hacer temblar su compacta estructura. 5a entrega que Aess hace de sí mismo enla sala de la ltima cena no puede ser puesta en cuesti"n porque las palabras de la consagraci"n se hayan transmitido en redacciones distintas

Daunque convergentes que revelan la rique!a interior del misterio. elmismo modo el hecho de la resurrecci"n# cuya experiencia por losdiscípulos se ha refractado en mltiples facetas. 5a plenitud divina deaquello que se ofrece en un acontecimiento encarnado desbordanecesariamente los límites de cualquier posible formulaci"n lingKística.

3i desde el texto retrocedemos a sus etapas previas nos queda espacio para hip"tesis de todo tipo. e esta suerte las opiniones# incluso dete"logos cat"licos# pueden oponerse diametralmente. /o podrían sin

embargo# conseguir una cierta neutralidad frente a la fe de la 1glesia talcomo se expresa en el credo y en la liturgia. ,l lugar donde se ha producido la convergencia decisiva de todas las visiones individuales es la

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fe pri%itiva de la co%unidad. &n su seno# a favor de su fe ynecesariamente ba'o ese patr"n# ha nacido toda la literatura del /uevo+estamento. 3u pluralidad muestra s"lo la rique!a de su unidad interna. &lque en una comunidad o grupo pudiera predominar un determinado

aspecto no ha perturbado esa unidad.3i no se pierde de vista este punto de cristali!aci"n de la fe cristiana#fuente y t(rmino de los escritos neotestamentarios# la ex(gesis pierde suinquietante aspecto amena!ador y socavador de la fe. &n revancha# elcreyente ve con claridad que quien no reconoce este punto central y noquiere leer los textos desde (l y hacía (l puede llegar a resultados querompen en parte o del todo la fe cristiana. 2ualquier neutralidad de laciencia# aunque sea filol"gica# es s"lo interina para esta decisi"n creyente

frente al fen"meno total de 2risto que# para quien tenga o'os para ver#aparece sin comparaci"n en la historia del mundo. &n su coherenciaíntima# es imposible que esta fe sea el producto de algunos pescadoresiletrados que# despu(s de la muerte de Aess# habrían compuesto una fábulasobre un hombre ios.

Una ex(gesis del /uevo +estamento llevada en el espíritu de la1glesia puede ser tan fructífera e iluminadora para la plenitud que seesconde en (l como lo es# en opini"n comn# la ex/gesis del Antiguo

0esta%ento. esde hace más de un siglo# (sta ha enriquecido de un modoinsospechado nuestra comprensi"n de las profundidades teol"gicas de lahistoria de 1srael. = trav(s de la separaci"n de fuentes# de la cronología@por e'emplo# de las partes de un libro prof(tico como 1saías o AeremíasC# por las aportaciones de la arqueología y la historia comparada de lasreligiones del >riente ;edio# adquiri" lo que antes parecía plano yunidimensional una plasticidad no conocida hasta entonces. = lo largo dedecenios de investigaci"n# muchas cosas se han aclarado# se han afinado

otras exageradas y# an dentro de la amplitud del abanico teol"gico# se haentrado en un consenso general.

;ientras que la formaci"n del canon del =ntiguo +estamento exigi"muchos siglos# la ex(gesis del /uevo +estamento tiene que contar conunos breves decenios. ;e'or dicho# con los breves años que transcurrenentre la muerte de Aess y la fe cristiana que de repente aparece plenamente constituida. &n Aerusal(n y =ntioquía# ablo recibe ya trans<mitido el ncleo primitivo del credo y aunque (l lo desarrolle de acuerdo

con su visi"n del 3eñor 3oberano# lo hace dándose la mano con los primeros ap"stoles# $considerados como columnas%# @Pál *#7C# en los queestaban an vivos los recuerdos del tiempo pasado con Aess. +odo esto se

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hace en un corto espacio y no hay tiempo alguno para la formaci"n de unmito. 5a recogida de recuerdos de Aess# de su pasi"n# de sus dichos# desus hechos en vista de establecer las comunidades# sus celebraciones y su predicaci"n han comen!ado sin duda muy pronto. 5as ra!ones alegadas

para una redacci"n tardía de los evangelios @tras la destrucci"n de Aerusa


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5a libertad de la teología

/inguna ciencia puede ser libre respecto a su ob'eto. =ntes que nada#

(l es quien la constituye como una determinada disciplina# con existencia 'unto a otras. G s"lo será científica si su m(todo de investigaci"ncorresponde a la esencia de ese ob'eto. >b'eto de la teología como$ciencia% es la fe cristiana con todas las peculiaridades que corresponden asu esencia.

=unque tiene un origen en la historia# esta fe se al!a con la pretensi"nde que su mensa'e desvela el sentido de la historia como un todo# desde su principio a su fin. &l cordero del =pocalipsis rompe los siete sellos del

acontecer del mundo. =parte de eso# la fe cristiana tiene# desde su origenhist"rico# su propia historia# la de su testimonio y de su existencia# que esinseparable del ob'eto de la teología.

Euede una ciencia configurar su propio ob'etoF &n el sentido de que podría cambiarlo o ponerlo en cuesti"n# sin duda que no. 5a contestaci"n puede ser afirmativa solamente en el sentido de ampliarlo o de reducirlo aun terreno especial o de investigar sus conexiones con otros campos deinvestigaci"n colindantes. e esta forma# el te"logo puede tambi(n

mane'ar toda la fe cristiana como contenido y como acto o bien una partede ella. or e'emplo# puede estudiar la fe que se expresa en los escritos deablo y 'untamente las conexiones con la fe 'udía contemporánea y con lasformas religiosas helenísticas. ero cambiar su ob'eto no puede hacerlo lateología. 3u libertad científica radica en la elecci"n de los puntos de vista ylos m(todos adecuados con los que quiere iluminar interiormente suob'eto.

Un e'emplo puede aclarar estas frases abstractas, $Go soy laresurrecci"n y la vida, el que tiene fe en mí# aunque muera# vivirá... EcreesestoF @;artaC le contest", 3í# 3eñorJ yo creo que t eres el ;esías# el Hi'o

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de ios que tenía que venir al mundo% @An ))# *4


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perspectivas inagotables# sincr"nicas y diacr"nicas. 3e pueden confrontar los diversos puntos de vista de los autores y alcan!ar así un cuadroestereosc"pico. 3e puede tambi(n intentar observar c"mo se hanestructurado las f"rmulas definitivas. &s bien posible que a este respecto

determinados comportamientos de Aess encarnado# es decir# de la palabrade ios que habla a trav(s de su humanidad# se hayan condensado mástarde en f"rmulas de nuestro lengua'e. ero (stas# ba'o la guía del &spíritu3anto# recogen al menos lo esencial de lo expresado por Aess.

&s natural que en este campo se pueda reflexionar tambi(n sobre todolo que en el ámbito cristiano linda con el 'udaismo y el paganismo. &ltesoro de sus expresiones y el mundo de sus imágenes recorren las culturasy las religiones como un bien comn. ero la historia de la teología enseña

con claridad que tales excursiones por los dominios espirituales vecinosconducen siempre a un retorno a la patria. 5o tomado en pr(stamo esmenos de lo que se creía o bien se trata de adaptaciones o traducciones# detal modo que lo especial del cristianismo domina claramente sobre lo quese creía ser comn. 1nfluencias de todas las grandes y pequeñas culturasvecinas de 1srael las hay en masa en el =ntiguo +estamento y afectan hastaterrenos centrales e íntimos. G sin embargo# cada ve! que se constata estehecho aparece más claramente lo que el 'udaismo tiene de específico. &n el

/uevo +estamento no pueden faltar los influ'os 'udíos y helenistas# pero lamayoría de las veces no de'an su impronta sobre las imágenes de Aesssino que es su imagen# que destaca sobre todo# que a nada se parece# la quede'a su huella en las diferentes culturas.

Hasta aquí en lo que se refiere a la libertad de la teología por el ladode su ob'eto# es decir# de la correspondencia de la palabra de ios y la fecristiana. /o se puede sin embargo# ocultar que respecto a la comprensi"nde este ob'eto se contraponen dos distintos modos de ver. &l uno ve la

continuidad entre el ob'eto @esencialmente Aesucristo en su vida# perotambi(n su muerte y su resurrecci"nC y la fe de la 1glesia asegurada por elministerio instituido por 2risto, la elecci"n de los oce y su dotaci"n conun poder pleno# que ellos e'ercen normalmente en la 1glesia apost"lica yque transmiten a sus sucesores. ara el otro punto de vista# esta autoridadministerial de los ap"stoles que fundan y organi!an la 1glesia se reabsorbeen la nica autoridad que permanece# la de la &scritura. e un lado secolocan las 1glesias cat"lica y ortodoxa# de otro las comunidades

protestantes.5as consecuencias de este disenso a la hora de concebir la libertad de

la teología cristiana son considerables. 3i desaparece el ministerio eclesial

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que deriva su autoridad de 2risto# entonces no subsiste tampoco unacontinuidad normativa entre la fe de la 1glesia primitiva y la fe de la 1glesiade hoy. 5a nica norma que permanece es la palabra de la &scritura. /ocabe duda de que ella diseña bien la correlaci"n de la iglesia primitiva y de

su ob'eto# pero lo que no se ve claro es por qu( ba'o esa relaci"n# no podríaser sometida a las cuestiones de la crítica hist"rica. or este caminoaparece una forma totalmente distinta de libertad en la ciencia hist"ricaque se ocupa de la Biblia# pero (sta tiene poco en comn con la teologíaque reconoce una tradici"n apost"lica y ministerial poco más que denombre. epende de la profundidad de su ruptura. 5as dos formas no se pueden combinar# porque en la primera hay una instancia que Den perfecta armonía con el testimonio de la &scrituraD obliga a un s"lo credoesencial# mientras que en la segunda forma# donde tiene valide! la $solascriptura%# queda abierta la cuesti"n de si la &scritura sola puede obligar atal credo. ;uchos dirían que sí, la &scritura tiene en sí fuer!a suficiente para manifestarse como la palabra insuperable de ios y para imponer esta pretensi"n. >tros en cambio lo negarían porque la &scritura# comodocumento hist"rico# puede ser llevado ante el tribunal de la ra!"nmoderna# que valora lo hist"rico de un modo nuevo y completamentedistinto.

5o asombroso es que te"logos cat"licos# que se deberían mantener enuna tradici"n viva y con relevancia teol"gica gracias al ministerioapost"lico# clamen por una libertad de la teología que consiste enabandonar su ob'eto# la fe de la primera 1glesia atestiguada por la&scritura# o bien en interpretarlo en sus afirmaciones esenciales. &s obvioque esta fe es un adherirse a una verdad reconocida como más alta# laantigua y nueva =lian!a# en la entrega perfecta de Aesucristo# por lo que elhombre recibe una nueva y sobreabundante libertad. Una libertad que

confiere al creyente el &spíritu mismo de ios# en el que# como dice ablo# puede 'u!gar todas las cosas y no es 'u!gado por nadie @) 2or *#)4C. 5omás sobreabundante que se puede prometer o repelar a un hombre. E&s posible que alguien quiera cambiárosla libertad cristiana que toma cuerpoen una relaci"n de amor con ios por el plato de lente'as de la libertad de poner en cuesti"n precisamente este tesoro preciosoF

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ogma y vida

=ntes de nada hagamos una observaci"n &n los ensayos de los

te"logos cat"licos sobre el dogma# las ideas liberales suelen camuflarse ba'o f"rmulas ortodoxas ero cuando se trata de la práctica de la vidacristiana se atreven a salir mucho más a las claras. /o se puede negar que#en lo que toca a aplicaciones de reglas de conducta general# poco o nada se puede sacar de la letra de la &scritura. ensemos por e'emplo en el terrenosexual, contraconcepci"n# aborto# actitud cristiana frente a divorciados#frente a homosexuales etc(tera. or esta ra!"n muchos tienen las prescripciones (ticas de la 1glesia como arbitrarias# en gran medida

modificables# si no es que se las considera como globalmente superfluas. Gcomo esto les parece a muchos evidente# el sentimiento de relatividad y de pluralismo legítimo que se produce en este ámbito pasa despu(s al campodogmático. ;ás an# las cuestiones (ticas# ampliamente discutidas# pasan aocupar el centro como problemas decisivos de la humanidad mientras quelos problemas dogmáticos @sobre todo por la supuesta inseguridad quereina en ellosC son relegados al margen.

5a revelaci"n cristiana es en primer lugar el anuncio y la entrega que

ios hace de si mismo a los hombres en Aesucristo y en el &spíritu 3anto.5a maravilla de esta entrega viva y amorosa de ios exige sin duda unarespuesta del hombre# una acci"n de gracias que no se pronuncie s"lo conlos labios sino tambi(n con la vida. /o hay que explicar que la palabra deios os lo primero y la respuesta del hombre lo segundo y que (sta tomade aqu(lla su forma. &s fácil verlo en la argumentaci"n de ablo, primerohabla del misterio de ios# despu(s saca las consecuencias para la vidacristiana. 5os detalles se deciden segn la situaci"n de la comunidad y por

eso son necesariamente incompletos. 5o que es importante es el la!o por elque las reglas de comportamiento se vinculan al modelo original de 2risto.&ste la!o es suficientemente fuerte como para que se pueda sacar una

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el amor del pr"'imo es el resumen de la ley y además $mi mandamiento%#el $mandamiento nuevo% Dpero tambi(n en las directrices sobre la vidamatrimonial y de familia# para la conducta en el servicio divino y en lacomunidad.

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:einterpretar

=hora ya estamos en condiciones de tratar ra!onablemente el

segundo slogan+ el que se refiere a la necesidad de una nuevainterpretaci"n de las expresiones bíblicas y dogmáticas así como de los preceptos eclesiásticos. Iue nadie se de'e engañar por ese hablar $enchino% de los te"logos Dininteligible y a menudo huecoD sobre la$hermen(utica%# palabra que la mayor parte de las veces sirve s"lo paraocultar peligrosas desviaciones en las expresiones de fe. Hay tres cosas adistinguir, t as palabras de la ,scritura. 5lenas del &spíritu 3anto# en símismas son siempre nuevas y cada generaci"n y cada persona ha de hacer

una nueva lectura# una consideraci"n nueva y por esto mismo tambi(n unanueva interpretaci"n. ero ellas están fundadas sobre roca# mientras que elmundo va cambiando a su alrededor, $&l cielo y la tierra pasarán# pero mis palabras no pasarán% @;e )-#-)C# stat 4erbu% du% volvitur orbis. or estara!"n todo int(rprete debe permanecer en la fila# gravitando alrededor de la palabra# de los comentaristas que se han ido transmitiendo uno a otro elsentido de lo que han descubierto. G no buscará el sentido# que hoy puedemostrársele# en otra parte que en la liga!"n con la 1glesia. &n efecto# ella es

la nica que aporta a la ve! la presencia inmediata de 2risto y de su palabra @es el sacramento# el ministerio y la fe vividaC e identidad a trav(sde la historia y de las generaciones que se suceden# nuestros hermanos cre<yentes con nosotros en 2risto y en el &spíritu 3anto. 3ería de una profundaingratitud ignorar el inmenso tesoro de pensamientos que nos vienen deellos y que nos fecundan en nuestra actual inteligencia de la fe.

espu(s están las definiciones conciliares y de otro tipo de la &glesia que existen para salvaguardar el sentido genuino y la profundidad

de la :evelaci"n contra las desviaciones a derecha e i!quierda. &s curioso,se puede decir sin duda que hay que leerlas en su contexto hist"rico# queutili!an palabras y conceptos de sus tiempos que a menudo no son exacta<

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mente los nuestros pero apenas cono!co un ensayo verdaderamenteconvincente de substituirlas por formulaciones más a'ustadas peroigualmente ricas en contenido. /aturalmente tambi(n los adres de2alcedonia sabían que su f"rmula condensada sobre la esencia de 2risto,

$dos naturale!as# una persona% era s"lo una osamenta formal que deberíaser revestida con toda la carne de la &scritura para ser viva# y ciertamentelo que hoy entendemos corrientemente por $persona% no es lo mismo queellos tenían a la vista. G a pesar de todo, no se trataba entonces de filosofíasobre 2risto sino de delinear tanteando en palabras sencillas la plenitud desu misterio. =lguien que es a la ve! verdadero ios y verdadero hombre.3e puede simplificar todavía lo que quiere decir la f"rmula y decir, dos$qu(% pero un $qui(n%. &l 2oncilio no dice nada de c"mo sea esto posibley $todos los sistemas teol"gicos no aclararon 'amás el misterio en unconcepto que se pueda abarcar. ero quien desee ir más allá de este esbo!oformulado $como un pescador% @ piscatorie) podría retroceder a uno de susdos escalones previos tan ambiguos. &s precisamente lo que permiteentender a 2alcedonia no como un $fin% sino como un $principio%, principio de un esfuer!o necesario y 'amás terminado por ver cada ve! más profundamente c"mo en 2risto se unen $distintos e inseparables% lo divinoy lo humano. &n todas las $definiciones% hay que tener ante todo en cuentaque de un todo coherente se extrae un fragmento y# por así decir# se lecontempla con lupa. or esto una mirada posterior puede ordenar lo$definido% en otro contexto que no lo relativi!a sino que# por decirlo así# lo pone en relaci"n. >bviamente este es el caso de 2alcedonia# que coloca laf"rmula de &feso en un contexto más amplio# y lo mismo ha hecho elMaticano 11 con el Maticano 1 interrumpido antes de tiempo. ero en esanueva mirada a lo definido antes# se hace más claro no tanto locondicionado por el tiempo y las circunstancias cuanto lo esencial eintemporal. &l mismo 2oncilio de +rento no quiso dogmati!ar la filosofíaescolástica cuando habl" de transubstanciaci"n sino solamente cir<cunscribir el misterio de que $esto% ya no es pan sino el cuerpo de 2risto.+ambi(n en nuestro lengua'e cotidiano @que es un $lengua'e de pescador%Cla palabra substancia sigue siendo la más cercana para expresarlo. &l2oncilio no ha querido explicar c"mo acontece el misterio.

&n tercer lugar# en fin# la interpretaci"n de los deberes %orales que sededucen del modelo de 2risto en el ámbito cultural siempre variable. Ga

decíamos que se hará bien en no poner en el primer plano de lainterpretaci"n la movilidad que es aquí tan grande. ero antes de que se pueda hablar de esa movilidad hay que considerar en profundidad en

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primer lugar una determinada estructura del hombre @básica# inmutableC yen segundo lugar el carácter escandaloso del seguimiento cristiano. /i se puede sacrificar la dignidad del hombre a las intrusiones de unatecnificaci"n del mundo que lo invade todo ni nivelar la alteridad de los

cristianos respecto del mundo que les rodea con el pretexto de la$adaptaci"n% o de un apostolado más fácil. $/o os amold(is a este mundo%@:om )*#*C. Mivid $irreprochables y límpidos# hi'os de ios sin tacha enmedio de una gente torcida y depravada# entre la cual brilláis comolumbreras del mundo oscuro% @lp *#)4C. esde aquí se puede entender con cuánta cautela debe actuar la 1glesia al reinterpretar los principiosmorales en terrenos límites donde acaso una catástrofe que amena!a a lahumanidad entera crea una situaci"n de indigencia que hace inevitablecontar con un oscurecimiento de los deberes del discípulo.

&n tales casos sería simplista e ingenuo hablar simplemente de$derechos humanos%# en cuyo nombre se podría exigirá la autoridadeclesiástica lo que $cada uno% tiene como $normal%. ues el cristiano hamuerto en el bautismo al $vie'o =dán% y ha resucitado con 2risto# nuevo yeterno =dán# entrando ba'o una nueva 5ey# la de la libertad. Ga se nos diceexpresamente @) 2or 6C que# aunque nuevas criaturas en 2risto# estamosan $en la carne% y en especial en la vida de matrimonio experimentamos

dolorosamente el $estar divididos% entre el vie'o y el nuevo e"n másdolorosamente que en un celibato resuelto. ero para los cristianos elmatrimonio es un sacramento# es decir# ante todo una for%a dada a loscasados de seguimiento de 2risto en su entrega fecunda y purificantes suesposa# la 1glesia. = partir de ahí se regulan el talante cristiano y la prácticade la vida matrimonial @&f 4# **--C. or eso precisamente en este terreno#las reinterpretaciones de la (tica cristiana son especialmente difíciles y nose pueden hacer superficialmente ni ba'o presiones.

/adie negará que en (ste y en otros terrenos la relaci"n del cristianocon las cuestiones de su tiempo hace necesario un diálogo permanente y unintercambio entre el pueblo @en especial los competentes en estascuestionesC y el magisterio de la 1glesia. 5a nica condici"n para taldiálogo es que toda la 1glesia# laicos y cl(rigos# est(n en una obedienciacomn a 2risto# su cabe!a. e otro modo la obediencia dentro de la 1glesiasería imposible de antemano# porque la autoridad eclesiástica no podríaencontrar ningn punto de apoyo para poder actuar en un sentido cristiano.

&s lo que san ablo ha subrayado muy claramente frente a los corintiosque lo ponían en cuesti"n. G para ser recibido por la comunidad con suautoridad apost"lica Dque tiene la debilidad del crucificado y la vitalidad

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del resucitadoD tiene que con'urarles, $oneos a prueba a ver si osmanten(is en la fe# someteos a examen. E/o ten(is conciencia de que2risto Aess está entre vosotrosF = ver si es que no pasáis el examenJ peroreconocer(is# así lo espero# que yo sí lo he pasado%. G por si esta

autoafirmaci"n del ministerio pudiera sonara muchos como arrogante#añade el ap"stol, $ido a ios que no hagáis nada maloJ no es que %einterese ostentar mis calificaciones# sino que vosotros practiqu(is el bien#aunque pare!ca que yo estoy descalificado%. 3"lo si 2risto habla por su boca# es decir# si todo el cuerpo de la 1glesia es el "rgano obediente de sucabe!a# la autoridad ministerial puede expresar el deseo de ser humillado afavor del 3eñor. $/o tenemos poder alguno contra la verdad%# terminaablo# $s"lo en favor de la verdad%. rente a los desobedientes# frente a losconvencidos de sí mismos# la autoridad espiritual carece de poder. or eso#$con tal que vosotros est(is fuertes# me alegro de ser yo d(bil% @* 2or )-#4


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+ra!ado de una frontera

3upuesto el consenso de la 1glesia que se acaba de describir# lo que se

va a decir viene por sí solo. uesto que la 1glesia @en correspondencia a laencarnaci"n de la alabraC es una entidad visible# tiene que tener límitestambi(n visibles. &sto no pre'u!ga nada sobre la salvaci"n final de los queestán fuera de sus fronteras# puesto que ios $quiere que todos loshombres se salven% @) +im *#8C. ero sí quiere decir que edro no tieneque ocuparse de lo que le es desconocido# sino del rebaño que se le haconfiado, $3i quiero que se quede aquí... Ea ti qu( te importaF + sígueme%@An *)#**C.

3an ablo da por supuesto el consenso de la comunidad cuando tieneque tra!ar una frontera y excluir# por la integridad de la 1glesia# a alguno desus miembros @cfr. ) 2or 4#-


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manda amonestar en privado al que ha faltadoJ si esto no es suficiente# en presencia de testigos y en el caso de que ni entonces escuche# delante de la1glesia. $3i no hace caso ni siquiera a la comunidad# consid(ralo como un pagano o un pecador pblico% @;t )?#)4


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1dentificaci"n parcial

Una nueva f"rmula que# segn se dice# atañe a la mayoría de los

cat"licos de nuestros países. icho de otra manera, los $marginales% seríanmás numerosos que los calificados Dpeyorativamente y por oposici"n aaquellosD de $integristas%.

ara ver el tema con más claridad nos remitiremos a la triple divisi"nque hicimos más arriba a prop"sito de la $reinterpretaci"n%. 5o decisivo esla valoraci"n de las verdades de fe pertenecientes a la primera categoría.;uchos cristianos de hoy @y tambi(n de antesC ven los artículos del credocomo verdades aisladas. =lgunas de ellas les interpelan y las creen de buen

grado# otras les parecen extrañas o enemigas. &n realidad# les falta haber visto que estrechamente congenian las articulaciones esenciales de la fecristiana y qu( serias consecuencias trae para el con'unto poner una ovarias entre par(ntesis.

:ecorramos su%aria%ente el credo+ 2onfesamos a ios 8adre co%ocreador del cielo y de la tierra. 3e podría dudar de la paternidad de ios alechar una o'eada a los horrores de este mundo. &l aserto se hace tolerablenicamente cuando se añade lo siguiente, que este ios no es nadie que

mire desde arriba y desde fuera sino que envía a este mundo a su Hi'o y leentrega al suplicio para compartir con (l experimentalmente todo el dolor del mundo y así transfigurarlo desde dentro. E2"mo podríamos saber queios es un adre amante y compasivo si Aesucristo# su hi'o consubstancial@$lu! de lu!# ios verdadero de ios verdadero%C no nos hubiera$explicado% su cora!"n @An )#)?C en palabras y acciones# en la grande!a yen la humildad# en el 'uicio sobre el pecado y en la misericordia con los pecadores# dándonos el &spíritu 3anto# el &spíritu del amor recíproco entre

el adre y el Hi'oF ues sin el &spíritu 3anto nuestro espíritu no hubiera podido saber nada del misterio de la intimidad de ios @) 2or *#)0


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atrevernos a afirmar que ios es en sí mismo amor eterno# trinitario. &n símismo y no s"lo por el hecho de haberse hecho hombre @en otro caso iosno seria antes trinitarioC. G no s"lo por el hecho de que ios adquiere en elmundo un ob'eto de amor @porque entonces no sería $el amor%C. &n el

centro del credo# que trata del adre# del Hi'o y del &spíritu# hay una pequeña frase, $concebido del &spíritu 3anto naci" de 9ar"a 4irgen. E/ose podría poner entre par(ntesis al menos esta frase aparentementeinsignificanteF Eor qu( este Aess de /a!aret no podía ser concebido ynacer normalmente y ser como tal la alabra de ios hecha hombreF aradecirlo brevemente# porque Aess# que de un modo nico y exclusivo llamaa ios $su adre%# no puede tener dos padres @frente a los cuales tuvieraque cumplir el deber de obedienciaC. G además porque su madre deberesumir en sí y sobrepasar toda la te de =braham y del =nti

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A los creyentes desconcertados HANS URS v BALTHASAR