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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35509056 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Elisa Luque Alcaide Reseña de "El Mercurio Peruano 1790-1795" de Jean-Pierre Clément Anuario de Historia de la Iglesia, núm. 9, 2000, pp. 586-589, Universidad de Navarra España ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Anuario de Historia de la Iglesia, ISSN (Versión impresa): 1133-0104 [email protected] Universidad de Navarra España www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal

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    Elisa Luque Alcaide

    Resea de "El Mercurio Peruano 1790-1795" de Jean-Pierre Clment

    Anuario de Historia de la Iglesia, nm. 9, 2000, pp. 586-589,

    Universidad de Navarra

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  • ble divisin entre los eclesisticos. (Podan haberse evitado?). As las cosas, las relacionesdel Papa con el Estado espaol ni fueron ni podan ser fciles

    Ahora, a la vuelta de los aos, cuando la Constitucin espaola acaba de cumplir loscuatro lustros, y se avecinan los veinticinco aos de la muerte del General Franco; cuando dehecho se ha producido ya un relevo generacional y la mayora de los protagonistas de aque-llos aos de transicin han pasado o se hallan ya retirados, podemos comprobar que la pol-tica (por as decir) de Pablo VI, en cuanto a las relaciones entre la Iglesia y el Estado (quees el tema del libro de Crcel Ort), fue eficaz, como lo seala el A. en varios momentos;pero, a qu precio?, se preguntar ms de un lector Una Historia de la Iglesia elaboradaen perspectiva poltica (aunque se tome este trmino en sentido tan lato) no debera edul-corar el sufrimiento por tantas deserciones sacerdotales, por el resquebrajamiento de tantasinstituciones y movimientos, por el vaciamiento de los seminarios diocesanos, por la confu-sin de los fieles en la recepcin del Vaticano II, etc. Pero, es misin del historiador pedirresponsabilidades por tales hechos?

    El A. pertenece a esa nueva generacin que no construy el rgimen poltico an-terior, ya que naci en 1940; procede, adems, de la periferia peninsular, pues es valencia-no; y lleva toda la vida en Roma, porque all hizo buena parte de sus estudios, all sedoctor, y all est al servicio de la Sede Apostlica. En tal sentido, Crcel Ort no es unespaol corriente, como lo eran muchos de los que participaron y protagonizaron intensa-mente (y con tanto dramatismo y desconcierto) el debate de aquellos aos. Podr objetar-se, sin embargo, que no es un outsider, pues sigui en directo muchos de los acontecimien-tos y fue espectador privilegiado de tantos otros; pero, habr que reconocer que no estuvodentro de la cotidianidad de la vida eclesial espaola, con todas sus tensiones y ruptu-ras

    Con esta ltima anotacin, no pretendo en modo alguno descalificar la validez deltestimonio del A., pero s matizarla en su justa perspectiva. Por lo dems, tampoco el quesuscribe esta recensin estuvo dentro de los acontecimientos descritos, no slo por pro-cedencia y formacin, sino por ao de nacimiento. De ah que, a pesar de los reparos me-todolgicos, que ha formulado, y que quiz exigiran un debate historiogrfico de granenvergadura, se adhiere a muchas de las tesis del A. y asume la mayora de sus plantea-mientos, vindolos con simpata y respeto. Las veintiocho ilustraciones que se incluyenal final del libro constituyen un testimonio grfico realmente sugestivo de la poca histo-riada.

    Josep Ignasi SARANYANA

    Jean-Pierre CLMENT , El Mercurio Peruano 1790-1795, I: Estudio, Vervuert- Iberoamericana(Textos y estudios coloniales y de la independencia, 2), Frankfurt-Madrid 1997, 308 pp.

    Los ltimos decenios del siglo XVIII continan siendo objeto del debate historio-grfico americanista. La recepcin de las ideas de la Ilustracin, el reformismo borbnico

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  • y su incidencia en la vida econmica, cultural y en la religiosidad americanas, que tuvieronlugar en esos aos, estuvieron presentes en los movimientos de independencia. El libro quepresento supone una valiosa aportacin a la discusin del tema desde el rea peruanista.

    Jean-Pierre Clment, catedrtico de Literatura y Civilizacin espaola e hispanoame-ricana de la Universidad de Poitiers, responsable del Centro de Investigaciones latinoameri-canas-Archivos (asociado al CNRS) y presidente de la Asociacin francesa de hispanistas,haba trabajado ya el Per del XVIII. En este libro aborda una de las aventuras intelectualesde mayor empuje de la Ilustracin limense: el lanzamiento de un peridico por la SociedadAcadmica de Amantes del Pas en 1790. Clment estudia el peridico hasta su extincin en1795, fecha en la que el recelo y la falta de apoyo de las autoridades polticas y las dificulta-des econmicas ahogaron la empresa.

    El Mercurio peruanoconstituy un esfuerzo intelectual y econmico de notablesproporciones: en cinco aos los redactores sacaron con continuidad dos nmeros por sema-na, alcanzando, en su conjunto, 12 volmenes, 416 nmeros y 3.568 pginas. Estos datosadquieren ms relieve si se tiene en cuenta que quines lo realizaron no eran profesionalesdel periodismo y que se movieron en unas condiciones materiales de escasos medios tcni-cos y con dificultades financieras. El Mercuriose present desde el primer momento comoun rgano cultural para ayudar a la reflexin del lector y como va para dar a conocer la rea-lidad peruana. Al finalizar la lectura del libro se concluye que logr los objetivos propues-tos: protagoniz debates sobre temas culturales, difundi conocimentos centficos y di aconocer el Per a los peruanos; adems, el peridico limense fue cauce para difundir las ca-ractersticas del Per y sus posibilidades econmicas en Inglaterra, Francia y Alemania, pa-ses entonces en busca de puntos de inversin. En efecto, en 1799, la Bibliothque Britan-nique, publicaba en Pars un artculo del Mercurio, Idea general de los monumentos delAntiguo Per que afirman haber traducido de un peridico ingls. En 1805 y 1808 se publi-caban en Inglaterra y en Alemania libros que recogan traducidos los artculos del Mercuriosobre el pas andino (John SKINNER, The present state of Per, Richard Philips, Londres1805; y John SKINNER-E.A. SCHMIDT, Per nach seinem gegenwrtigen Zustande dargestelltaus dem Mercurio Peruano, 2 vols., Landes-Industrie-Comptoir, Weimar 1808).

    Clment estructura su estudio en dos partes. En la primera parte desarrolla, sobre fuen-tes documentales y bibliogrficas, el orgen de la Sociedad Acadmica de Amantes del Pas, ylos protagonistas de la empresa. Analiza el peridico en sus aspectos ms externos y formales:descripcin, elaboracin: imprenta, tipografa...; los datos econmicos: tirada, precio de coste,tarifas, dificultades financieras. Con perspectiva sociolgica trata de definir las caractersticasde los lectores y suscriptores del peridico, cualificados por el A. como el estrato culturalmen-te ms avanzado del momento peruano. El grupo vasco-peruano represent el 23% de los sus-criptores limenses; esta significativa presencia corrobora el papel de primer orden que desem-pe la comunidad vasco-peruana en la economa del virreinato, la coesin del grupo vasco ysu adscripcin a los ideales de la Ilustracin. Clment evala la presenciacriolla entre los sus-criptores, avanzando la hiptesis del poder del empresariado criollo en el virreinato peruano: deun total de 509 suscriptores, el A. ha logrado identificar su procedencia tan slo de 148, es de-cir algo ms del 29%; pues bien, en ese grupo los criollos representaban un 82%.

    Interesante el estudio de la superficie de papel impreso y de su adscripcin a las diver-sas reas temticas. A la cabeza iban los temas geogrficos peruanos, es decir, los encamina-

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  • dos a difundir el conocimiento del pas, objetivo propuesto desde los inicios del peridico; si-guen las ciencias y la economa. Estos tres rubros cubren juntos un 73,88 % de la superficie.

    La segunda parte del libro aborda el Ideario del Mercurio tal como aparece en losartculos de opinin. Los datos recabados son agrupados por el A. en torno a los temas: cien-cias y luces; fe y religin; sociedad peruana; economa; patriotismo e idea de nacin; Cl-ment detecta en ellos un pensamiento ilustrado que manifiesta entusiasmo por el progreso delas ciencias naturales aplicadas al progreso tcnico. Los hombres del Mercurioapostan porla historia que va apoyada en diversidad de fuentes documentales cribados por el mtodocrtico, una historia que estudia el pasado para entender el presente.

    Clment sostiene la tesis de que en el Per se dio un catolicismo ilustrado, similar alque Saugnieux detect en la Espaa del XVIII; y que Rodrguez Casado y Mario Gngoraapuntaron respecto a Amrica latina. En efecto, el A. ve la existencia de un pensamientocristiano de fondo en los escritores del Mercurio. El XVIII no fue un siglo irreligioso para elPer, afirma Clment, por el contrario fue una etapa de cristianismo renovado que busc unaprctica austera y rigurosa de la fe cristiana. Aduce, por ej., que hay pocos artculos en elMercurioque, aunque no traten de cuestiones religiosas, no citen a la Biblia, texto de refe-rencia obligada en muchos temas. Tambin detecta en los artculistas del Mercurioun buenconocimiento de la historia de la Iglesia. En cambio, sostiene que el materialismo de la po-ca, el del barn dHolbach o el de La Mettrie, por ej., no penetr en el Per durante los aosanalizados. Es un buen anlisis el que realiza Clment, aunque habra que matizar algunasafirmaciones y tratar alguna otra con ms seriedad, como la supuesta demostracin a finesdel XVII, de que la Biblia no contiene la palabra revelada, que el A. trae al vuelo (p. 140).

    El otro gran tema que Clment analiza en los artculos estudiados es el del naciona-lismo naciente. En efecto, se pregunta, hubo o no un pensamiento nacionalista entre los ar-ticulistas del Mercurio? Frente a los que han credo detectar en los ilustrados americanos delmomento un pensamiento precursor de la Independencia, el A. ve s, en el Mercurio, la afir-macin de los valores peruanos y la exaltacin del propio pas, pero una exaltacin en elcontexto de la monarqua espaola, de la que se sienten, en todo momento, formando parte.Es ms, como destaca Clment, Espaa es sobrevalorada y vista como algo propio, respectoa los dems reinos europeos.

    El grupo que dirige, escribe y lee el peridico es una elite de la sociedad peruana. Esuna burguesa empresarial, del comercio, de la minera, de las finanzas; es la que detenta elpoder y la que maneja los hilos de la cultura. Socialmente sostienen una sociedad de castas:los mercuristas que se vanaglorian del pasado indgena, se distancian del indio contempo-rneo al que describen con los vicios y cualidades comunes en la historiografa del momen-to. Es interesante su posicin antiesclavista, detectada por Clment en los elogios del Mer-curio a la obra del suizo protestante Schwartz, detractora de la esclavitud, a la que admiransobre todo por razones espirituales. Los redactores del Mercurio podran repetir, sostieneClment, el argumento presentado en Francia por Mirabeau en 1758: No se puede conciliarla esclavitud con el cristianismo.

    El libro recoge al final una amplia bibliografa de fuentes y de estudios sobre el tema;un ndice onomstico facilita la consulta de esta monografa que ser de referencia obligada

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  • para los que se interesen por la Ilustracin peruana. Como perspectivas futuras, parece intere-sante abordar el estudio comparativo con otros peridicos de las Sociedades Econmicas deAmigos del Pas americanas que podra dar un panorama amplio y, en parte muy similar, dela Ilustracin latinoamericana. Pienso, sobre todo, en la Gaceta de Guatemala dirigida por Ja-cobo de Villaurrutia, entre los aos 1794 y 1799 fecha en que se suspendi su publicacin.

    Elisa LUQUEALCAIDE

    Eamon DUFFY, Santos y pecadores. Una Historia de los Papas, traduccin de Andrs Lina-res, Acento Editorial/PPC, Madrid 1998, 326 pp. + ilustraciones.

    El libro que ahora se publica en espaol vio la primera luz de la imprenta en lengua in-glesa (1997), bajo la responsabilidad editorial de la Yale University Press. Su autor, profesor enCambridge, vel sus primeras armas como especialista en Historia del Catolicismo Ingls du-rante el siglo XVIII, para desempear ms tarde el cargo de Reader in Church History enel seno de dicha Alma Mater Cantabrigiensis. La obra, de cuya recensin me encargu (cfr.Anuario de Historia de la Iglesia 8 [1999] 446-449), naca destinada sin duda alguna a la no-toriedad. El autor dista mucho de ser un ignorado ilustre: se le reconoce seoro de su pluma,capacidad de expresar su pensamiento con austera concisin, acierto para ausentar de sus es-critos los ripios mentales o literarios que suelen ser inseparables de los mediocres.

    Aquella resea que escrib hace un ao se prolonga ahora con este comentario, queviene pedido por la difusin en romn paladino de unas pginas extendidas sobre una pla-taforma hermenutica a la que el pblico espaol no est habituado. De ah la necesidad desubrayar algunas matizaciones y de advertir acerca de las coordenadas en que se expresa elautor del libro. La ltima semana de junio de 1998 el propio Duffy tuvo ocasin de hacerseexplcito sobre las claves que gobiernan su pensamiento, a travs de una conferencia ledadurante el Open Day que el semanario The Tablet suele celebrar peridicamente. Eltexto referido fue publicado la semana siguiente en versin reducida en las pginas del se-manario (4 de julio de 1998, pp. 871-873): es decir, en coincidencia con las fechas en que lapresente traduccin castellana haba salido a la calle o estaba a punto de salir.

    Ya dije en la recensin de 1998 que no es lo mismo escribir la historia de los Papasque penetrar con la debida hermenutica en el estudio de la historia del Primado propiamen-te dicha. Que abundan las historias del Papado mientras escasean las historias del Prima-do Romano: hasta tal extremo, que puede decirse que tal laguna constituye una asignaturapendiente. Es decir, que los historiadores se refugian de ordinario en la certificacin crticade lo acontecido; en el inventario de lo que consta y de lo que no consta. Pero se lavan lasmanos haciendo dejacin sistemtica de la hermenutica histrica, de la interpretacin, quees en definitiva la clave ms pura del conocimiento histrico, docto y sapiencial.

    En el ya manido debate en torno a la naturaleza del menester de la Historia de laIglesia se han solido destacar dos frentes: 1) el de los que opinan que la historia de la Iglesiase construye sobre una base epistemolgica semejante a la de cualquier otra historia; 2) el de

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