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ARCHIVO BANCAJA ARCHIVO BANCAJA Historia Sindicato Agrícola y Caja de Ahorros y Préstamos de Carlet El Sindicato Agrícola y Caja de Ahorros y Préstamos de Carlet (denominación que tuvo en sus orígenes) se fundó el 18 de septiembre del año 1909 siendo su gran promotor el notario D. Juan Vicente Mora Berenguer, que inició la andadura de la Caja con una libreta en la que apuntaba el dinero que le entregaban primero los jóvenes que leían el periódico en su casa, después sus amigos, los hermanos de sus amigos y así, mucha gente que no dudaba en pararle por la calle para que le anotara en esa lista de depositarios que cada día era más larga. En esa libreta apuntaba a grandes trazos, lo que en un futuro sería el balance de la Entidad. Su primera sede, estuvo en una planta baja en el centro de la ciudad. El primer Consejo de Administración encabezado por su fundador Juan Vicente Mora, contaba con ilustres prohombres de la ciudad y con personas que, no por su nombre sino por su cargo, debían formar parte de la Entidad. En 1946, eran miembros del Consejo de Administración, el alcalde, el cura arcipreste, el presidente de la comunidad de labradores y el del sindicato de Masalet. La dependencia a la economía agrícola marcaría el carácter del dinero, unos fondos que vienen y van según la ganancia de la cosecha. Así, las primeras actividades que se realizaron, de tipo social, fueron encaminadas a este sector, mediante fórmulas asociativas que permitieran a los agricultores mejorar sus explotaciones y que se prolongaron durante toda su historia. También se promovieron actividades agrícolas hoy desaparecidas por la propia evolución de la agricultura de la comarca, destinadas a las producciones de entonces: almazaras de aceite y trilladoras comunitarias para el pueblo. Tal y como se explica en el libro “Historia de Carlet”, con el fin de alumbrar agua para transformar en regadío, veinte empresas auspiciadas por la Caja decidieron propiciar las perforaciones. Así, en 1945, la Entidad pone en marcha el pozo de agua que posibilita el abastecimiento de agua potable a través de la primera red de aguas de Carlet, infraestructura vital inexistente hasta entonces. Posteriormente, se propusieron actividades de carácter asistencial y educativo, en unas épocas en las que las infraestructuras públicas eran escasas. La Entidad, marcó la educación de los carletinos durante años, en los cuales no se tenía todavía vocación comarcal. La inauguración del Colegio Juan Vicente Mora en 1926, más conocido como el “Parque escolar”, marcó un hito en la historia de la ciudad y de la comarca. Carlet era visitada por un presidente de gobierno, en aquel tiempo Primo de Rivera que inauguraba este proyecto educativo. Siguió a esto, el Centro de Estudios más conocido como la Academia, donde la población de Carlet, en los años 50 y 60 pudo cursar los estudios de bachillerato. En 1970, cedió los 10.000 m2 de terreno necesario para que el Ministerio construyera el Instituto de Enseñanza Media de Carlet. En dichas fechas pone en marcha la Guardería Infantil que, con el desarrollo de los años, acabaría convirtiéndose en el actual Colegio La Devesa que, dentro de un proyecto hoy independiente de la Caja, es un centro de referencia en la formación de niños y jóvenes de la comarca de la Ribera. Como complemento a esta actividad educacional, en 1958 se fundó la biblioteca.

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ARCHIVO BANCAJA

ARCHIVO BANCAJA Historia Sindicato Agrícola y Caja de Ahorros y Préstamos de Carlet

El Sindicato Agrícola y Caja de Ahorros y Préstamos de Carlet (denominación que

tuvo en sus orígenes) se fundó el 18 de septiembre del año 1909 siendo su gran promotor el notario D. Juan Vicente Mora Berenguer, que inició la andadura de la Caja con una libreta en la que apuntaba el dinero que le entregaban primero los jóvenes que leían el periódico en su casa, después sus amigos, los hermanos de sus amigos y así, mucha gente que no dudaba en pararle por la calle para que le anotara en esa lista de depositarios que cada día era más larga. En esa libreta apuntaba a grandes trazos, lo que en un futuro sería el balance de la Entidad. Su primera sede, estuvo en una planta baja en el centro de la ciudad.

El primer Consejo de Administración encabezado por su fundador Juan Vicente

Mora, contaba con ilustres prohombres de la ciudad y con personas que, no por su nombre sino por su cargo, debían formar parte de la Entidad. En 1946, eran miembros del Consejo de Administración, el alcalde, el cura arcipreste, el presidente de la comunidad de labradores y el del sindicato de Masalet.

La dependencia a la economía agrícola marcaría el carácter del dinero, unos fondos

que vienen y van según la ganancia de la cosecha. Así, las primeras actividades que se realizaron, de tipo social, fueron encaminadas a este sector, mediante fórmulas asociativas que permitieran a los agricultores mejorar sus explotaciones y que se prolongaron durante toda su historia. También se promovieron actividades agrícolas hoy desaparecidas por la propia evolución de la agricultura de la comarca, destinadas a las producciones de entonces: almazaras de aceite y trilladoras comunitarias para el pueblo.

Tal y como se explica en el libro “Historia de Carlet”, con el fin de alumbrar agua

para transformar en regadío, veinte empresas auspiciadas por la Caja decidieron propiciar las perforaciones. Así, en 1945, la Entidad pone en marcha el pozo de agua que posibilita el abastecimiento de agua potable a través de la primera red de aguas de Carlet, infraestructura vital inexistente hasta entonces.

Posteriormente, se propusieron actividades de carácter asistencial y educativo, en

unas épocas en las que las infraestructuras públicas eran escasas. La Entidad, marcó la educación de los carletinos durante años, en los cuales no se tenía todavía vocación comarcal. La inauguración del Colegio Juan Vicente Mora en 1926, más conocido como el “Parque escolar”, marcó un hito en la historia de la ciudad y de la comarca. Carlet era visitada por un presidente de gobierno, en aquel tiempo Primo de Rivera que inauguraba este proyecto educativo. Siguió a esto, el Centro de Estudios más conocido como la Academia, donde la población de Carlet, en los años 50 y 60 pudo cursar los estudios de bachillerato. En 1970, cedió los 10.000 m2 de terreno necesario para que el Ministerio construyera el Instituto de Enseñanza Media de Carlet. En dichas fechas pone en marcha la Guardería Infantil que, con el desarrollo de los años, acabaría convirtiéndose en el actual Colegio La Devesa que, dentro de un proyecto hoy independiente de la Caja, es un centro de referencia en la formación de niños y jóvenes de la comarca de la Ribera. Como complemento a esta actividad educacional, en 1958 se fundó la biblioteca.

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Otro de los sectores de acción social, fue la tercera edad. Es por ello, que los

fondos de la Caja sirvieron para pagar pensiones que empezaron con tres pesetas. En 1977, el Consejo de Administración cedía terrenos al Servicio de Mutualismo Laboral y a los fines del Servicio de Asistencia a Pensionista de la Seguridad Social para que dicho organismo construya una residencia de pensionistas válidos y una residencia asistida. También se construyeron viviendas sociales para atender las necesidades perentorias de la población.

La actividad agrícola continuó: el primer almacén de abonos ubicado en el mismo

edificio donde se conservan las oficinas centrales, las dos trilladoras que tenía en marcha y la fábrica de aceite.

En 1988 concluía otra de las obras sociales que unía dos de los sectores de población que constituyen uno de los objetivos de la Entidad: el mismo edificio en el que los carletinos pudieron comprar el primer abono en las primeras décadas del siglo, se convertía en un edificio destinado a albergar un hogar de jubilados y un conservatorio de música.

En Carlet, la Caja ha marcado fechas y costumbres. El día del ahorro se celebraba

con una tradicional sesión de cine y con regalos, la agenda que regalaba la Caja marcaba los días del año y durante un tiempo las sombrillas que regalaba la Entidad caracterizaban las playas cercanas de Cullera y Tavernes de donde eran sus ocupantes.

La adaptación al sino de los tiempos ha sido sin duda el garante de la efectividad de

la Caja de Ahorros de Carlet; supo adaptarse en los años setenta, a la debacle de la agricultura, no por ello dejando de lado los servicios que durante tantos años prestaba como el almacén de abonos, la fábrica de aceites o el agua para el riego.

El mundo avanzó y con él la Caja de Carlet. La apuesta por la agricultura dejó paso

a un nuevo auge económico. El vivero de empresas sería el paradigma de lo que la Caja de Ahorros hubiera podido ser. El proyecto de vivero de empresas y de centro de promoción empresarial nacía a los albores de los años noventa, apostando una vez más por nuevas motivaciones económicas, al tiempo que se ampliaban los horizontes.

El centro empresarial de La Trilladora nacía para los nuevos emprendedores, como

aquellos primeros clientes de la Caja que buscaban en la Entidad la ayuda para sus cultivos. Los jóvenes empresarios, no solo de Carlet y de la comarca, encontraban allí su abono en forma de información, asesoramiento, naves e ilusión.

La Caja de Carlet, también evolucionó. En 1967, las primeras máquinas electrónicas traspasaban el umbral de sus oficinas y propiciaba, en 1973, su integración en la sociedad Sateyca, formada por siete cajas valencianas que compartían estructura informática. La primera revolución tecnológica, la vivió la Caja de Ahorros de Carlet, en 1988. El ordenador personal llegaba a todas las oficinas de la Caja de Ahorros de Carlet que en aquel momento ya contaba con oficinas en Tous, Alzira, Alcántera, Benimodo, Benifaió, l´Alcúdia, y Algemesí y con cinco cajeros automáticos.

La actividad financiera de la Caja se desarrolló circunscrita durante muchos años a

la ciudad de Carlet. En 1980 se inició la fase de expansión por las localidades circundantes hasta cubrir la práctica totalidad de La Ribera con 16 oficinas, 2 agencias financieras y 88 empleados, en un trabajo de fortalecimiento de su posición de negocio y salud de su

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actividad financiera que constituyeron un cimiento de futuro indispensable para continuar el objetivo fundacional de la Entidad.

En 1989, un estudio realizado por la empresa Artur Young planteaba tres opciones

de viabilidad para la Caja. La fusión con la Caja de Ahorros de Valencia, el crecimiento mediante recursos propios y mantener la actual agrupación con otras entidades de ahorro.

Un 17 de julio de 1989 se tomaba la decisión de fusión por parte de los Consejos de

Administración de las dos entidades. Una asamblea decidía meses después continuar con la Caja de Ahorros de Carlet, presidida por Custodio Mendoza. El año del intento de la fusión, la Caja de Ahorros de Carlet obtenía los mayores beneficios de su historia, según el mismo presidente Custodio Mendoza. Era el año del 80 aniversario y la Caja se recuperaba de su particular crisis. Mediante 37 votos en contra, 16 a favor y 2 en blanco, se decidió no fusionarse.

En 1993, el Consejo de Administración dio luz verde a un proyecto informático

propio, objeto de interés de diversas entidades españolas y foráneas. Ese sistema lo asumió posteriormente, la entidad Crèdit València en 1994.

La necesidad de la fusión no abandonó nunca la Caja de Ahorros de Carlet al igual

que al resto de cajas valencianas. Así en 1993, una propuesta de fusión de Bancaja acababa, esta vez sí, con la dimisión del entonces presidente, el socialista Vicent Gisbert. Un Consejo de Administración que no aceptó por unanimidad la pretendida fusión sí que conllevó en este caso la caída del Consejo de Administración que fue entonces encabezado por la nacionalista Maite Santacruz, presidenta en funciones hasta que fue relevada por el primer presidente de la Entidad que había sido trabajador de la Caja de Ahorros.

De nuevo, la no fusión se producía en un año en que la Caja de Ahorros de Carlet

obtenía inmejorables resultados y su director, Francisco Espí, dimitía antes de la negociación de la fusión (siguió como director adjunto, formando parte luego del equipo directivo de la Entidad en el 2001).

En la historia de la Caja de Ahorros han habido presidentes como Custodio

Mendoza, posterior presidente de la denominación de origen del kaki; José Garrido Moya, posterior director general de la entidad Caixa Rural de l´Alcúdia; José Suey, exalcalde y concejal; o Maite Santacruz, presidenta accidental y posterior líder de la plataforma Salvem La Caixa.

En 2001, finalmente, la Caja de Ahorros y Préstamos de Carlet, se integró mediante

fusión con Bancaja.

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Sede social de la Caja de Ahorros y Préstamos de Carlet

D. Juan Vicente Mora Berenguer, fundador de la Caja

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Antiguo logotipo de la Caja de Ahorros y Préstamos de Carlet

Nuevo logotipo de la Caja de Ahorros y Préstamos de Carlet