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 Revista Expediç ões: Teoria da História & Historiografia V. 5, N.1, Janeiro-Julho de 2014 LA CONTRIBUCIÓN DE INTELECTUALES EXTRANJER OS EN LA CONFIGURACI ÓN DE LA HISTORIOGRAFÍA URUGUAYA THE  CONTRIBUTION  OF   FOREIGN   INTELLECTUALS   IN  URUGUAYAN   HISTORIOGRAPHY  CONFIGURATION  Tomàs David Sansón Cor  bo  R ESUMEN: El apor te inmigr ator io ha sido f undamental en la conf or mación de la sociedad ur uguaya contempor ánea. En este ar tículo pr etendemos estudiar  un as  pecto  par ticular  del mismo: la contr ibución de let r ados extr anjer os en la conf igur ación del campo histor iogr áf ico nacional. Analizar emos la inser ción   f ugaz y ef ímer a en algunos casos, pr olongada y pr of unda en otr os- de intelectuales como Juan Manuel de la Sota, Antonio Deodor o de Pascual (Adadus Calpe), Fr ancisco Berr a, Luis Desteff anis, Or estes Ar aújo, Gilber to E. Perr et (el Her mano Damasceno), Emilio Ravignani y José Luis Romer o. El objetivo es identif icar  la inf luencia ejer cida por  este conjunto de intelectuales en pr o de los estudios, la investigación y la enseñanza de la Histor ia en Ur uguay .  P ALAVRAS CLA VE: Ur uguay. Histor iogr af ía. Investigación Hisr ica. ABSTRACT : The immigr ation intake has been essential in the conf igur ation of  contempor ar y Ur uguayan society. In this ar ticle we study a par ticular  as  pect of  it: the contr ibution of  f or eign attor neys and conf igur ation of  national histor iogr aphy. We ar e going to analyze the inclusion of  -f leeting and ephemer al in some cases, p r olonged and deep in others- as intellectual Juan Manuel de la Sota, Deodor o Antonio Pascual ("Adadus Calpe"), Fr ancisco Berr a, Luis Desteff anis, Or estes Ar aújo, Gilber to E. Perr et ("Br other  Damasceno"), José Luis Romer o and Emilio Ravignani. The aim i s to identif y the inf luence of  this gr ou  p of  I ntellectuals f or  studying, r esear ch and teaching histor y in Ur uguay . KEYWORDS: Ur uguay. Histor iogr aphy. Histor ical Resear ch.  El  campo historiográfico uruguayo  Doctor  en Historia.  Facultad  de Humanidades  y Ciencias de la Educación de la Universidad   Nacional  de La Plata (República  Argentina).  Artigo enviado em: 24/04/2014 e aceito  para  publicação em: 24/06/2014 E-mail:  [email protected]   57 

2529-9385-2-PB

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Revista Expedições: Teoria da História & HistoriografiaV. 5, N.1, Janeiro-Julho de 2014LA CONTRIBUCIÓN DE INTELECTUALESEXTRANJEROS EN LA CONFIGURACIÓN DE LAHISTORIOGRAFÍA URUGUAYATHE CONTRIBUTION OF FOREIGN INTELLECTUALS INURUGUAYAN HISTORIOGRAPHY CONFIGURATIONTomàs David Sansón Corbo

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  • Revista Expedies: Teoria da Histria & Historiografia

    V. 5, N.1, Janeiro-Julho de 2014

    LA CONTRIBUCIN DE INTELECTUALES

    EXTRANJEROS EN LA CONFIGURACIN DE LA

    HISTORIOGRAFA URUGUAYA

    THE CONTRIBUTION OF FOREIGN INTELLECTUALS IN URUGUAYAN HISTORIOGRAPHY CONFIGURATION

    Toms David Sansn Corbo

    RESUMEN: El aporte inmigratorio ha sido fundamental en la conformacin de la

    sociedad uruguaya contempornea. En este artculo pretendemos estudiar un aspecto

    particular del mismo: la contribucin de letrados extranjeros en la configuracin del

    campo historiogrfico nacional. Analizaremos la insercin fugaz y efmera en algunos

    casos, prolongada y profunda en otros- de intelectuales como Juan Manuel de la Sota,

    Antonio Deodoro de Pascual (Adadus Calpe), Francisco Berra, Luis Desteffanis,

    Orestes Arajo, Gilberto E. Perret (el Hermano Damasceno), Emilio Ravignani y Jos

    Luis Romero. El objetivo es identificar la influencia ejercida por este conjunto de

    intelectuales en pro de los estudios, la investigacin y la enseanza de la Historia en

    Uruguay.

    PALAVRAS CLAVE: Uruguay. Historiografa. Investigacin Histrica.

    ABSTRACT: The immigration intake has been essential in the configuration of

    contemporary Uruguayan society. In this article we study a particular aspect of it: the

    contribution of foreign attorneys and configuration of national historiography. We are

    going to analyze the inclusion of -fleeting and ephemeral in some cases, prolonged and

    deep in others- as intellectual Juan Manuel de la Sota, Deodoro Antonio Pascual

    ("Adadus Calpe"), Francisco Berra, Luis Desteffanis, Orestes Arajo, Gilberto E. Perret

    ("Brother Damasceno"), Jos Luis Romero and Emilio Ravignani. The aim is to

    identify the influence of this group of Intellectuals for studying, research and teaching

    history in Uruguay .

    KEYWORDS: Uruguay. Historiography. Historical Research.

    El campo historiogrfico uruguayo

    Doctor en Historia. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin de la Universidad Nacional de

    La Plata (Repblica Argentina). Artigo enviado em: 24/04/2014 e aceito para publicao em: 24/06/2014

    E-mail: [email protected]

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    El proceso de configuracin del campo historiogrfico (BOURDIEU, 2002)

    uruguayo fue lento y complejo. Se articul en tres momentos: 1) fase embrionaria -

    desde el nacimiento de la Repblica independiente (1830) hasta comienzos del siglo

    XX-; 2) poca de transicin y fundacin -reinstalacin del Instituto Histrico y

    Geogrfico del Uruguay (1915), hasta la creacin de la Facultad de Humanidades y

    Ciencias de la Universidad de la Repblica (1945) (en adelante FHC) y del Instituto de

    Profesores Artigas (1949) (en adelante IPA); 3) ciclo de consolidacin (mediados del

    siglo XX en adelante).

    En el siglo XIX el conocimiento histrico surgi y se desarroll al influjo de

    condicionamientos y demandas endgenos (creacin de vnculos cohesivos y consensos

    aglutinadores capaces de superar las convulsiones posindependentistas) y de la

    influencia exgena de autores argentinos de matriz unitaria. Los tempranos intentos de

    creacin de instituciones o centros de formacin especializada no prosperaron. El

    Instituto Histrico y Geogrfico del Uruguay, fundado en 1843 e inspirado en el

    homnimo de Ro de Janeiro (1838), tuvo corta vida. Estos factores determinaron una

    fuerte heteronoma de la disciplina, ejercieron una accin ralentizadora y postergaron la

    constitucin del campo historiogrfico hasta mediados del siglo XX.

    Los creadores de las primeras narrativas histricas no fueron historiadores

    propiamente dichos, sino intelectuales -en el sentido ms genrico de la expresin

    (poetas, novelistas, periodistas, abogados)- entre los que se destacaron el argentino Juan

    Manuel de la Sota (Santa Fe, circa 1780 - Montevideo, 1858) y el espaol Antonio

    Deodoro de Pascual (Castilla, 1822 Ro de Janeiro, 1874).

    A partir de la dcada de 1870, en el contexto de la modernizacin, comenz la

    efectiva nacionalizacin de los destinos del Estado Oriental. Fue necesario generar un

    imaginario colectivo aglutinador que definiera mitos y smbolos comunes. Los

    gobiernos requirieron y apoyaron la labor de los historiadores nacionalistas y

    anatematizaron a quienes cuestionaron las glorias pretritas, como el italiano Luis

    Desteffanis (Cremona, 1839 - Montevideo, 1899) o el argentino Francisco Berra (1844-

    Buenos Aires-1906).

    Los primeros balbuceos del proceso de autonomizacin del campo

    historiogrfico se produjeron en la dcada de 1880, pero fue recin durante el perodo

    batllista (a comienzos del siglo XX) cuando se dieron pasos concretos en pro del

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    mismo. Las reformas de entonces replantearon los debates en torno a la identidad nacional.

    La divulgacin e imposicin de axiomas nacionalistas en el sistema educativo haba

    comenzado en el perodo anterior, pero en ste tuvieron un fuerte empuje gracias a la

    produccin didasclica de dos inmigrantes europeos, el francs Gilberto E. Perret

    (Hermano Damasceno) (Cervens, 1874 Montevideo, 1957) y el espaol Orestes

    Arajo (Islas Baleares, 1850 Montevideo, 1915).

    La persistente heteronoma del campo historiogrfico puede explicarse, entre

    otras razones, por la accin ralentizadora de la corriente historiogrfica de mayor

    predicamento, la escuela tradicional o nacionalista. Sus agentes Pablo Blanco

    Acevedo y Juan Pivel Devoto, entre otros- se ocuparon de enriquecer y exaltar los

    mitemas fundacionales, pero desatendieron los aspectos terico-metodolgicos y la

    creacin de centros de formacin disciplinaria. Posean, en cuanto historiadores del

    Estado, la posibilidad de regular el acceso, permanencia y exclusin del campo.

    Establecieron un monopolio en la legitimacin del saber y de la actividad

    historiogrfica.

    En 1915 se refund el Instituto Histrico y Geogrfico del Uruguay. Se trat de

    una entidad privada subsidiada por el Estado con la contrapartida de prestarle

    asesoramiento en las materias de su especializacin (ZUBILLAGA, 2002, p. 91).

    Contribuy a la institucionalizacin de los estudios histricos21

    y favoreci la labor de

    investigacin. Funcion durante varias dcadas cumpliendo fielmente su cometido. A

    mediados de siglo entr en decadencia.

    En esta etapa de transicin faltaron mecanismos que viabilizaran la formacin

    tcnica y metodolgica. La profesionalizacin de la labor historiogrfica se concret a

    mediados del siglo -FHC (1945), IPA (1949)-. La incorporacin de docentes extranjeros,

    como los argentinos Emilio Ravignani (1886-Buenos Aires-1954) y Jos Luis Romero

    (Buenos Aires, 1909 - Tokio, 1977), posibilit aggiornar la disciplina y facilitar el

    relacionamiento de los historiadores uruguayos con sus pares de otras partes del mundo.

    Se articularon redes que permitieron superar el provincianismo historiogrfico.

    Ingresaron nuevos temas y problemas en la agenda de investigacin.

    21

    En la dcada de 1920 se fundaron otras instituciones como el Instituto de Estudios Superiores, la Junta

    de Historia Nacional y la Sociedad Amigos de la Arqueologa. El fenmeno refleja la necesidad por

    organizar y canalizar los estudios histricos a efectos de superar el tradicional enfoque individual con que

    se realizaban. Contribuyeron, por un fenmeno de acumulacin de masa crtica y de experiencias

    acadmicas, a la definicin del campo.

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    La titulacin profesional se transform en requisito de reconocimiento

    acadmico. Este mecanismo de validacin endgena favoreci la autonomizacin del

    conocimiento histrico y por ende, la definicin de su campo. Se increment el juego

    y la competencia entre los agentes (autores/instituciones) por la legitimacin de

    convicciones y posiciones.22

    La estructura del campo tenda a la conservacin, pero las

    luchas lo transformaron lenta y paulatinamente. Nuevas generaciones de historiadores

    formados en la FHC y en el IPA, disputaron y compitieron por validacin intelectual,

    acceso a cargos acadmicos o fondos de financiamiento.

    El aporte de letrados extranjeros

    En el proceso reseado desempearon un rol preponderante una serie de

    historiadores extranjeros que se radicaron en Uruguay, internalizaron el inconsciente

    cultural (BOURDIEU, 2002, p. 47) imperante e incorporaron las claves del habitus

    hegemnico (BOURDIEU, 2002, p. 106). A continuacin analizaremos el carcter de

    sus contribuciones.

    Las primeras glosas del pretrito: Juan Manuel de la Sota y Antonio

    Deodoro de Pascual

    Juan Manuel de la Sota, el primero de los historiadores nacionales

    (PARADEDA, 1951), naci en Santa Fe a fines del siglo XVIII23

    . Estudi en Crdoba.

    En 1815 comenz su actividad castrense, fue ascendido en 1818 al grado de Capitn del

    Regimiento de Voluntarios de Caballera de Campaa de Buenos Aires. Permaneci en

    esa ciudad hasta 1830, cuando debi escapar debido a la persecucin poltica ejercida

    por Juan Manuel de Rosa. Se radic en el Estado Oriental.

    En Uruguay ocup diversos cargos en la administracin pblica -Oficial Primero

    de la Jefatura de Polica de Montevideo (1837-1841), Secretario del Poder Legislativo

    22 Los referentes del sociolecto encrtico no estuvieron dispuestos a contemplar pasivamente la prdida de

    su larga hegemona. La corriente tradicional se abroquel en el Museo Histrico Nacional. Bajo la

    orientacin de Juan Pivel Devoto, director del mismo a partir de 1940, se conform un equipo de trabajo

    muy compacto. La Revista Histrica canaliz los productos de las indagaciones realizadas por este grupo que represent el cenit de la historiografa nacionalista. 23

    No existe acuerdo sobre su fecha de nacimiento.

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    (1841-1852), responsable del Archivo Pblico (1850-1852), Miembro Supernumerario

    del Instituto de Instruccin Pblica (1855)- y el Parlamento -Senador en 1853,

    vicepresidente de la cmara en 1855-. Se destac como docente y pedagogo. Plasm

    sus ideas en el Plan General de Enseanza Mutua y en el Ensayo sobre la adopcin del

    mtodo de mutua enseanza y anlisis de las causas que retardan su progreso,

    documentos elevados al gobierno entre los aos 1833 y 1834.

    Reuni una importante biblioteca y archivo que despert inters y curiosidad

    entre sus contemporneos, particularmente en Andrs Lamas y Bartolom Mitre. Dej

    una temprana e interesante produccin historiogrfica. Particular destaque merecen:

    Historia del Territorio Oriental del Uruguay (1841) y Catecismo Poltico e Histrico de

    la Repblica Oriental del Uruguay (1850, primera edicin; 1855, segunda edicin

    corregida y aumentada). En 1857 public el opsculo Errores que contiene la Memoria

    sobre la decadencia de las Misiones Jesuticas que ha publicado en la ciudad del

    Paran el Dr. Martn de Moussy, una de las primeras expresiones de disenso y

    polmica historiogrfica. Dej indita una obra titulada Cuadros Histricos de la

    Repblica Oriental del Uruguay.

    La Historia del Territorio Oriental del Uruguay (1841) es su libro ms conocido.

    Se trata de un relato coherente y panormico de los orgenes y evolucin del nuevo

    Estado. Tiene por objeto estudiar la plataforma esencial de la comunidad poltica: su

    base territorial. El autor lo concibi con la pretensin de generar una conciencia

    histrica entre los orientales, elemento indispensable para: a) enfrentar las asechanzas

    que se perfilaban en el horizonte de la Repblica, b) afianzar su independencia y d)

    construir una identidad nacional.

    Utiliz todas las fuentes que era posible reunir en aquellos momentos (cronistas

    de Indias, las publicaciones documentales de Pedro de Angelis, papeles del Archivo

    Pblico de Montevideo, entre otras). El propsito original era cubrir el arco cronolgico

    1512 a 1817, pero la edicin final fue fragmentaria, abarc desde el descubrimiento

    hasta 1776 e incluy un captulo relativo a las invasiones inglesas. Realiza una

    exposicin sumaria, cronolgicamente ordenada y descriptiva de los acontecimientos.

    Matiza el texto con descripciones geogrficas y abundantes referencias a la flora y

    fauna. Introduce informacin etnogrfica sobre los habitantes antiguos y modernos del

    territorio uruguayo.

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    El trabajo presenta una impronta moralizante y pedaggica, expresada

    especialmente en la Dedicatoria a los jvenes orientales, en la que los invita a

    conocer y amar el pasado de su patria para estar preparados y asumir exitosamente los

    desafos de su tiempo. Tanto la Dedicatoria como la Introduccin contienen

    referencias sobre la importancia de los aspectos geopolticos que condicionaban el

    derrotero de Uruguay en funcin de su posicionamiento geogrfico. Con lucidez

    sentenciaba:

    La localidad del territorio Oriental basta para que de continuo sea alterada su

    tranquilidad. Vuestros intereses estn expuestos a encontrase con los de los

    limtrofes y las aspiraciones de los poderosos. Ved aqu la razn de

    concentrar vuestros esfuerzos para haceros respetables en el exterior, librando

    la quietud pblica a la liberalidad de vuestras instituciones (DE LA SOTA,

    1965, t. I, p. 4).

    Existe cierto consenso en cuanto que los Cuadros histricos, de carcter indito,

    es una obra ms completa y rigurosa. Fue redactada entre los cruciales aos de 1848 y

    1849. Analiza el perodo 1492-1828. Se conoce parte de su contenido porque en una

    Contribucin documental para la Historia del Ro de la Plata, publicada por el Museo

    Mitre en 1913, se divulgaron los ndices de la misma.

    El trabajo est estructurado en dos grandes partes, oficiando la Revolucin de

    Mayo como gozne cronolgico: la primera -compuesta por treinta y tres cuadros-

    estudia las relaciones internacionales y los conflictos de lmites entre Espaa y Portugal

    durante la poca colonial; la segunda -integrada por quince cuadros- est centrada en

    la historia de los avatares entre el gobierno de las Provincias Unidas y el Imperio del

    Brasil. Segn Oddone, en este opsculo se alternan

    el rigor documental con la referencia de la tradicin o el recuerdo personal,

    sobre un trasfondo subjetivo donde acta un partidismo porteo al que suelen

    ajustarse muchas de sus observaciones, sus juicios de valor y su balance

    histrico de la poca revolucionaria (ODDONE, 1959, p. 10).

    Para calibrar la significacin del aporte de Juan Manuel de la Sota debe tenerse

    en cuenta el contexto de produccin de sus obras. Las fundamentales aparecieron

    durante el aciago perodo de la Guerra Grande (1839-1852) y la dcada inmediatamente

    posterior, cuando la influencia de Rosas primero y la injerencia brasilea despus,

    pusieron en jaque la endeble independencia uruguaya. Mientras que los autores de la

    segunda mitad de siglo XIX forjaran la idea de nacin, de la Sota actu como obrero de

    la de soberana. Desde esta perspectiva parece adquirir sentido la troica conceptual en

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    torno a la que configur sus obras: a) brindar un relato orgnico, panormico e

    inteligible del pasado uruguayo; b) estudiar particularmente el problema de los lmites;

    y c) la elaboracin de un texto didasclico como el Catecismo Geogrfico-Poltico e

    Histrico. para divulgar sus investigaciones en el sistema educativo.

    Para Juan Pivel Devoto, de la Sota contribuy para formar una conciencia

    histrica acerca de problemas que afectaban la supervivencia del pas. Sus esfuerzos de

    investigacin estaban concebidos en orden a reunir informacin que sirviera para

    tutelar los derechos territoriales de la Repblica (PIVEL DEVOTO, t. I, p. XXI).

    En 1841 compendi parte de su Historia del Territorio Oriental del Uruguay,

    para ilustrar a don Francisco Magarios, nombrado representante diplomtico de la

    Repblica ante la Corte de Brasil. En 1852 hizo lo mismo con parte de los Cuadros

    para asesorar a Luis de la Pea, acreditado por la Repblica Argentina para negociar el

    Tratado Definitivo de Paz con el Brasil (PIVEL DEVOTO, t. I, p. XXV).

    Otro de los extranjeros que se destacaron en la etapa embrionaria de la

    historiogrfica uruguaya fue Antonio Deodoro de Pascual, tambin conocido por el

    seudnimo de Adadus Calpe. Se trat de un individuo muy particular que mereci

    juicios dismiles. Fernndez Saldaa lo ubic entre la lista de hombres sin juicio cabal,

    o muy cercanos de la lnea que limita la cordura (FERNANDEZ SALDAA, 1926, p.

    472).

    Naci en Castilla en 1822 y estudi humanidades clsicas en su tierra natal, en

    Italia, Alemania y Francia. En 1844 abandon Europa, seguramente por razones

    polticas, y comenz un periplo de diez aos que lo llev a Cuba, Nueva York, Jamaica,

    Venezuela, Colombia, Brasil y Uruguay. Vivi de la enseanza de idiomas y de la

    Filosofa. Recal en Ro de Janeiro en 1852, permaneci all dos aos y en setiembre

    de 1854 se estableci en Uruguay.

    En la capital uruguaya desarroll una intensa actividad periodstica y cultural.

    Colabor con importantes publicaciones como El Comercio del Plata, El Nacional y El

    Eco de la Juventud. Convoc desde las pginas de La Repblica la apertura de una

    suscripcin pblica para editar una Biografa del General Jos Mara Paz, que qued en

    proyecto y del cual no se conoce ningn manuscrito. En febrero de 1855 public una

    revista de frecuencia semanal titulada La Amrica del Sur, dedicada a cuestiones

    literarias y artsticas, de la cual aparecieron trece nmeros, el ltimo correspondiente al

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    V. 5, N.1, Janeiro-Julho de 2014

    29 de abril de 1855. En marzo de ese ao present a las autoridades de la Universidad

    un proyecto para fundar una escuela. A fines de abril anunci en la revista que la misma

    cesaba porque el director pensaba ausentarse del pas. Abandon Montevideo de forma

    intempestiva, posiblemente durante mayo de 1855, y dej sin concretar los proyectos

    anunciados.

    La residencia de Deodoro de Pascual en Montevideo fue breve pero intensa.

    Pudo reunir documentos y recabar testimonios orales que le serviran de base para la

    elaboracin de una obra sobre Uruguay. Volvi a Ro de Janeiro donde se estableci

    definitivamente. Logr la ciudadana brasilea y vivi con relativa tranquilidad gracias

    a un cargo de traductor en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Este trabajo le

    permiti, adems, acceder a documentacin de importancia que utilizara en sus

    publicaciones literarias e histricas.

    Alcanz renombre y fama en la capital imperial, no solo por sus mritos

    intelectuales, sino porque, entre otras cosas, supo alagar el odo de los poderosos,

    (especialmente del Emperador) con escritos de carcter apologtico. Se presentaba ante

    los miembros de la corte brasilea bajo el misterioso seudnimo de Adadus Calpe,

    experto en ciencias ocultas e hipnotismo. En 1859 ingres al Instituto Histrico y

    Geogrfico Brasileo. Escribi en diversos medios, especialmente en el Correio

    Mercantil y el Jornal do Rio de Janeiro. Muri el 25 de setiembre de 1874.

    Su produccin literaria, histrica y esotrica fue abundante. Interesa referir aqu

    los Apuntes para la historia de la Repblica Oriental del Uruguay desde el ao de 1810

    hasta el de 1852 (Pars, 1865), obra dedicada a escudriar la formacin histrica del

    pas. Comparte una caracterstica con el trabajo de Juan Manuel de la Sota, el carcter

    inconcluso: de los cuatro tomos anunciados se publicaron los dos primeros. Es una

    crnica documentada pero superficial, meramente expositiva y orientada por un criterio

    exclusivamente cronolgico en el planteo de los hechos. El gran personaje adquiere

    relevancia en la estrategia explicativa de los procesos histricos, aparecen esbozos de

    interpretacin psicolgica como clave para entender los procederes individuales.

    Era consciente de las limitaciones de su trabajo:

    En la actualidad ni siquiera existen crnicas de los Estados del Plata; no

    osamos emprender un tan difcil e interesante trabajo; mas nos atrevemos a

    presentar estos apuntes histricos, porque estamos convencidos de que sern

    como el cimiento de la verdadera historia (DE PASCUAL, 1865, t. I, p. X).

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    Abundan las citas y transcripciones documentales incluidas en el texto con el

    propsito de asignar credibilidad a lo expuesto.

    Autores como Francisco Bauz, Luis Melin Lafinur, Dardo Estrada y Eduardo

    Acevedo, valoraron negativamente el libro. Fernndez Saldaa, por su parte, a partir de

    una revisin de documentos conservados en el Palacio de Itamaraty que fueron

    consultados por el espaol, defiende la honestidad con que de Pascual los utiliz:

    limpiamente, sin modificaciones ni fragmentaciones que hubieran podido favorecer sus

    tesis (FERNANDEZ SALDAA, 1926, p. 486). La mala prensa que cay sobre la

    obra se debi tanto a su antiartiguismo, como a una explcita impronta discursiva de

    cu abrasilerado. No ocult su simpata hacia la posicin y los intereses del Imperio

    (actitud coherente con su ubicuidad poltico-ideolgica).

    A pesar de los cuestionamientos formulados, la obra de Deodoro de Pascual

    tiene ciertos mritos. Brind un panorama coherente de la historia oriental del perodo

    revolucionario y de las controversiales condiciones en que se logr la independencia y

    la formacin del Estado. Tiene, adems, un atractivo especial que puede rechinar a los

    defensores a ultranza de la tesis independentista clsica24

    , pues complejiza, y por

    tanto enriquece, el panorama de interpretaciones sobre la historia nacional que,

    especialmente a partir de las dcadas posteriores, tendi a la homogeneidad.

    Formalizacin del disenso: Francisco Berra y Luis Daniel Desteffanis

    Luis Desteffanis naci en Cremona, Italia, el 21 de noviembre de 1839 y muri

    en Montevideo el 31 de agosto de 1899. Recibi una importante formacin humanstica

    y adquiri conocimiento de varios idiomas (francs, portugus, latn y castellano).

    Abandon Italia en 1856 y emigr a Amrica. Estuvo radicado inicialmente en

    Corrientes y luego en Buenos Aires (1860) donde comenz su actividad periodstica. En

    esta ciudad se vincul con emigrados uruguayos pertenecientes al Partido Colorado. A

    travs de ellos logr que Venancio Flores, una vez en el poder, lo designara catedrtico

    de Historia Universal (1866) en Montevideo (ZUBILLAGA, 1991, pp. 40-58).

    24 Corriente historiogrfica oficial y predominante hasta la dcada de 1950. Postul una concepcin

    esencialista de la nacin (cuyos antecedentes retrotrae a la poca colonial) y entroniz a Jos Artigas

    como hroe mximo de la nacionalidad uruguaya.

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    Se estableci en la capital uruguaya y desempe funciones como docente y

    periodista. Colabor en diversos medios de prensa, especialmente, en La Tribuna, El

    Siglo, L`Italia y L`Italia Nuova.

    Mantuvo estrechos vnculos con la colectividad italiana y particip de iniciativas

    culturales y benficas. Estuvo entre los fundadores de la Sociedad Filo-Histrica (1874)

    y fue socio del Club Universitario y del Ateneo de Montevideo.

    Permaneci fiel a las ideas liberales durante toda su vida. Expresin cabal de

    ello fue su adhesin a la Liga Patritica de Enseanza (1888), movimiento que se

    propuso retomar la accin pragmtica de Varela y vitalizar la Sociedad de Amigos de la

    Educacin popular (ZUBILLAGA, 1991, p. 54).

    En 1884 public en L`Italia un artculo titulado No monte en clera, en

    respuesta a ciertas acusaciones provenientes de El Siglo, referidas a que L`Italia no

    apoyaba debidamente los homenajes oficiales a Jos Artigas. Surgi un debate en el que

    participaron los principales diarios de la poca. Desteffanis tena una posicin contraria

    a la corriente reivindicativa del caudillo y sostena los pareceres de la historiografa

    liberal de matriz portea y unitaria.

    La oposicin de Luis Desteffanis al gobierno, sumada a su abierto

    antiartiguismo, determinaron que Santos lo cesara en su cargo docente (decreto del 30

    de setiembre de 1884). Se origin una situacin tensa y conflictiva que termin con la

    destitucin del Rector Jos Pedro Ramrez -por haber defendido el principio de libertad

    de ctedra- y de los integrantes del Consejo Universitario. En 1888 fue restituido.

    Como historiador no realiz una obra original, pero se destac por la traduccin

    de autores europeos y la divulgacin de ensayos crticos con fines didcticos.

    Los Anales del Ateneo se transformaron en una tribuna intelectual que le

    permitieron difundir observaciones, crticas y pareceres en torno a autores, libros y

    corrientes de pensamiento. Lo hizo a travs de dos series de artculos, publicados entre

    1884 y 1886, titulados: Entre libros y peridicos. Apuntes de un biblifilo y

    Celebridades contemporneas. Los escribi sin grandes pretensiones literarias,

    aclarando que se trataba de meros apuntes no de un crtico () sino de un biblifilo y

    como tales deben ser ledos y juzgados (DESTEFFANIS, 1884, p. 419).

    Dej diversos proyectos pendientes. Uno de los ms ambiciosos fue la edicin

    de un libro titulado Curso elemental y progresivo de filosofa de la Historia del cual

    66

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    public unas notas que haba preparado para uso de sus discpulos y que aparecieron

    parcialmente en los Anales del Ateneo bajo el ttulo Notas sobre la Historia. Tampoco

    pudo concretar, debido a una disminucin notoria de su capacidad visual, dos trabajos

    que haba anunciado: Historia de la civilizacin americana y una Historia del

    Uruguay.

    Se manifest como un crtico agudo y sagaz, tanto de autores europeos como

    americanos. Protest objetividad y procur ser ecunime, incluso con quienes mantena

    diferencias ideolgicas. Fue pionero en Uruguay al plantear la necesidad de reflexionar

    sobre cuestiones de teora y metodologa de la Historia.25

    Contribuy adems, a

    difundir todas las cambiantes posturas de la ciencia histrica en sus grandes

    transformaciones metodolgicas en la segunda mitad del siglo XIX (ODDONE, 1959,

    p. 20).

    A travs del magisterio en los denominados cursos Preparatorios de la

    Universidad, influy con su particular forma de concebir la historia -basada en los

    criterios de la tendencia filosofante-, sobre diversas generaciones de polticos e

    intelectuales uruguayos (Francisco Berra, Pablo de Mara y Eduardo Acevedo Daz,

    entre otros).

    Coetneamente a la labor periodstica y docente de Desteffanis, el argentino

    Francisco Berra protagoniz sendas polmicas sobre Artigas a travs de la prensa y el

    libro.

    Berra naci en Buenos Aires el 3 de diciembre de 1844. Arrib a Montevideo

    con sus padres a comienzos de la dcada de 1850. Ingres a la Universidad donde

    estudi jurisprudencia y se recibi de abogado (1872). Tuvo destacada actuacin como

    jurista, periodista, educador e historiador. En 1894, en plena madurez y reconocido

    internacionalmente como pedagogo, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires,

    Guillermo Udaondo, le ofreci el cargo de Director General de Escuelas de la Provincia.

    Berra acept, se traslad a esa ciudad y permaneci ocho aos en el cargo. Muri en

    Buenos Aires el 13 de marzo de 1906.

    25 Lo hizo apenas asumi la ctedra de Historia, en el segundo semestre de 1866. El curso () vers

    sobre temas de Historiologa e Historia aplicada, cuestiones de Teora y Metodologa de la historia y de

    Filosofa de la Historia, se alternaron con estudios de Ciencias Auxiliares y con anlisis de Historia de las

    religiones (ZUBILLAGA, 1991, p. 47).

    67

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    Tuvo un destacadsimo rol en el plano pedaggico. Fue estrecho colaborador de

    Jos Pedro Varela, escribi los primeros libros de pedagoga verncula y desempe

    varios cargos, inclusive la presidencia de la Sociedad de Amigos de la Educacin

    Popular. Integr la delegacin uruguaya en el Congreso Pedaggico de Buenos Aires

    (1882).

    Durante sus aos de estudiante de Derecho debi soportar las consecuencias de

    una enseanza exclusivamente memorstica que transformaba los cursos en instancias

    rutinarias y estriles desde el punto de vista del aprendizaje. Una vez recibido de

    abogado, decidi estudiar por su cuenta las materias esenciales de la carrera y

    reflexionar sobre los mtodos de enseanza y los problemas de la educacin de su

    tiempo (HANSEN, 1995, p. 23). Encargado por la Sociedad de Amigos de la Educacin

    Popular de dictar cursos de Pedagoga Terica para maestros se encontr con la

    inexistencia de bibliografa adecuada para tales fines. Escribi una serie de obras entre

    las que se destacan los Apuntes para un curso de pedagoga (1878) y Doctrina de los

    mtodos (1882).

    Estaba interesado en la enseanza de la Historia. En 1866 public la primera

    edicin del Bosquejo Histrico de la Repblica Oriental del Uruguay, que fue

    utilizado como libro de texto por ms de dos dcadas. Expuso all su visin sobre la

    Historia, una disciplina que deba ser encarada con criterio filosfico y finalidad

    moral (ODDONE, 1959, p. 15): la indagacin del pretrito permitira ensear a las

    nuevas generaciones lo correcto y lo incorrecto, el historiador debera enjuiciar sin

    reparos a personajes y acontecimientos.

    El Bosquejo fue un libro muy controvertido. Desenton con los esfuerzos que

    se estaban implementando para conformar un imaginario nacionalista. Esta disonancia

    result evidente desde el principio, pero eclosion con motivo de la tercera edicin

    (1881). Los portavoces del sociolecto encrtico26

    ya estaban lo suficientemente

    fortalecidos como para no dejar pasar ninguna intemperancia. Carlos Ma. Ramrez le

    sali al cruce en un Juicio crtico del Bosquejo Histrico de la Repblica Oriental del

    26 Discurso propio de los sectores sociales dominantes, administradores de las estructuras de poder; funcional

    y operativo a sus intereses de los sectores socialmente hegemnicos, pretende imponer sus contenidos a travs

    de los medios con que cuenta el Estado (sistema educativo, prensa, museos, e instituciones pblicas en

    general, entre otros). Es difuso y masificado, difcilmente reconocible, influye en las clases subalternas y

    contribuye a conformar la opinin pblica. (cf. BARTHES, 1994).

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    Uruguay, por el Dr. Francisco Berra, donde retruc los cuestionamientos a Jos

    Artigas. Le critic basar su interpretacin en fuentes parcializadas.

    Las impugnaciones fueron respondidas por Berra en los Estudios histricos

    acerca de la Repblica Oriental del Uruguay. Defensa documentada del Bosquejo

    histrico, contra el Juicio Crtico que le ha dedicado el Doctor Don Carlos Mara

    Ramrez. Ratific las posiciones sustentadas en la primera obra y respondi todas las

    objeciones de Ramrez.

    Las autoridades de gobierno reaccionaron. El 13 de setiembre de 1883 el

    Ministro de Fomento del presidente Mximo Santos, el Dr. Carlos de Castro, emiti un

    oficio dirigido al Director Nacional de Enseanza, Jacobo Varela, prohibiendo la

    consulta y/o divulgacin del Bosquejo... en el sistema educativo. Tambin se dispuso su

    desaparicin del recinto en que se educa a la niez.

    La contribucin de Berra al desarrollo de la disciplina fue importante. Lo hizo en

    el marco de una polmica, instancia controversial que permiti la contraposicin de

    ideas, metodologas y concepciones sobre el pretrito. Uno de los mritos ms

    importantes del Bosquejo... fue brindar una visin cuestionadora del pasado nacional,

    disonante con un contexto epistmico en proceso de cambio: en 1881, ao de la tercera

    edicin, haba comenzado la reivindicacin oficial de Artigas. Intent sustraerse a

    cualquier propsito apologtico o reivindicatorio, escribi con la intencin de descubrir

    la verdad y ensearla. Su obra constituy un esfuerzo por descubrir las leyes y/o

    regularidades que rigen el progreso social. No ambicion consolidar el espritu nacional,

    sino explicitar, desde el pasado, los principios polticos que construyen una sociedad

    democrtica.

    Consagracin y divulgacin de la tesis independentista clsica: Orestes

    Arajo y el Hermano Damasceno

    Orestes Araujo naci en Mahon (Menorca, Islas Baleares) el 22 de octubre de

    1850 y muri en Montevideo el 31 de agosto 1915. Desde muy joven se interes por la

    cultura y la poltica, fund el peridico El Eco de la Juventud, de existencia efmera. En

    el entorno de 1870 emigr a Uruguay. Desde su arribo al pas se dedic al periodismo,

    escribi para El Nacional y El Ferrocarril, entre otros medios de la poca. En la

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    redaccin del diario La Paz conoci a Jos Pedro Varela con quien colabor aos

    despus. Fue servidor pblico durante casi treinta aos. En 1880, luego de un efmero

    retorno a Europa, volvi a Uruguay y ocup durante once aos el cargo de Inspector de

    Instruccin Primaria en el Departamento de San Jos. Desempe funciones docentes

    en los Internatos Normales de Montevideo a partir de 1891.

    Autor prolfico, escribi con mentalidad de maestro y preocupado por la

    difusin del conocimiento histrico. Entre sus publicaciones se destacan: Episodios

    histricos (1897), Perfiles biogrficos (1899), Resumen de la Historia del Uruguay

    (1902), Diccionario Geogrfico del Uruguay (1900) y la Historia de la Escuela

    Uruguaya (1911).

    Contribuy a la divulgacin e imposicin de una serie de ideas y mitos

    ideolgico-nacionalizantes articulados por la oligarqua gobernante con criterios y

    efectos disciplinadores, acordes al esquema de pas modelo (hiperintegrado y

    excepcional) que se estaba configurando durante el batllismo.

    Obtuvo amplio reconocimiento intelectual. Integr importantes sociedades

    cientficas y literarias como la Real Academia de la Historia (Madrid), la Junta de

    Historia y Numismtica Americana (Buenos Aires) y la Sociedad de Panamericanistas

    (Pars).

    Otro de los exponentes importantes de la historiografa didasclica uruguaya fue

    un curioso personaje de origen francs llamado Gilberto E. Perret, quien adopt el

    seudnimo de Hermano Damasceno, el popular HD. Este religioso naci en Francia

    en 1874. Ingres a los catorce aos en la congregacin de los Hermanos de la Sagrada

    Familia. Hizo su profesin perpetua en 1891 y ese mismo ao fue destinado como

    misionero a Uruguay. Permaneci en tierra oriental hasta su muerte, acaecida el 28 de

    abril de 1957. Actu durante varias dcadas en el Colegio Sagrada Familia. Se

    transform en padre espiritual y referente acadmico para varias generaciones de

    alumnos. Ocup la direccin del instituto entre 1913 y 1923.

    Escribi diversos textos de carcter didctico (religin, matemtica, geografa y

    gramtica) pero se especializ en los de historia.27

    Algunos de ellos estuvieron vigentes

    27

    Algunos analistas lo consideran el mejor creador de textos pedaggicos de Uruguay (Cf.:

    MAIZTEGUI, 2005).

    70

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    durante cincuenta aos en el sistema educativo. Su Ensayo de historia patria se

    transform en obra referencial para maestros y profesores. Se public por primera vez

    en 1901 y fue reeditado en varias ocasiones hasta 1955. Recibi algunas crticas en la

    dcada de 1930 por parte de las autoridades de la enseanza, en funcin de cierto

    filoclericalismo.

    Predomina en el Ensayo un discurso nacionalista con marcadores semnticos

    de fuerte contenido particularista y excluyente. La historia nacional est personalizada

    en individuos que adquieren el carcter de modelos. HD procur sembrar hbitos

    cvicos y republicanos que permitieran transformar las costumbres atvicas,

    disfuncionales con los valores hegemnicos de cuo burgus de 1900.

    Si bien HD no fue un historiador stricto sensu, resulta indudable que su

    abundante produccin didasclica -hegemnica hasta mediados del siglo XX- tuvo un

    carcter original y result determinante para la divulgacin de los contenidos esenciales

    del sociolecto encrtico. Esta fue -conjuntamente con las innovaciones en materia

    pedaggica- su gran contribucin: ensayar un discurso en clave de historia patria lo

    suficientemente atractivo, panormico y didctico, que perme el imaginario colectivo.

    Impuso representaciones y convicciones que coadyuvaron a delinear los rasgos

    originales de la identidad uruguaya, en una sntesis eficaz que retroaliment las

    certidumbres autocomplacientes del Uruguay feliz. La crisis estructural que deshizo

    esas utopas no desdibuj totalmente los axiomas establecidos por HD, su fuerza

    propositiva puede apreciarse en una relativa perdurabilidad manifiesta en los manuales

    del siglo XXI.

    En los albores de la profesionalizacin: Emilio Ravignani y Jos Luis

    Romero

    En 1946, al advenimiento del peronismo, los historiadores Emilio Ravignani y

    Jos Luis Romero fueron cesados en sus cargos universitarios. A partir de entonces, y

    debido a gestiones de colegas uruguayos, fueron invitados por las autoridades de la

    Universidad de la Repblica para colaborar en el proceso de creacin del Instituto de

    Investigaciones Histricas de la FHC. Sin radicarse en Montevideo, pero viajando

    frecuentemente, ejercieron una influencia decisiva que aceler el proceso de

    transformacin de los estudios histricos en Uruguay.

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    Emilio Ravignani fue un destacado jurista, poltico28

    e intelectual. Desarroll

    una proficua actividad como historiador y docente en el Instituto Superior de

    Profesorado, en la Facultad de Ciencias Jurdicas y Sociales de la Universidad de la

    Plata y en la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires (de la que

    fue decano en dos ocasiones). Especializado en historia constitucional public algunas

    obras de singular trascendencia como la monumental Asambleas Constituyentes

    Argentinas (siete tomos, 1937-1940).

    Contaba con un slido prestigio -originado en su labor al frente del Instituto de

    Investigaciones Histricas de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de

    Buenos Aires- que result decisivo para su nombramiento como director del Instituto de

    Investigaciones Histricas de la FHC de Uruguay. La designacin motiv protestas en el

    Parlamento y la prensa, se cuestion el hecho de confiar a un extranjero (un porteo)

    el estudio del pasado nacional.29

    La gestin de Ravignani (1947-1954) al frente del Instituto contribuy a renovar

    las prcticas tradicionales. Estableci relaciones con centros acadmicos de Europa,

    Estados Unidos y Amrica Latina; propuso un plan editorial para canalizar la

    publicacin de fuentes; estableci programas y proyectos de investigacin abiertos a

    indagatorias y contrastaciones empricas. Foment la instalacin de delegaciones del

    Instituto de Investigaciones Histricas en Buenos Aires, Sevilla, Londres y Pars, con el

    objeto de relevar documentacin custodiada en repositorios de esas ciudades. La

    Universidad de la Repblica lo distingui con el ttulo de Doctor Honoris Causa en

    diciembre de 1952.

    Jos Luis Romero estudi en la Universidad Nacional de La Plata y se doctor

    en Historia. Su labor de investigacin estuvo referida a historia universal y

    latinoamericana, teora de la historia e historia de la historiografa. Escribi obras

    referenciales como Las ideas polticas en Argentina (1946) y Crisis y orden en el mundo

    feudoburgus (1980). Tuvo una amplia actividad docente en la Universidad Nacional de

    28 Actu en las filas de la Unin Cvica. Fue elegido diputado en varias ocasiones. Milit en contra del nazi-fascismo y labor en pro de la Repblica espaola. En 1922 fue designado Secretario de Hacienda de la Municipalidad de Buenos Aires. 29

    Las crticas tenan un tono nacionalista agresivo y estaban formuladas principalmente, aunque no

    exclusivamente, por adherentes al Partido Nacional. Deben contextualizarse en el ambiente de

    confrontacin ideolgica imperante en la poca y en el marco de sospechas de cierto filofranquismo de

    Pivel Devoto (cf. ZUBILLAGA, 2002, pp. 76-83).

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    La Plata y en la Universidad de Buenos Aires. Fue rector de la Universidad de Buenos

    Aires (1955) y decano de la Facultad de Filosofa y Letras (1963-1966). Desempe un

    rol importante en la renovacin historiogrfica argentina posterior al peronismo.

    En 1949 fue designado docente de dos materias claves de la Licenciatura de

    Historia de la FHC: Introduccin a los Estudios Histricos y Filosofa de la

    Historia. Contribuy a superar el modelo neopositivista vigente y propiciar un

    acercamiento del estudiantado de Historia a la teora del conocimiento, sorteando de tal

    modo el escollo generalizado de una enseanza que oscilaba ente lo puramente fctico

    y la interpretacin `impresionista` del pasado (ZUBILLAGA, 2002, p. 183). A partir de

    1952 su labor estuvo centrada en el Seminario de Historia de la Cultura, espacio

    acadmico renovador, que estimul el acercamiento de los estudiantes a las fuentes

    originales de conocimiento y la reflexin crtica sobre las mismas. El Seminario dio

    lugar en 1962 a la creacin de la Seccin Historia de la Cultura, dirigida

    honorariamente por Romero quien realizaba peridicas visitas a Montevideo. Bajo su

    orientacin se formaron historiadores de la talla de Juan Antonio Oddone y Gustavo

    Beyhaut.

    Conclusin

    La contribucin de intelectuales extranjeros ha sido fundamental en todas las

    etapas del proceso de configuracin del campo historiogrfico uruguayo. En particular

    debe destacarse: los tempranos estudios de Juan Manuel de la Sota sobre las

    alternativas que modelaron la delimitacin del territorio oriental, base fsica sobre la que

    se desarrollara la epopeya nacional; la generacin de condiciones para la polmica y

    el debate en torno a la persona y accin de Jos Artigas, motivadas por Deodoro de

    Pascual, Francisco Berra y Luis Desteffanis, que permitieron -a partir de la

    confrontacin de opiniones y convicciones ideolgicas- exhumar documentos, pulir

    metodologas y pareceres epistemolgicos dinamizadores de las investigaciones

    histricas; la labor de generalizacin y divulgacin de los mitemas referenciales de

    cuo nacionalista, realizada a comienzos del siglo XX por Orestes Arajo y el Hermano

    Damasceno, a travs de manuales escolares; los aportes Emilio Ravignani y Jos Luis

    73

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    V. 5, N.1, Janeiro-Julho de 2014

    Romero quienes, mediante su accin docente y de investigacin en la FHC, renovaron

    las prcticas tradicionales y formaron una plyade de historiadores que, a partir de las

    dcadas de 1950 y 1960, fundaron la Nueva Historia.

    Los letrados extranjeros estuvieron presentes desde los albores del conocimiento

    histrico en el pas. Realizaron aportes diversos y permitieron, por un proceso de

    acumulacin, generar condiciones para posibilitar la autonoma disciplinaria a mediados

    del siglo XX.

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